L A P ASIÓN Boletín Informativo de la Cofradía de la Pasión
Fe en la Vida Eterna Con la reciente separación de dos seres muy queridos, Mariajo y Javier, ambos de nuestra familia cofrade, en estos días, me ha hecho pensar y hacer las siguientes reflexiones que hoy os traslado para que cada uno pueda sacar sus consideraciones personales: 1º.- Jesucristo nos ofrece amorosamente llevarnos a la vida eterna, y ora al Padre por esto, con el premio de que podamos conocerlo, es decir estar cara a cara con Dios. El Evangelio según San Juan, menciona en diversos capítulos este deseo del Señor de llevarnos a la vida eterna. Para muchos de los que profesamos nuestra fe, o no nos resulta fácil creer de una forma tan simple en la vida eterna o no comprendemos bien qué significa; sin embargo es parte fundamental en nuestra profesión de fe, rezamos en el Credo: “Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén“ 2º.- Como sabemos, desde que somos concebidos en el vientre de nuestra madre, al final de nuestra vida terrenal todos moriremos, es decir ninguno de nosotros se liberará de la muerte, es algo incuestionable, somos mortales. ¿Y qué es la muerte?. En palabras simples, la muerte es el fin de la vida terrenal, e independiente de cualquier otra definición válida, este final nos produce un cierto
Nº 41 - S EPTIEMBRE DE 2012
por Jesús Manuel Espinosa de los Monteros Silva
horror, en especial si la vida nos parece muy bella. Oramos por vivir, por nuestra salud, nuestro instinto de conservación nos domina, a tal caso que defendemos la vida, es un regalo de Dios. Es tal así que no nos gusta pensar en la muerte, en especial, si ésta es repentina o trágica; ahí, cesan todos nuestros proyectos, nuestras esperanzas e ilusiones. Lo peor es si el proceso que nos lleva a la muerte es a través de un paso de dolorosa enfermedad. Entonces, vivimos luchando por vivir aquí en la tierra, consideramos la vida como don maravilloso y buscamos prolongarla, no queremos morir y estamos dispuestos a pasar por diversos padecimientos e, incluso, a desprendernos de todo lo que tenemos con tal de curar una enfermedad mortal. 3º.- La muerte de cualquier ser querido nos provoca un gran dolor, y nos hacemos muchos cuestionamientos sobre el sentido de la vida. La separación de aquel ser que amamos y que tantos recuerdos hemos grabado en nosotros, nos parece algo terrible, y sin embargo esto es muy normal y parte de nuestra vida. 4º.- Hemos aprendido en nuestra fe que la muerte no es nuestro fin, y que es el comienzo de una vida verdadera, la “Vida Eterna”; nuestra fe nos ilumina y vemos la muerte desde un ángulo distinto, Cristo Luz del Mundo, nos hace ver la muerte
con ojos muy distintos de los del mundo, de tal forma que si comprendemos lo que nos espera una vez traspasado el umbral de la muerte, ésta puede llegar a hacerse deseable. 5º.- En el tiempo que Jesús estuvo como hombre en la tierra, tener fe en la resurrección era algo que estaba en el pensamiento religioso, pero lo que ellos no tenían en mente y no lo sabían era que el Mesías fuese la resurrección. Y así lo dice Él mismo: "Yo soy la resurrección y la vida; quien cree en Mí, aunque muera, revivirá“. 6º.- Los evangelios sinópticos presentan el reino de los cielos o reino de Dios como el reino instituido por Jesús, pero destacando preferentemente el aspecto externo y
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