artes, lelras A
4
e |
MENSUARIO 2da. EPOCA
DE
CULTURA
SAN JUAN, PUERTO RICO - SEPTIEMBRE
1958
NUM.21
EN ESTE NUMERO PERSPECTIVA,
Columna
mensual por Enri-
que A. Laguerre CONFESIONES DE PEPE COQUI A SU REGRESO DE NUEVAYORK, Cuento por po
fo de Hostos LA
MUJER
NA,
Por
AL
TRAVES
Manue!
Marín
NIESTCHE
MUNDO, NUEVA
Y
SU
DE
VISION
YORK
RINDE
DE
—
natalicio mes
de
recordamos
DEL
A JULIA
Colaboran, Diana Rámirez de
y Jutm
Aviles
TIO DOS EDICIONES
Cuyo
ESTETICA
TRIBUTO
Arellano RODRIGUEZ
CELESTI-
Por William H. Montalvo
DE BURGOS LOLA
LA
Campos
este
AÑO
-—
ESPECIALES
EDITORIAL.
DE FIN DE
A
septiembre.
LOLA
RODRIGUEZ
DE TIO
—
(Del* Agui-
naldo Lárico de la poesía puerto-
(VEASE PAGINA 9)
rriqueña” de Cesáreo Rosa Nieves)
NOTICIAS
LIBROS
CULTURALES
Y REVISTAS
PERSPECTIVA
NUESTROS COLABORADORES ENRIQUE A. LAGUERRE, nuestro mejor novelista escribe mensualmente esta columna. <> ADOLFO DE HOSTOS, Historiador Oficial de Puerto Rico, que cultiva también el cuento con gran
Por Cwujue A AS EL ULTIMO
LIBRO
DE
JUAN
A. CORRETJER:
(YERBA
BRUJA)
maestría. <>
libros
Pocos
tan
de
llenos
puertorriqueño
sentido
bruja,
Yerba
como
Imagen de Borinquen número IV, de Juan Antonio Corretjer. Es una rotunda afirmación de puertorriqueñidad. En el país no se ha escrito otro igual, por el desarrollo literario de sus temas, por el rastreo que en él hay de recuerdos perdidos, por la viril tristeza, ahí expresada, por la profunda y enérgica dedicación del poeta a una causa. Yerba
bruja
es, sin duda,
uno
de
los más
que se han publicado en Puerto Rico.
entraños
y extraños
No se lean sólo los versos;
libros
léanse,
MANUEL
MARIN
viará periódicamente ña, su colaboración,
puerioriqueña,
Todo
eso dará del
una
autor,
píritu en busca
que
idea
abarcadora
zambulle
de pristinas
en
de
nuestra
expresiones
las intenciones
y de
conciencia
nuestro
y en
puertorriqueñas.
la in-
Entiendo
es-
me-
jor este libro cuando, sólo en el campo, escucho el viento entre las frondas y el rumor de las aguas entre piedras, la inarmonía de los insectos en el anochecer, el mugido de la vaca en la ladera, los cantos alados, la luz postrera dormida en las cumbres —isla de sol—, las lluvias que “hienden las abras”, la magia multicolor de las flores; cuando me pongo a rastrear los caminos de mi infancia campesina...
No debo
dejar pasar inadvertido
este libro de Juan
Antonio
Corret-
jer sin más de un comentario. Comienzo por hacer recuento de sus obras: en los títulos va el amor de toda una conciencia. Imagen de Borinquen incluye ya seis poemarios: Los primeros años (1950); Don Die-
go en
el cariño
(1956);
Distancias
(1957);
Yerba
bruja,
(1957);
Tie-
rra nativa (1951) y Alabanza en la Torre de Ciales (1953). Luego, estas obras: Amor de Puerto Rico (1937); Cántico de guerra (1937); Ulises
(1933);
Agueybana
sa, pero
hoy
me
(1932);
interesa
El Leñero
(1944).
Escribe
también
en pro-
el poeta.
Dedica Yerba bruja a Santiago Vidarte, Daniel Rivera, José Gautier Benítez, José Gualberto Padilla, Francisco Gonzalo (Pachin) Marín, José de Diego, Virgilio Dávila y Luis Lloréns Torres. Todos muertos físicamente, pero vivos en el corazón de Puerto Rico. La poesía de Corretjer es un vibrante reto a la muerte. Hay poderosas razones para que dedique su libro a esos poetas. Vidarte es nuestro primer gran lírico, de quien Alonso escribió la primera crítica; Rivera cultivó el indigenismo en su poema Agueybana el Bravo; Gautier Benítez es nuestro más levantado poeta lírico del Siglo XIX; Padilla hizo resonantes defensas de Puerto Rico; Pachin Marín se dio a la causa de la independencia cubana; De Diego, mantuvo siempre un fiero orgullo puertorriqueño; Virgilio Dávila y Lloréns To-
rres, más recientes, son dos de nuestros mejores poetas de tema regional. Con cita del libro del Dr. Ismael Vélez Plantas tropicales, se describe a la yerba bruja así: “Este yerbajo, típico de las regiones! cafetaleras, sobrevive casi todos los tratamientos de erradicación, desde el desyerbo a mano hasta concentraciones altas de yerbicida 2,4-D. El nombre vulgar de bruja hace referencia a su resistencia a los tratos más crueles que puedan dársele. El tallo carnoso retoña con facilidad; y cada ondulación o mella de las hojas también carnosas, es una región potencial para el desarrollo de una matita. Aun guardadas en libros o suspen-
didas
en clavos
alude
el término
las hojas griego
suelen
retoñar.
del cual
se deriva
(pasa
a la página
Es a esta el nombre
15)
característica genérico.”
que
en-
Espa-
<>
pia de Corretjer; tensión
desde
>
NO,
del vocabulario.
crí-
WILLIAM H. MONTALVO, periodista y estudioso de la filosofía y de la historia.
sin mancar, la lista de obras pubiicadas por el autor; la dedicatoria; la introducción; las citas; las referencias documentales; las notas; la lista de vocabulario que le agrega la esposa del autor, Consuelo Lee Ta-
la bibliografía
CAMPOS,
tico y escritor español que nos
DIANA
RAMIREZ
una
drática
nueva
en
DE
y
ARELLA-
gran
residente
Nueva
poetisa y
Cate-
York. <>
JUAN
AVILES,
Ex Presidente
del
Instituto de Puerto Rico, en Nueva York, poeta y escritor de notable valía. .
<>
CESAREO ROSA NIEVES, potta, crítico, catedrático de nuestra Universidad, uno de nuestros más
grandes
valores
MUERE
del momento.
SRA.
ENRIQUE
A.
MADRE
DE
LAGUERRE
A la edad de setenta y cin-
co años, rindió la jornada de su vida, la señora Vélez viuda de
Atanasia Laguerre,
amantísima madre de nues. tro calaborador y compañe-
ro querido,
Enrique
A. La-
guerre. La señora Vélez viuda de Laguerre murió en el Hospital Presbiteriano de Santurce, y fue sepultada en el panteón de la familia en Isabela.
Su sentida muerte ocurrió el domingo 8 de los corrientes. ARTES Y LETRAS y muy
especialmente,
su
Juan
Pagán,
Bautista
san por
este medio,
Director,
expre-
a Enri-
que y a su familia toda, nues-
tra más profunda expresión de condolencia. Y que Dios ofrezca en su seno a Doña Atanasia, las bienandanzas a
que ritus ella toria
son acreedores los espípuros y limpios. El de lo fue en toda su trayecmaterial en la tierra.
cuento
Us
puertorriqueño
CONFESIONES DE PEPE COQUI A SU REGRESO DE NUEVA YORK Por
de
chi-
de esos hombrones de 20 pisos. Y me dieron por equivocación, como a menudo sucede, la llave de la ciudad. Además, chico, todo allí es demasiado grande, para mí. Las muchachas de la raza nuestra son
estropeada,
mo-
unas
—¡Tú aquí, Pepe!—, grité alborozado al divisar la diminuta figural del Coquí Turista bajando al nivel de la callé por la escalerilla de Aeropuerto de San Juan. Lucía
Pepe
una
llones
delo
camisa
co'ores,
Dandy
Fumaba
“sport”,
algo
de
una
la
pipa
Calle colgada
ranas
cardo
aire de calaverón venía
a
arrepenti-
buscar
un
monas-
terio donde meterse. —«¿Pero reces
qué
un
te pasa,
mismo
nc
es
guerra
cuéntamelo
mo se lo contaste ricana. —-¿Qué
chico? de
todo
todo, no
a la señora
la
lo
coame-
—¿Ah,
el reNueva
cuento
para
niños.
¡Pre-
cioso! Pero ahora cuenta para mí; "para hombres. —Poca cosa, nada más— contestó Pepe en un tono a: jumbroso y reticente, enseguida— me vuelvo ñas de mi barrio. Eso —¡Adios!, y tú no aquel día que te ibas para aprender muchas
egresar —Por
tante;
hecho eso,
he
la vez queañadiendo para las caes todo. me dijiste a New York cosas y re-
un. líder? ya
he
visto
aprendido
más
mundo
que yo sufrí.
como
mar-
caliente.
¡Qué
E'las nunca
habian
vis-
pie
—¡Aha! con que inglés tenemos, ¿en? —Seguro. Como que tuve que aprenderlo, amarrado como estaba
Fijese me en
una
a una
contestó
tono
ranita
Pepe,
dulcement=
moníti-
adoptando
confidencial.
ranita se las traía —y
un
céntimo,
pelao
como
un
ni-
peón
en er tiempo muerto. de un Dancing —-¿sa-
be lo que 'es?— bailando el Rock N”
uno
mente
se
hubiera -enca'lado
y
cía a sorodidades Conocía
todos
manejaba
y era muy
lista.
los secretos del amor
bien
la técnica
de
allá. Me tenía embobado con sus alabanzas. Todo lo mío era wonderful. Y sin embargo reía de mí a mis erpaldas. “Them pororicans”, solía dGecir, imitando al Sapo Concho que aconsejaba a la Liga para la Depuración del Espíritu Ciudadano en asuntos relativos a la integración de los batracios extranjeros a la democracia americana. Y así jugaba conmi-
go
hata
que
una
de
esas
me
le
fui al cuello decidido a acabar de una vez, pero como cincuenta furiosas ranas se me tiraron encima —digo yo que serían jamonas por lo santamente indignadas que decian
estar
por
mi
atrevimiento—
día siguiente me condujeron a la Sociedad Protectora de las Ranas de! Estado de Nueva Jersey y estos tipos me refirieron —mire, aquí lo tengo todo apuntado, dijo Pepe, sacando del bolsillo un papel— me
ño, ten cuidado con esa ranita, mira que es una gold digger”. Pero qué caso iba yo a hacer si ya no tenía sesos. Al mes e taba yo sin de hacienda No salíamos
pa y volv.endo al tema continuó diciendo: A —Ella se llamaba Jenny, decía que era bachiller en arte, pertene-
La
me sorbió el
—“Niño,
os
y me denunciaron
seso. No podía dar un paso sin ella; yo estaba listo. No me casé allí mismo porque —porque, vamos, no era necesario. Y eso que el Sapo Concho de la charca en donde ella vivía me lo decía a cada rato
con su voz de trueno:
de
un
Ro'... Había que ver las patas nuestras dibujando en esa faena. ——Pues entonces, ¿de qué te quejas? Te diste el gran gustazo, ¿no? —-Gustazo, balbuceó Pepe, exhalando un ligero suspiro, como si su
perdí co-
esquina
Trenton
del
mo diez veces 'en la calle, me ap'aseste
el hierro
mugen
los están
bas-
que me cabe aquí—, dijo Pepe tocándore la cabeza. —¡No digas eso, chico!— La mancha del plátano, eso es lo que te mató. Demasiado jíbaro para Broadway. —Lo admito. Soy demasiado arisco para tantísima gente. Con lo
taron
entiende,
cuando
to gentes de mi apellido. Yo soy de los portorricensis, los del primer nombre bien enredado, sabe usted. Chiquititos somos, pero' buenos. Los de allá son grandísimos, pero meten miedo, con tanta arruga y verrugas en la cara. The largest
ma,
sí?
un
con
ranotas!!
en
señora?
—La que está escribiendo lato de tus aventuras en York, —Es
Pa-
refugiado
me
bueyes
in the world...
guerra. —-Será así; que mata.
—Anda,
ga-
mugen,
med.o
proporcionadamente enorme boca. Noté que cojeaba un poco, haciendo un gesto de leve dolor. Pareeía estar demacrado y vacilante, con que
un
a
los
do
de
to, no cantan lindo como nosotros,
ganchete de una esquina de su des-
cierto
del tamaño
Catorce.
Adolfo
súbi-
tamente en ciertas muy íntimas reflexiones, Subimos a un taxi que nos Jlevó a casa. Nos dejamos caer en sendas poltronas, Pepe encendió su pi-
refirieron para
a
a la Policía.
esta
oficina:
la Prevención
Al
Comité
de la Sico-Neu-
rois de los Batracios Insolventes. ¡En mala hora me metieron allí! Figúrese
que
cuartito
oscuro,
me
un sofá.
Un
encerraron
me
en
acotaron
sapo
concho,
un
en
dizque
sicólogo graduado, tipo muy bien reputado y persona muy, muy seria, se sentó a mi lado y empezó a hacer preguntas sin contador: que si yo fumaba opio, que ci papá be-
bía, que si le pegaba si yo soñaba mucho
a mamá, que con satanás,
que
ranas
si
miraba
a
las
con
el
rabo del ojo, y así por el estilo hasta que oscureció. Yo le grité que no
iba
a contestar
más
preguntas,
aque yo estaba harto y medio Joco de tanto hablar. El sapo+ doctor diio que no importaba, que ya €staba sicoanalizado, que es como
decir
con
Tos
forros
vueltos
por
artes
y letras—página
4
fuera, y me dejó allí comp'etamente idiotizado. Al otro día me fui a Casa, tambaleándome por el camino. —Supongo que entonces te olvidaste para siempre de Jenny. —Hm. A la media hora estaba con e.la. Ya no me soltó más. Yo como que sospechaba que ella tenía algo entre manos. Se estaba dando cuenta de que algo muy grande
me
estaba —¿Y eso?
había
ocurrido,
embobado. quería ayudarte
—¿Ayudarme?, viendo
a
Vanándore usted.
dijo
encender
en
Ela
tía “flojo,
su
el
sin
a
yo
salir
de
Pepe, pipa
sofá.
sabía
que
vol-
y
arre-
—Ya
que
yo
ánimo;
verá
me
sen-
comprendió
que yo estaba entregado, entregado'a ella, y poco a poco fue desa-
rrol'ando su plan y cuando vine a ver ya me tenía metido hasta e: cuello en la ganga de los sapos ladrones de Ja —Supongo aprendiz,
charca. que empezariías
de
¿verdad?
—¡Ojalá!
Fíjese
que
yo
era .-.el
chiquitín de la ganga. Yo cabía por todas las rendijas y los transoms medio abiertos —si lo sabían
elos!— y me hicieron
a foete lim-
vio espía, vigilante y hata inspector de opraciones; yo registraba la casa primero, me coloba debajo de las almohadas de las señoras para ver si tenían armas, me desco'gaba por las ch:meneas y por las gavetas a medio cerrar y avisaba de todo a: los que esperaban fuera. El pito dei coquí viene muy bien pa-
ra 250. —Te
para
convertiste
en
un
experto,
estar a la moda.
—Pero
eso
dárme
ánimo
tomar
unos.
no
era
todo.
y fuerzas polvos
me
huysrndo
de
tan
a saltar por
encima de las casas. Con eso pasó lo que tenía que
día
hacían
ma'ísimos,
fuertes que me ponían Un
Para
un
todo y pasar.
atraco
la
po'icía me atrapó. El guardia me apretaba tan*o 'en su puño que per-
día
el
guiente
conocimiento. desperté
frente
AI
día
'al juez
la Corte Juvenil de Trenton. esa
gente
me
tomaban
por
me
explicó
co'eó
del
Pene,
cnello
dándome
y como movía
“Para
Me
sentó
estaba mi un
pelo,
observación en
un
alma
en
todo
rincón
sola, ni se aquello,
cabezasos
noté
que
de unas
esta
un
cartán que decía: “Suh-delinquent. Porto Rican—Course A”.
clara-
boyas en la pared salían unos rayos de luz verde —oiga, del mismo
verde
de
un
cañaveral—,
dirigidos
a mí. ¡Qué creí yo! ¡que yo estaba en casa y me puse a cantar mi canción! Canté con todo mi corazón, como lo había hecho siempre en Palmarejo. De pronto se abrieron silenciosamente las tres puertas cerradas que había en aquella Sala. De cada una de ellas sa!ió un, viejo espejuelado y barbudo,
vestido
con
una
bata
taban unos raros mo para mirar
blanca.
Por-
instrumentos, cou oír por ellos.
Avanzaban 'entamente hacia mí sin mirarme siquiera, observando sus instrumentos. Uno de ellos me puso uno de esos espejitos con que los médicos tocan el corazón y luego me Jlevó a otra habitación,
me acostó en una mesa
de p'omo y
me cstuvo reiratando por encima y por debajo, con los equis que llaman, dede la cabeza hasta la punta de los pies, Luego me sacaron una verruguita de la frente y la estuvieron mirando mucho rato por un tubo plateado, apuntándolo para ariba y luego para abajo; me sacaron sangre, la vaciaron en un frasco y el doctor dijo: “Este diablilo no la tiene tan fría. Peligroso”. —«¿Pero qué se proponía hacer Esa gente? —interrumpí yo, un poco sorprendido. —i¡Yu verá —pro“iguió Pepe— lo
que
me
hiceron!
Más
vale
ra
ni-
me
quedé dormido como una piedra, Una hora después y todavía dando
de
les Fspecializadas. Una doña muy gorda me vreeuntó que de donde era yo. Dije la verdad. Sin decir taricta,
palabras:
se que caer en manos de la cia. Durante una semana
ño; soy tan chiavito. De allí me Mevaron a 'a oficina del Servicio Municipal de Trabaiadoras Socia-
palabra
estas
primaria”.
siToda
un
Una mujer uniformada me condujo al edificio contiguo: el Laboratorio de ¿ia Alianza de los Estados del Atlántico para el Extudio Científico de la Delincuencia Juveni. La capitana esa me lanzó de cabeza en una sala marcada con
estuvieron
morir-
resgistrándome
Cienente-
por
dentro y por fuera, me sondearon con tubos por donde quiera que los podían meter y me pusieron un gorro de hierro con muchos alambres co'gando. Para que usted vea lo que es esa gente del Norte. Le dieron corriente al gorro aquél y ¡zas! me vi de repente metido entre las cañas de Palmarejo, jugando con los otros muchachos en la: quebrada, tirándonos pancadas, ta! y cnal
lo hacíamos
cuando
el
sol
estaba
calientito. dieron un
—dijo
A la sobre
Pepe—
otra con
semana me este boleto
entregándome
una
tira de papel carbón que leía “Caso B.Z. 00485 —Refer to Psychosomatic Diagnostic Center”. —El viejo me dijo, continuó Pepe, que presentara el sobre al día siguiente a las tres en punto de la tarde. Así lo hice, en una sala enorme.
larga
Detrás
había
de
siete
una
mesa
señores
tan
muy
se-
rios que parecía que no sabían reírse, todos vestidos de negro. Digo yo que serian siete sabios porque yo creo que todos estaban fuera de este mundo. EI del medio no hacía más que mirar hacia el techo, como si estuviera buscando un rotito en 'el cielo. Entonces otro hombre flaco y seco que andaba por allí abrió mi sobre, sacó de él un papelote del tamaño de un
mantel, rabatos juicio
cubierto y cosas puede
de números y gaque nadie en su
entender.
Con
gran
solemnidad leyó en voz alta todo aquéllo. El sabio de en medio me miraba fijamente y fruncíia el ceño de cuando en cuando. Al terminar de leer aquél otro dijo muy gravemente el experto de en medío: —“Criminal nato. A la rama judicial”. —Diz que criminal nato dije yo para mis adentros, tapándome la cara con una pata. En Pa'marejo no se conoce el crimen, ni se sabe lo que es. Un empleado me sacó
de
aquel
infierno.
Yo
juré
esca-
parme a la primera ocasión. En un descuido me introduje en un bo!sillo del abrigo que colgaba del
brazo
de
mi
guardián.
Minutos
después lo dejaba éste en la: percha de una oficina. Iba yo a empezar a cantar de pura a'egría cuando el hombre se percató de
que yo no estaba allí. Tocó un pito, sonó una alarma rompte-oídos. ¡Qué corre, corre! Acudieron veinte O treinta policías que buscaban por todas partes, levantaban los mueb'es, sacudían papeles, inver-
tían el iba go el
al aire jarros y canastos,
En
instante en que una: oficinista a levantar de la percha el abrien donde yo estaba escondido, guardián mío gritó que no bus-
cara
al'í. que ése era
su abrico.
Peve hizo una pausa. Sacudió su piva en un cenicero y prosienió: —Sa!lieron todos de aqu”l cuarto y rodearon el edificio. Hasta las doce de la noche estuvieron Ins policías alumbrando las pvertas y (Pasa a la página 15)
>
LA MUJER AL TRAVES DE LA CELESTINA
Escribe
un
crítico
español
Por
AMicimel
una ocupación; que muestra claramente un cambio en la mujer española del Siglo XV. Dice este
la primera figura literaria del caballero andante con todos sus dones y gracias, con todas sus glorias y amores, aquel que dio vida la pluma de Vasco de Lobeira, bajo el nombre de Amadís de Gaula, era
ilustre
lógico
En mo
hace
la descripción tan exacta coperfecta que Fernando Rojas,
de la vieja
Celestina,
escritor,
mencionada era tes. Este oficio
aquella
época
que
incluye
la
anciana
maestra de afeidemuestra que en
de
franco
refina-
recatada
miento, la mujer comenzó a emplear los afeites y cosméticos para
realzar sus encantos femeninos y aderezar su cuerpo para resultar más atractiva, tanto por sus facciones, como por las líneas perfectas de su arquitectura humana. Con eso se ve el alborear de la dama cargada de joyas y atracciones seductoras y se aprecia el destierro de los vetustos casti'los de encajes
petreos y agujas
caladas
del
góti-
co hispano, de aquella excesivamente medieval que despedía el perfume agrio de la hembra de escasa higiene. Con este refinamiento se observa el nacimiento de la mujer enriquecida por las pinturas, la elegante, la coqueta... Y 'es que el Caba'lero medieval a fuerza de rendirle el culto de una teología erótica, la elevó a la categoría de "ideal, precisó algo más
que
una
limpio
mujer jubón,
de
blanca
necesitó
del
toca
y
detalle
del ojo perfilado, de la cara sonrosada, del dedo anillado, del cabello cuidado y hasta de los atavíos bor-
dados. ia
De aquí nació la pasión
mujer
a
los
dictados
de
la
en mo-
da, de aquí nació el afán desmedido del empleo del afeite y el cosmético. Esta ansia en la mujer por enriquecer sus rasgos fisonómicos con la colaboración del ungúento,
fue importada tuga!,
menino
por
de
en Castilla, de Por-
conducto
la
bella
del séquito
Doña
que
naciera
antes
esta
mo-
da. Además teniéndose en cuenta que la mujer castellana es más sobria en el uso de las galas, más
fe-
Juana,
cuando acompañada del Maraués de Medinasidonia, vino a: España para contraer nupcias con Enrique IV “El Impotente”. En aquel país, país que engendró
en
la
exhibición
de
sus
encantos, por el decoro moralista que guarda en sus entrañas, ésta forzosamente había de tener una aparición tardía. Pero surge al fin, importada por la corte lusiana de la “triste Reina”, Reina que describió Tehsel “con estas reducidas palabras” es una linda señora morena” y también Alonso de Palencia, quien con toda franqueza dice, es “mujer de espléndida belleza'. Haciendo referencia este cronista del Siglo XV
del
grupo
de
encantadoras
muje-
res que formaban el séquito de doña Juanta comenta “ocupaban sus
horas en la licencia y el restante lo dedicaban al cuando no consumían la
tiempo sueño, mayor
parte en cubrirse el afeites y perfumes, y
cuerpo esto sin
cer
recato,
de
ello el menor
con ha-
antes
se descubrían el seno hasta más allá del ombligo; y desde Tos dedos de los pies, los talones y cani-
llas, hasta la parte más alta del muslo; interior y exteriormente, cuidaban de pintarse con blanco afeite para que al caer de sus hacaneas, como con frecuencia ocurría, brillase en todos los miembros uniforme blancura.”
Estas damas lusitanas fueron-las introductoras a su llegada a Castilla,
del
capaces encantos,
para
todas
palabra;
de
de
hacer
hacerlos.
una
te
empleo
de
seducir
las
más traen
con
del cosmético. La Reina Juana
ba
con
tanta
los
más
artificios
visibles
pinturas
atractivos, con
la
los
aptas
en
ella el ar-
cooperación
se perfecciona-
maestría
Tos
encan-
Maria
eiii
>
tos naturales de - su persona, que durante el tiempo que duró su re-
clusión
en
el
castillo
de
Alatejos,
excitó al Arzobispo Alonso de Fonseca, quién le dedicó ciertos atrevidos madrigales. Su pasión por el afeite le condujo a no establecer un límite prudente .en el uso, lo que parece po-
sible que inspire aquella estrofa de la copla de la “Provincial” que dice; A ti, diosa del deleite, gran señora de vasallos, decirme que tienes callos, en e* rostro, del afeite. En este cuarteto atribuído sin razón a Hernando Pérez del Pulgar,
se observa el barbuceo de esa inelinación tan española de convertir el humor de una pica, una lanza o u narcabuz, para combatir aquelo que no se ajusta a nuestros deseos. En aquel momento ep que apareció por primera vez estos usos
ajenos
a
las
costumbres
hispanas
¿Que más españo! que satirizarlos con una copla? A través del tiempo se ha criticado con tel ripio hu-
morstíico,
con cuplés ridículos, con
tonadillas graciosas y con chistes mortificantes, modas, gobiernos y
leyes.
Pero
la
costumbre
de
esta
regia lusitana lejos de quedar abortada con le punzante copla, trascendió de entre las piedras la- bradas de su egregia mansión has-
ta la más humi'de de las ciudadanas, consttiuyendo la época del nacimiento de la mujer retocada, de la mujer embellecida, de la mujer femeninamente ataviada, de la mujer ornamento de salón. Por tanto se hizo necesario las maestras expertas en la confección de los afeites, de las cuales la procaz Celestina fue una que gracias
a Rojas En
no murió
la apología
en el anónimo. que hace
este
ju-
rista y escritor de sus habilidades la cita como “diestra en hacer perfumes... aceites conocidos... aguas del rostro... legías para enrubiar los cabellos...
QUINTO
FESTIVAL
DEL
TEATRO
DEL
PUEBLO
El Teatro del Pueblo, organización que dirige tan acertadamente el señor Ernst Brauer, con la colaboración entusiasta de su señora esposa, celebra un regio Quin o Festival de Teatro, que comenzó el pasado 13 de septiembre. A continuación, el programa de esta magnífica actividad teatral que tanto ayuda a despertar el amor por las cosas altas de la música y el teatro. Sábado 13 de septiembre a las 8:30 P. M—ESTRENO. “Serenata” (Eine Kleine Nachtmusik) de Mozart. Ballet en 7 escenas de Herta Brauer, en forma de una
fiesta
en
un
Castillo
Austriaco
en
tiempos
de
Mozart. Acompaña una orquesta de cámara dirigida por Augusto Rodríguez. En la misma noche otro Estreno: “Fiestas Patronales”—Ballet folk!ó-
rico que
termina
con
un
ba'let
sobre la Candela-
ria, bailado alrededor de tres hogueras. Domingo, 14 de septiembre a: las 4:00 P.M. —Repetición de los Estrenos.
Honran
a
Suelia
de
Matinée a las 4:00 P.M. Noche a las 8:30 P.M. “Los Cuentos de los Bosques de Viena”, acompañado por una orquesta dirigida por Augusto Rodríguez. “Tocata y Fuga en Re-Menor” de Bach, acompañado al órgano por Pedro Escabí. “Sinfonía Puertorriqueña”-—Ballet folklórico con intervención del coro. Sábado, 20 de septiembre, a las 8;30 P.M. —Programa del Estreno. Domingo, 21 de septiembre—Matinée: Repetición del Segundo Programa. Noche: 8:30 P.M.—Repetición del Estreno. intervendrán más de 60 bailarines de ambos sexos. Director del Teatro del Pueblo: Dr. Ernesto H. Brauer Coreografía: Madame Herta Brauer Direc'or de la Orquesta: Augusto Rodríguez Director del Coro: Pedro Escabí Luminotecnia: Edwin Si'va Participan: Los grupos de baile y ballet del Teatro del Pueblo, 'el Coro de! Teatro de Pueblo, una orquesta, el combo del Teatro del Pueblo.
Burgo:
en
Vara
VYorl.
El pasado 13 de julio de este año, se llevó a cabo en Nueva York, auspiciado por el Instituto de Puerto Rico, de aquella urbe, un acto homenaje a la memoria de nuestra poetisa Julia de Burgos, bajo el título de NOCHE lustro de su muerte.
DE
RECORDACION
A
JULIA
DE
BURGOS,
con
motivo
de
cumplirse
el primer
.
Nos place publicar enteramente, el programa que a tales efectos se llevó a cabo, bajo la dirección de la Dra. Ana Ramirez de Arellano, y los dos trabajos leídos en dicho acto, de la propia Dra. Ramírez de Arellano
y de Juan
Avilés. Viernes, 22 de agosto de 9:00 de la noche
NOCHE
1958
DE RECORDACION A JULIA DE BURGOS CARGO DE LA DRA. DIANA RAMIREZ DE ARELLANO
José Emilio González Rafael Bartolomei.
A
“Reouiem” declamado
PROGRAMA GRABACION
DE
DE BURGOS A. “Dadme B. “Poema
mi número”. de la íntima
“JULIA
DE
LA
BURGOS.
VOZ
DE
por
Puigdollers —
agonía”.
¡PRESENTE!”
poetisa JuRamírez de
D.
“Ronda
E. F.
“Poema de la íntima agonía” “Poema para mi muerte”
CLAUSURA
CORONA POETICA A JULIA DE BURGOS A. “Cántico mortal a Julia de Burgos”
(Véanse
DE de
páginas
JULIA
a cargo centrales)
sobremarina
DEL
DE
ACTO:
BURGOS
de Juan
Avilés
por
la montaña”
PERFIL
—
leído
su autora.
POEMAS DE JULIA DE BURGOS leídos por Esther Sandoval A. “Río Grande de Loiza” B. “Presencia de amor en la Isla” C. “Víctima de luz”
JULIA
(Glosa-homenaje a nuestra gran lia de Burgos por la Dra. Diana Arellano)
declamado
de Carmelina Vizcarrondo por Rafael Barto'lomei.
“Eres” de Carmen por
—
HUMANO
NIETZSCHE Y SU VISION ESTETICA DEL MUNDO Po El mundo es un espectáculo admirable, una realidad de arrobadoras hermosuras, un todo perfecto y acabado, como joya de un artífice prodigioso. Así lo ve Federico Nietzsche con sus ojos de poeta, pero de poeta que no se satisface con descubrir sus bellezas sino que las devela. Y cuando las devela, nos trasmite la emoción que lo embarga.
bles ¡areas metafisicas del arte, a las creaciones de la imaginación. Ya lo decía Da Vinci: 1l arte e co-
“Yo no conozco en el fondo de todo lo que fue —dice en un juicio de crítica sobre sí mismo— sino un sentido artístico y un símbolo del arte oculto, un Dios si se quiere, pero un Dios simplemente artista, para quien la creación o la destrucción, el bien o el mal, son manifestaciones de un capricho in-
que nos hagan
Según hue el
diferente
muera,
y
de
su
omnipotencia”.
Y luego añade: “La existencia del mundo no puede justificarse sino como un ¿enómeno estético”. Conforme a su sentir, todo lo que es y todo lo que ha sido es creación de un artífice poseedor de un sentido portentoso de la armonía, del espacio y del tiempo, preciso y exacto como un matemático puro, Repitiendo sus propias palabras, de un
que
creador
“simplemente
pontifica
un
rito
artista”,
oculto,
mis-
terioso; una liturgia mágica que tiene, como fin último y supremo, la manifestación de la belleza.
¿Acaso
no
es esa la aspiración
sa
mentale.
augura, si todas las los sueños te? ¿Pero mo piensa timista, el
ya
química
que
¿Qué
género
de
vida
en ela han de morir ilusiones estéticas, todos y las esperanzas del arno será el científico, coFourgas, un filósofo opjuglar cuya física y cu-
han
con ¡tellos
de
crear
la vida
inventos
amable, por-
sd-ventaremos
las
mil y una preocupaciones que hoy nos abruman la existencia? Tal vez Nietzsche exagere su pesimismo con su visión lúgubre del porvenir.
él, esa será la suerte, porarte agoniza. Y cuando
“se
llevará
los
sueños,
las
MWilliaso la su las mo de el
a H.
Abalos
libertad creadora, y atribuye a dominio la decadencia de todas formas artísticas, cuando, coen el Renacimiento, al imperio la religión sobre el hombre hizo milagro de la pintura insupera-
be y de la escultura perfecta. Mas, pese a esa visión pesimista Gel porvenir del arte, él adivina la aparición, en un postrer sueño helénico —Nietzsche era un griego de la Hélade, un aparecido de la antigúedad griega— de un hombre fuerte, bello, dinámico, libre, heroicó y de una inteligencia superior: el superhombre. No ve, como Schopenhauer un orden escatológico, un mundo despreciable y
lleno de fealdades, horriblemente feo, pues que sólo vislumbra belle-
tán también lás ansias de perfección, el placer inefable de recibir y de expresar los mensajes que el hombre de arte recibe de todo To
zas. Sin embargo, más pesimista que Scheller, que vio al arte llegar a su máxima y absoluta perfección, vaticina su muerte. Nadie vio el mundo con tanto arrobo. Ya he dicho que se asomó a sus realidades con ojos de poeta, de artista, para mirarlo, no
creado,
para
verlo,
pues
con
los ojos
del
fantasías, los entusiasmos, los dulces errores y el culto divino de la
belleza”.
Por
consiguiente,
terminando
así
la
mori-
recep-
ción-expresión metafísicas. Nietzsche presiente la muerte de todo, incluso la del sentimiento religioso. No concibe a la religión sino como enemiga del arte y de
que
a
del
sobre la vida. la utilización
práctica de los conocimientos físicos y químicos sustituirá en ese porvenir trágico a las puras y no-
es
ver
es dete-
nerse frente a las cosas para auscultarlas y sentirlas. En definitiva, para apurar sus esencias,
arte? El Dios que intuye Nietzsche es un artista verdadero. Pero si su visión estética del cosmos es alegre y emocionada, y si se extasía con el esplendor de sus apariencias, de sus innumerables formas y colores, experimenta, sin embargo, honda tristeza por la suerte que sufrirá el arte en el porvenir. En lo postrero del tiempo, allá en el final de la especie, ¡el artista desaparecerá. Su sitio será ocupado por el hombre de ciencias. El científico lo sustituirá, verificándose así el do-
minio de la técnica La investigación y
mirar
espíritu;
cita
artesylelras
Biblioteca de Autores Puertorriq ueños San
MENSUARIO
DE
Juan,
P.
R.
CULTURA
Director
JUAN
BAUTISTA
JUNTA
Emilio
DE
PAGAN
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S. Belaval
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La Biblioteca de Autores Pueren se complace torriqueños ofrecer una colección de diez libros de los más conocidos autores puertorriqueños contemporáneos por el precio de cinco dólares ($5.00). Esta colibros de lecoión comprende : ntes los siguie autores
Laguerre
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Gastón
Margot Arce de Vázquez Josemilio González Fernando Sierra Berdecía Manuel García Cabrera —SUSCRIPCION— Toda
colaboración será solicitada. Dirija tuda correspondencia Director, Calle Arecibo +14 - Hato Rey
Juan
Avilés
CORRESPONSALES
—
Angel
AGENTE
Ramón NOTA:
Ruiz Esta
a
de Hoyos,
Revista
su
EDITORIAL DOS
1333
agradece
la
EN
NUEVA
YORK
—
Emilio
M. Arroyo
Pagán
al
José José
García
CORRESPONSAL
Quinta Avenida Nueva York cooperación
del
(cerca
Instituto
de
de la Calle Cultura
112)
tra
publicación.
S. Belaval Blanco
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Antonio
S.
Samuel EDICIONES
publicación
dedica
de nuestro
Tanto
Emilio Tomás
Enrique A. Laguerre
Puertorriqueña
ESPECIALES
PARA
FINES
DE
AÑO
" Es con mucho placer que anunciamos a nuestros lectores, que para fines de año (números correspondientes a los meses de noviembre y diciembre) ARTES Y LETRAS publicará dos números especiales. El primero, del mes de noviembre próximo, será dedicado a Juan Ponce de León, ya que como es sabido, este año se conmemora el 450 aniversario de la llegada del gran colonizador y primer gobernador nuestro. Nada mejor pues que cerrar el año, con un número en el que exaltemos la fecha del Descubrimiento de Puerto Rico, (19 de noviembre) a la vez que rindamos homenaje a nuestro primer ejecutivo. El segundo, será la edición especial navideña que año tras año nuesmiento
S. Alegría A. Balseiro
a
Señor
la primera
las
tradiciones
cristianas
en
torno
al
como
provienen
Evaristo
Rivera
Roberto
H.
Chevremont
Todd
Estos libros se venden en las librerías a un precio no menor de un dólar (1.00) el ejem-
plar. Aproveche esta oportunidad. Ordene su colección hoy mismo. Nosotros pagamos el fran-
naci-
Jesucristo.
la segunda,
podemos
adelantar
a nuestros
lectores, traerá material literario y poético de primer orden, de un considerable número de nuestros mejores poetas y escritores. Estos números especiales, tienen para la publicación un doble pro“póito. El uno llena el cometido espiritual que una revista de nuestra índole, con sentido amplio de puertorriqueñidad, debe realizar. El otro, un cometido también de importancia, puesto que saiva la vida y permanencia de la misma publicación. Es con estos números especiales, que tenemos la oportunidad de réunir los fondos que siempre som escasos, para continuar pagando los gastos netos de la publicación. Porque ya nadie debe dudar y no hay motivos para hacerlo en un país donde se sabe de memoria lo que cuesta una publicación cultural, y sus terribles luchas por mantenerse en pie, que ARTES Y LETRAS es una empresa, si así se pudiera llamar, de indole completamente no pecuniaria. ¡Cualquiera vive en Puerto Rico de una revista literaria!
Los fondos
Pedreira
R. Quiñones
de la gentileza y el deseo
de cooperar a nues-
tra tarea cultural que ofrecen varias firmas comerciales y agencias de publicidad, que sin mirar exactamente el beneficio de sus anuncios, nos los dan, con el propósito patriótico y estimulante, de evitar que desaparezca un órgano que como el nuestro, desempeña una obra enteramente beneficiosa al engrandecimiento espiritual y cultural que necesitamos. Al anunciar pues estas dos ediciones especiales instamos a nuestros
amigos anunciantes que una vez más nos brinden su espontánea y agradecida cooperación a los fines ya expuestos. Y a los escritores a quienes hemos solicitado colaboración chas gracias a todos,
que
nos
las A
envíen
cuanto
antes.
Mu-
Biblioteca de Autores Puertorriqueños Apartado San
Juan,
522 Puerto
Rico
Pueden enviarme la colección de autores puertorriqueños por el precio especial de
cinco
dólares.
LOLA RODRIGUEZ DE TIO Nació en San Germán el 11 de septiembre de 1843. Fallece en Cuba, 1924. Poetisa. Se han publicado tres importantes colecciones de sus poemas: “Mis Cantares” 1876; “Claros y Nieblas” 1885; Y “Mi Libro de Cuba” 1893. Su esposo, Bonocio Tió Sega rra, fue periodista y tambié n cultivó el Verso, pero no con tanta asiduidad como su esposa: Tió Segarra
fue más tos
bien
un
buen
prosista.
Lola Rodríguez de Tió participó en tres movimienhistóricos de ansias regenera cionales por la liber-
tad de la patria: el Grito de Lare s, 1868; el movimiento autonomista puertorrique ño, 1887; y la Guerra de Inde pendencia
El
teclado
de
dentro
los
portaliras
de
lírico
los
de
de
Cuba,
su
siguientes
románticos:
poemática
asuntos, religión,
nativista y esa dulce melodía
versos
de sedeñas
1895-1898.
saudades
está
ambienta-
predilectos ' por heroísmo,
paisaje
intimista que colora sus
Se han ocupado de su creación poética, en términos elogiosos, las siguientes personalidades de la literatura: Marcelino Menéndez y Pelayo, Rubén Da-
río
y Luis
Muñoz
LA
Rivera.
amada. ¿Mas no pagó su insano error Jeroboán cuando peca ba, y en Dán, ídolo vano, y otro en Bethel alzaba, y Dios la torpe mano le seca ba? ¿No hubo castigo, cuando cayó de lo alto Jezabel la impíia, y de ansiedad aullando
famélica los
jauría
destrozados
huesos le roía? ¡Oh, la impiedad no medra; en vano se alza y al Señor enro stra; Jehová hiere sin piedra, y al que su ira arrostra con invisible mano en tierra postra. Y exalta la inocencia, y no abandona nunca su hato Y por su omnipotencia con tu mismo cayado
amado;
otro santo pastor cuida el gan ado.
VUELTA
DEL
PASTOR
Oda. Al Ilustrísimo Dr. Silvestre Guevara
Señor Y Lira
¿Y pudo saña injusta perseguir su virtud con golpe rudo? Y la impiedad adusta cobardemente pudo herir tu noble corazón desn udo?
¡Oh, cuál te escarnecian! ¡Cuál te injuriaba el centurió n violento! Las campanas tañían, para esparcir al viento su triunfo, y apagar tu hond o lamento. En tu humildad en tanto tu sublime virtud se manifies ta ; con el báculo santo, Y con la frente enhiesta emprendes del desierto la ardua cuesta. Quedó solo el rebaño, sin su pastor la grey atribula da; -
mientras
conviertes la mirada al dulce seno de la patria
tú en sueño
extraño
Yo vi luego tu vuelta, vo vi que el ansia en tu rostro calmas: la voz del pueblo suelta, y en júbilos las almas te reciben con vítores y palm as.
Y tu humildad he visto ejemplo dar al corazón creyente , como en el ara al Cristo vemos humildemente :
abrir
los brazosy bajar
¡Perdón
No Dios
más
para
el caído!
se escuchen
es quien
la frente.
las amargas
quejas;
ha vencido;
terminen las añejas cuitas, y entra el redil con
las ovejas! Cesó el temido cisma; lejos voló la infausta procelaria;
en el caos se abisma ya la impiedad nefaria, y el verdadero Dios triunfa
(Del
rriqueña”
libro
“Aguinaldo
de Cesáreo
Campos—San
Juan,
Rosa P. R.)
en Samaria.
Lírico
de
la poesía
Nieves—Editorial
puerto-
Librería
NUEVA
YORK RINDE TRIBUTO
Con motivo de la conmemoración del primer lustro de «a muerte de Julia de Burgos, decía yo desde las páginas de LA PRENSA de Nueva York el 13 de julio de este año, que no había mejor ofrenda para un poeta muerto que la corona de ia Poesía. Decía entonces que nadie como nuestra Julia había cosechado epítetos magistrales; y a nadie como a ella la evocaban los poetas, como dijera José Emi.io González, “para el canto y la locura”. Esta noche ofrendamos a su memoria una CORONA POETICA. Tendréis la ocasion de oír poemas dedicados a Julia; pero no otréis todos los que se han escrito para ella; mi todos los que se merecen ser leídos aquí. POETICA se inicia La CORONA José poema de ton el grandioso Emilio González, titulado CANTIMORTAL
CO
A
JULIA
DE
BUR-
GOS. José Emilio González, tan conocido en este Instituto por ¡as magníficas conferencias con que nos ha deleitado, además de profesor y conferenciante, es uno de los crí-
ticos
de
más
solvencia
en
Puerto
Rico.. Pero este hecho no debe oscurecer la personalidad poética de José Emilio, cuyas mejores cualidades brillan en este CANTICO y en su logrado poema titulado PROFECIA DE PUERTO RICO. Es en CANTICO donde José Emilio despliega su ternura y su fervor en una lengua rica y sugestiva, dominadora del mensaje. Es en este poema donde logra lo que promete cuando en el principio nos dice: “Te evoco, para el canto y (la locura, entre despedazadas azucenas.” José Emilio nos recrea esa “niña frutal de las colinas”, esa “niña desnuda de la brisa”, desde un emocionante recuerdo que se aúna a un doloroso amor de patria, para arrancarle al poeta puertorriqueño aquellos magníficos versos finales: “Yo siento que mi tierra se (enarbola gimiendo y te estrecha el amor cantando en sus banderas...” Seguirá al CANTICO MORTAL A
JULIA
DE
BURGOS
de
nuestros
Vizcarondo más
creación
contempla
“Julia
de
a
Burgos,
en
ráfagas
(deshecha, purísima en el verbo y en la telúrica afirmación (del verso, Castisima, sí, castísima, (por los lirios de los lirios, Amén.” Rafael Bartolomei tiene esta noche uno de los papeles de más res-
Es la voz castellaniísima de Josefina Romo Arregui. La Dra. Romo Arregui se ha ocupado de Julia de
ponsabilidad:
Burgos
la interpretación
JosÉ
de
estos dos poemas CANTICO MORTAL A JULIA DE BURGOS de José Emilio González; y REQUIEM de Carmelina Vizcarrondo. Pero Bartolomei es ducho en estos difíciles menesteres. Juglar de grandes voctas, ha sabido dar realce y vida a lo que sin la voz yace casi muerto entre las páginas esperando unos ávidos ojos de lector que lo reviva.
Bartolomei
lleva
por
esos
mundos
nuestra poesía, y esto Dios y los poetas lo agradecen. En el lirismo de Carmen Puigdollers hay esa cualidad frágil, alada, que toca nuestra emoción con un pinc iminuto; y nos sugiere un leve”mundo acertado, elegido.
Porque Carmen, sas,
sabe
último
sobre todas las co-
seleccionar,
secreto
de
y
éste
todo
es
e”
auténtico
poeta, " La poetisa leerá para nosotros el poema que le dedicó a Julia de Burgos, ttiulado ERES. En él, como en otras composiciones suyas, se unen, oficio, sentimiento equilibrado, conciencia poética, en la fe-
licidad
de
dole
a su
que
ella
la armonía, autora
dice
hoy
para
de
prometiénmañana,
nuestra
mortal Julia de Burgos: “Eres salvado nombre -sin lápida ni fecha”.
es ya
uno
indiscutibles
va-
Entre
nosotros
voz,
no
suave, no melosa, no dulce con
esa
dulzura típica de una voz vigorosa,
hay
una
desde
dedicado lado
EMILIO
un
GONZÁLEZ
la
críticu;
inspirado
ESTELA
EN
y le
poema
CASTILLA
ha titu-
A
JU-
LIA DE BURGOS, que dentro de algunos momentos escucharéis, Josefina Romo Arregui, madrileña, profesora de literatura española e hispanoamericana en la Uni-
versidad
de
Madrid,
ria, editora
dados
de
encima poeta.
el
de
crítica
libros
crítica
y
litera-
lujosos
y cui-
poesía,
es
por
de todo, y apesar de todo, Su palabra, saltando aun
obstáculo
de
lo
circunstancial,
se hace eterna. Porque en esta hora, junto al resonado nombre de
Carmen
Conde,
y
al menos
cono-
cido de Alfonsa de la Torre, el nombre de Josefina Romo Arregui ha de formar con los dos anteriores la trilogía de la poesía femenina española, que nuestro momento otorgará al mañana. Es para mí un placer agradecerle este interés por lo nuestro aun reconociendo que la figura de Ju-
lia de Burgos percibida
magnitud, una
no podía pasar desa-
para
para
una
poeta
una
catedrática,
de
esa
y
crítica.
lo
in-
de José Emilio
González el poema titulado REQUIEM de GCarméelina Vizcarrondo.
Carmelina
lores. Poetisa de acento personal e inconfundible, tiene varios ¿ibros de poesía publicados: PREGON EN LLAMAS; POEMAS PARA MI NIÑO. Es también cuentista y crítica de poetas contemporáneos. Carmelina Vizcarrondo, mujer inteligente y sensible, ha sido siempre, como no lo había de ser, una fanática de lo puertoriqueño: paisaje, literatura, vida... Por eso, en su REQUIEM para cantar a Julia, su voz se alza por los que la olvidaron, y en su re-
lo nuestro. Es cálida, potente.
LA CUARTA PARTE GRAMA: POEMAS DE
BURGOS
está
a
Sandoval
que
nos
cargo
DEL PROJULIA DE
de
Esther
deleitará
con
la
lectura de seis de los más logrados poemas de Julia de Burgos:
Esther
Sandoval,
ce, hizo su debut
obra
Sábado
del
nacida
en Pon-
en el teatro, en
pecado,
con
la
Luis
' A JULIA DE BURGOS ». 2.
de Arellano
Prendes que se presen tó en el Tapia de San Juan. La ponceña es uno de los grandes valores de la escena, radio y televi sión puertorriqueñas. Ha recibido premios Y medallas por su lab or infatigable, Y por votación popula r fue elegida primera actriz de la Televisión de Puerto Rico (Miss Tel evisión). Tie-
Y TU, pecho
Sandoval leerá del mismo Poema de la íntima agonia,
R
da
n en la escena, los dos últimos' aquí en Nueva York, durante los cuales ha presen tado no me-
Los
rez-Carreño; de Casona. En
estos
condenados La
de
tercera
momentos
se hatía
sentido
entusiasmo
Esta noche
San-
compene-
añadió:
de luego, el sueño mío de Té y simpatía”.
Es
interesante
es
que
és-
tación de Vicky Cortés tan brillan-
te y de su gusto que concedió el permiso a ésta para la presentación de la obra en españo l que será montada en el Teatro Experimental en la calle 79 y Ams terdam, el 19 de septiembre de este año.
Le deseamos a
Cortés,
actores, fuerzo
a Esher
el éxito
la directora
Sandoval,
que
merece.
ESTHER
SANDOVAL
Vicky
y demás
su
gran nos
'esdelei-
tará esta noche con la lectura de: Río Grande de Loiza — com posición primeriza donde ya nuestra poeta exhibe su genialidad. Luego
Víctima
de
Luz,
por
la
montaña,
sobremarina Presencia
de
la
de
primera
publicado
amor
en
parte
Ronda
la- Isla,
de
póstumamente,
por
el papel
comentar
y son
su
libro
EL
MAR
DEL
parte
titula-
ACTO
el poeta.y prosista
JULIA
vez
encendieron.”
No vengo aquí para que brille mi pro pia
sente propias
No
voz
en
sino
para
hacerte
tu belleza, y así, con
palabras
necesitas
seas
pulso
Burcos
prestado;
pre-
tus
ensalzada.
de nadie. Cogiste una
ya
no
lo
mo se sale el viento hoy en per fume salvaje. ¡Orbita de belleza el orbe que tocaste! Julia de Burgos, dil e tú a la razón, porque aho ra estás más allá de ella, que no te has muerto;
estás sobre
la eterna
eternamente viva. querías la oscuridad .
Julia de Burgos, te tom aré prestada la voz para hom enajearte. En tus propias palabras, mías hoy brevemente, te irás haciendo más y más presente. Porque yo aquí me haré toda mar par a nunca salirme de tu senda; y Dios me hará viento para siempr e encontrarme por tus velas. Aqu i, Julia de Burgos, el universo acelerará el paso para romper los ecos de la cusencia. Tu río, tu riachuelo, tu inmenso mar, tu enloqu ecida brisa, tu Sandalia de luz tu paisaje, tu isla, se han dado cita eterna con nosotros: “Lo saben nuestras alm as, más allá de las islas y más (allá del so?. El trópico, en sandal ias de (luz, rrestó las alas, y tu sueño y mi sueño (se
DE
Inventaste lu voz, y coel mar que cantaste,
que
la Dra. Diana Ramtre z de Arellano
un
necesitas.
JULIA DE BURGOS ¡PRESENTE!
“Des-
ta es la primera vez que en los Estados Unidos a un grupo de habla hispana se le otorga el permiso para representar Tea and Sympathy. El autor consideró la adap-
poemas”.
de San Sebastián, autor del poemario Los caminos sin som bra, va a cerrar el acto de hom enaje a Julia de Burgos, hablándon os de la poetisa a quien afortu nadamente conoció en vida. Es él quien podrá arnos algunos rasgos del perfil humano de la gran poe tisa puertorriqueña.
palabra
trada; y si acaso se inc linaba por uno, señalaba el de Don de está la
luz. Con
TU, tercera
en las actividades del Ins tituto.
doval ensaya Té y Sim patía de Robert Anderson. El papel suyo en esta obra es su mayor ilusión desde hace tiempo. Ante la pregunta: ¿Qué personaje de las obras que has representado es tu favorito?, contestó que con todos los
papeles
libro, de la
Jua ' Avi nlés no necesita pre sentación en el Insituto de Puerto RiCO. Al contrario, el Presidente de la Sociedad Puertorri queña de Periodistas y Escritores, es el presentador de todo el que participa
Suá-
Esther
Y
“Otros
CLAUSURA
Esto constitu-
ye una hazaña dado lo reducido del ambiente intelectual hispano. Hemos apreciado su bri llante labor en las obras: Donde está la luz de Ferreira; Marianela de Pérez Galdós; Del brazo y por la calle de Di Ste
fani;
sobre el Esther
segunda parte titulada “Poemas para un naufragio”. Y para concluir, Poema para mi muerte, de ¡a tercera parte de EL MA
ne en su haber quince años de actuació
nos de cinco obras.
que se titula “Velas del mar”. Luego,
amibrez
exclamaste
con
claridad,
Porque tú no Recuerda que
turbado
ace
nto: “¡Por aquel agujero va la muerte!” No, en ti, todo era más cla, 7O, Convidando a la luz: “¡Vámonos con la vida sobre la claridad!”
Allá
Sobre
la lápida
del monte
la isla, tu corazón, fue rza
de
viva, to-
davía palpita aqu el “te amo”. y ya una vez enseñada la hoja, lengua verde del bos que, seguirá repitiendo tu eco Que aun te sobreviv
e.
Allí te hablaron
estrellas
enterrado
proféticas
sin
de
mirada
una
vez las
un
rincón
y sin
viaje, algo así como un mu ndo detenido en su historia, com o un trino extraviado, como un ala sin ave. Ju-
lia de Burgos, hoy espiritu en la paz
se columpia tu retraída, y tus
DASos, como tú bien decías, se tumban como muertos al aire. Pero tu cor
azón,
se
cir:
asoma
desandándose en
las
“te amo”..
auroras
Porque
el
tiemno,
para
amaste
de-
la vida, tanto, que no podía tocarte la muerte. Pájaro de amor, tu trino hondo hoy es com o un clarín total y solitario. Jul ia de Burgos, te imagino nadando cielo en tu
artes
y letras—página
192
alegría nueva. Más allá del crepúsculo habrá un olor que estos breves oojs míos no alcanzan, desde donde te asomas a contemplar tu propio rescate, Se ha muerto la tiniebla en tu pupila y hay luz en tu voz; le rasgaste la noche al tiempo repetido y se ha quedado estático mientras abres la jaula, y detienes el amanecer sin alas para huirse. Aquí sobre la tierra te fingieron, te fingiste, ola de «ubandono, derribáda, tendida. ¡Qué dolor fuerte verte! Ah, pero es que estaban ciegos a ese inmenso azul de sueños y de alas sobre el que tú (tu mejor tú de siempre) danzaba con la canción más fresca colgando de los labios. Para un poeta, tus pasos por este calvario que cruzan
de emoción van dejando sus alas a mi alcance. Se agiganta tu nombre cuando siento un anhello de llano y de montaña, de lirio, vela, espacio. Tu palabra, tu poema, tiene destino: agigantar la ausencia; encender en la frente las .estrellas de antaño; cerrarnos -los caminos de la huida; abrir de nuevo huellas en las rutas perdidas. Poema con destino es este tuyo, Julia de Burgos: hacer al corazón más abierto y más largo. Estás total en tu palabra. No te escondes ya de nuestra búsqueda con un pretexto de soledad. Ya no estás sola. Estás sobre tu tierra, y ya no te rasgas por mundos extranjeros, las manos sobre un espejo que se finge cielo para imitar
tan sólo los fuertes, no fueran nun-
no marchitan deseos de edificar palomas con tus últimas alas. Te yergues como espiga de luz en playa sin naufragio. Porque exclamastes “¡Oh intemperie de mi alma!”, te digo: “¡Oh albergue de
ca
enigma.
ba,
El
agonía,
universo
resbalaba
nos, y la redonda
de
tus
ojos,
agua
regaba
entero,
en
tus
en
constelaciones
al-
ma-
el fondo
el lirio
íntimo
que se quedaba más intacto y más blanco. ¿Fracaso de una vida? ¿Derrotada por la ráfaga húmeda que cortó tu sonrisa? No, porque aquí lo que importa es tu voz, milagro
que
florece
cada
vez
que
tu alma! hoy
Se yergue
como
de-
un nido;
nos
recostada
y tierna;
en
el
vello del monte sin cansancio; en el techo de estrella y horizonte; te veo en el sendero, retaguardia de luz, por donde cruza el río.._ ¡Qué
río
para
inundar
tu
estremecido
pecho con la imagen de tu primer acierto! ¡Qué río tuyo y nuestro para alzarte cuando ya por este turbio suelo tus párpados rodaban!
¡Qué río para compañía!
río
que
universo,
hacerte
¡¡Qué
te
ha
bien
dado
Julia
presencia, te
quiso
nombre,
del Río
y el
trino,
Grande!
Te veo, Julia de Burgos, en el arevido mundo de tus sueños constelado de golondrinas. Te miro toda en ascuas, invadida de auroras, amanecida de albas. Me recuesto en tus labios, y escucho en
tu
garganta,
de
trinos
y
la de
canción pájaros.
poema!”
íntimos
“¡Oh
espera. No te recuerdo, Julia. Te siento y te escucho en mis dos legítimos amores: Patria y Poesía. Hay sólo un trino entre tú y mi alma, un trino suspendido entre dos ramas. Un ruiseñor nos tiene en su garganta sacándonos del tiempo. No te recuerdo. Te veo (¡si vieras mi mirada!) en el mar que amaste bien, que contemplaste; en la
pradera
olas con
tu
motivos
enredada Bandadas
¡Oh
el el
peso peso
del del
a manejar
tragedia
ambiente!
el viento.
So-
amanecidas
nostalaias!
A
ti llegamos para sorprender ese soplo inocente, ese hondo infinito, que se durmió en la fronda de tu verso. Tú querías borrar de nuestra lengua la palabra triste de la muerte. No la querías ni morales ni físicas. Tenías suficiente con tu nropia agonía, tu diluvio de due-
los,
tus
espadas
perpetuas.
Pero
hoy, Julia, podemos marchar por el camino de la belleza eterna que por tu inmensa siembra entrega
más
corolas
al
viento.
Vámonos
mor ahí, por donde Dios descansa de tanto entierro, y donde el universo tiene un mejor, y más noble,
y más
útil destino.
Sí, Julia
mos
en
de
esta
Burgos,
noche
tal
ajena,
vez
con
sea-
el
mar a nuestras espaldas, la voz que oculte tu muerte con tu propio
BURGOS, AMIGA
por Juan Yo
conocí
el año
a
1940,
barco
Yo
MUJER
Avilés
Julia
de
Burgos
mientras de
San
Juan
conocía
en
viajábamos
ya
a
Nueva
a la poetisa
en la exquisitez de su verso. Viajábamos en el “San Jacinto”. Durante los seis días de travesía de aquellos tiempos tuvimos la oportunidad de conversar muchas veces, de discutir opiniones persona-
les sobre
destierro!”
DE Y
York.
mos iniciados de luz, propicia víctima tuya. Escucha, aquí somos todos, algo de mar sin playa y sin orilla. ¡En los párpados traemos
tantas
cerca!, en la ribera es como contemplarme llegando hasta un espejo) me reconocen la canción; y hasta el color del nombre. ¿Seré yo el puente errante entre el sueño y la muerte? ¡Presente...! ¿De qué lado del mundo me llaman, de qué frente? Estoy en altamar... En la mitad del tiempo... ¿Quién vencerá? ¡Presente...! ¿Estoy viva? ¿Estoy muerta? ¡Presente! ¡Aqui! ¡Presente...!”
por
Perdónanos por llamarte desde aquí, pero esta noche por hallarte nos hemos dispuesto, como tú or-
denaste,
la ribera de la muerte, '
¡tan (que
JULIA
tu nombre de
“En
manos
soltaron las amarras que les ataban a ti. Ya no te dobla el grito, y ya no te derrumba. Ahora te al24s en ecos por tu tierra, y no podrás gemir:
cimos Julia de Burgos. La voz no te la pueden quitar ni las manos del cielo que cerraron tus párpa-
dos.
Tus
¡En
cantas
Tus
ebrias.
poema.
diversos
puntos,
de expo-
ner filosofías nacidas en los años vividos, que no eran muchos entonces. Como en todu poetisa hay una mujer y una posible amiga, durante ese viaje tuve la doble fortuna de admirar en ella q la gran mujer que era, y encontrar a la gran amiga que fue. Julia, la mujer, era bella y joven entonces. Hacía poco tiempo que
se había
graduado
en
la Universi-
dad de Puerto Rico. En su conversación, en su persona, había la serenidad de la mujer culta, de la mujer liberada por lg inteligencia
y la cultura,
de
la mujer
que
po-
día ser la camarada del hombre. Y eso era Julia a cabalidad: una camarada perfecta, más dispuesta
a dar
comprensión
que
a exigirla.
Traía consigo un tomo de versos suyos recién publicado. Estaba satisfecha, como todo poeta que pu-
blica su primer libro. bién
varios
inéditos.
En
Y traía tam-
cuadernos
de
las frecuentes
versos
tertu-
lias a bordo nos los leía, o nos permitía leerlos. Nunca vi en eso el
afán de la poetisa que esperaba un elogio de su obra. Era un acto de perfecta camaradería.
- artes y letras—página 13 En ese pequeño mundo que es un barco en alta mar, la convivencia impuesta por la pequeñez de ese mundo extraño, exigía que cada uno tendiese la mano y diese lo que tenía, para hacer menos monótomas las interminables horas de viaje. Julia siempre aportó su palabra fácil, su jovialidad, su interpretación de las cosas complejas de la vida. Sus afanes de cultura la llevaban más allá del verso, hasta la prosa de las relaciones sociales, hasta los problemas políticos del mundo de casi veinte años atrás, que ella discutía con amenidad y con autoridad. Durante su viaje Julia
de
hizo
sus
Días
un
de
cada
uno
compañeros.
más
Burgos
tarde
a Nueva
numerosa esta
amigo
en
esa
dispersos,
decirse.
Y
numérica,
Julia
No
la población
ciudad
grupos
llegaba York.
era
hispana
época.
debido
a
la
de
Eramos
pequeños,
el afán
de tan
podría
pequeñez
cultural
dentro
algún país de América. Vivía enamorada de los horizontes. Vivía desbordada de horizontes emocionales, y tenía que buscar horizontes físicos. Recuerdo una noche que la oí leer versos en una estación de radio de la Habana. Aquella noche su voz tenía sabor de fiesta, de aiegría, de triunfo. Poco tiempo más tarde'en su voz lejana había un tinte de tristeza, tal vez un poco de dolor.._ pero no del dolor que se grita sino del dolor que se lleva adentro, y que tal vez sólo percibíamos los que la conociíamos bien. Y pasó algún tiempo, y Julia de Burgos volvió u« Nueva York. 'Ha-
mente comenzó en su adolescencia, frente al Río Grande de Loíza, que tan bellamente cantó. Aun ante la muerte cercana e inminente, sabi amirar a la vida y sonreir al flagelo de sus duras ironías. Como si se tratarse de un chiste me contó que un siquiatra había informado, después de interrogarla, que padecía de alucinaciones. Una de ellas consitía en que creía ser graduada de una universidad. Otra consistía en creer que era poetisa. Dios le había otorgado el don de la tolerancia máxima, aun ante las cosas que
bían transcurrido varios años.
dida, no para pedir sino para dar. Con su viaje final, de una tumba a otra tumba, queda Julia de Burgos en mí como la poetisa que ad-
vía con el alma florecida de poesía como si el predio que llevaba en su
corazón tuviera un nuevo -florecer * miré, cada día. Y traía también mucho cansancio. pre. Pero
trás
de
sus
esfuerzos
por
la
cia el despertar de una vida mayor. comprensión intelectual
dispuesta a disponer de su vida. Me llamaba de un teléfono público. Me dio el número y yo la lla-
Recuerdo
de su
hablamos siempre
trato
hacia
español. la
cordialidad
todos
los que
se
acercaban a ella. No sé si en alguna ocasión la poetisa que era siempre Julia de Burgos sintió el deseo de repudiar la audacia inte-
lectual de alguien entre los muchos que
buscaban
su compañía.
so la tuvo, su noble
Si aca-
espiritualidad
siempre se sobrepuso en todo mento a la flaqueza humana.
moPa-
vigilancia
hospital,
mé.
La
dijo que había de
había
los
conversación
tres horas. que volviese
tí visitarla
y
duró más
derecho
de
afini-
palabra
de
aliento.
Un día se marchó Julia de Nueva York. Nos llegaba siempre su voz, desde alguna ciudad lejana, desde
Un
siguiente.
CumTodo
hundido
durante
de de el
PESCA FOSFORESCENTE PISCINA moderno, cómodo,
tranquilo. Atendido
por
hospital y conocía su enfermedad. Era mortal. Había una gran re-
Pura
la pasa-
da guerra mundial. “Ahora duerme bajoel agua” fueron sus palabras. Como se ha señalado tan acertadamente, Julia de Burgos parecía vivir fascinada por el agua, fascinación que probable-
VILLA
e
BAHIA
mi promesa. Durante nuestra conversación al siguiente día me dijo que había visto su planilla de paciente en el
sido
re-
un
encantador paraje para espíritu, el descanso, la quietud, e! ensueño. En
plí
bía
pleno
respeté,
Puerto Rico
de
verso,
con
que
Frente a la preciosa bahía la Parguera, al Sur-Oeste
estaba
lerancia. Para los que merecían su respeto y admiración intelectual, tuvo la opinión honrada, la frase sincera, sin alardeos vanos ni arrogancia ruin. Para los que se acercaban a ella como amantes del dad, como la gran poetisa que era, tuvo la comprensión sin límite, la
mujer
(Anteriormente PARGUERA GUEST HOUSE)
del
signación en Julia. Cerca del hospital había un río. Me confesó que la noche anterior había tenido la intención de lanzarse a él. Me habló del vapor “San Jacinto”, en el cual habíamos hecho la travesía de San Juan a Nueva York ella y yo, y que ha-
ra los audaces y soberbios, tuvo to-
la
ten-
La Parguera
Logré convencerla de a su cama y le prome-
al día
como
HOTEL
burlado
empleados
escapado
herían.
parecer
otros literatos que vivian un doloroso anonimato, y contribuyó ha-
llamó y me
la
como la amiga que sembró cuerdo imperecedero.
Era la amiga de siemtodos sabíamos que de-
alegre, de su cordialidad, de sus afanes, se escondía algo que empezaba a perfilarse como una sentencia de muerte. Era una mujer incomprendida. Pero su vastísima comprensión hacia los demás, eclipsaba la incomprensión en que vivía ella. Fue recluida en un hospital. Allí fuimos a verla los que la quisimos siempre. Una noche, tarde ya, me
tre los que
profundamente
Julia fue siempre una mano
Vol-
de lo hispano era limitado. Sin embargo, Julia, la mujer joven, llena de entusiasmo, con su espíritu siempre despierto hacia lo bello, ilevó su alta personalidad a sociedades fundadas más con propósitos de auxilio y orientación comunal que de difusión y fomento cultural. Bajo el patrocinio de esas sociedades ofreció recitales de versos, y fue merecidamente aplaudida. Su presencia aquí sirvió de aliento a
de en-
más
*
personalmente
los esposos
y Carlos
Quiñones
Villa Parguera P.O. Box 405 - Teléfono 34 +»
Lajas,
Puerto
Rico
Un
que interpreta el grupo de baile del Teatro del Pueblo, bajo la
baile del folklore puertorriqueño,
Brawer.
hábil dirección de los esposos Ernst y Herta
Este baile
forma
programa
parte del
del
Quinto
Festival de Teatro que presenta dicha agrupación. $
Ahorre A
e
O
Ahorre donde su dinero
Q
,
produce más y su cuen-
r
8
EA
Garantía
A
e
y
Ganancia
É
ta está asegurada hasta
|
: >
$10,000 con una agen-
Mt
SSSIlE==
:
cia del Gobierno de los
mo
Estados Unidos.
|
Anual
FIRST AND OFICINAS
FEDERAL
LOAN
CENTRALES:
ASSOCIATION AVE. PONCE
Sucursal. de Río Piedras FRENTE
EDIF.
DARLINGTON,
RIO
SAVINGS OF PUERTO
DE LEON, PARADA Sucursal
PIEDRAS
RICO
PLAZA
22%,
a
de San
DE COLCN,
SANTURCE Juan
SAN. JUAN
artes y letras—página 15
PERSPECTIVA...
(Viene
de
la página
LIBROS Y REVISTAS
dos)
(Viene
De
aquí
saca
el poeta
el título
simbólico
de su libro, porque
“si la
"raiz de lo puertorriqueño ha logrado sobrevivir a casi todos los tratamientos de erradicación, entonces la yerba bruja es el mejor simbolo de la admirable, mágica capacidad de lo puertorriqueño para sobrevivir todas las adversidades”.
de la página
20)
un poco la obra de Alvarez Nazario, nos damos
cuenta
de que nues-
tro idioma,
el habla
popular
tra, es una ra estudios
cantera formidable de esta naturaleza,
nuespaque
Eso es el libro: raíz y retoño que no cesa. Ahora mismo, cuando se creía que lo indígena había desaparecido, nos lo presenta Corretjer en variación de retoños de la conciencia puertorriqueña.
realizados con
el máximo
científico,
con
No es la primera vez que en América se rastrea la conciencia nacional en las expresiones indígenas. El siglo diecinueve es pródigo en el rastrear indígena, aun en países en donde no es muy visible la presencia del indio: en Cuba, en Santo Domingo, en Puerto Rico. En Cuba se cultivó el siboneyismo y se resucitó a Hatuey, aquel héroe indigena oriundo de Santo Domingo —el caso se repitió en Máximo Gómez— que llegó al sacrificio en la defensa de la vida taina.
viene sin duda a completar lo que por ese mismo campo han ofrecido don Augusto Malaret, Dr. Rubén del: Rosario, don Tomás Navarro Tomás y recientemente, Washington Lloréns. Esta obra nos parece de indiscutible valor para los 'estudiosos de nuestro lenguaje y una aportación
por
En Santo Domingo, el tema indigenista los mejores poetas y escritores del país:
fue cultivado ampliamente José Joaquin Pérez, Salomé
y
amor, como resultan en
estupenda
lo ha libros
al
e-fuerzo
entusiasmo
y
hecho el autor, que como este,
esclarecimiento
de
Ureña, Henríquez y Carvajal, entre otros. Llega a su culminación con el Enriquillo de Galván. Eran esos momentos muy difíciles de la vida
nuestro modo de vida y nuestro desarrollo nacional, tal como quedan
nacional dominicana: por ciencia en lo indígena.
expresados
eso
los
dominicanos
buscan
afirmar
su
con-
En Puerto Rico sucedió igual. Basta recordar a Daniel Rivera, a Tapia, Coll y Toste, y Salvador Brau; y más adelante, a González Ginorio y a María Cadilla de Martínez. Creo que el tema indígena como fondo de la expresión puertorriqueña, llega a su culminación con Juan Antonio Corretjer. Aun
en
los
tados Unidos, nal. No hay
países
europeizantes
de
América,
como
Argentina
y Es-
se acuerdan de lo indígena en momentos de crisis nacioque mencionar a México, digamos,en donde lo indigena
es lo más vivo de la substancia nacional. Cuahtémoc, en México, o Lempira, en Honduras, son símbolos inmortales de resistencia nacional. Hasta Chile ve en el araucano un símbolo de nacionalidad. Las
doce
intención
notas
explicativas
del poeta.
También
son
imprescindibles
son muy
La
bibliografía
Augusto
Lydia
Pagán
del
vocabulario
y Salvador
Perea,
de Otero, Danforth,
para
comprender
útiles las palabras
en el vocabulario acopiado por Consuelo de abundan los vocablos indigenas.
Juan
en
el habla
común
del
pueblo.
ia
que aparecen
Lee
Tapia
de Corretjer,
en don-
incluye
obras
de
Malaret,
Ismael
Vélez, José
Augusto
Otero,
Rafael
Toro,
Wolcott.
MARTIN
MORUA
DELGADO, :
Vida Pública por Rufino Pérez Landa. Publicada
tenario tor
por la Comisión
del Cen-
de! ilustre hombre cubano.
María
Co'abora
y escrila
Dra.
Rosell Pérez.
También hemos recibido de esta misma comisión, las obras, “Inte-
gración
Cubana”,
“Impresiones
Li-
terarias”, “Sofía”, novela; “Biografía del Libertador Toussaint
L'overture”, “La Fami'ia Unzuazu”, novela; obras de Martín Morua De'gado. El hombre, el revolucionario, el libertador, el escritor y el poeta que había en este cubano insigne, bien va'en el esfuerzo y la labor
patriótica y el empeño
cultura!, de
esta comisión que se ha encargado carácter nuevo a la poesía. ¿Qué medios ha utilizado para conseguirlo? de celebrar el Centenario del Nacimiento de Martín Morua DelgaNuevo Pigmalión saca al trasfondo indigena nuestro, unos contornos de La obra en que.se casi insospéchada belleza. Dice él que no evoca. Disiento. ¡También : do en Cuba. nos ofrecen deta'les completos de pueden evocarse los principios del querer ser! ¡ Y se existe tanto en el su vida y de Sus luchas por la I'ser como en el querer ser. Después de todo, las cosas apenas son sin la bertad cubana y de sus tareas culproyección del hombre sobre ellas. turales, revela a una de las persoSin duda
alguna,
ha
conseguido
Juan
Antonio
Corretjer imprimir
un
na'idades CONFESIONES
DE
PEPE
COQUI
(Viene de la página 3) ventanas de la fachada con sus grandes linternas eléctricas. Un sargento con audífonos colocados
en sus oidos esperaba te el in“tante
dio-teléfono
exitadamen-
de transmitir
cualquier
aviso
por ra-
o
in-
forme al cuartel general, desde donde se irradiaría por una multitud de estaciones a todos Tos rincones de la inmensa área metropolitana. Desde la acera opuesta
A SU REGRESO yo
contemplaba
tranquilamente.
DE
NUEVA esta
Patada
YORK
maniobra
la
nove-
dad, eché a caminar para mi casa, calle abajo por la Treinta y Tres, Y aquí me tiene usted. —¿Curado de la fiebre turas?, le pregunté.
—Curado
de
aven-
de ia civilización, con-
testó Pepe, agitando sus manos el aire, en señal inequívoca triunfo.
en de
más
fuertes
de
toda
nuestra América, digna de conocerse en todas partes donde se hable nuestro idioma. Infinitas gracias por el envío.
Y
LETRAS
PARA NOVIEMBRE
Y DICIEMBRE
1958
Celebración del Descubrimiento de Puerto Rico y llegada de Ponce de León.
TRADICIONAL
CELEBRACION DOS NUMEROS
VERDADERAMENTE
LA MEJOR
COLABORACION
GRABADOS
SEÑOR
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14
Y
LETRAS Hato Rey, P. R.
artes y letras—página 17
NOTICIAS CULTURALES DOS
El Instituto ofreciendo entre
de Cultura” Puertorriqueña, está sus últimas actividades, dos mag-
níf.cas exposiciones.
La primera, una serie de obras
de escultura africana.
nos.
los solistas que encabezan los prominentes José (Pe-
EXPOSICIONES
La primera una serie de obras
pito) Figueroa y Jesús María Sanromá. Lo que no sabemos —y quisiéramos saber— son los nombres del
resto de los componentes de la orquesta. músicos
puertorriqueños
Numerosas personas visitan diariamente el edi-
DE
LA
¿No
trata de la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico?
se
s
ficio donde se aloja el Instituto en San Juan, para gozar de estas obras verdaderamente artísticas. CONCIERTOS
¿Cuántos
hay en la misma?
RUMBOS — REVISTA HISPANO PUERTORRIQUEÑA
SINFONICA
Sinfónica de Puerto Rico, anuncia
La Revista Rumbos que distribuye en Puerto Rico, LIBRERIA CAMPOS, se ha convertido en una
su primera serie de conciertos, para tener lugar en el
publicación dedicada al desarrollo y vida de nuestras
La Orquesta
Teatro de la Universidad, y otros pueblos de la isla, comenzando eel próximo mes de noviembre. Conoce-
mos ya quiénes serán sus diréctores, encabezados por Ya sabemos quiénes serán el Maestro Pablo Casals.
SOLHIVVVODIVVOVOIVIVNVASONS
noo
letras.
Numerosos
escritores y, poetas puertorrique-
ños figuran cada mes en sus páginas. Es una labo: que honra a España y honra a Puerto Rico. Nuestra enhorabuena.
Ys
- Dedicado al Servicio de Puerto Rico desde 1893 E
AUTOS DAI
Ad
AURA IU
ALTER
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JUAN,
PUERTO
RICO
a
Y REVISTAS
«
9,
LIBROS
DIÑHAILIADLIAIIIIVIADLICIIAILIR
AIDIDOS
DOGLHVIGIOILODVIOVIFIOONODVIOOIIIIIODIIDIA
»
?
9)
HOLOROROIOVIIVIVIDIDIVIVIDIIDIAIVIDA RUMBOS,
ANTONIO
Editorial Hispanopuertoriqueña. Núms. de mayo y junio 1958.
De
traia
nunciara
ks para sentirnos verdaderamende
alcan-
ces continentales, haya decidido dar espacio sin limitaciones a los escritores de nuestro país que de«een enviar a la misma sus escritos. Esa obra la realiza RUMBOS,
“pequeña se edita
Los por
grande en
números
ejemplo,
nesto
Juan
ronga,
Aníbal
publicación”
Barcelona. que
traen
aquí
trabajos
Fonfrías,
Díaz
reseñamos
Montero,
ia
plaza
de
Fajardo,
donde
nació
er lustre patriota. En solo unas 24 paginas Bolívar enjuicia certelimente casi toda ¿a epoca que le tocó vivir al hombre que muchos conocen por el” “Capitán de su
Pueblo”.
Y
la lucha
y la vida
Villa-
Cesá-
pensadas.
Er-
reo Rosa Nieves, Juan Diez de Andino, Felipe N. Arana, Ignacio
PANORAMA
Guasp, Modesto Gotay, Manuel Benítez Flores, Dr. José Mendín Sa-
RAS DE LAS AMERICAS, Obra Recopilada por el Dr. Joaquín de Montezuma de Carvalho, Auspi-
bat, Angel Jiménez Lugo. No hay duda pues que RUMBOS, que tan prestigiosamentedirige nuestro compañero Manuel Parejo, viene a ayudar grandemente a que nuestros escritores y poetas tengan una tribuna más donde vaciar sus oraciones,
POR
MI DIOS (Poesías
Y MI PATRIA,
de
Alzamiento
y cautiverio) ; ZAMORA DE MI AMOR, (Poesías Zamoranas); VIEJA
CASTILLA,
González, España.
Si no fuera por el sabor político en defensa de un régimen dudoso y que más bien hace daño (ha hecho mucho, dirá Unamuno desde su tumba), este escritor podría lograr
cosas
mejores
y más
bellas.
Por-
que descubrimos talento y buena inspiración en sus versos y fuerza y hondura en su prosa. Aparte este impedimento, (en países sojuzgados no se puede escribir con entera libertad y donde no hay liber tad, ha dicho Paul Valery con st ficiente lógica, no se puede dar te, ni siquiera de medianía), gustan muchas cosas de las que cribe González. Muchos de sus mas no están mal y pueden s
para cemos
cualquier tel envío.
antologia.
quienes
no
entendemos
el
se-
gundo idioma, obtener con amplitud y comprensión cabal, el contexto de lo que se ha escrito o se ha querido decir. De todos modos, nos parece una publicación de altos quilates culturales para todo el mundo de habla hispana y portuguesa.
de Lisboa,
La obra trae diversos estudios y análisis críticos sobre obras, autores y perspectivas de la literatura en América hispana y sobre algunos aspectos de las relaciones e influencias de la literatura española y portuguesa en la misma. Todos los temas tratados són de gran importancia para comprender y ampliar mejor los conocimientos de la literatura americana en ge-
EL ARCAISMO VULGAR EN EL ESPAÑOL DE PUERTO RICO, por Manuel Alvarez Nazario, Univ. de Puerto Rico, Mayagúez, 1957, No conocíamos esta gran obra, que fue la tesis doctoral presenta-
da por el autor a la Facultad de Filosofía y Letrag de la Universi dad de Madrid, logía: Románi
n
cción de Filo1954. El tri-
la un notable grucias en das” ciencias
aía,/” uoño” de estas coí leyedda y estudiando gue exi 1d bágina 15) Qs" Y /
/
”
(Narraciones en prosa) tres libros de Luis Hernández Madrid,
DE LAS LITERATU-
ciada por el Municipio Poriugal,
para
de
Barceló, se engrandece al iravés de sus línsas, bien escritas y mejor
de
Luis
bolivar Pagán en los actos de la develacion del monumento a don antonio R. Barcelo, figura de nuestr' quehacer politico y púbico, en
Ag
NO HAY DUDA QUE CUANDO USIP PIENSA EN LIBR
Sl
PIENSA
EN;
Librería Campos 2 6
,
Puer to Rico
una que
ploamigo
>
Allen, Esq. San José
SAN JUAN PUERTO RICO
Santurce
revista
que
querido
Lbiza »
una
discurso
nuestro
neral. Están escritos los trabajos por escritores y per:onas altamente entendidas en las diversas materias. La obra sin embargo, viene publicada en español y en portugués, lo que hace un poco difícil,
E
Patria,
Ma-
de:
Epoca, 1958.
P. R.
dre
el que en nuestra
BARCELO,
Hato-Rev,
te orgullosos
R.
Simbolo de una Bolvar Pagan,
Barcelona
¿MC
Mensual,
ARTES Y LETRAS C , 1e Arecibo 14
Kkevista