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[1960]
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Dr. José C Barbosa 1857 - 1921
*... ¡BARBOSA!
Nada más que eso.
Una sola palabra simboliza una época,
Sin el doctor, .sin el Jo.sc Celso. una transición,
una escuela
y un ideal.
i...Debemos añadir que la obra política de Barbosa no fué exclusiva mente de él.
Barbosa simbolizó la época y fué yunque desde el mo
mento histórico en que recogió la Bandera Aulonoini.sta Pura il897t. siguiendo la escuela doctrinaria del integro Baldorioly.
í>üERrri
■Del libro: La Obra de José Celso Barbosa. De Baldoriot.v a Barbosa. Vol. V de la Proi. Pilar Bai'hosa de Rosario.
SISTEMA DE BIBLIOTECAS U.P.R- — RIO PIEDRAS ü I MAt ¿Ult)
PRESENTACION Bajo los auspicios de la Asociación Ciudadanos Pro Estado
^ ^
51, sale hoy a la luz este breve folleto destinado a promover una orientación más efectiva en favor de ese bello ideal que es
^
su Junta de Directores, que preside el distinguido letrado Al-
la estadidad federada para Puerto Rico. Por encomienda de
fonso Rivera Valdivieso, cumple así Ciudadanos Pro Estaao 51 con uno de sus más hermosos y prácticos postulados
N
—el de propagar la idea de la estadidad en esta isla y en los Estados Unidos continentales y crear verdadera conciencia ciu
dadana fuera de los limites de colectividades políticas de ca rácter partidista. La Junta de Directores de Ciudadanos Pro Estado 51 de dica La Estadidad: ideal en Marcha, a todos los ciudadanos ame
ricanos que año tras año y en intensa lucha han venido clamando por la estadidad federada para este pedazo de tierra en la región del Caribe que llamamos Puerto Rico. Hacemos una
dedicación especial a ese distinguido Senador por el estado de Nuevo Méjico. Dennis Chavez, figura patriótica, dinámica, líder cívico e inquieto luchador, que siempre ha estado preocupado por el bienestar de Puerto Rico. A Dennis Chavez, promotor de
la estadidad para Puerto Rico, en esa casa democrática que es el Congreso de los Estados Unidos le decimos:
Adelante
compañero y que ese gran Arquitecto del Universo que es Dios le ayude para que pueda seguir ofreciendo su magnífica contribución al esfuerzo puertorriqueño por conseguir una estrella más en la gran bandera de nuestra nación. También dedicamos este humilde esfuerzo escrito, a dos
grandes paladines de nuestro terruño que en el pasado siguie ron trayectorias opuestas: el Dr. José Celso Barbosa y don Luis Muñoz Rivera. Nos arriesgamos a decir, que si estos dos grandes patriotas vivieran en este mundo contemporáneo, tan problemático y tan confuso en su aspecto político, se abrazarían y juntos se lanzarían a luchar por el ideal de la estadidad. para así hacer posible que Puerto Rico resolviera de una vez y,, para siempic su destino político que por espacio de casi cinco sigl'ós ha permanecido sin resolver.
Saludamos con intenso afecto a todo el noble pueblo puer
torriqueño y deséamosle éxito para que salga lo antes posible de este estancamiento ideológico en que hoy se encuentra en virtud de las disposiciones del llamado Estado Libre Asociado. ¡Hijos de Borinquén!, únanse a nuestra gran cruzada cívico-pa triótica y con nosotros exclamen: SIN TREGUA HASTA LA ESTADIOAD. Junta de Directores Ciudadanos Pro Estado 51
Por: Dr. Enrique Lugo Silva, Editor
Mensaje del Presidente Compatriotas:
Durante aproximadamente un año he tenido el honor y el privilegio de ser vuestro Presidente. Agradezco de todo co razón el entusiasmo que me habéis brindado y los votos fer
vientes que habéis hecho por el éxito de nuestro ideal, la Estadidad Federada para Puerto Rico.
Al ver esta noche aquí reunidos la mayor parte de los que en todos los tiempos han dedicado su entusiasmo a nuestro
gran ideal y a otros muchos que acaban de abrazar desintere sadamente nuestras doctrinas, cálmanse en mi ánimo los dolores
causados por la demagogia y la engañosa propaganda utilizada por nuestros adversarios para convencer a los crédulos de que el Estado Federado sería la ruina para nuestro país: se recobran
íueizas, se reanima la voluntad para seguir en nuestro empeño de aliar y unir en un solo grupo, a todos los partidarios de la Estadidad ¿"ederada como única solución lógica, digna y per manente del status de nuestra querida tierra. El Pueblo de Puerto Rico se halla frente a la solución de su destino histórico. El momento es definitivo. La hora es úni
ca. Dejar ir esta oportunidad y pasaran muchos años para que se piesente igual oportunidad de salir de nuestro carácter co
lonial para convertirnos en el Estado 51 de nuestra gloriosa nación, los Estados Unidos de América.
En la gran ciudadanía americana y la Estadidad Federada leside el secreto de la verdadera libertad de los puertorrique ños, libertad que quiere decir redimir a nuestros conciuda
danos de la miseria, haciéndonos partícipes de toda la riqueza, de todo el poder, de toda la grandeza, de toda la nobleza, y de todos los derechos humanos de Estados Unidos, la gran Nación con quien hemos luchado con lealtad y con honor los ciuda danos puertorriqueños.
A Puerto Rico se le ofrece en bandeja de oro lo que a Alaska y Havvaii le costó sudor y lágrimas. Aprovechemos la oportunidad AHORA, que es única. A. Rivera Valdivieso
JUNTA DE DIRECTORES
Ledo. Jorge L. Córdova Díaz PRES. HONORARIO Ledo. Alfonso Rivera Valdivieso PRESIDENTE
Dr. Enrique Lugo Silva VICEPRESIDENTE
Peter Kryzanowski SECRETARIO GENERAL Emilio G. Ponce de León SEC. ADMINISTRATIVO Ledo. Julián Me Connie TESORERO Enilda Lliteras
Natalio Irizarry
Reinaldo Rodríguez Centeno José M. Ramírez Ledesma Dr. Julio B. Ortíz
Miguel A. Casanova Wilfredo Figueroa Dr. Germánico Belaval Roberto Armstrong Ramiro Ortíz
Ledo. Enrique Córdova Díaz Ricardo Pagán Ramón Pérez González
Tony Chevremont José Barbosa Muñiz
Antonio Córdova González
Dr. Lawrence Snyder Félix Ortega
Ing. Jorge J. Jiménez COMITE EJECUTIVO Ledo. Alfonso Rivera Valdivieso
Dr. Enrique Lugo Silva Ledo. Julián McConnie
Emilio G. Ponce de León
Peter Kryzanowski Miguel A. Casanova Tony Chevremont
Ciudadanos Pro Estado 51, 7959 - 1960 Por el Dr. Enrique Lugo Silva Vicepresidente
La entidad cívico-patriótica Ciudadanos Pro Estado 51 ini ció su vida en una hermosa mañana del mes de abril de 1959,
cuando un grupo de alrededor de 50 personas partidarias de la
Estadidad Federada para Puerto Rico se reunieron en la Logia EJks del Condado. La idea de organizar esta entidad de carácter
no partidista partió del Sr. Harding Franco Soto, quien fue res ponsable en convocar para la asamblea de organización. Fueron pioneros en esa labor de organización algunos de los actuales Directores de Ciudadanos Pro Estado 51, entre los cuáles están
Alfonso Rivera Valdivieso, Enrique Lugo Silva, Tony Chevremont, Félix Ortega y Ramón Pérez González. En la reunión del 19 de abril de 1959 se redactó un mani
fiesto que circuló entre los puertorriqueños a través de las pá ginas del periódico El Mundo. En dicho documento se exponían algunos de los postulados que la nueva agrupación se proponía poner en efecto, entre ellos: desarrollar una intensa campaña en contra del llamado "Bill Pernos" e impulsar la causa de la Estadidad en todos los rincones de Puerto Rico. Luego de la aprobación del manifiesto creando la organización y exponien do sus objetivos, se discutió la adopción de posibles nombres para la misma. Entre los que fueron sugeridos estaban. Aso ciación No Partidista Pro Estado 51 y Movimiento Estadista No Partidista. Más tarde un Comité de Nombre escogió el nombre que lleva la Asociación actualmente.
Durante una Asamblea celebrada el 25 de abril se eligió una Junta Directiva Provisional bajo la presidencia del Ledo. Alfonso Rivera Valdivieso. Más tarde el Ledo. Jorge Luis Cór-
dova Díaz fué designado presidente en propiedad, posición que ocupó hasta que su estado de salud lo obligó a renunciar. Lue go. la Junta de Directores de CPE 51 designó al Ledo. Rivera
Valdivieso presidente, y al Ledo. Córdova Díaz presidente ho norario.
Desde un principio se hizo énfasis en que la organización era de carácter no partidista, es decir, que no está vinculada a ningún partido de Puerto Rico, y que su único propósito es el conseguir la estadidad federada para Puerto Rico lo antes po sible.
En el transcurso de un año, desde que fué fundada, Ciuda
danos Pro Estado 51 ha puesto en vigor con éxito el programa que se proponía desarrollar. Las actividades en que ha partici pado-la entidad representan una evidencia definitiva de que
Ciudadanos Pro Estado 51 ha triunfado en la labor que ha de sarrollado. Un resúmen de esas actividades revelan lo siguiente: 1. Organización de capítulos en muchas poblaciones de Puerto Rico.
2.
La celebración de actos a favor de la Estadidad en varias ciudades.
3. Programas de orientación pro estadidad a través de la radio y televisión, (en Mayagüez y en Ponce). 4. Conversaciones con líderes del Congreso.
5. La organización de algunos capítulos en los Estados Unidos.
6. La celebración del aniversario de la Independencia de los Estados Unidos con un magno banquete en el Hotel San Juan en la noche del 3 de julio de 1959, sien do orador principal el Honorable Dennis Chávez, Se nador por el estado de Nuevo Méjico. 7.
La distribución de calcomanías de Ciudadanos Pro Es tado 51 a través de toda la isla.
8. La entrega de mensajes a los gobernadores durante la Conferencia de Gobernadores celebrada en San Juan en el mes de agosto de 1959.
9. Entrevistas con algunos de los gobernadores, entre ellos: Rockefeller de Nueva York; Meyners de Nueva
Jersey; Collins de la Florida; Chandler de Kentucky y Brown de California.
10. Recibimiento al Senador Hubert Humphrey de Min-
nesota candidato a la presidencia de los Estados Uni dos por el Partido Demócrata.
11. Participación, como entidad separada, en la Marcha sobre San Juan para reafirmar el ideal de la estadidad el 6 de diciembre de 1959.
12. Participación en las Vistas del . "Bill Fernós" en di ciembre de 1959. CPE 51 estuvo representado en San Germán. Ponce y San Juan.
13. La celebración de Seminarios o Talleres de orienta ción general en relación con el ideal de estadidad.
14. Gran Banquete en el Club Caribe del Hotel Caribe Hilton con el propósito de célebrar el natalicio del
gran paladín norteamericano Jorge Washington. Este . acto fué celebrado en la tarde del 21 de febrero de
1960. Fué orador principal el Congresista de Nueva
York, A. Clayton Powell. Dedicatlo al Ledo. Jorge Luis . Córdova Díaz. .
Ciudadanos Pro Estado 51 tiene oficinas en la Avenida
Roosevelt Núm. 248. Allí se reúne su Junta de Directores,y.el Comité Ejecutivo para trazar el programa de la entidad. La Jun ta de Directores eítá compuesfa por cíirdadanos prominentes de la comunidad, fieles partidáriórdel ídéal de la estadidad, que aran todo lo posible para que Puerto Rico se convierta en el Estado 51 a la mayor bret^edad posible.
OBJETIV OS Ciudadanos Pro Estado 51, agrupación no partidista, tiene
como objetivo principal el obtener la Estadidad Federada para Puerto Rico por los medios más rápidos, prácticos y directos posibles.
Sostenemos que el único medio de determinar la voluntad del pueblo de Puerto Rico sobre su status político final es mediante un referendum dedicado exclusivamente a este fin.
Igualmente sostenemos que la Estadidad es nuestra única fi nalidad en dicho referendum.
Creemos que Puerto Rico, parte integrante de nuestra nación, los Estados Unidos de América; no perderá, como no
los ha perdido sus rasgos culturales con el advenimiento de la Estadidad.
Sostenemos que la Estadidad perpetuará nuestras rela ciones con los otros Estados; que el reajuste será natural, ló
gico y factible, que traerá progreso económico, y estabilizará los valores morales, políticos y sociales. Ciudadanos Pro Estado 51 cooperará con todo grupo de
ciudadanos que favorezca sinceramente la Estadidad para Puerto Rico y reconoce el deber ineludible de orientar al Pueblo de Puerto Rico en estos objetivos. —MARCHEMOS ADELANTE—
Himno Ciudadanos Pro Estado 51
Borinqueños, marchemos adelante, A la lucha por nuestra estadidad. Reclamando el derecho borincano
A un gobierno con plena dignidad. A combatir la oposición
A los principios de la unión. A combatir la confusión.
La deslealtad y la traición.
Borinqueños, marchemos adelante, A la lucha, por nuestra estadidad. Aceptando nuestras obligaciones, y exigiendo en derechos la igualdad A combatir la oposición,
A los principios de la unión. A combatir la confusión.
La deslealtad y la traición.
Conciudadanos Estamos absolutamente seguros de su inquietud sobre la resolución definitiva del STATUS POLITICO de Puerto Rico.
Sabemos que desea usted, tanto como nosotros, que nues tra comunidad alcance la plena soberanía que nos garantice hoy a nosotros, mañana a nuestros hijos y nietos, el completo goce de la libertad y de los principios democráticos con la má xima garantía en nuestro desenvolvimiento económico. Sabemos que usted, como nosotros, desea el logro de todas
estas bienandanzas en una forma definitiva y permanente. La posición política de Puerto Rico, la ciudadanía america na que ostentamos y los principios constitucionales que nos protegen, ofrecen sin lugar a duda, a los residentes de Puerto Rico sólo dos alternativas para resolver definitivamente nues tro STATUS—
EL ESTADO FEDERADO o la INDEPENDENCIA
Ninguna otra alternativa, podría ser permanente y defini
tiva. Cualquiera otra alternativa no sería nada más que una condición transitoria en el camino hacia el pleno goce de nues tra soberanía.
Esta organización es esencialmente NO PARTIDISTA. Su
objetivo primordial es fomentar activamente la orientación cí
vica de nuestros conciudadanos a fin de que se manifiesten conscientemente al ser llamados a expresar su voluntad sobre tan fundamental dilema. Mantiene que es la ESTADIDAD FE-
UER.A^DA la que ha de llevarnos a la plena consecución de La LIBERTAD, ta SOBERANIA y la SEGURIDAD a que todos aspiramos. UNASE A NUESTRA CRUZADA CIVICA
CONVIERTASE USTED EN ADALID DE NUESTRO MO VIMIENTO EN SU COMUNIDAD. SIN TREGUA HASTA LA ESTADIDAD
1
Ventajas Económicas de la Estadidad Por Luís A. Ferré
Candidato a Gobernador de Puerto Rico por el Partido Estadista Republicano
Al igual que está ocurriendo en Hawaii en estos momen tos la estadidad significará progreso económico a la par que
progreso pólitico y mayor dignidad para los puertorriqueños.
La revista Fortune ha publicado en su número de junio un excelente informe sobre el desarrollo vertiginoso de la eco nomía de Hawaii al impulso de la estadidad. Muy en particular el desarrollo del turismo que alcanzó una inversión de ciento un millones de dólares durante el año 1959 y que se espera
alcance 573 millones de dólares en el 1970. Todo esto es el resultado del sentido de estabilidad política que se ha ganado en Hawaii por su admisión como estado. Para terminar con la incertidumbre del impacto que sobre la economía de Puerto Rico habrá de tener la estadidad, en
particular la aseveración que ha hecho el Sr. Muñoz Marín de que el informe del Negociado de Presupuesto sometido al Co mité del Congreso señalaba un costo de $188 millones de dóla res anuales, el Partido Estadista contrató los servicios de la firma Bruce Payne Associates para hacer un estudio objetivo
e imparcial de este problema. Sobre este informe el Sr. Maurice Stans, Director del Presupuesto, dijo lo siguiente: "Las aseveraciones al efecto de que el informe del Nego
ciado del Presupuesto estaba encaminado a dar una medida del costo de la estadidad envuelven una mala interpretación de los estimados. Su estudio correctamente pone en claro el punto
de que un análisis del costo fiscal de la estadidad debe ir más allá de las cifras que reflejan las recaudaciones de tributos corrientes. Agradezco haber recibido su estudio y espero que
sirva para aclarar la mala interpretación que se ha hecho del informe del Negociado de Presupuesto."
Esto dejó demostrado que el supuesto costo de $188 millones alegado por el Gobernador de Puerto Rico es inco rrecto.
Las conclusiones del informe de Bruce Payne son las siguientes:
1. Demuestra que es absurdo alegar que la carga de con tribuciones federales sobre Puerto Rico pueda ser de $188 millones. Si esto fuera cierto, la carga contributiva de Puerto Rico se aproximaría a la de California que es el sexto estado en el pago de contribuciones, lo cual, por supuesto, es absurdo. Y añade además que si el estimado de desembolsos federales
calculado en el informe del Negociado del Presupuesto fuera correcto, el mismo alcanzaría al 27% del ingreso de Puerto Rico, lo cual también sería inconcebible ya que este porcentaje seria inferior al de los desembolsos efectuados en los estados
de Georgia, Alabama, Arkansas, Carolina del Sur, Mississippi
y otros cinco estados con mayor ingreso por persona que Puer to Rico.
El estudio también refuta el argumento muchas veces aducido de que ningún estado recibe más ayuda federal que las
contribuciones que paga. Por el contrario demuestra que trein ta estados reciben más ayuda federal que las contribuciones que pagan y que diez y siete estados reciben menos y un estado el de Florida recibe exactamente igual. De los estados que re ciben más está el de Virginia que recibe $1.93 por cada dólar que paga. El estado de Mississippi que recibe $1.74. El estado de Washington que recibe $1.75. Entre los estados que reciben
menos está Nueva York, que recibe $0.75 por dólar, Delaware que recibe $0.59 por dólar y Pennsylvania que recibe $0.84 por dólar. Si los estimados del informe del Negociado de Presu puesto fueran correctos, Puerto Rico solamente habría de re
cibir $1.30 por dólar de contribución federal pagada. Todos los estados con ingreso por persona menor de $1,500 reciben más. El informe Bruce Payne estima que Puerto Rico recibiría $2.29 en desembolsos federales por cada dólar de contribución pa
gada, ya que su ingreso es menor de $500 por persona. 2. El informe reduce el impacto fiscal de la estadidad a $51 millones e indica que al eliminarse la restricción sobre el
refinado de azúcar, la economía de Puerto Rico ganaría $33 millones, reduciendo el costo inmediato de la estadidad a $18
millones anuales. Pero añade que hay beneficios de largo al cance que resultan de la estadidad y ofrecen ventajas que
compensarían con creces el costo fiscal a corto plazo, tal como el efecto de la estabilidad económica de la estadidad sobre nuevas inversiones en industrias en Puerto Rico y el estimulo al desarrollo turístico de la Isla, así como el efecto que sobre la legislación de Puerto Rico tendría nuestro voto por el Pre
sidente y dos senadores y seis representantes en el Congreso de Estados Unidos.
En resumen, la estadidad, lejos de ser giavosa al pueblo de Puerto Rico y perjudicial a su desarrollo, ha de ser. desde
el punto de vista económico, un poderoso estimulante pai a su desarrollo. Además, vendrá a ayudar a aquellos sectores de
nuestra población que más ayuda necesitan. Poi ejemplo, la asistencia publica que es de $7.50 promedio mensual en Puer to Rico a los ancianos y de $2.50 para los niños, podría aumentar con las contribuciones federales a $38.00 mensuales para los
ancianos y a $20.00 mensuales para los niños. Y la ayuda a nuestros pequeños agricultores, comerciantes e industriales, también podría ser mucho más efectiva poi razón de nuesti a
representación congresional. El problema de desempleo clóni co que sufre Puerto Rico se convertiría en objeto de preocupa ción federal y se obtendría el beneficio de legislación fedei al,
que facilitaría la creación de industrias en Puerto Rico pai a absorber este desempleo y evitar que tengan que emigi ai nues tros obreros a Estados Unidos continentales en busca de trabajo. Todas estas ventajas que resultarían de la fuerza política de 1,000,000 de votos puertorriqueños, serían de valor incalcula ble en el desarrollo económico de nuestra Isla.
Pero todo este aspecto económico del problema de nuestro status es tan sólo una fase del problema. Hay valores más
altos que los económicos, que hacen mandatorio que Puerto Rico resuelva su destino y salga del ambiente de frustración
y confusión en que se encuentra nuestro pueblo. Sólo así podrá nuestra escuela pública encontrar una orientación firme y creadora. Sólo así podrá nuestra personalidad enriquecerse con el desarrollo de sus más altos valores espirituales. Sólo
asi podremos dedicarnos con paz y sosiego al digno propósito de formar una conciencia de pueblo. Quien anteponga siempre las consideraciones económicas a todos estos otros aspectos de
alta categoría moral en el desarrollo de un pueblo, se pasará ^a vida dando vueltas a la noria del desengaño y la frustración.
El Estado 51 como Finalidad
Política para Puerto Rico y sus Repercusiones en la América Latina Por el Dr. Carlos E. Chardón
Candidato a Gobernador por el Partido Demócrata de los Estados Unidos en Puerto Rico.
Alocución al Honorable Dennis A, Chavez, Senador por Nuevo Méjico, al señor Presidente y miembros de la Asociación Ciodanos Pro Estado 51;
Me doy perfecta cuenta, así como todos ustedes, que el tema del epígrafe está muy en boga, e irá creciendo arrollado1 ámente con el tiempo, a medida que el actual régimen, a
fuerza de tanto poder ejercido por tantos años, siga desmoro nándose. Para plantearlo en su verdadera perspectiva, hay que tomar como base los hechos de la historia.
Las trece colonias de Inglaterra en Norte América, opri midas por su metrópolis, comercialmente y sin consideración alguna, al lanzar el grito de libertad, que con la ayuda de Fiancia, determinó su independencia de Inglaterra, gozaban de la ventaja de tener parlamentos coloniales, que le sirvieron de entrenamiento para desenvolverse en los menesteres de la
política. A tal extremo, que nuestro Eugenio María de Hostos, 1 ecalcó en sus escritos, que en las trece colonias matrices de
la Unión Americana, no se operó una revolución sensu strictu, sino que el proceso fué uno de evolución.
En las colonias de España en América, la situación era muy distinta. No había parlamento en ninguna de estas: el dictámen del rey o de los virreyes era absoluto en todos los
aspectos de su vida. Cuando estalló la revolución contra Espa ña, en varias capitales, casi simultáneamente, el pueblo de
estas colonias no tenia experiencia alguna ^en cuestiones par lamentarias ni políticas. Fueron los diversos gobiernos mu
nicipales, los que en cabildo abierto proclamaron su separación de España. Todo, pués tuvo que improvisarse, todo tuvo que crearse, en medio de una topografía dificilísima de distancias inmensas y sin vías de comunicación. Solo aquellos que hemos recorrido el grandioso escenario físico en que se desarrollaron
las campañas de Simón Bolívar, Antonio José de Sucie y José de San Martín, nos podemos dar cuenta cabal de la gran epopeya
que llevaron a cabo y las grandes dificultades que tuvieron que vencer. También es cierto, que vencida finalmente España en Ayacucho, las nuevas repúblicas se encontiaban en gran desventaja con las primitivas trece colonias al independizarse de Inglaterra. Por falta de preparación,— cuya culpa no fué de estas, se encontraban crudas e inexpertas politicamente. Se pasaron decenios en tanteos de administración de la cosa pública. Mientras la libertad era proclamada por los legistas, la anarquía, en muchos casos, imperaba y se sobreponía a estos. Y cuando la libertad venía en conflicto con la anarquía,
lo que sucedía frecuentemente, estallaban las revoluciones. Con raras y muy honrosas excepciones, este conflicto continúa latente en muchos de los países , del sur. En medio de estos dos grandes contrastes, de estas dos
grandes civilizaciones, se desenvolvió Puerto Rico por más de cuatrocientos años, como colonia de España. Colonia fiel, o bien de rebeldía sorda,e impotente, nuestra vida y nuestra per
sonalidad siguieron los moldes culturales de la Madre Patria, con sus costumbres, su religión y su manera de ser, de todo lo cual nos sentimos orgullosos.
Con la Guerra Hispano-Americana, y luego después, nues
tra trayectoria política ha sido más o menos recta y en vía ascendente, aunque con complicaciones de cesarismo democrá tico en los últimos años. Es decir, primero fuimos colonia de los Estados Unidos; luego, después del Acta Jones, nos convir
tieron en una pseudo-colonia, y ahora somos lo que se llama ún Estado Libre Asociado. No estamos aquí para impugnar esta nueva forma de. gobierno, ni tampoco es el momento para
hacerlo. Pero aún aceptando que haya sido un régimen satis factorio, en.mí surgen grandes dudas. Primeramente, con el habil juego de que las dos banderas están al mismo nivel, se
ha engañado a un pueblo emocional como el nuestro. ¿Por qué A estamos al mismo nivel, por qué cada estado de la unión
tiene dos senadores y muchos representantes en el Congreso y nosotros sólo tenemos un comisionado residente con voz
(cuancio lo dejan hablar) y sin voto? ¿Por qué la industria azucarera del continente puede retinar todo su azúcar, y no
sotros sólo una pequeña parte? ¿Por qué los empleados fedélales en Puerto Rico y los del Estado Libre Asociado, aún dentro
de la misma clasificación, por qué aquellos reciben sueldos dos y tres veces mayores a los que ofrece Puerto Rico? Nadie
puede negar estos hechos pues son más claros que la luz del día.
Entonces surgen preguntas de muchos sectores: ¿Segui remos con el Estado Libre Asociado*? ¿Es este un status político permanente o transitorio? Toda persona consciente de Puerto
Rico, menos aquellos que le tengan miedo a yo no sé quién, convendrán que por su naturaleza, tiene que ser transitorio! Si el ELA como lo creemos los aquí presentes, es un estado
político transitorio, sólo hay dos caminos que seguir- el de la independencia o el de la estadidad. Respeto mucho a los que cieen en el ideal de independencia para Puerto Rico: a quienes no respeto son a los numerosos independentistas que están agachados y escondidos dentro del partido de la mayoría para disfrutar del poder y de los favores del presupuesto. Todos us tedes saben a quienes me refiero. ¡Qué clase de república tendí iamos con semejantes tiburones de apetitos refinados! Sea esto como fuere, sabemos que nuestra isla no cuenta con los lecuisos necesarios para sostenerse como tal. La alterna tiva ineludible, por tanto, es que Puerto Rico se convierta en el Estado No. 51 de la Unión Americana. Este es el único ca mino digno para los puertorriqueños; el único nivelador de nuestros derechos con los de los ciudadanos del continente, Ha-
waii y Alaska. Por mi parte, no abrigo temor alguno de que perdamos nuestro idioma, nuestra cultura, ni nuestra perso nalidad.
Al conseguir la estadidad para Puerto Rico, y con esta, la igualdad con los otros cincuenta estados de la Unión ¿cual será, probablemente, de acuerdo con mi experiencia, la reacción de la América Latina?
La primera reacción será de sorpresa y de confusión. Esta
comenzará en la forma de una tensión emocional. ¿Cómo es
posible que uno de los nuestros se haya incorporado al coloso del Norte? ¿Que deje de ser uno de nosotros para convertirse en
un yankee? Al hacer estas preguntas me parece que las estoy oyendo en boca de muchos. ¿Por qué Puerto Rico no se ha convertido en un país independiente? ¿Nos habrá traicionado?
Todo, y mucho más que esto hay que esperar, y nó los culpo,
porqué contrario a lo que se cree por acá, la América Latina ignora los problemas sociales y económicos de Puerto Rico. La ignorancia geográfica es también muy notoria. Más de la mitad de mis muchos amigos del Sur, después de tomar alguna
confianza, me piden les explique cual es la diferencia entre Puerto Rico y Costa Rica.
Una vez pasada esta primera explosión emocional, \ endi áii los hechos y la sedimentación de sus ineludibles beneficios. Yo
no le tengo miedo a la justicia aunque esta venga tarde; el pueblo director de los países latino-americanos es inteligente y captador. Este pueblo inteligente, a quien admiro tanto, se dará cuenta pronto de que no nos han perdido, sinó que al contrario, han ganado, cuando uno de ellos (es decir Puerto Rico) se encuentra dentro de los Estados Unidos de América, con mayor fuerza moral y material para ayudarles. Es decir, podremos sincronizar mucho mejor la técnica norteamericana con las necesidades sociales y económicas de cada uno de esos
países, a través del campo experimental y único de Puerto Rico. No expreso estas ideas a humo de pajas. Las he vivido por más de treinta años, a través de diez y siete misiones técnicas a la América Latina. Esta experienca me demuestra fuera de
toda duda, que donde el ciudadano del continente muchas ve ces fracasa, por falta de tacto, por desconocer el idioma, o por falta de conocimiento del medio, los puertorriqueños podemos triunfar. Este servicio vendrá en abono de Puerto Rico y de
sus hombres, pero será también de beneficio para la América Latina y para los Estados Unidos de América. Para una mayor efectividad que envuelve esta colaboración trivalente, para su mayor claridad y comprendimiento, necesitamos salir de la ratonera del llamado Estado Libre Asociado, que no es libre
ni es un estado, y que sólo está asociado con el partido de la mayoría, que dirije un hombre que está montado en el caballo
del poder por veinte años y quiere seguir en el a perpetuidad. ¿Quosque tándem Catilina?... así decía Cicerón en el foro ro mano: ¿Hasta cuándo Catilina abusarás de nuestra paciencia.
Honorable senador por Nuevo México, distinguido amigo de esta isla, señor Dennis A. Chávez, Juan Jacobo Rousseau,
el gran precursor de la Revolución Francesa, se sentia muy orgulloso en ser ciudadano de la pequeña república de Ginebra, dijo en sus Confesiones: "Si en última instancia me dan a es coger entre ser un ciudadano y ser un hombre, no quiero ser un ciudadano, porqué un ciudadano puede pervertirse o envi lecerse, mientras que un hombre, un verdadero hombre, nó".
Puertorriqueños, hay que perderle temor al miedo que irradia del Palacio de Santa Catalina: o aquellos que tengan miedo, ojalá sea tanto que el mismo miedo les dé valor para tomar decisiones firmes y obrar como hombres. No hay otra alternativa en este momento crucial en la historia de Puerto
Rico. Puertorriqueños de la Asociación "Ciudadanos Pro Estado 51", me uno a ustedes de todo corazón, sin distinción de partidos politicos, y al distinguido Senador Dennis A. Chavez le deseo una grata y fructífera labor en nuestra isla.
Anfe lo Tumbo de Don Luis Muñoz Rivero
en Borronquifos
Santíag:o Veve Calzada, José C. Barbosa. José G'unoz Brioso. IManueí F. Rossy. Luis Sáncliez Morales. Asi se expresaba Barbosa de don Luis Muñoz Rivera:
^Más de una vez. Muñoz y yo. dábamos tregua a nuestras luciias
para estrecharnos las manos, y sonreíamos recordando ios sueños y alegrías de nuestra juventud, y nos hacíamos mutuamente justicia. n
¡Hermoso ejemplo ofrece el pueblol
Unionistas y Republicanos,
soltando las armas de combate en un solo pensamiento; se unen estre
chamente en la desgracia, y como una sola alma y una sola voluntad
rinden liomenaje de respeto, consideración y cariño al patriota que sucumbe! . . . Continuemos unidos para resolver el problema político planteado por Muñoz allá en Washington,
Terminemos su obra,
'De Bolívar Pagan. Historia de los Partidos Políticos Puertorriqueños, 1898-1953. Tomo 1. 19.")í>,
PUERTO RICO: STATEHOOD AND FEDERAL LEGISLATION By Attorney at Law, Enrique Córdova Díaz, Director Federal legisiation has a daily impact oii the lifes of practically all of the American citizens permanently residing in Puerto Rico. Thus Federal laws, among other things, draft
our sons into military service during peace or war, control immigration into Puerto Rico from foreign laiids: establish and regúlate the currency; establish and determine the juris-
diction of the Federal Courts; provide miniinun wages and mmimun hours for thousands of employees in Puerto Rico;
establish rights and obligations in the labor-management field in Puerto Rico: provide facilities for public and private housing, highways, hospitals, schools; establish rights and obligations as to veterans; social security, communications and travel; re gúlate and restrict agriculture; provide for the common dei'ense; provide services in the fields of navigation. weather, Jiealth and the mail. Indeed these federal laws reach almost
every field of human activity carried out in the Island of Puer
to Rico. Still as a territory Puerto Rico has no say in the approval, modification or repeal of these federal statutes or in the execution or administration thereof.
Only thi'ough STATEHOOD may Puerto Rico effectively paríicipate in the approval and administration of such federal
laws aífecting practically all the inhabitants of Puerto Rico. This right will come automatically upon the admission of Puerto Rico as the 51st State of the Unión. Then Puerto Rico will
have 7, 8 or pci-haps 9 representatives in the House of Representaüves and two Senators in the Senate of the United States. This
('ongrcssional represontation will not only have the right to prescnts Bills, or amendments. or modifications thereto, but also will have the moro important right of voting thereon in Ihc same manner and to the same extent as the other members
oí' Uongress reprcsenting the other 50 States of the Unión. Today Puerto Rico, as n territory, has no voting rights whatsoever in the enactment of federal legisiation directly affccting Puerto Rico. It onlv has a Resident Commissioner
who has a voice but no vote in the House of Representatives and not even a non-voting representative in the Senate of the United States. Moreover, with STATEHOOD Puerto Rico would also vote directly for the President and Vice-President of the United States, thus sharing in the selection of the all important executive branch of the Government which carries into effect
and
administers
the
many
federal
laws
affecting all
of the States of the UniĂłn and the territories.
There can be little doubt that Puerto Rico today, by lacking this voting representation in both Houses of Congress and lacking the right to vote for President and Vice-President of
the United States while at the same time being subject to all these federal laws, their execution and administration, is mis-
sing a very essential ingredient of the American Republic form of Government to wit: the right to have representatives of its own choosing participate with equal rights in the approval of
federal laws applying in Puerto Rico and the right to partici pate in the selection of the executive branch which has the
duty oĂ executing and administering such laws. Such an Un-American inequality disappears with STATEHOOD.
Nuestra Cultura en la Estadidad Por el Dr. Julio B. Ortíz Director
La supuesta fusión cultural nuestra con Estados Unidos, si nos convertimos en estado de la Unión, se viene tomando con bastante seriedad. Hasta el conocido escritor Waldo Frank se
ha sumado últimamente a los que repudian la estadidad porque ven en el Estado Libre Asociado o la Independencia el refugio de la puertorriqueñidad.
Como la supuesta fusión cultural no tiene fundamento his tórico alguno, sus defensores la propalan con tesón y apasiona miento, creyendo posiblemente que en la repetición y el calo]de la exposición podrán triunfar en su estéril empeño de jus tificar lo injustificable.
El propio señor Frank, en El Mundo de mayo 19. asevera que si Puerto Rico se convierte en estado de la Unión el genio español morirla en Puerto Rico. El senador Ortiz Stella cita un escritor, en El Mundo de agosto 6, para quien la estadidad significaría la pérdida total de todo lo nuestro. El senador Car los Román Benítez dijo, en El Mundo de mayo 29, que los
republicanos quieren la estadidad, que es la pérdida total y absoluta de nuestra cultura y de la personalidad puertorrique ña. El representante Jorge Font Saldaba, en El Mundo de sep
tiembre 2, dijo que si Puerto Rico fuera un estado las gentes que vienen aquí nos verían sin nuestras características propias de pueblo autónomo y sin nuestra lengua y nuestra cultura. Luego dos conocidos académicos toman la misma posición y arremeten contra la estadidad poco más o menos en la misma actitud. El Dr. Arturo Morales Carrión dijo ante la
Juventud Popular en Ponce que los estadoistas quieren llevar la isla por el camino de la desnaturalización. Afirmó que Puerto
Rico no quiere asimilarse. Y el antropólogo Ricardo E. Alegría escribió, en El Mundo de marzo 19, un artículo sobre Estadidad
y Español en el cual rechaza la posibilidad de que sigamos aquí hablando español si nos convertimos en estado. Debemos puntualizar que en toda esta faena de repudio de la estadidad por motivos culturales no se aduce una sola
prueba que pueda servirnos de advertencia razonable de que la estadidad seria de hecho la tumba de la puertofriqueñidad.
No se cita una sola región, zona, país o pueblo que haya per dido su idioma y su personalidad por fundirse politicamente con otro u otros de distintas circunstancias culturales. El único
caso que se ha citado hasta la fecha es el de Nebraska y Nuevo Méjico. Lo cita el antropólogo mencionado. Dice que aquellos estados tenían una gran población de habla española. El Sr. Frank en el artículo citado dice, sin embargo, que aquellas
regiones estaban virtualmente despobladas y que casi la tota lidad de la gente la constituían pioneros sureños y yanquis. Si alii hubiera existido una gran población de habla hispana es muy raro que abandonaran su obra los misioneros españoles a mediados del siglo dieciocho. Para entonces quedaban sólo las misiones de Tubac y Tucson.
Por todo lo dicho, no hay ni siquiera la más remota posi bilidad de que esos estados nos den una imagen de lo que sería Puerto Rico como estado de la Unión. Son casos tan distintos
que no ameritan que los comparemos. En un asunto tan serio como el que nos ocupa debemos presentar evidencia convin cente. Al no ofrecerla, podemos o debemos creer que no existe
porque los que sostienen la tésis de la fusión cultural son personas de reconocida solvencia intelectual. Veamos ahora la prueba histórica irrefutable de que la fusión política no implica innecesariamente la fusión cultural. Comencemos por el caso muy conocido de Suiza, fusión polí tica modelo, ejemplo sin par de convivencia democrática. Allí conviven desde el siglo catorce cuatro idiomas distintos. Una gran mayoría habla el alemán. Varios cantones hablan el fran cés. Otros hablan el italiano y algunas gentes hablan lo que se llama el románico. No hay indicio alguno de que ninguno de los idiomas desaparecerá por la fusión política. En Bélgica viven unos ocho millones y medio de personas de distintos
orígenes culturales. Tres millones y medio hablan el flamenco, que es de origen germánico. Poco más de tres millones hablan francés. El resto habla dialectos de uno u otro. La universidad
de Lieja usa el francés. La universidad de Guent se desen vuelve en flamenco. En China la situación es aún más compli cada. Es aquella una fusión política de gentes y culturas de muy distintas características. Se hablan tanto o más idiomas
que en India. En Persia, hoy Irán, ¿e hablan ocho idiomas. En Ghana se hablan seis. Irlanda siempre habló y habla un
idioma de origen celta, que no desapareció por la fusión polí tica con Inglaterra. En Cataluña se habla el catalán. Los is raelitas hablan el idioma de sus antepasados después de estar desparramados por el mundo desde el siglo primero de la era cristiana.
Pero para nosotros, los puertorriqueños, no hay imagen más inspiradora de la realidad cultural nuestra dentro de la estadidad que la provincia de Quebec en el país de Canadá.
Fundida politicamente con otras provincias de habla inglesa desde el año 1760, Quebec es hoy tan francesa como hace dos
cientos años. El 81% de su gente habla el francés y nada
más. Y sus universidades se desenvuelven en francés unas y en inglés otras. Si alguna fusión cultural ha habido es inde
pendientemente de la fusión política. Allá como aquí, el que llega a convivir con los nativos termina, a la postre, por fun
dirse con sus congéneres culturamente, sin que ello tenga nada que ver la condición política. En Canadá como en Puerto Hico hay innumerables nativos de ascendencia sajona. Allá hablan el francés. Aquí hablan el español.
Puerto Rico, por lo tanto, seguirá hablando el español; seguiremos siendo como somos dentro de la fusión política con Estados Unidos, llámese Estado Libre Asociado o Estado 51. La experiencia ya lo indica de una manera incontroverti
ble. El propio Sr. Frank, en su artículo citado, no ha tenido más remedio que contradecirse al afirmar que la hispanidad en Puerto Rico es hoy más fuerte que hace sesenta años.
No debemos, por lo tanto, confundirnos. La política no es factor determinante en lo cultural. Lo dijo elocuentemente
el máximo portavoz del Estado Libre Asociado, el gobernador Muñoz Marin. ante la asamblea anual de los maestros, en di ciembre de 1959. Dijo el gobernador: "No se confundan, pués, ios problemas de nuestra cultura con el de status político". En
aquel discurso hay mucho que los propaladores de la supuesta fusión cultural deben leer con detenimiento para su propia orientación ya que demuestran estar confudidos, primero, so bre lo que es nuestra cultura, y, segundo, sobre lo que la es tadidad.
Ciertos Factores Económicos de la Estadidad Por Peter S. A. Kryzanowski Secretario General
En vista de la ansiedad reinante respecto al efecto que tendrá la Estadidad sobre la economía general de la isla quisie ra describir brevemente, ciertos factores de gran peso que con trolan la economía en una democracia. Estos factores son de
carácter intangible, no se pueden medir en dólares y centavos, van más allá de lo que demuestra una hoja de ganancias o pér dida?. pero su efecto sobre la economía es clara y palpable. FACTOR POLITICO:
Ai nosotros convertirnos en un Estado Federado garan
tizaremos la estabilidad política de nuestro pueblo. Asegura remos de este modo a los inversionistas, industriales, comer
ciantes y trabajadores que no ocurrirán cambios drásticos y repentinos en nuestras relaciones políticas y comerciales con los otros 50 estados de la Unión, que son nuestros clientes. Ten dremos representación adecuada en el congreso nacional. De este modo aseguraremos a nuestros ciudadanos una justa y equitativa distribución de las riquezas nacionales. Lo que hoy nos dan. poco comparado con lo que recibiremos, será aumen tado con creces y nos tocará, no cómo una dádiva que denigra, sinó por ley natural, por justicia y por igualdad con los otros cincuenta estados. Cooperaremos en el mantenimiento de la nación y al hacer esto nos convertiremos a la vez en accionistas, directores y ejecutivos de esta gran corporación que se llama los Estados Unidos de Norte América. Este proceso de contri
bución. subirá la moral del pueblo al sentirse y ser dueños de su nación, no simples agregados políticos y económicos cómo ahora.
FACTOR ECONOMICO:
Al resolverse el aspecto político ayudaremos grandemen te a estabilizar el factor económico, puesto que la economía general de un país está muy estrechamente ligada a la política.
Ejemplo vivo de esto lo tenemos al observar que los países más politicamente estables, por regla general, son los más progresistas en lo económico y en lo social. ¿Por qué? Porque esta estabilidad política estimula al capital a invertir su dinero debido a las garantías que se le ofrece. Garantías contra la
expropiación injusta y forsoza, contra el control excesivo por parte del gobierno, y los abusos de poder político. El país se convierte en uno de ley y de órden donde imperará la justicia y el respeto para todos. Hasta que no séamos Estado, única conclusión política lógica a nuestro destino, el capital tanto local como extraterritorial, continuará teniendo miedo en in vertir su dinero, pués el futuro seguiría incierto y lleno de incertidumbre. Tendríamos que continuar atrayéndolo a base de incentivos fiscales, por lo regular poco prácticos, tales cómo
excensiones contributivas totales, salarios bajos, préstamos y dádivas por parte del Gobierno. En muchos casos estos inver
sionistas, y hay sus excepciones, no se atreven a arriesgar su propio dinero, sinó que arriesgan el nuestro sin darnos los
justos dividendos que deberíamos recibir. Me temo que pronto, y ya hemos tenido algunos ejemplos, veremos el resultado de esta política cuando empiezen a vencerse los diez años de exención contributiva. Problablemente el gobierno colonial
que disfrutamos tenga que extendérsela por otros diez años
o muchos de ellos se irán. En este grupo caen aquellos que han montado sus industrias sobre arena movediza, que es la de la exención contributiva y de los salarios bajos. FACTOR SOCIAL:
¿Se puede calcular el costo de esto en dólares y centavos? Nó. Pero si sabemos, que tiene un gran valor. Al eliminar las luchas políticas respecto al Status, al estabilizar el factor polí tico y económico, liberaremos una fuerza creadora que actual mente está amarrada y que tanto nos cuesta. Toda esa fuerza ya libre del yugo político colonial se podrá canalizar hacia el
pleno desarrollo industrial, agrícola y comercial del Estado 51. Liberar a nuestro pueblo del sentido de inferioridad política
y económica en que está sumido quiere decir que cada perso na se quitara de encima ese gran peso qué, en la mayoría in conscientemente y en otros concientemente, lo agobia. Al hacer esto podremos enfrentarnos a la vida con la convicción
y seguridad que da el sentirse libres e igual a .sus otros ciuda-
dadanos de los 50 estados. En consecuencia, estaremos dis
puestos a enfrentarnos con entusiasmo a todo problema que se nos presente como pueblo, en la seguridad que somos un
pueblo unido y que cada uno cumplirá con su deber. Ya que por naturaleza somos emprendedores, inteligentes, intelectual-
mente honestos, y que tenemos conciencia cívica de coopera ción para ayudar a crear el bienestar general de todos. Lo que tengamos que pagar algunos para lograr lo antes
expuesto no se puede llamar un gasto; es. en realidad una gran inversión y a la vez un seguro de vida, no sólo para los de esta generación, sinó para nuestros hijos, nietos, etc. La Estadidad
nunca nos llevará a la ruina, a la miseria, al hambre. El que tal cosa diga no comprende el sistema de gobierno federado, no entiende la psicología humana, ni lo que mueve al hombre a
superarse e imponerse a su medio ambiente. Es por eso que esto hay que considerarlo una inversión que nos dará grandes dividendos, en lo económico, político, social, cultural y moral. Si grande ha sido el logro y el progreso alcanzado durante
los últimos años, mayor y más digno serán los que tengamos bajo el ptado 51. Serán mayores y más dignos porqué han de ser hechos por nosotros mismos. I^eremqs hombre,libres que aportaremos nuestra justa contribución hácia el desarrollo de ".ación. La nación que tanto ha ayudado en los úlr tihios 61 años y (fue nps ayudará mucho más, cuando'seamos verdaderos hermános bajo ésa hermosa bandera de 51 estrellas.
En la revisía EL ESTADO, abril-mayo de 1959, James R. Beveríey, ex Gobernador de P. R. se expresaba así:
OPPORTUNITY By: JAMES R. BEVERLEY
Hawaii is now State number fifty in the ünited States of América. The argument against statehood for Puerto Rico
based on distance and noncontiguity has effectively disappeared. Hawaii is considerably farther from the Continental United States than is Puerto Rico, not to mention the fact that there is nothing between California and Hawaii, whereas between Florida and Puerto Rico there is an almost continuous land
bridge. Now is our opportunity to press for a promise of statehood.
The intei-est aroused in the Island by House Resolution
5926 introduced into the House of Representatives March 23, 1959 by Dr. Fernós Isern, gives an opportunity to Puerto Ricans
slncerely interested in statehood for the island to bring forcibly to the attention of Congress the sentiments of a large proportion of our people. While politically-elected officers and represen tatives in Puerto Rico represent the sentiments of the majority oí the people on many questions, it would be naive to assume
that they j-epresent the views of the majority of the people on the question of the futura political status of the Island, when the people themselves have never been given an op portunity to declare themselves in a plebiscite in the solé questions of status. In all fairness to the people and to the
United States. such a plebiscite should he held independently and at a difíerent time from general elections. The results in general elections are influenced by many factors which have nothing lo do with the political status of the Island. The question of status is too important to be decided outside of
a special election precisely on that point only. At the time the Commonwealth status for Puerto Rico was
considered and voted upon in 1952. it is probable that the great majoriív of people in Puerto Rico who desire statehood
voted in favor of the Commonwealth status as a step forward,
but not as a permanent status. Undoubtedly they felt and in fact they were assured that the Commonwealth status did not preclude later independence or statehood. The fear now by many people is that they will never be given a chance to express their views as to future status and either the Com monwealth status will become permanent or the trend will be definitely toward independence. Certain provisions of House Resolution 5926 increase this fear. For the present the Com monwealth status as set up in 1952 is working satisfactorily, economically, politically and otherwise. Why tinker with it now? Why not wait until the straight issue of independence or statehood can be placed before the people? When the Commonwealth status was voted, it is doubtful
if r oĂ the voters considered it a permanent status and probably a still smaller percentage considered it a step toward independence. But it seems logical that if by amending the
Federal Relations Act, we push Puerto Rico further and further away from the United States and from the controls which the
National Government exercises over certain national affairs, tlien the Commonwealth status would have been a step toward
independence through the back door. If the people of Puerto Rico wish independence, there is no question but what it can be secured immediately or at any time, but it seems unbelievable that the people of Puerto Rico would prefer to creep bito independence through the back door, so to speak, of our National House, instead of walking out the front door openly and unafraid.
We should beware of what happened to the Philippines. The "Filipinos" were given no choice, no chance to vote on whether they wanted to remain with the United States or to
be independent. Their political representativos asked for in dependence and got it. Now there is a movement among many "Filipinos" to try to get the United States to allow every "Filipino" born under the American flag to exercise a choice of citizenship and it is predicted that if Congress should pass such a bilĂ, the response in the Philippines will be such that the nation will be although still foreign to the United States, inhabited largely by American citizens. The aim, of course, of these "Filipinos" is to bring the Philippines back under
the American flag. "Eternal vigilance is the price of liberty." Wc cannot íorget that truth and we in Puerto Rico who are
Americans as inuch as the inhabitants of Oregon or Minnesota, must be eternally vigilant.
Let the people decide, let's have an honest plebiscite. NOTA DEL EDITOR: Hemos creído conveniente repro
ducir e^e articulo del Ledo. Beverley, con motivo de la acción de la Legislatura, en relación al plebiscito. Si es un nonest plebiscite" o no, la ley plebiscitaria recien-
temente aprob^a, como lo desea el Sr. Beverley y todo el^ Pueldo de Puerto Rico, lo dejamos para que sea el mismo Pueblo de Puerto Rico quien lo juzgue.
A Moral Viewpoint: To Our Congress By Mrs. Jane Nicole de Marianí
There are, among our fellow citizens oí Puerto Rico and even among continentals residing on the Island, some that
Eustein the helief that Statehood for our Island is impossible basing their views on arguments unbelievably un-american. I would like to say that they grossly underestimate the fabulously inspiring position of the United States of América as the World's leading power in the search for solutions to
Internatíonal problems that will lead to permanent world peace. It is a gross lack of faith in the good judgement of a great people to imply that a nation thus entrusted by Fate with di-
plomatic and humanitarian objectives of such magnitude could feel overburdened or embarrassed in finding a solution to the legitimate claim of two and a half million AMERICAN
CiTIZENS to share with the fifty States of the Unión, the pride and dignity of first class citizenship.
If the truthful aim of the great powers is finding a solu tion to world problems, they certainly must bear in mind that each and every nation must make compromises, even sacrifices,
if a meeting ground is to be found for permanent world peace. How then, would the leaders of such great nations set the example oí inflexible norms that imperil the attainement of the understanding that will free the world from that cons-
tant gríp of fear? Fear of a maimed Humanity through a ho rrible nuclear war!
If the United States were at a loss to find a solution to a possible difficult situation that might arise, should Statehood
be gianted lis, and, economically did not work the way we thought it would, how iu the ñame of Greatness could that
powerful country feel up to the task of finding solutions to overwhelmingly difficult world problems? How could the United States of América tell two and half
million AMERICAN CITIZENS of Puerto Rico, aniong which thousands fought in two wars, elbow to elbow with the full ci-
tizens of the fifty States of the Uni贸n, that they can not share with them, on equal terms, the peace and moral security they fought for?
It would be misjudging the sense of justice and responsibility of a country which of its own free will, took into its
hands the destiny of a small country with great problems.
Foimer baiiiers to the admission of extra-territorial possessions of the United States have vanished through the efforts of human genius and out of respect for human rights. Distances have been shortened, communications have mul-
tiplied, racial prejudices are being finally conquered. What then could be the insurmountable barrier left before a small
country who is gallantly fighting its battle against extremely great obstacles?
We are limited in territorial extensi贸n, peor in natural
resources, rich in population. We have been succesfully grinding our way to industrial development. The only issue now at stake seems to be the odds against the survival of our industrial development should we become a State of the Uni贸n
This battle we would have to fight, strange enough, against the colossal power and might of our own foster fathers'
The world's highest freight rates to import our raw materiais. The stateside laws on minimum wages. Those would be the superhuman forces that two and a half million
AMERICAN CITIZENS would have to fight to keep alive the means of surviving with dignity!
It has been said that Puerto Rico can not stand the strain of Statehood.
The men and women of Puerto Rico have gone through the most painfull strain of all: giving their sons' lives to fight the battle of democracy against world totalitarism.
The men
and women of Puerto Rico have the right to expect the dignity and moral security of Statehood for their children's children
on the same footing as the American citizens of the fifty States of the Uni贸n.
The leaders of world democracy can not think of equality with US on the battlefield only. Puerto Rico has been called the showcase of American
democracy.
We feel confident that the leaders of world de
mocracy will pride themselves in making of our small coiintry the laboratory of new diplomatic formulas and of the com-
promises that each and every nation must lay on the altar of world peace.
The engineers of future world peace can not and will not set the example before the world of inflexible norms. Tne American Constitution has been amended before.
üne more amendmend, should it be necessary, would make it only greater. An amendment that would put an end once and for all, to the tnrongs of moral msecurity of TWO AND A HALF MILLION AMERICAN CITIZENS. An amendment
that would make constitutional the flexibility of laws required by the special needs of extra-territorial states to make it possible for us to struggle with dignity for economic balance. On just reciprocity, Puerto Rico I am sure, would find a way to solve what has been hinted as a possible menace to poíitical balance in continental interests.
Puerto Rico, I am sure, would be ready to accept reprebasis of the lowest populated State of the Unión. Then, and
sentation based not on its numerical advantage, but on the only then, I believe, will the United States of América have ischarged its full responsibility towards all of its citizens.
We who were born under the American Flag and believe in the greatness of the American Constitution and all it stands
for, are sick at heart to watch and hear people joggling with arguments against Statehood for Puerto Rico based on equations of dollars and cents.
Let US admit, though, that the confusión is on our side primarily.
Let US all unite in only one volee calling for Statehood. Then, serenely, we will work out the solutions to the new situations as they arise.
First things come firsti
And the dignity of first class citizensh'p should stand second to no other consideration.
Honorable Members of Congress, it Í5 your unavoidable
responsibility to put an end to our política] straggles by showing youi- willingness to opon for us the road to Statehood and cut short. by the same token to the endless spccalation, agitation and harmful propaganda made possible by the vulnerability of our uncertain status.
CPR Asociación Ciudadanos Pro Est... 320.97295 La estadidad : ideal en marcha A837e
[1960]
CPR Asociación Ciudadanos Pro Est.~ 320.97295 La estadidad : ideal en marcha A837e
[1960] .~,v'
Biblioteca y Hemeroteca Puertorriqueña
No se presta
fuera de saf.^
UPR-Rio Piedras-Sisloma Bibtiotecas
402754 1
Luis
Muñoz Rivera 1859-1916
"Famosa frase del procer, 1891...
...Quoremo.s vigorizar a nuestro pueblo: enseñarle a amar su terruño
americano con idolatría; presentarles ejemplos de lieroismo; levantar su espíritu muy alto; crear en su seno el valor colectivo, que no ha de confundirse con el valor individual, y prepararle de ese modo a las eventualidades futuras.
«Así se expresaba el 6 de septiembre de 1899... ...Es preciso ir con rapidez a la identidad. El partido lilieral desea
y pide que Puerto Rico so transforme en un espécimen de California o
Nebraska. con las propias iniciativas, con la.s propias leyes, con las pro pias prácticas, iguales en el deber y en el doreclio; iguales en las venta
jas: iguales, si hay sacrificios, en los sacrificios... ¡Ah señoi'osl El iijjo de esta tierra debe reclamar la identidad... no podemos ser. no debemos ser. no queremos .ser en absoluto, y sin reservas, otra cosa que buenos y leales americanos...
'En el IVIanifiesto del Partido Federal al pueblo de P. R.. octubre de 1899: La identidad ha de ser nuestra divisa. En la identidad encarna nues
tro patriotismo... La América del Norte es un Estado de Estados y una República de Hepül)licas. Uno de estos Estados, una de esas Hepúldicas debe ser Puerto Rico en el porvenii .-. El 7 de marzo de 1911:
Puerto Rico Estado, es Puerto Rico digno y libre. La libertad y la dignidad valen más cpie un poco o un muciio dinero. De Lidio Cruz Mtjnclova. Luis IVluñoz Rivera. Diez Años De Su Vida, 1959.
De Bolívar Pagán, Historia de los Partidos Políticos Puertorriqueños. ■I898-I9oü. Tomo 1. 1959.
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