6 minute read
S MI PAISANITO a
El á modo de lema que lleva este articulo, lo creo necesario para calmar los gritos de mi conciencia , ó cuando menos, para justificarme á mi mismo.
Yo les empeño mi palabra de que por esta vez no he recurrido al archivo de miimaginación á buscarun asunto para escribir un artículo.
Este Paisaníto mio que voy á presentarles no es hijo de mi fantasía, es de carne y hueso, como mis lectores, como yo: y á poco que hagan un esfuerzo habrán de reconocerle, á cada paso con ustedes se codea en las calles.
No sé quien quiso jugarme la mala partida, dándele las señas de mí casa a.sujeto de quien voy á hablarles; pero sea quien tuere, á ese hay que suponerle más cantidad de buen humor de la que á mí me atribuyen.
!'1o que yo daría por vengarme!
Ya que no puedo hacerlo en la persona del desconocido, me cebo en la del protagonista (y cómplice), sacándolo á la picota, y aunque s:a á trueque de gastar mis reales en tafetán y árna,ica.
Relatemcs X.
Muy tranquilo, metido en mi alcoba, repantigado en mi cómodo sillón, leía las Cartas de Pereda , esperando la hora del yantar, cnando entra la criada y me dice:
Un joven pregunta por usted: dice que tiene gran necesidad de hablarle.
LUn jóven?
Sí, algo estropeado y no huele á rosas (La criada es una mozuela de carácter alegre y cosquilleso.)
Estoy muy poco accstumbrado á estas visitas, que por el modo de presentarse huelen, sino á rosas, si á refugio. (Mislectores comprenderan fácilmente el porqué.)
Seamos por una vez en la vida Zombre importante, me digo, y levantando la voz ordeno con la misma prosopopeya que lo haría un ministro:
Qué pase!
Válgame Zzabolín, y si - hubieran visto ustedes lo que pasó! -Una cabeza puyua, á manera de esos marimbos anchos en la base y finos en la cúspide. Enclavados en ella dos ojos redondos y pequeños de mirar adormilado; una nariz larga y redonda (gedeónica), y dos hileras de dientes caninos.
Se puede?
Vaya si se podía, como que ya estaba dentro de la habitación.
LUsted me perdonará que venga á distraerle de sus lecturas; más yo fío en....
No es molestia alguna, señor. Tome asiento.
(El famélico practica un reconocimiento en la habitación. y al notar que no hay en ella otro asiento que el mio, se acomoda tranquila- mente en mi cama. - ¡Ay lo de las 7osas') la del Arte7
Pues verá usted, amigo. - (¡Eh!)- Yo tenía necesidad de encontrar una persona que del Artc amante fuera; la buscaba, la buscaba, no la encontraba, y cuando ya desesperaba, lo encontré á usted.
A mí?
Sí; á usted.- Y no es que á usted directamente lo buscara, sino que buscando á la perscna á quien antes me refería......
Eso, á la del arte, me encontré con otra, no la del arte, pero esa otra me dió esta tarjeta, y por carambola he venido á ponerme delante de Vd.
Mientras mi heombre busca entre un manojo de tarjetas la que fpara mi le han dado, yo observo su rara manera de vestir:
Usa pantalones cenizos, tan estrechos que temo se le salten las costuras, y como le vienen cortos se de-tacan. con 77207 Ssus sÓlidos c'mientos. (Calza el 40.) Completan su vestimenta un chalequete del mismo color, que no le llega al ombligo, y un gaban de dril blanco. del que podía decirse que le huye á la humedad.... por no decir á otra cosa
Esta, esta es la tarjeta, dice, al tiempo que me alarga una cartulina amarillenta y sucia.
Leo el nombre: Juan José Sorelli. No, yo no conozco á este señor.
Ah, entonces será esta otra.
Leo otra vez: Pablo Emilio Jesús Corneil
Tampoco.
Bueno es igua'. Estoy seguro que de aquí tengo la que para Vd. traía: pero ahora no sale, no quiero molestarle más. De cualquier modo esté séguro que se trata de un íntimo suyo.
Adelante.
Pues bien, señor, yo voy á abrirme....
-A abrirse qué?
Mi alma de par en par.
Ah vamos.
Qué. se había Vd. asustado:
Yo no; pero ya ve usted, corre por aquí mucho aire y podría Vd. fácilmente resfriarse. No pase cuidado, estoy acostumbrado á aserenarme.
Entonces ábrase, digo, continúe.
Voy: Me vé Vd. vestido tan modestamente, y con este rostro que pregona mi debilidad. ... física?: pues, yo, señor, soy paisanito de Vd. y oriundo de una familia de noble ejecutoria. No la conocerá Vd porque ha ya mucho tiempo que partió de estas risueñas plavas. (Aquíse le adormecen aún más los ojos.) Y no es que haya yo nacido precisamente en este País: sino que mi madre de aquí era, y, cuando dió en pensar en mi vivía én Puerto Rico. Los primeros aldabonazos que dí para que me abrieran las puertas al mundo, los dí en Puerto Rico, y si es verdad que cuando me dejaron salir, digo al mundo entrar, ya estaba muís allá del horizonte, do por eso pierdo mi derecho á ser natiro.... ¿No lo vé Vd. claro?
Clarc que si lo veo. dificultad.
Dificultad?
-Si, una, la de que yo no soy de Puerto Rico. - Yo nací en Cerro Gordo .
Cerro qué?
-Gordo.
Quien lo estuviera, cabal'ero! bostezo prolongado.)
Sólo que hay una (Aquí un
- Pues bien, conocido el orzgen de mi especie, tácil es también conocer mi tempera.mento soñador.
Es Vd. soñador? -
Si, caballero, soñador: sueño mucho, y si no fuera por lo ingra/o de mi lecho, aúa podría soña1 cosas más ideales de las que comunmente sueño. Porque mis sueños son los de un poeta, y yo aspiro á exteririzarlos dándoles forma tangible sobre....
Ya caigo, Vd. aspira á ser comediógrafo.
Justo; á eso aspiro y....
El amigo de la /a7je/a, le ha aconsejado que me vea Vd. para que yo le preste mi avuda.
Exacto, exacto ei ajeno pensamiento'
¡Per) como. lee Vd en
Y en qué consiste esa ayuda ?
Me abriré, digo, me explicaré: Lo primero es una recum=ndación para sus amigos los periodistas. Deseo que me pub:iquen unos sueltecitos que tengo escrit»s relacionado. con la comedía que pretendo esrenar. Lo segundo es que me ponga Vd. en relación can algunos artistas para irlos impresionando con detalles de la obra, y lo tercero. ... lo tercero es algo parecido al lugar donde me dijo Vd que había nacido.
-Gordo?
Eso, gordo, pues desearía que me adelantara usted aZvo á cuenta de los derechos que he de cobrar por las representaciones de la ER - a.
-Ay Paisanito! á usted lo han engañado ó esa tarjeta que usted no encontró no era para mí. Mire: la primera ayuda no ofrece dificul tad pues que los periodistas de mi pais, digo del suvo, son fáciles de conocer, son gentes asaz sencilla que se da7 con todo el mundo. La segunda tampoco es difíci!; yo lo relacionaré con Sandoval, Evaristo Velez, Goicochea, artistas papulares. Pero la tercera, como dicen por agquí. Murió el Cochino ó Barbilla , que viene á ser lo mismo. = Venga acá, á este rincón del aposento, y le hablo bajito, para que no me oiga la dueña del Boarding, Aquí donde usted me vé con esta cara tan satisfecha, puedo decirle que si no salgoá la calle á hacer lo que usted hace es por....
Porqué?
Por no hacerle á usted la competencia. .!
- -Cóncho!; pero si me habían dicho que era usted un joven que contaba con posibilidades.
- lusto, con posibilidades de que me pongan el baúl en medio de la calle: y mo digo el catre porque es de la dueña de la casa.Pobre comedia mía! Y, digame: usted comió ya? -
No, no he comido, pero no me atrevo á llegarme á la mesa porque la Patrona en vez de servilleta me pone el recibo del trimestre vencido......
Pero teadrá siquiera una peseluña. Ni-eso.
Y unos pantalo=citos viejos, de los que ya usted no use. Ay compañero , tan mal estoy de fondos como de indumentaria.
De modo que no puede tirarm- con a'go?
Si hombre cómo nó!: le voy á tirar con un zapato sino embala ahora mismo de aquí.
A mi, á mi y con un zapato? Esolo veremos en el campo del honor....
Mi Zaisanito saca su manojo de amarillentas tarjetas, y acompañado de un gesto enérgico deja una sobre mi mesa.
Tomo la cartulina. leo el nombre en ella impreso, y me quedo patidifiso, pues dice:
¿Y cree usted don Jorge. que su Paisanito let un artículo tan largo?
Cráfico
Bajo la dirección de Rodrigo Cervantes apareció esta revista el lunes de la semana anterior.
El Gráfico viene á sustituir á El Carnaval y si ha de corresponder á su nombre vendrá eada día más interesante.
El número que tenemos á la vista trae notas de rigurosa actualidad.
Administra la nueva revista don Rafael Colorado, quien no necesita de nuestros elogios y está la ilustración artistica á cargo de Leoncio Mar-inez conocido ya por Leo seudónimo que sigue usando en el Gráfico. Próspera vida deseamos al nuevo periódico.
JORGE ADSUAR.
Ateneo Puertorriquéño
Clases De Taquigrafia
Restablecido ya de la enfermedad que lo retuvo en cama por espacio de dus meses, el profesor de taquigrafía de este centro, señor Conrado Asenjo, serán reanudadas las clases de esta asignatura, el Jueves 2 de Noviembre próximo.
El Sábado a, del mismo mes, empeu.rí también el nuevo curso, y al efecto, por la presente se avisa á todos los matriculados, para que asistan al Ateneo á las 8 de la noche del citado dia 4 de Noviembre, para la organización de las mismas.