5 minute read

ESTRENO DE VERANO

Sí; ¡Bah!

el alcalde bruto, el boticario memo..

una sola vacía' con mucho á hacer i¡Hombre! yo conozco esa música. iMalorum! ¡Empezamos plagiando! iSi esto es la <«donna é mobile» de «<Re. coletos>»! iCa! Lo que á mí me recuerda es el <dúo de los paraguas.» iCuando digo que esto no sale! iEsto va al foso! iToma! ilJa, ja, ja! El director de orquesta parece que está nadando.

El director de orquesta ocupa su trono con cierta solemnidad no exenta de atolondramiento. Los espectadores, al verlo, princi. pian á sisear con insistencia: unos, porque se callen los que charlan; otros porque no siseen los que sisean, que es el colmo de la ley del embudo, y los restantes no más que por pura gracia y pasatiempo. Dominando el extraño rumor, y haciendo enmudecer á todos un instante, sale de improviso de la orquesta un torrente de notas....

Compadre, así yo también hago música.

Yo he pagado revendedores, pero....

¡Jinojo, callarsus! que después tiene uno que escribir la revista.

Es que es de mucho cuidado la parti tura....

¿Cómo voy á decir que sus calléis, con£grios? (Sic).

HH i¡Uh!....Ya estoy viendo yo lo que ocurre aquí.

La escena representa la plaza de un pueblo.

-Señores, estoy de alcaides y d: boticarios hasta la coronilla.

iY que malito es este coro!

iMalito con ganas!

¿De quién es esto?

Siempre será de algún percebe. (3ic) Como lo quieran repetir, se arma.

iAh, pues entonces se arma!

icallarsus, rediez, que luego sale Clarín con que uno es un znorante!....

Termina el coro. A la guardia negra se le hinchan las manos aplaudiendo. El público «de buena fe» protesta indignado. La claque hace cuestión de honor que el coro se repita y acaba por salirse co1 la suya. Escándalo.

IV iY que Zaiga direztor que azmita estas obras! iQué novedad! iEso no puede ser más antiguo! iEs que no hay un chiste! iN1 uno! No se oye jota....pero no hay un chiste. i¡Qué se yo! Debe de ser de alguna es. pecie desconocida! i¡Ah!....yo también me duermo....

Todo el quid está en que el novio de la hija del alcalde habla con ela por la chimenea....

No, no, pues eso es nuevo.

Lo que es nuevo es haber dao dos pesetas por una butaca fa ver un desastre como este.

Y ese cómico ¿de dónde ha salido?

Yo me duermo, soy franco....¡Ah!....

¡Ah!....

¡Ah!....

A mi se me van á ir los tacones.

..icomo -s lo viera! iEjem! ¡ejem! i¡Ejem! iAaaaaah!....

Caballeros, ¿han visto ustedes que gracia?

La clague viendo las de perder, mete mano digo manos, y se las destroza en cumplimientcí de su misión. Y aquí es ella. Levántase una protesta general: poco á poco el éscándalo, lejos de cesar, sube de punto, y hay especta. dor colérico quese levanta airado, y blandiendo el bastón insulta al jefe de la (laqñí que arenga á su hueste iFuera! i¡Fuera alabarceros! - i¡Que se calle ese! iNo rre da la gana! ¡Za eso he fagao!

¿Cómo vamos á permitir que esto pase?

¡O se calla usted ó le Fuzás atizo dos man- i¡Eso me lo dice usted aquí! i¡Fuera de aquí me rasca usted á mí las narices! iVaya usted á hacer galletas! i¡A la calle! i¡Silencio! iQue no se oye! iEso vamos ganando! iY tenga us¿ez luego serenidaz de juicio!

¡Aquí y fuera de aquí!

El público en masa prorrumpe en acompasado y fuerte bastoneo v

Aunque parezca mentira, la representación concluye. El morstruo de cien mil pide la del autor cabezas Los alabarderos aplauden á rabiar. El telón se levanta.. El cómico de la nueva especie osa adelantarse hasta la batería para proclamar los nombres de los autores. El tumulto arrecia y llega á adquirir proporciones extraordinarias i¡Que no! ¡que no! ¡que no! i¡Fuera! ¡fuera!

¡A la cárcel con ese!

¡Pimii! ¡piiiii!

Espectáculo indescriptible. Hay quien se mete dos dedos en la boca como si fuese á desahogar el estómago, y silba lo mismo que una locomotora.

Al Comercio

Como representante en esta Isla de la Compañíe centralizadora de fabricantes y cosecheros europeos: según contrato con los Sres Dooley Smith Co. he concedido á estos Sres la exclusiva en esta Isla para la importación de los excelentes vinos de Vermouth, de nues-

Vista la imposibilidad de que el público conozca 1)= nombres de los ingenios, deciden los actores sacarlos á lucir el físico siquiera. El primer actor y la tiple casi levantan en vilo á uno de ellos, que resistiéndose á su exhibición, patalea como un ahorcado; el cómico de marras tira de otro con tan grandes esfuerZOs, Que no parece siro que el tal está incrustaco en los bastdores; otro se presenta esfpontáreamente con una fior en el ojal, porque cree que lo están aplaudiendo y que lo merece, que es el delirio de la ilusión; otro pues todavía quedan conducido quieris que no por varios comparsas al proscenio, jogra desasirse de ellos al fin y al cabo, y echa á correr y se escabulle; otro

El público, en tanto, los piropea con cariro

Y, por último, baja el telón, En todas las caras resplandece grata complacencia, excepción hecha de las ce los amigos de los autores, en las cuales no es complacencia, sino frenética alegría lo que resplanCece

Vi

El <crítico» que imponía silencio dirizese colo á la redacción. En sucerebro bulien encontradas ideas. Aquello no es cerebro; es una olla de grillos materialmente. Hace sin fin de reflexiones sobre el pasado, el presente y el porvenir del teatro español....Sin duda prepara un gran artículo....Está deseando verse ante las cuartillas. Al postre se ve, ¡oh como no podía menos y como no podía más, escribe: momento solemne! y

«La obra estrenada anoche no fué del agra do del público »

Y una exagerada modestia le impide firmar

S. Y ]. ALVarEz

UAS IUNAS INE

QuINTERO

tra casa Domingo Bellardi Co! de Torino

Los Sres. Dooley Smith £ Co., tienen constantes existencias de estos cxcelentes vinos, y todo pedido de este artículo debe hacerse á los referidos Sres

San Juan, P. R. Junio 20, IQII

JOSE DIAZ PRADO

De un tacaño otro imploró fósforos en plena vía, cuantos en la cija había uno á uno consumió buscando lo que no halló. Al verle fuera de sí el prestador, dijo así: ¿Qué buscáis para mi daño? y respondió el más tacaño: H Un fósforo que perdí. H

¿Te ofendió un necio, á mi ver? Si la venganza es placer, gózalo con sabio tino: búscale al neco mujer y sírvele de padrino.

Hl aun tacaño en lo cortés, pues si prestaba atención era á la convervasión que le ofreciera interés.

Roberto en la pubertad quiso hacerse sacerdote; la presunción y el bigote trocaron su voluntad. Hoy en mayor facultad tiene la licenciatura, y con ejemplar fresenra clama el padre satisfecho: ¡Mi hijo Jegrará provecho, pues es médico y no cura.

Dió en la idea Dorotea de que el tifo la mataba, y tanto en ello pensaba que murió de tifo-idea.

VI

Que es usté un ruin, lo imagina todo el que le haya tratadodijo á Pedro una vecinay aquél contestó enfadado: iUsted sí que es una ruina!

VII

De una paliza quebró cierto bruto á su muje-; tras un largo padecer la apaleada falleció.

Y el hombre, con gran cinismo, á todo el que le pregunta de qué murió la difunta, responde: de paludismo.

VII

Un experto para....petos, diez expertos para....rayos, cien expertos para....lelos, mil expertos para....guayos.

IX

Un diente se extrajo Andrés y ningún dolor sufrió; el dolor vino después, cuando el dentista, cortés, la cuenta le presentó.

X

Principe en usurería, hombre de tanta miseria, que siendo persona seria T ropa se le reía. No vestía ni comía sino dos veces al mes,

¡Aquí, hombres de talento! es un caso sin segundo. ¡Un ciego de nacimiento que se llama....Vere-mundo.

F. LóPrez SÁNCHEZ.

This article is from: