ONE Magazine en Español Junio 2024

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• Iglesia junio 2024 En esto, juntos en español
Dios • Mundo • Familia Humana

ARTÍCULO DE PORTADA

Un Signo de Esperanza en Tierra Santa Visita evoca el 75 aniversario de la Misión Pontificia por Judith Sudilovsky

ARTÍCULOS

Ninguna Generación se Salvó Iglesia es última red de seguridad en el sur del Líbano por Laure Delacloche con fotografías de Raghida Skaff

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Un Lugar al que Pertenecer Jóvenes de la calle encuentran apoyo en Caritas Georgia por Paul Rimple con fotografías de Justyna Mielnikiewicz

¿Es Compatible el Islam con la Democracia? por John L. Esposito

‘¿Hacia Dónde Vamos?’

Cristianos en Egipto enfrentan desafíos modernos por Magdy Samaan

SECCIONES

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Conexiones

Últimos informes sobre el mundo de CNEWA

La Última Palabra Perspectivas del presidente por Mons. Peter I. Vaccari

t Monaguillos se preparan para la procesión de entrada antes de una Misa que conmemora el 75 aniversario de la Misión Pontifcia en la iglesia de la Anunciación en Beit Jala, en Cisjordania, el 14 de abril.

one CNEWA.org/es CNEWAenespanol CNEWA CNEWA CNEWA1926

Contraportada: Padres e hijos del Centro Emegobre en Tbilisi, Georgia, participan en una actividad para fortalecer su relación.

Créditos fotográficos

Portada, pág. 2, 6-7, 38, Joseph Saadah; pág. 3 (arriba), foto CNS/Paul Haring; pág. 3 (arriba izq.), 14-17, 19, Raghida Skaff; pág. 3 (arriba dcha. y dcha.), 20-27, contraportada, Justyna Mielnikiewicz; pág. 3 (abajo izq.), 11, 12 (recuadro), 39, George Jaraiseh; pág. 3 (abajo dcha.), 35-36, Hanaa Habib; pág. 4, Arquidiócesis de Cincinnati; pág. 5, Caritas Internationalis; pág. 8, 10, 12-13, Michael J.L. La Civita; pág. 18, Marios Khairallah; pág. 29, foto CNS/Dylan Martinez, Reuters; pág. 32-33, Gehad Hamdy/ picture alliance vía Getty Images; pág. 34, Friedrich Stark/Alamy Stock Photo; pág. 37, Holly Pickett.

ONE se publica trimestralmente. ISSN: 1552-2016

CNEWA

Fundada por el Santo Padre, CNEWA comparte el amor de Cristo con las iglesias y los pueblos de oriente, trabajando para, a través y con las iglesias católicas orientales.

CNEWA te conecta con tus hermanos y hermanas necesitados. Juntos, edificamos la

ASOCIACIÓN CATÓLICA

PARA EL BIENESTAR DEL CERCANO ORIENTE

VOLUMEN 2 NÚMERO 3

iglesia, afirmamos la dignidad humana, aliviamos la pobreza, fomentamos el diálogo e inspiramos esperanza.

Editor

Mons. Peter I. Vaccari

Editorial

Michael J.L. La Civita, Director Ejecutivo

Laura Ieraci, Directora

Olivia Poust, Directora Asistente

David Aquije, Coordinador de Publicación

Elias D. Mallon, Director Adjunto

Creativos

Timothy McCarthy, Administrador de Recursos

Digitales

Paul Grillo, Diseñador Gráfico

Samantha Staddon, Diseñadora Gráfica

Subalterna

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Oficiales

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Mons. Peter I. Vaccari, Secretario

Oficina Editorial

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PUBLICACIÓN OFICIAL
Portada: El cardenal Timothy M. Dolan visita el Hogar de Niños de la Sagrada Familia en Belén, el 13 de abril.
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Conexiones Últimos informes sobre el mundo de CNEWA

Difundiendo la Palabra

Mons. Peter I. Vaccari, presidente de CNEWA, prioriza visitar parroquias para conocer los amigos y donantes de la agencia, y presentarla a nuevas audiencias.

En febrero y marzo, visitó las arquidiócesis de Cincinnati y Louisville, Kentucky, y las diócesis de San Agustín y Palm Beach en Florida.

En mayo, visitó la parroquia de San Miguel Arcángel en

Continúa la Ayuda en Gaza

CNEWA-Misión Pontificia continúa coordinando esfuerzos y colaborando con la iglesia local y organizaciones humanitarias para atender las necesidades básicas de la población en Gaza afectada por la guerra entre Israel y Hamás.

De octubre a febrero, las donaciones de CNEWA proporcionaron comida caliente a 760 gazatíes desplazados refugiados en dos iglesias de Gaza: San Porfirio y Sagrada Familia, y a personas de los alrededores y otros vecindarios.

Indianápolis y en junio visitará parroquias en Green Bay, Wisconsin, y Minneapolis.

Es un “privilegio predicar” en estas parroquias y “comunicar a la gente cómo el Evangelio se relaciona con la vida real”, dijo. “CNEWA es un ejemplo de cómo se puede lograr”.

Para más información visite: cnewa.org/es

La ayuda incluyó medicamentos esenciales para personas con enfermedades crónicas, así como kits de higiene, pañales, combustible, gas para cocinar, agua embotellada y artículos de limpieza.

En marzo y abril, CNEWA-Misión Pontificia coordinó con un comedor comunitario local la ayuda alimentaria a desplazados en Gaza y Rafah. Las donaciones a CNEWA también permiten la entrega continua de paquetes de alimentos a 150 familias en Gaza y 400 familias en Rafah.

Sequía en Etiopía

La sequía en el norte de Etiopía dificulta que los niños asistan a la escuela debido al hambre, la sed y el agotamiento. Argaw Fantu, director regional de CNEWA en Etiopía, teme que hasta 200.000 niños abandonen sus estudios por estos motivos.

Fantu visitó escuelas en la Eparquía de Adigrat, en Tigray, que forman parte del programa de alimentación de CNEWA, que beneficia a 8.000 estudiantes. Estas escuelas informan que los alumnos están regresando y

4 CNEWA.ORG/ES/REVISTA
Mons. Peter I. Vaccari ofrece una conferencia en la escuela secundaria Mount Notre Dame en Cincinnati en febrero.

mejorando su rendimiento gracias a las galletas nutritivas que reciben.

El obispo Tesfaselassie Medhin de Adigrat pidió ayuda a CNEWA: “La población de Tigray y las regiones vecinas ha sufrido años de guerra, sequía y enfermedades, y ha demostrado una resiliencia increíble. Rezamos para que podamos superar esta crisis”.

Ley Enciende Señal de Alerta

El 14 de mayo el parlamento de Georgia aprobó una ley de “agentes extranjeros” que podría restringir el trabajo de organizaciones de la sociedad civil y religiosas, incluyendo las iglesias armenia, caldea y católica romana. El presidente vetó la ley el 18 de mayo, pero el partido mayoritario en el poder anuló el veto el 28 de mayo. La ley entrará en vigor una vez que sea firmada por el presidente o el presidente del parlamento y publicada.

Una vez promulgada, las organizaciones que reciban más del 20% de su financiamiento del extranjero deberán registrarse ante el gobierno como “agentes de influencia extranjera”. De este modo, el gobierno podrá monitorear, limitar o incluso cerrar sus actividades. CNEWA apoya el trabajo de las iglesias en Georgia, como Caritas, y continuará monitoreando la situación.

El año pasado se aprobó una ley similar, pero fue derogada debido a protestas públicas. La última versión del proyecto de ley llevó a miles de personas a protestar, preocupados por la débil democracia de la república. La Iglesia Ortodoxa, la institución preeminente de la nación, pidió al diálogo entre legisladores y manifestantes para resolver lo que consideran una “crisis política”.

El arzobispo Gabriele G. Caccia, observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, y Anahit Mkhoyan de Caritas Georgia, participan en una mesa redonda en la ONU.

Caritas Georgia en la ONU Organizaciones católicas, incluida Caritas Georgia, que colabora con CNEWA, participaron en un evento paralelo oficial de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas el 19 de marzo, patrocinado por la Misión Permanente de Observación de la Santa Sede ante las Naciones Unidas y Caritas Internationalis.

Anahit Mkhoyan representó a Caritas Georgia en el panel sobre el tema “Contextos Frágiles, Mujeres Fuertes: El papel de las organizaciones religiosas en la promoción del liderazgo femenino”. Resaltó la importancia de conocer el contexto cultural al realizar transformaciones sociales para asegurar que los valores o prácticas culturales no se contradigan y que la transformación sea sostenible.

¡Reserve la Fecha!

CNEWA celebrará por tercer año consecutive la Gala Sanación y Esperanza el jueves 5 de diciembre en un club privado de Manhattan. La gala reconocerá a personas que han demostrado un compromiso excepcional con los pueblos a los que sirven las iglesias orientales. ¡Esté atento para más detalles!

CNEWA en Congreso de L. A.

El padre Elias Mallon, S.A., asistente especial del presidente de CNEWA, ofreció dos charlas durante el Congreso de Educación Religiosa de Los Ángeles, este febrero. Como experto en estudios del Medio Oriente y diálogo cristiano musulmán, habló sobre “Dos mil años de cristianismo en Mesopotamia” y “La ‘geografía’ bíblica y el mundo moderno”.

Para más información y noticias

Visita cnewa.org/es

Y encuentra videos, artículos y las últimas noticias de lo que sucede allí donde CNEWA está presente en cnewa.org/es/blog

PUBLICACIÓN OFICIAL DE CNEWA 5
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Misión Pontifcia

Nota de los directores:

Para conmemorar el 75 aniversario de la fundación de la Misión Pontificia para Palestina, cada edición de la revista este año de múltiples aniversarios incluirá al menos un artículo sobre este esfuerzo especial de la Santa Sede en el Medio Oriente.

En esta edición, informamos sobre la visita pastoral a mediados de abril del cardenal Timothy M. Dolan, arzobispo de Nueva York y director de CNEWA, a Israel y Palestina. La visita destacó el aniversario con oraciones, visitas a proyectos financiados y administrados por CNEWAMisión Pontificia y encuentros con feligreses y miembros de la sociedad civil.

@75

Un Signo de Esperanza en Tierra Santa

La visita del cardenal subraya el 75 aniversario de la Misión Pontifcia por Judith Sudilovsky

El cardenal Timothy M. Dolan, dcha., visita el Seminario Patriarcal Latino de Beit Jala, en Cisjordania, el 13 de abril.

6 CNEWA.ORG/ES/REVISTA @75
Esperanza Santa

Conexión CNEWA

La agencia operativa de CNEWA en el Medio Oriente, la Misión Pontifcia, celebra este año el 75 aniversario de su fundación. Tiene décadas de servicio a las comunidades necesitadas en Tierra Santa, independientemente de su religión, identidad étnica o nacional. Desde el 7 de octubre, la prestación de servicios sociales de CNEWA-Misión Pontifcia promueve la paz, fomenta el diálogo e infunde sanación y esperanza.

Para apoyar este trabajo crucial de CNEWA en Tierra Santa, llame al 1-866-322-4441 (Canadá) o al 1-800-442-6392 (Estados Unidos) o visite cnewa.org/es/haga-una-donacion/.

El conflicto armado entre Israel y Hamás, que amenaza con expandirse en el Medio Oriente, no impidió que el cardenal Timothy M. Dolan, arzobispo de Nueva York y director de CNEWA, realizara un viaje pastoral a Tierra Santa en abril.

La visita marcó el 75 aniversario de la agencia operativa de CNEWA en el Medio Oriente, la Misión Pontificia para Palestina, fundada por el Papa Pío XII en 1949 para coordinar la ayuda católica mundial a los vulnerables en Tierra Santa. Hoy, como agente de sanación y esperanza en la región en

conflicto, la Misión Pontificia subraya las complejidades de la vida vivida por todos los habitantes, independientemente de su identidad religiosa, étnica, política o nacional.

“Esta es una región profundamente dividida, pero sin embargo unida casi en su angustia, unida en sus lágrimas”, dijo el cardenal. “No sé si son israelíes o palestinos, o si son musulmanes o cristianos”.

“Veo madres y bebés. Veo a ancianos. Veo parejas casadas. Veo abuelas y abuelos. Escucho a la gente, vengan de donde vengan, decir: ‘Solo queremos estar en casa, seguros con nuestras familias’ ”.

De izq. a dcha.: Joseph Hazboun, Mons. Peter I. Vaccari y el cardenal Dolan se reúnen después de visitar el campamento de refugiados de Aida, el 14 de abril.

El cardenal estuvo acompañado por Mons. Peter I. Vaccari, presidente de CNEWA y de la Misión Pontificia, y por Michael J.L. La Civita, director de comunicaciones de CNEWA-Misión Pontificia y lugarteniente de la Lugartenencia Oriental de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén en Estados Unidos, que colabora desde hace mucho tiempo con CNEWA-Misión Pontificia.

El viaje, previsto del 12 al 18 de abril, se redujo un día cuando se cancelaron los vuelos a Norteamérica debido a que la escalada de hostilidades entre Israel e Irán tomó un curso dramático; Irán disparó unos 300 misiles y drones contra Israel el 13 de abril. La delegación de CNEWA se refugió en el sótano del Centro del Instituto Pontificio Nuestra Señora de Jerusalén.

Los disparos fueron en represalia por un ataque israelí contra un edificio diplomático iraní en Siria el 1 de abril, que mató a 12 personas, incluidos dos generales iraníes.

Israel vinculó a un general con la planificación del ataque del 7 de octubre en Israel por Hamás, en el que murieron 1.200 personas y tomaron como rehenes a unas 240. Israel ha respondido al ataque de Hamás con un ataque militar contra Gaza que ha matado a unos 35.000 palestinos, la mayoría de ellos mujeres y niños.

Luego, el cardenal se reunió en privado con familiares de rehenes israelíes, cerca de su día 200 de cautiverio en Gaza. Describió cómo estas familias le dieron “una gran esperanza”.

“Dijeron: ‘No dejaremos que esto destruya nuestros sueños. Soñamos

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Una Peregrinación a una Tierra de Corazones Rotos

El autor Michael J.L. La Civita se unió al presidente de CNEWA, Mons. Peter I. Vaccari, en una visita pastoral a Tierra Santa, encabezada por el director de la junta ejecutiva de CNEWA, el cardenal Timothy M. Dolan, en abril. El viaje descubrió un elemento común en todos los pueblos de la región: los corazones de todos están destrozados.

Fue a conmemorar. El rol pastoral del arzobispo de Nueva York — ministra a más de 2.5 millones de católicos en 10 condados de Nueva York— también incluye liderar iniciativas locales, nacionales e internacionales de la iglesia. Una de esas ellas es la Asociación Católica para el Bienestar del Cercano Oriente (CNEWA), que cada arzobispo de Nueva York ha dirigido ex officio después de que la Santa Sede reorganizó su administración en 1931.

Desde que el Papa Benedicto XVI nombró a Timothy M. Dolan como arzobispo de Nueva York en 2009, él ha liderado las delegaciones de

CNEWA en visitas al Líbano (dos veces), Jordania, India, Irak, Polonia, Eslovaquia y Ucrania. Del 12 al 17 de abril, viajó a Israel y Palestina para conmemorar el 75 aniversario de la Misión Pontificia para Palestina, la agencia operativa de CNEWA en el Medio Oriente.

El aniversario conmemora el cuidado de la Santa Sede por los vulnerables que viven en las tierras que llamamos santas. Conmovido por el despojo de más de 750.000 palestinos durante la guerra árabeisraelí de 1948 —conocida como Nakba, o catástrofe, en árabe— el Papa Pío estableció la Misión Pontificia como un comité ad hoc para coordinar la ayuda católica mundial para ayudarlos, y estableció su administración bajo CNEWA.

“Los consideramos socios”, dijo el cardenal a los sacerdotes, religiosos y laicos de las organizaciones que se han asociado con los equipos de la Misión Pontificia en Jerusalén, Ammán y Beirut durante una misa el 13 de abril en la capilla del Centro del Instituto Pontificio de Nuestra Señora de Jerusalén.

“Los vemos como miembros de nuestra familia. Siempre han sido parte del carisma de la Misión

Pontificia y de la Asociación Católica para el Bienestar del Cercano Oriente que veamos nuestros esfuerzos, no como que hacemos algo por ustedes, no que les hacemos algo, sino que hacemos algo con ustedes. Con ustedes, juntos. Juntos somos”.

Desde la dispersión de los refugiados palestinos, el Medio Oriente ha sufrido décadas de conflictos civiles y militares, convulsiones políticas y colapso socioeconómico, que han impactado a generaciones de israelíes y palestinos, iraquíes y jordanos, libaneses y sirios. Posteriormente, los sucesores del Papa Pío XII ampliaron el alcance y la circunscripción de la Misión Pontificia para brindar asistencia humanitaria a los más vulnerables en toda la región, sin importar de

con tener a nuestra gente en casa; con un lugar seguro para vivir y criar a nuestros hijos. Con una Palestina libre, con libertad frente al terrorismo. Soñamos con un Israel que pueda ser seguro y abierto y vecino de los palestinos. Y esos sueños no se harán añicos’”.

También se reunió con líderes religiosos judíos, musulmanes y cristianos; con el presidente palestino, Mahmoud Abbas, y el presidente israelí, Isaac Herzog, a quienes instó a trabajar para lograr una paz justa y duradera.

El cardenal Dolan celebró dos misas por el aniversario de la Misión Pontificia: la primera en Jerusalén, concelebrada con el cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, y la segunda en la iglesia de la Anunciación en Beit Jala.

“Queremos agradecer a Dios por el privilegio de ayudar a la iglesia y a la comunidad cristiana en la tierra llamada santa”, dijo en Beit Jala. “En Estados Unidos, decimos nunca olvides de dónde vienes. Nosotros, los católicos, los cristianos, nunca olvidamos de dónde venimos. Venimos de aquí. Por eso es un privilegio y un honor cooperar con ustedes en la Misión Pontificia para Palestina. Es un deber y una alegría”.

Tras la misa, el cardenal se reunió con líderes del campamento de refugiados de Aida, ubicado en menos de media milla cuadrada entre Belén, Beit Jala y Jerusalén. Es el hogar de 6.000 personas cuyas familias fueron desplazadas de 28 aldeas al oeste de Jerusalén y Hebrón. Establecido en 1950, es

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El cardenal Dolan y el rabino Noam Marans, fondo izq., se reúnen con las familias de los rehenes israelíes en el Instituto Ecuménico Tantur en Jerusalén, el 16 de abril.

su etnia, nacionalidad o identidad religiosa.

Fue a escuchar. Como pastor, el arzobispo de Nueva York atiende las almas de todos, tanto católicos, como no católicos. Por lo tanto, el cardenal Dolan anhelaba reunirse con los sobrevivientes de los ataques terroristas del 7 de octubre por parte de Hamás contra Israel, y con las familias de aquellos que

han sido tomados como rehenes. Los conoció, escuchó sus corazones y mentes, compartió su dolor y ofreció su consuelo y el de todos los neoyorquinos, cuyos corazones todavía están dolidos después de los ataques del 11 de septiembre.

Señaló que a quienes atacó Hamás eran las mismas personas que habían abierto sus puertas al diálogo, patrocinando eventos para que israelíes y palestinos se conocieran mejor, hombres y mujeres que buscaban dejar atrás la confrontación y hacer algo más que simplemente coexistir, buscaban desmantelar la noción del “otro”.

Les agradeció su generosidad de espíritu, por abrir esa puerta y, aunque reconoció que sus corazones estaban destrozados y sus espíritus aplastados, y que sentían ira y temor por la suerte de sus seres queridos, les pidió que nunca perdieran la esperanza, y que sigan abriendo sus corazones a la esperanza de una paz justa y duradera.

Fue a inspirar. “Mientras contemplamos con gratitud los 75 años de la Misión Pontificia”, dijo en su homilía en Nuestra Señora, “pienso en las madres”.

“Madres. Siempre que hay alegría o tristeza en nuestras vidas, está la presencia de las madres”.

“Y con todo el trauma, todas las dificultades y todos los desafíos que ha atravesado el pueblo de Dios aquí en Tierra Santa, incluso hasta ahora, las madres, con sus bebés e hijos, siempre están en la primera línea de la necesidad de amor y apoyo”.

“Pienso en nuestra Santísima Madre María, para quien este también era su hogar. Pienso en nuestra santa madre, la iglesia”.

La Misión Pontificia
“fue una de las primeras organizaciones internacionales que estuvo al lado de los refugiados”.
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El cardenal pensaba también en su propia madre, fallecida hace algunos años.

“Después de su muerte”, dijo, “me di cuenta de que, en cierto modo, no tengo un hogar. … porque un sacerdote que no se ha casado, siempre considera su hogar donde vive su madre”.

“Y me di cuenta de que, como católico, como creyente, siempre tenemos una madre. … en la Santísima Madre de Jesús. … en la santa madre iglesia. … Siempre tenemos una iglesia madre aquí en Jerusalén, en Tierra Santa. Entonces, para mí, venir y estar con ustedes es en muchos sentidos, volver a casa.

“Por eso, nos sentimos en casa aquí. Somos familia. Somos uno, y eso nos da un gran estímulo en nuestro trabajo, una gran esperanza…. Y cuanto más difíciles se vuelven las cosas, más esperanzas tenemos y trabajamos más”.

“Ustedes lo hacen bien”, concluyó, “y son una inspiración para nosotros”.

Al día siguiente, después de que la Cúpula de Hierro de Israel neutralizara la mayoría de los

drones y misiles disparados por Irán en represalia por el ataque de Israel a una estructura diplomática iraní en Damasco, el cardenal Dolan viajó a la ciudad cristiana palestina de Beit Jala, un suburbio de Belén. Celebró la misa dominical en la iglesia de la Anunciación, repleta de familias ansiosas por escuchar al cardenal.

“Estos son días de angustia y dificultad para ustedes. … Tienen todas las razones para tener miedo, estar triste. Pero cuando entramos a

El cardenal Dolan se reúne con el presidente palestino Mahmoud Abbas en Ramala, el 14 de abril.

esta iglesia esta mañana, no vi miedo”, dijo, mientras su voz se elevó con premura, sentimiento y volumen.

“No vi tristeza. ¡Los oí cantar, Aleluya! ¡Aleluya! Los vi sonreír. Vi sus ojos dándonos la bienvenida y eso, amigos míos, nos da esperanza”.

“Y por eso, les digo, gracias”.

uno de tres campamentos de refugiados cerca de Belén y está rodeado por el muro de separación israelí y torres militares.

“La Misión Pontificia fue testigo del surgimiento del problema de los refugiados y de Nakba y fue una de las primeras organizaciones internacionales que estuvo al lado de los refugiados, incluso antes de que se estableciera la UNRWA”, dijo Said al Azzah, jefe del comité del campamento. “Desempeñó un papel distinguido en la prestación de socorro a los refugiados,

preservando su dignidad y pidiendo justicia para ellos de acuerdo con la ley”.

Khouloud Daibes, director de la Fundación para el Desarrollo de Belén, dijo al cardenal en reunión privada que los cristianos desempeñan un papel vital, proporcionando a más de un tercio de la población palestina atención médica, educación y servicios sociales.

“Brindar asistencia durante 75 años es señal del compromiso y la voluntad de ayudar de la Misión

Pontificia”, dijo a ONE. “También conecta a la comunidad cristiana mundial con la comunidad cristiana en Palestina y muestra la preocupación de la Santa Sede por el bienestar de los palestinos, especialmente de los refugiados. Contribuye a la resiliencia de su presencia y a mejorar la calidad de vida en situaciones difíciles”.

La Misión Pontificia es un “signo de esperanza” para los palestinos, dijo, y es apreciada a medida que continúa respondiendo a las necesidades actuales.

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“Esta es una región profundamente dividida, pero sin embargo unida casi en su angustia, unida en sus lágrimas”.

Durante la visita, CNEWAMisión Pontificia coordinó un seminario cristianomusulmán en el Monte de los Olivos sobre la incitación al odio y el uso de las redes sociales con este fin. El debate incluyó iniciativas educativas destinadas a fomentar una mayor comprensión, tolerancia y diálogo interreligioso dentro de la comunidad palestina.

En una ceremonia de inauguración para la rehabilitación del Hogar Nuestra Señora de los Dolores, el único hogar de ancianos no privado y no gubernamental en Jerusalén Este, Joseph Hazboun, director regional de CNEWA-Misión Pontificia en Jerusalén, dijo que los cristianos representan solo el 1% de la población palestina, pero sirven a casi el 35% de los palestinos a través de instituciones patrocinadas por CNEWA.

En conjunto, dijo, estas instituciones aportan alrededor de $450 millones anuales a la economía local, generan más de 10.000 puestos de trabajo y son el tercer empleador más grande después de la Autoridad Palestina y las Naciones Unidas.

Estas instituciones son también “un centro de encuentros interreligiosos donde personas de diferentes creencias viven el diálogo a diario y promueven el entendimiento y la cooperación”, agregó.

Diana Safieh, 83, se mudó al hogar de ancianos el año pasado. En una silla de ruedas y con un tanque de oxígeno para respirar, recordó haber visto la construcción de la casa cuando era una colegiala en 1950.

El cardenal Dolan y Mons. Vaccari visitan a la Hermana Salesiana Vartohie Melkon en el Valle de Cremisan, y (recuadro) escuchan a los líderes comunitarios en el campamento de refugiados de Aida, en Beit Jala, el 14 de abril.

Safieh, que nunca se casó y cuyos hermanos abandonaron Jerusalén después que Israel tomó la parte este de la ciudad en 1967 con la Guerra de los Seis Días, dijo que el hogar es muy importante.

“Cada vez hay más personas que no tienen a sus hijos en el país, por lo que necesitan ser asistidas. Este lugar es muy, muy necesario”, dijo.

Financiadas por el Programa de la Unión Europea para Jerusalén Este e implementadas por CNEWAMisión Pontificia, las renovaciones mejoren los servicios y dupliquen el número de residentes y personal cuando se completen en octubre de 2026.

En el cercano convento de las Hermanas Misioneras Combonianas, la Hermana Anna Maria Sgaramella, C.M.S., habló sobre el trabajo de su comunidad a lo largo de la frontera de Jerusalén Este, donde el muro de separación de Israel corre a lo largo del perímetro de su propiedad y divide el pueblo de Betania.

Las hermanas dirigen un jardín de infantes y programas vocacionales para comunidades beduinas en el desierto de Judea. Las personas a las que sirven y emplean son musulmanas, dijo. A los niños se les enseña a respetar y apreciar a los demás y sus tradiciones, a pesar de su credo, y no se tolera ninguna forma de violencia, incluyendo juguetes que tengan formas de armas, dijo.

El cardenal Dolan resumió su visita como una experiencia de “resurrección”, después de haber visto tanto “la oscuridad como la luz”.

“El camino hacia la paz no tiene que ver con las armas militares, ni siquiera con mucho dinero, ni siquiera con la política, aunque todo eso es importante”, dijo. “Se trata de amor, servicio y cuidado de los que sufren”.

Judith Sudilovsky es una galardonada periodista en Israel y Palestina.

Acompañe a la iglesia en Tierra Santa

cnewa.org/es

Vea los momentos más destacados de la visita del cardenal Timothy Dolan a Tierra Santa en este video.

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Ninguna Generacion se Salvo

La iglesia es la última red de seguridad en el sur del Líbano

por Laure Delacloche con fotografías de Raghida Skaff

El reverendo Marios Khairallah va velozmente por una carretera hacia los pueblos montañeros del sur del Líbano, adelantando a tantos vehículos como puede.

“Tengo miedo de que un dron israelí dispare, si uno de sus blancos está en esta carretera”, dice.

El sacerdote de la Archieparquía Greco-Católica Melquita de Tiro, la principal ciudad costera del sur del Líbano está angustiado.

“¿Quién sabe quién está en ese auto o qué lleva ese camión?” dice, señalando a los vehículos de adelante.

El sur del Líbano volvió a ser teatro de guerra el 8 de octubre, cuando Hezbolá, un partido político libanés y milicia chiita, lanzó ataques aéreos contra Israel en apoyo de Hamás, después de que Israel comenzara a bombardear Gaza en represalia por los ataques terroristas de Hamás contra Israel un día antes.

Desde entonces se han intercambiado disparos entre Israel y Hezbolá casi a diario, amenazando las vidas y los medios de subsistencia en el sur del Líbano y el norte de Israel. A mediados de abril, los combates transfronterizos habían desplazado a decenas de miles y matado a más de 70 civiles, incluidos tres periodistas, en el sur del Líbano y ocho civiles en el norte de Israel.

Esta guerra no es la primera para el padre Khairallah. Nació en 1975 en Tiro, pocos meses después del inicio de una guerra civil que duró 15 años.

Luego, en julio de 2006, en el conflicto de 34 días entre Hezbolá e Israel, el padre Khairallah se hizo cargo de coordinar la ayuda para el sur.

“Ayudé a reconstruir las aldeas cristianas”, recuerda.

Mirella Boutros, de 14 años, vive en Qana, en el sur del Líbano.

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AYUDA DE EMERGENCIA
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“Pero incluso si morimos, nos quedaremos aquí”.

El padre Khairallah llega a Derdghaiya y estaciona frente a una casa. Él y el personal de la oficina regional de CNEWA-Misión Pontificia en Beirut bajan del coche y son recibidos por Matta Elia y su esposa, Doha Hassan Chalhoub, y varios cachorros, un caballo y dos vacas. La pareja saluda a sus invitados en el interior y les sirve yogur tradicional libanés, llamado “laban”.

Elia y su esposa comenzaron a elaborar productos lácteos hace cinco años, durante la crisis económica del Líbano que el Banco Mundial clasificó entre las 10 principales crisis económicas del mundo desde mediados del siglo XIX.

La crisis sumió al 82% de la población en la pobreza, duplicando la tasa de pobreza entre 2019 y 2021, según un informe de la Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia occidental. El informe midió la pobreza en el Líbano en seis dimensiones: educación, salud, servicios públicos, vivienda, bienes y propiedades, y empleo e ingresos.

Elia, un jefe de policía, recuerda que “la vida era cómoda” antes que su salario se desplomara con la devaluación de la libra libanesa frente al dólar. Cuando sus ingresos mensuales cayeron a $150, la pareja se volvió más ingeniosa. Compraron dos vacas, y su esposa, una musulmana chiíta, vendió leche y yogur casero a los cristianos locales y a los beirutíes que pasaban los fines de semana en el sur.

Pero, el flujo de clientes decayó con el conflicto actual; muchos

Arriba, Chikri Fakhoury, dcha., desenreda redes para cangrejos. Su restaurante de mariscos cerró cuando comenzó el conficto. Abajo, Matta Elia y su familia en Derdghaiya dependen de la asistencia alimentaria de CNEWA. Opuesto, voluntarios de la iglesia brindan cuidado de salud gratis en el sur del Líbano.

huyeron de sus hogares y se suspendieron los viajes de fin de semana a la región, lo que causó que la familia cayera de la precariedad financiera a la pobreza absoluta.

“Antes de la guerra, no necesitábamos ayuda”, dice Elia, un greco-católico melquita, mientras el padre Khairallah entrega un paquete de alimentos básicos: lentejas, arroz, aceite de cocina, azúcar y “halawa”, un dulce hecho con pasta de semillas de sésamo.

Cuando Anna, su hija menor, no está a la vista, Hassan Chalhoub comienza a llorar.

“Ya no podemos hacer nada”, dice. “La gente tiene que darnos dinero”.

La familia de seis recibió un paquete de alimentos de CNEWA en octubre y luego un cupón de $50 para el supermercado en diciembre. Hasta la fecha, CNEWA ha distribuido cupones a 2.710 familias afectadas por la guerra, por un total de $175.225 en ayuda alimentaria.

Ese día, el padre Khairallah trajo otras buenas noticias: CNEWA cubriría parte de la matrícula anual de $680 de su hija mayor en la escuela católica local. En Líbano, la educación pública carece crónicamente de fondos suficientes, lo que provoca interrupciones de clases y cierres de escuelas. Por eso, muchos padres envían a sus hijos a escuelas privadas o católicas. Pero, muchas familias no han podido pagar la matrícula desde el inicio del año escolar.

En respuesta, CNEWA distribuyó $130.000 entre siete escuelas afectadas por el conflicto para ayudar con los déficits de matrícula y salarios de los docentes.

Desde su sala, Hassan Chalhoub mira al sur, en dirección a la frontera con Israel, a unas 22 millas. La línea de demarcación, llamada Línea Azul, ha sido puesta en vigor por fuerzas de paz de la ONU desde

Conexión CNEWA

El Líbano ha sufrido una crisis tras otra. Cuando su economía colapsó en 2019, la libra libanesa se devaluó y el número de personas necesitadas aumentó, las familias de clase media cayeron en la pobreza y las cifras de desempleo aumentaron. El actual conficto en la frontera sur entre Hezbolá e Israel, que comenzó debido al conficto entre Israel y Hamás, está hundiendo aún más a las familias en la desesperación. CNEWA-Misión Pontifcia está ahí, como lo ha estado durante 75 años, proporcionando alimentos, asistencia para la matrícula y salarios de los maestros.

Para apoyar el trabajo de CNEWA en el Líbano, llame al 1-866-322-4441 (Canadá) o al 1-800-442-6392 (Estados Unidos) o visite cnewa.org/es/haga-una-donacion/.

2000, cuando Israel se retiró del sur del Líbano después de 15 años de ocupación.

Por la noche, ella dice que ve caer del cielo fósforo blanco, una sustancia tóxica que provoca quemaduras profundas y contamina el agua y el suelo. Algunos grupos de derechos humanos, al igual que Hadi Hachem, encargado de asuntos interino de la misión permanente del Líbano ante la ONU, han alegado el uso de fósforo blanco por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel en el sur del Líbano.

“Pero incluso si morimos”, dice Hassan Chalhoub, “nos quedaremos aquí”.

Jamil Salloum huyó de su aldea, Yaroun, a menos de milla y media de la Línea Azul.

“El bombardeo comenzó el 8 de

octubre. Al día siguiente nos fuimos sin nada”, recuerda.

Salloum, su hermana y su sobrina buscaron refugio en un pueblo cercano. Luego, todos se mudaron a Tiro, a 15 millas de la línea de demarcación. A mediados de abril, 92.621 libaneses del sur estaban desplazados internamente, según la Organización Internacional para las Migraciones. Tiro acogió al 28% de ellos.

Salloum habla poco y admite que es doloroso depender económicamente de su sobrina y su marido, con quienes se mudó a un apartamento, junto con sus hijos y su hermana.

“Trabajo en una plantación de tabaco y en invernaderos. En Tiro no puedo trabajar: las tierras agrícolas están allá arriba”, dice, refiriéndose a Yaroun. “Los israelíes tiraron fósforo blanco”, alega, “así

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que cuando regresemos, necesitaremos sanar la tierra, también sanar a la gente”.

Visiblemente conmovido, busca en su teléfono fotos de lo que queda de su casa: impactada dos veces por el ejército israelí, ahora está destruida. Las fotos muestran ventanas rotas y ruinas humeantes de sus pertenencias.

“La vida es dura. Hablo en nombre de todo el país, no sólo por mí, ni tampoco por el sur”, afirma. “Si queremos volver [a nuestras aldeas], necesitaremos apoyo. Nadie nos ayuda”.

Salloum tiene razón. Frágil, corrupto y en quiebra, el estado libanés ha sido incapaz, por décadas, de dar seguridad a sus ciudadanos.

Desde que comenzó la crisis económica en 2019, la población ha dependido de las remesas de la diáspora y de la ayuda de organizaciones humanitarias, políticas y religiosas internacionales para sobrevivir.

Para muchos en Tiro, la última red de seguridad ha sido la

archieparquía greco-católica melquita, donde el padre Khairallah coordina la asistencia social.

Fahed Elias Assaf fue pescador hasta 2006, cuando su salud le obligó a jubilarse. Desde entonces, la vida ha sido difícil. Él, su esposa e hijos viven en condiciones muy precarias.

La familia huyó a Beirut y regresó a Tiro tres veces desde octubre.

Aunque a fines de marzo el centro de la ciudad todavía estaba a salvo del ejército israelí, el zumbido de los drones era implacable.

En su casa en Tiro, en una habitación con techo de madera y goteras apenas caben dos camas y una nevera. Una pantalla de televisión cuelga de la pared. Una habitación contigua se vuelve dormitorio por la noche. La familia de Assaf se recibió de un cupón de comida de $50 en diciembre.

El estado libanés sólo proporciona unas pocas horas de electricidad al día. Para tenerla por más horas, los ciudadanos deben pagar una suscripción a un generador, un

gasto que representa el 88% del ingreso mensual para el 20% más pobre de los hogares libaneses, según Human Rights Watch.

Assaf dice que cuando sus hijos, también pescadores, “tienen suficiente dinero, pagan por el generador”.

Además, el Fondo Nacional de Seguridad Social y el Ministerio de Salud Pública del Líbano solían cubrir la atención médica de una parte de la población, pero este sistema gubernamental de facto ha dejado de funcionar desde el inicio de la crisis.

Por lo tanto, desde 2022, el padre Khairallah coordina la atención de salud financiada por la archieparquía para 60 familias, cuyos miembros padecen enfermedades crónicas. Assaf, que sufre de hipertensión arterial y diabetes, es uno de los que recibe visitas médicas y medicamentos costeados por la archieparquía.

El padre Khairallah dice que el rol de la iglesia no es reemplazar al estado sino predicar el Evangelio y dar los sacramentos, pero admite

“Las necesidades son inmensas y no podemos solventarlas”.

que siente alegría al estar “al lado de los feligreses durante este momento difícil”.

“Debemos confiar en Dios y en Jesucristo. Es lo que nos da esperanza”.

Cuando suena su teléfono, el sacerdote contesta inmediatamente: un ataque aéreo apuntó a una aldea a 18 millas al este de Tiro.

“¿Estaba cerca de la iglesia?” pregunta. “Llamaré al sacerdote y me aseguraré de que esté bien”.

En el pueblo de Qana, las cicatrices de la guerra se transmiten a una nueva generación. Recostada en su sofá, Mirella Boutros, de 14 años, busca en su celular y comparte una foto de una ventana rota de su casa, a 20 minutos en coche de Tiro.

“Oímos mucho los aviones de combate, así que no puedo concentrarme mucho”, dice Mirella sobre la situación en su escuela, cercana a pueblos bombardeados regularmente.

“Cuando hay un ataque, algunos estudiantes pierden el conocimiento, otros gritan. En los baños, si [los israelíes] atacan una vez más, las paredes se derrumbarán. Las ventanas ya están rotas”, afirma.

A medida que oscurece, Ziad Boutros, su padre, dice: “Esperen un poco más y [el bombardeo] comenzará. Sucede todos los días”.

“Estamos esperando que la situación mejore”, afirma. “Ni los musulmanes ni los cristianos pueden hacer nada”.

Qana es el hogar de 53 familias cristianas, pero la mayoría en el pueblo es chiita. Boutros dice que las comunidades viven juntas serenamente.

La iglesia de San Jorge en Yaroun, que CNEWA-Misión Pontifcia ayudó a restaurar después de que Israel la bombardeara en 2006, fue nuevamente dañada por los bombardeos israelíes.

“Hablamos de temas sociales, no de política. La política y las armas no son nuestro problema”, afirma. “Todos somos hijos del país”.

El policía acaba de ser padre por quinta vez. Antes de la crisis, el nacimiento de su hijo Charbel no habría agotado sus finanzas: su salario mensual era de $2.000. Ahora son $200, como el precio de la cesárea para su esposa.

El padre Khairallah dice que los pañales y las fórmulas infantiles están fuera del alcance de muchas familias.

“Un envase puede costar hasta $8”, afirma.

El sacerdote prepara una lista de 30 familias cuyos bebés recibirán fórmula por unos meses, gracias a una subvención de $4.000 de CNEWA.

“Puede que no tengamos mucho dinero, pero trabajamos lo mejor que podemos con sabiduría”.

El arzobispo metropolitano Georges Iskandar de Tiro dice que la archieparquía ha tratado de responder a la angustia de su rebaño desde el inicio de la guerra y apoyar su presencia continua en sus aldeas.

“Las necesidades son inmensas y no podemos solventarlas”, afirma.

“Estamos en contacto con líderes religiosos de otros grupos y les hemos pedido [a Hezbolá, Hamás, la Jihad Islámica Palestina y Amal] que eviten tomar acciones cerca de las casas”, afirma.

Casi seis meses después de la guerra, el arzobispo dice que uno debe tener “la misma fe que tuvo la mujer cananea” en el Evangelio de Mateo cuando le pidió a Jesús que curara a su hija en Tiro.

“Dios nos ayudó, Dios nos está ayudando y nos ayudará a evitar la guerra [total]”.

Laure Delacloche es una periodista independiente en el Líbano. Su trabajo ha sido publicado por la BBC y Al Jazeera.

Ayude a las familias afectadas por la guerra

cnewa.org/es

Conozca cómo la iglesia está ayudando a las familias en el sur del Líbano en este video.

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Un Lugar al que Pertenecer

Jóvenes de la calle encuentran

apoyo en Caritas Georgia

por Paul Rimple con fotografías de Justyna Mielnikiewicz

Una furgoneta va por una calle asfaltada en un remoto suburbio de Tbilisi, capital de Georgia, luego da tumbos por un callejón de barro con casas desmoronadas, construidas con materiales encontrados, que contrastan con las casas con altas verjas de metal. Un puñado de niños de ropas andrajosas y zapatos impares que no les quedan, persiguen a la camioneta entre los charcos hasta que se estaciona en un callejón sin salida.

“¡Hola!” gritan los niños, emocionados porque, como todos los martes, ha llegado a la barriada su escuela móvil, operada por un proyecto de Caritas Georgia, llamado “Emegobre” (“Sé un amigo”), que administra un centro diurno para jóvenes en Tbilisi.

Del remolque se despliega en paneles deslizantes un aula móvil que, con juegos interactivos, explica fundamentos de lectura, escritura y aritmética a niños con poca educación o, como estos niños, sin educación.

Teona Gedenidze, profesora y coordinadora de la escuela móvil, pone música y atrae aún más niños. Una asistente de educación entre pares de 14 años y beneficiaria de Emegobre ayuda a Gedenidze a enseñar a los 12 niños emocionados, reunidos para aprender el alfabeto georgiano y a contar. Después de sus lecciones, participan en una producción de teatro y danza.

“Para estos niños, esta es la única educación que han visto en su vida”, dice Gedenidze.

Caritas tiene otra escuela móvil, operada por “Tbili Sakhli” (“Casa Cálida”), un centro de atención para jóvenes abierto las 24 horas en

La psicóloga Tatiana Polikarpova, izq., sentada con Ilona Martinova, voluntaria y ex benefciaria del refugio de Caritas para niños de la calle en Rustavi, Georgia.

21 NIÑOS NECESITADOS
El equipo móvil tiene mayor éxito cuando los niños son pequeños. Las intervenciones se vuelven más difíciles cuanto más tiempo pasa un niño en la calle.

Rustavi, a unas 18 millas de la capital. El año pasado, las dos escuelas móviles llegaron a 246 niños.

Ambas escuelas móviles atienden a comunidades pobres de familias inmigrantes mayormente kurdasazeríes de Azerbaiyán, donde la mendicidad se castiga con penas de cárcel. Los inmigrantes indocumentados que cruzan a Georgia en busca de trabajo no tienen derechos legales.

Aunque la Declaración Universal de Derechos Humanos establece

que “toda persona tiene derecho a la educación”, la educación básica es inalcanzable para muchos niños en Georgia. Muchas circunstancias los mantienen en las calles, donde mendigan, ganando entre 20 y 50 lari georgianos (entre $7 y $20) al día, muy por debajo del ingreso diario promedio en Georgia, según la Oficina Nacional de Estadísticas del país. El salario mensual medio es de 1.858 lari ($700).

A menudo, un miembro de la familia obliga a estos niños a

mendigar; algunos de estos niños son la única fuente de ingresos de su familia. En algunos casos, los padres entregan a sus hijos a los acreedores, que los obligan a mendigar hasta que se salden las cuentas.

El Departamento de Estado de EE. UU. y organizaciones no gubernamentales, como AntiSlavery International y la Organización Internacional del Trabajo, han identificado la mendicidad infantil forzada como

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La maestra Teona Gedenidze, fondo izq., facilita el aprendizaje de los niños de la calle en Tbilisi. Opuesto, Tamar Sharashidze y Jemal Chachkhaia trabajan en el Centro Emegobre para niños de la calle en Tbilisi.

una forma de trata y esclavitud moderna. El Departamento de Estado de EE. UU. ha documentado que los niños de la calle en Georgia también son vulnerables a otras formas de trata.

A medida que crecen y su ternura se desvanece, el potencial de ingresos de un niño mendigo disminuye. A la edad de 14 años, indican los trabajadores sociales, los niños suelen recurrir a la delincuencia, como el robo, y las niñas a la prostitución. Dado que la

Conexión CNEWA

CNEWA ha estado presente en Georgia por décadas y ha tocado miles de vidas. Hoy, trabaja en estrecha colaboración con Caritas Georgia para brindar sanación y esperanza a los olvidados, incluidos los niños de la calle, brindándoles oportunidades educativas, asesoramiento y un lugar al que llamar hogar. Pero, la falta de fnanciación gubernamental para proyectos de servicio social signifca que Caritas Georgia depende en gran medida de donaciones para continuar este trabajo. CNEWA patrocina estos proyectos, y programas de apoyo para madres solteras, víctimas de abuso doméstico, personas mayores, personas con necesidades especiales y otros grupos vulnerables.

Para apoyar esta misión, llame al 1-866-322-4441 (Canadá) o al 1-800-442-6392 (Estados Unidos) o visite https://cnewa. org/es/haga-una-donacion/.

ley georgiana no procesa a niños menores de 14 años, muchos jóvenes son explotados por adolescentes mayores, como Oliver Twists modernos.

Aunque no existen cifras exactas sobre el número de niños de la calle en Georgia, un amplio estudio realizado por Save the Children en 2007 y publicado en 2009 estimó que cerca de 1.600 niños vivían en las calles de las cuatro ciudades más grandes de Georgia: Tbilisi, Kutaisi, Rustavi y Batumi. También informó que el 86% de estos niños no estaban matriculados en la escuela y el 60% nunca había ingresado a un salón de clases. Según trabajadores sociales, la ausencia de estadísticas precisas refleja el desinterés del Estado por los niños y las familias

desfavorecidas. A Georgia le falta desarrollar una estrategia de vivienda o un plan de acción para personas sin hogar que corresponda a las normas o mecanismos internacionales para la prevención de la falta de vivienda.

Sopo Mezvrilishvili tenía 6 años cuando su padre soltero la dejó en el centro Caritas Nutsubidze en Tbilisi. Cuando él murió dos años después, ella fue internada en un orfanato estatal, pero se fue a las calles como otros niños. Regresó como beneficiaria cuando tenía 18 años y luego a los 20, embarazada de su primera hija. Se quedó en el centro de atención materno infantil Santa Bárbara de Caritas en Tbilisi después que nació su tercera hija.

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Ahora, madre soltera de 30 años con poca educación, ha mantenido a su familia como madre subrogada. La subrogación es una fuente legal de ingresos en Georgia a la que recurren algunas mujeres cuando tienen dificultades económicas.

Mezvrilishvili trae a diario a sus tres hijas a Emegobre para diversas actividades. Está decidida en darle a sus hijas la vida estable que nunca tuvo, pero las probabilidades están en su contra. Sus brutales experiencias dentro y fuera de las calles le han dificultado pensar más allá del presente. Cuando se le pregunta qué le gustaría hacer en el futuro, se queda en blanco. Está en modo de supervivencia, consumida por el temor que la desalojen de su pequeño departamento, ya que los alquileres en la ciudad de repente casi se duplicaron.

“Sopo ama mucho a sus hijos y está muy involucrada en sus vidas, pero sin ingresos estables, no tiene perspectivas de tener su propia casa. No existen programas estatales para madres solteras”, afirma Irina Abuladze, directora de Emegobre.

Según la Oficina Nacional de Estadísticas, la tasa de desempleo promedio en Georgia fue del 16.4% en 2023, aunque estimados no oficiales la sitúan mucho más alta.

A pesar de la reforma del bienestar social, los programas siguen siendo muy limitados.

Las organizaciones humanitarias internacionales, como Caritas, tratan de llenar los vacíos de la seguridad social del país, pero las crecientes necesidades son un desafío demasiado grande para las organizaciones sin fines de lucro.

En particular, los trabajadores juveniles reportan un fuerte aumento de problemas de conducta juvenil, entre los jóvenes en riesgo.

“Necesitamos servicios especiales de atención psiquiátrica”, afirma Abuladze.

“Amo a estos niños. Quiero que tengan una buena vida. Todos los niños tienen ese derecho”.
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El estado cubre menos del 50% de los costos de siete programas para jóvenes de la calle, que ofrecen refugios las 24 horas, instalaciones diurnas y equipos móviles en Batumi, Kutaisi, Tbilisi y Rustavi. Estos programas están a cargo de varios proveedores internacionales, además de Caritas.

Mantener suficiente personal calificado en estas condiciones es difícil. Con el personal abrumado por las necesidades físicas y psicológicas de los jóvenes, Caritas tomó la difícil decisión de cerrar sus centros de 24 horas en Batumi y Tbilisi; y el albergue operado por Emegobre también está en proceso de cierre.

“Solo trabajábamos otro chico y yo en turnos de 24 horas”, dice Jemal Chachkhaia, trabajador juvenil de Caritas. “Diez de los 12 niños padecían problemas de conducta. La más mínima cosa podría hacerles estallar. Tuvimos que cerrar antes de que ocurriera una catástrofe”.

“Solicitamos ayuda al Ministerio de Salud, pero nunca devolvieron nuestras llamadas. Estos niños son agresivos y necesitan ayuda profesional”.

En los últimos tres años, Chachkhaia también ha observado un aumento en el abuso de drogas.

“Antes, chico olían pegamento”, dice. “Ahora, toman drogas más duras y peligrosas. Los niños necesitan dinero para conseguirlas, por eso roban”.

No hay estudios sobre las causas de estos cambios de conducta en los jóvenes de la calle en Georgia, dice Tamar Sharashidze, directora del programa para niños y jóvenes de Caritas Georgia. En los últimos años, casi todos sus casos se debían a la pobreza.

“Ahora tenemos niños cuyos padres no son necesariamente

Sopo Mezvrilishvili y sus hijas asisten diariamente en Emegobre.

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A menudo, un miembro de la familia obliga a estos niños a mendigar; algunos de estos niños son la única fuente de ingresos de su familia.

pobres, simplemente no pueden controlar a sus hijos”, dice. “Hace más de un año pedimos a los ministerios gubernamentales que formen grupos de trabajo para estudiar esto, pero no tienen ningún interés”.

En Georgia no existen instituciones de tratamiento para jóvenes en riesgo. El estado tenía un internado al oeste del país,

que Sharashidze describe como “horrible”, pero fue cerrado y no fue reemplazado.

“Por malo que era, al menos era mejor que las calles”.

Rustavi es una antigua ciudad industrial de 140.000 habitantes y hogar de Tbili Sakhli, que tiene un centro de 24 horas de atención para niños con

una capacidad máxima para 12. Las empresas locales contribuyen para cubrir el alquiler. Algunos de los adolescentes fueron trasladados del refugio de Tbilisi, incluido Sandro, 17, que está ansioso por practicar el inglés que aprendió viendo videos de YouTube y escuchando música.

“Tuve problemas con mi familia y vine aquí hace seis años”, dice

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En Emegobre, las mamás y los niños juegan juegos para fortalecer el vínculo entre padres e hijos.

Sandro, cuyo apellido se omite para proteger su identidad. “Los profesores me ayudaron a aprender y a volver a la escuela, y el psicólogo me ayuda mucho con mis problemas. Me encanta ayudar a los otros niños aquí y me encantaría hacer trabajo social después de la universidad”.

Ilona Martinova, 17, una ex beneficiaria, se muestra tímida al de hablar de su pasado. Recientemente se reunió con su madre biológica y ahora es voluntaria en el centro. “Siento una responsabilidad con los otros chicos”, dice.

Sharashidze, de Caritas Georgia, dice que muchos del personal fueron beneficiarios. Valeri Chidzovi, 24, llegó cuando era un adolescente y ahora es educador de pares en Tbili Sakhli, mientras estudia en la academia culinaria de Tbilisi. A menudo ayuda en la cocina del centro, compartiendo lo que ha aprendido con los jóvenes.

Tbili Sakhli y Emegobre ofrecen visitas de psicólogos tanto a adultos como a niños, así como sesiones sobre abuso, derechos humanos, discriminación de género, habilidades domésticas y cómo proteger a los niños de la violencia.

Nadia Koldari es una moldava étnica que creció cerca de Caritas Nutsubidze en Tbilisi. Conoce a Abuladze, directora de Emegobre, desde joven. Koldari nunca aprendió a leer ni a escribir. Ahora casada y con dos hijos, lleva a sus hijos al centro con el apoyo de su marido y asiste a sesiones para padres en un esfuerzo por romper el patrón de vida en la calle. “Nuestros hijos no mendigan”, dice con orgullo. “Estudiarán e irán a la universidad”.

La mayoría de los beneficiarios saben de Caritas de boca a boca o por el trabajo de los equipos

móviles, formados por un psicólogo de Caritas, un educador de pares, un chofer y un trabajador social estatal. Visitan a los niños en el metro y en lugares donde es probable que trabajen o se reúnan. El objetivo es generar confianza y que los niños sepan del centro. Después, el equipo ofrece algunas actividades educativas en las calles.

También se contacta a los jóvenes vulnerables en las comisarías. Dado que el estado no tiene programas para menores de 14 años, ni derecho a intervenir a menos que los niños estén registrados bajo tutela del estado, la policía llama a proveedores de atención privada, como Caritas, cada vez que descubre a niños infringiendo la ley o víctimas de abuso doméstico y no pueden regresarlos a un miembro de la familia.

El equipo móvil tiene mayor éxito cuando los niños son pequeños. Las intervenciones se vuelven más difíciles cuanto más tiempo pasa un niño en la calle.

De vuelta en la sala de actividades de Emegobre en Tbilisi, una docena de niños de distintas edades están parados en línea recta conteniendo las risitas. Un personal de Caritas le vendó los ojos a Mezvrilishvili. Como parte del juego, la madre de tres hijas debe caminar por la fila, tocar la cara de cada niño y adivinar cuál es el suyo. Otras tres madres esperan su turno.

“Amo a estos niños”, dice Teona Jujoy, psicóloga del equipo móvil, mientras observa a Mezvrilishvili pasar sus dedos por la cabeza de una niña. “Quiero que tengan una buena vida. Todos los niños tienen ese derecho”.

Paul Rimple es un periodista independiente que vive en Tbilisi, Georgia. Ha sido publicado en Foreign Policy, BBC, CNN y Deutsche Welle.

Dé una segunda oportunidad a los jóvenes de la calle

cnewa.org/es

Mire este video con ex niños de la calle asistidos por Caritas Georgia.

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Nota de los directores: Para destacar el 50 aniversario de ONE en inglés, cada edición de la revista contará con una reimpresión de un “clásico” de ONE, un artículo que continúa captando la atención y el interés de los lectores años después de su publicación.

En esta edición, presentamos un artículo por John L. Esposito, publicado por en julio de 2011. Él es profesor de religión, asuntos internacionales y estudios islámicos, y director fundador del Centro Príncipe Alwaleed Bin Talal para el Entendimiento MusulmánCristiano de la Universidad de Georgetown, Washington, D.C. Escribió esta reflexión tras las revueltas políticas en el Medio Oriente, conocidas como la Primavera Árabe. Desde entonces, los países de la región han visto conflictos armados y guerras civiles, el ascenso y la caída de grupos extremistas islámicos, como ISIS, y colapsos políticos y socioeconómicos, de modo que la idea de una democracia pacífica en la región casi parece ser una noción pintoresca del pasado.

¿Es Compatible el Islam con la Democracia?

Es una pregunta que más observadores hacen a medida que los recientes acontecimientos en el Medio Oriente se expanden: levantamientos han derrocado regímenes en Egipto y Túnez; protestas buscan hacer lo mismo en Bahréin, Libia, Siria y Yemen; reformistas exigen un mayor reparto del poder en Jordania, Marruecos y otros lugares. ¿Qué rol tendrá la religión en los nuevos gobiernos emergentes?

¿Serán prominentes los partidos políticos islámicos y cuáles son las implicaciones?

La historia demuestra que todas las tradiciones religiosas pueden adaptarse a diferentes y múltiples realidades políticas e ideológicas.

La evolución de Europa de principados feudales a estados democráticos modernos encendió vibrantes debates teológicos en las comunidades cristianas y judías, que, con el tiempo, llegaron a abrazar el ideal democrático.

Del mismo modo, el islam se presta a diferentes y múltiples interpretaciones: ha sido invocado

en apoyo de monarquías y dictaduras, democracia y republicanismo. El siglo XX es testigo de todo esto.

Algunos eruditos creen que el islam es inherentemente democrático, basando sus puntos de vista en el principio coránico bien establecido de la “shura” (“consulta” en árabe). Sin embargo, a menudo no están de acuerdo sobre hasta qué punto “el pueblo” debe ejercer este deber.

También reafirman el principio islámico de “iyma” (“consenso” en árabe). Argumentan que los gobernantes tienen el deber de consultar ampliamente y gobernar sobre la base del consenso. Pero, como con la “shura”, académicos y activistas tienen puntos de vista

En esta foto de archivo, un musulmán y un cristiano copto son llevados a través de una protesta masiva en la plaza Tahrir de El Cairo, el 6 de febrero de 2011, una de una serie de protestas en países de mayoría musulmana en el norte de África y el Medio Oriente que exigen reformas democráticas.

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muy diferentes sobre el papel que debe desempeñar el “iyma” en la sociedad.

Los conservadores y los tradicionalistas definen estos principios de manera estrecha y abogan por una reforma democrática restringida.

Los conservadores, a los que pertenece la mayoría de los “ulema”, la clase educada de juristas musulmanes, respaldan la formulación clásica de la ley islámica tal como se elabora en los antiguos manuales y comentarios, y no creen necesaria una reforma significativa. Aunque aceptan el carácter democrático de la “shura” y el “iyma” en teoría, en la práctica se adhieren a interpretaciones estrictas y tradicionales de la Sharía, la ley religiosa del islam.

En contraste, los tradicionalistas veneran la Sharía, pero también le buscan nuevas interpretaciones que permitan un mayor grado de reforma democrática.

Los reformadores modernistas islámicos son los más adaptables. Consideran que el islam primitivo encarna un ideal normativo, y no un modelo práctico para la sociedad contemporánea.

Distinguen más claramente entre la forma y la sustancia, en otras palabras, entre los principios y valores de la revelación inmutable del islam y las instituciones, leyes y prácticas histórica y socialmente condicionadas. Estas últimas, argumentan, son creadas por el hombre e históricamente relativas y pueden necesitar ser reformuladas para adaptarse a las necesidades políticas, sociales y económicas de la sociedad moderna.

Desde fines del siglo XIX, los reformadores han lidiado con la relación del islam con las realidades cambiantes de la vida moderna. Siguen dirigiendo animados debates sobre cuestiones tan diversas como el alcance y los límites de la reforma democrática, el papel de la tradición, los derechos de la mujer, las formas de resistencia, los peligros del islam radical —como el terrorismo y los atentados suicidas con bombas—, el pluralismo religioso y la relación entre los musulmanes y occidente.

Los reformadores también trabajan para desacreditar prejuicios profundamente arraigados entre los no musulmanes: por ejemplo, que el islam es medieval, estático e

incapaz de cambiar; que es una religión violenta; que degrada a las mujeres; que los musulmanes no se pronuncian contra el islam radical y el terrorismo; que rechazan el pluralismo religioso y el diálogo interreligioso; y que, desde luego, no pueden ser ciudadanos leales de países no musulmanes.

Pero, ¿qué pasa con la gente en el mundo musulmán? ¿Qué opinan de la democracia? ¿La quieren? Las opiniones en el mundo musulmán sobre la democracia son muy variadas. Aunque un pequeño número de extremistas islámicos rechazan todo asociado con la democracia moderna, desestimándola como “occidentalización” e incompatible con el islam, la mayoría de los musulmanes al menos han aceptado la idea de democracia, aunque a menudo de maneras drásticamente diferentes. …

Pero la dura realidad es que la experiencia política de la mayoría en el mundo musulmán está lejos de ser democrática. En general, los gobiernos de países mayormente musulmanes son monarquías absolutas, autocracias o regímenes militares con una legitimidad tenue.

De hecho, los observadores a menudo se refieren a los estados del mundo árabe como “mujabarat” (“estado policial” en árabe). Fuera del mundo árabe, los regímenes autoritarios —islámicos y seculares— gobiernan la mayoría de los demás países musulmanes, como Irán, Pakistán, Sudán y el Afganistán de los talibanes.

La expansión de grupos terroristas islámicos, como Al Qaeda, con una agenda yihadista global, refuerza el prejuicio común de que el islam nunca será hospitalario con la democracia de estilo occidental.

Sin embargo, la relación del islam con la democracia es mucho más compleja.

Entender el Medio Oriente hoy requiere que siempre tengamos en cuenta que la mayoría de los estados-nación actuales en la región son relativamente jóvenes, muchos de ellos esculpidos en territorios coloniales cuando las potencias europeas se retiraron después de la Segunda Guerra Mundial. Por ejemplo, los franceses crearon el Líbano moderno, que incluía partes de Siria; Gran Bretaña determinó las fronteras y a los gobernantes de Irak, Kuwait y Jordania.

Desde la descolonización, las élites gobernantes de la región han estado en su mayor parte más preocupadas por mantener su poder y sus privilegios que por defender los principios democráticos, como el reparto del poder y las libertades de reunión, expresión y prensa.

Por razones geopolíticas y económicas relacionadas con la Guerra Fría, el apoyo a Israel, el acceso al rico suministro de petróleo de la región y, más recientemente, la guerra global contra el terrorismo, los Estados Unidos y Europa han hecho poco para promover la democracia en la mayoría de los países del Medio Oriente. De hecho, occidente ha apoyado a muchos de los gobiernos menos democráticos

de la región, como los de Egipto, Arabia Saudita y Túnez. A fines del siglo XX, los pedidos por reformas democráticas y mayores libertades individuales aumentaron en el norte de África, el Medio Oriente y el sudeste asiático, mayormente musulmanes. En muchos países, diversos sectores de la sociedad comenzaron a ver la respuesta de sus gobiernos a sus demandas de una participación

La mayoría de los musulmanes al menos han aceptado la idea de democracia, aunque a menudo de maneras drásticamente diferentes.

provocaron una enorme protesta pública. Muchos pidieron una mayor distribución del poder, transparencia y respeto de los derechos humanos. Otros recurrieron a grupos islámicos fundamentalistas, cuyos miembros aumentaron.

El crecimiento de los movimientos islámicos, en particular, ha tenido un profundo impacto en el panorama geopolítico. …

Además, los atentados del 11 de septiembre, la guerra mundial contra el terrorismo que siguió y otras actividades terroristas violentas atribuidas a islamistas radicales han proporcionado una excusa conveniente para que los autócratas y monarcas de los países musulmanes y algunos políticos occidentales impidan reformas democráticas. Advierten que el proceso democrático corre el riesgo de permitir que los grupos islamistas hagan más incursiones en los centros de poder. Los partidos gobernantes de los países musulmanes, incluidos los de Argelia, Egipto, Pakistán, Túnez y los países de Asia central, también han explotado el peligro del islam radical y sus deberes en la guerra global contra el terrorismo para reprimir los movimientos de oposición —extremistas y convencionales— así como para atraer la ayuda estadounidense y europea.

política más amplia y libertad individual como una prueba de fuego para medir su legitimidad. Como resultado, muchos países han visto una proliferación de movimientos reformistas democráticos seculares e islamistas, así como un aumento de las protestas callejeras y la violencia por motivos políticos.

Las crisis económicas en Argelia, Jordania, Túnez y Turquía a finales de los años ochenta y noventa

Pero, a pesar de estos desafíos, en los últimos meses, el mundo ha visto con asombro cómo cientos de miles de ciudadanos de países mayormente musulmanes del norte de África y el Medio Oriente han salido a las calles para hacer oír sus aspiraciones democráticas.

A mediados de diciembre de 2010, tunecinos de todos los ámbitos de la vida se unieron para manifestarse contra los agravios políticos y económicos de larga data: corrupción desenfrenada, falta de libertad de expresión y otras

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libertades civiles y políticas, desempleo persistentemente alto, aumento de los precios de los alimentos y una brecha enorme entre ricos y pobres. A finales de enero de 2011, las protestas, mayoritariamente pacíficas, derrocaron al presidente Zine elAbidine Ben Ali, allanando el camino para elecciones democráticas libres y justas.

El evento desencadenó lo que ahora se llama la “Primavera Árabe” e inspiró sucesivos levantamientos en Egipto, Bahréin, Libia, Yemen y Siria; y protestas por reformas democráticas en Argelia, Jordania, Marruecos, Omán y Arabia Saudita.

El 25 de enero, manifestantes egipcios salieron a las calles a protestar contra los mismos agravios políticos y económicos que los tunecinos habían enfrentado en semanas anteriores. A pesar de los violentos intentos de las autoridades de dispersar las manifestaciones, los manifestantes se negaron a retroceder o a recurrir a la violencia. El 11 de febrero, el presidente Hosni Mubarak se vio obligado a dimitir, poniendo fin a 30 años de gobierno.

Los éxitos en Egipto, Jordania, Marruecos y Túnez demuestran que muchas personas en el mundo musulmán quieren la democracia y la creen compatible con el islam. También demuestran que los “mujabarat” del mundo árabe no son inquebrantables, sino que pueden ser depuestos o obligados a implementar reformas democráticas.

A medida que avanza la Primavera Árabe, los observadores deben recordar que una transición exitosa a la democracia es un proceso difícil y frágil de ensayo y error.

Los egipcios y los tunecinos se enfrentan a muchos desafíos en los próximos meses, el principal de los cuales es el establecimiento de nuevos gobiernos elegidos democráticamente. Aunque hay

grandes expectativas de que estos gobiernos sentarán las bases para un futuro próspero basado en el respeto al estado de derecho y los derechos humanos, nada es seguro. Incluso si los egipcios y los tunecinos logran establecer mecanismos democráticos que garanticen elecciones libres y justas con una amplia participación pública, esto por sí solo no garantiza que la sociedad adopte

Los observadores deben recordar que una transición exitosa a la democracia es un proceso difícil y frágil de ensayo y error. ”

Sin embargo, algunos militantes islamistas están virulentamente resentidos con la antigua minoría cristiana copta del país. En los últimos meses, una serie de ataques violentos contra coptos sirvió como un escalofriante recordatorio de que las visiones religiosas miopes del mundo pueden volverse feas. En Alejandría, la pasada víspera de Año Nuevo, pocos minutos después de la medianoche, un terrorista suicida islamista detonó explosivos en la entrada de una iglesia copta, donde feligreses celebraban la Divina Liturgia. La explosión mató a 23 personas e hirió a otras 97. El suceso conmocionó a la nación; líderes religiosos musulmanes y cristianos, políticos y medios de comunicación condenaron el ataque. Y el 6 de enero, cuando los cristianos coptos celebran la Navidad, miles de musulmanes se unieron a ellos para realizar vigilias con velas en iglesias de todo el país para honrar a las víctimas y ayudar a proteger a sus vecinos coptos. Sin embargo, la paz volvió a verse amenazada en mayo, cuando coptos y musulmanes se enfrentaron en el distrito de Imbaba, en El Cairo.

otros valores democráticos. Más específicamente, el principio democrático del pluralismo religioso ya se ha manifestado como un tema espinoso en el mundo posterior a la Primavera Árabe.

La mayoría de los egipcios abrazan la diversidad religiosa. A principios de este año, musulmanes y coptos protestaron codo a codo en las calles, coreando al unísono: “Mantén la cabeza en alto; eres un egipcio”.

La relación entre el islam y la democracia sigue siendo fundamental para el desarrollo del Medio Oriente y del mundo musulmán en el siglo XXI. Como dijo el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en su discurso en El Cairo: “Todas las personas anhelan ciertas cosas: la capacidad de decir lo que piensas y opinar sobre cómo te gobiernan; la confianza en el imperio de la ley y en la igualdad de administración de justicia; un gobierno transparente y que no robe al pueblo; la libertad de vivir como tú elijas. Esas no son solo ideas estadounidenses, son derechos humanos, y es por eso que las apoyaremos en todas partes”.

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‘¿Hacia

Dónde Vamos?’

Cristianos en Egipto enfrentan desafíos modernos

por Magdy Samaan

Apesar de los esfuerzos del gobierno de Egipto de dar a su minoría cristiana — alrededor del 10% de los casi 110 millones de habitantes— más derechos y protecciones civiles, los cristianos siguen enfrentando desafíos que exponen la precariedad de su posición.

La mayoría de esos desafíos — económicos, generacionales, tecnológicos y sociológicos, especialmente los cambios en los valores y las expectativas con respecto al matrimonio y la vida familiar— no son exclusivos de Egipto y se han documentado en sociedades del mundo. Pero, la forma en que las diversas culturas y sociedades los reciben y abordan difieren.

“La economía es la preocupación principal en la sociedad egipcia este momento”, dice el reverendo Shenouda Shafik, quien dirige el Instituto de Educación Religiosa de la Eparquía Católica Copta de Minya en el Alto Egipto. “Los precios se disparan, obligando a la gente a trabajar solo para cubrir necesidades como alimentos, ropa y atención médica”.

Para satisfacer las necesidades de sus familias, cada vez son más los cristianos que por trabajar no asisten a la Eucaristía semanal, añade el padre Shafik. La iglesia busca ayudar a estas familias; pero, con recursos limitados, no puede satisfacer todas sus necesidades.

“La gente está cansada de las palabras”, dice. “Cuando les hablo de Dios, su súplica tácita es de ayuda práctica, comida. Necesitan sentir la presencia de la iglesia en sus luchas diarias, especialmente cuando se trata de sus medios de vida”.

Los cristianos en Egipto continúan enfrentando los desafíos de la sociedad egipcia, a pesar de las modestas mejoras en su estatus social en los últimos años.

ACOMPAÑANDO A LA IGLESIA

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“La gente está cansada de las palabras”.

Alrededor del 90% de los cristianos egipcios, unos 10 millones, pertenecen a la iglesia ortodoxa copta; los católicos pertenecen a una variedad de iglesias particulares, siendo la mayoría parte de la iglesia católica copta. También están presentes las comunidades armenias cristianas, evangélicas y ortodoxas griegas. Los cristianos coptos se enorgullecen de ser herederos y descendientes del Egipto faraónico, ya que recibieron la fe cristiana de San Marcos en el siglo I y perseveraron durante milenios a pesar de la discriminación, la persecución e incluso el martirio.

En un país donde regularmente los cristianos sufren crímenes de odio, violencia comunitaria y discriminación, incluyendo la falta de acceso a posiciones de liderazgo en la sociedad, su estatus social ha

mejorado desde que el presidente Abdel Fattah el Sisi llegó al poder en un golpe de estado en 2013. Algunos ejemplos son los permisos para restaurar iglesias antiguas y construir nuevas; el nombramiento en 2018 de Manal Awad Mikhail a gobernadora provincial, la primera cristiana copta en ocupar ese cargo; y el nombramiento en 2022 del juez Boulos Fahmy, el primer cristiano en presidir el máximo tribunal. Aunque pequeña, la iglesia copta católica persiste en su labor evangélica. El padre Shafik dice que el Instituto de Educación Religiosa en Minya, que él dirige, forma a laicos como catequistas y los prepara para otros roles de liderazgo en la iglesia. Estudian las Escrituras, doctrina, vida litúrgica y sacramental, ética, psicología, enseñanzas sociales de la iglesia y cómo conectar la fe con la vida

Estas mujeres y niños fueron fotografados en el barrio cristiano copto de Shanayna, en el Alto Egipto, que tiene una importante población cristiana. Opuesto, el padre Shenouda Shafk da clases en el Instituto de Educación Religiosa de Minya, que él dirige.

diaria. Unos 150 catequistas, entre 18 y 35 años, asistieron a un día de estudio en el instituto a marzo.

“Prestamos atención a preparar a los jóvenes para que entiendan los fundamentos psicológicos y educativos del trato con aquellos a quienes sirven”, dice el padre Shafik.

También aprendieron habilidades de presentación para transmitir la fe de manera más efectiva, un desafío cada vez mayor a medida que las generaciones más jóvenes cuestionan las creencias

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tradicionales, como la estructura patriarcal de la sociedad egipcia y de la iglesia.

Además, mientras los padres trabajan, los adolescentes egipcios se han vuelto adictos a sus teléfonos e internet, dice el padre Shafik.

“El internet está en el ADN de esta generación”, dice el obispo Hani Bakhoum Kiroulos de Alejandría, un ex ingeniero de telecomunicaciones.

Entre sus responsabilidades, el obispo Kiroulos supervisa la Casa del Buen Samaritano, un orfanato para unos 40 niños y jóvenes, de entre 5 y 25 años. Dice que su mayor preocupación por los jóvenes es la adicción a las redes sociales.

“Para quitarles sus celulares por una semana para que se concentren en sus lecciones, tengo que compensarlos con algo, como si estuviera tratando síntomas de abstinencia”, dice.

En un estudio publicado en el International Journal of Social Psychology en 2022, el 66% de los estudiantes de secundaria egipcios encuestados mostraron adicción al internet, 61% eran adictos a los juegos y el 93% adictos a Facebook.

“La depresión, la distimia, el suicidio, la ansiedad social, el pánico y las fobias fueron comorbilidades comunes en los adolescentes adictos”, según el estudio.

Al obispo Kiroulos le preocupa la dependencia a la validación externa que las redes sociales generan con sus medidas de “aprobación en línea”, cómo eso afecta la autoestima del joven y cómo un joven puede priorizar la presencia en línea en vez del crecimiento espiritual.

“Estar en las redes sociales se ha convertido en sinónimo de estar presente”, dice. Él cree que la iglesia necesita adaptar sus métodos para involucrar a los jóvenes de manera más efectiva.

Aunque la religión sigue siendo fundamental para la sociedad e

Conexión CNEWA

Cuando la gente enfrenta persecución o discriminación, violencia o pobreza, la iglesia en el mundo responde. CNEWA apoya este tipo de iniciativas, siempre trabajando para, a través y con las iglesias orientales locales mientras trabajan para promover el bien común. En Egipto, CNEWA apoya programas de formación que profundizan la vida espiritual y forman líderes comunitarios; iniciativas que fomenten la seguridad y la reconciliación en el seno de las familias; dispensarios que brindan atención médica que salva vidas; y programas para atender a personas con necesidades especiales.

Para apoyar el trabajo de CNEWA en Egipto, llame al 1-866322-4441 (Canadá) o al 1-800-442-6392 (Estados Unidos) o visite cnewa.org/es/haga-una-donacion/.

identidad egipcias, el obispo observa un aumento del “ateísmo práctico, que significa vivir como si Dios no existiera”.

“Vivimos en una época de secularización, que intenta borrar cualquier rastro de la presencia de Dios en nuestra vida cotidiana”, dice.

El reverendo Shenouda Youwakim Endrawes, que dirige el comité juvenil de la Eparquía de Minya, también observa una sensación de falta de rumbo y propósito entre los jóvenes, que parecen desconectados de la iglesia y distanciados de Dios.

En febrero, su comité realizó una conferencia sobre “Juventud y Manejo de Crisis”, donde expertos hablaron sobre la fe, relaciones interpersonales, autocuidado y adicción. Asistieron unos 160 jóvenes. El padre Endrawes dice

que los participantes plantearon preguntas que demostraban su comprensión de los problemas sociales e interpersonales en cuestión.

“Preguntaron cómo deshacerse de las adicciones. Son conscientes de que las redes sociales pueden llevarlos por mal camino y hacerles perder el tiempo”.

Las redes sociales también han afectado el matrimonio y la vida familiar en la comunidad cristiana de Egipto. Las cristianas, casadas y solteras, que enfrentan diversas formas de abuso en el hogar, recurren a las redes sociales para encontrar vías de escape.

En algunos casos, una cristiana se escapa y se casa con un musulmán que conoció en línea. Él le promete una vida libre de violencia y abuso y ella abraza el islam, dice el

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reverendo Boulos Nassif de la Eparquía de Minya.

El abuso de niñas y mujeres es más frecuente en las zonas rurales del Alto Egipto y en las comunidades pobres que en los centros urbanos. En un estudio realizado para la Estrategia Nacional de Lucha contra la Violencia contra las Mujeres en Egipto en 2015, el 47% de las encuestadas “indicaron que habían sido víctimas de violencia doméstica desde que tenían 15 años” y que su marido era el perpetrador.

Las iglesias coptas reconocen el problema del abuso contra mujeres y niñas. Aunque existen esfuerzos para crear conciencia y educar contra la violencia doméstica a través de la formación catequética y de fe para adultos, las leyes actuales y la posición de las iglesias sobre el divorcio son factores importantes que contribuyen a la incidencia de la conversión, dice el padre Nassif.

En Egipto, el estado asigna la regulación del matrimonio y el divorcio de cristianos a las iglesias, y de musulmanes a la ley islámica. No hay matrimonio civil para cristianos. Por eso, los cristianos que quieren casarse, divorciarse o volver a casarse deben recibir permiso de su iglesia de acuerdo con las reglas y condiciones dentro de su iglesia.

Pero, como la iglesia ortodoxa copta sólo permite el divorcio en casos de adulterio comprobado, y la católica sólo la separación, algunas cristianas han tomado la disolución de sus matrimonios abusivos en sus propias manos convirtiéndose al islam. La conversión de una cristiana anula su matrimonio cristiano, ya que una musulmana no puede casarse con un hombre no musulmán de acuerdo con la ley islámica. El número de mujeres que optan

la conversión para escapar de situaciones abusivas ha aumentado en los últimos años, según líderes de la iglesia.

Cuando una cristiana huye en estas circunstancias, su familia busca la ayuda de la iglesia para encontrarla. Al menos un sacerdote en cada eparquía es responsable del seguimiento de los casos de conversión. El padre Nassif está encargado de esta tarea para su eparquía.

Aunque menos común, los hombres también se convierten al islam para obtener el divorcio. En esos casos, obtienen la custodia total de sus hijos menores, ahora considerados musulmanes por el estado, que se rige por la ley islámica.

Según el padre Nassif, un 70% de conversiones al islam son motivadas por el deseo de escapar del abuso conyugal o de uniones infelices y

La gente necesita “sentir la presencia de la iglesia en sus luchas diarias”.

un 30% puede atribuirse a la convicción personal.

El presidente Al Sisi ha pedido una revisión de la ley de familia del país, incluyendo la relativa al estado civil de los cristianos, pero dicha legislación se ha estancado debido a las objeciones de las autoridades religiosas.

También ha habido ocasiones en las que las mujeres, convertidas al islam, intentan volver al cristianismo. La iglesia les ofrece hospitalidad en un hogar grupal patrocinado por la iglesia en un lugar no revelado y las acompaña hacia la reconciliación con su familia, dice el padre Nassif. El divorcio por conversión avergüenza a las familias cristianas y causa divisiones familiares. Su seguridad podría correr peligro si regresa con su familia sin reconciliación. Si no se puede lograr la reconciliación, la iglesia la ayudará a establecerse por su cuenta, explica el sacerdote.

El reverendo Ilia Shafik SaadAllah, que hace un seguimiento de al menos un caso de conversión al mes para la eparquía ortodoxa copta en Minya, dice que las familias y sus pastores primero intentan persuadir a la cristiana a que ponga fin a su relación en línea con el musulmán, pero si persiste y huye, la policía local, ultimadamente, la localizará y la devolverá a las autoridades eclesiásticas, que facilitarán la reconciliación con su familia.

“El primer paso es ayudarla a sentirse aceptada y amada, incluso si no es amada en casa”, añade. “Porque todos estos casos necesitan amor, ya sea una esposa que no encuentra el amor de su marido o una hija que no se siente amada en casa. Si hubiera amor en el hogar, esos casos no sucederían”.

Los estudiantes del Instituto de Educación Religiosa escuchan una homilía durante la Divina Liturgia antes de que comience la clase.

Después de organizar una asamblea especial para la iglesia en el Medio Oriente en el Vaticano en 2010, que reunió a obispos, pastores y religiosos comprometidos en el trabajo pastoral en la región, el Papa Benedicto XVI subrayó la necesidad de respetar la dignidad y la igualdad de las mujeres y de que la iglesia en el Medio Oriente resuelva mejor las “cuestiones matrimoniales” para evitar o limitar la conversión.

“En el caso de controversias jurídicas, que lamentablemente pueden oponer al hombre y a la mujer, especialmente en cuestiones de orden matrimonial, la voz de la mujer debe ser escuchada y tomada en consideración con respeto, al igual que la del hombre, para que cesen ciertas injusticias”, escribió en su exhortación apostólica “Ecclesia in Medio Oriente” (La Iglesia en Oriente Medio) en 2012.

“En este sentido, se ha de fomentar una aplicación más sana y justa del derecho de la iglesia”, continuó. “La justicia de la iglesia debe ser ejemplar en todos sus grados y en todos los campos de su competencia. Es absolutamente necesario velar para que los conflictos jurídicos relacionados con cuestiones matrimoniales no conduzcan a la apostasía”.

El obispo Kiroulos enfatiza la necesidad de diálogo dentro de la iglesia para discernir cómo hacer frente a estos desafíos contemporáneos.

“Esto se ha convertido en una realidad; si no interactuamos con eso, nos quedaremos atrás”, dice. “Necesitamos crear conciencia entre nosotros como líderes de la iglesia para responder a la pregunta: ¿hacia dónde vamos?”

Con sede en El Cairo, Magdy Samaan es el corresponsal en Egipto de The Times of London. Su trabajo también ha sido publicado por CNN, Daily Telegraph y Foreign Policy.

Escuche a los miembros de la comunidad cristiana minoritaria en Egipto en este video. Apoye a la comunidad cristiana en Egipto

cnewa.org/es

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La Última Palabra Perspectivas del presidente por Mons. Peter I. Vaccari

E“Corazones rotos y muchas lágrimas...”

l cardenal Timothy M. Dolan, arzobispo de Nueva York, repitió esa frase al acercarse nuestra visita pastoral a Israel y Palestina, prevista del 12 al 18 de abril —que se vio interrumpida inesperadamente.

En los últimos años, ha sido habitual que miembros de la junta directiva de la Asociación Católica para el Bienestar del Cercano Oriente, CNEWA, realicen visitas pastorales a los lugares donde CNEWA trabaja. Este abril, el director de la junta, el cardenal Dolan, visitó Israel y Palestina. Michael La Civita, director de comunicaciones de CNEWA, y yo formamos parte de su delegación.

La visita estaba programada para conmemorar el 75 aniversario de la fundación de la Misión Pontificia, la agencia operativa de CNEWA en el Medio Oriente. Inicialmente estaba previsto que visite varios sitios, así como actividades que realiza la Misión Pontificia a través de su equipo en Jerusalén. Bajo el liderazgo de Joseph Hazboun, director regional en Jerusalén, la Misión Pontificia apoya a la comunidad local en áreas como la atención médica, especialmente para ancianos, educación, programas juveniles para todas las edades y formación de líderes comunitarios, incluyendo futuros sacerdotes.

Pero, el 7 de octubre toda la región se vio afectada cuando se lanzó un ataque contra Israel. Todos estamos al tanto de las noticias que informan la pérdida masiva de vidas humanas inocentes, israelíes y palestinas, la toma de rehenes, el desplazamiento de personas y la separación de tanta gente de sus familias y amigos.

Durante su visita pastoral, el cardenal Dolan expresó su solidaridad y preocupación por el cambio sísmico

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Gracias a la fe y a la alegría contagiosa del cardenal, las personas con las que nos encontramos pudieron experimentar una chispa de esperanza auténtica en Jesús crucificado y resucitado.

experimentado por la población local, que los ha dejado con “los corazones rotos y muchas lágrimas”

El cardenal se reunió con sobrevivientes de los atentados del 7 de octubre y con familiares de los rehenes. Se reunió con el presidente Mahmoud Abbas de Palestina y con el presidente Isaac Herzog de Israel. Visitó al cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, a otros líderes cristianos y a palestinos que fueron desplazados al campo de refugiados de Aida, cerca de Belén. Participó en diálogos interreligiosos y, junto a representantes de la Unión Europea, asistió a una ceremonia para inaugurar un proyecto de rehabilitación para ancianos, dirigido por CNEWAMisión Pontificia.

Entre tanto dolor, sufrimiento y desolación, en cada visita, el cardenal Dolan evocó los corazones rotos y las muchas lágrimas. Incluso después de una noche en la que tuvimos que refugiarnos mientras Israel se protegía de un bombardeo de drones y misiles, la fe y la alegría contagiosa del cardenal permitieron que aquellos con

El cardenal Timothy M. Dolan visita a un residente del Hogar Nuestra Señora de los Dolores durante una ceremonia inaugural. Opuesto, una monaguilla durante una Misa en la iglesia de la Anunciación en Beit Jala, el 14 de abril.

quienes nos encontramos experimentaran una chispa de esperanza auténtica en Jesús crucificado y resucitado, cuyo corazón traspasado y sagrado asegura que la última palabra es la vida, no la muerte, porque:

“[Dios] secará todas sus lágrimas, y no habrá más muerte, ni pena, ni queja, ni dolor, porque todo lo de antes pasó” (Ap 21,4).

Con mi gratitud y oraciones,

Peter I. Vaccari Presidente
PUBLICACIÓN OFICIAL DE CNEWA 39

CNEWA una agencia papal para apoyo humanitario y pastoral

1011 First Avenue, New York, NY 10022-4195 • 1-212-826-1480 • cnewa@cnewa.org

223 Main Street, Ottawa, Ontario K1S 1C4 • 1-866-322-4441 • www.cnewa.ca

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