Mensjaero ala Blanca Nov/Dec 2011

“Una Estrella”

Noviembre/Diciembre de 2011

MENSAJERO ALA BLANCA La publicación oficial de la Iglesia de Dios de la Profecía

Shalom

—El Señor es Nuestra Paz

Una estrella, una Estrella

Una iglesia ganadora de almas

Una Noche Allá En Belén

De la comunidad al mundo

Proyecto de 2011 Proyecto edifique un albergue

La iglesia local de Gaborone cuenta con la asistencia de 100 adultos y la asombrosa presencia de 200 niños los domingos. Los horarios de las clases de Escuela Dominical son intercalados para modo de compartir la sala de reuniones. Aun así la mayoría de las clases son impartidas en el patio, bajo la sombra de los árboles en los días soleados; pero no se pueden impartir clases en el invierno o en las épocas lluviosas.

A pesar de esta dificultad, los niños continúan asistiendo fielmente y son evangelistas contagiosos con sus familias. Muchos de los adultos que asisten al servicio del domingo lo hacen porque los niños se movilizaron para hacer crecer a esta iglesia a través de la evangelización de sus familias.

Nuestro sueño es instalar por los menos cuatro albergues con persianas para proteger a estos pequeños discípulos de los efectos del sol, la lluvia y el frío durante sus clases de Escuela Dominical y otras actividades ministeriales.

El costo para construir cada albergue es de aproximadamente $2,500.00 dólares con la mano de obra de voluntarios de la iglesia. También queremos arreglar una parte del patio de la iglesia para ser utilizada como un área de juego con un cajón de arena, columpios y resbaladillas.

El Proyecto Edifique un Albergue contiene actividades creativas e interactivas que involucrarán a los niños en iniciativas caritativas y de oración adecuadas para sus edades que les ayudarán a desarrollar un corazón compasivo por los demás. Para descargar una guía gratuita, visite children.cogop.org ó llame al 423-559-5328.

2 Mensajero Ala Blanca noviembre/diciembre de 2011

La publicación oficial de la Iglesia de Dios de la Profecía

MENSAJERO

Ala Blanca Volumen 61, Número 6 noviembre/diciembre de 2011

Contenido 2 Segmento informativo 3

Noticias Internacionales

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Noticias Internacionales

4 Avanzando hacia el futuro: Sus pensamientos en la Navidad Obispo Randall E. Howard, Supervisor General

6 Artículos 6 Una estrella, una estrella

Carmen Casey 8 Una noche allá en Belén Dorka Rodríguez Cabral 10 Lecciones de los pastores John Newson 13 Shalom—El Señor es nuestra paz Uzziah B. Cooper, padre

19 La primacía de la iglesia local Randall E. Howard 20 Una iglesia ganadora de almas John A. Stone 22 De la comunidad al mundo Clayton Endecott 25 Conferencia emerge

14 La Inmaculada Concepción Milton Gordon 16 El regalo de cumpleaños: Un testimonio Samuel Williams 18 Ayude a los niños a celebrar una Navidad Cristocéntrica Kathy Creasy

26 Las familias saludables edifican iglesias saludables Larry Duncan 28 Los niños fortalecen la iglesia local Jeff White

Internacionales

BOLIVIA Décimo Encuentro Nacional del Ministerio de Jóvenes En el mes de julio de 2011, se realizó en la Villa Bolivariana de la ciudad de Sucre el Décimo Encuentro Nacional del Ministerio de Jóvenes con el lema “EN POS DE SU ESPÍRITU” (LEVANTAR, ALCANZAR Y ENVIAR), en el cual se enfatizó la visión, oración y el evangelismo.

Para esta oportunidad tuvimos la visita del pastor David Bruno de la República de Argentina y los directores nacionales: Ángel Velasco Ramírez, Nelly Villanueva, Raúl Bautista, Juan Llusco, David Villanueva y el Supervisor Nacional Damián Villanueva.

En este acontecimiento muchos jóvenes experimentaron una nueva vida en Cristo, otros la santificación y muchos el bautismo con el Espíritu Santo. La asistencia que se registró fue de 564 jóvenes provenientes de diferentes puntos del país; también vimos como Dios está llamando a jóvenes al ministerio con el deseo de trabajar por la iglesia.

Se vio el gran talento que tienen los jóvenes para realizar los diferentes concursos como: drama, danza y pandero, esgrima bíblico, maratón de texto, conocimiento general de la Biblia e historia de la Iglesia de Dios de la Profecía. Uno de los sucesos para destacar también fue la presencia del grupo de música “Jetsiba”, un grupo bastante antiguo, se puede decir el primero de la iglesia en Bolivia compuesto por jóvenes del pasado y un espíritu joven.

Pedimos sus oraciones por los jóvenes en Bolivia.

Damián Villanueva, Supervisor Nacional

30 ¿Qué hay de nuevo?

30 Noticias Internacionales

31 ¿Escuchas lo que yo escucho?

DeWayne Hamby, Editor

PERSONAL EDITORIAL Editor Ejecutivo: Randall E. Howard • Editor y Publicador: DeWaynne Hamby • Editora Asistente: Pamela Praniuk • Revisión: Departamento Mundial de Lenguajes • Distribución: Josué F. Reyes, Virginia Marrero y Rafael Alvino • Diseño Gráfico: Sixto Ramírez • Junta Editorial: Londa Richardson, Cervin McKinnon, Daniel Chatham, Tapio Sätilä, Perry Horner, Hanny Vidal, Shaun McKinley y Adrián Varlack.

INFORMACIÓN: El Mensajero Ala Blanca es publicado bimestralmente por White Wing Publishing House con oficina internacional de redacción en: 3750 N.W. Keith Street, Cleveland, TN 37312 • México - Impreso por Editorial Ala Blanca (Franqueo Pagado -CR-DF-031-98), Apartado Postal 134-018, México, D.F. C.P. 07421, MÉXICO. Tel: (52-555) 715-6346. • República Dominicana - Impreso por Casa de Publicaciones Ala Blanca, Carretera de Mendoza 222, Villa Faro, D.N., P.O. Box 1792, Santo Domingo, República Dominicana. Tel: (809) 592-0355. Correo electrónico: iglesiaprof@codetel.net.do. • Perú - Impreso por la Oficina Nacional de la Iglesia de Dios de la Profecía en Perú, Ave. Elmer Fausett 1620, Distrito de Bellavista, Callao, Lima, Perú. Tel: 01451-0374. Correo Electrónico: iglesiadedios@gmail.com • Suscripción por un año $10.00 (E.U.A.) o su equivalente en moneda nacional. • Published bi-monthly by the White Wing Publishing House, 3750 NW Keith Street, Cleveland, TN 37312. **Printed in MÉXICO by Editorial Ala Blanca, Apartado Postal 134-018, México, D.F. C.P. 07421, México. Postage paid (CR-DF-031-98). Printed in the Dominican Republic by Casa de Publicaciones Ala Blanca, P.O. Box 1792, Santo Domingo, Dominican Republic. • Printed in PERÚ by The National Office of the Church of God of Prophecy in Perú, Ave. Elmer Fausett 1620, District of Bellavista, Callao, Lima, Perú • Subscription rate for one year: US $10.00 or its equivalent in national currency.

DECLARACIÓN DE FE: La Iglesia de Dios de la Profecía tiene sus raíces en la iglesia establecida por Cristo y bautizada en Pentecostés. Creemos en la autoridad profética y apostólica de la Biblia como la Palabra inspirada, infalible e inequívoca del Dios Trino y en su autoridad única en materia de fe, prédica y práctica. Afirmamos que Jesucristo es Dios encarnado y consubstancial con el Padre, que nació de una virgen y vivió sin pecado. Creemos en Su poder, Su muerte vicaria y expiatoria, Su resurrección corpórea, Su ascensión al Padre y que vendrá por Su iglesia. Creemos en Su reino milenario y eterno. Creemos que Él, con la participación del Espíritu Santo, es el único medio disponible al pecador para reconciliarse con Dios. Afirmamos que Jesucristo es la cabeza de la iglesia y que ésta, Su cuerpo, es llamada a ser santa y sin mancha, a andar como Él anduvo: en amor, humildad, tolerancia, obediencia y misericordia.

Creemos en la unidad de los creyentes, en la realidad del cielo y del infierno, en la resurrección de los salvos para vida eterna con Cristo y de los perdidos para condenación eterna. © Todos los derechos reservados

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Por: Obispo Randall E. Howard, Supervisor General

Avanzando hacia el futuro: Sus pensamientos en la Navidad

Las cualidades divinas como la bondad y generosidad aún pueden ser descubiertas como diamantes en bruto de la naturaleza humana.

Repasemos nuevamente una historia familiar esta Navidad. Algunas cosas no han cambiado desde aquellos días.

Hay gobiernos que aún se encuentran haciendo cosas que no nos gustan. Los impuestos aún continúan siendo una molestia para el hombre común. Viajar a veces es incómodo.

Encontrar alojo durante tiempos de mayor demanda es una lucha. El tiempo para dar a luz nunca parece venir en el mejor momento. Los esposos, como José, todavía tratan de entender en qué ánimo se encuentran sus esposas. Las mujeres, como María, aún mantienen un poco de misterio con los hombres hasta en las mejores relaciones. El nacimiento de un niño todavía atrae admiradores y regalos. Las instituciones y personas poderosas aún parecen no entender en ocasiones. Con frecuencia, sólo algunos individuos lo entienden al principio. Las cualidades divinas como la bondad y generosidad aún pueden ser descubiertas como diamantes en bruto de la naturaleza humana.

Veamos la historia de la Navidad pensando en las palabras de Dios en Isaías: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová” (Isaías 55:8). Esta historia puede ser un microcosmo de la narrativa de la Biblia entera en algunas maneras.

Considere lo siguiente.

Esta historia está llena de hombres comunes escogidos para desempeñar papeles estelares en el drama de Dios. Esta historia está llena de ejemplos que demuestran que Dios trabaja de manera distinta que el hombre. Esta historia está llena de visitas celestiales. Esta historia está llena de hombres y mujeres que creyeron, obedecieron, sacrificaron, y finalmente disfrutaron de la participación en el plan de Dios. Esta historia se trata de un evento no muy común nunca antes visto ni después en la historia. Esta historia hoy en día es exaltada más que cualquier otra, aunque Dios la use para mostrar Sus maneras comunes preferidas con todos aquéllos que creen.

Comencemos con José y leamos esta historia con la siguiente perspectiva: Los pensamientos de Dios no son nuestros pensamientos, y Sus caminos no son nuestros caminos. José escogió la bondad

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y la gracia en vez de su derecho al juicio judío. Él decidió creer el testimonio fantástico de María aunque no tenía evidencia. José simplemente cree y obedece al ángel que le habla. José demuestra gran paciencia mientras que el plan de Dios se está llevando a cabo, con frecuencia a expensa suya.

Segundo, considere cómo Dios selecciona a una niña adolescente sin nobleza para ser exaltada sobre todas las mujeres. Considere cómo se somete María y demuestra fe y entrega en eventos que serían imposibles para cualquiera de nosotros comprender. Considere cómo Dios mira el corazón y toma Sus decisiones basado en cualidades eternas ocultas. María también demuestra que seguir a Dios puede traer dificultades, sufrimiento, malos entendidos y dolor; sin embargo, son coronados con el éxito final.

Imaginemos a los tres magos, quienes demuestran que Dios también puede utilizar extranjeros o inmigrantes para ver Sus señales y las siguen con gran esfuerzo a pesar de que aquéllos a su alrededor parecen ignorarlo.

Y finalmente, consideremos a los pastores, quienes reciben la invitación celestial a pesar de que son pobres y considerados ignorantes en aquellos tiempos. ¡Sorprendente! La llegada de Dios a la tierra mediante un pesebre sorprende toda lógica humana. Vemos visitas de ángeles, sueños e influencias divinas un sinnúmero de veces.

Podemos ver que la fe es un ingrediente activo.

Vemos que cualquier persona puede ser utilizada para hacer cualquier cosa en cualquier momento debido a la gracia de Dios y no debido a su propio estado o habilidades.

A través de toda la historia de la Navidad, vemos cómo Dios utiliza cosas que aparentemente son débiles y tontas para confundir a los fuertes y sabios de la tierra. Vemos cómo Dios confunde repetidamente y vence al enemigo mientras avanza Su voluntad. Esta Navidad, confesemos que Isaías tenía razón sobre Dios. Sus pensamientos no son como los nuestros.

Entonces, postrémonos y acerquémonos a ese pesebre junto a estas personas para experimentar el milagro de la Navidad una vez más.

Internacionales Uruguay Diferentes “No se amolden a este sistema, ni adopten sus filosofías. Ustedes deben ser diferentes desde su manera de pensar, con el propósito de que comprueben por ustedes mismos que la voluntad de Dios es todo lo que es bueno, todo lo que se puede aceptar y agrada, y lo que es perfecto en su esencia” (paráfrasis de Romanos 12:2).

Hacía tiempo que Dios me venía inquietando con “Romanos 12:2”, y mientras buscaba la dirección sobre este primer proyecto, Él me dijo que esta era la mejor manera de comenzar una nueva etapa. El concepto era “arrollador”, “desafiante”,“comprometido”... De manera

que, un día, se nos puso en el corazón la idea de dar el siguiente paso: realizar la primera confraternidad de jóvenes, y así lo hicimos. Presentamos una actividad interactiva, audio visual, en un marco temático, y con escenografía, la cual fue disfrutada por todos los jóvenes. Invitamos a amigos, compañeros y sobre todo nos comunicamos con aquéllos que hacía tiempo no nos acompañaban. Para nuestra sorpresa, llegamos a un número que no esperábamos—¡80 jóvenes! En nuestro contexto, 80 jóvenes es una inyección de aliento y la muestra palpable de la asistencia divina. Fue reconfortante ver la felicidad en los rostros de los chicos. Las palabras de ánimo que brotaron como

gracia de Dios, nos dieron la seguridad de ir en el camino correcto, el de la dirección del amor, pues Él es amor. Tanto las sesiones como los juegos que fueron seleccionados para esta confraternidad tenían una línea temática. Luego, al final, se impartió una corta reflexión para reafirmar conceptos y concluimos con música “ZOOM”. Terminamos cansados, agotados, exhaustos...pero agradecidos, satisfechos y felices por lo que experimentamos.

Tanto es así, que continuamente nos preguntan cuándo será la próxima. En un sistema donde abundan las propuestas sin significado, que solo entretienen hasta que aburren, descubrimos que este es el hermoso precio a pagar por ser definitivamente DIFERENTES. Eder Farías

Brasil Primera Convención Regional de Castanhal - Pará, Brasil Dios nos ha bendecido poderosa­ mente.

En nuestra primera Convención Regional, tuvimos poderosos mensajes y pudimos ver el poder de Dios moverse. Los hermanos están muy animados y puedo ver un futuro muy glorioso en el extremo Norte de Brasil.

Los hermanos han estado envueltos con la proyección de avance en la obra de la Visión 2020.

Una hermana nos donó un terreno bastante grande en el campo, cerca de 30 kilómetros de Castanhal, donde se podrá

hacer en el futuro campamentos, retiros y muchas actividades más. La gloria y honra sean para nuestro Señor.

Hernandes Fernandes, Supervisor de Brasil

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Artículos

E

ra la mañana de la Navidad de 2009. Nuestra familia pasaba esa Navidad en la playa de la costa este de Australia. Me había despertado temprano en la mañana con la esperanza de presenciar el amanecer sobre el mar. En

el trópico, el sol amanece de repente, así que uno tiene que estar muy atento para presenciar la apertura repentina de esa cortina de luz.

Sin tardar, el sol se levantó, trayendo su fulgor sobre el cielo y el mar.

Mientras disfrutaba del calor de la brisa,

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noté una estrella de la mañana. Admiré su presencia regia, resplandeciendo en el cielo azul. Esta escena me llevó a la descripción de Jesús que se encuentra en Apocalipsis, declarándolo como “…la estrella resplandeciente de la mañana” (Apocalipsis 22:16).

Luego, el Espíritu Santo habló estas palabras a mi corazón: “Si tan solo las personas supieran los planes que tengo para que ellos brillen, aun más brillante que una estrella”. Era una declaración bíblicamente correcta, puesto que Juan 8:12 registra que Jesús dijo, “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”.

Al meditar sobre esta estrella de la mañana y anticipar otra Navidad, recuerdo la letra de una canción navideña, “¿Puedes ver lo que yo veo?”

Dijo el viento nocturno a la ovejita: ¿Puedes ver lo que yo veo?

Arriba en el cielo, ovejita, ¿Puedes ver lo que yo veo?

Una estrella, una estrella Bailando en la noche, Con una cola tan larga como un cometa, Con una cola tan larga como un cometa. ¿Qué tendrán las estrellas que logran cautivarnos? ¿Acaso es la distancia a la que brillan? ¿Es su impresionante contraste ante el fondo oscuro donde se encuentran, o en mi caso, en el cielo azul? Hay algo tanto valiente como tranquilo sobre las estrellas que provoca asombro en la mayoría de las personas. Ninguna cosa creada por los hombres –focos del escenario, faros para la neblina, luces incandescentes o luces de neón– se puede comparar con la gloria magnífica de una estrella.

La canción, “¿Puedes ver lo que yo veo?”, habla de los magos de antaño quienes sabían que un profeta iba a nacer bajo una estrella especial, “… saldrá estrella de Jacob…” (Números 24:17). Entonces, dirigidos por aquello que conocían mejor, los magos viajaron, siguiendo la estrella, hasta presenciar al Dios encarnado. Vemos que debido a que los magos estaban tan cautivados por el brillo de aquella estrella en el cielo, atravesaron desiertos y territorio enemigo. Aparecía la estrella, volvía a

aparecer, los dirigía y se detuvo cuando llegó a su destino.

Cabe notar que la estrella del nacimiento de Cristo no concuerda con la descripción del cometa de alguna constelación o la alineación de planetas. De hecho, sus características son distintas a cualquier cosa que podamos observar en el cielo. Y más interesante aun es que en cuanto la estrella cumplió su cometido de guiar a los magos a Jesús, ya no se escucha más de ella. Al parecer el acto culminante de la estrella que señaló el nacimiento de Cristo fue posicionarse sobre Belén y traer mucha alegría. Mateo 2:10 dice, “Y

decorar un árbol de Navidad este año y le pondremos una estrella conmemorando la estrella de Belén.

Con frecuencia, poner una estrella en la cúspide de un árbol es la última cosa que se hace antes de rodear al árbol de regalos. Quizás como añadidura a nuestra tradición sería bueno hacer una pausa y considerar nuestro propio rol como luz brillante que reciba y aplauda el regalo de Cristo a este mundo. En casi cada familia, cada vecindario y cada comunidad, alguien que ha tenido que soportar la noche espera la promesa de un nuevo día. Nosotros podemos ser estrellas de la mañana en sus vidas,

Hay algo tanto valiente como tranquilo sobre las estrellas que provoca asombro en la mayoría de las personas.

al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo”.

Mientras avanzó esa mañana de Navidad, el sol comenzó a dominar el día, la estrella de la mañana, tal como la estrella de Belén, comenzó a apagarse.

Había cumplido fielmente con su propósito, aparecer en las primeras horas del día y después permanecer en la mañana con suficiente tiempo para dar testimonio del comienzo de un nuevo día. Nuestro sol, la estrella más cercana de la tierra, procedió a ser la luz y poder vivificante de aquel día.

Asimismo, nosotros debemos de ser estrellas de la mañana que seden su lugar al Sol de justicia. Proverbios 4:18 dice, “Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto”.

Cristo es la luz de este mundo; Él da luz y vida. Debemos vivir aquellas palabras que habló a nosotros: “Vosotros sois la luz del mundo”.

Muchos de nosotros vamos a

señalando la llegada de Cristo a ellos personalmente.

Usted y yo hemos sido creados de manera individual para glorificar a Dios en este mundo de tinieblas. No sólo hemos visto la Luz, sino que tenemos a la Luz. Y dentro de esa Luz vivimos, nos movemos y somos. Que nuestra luz brille de manera que guíe a los hombres del pecado a la gloria. Mateo 2:2 registra las palabras de los magos: “¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle”.

Que se escuche de aquéllos perdidos en la oscuridad de este mundo que ven en nosotros la Luz de este mundo, Jesucristo. Que nuestra fidelidad al reflejo de la estrella resplandeciente provoque que muchos Le adoren.

Carmen Casey, pastora Queensland, Australia

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Una noche allá en Belén

L

ucas 2:8, 15 nos dice que: “Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban

las vigilias de la noche sobre su rebaño. Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido”.

El inicio de la vida de Jesús en la tierra comienza en Belén. Su nacimiento es lo más importante de la historia de la humanidad. Éste cambiaría para siempre el destino de los hombres (porque dividió la historia del mundo), cambiaría la vida de aquéllos que en Israel esperaban la redención de Dios y

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de todos los que esperaban al Mesías, y aun de nosotros los que hemos creído en el Hijo de Dios como Redentor y Salvador—el que hace que nazcamos de nuevo. Este acontecimiento tiene su principio en Belén, por causa del empadronamiento, y también por la profecía de Miqueas.

Belén significa: casa de pan, y era proféticamente el lugar apropiado para que naciera Jesús el Pan de Vida (Miqueas 5:2). La ciudad de Belén está situada al sur de Jerusalén, en la región de Efrata, que significa: fructuoso, indicando así los dos nombres, la fertilidad del lugar. Fue de Belén que salió Elimelec con Noemí y sus hijos a Moab, cuando hubo escasez en la tierra. Allí en Moab, sus hijos se casaron con mujeres de esa ciudad. Después de haber muerto Elimelec y sus hijos, Noemí escuchó que Jehová había visitado su pueblo para darles pan y decidió regresar. Orfa se devolvió, pero Rut siguió con Noemí. Al llegar a Belén, Noemí debía buscar un familiar cercano que las redimiera y de paso se casara con la viuda de su hijo. Dios estaba en el asunto y permitió que Rut segara en los campos de Booz, quien a su vez era hijo de Rahab la ramera, pero a quien Dios había restaurado. Todos conocemos el resto de la historia. Booz y Rut se casaron y vinieron a ser los abuelos de David, por eso Belén, que pertenecía a la tribu de Judá, se considera la cuna del rey David y Jesús es descendiente del linaje de David. ¡Qué maravilla!

Para la época del nacimiento de Jesús, el país se hallaba bajo el imperio romano y todos sus habitantes debían ser empadronados en su lugar de origen, no importando dónde se encontraban. Fue por esa razón que José, el esposo de María, que era descendiente de David, debía llegar a Belén para ser censado. Esto lo vemos en Lucas 2:1-5: “Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo

fuese empadronado. Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria. E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad. Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David; para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta”.

Los versos 6 y 7 nos dicen que estando ellos allí, en Belén, se cumplieron los días de su alumbramiento, porque la palabra profética de Miqueas tenía que cumplirse: “ Pero tú, Belén Efrata…de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad” (5:2). No había coincidencia, la profecía se debía de cumplir y eso fue lo que sucedió, se cumplió.

Al llegar tanta gente a Belén a empadronarse, todos los albergues, mesones y casas de huéspedes estaban llenos. Dondequiera que José y María llegaban, se les negaba la oportunidad de albergar, claro, los dueños de los lugares de hospedaje, desconocían que el Rey de reyes estaba por nacer. Por lo tanto, se perdieron la gran bendición de haber tenido a Emanuel entre ellos.

Sin embargo, los animales del pesebre, donde José y María escogieron o más bien encontraron para pernoctar, fueron más privilegiados y creo que si hubieran podido hablar, hubieran alabado a Dios por ese gran privilegio de ser testigos de ese hermoso y bendecido acontecimiento.

El nacimiento de Jesús fue seguido por un espectacular anuncio. En Lucas 2:8-20, la Biblia nos narra que “Había pastores en la misma región, que

velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. (Nos deja claro que estaban al aire libre. La temperatura en esa región para la fecha probable que nació Jesús, oscila entre los 45 y 60 grados centígrados aproximadamente.)

Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor.

Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor”.

El verso 15 dice que cuando “[las huestes celestiales] se fueron de ellos al cielo [después de haber alabado a Dios], los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado. [Fueron], apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre, [testificando de cómo Dios los había visitado dándoles el anuncio del nacimiento del Mesías]”.

Jesús nos dio el ejemplo de humildad al nacer en un pesebre rodeado de animales. Una ciudad pequeña vino a ser el escenario del más grande acontecimiento de la humanidad, el nacimiento del Hijo de Dios encarnado. Recuerde, que algo pequeño puede ser grande en las manos de Él. Que la bendición del anuncio celestial que escucharon los pastores de lo que sucedió una noche allá en Belén, le sature no solo en esta época, sino siempre.

Dorka Rodríguez Cabral

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Lecciones de los

pastores

(Basado en Lucas 2:8–16)

María y José llegaron a Belén, la ciudad de sus ancestros, para ser registrados en el censo. María estaba embarazada, y a punto de dar a luz. No había alojamiento en el mesón cercano, así que encontraron alojamiento en un establo – seguramente una cueva– calentada por el calor de los animales en la paja

10 M e n s a j e r o A l a B l a n c a n o v i e m b r e / d i c i e m b r e d e 2 0 1 1

llena de moho. Tan pronto llegaron a este pobre alojamiento María entró en dolores de parto, y nació Jesús.

En los montes de Judea, los pastores apacentaban sus ovejas. Estos hombres y sus familias eran de una clase social baja —dueños/operadores, obreros, hombres de negocios pequeños, empleados por contrato, de la sección más baja del espectro económico. Esta noche, como tantas otras, se encontraban haciendo lo que hacían cada noche —apacentaban sus ovejas. Sin ovejas no había ingresos.

Las ovejas requieren constante cuidado y supervisión, día y noche.

Sin embargo, algo le sucedió a este grupo que interrumpió la monotonía de esa noche fría, oscura y larga de una manera inolvidable. En mi mente, puedo imaginar una fogata que se consumió hasta las cenizas. Este grupo de diversos hombres jóvenes y ancianos se encontraban recostados o sentados con las piernas cruzadas alrededor de la fogata. Se había terminado la cena y habían terminado de platicar mientras que uno de los pastores comenzó a tocar la armónica. (Solo es mi imaginación.)

La música era suave, la fogata estaba caliente, dando así la perfecta introducción para una noche tranquila.

Imagine que usted es un pastor, se

le comienzan a cerrar los ojos del sueño y comienza a bostezar. Justo antes de entregarse al sueño, de repente de la nada, se ve rodeado de una luz brillante y cegadora como los primeros rayos del amanecer. Es difícil enfocar los ojos porque los está tratando de proteger, y comienza a tomar unos pasos en retroceso. En medio de la confusión, gritos de terror y ollas cayendo al fuego, se escucha una voz.

Era una imagen envuelta en luz. Él no está gritando, pero lo puede escuchar tan claro como una trompeta.

Comienza diciendo,“No temáis” (Lucas 2:10), y usted dice,“¿En serio? Ya es un poco tarde para eso”.La voz continúa diciendo: “Porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo”.

En este momento, ya usted está más calmado. Mientras se tranquiliza, sale de su escondite, y rápidamente deduce dos hechos: debe ser un ángel, y si él hubiera querido hacernos daño ya estaríamos muertos. Con su curiosidad en aumento, decide verlo cara a cara.

El ángel continúa hablando con voz clara: “Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor” (v. 11). Usted sabe qué significa eso —el Cristo, el Mesías, el Ungido, el Señor. En su mente comienzan a venir pensamientos de enseñanzas e

instrucciones pasadas sobre el Mesías, Aquél que había de venir para salvar al pueblo de Dios de la esclavitud y volver a enderezar al mundo. “¿Será esto verdad?”, se pregunta mientras continúa hablando el mensajero.

“Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre” (v. 12). ¿Un Salvador? ¿Un Mesías? ¿Belén? ¿Un niño? ¿Un pesebre? Antes de usted poder comprender completamente lo que está diciendo el ángel, el cielo alrededor de este mensajero se alumbra con miles —quizás cientos de miles o más— de ángeles iguales al primero, un panorama de imágenes brillantes disipando las tinieblas con luz aun más brillante que la luz del día.

Esta vez está más asombrado que atemorizado por el resplandor de este ejército angelical llenando el cielo con un panorama y sonido maravilloso. Es diferente a cualquier cosa que haya escuchado anteriormente —armonioso, claro, jubiloso y poderoso. “¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!” (v. 14) Mientras continúa observando, sin hablar y sin moverse, la multitud de ángeles desvanecen dejando en su lugar mensajeroalablanca@wwph.com 11

las estrellas del cielo. Usted se pone de pie en esa noche fría, silenciosa y oscura en asombro hasta que algo se acerca a usted y capta su atención. Ahora que puede volver a ver a su alrededor, usted ve a sus compañeros, de quienes se había olvidado por completo en la confusión y esplendor inicial, esparcidos de aquí para allá. Algunos están escondidos detrás de las rocas, algunos están acostados en el pasto y otros están parados. Todos están asombrados mirando hacia el cielo.

Cada expresión muestra las mismas preguntas: ¿Qué acaba de suceder? ¿Viste eso? ¿Me he vuelto loco? Las miradas afirmantes y gestos dan lugar a las palabras, usted comienza a darse cuenta que no está loco y no fue un sueño porque los demás vieron lo mismo.

Alguien grita, “¡Vayamos a Belén a ver aquello que nos anunció el ángel del Señor!”

Todos se preparan rápidamente para el viaje a Belén. Entonces comienzan a caminar apresuradamente por el camino oscuro hacia la ciudad de David, riendo juntos y compartiendo historias de cada reacción personal al evento indescriptible que acababa de ocurrir.

Sin embargo, en medio de las charlas usted recuerda, “¿Y las ovejas?”

Mientras vuelve su mirada hacia ellas, las ve descansando tranquilamente bajo la luz de la luna. “¿Quién cuidará de las ovejas mientras no estemos? Si no llegamos antes del amanecer, quizá se alejen y tendremos que pasar días reuniéndolas nuevamente”.

¿Qué haría usted?

Si usted fuera uno de los pastores de aquella noche, seguiría caminando.

“Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre” (v. 16).

Es su elección hoy. ¿Dejaría usted su rebaño en el campo y sus otras posesiones para ir a adorar a Cristo? ¿O se dejará dominar por las presiones de los negocios y el comercio, actividades que hace en su tiempo libre u otras responsabilidades que siente que no puede dejar aun por unos momentos cada día, una o dos horas a la semana?

Muchas veces, ofrecemos poco tiempo para adorar, honrar y alabar al Salvador, el ungido, Emanuel:“Dios con nosotros”. Él es Aquél que nos da más que un día festivo. ¡Él nos da vida eterna! ¿Aún hay hombres y mujeres de Dios que dejarán sus rebaños, poniendo su búsqueda por Él antes de sus propios intereses y preocupaciones personales? ¿Aún hay personas como los discípulos, quienes al momento de escuchar “Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres” (Mateo 4:19), dejan sus redes, salen de sus barcos y dedican sus vidas para seguirle a Él? ¿Qué significado tiene la frase—“Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame” (Lucas 9:23)—en la Navidad o en cualquier otro momento del año?

No era que estos pastores iban a perder su rebaño completamente mientras iban a adorar, pero cada momento que pasaban lejos de sus rebaños exponían a sus ovejas al peligro y a tener que hacer trabajo extra. Estas preocupaciones no los desviaron de adorar, la búsqueda de una relación íntima y profunda con Dios. Los pastores eligieron seguir. ¿Y usted?

Si hubiéramos visto lo que vieron los pastores esa noche, ¿no sería diferente “la iglesia”? ¿Nos expondríamos nosotros más personalmente? ¿No sería más largo y frecuente nuestro tiempo a solas con Dios? Al fin de cuentas, es difícil ignorar el llamado de un ejército de ángeles apareciendo en una exhibición espectacular de la gloria de Dios, cantando para que los pastores quedaran en silencio. Pero de la misma manera, ¿no debería ser difícil para nosotros ignorar el coro de cientos, si no miles, de bendiciones de Dios en nuestras vidas, cantando sobre el amor de Dios quien ha comprado la vida eterna para nosotros? ¿Acaso merece menos amor Cristo hoy? Cuando Él vino como bebé, esto causó que los cielos rebosaran de alegría angelical, ¿cuánto más debemos adorarle a Él ahora que fue a la cruz y pagó el precio por nuestros pecados?

Y como si esto no fuera suficiente, ¡Él se levantó de los muertos! Y como si eso no fuera suficiente, ¡Él ascendió al cielo! Y como si eso no fuera suficiente, ¡Él volverá pronto! ¿Qué estamos esperando? Siempre será el tiempo indicado para buscar una relación profundamente personal con Él. ¡Adórele!

John Newson Olathe, Kansas

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Shalom—El Señor es nuestra paz

L

a Navidad ha sido por mucho tiempo una época de fiestas —comida, bebida e intercambio de regalos especiales. Mientras que algunos disminuyen su nivel de seguridad durante estas fiestas, muchos otros ceden totalmente y vencen el aislamiento personal. Los indicadores de paz pueden ser alterados por los jefes de seguridad nacional como en otros tiempos, pero la cristiandad continúa tomando tiempo para reflejar el verdadero Dador de la Paz. Él, el Cristo en la Navidad, asegura la paz y la seguridad ya que Su Padre es para siempre Jehová Shalom.

Mientras un sombrío tiempo económico amenaza la segura comodidad, la Navidad sigue siendo una época de paz y gozo, trae regocijo como el tiempo en el que el mundo recibió a Su Rey. Este Rey mueve el corazón de la humanidad para prepararle lugar mientras la naturaleza emplea cantos de gozo y escucha mientras el campo y el mar, las rocas, los valles y los collados repiten sonidos de gozo. Nuestro intercambio de regalos y momentos de alegría recrean el regalo de Dios para los que no lo merecen: “Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mateo 1:21).

Solo aquéllos que aceptan este precioso regalo pueden celebrar al Cristo de la Navidad. No negamos el hecho de que la época de la Navidad una vez dio a luz muchos aspectos paganos. Además, no argumentamos el hecho que reemplazar a Cristo como nuestro objetivo de alabanza en cualquier momento del año es idolatría.

Aún así, la iglesia continúa testificando que la Navidad es un momento para reafirmar que Jesús es “. . . Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (Isaías 9:6).

Es Él, “el Príncipe de Paz”, quien proporciona completa solidez, seguridad y contentamiento en medio de una economía apretada por la incertidumbre. Las condiciones de recesión han quitado el disfraz de la paz que las compras de la temporada y festividades traen, permitiendo al verdadero Dador de la Paz tener preeminencia.

“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” (Juan 14:27).

Eirene {i-ray’-nay}, la palabra griega para paz, es el estado de tranquilidad nacional o espiritual. La desobediencia de hoy ha permitido que nuestros países, ciudades y comunidades experimenten peligros. Asimismo, los hijos de Israel tentaron a Dios permitiendo que los “. . . madianitas, los amalecitas y los hijos del oriente . . . ” (Jueces 7:12) se aglomeraran como langostas, tomando su tierra y esclavizando al pueblo de Dios.

Esta invasión humilló a víctimas al punto de la inanición, y a pesar de su desobediencia, Dios ordenó a Gedeón a ser su libertador.

A pesar de que Gedeón pensaba que era el menor de su humilde familia, aceptó el reto de ser el que restaurara la paz en Israel en ese momento.

Para este objetivo, Gedeón preparó un sacrificio para Dios con carne de cabra y pan sin levadura como un símbolo de agradecimiento; pero

para su sorpresa, un fuego milagroso consumió el sacrificio. En medio del temor a la muerte, porque vio a un ángel cara a cara, la paz de Dios le dio confianza a Gedeón. Como un acto de agradecimiento, construyó un altar en el lugar en donde el sacrificio fue consumido y lo llamó Jehová— Shalom (6:23). El evangelio reafirma la paz de Dios para la humanidad: “Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!”

(Lucas 2:13, 14). Por medio de esta paz, todos podemos ser exentos de la furia y caos de la desesperación económica, amenazas de fuerzas malignas en contra de nuestra familia y las preocupaciones de vulnerabilidad espiritual. Solamente el Príncipe de Paz nos permite gozar de la serenidad interna y armonía entre unos y otros. ¡Así que vengan todos los fieles; estén gozosos y triunfantes! Vengan y contemplen al Rey de gloria. Cantemos con júbilo como ciudadanos de la gloria en las Alturas. Permitamos que las festividades de la Navidad continúen mientras celebramos al Príncipe de Paz. La verdadera paz espiritual es el producto de tener una relación con el Príncipe de Paz. _________________

* Uzziah Cooper, Sr., Abiding Promises (Cleveland,

TN: Derek Press, 2008), p. 27.

Obispo Uzziah B. Cooper, padre Bergenfield, Nueva Jersey

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La bendita, santa y pura Inmaculada Concepción fue prometida, planificada y cumplida.

Dios cumple Sus promesas, no en el tiempo del hombre o cuando éste desea que sucedan. Él muestra Su poder para cumplir Sus promesas en maneras que el esfuerzo humano no puede realizar. A través de la Biblia, vemos a Dios ejecutar Su obra en Su tiempo y a Su manera. Prometió hijos.

Prometió redención. Cumplió sus promesas. Aún mantiene Sus promesas.

Le prometió un hijo a Abraham. Esa promesa no sucedió como Sara lo había planificado o de acuerdo con el esfuerzo humano de Abraham. Dios esperó hasta que

fuera humanamente imposible para que el hijo prometido fuera engendrado.

Las Escrituras relatan que Abraham y Sara tuvieron una visita con un mensaje divino. El evento es registrado en Génesis 18: “Entonces dijo: De cierto volveré a ti; y según el tiempo de la vida, he aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo. Y Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él. Y Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada; y a Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres. Se rió, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré

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deleite, siendo también mi señor ya viejo?” (vv. 10–12).

No hay duda de que esto sería divertido para cualquiera a quien se prometiera un hijo a la edad de Sara y Abraham.

Aún así, el mensajero divino confirmó el plan de Dios y declaró, “¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo” (v. 14). En el tiempo y plan de Dios, “Sara concibió y dio a Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que Dios le había dicho…Y era Abraham de cien años cuando nació Isaac su hijo” (21:2, 5).

El hijo prometido de Abraham y Sara vino por medio de la intervención de Dios dentro de la debilidad humana de su edad. Fueron bendecidos al tener un hijo que continuara la línea del pacto de Abraham. Fueron bendecidos tanto física como emocionalmente por tener un hijo que les traería mucho gozo. A través de Isaac, las promesas de Dios continuaron. Sin la intervención de Dios, la bendición prometida a Abraham y millones de personas no se habría cumplido.

Hubo otro Hijo prometido. La promesa de este Hijo vino en un momento en donde el pueblo de Dios continuamente seguía su camino cuesta abajo alejándose de las bendiciones y el favor de Dios. A través de los años Dios había bendecido a Su pueblo, quienes lo amaban y obedecían, por medio de otros (e.j., Moisés y Samuel). Sin embargo, en general, Su pueblo continuó desobedeciéndolo y alejándose. Pero Dios quería que supieran sobre Su plan para Su Hijo divino, quien cumpliría Su voluntad y vendría a Su tiempo.

El profeta Isaías nos dice, “…He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel” (Isaías 7:14). Cientos de años pasarían antes de que se cumpliera esa promesa. Pero llegó el tiempo de que se cumpliera.

José, el carpintero, era un hombre justo que vivía una vida obediente. Comenzó su año esponsal con María como un amigo y compañero. Cuando descubrió que María estaba embarazada, se molestó. Sin embargo, Dios le ayudaría a ver al Hijo prometido. Los planes de Dios ya estaban sucediendo mientras el ángel Gabriel visitó a María y le dijo, “María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS” (Lucas 1:30, 31).

Mateo registra la aparición del ángel a José: “Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto

aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS” (Mateo 1:20–25).

La bendita, santa y pura Inmaculada Concepción fue prometida, planificada y cumplida. El Hijo bendito de Dios fue concebido por el Espíritu Santo. El Hijo bendito de Dios

Hoy, somos bendecidos inconmensurablemente por este Hijo prometido.

fue concebido en pureza. Él era limpio y sin maldad desde Su concepción, durante toda Su vida y Su camino a la cruz en donde derramó Su sangre pura y sin mancha para la redención del hombre. Cumplió completamente la voluntad de Su Padre desde Su concepción hasta Su nacimiento, a Su bautismo en agua, hasta Su juicio y crucifixión, hasta Su gloriosa resurrección.

Hoy, somos bendecidos inconmensurablemente por este Hijo prometido. En un mundo abrumado con la impureza, somos bendecidos por la pureza y la bondad del Hijo de Dios concebido por el Espíritu Santo y quien nos trajo una gloriosa redención. En un mundo que está siendo bombardeado por la perversión, somos bendecidos por esta gloriosa promesa cumplida por el Padre quien nos ama y desea que volvamos a Él por medio de la pureza e incorruptibilidad de Su Hijo.

Este Hijo bendito e inmaculado recibirá y redimirá a aquéllos que vienen a Él, incluyendo a aquéllos que han sido lastimados y abusados por todo tipo de pecados. Él es puro, santo y justo, y limpia a aquéllos que vienen a Él. ¡Gracias a Dios por Su gracia salvadora! ¡Gracias a Dios por Su Hijo prometido!

Milton Gordon, M.Div. Old Hickory, Tenesí

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El regalo de cumpleaños:

N

Un testimonio

o todo era perfecto, pero los tiempos eran buenos.

La vida parecía avanzar a paso de tortuga, como de costumbre, pero para variar parecía ir en la dirección correcta. Mi esposa Bev y yo nos acercábamos a los grandes “50”, y nuestros cuatro hijos parecían arreglárselas en las dificultades y golpes de sus vidas—los dos varones con catástrofes semanales, como probablemente sea normal, mientras que nuestras dos hijas evolucionaban en maneras en las que cualquier padre estaría orgulloso.

Ambos estábamos en lo mejor de nuestros programas personales de salud. Yo había sido un vegetariano por más de cuatro años, y por poco más de un año, Bev había dejado de comer carne roja. Ambos íbamos al gimnasio y algunas veces cambiábamos las visitas al gimnasio por caminatas y trotes en los parques cercanos. A Bev le gustaba caminar y a mí trotar, así que descubrimos que podíamos trabajar juntos

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para llevar a nuestros cuerpos y mentes al punto de auto-aceptación.

La primera señal de un verdadero problema vino cuando Bev tuvo que moderar su paso mientras se ejercitaba en el gimnasio. Decía que sentía un dolor en el pecho, lo cual era de alguna manera confuso porque ya se había sometido a un electrocardiograma y a un examen de estrés hacía seis meses como parte de su examen general.

Bev fue referida a un especialista del corazón por su médico, quien le programó otro examen, el cual usaba un tubo invasivo y una cámara para revisar su corazón y las obstrucciones de los vasos. Poco después de

que comenzara el examen, me alarmé cuando el doctor me llamó abruptamente para hablar. Me dijo, “Tenemos un serio problema”. Todo mi cuerpo se estremeció con el sonido de esas palabras. Continuó diciendo, “Encontramos una obstrucción en su corazón”.

De repente, el sonido de lo que me rodeaba parecía disminuir. El sonido del carrito de las enfermeras y el sonido de botes, recipientes y otro tipo de sonidos rutinarios de un hospital se apagaron casi por completo mientras que la voz del doctor parecía envasarse como si estuviera usando una bocina a todo volumen.

“Es una obstrucción muy seria en un lugar muy serio”, dijo el doctor mientras yo seguía cada vez más asombrado y paralizado con cada palabra que salía de su boca. Y luego se acercó aún más mientras disparaba lo que a mí parecer era un soplo de muerte. “Es una obstrucción del 95%”.

El doctor programó a Bev para una cirugía a las 7:00 a.m. la mañana siguiente. Alrededor de las 10:30 a.m., la enfermera me llamó y me dijo que la cirugía había salido bien y que el doctor me vería en unos minutos.

Me reuní con el doctor, le agradecí y sentí un alivio maravilloso. Sabía en mi corazón que esta era la respuesta a una oración. También supe que ese alivio que sentí la noche anterior a la cirugía fue el consuelo del Espíritu Santo confirmándome que Jesucristo, en Su justicia y Dios el Padre, todos en perfecto unísono, habían ordenado la bendición en la manera exacta en la que sucedió.

No podía entender porqué ocurrió esto, pero al final, la gloria era para Dios y eso era todo lo que importaba.

En mi corazón, le agradecí por los doctores, el personal y todas las personas de los dos hospitales que nos ayudaron. Nuestro pastor vino al hospital y me acompañó durante la primera oportunidad de ver a Bev

después de la cirugía. Había tubos, alambres, bombas y una máquina electrónica para el corazón. Ambos oramos por ella y luego el pastor se fue pidiéndome que lo contactara si había algún problema.

Al final de la tarde, me di cuenta que era el cumpleaños de mi hijo mayor, Sam. Teníamos la tradición familiar que el cumpleañero eligiera el restaurante como regalo. Los inesperados eventos médicos habían cambiado todo.

Obviamente no iba a haber celebración de este cumpleaños.

Cuando nació mi hija mayor, Crystal, buscaba una manera tangible de recordarme de su tamaño, así que fui a comprar un pastel de cocó Pepperidge Farm. Y luego tomé una fotografía de ella cerca del pastel, con letras llamativas escritas a mano resaltando su primera semana en este mundo. El esponjado pastel blanco eventualmente se convirtió una celebración para los cumpleaños de nuestros hijos.

Esto se convirtió en una tradición familiar, y las fotografías y los pasteles tuvieron su lugar en la infancia de los Williams. Siempre hemos sido una familia cercana y tranquila con celebraciones pequeñas y privadas.

Tarde ese domingo, todos los hijos se reunieron alrededor de la cama de Bev. Yo los dirigí en oración y enfaticé cuán agradecidos estábamos como familia por ser bendecidos con una madre y esposa tan afectuosa y bondadosa.

Le pregunté a mis hijos qué iban a hacer para el cumpleaños de Sam, y a la vez les ofrecí pagarles a los cuatro para que comieran en el restaurante de su elección. Para mi asombro, ninguno de ellos mostró el más mínimo interés, lo cual fue una sorpresa porque todos esperan con ansias estas ocasiones.

De repente, Sam pareció sonrojarse y se colocó directamente frente a la cama. Todos se reunieron misteriosamente alrededor de su madre y yo me confundí un poco mientras

parecían acercarse en un concierto curioso.

Lentamente, Sam levantó una bolsa la cual parecería estar parcialmente oculta y sacó una caja muy familiar. Era una caja de pastel Pepperidge Farm, justo como las que usábamos para celebrar sus cumpleaños de infancia. ¡Qué vista! La mirada en el rostro de Bev lo dijo todo. Había una luz en sus ojos y un brillo radiante de agradecimiento y satisfacción en su cara. Era obvio: de todas las cenas y los regalos caros en los que habíamos gastado durante los últimos años, un pastel que costó menos de tres dólares fue lo que hizo que volviéramos a nuestra esencia.

De todas las fiestas y celebraciones, ésta será la que recordaremos. Esta fiesta de cumpleaños tuvo el mejor pastel y ciertamente el mejor regalo.

Este regalo de cumpleaños fue el regalo de una oración respondida, no solamente cualquier oración respondida sino una que otorgó a una familia humilde un milagro de descubrimiento, libertad y gracia.

Hay momentos en los que cuestionamos las decisiones de nuestros hijos, pero en esta ocasión, no había cuestión alguna. En lugar de eso, había un ambiente de orgullo.

Estaba muy feliz de que nuestra familia conociera la humildad de la vida cristiana y sus comienzos y que tuvieran la habilidad de reconocer aquellas cosas que son importantes en la vida.

La vida a veces puede ser problemática y confusa, y nuestros hijos algunas veces hacen cosas que no aprobamos. Pero en este momento en particular, y en general, estoy orgulloso de decir que mis hijos crecieron en Pepperidge Farm.

Samuel Williams Powder Springs, Georgia

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Ayude a los niños a celebrar una Navidad Cristocéntrica

U

no de mis mejores recuerdos navideños fue cuando mi hijo menor tenía un año y ocho meses de edad. Ocurrió en la noche del drama navideño de los niños. No tenía edad suficiente como para participar, y por ende, se sentó junto a nosotros en la segunda fila del santuario.

Cada vez que las enormes marionetas de animales aparecían, gritaba emocionado. Cuando el coro de niños cantaba, él también cantaba y batía las manos. Cuando María (una niña del drama) puso al niño Jesús (un muñeco de plástico) en el pesebre, mi pequeño hijo exclamó:“¡Mira, mamá! ¡Es el niño Jesús!” La audiencia estaba entusiasmada tanto con la excelente obra teatral como con las reacciones de mi hijo.

Después de terminar la obra teatral, mi hijo se escapó de los brazos de mi esposo y corrió hacia el escenario del pesebre.

Sin darse cuenta de que lo estaba mirando, se inclinó hacia el pesebre pajoso y besó al niño Jesús. ¡Cuán agradecida estoy de haber presenciado ese momento inolvidable!

Si preguntara a los niños qué significa la Navidad, estoy segura de que la contestación más frecuente sería “regalos”.

Pero no tiene que ser así. La Navidad puede ser una época en la cual cada niño se maraville del nacimiento de un pequeño bebé que era el Hijo unigénito de Dios. Debemos crear un ambiente que invite a la adoración y la admiración en vez del materialismo egocentrista.

Enséñele a sus hijos la verdadera historia de la Navidad. Lea la historia navideña en varios libros para niños. Permita que sus hijos la dramaticen con disfraces, utilería y mascotas. (Nuestros hijos hacían esto mismo para sus abuelos todos los años en la mañana del día de Navidad. También fueron momentos inolvidables.) Celebre el Adviento (Su venida) al crear juntos una corona de adviento. Lea pasajes de la Escritura, y encienda la vela correspondiente a cada semana de Adviento.

Haga que sus hijos participen en obras de caridad. Durante la temporada navideña hay muchas oportunidades para sus hijos de brindar ayuda a los niños necesitados:

• Fondo Ayude a un Niño/Manos que Ayudan (Su hijo puede dar una ofrenda destinada a la compra de ropa, alimentos y útiles escolares de un niño en uno de nuestros orfanatos alrededor del mundo.)

• Organizaciones benéficas locales, hospitales de niños, etc.

(En cada comunidad hay muchas formas en las cuales su hijo puede brindar ayuda durante la temporada navideña.)

Involucre a sus hijos en la adoración. Cada año, desde que tengo uso de razón, hemos celebrado un culto familiar antes de la tradicional cena navideña. Es, por lo general, muy creativo, pues le da a cada persona, sin importar la edad, una oportunidad de participar mediante palabras de acción de gracias y cánticos de alabanza. Los recuerdos de estos cultos familiares perduran en mi corazón y el corazón de mis hijos. Usted también puede crear momentos de adoración durante la temporada navideña. Visite un nacimiento viviente, asista a un drama o musical navideño con la familia, cante villancicos o himnos de alabanza frente al nacimiento. Estas, y muchas otras cosas, pueden convertirse para ustedes en oportunidades de adoración al Niño Jesús.

Involucre a sus hijos en servir al prójimo. Cada año, desde que tengo uso de razón, mis padres obsequiaban canastas y regalos navideños a los ancianos de nuestra iglesia. Siempre que estaba en casa o en el vecindario, yo prestaba ayuda. Estos fueron hermosos recuerdos navideños: tocar la puerta, dar abrazos, y sentarse a hablar con alguien que se alegra de recibir nuestra visita. La Navidad puede ser una temporada en la cual nuestros hijos se vuelvan egocéntricos o que se enfoquen en los demás.

Puede involucrar a sus hijos en el servicio al preparar canastas de frutas para los ancianos, repartir regalitos a los residentes de un asilo de ancianos local, o servir alimentos en un refugio para personas sin hogar. ¿Por qué no pedir a sus hijos que le den sugerencias de maneras en las cuales su familia puede enfocarse en los demás durante esta temporada navideña?

Haga que la Navidad este año sea mucho más que un feriado para sus hijos. Haga que sea una temporada para recordar Su nacimiento, para adorarlo, y para servir a los demás. ¡Que usted y sus hijos se deleiten en Su presencia durante esta temporada navideña!

• “Angel Tree” (Reparten regalos a niños cuyos padres están encarcelados.)

• “Samaritan’s Purse Shoeboxes” (Envían cajas de zapatos repletas de suministros y juguetes a los niños pobres alrededor del mundo.)

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Kathy Creasy Directora del Ministerio de Niños

La primacía de la iglesia local

Cuando Pablo describió la iglesia a Timoteo, empleó un lenguaje sublime y trascendental: “la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad” (1 Timoteo 3:15). Yo creo que Pablo empleó estas palabras porque comprendió el papel vital que Dios dispuso para la iglesia local dentro de Su plan eterno. La iglesia es nada menos que la estrategia de Dios para cubrir la tierra con Su evangelio y edificar Su reino en la tierra. La iglesia es la presencia de Cristo en el mundo, realiza la obra de Cristo, y transforma la vida y la cultura según fuere Su voluntad.

Hay una faceta imprescin­ dible en esta misión: la iglesia local. Allí encontramos una comunidad de fe en la cual los creyentes se juntan para cultivarse mutuamente en la vida de Cristo mientras que invitan a otros a unirse a la familia y experimentar esa vida.

No es fácil ser una iglesia local, pero es el diseño de Dios que el lugar donde participemos mutuamente en la vida y voluntad de Cristo sea donde los creyentes y “los que habrán de creer” tengan el potencial de librar de la oscuridad al mundo. Es extraordinariamente maravilloso ser el cuerpo de Cristo como iglesia local. Es la clave vital de Dios.

Ningún otro aspecto del reino de Dios tiene este potencial sin que se convierta en algún tipo de comunidad de fe, o sea, una iglesia local. Las cabeceras de las denominaciones y los movimientos tienen mucho que aportar, y pueden infundir ánimo a la iglesia local haciendo que su llamado se haga más alcanzable.

El servicio responsable, la

sinergia corporativa, la misión, la visión y el desarrollo del liderazgo son sólo algunas de las maneras en que estos centros pueden contribuir al éxito de la iglesia local. Los ministerios “paraeclesiales” contribuyen con ofrendas ministeriales de enfoque específico para las iglesias locales, las cuales son seleccionadas según ellos sientan el llamado [divino], o según lo crean necesario. La diversidad de sus posibles contribuciones crea una amplia gama de ministerios específicos que van desde las misiones a la música y mucho más. Con todo, ambos deben comprender que no pueden ser la iglesia, pero que contribuyen a la capacitación de la faceta primaria del cuerpo: la iglesia local.

Me doy cuenta de que la iglesia promedio en Norteamérica tiene menos de 100 miembros, y uno comienza a preguntarse si Dios había perdido la razón cuando decidió emplear esta estrategia. Y todos podemos admitir que el plan no parece funcionar en su nivel óptimo en muchos lugares y en muchas épocas. Con todo, aun en medio de esas situaciones imperfectas, se puede descubrir al genio de la iglesia local, si uno mira con detenimiento. Creyentes que se juntan para cultivarse y edificarse mutuamente en un ambiente de gracia y amor... ¡cuán poderoso! Todo esto se realiza en la presencia de Cristo. Él está presente en Su iglesia. ¡Cuántos millones de personas sufren en el mundo, a quienes atraeríamos a esta comunidad de fe si tan sólo una vez pudieran “gustar y ver” en carne propia!

Pastores y líderes laicos, les brindamos esta edición con la esperanza de que las iglesias locales renueven su comprensión de este sublime llamado y desempeñen su rol crucial en el plan eterno de Dios en el mundo. En la medida en que cada una de estas congregaciones, sin importar su tamaño, esparzan la fe y se reproduzcan, la influencia de Dios habrá de saturar las ciudades, las regiones y, a fin de cuentas, el mundo, tal como Dios lo quiso.

Randall E. Howard mensajeroalablanca@wwph.com 19

Una iglesia ganadora de almas

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a iglesia de hoy sigue pidiendo bendiciones de Dios, pues anhela la guianza del Espíritu Santo y el crecimiento espiritual y numérico. Sin embargo, debemos preguntarnos lo siguiente: “¿Por qué habría Dios de bendecirnos cuando nos negamos a convertirnos en lo que Él nos ha llamado a ser?” Lo que a Dios le interesa es el ministerio eficaz al corazón y la mente de los inconversos, y no nuestras preferencias, procedimientos ni programas.

Nos hemos desviado de nuestra verdadera razón de vivir; existimos para cumplir la misión de Jesús de alcanzar a los perdidos. Nuestro propósito no es mantener nuestras iglesias, sino, más bien, ir por el mundo y salvar a los que perecen.

William Fay, autor del libro Share Jesus Without Fear [Hable de Jesús sin Temor], dice, “...tan sólo cinco a diez por ciento de las personas de una iglesia promedio

compartieron su fe durante el año pasado...y cien mil iglesias cerrarán sus puertas en esta década”.1 También dice que estas tristes estadísticas se deben a que los miembros de la iglesia prefieren el pecado del silencio a la obediencia al llamado y misión de hablar de Jesús.

Nos hemos olvidado de nuestro propósito como cristianos, el cual consiste en llegar a ser los discípulos de la oración sacerdotal de Cristo (Juan 17:20–26) y de la Gran Comisión (Mateo 28:18–20). El mandamiento de Jesús de dar testimonio a los inconversos es un tema presente en todo el Nuevo Testamento. El Dr. Jerry Pipes y Victor Lee dicen: “Un estudio, versículo por versículo, de las palabras de Jesús en los cuatro evangelios revelan al menos 35 declaraciones que se pudieran interpretar como declaraciones de propósito”.2 Señalan que tres de ellas son los pasajes centrales de Su declaración: Lucas 19:10; Juan 18:37 y Mateo 20:28.

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“Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Lucas 19:10, las cursivas son mías). En este pasaje hay dos elementos cruciales de la misión de Jesús: el de buscar, puesto que Jesús buscó a los perdidos viniendo en carne para que pudieran recibir la verdad, y el de salvarlos de sus pecados, y darles esperanza de vida eterna.

“Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz” (Juan 18:37, las cursivas son mías).

Indudablemente, la frase “para esto” es una declaración de propósito, y expresa Su misión central de dar testimonio de la verdad.

“Como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” (Mateo 20:28, las cursivas son mías). Cuando Jesús buscó a los perdidos, lo hizo con el fin de servirles. Su mayor servicio consistió en entregar Su perfecta vida en rescate de las vidas pecaminosas de la humanidad, por aquéllos que habían de creer en Él.

Es obvio que los autores de los evangelios del Nuevo Testamento comprendieron la importancia de la misión de Cristo, y desean que nosotros la comprendamos también.

No es por coincidencia que la Gran Comisión aparezca cinco veces: en cada uno de los evangelios y en el libro de Hechos.3 En cada uno de estos pasajes, el propósito de Jesús toma la forma de un mandamiento para todo creyente. Los mismos se encuentran en Mateo 28:18–20; Marcos 16:15; Lucas 24:47, 48; Juan 20:21 y Hechos 1:8. Este claro mensaje nos presenta el gran desafío de hablar de Jesús.

Por cada mandamiento que Jesús da a todo creyente, nos da también la suficiente gracia, la cual consiste en el favor inmerecido que nos otorga el deseo y el poder de hacer Su voluntad. El Espíritu Santo nos capacita para hacer Su voluntad, y Su Palabra nos da las pautas que necesitamos para cumplir Su misión. David Wheeler, en su capítulo Spiritual Farming [Labranza Espiritual], declara: “La evangelización eficaz nunca viola los principios de la cosecha. La mejor forma de recuperar el éxito en la evangelización es regresar a estos principios”.4 Si queremos ver el poder y el crecimiento espiritual que tanto hemos anhelado, la iglesia tiene que regresar al proceso de labranza espiritual. Dios no nos ha abandonado, sino que los creyentes están abandonando los principios de la cosecha, lo cual resulta en nuestra falta de fruto.

Atribuimos la esterilidad de nuestras congregaciones a toda clase de pecados, pero el pecado principal del cual debemos arrepentirnos es el pecado del silencio.

David Wheeler ofrece, al menos, cuatro verdades fundamentales tocante a los principios de la cosecha espiritual: 1. La cosecha es un proceso, y no un evento. En los tiempos modernos, conocimos la evangelización como un evento (por ej., un culto de avivamiento o un encuentro de evangelización personal), pero la cosecha ciertamente requiere el proceso laborioso de la labranza espiritual.

2. Hay más de un elemento envuelto en la cosecha. Para asegurarnos de que haya una cosecha, alguien tiene que sembrar la semilla. Se tiene que regar la semilla sembrada.

Dios tiene que hacerla vivir, crecer y llevar fruto. O sea, es Dios quien da el crecimiento de la salvación, y ésta sólo puede provenir de Él (1 Corintios 3:6–9).

3. Las personas desempeñan roles diversos en la cosecha.

Algunos siembran, y otros riegan.

4. Todas las facetas tienen la misma importancia. Si nadie siembra la semilla, no habrá cosecha alguna. Si nadie riega, la semilla no crecerá ni producirá fruto.5 Según William Fay, los inconversos oyen el evangelio, en promedio, 7.6 veces antes de aceptarlo.6 El proceso termina cuando el inconverso acepta a Cristo como su Salvador, pero comienza cuando los creyentes aran los campos con la oración y el servicio a la necesidad del prójimo. Luego se tiene que sembrar la semilla del evangelio, regarla y cuidar de ella. Mientras más oren, sirvan y siembren la semilla los creyentes, mayor será la cosecha.

Como creyentes, tenemos la responsabilidad de obedecer el mandato de Dios a participar en el proceso de la evangelización. Debemos ofrecer aquí una nota de precaución: Aunque vivir una vida de integridad cristiana sea importante para el proceso de la evangelización, no es suficiente para cumplir nuestro llamado a la misión de Cristo. “¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán [comunicación verbal] si no fueren enviados?

Como está escrito: ¡CUÁN HERMOSOS SON LOS PIES DE LOS QUE ANUNCIAN LA PAZ, DE LOS QUE ANUNCIAN BUENAS NUEVAS!” (Romanos 10:14, 15, las cursivas son mías).

Todo creyente tiene la responsabilidad de hablar de Jesús con los inconversos. Aceptemos el reto de alcanzar intencionalmente a los perdidos para el reino de Dios. ¡Nada habrá de traer más satisfacción espiritual a su vida que el proceso de hablar de Jesús! ____________________ 1

William Fay y Linda Evans Shepherd, Share Jesus Without Fear [Habla de Jesús sin temor] (Nashville, TN: B & H Publishing Group, 1999), págs. 6, 7.

2

Dr. Jerry Pipes y Victor Lee, Family to Family: Leaving a Lasting Legacy [De familia a familia: Dejando un legado permanente] (North American Mission Board of the Southern Baptist Convention, 1999), pág. 27.

3

Ibid., pág. 28.

4

Dave Early y David Wheeler, Evangelism Is... How to Share Jesus With Passion and Confidence [El evangelismo es…cómo compartir a Jesús con pasión y confianza] (Nashville, TN: B & H Academic Publishing Group, 2010), págs. 85–92.

5

Ibid., págs. 85, 86.

6

Fay y Shepherd, pág. 11.

John A. Stone,pastor Ministerios de Keith Street Cleveland, Tenesí

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E

n 1983, el Presbítero General Clayton Endecott se fue de misionero a Alemania con su esposa Wanda, y sus hijos Cortney y Bradley. Lo que se suponía que fuera una visita a corto plazo se convirtió en una vocación de toda la vida. Con dos hijos más, Tessa y Christian, nacidos en Alemania, el obispo Clayton dedicó su vida y su trabajo a Dios y a las misiones. Ahora Alemania tiene dos congregaciones en las ciudades de Langen y Erlangen, y en febrero las iglesias unieron esfuerzos para dar comienzo a una escuela de misiones.

Samson Chen, director de la escuela misionera inglesa que ha adiestrado a más de 150 miembros de equipos misioneros de corto plazo (los cuales ya han ido a varios países de cuatro

continentes), trajo grupos desde Inglaterra para ayudar a dar inicio a la escuela misionera en Alemania. Ahora las dos iglesias locales de Alemania se están enfocando en la evangelización de sus comunidades locales y sus países de alcance misionero (Armenia y Georgia).

El obispo Clayton fue entrevistado sobre el tema del rol de las misiones en las iglesias pequeñas por su hijo menor, Christian, quien ha sido nombrado líder misionero de la iglesia de Langen y quien funge de periodista independiente para el Offenbacher Post en Dreeich, Alemania.

¿Por qué debe tener la iglesia local una mentalidad misionera, y cuánta importancia tiene que esta obra alcance a las naciones?

Creo que es una parte esencial de

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nuestro ADN como iglesia pentecostal, una iglesia “del Espíritu y la Palabra”. La Palabra de Dios lo muestra claramente en Su llamado misionero a Adán (“¿Dónde estás tú?”), y en el llamado a las naciones en el pacto de Jehová con Abraham. Los libros de los profetas dicen que Dios nos dará las naciones.

Y por supuesto, las palabras de Jesús aparecen claramente en los cuatro evangelios y en Hechos, lo cual significa (para mí como creyente, y para nosotros como movimiento) que no sólo describen sucesos históricos, sino que también nos prescriben cómo debe vivir y actuar la iglesia de Jesucristo.

Lucas escribe en Hechos 1:8 (NVI): “Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como

De la comunidad al mundo Una conversación con Clayton Endecott

en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra”. El método misionero prescrito por Jesús se puede ilustrar bien con el concepto de los círculos concéntricos.

El trabajo misionero comienza en el hogar —nuestro primer círculo de influencia— y pasa hacia la comunidad, la región, el estado, el país, y luego hacia el último círculo de influencia, el resto del mundo. Dios siempre busca al perdido, y Su iglesia hace lo mismo.

Nuestras iglesias locales en Alemania han estado creciendo desde que nos comprometimos con las misiones. Esto es siempre un asunto de orar, ofrendar, levantar líderes y salir. Un buen ejemplo del crecimiento en el cuerpo local es la Iglesia Emanuel en Kiev, Ucrania. El año pasado, envió a más de 500 equipos de misioneros a las comunidades

circundantes para dar testimonio.

En muchos casos, plantaron nuevas iglesias y también fueron a los países vecinos.

Nuestras pequeñas iglesias locales en Alemania no pueden enviar tantos equipos misioneros como una iglesia grande, como la Iglesia Emanuel en Kiev, que tiene casi 3,000 asistentes, pero sí podemos adiestrarlos para que evangelicen en Alemania y ayuden a plantar iglesias en las ciudades vecinas, y para enviarlos a las naciones cada año. Nuestro tamaño no debe impedir que pongamos nuestra parte en las misiones de nuestro país y el extranjero. El crecimiento de las iglesias grandes y las iglesias pequeñas siempre se origina en el llamado a tener una mentalidad misionera.

predicar y enseñar sobre las misiones, sino también ser ejemplos de las mismas, que es lo más importante.

Todos aprendemos mejor al imitar a personas ejemplares que al oír una conferencia en el aula; esto es aprendizaje mediante la práctica, tal como lo hizo Jesús con Sus discípulos.

Cuando los pastores y los líderes participan en las misiones, esto les ayuda a reconocer y concentrarse en el adiestramiento en los futuros líderes. Esto ampliará la visión de la iglesia. Como decimos en Alemania, comenzaremos a pensar “más allá del borde de nuestro plato sopero”. Y repito, esto comienza primero en casa, en su “Jerusalén” local, y pasa luego a todo el mundo.

¿Cómo puede el enfocarse en las misiones ayudar también a la iglesia local?

¿Qué sucede con las iglesias que tienen dificultades financieras? ¿Cómo se puede alentarlas a seguir apoyando las misiones?

Al igual que cualquier otro ministerio y valor de la iglesia, los pastores y líderes no deben solamente

Aquí nos vienen a la mente los conceptos bíblicos de la siembra y la cosecha, aún cuando parezca

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imposible. Dar es un acto de Dios que, personalmente y como iglesia, debemos practicar en obediencia a un Dios amoroso. Yo creo que si no damos con amor a los demás, el plan de Dios para nuestras vidas y nuestras iglesias locales se verá afectado. Sencillamente, cuando no damos, cerramos las puertas de Sus abundantes bendiciones.

Jesús es el ejemplo perfecto de la generosidad. La verdad es que siempre recibimos cuando damos.

Me encanta la historia que leí de una iglesia en el oeste de Texas, la cual decidió dar 50% de sus ingresos a las misiones. Desde entonces, la iglesia ha crecido numérica y espiritualmente, y patrocina muchos proyectos misioneros alrededor del mundo. Es también la iglesia más grande en su ciudad, y han enviado a muchos fundadores de iglesias y misioneros. Aun las iglesias que tienen dificultades financieras recibirán más de lo que puedan imaginar de parte de Dios cuando den generosamente para las misiones.

¿Cómo puede una iglesia estar consciente del llamado mundial y, al mismo tiempo, no olvidarse de alcanzar su propia comunidad?

Frecuentemente, en el pasado, las personas solían venir a decirme: “Siento una carga por Birmania; tengo que ir a Birmania”. Tras decirme que vivían en Birmingham, yo les preguntaba: “¿Qué está haciendo usted por Cristo en su ciudad local?” Por lo general, siempre me contestaban así: “No estoy haciendo mucho; aquí no puedo hacer mucho porque aún no he llegado a donde Dios me quiere, en Birmania”.

Es tan sencillo como aparenta. Si usted no sirve en Birmingham, tampoco va a servir en Birmania. Afirmamos que la iglesia debe tener una mentalidad

misionera y dar generosamente a las misiones, pero repito que no debemos olvidarnos de Hechos 1:8. Las misiones comienzan en casa, y progresan sistemáticamente hasta los confines de la tierra. La iglesia que sienta una carga por los perdidos que están al otro lado del mundo sentirá también una carga por las personas que están al otro lado de la calle local.

En febrero, las dos iglesias de Alemania iniciaron una escuela misionera con más de 30 estudiantes listos para servir al Señor en sus comunidades locales y en el extranjero.

Con el paso de los años, ambas iglesias alemanas tuvieron el privilegio de escuchar a misioneros de alrededor del mundo, y ahora tienen la esperanza de afirmar sus corazones para evangelizar

Georgia y Armenia para servir y dar testimonio allí. Para todos, el viaje fue una experiencia que marcaría sus vidas para siempre. Tras regresar y compartir

Las misiones son el corazón de una iglesia local próspera. a los perdidos en Alemania y alrededor del mundo. Invitan cada año a cristianos de otros países para que participen en sus campamentos de niños y de jóvenes, y para experimentar juntos la bondad de Dios. Su pasión por las misiones parece ser un componente natural de su fe desde el principio.

Durante la Semana Santa del año pasado, la iglesia en Langen envió a un grupo de adultos jóvenes a

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sus testimonios con la iglesia, la iglesia completa se motivó a participar de manera personal en las misiones.

Ahora todos los miembros de aquel equipo misionero laboran en la escuela misionera. Este año, y el año próximo, las iglesias planifican enviar grupos misioneros no solamente a Armenia y Georgia, sino también a otros países, mientras se dedican a la evangelización y el discipulado en sus iglesias de origen y las comunidades vecinas.

Supongo que, en mi opinión, las misiones son el corazón de una iglesia local próspera. Las misiones hacen latir el corazón de la iglesia.

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L

a familia es la institución más importante para Dios en la tierra. Una familia que tiene a Dios como su centro, dentro de una iglesia local dinámica, es el mejor lugar para enseñar, nutrir, evangelizar, hacer discípulos, edificar relaciones, equipar para el servicio, promover principios morales, llevar a cabo el Gran Mandamiento, y cumplir con la Gran Comisión.

Las iglesias locales se fortalecen cuando enfatizan la salud de las familias. Aunque la iglesia puede ofrecer una variedad de ministerios y programas, el mejor servicio que una iglesia puede proveer es el de ayudar a las familias a que se ayuden a sí mismas.

La iglesia debería enseñar los principios bíblicos y motivar a las familias a que apliquen y vivan dichos principios en sus vidas diarias.

La Necesidad de un Ministerio Familiar

Las familias están en crisis, y necesitan ayuda. Desafortunadamente, la iglesia no siempre funge como una comunidad auténtica unida por la intimidad de un amor verdadero. Por lo tanto, la iglesia no siempre ha estado equipada para suplir esas necesidades.

Eso se refleja en el hecho de que aunque nos hemos opuesto fuertemente al divorcio, el mismo ha inundado nuestras familias y las iglesias en proporciones difíciles de distinguirse del resto de la sociedad. Mientras nos movemos a la segunda década del siglo veintiuno, las preocupaciones acerca de la destrucción del matrimonio y la desintegración de la familia se han movido al centro de atención.

Lamentablemente, solamente un pequeño grupo, aún de líderes religiosos, se han atrevido a levantar sus voces.

Dejando a un lado la enseñanza bíblica, la destrucción del matrimonio tiene consecuencias sociales.

La desaparición de una cultura matrimonial y su sustitución por una cultura post-matrimonial, es la fuerza impulsora detrás de casi todos los

Las familias saludables edifican iglesias saludables problemas sociales más graves — delincuencia, pobreza, dependencia en el gobierno, desalojo, abuso conyugal, abuso de la niñez, limitación educativa, e inestabilidad económica.

El rápido declive del matrimonio está basado en un mito promovido por intelectuales, políticos, feministas, psicólogos, abogados, y hasta algunos ministros—que no es que está declinando, sino que se está transformando en algo mejor.

Ellos dicen que los matrimonios están mejores y más saludables, que los niños están mejor, y que las personas tienen más libertad y más opción ahora que se han descartado los tabúes contra el divorcio, el matrimonio homosexual, y las madres solteras.

Aunque la sociedad acepta estos mitos, las implicaciones son claras: el matrimonio se ha convertido en algo fácil de romper. Si creemos que el divorcio, el rompimiento de las familias y la ilegitimidad son inevitables, entonces nadie tiene que hacerse responsable

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por la devastación. Y si no hay solución, en realidad no hay problema. Así que tendemos a tratar el colapso del matrimonio como si fuera un desastre natural igual que terremotos, huracanes, maremotos, tornados o inundaciones— todos los cuales causan dolor y destrucción y no pueden ser prevenidos, solamente se puede sentir un poco de alivio después de haber pasado.

Iglesias Locales Ministrándoles a las Familias

El ministerio a la familia debe convertirse en algo importante para nuestras iglesias locales. Sin embargo, no se puede proveer un ministerio efectivo simplemente añadiendo más actividades a la iglesia, o nombrando una persona para que supervise los ministerios de las familias. Debe haber un cambio de mentalidad en el pastor y en la iglesia local para que el ministerio a la familia pueda ser efectivo.

El ministerio a la familia debe tener

un doble enfoque—ocuparse, apoyar, nutrir y capacitar a las familias, y unir la gente como cuerpo de creyentes de forma que promueva una comunidad bíblica y auténtica.

Existen varios elementos clave los cuales son necesarios para que una iglesia local pueda comenzar a formular una respuesta a las necesidades de la familia.

• Una teología familiar—una declaración desarrollada que documente lo que creemos que la Biblia enseña en cuanto al matrimonio y la familia.

Una razón por la que muchas iglesias no han provisto un buen cuidado a la familia es porque nunca han desarrollado una teología del matrimonio. Si no podemos explicar por qué el matrimonio es importante teológicamente, por qué la masculinidad y feminidad tienen un significado importante, y por qué el matrimonio es la voluntad de Dios para complementar estos dos lados de la humanidad, entonces la única postura que tendremos contra la ola del divorcio, la propagación de nacimientos ilegítimos, y el embate del homosexualismo es una de prejuicio personal.

Una teología matrimonial debe ser algo más que una simple lista de versículos bíblicos acerca de un tema específico. Debemos desarrollar y apoyarnos en un entendimiento comprensivo de la creación de Dios de hombre y mujer, por qué y cómo “los dos se convierten en una sola carne”, y cómo este “misterio” como lo llama Pablo, es tan significante que el mismo representa la relación de Cristo con Su iglesia. Si no vivimos desde esta posición, no somos diferentes del mundo que nos rodea.

Otros elementos necesarios para un ministerio local efectivo hacia las familias incluyen lo siguiente: • Una misión para los ministerios familiares—una declaración del porqué el ministerio a la familia existe en la iglesia local.

Esta declaración también puede

•

•

•

•

estar acompañada por objetivos específicos que deben lograrse a través del ministerio.

Una visión para los ministerios familiares—una declaración de cómo se verán las cosas si la iglesia lleva a cabo esta misión correctamente de ministrarles a las familias.

Una pasión por las familias—un deseo ardiente de ver que las familias crezcan espiritual, relacional y emocionalmente.

Un campeón de las familias—un individuo o un grupo dentro de la iglesia local que esté comprometido sin reservación con el bienestar y crecimiento de las familias.

Idealmente, el pastor podría ser el campeón principal de la familia en cada iglesia, pero también debería haber otros. El pastor es el que establece la agenda.

Una mentalidad familiar—una manera de entender qué motiva a la iglesia a tener en su centro a las familias.

Notemos que ninguno de estos elementos son pragmáticos. Los programas orientados hacia las familias por sí mismos no pueden lograr el objetivo de edificar familias saludables y estables. Las actividades y los programas no son el fundamento del ministerio a la familia; lo son las relaciones íntimas y amorosas.

Muchas veces, la iglesia local se convierte en una colección de ministerios y programas diseñados para ser apoyados por las familias. Sin embargo, para ser más efectiva, la iglesia debe ser una red de familias apoyadas por los ministerios y los programas de la iglesia. Esta manera de pensar es un alejamiento radical de la ideología actual de la iglesia. Por muchos años, hemos dependido de nuestra fuerte opinión contra el divorcio para asegurarnos de tener familias saludables, y mientras todavía nos amparamos fuertemente en los principios escriturales en cuanto a la santidad del matrimonio, esto solamente ha probado ser un arma inefectiva en salvar a nuestras familias de las tensiones y del rompimiento.

Ahora hemos llegado a un punto en que lo que hacemos debe ir a la par

de lo que creemos. No es suficiente expresarnos contra el divorcio; debemos estar a favor de la familia, y esto significa reestructurar la iglesia de manera tal que las necesidades de las familias sean colocadas dentro del diseño y en la operación de todo lo que hacemos. Esto no quiere decir que la iglesia se convierta en el enfoque de la familia, sino que la familia debe ser el enfoque de la iglesia.

George Barna sugiere que un principio clave que la iglesia debe mantener presente es el equipar a las familias para ministrarse a sí mismas. Su opinión es que la mayoría de las iglesias tratan de resolver los problemas de las familias en crisis en lugar de ayudar a las familias a resolver sus propios problemas.

Esto crea una codependencia, o una adicción en la cual la familia nunca puede funcionar por su cuenta sin la intervención de la iglesia. Las crisis familiares no suceden en la iglesia, por lo que las familias deben estar equipadas para lidiar con las crisis cuándo y dónde suceden—en la vida real.

La iglesia debe habilitar a las familias a que suplan sus propias necesidades para que ellas, a su vez, puedan traer vida y fuerza a la iglesia. De esta manera, las familias se convertirán en contribuyentes a la vida local de la iglesia en lugar de ser consumidores de los recursos de la iglesia.

Hay mucho trabajo que hacer.

Satanás está atacando a las familias más agresivamente que en cualquier otro tiempo. Una vez más, yo creo que esto sucede porque él sabe que las familias se encuentran en el centro de los propósitos de Dios aquí en la tierra.

El enemigo sabe que si él puede destruir los matrimonios y las familias, entonces puede destruir la iglesia. Por favor unámonos en la lucha por las familias.

El tiempo ha llegado de poner nuestra fe en acción y traer todos nuestros recursos en la lucha contra las fuerzas que desean destruir la institución divina más importante, la familia. Juntos, con la ayuda de Dios, podremos hacerlo.

Larry Duncan, pastor Coweta, Oklahoma

mensajeroalablanca@wwph.com 27

Los ninos Fortalecen La iglesia local Uno de los mejores recursos a la disposición de la iglesia local es la contribución de un niño servidor. Muchas personas se enfocan en la responsabilidad de ministrarles a los niños. Y aunque esto es algo ciertamente necesario y bíblico, no podemos olvidarnos de otra parte de la ecuación. Dios está llamando a los niños a que ministren y traigan fortaleza a la iglesia local. No es necesario que esperemos hasta que ellos alcancen una edad madura para que puedan ser usados por Dios. Los niños tienen mucho que ofrecer, y es tiempo de que los aprovechemos. Podemos observar al niño Samuel para darnos cuenta lo que Dios puede hacer, no solamente en la cosecha de jóvenes sino a través de la cosecha de jóvenes.

La dedicación de los ninos provoca la dedicación de los padres La madre de Samuel, Ana, hizo una promesa y dijo,“…si te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida…” (1 Samuel 1:11).

Un año más tarde después de la oración de Ana, nació Samuel. Dos años más tarde, Ana dedicó su hijo al Señor. Samuel no fue la única persona dedicada ese día. El compromiso de la madre ante Dios fue tan influenciado por

este niño que ella se lo devolvió a Dios para Su servicio. ¡Su vida fue cambiada! Los niños tienen una manera de influenciar a los padres de esta manera. Cuando nos enfocamos en las necesidades espirituales no solamente los bendice a ellos, sino que nos bendice a nosotros.

Los ninos escuchan la voz de Dios Samuel escuchó la voz de Dios, pero su inexperiencia le llevó a buscar una respuesta en el sacerdote Elí para ayudarle con el llamado. Este jovencito respondió afirmativamente, aun antes de saber a quién le estaba respondiendo. Él estaba escuchando; él estaba dispuesto a obedecer y a servir. Eventualmente, él descubrió que era el llamado del Señor, y no el llamado del sacerdote el que él estaba escuchando. Dios todavía sigue llamando a los niños para Su servicio, y ellos están preparados para también responderle que sí, sin hacer ninguna pregunta. Los niños son siervos llenos de energía, y capaces de escuchar al Señor. Ahora consideremos qué hubiera sucedido si Elí hubiera rechazado la experiencia de Samuel. Elí hubiera podido confundir fácilmente lo que Samuel estaba escuchando diciéndole,“tú eres demasiado joven”. No obstante, Elí le dijo,“Ve y acuéstate; y si te llamare, dirás: Habla, Jehová, porque tu siervo oye…” (3:9). Para todos los que son como Samuel el día de hoy, Dios ha escogido un Elí que motivará al niño a que sea obediente diciendo,“sí”.

Los ninos hablan la Palabra de Dios Cuando Samuel hizo como Elí le instruyó, el Señor le dijo las cosas que haría en la casa de Elí. Los hijos de

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Elí vivían en libertinaje por lo que el juicio iba a venir. Aunque a Elí le había sido dado este mensaje de parte de Dios, cuando las palabras fueron dichas por el niño Samuel, Elí estaba dispuesto a escuchar. Cuando Samuel habló, Elí le dijo,“Jehová es; haga lo que bien le pareciere” (v.18).

Las palabras de un niño fueron necesarias para traerle el mensaje a Elí. Dios utilizó a Samuel mucho antes de que fuera reconocido como profeta. Dios puede usar a niños honestos y modestos para compartir Sus verdades con nosotros si tan solo estamos dispuestos a escuchar. De acuerdo a Mateo 21:16, la alabanza puede ser perfeccionada por la boca de los niños,“de la boca de los niños y de los que maman perfeccionaste la alabanza”.

Las iglesias que permiten que los niños ministren tienen esperanza.

Los niños son más que capaces de dirigirnos en la adoración y en la Palabra. Nosotros debemos aprender a observar y escuchar lo que Dios les está diciendo a ellos, y a través de ellos.

Jeff White

4

Razones por las que los niños son esenciales para la salud de la iglesia local

1. El servir a los niños en la iglesia local es una oportunidad de servir a Cristo. “Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como éste, a mí me recibe” (Mateo 18:5).

2. Los niños aseguran el futuro de la iglesia local (Jueces 2:10; Salmo 78:1-7). Neil Postman dijo: “Los niños son el mensaje viviente que enviamos a un tiempo que no veremos”.

3. Los niños son la reserva de la cual la iglesia local encontrará los líderes del futuro. Si la iglesia local educa efectivamente a la niñez, dentro de diez años habrá una sobreabundante reserva de líderes que servirán a la iglesia local y también global.

4. Creyendo que los niños son capacitados por el Espíritu al igual que los adultos. Cuando se reconoce, se desarrolla y se utilizan sus dones ministeriales serán utilizados para llevar al cuerpo de creyentes hacia la unidad y madurez espiritual (Efesios 4:11-16).

• Crezca en su habilidad de ser un líder que dirija tomando en cuenta la salud espiritual y emocional.

• Descubra la manera de ser un líder que influencie al pastor y aquéllos que trabajan a su lado.

• Conviértase en alguien más capacitado para dirigir el ministerio de niños de manera estratégica, creativa y relacional.

• Aprenda diferentes maneras de llevar a las familias a crear un ambiente de fe en sus hogares.

Los líderes capacitados son esenciales para el cumplimiento de los propósitos de Dios en las vidas de nuestros niños.

Para más información, visite la página del Ministerio de Niños en http://children.cogop.org. mensajeroalablanca@wwph.com 29

Internacionales—Continuación

Argentina Nueva misión en Córdoba, Argentina

Es una alegría poder comunicarle que tenemos una nueva misión en la ciudad de Sampacho, ubicada a unos 270 Km. de la ciudad de Córdoba. El día domingo 5 de junio estuve allí donde bauticé a 7 hermanos y presenté a un niño al Señor. De lo que va de este año en nuestra región ya hemos bautizado a 45 y añadido a 61 hermanos. Para este trimestre de junio a agosto tenemos proyectado establecer otra misión en un lugar que se llama el Chañar que está en la provincia de la Rioja a unos 300 Km. de aquí. Actualmente, ya tenemos un matrimonio trabajando allí. Ruego sus oraciones por Argentina.

Axel

Ecuador Marcos 16:15, 16 Sabemos que cuando la evangelización es la meta, el reino de Dios avanza grandemente de manera muy evidente en todo el ámbito social.

El pueblo de Dios es movilizado para hacer un impacto y las tinieblas tienen que desvanecerse ante la luz de Dios que ilumina completamente.

Es así que los hermanos de la Iglesia de Dios de la Profecía en el sector Isla Trinitaria (Guayaquil)

realizaron una visita al centro de recuperación de alcohol y drogas a jóvenes que se encontraban consumiendo estas sustancias dañinas.

Alabamos el nombre del Señor porque Su Palabra sigue llegando a los corazones necesitados.

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Los días 12 y 13 de febrero en la ciudad de Paján se realizó un seminario del CLB, el cual fue de bendición para los miembros de ese lugar. Gracias también le damos a Dios ya que se pudo organizar una nueva iglesia en el Recinto Río Hondo en la provincia de Manabí, cantón Paján. Para llegar a este lugar se debe pasar por zonas montañosas y por caminos donde solo hay lodo, pero esto no es problema para los miembros de la iglesia ya que el gozo de Dios se siente en ese lugar.

Pensamientos Pensamientos

DeWayne Hamby, Editor Administrativo

¿Escuchas lo que yo escucho?

Yo amo la música. Al igual que muchos de ustedes, he escuchado tocadiscos, cintas estéreos, discos compactos estéreos y sonido digital MP3. Yo conozco los detalles de escuchar bocinas rotas y defectuosas donde las líricas casi ni se entienden y un par de auriculares capaces de exponer hasta los más pequeños detalles del proceso de grabación.

Yo amo adorar a Dios por medio de la música. Algunos de los momentos más importantes y transformadores que yo he tenido la oportunidad de experimentar han sucedido cuando me he encontrado sumergido en la adoración siendo acompañado por una música de alabanza. El día que pude ver la majestad del Gran Cañón por primera vez, mi mente y mis labios dijeron, “Cuán ancho, profundo y grande es Tu amor por mí” (“Maravillado” por Jared Anderson). Un día, juntamente con mi amigo Dr. H.E. Cardin, me encontré adorando al Señor al sonido de la canción “las montañas se inclinan y el mar rugirá” (“Canta al Señor” de

Hillson Music) en medio del hermoso paisaje del estado de Washington.

Unas semanas atrás fuimos invitados a representar esta revista en el Mundo de Disney para un día de competencia de coros cristianos.

Once coros de diferentes partes de los Estados Unidos demostraron su excelencia en la alabanza en un parque repleto de turistas provenientes de diferentes partes del mundo (hablaremos más acerca de este evento para el próximo año). Esta es solamente una de varias ocasiones en la que el nombre de Jesús es exaltado en este tipo de ambiente; otro ejemplo es el procesional de luces navideñas. En muchas ocasiones la música es capaz de llevar el evangelio a una audiencia que no lo escucharía de otra manera.

Mientras pienso en algunas canciones, cantantes y expresiones musicales favoritas, solamente me puedo imaginar el sonido del coro celestial que anunció el advenimiento del nacimiento de Cristo. Así como podemos contrastar

una música proveniente de un viejo radio AM con una grabación digital de alta definición, el sonido más extraordinario que hayamos escuchado no se puede comparar con el espectáculo de primera clase que los pastores presenciaron.

Cuando lleguemos al cielo quizás podremos revivir el momento en el que los pastores escucharon, “Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres”. Quizás también podremos escuchar las palabras de una determinante jovencita alabando a Dios por haberla escogida para llevar a Su Hijo, y cantando, “Engrandece mi alma al Señor”. Es posible que hasta tengamos la oportunidad de leer en la biblioteca celestial todos los Salmos de David.

Mientras tanto, tenemos la oportunidad de disfrutar la música que exalta el nombre de Cristo al mundo, especialmente durante la temporada navideña, sabiendo que esto es simplemente una probadita de lo que está por venir. ¡Gloria a Dios en las alturas!

Conectándonos con el Mensajero Ala Blanca Me gustaría invitarle personalmente a que se conecte con nosotros por medio de la dirección www.whitewingmessenger.org.

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