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e.
gada al llegar 4 la edad de ¿1 años; pero s muriese antes, esta suma irá á manos de -u hijo Vicente
Deja á su hijo póstumo, previsto en el testamento un fondo de tres millones, disfrutando de la renta hasta que llegue á la edad de veintiún años, cuando el fondo vendrá á ser de su propiedad. La misma cláusula anterior rige aquí, recibiendo Vicente esta suma «n caso de muerte del póstumo.
El remanente de la vasta fortuna, la más sólida de los Estados Unidos. irá á man»s de Vicente Astor. sin requisitos ni trabas Ce ninguna especie, cuando este llegue á los veintiún años, que será el 15 de Noviembr: próximo.
Otras cantidades que varían de diez mil í veinte mil dólares serán repartidas entre.algunos servidores fieles y tres amigos.
La señora Ana Willing Astor, esposa divorciada del millonario, no se menciona en el testamento pára nada. Ella tendrá que conformarse con la renta de cien mil dólares anuales señalada en la época en que ocurrió el divorcio.
Noche De Verano
Cuánta poesía y que sublime arcano encierra para mí el misterioso canto del co-quí en las húmedas noches del verano! EL AUTOR.
Es de noche, la negrura de las sombras causa espanto; una luz brilla á le lejos, en el triste campo-santo; las -estrellas en el ciels no rutilan y la luna blanea y bella, eclipsada y sumergida queda en una imponente densidad, que sus rayos eseurece; la humedad que de los céfiros de la noche enana, ereee, y por fín, ya los pletóricos de vapor, densos crespones, sobre los campos deslien sus tibias condensaciones.
Gesa la lluvia, inundada queda la feraz campiña, - el valle, el prads y el kuertc de fertilísima viña; las luc¡¿m:gfa: eelestes lanzan vívidos fulgores, tejen las silfas su cante, suspiran las gayas fleres, brilla la luna, engarzado brillante en azul turquí, mientras se oye el misterioso, canto débil del co-quí.
%L% EL FANTASMA DE LA GLORIA ,|
Del borde del camino sembrado de maleZas. voces invisibles gritibante: ¡adelante! sube! ino desray s!.... Y animado pur aquel himno sonoro que parecía empujarle, arremetía con frenesí las espuelas en los ijares del bruto, que con las crines al aire y las narices inflamadas por el vértig» de la carrera. subía.... subía. ... subía. .. .como la bestia del Apocalipsis. camino de los cielos, i¡Adelante! ¡sube! cl:maba otra vez la muchedumbre invisible. Y con la lira de cuerdas de oro ála espalda, que semejaba una rubia cabellera mecida por el viento, y con la melena alborotada como el oleaje de un mar negro, aquel soñador, que parecía un guerrero, veía ya, desde la empinada vía, fulgurar entre las brumas de la altura de la 'cima-coronada de astros, bajo cuyos resplandores había tantas veces dormido sus ensueños. Ya se acercaba; los feroces cascos del blanco corcel levantaban chispas de oro del camino tapiza do de estreilas. Ya se acercaba, cuando a juel potente vuelo de bestia divina que des garraba las nubes y que no había Ingrado detener Júpiter con la cadena de sus rayos, paróse momentáneamente: un fantasma, una beldad le sujetaba las bridas.
¿Quién sois que así osais detenerme? gritó el jinete consternado. - iYo!. .. . murmaró dulcemente el fantasma, la buena hada de los viajeros extraviados; déjame besar tu frente de pensador gigante é ialicarte el verdadero camino de tu gloria.
Y apartándole de la senda que recorria, le condujo á otro camino, Por aquí. le dijo. y desopareció luego' De nuevo el bruto se precipitó en rapida carrera. A poco la noche descendió, rino la confusión de las sombras y el hielo mortal del abismo que se abría bajo sus pies. ...
Entonces una carcajada. espantosa, cCarca jada de tempestad que azota el mar, rugió sobre los ámbitos de lo inconmensurable.
Soy yo: ¡la Envidia!