*]
E
EL
CARNAVAL REVISTA
DE
LITERATURA
Dedicada
al
|
Y ARTES
Bello
Sexo ]
EDUCADA LA
MUJERy Y HAREIS
PUEBLOS
8
Peer
=
PACO BAS AGUILAR?
E
OFICINAS: December 19, 1902, at San Juan,
A
mnnacróm:
anmons
JOAQUIN E. BARREIRO.
LIBRES
Entered
Año 3.
|,
Un mes... 2505. +
SAN FRANCISCO 95.
P. R. as second-class
|-Untrimestre 70'“ A
Num. suelto 7
matter, under Act. of Congress of March
SAN JUAN, PUERTO RICO, NOVIEMBRE 221903
* - Núm. 74.
Y A Beatriz Lamela. EN
SU
ALBUM.
Cada postal es pájaro sonoro Que
en su jaula de oro
Lanzando trinos morirá mañana; Mas ¡ah! que hermosa suerte Dormir
en el regazo de la muerte
Cantando tu belleza soberana. MANUEL M. SAMA.
3, 1879,
AN
á
_, EL CARNAVAL
- FATALIDADES DE LA MODA. JN
QA
t
¿Que es la Moda?
Uno de los medios
eficaces de explotación,
que ha logrado
en práctica el mercantilismo humano.
más
poner
No hay otra explicación más justa, que la haya más clara ó más abundosaen ceptos.
auncon-
La Moda, puede decirse, es el negocio de los trapos. La Moda cuesta á la humanidad más desgracias que la guerra. Es la guerra tambien; guerra á la modestia; á la sencillez de las costumbres; á veces, al mismo honor. ¡Cuántos sacrificios estériles se han hecho en
z
Aras tiene. Como las desgarbadas santidades del fetichismo, la Moda ha obtenido al-
tar.
En su altar ha
puesto
flores
la ignoran-
cia, como en una festividad escandalosa. Es la diosa Serapia, con la cabeza llena de ratones. No se tiene memoria del fundador de la
Moda, sino á estas horas la puerilidad de muchas mujeres le hubiera erigido un mausoleo. Lo merecería, en verdad,
lápida esta frase. Como
para
poner
“Explotación.”
sobre su
las estaciones, ella se renueva;
á ve-
ces se repite como la historia; á veces no vuelve más como el fuá; á veces desaparece al estruendo del ridículo eomo el
tas veces élla ha desafiado al
polizón.
¡Y cuan-
Arte y á la Cien-
cia!....
Embustera de
todos los tiempos, lle-
lidad de
la mujer gallarda que á las risibles ex-
va su engaño lo mismo á la candorosa
natura-
travagancias de la mujer fea. Priva en todas partes, sin piedad para la desgracia que precipita al lodo, sin consideración
para la ventura
que más de una vez ha enlutecido. La Moda es ruin, porque no reflexiona.
La rica derrocha la fortuna acumulada por sus
padres en buena ó mala lucha con el prógimo; y la pubre p pr alternar.con la rica, rindien-
do tributo á igual vanidad, sucumbiendo á las desastrosas influencias de la Moda reinante.
Vemos en calles y plazas y teatros y templos, á una tropa de mujeres que llevan en sus cabezas toda una carabela de paja, cintas, plumas, aves disecadas,
piedras de
vistosos colo-
res. lo cual representa, en muchos casos, In ganancia de dos ó tres semanas del trabajo honrado de sus padres.... muchas veces se ignora de donde salió ese lujo inmoderado, lo que es aún más grave y debiera extremecer de vergúenza á la misma infeliz qué lo ostenta. Y,
en cambio, en muchos hogares, por cuyas puertas entró la moda en forma de un traje portentoso ó un sombrero despampanante de riqueza, falta á las horas naturales del día un pan de
trigo ms
libro
alimentar
el cuerpo
anémico,
6 un
instructivo, ese pan de verdad y de ho-
nor que tánta falta hace en el hogar y que es el único amigo fiiel de la virtud y del. trabajo. La ex a Moda-es la corruptora de los pueblos. ¡Qué tristeza inspiran sus devotas; y qué ideas dolorosas nacen en presencia de sus es 1 Una dela acotado no se conforma con
su belleza propia, la que Dios da y nadie puede quitar sino él mismo. El, ejemplo perni-
e
cioso de las viciosas de alto coturno,
baja á las
obres clases sociales, en una prolongación de esastres inenarrables. La hija del obrero,
uiere vestir como so erea el dolor, el
la hija del potentado; estímulo insensato de
ostentación, el peligro le las buenas
y lu
costum-
bres, el desmayo de la conformidad : la muerte escandalosa de la virtud. ¡Oh! miserables En-
ménides
Muda!
que
rodean
Ellas ló
la ruindad del
el
carro
arrollan
todo,
espiritu
triunfal
de la
contando
femenino y con
con
su va-
nidad desenfrenada.
Dios dá á la virgen su tesoro de mercedes ;
cuerpo de diosa, carnes de marfil y nardo, cabellera de oro como la de Berenice, ojos como negros granates empapados de luz; y éso no le basta. ¡Insensata! que no busca en el ata-
vio sencillo y honesto el complemento de su udor y de sus naturales gracias, sino que ls busca en el pavon de las modas
extraordina-
rias que la ofrecen unas colas de dragon ó unas mangas
de
un crepé
fragata ó
crepitante,
unos
como
moños
expresión
postizos ó
de estú-
pida falsedad innecesaria, que dá, á veces, al traste con todo lo bello creado por la Naturaleza y con todo lo noble inspirado por la educación del hogar. La mnjer liviana no se conforma jamás. He ahí su infelicidad. ¡Cuántas han sacrifica-
do la paz de toda su vida en el altar de la Moda tan estúpida como el pecado! Yo sé que modistas y comerciantes no han de aplaudir mis teorías. Entendámosnos. Yo
no critico la costumbre nobilísima de bien vestir, de vestir con limpieza, con decencia,
con puleritud. Yo combato la vulgaridrd de las modas, la volubilidad de éllas, la corrupti- * bilidad
que
des débiles de
ellas
fomentan_en
moderación.
Yo
las
socieda-
combato
sus
exageraciones, sus ridiculeces, la inutilidad de sus eternas transformaciones.
Respeto el gusto la gana” de las que en sus vertiginosos miro con tristeza esa ses sociales que
ó la necedad,.ó el “me dá pueden seguir á la Moda volteos de eoqueta; pero actitud en aquellas cla-
viven de su
triste
salario, de-
járidose influir por las imposturas y exigencias
de
este
perpetuo
carnaval
de
la
Moda.
Las primeras sentirán sus efectos cuando suene la hora de la escasez; las sintiendo
no son
siempre.
fuertes para
últimas lo están
¡Desventuradas,
resistir á las
las
que
tentaciones
del Injo!
Es horrible pensar que en una casa de familia falta á veces la droga que ha de dar la salnd á nn enfermo y no falta jamás el aderezo 6 la pirámidede pavas y de trajes, de trapos y cintajos, que pueden traer consigo la desgracia irreparable de muchas generaciones. Es horrible, pero casi inevitable, Inevitable, sí, mientras
la mujer sea,
como
los padres de
familia—en sn generalidad—instrumentos ciegos del mercantismo, parias explotados -por la sagacidad comercial y por las necias veleidades de la Moda. M. TADU.
EL
CARNAVAL
Ante la Bandera Americana | - rorsuenacen hoy atrovesar mi Patria, .
el
ción
cabal: lil
Cinco años ha, cuando al destino plugo Que de mi tierra en las hermosas playas,
Pronto, quizás, la inmerecida prueba
Superiores decretos de justicia Harán desparecer; y cuando rachas De viento bonancible; tus grandezas AS parta is olla ibtlor se sm da
Tú, la bandera de una tierra libre, Luminosa
surgieras
como
¡Cuanto á mi corazón
un
gozar hiciste !
¡Como la fé se derramó en mí alma! La inmensa noche de doliente oprobio Tú, generosa como un dios, rasgabas, Y todos vimos encenderse al Orto
Y
se vuelve
en
el
Oriente
qa prepnonas asul ne le A Para yA no ¿agus As tz: Mientras buscan tus astfos y tus Aranjas ee he proper Mi q d 1 + timi
-. as
Vimos la libertad como
Sok lición
mensaje
1 Ori
á encender
El crepúsculo azul de la esperanza! un
los háelcas
d
alba,
;
o: de
Moo: uejas
ga
Y su anhelo inmortal de cuatro siglos
De Sal, trazado en tas impares fianjas Hecho hurra, salió de las gangazltas....
Pr ndrá Jas vividos del “hossanna” ad ura bo > Y del rincón del mundo en que lo lanzo
¡Qué entonces
Lievará bullicioso á todo el mapa
no pudimos!
¡oh bandera
De los que tienen pátris!
Ni siquiera soñar con estos dias
La expresión del Po”
advenimiento:
De tu gloria d mi Falrial
De crimen y abyecciones y falacias que se cometen en el nombre tuyo
JOSE DE J. ESTEVES)
Y en el del pueblo que tus glorias guarda..
|
'Ex-Corde!
Cuando mi errátil pensamiento vuela
En mis horas de cólera Ó nostalgia, A los momentos en que tu surgiste De mi Boringuen en las dulces playas, No es que yo me arrepienta de que flotes
:
No lo niego ¡es verdad! debo callarme: Ocultar el dolor que me tortura Y, humilde, con mi suerte resignarme Apurando la hiel de la amargura!
En nuestros aires de ellos soberana ;
do E
P
Ia o, 09 | Debo callar ¡oh sil: cerrar mi boch:
:
cid
¡Es que miro caida entre tus pliegues Por la primera vez, inmunda mancha
ZN : Que arrojaron allí los que debieron Conservar tu grandeza inmaculada! Es que te miro ser insjustamente
Poner un sello á mis ardientes labios :
ar
esta pasión
que
llamas * “loca.”
sufrir en silencio pus agravios
!
, Ante
el rudo zaberir
de tus enojos
Responsable del odio de una raza que debiera tener ante tu vista
Que tienen ¡ay! mi corazón maltrecho, Debo secar el llanto de mis ojos,
Motivo eterno de perenne “hossanna” Y que, por la maldad de tus apóstatas,
Ahogando
Noimplorará tus plantas más clemencia:
q
Odiarte con el ódio
No es que yo me ica del pasado.... ¡Yo sé que á ser posibles, protestaras ! Yo sé que de las manos criminales Que te mancillan hoy, tu, la gallarda,
La que realizas como el sol milagros : _ De fuerza de atracción—te avergonzaras. ¡Yo sé que si pudiera convertirse La pura luz de tus estrellas claras : ú, q con 2 ura esas
los sollozos de mi pecho! o
on coles palabras,
dee us
que me tienes,
Y, pagar tu desdén éindiferencia También con desamiores y desdénes
!1 -a
Aeradcarino
el imágen
fementida
lo
De aquí ¡del corazón! do la grabara El buril de mi amor,
aunque la vida.
p Tambias. como la imágen, me arrancarg! Esto debiera hacer: más ¿q ueE
Maldecirías nincnlan y bella
Los planes á cambiar de la batalla?
A los que arrojan sobre
e
tí la mancha....
e
ol
o
grita:
calla!
Jose LIMON DE ARCE. q1
4
EL
Un
CARNAVAL
Abdí reverente, hase convertido en desolador Abaddon, para degenerar en Abda miseruble, y en su caida, deslízanse de sus blafemos labios, cual sílaba que rueda al abismo, el
patriota? A mi querido é intelectual compañero, el infatigable luchador borincano Félix Matos Berniér.
egoista Sallum,
envuelto
de Litnah! Descendió al aurado
en
ciencias muertas el Código
de
te vapor
y en
mes, y surgió del incinerado
Tras la ciclónica vorágine ideal de
“Entre
el oscuro
de
las
fórmulas,
cendal
: E sarcófago de las conlas ideas
subli-
pesada
masa
lecho .el axfisian-
tumbas,”” vislúmbrase la radiante concepción de auténtico bardo elegiaco, al columbrar, á
fluídica, flota oprimente sobre las multitudes neuróticas é inconscientes. Y.... van á las tumbas anualmente, sin
ciones, la duda
ideal sublime, sin la visión de lo grande, esos muertos del espíritu, buscando por simpatía
través del denso celage
de
habitual
generales contradic-
de quiénes
van
á la
necrópolis, una vez al año, más que á depositar doliente recuerdo, á ofrendar el óbolo innoble de soberbia humana, y á hollar la silves-
tre melancólica margarita que se alimenta con “humus” nutrido por despojos de la humana
materia. Al leer esas áticas líneas, abrumadas por los adornos que en ellas engarzaran iuteligen-
cia y fgútasía, surge doude "han brotáado
laidea de si en el suelo exuberantes vaciedad y
mercantilismo neurótico; si donde las intelipes han sentido el oprimente vértigo de
as contradicciones dogmáticas;
si donde me-
cánicamente rezen quiénes ayer se pregonaban airados debeladores del fanatismo, ha todavía un pensador brillante que, en su clarividencia intelectual, llega á la exacta intuición de las circunstancias, llama á los mneúmatas del error mecánico, á la tónica salvadora, y
hace despertar, las inteligencias aherrojadas en la mezquina ergástula de estériles formalismos. Si tal
hubiera,
necesario
sería
concederle
el honor de “verdadero patriota.” Veo “Entre tumbas” que, precisamente, quiénes indentificados están con la duda, ha.blan de Dios en los cementerios adornados de -*blanqueados sepulcros,” y en el alma endémica
de los mismos,
no hay una nota sensible
que responda al sagrado concepto de Dios, al sublime acorde de Patria, al delicado y noble sonido de Amor. La fé verdadera, huyó de esa generación indecisa, porque la dominación de la mentira, lleva tras si la negación de la libertad, como de la afirmación solemne de la verdad brotan los radiantes fulgores de la libertad verdadera.
Huye la fé, la fé política, religiosa, porque
la fé social,
la fé
un formalismo politeista, con
hábito. de plumbático inquisidor tradicional, ha sensibilizado todas las pupilas, ha modela-
do todos los sentimientos,
ha mecanizado to-
das las almas, y el glorioso Dios de Apocalí sis, al no ver en los nltares el evangelio de k
redención humana, ha huido de las suntuosas das de la forma y la imagen, para gravar as enseñanzas de la nueva Ley en el corazón
de los humildes, y ha dicho á los hombres de bnena voluntad que hablen á los nuevos gentiles, sin foro ni areópago, el inspirado idioma
del convertido Saulo. Vesta lucifenia, ha tomado del ara sagrada
la mustia .corona de los misterios,
apenas
sos-
tenida por la debilitada mano manchada de sacríilegos levitas que miénten virtudes, y ha amado con esa gala, en histórica orgia; su e
esfumada encia.
por los vapores yde ¿
la impu-
.
los putrefactos muertos de la carne, y no llevan á los labios el nombre del Eterno, como se lleva el signo fonético convertido en choque mecánico de muchos labios.
Visitan las olvidadas
sonido al
tumbas de
los suyos
.
todos los años. Son la última falange de una comparsa imponente, formada por los quietis-
tas adoradores de
Buda y Zoroastro,
de feti-
ches y bracmanes epilécticos, escoltados por quienes elevan la idea en la corva cimitarra de los fieros adoradores del profeta coránico,
y salmodiados por los estridentes sonidos de os instrumentos que alabaron la excelencia de los
suplicios
inquisitoriales
y en
nombre
de
Dios hicieron morir á quienes ostentaban en su diestra mano la enseña gloriasa del amor sobrenatural de Cristo. Han nanufragado las ideas en medio á esa tempestad de contradicciones! Y ante el náufrago de lasideas, ha surgido la vaporosa forma del símbolo mecánico, para
erigirse en Dios de las tradiciones. Y la inteligencia, que ha perdido la idea de Dios, lucha con la fantasía tropical, y en el constante choque de la empeñada brega, hase desvanecido espantado el criterio, y los sentimientos sin criterio, han dado á luz el sensibilismo dogmático, prendido con mohosos alfileres á las circunstancias. Y la duda instaló su liviana morada, de flotantes arabescos, en todas las conciencias. Y Cristo pasó á la historia -para las sociedades dogmáticas. Y al huir de quienes le infaman invocándole, surge la mentira y se apodera del campo. La mentira es la antitesis de Cristo! : Con la mentira en la faz y en los labios van anualmente muchos á visitar las tumbas blan-
queadas de la necrópolis! Y la verdad huye.
Y la inocencia se estremece. Y los angeles lloran.
Y los muertos....¡ah!, los muertos se conmueven en los sarcófagos! Y los que visitan las tumbas acompañados de la mentira, yerran. Si tuvieran fé y sentimientos irían al declinar el sol todas las tardes á tejer sobre la tumba que guarda restos queridos, una corona
de siemprevivas ligada con el áspero los suspiros.
brezo de
Quienes van á buscar un pasatiempo
sobre
la impotente superficie donde está escrita, con funerarios caracteres, la indiscutible verdad de la: muerte, no pueden hacer patria. . -
'
»
EL
CARNAVAL mis manos y las aparté con fuerza y saliste. Y tú hiciste lo mismo, con una va-
Llevan la falsedad hasta la mansión de la verdad que no puede negarse, la muerte. No creen lo indudable
Quien detenga soberbios amantes,
ese
acelerado
paso de.Jos
Quien los despierte del más soporífero de los letargos, Quien diga á esa multitud *desenfrenada,
que piense y medite, Ese hace patria.
bo estos rasgos inspirados por la más sana melancolia, pudiera trazar mañana esta frase : ELPIDIO DE
MYER.
solo
serías
alegría
incom-
parable. en cuando,
yo ilerésba
tu,
rostro á mis labios y te besaba con deli. , . , rio. Tú me dejabas hacer, entregada á
mí con la confianza del amor. sombra lo envolvía. todo. Una de noche deliciosa; como un cre.
vez realidad
ni
en
.
e
tu vida,
existencia
mos amado,
nube.
Detrás de
y yo nos abrazamos;
que te,acuerdes
de mí
nadie me poseerá sino tú en la tierra y después de la tierra, soy tuya.” Y yo sentí algo en mi corazón que nunca había sentido. Te estreché en mis brazos ;te llevé á una alfombra de cesped florido y allí nos echamos cuando ya doraba la aurora las cumbres de las
de
dolorosa.
pero en
el viento;-pasión
virgen,
Ambos
una vaga
que
ni dejó
ni
he-
pasión sin
como
huellas
en
el alma, ni dijo al alma nada. Pero ni tú ni yo habíamos sentido estas ánsias de cariños y caricias y tristezas.
Aquella
noche fué.
cido allí, en la calle. en
un
tástico, aprisionándonos en El
muro
instante
fan-
un cuadrado
alto: las ramas del
rosal invulnerables.
Y amanecía.
Tú y
yo
habíamos in-
tentado la salida para tomar la calle.
Im-
posible .... fin,
así las
aquel momento,
que
el curso
de la albo-
que todo
á nuestro
alrededor se hundía nuevamente silencio y la sombra....
ramas
espinosas
con
en
y yo, por primera
el vez
en mi vida, poseí á una virgen amada con el verdadero amor
de la tierra.
Desperté. Y aún siendo un sueño, yo me acordaré siempre de tí: el amor que te tengo,
silencioso,
contrariado
por
el imposible, poderoso como ninguno, es el tributo que te guarda mi corazón.
La calle larga,
al fin, vimos cerrada por una inmensa tapia. ' No podíamos seguir y volvimos lo andado. ¡Oh, asombro! regresar era imposible.... Unos rosales espinosos habían interceptado nuestro paso. Habían cre'sin salida,
¡ Qué bella estabas en mis brazos !... Te besé y. me besaste. Y sentimos en
Te entregaste
una sola
imposibles ; pasión que fué liviana
Al
Tú
rada se interrumpía,
púsculo de encanto. Nuestro sueño no ha tenido mi
Una
montañas.
De cuando
en
una inmensa
**Soy tuya; para
Ibamos por la calle negra y sola. Iba-mos cogidos de las manos, alegres como
La sombra
coloquio.
toda la vida, soy tuya; para vivir en tu pensamiento como una visión, soy tuya;
en sueños
una
amoroso
mie besaste por primera vez y me dijiste:
mía. con
en
sombra alta y robústa se presentóá nuestra vista: tú y yo la atravesamos con vaAllí amañeció.
BALADA virgen!,
parloteando,
Una
seguimos
aquella sombra quedaba un vasto jardín.
o
chiquillos,
El encantamiento erá positivo.
lor, como
¡ He ahí el patriota!
dos
tido.
vez en la franqueza de la calle,
Ojalá que la punta. metálica con que escri-
¡Oh
lentía heróica para que yo pasara. Nuestras manos se hundieron en un cedazo de espinas A el dolor no fué sen-
Con mi corazón jugando, Le dí cabida en su seno A un amor que es imposible Como la visión de un sueño; Y nunca sintió en su vida
Mi corazón-lo confieso- . Los celos que lo consumen
Y la tristeza que siento.
EL
GENTE
MANUEL
Kl último número
de
E?
NUEVA
NEGRON
Estudiante
hace justicia á este distinguido
profesor
puertorriqueño, que ha sabido por su pro-
pio esfuerzo conquistar puesto distinguido en el magisterio insular. Manuel Negrón no es un desconoci-
do entre la juventud estudiosa. Telegrafista en las postrimerías
la dominación
españula,
>
CARNAVAL
de
marchó siempre
a la vanguardia de aquella pléyade de jóvenes estudiosos que pasaban /as noches de claro en claro y los días de turbio en turbio, midiendo resistencias y localizando averías. Como Sierra Amalbert, Palacios Andreu, Arturo Guasp, Cuevas Zequeira
COLLAZO
Los ortodoxos, no habían pasado la categoría de rancheros.
de
Un rasgo que honra á Negrón Colla-
zO y pinta de mano fidelidad,
maestra su nobleza y
es la actitud asumida al apode-
rarse de Yauco las tropas invasoras. Pudo abandonar la oficina y sin embar-— go, fiel al gobierno español, esperó la llegada del ejército americano y sin temor
á sérias amenazas, quemó la cinta en que había recibido
las últimas
instrucciones
del gobierno español é inutilizó todos
los
y muchos :que no recordamos en este momento, Negrón Collazo, andaba siempre á caza de alguna novedad telegráfica.
aparatos de trasmisión y recepción. Prisionero de guerra, dió prueba de ser un empleado digno haciéndose admirar de los mismos americanos. Nos ligan á él lazos muy íntimos de una amistad sincera circunstancias que nos impide juzgarle bajo otro aspecto.
Mientras Barreiro y Calderon Aponte se ocupaban de hacer política ortodoxa
del magisterio insular fueran de las con-
con
perjuicio del
destino
y manifiesto
quebranto del sueldo, los muchachos
ficos, dejaban hacer y ascendían
un gusto en el escalafón.
prác-
que era
Cuando cesó la dominación española,
Negrón Collazo tenía más galones que un General de División.
reemos
que si todos
diciones del Principal de la
los
elementos
Escuela
Co-
lón, no había que temer nada por la anu— lación del profesorado criollo. Profesores así se imponen por sus propios
méritos.
Er CARNAVAL se honra publicando su retrato felicitándole por sus triunfos.
EL
CARNAVAL
Blancas.
depende el que no desaparezca, como la sal en a agua, la personalidad del pueblo de Puerto ico.
Y.
“exponer con franqueza Pues ya ves que nó.
Cartas
¿Qué tal ? Creías
"
Ya sé, Blanca amiga, que has leido mis anteriores cuatro cartas; y recibí oportuna-' mente el malicioso recadito que me enviaste,
estimulándome á que te escribiese algo. sobre política y literatura con relación á la mujer pr
rua.
Sin dudá
6
tu has
pensado,
que yo tomaría
miedo, y no me atrevería á tratar de «estos espinosos asuntos, por más que lo hiciera en es-
tas cartas “particulares,” dedicadas única y exclusivamente, á abrirte los ojos, ya que por tu edad has de tenerlos cerrados. Quieres saber mi opinión, sobre estas ma-
terias y te la voy á dar tan franca sada,
que
tu
misma
en que incurrías,
te
y desintere-
convencerás
suponiéndome,
del
error
tímido
ó co-
barde.
- Muy lejos de ello.
Yo econ el
tengo mis opiniones, y me eonsidero derecho de pensar como me plazca.
Respeto las ajenas, para que cada cual respete las mías, y esto es todo. Pues
bien, las
política, mision.
me
mujeres
revientan.
que
se
Creo que
ocupan
es
de
otra su
.
Si las mujeres
se ocupasen
en educar hon-
rada y cristianamente, á los que mañana han de ser ciudadanos para ocuparse «dle la cosa pública, otro llo nos cantaría. Formar el eorazón del niño, y acostumbrarlo, á ser un exacto cumplidor de sus deberes, como hombre,
como patriota
y como
sér que
ha de
vivir en
sociedad, no es tarea tan fácil, como tu te figuras. Si las mujeres puertorriqueñas conoeieran toda la importancia de su misión educativa, comprenderían entonces vuanta es la respon-
sabilidad que tienen en el futuro nuestro
país.
Con
seres
mal
bienestar de
educados,
caracteres débiles y apocados, no
con
se vá á par-
te alguna. Y los caracteres enérgicos y varoniles no se logran, si no los forman en el hogar las buenas madres de familia, las que moldean los corazones de los niños, y dan di-
rección al
tierno
arbolillo que
ha
de ser más
tarde encina poderosa, que sepa resistir con vigor la furia de los huracanes de la vida. La mujer que en lugar de ocuparse en esta tarea santa pierde su tiempo en discusiones líticas de campanario disertando acerca de
á lucha de federales y republicanos, q se insultan en la plaza pública, porque olvidan que son hermanos, y que todos están obligadosá labrar unidos A bienestar y la felicidad de su pais, esa mujer no cumple con su deber de me-
diadora porque no trabaja en favor de la paz que debe reinar entre individuos ' de una misma familia, apoyando con su riño, el pernicioso fuego de
tantos males acarrea y ha de proporcionar. La
ítica
callejera
ternura y su cala: discordia que
que tantos sinsabores
no debe traspasar las
puertas del hogar. : Quédese.en la calle el “miting”” y la asamblea política. Que en la casa sea todo amor y fraternidad. vosotras, las mujeres solo vosotras sois las llamadas á suavizar esas asperezas, que nos están destruyen-
do lentamente é inutilizando como pueblo que tiene un perfecto derecho á la vida de la libertad por la justicia y por la razón. De vosotras
Peru te
uconsejó
que tendría mis
miedo,
opiniones
que, en
en
libres?
absoluto,
hu te
ocupes de política; contórmate con ser sólo estudiante
tiempo en
de la
High
School; y
aprender cuanto
aprovecha
enseñen
tu
tus bue-
nos profesores, para hacerte una puertorriqueña digna del respeto y de la consideración de tus conciudadanos. |
¿ Y que quieres que te diga de las mujeres literatas ? | Pues te diré, que tampoco se llevan mi predilección. Creo que es solo una, la misión de la mujer; y ya la dejo consignada. La literatura y la política, entiendo que más"son
“oficios” de hombres
que de mujeres.
Esto, sin dejar de reconocer que ha habido mujeres excepcionales que han valido más ¡que muchos hombres. Pero son muy raras: Fernan
CabaHero,
Miss
Stowe,
Gertrudis (Go-
mez de Avellaneda, Santa Teresa de Jesus, y lapas puertorriqueñas talentosas que han sabido distinguirse echándose fuera de la vulgaridad. 1 Las otras, las que pertenecen al monton, las que hombrean y tienen más de mari-machos que de hembras, esas no entran en mi capacho,
y te aseguro
que
si aparentan
estar
hartas de ciencia, están por lo regular bastante ayunas de virtud. ¡Si supieras cuántas de estas he conócidó, y que buenas piezas han demostrado ser bajo el punto de vista del libertinaje y del o! Verguenza
te causaría el conocer ciertas histo-
rias de poetisas y escritoras de trapo, á quiehes no ha faltado nunca la mano del gato, que¡retocara, repasara y corrigiera las garrapatas de su literaria producción! Yo te juro, Blanca amiga, por las ceni de mi madre, que jamás hubiera escojido compañera de mi vida á una mujer que po hacer versos, olvidara sus obligaciones de lesposa y de madre. 1 Yo
he
entretenía
conocido
en
alguna
componer
sus hijos comidos
que
mientras ¡se
redondillas,
tenía á
de piojos.
:
Yo he conocido otra que tenía más de varon que de hembra, «por sus costumbres licenciosas y depravadas. Y por último, puedo asegurarte, yes acá, en mi fuero interno, no me fio ni me he fiado nunca de mujer que vive fuera del mundo racional, de la
romántica que vive
soñando.con
los astros y el dulce Favonio, mientras abandona la educación de sus hijos, y la vigilancia que toda ama de casa debe ejercer sobre su cocinera, para que esté en sazón la "opa y se encuentre limpio y bien condimentado el plato
que ha de saborear el marido, cuando rne cansado á su hogar. * Asi es la vida, buena niña, y hay que tomarla como es. Lo demás es música, q. solo atrae á los frívolos, y á los incapaces de apreciar la realidad de las cosas con buen sentido y Pos. dada: dela vid A muy ruda la prosa de la vida, perder el tiempo en la contemplación e estrellas.
¿No lo crees tu así?
¡e
3. a. DAUBON.
|
EL
LA
ZAFRA.
CARNAVAL
seguida aparecían por el lado opuesto ex-
haustas de su jugo... Entre cantos de alegría,
que seme-
jaban himnos elevados á Dios por el bienestar que les brindaba el comienzo de
la zafra, los tradajadores del ingenio pasaron sus días sin que nada viniese á turbar la envidiable felicidad que latía en
Un grito de inmenso júbilo salió de la garganta de aquel centenar de obreros que vivía en el ingenio, cuando la chime-
todos los corazones.
nea, que se alzaba magestuosa y gallarda,
comenzó a echar las primeras e.
Y
bocanadas
.
¡Y era de ver el animado
.
espectácu- .
condensarse
en
lo que se ofrecía á la vista del observador
parecía
una
de
esas nubes que amenazan deshacerse sendos y prolongados aguaceros...
en
cuando, á la caída de la tarde, abandonaban los obreros su labor, y, formando animado corro de hombres y mujerés, contábanse, entre risas de alegría, las
de humo
la
negro
tranquila
que,
al
atmósfera,
En efecto: la zafra comenzaba, y en los colonos del ingenio notábase cierta alegría extraordinaria, sólo comparable
á la de los días de fiesta más señalados.
peripecias ocurridoles durante su faena de doce horas!... ¡Y daba que pensar la atención que prestaban todos á
Los hombres
cuanto les refería Juan,
da confusión
iban y venían en y los
tos desaforados acción á cada
abigarra-
mayorales
daban
colocando en uno
de
gri-
su sitio de
aquellos
hombres
explosión
de
júbilo
las trabajadoras
- en
escena Todo,
y, sobre
que
el predilecto mozo! pues respiraba el más
do bienestar,
y, para el
preparado
ya
ofrecido
antes
que
las
máquinas
co-
les había
una
fiesta
digna
de
En la precipitada designación de la labor que cada uno había de ejecutar, señalóse á Juan, el apuesto y
vigoroso mo-
cetón, cuyas formas atléticas y bien proporcionados rasgos físicos habían sido objeto de acaloradas disputas entre las mozas del lugar, un
pero que no
puesto de
porello
dejaba
el administrador
sus
ser
bas-
dispuesto
y la
tante peligroso.
Cuando
todo estuvo
brújula señaló suficiente grado de vapor para poner en movimiento la formidable maquinaria, de sus válvulas escapóse al: go así como una nube
de
blanco
humo, é
inmediatamente comenzó á retemblar el piso. La incontrastable fuerza del vapor jugueteaba con aquellas inmensas moles de hierro, que crujían en sus ejes como pidiendo que se arrojara hambrientas fáuces, caña, mucha
en sus caña!..
u
Las mujeres, en número ble, ataban
y. cargaban
en
sus
considerahombros
gruesos haces de caña para depositarlos en la hamaca, que, en su acompasado movimiento, las iba dejando en el horrible plano inclinado que termina en las masas.
Allí, en la admirable y á un tiempo mismo pavorosa combinación de aquellas tres moles de acero, crujían un instante y en
comportamien-
tos!» música
del
pueblo,
y
tocada por la
el banquete,
y
las
sendas libaciones, todo ello constituía el sueño dorado de aquellos cándidos trabajadores!....
Fácil era, pues, explicarse el por - qué de sus afanes, durante las horas de
confianza,
de
acaba-
final de la zafra,
La idea de una jarana,
jugo.
entre
de la hamaca al aparecer
de tez curtida, de manos callosas y de membrudos brazos, á fin de tenerlo todo menzaran á mover la inextricable armazón en que deja la caña su sabrosísimo
todo, la
estallaba
Ni El
por
tanto
tiempo esperado
día,
llegó al fin! Desde muy temprano el pito del ingenio no cesó de anunciar que habia terminado la zafra. Los trabajadores todos redoblaban sus esfuerzos por terminar
lo más pronto el trabajo del dia y de todos los labios no se oía otra cosa que-:el obligado tema de conversación que siempre recaía sobre la próxima juerga En el semblante de todos veíase la satisfacción pugnando por dar rienda' suelta á sus ímpetus.... Y ya las mujeres señalaban las danzas y el parejo con Y no pocas fueron las discusiones al insinuar ésta Ó aquella moza sus deseos de bailar con el disputado Juan ! Todo esto ocurría entre las trabajadoras de la hamaca, y algunas habían entonado ya sus coplas rebosantes de des-
pecho y celos mal reprimidos, cuando en , el establecimiento resonó un grito horri- '
Ñ
EL
CARNAVAL
ble, grito de dolor, de suprema angustia,
que
fué repetido
por todos
los que allí
estaban y que, trasponiendo los umbrales del edificio, produjo pánico inmenso en las trabajadoras alegres. Detiénense
súbitamente las ruidosas
maquinarias; á la algazara lencio
profundo;
hacía un
los
momento
sucede un si-
labios
no
todos,
tenían
que
sino pala-
bras de satisfacción, ahora permanecían abiertos, mudos, lívidos, en presencia de la desgracia inmensa. Las mujeres pro-
m PUNTOS Je COLIRIO—San
NEPOMUCENO—Ponkte.
““ bailables.
Y así fué en efecto: el pobre Juan, el mozo del ingenio,
la
pesadilla
constante de las mozas del lugar, en un lamentable descuido, cayó entre las masas y su atlética musculatura pasó por entre las pesadas moles como si fuera
prolongado y
doloro-
so grito.
ENEAS—Adjuntas.
humo.
negro
que se
condensaba
bes que amenazan deshacerse en prolongados aguaceros.... ¡Si tal hubiera ocurrido, entre aque-
llos sencillos trabajadores perduraría la creencia de que en aquel día la Naturaleza lloró con ellos la desaparición «eterna del camarada infortunado!..... ALFONSÓ
¡ALLA
'
amanece el rubio sol
¿Verso ó tortilla? Aclare eso amigo.
SINSONTE.—Ciales. Canta
el ruiseñor parlero.
Valiente novedad ...! Menos mal si dijera Y. canta el ruiseñor “parlado”” Parlero....! Y sigue.... He visto la dulce alondra. Alondra ó calandria. ¿Se fijó bien? “He visto la dulce alondra En el ramo del olivo.” Todavía
resulta
más
triste.
X. M.—Rincón.
Tus divinas tarjetas nacaradas Y las brillantes hebras de tu pelo.
Aliá: van tu retrato y tu pañuelo,
Menos ripios y está todo arreglado.
No confunda una
Cuanto guardaba de tu amor vehemente Con sublime ilusión color de rosa,
JUAN
Solo no puedo
devolverte, hermosa,
Los dulces besos que, en pasión ardiente, Imprimiste en mis labios, cariñosa. JUAN P. TERREFORTE.
|
|
Una cosa son metáforas, y otra Lee Son disparates.
N. N.—Ponce.
Te lo devuelvo, ingrata, diligente.
|
SINCERO.—Ponce. *
Y tus flores también, ya marchitadas.... Con todas estas cosas adoradas,
Haz lo que quieras tú, virgen de hielo.
| |
|
No hay motivo para tanto.
Hoy que en tu amor me niegas un consuelo, Allá van tus cartitas perfumadas,
sean
En sus luces de arrebol ””
GUAL.
VAN!
|
Que densa nube se eclipsa
Sólo la chimenea continuó vomitando humo, agena ála desgracia que á todos en la atmósfera y parecía una de esas nu-
que
¿Sabe V. con que se come eso?
“Ya
de él exhalando un
|
INOCENTE—Mayagúez.' Nolli me tangere
Y allí está, al lado opuesto de la pavorosa armazón, horriblemente mutilado,
afligía,
Juan.
¿Porqué no le pone música? No son publicables ; pero puede
una caña ....
ensangrentado, desconocido, á tal extremo, que las mozas se apartan presurosas
|
Ningun nepomuceno puede ser buen poeta.
la siniestra viajera.... corpulento
|
Regla genéral. MONACO—San
el hálito glacial de
Juan.
No niego que haya escrito v. versos buenoós—«unque lo dudo—lo que sí Sura es que los que.me mandó son malísimos.
rrumpían en sollozos de dolor, y en el ingenio, que era todo alegría, tal parece
que flotára entonces
>
cosa con la otra.
|
| |
¿También
tiene Y. a manía de los sonetos?
¡ Válgame
Dios.
SOLDADO—San
|
Juan.
Cásese, amigo, cásese y déjese de disparates. Y sino.... no se case. CONSECUENTE—Ponce.
Un consejo desinteresado.
escribir |
EL cargo de-la dirección .del dejado hace algunos dias Aun no está bien el pero las atenciones de la
Los enamorados como los políticos deben tener mucha calma. ue le dan á V. unas calabazas? Calma. ue le dán otras? Mas calma todavía. e se queda V. para vestir santos? . Mu-
cha mas calma.... y no escriba que son contraproducentes.
versos
viene
malos
al sitio
periódico que había por motivos de salud. querido compañero; empresa lo reclaman
de honor
sin reparar
en el de-
“licado estado de su salud. Paco
+ A VUELA PLUMA.
CARNAVAL
Bas
A estas horas, Paco Bas, el redactor de EL CARNAVAL pertenece ya al número de los hom-
+
bres sérios.
Después de luchar mucho, vé al fin realizadas sus bellas aspiraciones, construyendo un Riera Palmer Hemos tenido el gusto de saludar redacción á este querido amigo
San Juan posa.
acompañado de
Feliz permanencia
hogar feliz en compañía de la :mujer amada. A nuestro lado compartiendo con nosotros
en esta
la ruda labor del periodismo,
que se halla en
su distinguida es-
EL
CARNAVAL
dominicana ha
dades.
arribado á las playas puertorriqueñas, el distinguido literato y notable jurisconsulto don
Doctor
Manuel de Jesús Galvan quien seguirá viaje para los Estados Unidos en el próximo vapor. Este distinguido dominicano que de tantas
envía su :
Nuestro El
señor
Barreiro,
| Paris | |
=.
Para
cortés saludo de
hace
=.
$
San
Juan
La distinguida familia de nnestro querido amigo don Julio Cesar Gonzalez, ha fijado su
residencia en San Juan.
La sociédad capitaleña por tan valiosa adquisición.
nuevamente
está de plácemes
Bazar... ==
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FORTALEZA
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abrazar en esta amigo, 4 quien
enviamos en estas líneas el mas cariñoso saludo.
Director se
Guzmán
Hemos tenido el gusto de redacción á este queridísimo
simpatías goza en Puerto Rico, ha sido objeto de verdaderas demostraciones de afecto, desde que e la tierra puertorriqueña.
L CARNAVAL le bienvenida.
debe á este querido amigo
y compañero sus mejores campañas y sus mayores triunfos. Al despedir al amigo queridísimo le deseamos en su nuevo estado todo género de felici-
entre nosotros.
Bienvenido Procedente de la república
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