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:
ut Boletín
P .R.
LA ILUSTRACIÓN PUERTORRIQUENA..
“LA ILUSTRACION PUERTORRIQUEÑA” + PUBLICACION BI-MENSUAL. J. E.
DIRECTOR:
AbyinisTraDor:
P.-R.,
JUAN,
San
J.
MARTINEZ
M.
25
PE
1893.
DE
Izu —Flores
Vicente
por
¡versos!,
Estío
de
por Eugenio ChaPalés.—El estreno de un abogado, vette:—Nuestros grabados. —Anécdo'as. : (Ledo. Esteban Lanuza.— Nuestros periodistas GRABADOS: de Salvamento Antonio fzu. J. Aquenza).—Estación Exposición de de Náufragos de Arecibo, P.-R.—La Chicago á vista de pájaro.
debe
que
vez
en
el estado
no
pocos
son
el celo que manifiestan los que preguntan por el estado en que se encuentran los trabajos de la Exposición; si ésta se veriflcará ó nó, porque eso demuestra el interés que por ella se toman; pero antes de hacer esas preguntas deben enterarse de si hay motivos para hacerlas, de si serán per-
de si ellas podrán llevar el des-
al ánimo de algunos.
Una
obser-
crónica
que
se en--
que
de la molestia de pasar por las oficinas gusto, r referida Junta, donde, con el mayo se les enterará de cuanto deseen, relativo convená las gestiones de éstas y saldrán humaes o cuant todo hace se cidos de que nte adela he namente posible para que marc
la realización de la idea;
pueden
también
San«esos descontentos darse un paseo por ¡e
ón, turce y visitar el edificio de la Exposici idad; activ con y verán que allí se trabaja puepero, como es natural, todavía no se es-
rá “de tener ya hecho todo Jo que debe verifide nto mome el e llegu do cuan - tarló se
peño que
y buen deseo de los interesados
en
Puérto-Rico celebre unas fiestas dig-
nas de su actual estado de cultura. *
*x
exilpartamentales y locales ya nombradas, con-. que para te á nuestros productores
s “curran 4 la Exposición con los elemento ya
Ea verificando
:
los
de trabajos
erigirá en- del monumento que 4 Colón se do á
la Plaza de Santiago,
concurso
haberse saca la construcción del que se eleva-
- rá en las márgenes
próximo á anunciarse
dicha Gramática una verdadera joya de la. =
del Culebrinas, Otro
concúrso
estar. para.
E
_
moderna filología.
Xx
Nuestro estimado colega La Balanza
desea conocer la opinión de toda la pren= sa del país acerca de su proyecto de crear nosotros
entre
Liga
una
un
Sentiríamos
rancia.
contra la igmo-
inmenso -
placer
viendo realizados los bellos ideales del compañero, y, por tanto, para llevar £caiós bo tan laudable propósito, á su lado-nos tiene, sin distingos de ninguna clase. * X
X%
Real Sociedad Económica de A met-
La
gos del País, deseando contribuir al mayor -
En la última sesión mente. los individuos que actualmente forman parte de ella, se eligió la Junta Directiva
Provincial,
recayendo
personas
en
de
los nombramientos
reconocida
para hacer una instalación en que exhibirá los que posee
“d)
encomendada
competencia
á
Secretario. de
com-
comisión
una
y Vice-
Secretario
Sres. Dr.
Sociedad,
dicha
porque
utilísima,
á la par
Esa
instala-
“ceo
que
curiosa,
ES
en ella se podrá apren-
der muchas cosas que desconocemos de... ES At E —. nuestra historia. para prepara se Ateneo el n Tambié j
exhibir una galería de retratos de puertorriqueños ilustres (no contemporáneos).
se comple-
Uno y otro pensamiento
mentan, y constituirán una de las secciones más interesantes de la Exposición.
J. E. M. Q.
que la Asociación de la
LA CARA DEL INDIO.
Cruz Roja responderá entre nosotros á los altos fines para que ha sido creada.
—
A
Marinez
Quintero.
e
*
,
- La estudiantina Pigratelli,
cuya
lle:
gada á esta Capital anunciamos en nues'tro número anterior, ofreció al público tres
hasta que estaba bien lejos de nosotros. Ahora “nos, divierte -el Comendador Aldo Martini, con su Compañía de Varie-
dades.
Los
espectáculos resultan
agradables, sobre todo
de que
está
encargado
muy
aquellas partes
en
cl
Comendador,
que, como prestidigitador y' Como especialista en formar figuras con la sombra pro-s yectada por-las manos, no tiene rival.
*
Al salir de la escuela, la chiquillería conci-Entre Mauro, bió, como siempre, una diablura.
2
, Dolilo. Pitirre y Moncho, el: hijo” del: Alcalde . Se
concertaron irse á bañará
la Cara del indio.
Ae
fueron separando poco á poco, y sin inspirar sos 0 pechas á sus otros compañcros, cada cual tiré por su lado, y reuniéndose después en las afueras del
pueblo, se largaron,
haciendo.
$
cabriolas*
de energúmenos sueltos por la polvorienta carre-
tera que cortaba la uniformidad verde delos. campos, como si fuera una ancha cinta de color El
pajizo.
Sol, bastante alto todavía,
les
que-
Z
-
maba la piel del rostro, como un sinapismo, y a aceleraba su respiración, bañándolos en sudor copioso, cual si quisiera limpiarles el cuerpo de. E la roña infantil antes de que se sumergieran em las ondás
purísimas
E
E
del rio
Con los libros como carga inútil, tirando és
te
piedras
á los, indefensos
pájaros
que
huían
asustados al acercarse la bulliciosa banda, haciendo aquel gambetas, como sí fuera un potro. de lujo, vociferando y con Satanás zen el cuerpo
“todos, acercábanse poco á poco al «Jarco preferido,
dejando
en la naturale a
exuberante
que
E “atravesaban la aguda nota de su candorosa alecaA E SES contratar el basamento del que se dediSan gría, con cierto olor de vida que se mezclaba | puá4 Ponce de León. en la Plaza de la continúa bien á las fuertes aromas de aquella vege: muy Pérez Alvarez Sr, El si A osé, haberse verificado el remate de algu- | blicación de su interesantísima obra Ga: tación potente. - : e que pron to darán
las construcciones
_
pensamiento ha si-
Arreche y Gordils.
Ferrer,
La reali-
archivo.
rico
puesta del Director,
para desempeñarlos, y cuyas dotes son una garantía para poder esperarse, con so
brado fundamento,
su
zación de tan acertado
ción habrá de ser,
*
Que de: carse la apertura de aquella. de los magníficos conciertos, En los cuales parte por n ació la note poca anim ada exager nada de mostró que no era que deban ser expositores, No es culpa de fama de que venia precedida, y cuando la Junta, y aún esto, que podría servirtara nos preparábamos para asistir al cuarto, “causa para que la Exposición no resul r, en el cual se nos ofrecía dejarnos oir los todo lo lucida que está llamada á queda popular enviando melodiosos acordes de nuestra á la fran- trata de salvarlo la Directiva, ó despidi se uen, Boring e de danza La “un comisionado á la Isla, que, apart de- ' cesa, Ó lo que es lo mismo, sin que nadie s Junta las iquen verif que las gestiones se enterara de que se habia marchado, que posean. Estarse :
adoptado y la sencillez de estilo hacen de:
multitud de documentos puertorriqueños, de
añadidos
rece hacen no pocos á la” celebración del Centenario, harian caer por tierra todo, sin que fuera suficiente á impedirlo el em-
los
se tomen la
el método
cisión y claridad de exposición,
á la oposición, aunque embozada, que pa-
acarrear grandes perjuicios que,
Ha quedado definitivamente constien cual- tuida la Asociación de la Cruz Roja inla Exposición en términos tales, que cuya ción me y que no, esta Capital, benéfica institu quiera diría que lá cosa duer negable utilidad es reconocida universal se desplega toda la actividad necesaria. verificada por decírseles
La pre
importancia y única en su clase.
realce de nuestra futura Exposición, ha acordado solicitar la autorización necesaria
de lo que " ¿procurar enterarse debidamente an de habl a, Junt hace ó deja de hacer esa
A esos puede
la Lengua Castellana, y cada nueva entregá repartida es una prueba más de que s no nos equivocamos al presentir por la primera que la obra habria de ser de suma:
de lugar, como vulgarmente se dice, podría
tados muy beneficiosos, pero estando fuera
s cuentran los trabajos preparatorio tas fies ás dem y n de la futura Exposició el cuarto que para celebrar dignamente Puertode to ien rim cub des del Centenario Junta la por to Rico se tienen en proyec fin, ese para tal constituida en esta Capi que, sin toda
zo, que somos y valemos. estima de digno es que. luego Desde
vación hecha á tiempo puede traer resul-
preferente de nuestra
ser
manifieste cuánto hemos ganado en cuatro siglos, una fiesta, en fin, que dé idea de lo
aliento
-_—
SEP RETO
lebración del Centenario sea lo que debe ser: una fiesta digna de un pueblo culto, una fiesta que esté llamada á señalar época
tinentes,
CRÓNICA.
LA
mucho
el
luego, indican
desde
mática filosófica É histórico-comparativa de
en nuestra historia regional, una fiesta que
del Indio, por Crónica, por J. E. M. Q.—La Cara Maupassant ! Abelardo Morales Ferrer. — ¡Guy de Cohvite, por Isoneto). por Ferdinand R. Cestero.—El traM. González García. —De Enrique Heine (versos), por Ledo. ducción de E. Pardo Bazán. - Pensamiento, Antonio
que,
empeño que existe para lograr que la ce-
SUMARIO.
TEXTO:
reparando
de la Exposición, “estarse
son
ROSALES.
JULIO
éste
convenientemente, estar ya casi definitivamente organizado el programa de las fiestas generales del Centenario etc., trabajos
QUINTERO.
LOIRA
DE
principio en los terrenos anexos al edificio
.
LA 7
úl-
Algunos mangós colgando de las ramas,
20055
fimos restos de la liberalidad de aquellos árboles,
despertaron el apetito de los demonios, armáronse de piedras, y decididos, poniendo en sus débiles músculos una fuerza imaginaria y en sus - pupilas un tino engañoso, martirizaron al árbol, - que lloraba desprendiéndose de sus hojas, como si fueran lágrimas verdes de un sentimiento proAl herirle con rudeza, erugía, extrefundo. meciéndose de angustia, hasta que al fin, impotente en su inmovilidad “eterna para defender-
A 2 E
de niño,
restos
flotando aquellos
agua, seguían
como si fuesen una piltrafa de la horrorosa disec-
ción de la vida.
FERRER.
MORALES
ABELARDO
sobre
sordo
ruido
cayeron con
mos frutos, que
-gós, que un sol de fuego había teñido saflamente de hermosos colores.
>
llándosé tras breve carrera á orillas del rio. En medio de las ondas, como un islote árido, sobre: salían varias rocas abruptas, contra las que iba á estrellarse la mansa corriente para después caer hirviente y espumosa, desde una altura de tres metros, sobré lá revuelta superficie del agua emE bravecida
]
<>
-
E
E
ha-
del agua,
el murmullo
Al fin oyeron
Y
y. o
man-
los
mordiendo:
marcha,
ojos, siguieron su
cueros
en
pusiéronse
promontorio,
- escarpado
e
vértice del
el
cabras hasta
Treparon como
Como á eso de las cuatro, vestido de rigu-
tas y sin pizca alguna de vergiienza al enseñarse unos á otros sus inmatugos órganos de hombres incipientes
hi
y sin contraste alguno de
sa y fresca de la niñez
q
<olo:ilo
ce
El mayor tendiía doce años.
Los mas arrojados se atrevieron á descender
E
hasta el pilón
subi-
de aquella fuente enorme, y roca
dos en alguna
“agua,
de
á flor
semejaban
“ espigas débiles en un campo de séres humanos Desde donde estaban se veía de frente la hermo-
sa cascada, que al despeñarse se dividía en varios
entre ellos
dejando
haces de hirviente
espuma,
grabada la cara de
un indio
frontones de piedra, en uno de los que se hallaba
¿Era aquel un lugar de el baño su nombre. suplicio donde los primitivos moradores de nues¿ Aquéllas cotra isla sacrificaban sus reos?
a:
q me
rrientes
impetuosas envolvieron
cn
llevándolos
hasta el mar en cuyos senos se perdían para siempre ?. ¿Resonaron en aquel rincón del mun-
E ES E
vez
alguna
humanos,
-su tu bnlencia cadáveres
E
My
tomaba
aquí
De
do,
cz
22
poéticamente bello
her
la
y hermoso, con
7 mosura de la naturaleza americana, los gritos de
E
dolor de alguna víctima P..---.
El m s espigado: de todos,
nombre,
por mal
Pitirre
apuntó la idea de que debía de ser muy
bueno echarse por uno de aquellos chorros para que el agua se lo llevase á uno como £z volanda Y dicho y hecho: volvió á subir al promontorio, escogió el salto mas débil y se dejó arrastrar,
Los
cayendo en el pozo sin detrimento alguno
recelosos se animaron y, siguiendo el ejemplo del basilisco, también subieron, dejándose llevar de la corriente. Era el mas dé-
*Tocóle su turno á Moncho.
De. piésobre la roca, recorbil de la partida. tándose su cuerpecito. de criatura enferma en el azul brillante del cielo, ¡parecía un- niño mártir
> condenado al »uplicio se o De pront
os
sostemerse
mm poco quiso
e:
>.
y
le-fué la cabeza,
abiertas. sólo palparon el
resbaló,
botar contra las
peñas, como débil ?
+pea sin misericordia
-
lla
0
dejánd
Desde el vértice del promontorio,
- pañeros de la
inf rtunada.
: -
vieron la cabe
a
ori.
los cm-
víctima, trémulos de
desnudos otros, vol-
pavor, á medio vestir unos, A
lo que
y nariz di-
agitaban constan.
temente, y los cuatro pelos de su cogote, hermanos legítimos
de los otro
que aparecían
cuatro
dificil que
lo
en su barba, daban á comprender
hubiera sido el peinarle el cabello. No obstan:e esta dificultad, don Bartolo tenía quien se lo peinase ...: doña Saturna, su mujer, que le llevaba cinco años de edad y cade ambos,
esféricas las barrizas
perfectamente
tan
Eran
de poso.
torce libras
cuando
que
hubiera
cualquier geómetra
ban sus abdómenes,
se
se toca-
ponían á jugar el tufe, y por casualidad
podido trazar por el punto de contacto un plano tangente á las dos circunferencias, sin temor de que, por un descuido, se convirtiese en secante. Pero en
las curvas, y, servido
Saturna predominaban
doñ:
de
aparte
que
más
su corsé
hubiera
la
cintura
perfectamente
para ajustarle
la boca,
y amenazaba
a Alí, junto 4. la orilla, destacándose como ama gra mencha pálida del- tono plomizó del
No quisiera engañarme; pero ¡ Dios mío ...! me pareció que hasta su corva nariz se movía, 1y que su colmillo, su afilado colmillo se inclin
ba, haciendo un signo de aprobación... Tuve intenciones de huir, horror ...! Saturna,
Doña
ya era tarde:
asiento, y
su
de
gran trabajo
¡Qué pero cn
levantíndose
crugir
haciendo
y, las tablas del piso, alzó una de sus manos señalando hácia el comedor, exclamó” con tono solemne :
—A la mesa. ..-... Los dos esposos se
brazo, y
del
cogieron
Veyo le ofrecí el mio á la señorita de la casa. rónica se apresuró á aceptarlo, apoyándoss en
él con tanto abandono, que
punta de
la afilada
su codo vino á introducirse por dentro de mis Magos. costillas, haciéndome ver la estrella de los rozándo dijo, e .-.!—m s -¡Ay....Jesú
me la cara con su co!millo —No me mire usted Yosoy todavía muy joven. ...no enasí ... . tiend > de esas COSAS oo...
Al é la vista sorprendido. - - Señorita —Por Dios....; no me diga ahora nada, ue Saturna y Bartolo nos pueden oir We desembaracé de su brazo, con intenciones de echar á correr; pero en aquel instante el
á la torre Eiffel, presentaban sus carrillos un abultamiento tal, que la pequeña boca aparecía como sumida en un profundo abismo, del que aumentaba la negrura un espeso bigote que, ' colosal matrimonio se detenía á la puerta del como de mujer al fin, se veía allá, en el fondo, comedor, y doña Saturna, con acento malicioso, inverosS ímil y amenazador mos djo: y d . : J , muchachos: ustedes, los jóveEste buen matrimonio, no había podido Vamos | áencontr ente conseguir un sólo hijo, y únicam nes, delante, los viejos detrás... -: á usted, Manolo, nosotros lo tratamos como de la familia... base en su compañía la señorita Verónica, her| Y me dió un papirotazo en la nariz. mana de don Bartolo, de 45 abriles, flaca como ¡ Y todavía no Aquello era el colmo un pergamino, y con una nariz siniestra, que se ' hacía y cotorra, buena familia una La de ...! pico el iado como princip encorvaba habíamos sombra á un colmillo traidor, terrible, que le estabá sin duda en un error, creyéndome enasobresalía de
un jabalí.
Pura, cual la más pura de las
como
el de
vírgenes, ha-
espiritual
su
organismo
no
podía
para otra cosa que para la castidad
sc llevar después hasta la
donde quedó fl tando inmóvil.
los de Verónica, que en aquel instante ponía sus pupilas en blanco con infernal coquetería
Bartolo era un sujeto como de 50 años,
chiquito, barrigón, de cabeza grande
tropecé con
y alzando los ojos
voluntariam=nte,
ELCONVITE.
Pues señor, voy á referir á ustedes me aconteció en la casa, de don Bartolo.
estremecí in-
me
último
'Al escuchar esto
CESTERO.
que
2 Cuando el cul ive”, desfigurado horiblemen46 legó al pozo, y ró unas cuantas veces sobre
——símismo,
.
R
Me
excesivo calor.
del
consecuencia
á
—Manolo, estás en tu casa; bien sabes tú que te consideramos como de la familia.
Julio de 1893.
Sus ojillos grises se
de
tirantes
enormes
dos
pasó el brazo por el cuello y, con sonrisa p:cara, me dijo:
: ¡ No has muerto Maupassant! sucumbe el hombre No mueres, nó, porque al dejar la vida,
minuta.
por
comerciante
misa,
timbre de gloria esclarecida :
.
Los otros huye: »1 despavoridos.
-
E S
El adiós de tu eterna despedida Lleva en las brisas tu inmortal renombre
Don
y por arriba se sujetaban á los hombros
lona, capaces de soportar un peso de 400 kitóDon Bartolo estaba en mangas de cagramos.
arista que el
fué á re-
“ímpetu desenfrena to del torrente arrastra y golí-
es
y ca-
del
cara per-
descubierto los cal-
al
abajo
por
dejaban
cetines,
derrama,
Cual áureo cáliz, su licor divino.
bía tenido la gran suerte de que nadie hasta entonces se-hubiera atrévido á turbar el dulce sueVerónica era casta porño de su inocencia....
yendo de lado en el chorro mas fuerte,
=
manos
sus
en el aire;
vacío;
vacilando
dril
Bartolo. apa-
anchos pantalones de
sus
afeitada;
fectamente
¡Oh! no al embate del fatal destino Se extingue el fuego que el cerebro inflama,
con la blancura lecho-
Sus carnes brillaban
[o
Don
una
y con
sillón, con la
otro
recía á su lado, en
un
con
vestida
Pompadour,
lo
mata de rosas en la cabeza.
Deja un rastro de luz en su camino.
FERDINAND
sillón,
un
en
sentada
peraba
traje elegantísimo á
No muere el genio, su potente llama
En páginas de luz brilla tu nombre.
la morada de los Saturna me es-
rosa etiqueta, me presenté en Doña antiguos mantequeros.
Tú no puedes morir, ni amargo siro Apaga el eco de tu excelsa fama;
vivos y se fueron echando al rio, haciendo pirue-
Es
por aquel
entonces con su amistad, Una tarde, á causa de ser el santo de su señora, me convidó á comer, viéndome precisado á aceptar el convite.
¡GUY DE MAUPASSANT! (EN SU MUERTE.) (1)
Como
Bartolo, que se había enriquecido ven-
diendo manteca de cerdo, honrábame
Rio-Grande, Julio 1893.
Es un vaso de esencia que
cogió, que salió corriendo como un loco, gri* tando á voz en cuello : ¡un —¡Socorro....!* ¡un fantasma....¡ fantasma. -..! Don
se del infantil ataque, se desprendió de sus últi-
Luego, “aquel terreno anegado en llanto verde. triunfantes, con la alegría de la victoria en los
+
ILUSTRACIÓN PUERTORRIQUEÑA.
servir
....-
Una vez tan sólo, un Tenorio miope, que usaba cristales del número 2, la vió desde muy
lejos y se enamoró de ella; pero por la' noche, habiéndose acercado al balcón, en el momento en que
la
señorita
estaba
en
él, á
oscuridad y de haber dejado el joven
juelos en su casa, fué til el terror que
pesar de la
los espele
sobre-
I de este pe(1) Véase el número IX correspondiente al año soneto del mismo riódico,-en que tuvimos el gusto de publicar otro (en su locura!. autor, dedicado tambien á Guy de Maupassant
morado
de
Verónica....
misericordio-
¡Dios
En qué berenjenal me había metidO....
so....!
sentamos á la mesa. .
Nos
A mí me colocaron Verónica.
Lo fué una ficie de tanto el
primero nube de la mesa. humo y
repleta
hasta
entre
doña
Saturna y
que se presentó á nuestra vista humo flotando sobre la superAl poco rato se disipó algún apareció una enorme fuente,
sus
bordes
cosas, entre las uz
de
sobresalían
una
una
infinidad de
gigantesca
bitatr, un ñame porcentoso, una jautía incomensurable, media ca/abaza, cuatro libras de car
ne de cerdo y un:s pelotas grandísimas ' con el pld4tano molido,
bullendo
todo
entre
hechas un
lí-
quido negruzco, semejante en su aspecto al agua. que las cocineras arrojan después del frezado —Mano'o: —me dijo doña Saturna-—co-
A
4
st A
PR
A
“LA ILUSTRACIÓN PUERTORRIQUEÑA mo á Bartolo no le gusta otra cosa, no hemos y hecho más que mofongo; pero usted sírvase sin .....
de la familia
frase, serití
Al escuchar de nuevo esta
En aquel mismo
angustia grandísima,
una
diendo darle un beso......
instante
,
—Manolo
Za
De
Creí haner oido mal....: no era posible E l aquel tute0 ....—.¿ Cómo, señorita. ...? —Que si quieres que te sirva ...... , La miré frente á frente. Ella sonrió con malicia, guiñóme el ojo iz-
M. GONZALEZ
quierdo, volteó la nariz y meneó el colmillo ....
“Mi cuerpo gado.
temblaba
como el de E
un azo-
vido la mitad de la fuente. Don Bartolo tenía los cuatro pelos de st bigote sumergidos en el espeso líquido del pla-
media
libra, por los iasondables
abismos de su boca.
Verónica me servía á su gusto, —No te pongo calabaza —me dijo —para que no vayas á figurarte que yo te las doy, por más que bien te las mereces, picarón ..... Y Verónica me arrimó un. pellizco del cual. , aún conservo y conservaré la señal. Se -me olvidaba decir que para pisar el mofongo se habia colocado en la mesa una botella de ron, de la que á cada paso hacía uso don
Bartolo, acompañándole su mujer: ban mas colorados que un tomate.
-
pero
me enveneno : era el ron cañete- mas malo que ] he conocido en mi vida. La fiesta se animaba: ambos esposos. disputábasen los trocitos de carne, arrebatándoselos Verónica quiso hacer lo mismo de la boca. fué tal .el semblante que puse, pero ; conmigo p que se retiró asustada y medio llorosa., —Ingrato .... |! me dijo, sin limpiarse siquiera la boca, que la tenía untada con manteca— ¡Estás jugando con mi corazón. -. ! ¿Por qué me has engañado ...-.. ?' Y las lágrimas empezaron á gotearle por la EE 0 nariz. aquel demoYo tenía ganas de-extrangular ¿Cómo era posible que ella llegara á nio.... - ? figurarse que yo la amaba... dio —¿ Qué tienes, hermana mía - e Veróde s lágrima las en do reparan Bartolo, don a : : nica. —Nada......nada....-.—contestó esta, haciendo una mueca que hubiera envidiado- el
mismo Satanás —que' me
duele la “cabeza
.:.
agua para refrescarse el gaznate mujer. —Tú
haciendo una seña de inteligencia á.
, también
a -eras bien
-
tuno, y
5 su brazo porenel cuello.
el pezcuezo la fatídica argolla
Si á los ilustres nombran, : También mi nombre te dirá la fama.
Él, en su furor, sacude A todas horas mi alma, Que sigue desafiando,
:
De la vida en el desierto,
Si te cuentan las penas más amargas.
Al igual de aquella palma,
E
A ES
Invisible de la parca.
La religión es indispensable para la dicha de las sociedades, pues santificando la familia y ejercitándonos en la práctica de la virtud, ella es dulce puerto, en donde el áura bienhechora que baja del Cielo, regenera nuestras almas y nos hace dignos de nuestro Creador.
desprende de su conversación, va á estrenarse” como abogado el dia siguiente, causa por la que
Del abrumador desierto
en medio delos mares
" Una roca solitaria; Eleva; mustia, súfrente A los cielos una palma.
follaje:
to:
a
nia
un robo seguido de asesina-
Es ciervo, lo confesamos ¿Pero quién tiene la culpa?
NÓ, mi cliente no será
Está bien recompensada:
ugiendo sobre ella pasa:
5
:
E
Os
ze
- Vosotros, señores, ó mejor la sociedad, bastante imprudente para dictar penas. contra el” A E robo.
Y un albergue entre sus famas. — En cambio de estos favores
-
profundamente -
¿—Sí, señores, sí; por la noche, y con fractu-
ra, hemos cometido
Y ella les brinda sus frutos,
“Ni la acarician las áuras, “sólo, de vez en cuando,
dijo el padre,
pieza su discurso de defensa.
Los peregrinos descansan, Y á su alredor se detienen Las rendidas caravanas . Alí también van las aves - Su vuelo á posar, cansadas,
Ni la refresca el rócío, *
¡—¿Cómo?.
Eb -—0h! sí, mís blanco que la nieve.... tribunal le pedirá mil perdones, conseguiré algo... mejor que la libertad completa ; ya Veras.. Escúchame un poco y juzgarás.... ' Supongamos EE que ya estoy en ha sala. em-grave voz con joven el da, ensegui Y
Que más que alumbran, abrasan;
e -
al.
asunto
mi
asombrado.
Con sus centellas de fuego,
eS
' Conozco
Mi dedillo y lo he aprendido de memoria. cliente saldrá del juicio más blanco que la nieve. * REN
-
Que un incienso desparrama
y
—Tranquilízate,
-,
"Bajo un sol resplandeciente .
L
AE
de tus ideas?
.
Sobre ia candente arena,
Bajo su verde
-.
el padre estaba bastante inquieto, aguardando. + el momento fatal. * pael taba pregun ad, segurid la —¿Abrigas pá, de que en el momento preciso no ha3 de turbarte y sobre todo que no perderás el hilo
Enla región desolada,
+
7
Los dos via+=-"_ La escena pasa en un coche. según se último, Este hijo, é padre jeros son
“FLORES DE ESTIO.
Como
PAlÉS.
EL ESTRENO DE UN ABOGADO.
£cdo. Antonio Íz1.
|:
: A! a
-
.
Impertérrita, su ráfaga.
Ya te dirán la mia
lava;
dc
==
VICENTE
.
Aproximaron sus asientos...--. Verónicase acercó también á mí, y me pa-
+
z
El Simún de la desgracia
PENSAMIENTO.
sw
bastante
El viento del infortunio,
como
A
A
Y á cada instante me azota Y sobre mi frente pasa
¿por qué sulres? ¿qué te pasa?
Soy alemán poeta, Conocido en las tierras de Germania;
“Encendida
:
:
Ni ilusiones me acarician,
|
;
que me hiciste sufrir — replicó ella... :.—Pero después hemos sido muy felices ... HA ¡ Bebe, corazoncito. .-.! z 4: : Doña Saturna bebié era la octava libación, y los dos esposos. Ya 0 “empezaron á enternecerse. 2.
1
Ya, tan sólo, espero el rayo
—Cosas de enamorados .. -..—añadió don
Bartolo,
¡Aytenmi angustia infinita, En mi desventura amarga, La existencia es el desierto Y la palmera es mi alma! Los peregrinos, las aves, Las rendidas caravanas Son los amigos, las gentes,
Ilusiones, que son ¿uras.
Y en cuanto á lo que sufro.... ¡tantos, niña, Lo sufren en mi patria. ...!
. —Pues toma un poquíto de ron . -.Doña, Saturna se lo sirvió. A La joven de los 45 abriles se bebió el- eon-
tenido de la copa, sin pedir siquiera un poco d
:
Ñi el amor, que es un rocío, Me refresca y mi sed calma,
De tus oscuros ojos
¿Qué tienes?
sd E
:
Que á mí vierten y me engañan.
Pobre viajero enfermo,
Mi vecina de vcz en cuando empinaba también el codo, y me convidaba á qué la acompañase;
Heine.
Curiosa me pregunta la mirada :
los dos esta-
unp vez que quise hacerlo, por poco
-
GARCIA.
Cuando á las luces de la aurora suelo Pasar ante tu casa, : Me causa regocijo, dulce niña, El verte en la ventana.
pesaría poco
o Tse
Las pencas, rudo, maltrata,
Que siguen desafiando Del Simúán la ardiente ráfaga, De aquel arenal en medio, Mustia siempre y destrozada, Un rayo que la aniquile Es lo que espera la palma.
( Traducción de E. Pardo Bazán )
to, y doña Saturna de un solo golpe, hacía desmás ó menos
Enrique
se
Él de lá3 verdes palmeras
De
Ss
qa
Se nos viene y nos aplasta.
Gurabo, Julio 1893-
Entre tanto, los dos -esposos se habían ser-
aparecer la mitad de un 2a7:e, que
s
colmillo en mi frente......
a
Al mismo tiempo que mata; Él no es la tumba á que el hombre, Herido de muerte, bája; Es el sepulcro volcado, : Rabioso y lleno de saña, . Que en vez de esperar, encima -
¡ Maldición ......- !!! ¡ Aquella mujer horrible me habia dado un bes0o......! Me levanté como una fiera, y tendiéndola de un fuerte puñetazo en el suelo, salté por encima de los dos esposos, y no parf hasta llegar á mi casa. Desde entonces no he vuelto á la casa de «don Bartolo, ni volveré jamáS.....>
ella, con voz gangosa—
—díjome
¿ Quiéres que te sirva ...? ?
nariz, é hincó su
Él, enfurecido, entierra,
con su corva
la mia, estrujó una de mis mejillas
E
2
El déspota del desierto, El demonio de Zahara.
acercando su cabeza á
mismo tiempo, Verónica,
7
—*-.:: A
De viento, arenas y llamas,
cuadro,' y casi al
Separé la vista de aquel
percibí un dolor agudísimo en una pierna, como el producido por el golpe de un palo. ...: era la rodilla de Verónica que había tropezado con a la mía.....á correrme ban, empeza sudor de gotas Las por la frente.
Mónstruo horrible y pavoroso,
tolo permitía la enormidad de sus barrigas, y don-Bartolo metía los cuatro pelos de su bigote en la profunda boca de doña Saturna, preten-
:
:
Pio
5
Una tumba les prepara.
se habían abrazado, en cuan-:
dueños de la casa:
como
que le «tenemos
sabe
El mónstruo que á los viajeros.
á los
y contemplé
los ojos
alzé
4
ya
cumplimiento;
Entonces
propia imprudencia !
-
de
vuéstrá
NÓ, no castigaréis al que sólo ha obedecid: en ele acto realizado á una excesiva timidez o 0-2. ¡Voy á probarlo, -
E
víctima
3
Es
La
o
254
desenfrenadas; pero me es permitido suponer, en una palabra, que estaba en una situación en
un desgraciado, sufre, tiene hambre.
Hay que robar.”-
Siendo
dice:
le
consejera,
miseria, siniestra
tan tímido
como sabéis ¿robará en
“pleno dia ?—No.
-
==
la sombra
¿Aguarda la noche, es decir,
: que
—"ocultará el rubor de la vergiienza que su determinación hace subir á sus mejillas. =>
“¿ Haréis un crímen de este pudor ? ¡Llega ante una puerta cerrada. ¿ Porqué está cerrada ?
Yo no quisiera tengo
que insistir
salir
de
sobre
la
esta
cuestión,
pero
prueba de descon-
fianza dada por el propietorio de la casa hácia - el gobierno, que gasta millones en policia y guar“dia civil para protejer la propiedad. ¿De-qué medios valerse para abrir esa £ puerta?
S
:
pi pS
¿Debe emplear el puño ? No. Es de noche. Todos reposan. Si llama, alguien acudirá y su miseria
:
23 Sc
mulada por la timidez, tendría que ser confesada al que llegara y á todos los vecinos despertados
por la campanilla. El no llamará, pues, por conformarse á la ley, que prohibe todo escindalo nocturno. -
¿Llamaréis
crimen á esa sumisión á
la ley ?
No queriendo hacerse notar, abre la puerta que una culpabie desconfianza había cerrado Vedlo como penetra eh el comedor. ¿ Qué quería robar ? “* Los cubiertos de plata ”, me responden.
Irrisión !
za 202
Robar
cubiertos
de plata
persona que tienc hambre ! ( Con dulce ironía ). ¿Acaso creéis “Gustavo ignoraba la aventura de aquellos
que dos
-que
otro
se
tragaron,
un
tenedor
el uno,
y el
«na eso Nó, tos! pan
cuchara? l)emsaiado sabría el efecto que le produciría en el estómago ! (Con fuerza). este hambriento no tiene hambre de cubierEs un pan lo que él quiere: y por un es que nos quieren lanzar la piedra a Ya os veo venir:. Si era un pan lo que <Guería ¿porqué lo buscaba en la caja? me direis — Cuando se entra por primera vez en uua casa ¿no es natural que se ignore el sitio en que acostumbran guardar el pan ?
7 o _
dos antes de encontrase con Gustavo, no hubiera aquel miserable.... para sustraerse á tal vergiienza.... tomado uno de esos venenos desco-
nocidos por la ciencia, que puede equivocarse sobre sus efectos? Luego la acusación de asesinato cae por su propio peso. No insistiré en ello por más tiempo,
Pero al menos, ¿ha robado ese pan ? Nó, se lo impidió la llegada del dueño.
estaba comprometido, ha-
puesto en vosotros toda su esperanza, y que por á Gusmi donducto exclama ¡¡¡ Devolvedme tavo !!! . Recitado esto, el joven recobró su tono habitual para preguntar á su padre:
—¿ Qué dices de esto ? rep'icó
—;¡ No está ma!!
peroración me parece débil. ta
aguarda ver a Gustavo libre, le dirigiría al jurado estas frases de emoción : —No! no!, señores jurados, el corazón me: lo anuncia, no tendréis la crueldad de echar una cabeza cortada en una canastilla de novia !!!
—¡ Toma!
¡buena idea !
—¿
De
veras ?
—HEnsaya
vergiienza son los
NUESTROs
es que quiero para demostra-
mi cliente
Os he tomado un pan,
«pero.os entrego un pagaré. -
=
¿Pero
había
más que
dada nuestra actual legislación, Gusta-
"wo. ha pensado inmediatamente en la pena que ¡de aguardaba 'Su timidez natural le ha hecho 3 "wer un mónstruo en la pol'cia, los jueces, cl pú4 vblico, etc, etc, o Y extreanguló á su adversario, Tenemos que aclarar eso del extrangula4 -amiento. 2 Sois vosotros quienes lo asegurais.
= =
7
Pero Gustavo os contradice. ¿Seréis más dignos de fé, y
convencidos
drama ? 2
E
que él,
único
CHAVETTE.
GRABADOS.
había tenido
Entonces
+ Arreglaban el.asunto y no «decir.
pierden.
siempre
únicos que
tienen
que
Los
si acaso
por
estaréis
Tenemos
E
4 No Os ha dado su palabra en contrario ? -Señores : la ley exige de vosotros una con- wicción, no la tenéis y podéis tenerla.
o Old :: : (oO Ese señor á quien, según decís, extran-guló mi defendido, tenía malos negocios, en : víspera de un balance...... y. me ha faltado fiempo para asegurarme si no tenía pasiones
Lanuza,
gusto
ño
Estéban
Don
Lanuza,
há poco acaecido, dimos
de
cuyo
ya cuenta
sensible
en
Madrid,
graduándose de
oposición,
obtuvo,
en el
año
1882,
última de dichas Universidades.
fué nombrado
después
y allí Mede bri-
Vice-Secretario
del
ano.
s triunfos alcanzados por el P. Lanuza en la Sara, á los que más de una vez nos hem. s ieron digno de la admiración de sus paitos bien conocid. s de los habitantes de esta de A
Antonio.
Valencia y
ambos derechos en la
Facinto Aquenza. Ocupa muy distinguid)> lugar Es redactor del Boletín entre nuestros periodistas. Mercantil, que dirigió con sumo acierto, en época no le-
jana, durante la ausencia del Director propietario, Diaz Caneja. Político de
convicción,
correctisimo,
escritor
señor 7
inspi-
rado poeta, más que por todos estos títulos, es digno de admiración por hermanar la más sincera modestia con sus relevantes més itos. Como particular, pwece ser Aquenza el enviado por el genio de la verdad pira desvirtuar la teoria de Las Eles anentiras convencionales de nuestra civilización. como es, y si alguien al conocerle creyó haber tropezado con un recalcitrante misántropo. bien pro1to tiene que convencerse de que trás aquel adusto semblante está un verdadero arsenal de pensamientos grandes. de sentimientos generosos, de aspiraciones humanitarias. x
* ox En las planas 5* y 8* del
número ofrece-
presente
mos una vista general de la Exposición de Chicagoy otra de la Estación de Salvamento de Náufragos de AreEste edificio lo debe dicha Villa al nocibo (P. R.) ble entusiasmo que por la referida institución siente el señor don Dario Laguna, capitán de puerto que fué du- rante algún tiempo ailí, quien, con su iniciativa y actividad. secundadas satisfactoriamente, logró dotar á aquel puerto de tan valinso elemento, indispensable por los peligros constantes á que están expucstas las embarcaciones que á él arriban. ¡Eo ————
ANÉCDOTAS. —¿Qué haces ahí?, preguntó un s Idadu á otro que estaba sentado á la puerta de una taberna y no tenía para pagar un cuarto de aguardiente que había consumids. —Estoy enseñando los mandamientos al patrón. -—Anda, vente conmigo. —Allá voy, y al mismo tiempo se preparaba á salir de la taberna,
cuando
cogiéndole
el
tabernero
por
el
faldón de la casaca, le dijo: —Eh, militar, ¿y el cuarto ? —El cuarto? /Honrar padre y madre
Obis-
á pado, cargo que desempeñó hasta haber sido» destinadu encargarse de la Parroquia de Peñuclas, en Febrero del ante
en
Ejerció la abogacía en los Juzgados de Estella y Aoi, siendo más tarde Promotor Fiscal del primero y Asesor del segundo. Posteriormente recibió las Sagradas Ordenes en Civita-Vechia y Corneto, en Italia. Ya ordenado, desempeñó el Ministerio Parroquial, siendo Vicario de la Villa de Aoiz, en cuya parroquia, por servicios extraordinarios prestados en distintos Hospitales y en la época en que fué invadida dicha Villa por la epidemia variolosa, se le concedió por el Gobierno de la Nacion la Cruz de Beneficencia de 2* clase, con el Títuio de Comendado>, y además fué condecorado con la Cruz Roja. * Llegó á esta Isla en Agosto de 1880 y desempeñó la parroquia de Guainabo. El año 1882 fué nombrado Fiscal Eclesiástico, Capellán y Administrador de el Hospital de la Purísima Consepción y Director del ** Boletín Eclesiástico.”” Ha desempeñado en el Seminario Ccnciliar de esta Ciudad primeramente la Cátedra de Filosofia y posteriormente las de Física y Química é Historia Natural. Ha sido también honrado por Su Santidad el Papa León XIII, con los nombramientos de Protonotario Apóstolico Honorífico, primeramente, y más tarde con el de Protonorario Apóstolico ad instae participantia. Desempeñó el Rectorado del extinguido convento de Santo Domingo de esta Ciudad. -= Ha sido vocal de la Junta de Instrucción y Tesorera de la misma. Continúa actualmente siendo Fiscal Eclesiástico, Director del Boletín Eclesiástico, Capellán y Administrador del Hospital de la Purísima Concepción, Capellán del Presidio Provincial. Habilitado interino del Clero y Mayordomo del Excmo. é limo. seño Ovispo.
fallecimiento
llantísimos ejercicios, una beca de merced en el Seminanariu Conciliar, donde con gran aplicación y aprovechaaños miénto cursó las asignaturas del bachillerato, cuatro de Sagrada Teología, Historia Eclesiástica y Teología en Mayo de 1891. Moral, siendo ordenado de Sacerdote Celebró su primera misa en su pueblo natal, el 7 de Junio siguiente. Cuando todavía no era Presbítero, y en recompensa de sus méritos,
Lcdo.
uno de nuestros
números anteriores. Nació el P. Lanuza en Fajardo, el añ» 1867, recibió las enseñanzas de la instrucción elemental. diante
la carrera de Leyes y
Cánones en las Universidades de Zaragoza,
nuestros
á
ofrecer
en
Conciliar de Pamplona, en
clase de interno, y posteriormente
favorecedures el retrato del jóven sacerdote puertorrique-
más
superviviente de este
hoy especial
y Teología en el Seminario
tu reclamo.
gustosamente
recompensaria
estableci-
dicho
buenos cortes de tela, con qne
miento
EUGENIO
xos. en qué culpable ligereza cayó el que creó “penas contra el robo. Supongamos por un momento al código Je hubiera dicho al otro : —Notengo dinero!
:
'' .... un canasti—Y además, añadiría: lla de novia que procede de los Amicenes del Louvre,” lo que quizás te procuraria gratis seis
Estéban
amudo sobre el particular.
de
lugar, después de hay hermosa novia que
Asi, yo en tu sensación ber hablado de esa joven
plicaciones, dando voces, ocasionando esc mismo
Y en este punto, señores, «concretar toda vuestra atención,
acostumbrados
estúpida, pero
siempre
final. ...
sólo la
papa;
el
No tienes en cuen-
están
Estos
jurados,
á los
“Y entonces ¿por qué esta acusación de robo? El propietario cae sobre él, sin pedirle exmi cliente
doncella que ha
una hermosa
cia ocho dias, con
matrimonio,
un
por
entrar
iba á
- . ..porque, sabedlo,
- El robo, pues, no ha existido.
escándalo nocturno que -- eL tacto de evitar
porque
seria dudar del buen tacto del Tribunal Tal incertidumbre os impide dictar una sentencia de muerte contra mi defendido, Devolved, pues, este pobren joven á la fa-
á la frase
una
el,
suicidio. Seré justo para con él: era hombre de honor. ¿Quién os asegura, pues, que veinte segun-
milia en que
disi-
y
vergiienza
la
entre
que optar
tenía
que
a
117
*
LA, ILUSTRACIÓN PUERTORRIQUEÑA,
mere(
Continuaron manifestándose sonas desconocidas por él. sus excelentes dotes de orador Sagrado, y ya su nombre figuraba en primera línea como tal, cuando la muerte le arrebató de entre nosotros, á la temprana edad de 26 el años, el 22 de Junio próx'mo pasado, quedando así país privado de una de sus más legítim-s esperanzas.
Ponderando un rico propietario los higos de su huerta á un amigo suyo. ofreció e wiarle un par de ellos, El mozo que llevó el como lo verificó al dia siguiente recad» cayó en la tentación y se comió uno en el camiLlegó el mozo á casa del amigo, y viendo este que no. iba sólo» un higo, en vez-de un par, preguntó al portador dónde estaba cl otro, y este confesó su falta. —¿ Como has hecho e 0? El criado tomó el otro higo y comiéndoselo también: -—Hice como en este momento, dijo.
Viendo un célebre flósofo sobre una chimenca, una escultura que representaba la fas y la Justicia abrazándose y be:ándose, dijo á una persona que estaba á “Ved. se están de pidiendo cariñosamente, su lado:
pues no han de encontrarse ya jamás.”
Nuestros periodistas.
Ledo. Antonio [zu y Echarte.—Nació en Echauri, provincia de Navarra, cursó las asignaturas de Filosofía
IMPRENTA
DEL
BOLETÍN
MERCANTIL. .
| q
LA EXPOSICION DE CHICAGO A VISTA DE PAJARO.