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CARTAS ÍNTIMAS . .

London, Junio.

Mi querida Esther: dad de existir, entonces les va corroyendo la anemia ideal...... La vida. de sufrir fortifica. =Le sucede á los humanos y perdóname, alma Cuando me pediste con insistencia que muy á menudo y según el humor y los cuidados me lo permitieran, y algo de muy partieular sabroso pudiere trasladar al papel, escribiese para VIDA ALEGRE, NO te regatee la complacencia y al punto te dije que en seguida pondría manos para que con la frecuencia posible aparecieran estas cartas como tú lo quieres, y como ya requiereMi cdxdial compromiso.

Es dia de

Hoy tescribo con el alma triste. mucha niebla. Despues de la muerte del Rey no hemos visto el sol. Los paseos están muy solitarios, y las caras se ven tan pálidas, que las ojeras de las pocas jóvenes que - pasean seme. jan hojas de lirio azul desgarradas..... El sol alegra la mirada, como alegra las flores. Por algo se ha dicho con justísima intención poética, que los ojos son soles..... La comparación te parece rídicula? No, mi alma, no. El sol tiene su foco luminoso en sí, y sus rayos son la fecundación del alma-naturaleza. Los ojos tienen el admirable y rutilante' foco radioso en el pensamiento y sus rayos orean y vivifican el alma de la humanidad; única ó en plural. Que un plural puede ser cero, como tambien cantidad específica. Las almas de dos personas pueden ser de hecho una; cómo el alma colectiva, puede ser las disgredadas chispas de una hoguera emparvada ó en extinción..,....

Hoy escribo muy triste, las nieblas me han penetrado y siento humedad en el alma. Resbalan los sentimientos en ella, y me inclino á la impiedad. Hoy no mesiento ni buena ni compasiva, ni inclinada,al recogimiento. ni siquiera me siento fuerte para desmenuzar las sensaciones. FPasan por ese plano enneblinado de mi alma los recuerdos, y el corazón avizor y porfiado solo quiere coger á los lancinantes, ó los recuerdos dolorosos, que sonlos más fuertes, y los más confortativos: como que tienen ensí la fortaleza de la angustia y la energía de la experiencia. Esta debe ser la enseñanza áprovechable. La blandengueria no enseña. La vida muelle que se desliza ensoporizada en una deletracción ideal de regodeo y flojera, debilita tanto, que el cansancio y el hastío ño tardan en producir uña á modo de neurastenia animica.

Ya comprendemos la congoja...... Son los felices, los más inclinados á sufrir. Cuando los ilusos de la realidad, cualquiera que sea su posición y condición; sienten en sí la debili- mía, lo erudo de la comparación como á los caballos de recreo ú de tiro. Que las mataduras le ponen el cuerpo resistente. Los caballos lustrosos, que limpia la mano del capricho, que les agasaja el cuidado para la carrera y los enlustra el mantenimiento abundoso, para el recreo y la vanidad, mueren pronto, se inutilizan antes. No viven. La lucha por el dolor hace fuerte, resistente y feliz la vida del pensaámiento y del corazón. Si te fijas, veras, por qué los mártires son felices, y las madres sisufriendo, y nosotros cuando amamos de verdad. Elsentimiento es la felicidad. Creélo y nolo olvides: La cuestión es que saquemos filosóficamente provecho de esta enseñadora é instructiva cátedra. ¿Cómo se aprende? A mando el sufrimiento, como se ama el remedio dela botica, el regalgar, que es amargo, y el veneno que mata. Las heridas que hace la vida cruenta, las satura el sufrimiento. Y la alegría subsiguiente, borra hasta las señales. Nuntra se alegra tanto el marinero como al verel sol despues de la borrasca.

Hay mucha gente qne nunca aprenden nada de nadie, por falta de hábito reflexivo, de cuidado, de observación atenta, y pierden las más sabias lecciones.... Hoy mi tristeza es grande, y estoy muy reflexiva. No te puedo escribir de modas, de risas,de la efusión amorosa y plácida de la vida comunicativa.- Nada puedo decirte de los paseos, del lujo, de la vanidad, en fin, con que la vida tapa sus ansias de egoismo.... Ya te hablaré de todo, si el tiempo fia la perdurabilidad de mi empeño y la complacencia que hago-de mi compromiso... _ Hay una capa densa de agua turbia en los tejados, tan densa, que parece el humo congelado de las fábricas. Las pocas mesetas que hay en algún ventrudo balcón, no sé ven. Si cruzase volando alguna paloma, tampoco se vería. La luz es tan pobre, que se marca el peso de la tristeza. La naturaleza obliga á metq¡* muy dentro del corazón la mano desñ del pensamiento, y á desdoblarel alma, ó 6. escrudiñar los dobladillos del pañizuelo de los amore s ómo todo está compensado! ¿Hay alegríapordentro quio de la vida íntima!..

Adios, y un beso.

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