Amar a los perdidos
ALA BLANCA
Compartir a Jesús con otros Los principios de la evangelización personal La pasión por anunciar el mensaje
Marzo/Abril de 2013
La publicación oficial de la iglesia de Dios de la Profecía
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Del 30 de julio al 3 de agosto de 2014 En el Centro de Convenciones Rosen Shingle Creek Orlando, Florida
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La publicación oficial de la Iglesia de Dios de la Profecía
MENSAJERO
Ala Blanca Volumen 63, Número 2 Marzo/Abril de 2013
Contenido Internacionales
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Segmento informativo
2 Anuncio – 3 Noticias internacionales
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4 El estado de la evangelización en el Occidente Randall E. Howard Supervisor General
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6 Compartir a Jesús con otros Carmen Casey 8 Los principios de la evangelización personal Fred Lawson
para Jesús Casey Vernon
21 Marchamos hacia delante en el nombre de Jesús Randall E. Howard
11 El evangelismo en el cuerpo Lawana Hughes 22 11 El propósito de Pentecostés: La evangelización 24 Milton Gordon 14 La pasión por anunciar el mensaje 28 DeWayne Hamby 16 Amar a los perdidos Dr. Uzziah B. Cooper, padre 31 18 El don de la iglesia inmigrante Trevor Reid
Artículos
La historia de Dios David Bryan Sierra Leona renace de las cenizas Levi Clarke La mujer que lo obtuvo todo Ben Duncan
Uruguay
Día del Matrimonio
El día 20 de octubre de 2012 se realizó “El día del matrimonio”. Este fue un evento diferente en el cual pudimos disfrutar de distintos momentos visitados por la presencia del Espíritu Santo quien nos bendijo tanto en la parte social como en la espiritual. Dios nos convocó y acudimos con Su ayuda, hermanos de distintas congregaciones, para aportar de nuestras habilidades cosas lindas y edificantes para el reino de Dios. Unos adornaron el salón y las mesas notablemente, otros cocinaron, otros aportaron con la mesa dulce, otros con la música y otros ministraron la Palabra de Dios. Los temas fueron “Comunicación en el matrimonio”, “La oración mutua” y “El perdón”. Concluimos el evento con juegos didácticos entre las parejas. El propósito de Dios y de los hermanos era recibir una bendición nueva y diferente y se logró. Se vivieron momentos inesperados ya que el Espíritu Santo lo tenía preparado y usó los vasos que en ese momento ministraban la Palabra. La ministración suscitó un nuevo ánimo de renovar la mente y seguir adelante con propuestas nuevas para el matrimonio y también para el ministerio. Agradecemos una vez más la presencia del Espíritu Santo por darnos la oportunidad de edificarnos los unos a los otros por la misericordia y bondad de nuestro Señor. Nos despedimos deseando bendiciones para ustedes. Reporte por: Julio y Cristina German
Dios no se ha olvidado de usted DeWayne Hamby
20 Niños alcanzando al mundo
Continúa en la página 5 PERSONAL EDITORIAL: Editor Ejecutivo: Randall E. Howard • Editor y Publicador: DeWayne Hamby • Editora Asistente: Pamela Praniuk • Revisión: Departamento Mundial de Lenguajes • Distribución: Josué F. Reyes, Virginia Marrero y Rafael Alvino • Diseño Gráfico: Sixto Ramírez y Perry Horner • Junta Editorial: Londa Richardson, Cervin McKinnon, Daniel Chatham, Tapio Sätilä, Perry Horner, Hanny Vidal, Shaun McKinley y Adrián Varlack. INFORMACIÓN: El Mensajero Ala Blanca es publicado bimestralmente por White Wing Publishing House con oficina internacional de redacción en: 3750 N.W. Keith Street, Cleveland, TN 37312 • México - Impreso por Editorial Ala Blanca (Franqueo Pagado -CRDF-031-98), Apartado Postal 134-018, México, D.F. C.P. 07421, MÉXICO. Tel: (52-555) 715-6346. • República Dominicana - Impreso por Casa de Publicaciones Ala Blanca, Carretera de Mendoza 222, Villa Faro, D.N., P.O. Box 1792, Santo Domingo, República Dominicana. Tel: (809) 592-0355. Correo electrónico: iglesiaprof@codetel.net.do. • Perú - Impreso por la Oficina Nacional de la Iglesia de Dios de la Profecía en Perú, Ave. Elmer Fausett 1620, Distrito de Bellavista, Callao, Lima, Perú. Tel: 01-451-0374. Correo Electrónico: iglesiadedios@gmail.com • Suscripción por un año $10.00 (E.U.A.) o su equivalente en moneda nacional. • Published bi-monthly by the White Wing Publishing House, 3750 NW Keith Street, Cleveland, TN 37312. **Printed in MÉXICO by Editorial Ala Blanca, Apartado Postal 134-018, México, D.F. C.P. 07421, México. Postage paid (CR-DF-031-98). Printed in the Dominican Republic by Casa de Publicaciones Ala Blanca, P.O. Box 1792, Santo Domingo, Dominican Republic. • Printed in PERÚ by The National Office of the Church of God of Prophecy in Perú, Ave. Elmer Fausett 1620, District of Bellavista, Callao, Lima, Perú • Subscription rate for one year: US $10.00 or its equivalent in national currency.
DECLARACIÓN DE FE: La Iglesia de Dios de la Profecía tiene sus raíces en la iglesia establecida por Cristo y bautizada en Pentecostés. Creemos en la autoridad profética y apostólica de la Biblia como la Palabra inspirada, infalible e inequívoca del Dios Trino y en su autoridad única en materia de fe, prédica y práctica. Afirmamos que Jesucristo es Dios encarnado y consubstancial con el Padre, que nació de una virgen y vivió sin pecado. Creemos en Su poder, Su muerte vicaria y expiatoria, Su resurrección corpórea, Su ascensión al Padre y que vendrá por Su iglesia. Creemos en Su reino milenario y eterno. Creemos que Él, con la participación del Espíritu Santo, es el único medio disponible al pecador para reconciliarse con Dios. Afirmamos que Jesucristo es la cabeza de la iglesia y que ésta, Su cuerpo, es llamada a ser santa y sin mancha, a andar como Él anduvo: en amor, humildad, tolerancia, obediencia y misericordia. Creemos en la unidad de los creyentes, en la realidad del cielo y del infierno, en la resurrección de los salvos para vida eterna con Cristo y de los perdidos para condenación eterna. © Todos los derechos reservados
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Por: Obispo Randall E. Howard, Supervisor General
El estado de la evangelización en el Occidente Generalmente hablando, la evangelización en el mundo occidental está en peligro. Esto no lo digo con la intención de condenar, sino de hacer un llamado al despertamiento, la oración y la motivación. Hay también numerosos ejemplos de la evangelización exitosa en Occidente. La Iglesia de Dios de la Profecía en Norteamérica ha experimentado un gran crecimiento por varios años, y por eso damos gracias a Dios y a nuestros líderes ministeriales. No obstante, debemos examinar cuidadosamente los datos. El Dr. Milton D. Carter declara: Muchos dicen estar muy preocupados por la situación difícil en que se encuentra la iglesia evangélica de hoy. Algunos afirman que estamos en un estado de crisis… Las investigaciones de George Barna indican que hay muy poca diferencia entre el estilo de vida de un cristiano y las normas culturales de la actualidad. El escritor Alton Garrison llama a esta crisis de la iglesia un “déficit de discipulado”. Las poderosas fuerzas culturales que operan en nuestra sociedad contribuyen a la “crisis de discipulado” de la iglesia de hoy. David Fisher enumera diez fuerzas que impactan la iglesia y el discipulado: la internacionalización, la urbanización, la secularización, la tecnología, el individualismo, el materialismo, el desapego, el deterioro moral, las guerras culturales y la decadente calidad de vida. En el Occidente, las iglesias cristianas no han podido crear un ambiente que promueva el crecimiento espiritual como estilo de vida a ser practicado1. Cuando pensamos en la iglesia como el ejército de testigos que debe evangelizar al mundo, nos encontramos con algunos datos preocupantes. Barna dice en su libro Growing True Disciples que “la mayoría dice que su fe es importante, pero pocos se esfuerzan por buscar el crecimiento espiritual”. Muchos creyentes no establecen metas para su crecimiento espiritual,
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ni establecen estándares para alcanzar, ni rinden cuentas a nadie. Sólo dos de cada diez creyentes se esmeran por establecer metas específicas para su crecimiento espiritual. Tres de cada diez creyentes adultos reconocen no tener ningún plan de crecimiento espiritual. Esto resulta en dichos sin hechos, y en sentimientos sin substancia. La infrecuente adopción de la madurez espiritual como motivación en la vida sugiere que, para la mayoría de los creyentes, la fe es una dimensión que se añade a la vida, en vez de ser la prioridad máxima de la vida. Tal vez por esa razón el 50% de los creyentes adultos y más de dos tercios de los creyentes adolescentes afirman estar buscando el significado y propósito de la vida —a pesar de haber hecho un compromiso vitalicio con Jesucristo. Dos terceras partes de los encuestados afirman tener demasiadas cosas que hacer. Y la mitad de los encuestados afirman no tener el interés ni la motivación de crecer espiritualmente. En esencia, todos apuntan a un problema común: una falta de pasión por la santidad2. La verdad es que la evangelización es realizada por el pueblo de Dios. Si el pueblo de Dios carece de entusiasmo por la fe que tiene, entonces será difícil motivarlo a compartir su fe con otros. La Iglesia de Dios de la Profecía ha aceptado el llamado de la cosecha como uno de nuestros tres valores centrales. Afirmamos que habremos de volar sobre la nube de confusión y ambigüedad que existe en Occidente, y que habremos de renovar nuestra pasión por el evangelio, los perdidos y la valiosa fe que debemos compartir. Afirmamos que cada persona perdida tiene un alma eterna que debe recibir la oportunidad de creer en Cristo y recibir la vida eterna. Afirmamos nuestro compromiso de alcanzar la joven cosecha, fortalecer las iglesias locales para el alcance, y plantar nuevas iglesias para saturar nuestra tierra con una nueva fe en Cristo. Afirmamos que “las puertas del infierno no prevalecerán” contra el avance de Su reino. –––––––––––––
1Milton D. Carter, curso enseñado en el Seminario Teológico Pentecostal: The Disciple-Making Pastor, apuntes del curso módulo 1, enero de 2012. El Dr. Carter hizo referencia a los autores mencionados arriba. 2George Barna, Growing True Disciples (Waterbrook Press, Colorado Springs, CO: 2009), págs. 33-43.
Viene de la página 3
Colombia
Convención Nacional
Es un honor compartir con el pueblo de Dios algunas de las fotos de la Convención Nacional realizada del 13 al 17 de junio de 2012. Antes de la convención tuvimos un retiro de 3 días en un hotel fuera de Bogotá, en la ciudad de Fusagasugá, con una asistencia de 77 personas. El sábado 16 y domingo 17 fue la convención abierta con un total de 602 personas registradas en el libro de asistentes.
El obispo Rafael Alvino compartió la visión “Plantación de Iglesias”
El obispo Gabriel Vidal compartió una conferencia sobre el “Carisma” del pastor
Reunión de damas en la convención nacional
Los ministros recibiendo sus diplomas
Obispo Aldana con los pastores de Colombia e invitados nacionales, obispos Vidal y Alvino
Los obispos se reúnen con los asistentes
Líderes nacionales y ministros participando en un grupo de retiro Continúa en la página 30
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Artículos
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omo padres, enseñamos a nuestros hijos a compartir con otros desde pequeños. Sabemos que cuando los niños aprenden a compartir con otros, adquieren confianza y destrezas de cooperación que habrán de utilizar por el resto de sus vidas. Les decimos repetidamente que “compartir con otros es amar”, pues deseamos que aprendan que compartir con otros es placentero, y que la interacción tenida al compartir con otros produce gozo. Un libro de texto dice que el vocablo ‘compartir’ significa “tener una porción o parte con otro u otros”1. La porción que le toca a cada persona puede ser mayor o menor, dependiendo de cuál sea el objeto a ser compartido. Por ejemplo, es más fácil dividir un pastel grande entre pocas personas que dividir un pastel pequeño entre muchas personas. Juan 6:5-14 narra la historia de un niño que compartió cinco panes y dos peces con Jesús y que, como resultado, más de cinco mil personas fueron alimentadas. Los panes y los peces eran objetos tangibles que tenían límites tangibles.
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Pero con la bendición de nuestro Señor fueron repartidos y multiplicados. Las necesidades del dador y del receptor fueron satisfechas, y ambos terminaron con mucho más de lo que tenían al principio: en eso consistió el milagro. El primer paso que se da al compartir con otros es tener compasión. La Biblia dice que justo antes de este milagro, Jesús tuvo compasión de la multitud (muchos estaban enfermos) y sanó a todos los que venían a Él. Jesús y los discípulos no querían que la multitud tuviese hambre. En ambos casos, el primer paso consistió en tener suficiente misericordia como para compartir con otros. Más importante aun que el compartir panes y peces, es el hecho de que Jesús compartió a Su Padre con Sus doce discípulos y con otros a quienes llegó a conocer durante Su vida terrenal. Gracias a que Jesús compartió a Su Padre con la humanidad hace dos mil años, millones de personas han orado diciendo: “Padre nuestro que estás en los cielos”. Por cuanto Jesús compartió a Su Padre con nosotros, tenemos el deber de compartir a Jesucristo, nuestro hermano,
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con otros. Pienso que compartir un padre con otros es más difícil que compartir un hermano con otros. Pero también pienso que para Jesús el cielo no es placentero si nosotros no estamos presentes. ¿Ha amado usted a una persona tanto que anhela compartir todo lo que posee con esa persona? ¿Cómo es posible que estemos tan gozosos y realizados en nuestra relación con el Señor, y que, al mismo tiempo, no tengamos suficiente compasión o amor como para compartir a Jesús con otros? Es muy difícil mantener en secreto un amor intenso o profundo. Pero ocultárselo a nuestros seres queridos es simplemente ridículo. Por ende, me atrevería a decir que no compartir a Jesús con otros es un claro indicio de que no amamos al prójimo o que no nos importa el bienestar del prójimo. La maravilla de esta historia es que de lo poco salió mucho. Es importante que nos demos cuenta de que los panes y los peces fueron multiplicados por la Palabra de Cristo. De igual manera, la relación de Jesús con Su Padre fue impartida a Sus discípulos por medio de la Palabra. Desde
entonces Sus discípulos, y otros, mediante sus declaraciones de fe, la han impartido a nuestra generación. Nosotros también podemos compartir a Jesucristo con otros por medio de la Palabra. Las palabras pueden quitar la vida o dar vida. Las palabras que exaltan a Dios son palabras vivificantes. Las palabras que expresen desprecio por la humanidad, aunque parezcan tener razón, no tienen valor. Nuestras palabras pueden llevarnos hasta Su presencia sólo en la medida en que exalten a nuestro Padre celestial. Porque dice el salmista: “...has engrandecido tu nombre, y tu palabra sobre todas las cosas” (Salmo 138:2). El don y la gracia de las palabras que exaltan a Dios no son para ser acaparadas ni almacenadas. Al momento en que decimos una palabra de alabanza a Dios, encontramos que se nos hace más fácil decir la segunda y la tercera proclamación. Y una vez que se expresan esas alabanzas, Dios hace que otros sean bendecidos por medio de las mismas. Dios no solamente registra las palabras ociosas que hayamos proferido, sino que también se asegura de que los labios de los justos sean alimento para muchos. Así como la Palabra de Jesús produjo un gran número de canastas de pan, nosotros también, mediante las palabras de nuestro testimonio, somos vencedores en toda prueba o desafío. En Hechos 16 leemos que Pablo y Silas hablaban de Jesús. El compartir a Jesús con otros tuvo un impacto tan grande que, mientras hablaban, ocurrían a diario liberaciones y sanidades. Estos dos hombres terminaron en la cárcel, lugar donde cantaron alabanzas a Dios hasta que ocurrió un terremoto. Asombrado de que los hombres no emplearan con egoísmo su gran poder para escaparse, el carcelero les preguntó: “Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?” Ellos respondieron: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa” (Hechos 16:31). Nosotros también podemos regocijarnos y estar agradecidos de que, mediante el poder del compartir a Jesús con otros, hay una promesa para nosotros y para nuestras familias. Podemos ver que el poder y la abundancia de la salvación es un resultado natural de compartir a Jesús con otros.
Tal parece que cuando compartimos a Jesús con otros, enaltecemos y glorificamos Su nombre. El no hacerlo significa, por consiguiente, menospreciar y deshonrar Su nombre. A medida que participamos del gran tesoro de Su inmensurable amor, nos damos cuenta de que Él ama a los grandes y a los pequeños con la misma clase de amor. El gozo que produce el compartir a Jesús con otros habrá de traer abundantes bendiciones a todos los que Lo reciban.
¿Qué cosas puedo decir acerca de Él?
Desde el comienzo del milagro de los panes y los peces, vemos que Jesús tenía un plan para demostrar Su dadivosidad y poder. Juan 6:6 dice: “...porque él sabía lo que había de hacer”. De igual manera, la marca del creyente fiel es que ve, recibe y planea compartir a Jesucristo con otros. Después de todo, si Lo hemos visto y recibido, ¿cómo es posible que no Lo compartamos con otros? Para contestar esa pregunta, le pediré que considere a la(s) persona(s) que una vez compartieron a Jesucristo con usted. Estoy segura de que su corazón estalla de emoción cuando considera la generosidad de ellos y el agradecimiento que siente por ellos. Como punto de partida, podemos emplear las palabras “esperanza”, “imparticiones” y “males” como un recordatorio de lo que podemos compartir con otros. Considere cómo hablar con otros de lo siguiente: La esperanza de la salvación es algo que todos los creyentes poseen. Si contamos la historia de cómo recibimos gratuitamente la salvación, habremos de traer esperanza a nuestros oyentes. Lo importante no es cuán elocuentemente contemos nuestra historia, sino que sea una palabra genuina de parte de nuestro Salvador. Las imparticiones que hemos recibido de Jesús son cosas dignas de contar. Por ejemplo, las imparticiones de sanidades, de conocimiento, de bendiciones materiales, y otras, pueden impactar grandemente nuestras vidas diarias. Este mundo necesita saber que Jesús es afable, tierno y generoso. Los males de los cuales hemos sido librados son detalles que también
debemos contar, de manera que cuando otros padezcan los mismos males, puedan saber que Jesús nunca los abandonará en los tiempos difíciles. Hay muchos que anhelan ser libertados de los males del temor, la angustia o la confusión. Y para los que hemos hallado que Él es fortaleza y pronto auxilio en tiempo de necesidad, es emocionante saber que mientras más contemos la historia de nuestra propia liberación, más liberaciones habrán de ocurrir. Por último, comencé este artículo con el tema de enseñar a los niños a compartir con otros. Ya que el niño del pasaje joánico tenía pocos panes y peces, no habría sido extraño si se hubiera negado a compartir su única fuente de alimento. Pero a medida que pasaban las horas del día, las palabras de Cristo le dieron valor y fe para amar y compartir lo que tenía. El verdadero milagro del evangelio consiste en que cuando lo compartimos, aun en lo poco, podemos estar seguros de que Él habrá de magnificarlo hasta llegar a ser inmenso. No podemos inquietarnos por aquéllos que rechazan el evangelio, ni tampoco por aquéllos que no comprenden el milagro de las palabras con que exaltamos al Señor. Debemos seguir compartiendo a Cristo con otros. Es posible que hubieran algunos en aquella multitud que comieron muchísimo pan y pescado, y otros que comieron sólo un poco. Cuando los panes y los peces fueron repartidos, es posible que alguno haya dicho: “No me gusta esa clase de pescado”, o “No me gusta estar sentado en el suelo por mucho tiempo”. De haber ocurrido cualquiera de estas respuestas, no se habría disminuido el poder del milagro. Las Escrituras dicen que se les permitió a todos comer cuanto quisieran hasta saciarse. Con todo, hubo alimento de sobra; porque los milagros suceden cuando compartimos con otros. Carmen Casey Australia ____________
1 Macquarie Concise Dictionary Third Edition: Australia’s National Dictionary. The Macquarie Library Pty Ltd. 1998, pág. 1066.
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Los que tengan el gozo de la salvación desearán que otros también lo experimenten.
Los principios de la evangelización personal
A
pesar de que muchos oyen las buenas nuevas de Jesús mediante la obra evangelizadora de la iglesia local, debemos recordar que la influencia del creyente individual contribuye significativamente al éxito de la evangelización corporativa de la iglesia. En las décadas recientes, las encuestas han demostrado que, bajo el poder del Espíritu Santo, los amigos, familiares, vecinos y conocidos fueron los factores más influyentes en llevar a las personas a entregar sus corazones a Cristo. Los estudios dicen que un 83% de los nuevos miembros encuestados reconoce que un factor significativo en su vida lo es la influencia de las amistades, familiares y conocidos que son creyentes. El 64% de los que asistieron a un culto evangelístico antes de unirse a la iglesia, afirma haberlo hecho por la invitación de una de tales personas. Antes de adentrarme más en el tema, me es necesario definir el término “evangelización personal”. No es un término bíblico, y puede dar lugar a la confusión. Por “evangelización personal” me refiero a compartir nuestra fe de manera individual, o testificar en un ambiente de mayor intimidad, con aquéllos que conocemos o que procuramos conocer personalmente. En pocas palabras, la “evangelización personal” es una
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“evangelización personalizada” o una evangelización individualizada”. Jesús practicó la “evangelización personal” en Juan 4 cuando habló con la mujer samaritana. El evangelio fue aplicado a la situación personal, los pecados y las necesidades de la persona con quien Jesús estaba hablando. Al leer y estudiar Juan 4:1-26, uno puede notar al menos siete principios de la evangelización personal. La mayoría de los cristianos desean compartir el evangelio de Cristo con otros, pero muchos se sienten incómodos al intentar hablar con otros sobre la necesidad de ser salvos, o simplemente no saben cómo establecer contactos. Esto hace que muchos sientan una frustración que los disuade de volver a intentarlo. Tal vez, al estudiar la conversación que Jesús tuvo con la mujer samaritana en el pozo de Jacob (Juan 4:1-26), podamos aprender algunas cosas de Jesús, el gran maestro, que a menudo se dedicaba tanto a la evangelización personal como a la predicación pública. Al observar las acciones de Jesús, podemos deducir al menos “siete principios de la evangelización personal”, las cuales debemos recordar cuando evangelicemos. Así que, analicemos cada uno de estos siete principios, según son registrados en Juan 4:1-26:
Dr. Fred A. Lawson Supervisor Regional de Ohio y Virginia Occidental
Tenga contacto social con la gente
Debemos tener contacto social con la gente. En este pasaje, encontramos que Jesús estaba pasando por Samaria. Muchos judíos, a causa de su desprecio por los samaritanos, evitaban pasar por Samaria. Pero Jesús decidió hacerlo junto con Sus discípulos; y por ende, se aseguró de tener contacto con un samaritano. En muchos lugares hay oportunidades para el contacto social. Por ejemplo, los jóvenes pueden relacionarse con los compañeros de clase en la escuela. Amado joven, no digas que eres demasiado joven como para traer a otros a Cristo. Los jóvenes cristianos poseen a menudo las mejores oportunidades de evangelizar y enseñar a otros. Otro ejemplo es alcanzar a nuestros colegas o patronos en el lugar de trabajo. Pasamos gran parte del tiempo con estas personas por lo tanto, tenemos la mayor posibilidad de influir en ellos, especialmente con nuestro ejemplo. Un tercer lugar donde ocurre el contacto social es en el hogar, con los vecinos, los amigos y los familiares. ¿Conocemos a nuestros vecinos? A veces, se nos hace difícil establecer contacto social con ellos, pero no es imposible (Mateo 13:54-58; Juan 7:5; Hechos 1:14). Recuerde que Jesús dijo: “Id por todo el mundo...” (Marcos 16:15). Debemos ir a donde se encuentre la gente.
Determine los intereses comunes
Los intereses comunes crean puentes. Vea lo primero que le dijo Jesús a la samaritana (Juan 4:7, 8). Ella había venido a sacar agua del pozo, y Él estaba sediento. Sus primeras palabras se enfocaron en una cosa que era de interés para ambos: el agua. Antes de testificar de Cristo, uno tiene que compenetrarse con la otra persona. Las conversaciones francas no son fáciles, especialmente cuando tienen que ver con lo espiritual. Pero a pesar de eso, los intereses comunes pueden dar lugar a las conversaciones francas. Una vez que se establezca un puente para la comunicación, se nos hará más fácil hablar sobre la Palabra de Dios con otras personas. Existen muchísimos intereses comunes. Éstos incluyen los familiares (tales como los hijos y los nietos). También incluyen las actividades a que se dedican (tales como el trabajo, los proyectos comunitarios y los pasatiempos). Y también incluyen las experiencias que ambos hayan tenido (tales como los viajes, y aun las tragedias). No crea que tiene que comenzar a hablar de inmediato sobre las cosas espirituales. Saque tiempo para hablar sobre los intereses comunes. Pero recuerde que en algún momento se deberá llegar a la etapa siguiente, la cual nos lleva al tercer principio. mensajeroalablanca@wwph.com 9
Haga despertar el interés espiritual
Esto lo podemos hacer mediante nuestras acciones. Observe cómo Jesús hizo despertar el interés espiritual de la mujer samaritana (Juan 4:9). Lo hizo por medio de Sus acciones. En calidad de hombre, conversó con una mujer. En calidad de rabino, conversó con una pecadora. Y en calidad de judío, conversó con una samaritana. Hizo despertar el interés espiritual de la mujer samaritana por medio de una simple conversación. Nosotros también, por medio de nuestro ejemplo, podemos hacer despertar el interés espiritual de otra persona. Lo hacemos al tener compasión de los demás, incluso de los inicuos y malvados. Lo hacemos al rechazar los prejuicios raciales o sociales contra aquéllos que son diferentes. Y también lo hacemos mediante nuestro propio ejemplo de fe y esperanza (1 Pedro 3:1, 2, 15). Otra manera de hacer despertar el interés espiritual es mediante nuestras palabras. Observe el ejemplo de Jesús (Juan 4:10-14). La declaración de Jesús hizo que la conversación se enfocara en las cosas espirituales. Él la llevó a dialogar sobre un interés espiritual común (el agua viva). Nosotros también podemos usar las palabras. Podemos hacer preguntas o declaraciones que hagan que la conversación se enfoque en las cosas espirituales. Por ejemplo: (1) “¿Por qué cree que nuestro mundo se encuentra en caos?” (2) “¿Le interesa saber lo que la Biblia dice respecto a...?” (3) “¿Cuál es el acontecimiento más grande que haya sucedido en su vida?” Recuerde que la conversación debe tratar los temas en los cuales ambos estén de acuerdo. Al comenzar con esos temas, estará compenetrándose con la otra persona e inspirándole confianza. Esa era la práctica de la predicación apostólica (Hechos 13:16-22).
No se precipite
Dé solamente lo que la persona esté lista para recibir. En el diálogo entre Jesús y la samaritana (Juan 4:15, 16), la mujer le dijo que quería
el “agua viva”. ¿Entendía realmente lo que Jesús le decía? Jesús vio que ella necesitaba ir más despacio, y decidió prepararla apropiadamente. Ella necesitaba primero creer que Él era el Mesías. Por ende, Él tuvo que darle pruebas de que verdaderamente lo era. Así que, en vez de darle el “agua viva”, le dijo que buscara a su marido. Esto termina convenciéndola de que Él es un profeta. A veces las personas no se dan cuenta de qué es lo primero que nece sitan. Pueden necesitar algo urgente mente, pero terminan hablando de otro asunto. Por ejemplo, algunos quieren estudiar el libro de Apocalipsis, pero lo que realmente necesitan es comprender primero el resto de la Biblia. Otros quieren hablar de asuntos relacionados con la organización de la iglesia, la obra de la iglesia, la adoración, etc., pero lo que necesitan realmente es enfocarse en los “principios fundamentales” del evangelio. Es importante que la persona no se ahogue con la “vianda” de la Palabra (1 Corintios 3:1, 2).
No condene sin necesidad
Jesús podía condenarla por ser una adúltera (Juan 4:17, 18). Pero, como dicen las Escrituras, Él no vino para condenar al mundo, sino para salvarlo (3:17). Esto no significa que no habrá de juzgar al mundo un día, sino que el propósito principal de Su primera venida fue ofrecer la salvación (12:46-48). En nuestros esfuerzos evangelizadores de hoy, aunque prediquemos contra el pecado, nuestro propósito principal es salvar y no juzgar (1 Corintios 5:12, 13). Nuestra atención debe centrarse en informar a otros sobre el perdón que Dios ofrece (2 Corintios 5:18-20). La voluntad de Dios es que los pecadores se reconcilien con Él, y que nuestro ministerio sea un ministerio de reconciliación.
Manténgase en el asunto principal
La mujer samaritana cambió el tema de la conversación (su persona)
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al lugar donde se debía adorar (Juan 4:19, 20). Jesús contestó su pregunta, mientras que, eficazmente trajo la conversación de vuelta al tema original: lo que Él es y lo que Él ofrece (4:2-25). Nosotros también debemos mantenernos firmes en nuestros objetivos. Cuando procuramos establecer un área de común acuerdo, debemos evitar hacerlo precipitadamente. A medida que pasemos desde las áreas de común acuerdo hacia las áreas de poco acuerdo, demos un solo paso a la vez, y no demos el paso siguiente hasta que haya un acuerdo en cada etapa. Si nuestro objetivo es solamente obtener el consentimiento de la persona para realizar un estudio bíblico en la casa, evitemos meternos en una discusión detallada en ese momento (Proverbios 15:28).
Confronte directamente
Por último, Jesús le hizo saber a la samaritana cuál era Su identidad (Juan 4:26). Esto sólo vino a suceder tras haber preparado el terreno. La conversación de Jesús con la mujer samaritana resultó en la conversión de muchas personas en la ciudad de Sicar (Juan 4:3942). Esto demuestra el potencial de la evangelización personal. ¿Quién sabe si la persona a quien enseñamos podrá, en cambio, traer a muchos a Cristo? Esa persona puede ser como la semilla que produce muchos granos. Al darnos cuenta de este potencial, podemos comprender mejor las palabras de Jesús: “¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega” (4:35). Permita Dios que, al imitar el ejemplo de nuestro Señor, podamos ser más útiles en Su servicio. Que el Señor nos ayude a ser más exitosos y fructíferos a medida que pongamos en práctica estos siete principios en nuestra evangelización personal. ¡Amén!
El evangelismo en el cuerpo
¿Por qué nosotros, en el cuerpo de Cristo, no vemos más almas perdidas siendo salvadas y comprometiéndose con Cristo? ¿Será que hay una falta de compromiso y de perdón? ¿Será que nos encontramos atados? ¿Qué podemos hacer, como cuerpo de Cristo, para facilitar el avivamiento? Primero, como individuos, debemos hacer un compromiso completo con Cristo. Volvamos a los rudimentos. Digamos al Señor Jesús que creemos que Él es el Hijo de Dios, que Él murió en la cruz por nuestros pecados y resucitó de entre los muertos, y que confesamos que Él es nuestro Señor y Salvador. Pidámosle que nos perdone y nos lave en Su preciosa sangre. Debemos cancelar todo derecho legal que Satán tenga sobre nuestras vidas. Pidámosle al Padre celestial que abra nuestros corazones, mentes, ojos y oídos para que obedezcamos a Su Santo Espíritu. Segundo, debemos perdonar de corazón. Perdonar a una persona no hace válido el mal que nos haya hecho, sino que nos liberta de la influencia que el mismo siga teniendo sobre nosotros. Como dice una cita conocida: “No perdonar es semejante a beberse un veneno y esperar que el mismo le haga daño a otra persona”. Debemos tomar la decisión de perdonarlos por todo lo que hayan (o no hayan) dicho o hecho, lo cual nos haya causado daño o dolor. Pídale al Espíritu Santo que quebrante todo yugo espiritual en nosotros y en ellos, y pídale a Dios que los bendiga. Tercero, debemos quebrantar las fortalezas en nuestras vidas. Pidámosle a Dios que quebrante todo plan del enemigo, que nos ayude a desechar las creencias erróneas, que nos revele las cosas que nos impiden progresar, que ate cualquier espíritu en nosotros que no confiese que Jesús es Señor, y que arranque toda raíz de amargura y semilla de discordia que nos haya impedido participar del plan perfecto de Dios para con nuestras vidas. Sólo entonces, cuando hayamos recibido la liberación, podremos alcanzar a los que no conocen a Cristo. Sólo entonces podremos enseñarles sobre la vida que Cristo quiere darles. Sólo entonces podremos alcanzar el mundo con el evangelio. Lawana Hughes Cleveland, Tenesí
El propósito de Pentecostés:
La
evangelización Dios le dio a Moisés las instrucciones para celebrar la pascua. Sacrificaron un cordero sin defecto, y pusieron la sangre del mismo en los dinteles y postes de las puertas.
L
a palabra “Pentecostés” se deriva del vocablo griego pentekoste, el cual significa ‘cincuenta’. Es el quincuagésimo día después del de la pascua judía. Dios había llamado a los judíos a salir de Egipto para adorarle. Dios mandó al faraón a que los dejara salir, pero éste se rehusó repetidamente a hacerlo y, por ende, Dios envió una plaga tras otra sobre Egipto. Dios avisó a Moisés sobre la última plaga: la muerte de los primogénitos de toda familia que no untara la sangre del cordero en los dinteles de las puertas de sus moradas.
La cena pascual (Éxodo 12) era para conmemorar el que los judíos fuesen librados del ángel de la muerte y de la esclavitud impuesta por el faraón egipcio y sus capataces. Dios le dio a Moisés las instrucciones para celebrar la pascua. Sacrificaron un cordero sin defecto, y pusieron la sangre del mismo en los dinteles y postes de las puertas. Cuando el ángel de la muerte pasaba por una casa y no veía la sangre, entonces daba muerte al primogénito de esa casa. Los cristianos celebramos a Cristo como nuestro cordero pascual (1 Corintios 5:6). Él es nuestro Salvador y Señor.
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El domingo de Pentecostés es el séptimo domingo después de la pascua. “Pentecostal” es el término generalmente empleado para denotar a los cristianos que enseñan el bautismo o la llenura del Espíritu Santo en el creyente, con la señal inicial de hablar en lenguas (otros idiomas que el hablante no sabe o lenguas desconocidas con el fin de edificar al creyente). Aunque las lenguas son la señal inicial de la morada del Espíritu Santo, como lo señala varias veces el libro de los Hechos, el propósito general del bautismo del Espíritu Santo es conceder poder y valentía al creyente para que anuncie el evangelio de Jesucristo. A nivel individual, el propósito del bautismo del Espíritu Santo es polifacético, lo cual promueve el crecimiento personal en el discipulado.
Propósito
Hay múltiples propósitos para la llenura del Espíritu Santo en el creyente. Cristo le dijo a los creyentes que el Espíritu Santo estaría con ellos y en ellos (Juan 14:16, 17). Él mora en el individuo para ser un consolador, maestro, guía, revelador del futuro, discernidor y dador de dones. Imparte el amor de Dios en nuestras vidas, nuestras familias, nuestros vecinos y el mundo que nos rodea (Romanos 5:5). Lleva al creyente de gloria en gloria para conformarlo a la imagen de Cristo (2 Corintios 3:18). Habla en la iglesia por medio de la interpretación de lenguas y las profecías para alentar, amonestar, advertir e instruir (1 Corintios 12:10). Lleva a la iglesia a conocer más a Cristo, para hacer de ella la iglesia gloriosa que Le será presentada un día. Los propósitos del Espíritu Santo son numerosos y polifacéticos, pero uno de ellos es el más prominente en las Escrituras, particularmente en el libro de los Hechos de los Apóstoles: el Espíritu Santo capacitó a los creyentes para que testificaran de Cristo.
La evangelización en el libro de los Hechos
Algunos han llamado el libro de los Hechos, “Los Hechos del Espíritu Santo”. Comenzando con el primer capítulo de Hechos, encontramos el propósito general de la llenura del Espíritu Santo en el creyente que ha sido regenerado
y santificado. Hechos 1:8 nos dice: “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (énfasis añadido). El término “testigos” incluye el dar credibilidad y validez al evangelio de Cristo con las palabras de nuestra boca, llevar una vida ejemplar, y aun al padecer persecución hasta la muerte. Estos primeros creyentes se convirtieron en testigos en su región local, en su nación, en otras naciones, y hasta en las regiones más distantes y remotas del mundo conocido de entonces. Dieron testimonio a todos los grupos étnicos e idiomas. Es interesante poder ver el progreso del testimonio de los creyentes a medida que el Espíritu Santo los capacitaba y empoderaba para ser testigos de Cristo.
El diablo desea impedir que los discípulos de Cristo testifiquen del poder resucitador, redentor, regenerador y restaurador del evangelio de Cristo. El derramamiento del Espíritu Santo sobre los 120 creyentes en el aposento alto ocurrió en el día de Pentecostés (Hechos 2:1-4). Estos hombres, galileos en su mayoría, no sabían los idiomas de aquéllos que habían venido para la fiesta de Pentecostés. Sin embargo, la llenura del Espíritu Santo los capacitó y empoderó para anunciar “las maravillas de Dios” en esas lenguas (v. 11). Es obvio que algunos pensaban que los creyentes que recibieron la llenura del Espíritu Santo estaban ebrios (v. 13), pues había un ambiente de celebración gozosa y entusiasta. El apóstol Pedro, siendo uno de los 120 y uno de los doce apóstoles, se levantó y declaró valientemente que “esto es lo dicho” por el profeta Joel (2:28-32), y entonces predicó el evangelio de Cristo a los que estaban presentes (Hechos 2:14-36). Tres mil personas
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fueron añadidas (v. 41) a la iglesia por causa del derramamiento y llenura del Espíritu Santo en los 120 creyentes y la predicación del evangelio de Jesucristo. Es interesante ver lo que dice el apóstol Pedro cerca del final de su mensaje: “A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos” (v. 32, énfasis añadido). El capítulo 4 de Hechos nos da más detalles sobre la llenura del Espíritu Santo en los creyentes para que fueran testigos del evangelio de Cristo. Mientras que la iglesia permanecía bajo la unción y el poder del Espíritu Santo para dar testimonio del evangelio de Cristo, la oposición surgió. La milagrosa sanidad del cojo de la puerta llamada “La Hermosa” (Hechos 3) le dio más credibilidad y validez al testimonio de Cristo, e hizo que cinco mil personas adicionales fuesen añadidas a la iglesia. Pero los líderes religiosos estaban molestos de que se predicase la resurrección de Cristo. Amenazaron a Pedro y a Juan, ordenándoles que no hablasen más en el nombre de Cristo. Estas amenazas crearon un frente unido de oración por parte de la iglesia. Los creyentes oraron pidiendo valentía para anunciar la Palabra de Dios, y también pidieron milagros que validaran su testimonio de Cristo. Y esta oración trajo una nueva unción y poder para anunciar el mensaje. Hechos 4:31 dice: “Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios” (énfasis añadido). El testimonio de ellos se robusteció, y la evangelización hecha por los primeros creyentes se esparció en gran manera. “Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos” (v. 33). La persecución continuó, pero los que “fueron esparcidos” por la misma siguieron dando testimonio del evangelio de Cristo. El libro de los Hechos narra la constante propagación del evangelio por medio del ministerio de los primeros creyentes, incluyendo a Pedro, Esteban, Ananías, Pablo, Bernabé, Silas, Felipe y sus cuatro hijas, Dorcas, Lidia, Priscila, Aquila y muchos otros que “fueron esparcidos” y siguieron evangelizando con gran celo y tesón. Nada pudo detener el testimonio de los creyentes, pues el Espíritu Santo los guiaba en medio de las
persecuciones (Jacobo, Esteban, Pedro, Juan y, más adelante, Pablo), los problemas internos de la iglesia (Ananías y Safira y la manutención de las viudas), y la falta de fondos necesarios para la propagación del evangelio.
La evangelización moderna
A finales del siglo XIX, el resurgimien to de Pentecostés (la llenura del Espíritu Santo en el creyente) se volvió más predo minante en los Estados Unidos. Cientos de personas fueron bautizadas con el poder del Espíritu Santo en el avivamiento de la Calle Azusa y el avivamiento de Mission, Misurí, además de los avivamientos pentecostales de Carolina del Norte y Tenesí. El mensaje de Cristo se propagó tanto que hoy en día se reconocen a los pentecostales alrededor del mundo. Algunas de las persecuciones contra el movimiento del Espíritu Santo, ocurridas a principios del siglo XX, sirvieron de catalizador para una mayor propagación del evangelio de Cristo. La celebración gozosa del bautismo del Espíritu Santo trajo el consuelo, la dirección, la guianza y la gloriosa experiencia que es el resultado de la llenura del Espíritu Santo. Sin embargo, se comenzó a pasar por alto uno de sus propósitos dinámicos (la evangelización) a medida que se enfatizaba casi exclusivamente el gozo recibido en esta experiencia. Frecuentemente nos enfocábamos en el celo y la exuberancia. A menudo se daba poca importancia a lo que Cristo dijo sobre el propósito general de la llenura del Espíritu Santo en nosotros: “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (énfasis añadido). El diablo desea impedir que los discípulos de Cristo testifiquen del poder resucitador, redentor, regenerador y restaurador del evangelio de Cristo. El exuberante y fervoroso testimonio que a menudo decían los pentecostales era: “Le doy gracias a Dios por salvarme, santificarme, llenarme con el Espíritu Santo y añadirme a la gran Iglesia de Dios” (o cualquier otra iglesia de la cual uno se hiciera miembro). Ciertamente, debemos estar agradecidos por estas bendiciones y tener el enfoque correcto en la declaración de Cristo. Pero a menudo no le dimos
importancia al mandamiento enfático de Cristo a que fuéramos Sus testigos para alcanzar a otros. Tal vez no lo hicimos de manera intencional, pero el hecho es que lo hicimos. El propósito general del Espíritu Santo no ha cambiado ni mermado en la época presente en que vivimos. Su obra más grande en el individuo y la iglesia es la evangelización. En esta obra, los creyentes bautizados con el Espíritu Santo dan testimonio sobre el poder salvador y transformador de Cristo a otras personas, las cuales también se convierten en discípulos maduros de Cristo, llegan a ser bautizados con el Espíritu Santo, y se convierten en testigos que alcanzan a otros. La declaración de nuestro Capitán no ha cambiado ni mermado: “Me seréis testigos...” en palabras, en la vida diaria y en la muerte (si hubiere persecución). ¡Cuán maravilloso sería si la iglesia de hoy orara hasta que el Espíritu Santo haga temblar el “lugar” en donde estemos y nos llene de valentía para que salgamos a dar testimonio de Cristo!
La evangelización ahora
El Espíritu Santo se está moviendo en muchos creyentes hoy que ponen todo su empeño en la evangelización. Hay una gran necesidad, en otras iglesias, de que se revitalice la evangelización. Ed Stetzer y Mike Dodson, en su libro Comeback Churches, dicen: “Según nuestra investigación, la mayoría de ellas [las iglesias revitalizadas] desarrollan e implementan un proceso más estratégico e intencional”1. Considerando que la declaración de Cristo fue: “Me seréis testigos...”, se necesitan procesos estratégicos e intencionales que las iglesias locales puedan desarrollar e implementar, y en los cuales puedan participar. El Espíritu Santo ciertamente desea que la iglesia trabaje en la cosecha de hoy. Hay tres cosas que Stetzer dice que cada creyente y miembro de la iglesia debe hacer: orar, traer y decir. Estas tres cosas parecen ser sencillas, pero son poderosas para la evangelización. Cada creyente debe dedicarse a orar. Algunos pudieran sentirse inseguros en cuanto a traer y decir, pero en esas áreas es vital contar con la oración y la llenura y poder del Espíritu Santo. La Biblia demuestra que el propósito de la llenura del Espíritu Santo es que seamos testigos de Cristo. El dedicarse a testificar de Cristo
se convierte en una fuente de gozo para aquéllos a quienes el Espíritu Santo ha dotado de poder y valentía. El Espíritu Santo desea hacer que Cristo sea visible en nuestras vidas y en nuestro testimonio ante los demás. Jesús dijo: “Él [el Espíritu Santo] me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber” (Juan 16:14). Otra versión bíblica dice así: “[El Espíritu Santo] me glorificará porque les contará todo lo que reciba de mí [Cristo]” (Juan 16:14, NTV). Las iglesias que se han quedado estancadas con pocos asistentes llegan a menudo al punto de tener que cerrar. Pero cuando el pueblo se arrepiente de tener una falta de compasión por los que están sin Cristo, y se dedica a enfatizar el entusiasmo por testificar de Él, se logra el cambio necesario para obedecer el mandato de Cristo. La gracia de Dios sana las almas heridas, los corazones quebrantados y las relaciones destruidas. El Espíritu Santo transforma a los creyentes tímidos en personas que se atreven a traer a otros y hablarles de Cristo. Traiga a su familia a Cristo. Traiga a sus amigos a Cristo. Hable a sus vecinos sobre Cristo. Traiga sus vecinos a Cristo. La virtud que el Espíritu Santo da a los Suyos hace encender una llama de evangelización que nadie puede ahogar o apagar. ¿Acaso no es tiempo de que Dios nos avive para que seamos testigos del Cristo resucitado? Estoy seguro de que ni los problemas en la iglesia, ni la falta de fondos, ni la persecución, ni ningún otro obstáculo podrá detener al Espíritu Santo y los que son capacitados y empoderados por Él para que sean testigos de Cristo. ¡Cuán maravilloso sería si la iglesia de hoy se dedicara a orar hasta que el Espíritu Santo haga temblar el “lugar” (el statu quo, el tradicionalismo, la apatía, el deseo de mantener las cosas tal como están) donde estamos y nos llene de valentía para que salgamos a nuestras comunidades para dar testimonio de Cristo! Señor amado, te pedimos que así sea. Amén. Milton Gordon, M. Div. Old Hickory, Tenesí __________________
1 Stetzer, Ed, y Mike Dodson. Comeback Churches: How 300 Churches Turned Around and Yours Can Too. Nashville, TN: B&H Books, 2007, edición para Kindle.
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La por anunciar el mensaje
“Y al oír Juan, en la cárcel, los hechos de Cristo, le envió dos de sus discípulos, para preguntarle: ¿Eres tú aquél que había de venir, o esperaremos a otro? Respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis. Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres en anunciado el evangelio…” (Mateo 11:2-5). Hay algunas personas que ven reflejos de sí mismas en las Escrituras. Pueden identificarse con la mujer que derramó el perfume caro sobre los pies de Cristo, o pueden comparar su valentía con la de los jóvenes hebreos que rehusaron postrarse ante el ídolo del rey. Como he sido mayormente un escritor y reportero por los últimos veinte años, puedo imaginar que mis destrezas fuesen empleadas como discípulo de Juan el Bautista. Estos hombres fueron enviados por Juan para investigar, y regresaron con la información correcta. Ellos fueron reporteros en todo el sentido de la palabra. Todos nacemos con una insaciable hambre por el conocimiento. Antes de que mi hija aprendiera a hablar, ya había aprendido a desbloquear mi teléfono inteligente para buscar videos de sus programas infantiles favoritos en la 14 M e n s a j e r o A l a B l a n c a m a r z o / a b r i l d e 2 0 1 3
Internet. Hoy tiene dos años de edad, y recita las letras del alfabeto y los números, y repite las palabras que decimos con el fin de aprender más sobre el mundo que la rodea. Esa curiosidad intelectual no disminuirá cuando llegue a ser adulta: “Cada dos días, ahora creamos la misma cantidad de información que creamos desde los albores de la civilización hasta el año 2003”. —Eric Schmidt, Presidente Ejecutivo de Google Según “Mediafinder”, la más grande base de datos sobre revistas, existen más de 77,000 revistas al presente. Si suponemos que todas son publicadas mensualmente, y lo sumamos al número de suscriptores de cada revista, el número se convierte rápidamente en millones de revistas colocadas en las manos de los lectores cada día. ¿Acaso necesitamos toda esta información? ¿Qué ideas novedosas deben ser publicadas? El surgimiento de los medios sociales, tales como “Facebook”, “Twitter”, y “LinkedIn” también demuestra cuán poderosa es la sed por información nueva. No nos conformamos con tener noticias e información sobre el mundo en que vivimos, sino que deseamos estar enterados de los detalles más minúsculos de la
vida de nuestros amigos y familiares. Muchas empresas también han aprovechado este poder, pues usan la información provista por los consumidores para crear productos y sobrevivir en la nueva economía. ¿Sabía usted que uno de los productos de mayor venta en la historia del restaurante de comida rápida “Taco Bell” se originó con una idea de un consumidor en “Facebook”? ¿Qué busca el mundo al absorber todo este conocimien to? Está buscando la verdad. No estamos padeciendo de falta de información, sino que no hay suficiente información que sea verdadera, amable y de buen nombre (Filipenses 4:8). Y lo más importante que podemos compartir con otros son las buenas nuevas, el evangelio de Cristo. Eso es lo que el mundo necesita, aun cuando no lo sepa. “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado” (Marcos 16:15, 16). En Romanos 10, Pablo pregunta: “¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?” (v. 14). Y luego dice: “¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!” (v. 15).
Conciencia sobre los tiempos del fin
En el mundo pentecostal, había un deseo ardiente de anunciar el mensaje porque sabíamos que estábamos en los últimos días. Los pioneros de nuestra iglesia creyeron que Cristo podría y habría de regresar en cualquier momento. Por eso emplearon cualquier medio que tuviesen a su disposición para rescatar las almas de los hombres —celebrando frecuentemente cultos evangelísticos, dando inicio a una revista, imprimiendo tratados evangelísticos, y hasta volar aviones. Cuando yo era adolescente, oía sermones sobre los tiempos del fin con tanta frecuencia que soñaba con el regreso de Cristo, muchos años antes de que saliera al mercado la serie “Left Behind”. Varios de mis amigos me contaron historias de niños que temían haber sido “dejados atrás” cuando no podían encontrar a sus seres queridos. En años recientes, hemos pasado por varias situaciones vergonzosas en lo que concierne a ponerle fecha al fin del mundo. La iglesia fue ridiculizada, y para no ponernos nuevamente en ese tipo de situación, ya no hablamos sobre el fin del mundo como solíamos hacerlo antes. Hace varios años, una revista cristiana me pidió que escribiera un artículo de portada cuyo tema era el fin del mundo. Con ese fin, me puse en contacto con un ministro famoso, el cual me causó una magna sorpresa cuando me dijo: “No sé realmente en qué creo”. Él no quería meterse en el debate escatológico. El día 1 de junio de 2012, el periódico New York Daily News publicó el artículo más reciente que abogaba sobre la necesidad de códigos de barras humanos. Dicho artículo, titulado “‘Human Barcode’ Could Make Society More Organized, But Invades Privacy, Civil Liberties”, citó los comentarios hechos por Elizabeth Moon, una escritora de ciencia ficción, en un programa radial de la BBC: “Yo exigiría que a cada individuo se le fijara permanentemente una identificación particular —un código de barras, por así decirlo—, un chip implantado con el fin de proveer una
manera fácil, rápida y económica de identificar a los individuos”. Lo que más me llamó la atención de este artículo, aparte de que prepara el terreno para algo que algunos cristianos pudieran interpretar como “la marca de la bestia”, es que no menciona ninguna objeción religiosa a los códigos de barras, sino solamente los efectos de los mismos sobre la privacidad. ¿Acaso estamos tan intimidados que no queremos decir lo que creemos? La Palabra predijo que la gente se burlaría y dudaría del retorno de Cristo: “Sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación” (2 Pedro 3:3, 4). En Daniel 12:4, se nos dice que aun el hambre por el conocimiento es una señal del fin: “Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará”. ¿Se acuerda de las palabras de Eric Schmidt, las cuales cité anteriormente? La información está duplicándose, triplicándose y multiplicándose en nuestro tiempo.
La eternidad es importante
Aunque tengamos perspectivas divergentes sobre el fin del mundo, comoquiera es urgente que la gente oiga el mensaje vivificante de Cristo antes de que den el último suspiro. A nadie se le garantiza el mañana. Anunciar el evangelio es la esencia de nuestra identidad como cristianos. Tal vez haya oído que algunas personas son de “fe silenciosa”, lo cual significa que anuncian el evangelio sin hablar. Sé que unos (incluyéndome a mí) hablan más que otros, pero sea cual fuere su personalidad, usted tiene la responsabilidad de compartir el mensaje del evangelio con otros. No es una decisión que debe tomar. Tampoco es un don que “no posee”. Es como despertar a alguien cuya casa se ha incendiado. Uno no puede decir: “¿Debo avisar a la persona? No soy bueno para dar alarmas”. Penn Jillette, un ilusionista y artista de Las Vegas, es también un ateo muy conocido. Aun así, un admirador se le acercó tras concluir el espectáculo para hablarle del evangelio. En vez de enojarse, el señor Jillette fue conmovido e hizo una seria observación mediante un video en su página web: “Si usted cree en la existencia del cielo y el infierno, y que las personas pudieran ir al infierno o no recibir la vida eterna, pero no quiere decirles esto por miedo al qué dirán, ¿no es acaso una señal de odio? ¿Cuánto odio se necesita para creer que es posible recibir la vida eterna y, sin embargo, no decírselo a nadie? Por ejemplo, si yo viera que un camión viene en dirección suya, y usted no lo ve, y el camión estuviera a punto de arrollarle, puede estar seguro de que yo le salvaría la vida. La salvación es mucho más importante que un camión”. DeWayne Hamby Cleveland, Tenesí mensajeroalablanca@wwph.com 15
A
pesar de nuestras flaquezas, el regalo incondicional de Dios — la vida abundante y eterna— es para todos, y tiene los mismos requisitos, privilegios, riesgos, certezas y beneficios para todos. Cada persona perdida tiene que echar a un lado los impedimentos antes de poder recibir sus justas recompensas. Todos tienen que llegar a creer por la misma fe, la misma gracia y el mismo Espíritu, para recibir las mismas promesas. Todos los que respondan positivamente a la oferta de Dios serán justificados por la fe y experimentarán el don de la regeneración. No hay amor más grande por los perdidos que el demostrado en la expiación vicaria de Cristo en el Calvario. “...Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10).
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Dios, en Su sabiduría infinita, sabiendo que el hombre habría de necesitar la redención, permitió que Su Santa Palabra viniera a ser la esperanza viva para el perdido. Jesucristo, nuestro Redentor, vino en carne viviente para que la huma nidad pudiera tener nuevamente la vida abundante. En el principio, la vida abundante estaba a la disposición de Adán; pero por su desobediencia la perdió al desear “la abundancia de la vida”. Hay una gran diferencia entre “la vida abundante” y “la abundancia de la vida”: “...la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee” (Lucas 12:15). La desobediencia es el acto de no hacer lo que ordenan las autoridades. Para algunos, la desobediencia civil pudiera ser más cuantificable que la desobediencia espiritual. La desobediencia civil es negarse activamente a obedecer las leyes, exigencias y mandatos de un gobierno o potencia ocupante sin recurrir a la violencia física. Es una de las tácticas principales de la resistencia pasiva. En su modalidad más pacífica, se puede decir que es compasión en forma de desacuerdo respetuoso. El castigo que los jueces de la tierra imponen a los que practican la desobediencia civil a menudo es de carácter leve. En contraste, la desobediencia espiritual ocurre cuando un individuo o grupo decide no hacer o decir lo que Dios manda. Dios nos manda a “amar a nuestros enemigos” (Lucas 6:35) y a “no olvidarnos de la hospitalidad” (Hebreos 13:2). La desobediencia espiritual tiene consecuencias muy severas. Desobedecer el mandamiento de Dios de “amar a tu prójimo como a ti mismo” (Romanos 13:9), priva al perdido de la oportunidad de recibir a Cristo. Es necesario siempre proveer bienes materiales y bendiciones financieras, pero a menudo muchos prefieren olvidarse de sus responsabilidades de “amar al perdido” y “tener compasión” de aquéllos con quienes se encuentran. El amar a los perdidos se tiene que demostrar en obras de caridad realizadas de manera relacional. Muchos demues tran ese amor al hacer oraciones sinceras por el bienestar de los demás. Otros donan sus recursos para el beneficio de los demás. Y otros donan su tiempo en muchas maneras para fomentar el éxito
Él no le exige que lo tenga todo bajo control. Más bien, está esperando a que venga a Él tal como está. de los demás. Compartir nuestro tiempo y recursos con otros es una manera excelente de empoderarlos. Pero muy a menudo, estos gestos impersonales limitan el alcance del amor compasivo por los demás. Amar a los perdidos de manera relacional personifica el amor de Dios por la humanidad. “Dios mostró cuánto nos ama al enviar a su único Hijo al mundo, para que tengamos vida eterna por medio de él” (1 Juan 4:9, NTV). Servir a Dios mediante el servicio a los demás es la manera más directa de impactar a los perdidos con el amor compasivo. No estoy sugiriendo que todos debamos ir al campo misionero. Más bien, todos debemos hacer esfuerzos deliberados por impactar a las personas con quienes nos encontramos a diario. Los creyentes deben encomiar piadosa y sinceramente a las personas que les provean servicios diversos en la vida diaria. Amado creyente, sea un portador de vida. Diga a alguien: “Que Dios le bendiga”, “Gracias”, “Le agradezco su ayuda”, o “Jesús le ama”. De serle posible, salude a los hermanos en la fe que estén cerca. Diga a su cónyuge e hijos con regularidad: “Te amo”. Diga a aquéllos con quienes se encuentre por primera vez en el día: “¡Buenos días!”, o “¡Buen día!”, o “¡Buenas tardes!” Llame por teléfono a los hermanos en la fe a quienes no haya visto por un período de tiempo inusualmente largo. Devuelva toda llamada telefónica que no haya contestado. “Las personas son los bienes más valiosos, pero son
también el recurso menos usado”1. El amar a los perdidos equipa a los creyentes para que se dediquen a hacer obras de caridad, en vez de vivir en negatividad y desconfianza de los demás. Tales obstáculos nos robarán las energías espirituales que necesitamos para vivir apartados de un estilo de vida depravado. Haga del acto de amar a los perdidos una práctica diaria. Exhorto a los que han dejado de amar a los perdidos a que desechen la negatividad y la desconfianza de los demás al comienzo de cada día. Procuren volver a entregarse a la voluntad de Dios. Así como Jesús oró al Padre, oren pidiendo que todos sean uno en Cristo: “Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste” (Juan 17:20, 21). Si usted está perdido hoy, sepa lo siguiente: “Pues su Espíritu se une a nuestro espíritu para confirmar que somos hijos de Dios. Así que como somos sus hijos, también somos sus herederos. De hecho, somos herederos junto con Cristo de la gloria de Dios; pero si vamos a participar de su gloria, también debemos participar de su sufrimiento” (Romanos 8:16, 17, NTV). Desde antes de que usted naciera, nuestro Padre celestial le conoce y le ama. Él no le exige que lo tenga todo bajo control. Más bien, está esperando a que venga a Él tal como está. Él quiere darle valor, esperanza y paz. Usted puede hacer cosas grandiosas en Dios. Le invito a que haga esta oración de entrega: “Señor, te doy gracias por los planes que tienes para conmigo, una persona tan insignificante. Te ruego que derrames hoy Tu extraordinaria gracia sobre mí. Te suplico que traigas a mi mente aquello que Tú quieras que haga. Amén”.
Dr. Uzziah B. Cooper, padre Bergenfield, Nueva Jersey ___________________
1 Myron Rush, Management: A Biblical Approach.
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El don
de la iglesia inmigrante
Doce de las 20 congregaciones más grandes en la Iglesia de Dios de la Profecía en Norteamérica son congregaciones inmigrantes. 18 M e n s a j e r o A l a B l a n c a m a r z o / a b r i l d e 2 0 1 3
D
esde la caída de la humanidad, Dios, en Su soberanía, decidió enviar y diseminar el remanente de Su pueblo a lo largo del mundo a tierras extrañas con el propósito de llevar la gloria de Dios a una nueva cultura. Abraham, José, Moisés, Josué y Jesús fueron inmigrantes. El rey David era nieto de un inmigrante. Daniel y Pablo, ambos fueron llamados a tierras y culturas en las cuales ellos no nacieron, para la gloria de Dios. Por supuesto las naciones y culturas quizá no vieron el propósito misterioso del Señor; sin embargo, debido a que somos hijos de Dios vemos con diferentes ojos y una perspectiva renovada con respecto a la población inmigrante mundial y la iglesia inmigrante emergente. De hecho, el rostro de la iglesia pentecostal y evangélica en Norteamérica está cambiando en gran parte debido al influjo inmigrante. Ed Stetzer, tras participar en varias conferencias, enlista estas estadísticas denominacionales en un artículo reciente de la revista Christian Post: El porcentaje de las iglesias no angloamericanas de la Convención Bautista del Sur ha incrementado de uno de cada veinte a uno de cada cinco en dos décadas. Previamente, los blancos comprendían el 95 por ciento de la membresía de la iglesia bautista del sur. Hoy ese porcentaje ha descendido a un 80 por ciento. Actualmente, el grupo de mayor crecimiento en el Movimiento Pentecostal Cuadrangular es la iglesia étnica. Actualmente comprende del 20 al 25 por ciento de la membresía de la Iglesia Cuadrangular. Las Asambleas de Dios ha experimentado un crecimiento del 176 por ciento en sus iglesias afroamericanas, afro-caribeñas y africanas. El 20 por ciento de su asistencia semanal promedio son hispanos. Muchas personas consideran a la iglesia inmigrante como un nuevo Gran Despertar, debido a su gran énfasis en el evangelismo, la santidad bíblica y el compañerismo. Consideremos Quebec, el área menos alcanzada en Norteamérica, está experimentando un alto incremento de iglesias debido en gran parte a iglesias inmigrantes (rusos, haitianos, judíos mesiánicos, etc.). Actualmente menos del uno por ciento (.80) de la población son cristianos evangélicos en Quebec. En un período de 5 años se observó que la iglesia étnica creció en un 92 por ciento en el número de congregaciones entre varias comunidades étnicas. Nuestro movimiento puede dar testimonio de las bendiciones de los inmigrantes a la iglesia mundial también. Las congregaciones más grandes de la Iglesia de Dios de la Profecía en Norteamérica durante los últimos 30 años han sido iglesias inmigrantes en Canadá y Connecticut. Doce de las 20 congregaciones más grandes en la Iglesia de Dios de la Profecía en Norteamérica son congregaciones inmigrantes. Nuestra obra en Europa ha presenciado los efectos positivos de la inmigración también. Las iglesias peruanas en España comprenden gran parte del crecimiento en membresía y plantación de iglesias. La historia de nuestro ministerio en el Reino Unido se debe exclusivamente al ministerio inmigrante. En el Caribe, una de las iglesias más fuertes en las Islas Caimán le debe su crecimiento inicial al influjo inicial de jamaiquinos. ¿Qué posibles beneficios trae el crecimiento inmigrante
a las naciones e iglesias que ahora están asimilando como inmigrantes? 1. Traen una nueva perspectiva de fe. Con frecuencia la iglesia inmigrante expresa un celo por el evangelio que a veces se ha perdido en la cultura dominante. 2. Quizá uno de sus mejores dones son los niños. Ellos están criando niños que son adaptables, proactivos, enseñables y abiertos. La joven cosecha es un grupo demográfico étnicamente diverso adepto para vivir en diversos mundos o culturas, y hablar diferentes idiomas. El futuro de la plantación de iglesias posiblemente dependa del futuro de conectarnos con jóvenes inmigrantes que saben cómo contextualizar el evangelio en varias culturas. 3. Las iglesias inmigrantes tienden a enfocar sus ministerios en los centros urbanos. La mayoría del crecimiento inmigrante se enfoca en establecer centros urbanos de crecimiento. Desafortunadamente, durante los últimos 30 años nuestras acciones han ignorado y evadido los centros urbanos en general. La iglesia inmigrante, debido a sus trabajos y barrios culturales, se mantiene donde está la población. Por consiguiente, se predica a Cristo en lugares donde ya hacía tiempo se habían ido muchas iglesias. Si como movimiento realmente nos beneficiamos de la iglesia inmigrante, entonces tendremos que suplir estratégicamente las necesidades de la iglesia inmigrante. Los líderes de la cultura dominante, por naturaleza, ignoran la iglesia inmigrante debido a una parcialidad innata. La mayoría de las veces no es porque están siendo intencionalmente prejuiciosos (aunque posiblemente lo pueden ser), sino más bien la cultura inmigrante es tan distinta que prácticamente parece tan irrelevante al contexto ministerial dominante. Se les hace difícil penetrar a través de las barreras culturas. Sin embargo, vale la pena superar la disonancia cultural. La comunidad inmigrante tiene piedras preciosas. Si ignoramos tanto a la población inmigrante en nuestras naciones y las congregaciones inmigrantes crecientes en nuestro movimiento, corremos el riesgo de alejarlos tanto que con el tiempo estas congregaciones se volverán autosuficientes y levantarán a sus líderes
en una cultura anti-dominante. Los inmigrantes llegan a diferentes naciones del mundo de varias maneras: como refugiados, con permisos de trabajo, y sí, también como inmigrantes ilegales. Actualmente, las naciones alrededor del mundo están desarrollando legislaciones anti-inmigrantes para ponerle un alto a la inmigración ilegal, debido a las restricciones económicas y a veces por prejuicios etnocéntricos. Sin embargo, como iglesia, debemos valorar a los inmigrantes como almas y como obreros potenciales en la cosecha, quienes han sido regados y plantados soberanamente por Dios. El apóstol Pedro se refiere a la diáspora cristiana como “inmigrantes y exiliados” quienes fueron puestos donde están por la mano de Dios. “Pedro, apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas” (1 Pedro 1:1, 2). Entonces, ¿qué deben hacer nuestras congregaciones y líderes para ayudar a los inmigrantes en su nueva asimilación? Primero, considerar el punto de vista de las Escrituras del inmigrante. Considere Levítico 19:33, 34: “Cuando el extranjero morare con vosotros en vuestra tierra, no le oprimiréis. Como a un natural de vosotros tendréis al extranjero que more entre vosotros, y lo amarás como a ti mismo; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. Yo Jehová vuestro Dios”. Éxodo 22:21 también dice: “Y al extranjero no engañarás ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto”. Segundo, considere desarrollar un proceso de asimilación saludable. Considere ministerios que les pueda ayudar en su nuevo mundo. Ofrezca cursos del idioma inglés, ofrezca alimentos, déles un espacio especial en los servicios, ayúdelos a plantar iglesias si ese es su deseo. Intégrelos a nuestras congregaciones y ayude a sus miembros con la transición multicultural. Dado el impacto de la inmigración a muchas naciones, supervisores y pastores necesitarán entrenamiento en la sensibilidad multicultural. Quizá la próxima generación de supervisores
deberán hablar por lo menos dos idiomas, con el fin de conectarse a un contexto social diferente al de su cultura nativa. No podemos asumir que sabemos cómo ministrar efectivamente y comunicarnos bien con las personas cuando no hemos entendido plenamente cómo abrazar las culturas que son diferentes a la nuestra. Tener un amigo, familiar o compañero de trabajo de otra cultura no significa que ahora usted los comprende. Nuestros líderes deben aprender la habilidad de “vivir en dos mundos”. Finalmente, debemos conectarnos con los jóvenes y niños de inmigrantes. Son tierra fértil para el evangelio, y también tierra fértil para el desarrollo de liderazgo. Con frecuencia sus experiencias los obligan a vivir como miembros aislados y olvidados de la sociedad debido a sus acentos, idiomas y tradiciones culturales distintivas. Esto edifica en ellos la fuerza para vivir su identidad y convicciones con las habilidades que los acercan al liderazgo, pastorado y plantación de iglesias. Como un valor debemos decidir conocer a otras culturas de diferentes comunidades. Pasen tiempo juntos intencionalmente. Conviértase en un estudiante del mundo de sus vecinos. Busque cuáles son sus preferencias personales. Ayude a los niños de la comunidad inmigrante. Determine librarse de todo etnocentrismo y nacionalismo no-bíblico. Como iglesia debemos trabajar juntos específicamente, intencionalmente y constantemente para lograr estos objetivos. ¡Debemos valorar las contribuciones de otras comunidades y determinar dar más de lo que recibimos! ¿Por qué? Porque con mucha frecuencia es Dios quien obra en estas comunidades, ¡lleve Su gloria a las naciones!
Trevor Reid Codirector Internacional del Ministerio de Jóvenes Ed Stetzer. “The Changing Ethnic and Racial Landscape of Denominations in America,” The Christian Post, (http://www.christianpost.com/ news/thechanging-ethnic-and-racial-landscapeof-denominations-in-amercia-76873/ (accedido el 19 de junio de 2012).
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E
al mundo para Jesús
l servicio voluntario en los Estados Unidos ha alcanzado números muy altos. La mayoría de estos voluntarios son jóvenes y niños. De los 13.3 millones de jóvenes, el 59.3 % de ellos sirven como voluntarios 3.5 horas a la semana. Cuando pensamos en los cristianos que han impactado su mundo para Cristo, quizá se nos venga a la mente la Madre Teresa de Calcuta o Billy Graham. La mayoría de las personas creen que alcanzar a los perdidos y necesitados con el mensaje de esperanza es una actividad para adultos. Sin embargo, ¿ha considerado usted el potencial de los niños para alcanzar a las personas dolidas y no alcanzadas? ¿Recuerda la historia de la niña esclava que testificó sobre el poder sanador de Dios a su amo no creyente? Los niños tienen un fuerte deseo de evangelizar a las personas perdidas, especialmente sus familias y amistades. Wes Stafford, presidente de Compassion International compartió una historia sobre una ocasión en que el equipo de Compassion International llegó a un pueblo centroamericano para evaluar un proyecto en progreso. Cuando llegaron al sitio, se percataron que el proyecto había sido suspendido por ese día en honor a un niño de seis años quien había sido bendecido por el proyecto. El niño y su hermano estaban cruzando una avenida muy
transitada, cuando un carro atropelló al niño de seis años, matándolo. Los miembros del personal de Compassion International asistieron al funeral junto con muchos niños y familias de la comunidad. Antes del funeral conversaron con las personas en asistencia, preguntando, “¿Cómo conociste a este niño?” La mayoría respondió diciendo, “Él me habló de Jesús”. Durante el funeral de este niño, se mencionó que él en su corta vida de seis años había ganado más de 60 personas para Jesucristo. ¿Recuerda al niño que estuvo dispuesto a dar su almuerzo para alimentar a miles de personas hambrientas? Los corazones de los niños están llenos de compasión para las personas dolidas, y esa compasión con frecuencia los mueve a hacer cosas aparentemente imposibles. Un niño de ocho años de nombre Jacob Head vio a un indigente en las calles de Nashville, Tenesí mendigando un día. Su corazón se llenó de compasión, pero su mamá le dijo que posiblemente ese hombre gastaría el dinero “en cosas indebidas”. Esto no detuvo a Jacob. Cuando llegaron
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a su casa, Jacob y sus hermanos gemelos de seis años comenzaron a reunir artículos para los indigentes. En poco tiempo pudieron enviar 100 cobijas y 140 conjuntos de gorras y guantes a una misión para indigentes en Nashville. Mientras Jacob salía de la misión, se le escuchó decir, “Volveremos en el verano. Sé que los indigentes necesitarán agua”. Tal y como lo prometieron, Jacob y sus hermanos volvieron en el verano a la misión para los indigentes después de colectar más de 2,000 botellas de agua. Luego, en Acción de Gracias, volvieron con 3 galones llenos de monedas que habían colectado de sus amistades y familiares en Westmoreland, Tenesí. “Mi misión es ayudar cuantos hombres, mujeres y niños indigentes pueda. Están necesitados y quiero ayudar”, dijo Jacob. Cuando esté pensando sobre cómo evangelizar a los perdidos y ofrecer esperanza a los dolidos, no ignore a los niños. Enséñelos a orar por los perdidos. Equípelos para compartir su fe. Rételos a suplir las necesidades de las personas dolidas en sus hogares, comunidades y alrededor del mundo utilizando los recursos disponibles para ellos ahora. No espere hasta que “sean mayores” para que sean parte de lo que Dios está haciendo en el mundo hoy.
Casey Vernon Raleigh, Carolina del Norte
Marchamos hacia delante en el nombre de Jesús En gran parte, la marcha del reino de Dios y la propagación del evangelio a través de la historia del mundo no ha ocurrido en grandes saltos, sino en
La marcha del reino es un ataque persistente contra las tenebrosas fuerzas del enemigo, donde el conflicto y el sacrificio son realidades que debemos afrontar y superar. pequeños pasos de fiel y constante marcha. Literalmente, los santos del Rey marchan bajo un estandarte que dice: ‘Marchamos hacia delante en el nombre de Jesús’. Siempre pienso en el pasaje de Hebreos que enumera los héroes de la fe. El autor bíblico dice: “Que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros” (Hebreos 11:33, 34). Luego pasa a declarar que muchos de ellos padecieron gran sufrimiento, concluyendo con una gloriosa frase: “De los cuales el mundo no era digno”. La marcha del reino es un ataque persistente contra las tenebrosas fuerzas del enemigo, donde el conflicto y el sacrificio son realidades que debemos afrontar y superar. Esto fue lo que sucedió en el artículo de fondo sobre Sierra Leona, donde nuestro líder, el obispo John Mendy, murió en un accidente automovilístico junto con otros tres líderes nacionales hace ya algunos años.
Esto pareció darle una estocada mortal a este ministerio nacional. Y aun antes de esto, el país se hallaba sumergido en una guerra civil donde nuestro supervisor previo fue baleado en su hogar y una ronda de mortero explotó en su casa. Se podrían contar muchas otras historias horrendas que ocurrieron durante ese tiempo. A pesar de eso, los santos siguen marchando, llenos de fe, confiando en Dios, y creyendo que Su gracia les dará la victoria. En los años que han pasado desde aquel día siniestro en que cuatro líderes nacionales murieron, los santos no se han dado por vencidos. Como dijera Pablo: “Estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos”. Así que, los santos de Sierra Leona se han mantenido creyendo y confiando en que Dios les ayudaría a marchar hacia delante con el evangelio. El artículo sobre Sierra Leona en esta edición es un testimonio más del triunfo del reino de Dios sobre todas las fuerzas de las tinieblas. Dios ha usado al obispo Levi Clarke y su esposa Floreth Clarke para animar a la iglesia en esa nación, y hoy sienten el poder del Señor obrando en ellos. Randall E. Howard Supervisor General
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La historia de Dios La historia de Dios todavía está siendo escrita. Hay millones de historias sobre cómo Dios está impartiendo Su amor y consumando Su plan para la reconciliación humana. El misterio de Dios se comunica principalmente mediante historias. ¿Se acuerda de Josué y la batalla de Jericó? ¿Se acuerda de Samuel, el niño profeta? ¿Se acuerda de David con su honda, y de Daniel en el foso de los leones? Si recuerdan las historias bíblicas anteriores, les preguntaré sobre otras, sin ningún orden particular. ¿Se acuerda de Moisés y el paso por el Mar Rojo? ¿Y qué me dice de Noé y el arca —llena mayormente de animales? ¿Se acuerda de los magos que viajaban en pos de la estrella? ¿Se acuerda de la alimentación de casi 20 mil personas por parte de Jesús (casi sin costo alguno)? ¿Se acuerda de Pablo y Silas en la prisión? Pudiera seguir preguntando sobre otras historias, pero creo que ya me entiende. Estas historias no son como los cuentos de hadas (que comienzan diciendo “Érase una vez...”). Son historias verdaderas, detalladas y libres de fantasía. No ignoran ni marginan a Dios. Por el contrario, Dios es el personaje central en las mismas. Si las desglosamos 22 M e n s a j e r o A l a B l a n c a m a r z o / a b r i l d e 2 0 1 3
cuidadosamente, encontraremos que miles de historias bíblicas tienen un tema común: nos hablan del amor de Dios por las personas y Su plan para restaurar una relación permanente con los seres humanos en el planeta Tierra. Por cuanto la historia es realmente el entrelazamiento de las historias de una comunidad, cultura, ciudad o nación, no estaríamos exagerando si dijéramos que las historias de las acciones de Dios en la vida humana se pudieran llamar la ‘Historia de Dios’. La historia de Dios es una mezcla de buenas nuevas y malas noticias. Uno de los más grandes misioneros evangelistas que hayan propagado el mensaje de Jesús, fue a una ciudad en la vieja Europa. Tras unas pocas semanas de predicación, muchas damas y algunos otros entregaron sus corazones a Jesús. Esas son buenas noticias. Este pequeño bando de seguidores de Jesús se reunía para adorar, tener compañerismo y aprender más sobre Jesús en las orillas de un río. Esas son más buenas noticias. Un día, mientras este misionero iba hacia el lugar donde se reunían para orar y compartir la Palabra, echó fuera un espíritu maligno de una muchacha. Yo diría que esas fueron buenas noticias. Pero el espíritu maligno daba a esta muchacha un poder extraño para predecir el futuro (eso creía la gente), y la muchacha daba a sus amos grandes ganancias por medio de sus adivinaciones. Estas personas se enfurecieron porque perdieron su fuente de ingresos, por lo que arrestaron al misionero, lo azotaron despiadadamente y lo echaron en una prisión de máxima seguridad. Esas son muy malas noticias. Pero a medianoche, mientras este misionero y su colega oraban y cantaban himnos a Dios, sobrevino un terremoto que sacudió los cimientos de la prisión. Como resultado de esto, el carcelero y toda su familia se convirtieron. ¡Esas son noticias buenísimas! A la mañana siguiente, las autoridades del pueblo se disponían a soltar los misioneros debido a que sus
arrestos fueron claramente ilegales. Esas también son buenas noticias. Pero este misionero se rehusó a salir de la cárcel a menos que las autoridades se disculparan públicamente y en persona. Las autoridades así lo hicieron. ¡Esas son buenas noticias! ¿Ya sabe usted quién fue este misionero?1 La historia de Dios está todavía siendo escrita. Hay millones de historias sobre cómo Dios está impartiendo Su amor y consumando Su plan para la reconciliación humana. Dios está escribiendo Su historia en Camden (Nueva Jersey) y en Sikkim (en el norte de la India). También la está escribiendo en Brunswick (Georgia) y en Manila (Filipinas). Miles de hombres y mujeres, cuyos nombres tal vez no sepamos, son parte de la historia. Sus historias incluyen: predicar ante cientos de personas y evangelizar a una sola persona; adorar bajo una carpa tras un terremoto y tratar de refugiarse de una peligrosa turba; aprender a ser un pastor más eficaz, bautizar a personas que recientemente se entregaron a Cristo, y caminar varios kilómetros para juntarse con otros creyentes con el fin de tener compañerismo y evangelizar. Tales historias incluyen buenas noticias y malas noticias. A veces es difícil saber cuáles son las malas noticias porque Dios parece tener una tendencia a escribir finales completamente inesperados. Algunas de esas historias son como las novelas de misterio, donde no se sabe cuál será el desenlace hasta que uno llegue a leer el final de la misma. El trabajo misionero alrededor del mundo es esencial para la historia de Dios. Estas son las historias de gente dedicada que comparte el mensaje de Cristo, por medio de palabras y obras, como parte de la historia de Dios. El mundo considera que no vale la pena imprimir estas noticias, por lo que no las vemos en las historias principales del New York Times, o del Daily Gleaner, o del Nassau Guardian. Esto es, sencillamente, una prueba adicional de cuán errados están los departamentos
de redacción del mundo: la historia de Dios es la única noticia que todos deben saber. Recuerde que ninguna de estas historias está completa. Hay malas noticias mezcladas con las buenas noticias. Sabemos que el reportaje final será positivo. Pero hay historias en las cuales nos enfrentamos a una verdadera incertidumbre. Esto no es ficción. Las personas son reales. Sus heridas y sufrimientos no causan menos dolor que los nuestros. Sus luchas contra el diablo les hacen estar tan cansados como los demás. Pero Dios está obrando por medio de ellos. Están imponiendo manos sobre los enfermos. Están rescatando a los niños de la calle. Están proclamando en sus pueblos de origen que Jesús es el único camino en swahili, portugués, yoruba y árabe. Están diezmando y dedicando a sus hijos a Dios en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Están celebrando la Cena del Señor y el Lavatorio de Pies. Regalan cabritos a las viudas para ayudarlas a alimentar a sus hijos. Están escribiendo la historia de Dios o, mejor dicho, Dios está escribiendo Su historia en la vida de ellos. Si dedicamos toda nuestra vida a buscar del Dios que es el Ser Supremo de todo el universo, entonces todo en nuestras vidas se convierte en parte de la historia de Dios: la muerte y la tragedia; los funerales y los bautismos; las ofrendas para los huérfanos que han sido abandonados; regresar a lugares visitados hace mucho tiempo; nuevos libros de textos para niños en aulas sobrepobladas; reuniones con el director de educación; instalar techos en edificios y discipular a nuevos convertidos; cerrar capítulos y comenzar nuevos capítulos. Sea parte de estas historias. Ore. Ofrende. Vaya. David Bryan Cleveland, Tenesí ___________ 1 En Hechos 16:11-40 puede leer los detalles de las experiencias de Pablo en Filipos.
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“Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad” (Lamentaciones 3:22, 23). En marzo de 2010, la iglesia en Sierra Leona fue azotada por una horrenda tragedia. Un accidente automovilístico le causó la muerte a cinco de nuestros líderes destacados. Lo peor de la pérdida fue que, de entre las cuatro personas que murieron, uno era el secretario de campo, otro era un evangelista nacional e hijo del secretario de campo, y los otros dos eran, respectivamente, un supervisor distrital y un pastor destacado. La quinta víctima era la esposa del secretario de campo, la cual era también la secretaria interina de educación para las 37 escuelas públicas operadas por la Iglesia de Dios de la Profecía. Su muerte fue ocasionada por la conmoción producida por las otras muertes. Así que, de una sola familia, perdimos a tres líderes destacados.
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Como es de imaginar, una tragedia de estas proporciones no solamente desoló las familias de estas personas, sino también la comunidad eclesiástica y toda la Junta de Educación, en la cual la iglesia desempeña un rol importante. De hecho, este fue un período tan oscuro en la historia de la iglesia en Sierra Leona que a algunos les pareció que todo estaba perdido. Debemos concluir que, de no haber sido por la misericordia y la bondad del Todopoderoso, la obra se hubiera extinguido. De hecho, los que nos critican sugirieron que nos deshiciéramos
de nuestros edificios y de cualesquiera recursos que tuviéramos porque opinaban que sería literalmente imposible que la iglesia se recuperara de esta tragedia. Sin embargo, en retrospectiva, podemos decir verdaderamente que Dios todavía estaba obrando en la iglesia y la gente de Sierra Leona. Como dijera el apóstol Pablo: “Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos” (2 Timoteo 2:19). En octubre de 2010, las cosas comenzaron a mejorar. El fenecido obispo Sherman Allen, ex Presbítero General de África, organizó una visita, acompañado de los miembros del Comité Administrativo de África, para ofrecer apoyo y consuelo a las familias enlutadas y la iglesia. Sin embargo, antes de que se efectuara esta visita, el Señor puso una gran carga en los corazones del obispo Levi Clarke y su esposa Floreth Clarke por brindar apoyo en vista del vacío del liderazgo en el país. Esto le fue comunicado al Presbítero General. Durante la convención en octubre de 2010 hubo un gran mover del Espíritu Santo que resultó en el nombramiento del obispo Clarke y su esposa como supervisor de Sierra Leona. Luego decidimos mudarnos a Sierra Leona y establecer nuestro hogar allí. Solamente han pasado un año y ocho meses desde la transición, pero podemos decir verdaderamente que Dios está haciendo cosas asombrosas en Sierra Leona. Sentimos que el Señor ha puesto Su sello de aprobación en esta movida. Quisiéramos felicitar al pequeño grupo de líderes que mantuvo todas las cosas funcionando hasta que llegamos aquí. Desde entonces, este pequeño grupo, junto con los laicos, han brindado todo su apoyo. Esto hace que sea mucho más fácil recoger los pedazos y seguir hacia delante. Históricamente hablando, la Iglesia de Dios de la Profecía ha tenido éxito al establecer escuelas cristianas en Sierra Leona. Hay 37 escuelas, las cuales consisten de 2 escuelas intermedias y secundarias, y 35 escuelas primarias y guarderías. Desafortunadamente, no hemos sido diligentes en la plantación de iglesias. Hay solamente siete iglesias organizadas y dos ministros licenciados. Este es uno de los desafíos que estamos tratando de enfrentar. Hemos concebido a estas 37 escuelas como iglesias potenciales. Tras mucha oración, la visión fue comunicada al liderazgo. Nuestro evangelista nacional sintió la carga, y dio inicio a nuestra primera misión en una de nuestras escuelas en Songo. Tenemos la esperanza de que ésta sea una iglesia organizada antes de nuestra próxima convención nacional. En enero, uno de los directores de una de las escuelas más grandes contó su testimonio sobre cómo Dios lo alcanzó. Se convirtió del islamismo al cristianismo, y nos pidió que plantáramos una iglesia en las instalaciones de la escuela. Todo esto fue una contestación a las oraciones. El terreno está a nuestra disposición para la construcción de un templo en las instalaciones de la escuela. Los maestros de la escuela están deseosos de que comencemos. Nuestro segundo desafío consiste en la falta de líderes adiestrados que podamos enviar a este campo misionero que está blanco para la siega. Como instruyera Jesús a Sus
discípulos: “Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies” (Mateo 9:38). El obispo Trevor Reid, Codirector Internacional del Ministerio de Jóvenes, ha aceptado la visión de una joven cosecha en Sierra Leona y está efectuando una contribución positiva para ayudar con el entrenamiento. El día 24 de abril de 2012, trajo un equipo de nueve personas para brindar entrenamiento práctico sobre el liderazgo. Tuvimos una asistencia de 45 líderes (tanto experimentados como novatos): 25 de ellos provinieron de Sierra Leona y el resto provino de Senegal, Liberia, Guinea (Conakry) y Guinea-Bissau. Estamos convencidos de que este es un paso agigantado en la dirección correcta para levantar líderes que nos ayuden a convertir en realidad nuestra visión de plantar iglesias en todas nuestras escuelas. Creemos que este es un asunto de urgencia, pues la llegada de maestros musulmanes en algunas de nuestras escuelas hará que sea difícil, por no decir imposible, que alcancemos nuestra meta, a menos que actuemos ahora mismo. El equipo liderado por el obispo Reid también efectuó una histórica cruzada en la iglesia sede. En estos cultos Dios se movió poderosamente cada noche cuando los diversos ministros predicaban la Palabra de Dios bajo la unción del Espíritu Santo. Muchas almas fueron salvadas. Muchos recibieron el bautismo del Espíritu Santo. Esta fue una cruzada histórica debido a que no se veía la manifestación del Espíritu Santo en las iglesias desde hace varios años. Pero durante esta cruzada vimos a personas ser derribadas al suelo por el Espíritu Santo y que, al levantarse, hablaban en otras lenguas, tal como en el libro de los Hechos. ¡Gloria a Dios! Los días 4-6 de mayo de 2012 celebramos nuestra 24ta Convención Nacional. Para nosotros fue un privilegio y un gozo recibir un maravilloso equipo de Norteamérica. El mismo estuvo integrado por el obispo Trevor Reid, Jan Couch y su esposo —representando a las Oficinas Internacionales, el obispo Earl McKay y su esposa, el obispo Clarence Laney, el obispo Derrick Cornwall, el obispo Owen Martin y el obispo Tim McCaleb. La aportación del equipo a la convención nacional fue muy excelente. El tema de la convención fue “Conquistando Nuevas Fronteras”. Al momento de terminar la convención el domingo en la tarde era evidente que tanto los líderes como los laicos habían adoptado el espíritu de conquista. Muchos dijeron que ésta fue una de las convenciones más llenas del Espíritu que hayamos tenido. Es alentador saber que la membresía pagó el 45 por ciento de los gastos de la convención. Basándonos en el número de asistentes en esta convención, nos vimos obligados a comenzar a hacer planes para un nuevo lugar para la convención nacional de 2014. Con este fin, el Comité de Finanzas y Mayordomía ha retado a las iglesias a que dupliquen su contribución para los gastos de la convención nacional. Además, gracias a la ayuda del Comité de Finanzas de África, hemos adquirido ocho parcelas valiosas. Estamos confiando en que nuestro Señor proveerá los recursos para que podamos construir un edificio multiusos para que sea la sede de nuestra convención nacional. mensajeroalablanca@wwph.com 25
Campos misioneros
Hemos puesto la mira en tres áreas, y hemos nombrado un equipo de evangelismo para que trabaje junto conmigo como supervisor nacional. Nuestro objetivo es establecer una misión en estas tres áreas que consideramos estar maduras y listas para ser cosechadas. Nos encontramos en la temporada lluviosa, pero el equipo está empleando este tiempo para orar y crear estrategias de manera que, una vez ésta haya terminado, podamos implementar nuestros planes.
Crecimiento numérico
Sin duda, en los pasados 20 meses hemos experimentado el mayor crecimiento en la historia de la iglesia en Sierra Leona. Hemos ganado 198 miembros. Aunque esto no parezca ser un número significativo en comparación con otras áreas del mundo, en Sierra Leona esto se considera ser una gran mejora.
Escuelas cristianas
La Iglesia de Dios de la Profecía es uno de los movimientos más antiguos que operan en el país de Sierra Leona, y tiene 35 escuelas primarias y guarderías y dos escuelas secundarias. Todas estas escuelas son subvencionadas por el gobierno, pero deben ser mantenidas por la iglesia. Sin embargo, con el paso de los años, se descuidó mucho el mantenimiento de las escuelas. Hay un total de 10,236 estudiantes en nuestras escuelas, los cuales se desglosan en 4,788 varones y 5,448 féminas. La mayoría de estas escuelas se encuentran deterioradas y sobrepobladas. Bajo la nueva supervisión nacional, se están realizando intentos de cambiar la situación, por causa del gran potencial para la joven cosecha. En todas estas áreas existe un llamado urgente a plantar iglesias. En mayo de 2012, un grupo de líderes de los Estados Unidos de Norteamérica y Jamaica visitaron algunas de nuestras escuelas y fueron grandemente conmovidos por las
Proyecto de agricultura
Iniciativas de empresas pequeñas
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Hemos realizado trabajos exhaustivos en los templos —uno de ellos se encuentra en una comunidad predominantemente musulmana. Comenzamos este edificio desde cero, y ahora está en espera del techo, el piso, las ventanas y las puertas. Hay un segundo templo que construimos desde cero, y que también necesita de techo, piso, ventanas y puertas. Se pueden completar estos trabajos especificados con aproximadamente $4,000 dólares. También hay otros tres edificios sin terminar, para los cuales requerimos de ayuda financiera para poder completarlos. No obstante, ya hay personas adorando en estos templos.
condiciones existentes, al igual que por el estudiantado y el personal. La escuela de Makeni tiene más de 500 estudiantes matriculados y está produciendo algunos de los estudiantes más brillantes de todo el país. Esta área necesita una escuela secundaria que brinde educación adicional a los estudiantes que se gradúan de las escuelas primarias, para evitar que entren en otras escuelas ‘basadas en la religión’. Los maestros están rogando por un edificio de la iglesia que albergue a los padres y estudiantes del área. El Dr. Gary Riggins, catedrático de educación en la Universidad Lee, en Cleveland, Tenesí, visitó nuestras escuelas en un esfuerzo por iniciar un nuevo capítulo en la historia de Sierra Leona. El Dr. Riggins fue el primer director escolar de la Escuela Secundaria Tomlinson en Songo en la década de 1970. El Señor le puso en el corazón que iniciara un proyecto de pasantía en Songo hace varios años. Su visita, ocurrida en mayo de 2012, produjo favor con los directores escolares, el personal
y el Ministerio de Educación. Esto seguramente será un momento histórico para las escuelas de la IDP y para la Iglesia de Dios de la Profecía en Sierra Leona. Estamos haciendo planes para recibir a los primeros maestros en prácticas para finales de enero de 2013. En nuestra visita al Ministerio de Educación, el Director de Educación mencionó que esto pudiera ser un proyecto continuado que abarque a otros distritos escolares en Sierra Leona. Oremos para que Dios siga bendiciendo los esfuerzos del Dr. Riggins y la Universidad Lee.
Proyectos autosuficientes
Estamos muy agradecidos con las Oficinas Internacionales y nuestros donantes por su patrocinio durante todos estos años. Reconocemos que todos estos esfuerzos podrían ser interrumpidos por causa de los cambios económicos. Por lo tanto, nos hemos embarcado en varios nuevos proyectos (5) con el fin de volvernos económicamente independientes: Varias escuelas están en malas condiciones y necesitan atención inmediata. Es casi inconcebible que los niños estén aprendiendo en instalaciones tan deterioradas. Por ejemplo, la Escuela Portee, en la ciudad capital de Freetown, tiene más de 500 estudiantes en tan sólo tres salones de clases. Al presente, la escuela opera en dos turnos para poder dar cabida a los estudiantes, pero el gobierno quiere eliminar el segundo turno. Si alguno desea darnos una mano de ayuda, le imploramos que se ponga en contacto con el departamento de “La Mano que Ayuda” en las Oficinas Internacionales de la Iglesia de Dios de la Profecía. Se necesitan aproximadamente $2,000 dólares para estas reparaciones, o para construir aulas adicionales.
Un Fondo de Desarrollo Nacional, al cual cada iglesia local se compromete a realizar contribuciones anuales para la operación y desarrollo de la obra en la nación.
Queremos expresar el más profundo agradecimiento por nuestros donantes, los cuales nos han patrocinado por muchos años, a saber: nuestros socios misioneros, la iglesia de Calgary por su patrocinio a los niños que quedaron atrás, a las Oficinas Internacionales, a la iglesia de West End, los que enviaron ofrendas individuales, a Canadá Oriental y el Comité de Finanzas de África. Que Dios continúe llenando sus graneros de recursos y sus corazones de compasión.
Levi Clarke mensajeroalablanca@wwph.com 27
Ben Duncan High Point, Carolina del Norte
Elías y la viuda
1 Reyes 17:8-16: Vino luego a él palabra de Jehová, diciendo: Levántate, vete a Sarepta de Sidón, y mora allí; he aquí yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente. Entonces él se levantó y se fue a Sarepta. Y cuando llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña; y él la llamó, y le dijo: Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso, para que beba. Y yendo ella para traérsela, él la volvió a llamar, y le dijo: Te ruego que me traigas también un bocado de pan en tu mano. Y ella respondió: Vive Jehová tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y nos dejemos morir. Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo. Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra. Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías; y comió él, y ella, y su casa, muchos días. Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías. 28 M e n s a j e r o A l a B l a n c a m a r z o / a b r i l d e 2 0 1 3
El profeta Elías había profetizado sequía sobre la tierra. Él fue sustentado inicialmente con el agua del arroyo de Querit y por cuervos que le llevaban alimento; sin embargo, este sustento se agotó pronto; pero Dios proveyó para Su siervo fiel. Para el creyente, cuando se agotan los recursos, Dios encuentra otra solución. Dios le informó a Elías que Él había hablado con una viuda en un pueblo cercano y le ordenó a ella que lo sustentara (17:9). Observe, ¡Dios le había hablado al profeta y a la viuda! Cuando Dios trabaja con un lado, también trabaja con el otro. Entonces Elías obedeció la palabra de Dios y se fue al pueblo de Sarepta y allí se encontró con una viuda que juntaba leña en la entrada de la ciudad. Él le pidió una pequeña cantidad de pan y agua. Es interesante escuchar su respuesta, la cual muestra su perspectiva de derrota.
Una perspectiva de derrota expuesta (17:12)
Aunque la viuda también escuchó Palabra de Dios, ella dudó en obedecerla. ¿Por qué? Ella vio su situación desde una perspectiva humana. Ella se vio sola, pobre, importunada, desesperada y muriendo. ¿Por qué no pudo verse ella como Dios la veía? Desde la perspectiva de Dios, ella no estaba sola, pero en com-
pañía con Él (Él estaba hablando con ella). Quizá pensó la viuda, “¿Acaso no entienden Dios y Su profeta que solo tengo suficiente alimento para mi hijo y para mí?” Aunque solo tenía unos cuantos leños (para hacer fuego), un puño de harina (para hacer un pan), un poco de aceite (para hacer el pan), ¡ella no era pobre! En comparación, el profeta no tenía nada, por lo tanto, ella estaba en mejores condiciones que él. Pero más importante aun, debemos notar que ella tenía estos temores porque se consideraba como la dueña de estos bienes y también la única que corría el peligro de perderlos todos. En contraste, una perspectiva más exacta es que ella era administradora de estos bienes y que el Dueño, Dios, quería que ella los usara para glorificarlo a Él, bendecir a Su profeta y ser bendecida ella a través de la obediencia. Cuando nos vemos como mayordomos, no dueños, entonces nos damos cuenta que no tenemos nada que perder. Este entendimiento nos transfiere del temor a la fe, tal y como vemos que sucedió en ella. La viuda también no fue importunada por la petición del profeta de ser alimentado o la orden de Dios de sustentarlo. Ella, el profeta, y otros se han preguntado por qué Dios le ordenó a ella con sus escasos recursos a comprometerse a un ministerio de sostener otra boca cuando no podía ni proveer para ella misma y los suyos. “¿Por qué no elije Dios a alguien que tiene más recursos?”, quizá pensó ella al yuxtaponer la orden de Dios a ella (por Su Espíritu) con la Palabra de Dios viniendo de la voz del profeta. ¿Acaso no podía ver que Dios la había elegido, incluso “ungido” de todas las personas del pueblo, para tener el privilegio de ser un instrumento en Su mano? Primera de Corintios 1:26-31 nos dice que las decisiones de Dios desconciertan a la humanidad. ¡Esto asegura que solo Dios sea glorificado! ¿Cómo se ve usted mismo y sus circunstancias hoy día? Se ve usted solamente como el dueño de recursos limitados, poco dispuesto a obedecer al Espíritu y la Palabra de Dios, desesperado y muriendo? ¿Por qué no verse usted con fe como Dios lo ve? Dios es el Dueño de todo y Él ha puesto en sus manos más de lo que otros poseen, −puesto que Dios tiene recursos ilimitados− para bendecir a otros, ser usado por Él para cumplir el propósito que se debe llevar a cabo −vivo y en comunión con Él.
Confianza y prioridad expresada
En los versículos 13-18 de 1 Reyes 17, la viuda ahora tiene una nueva perspectiva. Sin duda, ahora se ve a sí misma como instrumento de la gloria de Dios. De todas las personas en el pueblo que pudieron haber sido elegidos para llevar a cabo esta tarea (la máxima bendición), ella se siente privilegiada al ser la persona escogida para esta tarea de Dios. Lo que a principio era una carga para
ella ahora es una bendición. ¿Cómo se ve usted hoy a la luz de lo que Dios le está pidiendo? Como la viuda, tengamos nueva confianza y prioridad. Ya ella no pondría a su familia, su hogar, y a ella misma en primer lugar; sino que pondría a Dios y a Su profeta en primer lugar. Ella daría “las primicias” de sus bienes para Dios tal y como Su profeta le había instruido. Por lo tanto, ella con gran fe y obediencia añadió obras (haciendo así su fe una fe viviente, véase Santiago 2:20-26), y preparó la primera porción de su agua y alimento para el profeta. La viuda midió el riesgo contra el beneficio. Ella estaba dispuesta a dejarlo todo para poder ganarlo todo y más. De alguna manera sabía que podía confiar en la Palabra de Dios por medio de Su profeta. El misionero Jim Elliot tuvo la misma perspectiva y prioridad cuando dijo, “Es sabio aquél que da lo que no puede conservar, para ganar lo que no puede perder”. En este contexto, Jim se refiere a perder su vida, sueños, planes, familia, recursos, etc…para modo de ganar la vida eterna que Dios quiere para usted, y las bendiciones en esta vida también (véase Marcos 8:34-37; 10:28-30). Sin embargo, eso es lo que Dios quiere que hagamos —ponerlo a Él en primer lugar en nuestras vidas (Mateo 6:31-34) y luego confiar que Él se encargará de nosotros y nuestras necesidades, las cuales Él ya conoce.
Un cambio en provisiones experimentadas
¡Cuán contentos habrán estado la viuda, su hijo y su hogar cuando descubrieron alegremente que Dios cumple Su Palabra! Nunca escaseó la harina en la tinaja ni el aceite en la vasija durante la sequía. Ella pudo sustentar a su familia debido a la bendición del SEÑOR que vino a través de su obediencia a Él. ¡Dios quiere bendecir a Su pueblo y les pide, a través del profeta Malaquías, que Lo prueben y vean si no serán abundantes Sus bendiciones! “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde” (Malaquías 3:10). ¿Cómo se ve usted hoy día? ¿Como dueño o mayordomo de los recursos en su posesión? ¿Cargado o bendecido por las tareas e instrucciones del SEÑOR? ¿Con poco? ¿O con poco, más Dios, lo cual equivale a mucho? ¿Enfocado solamente en sus necesidades o listo para compartir aquello que tiene al poner a Dios primero? ¿Dispuesto o poco dispuesto a ser utilizado por Dios en Su gran plan? ¡No permita que el estrés económico, las necesidades básicas de la vida, ni las distracciones del mundo le roben la tremenda bendición que Dios espera derramar sobre usted! Cuando Dios bendice, “¡se puede obtener todo!”
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Brasil
El Centro para Liderazgo Bíblico – (Módulo Regional) concluyó en el mes de noviembre; este es el quinto estado alcanzado con el programa. Después de haber sido enseñado en Pernambuco, Rio Grande do Norte, Espíritu Santo y Minas Gerais en esta ocasión, los líderes del estado de Rondônia fueron instruidos sobre los temas: (Fundamentos), Historia, Gobierno y Doctrina de la Iglesia de Dios de la Profecía. El supervisor nacional impartió la clase “Aplicación de la Disciplina, Historia y Gobierno”, y el secretario nacional de educación cristiana, el hermano Amado Silva impartió la clase “Doctrina de la Iglesia”. Ochenta y cuatro estudiantes recibieron sus certificados el 25 de noviembre, y concluimos con una fiesta y un hermoso servicio al Señor, donde mucha gente pudo sentir la manifestación del Espíritu Santo.
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En septiembre pasado el estado de Rio Grande do Norte recibió estas instrucciones con una asistencia de 66 líderes y pastores. En cuanto al tema sobre la “Cosecha Joven” de la Visión 2020, el 75% de los participantes son jóvenes entre 12 a 35 años, quienes se están preparando para desarrollar un ministerio saludable a los moldes de la iglesia primitiva y alineados con la visión de la Iglesia de Dios de la Profecía. A Dios sea todo honor y gloria por alcanzar un Estado más con este proyecto a través del Departamento de Educación Cristiana.
DeWayne Hamby Editor Administrativo
Dios no se ha olvidado de usted Cuando conduzco mi automóvil tengo la tendencia natural, como varón, de no querer detenerme para preguntar cómo se llega a un lugar. Pero hay otros peores que yo, con los cuales he viajado como pasajero. Cuando comienzo a preocuparme por mi seguridad en un territorio desconocido, no me resisto a detenerme y preguntar en la gasolinera local. Pero la mayor parte del tiempo me gusta llegar al lugar por mi propia cuenta, sin la ayuda de otros. ¿Entiende alguno el por qué? Cierto día, mientras trataba de determinar en qué lugar me encontraba, me metí en una carretera que me pareció ser la correcta. Aun si realmente no lo fuera, yo estaba seguro de que podría llegar a mi destino o a un lugar conocido porque, después de todo, vivo en el pequeño pueblo de Cleveland, Tenesí. Tras conducir por media hora en una carretera rural, y en un área completamente desconocida, estaba comenzando a sentirme frustrado. No sabía que uno podía extraviarse en un lugar tan conocido. Yo creía que sabía el camino. Mi viaje malogrado me hace pensar en cómo algunos cristianos llegan a estos momentos de incertidumbre a través de la vida. Podemos ver que nuestras vidas van encaminadas hacia una dirección particular y con la ayuda (o desayuda) de unos pocos consejos errados y nuestros propios esfuerzos por llegar a nuestro destino, nos llenamos de ansiedad y preocupación. Nos
preguntamos si habremos de terminar a solas en algún lugar fuera del mapa. Para ser sincero, debo confesar que, a través de los años, le he preguntado a Dios si Él estaba o no consciente de las dificultades particulares a las que yo me enfrentaba. Al llegar a una encrucijada, me quedo esperando. Y todavía sigo esperando. Algunos pudieran sentir que esto es como jugar a las sillitas musicales, caminando alrededor en círculos. Cuando deje de sonar la música, ¿habrá una silla vacía en la que uno pueda sentarse? Lo que realmente queremos preguntar es: “¿Acaso no me ves, Señor?” Pasamos de la certidumbre a la incertidumbre, y miramos al cielo en espera de una señal, una garantía de que Él tiene todo bajo control. Dios ciertamente tiene el control. “Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza” (Jeremías 29:11, NVI). Dios nos ve. Él tiene nuestro destino en Sus manos, y quiere guiarnos a lo largo de esta jornada. Nos ha dicho: “No temáis”, puesto que, aunque las aves del cielo tienen valor para Él, nosotros tenemos mucho más valor para Él (Mateo 10:31). Si Dios nos co noce, ¿de qué tenemos que preocuparnos? Muchas veces, Dios ha dispuesto los planes perfectos que habrán de llevarnos hacia lo que Él quiere que hagamos, esto es,
lo que habrá de darle la gloria suprema a Él y la suprema realización a nosotros. Cuando nos preocupamos por nuestro futuro, Él nos envuelve en Su amor y nos asegura lo siguiente: “El que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” (Filipenses 1:6). Dios nos habla en los cultos de adoración y nos llama al ministerio por muchos medios. Una vez que el celo inicial se disipa y nos enfrentamos al primer desafío, podemos comenzar a dudar del llamado y la guianza de Dios. Nos preguntamos si Él está en otro lugar atendiendo un asunto más importante, y si tal vez nos toca a nosotros tomar la iniciativa. Terminamos diciendo: “Estoy seguro de que Dios habrá de ordenar mis pasos, pero tal vez tengo que manejar el asunto por mi propia cuenta por un tiempo breve”. Esa es la decisión incorrecta. Con esa actitud, sólo lograremos empeorar el problema. Cierta vez, en un maravilloso culto de adoración, el líder habló sinceramente de sus dudas y ansiedades personales. Reflexionando sobre los momentos en que creía haberse salido de la voluntad de Dios o que Dios lo había abandonado, el líder dijo que oía la voz de Dios susurrándole al oído: “Yo te he llamado”. En los momentos más difíciles de la vida, si logramos acallar las voces de la duda y la ansiedad, podremos oír esa misma voz susurrando palabras de aliento a nuestros oídos. Si usted piensa que Dios no le ve, permítame recordarle que Dios lo ve todo. Si piensa que Él le ha abandonado, permítame decirle que Él todavía está con usted. Y si usted piensa que lo ha arruinado todo con sus intervenciones humanas, permítame asegurarle que Dios puede restaurar todas las cosas.
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Sábado
Búsqueda de huevos de pascua— miles de huevos con premios para los niños y adolescentes por la mañana Drama “Pasión”— una narración dramática y musical de la última semana y la resurrección de Jesús al atardecer
Domingo
Servicio de Pascua al amanecer
También habrá música durante todo el día y el Café Burger Mountain y la tienda de regalos estarán abiertos.