El Carnaval (4 sept. 1904)

Page 1

EL

CARNAVA

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DIRECTOR

JOAQUIN Se

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K.

4.

SAN

JUAN,

El

PUERTO

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RICO

último

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BARREIRO

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Año

3

ADMINISTRADOR:

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SEPTIEMBRE

espe

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4, 1904.

manifiesto

Francis

Núm.

|

10.

| Í

1

3

Dice cosas muy bonitas Para que el país lo crea; Pero aquí todos sabemos De la pata que cojea.


Ei

CARNAVAL

A PLUMA Y. A PELO

honrar

dignamente

la

memoria

de

tances.

Cada cual entiende el patriotismo manera.

El primer

oe

-0

La" sala

nández Juncos. Es lo menos que Puerto Rico puede hacer para demostrar su gratitud

hacia

el' hon-

rado español que ha puesto siempre al servicio de la libertad y el progreso de esta tierra su gran

ligencia. Que estas nuestras

no

es cosa que to sabida.

amor

sincerasson

y su gran

inte-

manifestaciones

del agrado

ya tenemos

de

muchos,

olvidada de har-

Pero, Yquién hace caso de envidios? El Proyecto del Ateneo puertorrique-

ño «merecerá, sin duda, el aplauso del país sensato, del país que no ha olvidado la labor fecunda del noble astur, désarrollada con fe y tenacidad dignas de imitación en periódicos y libros. Nosotros que sentimos por Fernández Juncos una gran admiradión y un gran respeto, no podemos menos que felicitar al que concibió tan hermosa idea, alen-

tando á la directiva del Ateneo para que no desmaye hasta dar fin á obra tan hermosa

y patriótica. * o

ya nadie

pero luego

un

culto

santo

á la memoria del

gran patriota. Los que conocieron á Betances, los que estuvieron en contacto con aquel gran

. corazón dispuesto á todos los sacrificios por la libertad de su tierra, no pueden olvidarlo nunca. Por eso don Loreto S. tismo probado, une en torno suyo á unos cuantos hómbres de bien para celebrar en Cabo Rojo el 6% aniversario de la muerte del gran revolucionario. para esos buenos patriotas nues-

tro aplauso sincero. Mientras

nuestro

suntuosa

que

iluminada

hacía

vidrios de colores, en el suelo de

co grandes azules.

manchas

resplande-

Eran

los dos niños

primos.

mármol

luminosas

Sentados en un sofá, cada en la mano,

El

blan-

verdes, rojas y

uno jcon

un libro

estudi»ban.

tenía

quince

años,

ella

trece. El era moreno, de ojos y cabellos negros, labios rojos como la sangre, y dientes deslumbradores. Ella rubia,de ojos azules y

boca de rosa y nieve. Cerca de ellos, hundida en con los espejuelos

un gran sillón, y

calados,

la

ubuela

leía

los

periódicos.

leía, y tes que —Ya y fué á

arreglarse

para

Dejó la niña,

libro en su

regazo, abierto

peinado,

el

el

por la página que

el niño con un movimiento rápido, anella pudiera impedirlo, se lo cerró. empezaste—dijo ella enojada, me voy, sentarse junto á su abuela.

Ella siguió riendo. —No

te vayas,

note

ven. Ella ojeaba su libro, caso. —¿Esta brava, eh?

distinguido

amigo

don José Guzmán Benitez ridiculizaba en el teatro de San Juan, la idea de la- inde.. pendencia puertorriqueña,el señor Montalvo, otro republicano, trabajaba por

la risa;

contenía

Ella

jatla. El le echó los brazos besaron

voy á

mortificar

más,

no hacerle

afectando

en

al fin

la

carca-

y riendo

cuello,

al

mejillas, con

las

una

soltó

se

inocencia con

que se besarían los ángeles. —Ya son ustedes muy grandes para besarse—dijo la abuela en tono áspero—eso es muy

feo, estaba bien cuándo eran ra es mup mal hecho. Los dos niños quedaron

chicos, pero «ho-

sorprendidos y con-

fusos.

-Montalvo, otro puertorriqueño de patrio»

Vaya

beso

cer el dorado de los muebles y arrojaba por los

se acuer-

recordamos

que allá en Añasco hay un hogar cubierto por la bandera puertorrig ueña, donde se

rinde

más

£á su

Y cogiéndole la barba, trataba de levantarle la cabeza para obligarla á mirarlo.

*

Ibamos á decir que

da de Betances,

parecía

por el sol de la mañana

Be

mañana

A la

en

el sofá.

su gran

siguiente estudiaban

«abuela, que

La

sillón,

sentados

cerca de ellos en levantó

se

leía los periódicos,

y salió de la sala. —¿Te acnerdas—dijo él—lo que abuelita dijo ayer,

que es malo

—ÑW¡Ah...

que

nos besemos?

sí!

Sus miradas se encontraron; miento

primera

irreflexivo

vez

se

unieron

besaron

sus

con

un

labios,

ruborizados

moviy

y tré-

mulos. RIEVES

por

HENES.

-


EL CARNAVAL

Cosas

viejas.

¡Ay amigo mio!

¡Qué triste papel están haciendo aquellos cándidos ó estúpidos autcnomistas

a

91

abrazadas al ¿deal soñado andamos

Hablando del pacto con Sagasta, escribía á un amigo la inspirada poetisa puertorriqueña Lola Rodriguez de Tió:

de nuestra desventurana

J

isla.

por el

mundo con la hermosa carga de nuestras esperanzas de redención.

Por fortuna, yo supe redimirlasi bebía,

con la educación

moral que les

de la

indignidad consiguiente á un pueblo esclavo. Les hice una conciencia libre y

les enseñé

á pensar

alto y á

ar la

verdad. Que dirá del pacto de ahora la

Ya usted vé como no es la inteligencia

tantora

de las Lomas?

lo que más distingue al hombre público, si no el cárácte». La dignidad moral de un pueblo es siempre el resultado de la conciencia honrada de los que sirven de A

guía á ese pueblo.

Jamás

he compren-

dido esas transacciones políticas en las que se sacrifican el honor, la verdad, la

justicia,

y lo quees

más aún, el senti-

miento natural de aquellos que

la conciencia y en el alma patria irredenta!

el

llevan en

ideal

de

la

_Peroe eso > sí, que procuren ques no le rompamos bronto la travilla. ¿A

A

:

dónde

irían

á

parar

esos

desgraciados

borinqueños.

yA?

b

4

Ah! si yo pudiera dar

un bringuito que

fuera á caerá Borinquen! ¿Qué de cosas le diría y le recordaría á Muñoz! La mujer cubana es inspiradora de alientos, porque encuentra á quienes alentar

..:.....

sin que sea faltar

que con hombres,

á

la modestia,

raras excepciones entre ninguno tuvo ni más valor

los mo-

ral, ni más patriotismo, ni más dignidad que su amiga! Por eso he vivido siempre errante. Yalo dije en un soneto: 4

«

Soy desterrada en mi nativo suelo.

Cuba y Puerto Rico serán libres!

a

E

.ur a

á Muñoz

y á su gente.

Pese

Allí hay un hom-

bre muy digno, don Francisco Mariano Quiñones, pero ya está muy viejo y se ha replegado un poco, no se atreve expresar

su verdadero y único ideal y prefiere engañarse creyéndose autonomista. Pero ya

usted

lo vé, digno

siempre

acuerdo con Muñoz, no gastino. .

.

Todd

Y cómo tiemblo cuando tú suspiras ! Estando junto 4 tí, mi pensamiento

Es todo luz, y fuego, y armonía, Y un raudal de ternura y sentimiento

Hay en mi voz para llamarte mia. Y siento como el alma enamorada Tierna acaricia su ilusión ardiente, Cuando baña la luz de tu mirada

Con dulces rayos de pasión

| :

mi frente.

Tus miradas de amor y de ternura

Ningún pincel á retratar alcanza; * Sólo en ellas contemplo la ventura, Sólo ellas me retratan la esperanza. Nos amamos ¿verdad? Está Sp Nuestro amor por el cielo de dos almas,

Yo, pobre de mí, no cupe en mi tierra nátal! Me consideraban ún exceso. Quiero pensar,

¡Qué dulces pasan juntos á ti las horas! ¡Ay! ¡si supiera lo que tú me inspiras! ¡Si vieras cómo sufro cuando lloras,

..o..

ha

no está de

podido ser sa........+.

ese muy. ¿adición se mueye.

Patria lo saluda á usted cariñosamente, Laura está en Puerto Rico. Las tres

Como un rayo de luz en el desierto Se pierde entre las sombras de dos

lomas.

Y ¿es posible que llores? El quebrañto Te llena de letal melancolía,

.

¿Y dudas ¡ay! cuando te adoro tanto Cuando eu tí cifro la ventura mia?

¡Si te pudiera devolver la calma Que antes de amarnos te arrulló tranquila, Y pudiera secar Ja luz de mi alma s

La lágrima que empaña tu pupila. . . Mi labio en sueños con amor te nombra ' No dudes de ese amor, que al pecho inflama Porque

la duda, Carmen, es la sombra

Que en nuestras almas el temor derrama. No dudes, porque tú eres de mi vida La única luz que me' dará consuelo, La estrella de esperanza que convida A no

apartarse

nuuca

de sur cielo.

Unamos nuestra vida y huestra suérte, Que nunca tu alma ante-el dolor su

¿Separurme de. ti? sólo la muerte.

¡ba

|.

¿Privarte de mi amor? sólo la'tumba

suaN DE DIOS PEZA.


EL

CARNAVAL

SERPENTINAS

Dice Daubón que en su tiempo, cuando un ciudadano aspiraba áá un destino público lo hacía con cierto disimulo. Espera-

ba por ejemplo que

El siguiente menu, con muy poca variación, se le servía diariamente á los maestros puertorrig ueños en Boston.

su apología

didato presentándolo como una teligencia y honrado patriota;

“Una papa salcochada ó molida.” “Dos telas de pan moreno.” “Un dado de mantequilla.”

**Un platillo de sopa

amigo

(agua con pimien-

hiciera

y des-

pues de llevar y traer el nombre del can-

“Pescado frito.*

ta.

algún

más ó menos injusta

'

gran inaparecía .

el individuo en escena cubriendo las formas, casi ruborizado por la andanada de piropos que le propinaban y aparentando cierta modestia que lo recomendaba para

y

Una

taza

café.” ¡Cómo:no

de

una

habían

cosa

que

llamaban

de regresar

flacos y

9

Hasta las narices, dice Cuevas ra, que estaban de pescado.

Zequei-

Pueblo de pesca al fin.

está

alarmada con

blica se alarma y pide que dejen cesante al nativo para colocar á un americano.

La

gran

cuestión

después

una nulidad-—toma

es dejarlo

su

á

dinero en la política del país y después de este exordio en que dice precisamente lo contrario de lo que es, acaba por

pedir que

y

No tienen abuela.

CARLOS. CASANOVA, despues

el Directorio republicano puso un grama de condolencia á Foraker.

tele-

Algo así como darle el pésameal Japón

por la muerte del Czar. Esto-prueba lo enterados que estamos

de la política americana.

Lo mismo se peca por exceso como por defecto. Mientras los republicanos tienen á estas horas veinticinco candidatos y medio para commissioner resident; los unionistas no se determinan á soltar el gallo. Parece que le ha dado canillera. Animo....no den lugar á que repitan aquello de “La patria necesita de sus hijos.”

Y

de

á-la

que parece des-

tinado á recoger todos los intelectuales,

En política, como en todo es muy común eso de meter la patita. A raiz de la muerte del Senador,Hanna,

eran

representantes

En el Asilo de Damas,

¡Qué americanización! Así progresa el país ar.

lo elijan

Cámara, Marshal de la Corte de Distrito, Comisionado á Washington, etc., etc.

ino-

Con razón ó sin razón Está el nativo en un trís.

cosas

sin-enco-

tad;¡si es bruja, agrega que ha gastado el

cesante

resulte probada

las

y

ta, que ha luchado por la causa de la liber-

cencia.

Antiguamente modo.

la pluma

mendarse á Dios ni al diablo, empieza

decir que ha sido siempre un gran patrio-

la supuesta malversación de sellos, Somos muy impresionables. —, Si hay americanos por medio pasa desapercibido hasta el fraude del Laurel; pero si un puertorriqueño malversa ó mal canta cincuenta centavos, la opinión pú-

aunque

pido.

Don Juan de los palotes, —casi siempre

descoloridos?

La opinión pública

el cargo público á que aspiraba. El procedimiento de ahora es más ra-

otro

de

una

penosa

peregrinación á

través de la indiferencia del pueblo puertorriqueño, acaba

de

guido

y querido amigo,

compañero

espirar

. nombre sirve de epígrafe Era Carlos Casanovas

el

distincuyo

á estas líneas. una

gran

inteli-

gencia y un gran corazón. Por ser bueno sin duda, ha tenido que luchar siempre

con la adversidad.

El mundo es de

los malos.

Los

-

cora-

zones nobles y generosos, las almas buenas como la de Carlos Casanova, vienen

á este mundo de miserias á sufrir decepciones.

Dichosos los que abandonan

á tiempo

la pesada carga de una existencia enferma, para ascender á la región de la luz donde no hay envidias ni rencores, mise-

rias ni sufrimientos. La redacción de EL CARNAVAL, envía á

la distinguida familia del amigo y compañero inolvidable, la sincera expresión del más profunda pena.


EL

CARNAVAL

"“HACAMAFEOS. 22. DESDÉMONA. Adorada y amante, casta y bella; reina y esclava del amor de Ottel o, el puro azul del veneciano cielo, en sus ojos purísimos destella.

No dejaron las lágrimas su huel la

en sus mejillas tersas, ni el anhelo

turbó sus noches con letal desv elo

de callada, recóndita querella . Mientras soñando su nevada frente refleja su ventura dulcemente, llega y le clava la calumnia ingr ata,

en medio de las sombras

escondida,

junto al dardo de amor que

le da vida,

el puñal de los celos que la mata,

CLEOPATRA Inspira la pasión que desespera, extraña á sus influjos soberanos; juega con el placer sin que sus mano s se qúiemen en las chispas de la hogue ra. Deshace en sus dominios altanerara los timbres de Farsalia; dos tiranos deponiendo su orgullo de romanos, tienden bajo sus plantas la bandera. Nunca el amor en el festín impuro clavó sus durdos en el marmol duro

de aquel altivo y misterioso pecho, sólo quiso morder su blanca nieve, oculto entre las gasas, el aleve

aspid envenenado del despacho.

| |

DALILA

|

De Sansón la escultórica silueta

sobre el tumulto

bélico resalta;

su voz entre las voces la más alta,

á desigual combate altiva reta. Nada su nliento indómito de entre la turba de enemigos salta combatiente

|

,

|

feroz; y espacio fal

á sus golpes magníficos de atleta. | Vence. Se apagh el brillador destello en sus ojos felinos; el cabello gotas Aguada! y de sudor destila;

en busca de su 4mada va anhelante y rinde su potencia de gigante entre los muelles brazos de Dalia. |

EDUARDO CALSAMIG


EL

Fe

ULTIMA 9

Sr. Doctor Guzmán San

de

CARNAVAL

CARTA Julio,

ni

á menudo;

le

debo

Pedro de Macorís.

teniendo siempre

una

co-

A José B. Rivas

contestaciones desde

Enero 98.

Supongo que usted lo conoce y ¡está en relaciones con él. Le ruego á usted'que, cuando le escriba ó lo vea, le diga qe no he desatendido sus

que

hasta

ahora

terior

de

observaciones;

la organización

tuosa ó la falta de

organización

la isla ha

impedido

que no

protectorado

quieren

en

pero

defecel in-

toda em-

dominación

extranjero,

esto sería exponer á

Apreciado paisano y amigo: Tengo en mi poder sus cartas 5 de Abril y 13 de Mayo 98, muy interesantes para mí. Creo haberle escrito que desde Diciembre 1897 estoy enfermo, y todavía no estoy bien. Me hallo bastante quebrantado yes el motivó por el cual no escribo más

BETANCES.

cia absoluta,

98

Rodríguez.

rrespondencia enorme.

DE

los

que

mismas desgracias que han despertado hacia Cuba las simpatías del pueblo del Norte, etc., ctc. A mi

me parece que

ricano

el

gobierno ame-

que discute con sinceridad la opi-

nión de los pueblos, no insistiría para dominarnos como territorio; tal vez la opinión pública no salvaría.

La nos

comisión podría formarla, ya que faltan fondos para gastos, el

mismos

Director de

que Henna tiene nistas; pero si se de acuerdo

con

New

York.

nosotros,

no

dud»

Lo mejor

sería

formar

una

comisión

pesar

nos.

país, me parece á mí, aceptaría

que

nuestra gente

.

Esto

se

lo escribo

ya estar en esa, y con

que debe

quien deberán

us-

y mi opinión es que debemos

tra-

tedes entenderse. Henna;

á Hostos

Lo mismo le escribo á

bajar con doble objeto. 9 Arrancar á Puerto de España.

Rico de manos

2 2 Quedar independientes, impidiendo “pacíficamente” la anexión á los Estados Unidos. Lo primero se hará con la ayuda de los americanos, a quienes podremos hacerles grendes concesiones comercia-

les é industriales en la isla. Para lo segundo, ereo debería nombrarse una comisión, que se pusiera á la voz con el gobierno americano, á quien se le diría la verdad muy clara; esto es, que los puertorriqueños piden la independen-

que

con notables de Puerto Rico que fueran á Washington á discutir; pero me temo que no haya en la isla hombres que se

atreven

temo

llene debidamente su misión.

Hoy sería el momento á pr oofaltoy co” mo usted dice, la propaganda española ha encendido ódios contra los americaMucho me

Yo

propensiones anexiocompromete á obrar

presa.

se decida á resistir á los que podrían libertarla, y que la guerra en Puerto Rico traiga inmensos desastres.

exigir

habitantes á las

á meterse de estar

en

esta

hoy todo

empresa,

el

mundo

á

'con-

vencido que, para España, las antillas están perdidas, irremediablemente. El estos

son

los

informes

que

independencia

absoluta

que

xión. Nos encontramos, situación angustiosa.

mejor

tengo,-—la

no

pues,

la aneen

esta

O resiste el país con los españoles, á los americanos que los exterminarían. O trata pacíficamente con ellos para obtener la independencia. Es claro que esto último es la solución

salvadora y que más le conviene á los habitantes

insulares

y

peninsulares.

A

éstos podemos darles las mayores garantías, tanto por la amenidad del carácter portorriqueño como por los lazos que unen con ellos á tantas de nuestras fami-

lias. Trabajemos en ese sentido, y tal yez tengamos la fortuna de salvar al país. Cariños á todos los amigos y suyo afectísimo BETANCES.


EL

CARNAVAL

RETRATOS A LA PLUMA. RAMON

B. LOPEZ.

Musculoso robusto, poco pelo, la barba bierta; rostro del bondad;

talla de granadero de la Guardia eon honores de caña de pescar.

Lleva en la frente una palabra escrita, que significa, Fe, Tenacidad; y aunque aparenta la frialdad del hielo para hacer su negocio, es un volcán. Nuevo

Colón, ha descubierto el modo

de sacar de las letras, buen pero dinero

metal,

no le pidas nunca

dice que es sordo, y márchase el barbián. INOCENCIO ALEGRE. <p

El último El amor de una

CN —Y

4

amor

mujer vieja

es una calami.-

dud, ha dieho Aquiles Poincelat. Sin embargo, pretenden ciertos escritores, entre ellos Balsac, que nada como el último amor de una mujer en la madurez de la edad puede satisfacer á un hombre apasionado por primera vez. Para una mujer de cierta edad—continúa Balsic—¡el amor de un jóven ofrece taííta sedueciones! Una aurora de mucedad inundará el alma de esa mujer y, sin pensarlo, -adoptará el nire y las maneras de una muchacha, sin pensar jamás en el rídiculo.” “Hay mujeres, ha dicho Delingrée, para quienes la edad madura suele ser la más brilante. Se asemejan á esos pueblos instruidos,

por una larga série de

desdichas, en el arte de

vencer.”

“El castigo más cruel que pesa sobre las mujeres que han iímado muchos á los hombres —escribe el cardenal Lavigerie—es

verse

con-

denadas á amarlos siempre.” “Los hombres—dice J. J. Weis—no se consuelan nunca de su primer amor, ni las mujeres de la última de sus pasiones.”” A juicio de Arsene Houssaye,

sionadase consuela de el recuerdo de

su

la mujer apa-

segunda

la primera, y así

falta con

eternamente.

Si se ha de creer á Champflevry, la mujer debe procurar que el amor asolee los últimos

años de su vida.

Su

última pasión

suele ser

ya

L=

vw

ha.

violenta, porque ese un á modo de canto de cisne. Las mujeres de cierta edad—escribé Gerfault —huyen de inspirar amores platónicos. Están

.

por lo positivo.”

Entre los proverbios corrientes hay muchos encaminados á probar que el hechó de que

una

mujer sea vieja

en nada amengua

tensidad de sus pasiones.

la in

'“*Arde mejor la leña

seca que la verde.” “El corazón no tiene arrugas,” y otros. A los tales proverbios pueden añadirse algunos pensamientos dedicados á

consolar á aquellas mujeres enyo corazón permanece jóven, aunque sus cabellos se hayan vueltos blancos. >

“Una

rosa de otoño es la más delicada de

las flores,” dice Agrippa D” Aubigne. ' “Una mujer es jóven en tanto que 'es capaz de inspirar entusiasmo á un hombre. Las mujeres sin pasiones siempre viejas,”

de amor, han sido y serán agrega Augusto Gnejaad.

...“Se hallaba aquelle mujer—escribe Marmontel,

refiriéndose á

la heroina

de

una

de

sis más interesantes novelas—en esa ¡ edad en que, agotada la fragancia de la juventud, se sabe amar mejor.” * “El secreto para no envejecer, ha dicho Benigne, consiste en inspirar por SOI Aye medio una pasión que dure.” La palabra final de esta croniquilla le está concedida á Desportes: “Dulce es la muerte— escribe este literato—cuando viene d spués de haber amado

mucho.”

carLos BONHEUR.

.

:


%

.

EL. CARNAVAL

EL COHETE.

PATRIA Realidad ó fantasma de la vida se alza ó se hunde en esta lucha incierta, como una sombra del pasado muerta ; como una cruz del pedestal caída. —

Sube, Como

buscando

vida, á los espacios,

culebra de candente vello

Que, al llegar á las nubes dobla el cuello

Y vomita esmernldas y topacios.

Hostia eterna del alma, suspendida

Invita á los espíritus rehacios.

sobre el abismo de la duda yerta,

A contemplar el firmamento

si brilla alguna vez, abre

Y alumbra su fantástico destello

á la esperanza,

la puerta

6á la fe perdida.

Las chozas al igual que los palacios. »

Fantasma ó realidad, en ese abismo resplandece con ráfagas extrañas;

Como

y aunque el pesar doblegue

Sin respetar abismos

tu

bello,

Arco de luz, imágen

organismo,

llevas ¡oh Patria! altiva y sonriente,

de la vida,

tá, fuí fogoso á la aventura ni cadenas.

Como tú, vierto sangre por la herida ;

el fuego de tu Dios en las entrañas

Como

y el beso de tus bardos en la frente!

Como tú, riegan lágrimas mis penas.

tú, lanza chispas

mi amargura;

/

R. NEGRON

FLORES.

FELIX

MATOS

BERNIER.

2

PUNTOS

Y

VE y

er

LITERARIOS

,

ya L. ALFARO.—Barros. Con mal pie ha entrado usted en el Parnaso. Mas vale que se salga. CONSTANTE.—Ponce. a

¿Constante en malos?

parece que

confunde

las espinelas

!

SERRUCHO.—Luquillo. Serrucho.

el querer ó en escribir versos

Sáqueme

Me

las espinillas...

.

'

Zufa de aquí, .

.¡avechucho!

de esta duda y hablaremos.

LO CERO. —Aguada.

N. N.—Mayagúez. Con ene ene, no me

** Sale el sol por el Oriente

dice nada.

entre igneos resplandores” UN PROFESOR.—San Juan. A buena hora viene usted Boston. xima

Mejor

á hablarnos

será que lo deje

de

apagando

IMPARCIAL.—San

¿Han visto ustedes, señores?

todo eso.

Juan.

lo que dijimos

A otra puerta, hermano. JUAN FRANCO.—San J ant: Jesús, María y José! Y á eso llama usted espinela?

sus fulgores.””

Que cosas tan peregrinas. . ..1

REGIS.—Adjuntas. ¿Todavía se '“postaletea” por ahí? Creíamos que había pasado

.. !

“* Y se hunde en el ocaso

para la pró-

expedición.

Ya sabe usted

Noticia fresca.

E de las críticas.

*“* Ya el ruiseñor parlero no gorjea en la epramada ” ¡ Ahí es nada!

“ni se oyen los trovadores entonando la alborada.”

Yo sin

me quedo turulato

poder

entender

nada!

con


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