El Carnaval (27 sept. 1903)

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EL CARNAVAL. DE

LITERATURA

Dedicada

MUJER Y HAREIS

DIRECTOR

Y

REDACTOR

ADMOR:

JOAQUIN E. BARREIRO.

PUEBLOS LIBRES

December 19, 1902, at San Juan,

SAN

Da nos. ¿50

— Untrimestre70 “

FRANIOCSCO 95.

P. R. as second-class

SUSCRIPCION:

matter,

Num. suelto 7

under Act. of Congressof March

3, 1879.

Núm. 66.

ás ¿05

o

“o

SAN JUAN, PUERTO RICO, STMBRE. 27 1903

se

nO

Año 3.

PAGO BAS AGUILAR.

LÍO OFICINAS:

Entered

+

AR

rd

LA

<>

HORAS NEGRAS Como

del fondo de la cima obscura

surge, á la clara lumbre matutina, vago girón de pálida neblina que asciende audaz á ensombrecerla altura ;

De lo íntimo del alma sín ventura, en horas en que el tedio me domina, brota, y á la demencia me avecina, de mi agitada vida la amargura. ¡Como

recuerdo

mi sencilla infancia,

A

A

Ed

D

Sexo.

is de : ddci A

UCA

Bello

:

drid

D

ARTES

y evoco dolorido la memoria de su serena paz y su fragancia! Y ; cómo doblo la abatida frente

al comparar su disipada gloria . con las tristezas de la edad presente! CARLOS CASANOVA.

ica A E

E

al

Y

o

REVISTA


EL

CARNAVAL

! LDoc:onida.... >

E

el lecho de blancura infinita, cuyas vestiduras están bordeadas de finísimos encaRS

jes, duerme

como

una blanca

paloma,

la casta Luisa, la

más

garbosa

jóveu del

9 puebleciilo de K.... p Su sueño es febril. Y más que uña mujer, parece la estatua yacente en donde el escultor puso su inspiración y su corazón de artista. . He Mal velado su cuerpo por fina gasa que indiscreta delata' las virginales forZ'mas de la joven, de una morbidez y de un color rosáceo admirables; su diestra mano cae sobre su seno que parece acariciar ella misma,.como si adivinara ¡las ternezas que encierra. A veces su respiración es tan lijera, que

cualquiera creería,

que sostiene un

misterioso colo-

quio con el sueño. Un canario de maciza plumaje amarilo, canta con dulces trinos en su jaula, como trovador que se complece en

preludiar notas

apasionado

amorosas tras la reja de la mujer querida.

El sol, como un niño que entra sigiloso para descubrir á hurtadillas agradables arcanos, se colaba pór la. orquedad de una ventana, y sus rayos temblorosos, acariciaban suavémente las rósáceas mejillas de la virgen.

Más la vírgen no despertaba. Tal vez le sería triste el despertar. Porque quizá su fantasía le haría acariciar la idea, que apolíneo jóven la conducía, estrechando por momentos su cintura, á la gruta en que enternecido le contaría sus pensamientos íntimos. O quizá, soñaba, que cerca del lecho en que dormía, estaba un doncel de negra: cabellera, que le pedía en súplica un beso de amor y que ella reía ante los deseos del joven, que se contentaba solamente con una mirada

cariñosa.

La virgen no despertaba. Parecía que se había alejado demasiado en sus májicos ensueños sorprendiéndola el dia en el ¿tamino de las quimeras, sin poder llegar á la hora acostumbrada al punto que se llama despertar. El canario, como si la creyera enferma,

_ cesó en sus

cantos, y sacaba su piquito de nacar por

las rejillas de su cárcel. vaba

Más de repente, tintes de carmín

Luisa tuvo un movimiento y despertó. Su rostro, que mientras dormia conserse trocó en una palidez de caducó marfil. Sin duda, su ser recibió una

dolorosa impresión, una decepción amarga. Como silo que su mente acariciara en

sueños se hubiera

: desvanecido al abrir sus puertas la

realidad, de sus ojos de garza se desprendió una casi invisible lágrima.

Se sentó al borde de la cama—como una corza blanca que abandona econ la primera luz del alba el lecho tibio de hierbas y de musgos en que dormía, arrojó á sus piés los cobertores y ligera saltó del lecho Pero, como poseída de una nueva idea, quedó en pié, inmóvil y: su vista pareció extasiarse en la tonces simultáneamencontemplación de sus te con el sútil lienzo eontornos, que creerian-

se

modelados

por

maestro jónio; tó

que le servía de cendal.

un

CRUCIFIX

Luisa

XH.

Dos ó tres veces inten-

eubrir

su,

cuerpo. Creeríase al ver que se

contemplaba, que

la ilu-

sión deun

sueño

fatal

y

de virgen | intocada

cólica,

que le quemó en su seno, delirante

á su

Unanuevalágrimaro-

avanza hasta el suplicio, ya delante, de tanto horroren la piedad se inspira, tiende los brazos hácia el ser que expira,

El

sueño

como

una

por lágrimas y sangre;.... dirigidos

cía atormentarla

dura-

se

¡ Y rie la mártir cuando entrega el alma ! :

vista, y allí, recli-

nada sobre el alféizar, estuvo largo tiempo, . triste y pensativa. sombra siniestra,

al ver sus ojos al espacio, en calma, deja en los labios lívidos impreso

coa

la inmensa

separa los cabellos, adheridos

do lijera: por su mejilla q. detuvo en su níveo seno como un

beso lascivo, al mismo

por

pradera que se extendía

sostiene su cabeza vacilante,

ubiese sido profanado.

cubrió en15 ¿

su mirada vaga, melan-

Está clavadá en cruz.... Simón la mira

. y recuerda el incendio de la pira

como un pájaro de negras alas, y que le ha_ cía temer, que su cuer-

cuerpo, que AA

rapi-

htana que abriera, dilató |

Afrodisia la esclava, agonizante

vagaba aún en su mente

il

una

jer, hizo su “toilette” asomándose á la ven-

desnudo

la inquietud con

con

dez impropia en la mu-

M. MARTINEZ RosSELLÓ.

|

|

mente. La

pobre joven

pare-

ha-

bía vouión una pesadilla terrible.

EDUARDO MARIN.


_ EL CARNAVAL _

_3

23

NUESTROS LETRADOS. Cuando en medio de nuestras estériles luchas de mútuo des-

crédito y anúlación común, vemos surgir figuras tan simpáticas, capacidades tan grandes, prestigios tan bien cimentados,

ven

letrado

cuyo

hoy nuestra revista,

como

el.

retrato

jo-

honra

los temores

de una posible absorción se alejan y el corazón puertorriqueño se abre á las más risueñas y halagadoras esperanzas. Muchacho aún, compartía

con

Carlos Casanova, otro puertorriqueño de gran valer y por lo mismo casi olvidado de sus compatriotas, la ruda labor periodistica, en la redacción de El Imparcial de Mayagúez.

Entonces se escribía de modo en Puerto Rico y era ciso

tener

verdaderas

escritor para un periódico.

dotes

otro prede

llegar á redactar Díganlo los vete-

ranos Don Salvador Brau, Fernandez Juncos “y otros que aun: viven, como quiendice ignorados,

y á diario

EMILIO DEL TORO. Sin mas

caudal que

sin más estímulo que

su

inteligencia,

su amor

puertorriqueño digno, veces quiso triunfar.

triunfó

propio de cuantas

En 1897 obtuvo el título de Licenciado en Derecho, regresando á la tierra nativa. El eco de sus triunfos llegaba hasta

nosotros en alas de la fama, llenándonos de satisfación

ver

que

y orgullo.

el antiguo

Satisfacción al

periodista

escalaba

de justicia, no es solamente un notable y un orador elocuente.

queño,

une la de ser un gran poeta.

Es de sentirse que la labor profesional, labor ingrata que lo obliga á codearse

con las

mitan

más

las Musas.

tos puestos en la administración del pais, orgullo, orgullo legítimo porque Emilio del Toro, y los que como Emilio del Toro

diosas no

son

ejemplos

mos'oponer á la obra de

vivos

que pode-

difamación y de

descrédito de cuantos se empeñan en hacernos aparecer como un pueblo incapaz de disfrutar de derechos y. gozar de libertades.

abogado A estas

admirables condiciones que le señalan puestos de honor en el foro puertorri-

por sus indiscutibles méritos, los más al-

proceden,

se rien del arte noví-

simo del periodismo en:+Puerto Rico. Sin duda Emilio del Toro, tuvo la visión exacta del porvenir y dejóá tiempo la redacción del periódico por las aulas universitarias. El actual fiscal de la Suprema Corte

miserias

humanas,

frecuentes

no le per-

espansiones

con P

Lástima grande que las puedan

mitológicas

someterse á

la ley de

Enjuiciamiento Criminal. A buen seguro que no andaría por esos trigos tanto escritor ramplón y poeta trasnochado dando que | hacer al público y molestando la paciencia á mas de un Director complaciente.


EL

CARNAVAL A

En cierta població, cuyo nombre no quiero decir, andaba

la Moral, como

la entienden

mu-

chos, cargada de teorias, y tropezando, en la practica. por culpa de los hombres, con los

.

risueños vicios, ; Alegres damiselas, de esperanzas tristes, celebraban orgias, de acuerdo con los jóvenes,

de las más “distinguidos”, dando lugar á razonables quejas; y manifestábanse, con el mayor descaro, en paseos públicos, para sonrojar á las castas virgenes. Estas se veían desdeñadas, porque la juventud, con sus distracciones peligrosas, no hacía caso de ellas.

En vista de éso, no

pocos padres de

fami-

lia, sumamente alarmados, acudieron bernador, don Octavio Linares, que no

nocía los hechos, para solicitar,

al Godesco-

puestos en ra-

'zón, el destierro de las meretrices.

El funcionario atento á las quejas, que fueron expresivas, indicó, por fin sonriéndose. —¡Con que el destierro!... —Lo aconsejan las circunstancias—afirmó uno de los individuos. —Mi hijo—advirtió otro—no vive en casa ;

Los mayores—no digamos vagabundos— pensando en sus hogares, decían convencidos. —¡Salvada la Moral! . Transcurrieron cinco meses. La juventud ociosa, que se distraia abajo, donde la desgracia rie, acudió á otras esferas fingiendo amor, para arrullar—en ejercicio la malicia—á mujeres ajenas; á Stas. inocentes. No faltó día en que no se dijera, en plazas y tertulias, á satisfación de los malvados. RS pr raptó ayer, al toque de oraciones, á Fulánita de Tal.

O de otro modo. —*“* Don BSutano, el mejor de los maridos, sorprendió anoche á su mujer ...¡Un caso de adulterio! De tal manera se repetían los hechos, que no había hogar, por respetable que fuese, donde la seducción, de arrullos maliciosos no hiciera estragos.

Los- “padres de

familias”, que no

tranquilos, visitaron al Gobernador, alarmados que antes, para decirle.

. —Señor: la Moral invoca, á las desterradas. —Hijas de Eva. —¡8Í! —¿ Qué ocurre ?

como

esas mujeres lo distraen; se han apoderado de él. —¿ Y que diré del mío ?—significó un tercontré anoche, como si falda de una de esas....

pervertida—que los de seducir, el mal, á mujeres crédulas.

dijera

Lo en-

perdido,

en la

El Gobernador, que sabía la “vida y milagros” de aquellos hombfes, merced á los

chismosos preguntó :

— + Y á qué fué V. allí ? No recuerdo....La casualidad

. me llevó.

—«¿ De brazo ?

Otro expresó, hijas

muy

ambas 'casaderas, y

formal, que

expuestas á peligros.... —¿ De no casarse ? La juventud distraida

tenía dos

que vivian

con las

.

aisladas,

otras, cnyo

* destierro anhelamos, las tiene preteridas. El señor Linares, reconviniendo á los “moralistas””, responsables del mal dijo. —V. don Obdulio, hizola desgracia de “Luisa”; V. don Anselmo, la de “Petra”; V. don

Elías, la de Gertrudis; V. don Enrique la-de “Juanita”.. .todas meretrices. Esas mujeres,

que os Jescorao hoy, las habeis hecho vosotros. oes extraño, pues, que los hijos, si-

guiendo“el ejemplo de los padres, 'se diviertan. con ellas. , Los hombres permaneciéron, en silencio, mirándose unos á otros, como si dijeran—; “to.

¿ do lo sube”” !—y el Gobernador, dominándolos, prosiguió : —Recogeis el fruto; sembrasteis vicios. ... . Unode los manifestantes, con fisonomía humilde profirió — Teneis razón ; pero el mal de donde quiera que venga, debe repararse.... , —Decretaré

el

destierro, no

sino por la Moral, que —¡Ah gracias !

: Pocos

dias

interesa

despues—en

por vosotros,

á muchos. :

breve

quedó en la cindad, con pesar de los una de las mujeres referidas.

plazo—na

jóvenes,

—Por

la juventud,

hogares

sin

garantía

i

—¡Ah!....¡Nuestros tados! $ —¿ Por quién ?

cero—No se oéupa ya de los estudios.

vivian

no menos

otros

se ven

asal-

ideales—ya inspirada'en

eri

—Las meretrices, que hicimos nosotros, como V. ha dicho, protejen de modo indirecto

á las honestas damas. —¡ Cómo ?

—Entreteniendo á esa

juventud,

la cual,

sin tales distracciones, dejase conducir, por el deseo audaz, á elevadas esferas, para destrozar honras.

—¡Os habeis vuelto locos ?...Es decir que el vicio, con sus alegres fiestas, defiende... á las. virtudes? —Al santuario social. El Gobernador paseábase, meditando el asunto, y uno de los peticionarios, .estimulándolo en favor del decreto le dijo : —Hoy se trata de nuestros hogares, á donde sube la sedueción, de efectos tan sensibles,

y mañana

alcanzará al vuestro....

—¡Al mio no !—respondió el La educación, no ya en teorías,

en ejemplos, garantiza mi hogar. —Pero

funcionario— sino también

los. nuestros....

—Los habeis hecho digno con vuestras practicas, de que suban á ellos los vicios. —¡Os imploramos!.... : —Levantaré el destierro de las metrices.

—¡ Muy bien! Tras una pausa,

que

fué breve,

objetó el

Gobernador, camo reconvenicón amarga, viendo la conciencia de los circunstantes.

—¡Ah!

Cuando un

nes, invoca á los cionando ellos—á

pueblo, en esas

hir-

condicio-

vicios, para defender—funesposas é hijas...¿no mere-

_ce extinguirse, como Sodoma bajo las

llamas?

L. A. PONCE DE LEON .


CARNAVAL

O vcidnigancicaliaoadilióntads

(a,

Para tí.<=> ap” EE ERAS EN

EL ALBUN

DE LA SRTA.

Lala

Ya que exiges cariñosa Que grabe mis pensamientos En la página primera De tu libro de recuerdos,

Con ese mismo cariño Te complazco en tus deseos,

Para decirte unas cosas | Que yo sé desde hace tiempo,

lrizarri.<-

Y el ruiseñor y el gilguero Pusieron

>

en su garganta

Sus armónicos acentos. Diana le brindó primores, Y sus mil encantos Venus, Resultando así un conjunto Maravilloso y espléndido, Como nunca lo forjaron

*

-

Y quiero que tú las sepas; Oyelas, pues, que no es cuento: En una tarde risueña

Los bardos en sus ensueños....

Y en un mes

La ninfa de que te cuento, La que nació entre sonrisas,

que no me acuerdo,

En un jardin encantado Donde crecen altaneros Arbustos que con sus flores Perfuman el prado ameno,

Entre aromas y. sonrisas, Resplandores

y gorgeos,

Nació una ninfa mas bella Que el mas hermoso lucero. Y pura cual de la aurora

Los resplandores primeros. Trajo al mundo los encantos De los purísimos cielos, Y le dieron sus perfumes Los lirios, los pensamientos,

Los jazmines, las violetas Y los floridos almendros. La rosa le dió colores Y los astros sus reflejos, Sus alburas la azucena,

Eres tú, niña de rosa,

Y perfumes y

aleteos....

Por eso es que hay en tu frente Alburas de terciopelo, ,

Y son tus carmíneos labios Urnas de mieles y besos. Por eso es que hay en tu rostro

Rerfiles del tipo heleno, Y rayos del sol ardiente En tus dorados cabellos, Y por esa hay en tus ojos: De mirar tan dulce y tierno,

Fosforescencias de aurora Entre oleadas de fuego, Entre fulgores de estrellas

Y resplandores de cielo! GUILLERMO V. CINTRON. - .

—RDER—

e

eS

Eda


CARNAVAL

UN

e RISTE.

$ E conocí en un paseo de la ciudad, hermoso fresco como

un valle.

Era

la noche.

3 odoroso soplaba de la playa, É? sonidos

rumorosos

muy

como

Un

cerca

de las olas vibraban

un jardin y

remusgo

suave

y

de aquel

sitio, y los

turbando

la tranqui-

lidad de aquella hora. El desconocido paseábase agitadamente, y parecía caviloso. Yo también daba vueltas, tomando el fresco y con la atención desviada de todo objeto; al extremo de que, por no quedar ocioso, dediquéme, por curiosidad, a observar aquel ser que parecía tan abstraido. En uno de los encuentros que tuvimos, pues marchábamos paralelamente, aunque en sentido inverso. se detuvo frente a mi, y me pidió sin saludarme siquiera, que le diera un cigarro, que tomó alalargarle

-

la petaca.

Al encenderlo ví su rostro, pálido como una visión, y su frente, hermosa y dilatada, sobre la que caian grandes mechones de un pelo gris. Hablando, hablando, me convencí de que aquél indiyiduo era un neurótico divagador.

Se

conocía en su

semblante

contraido y como

ul-

trajado, en el que reinaba la expresión de una gran pesadumbre; y se constataba al ver su modo de decir: versátil, inseguro, casi desvariado. —Creálo V.,—me decía—con voz trémula por la agitación quee ¿dominaba.

Estoy

aniquila;

que me

blancos:

los

enfermo,

contrista

de

y me

una

enfermedad

anonada.

negros son los de aprensiones

que me

Mis días y

perturba

y

son negros ó son

displicencias;

los blancos

son los de desmayos é indiferencias. No -tengo dias rosados como la aurora, ni verdes como la esperanza. Noaliento más que tristezas profundas y dudas inmensas. Comprenadí al oirle que era poeta, pues gustábale usar de imágenes en la conversación. Y pensé que fuera un enamorado melancólico,

contrariado ó desengañado....

A

—No, se apresuró á decirme. Jamás he sentido las conmociones de la pasión, y nunca he sido envuelto en el torbellino de un gran entusiasmo. Le digoá V. que soy un muerto. Mi vida es siempre la eterna vida del neurótico displicente, tornadizo y agreste. Mi voluntad no tiene inflexiones determinadas ni impulsos tenaces. Sin camino fijo, sin sendero seguro, voy donde me conducen mis tardos pasos vagorosos:

allí donde se apagan los ruidos mundanos cio de la naturaleza —¿Habréis

y solo es

percibible el

sufrido alguna contrariedad grande

bulli-

en la vida, ó reci-

bido un gran desengaño en el amor? —No, no; os repito que nunca he amado. He pensado, si, que el amor es la fuerza motora de la vida, y que las pasiones sexuales, al paso que engendran una gran ambición, siendo puras, agigantan la voluntad; hacen el gusto más exquisito, y despiertan el sentimiento, que aviva la fantasía. Sí; he creído en la virtualidad de esos efectos maravillosos y en la multiplicidad de los encantos que la existencia presta al queama. Y sin embargo, jamás he amado, porque no son amores esas complacencias vanas de la presunción en la primera edad....Ni

podré jamás amar! |

—Por qué? — Porque

cuando be

percibido en mi ser

interno la caiticiontila


EL CARNAVAL

DA a comezón

s>*+

del amor, y la imaginación ha poetizado

una mujer,

dándole

los encantos de una forma virginal, y el colorido de un ángel y los prestigios de una diosa, ha cruzado á la vez por mi mente una idea destruc-

tora: dad

la idea de la materialidad de la forma humana del fondo de la existencia,

donde

no hay

y de la mundanali-

perfume

que no tenga su

hez, ni pasión que no abrigue su cálculo; y entonces la visión, exornada con los atavíos del ensueño que mi fantasía de poeta le dió, ha rodado, desvaneciéndose ¡Oh realidad!

al

choque

de aquellas

reflexiones en el cerebro.

Dijo esto con rabia, con rabia dolorosa, como si le apesadumbrara ser tan sutil y tan pensador; como si sufriera por encontrar en sus re-

flexiones aquel fondo tan amargo,

Al oirle, su modo

de expresión

aquélla viurdad.

denotaba

para él tan patente.

una tristeza

infinita, que nacía

de su convicción en tales ideas, y de lo mucho que le dañaba guridad tan absoluta....

aquella se-

Quise argúirle algo, para consolarle y animarle.

—Bien—le dije—¿Por qué os mortificáis así? ¿Cómo es posible que vuestra mente cree el ensueño, un ensueño nacido de un sentimiento noble y regenerador,

como es el amor,

y que esforcéis luegó vuestro ce-

rebro para derrocarlo? Y si consideráis el amor sublime como una quimera, ¿por qué le dais acceso en vuestra fantasía, si sois un indagador de la realidad?

La realidad,

es también

para que la vida sea cierta es preciso cuerpos. La realidad, sí, es hermosa, moniosa

del

modelo

femenino;

hermosa;

y tan necesaria que

que esté representada por los: porque realidad es la curva ar-

reales son sus caricias,

reales sus afec-

tos. Si quereis la idealidad ella no reside en los seres vagorosos y aéreos, intangibles é ilusorios.. Ella existe dentro de la realidad, y no es sino el refinamiento de ésta: se encuentr en la castidad de la mujer, en la pureza de sus deseos, en la abnegación de sus sacrificios. Cree, amigo, cree en la verdad del cariño, porque él existe aunque lo nieguen los excépticos y lo falseen los infames.... Y le seguí hablando, persuadiéndole, animándole. Era un empeño. Conozco esa enfermedad desiquilibradora de las facultades, debilitadora de la energía, desplazadora de la voluntad. Conozco esa en-

fermedad

que

se llama

neurosis, que ha

originado tantos suicidios.

Y poreso

formado

tantos

bohemiosy

discutía con aquél pobre misán-

tropo, desconsolado, solicitante de la soledad,

que

buscaba pór

instinto

los sitios desiertos, tranquilos, para divagar á sus anchas, para soñar á su capricho, sin que le perturbaran los ruidos del mundo.... De pronto se desvió de mí, hizo un saludo indiferente, y se

mp atenderá mis indicaciones para que me siguiera acompañándo Quedé solo. Me dominaba el pensamiento de conmiseración que tuve al tratar á aquél bohemio. Siempre me he condolido de la existencia de esos tristes seres, semi-maníacos, indiferentes consigo mismos,

solícitos con las tristezas agenas, capaces de la resistencia hasta el heroísmo, pero incapaces para la lucha, inútiles para el esfuerzo; sin el lastre tan necesario del egoismo propio, sin ambiciones de ningún género, sin aspiraciones concretas, todo abstracto, enmarañado en el cerebro, junto á los sueños informes de la fantasía siempre exaltada. ¡Ah! Esa vida incierta, sujeta al acaso, abandonada al azar, sin que la volunmente,

es el fatalismo;

el fatalismo

siniestro, enseñoreándose de los corazones, abehrantando las voliciones, impeliendo al hombre

donde quiera llevarle la suerte.

ALBERTO MARIN

|

MARIEN.

AS

tad gobierne el impulso y dirija la


EL CARNAVAL

568

La Sanseverla. -

““sansevérico” y sise me ce mil dollares, es facil cultivo.. Usted como cer mis desinteresadas

anticipan diez ó doque me dedique á su

lolita dará á conointenciones; etc. etc.

Suyo affmo. (Me ASTA

las

narices

me tiene

esta

, Planta textil. Créanmelo ustedes, le estoy eogiendo odio á los textiles. Y.

|

A cada rato me encuentro con la hoja, que parece un sable, amenazándome los ojos.

esta la “Sanseveria” , señor, esa es. —¿Pero está usted seguro —Segurísimo. —Y dícen que produce $2.000 por cuerda.

—Hombre ...eso pregúnteselo usted al Sr.

Agostini. , Doña Laura esta sembrando su corralito dé*“Sanseveria”.... —Es el porvenir....—le dice á Casta. (Casta es su hija mayor) —Pero mamá—replica la joven—si yo no le téngo afición....es una mata tan sangrigorda .... —Tu

eres

como tu

padre,

cabecidura....

A qué no te has fijado en la fibra.... —¿De quién ... : —De la “'Sanseveria.” —Jesús mama.... Acuérdese cuando aquel sugeto de la Insular se enamoró de mí y me aseguraba que era de fibra.... Díos mío.... ¡le tengo un

miedo á las fibras

1

—Pero estas son textiles.... —Peor mamá, peor Don Lorenzo López un agricultor nado,

cosechero

de lerenes,es

también

tusiasta decidido por la “Sanseveria.” - ¡Esto es hermoso

—$Si señor....muy

verá

las

solterón por cierto, mujeres,

que

que se ha

enamorado de la “Sanseveria.” El otro día me convidó para que viese sus matas. como si me dijese sus novias.

Y fuí.

Las

encontré

de

todos

tamaños;

pero

lo

mas particular eran tres hojas que tenía ya desfibradas y artísticamente tejidas en forma de trenzas.

]

—“Sanciriaca.” “Sansirica” y “Sansifuentes....tres niñas espirituales...

— Chico, le dije—de aquí irás para el mani-

comio: lo que no han conseguido las mujeres, lo ha hevho la “Sanseveria””; chiflarte... También he oido hablar de un divorcio,

originado por la *““Sanseveria.”” Don Cosme y doña Leonor

constituían un

matrimonio modelo. ] Ni la más leve nuve había empañado su felicidad, hasta que sobrevino lo de la dichosa mata.

Don Cosme se enamoró de la “Sanseveria” y como la nombraba á cada rato, su mujer llegó á coger celos. —Eres un monstruo llegó á decirle un dia— ya ní me acaricias.... Esa “Sanseveria” te ha robado el corazón, un corazón que me pertenece.... ¡Cochina....! ¡mala mujer....f ¡yó —Pero, hija... sino es mujer....

arruiun en-

!

hermoso.

Hasta el presente.....

—Mujer

no....¡un

demonio

1

Eso sin

que me lo digas. —Pero.... Leonor.... —No me hables....;tengo pruebas....; la otra noche estabas soñando con “su sedosa hebra”.... —De la “Sanseveria,” hija .... —Sí, de esa: baladrona.... —Pero si noes baladrona... —¿Qué no es.. .? ¡Todavía la deflendes....? ¡Infame! Traidor ¡Adúltero!

—Pues es lo que hay que ver, el hilo... —Así lo creo... —Esto no necesita cultivo. —+ Cómo ?

Y de aquí vino el divorcio. Para eso, Pirule.

Se tira aquí, allí, donde usted quiera y nace

sin sembrar.

Pirule es un muchacho que no conoce los “nuevos métodos”; pero que estudió por los antiguos.

—¡Caspita :....! —Esto es lo que se llama

pero

he de arrancarle los ojos...,!

—Vea usted la hoja .... —8i, señor....la veo. —¿ Ha visto usted el hilo. ..?

—¿ El hilo...?

Tengo un amigo. no puede

reservo la firma)

—Pirule, ...¿que

“yerva bruja”...

—¡ Recorcho ! ¡—Y si yo, en lugar de sembrar lerenes hubiera sembrado de esta planta, sería milNonario.... ¿no ábunda usted en mi cre-

encía, . ..? —$í, señor abundo ... , Ayer recibí una carta de San Sebastián : “Estimado señor: Supongo que usted es-

lizar

opinas tú

de la “Sanse-

..se...veria....déjeme usted ana-

“San” .. ¿adjetivo, santo. “Se”. ...forma refixiva del pronombre personal de tercera persona. a : “Vería” (con acento en la í) pretérito imperfecto de subjuntivo del verbo ver. para ver...

to...1) Pues sepa usted que lo que se dice es una tontería: la “Sanseveria” nó solo es textil, tie-

por veró en viendo....Señor ¿quiere usted que le diga la verdad? Ñ —Dila. —Pues que no digo en Gramática, en Arit-

nOZCO dósdolel vientre de mi

cero al cociente.....

tará enterado de la

ne propiedades

comerla á pasto:

“Sanseveria”.... (¡y tan-

curativas

espantosas;

machacada

para los espasmos y

madre,

que

la co:

solía

con aceite sirve

con aceite y vinagre para

“ensalada; como mata callos no tiene rival y ex - insecticida. Me propongo escribir un tratado

mética

“no le conviene”

y que

por lo tanto,

El diablo es Pirule, y eso que no ha estudiado por los “nuevos métodos

M. GONZALEZ GARCIA.


' EL

CARNAVAL

FILOSOFIAS. e: Qliieres aún más? PARA

EL

¡Exige!

¿Que tefalta ?

¿ No tienes mi carifio inmenso, ardiente?

CARNAVAL.

¿ Se borraron las huellas de mis lágrimas ? ¿ No conservas escrita con mi sangre

La

envidia

excepciones ni

mo las dad.

tiranías

es

pavorosa.

otorga

No

hace

concesiones.

Co-

antiguas,

¡Con sangre demi ser! mi última carta ? S ¿ Que más quieres de mí? ¿No me desprecias? ¿ No tronchaste la flor de mi esperanza ?../. Si dices que tu amor no será mío:

ignora la pie-

Suyas son las emboscadas,

Si dices que te inspiro, mujer,

la. per-

De mi sincero amor, que mis

fidia, la calumnia. Es feroz y cobarde. En la locura de su rabia quisiera anonadar con la violencia é irresponsabilidad del rayo, y al propio tiempo quisiera descuartizar lentamente, voluúptuosamen

so,

pal

Las dicta el corazón, y que no Aumentar

más

qu

mi desventura amarga,

Si dices quesoy débil, y te ries Cuando me ves gemir: si tus miradas Son abismo eternal de indiferencia, ¿Para que quieres conservar mis cartas?

te, en la indolencia del placer.

2

.-

¿ Por qué no las devúuelves? ¿o da a , Si desprecias mi amor ¿pór qué las guardas ?....

Hay veneno en su elogio, en su aplauen su crítica. Reconoce el mérito

ageno á condición de emponzoñarlo.

Si me has dicho que vives con

JOSE LIMON

No

vacila en elevar el pedestal de una gloria pero como coloca el sepulturero la losa

es z

DE ARCE.

Cuadrado.

de uña tumba: es seguro que abajo hay un cadaver, y la envidia sabe bien que no

se realizará el milagro que cantó Magda-

dalena. Como las religiones bárbaras, necesita sacrificios, elige sus. victimas entre sus propios ídolos. No entiende de armas prohibidas, no tiene interés de moral. La intriga, la insidia, la diatriba, la anarquía, salen de ella como del monte las víboras. Vive triste con la tristeza mísera, enconada, sórdida de los hu-

millados y los impotentes. perada porque

Vive

deses-

todo el daño que hace

con

ser contínuo y multiple no alcanza á conformarla. Es insaciable como la lujuria

' L 1.

Adverbio. Nombre de varón.

MI.

Cuadrúpedo vivíparo.

IV.

Sacerdote.

de Mesalina y horripilante comolas mons-

IV.

ma;

do al revés.

desolador é irreparable

como

mutilación. Para tí no hay Sol! > ha menester de la compasión cooh vil

gusano;

pero la

naturaleza

an sentimiento en el cual 1 destino: el desprecio. JACINTO

encerró

LOPEZ.

se leerán tres veces en el cuadro.

Se le regalará un trimestre de suscrición á EL CARNAVAL, al que mande la para

a

á

Además, una vez ¡compuesto, las | letras sesgadas serán iguales entre sí, Además las dos primeras palabras

solución

:

dblor de su mal, cultiva la una flur de muerte.

Léese también este cuadrado de aba-

jo arriba, dando iguales palabras er

;

el

Seguro, sin riesgo.

el próximo

domingo.

advierte que si son muchos, se sorteará dando al público los nombres de todos.

MIRTO.

LT A

y en

m7

E

y

A

venganza

A

la

p

como

hiere como las serpientes. Es amarilla como la bilis, verde como el limo, pálida como la muerte, -.Es cínica, multíforme y servil. Se niega y se condena así mis-

O

Vela

(al revés) Nombre de varón. pa Palabra triste. me Verbo.

Ñ

negro.

L IL. TI.

A O

clavo

Extorva cocomo un es-

Ja rusá

truosidades de Heliogábalo. mo los osos. polares y ruin


EL CARNAVAL El

= PUNTOS LITERARIOS. >

año

escolar.

.

Conjurado él conflicto económico mañana quedarán abiertas tudas las escuelas de la isla ue funcionaron durante el año anterior, para

dar principio á la labor escolar, Nos proponenmos en números sucesivos ocuparnos con N. O.- San

detenimiento

Juah.

No tenemos

inconveniente si arregla el úl-

timo verso. Es de muy mal tono esa figura que figura todo.

lo des-

Nuestro

Director.

Desde esta semana, la direción del periódico ñor Bas Aguilar. El estado de

Agradecido y se publica en este número.

queda encargado de nuestro redactor se-

salud de

nuestro

tal, que tiene por prescripción

Direetor es

facultativa que

abandonar por algún tiempo las tareas periodistas para buscar el reposo y la calma de que

LINARES—Ponce. Está usted de broma ¿verdad? Pues yo no estoy para bromas.

tan necesitados andan su cuerpo y espíritu. EL CARNAVAL desea á su Director un pronto y conmpleto rostablecimiento.

X. X.—$San Juan.

Llegó su artículo '*Mi modo de ver.” naturalismo, amigo

mio,

No todo lo que se vé se puede usted?

decir

Para

|

monos

turalismo.

na-

¿Está

campo.

Van los estimados dia alegre á

una cosa ¿Son

el

Cuando circule nuestra revista estarán camino de Toa Baja todus los periodistas y escritores de San Juan.

MISANTROPO—Cayey. postales

orillas

compañeros á pasar un del

rumuroso

Plata,

y á

compartir con el dulce y laurendo poeta Ferdinand Cestero la satisfación del último triunfo.

Ó petene-

ras las que usted escribe? Aclare eso y si son peteneras se publicarán.

En aquel hoga rfeliz, donde la alegría bulle y retoza, pasarán los compañerds en letras, horas de verdadera espansión.

L. R.—Yauco,

»

Llora usted mas que un recien naeido. No hay peor decadentismo que el de llorar cantando. ¿es un decadente consumado. Si sigue llorando será dentro de poco

decadente consumido. Ya sabe lo que le espera.

Miss Esta ilustrada

usted

desempeñan,

Carlos

Travieso

:

se parece

Le tengo miedo á los areopagitas de Caguas. Son peores que los de la Capital. Y cuidado !

. A VUELA PLUMA. -

Cooke. Profesora

americana acaba

de regresar de su viaje á los Esttados Unidos. Miss Cooke no pertenece al númerodé las americanas que sin eondiciones para el caso,

un

FLORIN—Caguas.

noes

del'sis-

progresiva de la modernos y ,su

Un redactor especial quedará encurgado de

J. L. de A—Arecibo.

Si

algunos

esta sección del periódico.

esta última clase.

mucho.

enseñanza

de la influencia

tema antiguo en la marcha enseñanza, de los sistemas aplicación en Puerto Rico.

Entre verso libre y verso disparatado, huy una gran disferencia. Los suyos pertenecen á

Dígame

cuestión . de la

maestros,

de nuestros

J. ROMERO —Maricao,

Menos

de la

en Puerto Rico, dde las condiciones de

.

amparadas

por el

favor

oficial,

altos puesto en las escuelas públicas y oficinas del Gobierno. Dotada de grandes “simpatías y de no común ilustración, posee Miss Cooke excelentes condiciones para la enseñauza.

Al felicitarta por su feliz arribo á las playas puertorriqueñas le deseamos en su dificil cargo.

Julio

Cesar

grandes triunfos

Gonzalez.

Por atenta tarjeta nos particípa este distinguido amigo que ha abierto su oficina no-

tarial en la calle de San José rrúmero 17. La

Jaime

Sifre.

En el último vapor ha emburcado para los Estados Unidos este apreciado joven y muy

querido amigo nuestro.

Va el estudiante puertorriqueño animado de los mejores desens y aseguranros que, dada su aplicación é inteligencia, dejará bien pues-

ta en loseolegios de la unión, la bandera puer-

torriqueña, premiando asi los esfuerzos de sus

cariñosos padres.

reputación de

nuevo Notario dación.

>

público

que

es

goaa

en

el

pais el

su ANESCE rEoarican-

Al darle las gracias por su atención le de-

seamos todo genero de prosperidades.

en

Ultima moda. Hemos

recibido

los últimos

lo tan núm; ha estu

esta interesante publicación española | OS, ,

siempre nuridat de

interesan/

«

p


571

CORTAS

(CON'TINUACION. ) estaba

salida

como

al día siguiente en pié, sin temía el

nocturna.

Pero:

médico, por

Valdés

aquella

consideró

que

era deber suyo advertir á Rosario del peligro que aquella existencia agitadísima constituía

para su minada.

marido, cuya salud estaba ya muy Era por lo tanto imprescindible un

cambio de vida, y puesto que Julian se negaba econ una terquedad. funesta á reducir las horas de trabajo debían disminuirse las salidas, sobre todo las nocturnas. Valdés no du-

daba qne al hablar

ch

-

—¿Yo? exclamó la joven sorprendida é irri--

VIII Julian

|

e

LA MUÑECA Por Carmela Eulate Sanjurjo.

e

NOVELAS

resentirse

así se captaba

una

aliada

tada de lo que consideraba una intrusión injustificable del médico. Tiene usted extrañas ocurrencias, Vaidés; y á la verdad, para

una mujer jóven y

deseosa de divertirse como

—S8in embargo

Rosario

—¡Oh! no insita usted.

Ni aúná

mí ma-

rído que es muy raro y que le gusta que lo mimen se le ha ocurrido proponérmelo!

Valdés desistió

considerándose

impotente

para luchar contra un

Julian cumplir las prescripciones del médico. Sería frívola, pero quería á su marido, y en

dedicó á combatir por otros medios la enfermedad nerviosa que minaba á Lasaleta, Entre tanto la situación había llegado á un

cuanto supiera que su salud estaba en peligro,

se apresuraría á hacer todo para curarle. Rosario le oyó sin interrumpirle pero prestándole poca atención, púes se acercaba la hora del paseo, y esperaba. á la doncella. para

que la vistiese y peinase. tan importuno!: La había

¡Aquel Valdés era sorprendido en ba-

ta, con *“papillots” y como estaba tocando el piano no pudo excusarse de recibirle. - Procuraba arreglar los pliegues de su traje, juguba

que

seando que Valdés se

pues

podía

prenderla

el

su talle, de-

marchara cuanto

presentarse en

cefiía otra

visita

““mis-négligé

No

antes,

y

sor-

le

inte-

rrumpía, para que acabase más pronto sabiendo que no hay nada que. prolongue tanto un diálogo como las interrupciones. —Usted que tiene tanta influencia sobre él, continuaba

á ese

loco.

Valdés,

Julian

ayúdeme á convencer

no debe

salir de nochey

menos á esas fiestas que terminan

tan tarde.

—$Se lo he dieho ayer y no quiere hacerme caso.

Figúrese

usted

cualquiera de mis

que

amigas,

yo

puedo

ir con

vamos en carruaje

con un cochero de confianza, y si él se

pusiera

malo, que no lo ¿reo, quedaba Teresa en casa. Ella es muy dispuesta y lo atendería con el mayor

cariño,

pero

Julian

no

quiso

acceder

por nada, y se empeñó en acompañarme. -—Lo mejor sería que se decidiera usted á quedarse en cash. Está enfermo y los enfermos Son tan caprichosos. . ES :

V

-

yo, el quedarse en casa cuidando á un enfermo imaginario, á un monomaniaco, no tiene nada de halagúeño.

poderosa pues solo ella, como habia visto en épocas pasadas, tenía influéncia para hacer á

con el cordón de seda

NATA

_EL CARNAVAL_

a

y

egoismo tan

no $e tomaba el trabajo

frío, y que

de disimularse, y se

punto en que era insoluble, y un escándalo, una demanda por dengdas amenazaba deshonrar el nombre de Lasaleta. Sus amigos le ha-

bíán ido abandonando poco á poco y se encontraba

ya

sólo,

para

hucer

frente

á

la

catás-

trofe que había previsto dos años antes. vendiendo todo lo que poseía, faltarían

Aún alga-

nos miles de duros para pagar.

Julian estaba encerrado en s$u despacho, sentado ante la mesa, y descansando la frente

entre las manos.

Esparcidos senía ante la vis-

ta, los papeles que

atestiguaban Su ruina, fac-

turas cuentas de modistas y de joyeros, recibos de prestamistas todo el horrible acompañamiento de su naufragio social.

mulas algunas

desdoblaban ya

un

sentaban en su

poco

aquellas

Sus manos tré-

hojas de

papel,

amarillentas que

repre-

mayoría

costosós

caprichos de

Rosario. “Por un abrigo para la señora de Lasaleta, piel de zorro con vueltas de terciopelo 4.000 reales. Por un traje de raso, encajes. Valenciennes...........o....2.. 6,000 ,, Por cuatro sombrero de castor, de tereiopelo, modelo de París forma **Czárinay otro de

paja Italia, última novedad La noche había

cerrado y tocó el timbre

(Continuará)

:


572

de

Fl

mejor

SITUADO

EN

EL

Hotel

PUNTO

MAS

HABITACIONES

LIMPIEZA ESMERADA.

— wm

wm

para

LUZ ELECTRICA.

PRECIOS

MUY

Y

— wm

wm

LIMITADOS.

CRUZ CASTRO

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BARATA.

Y

EXCELENTE

COMIDA

mi

R.

10-12.

CRUZ

10:12

- DE

SOMOHANO. >

JOSÉ

BALDORIOTY.

PLAZA

No hay mas allá HAN

LLEGADO

LOS

RENOMBRADOS AFAMADAS

VINOS

BODEGAS

de

mesa

FPRAY

Sy Cuanto la realidad.

>= <=

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,

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Ejerce en todos los Tribunales Insulares y Corte Federal. CRUZ 23, ALTOS.

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|

familias.

CENTRICO

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DT emma. TELEFONO 193.

CRUZ

a APARTADO 535,

19

ve

e

e

EL CARNAVAL

en elogio

de estos

vinos

M.

di

es poco,

DEPÓSITO

€“ >

comparado

con

GENERAL

LOMBA

Y

Ca.

4


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