El Carnaval (2 ago. 1903)

Page 1

EL CARNAVAL. REVISTA

DE

LITERATURA

Dedicada

Y ARTES

Bello

Sexo. MEAR

BEBA CTO:

Y ADMOR:

DIRECTOR

|

al

moss rss | JOAQUIN E. BARREIRO. PACO BAS AGUILAR E D UCA

A

D

- PUEBLOS

LIBRES

y Entered

AÑO

LA

3.

|

MARIO

PE December

a

OFICINAS:

19, 1902, at San Juan,

SAN

JUAN,

BRAU.

SAN

Untrimestre 70 P

FRANCISCO

P. R. as second-class

PUERTO

/

Num. suelto 7“

93.

matter, under Act. of Congress of March

RICO, AGOSTO

2 1903

3, 1879.

.NUM.

59.

E

¡oro

¡Oh soberano

rro...

bien!

¡Oh

gentileza!

¡Oh inefable virtud acrisolada! ¡Oh suavísima esencia delicada! ¡Oh cifra incorporable de belleza !

En místicos raudales de pureza

A

¡

|

Tu alma esclarecida está bañada, Y en tu rostro sin par representada “Y

Con

hechicera gracia su grandeza.

¿Quién iluso ha soñado merecerte? ¿Quién osado sus ojos dirigirte? ¿Quién con vanas palabras ofenderte? ¡Si el pensamiento

absorto al

descubrirte,

Ni alcanza la razón á comprenderte, Ni basta el corazon para

servirte!

A. ORTIZ DE

LA TORRE.

|


EL

CARNAVAL

Crónica.

be ser de su

El jueves fuimos á la Federación Re,

.

gional á oir á Contreras Ramos desarroMando el tema feminista. Somos, como Contreras defensores de la igualdad de derechos y enemigos

de los privilegios

de

condición y

de cás-

tas. No nos asusta la interverción de la mujer en los asuntos públicos y nos encanta oirla disertar desde la cátedra como contemplarla en el laboratorio químico sorprendiendo los secretos de la ciencia. Defendemos á todo trance su educa-

ción porquesi la mujer

quiere ser redimi-

da de la esclavitudá que la sujeta la sociead contemporanea, debe buscar la re-

dención por el esfuerzo propio y no hay esfuerzo más g£fectivo para llegar á la l1bertad que una educación bien dirigida. El problema de la émancipación de la mujer tal como lo plantean los femenistas no es un peligro para el hogar ni puede ser un temor para la familia. Es

precisamente

la garantía

más

firme del

hogar estable. Elevemos el nivel intelectual de nues-

«ra compañera y desaparecerá gro en torno de la familia. El

alma

se

alegra

abre á las más bellas

vemos

á

las

«abandonar

todo peli-

el corazón

esperanzas

jóvenes

se

cuando

puertorriqueñas

el paseo, olvidar la reunión

miliar y despreciar

clase de

y

el baile,

por

fa-

oir una

matemáticas ó aprovechar

una

explicación de taquigrafía. Nuestro corazón se abreá las más bellas esperanzas porque esas chiquitas

de

trajes

cortos

que

van

todos

los

dias á la alta escuela, y esas Señoritas que van todas las noches á la escuela nocturna, representan la mujer del porvenir, jel hogar redimido, la familia asegurada Y

y salvada por queña. Del mismo

fin

la

modo

tierra

puertorri-

l que nose

decir

que

necesita

es el la

cura

un

caso

mujer

que la

aun

cultura

gicos que las lecciones

que da

entre caricias y besos

la

madre

mejor

se graban en el cerebro de los niños. Ancianos conocemos que aún recuerdan con verdadero cariño, los consejos que

recibieran en la infancia. vida

De mí se decir

que

através

accidentada

si algo

me

con Dios en medio de las

Dicen

el

pueblo

tomando

por

los sistemáticos

s corrientes del siglo

la

medici-

instruc-

opositores á

que la mujer

de-

de esta reconcilia

pruebas

á que

la suerte me somete son las oraciones sencillas que me enseñó mi buena madre. Pues si influencia tan grande ejerce la mujer en el hogar pongámosla en condiciones de enseñar algo más que oracio-

nes y de este modo contribuiremos dos á la obra feminista.

to-

* ok

Sin darme cuenta me fuí apartando del punto principal de mi crónica debiendo decir que la conferencia resultó briMantísima siendo el orador calurosamen-

te aplaudido. Creo no obstante

ce más

atención de

que el tema

la que

le

mere-

dedicó mi

amigo Contreras Por otra parte el asunto es demasiado sério para salpicarlo de chascarrillos

no siempre oportunos. El distinguido compañero aprovechó la oportunidad para decir que se ha

bía enamorado como cada

hijo

de vecino

y que en las conquistas amorosas más de una vez había triunfado, lo cual puede ser verdad por aquello de que, para los

gustos se hicieron los colores y

no

falta

cuanto más feo

sin

que

que “el hombre y el oso

más.

hermoso,””

esto sea aludir al amigo Contreras. El que en el huerto de sus amores

poco cultivado sin duda, haya

el enfermo

de es-

son la que

algunas

sálvese

esto

¡ilustra-

s Es sabido y para eso no se necesita estar muy fuertes en achaques pedagó-

os sabios con castigos más ó menos fuerCúrese

e

clava del hogar debemos ponerla en condiciones sizuiera de educar á sus hijos.

és para faltas más ó menos

graves.

para

ción de que carece actualmente. Limitando la mujer al papel

quien sostenga

nfermo leyendo tratados de medicina, no se salva un pueblo con códigos más ó me-

as y ión,

su papel

tre las cuatro paredes de un edificio.

Pero .

casa es

debe limitarse al espacio comprendido en-

calabazas,

ccsechado

no tiene nada

que ver

con el problema feminista.

Por lo demás crea el amigo y compañero que le hemos

oidocon gusto y aplau-

dido con entusiasmo. RUIZ ROGER.

a L

488


CARNAVAL

489

NUESTROS LETRADOS.

AMOR. A

las caricias

bloque

de mármol

del

cincel

| asumió un

los contornos de

Ve-

nus, y surgió la diosa de la piedra Pm culada.

)

Paros crió en sus

canteras el peñas-

co que un dia Fidias transformó.en Apolo:

blanco dics que entrega al viento la plegada, flotante clámide; lleva en la diestra la divina lira, y en los ojos, que abarcan el espacio, el fuego del cielo, dido allí al choque del cincel.

sus

Una tarde en que el sol doraba con últimos rayos las dormidas ondas

del mar

Don Juan Hernandez Lopez. En nuestro concetop es este ilustrado jurisconsulto, el primer orador puertorriqueño. Y no se diga que es atrevida la afirmación donde hay oradores tan notables como don José de Diego, Don Rosendo Matienzo Cintrón Don José Contreras Ramos y tantos otros que renun-

ciamos á seguir

enumerando

por no

hacer la

lista interminable Hernandez Lopez aparece en la tribuna y domina al auditorio con su pre-

sencia.

Habla y nu es

influencia magnética te elocuente.

posible

sustraerse á la

de su oratoria gravemen-

No vamos á analizar los

medios de que se

vale para triunfar; pero es preciso rendirse á la evidencia y confesar que triunfa siempre. Ya ensalce la bondad de la religión cató-

lica,

ya

defienda

los

Federal 6 proclame las Republicano, Hernandez

principios

1

capacidad

Es indudablemen-

puertorriqueña.

brilla como un astro de

Partido

excelencias del credo Lopez se hace aplau-

dir de todos los auditorios. te una

del

primera

En

el foro

magnitud, en

política tuvo sus eclipses no faltando quien lo tache de tornadizo y voluble. El sabrá lo que hay de cierto en esto. Dentro del radicalismo de estos tiempos,

Hernandez

derecha.

Lopez

Le asustan

cae

siempre

y

las reformas

del

radicales

lado de la y busca

fórmulas conservadoras para la solucion de los más difíciles problemas que conmueven á la sociedad contemporanea. El que nosotros seamos de la escuela opuesta, ho obsta para que reconozcamos el gran“talento del distinguido puertorriqueño enviándo-

le en estas lineas el tributo de la mas profunda admiración.

encen-

de Tiberiades,

se ennegrecieron

los cielos; las tinieblas, como hálito del caos, se esparcieron por la tierra; encendido cometa rasgó el horizonte como rayo de maldición, ó cual si fuera la huella fulgurante de Dios que cruzaba por el mundo; se abrieron los montes y los sepulcros; suspendieron su curso los torrentes,

y anduvieron los muertos

trémulo

suelo,

mientras

alto del Calvario un

por el

agonizaba

nazareno,

que

en lo se de-

cía hijo del Eterno. ¡Oh faunos, dríadas y náyades, ninfas, divas y dioses que regíais el mundo, y lo alegrábais con vuestras risas! ¿A

dónde

huisteis?

¿Qué

fue de vosotros,

alegres y rientes inmortales?

El Cristo

os proscribió, y la humana gente, adolorida, trocó el cinturón de florez, oh, Ve-

nus! por el afrentoso cilicio, y tu clámide ¡Apolo! por el oscuro sayal del penitente.

¡Amor, Diana

pagano en

las

amor, selvas,

que y

con

cazabas

con

Venus res-

plandecías en la marina concha sobre la espuma de las ondas, ¡tu imperio fué! La bella pecado.a de Magdalo te arroja de su seno; el ángel de la guarda escuda con sus alas á las vírgenes cristianas....

Amor, sordo á la voz del poeta, se va por la tierra enlutada y penitente desde que bebió la sangre de Cristo, y buscan sus ojos desde la cumbre

del

cuál lugar de la helénica tierra plo está en que

adoran aún los

Himeto en

del temhumanos

MI

EL


490

EL

á su

madre

Apolo sobre

CARNAVAL

Venus, y en donde se alza el ara

desquebrajó

esos muros,

derrum-

Los

dioses

se

perdida

gloria,

fueron.

Visten

y los pedestales la

universal

rotos;

oprime su

tristura,

inclina al

pecho

alba, enantes siempre erguida frente. y llora.... Unaáuna clava en tierra las flechas de su aljaba, sin virtud ya contra humanos corazones; con fuerza las arro-

jas del templado arco, cual si intentara traspasar con ellas las entrañas del planeta. ¡Amor, amor,. en chas caen, naca una flor

donde tus flede alba corola,

Amor

por el

mundo

murmurada

la palabra CESAR

fatal: Vulla

ZUMETA.

EL ARTE RELIGIOSO, A

de

suelo la

aquello,

ést redembptio.

el

duelo los corazones, y Amor p:oscrito toma asiento entre las abatidas columnas

aconteció

en són profético

bó las aras, y bajo los agrietados escombros de los templos yacen las estatuas mudas. Centinelas.impasibles de lo que fue, velan sobre esa olvido y el silencio.

cuando

sonrió, y fué

consagrada.

Ya el tiempo recorrió esos valles, oh Amor;

Y

FEDERICO

VILLALVA.

Dios reposa en la cumbre de la vida, Sublime pedestal de su grandeza, Como una estatua en lo infinito erguida. En Ez acaba todo y todo empieza ; En es el sumo bien, la eterna fuente Del amor, la verdad y la belleza. Si la humana A descubrir

razón es impotente

su esencia

misteriosa,

La fe le adora, el corazón

le siente;

Y cual nube de incienso, vagarosa, El himno universal, de mundo en mundo, Se eleva hasta la cumbre en que EL reposa.

desaliento la

El pájaro, la flor, el mar profundo, La fiera habitadora del desierto, El huracan lanzándose iracúndo,

Mas, ¿qué inaudito prodigio has realizado? Lázaro se levantó del sepulcro, á tu voz, Jesús; una mujer, tornóse es-

Sonidos, y perfumes y colores, Notas acordes son de este concierto.

y tus mismas lágrimas marchitan al nacer!

tatua á tu querer,

de

Jehová;

decid, obrasteis tal

pero

é¿cuando,

portento?

Mirad. No una flor brota ahora de la herida tierra, sino la marmórea Venus, más bella aún que cuando los cielos temblaron al verla surgir del seno de los mares. Mirad, al conjuro del Dios apa ece el Apolo

de

piedra.

inflama los animados nudos

La

cuerpos tiemblan,

en el cerebro del

llama

sacra

mármoles: sus des-

poeta,

y como

palpitan

la

idea

los se-

nos de la noble diosa.

Es amor quien

colora los

majestuo-

sos rostros; quien enciende las pupilas en las cuencas sin luz; quien enrojece

los labios y pone en ellos la sonrisa del éxtasis. Los dioses de piedra, heridos por él, se encarnan, se juntan, se confunden en el primer abrazo, y enctentran

en la comunión de los labios fórmula del ó<culo olímpico.

la

perdida

El astro,

que

se mueve

en

giro cierto,

Rey de la Creación, con resplandores Celestes la gentil cabeza orlida, Corona de los seres superiores, El hombre á Dios alzó digna morada, Y con su fe y su genio quiso en ella Dejar su gratitud perpetuada: El arte en cada edad grabó su huella, Siendo espejo de todas limpio y puro, Luz que entre ruinas claridad destella.

Bárbaro en el principio, á su conjuro Estremecído gime el suelo indiano; Y en el informe laberinto oscuro Del hipogeo que labró su mano, Talla á la vida universal, que adora,

En monstruos mil su religioso arcano. Si canta aquella tierra seductora,

En la triste región que baña el Nilo De las esfinges por los ojos llora; Ofreciendo al sagrado cocodrilo,

Al íbis y á los muertos Faraones En soberbias pirámides asilo. Mas

la maestra ved de las naciones,

A la belleza y el placer brindando Entre risas, y juegos y canciones.


EL

Cuando, rompiendo con la curva osada La línea que al pagano cupo en suerte,

Partenon la forma noble y pura

Sobré el ázul del cielo vase alzando.

¡

491

Bien acertó el artista á comprenderte,

Lía piedra del Pentélico tocando,

Del

CARNAVAL

—Fn la estatua, despues, la roca dura

Al sentimiento abrió senda ignorada,

Siente dulce calor, tiembla y respira, Llevando un alma en sí, del arte hechura.

Llevándolo por ella á su albedrío

Y cuando el genio helénico á su lira Ya no sabe arrancar más que gemidos, Y el astro ya de su esplendor espira.

Por ella, más fecunda que rocío, Rica vegetación cubrió la piedra, Cual las flores los campos en estío.

Con dioses de otros pueblos sometidos Ve

al griego Olimpio,

Todos

el

bajo sus bóvedas

Panteon

romano,

unidos.

reciben

ídolos

Alí la palma, la amorosa hiedra, El trébol y campánula sencilla ; También el casto lirio al lado medra.

1

Así cual siembra el labrador el grano, Así de portentosoganonumentos Siembra Roma su imperio soberano. Donde

Y templando su sed, nunca saciada.

sangrientos

Y al par divinidades bienhechoras, De amor ó pena, cantos ó lamentos.

Y así la humanidad. desde las horas

Cortó el arco en la nave y la capilla, Y haciéndoló subir, cual flecha aguda, En la elegante ojiva maravilla. “A la oración y al éxtasis ayuda La tibia luz del templo; su imponente Severa majestad hiere á la duda.

EL nos habla terrible ó dulcemente De un porvenir de penas o de gloria,

De su infancia feliz, á. Dios alaba Rindiéndole sus tuerzas creadoras.

Tras las glorias y penas del presente,

Tras el arte del mundo que pasaba, El arte nuevo, independiente y libre, En la honda catacumba germinaba.

Del genio perpetúa la memoria.

El la abandonará, reina del Tibre, Cuando á tus templos el germano rudo El rayo ardiente de sus iras vibre.

Y tu recinto quedará desnudo,

En la tierna leyenda y triste historia Del mundo aquél, que en mármol y cristales De la cruz los soldados inmortales, Vírgenes. niños, mártires, profetas, Coros:de alados seres celestiales ;

Espléndido follaje, donde inquietas Asoman sus fantásticas figuras

O sombras sólo de tus didses, frias,

Monstruos de extrañas

Vagando irán por el epacio mudo.

El angel que cayó de las alturas, Infierno, purgatorio y paraiso,

Vence al fin : las profundas galerias

De la gigante catedral

cristiana,

Llémanse do oraciones y armonías. Suena en el coro ya la voz humana Como la voz del órgano sagrado, Y en la torre la voz de la campana. Ensalzan

al Espiritu increado,

Con

su llama,

Con

su color, el roseton

Y ecos

la luz de los altares,

brotan

Del mármol

pintado.

distintos,

á millares,

duro á que el cincel dió vida

En estatuas, sepulcros y pilares. La fábrica admirable,

sacudida

Por dulce canto ó por palabra austera Desde su pié á la cúpula atrevida. Cual divino instrumento vibra entera, Y arrebatada el alma en fácil vuelo Rápida sube á la celeste esfera.

Religión del dolor y del consuelo, Doctrina del Gran Mártir, cuya muerte De fúnebres crespones cubrió al cielo;

formas ó incompletas;

Que pueblan peregrinas criaturas. ... Todo tiene allí voz;. con todo quiso Tu inspifación

¡oh, artista! hablar

El triunfo que alcanzaste era ¡Alabanzas á Dios!

¡Gloria á tu nombre!

VENTURA R.

A:

al hombre;

preciso:

AGUILERA.

TE

Casta, modesta, plácida, prudente Te ame tu espeso y te contemple el mundo:

Dá pan al pobre y agua al sitibundo, . Consuelo al triste, abrigo al indigente.

Practica el bien : su límpida corriente Halle en tu pecho manantial fecundo

ue una virtud del alma en lo prorundo

Es un diamante en la serena frente. No la codicia á tu conciencia acalle, Ni el deseo recaude tu albedrio,

Ni la ambición tu espíritu avasalle.

Procura ser humilde, dueño mio, Inclinando tu alma como un valle

Para que Dios te riegue como un rio. MIGUEL S. PESQUERA.


EL

492

CARNAVAL

A

Leyendo la Biblia.

+

AL AMIGO Y PAISANO

FRANCISCO

JERUSALEN Allí, sobre planicie desigual y tortuosa, abrasada por los vientos del Yémen. ceñida por la

soledad

espanto de

un

del

desierto,

crímen,

petrificada

sentada

sobre

por

el

diez

y

PINTOR

Mis

de sus

torreones

sobre

cielo profundo y cóncavo,

el eterno

que

imponente

como

una

negarle

¡Dadme

= O

DOCTOR

del porvenir,

el valle

Y ha llegado la hora de la cita.

de Josafat

TI.

co-

muertos. ! En un lado la desolación y las ruinas; en otro la soledad y la muerte. ¡Diez y nueve siglos sirviendo de heraldos al mundo para trasmitirle un nombre, un martirio, una agonía y una. redención............... nro

bo.

.

| "Jerusalen!

PETANCES.

Una fresca mañana, Mariquita, Espera á su Julian con impaciencia, El le ha escrito que vieñe con licencia

mo un presagio á las miradas de los vivos y dispuesto como una esperanza al reposo delos

¡Ah Jerusalen vela sobre tí.

Borinqueña.”

POEMA AMOROSO A LAS SATA, ERMITANIA GARCIA.

expiación,

abierto

Al Hegar de su novia á la presencia Se siente el militar sobrecojido; El uso de la voz casi ha perdido

Cuando más necesita la elocuencia. TIL. Pero sacando fuerzas de flaqueza Y después de un esfuerzo sobrehumano, De rodillas, con amor, besa su mano. ... .

la eternidad

Tus Césares se han. hundido enel polvo, tus conquistadores han desaparecido de la tie-

Y ella se rie al ver tanta simpleza. IV. Y le promete. en tiempo no lejano,

Cuando cumpla elkervicio, ser su esposa

rra, tus grandezas se han desplomado, tus glorias se han extinguido, tus amarguras han cesado, tus héroes, tus poetas, tus historiadores han enmudecido; y morirán tus generaciones,

Al oir esa promegarldeliciosa Por poco pierdeel Micio el veterano.

¡solo tu

Que le causa tan dulce ofrecimiento,

y se extinguirán tus infortunios, y se anublarán tus recuérdos, y se olvidarán tus profetas ; nombre

morirán jamás!

y el crimen

PEDRO IGLESIAS

de tu

deicidio no

v. Con voz, por la emoción interrumpida Le hace Julian solemne

GONZALEZ.

enseña,

MARIQUITAY JULIAN

soplo'de

dos los vaticinios del pasado, vigilado por todas

las tristezas

vuestro pincel que tanto

príncipes del arte!. ... y se lo entrego

Al pintor de “La Virgen

lúgubre como el remordimiento, rodeado de to-

eon su profundo y encauzado seno,

la hermosura,

Tu,—que en la Concepcion ardiente, luego . De pasion terrenal dejando seña, Tras ella al hombre arrastras de amor ciego;

brisa va á estremecer, ni el canto de un ave solitariaá acariciar; murallas que la aprisionán como los anillos de una monstruosa serpiente; casas | raquíticas, humildes, aplanadas, como si sintiesen gravitar sobre ellas el peso pavoroso de la inmensidad; y debajo, hundido como en un abismo,

locura

Tu,—que has hecho bajar la Virgen pura Velando al niño mientras el dormia Y hasta a la corupcion que pasa impía, Se la haces adorar en tu pintura;

profe-

su luz; limitado su horizonte por las plomizas y siniestras cumbres de los montes de Moab; calcinado su suelo por un sol rojizo y abrazador que refleja sobre campos sin flores, colinas sin sombra, cauces sin agua, sendas sin árboles, valles sin verdura; alguna palmera elevando como una plegaria en el silencio del

vacío su inmóvil penacho, que ningún

con

El velo de pudor con que cubría

azul de un

parece

gracias.

De su Roxana amante

tas, palpitando bajo la tremenda expiación de su perjurio, sin lágrimas con que endulzar su amargura, ni consuelos con que olvidar sus terrores, triste, solitaria. sombría destacando sus agrietados

PUERTORRIQUEÑO.

Tu,—que viste a un monarca, 2” Para tí de.su mano alzar un día

nueve siglos de ruinas, álzase la gigantesca sombra de la ciudad deicida, avasallada por todos los terrores de sus infortunios, lacerada por la inmensa desolación de sus recuerdos, sintiendo pesar sobre su frente, como gritos de

maldición, los fatídicos augurios

OLLER

juramento

De amarla con pasión toda la vida.


EN EL 4

vi. Y aumentando

en

el mozo

CARNAVAL

el ardimiento,

Llegando del amor hasta el exceso, Le oprime el labio con ardiente beso.... Y despué otro más.... y veinte.... y ciento.

VIII. Más que al amor á su decoro atenta De su indigna osadía se lamenta. LX; Y Julian con el alma adolorida, Después de este desastre vergonzoso, Con semblante abatido y muy lloroso, Anuncia á Mariquita su partida.

Desnula y vil del inmortal Apeles. Como el viejo Jenócrates, rechazo La tentación de la materia impura; Para mí no hay placer, sin el abrazo engendra

*

y fortifica la ternura.

No la ternura hipócrita, que ensancha La

válvula

inmoral

|

del egoismo:

¡Esa caricia estúpida que mancha Es la atracción infame del abismo!

/ j

Amor yo quiero que en mi frente erguida Grabe

+

un rayo del sol resplandeciente:

¡Amor que llene de ilusión mi vida

Pero que libre de baldón mi frente! Amor

X.

e

es algo como luz que inflama

La senda triste en que dejamos huella:

Todo acabó.... la perfumada brisa El calor de la tarde refrescaba.... Julian, muerto de pena, se alejaba.... Mariquita quedó... .¡ muerta de risa! CARDONA.

VIRGEN.

¡Bendito sea el que sintió su llama . Más pura, más que la de ígnota estrella $ 7

Amor es deuda ineludible y santa; Eterna ley, para el mortal divina:

Honra mi musa lo inmortal:

yo siento

¡Tienes alma, me dice el pensamiento” ¡Eres amor, el corazón me.grita! ?

Tú bien:sabes,

mujer,

Maga

generosa y pía,

Tienes ojos radiantes cual brillantes En una rosa pálida engarzados, Y son como relámpagos radiantes

Los fulgores en éllos condensados. Tienes cuerpo de niña, enardecido Por una rara, angelical dulzura; Y es tú boca de nácares un nido, Con perfumes de mirto y de datura. Tu pié breve y nevado es mi embeleso Y tu máno de seda es mi rosario: Eres todo idealismo como un beso, Como, el humo que exhala el incensario.

No creasique te adoro en tu belleza Plástica $ noble, sin rival creada;

iní, tu magestad empieza

Con tus vittudes de mujer honrada.

a

Algo en mi sér que ante lo ruin se irri %3

La idealidad de la expresión, que es norma

De la confianza que entre amores nace.

-

La tristeza de Harpálice me encanta, Me conmueven las luchas de Eponida,

Tienes la proporción; tienes la forma Que al espíritu ilustre satisface;

Que para

[

De la Vénus de Cós eres hermana,

Ote

Del peligroso abrazo se desprende, Con violentas palabras le reprende

ALMA

El santo amor que lo engrandece todo.

El denso tul que la Friné liviana

Con vigor en sus brazos la levanta, Y en sus rodillas trémulas la sienta.... Mariquita turbada se amedrenta, Y de Julian la intrepidez la espanta.

SANCHO

Sólo sé que es bendito v es sublime

Y honra más al buril de Praxisteles

yu.

JAIME

Amo lo bello que el deber redime: Odio la gracia si se arrasta en lodo:

radiante,

porque te quierc.,

Mirra grata én un áureo pebetero, Y en mi valle de penas armonía. No pidas, pues, á la azucena aromas Ni á las rosas, tus émulas, colores; Que cuando al marco de tu puerta asoma. Tiemblan de envidia las gállardas a Guarda,

cúal ellas, la sutil esencia

Del caliz celestial de tu alma pura; Y la virtud que alumbra tu conciencia Vivirá cuando muera tu hermosura. ¡Y si le falta al mundo despiadado : Una frase gentil para ofrecerte, Oirás al númen del deber sagrado En un himno de amores. extasiado Bendecir las tristezas de tu suerte! FELIX

MATOS

BERNIER.

E


EL

CARNAVAL

PUNTOS LITERARIOS.

Lu que no ha podido conseguir el señor Fernandez es que desaparezca el algibe, especie de “muerto parado” que tanto amenaza a la higiene y ofende al ornato público. Y cuidado que le han, “sacado agua” los

KRONCESVALLES—Maricao.

chicos de la prensa!

: y * Tan originales gomo malos. ¿JUAN

¿ En menos palabras más disparates. y

Es “inagotable” ese algibe.

SALTERIO—Moca.

no

se

pueden

DEL

ALBA-

¿Quiere ¡Que

San

Elías

Ud. á querer.

Levis

nos

plar de su última

Juan.

que lo tratemos

t

'

1

1

1 1

— Nunca los “picaflores” acaban

'M. P. S.—Rincón. ¿Cre Ud. que yo puedo influir en algo pa¿que la “ingrata” le corresponda? el “Pues ordene incondicionalmente, pero no ¡jp uintillas.

e««ONDE LEON—Ponce. ca Dice Ud.: Si los encuentra buenos dele pusi ícidad. ¿ Y si los encuentro malos?

8INCOGNITO—San Juan. dosilos

primeros

resultan

le

participo que para

bastante

malos.

er STACILLA—Mayagiez. mo ,

un

En toda la otyrevimiento.

he

composicion

Pa-

“entusiasma-

se nota

Carmen Esta

empieza y como

mucaeña

José

Sra.

A

s.m

Pierret

de

Perez

El luto se ha apoderado de un hogar hasta ayer risueño y feliz. Las distinguidas Stas. Perez. que gozan en las sociedad capitaleña .de tantas y tan meperdido a su amantísima madre. La redaccion del EL CARNAVAL dolor de tan estimadas amigas.

El defensor nuestra

de

haber

s se asocia al

eristiano redacción este

nuevo

metodista epis:

vida le deseamos.

Carlos del Valle Zeno. ES en

la

de obtener un

Universidad

de

espléndido

Caracas,

que

triunfo

acaba

de

otorgarle el título de Ingeniero civil, ha fvegrejove

puer-

Con el saludo de bienvenida va nuegtra caos felicitación para él y su distinghiida fa-

Fernandez

acaba de intro“El

41” importantísimas reformas. kr,

bron-

no sufra nuevos quebrantos.

torriqueño Don Carlos del Valle y Zeno/

Todavía establecimiento

fuerte

sado á la tierra nativa el ilustrado

AVUELA PLUMA su

amiga, ha su-

quitis de la que va restableciéndose lentamente. Celebraremos que la salud de la bella hu-

acaba

Esto no puede acabar bien.

en

anterior una

copal. Larga

Ya sabemos como empieza Deje lo demás.

El amigo

y estimada

semana

Ha visitado

“Empieza cual la hermosa primavera Abriendo bellas flores á porfia””

ueir

simpática

periódico organo de la iglesia

al:

vee

Algarin

la

un gran

L JIBARITO—Ciales. Como

amigos

recidas simpatías, pasan por la pena

“e Vd. ; Fíjese en el úitimo verso. “e es un poco atrevida la figura.

dispuet me he “fixato” y me mue"

necesitan re-

Ssunia

me.

y

Angel

Los recibos correspondientes al mes actual están ya en poder de las Señoritas agentes. Esperamos que nuestros amigos no las molestarán para el cobro de tan insignificante

fridoen

cartera

gusto.

A nuestros

Mnande más versos quejándose de su suerte. b Además de malas, resultan ridículas sus

en

un ejem-

comendación.

Casi estoy por treer lo último.

Astan

con

novela.

Las produciones de Milan ño

bien.

La calabaza á que hace referencia en sus decimas ¿la dió Ud. ó se la han dado?

*

y distinguido amigo

obsequiado

Así titulael reputado Profesor Don Mislan su última composición musical.

que lo sea.

JUMEN—Rio Grande. '

lodo

Imposible

En el pecado llevará la penitencia. *

ha

La leeremos con

sin piedad?

...!

PICAFLOR—Aibonito. Puede

de

El querido compañero

Dispense la frauqueza. SUZ

Mancha

decir

Salto Orien-

milia.

Gusto y sencillez. Esto observamos en el salón def que tiene el amigo Diego Romero

barbería la calle

de San Justo núm. 20: o Gusto, sencillez, limpieza, amabifidad y so-

bre todo precios limitadísimos edcontrarán cuantos visiten el establecimiento [del amigo Romero,

á quien

felícitamos por sus

triunfos.


EL

CARNAVAL

Tu

me

Lo que

has

dicho:

más me

“de todos tus hechizos,

cautiva y enagena,

Es la negra cascadá de tus rizos, Cayendo amor

De las.sombras que empañan de esa historia

recogí

mi fortuna,

esta carta,

Que he leído á los rayos de la luna: “Yo

soy una mujer

Y que

muy

caprichosa,

me juzgue tu conciencia dejo:

Y yo que aprendo todo lo que

dices,

Puesto que me haces tan feliz con ello.

He pasado mis horas

más felices

Mirando cuan rizado es mi cabello. Más

hoy no elevo dolorosa

queja,

Para poder saber si estoy hermosa,

Porque

Recurro á la franqueza de mi espejo.

Mis canas te dirán que ya está vieja

Hoy,

despues que te ví por la mañana,

Al consultar Como

mi espejo alegremente,

un hilo de plata ví una

Perdida entre los rizos

cana

de mi frente.

Abrí, para arrancarla,

mis

cabellos,

Sintiendo en mi alma dolorosas luchas; ¡ Y cual fué mi sorpresa al ver en ellos Esa

cana

crecer

entre

¿Porqué se pone

otras

muchas!

mii cabello cano?

¿Porqué

está

¿Porqué

cubro mis flores tan temprano

Con

las primeras

¡No lo sé! Con

mi cabeza

envejecida?

nieves de

la vida?

Yo soy tuya, yo te adoro

fé sagrada,

con

el alma

Cada

noche

Vuelvo á

el llanto primavera? soñando

la realidad

un nuevo encanto,

desesperada;

Soy joven, es verdad,

más

Que está mi triste juventud Cuando

pienso lo mucho

Y llego á imaginar Tiemblo

sufro tanto

cansada. que te quiero,

que no me quieres,

de celos, y de orgullo muero.

(Perdórame:

así somos las mujeres)

He cortado con

mano

cuidadosa

Esos cabellos blancos que te envío : Son las primeras Que

mujer que cuenta

¿Serán,

veintiun años?

para tu amor,

mis canas

nieve?

Ni á imaginarlo en mis delirios llego, ¿Quién á negarme sin piedad se atreve Que es una

nieve que brotó

¿Lo niegan

los

del fuego?

prineipios de la ciencia,

Y una antitesis loca te parace? Pues es una verdad Cabeza Amar Soñar

de la experiencia :

que se quema

se emblanquece.

con fuego y existir sin calma, sin esperanza

Dar todo el corazón

de ventura,

dar toda el alma

En un amor qué es germen

de

amargura;

entera:;

Pero sin esperanza sufró y lloro ¿Tiene tambien

Una

de tí no temo dasengaños;

nieves de una rosa

imaginabas llena de rocío.

Soñar la dicha en medio á la tristeza, Sin dejar que sea-tuya, el hado impío Llena de blancas hebras mi cabeza,

Y trae úna vejez, la del hastío Enemiga Cada cana

de necias presunciones, que brota me la arranco,

Y aunque empaña

tus gratas ilusiones,

Te mando, ya lo ves, un rizo blanco: ¿Lo guardarás?

Es prenda

de alta estima; |

Y es volcán este amor á que me entrego; Tiene el voleán

sus nieves en la cima,

Pero circula en sus entaañas

fuego.”

JUAN DE DIOS PEZA.

se 41

ra

Yo

en torno de tu faz morena.”

me aparta

et

la historia del

mer ca A A Andi tit Ps

Como


ARNAVAL

EL ARTE EN AMÉRICA.

como un rosal silvestre en los jardines del Lacio. Es en Florencia de los Medicis, que se

¡Escribir de Arte en América, y para Améríca! ¡Sublime abnegación ! ¡ Noble empeño de armas soñadoras!

Los que escribimos

torno en

de política

nuestro las pasiones del

vela,

gue

adormecen

se

en

alzan

en

calma,

tenemos en

pueblo,

siempre

tempestades,

rugenó

Ó

se

murmuran

al

impulso del verbo agitador, como las teclas del órBkano en una catedral gigantesca, bujo los dedos febricitantes del monje soñador; como los árboles de una selva centenaria al paso

rugidor del huracán....

La política tiene su grande y bullisioso escenario: la Plaza Pública. Agora consagrada

y tumultuosa, mía, Estuario insumisas de del óceano,

Propileo

del

que baten la plebe.

lleva

el

Templo de

nombre

rumor engrandeciente

la fa-

diariamente las olas Ella, como las olas

de

del

Tribuno

ola en ola,

en playa hasta el remoto

de

horizonte,

en

playa

hasta

su

desapatición sonora y fulgurante en las magnificencias del crepúsculo, en las lontananzas jncendiadas del Ocaso.

La política es de todas las edades, de todos

los pueblos y de todos los medios. El escritor político tiene siempre un públieo, un eco partidario, que repite y ahueca su voz con la máscata esquiliana de la Tragedia antigua.

Habla

desde

una

trípode,

como

la

Pitonisa, y la pasión sectaria repercute y engrandece su grito, como silo lanzara en una cueva de estalactitas gigantes. Siempre hay manos tendidas para aplaudirlo, frente á las manos tendidas para lapidarlo. El escritor político no está nunca solo, no vive en el silencio, no muere en el olvido. Perdura por.el eco del Escándalo, vive por el rumor de la calumnia. Sus enemigos son la trompeta anunciadora de su nombre, los heraldos de su fama, El humilde jayán de Galilea, fué amado de

las

muchedumbres,

y aclamado

y véndido y

abre paso eomo un albo lirio cándido sobre la tumba del gran Savonarola. Es bajo el Rey Sol, que brota como una generación de margaritas bajo los tocones rojos de cortesanas lascivas. Es en la última parte de este siglo, que ha sido exhuberante en Francia, bajo el pálido

sol de la derrota.

Y, pide para vivir un medio muy refinado de cultura intelectual. Nuestra América no es ese medio. : Democracias

semibárbaras,

tumultuosas,

enamoradas de la fuerza, habituadas al candillaje, enfermas

de

un

fanatismo

sombrío,

aisla-

das, hoscas, adoradoras serviles de la nulidad amable, de la mediocridad triunfante, de la necedad letrada que pasa en avalancha milagrosa; odiadoras de toda innovación, de toda originalidad, de todo carácter, no amando sino los escritores cortesanos y rampantes, que no

denuncian sus vicios, que no tocan que no perturban su

fé,

que

no

sus idolos,

su digestión, que no alarman

asombran

su

pudor;

escritores

que se ponen aún más bajo que ellas para adularlas, que

tiemblan

como ellas

viz ante la cruz y ante la

doblan

espada,

la cer-

borregos li-

terarios coronados de avena, que no pudiendo ser pastores, se ponen en cuatro piés á la altura del rebaño, y hozan y desentierran y devoran la bellotas de la popularidad, y se hunden en el fango para no dar celos á los cerdos de la piara.

¿Qué

hace

una

obra

de Arte

en

esos me-

dios? Públicos iletrados, sin la cultura, sin la iniciación que requiere una obra tal, para com-

prenderla, se

conforma con

vido, ó enterrarla bajo la

matarla por, el ol-

burla, en

grotesco de críticos de arrabal. Y

los

artistas,

sectarios, ofrecen el Ara solitaria,

sacerdotes

un funeral

de un culto sin

el holocausto de su fe, ante en el templo vacío, sin más

himnos que los que brotan de su

corazón heri-

adverbio,

do, rebosante de ternura y de amor. La multitud no los oye siquiera. Escapan por el olvido del tormento del guijarro. Su obra va á circular entre sus her-

como un gramático ruin, sino por un ideal, como un político estóico, Plebeyo y bastardo, sumó en sí todas las protestas de los deshere-

son el una por cada diez mil habitantes. ... Y, están diseminados en un territorio inmenso,

erucificado y hecho dios por el prestigio de su verbo revolucionario y blasfemo, por su odio á

los dioses y á los Césares. Y, no subió al patíbulo

dados del tálamo y

del

por

un:

trono,

todas las rebe-

liones de la plebe, todo el dolor patria sometida. No hizo .mas ma:

el de su muerte...

Y, fué

Si hubiese sido sólo un de la Trima,

habría

tenido

salvage de su que un poe-

inmortal.

artista del un

color ó

reinado efímero

y pueril, y acaso una inmortalidad de Ontologia. Profeta,

y

luchador

y mártir,

tuvo

mortalidad de los hombres de acción. Y, la fortuna, nodriza de su la talla de un dios.

la in-

gloria, le dió

El Arte es bello, delicado y frágil. Pide ojos capaces de mirarlo, y una

mente

capaz de comprenderlo. Rara y divina flor de ingenio, magnífica y esquiva, no brota sino bajo el fulgor de ciertos

cielos, al templado calor de ciertos climas. Y es allí que extiende su lujuriante flora-

ción de Es

sueños. en la Grecia

rosa eomo

de Pericles,

una gran flor del

llos de Aspasin.

quien la adulación

Es

bajo el

llamó

que

cielo,

pálido

Augusto,

en

lince pudu-

los cabe-

Octavio, á que

crece

manos,

los

intelectuales

de

perdidos en sus montañas

dos en sus valles

América....

;

sombrías, extravia-

silenciosos,

donde

la soledad,

el silencio, el aislamiento, fingen los: mirages de la muerte.... Y, aun, esa legión sagrada está descoyuntada

por la distancia,

mirada

por la

dividida por la religión, por la torpe prejuicio parroquial.

Sólo

la crítica

torpe y

discordia,

política,

biliosa

cuentro del libro.

Y, la envidia, pálida, aulla como encadenado.

sale-

por el

al en-

un lebrel

Como una paloma que la tempestad lleva y hacia el Polo y muere bajo la nube negra de los”; buitres del desierto, dejando sus plumas blan-/ cas y sangre del corazón como huella de su paso Como una corza amonteida que sale de la selva al arenal y es devorada por los chacales, que desgarran, profanándola, su inmaculada blan-

cura, la gracil é ignorada belleza de sus formas. Así una obra de Arté puro en América. VARGAS

VILA.


EL

CARNAVAL

LITERATURA CRIOLLA,

van de las almas al Universo y vicnen de! Universo á las almas: correspondenci:! del cielo:azul con las ilusiones, de los ho:

MIOSOTIES.

rizontes diáfanos con el ensueño, del piaí. de los pájaros con la esperanza, de la tar'!.

El olor que se esparce de esta histo— ria en la cual dan su perfume purísimos

de enervante con la dicha, de la noche ser rena con el gozo, de los luceros de Dios!

desde e! ramilletes de miosotis, viene viejo Invierno que pasó; desde antes, todavía era mozo que apenas cuando apuntaba

algunas

canas

«en

hilos

con la fé!, Se ¿ámabán y creían

Pero

como es

h Primav eli

que la

ra ál pasar los dejaría contentos donde | encendiendo el hogar sus. fuegos del es!

de su

nieblas, el Invierno; desde mucho antes, cuando aún 'no había nacido la estación invernal,

piritu,

corrieran

dientes

y generosos.

historia que di-

los

dias

nupciales” ari

La llamarada de la; 4

jo su última palabra en Abril, y nota pre-

fe iluminaba para ellos

ciosa de la vida en flor con sus segtimien-

tante

tos,

consertaron debieron de ver hasta el tér: mino de una carrera pasada en sencillos. gozos del alma, iluminante é:

aunque

triste

nota,

voy

entre las mias de Primavera. Ella es así: graciosa en

á

lánguida,

taba

UNA

emociones

á

de

la vida

y satisfecha: seguirlas,

buscar

cuando eran

mirada

tierna

emo-

para

bonita

rendirte

ciones conducidas del bien y

pulsa

eso al conocer

un

Por

del arpa

que á ella, claridad.

luz y calor beneconfianza al cari-

ño y aspiró llena de placer á la unión.... Fué gota de recío temprano

á cuyo

seno

bajó resplandeciente rayo de sol! El, ya nogs; ¡iy apenas han pasado unos breves dias desde cuando era aún el modesto, el cariñoso, el bueno! Primero galán, después amante, se prepara-

ba á ser, con galantería y amor. el dueño. Se

estaban

amando al

principiar

la

de:

Í , i y

Mas ¡ay! todo pasó cor! mo ligerísima transparencia] en una linterna májica. Ju;

las cuerdas.

y pure-

za, se le aparecía como ficiosos, se dió llena de

el amor

de una sola luz.

M. G. RODRIGUEZ.

espíritu

decendencia,

todos los eslabones el reñici

y buena,

homenage

llevadas

En

de cristal, donde cada esla? bón lanza su luz distinta y.

y dulce

de tu voz halagadora de mujer

juntos,

los deudos, el amor de los' humanos; como -una cadena:

y al oir la cantinela

y á

que

chísimos amores, el amor de:

MAYAGUEZ.

tu

las ilusiones

la

Rosarito, de tu faz al contemplar la belleza,

las

porvenir más dis+'

iluminada su virtud con las. luces converjentes de mus:

y cantar junto á tu reja, tu rendido trovador

á la virtud.

en

POSTAL.

ts

alegre

á amarlas

aún:

A Rosarito Bianchi Rosafa

antes era viva y es-

presta

ponerla

..

el cuerpo, virginal en el alma, el color trigueño en el rostro candoroso, la dulzura en los ojos castaños. Su voluntad, ahora adormecida y

]

mantenido

por un

| |

lieta y Romeo apenas han una hora de calma terminada

canto

de alondra!

oscuro bajaron peranza, dicha,

-¿A qué

ilusiones, ensueños, gozo, y fe? Alseno

|

senc' es! hos:

rrible de la tierra, que abrió su fosa para; el modesto, para el cariñoso, para el bueno;:

Ahora,

la Primavera

va

pasando; y |

mientras allá, donde remecen sus copas algunas palmas y el campo forma monte |

cillos de tierra, brotan sobre un monteci?:* llo humilde ramos de blanco miosotis;'

Primavera. El llevaba por todas partes, en su corazón, un ramo de miosotis blanco, prendido para ella; ella mostraba dondequiera, en el altar de su sentimientos,

simbolizando

esta unión infeliz, conserva inmacula+, da su religión, que es y será siempre; |

3 |

y prendido

llevar

j á

de del

para él, un morado

miosotis.... amor en

¡Que

Abril

rami lete

deliciosa

y Mayo.

la vida

Luces

que

ta la misma

una

religión que

llegó has+.

muerte, acá ella, la viuda de.

prendido

en el altar de sus sentis!

mientos un morado ramillete de miosotis/ '

'

i

|

RAFAEL A. DELIGNE.

] /

$1]

j


EL

CARNAVAL

NOWELAS LA

CORTAS

MUÑECA

Por Carmela

Enlate

Sanjurjo.

(CONTINUACION. ) Rosario se levantó con un de enfado. —Y hoy deseo complazcas.

—No los

yo más

puede ser.

motivos.

Lo

brusco adermmén

que

Yate he

siento

nunca

que

axplicado

muchísimo,

me

antes

pero

no

ser,

>

4

1

AS

'

GO

TADA

Hubo una larga pálida,

1

mm

1

y

pausa.

La

sentía

que

joven la

estaba

cólera,

la

terribles. cuestión

de

partido,

por necio

orgu-

llo—dijocon voz sarcástica, mientras el temblor

de sus manos, signo lera, denotaba

la

en ella habitual

ira que

de la có-

la invadía,—me

sa-

crificas 4 mí, á tu mujer. Ese partido tiene muy pobre idea de su dignidad, cuando tu presentia en casa del Gobernador puede comprometerlo, y muy mezquino concepto de tí, euando la más leve sospecha puede nlcanzarte. —Rosario, no sabes lo que dices.

desprecio—Voso-

A

prendo que los trates de ese modo.

mo, tu ira, me dan pena, porque léjos de comprenderme. A

de

temperamento

—De modo que todos en uno de esos momentos

den

Julián

sufría

Tu

sarcas-

veo que estás

al oirla- expresarse

así en y

vano trató de hablarla el lenguaje de la razón, conservando toda su sangre fría, ante la vio”

lenta

obcecación de

ella.

La pasión

de la

Su

ira, su

rabia al

verse contrariada tomaban proporciones sorprendentea en una mujer que no se irritaba ja-

más. Cuando,vió que su marido era inflexible, que todos sus efuerzos para convencerle eran inútiles, destrozó con gestos brusgos de que nadie la hubiese, creído capaz, el abanico de plumas que acababa de comprar, y daba golpes con el yarillaje roto sobre la mesita velador, .

frío y' corazón en-

las

palagras,

han

nervios y sin

mis sacrificios, dijo de ira que no se mi-

sido

inútiles.

Mi

ab-

negación al acompañarte á esos fastidiosos paseos que mandaba Valdés, mi generosidad al

recompensa. puedes salir,

—Por

seco.

durecido, en aquella muñeca sin alma. una verdadera crisis.

una fuerte sacudida para hacer explosión, sus arrebatos, que "ningún freno contenía, eran

—Lo sé—repitió con más

A

pasiones,

quedarme en casa por

tros no haceis política. Lucháis, discutís en los periódicos hasta adquirir un nombre que tenga su precio en el mercado y que se compre con un destino Ó con un puñado de oro. Comprendo, si son así, que se inquieten de verte en pa, lacio, y que tu presencia sea mal interpretada ¿creen que irás á disputarle su pitanza? —No conoces á mis'amigos y sólo así com-

7

un sonido

ira al verse contrariada, empezaban á'invadirla. Por lo mismo que se incomodaba pocas veces pues su temperamento frío necesitaba

más

1 j

nerviosa,

produciendo

vanidad produjo en aquella mujer que no tenia

me yo

las noches

para que te distrajeras, han

aburriéndotenido esta

Hoy gracias á mí, estás bueno, y cuando te pido que ¡me lleves á

una fiesta, á un baile para el que tengo el trage hecho, y que deseo hace más de un mes, te niegas como un egoista á complacerme. Lasaleta había palidecido desde las primeras palabras, adivinando al fin todo el cálculo mezquino que se ocultaba bajo su ternura pa-

sadu.

Una nueva herida

profunda y dolorosa

venía á desgarra su alma, ya lacerada por los mil sufrimientos que su pasión por aquella mujer le había hecho experimentar. Se acercó á ella con un movimiento brusco y -econ voz que la ira había vuelto súbitamente ronca, y en la que palpitaba un dolor inmenso.

—De modo que todo era un cálculo miserable

y me engañabas con una falsa ternura —No te engañaba, quería que te pusieras

pronto

bueno.

f .

—¿Para ir á esa fiesta maldita? Rosario, vaciló un momento. Pero estaba irritada, ofendida, y sin poderse contener, de-

jó escapar la verdad de sus lábios,

adivinando

que iba á herirle y viendo en aquella herida su

venganza. —$í. Julian se dejó caer en el sillón, ocultando el rostro entre las manos. Aguardaba aquella palabra, sabía de antemano que era la expresión de una verdad horrible, y sin embargo le lastimó profundamente al pronunciarla aque-

lla boca querida La

conocía

hipócrita

creía cruel hasta aquel

y

punto,

falaz,

pero

no la

ni que cuando

una mentira la cra tan facil, tuviera valor para

(Continuará.)



A

ná Ébk y

A las suscriptoras de -

A sl

Obsequio

A e a

Iniciales para almohadas.

rio a idad

L.

rió

D.

Para pañuelos.

co

Amparo.

Para sábanas.

e A e e init

Asunción.

Y ds

.

Ps AA ri


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