Ilustración Puertorriquena (10 dic. 1893)

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N DE PUERTO-RICO, A

at

10 DE DICBRE

DE 1893. 3


LA ILUSTRACIÓN PUERTORRIQUENA.

e

188

“LA ILUSTRACION PUERTORRIQUEÑA.” PUBLICACION BI-MENSUAL,

CIENCIAS -LITERATURA-ARTES. QUINTERO.

Jj. E. MARTINEZ

Dirrcrokr:

10 DE DICIEMBRE

San Juan, P.-R.,

DE 1893.

CIENTÍFICAS.

NOTAS

—La corriente del golfo. —Las caEl Atlántico. —Noticias geográficas. cruzó el At rabelas de Colón.—Primer barco de vapor que entre España y Líntico.—Primeros vapores-correos españoles el Atlántico. las Antillas —El mayor barco que ha cruzado —Primer cable tendido en el Allántico.

E? inmortal Colón fué e! primer navegante dose de las costas de donde ningún aleján que, otro se había atrevido á apartarse hasta entonoces, se lanzó al sombrío espacio de lo descon barcos

débiles

tres

con

cruzando

cido,

el in-

ioso menso Atlántico; y arracándole su mister so progre el y ación civiliz la para ganó o, espant a estas tierras feraces que pregonan con su cultur obra la a riquez su de ento olvimi desenv y el z

gloriosa de España.

El Océano Atlántico empieza en el círculo . polar ártico y llega hasta el cabo de Hornos

- Está situado entre

Europa y Africa y

América,

l este barco el hecho glorioso de haber conducido en su inmenso seno el cable que en 1366 puso ha diclarse jamás al resto del Océano; es, como comunicación á Europa con América y pesa en me en cho el eminente Maury, un inmenso rio menos que unas 25,000 toneladas. nada ba capas dio del Océano, cuyas orillas y lecho son cable submarino que se tendió en primer Ei malas en jamás de ugua fría, y que no se agota en 1868, el de Valentia [punto fué, Atlántico el mayores yores sequías, ni se desborda en las Oeste de Irlanda] á San Juan costa la ea situado y ntoso porte este de La influencia crecidas. millas, ó sea muy mez.que se abre paso por medio de los mares, sin

admirable

rio oceánico,

extraordinaria;

es

él

á

y deben la industria y cl comercio su desarrollo, ritodos los paises próximos á Su corriente su queza agrícola y poderio moral y material. Como hemos dicho al principio, los tres

el Atlán| primeros barcos de vela que cruzaron Pinta y || tico fueron las carabslas San!a María, Niña, en 1492.

después, es

Trescientos veinte y siete años

1819. cruzó el Atlántico el primer bar-

decir, en

El

co de vapor.

salió el >abanal

citado año

del

Mayo

de

25

nombre

del puerto de su

con

De todas las ciudades de rumbo á Liverpool. los Estados Unidos acudieron curiosos para asistirá la partida. de aquel extraño barco, y se despidió al capitán, oficiales y pasajeros como

á

gentes á quienes se contaba no volverá ver. A los riesgos ordinarios del naufrágio se

agregaban- para ellos los de ser quemados en Y alta mar ó saltar con su máquina infernal. en verdad, el comienzo prometia poco y se anun

Los enormes

ciaba mal.

rechinaban

dados

cada

á

aparatos mal golpe de

acomo-

pistón

con

en ' ruido extraño; la máquina roncaba de un modo tiene la forma de un gran canal, dirigiéndose lúgubre, y cuando el Savannah desapareció len cierto modo de Norte á Sur, é inclinándose hácia en el horizonte, envuelto en nube de tamente sael Según el Este en su parte Septentrional. negro, con sus elevados palos, su humo espeso bio capitán Maury, presenta una longitud de unas 9,000

medio,

de

millas y una anchura,

2.700,

una

cubriendo

por'término

superficie

de

25 millones de millas cuadradas

La costa con-

la costa

cóncava de las

situada á una

vexa de Africa se halla

de

de 8,686 kilómetros

dos Américas;

debe contarse

y la que

distancia desde el

continente del Brasil, cuya costa forma una con-

vexidad en frente del golfo de Guinea, está siLa parte tuada á 5,123 kilómetros de ésta.

más

estrecha

de

este

es la

mar

situada entre

'Sierra-Leona [costa de. Africa] y el cabo de Su anchura en este sitio San Roque [Brasil]. La mavor, que es sólo es de 3,60 kilómetros. hasta la costa de ar Gibralt de o estrech el desde la Florida, es de unos 7,350 kilómetros

pesada carga, rugiendo

horriblemente,

la mayor

parte de los espectadores tuvieron también por tocos á los que así se lanzaban á un experimento científico, cuyos resultados nadie preveía cntonces. A

de

pesar

tan

predicciones,

funestas

el

Savaunalh llegó después de una travesía de 26 La llegada fué un aconteci dias á Liverpool. miento notable.

de resguardo

Un crucero

la costa de Irlanda le siguió un dia que era un buque que se incendiaba. Sesenta

barco

que

años

entonces

después

este

de

se contempló

con

en

creyendo suceso,

el

tantos

te-

mores, fué reemplazado por verdaderos palacios flotantes, que hacen la travesía de los Estados que

es

a Inglaterra en 166 horas; ólo En el sentido de su longitud, la cuenca del ¡ Unidos en siete dias no completos, siendo por mismo, lo suro inmens Ó foso de especic Atlántico es una una corta escursión de recreo. viaje, este tanto se y co que separa el antiguo mundo del nuevo, de 1838 nose inauguraron, Abril Hasta gún los sondeos hechos por el Clallenger, barco Geat Western, de un modo el y Sirius el n por Almira el por ado de la marina inglesa encarg caciones por medio de vacomuni las ivo, definit tazgo de sondear los Océanos en todas latitudes, por entre Europa y América, y esta vez la trala profundidad media de este mar es de 2,000 17 vesía se realizó en mejores condiciones, en puns metros; pero la sonda llega en alguno tor

á 7,coD).

una

Dará

idea

de lo que

es tal

masa de agua, el pensar que si el Mont Blanc, la más alta montaña de Europa, fuera arrojada al fondo del mar, en aquellas profundas regiones, todavía la cumbre quedaría cubierta por una capa de agua de más de 2,000 metros de espesor. _/ Alo largo del Atlántico existe una planicie regular

ó

meseta

notable,

que vá en direc-

ción de Norte á Sur y paralelamente á las cos-

tas de América y de Europa y Africa, en, donde la sonda no ha acusado más que 1,800 y 2,000 metros de profundidad, y á la que los ingenieros

han dado el nombre de meseta telegráfica, por ser el fondo, tal vez único del mundo, donde

descansan los cables tlasatlánticos. De todas las masas de agua que circulan por los mares, no hay otra alguna que tenga ¡la “importancia para el comercio ni que ejerza más gfande y beneficiosa influencia que la famosa corriente del Atlántico, conocida bajo el nombre de GULF-STREAM,

es decir, corriente.

del golfo,

así llamada porque se forma en el Golfo de Méjico, la-cual no es más que un brazo; ó mejor

dicho, la prolongación hácia el Norte

dela co-

rriente ecuatorial que parte de Cabo-verde.

El

-Gulf- Stream, se precipita potente y rápido por

el estrecho de la eee produciendo una corriente impetuosa de 370 metros de profundidad

y de 14 leguas de

anchura.

Marcha

con

una.

relocidad de dos leguas por horz, “y sus calien¡guas forman una inmensa bóveda movible

dias

Los

primeros

vapores correos

que surcaron el Atlántico,

fueron el

españoles Caledonia,

Hibernia, Isabel y Fernando el Católico, los cuaá la les empleaban en su viaje de la Península Habana, saliendo de Cádiz y haciendo

escala en

y 16 Canarias y esta Isla, de 18 á 21 dias de ida . á 19 de regreso

la El mayor barco que ha cruzado, hasta de las una an, Leviat el sido ha mar, este fecha,

nav il maravillas más célebres de la arquitectura en barco, este de iones dimens Las a. modern , obreros 1,500 parte n tomaro cuya construcción

de Terranova, y media 2,530 cerca de 4,104 kilómetros, pesando

de tres capas concéntricas de gutapercha ; luego seguía otra capa de cáñamo y sobre ésta una

Wiedía más de 200 metros de la popa á proa,

contaba también con 4 ruedas

diámetro.

de 17 metro3

de

La máquina de hélice tenía 6 calde-

de ruedas ras, 72 hornos y tres chimeneas, y la mo consumía maríti uo mónstr este ; hornos “42

al por término medio 300 toneladas de carbón En su primer vjaje descargó. en Liverpool dia. 10,000 toneladas de harina,

llenándose los mue-

de lles y los docks de dicho puerto de ciento adcon masa en pueblo el que s, barrile de miles in— miración contemplaba apilados ó- formando

a ménsas pirámides. En su brillante história cuent

el americano

y

inglés Agamenón

Niágara,

el le.

Estos dos

del cable.

vando cada uno la mitad

hierro.

fueron

tenderlo

de

Los vapores encargados

de

alambre

de

tegido

de

envolvente

buques salieron juntos con su'carga hasta un punto en medio del mar, filado de -antemano donde empalmaron los dos cabos sólidamente, y

se separaron el 29 de Julio; navegando en dirección opuesta, el primero hácia la costa de Ir> landa y el segundo hácia la de Terranova, y á medida que cada uno seguía su curso iba soltando el cable por medio de.un ingenioso apa rato.

En la madrugada del 5 de Agosto llegó el Agamenón á Valentia y poco después hechó El primer bu: ancla el Niágara en Terranova. y 583 el cable, de leguas 368 soltado que habia segundo,

de donde

resulta que la

longitud total

del cable sumergido era de unas 770 leguas ó 20:0 millas geográficas El gigantesco y difícil proyecto quedó pues realizado y la comunicación eléctrica entre los dos mundos era ya un hecho. Los primeros despachos que se trasmitieron el mismo

los de felicitación

dia fueron

entre la

Reina de Inglaterra y el presidente de los Estados Unidos. El de la Reina decía : “ La Reina desea felicitar al Presidente por la feliz terminación de esta gran empresa inter—

nacional, á la cual ha tomado el más vivo inte— La Reina estí convencida de que el Pre rs.

sidente compartirá la sincera esperanza que ella abriga, de que el cable eléctrico que ahora liga la Gran-Bretaña á los Estados Unidos será un

vínculo más entre ambas naciones, cuya amistad y recíproco intereses se funda en nuestros

aprecio.” «“ La Reina está encantada de hallarse así en comunicación directa con el Presidente, y de renovarle sus más ardientes votos para la pros peridad de los Estados

Unidos.”

La comunicación por este cable

duró

bien

poco desgraciadamente, pues á las dos semanas de cambiadas las felicitaciones, cesaron las

señales y la comunicación quedo interrumpida Después de otra nueal parecer para siempre resultó infructuosa, que 1865, año el va tentativa el 30 de Julio de 1866 quedó; definitivamente establecida la comunicación telegráfica entre Europa y América, por el cable trasatlántico que tendió el Leviatan ; alcanzándose asi la más grande y brillante victoria para Ja ciencia v la civilización G.

UNO

eran verdaderamente extraordinarias.

y tenía alojamiento cómodo para 4,000 pasajeros Lo ción. tripula de s hombre 600 para además fuermovían cuatro máquinas de vapor, con una La hélice pesaba za total de 1,000 caballos. ción 60,000 kilógramos, y para mayor precau

cable

cobre y cubierto

de

fué hecho de siete alambres

kiló

1,000

primer

Este

inglesa.

gramos por milla

DE TANTOS.

y enclenque Desde pequeño había sido Fermín si la sanpredispuesto á enfermeú “des nerviosas, como nesa, gre que le trasmitiera Su madre, robusta pamplo la malsana influencia de la e contrarrestar no basátas

sangre

Las v' :situdes de la carrera de su pa-

paterna.

dre le alejaron de Navarra, ventud se deslizaron en las

y Su adolescencia. y juprovincias del Sur de la

A ena. Península, y sobre todo en la palúdica Cartag tifus, y desáe los 15 años estuvo á punto de morir del terrosa, que hacía aquella época adquirió una palidez de y la sus mejillas resaltar aún más el hundimiento su padre á de te muer la Vino sienes. sus de depresión dejarle

reducido

á

animosa navarra dar

una exigua

al

niño

pension,

una

impidiendo

carrera

ála

brillante, . y

nciasy las disposiciones sólo aprovechando algunas influe el dibujo, logró. colocarle ue ya él habia mostrado para del-municipio. de delineante auxiliar en las oficinas retraido y casi huraño;

de carácter corto, y estraña s inspirábanle desconfianza pueril temor, como si todos:le hallasen es-

Era Fermín las personas

una especie de


LA su mapequeprovonervio-

túpido, y tuvieran el derecho de censurarle. Con dre éra cariño o hasta el estremo de que, cuando ño, ésta no podia reprenderle, sin que sus palabras, cando una crisis de lágrimas, alterasen el sistema

Ja quería tanto. que se castigaba él mismo

so del chico;

dando cabezadas contra la pared, por haberla disgustaEn cambio. su padre, que lo reprendía amenudo y do. con dureza, pues le exasperaba la estraña sensibilidad del indicaban que si

mirada sombria en sus ojos negros, que

ellos un divorcio instintivo. Con sus superiores era Fermín

quería,

Nole

madre, y por la

establecía entre

temperamentos, que

sus

de

su

á

lo que hacía sufrir

sobre todo por

diferencia

era rebelde.

el alma

el cuerpo se sometía,

pero cierta

al castigo,

sumisión

obediencia,

hallaba

niño,

los

y se

respetuoso,

de

habia atraido, porque jamás se quejaba del aumento

trabajo, aunque á veces después de trabajar en la oficina, le daban á sacar de noche copias en su casa. A todo se prestaba el joven, sin queá consecuencia de su reservado carácter. á pesar de esta sumisión, se tomasen con él esas familiaridades un poco depresivas qne se

sufrir á les subalternos.

hacen

á tocar en

encerrarse los domingos

de

sido

habia

Su

única

alegría era

un

piano

vicjo,

que

eje-

su madre, piezas de ópera italiana;

cutaba poco, pue- solo tuvo profesor cuando niño algunos años, pero su «fición era tal, que siempre que tenia un En cuanto á,que rato libre lo dedicaba á la música. nadie, amigo ó compañero, hubiese oido á Fermín tbcar el piano, era cosa natural en su invencible cortedad. Ni aún su madre es: aba en la sala cuando él estudiaba,

se le ponian los dedos

pasos,

sus

sentir

de

sólo

pues

trémulos, y no acertaba á dar un acorde. Algunas veces y sólo por complacer á su madre, que quería llevar á unas sobrinas, las acompañaba á los gos

muchachas,

dd

El joven se inmutaba de pensar en verse Cn medio del salón valsando con una de sus primas, y con los ojos de todo el mundo fijos sobre él. —Pero si yo no sé ... —Pues me darás un disgusto.

venía

Esta palabra era mágica, y á la primera pieza

ó

Fermín á presentar el brazo á una de las muchachas, y bailaba en silencio, preocupado con el vals, y aún más con la figura que estaría haciendo á los ojos de los Naturalmente, las primas sólo ballaban con cl demás. como último recurso, y algunas veces (era en las que más se divertía) no salía de un rincón de la sala. Rosario y Lola, que así se llamaban las primas, no habian dejado al principio de tener sus miras sobre Fer+50, como decía la tía mín, buen muchacho, tan j1'-1 *¿ que haría un gran marido ” Pero tanto encogimiento, habia acabado por desanimarlas, y se vengaban diciendo que el joven era un nécio. de sacra—Chica, solía decir Rosarito, es incapaz mento.

Un poco de despo:ho habia en esta apreciación, De mediana pues la figura del joven le era simpática. estatura y delgado, aunque no elegante, pues sus movimientos carecían de soltura, con el cabello negro y los ojos grandes y de mirada un poco dormida, á consecuencia de una acentuila miopía, la nariz aguileña de alas móviles, y blanca y magnífica dentadura, que se El conjunto era agradestacaba entre la nezra barba. dable y simpático, cn cierta austeridad que le daban la curva de la nariz, y la palidez mate de las mejillas. pueril que le ¡nspi-

aquella timidez, aquel tzmor

raban las personas desconocidas,

una

tenido

habia

no

A los veintiscis años Fermín

noyia;

cien

era

mayor

veces

Y sin embargo, bajo cuando hablaba con una mujer. aquella aparente frialdad, su corazón era apasionado y

tenian cierto grado

sus sentimientos

todos

vehemente.

Quería á su madre con idolatría, que de exaltr:ión lejos de mermar al hacerse hombre el niño, pareció crecer,

su

por

dando

á su vida cierto

para

y

madre

matiz

madre

su

religión, honor y dignidad, eran

en

abnegación,

de

Las

vivía.

pues

ideas de

el verdaderas

con-

Si hubiese nacido en la Edad Media habría wicciones. Nacido en esta época de sido un monje ó un cruzado. dinero, y sin armas para la gran lucha por la existencia, era sólo un soñador y un alma desequilibrada. Su alma no era ambiciosa, aunque á veces echaba de menos algo que satisficiese aqueila sed de cariño, aquel

ser

afán de ser amado,

inmenso,

que

llegaba

no

á

el amor

de

satisfacer.

su madre,

Era

nostalgía de otro sentimiento, como un vago

con

como una

anhelo

de

A

algo desconocido, que á veces le hacia cerrar el libro en que leyera amorosa historia, para decirse en lo íntimo de su sér : —Yo también amaría así. La abnegación, el sacrificio, todo lo que encerrase en sí grandeza y amor, le entusiasmaba, y quisiera vivir en otras épocas, donde las circunstancias ofrecieran al hombre ancho campo en que luchar. Se consideraba sin embargo feliz entre su madre y su oficina, entregado á la vida del hogar y sin más ideal La música le servía de único recreo, y que el trabajo. “se absorvía en aquella poco costosa distracción, sin acot-

darse jamás

de

que

los domingos

toros, pues este espectáculo,

niño,

le produjo

hubiese corrida de

al que su padro le llevó

de

tal impresión, excitando la vista de la

* sangre su sistema nervioso de tal modo, que cuando le daban pesadillas, venía siempre aquella impresión, por

fenómeno

-

extraño,

á pesar

del tiempo

transcurrido, á

. atormentarle. El amor fué en él involuntario, se enamoró de una ¿muchacha que vivia enfrente, y que había visto crecer Una enfermedad de la sin que jamás se fijara en ellla.

la caritativa

madre de la joven hizo que algunas

de

la

Socorro, que así se llamaba

situación de aquella familia.

de

cuidar

todo,

se desvivía por atender á

la muchacha,

fuese

navarra

á velar, compadecida

á ayudarla

veces

el almuerzo de su padre, y has-

la enferma y despachar

Fermín, que oía á ta zurcir y reparar la ropa. hacer elogios de Socorrito, quiso conocerla, y Lajoven no era bonita, domingo á sucasa. estaba muy mal vestida, con un delantar blanco traje azul oscuro que le hacia parecer aún más El pelo crespo y un poco corto se recogía mal Le trató como tro horquillas sobre la nuca. marada, y Fermín seencontró pronto, por

su madre pasó un y además sobre un morena. co cuaá un cala amable

toda

conocido

franqueza de ella, como si la hubiese

su

vida.

Nada le importaba presentárscie sin polvos ó -despeinada, y hasta un dia que llegó más temprano le recibió con el pañuelo que se anudaba á la Cabeza para barrer la sala. Cerca de ella, no sentía Fermín aquel instintivo temor que todas las demás mujeres le inspiraban; como si el desaliño y la franqueza de Socorrito le hiciesen Le hablaba de su vida pasada y de olvidar su sexo.

accidentes

los pequeños

su existencia actual, como

de

si fuese un camarada, y violentindo su natural reserva. Quizás á aquella mujer que poco á poco iba invadiendo su corazón, no le hubiese sido fácil describirla, ingnoranNo do la mayor ó menor regularidad de sus facciones. era el joven un temperamento artístico, de esos que á Por el conprimera vista aprecian la belleza plástica. trario, sus ojos le servían, si se permite el simil, de ventanas del alma, por donde recibía cesta sus impresiones, que juzgaba y clasificaba según su criterio particular. A Fermín todo lo bueno le parecia bello, y Socorrito

hubiese podido ser fea, sin que él la hubiera amado Su

nos por eso.

como éste entre la navarra y su hijo: —Fermín, por Dios, saca á bailar á las

que cuentan contigo.

diálo-

entablaban

se

En la escalera

bailes del Casino.

PUERTORRIQUEÑA.

ILUSTRACIÓN

carácter,

su

filial,

abnesación

su

me-

ab-

soluta falta de coquetería, eran las bases en que desQuizás ¿l mismo se equivocaba al cansaba el cariño. juzgar así su amor, y era sólo cl resultado de aquella de costumbres

austeridad

que debian

y de pensamientos

producir fatalmente úna pasión al contacto de la primera mujer que tratase con intimidad. Su cariño le fué revelado el dia en que Socorrito, en las conversaciones que su amistad autarizaba, le confesó con su habitual franqueza que habia tenido un . novio. Fermín sintió correr un escalofrí> por todo el cuerpo, y luego, por un fenómeno extraño, la sangre que habia afluido al corazón, subia á invadir sus mejillas, de

ordinario pálidas.

—Sí, contestó Socorrito, anudand> la punta de su delantar, yo lo quería mucho, sólo que ya se vé, como soy pobre, su familia se opuso, y acabaron nuestras rese enjugó una Pero, para hablar verdad laciones. me dejó. lágrima que hizo brotar cl despecho—¿i —:A V....? que mala acción.-.. Pero =.. ASÍ... aquel

que

decir

consolarla,

hablar,

Y quería

hom-

bre era un estúpido y un malvado, que no habia sabido comprenderla, y que si él hubiese estado en su lugar, si tuviera la dicha inmensa de ser amado por ella.... Mil conceptos apasionados bullían en su cerebro. sin que pudiese su lengua acertar Á expresarlos; algo debió sin embargo manifestar su rostro, porque Socorro se quedó mirándolo con no poca sorpresa, como si tuviera deLi balbuceó cortado, conlante un hombre distinto. fuso, como si la joven hubiera leido en su alma, y adivinado aquel amor que para él mismo era un misterio un momento antes. —Sí, tiene usted razón, pero, yo no lo sabia.... hoy....

ésto

por

comprendo....

lo

venía

aquí....

Usted no se enoja por ello,.... verdad? .... me recibirá como antes. ...? Socorrito siguió mirándole cada vez más sorprendida. y cuando se disponía á pedir la explicación de aqueentró

llas palabras,

de Fermin.

la madre

en su cuarto. recordando la turbada y lo inconexo de sus frases, yez sus amigas tendrían razón A estaba enamorado de ella. idea, pues le agradaba el joven, que habiendo cumplido veinte Ya habia ra ón que se casara. por

decidiría

Baldomero

don

Por la noche,

actitud

del joven,

se puso á pensar que tal al decirle que Fermín Socorro le sonrió esta y le parecía también años cra muy puesto en estado pensando si se

González.

el

acomodado

comerciante que la pretendía desdc.algún tiempo, pero don Baldomero era viudo con cuatro hijos, y habia cumIndudablemente le plido ya cuarenta y cinco años. gustaba más Fermín. El joven pasó la noche en claro; tan pronto le parecía muy razonable su pasión por la joven, como la ¿Lo quería ella? Pero ¿qué habia hallaba una locura. hecho para obtener su cariño? La imaginación del ena-

morado

recordó

en un momento cien novelas históricas

que habia leido, en que habia torneos y batallas, y lamentó no estar en época en que se puede probar el amor á una dama con la destreza y la pujanza del brazo. El, que conocía poco la sociedad y nada á las mujeres, Pase preguntaba qué haria para que le quisiera elia recíale que ganaba muy poco, que no tería nada que á risa ofrecer á una mujer, y que serían tomadas Su timidez le sugirió la idea de musus pretenciones: inevitable dar de domicilio, para escapar del que creia ridículo, y no volver á ver á Socorrito, contentándose

con

mirarla

desde

lejos.

una mujer se fijasc en

giienza

de

su

Valía

él tan

persona,

que

haberse atrevido á amar, esc

poco para que

casi

tenia

lujo que

ver-

creia

Porque en justicia que sólo debian permitirse los ricos. para Fermín, alma recta y sencilla, el amor no podia

conducir más que al matrimonio, y los cincuenta que

duros

ganaba, suficientes para su madre y él, no lo serian

tal vez para tres personas.

Y si,además,

más

adelante,

su matrimonio era bendecido con algunos chiquitines...-

aquí, Fermín, que adoraba á los niños, vió con los ojes del espíritu algunas cabecitas rubias que podrian ser hijos de Socorro y suyos, y sele saltaron las lágrimas,

en uno de aquellos accesos de sensibilidad cuando algún pensamiento rectamente al alma. Salió á su trabajo sin decisión,

y

dividido

entre

que le daban

ó espectáculo le llegaba dihaber

logrado

el temor

tomar

una

y la esperanza,

sin

atreverse a volver á casa de la joven, porque su antigua confianza habia desaparecido. Sin embargo, la costumbre y cel deseo fueron más fuertes que su tlmidez, y fué por la noche á hacer su habitual visita. Parecía un debutante que sale por primera vez á las tablas, tal era la torpeza de todos sus movimientos. En vez de dejar el sombrero á la entrada, se lo trajo en la mano. Socorrito,

que

le aguardaba

con

interés,

después

de

la escena

muda del dia anterior, se había puesto uno de sus mejores vestidos, adornándose la cabeza con un gran lazo de cinta. —¿Va usted á salir? —preguntó Fermín, que no supo explicarse aquella inusitada /o//eftc--cn esc caso, me marcho.

— No, señor, dijo la muchacha da,

y llevando

la mano

poniéndose encarna-

al lazo como

si le molestase.

Hubo un silencio, durante el cual los dos se miraron como indicando que se habian comprendido y que al otro le tocaba hablar. Socorro no tenia mundo suficiente para llevar la conversación al terreno que queria, sin que pareciera forzada, ni bastante descaro para tomar la iniciativa, provocando una franca confesión. A Fermín hubiese debido preguntarle resueltamente. ¿Me quiere V?, para que él contestara poniendo en un sí todo el

amor

de

que

era

capaz.

Socorrito

sencilla para recurrirá este de

su

sexo,

y

al

mismo

era

medio tiempo,

muy

joven

v

impropio

como

agradaba

¿lle

bastante, se sentía turbada en su presencia. La conversación fué la más insvisa ¿ incorrecta puede

darse:

los ojos empleaban

muy

estremo €

su

lenguaje,

que

mientras

los lábios continuaban hablando de cosas indiferentes. Dos veces intentó Fermin declararse, y las dos veces su maldita timidez lo detuvo. dejando para mañana asunto de tanta importancia. Transcurrieron así dos dias, y el joven se llegó á creer que Socorrito estaba ya enterada

de

su

pasión,

sin

que

él tuviera

necesidad

de pasar

por el terrible trance de la declaración. Es incalculable el número de transacciones de esta clase que los caracteres tímidos

hacen

consigo

mismo.

Determinó

Fermín

aguardar dos ó tres meses, el tiempo que faltaba para que le aumentasen cl sueldo, para hablar resucltamente de matrimonio, porque aquel espíritu era apocado en las resoluciones estremas. Entre tanto, esperaba, mecido por la dulce creencia de que no era del todo indiferente á la joven. Socorro esperó. al principio sorprendida de tanta timidez, y por fin irritada. ¿En qué pensaba aquél hombre

para

declararse?

darle á entender que

¿y

podia

ella

le agradaba?

hacer más

Todas

las

que

nozhes

al volver á verle con su aire de enamorado se decía: hoy hablará -y de nuevo se marchaba dejando su esperanza fallida. Llegó hasta preguntarse si Fermín no la habia querido nunca, si estaba representando un papel desairado á sus ojos. Don Baldomero habia hecho dos ó tres visitas. indicando que la muchacha le gustaba cada vez más, y que sólo esperaba que le tratase con alguna deferencia para atreverse á presentar su petición. Socorro pensaba en su vestido recompuesto para aquel invierno, en sus botas con palas y medias suelas, diciéndose que nunca volvería á presentársele un partido tan ventajoso como aquél, siendo una verdadera locura el despreciarlo. Fermín no se determinaba, ni probablemente se determinaría nunca á hablar, y no iba ella, que al fin y al cabo era una pobre que no contaba más que con un buen palmito y su juventud, á perder el tiempo aguardándolo á que él tuviese la bondad de hablarle de amor. Una noche le dijo francamente y sin preámbulos que

don

Baldomero

Gonzélez

estaba enamorado

de ella,

y que, como á un buen amigo, le pedia un consejo. Ahora ó nunca se declara, pensaba la jóven. Fermín se quedó blanco. y sin poder articular una palabra: ¿qué era él, pobre empleado de mezquino sueldo, al lado de aquel ricacho, para pretender disputarle á Socorro? Su pequeñez, su nulidad le aparecieron de tal modo, que clavó los ojos en el suelo y no vió la mirada que le lanzaron las penetrantes pupilas de la joven. para animarle á confesar su pasión. Hubo un silencio, Socorro repitió impaciente su pregunta, y él creyendo que la joven estaba irritada, y

:

que le despedía, balbucco.

—Si á usted le gusta. ... moparece -... CÁSOSC...no.... haga lo que piense que sea mejor.... --Si que lo haré, replico ella despechada. Fermin salió trastornado de la casa, acusándose de estúpido, por haber creido que ella lo amaba, cuando tenia el sarcasmo y la crueldad de decirle que lo posponía á un hombre más rico. Comprendia que ella adivinaba su pasión y no se explicaba que le hubiese hablado de don Baldomcro sino con el objeto de hacerle desistir.

A

consecuencia

de

la exitación

nerviosa que esto

le produjo y del dolor por el desengaño sufrido, se pasaba las noches en vela, y su estómago se negaba á recibir los alimentos, produciéndole todos los alimentos fuertes bascas. A'los pocos dias se le declaró una fiebre palúdica, que por el estado general suyo, y la violenta exitación en que estaba, le duró dos meses. Durante los pe-

ríodos álgidos, lloraba nombró á Socorro.

con

sollozos convulsivos, pero no


Ez

Cantera de mรกrmol Ves

'

IR

|

la a

A

IA

LAS ANNA

d aid se extrajo el frozo parada estatua de Color, pue enbreve

se erigirรก en la Haza de Vantiago de esta Capital.

A

AS

vu

z

AAA

Ad

a


eS

ESOO

ta ba —

** 7 Dore 1893

li

=

: AA

ÚÓ

/


cencia pudo volver á la oficina. En ese tiempo se llevó á cabo el matrimodio

Baldomero oidos

González

de

Socorro,

con

durante

Fermin

su

de don

que llegó á

noticia

Le

convalescencia.

- fué dolorosa, pero sin producirle la impresión que hubiera sido de temer en un carácter como el suyo y en - un hombre que á los veintiocho años sufria su primer desengaño de amor.

Hoy tiene cuarenta años, se trata

personas,

de

las

que

conocia

cuando

con

muy

niño,

y nunca

CARMELA

de veinte

seras y collares, que por ser de la vecina de enfrente, á quien se le pidieron prestadas, no se

equilibrios sobre un solo pie, y casos se han dado, en que al caballero, al doblarse para hacer:

doce

morada

casa con tinta

centavos la

ó azul, perlas

M.->-

pueden contar.

pocas

Con advertir, que

ha

Pero los bailarines son

das á estas piernas,

cosas,

un

novia, derecho

como un toro, apenas si se

Ai

A a

O manantial de mágica dulzura.

Su fibrosa corteza entretegida Forra la nuez que encierra codiciosa La blanca pulpa que en su seno anida;

añadidura, procura contentar á doña Emerenciana, su mujer, dándola unas cuantas vueltas en pago de las muchas infidelidades con que la

Y el agua de su fuente misteriosa,

Es del labio sediento apetecida,

hace sufrir.

Mas fresca y dulce cuanto mas sabrosa,

Pero quien goza mas que

CESTERO.

—¡ Rosa, me gostas como

Si te chos

nes convidando para el baile.

ma

¿Trabaju

pecho al catalán. -

La primera y segunda

danza

neralmente sin novedad alguna. En los intermedios hay que algo retirado, pues si

tengo mu-

costado....!

terminan ge

buscar un sitio

usted se descuida, le suel-

tan un azafate lleno de copas de cerveza encima del vestido y se lo ponen como nuevo. Algunas señoritas lucen, colgados en los bra-

:

Y los cinco jóvenes se inclinaban profundade

zos, artísticos cartuchos de

la familia, para volverlas á repetir en la casa inmediata. : Entretanto el cabecilla nose detenía un momento: de arriba para abajo, de abajo para

dulces, sufriendo las

irritadas miradas de las que aún no han tenido la suerte de ser obsequiadas

con

un

regalo igual.

De pronto dase orden de principiar los lan , . ceros. Varios señores que hasta aquel momento han permanecido sin moverse de sus sillas, se levantan á buscar parejas. Algunos de éllos han vivido en la Capital,

encargando lámparas,

solicitando sillas, y con un humor de todos los perros, que es cualidad indispensable de todo cabecilla, cuando se encuentra en el pleno ejercicio de sus funciones. —Chico--exclama

soy bruto, pero

Yo

cuartos....

un demonio... ..!

Pero tú eres muy linda... Y Rosita se pone encarnada como un tomate, teniendo que meterle. el codo contra el

En todas partes saludaban á los papás y sonreían á las niñas, repitiendo siempre las mismas palabras: —En nombre de la juventud de X.... venimos á invitar á ustedes para un bailecito que tendrá lugar en la Casa-Ayuntamiento, esperando de su reconocida amabilidad se sirvan acudir á él, contribuyendo de este modo á su mayor

arriba, buscando cortinas,

..?

un

te llevo á Barcelona. .--

casas cunmigo

¿quieres

andaban varios jóve-

frases, despidiéndose

nadie es don Fa-

bián, comerciante retirado que baila como oso y que enamora á su pareja diciéndoia :

ELA A A

al concluir estas

mueve de un mismo

su frente, y queriendo estrujar entre sus brazos á una tal Conchita, tísica en tercer grado y que se procura distraer. Mas allá, don Canuto, el Alcalde Delegado por mas señas, y sin pisca de vergijenza por

Y es ánfora de linfas celestiales,

mente,

el cielo-raso,

sitio, sofocado en' extremo, deteniéndose á cada instante para enjugarse el sudor que corre por

El coco cuelga de su régia altura

Iucidez.

mirando para

y los otros, aunque no han salido nunca del pueblo, se dan aire de ¿lustrados, y, claro está, los lanceros es lo único que se dignan bailar.

de' repente, encarándo-

se con un amigo en mitad de la , calle —no me vuelvo á meter en estos líos. ...: por de pronGeneralmente uno de estos señores, el mas “to se me han pegado ya diez pesos á las costi¿lustre, es el que, sin necesidad de título, se mellas.... Unicamente poramor' propio y porte á director . ? que no se diga.... 3 Y comienza la primera figura. —Pero ¿no han pagado todos lo. contriCada cual estira el pescuezo lo que puede, -buyentes ...? niñas toman actitudes teatrales, mantelas y —Sí, cuando se pasa la relación no hay uno niendo recto el cuerpo, con una mano caida á que no sea conforme; pero al tiempo.de pagar... lo largo del vestido y con la otra en la de la —Entorcha-la puerca el rabo ... pareja, entornando los ojosy mirando con afecMuchos creerán que es cierto loque ha tada languidez. : dicho el cabecilla; pero no hay tal cosa: el tuEl bombardino es en este caso es el que mante tiene de ganancia los mismos diez pesos. r : queá su decir lleva perdidos, y además va á: marca el compás. Poo>....Pooo ...Pepo000..... - medias en el negocio de la cantina, sin. que esAl llegar al medio, las parejas se saludan. to sea óbice para que, donde quiera que se pare, ¡ Pero-qué saludo... ..! iiga lleno de resignacion :

—Está

El señor que dirige se ha inclinado hácia

bién, está: bién. 225 no hay mas PIERA

e

.

E

>

la cortesía, se le han abierto los VItÍN,

faldones del le-

no

moscas

en boca

Y...

haciendo:

joven se queda

la

Generalmente.

cerra-

entran

da, como decía el vizcaino del cuento, y para decir ciertas cosas vale mas callar, Después viene la cadera y con ella el rebulú Al principiar la figura es de imprescindible obligación dar el director una terrible patada en *

do.

una patada

Casi al unísino resuena

ral, y la

el

señal de que se empieza

el suelo, como

co-

ajustar con mas facilidad el corsé, siente retortiE jones en el vientre y marcos de debilidad. Don Pedro, el rematista de carnes, grueso

En grupos de racimos desiguales,

Desde por la mañana

menear ¿as

bledo lo demás.

mientras que la infeliz muchacha, que no ha probado un bocado en todo el día para poderse

La palma, entre malezas y zarzales Ostenta el pabellón de su verdura.

HE.

instrumen-

gentes acostumbra-

puedan

y como

se les importa

mo una espingarda,

R.

los

de todos

tos es el carracho el único que lleva compás, es-* tá todo dicho.

EULATE.

FERDINAND

un vals

atronador.

CADERA

.

con

Por fin la murga dá comienzo

Gallarda, cual florón de la llanura, Mecida por las brisas tropicales,

s

mu-

en la

ensarta, flores del jardín, y las pul-

Allí va Chanito con su HF

completos:

reales

medio, cintas viejas, pintadas

4

selina de

querido casarse; es muy querido por su, honradez y condiciones de carácter, y su sólo entretenimiento ccnsiste en ir algunas noches al café á jugar con un viejo amigo su partida de dominó. -

de tal modo-

que si se inclinara un poco mas, quedaría natuAlgunas de las niñasralmente en cuatro piés. hacen genuflexiones como si estuvieran en la iglesia. Pero lo mas bonito es cuando se llega á la : figura que titulan el saludo. ¡Qué hermosura. ...! Hay un momento en que los clarinetes hacen pitíí y dos cabezas se inclinan á la vez.

ta, no se sacarían

Le quedó cierto dejo de amargura en el alma, que le incitaba á retraerse cada vez mas de una sociedad en que las almas como la suya, eran tan poco comprendidas. No se hizo misántropo, ni odió la vida, porque le quedaba el amor de su madre, y no era él de los que maldicen la existencia por que encuentren una decepción en su Pero aunque mas adelante le gustaron una ó camino. dos mujeres, no se atrevió á acercarse á ellas, temiendo hallar otro desengaño cono el de Socorro.

brazos,

adelante dejando colgar.los

Pero

prosigue.

cadena

enre-

gene-

siempre

casi

alguno ha de equivocarse, y se forma tal confusión entre hombres y mujeres, que al final se ven obligados á principiar de nuevo para volver á equivocarse otra vez.

la mazurca, y aquí,

Al poco rato comienza

padezca de los ca-

aconsejo yo á cualquiéra que

llos que desocupe el salón. Lo que constituye el verdadero mérito para los aficionados, no es tan sólo la enormidad de los saltos, algunos de lo cuales daría que pensar á una pantera, sino que también los taconazos sobre el piso y los atropellos de las parejas,

que se las

como si es-

empujones

Á

entienden

cuerpo á cuerpo

combate

tuvieran trabando un

en las cercanías del Riff. Hay individuo que de un par de zancadas recorre el salón de extremo á extremo con la de

mayor facilidad, y dependiente

pulpería que

zarandea á la pareja como pudiera hacerlo con 7 un saco de arroz, Pero donde llega el delirio á su apogeo es en el seís final. Como ya la cerveza está haciendo su.efecto, y el ron, doble anís, carabanchel, etc., etc.,.

idem de idem, claro está que los asomos de etiqueta han desaparecido, y las parejas se aprie-

tan y se estrujan Áá su gusto, con sumo placer por ambas partes, y sin que en ello se fijen los-

papás. —¡ Y ahora sí que la cosa está buena ! —¡Punta....! ¡Pununta..... / —exclaman

todos á la vez cuando la música cesa de tocar. —¡ Múnusica .. -.. / Y el seís vuelve de nuevo con “mas furor que antes. : Y las voces siguen, y siguen los empujones

y los papás palmotean, las madres niñas..-....empiezan

antes no comprendían

—Doña

cosas

que:

-...--

Aldegunda,

do á usted el baile

sonrien y las

comprender

á

¿qué tal le ha pereci-

-....?

:

—-Calia mujer, lo que es en .otra no me Cojenámi . . ¡Y que mi hija alternando con: son

que

las de Martínez,

grifas....!.

unas

Y no saben ustedes, que

desciende en línea recta del que en la Isla se conoció.

la que

negro

M. GONZALEZ Gurabo, Noviembre,

Ya

.....

no se puede bailar en sociedad

así

habla,

mas retintoGARCIA.

1893.

BIBLIOGRAFIA.

(1)

GUAYANILLA Y LA HISTORIA DE PTO.-RICO, POR

EL P. NAZARIO. —

Grande es el entusiasmo histórico que ha: despertado entre nosotros la conmemoración del [1] Los autores ó editores que, quieran, dar á. conocer susobras en esta sección del pcriódico, se servirán remitir dos ejem--

«plares de ellas á-la Dirección.

a

remedio que aguantar, pero para otra no'me t han de cojer. «Al toque de ánimas se oyen ya los primeros preludios de la orquesta, y las familias empiezan á entrar en el salón. Hay jovencita que parece una princesa, y de cuyo vestido, si se pusiese á publica subas-

triunfa-

maternales

Al fin, la ciencia y los cuidados

ron de la enfermedad, y después de una larga convales-

los

PUERTORRIQUEÑA.

LA ILUSTRACIÓN

192


LA ILUSTRACION 42 centenario del descubrimiento de esta Isla, y por serlo ha dado lugar á un desusado movimiento histórico- literario, que nos alegra sobremanera, bibliografía, son tan

nuestra

pobre

Estan

contadas las personas que aquí se consagran á los estudios históricos, que el alma se siente llena de gozo ante este simpático movimiento que trata de poner en claro nuestro pasado y la époEntre los ca primitiva de nuestra vida social. trabajos que consagrados á tan interesante espública, de

luz

últimamente la

tudio han visto

los que acusan mayor suma de laboriosidad y mas paciente investigación es aquel á cuyo anáLástima lisis consagramos las presentes líneas. grande que esté afeado por ese espíritu de localismo tan fácil de encontrar natural desarrollo en los pueblos todos de esta impresionable raza española. Las cuestiones históricas, cuestiones de alto trascendentalismo, como que hacen referencia á la evocación misteriosa del pasado y tienden á inmortalizar los seres desaparecidos en

humanos acon-

delos

la corriente

tempestuosa

tecimientos,

no son para tratadas

al calor de las

bastardas luchas de nuestro Sur, nuestro Norte A mas alto sitio hay que miy nuestro Oeste. rar, á mas nobles y generosas ideas que atenentrega en el

se

pudie-

bien

muy

á lo que

libro que analizamos,

hechos

los

investigación de

la

de

der cuando

pasados se trata. El Presbítero Sr. N%zario

ra denominarse la desnaturalización de nuestra historia primitiva. No solamente ha de desembarcar Colón por el Sur, si que también la conquista ha de en la costa meridional, y ha de residir

comenzar

No

allí el principal cacique boriqueño.

conten-

Colón, al salir de

to con esto, el autor hace que

Puerto-Rico, arribe á la costa Sur de la Espa. ñola, contra la opinión generalmente seguida, En suma, el Sur domina al P. Nazario, lo poverdaderamente

fatalidad

extravía;

lo

see,

la-

mentable en quien demuestra tan sagaz espíritu crítico y tal amor á la investigación histórica, si bien limitada á un solo punto. Para borrar de nuestra historia el mundo de

tradiciones

legendarias

y

que se entrelazan formando mallas

tes

en

red de fuer-

ayer

nombre,

al

torno

hechos concretos

tupida

admira-

do, hy, por su pobreza, oscurecido, de la Aguada, sería necesario el alto espíritu de análisis de un Tainc ó de un

solamente

se

y aún así, tan

Renán,

conseguiría

fabricar

una

novela

con los caracteres aparentes de la narración his-

En una palabra, se llegaría á formar tórica. una obra puramente imaginativa. Los hechos tienen tal fuerza é imprimen de un modo tan característico su huella en los anales del tiempo, que toda una série de monografías sapientísimas no serían

fluencia

bastantes á borrar

al

través

su

persistente in—

de las edades.

En

el caso

concreto de que al presente nos ocupamos,

causas

que

pueden

la

Con una candidez

rechaza todos

los cronistas,

.«el' testimonio de un hombre carta al Cabildo de Sevilla y

-eso no vuelve á publicar nada

infantil

para apoyarse en que que

escribe una después de

que tenga carác—

ter histórico. Mas aún, esa carta posce tal ca— rácter porque se lo han comunicado las circuns-

“tancias. Domina al autor la idea de que Charca vió y los demás no vieron los hechos. Pero ¿es que basta ser Zestigo

hecho

para

merecer

entera

fé?

es marino, que

y hablando de tierras

Una

simple

«ojeada á un tratado de hermenéutica sirve para contestar negativamente la anterior pregunta. ¿ Porqué, si nó,

las historias escritas por los

contemporáneos merecen generalmente tan es casa fé ? En el ánimo del actor, y sobre todo del actor de un hecho histórico influyen mil

la

pluma

desconocidas y mares nunca de, pues, equivocarse?

vistos

Claro

al erudito investigador de

deducido:

Bráu, que

¿No

Colón

pue

historia, han

desembarcó

en la

Aguada; Sama, que en Mayagúez y el escritor que nos ocupa, que en Guayanilla ¿Vé ahora claramente el P. Nazario á donde conduce el enamorarse con ceguedad de un solo documento? ¿Comprende la necesi-

dad de la

crítica

histórica

y de la consulta de

diversos autores? Por si aún no se convenciere, le pondremos un ejemplo elocuentísimo. Procopio, historia:

dor del siglo VII, contemporáneo

de Justiniano,

escribió acerca de este emperador dos historias, una pública y otra secreta. Niega en la una lo

que afirma en la otra, en esta vitupera, en aque— lla alaba;

sante voltear, cuyo haz de radio es

es testigo ocular, todo lo que refiere /o

ha visto ¿cómo creerle sin embargo ? Desengáñese el ilustrado sacerdote:

tiene

Los oprimidos hoy serán na, y así, trocados

ro mucho

mas

P. Nazario, diranle

que

la

carta

víctimas,

Pto-Rico,

tiento el laborioso

investigador,

no

sea

que lo

lleven á hacer afirmaciones como las que hace refiriéndose al idioma de nuestros aborígenes. Después de la publicación de la monumental obra de Mr. Brasse de Borlang, de las eru ditísimas investigaciones del ilustre

filólogo sal-

vadoreño D. Santiago Barberena y de las del docto canónigo Suárez, sobre varios dialectos indígenas; después, sobre todo, de las laborio sas investigaciones del insigne historiador mexi cano Sr, García Icazbalceta, afirmar lo que acerca del lenguage de nuestros indígenas afirma el P. Nazario, es una heregía histórico-filológica. A pesar de lo dicho, la obra del P. Nazario es digna de toda clase de elogios, pues reve-

la un grande amor al estudio y una laboriosidad extraordinaria .

'

Cuentas

hechas.

Tablas

para

el franqueo

de

cartas, telegramas medicinas y muestras sin valor y para

reducción de

moneda

oficial á co-

rriente etc., por Joaquín Beamud. Es un folleto de 14 páginas, que contiene las materias expuestas en el anterior epígrafe, y que es de suma utilidad para las oficinas, por el gran ahorro de tiempo y de trabajo que representa

experimentados

al empleado.

Amigo la compañía rado,

“Tras un infortunio, otro:

eso

La humanidad se retuerce de dolor. ¡La paz y la calma!.... ¿son puras abstracciones ? ¡La paz y la calma!.... ¿son dolores menos intensos ? Aquí el encono que con torva faz nos mira;

allí la recelosa envidia que espera el primer mo-

mento para difamarnos ; acá la hipocresía, que mientras con una mano _nos acaricia con la otra se arma de traidor puñal; allá la explotación remachando

la cadena del esclavo, y por encima

de todo, presidiendo este infernal concejo, el dolor, presto á desgarrar nuestras entrañas.

quiera que

encaminamos nues-

tros pasos, nos sale al encuentro

la miseria y

la

desesperación. La miseria aún.en medio de los faustos más deslumbrantes. La miseria en la víctima y en el verdugo; la miseria -en el explotado y en el explotador. Aquí nn alma que carece de consuelo; allí otra escasa de bondad. - Esa es la vida. Pero en el mundo,

inmensa rueda de

ince-

en

el

dolor,

y

el

TEATRAL.

Director :

las

de zarzuela Marín Varona

dos

con

verdadero

éxito,

y

Alva-

tanto

por los

creo que para formar juicio exacto de los artistas basten esas dos representaciones, y por tanto

me limito hoy verdadero

á manitestarle que

gusto

(Bocaccio

las

obras

y Mascota).

he

oido

puestas

Me reservo

en

con

escena

para

hacer

juicios más extensos en sucesivos nú meros. A sus órdenes. M.

NUESTROS Casa

GRABADOS.

Consistorial

de

Caguas.

Edificio de construcción sólida, cuyo costo total asciende á 33,779 pesos y un centavo. Empezada la obra en 1865, no pudo continuar-

se sin interrupción, y por esta circunstancia hubo de tardar su terminación hasta 1888 Su parte alta está destinada á las oficinas del Ayuntamiento y la baja á las del Juzgado

Cuartel de la Guardia Municipal detenidos.

Municipal,

y Depósito

de

En el costo total está incluido el valor

de una parte del edificio destinado

á Cárcel

del

que está por construir,

Distrito, en el caso de que

sea repuesto allí el Juzgado de 1* Instancia. José de Celis

Aguilera.

Acaba de morir en Fajardo torriqueño cuyo nombre

Rectitud

á toda

el ilustre puer-

encabeza

prueba,

estas

líneas.

honradez

y sin-

le enaltecen, tales fueron los rasgos

característicos en su vida pública. _. Aniante de su país hasta el delirio, trabajó s'empre con gran entusiasmo y fé por el mayor adelanto y cultura

del mismo.

Figuró en grado prominente en la política regional, y sentimos mucho que la índole espe— cial de.nuestra publicación no nos permita considerar su personalidad en esta faz importantísima de su

Un

existencia.

dato

bastará

del

señor

para

aquilatar

Celis,

y .es que habiendo

tomado parte activísima en

¡ El mundo!

todos

merecidisimos apláusos que le ha tributado el público como por la concurrencia de é-te. No

en

es él.

mañaprimero

Dos funciones lleva dadas en nuestro teatro

indiscutible

RELAMPAGUEOS

quien

Le de J,

CORREO

ceridad que

xXx XX

opresores

papeles,

Diciembre 1893.

acerca

Compúlselos con

los

la humanidad se unirá para desterrarlo, progreso y la fraternidad serán su fin.

de segu-

de Chanca,

de nuestra historia primitiva.

humani-

mandó luego será mandado, y convertidos todos

gran valor el documento escrito, pero hoy, lo propio en la novela que en la historia, tiénelo aún mucho más el documento humano. Así, esos restos de edades que pasaron, que conser

va en su poder el

la

dad, todo cambia.

en

tan clara parece

nuestra

193

escri-

es que sí.

Además, de esa carta que

Por donde ocular de un

En el presente ca*

be al correr de

gloria que

verdaderamente

lugar á que sean bas-

so, ocurre que Chanca no

necesario disponer de datos fehacientes é indiscutibles para poder arrancar á la ensenada, puerto, ó lo que sea de la Aguada

dar

tardeadas las apreciaciones.

sería

hasta ahora se le ha adjudicado, y en realidad la obra del P. Nazario no llena ese vacío. . En prueba de ello analicemos su sistema de exposición.

PUERTORRIQUEÑA.

sus

luchas

la

tempestuosas,

el valor

labor política

y

tan enconadas

en

| estas ardientes tierras del trópico, no tuvo jamás un enemigo personal. Pudo combatirse, y se

combatió, al político, pero de esos ataques siempre

ilesa

salió

la personalidad del caballero par-

ticular. No es, pues, extraño que al morir, un vivo sentimiento de triste y dolorosa simpatía acompañe á su postrer morada al político íntegro y buen patriota. A esa manlfestación general de duelo nos

unimos

nosotros,

honrando

las

ILUSTRACIÓN PUERTORRIQUEÑA to de tan digno paisano. Carrara (Italia).

planas con el

de LA retra-

Cantera de mármol blanco etc.

Pronto, el genio del acreditado escultor italiano señor Achiles Canessa nos permitirá admirar en Puerto-Rico uno de los mejores monumentos que á la memoria de Colón se han dedicado.

Ofrecemos

hoy

á nuestros lectores,

tomándola de una fotografía que nos ha facilita: do el referido señor Canessa, una vista de la cantera de mármcl de donde fué extraido bloque para la estátua de dicho monumento. IMPRENTA

DEL

¿(BOLETIN

MERCANTIL.

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