EL BOOM MODERNO
ARTE D
esde 1830 en adelante se había extendido en Francia, y desde allí internacionalmente, un estilo de arte religioso al que el escritor Leon Bloy dio el nombre de “sulspiciano”. El término hacía referencia a la plaza ubicada frente a la iglesia de Saint-Sulspice en París, lugar en el que se comerciaban imágenes fabricadas industrialmente, sin gusto artístico ninguno y portadoras de una sensiblería que restringía la experiencia religiosa. Estas imágenes, por otra parte muy populares, eran la expresión última de la decadencia en que había entrado el arte sacro. El “sulspicianismo” es un término que quedó acuñado para referirse a un estilo de representación religiosa convencional, de rasgos sentimentales y de falso dramatismo. El estilo “sulspiciano” estaba presenta en la iconografía de los lugares de culto y también en las imágenes usadas en la piedad privada. Los intelectuales católicos veían en él un síntoma de la pobreza estéti-
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CRE ARTE • OCTUBRE 2020
evolución y técnica Se suscita la creación de nuevos movimientos en el ámbito de los artistas católicos, abriendo puertas al arte moderno. ca del arte sacro del momento. Por otra parte, tanto en la arquitectura como en las demás artes eclesiales, se buscó un modo de paliar la situación recurriendo a un revival de estilos anteriores (neo-gótico, neorománico, neo-bizantino). Mayoritariamente los edificios religiosos creados fueron recomposiciones eclécticas de elementos copiados de estilos antiguos. A principios del siglo XX escribía Paul Claudel, que la decadencia del arte sacro provenía del “divorcio entre la fe y las fuerzas de la imaginación y la sensibilidad”. Esta situación suscitó la creación de nuevos movimientos en el ámbito de los artistas católicos.