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CABOS ATADOS
Han leido ustedes Blanco y negro.'. la tan comentada alabanza de nuestro presente, hecha por un ilustre hombre público.
¡Cómo se habia allí de nuestro progreso! Del nuúestro, como si ese progreso de que nos habla don Pepe no hubiera sido mundiaf.
En esta última década el orbe entero ha dado uná sacudida; se ha desperezado, y adelanta como en ninguna época.
Turquía despierta y $t3blece su constitución: China. que no qúiere quedarse detrás, encuentra á una Dalila, la civilización, que le corta la trenza y le hace podereza. Que así como Sansón perdió sus fuerzas con la trenza, China las ha adquirido.
Ese progreso de que se nos habla es del siglo. Ahí tenemos á todas las repúblicas sub-americanas centuplicando su producción y su poder. ¿Cómo había de quedarse Puerto Ricó detrás? De modo que ese progreso no se lo debemos sino al siglo. En cambio podría decírsenos, ¿qué parques ó paseos públicos se han hecho; qué edificio revelador de nuestra prosperidad.
funesto riego de Guavama, podríamos áom'rque estamos en Jauja.
Y con respecto al largo tiempo de prqmra ción que necesitamos para disfrutar ungobierno liberal, según el ilustre Pr<s¡de-& de la Cámara ¿podría decirnos qué p lñn necesitó el territorio de Panamá para coqwertirse en república bajp la égida de Roosevelt:
Al amigo Taft le están haciendo saliva los grandes políticos del Norte. Se han propuesto acabar con él, v cu.seguuín sus deseos. Es mucho lo que le cae encima. y el paragúas de la administración, apesar de toda su resisténcia, se romperá con el chaparrón que sufre- %
Pronuncia un díscurso en un estado, y apenas sale, entran los demócratas con toda su Jaibería, á poner nuevesito al bueno de Guillermo.
¡Un pr e tan bueno, tan cariñoso con nosotros, y tan 1i con los mismos yankees!
¿En
¿Qué se hace con nuestros millones? dónde se esconden? ¿En dónde está nuestro Capitolio? ¿Cómo es que aún están utilizándose casas viejas como escuelas modernas?
S: Pu Rico está tan próspero, ¿cómo es qu0£%3rrollar el servicio de carreteras ha tenido que recurrirse al empréstito?
Si fueramos á juzgar nuestra prosperidad por la manera como se gasta el dinero en el
Anécdotas
Un hermoso niño.No hay que =3m* Como hermoso niño, el que está actualmente en observación.en el hospital de Tunez, es un hermoso niño. De tal manera ha áprovechado el neñe, que es objeto de la cunos¡dad general. Médicos de todas partes van ávisitario:
Imaginaosque este fenómeno precoz sólo - tiene cuatroaños; y á pesar de su pora edad pe& ya treinta y cinco kilos, mide un metro 20, tiene voz de hombre, y si se quiere de hombrón, el labio sombreado por un ligero bigote, y muestra ya todos los signos de la pu-. bertad.
¡Qué malagradecidos son esos gobernadores que se han negado hasta.á remb¡de' ¿Será temiéndole á la cuentad el hotel? Poqnem en todos los los estados hay una ¡fd¡ll¡ mano para hacérselá en fricasé al gloeón deTaft, cada vez que la pida.
Ya lo pronosticamos nosotros: el unperiahs mo morirá en manos del buen Guillermo.
¡Y que se quede con las ganas de abnrél canal! ¡Qué lástima!
F¡LIS.' E
El doctor Ricord fué-lhdeo una ñ¿1 con Vetpeau para visitar á la célebre artista Augustine Brohan.- Tratábase de un abcuollá seno que. nada parecía ¡u=tiiw Velpeauexaminó, palpó y comprimió la región enfer-. ma, cediendo la plaza á Ricord que exclamó: <Es una aguja que ha penetrado al !D ¡Ab!-«dijo severo Velpeau. ¿Cómo pue- de usted diagnosticar la exisbaal de en el seno?
«Diantre! lo conocí cuando me pinchó» Y diciendo esto extraía el cuerpo del delito con gran estupefación de su colega. Después, tapoteando la-región, dijo: «Está bien, señora. en toda mi vida no he visto un alfiletero tan precioso!»