E- Como ha de ser tu llanto Y
Yo guiero que cuando llores, tus puras lágrimas sean, Alma, para mí tan sólo, y que o-ros ojos no vean el suave desprendimiento de las ferlas de tus ojos ni la contracción doliente de tus lindos labíios rojos....
Yo quiero que sólo llores fpara mí .uando te abatan las fenas y las congejas que a veces tan mal te tratan; yo quiero que así Qque sufras el motivo de un quebranto vengas a llorar conmigo para beberme tu llanto, Y para disipar tus males, mitigando tus excesos de lágrimas, con la dulce consolación de mis besos.... y entre caricía y caricia, tu cabcza reclinada sobre mi fecho, adormirte como a una niña mimada....
Pero no quiero que llores nunca fpor causas pueriles ni con las frivolidades de los seres femeniles que hipócritamente expresan algún fingido pesar.... Cuando llores, llora siempre por lo que no sea vulgar!; Á ¡ Por las cosas más excelsas y más nobles de la vida; for lo que en el sentimiento te deje profunda herida ; por la fpena inexpresable Qque en crueles horas de calma solloce sobre la inmensa desolación de tu alma ; por la ilusión que se esfume sin gloria en la lejanía; por la esperanza que muera; for la sincera alegría i A que no ha de volver jamás,. .. .llora! Y también llora por A lo que te imponga en su fallo la Grandeza del Dolor!
Y cuando en tus ojos santos haya lágrimas así, no lo otvides. Alma, ven ... ven a llorar junto a mí! Veu a llorar junto a mí! Y háblame de tu quebranto sin más frases que el silente tristor de tu cara mustia.... para tejer con las perlas adorables de tu llanto A la cadena que afprisióne mi corazón a tu angustia!....
.. E. BARR EIRO EDITORES: w. CONTRERA emecTOR CONTRERAS 4 BARREIRO umuniciicia a 2MINISTRADOR
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ANGEL CAÑETE.
CUENTO DE La SEMANA
LA SOMBRA DEL IIIEBW las palomita;
QE alzaron las copas de chapán: Por la dicha de tu m.trimonio, Pepiilo, Por que al ingresar en el gremio de los casados, dejes de' perseguir á amorosas s , o -
Félix azulado exclamó: Brindo por lafelicidad, que tanto dudaste obtener, y que ahora !lega.
Los uficiales del acrroza lo Patría seguían brindando en el cemelor del buque por la ventura matrimonial de Pepe Bacardi, Este disponíase á contestar á sus compañeros, cuando de la toldilla del buque llegó el aviso: Tierra!
Se acabaron los brindis. Pepillo. Ale: arriba. Desde allí, todos brindaremos, miran: do á tierra, por tu futura, que se hallará esperándote impaciente.
Todos estrecharon la mano de Bacardi.
Subieron á cubierta. Espléndi lo dia luminoso. .El mar, terso; sin un rizo, prodigiosamente azul, Y allá el puerto bullicioso. Y a ciudad maravillosa, en cuya cristalería iu gueteaba el sol
Pepe Bacardi volcó en una mirada todas sus impaciencias amantes. Ya estaba próxima la realidad del ensueño idílico. Y buscaron sus ojos aquel rincón de la urbe donde se alzaba :el arbergue aristocrático de Clotilde. Oyó una voz cariñosa y fraternal La de Félix Ansualdo, el íntimo camarada de Bacardi.
Vamos, Pepe: ¿se cumplen ó no se cumplen mis profe-ías? ¿Qué hubieras conseguido con no escuchar mis censejos en los días de tus desmayos? ¡Matarte! ¡Bonita solución! ¡Cómose habría reido el fiero proge> nitor de Clotilde! Afortunadamerte, se llevaron los demonios á quien rechazábate para yerno
Bacardi murmaró, reprochando suavemente á su camarada:
No hables asi, Felito, del pobre muerto. Tal vez fuera justiciera la oposición del pa dre de Cotilde á-nuestrc matrimonio.
iQué sentimental eres muchacho! ¿No ves como ahora los hermanos de Clotilde, y todos sus familiares, son !os primeros en pro teger vuestros amores?
Sí ciertamente.' Los que suponía opondríanse,'son mis más decididos axiliares.
¿Y la boda será...... ?
eEl sábado, en la iglesia de la Merced. ¿iPedirás prolongación en la licencia?
ECreo que me destinarán al ministerio. La vehemencia pasional de Bacardi no sabía contenerse:
iCon qué lentitud avanza el buque!
Llamaba el capitán á Félix Ansualdo. Quedó Bacardi solo, apoyado en la borda, con el pensamiento evocador de las pasadas y crueles insertidumbres. Clotilde, su Clotilde. aquella niña dominadora de su corazón; esperaríale alborozada. Y cón el recuerdo de Clotilde, llegaba el de don Alvaro, elde aquel don Alvaro, duque de Atienza, que nególe ñeramente la poseción de su hija ¡Oh' ¡Si la dugu-sa hubiera vivido! La madre de Clotilde no tenía las altiveces de su esposo. Era una sanla mujer. Se dejaba conquistar presto por ,todas lasternuras. Y Bacardi ss acordó de la frase dicha por Ansu:ldo. No. El duque no estaría en la gloria con su esposa El padre de Clotilde se hallaría entre los servidores del demonio.
Ya la proa del acorazado enfiló la entrada del puerto. Del fuerte de San Agustin salieron salutaciones cañoneras, contestaCas por las baterias del navío militar. Y Bacardi supuso que aquellos cañonazos tal vez repercutieran enel corazoncito de su adorada, gritando:
Ya llegó. Dent¿o de una hora escucharás su voz, y verás sus ojos acariciando á los tuyos. H
Bacardi descendió raudo por la escalerilla del acorazado, Esperaba ya la lancha de vapor que había de conducirle á tierra. SaltóMinutos despues, en el muelle unos brazos es trechaban al marino.
i¡Pepe!
iDon Blas! Ahora mismo pensaba dirigirme ásu casa. ¿Y Clotilde? ¿Sabe que llegámos hoy?
El interrogado ro pudo contestar serenamente.
Clotilde. .....
Le interrumpió el mozo:
¿Clotilde, qué? Desde que salimos de Rio Joneiro nc tuve noticias snyas.
¿Está enferma?
No.
¿Conoce mi llegada? Lo ignoro.
Hable, don Blas, hable por favor.
Muertos mis padres, usted constituye toda mi familia, Usted esel padrino de nuestra boda. Por Dios, hable pronto.
Don Blas: ei venerable tutor de Pepe Bacardi, preguntó con voz emocionada:
¿Tienes fortaleza para oir lo que voy á decirte?
El marino, crn el corazón saltaría murmuró:
La tengo.
Pues bien Clotilde se marchó. Y remitióme una carta para ti.
El marino reclamó con el semblante densa mente lívido.
iDémela. don Blás, démela!
No quiero que la leas agní la daré.
En casate
Perdone don Blas, Novayamos ásu casa. Entremos en aquel café.
Sea .
Entraron. Y allí solos, ante dos copas de cogñac, Pepe Bacardi rompió, trémulo, el sobre de la carta I:lra su letra, su letra de traz »s esbeltos y señoriles, Hubo de restregarse los ojos para empezar a leer:
«<Pepe: Debía ser tuya próximo. Mi padre me lo ha impedido. Mi padre quiere que sea de Dios »
Interrumpió Baca-di la lectura para exclamar:
¿iPero se ha vuelto loca Clotilde?
¿Impedir nuestra boda su padré, muerto?
Siguió la lectura.
<«Seguramente originará mi desición un escándalo. Por casa desfilaron estos dias nuestras amistades rara ver el /rouseaunx Ya se repartieron las invitaciones para el sábado. Mi padre lo impide 4Aunoche, Pepe, despues de una pesadilla horrenda, abrí los ojos. El terror no me deja escribir recordando lo que ví en la obscuridadde mi dormitorio Era la sombra de mi padere, con su rostre ceñudo, con sus pupilas fosforescentes, que me miraban, obligándome á ohillar, Y escuché unas palabras, que azarrotaron mi corazón: Site
Casas te maldigo.» Sólo tuve fuerzas para oprimir el botóu de la luz cléctrica, y hacer sonar el timbre. Me desmayé Al recobrar el sentido, ya estaban mis hermanos en rededor del lecho Les conté lo que acababa de ocurrirme No querían dar crédito á mis palabras. Pero allí lo juré, ante ellos, por la memoria de mi padre. No seré tuya, mi de ningun hombre, seré tan solo de Dios. Y para evitar la escandelera que produciría mi resolución, hoy mismo me marcho á un comvento. ÑNome busques. No intentes hacerme desi«tir. Te quise mucho. Pero mi padre nos sigue amenazando desde su tumba. Y su sombra se presentaría tcdas las nmoches para maldecirme. !Qué horror! Adiós para siempre Yo rezaré, pidiendo por tu dicha, Reza, tú. perdonando á mi padre. Adiós. Adios
Clotilde»
Finada la lecutra, Bacardi, viendo el derrumbe de su vida, sólo supo exclámar, encarándose conm un ser invisible:
Sien el infernote hallases á él iría para maldecirte.
HI
Noche primaveral. Luna clara, que al refejarse sobre las aguas quietas del puerto. parecía construir aamioos plateados. Enfrente, la gran ciudad parecía estar envuelta por una nube luminosa. Vibraba el eco de cánticos amorosos, Por la cubierta del Patría paseaba el oficial Félix Ansualdo. De pronto escuchó éste una gran algarabía, Oyó que llama. ban imperiosamente:
iFélix! Corre, corre! ¡Se acaba de matar Bacardi en su camarote! ¡Ha dejado en su pupitre una carta para tí!
iQué locura, gran Dios!
Descendió velozmente. Allí, en el camarote, rígido ya, estaba el cadáver de Pepe Bacardi, cop la sien rota por un balazo. El capitán entregó á Felix Ansualdo una misiva. Tome. se la dirige á usted:
Sólo había dentro del sobre un papel donde se leia:
«Procura que lleguen estos renglonesá Clctilde. Voy al infirrno, á buscar á su padre. Y sies cierto que los muertcs vuelven. Clotilde verá otra sombra' la mía » BENIGNO VARELA.
<ÍZ YY
LA CANCION MELANCOLICA DEL PARNASO DESIERTO.
Vates decadentistas de hirsuta cabellera, de pálido semblante y de tristes pupilas: vosotros que rondáis con pisadas tranquilas de alguna hurí magnífica por la gastada acera, Oidme: ya la hora del misterio es llegada, Selenia muestra altiva su frente nacarada, el mar ronca y se agita en su lecho profundu; y al dar la media noche, con el alms cansada, a su nido de sombras irá á soñar el mundo ¿Por qué también vosotros no váis á descansar? ¿por qué tanto vagar . solos por esas calles, por plazas, por esquinas, donde cual lobas cruzan hambrientas mesalinas, enlazadás al .cuello de pollos sin botón que se mofan y rien de vuestra inspiración?
iIh, vates argentinos, de hablar dulce y canoro, de cabezas de príncipes y de pechos de oro!.... Idos, idos á casa; que allí, casto y risueño, un ángel ignorado os aguarda impaciente para orlar vuestra frente con bojas de aguacates, en las horas del sueño ...
Vosotros, nobles vates, que descubierto habéis el resorte divinode la nueva Poesía. de esa Poesía impúdica que cualquiera diría que hasta vosotros mismos á veces no entendéis. .. Vosotros que esperáis arrancar de su base las reglas ya fijadas del metro y la cadencia, esas leyes simbólicas; vosotros que valientes y heróicos propináis innúmeras patadasá las precisas reglas de las viejas retórica:....
¡Vosotros no debéis ostentar una lira ante el augusto Genio de la noche silente. junto al cual el Poeta verdadero presiente el misterio prolífico que su numen inspira
Más sí llevar debéis el ¿zi1ro y la maraca con que el ¿¿baro ensaya, de sudores cubierto y en el lomo sentado de la inchúrbida hamaca, <Aguinaldos de Reyes». Que la dulce harmonía de las liras formadas con claveles del huerto por las dicsas divinas de la hermosa Poesía, o la sienten los pechos de alma seca y sombría. cuyo amor, árbol triste del otoño.está yerto, para entonar, al fuego de la pasión que arde, la canción melancólica del Parnaso desierto iy del Arte que ha muerto ecmo mueren las olas al caer de la tarde
René de san Juan.
LL;;T;T _ ]
FOEMA EN PROSA
CADA UNO CON SU QUIMERA
Bajo un cielo gris, en una gran llanura polvorienta, sin cesped, sin un cardo, sin una ortiga, encontré varios hombres que marchaban encorvados.
Cada uno llevaba en la espalda una enorme Quimera, tan pesada como un saco de harina o de carbón, como el armamento de un soldado romano.
Pero la monstruosa bestia no era un peso inerte; al comtrario, arrollaba y oprimía al hombre con sus músculos elástíc.s y podero' sos; aferrábase con sus dos largos grifos al pecho de su cabalgura; y su Cabeza fabulosa psábase en la frente del hombre, como uno de estos horribles cascos con que los antiguos guerreros pretendían infundir terror al enemigo.
Detuve a uno de estos hombres y le pre' '¡_;é dónde. iban de aquel modo: Respon' W que no lo sabía, ni él ni los demás; pe* ra que evidentemente ihan a alguna parte ya que se sentían impulsados por una invencible necesidad de an ar. Pero hé aquí un dato
Arpa Vespertina
Para Ernestina. Esta tarde que agoniza sobre el ocaso silente, como un alma sin ensueños. como un alma sin amor, canta un himno doloroso que, al vagar por el ambiente, se detiene en cada hoja y da un beso á cada fior.
Con su agonía quejumbrosa la tarde melancoliza el collado y la llanura y el avecilla y la flor; más el río, que sereno á tu planta se desliza, celebra festivamente la aurora de nuestro amor.
jJosE P, H. HERNANDEZ,
curioso: ninguno de estos viajeros tenía el ai' re irritado contra la bestia feroz suspend¡dn a su Citello y adherida a su espalda, se hubie= ra creído que cada uno la consideraba comn formando parte de sí mismo. Todos sus ros' tros fatngados y serios no atest¡guaban ningún desespero bajo la cúpula tétrica del cielo y los piés handidos en el polvo de un suelo tan desolado como el cielo, caminzban con la fisonomia resignada de los condenados e espe' rar siempre.
Y el cortejo pasó por mi lado y se hundió en la atmósfera del horizonte hacia el punto en que la superficie esférica del planeta se oculta a la curiosidad de la mirada humana.
Y durante algunos instantes obstinéme en querer comprender este misterio; pero pronto la irresistible indiferencia apoderóse. de mí, con lo que me encontré más abatido que éllos con sus aplastantes Quimeras. BOUDELAIRE.
Nuevo Sec:'etarlo
Ya tiene sustituto el amigo Vivaldi.
El Ledo Francisco L. Amadeo, Farmacéu' tico de Vega Alta ; ex-Delegadoala Cámara, ha sido nombrado Secretario de la Unión de Puerto Rico.
Es un auversario distinguidísimo, q. goza de grandes simpatías dentro y fuera de la Uu¡óo de Puerto Rico.
Tiene además la ventaja de no nsp¡nr a ninguna Fiscalía.
Lástima grande que llegue el amigo Ama deo a la Secretaría de la Junta Central, cuan, do está la Unión de Puerto Rico hecha un verdadero sancocho.
Chrles Vere
Este querido amigo embarcó para Europa en uno de les últimos vapores, para regresar .acompaaado de su distinguida esposa, qneha cealguommesaestienhm ee Lleve feliz viaje el -amigo g que pronto vuelva á estar entre nosotros,-
m
BODAS MACABRAS
Aleiandro Shutka, figura altamente prestigiosa del Arte; soñador eterno del colorido: poeta de la policromia hecha vida en un poe ma de regias pinceladas; andante caballero de la gloría, que siempre ha tenido como escudo un licnzo. un pincel y unos colores, ha concebido, últimamente, su obra verdera: BODAS MACABRAS.
El alma de los artistas tiene su neurotismo; hay unas que vibran con la nota salvaje de la montaña o el rugir espumante de los mares; y, otras, en cambio, que alejadas de todo aque llo que es luz, marsellesa o gorgorito, palpitan al son de las cadencias lejanas como ayes de lira enferma, en un éxtasis de ensueño negro o de palideces de cirio que alumbran catafalcos.
Shutka es una de las últimas. Enamorado de lo triste, tal vez aguijoneado por decepciones dolorosas, ve siempre el mundo a través de un cristal tétrico, tétrico como el alma de las noches invernales, que saben a desastre, a coronas marchitas y a negras vestiduras de arrepentidas Magdalenas. Por eso es que conociendo su temporamento de nostalgia, enlutó sus pinceles para vaciar su alma en uua obra que será su columna de Arte: «Bodas Macabras.»
Figuraos un cuadro en donde la Muerte, esa flaca esqueletosa, ostenta, Con un requiebro lúgubre. un traje de novia luciendo, al mismo tiempo, con coquetería de túmba, en sus nuesos largos y nudosos, apretado manojode listones; y, en su frente, calva como un sortilegio de protuberancias óseas, una blanca corona de azahares, mística como el resúmen de un amor eternamente imposible.
Después, en el rostro de aquella calavera que nos habla de tragedia, cuajada la impresión de lo desconocido en la sorda y fría carcajada de sus mandíbulas desiertas, mandíbulas en donde los alveolos, fríos y secos, parecen las redomas que contuviesen la miel terrosa de los besos de esa misteriosa maga de los siglos.
Y allá, junto a élla, entre las cuatro paredes de una pieza simbólica, en donde las sombras, por las viejas rendijas, entran como es pías luctuosas, una desvencijada mesa con eucarrujamientos de grietas, luciendo, como todo ajuar bohemio, un cirio mortecino, p£lidb.
casi extinguiéndose sobre,los despojos formados por el lagrimec de la cera; más allá, un volumen de versos, en donde, en la primera página. se lee: <El Nocturno»; y, luego, como un despojo trágico, la figura de Asunción Silva, de ese alto poeta colombiano que, en éxtasis de cánsancio de vida, rimó la estrofa del desastre, al dar su beso a la ninfa de sus sue ños, a la blanca calavera de sus idealidades.
Tal es el cuadro de nostalgia que Sutka ha soñado, cuadro en donde el amor, el amor, ideal, aparece voluptuosamente frío, como protesta de deleite rojo,de incendio de rarne torturada por la fiebre ínferna! de la lujuria
Amor puto, amor de huesos, amor de calavera: he ahí el monumentc que el artista de que nos ocupamos ha querido levantar como apo teósis de sus idealidades macabras.
Pero falta algo, dice el artista, con la profunda tristeza del misterio, falta esa pincelada triunfadora que deje sobre los largos y flacos huesos de la desposada, el m¿gistral toque de luz de la grasa sudorosa del descarne, reciente. Eso. repite el artista. se1á mi pro blema final. La Naturaleza es mi maestra constante; cuando las tardes caen con sus grisaseos toques; cuando la luna tras el velo de una nube se oculta mistericsa, entonces busco en aquellos poemas indefinibles elmilagro de mi secreto gris y lloro con los eclipses mi derrota.
Por las noches voy a los cementerios. duermo sobre las cruces y las tumbas y. al despertar, a través de las grietasde aquellos bloques fríos, veo las órbitas desiertas de los muertos y mi sueño, mi sueño de artista queda trunco, siempre trunco. Pero triunfaré, repite sonriendo, con la potencialidad de mi perseverancia. lJré, como los buzos, al fondo de las idealidades a buscar esa perla del colorido que me falta; y mi paleta, y mis pinceles en manojo, sentirán el peso de la gloria, cuando en la próxima Exposición de Río Janeiro viva mi toque soñado, mi insomnio de muchos años, en la grandeza de mi <Bcda Macabra.»
Sutka triunfará, su temperamento de artista lo exige, su temperamento de estudio lo reclama.
Su columnata se yergue, su visionarismo se cumple. Descubrámonos.
| a aaa o aaa emtidncinió
GUSTAVO SOLANO. ..
LA VIRGEN DE LA PALOMA
ENTeología, la Vírgen es una, la de Nazaret. la que se casó á los quince años con el casto José.y dió a luz al Redentor.
Pero cada pueblo devuto escege la suya. y asi como los aragoneses tenemos á la Pilarica y los catalanes á la Señora de la Montserrat, los madiileños rinden culto á la Paloma. -
La Iconcgrafia cristiana carece de datos acerca de la Virgen, desconociéndose las facciones de su cara, el color de los ojos y ei pe. lo, la estatara, el brillo de la tez....
San Agustin lo ha dicho: No poseemos una imágen auténtica de la Madre de Dios »
Y, naturalmente, los decretos del concilio de Efeso. crearon el tipo, Belleza expresión de honestidad, mirar dulce, apostura humilde, aunque majestuosa, juventud, pureza.
Lro primeros cuadros y esculturas, la representaron en actitud de elevar al cielo una plegaria, las pupilas reflejando la inspiración divina y el velo negro ála cabeza haciendo resaltar la blancura del rostro espiritual.
Luego, pinceles y buriles la han transformado, y ya aparece rodeada de campanillas
Arias del Silencio
Sin hallar un piadoso lenitivo con ojos errantes perplejos, sobre la oscura mesa donde escribo miro una caja de papeltes viejos.
¡Cuánto verso galante i emotivo pierden en esa caja sus reflejos, y cómo ahora mirándolos revivo sus iris de crepúsculos bermejos!
Pienso al mirar tanta esperanza trunca que ya tal vez no volverán más nunca a retoñar mis líricos injertos;
Hoi sufro a solas mi dolor acerbo, i esos viejos papeles que conservo son las cenizas de mis sueños muertos.....
PRIMITIVO HERRE?RA
(la que venera Ciudad Real) ya conduciendo un borrego, ya sosteniendo al Niño, ya ensartada de puñales, ya llorando al pie de la Cruz (esta es la que Martigny reputa verdadera). ya acariciando á una paloma...
Este último modelo es el que enciende la fé del pueblo de las manolas. que en estos dias le consagra una oración entre la jarana verbenera.
Ya conocéis su historia.
Los creyentes le alzaron un templo exento de valor aquitectónico y ¿llí han ido reyes y vasallos a depositar el óbolo suntvari ó la simple llamarada de su amor.
A la Paloma acude el corazón doliente que clama auxilio y el corazón apasionado de la moza que teme el perjurio. ..
Y allí se reza percibiendo la algarabía de la calle que trae á los pies de la Virgen la mezcla mundana de su fervor y de su alegriaY despues de una Salve, la morena del -mantón de céfiro abandona el recinto de la luz y corre á la obscuridad á comer sandía y marcarse cuatro vueltas al compás del organillo.
GONZALO DE QUIRÓS.
Tes Yeux:...
A Mademoiselle Laplace.
Tienen todo el ensueño de las hojas de Italia las ojivales curvas de tus ojos de abismo, y fingen tus pestañas en su r:ro quietismo la sedosa apariencia de umbeliforme palia.
En sus píricas luces se abismó la fauzalia de mis lúbricas an-ias ardientes de erotismo, y en las sendas lucíferas de su azul nervosis1o ha empo'vad » mi verso cu incansable sandalia.
La sutil ignispicia de sus estría: pirígenas. que giraban a modo de las danzas indígeras, me reveló el misterio de su luz cristalicia; y en sus libidinosos fuegos me parecieron unas núbiles vírgenes que en su interior sintieron el ardor lujuriante de una ansiada caricia. PEDRO ANGEL CEBOLLERO,
*
000060 mannae
% BROMAS Y VERAS e
La cuestión del día, lo que ahora se dice, el único asunto que en el mediovive es lo de billetes y la detective.-El lote fué gordo y aunque £7 7iempo afirme que los billetitos -eran inservibles, de que son flamantes lo asegura Sifre.
¡Vaya, por San Carpio que algo bueno hicistéis, despues de los fiáscos que en otros embistes llevasteis por tontos, por torpes sufri téis....!
Nuestro Sherlock Holmes con ojos de lince y oidos de hético, junto á sus compinches, no dió tregua undia, luchó de cormbre, dió al fin con el hilo y con paso firme llegó hasta el ovillo triunfando en sus lides.
La cosa está brava y la guerra sigue y para mas pruebas, un chico de estirpe se acerca y me advierte con cierto melindre:
Ten cuidado, chico, pues por ahí se dice que tu en losbilletes tambien tienes bussines y que se te vela; y que se tesigue á ver si te pillan para...... dividirte.
Chico te agradezco tu honar respondile, pero por fortuna pO entro en esoschismes. Yo compro un billete, si hay quien me lo fie, como compraria un par de botines, por ver si me cuadro con algunos nickeles
cual o/ros se cuad an por medios mas pingues; mas, de esto á venderl. - ino soy yo tan fílere Aj1 * aquel adagio que para esto sirve y que viene ahora com» «lanza en ristre:»
Si hay alguna duda, pues «que me regi-tren; si tengo. .. .billefes que me los quiten.>
* *+ Don Simón
el Alcalde de Ponce, con sus barbas cual blanco plumón, aunque t'ene factura de viejo Dno es tan viejo, Di tan....no señor. Muchos jóvenes hay que quisieran su destreza, su astucia y vigor, porque a dar una buena tirada no hay quien venza al genial Don Simón.
'I'*I'
Hac¿ poto Ja Junta Unionista, pretendiendo su destitución, formulóle de cargos un pliego, denunciándole al Gobernador; y cuando se creyó que era un hecho su raspada....
el tíro falló:
Mr. Colton le afirma en su puesto..... ¡Qué tirada de marca mayor!....
Y es que ignora
la Juna Unionista, que lo mismo que lo es Don Simógr, Mr. Colton es feje de encargo, con agallas como un tiburón; que él podrá conceder Fiscalías y otras dádivas más, por favor; pero eú cuanto al Alcalde de Ponce.... éste siempre será Don Simón.
Se fué Mr. Hills, aquel principal de la Alta Escu la que no ginó simpatias de sus alumnos, porque era "n neurótico engreido, ún intransigente y désnota, que mas de una vez llevose de sus alumnos la mueca.
Hoy vuelve la 7/igh School áabrir triuafant- sus puertas, con un nuevo principal, de quien tengo referencias como un ilustre maestro que hará progresar su escuela. Tome el nuevo principal de Mr. Hills experiencia, <Qui va fpiano va lontano» el proverbio italo reza, y si en vez de trabajar que es vuestra noble tarea y educar la juventud
qg.a vuestra sombra descuel a, os dá por formar bravatas como Hills fcrmó á docenas.. vale mas que renuncieis, regresando a vuestra tierra, porque la vais a pagar muy cara, pero muy buena: tras de tomaros el pelo los alumnosde la escuela os dejarán como a Hills: cesantey bruja. .per -éculam
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RAUL DE La VEGA
Este es un lio fenomenal.
¿Y que trae cula? Ya locreo que trae cola! Por algo dicen que mas vale estar solo que mal acompañado.
Esponsales
El estimable joven Galo W. Blanco, que cursa la carrera de [ogeniero industrial en la Universidad de Michigan, ha pedido en matrimonio a la agraciada Srta. María Luisa Mulet, de Santurce.
El joven Blanco, que es de una cepa de in telectuales, embarcará el miércoles próximo para Estados Unidos a terminar sus estudios universitarios; y triunfará, seguramente, en sus empeños, ganoso de volver al País con su
carrera, para cumplir el dulce compromiso amoroso que acaba de concertar.
Penedo Benitez
Ha regresado de su viaje á Europa, en unión de su distinguida esposa, nuestro muy estimado amigo D José Pénedo Benitez. acti vo y entusiasta presidente de la Asociación de Empleados del Gobierno de Puerto Rico. Reciban el buen compatriota y su amable esposa.nuestro cordial saludo de bienvenida.
1a aa
].
ERA una vez. ...y érase un hombre. Una vez en que las cosas no andaban bien: la Brujeria, esa gran congregación a la que muchos nos honramos en pertenecer, empezaba aechar sus bases en esta adcquinada ciudad, en donde.precisamente por +s0....por lo de ser ado" quinada, se hacia a veces dificil escarvar en el suelo
Y érase un hombre; un hombre muy caritativo, muy popular, muy sencillo....en fio, un hombre bueno, que en medio de la situación anormalde por entonces, habia logrado hacerse de una ocupación que, aunque no mTucho;le dejaba lo bastante para vivir.
No habia obra caritativa. altruista, patriótica a donde ese hombre no llevara el contiogente de su concurso generoso, de su labor desinteresada.
Y tales virtudes le habian grangeado las simpatias de la vecindad.
Vino un dia la suerte y le protegió. En un abrir y cerrar de ojos, aquel hombre fue rico y poderoso.
Pero ¡ah sarcasmo de la vida....!
Aquel hombre que ayer fué sencillo, generoso y noble, al brillo de una riqueza improvisada, tornose vanidose. avaro y displicente.
Ya no tomó parte jamás en: obra alguna que nu fuera aquella que le redundase beneficios personales; ni se pudo contar con su ayuda para ninguna obra caritativa; ni se prestó jamás para ningun plan generoso y altruista.
De lo contrario, poseido de la vanidad del un burgués, ni saludaba a nadie, ni alternaba con nadie que no fuera de su posición.
Montó una fábrica y se sintió entonces mas poderoso que nunca. Ya no era solamente el hombre adinerado; era tambies el Jefe, el pa trono y deslumbrado por el falso brillo de su prosperidad, convirtiose en un déspota.
Confiado en su influencia, mo desperdirió ocasión de sacar de ellá partido por medios innobles,
For esa vez una señora joren sc licitó trabajo en su taller. El no accedió en principio a su súplica, la hizo volver muchas ve Ces.a su escritorio para oir de sus labios aquel ruego de mujer que lejos de conmoverle parecia tentar sus pasiones de hombre
Y algo pensaria que considerara provecho. so para sus planes, cuardo un dia le dijo a su peticionaria que estaba colocada
La joven empezó a trabejar, esa saber, a ganar el pan de cada dia, juiciosa y honestamente, como correspondia a sus sanos principios y a su limpia historia.
El patrono empezó por usarle deferencias y atenciones, atenciones y deferencias que fueron convirtiéndose en visible predilección. La jeven señora- agradecia aquellas muestras infundadas de afecto de su principal y correspondia a sus bromas y requiebros con expresivas muestras de cariño.
Mas ¡ah! que el hábil patronose esforzaba en preparar -| terreno para si proyectada nefanda obra.
Y un dia, ese hombre ese patrono indulgente y hista generoso, desprjó la iucógnita.
Dirigiose a la joven señora y la habló de amores. pero de amores ilícitos, de amores obscenos.
La pobre obrera, mas digna que pobre revelose contra aquella injuria; rechazó zquellas proposiciones que la deshonraban y abandonó el taller.
Y hoy vemos a esa pobre st Ñura en su Cata, _sin recursos, sin trabajo, fero exenta Ce una mancha que la hubiera envilecido,
En cambio el patreno....shí a sus anchas; gozoso de ser el jefe de una factc ría de verse halagado por el favor de alguna infeliz, que a falta de dignidad ó de valor para rechazarle, habrá caido en súsgarras, vendiendo su honor, no a cambio de furtuna, sipo a cambio de una dosis de indulgencia y de predilección en el trabajo.
Ú)| CUENTOS POPULARES |É 7 UN PaTRONO-IMPROVISADO <3
KÁáBILA +
HABLANDO CON BARCELÓ
A las dos en punto, hora convenida, estába-. ¡es como se puede realizar algún dia el supremcs en las « ficinas de la Junta Central. Re ºk.%3!no ideal, y ha citado nuevament+ á Don Stpublicano al fin nmo se me había ocnrrido nunca visitar la casa de los unionistas.
Mientras llegaba don Antonio, fuí tomando nota de lo que había en el salón y confieso que he recibido una' impresión gratísima al ver allí los retratos de puertorriqueños tan eximios c.mo don Román Baldorioty de Castro, Corchado, -Goico, Acosta, Palmer; todos los patriotas que nós enseñaron con su ejemplo a hacer política netamente puertorriqueña. Cuando más distráído estaba en la contemplación de los grandes ratriutas, con deseos de felicitarlos por haber sabido morir a tiempo, entró don Antonio, saludándome con la amabilidad de siempre.....
Pues a ver en que ha parado lo de Ponce.
Hasta la fecnha, en nada, La Comisión llegó, la Junta se reunió en pleno; pero como Do traía instrucciones para responde: de los cargos que hay contra den Simón, no pudimos resolver nada. -
Pera'quedan dentro o fuera los disiden- tes?
La Unión de Puerto Rico no impone sus priocipios a nadie. Es una agrupación de hombies libres y tiene un prefundo respete para la libertad de todos - Si un grupo de ciudadanos pertenecientes a la Unión de Puerto Rico levanta una nueva bandera para defender cualquier sulución política -0 para perseguir cualquier fin económico, la Unión de Puerte Kico nmo tiene nada que hacer con éllos. Pero si esos mismos individuos, que han aprobado este reglamento, (enseñándome el de la Unión que estaba sobre la mesa), fal tan a los artículos de este reglamento y se obstinan en seguir llamándose unionistas, no es el Partido quien los expulsa: son éllos los que están fuera de la legalidad. En este caso están los de Ponce.
¿De modo que están fuera del Partido?
Todavía. La Unión de Puerto Rico quie re en su seno a todos los puertorriqueños que
món, que es el alma mater de este movimiento, pars que concurra el lunes, á responder ante la Junta en pleno de los cargos que se le hacen.
Después del lunes lá Junta tendrá que resolver.
¿Y de su renuncia?
Ya sabe usted que | he presentado y no me ha sido admitida ¿ilnsiste usted en renunciar?
Con carácter irrevocable en la próxima Asamblea.
Y la interziezs> tomó entonces un cCarácter más intimo. Ya no hablaba el jefe de un par tido que tiene que medir las palabras para que nc le vayan á dar una torcida interpresación ó á concederle más alcance del que él ha querido darle hablaba el puertorriqueño, de Fajardo, el puebto donde se han dado los patriotas más generosos y más abnegados, Y tueron sus palabras, las mismas palabras que le oímos cuando la idea de la independencia era un fantasma que asustaba á todo el m-undo; menos á don Antonio R. Barceló.
No está arrepentido de la ley de patentes y cree que á esta Cámara Legislativa se le deberá el que desaparezca de muestra polítice esa nota de marcado personalismoque tanto nos perjudica, para dedicarle más atención á la labor de los partidos políticos.
De buena gana hubiera pasado toda la &r-' de en la grata compañía de un adversario tan amable; pero ví que se acerzaba el nuevo Secretario y temí que tuviese por ailf a mano el libro de adeptos para hacérmelo firmar.
Los secretarios, sobre todo cuando quieren hacer méritos, le apechan a todo pájaro.
Y a mí....iplin!
Cuando salí, volví a mirar las caras venerables de los patriotas que adornan el salón de la Junta Central.
¡Cuán pocos los imitan!
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10n iderac s . á a h de co: Le hemos guardado to la clas 1cana. publ
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tas lo trataremos como se merece. z D los dem ha con 1 enganc Pero s
Hogares felices_
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Tambien el de los esposos Urrutia,
eña r una encantadora púuértorrigu do po sita rebosante de salud y alegria. esposos Carballeira. dos llegó con toda felicidad una encantadora niña
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Tasta 1tacIiÓn mas entus Para todos su=stra fel que colma la dicia de amigos tan estimados.
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Por bailar desnuda en un teatro de Viena una artista americana que, según parece, es <bella como una estátua griega,» acaba de ser condenada a una multa enorme, contiderando dicen los jueces austriacos-que los espectáculos de esta naturaleza despiertan en el público los más bajos deseos.» Natural, mente esta sentencia provoca ahora las pro, testas de siempre. Para algunos entusiastas de la hermosura sin velos, nada es tan puro como la desnudez.
<l a desnudez escribenes casta » Y crey eudo así decir una verdad eterna, no hacen más que eternizar una mentira.
¿Por qué ha de ser casta la divina desnu dez? Los mismos escultores no han pensado nunca de tal modo. La desnudez no es casta sino cuando es casta En una Diana, sí lo esPero, ¿lo es en uaa afrodita? Yo querría lle, var al Museo del Louvre a los que en París hablán sin cesar de la chasteté du nu,> y preguntarles, enseñándoles algunas obras clá sicas, en donde ven la castidad de las más ad' mirables desnudeces. ¿Es casta la Antíope que sooríe a Júpiter ea Ticiano?.... ¿Es casta la Verdad, rolliza y luminosa, que sube hacia el ¿Es casta¿Son cas. tas las alegres «Baigneuses» de Fragouard? .. ¿Es casta la Psiquis desmayada de Prudhon?... ¿Es casta la «mujer saliendo del baño», de ¿Es casta, en fin, la cortesa
No: por lo general, la desnudez en el arte, como en realidad, no es casta.
Pero si los jueces de Viena y del resto del mundo quisieran tomarse el trabajo de reflexionar un icstante, notarían que hay algo de absurdo en eso de querer castigar a una mujer bella y joven sólo porque no lleva un traje. Que la bailarina americana recién
N¿ta Teatral
Desde el lunes trabaja en el Municipal la Compañía de Opereta y Zarzuela, empresa Paco Martínez. Ha puesto en escena buenas obritas, algunas de estreno, en las cuales han hecho gala de su aptitudes las primeras partes de la Com pañia, presentando un conjunto aceptable, En cuanto a corcs, la cosa no esta ajustada,
condenada despierte realmente los deseos, ba jos o no bajos, del público, no lo dudo: S6ó'0 que nose me alcanza la razón de imponerla, por eso sólo, una multa. Hay en París, en un teatrillo aristocrático, una actriz que se llama Juana Marnac, que es muy beila, que tiene mucho talento y que despierta también cada moche, aún estando muy bien vestida más deseos que todas las Venus desnudas de los cafés- conciertos en un año.
Porque si lo desnudo no es casto por-necesidad, tampoco. lo vestido lo es obligatoria mente. ¡Que la dama más pura que mo haya sentido nunta nacer ante el espectáculo de su propia belleza un deseo bajo, levante la blaoca mano! Y, sin embargo, nunca que yo sepa, se le ha ocurride a ningún juez condenar a las mujeres que pasan por la calle dejando tras de sus pasos un rastro de voluptzosidad No es en nombre de la castidad del desnudo. pues, en el que yo querría protestar contra la Es en nombre de la 1ógica. ¿Qué delito ha cometido la bailarina desnuda? En Dios y en mi ánimo, no lo descubro, si es bella. Pero puesto que el acto de provocar deseos bajos parece a los legislado res pecaminoso, lo natural es perseguir a todas las que tal cosa hacen. Perseguid, señores representantes de la moral, a las damas que se descotan para ir a un baile: perseguida las que dentro de un traje, dejan adivinar sus formas juveniles; perseguid a las que en el teatro representan papeles amorosos; perseguid a las qué sonríen: perseguid a todas las lindas hijas de Eva, en una palabra.
-sentencia de Viena.
Porque mientras en el mundo existan hombres y mujeres, no habrá medio de impedir que el espectáculo de la belleza de las mujeres, vestidas desnudas, provoque deseos en los hombres, como la belleza de los hombres provoca deseos en las mujeres.
E GOMEZ CARRILLO.
pero es falta que puede subsanarse facilmente A La Grifell ha triunfado como siempre. El público ha premiado su labor, así como lade Paco Martínez, consagrándoles de nuevo como maestros en el Arte.
Con un repertorio variado como el quecuen ta esta Compañía y con un conjunto que responde á las exigencias del público. le augu ramos á la empresa buen éxito en su tempora da teatral, 1
¡ | CIH La MUJER [ DF.SNUDA
EL SUEÑO DE PIERROT
Para Aatnio Pér=z Pierrot
ACOSTADO en un marmóreo banco d_v:l jardin, embozado hasta el cuello en un pañne lo de púrpura que le habia regalado su divina Colombina, Pierrot habíase quedado profundamente dormido y soñaba un sueño blanco....blanco como su cara enharinada.
Cerca de él habia un lago bordeado de geranios rojos,
E PEDIOOR MBEDA:.< -- Zacl .soñaba que una noche, divinamente azul, de ensueño, la luna habiase enamorado de él....y el de la luna. En su éxtasis amoroso vió descen ler una escala de seda y'luz, y figurandose sin du da que era la amada luua que se la enviaba, tomo la escala pleno de alegria, y con la ingenua esperañza en su blanca alma, de besar á la luna, empezó á subir ...... á subir
En su ascención maravillosa, vió estrellas de plata, de oro, de diamantes,de turquesas: de zafiros, de topacios, de rubies, que brillaban con fulgores extraños en la azul- sete nidad.
Y Pierrot subia...... subia por la escala...
Vió almas que vagaban errantes, envueltoas.en sudarios azules, rosas, verdes,amarillos, mo rados, y formaban en t1 espacio con florts de muchos colores, un sendero largo é interminable.
¿Que tiempo -habia transcurrido mientras Pierrot iba en pos de la luna? El se imaginaba que mucho tiempo, pues habia visto sucedease dias tras noches y noches tras dias
De pronto vió una visión opaca que se acer caba á él: mientras la visión se aproximaba.el iba vislumbranbo una cara de mujer muy bella, con cabello de oro. Tan pronto como llegó díjole- ¿A donde vas blanco peregrino?
Hacía la luna-contestóle Pi. rrot enfaticamente.Infeliz de ti... Y la visión desapareció,
Pierrot llegó por fin. ....pero, !0h infau. ta quimera!...... La luna yá no le queria. La ilusión que él habia d:spertado en su alma,
habíase desvanecido á su presencia Pierrot te nia la faz rugosa y fea. Habia envej-cido mucho, ensu larga peregrinación de cien años justos:-
!0h......pobre y blanco Pierrot! En su des esperación dolorosa se lanzó al abismo....y eay .. cayó en la tierra, temblando, mientras la blancura de su cara se tornaba en san
Pierrot, en la desesperación del sueño había rodado del banco donde «oñaba al lago. Colombina que estaba en el jardía formando U 1 ramo de rosas para él, acudió in presionada por el ruído que hizo el cuerpo al caer al agua y miró hacia el lago, donde aún soñaba Pierrot, que el agua era su sangre, en que se ahogaba. Colombina reconeció a su amado y se acercó corriendo a la orilla, y en la creen cia.que los celos por élla eran el móvil de esa decisión tan dolorosa, gritaba com toda la fúerza de sus blandos pulmones:
iPierrot mío!....¡Pierrot mío!.... Yo te amo....atísolo....
Y Colombina, valeroramente, se lanzó al lago y le sacó fuera, mientras se lo comía a besos.
Pierrot, con sus ojos inmensamente abiertos como un loco, miró la luna después a Co lombina, y una sonrisa dulce flotó a flur de sus labios.
Soñé que amaba a otra mujer... que no te quería a tí. ...y que me ahogaba en mi misma sangre....
En los labios escarlatas de Colombina se dibujó divinamente un mohín de contrariedad, y en un gesto de frascible dolor, cogió el ramo de rosas que había formado para él, lo deshizo y lo tiró al lago, y se alejó ll-na de rabia y celos, entre las sombra de |: s rosales, bajo la luna amarilla.
AUN AE ANEN I
y z -
JOAQUIN K. CHEVREMONT.
EL SUICIDA
Quieres acabar de vivir: pero, ¿has comenzado acaso? ¡Quél ¿Para no hacer nada vi' niste a la tierra? ¿No te impuso el cielo con la vida una obligación que cumplir? Si has acabado tu jornada antes de la tarde, bueno es que descanses; pero veamos tu obra. ¿Qué respuesta tienes preparada al Supremo Juez que te demandará cuenta de tu tiempo? ¡Des: dichadu! Muéstrame un justo que se precie de haber vivido demasiado: aprenda yo de él como es preciso emplear la vida para tener el derecho de abandodarla.
Cuentas los males de la humanidady dices: la vida es un mal. Más, ebserva, busca en el orden de las cosas, si hay bienes algunos que no estén mezclados de males. ¿Puede decirse por esto, que no hay bien alguno en el Universo? ¿Y puedes tú confundir lo que es ma lo por naturaleza, con lo que no sufre el mal más que por accidente? La vida pasiva del hombre nada es, solo atañe a un cuerpo de que pronto se verá separado; pero su vida activa y moral. que debe influir sobre todo su sér, consiste en el ejercicio de su voluntad. La vida esun mal para el malvado que pros' pera, y un bien para el hombre honrado, cas. tigado por la fortuna: porque no una modificación pasajera, sino una relación-con su ob' jeto, es lo que hace la vida buena o mala.
Te enoja el vivir, y dices: la vida esun mal. Tarde o temprano serás consolado, y dirás: la vida es un bien. Y dirás más verdad sin ha' ber razonado mejor, porque nada habrá cam' biado mas que 1ú. Cambia, pues, desde hoy y pues que en la mala disposición de tu alma es donde está el mal, cor:ige tus afecciones
Arturo Gallardo
Nuestro amigo muy querido, Arturo Gallar' do, popular Alcalde de Naguabo, estuvo a punto de cesar en el desempeño de su cargo, sin que Mr. Colton le pidiera la renuncia.
Yo siempre he dicho que el andar en auto, móvil tiene grandes inconvenienter.
Celebramos mucho que lo de Arturo no haya sido de gravedad.
desordenadas. y no quemes tu casa por no tmarte el trabajo de arregylarla.
¿Qué son diez, veinte, treinta años para un sér inmortal? El dolor y el placer pasan co' mo una sonbra: la vida se agota enun ip:' tante: nada es por sí misma: su precio depen' de de su empleo. Sulo queda el bien que se hace; por esto solo vale alguna cosa. No digas, pues, que para tí es un mal el vivir, por que solo de tí depende que sea un bien; y si es un mal que hayas vivido. no digas tampoco que te es permitido morir: tanto vaidría decir que te es permitido no ser hombre, revolverte contra el autor de tu sér, traicionar tu des' tino.
El suicidio es una muerte furtiva y vergonzosa, es un robo que se hace al género Tuma' no. Antes de abandonarle, devuélvele lo que por tí ha hecho. Para nada sirvo: soy inútil al mundo. ¡Filósofo de un día! ¿Ignoras que no acertarás a dar un paso sobre la tierra sin hallar algún deber que cumplir, y que todo hombre es útil a la humanidad en el merohe, cho de existir? ¡Joven insensato! Si en el fondo de tu corazón queda algún resto del sentimiento de virtud, ven te enseñaré a amar la vida. Cada vez que te sientas tentado a quitártela, dite a tí mismo' haré todavía una buena acción antes de morir; enseguida vete a buscar algún indigente que correr, algún infortunado que consolar, algún oprimidoque defender. Si esta consideración te detiene hoy, 'te detendrá también -mañana, al díasi' guiente, toda la vida. Si no te detiene, mátate: eres un malvado.
_JUAN JACOBO ROUSSEAU.
¿Hasta cuándo?
Comunican de París que los marroquíes, en una emboscada que le hicieron a les españoles en Ceuta, les hicieron un crecido número de bajas que se hace ascender a un centenar.
¿Hasta cuándo, preguntamos nosotros, estará abierta esa sangría por donde se escapa la * vida de España?
conparezca yo ante esta distinguida señora!
PRETÉRITA
&OMO un murmallo de alas, como un perfume lejano, como la Caricia de la luz matinal á la pupila, llega, reminiscente, á extremecer la onda de cristal del sentimiento, el recuerdo inquietante de aquél minuto de an. gustia.
Pálidos, sin color, quebrábanse los rayos de un sol mortecino en su amplia cabellera de broncíneos tonos, que al ondular desatada sobre sus esbeltas espaldas de nácar y rosa, tenía reflejos de ambar, irisaciones de oro en ignición. Su frente tersa y nívea dilataba la pureza de su alma, y sus pupilas, que robaron á las noches del trópico su enigmática negrura, parecían haber absorvido aquella tarde toda la tristeza del paisaje, angustioso como un lamento.
A veces cuando el alma viaja por el bello pais del ensueño, cuando se arrodilla ante la Elejida en actitud beatífica, se distirgue la marcha del tiempo como una onda tranquilacomo ciertos ríos de América, que tal essu quietud que parecen cristalizados. Así se halleba mi alma aquella tarde ante las pupilas angustiosas de la Amada; y la palabra, que es sacrílega cuando el alma se extasía, no osaba brotar de mis labios, donde un beso mesurado vagaba como un ruego.
Toda la fiebre pasional de cien generacio-
nes robustas que expiran en mi, Condensada en la mirada acariciadora 5 vibrante, como los rayos del sol en la prisma, como la congoja del alma en la lágrima que tiembla en la pupila. se desbordaba de mi sér como uni efiu vio, formando en torno de la Amada uná aureola invisible, pero efectiva, incitante enloquecedora, en su gloria de luz, Ella se estremeció como el lirio agitádo por la brisa de la tarde; su casta frente, rozada por elala del pudor, se -empurpuró; y su cabeza de reina, con la apoteósis de éus cabellos blondos, se incliró rendida, suplicante, dejando libre á mi mirada victoriosa la brecha rosada del escote, en cuyo fondo palpitaban, Como dos palomas sorprendidas en su nido, dos prodigios de alabastro.y nácar emergiendo temblorosos de entre pétalos de rosas.
Desde entonces, cuando el sol se hunude mortecino en el ocaso y las olas del recuerdo me traen las notas dispersas de poemas que antaño vibraron en mi alma corre por misnervios, como por las cuerdas de una lira aban. donada, un extremecimiento deleitoso y maligno al surgir del diáfanu cristal de la memoria las dos manzanas sensuales de la Amada, violadas por el beso espiritual de mis anhelos tras el cómplice velo del escote.
F. R. BALDOVINO,
LA GRAN CRUZ
EON Eugenio Vazquez Alayón Comanñante de infanteria de Marina y hermano de nuestro muy distinguido amigo Don Manuel Vazquez Alayón, acaba de ser condecorado por el Rey Alfonso, con la Gran Cruz de San Hermenegildo, como premiu á los buenos servicios prestados á España por el prestigioso militar puertorriqueño.
Mientras por acá los puertorriqueños, gracias al paternal gobierno que nos rige, van quedando reducidos á la última expresión, allá, en la vieja metró4 poli, se les colma de honores y recompensas, por cierto muy merecidas.
No es de ahora que España, reconmoce ia capacidad de los hijos de Pto. Rico.
Al felicitar al comandante señor Vazquez Alayón, hace:nos extensiva nuestra felicitación al amigo D Manuel.
][ s
LA LEY DEL CIERRE
£a ley sobre el cierre de las tiendas, impuesta-por las camaras es el asunto del dia. No hay quien no censare tal exabrupto.
El pueblo no puede conformarse con que,Bo teniendo como no tiene, mi tampoco lo tie nen la gran mayoría de los pueblos de la Isla, un mercado, mi aún muchos lo que llam=n. plaza de mercado. ni buena ni mala, tengan que abstenerse los damingos por la mañana de hacer sus compras para prepar:r las comidas del día solo porque unos legisladores que no conocen las condiciones locales de las comarCcas que representan, se les haya antojado, en virtud de complacencias, deshonrosas ante la igualdad de la imposición de los deberes sociales, a establecer un sistema por el cual todos no se benefician,por las excepciones q.establece y que han de traer fatales consecuen cias por los perjuicios que de él se desprenden, obligando indirectamente á los campesinos que pierdan de su labor, la del sábado de cada semana, para sustituirlas con la de hacer las compras para el próximo domingo y a la vez vender los frutos de su trabajo semamal.
'Esta imposición en Puerto Rico nunca se había vísto, le tocaba a los señores que componen nuestra Cámars legislativa darnos este espectáculo.
¡Y luego queremos inde pendencia! Y luego Do nos cansamos de pregonar que somos aptos para el gobierno propio, cuando esa ley de la Cámara ha venido a demostrar el descono cimiento que tienen los Delegados de las necesidades mas perentorias que tienen los pueblos que representan
Vega Baja, lo mismo que la mayoría de los pueblos de la Isla, no tiene lo que se llama un mercado, como lo tienen la Capital, Ponce, Mayagiiez, etc, y que en aquella mayoría, desdesu fundación hasta ahora, las tiendas de comestibles al por menor han venido suplien do aquella falta, no subsanada nunca por los Ayuntamientos que han venido invirtiendo sus fondos en otras obras de menor importancia,
El General Pezuela, uno de los gobernadores más antipáticos, por su caracter severo, que hastenido esta Isla; pero que demostróser
un hombre de gran saber y de mucha experiencia en el arte de gobernar, ordenó en su célebre Bardo de 15 de diciembre de 1849, - lo que a cóntinuación copio:
<Artículo 7. Sin embargo de que en los domingos y fiestas de rrecepto deben cerrarse las tiendas y almacenes de todas clases, teniendo en consideración de que en estos días ,es cuando los habitantes de los campos vienen a las poblaciones para proveerse de los efectos necesarios para su consumo ordinario y vender los frutos que ec sechan, autorizo a las justicias locales para que permitan la apertuTa de dichos establecimientos por las horas que juzguen necesarias para el objeto expresado, bien entendido que nunca ha de exceder de las dos de la tarde, y que mientras - que se celebre la misa parroquial han de estar precisamente cerrados. Los infractores, pigarán la multa de ro pesos.
<Articulo 8. Exceptúanse de lo prevenido en la disposición anterior, las boticas, panade-rías, cafés, TIENDAS DE COMESTIBLES AL POR MENOR, que podrán permanecer abiertas y vendersus efectos como en los dias laborables, cuidando las Justicias locales bajo su responsabilidad, de que en las tiendas mix tas no se venda sino víveres, y nó otra cosa alguna »
El General P+zueia era tenido como el hombre más absolutista y reaccionario en iúeas; no transigía con nada que afectase a su pro pósito de sostener a todo trance las creencias religiosas de nuestros mayores; sinembargo, prescindió de la santificación del domingo en bien de las necesidades del pueblo cuyo gobierno regía.
Y yo pregunto: ¿quién resulta hoy más reaccionario y antipregresista, el General Pezuela tan odiado, o la Cámara de hoy, que por la santidad del domingo y por otras causas, dejan al pueblo que ayun: en aquel día de expansión. por no haberse exigido a los Ayuntamientos, antes de poner en práctica aquella ley, que cosstruyeran mercados en donde pod=r adquirir hasta ciertas horas del día, lo necesario para el sustento de los habitartes.
L
FE L.
Estas noches de luna, tan propicias a la termura de los corazones alejados de todas las caricias y entregados a todas las canciones;
estas noches de luna, en que la Vida pasa como un reflejo sobre un lago.... y en que el alma se queda suspendida al hilo de un recuerdo dulce y vago;
estas noches de luna, ensoñadoras noches en que las horas pasan llenas de amor y sentimiento,
la divina silueta de mi amada, está fija, lumínica, marcada, aquí muy dentro de mi pensamiento....
H
Con tenuidad suavísima de gasa, que en arpegio armonioso se resume, así pasó su vida.... Como pasa un suspiro, una musica, un perfume....
La luna tomó parte en el doliente instante de eu muerte, y, conmovida, la dió un beso en la frente....; después del beso, se quedó dormida.
También la noche, con profundo duelo, puso un espeso manto sobre el Cielo, símbolo funeral de mis dolores:
Y entre el blanco ataúd, la muerta mía, llena de blancas flores. parecía la más hermosa flor de aquellas flores.....
HI
Después, después que en el azul lejano fulgió ua lucero más, (era tan bella, que el mismo Dios con su divina mano, tornó su almita en luminosa estrella),
iba todas las noches por la triste callejuela que supo de esa historia, de esa historia de amor que ya no existe sino tan solamente en mi memoria;
y al llegar cabe el sitio confidente de nnestras confidencias amorosas, sentía un vago temor....y, de repente,
miraba, en las estrellas luminosas, una, la más cercana y más doliente, llena toda de lágrimas radiosas !
IV
Con la separación de aquella novia, el alma mía atormentada y loca bajo un dolor recóndito se agobia soñando con los besos de su boca;
soñando con sus mancs milagrosas como los lirics y las azicenas, con sus pupilas misericordiosas llenas de cielo y de infinito llenas....
Soñándola no más. está grabada su imágen en mi sés. ccO uNa grieta en una sepultura abandonada;
y es a mi corazón tan oportuna, que cuando más me sigue su silueta es en las noches límpidas de luna!....
í i e|1 IN MEMORIAM | E
F. ParDOo FUENMAYOR.
Las jugadas en España
El Conde de Romanones, que segun parece no piensa como Sant Elmo, tiene en estudio la reglamentación del juego. Ya que no se pueden evi: tar las jugadas, habrase dichc Romanones, que paguen el pato los jugado Ne6,
Pero Alfenso XIII,que Rey y todo, le gusta jugar limpio, le ha dicho al Presidente del Corsejo, que deje las cosas como están y persiga sin descanso á los jugadores.
¡S1 sabrá el Rey de la pata que cogea Romanones!
r SEREUEES
Agradecidos
Los graduados de la Alta Escuela de ronce nos envian un - folleto inte' resantísimo. que hemos lIrido con ver'
dadera satis.acción y del cual pensa. mos ocuparnos con mas detenimiento.
Siempre los. esti:diantes ponceños dando pruebas de sus grandes entu' s asiños por la escuela.
El juez Sepúlveda
Estuvo en San Juan y hemos tenido la satistacción de saludar á este amigo estimadísimo. Como estamos en el periodo álgido de las combinaciones judiciales, no faltó quien relacionara el viaje de Sepúlveda con un traslado.
Pero no hay nada de esto, por ahora.
Sepúlveda permanecerá en Mayaguez; donde goza de generales simpatias y en donde está muy satisfecho .Aúnque un poco tarde, corresponde mos á su afectuosu saluio.
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Sa. Edición Apartado 274 Provisinnes en general
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|
A.B.C.