LA CARRERA DE LA VIDA
CONSEJERÍA DE VIDA Y CARRERAS
MANUEL ANTONIO RIVERA ACEVEDO
MARÍA ROSA BRUNO
MANUEL ANTONIO RIVERA ACEVEDO
MARÍA ROSA BRUNO
MANUEL ANTONIO RIVERA ACEVEDO
MARÍA ROSA BRUNO
© Manuel Antonio Rivera Acevedo, Ed. D., CPL, NCC
María Rosa Bruno, Ed. D., CPL, NCC
Mayo, 2023
Impreso en San Juan, Puerto Rico: BIBLIOGRÁFICAS
Portada: Carretón de Bueyes, Ponce, Puerto Rico, 1898
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A la doctora Alicia María Ríos Figueroa. Maestra, mentora, modelo y, sobre todo, compañera y amiga.
A la doctora Isaura Alvarado Cartagena.
Mentora, maestra,
visionaria de la consejería profesional, y autora del libro
Desarrollo y Consejería Profesional.
“Voy a guiar mi propia carreta y a echar loh bueyeh pa onde yo quiera.”
La Carreta, René Marqués
A lo largo de estos 24 años de común andadura, muchas veces nos hemos planteado escribir sobre el proceso de consejería de vida y carrera. Fue uno de los elementos fundacionales de la consejería profesional en tierras norteamericanas y, por extensión, en Puerto Rico. Su impacto en la profesión ha sido tan fuerte que a lo largo de los años ha sido identificado sin más con la misma, a veces de manera exclusiva, como si sólo nosotros pudiéramos ejercerla o como si fuera lo único que sabemos y podemos hacer. En algunas ocasiones seha conceptualizado como un proceso cuasi mecánico, implantable y ejecutable de manera automática y con resultados garantizados. Esto ha llevado a consejeros y consejeras a un esfuerzo continuo por clarificar y defender nuestra identidad como profesionales de la conducta, de ayuda, o de la salud, sea mental o emocional.
Tal vez el hecho de que por décadas en nuestro país la profesión comenzó y se centró en los escenarios
escolares en los que la consejería ocupacional o vocacional era y es muy importante, o que debido a nuestra mentalidad insularista desconocíamos las iniciativas a favor de la salud mental y el bienestar emocional llevadas a cabo en otras culturas, hemos contribuido a una identidad difusa en la que unas acciones, tal vez más urgentes o prácticas, prevalecen sobre otras. Aún ahora hay clases profesionales y sectores sociales que desconocen quiénes somos, qué hacemos y cuáles son las diversas maneras en que contribuimos a la sociedad.
Es posible que el deseo de no seguir enfrascados en luchas interminables y prolongar estados de agotamiento mental contribuyeron a que arrancáramos y nos detuviéramos varias veces. No obstante, siempre hemos sabido que este fuego ardía para nosotros. No podemos retrasarlo más pues lo vemos como parte de nuestra profesión, vocación y misión y sigue apasionándonos a pesar de los años transcurridos.
En este trabajo, nos dejamos llevar por el enfoque desarrollativo que caracteriza nuestro quehacer profesional. Entendemos el desarrollo no de manera lineal, con etapas claramente fijas e inflexibles, sino como en realidad es: una serie de adelantos, atrasos, contradicciones y conflictos simultáneos mediante los
cuales las ideas se someten al crisol de la experiencia diaria, evidencian sus fortalezas y se convierten en vida. Partimos de un enfoque en esas fortalezas más que en conductas deficitarias o patológicas y en todo momento procuramos transmitir y compartir una visión optimista de la vida, en la que los oscuros son tan importantes y necesarios como los claros, pero no tienen que ser el matiz dominante. Prestamos atención a varios aspectos íntimamente vinculados con el trabajo. Examinamos el alcance de vocablos como oficio, trabajo, empleo, carrera, ocupación, profesión, vocación y misión, no como realidades mutuamente excluyentes, sino como piezas de una obra mayor en la que todas están integradas. Además de modelos interpretativos occidentales, incluimos un modelo japonés fundamentado en el Ikigai, mediante el cual se pretende descubrir y afirmar la razón o el propósito de una vida satisfactoria. Miramos la relación entre el trabajo y las distintas etapas de la vida, así como los estereotipos validados una y otra vez por la práctica que discriminan por razón de sexo, edad y otras variables, dificultando así el desarrollo de una vida saludable. Prestamos atención a los escenarios de formación, la incorporación de las distintas modalidades de tecnologías e inteligencia artificial que debemos tomar en consideración, las destrezas necesarias
para navegar esos mares y lo que se conoce como lo fortuito, del cual las secuelas de la pandemia son ejemplo. Hemos optado por el título Consejería de vida y carreras. La experiencia personal y profesional compartida nos ha convencido de que, aunque la vida es una, hay varias, muchas, maneras de vivirla, como muchos pueden ser los caminos que podemos recorrer hasta alcanzar la meta o metas deseadas. El trabajo es ciertamente importante, pero no lo único a lo que debemos prestar atención. Siempre hasido un hecho innegable laposibilidad de más de un empleo o ejercer más de una profesión. No obstante, no es el trabajo quien decide nuestra vida o la calidad de lo que hacemos. Es más bien al revés. La vida que queremoseslaque señalalas opcionesalamano.El trabajo es una de las maneras en que lo hacemos realidad. Como señalamos más adelante, no se pregunta qué debo estudiar, sino qué debo aprender para ser y hacer lo que quiero ser y hacer a lo largo de la vida.
A pesar de que lo deseemos así, la vida no sigue una secuencia inflexible. Se plasma más bien en eventos y experiencias simultáneas, influenciadas mutuamente, a veces de maneras insospechadas y hasta caóticas. La influencia de un aspecto en otro lleva muchas veces a decisiones apresuradas, no siempre bien pensadas o
calibradas. Enderezarelprocesodetomade decisionesserá una gran riqueza a la hora de definir a dónde queremos llegar. Enmarcar nuestras acciones en un modelo de crecimiento y desarrollo a lo largo de la vida ayudará a distanciarnos de una perspectiva muchas veces patologizante, en la cual no tomar decisiones o tardarse en hacerlo, puede interpretarse como algo negativo, cuando no necesariamente tiene que ser así e incluso en algunos momentos puede ser la mejor opción. De ahí que proponemos una lectura no estructurada en edades o etapasdelavida,organizadascronológicamente,sinoenlas fases y eventos que la condicionan y en ocasiones la determinan.
Hemosdadoespacioavariasviñetasque sirven para introducir los temas identificados como importantes, pero no únicos1. Con la excepción de la que habla específicamente de la mujer, en las demás no se identifica sexo alguno, ya que son experiencias universales. Sólo en la de la pareja se usan nombres. Aun y cuando no haya respuestas únicas a las situaciones presentadas, la comunalidad de las mismas de seguro resonará en quien las lea, motivando a buscar cómo completar de manera más satisfactoria el relato. Aunque todas tienen un comienzo,
algunas no tienen final, como en ocasiones ocurre con el proceso de ayuda. Puede haber un protocolo establecido, pero las circunstancias hacen que cambie para dar más cabida a la esperanza y un poco menos a la incertidumbre. Con el fin de promover una lectura ágil, evitamos cargar los capítulos de citas. Aunque muchas ideas no son originarias nuestras, las hemos apropiado y acomodado en nuestra mochila. Estamos seguros que quienes lean el trabajo sabrán reconocer a estos autores y autoras, a quienesdamostodo el mérito que merecen. Laselección de referencias se completó luego de consultar varias fuentes y plataformas y discernir qué información aporta más a lo que pretendemos.
Para esta antesala nos debatimos entre dos títulos, el que escogimos y “¡Se fueron a la lucha!”. Este segundo, partedelimaginario común,popularizado enlascarrerasde caballos, tiene la riqueza de recordarnos que la carrera es, en efecto, una lucha. Para unas personas, el combate consistirá en aspectos muy distintos a otras, como en las situaciones complicadas por las diversidades, pero en las que como quiera hay que luchar. Tal vez la nota positiva es que lo hacemos en plural: nos vamos juntos a la lucha y no en solitario.
Habíamos seleccionado para la portada un circuito de pista y campo, pero luego caímos en cuenta de que hay algo mucho más primordial. No hay carrera sin algo con qué recorrerla. Una vez más, nuestro imaginario colectivo vino en nuestra ayuda. Contamos con la carreta y con la guagua aérea. Usamos ambas para irnos de algún sitio y llegar a otro. Nos decidimos por la carreta, ya que no importa lo sofisticado de nuestro conocimiento o de nuestras conquistas tecnológicas, seguimos siendo un pueblo migrante que diariamente debe lidiar con asuntos complicados haciendo el mejor uso de los pocos recursos que tiene. Con todo y carros eléctricos, es muchas veces la carreta la que nos lleva a donde queremos llegar. Cada personatiene su carreta.Cadapersonaessu propiacarreta.
Las primeras carretas eran construcciones burdas, fuertes y pesadas. Tenían una misión que cumplir en caminos muchas veces intransitables. La necesidad de medios más apropiados llevó a mejorar los caminos y construir mejores carreteras, aunque en muchas ocasiones los caminos vecinales, conocidos desde siempre, serán más seguros que los puentes atirantados. La meta es que cada persona pueda mover su carreta en la dirección que mejor entienda y desee. Ésta es la autogestión propia de todo proceso de ayuda.
Hay otro dicho en nuestro refranero popular: “¡No es apto para cardíacos!”. Era el grito de guerra en los partidos de baloncesto, la voz de un hombre que recogía el sentir y el entusiasmo de todos, reconociendo que, en efecto, sin una buena preparación, no es posible dar la batalla. Este trabajo no tiene por qué ser insípido, monótono o desabrido. Ayudar a otras personas a ensamblar su carreta, descubrir el camino a recorrer, acompañarlas el tiempo y espacio necesarios, son experiencias de crecimiento verdaderamente hermosas.
Bajo ningún concepto queremos dar la idea de que agotamostodoslos temasyasuntos posibleso que decimos la palabra finaly definitiva sobre cada uno de ellos. Estamos abiertos y receptivos a otras ideas que nos ayuden a ser mejores profesionales y seguir trabajando por el bien común. Al igual que el carretero de Marqués, es nuestra carreta, son nuestros bueyes. Lo que falta es decidir a dónde queremos llegar.
De tres hermanos, el más grande se fue por la vereda a descubrir y a fundar.
Y para nunca equivocarse o errar iba despierto y bien atento a cuanto iba a pisar.
De tanto en esta posición caminar, ya nunca el cuello se le enderezó.
Y anduvo esclavo ya de la precaución y se hizo viejo queriendo ir lejos con su corta visión.
Eh-eh-eh, eh-eh-eh
Ojo que no mira más allá no ayuda al pie.
Uh-uh-uh, uh-uh-uh
Óyeme esto y dime, dime lo que piensas tú.
De tres hermanos, el del medio se fue por la vereda a descubrir y a fundar.
Y para nunca equivocarse o errar iba despierto y bien atento al horizonte igual.
Pero este chico listo no podía ver la piedra, el hoyo, que vencía a su pie.
Y revolcado siempre se la pasó y se hizo viejo queriendo ir lejos a donde no llegó.
Eh-eh-eh, eh-eh-eh
Ojo que no mira más acá tampoco fue.
Uh-uh-uh, uh-uh-uh
Óyeme esto y dime, dime lo que piensas tú.
De tres hermanos, el pequeño partió por la vereda a descubrir y a fundar.
Y para nunca equivocarse o errar una pupila llevaba arriba y la otra en el andar.
Y caminó vereda adentro el que más; ojo en camino, y ojo en lo porvenir. Y cuando vino el tiempo de resumir ya su mirada estaba extraviada entre el estar y el ir.
Eh-eh-eh, eh-eh-eh Ojo puesto en todo ya ni sabe lo que ve Uh-uh-uh, uh-uh-uh
Óyeme esto y dime, dime lo que piensas tú.
La vida es un espacio difícil de transitar. Necesitamos hacer sentido de lo que somos y hacemos para alcanzar algún tipo de razón o propósito que justifique nuestra existencia, nuestras decisiones y nuestras acciones. Para lograrlo, contamos con recursos que iluminan nuestros pasos. Las fábulas son uno de estos recursos. Comunican la sabiduría adquirida a lo largo de los siglos por gente como nosotros, con deseos, aspiraciones y metas similares. Mediante un estilo de aprendizaje distinto al habitual, son una invitación a adentrarnos en un mundo en el que todo parece posible, pero en el que cada acción debe estar bien pensada, ya que de ellas dependerán los juicios que hagamos y el rumbo que decidamos seguir.
Estos relatos, breves o largos, en prosa o en verso, cantados o declamados, proporcionan una enseñanza o un consejo moral que contribuyen al bienestar de la
persona y la comunidad. Suelen comenzar por una breve presentación de los personajes para luego plantear una situación específica ante la cual hay que tomar una o varias decisiones que decidirán el futuro. Se espera que al final del relato la situación esté resuelta, la vida sea color de rosa, todos sean felices y coman perdices (o arroz mamposteao, en nuestro caso). Están cargadas de simbolismo, en ocasiones fáciles de identificar, mientras que en otras conlleva prestar más atención a los detalles para dar con su significado y enseñanza. Solemos leer las fábulas buscando la interpretación más sencilla posible. En la mayoría de los casos, unaúnicamanerade leeryentenderlasprevalecerá sobre otras igualmente posibles. No caemos en cuenta de que hay capas en la narrativa que pueden llevarnos en direcciones nunca pensadas. 2 La prisa, el deseo de tener resultados inmediatos, la búsqueda de respuestas aparentemente fáciles, querer copiar sin más lo que otras personas han hecho, o hacer precisamente lo opuesto en
2 En La Caperucita Roja, la chica ya ha menstruado. No puede desviarse del camino o las verdades que le enseñará la abuela, depositaria de sabiduría y tradición. Al no seguir las instrucciones, se arriesga a que se la coma el lobo, símbolo del hombre. Mujer al fin, tendrá que ser rescatada por el hombre y vivir a su merced.
aras de una pretendida singularidad e independencia ha conseguido acostumbrarnos a una manera unidimensional de leerlas, entenderlas y usarlas. Lo paradójico es que cada una de las razones mencionadas da lugar a una narrativa distinta de las demás. No se logra la uniformidad pretendida. Cada persona es quien es. La fábula no tiene por qué ser entendida de una sola manera, como si fuera una receta médica, cuando en realidadpuedehaber variasinterpretacionesdeun mismo discurso. Lo veremos cuando hablemos de las diversidades. Cada una de esas interpretaciones interpela a quien las lee con el propósito de descubrir un significado que, sin dejar de referirse a una experiencia universal, es aprehendido de manera singular por cada individuo. Ésta es la enseñanza convertida en aprendizaje; no sólo la adquisición de conocimiento, sino el crecimiento en sabiduría. La lectura y reflexión ayudan a descubrir qué significa este momento o evento para cada uno y hacia dónde puede llevarnos.
Algo parecido ocurre con la vida. La experiencia enseñaque éstano sigueun único cauce, sino queaveces, tanto en tiempos de sequía como de lluviasincesantes,los múltiples eventos vividos abren nuevos caminos. En
ocasionesnosobligan arecorrerlossintenerclaroadónde vamos porque no queremos quedar varados. El fango y el lodo pueden atrasarnos, pero no nos detienen.
No siempre lo evidente a simple vista es la verdad sin más o lo que debemos hacer. Todo tiene matices. Encontramos antagonistas a lo largo del camino, como cuando los cuidadores se oponen a la selección vocacional de sus hijos e hijas, justificando su acción porque saben lo que es mejor. Incluso la persona puede volverse contra sí misma para al final recuperarse heroicamente.
Habrá otros sucesos que harán necesario un alto en el camino para revisar lo que se ha logrado y lo que hace falta alcanzar. Se producirán conflictos, algunos inevitables, posiblemente fruto del crecimiento y desarrollo, pero a la larga y a la postre, creemos y confiamos firmemente que serán resueltos, o al menos aprenderemos a vivir con ellos como compañeros de ruta. No es fácil identificar las decisiones a tomar. Muchas veces podemos anticipar consecuencias, no siempre agradables, que pueden detener, interrumpir y hasta cambiar el rumbo y el ritmo de la marcha. En otros momentos, tendremos que abrirnos a lo que pueda ocurrir, sea con o sin aviso. Optar por un camino o manera
de ser y obrar conlleva dejar a un lado otras opciones que pueden ser válidas, aunque arriesgadas. Algunos de estos escenarios no podrán ser recuperados o recorridos, por lo que la decisión deberá ser pensada y repensada muchas veces ya que puede no haber vuelta atrás. Esto complica todo el proceso yhacenecesario laescuchade otras voces y respuestas. Es aquí donde hacemos nuestra entrada.
El problema está en que las respuestas no siempre estarán al alcance de la mano o serán fácilmente implantables. Lo vemos en la fábula de Rodríguez. El primer hermano es descrito como el más grande. Da la impresión de que es el más fuerte y tal vez aguerrido de los tres. Su destino, vocación, tarea o misión consiste en descubrir y fundar. Está llamado a abrir caminos que otros seguirán. No es un chico tonto o iluso. No niega la posibilidad de errar o equivocarse, por lo que procura prestar atención al camino, fijándose en cuanto pueda acontecer. Esta conducta, a todas luces prudente y hasta sabia, limita su campo de visión y acción. Como no todo se puede prever, sólo descubre lo que está cerca de él. Peor aún, solamente puede identificar lo que responde a esquemas conocidos y familiares; los demás son invisibles o impensables.Los retosypeligrosseránatendidosdeuna
única manera ya que la precaución y la cautela lo han hecho preso de sus propias dudas, ahora convertidas en certezas incuestionables. No vale la pena el esfuerzo de intentar algo diferente. Es mucho más seguro seguir como hasta el presente.
El segundo hermano, descrito como “el del medio”, también quiere descubrir y fundar. Laexperiencia humana es muy similar para todos. Contrario al mayor, sin embargo, opta por mirar fijamente hacia adelante, obviando lo que está frente a él, tal vez negándose a considerar lo que otros han logrado. Desconoce o ignora que el horizonte es tan sólo una referencia y tal vez piensa que el pasado y el esfuerzo de otras personas no son importantes. La meta es lo que cuenta y no los proyectos o los planes. Sin embargo, estos son los medios necesarios para el éxito de toda empresa. Desentenderse de ellos equivale a caer en uno de tantos hoyos, repetir incesantemente conductas que se reducen a caminar en círculos, quedarse en el medio y convertirse en mediocre. Finalmente, el tercer hermano. A todas luces, esperaríamos que fuera el campeón de la historia, pero resulta tan frustrado como los otros dos. Tiene la misma meta: descubrir y fundar. Trata de conciliar las dos
maneras de hacer camino intentadas por quienes le han precedido. A simple vista, parece la opción más sabia y recomendable. No obstante, al autor de la fábula no le parece exenta de riesgos y posibilidades de fracaso. Se trata de una opción en la que es necesario medir las acciones, pero esas mismas medidas no siempre son el resultado de algún tipo de consenso, ya sea por parte de la persona o de ésta en relación con otras, o sujeta a otro tipo de criterio. Puede ser terriblemente agotador caminar atendiendo al camino y la meta al mismo tiempo. ¿Cómo sabemos si estamos adelantando o si permanecemos inmóviles? ¿Escuchamos únicamente nuestra voz, damos cabida a la voz de otras personas, o nos perdemos en una cacofonía de voces sin sentido?
Tal vez sea necesario desandar lo andado y plantearse otras metas o rutas posibles. Ser el más grande no siempre es garantía de éxito. Ser el del medio puede llevar a contentarnos con poco, con lo que es dado por seguro porque es conocido o familiar. Ser el más chico tal vez sea oportunidad de aprender de quienes han ido antes, pero se corre el riesgo de que en el camino los obstáculos y las trampas se multipliquen al punto de que nopodamoscompartirloalcanzado alolargodeltrayecto.
Como con toda fábula, pueden darse varias interpretaciones. Una que ha sido traída y llevada hasta la saciedad consiste en interpretar el camino comometáfora de la muerte, experiencia universal. No hay que llegar a ese extremo. Otra interpretación más reciente habla de tres revoluciones en América Latina, la mexicana (19171929), la boliviana (1952-1964) y la cubana (1959). Hasta el 1977, año en que Rodríguez compuso la fábula, esta revolución sería la más larga. No obstante, esta interpretación no parece la más acertada, ya que para esa fecha el autor era un férreo defensor de la revolución cubana y nunca hubiera planteado la posibilidad de un desvío o desvarío en ella.
De ambas interpretaciones podemos sacar una enseñanza. El camino tiene fin, no es interminable. Para llegar a ese fin, a esa meta, es preciso tener un propósito y éste es único para cadapersona. En ocasiones habrá que dejarse llevar, mientras que en otras, muchas veces de manera imperceptible al principio, tendremos que revolucionarlo todo para dar espacio a algo nuevo. Es lo que hoy se conoce como reinvención.
La fábula esconde su clave en algo evidente, tal y como sucedeen lavida,en laque muchasvecesloquehay
que hacer está frente a nuestros ojos, pero escapa a la vista. Se trata de descubrir nuestra condición de común humanidad, de fraternidad solidaria, tal y como se indica en el título, las experiencias comunes que nos van formando y mediante las cuales vamos abriendo caminos, aquellos que son propiamente nuestros y que se tienen que hacer junto a otros, nunca en solitario. Es algo que en ocasiones ignoramos, pensando que basta con recorrer la vereda trillada por otras personas, o únicamente la que nos toca recorrer o hacer nuestra sin prestar atención a otras posibilidades. No se trata de que haya uno más grande ofuerte, otro más prudente yprevisor y un tercero más calculador. Se trata más bien de que en el momento en que necesitemos cualquiera de esas destrezas para abrir los caminos sepamos encontrarlas y usarlas. Hay otras lecturasposibles. Si derribamos la cuarta pared, descubrimos que además de los tres hermanos y quien narra el relato, hay un personaje adicional. Se trata de cada uno de quienes lo escuchan y se plantean la necesidad, conveniencia y en ocasiones hasta urgencia de sentir que su vida está implicada en un relato más grande y no puede limitarse a las maneras convencionales de entender y hacer las cosas. El narrador pregunta repetidas
veces qué pensamos de lo descrito. El rol de espectadores no significa que podemos desentendernos de lo que ocurre, precisamente porque es algo que también nos pasa.¿Quépodríasuceder sien vezdecaminarsolos, cada unopor su cuentayasu ritmo,lostreshermanos hubieran hecho un camino en común? ¿Y si en vez de ser hermanos fueran hermanas, cambiaría algo? El mero hecho de plantearnos otras lecturas deja en evidencia que no hay una única manera de hacer las cosas.
En cuanto al trabajo se refiere, también tenemos fábulas y nos dejamos llevar por ellas sin darles mucho pensamiento. Nos decidimos por una profesión porque es la que conocemos desde la infancia, la que han ejercido nuestros padres. Tal vez seleccionamos la que parecerá darnos más prestigio social y bienestar económico, a veces sin examinar si tenemos el talento, las habilidades y la organización personal para llegar al final. Igual pasa con la vida. Hay un llamado a descubrir y fundar, a continuar y completar lo que otras personas han hecho, así como a dejar nuestro legado personal, algo que certifique nuestro paso por la historia. Esta tarea se hace realidad en varias dimensiones a la vez. Una de las más importantes es la que tiene que ver con el trabajo
mediante el cual descubrimos y fundamos. Es tan importante, que lo que usamos para fundar debeasegurar de alguna manera lo que vamos descubriendo. En otras palabras, el trabajo será al mismo tiempo herramienta para ordenar y reordenar las cosas que conducen a las metas fijadas y la transformación de las mismas como piezas de un mosaico mayor.
Una última consideración. Al igual que cientos de carreteros y carreteras, no siempre hemos sido dueños de nuestra carreta, sino más bien usufructuarios. Nos la prestaron, tal vez haciéndonos creer que era nuestra. Es debido a eso que gran parte de nuestra historia ha consistido en transitar por donde nos señalaban y daban permiso. De eso se da cuenta el carretero de Marqués y tenemos que darnos cuenta nosotros.
Vivimos tiempos de cambios, algunos de ellos tumultuosos. No siempre serán los queridos o elegidos por nosotros, de ahí la necesaria preparación, comenzando por afirmar que es nuestra vida la que está en juego, es nuestra historia la que tiene que ser escrita con la aportación de todos. No podemos ser esclavos de la precaución, permanecer revolcados en el camino o tener la mirada extraviada. Hay que descubrir y fundar.
“Hola. ¿Cómo te ayudo?”
“Quiero entender algo. En mi trabajo hay un día al mes en el que se celebran los cumpleaños, los aniversarios y las jubilaciones de los empleados.”
“Parece una iniciativa muy bonita.”
“Lo es. Nos da una oportunidad para compartir a un nivel distinto al estrictamente laboral.”
“Veo. ¿Sucedió algo?”
“En la de este mes, la semana pasada, se jubilaban tres personas: una mujer y dos hombres. Dos se jubilaban por años trabajados y el tercero por edad. No sé por qué, pero en esta ocasión me dio por mirar a cada una de ellas.
Mientras se leían sus semblanzas, vi que la mujer sonreía, aparentemente satisfecha y contenta, pero no así los compañeros.”
“¿Cómo así?”
“No sé si conoces la expresión a medio ganchete. Así se veía uno de ellos, como si los labios se detuvieran a medio camino. El otro movía los ojos de un lado al otro, sin parar,
y se secaba el sudor de la frente. Lo curioso es que no estaba sudando. Más bien parecía nervioso.”
“¿Por qué te llamó la atención?”
“Porque no parecían estar nada de jubilosos. El primero se veía más bien triste y el segundo sumamente preocupado o ansioso. No sé por qué, pero cuando leían la semblanza del primero y lo veía, me pareció que estábamos en un funeral o como si lo que leyeran era lo que estaba escrito en su lápida. Con el otro llegué a sentir que había algo que le causaba muchísimo estrés y no sabía qué hacer. Era como si estuviera mirando un abismo.”
“¿Tú o él?”
“Él. Parecía acorralado por algo. No he dejado de pensar en eso y en ellos y no sé cómo me sentiré cuando me toque. Por eso vine hasta aquí.”
Creemos que es un error dejar la jubilación para el último capítulo cuando debe estar presente desde el inicio de todo proyecto de vida laboral. Un cambio de lugar puede llevar a un cambio de perspectivas, plantearse las preguntas de siempre de una manera nueva y descubrir, aunque sea tentativamente, nuevas respuestas.
Ciertamente, hay momentos en los que jubilación y júbilo parecen estar peleados entre sí. Para entender lo que sucede y ayudar a las personas conviene aclarar ciertos datos. Organicemos nuestra reflexión en dos partes. Miremos primero la que tiene que ver con la salud financiera y el aspecto económico. La segunda parte guarda relación con otras áreas de la vida de la persona. Aunque no hay una separación rígida entre ambas, dará orden al proceso de ayuda.
El ciclo laboral se caracteriza por fases. La primera está relacionada con la alegría inicial de haber conseguido trabajo, especialmente si es en el área de interés y preparación personal. Aclaremos, sin embargo, que en muchos casos conseguir empleo no se da de una sola vez, en una única entrevista, sino luego de varias, tal vez facilitadas por personas distintas, en diversos escenarios, no siempre con los resultados deseados. Añadamos que
muchas personas comienzan a trabajar, no donde quieren, sino donde pueden, porque tienen deudas que pagar, lo que definitivamente influirá en la manera en que perciben y asumen las tareas que les son asignadas. El inicio de la experiencia laboral va acompañado de un tiempo de encanto inicial en el que la persona se esfuerza por mostrar que valió la pena haber sido seleccionada por la empresa. Es tiempo de aprendizaje y ensayos. No suele durar mucho, ya que muy pronto surgen momentos de desencanto y desilusión, algunos tal vez el resultado de equivocaciones o errores en el desempeño; las llamadas “novatadas”. Dan lugar a reajustes necesarios a fin de permanecer empleados. Estos eventos, a su vez, inciden en los proyectos y planes personales, reformulando, posponiendo o descartando algunos.
Varios de esos reajustes ocurren cuando la empresa decide o es obligada a diversificar sus procesos y productos, exigiendo una nueva capacitación de su fuerza laboral, la cual puede contar con personas muy mayores o que no se sienten preparadas para las nuevas situaciones y escenarios y optan por el retiro. Momentos de estabilidad pueden verse afectados por eventos propios
de la empresa, así como por sucesos sociales, algunos de los que suelen provocar desaceleración económica y laboral. Esta dinámica de fases, producida muchas veces de manera espiral y no lineal, suele darse hasta el último día de trabajo y tanto la salud financiera como la estabilidad y el bienestar emocional se ven afectadas.
Fijémonos ahora en la jubilación. Es reconocida como underechodeltrabajadorylatrabajadorayaparece garantizada en muchas constituciones. De ella se desprende el derecho a un retiro digno, el cual depende de una pensión igualmente digna, además de otros beneficios posibles. En esta área suelen darse algunos problemas, ya que no todos los patronos entienden de manera unívoca ambos conceptos: jubilación y pensión dignas. Esa misma diversidad de ideashace que lapensión pueda definirse de acuerdo a una gran variedad de criterios,como lasaportacionespatronales,algunos de los cuales son a todas luces onerosos e indignos.
Muchas dudas y preocupaciones surgen cuando cuestionamos lo que entendemos por jubilación segura, por lo que debemos mirar un poco más de cerca lo que entendemos por jubilación. Existe la jubilación ordinaria, ya sea por edad, años de servicio o carta contractual.
También está la jubilación por razón del trabajo. Se cumplió con la encomienda o el mismo trabajo deja de ser necesario o relevante, ya sea por cambios históricos o económicos o porque otro tipo de gestión lo ha sustituido. Algunas empresas cuentan con la jubilación por razón de accidentes, especialmente los que han provocado condiciones de salud en la vida de la persona, particularmente si se dan en escenarios de alto riesgo, como las refinerías de petróleo o las farmacéuticas. Son los menos, pero los hay. Finalmente, hay que examinar los beneficios que la acompañan, como por ejemplo los planes médicos, especialmente el acceso a medicamentos muy caros pero necesarios por razón de edad o salud.
Las distintas modalidades de jubilación están siempre en el horizonte y en ocasiones sirven como poderosos motivadores para organizarnos y encaminar nuestros pasos. Desde esta perspectiva, los planes para la jubilación están presentes o deberían estarlo desde el primer día. No obstante, no siempre la cadena de eventos se da de una manera ordenada y predecible. Sabemos de empresas que se acogen a leyes de quiebra u otras parecidas e incumplen con los compromisos contraídos previamente. Si a esto le sumamos que muchas personas
no han establecido o seguido rigurosamente un plan de ahorros orientado a suplementar lapensión, o no cuentan con un fondo de emergencias, entendemos por qué la jubilación puede convertirse en un gran estresor y fuente de ansiedad, tal y como parece sucederle a uno de los hombres mencionados en la viñeta.
La salud financiera no se limita a la persona. Implica atender la salud física, emocional, mental y económica de las personas significativas, algunas de la cuales dependen en gran parte de la ayuda que se les da, como en el caso de padres ancianos, familiares enfermos o hijos dependientes. Asegurar la vivienda y una alimentación adecuada son también variablesque ejercen gran peso en la estabilidad emocional de la persona trabajadora, obligándola en ocasiones a permanecer en un trabajo que no le gusta o motiva. La jubilación segura consiste, entonces, en que esta nueva etapa de la vida contará con el necesario apoyo y salud financiera que permita una calidad de vida óptima para la persona y los suyos, en la que no se sienta desprovista de las ayudas necesarias para las que cotizó con su trabajo y pueda cumplir con sus compromisos y obligaciones.
Digamos algo sobre el ciclo financiero. Donde quieraque dependamos de un ingreso ganado através del trabajo debemos incluir este elemento. Abarca desde los primeros meses o hasta años en un trabajo, en los que se da un esfuerzo por adquirir la permanencia y cierto grado de estabilidad hasta el momento de la terminación laboral.
En los primeros meses hay un tiempo de probatoria, el cual incluye evaluaciones de la labor realizada y las tareas desempeñadas. El tiempo de probatoria varía, como ha sucedido en nuestro país, que de tresmeses subió anueve y volvió abajar atres. Cuando las leyes cambian y en vez de tres meses el tiempo de probatoria se extiende o incluso disminuye, la inseguridad puede aumentar considerablemente.
Una vez se alcanza la estabilidad, aún y cuando no sea cien por ciento segura, se pasa a la fase de acumulación de capital mediante los distintos tipos de ahorro. Se intenta consolidar deudas y compromisos para no sentirse abrumados o agobiados. Puede darse también la oportunidad de invertir en otras empresas o proyectos, así como ayudar a familiares o personas significativas mediante préstamos o regalos financieros. Otras variables
son los imprevistos, como el paso de huracanes devastadores o el cierre,ya sea temporero o definitivo, de las empresas debido a eventos como la pandemia. Esto lleva a impactos que en muchas ocasiones sacuden fuertemente el bienestar emocional de las personas y sus seres queridos. Es lo que conocemos como lo fortuito.
Un elemento asociado a la salud financiera es la madurez laboral. Por ésta se entiende la necesaria tolerancia o aguante para manejar imprevistos, cambios planificados o situaciones adversas. A pesar de que el trabajo confiere cierto grado de estructura, estabilidad y orden a la vida, no siempre es así. Es algo que la pandemia y sus secuelas han dejado ampliamente evidenciado.
La salud financiera es ciertamente un aspecto importante, pero no el único. Miremos ahora el bienestar emocional y los proyectos de vida; examinemos algunos de los mitos que muchas veces se interpretan como verdades incuestionables y fijémonos en algunas iniciativas relacionadas con el mundo del trabajo, tales como la reforma laboral propuesta e interrumpida por la Junta de Supervisión Fiscal. De hecho, ahora mismo se está hablando de la semana laboral de cuatro días. Si la implantación del horario flexible ha causado
contratiempos en muchas empresas, es ciertamente previsible que esta iniciativa, planteada en ocasiones anteriores, será ocasión de debates y discusiones debido a las muchas implicaciones que tiene. Un dato equivocado que puede llevar a decisiones erróneas es el mito de que existe el momento o la edad perfectos para acogerse a la jubilación. Lo vemos en las personas autoempleadas o cuentapropistas. Luego de haber invertido tiempo, trabajo, recursos y dinero a su empresa, se dan cuenta de que no tienen lo suficiente para gozar de un futuro estable y seguro y se sienten obligadas a seguir trabajando, posponiendo o renunciando a otros planes. Algunas tal vez no desarrollaron la conducta del ahorro, como ya hemos dicho, importante desde el primer día de trabajo. Cuando se confronta la jubilación con el alza en el costo de vida, se hace evidente que el camino será cuesta arriba. Por otro lado, hay quienes ahorraron, pero circunstancias imprevistas, como un desastre natural o una enfermedad seria, obligaron a hacer uso del dinero. Haber cubierto las deudas echando mano a los ahorros y no haber realimentado la cuenta del banco, supone cambios drásticos en los proyectos y planes que repercuten en la
salud financiera y la misma madurez laboral necesarias para hacer frente a nuevas situaciones. Encontramos también el dato de la edad. El constructo no se refiere únicamente a una cifra, sino a un estado de ánimo y de vida. La edad por sí misma no debe ser el factor decisivo, sin que esto lleve a negar el paso y peso de los años junto a los cambios asociados al envejecimiento. Aunque hay personasmayoresque gozan de una envidiable condición física y mantienen una vida relativamente independiente, la matemática es la matemática y los años, a la vez que suman, restan. Afrontar la jubilación con menor fortaleza física, agudeza sensorial o capacidades cognitivas disminuidas presenta un número de retos que tarde o temprano atentarán contra el sentido de seguridad que la persona experimenta, por lo que las variables asociadas a la edad deben formar parte del apresto necesario a fin de que sea un valor y no un déficit. Para otras personas, la edad puede ser un marcador que indica la necesidad de parar algo para poder comenzar otra cosa a la que se ha aspirado ya que no es posible hacerlas todas a la vez. Para algunasconsisteenviajar,emprenderalgopropio,cumplir
los compromisos contraídos previamente con la pareja, o sencillamente disfrutar su vejez.
Digamos algo breve sobre el elemento cultural. Hasta hace relativamente poco tiempo, en Okinawa, donde se ha estado estudiando a la población centenaria, no existían ni el concepto ni el vocablo “retiro”. Las personas seguían haciendo lo que llevaban practicando por años y hasta décadas. Lo curioso es que no se trata de hazañas intrépidas, sino asuntos del diario vivir. Para uno de estos centenarios,lanotasobresalientedeldía,aquello que le daba razón de vivir, era visitar sus dos toros diariamente y cuidar de ellos.
Otra idea equivocada es pensar que la jubilación significa lo mismo para la mujer que para el hombre. Ejemplifiquemos. Un tipo de conflicto o problema tiene lugar cuando la persona contempla su futuro fuera del mundo laboral en el que estuvo activa durante años. No sabe qué hacer fuera del trabajo. No contar con una estructura fija, rutinas diarias que aportaban certeza a lo que se hacía y un sentido de pertenencia y seguridad en la vida son elementos que pueden alterar la paz interior y hacer que se interpreten los años venideros con ansiedad y hasta miedo. No haber delineado un proyecto de vida o
no haber seguido el mismo puede aumentar la confusión y dificultar la identificación y uso de las destrezas de afrontamiento y manejo necesarias. Ahora bien, aunque se da en ambos sexos, cada uno responde de manera distinta debido a la socialización recibida y a las expectativas sociales, entre las que está la idea de que ahora la mujer jubilada podrá dedicar más tiempo a las tareas del hogar y debe sentirse muy feliz por ello.
Otro asunto por atender guarda relación con la diversificación. Es un tema que tocamos en otro capítulo, pero que puede incidir en la manera en que la persona se ve a sí misma. Tal vez la empresa se ve en la necesidad de adentrarse por nuevos caminos para no quedarse irrelevanteo sucumbiralacompetencia.Estopuede llevar a un necesario readiestramiento para adquirir las destrezas necesarias. Tal vez conlleve mudanza del espacio físico, en ocasiones el único conocido. Ciertamente, la entrada de las distintas tecnologías es otro elemento. La persona puede sentir que no está preparada o dispuesta para escribir un nuevo capítulo, especialmente si no domina las nuevas áreas o no se siente preparada para intentarlo.
Otro factor a tomar en consideración a lo largo del ciclo de vida laboral tiene que ver con la calidad de vida deseada. Ésta se nutre de una sana autoimagen (la manera en que la persona se concibe, interpreta y proyecta a sí misma); la autoestima (su aprecio personal y los valores y principios no negociables); los cambios asociados al paso de los años y las condiciones de salud; las redes de apoyo establecidas y mantenidas, y los espacios en los que se vivirá la jubilación. Personas sumamente activas o encargadas de grandes responsabilidades durante su vida laboral difícilmente pueden verse en centros de cuidado diurno en el que juegan bingo o ensartan cuentas. Para ellas, la calidad de vida es algo más y están en todo su derecho a pensar así.
Tal y como se señaló al principio de este capítulo, en un mundo ideal, la jubilación debe formar parte del proyecto de vida laboral desde el primer momento. El diseño de este proyecto es dinámico, abierto a los cambios que de seguro se darán con el paso de los años y a los que en ocasiones no será fácil adaptarse. El éxito dependerá en gran parte de las formulaciones iniciales.
Contestar preguntas como “¿Por qué este trabajo y no otro?”; “¿Estoy trabajando en lo que me
gusta/apasiona/para lo que me preparé?”. Variantes de la pregunta se irán dando. Las preguntas y respuestas se condicionarán mutuamente, lo que exigirá flexibilidad y creatividad por parte de la persona a fin de no verse limitada por una única manera de entender y hacer las cosas. De ahí también la importancia de un proceso de desvinculación emocional del trabajo, ya sea reduciendo las tareas, compartiéndolas con otras personas, preparando el relevo, o no aceptando nuevas responsabilidades. Igual de serio es resolver asuntos inconclusos, tales como proyectos asumidos o conflictos con compañeros y compañeras. Nunca es bueno marcharse con resentimientos o frustraciones ya que tienden a contaminar el futuro deseado.
Completemos este tema con algo que muy bien podría darse después de la jubilación. Es posible que por diversos motivos la persona se vea obligada a iniciar algún tipodetrabajo, seaatiempoparcialopermanente.Talvez pueda deberse a necesidades económicas, a presiones en el hogar o a que simplemente todavía se siente con energías y estar en el hogar es fuente de aburrimiento. Hay varios tipos de respuestas posibles. Dos de ellas, muchas veces dejadas a un lado, son el voluntariado y la
mentoría. Esto se ajusta muy bien a lo que los expertos en la conducta humana describen como una continua productividad, fruto de la experiencia. Evidencia la firme creencia de que la vida continúa hasta que se termina. Obviamente, en el primero de los casos existe la posibilidad de que no haya salario. Habrá que decidir entonces si la experiencia vale por sí misma.
El nerviosismo y la ansiedad experimentados en esta etapa de la vida responden a causas fácilmente identificables, aunque no siempre fáciles de manejar. Habrá sentimientos secundarios, tal vez silenciados duranteaños,que saldrán aflote,enocasionescon mucha fuerza. Uno que suele levantar su cabeza es la auto recriminación por no haber cuidado de la salud física y emocional y verse ahora con serias limitaciones en cuanto a la funcionalidad e independencia.
En todo proceso de consejeríade vida y carrerases útil incluir la narrativa que cada persona desea escribir en los años futuros, ya que será esta misma narrativa la que servirá como criterio para medir los éxitos logrados, las metas alcanzadas y la sensación de que todos los esfuerzos han valido la pena. Conviene recordar lo que hemos señalado acerca de que todo tiene fin y para que
haya valido la pena, debe haber tenido objetivos bien definidos. Una buena pregunta puede ser: “Y después que todo esto termine, ¿cómo deseas verte?”
Al colocar este tema al principio, insistimos en que desde el inicio de la vida laboral se debe ir dando pasos sobre los cuales más adelante sea posible capitalizar. Mantenerse al día en el área de peritaje y aprender sobre otros asuntos es una inversión en el futuro.
Ciertamente, con el paso de los años habrá pérdidas de roles, responsabilidades e identidad. Una buena manera de atenderlas es convertirlas en transiciones o en experiencias de aprendizaje. Como veremos, el Ikigai postula que la vida es trabajo, pero es también mucho más que un trabajo. La sonrisa no tiene por qué quedarse a medio ganchete. Si prestamos atención a las distintas áreas identificadas, observaremos que la vocación, la misión y la pasión siguen estando presentes, aunque con otros matices. Así mismo, lo particular de cada persona es la sal que da sabor al caldo.
A simple vista, las habichuelas rosadas no son iguales a las rojas, las blancas o las pintas. Es algo obvio. El criterio decisivo, sin embargo, no es el elemento visual, sino el gustativo. Éste es el que dirá si saben igual o si cada una aporta un sabor distinto al plato.
Algo parecido ocurre con otras cosas, asuntos y temas que constituyen nuestra vida. Nos acostumbramos a una única interpretación, basada casi siempre en criterios invariables e invariantes que, una vez agotado su caudal de posibilidades, provocan la necesidad de descubrir nuevos significados para vencer la desorientación.
Las cosas bien nombradas aportan orden y claridad a nuestros trabajos. En este capítulo identificamos varios términos relacionados con la consejería de vida y carreras. Luego de consultar varias fuentes, los resumimos y compartimos, convencidos de que la correspondencia entre lo que decimos y otras personas escuchan promoverá un proceso de ayuda estructurado y coherente. Encontraremos algunos de estos conceptos cuando miremos el ikigai. Nuestras
interpretaciones no agotan las posibilidades. Las personas que lean este trabajo son enteramente libres de hacer las suyas propias, como también descartar algunas o incluir otras que les parezcan necesarias.
Comencemos por el término más antiguo de todos. Por oficio se entendía una actividad laboral habitual, especialmente una que requería habilidad manual o esfuerzo físico. La persona puede ser hábil en algo sin necesariamente tener estudios formales. Basta con el conocimiento y dominio de la tarea a realizar ya que el oficio consiste precisamente en completar esas tareas. Este concepto evolucionó en la dicotomía “diestro vs no diestro” que veremos más adelante. Hoy día el campo de esas actividades puede abarcar los mundos de las tecnologías.
Según el Diccionario de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el trabajo es el conjunto de actividades humanas, remuneradas o no, que producen bienes o
servicios en una economía, satisfacen la necesidad de una comunidad, o proveen los medios de sustento necesarios para los individuos. Se lleva a cabo con la finalidad de alcanzar un objetivo, aprender, desarrollar habilidades o cumplir una meta. A diferencia del empleo, en el trabajo no necesariamente tiene que darse un salario.
El trabajosepuedehacerporaltruismo, convicción o amor; esto es, por voluntad propia o como parte del proyecto de vida de la persona que así lo decide. Esto lo acerca a los conceptos de vocación y misión. Si lo miramos en términos económicos, es uno de los factores productivos que junto con el capital y la tierra permiten generar riqueza, ya sea individual o colectiva. Hay otra acepción importante del vocablo. Solemos ir “al trabajo”; hablamos de lo que nos pasó “en el trabajo”. Es mucho más que una o varias tareas realizadas y también más que un lugar. Es un espacio que rebasa los límites físicos, convirtiéndose en una experiencia multifacética que nos define y de la que no podemos sustraernos con facilidad. “El trabajo” cobra vida. Mientras que en ocasiones la enriquece, en otros momentos parece empobrecerla y detenerla. Puede ser amigo o enemigo. Influye en nuestros estados de ánimo,
en los significados que otorgamos a las cosas y los eventos, en las maneras en que interpretamos lo que ocurre y planificamos lo que hay que hacer.
Según el mismo diccionario, el empleo es una forma de actividad humana en la que se da una contraprestación por esa actividad desempeñada. El diccionario lo define como el trabajo a cambio de pago (salario, sueldo, comisiones,propinas,pagosadestajoopagos enespecie), sin importar la relación de dependencia (si es empleo dependiente-asalariado, independiente-autoempleado). Ésta es la nota que distingue al empleo del trabajo. Del empleo se deriva el concepto del desempleo. El término hace referencia al porcentaje de la población económicamente activa que se encuentra desocupada, es decir que no desarrolla ninguna actividad remunerada. Se entiende como población económicamente activa el conjunto de personas que están en capacidad de trabajar, de desarrollar o ejercer un determinado trabajo, pero no lo están haciendo en el momento en el que se hace una medición a tales efectos.
Otra idea importante al hablar de empleo tiene que ver con la subordinación y el cuentapropismo. En el primero,hay un compromiso, muchas veces legal, entre el empleador o patrono y el empleado, que determina los días, horas y tareas a realizar en un tiempo determinado. Entran también aquí losprocesosde evaluación, el tiempo de vacaciones, los días de enfermedad, y cualquier otro tiempo dedicado a la formación personal, sea en el área laboral o en otras. La subordinación es, entonces, la facultad que tiene el empleador para obligar al empleado a seguir las condiciones de modo, lugar y tiempo para llevar a cabo laslabores inherentes ala relación de trabajo el tiempo que dure. Puede darse como microgerencia, cuando el empleador o patrono se inmiscuye en todos los pormenores del trabajo, o mediante la delegación de otras personas como supervisoras de la labor de otros. Por otro lado, el cuentapropismo, o contratista independiente, se da cuando la persona, en ocasiones junto a su familia, vive de su propio negocio, sin depender de lo que determine un empleador o patrono. La persona contratista independiente controla la manera en que realiza su trabajo. Es importante anotar que los cuentapropistas o los contratistas independientes no
están cubiertos por las diferentes leyes laborales y solamente les amparan las leyes contractuales. Para identificar una persona cuentapropista, es necesario determinar el grado de control sobre todo lo relacionado con el trabajo y la producción; la capacidad para negociar con intermediarios u otros productores; la forma en que se controlará el dinero ganado, pagado o invertido; cuáles son los posibles riesgos de algún tipo de pérdida y cómo se manejarán; la posible contratación de otras personas, así como las respuestas a leyes aplicables. Es una idea atractiva, pero con muchas complicaciones. El cuentapropista siempre tendrá que contar con suplidores, personas diestras en la producción y venta del producto, así como en la promoción del mismo, lo que llevará a un estudio atento y continuo del mercado, identificar el mercadeo apropiado a fin de determinar si el producto es útil o necesario y de qué manera se ofrece en medio de la competencia entre gestiones parecidas. La guerra en Ucrania ha evidenciado cómo la dificultad en transportar la mercancía necesaria influye en comercios, pequeños o grandes, en otros países, generando incertidumbre y confusión. Visto desde
esta perspectiva, el cuentapropismo puede ser más exigente y agotador que trabajar para otra persona.
Durante décadas se dio la distinción entre empleos diestros y no diestros. Los primeros respondían a un tiempo de estudio, ya fuera en universidades o en otras instituciones de enseñanza superior. Los empleos no diestros solían ser aprendidos en la práctica, casi siempre guiados por una persona experta en la materia. Eran considerados como menos importantes o con menor prestigio socialque los primeros. Un plomero no generaba la misma admiración o consideración social que un neurocirujano. Muchas veces no era imprescindible leer, escribir o dominar otro idioma
No fue hasta que los llamados empleos no diestros, como la electricidad, la plomería, la construcción y otros afines adquirieron mayor sofisticación que las cosas comenzaron a cambiar. Además, una vez que se comenzó a exigir licencia por parte del Estado o alguna instanciaacreditadora, el tema de laformación alcanzó un nuevo significado. La entrada de las tecnologías, en
ocasiones altamente complicadas, añadió un nuevo matiz a la manera en que los empleos no diestros eran vistos. A modo de ejemplo, un plomero que cuenta con las herramientas para ver a través de las paredes y detectar daños en la tubería es considerado “más diestro” o profesional que uno que se basa mayormente en su experiencia o instinto.
No obstante las conquistas alcanzadas, sigue dándose algún tipo de diferencia, a veces discriminatoria, entre ambas modalidades, ahora conocidas como ocupaciones y profesiones. El nivel de formación y estudios es considerable en las profesiones, aunque las ocupaciones no se han visto exentas de organizar y validar un esquema educativo parecido. De hecho, la educación formal y la validación estatal serán muchas veces los criterios decisivos, ya que decidirán los campos y el rango de acción en el que una persona puede desempeñarse en un empleo específico. No es correcto seguir estableciendo diferencias entre ambos conceptos, pensando que la profesión es más seria que la ocupación. El elemento definidor será la dedicación por parte de la persona, sea electricista o neurocirujano.
A un profesional se le paga por sus habilidades y conocimiento mientras que a una persona con una ocupación se le paga por lo que produce. Además, un profesional tiene la mayor parte de la responsabilidad relacionada con su trabajo mientras que una persona con una ocupación por lo general se dedica a una parte o aspecto de unatareamayor y tiene un supervisor que está pendiente de la calidad de la labor realizada.
Hay, además otros estilos de trabajos difíciles de explicar ya que no se discierne a simple vista su utilidad o necesidad. Se trata de los artistas, escritores, escultores, pintores y otros campos parecidos. Hoy día entendemos que su labor es semejante a la de quien narra la vida de una colectividad, plasmándola a través de una actividad especial, considerada como artística. No es una actividad menos importante que las otras e incluso en algunas ocasiones es superior ya que apunta a la trascendencia, a la conciencia de ser algo más de lo que determinan los años y las posibilidades. No son fruto de la excedencia, sino parte esencial de la fábrica social. Estudios sobre las pinturas rupestres en cuevas a lo largo del planeta y obras masivas como las que se están investigando en Gobekli Tepe, en la Turquía moderna, son ejemplos de cómo la
humanidad sehaidohaciendoasímisma,sehaexpresado y ha hecho constar su paso por la historia. Como dato curioso, los terremotos recientes en Turquía no han afectado ninguna de estas construcciones antiquísimas.
La carrera implica el progreso de un individuo en una profesión particular o en una empresa a lo largo del tiempo. Éste es el elemento principal. Se va forjando con los años y la experiencia, lo que se conoce como el ciclo de vida laboral. Busca que cada profesional entienda su trabajo como algo dinámico, en continua evolución. Distinto a la manera en que se entiende el empleo, en el que la personainvierte su tiempo y habilidadespara ganar dinero, en la carrera se invierte el tiempo en seguir los proyectos, planes y sueños forjados para alcanzar una o varias metas determinadas.
Una idea generalizada pero equivocada es entender la carrera como el tiempo dedicado a los estudios para ejercerla. Se escucha a muchas personas decir que estudiaron la carrera en éste o aquel sitio, cuando en realidad se estaban preparando para
desempeñarse en un trabajo, ocupación o profesión específico, el cual constituiría la verdadera carrera. De ahí se obtiene la visión de la carrera como algo dinámico, dirigido al futuro, siempre susceptible al cambio y la evolución.
Una imagen de doble filo tiene que ver con el hecho de que una carrera brinda la oportunidad de ser reconocidos con alguna promoción o crecimiento que permite tener un mejor sueldo, un mejor estatus o jerarquía. Al mismo tiempo, abre la puerta para una competencia entre pares, a veces extremadamente feroz y despiadada en la que la persona se siente obligada a estar produciendo sin cesar, dejando a un lado el tiempo necesario para otras áreas de su vida o eltiempo dedicado a sus seres significativos. En estos casos, la carrera como metáfora sirve como un medio excelente para que la persona tome conciencia de las actividades de descanso y recreación, además del reordenamiento de prioridades, preguntándose si la vida frenética que lleva vale la pena los precios a pagar. Un excelente ejemplo son las careras de Fórmula 1. No importa la velocidad del piloto y el vehículo, de vez en cuando hay que detenerse para
cambiar las gomas o hacer algún arreglo imprescindible con el fin de seguir corriendo y llegar a la meta. La carrera profesional se refiere a la educación, formación y experiencia que una persona adquiere en un campo determinado con el fin de desempeñar una profesión. Implica la adquisición y mejoramiento de habilidades y conocimientos específicos necesarios para desempeñar una ocupación determinada. Puede incluir estudios universitarios o técnicos, aprobar la reválida del Estado, así como experiencia laboral, al principio supervisada, en el campo en cuestión, además de la educación continua. Esto seda también entre lo que antes se llamaban diestros y no diestros. Puede ser cambiada o actualizada a lo largo del tiempo, en función de las necesidades y los intereses de la persona o el grupo social y puede abarcar varios escenarios laborales a la vez. Así una persona que trabaja en las profesiones de la conducta puede ser al mismo tiempo docente en alguna institución universitaria y hasta pastorear una comunidad de fe.
Por vocación solemos entender dos cosas. La primera hacereferenciaalallamadaoinspiraciónqueunapersona siente como procedente de Dios para llevar una forma de vida, muchas veces de carácter religioso. La segunda se aplica a la inclinación o interés que una persona siente en su interior para dedicarse a una determinada forma de vida o un determinado trabajo. En este segundo caso, no tiene que estar presente el sentimiento religioso de sentirse llamada por Dios. El llamado puede ser latoma de conciencia de una labor necesaria en favor de otros y la convicción de que la persona está preparada para ello. No hace falta un llamado divino, sino más bien estar a tono con las necesidades identificadas y saber que se puede responder a las mismas.
Unido a este constructo hay otro igual de importante. La identidad vocacional hace referencia a las ideas claras y estables que la persona tiene de sí misma, sus talentos, habilidades, intereses y metas, orientados a los procesos de toma de decisiones acerca de las distintas dimensiones
de su vida, de entre las que destaca el trabajo. Las teorías de rasgos yfactores tienen el mérito de forzar unao varias reflexiones sobre el mutuo acomodo entre aspiraciones y posibilidades. Aunque muchas cosas son posibles,no todo lo que se desea o con lo que se sueña es factible. Resolver este interrogante puede ser un paso difícil,pero no menos necesario al momento de optar por una carrera.
Atonoconestaidea están losllamados Inventarios de Intereses Vocacionales. En un primer momento sirvieron para ubicar jóvenes norteamericanos que regresaban del campo de batalla de las dos guerras mundialesynoqueríanvolver alafincaen suestadonatal. Más adelante se nutrieron de los postulados sobre estilos depersonalidadyambientesdetrabajocorrespondientes. Sin negar su valor, conviene hacer varios señalamientos.
El mismo título debe dejar claro que se trata de intereses y no de algo fijado de manera determinista. Lo ideal sería administrarlo en los primeros grados de la escuela superior a fin de ir elaborando un perfil del estudiante. En nuestro país se intentó con las pruebas
CEPA (Conoce, Explora, Participa, Actúa).
No todos los países hacen uso de estos instrumentos. Hay una gran variedad entre países como
Finlandia, que sólo cuenta con una prueba estandarizada, Japón, que parece estar obsesionado con ellas y prepara a sus niños desde temprano, y los Estados Unidos, en los que hay pruebas para medirlo todo, aunque suelen prevalecer las que deciden la entrada a instituciones universitarias.
No es posible ignorar que toda prueba mide también el momento en que se toma, por lo que hay que considerar variables como el nerviosismo, la ansiedad y el temor a desilusionar a la familia de origen. Si algo bueno trajo la pandemia fue la moratoria que se estableció en cuanto a su administración.
En la realización de la vocación y la identidad vocacional entra en juego lo que se conoce como lo peculiarocaracterísticodeunapersona,estoes,su propio estilo o manera de hacer las cosas. Puede llegar a ser tan detallado que basta tan sólo una muestra para saber quién ha estado a cargo de las distintas dinámicas asociadas. Es algo semejante a reconocer el pintor o pintora de un cuadro por la manera en que se ha hecho la obra artística. En el Ikigai, como veremos más adelante, también se le llama “rareza personal” (weirdness), lo peculiar a la persona.
Es aquella que una persona siente por iniciar una carrera, profesión u oficio incluso antes de contar con los rudimentos necesarios para su ejercicio. La persona sabe en su interior que esto es a lo que está llamada en su vida. Es más, tiene conciencia de que es un elemento definidor de su vida, algo que la acompaña siempre y no se queda en el taller o la oficina a la hora de salida del trabajo. No tiene edad para manifestarse, aunque lo ideal es que ocurra antes de terminar la educación básica. Así mismo,unapersonapuede sentirse vocacionadapara más de una encomienda a la vez, lo que invitará a diferenciar entre acciones prioritarias o urgentes, el tiempo de capacitación necesario y los sentimientos de lealtad hacia otras personas o grupos con los que se ha compartido a lo largo de los años.
El sentido de misión responde a la maneramás sublime de entender el trajo convertido en vocación. La persona se siente cargada de unas responsabilidades especiales para desempeñar una serie de encomiendas o tareas que
redundarán en beneficio de otros. En algunos casos, las personas beneficiadas ni siquiera conocerán la identidad de quien ha gestionado estas acciones, lo que añadirá una nota de entrega personal y hasta de oblación por parte de quien las ejerce.
La misión puede ser resultado del encargo, encomienda o envío de una persona o personas de mayor jerarquía. También puede darse el caso de que la persona misma se siente motivada a llevar a cabo lo que percibe como una tarea impostergable, que sólo ella puede hacer según sus talentos, habilidades y recursos.
Todo lo relacionado con el trabajo como misión se alimenta de la pasión, un sentimiento sumamente intenso, hacia una persona, cosa o idea que genera una fuerza para obrar. Conviene aclarar que sentir pasión no significa exclusivamente estar a favor de algo, ya que también se puede estar apasionadamente en contra. Lo que importa es la intensidad del sentimiento y la manera en que ayuda a organizar y dirigir la conducta.
Las ciencias de la conducta ven la pasión como procesos afectivos sumamente poderosos que pueden llegar acanalizarlavidaen unaúnicadirección.Unade sus notas características es ser capaz de provocar la misma o parecida pasión en otras personas, algo que se ha investigado en estudios sobre lo fácilmente manipulable que es la conducta de las masas, especialmente cuando hay una persona carismática al frente.
Antes de concluir este capítulo conviene aclarar que las personasusan indistintamente estostérminos.Tal vez con la excepción de la idea de vocación, parecen intercambiables. En realidad,no valelapenadetenerseen ellos, sino usarlos como herramientas útiles al proceso de consejería. Un buen ejemplo es cuando una persona ha dedicado gran parte de su vida al ministerio pastoral o eclesial y decide cambiar de ruta. Ayudará mucho clarificar la diferencia entre trabajo, profesión y vocación. Ciertamente, impacta mucho una persona que trabaja apasionadamente en lo que le gusta y cree es su misión.
Tal vez nuestros esfuerzos deban ir en la dirección de promover mayor pasión y compromiso en todos.
“
¡No puedo respirar!”
“Anda. Pasa. ¿Quieres sentarte o caminar un rato?”
“No sé. Tal vez caminar. Te advierto que tengo unas nauseas horribles.”
“Ven. Caminemos por el pasillo. Cuando te sientas mejor, hablamos.”
“Siento que todo ha cambiado.”
“¿Quieres contarme lo que pasó?”
“Ya sabía que venían cambios. Los que mandan se estaban reuniendo mucho, cada vez por espacios más largos.”
“¿Los que mandan dónde?”
“En el trabajo. Hace como tres meses empezaron a dar señales. Como con otras empresas parecidas, pensamos que venían ajustes, pero jamás creímos que lo que venía era el cierre total e inmediato. De la noche a la mañana.”
“Anda, siéntate y continúa.”
“No respetaron nada. Ni antigüedad, ni experiencia. Ni siquiera lealtad a la empresa. Esta mañana nos reunieron y una persona que no conocíamos nos dijo que lamentaba mucho decirnos que debido a los cambios en
el mercado y la situación mundial la dirección central había decidido hacer unos cambios drásticos, entre los que están cerrar unas 50 oficinas. Nos darían un paquete de beneficios que durarían entre cuatro y seis meses y estaban en la mejor disposición para escribir cartas de referencias o recomendación. Nos dieron media hora para recoger nuestras cosas. Terminó de hablar y se marcharon sin más.”
“¿Qué pasó después?”
“¿Qué crees que pasó? Hubo gritos, llanto, ruegos. De todo.”
“¿Cómo llegaste hasta aquí?”
“Hace unos meses, un familiar me habló de una actividad de educación continua en la que ustedes participaron. Vine para ver qué debo hacer.”
“Te agradezco la confianza. Me imagino lo que debes estar pasando. Si te parece, voy a hacerte unas preguntas para tener una idea más clara y veremos que puedes hacer.”
En 1982, luego de un período en el que intentó hacer los reajustes necesarios para permanecer a flote, la Puerto Rico Oil Refining Company, mejor conocida como CORCO, cerró definitivamente sus operaciones en la isla. La empresa abarcaba ocho plantas petroquímicas, capaces de refinar 23,500 barriles de petróleo al día y hubo un momento en que llegó a ser el principal empleador de la isla, generando alrededor de 2,700 empleos. Fue reconocidacomounadelas500empresasmásgrandesde los Estados Unidos, así como una de las refinerías independientes más exitosas a nivel mundial.
En su afán por industrializar la isla y posicionarla regional y mundialmente en un escalafón más alto en el mundo del trabajo, los gobernantes se decidieron a favor de cambios radicales en las distintas estructuras del país. Comenzando en 1954 por Peñuelas y Guayanilla, optaron por establecer las refinerías en el sur del país, pensando que de esa manera mejoraría la situación económica del sur de la isla y, por extensión, de las demás regiones. No sería hasta el 2017, después del paso de los huracanes Irma y María, que se comprobó que, aunque en principio la idea era buena, por sí sola no era suficiente. Fue algo que se vio claramente cuando se trabajó frenéticamente
por devolver el servicio de energía eléctrica al país, pero no se tenían los medios necesarios para lograrlo.
El proyecto cambió drásticamente en 1973 cuando los países exportadores de petróleo, liderados por los países árabes, iniciaron un embargo a la exportación del crudo, pensando que de esa manera ganarían un pulso frente a los países aliados de Israel. Como suele suceder mediante el efecto mariposa, algo que ocurre en otras esferas tiene repercusiones en otros escenarios. Puerto
Rico se vio imposibilitado de competir con otras refinerías en territorio norteamericano, especialmente porque había puesto todos sus huevos en una sola canasta, comprando petróleo a Venezuela.
En 1974, CORCO se acogió a las leyes de quiebra del país, desapareciendo finalmente en 1982. Peñuelas y Guayanilla, con sus enormes instalaciones, se convirtieron en ciudades fantasmas, provocando una terrible sensación de desamparo en quienes transitaban por sus inmediaciones. La economía de toda la región, tanto la directa como la indirecta, se vio acorralada. Las personas cesanteadas,algunasde lascualescobraban salarios altos, se vieron enfrentadas por situaciones para las cuales no tenían destrezas de afrontamiento y manejo. Puede
decirse muy bien que, además de la depresión económica a la que se dio lugar, hubo también una fuertísima depresión anímica y afectiva en miles de personas y familias. Si añadimos la contaminación ambiental de la tierra, el ambiente y los acuíferos, además del empobrecimiento de la economía, damos de frente con un cuadro verdaderamente devastador.
Algo parecido ocurrió con la industria avícola. Para esos mismos años, la demanda y producción de pollos experimentóunafuertedesaceleración.Entre otrascosas, se debió a un excedente del producto, la contracción de los mercados y ladebilidad de campañaspublicitarias, que para algunos accionistas era innecesaria. El cuadro se complicó luego del paso del huracán Hugo en 1989, y la implantación de la Reglamentación 8, en 1992, que autorizaba mercadear los pollos importados como frescos, aumentando el número de días que podían tardar en entrar al país. El panorama se ha enredado cada vez más, primero por el paso de los huracanes de 2017, la pobre actualización de los procesos y mecanismos de producción y la contracción de otros mercados.
Estos dos ejemplos son tan sólo un botón de muestra con los que se pretende profundizar en el
fenómeno de la terminación del empleo. No se trata únicamente de empresas que colapsan debido a situaciones mundiales, falta de previsión o un pobre manejo de las contingencias. Se trata de miles de vidas de personas y familias que ven cómo sus planes se frustran y deben enfrentarse a una reformulación de los mismos. Se trata, también, de estados emocionales frágiles, de experiencias traumáticas de difícil manejo, sentimientos de fracaso y, peor aún, desesperación ante un futuro cada vez más incierto. Da igual que fuera en un escenario como el de la CORCO, con salarios envidiables, o en otros más humildes, como las polleras. El autor recuerda una noticia de este segundo evento, cuando viviendo y trabajando en Morovis, vio una entrevista de televisión en el que una persona decía “Lo único que sé es matar y desplumar pollos. ¿Qué voy a hacer ahora?”. El sentimiento de desamparo era evidente.
El empleo puede terminar por tres razones: la empresa cierra, diversifica sus productos, o es adquirida por otra empresa, haciendo innecesaria la mano de obra disponible; las personas son despedidas por varias razones;deciden renunciar porque ya no sienten la misma satisfacción que antes o desean explorar otras
posibilidades. En el primer caso puede darse un paquete de indemnización (severance) o beneficios temporeros, entre losquedestacalacubiertadelosplanesmédicos y/o los medicamentos. Si era accionista en la empresa, la persona empleada tiene la opción de vender sus acciones. Lo común de estos escenarios es que, no importa el modo o las razones, se tiene la impresión de que de la noche a la mañana todo ha cambiado y no hay vuelta atrás. Se generan fuerzas que exigen distintos estilos de manejo y respuesta. El cambio, como algo inevitable, conlleva cerrar puertas y caminos; la imposibilidad de volver atrás empuja a un futuro incierto. Se descubre que lo invariable e invariante de algo conocido y familiar era una ilusión. El evento mismo parece desdoblarse. Además del impacto de quedarse sin trabajo, las dudas ante la posibilidad de conseguir otro trabajo con igual salario lo más rápidamente posible, la sensación de no poder competir y ver cómo los ahorros van desapareciendo contribuyen a un estado anímico desolador.
Quedarse sin empleo introduce el caos en la vida. Laideadequetodoestáatadoybienatadosevieneabajo. La sensación de confusión, desorientación y pérdida de control puede durar días o meses. No obstante, aun en
medio del caos más profundo podemos restablecer el orden y descubrir oportunidades de crecimiento. Hay opciones. Tal vez no las que deseamos, pero al menos ofrecen un punto de partida. No podemos ni es permitido atender este asunto como si fuera algo unidimensional. Aunque ciertamente hay elementos comunes, no hay respuestas estilo recetario. Cada situación es única y el proceso de ayuda debe ser parecido al de una costurera o un sastre que busca confeccionar una pieza que se ajuste a las necesidades de su cliente.
Al igual que en otros capítulos, examinamos varias páginas en las que se dan consejos para el manejo de las situaciones creadas. Abarcan desde lo práctico, como un inventario de gastos prioritarios, urgentes e impostergables, hasta establecer contacto con la estrella o el espíritu angelical que decidirá lo que hay que hacer para resolver la situación. Presentamos aquellas ideas que nos parecen útiles y descartamos las fantasiosas, aunque reconocemos que hay personas que se sienten ayudadas por esas modalidades. Completamosel capítulo con varias ideas tomadas de las teorías del caos, mediante las cuales
procuramos reorganizar nuestra vida y movernos en nuevas direcciones.
Comencemos por la persona. Su edad, sexo, años de experiencia en el escenario laboral, destrezas adquiridasconlasquesepuedapresentarenotroslugares y participar de entrevistas, son los primeros bloques de construcción de una nueva realidad. Añadamos los sentimientos experimentados, que pueden ir desde una tristeza profunda, incredulidad, hasta sentirse víctimas de una traición o injusticia después de muchos años de servicio. Lo importante es permitir a la persona exponer y compartir su narrativa. No es lo mismo ser mujer que hombre, ser relativamente joven o entrada en años. Cada persona siente y responde de manera única y singular. A tales efectos, sugerimos revisar los llamados talleres en lo que una firma de profesionales habla de oportunidades anteunfuturo maravilloso, yaquesonunaverdaderafalta de respeto al no tomar en consideración la confusión y el dolor experimentados.
El autocuidado es un asunto extremadamente importante. Una de sus facetas más críticas es comunicar lo ocurrido a la familia y personas significativas. Una característica de nuestra cultura es ocultar lo ocurrido por
miedo a las reacciones de los más allegados. Esto se da tanto en los hombres como en las mujeres, de manera especial en la persona a cargo de generar los ingresos con los que se vive, particularmente si es madre y jefa de familia. Ocultar o negar lo que está pasando tendrá como resultado un aumento en el desconcierto, además de afectar la salud física y emocional y las relaciones interpersonales. Parte del proceso de ayuda puede incluir algún tipo de intercesoría por parte de los profesionales de ayuda que aminore el impacto de la noticia.
Puede darse el caso de personas que dejen de comer, asearse o compartir con otros. También están aquellas que se enfrascan en un comportamiento frenético porque no se sienten capaces de enfrentar las horas que ahora tienen disponibles, sin responsabilidad alguna que descargar. Son sentimientos similares a los experimentados tras una pérdida ambigua o un proceso de duelo. Es preciso reconocerlos, no negarlos ni ocultarlos, ya que ponerles nombre es una manera de comenzar a recuperar aunque sea un mínimo sentido de control sobre la vida y lo que es posible.
El manejo del coraje es uno de los aspectos más delicados y urgentes. Bien gestionado, puede convertirse
en asertividad,enel deseo ycompromisode levantarse de la lona y seguir luchando, no importa el impacto de los golpes. Si, por el contrario, es el coraje quien tiene el control existe el riesgo de irritabilidad, ira y posibles conductas agresivas o violentas, especialmente contra personas que tienen poco o nada que ver con lo que está pasando. Establecer espacios e incluso momentos en el día en los que es permitido ventilar el coraje puede servir para canalizar energías, especialmente si, luego de validados los sentimientos expresados, se acompañan de preguntas orientadas a acciones específicas. Contar con una persona que acompañe en estos momentos e incluso una palabra clave que advierta sobre conductas arriesgadas son herramientas de gran utilidad que ayudarán a reducir la intensidad de los sentimientos involucrados y hasta sustituirlos por otros más apropiados o manejables.
En el orden práctico, luego de aceptar lo ocurrido, es preciso conocer cuánto tiempo se puede estar sin trabajar. En este apartado hay que conjugar compromisos económicos, disminución de gastos, inversión en programas de formación que sólo serán capitalizados luego de un tiempo, en ocasiones largo. Conocer y hacer
uso de las ayudas gubernamentales podría entenderse como una humillación, pero es algo a lo que la persona tiene derecho y no debe ser descartado fácilmente. Contar con asesoramiento financiero, preferiblemente por parte de personas que conozcan de qué se trata, permitirá consolidar deudas y llegar a acuerdos con los acreedores.
Enel capítulosobrelaentrevistaseñalamosqueno es lo mismo los 20, los 40 e incluso los 50 años. En las edades más altas puede darse un sentimiento de humillación, vergüenza o irritabilidad al tener que pasar por un proceso de entrevista con personas que podrían ser nietos o nietas. Es buena idea preguntarse si es aconsejable un tiempo entre cesantía y la vuelta al ruedo, aprovechando ese espacio para pulir las destrezas necesarias o adquirir mayor dominio de las tecnologías. Durante ese tiempo, una estrategia muy útil es la de ponerse en forma, ya sea mediante una rutina de ejercicios supervisados, yoga, Tai-Chi, o utilizando los servicios de nutricionistas y otros profesionales de la salud. Lo mismo vale en cuanto a la salud emocional se refiere.
En nuestra práctica profesional hemos encontrado un grupo que, aunque pequeño, presenta unas particularidades especiales. Se trata de los veteranos de las distintas ramas de la milicia. Éste a su vez, se subdivide en otros dos sectores: los que estuvieron en el campo de batalla y los que no. Ambos contextos marcan profundamente a la persona. Ir de un estilo de vida sumamente activo y riesgoso, en el que estuvieron inmersos en culturas muy distintas a la boricua, a otro sedentario y tal vez dependiente, implica un cambio de mentalidad y actitudes muy distintos. Pasar por entrevistas de empleo en las que la experiencia militar y las destrezas aprendidas no sean tomadas en cuenta o no se les dé el peso debido puede ser frustrante y alienante. Si estas personas tienen, además, alguna condición física o emocional asociada ala vida militar o como resultado de un evento de combate, es lógico pensarque los estresores asociados con la búsqueda de empleo aumentarán considerablemente. En estas situaciones es necesario contar con el asesoramiento de personal cualificado de la Administración de Veteranos o de profesionales de la consejería en rehabilitación. No se puede negar, sin
embargo, que quien más puede decir acerca de sí mismo es la propia persona y merece el debido respeto yespacio.
Las teorías del caos enseñan que los sistemas complejos se exponen a eventos o situaciones no contempladas o esperadas, aunque este fenómeno se da también en sistemas sencillos. Esto es así porque la vida humana es en sí misma compleja e impredecible, no importa la convicción que se tenga en etapas, períodos o fases. Como resultado de estos eventos, los sistemas se desestabilizan y un área de la vida puede afectar otras, en ocasiones adversamente. No obstante, las personas tienen la capacidad de no quedarse detenidas indefinidamente en lo que ha pasado y es posible descubrir otras opciones, dando lugar a oportunidades mediante las cuales se alcanza un nuevo orden.
En la viñeta, hay una serie de palabras resaltadas. Todas son verbos. Esto es así porque la persona necesita actuar, ya sea reaccionando en un primer momento, reflexionando en otros y luego planteándose acciones específicas. El primer verbo es sentir. Apunta a la dimensión emocional, la más visceral de todas, la que se deja llevar por pensamientos automáticos y no sabe hacer otra cosa que volverse sobre sí misma u otros. Es
importante atender los sentimientos de fracaso ya que pueden dar lugar a una sensación de inutilidad y frustración constante.
En segundo lugar, se habla de pensar. Es lo que parece hacernos humanos, distinguiéndonos de otras criaturas vivas. A través del pensamiento nos apropiamos de las emociones, ponemos nombre a lo que ocurre y recuperamos un sentido de control, aunque sea mínimo. Los nombres pueden ir desde lo más negativo posible, como injusticias, traiciones, venganzas, hasta otros cargados de un tono más positivo, aunque no menos traumáticos. Mediante el acto de nombrar, establecemos un orden mínimo que permite comenzar a identificar y explorar opciones.
Cuando hablamos de lo que creíamos, comenzamos a reflexionar seriamente sobre la experiencia que nos ha turbado. Examinamos ideas y creencias como las relacionadas con “Esto no me puede estar pasando”, examinando por qué creemos que estábamos exentos de algo así. Miramos también nuestra trayectoria profesional y rescatamos cosas valiosas, tales como proyectos iniciados o apoyados, o experiencias de formación. Esto nos ayudará a caer en cuenta de que no
todo ha sido malo ya que en algunas cosas hemos obtenido algún tipo de ganancia o beneficio. Precisamente esas ganancias alimentarán el dossier personal con el que volveremos a la lucha.
“Deber” y “poder” son verbos hermanados. Se condicionan mutuamente al punto de que en algunas ocasiones no sabemos cuál va primero. Los autores entendemos que no siempre podemos hacer lo que debemos ya que muchas veces no depende de nosotros o no tenemos los medios para hacerlo realidad. En esas ocasiones, es obligado hacer una pausa. “Deber” apunta a la conducta responsable hacia uno mismo. Lo que pasa no nos agrada y hasta puede derrumbarnos por momentos, pero no puede ser la palabra final. La reflexión, si es posible acompañada por otras personas, permitirá identificar loque esposible intentar, aunque implique una reformulación de las metas establecidas.
Somos mucho más que el trabajo que realizamos o los proyectos que desarrollamos. Sin embargo y aunque parezca sabiduría de Hallmark, la experiencia del desempleo puede ser transformada en una transición hacia algo distinto a lo conocido, a crecer en la confianza en nosotros mismos y a reinventarnos.
Todavía hay personas que entienden la consejería de vida y carrera como una cosa única y uniforme y creen que es el único elemento que define la consejería profesional. Aún y cuando, como en todo proceso, es posible identificar pasos y etapas que aseguren la corrección del mismo, la diversidad de enfoques, marcos teóricos, necesidades particulares y estrategias de manejo hacen que cada experiencia sea singular y no una mera aplicación automática de técnicas orientadas a un mismo resultado: en este caso, saber qué carrera o profesión “se debe estudiar”. Entender su naturaleza y alcance dando cabida a la reciprocidad entre bienestar emocional, salud mental y cómo disfrutarlas y desarrollarlas desde el trabajo es un primer paso para conocer algo que tiene grandes beneficios si se lleva a cabo correctamente, atendiendo sus múltiples dimensiones.
Gran parte de esta situación confusa y problemática se debe a que durante años la consejería de vida y carrera se limitó a la consejería vocacional o a la ocupacional, entendiendo ambas como la misma cosa. Ambas se pueden dar en cualquier momento en la vida,
pero la segunda tiene la particularidad de insertarse en situaciones complejas en el desempeño y ejecutoria laboral, no contempladas previamente.
Además de lo expresado, se limitó la oferta de ayudas a escenarios escolares o instituciones universitarias. Se perdió de vista, si es que alguna vez se tuvoclaro,queeltrabajoesunavariablesiemprepresente en la vida, íntimamente vinculada al crecimiento y desarrollo humano con sus vaivenes, conquistas y momentos de dificultad. De hecho, se aprende a trabajar desde pequeños, jugando con otros niños y niñas. Al mismo tiempo, se dejó en un segundo o tercer plano la reflexión y análisis de los aspectos socioeconómicos que inciden en la selección de una carrera, el desarrollo laboral, ocupacional y profesional, creyendo ilusamente que terminar un grado académico garantizaba el empleo y éste a su vez aseguraba automáticamente todo lo demás.
La profesión misma tiene gran parte de responsabilidad con lo que hapasado.Durantedécadas se establecieron en las universidades centros de consejería vocacional, separándolos de los centros o departamentos de consejería propiamente dicho, como si el bienestar o
malestar emocional y mental no tuvieran algo que ver con la selección y el desempeño de una carrera, o si la carrera no tuviera resonancia en el resto de la vida de la persona. De manera inadvertida e involuntaria, se contribuyó también aladivisión,prestigio socialyapreciopoblacional entre las profesiones de ayuda. A pesar de que esta idea equivocada parece haber quedado atrás, todavía sigue dando coletazos en algunos lugares, pero en estas ocasiones limitando la oferta al asesoramiento académico, el cual, sin dejar de ser necesario, no es la misma cosa.
La organización tripartita propuesta por Duane Brown (2021), en la que identifica la información, consejería y desarrollo de carrera como dimensiones del proceso de ayuda sigue siendo válida ya que delimita con claridad las funciones que contribuyen al éxito del mismo, pero no como compartimientos aislados y excluyentes, sino como parte de algo mayor. Entendemos que lo que incluye el aspecto de información es el nivel más básico del proceso,sin que porello deje de tener importancia. De hecho, no debe limitarse a datos estadísticos o información que la persona puede obtener con una búsqueda por Internet. Para que sea útil, la información
debe llevar a la reflexión sobre la profesión y la manera o maneras en las que la persona se ve a sí misma desde ella.
La consejería de carrera responde más bien a lo que conocemos como consejería ocupacional, una serie de servicios que atienden necesidades variadas, tales como la educación continua, conflictos laborales, redefinición de tareas, y otros asuntos que pueden darse en cualquier momento de la trayectoria laboral. La parte que tiene que ver con el desarrollo apunta a las distintas dimensiones de la vida humana: la física, la emocionalafectiva, la cognitiva, la social y la espiritual. Muchos estudios han evidenciado múltiples correlaciones entre estas variables y el desarrollo de una vida de trabajo satisfactoria.
La American Counseling Association define la consejería como “una relación profesional que empodera a diversos individuos, familias y grupos para que alcancen objetivos de salud mental, bienestar, educativos y profesionales”.Incluimosotratraducciónqueexpresa que es “una relación profesional que apodera a personas diversas, familias y grupos para lograr la salud mental, el bienestar, la educación y las metas ocupacionales”. Preferimos la primera definición porque creemos que
incluye lo que se expresa al final de la segunda. Subrayamos y resaltamos la inclusión de la diversidad y la importancia del empoderamiento a individuos, familias y grupos ya que personas, familias y grupos sanos propenderán a una sociedad igualmente saludable.
Convendría dedicar tiempo al estudio del empoderamiento de familias y grupos atravésdeltrabajo.
La experiencia enseña que el trabajo en común o en equipo tiene beneficios considerables, aparte de que trabajar junto a otros es mucho más enriquecedor que trabajar en solitario.
Con el objetivo de resaltar la importancia de la consejería de vida y carreras, añadimos la definición del Programa de Consejería en el Escenario Escolar del Departamento de Educación de Puerto Rico: “El Programa de Consejería Escolar (PCPEE) aspira a desarrollar un ser humano integral, capaz de alcanzar su máximo potencial dentro de un ámbito académico que fomentaeldesarrollo de conocimientos, actitudes y destrezas que le permitirán alcanzar sus metas personales, sociales, académicas y ocupacionales y de carrera”. La definición incluye el aspecto desarrollativo, uno de los elementos definidores de la consejería profesional.
El trabajo desarrollado desde la consejería de vida y carreras aparece en los estándares profesionales postulados por el Consejo para la Acreditación de la Consejería y Programas Educativos Relacionados (Council for Accreditation and Related Educational Programs, CACREP, 2016). Dada la importancia de este estándar, citamos su contenido, añadiendo nuestras observaciones, a fin de que se vea que es un proceso más complicado que sencillo, muy bien estructurado y con responsabilidades éticas muy serias. La traducción es nuestra.
Estándar Cuatro:
a. Teorías y modelos del desarrollo de carrera, consejería y toma de decisiones. A este criterio añadimos la advertencia de estar alertas a la conceptualización cultural. En otros países examinados no necesariamente se usan teorías o modelos del desarrollo como se hace en los Estados Unidos. En algunos de esos países, el paso al mundo del trabajo se produce sin mayores rupturas o conflictos y son más o menos parejos a entrar en la milicia o casarse: es lo próximo en la
vida. Dehecho,hemosescuchadoprofesionalesde la salud mental de otros países preguntarnos por qué complicamos tanto este asunto.
b. Acercamientos para la conceptualización de las relaciones mutuas entre trabajo, bienestar emocional, relaciones y otros roles y factores de vida. Uno de los profesionales de otro país mencionó el cansancio de los buenos. Es lo que se siente luego de una jornada agotadora. El cansancio no se ve como algo malo, sino lo contrario, yaque es señal de que las cosas se están haciendo bien.
c. Procesos para identificar y utilizar información sobre carreas, vocaciones, educación, el mercado laboral, la tecnología y los sistemas de información. Podemos presentar opúsculos y vídeo clips. Sin la necesaria resonancia en la vida de la persona, se convierten como menos en entretenimiento y como más, en obstáculos o distracciones. La edad de la persona es un elemento importante. De joven todo el mundo sueña con ser astronauta. Una vez se tiene claro qué conlleva, la melodía cambia.
d. Medios para evaluar las condiciones del escenario laboral en las experiencias de vida del cliente. En el caso de estar entre trabajos, conviene explorar si ha pasado antes, cómo se ha manejado, cuánto tiempo tomó el rebote, qué otras áreas se pueden investigar, particularmente si las posibilidades de conseguir un empleo parecido son pocas o inexistentes.
e. Estrategias para evaluar las habilidades, intereses, valores, personalidad y otros factores que contribuyen al desarrollo de carrera. Aquí entran los inventarios de intereses vocacionales y otros recursos. Se puede indagar también sobre la posibilidad real de estudiar o capacitarse para un trabajo distinto, con otras dinámicas y exigencias. En este caso, el factor tiempo es importante, sobre todo si se trabaja con personas mayores en edad o con compromisos económicos ineludibles. Un factor adicional a explorar es la posibilidad de mudarse a otro país, con todo y lo que esto conlleva. Lo veremos más de cerca en otro capítulo.
f. Estrategias para diseñar un programa de planificación, organización, implantación, administración y evaluación del desarrollo de carrera. En este apartado creemos que la participación de la pareja e incluso de la familia es importante ya que cada uno de los pasos mencionados repercutirán en su vida y muy probablemente tengan algo que aportar. Contar con el apoyo de la familia cuando se tiene claro que el período de formación puede ser largo o conlleva mudarse a otro país son variables de mucho peso. Desde la dimensión de las fortalezas, enfatiza además en lo posible, incluyendo lo que parece hacerlo imposible: Esto es ciertamente un obstáculo. ¿Cómo lo manejaremos?
g. Estrategias para la intercesoría desde la diversidad que atienda el desarrollo educativo y las oportunidades de empleo en la economía global. Es un tema que veremos más adelante.
h. Estrategias para facilitar el desarrollo de destrezas de carrera, educativas, la planificación y el manejo de la vida laboral. Responde a lo que entendemos por consejería ocupacional. Nuestras
contribuciones profesionales no terminan cuando la persona firma un contrato. Pueden ir mucho más allá.
i. Métodos para identificar y utilizar herramientas y técnicas de avalúo relevantes a la planificación de carrera y la toma de decisiones. Entendemos que éste debería ocupar el segundo lugar en los criterios del estándar, ya que es una extensión lógica del uso de modelos y teorías.
j. Estrategias cultural y éticamente relevantes para el manejo del desarrollo de carrera. Puede incluir simulacros que ayuden a la persona a una mejor preparación, identificando posibles eventos. Por sí mismos, cada uno de estos diez criterios dan lugar a los más diversos proyectos. Tomados en conjunto, constituyen un ambicioso programa de consejería que no debe circunscribirse a escenarios académicos. Pensamos, sin embargo, que es necesario incluir un apartado sobre la cultura del trabajo (la importancia de trabajar como medio de realización personal y social), además de la cultura de este trabajo específico. Son dos cosas
diferentes, pero cada una ejerce su propia fuerza sobre la persona.
Otras variables a tomar en cuenta en este apartado hacen referencia a la satisfacción de vida a lo largo y en cada etapa de la vida, tanto la personal como la profesional. Esto tomará en cuenta las diferencias que surgen por la edad, condición de salud, oportunidades para el progreso, el trabajo como fuente de estrés, especialmente si hay diversificación o introducción de las tecnologías, la expansión o contracción del mercado laboral, y otros factores que a menudo son descuidados.
No es lo mismo un trabajo a tiempo completo que a tiempo parcial. Tampoco lo es en cuanto a la edad o el sexo. Luego de la pandemia, vemos personas de mayor edad trabajando en establecimientos de comida rápida porque es lo único que encuentran. No poder competir con la misma presteza que personas más jóvenes y sentirse humilladas por la labor realizada abona a una sensación de frustración y fracaso personal que impacta negativamente la salud mental y el bienestar emocional.
Creemos además que no se debe hablar de carrera sino de carreras, no sólo porque la costumbre parece ir en la dirección de más de un trabajo e incluso trabajos
simultáneos a la vez, algo favorecido por la asincronicidad debida a la virtualidad. Si cada carrera repercute en la vida, más de una podrían tener el resultado de un mayor salario a costa de una menor sensación de realización, satisfacción y desarrollo personal.
Finalmente, la consejería de vida y carrera, o de carreras, como preferimos, no desvincula el mundo del trabajo del resto de la vida, sino que es parte integral y esencial de la misma. No es posible establecer y mantener compartimientos exclusivos y excluyentes, como si un aspecto de la vida tuviera poca o ninguna relación con los demás. Las carreras se hacen en la vida al igual que la vida se hace corriendo, en movimiento continuo.
Recapitulemos. Al comienzo de este capítulo hablamos sobre criterios invariables e invariantes. Por los primeros entendemos aquellas cosas, eventos o experiencias que no han experimentado cambio alguno y se han mostrado relativamente estables a lo largo del tiempo. Por los segundos hacemos alusión a que no parece que vayan a cambiar en el futuro, sea cercano o lejano, no importe lo que ocurra. Tal vez sea necesario trabajar sobre estos últimos ya que, como dice Mercedes Sosa, cantando la melodía compuesta por Julio
Numhauser (1982): “Cambia, todo cambia”3. Si la topografía en la que se llevan a cabo las carreras ha cambiado, como de hecho ha sucedido, no abrirse al cambio es arriesgarse a la irrelevancia y la obsolescencia. Gobekli Tepe y otros lugares parecidos son posiblemente los asentamientos humanos más antiguos. Anteceden incluso a la invención y uso de la cerámica.
Evidencian, no obstante, una humanidad que no se contenta con aceptar las cosas como son, sino que busca transformarlas para satisfacer sus necesidades y dejar un legado en el que las cosas sean un poco más fáciles de hacer para quienes vienen detrás. Desde el primer momento aparecen los artistas, tal vez en su mayoría hombres, que se atreven a imaginar otras maneras de vivir, sin duda alguna más cercana y a tono con la naturaleza y hasta con el universo. Lo curioso de Gobekli Tepe es que no parece haber tenido la ilusión de permanencia. Las investigaciones realizadas hasta el momento sehan topado con el hecho inexplicable de que, luego de un tiempo, los asentamientos no sólo fueron abandonados, sino incluso cubiertos, como si nunca
hubieran existido. Tal vez deberíamos reflexionar sobre este hecho para volver a encontrarnos con esa dimensión humana que busca conjugar lo temporero con lo eterno y lo mudable con lo permanente. Sigue habiendo algo de nomadismo en nuestra vida. De esa manera, la carrera será un poco más fácil ya que aprenderemos a desprendernosdecosasinútilesydar importanciaaloque en verdad la tiene.
Durante décadas la consejería de vida y carrera se nutrió de las aportaciones de las teorías de rasgos y factores. Su desarrollo y aplicación fue considerable y, sin duda alguna, hicieron mucho bien. No obstante, las personas son mucho más que talentos y habilidades a parear con escenarios laborales. Son jóvenes, viudas, personas mayores, personas transgénero, extranjeros indocumentados buscando visa para un sueño. No sólo tienen nombre y apellidos, sino una historia que merece ser narrada, escuchada yatendida,cada una con su propia y singular fábula, con su enseñanza particular. Nuestro trabajo consistirá en granparte enayudaraqueesa fábula se convierta en realidad, a que sientan y crean que hay una razón para levantarse cada mañana y vivir.
“Mis necesidades son las mismas que las tuyas. Tengo que comer, beber, asearme, vestirme, descansar, trabajar y recrearme. No son especiales. Lo especial o diferente es la manera o maneras en que las satisfago o el tiempo que me toma hacerlo.”
“Veo. Supongo que hay algo más.”
“Supones bien. Además de esto, tengo que bregar diariamente con el ay bendito de algunos, las dudas de otros, el miedo de unos pocos, o la resistencia de un sector. Es como si cada día tuviera que pasar por un proceso de entrevista y evaluación que no parece tener fin.”
“Debe ser fuerte.”
“Lo es. Añádele que hay personas que evitan estar cerca porque no saben cómo comportarse o qué hacer. Algunos tienen miedo de decir “impedido”, “persona con impedimento”, “minusválido”, “discapacitado” o con “diversidad funcional”. Este último me da dentera porque parece definirnos únicamente por la manera diferente en que “funcionamos”, como si fuéramos un
electrodoméstico. ¡Cuántos nombres o etiquetas para referirse a una persona!”
“Entiendo. ¿Hay algo más?”
“Lo hay. En mi trabajo se esfuerzan por seguir las leyes que tienen que ver con personas con necesidades especiales. No me puedo quejar. Lo que sucede es que no sé si es bueno o malo que en el Departamento de Recursos Humanos haya una persona asignada a cualquier tipo de evento relacionado con estas situaciones como si fuera algo inevitable por el mero hecho de que hay una persona como yo trabajando en el lugar. Sé que es señal de buena voluntad, pero no puedo evitar pensar que de esa manera nos diferencian y señalan, indicando que si no hacemos algo malo a la entrada, lo haremos a la salida.”
“Los mismo podría decirse del Título IX y, sin embargo, es ciertamente un adelanto y una ventaja.”
“Lo tengo claro. Sin embargo, me gustaría que todos aprendieran a no hacer algo por nosotros sin nosotros. Al menos deberían escucharnos para ayudarnos como en verdad lo necesitamos.”
Imaginemos que un buen día las personas ciegas de Caguas deciden organizarse para reclamar sus derechos como personas trabajadoras. Se reúnen en los alrededores de un centro comercial. Alguien toma el micrófono y comienza a hablar, enumerando situaciones de marginación y de injusticia. Da como ejemplo lo sucedido a una compañera, a quien pusieron a cargo del cuadro telefónico, “porque para eso no necesitas ver”.
Otra persona plantea algo que le parece urgente.
Expresa que gran parte de las dificultades que enfrentan las personas ciegas se debe a un malogrado sentido de identidad. Casi siempre, lo primero o segundo que dicen cuando conocen a alguien es que son ciegas, casi como pidiendo perdón. Es necesario mirar las maneras en que se arrinconan a ellas mismas, limitando sus posibilidades de integración y participación al no tener claro quiénes son y qué metas desean alcanzar. Sobre este punto, no obstante, conviene dejar claro que es algo que pasa a todas las personas, ciegas o no.
Aunque hay tareas que pueden estar fuera de su alcance, al menos hasta que haya nuevos adelantos, hay otras que, con el debido tiempo, preparación y apoyo, pueden llevarse a cabo. Sin embargo, tal parece que es
mejor no intentarlo para no tener que enfrentar el fracaso. Es lo que en algunos círculos se conoce como indefensión aprendida, cuando una persona se siente incapaz de modificar una situación y ni siquiera se atreve a intentarlo. Con esta conducta no sólo se detiene a ella misma, sino que retrasa las conquistas posibles por parte de otras personas o grupos. Recordemos lo dicho en el capítulo anterior sobre el empoderamiento a grupos. Otra persona interviene, señalando los muchos matices que se dan en cuanto a una misma condición. Comenzando por el nombre, señala que hay personas que prefieren invidente a ciega, mientras que para otras es al revés y para muchos otros ambos son iguales. En otros renglones, hay quienes usan el bastón, otras el perro y otras prefieren contar con la ayuda de alguien que las acompañe. Unas saben Braille y otras lo ignoran. A unas no les molesta que las tomen del brazo y las guíen al caminar, mientras que otras prefieren lo contrario: ser ellas quienes se apoyen en la otra persona. En unaocasión una persona ciega muy asertiva dijo que no permite que le pregunten “¿Te llevo?”, como si fuera un paquete, sino “¿Te acompaño?”, porque es señal de respeto e igualdad.
Hay quienes nacieron ciegas y otras que adquirieron la condición por una enfermedad o por un accidente, dos cosas enteramente distintas entre sí. Para otro grupo, la condición es progresiva y limita grandemente las esperanzas, aumentando posibles episodios de tristeza profunda o depresión. Finalmente, alguien más señala que hay personas ciegas con otras condiciones limitantes, relacionadas o no a la ceguera, a las que se les multiplican las dificultades y obstáculos.
Se produce un silencio profundo, tal vez señal de desconcierto. Algunas pensaban que las diferencias entre su grupo y el colectivo social mayor se limitaba a ser llamadas incapacitadas, inhabilitadas, minusválidas, impedidas, personas con impedimento, o, según el sabor del mes, personas con diversidad funcional. No habían pensado en otros matices, igual o más serios que un nombre. Caen en cuenta de que algo parecido ocurre en otros estamentos sociales. Hay personas sordas, con dificultades sensoriales o de movilidad, con capacidad intelectualdisminuidaocomprometida; enfin,unabanico de posibilidades.
La escena puede parecer absurda, pero no es enteramente imposible. En mayor o menor grado se da
todos los días en muchos espacios de trabajo. Se trata de personas que tienen en común algo mucho más serio que su condición particular. Todas desean ser productivas a través del trabajo, pero no uno en el que parezca que le están dando lo que sobra, lo que otras personas no desean, o lo que conlleva poca o ninguna preparación o aportaciónpersonalmediantelacreatividadylainventiva.
Descubren que, si bien hay leyes que protegen a las personas con algún tipo de condición que desean trabajar y producir conocimiento, las situaciones que encuentran diariamente van mucho más allá que la legislación.
Valoran y aceptan las protecciones legales existentes, pero entienden que son tan sólo una pieza de algo mayor.
Hubo un tiempo en el que se prescindía de estas personas,invisibilizándolasentodoslosaspectosposibles. El no poder ver/oír/caminar/hablar… como los demás equivalía a ser menos que otros e incluso a no ser tenidas en cuenta; de ahí el término “minusválido”. En otro momento, conforme se fueron diseñando aparatos y técnicas para asistirlas, se comenzó a darles algo más de cabida y participación, tanto en el mundo social como en el laboral. En muchas situaciones, sin embargo, el equipo de asistencia era muy grande, pesado o difícil de manejar,
o se hacían incómodos de usar tal y como estaban construidos los edificios. Si se determinaba mover una oficina de un piso a otro, la gerencia se exponía a quejas por parte de otros empleados, generando incomodidad entre compañeros y compañeras.
Algo que pareció un adelanto, pero en realidad no lo fue se dio cuando se comenzó a distinguir entre lo que se dio por llamar impedimentos visibles e invisibles. El bastón, el perro o la silla de ruedas hacían inmediatamente visible la condición, mientras que en otros momentos era más difícil detectarla, al menos hasta que la persona hablara o intentara hacer algo para lo cual precisaba ayuda de otros. Hubo que crear conciencia de que todas las condiciones son visibles, pero algunas necesitan emplear otros mecanismos para ser identificadas. Si a esto se le suman las situaciones adversas que enfrentan muchas mujeres en el campo laboral, o pertenecer a un grupo minoritario, como puede ser una nacionalidad distinta, las complicaciones se multiplican considerablemente y los deseos de ayudar o encontrar la ayuda adecuada se hacen muy difícil.
Añadamos a este cuadro tres conductas con resultados nefastos. Por un lado estaban -siguen estando-
personas que interpretan cualquier condición como una prueba o castigo de Dios. En el primer caso, se genera admiración hacia la persona, expresando lo grande que es “a pesar de…”, como si la condición fuera el único elemento determinante de la vida, pero en ningún caso algo bueno. En el segundo ejemplo no hay admiración, sino desconfianza. Algo malo tiene que haber pasado para que ésta sea la realidad (La madre -siempre es la madreera usuaria de sustancias). La visión que se tiene de Dios tampoco es la mejor posible. Hemos escuchado a personas con algún tipo de condición quejarse de que otras les han dicho que ser como son es un regalo de Dios y deben considerarse bendecidas. Al menos en una ocasión, una de ellas preguntó dónde podía devolver el regalo o conseguir uno que alegrara su vida. Si bien es cierta la necesidad de desarrollar una imagen de sí misma en la que todas las variables estén presentes y no detengan la marcha, no tiene por qué ser aceptado con unaalegríaque en muchas ocasiones parece responder a un sentido de obligación mediante el cual se demuestra que se es una buena persona, acepta lo que tiene y se queja lo menos posible.
La tercera conducta consiste en extender la condición a todas las áreas de la vida, interpretándola como algo deficitario por completo. Tener esta condición imposibilita casarse, tener hijos, hacer negocios o presentarse para un cargo público, entre otros. Lo bueno es que son “como angelitos”. Otra respuesta es ver la condición como una enfermedad, lo que trae como resultado lógico ver la persona como enferma. A nadie le gusta tener que trabajar al lado de personas enfermas, como si la condición fuera transmisible sin más.
Lo anterior redunda en un cuadro en que la identidad partirá desde la consideración de que hay algo deficitario ylaspersonasterminarán con unaconstrucción negativa de sí mismas. Para cambiar esta conceptualizaciónhayque ayudar alapersona,junto asus seres queridos (una vez más, el empoderamiento de familias), a crear conciencia de la diferencia, lo que ésta permite hacer, lo que limita hacer y lo que no permite hacer y en ocasiones ni siquiera soñar. Esta estrategia permitirá otorgar nuevos sentidos y significados, no sólo a la condición, sino a la vida misma, insistiendo en que “somos diferentes, pero no desiguales” y se participa de una normalidad diferente, tal y como postularon en 2013
White, Aubrecht, McCullough, Lewis y Thompson-Ochoa, consejeros profesionales norteamericanos sordos.
La consejería de vida y carreras a personas con algún tipo de condición no puede limitarse a ubicarlas en un escenario de trabajo y esperar que el éxito se dé automáticamente. El proceso de ayuda debe comenzar por conocer la manera en que interpreta su condición y cómo se hace presente en el resto de su vida. Es importante comenzar por el nombre que desea darle, teniendo claro que se refiere a la condición y no a la persona. Si no tiene inconveniente con usar el término “persona con impedimento”, ese será el utilizado. Además de su interpretación personal, ayuda mucho conocer la de la familia o personas significativas. Habrá situaciones en las que todos se unieron para dar apoyo y ayudar a salir adelante, mientras que en otros casos no fue así. Convendría conocer si en estas familias hubo personas de cristal. El término hace referencia a hermanos o hermanas que, consciente o inconscientemente se invisibilizaron a sí mismos a fin de que los recursos con los que se contaba en el hogar fueran dirigidos a atender sus necesidades. Al hablar del cristal no se habla de fragilidad,sino de mucha fortaleza,pero en
ocasiones crea un sentimiento de culpa o de deuda de unas personas hacia otras, en especial si hubo que posponer o descartar proyectos.
Las experiencias educativas y formativas con las que se capacitaron para la vida adulta y el mundo del trabajo pueden variar entre sí. Hay padres y madres que fungieron como verdaderos defensores de sus hijos e hijas; maestros y maestras, trabajadores y trabajadoras sociales que movieron montañas para alcanzar las metas, pero también hay escenarios en los que las ayudas fueron pocas o ninguna. Como todo esto redunda en la visión de mundo creada, así como en la proyección social, conocerlo será de gran valor.
Las creencias, los valores, las destrezas de afrontamiento, como el sentido del humor, e incluso el vocabulario utilizado sirven como indicadores que revelan el mundo interno de la persona, particularmente su sentido de valía, su imagen y estima personal y su proyección social. Puede darse el caso de un impedimento internalizado, cuando la persona se convence de que hay algo deficitario o malo en ella, algo por lo que tiene que pedir perdón diariamente y por lo que puede llegar a detestarse a sí misma.
En este escenario particular, la consejería de vida y carreras sabe que, en efecto, hay muchas carreras que correr a la vez. La persona tiene que demostrar que sabe, puede y es capaz de hacer frente a dificultades, retos y obstáculos. Junto a otros profesionales de ayuda, habrá que trabajar en varios frentes a la vez para vencer la incomodidad,el desconocimiento, los prejuicios, los mitos y los miedos que entorpecen las relaciones de trabajo y la necesaria camaradería para emprender juntos una misma tarea.
Desde esta perspectiva, quien mejor puede defender su derecho al trabajo y a otros derechos humanos, civiles y políticos es la misma persona. Al convertirse en educadora mediante su ejemplo y disponibilidad al diálogo, ayudará a derribar barreras muchas veces fruto de la ignorancia y dará lugar a nuevas maneras de relacionarse y hacer las cosas. Conviene aclarar, no obstante, que nadie está en la obligación de divulgar información sobre su vida privada. Siempre será una decisión libre y voluntaria.
En todo momento, pero tal vez de maneraespecial con jóvenes adultos que están tratando de ingresar en el mundo laboral, esvitalfomentarun sentido de autonomía
que promueva latomade decisiones bien pensadas. Junto a la autonomía está la independencia y ésta significa lo mismo para personas sin impedimentos como para las que los tienen. Cada persona tiene el derecho de decidir qué quiere hacer con su vida y qué quiere hacer de sí misma, hacia dónde quiere mover su carreta y sus bueyes. Tal vez la condición lo haga más difícil, pero es un derecho humano que no se puede negar.
Este tipo de acompañamiento, distinto del que se suele dar en un escenario de consejería profesional promedio, tendrá que lidiar con momentos de grandes frustraciones, tristeza profunda o depresión, cambios en el estado de ánimo y corajes. Tal vez más impactantes que los anteriores serán la vergüenza de no ser o verse como los demás, como cuando hace falta un lugar especial para cateterizarse y la duda sobre si se podrá seguir adelante o es mejor entregar las armas.
Señales a tomar seriamente en cuenta para favorecer una intervención son un creciente aislamiento social, tal vez por no querer sentirse rechazadas; la dificultad para comunicar sentimientos y pensamientos, no sólo en personas con dificultades en el habla, o iniciar y mantener conductas de alto riesgo para probar su
igualdad con respecto a otros. Si, como ocurre en algunas situaciones, la persona experimenta dolor crónico, el mismo puede afectar adversamente su rendimiento profesional, especialmente si su conducta se ve afectada por medicamentos con efectos secundarios notables.
Como en todo escenario laboral, los conflictos puedendarseencualquier momentoynonecesariamente tienen que estar vinculados a la condición. En este caso, la consejería ocupacional presta atención a la persona en relaciónaltrabajo yésteen relaciónconlapersona.Ayuda a distinguir la condición/impedimento no como el problema, aunque puede contribuir al mismo. Es importante identificar el (los) asunto(s) o problema(s) lo más específicamente posible y determinar si guarda alguna relación con la condición o debe ser tratado como un conflicto laboral más. Un buen ejemplo es la lucha por mejores condiciones de empleo.
Trabajando en equipo con los profesionales de la consejería en rehabilitación, la consejería de vida y carreraspromoveráunaevaluaciónperiódicade las metas establecidas para ver si es necesario modificar algo en las mismas, recordando que lo importante es llegar, pero no
llegar destrozados. En este aspecto tal vez será necesario reformular las metas, identificar otros recursos y las maneras de acceder a ellos y promover las destrezas necesarias para escenarios muchas veces cambiantes. En unión con otras modalidades de consejería, tal vez será necesario trabajar con la familia de origen, así como con otros grupos de apoyo especialmente significativos, tales como amistades de infancia que siguen estando presentes. Esto podría conllevar fortalecer las destrezas sociales y las relaciones con otras personas.
La consejería de vida y carreras permite también crear conciencia de lo que se llama intercesoría hacia sí mismo (self-advocacy), también llamado autointercesoría. Mediante este esfuerzo personal y colaborativo se procura superar referencias negativas y desterrar mitos e ideas equivocadas. De esta manera se lleva a cabo un trabajo de autogestión sumamente valioso en el que la persona se siente autorizada por sí misma para pronunciar su discurso con su propia voz. Se promueve el sentido de independencia mencionado más arriba y favorece una mayor inserción social.
Resultado de lo anterior es un cambio radical en un fenómeno conocido como proximidad social. Contrario
a una interpretación simplista, no se refiere a cuán cerca de nosotros, queremos a estas personas, sino cuán cerca queremos estar de ellas. De entre los cuatro tipos de proximidad identificados: el íntimo, el personal, el social y el público, los dos últimos suelen darse más en el ambiente laboral, sin descartar la posibilidad de que los dos primeros se hagan presente. Es más, mientras más se den los dos primeros, hay más riesgos de eventos en los que la persona pueda sentirse rechazada, incomprendida o marginada.
Lapandemiaysussecuelashanprovocadomuchos cambios en la vida laboral de las personas con algún tipo de condición que no necesariamente se han dado en otras personas. Escuchamos quejas sobre cómo el teletrabajo pareció dar al traste experiencias de una mayor participación, mejores condiciones de trabajo y un mayor respeto por parte de los compañeros y compañeras. En algunos casos, hubo personas con impedimentos que mostraron una excelencia en el trabajo que realizaban desde su hogar, particularmente en el uso de las tecnologías, mientras que en otros, el distanciamiento físico supuso un regreso a condiciones anteriores, especialmente las asociadas a la soledad. Los autores
escucharon a varias personas ciegas decir que uno de los peores momentos del teletrabajo era cuando quien facilitaba la reunión decía “Prendan las cámaras”. La sensación de ser diferente y el sentimiento de desolación eran muy fuertes.
Un sector de esta población que exige otro tipo de atención son las personas que han estado institucionalizadas durante un tiempo y comienzan a reintegrarse en la sociedad. Son muchísimas las destrezas a adquirir y fortalecer y no se puede comenzar por las laborales descuidando las relacionales, ya que para muchas de ellas lo social puede ser amenazante. Un asunto a tomar en cuenta en este escenario es la posible medicación con fármacos fuertísimos, con efectos secundarios. Cada situación deberá ser evaluada y atendida de acuerdo a la singularidad que presenta.
Tal vez una meta con la que todos estén de acuerdo es la de ayudar a que todas estas personas pasen de ser receptores de servicios a promotores de estos. Una manera de hacerlo es enfrentándose a un número de estereotipos que interfieren en las relaciones personales, sean las laborales o las sociales. El primer estereotipo es el verse como héroes o heroínas en una lucha sin cuartel.
Esto no significa negar la intensidad con las que se vencen las dificultades para hacer hasta lo más mínimo, sino en saber disfrutar de otras experiencias y eventos en los que participar es en sí mismo un logro.
Tampoco ayuda sentirse víctima de nada o nadie. En algunos momentos es posible identificar una causa a la condición y tal vez puede deberse a negligencia por parte de otros, pero sirve de muy poco detenerse indefinidamente aquí. De víctima, con o sin razón,hay que aprender a pasar a trabajar por otro tipo de victorias y aprender a ser victoriosos. En este renglón hay que llamar la atención sobre las máscaras que se suelen utilizar. Hay quienes adoptan el rol trágico todo el tiempo, o el gracioso, el de villano o el de santo. Por sí solos, ninguno lleva a nada productivo, ni siquiera el de santos. El ikigai insiste en el necesario equilibrio entre lo que hay y lo que se puede y el trabajo es un medio para alcanzarlo. El sentido de autoeficacia tiene una función importante. Los autores lo entendemos no como la idea de que “yo puedo”, como si con el mero hecho de creerlo ya esté logrado, sino como “yo creo que puedo intentarlo”. Es algo que se da en todas las personas cuando consideran nuevos caminos o ejecutorias y tienen
que hacer el necesario inventario de sus recursos. El resultado no es automático ni garantizado, pero si no se intenta, nunca se sabrá si las metas y los cambios para lograrlas eran posibles.
Todas las personas, con o sin alguna condición, tienen derecho a un trato respetuoso en el que sean tratadas como individuos únicos y singulares. Señal de este trato es ser respetadas como personas adultas, sin chiquiteo alguno, aún y cuando parezca ser de buena voluntad. Las muestras artificiales de cariño no son señal de empatía, sino de pena o tal vez de miedo. No ayudan en nada.
Es importante también recordar que para muchas personas la tecnología asistiva es parte de su vida. La silla de ruedas no es una limitación, sino todo lo contrario, la oportunidad de moverse por sí misma y libremente para llegar a donde quiere. De manera parecida, las personas que trabajan como intérpretes, anotadores o algo parecido tienen una función que cumplir y deben ser respetadas.
No hay conquista pequeña. Todas son el resultado de luchas, en ocasiones libradaspor años. Recientemente, el Senado de Puerto Rico aprobó por unanimidad el
Proyecto del Senado 839, para que el Departamento del Trabajo cree herramientas que permitan que personas diagnosticadas con autismo o Síndrome Down puedan insertarse y mantenerse en la fuerza laboral y establecer un beneficio contributivo a patronos que empleen a esta población. Conviene aclarar que el proyecto original hablaba únicamente de personas con autismo, lo que de por sí ya es un logro importante.
Habrá momentos de especial vulnerabilidad, no sólo en el trabajo, sino en toda la vida. Se experimentará en toda su crudeza lo que significa estar vivos. Sin embargo, aprender a crecer desde la diversidad en medio de un universo que suele definir lo que se entiende por normalidad de una única manera, abrirá nuevos espacios y modos de expresión en los que será palpable que no se hará nada sobre ellos sin ellos.
No se puede legislar la buena educación, la cortesía, el trato respetuoso o los buenos modales. No obstante, transformar ambientes hostiles o cuando menos indiferentes en lugares acogedores y motivadores es fundar un nuevo estilo de sociedad. Cada persona debe sentirse llamada a participar de esta tarea pues en ella todos seremos victoriosos.
“Mi día empieza sin mí. Antes, aunque no soy unapersona energética, me despertaba con entusiasmo. Veía la vida con optimismo y cada día era una oportunidad para hacer algo nuevo y hermoso.”
“¿Qué pasó?”
“Pasó María y cinco meses sin electricidad. Pasó que había que ir diariamente a comprar lo que se iba a comer. Los almacenes no tenían suministros. Comprendí lo que significa el verdadero insularismo. Llegar a la casa era cocinar de prisa, lavar algo a mano, sentarse en el balcón o en la acera y esperar a que anocheciera para acostarse sin sueño, pero con un cansancio terrible.”
“¿Qué más?”
“El trabajo sufrió mucho. Yo estoy en la administración de un hotel. Luego de los huracanes, estuvimos cerrados varios meses por falta de energía eléctrica y daños estructurales. Cuando logramos reabrir, vinieron las protestascontra el gobierno ypoco después, lapandemia. Han sido cientos los empleos directos e indirectos que se afectaron. Ha habido noches en que no he podido dormir
pensando en esas familias. Cuando no había plantas o generadores, teníamos que aprovechar la luz que entraba por las pocas ventanas que había en el edificio. Cada persona traía sus problemas desde casa y la jornada se limitaba a compartir calamidades mientras se trabajaba y se cargaban los teléfonos. Luego, la pandemia. ¿Cómo operas un hotel a distancia?”
“Pero los huracanes y la pandemia pasaron.”
“Eso dicen, pero no es así. Es cierto que tenemos la capacidad de rebotar relativamente rápido, pero hay consecuencias. Son demasiadas las frustraciones y el malestar por asuntos no resueltos sino más bien tapados. Hace falta dejar salir el dolor de alguna manera. Los temblores, la pandemia, la Junta y los apagones selectivos han venido a romper un equilibrio muy delicado. Hemos destrozado lo que ya estaba dañado desde antes, pero no lo habíamos querido ver. No soy la única persona a la que se le fue la pasión, el sentido de misión y la razón de vivir.”
“Te escucho. Sin embargo, el hecho de que estás aquí me dice que quieresseguir luchandohastaque redescubraslo que tenías o descubras algo nuevo y el día empiece contando contigo. Vamos a intentarlo.”
Las teorías ayudan a entender y explicar lo que pasa, sea conductas humanas, naturales y hasta espaciales. Pero son sólo eso: teorías. Nunca conseguirán explicarlo todo. Lo estamos viendo con los datos que está recopilando el telescopio James Webb. En pocos meses ha conseguido que los científicos cuestionen todas las teorías sobre el origen del universo formuladas hasta ahora.
Su objetivo principal es ayudar a poner orden a los datos, analizándolos y convirtiéndolos en información utilizable. Están fundamentadas en una manera particular de prestar atención a lo que importa, algo que muy bien podemos llamar una filosofía especifica. De hecho, ese posicionamiento inicial muchas veces decide hacia dónde se mirará y lo que se valorará como importante o no.
En el llamado mundo occidental las ideas con mayor peso han sido las heredadas del mundo grecorromano y, en menor grado, sin admitirlo y reconocerlo abiertamente, las árabes. Sin decir que estas teorías han agotado sus posibilidades hermenéuticas, conviene examinar otras perspectivas y conocer otros puntos de vista. Nos ayudarán a reposicionarnos frente a los hechos estudiados y establecer otro tipo de orden, no
necesariamente mejor que el conocido, pero sin duda alguna, lleno de riquezas y posibilidades.
Desde la década de los setenta del siglo pasado, varios investigadores han estado estudiando poblaciones con una longevidad asombrosa. Dos de ellas son Okinawa y Cerdeña, lo que es en sí mismo un dato importante ya que la distancia entre ambas, así como la diferencia entre las culturas, evidencia que hay elementos comunes que contribuyen a una vida larga no importa el lugar donde se viva en el planeta. Al fenómeno de la longevidad se le une un análisis sobre lasatisfacción de vida.El número de años por sí mismo no asegura una vida satisfactoria o satisfecha, pero al menos en el caso de Okinawa revela una íntima relación entre ambos. De hecho, Okinawa, un lugar económicamente menos afortunado que otros sectores japoneses, añade una variable interesante al sugerir que el bienestar económico no es en sí mismo garante de felicidad.
Sin ser automáticamente trasplantable a otras culturas, lo que ocurre en Okinawa puede ayudarnos a examinar más detenidamente la manera en que hacemos lascosase introducimos lasmodificacionesnecesariascon la meta de mejorar nuestra calidad de vida. Varios
estudios han identificado al menos seis factores que guardan relación con la longevidad y la satisfacción. El primero no deja de sorprender precisamente por lo lógico del mismo y, tristemente, el poco caso que otras poblacionesle hacen.Setratadeunadietabalanceada,no tanto como resultado de estudios minuciosos y exhaustivos, sino a base de la sabiduría popular, la cual buscahacerel mejorusoposibledelos pocos recursoscon los que se cuenta. Los estudios longitudinales que se han llevado a cabo resaltan que no se trata de incorporar nuevas fuentes o estilos de alimentación o hacer cambios constantes en la dieta, sino de alimentarse sabiamente.
Otra variable importante es el fuerte sentido de comunidad que los miembrosde lapoblación tienen entre sí. Esto no significa que todos se conocen y saben cómo se llama cada persona. Indica más bien un fuerte sentido de pertenencia a un proyecto común, a una historia compartida, en la que el bien de todos depende en gran medida del bien de los pocos. Se conoce en algunas culturasafricanascomoel Ubuntu.Elvocablosignificamás o menos “humanidad” y transmite la idea de que “Yo soy porque todos somos”. Apunta al compartir como un elemento común de la humanidad.
En el judaísmo, por su parte, encontramos el concepto del Tikkun Olam. Tikkun significa reparar, enderezar, mejorar o hacer algo bueno con lo que tenemos a la mano. Abarca incluso la misma historia. Olam significa todo el tiempo, o todo el mundo. Tikkun Olam significa, entonces “reparar o mejorar el mundo”, una tarea que implica estar activos y comprometidos todo el tiempo o hacer el mejor uso del tiempo a fin de cumplir con la tarea. Hace referencia a cualquier actividad que lleva al mundo al estado armonioso para el cual fue creado. Implica que, aunque el mundo es bueno, hay una oportunidad para mejorarlo. El primer paso consiste en reparar o restaurar lo que está dañado y, obviamente, implica detenerse y prestar atención a cada persona, ya que el rompecabezas no podrá ser armado si falta alguna de sus piezas.
El sentido de comunidad se manifiesta a través de relaciones de amistad particularmente intensas. Establecen y dan lugar a distintos tipos de redes de apoyo de manera que la persona no se siente sola y desamparada. Contrario a otros lugares, no es algo que se limita a momentos críticos, sino a un elemento constante de la vida, tal y como puede ser el buscar empleo.
Un componente adicional es mantenerse ocupados en algo. Esto puede ir desde atender el jardín, lo que para los japoneses no es algo trivial, hasta encomiendas más complejas. Ahora bien, mantenerse ocupados no se limita a estar haciendo algo todo el tiempo, sino a una plena concentración en lo que se está haciendo en cada momento, ya que del resultado obtenido se beneficiarán o perjudicarán otras personas. La ocupación no es un acto frenético, sin orden o meta, sino una misión en la que no sólo importa lo que se está haciendo sino cómo se está haciendo. Mediante un juego de palabras, podemos decir que no se trata de vivir muchos años para hacer muchas cosas, sino que, porque tengo muchas cosas que hacer, todas valiosas, tengo que vivir muchos años.
Otra variable interesante es un bajo nivel de estrés. Clarifiquemos el término, ya que solemos confundirlo erróneamente con ansiedad. El estrés es resultado deunavaloración subjetivaante unhecho o una tarea a realizar y el convencimiento de que no se cuentan con los recursos necesarios para acometerla satisfactoria yexitosamente.Mientrasqueenel aspectonegativopone en evidencia que tenemos que buscar dichos recursos, en
el aspecto positivo, luego del inventario interno para determinar qué necesitamos y con qué contamos, ordenamos y reordenamos los elementos para llevar a cabo la tarea. No significa no preocuparnos, sino hacerlo de la manera menos onerosa posible. Recordemos un refrán que dice: “Si tu problema tiene solución, ¿para qué preocuparse? Y si no la tiene, ¿para qué preocuparse?”.
Siempre habrá algo de estrés; es inevitable. La clave del éxito para manejarlo es darle el lugar que le corresponde.
Ni más, ni menos.
Finalmente, llegamos al Ikigai. El vocablo se compone de dos palabras japonesas. Iki hace referencia a la vida. Por su parte, gai habla sobre la realización de lo queunapersonaesperaydesea.Enlaculturade Okinawa, el ikigai se concibe como «una razón para levantarse por la mañana»; es decir, una razón para disfrutar de la vida haciendo algo que se tiene que hacer.
La palabra ikigai se utiliza generalmente para indicar lafuente del valor de lapropia vida, o las cosas que hacen que la vida valga la pena. La palabra se utiliza también para referirse a las circunstancias mentales y espirituales en las que las personas sienten que sus vidas son valiosas. No está necesariamente ligada a la situación
económica personal o al estado actual de la sociedad. Incluso si una persona siente que el presente es una experiencia cargada de dificultades, pero tiene un objetivo en mente, puede experimentar el ikigai, no mediante acciones vistas como cargas obligadas, sino a través de acciones naturales y a la vez espontáneas. Para aplicar el concepto a la consejería de vida y carreras, dejémonos llevar por un diseño aceptado por la mayoría de los investigadores y autores, en el que cada parte influye en las demás. Añadimos elementos de nuestra propia cosecha. Conviene recordar que el orden de los factores no afecta el producto. En este caso, lo que importa es que estén presentes. Aclaremos que la gráfica no es producto de la cultura japonesa, sino del afán occidental de fijar un orden que permita hacer sentido de la información.
APRESTO
Comencemos por identificar aquello en lo que somos buenos. Es esa cualidad o habilidad personal que lleva a otras personas a acercarse a nosotros para pedir ayuda. Puede ser un talento especial en la mecánica de carros, como la escritura creativa para expresar las experiencias más íntimas y abrir mundos posibles. Añadamos a este recuadro la nota de que, no sólo somos buenos, sino que nos gusta y somos felices haciéndolo.
Podemos ser buenos en algo, pero no sentirnos atraídos a ello. Esto puede hacernos sentir cómodos o a gusto, pero
con una sensación de vacío personal. Es como si dijéramos: “Esto es bueno, pero no suficiente”.
En ese mismo apartado, tratemos de identificar otras personas o grupos que son tan buenos o mejores que nosotros y aprendamos de ellos. En algunas presentaciones del Ikigai, son llamados arquetipos. Están a la cabeza o a la vanguardia del grupo por su compromiso e iniciativa y sirven como guías.
Junto a estos modelos, debemos contar con posibilidades de crecimiento y desarrollo. Al no ser entes estáticos sino en constante evolución, no podemos quedarnos en una actitud de complacencia, como si ya todo estuviese hecho. Siempre hay oportunidad para ir más allá de lo conocido y establecido, máxime cuando la vida misma parece en ocasiones ir hacia atrás en vez de hacia adelante o se estanca por momentos, y mantenemos posturas injustificables o indefensibles.
Finalmente,en este apartado incluimos unrenglón que tiene que ver con la formación. Seleccionamos el término “apresto´. Originalmente significa la preparación a la que se someten los tejidos a fin de tener mayor consistencia. La imagen es sumamente sugestiva. El diario vivir nos gasta y desgasta, por lo que en ocasiones
debemos reforzar lo que somos y hacemos. Desde esta perspectiva, el apresto estará relacionado con toda experiencia de formación o educación con el propósito de un mejor cumplimiento de la vocación o misión asumidas. En un segundo momento, el vocablo hace referencia a la prevención, preparación y disposición para hacer algo. Esto llama a una actitud vigilante que permita leer e interpretar los signos de los tiempos, las señales que indican un cambio de rumbo o permiten descubrir nuevas necesidades y nos motivan a llevar a cabo las modificaciones necesarias para continuar siendo útiles y eficaces.
En vez de sentirnos inútiles o como si fuéramos un sobrante, visualicemosun espacioen elquehaylugarpara todos, nadie está nunca de más y siempre tiene algo que ofrecer. Esto es lo que llamamos la particularidad o singularidad de una persona, lo que en inglés se conoce como weirdness. En principio puede parecer chocante, pero con el tiempo se verá positivamente, como si fuera nuestra firma personal. Es lo que amamos, mucho más de lo que meramente nos gusta o agrada y sólo nosotros lo podemos hacer en la manera en que lo hacemos. Otorga una sensación de felicidad conocida como un gozo
tranquilo, un oasis en el que podemos detenernos y descansar antes de retomar la marcha. Este gozo permitirá sentir plenitud aun y cuando no genere riquezas materiales y, una riqueza mayor aún permitirá disminuir el sentimiento de competencia que muchas veces nos hace creer que debemos ser implacables con los demás.
Si a la sensación de rareza particular podemos incorporar el elemento de pasión del que hablamos en un capítulo anterior, comprenderemos que levantarnos cada día con una razón de ser lleva a una apreciación de los pormenores de la vida mediante la cual somos capaces de disfrutar y usar correctamente lo que tenemos al alcance de la mano. Dicho de otra manera, no se trata de ver únicamente la flor, sino cada pétalo de ésta al mismo tiempo que contemplamos la unidad y totalidad del conjunto e incluso vemos más allá del mismo.
Miremos ahora cómo lo hacemos realidad. El primer paso es discernir si podemos recibir algún tipo de compensación económica por lo que hacemos. No hay nada malo en ello; lo que importa es observar parámetros de conducta que sean justos, éticos y razonables. Si para hacer realidad esa tarea necesitamos algún tipo de formación, sea cual sea, lo acogemos con gusto, viéndola
correctamente como la necesaria capacitación para cumplir responsablemente una encomienda particular. Como ya hemos visto, esto es lo que se entiende como profesión.
Las dos últimas variables están íntimamente vinculadas. Si aquello en lo que somos buenos puede responder de alguna manera a lo que las demás personas necesitan y nos sentimos llamados, vocacionados, a dar un paso al frente, se convierte en misión, tal vez en la misión que da sentido a nuestra vida. Esto no quiere decir que hay una única misión, pues cada rincón de la experiencia humana puede dejar claro que tenemos mucho que descubrir y fundar.
Ikigai es un proceso que promueve y permite el florecimiento de lo que una persona es capaz de llegar a ser. Experimentarlo plenamente exige madurez personal, aprender a satisfacer los deseos y entender que la verdadera felicidad se encuentra descubriendo y fundando con los demás; de nuevo, el empoderamiento grupal.
Lo aplicamos a la consejería de vida y carreras no deunamaneralinealosecuencial,sino simultánea.Talvez en un momento dado, encontrar un trabajo remunerado
será lo más importante, mientras que en otros, compartir nuestra experiencia como mentores será la acción que guie nuestros pasos. Conviene recordar, además, que el modelo se ajusta a lo particular de cada persona y sus muchas circunstancias, algunas de las cuales no podrán cambiarse, pero sí acomodarse de otra manera.
Completemos la idea del Ikigai con la del hygee danés. Es un vocablo intraducible que apunta a una sensación de comodidad o bienestar que surge del sentirse a gusto con lo que se tiene. Por sí mismo, hace referencia a una sensación de bienestar y paz. La consejería de vida y carreras procurará que la razón por la cual nos levantamos cada día sea también la que provoca en nosotros una sensación de gusto y comodidad que permite cumplir con las tareas y obligaciones que nos corresponden. Desde las teorías del caos equivale a otorgar estabilidad a lo impreciso de la vida.
Terminemos este capítulo recordando que los modelos desarrollados y contextualizados culturalmente no son automáticamente transferibles a otras maneras de pensar u obrar. No obstante, tal vez saturados por postulados excesivamente cuantitativos, a los pueblos occidentales se nos ha olvidado que la vida es mucho más
que mediciones o etapas. Es más bien experimentar en cadamomentolaconcienciadeloquesignificaestarvivos, poder relacionarnos con otras personas, la naturaleza y, si creemos, con algo mayor que nosotros mismos. El ikigai no es otra cosa que el intento de recordar lo que verdaderamente importa y cuenta. Mira el trabajo como algo natural al ser humano, algo que no debe causar ansiedad excesiva, una herramienta para la contribución singular de cada persona que se siente cómoda consigo misma y con los demás.
“Llevo 37 años en este país. Los primeros ocho, sin papeles, trabajando en lo que apareciera, viviendo en ratoneras, en verdadero hacinamiento. A veces no tenía noticias de los míos por meses. Sabía que les llegaban los cuartos que les enviabaporque algunaspersonasque iban y venían me lo decían. El año en que se desbordó el Soliette4, al que nosotros llamamos el Blanco, e inundó La 40 fue el peor de todos. Como por más de 90 años había estado dormido, muchas familias habían construido sus casas cerca del cauce e incluso en el cauce mismo. Se contaron 903 casas invadidas por las aguas, 620 dañadas y 212 en ruinas. Entre los 400 muertos contabilizados, había tres parientes míos. En Haití murieron 300 personas, aunque posiblemente el número fue mayor. El desespero fue increíble. Algunos regresaron inmediatamente para ver cómo podían ayudar. Otros, como yo, tuvimos que quedarnos porque era la única manera de enviar algo de dinero o de ropa. No nos atrevíamos a mandar alimentos porque no sabíamos si les
4 24 de mayo de 2004, Jimaní, República Dominicana.
llegaría. Vivimos la más terrible emigración, desterrados y desolados.
Trabajé en varios lugares a la vez. Hubo personas que me dieron más horas o algo de dinero, pero se iba tan pronto llegaba.
Arriesgándome, seis meses después fui a ver cómo estaban. Lo másque me sorprendió fue ver cómo se reían.
Una persona me dijo: ‘Compadre, imagínese cómo fue la vaina, que por primera vez tuvimos que aceptar ayuda de los haitianos.’ Increíble.
Esa es la vida de las personas que emigran. Nadie se va de su país porque quiere, sin más. Hay sueños que obligan y que deben ser cumplidos sin importar el precio personal a pagar. Tratamos de levantarnos construyendo en cauces sin ríos, sabiendo que todo puede cambiar de la noche a la mañana. Lo único que nos sostiene esel trabajo, a veces tan parecido a la esclavitud que se siente el carimbo marcado en el pecho. Pero se sigue. Ahora tengo residencia y hasta ciudadanía. Tengo más años aquí que los que viví en mi país. No he dejado de soñar. No me lo puedo permitir.”
Desde el primer momento de su existencia en el planeta, la humanidad ha sido una raza migratoria. Las investigaciones antropológicas, arqueológicas e históricas, entre otras, muestran claramente los movimientos mediante los cuales se ha desplazado de un lugar a otro, asentándose y desarrollando culturas y civilizaciones. El grueso de estas investigaciones recae en los estudios africanos, sin olvidar la trashumancia por lo que hoy es Rusia a lo que hoy es Alaska y el lento pero seguro desplazamiento por lo que conocemos como América. Otras lecturas hablan de cómo los habitantes originales de la cuenca del Orinoco fueron moviéndose hacia el norte por las islas del Caribe. En lo que hoy conocemos como Cuba, se encontraron con otros navegantes, llamados siboneyes, dándose un encuentro y mezcla de grupos humanos, algo que también se dio en otroslugaresytuvocomo efecto el surgimiento de nuevos pueblos y culturas.
Sin duda alguna, éste es uno de los mejores ejemplos de cómo la consejería profesional y la consejería de vida y carreras están íntimamente vinculadas. Se trabaja con distintas variables a la vez, procurando asegurarunmínimodeestabilidademocionalenmediode
procesos complicados y difíciles de manejar o resolver. Uno de estos es el sentido de pérdida, en ocasiones definitiva. Se pierde el hogar, el pueblo y el país, tres elementos que contribuyen a formar la identidad personal. La marcha conlleva alejarse y hasta romper con ellos al punto que no siempre se tendrá claro quién se es, de dónde se viene y a dónde se quiere llegar. Es la fábula de los tres hermanos en su versión más cruda y cruel.
Paradójicamente, la acción migratoria pretende buscar seguridad precisamente lanzándose a la inseguridad. No es posible discernir con absoluta certeza si el camino será seguro, las personas serán confiables, la naturaleza se portará bien, no habrá rebeldías durante la marcha y habrá una vivienda y un trabajo al final del trayecto. Quienes están a la cabeza de la marcha tendrán en su consciencia la responsabilidad de no fallar a quienes han confiado en ellas y ellos. Esto añade una carga de fuerte peso emocional. Por migrantes (seleccionamos este término para evitar el baile entre emigrantes e inmigrantes) entendemos individuos que voluntariamente abandonan su hogar y país en busca de mejores oportunidades de vida, sea en cuanto a condiciones de trabajo, situaciones
familiares o de salud. Aclaremos un poco esta idea, ya que al generalizar y definir el todo por una parte, se tiende a obviar la vida de muchas otras personas que se ven afectadas. Así, por ejemplo, están los hijos e hijas que se ven forzados a marchar con sus padres sin haber sido consultados al respecto, o tal vez padres y madres ancianos que se dejan atrás y a los que posiblemente no se vuelva a ver.
Es posible distinguir varios grupos de migrantes. El primero está formado por quienes están económica y socialmente bien, pero se deciden a descubrir y fundar para ver si hay algo mejor, o porque son espíritus aventureros. Hay otro grupo que toma la decisión de marchar porque los recursos en sus regiones son cada vez más limitados. Entienden que no hay otra salida. Otro grupo podría ser llamado el excedente. Pertenecen a estamentos sociales a quienes se les hace difícil competir en igualdad de condiciones. Distinto a los primeros, que optan voluntariamente por marchar, estos se ven forzados a hacerlo, en ocasiones debido a la escasez de trabajo y otras oportunidades de desarrollo en su país. Podemos identificar también un grupo formado por personas que fueron de visita a otro país y decidieron
quedarse, en ocasiones violando las leyes establecidas o sin los documentos requeridos. Se les suele llamar personas indocumentadas. Hasta hace poco eran conocidas como ilegales, término descartado dado que en el mundo no hay tal tipo de persona. Todos somos legales aun ycuandonoestemos legítimamenteenunpaís.Todos buscan algo mejor. No saben qué encontrarán, pero tienen claro que no hay marcha atrás.
Hay otro grupo muy distinto, afectado de manera única por la necesidad de emigrar. Está formado por quienes huyen de su tierra luego de un acontecimiento devastador, como los desastres naturales o las guerras. Este grupo tiene una configuración distinta a los anteriores y hasta un nombre propio: refugiados. Sus necesidades son otras, mucho más ferales porque tienen que escapar de sus hogares, a veces en cuestión de segundos, huir de la persecución, la matanza y la posible extinción. Sus condiciones de vida y necesidades son muy distintas a las de los otros grupos y tienen otras maneras de satisfacerlas.
El fenómeno migratorio puede organizarse en etapas, siempre y cuando tengamos claro que ésta es una estructura arbitraria y el que falte algún elemento no es
señal de que hay algo malo. Hay una experiencia premigratoria en la que la persona se plantea la decisión, ya sea porque identifica mejores condiciones de vida, oportunidad de crecimiento profesional o porque donde vive las oportunidades para un mayor desarrollo se ven cada vez más limitadas. En esta etapa se puede contar con la presencia de auspiciadores, los que pueden tener distintas encomiendas, como la de asegurar una vivienda digna y servir como enlaces entre las personas migrantes y los empleadores. Las iglesias, sinagogas y mezquitas, además de las organizaciones no gubernamentales, son un buen ejemplo de este tipo de servicio.
Ahora bien, la formación de ideas e imágenes no siempre responderá a lo que se descubre. En muchos casos, lo esperado choca fuertemente con la realidad. Encontramos profesionales que se ven imposibilitados de ejercer su profesión porque necesitan la licencia que otorgan los entes gubernamentales o reguladores. En algunos casos, antes de solicitar dicha licencia es obligatorio acumular un número de horas de trabajo bajo supervisión de un profesional debidamente certificado. Esto puede llevar a la necesidad de encontrar un empleo remunerado fuera del área de peritaje, lo que conlleva
cansancio entre trabajos, o la necesidad de estudiar en horas de la noche o finesde semana e incluso aprender no sólo un nuevo idioma, sino un vocabulario profesional distinto.
Hacemos constar que este fenómeno no se limita a clases profesionales con títulos universitarios. Vale igual para profesiones como electricistas, plomeros, carpinteros, quienes, además de lo ya mencionado se ven obligados a unionarse y pagar cuotas que afectan su economía y presupuesto. Añadamos que las ofertas de empleo pueden variar según la época del año, como la de los maestros y maestras que llegan a otro país al final del período escolar. De manera parecida, la saturación del mercado laboral puede ser un obstáculo difícil de superar. Lo importanteaquíeselacompañamiento,demanera que ni la persona ni los seres significativos que están a su lado se sientan desamparados.
Entre ambas experiencias está la migración en sí misma. Nunca es algo fácil, ni siquiera en los momentos en los que todo parece estar seguro. La ausencia de un documento puede dar lugar a semanas y hasta meses de espera.Descubrir que las personaso grupos que se habían comprometido a acogerlos han cambiado de opinión o
han variado en su composición o metas provoca una ansiedad de grandes proporciones.
La post-migración se caracteriza por otras connotaciones. Están las personas o grupos familiares que tienen claro su propósito de regresar a su país de origen y aquellas que entienden que no hay marcha atrás. En ambos grupos, aunque de diferentes maneras, se produce un grado de asimilación cultural. Puede ir desde el esporádico, como por ejemplo celebrar fiestas del nuevo lugar, hasta el total, en el que se rompen los lazos afectivos y emocionales con el grupo originario. Entre ambos extremos se dan otras experiencias, como las que surgen cuando el país de origen atraviesa por momentos difíciles y restablecer el contacto es algo obligatorio. Hay un vaivén emocional muy difícil de manejar y resolver.
Las personas refugiadas pertenecen a un grupo distinto. En primer lugar, la migración no fue una opción entre otras, sino la única posible ya que lo que quedaba era la cárcel o la muerte. Los otros quisieron marcharse; estos tuvieron que hacerlo. Son personas desplazadas en todo sentido de la palabra. Están desplazadas de sus familias y seres queridos, sus referentes culturales, sus vínculos afectivos, la vida planificada y las metas fijadas.
Llegan a un lugar muchas veces desconocido y luego de un tiempo en el que son socorridas, se encuentran con un grupo social mayor,en el cualpuede darse cierto grado de animosidad u hostilidad abierta. Lo estamos viendo en el caso de los refugiados ucranianos, quienes inicialmente fueron acogidos por otros países europeos y ahora están descubriendo que de visita todo el mundo es bueno, pero de visita nada más. Para todos los efectos, están desplazadas; no tienen plaza alguna.
En todos los grupos hay elementos comunes. Tal vez el más inmediato es el idioma. Desconocer el idioma del pueblo receptor y verque sucede lo mismo alainversa genera fuertes emociones y sentimientos de marginación, soledad y desamparo. No contar con intérpretes no sólo de las palabras, sino del mensaje que se desea comunicar puede tener consecuencias devastadoras en la persona migrante. Dado que el idioma es una construcción social mediante la cual se comunican y comparten experiencias vitales, no saber cómo hacerlo o verse limitado en cuanto a los medios puede dar lugar a que los grupos receptores de poblaciones migrantes las vean como seres raros y hasta peligrosos.
Algo parecido se da en cuanto a prácticas culturales, entre las que destaca la manera de vestir y las costumbres alimentarias. En las mujeres, usar el velo no siempre es bien entendido y puede producir un distanciamiento mayor; las comidas pueden ser también un elemento disruptor de la necesaria armonía y convivencia, tanto por lo que no se puede comer como por lo que se come e incluso la manera de preparar los diferentes platos. Esto se da de manera especial cuando las familias migrantes son acogidas en el hogar de familias que pertenecen a otra cultura. El choque entre ambas culturas puede ser tremendo.
En estos variados escenarios, la consejería de vida y carreras se ve muchas veces llevando a cabo tareas diferentes a un mismo tiempo. En algunas ocasiones, habráquedesempeñaralgúntipodeintercesoría,velando por que se respeten los derechos de los migrantes a la vez que se ayuda a estos a integrarse en un mundo muy diferente al que han conocido. En este aspecto es necesario el conocimiento de las leyes migratorias y los grupos que pueden servir como aliados. En un país como el nuestro,en el que no controlamoslapolíticamigratoria, es una asignatura que no puede quedar pendiente.
Una buena estrategia es la de identificar personas y roles. Tal vez se descubra que quien tomó la iniciativa de migrar no es quien tiene la jefatura de familia, por lo que el proceso de ayuda deberá moverse en varias direcciones a la vez, dando el reconocimiento esperado a cada parte, no sea que unas saboteen lo que otras intentan hacer. En este sentido ayuda enormemente conocer, aunque sea lo mínimo de las prácticas y costumbres culturales de estos grupos, entre las que pueden estar el respeto por la opinión de los mayores, aunque después no se les haga caso. En este mismo renglón ayuda mucho saber las diferencias entre grupos étnicos de un mismo país ya que puede darse el caso de grupos que no pueden estar juntos debido a enemistades o creencias centenarias. El impacto y la conciencia tribal pueden ser muy poderosos.
En el aspecto post-migratorio será necesario trabajar junto a la persona o la familia para conocer los requisitos de un trabajo determinado y ayudarlos a atravesar un tiempo, en ocasiones prolongado, de ajuste a la nueva realidad. En culturas como las de la India, en las que la paciencia, mucho más que una virtud, parece ser parte de su ADN, esto puede ser más fácil que en otros grupos, por lo que no hay una manera uniforme de llevar
a cabo los distintos tipos de ayuda que sean necesarios. Contar con la ayuda de grupos patrocinadores, sean públicos, privados, iglesias, sinagogas, mezquitas o alguna otra configuración religiosa es un elemento de gran valor.
El proceso de aclimatación y adaptación a un nuevo país puede levantar asuntos no resueltos a la vez que crear otros nuevos, tales como pueden ser roles diferentes para mujeres que han estado sometidas a sus esposos y familias y ahora descubren que esa no es la única o mejor manera de vivir. En estos eventos, lo más aconsejable es que los profesionales de ayuda, de ser necesario, no asuman un rol directivo sino el de asesores, explicando asuntos que no se entienden del todo bien, pero dejando la resolución de los conflictos a las personas directamente involucradas. Intervenir sin entender lo que pasa, puede tener resultados devastadores, no importa la buena intención. No obstante, todas las profesiones de ayuda deberán estar al tanto de las leyes que apliquen a cada situación, particularmente las que velan porque no se dé algún tipo de maltrato, explotación o violencia hacia los grupos migrantes o entre ellos mismos.
La creación de un nuevo sentido de identidad no puede hacerse negando o rechazando la anterior. Esto
equivaldría a decir que no se tiene claro quién y cómo es la persona. Si la decisión es la de establecerse definitivamente en otro país, los profesionales de ayuda pueden mostrar cómo la identidad original se integra en un nuevo proyecto de vida en el que serán otros los retos a enfrentar y los problemas a resolver. La adquisición de este nuevo sentido de identidad necesitará de explicaciones sobre costumbres y prácticas del país receptor que podrían resultar chocantes.
Un servicio de gran valor está en el acompañamiento de niños y jóvenes. Aunque la escuela es un ente socializador, es posible que las familias migrantes las rechacen al principio. Ahora bien, por mucho que se intente, es imposible aislar totalmente a los niños y jóvenes de personas de su edad. La vida busca cómo expresarse, aunque en ocasiones esto conlleve escapar. Un trabajo de consejería ayudará a padres, madres y responsables a aceptar, aunque sea lo mínimo, a fin de garantizar una vida sin complicaciones innecesarias.
Desde la consejería de vida y carreras otro asunto que puede surgir es comenzar a trabajar en algo, sea el trabajo que se buscó o deseaba o el que aparezca para
descubrir al poco tiempo que no era lo que se esperaba o ser cesanteados porque la empresa entiende que es la decisión correcta. Dar cabida a sentimientos de frustración, enojo, impotencia o desesperanza, entre otros, ayuda a normalizar la experiencia y a identificar destrezas de afrontamiento y manejo apropiadas para cada cultura y situación.
Quedan dos grupos muy importantes, relacionados con nuestra realidad como pueblo migratorio. El primero son los llamados hijos y en algunos casos nietos “del retorno”. Son aquellas personas que nacieron y se criaron lejos de Puerto Rico. Tal vez conocieron la Isla en unas Navidades o durante el verano, en algún que otro momento comieron alcapurrias o bebieron maví y saben cantar “En mi Viejo San Juan”. Mudarse ala Islaesunaverdaderaexperiencia migratoria. Tienen que dejar atrás todos los referentes que intervinieron en la formación de su identidad y esforzarse por sobrevivir en un ambiente desconocido. Si están en edad escolar, descubren un sistema totalmente distinto al que conocían, con otrosestilos yestrategiasde enseñanza y otros medios de ser evaluados.
La música es distinta. La comida que en visitas anteriores parecía encantadora ahora es detestable. Hasta el idioma es distinto. Los amigos y amigas, así como las parejas que se dejaron atrás lastran profundamente el corazón. Las posibilidades de empleo, particularmente si no se conoce el idioma, son limitadas. No es de extrañar que surjan sentimientos de rebeldía, rechazo y hasta el deseo de regresar a lo que entienden es su lugar, casa y hogar.
En el otro lado del espectro están los padres, madres,abueloso abuelasque años anterioreslevantaron velas y se instalaron en otro país. Ahora regresan a cuidar padres o abuelos ancianos, siendo muchas veces mayores ellos también. Posiblemente, ya no están en edad de trabajar, ni siquiera de hacer el esfuerzo (algunos dirían “aguaje”) de buscar trabajo y se sienten improductivos. Pueden verse marginados por sus familiares y escuchar cosas como “No es lo mismo venir por dos semanas y opinar sobre todo que estar todos los días aquí, ¿verdad?”
Sentir que no se puede contribuir al bien común, aunque sea en algo sencillo, puede minar su autoestima y opacar la manera en que soñaron sus últimos años.
No pretendemos que el ikigai sustituya los modelos de intervención usados en la consejería profesional. Nuestro deseo es más bien que sirva como un elemento adicional en los distintos procesos de ayuda. Tenemos claro que el ikigai no lo dice todo y deja fura algunos aspectos de mucha importancia.
Las teorías de vida y carrera buscan entender y explicar cómo las personas descubren cuál debe ser su futuro profesional o cómo se deciden por una u otra profesión. Como toda teoría bien formulada, intentan identificar las variables que intervienen en los procesos, tales como estilo de personalidad, formación, experiencias en el campo, posibilidades reales de empleo, influencias y expectativas familiares, y otras más. Ahora bien, por mucho que se esfuercen, nunca podrán aislar todos los elementos que pueden intervenir, sea al inicio, a mitad de camino o cuando se lleva un trecho recorrido. Estos eventos se conocen como lo imprevisto y lo fortuito. Como el primer término indica, hay cosas que sencillamentenosevenvenir.Esono significaquenohaya conciencia de que puedan darse y es prudente un espacio
de preparación para responder a ellos en el caso de que en efecto ocurran. Sabemos que los huracanes son una posibilidad real en el Caribe, pero no podemos decir con exactitud cuándo, por dónde y cómo van a pasar. Algo parecido, aunque no igual, ocurre con los temblores de tierra. En este caso, el tiempo de aviso es mínimo o inexistente. Algo distinto, pero no menos grave, ocurre con los volcanes, como estamos viendo estos días con el Nevado del Ruiz en Colombia.
Sabemos que hay imprevistos que pueden darse. Sidescuidamos loscontroleseneltrabajo de investigación hecho en los laboratorios, existe la posibilidad de que un virus se escape y haga estragos en todo el planeta. Sabemos que es posible, pero no le damos mucha cabida pues creemos que tenemos todo bajo control. No se trata, entonces, de que neguemos que pueden ocurrir, sino en que no los tomamos en consideración hasta que ocurren. Lo fortuito, en inglés happenstance, es más complicado. Se refiere a eventos tan inesperados que ni siquiera entran en la ecuación original. Tiene tres modalidades. La instrumental se refiere a cuando las personas toman algún tipo de acción y luego observan las consecuencias. Si éstas son positivas y conllevan algún
beneficio, intentarán repetirlas una y otra vez. Si, por el contrario, son negativas, se evitarán. Esta modalidad está contextualizada culturalmente. Del caldo cultural dependerán las posibles acciones.
La modalidad asociativa se da cuando se establece algún tipo de vínculo entre eventos o estímulos. En la anterior, la acción ocurre antes; en ésta, después. Leer sobre una carrera específica puede crear interés por saber más de lamisma, lo quea su vez podría llevar aentrevistar personas que las ejercen para conocer su proceso y su grado de satisfacción. Al igual que la anterior, esta modalidad es también culturalmente contextualizada. Si en una cultura no hay libros sobre científicos famosos, o algún otro medio para advenir en conocimiento de ellos, será difícil crear la asociación entre eventos. Si, como vemos en Rusia, las noticias sobre la guerra con Ucrania son totalmente parcializadas, el pueblo ruso dará por válida la versión oficial. Si nos dicen una y otra vez que tal o cual cosa no son posibles, podemos llegar a creerlo así.
Bien miradas, ninguna de estas dos modalidades expresa claramente lo fortuito. En la primera, hay una acción consciente que espera algún tipo de resultado. No se tiene claro cuál podría ser, pero se sabe que algo va a
pasar y de ello será posible algún tipo de ganancia o beneficio. En la segunda no hubo acción previa por parte de un agente, pero sí una reflexión sobre lo que acontece o emerge. Lo más cercano a lo fortuito estaría en que es algo que no se espera ver, pero que resulta de mucho interés.
La tercera modalidad de lo fortuito es cuando un evento, inesperado o imprevisto, sencillamente se da e interrumpe o desvía la acción. Exige que se atienda antes de dar otro paso. En algunos momentos, es tan fuerte su impacto que hace imposible seguir la marcha sin modificaciones mayores.
Las dos primeras modalidades no explican totalmente la conducta. Puede haber libros e incluso iniciativas, pero si no hay mayor interés, no se perseguirá. Dependerá en gran medida del deseo por parte de la persona de acomodarla en su proyecto de vida o descartarla. La tercera, como no depende de ninguna variable antecedente inmediatamente relacionada con la persona o sus intereses, constituye una verdadera sorpresa.
Lo que ocurre es que, a pesar de que lo neguemos, en el fondo no nos gustan las sorpresas porque ponen al
descubierto que no sabemos qué hacer. En las dos primeras modalidades existe la posibilidad de resultados no esperados. Estudiamos y nos graduamos, pero no pasamos la reválida. O la pasamos, pero no hay oportunidades de empleo. Conseguimos un trabajo en otro campo y resulta que nos agrada al punto de que descartamos las metas anteriores. Trabajamos por un ascenso en rango o una posición mayor, pero no lo conseguimos… hasta que un día alguien se retira y nos invitan a cubrir la plaza que dejó vacante. Abrimos una gasolinera y a los pocos días los países de la OPEP deciden que van a reducir el número diario de barriles de crudo. Como no es posible beber la gasolina, nos vemos forzados aalgo nuevo.Podemosincluso hablar deeventosfortuitos distantes, ya sea temporal o espacialmente. El calentamiento global o el crecimiento desmedido de la población son dos ejemplos. Sabemos que si no hacemos algo para corregir los errores que estamos cometiendo llegará el momento de pagar la factura y no tendremos cómo hacerlo. De esa manera, lo inesperado da lugar a lo menos inesperado, pero cada vez más posible, creando confusión y caos hasta que decidimos hacer algo.
Las cosas no pasan a menos que hagamos que pasen, pero con la pizca de sabiduría de que tal vez no pasen exactamente como queremos, deseamos o planificamos. No se trata de vivir caprichosamente, al vaivén de las cosas, dejando que ocurran para hacer algo. No es cuestión de reaccionar nada más, sino de actuar proactivamente. Se trata de crear conciencia de que en todo proyecto de vida como en toda teoría que busca organizar los procesos, hay cosas que escapan a nuestras manos. Dado que junto a lo planificado siempre estará lo no planificado, hay que dar espacio a ambos.
Podemos predecir el futuro hasta cierto punto nada más. Nadie pensó o creyó que Rusia invadiría Ucrania y,un año ypico despuéslas cosasestarían tan mal que todo el planeta sufre. Los que gobiernan y crean la política pública conocían lo que estaba pasando y cuáles eran los riesgos, pero hicieron poco o nada al respecto.
Jon Krumboltz (2009), postulador de la teoría de lo fortuito planificado, propone varias ideas. Las incorporamos haciendo algunos cambios. La primera es tener claro que en cualquier momento pueden surgir obstáculos a nuestros proyectos. Tal vez algunos serán fácilesdemanejar yremover,mientrasotrostomaránmás
tiempo y quién sabe si otro tipo de esfuerzo o acción concertada. De ahí se insiste de nuevo en la necesidad de buscar ayuda.
La segunda idea es alcanzar y mantener la flexibilidad necesaria que ayude a identificar opciones. La terquedad no puede confundirse con la perseverancia. Insistir en que las cosas sigan como hasta el momento es detener la marcha, perder un tiempo y recursos valiosos, acabar fracasando y tal vez hacer daño a otras personas.
La tercera es aprovechar el evento como una oportunidad para el aprendizaje. De todo se puede aprender, al menos para no repetir los mismos errores. Esto lleva a la cuarta idea, mantener una actitud positiva y optimista, aunque el mundo se esté viniendo abajo. En este renglón, el sentido del humor es una herramienta verdaderamente útil y eficaz.
Krumboltz propone una serie de estrategias que ayudarán a integrar lo que ocurre en un nuevo proyecto. Comenzamos por una de nuestra creación. Aunque nos duela terriblemente, en ocasiones será necesario dar por terminado el proyecto en el que invertimos parte de nuestra vida e ilusiones. Hasta que no lo hagamos, no podremos seguir adelante. Sin embargo, esto no significa
descartarlo. Cada vez que tiramos un abanico, descubrimos que a las pocas horas alguien se lo ha llevado para usar las piezas… y las usan en otro abanico que les salió de gratis. Observaron y actuaron. No esperaban encontrar un abanico, pero no pasaron de largo cuando lo hicieron.
Son necesarios procesos de evaluación y autoevaluación continuos para ver cómo vamos, qué podría fallar, cómo podríamos evitarlo y cómo mejorar.
Esto conlleva un compromiso renovado con el proyecto, adquiriendo las destrezas y las herramientas necesarias para responder a las nuevas circunstancias. Así mismo, estar disponibles para escuchar lo que tienen que decir otras personas, aun y cuando no nos guste, de seguro ayudará al menos a plantear otras opciones. Esta disponibilidad para escuchar a otros dará lugar a nuevos estilos de comunicación, redes que establecemos con propósitos claros. Un ejemplo es apoyar y dar el tiempo necesario a quien sabe investigar cómo hacer mejor las cosas para que pueda ofrecer al menos un bosquejo de posibles acciones.
Finalmente, la planificación en la que se incluye lo fortuito debe ser tanto a largo como a corto plazo. Esta
planificación no debe dar espacio a un falso sentido de seguridad o comodidad que termine por generar inercia. Sin caer en una actitud fatalista o pesimista, aceptamos la vida tal y como es, pero con la determinación de hacerla mejor de lo que es.
En las teorías de vida y carrera, una buena manera de visualizarlo es contestado la pregunta: “¿Qué sucedería si…?”. La podemos completar con “no te gusta”, “no era lo que esperabas”, “no eres tan bueno o buena como pensabas”. Cada una de estas respuestas abre muchos caminos, algunos difíciles o dolorosos de recorrer. La teoría de lo fortuito advierte que hay elementos sociales sobre los que no tenemos control y hay que contar con ellos porque de alguna manera que no entendemos contribuyen a nuestro proyecto. Enlaza muy bien con el Ikigai ya que ayuda a revitalizar la pasión y el sentido de misión de lo que somos y hacemos.
Muchas veces se trata de reinventarnos ante los acontecimientos que nos sacuden violentamente. Las personas transgénero están viendo cómo sus derechos son negados y pisoteados por personas que se esconden detrás de creencias religiosas, pero que sólo responden a la ignorancia y el miedo. No se lo esperaban y tal vez por
lo que consideraban victorias importantes, se sintieron cómodas y complacidas y se descuidaron.
Algo parecido está ocurriendo con el antisemitismo. Después de un tiempo de calma y tal vez algo de paz, ha resurgido más fuertemente aun porque ahora cuenta con los recursos de tecnologías de la información sumamente rápidas. Personas que no tienen muchas ideas propias escuchan las opiniones vociferantes de otros y dan por válido su mensaje de odio y opresión.
¿Qué hacer? Podemos ir introduciendo pequeños cambios y ver qué pasa, valiéndonos de la modalidad instrumental. También es posible identificar relaciones y opciones., conforme la modalidad asociativa. El elemento clave, sin duda, será ser conscientes de que en cualquier momento podemos encontrarnos de frente con lo inesperado y, luego de la sorpresa inicial, habrá que responder. Lo fortuito no significa que todo será color de rosa. Mantener una actitud positiva no equivale a tener siempre una sonrisa a flor de labios, pero sí a descubrir que hay otros momentos en que podemos hacerlo.
Desde esta perspectiva tenemos claro que la experiencia humana introduce lo imprevisible en cualquier momento del proceso. Esto de por sí limita lo
que podemos conocer y controlar. Sin embargo, no es señal de fracaso, sino más bien de una preparación más concienzuda y alerta. En el campo de la consejería de vida y carreras, llama a los profesionales, no sólo a estar al día en cuanto a nuevas oportunidades de empleo que van surgiendo, sino a las posibilidades de crecimiento y desarrollo profesional posibles en cada una. Después de todo, hoy día son muy pocas las personas que comienzan unaexperiencia laboral cerrándose acualquier posibilidad de crecimiento y desarrollo.
Bien mirado, lo fortuito contribuye a la reorganización de los sistemas evaluando logros, fortalezas, limitaciones, fracasos y la necesaria o al menos conveniente reformulación de las metas establecidas. Los cambios que acompañan lo fortuito deben ser transformados en oportunidades o al menos en experiencias de transición hacia algo nuevo y mejor. Esto conllevará el análisis de hábitos, así como los patrones de trabajo en solitario y en equipo.
Otra faceta a evaluar tiene que ver con eventos o experiencias que podrían desestabilizar aún más los sistemas ya que no es posible sobrevivir y desarrollarse plenamente en un ambiente caótico indefinido. Lo
fortuito nos obliga a decisiones muchas veces dolorosas, peronecesarias. Lo contrario sería laentropíao muerte de los sistemas.
Saber que somos buenos en algo no es garantía de que todo lo que hagamos será bueno. No obstante, si aprendemos a identificar cualidades convergentes en vez de divergentes, ya sea en nosotros mismo o con otras personas, encontraremos espacios en los que será posible moverse hacia las metas identificadas. Estar acompañados siempre es mejor que ir en solitario.
Junto a las cualidades convergentes y las divergentes están las emergentes. Éstas son las más relacionadas con lo fortuito. Apuntan a eventos nuevos, tal vez confusos, pero no necesariamente inmanejables. Lo que emerge llevará a la creación de nuevos significados, nuevas teorías o la evolución de las ya existentes y a una mayor conciencia de oportunidades. En conjunto con el Ikigai, nos ayudará a estar preparados para lo que venga de modo que responda a nuestros proyectos de vida y quién sabe si nos permitirá ser nosotros quienes demos origen a algo nuevo y mejor.
“A veces pienso que estoy perdiendo el tiempo”.
“¿Cómo así?”
“En primer lugar, son demasiados. En segundo lugar, sus necesidades son muchas, en ocasiones imposibles de satisfacer. En tercer lugar, la motivación no es igual. Algunos ni siquiera la tienen. ¿Sigo?”
“Imagino que hay más.”
“Mucho más. Aunque la administración no obstaculiza mi trabajo, no parece tener mucha fe en él. Los organismos que tienen que ver con la transición a la libre comunidad están abrumados. Las personas dispuestas a dar una oportunidad a mis clientes son cada vez menos o están saturadas y no pueden aceptar a alguien más. Sin contar con el tipo de trabajo disponible.”
“De todo lo que has dicho, ¿qué es lo más que te preocupa?”
“Hay varios tipos de grupos dentro de la población. Están los que tienen claro que no van a salir o que lo harán cuando sean muy ancianos. No tienen esperanza de que algo mejore en su vida; tan sólo ven cómo pasa un día detrásdeotro.Estánlosquesevenúnicamentedesdeuna
perspectiva deficitaria. No sólo ha pasado algo malo en su vida; ellos mismos son malos y no hay oportunidad de cambio alguno. Finalmente, están los que han recibido una sentencia relativamente corta y podrían salir en algún momento. Algunos tienen un miedo terrible a esa nueva vida, no se sienten preparados. Otros buscan prepararse, pero si deciden estudiar, suelen tener un nivel de lectura y comprensión muy por debajo de su edad. Eso los frustra enormemente, al igual que frustra a los pocos maestros disponibles y deseosos de hacer algo.”
“¿Cómo puedo ayudar?”
“Ya haces bastante con escuchar.”
“Siempre hay algo más.”
“Tal vez ayudarme a darle forma a algunas ideas que tengo, a ver si vale la pena intentar ponerlas en práctica. Creo que no es correcto hablar de rehabilitación de personas que nunca estuvieron verdaderamente habilitadas, sin posibilidad de tener una vida feliz o satisfactoria. Pienso más bien en una habilitación transformadora, no sólo de conductas, sino de pensamientos y actitudes. Creo que serías de gran ayuda si me enseñas a ordenar este caos y derribar esas rejas invisibles, rejas que también tengo a mi alrededor.”
Junto a la consejería a personas con algún tipo de condición o impedimento físico, cognitivo, emocional o mental, éste es otro ejemplo que evidencia cómo la consejería de vida y carreras no consiste en una manera monolítica de hacer las cosas. No es posible aplicarla de una manera única, usando una misma teoría para todos los casos, sin tomar en cuenta las circunstancias, necesidades y cosmovisión de la persona asistida.
Al igual que en otros escenarios de gran intensidad,exigemayorautocuidado por partede quienes ejercen el servicio de consejería, particularmente porque es enteramente posible que la misma persona esté ejerciendo más de una función o rol en la institución, acelerando el cansancio y el desgaste mucho más rápido que en otros espacios. Así mismo, es imprescindible contar con otros profesionales de ayuda que estén trabajando en la institución, ya sea en las áreas de trabajo social, educación, religiosa o médica. El trabajo en equipo con estos profesionales servirá de modelo para algo parecido una vez se regrese a la libre comunidad.
Tampoco se debe ignorar el personal de custodia y el administrativo ya que pueden tanto apoyar como
entorpecer los proyectos delineados y las gestiones realizadas.
Conlleva igualmente tener bien puestos los pies sobre la tierra. Por excelentes que sean, los proyectos, la salida de la institución y el reingreso en la libre comunidad no siempre serán posible y en varios momentos, tanto las personasconfinadascomoquienesejercenlaprofesiónde ayuda se preguntarán si vale la pena seguir adelante. La cárcel no es microcosmos de nada, sino más bien el producto de estilos relacionales equivocados. Los profesionales de la consejería deberán prestar atención a esto ya que se arriesgan a quedar detrás de otro tipo de rejas, unas en las que su entusiasmo y deseo de ayudar puedan verse frustrados, lacerando su imagen profesional.
No es posible comenzar diciendo que la meta es buscar un empleo para cuando la persona regrese a la libre comunidad sin atender otros aspectos. Comencemos por identificar elementos comunes a la consejería individual y a la de vida y carreras ya que los déficits en un área se derraman en la otra. No todos los modelos sirven igual. Un optimismo exagerado puede llevar a una persona confinada a decir, con mucha razón, “Al final del
día, usted se vaasu casa.Midíano tiene ese mismo final”. También es conveniente incorporar datos de las distintas modalidades de la consejería grupal, ya que en estos espacios tendrán una utilidad práctica excelente. Obremos con la confianza de que el manejo adecuado de un área redundará favorablemente en la otra.
Más arriba mencionamos la cosmovisión de la persona confinada. Para explicar lo que entendemos por esto, traigamos un ejemplo de otro escenario. Hay personas que están convencidas que la vida es “un valle de lágrimas” y estamos llamados a sufrir constantemente. Hay quienes contestan “Aquí como Dios quiere, no como yo quiero” cuando se le pregunta cómo están, reflejando un pesimismo y un fatalismo radicales e invencibles. Esa cosmovisión decidirá gran parte de su conducta, particularmente en las relaciones con otras personas. Verse en un confinamiento de años o décadas, no saber cómo entender y explicar los eventos que contribuyeron a una conducta delictiva, la ausencia de modelos positivos, además de muchos otros factores, pueden dar lugar a una manera de ver y vivir sin optimismo, esperanza o metas que en verdad valgan la pena intentar.
Por otro lado, es importante recordar que hay muchas personas en igualdad de condiciones que no han delinquido y han sabido mantener su entereza en medio de privaciones y adversidades muy serias. La reflexión sobre este punto ayudará a la persona a identificar en qué momentoperdiólavistade lametaoel caminoycomenzó a tropezar. Tal vez en ese mismo proceso de introspección pasará de sentirse víctima a alguien responsable de su vida y le será posible encontrar algún tipo de acción correctiva.
Detengámonos en asuntos relacionados con la vida íntima de la persona confinada. Hay que trabajar en el desarrollo de una sana imagen personal, lacerada por una crianza no ideal, oportunidades educativas y de empleo limitadas, relaciones sociales tóxicas, y experiencias delictivas que la colocan al borde de lo permitido legalmente. La imagen personal se revelará en la estima que siente por sí misma y servirá como criterio para medir la estima que siente por otros. Obviamente, si la autovaloración es negativa, es de prever que ocurra algo similar en las relaciones interpersonales. Ahora bien, recordemos que el historial es importante, pero debe verse como una herramienta más y no como algo que
imposibilita acciones positivas, como si estuviera escrito en piedra. Es punto de partida y no de llegada.
La construcción de una imagen personal positiva favoreceeldesarrollodedestrezasdecomunicaciónenlas que es posible expresarse con sinceridad y escuchar respetuosamente lo que otras personas tienen que decir. Al igual que otras, este tipo de destrezas se perfeccionan en la práctica, en el encuentro y diálogo con otros a fin de crear espacios comunes que permitan el diseño y la realización de planes y proyectos. Un renglón importante es entender que la autoexpresión conlleva asertividad, pero ésta no tiene que darse de manera agresiva o violenta, un estilo de comunicación muy dado en algunas instituciones. Un buen recurso es la dramatización en la que se exploren estilos de comunicación, manejo de conflictos, la escucha activa y la resolución de problemas. Conforme se van dando estos diálogos y encuentros y se adquieren las destrezas necesarias, se descubren las ventajas de contar con sistemas de apoyo que permitan desarrollar un sentido de pertenencia a algo mayor que uno mismo. Esto no sólo ayuda a poner en perspectiva la vida y los proyectos, sino que permite colaborar con los de otras personas. Recordemos que
muchas personas confinadas carecieron de este tipo de sistema durante sus años de crecimiento. Tal vez en un momento se les hará difícil entenderlo y tal vez en otros se rebelarán abiertamente contra lo que han vivido, pero en ambos casos estas experiencias pueden ser incorporadas en un proyecto de mayor bondad. La utilización, donde las hay, o creación de cooperativas de empleo ayudará a fomentar la creatividad y productividad de las personas.
No es fácil vivir y convivir en las instituciones carcelarias. Las dinámicas internas entre confinados, conocidas pero ignoradas por las administraciones, son muy particulares, por lo que habrá que prestar atención a las mismas. También en las cárceles hay jerarquías. Algo parecido puede decirse en cuanto a los modelos con los que se contaron durante los años formativos. Como vimos al principio, los arquetipos son importantes e incluso en algunas ocasiones estas personas serán el único manual de operaciones que tendremos a la mano, por lo que debemos identificarlas e integrarlas en los procesos de ayuda.
Los sistemas de apoyo sirven como experimento para el desarrollo de destrezas necesarias para el trabajo
en equipo. Aquí conviene hacer una distinción entre las tareas a las que las personas confinadas se ven obligadas y aquellas que nacen del descubrimiento de un área de interés especial que encuentra eco en otras personas. El entusiasmo y la dedicación nunca serán iguales. No es lo mismo trabajar en la lavandería o en la cocina que en un proyectoquerespondaainteresespersonalesyenlos que se percibe algún tipo de ganancia, aun y cuando sea el respeto de las demás personas.
Quienes facilitan este tipo de dinámica saben que en muchas ocasiones sus iniciativas para promover el trabajo en equipo se verán limitadas por el horario y prácticas de la institución, por lo que tendrán que ser sumamente flexibles.Esto presentaunagran dificultad, ya que la necesidad de establecer algún tipo de estructura parecida a la que se encontrará al salir de la institución depende en cierto grado de la estabilidad y organización. Aunque de por sí puede ser un aspecto negativo, bien utilizado ayuda a examinar conductas apropiadas para responder a situaciones de injusticias en las que las personas tal vez sientan que no son tratadas con respeto debido a su pasado y nopor otra causamás inmediataque tal vez no tenga que ver directamente con ellas.
Como vemos hasta ahora, hay una íntima vinculación entre consejería individual, grupal y de vida y carreras. Son muchas lasdestrezas a adquirir y no siempre se cuenta con los medios o el tiempo necesarios a fin de ensayar distintas conductas y decidir cuáles incorporar en el repertorio de respuestas personales. Una de gran valor es ayudar a las personas confinadas a reconocer las propias limitaciones y manejarlas adecuadamente. Algunas, como la falta de formación académica, pueden ser resueltas relativamente fácil, mientras que otras, como el talento o predisposición a una tarea específica tomarán más tiempo. No en balde en la España de tiempos atrás se decía “Quod Natura non dat, Salmantica non prestat”: “Lo que la naturaleza no da, Salamanca no presta”. Tanto en la institución como en la libre comunidad esto puede ser ocasión de múltiples frustraciones y corajes, pero bien manejados ayudarán a no quedarse fijos tercamente en un punto, sino a mirar en otras direcciones a fin de identificar y explorar otras opciones. De esta manera se promueven destrezas para el manejo de situaciones conflictivas y resolución de problemas, así como la afirmación de acciones que las personas pueden hacer, tanto a corto como a largo plazo.
Dentro de las limitaciones de la organización institucional es recomendable promover también las destrezasdetrabajo,nodeempleo,especialmentelasque tienen que ver con hacerlo bajo la supervisión de otras personas, algo no siempre fácil y que puede causar una ansiedad desmedida. Ayuda visualizar la ansiedad como una herramienta que vela por el control de calidad, tanto de losprocesoscomode los productos.Obviamente, esun camino en ambas direcciones. Diariamente encontramos supervisores deficientes que hacen la tarea más difícil de realizar. Una buena estrategia es permitir que cada participantevayadesarrollando supropioestilodetrabajo para ver quién puede supervisar a otros y quién necesita ser supervisado más directamente. Esto podría animar a algunas personas a un mejoramiento profesional que les permita acceder a puestos más altos o responsabilidades más serías.
Se trata de las mismas destrezas que las personas en la libre comunidad deben adquirir, pero distinto a ellas, las personas confinadas deberán hacer un trabajo previo de remoción de escombros en su vida interior y en sus estilos de relación. Esto no está exento de dolor, por lo que la relación de ayuda deberá darle el espacio y la
importancia adecuadas. El manejo del tiempo, sobre todo cuando el tiempo no es de uno mismo sino de la institución, del coraje y de eventos estresantes exigirán una atención y cuidado constantes, sabiendo que una situación mal atendida podría convertirse en detonante de un evento con consecuencias lamentables. Este renglón subraya la necesidad de más de un profesional a lo largo del proceso. La colaboración con el personal religioso y pastoral será de gran beneficio pues ayudará a la persona a perdonarse a sí misma, sanar sus heridas y darse una oportunidad para mejorar.
No es posible hablar de metas de trabajo o profesionales sin tener claros las metas sobre la vida personal. Es encomiable escuchar que la persona piensa conseguir empleo en un taller o en una fábrica, pero si no trabaja consigo misma para detectar asuntos que interfieren y pueden sabotear sus sueños, no llegará muy lejos. Será necesario reformular metas y estrategias, atreverse a intentar cosas nuevas, saliendo de su zona de comodidad; adaptarse a los cambios en las cosas sobre las que no tiene control, pero inciden en la vida; admitir que pueden darse atrasos y fracasos, y reinventarse a uno
mismo cuantas veces sea necesario son las primeras piezas de una nueva construcción.
No son las únicas. Hay otras más sutiles, pero no menos importantes. Es necesario mejorar continuamente las destrezas básicas de comunicación, como la lectura, la escritura y el vocabulario. El manejo del dinero, aprendiendo a diseñar un presupuesto que permita responder a los compromisos económicos y ahorrar para el futuro, así como aprovechar oportunidades de estudio y mejoramiento, son asuntos vitales.
Más importantes son aquellos aspectos que tienen que ver con la defensa y protección de una libertad reconquistada, pero totalmente distinta a la que se tenía antes de detenerse un tiempo en la cárcel. Esto conlleva redefinir el sentido de valía e integridad personal, evidenciar que se es una persona confiable, con la que se puede contar y que sabe cómo mantenerse motivada, serán cualidades que contribuirán a darle la vuelta a la vida y orientarla hacia metas más atractivas.
Fijémonos ahora en asuntos directamente relacionados con la consejeríade vida y carreras.El primer paso es conocer la historia del cliente; saber en qué consiste su sentencia, cuanto tiempo ha cumplido y cuáles
son las condiciones para su libertad, si es que está en el panorama. Paradójicamente, mientras más lejos sea la fecha, más oportunidades de formación y educación hay, pero hay que saber venderlas correctamente como una inversión para obtener mayores y mejores beneficios. Todo esto conllevará la comunicación con los oficiales encargadosdevelarporque secumplan lascondicionesde libertad estipuladas, como referir al cliente a profesionales de ayuda que trabajan en la libre comunidad. Un detalle a tomar en cuenta tiene que ver con oportunidades o espacios de trabajo que están vedados y descubrir otros que son permitidos. De particular importancia son los empleos vinculados con la economía subterránea, ya que pueden tener algún elemento de ilegalidad que eche al traste lo alcanzado.
Si la institución cuenta con personas o agencias enlaces que ayuden en la colocación de empleos, hay que determinar si la persona reúne los criterios requeridos o si hay un tiempo razonablepara obtenerlos.Servirátambién para mejorar las destrezas de entrevista, la preparación del resumé, el uso de las computadoras y las tecnologías y, muy importante, la identificación y autorización de personas que sirvan como referencias.
Un detalle que exigirá tiempo para decidir qué hacer es saber qué se compartirá de la experiencia personal en la institución. Si se cuenta con la ayuda de personas o grupos de enlace, será un poco más fácil, aunque podría darse el caso de que el empleador potencial desee tener más información. Tanto en el trabajo como en otras áreas de la vida se estará llevando a cabo una experiencia de reducación que trasciende a la persona ya que se estará reducando a toda la sociedad.
Tal vez sea prudente comenzar por empleos a tiempo parcial a fin de una mejor organización personal. A todos nos toma tiempo ir al colmado. Ésta podría ser una tareaestresante parapersonasque ahoratienen la opción de elegir entre productos y no saben cómo hacerlo. Algo parecido se daría en otros aspectos, como comprar ropa luego de haber usado uniforme durante años.
Otro asunto tiene que ver con conseguir una vivienda adecuada. Es desolador y desanima profundamente salir de la institución para encontrar que las únicas opciones de vivienda son edificios que se están cayendo en cantos. Una de las cosas que estas personas aprecian y atesoran es contar con un baño propio, lo que les permite asearse a su ritmo y gusto, ya que es señal
evidente de que se ha dado un paso en la dirección correcta. Estos y otros asuntos identificados incidirán en el sentido de logro y valía personal y redundarán en la calidad del trabajo desempeñado.
Siempre es una posibilidad que la primera experiencia de trabajo no resulte. No es distinto a lo que ocurre en otros lugares. Esta contingencia sirve para superar ideas equivocadas sobre las personas que regresan a la libre comunidad y deciden integrarse en ella como trabajadores productivos. Hay quienes piensan que todoslos confinados soniguales,quenohaytalcosacomo la rehabilitación o que no tienen ningún tipo de destrezas útiles. Otras creen que carecen de educación o formación alguna, que son irresponsables y no podrán mantener el empleo. También están las que confunden monitoreo con mentoría y no saben aprovechar la segunda como una oportunidad mediante la cual la persona se sienta acompañada y guiada en esta nueva etapa de su vida. De alguna manera, todas están detrás de otro tipo de rejas, unas que impiden el dialogo, el encuentro y la decisión de marchar para seguir descubriendo y fundando la vida.
Cuentan que en una ocasión oficiales de la Autoridad de Telégrafos de Puerto Rico emitieron una convocatoria de empleo para dos plazas de telegrafistas. Se presentaron a la entrevista una veintena de hombres. A los 20 minutos, dos de ellos se pusieron de pie, se dirigieron a una puerta a la derecha del salón y entraron a la oficina adjunta. A la media hora salieron y dijeron a los demás que podían irse porque las plazas ya estaban ocupadas. Al preguntarles a qué se referían, contestaron: “Hace un rato se escuchó un mensaje en Clave Morse que decía ‘Que pase el próximo’. Nosotros entramos.”
La entrevista de empleo es un proceso poco agradable. Para algunas personas, puede ser un evento provocador de nerviosismo o ansiedad. Se trata de convencer a otras personas que vale la pena darnos la oportunidaddetrabajar junto aellas.Elproductoavender somos nosotros mismos y, como en todo proceso de venta, hay pasos a seguir y estrategias a utilizar.
Existe lo que algunos profesionales llaman “destrezas fuertes” y “destrezas blandas”. Lo autores entendemos que es una clasificación innecesaria ya que
las destrezas dependerán en gran parte de la naturaleza del trabajo. Podemos contar con numerosas destrezas, pero sólo unas cuantas serán necesarias para un trabajo específico. Es cuestión de saber cuáles son y cómo utilizarlas. Aunque en todos los escenarios laborales el dominio de las computadoras es una ventaja, en algunos lugares vale simplemente saber usarlas mientras que en otrosseesperaun nivelde ejecución más sofisticado. Algo parecido podría darse con el servicio directo al público y las destrezas de comunicación. Una sala de emergencias, un cuartel de policía, una oficina de abogados o atender llamadas telefónicas son muy distintas entre sí. No es lo mismo una entrevista a los 20 años, que a los 40 o a los 50. Tampoco es igual participar de este tipo de iniciativa cuando lo que se pretende es conseguir un trabajo atiempo parcial.Otro escenario posible escuando cientos de personascompiten porpocasplazas,tal y como sucede cuando lasmegatiendasemitenunaconvocatoria. Esto suele ir de la mano con temporadas o períodos especiales, como la Navidades, el verano o el regreso a clases. Finalmente, el estado de ánimo es muy diferente cuandolapersonasolicitaenloqueaparezcaporquetiene que trabajar o ha sido cesanteada de su empleo anterior.
En el segundo caso, puede sentirse muy ansiosa y tal vez con algo de resentimiento porque su futuro dependerá de la impresión que cause en personas que pueden ser hijos o nietos suyos. En algunas ocasiones, estos sentimientos pueden ser comunicados erróneamente como sarcasmo o arrogancia.
Una estrategia de mucha utilidad es tener presente que la entrevista va en dos direcciones. No es únicamente la empresa contratante la que decide si vale la pena intentarlo. La misma persona interesada puede darse cuenta que no es lo que quería, esperaba o buscaba y decide seguir otro camino. Para este fin, ayuda informarse sobre la empresa. Hoy día es muy fácil entrar al INTERNET y encontrar datos sobre los fundadores; el sitio y el momento en que comenzó; cómo ha ido diversificando o resolviendo dificultades; si es una empresa foránea o nativa; cómo ha evolucionado a lo largo de los años, y si ha habido alguna contribución al bienestar del país. Ayuda también conocer un poco sobre las personas al mando y si han aportado a la sociedad, sea a través de investigaciones, productos o iniciativas y buscar cómo incluirlo brevemente en la conversación. Uno de los objetivos de esta estrategia es identificar áreas
en las que tanto la empresa como la persona solicitante sientan que hay beneficios propios en la mutualidad, lo que en inglés se conoce como “goodness of fit”. Esto comunica seguridad, confianza e iniciativa. Hay aspectos que parecen evidentes, pero suelen ser descuidados. Entre ellos están la vestimenta e higiene adecuada y los documentos necesarios. Cuando se es joven y se tiene tatuajes, se tratan de esconder con mangas artificiales, otros artefactos, o un exceso de ropa, sin caer en cuenta de que se está levantando sospechas en los entrevistadores, quienes de seguro se estarán preguntando qué tipo de tatuajes tiene o tal vez piensen que están entrevistando momias. Algo parecido tiene que ver con gestos involuntarios, tal y como pueden ser algunos tics producidos por el nerviosismo lógico del momento. Lo que bajo ningún concepto puede darse es mascar chicle, fumar, llegar tomando café en vez de esperar a que lo ofrezcan, mirar constantemente el celular, tener audífonos puestos, aunque no se estén usando, o cualquier otro gesto que dé la impresión de que se está pasando por un proceso considerado poco importante del cual hay que salir. Quienes entrevistan toman muy en serio su trabajo ya que las personas
seleccionadasreflejarán el cuidado con que cumplieron su responsabilidad.
Entre los documentos se debe tener a la mano el curriculum vitae o el resumé. Este último es una versión abreviada del primero. Muy posiblemente ya los entrevistadores lo tengan, pues fue una de las herramientas con las que se logró la entrevista, pero nunca está de más tener una copia a la mano. Otros documentos son las cartas de recomendación, los reconocimientosrecibidosy,deajustarsealaocasión,uno o varios portafolios. Es vital que toda la información recogida en estos documentos responda a la verdad y sea corroborable. Además de tenerlos impresos, ayuda digitalizarlos y tenerlos listos para compartir.
Muy probablemente, las personas a cargo de la entrevista querrán conocer las destrezas y comodidad en el dominio de las tecnologías. Aclaremos algo sobre este asunto, ya que no existe tal cosa como “la tecnología”, sino las tecnologías. Una de ellas es saber usar una computadora, el INTERNET y programados, como WORD, EXCEL y POWER POINT. Otra, relacionada con el INTERNET, tiene que ver con los procesos de búsqueda de información y el uso de las plataformas de inteligencia
artificial. Una tercera se refiere a las redes sociales y el tiempo que se les dedica. Aunque la persona entrevistada puede compartir su grado de dominio de estas herramientas, nunca es mala idea limitarse a lo que se pregunta. Siempre es posible que los entrevistadores pidan un ejemplo de lo que la persona dice conocer. Hay otros asuntos a considerar. Uno de creación reciente tiene que ver con el teletrabajo. Otro que parece haber pasado a un segundo plano hace referencia a las destrezas de oficina, mal llamadas destrezas “clericales”5 .
La documentación y el archivo de los trabajos o proyectos realizados, especialmente el servicio directo a los clientes, la toma de actas y otros asuntos similares son evidencia de un trabajo responsable.
Otros temas relacionados tienen que ver con el trabajo en equipo y el que se hace bajo algún tipo de supervisión. Es posible que la entrevista sea para una plaza en la que este tipo de trabajo forma parte de la dinámica laboral. Esto es distinto a cuando se da esporádicamente o cuando hay que atender un asunto urgente. Cada escenario es distinto, por lo que, en el
5 “Clerical” tiene que ver con el clero.
supuesto de que forme parte de la organización y el desempeño laboral a corto y largo plazo, la persona debe ser capaz de demostrar sus habilidades y destrezas. En cuanto a la supervisión, ayuda enormemente verla como unapoyoaltrabajo,comounagentedecontroldecalidad. Lo ideal es que la persona se sienta cómoda en cualquier escenario, pero, en caso de no ser así, sentirse en la libertad de comunicarlo.
La proyección que la persona hace de sí misma debe evidenciar que tiene claros los objetivos y prioridades de la empresa contratante y cuáles podrían ser sus aportaciones. Una técnica excelente es llamar a cada persona por su nombre, ya que es muestra de profesionalismo. Es importante mostrar que sabe escuchar atentamente, resumir las ideas más sobresalientes y hacer las preguntas apropiadas, lo que en algunos círculos se conocen como preguntas inteligentes. Algunas de estas preguntas podrían estar relacionadas con los mecanismos que promueven la proactividad, iniciativa, creatividad y otras acciones posibles de cara a una mayor y mejor productividad. Bajo ningún concepto se debe preguntar de salida cuál es el salario, pero es admisible indagar sobre oportunidades de formación
continua ya que esto apuntará al deseo de estabilidad y ganancias comunes.
Otro asunto a considerar tiene que ver con el manejo del cambio. Es algo que podría ser incluido en la entrevista, pero la persona puede traer al diálogo, especialmente si tiene conocimiento de que la empresa está atravesando o comenzará a pasar por un proceso de readaptación a nuevas necesidades. Esto será un indicador de que es consciente de asuntos tal vez distantes, pero no menos influyentes en la dinámica laboral. Relacionado con este tema está el manejo de conflictos. La empresa podría presentar un caso hipotético o preguntar abiertamente qué sucedería si se diera alguna situación conflictiva. En este tipo de escenario es aconsejable no usar absolutos como “siempre” o “nunca”, expresar que se observará el protocolo de la empresa y se usarán los canales identificados.
Finalmente, hay otros asuntos a considerar. Aunque presentaremos algunos en otros capítulos, las personas con algún tipo de acomodo razonable deben hablar claramente sobre ellos, ofreciendo la información pertinente y adelantándose en lo posible a cualquier
pregunta. La clave está en dar la información necesaria, sin abundar, a menos que fuera necesario. Otro asunto tiene que ver con la inclusividad, como por ejemplo los baños neutrales, genéricos o abiertos, sin diferencia entre sexo y género.
Hay un asunto extremadamente delicado. Las personas con género binario o fluido, o transexuales deberán decidir si comparten algo sobre esto o al menos lo mencionan para evitar que alguien pueda hacer el señalamiento de que se ocultó información importante. Aunque en teoría estos asuntos no deben incidir en los procesos de entrevistas y selección, es posible que levanten la cabeza y se hagan sentir. Si en algunos de los formularios oficiales se incluye el cintillo de que la empresa “no discrimina por razón de…” deberá ser suficiente protección.
Participar de una entrevista no es garantía de que se obtendrá el empleo. Tal vez haya que participar de varias, lo que repercutirá en el estado de ánimo y posiblemente en las relaciones con otras personas. Al insistir en el auto cuidado, conviene mantener la idea de que se trata de una carrera de resistencia y no de velocidad. Aprendemos de los errores y nos hacemos más
fuertes conforme seguimos luchando. Es así como se reafirma la identidad personal, se precisa aún más la visión personal acerca de las metas a largo y corto plazo, junto con los caminos a recorrer para alcanzarlas. En este plan se dará espacio para lo contingente y fortuito, procurando hacer del cambio un aliado y no un enemigo, aun y cuando pueda ser causa de mucha ansiedad o tensión.
Siempre existe la posibilidad de que en el momento de contratación cambie algo y en vez de la plaza solicitada se ofrezca otra, con o sin promesas de cambio en elfuturo.Dependeráde lapersonaaceptarla ono,pero siempre se debe tener presente que no es lo mismo disponibilidad para trabajar porque se necesita el empleo que callarse y aceptar pasivamente lo que venga. En este último caso, la persona terminará por disgustarse con ella misma y tal vez sea mejor marcharse antes de comenzar.
Al finalizar laentrevistaes importante agradecer la oportunidad y dejar saber que se dará algún tipo de seguimiento. Luego de la misma, conviene compartirla con alguien cercano para identificar fortalezas y limitaciones en caso de que sea necesario repetir la experiencia.
“Tengo 42 años. Mis apellidos indican que pertenezco a la clase social más alta y acomodada del país. Sólo hay tres familias que llevan mi primer apellido y unas pocas más el segundo. En mi familia ha habido alcaldes, legisladores y jueces reconocidos.
Nací con una cuchara de plata en la boca. De niña jamás tuve que enfrentarme a necesidad alguna ya que mis padres y hermanos anticipaban cualquier deseo o situación y respondían inmediatamente, a veces a fuerza de dinero, o como se dice en la calle: “a billetazo limpio”. Estudié en colegios privados y luego estuve en una prestigiosa universidad privada en el este de los Estados Unidos donde obtuve un bachillerato y una maestría en administración de empresas con una concentración en gerencia. El plan era regresar a mi pueblo para colaborar directamente en el manejo de las empresas familiares.
No obstante, al regresar a Puerto Rico, descubrí que era muy difícil responder a las expectativas que mi familia había depositado en mí. Podía realizar los trabajos asignados e incluso demostré creatividad en algunas áreas, pero la presión que sentía por cumplir con los
demás y descubrir que ser el rostro de la familia equivalía a ser el rostro de la compañía me llevó a descuidar mi salud y comencé a vivir frenéticamente. Entre otras cosas, comencé a beber como automedicación. Las reuniones de trabajo con otras mujeres empresarias me causan pavor. Puedo ver en sus ojos que algunas sienten como yo, pero se ven impedidas de decir o hacer algo. El sentido del deber es muy poderoso.
Traté. De verdad que traté y creo que en algunas ocasiones conseguí adelantar muchos proyectos, pero el precio a pagar ha sido enorme. No he podido formar una familia. Tampoco he tenido tiempo para mis intereses particulares ya que todo se ha centrado en el trabajo y tengo un miedo terrible a fracasar y defraudar a los míos. Lamentablemente, hace unos meses mi padre murió y mis hermanos me pidieron que me hiciera cargo de todas las empresas de la familia. Mi sentido de responsabilidad y solidaridad familiar me llevaron a asumir nuevos roles, como si fuera una misión de la que no puedo evadirme. El sueño de mi familia se ha convertido en mi pesadilla personal y no sé qué puedo hacer para despertar.”
En variasocasioneshemos dicho que no hay tal cosa como una consejería única y uniforme. Tampoco es algo que se da en el vacío. No es posible aplicar principios y modelos teóricos sin la debida contextualización histórica, social y cultural de la persona que busca ayuda. En cuanto a la mujer y las mujeres se refiere, no se trata de dosificar en menor cantidad, calidad o intensidad lo que sehace con el hombre y los hombres, sino de responder a una realidad distinta, aunque complementaria, en la que no hay un sexo por encima de los otros ni una construcción de género más importante o cierta que las restantes.
Para diseñar un proyecto y proceso que permita responder a las necesidades de esta mujer con la que nos encontramos, nos salimos de los modelos de consejería conocidos e intentaremos otro acercamiento.
Utilizaremos las ideas de cinco pensadoras importantes y tres obras de teatro que puedan contribuir a una reflexión más ponderada y fructífera. Confiamos que conforme adelantemos en la lectura, emergerá una manera de atender los reclamos de ésta y miles de otras mujeres.
Simone de Beauvoir (1908-1986), escritora, filósofa y feminista francesa, dijo: “No se nace mujer. Se hace mujer”. Con esta imagen, posiblemente la primera
vez que se articula la diferencia entre sexo y género, apuntó a que la biología no lo es todo. Sin duda alguna, aunque algunas de sus ideas fueron sumamente conflictivas y muchas de ellas chocan con su propia vida, dejó claro que los fenómenos humanos no se someten o ajustan a definiciones simplistas o fácilmente manipulables. Derrumbó la idea del eterno femenino, la creencia de que hay una esencia universal que define a la mujer en términos de sensualidad, entrega sumisa y voluntaria a otros y total pasividad en el trato social. Son cualidades tan peligrosas que han llevado a diferentes culturas, como las islámicas, a mantener a la mujer en una posición de desventaja pues lo femenino se convierte en tentación o amenaza para el hombre.
Lo eterno femenino hace incompatible la unión y el ejercicio de varios roles, al punto de que ni siquiera se consideran posible. Durante la campaña electoral del 2020, el autor escuchó un programa de radio en el que un grupo de mujeres de uno de los dos principales partidos políticos del país se distanciaba de las feministas alegando que ellas creen en el matrimonio, la maternidad, el hogar e incluso vestirse y maquillarse. Ni siquiera tenían que pronunciar abiertamente su visión de que las feministas
eran todo lo contrario. Todo estabasutilmente incluido en su discurso. Fue un claro ejemplo de cómo la demonización de los demás suele comenzar por la propia casa, en este caso el propio sexo. El otro es todo aquello que se percibe como distinto a lo que es el uno. Lo triste es que tan sólo hay un breve espacio entre lo que se percibe como distinto y lo que se entiende como enemigo y se pasa directamente al ataque.
Para de Beauvoir, no es licito definir a la mujer por lo que no tiene. No tener el aparato genital masculino o la fuerza física del varón no la hace menos apta para ocupar puestos de liderazgo, asumir responsabilidades afavor del bien común o expresarse acerca de ladimensión sexual de la vida. “No tengo” no es igual a “me falta”. Hay estudios sobre historia que dejan en un alto estrado a la mujer.
Baste mencionar cómo Safo (c 750 a C), poetisa lírica de Mitilene, considerada como la décima musa, expresa el anhelo sexual:
“Me siento infeliz. Se me paraliza la lengua, un fuego sutil corre por mis miembros, me zumban con un sonido interior los oídos y una doble noche se extiende sobre mis ojos”.
Wu Zetian (624-705), sacó el máximo provecho a ser mujer pasando de concubina a emperatriz. Hildegarda de Bingen (1098-1179), alemana, abadesa benedictina, silenciadadurante unos ocho siglos,fue filósofa,escritora, matemática, mística y música, llegando a componer unas 78 piezas. Cristina de Pizan (1364-1434), apoyada por su padre y su esposo, es considerada como la primera feminista. Escribió La ciudad de las damas (1405), en la que habla sobre una sociedad gobernada por mujeres, ya que éstas no son inferiores a los hombres. Hay más ejemplos. Sor Juana Inés de la Cruz, religiosa de la Orden de los Jerónimos, mujer imposible de silenciar aun encerrándola en un monasterio, tuvo la osadía de escribir:
“Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, sin verque sois laocasión de lo mismo que culpáis: si con ansia sin igual solicitáis su desdén, ¿por qué queréis que obren bien si la incitáis al mal?”.
Mary Wollstonecraft (1797), escritora y filósofa inglesa, madre de Mary Shelley, autora de Frankestein, escribió en 1797 A vindication of the rights of women.
Salomé Ureña (1850-1898), poeta y educadora dominicana, autora de En ruinas (1876), obra en la que
contrasta el pasado y el presente del país, se atrevió a preguntar en su Poema 22: “¿Qué es patria? ¿Sabes acaso lo que me preguntas, mi amor?”, evidenciando claramente la convicción de que su vida como mujer trascendía las paredes de su hogar.
Para de Beauvoir, la mujer no sólo tiene derecho a elegir, sino que es capaz de hacerlo. No es algo que se le concede, sino con lo que nace, propio de su naturaleza como persona. Si consigue liberarse del halo de misterio con el que por un lado parece ser objeto de devoción mientras que por el otro es sometida y silenciada por el varón que dice saber lo que le conviene, puede elegir salir de la inmanencia a la que se ha resignado y aspirar a la trascendencia en la que asume la responsabilidad por sí misma y por sus mundos. Tiene derecho a las mismas oportunidades de participar en actividades y proyectos como lo hacen los hombres y explicar la experiencia que vive desde su propia existencia como mujer. Tiene también el derecho a negarse sin que por ello sea considerada como traidora o enemiga de la causaque sea.
No hay respuestas uniformes que complazcan a todas las personas por igual. Betty Friedan (1921-2006), norteamericana, fue estudiante graduada de psicología, y
escritora. Después de cinco años de entrevistas, se pronunció acerca de los roles limitados por el género, las desigualdades en la contratación, paga y las responsabilidades asignadas en el trabajo. Denunció el maltrato contra las mujeres embarazadas, así como una publicidad desigual al momento de la contratación. Habló fuertemente sobre el miedo a quedarse sola, por lo que en muchas ocasiones la mujer decide seguir las reglas del juegodictadasporlos varoneseinclusoporotrasmujeres.
En 1963 publicó The feminine mystique, trabajo en el que identifica el problema innombrable de muchas mujeres llamadas a conformarse y encontrar su plenitud como amas de casa, comprando la idea de que al menos en un lugar son “amas”, señoras de algo. Casi desde el saque hubo críticas sumamente puntuales. Friedan se centrabaenlamujerblanca,declasemedia,heterosexual. Deseosade entraralmundo laboral,ignorabalaexistencia de muchas mujeres negras que anhelaban lo contrario: quedarse en su hogar para cuidar de los suyos, pero imposibilitadas de hacerlo ya que alguien tenía que cuidar los niños blancos de las mujeres blancas que trabajaban asalariadasfueradelhogar. Tuvo,además,elinfortuniode rechazar la cosmovisión lesbiana, llamándolas la
“amenaza lavanda”, marginando un sector de la población que talvez en esosañosestabainvisibilizado pero que hoy día tiene mayor presencia y participación social.
Por su parte, Carol Gilligan (1936), psicóloga social y clínica norteamericana, colaboradora y crítica de Lawrence Kholberg y la teoría del desarrollo de la conciencia moral centrada mayormente en los varones, profundizó en la idea de la ética relacional y la ética del cuidado. Aunque muchas de sus ideas han quedado superadas, creó conciencia de las diferencias entre dos tipos de voces morales dadas por válidas e incuestionables, lo que en otros lugares hemos llamado invariablese invariantes.Ladelhombreesracional,lógica, individualista; apela al derecho y la justicia; parece ser la medida de la humanidad, la cual se autodescribe a base de cualidades masculinas. La de la mujer, por su parte, es relacional, protectora, cuidadora, sacrificada; predomina la toma de decisiones a base de cómo afectarán a otros y en la que es mayormente ella la responsable de las consecuencias. Incluso acusa que se da por válido el sufrimiento por el mero hecho de ser mujer. En 1982, Gilliganpublicó Inadifferentvoice.Mencionaquelamujer se pronuncia con una voz distinta a la del hombre. No es
una voz fácil de pronunciar ya que en muchas ocasiones será la voz que le permitan usar y no la que ella quisiera.
Julia Kristeva (1941), filósofa estructuralista, psicoanalista, escritora búlgara-francesa, ha subrayado que la condición subordinada de la mujer es cultural y no natural. Una idea que complementa lo expresado por Gilligan es la diferencia entre el fenotexto, lo que se dice, y el genotexto, los procesos incluidos en los códigos sociales que definen y limitan lo que se puede decir y cómo hacerlo. Se trata de una narrativa preferida, entendida como lo ideal por parte de quienes tienen y ejercen el control. Parte de estos procesos son la manera de vestir, hablar y saber cuándo ceder la palabra al varón. No cumplir con lo que se espera de ella la lleva a experimentar un sentimiento profundo de abyección.
Ahora bien, lo real suele irrumpir en estas narrativas e interrumpir su curso, dando al traste con discursos muy bien elaborados. Cuando estas realidades, nunca nuevas, pero siempre arrinconadas, interrumpen el orden social, desestabilizándolo, suelen ser rechazadas, a veces violentamente. La primera violencia es dirigida contra la persona o el grupo que cuestiona lo que hay y se plantea otras opciones. Se demoniza, criminaliza y
penaliza lo diferente, dando lugar a mundos marginados con pocos o ningún derecho de una participación social plena. Aunque al principio puede darse algún tipo de ganancia, suele ser algo muy efímero.
Lo dicho antes está claramente ilustrado en La casa de Bernarda Alba, escita en 1935 por Federico García Lorca, pero no estrenada hasta 1945, en la Argentina.
Bernardaessímbolodeunarepresión total,amparadapor las costumbres y las creencias religiosas. Su único discurso es insistir en el silencio que deben guardar las mujeres de su hogar. De hecho, “Silencio” es la primera y última palabra que pronuncia en la obra.6
No obstante, sus hijas se rebelan y, por no saber cómo defender sus derechos, terminan en una situación más grave. Al no haber los medios adecuados para hacerlo, la vida reprimida y silenciada irrumpe con violencia y se vuelve contra ellas mismas. Tan sólo las criadas, las que viven una realidad distinta y saben descubrir lo que importa, parecen haber encontrado alguna ganancia en todos estos infortunios.
6 Curiosamente, en 1976 el actor español Ismael Merlo representó a Bernarda en una puesta en escena en Madrid.
Chimamanda Ngozi Adichie (1977), escritora nigeriana, expresa que la idea de género viene acompañada de expectativas. Éstas, a su vez, se convierten en criterios que miden éxito o fracaso, pero nunca desde la misma persona, sino por parte de las demás. Según la escritora, nunca se debe aceptar como argumento definitivo para cualquier tipo de conducta el hecho de ser mujer. No es justificación alguna para hacer o no hacer algo.
Para la autora, un único punto de vista lleva a una única verdad. Esto desemboca en la creación de sectores que tienden a excluirse mutuamente. De hacerse con el poder, terminan marginando o persiguiendo a los que piensan de manera distinta.
En la obra Casa de Muñecas (1879), el escritor danés Henrik Ibsen (1828-1906) presenta cómo un buen matrimonio es una creación conjunta entre iguales y no algo condenado al fracaso por las diferencias entre géneros, poder y justicia económicos, y roles asumidos sin ser cuestionados de manera alguna. Enfrentada a un delito anterior, cometido precisamente para ayudar a su esposo enfermo, Nora, la protagonista, se rebela contra la manera en que su esposo la trata. No es una muñeca, ni
una persona sin identidad o aspiraciones propias. Tampoco es un objeto que debe permanecer sometido a la voluntad o caprichos de otros. Es unapersona atrapada, una mujer negada a sí misma. Al abandonar a su esposo y sus hijos, Nora ejerce su capacidad de agencia personal, no sin dejar de pagar un altísimo precio por su independencia.
En Fuenteovejuna (1619), Lope de Vega (15621635)presentaaLaurencia,labradoradelpueblo,acosada y violada por el comendador Fernán Gómez. Ve cómo su vida parece abocada al fracaso. En el discurso que pronuncia frente a los hombres de su pueblo les echa en cara su falta de hombría y su silencio ante las injusticias. Es un parlamento adelantado a su tiempo en el que una mujer se niega asumir sin más los roles esperados de ella y reafirma sus derechos como persona.
Ahora miremos y escuchemos a esta mujer que presenta su lamento ante lo que le ha tocado ser y hacer. Topamos con un aspecto del Ikigai en el que cumplimos con lo esperado e incluso lo hacemos bien, pero no sentimos satisfacción alguna ya que todo se limita a responder a las expectativas de otros.
El silencio, no sólo de palabras, sino también de obras, exigido por Bernarda no es posible indefinidamente. Tampoco se puede disimular todo el tiempo. El disgusto existencial hacia la manera en que las personas se traicionan a sí mismas es algo muy real. La vida se expresa, en ocasiones con una rebeldía que asusta ya que intenta romper con todo lo vivido y renovarse.
La narrativa familiar parece haber dominado algunos sectores de la vida de esta familia, pero sólo de algunos. Tal parece que los proyectos de negocio tienen como garantía su entrega sumisa y silenciosa. Después de todo, es lo que se espera de ella; para eso fue criada y educada, lo que en inglés se conoce como grooming. No tiene otro propósito. Los muchos sacrificios que se espera de ella no son vistos como algo anormal, sino esperados.
Sin embargo, aunque al principio tal vez pronunciados con una voz temerosa, sus desacuerdos con estos proyectos y sus anhelos de algo distinto se van haciendo sentir. No le es posible seguir viviendo de apariencias. Tiene que despertar de su pesadilla porque sólo así podrá soñar y hacer realidad sus sueños.
En cuanto a la mujer se refiere, la consejería de vida y carreras rompe con la aplicación automática de
modelos y técnicas. Obliga a los hombres a guardar silencio para escuchar la voz silenciada por siglos y dejar que se pronuncie con la fuerza y claridad que merece.
Para alcanzar estas metas, es preciso reconocer y defender la igualdad de los sexos en todos los ámbitos. Esto lleva a un examen sobre los procesos de socialización de la mujer para saber qué se pretende con ellos y cuáles son los precios a pagar. Equivale a un análisis del discurso en el que se afirme que la mujer no es “sacada del hombre”, como si esto engrandeciera su masculinidad o creara una férrea dependencia de ella hacia él. Nacer mujernoesdelitoalguno.Nohayqueprobaralgo,nipedir perdón.
Ser mujer, al igual que ser hombre, implica una experiencia y una historia particular. No hay una historia de la mujer como tampoco la hay del hombre, sino múltiples historias que deben ser narradas hasta la plenitud. Esto conlleva riesgos y decisiones en lasque será necesario aprender a manejar los cambios, algunos de los cuales deberán ser provocados intencionalmente.
No existe el eterno femenino, ni la mística femenina. Lo mismo se puede decir del varón. La mujer de Afganistán no es igual a la de Borinquen, pero es mujer
igual que todas las demás. Aunque tengan las mismas experiencias, las vivencias serán distintas y su conducta responderá a situaciones y determinantes particulares.
El cambio hacia una nueva manera de entender y vivir tanto la femineidad como la masculinidad se hace realidad en todos los escenarios. El mundo del trabajo es uno de ellos. Curiosamente, cuando se habla de la mujer que trabaja fuera del hogar, se la llama “mujer trabajadora”, pero no sucede igual con el hombre. Se asume que éste, por el hecho de ser varón ya es trabajador, mientras que en ella no es así. La revisión de escalas salariales, oportunidades de ascenso, posibilidad de educación continua verdaderamente útil y no para cumplir un expediente, la conjugación de obligaciones profesionales con la vida de familia, son algunos ejemplos de lo que puede contribuir la consejería de vida y carreras. La consejería de vida y carreras con las mujeres afirma el derecho a plantearse opciones y decidir sobre ellas, procurando tener lo más claro posible las consecuencias que puedan arrastrar esas decisiones.
Este servicio y proceso de ayuda busca crear opciones desde las que, en lugar de guardar el silencio exigido por Bernarda Alba, la mujer pueda pronunciarse libremente.
El resumé es un documento solicitado por el patrono antes de cualquier entrevista para empleo. Hay varios tipos, ya que se ajustan a la necesidad del momento. Tenemos elresumédeun adultoquebuscasercontratado por una empresa. Esta también el resumé de la joven adulta que busca empleo mientras estudia y el de quien, próximo a terminar su grado académico, busca emplearse en su área de estudios. Podemos identificar también el resumé exigido como parte del proceso de admisión a un centro de estudios secundarios. Fijémonos en los primeros.
Todo resumé debe ajustarse a dos criterios importantes. La información suministrada es verdadera y, por lo tanto, corroborable y el documento debe ser conciso. De extenderse mucho, sería un curriculum vitae, en el que se detalla cuidadosamente la información suministrada. Lo que se pretende es presentar dinámicamente cómo las destrezas, experiencia laboral, educativa, y habilidades de la persona se ajustan la convocatoria emitida.
Hay distintas plantillas electrónicas que ayudan a organizar lainformación y hacerla atractiva.La mayoría de las personas a cargo de este proceso insisten en que el documentonodebeestar recargadoconadornoso escrito con diferentes tipos o tamaños de letra. Mientras más sencillo y elegante, mejor. Ahora bien, puede darse la situación de una oportunidad de empleo en un centro educativo para niños y niñas, en cuyo caso una plantilla ajustada a esos escenarios puede ser un excelente recurso.
La mayoría de las plantillas coinciden en un diseño en el que se incluye la información personal relevante, la experiencia laboral, educativa, sea académica o directamente adquirida en la práctica, y otra información importante. En la información personal se incluye el nombre, la dirección y la información de contacto, como el número del celular o el correo electrónico. Se recomienda una dirección electrónica seria, evitando términos que puedan parecer chocantes o inapropiados. No se incluyen datos como el número de seguro social o cualquier otra información privada.
Laexperiencialaboral sedescribecomenzandopor la más reciente hasta la de mayor antigüedad. Se hace
constar el puesto, lugar, tiempo de empleo, responsabilidades y obligaciones y, de ser relevante, el desarrollo de proyectos o propuestas iniciadas por la persona o en las que se colaboró que redundaron en un bien para la empresa. En este último renglón es importante tener claro el derecho propietario sobre los proyectos. Si son fruto de una colaboración laboral, debe constar así.
Sigue la información sobre la educación recibida. Hay varios tipos, ya que se puede referir a la formación académica impartida en instituciones de educación superior o en la práctica directa. En este segundo caso, es necesario incluir referencias sobre los mentores o supervisores y el tiempo que se dedicó a dicho esfuerzo. Si se cuenta con información sobre educación continua, se puede incluir aquí.
El resumé continúa con información sobre organizaciones profesionales, talleres ofrecidos, voluntariado y reconocimientos. Dado que el objetivo principal del documento es presentar la experiencia laboral, este apartado no debe ser muy extenso. Si la información no guarda relación con el propósito, no se debe incluir. En el área de las destrezas, se puede
mencionar los idiomas que se dominan y las habilidades tecnológicas en el uso de equipo y programados. Aunque ya no es necesario incluir referencias profesionales en el resumé, es aconsejable tenerlas a la mano en caso de que se soliciten.
Para ayudar en la redacción del resumé, es buena idea anotar las destrezas y habilidades que hacen a la persona una candidata idónea para el puesto solicitado. Se puede hacer un ejercicio previo en el que se identifican estas cualidades. En un segundo paso se priorizan de acuerdo a la convocatoria y finalmente, si son muchas, se seleccionan las más importantes, sobresalientes o impactantes.
En elportafolio se incluye únicamente información que sirva como evidencia de que la persona puede acometereltrabajo.Si,porejemplo,setratadefotografía, arquitectura, ingeniería o pintura, ayuda tener copias de las mismas. Como en algunos lugares el portafolios puede ser electrónico, la información suministrada debe ser fácil de ver o leer. Si es impreso, no debe ser excesivamente grande de forma que dificulte su manejo.
Gaspar Yubero Torres7, de 46 años y Mariana Moreno del Valle, de 43, son una pareja con 22 años de vida matrimonial. Gaspar es ingeniero químico y Mariana trabaja como profesora de historia en una universidad privada. Tienen casa propia en una urbanización de clase media alta.
La pareja tiene tres hijos: Edwin, de 21 años, Maribel, de 19 y Ángel, de 18. Los tres cursan estudios universitarios. Edwin está matriculado en una universidad en los Estados Unidos, Maribel estudia en España y Ángel hace lo propio en Colombia. Los tres coordinan sus vacaciones para compartir al menos tres semanas con la familia. Los padres los visitan de vez en cuando.
Gaspar trabaja en una importante compañía farmacéutica y ocasionalmente da clases en el Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, donde ha diseñado un curso sobre química, materia que le apasiona. Ha desarrollado una práctica privada de consultoría y hace poco terminó de escribir un libro que
7 Tanto la situación como los nombres usados son ficticios.
va a ser utilizado como texto en algunos centros docentes del país. Marianatambién ha colaborado en publicaciones sobre temas históricos y ha participado en la revisión y diseño de pruebas para la Oficina del College Board.
Entre ambos, lapareja generaun sueldo de más de $225,000.00 al año. Además de su casa, tienen una propiedad en el campo y un time share en Cabo Rojo. La casa en la que viven está equipada con los artículos que han salido recientemente al mercado. Tres personas trabajan en el hogar: una señora encargada de la limpieza, otra de la cocina y un hombre que está a cargo del mantenimiento de la estructura y del cuidado del jardín.
La unión de Gaspar y Mariana ha sido calificada como exitosa por parte de amigos y familiares. Expresan nunca haber tenido una desavenencia mayor e indican que comparten muchos intereses, tales como el cine, el arte y la buena cocina. A nivel íntimo, señalan que su vida sexual es muy activa y siempre buscan introducir alguna novedad en ella. No asisten a iglesia alguna, no por falta de creencias religiosas, sino por tiempo.
La pareja solicita ayuda urgente a instancias de Mariana. Hace tres días, Gaspar le comunicó que nunca se ha sentido satisfecho como ingeniero y desea hacer un
cambio radical en su vida profesional. Tiene planes de abrir una repostería, su sueño de siempre, y dedicarse a tiempo completo a esta nueva empresa. Para lograr dicho fin, ha planificado concluir los trabajos que tiene pendientes, renunciar a su plaza de profesor y quedarse con una consultoría limitada.
Sin haber hablado con su esposa, Gaspar hizo un estudio de mercado e identificó un espacio que piensa comprar y habilitar para su negocio. Ya ha realizado varias gestiones relacionadas con los permisos, las licencias y el financiamiento necesarios. Se ha puesto como plazo abrir el negocio, al que llamará Química Dulce, en los próximos dos meses. Ha contemplado usar parte de los ahorros de la pareja e invertir unos $55,000.00 en los primeros meses. Está seguro que los recuperará en el primer año.
Dado que necesita la firma de Mariana en algunos documentos, decidió ponerla al tanto de sus proyectos y planes.
Al enterarse, la primera reacción de Mariana fue revisar sus cuentas de banco y las deudas contraídas. Confirmó que tienen medio millón de dólares ahorrados, clasificados en distintas carteras de inversiones. No obstante, los gastos incurridos en la educación de sus
hijos, así como en el mantenimiento de las propiedades y el sueldo de los empleados suponen una sangría constante, la cual exige el trabajo de ambos.
Al día siguiente, Mariana experimentó sentimientos de disgusto, sorpresa, coraje y ansiedad. En la tarde, se agruparon en una sensación de traición e infidelidad por parte de su marido. Expresó que en un momento dado sintió tanto coraje que rompió un espejo de cuerpo entero. Reconoce que ha sido la única ocasión en la que ha reaccionado de esa manera, pero entiende que su conducta estuvo enteramente justificada. Gaspar, por su parte, admite que debió haber hablado con su esposa mucho antes de lo que lo hizo, pero piensa que su reacción está totalmente fuera de proporción. Alega que siempre ha cumplido con ella y sostiene que el deber de su esposa es apoyarlo en esta gestión que parece llenar su vida de un entusiasmo desmedido.
Mariana habló con Gaspar para saber de dónde había salido la idea y cómo era que había ido tomando todas las decisiones sin siquiera consultar con ella. Estaba intrigada por la repostería como negocio, particularmente porque su esposo nunca había manifestado un interés o inclinación por nada relacionado con ese tipo de empresa.
Comenta que intentó controlarse en todo momento, particularmenteporque lo veíasumamente entusiasmado con el proyecto y explica que hacía mucho tiempo que no se mostraba tan motivado y lleno de energía.
Mariana señala que hubo un momento en que cometió el error de pedirle a Gaspar que se comportara de manera razonable, propia de su edad y sus obligaciones, consiguiendo que su esposo se alterara, diciéndole que toda su vida de adulto había obrado razonablemente y no eran muchas las ocasiones en las que se había sentido feliz. Esto la sorprendió tanto que la conversación giró hacia la vida matrimonial y familiar que han sostenido todos estos años, dando lugar a que Gaspar ventilara frustraciones pasadas y presentes.
Al otro día, Gaspar le pidió disculpas a Mariana por su conducta. Le explicó que no la había hecho partícipe de sus planes porque es consciente de los muchos cambios que suponen y quería tener todo bajo control. Mariana le dijo que, a pesar de ser relativamente jóvenes y gozar de buena salud, el cambio propuesto es de gran magnitud y muchas personas se verán afectadas. Gaspar lo admitió, pero entiende que es hora de que se permita a sí mismo hacer algo que le apasiona. Añadió que no le está siendo
infiel a Mariana, ni está abandonando su hogar o sus compromisos,sinoquedeseahacerrealidadunsueñoque ha tenido silenciado mucho tiempo. Expresó que lo más que desea es trabajar juntos y le habló de la posibilidad de abrir franquicias de un negocio que ni siquiera ha comenzado a operar.
Duranteeldía,Marianaintentóponerseenellugar de sumarido. Reconocióquehayalgode aventurayriesgo en lo que Gaspar propone y admite que la relación con su esposo ha caído en la rutina y en los convencionalismos sociales. Al mismo tiempo, dice sentirse violentada y muy temerosa ante lo que pueda ocurrir. Como Mariana y Gaspar siempre han procurado hacer su vida al margen de sus familias, no puede consultar con sus padres y suegros. Tampoco ha querido comunicarse con sus hijos para ponerlos al tanto de lo que está pasando. Añade que ni ella ni su marido están apegados a los bienes materiales y cree que podría manejar el costo emocional del cambio. No obstante, piensa que la pareja tiene muchos compromisos a los que no puede renunciar y siente mucho temor ante la posibilidad de que el negocio falle y terminen perdiendo cosas más importantes que el dinero invertido.
De químicadulce, nada. A simple vista,tampocodel Ikigai. Se trata más bien de lo fortuito en una de sus manifestaciones más extremas.
¿Cómo nos aproximamos a este evento?
Podríamos hacerlo desde la consejería de parejas o tal vez desde un enfoque familiar. Quién sabe si sería mejor una intervención en crisis mediante la cual sea posible controlar la situación y evitar daños mayores. Puede que una combinación de todas estas perspectivas sea la más aconsejable. Usemos un enfoque eminentemente práctico, atendiendo primero lo urgente y prioritario, sin ignorar o descuidar otros aspectos.
Conviene aclarar que, aunque presentamos una pareja heterosexual, la misma situación podría darse entre parejas formadas por personas del mismo sexo. Tampoco es algo que se da exclusivamente en una clase socioeconómica. Podemos encontrar parejas en las que unaparte dice alaotra que en adelante va atrabajar fuera del hogar o va a montar su taller de mecánica o costura. Presentamos este ejemplo porque nos parece novedoso.
De salida vemos cómo Gaspar es ejemplo de alguien que ha cumplido a cabalidad lo que se esperaba de él, pero nunca se ha sentido satisfecho. Sus acciones se
complican al haber dado por supuesto que Mariana no pondría objeción a sus planes e incluso lo apoyaría entusiastamente. Una vez más encontramos cómo la cercanía y la intimidad no dan derecho a asumir que sabemos lo que otras personas sienten y piensan, ya que ellas también tienen sus propios sueños, proyectos y planes, a veces muy distintos a los nuestros.
Al iniciar el proceso de ayuda vemos que Mariana ha comenzado a delinear una idea de lo que sería su vida si acepta los planes de Gaspar. Esto de por si es un elemento positivo, aunque no necesariamente la palabra final, ya que la mujer aún no ha decidió el curso a seguir. Sencillamente está explorando, algo que se debe promover en todo proceso de ayuda. Mientras más opciones se logren identificar, mayores posibilidades de encontrar una respuesta que satisfaga al mayor número posible de personas. Puede haber situaciones en las que el rechazo sea total e incambiable. Habrá que usar otras estrategias.
Fijémonos que decimos respuesta y no solución.
Tiene la lógica interna de atender lo inmediato, procurando que las cosas no se compliquen más. Es lo que en intervención en crisisse conoce como control de daños
o apagar el fuego más grande. No es la solución, pero al menos brinda un espacio para poner en orden los pensamientos. Concentrarse en lo inmediato puede ser lo más práctico. No es el momento de trabajar con asuntos de la pareja porque podrían afectar negativamente algo que tal vez sea bueno, pero ahora experimenta fragilidad.
Hay preguntas obvias y otras no tanto. Ayuda mucho saber cómo fue que Gaspar llegó a una decisión tan importante. Para lograr una respuesta es necesario separar dimensiones, centrándonos en una primera etapa en el proyecto laboral. Aunque en un momento Gaspar habla de cosas que ha mantenido silenciadas, al menos al principio no hay queja alguna de su relación con Mariana. Se trata de algo muy distinto que, sin dejar de tocar directamente a su esposa, le incumbe principalmente a él. El proceso de ayuda irá en esa dirección. Quienes lo faciliten deberán mantener muy claros los límites, qué se va a discutir y qué se va a dejar fuera, al menos por el momento.
Hay preguntas que no se deben hacer. Preguntar a Mariana como fue que no se dio cuenta de que algo así estaba pasando es responsabilizarla indirectamente de la situación. Mariana estaría en todo su derecho de rechazar
este planteamiento, pues la pregunta corre el riesgo de llevarla a dudar de sí misma como mujer y como esposa. De nuevo, encontramos las narrativas en las que la mujer, “sacada del hombre” sólo tiene la opción de callar y obedecer y si algo malo pasa es porque de alguna manera ella no ha hecho lo que le tocaba hacer.
El proceso de consejería debe contar con la participación igualitaria de ambos. Si al final deciden aventurarse juntos en esta nueva empresa es porque exploraron juntos, miraron elementos a favor y en contra y tomaron la decisión entre ambos. Ninguno se queda fuera o es considerado como mero receptor. Las preguntas deben ir atadas desde el principio a respuestas posibles. No es lo mismo preguntar y responder qué se va a hacer decidiendo principalmente desde la perspectiva económica. Cuando hablamos de esto, nos estamos refiriendo al futuro, a las deudas que se crearán, los recortes que se darán en otros renglones y las posibilidades reales de responder como se espera. Todo esto tiene importancia, desde luego, pero no debe ser el criterio decisivo.
Decidir a base de los compromisos contraídos puede ser una buena estrategia. Hay deudas que pagar,
algunas ineludibles. También hay obligaciones, como los estudios y el bienestar de los hijos. Adentrarse en esta nueva aventura implicaría reducir los viajes para estar con ellos, así como otros gastos relacionados con la relación entre padres e hijos que no sean impostergables. En este aspecto, puede que en un primer momento, el cual podría durar más de lo esperado, antes de ampliar los horizontes será necesario limitarlos. Claro está, toca principalmente a Gaspar iniciar el proceso de autolimitarse porque su deseo está arrastrando a otros por un camino que tal vez no les termina de convencer.
Tanto si se decide por el aspecto económico como por el de los compromisos es buena idea contar con un asesor financiero. Tal vez Gaspar, motivado por su entusiasmo, pueda pensar que sabrá hacer lo correcto, pero no está de más la ayuda de alguien que de verdad sepa de estas cosas. Podría darse el caso de que el asesor recomiende reorganizar el presupuesto, separando una partida para gastos imprevistos e incluso para recoger velas, si ese fuera el futuro.
Lareorganizacióndelpresupuestoincluirápartidas como alquiler del espacio, seguros, permisos, préstamos, pago de utilidades y muchos otros. No se trata
únicamente de coger la llave y hacer dinero. En este aspecto,como adultosque son,necesitarándelinearestos asuntos lo más detalladamente posible, establecer prioridades y ver cómo se responderá.
Siempre hay espacio para la negociación. Mariana podría pedirle a Gaspar que no se lance de lleno a la empresa renunciando a sus trabajos. Es posible y hasta necesario contrataraalguienque sepaderepostería yque Gaspar vaya a lo largo del día a colaborar. Incluso, como parte de su trabajo es escribir y publicar, podría hacerlo desde el local. Por su parte, Mariana podría hacer algo parecido. No tienen que estar las mismas horas en el sitio, sino turnarse a lo largo de la semana.
Al mismo tiempo, lapareja debe tener claro que se apoyarán mutuamente, aunque habrá momentos en que esteapoyoseaasimétricoyletoqueaunodelosdosllevar la parte más pesada de la carga. En estos momentos, es vital insistir en la importancia del diálogo y la comunicación.
Hay dos aspectos importantes que atender. De decidirse a favor del proyecto, habrá que hablar con los hijos. No es algo que se pueda hacer por teléfono. La ventaja es que hoy día contamos con la posibilidad de
encuentros virtuales y no hay que interrumpir los estudios para veniraPuertoRico.Estamodalidadpermite,además, conocer simultáneamente lo que cada persona piensa y quién sabe si encontrar otras respuestas más adecuadas. Algo parecido podría darse con otros familiares y amigos.
El otro aspecto, si se decide hacerlo, es dar espacio para asuntos inconclusos que puedan haber levantado la cabeza a lo largo del diálogo. Esto puede servir como aprendizaje preventivo para manejar situaciones futuras.
En todoproyecto en común existe laposibilidad de reinventarse. En ocasiones será algo obligado por circunstancias que no se controlan, mientras que en otros momentos podrá ser el resultado del diálogo. Siempre habrá pérdidas, pero puedan ser transformadas en oportunidades para un mayor crecimiento y desarrollo.
Gaspar habla de hacer algo que lo apasiona, un sueño acariciado por años. Exige una reinvención de sí mismo y de su vida en pareja con Mariana que sin duda alguna tendrá consecuencias. Hay un elemento de riesgo considerable, principalmente en el aspecto económico, pero tal parece que está dispuesto a correrlo. Estos tres elementos: el sueño, los riesgos y la reinvención pueden ser vistos como obstáculos o como retos. Si los esfuerzos
se centran exclusivamente en el aspecto económico, la empresa estará condenada al fracaso antes de comenzar.
Si acentúan cómo este nuevo proyecto puede fortalecer su relacióndeparejayabrir otroshorizontes,hayunagran posibilidad de crear algo nuevo que les permita crecer en direcciones antes no contempladas.
Un acuerdo al que pueden llegar es la revisión y evaluación programada del proyecto. Ésta puede hacerse cada tres meses durante el primer año y un poco más distanciada en los siguientes. Ayudará a manejar la ansiedad que se siente ante algo nuevo y permitirá una colaboración más estrecha entre ambos.
En la viñeta presentada, contamos con una pareja que se siente fuerte, pero sabemos que no siempre será así. En los momentos de dificultad, debilidad o dudas habrá que descubrir fortalezas ignoradas o pasadas por alto, tal y como puede ser el haber mantenido la unión en medio de grandes adversidades. Esto forma parte de la reserva emocional que probablemente habrá que usar muchas veces. De esa manera, habrá química dulce para rato.
Llevamos varios años trabajando en el mismo lugar. Día trasdíacumplimos con lasmismastareas; participamosde reuniones, asistimos a adiestramientos, aprendemos a hacer mejor uso de las tecnologías. Con todo y esto, no estamos a gusto, no nos sentimos satisfechos. El trabajo nos da trabajo.
Caemos en cuenta de que los años se han acumulado, pero no necesariamente hemos adquirido experiencia, pues la repetición convertida en rutina es más bien peritaje. Llegamos a pensar y hasta convencernos de que no hay nada más que aprender. El relativo dominio de las destrezas, siempre y cuando sean las mismas, saber que no hay más oportunidades de ascenso y que lo que falta es el retiro terminan por crear una sensación de falta de motivación casi invencible. Nuestro Ikigai está desbalanceado.
Hacemos un inventario de logros para examinar el camino andado y ver cuán cerca estamos de las metas que nos habíamos fijado. Nos preguntamos si con los años el camino se ha hecho más fácil, si nos hemos visto en la obligación de tomar por senderos no contemplados o si
hemos detenido la marcha para no tropezar más. Analizamos si por un empleo estable, además de la relativa seguridad económica que ofrece, vale la pena experimentar un aburrimiento que sutilmente parece convertirse en algo permanente. Podemos cuestionar si todavía hay oportunidad de saltar a otro lado; si tenemos las fuerzas, el deseo y los medios para intentarlo. Puede que lo hablemos con nuestros seres queridos o personas significativas, como también puede que lo guardemos en secreto para evitar discusiones interminables.
Tenemos claro quiénes son los empleados estrellas, los trabajadores sólidos, en los que se puede confiar, los que son lastre ya que parecen atrasarlo todo y nos preguntamos en qué grupo caemos, con profundo terror de encontrarnos en el tercero. Sabemos de memoria los cumpleaños y aniversarios de quienes trabajan a nuestro lado. Almorzamos juntos varias veces a la semana e incluso de vez en cuando compartimos algún que otro fin de semana con toda la familia. Pero no somos familia.
Descubrimos distintos estilos laborales. Están aquellas personas para las que todo les da igual. Si hay cambio, bien; si no lo hay, igual de bien y tal vez mejor,
porqueesmásseguroloviejoconocido.Juntoaellasestán las que insisten en que es mejor dejar las cosas como estánporquenuncasehanhechode otramaneraylasque dicen una y otra vez que esto es para 30 años o se pasan contando el tiempo para el retiro como si fuera una liberación.
Atravesamos por lo que se conoce como una experiencia esteparia. Tanto el presente como el futuro se ven igual, con poco o ningún desafío para crecer y desarrollarse personal y profesionalmente. El cambio, cuando llega, si es que llega, nos coge de sorpresa, con poco o ningún tiempo para prepararnos. Como nunca dimos espacio para la previsión y preparación adecuadas, en vez de actuar proactivamente, reaccionamos, a veces con rebeldía.
A nivel estructural se hace mucho más fácil detectar las limitaciones existentes, tanto en los espacios físicos como en los organizacionales, pero eso no quiere decir que estemos en la disposición de hacer algo al respecto. Llevamos años con los mismos equipos; las mejoras a las facilidades se limitan a dar una capa de pintura cada dos años; de vez en cuando se compran sillas
nuevas y, mucho menos frecuentemente, algún que otro cuadro para la recepción. No pasamos de ahí. No sabemos exactamente qué es, pero nos afecta la asincronicidad laboral. Se marchan algunos, llegan otros, hay cambio de oficinas y responsabilidades. Lo que parecía fijo experimenta una enorme fluidez, agravado por demasiadas o muy pocas tareas (hay para todos los gustos), con poco o demasiado aprendizaje, o sin un tiempo prudente para evidenciar resultados.
La situación se agrava por el estrés organizacional debido a problemas de presupuesto y planificación a largo y corto plazo. Hay momentos de turbulencia propios de toda gestión o empresa humana y la competencia leal o desleal por entidades parecidas que obligan a invertir un tiempopreciosoenmostrar que se sigue siendorelevante.
Hay, además, otros distractores sobre los que no se tiene control alguno, como el paso de huracanes o una pandemia. De cuando en cuando surge la amenaza de un paro o una huelga y todo parece descontrolarse.
La rutina puede llevar a la complacencia, al estancamiento o a la redundancia; el amiguismo a dejar pasar por alto oportunidades de crecimiento y desarrollo o dárselas a las personas equivocadas; el miedo al
desempleo a guardar silencio interno, negándonos posibilidades. Todo termina en frustración y cansancio.
A nivel personal, día a día crece el sentimiento de insatisfacción. Esto no era lo que esperábamos para este momento de nuestra vida. Sentimos que estamos trabajando por debajo de nuestras habilidades y preparación. Nos preguntamos si lo que viene será igual o peor que lo que estamos viviendo. La literatura profesional dice que en esta etapa de la vida deberíamos estar sintiéndonos productivos, pero no acabamos de verlo. Aunque nunca estudiamos física, descubrimos como el tiempo puede ser a la vez interminable y fugazmente rápido. Se amarga el día y se acorta la vida.
Estos escenarios son ejemplos de la necesidad y utilidad de la consejería ocupacional. Es la modalidad que se inserta en el ambiente de trabajo, ya sea para atender lo que afecta a una persona, a varias o a toda la empresa. En algunos lugares se ofrece desde el Departamento de Recursos Humanos. En otros, se hace en colaboración con la psicología industrial-organizacional.
Cuando el trabajo da trabajo es indispensable hacer un alto en el camino para examinar los planes personales y cómo estos se relacionan con los propios de
la empresa para determinar el estado de salud y bienestar de esa mutualidad. Es importante identificar las metas alcanzadas y las que aún no se han logrado, para luego preguntarse con sinceridad si hay esperanza, tiempo y deseo de intentarlo donde se está, moverse a otro lugar donde, mediando los cambios necesarios tal vez sean posible, o darlas por irrealizables.
La decisión a favor del cambio conlleva el manejo correcto de emociones y sentimientos. Entre otros, están la frustración personal, profesional y corporativa; la sensacióndefracasoalno haberlogradolasmetas;coraje, ansiedad, tristeza, miedo y angustia, entre otras. Sin negarlas o relegarlas a otro espacio, las aprovechamos como herramientas para la introspección necesaria. Hay conductas que roban energía y tiempo. Negar lo que está pasando; restarle importancia; pensar que se resolverá por sí mismo; buscar a quién culpar, equivale a dar vueltas a la noria sin alcanzar logro alguno. Tampoco vale darse por vencidos ante el primer escollo, pensar que no se puede hacer algo o que no vale la pena intentarlo ya que termina por dejarnos fuera de la carrera.
Si nos decidimos por el cambio desde el trabajo que tenemos, es importante recordar que es un proceso
en el que habrá momentos de turbulencia. Aunque asusten por su impacto, ayudarán a determinar oportunidades reales, examinando el costo de las mismas para discernir si vale la pena asumirlo. La diversificación conlleva precisar el grado de disponibilidad personal, empresarial y gerencial, conocer las destrezas a adquirir y lainfraestructura alevantar.Ningunode estos aspectos es cómodo y sin tropiezos, por lo que es necesario recordar que en cualquier momento pueden darse eventos de discordia o discusión. Lo importante es integrarlos, convirtiéndolos en parte de lo que se desea lograr. Surgirán muchas preguntas que contestar. ¿Nos movemos hacia algo nuevo? ¿Queremos mejorar lo que tenemos, en cuyo caso, qué cosas experimentarán mayores cambios? ¿Estamos dispuestos a pagarlo? ¿Qué tipo de apoyo recibiremos? ¿Podremos intentar varias cosas a la vez, o será necesario establecer prioridades? ¿Habrá que dejar algo… o alguien? ¿Cómo damos espacio a lo fortuito e incluso a las cosas que pueden surgir de imprevisto? Un diálogo abierto y participativo sobre éstas y otras preguntas abonará a recuperar la motivación o a descubrir nuevas razones para seguir en la brecha.
Tanto sidecidimoscontinuardonde estamoscomo si optamos por hacer el camino solos o junto a personas distintas habrá que aprender a manejar la incertidumbre. Si le damos un giro conceptual y la vemos como algo positivo, ayudará a no anclarnos a posturas envejecidas y obsoletas. Las transiciones siempre son difíciles, pero no moverse sabiendo que es algo que se puede y debe hacer es terminar sin descubrir o fundar. El futuro es incierto, pero como tarde o temprano va a llegar, lo ideal es estar preparados de la mejor manera posible.
El cambio tiene su propia dinámica. Es más, podemos decir que el cambio está hecho a base de cambios, algunos pequeños y otros grandes. El primer efecto es la sensación de pérdida de control. Para responder adecuadamente, será necesario mantener la calma, tratar de entender lo que está pasando, identificando causas remotas e inmediatas, y discernir respuestas posibles. Habrá momentos de conflicto, algunos muy serios. Sin embargo, conviene recordar que conflicto y problema no son la misma cosa. El primero puede ser tanto positivo como negativo y pide una decisión al respecto. Los problemas, muchas veces creados por conflictos no resueltos y acumulados, piden
una solución y ésta muchas veces escapa a nuestro alcance por lo que será necesario aprender a vivir con ellos.
Antes de tomar cualquier tipo de acción debemos darnos tiempo y evitar reaccionar apresuradamente, a menos que la situación pida una respuesta urgente. Parte de la toma de decisiones exige evaluar posibles consecuencias y las maneras en que las atenderíamos, especialmente si se esperan repercusiones en la vida de otros. Esto es señal de madurez laboral. Si podemos mirar la situación desde otro punto de vista, contando con la opinión e ideas de otras personas, seremos capaces de identificar posibles pérdidas y ganancias. Incluso podría darse el caso de que una acción es necesaria pero debido aotrosfactoresoasuntosdecidimos dejarlasaunladopor el momento. Un ejemplo es cuando vemos que alguien quedará fuera y es algo que tendría consecuencias terribles en su vida y en la de los suyos y optamos por esperar o hacer otra cosa.
Si nos encontramos de frente con el cambio, debemos preguntarnos si es algo que tenía que ocurrir tarde o temprano. Si éste fuera el caso, la primera reacción será buscar responsables. Aunque es una
respuesta lógica, conviene discernir si vale la pena invertir tiempo en ella. Lo más aconsejable es precisar si ha ocurrido previamente, aunque sea de diferentes maneras para saber qué tipo de respuestas se han dado y cuáles siguen siendo útiles. Esto ayudará a revisar el repertorio de respuestas, tanto el personal como el compartido con otros y expandirlo según sea necesario.
Recuperar la razón de ser o darle un nuevo giro toma tiempo y trabajo. Es una tarea que ciertamente cansa. Sin embargo, éste es un cansancio bueno y productivo. Permite normalizar incluso las experiencias más fuertes e impactantes. Si a lo largo del camino descubrimos que no podemos vernos en otro lugar o haciendo otra cosa, es tarea de la que no podemos sustraernos. Da trabajo, en ocasiones mucho, pero vale la pena.
“Yo hago chistes. No soy un chiste.”
“Jum. No sé cómo responder a eso. Dame más contexto.”
“Tengo 54 años. Recuerdo muy bien los chistes que se hacían sobre personas como yo. Comentarios burlones que escondían miedo o desprecio. A veces odio. En cualquier lugar podíamos convertirnos en blanco de todo tipo de armas. De la risa se pasaba al llanto.”
“Recuerdo ese tiempo también. Siempre me pareció vergonzoso. ¿Cómo lo manejaste?”
“Soy de las pocas personas que tuvieron la dicha, no la suerte, de contar con una familia abierta y respetuosa de las diferencias. No es algo que se da en todos los hogares.
Mis padres siempre insistieron en que no debía avergonzarme de nada. Decían que ser quién soy es más importante que ser como soy.”
“Noté que dijiste dicha y no suerte.”
“Porque es así. No es cuestión de suerte, como si fuera un premio que toca sólo a unos pocos. Es dicha, porque hay un sentimiento de seguridad, de que siempre habría alguien a tu lado. No es suerte porque tienes que esforzarte para que dure y crezca. No es algo automático.
Es lo que te hace seguir adelante en medio de las luchas más terribles. Lo triste es que no parece ser universal.”
“Háblame de esas luchas.”
“Las hay en todos los lugares. Luchas por vestirse o maquillarse de una manera; luchas por las personas con quienes socializas; luchas por gustos y disgustos; luchas por conseguir un empleo y más luchas para conservarlo.
Te desgarras por dentro tan profundamente que no hay sitio para poner un vendaje. Estás en carne viva. Algunas personas hacen chistes; otras se convierten en el chiste. Pero no hay risa. Ni siquiera sonrisa.”
“Hay quienes dicen que cada persona labra su propia suerte y que recoge lo que sembró.”
“Puede que tengan algo de razón. Ahora mismo no está meridianamente claro si es mejor ser llamados gays que homosexuales. Para unas personas, el primero apunta a un estilo de vida, en ocasiones ruidoso y llamativo, propio de las paradas. Prefieren el segundo término. Pero hay otras que rechazan ser llamadas homosexuales debido a las connotaciones moralistas y hasta médicas que presentan al homosexual como alguien enfermo, depravado o anormal. Hay quienes ven a las lesbianas
como traidoras a lo femenino, incapaces de ser buenas madres y a las personas trans como lo peor de lo peor.”
“Y tú, ¿cómo lo ves?”
“Creo que se ha adelantado mucho, sin duda, pero también creo que la sopa de letras que se ha creado no necesariamente es algo bueno.”
“¿Sopa de letras?”
“La etiqueta. Son tantas letras con las que se parece dar la impresión de que es una sola cosa, cuando no es así. Lo que hace muchas veces es alejar a otros. Ahora han añadido la “A” de “aliados”. Lo que ocurre es que no todo el mundo sabe de qué es aliado, cuándo serlo o cómo serlo.”
“¿Cómo ha sido en el trabajo?”
“Sé de algunas personas que decidieron muy temprano ajustarse a los discursos sociales y comenzaron a trabajar en lugares en los que su identidad no conllevaba riesgo alguno. También sé de otras que tuvieron que hacerlo parasobrevivir,perohansidomuyinfelices,porquenoera lo que querían. Sienten que tuvieron que renunciar a sus sueños. Conozco también a quienes sencillamente dejaron de luchar porque no podían más y quienes llevan la lucha a cuesta, día a día, paso a paso.”
En ocasiones,no hacefalta ir lejos paradescubriry fundar. El campo de acción está tan cerca como el hogar, el vecindario, la escuela o el lugar de trabajo. Las batallas pueden ser terribles, las heridas profundas y los heridos incontables.
Comencemos por la sopa de letras. En la edición del 13 de abril de 2023 del periódico Primera Hora, en el marco de la Primera Conferencia Internacional de Comercio y Turismo LGBT+ de Ecuador, se cita a Felipe Cárdenas, presidente de la Cámara LGBT+ de Colombia, expresar que se ha etiquetado a actividades y personas alrededor de unas letras que representan el concepto de diversidad sexual. Hay dos niveles de interpretación. Por un lado, está el hecho innegable de que el llamado colectivo ha conseguido mayor visibilidad y participación para estas personas e incluso ha logrado establecer mecanismos legales para proteger sus derechos y su seguridad. Por otro lado, sin embargo, se ha creado la impresión de que sólo se puede ser L, G, B, T o + de la maneraen que ellosdicen. Más serio aún,parece que sólo se puede expresar la diversidad de una única manera e incluso hay una obligación para hacerlo. Lo que hay que hacer es añadir letras según vaya siendo necesario.
El colectivo tiene fortalezas obvias, pero no puede ser el único medio de expresión para una realidad multifacética. Hay personas que no desean pronunciarse socialmente y son felices tal y como viven. Bajo ningún concepto piensan que están encerradas en un clóset. Valoran y defienden su privacidad. Hay otras que entienden que se ha vivido demasiado tiempo bajo la marginación y los prejuicios y es tiempo de hacer algo al respecto, en ocasiones algo combativo. El colectivo no tiene una única identidad o carta de membresía.
Hubo un momento en el que se trató de legislar al respecto, pero se levantaron voces de alerta advirtiendo sobre el peligro de ser considerados como minorías que necesitan de un acompañamiento constante. No hay algo malo en las leyes que procuran crear mejores condiciones de vida y trabajo, pero la verdadera inclusión no es algo que se legisle sin más. Sin una verdadera educación que las acompañe, las leyes pueden convertirse en objeto de discusión y ataques. El autor recuerda a una persona decir que “Necesitan leyes que les permitan ser como son porque por ellos mismos no saben quiénes son y no pueden hacer nada”.
Se trata de cambiar radicalmente esta mentalidad, comenzando por la superación de los estereotipos. Estos son una idea estructurada y aceptada por la mayoría de las personas como representativa de un determinado sector social. Forman parte de una imagen rígida e inflexible, creada a partir de una concepción estática sobre las características generalizadasde los miembros de esa comunidad. El homosexual es así y siempre será así. El siguiente paso es asociar al estereotipo conductas que pueden darse en otros escenarios, pero que en este grupo se entienden como algo natural. El ejemplo más triste es la idea de que todos los homosexuales son pedófilos. Los estereotipos pueden ser implícitos (inconscientes) o explícitos (conscientes, intencionales). No son ciertos, pero adquieren una cualidad de verdad y son tomados como verdaderos, convirtiéndose en una manera de explicar las diferencias sociales. Muchas veces están apoyados por una pseudociencia y en otras ocasiones se amparan en determinados pronunciamientos religiosos y, por lo tanto, no se cuestionan, ya que “Dios está de nuestro lado”.
Tienen la particularidad de ser fragmentarios; se mira al grupo y no al individuo. Proveen una sensación de
seguridad, de que todo está en su lugar y cada persona sabe dónde le corresponde estar, escudándose tras una ilusióndeconsistenciaycoherenciaabasede esasmismas generalizaciones.
La superación de los estereotipos se dará conforme cada grupo social entienda que no le toca a otras personas o grupos definir quiénes son y cómo deben ser e incluso que decidan por ellos, afirmando una especialidad en algo que no conocen. No se puede seguir permitiendo que otros narren la historia y marquen el rumbo a seguir de quienes son diferentes a ellos. Cada persona y cada grupo tiene derecho a narrar su historia como entienda correcto. Lo importante es tener claro que no hay una sola historia porque no hay una sola persona que resuma en sí misma todo lo que entendemos por humanidad.
Hay una población que presenta necesidades muy especiales y requiere otro tipo de acompañamiento profesional. Las personas transgénero no se pronuncian ser ni L, ni G, ni B, sino algo distinto. En un momento se unieron al colectivo para recibir protección numérica, pero desde hace unos años, grupos en algunas ciudades han comenzado a reclamar su propio espacio. El reto está
en que no todos los demás grupos están preparados o dispuestos para darles el espacio que reclaman y se pueden dar situaciones muy complicadas.
También en este sector social hay una gama de personas. Van desde quienes cuestionan su identidad de género hasta las que están convencidas que definitivamente deben transicionar al otro. Hay algunas que también están definiendo su identidad sexual y la situación las confunde grandemente.
Tal vez las que más necesitan acompañamiento en el ambiente laboral son aquellas que están siendo tratadas con hormonas o procedimientos quirúrgicos para lograr una transición exitosa. La introducción de hormonas en el cuerpo va mucho más allá que lo químico o biológico. Abre un mundo distinto al conocido para el cual no se ha dado la debida educación socializadora. Sabemos de hombres biológicos transicionando a mujer a quienes los cambios hormonales producen mucha confusión. No se trata de tomar algo y esperar que el resultado llegue automáticamente. Simone de Beauvoir decía con razón que “No se nace mujer. Se hace mujer”.
Entendemos que hacerse mujer es llegar a ser mujer. No es posible dar por vividas etapas del crecimiento y el
desarrollo como la adolescencia, o vivencias como las primeras experiencias amorosas. Llegar a ser mujer, al igual que llegar a ser hombre, abarca mucho más que lo puramente biológico. No se trata de saltar etapas sin más y esperar que no haya consecuencias. No sólo el aspecto biológico o médico es importante. El emocional también lo es. Diariamente se escuchan noticias de cómo estas personas tienen un alto índice de pensamientos, ideaciones o conductas suicidas, ya sea por el rechazo de sus seres queridos, las pocas oportunidades de empleo y socialización, el tiempo que toma el proceso, la poca o ninguna ayuda que reciben de grupos como las iglesias y un sentimiento de minusvalía y fracaso personal. Los servicios de acompañamiento y apoyo profesional pueden darse directamente a ellas y mediante encuentros con los compañeros y compañeras de trabajo a fin de compartir parte del proceso y narrar una historia con maticesmuy distintos a los conocidos. Sin duda, la empatía será el mejor motor para el cambio.
Dado que en el ambiente laboral hay múltiples relaciones, también se debe prestar atención a los compañeros y compañeras de la persona transgénero. Es posible que hayan estado trabajando en un mismo
espacio por años y no tienen claro lo que está pasando o lo que deban hacer. También son posibles sentimientos confusos, como sentirse traicionados o al margen de una situación compleja. Hay que escuchar sus narrativas. En el escenario laboral, la lucha se dará en dos frentes a la vez. El primero es el miedo a la sexualidad, sea la que sea, como expresión de nuestra humanidad. Debe ser presentada como una conducta, pero no como toda la conducta. Conlleva integrar conceptos como identidad sexual, identidad de género y orientación sexual. El primero hace referencia al aspecto biológico; el segundo a las maneras en que la persona se ve a sí misma y su integración en la sociedad, y el tercero apunta a la interacción afectiva y amorosa hacia otras personas. El segundo frente tiene que ver con la diversidad. No sólo aplica a las personas, sino a las maneras de trabajar. También en ello hay diversidad. La diversidad no es la excepción, sino la norma. Somos una sociedad formada por personas diversas en su color, sus creencias, sus costumbres, prácticas y estilos de trabajo El criterio de mayor peso en este escenario debe ser el trabajo. Si la persona lo hace como es debido, ser hombre o mujer sigue siendo importante, pero no es lo más importante.
13 de abril de 2023
Señor Ramón Guzmán
Calle Gardenias 116
Urbanización Parque Florido, Ponce, Puerto Rico 00717
Querido tío:
Espero que tú y el resto de la familia estén bien.
Tengo pensando darme la vuelta por allá porque ya son varios meses sin verlos.
Me preguntasdel trabajonuevo.Te diré.Recuerdo mi primera entrevista de trabajo hace años. En la solicitud sepedíadominiodelectura yescrituraen inglésyespañol.
Primero inglés; es algo que no se me olvida.
En la entrevista para el segundo trabajo se pedía evidenciar destrezas de mecanografía, así que salí y compré una máquina de escribir y estuve practicando sin parar. Todavía la tengo.
En cadaentrevistahahabidoalgonuevo.Recuerdo una en la que pidieron destrezas en WORD PERFECT.
Imagínate cuánto tiempo ha pasado que esa aplicación ya no existe. MICROSOFT WORD acabó con ella. Luego pidieron destrezas básicas en EXCEL y POWER POINT. Menos mal que conté con la ayuda de algunas personas y también pude usar algunos tutoriales en YOU-TUBE. El equipo también se ha transformado. Recuerdo los disquetes, los monitores que pesaban mucho y ocupaban casi todo el escritorio y me sorprende ver que todo esto ha cambiado en muy poco tiempo. La primera vez que viun jump drive dije que no era posible almacenar tanta información en algo tan pequeño. Ahora ando con cinco en mi mochila y si no encuentro alguno, me sube la presión. En mi trabajo actual hay una parte del almacén que sirve como museo y han montado una oficina como las de antes para que recordemos los orígenes y veamos el camino andado. Hay quien dice que es para que no nos quejemos pues somos privilegiados al contar con nuevos y mejorados productos. Sigo usando una agenda en papel, lo que hace reír a algunas personas. Me dicen una y otra vez que hay nuevas maneras de almacenar la información, todas muy seguras. Casi siempre, cuando estoy a punto de dar el
salto para usarlas, surge algo como lo de Acueductos y vuelvo a atrincherarme.
Cada trabajo ha exigido más conocimiento en las distintas tecnologías. Una de las razones es que agiliza los procesos, aumentando la productividad y la eficiencia. Es verdad que toma tiempo aprender a manejarlas, pero a la larga, son una gran ayuda. Lo que antes se hacía manualmente y tomaba mucho tiempo, ahora se hace en cuestión de horas y hasta minutos. Aunque la inversión inicial en licencias y adiestramientos es alta, el dinero invertido se recupera bastante rápido.
Otra ventajaesque ayudaalasempresasaser más competentes y competitivas. Lo primero conlleva estar al día en los adelantos, tanto tecnológicos como los asociados con los productos, mientras que lo segundo ayuda a mantenerse a la vanguardia de otras compañías que mercadean algo parecido. En nuestra empresa, cada vez que hay una reunión para discutir algo nuevo, hay personas de la división de tecnología presentes y siempre tienen algo que aportar.
El tiempo ahorrado es considerable. Ya los clientes no se conforman con esperar por una cotización o un tiempo de producción. Algunos han hecho la búsqueda de
información y llegan con muy buenas preguntas, mostrando a veces las tarifas y la variedad de productos de otros lugares. Hay hasta quienes dicen haber leído esto o aquello en alguna revista o a través del INTERNET y no se contentan con respuestas fáciles. Al lado nuestro hay una impresora. Los dueños dicen haber perdido mucho dinero porque ahora las personas diseñan sus propias portadas, compran la etiqueta de barra y el número de ISBN y llegan con el producto camera ready. Antes cobraban $40.00 adicionales por la portada y $35.00 por la barra. Imagina lo que están dejando de ganar.
Las distintas tecnologías también han agilizado la comunicación entre empleados, así como entre la firma para la cual se trabaja y otras compañías, como por ejemplo, las que tienen que ver con el suministro de los materiales y las que se encargan de la transportación y distribución del producto final. En este sentido, las distintas plataformas de las redes sociales tienen muchas ventajas. Yo todavía no me he animado a usarlas y al menos en este campo prefiero seguir haciendo las cosas como antes, llamando por teléfono o enviando un mensaje a través del correo electrónico. Ahora que escribo esto, me río porque hace muy pocos años el
correo era únicamente el postal. Aunque no se quiera, los cambios llegan ysequedan.Quienesno seadaptan corren el riesgo de quedarse fuera de la carrera.
Obviamente, todo esto ha llevado a mejorar la seguridad interna, tanto en cuanto a los procesos como las personas. Hay muchos adiestramientos sobre cíber seguridad para saber qué hacer en caso de un ataque cibernético.De hecho, hay empresasque cuentan con una división de seguridad o pagan tarifas muy altas a compañías que saben de esto y contamos con un grupito que se encarga de hacer los debidos resguardos. Me preocupa que estas personas lleguen a convertirse en tecnócratas con poder, como advertía Foucault, y puedan desviar negativamente lo que se está haciendo. Además, confiar demasiado en las tecnologías puede ser arriesgado. Lo vimos después de Irma y María, cuando estuvimos meses sin electricidad y tuvimos que reaprender cosas olvidadas.
La incorporación de las tecnologías ha hecho que adquiramos un nuevo vocabulario, con términos muy técnicos y sofisticados. Para algunos es un avance, pero pienso que tiene el riesgo de limitar lo que se dice y cómo se dice. Es verdad que hay que ayudar a agilizar los
procesos, pero creo que no vernos las caras directamente y hablar únicamente por las computadoras nos está aislando a unos de otros. Algo parecido veo en las reuniones presenciales, cuando nadie levanta la cabeza del celular, la tableta o la laptop. La comunicación es mucho másque el aspecto verbal. Limitar la comunicación a lo mínimo es un empobrecimiento. Seguir los guiones establecidos mata la espontaneidad.
Otro adelanto es la mayor versatilidad en las presentaciones. Hay quienes usan programados existentes y otros que montan una película de cine.
Entretiene y es divertido, pero pienso que el medio puede opacar el contenido y se tomen decisiones de acuerdo a criterios secundarios. Por otro lado, esa misma versatilidad es tan rápida que hay veces que ni me atrevo a usarla para que alguien no me diga que es historia antigua. Estuve usando la pizarra blanca y el proyector de transparencias (el llamado overhead proyector) hasta que me cansé de estar en la prehistoria. Supongo que es cuestión de gustos.
Obviamente, la pandemia y el teletrabajo han forzado muchos cambios, lo que en sí es algo bueno. En nuestro caso, nos ayudó a identificar espacios o procesos
redundantes y llevar a cabo el streamlightning necesario. Esto sí ha sido una verdadera ganancia. De hecho, cuando comenzamos a regresar de manera presencial vimos que en ocasiones no era necesario estar las ocho horas en la oficina. Cada persona venía con su trabajo, se ponía en común yseidentificabannuevoscometidos.Aquísípuedo asegurar que ha habido una mayor economía de los recursos y un mejor uso del tiempo.
Supongoque granpartedel éxito tieneque vercon la naturaleza de la empresa. Hay oficinas médicas en las que ha sido necesario destinar un espacio para los expedientes, convirtiéndose en un foco de esporas que pueden provocar infecciones respiratorias. Tanto allí como en otros lugares parecidos, la digitalización de expedientes ha sido de gran ayuda.
Algo parecido se da en las oficinas de colocación de empleo. Para este trabajo tuve que reunirme con un profesional de consejería de vida y carrera. Además del tiempo dedicado a la entrevista personal, pude completar varios inventarios de intereses vocacionales. Hacía años había hecho algunos de manera impresa y reconozco que en estaocasiónlaexperienciafue mucho mássatisfactoria ya que la tabulación de las respuestas fue rapidísima,
permitiendo un diálogo más profundo. En este caso, además, me gustó mucho cuando me dijeron que esos instrumentos no son infalibles y que los resultados no están escritos en piedra, sino que pueden cambiar con los años, lasmetasylaexperienciaacumulada.Sonuncriterio más.
Supongo que es inevitable adaptarse para no quedarse al margen. Un ejemplo que nos dan es el de las agencias de viajes. Antes eran el único medio, fuera de ir directamente al aeropuerto, para comprar el pasaje, pero cuando las personas tuvieron la opción de comprarlo directamente a través de INTERNET, esas compañías tuvieron que reinventarse y diversificar ofertas a la carrera. Ahora son facilitadores de aventuras y les va muy bien. Me alegro por ellos.
Algo nuevo que no acabo de entender es la entrada de los programados de inteligencia artificial. Tengo clarísimo que ahorran un tiempo de búsqueda considerable, pero me preocupa haber leído que no siempre saben distinguir datos verdaderos de falsos. Además, existe lo que para mí es el peligro de no hacer el análisis personal de los datos recopilados para convertirlos en información. El trabajo y la aportación
individual no debe desaparecer. Después de todo, se supone que nos formaron para ejercer la reflexión y el pensamiento críticos.
En resumen, el trabajo me gusta y hasta ahora me va bien. Tengo que seguir aprendiendo a llevarme con las tecnologías no sea que la próxima persona redundante sea yo, tal y como les ha sucedido a personas incluso más jóvenes, pero que no han podido con el embate. Todavía tengo unos cuantos años de productividad.
Con todo mi cariño,
Para Ariel Omar, con todo el amor de su papá.
“No sé si hice lo correcto.”
“¿Con respecto a?”
“Una decisión que tomé.”
“Cuéntame.”
“Tengo un Bachillerato en Humanidades, con concentración en inglés. Trabajé un tiempo dando clases en un colegio privado. Aunque me gustó mucho, no tenía apoyo de la dirección y el director académico me decía una y otra vez que ese entusiasmo inicial se me iría con los años, por lo que no seguí. Coloqué mi resumé en 45 lugares distintos. Conseguí trabajo en un negocio en el que estuve año y medio. Era bueno, pero no lo que quería.”
“Lo lamento. ¿Qué pasó después?”
“Me hablaron del Ejército y las posibilidades que presenta. Ya firmé.”
“¿Cómo fue el proceso?”
“Comencé por buscar información. Luego hablé con varias personas que lo habían hecho. Después fui a un centro de
reclutamiento. Tomé el ASVAB; salí bien, y completé el proceso. Me voy al básico dentro de unos días.”
“Hasta ahora parece que lo pensaste bien. ¿Cuál es el problema?”
“Mis papás son antimilitaristas y pacifistas. Aunque me están apoyando, se les ve la preocupación. También los noto tristes. Me están ayudando con los documentos, otros preparativos y las cosas que tengo que llevar, pero hablan muy poco del tema. Creo que están sorprendidos porque nunca antes había mostrado interés por la milicia. Cada vez que en la televisión sale algo relacionado con el tema, cambian el canal en cuestión de segundos.”
“¿Qué piensas de eso?”
“Los entiendo. Tal y como están las cosas ahora mismo en el mundo, no estar preocupados es una postura irreal.
Tengo claro que en este momento es lo mejor para mí, pero me duele verlos así, respetando mi decisión, pero muy tristes y sentir que no puedo hacer nada.”
“Vale. Creo que con lo que me has dicho, podemos hacer algo para ayudarte y ayudarlos.”
Acercarse al tema de la milicia como opción profesional desde la realidad puertorriqueña es mucho más complicado de lo que parece ya que hay muchas facetas que atender, algunas de las cuales son difícil de identificar a simple vista. Otras tienen una carga emocional sumamente fuerte por las posibles consecuencias que arrastran. Todas impactan, no sólo la vida de quien lo está considerando, sino también la de sus personas significativas. Precisamente por esta última nota, habrá que evaluar la prudencia o conveniencia de abrir el proceso a toda la familia o allegados.
En este escenario de la consejería de vida y carrera, los profesionales de ayuda deben mantener a raya sus propios sentimientos y creencias, no importa el matiz de los mismos. La prioridad es crear un espacio en el que la persona que está plateándose esta opción pueda compartir sus preocupaciones, planes, proyectos e inquietudes en un clima de respeto y apoyo. Como en todoproceso de decisión,hayunos pasos importantes. Antes de mencionarlos, conviene señalar que la revisión de literatura ha descubierto modelos de toma de decisiones que incluyen desde cuatro hasta siete pasos. Este dato advierte sobre los riesgos de fijarse en
una sola manera de hacer las cosas, o pensar que hay etapas no negociables por las que hay que pasar y que de por sí garantizan el éxito del trabajo realizado. Nada más lejos de la verdad. Cada persona y cada asunto son distintos, por lo que el proceso de ayuda deberá atender particularidades especiales.
Todos los modelos examinados coinciden en que un paso importante es la búsqueda de información. En este caso se habla de lamilicia en general y de larama que ha despertado interés. Obviamente, la información siempre estará sesgada de alguna manera. Por parte de las ramas, se presentará una imagen que puede ir desde lo aventurero, lo patriótico o incluso lo fantástico. Por parte de quienes piensan de manera contraria, el cuadro será muy distinto. El proceso de ayuda servirá para identificar y controlareste tipo de variablesyproducir una imagen más clara y menos prejuiciada del lado que sea.
Otro elemento común a los modelos investigados es el de definir o precisar lo que se pretende lograr con la decisión a tomar. No es lo mismo asegurar un futuro más holgado que el actual; alcanzar independencia y estabilidad económica; el deseo de acabar con el terrorismo en todo el planeta; salir de los confines de la
casa y el pueblo para conocer otras realidades, o dar rienda suelta a ideas, tal vez no equivocadas, pero sí incompletas. En esta dirección, los autores proponemos precisar lo más posible las ideas que se tienen, tal vez comenzando por quitar exageraciones o falsedades, no importa el lugar del cuadrilátero en que estén. Conviene promover que sea la misma persona quien llegue a cualquier tipo de conclusión y no que se sienta llevada, dirigida o manipulada por alguien más. A esto nos referimos con el título de este apartado. La opción debe ser una verdadera salida o al menos el inicio de ella y no una encerrona de la que sea muy difícil salir.
Los modelos sugieren que el siguiente paso es tomar la decisión y luego evaluar los resultados. En el caso de la milicia es un poco más complicado, ya que la jura de bandera está de por medio y éste es de por sí un paso decisivo. Otra posible complicación tiene que ver con el hecho de que el entrenamiento básico no es lo mismo que la vida militar, sino una especie de antesala para discernir si se cuenta con lo necesario. Evaluar algo que no se conoce con claridad es muy arriesgado si se hace única y exclusivamente por un número de semanas (ocho, en el caso de la Guardia Costera; 13, en el de la Infantería de
Marina),sumamenteintensas.Paranavegarestapartedel río ayudaría contar con literatura que esté al alcance de la persona. En algunos casos, hay películas que pueden servir para motivar el diálogo.
La evaluación del proceso y de cada parte del mismo debe ser constante. En este apartado, la persona debe tener claro que no sólo está evaluando el futuro que ha escogido y los medios para lograrlo (la rama seleccionada), sino, tal vez más importante, a sí misma. A los autores nos parece de vital importancia mantener abierta laposibilidad de que las cosas no resulten como se esperaba y no por esto la persona ha fracasado o es una persona fracasada. Durante el diálogo, es buena idea hablar sobre esto, al menos hasta que se tenga claro que la persona está convencida de lo que está haciendo. En algunos casos será necesario ayudar a las personas significativas entender que, a pesar de que la jura de bandera es un compromiso, en algunos casos se pueden explorar opciones a seguir adelante debido a la palabra dada. Lo importante es el bienestar y la felicidad de la persona. Además, la milicia suele tener buen ojo en esto.
El elemento del tiempo es decisivo. Lamentablemente, muchas personas buscan ayuda luego
de haber tomado la decisión e incluso después de haber jurado bandera. De ser éste el escenario, el proceso debe convertirse en una ayuda para identificar y ensayar destrezas de manejo ante asuntos imprevistos o resultados no deseados. De contar con tiempo y haber identificado que la persona está considerando la milicia “porque no hay más nah”, es aconsejable explorar otras opciones,incluso las carreras cortasque permitan generar un ingreso y sentirse productivas. La experiencia enseña que muchas veces ésta es la realidad de jóvenes de ambos sexos.
Un posible punto de arranque (hay otros) es indagar sobre la rama de la milicia que se ha seleccionado. Ciertamente, no es lo mismo la Fuerza Aérea, que la Fuerza Naval o Armada. Tampoco es igual que formar parte de la Infantería de Marina, o como son conocidos, los Marines. En estas tres ramas, la motivación va mucho más allá que encontrar un trabajo que garantice un futuro mejor. Se asume que la persona tiene la meta de hacer de la milicia su carrera a largo plazo y se siente atraída por los distintos aspectos de la vida militar, incluso estar en escenarios de guerra. Tiene que darse el deseo de comprometerse totalmente con tres estilos de vida muy
particulares. En la Armada, por ejemplo, se debe considerar los costos emocionales que conlleva estar embarcados por tiempos prolongados, muy lejos del país y el hogar. Pilotear un avión exige unas destrezas en continuo desarrollo y ser exageradamente responsables con un equipo que cuesta miles de dólares. Los marines equivalen a las legiones de muchos otros países y cuentan con una imagen que va desde o glamoroso hasta lo terrible. Cada rama de la milicia, incluyendo la Guardia Costera, tiene su propia cultura. Incluso cuenta con su propio vocabulario. Su manera de hacer las cosas, con distintos procedimientos y estilos de manejo, comunica claramente estar en un mundo muy distinto al civil. Conviene clarificar si la persona tiene claro que nuestro país no cuenta con fuerzas armadas propias. El dato es importante ya que, independientemente de la identificación política, no se está entrando en una milicia autóctona, sino foránea, con sus propios intereses. Como han expresado algunas personas que han pasado por la experiencia, se convierten en soldados de prestado. Por mucho que se pretenda, no hay tal cosa como un orgullo patriótico militar, ya que esas fuerzas armadas no forman parte del imaginario colectivo conocido como patria.
Ser mujer abre una panorámica enteramente distinta a la del varón. Ciertamente, participar en la milicia y llegar a tener experiencia en el campo de batalla puede muy bien ser considerado como una conquista para las mujeres y es preciso abrir más escenarios para ellas. No obstante, tal y como vemos casi diariamente en las noticias, los episodios de discriminación, maltrato y distintos tipos de abuso son elementos a tener en cuenta. Ésta podría ser una preocupación por parte de las personas significativas ydebe ser atendida con laseriedad que se merece.
Un dato adicional tiene que ver con el hecho de que se forma parte de la etnia latina, pero esto no es igual a haber nacido en los Estados Unidos y tener ascendencia mexicana, boricua, o de cualquier otro lugar. No se es Mexican-American, sino Rican, sin más, y cuidado si se topa con el concepto de spiks que se niega a morir.
El dominio del inglés cierra y abre puertas. Ésta no es una ficha negociable. Es imprescindible fortalecer las destrezas en el inglés para no quedarse en el último vagón del tren, limpiando letrinas. Si a esto va unido el que la decisión esel primer intento de vidaindependiente, habrá que ayudar a la persona a tomar conciencia de que hay
lagunas que debe vadear antes de dar los pasos siguientes. De nuevo, el tiempo es un factor decisivo ya que muchas veces no habrá oportunidad de clases remediales o tutorías en el inglés, recordando que no se trata sólo del idioma, sino de distintos aspectos culturales fuertemente influyentes.
Dos notas propias de la vida militar son la obediencia y el trabajo en equipo. El primero no se limita a seguir órdenes. Tiene que ver también con los objetivos fijados, muchas veces desconocidos por los soldados de fila y las respuestas a la autoridad. El trabajo en equipo tiene dos vertientes: trabajar como batallón o destacamento, y ser amigos entre sí. Ni el uno ni el otro se dan automáticamente. Hay que ganarlo a pulmón.
Una característica común a todas las ramas es la inmediatez de la respuesta. En caso de guerra o cualquier amenaza, es vital responder primero y pensar después. Es una destreza que se puede aprender con mucha práctica. El peligro está en las posibilidades de dejar a un lado el pensamiento crítico y adentrarse en áreas grises con elementos éticos que pueden chocar con el momento.
Detengámonos un momento en el tema de larama seleccionada y fijémonos en el Ejército. No tiene el mismo
atractivo o encanto (lo que en otras lenguas se conoce como glamour) que la Fuerza Aérea, la Armada o los Marines, pero es el que está a la mano para muchas personas. Los reclutadores son excelentes vendedores de sueños y tal vez esos sueños son los que la persona necesita en ese momento particular de su vida. Una estrategia muy útil es de la preparar listas con preguntas sobre asuntos a corto y largo plazo que se puedan hacer a los reclutadoresyluegodiscutirlasen elprocesode ayuda.
Una de estas preguntas clave es “¿Qué sucedería si…?”. Ayudano sólo aconocer la respuesta institucional,sino las que la propia persona pueda formular.
Dos datos finales. No tenemos claro cuál va primero. No es lícito olvidar que la milicia y la guerra van de la mano y que en la guerra una persona puede ser herida o herir a otras, matar o ser matada. Se trata, en resumidas cuentas, de que en este trabajo, parecido, pero muy distinto al de los agentes del orden o los bomberos, la vida está en juego nada más abrir los ojos cada día y si se pierde, no es recuperable.
Es cierto que la experiencia militar ha sido de gran beneficio para muchas personas y tal vez sea el caso de quienes buscan nuestra ayuda. Ahora bien, la situación
actual del planeta no revela un futuro color de rosa, sino una maraña de confusiones y desaciertos, todos con graves consecuencias. Esa es el otro dato. Siempre hemos señalado que la madurez es la capacidad de tomar decisiones planteándose posibles consecuencias, pero éstas no siempre se ven con claridad. Una respuesta ética y práctica por parte de los profesionales de ayuda es aconsejar a la persona a identificar y hacer uso de las distintas ofertas de ayuda existentes dentro de su rama y, de ser prudente y posible, mantener contacto con el profesional que la ha atendido en Puerto Rico. De darse esta posibilidad, siempre en unión con quienes ejercen la consejería en cada ramade lamilicia,setrabajarán lastres
áreas más destacadas: ejecutoria, respuestas a los eventos (especialmente los traumáticos), y crecimiento profesional.
La meta siempre soñadaes lograr que de las lanzas podamos hacer podaderas. Luego de siglos de intentada, sigue siendo una meta lejana, pero alcanzable.
“Hola.”
“Hola. ¿Cómo te ayudo?
“Vengo a que me den el examen.”
“¿Qué examen es ese?”
“El que dice lo que tengo que estudiar.”
“Ah. ¿Quién te habló de ese examen?”
“Unos amigos. Me dijeron que aquí lo dan.”
“Bueno. No es exactamente así. Primero me gustaría conocerte un poco. ¿Cuántos años tienes? ¿Qué estás haciendo con tu vida?
“19 años. Estoy en la uni, para un bachillerato en educación elemental; segundo año.”
“¿Y cómo te ha estado yendo en la universidad?”
“No muy mal, pero no es lo que pensaba.”
“¿Cómo así?”
“Hay demasiadas clases que no sé por qué hay que tomar y demasiados trabajos.”
“Eso es todo?”
“No quiero perder más tiempo si no es lo que quiero.”
“¿Cuánto cuesta el examen?”
“No tan rápido. Todavía tenemos que hablar un poco más.”
Posiblemente, éste es el capítulo que muchas personas esperaban. ¿Cómo asistir a jóvenes que no tienen claro lo que desean hacer con su futuro? ¿De qué maneras podemos ayudarles a entender qué conlleva hacer un proyecto de vida que sea motivador y lleno de esperanza?
¿Cómo podemos hacerles comprender que el tiempo es su aliado y no su enemigo? Parece un trabajo de magia.
Esbocemos algunas ideas, recordando que cada profesional de ayuda tiene su propio modelo teórico y estilo de trabajo. Tengamos presente también lo que hemos advertido sobre las iniciativas tipo recetario. No siempre funcionan.
Tenemos claro que este proceso no se termina en una única entrevista o con la administración de un inventario de intereses vocacionales. Más importante aún, no estamos de acuerdo con los inventarios autoadministrados, sin alguien que ayude ainterpretar los hallazgos.Tampoco creemosque setratadeparear rasgos de la personalidad con posibles escenarios laborales.
Aunque en un momento funcionó, casi desde el inicio hubo personas que cuestionaron este enfoque y se rebelaron contra el mismo, no deseando quedar encasilladas en un único compartimento. Tampoco se
limita a aplicar ideas como si fueran ingredientes del producto final, esperando que al cabo de un número de reuniones o entrevistas, todo esté resuelto y lo que falte sea llevarlo a la práctica.
Es esencial tomar en consideración la historia de la persona, la influencia de su familia de origen, el tiempo disponible para alcanzar las metas fijadas, los medios para lograrlo y la intención de llevarlo a cabo. Una manera de hacerlo es invitar al joven o a la joven que se describa. Tal vez sea unapreguntadifícilde entendero serespondacon respuestas trilladas, repitiendo lo que se piensa correcto. Ayuda preguntar qué quiere llegar a ser, por qué, cómo piensa que puede lograrlo, con qué destrezas y talentos cuenta. Esta última idea apunta al concepto de autoeficacia, el cual ya hemos descrito como la creencia de que se puede intentar determinada empresa. Aunque no hay garantías de lograrlo tal y como se esperaba o deseaba, intentarlo ya es de un enorme valor en sí mismo.
En cuanto a la familia se refiere, es buena idea explorar la dinámica del hogar, prestando atención a los apoyos recibidos o negados. En Okinawa dicen que es bueno vivir lo suficientemente lejos de la familia para no tener que encontrarla diariamente, pero lo
suficientemente cerca como para llevarles un plato de sopa caliente a pie si fuera necesario. Tiene su parecido con la familia boricua. Conocer los lazos familiares ayuda también en cuanto a la manera en que se entiende el trabajo. Para algunas familias es una carga mientras que para otras es un medio para una vida mejor. En caso de que las personas tengan que invertir un tiempo largo de formación, tener claro el tipo de apoyo que recibirán de sus familiares es fundamental.
Es un buen recurso también explicar la diferencia entre proyecto y plan. El proyecto es la meta final o metas finales y los planes las metas intermedias que ayudarán a lograrlas. Preguntas que invitan a reflexionar sobre del proceso de formación, educación y práctica ayudarán a definir tiempo, costos, así como los distintos procesos que se irán dando a lo largo del camino.
Al invitar a la persona a describirse, se intenta ayudarla a conocer sus ideas, sentimientos, principios, valores y privilegios. Este último concepto es de mucha importancia ya que a esa edad no siempre se tiene claro cómo serhombre o mujer de una clase socialdeterminada ejerce influencia en la vida. Este trabajo de auto investigación también es útil para conocer intereses,
habilidades y áreas a desarrollar. Al mismo tiempo, es un buen momento para introducirlaideade lo fortuito en sus múltiples variantes y cómo se manejarían. Ayuda dialogar sobre lo que la persona entiende por éxito y, obviamente, resultados no deseados y, de manera especial, los riesgos a tomar.
Una posible variable interventora a considerar desde la salida tiene que ver con el hecho de que muchos jóvenes están trabajando, aunque no necesariamente en lo que desean como profesión. Corren el riesgo de confundir trabajo con este trabajo en particular. Dependiendo de los resultados, se puede nublar el juicio y tomar decisiones equivocadas.
Pueden darse dos escenarios. En el primero, hay que trabajar porque hay cuentas que pagar. Lo que se busca es dónde hacerlo rápidamente. Tal vez la persona se siente explotada o no apreciada y se ha convencido de que no es lo que desea para su vida. En el segundo escenario, la persona agradece la oportunidad de generar un salario, pero lo ve como un paso más en lo que define y alcanza otras metas a largo plazo más significativas. Luce más dispuesta a invertir su tiempo en la búsqueda de información y entiende que no se trata de pagar por un
examen con el que al final del camino tal vez no se esté de acuerdo.
Una idea que nos parece clave es distinguir entre lo que se tiene que estudiar y dónde la persona se ve trabajando. Si comenzamos por esta segunda pregunta, la primera se contestará más fácilmente pues consistirá en averiguar dónde se aprende lo necesario para ejercerla, cuánto tiempo toma y cuáles son los costos, sean económicos o sociales. En ocasiones, para ayudar a contestarla es buena idea preguntar dónde la persona no se ve trabajando y por qué. Algunas no se visualizan en el campo de las ciencias porque no le gustan las matemáticas o la educación porque no le gustan los niños, mientrasqueparaotras,lashumanidadessonunapérdida de tiempo en la que terminarán muriéndose de hambre porque en nuestro país no hay muchos espacios que apoyen la cultura y sus diversas manifestaciones.
Durante este diálogo, ayuda mucho aclarar ideas equivocadas. Una de ellas tiene que ver con el pareo de trabajos y sexo. Se piensa que este trabajo es para hombres y no para mujeres, y al revés. Muchas veces son ideas recibidas de la familia. Si las personas están definiendo su identidad sexual, pueden ejercer un gran
peso en la imagen que se forman de ellas mismas y en las decisiones que tomen. Ayudar a plantearse y contestar estos asuntos permitirá tomar una decisión mejor fundamentada.
Cuando se plantea y contesta la pregunta sobre el trabajo, surge de inmediato el tipo de formación que se necesitará. Tal vez requiera un tiempo prolongado de estudios, posiblemente en escenarios de enseñanza superior. Es también el momento en el que se descubre que habrá que salir del país para adquirir una formación más completa, con todo lo que esto conlleva.
Puede ser que haga falta una experiencia práctica supervisada, lo que apuntará a institutos en los que gran parte del proceso de aprendizaje consistirá en ir aplicando las ideas que se van aprendiendo. La necesidad de una licencia por parte del Estado o de agencias acreditadoras y si para obtenerla es necesario aprobar una reválida, son otros dos elementos a considerar. De ser así, hay que indagar también si para mantener vigente dicha licencia es necesario cumplir con horas de educación continua.
Una buena idea es ayudar a distinguir entre empleo o trabajo. Como hemos señalado, el propósito del primero es ganar un salario que favorezca una vida más o
menos estable. En el segundo hay un compromiso mayor. Aunque el salario es ciertamente importante, no es lo principal. Una pregunta útil sería: “Si de momento te encontraras en una situación en la que por un tiempo no pudieras cobrar por el trabajo que haces, ¿seguirías en él?”.
Otra pregunta apunta a la distinción entre carrera y profesión. Ambas incluyen la dimensión del tiempo, el elemento de la formación inicial y permanente, así como el compromiso y la proyección en la sociedad. Como hemos señalado, profesión implica un compromiso personal de mayor envergadura. Supongamos que la persona tiene una idea más o menos clara. Uno de los pasos siguientes es conocer cuánto sabe deltrabajo o profesión identificada.Conviene discernir dónde se ejerce, cuáles son sus alcances y, ciertamente importante, sus limitaciones. Ayuda también saber quiénes ejercen dicha profesión y cómo les ha ido. En el Ikigai se habla de arquetipos. Son los mentores o modelos que tal vez despertaron el interés por una actividad específica. En Puerto Rico, cada vez que alguien habla de moda, el referente obligado es Carlota Alfaro, aunque no se sepa algo sobre ella.
Hagamos una importante aclaración con respecto a las carreras cortas. Estipulamos que no hay algo de malo en ellas, pero la misma palabra señala su mayor desventaja. No son cortas únicamente en cuanto al período deformación,sino en su alcance profesional. Para ayudar a clarificar este asunto es buena idea saber si la persona se ve satisfecha trabajando como gondolera en una tienda por departamentos o como técnico de asistencia dental y si por un tiempo prolongado no piensa moverse en alguna otra dirección. Ayuda mucho tener claro las escalas salariales para saber si habrá aumentos futuros. Una buena estrategia es ayudar a verlas como un momento en la vida y no como palabra final.
Fijémonos ahora en los entornos de la persona, ya que condicionan, no sólo la gama de respuestas que se ha planteado, sino las que son en efecto posibles. No es lo mismo vivir con la familia de origen que formar parte de una nueva familia. Ni siquiera el primer escenario es uniforme. Como hemos visto, hay familias para las que las profesiones están ligadas al sexo o son consideradas parte esencial del legado familiar. Se da por sentado que la persona va a asumir el rol que le corresponde y no mirará en otras direcciones. La narrativa familiar va por encima
de cualquier otra y no esalgo que se queda en telenovelas mexicanas o turcas.
En el caso de nuevas familias, las obligaciones contraídas o aceptadas libremente ejercen su propia fuerza. Si la familia surgió por la necesidad de responder a una situación urgente, como un embarazo no previsto, aparecerán otros tipos de estresores. Sin negar que no es igual para la mujer que para el hombre, no podemos obviar que, pobremente manejados, estos estresores tienen el riesgo de malograr o detener todo proyecto. Es preciso ayudar a cambiar la perspectiva desde donde se mira y entender lo que está pasando como una oportunidad para el crecimiento responsable y una conducta ética hacia otras personas. Ambos autores somos conscientes que se dice fácil.
Es obligatorio mencionar los estilos de personalidad. Muchísimas investigaciones han mostrado que en efecto hay profesionesque responden mejor a una manera de ser que a otras. A modo de ejemplo, se han descubierto correlaciones entre personalidades muy reservadas o estructuradas y la ingeniería. Algo parecido ocurre con laspersonasalasque se leshacedifíciltrabajar directamente con el público o les cuesta mucho el manejo
de las emociones. Parte del proceso de consejería consistirá en identificar lo mejor posible los rasgos de la personalidad,no sólo para saber siresponden auntrabajo específico, sino para que contribuyan a un crecimiento y desarrollo óptimo de la persona, pero nunca como el único criterio o el que prevalezca sobre otros.
Un elemento de reciente aparición tiene que ver con el uso de las tecnologías. Hace 15 años supimos de un colegio privado en el que todavía se enseñaba una clase de mecanografía. Se usaban máquinas Underwood, de infeliz memoria para muchos. No es de extrañar que la matrículabajara considerablemente y que por ésta y otras razones el colegio tuviera que cerrar.
Es importante que la persona tenga claro cómo se siente con el uso de las distintas tecnologías, cuánto está dispuesta a aprender y el tiempo que deberá invertir para dominarlas. En un mercado en el que los cambios son casi diarios, la actualización muchas veces será obligada. Hay otros asuntos a discutir. Uno muy importante tiene que ver con el lugar donde se enseña la profesión que una persona desea ejercer. No es lo mismo viajar diariamente u hospedarse en el país que tener que mudarse a otro lugar. Nadie sabe cómo reaccionará ante
nuevos ambientes hasta que se encuentre de lleno en ellos. Hay dos estrategias para manejar este asunto. La primera consiste en una visita exploratoria al lugar para conocer las facilidades y los lugares en los que es posible encontrar laayuda necesaria. La segundaes comenzar por un recinto del sistema universitario seleccionado que esté cerca del hogar.
Para quienes les sea útil un modelo teórico que organice le trabajo, proponemos el modelo de Vincent
Tinto (1993). Denominado Modelo de Integración de los Estudiantes a la Universidad, integra las características de trasfondo del estudiante, las metas y compromisos, la experiencia institucional y la integración personal.
Según Tinto, la primera etapa de la carrera universitaria es la separación de la familia, de la escuela superiorydeláreade residencia.Lascomunidadesdelos estudiantes de nuevo ingreso son diferentes, no sólo en composición, sino en los valores, normas, comportamientos y estilos intelectuales. La separación del estudiante de su contexto familiar y comunitario ocasiona estrés. Cuando el estudiante se queda en su
hogartiende arechazar los valoresde lafamiliade forma visible para lograr la separación. La etapa de transición viene luego de la separación, es el periodo entre las normas y patrones viejos y los nuevos. El grado de cambio depende de cada estudiante. Por lo general, todos los estudiantes experimentan algún tipo de dificultad en la transición a la universidad. Estrés, aislamiento y desesperanza son algunas de las reacciones que pueden tener. Es muy importante que la estudiante identifique esas dificultades y busque ayuda. Las universidades deben proveer los servicios, a través de talleres, seminarios y cursos sobre la transición a la vida universitaria. El apoyo externo contribuye a que la estudiante se quede en la universidad.
La última etapa de la transición del estudiante es la de incorporación. Luego de que la estudiante cambia sus normas y patrones de comportamiento, se enfrenta al reto de encontrar y adoptar nuevos patrones apropiados para la vida universitaria. Aunque en esta etapa el estudiante ha pasado un obstáculo, no necesariamente va a seguir con persistencia; no es algo asegurado. La incorporación a la vida universitaria es un
proceso continuo. En las universidades en donde hay hospedajes, se provee una gran variedad de actividades formales e informales, tales como las fraternidades, sororidades, asociaciones de estudiantes, programas extracurriculares y las intramurales. Aun así, algunos estudiantes no logran incorporarse a la vida universitaria.
Sin el apoyo externo muchos estudiantes, eventualmente, abandonarán la Institución porque no pueden establecer membresía intelectual y social de forma satisfactoria. El primer contacto con la universidad que tiene el estudiante es en el proceso de reclutamiento; si la información que se le ofrece es incorrecta o incompleta, puede que entre a laInstitución con falsas expectativas. Es responsabilidad de la Institución aclarar las dudas y ofrecer toda la información que tiene disponible.
En el modelo de Tinto se da importancia a las características que trae el estudiante, tales como el trasfondo familiar, las habilidades y destrezas, así como las académicas. Si el estudiante trae hábitos y destrezas básicas de estudios y si su familia lo apoya, porque tiene interés de que continúe estudiando, lo ayudará mucho
en la etapa de transición. Si no es así, el estudiante encontrará mayores obstáculos.
Se consideraelprimersemestreen launiversidad como un periodo crítico. En esta etapa se pueden observar las deficiencias académicas que traen los estudiantes y es cuando la universidad puede intervenir y ayudar en el proceso de transición proveyendo asesoría académica. Dicha asesoría puede incluir, entre otras, el desarrollo de destrezas de lectura, escritura, hábitos de estudio y el uso de las bibliotecas. Es importante que los estudiantes tengan contactos efectivos con el personal, tanto docente como no docente de la Institución.
Es importante en esta etapa que los estudiantes tengan todalainformación sobre la institución educativa de su interés, para que puedan desarrollar los contactos personales que los ayudarán en la transición. La universidad debe tener accesible la información sobre los requisitos de graduación para que los estudiantes tengan y sepan usar una guía que les permita completar sus estudios.
El éxito en los estudios universitarios depende en gran medida de las metas y el compromiso del
estudiante respecto a la institución. Cuando el estudiante tiene sus metas claras y está comprometido con su educación, tiene mayor motivación para continuar estudiando. En la experiencia institucional se incluye el desempeño académico, la interacción con la facultad y el personal, las actividades extracurriculares y la interacción con los pares. En el área de integración personalynormativaseincluyelaintegración académica y la integración social. La integración social y la intelectual son esenciales para la persistencia que tiene el estudiante para mantenerse en la universidad.
Los estudiantes que quieren aprender son los que se quedan en la universidad. En ocasiones los estudiantes consideran que graduarse de una institución, en vez de otra, abre puertas y esto es parte de su compromiso.
En el condado de Kent, en Inglaterra, hay un pueblecito llamado Aylesford. Se hadocumentado presenciahumana desde el Neolítico y hay datos históricos desde muy antiguo. La población no llega a dos mil habitantes, dependiendo de la época del año.
El origen del nombre es sugestivo. La leyenda dice que Aegel, jefe tribal, controlaba el paso por el río Medway. El paso vino a ser conocido en inglés como Aegel’s Ford, o el cruce de Aegel y con el tiempo se acortó a Aylesford. Otra versión señala que, en el inglés de ese tiempo, Aylesford significa “All (Ayles) can cross (ford)”, “Todos pueden cruzar”, aunque haya una tarifa a pagar.
Nos agrada esa idea y creemos que ilustra lo que pretendemos en el ejercicio de nuestra profesión. En el libroquepublicamosjuntos en 2020señalábamosquenos gustan los puentes. Son medios para el encuentro y el intercambio entre nuestras carretas. De eso se trata también este libro, cruzar espacios para encontrarnos.
Como profesionales de la conducta, o de ayuda, como se prefiera, somos conscientes de nuestra identidad, caracterizada por el servicio a quienes precisan
un tiempo y un espacio para atender y manejar asuntos importantes en su vida. El trabajo es uno de ellos. Con nuestro propio estilo profesional, estamos abiertos a la ambigüedad propia de la vida, al cambio que suele llegar sin avisar, y a los contextos culturales que enmarcan y en ocasiones deciden el comportamiento.
Más que simpáticos, somos empáticos. Vivimos en el presente, pero orientados hacia el futuro, por incierto que parezca. Tenemos clara nuestra identidad y motivación profesional, la cual entendemos a la vez como vocación y misión y que sigue apasionándonos.
Conscientes de nuestros sentimientos y valores, somos capaces de reinventarnos para seguir siendo fieles, porque de eso se trata el ikigai colectivo que formamos.
Con el autor de la Segunda Carta a Timoteo, 4, 7, dejamos esta oferta aquí, confiados en que otros la enriquecerán, guiando sus carretas hacia nuevas metas. Creemos que hastaeste momento hemospeleado el buen combate, seguimos en la carrera y nos hemos mantenido fieles. Soñamos con un mundo en el que todas las personas puedan cruzar de un lado a otro, o al menos puedan vislumbrar la otra orilla, no con miedo o desconfianza, sino como algo lleno de posibilidades.
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Test Your Language (free official SAT practice test)
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How to Study.com
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Case Western Reserve University
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Columbia University
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Duke University
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Pre-Architecture
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Veterinaria
Universidad de Puerto Rico Recinto de Arecibo
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Gobierno de Puerto Rico Departamento de Estado
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Pathful (formerly known as “Virtual Job Shadowing”)
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Federal Student Aid Information
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Finaid
https://finaid.org/
Scholarship Search
Bold
https://bold.org/
Cappex
https://www.cappex.com/
Career Onestop
https://www.careeronestop.org/
College Board
https://bigfuture.collegeboard.org/pay-forcollege/scholarship-search
Education Quest Foundation
https://www.educationquest.org/myeducationquest/rea lity-check/
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https://www.fastweb.com/
Going Merry
https://www.goingmerry.com/
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https://www.scholarships.com/
Scholly
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ASSMCA
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Psychology Info
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Craigslist
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Dice
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Glasdoor
https://www.glassdoor.com/member/home/index.htm
Indeed
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Job Hunt
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Jooble
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Ladders
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Monster
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Search City Jobs
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Simply Hired
http://www.simplyhired.com/
Social Service.com
https://www.socialservice.com/
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https://www.topresume.com/?pt=MAupCVmpjOQoD
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https://djobnet.com/
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https://www.flexjobs.com/remote-jobs/USA/Puerto-Rico
Glassdoor
https://www.glassdoor.com
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https://grcexecutive.com/
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https://www.indeed.com/
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https://us.jobrapido.com/
https://us.jobrapido.com/Jobs-in-Puerto-Rico
https://www.linkedin.com/jobs
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https://www.opcionempleo.com.pr/ofertas-empleopuerto-rico-108959.html
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https://myfuture.com/
Puerto Rico Help Wanted.com
https://regionalhelpwanted.com/puerto-rico-jobs/
Puerto Rico Job Bank
https://puertorico.usnlx.com/
Simply Hired
https://www.simplyhired.com/
Zippia The Career Expert
https://www.zippia.com/
ZipRecruiter
https://www.ziprecruiter.com/
Non-profit Job Search
Center for Nonprofit Management (CNM)
http://www1.nonprofitjobscoop.org/
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http://jobs.cof.org/
Devex
https://www.devex.com/
Non-Profit Jobs
https://www.nonprofit-jobs.org/
Foundation Center
http://foundationcenter.org
Foundation List
https://foundationlist.org/
Herc
http://www.hercjobs.org
Idealist
http://www.idealist.org/
Non-Profit Career Network
https://www.nonprofitcareer.com/
Non-Profit Jobs.org
http://www.nonprofitjobs.org
Sustainable Business.com
https://www.sustainablebusiness.com/
The Bridgespan Group
https://www.bridgespan.org/
The Chronicle of Philanthropy
http://philanthropy.com/jobs
The National Council for Nonprofits
http://www.councilofnonprofits.org
Scion Executive Search
http://www.scionexecutivesearch.com
The Young Non-Profit Professionals Network
https://ynpn.org/
Social Service
https://www.socialservice.com/
Work for Good
https://www.workforgood.org/
Todavía hay personas que entienden la consejería de vida y carrera como algo uniforme y creen que es el único elemento que define la consejería profesional. Aún y cuando es posible identificar pasos y etapas que aseguren la corrección del proceso, la diversidad de enfoques, marcos teóricos, necesidades particulares y estrategias de manejo hacen que cada experiencia sea singular y no una mera aplicación automática de técnicas orientadas a saber qué carrera o profesión “se debe estudiar”. Entender su naturaleza y alcance dando cabida a la reciprocidad entre bienestar emocional, salud mental y cómo disfrutarlas y desarrollarlas desde el trabajo es un primer paso para conocer algo que tiene grandes beneficios si se lleva a cabo correctamente, atendiendo sus múltiples dimensiones.
Manuel Antonio Rivera Acevedo posee una Maestría y un Doctorado en Educación con concentración en Orientación y Consejería. Trabaja en el Departamento de Consejería para el Desarrollo Estudiantil del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico y AMARRES, su práctica privada. Es miembro de la Asociación Puertorriqueña de Consejería Profesional, la American Counseling Association, el National Board of Certified Counselors y NAADAC, The Association for Addiction Professionals. De 2016 a 2017 presidió la Junta Examinadora de Consejeros Profesionales.
María Rosa Bruno posee una Maestría y un Doctorado en Educación con concentración en Orientación y Consejería. Trabaja como consejera en la Escuela Secundaria del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico. Es miembro de la Asociación Puertorriqueña de Consejería Profesional, el National Board of Certified Counselors y la American Counseling Association. De 2016 a 2017 vice presidió la Junta Examinadora de Consejeros Profesionales.