del Centenario
Año
de Luis M uñoz Rivera
antesy ie MENSUARIO 2da. EPUGA
SAN JUAN,
DE
PUERTO
CULTURA
RIGO - MAYO
DE 1959
NUM. 29
COLABORAN EN ESTE NUMERO ENRIQUE
A. LAGUERRE
VICENTE
GEIGEL
NILITA
VIENTOS
J. 1. DE
DIEGO
MANUEL TER
CARMEN SE
GASTON PADRO
MENDEZ
JOSEMILIO
Y
POLANCO
BALLES-
GONZALEZ CHIESA-
INCLUYE
LEGISLATIVO
PEREZ
HOMENAJE
LUIS
PALES
con Gilberto
Concepción
de Gra-
cia, Samuel
R. Quiñones,
MATOS,
A
DE
Arcilio
Alvarado, Baltasar Quiñones Elías, Charles Luis Palés Matos (derecha) y Evaristo Ribera Chevremont (centro), cuando acudieron a felicitar al poeta Juan Ramón Jiménez en la Universidad de Puerto
Rico,
en
ocasión de haber recibido éste de Literatura. (Foto de la UPR).
NUMERO A
LUIS
el
Premio
PALES 4
M.
García
Calderón y otros legisladores.
Nobel
ESPECIAL >
H. Juliá, José
DEDICADO MATOS
PER
Nuestros
SPECTIVA
colaboradores
Por Qurijue A AL
ENRIQUE En días atrás sugería la posibilidad de que nuestro Gobierno separase toda esa zona de Boca de Cangrejos para un gran parque natural. No sería mucho lo que el hombre habría de agregar y esto, poco a poco, por etapas, hasta convertir, en el correr de los años, a esta
zona en uno de los más bellos lugares de esparcimiento con que ciudad alguna podría contar. Imaginen mis lectores un parque extenso, con caños entre manglares para poder remar, con buenas playas de baño, un maravilloso jardín submarino, palmares. Agreguen a esto la cercanía del Aeropuerto, un posible «coney island», restaurantes, la entrada del Camino de Loíza, con Vaciatalega y hasta la desembocadura del Río Loíza a poca distancia. Aún queda tiempo para pensar en un parque de esa naturaleza, antes de que se pierda en las urbanizaciones alocadas. Somos un país pequeño, con mucha gente, y el mal se agrava.
¿Dónde ir? ¿Qué hacer? La interrupción de las playas en beneficio de los clubs, hoteles y personas contribuye a que nos sintamos defraudados. Mucha significación tiene el último párrafo de una carta reciente de Dave Lyon a The Deland T.mes (16 de enero, 1959): «En algunos estados de la Unión es posible arrendar ciertas playas, pero sólo hasta diez yardas de las aguas en épocas de marea alta. La cerca llega hasta
ese punto para dar a los huéspedes del hotel un grado de aislamiento sin atajar al: público que No
tenemos
que
es el verdadero
ir lejos
para
dueño
comprobar
del lugar.»
que
aquí
ponen
hasta
cercos de piedra dentro de las propias aguas del mar. Se convierte ese pedazo de playa de mar en un club cerrado. Si se sigue tal práctica
A.
novelista
crbe
para
Guajataca, Sardinera.
lugares del litoral de San Juan.
Manatí,
Vega
Se nos han ido otras: Dorado,
Hatillo,
Barceloneta,
varios
En el oeste, huy
la
NILITA
y
otros
VIENTOS
sidenta
de
puerto-
temas. GASTON,
Pre-
Ateneo,
ensa-
nuestro
yista y crítica, escribe para el diario «El Mundo» esta columna semanal, Indice cultural, que nos ha permitido reproducir. . 1. DE DIEGO PADRO, poeta que con Luis Palés Matos, fundara el movimiento Diepalismo, del que habla Vicente Géigel Polanco. Autor de la novela En Baba y varios libros de versos, altamente elogiados por nuestra crítica. MANUEL MENDEZ BALLESTER, uno de nuestros mejores dramaturgos del momento, novelista y ensayista,
escribe
La
para
nosotros
condición
humana.
GONZALEZ,
su
poeta,
crítico, actualmente catedrático nuestra Universidad.
CARMEN sayista
CHIESA y
DE
poetisa,
de
PEREZ,
en-
estudiante
de
nves:ira Universidad.
buenas playas en
Aguadilla, Mayagiiez, Cabo Rojo. El sur tiene muy pocas playas por causa de los arrecifes que embozalan el mar, éste no puede batir” con-
EN
EL
PROXIMO
NUMERO
tra las rocas y en vez de playas, se forman los tremedales donde crece el manglar. La Parguera nos ofrece un buen ejemplo de esta situación.
Hay en el Sur, sin embargo, una de lus playas más be!las del mun-
En
el próximo
número
do, tan bella como la de Luquillo. Me refiero a la Playa de Caña Gorda en Guánica. Es un primor de Playa. Sube uno por el costado de uno
no)
entre
de los farallones que limitan la entrada en la bahía de Guánica; el es-
LAS
AVENTURAS
BRECITO
JUAN
de
Miguel
Meléndez
EL
ESPECTRO
pectáculo que presenta la naturaleza es maravilloso. Y un poco más allá, bajo las palmeras, los uveros y los hicacaos, las doradas arenas de Caña Gorda, cuyas aguas, refrenadas por los arrecifes, semejan un
lago. Se puede ir bien adentro en las aguas pisando fondo de mar.
Es amplia y acogedora, bella y fresca. En ella se debería hacer lo jue se piensa para la de Luquillo. Es inás urgente en el sur, en donde
escasean las buenas
es-
columna
sobre patricios
rriqueños
JOSEMILIO
Isabela,
nosotros
rias Obras
trará, algún día, sin su parque natural. No es socialmente aconsejable que se les proporcionen privilegios especiales a los residentes pasajeros de los hoteles en perjuicio de los residentes permanentes de las ciudades y barrios del país. Mucho menos en las circunstancias en que vivimos: poco territorio y mucha gente. Todavía nos quedan algunas buenas playas, particularmente en la
norte:
nuestro
momento,
VICENTE GEIGEL POLANCO, uno de nuestros escritores y prosistas más conocidos. Ha publicado va-
columna
Baja, Loíza, Luquillo,
del
mensual Perspectiva.
en la construcción de futuros hoteles la ciudad de San Juan se encon-
costa
LAGUERRE,
mejor
playas. No hay que llevar prolijas comodidades
al bañista; sólo lo imprescindible. Lo que más requieren estas playas son sencillas casetas, alguna cafetería, vigilancia y sanidad, mucha sanidad. Aunque no tenga prolijas comodidades, una playa sencilla Y
limpia es siempre atractiva. Y esta de Caña Gorda, con su sombra na tural, sus doradas arenas y sus mansa: aguas, <e presta a maravilla, para convertirla en una de las más atrac'ivas playas del mundc. E señor Julio Enrique Monagas, director de Recreo y Deportes, oriund: del Sur, seguramente tendrá plena conciencia de esta situación que resento er la fora de sugestionres. (Continúa en la pág. siguiente)
Y HUESO, ty;
otros,
(ju-
aparecerán
DEL
PO-
RAMON, DE
Muñoz; CARNE
de Néstor 1. Vicen-
ENTREVISTANDO
A
FRANCISCO LOPEZ CRUZ, por Juan Bautista Pagán; LA BIBLIOTECA
ENCANTADA
Y PEDRUQUITO, de Isabel Cuchí Co!l: UNA CARTA CRITICA A MARTHA LOMAR, d> Guiliermo Atiles Morcau; POESIA
TIEMPOS,
DE
potmas
NUESTROS
de Ismael
. Delgado González; LA ENCANTADA DEL PARTERRE, de Néstor Rodríguez Escudero.
Movimiento
literario de los veinte
FL
DIEPALISMO por Vicente Geigel Polanco
El Diepalismo es el primer movimiento de renovación literaria que se
registra en la década de los veinte. Lo auspician dos poetas jóvenes, Luis
"A
Palés Matos y J. 1. de Diego Padró: inquietos, imaginativos y ya preocupados porque su obra lleve un sello distintivo de originalidad. Han tramontado la época de los tanteos expresivos. Iniciados en la poesía en el tiempo en que el modernismo concluye
su jornada
en
Puerto
Rico,
es-
criben sus primeros versos al calor de aquel movimiento, pero ya otean los horizontes en busca de temas, en-
foques y módulos nuevos. Atrás que-
poema Orquestación diepálica, publicado en El Imparcial, el 7 de noviembre de 1921, contiene la teoría del novel enfoque. Aluden a las tendencias poéticas que toman - impulso en Francia y España, en plan de dar a la poesía «cierta concentración estética,
de
modo
que
las
más
altas
concepciones de belleza queden sustancialmente sugeridas... encarnar en formas ligeras y elementales expresiones la más sólida arquitectura ideal, suprimiendo ese voluminoso aparato sinfónico lleno de resortes y
efectismos que llena hoy con su berrinche melodramático la moderna
de Palés, y La última lámpara de los
poesía». Aseguran que ninguna de las novísimas escuelas —imagenismo, im-
dioses,
presionismo,
dan Azaleas y El palacio en sombras, de
De
Diego
Padró.
De
las
tecturas parnasianas subsiste el anhe-
cubismo,
lo de la perfección formal; del trato con los simbolistas, el afán de trascender el mundo circundante; de las
sión».
«señala
unanimismo,
futurismo un modo
«Con
actuales
ultraísmo,
dadaísmo—
sintético de expre-
el fin
normas
y de
agilizar
de la poesía»,
las
bre de los apellidos de ambos poetas.
tan con la Orquestación diepálica «dar la impresión de lo objetivo por medio de expresiones onomatopéyicas, del lenguaje de aves, animales e insectos, sin recurrir a la descripción anchurosa y prolija que sólo viene a
Una
debilitar la verdad
propias inquietudes, ginales figuraciones
en ansia de estéticas.
ori-
El Diepalismo es un momento breve,
muy
breve,
de
sus
inquisitivas de 1921. breve
exploraciones
Toma
exposición
el nom-
al calce
del
y la pureza
PERSPECTIVA
En realidad, por qué desperdiciar los excelentes parques que la Naturaleza nos dio en las playas. Con lo poco que tendría que agregar el poco
ahí están los pulmones de una población que se ahoga en
territorio.
No debemos «vender» nuestra tradición de convivencia, nuestras costumbres de «gran familia» al turismo. No vivimos en este país para contemplar la comodidad de la gente pasajera y sólo aplaudir que disfruten de ella. Sin que ofendamos nuestra tradicional disposición a la hospitalidad, no se nos debe olvidar que en Puerto Rico hay más de dos millones de residentes permanentes que necesitan un mínimo de libertad de movimientos.
La construcción de hoteles y la afluencia de turistas son y de por
fuerza han de ser bienvenidas. Somos punto de parada de las gentes de todo el mundo. Nuestro aeropuerto es uno de los más activos del
hemisferio. Vivimos en una vorágine de comunicación internacional, atentos a los sucesos mundiales. Pero tenemos— y queremos conservar— un queremos
grado de intimidad; respondemos a una tradición social y conservar su substancia. Me daría lástima que perdiéramos
nuestra conducta social de «gran familia». Por eso no nos hemos des-
integrado y mantenemos Nuestras concesiones sr” ofenda esa pizca d«gran
familia ».
una pausible cohesión de pueblo. al turismo deben llegar hasta allí donde intimidad, esa convivencia, esa cohesión
del
asunto».
Palés, Matos
Se proponen
«levantar am-
biente en este sentido», aunque juiciosamente
advierten
modalidad
poética
que de ningún
modo van «a permanecer fieles a esta en
toda
la
cru-
deza» con que la presentan. El poema es hermoso y apropiados los recursos onomatopéyicos para captar en apretada síntesis las voces múltiples del agua, del viento y la fauna cam-
pesina en una noche de embrujamien-
( Viene de la página anterior)
hombre,
Luis
inten-
no de
to lunar. A la onomatopeya se suman metáforas e imágenes certeras: Hierve la abstrusa zoología en la : [sombra...
Y el viento, escoba bruja, barre: fufff En los difusos pastos sumergidos
cunde
un claror lejano
y subma-
[rino... Fugas diepálicas, firmado únicamente por De Diego Padró, es otra
original proyección de la inquietud de esa hora. : La iniciativa tiene simpatizadores y detractores. Sin decir que comparte la innovación, Martha Lomar publica a los cinco días el poema Atardece
cerca de la aldea, con remedos onomatopéyicos. Emilio Belaval, en artículo entusiasta, llama al Diepalismo «grito valiente y resuelto que acaba
de dar la sacudida más tremenda a toda esa bamboleante arquitectura extática de falsos valores literarios». Emilio Delgado, de más reciente pro-
|
moción literaria, alerta a todo lo nue7o, se solidariza con el movimiento,
escribiendo un «soneto diepálico» —Amanecer capitalino. Bien pronto se percatan los fundadores del Diepalismo que su preocupación estética cala más hondo. En efecto, la onomatopeya tiene razón de ser en determinados poemas descriptivos o con agarres en el mundo objetivo. No basta, sin embargo, el empleo literario de remedos fcnéticos de fenómenos y ruidos naturales para expresiones más sensibles, conceptos abstractos, vuelos metafísicos y estilizaciones de la realidad, que ya se van acentuando en ambos poetas. A alejarles fundamentalmente de la onomatopeya, que es a modo de un trabazón a la realidad objetiva, contribuye un factor decisivo: en Palés, como en De Diego Padró, cobra
fuerza un ansia de fuga del pequeño mundo circundante, insulardad huraña, rutinar:a, sin incentivos, sin afa-
nes
de
mejoramiento,
sin sacudidas
emoc:onales, ambiente cargado de pesimismo, de ideales en crisis, de eco-
nomía en derrota, de perspectivas tiuncas. «Tierra estéril y madrastra», llama Palés a la suya. En un momento de angustia clama: ¡Piedad, Señor, piedad para mi [pobre pueblo donde mi pobre gente se morirá [de nada! ¡Aleluya!, de De Diego Padró, recoge
esta
Rutina
estampa:
de callejas
en la blandura
de
polvorientas las horas;
ignorancia feliz de la sencilla gente que no ha salido de los pue[blos...
Los que
fundadores
del
positivamente
Diepalismo,
responden
a tem-
peramente disímiles y que cultivan las letras con personal originalidad, siguen en lo sucesivo rutas distintas. Co'nciden en la empresa editora de la revista Los Seis, pero sus reiteradas fugas de la temática del momento, sus exploraciones líricas, que son continuas. les llevan a campos diferentes,
a veces
a posiciones encontra-
das, incluso a polemizar sobre la pos.biidad de una poesía antillana, tesis sostenida por Falés y combtatida por De Diego Padró. EL
TEMA
NEGROIDE
Satisfecha la curiosidad de los temas nórd'cos, el argonauta que hay en Palés se lanza en busca del velloc'no de oro de asuntos de más cálida v.bración humana. Así descubre un
filón poético
¡nexplorado
en- la esti-
lización del tema negroide. Vivos recuerdos de los trabajadores negros que conoció en su natal Guayama en los días de la infanc'a y la adolescencia dan un trastondo de realidad al novel motivo lírico. Lecturas subsiguientes sobre los negros afrcantillanos lo llevan a concebir una poesía de
fina y or:ginal estilización del tema. En
un principio, no pretende descri-
b:r al negro de su pueblo, ni siquiera
al negro antillano. En Pueblo negro, su primer logro de esta épnca, se expresa así: Esta noche me obsede la remota v sión de un pueblo negro... —Mussumba,
Tombuctú,
Farafan-
es un pueblo de sueño, [gana— tumbado allá en mis brumas inte-
Risa de la pobreza sin oficio: ...y el café
pueblerino,
donde lo más notable que sucede es el naufragío de una pobre mosca en mi café con leche... El ansia de fuga del medio circundante lleva a Palés a un dramático escape hacia temas de tierras del Norte. Escribe entonces sus poemas extraños: Walhalla, Sinfonía nórdica, Las torres blancas. De Diego Padró, también en fuga de la «simplicidad aldeana», encuentra motivos de inspiración en temas alusivos a los mitos de la Grecia eterna. Emocionalmente, se refugia luego en un Sexto piso de gran ciudad, definiendo
su yo íntimo
con
certera pre-
cis:ón: Aquí, en estas alturas, compongo y descompongo aquí
[riores
a la sombra de claros cocoteros. A medida que ahonda en la recién descubierta
negra, —de
cantera
Numen, puro
lírica, con
Ñam-Ññam,
entronque
Danza
Bombo
afrohaitiano—,
el resto de las Antillas le dan un fuer-
te tirón y entonces busca en la vida animal y emotiva del negro y del mulato
en
su propia
tierra
y en las ve-
cinas islas para hacer una estilizada interpretac.ón poética. La logra con limpio enfoque estético, fino humor, penetrante ironía y honda simpatía humana. Así describe Majestad negra, Canción festiva para ser llorada, Náñigo al cielo, Ten con ten, Mulata-antilla. Esta otra se recoge en Tun tun de pasa y gr:fería (1937). La brega afanosa y triunfal con el
mundos
tema negro lleva a Palés más tarde a
la mi manera;
anunciar la necesidad de una poesía antillana. La tes's provoca en la pren-
es donde defino realmente lo [que soy : un elucubrador extraño y vagabun[do del inmenso espectáculo de mí mis[mo...
sa del país un interesante debate, que se alarga por varios años. Evaristo Ribera Chevremont, De Diego Padró, Luis Antonio Miranda, José Antonio Dávila, "orge Pastor y otros es-
critores tercian en la apasionada polémica, que todavía suscita argumentos en pro y en contra en nuestros círculog literarios. En tanto, Palés
Matos sigue haciendo obra de renovadores empeños, con sus pausas características, dentro y fuera de la temática de una estricta poesía antillana. Ni sus propias teorizaciones logran atarle. Se mantiene siempre en exploración de nuevos hor:zontes. De Diego Padró tampoco se ha quedado a la vera del camuno. Al co-
menzar la década de los veinte, Manuel
Martnez
Plée,
acucioso
obser-
vador y ágil crítico, hace el siguiente comentario: «¿Ha de quedar este poeta preso toda la vida en su actual paganismo? Creemos que no.» Efectivamente,
el
poeta,
que
en
sus
co-
mienzos se goza en los Temas de belleza y voluptuosidad, con ra/ces en la mitología griega, como reza el subtítulo de su primer libro, se escapa
del marav:lloso mundo
pagano y de
sus
a la Francia
furtivas
incursiones
galante del siglo xvrm, para adentrar.e en una temática de más próx:¿mo y r.cy contenido humano. En su Epístola admon.toria al poeta Calandríno —original manual estético— dirá mís tarde: Que palp.te en tu verso cuanto hay [en ti de humano,
Cuanto
en ti que siente, que [idealiza, que anhela. Las divagaciones filosóficas y las aventuras humanas que se recogen en su extensa novela En baba, acaso faciltan el tránsito a ese complejo orbe poético, que tiene un agarre en la realidad oljetiva y otro en la irrealidad del sueño, en el vuelo metafísico. El poeta —«elucubrador extraño» — enjuicia, con poética reflexión, la vida
hay
en
torno,
las
cosas
sencillas,
el dario acontecer, pero también clava su mirada escrutadora en el mundo de fantasías de las quimeras y en la agonía del ser y del no ser. Allí encuentra hondos veneros de poesía: el amor sin complicaciones sexuales, el manso dolor de los humildes, las vanidades y torpezas humanas, la lucha del hombre frente a su destino, el profundo misterio de la muerte, el ansia de inmortalidad del espíritu. Así van madurando, con el transcurso del tempo y la sazón de la experiencia, usos hermosos poemas que forman las Ocho epístolas mostrencas.
HOMENAJE El
señor
Concepción
de
LEGISLATIVO
(LUNES
23 DE
formula
la siguiente
Gracia
FEBRERO
DE
1959)
moción :
«En la madrugada de hoy falleció uno de los grandes poetas de la lengua hispánica, un puertorriqueño que caló hondo en el corazón del pueblo de Puerto Rico. La noticia ha llenado de dolor al pueblo puertorriqueño; y es,
por
lo tanto,
un
día
de
duelo
nacional.
Hago la moción, señor Presidente, de que este Senado dedique un minuto en testimonio de duelo en honor al gran
puertorriqueño
Y propongo, del
Senado,
que
Luis
Palés
además, es
Matos.
señor Presidente,
duelo
de
Puerto
a la viuda y a los familiares del llamado al seno eterno de la Gloria, de admiración, que aquí se preste, tido a los deudos y que conste Senado.» El señor Ortiz Stell. hace las
que
el duelo
se
transmita
Rico,
gran puertorriqueño y que el testimonio sea también transmien el acta de este siguientes
manifesta-
ciones: «Para hacer mía, si lo permite el compañero, la moción que acaba de formular, en relación a la muerte
del gran poeta. Luis Palés Matos. Muchas gracias, compañero. Señor Presidente, al llegar al hemiciclo, le hice saber al compañero Concepción de Gracia que yo pensaba formular esa moción. Entonces, él me dijo que él quería formularla porque así se
puedo decir que, según fue único en Puerto Rico en el verso negroide y superior a cualquier otro poeta de Hispanoamérica dedicado a ese género, Palés Matos fue superior en perfección y elegancia del verso a cualquier otro poeta de Puerto Rico, inclusive Lloréns Torres,
lo había
con
ofrecido
a sus
familiares,
y yo
accedí
a que
él
ser
un
poeta
tan
grande.
la formulara. Quiero decir, señor Presidente, que he sentido profundamente la muerte de este gran poeta, que ha muerto
raba,
prematuramente,
relativamente
joven,
dictina con que escribía, de su estro salian esos poemas
podíamos
mucho
víctima de esa enferme-
dad
tan
esperar
traicionera,
señor
de él;
cuando
Presidente,
uma
todavía
dolencia,
una
enfermedad del corazón. Palés Matos se destacó en los últimos años de su obra poética por el verso negroide, y tan bien lo hizo, señor Presidente, que su fama traspasó las fronteras imsulares. Tengo para mí que, en lo que respecta a verso negroide, era superior a Guillén y a todos los demás poetas que han cultivado ese género. Fue el año pasado, si no recuerdo mal, que el Instituto
de
Literatura
Puertorriqueña,
del
cual
yo
formo
parte, premió la Antología Poética de Luis Palés Matos. En esta obra están recogidos todos los poemas del gran
poeta desaparecido. ¡Quién
me
hubiera
dicho
a
mí,
cuando
me
uní
al
voto de mis compañeros para concederle un premio a Palés Matos por esa obra, que al año siguiente ya no iba a existir! ¡Y ha muerto del corazón! Quizás no sea raro que un poeta muera del corazón. El poeta, por su
mayor
sensibilidad, por su emoción
al sentir la belleza,
fibras del corazón
tiene
que
vibrándole
al crear la belleza,
sentir más
adentro.
que
Quizás
nadie
las
por eso,
porque se emocionó tanto ante la belleza, es que ha muerto del corazón. Ahora bien, aunque se puede decir que yo estoy cerca de la generación poética de Palés Matos, la verdad es que él floreció antes que yo. Cuando él publicó el primer
libro
de
«Las
Azaleas»,
todavía
no
había
salido
a la luz pública «Los Oros Se Vislumbran», mi primer libro de versos. Digo esto, porque yo he seguido, paso a paso, la producción poética de Luis Palés Matos; y
Palés Matos se distinguió por la corrección y elegancia que imprimía a su verso. Yo sé que él se tortupero
gracias
a
esa
tortura,
a esa
paciencia
bene-
tan correctos y tan llenos de elegancia. Señor
Presidente,
las letras
de
Puerto
Rico
están
de
luto y las nueve musas lloran plañideras ante el cadáver del poeta, que ya no irá donde ellas a pedirles inspiración. Creo que en un futuro cercano, los que tenemos inquietudes intelectuales, literarias, debemos perpetuar, en alguna forma, la gloria de Luis Palés Matos.» El señor. Juliá hace las siguientes manifestaciones: «Señor
Presidente,
resulta
verdaderamente
dolorosa
la nueva de la muerte de este gran poeta puertorriqueño, don Luis Palés Matos. Hacemos nuestras las palabras vertidas por el compañero Concepción de Gracia, al hacer su moción, y por el compañero Ortiz Stella, al hacerse también coautor de dicha moción, y en nuestro nombre propio y en el de la representación Estadista, que estamos representando aquí en el día de hoy, secundamos de todo corazón la moción presentada. » La señora Cabrera de Ibarra hace las siguientes manifestaciones : «Nos ha sorprendido amargamente la muerte de Palés Matos, y queremos unirnos a la voz de mis compañe:os en la expresión de dolor ante la muerte del poeta grande que fue Luis Palés Matos. Su verso recogió el ritmo de su tiempo y de su raza. Había en la fibra de su espíritu tanto de lo genuinamente puertorriqueño, que al saber que no está, sentimos que algo en nuestro corazón se desgarra, porque fue rama noble de la patria y un gran exponente de la poesía genuina, de la verdadera poesía. Nos unimos, pues, de todo corazón, a esta expresión
de dolor por el poeta ido.»
El señor Fernández
Méndez
hace
las siguientes
Luis: Palés Matos. Me comunicó el compañero Ortiz Stella, que ya había hablado con el compañero Concepción de Gracia y que éste le había pedido la oportunidad de tener él el honor de hacer tan privilegiada moción. Pero no quiero que pase esta tarde sin decir aquí breves palabras, breves pero sentidas y profundas sobre este
ma-
nifestaciones : «Señor Presidente, al llegar al Senado, en la tarde de hoy, nos enteramos de la desaparición de este gran puertorriqueño, gran poeta y gran literato, don Luis Palés Matos, que nació en la ciudad de Guayama, parte del Distrito Senatorial de Guayama, y que honró no sólo a la ciudad en que nació, sino al pueblo entero de Puerto
Rico.
Tuvimos el privilegio de ser amigos personales de Luis Palés Matos, así como de sus hermanos Vicente, Gustavo y de toda la familia, que tiene grandes raices en la ciudad de Guayama y que tiene grandes afectos sembrados en todo el Pueblo de Puerto Rico.» Luis Palés Matos no hay duda que, junto a Nicolás Guillén, el gran poeta cubano, son los dos grandes simbolos poéticos de la poesía negroide .en las Antillas y en Latinoamérica. Independientemente de la poesía nearoide, en la que él se destacó como ningún otro en Puerto Rico, también fue un grande poeta de América, en los demás géneros poéticos que cultivó. Luis Palés Matos, además de poeta, fue un gran puertorriqueño.
El se va de la vida en la misma forma que se fue su padre, que fue otro grande poeta de Puerto Rico, don Vicente Palés Anés, también hijo de Guayama, gran poeta,
que
cuando
vino
Santos
Chocano
a Puerto
Rico,
allá por la segunda década de este siglo, y estando celebrándose en la ciudad de Guayama, en el Teatro Bernardini,
un
acto
en
honor
a aquel
grande
poeta
de
América que se llamó José Santos Chocano, y mientras don Vicente Palés Anés recitaba su poesía «El Cementerio», allí, en pleno proscenio de aquel teatro, hubo que llevárselo víctima de un ataque al corazón, del cual fallecía poco rato más tarde. La historia se repite. Aquel grande poeta puertorriqueño, padre de este gran poeta que hoy se nos va, se nos fue de la vida también porque le falló el órgano con el cual había vivido, el corazón, el órgano con el cual había producido su obra literaria, el corazón. Y éste, como buen hijo de aquél, también se nos va de la vida porque también el corazón no pudo seguir los embates duros de la vida y se nos ha ido, como dijo el compañero Ortiz Stella, cuando todavía tenía por delante muchos años en que podía hacer gran obra en favor de su pueblo y en favor de la literatura puertorriqueña. Creo que Puerto Rico ha perdido uno de los grandes poetas, no de este siglo, sino desde que la historia literaria
de
Puerto
Rico
empezó
a escribirse.
Cuando
se
escriba la historia de la literatura puertorriqueña, habrá' que incluir el nombre de Luis Palés Matos junto al de José Gautier Benítez; junto al de Luis Lloréns Torres; junto al de José de Diego; junto al de Momo, José Mercado que vivió en Carey y nació en Caguas y junto al de todos los grandes, como Luis Muñoz Rivera también, que se han destacado como grandes poetas de la literatura hispanoamericana. El Senado de Puerto Rico, como representativo del pueblo de Puerto Rico, tiene, no hay duda, que en el día de hoy estar de luto, y creo que el día de hoy es un
día
en que
el pueblo
entero
de
Puerto
Rico
está
de
luto porque ha perdido uno de sus grandes hijos del siglo XX, en Puerto Rico.» El señor Román Benítez hace las siguientes manifestaciones: «Cuando el compañero Ortiz Stella, que actúa en esta tarde de Portavoz de la Mayoría en este Senado, hizo. su entrada al Salón, fuí donde él y le comuniqué mi deseo de hacer una moción expresando el duelo de este Alto Cuerpo Legislativo, por la muerte de este extraordinario 6
poeta
y
gran
puertorriqueño,
que
fue
extraordinario poeta Antonio Dávila, con
puertorriqueño que Luis Lloréns Torres
Ribera
son
Chevremont
poetas. no
solamente
para
en
mí,
Puerto
junto con José y con Evaristo
un
grupo
de
grandes
Rico
sino
en
toda
la
América y en todos los países donde se habla nuestra lengua. Luis Palés Matos elevó a la más alta jerarquía poética el verso negroide. Sin duda fue superior en ello a Nicolás Guillén y a Emilio Ballagas. Pero no se distinguió solamente como poeta de temas negroides, sino que su verso en la lírica fue un verso pulido, limpio de la más alta jerarquía literaria. En sus versos no habían palabras que faltaran ni palabras que sobraran. Su verso era algo así como el haber escogido la palabra precisa y más armoniosa para situarla en el sitio preciso donde los más intimos registros de esa palabra pudieran llegar al corazón humano. De Luis Palés Matos, como amigo, como hombre, como ciudadano, tengo los más gratos recuerdos. Una vez, siendo yo muy joven, cuando por primera vez llegué al Ateneo y hablé desde esa alta tribuna intelectual puertorriqueña, escogí un tema que no era del agrado de la mayoría de aquellas personas que estaban en aquel acto. Les disgustó a algunas personas el que yo favoreciera la idea que estaba favoreciendo, y cuando terminó el acto, recuerdo que Luis Palés Matos se
levantó de su asiento, fue hasta mí, me estrechó la mano y me dijo: «Te felicito” por haber tenido el valor de expresar esas ideas en las cuales tú crees.»
Desde ese día lo conocí. Lo había visto y habia leído
sus versos célebres
y se los había tertulias
de
los
lo conocía personalmente. y
fui
su
amigo.
Y
en
escuchado lunes
en
recitar en aquellas el
Ateneo,
pero
no
Desde aquel día fue mi amigo este
momento
triste
para
las
letras y para la cultura puertorriqueña, en esta tarde, señor Presidente, yo quiero rendir aquí mi humilde tributo de recordación para ese altísimo poeta y para ese corazón que tan bien sabía latir en lo puertorriqueño. » El señor Concepción de Gracia hace las siguientes manifestaciones : «Justo es que el compañero Román Benitez, la compañera Cabrera de Ibarra, el compañero Fernández Méndez y el compañero Juliá, conjuntamente con este Senador que habla, figuren, al igual que el compañero Ortiz Stella, como coautores de la moción presentada por mí para expresar el duelo de este Senado, que es el duelo de Puerto Rico, en la muerte de Luis Palés Matos. El homenaje rendido por los distinguidos compañeros a este gran poeta de la lengua, es el homenaje de todo un pueblo que encontró en él a uno de sus espíritus más altos, a una de sus voces más hermosas. Podemos decir en las propias palabras de Palés: «Se humedecen de llanto las campanas,
se hunredecen
de llanto los rosales,
se humedecen
de
se humedecen
de llanto
llanto
las orillas,
se
humedecen
de
las
se se se y de
humedecen de llanto las montañas, humedecen de llanto los amores, humedecen de llanto los recuerdos, todo el pueblo se humedece llanto como un gran paño de lágrimas
llanto
las palmeras, llanuras,
tendido a la piedad de un gran dolor.» Luis
Palés
Matos,
señor
Presidente,
perteneció
a una
familia de notables poetas. Su padre, don Vicente Palés Anés, ya aqui citado, es gloria de nuestras letras. Poco antes de entrar por las puertas del misterio dice: «El alba llorará sobre mi tumba —Y el verde abril la cubrirá de flores»... Su hermano Gustavo —su compañero inseparable — y mi gran amigo Vicente, son altos poetas. Era, pues, el gran puertorriqueño desaparecido, de ilustre prosapia literaria. Tiene un pueblo, señor Presidente, que sentir honda emoción de duelo en la muerte de un privilegiado, de un espiritu de selección. Porque Palés Matos fue el Vate, el inspirado, el que tuvo la visión de la lengua como instrumento de unidad eterna de nuestro pueblo y quien tuvo el sueño de unas Antillas que establecieran
pautas
nuevas
de belleza
y de amor
en nuestro
conti-
nente.
Palés tido
Matos
nacional
desde el año aquéllos que nuevas rutas Fue él un tara uno
le dió en
a la palabra
Puerto
Rico.
1926, esa palabra amaban el arte por ese camino en desencantado de
De
«Vate» un
nuevo
extremo
a
senotro,
fue palabra de pase entre y que querían establecer nuestro mundo hispánico. la civilización, como apun-
de sus críticos, y por eso buscó
en lo autóctono
de nuestros pueblos la nota primitiva. Por eso buceó en la psicología de lo negro y trató de encontrar puntos de entendimiento
común,
en
el
campo
de
la
belleza,
en
todas las Antillas a las que supo cantar e interpretar. Hombre de una cultura universal, supo encontrar recónditos matices para definir esa psicología peculiar antillana y para entrar en esos filones de lo original y de lo auténtico, anticipándose a los poetas cubanos a que
aquí se han referido los compañeros, y anticipandose a otros poetas, que en otros puntos de nuestra América — y en lengua inglesa también — encontraron en el motivo de lo negro inspiración para sus versos. Ahondando en lo negro, Palés supo encontrarles matices especiales a las palabras y supo hacer prodigios en la acústica del verso; y así sus poemas son una maravilla de la armonía y del ritmo. Palés Matos fue un hombre culto que amó a su tierra y que quiso servirla en la forma mejor: «Cultivando la belleza, colocando a Puerto Rico en el primer plano en el mundo hispánico y en el primer plano en todo el Universo, en el gran mundo de la cultura.» Trabajó sus poesías. Fue un orfebre, pero no el orfebre que busca la palabra por purc «snobismo» poético, sino aquel que busca la justa expresión, el verso depura-
do que procura expresar, con exactitud, la emoción que
¿él ha sentido. Fue asi, Palés, hermano mayor de los grandes poetas de América, y así fue reconocido por críticos hispanoamericanos y por críticos españoles. Ya críticos puertorriqueños, como su amigo doctor Tomás Blanco, +ambién escritor
entrañ>ble, el y hombre de
letras de primera línea, y como su entrañable amiga Margot Arce, habían definido, antes que los hispamoamericanos y que los españoles, lo que significaba Luis Palés Matos en el campo de la cultura. (El Senador Concepción de Gracia leyó entonces parte del juicio de don Federico de Onís, incluido como Prólogo, en la obra «Poesía» que recoge toda la poética de Palés.) Para que se tenga el conocimiento adecuado de ese juicio, vamos a recordarle a este Senado presentativo de- Palés, «Mulata Antilla»:
Sí
un
poema
re-
«En ti ahora, mulata, me acojo al tibio mar de las Antillas. Agua sensual y lenta de melaza, puerto
de
azúcar,
cálida
bahía,
con la luz en reposo dorando la onda limpia, y el soñoliento zumbo de colmena que cuajan los trajines de la orilla.
vl
En
ti ahora,
mulata
cruzo el mar de las islas. Eléctricos mininos de ciclones
en tus curvas se alargan y se ovillan, mientras sobre mi barca va cayendo la noche de tus ojos, pensativa. y
En
¡oh
ti ahora,
mulata,
despertar glorioso en las Antillas!
bravo color que el do de pecho alcanza, música al rojo vivo de alegría, y calientes cantáridas de aroma — limón, tabaco, piña— zumbando a los sentidos
sus embriagadas voces de delicia. Eres todo el Sinfonía rompen He aquí
ahora, mulata, mar y la tierra de mis islas. frutal cuyas escalas furiosamente en tu catinga. en su verde traje la guanábama
con sus finas y blandas pantaletas de muselina; he aquí el caimito con su leche infantil; he aquí la piña con su corona de soprano... Todos
los frutos ¡oh mulata! tú me brindas, en la clara bahía de tu cuerpo por los soles del trópico bruñida. Imperio
tuyo, el plátano y el coco,
que apuntan su dorada artillería
CO
al barco transeúnte que nos deja su rubio contrabando de turistas.
al gran desencantado,
pueblo al hombre triste que sabía decir cosas amables y que era maestro en el buen decir y en el humorismo fino. - Nuestro pueblo, estoy seguro, le rendirá oportunamente el homenaje que su figura demanda, pero mientras tanto, el mayor homenaje que se hará a Luis Palés, será el recitado de sus versos por todos los puertorriqueños que le amaron tanto. Más aún, el homenaje mayor que le hará nuestra tierra a ese poeta de excepción será el que él soñó un día para Lloréns Torres: que una jíbara puertorriqueña, en algún lugarde Puerto Rico, diga su palabra de amor con versos suyos y que no sepa el nombre del poeta que hizo esa maravilla de expresión.
Eres inmensidad libre y sin límites, eres amor sin trabas y sin prisas; en tu vientre
conjugan
mis dos razas
sus vitales potencias expansivas. Amor, tórrido amor de la mulata, gallo de ron, azúcar derretida, tabonuco que el tuétano te abraza con aromas de sándalo y de mirra. Con eres
voces del Cantar de los Cantares, morena porque el sol te mira.
Debajo de tu lengua hay miel y leche
y ungiiento
derramado
en
tus
pupilas.
tu cuello,
la torre de David,
Como
y tus pechos gemelas cervatillas. Flor de Sarón y lirio de los valles, yegua de Faraón, ¡oh Sulamita! Cuba, Santo Domingo, Puerto Rico, fogosas y sensuales tierras mías.
¡Oh
los rones
calientes
Luis
soñando
tras
y forcejeando
ciclones
y codicias,
y muriéndose un poco por la noche, y Otra vez a la aurora, redivicas, porque eres tú, mulata de los trópicos, potro
de
huracán
pasas
habrán POR
de
la vida
de
eterna
de
estas
islas
tener
en
el
del triunfo
tiempo.
Y
que
termina
«Mientras bailes, no hay quien pueda
Cambiarte el alma y Ni agapitos
la sal.
por aquí,
¡Para que rabie el Tío Sam! »
correspondiente
a octubre-diciembre
en sus últimos
de
1958.
años, vuelve a los temas
eternos de la poesía y logra su máxima
De esa época es «Puerta al Tiempo
expresión poética.
en Tres Voces».
De
entonces es el poema que dedica a un amigo y que pa-
rece escrito para su propia despedida. Ha
muerto
vivirá
castellana;
vivirá
en
presentía
la
muerte,
mientras
el tiempo
presentía
Oigámosle : El
Luis Palés:
Duerma en paz el gran poeta, el gran corazón, el ' noble amigo, el íntegro patriota. Estatuas le erigirán los puertorriqueños al gran poeta,
Llamado
«Me llaman desde allá... larga voz de hoja seca, mano fugaz de nube que
en aire de otoño
se dispersa.
Por arriba el llamado tira de mí como tenue hilo de estrella. abajo, el agua en tránsito, con sollozo de espuma entre la niebla. Ha tiempo oigo las voces Hoy
El poema completo fue publicado en la Revista del Instituto de Cultura Puertorriqueña en su primer nú-
El poeta,
la lengua
y descubro
Ni mástires por allá. Dale a la popa, mulata, Proyecta en la eternidad Ese tumbo de caderas Que es ráfaga de huracán, y menéalo, menéalo De aquí payá, de ayá pacá, Menéalo, menéalo,
mero,
exista
Ultimamente
cantando
las Antillas,
Presidente,
el
mado, y sólo pedía una tregua, una tregua de amor.
tu criolla canción, prieta walkiria, con centelleante espuela de relámpagos rumbo al verde Walhalla de las islas. Los últimos poemas que le escuché recitar a Luis Palés Matos, fue en un homenaje que se le rindiera el año pasado. Allí recitó la «Plena del Menéalo», donde él
habla
señor
tencia.
la libertad cantando en mis Antillas.»
En
Matos,
mientras haya puertorriqueños que hablen español. Está en el corazón de nuestro pueblo para siempre el gran Puertorriqueño, que supo cantar a su pueblo con palabra inmortal, que supo cantar a las antillas, como muy pocos le habían cantado antes en lengua castellana. Los últimos años los vivió Palés lleno del gran dolor de la pérdida de su nietecita. Aquel poeta había vivido de dolor en dolor. Había sabido de triunfos y de amores, pero su vida estaba definida por la tristeza, por una profunda melancolía, y esa tristeza y esa melancolía se hizo irresistible en sus últimos días, cuando no pudo evitar que la muerte le arrebatara aquel pedazo de su corazón que había llenado de luz los días otoñales de su exis-
de Jamaica!
y padeciendo
pestes,
Palés
viva el pueblo puertorriqueño. Vivirá por los siglos mien-
¡Oh fiero calalú de Martinica! ¡Oh noche fermentada de tambores del Haití impenetrable y voduista! Dominica, Tortola, Guadalupe, ¡Antillas, mis Antillas; Sobre el mar de Colón, aupadas todas, sobre el Caribe mar, todas unidas,
contra
que tenía un corazón que amaba,
a cada segundo, a su pueblo. Estatuas levantará nuestro
las señas.
recuerdo:
es un día venturoso
de cielo despejado y clara tierra; golondrinas erráticas el calmo azul puntean. Estoy frente a la mar y en lontananza se va perdiendo el ala de una vela; vta yéndose, esfumándose, y yo también me voy borrando en ella. Y cuando al fin retorno por
un
leve
resquicio
de
conciencia
¡cuán lejos ya me encuentro de mí mismo! ¡qué mundo más extraño me rodea! Ahora, dormida junto a mí reposa mi amor sobre la hierba. El seno palpitante sube
y baja
tranquilo
en la marea
del ímpetu calmado que diluye espectrales añiles en su ojera.
Miro esa dulce fábrica rendida,
cuerpo
de trampa
y presa
cuyo ritmo esencial como jugando manufactura la caricia área,
lla-
el arrullo
narcótico
— víspera
ardiente
y me digo: Ya
de
gozosa
queja—
todo ha terminado...
Más de pronto, despierta, y allá en el negro hondón que son algo me
Fue su vida una vida, en verdad, dolorosa. No fue un hombre feliz en la plena acepción de esa palabra. Su sentir profundo, su concepto alto de la vida, del verso,
y el beso
del arte, de la poesía, hacían de Luis Palés Matos un hombre un poco arrancado de su ambiente y, en conse-
de sus pupilas
cuencia, un poco adolorido por no tener el cabal ajustamiento al ambiente en que vivía que él hubiera querido
un despedirse y una ausencia, invita a su remota margen
y dulcemente, Me
llaman
Mi
nave
sin querer,
desde
tener.
me lleva.
Era
allá...
aparejada
está dispuesta.
A su redor, en grupos de silencio, sordamente coagula la tiniebla. Un
vacía
y negra
de
Emisario
solícito que
con
oculto
sí misma
todos
hasta
Rico
mi
puerta,
secreta;
de duelo.
5lé
Hay miles de corazones que vibran al unisono con el de aquellos que cerraron sus ojos; hay un pueblo que ha puesto, en señal de duelo, a media asta las banderas de su corazón. Puerto
Rico,
su Puerto
Rico,
sino las Antillas, sus Antillas, en un inmenso duelo de islas. Descanse en paz el gran poeta, el bardo inmortal y que Puerto Rico sea el mejor tributo a su memoria. Un fiel a su
destino;
un
Puerto
Rico
fiel a su
historia; un Puerto Rico que sea líder en la América que él sirvió, en las Antillas que él tanto amó, en la patria de la cual él supo ser tan alta bandera. El Senado de Puerto Rico justamente expresa la voz de un pueblo adolorido. » El señor Presidente, Samuel siguientes manifestaciones : «El
Presidente,
antes
R.
de poner
Quiñones, a votación
hace
las
la moción
de la cual son coautores, según lo acaba de expresar el senador Concepción de Gracia, algunos otros compañeros además
de
él,
quiere,
muy
brevemente,
unir
su
sentida
palabra de duelo a las palabras que aquí se han vertido,
y” quiere
hacerlo
señalando,
ante todo
un rasgo
de la
vida de Luis Palés Matos que tiene contacto, que coincide con la vida nuestra en el Senado de Puerto Rico.
Luis Palés Matos, y eso no fue en él, naturalmente, un
signo
biográfico
de
extraordinaria
distinción,
simo
un aspecto de su vida, fue, en el ámbito parlamentario, Secretario
de un ex-Presidente
sentantes,
de don
Matos,
con
aquel
José Tous sano
de la Cámara
Soto.
humorismo,
de Repre-
Y decía Luis Palés con
aquella
ironía
fina, de alto sentido, que él cultivaba, que él había sido Secretario de muchos hombres y de muchas instituciones; que parece que por haber sido tanto Secretario de tantas cosas,
ello
demostraba
ese
alto
sentido
de
la vida,
del
su vocación
para
cuantos
venían
en
una
u
otra
forma
en
contacto
y fuera
de Puerto
Rico se le señalaron
antecesores,
Poems» en 1915, muchos años antes de que Luis Palés Matos empezara a frecuentar el tema negroide, sin embargo, la forma en que se acercaba al tema Vachel
Llegó la hora; se cumplió lo inexorable y el gran poeta entró por las puertas de la Gloria. Su pueblo está
Rico
por
si bien Vachel Lindsay escribió «The Congo and Other
es bello todavía y un júbilo de sol baña la tierra. ¡Déjeme tu implacable poderío una hora, un minuto más con ella!»
Puerto
acaso
se habló hasta de que imitaba. Yo tuve ocasión, en un pequeño ensayo que escribi hace mucho tiempo, de señalar que en vez de ser imitador en su verso negroide, Palés Matos había sido, por el contrario, imitado. Tuve ocasión de señalar como,
pero el amor dormido aquí en la hierba
duelo
camarada,
su verso negroide. Cuando empezó a cultivarlo, en Puerto
compañera!
y no me engaña tu misión me llaman desde allá,
de
buen
nificación del arte poético, del verso de Luis Palés Matos:
sé lo que te propones
Y no sólo está
evidentemente,
con él a lo largo de sus andares por la vida. Se ha señalado lo que en verdad es la más alta sig-
vienes
mensaje
amigo,
verso, del “arte que él tenía y que hubiera querido que compartieran con él — y dolorosamente no será así —
sin vena de fulgor que le penetre ni pisada de brisa que la mueva. Fondo inmóvil de sombra, límite gris de piedra... ¡Oh soledad, que a fuerza de andar sola se siente
buen
circundante,
mar hueco, sin peces,
agua
un
buen compañero, un contertulio de los más exquisitos que yo he conocido. Pero siempre observé en él ese sentirse un poco arrancado de la vida ambiente, de la vida
burro
de carga.
Lindsay en «The Congo
and Other Poems»
en
Palés
que
se acercaba
pletamente
distintas.
Luis
Matos,
eran
v la forma formas
com-
Tuve ocasión de señalar cómo, tres años después de haber empezado a frecuentar Luis Palés Matos el tema negroide, fue que lo empezó a cultivar Nicolás Guillén, con su «Pequeña Oda a Kid Chocolate». Tuve ocasión de señalar
como
un
compatriota,
lio Ballagas, Gustavo
un
E. Urrutia,
compueblano
de
Emi-
señaló que en el ritmo
de un poema había evidente plagio de Luis Palés Matos. Yo,
señalaba,
citando
a Gustavo
Urrutia,
el cubano,
crítico notable que donde Palés dice: «Es la raza negra que ondulando En el ritmo gordo del mariyanda.» años
más
tarde,
en innegable
plagio
de
va ritmo,
ginando la ardorosa arena de la política y del debate, en ocas'ón en que todos los espíritus se unen para rendir tributo
EN
El verso negroide lo habian cultivado antes muchos escritores, desde Lope de Vega en la literatura española, ven la literatura americana — pero en la forma, en el tono, en el acercarse al ritmo, en el buscar la palabra precisa para describir «el preciso tono, en todos esos matices del arte negroide fue, en verdad, Luis Palés Matos quien primeramente, con excelencia de arte, lo cultivó
en la América. Eso no se le podría regatear a Luis Palés Matos; y el señalamiento de esa excelencia es una mavera de rendirle tributo, ahora que se ausenta de entre nosotros.
Pero, lo que yo más admiraba en Luis Palés Matos, era cómo su palabra: brillante, su acento descriptivo, de maravilloso vigor pictórico, su manera de decir las cosas, aquellos admirables cuadros que hacía de vida que él nunca había visto y mucho menos habia vivido; lo que vo más admiraba de Luis Palés Matos era cómo igual acierto tenía cuando describía un tema nórdico — y nunca había estado en el norte de Europa — como cuando describía un tema africano — v nunca había estado en el Continente de Africa. Luis Palés Matos no era sólo poeta. Era un gran novel'sta. Tenía, y se publicó en folletín, una novela que acaso jamás terminó, con aquella actitud, a ratos un poco indolente, con que él se acercaba al cultivo de la literatura. Bella indolencia. Poética indolencia. O sea, cul-
tivarla cuando-le entusiasmaba, sencillamente no cultivarla cuando no le entusiasmaba. No era un profesional ni de la prosa ni de la poesía. Era, y por eso no escribía frecuentemente, un sentidor del verso y del arte. Era, además, un orador brillante. En Puerto Rico se recuerda todavía aquellos maravillosos discursos llenos de color, de vigor tribunicio, de una elocuencia nueva en decía Luis
Palés
Matos.
Luego,
dejó
de fre-
cuentar la oratoria.
más grande
es asi.
amistad — me
a admirarlo, en. su verso,
llevaba
a quererlo,
años. Desde muy
a bañarme
en su amistad,
pocos
niño frecuenaños — aprendí
de su espiritualidad
en su compañerismo.
Precisamente, siendo Presidente del Ateneo tor de la «Revista del Ateneo Puertorriqueño»,
y direcfue que
en esa revista se publicó ese ensayo de Tomás Blanco, al cual se ha referido el senador Concepción de Gracia; v en otra ocasión parte de la apreciación crítica, de Margot
Arce.
Yo creo que el Senado ha hecho algo de gran mérito puertorriqueño al dedicarle ésta, a manera de sesión fúnebre, al recuerdo de Luis Palés Matos, por lo que él representó pará Puerto Rico y por lo que su literatura seguirá representando para la cultura puertorriqueña. Está bien: expresión de un cuerpo parlamentario, mar10
de las letras. Y las letras, se-
es indudablemente
el campo
de actividad
humana donde la cultura de un pueblo mejor se manifiesta, cuando menos, en las épocas presentes. Cualquier pérdida en la cultura puertorriqueña tiene que ser profundamente sentida por todos nosotros. Porque al fin v
al cabo, Puerto Rico que es una entidad cultural en el mundo, tiene que estar extraordinariamente celoso de la conservación de todos los ingredientes de esa cultura realmente empezando a ser de manera definitiva. Nosotros aquí, en la Asamblea Legislativa, y Puerto Rico entero en sus distintas luchas y afanes tenemos grandes problemas por delante. El problema de nuestro vivir
económico,
que
es
un
problema
trascendental.
El
problema de nuestro vivir político, que es un problema trascendental. Pero creo yo que en las larguisimas dimensiones del tiempo ni en lo trascendental que es el problema
de
nuestro
vivir económico,
ni con
lo trascen-
dental que es el problema de nuestro vivir político, pueden compararse, así, en la gran línea larga del tiempo con la trascendencia de nuestro vivir cultural. Eso es lo definitivo, eso es lo eterno, el vivir cultural puertorriqueño. Por eso, ante una pérdida como la de hoy tenemos que sufrir en nuestro espíritu gran conturbación porque en el campo de las letras siempre fué la poesía la-mejor manera de los puertorriqueños manifestarnos. Y er estas últimas horas que veníamos viviendo, que venimos viviendo, nadie podía decir mejor la poesía, después de ido Lloréns Torres, que Luis Palés Matos. Uno ve como
pasa y es como una gran carrera en la historia, un relevo. que una generación le entrega el bastón a otro en esta cosa de dejar estructurada de manera definitiva y permanente
la cultura,
la personalidad
de este pueblo
puer-
torriqueño. SR.
PRESIDENTE :
Dice Palés que de
Yo lo conocí hace muchos
CAMARA
:
en el campo
ñor Presidente,
Se ha señalado cómo en la literatura puertorriqueña Luis Palés Matos representa un valor de excepción. Efectivamente
ALVARADO
LA
Ha muerto el gran poeta puertorriqueño Luis Palés Matos. La pérdida para Puerto Rico es, en verdad, grande. Luis Palés Matos era indudablemente nuestra figura
«Con su larga cola muriéndose va la negra comparsa del guaricandá.»
que
puertorriqueño.
Ballagas SR.
el país,
gran
ros que cumplamos la moción que se ha hecho, en el sentido de rendirle un minuto de silencio a la memoria de Luis Palés Matos.: Sometida a votación, la moción es aprobada por unanimidad y los señores Senadores, puestos de pie, guardan un minuto de silencio a la memoria del poeta don Luis Palés Mates.
decia:
té su
a un
Hondamente conmovido, vo le suplico a los compañe-
Lloréns
Torres
el más grande será
dentro
de
momento muchos
en la gloria años,
cuando,
olvidado ya su nombre, tal vez, su creación grande, «La Décima Criolla» sea dicha por una adolorida jíbara puertorriqueña. Es decir, cuando esta cultura puertorriqueña creada por Lloréns se convierta definitivamente en cosa del alma de toda la gente en Puerto Rico, esa cultura cuaje
definitivamente,
entonces
será
el
momento
más
grande en la gloria de Lloréns según Palés. A eso es que yo me refiero, a esas cosas de hacer permanente una cultura de un pueblo, la cultura permanente del pueblo puertorriqueño, como algo 'de más trascendencia histórica que los mismos problemas fundamentales con que nosotros aquí bregamos. Por eso, ante la muerte de un hombre como Luis Palés, ante la muerte de un hombre como Luis Lloréns Torres, ante la muerte de un hombre como Nemesio Canales, ante la muerte de estos hombres que van haciendo nuestra cultura puertorriqueña con su
creación
literaria
constante,
tenemos
dolor colectivo, un gran dolor difícil de expresar en palabras. Yo
me
limito,
señor
que
de
un
gran
puertorriqueño
muy
Presidente,
a
sentir
proponer
lo
de que aún en su poesía, puramente onomatopéyica, tiene como en las grandes sinfonías una gran melodía, de
principio a fin, que tiene un gran contenido de vida y es Palés, además, junto a Guillén, la figura o las guras que más descuellan en el habla hispana, en tivo del poema negroide, donde él descolló, sin como ninguno de los poetas nuestros. Me unían Palés Matos esa estrecha vinculación que crea la ración profunda por su obra, me unía a Palés
que
siempre se propone en estos casos. Propongo que guardemos, todos de pie, un minuto de silencio por la muerte
de
este
designe para
gran
una
que
poeta
puertorriqueño.
Comisión
a nombre
de la Cámara
de este Cuerpo
Propongo
que
se
de Representantes
asista a los actos que
afecto
habrán de celebrarse y propongo ofrendas florales para ser enviadas por los conductos conocidos de la Cámara y propongo, además, que pensando hondo en la gran pérdida, este minuto de silencio que vamos a guardar sea de verdadero y profundo recogimiento representativo del dolor que debe sentir y tal vez sienta el pueblo de Puerto Rico en este momento. Sr.
PRESIDENTE :
Antes de someter a votación la moción del Compañero, quiero decir que la Presidencia se encuentra hondamente emocionado; que conocí a Palés Matos en Fajardo mientras era Secretario de la Asamblea Municipal de aquel pueblo y yo era médico titular en el año 1919; que después trabajó conmigo en el Laboratorio Biológico donde era escribiente y secretario mío v allí se le dejó cesante porque en aquel laboratorio se reproducía «La Semana», periódico de Canales, en tiempos del señor Mont O'Reilly, y el señor Lavandero y el señor Palés Matos fueron dejados cesantes. De manera que me unen al difunto lazos de profunda amistad. Sr. García CALDERÓN: Señor Presidente v Compañeros de Cámara: La pérdida que sufre Puerto Rico por la muerte de Luis Palés Matos es de una magnitud tal que no creo que sea a nadie posible decir ahora cuán grande, terrible, dolorosa es esa pérdida. Creo que en José de Diego, en Luis Muñoz Rivera, en Luis Lloréns Torres, en Luis Palés Matos, Puerto Rico se incorporó definitivamente a la poesía universal, no ya a la poesía de una región, de la región
antillana. Trascendió el nombre de Puerto Rico en el verso de
ellos
para
tener
en
ellos,
Puerto
Rico,
un
lugar
privilegiado en el mundo de las letras. Es tan tremenda la angustia que produce la pérdida, la baja de un hombre como Luis Palés, que el espíritu se siente abismado, abrumado y resulta entonces difícil poder expresar todo el dolor, todo el sentimiento que se vive, se siente y se sufre cuando ocurre un suceso tan infausto. Yo
estoy
seguro,
señor
Presidente
y compañeros
de
Cámara, que en todo el hemisferio la noticia de la muerte de Luis
Palés
Matos
ha de mover
la sensibilidad
de
cuantos se han enterado de esa triste noticia. SR. QUIÑONES
ELÍAS:
Quiero manifestar a los compañeros
de Cámara que
deseo profundamente hacerme eco de las manifestaciones de los distinguidos compañeros que me han precedido en el uso de la palabra, compañero Arcilio Alvarado y el compañero
García
Calderón,
en
ocasión
de
recibir
el
pueblo de Puerto Rico el golpe doloroso de la pérdida de uno de sus más preclaros valores en el mundo de la poesía. Es,
que
a mi
ha
juicio
logrado
humilde,
trascender
Luis
más
Palés
Matos,
nuestra
el poeta
frontera
en
la
gloria de ganar afecto y admiración fuera de esa frontera. Pertenece
Luis Palés
Matos,
al grupo
de cuatro o cinco
verdaderos poetas que ha tenido el pueblo de Puerto Rico y que ha trascendido la frontera local, no sólo en lo geográfico,
para
su gloria,
sino
que
ha
trascendido
también
en el estilo, en la creación, en el tratamiento de un género poético y ha trascendido, además, en normas poéticas respecto al arte puro y respecto a lo onomatopéyico. Tiene,
a
mi
juicio
el humilde,
Palés,
además,
la
gloria
entrañable,
a
su
hermano
Gustavo,
dos fiel culduda, a Luis admiMatos,
hombre
de
letras también, y estrechos vínculos de amistad indestructibles con Vicente Palés Matos, también hombre de letras y un temperamento fino en el arte de la poesía. Al unirme al compañero Alvarado en el duelo de la Cámara por la muerte de umo de nuestros más grandes poetas, lo hago consolado en mi espíritu porque tiene que venir siempre un consuelo en el momento de la muerte cuando sabemos que no queda el vacio, sino una gloria y una fama en el devenir de los tiempos que de por sí mitiga el dolor de las grandes pérdidas en la vida. Muchas gracias, señor Presidente. Sr. Mojica MARRERO :
Para unir, señor. Presidente y Compañeros de Cámara, mi voz a las voces de los queridos compañeros que esta tarde han expresado el dolor de este Cuerpo representativo de Puerto Rico por la desaparición de Palés Matos. Señor Presidente: Una de las voces de nuestra «Campana
Mayor»
ha
enmudecido.
Luis
Palés,
el soñador
im-
penitente, ha muerto. Forjado en el crisol caldeante de nuestras agonías, emergió de allí con un pensamiento cuajado de preocupaciones patrióticas, con una fantasía teñida con la galanura de nuestra fauna y de nuestra flora, con el fulgor de nuestros días «panidas» y con el
embrujo de nuestras noches de «urania» y con un verbo
a la vez resonante y policrcmo, a mi juicio, el más orquestal y polifónico de toda nuestra poesía. Y era. triste, incurablemente triste, y era fuerte, como la fortaleza resignada y serena que la tristeza engendra; y así iba y
así le hemos visto hace apenas dos semanas por nuestras calles de Santurce;
así iba, quemada la pupila, el vate, el
verdadero vate, el vate por antonomasia de nuestra generación
actual
puertorriqueña.
Y nosotros
lo mostrába-
mos a nuestros amigos más jóvenes y lo señalábamos di-
ciendo: «Ahí va Luis Palés». ¡Cuánto en la mera enunciación de ese nombre! Por Luis
Palés,
manteníase
orgullo vibraba
en Puerto
Rico
la tradi-
ción de la poesía de alto garbo, de noble yv ponderado movimiento,
orientada
hacia
los
temas
de
sentido
vital,
profundo, eterno. Por el se perpetuaban, en el devenir, las esencias más puras de nuestro ser de pueblo, convertidas, por la virtud taumatúrgica de su verso, en notas plásticas,
en
líneas
musicales.
Por
él,
señor
de Palés Matos; y se fugaba a Tumbuctú, a Farafangana, como también se fugaba a la estepa septentrional de los países escandinavos, buscando respiro para salir de
esa asfixia en que él se encontraba, en un medio para el cual no estaba habilitado,
es decir,
polvo,
miraje,
ansias,
ahí
una
ahi,
la
«Antilla, vaho pastoso de templa recién cuajada. Trajín del ingenio callejero
Presidente,
tienes
de reflejar la angustia,
queño y el camino aparentemente cerrado. De «Canción Festiva Para Ser Llorada». Aquello:
seguíamos viviendo, seguíamos soñando, seguíamos cantando. Así iba Palés. Y ahora, al saber que ha muerto, no podemos más que musitar una oración: Señor de las Alturas, que al repartir los bienes del universo, según la estrofa de Schiller, «diste a los poetas el azul de los cielos»,
manera
la losa que pesaba sobre el alma del hombre puertorri-
Baño turcó de melaza. Aristocracia de dril donde
la vida resbala
sobre frases de natilla y suculentas
metáforas.»
voz
para añadirla a Tus coros inmortales — voz de nuestro dolor y de nuestra angustia. Si en los remotos días bíbli-
Así, por el cauterio de sus sátiras, de su ironía, quiso
Palés salir afuera, a incorporarse al hombre libre de to-
la
dos los climas, y que su tierra fuera así también. El la cantó en su poesía de excepción, con su alma atormenta-
ofrenda que te brinda el alma de Puerto Rico en el alma
da, y yo estoy seguro que, el suyo, no fue canto de cisne,
de Palés, transfigurada por Tu gracia en rosas ideales para Tus pies divinos y en efluvios de armonía para Tu
sino contribución airosa para el mejor destino de este pueblo. “¡Que al gran vate, al gran aeda, al eximio poeta Luis
cos
notas
escuchastey recibiste,
desprendidas
corazón
inmenso.
Señor,
del arpa
Señor
de
con
íntimo
David,
de las alturas,
me poema de los mundos, Muchas gracias.
regocijo
recibe
Creador
las
ahora,
del enor-
Palés Matos, lo reciban en el Olimpo inmortal las grandes figuras del pensamiento y de la emoción de todas las
¡ahí va Palés!
Sr. FonT SALDAÑA: En primer lugar, la voz de los compañeros Alvarado, García Calderón y Quiñones Elías ya dieron, a mi juicio, el sentido de dolor de las *res colectividades a nombre de las cuales ellos hablaron con motivo de la muerte de Luis Palés Matos; y nuestro distinguido compañero Aguedo Mojica, en palabras emocionadas y bellísimas, dio un perfil de aquella gran personalidad. Pero yo no
puedo quedarme sentado sin unir mi homenaje de humildes palabras al homenaje de ellos, con motivo de la muerte de esta gran figura del sentimiento samiento puertorriqueño. Fue mi amigo personal, a quien quise
y del
pen-
entrañable-
mente. Por razones de mi profesión de periodista, entonces, en el año
1938, tuve
que
entrevistarlo,
y allí se forjó
y se consolidó una amistad que nunca decayó. Le admiré profundamente, no solamente por la calidad de su alma poética, por la calidad de su literatura, de su arte, sino como persona, porque era mínimo, era sencillo, era generoso.
En
su
alma
nunca
anidó
un
sentimiento
o un
pensamiento bajo. El doctor Morales Otero, Presidente en funciones de esta Cámara, que le conoce y que colaboró con él en «Semana», hace tantos años, lo sabe que asi era Palés Matos. Pasaba por el mundo cantando un canto que a muchos les sonaba a veces colorido y brillante y risueño,
y siempre
fue
triste,
amargo,
desesperado,
desolado, diría yo. Era angustiada su alma. Yo recité sus versos también, en mi época de recitador. ¡Aquella «Canción Festiva Para Ser Llorada»!: El aplicaba el cau-
terio de su arte de excepción a Puerto Rico, a nuestras islas sobre todo, las islas del Caribe, para incorporarlas a una actitud que él, como poeta, quería, tal vez, que se igualara a la actitud de las islas griegas de su época de gloria. Palés Matos le dio triunfo y gloria a Puerto Rico. Le dio triunfo y gloria. Pero yo creo que fue un alma atribulada. ¡En él, siempre, la interrogante en cuanto al
destino
del
hombre,
y amando
entrañablemente
a su
pueblo, se sentía tantas veces perdido y desolado!
Ese era Palés, que con su imaginación le dió salida a su encierro en esa poesía negra, que no es poesía del hombre 12
trigueño de Puerto Rico, sino la del negro lírico
razas y de todos los tiempos! >
“SR.
ANGLADE
:
Señor Presidente y Compañeros de Cámara: Después de haber oído la palabra autorizada de todos nuestros compañeros que se han dirigido sobre Luis Palés Matos, yo no debería decir nada, pero una vez que Luis Palés náció y:se crió en Guayama, donde le vimos, en nuestros años de juventud, y cuando le vimos también aquella noche en que su papá, don Vicente Palés Anés, recibiendo a Santos Chocano, tuvo que saludarlo y le decía: «En
esta hora
en que
tú eres grande,
es justo silencio se
te guarde, pues es bien torpe v desmerado empeño ha. blar en verso a quien en verso es grande.» Vicente Palés, Anés, en aquella ocasión, decía, «pájaro mosca de jardín isleño»;
se consideraba
él, don
Vicente
Palés
Anés,
hu-
milde don Vicente, como humilde era Luis Palés Matos. Sí. «Pájaro mosca de jardin isleño», se llamaba don Vicente Palés Anés, en aquella noche del 13 de septiembre de 1913. En aquella ocasión estábamos en un palco del
Teatro
Bernardini, viendo allí a Luis Lloréns Torres, a
Bernardini
de la Huerta,
tos Chocano,
a Luis Felipe de Jesús, a San-
a Hernández López, y a don Vicente Palés
Anés quien murió recitando su famosa poesía «El Cementerio». Fue don Vicente desplomándose y murió en la misma forma que ha muerto Luis Palés Matos.
Hace algunos años, me tropecé con Luis Palés Matos, frente
a
panfleto
la
Secretaría
que
tenía
de
una
Obras
página
Públicas,
que
me
y sacó
regaló,
de
que
un
por
casualidad encontré ahora aquí junto a mi. Hace algunos años gue me tropecé con Luis Palés Matos en Salinas, en casa de. Ladí, y había un grupo enorme
de
personas,
y le pregunté:
intelectuales
por
cierto,
¿Cómo te sientes? Y me dijo:
casi
todas,
«Qufsiera
decir algo». Luego, entre un grupo de amigos él recitó sus poesías y recordó los años mozos. Señor Presidente, como hijo de Guayama, como un admirador de Luis Palés Matos, desde sus años de juventud, no debí haber dicho nada después de las palabras autorizadas de tantas personas verdaderamente in-
telectuales y dueñas de actos como éste en que la emoción nos embarga. Pero, como hijo de Guayama, rigor que yo dijera algo. Muchas gracias,
era de
INDICE
CULTURAL
LUIS PALES MATOS 1898-1959
ME
E
Por Uilita Vientós
Con la muerte de Luis Pálés Matos pierde Puerto Rico el más grande de sus poetas, el único que logró ser admirado en. todos los países que hablan nuestra lengua. Con sus poemas
negroides
ritus
conquistó
capacitados
los más
altos valores
que
nunca
casi
de ellos. no
muy
Fue
a
para
común
espí-
conciencia tiempo—
que llegó a todos. La popularidad que disfruta entre los que contadas veces se acercan al recinto de la poesía se debe a que el extraordinario sentido del ritmo de sus poemas negros
le
convirtió
en
favorito
de
los
para
inventar
un
crítico.
de
artista
un
inso-
Trabajaba
mu-
en poesía. «Escribir», confesó, para mí una de las funciones
más
penosas».
Su lema
pudo ser el
porque
anhelan a su
que
la realidad
sueño.
Lo
rra estéril y madrastra»,
Palés es uno de los poetas
excepcional
don
fue
dotado
cho «es
aproxime
me refiero a su poesía negra— que menos pierde al recitarle. Posee un don
que
simismo, con la tristeza que miran los que critican por exceso de amor,
recitadores. En boca de ellos su canto se escuchó en España e Hispano-
américa.
es
de Valéry: «La mayor libertad dentro del mayor rigor». Sabía que el artista no lograba nunca expresar del todo la riqueza de su visión interior, que el poeta era a la vez el amo y el esclavo de la palabra. Puerto Rico está siempre presente en: su obra. Lo miró con hondo pe-
culto —caso
nuestro
Y
consciente,
bornable
líricos y a los
poeta en
muy
comprender
adquieren
un
los
anterior.
pala-
bras de potente evocación, para descubrir la íntima y peculiar música de cada vocablo, poner de manifiesto su
llamó
se
«tie-
«jaula de lo-
Gastón
disfraz del sentimiento de quien
vivir,
los
Vivió
tratando de vencer la soledad.
—«¡Oh
contencionalismos
soledad
que
a
sociales. -
fuerza
no
pueden
percibir
lo
que
pañera!l»—
mundo
en
perpetuo
escape
de su fantasía. Como
fascinados
ros tropicales politiqueando entre los
Darío pasó por la tierra «ciego de ensueño
rirá
de
dos
irónicos que
nada».
De
tantos
no son
otros
más
que
mo-
el
y loco
de armonía»,
en
que su arte acierta
a resaltarlas
carle de poeta negroide. El tema negro es sólo una de las formas de su expresión. Tan poeta es cuando se mlieve en el exótico y sonoro mundo de Tun tun de pasa y grifería como cuando habita el silencioso e inefable mundo íntimo de Puerta al tiempo o Asteriscos
MADRE
y ar-
monizarlas. A pesar de que Palés debe su fama, tanto aquí como fuera, a la poesía de tema negro es injusto clasifi-
en tres voces
MI
con Mi
madre
no ha muerto.
Me
lo
dicho
ha
el aura,
me lo ha dicho el viento y todas las cosas * que ella tanto amaba... Mi
madre
aún
vive.
Vive en todas las flores y en todas las plantas
que cuidaba tanto.
joven, Palés no fue un poeta fecundo.
Mi madre está siempre junto a la casita que tanto arreglaba
Veintidós
con
Aunque
comenzó
años
a
escribir
transcurren
muy
entre
la
HA
MUERTO
Por Carmen
para lo in-
tacto.
NO
sus
toscas
manos.
Chiesa de Pérez
Mi madre aún vive. Siento
aquí
sus
pasos;
siento que se acerca a imponer
respeto
al que ose violar el
dulce
recinto
de todos los hijos ¡que quería tanto! Mi madre
era buena,
fiel, gentil compañera. Dios en su morada le abrió dulee el alma y dejó que entrara. Mi
madre
perfuma
Su aliento y su alma perfuman con gracia
con su dulce aliento
tun de pasa y grifería, 1937—. Veinte
todos
todas
entre el segundo y el tercero —Poesía, 1956— que incluye varios poemas nuevos y casi toda su producción
de su fiel morada.
publicación de su primero y su segundo libro —Azaleas, 1915, Tun
los
rincones
la sal-
vadora y dolorosa compañía de su arte. Pudo tolerar la realidad porque su don poético le permitió trascenderla.
in-
por la sonoridad
al
Rubén
árboles», «burundanga», «mi pobre pueblo donde mi pobre gente se mo-
tenta revelar con ellas quedan siempre
de
andar sola se siente de sí misma com-
desnuda y pura belleza auditiva. Los que
pi-
dió reposar para siempre bajo el ala de su bandera. Era el suyo el verdadero amor, el que se apoya y nutre de la íntima comprensión de lo que se quiere, del que viendo sus fallas y debilidades es capaz de quererlo portellas y a pesar de ellas. Palés era en el fondo un hombre melancólico que vivió siempre en el mundo de la poesía. Nunca se sintió cómodo en el mundo de la realidad, le molestaban la monotonía del diario
las cositas
¡que ella tanto amaba!
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OI
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1893
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Del otro poeta del diepalismo
DESASIMIENTO Por 9). 9. de Diego Padró
Me
echo
Sobre
como
una
las yerbas
A la sombra
de
bestia
lacias, un árbol.
'¡Lelolé, lelolá!... ¡Lelolé!... Por un beso de tu boca
No sé lo que yo te diera, Porque la tierra y el cielo Son propiedades ajenas... ¡Oíxe, oíxe, diablo "e barcino.... ¡Arre,
careto
flojón;:
ya
traes
me
encocorao!...)
Hay brisa. Olor a humus. Ternerillos traviesos. Vacas de gordas ubres, cornigachas, que lamen Con lentitud el sol de la mañana. Y he dicho: —Aquí se está Mucho
mejor
que
en casa.
Aquí no hay nada huraño, Ni
triste,
ni orgulloso,
ni
importuno.
Aquí no llora el niño, ni la esposa discute Patatín, patatán, Sobre si el huevo o la gallina. Y
estar
aquí
no
(¡Júñi, fúi!... ¡Cau,
cuesta
cau,
ni
un
centavo.
cau!...
¡Pití-rre!... ¡Pití-rre!... ¡Pri, pri, pri, pri!... ¡Maldita sea tu estampa! ¡por aquí, condend!... ¡Dale, lucerín del alba, caribello rezagao!... ¡Lelolé, lelolá!... ¡Lelolé!... Que no me quieres querer: Chica, pues por ti lo siento, Que un poquito de cariño No se le niega ni a un perro... ¡Pití-rre!... ¡Pité=rre!... ¡Pití-rre!...
¡Salud, árboles, piedras, arroyos, pastos viejos, Aves, peces, insectos, ramoneantes ganados! ¡Salud, seres y cosas simples y naturales! Dejad
que
me
extasíe con
vosotros,
En vuestra atmósfera de amoralidad e ignorancia. Acercaos, Contra
rodeadme,
mí
mismo.
protegedme
Contra
mi
desvalidez.
Contra mi complicada condición de Homo sapiens. Contra el pesado lastre hereditario De inquietudes y estupideces, De letras, filosofías y políticas Con que han abarrotado la inocente Pristinidad de mi espíritu. Porque en verdad os digo, hermanos míos, Que en este banquete que ahora me doy entre vosotros, En
este
No
quiero que tome parte la civilización
sencillo
banquete
de
tranquilidad,
Ni aun con su reserpina o su equanil.
(¡Chirri, chirri, chirri!... ¡Ajalá! ¡Qué vida ejta, carajo!... ¡Hombre e Dió más malsufrio!.. ¡Lelolé, lelolá.... No te me quedes mirando Con esos ojazos fieros,
Pues pinchan como alfileres En Y soy yo el alfiletero... ¡Urrú, urrú, urrú!... ¡Vamos, ajila, carabuca! ¡Juanchití, juanchiví, juanchiví.... ¡Huá-pio, hut-pio, huí-pio!... ¡pío!... ¡pío!... ¡pío!...)
Estos son sus molinos, nuestros molinos ¡Los mol:nos de Puerto Rico' Son los más modernos molinos
de harina y de alimentos para animales en el mundo entero. La figura señera de Molinos de Puerto Rico ya se yergue en el horizonte, al otro lado de la bahia de San Juan, como un simbolo del progreso de Puerto Rico. La pericia técnica y la experiencia de la industria norteamericana y la destreza y el entusiasmo del brazo puertorriqueño se unen, en Molinos de Puerto Rico, en un nuevo y vasto empeño de creación civilizadora
Molinos de Puerto Rico
producirá
una gran familia de pro-
ductos de excelsa calidad, entre ellos: Harinas enriquecidas para la ama de casa. Harinas enriquecidas para panaderías, reposterías y fábricas de galletas y pastas. Y alimentos para animales, para la finca y la granja. La promesa formal de Molinos al pueblo puertorriqueño es que, en todos y cada uno de estos productos, habrá calidad insuperable, pureza, frescura y valor alimenticio sin par. A base de la calidad insuperable de sus productos, Molinos de Puerto Rico le asegura el máximo rendimiento, dólar por dólar, centavo por centavo
A A j 3 4 i0 3 A
a;
Sus molinos... Nuestros molinos
MOLINOS
DE
PUERTO |
PA
LA NORMA DE MOLINOS DE PUERTO RICO: CALIDAD INSUPERABLE PARA MAYOR RENDIMIENTO Y MEJOR NUTRICION
DOS POEMAS DE, LUIS PALES MATOS ESA MUJER
«TOPOGRAFIA »
Esa mujer se parece a mi Madre. A mi Madre perdida en la distancia Del pueblo viejo donde estará ahora Cavendo un agua cadenciosa y mansa.
Esta es la tierra estéril y madrastra en donde brota el cacto. Salitral blanquecino que atraviesa roto de sed el pájaro; con
marismas
a extensos
resecas
espaciadas
Esa mujer
intervalos,
y un cielo fijo, inalterable y mudo, cubriendo todo el ámbito. El sol calienta en las marismas rojas el agua como un caldo, y arranca al arenal
A fuerza de sufrir se ha vuelto buena; A fuerza de llorar se ha vuelto diáfana; A fuerza de callar se ha vuelto santa.
caliginoso
un brillo seco y áspero. La noche cierra pronto y en el lúgubre silencio
rompe
Esa mujer se parece a mi Madre. ¡Oh, qué deseos tengo de abrazarla
el sapo
su grito de agua oculta que las sombras absorben como tragos. Miedo. duerme
Desolación. aquí
Asfixia. Todo
cabras
mi
la nieve noble: de sus canas
En
amarillas
y en la distancia un buey
rumia
lavar
corazón,
mis
ver sus arrugas,
pecados
y mis
vicios
el rocto claro de sus lágrimas!
Esa mujer se parece a mi Madre. Aquií estoy hebeteado mirándola
medran
Sin poderme explicar este momento Sentimental que por mi vida pasa
en el rastrojo escaso, su sueño
turbio de soledad y de cansancio.
Esa mujer se A mi Madre Del pueblo Cavendo un
Esta es la tierra estéril y madrastra. Cunde un tufo malsano de cosa descompuesta en la marisma por el fuego que baja de lo alto; fermento tenebroso que en la noche arroja el fuego fatuo, y da esas largas formas fantasmalos que se arrastran
Contra
Contar Y
sofocado
bajo la línea muerta que recorta el ras rígido y firme de los campos. Algunas
se parece a mi Madre.
Yo siento la onda azul de su mirada. Envolviéndome en una cosa tibia De mansedumbre, de éxtasis, de alma.
parece a mi Madre. perdida en la distancia viejo donde estará ahora agua cadenciosa y mansa.
sin ruido sobre el páramo.
Esta es la tie.ra donde vine al mundo. —Mi infancia ha ramoneado
como una cabra arisca por el yermo rencoroso y misántropo—. Esta
es toda
mi
historia :
sal, aridez, cansancio, una una
vaga tristeza indefinible, inmóvil fijeza de pantano,
y un grito, allá en el fondo, como un hongo terrible y obstinado, cuajándose
entre
fofas carnaciones *
car aaa
de inútiles deseos apagados.
LA PEQUEÑA HIPOCRESIA *::
simulamos
Por Javier Martín Abril
O
A A
A
A
El hombre, que acababa de ser designado para realizar un viaje por el extranjero, me decía que no tenía más remedio que hacer ese viaje, aunque de buena gana se quedaría en casa.
con por rre. no
Yo
no
sé si el hombre
hablaba
el corazón en la mano o hablaba hablar, como muchas veces ocuPero yo sospecho que al hombre dejaba de agradarle la idea de ve-
rificar
un
viaje
bonito.
Porque,
con
frecuencia, una cosa es lo que decimos, y otra lo que de verdad pensamos.
Arranco
de esta anécdota,
pa-
ra aludir a esa pequeña hipocresía con la que a menudo disfrazamos nuestros
gustos
auténticos
y nuestras
profundas intenciones. Es la pequeña hipocresía de lo cotidiano. Sin llegar a mentir descaradamente, di-
la verdad
de nuestros
sen-
Suele ocurrir esto con relación ciertas manifestaciones sociales:
a
di-
versiones, banquetes,
fiestas, viajes...
Decimos
porque
que
iremos,
no hay
otra solución, y decimos que, por nosotros, nos quedariamos trabajando en nuestro despacho. Sin embargo, es posible que no digamos la verdad. La verdad es que nos gusta interrumpir a cada paso el proceso de nuestro trabajo fecundo, para engancharnos a la llamada vida social, que, a pri-
mera vista, es más agradable que el
A
17
LA
CRITICA
OBJETIVA
tal modo que alcance una instrucción y
una
educación
Desde
que,
el
para bien de la socie-
hombre
procura,
cada
vez
más, relacionarse y colaborar con sus semejantes en las tareas que le son indispensables para subsistir y cumplir con más facilidad sus fines, nació
en
él la idea,
o sintió
la necesi-
frases que la ensalzan o la trituran, que la admiten o la rechazan. Esta es la crítica, confundida por algunos con la censura. Y resulta que si toda
nar, aunque superficialmente, sobre las cuestiones de orden general, pero lo hará, con conocimiento de causa, al tratar de aquello que tenga relación con sus actividades. Para criticar una acción humana
censura
proviene
bre,
financiero,
etc.,
la
No
por
considerarse
más conocedor de la materia y creer que tal o cual obra no era perfecta, y entonces señalando defectos; en otras ocasiones presentando la manera de realizarlas mejor. Y aparece una
tercera posición, inherente a la condición humana, que consiste en ocuparse de las realizaciones de los demás
sin un
conocimiento
de causa,
pero que surge así por el hecho de no ser propias. Este punto ya no tiene valor. Es la murmuración. Con el avance de las ciencias, el perfeccionamiento de las técnicas, el establecimiento de medios de comunicación y la creación de asociaciones, se favoreció más el desarrollo de la opinión, llegando al tan llevado y traido concepto de lo que dio en llamarse «opinión pública». Pero antes de formarse la corriente en favor o en contra sobre determinada materia, e incluso después, soplan, sin control, como los vientos,
de
la crítica,
no
es
cierto que toda crítica sea censura. No ha de extrañarnos que el hom-
jimo.
veces
elemental
Por José M.* Souto Vázquez
dad, de discutir las acciones del próUnas
tipo
completo posible en la esfera de sus actividades sociales. El hombre
dad,
de
en lo genérico y un dominio lo más
artista, crítica.
unas
veces
gobernante, tenga
hemos
prestó
científico,
cierto
de
buenos
recelo
negar
a
que
servicios
al
bien común y otras fue la causa de que obras de gran utilidad no llegaran a su feliz término. Finalmente, contribuyó, en ocasiones, a la desgana que grandes hombres notaron al intentar
proseguir
sus
trabajos
en
los
que ponían su buena fe y todas sus energías. Vistos tales inconvenientes, ¿hemos de prescindir de los beneficios de la crítica?
De
ningún
modo.
La
crítica
seguirá, como seguirán las aguas sobre la tierra. Estas han de encauzarse para obtener de ellas su enorme utilidad potencial, aquélla ha de cultivarse, pero de un modo indirecto, ¿cómo? Desde su origen, que es el hombre. Si quiriéramos rechazar la crítica, aún contando con medios poderosos, haría su aparición en el lugar y momento menos deseables y sus
efectos
serían
contraproducentes.
Lo esencial es formar al hombre de
desde los sectores más insospechados,
estimamos
así dotado,
que
es
preciso
fondo la materia de ner capacidad igual lel autor de la obra tela de juicio, poseer o motivos
que
podrá
razo-
conocer
a
que se trate, teo superior a la que se pone en los antecedentes
sirvieron
de base
a su
realización y, en fin, obrar de buena fe, sin prejuicios de ningún género. Sólo de esta forma se podrá hacer crítica. Pero
que
nos falta aún
hay
quien
el método,
pide
«crítica constructiva»
o
por-
reclama
la
y teme que le
hagan la «crítica negativa». Nuestra opinión es que ambas críticas son relativas y no encierran un valor absoluto. Veamos: si una persona comienza
por decirnos
que cier-
ta ley podría mejorarse de esta o de aquella forma, mos habrá aclarado muy poco, ya que ocultando sus lagunas, mal se puede señalar soluciones. Si se le ocurre limitarse a resaltar sus defectos tampoco nos habrá
ofrecido
nada
útil. Pues
bien,
en
el primer caso habrá usado la «constructiva» y en el segundo la «negativa», pero no tenemos
una resultante
de ambas.
Estimamos, deberá
pues,
ponerse
de
que
al criticar
manifiesto
todo
dar
cima
a los trabajos
de
cada
día,
como si la culpa no estuviese en nosotros,
sino
en
las
circunstancias
que
nos rodean. Y yo pienso que la culpa, en gran parte, no está en la exterioridad, en los compromisos, nosotros mismos.
sino en
Los grandes trabajadores, los hom-
bres que de verdad se han consagrado a uná obra seria y, por seria, trascendental, saben- negarse una y otra vez a los estímulos gratos de la sociedad. ¿Qué quedan mal? Nadie queda mal, en definitiva, cuando por cumplir con su deber difícil, desatiende las incitaciones del ambiente. No pasa nada, nunca pasa nada, por no
aceptar
tal o cual
una fiesta o cosa por fuerza ha de branto
cede dulce 18
en
nuestro
es que, y
el
invitación
para
por el estilo, que significar un quetrabajo.
entre áspero,
Lo
que
dos caminos, siempre
es
su-
el más
ro queremos
justificarnos,
necesitamos
no sólo quedar bien con los demás, sino con nosotros mismos, y es entonces cuando recurrimos a las fintas de la pequeña hipocresía: «Nos debemos a los demás, no tengmos más remedio, hemos de hacerlo, aunque
fundamentando seguido, señalar diante el cual se sanar lo que no gla, sino
también
tal opinión y, acto el procedimiento mepodría, no sólo subse considera en remeiorar
la obra
de
sacrifiquemos...» ¿No estaremos jugando a los pretextos? ¡De cuántas faenas inútiles podría: descargarse la vida de muchos ciudadanos! Faenas superficiales y su-
que se discute. Por este camino llegaremos a la crítica objetiva, que es, a nuestro juicio, la que toda persona debe desear que se realice con respecto a sus obras. Sólo así es como se puede variar, en lo preciso, sobre la marcha, part evitar más tarde las grandes e irreparables detenciones de la vida. Nó se puede valorar de otro modo
perfluas,
la. crítica,
no
nos
guste,
que
es
menester
constituyen
que
una
nos
grave
objeción al trabajo prolongado y eficaz. Nos perdemos a cada paso en bagatelas de "amable exterioridad
pues
muchas
veces
la lla-
mada «constructiva» no pasa de ser una adulación y la negativa es, casi siempre,
una
murmuración.
percatarnos — o percatándonos — de
¡Pobre de la persona que quiera evadirse de la crítica! La crítica de-
que estas bagatelas se están comiendo
be ser bien recibida e incluso desea-
—
bagatelas
quizá
que
lo mejor
para
seguir
una
relativa
petamos en hipocresía.
nos
de
viviendo
gustan
nuestra
—,
vida.
tranquilos,
tranquilidad, la pequeña
sin
Y
con
nos paray cotidiana
da, pero seamos justos y tengamos vídos sordos para los juicios de quien esté indocumentado para ejercer una función de tan alta significación so-
cial,
AA
esfuerzo de la tarea obscura. Luego, sí, nos quejamos de que no encontramos unas cuantas horas en fila para
agradable elegir el camino dulce. Pe-
acetil
aquello que no se considera acertado,
LA
CONDICION
HUMANA Por Manuel Méndez Ballester
>
Cuatrocientos
cincuenta
años
des-
pués que Cristóbal Colón descubrió la isla de Puerto Rico, comencé a escribir en la edición dominical del periódico
El
Mundo,
de
San
Juan,
una
sección de fábulas e historietas cómicas que me dieron tanta fama como tan poco dinero y que llevaban el título de La Condición Humana. ¿Por qué busqué este título: tan
petulante, tan chichirimoche?
porque seso
en aquellos
A A
nl road bi
ca ct ti
id la O o SA
tenía
tanto
tilosofar
de
para
disponer
como
quien
tan vez
años
agr:etado
quizás —
existencialista y No lo sé. Tal
de
dispone
vo el
un de
o
título
una
ba-
nasta — para echar en él mis ocurrencias absurdas. Yo había legado entonces a San Juan procedente de mi pueblo, y andaba s:empre vestido de literato. Debido a mi juventud y a mis padecimientos literarios jamás me faltaba un frasco de Lustrola y un diccionaro de la Academia: la Lustrola para dar brillo y esplendor al cabello, y el diccionario para dar brillo y esplendor a la lengua. Estaba en mi edad rosada y tonta. Traía dos comedias campestres que estrené con éxito en San Juan. Estas me dieron a conocer como autor de teatro y me hicieron tan feliz como un compositor de milongas. En aquel tiempo me parecía que la vida podía cortarse a la medida en la misma forma que el sastre del pueblo me cortaba todos los años un trajecito de dril para las fiestas del patrón en mis años de adolescente. Creía que la vida de ultratumba era tal y como la describía Dante en su
Divina
Comedia;
que
la infancia
era
para Chillar y hacer pipí en la cama; la niñez para andar mirando por el ojo de la cerradura y acudir a la es-
cuela
de
vez
en
cuando;
la
adoles-
cencia para bañarme desnudo en el río y acumular complejos sexuales; y la madurez para triunfar y casarse, tener un hijo, sembrar un árbol de guayaba y escribir un libro de versos a la patria irredenta. Afortunadamente hubo un cambio notable en mi vida. Mi cerebro cambió de color rosa a color gris debido a la influencia de mi pariente Agrafosio Méndez, en cuya casa me hospedé aquí en San Juan. Vale la pena conocer ciertos datos sobre la vida de Agrafosio por la im-
portancía
que
este personaje
mi vida. Agrafosio y éste
en
era hijo de Froy-
lán, y éste hijo de Cesáreo,
Agripino,
tuvo
de
Pascasio,
éste de y éste
de Ruibarbo Méndez, que fue unó de los fundadores de mi pueblo, Agrafosio
era un hombre
inteligen-
tucho, y sus reflexiones eran tan agudas como la punta de sus bigotes antiguos y bellos. Fue siempre idóneo v pundonoroso
en
extremo,
y tan
cir-
cunspecto que no decía ni pío cuando su mujer le tiraba de las orejas. A la muerte de su padre, había heredado un burro y un manual de buenas costumbres, y con esto se trasladó a
San Juan con el propósito de labrar su destino siguiendo el consejo de un amigo paraguayo que tenía por oficio
labrar piedras de tinaja y leer la buenaventura en la planta de los pies. Antes de marchar, Agrafosio cumplió
un compromiso de quince años con la impoluta señorita Honorata Ponleví, hija de don Zebedeo Ponleví, rico
hacendado y manganzón en el más delicado sentido de la palabra. Cierto dia me llevó frente al burro v me preguntó: Agrafosio. — ¿En qué te hace pensar este burro? Yo. — En un animal solípedo. En un mamífero sin trompa prensil. Agrafosio. — ¡No seas tan erudito,
caramba!
Para
filosofar
es
preciso
reflexionar sobre el objeto en sí y elevarse a la región platónica de las ideas. Yo. — Por ejemplo. Agrafosio. — Por ejemplo: al ver este asno, debes pensar en el primer hombre que domesticó el primer burro de la Creación y en todo lo que, está asociado al burro. Yo. — Como la burra. Agrafosio. — Y como Caín que mató a Abel con una quijáda de burro. Esto servirá de fundamento para meditar sobre la importancia histórica del hombre en relación con el burro como :instrumento de agresión y como medio de locomoción terrestre. ¿Comprendes? Yo. — Comprendo. Mentira. Yo no comprendía nada. Pero me dí a filosofar y armé tal confusión que asociaba un aeroplano
con
una
bruja
volando
en
una
esco-
ba; a un cura con un Inquisidor; a un banquero con Shylock: a un moro con Otelo; a un inglés con un pirata; a una viuda con la epístola de San Pablo a los corintios. Y de tal manera
se me
fue aguzando
bro que la cabeza
de un aguacate.
me tomó
-
el cere-
la forma
Cierto día, dormitaba yo boca abajo a la sombra de un árbol y me cayó un mamey encima Fompiéndome
un homoplato. Deduje entonces que si bien era cierto que el que a buen árbol se arrima buena sombra le cobija, también era cierto que el que a buena sombra se arrima puede caerle un
mamey
encima.
El accidente del mamey me picó la curiosidad y comencé a indagar sobre la naturaleza del mundo metafísico y a hacerme preguntas locas: «¿Quién le enseñaría a distinguir al primer hombre para que dijese: Este árbol es alto y éste es bajo? Si es cierto que el hombre ha evolucionado desde un simple protozoario, ¿en
qué momento de su evolución le apareció el libre altedrio? se le ocurrió al primer cir:
Esta
mujer
es
¿De dónde hombre de-
bonita
y ésta
es
fea? ¿De dónde recibió el primer hombre la idea matemática para afirmar que la cucaracha que estaba en el techo y la que estaba en el piso sumaban dos cucarachas?» Andaba yo todo 'embrollado con mis filosofías cuando vi una tarde cómo un ladrillo le caía encima a un
turista norteamericano causándole un
ladrillazo de pronóstico reservado. Me preguntaba, y con razón. por qué le había caído encima el ladrillo a aquel turista que sólo había pasado por allí una vez en su vida, y nO Cayó encima de mí que pasaba diariamente por el mismo lugar. Y así empecé a buscarle tres patas al gato y a obser-
var el mundo.
El primer hecho que
observé fué la muerte absurda de doña Gaspacha, a quien la mató un rayo al bañarse en enaguas en el primer aguacero de mayo. Luego, un
sacristán
amigo
se achicharró
junto
con la imagen de San Bonifacio en un fuego en la sacristía. No pudiéndole hallar justificación ni causa a estos hechos, se me desconflautó el pensamiento y eseribí a la Academia de la Lengua preguntándole por qué no se decía hormigo, avispo, hipopótama, caballa en vez de yegua; tiburona en vez de tintorera; por qué se le permitía a los botánicos ponerle a un bello árbol de quenepa el horrísono nombre de Melicoca Bijuga; y finalmente por qué había tantas ca-
catúas en el mundo.
Con el tiempo se me formó tal balumba de paradojas, contradicciones y disparates, que Agrafosio me llevó
donde el Dr. Shnifelkokel, notable si-
coanalista vienés .que estaba de paso en San Juan. Luego de examinarme de enterarse de mi vida y de mis
achaques literarios, el susodicho doctor Shnifelkokel
recomendó
que des-
cargara
mi
escribir,
lo que hice en adelante
fantasía
poniéndome
a to-
dos los domingos en forma de fábulas
con el pomposo ción
Humana,
título de La Condi-
artesylelras
Confíe sus originales a
GDIGIUNbo AVMOS
MENSUARIO DE CULTURA Director: JUAN BAUTISTA PAGAN JUNTA
DE
Emilio S. Belaval Nilita Vientós Gastón Margot Arce de Vázquez Josemilio González Fernando Sierra Berdecía Manuel García Cabrera
CONSEJEROS :
Manuel Méndez Ballester
LAO
iu.
;
..
.
.
Dól.3.00
Toda colaboración será solicitada. Dirija toda correspondencia al Director Calle Arecibo 14 - Hato Rey
NOTA:
Ruiz
CORRESPONSALES EN Angel M. Arroyo de
(España)
Luis Hernández Aquino J. Torres Martinó
6 Meses
Ramón
BARCELONA
Luis Palés Matos
— SUSCRIPCIÓN — ......... . . . . . . Dól.1.50
Juan Avilés
Ramblas, 23
Enrique A. Laguerre Vicente Geigel Polanco
NUEVA —
YORK Emilio Pagán García
AGENTE CORRESPONSAL Hoyos, 1333 Quinta Avenida (cerca Nueva York
de
la Calle
quien se los editará en las mejores condiciones de presentación y precios.
112)
Esta Revista agradece la cooperación del Instituto de Cultura Puertorriqueña a su publicación.
Editorial
MATOS
Y LAS
MADRES
«Esa mujer se parece a mi madre», reza un verso de Luis Palés Matos en un canto hermoso dedicado a la santa madre suya. El poema todo es como para señalar que todas las mujeres de este mundo, parecen nuestras madres, cuando guardan y dan toda su alma y todo su amor a todos los seres de la tierra, en quienes ellas parecen ver a sus propios hijos. Y así es. Se nos ocurren estas palabras a raíz del homenaje que rendimos al gran poeta desaparecido este año (en sentido material únicamente), para recordar las que dijimos el año pasado"en homenaje a todas las madres del mundo. Indicábamos entonces y afirmamos hoy también en ocasión de celebrarse este mes, el llamado impropiamente, Día de. las Madres (puesto que todos los días del año, debieran ser día para ellas, que encarnan vivamente la humanidad toda), que a ellas principalmente toca, por lo que son en espíritu y en verdad (como Nuestro Señor), el dar continuamente la voz de alerta contra el nefasto uso de la energía nuclear, aún en sus constantes y arriesgadas pruebas. Ellas que han sido las víctimas más grandes de las últimas guerras y han visto con horror sin nombre, más que nadie, por ser madres pre-
cisamente,
las consecuencias
de
un
bombardeo
atómico
tales artefactos nucleares, mil veces peor que cualquier epidemia universal. Puerto Rico, parte de esta humanidad, por razones de todos, es hoy por hoy uno de los lugares en donde esa amenaza está viva y pues,
a las
madres
puertorriqueñas
poner sobre
aviso
Parguera
Frente
a la
la Parguera.
preciosa
al
bahía
de
Sur-Oeste
de
Puerto Rico. Un
encantador paraje para espíritu, el descanso. la quietud, el ensueño.
el
*
BAHIA
PESCA FOSFORESCENTE PISCINA
Todo moderno, cómodo,
tranquilo. Atendido personalmente por las esposos
Pura y Carlos Quiñones
a
sus hijos todos, para coadyuvar a mantener la paz mundial y evitar el trágico desenlace. Que este homenaje nuestro, repetido en cada edición, en esta hora crucial para el mundo y en especial nuestro Puerto Rico, sean ellas las portadoras de este mensaje de paz y concordia universal al que estamos empeñados y nos dedicamos. Luis Palés Matos lo tendrá en su recuerdo y en su espíritu por un mensaje suyo. 20
Villa
(Anteriormente PARGUERA GUEST HOUSE)
e.
Nagasaki), están en mejor posición de gritar a sus hijos, a todo el mun-
Toca,
La
(Hiroshima,
do, lo trágico, casi inconcebible para una civilización, del disparo de
latente.
Hotel
doo»
LUIS PALES
>
SS,
Villa Parguera P. O.
Box
Lajas,
405
- Teléfono
Puerto
Rico
34
ANTE EL DIA DE TODO S (Y
ante
LOS
SANTOS
tradicional
Ritmo, en la condición del ser humano, es repetirse al paso de la como una larga y sosten gente ida fuente que baj a de la cumbre
costumbre)
lenta al llano.
Hoy el luto me envuelve soberano Y
tira de mi pecho suavem ente para llevarme al fin de este poniente d3 la vida, cogido de su mano. Quiere que vaya allí donde reposa el amor hecho polvo entre cipreses, entre cruces y mármol es, y en la losa estampar del que sól o hace unos meses nos dejó con el sueño de su rosa el beso inma: rcesible de unas preces.
GRACIANO
PERAITA
GONZALEZ
MAR
DE FONDO
La orilla es de cristal. El fondo de la mar dic en donde juegan los con lingotes de luz sob re (Un besugo rompió en la a incendiar la morea con La mar es de cristal.
Los
peces
que es de oro, a pintarse los lomos. superficie sus ojos.)
de oro.
Cómo suben arriba los are nques
a bañarse en el sol que cae a plomo. . (Debajo de las aguas los cetáceos fabric
an con el sol escama s Cuando la tarde vie ne
como un fuego redondo, todos los peces suben para llevarla al fondo. .. ALEJANDRO CANCION
A LA GUARIA
COSTARRIQUEÑA
Sea, sea... Unidas las manos
dancemos
en vueltas
entre cafetales Y viñas añejas. Sea, seo... Clavel rojo de España y flores nuevas para la ronda grande de mar a mar, de estrella a estrella. La guaria es morada como la pena. Y se duerme lejana y sueña y sueña. La ronda de la guaria,
guaria
costarriqueña.
J. A. SANCHEZ
QUIROS
de oro.)
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THEATRE»
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actuación.
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gente
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CICLO DE CONFERENCIAS MUSICALES. — El segundo ciclo de con-
ma-
Rodríguez,
a la altura
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J.
«fábula»
dirigida
A.
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Cándido»)
irlandés.
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«Little
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habiendo dirección, se puede lograr hacer con elementos inexpertos, pero afi: cionados
al
teatro,
grandes
cosas.
ferencias
sobre
Historia
de* la
INAUGURAN PALES
Música
Puertorriqueña, siguió en el Instituto de Cultura Puertorriqueña que las auspicia, con «La Tradición Religiosa Popular»,
a cargo de Augusto Cohen; «La ción Popular», a cargo de Angel frias;
«Panorama
rriqueña y
durante
XVill»,
«La
de
Música
por
la
los
Música
siglos
María
XVI,
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Religiosa
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CENTRO
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CULTURAL
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de
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Puertorriqueña.
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nardini, Ricardo
Puerto-
El
pa-
sado quedó constituído en Guayama este Centro bajo los auspicios del Insticiparon
en el siglo XIX»,
por la misma. Las conferencias pronunciadas los días 10, 17,
abril
CanFon-
Muñor,
de
especial
demosiro
CULTURALES
lo-
Cándido»,
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presentación
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NOTICIAS
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acto
Simón
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de
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Morel
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Instituto,
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Pales
Amaury
Ve-
Actuó
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y
rados
por
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manos
rector
del
Taller
escultor
tituto.
CERVECERIA INDIA, INC.. MAVYACUEZ, PUERTO RICO
de
ameni-
de
Quinton
Maestro
Enrique Director
Ricardo y Simón
que
Cau-
interpretaciones
E.
al Centro
Matos
Piri Fer-
Campos,
Ceremonias el Lcdo. Se anunció por el del
Ber-
Jenaro
Ponce,
varias
Parti-
Tomás
Arce de Vázquez,
Banda
zó
el Lcdo.
Alegría,
retratos Madera,
del
que
de
Luis
y la
mas-
poeta,
prepa-
Compostela, Escultura
de
Anglade. Ejecutivo
del
DiIns-
JOAQUIM DE MONTEZUMA DE CARVALHO,
compilador,
GONZALEZ)
rápida. Mas o trabalho nunca chega! Comecaram a escrever e depois adormecem nas deliciosas «hamacas»... E necessária uma persisténcia que es-
Panora-
ma das literaturas das Américas (de 1900 á actualidade), Edicáo
Luis Palés Matos y Eugenio Maria de Hostos. Y aquí una pregunta opor-
tuna:
¿Cuántos puertorriqueños han
leído a Gilberto Freyre, Jorge Amado,
do Município de Nova Lisboa, An-
panta aos deuses.» Ningún editor por-
Machado
gola, 1958. Dos volúmenes. (Faltan dos para completarse el pro-
tugués quiso publicar el Panorama. Por fin se decidió a hacerlo la Cámara Municipal de Nueva Lisboa, Africa Occidental Portuguesa, para eterna gloria suya.
Tristao de Tahayde,
yecto.) Agradecimiento sin fin debemos los hispanoamericanos al escritor portugués Joaquim de Montezuma de Carvalho por este empeño suyo de reunir un
panorama
de
brasileño, contribuye
las
literaturas americanas y estarlo realizando pese a todos los obstáculos.
agrade. idísimos
también
Y
al munici-
pio de Nueva Lisboa, Angola, Africa,
que patrocinó con sus fondos la idea de
Montezuma
de
Carvalho,
demos-
trando una generosidad muy rara ya en este mundo. al municipio de Rico auspiciando panorama de las
Imagínense ustedes San Juan de Puerto con sus fondos ¡un literaturas africanas!
Increíble, ¿verdad?
Pues algo así es
Ninguém
pode
im-
imaginar
o
que é organizar um livro com colaboradores á distíincia e vivendo em generosos
- messa Printed
países
tropicais!
de realizarem in
Spain.
A
pro-
o trabalho vem
Ediciones
Barcelona
RVMBOS
en
El primer volumen empieza con el «Panorama de la l:teratura boliviana», por José Macedonio Urquidi G.,
- rico de información, aunque carente de estructura orgánica. Da la impresón de un fichero. Los «sabios», «eminentes», abundan, lo
último grito de París
El ensayo de Wilson Martins sobre «50 años de literatura brasileira»
ou
o Londres,
puramente
gullece ver incluidos
portantes de los escritores más recientes. Y así se fué fraguando en su mente la idea que hoy vemos concretada ante nuestros ojos en los dos primeros volúmenes de este panorama. Fueron muchas las dificultades que vencer, entre ellas se destaca la tendencia de nuestros escritores a darle de larga a sus compromisos: «A luta para levar avante o meu projecto comencou.
un prólogo
aun-
estético»,
grandes creaciones literarias y artísticas de América, en la cual nos enor-
em Angola», al amparo del cual bro-.
contribuciones
poeta
dice Bandeira con ademán de manifiesto. Y procede después a darnos, en apretada síntesis, una visión de las
tó su amor por América, que es igual que el que siente por Africa y Asia. Ese amor sólo podía satisfacerlo mediante la lectura, más las obras de los escritores americanos «eram livros difíceis de encontrar nas livrarias portuguesas». Los manuales de literatura que recorrió le parecieron insuficienomitían
gran
:
que critica con toda razón nuestro colonialismo cultural. «Conhecemos e celebramos autores europeus de terceira e quarta ordem, relegamos ao esquecimiento os génios do nosso continente». En Puerto Rico también: aquí tenemos gentes que repiten el
versalista
Montezuma de Carvalho en su «Nota previa» nos relata cómo concibió la empresa y los trabajos y sudores por los que pasó para realizarla. Nos cuenta cómo su «sentimento do mundo» quedó «desabrochado
pues
el
que parezca más bien un chillido, y que no han leído una página de Eugenio María de Hostos. «Mas sejamos americanos: ao diabro o critério úun:-
lo que ha hecho la ciudad de Nueva Lisboa y uno no puede dejar de recalcar actitud tan revolucionaria y prometedora.
tes,
Bandeira,
Bandeira
los nombres
Mo hay duda
de
«ilustres» cual nos
y «gloriosos» impide tener
una apreciación ecuánime de la obra de cada escritor. Sorprende la fecundidad literaria de Bolivia. Urquidi
recalca la importante contribución de la mujer.
es estupendo.
Un verdadero
estudio
interpretatiyo. Su único posible defecto es la prolijidad. Pero el mundo brasileño
no
se deja
encerrar
en
an-
gostos límites. En este enfoque multidimensional hay canteras profundas y vetas abundantes donde el cur:oso puede excavar con mucho benefic'o. (Continuará en el próxim) número)
QUE CUANDO USTED PIENSA EN LIBROS
OLVHA
tomos
Manuel
Manuel
o Euclides da Cunha?
piensa en
AM
cuatro
Conocimiento de América
de Assís, Erico Veríssimo,
"LIBRERIA CAMPOS”
'd
en
DE JOSEMILIO
el “OUIDAMV ATIVO SVULIT A SAILAV
(A CARGO
Allen, Esq. San José
SAN JUAN, PUERTO RICO