FLASHBACK

TENEMOS A ARCONADA

ÍDOLO DE LA AFICIÓN DONOSTIARRA, SU CURRÍCULUM ES DESLUMBRANTE.

TEXTO R. BALBONTÍN

~Garantía bajo palos, Arconada protagonizó grandes intervenciones en las que salían a relucir sus incontestables cualidades: agilidad, reflejos, posicionamiento... Los detalles que marcan a un gran portero. “NO PASA NADA, TENEMOS A ARCONADA”. Durante muchas temporadas, Luis Miguel Arconada (San Sebastián, 1954) hizo buena la frase empleada por los afcionados de la Real Sociedad. El capitán no defraudaba con sus intervenciones, encabezando una generación de futbolistas que le dieron a la entidad txuri-urdin su época de mayor gloria deportiva, que ahora celebra los 40 años desde aquella primera liga del año 1981.

La carrera del cancerbero siempre estuvo vinculada en Primera División a la Real Sociedad, y durante 13 años, desde 1976, Arconada fue el titular de la portería donostiarra, algo que le llevó a defender también la de la selección española. Considerado uno de los mejores porteros del mundo, disputó nada menos que 551 partidos ofciales con la Real Sociedad. Aquella Real de los Jesús Mari Zamora, López Ufarte, Jesús María Satrústegui, Alberto Górriz, Juan Antonio Larrañaga o José Mari Bakero..., a las órdenes primero de Alberto Ormaetxea y en la parte fnal de su carrera, de John Benjamin Toshack, deslumbró en el terreno de juego y convirtió su portería en un fortín inexpugnable.

De hecho, la Real Sociedad inició su época dorada con un subcampeonato de Liga en 1980, donde Arconada protagonizó un récord de imbatibilidad en la Liga española que tardó años en ser superado. Fue su primer Trofeo Zamora, y el comienzo de la leyenda Arconada. En las dos temporadas siguientes llegaron los dos títulos de Liga de la Real y a nivel personal otros dos Trofeos Zamora. En 1982 la Real ganó la primera edición de la Supercopa de España de Fútbol y en la Copa de Europa de 1982-83 llegaría hasta las semifnales. Y siempre con Arconada como uno de los líderes y protagonistas. Su periplo en la selección se alargó entre 1977 y 1985, con la que completó un total de 68 partidos. Presente en todos los partidos disputados, su mayor éxito con el equipo nacional fue el subcampeonato que España alcanzó en la Eurocopa de 1984..., aunque siempre será recordado por el infortunio en un gol que, eso sí, nunca empañó su gran trayectoria.