SAN S
RE De 1893.
JUAN DE PUERTO
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Po
ti Boerin
PR;
monumento necesariamente debe ser inau-
PUBLICACION BI-MENSUAL.
igual
DrrEcTOR* J. E. MARTINEZ QUINTERO.
ha
de
fecha
del
García.—El
Tintero
[sonetoJ,
por
Ferdinand
una
que
ha
habido
equivocación, la
cruz
R.
pueblos
el concierto de
los
al Culebrinas,
“en el último
dental de la Isla.”
CRÓNICA.
se opone hoy
la de
afirman
haber
que
tenido lugar el glorioso
senada de Mayagiiez, y aún dores de una tercera
idea.
ninguna
oido asegurar á algunos,
en Guayanilla.
:
verificó
sólidos;
pero
por
los
y eso tal vez sea una
No faltan
que
mentos
á los
llamaremos para
defensores de la
sostenerla;
sostenedores
pero
de la aguadeña
yor peso, más
los
mará
teo-
mayagiiezana
de los
son de ma-
Respecto á la tercera teoría, que asigtan Mayagiez y Aguada, tiene en su con-
siempre
se ha dicho sobre el
que los. descubridores,
después
de costear la la isla por el Sur, fueron
en
por
el autor.
No dudamos de
por la
Junta
creada
en
es
cierto
llamarsele
que
novela,
que esta obra,
La primera
Cría,
será
á
bien
NOTAS CIENTÍFICAS.
LS
LA PLATA. “1H,
esta
—Polvo
de que
que dicha Junta no puede, después de loscomprómisos que tiene contraidos, resolver
ennegretida
por el gas sulfuroso.—1d
tor el ácido de las frutas. —Limpieza de medallas y A
y pastas
platear, que
para
Se pulverizan estas tres
3o partes.
tártaro.
.
pie de ga-
bien con una
Reemplazando el nitrato de plata por el cianuro de plata se obtiene un pulvo seco que se moja en el momento de emplearse, pero que es venenosa. Para limpiar los objetos de plata puede ser empleado
el siguiente procedimiento:
Se hace hervir la plata en una mezcla de 2 litros de agua, 35 gramos de sal marina, 25 de alumbre y 25 de jabón. Las prendas de plata se limpian bastante bien lavándolas con una disolucion de amoniaco.
La plata ennegrecida por los vapores
li npia frotándola
ciustico. Lcs
cubiertos
con
-
un trapo
ennegrecidos
empapado
E. por
los
sulfurosas, se en amoniaco ácidos de
las
frutas, se limpian frotándoles con hollín mojado con ] : vinagre. Las medallas y monedas ennegrecidas por la acción del tiempo, se limpian sumergiéndolas
en un baño com,
de lluvias y 1 de
ácido sul- .”
fúrico, donde se mantienen el tiempo necesario para” que se disuelva el sulfuro que las ha ennegrecido. Luego se enjabonan, se secan, y se las vuelve á lavar con agua, limpiándolas por último con una gamuza.
:
y pasta para platear.—Limpieza de los objetos
de plata —Plata
Se les retira
minutos.
algunos
a
Alétodo ventajoso y económico de platear en frio.—Otro procedimiente.
del descubrimiento de la Isla, de levantar el monumento con que habrá de; conse trata junto ¿la margen izquierda del antíguo cáuce del río Culebrimas, pues
durante
puesto de 9 partes de agua
á
el -4% Centenario
-memorarse el grandioso hecho
páginas
cien
unas bien
ventajosamente al modesto escritor de Gurabo. : 0% ¿Je Es M. <Q,
ha sucitado esta discusión
Capital para, celebrar
puede
semejanza
lo que respecta á la de terminación
ya tomada
de si
es un cuadro revestido de todo el interés
Y ahora pasemos á un punto que nos . toca directameute. se
no
realidad
anclar en una ensenada del O. Tarde
y
recibida por nuestro público, que ya conoce
na á Guayanilla el honor que hoy se dispuparticular:
González
que sabe imprimir á sus trabajos literarios
convincentes y mas confor-
.mes con la tradición histórica.
tra lo que
volúmen
un
proximamente,
argu
En
después, se les seca con aserrín y, por último, se les frota ] con blanco de España y una piel. *
Después se lava y enjuga muy muza.
de nuestro M.
de una di-
clorhídrico extendido.
Para emplearla, ó platear, se frota el objeto de cobre ó latón, previamente desoxidado, con la pasta, hasta que se juzgue la capa de plata suficientemente espesa.
García, será publicada muy en breve. For-
- tas españolas.
suavidad
con
—Crémor
Es el título de una nueva
distinguido colaborador don
: perfectamente
medio
seguida, y luego de secos los objetos, se les sumerje en la disolución preparada como se ha dicho, moviéndolos
luz.
Cosas....
ácido
por
sustancias, en séco, y muy finamente, en un mortero, después se añade un poco de agua para formar una pasta bien homogénea y se conserva tedo al abrigo de la
lección para el por-
obrita que, debida á la pluma
platear
. Existen diversos polvos
pap
que
á
pueden emplearse ventajosamente en determinados caUnade las preparaciones de este género mas resos. comendadas, es: Nitrato de plata, 12 partes.—Sal marina, 50 partes:
ver-
venir.
afirman que fueron las costas de Aguada las primeras de la Isla que pisaron planría
es
lamentarnos de que la indiferencia venza,
entre las distintas apre-
¡aaducidas
pero
dad de tristes descepciones, que mata. Por esta vez quizás notengamos que
ciaciones lanzadas, las que en nuestro humilde juicio parece. se acercan mas ála - verdad histórica y tiener' mayores visos de ser ciertas, son las
hija
grados en agua destilada. Para usarla, se comienza por limpiar
solución de potasa en
que se
suerte;
nuestra
indeferentismo,
atmósfera de
Una y otra de las dos primeras opiniones se basan en fundamentos mas ó menos
fuera
otra
inician,
con
_dos y seguros: Se prepara un precipitado de plata, disolviendo 20 gramos de plata en 6o gramos de ácido nítrico;, esta disolución se mezcla con 20 gramos de potása cáustica sólida y 50 gramos de agua. Se filtra todo al papel y se extiende el líquido á 2a
los objetos que se van
á los
cooperación
Para un plateado mate, que puede rivalizar
Se conoce' también el siguiente procedimiento de plateado directo, que pasa por ser uno de los mas rápi-
acudiéramos to-
pensamientos nobles y levantados
cuarto
A medida que se empobrece el baño, se añde alternativamente nitrato de plata y bisulfito de sosa, teniendo por toda precaución la de verter en el baño tanta canti— dad de sal de plata como puegla disolver fácilmente.
Si
desgraciadamente estamos rodeados de una
tal acontecimiento se
32
todo
éste ni siquiera fué en la costa O. de la 1s-
nuestra
á prestar
]
el plateado por la pila, algo de más tiempo.
es irrealizable, como escépticamente hemos
afirmación, negando
,
el baño.
constituye
sosa y plata que
gunos segundos. 20 Para un plateado mas sólido, bastará un de hora.
adelantados que
lejos de pensar que en Puerto-Rico
hay sostene-
al
Un blanqueo tan ligero como se quiera y per12 fectamente blanco y brillante, si la inmersión dura al-
lo muy
nosotros
entre
se forma
que
Disolviéndose en un exceso
Bastará, pues, sumerjir los objetos de cobre ó de latón, bien desoxidados, en el baño así preparado, para
xXx
dos
que
de
es el que por regla general no deja prosperar
de
agitar,
de
obtener á voluntad, según la duración de la inmersión:
que fueran Aguada ni Mayagiiez quienes recibieran la primera visita de Colón, y aseverando que el arribo de las naves de la, sino
-
ánguio occi-
dad de transferir su apertura para mas Ese pesimismo en todas las cosas tarde.
suceso en la en-
nitrato
de
de sulfito de sosa, este precipitado forma un sulfito doble .
Noviembre venidero), no faltan pesimistas que aún duden de si aquella se realizará ó no, ó por lo menos de si habrá necesi-
.neralmentg seguida hasta nuestros dias, de haber cabido aquella gloria á las pla-
de la Aguada,
contacto de los dos líquidos.
xima Exposición, y de la absoluta seguridad que puede tenerse de que será inaugurada el dia prefijado para ello (26 de
mada discusión histórica acerca del punto de sus costas á donde arribara por vez A la opinión geprimera el Descubridor.
1?
cuidado
para hacer desaparecer el precipitado
civilizados se
se encuentran los trabajos de nuestra pró-
La próxima celebración del 4? Centenario del descubrimiento de nuestra Isla ha dado margen á una interesante y ani-
yas
plata en el bisulfito de sosa; teniendo
3
de
pesar
A
siguiente :
trato de plata en un litro de agua.) ha | Se vierte poco'á poco la disolución
que
Aguada, junto
levantará en las playas de
*
nuevos investigadores
mucho
ingreso en
nuestro
de recordar el día de
la manera
y Bisulfito de sosa líquido, que sea ligeramente ácido Disolución de 2” marque 24% á 26% en el pesa sales. (tco gramos de ninitrato de plata en agua destilada
dudamos pueda suceder, no se pruebe que
Cestero.—La Juventud de Mozart, por ***.— Nuestros grabados.—Pensamientos. —Tres cosas. —Máximas de los Vedas de Bracma.—Anécdotas. Manuel Padilla Dávila.—Una turca.—Iglesia Parroquial y Plaza de Isabela.—Variedades.
GRABADOS:
categórica,
manera
de
de
El baño se compone
será sostenida, y hasta tanto que
temente,
Crónica, por J. E. M. Q.—Notas científicas, por G.—Estudios Históricos ( Un episodio de la Revolución Haitiana), por J. Contreras Ramos.— El canto de la Tórtola (versos), por M. Padilla Dávila.—La mujer [versos], por Olegario V. Andrade.—Me voy á la Prensa, por M. González
-el cidos, dan sin embargo excelentes resultados, porque plateado que con ellos se obtiene es blanco, hermoso é inalterable.
ignoran-
arrastrar
se, pero jamás dejarse
:
cono:
poco
aunque
que
económicos de platear en frío,
equivocar-
hombres que la forman podrán
SUMARIO. TEXTO:
la referida Junta,
de
plata
de
proPrescindiendo, como ya hemos dicho, de estos y en cedimientos complicados que se usan para platear, á indicará los cuales se emplea la pila eléctrica, vamos os y nuestros lectores otros métodos puramente ventajos
con-
tal
año 1493, y en
A
:
-
maciza.
que
mas
en otro tiempo no se confeccionaban
oportunamente
que no ha sido tomada á tientas y á locas, “ni obedeciendo á impresiones, porque los
25 DE OCTUBRE DE 1893.
SAN JUAN, BR,
si
próximo Noviembre,
recordar
resolución
cepto, la
ROSALES.
LOIRA
DE
M.
19 del
el
gurado
es que
J.
de mesa, como se obtiene el de los cubiertos y servicioso permiti do así como de otra multitud de objetos; habiend de: un dicho procedimiento remplazar, Con una materia que valor intrínseco insignificante, todos aquellos objetos
Además, ese
que se suspenda su crección.
- LA ILUSTRACION PUERTORRIQUEÑA.”
ADMINISTRADOR:
PUERTORRIQUEÑA.
ILUSTRACIÓN
LA
Vamos á terminar estos ligeros apuntes referentes á la plata, indicando Jos modos mas sencillos, económicos y sobre todo “prácticos, de poder platear los
_metales, y de poder limpiar y conservar Sin. alteración los objetos de dicho metal. : , Sabido es que con la ayuda del plateado galvánicoes
:
ESTUDIOS INSTÓRICOS. UN EPISODIO DE-LA REVOLUCIÓN HAITIANA. Cada vez que en el curso de nuestras investigacio—
nes históricas hemos dirigido nuestra labor hácia elesclarecimiento de hechos relacionados con esa série de acontecimientos denominado en la historia antillana Ca-
tástrofe de Santo Domingo, hemos r=trocedido llenos de admiración y asembro.
i
LA ILUSTRACIÓN
aspira este perfume como el de las rosas de un oásis, después de recorrer el dilatado desierto. Rochambean, soldado de la muerte; cubierto” de sangre, siniestro, cruel, aplanado bajo las maldiciones
Con efecto, no conocemos en la historia humana de otras épocas como no sea la tempestuosa y sublime
heróicos de la Gre-
Ja revolución francesa, Ó'los tiempos
Escia, que puedan, razonablemente, comparárseles. pectáculo admirable y estraño el de aquella legión de
voz varonil
objeto despreciable,
libre. indigno de toda consideración y sobre todo de ser políError funestísimo, pagado, como todos los errores Surge ticos, con ríos inmensos de lágrimas y sangrg. Incomo fatídica consecuencia, la invasión extrangera. Haití gleses y españules lánzanse sobre el país; agoniza desentre el humo de los incendios y el fragor de las en cargas de fusilería, nacen todos los fanatismos como terreno apropiado, y en medio del universal desquiciamémiento aparece un hombre grande, extraordinario, tácdico sin ir ¿1 las Universidades, soldado sin estudiar la estica, humilde esclavo, víctima de los horrores de ¿Cómo se llama ? clavitud, organizador, político hábil. Toussaint.
2 :
ta
EL
”
naparte ? Con el siniestro decreto
la esclavitud, y con
a una lucha
Leclerc. : Trábase entonces
de titanes,
»
en la cual
mas
cos y civilizados fianceses
dos haitianos.
Un episodio cuartel,
de esa es
horrible,
Episodio
lectores.
lo
en
ejército de
poderoso
del
formidable,
homérica,
crueles se mostraron
y
negros
que los
los blan-
embruteci-
Como
que
vamos
á
veces
Desus
tralla.
consecutivas,
Amar
se escapa
comprimidos labios sólo
¡adelante !
Tanto heroismo, despierta
A
- mo-.campo francés, y los gritos de bien! viva! responden al suyo de ¡adelante !
:
Se escucha un
redoble
de tambores;
M, PADILLA e
este
4
-enjaezado,
llo lujosamente
“que
el Capitán
General
le había
matado.”
ofrecía, en prueba de admiración, al Aquiles negro, para
E
reemplazar el que cl ejército francés Necesario
A
=M
se
tiemposde Bayardo
hace
6á
retroceder
los no
á
los
caballerescos
menos grandes de Ate-
, nas para encontrar algo semejante á esto.
En la historia de la “independencia haitiana, empapada de sangre y lena de lágrimas, hayquetan el pocas alma páginas bondadosas y humanas.
como
ésta,
la sombra del abismo; la noche del recuerdo;
Astro caido,
Tal era el hombre en su primer mañana, Sonámbulo del sueño del destino Efluvios de la luz fecundadora;,
Aromas de los gérmenes divinos;
Iostrofas de dulcísimas salmodias; Rumores de los bosques y los ríos; Coro inefable De inmensos himnos; Como un presentimiento de su gloria, Brotaba alrededor de su camino:
tinúa.
Hermoso ejemplo de hidalguía que nos muestra el le pres“alma de Rochambeau á muy otra luz que la que guerra. - tan sus satánicas crueldades en aquella misma ¡Tan cierto es que las grandes almas, puestas en el contacto con la tempestad, si matan á veces como rayo, siempre deslumbran como el relámpago! RoNo para aquí el generoso comportamiento de PR A la mañana siguiente, un oficial seguido chambeau. un caba«de un escudero, lleva al campamento h:itiano
HE >
Vago como la sombra del vacío; Arbol sin hojas,
|
| |
Y el sol brillante su nupcial anillo Y solo, como el árbol del desierto, Mudo, como la boca del abismo, Triste, como el silencio que precede
A la hora suprema del martirio, Roca gigante De un mar bravío, El hombre se inclinaba silencioso
Ante tanta grandeza confundido. La semilla caida de la planta;
Los metales que el fuego derretía; Las
estrellas,
cternas
mariposas,
Volando
en torno de la luz divina; Todo temblaba De amor herido; Sólo el hombre los labios calcinados Los vientos celebraban sus amores Besando al occeano en la mejilla; Las aves se decían sus secretos,
Volando por la selva florecida; La luz fecundadora De la eterna vida Innundaba los mundos virginales,, Como ola de celeste melodía. Los astros al girar en el espacio, Ardiendo de amoroso desvarío,
Le enviaban con un ósculo de fuego, De sus entrañas el caliente tido; Y el hombre mudo
Como el vacío, No entendía el lenguaje de las almas,
Arropado en la sombra de sí mismo.
Dios estaba inclinado hícia la terra, Oyendo
la plegaria de los orbes,
Contemplando en el vidrio de, los mares De su aureola de luz los resplandores Una
lágrima ardiente, cristalina,
Se desprendió de su pupila entonces: Gota fecunda, de fecunda vida, Que
refractó la lumbre de los soles.
La tierra abrió los sudorientos labros; Entreabrieron sus pétalos las flores,
Y aquella gota de la eterna «aurora Fué un beso de ce'cstes bendiciones. Y
MU MAWJeS
Mudo, como Triste, como
dando á los intrépidos enemigos, exclama:
o
DAvILA.
Solo, como la palma del desierto;
el fuego
¡ Hora suprema ! ¡Santo delirio ! La tierra era la virgen desposada,
—
EM
del del fuerte Verdieres, y un oficial sale de la Ciudad saluCabo, llega á los atrincheramientos haitianos, y
«“« El Capitán General Rochambeau y el ejército francés envían la expresión de.su admiración al General : que acaba de cubrirse de gloria.” Después. -....-- el oficial se retira y el asalto con-
mi bien, fugaz.
Mientras que cantan ellas, murmuro triste adios!”
en el misbien! viva!
cesa
como
Por eso al ver las aves al despuntar el alba Del seno de los bosques salir de dos en.dos, Mi soledad contemplo, y al escuchar su salva,
Caen á su lado muertos á millares sus soldados, y decir: el valeroso negro, impasible, sereno, sólo sabe ¡adelante ! y Una bala derriba su caballo, y él, imperturbable montón sereno, se levanta ensangrentado de entre un la de cadáveres y grita con voz ya enrronquecida por cólera: ¡adelante ! guarne— La metralla vuela su sombrero de General, cido de plumas, y él, delirante, frenético, grita, ruge, borbota la palabra sublime: ¡adelante !
la admiración
TORTOJ.A
es mi martirio, mi sino es padecer.
de me-
nube
una
entre
grito sublime en aquellos momentos:
Í
mi angustia, acerba;
Retroceden sus soldados, y ardiendo -en bélica ira asalto va en busca de nuevas fuerzas, llevándololas al por cuatro
LA
Yo soy una avecilla que tórtola se llama,
destrozada por la metralla francesa.
,
DE
Yo soy un haz de plumas henchido de retama,
Este valiente negro, apodado la Mort. avanza al frente de una media brigada, la cual es horriblemente
¿
CANTI
161
No mojaba en la copa de la vida.
Mi vida es un misterio, un símbolo mi ser,
“remos nosotros, pero que no podemos negar que nos atrae esa idea y acaso algún día la estudiemos ampliaDessalines. repetimos, era el jefe superior de mente. las fuerzas, y dió la orúen de avanzar al General Cafoix.
e
RAMOS.
' Mis gratas ilusiones huyeron de él en pos, Rodearon mi existencia las sombras del olvido, Tomaron 1nis arrullos el aire de un ¡adios!
relatar á nuestros
pone de relieve el he-
roismo de la raza negra, y la hidalga consideración de los franceses. Ese episodio es el asalto del fuerte de Verdieres en . el Cabo. héDessalines, aquel hombre extraordinario, aquel su roe-fiera, que aún está pidiendo desde el fondo de tumba un biógrato imparcial y sereno, que acaso no se-
ñ Gas
J. CONTRERAS
1823
Fugaz, lejos, muy lejos huyó mi bien perdido,
guerra d muerte, sin piedad, sin
el cual se
Octubre,
Revelación patente de mi destino es,
restableciendo
de Amiens.
el envío
¡adelante!
Es pardo el cuello mío y oscuras son mis alas, Lo mismo que las hojas marchitas del ciprés. En un ciprés marchito de la montaña verde Suspenso está mi nido, mansión de dulce paz, Y en su regazo estrecho mi cantica se pierde;
la Francia del primer Bo-
á esto
contestó
¿Cómo
los dominios
ende
por
ensanchando
de Basilea,
coloniales de Francia,
nosotros llega su
y excitada:
y: ita febriscitante
Yo cruzo peregrina la selva hospitalaria, Buscando en su recinto las huellas de mi amor, Mi canto es el remedo de fúnebre plegaria, Soy arpa de la noche que vibra de dolor. Mi pluma, que carcec de primorosas galas,
el país y coisigue lo que no habían podido realizar los El cumplimiento del comisionados de la convención. tratado
que
¡ Quien lo sabc !
Puerto-Rico,
á españoles'é ingleses, pacifica
Este ho mbre vence
la víspe-
¿Por qué las almas cia de este hecho grarde y sublime! gemelas en valor y heroismo han de odiarse ? ¿Por qué el color de la piel, la idea del alma, ha de colocar abismos entre unos y otros? ¿ Por qué? Escribimos en días en que las bomA qué seguir. bas anarquistas siembran la muerte en nombre de la idea. ¿Será que ese ha de ser siempre nuestro negro 7 destino ?
Perc ciegos por esclusivismos malditos de raza; esque clavos de un egoismo inmenso y satánico, creyeron
cosa, un
lumi-
Qué cúmulo de ideas acuden á la mente en presen-
¡cuán otra hubiera sido su suerte !
el hombre de color era una
los años, hasta
mortalidad y salvando
No. nunca en la historia de la humanidad presenabajo ciose espectáculo semejante, ni jamás desde mas hubo du levantarse luminosa y riente la sedentaria idea de la libertad é independencia. Si los plantadores blancos no hubieran resistido á la obra abolicionista, si con mejor -criterio no hubieran la llamado en su auxilio al extrangero detentador de
patria
gallardamente
ra, libre y grande el día de su inmortalidad, á caballo sobre el Pegaso de la gloria, con la espada tinta en sangre, sereno, grandi: so, imperturbable, conquista la in-
distas, diputados, ministros presidentes y ¡hasta en reyes!
Eb ' >
este hecho
de
noso, dejándonos ver /oda su alma. En cuanto á Cafoix la Mort, infeliz siervo
látigo sísimos, sintiendo sobre las tostadas espaldas el de infamante, abyectos, degradados, que ante el acicate la humana injusticia transfórmanse en generales, esta-
AA
surge
de la historia,
esclavos, adscritos á los cañaverales jugo-
embrutecidos
E
PUERTORRIQUEÑA.
La brama vagarosa de los mares; El hilito flotante del rocío; El huno abrasador de los volcan :s; Los reflejos del ¿éter encendido; Eran la mirra
D.l regocijo Que en el gran anceasario del espacio Quemaba el Uniygerso agradecido. Los mundos palpitaban de alborozo Girando sin cesar en el vacio; Los cielos azulados sonreían
Con la casta sonrisa de los niños,
el hombre,
mudo,
solitario,
triste,
Sintió el fuego de mágica fruición, Y vió que de su sombra se clevaba Una llama de tibio resplandor Era un soplo del genio de la vida,
Era un rayc de tierna inspiración, El perfume inmortal de la esperanza La rima de la luz y del amor. Era Eva, la sonrisa de los cielos, La nota musical de una oración: La mujer, el compendio de lo bello,
La hija de una lágrima de Dios! Y el hombre, mudo, solitario, triste, Balbuceó un himno de celeste amor, Y exaló sus candencias mas sublimes
El arpa colosal de la creación... OLEGARIO
¡via
VOY
A
Y no.habia quien
LA
V,
o.
ANDRADE,
PRENSA!
ciistase,
Don Tito no admitia observaciones. Era intransigente.
Desde el Alcalde hasta el alguacil, todos se esforzaban en complacer al literato. El pretendido escritor era el coco del Municipio. Y no crean ustedes que don Tito escribiese ¡ qué iba á escribir ...! Difícilmente garaba-
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Y
PUERTORRIQUEÑA.
LA ILUSTRACION teaba su nombre; pero como diariamente Se pade seaba de tienda en tienda, enseñando recortes sus trabajo como pasar hacía periódicos, que él yos, los pulperos se lo creían de buena fé, y aún solian abrir la
boca,
como
admira-
muestra de
homción, y regalarle algún perilla, que nuestro erumucha su de pesar á ciaba despre no bre
dición.
Una vez llegó don Tito á ser Concejal. Se debatía en el Ayuntamiento si'el arroz debía ó no gravarse, por ser artículo de comer. Opinaban que sí todos los
y nuestro
presentes,
Hay que advertir que literato opinaba que nó. desde pequeño tenía la costumbre de comérselo crudo. Iba ya á ser derrotado, cuando de repente, levantádose de su asiento, y tomando una actitud enérgica, gritó, con toda la fuerza de sus
pulmones:
E
—¡ Me voy á la Prensa ! Hubo pánico general, y el Concejo entero dobló la cabeza: ante tal amenaza no se podía replicar, y el arroz'quedó libre de gravamen. Pocos dias después, un sobrino suyo, que tomaba unas rascas fenomenales, bajo el poder de una de ellas, se atrevió á promover un escán-
Conducíanlo ya para la prevención, cuan-
dalo.
do, presentándose el tio, lo cogió por un brazo, diciéndole : —Vete para tu casa, que siendo mi sobrino . nadie te puede prender. Opúsose la autoridad, y, como sucede en tales casos, el pueblo entero se agrup3 al rededor de los que discutian. Daba el guardia gritos, alegando su dere. don Títo no cejaba. y cho, Más, de pronto, comprendiendo este último que la cuestión no terminaba, estiró el cuello lo mas que pudo, alzó el bastón en actltud amena. zante y gritó como de costumbre: —;¡ Me voy á la Prensa .....! : Rémedio santo; ni que nombrara la Inquisición: cada uno se dirigió ásu casa, y el sobrino para la suya, sin que nadie se atreviese á proP
testar.
Sucedió mas tarde que en cierta cuestión
judicial en que estaba enredado nuestro hombre, el Juez se permitió dar la razón al contrario, que, entre paréntesis, la tenía mís que un santo. Arguyó don Tito mil sofismas y. 'vociferó de lo
lindo; pero inútilmente: el Juez tenía conciencia de su deber, y mandó debía.
extender
Iba ya el Secretario
el
fallo
pulturero.
A los ocho dias, vino,
* El Administrador, al tocarlo, se extremeció.
Todo el mundo sabia que don Tito había cumplido su terrible amenaza ...: se habia ¿do á la Prensa . ... El periódico no venia dirigido á ninguna persona: traía el nombre del pueblo y nada más. Se le dió al repartidor de cartas; pero éste no lo quiso cojer: primero se hubiera dejado hacer trizas, El Alcaide intentó abrirlo, y no pudo: se le cayó de las manos. : Hubo quien opinara que se llamase al Comandante del puesto. Por
nada'es
seguro en.esta
nominiosa.
ve
el brazo
con
bilidad de escribir en
digá, y
al literato por
E
para que se le
Soon
cc...
ooo
enano
e.
on
M. GONZALEZ Gurabo,
Octubre,
o.n
o
oon.or
GARCIA.
1893.
.
La gota con que esmaltas el talento,
Escancíame tu esencia bendecida En la página blanca que pregona La ardiente savia que tu seno anida;
,
sonaje, adelantando lentamente y llevando
al
Mw
Manuel Schicaneder era el director del modesto teatro de Salsburgo; todo el mundo le conocía y le estimaba; pero lo que contribuyó más á su celebridad fué su paraguas. Este paraguas no se parecía á ningún otro. era
No
de como un
asta
un puente, con
un techo y sólido como
por
barnizado, terminando
un mango de nogal
de ciervo dc un lado, y de otro por un
Sus ballenas
cilindro de reluciente cobre gruesas como
eran
en
y adornadas
el dedo meñique,
El sus puntas por verdaderas bolsas doradas escar era co magnífi tan mueble de fin, en color, lata, pero escarlata puro, capaz' de hacer pal — . decer á la paleta de Rubens. dueño su á r protege para nte Servía igualme cuando los
y
de la lluvia y del calor canicular;
y
rayos del sol herían el disco del paraguas, en medio de un camino, de una calle, ó una expla nada, no habia ojo humano capaz, de resistir” aquel pedazo de fuego Este paraguas constituía el orgullo del bueno de Schicaneder, quien en su calidad de di-
la ciudad.
CESTERO.
el arte,
su
teatro
y
sus. artistas ;
.
t
e
cuando
de
pronto
de
gotas
gruesas
El
>
huyendo á todo correr en dirección á * Pero apenas habian salvado-
Es
los
repentinamente, cosa harto frecuente. en este * : : pais. A. cien pasos de ellos, y sin descomponerse,
tes de la ciudad. c-lido
-
del paseo, cuando la tormenta se declaró;
boles
El parque A'gen, cerca de Salsburgo, era otro tiempo el paseo favorito de los habitan-* día
útil,
objeto
vulgar
un
solamente
sino un monumento construido sobre los planos- . elaborados por su,mismo propietario. -Era gran- -
caminaba
-Schicaneder,
abierto,
andando
con
su
de
paraguas
rojo,
con
ajre
majestuosamente
triunfante en medio del diluvio.
un
bajo
su brazo izquierdo un objeto de color vivo que á la distancia que se encontraban nuestros per sonajes no podíase precisar lo que fuese. —¡ Teresa! ¡Anita! exclamó Mozart, mirad á Schicaneder y su paraguas.
verse del accidente de las nubes, y se levantaron
DE MOZ ART. :
Allí precisamente; y. en
compositor se distrajo de su atención y se detuvo en sus lucubraciones. - Al final de la alameda se presentó un per-
de “prisa,
L en
]
joven
el
no ser por una súbita aparición en que
sonoras,
Y en el Siglo, la Fuente de Helicona.
JUVENTUD
>
habria enternecido, á
la
Amadeo
4 canturrear
lluvia empezaron á cacr sobre el campo. No habían pensado nuestros jóvenes preca-
Eres tú frágil cárcel que aprisiona La tinta en tus cristales reducida,
LA
Este día, sin embargo, parecía de humor menos jovial, y quizá la melodía que comenzaba
Se conciben fácilmente las locas risas del grupo a'egre, cuando lá exclamación de Amadeo vino á señalar la aproximación de tan singular personaje. Estas risas irreverentes, sofocadas -con trabajo en el momento que Schicaneder pasó por delante de los tres, volvieron á empezar mas-
Y tu néctar agota, hasta el asiento, La pluma con su pico diamantino
R.
,
:
con constantes sonrisas.
117.
» Tú encierras, como en caliz cristalino,
FERDINAND
ternura
de
demostraciones
habia acogido estas
pero adoraba mucho mas aquella su tienda de campaña, de la cual no se separaba nunca y á la que debió su gran notoriedad.
Vaso que guardas el licor divino * Donde bebe su luz el pensamiento, Para volar á la región del viento En alas de su ingenio peregrino.
E
jóvenes se ocupaban en formar un ramo deflores, mientras Amadeo componía una melodía que iba escribiendo en una hoja de su cuaderno. Como si buscase inspiración, sus ojos se dirigían: á cada instante al rostro dé su seductora Teresa. Teresa merecía esa contemplación por su Hacía algún tiempo que el pequerara belleza ño Mozart le prodigaba galanterías, suspiros y lánguidas miradas ; pero hasta entonces la jove:
rector amaba
TINTERO
siniestro,
Escáchaban infinidad de personas la “acalo: disputa, y los que conocían
castellano,
publicar.”
vida,
_nada MÁS. -----
rada
el
¿Fué usted ¿En qué quedamos? entienda el que enterró al sepulturero, el sepulturero á Vea si entre ususted ó usteiá su suegra..? ted y el Cura logran hacer algo que se pueda
EL
bien, en esa, que lo prensen en esa,
que su suegra se enterrará donde yo
disputas,
muchas
según
exclamó: —¡ Me voy ála Prentarccoo.!. — re—Váyase usted á donde. se le antoje plicó el otro - y ojalá que en esa prensa Jo aca. : ben de prensar. que tú.no comprendes, pedazo de ls bruto, me refiero á la Prensa periódica. El sepuiturero quedó tan enterado como o antes, y volvió á replicar. “>. Pues
de
Se notó un estremecimiento general... ... El periódico decía así: Tenga la ama—“ Don Tito Carraspera:
Una mañana, e: sepulturcro se negó :á dar sepultura á la suegra de don Tito, donde este HEnojóse el escritor, y buen señor pretendía. extendiéndo
después
Requiem
literaria de don manera mas 1g-
ademin
fin,
Cura se decidió. Tomó el periódico en las manos. Los circunstantes abrieron mucho los ojos y hasta alguno se colocó detrás de la puerta, por si acaso. Se rompió la faja, y.... trás: se desdobló el papel. . La palidez reinaba en todos los semblantes. — dijo el sacerdote, en tono de —Aquí está
á cumplimentar la or-.
tampoco lo» fué la reputación Tito, queal fin la per:ió dela
por fia, un periódico
extraño entre la correspondencia de X....
deja escapar la amenaza de siempre, —;¡ Me*voy á la Prensa.......! Inmediatamente el Juez cambió de parecer, y su Secretatio extendió la sentencia á favor de don Tito, temblando de piés á cabeza Y así, sucedieron muchos casos en el pueblecillo de X.., donde el supuesto escritor llegó á adquirir una reputación tal, que lo que él decía se hacía y lo que él pensaba se pensaba,
Pero como
señora, y
Enterró éste por finá la pobre
o. don Tito se volvió á su casa. Aquella misma tarde, ningún vecino daba cinco centavos por el sepulturero : lo menos, lo menos, iría á parar a presidio. Se esperaba con ánsia el periódico en que habia de venir el artículo fatal. El mismo sepulturero no las tenia todas consigo.
den, cuando, de pronto, levantándose el literato,
sin atreverse nadie á murmurar.
el se-
por
sus recortes de periódicos, temblaron
pa
a "+.
la.
brusca acometida de los tres, haciéndole perder La risa se habia convertido.en él equilibrio. na " imploraciones piadosas. .; ' Respectode la emoción experimentada por
Junio de 1772, Amadeo Mozart, que contaba apenas diez años, fué á pasar unas horas de esparcimiento en compañía de su hermana y de la sacudida, Schicaneder sonrió vanidoso... > * —Venid, hijos míos, dijo, quemi paraguásuna amiga suya, Teresa. A cs para todos. capaz es Sentadas al pié de un viejo pino, las dos ]
HS
É
A
Movidos por-el mismo impulso,: se dirigie="
ron hácia Schicaneder y éste sintió de pronto
¿0
-'
5 :
A su muerte, que sobrevino bien pronto, fué . informado Mozart de que heredaba el paraguas
MoDespués, dirigiéndose á la hermana de -zart, añadió .
—Aceptad mi brazo, señorita. Y juntos todos, emprendieron el camino de Anita del brazo de Schicaneder, “*Salsburgo. “Teresa del de Mozart. El trayecto era corto y bien pronto llegaron. El bueno de Schicaneder no pudo jamás separarse comprender por qué le dió Mozart, al servicio el por as de él, tantas y tantas graci prestado,
todo
cuando
bijado su paraguas á la señorita
y á Amadeo
la
hermosa
prenda
y cierdose por la dulzura de sus composiciones
labor en diversos certámenes literarios.
mulo arrullar de la tórtola.
nunca
La
ojos brillantes, «en un rapto de espansión, con los las amapolas, como a rnad enca a, mientras Teres nunca se bo-tenía los suyos fijos en el suelo,
se
res don Nuestros estimados colaborado A. Contreras, don y bo, Areci de a, Medin presente número, esta Cap'tal, favorecen el
rr
á llamar á
ta abierta Siempre deja la ventura una puer . ellas á dio reme dar para s icha á las desd
¿ Schi
Cervantes. Elevad
, repetimos, permanecía oculto, un objeto; sacó éndolo de abri a, rlat esca guas para un inmenso Mozart vimiento
punto, rompió
en sonoras
En vano Schicaneder se esforzó
¿en contar minuciosamente
mas
las
todas
al
tarde
peripecias
As
PRRENA q”. le
al autor de Dor de su carrera de empresario pormenores de los a rdab Juan, en vano le reco o; Mozart burg Sals de so tuo pes tem aquel dia sonrisa una que a hast reir, no hacia más que mirando con amarga se dibujó en sus lábios, guas escarlata. tenacidad extraordinaria el para el Mozart la mapensamiento y En el corazón de sa y en sus Tere de talle -ñana de Salsburgo, el r. .-lábios las mejillas de su pimer armo ofrecida en itud grat la ar Par manifest su obra
v. Planta
Encantaa
la suerte.
al
feliz
hizo
-viejo Schicaneder, conjurando las A
las locuras que hacen
o
pobre
injusticias :
cometer.
todas
excusan
Así como los músculos fortifican el cuerpo, la virtud fortifica el alma. Los hombres que no pueden dominar sus con sus pasiones, no son capaces de cumplir deberes. Se debe renunciar las riquezas y los placencia. res que no tienen la aprobación de la concie cuerComo nuestra sombra sigue á nuestro nemos origi que males los uirán persig po, así nos
os la á nuestro prójimo, más aún si á stos debem posición social de que disfrutamos.
obras El hombre bueno debe trabajar en las
ntes, que tienen por objeto el bien de sus semeja a balanz la en pesan mas que las porque ellas son celeste. tu es El humilde de corazón y de espíri so. Univer del or Haced amado por el Supremo rd
.ANÉCDOTAS.
Hay
maneras de
rentas al nivel
los
de
rico: clevar las
ser
deseos,
ó
nivel de aquellas.
bajar
éstos al
Karr.
digas
Si quieres decir la verdad, no que no volverás 3 amar. Faulcón.
de
TRES
nunca
industria y la conformidad. cosas
se deben amar:
ballerosidad y el desinterés.
tengo.
debe
no
—Entonces
que el
que
sabe
todo
usted
decir
que son
cosa
una :
—;¡ Hombre, mundo!
Pasión y
noticia
primera
la
es
padre;
—No,
Dos amigos charlan en un Café. de La conversación va á parar al capítulo pronto de cuando airada, vida de las mujeres uno de los interlocutores exclama:
—Hombre, ya que abordamos taa delicado asunto, ¿cómo sigue tu mujer ?
—Si pudiera usted ¿Qué le gustaría á usted
el valor. la ca-
convertirse ser?
¡Tocador
mí?
en mueble,
de señoras!
Entre ama y criada: s —Siento mucho que te marche . r.. ora mej para es si fin, pero, en €s para
señora;
—No,
de casa;
casarmC.
En el Colegio:
¿Por El profesor —Namos á ver, Juanito. e? tard tan hoy qué ha venido usted ha tenido - El discípulo. ——Yorque mi mamá un niño. — Pues que no vuelva enado
á muerte
á un
suceder
otra vez.
criminal,
el juez,
Cond le dice : después de leer la terrible sentencia, ón para lo go os servirá de lecci —Este sucesivo
COSAS.
se: la virtud, la Tres cosas deben cultivar a, bondad y y la sabidurí e : la verdad, la Tres cosas deben enseñars Tres
para casar-
á confesar
A un joven que iba
se al día siguiente, le preguntó el cura: — ¿Sabe usted los misterios de la muerte?
—¿A
Rochebrine.
dos con cada cien hombres, hallaréis Por hallaréis una res, muje cien cada talento; por Tales la proporción. tonta Mue. de Girardín.
dos
DE BRACMA.
YEDAS
—Preguntábanle á un gomoso:
Descartes.
Ilay amores tan bellos, que
regaló á éste
ece aquella “La Fiauta Encañtada, en la que apar cuaderno, su de hoja la > melodía que escribió en n bajo los árboles del parque Alge
La
ofensa
en
citaba Perdido en sus recuerdos, resu
aquer dia á Schicaneder,
ei alma
mo-
un
pero .reponiéndose carcajadas,
á tal altura, que la
no pueda alcanzarla.
nte, reunids” todo tidas veces, y después, de repe espalda, donde su de ás detr -su valor, sacó de
de sobresalto;
LOS
DE
misterios.
PENSAMIENTOS.
de un silencio: der? no conozco; y después no importa, que pase. Schicane Inmediatamente fué introducido ó repetosi ias, renc reve «der, el cual se deshizo en
ojos de pronto ánte 155 asombrados contener pudo no tro maes gran El
F. de el
Una furca, que primero con el cuadro original el segundo con y nes, cacio expli de no necesita tanto agra Con que s, sus chispeantes ocurrencia de nuestros os much por das acogi sido do han favorece Jores.'
ciar por su puerta del maestro, haciéndose anun Salsburgo. de o teatr del tor nombre como direc cane—¿ Schicaneder ! dijo Mozart.
MAXIMAS.
Xx XX
recursos,
acababa
fué inmediatamente
unos
proyectada, metros próximamente su longitud del año motos terre res celeb e ement trist Los que os, rfect despe os algun su.rir 1867 le hicieron ados. fueron luego convenientemente repar
o, y Don Juan 4erminar El Matr monio de Figar o vientos de cuatr los á re nomb habia llevado su ¡Europa. idea, y sin Entonces Schicaneder tuvo una la maduraria,
en
acortarse
hubo de
ser terminada,
der á Viellegó con los últimos restos Schicane su modesta de ón recci resur la tar inten para «na fortuna. Amadeo Durante ese tiempo, el pequeño t, y Mozar en rtido conve habia se de Salsburgo de
a: «casi tocaba al apogeo de su glori
que
PUERTORRIQUEÑA,
ILUSTRACION
Agosu costo total de unos cuarenta mil pesos.antes de tados los recursos de que se disponía, tres
anterio -
sus
su
premiada
sido
donativos Esta Iglesia fué construida con año 1835, siendo del vecindario, y se terminó el
res sucesos. altas y Después de haber. sufrido todas las eempr y tor direc un bajas á que está expuesto todos
ha
adores aspira á dar á conocer á todos Jos cultiv os divers sus en ial, provinc uta de nuestra literat el retrato ramos, se honra hoy reproduciendo de tan distinguido poeta lírico. Lelesia parroquial y Plasa de Isabela.
que me rrará de mi memoria el inmenso servicio me vida mi de s época ha prestado y en todas las de mi monio testi un daros puedo si feliz ré -cree No os olvidarcis de Amadeo Mozart. gratitud. —¡ A qué tanto! pensó Schicaneder, y sin areció, Jesprocurar descifrar el misterio desap te á Mozart emen rent pués de haber saludado reve : es. jóven dos y á las Oo IV.
sario, habiendo consumido
ocasiones
En varias
el honor, la
to, Tres cosas se debcn admirar: el intelec gracia. la y ad dignid la ad, Tres cosas se deben aborrecer: la crueld itud. ingrat la y la arrogancia
el
y tierno como
dulce
daré lo que á usted debo.” o —Jamás, señor mío, jamás, había exclamad
Dos años habian pasado desde los
la cordiali-
ga-baja), desde el fondo de las selvas tropicales tré-
elévase su cántico,
“ Nunca,
la lengua y la conducta. Tres cosas se deben apreciar: dad, la bondad y el buen humor.
Retraido en el pueblo de su residencia (Ve-
cuando oyó sivo, le dejaron perplejo, sobre todo olvide los lábios de Mozart:
el carácter,
él cultivada.
expre
s aquella gratitud, aquel apretón de mano
de poesía por
género
del
ta melancolía, propia
de
efusión
La
distinguido entre los mas puertorriqueños, distinguién-
Ocupa lugar acreditados líricos
Ana y á Teresa
colorada.
Dávila.
Manuel Padilla
se deben gobernar:
cosas
Tres
Tres cosas se deben defender: patria y los amigos.
GRABADOS.
NUESTROS
venian detrás, bajo
que, por cierto,
XXX
>
co-
reducía á haber
se
.
de Schicaneder.
165
lo
|
LA ILUSTRACION PUERTORRIQUEÑA.
casti
decía- con—Lo mismo es vivir que morir, ón. Gade te tínuamen V. ? repli—Pues, ¿por qué no se muere muletilla. e jant cóle un, cansado de oirle seme vivir. que o mism lo es ue porq eso; —Por IMPRENTA
DEL
BOLETIN
MERCANTIL.
Peso, Señor, es extraño
: e > we se discuta este engaño,
ON
*
A.
enva entendida yo
SN
XQ
_ Que Colon desembarco .£n lapuntade Cataño.
Medio
de locomoción
Que an andarin va explotar yo se ¿lega dé celebrar :
La proxima Exnposiió.
*