GACETA DEL GOBIERNO *
DE PÜERTO-BICO DEL SABADO 28 DE JÜNIO DE 1834.
PUERTO-Rico 28 DE JUNIO DE 1834.
Sr, Redactor de lo, Gacetú del Gobierno.
Muy Sf, mió: no siéndome posible entrar á hablar artísti camente de la función teatral ejecutada el 20 en obsequio de Ja publicación del Estatuto Rcal^ ni hacer de ella una iinpar- cial crítica, como desearla, encomiando lo que me gustó, y ex presando los pocos lunares que acaso hubo para los mas inteligentes, por carecer de los conocimientos que se requieren al efecto, si es que ha de hacerse con propiedad, á lo menos pery* ^ '¡¿f ansia de hablar del asunto, que diga una pa- miento elevad
aquel desvio qué á veces causan las pasiones humanas, al» gun chisme, una palabra imprudente, cualquiera cosa, semianclo el tedio, el disgusto y la amargura entre los habi tantes. No hay duda, el interés y el tesón con que S. E. ha insistido en que se realizase esta función de la manera que se ha hecho, ha^ descubierto su sisteiJria, poniendo de rúaninesto el plan benéfico que se proponía. Por otra parte,. privados hace mucho tiempo de repre- Sen^taciones dramáticas, á que hay tanta afición en ésta Ciu dad, por falla de una compañía regular, y deseando S, E. proporcionar, á lo menos á la clase distinguida del vecindacktriJ iiCLCactllil iHS cías ti?*, tiUOS.
el ins se me
o de nuestro Géneraf de interca le de función de aficionados, y hacerla ejecutar ^ ^atro de la Ciudad, convertido en una sala par- medio deJ convite de una sociedad escogida, aunjteuíre Jas festejos con que acabamos de celebrar ^eato el mas fausto, el mas plausible, el mas dig- rrir/e pudiera á Ja Nación española en su críci-: ° M : a w tf'f r— ^ Jí .U I SJ 1*1 fv iZ* ^ 4 'o circuiistan- £pn tanco acserco da saócda preparar /a mano diesvtaí y beuéfica Reina que lioy rige nuestros des \ueño sumamente celoso del buen nombre de ini de Jo bello y de lo culto, no he podido ver sin |erés que en las fiestas de Ja Capital de la Isla ,..,,,^„Jpostraciones que ennoblecen las artes, que ani man el esludTR, que íomentan el buen gusto, que suavizan y corrigen las costumbres, y que proporcionan reunirse y acer carse á todo el vecindario de una clase con cierto tono al mis mo tiempo de decoro y de familia, y que prueban inconteslatlemente la ilustración y la finura; creciendo mi satisfacción al ver á una porción de personas distinguidas teniendo á su cabeza á la Excma. Sra. Capitana generala encargarse con tanto gusto y vehemencia de desempeñar esta parte de las funciones, sin arredrarlas el temor del trabajo necesario para conseguir su laudable objeto, y ejecutarla efectivamente con tanta propiedad, con tan buen éxito, y con tan unánime aproLacion pública.
En cualquier otro local que los aficionados hubiesen he cho su representación, ni hubieran podido verificarla con la pompa y magnificencia que proporciona mucho mas fácilmente Duestro hermoso Teatro, y que ciertamente deinandata el al to objeto que han deseado, ni hubiera tenido el brilló y Jncimiento que heoios visto, ni habrían podido satisfacer la cu riosidad, y contefítar los deseos mas que de un cortísimo nú mero de personas, cuando el ansia con que Ja función era deseada, ha hecho acudir al Teatro todo lo mas florido de la población,, convidado á ella por esquelas de rigorosa etiqueta. Hay mas todavía en mi concepto; sin embargo de la pru dente circunspección y reserva del Excino. Sr. Capitán Ge neral q,,ue no deja traslncir ciertas razones de alta conve niencia que mueven su ánimo para la mayor parte de sus dis posiciones, no hemos dejado de adivinar que fija siempre y roíistantemente la vista de S. E. en un mismo fin, quiere qtíe eí vecindario de la Ciudad, como el de toda la Lia respec tivamente tenga ocasiones frecuentes de reunirse, de rozarse entre sí y de acercarse con motivos gratos, para fomentaí las relaciones amistosas, ta unión al Gobierno, la buena ar monía, en una palabra, este tono de familia que felizmente reina en Puerto-Rico, y que hace que vivamos bien unos coft otros, alejando aquella separación fatal, aquel aislamiento,
rio, una diversión que le es tan agradable, amenizando ai mismo tiempo las fiestas del Estatuto Real, para variar en al go lo que se ha hecho en otras ocasiones por motivos tam bién plausibles, se decidió por nna cosa que lo reunía todo, é iba á complacer sobremanera á los espectadores, como en efecto ha sucedido. En fin, cuando por los periódicos de Madrid sabemos que ■'iSÍ'SSStí",¿? as. de dec/amac/on como de canto, á que se digna asSfr muchas veces S. M. la Rema Gobernadora con su Corte v cuando los mismos decretos soberanos proclaman oficialmente la abolición de las preocupaciones que oprimian el Teatro y la alta protección que real y positivamente les dispensa la ilustre Regenta de España, fomentando por todos medios sus progresos, se me hace mas evidente que nuestro Gefe continuando su no interrumpida marcha,'sigue el impulso da do por el Supremo Gobierno, copiando sus pasos en lo esen cial como en lo secundario, en lo necesario como en lo con teniente, y en lo ütíl como en lo agradable, manteniendo en todo reunida la opiníon, estrechando las relaciones amistosas de las familias, y eslabonando los vínculos de la Sociedad cuyo encadenamiento trae consigo la dulzura y la felicidad de la vida.
Bajo de estos puntos de vista miro yo como noble y ele» vado el pensamiento de la función dada por nuestro Gene ral, y según las conversaciones que he oído á muchas perso nas de mérito, crea V., Sr. Redactor, que esta misma es la opmion del muy juicioso é ilustrado público de la Capital de la Isla, cabiéndome á mi una grande satisfacción al poder expresarlo á V,, en desahogo de mi aprecio por Ja persona del General, y de mi pasión al Teatro.
Es de V. muy atento y seguro servidor Q. B. S. EucríorrÍQueño,
«ARTICULO DE OFICIO.
Reales ordenes citadas 6n la inserta en la Gaceta anterior. Habiendo dado coenta al Rey nuestro Señor del expe« cíente que se formó con motivo de qüe el Consejo Real pro ponía ün aumento de derechos en el aguardiente y vinagra que se introdujese por las puertas de Madrid, á fin de pa- gar^ coli estos productos un crédito que tienen i su favor D, José Vpla y D. Ventura déla Pena por los sumihistros qua Jiicieron á las tropas de •Napoleón en la guerra de la índe» pendénciaj S. M., que se ha enterado detenidamente de to dos los informes.que se han tomado sobre el asunto' v con formándose con lo que ha éonsultado el Consejo de Estado, a mismo tiempo que no ha tenido á bien acceder al estaWecimieüto de semejante» arbitrio», pus» gumeatar la
extrema miseria en qne se hallan los pueblos, darían lagar i-eclamaciones^ muy perjudiciales, y disininuirian cnormeaiente las Kehtas Keales; se ha dignado también mandar que por ]o qae pueda convenir se instruya un expediente general so}ji-e esta clase de débitos en el ministerio de mi cargo, De Jíeal orden lo traslado ú V, E. para su noticia, y en contesta ción al oficio de Vi E. de 19 de Marzo ultimo.
He dado cuenta al Rey nuestro Señor del acuerdo del Consejo de Estado de 10 de Junio próximo en que devuel ve con otros el expediente promovido por D, Joaquin Ma ría de Azuela, como apodprado del marques de 1^-liees y varios sugetos, quejándose de que el ayuntamiento del va lle de Mena y los comisionados, con una provisión del Con sejo de Castilla, les obligan al pago de cantidades por su ministros que hicieron desde el año de 1808 al de 1813, y propone que se instruya en este ministerio de mi cargo un expediente general gubernativo sobre el pago de créditos pro cedentes de los suministros que se hicieron á las tropas de Napoleón en la guerra de la independencia; que se circule por el ministerio de Gracia y Justicia á los Consejos, chancillerías y audiencias la Reab orden de 15 de Octubre de 1826, en que se previno ya la forma del expediente general, y que se recojan las diligencias practicadas por ios comisio nados del Consejo de Castilla en el valle de Mena; y en terado S. M. detenidamente de todo se ha dignado conformar con el dictamen del Consejo de Estado. Lo que traslado á V. i. de orden de S. M. para que el Consejo disponga lo con veniente á su puntual y exacto cumplimiento en la parte que le toca, circulando al mismo tiempo la Real orden de 15 de Octubre de 1826, de que se hace mérito en el preinserto ofi cio para dos fi nes que en él se expresan, la cual trascribí á V. I. en 6 de Noviembre del propio año.
He ciado cuenta al Rey nuestro Señor del expediente pro"movido por el ayuntamiento de la villa de Coreos, provin cia de Valladolid, en solicitud de que se suspendan los,£fec^ tos de v\v\a. ^5>vovidet\c\a de Ja. vív, OISpasJcii'ii de que se practique un repinto vcdnuí pnni reintegrar a\ pueblo de Santoveñia de los rs. vn. qne d\cé suplió por sumini.stros al de Coreos en la época de la in vasión francesa de 1808; y enterado S M,, teniendo presen',te que por Reales órdenes de 15 de Octubre de 1826 y 4 'de Julio de 1829, se dispuso la formación por este ministe rio de Hacienda de un expediente general sobre el modo de abonar los suministros de que se trata, al cual se hallan uni das las representaciones del ayuntamiento de Coreos, y que por el ministerio del cargo de V. E. se circulase la prime ra de dichas órdenes, recogiéndoselas diligencias practicadas por los comisionados del Consejo Real de Castilla, en ex pediente promovido por el marques de San Felices y otros en queja del ayuntamiento del Valle de Mena que les apre miaba al pago de ciertas cantidades, procedentes de sumi nistros hechos en. los años de 1808 hasta el de l813, seha jservido S, JVl. mandar que la chancillería de Valladolid se inhiba de conocer en los autos que con el indicado motivo 66 ban suscitado entre los pueblos Coreos y Sautoveuia, pa sándolos ai intendente; que Santovenia y los 33,500 rs. que .reclama deben quedar sujetos á la resolución que S M. ten ga á bien acordar en dicho, expediente general, absteniéndo se por consiguiente todos los tribunales de entender en re partos de suministros, sus anexidades y cu cuanto tenga ó pueda tener ¡literas la Real Haciéncla; y qne para que así - se verifique se sirva V. E. disponer que por el mini|Kterio de su cargo se repitan órdenes á todas las chancillerj^ y au diencias á fifi de que tengan debido cumplinfíérito las ci tadas de 15 de Octubre de ,1826 y 4 de Julio de 1829, y ,iio' se dé lugar á los perjuicios y gastos que con la iufetauracioii de semejantes expedientes se causan á los pueblos.
*De orden de S. M. lo comunico á V. E. para su intelio-en'cia y la del Consejo, y que se circule á,todos los tribuna les del reino para su cumplimiento.
1 Á- •; oO O' NOTICIAS EXTRANGERAS,
•• - y. FRANCIA.
París 9 de Abril. miércoles debían ser juzgados en Leen Ips.ljamado»
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mníiielistas. Siegan las noticias qne se han recibido por el te légrafo, los agitadores han vuelto á en.sayar los alborotos c e, 5, haciéndose fuertes en las calles; pero las tropas los hap. cargado, y se han apoderado de todos los puntos. Ahora recibimos mas amplias informaciones de los su«e.sos de Leen, y sabemos que todo está dispuesto para C'pfitener cualquiera tentativa de insurrección. ' , P. ¡3. Son las cinco y media, y un despacho telegratico anuncia que todas las posiciones en que habian querulo fortificarse los perturbadores, han sido tomadas por la tropa. Esta ha desplegado la mayor energía, y la f J J • " 7 N ( su vigor. ^Gacela de Madrid.)
Concluye el oficio principiado en las Gacetas anteriores.
A las cuatro de la tarde se hallaban todos los ba cones de est,a villa ricamente colgados, en particirlar los t la ^ plaza que estaban llenos dé ,Sras., que prescindiendo ^ vía de sus gracias personales se .hadan admirar por e jo y elegancia de sus trages y de sus peinados. El concuiso era numeroso, y habiéndose ya reunido en frente de la ca sa capitular el ilustre Ayuntamiento y demás que de bían acompañarlo, fué una comisión en busca del cabalferq Regidor Alférez Real, y deanes de haber llegado,el Sr. J re sidente tomó el Real Pendón y por ante el Secretario del Ayuntamiento y los dos Reyes dé armas se lo entregó pa ra qne proclamase á la Reina Doña Is.AlBEL ii. En este es^ tado salló la comitiva de la casa de cabildo en la forma, : siguiente.' iba precediéndola con el mejor orden la compañig apitan de caballería situada en esta vilila al mando D. Ramón de Matos; seguidamente los maestr! nias, que no habiendo suficientes Regidores, fií dos al efecto los Sres. D. Felipe Arnau y D. Larrieu, detras de los cuales iban muy orden empleados y particulares; á estos seguían Jos armas que lo fueren los dos jóvenes vecinos eraobraamon versos yes de ta villa IX n Jnan j^se Colon á falta de Escribanos^ detras de Jos cuajes, iha por or3Ax> ^ yanta Jtlferez uierda igar el lume e coro
miento, á c.wyo extremo iba en medio e\ cabg Real, á su derecha el Sr. Alcalde mayor y el Sr. Comandante militar, á quien habla cec Sr. Alcalde de primera elección que se coloccv diato. Al salir se hallaban en Ja plaza tres infantería del batallón número 29 de milicias de esta isla al mando de su 2? gefe el Sr. nel D. Tomas Feraz Guerra, las que mientras pasó el Real Pendón por sn frente estuvieron formadas en el orden de parada, y tomando luego el de batalla formaron en colum na, y siguiendo al Real Penden cerraban la comitiva. El lu cimiento de la compañía de caballería, su uniforme marclia, la igualdad en sus vestidos'de los Sres. del ilustre Ayun tamiento (pues hasta los criados del estribo todos llevaban chaqueta verde y calzón blanco) la ^decencia y aun lujo de las demás personas que los acompañaban, los ricos arneses de los fogosos caballos en qne iban montados, fa lozanía de estos y sus inquietos movimientos, y el aire marcial por último de la columna que cerraba el acompañamiento, forma ban un espectáculo tan raagestuoso y agradable, que es im posible poderlo describir, •.
La comitiva se dirigió á la plazuela llamada de Monserrate, al Oeste de esta villa, en la cual había un ta blado alfombrado, y llegada á este sitio en donde habia un numeroso concurso, hizo alto, y apeándose el caballero Al férez Real, los Sres. Alcalde mayor y de primera elección, el caballero Regidor Alcalde provincial y Jos dos Reyes de armas, subieron á dicho tablado; estos llamaron por tres ve ces la atención, y en seguida el caballero Alférez Real re-' pitió tres veces: „Arecibo, Arecibo, Arecibo, Castilla, Cas tilla, Castilla." Por la Reina Doña Isabel h, tremolando el-^ Real Penden, luego esparció al pueblo monedas de plata fuerte, y los Reyes de armas arrojaron al aire ejemplares de un soneto que se habia impreso al efecto. "Volvieron lue go á montar los espresados Sres. y siguió la comj'tiva ha cia el Este, dirigiéndose á la plazuela que nay frente al fuerte, en donde iiabia otro tablado, y en él se repitió en un todo lo mismo que en el anterior; luego se dirigieron al ta blado que estaba en la plaza, que era mas grande y esta ba adornado con una balaustrada alrededor, eh el cual se repitió lo mismo que en los anteriores; la compañía de ar-
Alería que se hallaba formada en el fuerte disparó tres car\ona'¿os en cada una de lastres espresadas proclamaciones. Desde la plaza volvió la comitiva por la calle de Monserxale y se dirigió á la Iglesia, en cuya puerta esperaba el venerable Cura párroco vestido de capa pluvial, y recibió el Keal Pendón que quedó colocado en el aliar mayor: desde aquí siguió la comitiva hasta la casa de cabildo, en donde se disolvió. Nada hubo en esta feliz tarde que pudiese tur bar la alegría de que se hallaban poseídos todos lo.s corazone.s; mucho regocijo-, mucho entusiasmo, juranientos de fi delidad y de amor, y en medio de estas emociones muchó orden, mucha unión y armonía fué lo que hubo en la villa tle Arecibo al proclamar á la idolatrada Doña Isabel n nues tra legítima Reina; y para que no falte ninguna circunstancia acerca de este solemne y plausible acto, los impresos que tiraron al aire los Reyes de armas eran ejemplares del siguieale soneto.
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♦Mí-
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seo q ballero
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Guerra á mnerte y eterna al idiotismo
¡f?u horrible y negra faz jamas parezca, F.n un pais donde rio hay ya quien no ofrezca
Holocansto al saber y al heroismo. Destruido por Cristina el terrorismo
Su estólido secuaz huya ó perezca, En España vivir nunca apetezca
Pues alü pereció ya el*fanatismo.
Si, pereció y ya nueva y feliz era
Es la era de Isabel, todos juramos
Con entusiasmo amor y fé sincera, Q,ue á su Trono legal fieles seremos, Y cuie si alguna vez preciso fuera s verá morir sino vencemos.
la comitiva en la casa de Cabildo, los Sres. del ^tatnieoto- y algunos otros dieron todavía un pa)ieblo para saciarle á las lozanos caballos el dede correr, cuyo paseo se rindió en la casa del ca» z Real, qnien invitó á refrescar, después de ca cía Avu<j iieve de ía nocée se <r//é prfnc/piu a un famoso le que dió el Ayuntamiento en la casa de D. fitos, cuyo Sr. consintió en que se le quitara un lo cual quedó, uqa sala muy capaz: Rila está te adornada: su testero forrado de damasco carcentro estaba puesto un elegante doséi deba jo veia el retrato de S. M. la Reina Goberna dora V á cc^o pie estaba una hermosa silla con eojin, le da ban un aire de magestad imponente, las ricas pinturas que adornaban la sala, la muchedumbre y bien combinada distri.bucion de luces, la variedad de colores, la diversidad y gusfto de los vestidos de las Sras., la natural amabilidad de .estas, y la finura y urbanidad de los caballeros que las ob sequiaban con esmero hacían* de aquel sitio un lugar de dericias. Al encantador grito de viva Isabel ji, se rompió la primera contradanza, después de la segunda fueron las Sras. introducidas á una sala, en donde estaba dispne.sta una abundante mesa de refresco y en donde cuidadosamente fnejoH servida?, después de lo cual volvieron á su predilecta diversión del baile, el cual duró hasta las dos de la madruo-ada, á cuya hora se fueron á tomar un corto descanso. " En el día 10, á las nueve de su mañana; se presentó el ilustre Ayuntamiento en cuerpo á la Iglesia parroquial, en la cual (Se hallaba también el Sr. Comandante militar con toda la éficialidad de esta villa y un numeroso concurso; en ella se can tó una solemne misa con música, en la cual, despups del ofer torio, pronunció el Sr. Cura y Vicario un breve y elegante di.scnrso en el cual, después de inculcar sanas mj.^rmas de mo ral y de política, se velan brillar Jas bellezas oratoria.?; en .se guida se cantó el Te Deum con la misma solemnidad, y duran te- esta función una compañía de milicias hizo oportunamente tres descargas con, la mayor exactitud. Concluido el Te Deum ^entregó el venerable Cura párroco el Real Pendón al caballe ro Alférez Real y salió con él toda la Corporación, dirigiéndo•se á la sala capitular, en la cual, por ante el Secretario del Ayuntamiento y los Reyes de armas, lo devolvió el caballero Alférez Real al Sr. Presidente diciéndole habia ya proclama do en la forma acostumbrada a iá Reina Doña Isabel n; ac to continuo el AVuntaniiento penetrado de la verda^d y elo cuencia del discurso pronunciado por el Sr. Cura párroco, reísolvió pedírselo para elevarlo al Excmo, Sr. Presidente, Cxo-
hernadory Capitán general; lo que se verificó en el mismo día por medio de una comisión que, aunque venciendo mucha dificultad, lo obtuvo, y se inserta á contiiuiacion por separado. En la larde del mismo dia salió de la casa de Cabildo un carro triunfal adornado con plumas de diversos colores, guii- naldas de flores y cintas de una figura elegante, el cual se dirigió á la casa donde la noche anterior se habia dado el bai]e, y llegado que fué, los Sres. Cura párroco y Comandante militar bajaron el retrato de S. M. la Reina Gobernadora y lo colocaron dentro de él, encima de un cojin; de dicho carro pendían <loce cintas, en las qne estaba impreso: ,,Arecibo. por Isabel ii y por Cristina," de las mismas que en las anterio res fui^ioaes habían usado las señora.? en el pecho y los caba lleros en el sombrero. Éstas cinta# quedaban asidas de las blancas manos de doce nitias que iban, seis de cada lado, ele gantemente vestidas de ninfas con el pelo tendido y coronada la cabeza con una guirnalda de rosas: el carro salió tirado por el Sr. Alcalde mayor, el Sr. Comandante militar y otros indi viduos del Ayuntamiento, en seguida por el clero, después por la oficialidad y sucesivamente por todas las clases; era extre» inada la concurrencia que acompañaba este paseo, á cuya re taguardia iba un piquete de milicias de: infantería,' y en esta forma y con el mayor orden se dirigió con la música á los ta blados en que el dia anterior había sido con tanto júbilo pro clamada la Reina Doña Isabel ii: en cada uno de ellos se hi zo alto, y subiendo las ninfas, sentadas en sillas, que liabia des tinadas al efecto. Doña Andrea Domínguez y Doña Eustaquia Valencia, acompañadas de la música que habia sido de ante? mano ensayada para este acto, entonaron el himno que á con tinuación se expresa, cuyo coro fué caiitado por las doce íiinfiis restantes, y después de concluido, la primera de aquellas oficiosamente dió el grito de „Viva Doña Isabel ii, viva Are cibo," que fué contestado con general aplauso -de los especta dores. Decia así el himno:
Hoy jure este pueblo. Por siemjyre serfiel, De Fernando á la Hija La augusta ISABEL.
Su eléctrico nomi'yrc-^ Tres siglos atrás Produjo á la España La dicha y la paz. Los bárbaros todos Pasaron el mar, Y entonces las luces Se vieron brillar. Hoy &c. fJtlG Grnpui Y ennoblecerá, Mas rico y brillante
Siglo tan dichoso
Nos hace esperar
La sabia Cristina, Heroína sin par. Ella supo el Reino
De guerra salvar, La paz asimismo Sabrá conservar. Hoy &c.
Pasar se verá A Ja excelsa Reina Q,ue ilustre sabrá Hacer que sus pueblos Gocen dicha y paz. floy i&c.
Pues jure Arecibo, Cual siempre leal, Morir por su Reina, Su Trono adorar: Este Trono augusto En que la lealtad Ha escrito este mote; „LEG1T1MIDAD." Hoy &c.
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Mucho entusiasmo causó este himno, y el concurso aplau dió su ejecución como lo merecia la gracia con que estas do ce señoritas habian desempeñado esta parte de las iuncion.es, tan interesante por su naturaleza.
IJegó la noche, y á las nueve de ella se empezó el baile que la oficialidad del batallón de milicias núm. 2*? en la. ui¡sí#P|as|i que el anterior: la misma sala, los mismos ador nos, la misma armonía y el caprichoso trage de las doce nin fas, que bailaron la primera contradanza, hizo renovar el pla cer de la noche anterior y tal vez sentido con mas fuerza; un abundante ."efresco con hermosos ramilletes fué también servi do á las señoras, y á mas de las dos de la madrugada se letiraron llenas de satisfacción y placer, pues ni el mal humor ni ninguna especie de disgusto hubieran podido tener lugar en es¿ te sitio de júbilo. En el dia once por la mañana se entregaron estos vecinos á las diversiones 'de máscaras y juegos de carnestolendas, y perla tarde á las corridas de caballos. E-in la noche de este dia dieron él Sr. Receptor y el corriercio otro magnifico baile igual en un todo á los anteriores; y si habia variedad era solo
it:zxp\z:z:srs:.7"■' „n ...eva eapHcho , ^'u^iS g„s,o; aniefresco abundante y esnnis iñ eiéTl /"i ''«''"I"'" l„»c,.edita aai,„ia„„ d'iaTbfb^en"":d" carados á pübiicos re-^odi
oT ripn Hi i ,0. at"".)»»ciardiversión, r¿„iu.''cu„'-':;^'''" 'i"''''''' 6"'diversiones públicas en esta villa en él fti ^ acabaron Jas topea del'iaile, a] díeanjó,„eñecefit',barioSñr'*'"'"^ prender de ^uevo sus cotidianas tareas. dos.paraem- Es necesiario haber sido testigo ocuJar para poderse hacer cargo con exactitud de lo que se entusiasmaron i ya, ? "i deesta villaen la Procl^acioa dL"Ta"a"g^ta feABEL ,i y <en todas las %stas que con tan plausible motTvo se celebrairo«i; sus juramentos á cada instante repetidos eran emanaciones de corazones sinceros que, como hasta aoní sa bran cump rir con sus ofrecimientos, como naturales de] país cJasicode M lealtad: y en medio de estas emociones, el orden la paz y h fraternidad que los caracteriza siempre, ocimaron nn lugar preferente; sm que se presentara el mas pequeño dis gusto; de iQodo qne esta villa presentaba el' espectáculo de un puebk) feha y pacífico: espectáculo agradable que ojalá pudie sen ver y saipiesen apreciar aquellos pueblos que despreciando el bien real que gozaban, han querido ir detrás de un meior qne no han encontrado, y entonces se convencerían que la di cha y la justa libertad á que el hombre social puede aspirar es ía que paaficamente disfrutan los fieles subditos de la Mo narquía española.
ORACIOM ^raSulatoria prenunciada por el Párroco al ofer torio de la Misa solemne que en acción de gracias por el ncóndámientií ij Jura de nuestra Peina y Señora Doña Isabel se celebró en la Iglesia parroquial de la villa de -_-.*^d4veci6o, ®í día 10 de Febrero de 1634.
Seítoeesí E® solemnidad de estos días, el inmenso con* «urso del píueblo» sus alegres aclamaciones y estas sagradas .ceremonias, eos demaestrao que llegó por úliinio el deseado-mo mento en oíie la villa de Arecibo, cuinpl eodo co^ su .c)oa í/rf ¡arada ó. tiüestra Augusta Reioi»' Vvd-VvaV -w., Sot "¿brts, 5\eyes, e) Sr. Ü Ftruan. óo Vir (Ql E. E G.), y de la muy humana y sabia Díuia Malia Cristioai de Borbon, y congregado su ilustre Ayuntamien to y demás. Autoridades y vecinos en este santo Templo, con el mas-piadioso fio, y animados de aquel espíriui de relitrioii que tanto «fj-stingue á los hijos de la España, va á practicar ]o.s deberes qne le impone el amor á la Keina, elevaudn sus corazones k Dios, como David, para entregarse á la mas bumi'íde oraeimii y acción de gracias por su feliz adveuiiijiento al Trono de Jos Recaredos, Fernandos é Isabelas. Si, días felices, ¿Y cuantos días de gloria no le capera a la dicho.sa España.? A la verdad, señores, mi temeridad no es tan atrevida que quiera adivinar los futuros contingentes que dependen ÚMcamente de la voluntad de Dios y de la liber tad del hombre, ¿Quien tan insensato que se atr.eva á ase gurar h qne «crá una Niña en tan corta edad, y que desde el primer desl>ello de su razón y de su conocimiento, se verá lOfieatla; de todas las delicias de la vida, de todosrios alicientes del sentido, y de una abominable tropa de aduladores que pre- tenderán á competencia ganarle la voluntad é introducirse en su amistad y «en «u agrado? El'a bailará también á su lado — _i oonocimiento de Djos, j <pn «u hábiles maestros que In instruyan en e y en todas las dernas cosas qne pertenecen á ios grandes Mocarcas,- ¿Pero quien sabe si imitará el buen ejemplo de stn padres? ¿sj ser,á docil a las instrucciones de su querid^^ Marfre, ó adoptirrá'como el necio Roboao los consejos^jW los impetuosos, imprudentes é ineofjsiderado.s? Yo »eñaí*PÍff^ un tetnerario en aseguraros lo que el mas sabio dé los Reyes, el gran Safomon confiesa ingenuamente que ignoraba. Pej-o aunque Jto podamos sm manifiesto arrojo asegurar sin certidumbre, si •erá cm el tiiesropo las delicias y consuelo del genero huma6 el azote y estermioio de los hombres como no podremos formar algunas prudentes conje- niiP<sfro gozo en este día? si el Espiniu no cottío TitOi, Atila. ¿Por qn;fc turas que aumentert nuestro gozo en este - auinenieii p S
to. nos ■ ase.»ar3, que como fuese la madre sera la hija, y 1«e si la ,a\z de la casa, qtie son los padres, fuese santa, santos spfán' ramos que son los hijos, ¿porque siendo los jpadfe* de nutscia Augusta Reina unos Soberaims, ejemplares
de toda virtud y de irreprehensibles costumbres, no debemos persuadirnos que ella será en todos tiempos Madre de su rei* no, defetisora de la religión, columna y apoyo de la f6, y Peina perfeciisinia? ¡Oh! quiera el cielo (¡ue la tierra vea en esta Ni ña una Reina, amante de la verdad y la justicia, que no se ensoberbezca con su poder y con el explendor del Trono, con los discursos de jos aduladores, ni con el rendimiento de cortésanos corrompidos: una Reina que se acuerde que es mor tal eu medio de elevación y grandeza: que aumente el divino culto, que reverencie la Magestad infinita, que lema, ame y adore a Dios, que castigue a los malos, premie á los buenos, y atienda al mentó en cualquiera persona donde se halle: una «eina en fio en quien resplandezca el valor de ios Ramiros, la sabiduría de los Alfonsos, la piedad de les Recaredos, la ,, Luises, la santidad de ios Fernandos, los talentos poliltcos y administrativos de Isabel la. católica, y la alma noble y constante desvelo por la felicidad v bien estar de sus pueblos, de su Augusta' Madre Cri-.tina, ' Quiera asi ,el cielo, fieles puerto-riquenos; y para que asi lo quiera, no ceseis en vuestras continuas fervorosas oral Clones, para que el Rey de 'los Reyes y Señor de Jos señores, extienda su diestra protectora sobre nuestra Augusta Niña, á hu de que gobernando en paz y justicia los pueblos que la Magestad de Dios le ha confiado, veamos florecer la rel/gion, como en los primeros siglos en su pureza, aumen tarse-la agricultura, circular*con actividad el comercio, fomen tarse las artes, perfeccionarse las ciencias; y hacerse España en ^8 gloriosos días de Isabel ii un perfeciisimo ejemplar de Roma en el brillante siglo de Augusto. No ceseis, seño res, repito, en vuestras continuas fervofo.sas oraciones,' pe»i¡r al Supremo Rey de los Reyes y de los pueb, rna en nuestros corazones el amor, la lealtad, i'ion y Id obediencia debida á nuestra Augusta bérana, para dar de este modo á todas las nací pío mas ilustre y constante de fidelidad y ace-r listuo. Edje,
EN £L MJ¡S DE MAYOi
Autrrfüs Muertos.
Rio-piedras. ¡ I T ,
Se disfrutó buena salud.
ANUNCIOS.
En la Real cárcel de Guayama existe un negro aprelu'ndldo en el barrio de Jovos de aquella jurisdicción, cuya filiación es como sigue: dice llamarse Anrlres, cuerpo regular y delga do, pies pequeños y finos, ojos vivos y grandes, nariz chata y labios no muy gruesos.—3
En el pueblo de Guayama se ha capturado un 'mulato nom« brado Juan que se dice esclavo de Mr. de Saint, quien lo deJó en poder de Mr. Clavery, vecino de Toa baja. Sus señales son las siguientes: claro de color, natural de Guadalupe, de es tatura regular, nariz chata, pelo y ojos negros, pie regular, cons titución fuerte, y de mas de 20 años de edad.—3
En la tienda de D. Domingo Nuñez, situada en la pla za Mayor al lado de la confitería de D. Manuel FeijoO, acaban de llegar zapatos enteramente finos para bailar, y muy á pro pósito para los que padecen de callos, por la suavidad del cuero, á precio equitativo.—2
De la Hacienda del S? Cotnnndante del departa mento de Caguas D. Mariano Tafaró, se ha fugarlo un '¡legro, criollo francés, llamado José Antonio, de edad 'como de 45 años, color achocolatarlo, cuerpo regular y rehecho, su hablar cariñoso, y algunas cicatrices en la cara como de haber pasado viruelas en su inlancia: se llevó una yegua zaina obscura, con un iucerito blanco en la frente, una pata de atras blanca, trotona, y matada un poco de la aguja, abultada de crin y cola, aparejo y banastas gran des de carga.—2
Imprenta del Gobierao ¿cargo dé D. Yalenano de SanmilJan-