EL CARNAVAL” REVISTA
DE
LITERATURA
Dedicada EDUCAD
A LA
PUEBLOS
LIBRES
DIRECTOR
MUJER”1 HAREIS NS Entered
Año 3.
al Y
JoanquiN
Y ARTES
Bello
Sexo.
ADMINISTRADOR.
K.
SUSCRIPCION:
BARREIRO. Untrimestre70 “
|
|
OFICINAS:
December 19. 1902, at San Juan,
SAN
JUAN,
SAN
FRANCISCO
P. R..as second-class
PUERTO
RICO,
matter,
95.
under
Num. suelto, 7
Act. of Congress of March
DICIEMBRE
20 1903
LAS ALMAS TRISTES. Yo amo las tristes almas dolorosas que lainmensa amargura han devorado: el valle por la lava calcinado
de ricas vides y fragantes rogus. ¡ Lejos de mí las risas bulliciosas! ¡ Lejos de mí el placer emponzoñíado! Yo amé siempre el dolor, raudal sagrado de purísimas lágrimas hermosas.
Triste es todo lo grande, noble
y fuerte:
el libro de la historia, los profetas, los abismos, los templos seculares.
Tétrico es el amor como la muerte, lúgubre el corazón
de los poetas
y amargos son los dilatados mares. MANUEL
ION o
y
REINA.
“
3; 1879
Núm. 78.
EL CARNAVAL
704
BL. COQUI. :
charco
Ocupémosnos de las cosas de
la tierra. ¿Quién ha sondeado la absoluta uternidad? Fijemo» la vista en la pulga, _antes de pensar en el angel.
Es una flauta de las soledades. Escondido en la grieta ó en cóncavo hueco de musgosu pedruzco, su albergue monumental, es incausable en el canto. Adora la noche, y suena como tirante cuerda de tonos extraños, de modo que cualquiera
creería que pronuncia una invocación monótona y á la vez augusta. Donde él habita no hay silencio posible.
El buho silabea una grotesca y diabólica careajada; el ruiseñor modula un himno cronático, propio para embelesar á los dioses; la holgazana ebicharra chilla hasta morir y anuncia al labrador la hora apacible del descanso; el Zorzal trina al amanecer, mensajero alegre del hermoso dia: el coquií—“hylodes martini-
censis””—no Febo se
alza
interrumpe
lampos Ígneos
en
los
sobre
su cántico
espacios
hasta
que
irradiando
sus
los plásticos
panoramas
de la tierra. Su vida es oscura: la noche es su alborada. Repugnantes formas, aspecto innoble, áspero lomo, achatada cabeza, ubultado abdomen. No-parece que fuera en el andar un gimnasta y en el amar un Priapo. Trovador de las noches tropicales y ermitaño de las petreas cavernas. Sér inofensivo, que se goza en la declamación y que ama, encajado en las profundidades viscosas como en los alcázares del limo, la misma ruindad de su destido funesto. ¿Quién le ha dado esa voz argentina? ¿Quién le ha negado la hermosura?
La paloma, vestal de los bosques, que arru-
lla posada en el frondoso cedro; el canario color zapote que gorjea mecidó en el junquillo efímero, y el'sinsonte que fabrica su paraiso
aéreo con plumas suaves, son bellos
a
y pueden
atravesar orgullosos el azul del cielo y ostentar alas que esmaltan variadísimos colores. El coquí es un pequeño monstruo que empieza en el renacuajo y acaba siendo rey de los pantanos: especie de Proteo inverosímil, que ha nido á Pan y se agazapó bajo las capas de -la tierra esponjada y entre los breñules del ces-
en
-el otoño,
vibrante en la garganta y un disco de oro en la pupila. Ni
Yo paseaba por entre las oscuras enramadas á la hora en que los astros “están en la mitad de su carrera,” como dice Virgilio. Las noches de la montaña tienen también sulánguido encanto. ¡Misteriosa delectación !
Por lo alto—allá
humano,
ni ia
donde no
humana
llega el acento
blasfemia—música
vientos y besos de estrellas. Concierto lestes sinfonías, que conmueve. Acá,
abajo.
la
armonía
de
la
de
de ce-
naturaleza:
agitación de lo qne goza en la sombra:
hosan-
nas de los noctívagos rondadores de las selvas: dulces
serenatas
del ruiseñor
á su amada
y del
silfo insomne á la flor dormida... Mezcla armoniosa, extraordinaria, maravillosa, de zumbidos y gorgeos y quejas y sollozos y requiebros y rumores. Garrulería sorprendente. Nou se
podría saber, en esas horas,
si hay
canción
Sentado sobre enorme
instante. Tenía delante de
mí
piedra,
la
medité
inmensa
un
clámideo
negra de la noche, cuajada de ojos briiladores —¡Bóveda impotente del grandioso templo!
no caerás nunca; jamás desapurecerás, porque lo infinito no muere, y eternamente engalanada ó sombría, cubrirás nuestras miserias, ocul-
tarás nuestras vanidades y cobijarás nuestros sepulcros !—.
Yo sentí un beso en el alma y una sensación de alborozo en la conciencia. En aquellos momentos, olvidado de todo pensé en mi ma-
dre muerta como una mártir y acostada
en
que creó mi sangre, dime, aquí, en secreto,
absorto,
atónito,
como
una sensitiva,
estupefacto,
electri-
Adivinad si es queja,
si es gritó, si es reproche, si apóstrofe, si es serenata, sies soplido. ¡Cuántas veces pararéis vertebrado sin mirarlo! La de Ceilán, la hormiga imperial
es himno, cuchicheo
la soledad del bosque y en medio de
sangre
Jas
tini
e
blas pasajeras de la noche; díme, si aún existes, si se puede soñar econ la bendita eternidad,
Apenis fijais ln atención en tal fenómeno del cieno. Pero él, aborto de la tierra soñando cón la estrellir del firmamento, no cesa de ha-
eer oir su exclamación.
su
lecho, 'pálida, con los cabellos recojidos y-la mirada fija con tenacidad en la sombra. - Creí
adormecedora,
conmovido
Ó
plegaria, si hay canturía ó miserere. Dios maneja un arpa y se divierte. Bajo el manto es'trellado de la noche los genios de las tinieblas danzan envueltos en el pálido crepúsculo que se descuelga de las encendidas estrellas.... El canto del coquí me detuvo. —
verla y la pregunté: —Tú, angel que fuiste en la tierra,
Le habréis oido con indiferencia.
|| | Ea | |
y el matorral
ped, intentando copiar los acordes de la flauta
atento, zado.
A
en el verano
que huye del sol radiante y no se avergúenza ante lla estrella pálida, que prefiere la turbulencia de la linfa estancada á la trasparencia del onda cristalina, que vive al igual en la cima que en el sumidero, qué posee un timbre
si .es ó re-
junto al misero hormiga blanca casi del tamaño
de un escorpión de nuestros climas, es curiosa, es digna de atención, pero el coquí de nuestras montañas no atrae tal deferencia: es co-mo una masa momia, que no tiene otra particularidad que sus interminentes elamores. Se asemeja al campanero ígneo—“*bombinator igneus”—-del viejo mundo, que busca el
si se levanta el alma al divorciarse del toseo barro, si subsiste el amor al despedirse del
carmen de la vida terrena. ¿Será verdad que. vivas solamente en el recuerdo? ¿Será “cierto
que el postrer adios es la última, palpitación, la esperanza final y el epílogo de toda la his-
Se cerraron mis ojos, y vi un abismo hondo, esclarecido por un resplandor blanco. que: se perdía y se perdía en la espantosa profundidad sin límites. Ni un arbol, ni un ave, ni una fuente, ni un peñasco, ni una flor, ni un acorde. Aquello tenía que ser el caos diafanizado, el camino que coúduce á la negación, al
desconsuelo. al delirio, á la eterna. guerra de las dudas y al abrumador
riles contemplaciones.
suplicio de
¡Oh,
madre
las esté-
naturale-
EL CARNAVAL za! tú solamente eres imperecedera, incomprensible, maravillosa y dignade nuestro estudio y veneración.
De vuestras ondas de fuego,
Turbais mi dulce sociego, Me arrancais hondo suspiro: De vuestra atracción reniego, Ojos color de zafíro.
Ni Y tú, úébil batracio, miserable segregación del
lodo,
que
“facultad
tienes
un
acento
sorprendente”
claro,
de
Ojos que inflamais triufando
vibrante,
que
nos
habla
En la lid de los amores;
Clauss ¿no serás también un sér como los demás seres? ¿no sentirás también un alma dis. puestaá la adoración, ya que tienes un templo, la lóbrega covacha, y tienes un fanal alumbrador, la hostia de oro que alguna reli-
Ojos que vais tentadores Los corazones robando; Ojos siempre conspirando, Ojos siempre enloqueciendo, Sois verdugos, ya fiendo; Sois verdugos, ya llorando, Porque al mirar vais hiriendo, Ojos que inflamais triunfando.
gión ha llamado Hécate ?
Tú, que con tu continuado reclamo has tocado mi corazón diciéndule: ““detente;” tu que conoces la cadencia y cooperas al ruidoso concierto de las: armonías nocturnas; tú, con tu eolor de tierra, tu hocico de pez, tus ojos redondos, tu panza blancuzca y tus averrugados lomos ¿no tienes derecho de decirle al hombre : “* oye mii voz y ocúpate de mí que soy vocero de tus noches tristes y símbolo sorprendente de las fecundas transformaciones ?”” Ah! pero tú no tienes alma, aunque ames;
ñno'tienes
inteligencia
se ocuparán
do
en
cantes.
Ojos vivos transparentes,
Que sin cesar provocais, Ojos crueles que inspirais De amor afanes vehementes;
Aprisionais inclementes
Poeos
En vuestras redes fatales, Y al brindar tan hondos males
del gusano que se arrastra lamien-
la corteza
óculto
aunque
el
del árbol
hueco
de
y del
un
sapo
tronco
que
vive
Vuestras miradas ardientes,
earcomido,
No pareceis celestiales, Ojos vivos, transparentes.
emblema del decaimiento y del estrago. El hombre es un dios: tú eres una mucosidad. El hombre es inmortal : tú vives pocos años. El hombre es llama increada; tú eres fétido estiérceol....
Yo venero al apostol —“rara
Ojos que matais mirando Con indecible reflejo, Ojos que sois el espejo
avis”-—que se
“ha acercado á las profundas criptas, y observado en su sombrío seno. Solo él, es decir, la ciencia, ha fijado sus ojos expertos en tí. La ciencia no te ha negado. La ciencia ha sorprendido los secretos de tu vida silvestre. Siendo tú sér como los otros -séres, esa diosa ha obrado bien y al verte huir de la luz te ha señalado con su dedo luminoso. Y es que tú, como el sabio que se llama Reamur ó Schmidt ó Gaynard ó Johnston; como la fiera que ruje en las enormes grutas de los bosques centenarios; como el águila que se posa en el envejecido baobad ; como la abeja que traslada el jugo vital de las flores 4 las celdas exagonales de su enjambre;
camo-el
por los egipcios,
que
es el geroglífico
escarabajo
moldea el
de la, vida
griegos;
mente
avalorado por los viejos como
y como
Ja
el
estrella
sol que
¡ Por Dios, no me asesinéis,
Ojos que matais mirando! JUAN P. TERREFORTE.
LA MUSA DEL POETA. PARA
andrajo de
BERNIER.
Ojos color de zafíro Que el terso mar retratais; Ojos bellos que arrobais, Ojos por los que delirio. Con los raudales que admiro,
EL.ALBUM
DE POSTALES DE LA SEÑORA DÁVILA DE RAMIREZ, MANATÍ.
DOÑA
ISABEL
débil-
vivificay
UJOS AZULES.
¿qué pretendéis
Con seguirme atormentando?
emperadores
ilumina,
MATOS
La autoridad que ejercéis;
Decidme,
como la
que alumbra
hermosea al vasto mundo....¡tú, la sombra, eres obra de Dios! FÉLIX
Ojos que vivis mostrando
venerado
gonlondrina ¿cantada por los geniales poetas ; como el armiño de túnica de nieve; como el
múrice
De dos astros fulgurando.
exeremento y
humana;
É
Compartes tu existencia venturosa Con el dulce cantor puertorriqueño,
Y hace su vida mas feliz y hermosa, Tu
lindo rostro de jazmin y rosa,
Siempre amable, simpático y risueño. Tú eres su musa, y á su loca mente Inspiras sus bellísimos cantares; Por tí su alma enamorada siente, Y con ramos de mirtós y azahares,
Coronaste, Isabel, su augusta frente. GUILLERMO
V. CINTRON.
. EL
CARNAVAL
PERFILES PSICOLÓGICOS. A
I El vapor avanzaba majestuoso en la solemnidad de la hora y del lugar, bajo un cielo implacable, en una mar reverberante, blanco y gallardo como un ibis. Las olas se rompían en sus costados ex-
halando una canción de siesta. En las cuerdas vibraban ensayos de sollczos ó evocaciones de los silbos y rugidos con que la orquesta de las
jarcias aterraba el
espacio en las noches desgarradas por el rayó, en los días apocalipticos del océano enfurecido. Y la luciente, la convulsa, la deslumbrante ruta blanca de la estela, semejaba un homenaje del abismo á Aer belleza de la nave victoriosa.
En la amplia cubierta,
solitaria y si-
lente, yo leía. En las pausas, miraba el horizonte de acero, incendiado por el sol;
miraba los penachos de las olas que fulgían como copos de nieve en el zafiro in. flamado;
miraba
las
cosas
invisibles de
la arcana vida interna fecundada. por el libro. Un pasajero agravaba la monotonía de la ola en los flancos del buque con la monotonía de su marcha a lo largo de la amplia cubierta silente y calurosa. Grueso era él, mediana la estatura, nutrido y
mal cuidado el bigote, recio el cabello, la mirada simple, tardo el paso y ordinario el tipo. Era un francés de Argelia, Hablaba idiomas y negociaba en perlas. Caminaba, caminaba, hombre preocupado.
De
pronto
pregúntome:
con
el
ceño
se aproximó á mi
qué lée?
de
un
sitio y
En aquel instan-
te, yo leía á Epicteto. Cerca, sobre una silla, tenía Suetonio, Tácito, Marco Aurelio, Tncidides.... Else inclinó, y uno por uno atentamente leyó todos los títulos. Luego dió unos pasos atrás con ade-
man de retirarse; se detuvo contemplándome, se sonrió con: sarcasmo; y moviendo sentenciosamente la cabeza, exclamó: Ay amigo! Y qué gana V. con eso? No hay como comprar á diez para vender á doce! :
Un tropel de
sombras trágicas
irrupciónen miespíritu....
hizo
Sócrates,
Catón, Jesús, Savonarola, Ricaurte; Lucrecia, Carlota; sonaron liras divinas ... Musset, Carducci, Cirano; cerré los ojos
y me puse á soñar.... '
I
Sobre
nuestras cabezas esparcia sus
maravillas un cielo imponderable. En el azul limpísimo, de infinitas luminarias prendido, la luna señoreaba triunfalmente-cual una emperatriz de todas las bellezas de la noche. El viento murmuraba en los árboles la canción de las hojas.
La luna decoraba
dulcemente
el sue-
ño de las aguas en los manglares inmóviles.
Los
rumores
y los
olores
del cam-
po llenaban el paraje y hacían más agudos suencanto y su misterio. Una grande y profunda emoción de poesía desprendíase
de
la noche
armoniosa;
su esplendor
en
gada
porla magia de la belleza ambien-
te, desmayábase el tristeza idealizante Mi contertulia con la febrilidad de
inaudito,
y ab-
sorta
subyu-
alma en la onda de la de la vida. hablaba vivamente una mujer nerviosa.
Era una americana de Georgia. Su juventud marchita y surcada era. un de-
nuncio cruel de herencias lamentables Era una primavera malograda. Propiamente no tenía juventud sino en el cuerpo, un cuerpecito gracil,
fragil, gracioso,
que sugería la voluptuosidad sin halagarla.
Un
pétalo
mustio,
su rostro, siempre una
alegre
risa.
muy
animado
mustio,
era
empero por
Tenía veintitres años.
Y en la previsión inevitable, vislumbrábase el espanto de una vejez precoz. Hablaba.
Deque?
Nolo
recuerdo
bien. Creo que del matrimónio. Su marido era alcohólico. En un silencio, ella se quedó mirando el cielo. La maravilla de la noche era cada vez más penetrante. Contempló largamente el radiante cristal, de in-
finitas luminarias prendido; y señalando "hacia arriba con uno de sus pobres dedos magros,
me dijo:
Parecen dollars. JacinTO LOPEZ.
EL
CARNAVAL
Perfiles. E HAMLET.
OFETLIA. Es la candida niña, la angelicalOfelia. Alba y blonda, blonda y dulce, inocente y casta, alondra y cisne, vaga en la
región purísima del ensueño. La diadema del amor esplende en las sienes de la virgen. Vedla,
paloma,
mirada del águila.
bajo la
avasalladora
“edla:
la timidez en
lás manos, la emoción en el seno, el pudor en las mejillas, el beso en los labios,
el candor en los ojos, el ideal en la frente; todo diáfano, todo azul, todo casto. Niña
la víspera,
mujer
apenas
por
gracia del amor, nada sabía de sombras la adorable niña. De luz era su ambiente; sus émulas, las flores; soñar, tal vez,
la facil labor de su alma.... Y
despertó,
y
la
otro
abismo;
de sí mismo,
injuria,
entre
las
del des-
dén y la muerte.
abismó
ahí
va,
con el
sombra que sigue
que se asoma á
solitario, como ido
dolor y la
el rostro pálido, con el
vigilia en
hastío y el anate-
ma en los lábios trémulos, con la duda y la ira en la mirada incierta, con las tienieblas del dora....
alma
en
la
mente
escruta!
Ahí llega, envuelto en el sudario de la noche triste, tambaleandose en el misterio....; y cae desplomadp
del vacío,
sujestionado
por
premo
obsedido
la
y
por
en el horror
el dolor sueterna
duda,
doble corona de espinas, ai! que le oprime el cerebro hasta casi convertir en locura real su finjida demencia. | Helo ahí, gchando la sonda de su po-
deroso
verbo'*en el
insondable
orillas del '““más allá”, tra-tumba.”
sorprendida,
redes del desamor
Ahí vá, taciturno,
á otra sombra,
mar
sin
del medroso “ul-'
El monólogo,
siempre
hu-
mano y siempre nuevo, surje de la interrogadora conciencia. “Seróno ser”.... “Mori... “Dormir.... “Tal vez soñar 1
Y la pobre niña enajenada, que llorando reía ó lloraba riendo, se durmió sobre un copo de espuma, y, mientras se perdía en las ondas del aire su último
po ante el Esfinge. Ser ó no ser! —exclama
canto de amor, unjido en lágrimas,
Morir! dormir? tal vez soñar? ¡suspira Hamlet, y como que le nacen alas al espíritu y tiende el espíritu á huir de esta carcel estrecha; el mísero cuerpo humano. Es la encarnación de la eterna duda ante el eterno arcano de la vida.
en las
ondas
Así muere
del
lago
halló
blanda y piadosa
el cisne.
Je
let, y se hiela la sangre en las arterias.
muerte, los crespones fatídicos que exorparca
devastadora.
madrigal es un SU
ALBUM.
Abro este Albun y veo que aún están blancas la mayor
blancas blancas
parte
de sus
paginas:
como el sudario de la vírgen; como su alma, Sus manos aca-
riciaron estas
fojas;
se tal vez al rodar modrigal brotado
y su
corazón
CARVAJAL.
Ahora ruedan sobretodo las sombras de la nan la
EN
y se
siente calor de vida y frío de muerte. Morir!.... dormir?—balbuce Ham-
Fr. HENRIQUEZ
A María Luisa Aldea.
' Hamlet,
agitó-
sobre ellas el primer de la lira del poeta.
epitafio
Ahora
doliente
cada
y cada
cantar una lágrima de conduelo: pero dé ambos surgirá la oración fervorosa, rendida y elevada á Dios como un inmenso suplicatorio para que acoja en el cielo el! alma de la vírgen muerta y aliente con su fé
los
corazones
quebrantados
que
lloran. ALBERTO MARÍN
MARIEN.
la
EL
Como la distancia no aminora la intensidad del recuerdo en las almas que sienten la influencia del afecto, dedicamos
Ahora
un hueco
Haytí,
en
nuestra
amigo ausente. No se trata de un
edición
de
caballero
hoy
al
? particu-
lar, sino de un ciudadano dominicano
que
tanto en su patria ccmo entre nosotros tuvo siempre atenciones y respetos muy merecidos. Hombre
de letras, de una cultura in-
discutible, él ha sido uno de los más consecuentes adictos
que tan
de
perseguidas
las
ideas
fueron
liberales
siempre
lo
mismo en su pais que donde quiera que ha habido centralismo y tiranía. Ultimamente le tuvimos larga tem-
CARNAVAL
porada entre nosotros, como neral
de
la
está
en
República
de
en
Agente
donde
GeRico.
Diplomático
ha sido
mente acogido.
Cónsul Puerto
muy
en
cariñosa-
'
Amigo de la actual situación política de su pais, tal vez le veamos pronto viajando para
Europa
con
una
representa-
ción nacional paseo que será un reconstituyente
brantada
por
para
su
la última
salud
vigoroso algo
desgracia
que-
de la
pérdida de su hijo mayor, Al publicar su retrato, le
muy cordialmente,
desde
rinqueñas que é¡ ama de Quisqueya.
como
las
saludamos
playas
bo-
á las suyas
—EL CARNAVAL Dices que no comprendes mi tristeza, como tampoco mi dolor sombrío, porque jamás inclino la cabeza,
porque en vez de llorar canto y me río: ¿No comprendes? pues bien; claro se explica el enigma qué tanto te anonada; si á la mujer el llanto dignifica, al hombre por contrario lo degrada.
El orgullo es el firme barandaje que opongo á ese dolor que me quebranta :
yo soy como la alondra entre el ramaje, "la hiere el cazador, y herida, canta. La mujer aunque fiera pecadora, infunde compasión si en llanto estalla; la mujer se redime cuando llora, y el hombre cuando llora se encanalla.
Resistir del dolor el duro empuje es en el hombre la consignia santa: verás. que siempre cuando el mar más ruje es cuando
Me
más
ves siempre cantando,
al decirte que
|
¿tú
el marinero sufro,
canta.
y tan sencilla,
tú te asombras:
no vez «sa luz que tanto brilla ?
¡ pues detrás de esa luz hay muchas sombras!
j
.
PREMIO
e +
AL
De mi tremenda
SABER.
mientras
IGNACIA ESTURIO.
7
angustia
los agravios
mi pálido semblante»uo refleja : yo voy con la sonrisa entre labios
por dentro el corazón se queja.
Yo tengo un corazón cuya infinita angustia en el silencio le devora ; mi'corazón
para llora no grita,
mi corazón para sentir no llora.
Honramos
esta
página
de
nuestra
revista con el retrato de la simpatica éinteligente alumna de la escuela Lincoln,
-
Jamás ante el destino me rebajo, que la humildad del siervo en mi no estriba, odio al gusano que se mueve abajo
y me admira el condór que vuela arriba.
que acaba de obtener el primer premio en el Certámen abierto por nuestro que-
La dignidad me eleva de esos seres que forman de serviles los conciertos ;
rido colega '*El Estudiante,” sobre descripción de la Noche Buena.
yo sólo me descubro ante los muertos.
El trabajo de lleno de
la
originalidad,
niña
Esturio
una
Aunque
'esta
y prueba de
modo
elocuente la eficacia de los nuevos métodos de enseñanza. Bajo el punto de vista literario, el trabajo del niño Emilio Quiñones, segundo premio en el referido certamen,
supera al de la niña Esturio; pero hay en el de la alumna de la Escuela Lincoln, mas naturalidad, más sencillez, más concisión y más verdad.
Felicitamos á la inteligente.niña que de
manera
maestros.
tan
brillante
honra
á
yo sólo me rebajo á las mujeres,
sus
tema el peligro, indiferente
me aproximo hasta él y acepto el reto: yo tengo lo que tiene el que es valiente,
la vergúenza por firme parapeto.
Odio la humillación, odio al pigmeo cuando soporta del tirano el yugo; para mi se redime todo reo: que levanta la frente ante el verdugo.
Nunca deseubro la verdad ; porfío por callar el Calvario en que me inmolo: lo que me pasa á mí, lo que es muy mío, lo sabe Dios,
pero después yo sólo.
En medio de este mundo que me abate jamás la frente inclinaré rendido; yo siempre seré el héroe del combate,
igual por yencedor que por vencido. MANUEL
LOZANO
oO.
CAZADO.
1
EL
— INVERNAL.
vientre augusto
triste,
inmóvil y
lóbrego seno
Isudario.
Soplaba el aquilón; los árboles y al entrechocarse
extremecían,
se
un
como
blanco
sus
desnudas ramas, sonaban cual osamentas que hiere impía la pala del sepulturero. .... “Cantaba el ruiseñor.” Tal vez
inspirado en la deses-
lel último cántico, perante
naturaleza
que surgió esa hermosa
sultana del bien y del amor. Fiat lux!, dijo el creador; y
La campiña, desierta y fría, semejaba un mar sin olas y sin playas, mar heado,
CARNAVAL
del invierno.
Y era
brotó la brilante
de la aurora surgió,
reas alas,
de tu
aurora, y
desplegando sus áu-
el primer
día de los
mundos.
Y desde entonces, porque le parece verte huyendo de la luz, te maldice torpe-
mente la humanidad, que siempre
áesa
tu
acaso sin
advertir
vas estrechamente
abrazada
brillante
hija,
porque
ella no
puede existir sin ti, porque tú no puedes existir sin ella....
Y quién, si no tú,
con tu ala tutelar,
¡su canto así como la elegía fúnebre del poeta moribundo, como la angustiosa des-
le brinda asilo al viajero del desierto?
l abierta; y sus trinos se
del dolor. Y quien, sino tú,
l pedida de la novia sus gorgeos ban
se
enlutada ante la fosa multiplicaban,
prolongaban,
lentamente
en una
gaba,. y vibraba,
nota
y que
y
terminase alar-
y flotaba en el ambiente
Í' con la vaguedad indecisa de un suspiro. La tarde declinaba rápidamente. Ya ll las cosas se esfumaban enel tono gris j ; del crepúsculo, y parecían confundirse 1 ÍÍ en la uniformidad melancólica de la !
noche.
.:..“Cantaba
el ruiseñor.”
' la última nota así como
Y
fué
un sollozo que
muere, como una lágrima que se deshace, como un sueño que se desvanece.
Y tornóse todo obscuro; rugióelaquilón; y desencadenóse la tempestad; y cielo y tierra parecían en sus convulsiones dos titanes sombríos luchando hasta morir en la arena inmensa de lo infinito.
La noche el huracán;
pálida
fué
tétrica....
despertó la tierra;
aurora de
una
morbosa
Calmóse y lució la
mañana
invernal. En la nieve yacía sepultado el ruise-
ñor con las alitas rotas,
y una lágrima
congelada brillaba diamantina en sus oji: tos velados por la muerte; y su pico entreabierto daba la ilusión de la nota final, tan tenue como un suspiro, tan dulce co-
mo un beso, tan triste como la agonía.
SOMBRAS. humanidad
te abomina,
sino tú, le ofrece bienhecuerpo herido por la saña acentúa el
fico esplendor á las noches
magní-
estrelladas?
Y quien, sino tú, en fin, destaca hermosamente los paisajes formados por la Deja, pues, oh Sombra augusta ! que te maldiga el vulgo, el necio, el tunante,
que yo,
para
amarte,
te he
erigido
da con tu hija; porque, amándote, prodigo mi indefinible amor á la bella Luz, que es, enel día, encantadora reina de los cielos y la tierra; y en el día, y en la noche, y siempre, gloriosa soberana á quien rinde sus fervientes tributos mi alma soñadora.
JUAN CHERÍ VICTORIA.
Tíber
y Tajo.
Más de una vez, de brazos sobre el puente Que el arte circundó de maravillas, Recordé, turbio Tajo, tus orillas, En España y en tí fija la mente.
Del Tíber emulando la corriente. Llevas al mar tus aguas amarillas, Y como aquél, con tu pobreza humillas Si ellos tienen caudal que les abruma, Murmullo halagador, linfa serena, Cuuce de flores que el Abril perfuma,
oh'
Sombra! porque eres la idea contraria de la Luz. Mas olvida, sin duda, que fué de tu
un
templo en lo más hondo de mi ser; porque sé que vives estrechamente abraza-
Del Volga undoso al Ródano potente.
CARLOS ARTAUD.
La torpe
Y quién, chor alivio al
Tenéis vosotros, y arrastráis con pena, Llanto de muehos siglos en la espuma, Polvo de muchas ruinas en la arena. NANUEL
DEL PALACIO.
__
EL CARNAVAL
711 Me conforma saber que en la contienda, tú, con sublime O me ayudas;
no pretendo que el vulgo me defienda,
Yo quisiera decirte
muchas
cosas,
y escuchar de tus labios muchas más;
pero al verte, no sé lo que me pasa que nó encuentro manera de empezar. Cuántas
veces,
pensando en el
destino
que Dios me quiso deparar, oh hermosa! no he podido dormir,
y á sorprenderme
llegó la luz rosada de la Aurora... Y cuantas
más de veras he anhelado
poseer una lira melodiosa para cantar tu gracia y tus virtudes; para tener tan envidiable gloria.... Si alguna
vez al despertar
de
junto á tu lecho vés una visión,
un
aunque nunca jamás caliza la venda tras que se ocultan las amargas dudas. Que en la lucha tenaz, á que me obligo
con fé resuelta y corazón
entero,
no me es dable contar más que contigo; voy firme tras el triufo, más no quiero deberle la victoria al enemigo. Y si me obliga á sucumbir la suerte,
rota la fé y el alma destrozada,
que en el trance supremo de la muerte, solo alumbre mi cuerpo casi inerte una luz: la que brilla en tu mirada. FÉLIX
“UN
CORDOVA
DAVILA.
LIBERTADOR”
sueño
Editado en la tipografía de
EL Car-
nada temas, mujer; duerme tranquila, que la visión soy yo,
NAVAL, ha circulado ya el trabajo tral del literato sudamericano,
que velo mientras duermes, y me marcho antes que llegue á sorprenderme el sol.
Jacinto Lopez. Es un estudio acabado, rápido, brillante, del ejecutor de Lilis que en cinco minutos de supremo esfuerzo .moral, de
Oh niña hermosa. cuanto te adora
Si tu supieras
mi corazón;
si á verlo llegas como está ardiendo entre las puras llamas de amor.... seguramente
te asombrarías
idolatrarme
amarme
tirano más
como te adoro;
tanto como á tí yo,
viendo en el cielo de nuestra dicha
brillar más bello que nunca el sol.... Siento por tí tan honda
simpatía,
mujer encantadora,
que en mis sueños te vé la mente mía más bella que la Aurora, y con placer inmenso
te daría....
mil besos en tu buca seductora. MANUEL N. YORDAN.
Amor
y Orgullo.
No cual mendigo que humillado
implora
mísero pan, me postro en los altares del templo del amor; el alma ora
y el dolor, que inclemente la devora, va envuelto en la altivez de mis cantares. Atrás la infamia vil.
No
dignidad y de gloria, resolvió todo un problema de cinco lustros. Así fué: el mrtador se dispuso un día á acabar con
vagabundos y vació su revólver
y jurarías, niña, por Dios,
me intimida
la odiosidad que en disfrazada forma á traidora emboscada me convida; sé despreciar impávido la vida y es el deber de mis acciones
norma.
Nada me importa el mundanal murmullo y, aquí, en mi pecho vivirá la llama que del amor apareció al arrullo,
mientras me aliente un átomo de orgullo y la fé grite en la conciencia:
ama.
magisDoctor
cruel
de
América.
sobre el
Lo ma-
tó perfectamente, dignamente, glorioso y audaz. Noen la sombra, sino frente á frente y á plena luz del Sol. Como mataríamos á un tigre que se paseara en nuestras calles;
con el aplauso de un
mundo.
Sobre éso versa el viril folleto del Sr. Lopez. Campean en él estilo, vigor, frase, doctrina, culto á la Libertad: Ningún país necesita leer más ese trabajo que los nuestros, para que si un día necesitan castigar á un déspota, tengan presente ese gran ejemplo de patriotismo contemporáneo.
Jacinto su opúsculo,
,
López le pega á la tiranía en con foete
de
alambre,
con
gafio de fuego. “Hay que matar” dice, al tirano. Y hay que matarlo en dondequiera que esté, en su casa, en la calle, en el templo reclinado en su oratorio. Hay que acabar con el despotismo...
Pero ¿á qué hablar de estas teorías á los
sedientos de tiranos? ilustre escritor tendrá
El trabajo del lectores y hará
conciencia, allí donde haya pueblos tdu-
cados para la dignidad y la libertad. No todos los pueblos producen libertadores. Felicitemos al autor, en su brillante
labor de literato y de patriota. bertador'
es digno
de su
chador implacable y altivo.
pluma
“Un li-. de lu-
__ EL CARNAVAL Angelis,
= PUNTOS LITERARIOS.
generaciones los nombres
Rico.
De
No me haga reir. Pues no lo crea.
Desde
San Juan
vigilias
y
á venerar de Puerto
ó
patriotismo,
la
obra
hace
esta
Varona
algunos
simpática
días se
encuentxa en
y distinguida
ami-
ga, ex-representante de nuestra revista en el pueblo de San Lorenzo. Le deseamos grata permanencia en San
ROMERO.—Salinas.
Veinte cuartillas....!! No tendría usted la eulpa
Juan.
Complacido
INCOGNITO.—Ponce.
Mande el nombre.
M.
verdadero
Josefa
No recibimos su composición. No se habrá perdido gran cosa Créalo usted.
la mano.
que viene
futuras, aprenderán de los benefactores
haber
Juan.
bonito
revista muchas
de Perico de Angelis seria «adquirida por todos los puertorriqueños. Le deseamos buen éxito.
Cree V. que eso es suyo ?
Es muy
de
Pro-patria no es obra de aplicación inmediata, es obra de porvenir, archivo donde las
FLORENCIO.—Moca.
F. P.—San
la importantísinía
publicando, resultados grandes afanes.
tirar la
piedra y esconder
En solicitud de canje ha llegado Á nuestra mesa
de redacción
vista literaria
“El
que se
Iris,”
pora
publica en
re-
Santiago de
los Caballeros, República dominicana. Dejamos eon gusto establecido el canje.
N. Y.—Ponce. Le escribiré.
LUCILA
.
LUIS FREIRE BARBOSA.
—Comerío.,
Esa fruta abunda los amores.
mucho
en
el huerto de
ABOGADO.
“No se apure por eso.””
EUGENIO—Maunabo. Ya
se que
es dz
DESPACHO, virtuosa;
pero
se
SOL
98.
tam-
bien que no le canta V. por las virtudes. Si lo sabré yó....!
ANGEL
AJA
SASTRE
+ A VUELA PLUMA. +
DY,
LONDRES,
PARIS
SUCESOR La próxima
edición
de 1903
que
bastantes
disgustos
nos ha
traido. El próximo número se publicará el dia primerode Enero y será una edición especial de 24 páginas con profusión de fotograbados en la que colaborarán los más distinguidos
literatos del país y extranjeros. Acompañará á ese número dibujos para
bordados y
la 1a.
MADRID.
PEDRAJO.
Acaba de abrir su gran sastrería en el mis-
Con el presente número nos despedimos del año
DE
Y
una
plana de
serie
de posta-
les de EL CARNAVAL. Con tiempo anunciamos este número para que nuestros favorecedores procuren conservarlo. EL CARNAVAL en el próximo año, hará una escrupulosa selección en los trabajos literarios y abrirá otras secciones muy interesantes y amenas.
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de
su
antecesor
“señor
Pedrajo,””
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