La peregrinación de Bayoán (1865)

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, LA PIRKGRINACION DI BAYOAN. DIARIO l\ECOGIDO Y PUBLICADO POR V 11101110 IA!UA HOHOS. IADllD: IMPRENTADEL COMERCIO, F•Hlo , 7, llajo . .
.' .. 1 . -',' .• ·:.: .:·H _ Bl _I_:_ p ... -.:.. .. _ ( ... ..., ... ·.. G51G5 J) l. '• " '' ,r· • ,¡ ,. 1 : '!· ¡, , 11·" l.,· ,,;1 .. PRÓLOGO. ' f 1 1 •... • , '·.:·1 1: ·l ,., 1:) ¡.1 ... Esle libro , 1¡oe 1111 libro , es iiri ' il éseo ; m:s • J / , I t'11u e ·d1!se o , lina htteoden : ma s qu e lnten cloo , 1• s sod . .'; J Sed de jn sli cia y de verdad: lnlenci/n de ¡1robar que hay olru di cha llll!jor 1111 0 la 1111 0 el bombre busrn :

l.

VI. Deseo de que el eje•plt I 1 .

laJOID me lo dijo: •felll, Ullp •l•, galea llene I el valor del safrlmlealo; porqoe ese, al coaelalr so '/ peregrlnaeloa por esle maado, llabri e1eon1ra•o an lerosalem, so Dios.• '

· Voaolros los que e1 res de '&lflr, peregrl11i1, se,g11ld coa pase llrme: la oa eapen es I lan qoe no la lroearels por la lllálU fell· el dad de los felices.

Los que 10 peregtjlu, que au leo . 'Al publicar. esle DWUO, eomelo una pretuael4ú que mi concleacla casllgarf. eoo sus oeullos torcedores, si lo viera prora11•0.

Hejear H llllro; es profa11rl1. ' ,/

Los que buseaa ea la fida al@• mas qne nu •I·

J

VII

ella delewble, esllall..os ,.r el H•ro , segulria baleando.

Perdóae1me, si por el mlslerleso aaltelo que le•· ¡o de Yelllura para ellos, rolHI i la oác1r1•1d u11

DIARIO escrilo en la oscuridad de uu co1cleacl1.

\

EuGB"IO MARIA Hosros. V

' ·Olra vez, otra vez!.,. Oh ·p6&na mia 11culíptos dolo· res me cuestas! Apenas 808"1ladO mi ape. nas •calmadaa ' las iagitaoiones qoe1la . medi)ación,.de ese 1()tro.1 mundo ·me1•ha •oausado¡ J1 olñi ,>Ve& obli&ll· do á abüdonartel f ¡Campee, cielo¡ pfüia .... I 11

Nunca he senlidolas anguMiu •quc abota aiemi'O: comprlnaeae mi pecho, J'eluhcellemr ooraa<m,iabó;o.i· me el vaclo. Bl>Luquillo, que siemprc ·áe me hap!'e-

1. !,.; , 1. . h ¡ ,.,, •U , •• • 11. • '" " 1 M ,,fi'IJ 11•• ' .. J.. ,:. 1 , .J"1 ¡1 ·ll ' ,¡.l. \ 1 ) ·.1 "' (· ,, ,,z· ··, 1:.: ;· . 11-'· J.,.1 • ''• 1 .u!,;·;,, ºJ:t·1.t ¡j, llO" 11'1 ' /:"ft• ·¡f. 1 .,,,., ,,f l ;l_I f . 1 ¡, 11 ,., "l· !''' ' d' 1 • 1 J f¡< • ··:·.. l··,1'. •:r':•,i .¡, l!...1 . t .iJr• 11•. •-:.1.I·, . " ,1, J,1 :1;•' 1 '' ! 1 •' :-, • ' 11 .1

Olra vez, otra vez!... Ob ·p¡lttia dolores·me ·ouest.asl Apenas BOll!!gado mi oora.;D, ai>e· naa •calmadaa 1laa 'agit.aciones l¡oe! 1a . medi\aeion.-de ese 1Qtro<1 mundo ·me1ba •causado.¡ 'I' olrtl. <Vell obligl\· do á abáadonartel

¡Campos, olelo¡ •... ! · •11

Nunca be sentido las an¡ualias ' que abota •.,ill!Mo: comprlqaese mi pecho ,.refuéfcesemi coraaon 11abó¡ame el vaclo . Bl1Lwtuillo, que siempre .se bap¡!e-

l 1 l , ,, 1: \ •t11I•, ., .• ··; •11 "f"l"f! " 1 ' .t•'······· ll't, ·.. 1 •/• ¡ " •'•" .JI 1 1 1t1 t•, • '" '-: ' 1 l • ·' .! • •

I'

=f0= seolado magnífico y azul, eslá cubierlo por nubes de color de muerte, desvanecido en un horizoole os· curo: el campo .que siempre me ha alegrado, me en· trislece ahora: el cielo ya no me sonríe, el sol no tiene brillo .

. Qué a'turais, sol, cielo, campos, ca· . prichosa sierra! /

Y el mar lai;nbien sombrlo!: sus olas me recucr· dan el yo llevo uno conmigo. ¡Por qué me asusla sJ soledad ...! .lhl ,11i pudiera quedarme ... .! -eapitao, capitao, quiero quedarme!

La implacable golela se al des\ioo ..... no se detepdrá.

Conlelhplemos la playa: ella lambienl: oomo •mi · campoa,como todo, huyed11mi. Se ha puesto el sol ...! ha hecho bien: ul mis ojos lendrán la miama oscuridad que \ieoe mi alma. OcTUBlll. tll.

Alla mar! Ni un punlo en el horisonle, ni una cu111bre de las monlañas de mi pátrial Culolo ha andado la goleta! Si anduviera hor lo mismo, hoy llegaríamos á Salllo Domingo . )

=ti=

Qué es eslo! Camioamo1 al Nórte!

Ah! ya me acuerdo: mientras velaba, ol anoche el sill;dodel vienlo yel rugido del mar, truenos y eslrépilo en el cielo, grilos é.impreCJ1oiones en el buque .•.

La lemv.eelad de mi alma me impidió gozar de la del mar .

Qué hermoso d( ... 1

¿Qué hay en eso de estraño!: no han sido siempre los dfus más alegres en el cielo, los mts'tristes en mi \ . / . corazon!

v ÜCTUBllit f5 . .......

Qué dos d(ash oscuridad en el cielo yen mi alma; niebla ante los ojos del cuerpo y del espiri!u: silencio dentro y fuera.

ÜCTUBRB f6 .

Anoche ganamos lo perdido: navegamos á rumbo, y el capitan, estamos cerca de tierra .

-Volveremos á verla-se ha dicho mi coraz/o', y la luz de la alegria ha disipado las nubes: la esperanza Jie anin¡a: esloy alegre.

Ocruen t6:-por la Jarde.

Allá en el Hmile del horizonte, hay una nube : ·no me engaño: esa nube es la tierra, es el velo que en·

cubre las costas do la indiana Uayti; qu{o hmla, pero qué ideahnenle se leva11.ta el wlol lla& líneas .soo las QpduJaciooe1 do ,fQB montos, aquel P.unlo salienJ,e. de. la nube, un promQntorlo;• y la trasparoncia del y. la dill mar, .anunciun á la infeliz Higuey, último albergue de los sencillos --,h:ibilanles de la isla, en la reroz . persecuoion de los x injlulgentemente, Uunla labisloria

Desde aqul, de la proa, es desde donde admil'o la velocidad de la g9leta: rompe la o\a, laolaru gc,clévase la quilla, precipítase el a¡¡ua por debajo, y entonpes la quiUa hunde, y dejn lejos la ola que quer(a impedirle el paso.

Oh goleta!, si yo fuera como lú, y pudiera como tú romper todas las Qfas que so opoll!ln ,¡ lHi Jlll.... ! ya hubier.aJlegado al (jegcad.o pucl'lll, l' gowriá de la que eu vano busco. .

Pero entre lanto ayanza: ya lo quedan pocas olas que romper. .\delante, . adotanlc !

Ya se rasgó la nube: ahí eshi 'y ó su izquierda, la isla mislcriosu, .\nwnu, el Ja-.

/ . =1lí,.;

Ion cenlrnl del camino dP Mayagii4lt. d lliguey, de Borinquen ·á llayti. ·

Umi ·lálJl'ima on mis ojos! es phra ti, Dorinquen. !fi pensemlento' lll busca; 'J!Cro el buque, la costa de , tu hermana. Adios. '

"" Ocruens 17.

Mi primera mirada ha sido para el .cielo: Jo he uontempl<ldo durante mucho · liempo 1 y me M 'Pasmado su semejanza ·con el ·alma •humana ,. el sol lo \ r.noiende, y sin embargo hay nubes: · ilumina la •ale• gría ·nuestro esplritu, pero nunca disipa Jl07 eomple. to sus cela1es, Ayef al'acercnrme \1 esta costo, sentía nln .oontento vivfsimo, porque era el ¡irímero que goroba i desde que me alejé de mi quoriti<l lilht 1 y sin rmbargo, al recordarla, ·so anubló mí 1lorazó'n ..! ·na,go un .esfuerzo y m.o animo: ·de nlfda nlo ·ao11ordo, en nada pienso, siDQ •en _ lá ,encánltldora eosl8 que bol'doamow, en los puntos de visia ·qu'ft sp, •1i1é ' 1>resentan, cil el vallo ' solitsrio por .donde ahora. jxls1>mosJ y-que con sus , palmas, sus '. ceibas, l' i'I lt!Jw>rguP mistel'ioso que ali' en str fondo- 'sómhrean lo• mangó•, a¡¡ila en · mi cerebro la idea de 'la · Ps la voniura . .• 1" 1 ,d .• 'l ·111

)

=t4= Magnifico Cibaor te admiro ..... .

Ya ni admirar me es permitido: mézolase á la ad-. mlraci6"n de la 11trevida 11ierra, el recuerdo de sus bravos habitantes, vencidos .por la aa&ucia ylainjusticia, los dos perpétuos :;encedores en la lliatorill de .los puelilos y de los individuos, y la indignacio'n sofoca mi entusiasmo.

Montaña ·codiciada, me enlrisleces: recuerdo á tu y pensando á un"liempo en su patriotismo her3ico y su muerte de Jllllrtir, me Die¡o en silencio que teo¡an premio en la tierra la abnegación del mártir, el heroí8mó del patrioV

Tú tambien me entristeces, ciudad á América: el tiempo castiga los crlmenea qué el hombre olvida, y tú estás, Sánto-Domin¡o, castigada por el tiempo. CorazÓn en tus Teros dfus de la América, arrancada por Colón al Oécéano, en vea de procurar el olvido feliz de las islas tus hermanas y de tu engendrador el conUnenle, mandaste á aquellas, á tus ocio,os verdugos y al conUnenle, á aquellos sacrl· legos que detuvieron en su magnifica carrera dos ¡mevos manantiales. de oivilisacion y de ventura.

Criminal con tu padre y tus hermanas, debras ·ser )

\

=t.5=

con el único que te quería, y despues de n_iarlirizarlo, lanraste 11risionero de tu puerto al venerable génio, inreliz por ser poio y venerable; al iníeliz Colon.

Soy injusto contigo, capital de la ¡¡spañola: no iú quien.aherrojó á ()olon, rué su propia crueldad: ¡no la Co!Jletió y cua,ndo levantó el velo que tan os ocultaba, á ti, á Guanaljani, á á los ojos de Europa! ;no la cometió señalándoos con su Indice temu al ya viejo mundo!

.

Esa }1lsticia universal, que persigue el delito en el tiempo, en la tumba, hasta. en la esa luz invisible, que .señala implacable la mas ligera ,mancha, penetra en las tinieblas, gue casi nunca tiene el hombre valor para mirar, esa justicia, esa luz, lo castigaron.

La justicia le dijo: •-'Has sido cruel entregando la inocencia á la codicia.

La luz: •-Siempre alumbraré tu alma para que leas en ella la de lu génio, y no le 'quejes de la ingratitud de que serás juguete. '

Revelar á los hombres la · verdad; " y 9'ra11ar su ingnititud y su injusticia: .. ! .

. '

x =f6=

Si la historia se estrañe, ei ine:perta.

Colon no se e;trañó; esa eSBu gloria. ·

Co!Ofl acató la juslicla, y •vió la luz: no se· quejó de nada.

·Hab(a en él lo que l!'n el géÍllo hay: pro¡ietlsltn el le · ·

Meditaste; 'adivino, eri el res11ltado' ·de tU 'adivlnacio'ri; ·viilte que el mundo hac<a inYeliz al'murtdo,que las tinieblas no hablan Úigrádo ocultará tu minufa, y te culpaste :· .. ' . ,.

• -Es .nalural , d,is!j! , los, hombres me atormenten: les he revelado una verdad¡ es natu· 1 .:- 1 11 " I I ral que hecho un bien¡ ;,es natural que me encadenen ... si hubiera cadenas para el al· • • / ' • • 1 ,1 1 ,1 ma, mi alma seria la encadenada. Hay momentos en i l, 1, 1 que creo que la injusticia de los hombres es la reve/ . lácion ,de la , eterqa: cruel rse mundo que mi espíritu vió tras de los mares: lo he eqtre¡ado, á ,hombres que !lP me bao imitadq, que no bap se1,1t¡do al verlo, otro que el de arrancarle sus 1P,1y,ros, y be sido casligedo: la ingra· titud ha , Bido, ml (l!IBligo ..

Y el de Rspaña, Cotón: si tú la vieras ... ! Si' tú la )

. =t7=

\

vieras, Colon, tai vez te espantarfu el rigor de ta justicia. Neci/n generosa al derenderla, pequeña al combatir le independencia, purgo·hoy su pasada pequeñez: lo que debió elevarla¡ la abatió¡ IQ que enrlquela hizo misllrable; ·1'equeña, lb que estaba llamado á engrandecerla: tuvo un momento de gloria, brilló, •resplandeció¡ luego, lo mismo.. que ta hucfa temible, (es ta es la gloria mis erable de los pueblos ) la hizo decaer: como las llamas, antes· de apagarse, destelló : volvió luego á brillar con resplandor magnífico: quo la babia hecho pequeña, la hiw grande, la augusta ' independencia: sofocó la ·de Am érica y murió:' luchando por la suya resúoita. Está, como los nifio8', vacilando: dia llegará en que con fir/ . meza: dra llegará en que comprenda sus yerros pasa dps, Yqui era remediarlos: abrirá los ojos y verá¡ la füz la hará feliz: hará . lo que aün no ·ha he o.ho : será justa : bajará la cabeza ante el eterna anatema de la historia, buscará co11 to-s ojos á A.mérica: -a lll se dirá, mi porvenir:-sc enmendará¡ ·los qu e llamó sus hijos, volvertin coino hemianos á la qu e ru.é su madre, y reunidos, y respetándose, · lograrán su bienestar pasado, y España su perdon. '

OqulllB t9. nto Dom#lgo.

Estoy en tierra, y tan cansado de lla, como acostumbro á estarlo, cuando en vez del airo puro, respiro el impuro de los puebloe; cuand en vez del libre . vagar por campos y montañas, v go, encogido Y preocupado, por callea aline,adas: on sin embargo estas ciudades pe América tan di sil las de las.de Europa; forma tanta parte de ellas la atrevida ve)tacion que las rodea; son tan pinto s las colinas, los valles, las vegas; tan varia la illZ que ilumina los objetos; tan limpia la tan brillante el cielo que, con sus celajes vigorosos, ' enpña al soñador, que cree á tierra. y cielo, decoracioo faotáat.ica de un escenario inmenso, que soporto ' resignado mi deleneion aquL Paseo, sueño, medito y me distraigo: recuerdo Y me entretengo.

0CTUBR9 tt.-En &JlltO Domblgo.

A dónde iré!

lle querido visitar la ycga !leal, Cibno, cuantos lugares vieron á Colon, cuaoios recintos conservan el recuerdo de los sencillos babilantes, Y no he p<i)

=t9=

dido hacerlo, porque ni caminos practicables, ni · quien conmigo se atreva á practicarlos: me contentaré con recorrer la parte de costa que recorra el buque en que me embarco mañana para Santiago de Cuba: desde aqul iré á Batabanó: estoy resucito: ¡qué me importa emplear el dinero que me queda!. con t..11 que·sufra algo de lo que sufrió Colon,. y al escribir su historia pueda describir las angustias de ose viaje inmortal, ¡qué me importa llegar á Europa sin \ dinero ! 1

Y tengo bastante: la Estancia me valió cuatro mil pesos, con lo cual, reservándome los mil que estoy gastando, be tenido para comprar . los coílllalea que rodean Ja casita en que nací.

Tengo más de setecientos pesos : con ellos iré á Cuba; de Cuba, a_i.Da1i9n; del Darien, al Perú; del Pe. rú, á Méjico; de Méjico, á l.a Habana,para deaqul embarcarme en uno de esos vapores que van haciendo escalas en la cosla, y en Nuevitas quedarme para ir,¡ ciiisland, San Salvador de Colon, indiana Guanahani, Y volver, visitar á los amigos de r¡¡i buen Agueybaná, que tanto empeño tiene en que me prepare para mi peregrinacion á Europa, con los dias dr

(

=20= ulrido, Je paz, de tranquila dicha, que me ha orreci<lo al lado de la familia de Guarionex.

Si mientras viajo, no hiciera otra cosa qoe ' 'e r vlayas, campos, sierras, pueblos lejanos, mar y cielo, viajar seria olvidar, seria vivir¡ pero empujado pot. mi amor á la verdad, por la larga indignllcion que me ha costado el penetrar en las profundidades de la Historia, y sobre todo, de ese periodo prodigioso, feliz y desgraciado á un. tiempo, en que fé dlll Génio arrebató. este mundo á las tinieblas, peregri. naré, no viajaré: en vano mi alma · lo que solo hay en el alma, y al fin del 'viaje, al fin de la peregrinacion, n.o hallaré Jerusalen ningun.a, ó solo la que á la salida de la nos . eslá .siempre llamando.

OCTUBRE 22.-A bordo.

Estoy mirando cómo se desvanece en la distancia la capital de la Española: parece que corren un teIon delante de ella: 'l!á poco á poco ocultándose, hundiéndose, y ahora, en donde bace poco la veía, veo la l)lar.

N'os sale al encuentro un peñascal: detrás de él una llanura, luego un monte, y entre él y otro mon)

=21=

le un vallecilo, y luego ..... ·10 que viene, ¡qué me importa! lo que me importa es y me de comparaciones insidiosas: húndanse en b en hora las ciudades, tráguese el mar las casas, 1 árboles, los rioa¡ desvanézcase todo á nuestr paso· no es lodo necesidad tengo de acór'. ldarme de los dias que se hunden en ia nada, de los gozos quo nos n1e¡¡a la marcha indiferenle del tiempo, de la dicha que nos roba la distancia !

\ Puedo yo aca.so botar al a¡;ua mis recuerdos, mis ideas, lo.,_,Que hay dentro de mí?

Al ver esos remansos que hace ol mar, ¡>enctran do en ese rinoon de tierra; ver e·sas plantas fclizmcnle agrupadas sobro aquella choza¡ al · ver tra s e lla esas colinas, probablemente cruzadas por al¡;un torrente, concibo la felicidad, qui$iera realizarla ahí¡ pero el buque prosigue indiíerente como ¡¡Ui9Jppo, á ventura. Ignorados retiros de la costa, que altere la feliz soledad de que os ro4eais¡ dejadme que os habite .

OCTUBRE 22 .-J>ol' la noch e.

:Vientras contemplo la costa, que pa sa lentamente, porque la golcla anrlu muy poco, la comparo con !;1

costa de mi isla; caigo en la melanoolla, al compararla; busco con los ojos el ,punto del boriroote f(Ue la oculta; suspiro al separarlos, y miro va¡alllente las pláyas, las olas, las estrellas.

Me pregunto por qué el mundo convierte el amor de la .pátria en un,¡i espina que nos pu111111 sin ·oesarel por qué me be visto yo· obll¡ado á seplll'llrme del rincon en que Dios quiso arrojarme, y en donde quiero yo> vivir eternamente: presunto por qué cambio por esta ansiedad, por el vaolo que arranca de su sitio al corazon, la iroorada tranquilidad que alll gomba, el sosiego, la pu, el abandono que mis campos, mis mires, mi retiro, mi soledad me <!aban: preguntó por qué ·vuelvo por1B1111nda vez' á buscar lejos de mi pátrill, lo que no encontré en mi primera peregrinacion: por qué vuelvo á viaJarr por. qué me empeño en conocer al mundo, y bacermo conocer de él, si toda mi felicidad CIJDSistia e'n vi>tr desconocido, y en beber renegado para siempre de las grandezas de la civilhiacion que probé, al errar otra vez por ese mundo! No. me sé contestar: yo sé que hay algo debajo de eso \'Clo 11ue encubre interiormente mis dC8eos,

=23=

idea., &e11timieolos: yo sé que anhelo la dicha de mi patria: )'O sé q11e necesita de sua hijos, porque aolo loa bijot earifioaoe: yo 11& que me aver¡¡oDSaba de goiar del sosiego que el suelo en que nacl me dá, y resol vi alejarme de mi tranquilidad, y bqscar la agitacion, la lucha y el dolor, por ser digno de mi pátria, por hacerme oir del mundo, por lograr en él el puesto que hoy no tengo, y poder desde anL.. ..

\ Pero no es esto aolo:

Por qué he de querer engañar á mi conciencia, si mi conci11Pcia tieu1t para mi la misma sonrisa que yo, para los que quieren ocullarme la verdadT

He salido olra vea, porque los hombres que disponen del deatino de los hombres, lo han exi¡°ido asl: decillD que era necesaria mi ida á Europa, para justificar con algo, con la ciencia adquirida, ó laposicion s.ocial lograda, mi ;interior permanencia en ese mundo: decian que era :vergonzoso haber vuelto, como sali, de mi rincon: ciegos .... ! sin reparar las arrLgas de mi Crente, sin presonlir las arrugas de mi

Se pasan imp!.Jnemenle en Europa

'
J

=i4=

Se vé lo que hay de bueno• se pide .para la plÍlria, y no lo dan; se se vé lo tllllª . @ 111\Plo, 60 observa, se medila, se amar¡a la 118 hwr den los ojos, se hunden las mejillM1 fi8 nonlrlten. IOll labios, se aprieta. el corazon. .... l' .eso 110 Jll6 y eso no jusliRca los años de ausencia de la páll.lal •.

Pero hay más: por qué, caUarlor . ., La naturaleza es. prodiriosa , y y embelesa, y ánimo contemplatixo le dl;¡¡na Nijla <le sencillos placeres, de inoceQIBf al.e¡rlu, do bendiciones. Pero el hombre! Es su corazon tan bueno, su esplritu tan puro, que haga olTidar las necesidades de la iolelilencia, "l)Úl mas cuanto menps satisfacciones •puedan· dárse1e¿Puede el que tiQne. un buscador de . verdad, por aspirará Dios, tranqmll811rlo en eslos paises desheredados, ail donde los homIJrcs son los mismos que en el resto de la lierra, no las mismaslasconquis tas de la intelicenoia humana! .. . Y llegó un mom ento, en que espautado de la desarmonla que ví entre mi amada naturaleza <mcricana y sus hombres, anheló est udiar el árbol de lu cie ncia que allí no vejclaba: ruí á Europa, busqué

J

=!ia=

por 41!du parla lo que ml ellplrit.u querla: ¡era un de mi eaplrllu ... ,! drbol• de la ciencia no dHa 'llomllN ,4 llombÍ'l!tt mejores:. vol vi desalentado á mi retiro: gocé 11& la pez: 'll "poce liempo, en va1ui lucbeba "ooefra '!na Idea•tl .. ida, pero -tenas, que apareció en mi cerebro: qwérla ··volver 'á Europa. ,Por 'qul!f Káeq\Jepot' na4a, más que •por amor ái mi pálria, más t¡11e por lemor 'á la injusticia de- mis compatruoll!s, más que por,,aríhelo de .un nombre eo la por anhelo tláunnombre en las ciencias, en las letras; pol'amblcion ·de .

Dicha :esWa ver.dad·: ·

.

Qué es gtorja para mf•

Bs uoa luz que brilla muy lejos dé la tierru, muy cerca de la gloria de Dios, en su regiori.

La ¡¡loria 1de los bomJ>res, el ' ªPlauao del mundo, las a1a9anzas q¡e meNzcan las facultades croadorus, no' meHi1agan :'1<tlagan ' mi vanidad por un momento; n\ por .uno, mi razon y mi conciéneia: .eva gloria e;¡ para "l'• la vanidad, divinizada, hecha virtud.

No lfuicro cao. ·

Y. Quiero la luz que me revele á IJios, lu verdad, lu la virlud: quiero la admiruoion de los hom-

)

I'

=!16= bresiras la cuando no 11111 oica, ouaodo no me en-an; cuando N8D sinceras, ouaado sean reaultado de -virt1Wie1 duraderaa de 1a ru- lleoéftca, reauJlaD\e de la .,_1a de ;as verdades 8'81'11111 J de mis raouüadea, de las po\enoiu de mi alma, de la unlon ·ventlll'OBll de mi con la verdadera con la modeelia, con la senclllOJ, con Ja vinudi quiero la ¡loria que detlprecia la burla de loa hombres, que llDI lo l1Ueno por ser bueno¡ que ama el laleule, 1aa revelllCliones de la fantasla, la severa l'8IOll, cuanto ealal p&· del cerebro humano, levantan la verd1d1 animan la belleza verdadera, no, cuando profanaa la llrandela, cuando serien de la virtud, cuando ullrajan al Dios que no han tenido ¡valor para mirar.

Quiero llloria, y por ella abandono hoy mi pálria, Jilañana mi felicidad, un dia, la vida. Quiero que di· ¡;an : •En esa isla nació un hombre.f que amó la verdad, que anhelaba la jualioia, que bu&caba ·la ventura de los hombrea ... :• y no me arredra lo quo veo en el rondo de mi aly no me espan'tan las nubes que envuelven á mi coraion, y seguiré adelanlc.

='11=

EmbarcllOion, tú )lll8des decir que penevero en mis resoluciones: tú me baa v¡uo llorar y aecar mis Jápimas: &ú me vea ftOoner la 001• de la infeliz Hayü, cuyos f'eollerdos arrupn l'ren\8, f! indi¡nan á mi rawn, J lú vea qlie soporlO 8Moa dolores, pe888Ddo eq aue. efecloa -v.enideros1 . •

El 10l · ha salido; ha llegado al aénil, luego se ha ha hecho lo que siempre: y al verlo, y al ver el mar'· estoy preguntándome que si es IUI d(a lo que vl com80Zll1''f voo acaliarse.

Dentro de ml, 1li una idea, ni un recuerdo, ni siquiera vi11a, porque en la ha inoiladael oaadl'b . maravilloso de esta cosla.

OcruuaM.

Caminamos tan poco, que apenaa eamlnamOI.

El mar de Colon está lranqllÜO\ como lo estará su csplrilu, no hotanle ya, como lo ealaba aquf.

1 · Octllasili.

Para 'dar al@'una variedad 4 la navepcion que ya impacienta á los pocos. pa8'eros que conmigo vi c· . nen, el ., cnto ha cambiado, y es colltrario . En vezd c

=\111= seguir paulllldamenle -un cámlllo dereéllill 181Uimos UDO tortuoso OOD la misma .-a• y á peaar de lodQ¡ yo deeelpero á ·lo• que oon1ul· tan lllÍ pr-tamal clioWMolll8: -•SI., aeiores: tocio elMo mel8l&nlal n&\181Br OOB· teendo, i.r gozando deepaoia de loa de una lior.:a deliciosa como esla, y gozar desde el abismo.·

Si nlda lelllO que deair, por qué oe;o el lápi¡ y el papel! CoeCUDlbrcs, si aois bu011M1 soia tan tenaces · como l• -1as.

Octueu 'l7.

Calma: las olas ae .levantan pe1810NJOE(lle, pe1·c. . · roll801enle uen, y ae tienden y eaparoen en pereaosa indiícrencia. Si yo sospechara que hay olaa en. ose mundo lnvi8ible que llevamos, ó en los tramas del ccreb(O, ó oo la cavidad del pecho, c9mpararla mis olas á las olae ele la _, Caribe. Calma en el niar, indi(llfl!noia. en .mi: yo creo que es lo mismo. y 11 la verdad, Yll no me .lpJico mi indirerenoia, ni sionlo placer al \'erme dominado por ella. Lu in· , tliícroncia os para mi vida interior, lo que .seria para J

=•=

m.1 vida mllteritll; la '"'°"º· 00)' tr•1piás.

hi medito ·tin ¡iooo; 111e indlioo oonlnip 111i11mo, porque me digo:

·-Haber para ewto, clia¡ulM, elnsaboftll, amarruras, triBtmaá\ peAres, dotore1; congojas, áogusliasl: pera •nec-r · á ·este ·estado de inconsciencia, haber luchado con los demos, haber rehaber decidido, acoplado el sacrificio! · · ·

"{ las COl!ll!lln&aoiones?

••• ''I' ne -de estar toda mi vida, !llgido el coruon, COlllO una cuerda deMIM>fYo-.eo-en rompen la néce!lldatl de a!lojarloe. N_idltl, llay de el!" lar indirerente, para lorrar ter mto. ,

0cYhU ••

.El viento noe aeel'ea á ti, lllOil\llllO• Mipep ' 119" sar del nublado, adi\lino lut! bo1J4111él"Y oa!fl!l'llU: iBgúrome á tds hijos, perseguidos en ellH'1 redúoidos de mu!hos á inuy pocos, combatiend9 ••.el úlli· mo momento-, PQl' la Bltfr&da Independencia de ' la p"ria. . ·.. ' ,,. ' 1 Los nubes del .cielo y las clel lillntp0 1 no me imP.;,.

J. \

=llO= den ver lo que ha pHado, y le veo desierta '/ •litaria: tú, que al llegar loa elÍra•jeroa, ten(aa·po,bladorea 4ue derendlan ·tu ,1aye&, tus lloreltn, tus breñas, tus abismos! Ultillll) llll{l&ro de la IMll8illlll 'f la illooenell, dame . la oólera que dabae 'tuHlljOs, 1u noble illdip11oion, su valor eaato: lo gue elloll con 1u1 vmae, baré yQ .. OmllaBIO.

Las bo1'1'118cas de las costas del Sud, nos obligaron ·á cambiar de rumbo, y navepmj,. lliicia el Elle: ya en el canal deAmon1, eopló el vlento4leM111el pullto oardinal, 'f noe dirijimoe ' eu épullllO(coateando º! Nórlede la isla: ruoa tie11e el Gapltan: 'llnto dáir por el Nórte como por el Sud: mientr11 tanto, solo l!ienaan en el puerto loa tripulantes del buque, y nada sienten alv• •tal pllyl81 01111 babla, eaoa promonterioe, ·roouerdoe impereoederol de la Uepde de aqUelloa lllÍllllnlOI ,.,..._ , f1118 VOBlitaron otro& mónalruol mll9 temibles.

La elei&aoicln de mi eepirltu 01 violentll . • Pienao en lo que era la isla, y lo que ea, y me enternezco: pienao en sus habitanlet, y ál ver que han )

(

. =11=

deeapareei41ode la ball ele la lierra, me eelremeloo. el llon&e-Chrisli, á 'Cllyo abrip se.fundó In lsabel9; J-ei ,_.ea lo que rwl ella primera colonia, me dá ruersa1 la juaLlcia Pl'Ovidenoial, que asl oaatip, .ah¡aeeomete 1111 orimeo.

VOIOtroeJoa oalilJklfol,que a(.i .vapre;a por los alrededores de la que rué deoid 'si su ruin¡¡, decid si vueatra muerte, rué causa de otra cosa que de la codicia que IHI alejaba de vueatroa tarea,.del cl'IS'ei {>alor que en vencer, en deatr11i; la noble raza que tan lle _ selva que nos sale al encuentro . . por el boapil&lario Guaoan11pr(. por el UllllO de Colon ... Nada altera el silencio; de nada recibo )1118 l'8S" puesta: lle la dá la jullicia: rué delpaoiMo: por admil'8Cion • al poio que adivinó en Colon, lo amó y amó á los que lo acompaiíaban: auaenll!, este, delaodió contra sus cqmpatrÍotu ' loa qae invadÍ8roll '-1111 P'lria, y á pesar de 111 eoapeollaa de que le bioieron lllaooo, con que el mismo 6olon lo ÍiltNjó, l14!1ó uo dla Pf1BO 1u ruena y eu pode,, de parte do la inju1licia,

' t ,.

=11!1= y luchó contra«is :indtw4eClllllo 1 conlr1 los ltetma· manos del héroe'lle 1Ji IaJ8, OOlltl'I' 19' alibdifDll de Caor111bo, al 'lnode Oolon ·ydetollll)loll:ltbaltlljo de su pálrie, d8Nitllila;'YD'ianlbl81tpóf ·mi · nmoral visionario tnm- 1 deepu4Md6•01N11ldcle aérea, el mésdie'DOde Dl#liue bllpuadó¡lor ta tierra, yo tamllien 1e ¡oigo dtlbllmlmte, 111erdono tus yerros, Guacana«8J'i: Ja juatioia ee 'le 'Jl'l'eibnló 'Velada po? la de8«ftlola, la respetastie y la def711ieiste bien¡ pero tue¡o... • , .. .i · • 1 l!uier'olMJrdonar: nopier...,&. th • , No\WlllM •': t· •illesté 1!1111 Nicol,s¡ rcindeó Coton .. 1 • l, ,..111 ,1 "' 'f 1l Quien habita esa costa! · .i:: · •'

Una raza que prueba que los HDmlirl!Silb tlellbn féoJor¡ que bal tlm 0llllpa llflllll en lodes; qwe de tado 'los baoe capacea: ·loa h'lln lllndado 'Un rio-en l!flle allio, 1 ····•11 •' Killlel'IOM j11eticia, tú es"a ·en todat paltdt!!' al infeliz Mrieá•&; ertaneado41e ella aelvB1,·yhecllO ellclavo pllt'la' IÓ-,' l" líae llfenes; rompe con ellá• sus cmrenas¡el hierro le dll arrms;lasdrmlf8, un imperio . )

=113= . ' '. 'NoTmU1114 . .

.tanpal.... eia'es larapa, la oomatca felil, la de! 3Ulot, la d11 pta71e riaueñaa, la la infeliz Anacaona . .

Poltre '8IJl•roa,·4JW aolillria•eetésl: yo nooieo tus are:¡llos, no veo tila hennosos· hijos, admir1olon deloe'qlill pooo li9mpo de deseubriite, le-tiiaieron péro no veo Wllpoco- á IOa-qoe te dejaroa:Jll!illi.ria J liriste, T en Dios, ' y me altiamo en •"lliniatL . · .

La IUI rosada de' la au,rora, tiñe de rosi aguas del canat,·de les vientos: la párte oftemil de ·cuba · se á mis ·ojos, 1envuelta en .su atmósrera diáfana, oon sua pieoe, coronadas por aureolas purpúreas, con au1 campos de .un verde darlslmo, y sus bosques ee un verde casi>nerro .

Cuando Colon, en su . segundo viljll, llecó á' esta parte, costea mi barco, traia ja el 1'81110rdimlenlo de su ahio, el dillplBlo de ver prólanado el muodo que él adivinó, la pesadumbre de htlbérlo arraocado · de su feliz ianorancia de otros mundos y otros hom!'I .

=Zil= uree, de au perpétaa tolió_.; porque au auelo, !l al deoir 11 loe hombrea:-mi;..1108'flle .......

. ·. .. ·:.· ..

Guanlllnamo .__... Jaipla· yas; ni hOOiendo boitteft!B. están Wtl tl!Ollelklol! ¡.id ei tú, ·llulllemn aNlido en et a,mor ·ú ·i:ontemplarian mis ojos, llllli f8 . ,.._...e ahom aolo -vivé eu la bllloril· Evitemos 111 indignacioo: la es" desilll'lll!. .. ' r . En o1 l'Óodo de la ·babia hay · un 'pueblo¡ , , ., .la orilla· del de oomllrl{¡ suspendido en olro, que anhelo ver, dooáe 'a6n hay realA!I' de la raza que ¡iobllbll li lila: tambie11 la muerle tilNI ius recuerdos. sí el buqué penetmra eu la babia!.. : Con afán yo á esO& tadlosl: .tos pal paria plifa coo;oo· cerme de que 1101t maKdad, •no loco encendro de mi dC!KlO• er bateo proeilfllé su camino. .. · ' y bace bien .

=•=

Me evita un de8eocanlo:ioaeerdn ac\uo eeos hombres, llllludes 4e1 naufralfo 41! au 1'1111, s11 .iva tradicion! .

.8eNn Jo 4118 loe llombtea, en mt!cÍio de los cuales vivan: hablaHil Ja lenklJa que ellos bablan, tendrán las codumbrel qu ell88 lengrut., ·

l'fOYWIBll& 7. -&muago de CVba.

'''ºf oáolado ' . Gludad, y sobre lodo, de mi mismo. Siempre cedido esto: una estacion en un viaje, Ole incomoda: me veo solo, saber dónde ir, con quién hablar. Soy eÍpansivo, tan retn1do, lan encerrado en mi mismo, que mo cuesta un disgusto interior, una palabm dirigida :1 un desóonocido: pasearfu solo todo el d(a: pero la soledad Dama la aloncion, que yo temo, y en v01 do. salir, me encierro en ini aposento 11 ver desde sns ventanas la sierra del Cobre, áspera como loa eenti· mientosf°e el metal ' •

.

.

No9m111111: 8.-A fiordo. Gracias á Dios!, gracias á Dios!

Ya el en sus calderas, ya al suspi•

.......
) ·

. .

=36= rar, ya anda: es · pinlóresca la ciudad; como wdas las cludadllB¡ desdé ll'jos. .

Ya las casas van dismiJmyendo de lallldo, Y tomándolo .;.ayor liianteede los campos que eiilen el puerto y to embelleeén.

La Mea del puerto: fuep ' 11 la m'4¡aleal ¡ salimos.

Ahl está la llanura que me 111118 Ol'Ulllr.

NOVISllllll• 9.

=37=

por la costa, en vez d&flrme, resbaladiza, fangosa, cubierta de mangles, de mW1goS y de lama&!

Se agolpan los recuerdos, me estimulan; me pongo rdesvariar, ·

0

Mcdito on la Providencia, ou'ya mano veo on los ,ucontdcimimltos de y que compenaa asl, la angustiosa en que naurrago, cuand<J'Veo que ha 11bandonado al individuo.

\ª Providencia es la compañera de lo Hisloriu.

Cuál de vosotras, rilaris treinla diaa, detuvo el paso

· . la que, dU1'8nte ei que jemú sedeten(a 1ni ante los peligros, ni ante la crueldad! ·

Cuál de vosotras puso á prueba las virtudes Ql!e . / tiene el valór ,-que tal . vez serfa la virtud mi(, re- Y cunda , si lo fuera menos en peqlieñcees é injuslicias!-

Cuál de vosotras, ·tierras bajas do esla -Id, hizo gloriosa la temeridad¡ dió rortaJera á ·Alonso de o1 ·eda santiflcan'do sn valor con la desgracia!

' Dónde1 esWs, mangles , sobre cuyos raices descansaba el aventurero, ttetóico entonces, ouando por eviiar la presencia de los indios temió internarse l' anduvo con los suyos, no anduvo, se arrastró, reptó )

Yo la veo, y a1n98plandecienle de justicia .

Eslu costa c\!¡1 ill castigo de Ojeda y de los suyos!: nada hablan hecho en Cuba; poro en olla se reru¡¡iaban los desventurados hijos de la ·vecina Hayti, y temieron.

.Jnquietó su conciencia el temor de la j11sticia .

En vez de buscar las poblaciones, buscaron los 1·otiros: por esta parle de la costa, no hab(a nadie: caminaron por ella: !a tierra iba rallando poco á poco: rn el octavo dííi , falló absolularnenlo: en vez d¿ IJarro, alua¡ en medio de ella, mangles; debajo, lodt 11ue !Íe hunde á la menor prcsion, sima que se ahonda bajo el pié, y á medida que so traga las piernas, la cintura, el cuello, aprieta, su jeta, so fo ca, r1uifo

=S8= ruerzas. Era larde para volver atrás, y si¡uieron rephasla los lreinla dlas! Cuántos pisaron üerra Orme!

El avenlurero, que, solo 4élpiJee de esla aventura, admiro, y unoa cuantos deedloblldoa, peduos de esa que en lodo Uempo fascina y ambala la ruerza corporal.

Si con ella ruera siempre la fuerza intelectual...•

Nunca, como entonces, hubiera brllfad& la virtud: nunca ha tenido la bumanlda mento más pro· picio: la l\Jerza hubiera ínspl riOapza d la lnoconcia; las venlajas que una olvillmclon de hierro daba li los invasores, no los hubiera arrastrado á 1.a crueldad: América tendria sus pobladores; se hubieran fundido dos prorresos distintos; dos caracteres ilenolÍ de gnmdeza; dos tazas generosas.

Pero la ruerza intelectual desdelia á la del .cuerpo , y esta, que entonces dóminaba, -hlpócritamentc, pero domina hoy ,-hizo lo J el vencido rué erando, y el vencedor pequeño; l una ram, la náurraga, valió máa Q\)C la triunrantc; y BU carácter murió sin mancha, mientras vive manchado el dela olr'J .

Si hubierais sido lo que debisteis ser, Ojeda, ·corJ )

,, lé1, todoa vosotros, loa q'ue ª'1Sl080i de campo e11q1,1e ganar laureles. viniateil.á estas .. .! ·

En eslaa plllyaa, el IWrel no Cfl!CO; tienen enlraliaSde los moiltes1 vel)88 4e oro, y t.rooásl.eis la virfud del valor por la codicia. · ..

É hicisteis lo quOJlé, · , yo veo. • . Nov¡IUUllls u.

Estoy IQ1108Y!l8• que t1amo Colon •jar<$esde la aemm101 peligNlB que aalvO BU oatrolla, 4ue fn:é• 11 le bub1ora porm1t1do morir ep'ún naufra¡io.

.- un mar de pooq fondo, verde-claro; á la ilquilll'da, millllree de islotes, de !'&ios, que_. recbaun á las olas: ñ la derecha,, Omofay, _ ep donde empiell8 el mar á desplegar sus olas, sin otro valladar que. Cuba.,. Omofay ... 1 los de.Ja l)eioa ... !

.

Vam.o111 soñar, como soñó Colon.

Él no qllilo 11&Ur de en&re eslas islas, por acordarse de 118tdeville J Polo: ambos le declÍm qoe el conüooole .Uiálico, 811aba circunvalado por millares ialsa, J él creyó que 011laba en Asia : asl, ppr una docilidad de inlcligencia, que yo eOIJ!Pf'Ondo en

11 1

=40= el lalenlo superior, porque loe é queoonduce son•u linde entre él y Dios, jlor ese error de so ciencia, no se lanr.ó al y dejó 4"¡1tol'll1 el ·conlinentc que,s¿lo creyéudolo conUu1*ionde Cuba, Vlóeosu tercer vlaj'e. Dellcubiel'W y C:p1o!8do el colltinellte, se hµbiera. convencido de su error; diriciélldoee al Norte, tal ves hubiera penetrado en lléjioo; navegando hácia el Sud, Jdo maa lejos de donde CUé, al pasar de Trinidad á Colla-!lirme¡ hubiera pasado de las bocas del Orinoco y eo . ailivinando 1lll mar ulterior, mtreoho, que iabieta encim· trado un cabo, el l(J¡Jite de 111 mundo, y tras él, un nuevo mar, y en su inmenaida• ... Pobre Colon •.. ! murió sin del placer de al¡arcar en su inmensa traacendenoia, todo el valor de 111s descubrimienloe!

Murió creyendo \lll IJDnlioeote, lo que era la il¡la, y parte de ella, .el conlinente e11tero¡ murió sin dar su nombre al mundo c¡ue l8CÓ de lu .jinieblall

En la hisloria de la intell¡811Cia, me desalienta la frecuencia de esa misma fatalidad: nace 11111 oabeaa poderosa¡ adivina la luz tras de las sombras; llaMa, no desmaya, persevera, y al ir ., \"Cr, ó la muerte le J

=lt=

tapa loa ojoe, ó la se los qui1a: el Sér superior, viene un cualqi¡iera; un velo levantado, y debajo lo que el génio buscaba: ·-Mirad· , grlla, loqae yo be y . el mundo que se burló del géllio 1 gloriloaal qbe uaurpa sus verdades!

NOVllUdRB tt .-l'or IG torde.

Tú eres el mlsmo-rio, repba la apacible . comaroa, 1jlle dló hospitalidad al pererrlno: si yo pudetenerm , esc4iria tu orilla, y á la . sombra del eo de aqul, harfu un bohio: una hamaca, pendiente de un mangó y•de una tu soledad y tu silen"clo me daria'n soaiego: pensaria en tus antiguós moradares, y al echarlos de me.oos, llorarlá: Diesclado mi llanto con mi darla á los dias de mi vida¡ el encanto que no lienén. -Capitan, qué rio es áquel? , -EISaaa .

En Omel'ay, aeiíalaron á Colon la·éomarca que baña, coJo mejor informada·c1e la Jieosion de la isla, de sus pueblos, y do sus habilanles : Colon oyó llan¡¡oo, ae acordó de los cosmógrafos, se dijo llangui, · pensó en el gran Khan: quiso unir hilos dispersos , ..

• ¡

una de las maravillos del lllllllto; y por unir. dernalos rompió. . " .;_____... . lloflllOU ti. .

Al lln, descamaremos; 88lillllbl dolllao4o 4. Punta

Gorda: Bataballó está alll. Qué viaje tan molesto; digo mal, qué dolef()flol . LOs mianlos oontnllempos· «iue al cruzar eatas aguas Coloo; pero iMi loll saliaR á . recibirlo de lea. playas, millarea ele oaota11 en ellas, millares de aemblanlel, a · ta oooftalllll Y la veneracion, por una llmi por la virtud de la b011pila1idad . Quién aal11 ahora de 011ta eoelll sofilaria? .

La trisllllll que acobia al. ool'lllOn, al pensar en 'el sarcástico procrea<>, en loe irriaori()ll beDeftcios, que trajo'á estos paises, la cultura de Europa. Cotoll.ac entregaba á sus imsueil011, al liOn de de los indios, que acompañaban trislemen\e alegres cantinelas; y dejaba vagar au pe11181lliene., embriagado por tes. perfu:mes dé la brisa.

La brisa ¡ierrumada, embriaga todavl1; nu deleita el voz ninguna: silencio y soledad en ·todas parles!

;=43=

Hora maldila, la hora en qllll concebl este viaje, que me 81lmeri en la . ·m¡¡¡¡,¡:¡7.

Adioa, ciud'41• oomo laa oibd!!det .de Europa, . re• pupante: adlos para ei0111pe: no 1Volv¡iré á pisarte: tú no sabel lo dolorosa que baaido para mi lu vista: mo aluciné, creyenao que, por eslar- colocada en donl)o · estás, en ·nada te aeemejatias á 1&1 ciudades que, allende ellnar, be Visitado: me engañé: eres lo mis{"º: los milm ; laa mis mu depravadas; lo io!<>1; tas.·111Ía11188 apariencias de progreso, el lujo; la ostentaclon y la opulencia; las mismas llagas; el milmo virus; .la u:isma gangrena.

Y eso, en de campiñas delioio888, conlrnstando la podredÚmbre del hombre, con la sanidad de las plantas; y eso, debajo de este cielp limpio, il1lllaculado ... !

Acaba de engañaJ:me 1lll hombre:' sus palabras, sus aderynes, BU mirada, 610!1p&Ciodesu frenie, fllCdijoror/ algo: y creí lo que me dijo: creí que cslllba, como yo, disgustado de las ciudades, de lo que en ollas se vé: sentí ol placer de verni e

)

1.

=44= comprendido; le abri mi col'bOll: vió;en él, quo para mí ciudades son los hombrea; que loe hombres en ellas, se entregan á sus vicios; que los vicios esclavizan, y yo poródio é la esc18\lltu4",·loeaborresco.

Me miró con estrañeza: me dijo que en la Habana se gomba, que es preciso que él lo queria.

-Pues enlonoes, de quese qµeja V!

-De no poder viviT como otros viven.

De eso se quejBD todos los seducidos por el false brillo.

Y yo no escarmiento, y aun Yyo comunico el dolor que me producen los abismos do las cosas á esa gente!

NOVllUIBl\E t8.-Bahia de la Habana.

Ayer salimos para Tampico, y hoy estamos en la babia do donde ayer salimos. liemos andado bastante.

Hay un punto en el camino de las contrariedades, on el cual se convierten en mleleriosas carcajadas, los ú,ltimos contratiempos¡ en encogimientos de bom- . bros, loa últimos disgustos; en una alegrla,-no por ser forzada, menos alegre,-la última razon de desaliento . llr llegado á ese punto: estoy, pues, riéndo· ).

=45=

me, encogiéndome de · liombros, fol'llldo 11 la alegria.

Huir de la tempestad ... ! qué mluticosl

A1Je88l' de mis carcajadas interiores, no me permito la risa, y. sério. ·

El Cllpitan lo vé: siente de disculparse, de justificar su conducta, 1cobardeen apariencia, y se me acerca-.

-Créame V: si hubiéramos entrado eo pleno golfo, la tempes empezamos á correr, nos vamos á pique sin r V -A pique, no lo sé; pero si que hubiéramos sufrido.

-V. es.justo: tenlamos un viento peligroso: la prueba del peligro, v.éala V.

Segul ladireccioo de su Indice, y vi que casi lodos los buques que habian salido al mismo tiempo que 0osotros, volvian de arribada. Pensó modestamente, que nadie ·hubiera naufragar por darme el de ad.mirar el desótden de Ja naturaleza, segul riéndome, sin mover los labios, sin hacer un gesto, y pre¡uoté al capitan:

-Y mafiana, saldremos!

• 1

=46=

-Es posible, 1i se aplaca t!I Norte.

Salté en tierra: vacando á la veniura, meencolitré en un paseo.

Un paseo, como tAldoa Joi ·stuoe póblloo1 de toda.s las ciudades, es Una expoaioion: me pu'41 á obsen'ar: lo que visto loa diasan¡eriorea; Jo que be viato siempre en las ciudades .populosas¡ lo que se ve, cuando so quiere ver .

Una campilla sonnente, me llamaba de lejos: ia busqué: contemplándola, y al rnlver á la ciudad, la. -Tú ol'CS'la civiliJacion:meoaul88asco.

Y me acordé de las ciudades que en América y Eu· ropa tengo todavía que ver, y BIÍ&piré por mis campos. y por mi aoledad.

Seno MeJIMno.-NóVIBllllU: '20.

Cálmate, vientó: serénate, golfo: tengo ansia de ·cruzarte, para p_isar el continente.

No te arredres, vapor!: tú tienes fuel'lllB bastantes para luchar con el viento y con el mar. No te hwidas así: no te estremezcas.

Para como vacilas, te ha arrebatado la ci· vilizacion de tus tinieblas!

El ba llido .lloálllre, al ¡mcem1rte en cala· lJozog de hierro, adivinando que tu de libetlad lo baria bramar, de]>atirte,·.Y empujarhécla.adel11;11te · tu mismo oalab<!ro: Pll!'B• y del bam· bre. · ..

.

Si le -com1!3-ro á él, ¿me }levarás al oonlinen\e! pues escu.cba. spmos tú, vapor: nuestro calabozo, de: eame, ,ujebi 1an. bien á nuestro esplritu, tu tus caldero: lo mismo que túsas á la moio que ie ·apriela, nuestro cuerpo: y el cuerpo; asl.im· ¡misa.do, no Be detienejamá1L ..

Sil: .so detiene: en un puerto lejano¡ una vez¡ para siempre :.. _ Lib"lJ de ·S)ll oalderas el vapor, huye aio Tú lo ha00$, al esc&Parle por iás vál ulas, porqn fl más que el tienes griw°s para cantar tu lib'ertad. . .

Te b8f"boleas!. . •: miedo t. ... ·Aprende .del . hombre: más grande que esa oja, son las oJas que obstruyl!ll su camino, y su esplritu l:t8' rompe, r.s · plritu las vence.

)

=48=

La tempeelad re espanta! •.. Jli181'11ble vapor!'· eres del hombre .. .

Jli vapor es de Dioel

Haber llepdo basta ,aqul, vialomblfar 11! ooata, y tener qÚe alejarse .. 1

Los tripulantes del buque están pálidoa: immltado r l espitan.

Qi¡épaaal

Exbalaeioaes y rayos por encima del .buque, el buraean furioao por en medio de I 'árdiaa, el marpa·voroao por debajo . V01 de mando: - A vil'arl y el vapor ruje 1 como el cielo, el buracan y el mar, y ruje sordamente, 'J se detiene, y vira y huye con eeleridad del nu)larron que Joamenua, y 10' persigue .. .

Llegaremos á puerto! Pavor universal! .. . tras un alullido, un silencio an· helante: el .buque se aumel!je ... El buque se endereza .. .

Ja noche, apoque el cronómetro seiiala la s cuatro de la tarde : el vi ento no s persigue ain cesar .

1 \Ji¡ \, )

=49=

Y ni un pedllJO de tierra, ni un puerto, ni una playa! ..

--Capitan, mi chubasco!

-Dios lo quiera!

Lo quiso: se rompieron las cataratas del cielo, y llovjó, como lll!eve en este mundo, en el que todo es grande, si esoeptúo el espfritu del hombre.

La lluvia es el llanto del cielo: en sus enojos de ell8Dlorado, , con la tierra, concluye como la cólera V (el bon¡bre cpn su amada; cen lágrimas oopiosas .

NOvtBllBlllt

A pesar dll' sus lllcrimas, el cielo inspiró confianza al llombre, y por ebedecer á este, aún lluye el buque.

Otra va de arrjbada en la Habana: ese es el puerto: la 111olpa por mirarlo: disimulo mi placer, pero lo siento .

Hubo un momento en que me acordé de la vida , y me _dije arrepentido : be de p.erderlal: .la vida es ·buena.

{ Y tenro r<110n: la vida es buena : es un deleite delo1ro10, que complace; carga pesada, al orglillQ del hombre, le gusta soportar .

t.

1

=SOOlra v02 en lu puerto, '¡iran ;clullad:..si quiaisle vengarle,cstás vengada: no sol6i volveré á pisarle, si .no que lo haré con fruicion... · . Yo soy un hombre... •., ' Lejos de ti, en otro mundo, hay Qlra .cit¡dalLi¡ue •se ha vengado: le dij.e• á ti; · 1 " -Ni> volveré á pisarle,-,- ' y despues de alej11tme P8'Cll siempre, me lle visto arrastrado, y.he vuelto, y volveré; m111isll\ llamaQdo. Brltrt la Habana 11 Nutllllol.-<NÓv1111M1 113.

un ... !

Rcsuené en. mi conciencia·esa polabtai ella eapantará á mi soberbia: soy un h•ombre, y lo mismo que á' ellos los at.etrá, me el mi11110 amor á la vida, me.ha obligado á desislir de., Ja .Idea de .ver el continente.

No lo veré, ei tu sombra oolo11l111881Undo.lulmbre del .descubrimiento de este hlundo' DQ iré ,, al Darien, y no :podré recorrel'JOI miamos iiUoe pctl"4onde tu, Vasco Nuñez de BalboaFIJU8llsle el. ptDlllmiento, genel'06-0 de dar al Oceéano conoeid¡li.Ja parle misteriosa que ocultaba América• no podré contemplar

·

=5t=

el mar Pacifico desde aquella cumbl'!l que inmortalizó tu ¡ozQ: no podré condolerme de la injusticia de que blanco , ni lanzar mi . anatema contra aquellos..1.

Harto anatema rué su pequeñez.

Harta justicia para ti, tu vida póstuma.

Si para esa vida, perdiera yo la porque tiemblo ...

Pero yo hubiera mlferlo, y nada mas: preferible es vivir, y navegar ... contemplar la costa . .

Desde cuándo la orre el puque ...r

No era supe'l'sticioso, y hoy lo be sido: quise embarcarme otra vez para Jampico; pero me sefialaron el cielo, me pareció siniestro, y diciéndome en voa baja:

•-Ahí .está tu seputero,...:... •

Busqué á. un marlnéro espetto:

-llir.e V. al Nordeste': será peligroso embarcarse para . • · Xeneardo la cabeza, contestó:

-No está muy bueno; está mejor que eso.Y seiialó el Occidente.

Esta maflana aalia este vapor, me embarqué en él,

y aqui eslOy, disgustado por no baber saliafeobo mis deseos, y contento de sentinne por dentro, de palparme por Cuera.

NOVIBlll&I

E$tamos cerea de la babia Sabina!.

No otra cosa, que esa. boca r por donde Colon hiw penetrar sus carabelas.

Anhelo llepr á Nuevitas, para enlrar yp \amblen por esa boca: trataré 'de senlir los placeres de aquel liombrc, para luego espresarlos. en la imagioacion eae placer.

Yo veo á Colon, y reflejad!> en mi mente el senti: miento que csperimentó: veo su cándida admiracion , s u espansiva alegria, aumentándose con la rron,dosidad de Jos bosques, la limpidez del ambiente, la clari«)ad de los rios, la variedad de colores de las aves, la melodia de sus , et ¡randioao Ul'evimiento de estos Cabos, la pasmosa profundidad de estas babias: veo su frente _desarrupda, brill&odo eon la luz que le dá el ¡;énio, cuando al On encuentra lo que tantas convulsiones interiores le ba oosladQ.

.Ahl, si yo hubiera llegado mas temprano, Ybubiern ¡ )

= -53=

visto este mundo, al despertar, de-su sueño benéfico de siclos ... !

Hubiera luchado·en su favor, lo ·hubiera derendido, conaiplendo á lo menos, ve;lo en el oompleto resplandor do 1u belleza: hoy es tarde: lo veo como ostá; profanado por la mano de los i1ombrea. · ·

Ciudades esparcidas en la costa, no formadas los hombres que babia entonces .. .

'LO demás, solitario y silencioso .

i á una reunioQ de bºombres, llaman pomposa- , mente tos que más fuerles, consiguen destruir.11 los más débiles! ...

Y escriben la historia á su placer, y dicen: -Nosotros, ingleses, civilizamos á la India; nosotros, españoles, llevamos el progreso al Nuevo Mundo; nosotros, romanos, impulsamos á la humanidad á su .perfeccionamiento!

Y l!ay en esta impostura de la historia, una aterradora, p-Orque mientras que Inglaterra y España Y}Oma,nlicua, encadenan y martirizan, y aniquilan al'1unaode floma,al Nuevo, y al más vi ejo, la humanidad prorrcsa, el comercio se esplaya, la industria · rompe sus esposas, las artes se lanzan á su cs pa-

=5'cio, laa cienciaa ulilizmi basta el rayo, la'inleligeocia engrandece á fa materja ...

Y hay luz, y lljn embargo. hay llOlllbFM: r oo tQdas partea, y en lo ¡rande y lo pequello, ven los ojos claridad que los incita, y el esp,lrilu, oscuridad que lo rechaza! .. .

Y.••

Los puntos suspensivos, son suspiros.

Los. unos se me van del oorason, aquellos se me escapan de la pluma: los unos J los .otros quieren decir lo mismo; lodo, y nada.

Asi 1 la civilizacion de barro y piedra, esparcida en el Hmite del puerto . .Fondéamos. / Nuevitas, te saluda un desgraciado.

NOVIBllllllll 24.

He visitado á: mi ami¡o los hombros como él, son mis amigos, una ves cambiada una paJab·ra, estrechada la mano, uoa ves dirigida una mi· rada. Una mirada lo revela todo.

-Mi querido Bayoan: esta carla te exijé. el oum· cumplimiento de!ª promesa que me hiciste: vllila á Guarionex y su fami li a. Quiero que ¡ocos una vez en )

=55=

tu •vida del' P.lacer ·soclal de ,mia visita. No e& por ml,es·porU. '"" .

Agueybahá, mi buen .Agueybaná, te .doy las cracia11

La casualidad ha sido una vez propicia para m!: encontré. en .á·Guarionex que estaba hasta ayer en s.ú .quinta, donde están su1tlja. Hemos hablado; 'hem'oli pensadoj s, 'y esto hno ª11.° más que laa mlradlls. llallana ir á ver .á su ramilia :' 1engd•ánsiu·de conocerla: si 16!1 como él, rorman una trinidad que desde ahora 11.dlnirb.

NovlEt'RE 25.

Escribo para reprenderme: me he Callado á mi mismo: me prometl ifá 'verá esa ramilia,y no Jo bt!'becho. Es verdad que he pasado todo el 'día, indagando si bey un·buque q1Íe me lleve á la primera isla que Cbloil desoúbnó. · · t · 1 '" · NOVIE BRE 20.

No bp ldó todavía: ayer quise hacer! ; ntonté en un caballcf, y quise, sin preguntar' á na.He, llegar hasta Ja quinta, distante cuatro leguas: po; no pre¡untar un momento; pasé preguritando 0 todo dia.

Si al venir á este mundo, hubiera se ·

=58= guiria un camino CODOCido, y aabriabuladónde me llevaba: no nada sé; caminosineeruridad, y al cabo .....

Al cab1>, averigüé dónde estaba situada la quinta: iré mañana.

NOVI_. i8.-En el cltlo.

Estoy en el cielo: todo es luz.

Me palpo, y n11 me creo: la oame que me encubre no me parece carne, ne me perece la que ayer tenia.

lle miro interiormente, y me pareoe otro, el eap[ritu que yace aill.

Estaba lriste: estoy alegre: estaba desesperado: hoy, espero.

Tenia amarglira en el oorazon: hoy, hay lemura. Vivia indiferente: hoy, amo.

Ayer por la mañana, estando yo1preparmdome para salir, vl llegar un magnUlco caballo, ouidado81111lenle guiado del diestro por un criado, que á los de mi ca&a, preguntó por m[: anunciaba la próxima llegada del caballero Guarionex.

Llegó en efecto, gineta en un alll'8n, lleno de fue. go: se apeó: yo le saU al encuentro, y aole8 de saludarlo, le o[ decir: j

-57=

-Veoeo á blllC8llo, amigb ipio: mi mujer y lftj hija d- verlo; oirle hablar de Puetto-R1co, y de nuestros amigos de allá: como V. no iba, lle venido yo á ' • · 1 lle Incliné, y le estreché ·11i mano.

-Con que, vendrá V.l preparaba hoy eee placer:

-Pensará v. !r á cumplir, á visitarnÓs, nor \Pensaba dedicarles toda la tarde del dia. -Pues 'ha de ser todo él, y el Bituiente, y...

.1

-Lo BientQ,. le dije smiriendo; pero tengo que estar aquf mañana, P\)fqlM maiiana me embarco.

-Ueled!i y V. oree qiie lo conseo'tir,mos! Venir á Nuevitas, estar tres dias, nóvernada, ni verá sus amigos, y marcharse ... ! Seria bueno!: no podemos· permiUrlo: ¡qué diria Agueybaná1: dudaria del areoto dé amigos, que no han .tenido ruerza bastante para detener y distraer al que mas quiere: porque V., Bayoan ..... Ea· , vamos.

Y el Jmigo de mi .amigo, me probaba con sus palabras, sus deseos 1 y con sus ademanes, su ridad para conmigo. ·

Montarnos á caballo; seguimos la orilla de un arra-

=.58= yo sin nos comunloamOflnuel&taadmiraeion por sua már¡e!Ulll frondoeaa, pot lo. IMméftco de ·su curso, por la treseura de·sus eeiiallllldo uo árbol, cóotemplaodo un llano, aOmiraBdo la 1 oodulaoioo de uoa colioa 1 llegamoe ' una alámtlda de maocós, fresca, sombría f . '"' eo·Q818¡-me dijo ale¡lemeote Guariooe:i . . -La alameda ea m111oilloa. -Corlémoala aqui;1algamo1 este sendero, y vamos á ver la hacienda, ya queea lalltempran11,queauo nos disputará el ¡ocador á llla . Caminamos, cruzamos cañaverales, valleamQs ar: royos escondidos en las bondoi:IQdas del terreno, saltamos z¡¡ojas, atravesampepor medio de 110,¡¡almar, trePemoa una coliIIB, de 'arbolado, oasl I; bajamos, y en su falda enoootntmos otros cañaverales, zanjas, oiéoacas, senderos, y al terlllÍD8r del uno, un ediOoio vasto; senc1llo, 0011. una elevada chimenea en medio, y concarJ"etaa, yueos,arados, objetos de labNlllZ8, bueyes, caballos y nesroa á su • alrededor.

Todo lo vimos, todo lo observamos; pero .yo, nada J

=59= con mas ateocioo, ni con mas reooglmienlo, que á los Deil'Oll.

Noadirijimo1 á la' quinta, rodeidadeúboles y 'llo· res, pot ellas, por y·su rústica elegancia, deliciosa.

llolregadas las bridas de · nuestros ·caballos á un cPiarlo, cl'UJOmÓs un jardin, aublmos uoa escalera, oos presentamos en.ta sal&. · .. " ,

Por uaa de sus puertas, salia e11 aquel momento, mía mujer .... .

Mentira. .. ! " (ina adole.;;'er1te, no es una porque 11,0 es mujer, un aogel; porque no .es carne clesplritu; por- V que no es luz el fuego, y las mujeres, 1>ueden sir de carne y nunca soo de llJll y espirito-)

Eso es de un ángel, ó de uoa adolescente; en el áo¡¡M, la luz y el espfr!tu mezclados, toman loa apariencias de la carne: eo la adolespepte, él espfritu y la luz velan la carne: y luz es lo quese' vé tras de jos ojos, el{pfritu y luz al rededor : esa es su atmós· .rera .

Y sin embargo, la adolescento oo es bonita.

Y qué falla' le hace!'

·

=60= Es luminosa!

sus ojos azules, no tienen la misma sua'e IUI 'del cielo, al despunlulsaurora?: no tienen sus deacuidados riJos, Is misll)a IWI que primet rayo deJ Sol?

La contemplé un momento, oomo al Sol, oomo al cielo al despuntar la aurora, J despues me incliné.

Al lenntar los ol os, ·mis ojos buscaron á sus ojos: fulguraron los ·mios; de Jos suyos, brotó un rayo de IWI; de 8U8 megillaa tranipareotes, el primer oolor de \a aurora.

Será esa adolescente la aurora de mi alma?

Apareció su madre; Is a8!udé: babismos, paaeamos por la casa, almorzamos ..... Papel, que te estoy yo dlciesdo?

Que distraccion tao rara ... ! papel,nomecreas: no '. almorzamos.

Por qué no almorzamos ni llárien, ni yo!

Es singular!: yo, acostumbrado á l!!!Ysar, y á meditar, porque estas son tres de un solo acto de mi alma; yo, acostum-¿ brado á la desgracia de esplicármelo lodo, no me puedo esplicar .....

Qué inesperada luz me lo revela lodo?

j

V =6t=

Ah!, si: ya tne lo esplieo: no almo1'9é, porque miraba á llilfien; la miraba, porque la amo. .

La' costumbre .de la indifereocia ·y la -des¡raeia; la co•íu.mbre de tener cerrado al amor nii coramo, me ha hecho en apariencia, tan incapaz de amar, que yo mismo dudaba .que tuyiera un abismo insondable de ternura.

1

Y lo tengo:. es Indudable.

El es hermano del abismo, y por no haberla vhito hoy) me está ahogando el vaclo.

NOVIBJIBRE !19. '

V

Yo no BOJ el que era: ya no hay en mi alma 011euun rayo de luz la ha disipado.

Desaliento, amargura, tristeza, todo ha 0 desaparecido.

Me palpo, y no me creo el mismo: me buscó en el rondo do mi alma 1 y.-no·me encuentro.

Dónde se han 'ido mis .largos dias de incesantes pede eternas meditaciones somhrfas, de terror á la vidt/i.: qué mano poderosa-, me ha 8alvado del abis·mo?: qué Indice invisible, me ha selialado el cielo?

Donde ántes vejez anÍicipada, hay juventud; áon-· de desconfianza y retraimiento, abandono y confianza;

)

1 '

=6ll= clonde ántes, lrislela ineslirpable, una dulce alegriamelancólica.

Todo lo veo de color de cielo; lodo iu BODJ'ie; lodo me· estimula al · placer; la Celiaiilad, llall)a á mi puerta.

Y, ·P.Or qué no respondo?¡ por qué este te1110r!¡ por qué esquivez!

Esquivez, temor, silencio de mi aima, yo os comprendo.

En los días de invierno, he vialo al sol pupar wr ralo, para lograr el paso de su luz, por medio ia niebla¡ y lu, oh alma mia! neoesilal! luchar, para ahuyentar lll niebla: estabas en inviemo, y no sabi3' que hubiera prim11vera: empiezas á saberlo, y la larga costumbre de lu oscuridad, te hace temer al so¡: alma, lu te pareces á todo; y ahora, al pa,jarillo que aprisionado en su jáula largo tiempo, si ll! dan la libertad, ya no la no volarl¡-al prisionero, que á laa linieblas, n no sabe sol: el prisionero, vuelve á acostumbrarse á la.luz, y el pajarillo á v.olar!: Iognrás tú te á ,Ia luz¡ cQDseguirás volar? E,l corazon, dilatado por Primera vez, te empúja.

=61=

Por tu 1 •vaoiláa y l!'Opilliasr "·

NOVIBllBRB 30.

Una sola vez. lo .he. visto, .J fa tee ori todas parjes: u.na solk vez .ha 0co'Dme.1;do sa mirada mi mterlór 1 y desde entonces, me siento conmovido: Úna aóla vez !110 ba Sonreído j' cada1Vez que miro al 'ciefo; el ciÓlo • l)lCenvia,usonrisa: una sola vez ha estasiadO su ' vbz miC:Orazon·,yiyliolgo •stl°voz á todas hotÍls.

Siés am'ono lea el ámor; ca!Mlib>11e v almas ? ·· 1 1 .m: . ·h•:.

\

Si es la suya la que tengo, mia será la q\¡e ella tlene . ... ; it't 1 v , ! J ·, , nt •

Y·nó conló. rile l¡ii:o á nil.:. !

MáHen!,dame mialmar: luyli, y íeliz . DtCtEllBRE. t .' ,¡..

Su dulce voz me llijo: ' ·• .. -Por qué·no ha'•vueltO' V. á ·YO • bllj.é la c.&beaa\ ' )IOi' el •peligro de el rubor cjuo •1a .encendia, y dalnr una respue11ia vllga, mientfae mlallna11respondía á la suy11: · ' .• • ··

-Tengi á ,la luz, y me he no he podido voncor, áunque lie lúchado: no ho querido venir, áunque queria .

j

.

=U== ·

Por qué sin yo saberlo, se atrevieron mis ojos á interpretar á mi alma! vió, los comprendió, oalló. . ylas len¡uas humanas, lláman silencio á la ralla de palabras ..... !

Asi estábamos, hablando,sin hablar, ouandos11 madre entró.'

Nuesiras almas, se retiraronde_los ojoe:los suyos, . perdieron luz, se y sin embargo, los dos nos animamos, nos sentimos tranquilos.

Qué será!

Será, que es un peligroel enseñar elaima, y el peligro nos turbaba, óserá,. que el amor es pudoroso, Y. V · se esconde para . toda otra mirada, que no sea la luz reveladora .....!

.

Qué me importa!; por qué be de perder en observar el breylsimo tieDljlO del placer!; por qué. he de descomponer una emooion que inunda mi ser en la mas gralal. luz, por estudiarla, y dar á mi ruon el placer que ella no b11Bca, de saber que mi dioba es digna de ella!

La y el estudio, no matan la ventura• -Sin-embargo .....

=65=

-Silencio, orgUllosa razonl: calia tu ahora: bario has hablado.

Pocos momentos despues de entrar su esposa, en· tró en la sala Guariónex.•Teodióme la ·mano ca,rillosam¡mte; pero luego, afectando un resentimiento que entonces M sentia,

-No merece V., dijo, el afecto que todos le tenemos: anunciar 811 marcha, rto marcharse, y deJar de venir á casa.cuatro dias ... I me quejaré á Agueyno sucederá otra vez: lo embargo: no sale us· ted do casa, hasta que se marche V. de isla.

-Me march&,lao .pronto, que seria crue l conm ig o mismo¡ si me acostumbrara á una compañia, deque despUes no querria, y tendria que privarme.

Estas palabras eran un el prelesto de mi delicadeza que, en voz bajá, me decia: -Te prohibo quedarle: acuérdate de las costum-, bres de los hombres.

Era un prelestode mi delicadeza .. ! pero recordaron á mi razqn;·con tal violencia, ta necesidad partir'. la _ necesidad de al'ejarme de Mánen, de huir de m1 felicidad, que al temer mi corazon, lo que no habi1J, tomido, se apretó :y recogió; y me causó un dolor; 5

)

=66= el dolor sobrehumano que -si aun siente-, senlir:I en la capilla el condenado á muerte, cuando enlregado al pensamiento .tenaz, desesperado de la vida, lo vienen á bmcar para arrancársela.

Fijé los ojos en un punto, entrcabrl Ja boca, sonrel sándiamenle, y para desechar la ideaagobiadóra, necesité oir su voz.

Márieo me dijo, mirándome rápidamente. -SeváV.pronto! 1

Apenas pronunció esta palabra : apenas pronuncié yo csla: -Pronto.

--Oh madres!, las dignas dp este nombre, com' prended á .la de Márien, y adnllradla . -Vamo s á pasea!'?,

Nos dijo : bajamos al jardin:lla brisa de la tarde, el perfume de las nores, la del ooaso, cambiaron en un sentimiento de dulce lan(lUldez, el dolor que la madre adivinó en su hija.

Yo tambieo sentl que mi se trocaba en una s uavlsima melancolla.

contemplamos: admiramos, y ya Pra la noche, cuando lle¡:ué yo á casa.

=67= DIClllllllRI

Yo no sé qué pensar, no sé qujl hacer: si pienso en ella, el reouerdO de la conversaeioo de ayer, de aquella pregunta noaoabada,deaqueltaabo¡ada reepuea- . la, aeiulda de aquellas emocionesdolorósas, me ra y me detiene:

-Atina tao delicada, me digo con sinceridad, no puede soportar un choque con la mia, dócil un momento , rebelde casi siempre, á la ternura: si es veNtadque ella me ama, lo queapesardemi rawn incrédula, me ase¡ura su inocencia, amarla es una crueldad; amarla, es prepararla la desdicha; no amarla, ferocidaa; almas como la.suya huyen al cielo, cuando el alma á quien llaman, no responde; afec· tar un amor . . .'..

-l:es precisoafemarlo, miser:ablel: yno lo siento implacable, furioso, inestinguible! . ·

..:...Óyeme, Várien: te amo, to .amo ... !

Qué es amor!

-Obllrrae á hacer feliz.

-Tengo yo felicidad quedar! Se busca.

·Dónde la enc!)ntrarér

J

=68= -En llmismo.

Yo heheoho il)C0Üces:lcuantosmehanrodead1>, ,..Í'" me he .hecho infeliz. · · Mi ioi;;h.ll8blo razon no me abandona, y por !'º re· procbarse un día, un tropiezo, me nicgá la yeniura que pido: á tus instancias, oye lo que conteela, co· razoni ·

-Tú est.i1 condenado á no amar: si amas, haoes in· feliz; si no, tambien: pero si amando, resiales Ji tu amor y buscas tu deber, que está llamándote, yo te promclo un dia, la luz mas refulgente: .tu deber te llama lejos de aquí: obedece: si váa, y te aman, saori· flcas hoy ..... : ellief!lpO cura: siam.as y olvidas tu de·. lier, acuerdate de tu conciencia .... ! y yo, entretanto, amo, no ·veo á laqueamo, no di· go cuanlo amo, me privo de la 1••: quiero quedarme, y me empujan; quiero partir, y.me llaman ..... ! Yel amor es el cielo, .... ! me decia yo ayer. Oh razon, oh razon, m·aldita seas!

"

DtCIBllBRE 5.

Laspasionesdel hombre!: oómonacen, cómo ere·/ cenl: una chispa las crea, un •opio las inflama. nace dias, yo vi\'ia: acababa. de cónvencer·

=69=

me, de que puedo se1· amado y' puedo me . entregaba, convertido en niño, al pluceririocenlc de sentirme hombre, como lo son los hombres: amaba y me ·sentía. amado; me bastaba: un solo pensamiento, un solo -recuerdo de un-deb e r turba mi calma; de risueño, me convierto en triste, y sufro, y me angustio, l' desespero.

lli corazon que empieza á palpit;ir con desahogo, no quiere comprimirse, y se dilata, y Clltimulaal alma; csia.consultaá la razon, que seacoje á 1a ·conciencia y me amenaza . .... t f Y el amor se' convie'rle en pasion; y la pasion au11ijlnta, y cuanto mas la amenazan Ja razon y la conui011cia unidas, mas furiosamente lucha, y mas me abisma en el dolor tortura.

Y este tormento!, lodos los dias, á todas horas; en todos. los momentos ..... !

Ah, palria mia! con razon temblaba yo al alojamw: ¡·o oo debla tu cielo, tu sol, lu campo, lu col'tlillc7, mi mismo corazon, m.e amenazaban.

Yo soy un hornbte erraute en un desierto, y mi úni· v'" co oasis eres tú . _

Yo soy un peregrino ...!/

)

=70-

Necesitp oemrjgef ..... ?

Pues, adelante!

DICJEllBRB 7 .•

Hago bien en reírme amar¡amente: contra toda generosa decision, unobslAiculo cualquiera; en todo caminó, una maleza, una piedra, un

Porqué á medidaqueléoesla esquela, me sonrío, y mi sonrisa es plácida, dulce, espansiva!

-Perdóneme'!., querido Bayoan: cumplo mal con V:: no es culpa mía: mis quehaceres me embargan por completó: pero es esa roion para que V., "estando aun en nuestra islá, deje de venir á vern08! Máñaq;¡, lenemos un sarao; le esperámo·s, mi mujer, !llárien y yo-{;uarionex.

Su mujer¡ !llárien, y él.. ... ! 1'!árien ... ! un nombre, escrito sin objeto ... !

Cómo retumba un nombre en un corazon!: cómo alegra una esperanza; cómo cambia un pensamiento de amor!

Ya lo he olvidado todo: ya no gime el corazon; el alma resulandece; la razon está muda: has vencido, pasion!

DICIEllBRB 8.-Por la mañana.

Para prepararme al dia de hoy, me recogí temprano; con el sueño recobrar las fuerzas, perdidas en mia inquietas vigilias¡ me propuse dormir¡ lo inlenló y no pude; me puse á desvariar: cerré los ojos: en va- . no: la veia en mi interior: me tapaba Jos oidos, peco oia: oia una voz melodiosa, que sin pronunciar palabra alguna, me decia tanto, me ofrecia tanto amor, maprorneüa tanta (jicba ..... !

La voluntad era inútil, y no quise me levanté, y salí. "v

Despuntaba en el Oriente el alba, abuY.entando las sombras el.e la noche¡ la brisa cuchicheaba con las· plantas; murmuraba el arroyo¡ zumbaba, despidiéndose, el insecto.

Vagué, no sé por don(le, respirando . la brisa con , ánsia, con placer, con fuerza: la · aurora iluminó el es pacio¡ despertó á las plantas y á los pajaros, y anunció un fª feliz.

Yo: me sentía embriagado: dilataba la -nariz, y respiralJa esencias; dilataba el oido, y me eslasiaba el canto de los mil pobladores del ambiente.

)

' ·

=72=

Necesitaba correr, y corri, deteniéndome la di¡¡nidad, máscara á que nos acostumbramos tanto, los que una vez nos la hemos puesto, que despues, ni aun queriendo, la dejámos.

Fui niño, fui feliz: me preparé para la inmensa alegria, que hoy espero, y si soy feliz, seré digno de serlo.

DICIEllB)lil 8.-Por la tarde.

Se vá acercando la hora que yo crao de mlrelicidad, por qué tiemblo!: por qué busco prelestOs para retardar mi ida!: por qué he vuelto á encerrarme en mi cuarto, cuantas veces he intentado salir ..... !

Inmensa debes ser, felicidad, cuando tan cuestas!

DICIEllllRE 9.-Al amanecer.

Campos, cielo, sol, que hermosos sois!: que ama- / ble eres, vida!; y tú, que bueno, autor de lo que existe!

Y tú, alegria; y tú, amor; y tu, Márien!

Cómo resplandecia anoche!

LleguMemblando á su lado, la saludé sin.pronunciar una palabra: me contestó temblando: al levantar

=73=

los ojos, sorprendió los mios, contemplándola con · éstasis, y se alejó, Onjiendo que 'salia al eocucnlro de una reeien á sufrir.

-Por qué se aleja, me decía, abandonándome á mi no ha el dolor que ostoy•suíriendo, la lluélla do las luchas, que por ella he sostenido!: que náda mé haya dicho al entrar, se lo agradezco: eso os amor: pero despucs ... estando en su es cosa tan fách una palabra que crée una conversacion ...

El ldmor do_)a i()justicia me contuvo en mis quejas, y volviéndose contra mí, me hizo decirme:-y no le averguenzas 1: quejarte de la pobre ridolescente, c uando tú, que debías haber 1•isto, nada has CU!IDdO tú que debías observar, no has observado; cuando tú que de bias remediar, ·no has remediado!: cuál de los dos necesita mas cuidados!: la pobre niña queeomienza ahora á sufr ir, ótú que ya has suírido ·tanto y tanto, que un dolor para ![es una gota imperla copa d.c hiel que casi has apurado!: cuál . do dos necesita ser mimado, contemplado, acariciaqo! amor es acaso ser feliz!; es solo poder abandpnursr y.esperar que nos traiga lu l'Cnlura el ser qu e

)

=74= nos a:1c¡;uró que existe! Ah! lú quieres ser reliz en Lodos los momentos!

Un golpeciLo en el hombro, una palabra cariñosa, me distrajeron de mi mismo, y pellSI\ en los de1más, viendo á mi amigo Guarionex.

-En.qué pensaba V!: algo de lo que le le entristece!: dlgameloV., amigo mio.

-No pensaba en nada, ni nada me Guarionex me miró: su mirada de duda, me obligó á hacer un esruerzo, y deaechar mis ideas dolorosas, ingratilud 1lnto0ces con el buen GuariOllex , que se cuidaba del estado de mi alma, y digno por eslo solo del esruerzo que hice yo por desecharlas.

Me alegré, como me alegro yo, cuando estoy observando, y observado: hablé, rel, bailé.

Acababa de hacerlo .con una jóven sencilla_y bondadosa, por bondadosa y sencilla, encantadora: hablábamos, no só de quó¡ pero con lal abandono, con lal sinceridad, que para mi era aquello la realizacion inesperada de un placer soñado: no creia á mis oidos y seguia escuchando con entusiasmo , con lodo el cntusias1ho que produce en nosolros un placer irrcalizahlc.

=75=

Hacia mucho üempo que babia cesado la música, y nosotros aun nos paseabamos i>or la sala 0 risa sorpren'dida en unos lábios, una mirada maligna inlereeplada, me dijeron lo que babia olvidado: que eslaba en ·medio de genle, aun siendo buena, inclinada á murmurar: dollame bácer ver ·á la sencilla jóven lo que su sencillez le babia ocultado, y la invitó á respirar el aire de la noche, á que nos convidaban los balcones, de par en par abiertos.

NÓs cllrijimos á uno, y me iba yo gozando con la idea de lrnber un disgusto á mi pareja, cuando me persuadieron de mi error, las miradas lenaces de unasjóvenesqueformaban un circulo¡ ydestruyeron con una mirada, lodo el grato solaz de una hora, los ojos de Marien, implacablemenle fijos en mi.

Senll un sacudimiento: al verlos cada vez mas trisles, una tristeza angustiosa.

En aquel momento, comprendia mi pareja los CU· chioheos de sus amigas, y como se sonríe la inof:encia, se acercó á ellas, diciéndome en voz alta: -Bayoan, no olvide V. que una hace un amigo:

J

='16=

'1

'j .me tendió una mano, que yo es11'llcbé con res· pelo ...

!'obre Márion!: ella tambien se babia equivocado, y padccia: lloraba: me lo dijo el movimienlo de ca!Jcza, que .yo tambien he hecho me bao sorprendido entre el tumulto, las pocas lágrimas, que me ha concedido el corazon.

No pude contenerme, y n¡e acerqué á la trislc.

Yo no sé lo que dije: rué muy poco: el coruwn no habla: yo estaba conmovido, y mis ojos no mintie1o que entonces espresaron: no mintieron, no: el corazon no so engaña : Márien sonrió: yo vislumbré mi ciclo, y mienhas ella sonrcia, la. miraba: nuestros ojos ... fa luz de ojos, su encontró: noeslras almas so miraron.

En el cielo, brillaban e&os mundos que alraen con su sonrisa á nueslras almas: en la lierra ... la lierl'a, brillabamos nosolroo . .... ! le desafio!: le lemo, exisle11oia!: do_ lor, estás vencido!.

Ella me miró tímidamente: yo lo hablé: le hablé de mi pasado, tan lleno do dolores, tan fallo de alegria: ic halJló del estado de mi alma, abatida, abr" )

=77=

mada, sin amor., cuando la-vi aquel dja, cierno para mi .delo que habia'senlido, do Lo, que habia pensado, de lo q¡¡e habia luchado para creer que 119din ser querido, para . creer. que mi corazon ,·ivia aún para el ampr.

Sus ojos, dilatados entretanto, como los ojos de la inocente iníanoia, cuando miran un mundo en una idea, me interrogaban de continuo: yo ·1os , contesté, diciendo ri Márién 1 C'On·voz ·trémula y ahogada: alegria de mi ?lma, le amo .

Nuoslras mao(!s se besó las suyas con y al ver una 1· rima, pendienle do sus parpftdos, bendije á n· , y ta bendije á ella. )( .

Dlc1E110KE 9.-Por lanoclie .

Vengo de su casa; estaba pálida, estaba dislraida: meditando, desvariando: lovanló la.cabeza, y sonrió.

-;-Pensaba en 11, Me dijo su sonrisa: . -Me h4s sorprendido, acordandome do ti, Me dijo PI encendintienlo suav(simo de sus mojillas, solo á los ojos de su madre, y ri mis ojos, pálidas y entendidas sucesivamente.

=78= Solo á los ojos de su madre, y 6 mis ojos, porque solo su amante sabia que era amado, y solo su madre podia adivinarlo.

El amor es pudoroso, y solo á quien lo inspira, se confiesa: el rubor, las miradas, las son de- ¡./ laciones del alma,, traiciones de los ojos y la boca; pero momentáneas, que solo una madre · adivina, que solo un amante

La madre presentia, y me observaba, velando por Ja dicha de su hija: yo sentia, y callaba: alauna vez miraba rurlivamente á Várien, y si sus ojos me buscaban, me creia reliz con solo verlos.

Se habló de música, porque siempre se hablao senlimientos de lo que puede exaltarlos: roaué á Márien que tocara el piano: se levantó y tocó: regaló á mi corazon una melodla, y á mi alma, una sonrisa, que me .dijo: -Para ti.

En aquel•momento, .me sentl con anhelo de palabras de su boca,-¡ estúpida costumbre!-, de su alma, que Ja presencia de su madre le prohibia, y me decid! á hacer, lo que durante el dia, previéndolo todo, h 0 abia pensado.

=79=

Acerqué mi silla á la silla de su madre, y le dije en ''º'que ella casi no oyó, pero que sintió:

-Amo á IÍárien: me cree V. digno de-ella?: me cree V. capaz de amarla como debe serlo!: ella lo sobe, yo soy feliz: permltanos V., á mi, que se lo diga, á ella, que lo oiga, porque solo asf podré decfrselo, sin que me avergüence el ocultar á Vds. lo que Vds . deben saber para que nadie lo sepa.

El corazon de la madre, fué sensible á la delicadeza del alnante.

.

-Gracias, mejlijo: las merece su conducta generosa: gracias por Márien: V. es digno de ella, y creo en hi felicidad de ambos.

Me tendió una mano, y llamó á Márien, que adivinando nuestro secreto; corrió pr(!()ipitadaméntc, y oculló su cabeza, en aquel seno, palpilllnle entonces de ternura, como aquel dia en que. la dió á luz.

La vida, y·cl amor, segunda vida: hé ah! los dos momentos sublimes de una madre.

Mienlral ellas sollozaban, la ternura inundaba mi corazon, que como no sabe llorar, se hubiera ahogado, si la madr.e de Márien, conteniéndose, no la hubiera ordenado que me abandonara sus manos: yo

•· )

las cogí, y las besé: el suspiros que me ahogaban.

-Ea, hijos mios, nos dijo con suavlsima ternura; ca, hijos miotr, vamos á buscará Guarionex.

Lo encontramos dando y disponiéndose á volver:.nos acompañó á pasear por Ja hacicnáa, nos s'eilaló lo.s negros mas lnos habló paternalmente de los ociosos á quienes tenia que perdonar, y decia á su mujer y á su hija, c1ando un esclavo les pedia la bendicion: .

_:Eso ó esa, la merecen: esosl no. · Respiramos aquella admósrern tibia y pcrrumada, nunca mas 'Pcrrumada ni mas iibia, que cuando oJ jugo de las cañas las agrieta; bendijimos á los negros .que al pasar se arrodillaban: Guarionex dió el brazo á su mujer; yo, á Márien.

Oscu.rcció: ·ta luna alumbró nuestro camino: Márien y yo ibamos delante: podiamos hablar; y hablamos de su madre.

De quién pueden hablar, dos que se aman, mejor que de aquella que vela por su amor!.

Yo siento hacia Márien mas amor, desde que me siento querido de su madre: desde que csia lo ha )

l. =81= cre1do, yo 'tambien creo que puedo hacer la ventura rle su bija. · encuentro solo conmigo mismo, Y no caigo en mis habituales meditaciones dolorosas; es, pues, verdad que el inílujo de la mujer á quien se ama hasta léjos de olla, es podéroso1.

La paz reina en mi alma.

/

DICIEMBRE 15.

Han pasado los d1as, Y la cQslumbre de I; felicidad ha hasta tal punto, el fuego de mi imaginacion, que las mil veees que he queridd fijar un recuerdo, eternizal-'mis bendicioµes á t;do lo que me hace felíi, he tenido que des\s.tir, ho tenido que sus recuerdos á mi alma sus ber¡d· . á 'mi corazÍn. ' icionea

/

Han pasado los d1as, sin una nube, sin una amenaza de dolor, llenos de paz, de alegrja, de inocencia. Yhe querido pensar, y no he

1 He visto que la felicidad los mismos efectos que el/dolor: divagaciones' éxtasis, desíloramiento mental do wdo lo que existe))

-Pero, Y el rayo de luz de la alegria, no pinta de otro modo los objetos que el rayo sombrio del dojorr.

6

'

=82=

Es verdad, es verdad: qué io¡ralo soy ..... ! ingrato, no: mal preparado para la .relicidad: me cansa, casi mas que el iníeliz estado en que siempre be vivido: cuando surro, pienso; cuando vivo: me . sien· to con ru11,rzas en la mente, en el corazon, hasta en los lucho, y me animo: sufro, y sonrfo: len· go la de mi iníelicidad, y mi me enorgullece.

La ventura me aniqujla: me abandono, desmayo, languidezco: pienso en la prcvision de Dios Ydesean· so en ella: la imaginación necesita del ruego del do: lor para impulsár á las otras racullades: el placer la enmohece, y las riredas se paran.

Por c1né be de callarlo, si la conciéncin lo sabe? , 1,a dicha ha sorocado al deber, y entregado al amor e n nada pensaría , sino me avergonzara el olvido pu· nible de mi porvenir: pero esa vergüenza es rugaz y me desespera v,e r\a pasar rápidamente , sin empa· ñar mi dicha: entonces, mi! convierto contra esta; recorro la historia de mi amor; veo que solo de mi amor me acuerdo; que solo me acuerdo por la me· ñane, por le noche, y en mis sueños , de la que tan felices l¿s ha hecho; que el recuerdo de mi patria

=83=

se ka l><!ri'ado; gue pa idea de ser digno de ella se . ha apagado; que falto á mis deberés; que soy indig· no de mi, porque solo pienso en no pensar ; y me cansa una di?ha de que no soy merecedor, puesto que no me resisto á sus encanto&, y me entrego sin defensa á ella.

La misma Márien, mi mismo amor, el mismo anhelo de su eternidad , hacen amarga para mi, la di· cha que les debo: dig'no de Márien, me digo, por solo amarla con pasion, por solo sentirme incapáz de una infamia, por solo tener'lm mi interior lo que puede llacerla venturosa!.

Y pienso en mis c!eberes de amante, porque pienso en los de esposo, y me niego qu!J este pueda ser dig: no de la paternidad, si aquel se entregó al ócio, como me he entregado yo,· porque entregarme al ócio, es acariciar otras ideas que las que mañana nos harán felices, porque hoy nos han salvado del remordimiento . f , , ' /

ll•l hijo de mi patria, mal ciudadano, mal hombre, o! i porque me olvido de mi pátria, que me necesita, . de mis conoiudadanos, que me llaman servirla, de

)

=84= la humanidad, que como en lódQ hombre, espera en mi, ¡podré ser mañana, esposo, padre!. si anLes de obedecer ¡j .mi deber, obedezco á mi pasion, no me punzará el remordimiento di! haber vidado mis deberes!: y si no m$ punza, no me aver· gonzará mi decadencia, indudal¡le y segura, cuando mi y mi felicidad no sean armónicas!

mi misma felicidad, debo pensar en mis debe· : mi deber es partir. hl, este solo pensamiento me acongoja, y ncabu de decir, que la felicidad me cansa . .... ! Mi deber es partir.-. ... !

=85=

mi Borinquenj pará d'ar el ejemplo, y preparar el advenimiento de una pátria ljne hoy no Lengo ..... !

Y si Lengo familia y amigos, qué me importa la patria ..... ! . ... ! ¡ á donde ... !

A viajar por la América continental, ápensar en$n porvenir y áp rovocarlo ... ! á Europa, á convencerla de que América es el lugar predestinado de mia civ}li· zacion rutura . .. ! al mundo enLero, á ver, á pensar, á me'llitar, para que llegue un dia en que el conocimiento de todo, me baga útil, y la salisfaccion de ........_ V Rerlo, traiga á mi alma la paz ..... !

Parlir ... !

A donde :..!

Para qué .... .!

Por qué razon .....!

l. Por qué creyera necesario en mis dias de dolor, que necesitaba volverá templar mi_alma, sumergién· dola en la ciencia, en la sabidu,ria, en la gloria ... ! y qué necesidad _tengo de la ciencia, de la sabiduria y defa gloria, si Lengo felicidad, que ¡¡Has j_dan ..... 1 · para encontrar los medios do )

Y qué paz me hace ralla si hoy el amor me. la dá!; para qué necesi to ver, pensar, y medil<lr . .... !

Para s.entir el amargo sabor de la verdad ..... !

Para qué necesito convencer á Europa de que ( Amórioa merece feliz, si Europa no me oirá, ó me tendrá por loco!.

O ie tendrá por loco ... ,.!

Drtonio mi pensamiento i41te esla.injusticia, anlr esl<l pequeñez, ante es ta miop(a de lo s hombres, <¡tH' lla,,;an loco al que se siente srdirnto de verdad y áe ju siicia, y olvidad o de sí mismo , mrrlit:.1 y anhela In'

'.; ·-·

t '

=86= felicidad del bómbre, y me exaspero, y siento que Ja ingratitud de los hombres !lºº el que, por elll¡s, se hace mártir, me dá fuerzas, y me empuja.

Quiero ser loco, quiero poseer esa razon suprema, . que conduce al escarnio, al sacriBclo.

, Quiero ver la verdad, y proclamarla: verdad, yo te veré: desde su primer momento, mi esplritu te bus· ca, y empezado á vislumbrarle.

r ¡ Y á. ti justicia universal, que tantas veces exaltaste ' mi corazon de niño, que tantas veces bas fulgurado en las tinieblas de mi alma, que me has dado el amor de la virtud, y esta incesante aspiracion á Dios, que me has sostenido; cuando por séguirte en vano. te , . buscaba en el ego1sta corazon del hombre, y vacilaba; á ti, justicia universal, tambien te busco.

Desde boy, seguiré rectamente el camino que un engaño feliz me invitó á abandonar, y. llegaré á vosotras .

DICIEllBRI llO.

Ver la felicidad á su alcance, y no cogerla ... ! sentir el primer •plac er que mi razon no ha rechazado, y. huir él. .. ! co nseg uir ver un ángel en la tierra y le-

=87=

ner que cerrar el corazon.á la luz que difunde .. . ! ser feliz, y querer ser desgraciado ...

Estoy loco ..... !

Estoy loco ....!

Mi cerebro palpita; arde mi fronte; late mi corazon; 'tos nérvios me estremecen; mi respiraciones ang4s· liosa; mi cuerpo está convulso; mi espíritµ sus· penso .....

Qué me está sucediéndo .. .! qué tempestad me agi · ta .. qué terrible convulsion me transfigura .. .!

En este instante, háy dos séres en mi: uno que ·se vá, otro que Viene: uno mas fuerte que otro; uno que invade, otro que resiste: uno nuevo, lleno de vida, de vigor, mas jóven; qtro, casi caduco, fatigado, sin otra fuerza, que la que le dán su larga estancia , su largo arraiga miento en In i interior ....

Luch n, y vence .... . milagro misterioso .... .! el sér caduco, resiste y se defiende: sus armas son recuerdfs, la ventura lograda, la de morar y de sufrir ahi dentro .. ... Poro ya retrocede ..... ya se rinde .....

Aparto los ojos ti c! abismo, me distraigo, pa seo.

J

=88=

Empeño vano: las piel'lllls me Oaquean: no puedo sosteoerme.

Vuelvo á mirar en mi interior, y veo,-espantosa vision, que no me espanta!-, un ser resplandeciente , que lo cambia todo , que todo lo acomete, que no respeta nada: la luz 060 que brilla, yo la he visto en mis sueños: la luz de la \ll)rdad y la justicia.

Oh luz resplandeciente, me deslllmbras!

Separo la vista de la brillante aparicion, yveo una sombra, que huye ameoazan!lo, un vapor que se di!fipa, una !1iebla que se rasga.

Tengo miedo, y no tiemblo; si nlo un dolor, parecido al dolor que me han causa40 las almas que- . ridas al abandonarme, y no tengo fuerza para gritar; quiero llorar, y no eocuenlro un quiero desesperarme, y á mi pesar, espero. -Adio·s, recuerdos, juventud, pasado .....

Todo se ha consumado.

Tengo fuerzas, vigor, tengo una seguridad y nueva vida, una esperanza misteriosa y trisle,.

Quó estraña aparicion veo ahi.. ... l si,. pero la veo.

Son dos cosas á un tiempo: un hombre colosal,

=89= envuelto en luz, que invoca, arrodillado, á ün ser invisible en quien espera , y un' pueblo , que lucha contra 19dos, é invoca la la igualdad y la fraternidad, que lo defienden: el hombre colosal, acepta un cáliz, bel,le en él, y bendice: ei pueblo, acepta su lucha gigantesca , y vence: el llombre colosal, se sacrifica, y muere: el pueblo gcnera<>o, vive, y veo que se dilata, y se dilata, y vá invadiéod<J lo que a11tes lo invadia , y convirtiéndose de puebÍo ,\o riiuodo, mientras que el cadáver del hombre oolosal , be ha al cielo, dejando en la tierra una luz que antes Iio babia .....

Es ·estb una vision, ó una verdad .. .? que significa esto ... ! sign!flca que el hombre, como las religiones y los tiene sus cataclismos, que en apariencia, lo destruyen todo, porque destruyen las llagas que hacia soportables Ja costumbre, pero que era-ya criminal no de&truir ... ?

Estudiemos lo nuevo: veamos en el fondo de mi alma:

AspiraJon á la virtud, amor á Ja verdad y á la justicia, resolucion de buscarlas y enseñarlas ... aun á cbs la de Mtiri cn, única lttz que no ha desvanecido ol brillo de las olrae.

J

=90=

Un mundo negó la luz de Dios¡ le dió suplicio: los pueblos combatieron á otro pueblo, que les daba una , idea salvadora ...

Será esto lo que me tiene pensativo y triste ... ?

DICIBllBRB il.

-Ah! mi<juerido Bayoanl, me dijo, saliéndome al encuentro.

Yo le besé la mano con la ansiedad con que una vez, soñando que la sed me abogabw, me arrojé á un arroyo salvador: le besé la mano, y permaneol largo rato inclinado sobre ella: levanto 1111avemente mi cabeza, me miró, me miró con su1 ojos, que empañaba el llanto, y con una intranquilidad 'nol11idable, me preguntó: -Qué tienes?

El tiempo es veloz y yo queria mirarla: no contesté. ·

-Qué tienes?, repitió: -Mi alma está triste; Y la segul mirando: -Estás pálido, agitado, naco!: por Dios, Bayoan, dime, qué tienes?

Yo la y vi dc.sprcndcrsc deaus ojos., J

.=9t=

esa lá¡riJna ardiente con que espresa el dolor su inmensidad.

lie las dos manos, las apreté entre las IJ!iaa, la miré laftamente, y con acento solemne, que revelaba el valor de la pregunta, pre¡unté: -Me q'uieres? ·

Aquellp lágrima ardiente,·se secp; y tras ella, corrieron á otras lágrimas frescas, que inundaba de luz, una sonrisa.

Iba á njugarlas: yo la contuve:

-Qui res borrar tu confesionl, le dije: ·aunque tu alma lo fdivin'e, no vé tu alma el efecto de tus lágrimas: ±éjalas correr, amada mia, y mientras las admiro, ime de pónde brotan, porque yo no lo sé, y es preci . que aprenda á encontrarlas.

-Si tü me amaras, con este amor que ,10 suprime lodo, co11 este pensamiento único, incesantemente fijo en ti, con esta suspension de vida, que solo cesa cuando oslás cerca de mi, encontrarías el camino de esas lágfimas, y nó vblverias á olvidarlo.

;vo contemplé aquella verdad increíble, aquel amor sob rehumano, aquel sueño, superior á mis sueños, me contemplé por dentro, volví á rnr lo quo habia

=92= vislO, y apcsar de sentirme enternecido, y lleno pasion, y apesar de sentir la IJIUptmion dt vida, sonrel tristemente, y me decia silencio: -Tú no la harás feliz, ni lo serás lampoco.

-'-Qué implacable tristeza, Bayoanl: qué Iba á·decirle la verdad, á enseñarle el abismo de mi alma¡ pero una voz interior me gritó:

-Piensa que las tinieblas amedrantan ... ! Pensé, recordé, me estremecl.

Tµvc compasion de aquel sér tan delicado, y dije: -Mi alma está triste, amada njia.

-Y por qué no me miras, y la porqué no la obligas á que se una á la mia!: la mia le dará ·1a alegria de mi amor, la suave lrislcza que siente, cuando no le vé, el amor que j la mata, Y le dá vida, .. !

Nos sentamos en un bapco, m<fio e l ella miraba al sol, que sq poma¡ yo, mirándola, comparaba el ocaso del sol; con mi ventura.

Será .verdad, que tambien·cór!lo el sol, despuesdo puesta, brilla ... ! lláricn so entristeció: yo qtUse consolai'la: me lransílguré : ol el murmullo de un arroyo, rrspiré lo s

=93= s de lo br'.s.1, ol ávidnnrn11to el trino del zinzontc, y amor · en toda. partos, sentí amor como lo siente la y' trató ·de espresarlo .como el a.

-Mirare, Már\en¡ s@ríeme, llores¡ orée en mi amor, cqmo yo creo en el luyo: perdónam'e las penas quef las a legrlas quo.acibaro, la ternura que yo o sé sentir, y mlrame ahora, vencedor de mis Iris s pensamientos, y entregado .al querido de ábreme )u corazon, vea yo en é) mi imágen, para que asl lo crea, para qu¡i asl sea feliz: mlrám e, 1ra qlij) tu alma me diga que me quieres, para quB'la mia vaya á lmscarla. Mári c n, &lárien!, yo muy infeliz, cuando no puedo hace rle ver cuánto le quier{ con quó idolatría to amo , con quó fanali smo to adoro: tú, sin declrmelo, to qu9jas de lo que llamas indiferencia ...

Cilda vez que la sien'tas, preséntamc tu frente ; .. Sol'lri1 mánsamente, y con su pura mirada, me decia: ·

-Atdtienes:

Yo acerqué con uncion mis lábios á su frente ...

Qué tiene un beso· , que quer'lla, que dá sed de un ·

..

=94= amor, l.leno de ruego, de llamas, ·de desmayos, M linsias, lorturas ... ?

Ella sé alejaba: yo me quedé sondeando aqµel abismo.

Cuando pooos momentos des pues de estar yo cerca de sus padres, salió ella do sus apesenlos, se encen· dió su semblante en un fuero que á mi tambien me quemaba lle prometi no volver á besarla: me averconzaba de verla ª".ergomada; me dolia el. haber vislo . una sola vez en la raz de la inoc(\ncia el color <\el delllo, y me creia infame, por haber revelado al ángel, la existencia de la carne, á la virgen enamorada, 1¡¡ mancha del amor.

Mientras oía á Guarionex, la observaba á burtadi· llas, y una vez la sorprendi, mirándome con una mirada inquieta , que ·decia: -He perdido á sus ojos ..... ! Oh pudor, tú lo adivinas lodo!

Sentía lastimado el corazon, al verla intranquila yen zozobra: busqué en mi interior una palabra; pedl un con· sejoámira,zon; medespedl de lodos, lfárlen la mano, le dije con acentocariñosoysonri&a paternal:

·' ,;.,95=

-Perdóname: no volveté á hacerlo ..... dloelo á tu madre.

DtCIBllllRB

Hoy he pasado todo el día, pensando en ese beso, funesto para ambos: be rricdit¡¡do eh las consecuencias de esa carnal prueba de amor: be sentido el · rue¡¡o que ba dejado en mi; be contenido mil veces mi ima¡;inacion, que buscaba el coµtaoto de aquella . rrente, la irradiacion de aquellos ojos, yacordándo· me ella, he pensado en los tormenlos, que por probarle mi amor, habré causado.

Pobre niña, lanzada re)>entinamente, paraíso de su amor, al infierno del deseo; despertada cruel· mente de su rellz para ·ver su asqueroso ··mas allá·; desviada de mi, por atraerla á mi; obligada á temer, por desear que confiara r:

Aquel inocente abandouo, aquella seguridad encantadora, aquel mirar nunoa velado , ó solo velado por lágrirlias, delatoras de su amor; aquella sonrisa casta, aq?ella incesante conresion de amor, habrán hoy, y !'º vez de eslo, veré, un contenido, pero visible reproche á mi crueldad; un encogimienk>, que tendrá á ojos, el encanto del pu-

)

1 dor, pero que al delatar su sufrimiento, me obligar1i . :i sufrir; una mirada·, una sonrisa .....

Luces de mi alll)a, cesareis de brillar ..... !

Ah!, no ceseis; mirad que sois las únicas, alumbran mi camino tenebroso!

Ese be90 funesto .....

que'

Y, qlié: es un beso, que tan amargos pensamientos lrae·, que tantos temores causa ..... !

No he oido mil veces á los hablar de un beso, como del resullado natural de una palabra dr amor ..... ?

Por qi¡é, yo .... .r miserable, que empiezas á arrepenlirlc de \us pocos pensamienlos . buenos ! · Implacable' conciencia .... .-!-implacable necesidad de obedecerla ... !

Ya es hora: voy á ver á llári.n.: quiera Di1111 que á verla , como la he v.isto siempre. · DICIB!lllll ll'J.-Por la flOChe. Como siempre ..... ! me equlvo•o: ouando au madre co(ltestando á mis temores, la llamó, V.olver? V. á ver la misma virgen con su misma aureola, con su misma pureza, con su mismo amor, )

=97= la virgen no apareció .á mi vista como siempre: su mirada era mas Umpida, su ionri.. mas pura, su frente 111as casta, la luz que la ródea, mas diáfana.

Y, cómo oo, si aquella luz, aquella ll'ente, aquella BQnr.iJB, Y aquella mirada 1 habián sufrido la prueba, 4e1eitosamente dolorosa del deseo, y habian salidb ven.cedoras de la prueba?

Y su madre!

resplandeciente -de alegria : miraba á stt hija, con el orgull<>, con que mirar 'Dios á sus poc¡is criaturas,. dignas de él.

La besaba con enaOinacion, con la eriafenacion del alma, que vé realliado su ideal.

Y de1p11es, me miró, y .me tendió la mano.

Y9 sent! ·coloradas mis mejillas, por el carmfu, que esparce en ellas la alabanz¡i de una accion laudable, Ybendllcia mi desgracia, que me lía hecho capaz de la virtud.

Si hablado , las palabras hubieran disipado mi encanto; pero guardamos nn silencio religioeo, Ymientras qu11 la madre meditaba, Márien y yo nos eontemplabamos .

=98= º ./

La tierra es un lucar en doDlle no ·hay ventara. .

Si la buhier¡11 1 cesaría el estado de oontemplaeion que eleva al alma, y le inspira el horror á au oároel, J el anhelo de libertad y de volar!: si la hubiera, no nos seria dado morir y liborlart1os, cuando la muerte continuaría nuestra dicha que ha empezado!: . no hubiéramos, Márien y yo, pasado del éxtasis momentáneo, al éxtasis eterno!

Son necesarios los dolorosos, y tu.vimos. uno : se presentó una familia eran dos jóvenes y su madre: esta convofsó oon la de Márien, Márien con aquellas; , conmigo mismo: y me decía: , -Fatalidad mas cruel.. .. .! impedirme apurar un placer, tan ll eno de tranqtlilidad, de dulzura, de paz, para presentarme á los ojos de estnños, y li los de esa jóven, sob r e lodo, quo nos mira, á Márien y á mi , co n sonrisa maliciosa ... ,.! por qué no impido ,Dios que el sagrado del amor ·sea lmpl!aetrallle, para los que con su ligereza, oon su maliruidad, con su irooia, lo profanan ..... ? y ei¡¡uo mirándome 1 ,: me esas miradas en los ojo& de una mujer, me repugnan en los ojos de una jóvon ..... ya no

se yo que hacer: me marcharía, si mi marcha no llamara la lllencion.

Interrumpió mi soliloquio el movimiento d.e las jóvenes: las tres se levantaron: á mi pesar, las seg u[ con embeleso: era un grupo lleno de gracia y de armon[a.

Se dirigieron al piano: tocó Hárien la misma melodía que tocar, si yo l a oia, y me recompensó de mis disgustos, que. ella adivinaba, con una\ni rada furtiva .

Las señoras ,eon quienes entonces conversaba yo, me invitaron á acompañará sus bijas, y yo acepté por que debia, mucho más que pór placer.

Al llegar cerca del piano, lo ocupaba la mayor de las jóvenes; la que babia observado, mirado y sonreído con malicia: looó, yo no sé qué; yo no la oía: estaba observando los esfuerzos de Márien por ser cariñosa con la otra, y gozándome en ellos .cuando tenían 1,m éxito reHz: todo ocupa nuestra imagioacioo co1'e1 objeto amado, cuando amamos, cuando anhelamos la venlura de alguien, y la nueslra; y cuando esas pequeñas cualidades, que solo un ojo amante ó un ojo observador sorprende , están uni-

J .

=t00= das á grandes cualidades; cuando llegalnos á comprender que el objeto de nuestra ª!llorosa admiracion, es dima de ella, porque á las virtudes, á sus cualidades elevadas, á su caracler genero.so, reune esas pequeñas virtudes de todos momentos, esa incansable, esos tiernos cuidados para todos, y cuando en fin, sentimos que aquel ser, merece la eterna ocupacion del· nuestro, no pensamos mas que en él, y aun no queriendo, nos olvidamos de los otros.

DICIBllBRE 25.

Se ha presentado un buque para Espaila, y es.loy resuello á aprovecbarlo: es necesario de una ·vez cumplir"t:on, mi deber.

Me acomete el mismo sombrlo pensamiento, ql!t he rechazado cuantas veces, luchando con mi amor y mi deber, be optado por el último.

Aquí está este pe'!samiento, que ahora mismo, allá en el fondo de mi ser interior, me está punzando . · -Qué es cumplir con tu deber!: partir para Europa 1 y entrllgarle alli á tu presuntuoso anhelo de verdad y de justicia, porque le crées llamado á proclamarlas, y hacer con ellas, feliz humanidad,

=tOI=

¡:loriQSO lu · nombre, el de. tu patria !: es lu deber abandonarlo lodo, por buscar luz que á ti le quemará, y á nadie enseñará un nuevo! Medita, antes de obrar: estás entre -la félicidad de Jos séres á quienes debes y puedes procurarla, y la quimérica del mundo, que no conseguirás jamás.

·Separarme de Márien, huir de mi felicidad . • . !

Puedo yo hac.erlo!

Puedo suicidarme!: si no tengo el derecho do mi vida \ no longo tampoco el de mi dicha : huir de ella, es matará mi alma; es prepararme una vida de in¡ usticias, porqtlll no enconCraodo en el mundo lo que busco, no logrando realizar mis sueños de felicidad para los hombres 1 porque ellos mismos so opondrán á ellos, me iodiroaró, me des esperaré, y volviéndo mi á la diobá abandonada, sentiré remordimientos·, y haré do Ja humanidad, por dolor y por despecho 1 el principio de Ja maldad' la vergüenza de Dios .

Iré pocp á poco a)lorreciéndola, Ja haré responsable de rhis males: no pudiendo vengarr_ne de lo s hombres, á quienes atribuiré mi desventura, me vengaré de los q,µe me rodeen, seré injusto, y )·p

/

que maldigo la injusticia , tendré que maldecirme Y no solo seré desventurado, sino tambieo inrame. ' Y luego, ¡ puedo yo disponer de la dicha de los otros ... ?

Si Márien me ama, mi pal'li¡la no la liará .infeliz?: aun yo le ofrezca volver, porque ya me lo he órrecido, porque es el único voto de mi alma , y aun cuando al volver, con solo volver, la baga fclfz, valdrá esa felicidad tardfa, la que ahora lo arrebáto los dolores terribles, Por ser nuevos, las acabadoras, la zozobra incesante, la perpétua caida de la gota de hiel deotro de su corazon!

Y aunque me diga, con la estraña crueldad de mi. alma compasiva, que entonces la dicha será para ella de mas precio, porque su corazon no la esperaba · , porque el dcllor, la atiiiósrera del alma, la ha brá purificadó y preparado para ella; y aun cuando me ásegure, con la dolorosa tranquilidad, que la larga costumbre del dolor me ha dado, que solo hay relicidad tras de la prueba f como hay una palma del martirio, con qué derecho, qu e Dios me ha otorgado, someto yo á esa alma á la lucha, al sacrificio!

=103=

Y si,lrá¡¡il como es,'estalla y muere ... ! ..

Acaba de caer sobre mi corezon un peso , acaba de aguijonearme la conciencia: me aprieto el corazón, pero me

Quiero seguir pensando, pero la conciencia detiene al pensamiento, y dice: -Podrás entonces Vivir en '.paz!:

Siento que no, porque siento que no puedo privarme de la y entonces no podria matar mis i:,ecuerdos: siento que no, porque nú puedo pensar en la iníelicidad de !drien, sin sentir un oculto torcedor ... ,;

Pero siento tambien, que no tendrfa remordimicn- ·•' tos, orgullosa conciencia, que pretendes con lu s ' eternas amenazas, detenerme en el camino que anhela seguir mi inteligencia!.

Pero privarse de la dicha ... ! pero privar de elta, una alma que la espera de \a míá .. .! Este, este es él abismo.

Abjsmo verdadero, al cµal no me acerco sin temblar #

Me siento desvanecido, vacilante, débil : mi alma está flotando entre tinieblas .

)
.•

=f04=

Rumana presuncion !: no sentía yo, al meditar otra vez en el objeto de mi venida al· mundo, Ja seguridad inquebrantable que me daban, mi amor á la verdad, mi anhelo de justicia 1: hoy, lo mismo entonces ... !

De qué sirve el sondear estos abismos? Eslámos condenadof á no poder dar un sin tenor un tropiezo; una caída , una valla lotraspassble, una nube, una noche, un caos perpétuor

DICIBllBRB 25.-P.or la noche. Necesitaba aire, y salf á respirarlo: la l)aturaleza es una madre cariñosa, siempre dispuesta á calmar nuestra agitacion, á endúlzar nuestra nunca he dejado de admira.ria, y me es propicia: todos mis pesares los convierte en la misma benéfl-· ca tristeza, en que los ha convertido hor. lngra2'1 como suy, me olvido de su bondad, y en vez de buscarla cuando solo Ja busco c11&ndo he perdido las fuerzas para surrir, esperanza de vencer mis sufrimientos: si yo no rucra inrrato ... ! Debo, prorundizando mas, buscar, en vez de una llaque1.a de mi corazon, un vicio de mi csplrilu : en-

=f05=

con traro soberbia: soberbia es esa lell8ion interior, ese desprecio de ayuda' medida que es mayor el sul'rimiento, mas dolorosa la escilacion r¡ias anrustiosa la pérdida de ruerzas. me obliga á encerrarme en mi interior, á luchar, li procurar el triunro.

Si yo, en vez de esa tuviera humildad, confianza en otras ruerzas que en _Jas mi as, ré en otros consejos que en Jos de mi razon , obediencia \ otro espirito que al mio , el esplritu que hay Cf! la materia, el •algo .,flotante en el aire, en Ja tierra_, en las plantas , el esplritu , que tantas veces he invocado con ?el nombre de •naturaleza., descendería á mi interior, y le tra ería la paz; . no : Ja paz no Ja recibe el alma, cuando ha encogido sus alas y lucha contra lodo', y se exaspera, porquo no encuentra 1t11z; pera si.la tristeza que es como la tregua entre pelea y pelea, trisieza que comienza por suspiros, por exhalaciones del alma, que busca su principio, y termina por la grata languid ez, porque t ermiAa toda aspiracion, y ha terminado hoy lamia . (,amia ha lcrminado ... l' esta sonrisa l'aga, y esto :Uha¡;adJJ rec uerdo de Máricn , l' es ta anti cipada rrui' h

J

=106= cion del goce que voy á buscar a su lado, no son nada, no son cooUnuaoion de mi tristeza!

'

DLCIBllBRB •• •

Márien babia salido con su padre; me alegré: peDS!lba en mi viaje, y queria hablar de él, esplicar su ·n"ecesidad, su objeto, á Ja noble mujer que me crée digno de su bija: me sentó á su lado, y empecé á no pensar, que es como empieza á anunciarse una docision incomprensible.

En vano buscaba una palabra; al irá pronunciarla, sentia que el cornzfn se me cerraba, que )a palabra, convertida en cuerpo , ' me apretaba lagar¡anla, Yse negaba á pasar. Al On , mis esfuerzos veocian, cuando notando la que me ha llamado hijo, las angitslias que á mi pesar se señalaban en la cara, dijo: -En qué piénsa V, ,que la)'llo sufre!

-En mi viaje; ... y con esta palabra le espliqué mi siluacion. · -En su viaje ... ! y á donde?

-A España . El)a se inmutó; pensaba fn llárien: yo le dije con voz entrecortada :

\

=f07-

:_Por Dios! no haga V. que su dolor aumente el mio: no baga V., señora, que me arrepienta de una reaolucion, para nadie mas cruel qlle para mi; yo la he lomado , porque as[ obedezco á la necesidad que siento de hacer el sacrificio de mi felicidad actual, para merecerla mañana. V. lo sabe, señora, yo lo be dicho; soy pobre / .no te.ngo un lugar en el mundo, porque no be sabido buscarlo, ó porque be perdido mi tiempo en soñar: cuando ya no esperaba encontrarla, cuan'.1f> mas amarga era mi desesperacion, be encontrado la realjdad de un sueño, be encontrad6 á su bija: V. que por amarla, me ha sondeado, ·V. sabe, sf16ora, si la amo , si necesito de ella, si al alejarme deaqul, tendré que pedir· fuerzas para hacerlo. Pero, be de quedarme, be do unirme á Márien, no siendo digno de ella! ; porque yo quiero absolutamente que el mundo lo crea, como ella, V. y yo; y solo cuando tenga un lugar en ese mundo, cuando mis y !(lis conciudadanos, no lf¡¡an razon para echarme en cara mi inutilidad, solo cuando mil pálria no me nrcesite, EOlo entonces, me uniré á Mtlri en . Si Vds. y ella no "Piensan como yo, su afec to; de su afecto, no: du-

J

=f08= daré de lo que aumenta el mio¡ de esa admirada armonia de su razon y de sus sentimiento&, tan por mi, que BOlo°he amado, cuando la he vláo f811lizada. Yluego ...

-Y luego ,-meioter'lí'mpió aquella madre, adivina porque: es madre ,-su sed de gloria, su ambiciqo de nombre, su locc an,belo de ser venerado por los hombtes, ese gusano que le roe el corazon, Bayoan, que lo ha matado ... porque V no lo tiene, ó de lenerlo, es monstrno, satánico, maldito ... ! i:.a abogaba la 1a angustiaba la dicha de su hija, que se iba, y se detuvo. Yo entretanto, no podia negar mi admiracloo á aquel y admiraba, con la abnegacion que me ha dado la desdicha, me sentia es pantado, al recordar aquellas palabras, que retumbaban como un eco en mi interior, porque otra ve• las babia oido: El pasado surgió de sus tinieblas: me y baj é la cabeza .

-Hace V. bien: mire V. frente á frente ú su conciencia; y vea, si perpetrado el crimen, se lo ponlonará esa conciencia que boy le ensoberbece: sien)

=109=

ta V. anticipadamente los rcmordimentos, que acompañan .al crimen . su rostro la luz dé la e•peranza, sonrió lar¡ament¡l: y con tono dulcisimo, me dijo: -No es un crimen, mi querido Bayoan, lo que V. ha resuelto!: nó es un crimen 1 ccnverlir la esperanza en des.esperacioti, la inocente alegria en honda penal; oó es un crimen, matar la felicidad de esa criatura, ya bastante infeliz con ser tan delicada!: l. hacer desgraciadaá mi hija ... !Yella lo amal, y V. nos dice col!, sus palal\ras, 'f lit afectacion de su conduc"ta, que es compasivo y es bueno ... ! Es verdad, yo lo sé; V. es bueno : ahora mismo ·to veo ... esconde usted la cara, para esconder sus lágrimas ... ·Ah!, abráceme·v ... !

Los dos llorábam os: la santa madre, más felizmente que yo: su llanto era abundante; el mio, era dificil.

Hay fuentes acaso en los volcanes .. .! f.... Ea, se acabó; no es verdad!

Me sonrei tristemente, y ccntesté asl, á la her6ica ilusa, que dejó.de enjugarse loe ojos, porque volvia lucha, y dijo con enlonacion vibrante:

=HO= -No ... !: es eao lo que quiere deair esa sonrisa!: pues bien, Bayoan; yo se lo digo: será v. inreul toda s u vida, porque v. no ha tenido oompasloo de la felicidad de un ángel: Xárien morirá¡ y V. vivirá para sufrir, ,para apretarse el corazon inúlilmente, para oír mientras viva, la voz de su conciencia, que l e por ella ... ! Obl, ·y eslo no es una amonam vana; yo sienlo una voz que me lodico: . .1 Se secaron sus lágrimas, se encendieron sus ojos, se apagó por completo su sonrisa, y esta desaparide loda IUJ, y aquella de un fuego oculto, en unos ojos, perpéluamenle brillantes de cariño, me causaron pavor . Teml las amenazas, y l emlM; lljóse en mi cerebro el cuadro, lleno de s ombras, que la profética vo;, de un11 madre, pidiehdo la·dicha de su hija, le babia presentado, y sen!( convulsiones interiores.

Pero ·fu é lentamente borrándose aquel cuadro, cesando aquel estado doloroso • y apareciendo en mi interior, ol cuadro, tan j de mi gloria, con1e: guida con la revelaoion de verd des ocultas, de ideas menospreciadas,de justicia re bilitada, y on vez de por dolor' me ertremeci por placer .

=ttf=

La. infelia madre, me observaba, y me dijo: -Aceptará V. un porvenir sombrio, en vez de un pre1181lle feliz?: tendrá V. valor para romper el vaso de cristal, lleno de esencia, que le presenta Dios, por apurar la hiel del que le ofrece su soberbia! : por ventura piensa v. que el tiempo , espera, ,y que llegará un dia en que se realicen sus sueños, y . descanse en el amor de Márien, de los terrores do sus pesadillas !: desgraciado do V., Bayoan!: el liempo no \ esp.era: se presenta , se detiene un instante, sigue andando, y ha desaparecido cuando qu e remos cojerló: Ja rlliieidad,es lo mismoqu ? el tiempo, y ahora, . e l tiempo es la felicidad: medite V. Iba á salir del aposento: Ja detuve:

He meditado, se trata de la felicidJld de un ángel, de la' de Vds., de.Ja mia, y yo queolorgo meditaciones á las pequeñeces, no he podido ahora resolvet sin meditar: si, he meditado, y largamente, señpra, largamente: he' pasado en meditar noches he pasado en destruir esa funesta idea, los dia& mas hermosos que me ha dado Dios < mis ojo s se han hundido , Ja naciente alegria de mi amor_. se ha r etirado, el acibar de mi desgracia, ha amll!'gad.o

)

=HI= los momentos mas felices de mi alma, porque no he de pensar, de abondar, y de abondar idea ... !: 1odo en vano, señora: o11i v. me oondeiera, si V. pudiera ver donde yo solo veo, si v. pudiera penelrar los misterios, que solo yo penetro, me tendría V.. !astim°:: si se espantaba de lo que hay aqui dentro: si V. me conociera .. ,! si V. me conociera, com¡irenderia V. la necesidad ei¡ que estoy de llevar . á cabo m 0

i resolucion, porque con ella, puedo lograr la paz futura, y la de !fárien. Busque V. una luz, y mire aq.ri Vea usted si es posible, que yo baga lo conirario de lo pienso, y asegúrese V. q11e mis son el erecto natural de s.en!lmientos mas queridos; muchas veces' adivióaeion de una oosa rata!, que nadie vé ... Oigame V. señora, óiga V. la verdad: me uno á Márien; se mis temorea, sufro , In martirizo á ella, convierto en inOemo el paraíso •porque no pudiendo vengar los ultraJea·becbos á verdad, si me calumnian, ni 'vengar las injuatloias con que me almllnarán·, acibaro mi caracter, mino mi corazon , me baro celérico , caigo en la injusti<:ia , y sufre el mas próximo; primero , yo } despues, )

.

=H3=

Márien: abl, señora, me conozco; p9r eso veo de lejos.. No .prelenda V. convencerme de un error que no emte, no hay error: óigame V. Me uno á su hija, único ser á quien be amado, con este amor que una vez ha anulado á mi razon: no se realizan mis temores: la gente no se ocupa de mi , y se olvida ' de mi social, se olvida de que soy un pobre, y de que estoy unido á una mujer que no Jo es; la gente olvida mi presuncion pasada, mis proyectos gloria y de grandeza, no se burla de mi; pues bien, señora, soy yo quien me hago des"graciadp: me digo que conozco el mundo, que el mundo no perdona que ,un hombre que pretendió se convierta en un hombre ºcual -' quiera, y baga lo que un cualquie ra, buscando honores, posicion, riqueza, no en su propio trabajo, en el trabajo ajeno , en su ul)ion con quien, sin re· cibir nada, lo dá todo: me digo que me calumnian en silencio, me digo que si no estallan, no es por respe1' á mi;. la necesidad de ser respelado sa· tisíecha , me persigue; mi vida es un temor; mis dias son angustias: padezco, y como amo Ja justi·· oia, á nadie culpo , y callo: me nie¡o á revelar la 8

·

=tU= causa de mi 'iníQrlunio á la compañera de mi vida, y surre, porque surro; duda de mi amor porque le ocullo mis dolores; es buena y calla; se bacr márlir: y no hay remedio, señora; si obedezco á mi corazon , sucede esto , ó caigo en el desprecío de mí mismo,. que en el momento primero e.o que lo sien. ta, me causará la muerle: medile V. señora.

Me miraba con ojos asombrados: se decía: -Está loco.

Enlregándose despues á la idea que la abismaba en la lristeza, prorrumpió en alla voz: -Pobre mía!: qué desgraoiada eres!

-Y por qué!, dije yo con l'ernura: es acostumbrará ltlárien, á la i<lea de nueslra separacion !: no sentirá su alma lo qlle sienle la mia, la · necesidad de ser boy iníelices, para no serlo maña.na ?. V. es madre , y tiembla, no medita: la admiro ,¡ V.; pero reclamo la decision de lfárien : prepárela v . , IJ!i santa amiga, y despues de V., la hablaré yo. -Pero es preciso!: persiste V.!: llevará V. á cabo esa cruel rcsolucion? -La llevaré . t,a s3ludé dulcemente, y me alejé, volviendo la )

'

=H5=

cabell.: al hacerlo nna vez, Ja yl caida en una silla, con la cabeza inclinada , y sollozando.

Pobre madre .. . ! Y yo .. :!

Ab !, yo ... ! yo no lengo corazon: lo dij.o ella, y una madre no se engaña: no lengo corazon; pero tengo aquf, denlro del pecho , un pedazo de carne ,-que se anuda, que se enrosca, que me muerde ,-anuda'\'> , enroscado, y mordiéndome ahora mismo, como m e mordia hace poco, cuando encontré á Márien.

Se reliraba á su casa con su padre: los acompañé hasta la puerla de la Quinta .

Felizmente , Guariooex me e stima, y se complace ºen conmigo: conversaodo , me impidió hablar eII voz baja con su hijo; pero no el que ésta observara mi palidéZ sombria , tas señales de cruel agitaoion que babia en mi rreule · , en mis ojos y megillas. '

-Es Jn vaso ·de lleno de esencia:

Tiene razon su madre: al menor roce, estalla , y se esparce su esencia, et dolor.

No pudo ocultar el que sentía , por solo imaginar

=H6= el que yo babia sentido , y la vi enjugarse una hlgl'ima , que todos sus esfuerzos no lo¡rraron contener. Una lágrima me haría .bueno, si yo fuera mal\'3do: me hizo tierno: -Qué tiepes, alma mia !: no llores , por Dios I yo le lo ruego : mln¡ que tus penas me despedazan el corazon; mira que creo que mi amor te hace infeliz, y mal¡ligo mi amor .. . Sagrado talisman ... ! se.serenó , y unió sus manos mi actitud de súplica, tan viva , tan vehementemente, que yo la bpbiera idolatrado desde entonces, si nunca la hubiera idolatrado.

me dijo lueiro, con amorósa bumildad, perdóname: te hago suCrircon no es cierto 1: lo evitaré; pero te veo como eslábas hace ¡Joco... si siem¡lre estuvieras como ahora, mirálldome, y sonriéndote asi.. J No me dirás que has len ido?: df melo , eh ... ! y rpe acariciaba con los ojos, y¡hasta me acariciaba con la boca. Yo le contesté, aprelándole una mano: -Nada tengo.

J

• =H7=

lile acordé del estado en que dejé á su madre, en que ella la bailarla,, y añadl: He contado á tu madre una historia dolorosa , y ya sábes que surro, cuando hablo del dolor de los demás.

-Ahl, si: lo sé. ·

Y me estrechó la mano, me miró, y penetró en la casa .

\ ENERO 7.-Por la mañana .

V

. Un dia nada mas ... !

Y llegará, y otra vez para mi alma la la sonrisa qu e desgarra el corazon; la indiferencia ¡iara el mundo, y la dolorosa atencion para mi esplrilu .

Y yo soy hombre, y vivo ' como los hombres, y llegaré como ellos á la nada!

Y mientras tan lo, Márien, y su madre, y cuanto s me han querido, deberán su desdicha al que mas ha deseadJsu ventura, al que mas la desea, al que la busca para ellós, seguro de no hallarla para si!

Un dia nada mas ... ! un solo dia, para verla, pára . • saciarme de mirarla, para prepararla al dolor, para

) ..

-us-

Jespedirme de ella, para dar un adiós á mi ventura!

Qué implacable es el tiempo ... !

Y yo .. .!

Por qué he de imitar á los hombres, á quienes tan poco imito, en lo que tienen para mi de mas mezquino, en injusticia con lo que llaman fatalidad, que está para ellos en todo; hasta en el tiempo!

Ah 1, los imito, porque me tengo miedo, y necesi· lo como ellos, algo que me distraiga de mi mismo, y me baga culpar á cualquier cosa , con tal de no culparme á mi!

Que el tiempo es implacab.le ... !

Y qué soy y<>, que sacrifico á una idea, Ja realidad; · á un oscuro mañana, un hoy Cella!

Y si solo fuera esto ... !

PerQ yo dije ayer á la doliente madre, sacrificando asi Ja ventura de muchos, á un temor;

-No hay remedio, señora : seremos desgraciados de cualquier manera: si murmul'l!n 188 gentes, porque no podré soportar la calumnia¡ si se calla, por. que oreeré que el silencio es hipócrita:

Yo lo dij.e, y no me conmoví, al ver aquel dolo1· desesperado, y no !)le arrnpentí aj me arrepiento.

=H9= ENERO 7 .-Por la .

Qué seis horas , pasadas á su lado!

Estaba en el bale,on, esperándome con ánaia; cuando llegué, en el jardin: estaba pálida ;,pero sus ojos, en los cuales veo su alma , llenos de una seguridad, que nunca be visto en ellos< como siemprQ, sonreía,; pero con una sonrisa, en que, en vano, queria ocultarse el sacrificio.

--¡:He bajado ·aljardio, ,para que hablemos : no le enojes, me lo hao permitido nu estros padres¡ desd e ayer nd hemoll,,-Oesado los tres de hablar de ti.. . y de tu viaje.

Y esta palabra, mirándome atrevidamente! como qu eriendo asegurarme su valor.

La pobre niña, no sentía la lágrima, que de su s ojos, pasó á mi corazon.

A mi pesar, me es tremecí: call é: ella siguió :

-SI! hemos hablado de ti: verás por qoé: cuando nos dejyt.e en el zaguan, subimos y <i mamá 1forando : por mas que la $11razé y la besé , s iguió llorando: una vez, en qu e le dij e qu e no m•' •1u eria, cuando se guía levantó In ca -

j ...,

=fill= beza, y me miró de una manera alD¡ular, tan cariñosa y tan triste á un mismo tie111po, que sin saber por qué me entristecl, y me puse á llorar pensando en que tu eras-la causa de aquel Uanto, y prea'agiando en él alguna desgracia para mi , porque solo mi .desgracia .Podia afligirla tanto, y tú puedes hacerme dCsgraciada: le pregunté, de no sé que terror inefpticable, lo que le babias dicho, lo que hablais hablado mi, si ... se yol, ni qué · puedo yo decirle ahora, lo que yo le pregunté. Ella no me dijo nada: medió un beso en la frente, y salió: inquieta con sll ausencia y sú tardan.a, ine diri J gl al aposento de mi padre: al acercarme ol una con• versacion agita'dlsima: mi padre hablaba · con calor, diciendo:

-Lo comprendo, aunque lo eo imposible: un hombre que ama ... , -yo temblé,-Bayoan no es capaz de ese sacrificio: y ama, es indudable: esa misma resolucion, me lo asegura: pero de resolver á obrar, de pensar áejecutar ... 1á pesar de mis temores, no puedo negar'mi admiracion á un hombre que es capaz de la dicha, por t mor de no hacerla duradera ... no le aflijas: aun e ando sucediera lo

=t!li =

que temes, no tendrias razon para a0igirte1 debemos alegrarnos de baher hallado , para ella, el único hombre ...

-Que ,; hará infeliz: tú no la ves .como yo la veu; tú no la ·observas, como yo la observo; tú no la oyés cuando duerme, murmurar su nombre, tener pesadillas espantosas , en las que siempre se presenta éL.

Yo no puedo seguir . ..

,Por qué!: sigue contando, para que yo siga oyendo. de boca de tu madre, la confesion de tu amor : sigué contando ...

·

-No sea.s cruel, Bayoan, y no añadas .el dolor que me causan tus dudas, al que me ha causado la i:e so lucion de matarlas 'para siempre: comprendf mi desgracia, y la acepté, porque tú asf lo quieres: te Y . te imito , porque te quiero mas quo nunca ...

Era una lucha superior á sus fuertas: la pobre nifia, nyentras me manifestaba su hermca resolucion, sé deshacía en !ágrimas: las lágrimas vencieron, y me dijo con ternura solemne:

·-Pero no puedes sacrificarme tus deseos, no puc- ·

)

des sacrificarme lus ideas!: no lentas, Bayoan: no su· cederá lo que ló temes: la gente te reapelará, y no pensará lo que hoy no piensa: y si sucede, pro· baré, cuanlo se puede contra el mundo, cuando se un pensamienlo único, cua!J?o en :nada se piensa ... IJlaS que en tí... ' Yyo be ¡iodidosonreirme, llooo de unafelioidad trlstisima, y he ,podido resistir al iman de su pasioo ... I Esperaba una palabra mía, que no obtuvo, pooque al mirarla como eolooces la miraba, le deqia ouanlo podía decir)e.

-Si yo sé que me quieres ... !: viviría si lo dudara!: pero tu amor es cruel; yo no quiero ese amor, quie• ro otro amor, el amor que yo siento por ti, que aca· , Baria á mi razon, si llegara un momeolo, en que él y la razon desacordaran: yo quiero que mti ames ... yo no sé cómo decirte, lo grande del amor que yo deseo ... ah! si: mira ei' ·cielo: asi quiero tu amor, como ese cielo, inmenso; más todavia; mira mi alma; cpmo mi amor, .frenético: yo quiero para nada tu razoo; yo no quiero para hada las facultade s que loa hombres admiran; yo quiero tu alma, lu al· ma, porque tú tienes lamia ... ! "

Y ea tao. cruel, quien baya puesto el cor.azoo .dentro del hombre, que despues de hacerlo sufrir como no es posible que sufra, si una fuerza. cruel, no le dá fuel'A8, lo condena á vivir ... !

Y es lan cruel quien me. prueba, que me ha dado valor para sufrir eslos lrasportes, para sentir estrujado el corazon , . desesperada el alma, y no me ha dado una fuen\fl ·de lágrimas, que refres· que · aste fuego interior, que á mi me quema, y nadiewel. ..

Y es lan cruel mi razon, que persevera, cuando vó olra razon que'fa convida al paraiso de la locura del amor!. .:

Y es lan cruel mi alma que sabe y no imilar otra alma que la incita, y le ofrece la venlura!. ..

Y soy tan desgraciado, que, muerlo como está mi corazon, le piden vida ... !

Conoiencia, maldigp Ja' hora en que te prometi obedieooia; maldigo el momento de soberbia. en qu e te promf la confesion de los secretos de mi alma!

No baslaba sufrir; era preciso. repetir el sufrimienlo; no bastaba sentir un infierno en mi interior; era preciso estudiarlo, contemplarlo con frialdad, con

)

=12t= 1 la mirada . orgullosa del Cruef como eres, le d¡¿isto:

-Dia llegará en que te dia llegará en que no podrás lsplicarte el misterio de tu vida, la razQll de tus dolores, tu desventura , y qµerrás negarme lo que sientes y 1no poder . negarlo serla tu felicidad , y no es posible que tu seas feliz á sabiendas.

Alégrate, conciencia ; ese dia tª Óegado: yo no puedo decirte lo que siento, y no uetlo dejar de declrteio: desde que he empezado á/ relatarte mis tormentos de hoy , he arrojado mil veces la pluma, he sofocado mis recuerdos , he mi corazori para acallarlo, he salido, he huibo del papel, y al fin he vuelto: necesito descargar en algo' e l peso que me agobia, y so lo tú, concirncia , lo recibes: no tengo á nadie á quien decir: 1 -Mira!: No á ver en ml !interior, nada verian ; y entonces, el disgusto de abierto misagrado á un ojo ciego, hubiera au Miado mi martirio.

Solo tú, conciencia, solo tú sabes mirar ahi )

= t95adentro: mira, pues: si le dá laSli!Jla 1 llbramc de ti: escucha .

Siguió la adolesc11nte olvidándose . de si misma, entregijndose á la desesperación, retorciéndose las manos, luchando por detener la dicha q11e creia perdida.

.

-M.ira , me dijo: si nada puede mi cariño con eso que Jlamaw tú razon; si nada puede la seguridad de mi desgracia; piensa en mi madre, que ,to quiere tante, que sufre, que ... Maldito pensamiénto ... I no, eso no sucederá, ó yo le olvidaré .. . !

Esta amenazasuprema, hizo flaquear mi corazon.

-De veras!, Je dije, casi llorando: serás capáz de olvidarme ' y cua.ndo rnelva á, buscarle 1 dentro de popos años, digno de tí , digno de ser feliz, me volverás la espalda, y fingirás no conocer. á aquel á quien bas hecho conocer los suplicios del amor ...! Márien, dime que lo arrepientes, dime que es imposible que me olvides: mira, IUrien, que si tu me olvidas, ,a soledad de mi vá á matarme!

Sus ojos buscaban en el cielo, un teetigo de su amor, y desvariaba, al decir con vos ahogada: -Que no lo olvide ... ! Señor!, eso es posible?

=t•=

-SI, es posible: (ll'9Jendo que lio quiero felicidad, porque no quiero amor, no querrts esperarme, y s ufrirás por lodo; se·sumergerá tu existencia en la amargura , y aun cuando tu razon no quiera culparme, tu amór me culpará; y creyéraome autortte lus deS&'l!ICias, acaso me olvidaras: luchará tu amol' con tu micienle ódio, y el paso del lie'11Pº y la separacion, traerán consi¡o el olvido: y yo, pensando mientras tantO en ij, me sacrifico por volver mas pronto , y al venir á recibir la pelma, me encontraría sin nada, con una mirada indiférente ¡ colérica tal vez, con una sonrisa irónica, con. un ángel caído . '

-Y qÍiién será el culpable!

-Quién ha de serlo?: el que quiere en el mundo cumplir con su deber á toda costa; que quiere satisfacer las ánaias de virtud de- su conciencia ; el que quiere elevarse á los ojos de aquell11s de quienes es amado · , para merecer ese amor; el que á pesar de sus dolores sobre-humanos , hace 1J que la voz Infalible de su interior le ordena, y se reeipa á soportar el amQrgo pesar de yerse mal juqado, de verse culpado de los crlmenes que ·ha qulll'ido evilar ...

J

=ti7=

-Perdol'I , Bayoan: perdona las quejaa que tanta 1 te han dado, en ¡raoia del amor que las inspira.

-Del amor ... ! basta ya: no hay amor, donde hay tanto e¡oismo; no hay amor, donde no hay el aoa· !amiento de las sa¡radas decisiones de una .concien. cia Pura: una vez ·por •todas , llárien : sabe, que yo no con¡prendo el amor de esa manera; que no lo asl; para mí, el amor; es prevision do lo futuro .._ adivinaqion de las penae que sus alegrías de hoy pueden cau&arnos, disposicion al sacritlcio : en donde no hay máB que fuC&'o, en donde baJ mas que el pensamiento del objeto no hay para r;ií mas que el amor que he visto, no el amor que yo busco.

tendrás ese ese te he dado; yo com. prendo tu alma, y admiro su graodcsa; he tu resolucion, y la he acatado; pero al declrtelo, he sentido que una voz interior me amenazaba con la desgracia/ si hoy. veía huir, sin defeode-ria, la feli cidad que me ha dsdo tu amor; y por amor, por miedo de perderlo, por una angustia quo )lle retorcla el eornoo 1 por una agonía en que ·ha muerto para

=t•= siempre mi coruenlo, me be quejado, de lo mismo que aumenta mi amor.

Márien lloraba, con un llanto en el que mi corazon adivinaba todos los torcedorea de UD dolor inmenso, todos los Lormenlos de un suplicio cruel, todas las amarguras de una dicha que se vá. En el fondo del abismo que llevo yo conmigo, lo babia todo: yo lo estaba sondeando, cuando o( una voz: era la voz de Guarionex, que noa decía: -Alegráos, hijos mios: el buque no sale ya maña· na.

cuatro palabras .. :. que -produzo:ln convuisiones tan violentas, unos cuantos sonidos ... ! llárien y yo, nos transformamo11 ella brilló: su alegria era inmensa; inmensa, coqio su dolor; aun mas, porque tal vez le dirían esa¡¡ voces interiores, que todo lo dicen y lo anuncian: · -Es la última ... ! Lamia, inmensa tambien, porque lucb¡iba con una tristeza invencible.

Márien me cogió la mano, y despidiendo rayos de alegria, dijo: -Dios no quiere que te vayas; le ves , amado de

=fiil=

mi almo ... ! Te quedas, te quedas, te quedas!: vor :i dec(rselo á mamá: ya verás su alpgrla: hoy vamos :i volvernos locas!

Y lo miraba todo, y lodo sonreia, y me llevaha de la mano, como lleva en el mundo, la alegria al pesar, un placer volandero á un gran dolor.

Cuando aquella madre, reflejo de su hija, vió la alegria de esta, y supo su razon, imitó á Márien; la besó con transporte, la abrazó con enagenaoion , se la senlQ en la falda, se reía con ella, y como ella, me miraba, me tendia la mano, hablaba con su esposo, conmigo, me rejlelia· mil veces que ya no me marchaba, se lo decía á Márien, con una inocencia r¡uo arrancaba iágrimas, porque as( le decía:

-No temas, hija lle mi alma; ya eres feliz.

Previsora mi alma , se enlristecia, diciendo: -Alegria, transportes, felicidad momentánea, lodo inútil 1: llegará mai\ana, y mañana, el dolor será mas agudo, tendrá mas pÍas, tendrá mas aguijones.

Tuve la rueldad de decir lo que pensaba: arrojé un pedazo de hielo, en una hoguera: el ruego se esparció, chisporroteó, hizo llamas: mis palabras, apagaron Ja alegría; despues, 111 alegria luchó con· 9

/

=illO= 1 Lra ellas, y al fin, venció: yo me4qjé arras1rar de c•tas palabras de la madre: -Y qué!, ¡dejarémos de gozar 1 porque baya en 1111 alma' la este'ríl prevísion de qur ' esta ale¡r(a pa· sará? I

-Es verdad, es verdad: !llárien dlsjpa mi tristeza: quiero imfiarte, estar· loco de alegría: ven, toca en el piano aquella mel día, que tantas veces me ha enseñado el fondo de . u alma.

Yasl dccia mientras la"llevaba 41it lado de su madre, piano: me senté junto á me puse á oi,r ... rra inútil : mi alegría qucria i>osrerme, y leoia la tristeza de los recuerdos, con que embargaba música: me impidió, pues, ¡ Márien me comprendió; se leJantó del piano , y '· casi corriendo, bajamos al jardin 1perseguimos unn mariposa ¡ nos cansamos; buscaMos no res; las dábamos á oler, ella á mí , y yo á el\11; las besábamos, y consagradas asi , las guardábamos como un recuerdo' mas duradero que las pobred nores: lbamos cogidos por la mano; charlando, Do }lablando; riendo á carL'ajadas, no riendo: hubo un momento, en qué, al inclinarnos ambos pare. cojcr una nor, )

\

.

y re¡ahimosla, se hombros, el pelo, las meglllas: apareció en ellas el carinln, y resonó en el aire, Ja primera melodla del zjn1anle: para nosotros, la melodla era un efecto natural de aquel roce invo· luntario, y quedamos ella yo sonriéndome.

. . .

-Vamos á oirlos .... .?

Los buscamos, y oimos mas coroa de nosotros los trinos amorosos , y ese rozamiento do y de hojas, qu\ i;ntas veces me ba inspirado el deseo de besar: y vimos ... ella, nada; sentía la vista desvanecida: yo, el mismo banco , medio oculto entre el follaje, en donde por única vez babia besado á Márien, y la palidez de esta, ·y su turba· cion; á mi pesar, incitadora.

Asl permanecimos largo ralo, ella turbada, fasoi· nada por el recuerdo de aquel dia; yo, enamorado, y á mi pesar, anhelante de caricias.

Otra vez suspendieron almas las melo· dlas , mas tiernas cada vea los el aire jugaba con las h"Ojas, el velo de la tarde nos rodea• ha; el sol centelleaba, y se ponía. • · lrárien miró á su alrededor:

=13:1

-Vámonos, vámonos, me pijo, mas suspirando, que hablando: -Por qué, alegria de' mi a\ma !: no estamos bien aqui !: temes el trino de los pájaros, el rumor de- las hojas, la voz de la oaturalezaJ que está hablando de amor!: . no te causan envidi esos zinzontes !: á mi sí: oigo ese gorgeo ahogado I que os la palabra de amor de la hembra , y eovi<lío a l pájaro feliz, que. rs tan amado. volvió la cabeza, huyendo de mis ojos: yo estreché suavemente su cínt ra, y con voz mas trémula, le dije: -Mírame, por Dios: no e niegues la luz de tu alma, la única luz que me guiado: mlramc, como se miran esos pajarillos, como se miran esas flores, como se miran las estrenas: hablame: oiga yo tu voz; cánlame, como el pájaro al pájaro, como la brisa á las planlas, como ol arroyo á las flores: no oyes .. .! es la voz del amer universal ; todo se ama: tódo arde por todo; esos rull)ores, ese vago cuchí"cheo, son una conrcsíon de amor; ese grito del pájaro, es un beso; ese suspiro de la rama, una caricia: y solo tí1, te niegas á mi )

=153=

amor; y te esquivas, y solo tú me huyes ... !

-Por Dios, Bayoan . . .!

No era una voz; el preludio de la spave armonla de los cielos.

Jo la hácía mi.

-Dime, me quieres ... ! -Bayoan, Dayoan ... !

Y todo, en la tierra y en el aire .suspiraba. . por coffipieili entre mis brazos, . yeslallar'on mil besos siienciosos , y .en el rondo del alma, la armonla la tierra, del aire, de los cielos . Márien estaba desmayada; yo, enagenado: solo pensaba en besar aquella . cabeza, en mi hombro, y la besaba, con delirio , con pasion, coh avidez.

El desmayo de amor .. .! reliz desmayo , deleitoso abandono de ruerzas, vencimiento reliz de la razon, 11ue huye ... !

Y de esa vida celestia l , se vuelve á esta otra vida .. .! f

Márien volvió: al abrir los ojos, y. ver en dónde es taba, se encendió y palideció, y por una timid1"1. medió los deleites purlsimos del ciclo, volvió ;i

1 1 1 =tM..\

reclinar en mi hombro su e11beza: yo la besé otra voz, y otra vez, y otras mil lo hubiera hecho, si no hubiera sentido el de aquel delicado y frágil:levant.é su cabesa,yla miré:

-Qué tienes, alma mia!

-N.ada.

-No .me lo ocultes: por que sufres!·

-Y<> no sé . 1

-Pero sufres, ¡no ciertor

-Ah ..... !

Ytras el suspiro, vinieron lágrimas, lágrimas llenas, abundantes, tranquilail, que eran á mis ojos, mas un pesar de Ja felicidad sentida , que un temor de una conciencia Umida .

Cuando pocos momentos J:lespues, nos diriglamos á su casa, conteniendo la respiraclon para no lar la dicha, oimos la brisa, las 1ojas, el agua en sus ensueñps, y vimos fulgurar miles de estrellas.

á Guarionex i á su mujer : nosotro s nos miramos ¡ nos enviamos el recuerdo de nuestra ventura, y la encerramos en el rondo de nuestros corazones.

, .., =i35-

Cuando yo á easa, no me cansaba de mirar al cielo, y descubri que babia una armonla riosa entre el cielo y mi alln)

ENERO 9.

Felioldad es juventud del corazon ¡ la juventud es ruersa ¡ Jlle siento agil, vigoroso, fuerte .

Voy á verla ...

Por qué he de temblar, si ya la dicha do un momento ha preparado mi corazon para el dolor!

-Pensémos, en el viaje: antes de verla, sepa yo cuando debo par\ir.

V ENKRO to.

.Terribles sacudidas, que no sé .-0omo dejan intacto el corazon!

Temia ¡ pero esperaba·que el buque no saliera basta pasados algunos dias, los suficientes, para acostumbrar á mi alma á la idea de partir : me decía :

-Es posible que el buque se marcho, asi, al dia siguiente ds haber yo adivinado el cielo, sin darme tiempo · PJra saborear mi didha!: no es posible: nn rs poeible .

-Salr

)

m::sl36= lile dijo la impia indirerenoia jle un cualquiera: me quedé anonadado: me babla!Jtm, y no oia; abria los ojos para ver, y no veia: si , 1ieia: 'ela una cosa que volteaba anle mi vista, y que 110 obstante, sentía dentro de mi: logre tranquilizarme , y pedí pormenores., de los cuales no recuerdo nada: solo si que me arrepentl muchas veces de mi viaje, y que otras muchas volvia á resolverme 1

En este eslado , ful á la Quinta: &a se sabia la salida del buque: hablamos poco: aeeoas nos atrevíamos á mirarnos: suspirabamos, y muestro• suspiros retumbaban en nuestros corazon s: estábamos poseídos de esa tris(eza , que otra vez en mi vida nie ha embargado. que como hoy me ha sujetado el co ' razon, suspendido mi vida.

· M:árien, mas delicada que r.u maJlre y yo, necesitó de un estimulo e1terior, y se pusoá tocar la melodla, con cuyas primeras notas se confundieron nuestros suspiros, nuestra respiracion, ya mas facil, algunas lágrimas furtivas, y latidos vivlsitpos del coruon.

Yo me acerqué al piano, y ella volvió :\ repetir la melodía, mirándome: lemas, le dije yo, lÍ su mirada; )

=t37=

no olvidaré esas notas que reasumen la lúatoria de nuestro· amor, y cuando, de*o •de pocos ailos, vuelva, llárien, á buscarle, antes que mi V{)Z, oirás nuestra querida ' .

-Volverás pronto, no es verdad! ¡

-Muy pronto ; pensaré, trabajaré, conseguiré un pucsw en esa sociedad que se niega á respetar Jo que no dá, y dentro de tres años, volveré ' tú, niña todavía por los años, serás ya mujer por tus Ideas, y p¡¡_r tus sentimientos invariables: nos ui:iirémos para siempre: en vez·de la ostentacion, la modél!tia: .una no llama la atencion; una quinta, un palacio, atraen la eevidia: vivirémos . muy cerca de tus padres; los verémos, nos verán todos Jos dias': nuestros hijos, que se parecerán á ti ...

Para contarte esw , quisiera, papel, rayos de luz: con uno, remedaría su miráda, su rubor y su sonri6a, que han dado á mi 'alma tanta luz, que con olla, me alumbraró en el camino sombrlo, que empiezo mfíana á recorrer.

-SI, Íuz de mi allllll: se parecerán á ti, y serán buenos, inteligentes, sensibles como tú, por ll, como su padre .

Nu.estras miradas so confundieron: el tiempo pasó, se acercaba el momento, y nosoltos mirándonos, nos olvidébamos del tiempll.

Sonó una hora , y nos estremecimos: á la sigliienle, tenia yo que alejarme: quisimos hablar, y no nos mirábamos, y huiamos de nuestras ,. miradas, por temor de llorar.

Guarionex interrumpió el silencio: venia muy agitado .

-'Mi querido Bayoan, me dijo: resuelto á partir, leogn válor: el ílo que se propone es virtuoso, y Dios protege la virtud: suceda lo que _quiera, nos tiene V. aqui: siempre los mismos, amándolo á V., mo lo amamos , estaremos dispuestos á todo, en todo liempo: si, hijo mio; nuestros brazos le ospcran; vuelva V. pronto.

El generoso amigo ocultó una lágrima, y oá\16: su santa esposa, luchando por la , felicidad actual de su hija , se esforzó , y me dijo: -Pero si es po•ible, Bayoan, quédese V. Sttvozbumilde y dolorosa, agitó mi eoraron: Máricn G11arionex, compadecido del dcilor de aque· llos dos sérc ' delicados, volvió,¡ hablar , y me )

=tll9=

-Aun·es tiempo, hijo mio: si V. tieoEJ valor pera ahogar sus ideas, si lo tiene P•ra ser feliz sin µrlas, quédese V: el tiempo calmará el ruego de su ima¡¡inacion, sosegará los•aranes de su espirilo, curará sus delirios; cuanto mas generosos, mes delirios, ·y le permitirá el goce tranquilo de una fe licidad sin brillo, pero tal. vez ·por eso, segura y dura. d era.

Sonaron las cuatro de la mañana: me estremecí; m1¡ arrojé en los brazos de Guarionex y lo abracé; des pues, á su esposa , largamente; y en una convulsion , á 'Márieh'.

Tuve valor pera andar; pero al á la puerta, vacilé, di un paso airas, recibí un abrazo de ·'Márieo, que quería detenerme, y corrí, y corrí, sin sin oir, sin sentir.

ABORDO

Son las nueve: en vano buscan ojos aquel punto de la lierrp donde tan lo he sentido: las úllimas ca,as de la costa , se alejan lentamente; los árboles se borran; la playa se envuelve en una nube, ·y la mar nos rodea.

Busco la es presion de mi dolor ..... no encucnlrt•

=llO:d ' nada: ni un suspiro, ni una queja, ni una lágrima. Mi corazon ha muerlo.

La costa es una linea, una linea el conlomo de la Isla

=Ui=

El buque, mas encontrará su puerto: yo, todavía tendré que navegar, y naxegar ..... .

Duque, le en\idio .

El milfllO dia.-A BORDO.

Adiós, adiós, lugar donde he amado

! Fijo ta en el mar; quiero sondearlo con mis

Loco!. .... el mar, es mi dolor: inlnenso ... ! ;(

ENERO ti .-A bordo.

Anoche cambió el vienlo, y el capilan de -la íragata, no ha seguido el rumbo Q\le el viento deseaba: navegamos al Norte: el vienlo es· fuerte; el cielo est¡í nublado; el atar, sombrio; mas sombrío que e1 mar, mas nublado quo el ciclo, mi inte·rior.

Apoyado en la borda, contemplo las dos inmensidades; ni el cie'ío me ofrece .un punlo azul, ni lm puerto, el canal p.eli¡;roso de Bahama.

Pienso en ella, en'la inmensidad de su dolor, y en la del mio, y nada ven mis ojos, que pueda animar mi corazon; nada mi alma, que pueda disipar sus so mbras .

Cajla voz mas negro el cielo, cada vez mas negro el mar, cada vez mas fuerte el viento. Me olvido de mi mismo: admiro.

Admiro el silencio, que apesar del rugido del viento y de la inar, reina, y espanta: admiro esta oscuridi14 que nos rodea; admiro. esta soledad, donde bailo :í·Dios.

No me inquieta el temor del capitan; no me asusta el silencio de los marineros; no· me espantan lo s diálogos callados de esos felices pasageros, temen por su vida .

Busco en 1ll horizonte los relámpagos allf uno : qu6 estraño produce esa rápida luz en la s tinieblas, .. , .! magnífico está el mar ..... ! ola trem e nda .. .. . ! y pie mojó ..... ! no es nada ..... .

Sinieflra es en verdad la armenia del vcndabal.. .. ! pero me agrada: -prcslo oido, y .la cseuoho: cómo á su voz los mástiles ..... ! las jarcias se estremecen, el buque seconmuevc ..... .

..... .
.....
.(f ,,)
. ....
' ;

=tüy á esas gentes tambien laa amenaza! .... palidecen, y bajan á escondeNe: como si con esconderse ... .. ! E.sas gentes no saben gozar; darán felices: si fueran desgraciados enconlrarian aqul, lo que en ninglmn parte: para el huracan de su tiníe'\ bias, para las tinieblas de su •!ma; abismo, para el ... !

Quién piensa ahora eri los hombres .... .'

Magnifico placer ..... ! asl, huracán: agita mis cabe· llos, dame aire: si tambien me impulsáras ..... ! por qué no lo haces!: soy indigno de tí!; aunque lo sea, impúlsame: llévame léjoa, allá donde tú vayas . ...... Parece que se rie ..... ! Ah! son las iarcias ...... ni una vela; á palo seoo.

Voy á inclinarme sobre la borda para ver correr ol buque: esto no es navegar, es lo es volar: vienen dos olas formidables ...... á .mi pesar, las temo: van ú inundar el buque .... ..

Terrjble sacddida ..... ! la fragata .es mas fllerle qur yo: ba resistido ..... .

Débil cuerpo, no 11 caerte ...... !

Me incliho otra vez sobre el abismo...... cuántas cosas en el! ..... Si no lo temo, y tengo sed de )

(

=iU=

lo de&conociúo, ¡p1.1r qué 110 be de buscarlo! .....

. Retirémonos de aquí; me destal!ezco ... : tengo una nube delante de los ojos: esa sima .fantástica, fascina.

Así; sentado, se vé todo mejor: se mira; porque Í·o uada veo.

Donde está el cielo .....! ah!, allí está, porgue solo de 61 salen relámpagos: son mas frecuentos cada re¡, siniestros tpmbien ....

.E'ii: veamos venir la tempestad.

Un trueno ... por qué tienen los truenos el eco que en mi Lie!len ...?oi ro trueno; pero son lejanos: la tompestad no viene, va de paso: á dóndo irá ... ! Como lodo ... ! á buscará lo que no la busca, á perseguir á lo quo üuye de ella .. .

Pero no; parece que se acerca: allí está la nub e que la trae: la veo, pQrque despide rayos: la veo rasgarse, iluminar el 7{, lanzar la , exbalacion mortífera .... ' .

Por qfé me he encogido y agachado ... ! Yo tambien .. !

Yo soy un hombre ....

Es verdad, es verdad: se me olvidaba'.

=t.U= Ahora que ha pasado la lemlda nube, engrlete, gu- · sano!

EllKRO 13.

Dónde estamos!: no. lo sé: la aguja nos dice que navegamos al N. E.: el capitan calla, y.oculla nuestra situaci()n: hace bien: así, los unos creerán en lo mejor, y esperarán en todo: asl podré yó comparar mi ignorancia presente á la futura ...

Sabré yo acaso alguna vez en dónde estoy .. .• · Mi ignorancia presente, á la pasada .... á la pasada, no ... Yo he eabido 'una veten dónde he eslado .... M1írien .. .! M:árien ... !

, ENERO t5.

El mar es inconslante como el hombre: ayet la oscuridad, hoy luz: ayer lo negro, arriba, abajo: hoy lo azul en las doa si el contento es azul, azul está esa gente; ella !amblen, come el mar, reOeja al cielo.

Hay aqul quien la mira, y la envidia; quien observa, y la admira: hyer se escondía, y callaba; hoy se presenta 1 Jo mira todo con se¡furldad¡ se encoje de hombros, vocea, rie, se olvida de si misma, forma

=U5= castillos en el aire, sueña, piensa en e l puerto; prométese placer, espera. '

Yo quisiera imitarla: es imposible: imposible, porque me veo, y la veo, y si yo me inspiro miedo, ella me inspira desden: y tener que observarla á mi 1>esar!

Qué he ,del¡acer, si es mi eterna pesadilla!: á t?das partes me persigue; en todas partes, ultraja con su burla, con su risa, con su indiferencia, mis ideas, mis \entimientos, mi dolor: me mira, y me sienio turbado; me y me molesta: como yo no me rio, no se acerca ; como yo pienso siempre, no mo habla: mi esquivez la disgusta, y sin pensar en su razon, murmµra: se unen contra mi, me martirizan; me hincan con el allller de sus miradas maliciosas, me punzan con la espina de su sonrisa irónica, me con el dardo de su superioridad numérica: y si pienso y niedito, .me señalan: y si contemplo y admiro Ja grandeza, que entre el mar y entre el cielo, nos lodea, cucllichean y se ·rien; y si paseo de popa á proa, porque paseando sueño y los olvido, oigo la.voz del que me llama loco.

F:sto me Pspera: por eso temo la luz, por eso ei to

...

J

=UG= azul del cielo, por eso la mar bonan1.a : cansados ella, se acuerdan de sus hábitos; se buscan, se reu· nen, se atraen con saludos y s-O"rirlsas, se ven lodos en todos: se consultan, se escuchan pareceres; so combate .el faslid.io, se murmura, se alhaga al capitan; este; vencido, ofrece como un favor, lo que les ·debe; les promete una navegacion ·alegrP, dias breves, noches cortas ... Y.e l mar y el cielo, siguen su marcha indifcrentcmenle, y solo yo tengo que oir, tengo que :;er, tengo que soportar, añadiendQ á la moagóbia, el peso con que abrumJl, el estudio de la noble humanidad.

ENERO 18.

Viento contrario: bordeamos: y lo hacemos, en · medio do Jos millares de báncos, de escollos; de pe del ¡;ran banco de Bahama: este peligro, que se vé, que se acerca lentamente, y en un momento, c uyo On nadie al ca nza, atrae, fascina, devora; este peligro qu e, apenas amenaza, que ni silva rii bram a , ni sume'JIÍ, como· el viento y las olas, me dá mied o: mas que miedo, rep,ugnancia: ol huracan me anima, la tempes tad me inflama: nrt naufragio en ol mom en )

=U7=

lo de aspirar el baria mas fácil su asceriliion á

Dios¡ pero un banco, que rompe ooeüna·al buque, Y lo destroza si se para, ó si slgué, lo sumerge poco á poco; un escollo, un pel;iro insfdioso, me re"'" pugnan como la cobardía del hombre, IJle indignan, como su crueldad.

Un pasajero se rrie acerca," mientras obser.vo unas rompientes iejaiias : ! · -Hay un banco!, m e dice: -M'ucbo lo temo. ·

-V. sabe ... ! v

-Nada, señor mio: he oido hablar de ·1as se rompen contra un llaneo, y lo temo, i>Qrque las veo romperse.

-Debe "sor un peligro espantoso .· -Uebe serlo. ·

-La gente tiene un miedo ... !

. ·yo oculté una ·sonrisa. ·. • • -Ha consulta4o V. al Capitanr. ··

-No lo Jonaull.O nunca ; no conoEco ·á ·.esa ¡ente. · -Es verdad: ni con él ni ·con nadie, habla V : y eso estraña, y es malo. ·

Yo oculté otra sonrisa: sumergl la vista en la pro-

..

\

i'undidad del mar; comparé mentolmóJlle los esoo· !los que amenOJaban al buque, con los escollos que ,¡ mí me ame111ban, y le dije: -Frar;ato; si un escollo te echa á lodo aca· ba: si yo me estrello ei;i uno; tol vez mo salvo para en otro: tú, uno solo, Fragalo¡ yo, dos, ciento, ¡quién sabe ... ?

ENERO 21.

) ( De dónde .salen esas Islas? . •

De donde salieron para el loco inmorlol que probti que los sueños son v.erda'd.

Allí está con la misma ansiedad, con 11ue Colon la esperaba, yo .ta capero: la veo apáreccr, y la bendigo: ella rué la que premió al génio: ella rué la que le dió aquella alegria misteriosa, que, probada por un hombre, hubiera sido muerte, que propada por el génio, fué su vlda: ella fué la que oyó la tercera bendicion, digna de Dios, salida de los l:í· bio.s de los hombres; ella fué 1.a que enseñó la luz, que a9uel ojo tenaz Yió'en las tinieblas: ella filé la que con solo presentarse, castigó la ceguedad huma· na, que •nunca quiere \'er, lo que vé un hombre• ella rué el óasis tranquilo, en donde descansó de sus fa·

ligas, aquel sublime cansado del desierto: olla fué el mundo, . de que ya dudaban: apareció y creyeron: pedestal de Colon, yo te salqdo. · buque se abriga con Iµ Isla, y bordi:a, que yo busco la huella del coloso: busco en vano: por qué no hay una estela que la marque?: todo, lodo se borra.

Y viene al mundo para eso, un hombro que victima primero de su fuego interior, lo osdespuesde Jos homhres, QC la burla grosera de 1.08 pueblos, de 'Ja sonrisa del sábio que. no !abé, del desprecio del magnate, de la indiferencia of'el'lsiva de los reyes ... !

Y viene para eso al mundo, un hombre q1Je mendi· ga para dar, que sufre para hacer feliz, que se empeña en ofrecer lo .que no quieren, que á pesar del sarcasmo del mundo, le dá lo que no tiene ... !

.\h Colon ... ! mi pensamiento vaga por la rcgion de la verdad, y anhela verla: tú que lo sabes, contésteme: no es cierto que toda tu vida doloroso , que tu largo martirio,, qpo las palpables que cnvolvian Ja luz que tu buscabas, fueron m>esoluc1on de Dios, que obligado por sus leyes falales, dar al mundo lo qup faltaba al mundo, vacilaba, y dudaba en entrrgar al

)

hombre su obra mas perfecta, la que mejor lo revela! No que tu sentiste, maa de una vez, haber poseído tu intensa adivioaoion, merc¡id á Ja cual, la desgracia de decir verdad, y hacer escepar[o;de viles, el lugar de Ja inocencia, y•de la.paz···!

Estos pensamientos me angustian ... miro ·la Isla y nada veo.

Está habitada ... ! no lo sé: De q·uién es ... r qué me. importa!

St está habitada, ¡lo está por la raia generosa que veneró á Colon!: Jo está por los séres que amaban al hombre, á su pátria, ·á Dios!: Ja·habitan los recuerdos de aquel hombre inmel!so .... !

. Si está habitada, yo me tapo los ojos para no saberlo: no quiero ver, lo que he visto en todas parles: . nada de Io :que había; ni virtudes sencillas, ni bondad' · ni vicios sin embozo: todo lo que no babia¡ virtudes aparentes , embozada .maldad, civilizacion de vicios; egoísmo , es decir , sociedad; codicia , es decir, comercio, agricultura, industria; felonia , decir, leyes sociales . .. me importa saber de quién os ... ! · )

=lal=

Estoy seguro de que no scni de Ja nacioo á quien In regaló: claro está.:. una lslita, que nada' iieno, que pued.e dar ...

-Esa es símbol{r.. :!

-Silencio,. pequeño corazon!: l,os · símbolos sr han ido : no hables do ·enos: so reirán de tí..

Murmuras todavia ... ! y qué ie imv.orta que pondero sus glorias ese pueblo ·... !

Es una gloria un pedazo d·e tierra en ol canal!: es umi_gloria l!n

Lqs recuerdos ... ! ya los tiene: yo be visto la s caque sujetaron las manos que dirigieron las ca rabelas á este mundo: osos son verdadQros reC:ucrdps, recuerdos malcriales. imaginacion, tambien . tú hablus .. . I

Q\IC (juiéres Ja estálua de Colon en esta Isla ... ! Ynecesita él de uri recuerdo mezquino!

SÍ!cncio, vive Dios!: nada dci hombro le conmucVC')'a; l'.3 es fuera posible que e l mundo s e oninend.fsB, su enmienda mas grata;! Íos ojos ;;ónio los. aplau.sos al. infeliz .que lo imite; qui• bus1¡uo como ·é l; que como él , padezca; que dé sin esperar; que se atormenlo y muera, sin recibir ma '

..

={511= <1ue en la muerle el premio de su vida: el mundo no dará eso jamás: él, pid9. ,

Guanabaní , envia en alas de tu brisa perfumada, mi admiracion al semi-Dios, de que eres lemplo: haz que no la desdeñe.

Guanab_ani, adiós.

La Fragata se aleja . .. á. dónde vá!

A Ja infeliz España.

ABORDO: !U . . -,(

Desde que •alimos de las Lucayas, el viento lrn sid¡¡ favorable; pe.-o flojo: .hemos, pues, andado poco: nos hemos sawado de los peligros del canal viejo: ahora nos quedan los de la .estacion.

Hablo poco , leo, escribo , ¡!aseo , me disgusto do mis compañeros de viaje, y por tener algo de comun con ellos, como, y bebo.

Me ha entristecido un enfermo que viaja con nosotros: lo he visto en mis paseos de popa á proa: vá en la úllima; mas que vá, lo han tirado: he temido que una observacion irn).iscreta le dañara , y á penas lo he pero pienso en él , y en cómo hC' de ofrecerle mis cuidados.

=153= DIA 26.

Viento del Norte: como el capitan . es un ho111brc que no lucha, caminamos al Sud; y llegará un dia en que cerca del PU!Jrto, si cambia el viento, sea capaz lle volverá lanzarse al alta mar.

-Que el 1,iempo ·esma lo, y que.una borrasca, despues de los choques sufridos por el buque, le · seria fatal. .. !

Pqes .que baga lo que la náutica aconseja; que So manlenga bordeando . Se ffiúcbo tiempo.

Mas sf! pierde, al viento que . sopla; no ·estamos en Ja Córle . .. rumbo al.Este, y navegando·al Sud ... !

Yo ba¡;o mal en •molestarme: imiUlmos á la gente: todo lo que hace el capitan, es bueno, pbr mas que til¡;unos cuchicheen én voz baja, y por mas que murmuren los mismos que ahora aplauden sus medída s: lodo les 'firece bien, si no les causa ·miedo: navega- · rian conlentos, s1 el mar no fueta, como ellos dicen, l<tn 111<1notonq.

en tre de esos sórcs felices y yo :

)

=l:i4= · -l'fo le cansa á V. el mar! -No señor; me encanta. una cosa tan pesada!: cieló y mar, ciclo y mar ... ! siempre lo mismo . .,..:.Lo mismo!: disimúlemc V.; pero yo creo que ustedes !Iº ven bien: es lo cielo do estas horas en que lo enciende el sol , que el cielo de la mañana, que el cielo de la tarde!:· los ortos, los oc.esos, los nublados, sol) lo mism!)!: ese mar . tan Igual en apariencia, es lo.mismo, lranquilo. como está, que cuando está colórico! ¡ no bá obserndo usted las calmas ... ! -Todo eso es poesla. -Qué ... ! es poesía tener ojos en lu cara ...! V. LicnC'· razon, eso es poesía; para ver ciertas cosas se necesitan otros ojos; los ojos del esplrilu, y hay esplrilus · y con vista.

Gonle mise.rabie ... ! que les caosa cslaa dos nui· ravillas de fu bondad de, Dios.,.!

. Tú tuvislc oh ser inmenso, con aquella parábola que eternizó San Mateo: •Dios ha dado á los hombros sus tesoros, y los hombres! como el cerdo, se vuclv(lO cunll•J Dins. ·

=J55=

No m"e canso de indignarme ... Qué· busca el hombre en. el mundo!:° vó los c:ielos, vé los campos, vé las Rores, oye á ' las fuentes, oye á los pá_iaros cantores, respira la esebcia de las plantas, tiene un sol, tiene m1mdos, que pueblan bÓveda eelesl¡l, .tiene un · mar que con el cielo, y su propio corazon, forma las .tres .inmensidades¡ · tíene· una . imaginacion . para aumentarlo lodo, una fantasla para verlo al través · up velo incitador, una que le anuncia á Dios, y en nada dé es.to piensa: solo pienSJ,im al era libre, y .seba hecho escJavo> ha podido gozar, no sabe hacerlo: ¡cómo ha de gozar, si ¡¡ozar es suspender el alma de un ale¿ que la atraiga y admire á la razon, y ellos , buscan la ceguedad de la ·razon, la ocullacion del alma! Divertirse' es decir,. olvidal'S'e de lo que distingue al hofubre de los demás mamlteros, y sus ·sentidos de un algo que ahuyento á In razon; eso, lo sabe ·1·. hornbre, e.so, lo hace . El tiempo es una carga: In soporta , .si en ·su hogar, se dedica á sus hijos, á sus padres, á su. pálria, po 0snodo, esl;1. diando, abogand!>, curando, haciendo zapalo8, ·

)

=i56= sombreros, ó barriendo¡ pero cuando fuera de au hogar, ó lejos de su hogar el pensamiento, se acuerda de que es hombre, y preguntando ti los otros por el objeto el.e su viaa, vé que es el de buscar la y vé que la dicha no se satisfaciendo los deseos del espírilu, cumpliendo con ·su ;. el hijo, el padre, el esposo, el ciudadan(}, suprimen su libertad y su razon, imitan; haoon lo que ven, nunca ven lo q11e hacen, no se avergüen. zan, reinciden, y han adquirido una costumbre; la costumbre de no pensar mas ·que á solas; la costumbre de ser hombres, solo en casa; I• costumbre de ocuparse de los otros, porque as( el fastidio de ellos, lm ,·ez de ser ellos los que hyyan del fastidio; la costu1,11bre ... y básta ya, de las malas costumbres.

Estos hombres se encuentran t\n dia, frente á rrcnlc de un prodigio: su alma se conmueve; diez minutos despues, ya no hay prodigio; el prodigio les cansa: csoa hombres, sin embargo, se ven lodos los dias, se sa ludan, se hablan, se babean, so divierten, mirando lo que mira un tonlo 1 no se cansan de 1·cr la misma ¡¡cole en los ,;lismos paseos, on los

=t57=

mismos espectáculo8, de 11dmirar boqui-abierlos lo mismo que admiraron haca mi año, porque hace u11 año, su admiracion era la misma·; la que otorga á las pequeñe-ces una razon pequeña. ,

Es este el hombre ... !

Y tras la pequeñez, la infamia ; la infamia y la maldad y l,a ignorancia.... ignorancia de la mia t yo sé algo, muy poco: que cualquiera ignorante, lo ·es menos ·que yo, porque sabrá cómo han idb formándose las ciencias, el punto en que se h¡tllaban en tal época históri ca , el en que hoy se ha-" .llan; sabe qui én es él, quién es ol otro, qui e n!ls son todos, ... 1

Oh sabiduría de los hombres, proílero mi ignorenc ia ... I

Me coníleso humildemente,.que para lanla salida de bici, ha influido ese circulo de gente que me mira, me observa, .y desconcierla. verdildcsoternas, las . descubre la · casualidad: V las verlades sociales, un 11\0mento de Cll<ljo, una injusticia, la indignacion, su compañera.

Ocuparme de los demás, ouando con solo mirar· v me interiormente, yo ocupacion para mi vida .. !

J

-u1sdar un lugar á los hombres én mi di.ario, cuando apenas tieng el papel espacio para mi ... ! Meditemos un poco.

Puedo yo, hacer de los demás,·cuando ellos han contribuido á hacerme' lo quinoy; buque sin rumbo, pájaro sin nido, cuerpo sin centro donde reposar!: puedo yo no pensar en la cadena, eslabon como soy á ella sujeto!: puedo yo ... 1

Yo !

Nada puedo: lo que hay en mi, apesiir de mi orgu· llo Jo es de ellos: las ideas, los petlaamienlos, la . verdad, son una atmósfera, producida por. la vida intelectual, como ló es por .la vida 'Bnimai; el aire que respirm envuelto en ella, tengo :i uú pesar que respirarla, y dar á mi pesar á mi razon, á mi fa!'lasla, á mi ser interior, las sombras y la luz, ia confusa claridad y las tinieblas, que exhala la vida intelectual de Jos demás: me ahogaba en esa' atmósfera, quise purificarla con lo mio, y he visto con dolor, yveo, ·que estoy condenado á que ia atmósfera que forma mi alma, se mezcle y se emponzoñe con la otra.

Confieso mi impotencia; nada puedo: lo qué hay en )

=Jli9;= mi;' me viene de tos otros; y·por mas ¿ue al penaar lo que y han sido,per ello& y por.mi, sienta \'ergüenza, por ellos y por mi, quiera evil8rla, proburando Ja venida de aquel dia en ql,lc sea la dipa de Dios., me.digo de antemano que es inútil mi c'mpeño, que es fatai lo que sucede .

Hay en mí en esle .instanJ.e, una claridad que nunca he visto: voy :i estudiarra.

\

.

· Amo á la humanidad por cgoismo, por ese egoismo misleriosQ_¡,que es al equilibrio social, á Ja eterna armonio del espíritu, lo que las leyes de universal pal'a los mundos: amo á Ja hu'manid.ad; Ja amo por mí; 11orque sin ella, un hombre aislado ,' es un cuérpo caído, un aereolilo.

Hasta aquí, la humanidad . conmigo: amamos lo mismo, fat<Jlmentt: pero liega un momenlo eu que el átomo se exalta, se "dilata, engrandece; busca su espansion1 y lo comprimen; lucba, y lo veneenJdébil, lo anonadan, lo asimilan; lo abogan: pero el . átomo, comprimido y aho,gado, encuen1ra ·aire: lo Y · el aire lo sostiene: asi, el · · h11mbre, exaltado su dilatado el horizonte de

.....

=IGOs u ,·ida, cngrandecid-0 su amor á sus hermanos, los ama, por sí mismos, no por si; busca lo que véque-falla; yaunque eflos no quieren, á pesar ellos, lo busca; y lucha si lo atacan y comprimen, y vencido, -es deoir, y desgraciado,-quie.re para la humanidad lo qu e para si ha perdido : la lucha le dá ruerzas; las ruerzas del hombre son, el verdadero orgullo, su pcrsislellcia en lo que cree que es bueno, ' su aspiracion al bien, 0 á la verdad, á una venlura, mas digna del .hombre, que la que el hombre busca. Mira, y se mira ... desarmonía espantosa .•. ! Los hombres no son él; no hay equilibrio: los hombres no piensan; él medita: los hombres no renexionaR; él se abslrae: los hombres aceptan lo que encuentran; él busca lo que no vé: los hombres indirerentes, se enconjen de hombros y siguen caminando; él arruga la rrente y se deliene; los hombres ven su felicidad, tras de los vicios,· en los pasatiempos, en el fácil por la vida; él vé la felicidad Iras la virtud, en el sacriílcio, en la dificil resistencia de los males que alhagan y seducen: los hombMlS \'i ciosos' por irrenexion y por fastidio ; él, vicioso, tal vP7., por debilidad, por dos pecho ó por contagio, ·)

=t6t=

pero eoomi¡o de) vicio: él, amante del'bien, porqu e ha vislo en su grandez;1 1 la • razon de su al rñum,lo¡ los · bpmbres indiferentes al mal, porqt/e lo creen ingénito en e1'hombre.

Él él álomo, busca aire que le ralla, la · atmósfera .de virtud y-de grande•a moral é inteleoC lual que es¡íeral¡a encontrar entre los hombres, y no encuentran, y sosl.enid'o en el aireen que los hombres no quieren respirar, se empeña en alracrlós hasta qu e al fin} ralto .de ruerzas ; ó-,se hunde y desvanece, ó vuelve á ocupar el lugar, el ce ntro que qcupaba entr o los .hombre s. "

Veo un mundo fantástico, semejante á la lierrá: en las llanuras ; en. las vegas, en las costas, en todo lo que se parece, es igual, ·y está á un nivel, atmósfera tranquil.a: en los m,ontes, neblinas; en Jos Andes, nubes eternas, sombrias: Jos hombres son los llanos las playas, lo á un nivel; el hombre que se eleva e ; Chimboraif:>, ardiendo interiormente en ruego no, cubierto esl.eriormentc de nubes perdurabl es. -Med ita en la alegoria ..,. ! · . eorazoq, no 'liembles! : mi razon, mi conH

.,.

=162= ciencia, mi espiritu 1 de otra cosa que.de carne, quiere_o descender.·

=f63=

lo que debi&, hubiéramosriuvegadope¡¡;adoíuílacosla.

·

-Todos los años hay en los Andes calaolismos: uno oeello• ... !

-Blell está: la oarne mucre, ¡· se corrompe . ..

· .:.;v. si el espiritu ea un gas, y la carne, la materia corrompida, es quien lo forma . ..1

-Miserable ... ! el Espirilu ea Dios ... !

Me dolia el cerebro, y levantó la cabeza: vi el azul cielo, y tras él, una atmós.fer& lojanb, trasparente, sulll, impalpable: delras de e!la, Dios.

Los hombres en el barco, cucbicheaban, reian, no pensaban: el viento empujaba á la fra,1ala, y lrt fragata andaba, como ando yÓ, empujado por un 10, flUC aún no sé si lleva á puerto.

ENERO 28. I.a ¡¡;ente tiene miedo y habla.

-Es tQs capil.ines do buque son el diablo: mefornos en csemaldilo bancodoDabama ... ! -Et viento es quien lo ha hecho.

-Quó viento ni que diablos!; si él hubiera hcchu )

.C:i.a. costa ·de Cuba está llena·do cayos, y con el · ,viento contrarío n'os hubiera·sido ru- . n'esta.

-Pues la itla :i las Lucayas ... ! , es que nos !)a cos4do cara, y que sea . lo que ftlere, el .capilan tiene .la colpa.

·-v luego, callaI'lo, y en vez de arribar á cualql)ier parte, seguir ·navegando 'con una averia ... séguimos teniendo ·$: o.. ., nriurragamos.

-Felizmeiite tenemos N. E.; m·añana v ' mos un puerco ; y mientras carenan el buque, estaremos tranquilos en la capital do PÚerlo Rico. Yo di un ·salto, y rn.e metl entre los dos lores , que con me contesta r bn: -t:..si séñor; si señor, .en Puerto Rico, Porque yo tes pregunté, si era .verdad lo que babia oido.

Me sepa ré de e.nos: me fui á proa, y no bupiera dejado' de ;/spirar la brisa de la patria que aun ocultapacel horizonte, ni de pedir. á'este, mi Isla ainada, si .una voz quejumbrosa, bo me hubiera preguntado: -A Puerto Rico, señor1

=IG4= .. ·

-Era el enfermo: mirando sÚB l>jos, escondidos en dos orbilas cavernosas, suB hundidas, su \Jarba perfilada , su delgadez mortal, lo

-A Puerto Rico, si señor: le alegra á V. 111 idea de ver la hermosa Isla!

-Si:, me alegra, si es que á mi me alegra algo.

Y .la sonrisa del dolor, brilló en sus labios, )" su rren te espaciosa se contrajo.

-Por qué no ha de alegrarle?: ha estado. V. en Puerlo Rico1: si!; pues entonces, CO!llleV. en su aire, en su luz, en su belleza: verá V. cómo en lo s pocos dias que allí pasemos, se mejora.

Olra sonrisa, otra contraccion, y estas palabras: -No s; mejora de una enfermedad mortal , y ruucho menos, cuando rallan al enfermo los cuida,. dos del hijo, del gmigo, las palabras cariñosas que distraen, y en vez de palabras y cuidados, hay soledad e indirerencia, ó la compafila de 1os que no nos t1uieren, de los que nos huyen, ó nos tienen a•co.

Bajamos ' la cabeza, y j\ ambps cora1.ones, la la hiel de la verdad.

Sentí el mismo anhelo que he sentido, siempre que los hombres no han obrado, como ordena el )

=l65=

corazon, como oi:Uena Ja conciencia, como ordena el egoísmo, porque el egoista no'dcbe ol sufrimienlo de otros, por no sentirlo de .rechazo en por egoisrno , por obediencia 1 á la voz ele n)i conciencia, por ternura del corazon, por cualquier cosa, "·enll el an!1elo de hacer lo ql!e los otros no lracian, y rne prometí distraer y cuidar al miserable anciano .

El so sentó; yÓ me senté tí su lado: el hin·· cbaba las velas, y nosotros seotínmos en la proa Ja marc'ba ligera del buque, con solo los estremecimienlos que al hundirse la quilla en las· aguas, Jo" 'mov!an' él por díslraerso, por distraerlo, yo, cuando oí á unos marineros ºdisputando: -No es una nube, decia uño ; es una Isla. ·-Qué Isla ni que islote!; es una nube: no vtls có mo se mueve ... '

28.-POl" la

Es una nube ... ! pero no varía de rorma, y en vez 1le disiparse·, se abulia y se acrecienta: si ruera Puerto ... I

La fragata ando seis millas: una hora quo señalaron los rna"rin cros ese punto oscuro, deslacnn : dose del horizonte : son las seis¡"¡\ las siclo, salr re-

=i66= mos si una nube,. ó es mi Isla: aún tendremos baslante luz para verla; yo, para y no separar de ella íois ojos.

.Qué len lamente P8S11 el tiempo !: qué lentamen\e camina la rragala: .. !

Estoy voy ele popa á proa, de proa 6 pópa; ºpregunto al timonel, pregunto al horizonle: me inclino por la popa á 9ontemplar la esteia: se pronlameote: caminamos. bastante.

Vuelvo á la proa; me inclino, y veo ·que la <(Uilla rompe el" rácilmente: me d°Oy un.a esperanza: la esperanza trasrorma: me trasformo: ' hablo ºcon lodo el mun do; saludo al capitan amablemente; sonrio con blandura á las mujeres; golpéo en la esá un marinero, chanÓéo .con el grumete, animo con mi animacion ·a1 pobre enrermo: pido µn Leojo; lo cojo; espero ver mejor.:.

Qué he de ver. con anteojos, mejor que con mi vista á mis amadas playas ... !

E.I sol se vá: detente, sol. .. !. Su último rayo e• para ti' · Borinq4en : el 'sol te ha señalado •.. ahí . estás líi,. Tierra ... ! tierra ... !.

Gritad: 'ye yo la be visto: y Ia ·veo mai;cstuo1amenle : alU están mis montañas: . á mi derecha, un cabo: ese cabo es el GigÜt¡ro' si fuera de tlia, un lienzo, 'que se desarrollaá la vista, y ofrece sus tesoros: aún asl, ahí esÍá dilatáodose lij coata ,; aparecien.do por. completo"1a Norte: den_ tro·de una hora estaremos tan cerca do la costa, que veremos los árboles' las casas' y con la luz del sol, podriamos ver hasta á lo s hombres. lluna, siempre llegas á tiempo: t& bendigo.

Alejémonos pronl.O de ese cabo que me csLá menlando: detrás de él, eslá el pedazo do tierra qbe mas quierq; el pedazo de cielo que mejor conozco. -A virar ... ! -Marinero ,. por qué!

-Porque se ha equivocado un y hemos aqui, cuando. debíamos haber ido ú San Juan de Puerto Rico.

Yo me alegró del error, y lo bendije.. . vam<f8 casi tocando la cosla: con la .luz indecisa de (¡¡luna, esta costa es un sueño, el sueño <I P una imaglnacion que eocuenlra sus espacios, pai· ses mejores en tlond o Ojar su di cha, qu e en la Lirrrn ..

)

• .

¡·

=t611=

l)na luz .... olra luz: alumbrarán · á alguna familia jíbara, que en nada pensara mas que en el di1t si· guienle !: tal vea, sentados en su hamaca, canteo iodolenlemenle los· esposos, 111ientras grilall y jue¡an los muchachos: tal vez, sentados á la puerta de su rancho, se disputarán los aplausos del concurso dos rivales: tal vez 11lumbrará esa luz los rostros animados de esos hombres sencillos, en un baile, placer que·ellos conservan , y de que hemos sabido· privarnos, coovirliéndolo en ridículo, los hi· jos .del lal vez ... ¡ alumbrará esa luz á un J\ !....c. moribundo.... .

Y tú, luna, que envuelves tu luz aiuL el joy el mas precioso de la mar Caribe; tú, que des.de aquí me lo presentas , como solo ·en el rondo de, mi cora•on lo he visto, cuando soñaba .con é l¡ tú, luna, darás claridad á la á la Roresta solitaria, á ,la senda , estraviada, para asegurar el paso de dos amantes, para hacer á sus ojos, mas azul, mas hermosa, la vida, solo hermosa y azul cuaqdo se ama ... ?

Me cuesta trabajo contenerme: .con un OllYÚ<lo J nn jíbaro, playero, rrcorrcrÍa · yo ahora todas esa• bahías lodos eso s _cmbar<:aderos in· )

=t69=

ollanles: todas esas misteriosas' esas playas fanlástiéas, con sus génidll nules ,-esas palmas,-con sos gigantes de color osco.ro ,-eso bosques lejboos ,-con sus albergues solitario , donde mora la paz que voy buscando

<:uánt:Jk luces allf...! ese es un pueblo: cual será . : no lo sé:. pcro ·s& que es'as luces mo ilam?n' m atrnen, me un cayuco; y·af mar . .. ! quier · ver .. . es A.recibo ... ?

$e van apagando las lu·ces en las .• tinicblas de 1 distancia . .< oiras luces aquí. ..

Isla si l os J1Qmbres que to ¡¡ueblan, fue rao tan sencillos y tan buenos, como estos que ha bitan en tus campos; que hacen su albergué de tu palmas, su rácil alimento de tus frutos; sus place res, del tiple, de sus !robas, y de su amor por tí, se rías entonces tan relíz como poblada; pero tú éó[n todas lae tierras ' das nacimiento á ropliles. y on lf los repUles son el hombre.

Fitósofo3 dé la rnituroleza, jíbaros indolentes, vo •Olros sois los hombres: los reptiles están en la! !'iudadOI! ...

Para mí no placer sin amargura: me cntrcg

=t7.0= :il placer, y ·al saborearlo, _enouenll'Q lo que-siempre , acibar' y por qué be de ser toda mi .vida, vlctirna do la rawri .; de la verdad!. Si esloy ¡ozando de mi único placer posible, viendo á mi Ula que 1an pronlo dejaré de ver, ¡par quó be de pensar en los bomb_ros que la pueblan, si yo sé que es lo misme> , en loda·s parles el rey de la ¡ireacion ! Quiero gozar; pero no puedo imp,edir.á mis ojos ver; y ven , á pesar las nubes que forma en la imagioacion lo y11. pasado ...

Ya la luna se oculta: ya la Isla . rcpoSB' entre ·las sombras, que la luz do la aurora ahuyentará.

Haz, Isla amada, que llegue un nromenlo ca que la luz de la alegría, disipe las som,bras do mi alma : ose día serás lu venturosa. :

ENER030.- Por laJMñana .

Desde _ anles del olba, csloy esperándole, capilal de . mi le adivino: eslás tras de osa punta<el pri111or rayo del sol!: ¡qué Objelo lo reOeja ...! un edÚl(\io: es el Morro: centinela avanzado de un pueblo inpfensiYO, ¡qmén le puso ah[!: el miedo: miedo, de qué ... ' Ah!, ya. comprendo: le codician los quo conocen tu valor, Jsla querida, y la nacion que aon el nombre )-

=1171=

de mad·re le mejor y descansar, . le forlift-C{I: asi, .tas invasiones se eslrellan en tu Morro, y es bastante: los pueblos se hacen fuertes con castillos', con murallas formidables, con eailo_ nes, no ' con .pechos decididos, no con abne¡¡acion ni palrioli smo: el respeto i¡úe inspiran á los hijog la bondad y ofeclo dé su y <juQ de los hijos, héroes! es inútil: \o necesario; io mejor' lo útil, rio es al hijo, no es lnspiriu-le .decidido amor, no es procurar su ventura, no es inleresarse en su bienestar presente, ni en su grandeza futura, " es darle defensores fríos, es darle patriotas de oMenanza;es precaver la intencion hostil, es _ darle una amenaza e@ que tenga á raya al · que quiera ¡iara hacerlo suyo ...

·Allf, oerea de Dayamon, hay una liacicnda: su duc. ño, tendrá esclavos: si quieren arrebatárselos, resistirá, defenderá lo suyo, hará tal vez una dcíonsa heróica: ,despues obandónarti al látigo del capalaz á esclavosJ y ni sus grilos, ni sus quejas, ni sus llantos, lograrán conmoverló: ¡es ciego, ó cruei!: es cru el y cir¡;o: ciego, porque no vé que el látig-0, mina l'críta-. . . mente; pero mina; porque nové qu<' enrcrma y mala, \

la llaga que produce; porque no vó ,que el esclavo,.con vertido en amigo por cariño, se eonvierle en enemigo lonebroso, como en perro que muerde, enhidroíóbia., f' I porro leal, la mansedumbre: es cruel el haoend&Jo porque so'-olvida del infeliz que le dá Y . deja quo lo yojo un mayordomo: es cruel el hacendado, porque es ciego: los oios ,·en los erectos de la orueldad y la injusticia, y pueden remediarlos: la ceguedad no vé: es ciego ol hacendado porque es cruel: la coslumbre de ser obedecido, la cost9mbre de querer á foda costa, sumision y silencio, la 'costumbre de la urbilrariedad y la que enjendran la crueldad, quitan la vista: el hombro se acoslumlÍra :í )as tinieblas, ss en ellas, leme 111 luz: si ll ega un dia en que lavé y ciulnlo méjor es la luz que las linielilas, vó con terror, que ha vislo . · larde: hacendado, sé )uslo; abre los ojos.... ·c1' .Duranlc mi abslraccion,-cl buque ha andado: esla-"{t· 111os cnlrando por la boca del Morro: é l, d mi izquierda: debajo, las aguas sosegadas de la Jl!Unsa bahía; en rrcnle, las colinas redondas, tantas \'eces á mi derecha, las norestas sombrlas de llayamon : virando: se presentan ú mi \'isla j

=173=

casitas pintorescas de <:ataño¡ á la esos rao.chos pinl.6,cscamenle rodeados por lns pal'!'ns: allá en el fondo, .. . ahl esl:í la capital; alll los boles, las yolas, las canoas: la Sanidad se acerca: podemos ir á tierra : he! boloro ... I

En la capital de Puerto Rico.

ENERO 30 .-AI medio di'U.

'- Bayoan ... !.

-Guari'onex ... ! V. aquí... ! amigo dc mi alma ... ! y Mári en, y.':'.! aquí.

-Vamos, vamos á verlas .. .!

-Calma, ·amigo mio, calma: anlos de verlas, es nccesarioJiacerl es saber que- V. eslá aquí, porque ... Su madre entró: la abracó con eÍiiansion.

Las horas pasaron velor.menle., porque lodos pensabamos .en lodos, y no en ellas·

-Al *espedirme, Márien salió con su padto á acompañarmc basta la escalera: al tenderle la i;nano, -Vueh•e pronto, Me dijo con su voz, melodía dP mi alma.

=174=

Ya en la · calle, levanté la cabeza: llárien ·en.el balcon, me sallll\aba.

Aún veo . la luz con que brillabp; la luz de .la ale. grin: su resplandor llega á mi alma: estoy alegre.

30:-Por la noche.

-As('. yesiida de blanco, eres un sueño; el sueño que yo tuve 1 siendo niño: era la mism.a hora 1 y esa misma luna ya¡¡aba tristemente pop el mismo ciel<1: qoé cielo bern¡oso, el de mi patria t: luz mia ... ! respira esa brisa embalsampdo: me respiras á ·ml ... !cuand'o ·se ai:naó la pálfiacomo yola amo, &c está en su cielo, en su luna, en su ambiente, en loda ella; Y sér á quien queremos, Si estamos en s u pátria, y él la ama, á él es á quien 111iramos en el cielo, á Quien vemos . Iras la gasa de la atmósfera , ;\ quien respiramos .e n la esencia de la brisa: cuan- ..' do yo estaba en Cuba, en todas parles te vcii, l' .en todas parles, la vida que me has dado . . Márien sonreia, y la luna era mas clara: en un extasis feliz ia contemplaba yo, y bendeoia aquellk luz, á cuyo rayo babia· yo la hermosa realidad que lc/lia al lado .

-R efi.é reru o tu sueño,

=175=

. Me dijo , ,m.as que oon Pl!labras, con úna mirada sobérbia, que ha probado á ,mi corazon qué la felicidac! -tiene su orgullo., y el amor verdadero, coquciismo,.

-No ql\iero lisonjea el adMnar que la única á quien puedo co.nfundir con aquella aspiraciondc mi alma . niña, y no te quiero soberbia.

. -Vamos, cuenta ...

.-Si vuelves á inclinar hácia mi, como lo l¡as hecho ahora, te reOero mi sueño; .sinó, no.

Inclinó Sll babia en ella, más aroma qu e en el airo; milg brillo que en el cielo.

-Senlémorios aqul: mira tú al cielO' ·para.darl o envidia, y yo entre tanto desharó tus rizos. : .. , no ql\ieres ... ! pues no c.ucnto. , . enojes .. .

-Asl; que bien estamos; estás bien, luz. d11 mi alma! ,

Estaba bien : el color de la felicidad Ja coloraba; no babif en su frente, ni una nube 1 ni un sueño, ni nn temor; •ilu.s ojos no eran ojos ¡ eran . dos focos do luz : yo v> en su sonrisa la misma . l/'asparenela qu e cielo: su corazon latía; su s eno pai'pilaba:s o."

')

=176= ' 1i1c a.cuerdo de mi en illManlc, y sé, que COIJ\O ella, lcnia mi frenlc despejada, sin . arrull88, limpia rle la mancha del deseo, luciente, .como elalma, libro. entonces de ideas y dolores: yo recµerd.o mi voz, y no es la misma que ha doYuello, profanados, sus al cerebro: . yo la recuerdo, r era ... yo ·no sé lo que era: solo ,sé que mi alma ha· biaba¡ que Qtra alma la oia ... -Es verdad: pero el áosia que tcniro de ... está buena .:. están buenas, no es vcrda,d! hijo mio ... no se inquiete v., no es nada; tri steza, abatimiento ... -Santa niña . ..! pero nada mas, no es cierto • -Nada mas: los mé<licos ·me·acomcjaron que la ll evara á Europa: le prometi Ir á Espa.ña; pensó en usted, aceptó, y aqui eslamos esperando el \'apor para San Thomás .. -Pero )ós médicos no han visto otra cosa, que ese mal de alma, 'que liene por slnlomas la laniruidez, el olvidQ de lo que nos rcdea, ei deevarlo froouente, el continuo encerramiento en nosotros mismos ... ? • -!"o, t¡ijo mio, no: no·iema V. -No temo: deseo saber .la opinion de los .médicos, )

=177=

pa,ra observar á Márién, y con ·1.a luz que me dé la observaclon, á los médicos, •que.para tener tan abiet'IOs los ojos del alma como los del cuerpo,' de· biéran como el sacerdote y como el abogado, no ser de carne y lodo:. me al pensar en las consecuencias que tiene todos los' días, á paso, la cecuedad d,e hombres, que en general, no son mas que ' aplicadores de una ciencia . nebulosa, que .ellos anublan mas 9on la criminal indiferencia que les dan la aostum!Íre y la neces idad en que se creen, de ser de hielo.

-Felizmente ,'1layoan, no tenemos que temer, porque nada juetiOcaria nuestros temores .

-Márien es demasiado · dellcapa: el corazon es lo que vive en ella: su desgracia que la ba puesto en mi camino ...

-Vamos, hijo mio . . .

-No: es necesario preveor; es necesario remediar : yo soy culpable: siem.pre el mismo, sacriOcando á los tmás, negándoles la dicha que púdiera darles! por... creo que todos tienen mi corazon de acoro, mi espirito de hierro, y obro co¡i loa demás como conmigo ... Enfermarse ...! perdóneme usted, t2

=178= µolJre padre, si. lo alarmo; pero esa11 criaturas son flores, sensitivas, que el contaélO de un d!Jdo encoge l' el <le una mano deshoja; pero vamos ... '-Espéreme V.: yo volYeré á ·buscarlo.

.. pareée que hace un siglo que -se ha ido, y ªºª' bn de marcharse ahora: qué ansiedad, qué aspirncion á ella ...!

¡No es bastante la alegria de que disfruto, al prnsar que voy á verla, para disminuir las ccmgojas causa el teinor de que esté enrer'rna; el remordi' miento que me punza, al pensar que yo pueda 'ser la cduSa dcese ·mal, QOrqUC yo la he espueslo.li sacudidas, rudas hasta para rúi1 á dolores, que á mí mismo, me han secado el corazon .. ,! Pcr.o 1 Guarionex, vuele V. á decirme que puedo verla, contemplarla, adorarla ... ! ·

.Estos padl"es, acostumbrados al amor, no comprenden las ansias do un amante!

Ali( viene: graeias á· Dios-... ! me cuesta trabajo respirar .. . tengo sobre el eorazon un .. . . Dónde estas , alegria ... ?

J

=i79.,:

Ah ... ! eres tú lnillma,que ¡ia'ra hacerte mas preciosa, te .anuncias con ia angustia. .. ! ,

Cuamlo vi volverá éuariooex, tenia poaade reir-. me, de gritar ... ahora·que se acerca, queoigo sus pasos CD la esca_lera, no puedo hablar, no podré decirlo nada.

·•

Alegria, si eres tú, vas á mbtarme .. d

ENERO ' 30 .-Pór la Jarde. yi 1 no&abrazamos: ella 11.oró, yo callé: sentados, ella me miraba; yo la mira.ba á ' los ojos, dilatad9s, ll]!agaban su sed de almas ·rulgurabap traB"los ojos: lmfpezó la sonrisa á iluminar los .rostros, y empezó la alegria ii aparecer: ru é lentamente 'dominandcurue.stra:s almas, como vá lcnel silencio de la Íloche, la gra• ·dacion melodiosh·del"zinzonte: sonreimos; ' despues pronuciamos qna palabra, la suya, 11\lspiro la mia; despues, otra mas alta, mejor arliculoda, rluego yenvueltas eil risas . y miradas, otras mil que encontraban, se interi'um: pian , so oonlestaban, aun antes de hacer pregunta alguna .

-Jugaba yo con· tas !rentas de una niña, que nunca, hasta entonces, babia visto; que no era de la licrra, porque· la ví, primero, coino una nube azul, llena de luz, suspendida en el aire: aquella nube cnC'eITaba una chispa que tenia formas, pero formas confusas¡ facciones, pero raccioncs·vagas, que veia yo méjOF (Jentro de mi, que en el aire; en mi imaginacion, que en el ])ajaba lenlamonle, y lentamente me inundaba' en luz: se ncrrcó rol, qu,c los brazos para cogerla ..... y en aquel momenlo senlí que salió de mi cerebro otra nube, chispa: y hubo "!1 choque veloz, y las dos nubes, se descompusieron en un ángel¡ el ángel en una niña 'de mi edad; un ser precioso, con carne 'Como yo, pero más pura; con más luz en el rondo de los ojos, con más brillo en las ondas <lo sus rizos ..... yo jugnbá con ellos, como ahora ..... Si aliuol suoñ'o eres ·tú .... ! Márien, acórcalc; mira mis ojos con fijeza: una imá¡¡cn en ellos, no es verdad ... ! no te .sonrías ..... esa imágcn es el recuerdo de mi sueño, 'el sueño que yo tuve, mi sueño realizado ... !

Nos 'cogimos las manos¡ nos mirarnos¡ olla vcia su imágen en mis ojqs¡ )'O 00 IOS Sttl'OS, la min ... )

Un suspiro, una lágrima¡ tras ella, una sonrisa; una á la luna; una cal!ada bendicion al ciclo; <los manos enlazadas ... nada mas.

4.

Yo no sé qué palabra me han dicho, que a pesar de no oirla, mella turbado.

-Que e l buque sale pronto!

--OÚién molo ha, repetido !: momoria, has sido lú l ; has sido tú, co9cienoia!

Que el buque sale pronlo .. .1 y Qué me imporla!: yo me quedo: yo) stoy aquí con Márien : con mi amor y mi patria, me conforn¡9; no quiero gloria; no quiero justicia¡ no quiero verdad¡ no quiero nada. risa inlorior ... I quión se ríe abl dentr.o ...!

-Nosotras dos. --Ouiénes sois! ·

-La razon y la conciencia.

-La razon!: qu,é es razon!

-Es un, mano que diri_gc al cerebro, y le señala la senda que ha de seguir.

-La conc¡encia .. .'!

-Es el rondo de) abismo donde . \'an parar lu s

"

deseos, tus pasiones, tus propósitok, tu vi¡la¡ el caos · ile donde has de aer. -Qµé quereis? · -Que11e111.

-1o •OM, un desgraciado.

-No .eres nada: serás, si prestas obediencia. · -;--Obediencia á vosotras!: liarlo. obediente he sido: o?ediencia ... ! para ' que tú, l'llZOn me erivtielvas en tus sombras; para que tú, .coneiencia, me hundas en ' el dolor ... ! no .quiero nada; vivir, que no he vivido!; gozar, que no he gozado ... ! ·Acechais mi ventura, y al pasar, os arrojais. sobre ella, y con vuestra mano disectora, la de'sgarrais, la estudi¡¡is· profundamente, y rechazándÓla CQD desden, me decis: •esta DO es buena.•

-Y tenemos razon.

-Pues qué ventura os parece á vosotras aceptable! veDtµra que .produce UD ·largo surtimiento¡' o! cumplimiento perfecto de todos fos deberes; la prueba lenta d!l que ·salgas vencedor: el camino en que estás; ccnduce ·á esa ventura. Arnas, y eres amaes(\ no basta: hazle digno de ese amor¡ ya el\mo: tienes deberc§ para con tu ptllria; soi:i

...

deberAs para con son formidables; · deberes. para 'Con nosolras¡ son pero ha$ de pero has de en la huida se. pued!! caer: el.dia que caigas ... ! No caerás, .ºº C!lerás: .te soslc,ndremos¡ seguirás tu camin.o: es tan hermoso ... ! f Tu mismo corazm:1 1 que .es naco, no ha .sentido cer dolpr, saboreándolo más cuanto más le ha éostado el po.r qué nos has de privar .á 1 no11ottos i!el dificil placer de los deberes¡ de la dicha del martirio!: dos somos el alma: amamos el alma que enlóquece . á .la imqgina 0 cion, porque es ·dÍgna-de. nosolras¡ pero queremos probar, nos"y probarla: vencedoras tas dos, serás feliz .. .

Estraña persuasion .. :! mi corazon vacila_; pero mi 1 inteligencia esl.á or¡ullosa.

cuarta vez en mi vida en que ,se oponen mi razon 1 y mi conciéncia á. mi ventura: me dicen que es por deseo de hacerla, inquel¡rantable, y no solo h¡ creo, sino que me me ¡jan seguridad: mi imagi- 1 nacion quiere arrastrarme otro mino, y nfc amenaza; gime m¡ corazon; lo débil de mi ser interior se qu eja y ¡¡rita: me siento desgra- 1 ctlldo; y sin · embargo, no me quejo, auor¡ur lu -1

)

-t84= cho; no cedo á mi corazon, ;u111que deseo ceder ...

Siento una especie de deleile en esta desdicha, que á los ojos ocultos de mi esplrilu, es la revelacion de Dios .

jl&BRBRO 5.

Forl¡tlecido por su vQz interior¡ el hombre es poderoso: desalla al dolor y á la dl!!'¡¡raoia.

En vei: de huir de los que podrían darme una seguridad torturadora, los busqué, y me dieron la seguridad de que el buque saldrá de aqul á dos din :

En Iré decidldamen le en casa de lfárien ...

Por qué, cuando somos desgraci.ados,.la luz nos.recue rda las sombras; la alegria el dolor; un de dicha, la desgracia?

La luz de sus ojos aclaró mis somin"as, y senil pavor; su sonrisa, despertó mi do!Dr, y me angustié; su mi infortunio; perdí mi decision.

-Ya estás vez ... ! Guardé silencio.

-Por qué me miras con esa vaguedad! : lemes que me desvanezca?

Y fürzó una sonrisa carilÍtllia: apcsár del rccu cr

=185=

do, al>esár de la sonrisa, bajé la cabeza, y se¡¡ul pcn L sando .

-Tú no me.quieres, me dijo.

Sónrel lrislemenle,

--Si me quisieras, no me. barias sufrir.

Su voz anunciaba s u llanto.

'

Qué tinieblas las del alma .:. ! Se busca en olla s, r se encuen.tra Jo que no se busca: yo busco la fclic ¡ dad fulura, inmensa para Márien, inmensa para mf, y:\! entrará b11scarla cil mis'linieblas, encuentro dolor y mi desgracia, · -No, no me

Oada una de sus lágrimas, venia á herir mi corazon, que hubiera llorado lambien, si s,e lo hubiera la seguridad de que lada csla desgracia presente, producirá la dicha ' 'enidera.

Y va arraigándose de lal modo esa cruel se¡¡urida , que me impacienta y me hace cruel, el quo no ere n en ella creo yo .

TroqJé mi dolor en impaciencia, i cuun,do Máricn mo repitió.: ·

-No me quieres. ·

J

=186=

No era mi voz la del amante, al decirle: .

-Vamos, no llores: voy á decirte lo que teugo: sufro por u y por iní: pasado mañana sale ol buque.

Se secaron sus lágrimas: yo me quedé pasmado.: · ella gozaba con mi pasmo, y so reía.

-Te .. :!

-Mucho ... nosotros nos vamos ·conligo ...

La elocuencia del alma es el silenciu. V .

FJlBRERO 6.

Cuento las horas: faltan selenla para salir al mar: hoy decía yo á Márien:

-Anhelo·encontrarme contigo en alta mar: vamos tí .vivir, á soñar, á ser reliues: alll, nada importuna: el silencio do (a noche, la soledad del mar, la es- · tcnsion infinita de lol! cielos, con sus mundos giran-. clo lentamente, la esoi.tacion del esplritu, en prescn-. cía de otro esplrilu mas grande, nos darán una vida distinta de Ja que hasta. hoy hemos sentido. N_os pa recerá que no tenemos que todo es alma, y admirando y bendiciendo, nos amaremos mas: nos paréccrá que somos vistos por Dios, y• aumentará nuestro qmor, la dicha do verlo bendecido.

-Yo admiro el mar; pero qu·crria quedarme: en

'1

=t87= el mar hay peJ.igroa: aqul no: ésja tu · patria, 1;1 patria de mi madre-,- y yo la es hermosa, y . nos oonvida á aina" quedémonos, quedémooos.

-No dulcifiques tu voz: ha.rto s"educe ¡ion ·su dulzura natural;'!Klro. por mas me no Jogra persuadirme: yo no puedo quedarme: quedar. le t.ú, seria sufrir, -porque tú sufrirías, ¡no es ver '. dad .. .?

-No seas cruel.

• amante:. seria surrif tú, y yo no quiero que sufras mas p()I' mi; y seria obligarme á suífir toda mi vida, y lmoerte des¡¡raci¡¡da. • y por qué?

-Ya te ió he dicho.

-A no me convence eso, por mas que me resigna: yo creo que es mejo_r, no pensar. mas que ·nosotros; olvidarnos _ del mundo, y felices: .Bafoan: con tu casita, que veo en mi imaginacion; <1ue debe ser preciosa, porque es tuya; que rodea. . _, remos pe Dores, y de · frutas¡ que tendrá .cerca un torren/e; que csl11r;i un poco lejos del camino, para que nada nos distraiga de nosotros; con pájaros, yo á nuoetra compañía, con...11uestrn ·

)

=188-· soledad )' nuestro amor, nos basta: ¡que necesidad tenemos de riquez¡¡s!: y si las quieres, DO por U, ya · lo sé, si lag quie!'lls por mi, trabajanls: el trabajo co¡;randcce: IÚ, mismo me lo has dicho: .á lu alrededor algunos jibaros, que nos qÚerrán parque nosolro$ ·los querrémos, que trabajarán porque. tu trabajarás, y que convertirán la eslancita en una hacienda. Ya ves que no me acuerdo ni por un momento de lllf! riquezas que tienen, segw¡ dioen, mis padres: lú solo, sin nadie, con mi amor, lo¡rrariak hacer lo que quisieras: .te amarian los hombres y te liendcciria lu y eso lo tioóes aqul, en cuanto !IUieras: mañana mismo nos vamo& á tu pueblo ... : -Pasado mañana al mar: tú verás: no le entristezcas: en cuanto yo lo¡rre ser úlil á- mi patria; en cuanto consi¡ra decir al mundo lo que len¡ro en el fondo de .mi alma; en cuanto que me oigan; en cuanto adquiera las altas cualidades que necelilo para eslar en paz coomi¡ro mismo, para no estar dcsconlenlo, 0 para hacerle feliz, y serlo yo; en•cuanto' calme esta sed misteriosa que me ahoga, esta intranquilidad cuya causa voy ya conociendo; en cuanto ¡meda llevará nuestro hogar la paz que dá el .cuinpli·

=189=

miento absolnlo de lodos'los 1lebere8, un nombre res. potado y bendecido, véndremos á gomr á mi casita: estará preparada pará 11: tendrá nores, .arroyos, pajarital, que armonice con el paisaje que oculta: pero aptes de eso, y para llegará esa casila, tenemos que andar aquel camino, ese mar cuyas tempestades son mas suaves, que Ja lenipeslad que mi alma, si no llogaraá d.ondesc ha propuesto . · 1,-Egoista ... l lú "no piensas en mi.

-Pues en quién picoso!: en lf, en nuestro amor, en nuestra dicbaYconvéncele, luz mia :. yo no pu edo hacerle feliz, sino despues de haber sul'rido las p,rucbas del dolor y la desdicha: yo creo que el hombro que ha feliz toda su vida, no puede hacor relizána_die; no sabé lo. que es felicidad: no puede darla: yp creo ,Que un alma queño ha combalido,.n9 ·es la paz: yo creo, y lo orco hasla el esfrcmo (le no arraigar esa creencia, .Que solo el dolor hace feliz: ser mí, no es descansar en el , amor de quien nos nma, ni en la amistad, · ni el afecto de familia, ni en el indiferente respeto que se º?ndede á las virtudes negativas: ser ·foliz, es amado con

1 • • ••
J

=100= orgallo, es trabajar por'oon11,8111 1 lr eso amor, por lograr un amigo reverente, una ramilla que nos jlllgl!e y nos admire¡ virtudes posiUvas, acUvas, incansables, que nos atraigan la veoeracioo del'muodo, la íé. de nuestra patria, el respeto entusiasta de lo.s conciudadan.01, una vida ejemplar tras del sepulcro.

-Rso es padecer toda rn vida.

· -Lo sé¡ pero prefiero ese padecimiento etemo, á esa vida inútil, que dura, es verdad, muchO'maa que la del sufrimiento, porque debe dar asco á la muerte; pero .. i.

-No. te entiendo, y quiero entenderte, porque quiero convencerme y admirarte : dime: la vida de mr padre, es una vida inútil!

-Si lo ruera, hUbiera luchado por malar mi amor: tu gadre es un hombre .que ha sido suficientemente iníeliz ·para ser bueno: sin· seoUr el estimulo sante, que sienten hácia el bien almas, 'lima él bien, lo pracUca:. es digno de tu madre, porque la ama Y . la respeta: y merece su amor y su respeto: .es digno de su patria, porque se interesa por ella, y si' no ·lo COJ)Cibe, realiza 1 el primero, un 11Cnsamiento útil: rs del respeto de sus compatriotas, por-

=t91=

que baee ·lo que pueden exirirle, porque se entrega al trabajo, y dá á la .sociedad hombre útil: su ba· cieoda es su retrato: ali( hay tranquilidad, hay ar· moo(a, hay órdeo: es justo, ·y sus esciavos olvidan su esclavitud: en todas sus " cosas hay moderacion, hay dignidad: no tiene amigos, y esto prueba que ·Do tiene ni vicios ni deroctos que le hagan soportar los dcrectos y los vicios de los otros : los ,hó'!1bres como él, y un observador ·justo los halla, lo lo cssu ramilia 1 tú y tu madre, es feliz, relices, ino es cierto!,- porque él trabaja para labrar esa felicidad: -Domina su carácter, porqu e sabe .que lás cosas pequelias ealástróres, y estudia.el vuestro, y lo corrige sin cesar: no es indulgente, pero es benévolo: corrige.con calor, no perdona las rallas¡ peró sonrie fntimamente, cuando adivina el arrepentimiento: es amigo de la desgracin, y le ha en'señado .á amarla: na juzga de las . por .el juicio de los otros, por el suyo: si vez no se épouentra &II opiniori con ta· de todc.s, y Yé gue tod'os inj.ustos,.lo dice 11 todo el mundo : esto es ser bombr.e. .

-Pues eso' eis lo que quiero que tú popquc as( ·

) ..

.

=t92= seremos .relices: paP,á nunce ha hecho eso que quieres hacer tú.

-Tal vez, ' porc:iue tu padre no ·)la salido en su juventud de su pals: tal vez, porque no ha ·surrido lo bastante para ver lo que es el mundo, para anhelar su perreccionamienkl: tal vez, porque entl'\lgadoá su vida laboriosa, no ha tenido tiempo para meditar, y espantarse de lós abismos ·sobre·que marcha la humanidad: si hubiera tenido ese momenló de medilacion, de espankl, seria hoy lo que yo; un da.,¡raoiado, que en vez de ¡¡raduar su amor de lo rélativo á lo absoluto, hubiera amado inversamente; de Dios al hombre, de la verdad y la justioia un;versal, á las leyes sociales necesarias; del hombre á la patria; de la patria á la ramilia; !le la ramilia, á él.

-Aunque sienkl que es bueno lo que dices , no lo entiendo muy bien.

-Lo entenderás: tú. tienes lodo ,lo que se necesita · para onleudeelo: generosidad, grandeza de alma, amor de lo buerio, de lo juskl; amor ...

-Amor á li, que es el amor que me dá vida.

Nos sonreirn-0s ip\ensamenle, y la sonrisa rué el úllimo paso del período de iniciacion. ·

=t9ll=

Si yo le biciera .seQtir este segundo amor., tan áspero Ytan. suave; tan sqmbrlo y tan resplarÍdecie11 1e tar lprturador y tan glorioso, qué desg;acia tan reH;, serla la nuestra!

FEBRERÓ 7.

Márien se selllia • mal: ha vuelto á caer sobre·mi cor°'zOll el peso do los' he vuelto á pensar 1 en la d·elicedeza ·de esa , en su fMlDsíbilidad in- ¡ verosfmil, que' de una alegria, de un fugitivo placer, la lleva .al abatimiento corporal, .al decaimi ento de fu erias vitales: ayer buena, hoy. no: por ... 1 · -Nuestra convl!rsacion, me dijo, me causó una pesadilla: se me presentaron visiones espantosas quo me amenazaban con la muerte, si n'o conseguía dis uadirte de tu empeño; sino conseguía liacerte quedar .en irnos ha vivir-;! tu casita: . verdad es, que despue$ de esas rantasmas , apareció un angel que aunque me miraba con .tristeza, con muc11lsima tristeza, . me sonreía dulcemente; . ·pero á pesar de que el ang,I murmuró en mi oido una palabra celestial, y :1 pesar me señaló un cielo delicio , so 1 y apesar de que quise irme con él' ·las visiones .t me espa ntaron 1 que me .desperté gritando, y ' " t3

)

=194= siento desde' entonces un estremecimiento, doloroso que moleiilo, todo el cuerpo, principalmenbi en la espalda, y u·n peso sobre-el corazon, c¡ue me ahogarla , si luviera razones para enlrislc: cerme mas .. .

Es.citacion nerviosa, sueño intranquilo, pesadi·· nas, dolores en la espalda, oprcsion en e,l pecho, 'respiracion dificil, brillo febril on la mirada ... !

-Guarionex, Guarionex ... I

-Qué hay, hijo mio!, ¡qu6 agitaciones esa ... ! · -Yo me ahogo ... no só comd empezar ... -Pero, hijo mio,¡ q'llll es eso!

-Nada, no es nada; es que ... Márion cslá mala ... no se alarme v. no es nada, cs . quo yo lo a bullo Lodo ... anoche tuvo pesadillas, está inquieta; es preciso distraerla; lleval'la al campo; hacerla. pascal', . agitarla físicamente, obligarla á cansarso, á postrar se, á .•. -Nos iremos al ca mpo ahora mismo: cerca drl Dorado hay tina quiola; es d.c un amigo -mio¡ me .la ha ofrecido varias veces desde qu e Critoy aquí, l' la pondrá á mi dispo;irion : ca, tranquilida\f Y 1:rílexion: anuncie V., á Máricn y mujer nuc slra

·l

=t95= partida, alégrclas V, prepárelas para que se distraigan, Y ellpérenme: voy á ver á CSf! amigo 1 y á disponer el viaje. · ·

FBBRBRO 7.. la niJche . r 1. n(..1.(l

Llegamos1i la quinta al medio dia: el Do.rado enpor mangós , por , por el calettturicnio jóbo, i>Orésos penacliiiSVejetales ·ql!e traen á mi memoria la edad iellz en que sus ·cañas me servían para flautas y escopetas, y que hermosean las orjilas de los rios , sombreaban ·1as qel Dorado caudaloso' incitando á la indolencia: el rio ·que he nombrado ya dlis veces, cuyo cuadal y c.orricntc impetuosa he admirado muchas mas , se . deslizaba delante de la quinta por en medio de los bambúes balanceaba el viento , por ;;;-;;;;;; de los lloiiinicw ppbeltones cque suspendiéndose del . tronco y de las ramas de los ·árbolcs, formaban mil parásitas: á la izquierda del rio y ·al pié de una coli- 1 na e ncantadora, una .casa , y anles de ella, y entre hileras de palmas, de n:!!meyes y mangós, diaméla s , de perfume parecido al que despide Márie11, jav.mines enredados en las palmas, y entre ola vele s y alelles, el caprichoso jigiiero, con sus brazos

J

• L

=f96= de , estendidos al rededor, y matizándo· Jos, las diminul.a& hojas; simétricamente coloca<las: ei suelo, los frutOs colosales del jigüero, del mainey, y de Ja palma; 1.a fruta dorada del mangó; caidas que lloraba un talló; hojas vagabundas que·arrastrabá el viento; y este, lleno de 0 esenoias: y'Ja' atmósfera, pura ; y el cielo, ' tra,sparcnte; e.l si· la soledad, augusta: · . · Despues de descamar un rato , los criados que cµidaban de la casa, vinieron á enseñárnosla: una casa como todas> co.o el sello individual; el recuerdo del cnrácler de su dueño; pero hllbia un balcon posterior ... !

Bendito sea el balcon ... ! bendito sea, porque debajo de él , desciende .la colina, ') al enoontrar3e en sú caida con un arroyo, ·hacen entre ambos, prodi. gios de sombras y de luz, de color, de claro-og.cu· ros, paisajes misteriogos, recintos escondidos, al· bergues que la ceiba hacia grar¡d1osos, fantásticas cascadas, fantásticos murmullos, rumores que incitan á soñar . .. ! Ben<lito .sea el baicon, bendito sea, porque al esta noche que ahora acaba·, y cuando iba á J

..,;. 197= dcspeilirme 'de Márieo; desdé ól, vimos dos, tantos angeles blancos' á la sombra de la ceiba, tantas .formas y tendiendo ., la gasa ocultaba 0 al arroyo, tanta linea .gra9iosa al rededor de las copas de las palmas, ll)rtto az ul en el cielo' tanta luz en la lun a' tanta amor en n.o sotros ... r

Dehdito sea balcon, bendito sea, poi·quo en él nos' paseábamos loo dos, coi:id'os por la mano, so · ñando con ol dia en que soam.ós nuestros ' y forman do castillos én !:! aire, que. el aire sos tenia , y la luz do la luna ilumioaba ... f .' · · · 1 Bendito seá el balcón, bendito sea·,· poM¡ue en 'ét, vi desaparecer la sombra de· tristeza que en la fren de Márien, babia agrúpado la visioa · del sueño', y · porque eq él ' se .reunió con el a:ura silenciosa ' e sin rumor que di á su man9 .

FEDREllO 8.

Unas vellos el viento que reina, col1trario para sa lir; otras,/cualquicr u.o pro\esto .. . ! PI buque no salo, el capilao diOcro s!I pa'rlida, lr cs c u;itro, quinc e .. dcbiainos salir ·m'añana ... )1I r\ · só cuándo sdldrcmos,

. j

=•98=

Me alegro por Márien: asl, restablecida por com· l>ielo de su indisposicioo pasada , empezará el viaje . cuando los aires del mar, contribuyan á su compieta mejoría: lo siento por mi , que anhelo llegar al fin de para llegar mas pronto al porvenir que alli voy ó prepararme.

No pensemos en esto: pensemos en la Quinta , en Márien, en la buena noticia que le llevo, en los dias que so lado, porque ya no volverán del'eam110 , basta el dia de la salida, y yo no II!e separaré de ellos. Deseo estar alli: pasaremos todo el dia juntos, nos reiremos, .jugaremos, volveremos á la infancia, rcéobraremos su iriociente dicha.

FEBRERO tO.

Qué vida tao tranquila ... ! qué inocentes placéres .. .r qué ventura tan plácida!

Somos para el sol, lo que es el campo¡ su pri!Dera luz, nuestro primer contento¡ su último rayo nuestro primer suspiro: uorremos por el campo, ol amanecer, Iras de los pájaros¡ despues, tras de las mariposas, a l medio dia, reuÓida la familia y yo bajo Ja eeyba goza mos dd su somhla, cpsiendo MáTica y su madre¡ Guarioncx ó yo, lcycn.do para ellas: de cuaAdo en J

=f99= cuando, lodos levanJamos la cabeza, 'y prcstamo oido embelesado, al murmullo del agua, al aislad ¡;orjoo de un pajarillo: por la larde, paseamos¡ y a ir el sol á Iras de los montes, nos de Jcnemos á. contemplarlo, y contemplar los vapore fantasmagóri<;os del cielo: al oscurecer, suspiramos rogand!l al sol que vuelva pronto: por Ja noche, con versamos, pensamos en el viaje¡ una esperanza aho ¡;a un suspiro; una sonrisa, ahuyenta una lágrima; un palabra disipa un· despucs nos salildamos; bajo á mi aposento; quiero escribir, y no puedo, por ' que l)<> hay ni dolor ni en mi interior: m acuesto, y duermo, tan plácidamente como vivo . .

FEBRERO 13. 0

Vengo do la ciudad; como siempre, descontento: cuanto mas olvid o al mundo, mas quietud hay en "'li alma, mas quietud bay en mi vida: la sola vista cl j' una ciudad turba mi calma: en las ciudades, mi corazon ár/iante, mi espiritu que busca . la s · · asfixian: cómo no, si en ellas es el hombre cncmi¡; 1lcl hombre¡ el cgoismo, del amor¡ las fórmulas, d la sinc eri dad¡ la apariencia, de lo verdadero¡ el ami r

='!!00= propio, del mérito; la ambiclon, lp codicia, la ariérfa, do la virtud ... ? ·

Y yo, én las ciudades de esta patria .querida, no respiro¡ la me sofoca: me digo que elllá por el hombre esta naluraleza · augusta, y donde el arrastra la cacrcna •éfo sus vicios, ri me agobia la tr.isteza . .

l

=201=

.

. Es una cosa singular que yo me .. ! cuando estoy en el campo, creo estar en mi patria: voy á las V .. \ · ciudades, y me ralla: ·en el l.os jlbaros me C' C' traen á la riiomoria las costumbrlls sencillas del '-pa. sndo, las v)rtudes sin pompa; la hospitalidad, que aún .no ha logrado malar la deaconOanza¡ la bu ena fó, que no ha logrado la .llOdicia sofocar: en las ciudades, las costumbres antiguas ya no existen; no bay ( J · coslumbrcs: los hombres •in carácter son-¡;;;rve¡:sos; 15"' los. c'!s.tumbre!i detestables: el carácter nacional, no predomina, las .costumbres . .......t • O}- /: han yo el caráclilr _ dQñíÍel Ó·espero ver, íllJ.CllllllkO "Qíl DU!J;P!a C$.ácter, 1a1Mit1ud.ol aJ¡¡pompa .. .'' las virlude s.. _ticios las ha avergonzado y Jlecho huir . .. ! En el campo, yo veo )

cornpatrietaá: en las ciudades, no: no son com· patriotas, los que cpn su aceptail todas las apariencias del progreso, y Jfo procuran ninguno de sus bien e¿ :. no. son mis compatribtas, los que .ven lo que ven, y en vez de cumplir dÓn . su deber, se callan: ·no son ·mis compalrioias, lbs . que abandonan.Ja prosperidad de su pals á la casualidad, y esperao de fuera,. lo que no saben provocar la salud q.ue b,ermosea una Osonomia, no vá de fuera á dentro, sa-le del corazon, dtidQnde salga, al rostrO<)IO son mfa compalriolas, el do, el comerciante deI°pals, que en vez de impulsar la agricullura y el com1)rcio, po.rvenir de Ja e·stancan á aqueila en la ruÚna, encenagan én la usura á Cijte: no son mis comp?triolas los que·hon ido á otros pueblos á buscar nuevas ideas 1 y las aho gan¡ los que han ido á- buscar conocimientos, y nu · los difunden¡·los ven la necesidad de la cion, no Ja piden: no son mis compatriotas los . c¡;oisi.ls y los d9 bil es , que por amor do su reposo, ó por miedo do perderlo , s i se sienten ·capac es de ser útil es , y ven !a incapacidad de los inútiles , rultos de cs¡icranza en el pu eblo, áruilro del

1 1 l.

bien de sú pals, nada lé dicen y su. sor,dera. Hay alguien que haya dicho á la metrópoli:

-Aquí hay hombres, iguales á tus ·su· á ellos,. por su inlorés en la prosperidad qc . su pals, que pueden ser, que deben sor, lo 11uc son los· qué tu envias, que quieren ihf1uir en los destinos do su patria!

Ua)' que una vez se haya quejado, que una vez haya di ch o la verdad! como los niños diez minutos .; despueS'OS contentais:

Debilidad, tú eres, en los pueblos como el el intl\viduo, autora de desgracias ... ! · . ,

Cuántas veces, mcditandp en el lio de los negocios públicos, me lle preguntaqo, si o satier que respondcrme;-Por qué n.o comparten los hijos de mi pátria con los hijos de España, las tareas que . solo los do '. España desempeñan?: por qué el juez, el magistrado, e l militar, e l empleado, ha de sor peninsular, y nada, si no es rico, y si lo es, un hombre inútil, ei hijo de Cuba, ol hijo de mi pátria! Se opondrá una poHlicd n¡lope á la intcrvcncion <l o los hijos en la prosperidad de su país!

=203=

Si se opone: d8dlc vista; pero n.o: devorais en sil'cncio pesadumbre que os ctfusn In elomq íníclicidad de éstos paises, y seguis indiferentes, y dejais que ol tiempo ·pase, y haccis creer al pueblo, que hasta por egoism.o, debe querer vuestra · felicidad, que sois felices.

Erl vez ' de bajar la cabeza y de sufrir, pedid al pueblo, ouyo hermano sois, que os dé lo q\,lo tienen sus hijos; sus derechos civiles . y la admide justicia; la intervencion en los neg¡>cios públicos¿, freno aquí de los que por pensar crt su pátriá, se olvidan de la vuestra, sercis en In metr*poli, en sus córtes, caudillos denodados del bien .do nuestro pueblo.

Y llegará un día en que tengamos pátria ... I

QÚc España nos dm¡a,.no to s1enlo.; pero que po¡ nucslra debilidad\' nos prive del derecho de sor hijos, y en voz de, con nosoll'os, nuestro país esos in'diíerentcs que vienen·y se van, enco'giéndoso . de ho'1bros .. ,.!

j,llay un hombre en España, capáz de cna¡¡cnars c con la hermosura Uc cslos sucios, capút de apasio, narsc por el ruego de estas capni de

.. .
)

.

=2114= hacer fructlreros á aquellos, .rrucUrcras á estas; ca. .váz de la justicia, oopáz de la equidad; que ansle Ja grandeza estos. pueblos, que, su padre, procure ·su ventura?: yo· amaré á ese hombre: las Islas lo amarán: es digno de dirigir "un pueblo jóven: á su amparo, crecerán las virtudes; la nacerá; las artes escondidas en estas cabezas poderosas, volarán; el comercio dejará .de ser mezquino; la agricnlacabará la obra de Dios; la industria se.admirará un lugar en donde no lo espera: los hi>mbres serán dignos def suelo en que han nacido; los estraños, admiradores do su bondad y su belleza: la madre pátri¡r tendrá hijos, en. donde tiene des. contentos; auxiliares, en donde indiferentes; admira- . dores de su justicia; en donde hoy Oscmles de su crue l abandono.

Delirio encantador ... ! y cuandcr picmro que esto delirio es realizable, y no hay una sola vo.luntad, nl aqui ni allí, que procure esa fá ci l realidad ... ! ah! pobre pálria ... !

""i a ti támbien le·compadezco, oh pobre Espaüa!: tu compa¡lezco, pudieras ser rclíz y no 1.0 porque rchabili'larle á los ojo• de la historia

y no lo haces, Pl>l'QJle puedes una nol¡le eomie_nda eonseguir'la rejnision de pecados cometidos

. en América, y te niegas á 1.a. enmienda.

Ah! pobre Espaija!, los ojos yvé: la l?i ie eslil llamando: Mrlo has purgado tu ceguedad pasada: harto has purgado tu glorfa ·de un moment0: ya es tiempo de que·veas: ya es tiempo de que

Estás el momento feliz de los puéblos: lantas, y como no le sienten, no te acechan; no le obstáculos; no rte impiden seguir adelanté: estás trabajando para tí y hay ei;i 11 el recogimiento, que lo mismo que en la inteligenc¡a, wecede á la fecunda estás desperl6ndo de tu sueño: estás resucitando; ere& ya \ieja; serás cauta· , y en de . confiar en tu vigor, en tu esperiencia: si )o haces, buscarás ·con los ojos á mundo que po"r tu sed de riqueza, le hizo pobre, y por tu sed de aventuras, cruel y débil: en vez' do esclavos, pedirás .hecmanos; l?s pueblos que tus culpas te impulfdos por tí, caminarán; los pueblos qua le dejó st posicioli jeográfico, COJ'.!tribuirán á tu fellcidad, siend9 felices: en vez del ódio, nunca ma,s · que cuando rompe estrechos- lazos, on vez de la u:

)

=20jl= bicza que siempre precedo al rQmpimiento, tendrá lograrás conílanza: el encontrarás el earnino que tu torpe1:<1 pasada le-obstruyó¡ lo segµirá, y apenas lo siga, rica, recobrarás .tu Prosperidad material¡ irán las ideas y vendrán¡ el choque del p.ensamiento 'nos traerá la luz, que yo veó mojo·r es te cielo que en el cielo de Europa, ya cansado de darla: la sentará en América sus reales, y el mundo entero a,ndatá con. pasó ílrme.

\ . ·La- Historia, tribunal de los pueblos, juzgará, y serás . .Y bendecida .

Pero entretanto , esos puebios del continente se desgarran, y tú, España, los dejas desgarrarse: las Islas te piden ,un recucrdb, y las perÓ entretanto, si uno de esos pueblos venga, tal vez con la injusticia, habitual en los pueblos y en los hombres;' la sangre antes vertida, con la sangre de uno de tus hijos' te presentas ante el débil, lo amena· zas; le halagan los aplausos de los ciegos, y te ol vidas despues del pueblo que tu pasada ceguedad hizo infe liz.

Pero entre tanto que yo sueño pon la rraternidad

=207= de los pueb!os de América y EsP,aña, ·pregunto por mi píltr1a Y . no la encuelltro, porque no es ·q el · el u¡ar oo e nacemos, si nos quitan el derecho de scrv!rla; s1 eplregap pu íiiipjüaij ¡ lgi Qm; Uí df:sdósi nos nie an la o esion de lo ue es es r .

FEBRERO t5.-A bor o. Adios otra vez; patria querida : volveré digno de t¡. • I Adios, capital de mi Isla: amo las colinas que h er mosean tu bahfa¡ amo eÍ cJelo que .le !JO bija: el sol ' ql\e ahora to alumbra¡ pero eres é iudad, y como . todas, me causas miedo, ,yepugnanoia, iodignacion : tú, mas que-.1>tra, porque.tú eres la tíoioa qu e yo querer¡ . pero en tú seno . b e visto, tanto egoísmo, tanta codicia, tanta miseria ... ! .·

. Si á dos pasos de ti, no · hubi e ra itirn, el a.irc puro d.c los campos do la Isla, calja vez que he ol¡servado co n ho'rror los efectos del mal' que han importaao lo s vienen :1 11, caqa vez. que te he visto profa- . nando la grandeza que por todas parles te rodea, la me hubiera sofocado. .

I .

FEDREl\0 t8.

El viento es favorable desde que salimos; nav egamos viento' en popa: el m:rr tranquilo; e l ciclo, com"

)

=208,;. el mar· como el inar y el el alma de Hárien y ·mi Guariónex y su .mujer, son Márien: lo _ de' más; no me lmPorta. . · .

FEBBERd 20.

Acaba de en direccioi:i .opucsta, casi rozanl!o. con el nuestro, un barco. llárien y yo lo alejarse; ambos con pesar, ambos ,pensando que la vida es un mar, y los buques que ella nave¡amos: apenas nos encon= Ble- · y <% i?ndo aquel ¡ 1><>r qué esla compa.r)lcion ·que se ha deslizado indiferentemente por donde so deslizan las comparaciones, lia venido á causarme una tristeza punzante, una verdadera pesadumbre!: ¡por qué Márien y yo aes. miramos tristemente, y s!n rlecimos nada, ..nos hablamos, y ella lloraría, si yo para una lá¡rrima impprtl\na "?º incli. nara y le besara la mano .• .! .

FEBRERO 23.

TToy he visto por primera vei, desde que nos embarcarno¿, al enfermo que vino conmigo desde Cu: ba: apenas me atreví á le\'.anlar la cabeza; estaba avergo&.ado: y tenia razon: haber·pasado tanto limej

=209= po sin acordarme de un triste, abandonado por los hombres, y que esperaba en níf, porque yo he sido el único que le he dado esperanzas ... ! ·

El no se atrevió á hablarme, y luve que sufrir el tormento de ver su agradecimiento Inmerecido, cuando le dirígf la y le manifesté ínteris: su agradecin¡iento, me decía:

-La desgracia perdona porque no tiene derecho para esperar .nada de nadie ..

Con'versamos: me dijo, que desde el dia antes de salir había estado peor y que se levantaba porque la le de'Cia, que.era mejor ver el cíe!¿ y el mar, que el progreso de sus males que á· solas le asustaba.

Estaba mas pálido, y andaba con gran dlílcaltad. FEBRERO 23 .-Por la noche. Máríen me ha dicho esta tarde:

-Báyoan, por qué le reunes con aquel anciano! -Porque necesita de mf.

-Pues gente, esas niñas, te crftican, murmuran y se burlan: no quiero que lo hagan, y qu e no vuelvas á réunirte ...

-Qué dices!: que no vuelva á á Ja desu

" .

-itoá hacer soportables las horas á ·un p.obre moribundo .. .r quesea un miserable; que me aleje de un desgraciado; que imite á esos infames que para disimular su falta de sentimien\os, se burlan de la enfermedad .de un hombre; ·se mofan de .. .! · TQdavía no me conoces!: tú no sabes que basta una irónica para obligarme al que basta una palabra cruel para que' yo desalle á la orueldad .. .! Que imite á esos infames ... ! el día que lo hiciera, la vergüenza me daria la .mue.rte. nú, por de. bilidad, tú, por temor de las hablilhis de esa ¡¡ente, tú me lo _aconsejas ... ! Asi se engendran los horrores del corazon, las deformidades del espiritu: somos capaces del bien: á él; lo practicamos; pero llega un dia en que vemos que los indiferentes al bien, que los incapaces de ternura y de bondad, por ocultar su incapacidad y su. ºl"1el lpdiferencia, se mofan del.que no los imita, y en :vez de sentirnos mas roerles, en vez de perseverar, cejamos, permitimos á nuestro corazon Raquear, y sentimós verde lo único que no debe avergonzarnos: vemos el bien, lo comprendemos, aspiramos á la felicidad que hay ··en la virtud; pero oimos upa pala-

=21t=

bm que escarnece I¡¡ virtud, que ultraja los sentimientos delicados, y temblamos 'a l oir esa tememos el sarcasmo, y cuando volvemos á inclinarnos al bien, lo recordamos, y' huimos de él, por que huir ·del sarcamo, de la irrisioo, dd la mora, del riáiculo: y van poco á poco apagándos d los sentimientos generosos, y se entibia en nosotros el amor del bien, y nos contaminamos: aparece la coba rde ironia, y con ella la burla; y tras ella fa costumlire del mal, 'y sin que nosotros nos. horroricemos, viene detrás la maldad; esa maldad <le un moY • • mento, funesta como la maldad por hábito, acaso mas funesta, porque es mas comun, y sus terribl es erectos mas ocultos: yo qui ero lo contmrio, Márien: quiero la constante propensioo al bien , con todo su oh•ido do la pequeñez mundana, con todo so valor contra la envidia, con todo su heroismo .contra la injusticia : y no lo quiero para mi tan so lo: lo quiero . para ti, para cuantos m.e y yo quiera, para cuantos me esum./n y yo estime: sábelo, Márien: mi naco copuede inclinara& 'á un ser, indigno ·de mi es- 1. :n;J, puede querer, aún conll'a mi razon; pero estima mirar y perpetuar su amor:\ un alma débil ; ' .

) \

.. , ,,.

,.,_ ..

=212inca_paz, por Oaqueza, del bien y la virtud, eso no: yo no puedo estimar mas que lo bueno.

Márien bajó la cabeza: yo tuve esperanza en mi leccipn, y cuando despues nos sC1nreimos ambos, comprendl el útil resultado de IU severidad.

FIBRBRO 24.

Dormia: me desperté sobresaltado: el viento bra• maba, como bramaríamos los hombres ·á indignarnos, si Dios hubiera dado á los pulmones la feliz facultad de desahogarse as!.

A la voz del capitan, quedaron loa mástiles sin velas: el buque navegaba á·palo seco: el !mjielú del viento era mas "ivo cada vez: pero ni un relámpago, ni un Írucno, ni otra cosa que rugidos en el aire, en la·s olas y en el buque: el viento se calmó, como se calma la cólera violenta, cuando la oprime una razon suprema.

Mientras comparaba, me ' olvidé de todo; pero ,dejé de comparar, y me acordé de '!lárien: bajé á Ja otl· mara: todos Jos pasajeros estaban asustadoa7. se i terrogaban en silencio: tambien el silencio del do es elocuente.

=215=

-Por .qué no has venido ·3f tes!: dobias supgner que estábamos inquietas. •

-Estaba observando: mien as hubo peligro, crei que ,debia oooooerlo para. no jarme sorprender él: ahora no lo hay: estoy a 1 para tranquilizarte: lo misl1_l0 ha hecho tu padre.

-Disoúlpate con él; pero m s tranquila e;taria es tando tú á mi lado.

Yo me sonrel, y me volví á i puesto: el mar cm· pu¡ilba con violeneia al buqn ; el viento babia cesa do: el cielo estaba oscuro.

" FEBRERO '.!6.

Estoy admirando: el mar e calma, no -se mueve no hay ni una ola, ni una ondulacion: ¡qué mantj poderósa sujeta esta inmensidad y Ja contiene asl! i la del mar es el prodigio de la fuerza: levan· lar estas aguas, hacerlas rugir, y avalanzarse contr todo lo que quiere detenerlas, me lo esplico: tod lo gran!le propende al movimionto, todo lo inwens tiene ag;lacion y tempestades: no puodo espli· carme esta calma, este sosiego, esta quJetml increi-t' ni aqul.' cerca del buqu_e, ni allá on el horizon '. me equivoco: en el hor1zonto hay

.x·
/ I / / ; )

las aguas se hinchan y se ahupcan, y luego se deslizan por la misma pendiente que ellas rorman.

Por qué miro ese .cielo, cuya luz se descompone en al locaP la superficie de las agues!: qué .dice ese cielo?: qué recuerdo me trae!: ¡por qué olas que al contrastar en el· Umite del horizonte con esta llanura, remedan un Otero, me traen á la memoria aquel día misterioso de mi inrancia en que, sentado en la cima del monte que resguarda . la casa en que nacl, despues de contemplar el cielo, · se ertcontrnron mis ojos con el mar ...

Ah!, aqul yacen los dias de mi infancia!: en lo ideal, en lo inmenso, en lo desconocido.

Yo levantaba la cabeza y contemplaba al cielo, horas y horas, horas y horas, al mar ... si volviera aquel día ... !

Si volviera .mi infancia, admiraria el y el mar, la .inmensidad, el infinito, sin .tener la dQsgracia de ver en ellos, al¡o lo que sienlo en mí. -En qué piensªs, .Bayoan?

-No pienso; recuerdo y ad'miro; admira tú tambien: ¡no te maravilla esa tranquilidad del mar? j

-Y me encanta, porque me inspira confianza .

"

-llt5-

-Yel deseo de ir en un l¡ofll hastaalll .. ,?

-No: aqul estamos mejor y \JIªª seguros.

-Puea yo gozaría, casi tanto como viéndote, de sallando... qué desafiando, mi arrogancia mar, meciéndome al lenlo vai'len que si,n m i verte, gozaría, B?bre lodo, yendo á la ve tura, buscando detrás · de ese l\orizonte, otro, detrás, un puerto desconocido, una playa solitar1 , para esperimentar Ja suprema emocion de verm ...

-{:así tan lo como viéndome ... !

;-Casi tan!&.. . No: ahora hay en . tu mirada tanta inmensidad como en el mar, y esloy mejor del!.

·-v lo estarías siempre, si esa irnagit;1a . cion inquieta, porque yo te do.y lo qu,e el mar no vuor de darte :

-Quó me das? _'.

Me dab• ·una sonrisa: el már no se sonríe: el oielo ul somrirse, dice mas, y dice menos.

·

. FEBRERO 117 .

Quó .magoíllco ocaso!: el so) se ha pu es to: lu chahdo eon las sombras, su üllimo rayo co lora ci hori ·

<I

J / ) I

=lU6= zonle: y rayo, bllce milagros: allí está el de nacar que tantas veces be admirado: abarcándolo, una tierra de cotor oscuro, poblándolo miliares. de islas, de escollos' 'de peñasco.e; cruzándolo, vapores li¡¡erl&imos que tienen á mis ojos la forma de los buques.

De la tierra que lo abarca, ha brotado uno monl¡lña: qué montañu!: bay alguna en la tierra que imile la osadía con que esa se levanta en el espacio!: hay al¡¡una que imile sus corrientes de brillan les, sus torrentes sombríos, SUS árboles inmensos, SW! bosques colosales, la aureola quo corona su cúspidef: cerca de la montaña, una caverna: veo su profundidad á favor de esa luz color púrpura: y á favor de esa luz, veo esos esos mónstruos estraños, esas sombras pavorosas, queriendo penetrar en ella, y empujándose, codeándose, impidiéndose el paso, cogiéndose, pe¡¡ándose, y volviendo :í la nada, ó trasformándose; todo va desvaneciéndo. se: la caverna y sus móastruos se dieipan¡ la montaña se hunde; el mar de nacar se sumerjo: ocupan su lugar, rormas ligeras, nubecillas vapores sin forma qu e flotan, escilan, so mueven, yso ocul-

.. -117lan:' allf vienen las sombras de ·1a noche: ennegrecen primero el horizonte invaden el Zenit, som!JllOOn_ el Occidente, desvaoecenJos. ' últimos colores ,que ha dejado la luz, oscurecen el ci.elo: de esas sombras, va naciendo un azul claro eri Oriente, QScuro en Occidente: aparece utia estrella , lu ego otro, ábora mil: reina la nÓcb.e: ni cplores, ni sbmbras, ni vapores en el ocas0: oscureció: ya, nado .... Sí: en mi cerebro hay un pensamiento triste, una amarga: la imaginacion es un sol qu e se pone engendra un mundo, lo colora con el resplandor de su invisible fuego, y cuando vá á perfeccionarlo, su mundo so oculta un velo, el vapor de una nocl¡e irremediable los sombrea, y la oscuridad lo en el cielo, recuerdan las estrellas la luz del &ol ya puesto: en la imaginacion no queda nada: el aire es nada.

FEBRERO 28. Estoy viendo como viene el viento ...

El AetYantamiento del ilgua es mas visible en el llmile del llori.zoote: mas cerca ·denosotros, el agul\ sosegada ba dado un salto; se ba formado una ola ; al hundirse, se ha hinchado y dilatado, dando impulso

)
:¡: f 1

-5118á las a111as inmóviles que babia delante de ellas; y las aguas inmóvileá se mueven, impuÍaan álaa otras, y el mar ondul\y 1aa olas se aoercan, y uoade ellali, revienta cosbldo del buque; ou:ru velas lo ,baoen caminar. Baoe un momen&o vela yo im la¡o tranquilo, una: lla11ura sin una pendiente; ahora, delante, detrae, al rededor; montaftas de qua, pendientes formidables, abismos eapanloloa.

El viento sopla favorablemente: dentro de' un momento, habremos caminado tanto como en los dias de calma: volverá á los rostros de loa 'pasajeros el contento, que ya ilumina la de Jlárien. -Lierarémos pronto caminando asir -Dentrp de veinte dlas . . -Jesús!: yo que creia .... cuánto tardan lbs buques de vela!. ... -Yo ere[ que por estar siempre á mi lado, desea· rías navegar eternamente. Se sonrió: yo tambien.

lb11zoll.

Ya empiezan las nieblas: 1a empieza la tristeza del ciclo de Europa; se¡¡unda vez que llego á latiludes, y segunda vez r¡uc al llegar, ho sentido opri)

-5119mido el coruon: me acuerdo del cil!lo de mi .tméri· ca.)' suspiro• comienza la neatal¡¡(a á dominarme.

lllAazo '/.-Por la noche.

·Pobre J(árienl: qué insidiosa tristeaa la domina ....

Bt'll la hora que en América, lleva dulce meiancoUa al corazon, asplraolon á lo desconocido, sueños de amor y de ventura; la hora que en los dé inviemo, trae á la ima¡inacion fantasmas pavorosos, al espirito sombra, al' corazon angustias. · \

MMien se separó de su madre y se acercó á nú: yo estaba contemplando el ruritivo ocaso de un aol qtdl se' ponia ailtes dé salir. . '1

-Qué triste es ·esto, Bayoan! -Huy triste.

-Qué diferencia entre esto y América!: yo sé como' pueden vivir en Europa sin sol, sin azu'1 en el cielo, con esa niebla .que ·pesá y ahora: siempre es lo j

-No: en primavera hay un sol que sonrfe, un cíe· lo dlfunde alerrla, unos campos que encantan, unos de fmpitu asombroso, unos pájaros de dulcfsimos trinos, ttnas de aroma embriagador.

1'

-no-En primaveral. . . de aqu(' la primavera! ...

-No tardaré : tú verás: despues de la oscuridad del invierno, la. claridad de Mayo; des pues del silencio de los campos, su alegre vocerlo; despues de los árboles sin bojas, despues de las plantas sin color, despueS: del ambiente sin perrumes, perfume en lodas partea, verdura en los montes, en los collados, en los llanbs , en la yerba; ¡iojas en los ramos, en las ramas , en los tallos, en los troncos: despues de la muerte de la naturaleza, su resurreccion: y luego, mia, preferibleá la del sol, una propeosion á amar, una necesidad de amor, una ternura universal tan incitante!.... .

-Todo eso lo tenemos el! Puerlo Rico ó en Cuba en todo tiempo: yo no quiero nada de eslo: tenito miedo: cada vez que veo esas nubes , me parecen el presagio de la estoy triste, tan triste, que cuando nadie me oye, en las altas horas de la noche, no ceso de llorar.

Hubo nn tumulto en mi interior: mi conciencia se volvía contra mi, y me culpaba¡ mi corazon gemía¡ mi imá¡inácion me hacia ver cuadros sombríos: solo mi razon estaba de mi parle, y me alentó, porque j

-ntapostrofando á la conciencia, la obli¡ó á que callara, recordándole que ella ll!e bdbia inducido á seguir el catnino qúe ahora sigo.

. MARZO 7.

Dónde está el cieto!: no lo veo : esa niebla que lo oculta, que dá mar un color tan sombrio, ¡es habitadora perpétua de eslos mares, ó nancio seguro 1de las Islas Azores, nuhcio tambien de España! Sea lo que fuere, me hace falta el ázut de fos cielo, et cielo de mi América.... / ·

Alli está Márien: ha adelgazado: sus ·ojos van diéndose, sus megillas, anubtándoJe su frente: dirije una mirada al cielo : pide el de s patria: pobre· niña!

Vá á ponerse el Sol, si es que se pone un sol "ue yo no be visto: voy á buscar á Márien para dar! un consuelo.

-Márien, ven.

· -Distráigala V. Bayoan, que está muy triste.

-'ruy triste, luz ·mia!: ypor qué!

-Porque no puooo soportar la tristeza del oiel

-Qué falta te hace el cielo, si yoesloy cerca detí!

Se sonrió, como yo 11 rar . ;¡

-m-Ni yo mismo puedo olvidar el cielo de las Antillas?

-Ni tú, Bayoan: desde el primerdia en que el cielo empezó á oscurecer su azul y el sol á neramos su luz, empecé á sentir una sensacion dolorosa que no sé esplicartc: era, . como si .envolvieran en nubes mi a1m·a; como si la impidieTan ver; como si fueran á ahogarla: ere( en un principio que las palabras de miB padres, y la seguridad de tu cariño,· m9 curarian de mi \risteza: me engañé: despues de una conversacion en que mi alma se complacia, de oir!e repetir la palabra que me hace dichosa , dirijo una mirada al cielo, veo esa niebla, me aouerdo de América, suspiro, me digo que .cada paso rne de ella, y si no lloro, mi sueño es intranquilo · y tenro pesadillas.

-Pesadillas l. ... me dije yo palideciendo: asi empieza esa enfermedad fusidiosa, que_prirnero seduce con la suave melancoüa, querida de las almas soña. doras; que despues, aprisiona al eaplritu en una tristeza, llena de sombras y tinieblas, y al fin ·hunde en el sepulcro con halagüeñas, recuerdos venturosos del pasado, desvarfos encantadores, y es-

\

. -m= perar¡111 iníanlil en una mallana, brillante de luz, de vida y alerrlal 1

Fijé mi vista en ella: sus ojos brillaban misteriosamente, como brilla la luz tras de Ja bomba que pvita sus reRejos al enfermo. ··

Ca! en la triste1J1, mientras que mi imarinat'ion con hn cruel vaticinio, me presentaba la que ida adolescente¡ luchando con la muerte, culpánd me al morir.

llAllZO 8. 1

Ha pasado la noche: la luz ha disipado las sombras amenazado'i:'as, que dormído ó despierto, me l\8US· !aban: · ha pasado esa noche ctuel, anticipacioq de los' tormenlos que me esperan, 11áf;en ... maldita imaginacion ... ! maldito profeta de desgracias, 9arto me has atormentado¡ déjame en paz.

Hay nubes en el cielo y me entristecen; el cielo y el mar, la niebla espesa: me acuerdo dd Márien, y tiemblo al pensar en su cuando dirija su al cielp: el.sol entristece mas que a¡umbra: vuelvo á pensar en ella, y me aconrojo rme espanto: vuelvo á imarinar, a desvariar, á ver er mi interior el mismo cuadro pavoroso, que en va o in-

/
1 .

-2114= lento no ver, que me persigue, que me acosa, que me tiene temblando, inlranquilo, en zozobra.

Guánto Lardan hoy ll1irien y su madre .. . ! no son mas que les siele ... cuando no se duerme, el tiempo pesa ...

Qué·nlebla lan triste .. .! pobre)[árien ... ! Señor!, yo te im(?Ortuno pocas veces con mis quejas: lengo detecho á ser oido: óyeme, pues: déjame á Márien ...

Si yo la viera con el color que antes daba la . belleza de la Salud á su belleza de ángel. .. !

Alll está: -Márien mia . .. !

Te doy las gracias, tiene color ... por qué tiemblp y me espanto .. .! ese color es el color del mal que la devora, ilusion infernal de la muerte, 'qúe mientras hinobe con ru ego morlal los conductos dela vida, dá los colores de la salud á las facciones. -Luz de mi alma, has dormklot -Baslante: tú estás muy agilado: qué tienes? no has dormido?

-Cómo no!: yo duermo siempre: el sueño y tu recuerdo no me abandonan nunca.

J

l. 1

=225= .

Por quó mi sonrisa rué punZllnte, dolorosa, cáustl• ca?: por qué nó le bastó' herirme, y rué á ,herir la, fl. bra delicada de la pobre -Tienes algo, sufres. · -Nada tengo. ·· -Otra-vez la sonrisa .. .! no le .asl, que tn haces daño.

Y vl •que el color de sus'. megillas, fqé mas vivo, pensé.que la el'.!fermedad adelantaba, y gemÍy y al encpntrarme con el cielo, Ir maldi)e. " · ·

MARZO 8.-Por ltJ '111rdq:

Era preciso, y. lo he hecho: he alarmado á su dre: un padre atribuye á cualquier cosa, oualquier¡i indisposicion, que no ataque rudamente: un amante ' 1vé ·la muerte en una calentu.ra ... porque Már1en no tiene otra cosa: razon tiene su padre: y YQ que ipe he alarmado y be surrid9, y me he desesperado ... ! \...... Está ·en su camarote recogida: voy á ver có o sigue .. ./ · ·

Mejor .. .! Y!> To sabia: una calentura, cualquier cos , nad.a ... y ella 1lo me engaña': á mi no me engañan 1 s . sonrisas: su pulso esk'I tranquilo; el calor dela íleb)'e 15

1 ¡ ·1 I·

=226se ha apagado; su color es 1JJas suave... y 1uego, su madre se sonrie con esperanza... lo que tiene no es nada ... Señ,or, yo te proclamo ... !

MARZO 9.

Ha hecho bien en quedarse en la cama: el dia est."I frio:· los nubes ocultan al azul del cielo; el sol no ha vencido todavia las niéblas: no viendo ni cielo, ni sol, podré engañarla; decirle que el día está hermosl&imo: se lo diré, y la esperanza la anfmará; levantarse, se lo impediremos, y el .impedimento enjendrará el deseo, que absorvicndo á la imagina.cion, la distrairá de si misma: si á mi tambfen me . engañaran;. ··! quien vá á engañar á esta razon que mira las cosas \an d.e lejO!l, que se cuida tan poco del pobre corazon?: quien vá á engañarme, si nailie conseguiría otra cosa, que arrancarme la sonrisa que delata la dolorosa persuasion que tengo?: quién vá á engañarme .. .? y si pudieran, que oonseruirian? me evitarían los pesares ya sufridos, las amenazas silenciosas, conque el ¡>avor me ha atormentado?: de mi corazon el peso, conque lo agobia la vigilia incesanl!l de mhimagin_acion r

MARZO JO.

Cada ,vez ll}SS triste el ciela; cada vez mas triste . . . Márien; cada vez mas lr)ste yo. .

MAMO 10.-Por la larde.

Márien se ha levantado un rato: Dios es b,ueno, porque mientras que ella pern¡aneció sobre cubierta · mandó al sol que brillara : Dios es mas feliz que e( hombre, porque su bondad es bendecida: la madre de ft(árien y yo nos miramos, y digimos á Dios lo qu no dicen las palabras.

• • 1 Márien establt pálida: temo menos á Ja palidez qu f al color de la liebre, y me sentí alegre; con una alegria, que he sentido harto poco, para poder mela.

Hablé mucho; soñé voz alta; la distraje: consi¡ gul una sonrisa sin tristeza, una mirada sin nubes. ·

Cuando la acompañé · haata su camarote, me tendió la mano: no babia nadie, y la besé: estaba fresca: yo creo flUe el oorazon dá saltos, porque en aquel momenfo de alegrJa repentina, sentí un cuerpo que labzado del corazon chocó con la garganta, y me dió unas ganas de reir, violentas .

· La madre de MáJ'ien y yo nos comprendimos: me miró; me sondeó; puso alegre.

Al despedirme de Márlen, para dejarla en libertad de recojerse, su madre me apretó Ja mano: ¡que hubo en aquel ademán que me arrancó una lágrima!

Esp!ritu, tú ' tienes tus tinieblas; pero tamblen tu luz: si" le faltara, ¡de dónde saldrian .estas alegrías misteriosas, manifestadas por una carcajada angustiosa, por una lágrima, llena de esperanzar

MAdzo U. Bendigo el dia que ha pasado: sus padres . y yo, hemos estado tranquilos, porque el cielo' se refleja en Márien, y nosotros en ella. Luz en el cielo, luz el\ su flsonomla, luz en la nuestra.

Pero no en todas partes: bay un corazon sin luz, unos ojos que oscurecen las sombras del dolor.

El pobre me oiandó á llamar. . · -Señor, me dijo, V. que ha sido bastante buéno para compadecerse del infeliz áqui11n olvidan, ¡seguirá &iendo bueno hasta el flnl Palabras diffciles; respiracion tardla; cansancio, á

=299= cada palabm, á dlda aspiracion; luego, un acento tan lleno de dolor, tan triste, tan humilfte .... !

-Haberlo olvidado ... ! me decia' yo, mientras lo observaba ysenliael efecto de sus palabras: el padecimiento de este desgraciado, 'aliviado por ml solicitud, ¡no hubiera adormecido lo s que esperimento oon la indisposicion de Márien ... !

Me apostrofé en. silencio, y dije en voz alta al art- 1 oía.no: , 1

V. el aparente olvido ... la pobre adolescente sufre ...

-Pobre aoge¡, .. 1qué tiene!: está eofl)l'má! no será nada, ne es verdad ... ! Ya no me estraña el no haberlos visto pasar por aquí, ni haber recibido la visita que tan bondadosamente se habían acostumbrado á hacerme: la amargura es injusta: yo bé pod"ide culpar de indiferencía, confundir con los demás á esa criatura angelical, á V... !

-No se agite, amigo mio: conmigo ha tenido usted razon: yo pe imitado á los demás, no viniendo, por. que debiJ hacerlo, hasta por ahuyentar con el oumplimip,nto dJl un deber, los sufrimjentos terriblcs que me han atormcnt!lClo.

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. . ¡ :¡

El anciano me miró, y en su mirAda babia el placer del espfrltu; cuando encuentra lo que busca, cuandp no se ha enrañado.

-Usted ea lo que cref .que era, desde el primer dia que lo vi: jóven, óigalo V. una vez: la muertb se lo .dice: V. es bueno: bueno, como be querido serlo yo; como·he deseado que lo fuera el hombre, desengailo cruel que me mata, aún mas que mi enfermedad: lo compadezco á V: su vida será un dolor ocintfnuo .. . pero habrá en ese dolor tantos deleites, fruí. clones misteriosas tan inmensas, qué no tengo valor para desanimarlo: siga V. el camin<> q11e ha emprendido, y llevaré á la nada P,J único contento de mi vida.

Los dos nos sonrelmos tristemente.

El anciano prosiguió, desplles de suspirar, como suspiro, cuando quiero aclarar los misterios de mi vida:

-Sf, jóven generoso: eate viejo ha sentido en su penosa vida todos los impulsos que v. siente, todo ol anhelo del bi en que ' á V. inquieta, lodo el amor de lo grande que lo guia ...

Se detuvo otra vez, mas que por fatiga, por vacila cion .

J

=j3t=

Nueal.ro mundo interior ea un templo, y una mano pia dosa no abre sus puertas sin, temblar.

,

-Por qué no he de enseñar mi corazon á V!: V. !s digno de ver, en donde nadie ha visto: V. merece o que nadie hasta ahora . ha merecido ... : yo tengo, jven, mi historia dolorosa .. , dolorosa y útil: Jo se á ·, 1 · para V.

se recogió un momento; evocó sus recuerd1s; 11 meditó.

-{etÍtJ-1

°'Yo soy américano: he nacido en uno de esos (}'.. ( . 1 pueblos · del continente: no le digo su nombre, 1 que quiero á'flli patria demasiado, para que el d s- ¡ amparo el) que ha dejado á uno de los que mejor la 1 deíendieron, no inspire desprecio á un alma : 1 para quo V. no desprecie á mi patria: luché por 1 su 1 independencia hasta que la consiguió¡ luché dospqes · ! pÓr el advenimiento de su libertad, no siempre ,¡ !ario de la independencia:-no siempre los pueblos .¡ tienen hijos:-son grandes con su patria, mientras f chan . fºr romper sus cadenas, por desuncirla µel ,,. yugo que la ha esclavizado; pero pasado el momento · de peligro para ella, de olvido de sf mi smos, ll cg•da la calma, y co n ella el egoís mo; la s pequeñas pasio "

=232= nes de la paz, la ambici!>n, la codicia, la . artéi-ia, el anhelo de honores, el ánsia de mandar, esos hombres, antes ·admirables, se empequeñecen , se infaman, se encepa¡ran: la costwnbre de las armas, el hábito de mandar, el mezquino placer de _ ser obedecidos por autómatas, y en vez de legisen vez de constih1ir, en vez de organizar,en vez de asentar en inconmovibles fundamentos Ja paz de la patria, su grandeza, su ventura¡ en vet de imitar lo bueno de otros pueblos, de ajustar al carácter nacional los progresos del mundo¡ en vez de preparar á su patria y á sus hijos, para que ac.epten el so, . á que se niega casi .UD pueblo -recien conmovido por la guerra, se entregan al placer del mando, . al fre"nesl del inoculan el virus de la del desprecio de las leyes, del de la justicia¡ no los alarma el desórden general, la sorda desorganizacion que lleva á la aneslésia, y cuando, ó por vergüenza, .ó por temor,' quieren moverse, hacer lo que.no han ·' . 111Jr con los deberes sagrados que impon_e el re¡imien¡o de un cstado, ·ó caen, precipitados por la audacia,_ :-QUC si es el l'enccdor en todas épocas, lo

=233=

es con ·mas la detempeslad,-ó .siguen, sostenidos por la debilidad, y tir¡mizan.

V.: es perjudicial la exaUacion: pase por a!IQ, si quiere, esa época de su vida : la conozco: es histórica: y cuando np la conociera, mela ac)araria la .historia contempor1nea . de la nacion, cuyo yugo sacudi.eron las de España no era un pueblo que nacla, y sin embargo, despues de su resurreccion, en vez de fortalece,se y 'j)rosperar, ha sido juguete de ambiciosos, blanco do soldados, víctima de la lucha entre Jo nuevo y Jo viejo: desp'úes de una gran agitacion, nuncio ta l vez • • 1 de un bienestar futuro, los pueblos convalecen, caminan á tras-piés, vacilan: los pueblos son los llombres: un enfermo, necesita de gran circunspoocion para privarse de lo que le recaer: la cir µns- . peccion es enemiga , de la fantasfa, voladora en el como lo es ·en los niños, y predominante, en los pueblos Españoles, como en los hombre7 de España y de su raza: el enfermo, en su c.onvaJecencia, tiene menos razon que fantasfa: ªff los pueblos, despues de UD cataclis.nlo: conciben y quieren realizar: no piensan en los medio s , se avalanzim ,

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. / ·¡ u • . ! ,,

-wy en vez de Uegar pronto á donde se bao propuesto, caen una vez y otra Vez, y á veces nunca llegan'... déjeme V. eslabonar, y atribuirá ruooes desdeiladas los erectos que vemos: la costumbre de obedecer á una peoetracioo veloz, enmohece los resortes de .la razon, que no se usa: no se medita, no se reflexiona; se ímauina: de aquí, la ligereza en todos los sentidos; ligereza de accion; ligereza mental; ligereza de espíritu: se vén perfectamente lo primero y lo úlUmó: ol medio nunca: se ven las cosas como son, e.orno debieran ser; nunca los medios quo conducen á un fin: esta es la masa-general, los pueblo&: hay un hombre, hay cien hombres, hay mil, que ven claramente, y lo veo todo; que pueden, si los buscan, remediar : un enfermo necesita de un inédioo que engañe, y los remedios violentos, salvadores, no eogailan:a1 mp, lo hacen temblar, lo espantan: al hombre que remedia no lo buscan: y sí, llegado un momento de claridad universal, lo llaman, la falta de acolon, la misma incubacion del pensamiento., que lo bao hecho Umido y humilde, le quita·n la idoneidad para curar: si rodc?do por. otros que, dirigidos por su luz, palp:m las llagas empieza á dqstruirlas, los qu e antes

-w-

oausaron esas llagas, se vuelven contra él y lo amedrantan: esto se repite no y otro día ; el enfermo se ácostum .bra á s.u mal, se acostumbra á sus llagas: loa pueblos se acostumbran á no·ser, lo- mismo que un indMduo sin ideas, se acostumbra á pasar por el mundo sin objeto: sucede lo natural, lo 'que debe esperarse, lo lógico: es infeliz, ó no es nada, un pueblo que puede ser feliz, que debe serlo , que merece el bienestar por el que tanto ba luchado : estos pue\ blos, con un rey:S bsoluto' un soñador de dominio universal , progr esa velozmente , prospera, se cne.ograndeoo, ... no es feliZ, porque la historia ni eg? que sea felicidad la preponderancia do un pueblo, el · terrorJlllC SUS armas inspiren, la arrogancia que dá la fortuna: pero si no feliz, eso pueblo, á to menos .... Perdóneme V. lo que el despecho iba á. obligarme á decir: me arrepiento: donde no hay libertad , no bay bienestar, no hay grandeza, no hay nada: pero, ·es liberia:d la de esos pueblos, conrusameote dirigidos por leyes, que hacen inútiles el de un déspota, intereses infames ó pasiones aviesas?: es hbortad la de esos pueblos, funóstamentc gobernados por un sable, dclc!Jidos en su carrera pdr una mano

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torpe que no sabe regir•: es libertad no tener oonllanza ni en la ley, no estar seruro de su libertad indh'idual, no .poder descansar, en quien debiera ... !

-No es libertad la de esos pueblos: pero querer buscarla, quer11r oponerse al despotismo, locura, insensatez, inesperiencia... Deapues ile ese admirable m ovitiirenlo de Arnérlca, en que se revelaron tan vjgorosamente los derechos del hombre, en que todos los pueblos «!el Sud, imitaron á la colonia Inglesa, en que lodos los pueblos rompieron sus esposas, se armaron contra el que los babia a.prisionado, y lo vencieron; despues de ese momento solemne de la h!storia de mi patria, yo quise, en la inmediatamente mia, realizar mis ensueños: vl· en la revolucion el sacudimiento de un letargo- pesado, y esperé que calmada, fueran constituyéndose los pueblos, marcando · vigorosamente su carácter, anunciando su porvenir, desde el principio: vl que era buena la paz y la ¡¡edl: que era malo, disimularla con apara.los de guerra, y luché porque poderes de la paz anularan el poder de lar armas .... El anc_iano se senlia fali¡¡ado: guardó silencio largo rato; agrupó·sus recuerdos; pensó en el pasado,

.=237= imprimió en su rost1"9 las emociones que la vuelta mental al pasado ·de su patril\ le causaba,.Y haciendo un esfuerzo, revelador de su lucha, prosiguió: -Tuve que luchar contra intereses que empezaban á contra los que mhgná11imos en la defensa de la patria, empequeñecían en su gobierno; ·me ·quejé, me persiguierón; proolamé Ja verdad clara. mente, y me costó e) destierro. Hé viajado por\oda América: tengo la conviocion segura de que los puelj)los mejol' pr.eparados para una civilizacioo grandiosa son J¿s pueblos de América, y me lastima el estado en que IM vep: á pasar dequenunca me he resuello á creer que el caracter naeional, sea la delerminacion inmediata de su bien ó mal esta.-, pensar que sea verdad, porque entonces América y España ,-ya que V. los ha comparado ,-no nunca pueblos venturosos: lend rán momeplos de res- .. pland,or mqgnlflco, deslumbrarán, fascinarán; d.cspues .... Ah! si yo pudiera, lo que no he podidq .. .l si un.rma idólatra del bien pudiera sus .delirios, si un patriotismo verdaderq, s1 -01 patriotismo que vó. en el porvenir, que está alerta en todos los momenws, mas quizá en la calma que en la lempnS- ¡

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tad , pudiera vencer al falso patriotismo , arrancar sus á la hipocresfa, á la'ambicion, al anhelo de mando y de fortuna; derribar de su asiento al mal conductor, que por ignorancia ó por un egolsmo criminal, dirige torpemente las riendas de lU1 estado .... ! Si yo, en vei: de ereer que la verdad es tanto mas ·generosa, cuanto mas claramente se proclama; si yo, en vez de creerlo, hubiera prestado oido á mi esperiencia, y sembrado en silencio y recogido cautelosamente, y cosechado en las linieblas, tal vez mi injusta no sufriría como sufre, f!i yo andaría errante, sin patria, sin deudos, sin amigos, en los últim es mom entos de mi vida .... !

El anciano sollozó, y sollo,P hondamente: me parccia oir una voz salida da un abismo, el eco tenebroso de una tumba.

Tl)ve una convulsion .cerebral, y todo lo que me rod eB'ba desapareció á mi vista, y empecé á ver lo que no babia .

Se descorria un velo, y á medida que se descorria se me presentaban los pueblos de América, sumidos en la desgracia por su culpa: veia algunos hombres,

=2S9=?

fV · contentos y orgullosos, y á todos los demás, cabiz· bajos, abatidos, sin fuerzas para volverse contra los tiranos de . la casa, como un liempo, para espantar ó los de fuera: estos hombres desgraciados, se¡¡uian á otros hombres que disimulaban sus propósitos, ocul· tos bajo la máscara del patriotismo, del amor de li· bertad, del de progreso : veía una pendiente que conducía á un precipicio ; otra, que conducía al cielo: por un fenómeno misterioso, por una es traña ilusion de óptica, los pueblo s de Am érica, personillcado11 algunos séres, mezcla de todo y nada, de hombre y niño , imitadores, como niños, de otros séres, .que P ersonificaban otros pu eblos; no ll ega.dos como hombres al uso completo de s u razon, pero desvariando por ella, y anhelantes de su dominio universal: aquellos pueblo s asi personificados, caminaban por la pendi ente del abismo creyendo caminar por la del cielo : en vez del bordon del peregrino, ll evaban armas, de que á cada momeó to l¡acian uso, ya para ·msputarso un lugar, ya para ocuparlo con/ se¡uridad: los que servían de guias eran lqs únicos que veian la sima, y en vez de detener y detenerse, alucinaban á sus secuaces, dist.ra-

)
..

=240= yéndolos con escursiones, con el estruendo de las arn:ias,conel ruido de palabras ampulosas ... SenU en aquel instante un latido cerebral violento, y vf que una nube, casi velaba los pueblos de América, y por un fenómeno de refraccion, presentaba mas cerca de m.i vista interior á los pueblos de Europa,· enseñándome así, que aquellos p¡¡eblos imitaban ir estos, obedecian á su impulso, sentian sus sa,cudidas: yo veia que los pueblos de Europa, cada vez mas di;tintos, buscaban tambien el cielo en una sima, dirigidó& y alucinados por séres, no iguales ·á los otros, brillando mas, aunque con falso brillo; con el brillo de preocupaciones seculares, casi tódos; con el brillo singular, en uno, de la mentira embozada en la verdad, del talento imitado por la astucia,'ile la libertad ridículamente coronada: esios séres, y los pueblos que guiaban no caminaban por el mismo sitio: algunos se volvian atrás, buscando la pendiente que guiaba al cielo: algunos, muy .pocos, unp ó dos, caminaban sin estruendo por el buen camino: uno había, estrañamente materializado por tres séres: un lcon, un soldado, y un hombre ridículo, mezcla de hipocresía y ambicion, un sér caduco, sostenido

=241;..

por el recuerdo del pasado y por uná apariencia de virtud engañadora: el lepo huia del precipicio, ha: cia esfuerzos poderosos por trepar la pendiente que llegaba al .cielo; rugia sordameet.e: tuve un momento esperanza; su rugido me recordaba el lejano murmullo de la llu_via benéfica; pero el soldado y el · ridículo ·mónstruo lo .aguijonll!lban; el uno, con . un · sable; el con palabras zalamerasc el Ieon no queria obedecer, y séguia buscando el buen camino: dos conductores segui;n .arrastrándolo al abism.o... En vez de cayó un velo; se desvanecieron 108-J>Ueblos de América y de Europa; se disiparon los séres que los. áe oscureció por complel.Q . lo que habia visto; pero ·rué presentándose confusamente un camino escabroso, · envuelto en nieblas, á pesar de las cuales, ví en• lo alto, un rayo de hu, un sol oculto: apareció un eondO! 9ue en vez de volar, se Jll'rastraba; y tras él, un leon :" hubo una cosa estraña: los dos ani"males, tuviero9 lo mejÓr que tiene el hombre; tuvieron la razon: Je miraron," se reconocieron", se el leon y el candor juntos; cuando el uno jadeaba, el otro le prestaba ruerzas: y siguieron

)
16

=242= trepando, y á medida qye trepaban la pendiente, el velo 'se rasgaba, las nieblas se desvaneeian, la ar.. mósfera era pura, la luz resplandeciente, el cielo se azulaba .. . y acabó la convulsion de mi cerebro, y todo quedó en calina en mi interior; y volvl á ver la realicjad; y .los objetos fueron pala f!ll: el anciano me miraba, Y la sonrisa espansiva de mis labios, lo bacil\ sonreir amargamente.

Por la rwche.

Babia dejado al enfermo agitado, y al anochecer volvl á verlo: ambos evitamos el recuerdo de. nuestro úllimo colóquio, y yo le rogué que me' dijera el objeto, que al llamarme por la mañana, babia tenido.

-Ah!, me dijo: los recuerdos de América, mi pasado, me han hecho olvidlll'me del presente: lo m1111dé llamar para rogarle pue me hiciera traer mejor alimento .. . el que 'me dan es malo, tan ·malo, amigo mio, que no be podido ocultárselo á V. -Malos alimentos .. .! gente Infame ... ! de&pues de haberme prometido .. . -Qué te pasa!

-m-

-Nada, nada ... no le traen á V. todos los diasunas tuas d8 caldo que togué ... !

,...,reo 'me 1raen .nada: me por aliinento, el rancho que se dá á tos marineros, y á veces, el reslio de la ' comida . '

Ful á ver al mayordoma; Jo apostrofé n¡damente; se escosó .con . e1 oapi!im; ' maQdó traer una taza .de caldo, y la llevé al e11fermo: bebió can avid&. --Gracias, me dijo. ' . urn¡ lágrima:, resumén desudplor y espresion do su gratitud 1 arrancó á mi esteril cora.zon, otra, resúmen tambien de mi ·amargara y espresion de un de. la conciencia .

11.\Rio t2.

El cielo se despeja: et sol rusga las ·nubas: las bfas, menos densas, se disipan al mediar el dia . Mári'en está mejor¡ se ha levantado; sonrie con esperanza ' lius padres¡ ella y yo hemos hablado: nos hemos' prometido distracciones y placeres en las ciudades,de España por donde y en 11.adri.d, á . van, porqul! }!O voy: dije mal¡ no hemos hablado · hemos cambiado nuestras ésperamas.

El ha 'pasado felizmente: he desechado mis te, :

'

J
.
• 1

=2'4= mores; he conse¡uido borrar la · qúe mo hizo mi diálogo con el anciano: lo he viilli;1: le he llevado una vez y hecho llevar otras, una taza de caldo . .. .

Una tazli de caldo , cuesta algo que vale mas que dineto; cuesta. un disgusto.

-'Capitan, es una crueld\ld abandonará ese infeliz enfermo al cuidada .. . al descuido, del mayordomo: es preciso que se velo por él. . -Demasiado se vela: un hombre que no paga mas .que cincuenta pesos por ir desde Cuba á Barcelona ....

-Y cómo vá . .-! tirado en un mal camarote de proa, sin ser asistido por nadie, sin ser atendido cuando y pide algo, sin tener alimento .. . , .-:-Sin tener alimento .. .! el rancho de los rinel'OB y los restos de Vds., alimento son.

-Pero no para un ' clesgn¡ciado disentérico: lo que le hace ra1ta; es una t1\'3 de. paldo .. : -iJna taza de caldo ... !

-Por la mañana, temprano: otra á los nueve ó á las iliez; otra al medio dia, y por Ja tarde, y por la noch e...

::::z245 s=

-Eso es: á todas horas .. ' .!

-Cóino ... ! •

-Disimúleme V.; pero es imposible no impacienlalae: V. quiere que hagamos por ese viejo lo que ·por nadie podemos hacer: quedarnos .sin viveres, .. I si sin vi nuestra ttavesia por el Canal libe ha desp.rovisto . . · ·

-Y entonces, ¡á qué fuimos á Puerto Rico?

\

-A carenar el buque: tomamos provisiones: pero no todas las.que nos haciao falta, J>Órque ...

-Es deciv que porque Vds . faltan á su deber tan proclWDente, los pasajeros no podemos ni gozar del placer de hacer un servicio á ím desgraciado!

-Ya vé V.... no es posible.

-Lo será: se le darán las lazas do caldo que pida: cualquiera alimento que desée, y yo pagaré los los que ocasione.

-Asi, sl: eso ya ' es otra cosa: se le dará .por la lnapor .1ª tarde ... paree.e á v., que so le lleve gall , cocida, carne 81n condimento, alimentos que no le hagan daño al ·pobrecito .. .?

Le recomendé un sil<:ncio absoluto; Jo miré fija· mente , y le dije con los ojos:

..

)

-Miserable .. . !

.11Auot3.

Era tempranoi sol acababa de salir, y llllrien de preseillarse en Ja oublerta: no llaoia írio; . el cielo sonreia; el mar centelleaba, descomiionlendo la luz en gotas de oro: yo estaba alegre, si es es1arlo 1 ahuyentar la sombra del dolor que nos amenem, con una exhuberaneia de risas y murmullos, de palabras ahogadas y de brillo en los ojos: estaba aJegre, porque pensaba en y oon la ele¡ria que éslaba preeio'liendo en ella, espantaba mis preseoUmientos dolorosos, mios, desde el dia !!11 que tuvo calentura: eslabit alegre, y le sall al encuentro, diciéndole con la mirada, con el ' movimiento espaD8ivo de JO!! lábios, con la vivell8 de mis ademanes: -Aqul tienes el cielo y el sol : hoy no eatarás tri•· le, ¡no es verdad ? Ella m e contestó tambien con el silenoio, sonriendo con los ojos, con la booa, con ol alma: se hizo pias Jigera: s e aligeró do un peso, y ra lllllleltes de su tallo me enoánló: despues de contemplar el ci e lo , de bend ecir a l sol, conlos ló con mágico aban-

-lt47donó á loe saludos de loe pasajeros, á las palabras de laa sello ras y las jóvenes: despues me miró, y con· densó BU alegria para espre&ármol'a: estaba asi tan bella, que concebl una vulgaridad, y se la dije: -Que linda estás asl... !

Primera vez que salia de mis lábios la alabanza de su )lelleza material: ella se sonrojó .

Era vergüenza por mi pequeñez, que admiraba la 11.arne y no el espirilo!: era el efeclo de una alabanza inesperada!: era el color del orgullo de muje.r!

La co'nleQ:lplé, maravillándome de las trasforma· que produce la esperanza, y senli el deleite feliz que nos dá la esperanza al inuridamos.

La felicidad engei¡idra al egoismo: el egoismo care· ce de memoria : yo me olvidé de la des¡racia¡ me olvid é del enfermo: una pregunta de Márien sobre mi oonvorsacion con el ·ca pitan, que ya ocupaba á las gentes de ·á bor!lo, me lo recordó: me decía Márym: .

_JAnocho se , habló de U en la se decia qu'e babias disputado con el capitan¡ quo eras siado altivo; que to esponias á dis¡¡ustos graves, que un capitan en su barco, e s un r oy ; qu e ha c ía s ma l

)

-2411en interesarte 'por el enfermo, potque ni él te lo ni Óadie comprende que por UD mise· rable como él, quieras privar de lo que es suyo á los pasajeros qne- lan caro pagan su. passje ... qui se yo que otras cosas ... comprendl que babias tenido un disgusto, y hubiera dormido si al bajar á salu.darnos nQ hubieras lenido en los ojos el resplandor que le dá la paz contigo mismo... pero cuéntame lo que le sÚcedió.

-Nada, alma mia: quise hacer lo que debía; qui· sieron oponerse ... nada, nada ... pedí al capitan que diera al anciano mejores alimentos: me dió respuestas infámes: le hice compren¡ler la con que las oia; exigf que se cuidara de ese desgraciado; yo mismo le llevé caldo, ·y nada mas: eso que oisle, murmuracion, pequellez, miseria, infamia .... Y9 seguí hablando; pero contuvo mis palabras Ja mirada intenslsima de Hárien; recompensa de mi bien obrar.

-Qué bueno eres ... ! Cruzó una idea por mi imaginacion: Ja estudié; CCJJlilrendl sus dificultades, y en vez de vacilar, me decidí : acababa de sentir el deseo de que Márion lle·

=-249vara lilimentos al enfermo: pensé 2n ' 1 d: g ·; :a qu J podrla sentir, si ella repugn;iba hacerlo, en el valor que se necesitaba para arrostrar las palabras, los cuchicheos insidiosos, la burla· silenciosa, que un paso tan inesperado causa ria, y me el pensamiento de que nosotros dos hulamos de Ja virtud por miedo al mu1,1do: me crguf en mi inlerior, Y resolvi.

-Márien, deseo vlvameole una cosa dificil: lll \

-Por ti, todo.

-Puesvquiero que lleves al enfermo una tam de caldo."

La palidez que yo esperaba, apareció: la virtud palidece cuando pierde'eJ valor.

-No quieres ir.?

..'....vo, si.. .. quiero; pero ... esa gente es tan mala ... va á burlarse ..... Bayoan, no t.6 enojes..... no me atrevo.

f bajó la ca.boza para huir del. reproche mis . o¡os: hizo mal: no Ja miraban: miraban el vac10, el infinito.

Meditaba en los cfcclos que producen la risa ¡· Ju

J.
j 1

=250= mora de los hombres: llárien, capaz de la virtud, viviendo Jllll'8 ella, nepba un plaoer duradero á su concienoia, por de ser señalada con el dedo, por temor de oir una palabra Irónica.

Hubo uo _movimiento de conciencia en m[: la conciencia me pre91lntó como para seguir el alma amada, la obra de caridad el acto de valor y de virtud; fijé Ja vista lfárien', ysoO-: riendo con dull!'1ra, le dige dulcemente:

-Luz de mi alma, es preciso: si no lo haces, cesarás de brillar para mi.

Palideció otra vez: era una prueba terrible; era colocarla entre su amor y sus ca¿i me arrepeotr: pensé . rápidamente en su indisposicion, en su delicadeza, en su malestar, en su propension á esa temida enfermedad que de la tristeza del corazon pasa á la muerte del cuerpo, que escoge por sus victimas los séres delicados; pensé en los largos efectos de un acto de virtud, cuando están los contrariados por las preocupaciones sociales, cuando se quiere y se teme, cuando se anhela placer de Ja virtud, y se huye del dolor de verla escarnecida: pensé en el resultado doloroso de

\

una ac;oioo laudable, por ser alrevida, envidiada, y por ser envidiada, madre de la calumnia ó de la mora, y temblé, y me eitremecr, y deseé que se ne¡ára. .

-Tien es valor!, le pregunlé: eres capaz de desafiar la envidia de e 0 sa gente!: yo sé, alma mía, cuán dificil es esto; pero sé que lodo acto generoso, produce placer, y lo deseo para los dos. "

-Tú lo quieres.

-Yo .... oo: si tú... , espontáneamente, sin esruer:ro .... sin sufrir ....

Se sont:ió plácidamente .

-,Vamos, me dijo.

-A.hora no: los actos de virtud se hacen sin arec1.acion, y. ahora 1a , hahria, si enmediode esa gente .... no, con naturalidad, sin provocar, sin poner en guardia -el lb.lso orgullo de los que lo tienen para juzgar y perseguir al que les dá lejlciones, y no Jo tienen para el bien: como nos bao visto muobaa veces h'blar con el no llamará la atencion el que Jdhagamos boy: iremos con tus padres; bablaremos con el pobre anciano, y sin darle á entender que os un acto premcditad·o para que á su ojos no pierda

)

-llll!:alor, te separarás de nosotros, obedeciendo á un impulso repentino· llamarás á una ' un erumete, .te traerá lasa ile caldo, Ytú se la darás al dea¡raciado. Estoy seguro de que el doble alimento ddel 1 • cuerpo y e espfntu, lo pondrá mejor.

Por la noohe

A las tr"8 de la tarde estaba yo sentado al del enfermo: hablábamos de él de su pasad • .. . • o . me d1¡0 que babia escrito la historia de su ·d . podido ni vt ª• que no babia ' podia contarme, porque ·sus recuerdos lo empeoraban: pero que deseaba que yo lo conociera y me eotregaria el manuscrito. ' Lo distra[a yo bablá d 1 · . . • o o e de nuestra llegada á Cadiz, cuando oimos la voz de Gu . anooex que saludaba al anciano: estaban' é . . . con 1, suesposayMárieo : la traoqml1dad de su Osonomla no me delató DÍJl&'.uoa lucha: el enfermo le preguntó: -Hija mia, está v. mejqr ya! -.ll'ejor .

-Me alegro ... cuánto me alegro!: sufrla por V por .otra persona... . · · Y

Una sonrisa bondadosa desanubló . lsu ros ro, y el )

rubor, el de Márien, cuya mirada Jiena de gratitud me enterneció .

-Y usted!: animado, no es verdad!

-Ahora lo estoy, adm,irando la bondad de Vds. Guarionex evitó las alabanzas, diciendo con viveza:

.:.....Está V. bien: estoy seguro de que en llegando á tierra, y alimentándose bien, y bien cuidado ....

El enfermo· me tendió una mano, y dijo á Guario\ nex, con la voz temblorosa del agradecimiento:

-señor, si el cuidado y lá solicitud han de curar· me, no q¡¡iero saltar en tierra, porque tendré que se· pararme· de este jóven: él, sépanlo ha hecho que den alimentos saludables; él, muchas veces me los trae, me los hace tomar, si no los apéle&co .. ..

Y variando de Umo, con una vohibilidad · que en .aquel alma dolorida, era punzante ....

'.-Amigo mio, me dijo, siento apetito: las palabras de Vds. son un estimulante ....

hizo: lo que sé, es que Márieo estaba delante del enfermo con una taza de caldo: se • la ofrecía «0n un ademan de súplica divino: . solo

la caridad , solo la virtud de Dios suplica asf.

El anciano la miró largamente, y una ldrrimll benéfica, resbaló lentameoll? por su roslJ<o: titubeó un momento¡ pero luego, tomando la taza, esclanió: -Debo tomarla: seria indlroo de admirar esta acoion virtuosa, si no la comprendiera. .

B8bia lentamente: me . espliq1lé BU como la repentina oesacioo de su apetito: la emocioo anuda la pr¡aota: harto aluneoto es para el cuerpo el alimento del blma.

Márieo llevó la taza no sé donde, .Porque aunque yo la seguía ooo la vista, mi visla la.vela vagamente, al través de una nube, de una aureóla.

Cuando volvió, su madre Je dió un beso¡ los ojos del anciano y los mios, las gracias¡ su padre, nada: estaba acostumbrado á verla asistiendo á11usnegros &·>corriendo álos enfermos pobres, y ti1 vez, · el valor de privarse de una caricia, poi' tener la esperiencia dolorosa de que la alabanza produce en el flaco corazon, el raro efecto de convertir la virtud en vanidad.

larde Dlirdbamos los dos el cielo, cuando el sol en su ocaso l.o llena de fantásticos colores, y admi-

=255randoy soñando converaábamos:Jlárien me hablaba:

-Por qué será que me siento mejor y mas oooteota!: me lale el oorazoo con un latido tan dulce, tao delicioso, tao .benéfico!.. .• me siento llena de salud: qué in¡ratos somos!: cuando mas nos quejamos, mas próximos estamos á la felicidad: sin embargo, un d.olor de cabeza, una calentura, un temor, un disgusto cualquiera, hacen dudar de la bondad de Dios!

Si el alma no tuviera miradas y sonrisas, yo no sé cómo vivirían las almas delicadas: si yo no me hu'biera sonreído, ¡de qué manera hubiera á Milrieo la plácida emocioo que sentia mi alma 1 V

Mi alma se esplicaba claramente, el sentimiento que era un misterio para Márien.

-La virtud, se decia,-yeso que tú, corazoo tlmido, temblabas ,-la virtud, produce bienestar, por mas que sus actos produzcan muchas veces sinsabores: mi alma hermana lo prueba: antes del acto de virtud, antes de la obra de earidad, lamia, y tenia razon para te.mar: no lodos los séres lieoeo alma: pero se disolvió á procurarme ese placer, y ella tambien lo M sentido: ahora la envidio: está llona de lu1 Y.de aler"a .

)

Mi .alnk lieoe rolZOo¡ los aclos de 'virlud hacen feliz: Márien lo era, y por eso se sentía lan bien¡ por oso ¡rozaba del bien-estar de la salud, que no es otra cosa que fuerza corporal, como no es otra cosa la virtud, que fuerza del csplrilu: la fuerza es espaosiva, so comunica, se hace sentir, comprender, admirar: eso admiraron la aecion generosa de Márien: la fuerza corporal tiene idólatras: la del alma fanáticos: aquellos, son la humanidad entera; estos, los aérea desgraciados que ha!! visto en el fondo de las · · cosas, y se empeñan en buscar lo .que no encuenlran: los idólatras de la fuerza corporal, admiran alguna la del esplritu; los fanáticos de este, muchas veces á aquella: del esplritu, que ansioso do grandeza y falto de la moral, se alucina la fuerza materipll: de aqul, su admiracion á los grandes criminales de 1a historia; de aqt'l su admiracion á los eslravios de la fuerza: la del espfrilu brilla con resplandor tan vivo, cuando )lrilla-, que á veces seduce á los idólatras de la ru.erza corporal; pero la seduccion es corta, se desecha como una hay un ser que lanza una palabra irónica, uno que envidia, y para libertarse de los tormentos .

=ill7= de este verdugo de la conciencia, mancha con lodo la pureza, arroja uñ bórron á la virtud, sombras á la claridad, y por miedo á esa eovidi{I, imitan á la envidia los demás.

A Márieo Ta admiraron: hubo mas de una flsonomia espaosiva, cuando al sentamos en la mesa por la se en eiia: . no anciano le sus alabarnas: una jóven la besó con entusiasmo; pero otras jóvenes, otras mujeres, otros hombres, e'&tos porque as( me herian, aquellas porque as( vengaban ·1a superioridad de llárieo, aparentaron una frialdad, á ser.sincera, los hace desgraciados, porqu; la mayor es ll\ que priva .al alma de sus pocos placeres, de sus pocos impulsós .gene, rosos.

Espresada asl mi oompasion á eeos séres felices, mas fe)ices que . yo, mocho mas desgraciados tambien, ¡por qué he de indignarme, dando lugar en mi dlario á sus diálogosinramesr eap acibarado mi placer, es cierto: pero no es la hiel un elemenlo de mi vida orgánica•: no tiene veneno el.aire que respir11! un placer duradero es efecto de una lucha: quie17

)

=2!18= ro probarme á mí mismo que hay relieided en la desgr11oia; qUe la desgraoia que Tesulla deÍ amor de lo bueno, de la conslante aspiracion á la virtud, de la lucha con todos y con todo, es Ja única relioidad digna del b_ombre: Ja tristeza que siento, la que aún he .de sentir, es un deleite.

MARZO U.. -Por la maliana.

Reina á b<lrdo la alegria: yo estoy alegre por que Márién lo eslli: se anuncia la tierra: la vagabunda gaviota, errando por encima de las aguas, asegura que no está dislanle la playa que buscamos: hoy, todo el mundo se ríe; todos los rostros se de!arrugan¡ rodos los corazones palpilan; hay benevolencia en las miradas ¡ hay ternura en las palabras.

JUrien y yo bomos ido á dar la buena nueva á nues!ro enfermo: la sabia: nuestro contento lo animó, y hablamos, y reímos, y cambiamos esperanr.as: un marinero nos dijo que veríamos á Cadill por la tarde: Márien se sintió desvanecida de placer: -Pues qué, preguntó, vamos 11 Cadiz? r-Si, señorita: no tenemos víveres, y lenemos que arribar .

.

=2119,;.,

-Es decir, ·Bayoan, que si queremps, noi q11eda• mos en Cadiz?

-Ya Ío.creo .

-Vamos á d-.dirle á papá que queremos quedamos ... !

Y vió la trisleza del anciano, que tal vez pensaría en su soledad, y mirándolo con·espansion, le dijo: , se vendrá con nosotros: pasaremos en Cádiz ó en un pueblo cualquiera de la costa. algunos m11ses; V. se pondrá bueno, y entonces ....

·

-Irán á buscarme á Madrid . qu!Y, Bayoan, tú le vas á Madrid y nos dejas! "·

-Si; pero no le entristezcas: no estaremos separa- . dos mucho tiempo.

-No, no estaremos separados mucho y como siemwe, pasarán los meses .... eskl· es t&Jrible .... siempre buscando pMtesros .. ., -.Pero, alma .mía , por Dios . .. .

-Si198yoan viene á España á trabajar, d merecerla á V., es preciso separarse, es preciso ....

El anciano oalló, porque una mirada de Márien, llena de desesperacion, casi colérica, le obligo 1(

J

guardar silencio; me disgustó este reproche mÚdo, y la miré severamente.

-Pero ,si es verdad, contestó á mi mirada¡ no solo tú, sino él tambien ....

El enfermo sonrió patemálmente, y con acento patémal, le dijo:

-Es porque ·los quiero 11 ambos.

Y tuvo arle bastante para volver la conversaoion á su principio: la esperanza ahogó el temor, y Márien volvió á gozar de la esperanza.

, ' Por la tarde.

Esas velas lejanas, anuncian ya á la risueña Cádiz: son barcas pescadoras: Márien y yo las contemplamos desde popa: la tarde és hermoslsima : Kárien lo está de alegria: á vela que una esclamacion: si estoy distante me llama¡ me la enseña, me pregunta cándidamente el puerto donde irá, se lamenta del pobre pescador, obligado á peligros tan terribles por amor á su familia¡ mira al cielo, y lo comparh con el cielo de América¡ Ja aboó1fera le parece tan limpia como alU¡ tan pura como las brisas de sus campos, el vientecillo que nos trae los perfumes de la costa: no la vemos todavla, por-

que es baja¡ pero ese velo trasparente, llotanle entre el horizonte y nuestro buqu,e, Uene á mis ojos un abultamiento sensible, que me asegura la tierra: el sol se M pi.testo: el cielo está lleno de blancas nubecillas; luz y de color, el horizonte¡ nuestros corazones, el suyo sobre todo, de placer ..

15.-Por la mallana.

Es ya imposible la duda: mis ojos no me engallan; eS{l es Uerra: despues de una oavegacioo larga y pe- . oosa, magnifico espectáculo, el de esa Uerra, que nbs C8118a y apesarar. ...

Yen el mar no es lo mismo!: no me acaba de probar esta navegacion · , que en donde quiera que hay hombres, alll están los pesares, la amargura, laa vilezas, la maldad!: preferible es la tierra: en ella hay espacio bastante para huir del hombre: en el mar, el espaci es la muerte.

Tierra, esperanza de un mes de sufrimientos, te benfigo!..

-E& qué pie(\sas, Bayoan!

-En U: en tu alegria, en la que con ,ella me procuras¡ en la felicida!I de que vamos á ¡¡ozar, cuando

· )
. /

=18'.l= ya en tierra, olvidemos de los sinsabores pasados y nos entreguemos al placer de vivir para nosOtl'Oll -Es decir, que ya no ta separas? ... tenga que hacerlo 1 estaré á tu lado, lo bastante para gozar del asombro que vá ·á ·causarte · España, que tu crees tan sombrla, tan trisle, tan sin sol: el mes que viene resucita el campo:. tú ver,squé de florea en prados, qué de pájaros en árboles, qué de árboles en los llanos, en la colinas, en los valles: tú verás qué torrentes tan veloces, tú verás qué montañas tan azules, y on°su cima, qué 0 nieve tan juguetona, cuando la toca el sol: tú verás qué de formas y fantaBmas, qué de Uneas, y arabescos y contornos, blancós, de color de rosa, en donde no bay otra cosa que un poco de nieve que oorona á . un mon"I¡!, y un poco .de sol que la ilumina: tú verás, tú verálque España es bella: mira esas playas: aunque el invierno las ha desolado , sus árboles empiezan á verdear; sus llanuras á cubrirse de yerbas y do plantas; sus collados á engalanarse¡ sus pájaros á cantar. Mira á la izquierda: ¡ves un punto eó el cual el color de las aguas se por alll desemboca

=263-

el rio Guadalquivir, cuyas márgenes encantadoras admiraremos junios.

-Qué es aquello!: es un pueblo, no es verdad? -si, es .Rota.

-11 aquellos edillciós blancoa que se destacan del azu\ mar, bajo esa atmósfera azu l, y que mas ciudad, me paréce la realizacion de un sueño!

-Eso es un cisne; el cisne AUánlico : eso es entrelente; · mifandp Jos caprichos de óptica que hace la luz al cruzar por en medio de las mil de los millares de flechas, <le cruces, de veletas, que coronan las casas, los templos y losedivlicios públicos.

-J;:s una ciudad belllsima: .me encanta el contraste del azul del cielo y de las aguas con osas casas blancas, con esas ligeras torrecillas: me parooe que es op cuadro ·éncan.tador que veo al de un cris(al mágico¡ pero lo que mas me gusta de la cindad, es su blancura.

---Es, alma mia, que Cádiz es el recuerdo do una part!I#>la de Sesucristo, de unos sepulcros - dos . .. Poro mira á Ja izquierda.

-Cuánto pueblo!: euáles son ?

J

-264-Los puertos: esos mas próximos á Cádia, loa hornos en donde hierve y se prepara la receneracloo de Eapaiia: el arsenal y la escuela de marina; pero contempla á Cádiz, .que quiero decirte lo que ha sld_!> esa ciudad: hace algunos años, pocos y . muchos á .1111 liempo, rué el refugio de la fuerza nacional, de un poder, des pues muy deoaido, entonces magnlllco y grandioso: aquí vinieron las Córtes; aquí se conslituyó España¡. aqul dió un paso gigantesco, que dado con valor, la hubiera hecho andar los siglos que le fallabar¡ para llegar al m: aqul el patriotismo, laabnegacion heróioa, el espiritu elevado,handejado una atmósfera que respiro con placer: aquí... no ine oigas, Márien,aquímurióEspaña: estaba atacada de decrepitud:.tuvo unrecuerdoae los tiempos pasados; se empeñó en jr atrás, pidió lo que una desgracia reli& le babia quilado, y por una magnanimidad que elindivíduo debe siempre tener, pero no un pueblo, por una ma¡¡nanimidad que á mi pesar admiro, se hizo un ídolo de un hombre, sanliflcado, es verdad, por la desgracia, pero hombre al cabo, y. que al volver .... los oidos ... mató á España: yera uq momento iiz el de la pobre nacion: acababa de comprender que

la eobardla del génio de la audacia, le era propicia, le erátavorable: aquella CQbardla que el génio purgó tan rudamente, Je devolvia la.a ruenaa ya perdidas, la despertaba de su largo sueño, le daba la conciencia de al misma, encendia sus venas en el ruego santo de la independencia: debia comprender que lo que mas la indignaba, era lo'que mas debia alegrarla: lo que se llevó Napoleon, eran ideas viejas, ideas inservibles: si en vez de llamar el pasado, hubiera \ tenido valor para · segúir evocando el porvenir, España seria un pueblo, digno de aquel año¡ Cádiz un feliz para el esclavo.... Pero qué ruido es eser

-Es el ancla: (co,deamos: tú no ves! ya llegado. '·

Sall de mi abstraccion, deseché la tristeza que senüa, levantó la cabeza, y vi muy cerca del barco, la ·ciudad dél año doce.

MARZO t7.

¡ -Adelante, adelante ... !

Y esos ciegos no ven que despidiéndonos del puerto embarcan con nosotros á la muerte ... ! qué 1-0s importa ... ! oon tal que el enfermo no inficione á éádiz,

/

=266con tal que no lle¡¡ue á España la lemida enfermedad de las Antillas!

-De dónde, capilan?

-De Cuba.

-Allí está el vómito negro: no se puede entrar.

-Pero si .....

...:.N<> se puede.

·-Miren Vds. que vamos á mo;irnes de hambre.

-Eso no, capitan; aqui hay provisiones, .se .acercarán las lapcbas ... no importa que se acercen ... con tal que nadie su.ba á bordo ... solo el contacto produce el contagio: ,pai:ue 'V. las provisiones, y otra vez á la mar .

-Pero "Señor, si no lenepi<>a ningun emfermo de vómito.

.:...No importa: V. no sabe .. .

-Cómo no lle de saberlo!: disenléria es lo quepadece e·I enfermo de abordo ... !

-Daita, basta: adelante: adolaole ... !

Y una ley nos obliga á seguir nave¡ando, tal vez á naufragar, y precipitalamuerle do un hombre .. ,! y una l?Yperniciosa s..e sostiene, y ordena una cruel-· dad, y la obedecen .. .! y una ley perniciosa mala á un

=!67=

hombre, Y. ·lo hizo la ley: la ley no es crimen . . :!• Anciano si11 ventura ... ! !'Q hay remedio: la muerte to llama y morirá: morirá abandonado, y su cadáver tibio, como resto ya inútil, arrofado al mar ... J Anciano sin ventura ... ! no remedio: la lo llama Y morirá: él lo presiente: su lividez .repentina me lo dijo esta mañana: esklba junto á él,_cuando nos comunicaron la órden dé salir del puerto: bajó la beza: al levanta.ria, estaba llvido: aquella Ji idez era \. un mundo de presagios funestos, de de angustia.

Acab'ábamos, Mátien y yo, de ofrecerle un vaso-de . leche y un pan recien hec110: des pues de . beber con la loche, contempló el ·pan y nos dijo:

-Es el último que eomeié. MáTien to distrajo; pero nb ha podido dislraerse de él misma: se acuerda de las palabra·s faUdi cas del enfermo; se .entristece viendo al buque alejarse de rdiz, y haqe poco, al levar anclas elbuque,,medecia:

· -Ton¡o miedo: me parece. que vá á sernos Cunes.to el resto del viaje: ·yo no sé qué presentimiento dOloroso·me domina • lengo ganas do llorar.

J

111.tuo t8.

Despojados de verdura, elevan sus piooe los oabos de Tratalpr y de Eapartel¡ ambos reóuerdao un dia funeslo para España_: aquf au esperanza no engañó á Nelsoo: aquí su heroiamo engañó á los españoles.

Avanzando, · como avanzamos, ceñido el aparejo del barco por babor, vemos, tendido en el declive de una colina, á Tán¡er¡ en la costa fronteriza, á Tarifa, monumenlo eterno de la bárbara sublimidad de un padre¡ mas adelante, Gibraltar¡ ai'rrente, Céuta, el Código penaJ de Espalia amurallado¡ desaOáodose en On, las dos penfnsulas, cómo sedesaOanlaali¡uas del Occeano y las del mediterraneo, que invadidas en el Estrecho por aquellas, rugen y se avalaozan; produciendo esas corrientes pavorOBaB: nave¡amos por el mar que fertiliaa á España¡ que besa á la inmortsl Italia, que gime en las costas de la dormida Greoia, que arrulla el sueño eterno del E¡iplo ... Eate mar es la hisloria del mundo: lo que arraslran sus olH, son recuerdos¡ lo que gi,me en sus rompientes, la humanidad entera: yo veo en est¡¡a aguas, yo veo en estas olas, los oi¡¡los, corriendo inuUlmento, los acontoci·

.

mienlos empujándose, lila lecciones del tiempo pasando vanamente, los hombres desapareciendo, los pueblos buscando, anhelando, destruyéndose: si me riiese posible llorar, en vez de sentirme enajenado do admiracion, lloraria ...

Pero, ¡á qué llorar!: si el pasado es un ·libro que encierra lecciones. utilizables, que guarda c11idadosamente los males y los bienes, la fórmula de la felicidad posible rel ¡¡rilo de la desventura, para leer \ bien en ese libro, necesito los ojos enju loa.

lfA'RZO 20.

Estamos en completa calma, y en frente de Gibraltar: Id avistamos ayer, y á una hora que nunca olvidaré: eran las cinco de la tarde: el cielo estaba negro¡ el espacio entre el cielo y la mar, envuelto en bruma'&: lodo á mi alrededor -estába triste, todo siniestro: el sól quiso el cuadro, romp.ió los vapores que le negaban paso, brilló lln con rJgir.a luz, y se ocultó despues: era mas densa cada vez la bruma: la Sierra-Bullones, Ceuta, toda la cosÍa visible del Africa se desvaneció tras la nh!bla palpable; toda la costa de España, se ocultó-en su som-

)

-ll70bra! solo Gibraltar IHl(Uia visible á nueslros ojos. Contemplaba, sumido eo la lrial\!llcoaqoeemlNl!gan loa.reouerdOll de la historia, la·desnuda l'Ooa tan adversa 6 ooando atrajo Íni atencion Ull SO'i' do cuchicheo: dos viajeros se comunicaban una ru>1,icia inrausla: al volverme hacia ellos, se aprozimllron á mi, y 'sin otra palabra precedenle, medijeron: -Murió. · -Quién, quién ha muerto?

Y un rayo de luz cruzó por mi ima¡riuacion, y turbado y convulso, corrl, sin esperanza' de engafíarme, á ¡a se¡unda cámara ..

Y babia muerto en ·erecto, solo, absolulamente solo, si¡! un bruo ·amigo que lo sOtltuvlera, sin ,un acenl(> cOlllÑldor que lo anlmáni, el desdichado que por f1!CUperar la perdida salud, ó acaso con ·ta triste eaperanr.a de morir á distancia de . BU plitrla, · se babia embaroado con nosotr011.

A.lll eataba el cadáver< aun ae apoyaban IU8 rn8Jl08 descamadas en el borde de · la estrecha litera; aun eetaba en 1us ojos sin luz, el úftimo lllbel<> de vivir; aún en sus labios entreabiertos, la última 1onri1B de amargura, la última acu11eion 6 sua herma-

-111-

nOll, 1a.úllim1 delaoion dlll d-.nparo en que hlbia cesado !leexlitir.

BI alma ya D!) eataba ...

En ralOD , su\iremir, tan diiitinta de l.a- l'llslrera que nos enorgullece¡ en .ese esplrilu de luz, tan inaccesible á la$ sombras que eternamente enne-' grecen e\ del hombre, residen la verdad y la ·empiezan Ja ·reparacion y el premio, y' 1lB neoeiarlo que el alma de aquel que hOy yace oculto por las \ olas, como materia podrida, qtie irtútil ya, se arroj_a, librs de sus hierros, le acoja al alma universal, y goce de la- paz que no gozó: abrigo l!sa ésperamá: el ser queaqul abajo ha padecido, el serqpe en el mundo ha apurado la hiel del inf01'ftmio, ai 11111 ante Dios, es imposible que no sea l!IOIJlldo ... Es imposible que no vaya á Dios,·eI alma torturada, que sin •.una qUllja, sin un lamento, que anuncie sú eterna sepancien, huye del desamparo de la tierra . No1e-venpn la·a almas amparándOse en Dios ..•! p1 ,alma nO' está ºaqul. .. ¡dónde está e) alma ...! En consulto ese cádáver; en vano pregunto t ef!ll peduo .ae materia muerta.; en van.o pido S esos ejos, rmeladores anlel de loe misterios del alma, quo les

)

-mdaba 1Í11; en vano agito esld' mua inerte; ni un movimiento; ni una mil'ada ... ; nada, nad_a ... ! y para llegar á se¡uimos el camino que aepimoa ... ! imposible .. .! 911Ce hombre era bue110: amaba la virlad, y por amana, biso de su vida, un saortflcio: oon101te11101 esos oj9s otra vez: serenUlad , litnpiellá, uo algo parecido ál tranquilo "place.r que Cozamos, cuando hemoa satisfecho las ánaiae de virtud de la. conciencia.•. el alma oo está aqul; pero Mlá la esperanza ....

Ella me anima; ella, fortalecida en mi interior, disminuye la fuerza del remordimi9'11o que 111e punza . .. sr yo hubiera pel'Óiaoecido cerca de 111, tal vez nuestras fael'Z81 unidaa, 0 hubierao ahuyentado á la muerte; tal vez mi voz, hubier• cooaeguido un plazo: es acaso inseoaible la muerte ... ! pero yo¡ "qlle como• todos, olvido la dea¡raoia, contemplaba con Miela la costa, en tanto qiie otro hombre arribaba á Na otra costa, tao sombrfa, taa oscura, tao temida, llamada , Etemldad: yo, con la sonrisa en los lllbio1, quería, á peeer de la niebla, ver eaaa. playas que huBOo, en los momentos mismos en que el mortal ao¡utiado, J

disipaba las nieblas, y descubria otra playa lejana, distante del mar de _ la vida, ll?na de esperanzas para unos, llena de temores para otros .. !·

SilerÍcioso delante del que rué mi amigo, meditaba en la nada de la vida, esperaba en el todo .de la muerte ...

El rumor de unas voces confusas, me distrajo de m} dolorosa agrupados á la entrada de la cámara, miraban coomiédo ó con horror, el piloto barco, algunos pasajeros ... la curiosidad parodi'ando á la·trisleza.

Una palabra 'Provocó otras, y tras de las primeras, quedas y respetuosas, vinieron otras irreverentes, y entre ellas, es)as:

-Parece un Santo Cristo.

Una carcajada rué Jlfemio del simil, ef ' p&go de lá entonacion irórlica con que ful! pronunciada.

-Es verdad; se par.ece: solo que Cristo tenia los plés a¡.ujereados y es.te los tiene sucios .

• Ny ful! una carcajada; rué la eli>Josion de la álcgrl.I del diablo, la que contestó á aquel epigrama infamo: en mi alma, contestó la cólera! levanté la cabeza: busqué, COI\ los ojos chispeantes, los Ojos de 't8

aquellos miserables, y cuando vi que todos bajaban la cabeza, la bajé yo tambien, y saU de la cámara, diciéndome:

-Tienen razon esos iníames ... I se parece á Cris.to: deíendió, como Cristo, una idea; Cué, como Cristo, victima de la ingratitud de su yha muerto ól, teniendo sed ... 1

Ha ... I quién, al verá ·estas se atreve á asegurar que ha muerto un hombre ... !

Ha perdido la tierra uno de sus hijos ... ! quién · descubre en los que qulldan esa ralla .. .! quién ad!vina en la indiferencia, en la frialdad, en el sarcasmo, el paso de la muerte ... !

Ha muerto un hombre .. .! V qué ... ?

necesario que los que sobrevivimos, manifestemos pesar, nos condolámos de la ausencia eterna del Ser que, hace poco, seguia nuestro camino, respiraba la vida que nosotros ... ! No es necesario . .Sobre el cadáver tibio, una carcajada, una ironla, un son mejores demostraciones-que la hipócrita tristeza, que la lágrima forzada.

=265=

No eS" necesario llorar ni entristecerse: la muerte contamina á la existencia, y preciso olvidar el On inevitable de esta, y espantar á la muerte con sarcasmos.

Y.no, hay na,die. , .1

No hay nadie: quién se atreverá á lamentar la muerte de uil que nada poseia, que arrastraba su cuerpo repugnante, por en medio de cuerpos que embellece el bienestar!: quién se atre'(_erá á lamentar la muerte del hombre, ya d,e sobra!; quién se atreverá á echar de menos á un hombre, mas que hQJllbre, espantajo asqueroso de la vida!: quién se atreverá á tener vista entre·ciegos, oidos enire sordos, valor entre cobardes, si groseros que no ven, si almas insensibles que no oyen, si corazones de lodo, .sin valor para no ser infames, cantan, y rien, y sil mofan del cuerpo inanimado!: quién osa no cantar, no reirse, no mofarse? quién tiene bastante gravedad para no burlarse de la ridiouléz df la muerte!: si ellos, al reirse, la combaten, ¡quid'n osa alejarse de ·los vivos!: quién no alinea con ellos!: quién no arroja su piedra al no ser ...J

Es una verdad terrible; pero es verdad, y la escribo :..

)

. 1 =266-

Para qué ... !

Todo el mundo la sabe como yo ...

Decaía la tarde, mas triste, mas siniestra cada vez; la niebla, se espesaba mas y mas; apoyado en una .de las bordas, abismaba la vista en el mar, conla bruma, la creciente, la amenazante (libraltar, y pensaba en el mundo, en los hombres, en la historia, en la vida, en la m.uerte ...

De aquella confusion de mis ideas, brotó una reflexion amarga: el único de tierra que iluminabaj a moribunda luz, era Gibraltar: mientras lo miraba, mas vehemente se hacia mi pensamiento, y pensando, y juzgando, y recordando, me olviqaba del mundo de los hombres, por mirar en mi mundo interior ... babia una idea: yo no sé qué misteriosa asociacion la produjo: sol9 só que tuve miedo: oscurecía: la niebla, levantándose del 1mar, fué envolviendo eJ que visto de perOl, tenia entonces Ja forma de un sapulcro; la niebla era el sudario .... !)í,-yo no las dije,-cn el fondo de mi ser faterior, palabras: -Es verdad, es verdad ... ! Gibraltar es el sepulcro

de las glorias de España: Félipe V las sepultó aquf, y aqnl reposan pa.ra siempre: los sepulcros de piedra no producen nada! ·

· Las nieblas lo ocultaron todo: el mar seguía gimiendo; el barco flotando, la tristeza agobiándome ...

Miré á mi alrededor, miré dentro de mf, y tuve miedo·otra vez.

Bajé á la cám'ara: las mujeres, reunidos allf, delaoon su·silencio, su pavor.

Dos pavores distintos: el mio, no sé de qué! tal vez de mf, que con un pensamiento sombrío, evoco las sombras de'íi¡i alma, y complazco en contemplarlas: el pavor de las mujeres, de la muerte ..... mentira ... ! de un cadáver: para temerá·1a muerte es necesario meditar en ella, y el miedo no medita!

\

. Muchas de aquellas mujeres, silenci.osas entonces, escarnecían poco antes á aquel hombre, que muerto, les oausaba que vivo, les causaba risa.

Lal únicas que ignoraban el funesto suceso, eran Márien y su madre: aquella, acostada, por ceder á nuestros ruegos, deSde el medio dia, y esta,. sentada cerca de su cabecera: guardaban silencio: preson-

)

·==•lian: la se adivina, se mezcla con el aire, se respira: .Yº quille alejar de su imaginacion aquel presentimiento; pero no pw!e hablar.

Reunidas al rededor de una mesa, y a¡rupadás, empezaban á hablar en voz baja las mujeres: lllel'bn bajando poco á poco, •sus padres, sus maridos, sus amigos, y estalló una conversacion á gritos, una carcajada general, ·vencimieo.to atrevido del espanto: despues, empezaron lal!' quejas por el abandono en que habian oomunicacion del temor que la tristeza de la noche les causaba: preguntas sobre el su.ceso de la larde; miradas á Márien para ver si estaba atenta; palabras silenciosas en que se recomendaba cuidado al hablar., pa.ra no ser oidos, porque Marieo, enferma como estaba, y.. . -Qué me importa .. .r

Y eta una mujer quien lo decia 1 y esa mujer, momentos antes, lloraba de miedo, y esa mujer era madre , y sus hijos, eslimulados por su in1ensibili· dad, hicieron gala de ella, y contaron á gritos la muerte del anciano . .. ! Márien se incorporó: abrió los ojos desmesuradamente , se estrem ec ió , hizo un esfuerzo , se apretó ·lil

. =269= oorazoñ con ambas marios, y dejó deslizarse una lá· goma ....

El ruido de una carcajada la secó .

Subl, presinliendo la verdad, á la cubierta: no me. engallaba: era verdad io que temia: .los hombres se· guian celebrando la muerte de otro hombre. Acababan de sacar sobre-cubierta el oodáver, ya trio: se hacian los preparativos necesarios para deshacerse de los restos inútiles de un el pilote, los marineros y todos los curiosos, rodeában el cadáver: con una luz la mano, se enseñaban entre s[ lel!' con<:úrrentes, Ja espantosa concavidad de aquellos ojos, el hundimiento de aquellas megillas, Ja l'Ígidéi de ¡¡.quel cuerpo1 una palabra burl01;1a, ur¡ moviqliento grotesco, provocaban las risas: colocaron el cuerpo encima de una lancha, y mientras que implacable, la niebla humedecia el cadáver, implacables su ·de profundis., clamando á Dios por su justicia eterna, con palabras obs6'nas, con sarcasmos infames: iotrodu¡¡eron los reslÓs en un saco, dejando por fuera la cabeza: una bala á los pies ....

El .:Oar estaba ansi QSO de recibir su pre sa . ..

J
·•

=HO= ¡Por qué no se la dieron! ..•.

No era tiempo: no b,abian trascurrido las.horas nelas hor36 de. esperanza, en que . se cuenta co¡¡ la bondad de Dios, con unaresurreccion posible, con todo los engaños · de la crédula y amanto caridad ....

·Todo estaba en silencio, y el cadáver, solo: me acerqué, y me puse á ·meditar ....

De aqueUos ojos sin luz, de aquella booa sin voz, ¡salió alguna voz para mi corazon, salió ?lguna luz para tni pensamiento, que al levantar la cabeza y encontrar á meditando como yo, me sonrei .. !

Si; de la muerte, vino á mi la esperanza de la .... Esta . mañana, de cerca del camarote de Má- : rien, co nteniendo con un:i mano los latidos de mi. corazon, con el oido atento, esperaba la temida hora . en que.fuera á hundirse en el mar el calabozo de un · alma: rodó por la cubierta una cadena .... me eslrem¡¡ci.. .. y mientras el uido segufa los rumores de arriba, la vista espiaba la- Osonomia de Márien ... : j

=27l=

otra veZ. se arrastró la cadena . .. . me estremeci otra vez .... Márfen dormía ... conmovió la cubierta la caída . de cuerpo .... me apreté el corazon . ... Márien dormía ..,,. un cuerpo pesado cayó al agua, retumbó., .. la mailre de Márieo despertó asustada; yo le impuse silencio, señalando á au bija que dormia, y qúe no babia haciendo asf mas S!>portable nuestra angustia ....

Habían pasado las horas dB" esperanza,-doce bo. . \ ras,,-y arrojaron al agua, hombre, saco y esperanzas .... subf·á cubierta; todo babia terminadq ....

Temiinado ... ?

Terminan las infamias cuando empieZ\lnl·: cumplir con un deber: el diíu.nto algo suyo, y era preciso un inventario: llamados, como testigos, · todos los pasajeros, rodeamos alcapftan, . al piloto y al que- servia de amanuense.

Un baul: esos eran los bienes de un hombre que h+ia contribuido á la existencia de un pueblo ....

Acostumbremos al alma á soportar todos los pesos: démosla el pesar de repe.tir la escena.

El amanuense leyó :

...

rl .

-•Inventario de Fulano ... .

-Don Fulano, dije .yo ... .

He miraron: leyeron bien en mis ojos, bajaron la cabeza.

-•De Don Fulano de Tal, natural de tal parte, pa. de segunda cámara de la fra¡¡ála Ache, fallecido en tal dia, y á tal hora ..

-Está bien: escriba V., .

Dijo el Capitan, abriendo el baul.

-Una camisa.

-Era rico, y por eso era espléndido.

Esclamó, consiguiendo una esplosion de risa, uno de aquellos miserables . ,-Tres pares de calzoncillos . .. .

-Ya decia yo que aquello, mas que hombre, era un cuchillo.

Y la gente se ágrupó para admirar la' profundidad del chiste : los caizonciilos, estaban, en erecto, rotos por mil partes.

-Una cartera ....

-A ver lo que contiene .... ? ·Guarionex se interpuso, y la cogió, diciendo con ace nto severo:

J

-i73-

..,_capitao, no hemos venido aqul para e.ir chanzonetas repugnantes; hemos'yenido á cumplir con un deber: la manera de hacerlo es indigna, es cobarde ...

El que mas lo babia sido, enrojeció de cólera, y dirigió una mirada al generoso anciano: lo imitaron los otros y se agolparon al rededor de ambos·, y murmuraron, y provocaron sordamente.

Guarionex los miró uno por uno, y clavando los ojos en el mas audaa, pronunció lentamente estas ' palabras: •

-Un hombre honrado, no se arrepiente de indigv oarse: lo repito: es una cobardia, el querer convertir en objeto de burlas y de escarnio el cumplimiento de un deber ·sagrado: que mientras vivió el desdichado, lo persigl\ieron Vds. con sus risas, lo comprendo: para muchos de Vds., era una acusacion vi· viente, porque les hacia recordar, que eran hombres, y á pesar de serlo, veian morir á un hombre c on lii. mismnindiferenciaaooqueá un perro; pero muerto, drece el respeto &el olvido .. .. Esta cartera con lo que contiene, vaya cerrada como está, donde va fo demás, Capi!-an .

-No, que se abra .. .!

-= 5114

Y otras vocll8, ¡rilaron, · -Que se abra ... ! -Debe seguir como está, Dijo Qtro anciano! avergonzado sfn duda de no ha· ber encontrado antes en su alma, un movimiento do . indigñacion aquellas vilezas. --Oue se abra, que se abra .... ! -Debo abrirla, .

Dijo el sonriéndose, y mirándonos"á Gua, rionex y á m[ con iron[a, mientras que aplfentaba ceder á los clamores. ·

La cartera se abrió: Guarionex y yo pronunciamos algunas palabras coléricas, y nos retiramos á presenciar de lejos el del inventario. -Pasaporte para España .... -Ya lo ha tenido para el otro mundo ... !

A cad,a comentario; nuevas risas; nuevos epfrra. mas, á cada nuevo objeto . Babia _ el último sido comentado á completo placer de aqµellasgentes, cuando, eo(iendoun manuscrito, leyó, dictando, el capitan: • -•Memorias, de .... • -Me pertenece, oapitan, J

\

Grité, avalanzándome sobre el manusérito.

El capitan lo retiró, y dijo con acento irónico: -Es V. heredero ...! ·

Abogaron su voz las y tal vez mí ade· man: lo miré intensamente; tendf la mano, señalaqdo el manuscrito; lo recibf, y mirando uno por uno á aquellos hombres, dejé estallar á mi cólera, y grité: -Vds. no son hombres; son unos mó,nstros de infamia y cObardla ... !

Todos...;! un tiempo, se arrojaron sobre ml: cfucé los·brazos, los miré con desden' me sonref' acepté eón la cabeza cuantas ¡irovocacioncis me hicieron, y me alejé, lentamente ,

Poco termil)ó elinventario: cuando' todos fueron alejándose, es.laban á mi lado, Guariorrex, un anciano, y dos jó.veiles ....

Qué me importa el :ódio de aquellos miserables, si babia séres á mi lado que condenaban su conducta, y mia ... ,!

Ah .. . ! no me importan los males que me traiga su ódlo ; péro me abisma en la amargura su monstruo· sidad moral; ciego de la grandeza del espf· .

. ' :..

ritu, ¡puedo yo, sin aoJor, sin un quejido, surri't el desencanto con que me abate su pequeliez de espíritu .... •

La seguridad absoluta que acabo de adquirir del ódio de mi alma hácia lo malo, ¡compensa Ja triste. za en que Ja sume, la existencia patente de Ja pequefiéz y Ja maldad .... !

En calma todavía, seguimos delante de Gibraltar; seguimos en el mismo espacio de agua que oculta el cadáver del anciano ....

=277=

-Estoy mejor aqul: aquf no gente, y puedo entregarme sin temores, á fDdos los19esvarlos de mi ima¡¡lnacion. .

-Tú no ves, alma mia, que e\ placer que te causa la so!edad de tu pensamiento, . es una asechanza que el dolor te poner

·

Ahf están conversando Jos mismos que ayer lo escameclan .... y viven esos hombres, y.... r Mi razon ha encontrado una verdad:

•La muerte sirve para algo: para algo se lleva áloe que sull'en.•

A . llARIO unque el viento es contrario, caminamos : Ja esperanza del puerto me reanima ... . Voy á dar á Márien mi alegria .. ..

-Por qué no te levantas .... 1 el sol está brillante· lqs campos de Ja costa, sonrientes: ven á verlos: luz mia .

J

-Es imposible: si vieras, Bayoan, qué en sueños .distraen mi soledad .... ! qué placenter; tristeza me domina, cuando pensando en nuestTo amor, l. sin nadie que acecho en mis ojos mi emocion, pien· so en ti, y en la dfcha ambos nos espera, cuando, dentr&'de poco, nos unamos para siempre .. .. ! ioi ' madre me lo dicho: •En cuanto lleguemos á Madrid, os unireis•: es verdad, Bayoan!: dlmelo, dime que has vencido los obstáculos que tú mismo babias puesto á nuestTa dicha; que vas á premiar mis sacriflolos ....

-Es verdad lo que tu madre ha dicho: OTdenados mis asuntos, nos casamos: be pensado en la necesida<lf que tengo de lf, de tu amor, de la dicha que me dá ....

-Egoísta ... ! y en la mia no pensabas ... 1 no veías que yo taml>ien necesitaba de U, de la seguridad .de

tu amor, de la dicha qne me dá, del perpétuo mirar en el fondo de tu corazon .. .r

Cuando el cielo, despues de un nublado pertinaz, brilla con un rayo de sol, ¡no inspira al al ma mayor alegria, que cuando brilla el sol constantemente, y :es constan!& el azul en el cielo ... !

Lo sonrisa de Márien, illlminando entonces su rostro, hasta entonces envuelto en las sombras del dolor, rué mí alma, Jo que el rayo de sol en un cielo nublado.

La miré intensamente, y confundiendo su alma con Ja mia, Je contesté:

-Yo no soy egoista: soy sincero: ¡vale el placer volandero que te daria llna mentira dulce, la emocion que te procuro, enseñándote mi corazon, cual es!: ¡iara casarnos, no ha habido otro obstáculo que mi anhelo de ser digno de la felicidad que me -dará tll posesion: para ser digno de poseerte, y digno de darte una felicidad igual, necesito realizar IJliS sueños, neces ito estar contento de mi mismo; pero has sufrido por mi culP.a, tanto . .. !

• Me interrumpió con una súplica callada, tao ·nena de felicidad, desmintiendo mis palabras con tal ve-

=279= henlencia; l¡rÍlló su rostro colores tan vivos; se esparció con tal en su frente, en sus ojos, en su boca, elpuro bienestar deque gozaba, que cref en la posibilidad de ventu ra, en la ,eflcácia de mf amor.

Quise ,mezclar el dolor con el placer; 1>ara hacerlo mas puró, .y proseguf :

-Has lucha.do tahto por mi, por mis caprichos; con \ tal violencia me han ac11sado las penas que te . causo, que .necesito de tí, de tü corazon, de tu espíritu, tu presenoia, de tu's palabras, de la conres'ion incansable de tu de la confidencia mútua de nuestras del aoondooo completo de tu vida en mi, para poder ;vfür, sin sentir el dolor de verme acusado por mi conciencia, Mblame así tu vida ... ! Bayoan de mi alma ... ! ·, ' '

Un. movimiento, descompaso la ropa que su se90, y Jos brasos que buscaban mi cuello, cayeron_ sobre el seno , encendido como el )'ostro, y palpitante, porque debajo de él, latia un corazoo.

MARZO 25 . .

Viento contrario todavía : aun ·cerca do t9

J

=280= M.Ua¡¡a: al acercarnos á ella esperábamos. estar hoy en Alicante ... !

Si solo de mi se burlara el tiempo, me vengarla· de su burla con mi pero burla los deseos de Márien, cada dia mas delicada, porque ·cada dia · pierde una esperanza, y me impaciento, y me desespero, y lo maldigo todo.

Si pudiéramos en el primer puerto que .en1iontremos, su contento para curarla ... pero aqu!, obligada á encerrarse en su camarote, por el írio, por la humedad, por la tristeza que la oprime, cuando vé la del cielo:y de esas playas; aquí, obligada á encerrarse el) si misma, rodeada . de séresinsensibles, que matan con su frialdad los pocos placeres que procura la comunicacion social de pensamiéntos y de sensaciones; aquí donde su· íren los únicos cuyo contento pudiera animarla, cuya alegria hacerle ,olvidar la tristeza que de ese Cielo sombrlo, <le esas desoladas por el paso del invierno, vá á su oorszon; aqu! donde mé vé luchar. con cuantos me rodean, donde me vé lllfrir, porque sabe que cuando está mi corazon gado á 110 latir, porque no laten otros; donde me vé J

\

=281= inlfllnquilo, porque no-¡medo conHar en nadie¡ donde vé que está mi á com11render

ol placer de la vengan1.a, el ás¡iero goce delaspasionea malas, se .reqoje en sí misma, se á dolooosos désvarlos, .sueña despierta con una reJici4ad, cuya tardanza la exaspera , y se abate, y decae, y se me muere.,.!

se me muere .. ,!

;Yo no sé como puedo surrir este tormento ...

Me arrancan el corazon; me quitan el aire que respiro; ml!,,dan una vida que no es vida, sum¡cada á y á maldecir ... y sin embargo, mi cruel , imaginacion me lo repite ... !

Cada, vez que veo á Márien, con los ojos, rodeados por un circulo arul, con las mejillas sumidas, sin color, 6 con el de la fiebre que me espanta, oon las sienes hundidas, •Se muere,. me dice, y me obliga á seguirla por el espacio inmenso de sus sombi:as. f esde el dia en que murió el desdichado, que .por u misterio del alnla, apesar de su desanimac1on, nos animaba, ha decaido su sa\ud: aquella noohe, vélando sus padres y yo su sueño inquieto, scntimÓs :1 nuestros corazones presentimientos

-2112sombrlos: deliró toda la noche: cuando á 108 recuerdos de su amor' se mezclaba el de Ja muerte del anciano, se estremecia su cuerpo, su respiracion se hacia anhelante, Yaparecian en su rostro las impreliooes que interiormente debían agitarla: la desperlábamos, y despues de mirarnos con tristeza, si Ja proximidad de la pesadilla, no babia borrado sus rec'!erdos, se llenaban de lágrimas sus ojos, y de suspiros su pecho ... una vez despertó sobresáJtad,a; mé buscó .con la vista, cogió una de mis manos, . . con espans1on, y pronunció algunas palabras incoherentes: al ver Ja .soledad de la cámara, preguntó qué bora era: recibida nuestra conteslacion, nos replicó:

-Pues si duerme todo el m'undo, ¡por qué están ustedes despiertos!: estoy yo enferma!: qué tengo!: qué necesidad hay de velar ... !

DeSpues de sonreirme tristemente, nos -dijo á su padre Y á mi, que le babismos contestado coil la afectaoion del disimulo: -Ea, á acostal'8')1 porque Vds. no saben menUr, Ysi vuelvo á verlos aqul, creeré por sus respuestas que estoy muriéndome.

J

=283=

Temerosos de asustarla, nos fuimos á nuestro camarote, y yo.

Cuando á la mañana siguiente, me acerqué caule\Ol!tlmente á su dormia con tranquilidad, y tuvo fa suerte,· que bendije, de no despertar al ruido que se hizo en la cubierta¡ pero á pesar de nuestra cónversacion; apesar de las promesas que le hice en ella; apesar del bienestar que le dieron mis palabras, por la larde, estuvo triste, se encerró en un silencio \ doloroso, se quejó de frio, 'to.vo estremecill!ientos repetidos, caia en una somnolencia momentánea,. y parecia l>tlrseguida por temores crueles, que á nadie eoníló: durmió intranquilamento, y al por la mañana, estaba pálida, tenia hondos al. rede¡lor de los ojos, y una esoitacion nerviosa, casi mas dolorosa de observar que de sentir. Estando aquel dia cerca de ella, sus padres y yo hablamos,-ocullando el dolor que esta ironla de las circunstancias nos causaba,-de nuestro malrimonlo: el/a escuchaba y sonreia; pero va¡;amente, como si no comprendiera el valor.de las palabras, como si luchara por rccordarquo aquellas habian signiOcado al¡;una \'CZ su dicha: la Ocbrc rué ligera; el snrño, repo5ado .

=2114-

Ayer, su mirada era tranquila; su dulce; sus Palabras, cariñosas; su ateuciou, serora: se sen tía bien; de nada' se quejaba; deseó levautane: el dia era rrlo, y no quisimos que subiera á la cub.iel'!a: al anochecer, alegres porque la Oebre que nÍ su semblante, ni lo causó el desasos{oro c1ue en las noches precedentes, volvimos ábablar de nuestro probable enlace.

-Se realizará?, Nos dijo: y yó le contesté:

-Depende de lf.

-De mi!: si de mi dependiera, unidos ya, no estaríamos aquí.

Esta queja involuntaria; reveladora del estado de su alma, me produjo un dolor, no por ligero, menos agudo ni punzante.

Se arrepintió de su queja, me miró con bondad, y prosiguió:

-No depende de mÍ: de t( depende: sin los obstáculos que para ser felices encontrabas en ti mismo; sin tus crueles temores de ser.señalado con el dedo, ele provocar la maledicencia de lus gentes, vivirlarnos íelices rn nuestra pátria; pero... perdóuamo ·

J

=285=

otra aunque no quiero, vienen á "!lis lábios estas quejas. · '

-E\•(talas, si te son dolorosas: á l!IÍ no me hacen daño.

-Sobérbio ... ! yo soy débil y no tengo esa pasion si me amas, ya unidos, dejarás por mi amor do ser sobérbio.

Hizo un gesto gracioso, é intentó cbancearse: dose me dijo: '

-Voy á contar tus defectos: sobórbio, ambicioso .. · \ ambicioso de gloria, es verdad, pero ambicioso al cabo ... son muchos mas, pero quiero no mas que en el ihtimo que es el queme causa mas temores' · quiéres hacerme feliz, que nos case!JIOS, ¡no e 1 s verdad?: y tu ambioion de gloria!

-La hán matado.

-Quiénes?

-Los hombres, y tú .

-Cómo! ·

-Ellos, con su maldad, que no merece el sacri!lci4.de un alma: tú, con la violencia del amor que has inspirado á mi corazon, que se tenia por seco, á mi. espltitu, que solo de ideas creyó posible ser es.clavo, y ahora, lo és ...

. 1

-Dilo, de que .. ,! -De una .muñeca.

. Orgulloso eaplritu, no el placer sino en lo ¡rande; pero hoy le ha probado esta conversacion con llárien que hay tambien su placer en lo 9equei!o: una chanza que produce una mirada;. una mirada que delata una dicha tranquila, una salisracoion sin pena, Je están diciendo ahora que el placer de las cosas pequeñas es tan feliz como la orcuridad de los hombres que el mundo no conooe: pesar se convence, recuerda con fruicion la chanza, la bendice mil veces; y. mil veces, el deseo de distraer · á Hárien que fu 0 é quien la prcdujo.

Con un .dulce abandono, benéfico para ella, delicioso para mi, seguimos coÓveR!ando: sus padres, satisfechos con verla distraída, hablanban entre sl, .sin prestarnos atencion.

-Pues señor, no eres sobérbio tampoco: si has sometido tu a'lma' ore;ullosa -á una ... es ... un alma, asf descendida de su allura, ¡qué &'l<r.ria ha de buscar .. .t · -Pues hay una, que busca con vehemencia. -C uál 1

=287= déhacerte dichosa ...

-Que bueno me páreces\ cuando te sonrles asf...!

-Porque asl, tengo la debilidad de confesar&e mi anior... · 'tambien se sonrió, pareciéndome buena, an-. ¡elical, divina.

-No quieras engañarme con esa esperanza, BaYOUI: mira que el me costarfa la vida: repftemelo: ¡es verdad!: nos uniremos para siem\ pre .... ? . .

-Te lo he dicho mil vnces, alma mía.

-No atrevo á creerlo: cambiar de pensamien · tos, tú, que te sacrificas il ellos, q.ue has dich<' mil veces que estabas acostumbrado á realizar cuanto pensabas ... ! No me atrevo á creerlo, Bayoan: tú, que por la exaltacion de tus pensamientos generosos, pretestabas tu pobreza, la necesidad de un non!bre, de una posicion, de ser útil á tu patria; de contribuir á su engrandecimiento, de ser útil á los hombres, 8l/'crillcándote á tu amor de verdad y á tús ánsias de justicia.:.! ah! no me' engañes ... tú sigues pensando como siempre, y por compasion á esta triste, quieres ...

\. )

=288-

-Solo á tí, y nada mas: no quiero mas que un refugio en tu alma, no quiero mas que la complets posesion de tu ser, no quiero mas que verte feliz, sonriéndome perpetuamente, y haci¡\ndome olvidar del mundo y de los hombrés.

las burlas, porqae paso por loco, y á los locoa se les tiene compasion con el sarc,armo, me arrepiento de todo, echo de menos Ja felicidad perdida, la llamo, y al encontrarla en ti, me avalanzo. bácia ella, y Ja sujeto ....

.

-No, no es posible: lú demasiado la grandeza de tu espíritu, amas las nobles quimeras de tu imaginacion; tu alma, ama á otra cosa que á una criatura enamorada de ella.

-Hace poco, en efecto, buscando en el fondo de mi alma, me parecia ver un horizonte inmenso, un espacio sin fin en que volar: amaba á los hombres, y compadecido de sus errores y apiadado de sus efectos funestos, sentí el anhelo de sacriftcarme 1 y de imitar á los pocos qué, mártires de un pensamiento generoso, pasaron por el mundo, escarnecidos y oscuros, dejando sin embargo en pós de si, una memoria eterna, venerable, un rayo de luz inestin¡¡ulble; pero hoy, seco ya mi corazon, abatido mi espíritu, fatigado el pensamiento, me pregunto á mi mismo quó bienes me ha dado el pensar, el mi espfri¡u, el secar mi corazon, y cuando veo que Jo únieo que logro es ser infeliz, ser espueslo á las risas y {o

-Momentos de,¡¡mar.gura nada mas ... se calmará tu cólera, volverás á anhelar lo que a'nhelabas, Ysi nó por creer epcontrar tu ventura, por orgullo, volverás á dirigir tu espfritu al fin á que lo bas acostum1,, brado.

-No, Márien mia: no es la amargura que me' dan los bombtes; es la necesidad de ser feliz, de verte venturosa ...

-Y tu anhelo de justicia!

-Por ese anbe/o, seré tuyo: seria injusto si siguiera obligándote á por buscar Ja ventura de los que no Ja merecen.

-Y tú amor verdad ... !

-En donde el de justicia: son dos rayos divergerrs de un mismo foco.

-Y la pátria!

-No la olvido: en vez de hacerlo que el condor, haró lo que el gusano: en vci de volar, me arrastraré ...

J

,..i9()_

-Cuánta amargura encierra tu corazoo, amado mio ... ! ah! dulcificala con un poco de dicha tranquila, sin brillo, sin-grandezas: si los hombres te daorazon á cada instante para sentir amargura é iodigoaoion, huyamos de ellos: volvamos á Cuba ó á Puerto Rico, y en sus campos... ¡qué tienes, Dayoaol: te has demudado .. .! por qué has palidecido asl...r no flojas, no sabes: ah! no me engañas... tú quieres que te crea, y mientras me prometes la dicha que espero de t[, tú no la esperas, y te prometes en silencio bus·carla en tus quimeras, no faltár á tus propósitos, arrojarte en esa vida de tormentos que secarán tu corazoo y te harán inútil para la felicidad ... !

Una tras otras, las lágrimas que salieron de sus ojos, cayeron en mi alma : pensé rápidamente en mi pasado, y me espanté: quise ver el presente, y tuve miedo: solo Mári en me prometia paz: me arrepenl[ de mi vacilacion, y lo que antes por animarla, repetí entonces, con pasion, con ruego, con verdad. Mári eo creyó: siguió llorallid, pero con llanto dulce que alentaba su espíritu, y era benéfico á su ouerpo, antes convulso. -Júramelo,, Dayoan, para que crea.

J

=291=

La miré con pasion, y la dije:

-Por quién quieres jtlre!

-Por ...

-No: por t[: juro por![, que antes del mes de junio seremos nuestros ante los hombres, como hoy lo somos ante nuestras. conniencias.

Me tendió una mano: la besé respetuosamente; sent[ el ·puro placer de 'verla gozar de un momento de reiicidad, da<jo por mi; Ja distraje con palabras amo\ósas Yla v[ entregarse al sueño, con el mismo abandono con .gue á mi.

MARZO 28 .

Ella ha dormido, mientras yo velaba: olla murmuraba blandamente: •vamos á casarnos•' mientras que yo me repetia, asustándome: •Se lo he prometido: solo e,so la salva• ... Veia en su rostro, su conte nto interior mientras que aqul dentro, luchaban . 'los deseos de mi oorazon, con las ánsias de mt esplritJ, mi sensibilidad, oon mi mi deber ooo mi ventura, mi conciencia consigo misma: ella sonreia Yyo, bendiciendo su sonrisa, sentia los gemidos de mi alma ... •No quiero gloria, no quiero justicia, no

=292= quiero verdad ... • Puedo yo no querer ... ! puedo olvidarme de mi mismo, que he sacrifica.do á eaós deseos, mi infancia, soiíadora, no felfz; mi adolescencia, rencxiva, no indiferente; mi juveptud, austera, no anhelante . ..!

Porque he visto que los hombres no pueden ser lo <juo esperé que fueran, me arropienlodetenerunespiritu, buscador de lo grande, y reniego de todos mis pensamientos generosos, maldigo la necesidad do la virtud; me rio amargamente demi arrogancia, que pretende encontrar la en el dolor . .. ! Qué debil soy ... !

Qué me importa que los hombres sigan la senda que siguen, y orendait con su indirerencia y su miserable pequeñez, lo mejor.que hay en. el hombre, escdrnezcan al que sigue un camino distinto,, ultragen la virtud, y se tengan por felices, y lo sean ... !

Si el pensamiento, con cuidado , encuen tra siempre la necesidad del bien; si el alma, cansada del vacío .de una vida fácil, sin tormentas, concibe su ventura en la lucha¡ si la conciencia, busca la lucha, como el alma; el bien, como el pensaÚlienlo ' ¡por qué me dojÓ arrastrar en un momento de can'.

=293= sancio, óe cólera ó de envidia, y quiero convertirme en Indiferente ó en malvado ...!

Si en vez de resistir, me abandono á la corriente y me dojo lll'rastrar por lo que veo, me hago indirerente, y soy, ante mi conciencia, responsable eje las infamias, de los vicios, de los orlmenes que vea sin conmoverme, sin clamar contra ellos 1 con mi alejamiento de los que los cometen: si en vez de seguir con valor, por donde quiere mi espíritu que siga, siento demasiado las espinas del camino, y por do\ lor, y por falla de esperanza, lo abandono, y adelanto por élfacil de seguir, me espera la maldail, distanv te un paso de la indirerencia ... Meditémos ...

.Yo,.¡ dos caminos: UI)O llano, y otro 'áspero ... ¡ruó por virtud, ó por sobérbia, por lo que emprendf el segundo ... 7

Caminaban por el llano, multitud de hombres: iban contentos los unos, silenciosos los otros, indiferen- • tes muchos, ninguno, llorando con lágrimas viei,les, .. movi Jos lábios desdeñosamente, y ni ver el camino áspero, y al _ver los pocos que seguían por él, y al conmoverme con las señales de dolor .que h.abia

J

=ilr41= en sus rostros, mi orgullo me dijo: •'98coje ese; lo transitan pocos•: mi corazon olamó: •vamos á sufrir con los que sufren ....

La soledad del camino me encantó, y e111P.E\cé·ii caminar: cuando me sentia cansado, me detenia á J1 .. reposar, y nunca pensó que aquel C!lmioo era. tsn triste, como decian algunos, que cruzando seode· ros trasversales, pasaban del nuestro, al camino llano: pero un dia, lle¡rado á una eminencia que me babia costado trabajo subir, ví mas abajo, cerca del otro camino, un valle delicioso, "con. todos loa en-. cantos que la perspectiva y la lej"anfa le daban, y con todos los placeres que ofrecian sus flores, su luz, sus fuentes cristalinas, s'!s pobladores, ale¡rres, risueños, audaces, felic es: miré cerca de mi, y comparé: un cielo triste; un horizonte oscuro; una pendiente interminable, con su cresta, envuelta en sombras; precipicios insidiosos, delante, detrás, alrededor; séres sin juventud, casi sin sexo, meditabundos, tétricos, . agobiados, sin ventura: luve 4eseos ·tumultuosos, que aguijonearon mi fantasfa y dieron lanpldel al eora,i;on .. .' , Algunos do los que conmigo caminaban, se alejaron

. l

-'91ípreclpitadamente, tapándose los qjos; pero oll'Os, entre¡ando sus sen lid os al placer, á la hu, á la armonla, buscaron an sendero y to si¡uieron perezosos ... : yo se¡¡ul vacilando, pero una ráfaga de viento, trajo á mi oido una armenia sensual, y no pude resistir, y me precipité por el sendero que ba· bian se¡¡uido los otros; ya en medio del sendero, y viéndome solo, an¡¡usliado por la indiferencia de los que iban delante, que no quisieron detenerse y espellorando su sordera, y maldiciendo mi credulidad, me arlepeoil, y quise retroce¡!er; pero el seo· dero, fácil al venir, era dificil al volver: su suelo, antes se¡uro, resbalaba entonces, y yu resbalé y cal: fali¡¡ado, y sin .fuerza en el esplrilu, volvi los oj'os al valle, lo vi incitante, y crusaodo por él, tras11¡¡urados, llenos de juventud y de ale¡rrla, mis comp8ileros sordos: los llamé á gritos, y oorrl detras de ellos, cuesta abajo: mientras corrla, me animaba á correr la esperanza de los goces, y llegué sio vaoilacion al cami'o Dorido.

Au11Q1Je de cerca no tenla los encantos que de lejos, l'f'Ordé que en otro camino babia visto un padroo con esta amenaza, todavla si¡¡niftcativa para 20

)

\ mi: •antes de j11111ar,medila: sino, serás injaelo•, y por la coslumbre de ohc1lecer al mandato del padron, no quise )Ullllr, sin meditar .... Los hombres y las mujeres, se diferenciaban entre si, mucho mas que en el camino áspero: pero eran : menos hermosos de lo que yo babia creido desde lejos: los ancianos, sin saber yo por qué, me repugnaban; no .:omprendla, cómo estaban alll, ni me es. plicaba, cómo, siendo los jóvélles, cadúcos, y los viejos mas vigorosos y mas resplandecientes en el otro camino, fueran, en este, los viejos tan decrépitos, tan despreciables, tan sombrlos: solo los niiios eran bellos: en lodas partes conserva la su belleza: el cielo era belllsimo ; la lus resplandeciente; las Oores, dé matices delicados, y olorosas; las fuentes y Jos pájaros, rivales en melodias suavlsimas: .vi con un descontento, que se convirtió, poco á poco, en amargura, que nadie adivinaba ni sentia aquellas béllezas; que el conlelllo y el aran que en aquellos semblantes babia, Ara un reflejo del contento que animaba á los y del atan da 10 mismo que el enoanlo que ofrecia una la¡una cer. cana, no era el que tenia, sino el que al reRejat' en )

=297ella, le daba el sol, reproduciendo en su erlatal el cielo, las .plallta, las Oores, IOjl objetos no distan1's: -OWllldo vi lodo eslo, y al disgusto de sentirme victima de un engaño, añadJ la pumal)IA) tristeza que daba l\ mi ooruon su soledad, me detuve á pensar, Y volvi olra vez á arrepentirme: la gente que pasaba, me dirlgla miradas de 41str.añeaa, no comprendiendo cómo en medio del movimil¡nlo, del tumulto y del ooatemo, estaba en mi rostro la tristeM, y en mis ojpe la irresoluciom segul caminando poco á poco: el welo de cozar de aquellos goces, me empu¡aba mientra& ,que me llamaba bácia atrás mi soledad: me decidl á !>osear un compañero, y lo busqué; en el primeruwmento, todos me recibían con ¡ pero apenas · conversaban conmigo 1 se eocogiaD de hombros, me111irabancooasombro, y se¡uian ao camino: empezé á sentir cólera y y tal 11111 hubiera vuelto .á mi 4ptig110 ca mi.no, si al medir distancia oon los ojos, np hubiera vislo que rtab,a muy di8'ante: llice un esfuerzo para atraenne á alruno de .JOll , y c()llBe¡¡uf, imlt.6odolo en todo, haoel'Jlle arni¡¡o de uno: aunque yo no querii, nos reunimos con .otros, y unas veces

--otras veces gozosos, seguimos caminando: un dia eché de menos mi reOelioo, me avergoncé de no peDBBr, me dlsguslé de aquellos placeres que oonca me dejaban ealiarecho, me indigné de mi lodirerencia, y quise volver á meditar; iiero al comunicar mis pensamientos, resultado dé mi medilaolon, me escarnecieron, y por evitarme el dolor de despreciar á los que nmaba, me puse una venda en los ojos, y me dejé guiar: ya bastante adelantado-en el camino, éocootré á un hombre que caminaba en sentido contrario: yenJa, segun dijo, de muy lejos: trala el cabello enredado; los ojos, centellantes; ta boca deprimida, sonriendo eslrañamente ¡ las ropas, descompuestas¡ to,do el mundo lo miraba; todos le impedian el paso; todos lo empujaban, lo orendian con sarcasmos, lo ultrajaban con palabras infamantes: él, con cabeza sobre .el pecho, y con los brazos en actitud humilde, caminaba despaole su camino: yo me compadecl, y le orrecl mi ayuda: •vente conmigo., me dijo: ·á dóndevú!:o al camino dificil•: ·dóndeeslá!:o •noloeaheB!• •ahl, si, me acuerdo: un elimino pendiente, con abiemos, sin nores, sin pájaros , sin luz . .. no él, porque es muy tris')

=299-

le:• ole sé:• •pues cómo vúl:• •porque en él no hay engaños, ni ralsos placerca, ni ratea virtud, ni relicldad prometida y no : • aqui tampoco hay eBO•: •pobre niño!•: ·pobre. .:1yporqut!M •porque le OOpilas, Ó te engañan•: •Slme handichó que aqul es placer, que noseaurre, que ... adiós, mis compafteros me llaman, no puedo abandonarlos; ven con nosotros•: ·no¡ pero te espero alll •. :.' Y mientras yo corrla á reunirme con los mios, segul la di· ( ecoion de su Indice, y vi lo distante que estaba del lugar que me indiciaba: mis amigos se burlaron de mf porque . m&vhabia dbtenido á conversar con aquel hombre, de quien hablaron con cólera, al principio, ·y despues, ooo desdén: lo derendf, y ine ullt'8jaron: el ultraje no me hiriÓ, me produjo un descOD8Uelo que convirtió su duracion, en ira, y empecé á sentir la solMad del pensamiento: aoñque lo deseé, no me senil con ruerzas ·para volver atrás, porq'ue el otro camino estaba lejos, y por debilidad, se¡Uf adelante : el ca¡nino, mas hermoso cada vez, era ioeilatlle entonob, porque en uno de sus lados, se oll'ecfa, al coruon y á los sentidos, una ftoresta, por cuyos árboles ontreluados, cantaban su amor los pajarillos ,

-300= murmuraban amor los llUllUIDliales, infundlan amor la hermosura y la ll'IOia, que lenian ali( su reeidencia: mis compalieros Clnlral'Oll denodadfllllente: 10 me deluve; ,nie oprlml el corazon que lalia violentamente; me apreté la callea para no desvanecer;. asr . piré con temor, y respiré . oon frecuencia; deeplles, · loe antes de lle¡ar á la Ooresla, me babia meravillado muchas veoea la ealrafta deaarmo'ola que sorprendl entre casi todos los que en el nuevo camino babia encontrado, y yo; me babia espantado muchas ve<:ea de la soledad de mi ooruoo, que en vano llamaba á _ otros cOl'BIOoea: me babia irritado la soledad de mi pelll8Dli.ento, que deapues de buacar inútilmente un peD1Bmiento hermano, se babia reple¡ado sobre e( mlamo, y entre el deadeo y la ira, habia ido acostumbrándose á al mismo ; haala entonces, ni los hombrea me habian parecid.o repu¡naotes, ni mis ami¡oa despreoiablea, ni me habían parecido infames sus acciones; vi cómo ultrajaban con su ánaia ¡rosera, aquella llermn1ura delicad8' cómo convertían en asquerosa, aquella ¡raoia ¡uve. nil Ypura; cómo aquellos aérea delicados reeiat.lan sonriendo, el fmpetu de aquellos deseos, y

ver un abismo entre loa bd.mbres y yo: el abismo se al.19odaba, á medida que la soledad de mi pensamiento i;ne IU&pirabl el deseo d6 romper todos loa velos que ocullaban la verdad, y llegó ·uo dia en que aquel camino tan hermoso me causo horror; en que eí perfume de sus flores, me pareció hediondez; en que la mujer, me pareció un : esqueleto, envuelto en carne modelada,-á pesar de esto, amable para mi, por no ser fuerll!,- y el hombre, un mónstruo de pasiones H \ y deseos, sujeto á una cadena,-de que era eslabon cada uno de ellos,-suflciente casi siempre para impedirle rQ111perla de un esfuerzo, pero no 1>ar• resistirá la )imá, al esfuerzo .constante, al empuje solitario y tenebroso ... me entrisleol, y busqué la S-Oledad: ful sin sentirlo caminando en direccion optleSta, l'etrocediendo á mi camino anti¡iio me irrill¡ban las miradas; me aguijoneaban las 111>nrisas; me exasperaba la ironla de las gentes, pero seguÍ huyendo de ellas:• á dónde vas!., me pregutanban : • no lo sé:• .y P<y qué no con los otros! •' •,POr no ir con elfos· : ·ea decir, que por orgullo, caminas contra •por orgullo• : fatigado unas veces , ,y colérico otra., vacilé¡ y<¡uisedojarme arraslrar pór cor-

)

-302= rientc; pero un hombre que quiso detenerme, me dijo, dudando de mi fuerza:• no tendrú valor para . se&1Jir•, y yo, por desmenUrlo, eeiu1 .camillaQdo contra la corriente. Caminaba sin fuerza, sin esperanza de otra cosa mejor, por or¡ullo, por probanne que podia diri¡¡i(mi voluntad, á pesar de mi mi,smo: :fui, poco á poco, habituándome al dolor, y UI) dia sin oirá mi •el dolor encictra la// fehc1dad., y ful conc1b1éndola en la desrracia, y probándome prácticamente que el cielo mas nublado, oculta siempre un sol .. . /Rabia llirdado mucho; pero habia llega do otra vez al diftcil: de todas las que de él habia llevado, no me quedaba mas que una esperanza: ni un dulce engaño, ni una.ilusion, ni UI\ recuerdo de planer, ni un resto de fé en mis hermanos: sin embargo, los amaba: no los veia, no mo encolerizaba su persistencia en el error y el vicio, y el pensamiento, acorde con la conciencia, que . me gritaba: •ámalos, para ser bueno. ,,me obllfllba a amarlos.

Aquel camino sombrlo tenia ·su luz, agradable á mi espíritu, porque, para verla, era preciso d!oipar Ms sombras: aprendió á disiparlas y fué viendo: á

\

=303=

medida que veía, mi ódio á la maldad de los hombres, se convertia en pieqad, en· conmisetaoion, en ternura; mi desprecio á vic!os, en indulgencia; mi borJ'l)r á sus errores, en Pasion por la verdad, ' por Ja justicia, por la virtud: solo para mi indi¡naclon no bailé remedio: todas 1.as pequeñeces de ,ios hombres me causan indignacion, me someten á esa dolorosa tirantcz de esplritu, tanto mas torturadora, cuanto mas la sujeto y · la domino . lnimado por la seguridad que dá la certeza de que existe la virtud, sigo resi¡nado mi camino: voy dejando e1Y&us cuestas, pedazos de mi corazon; voy ol' vidándome de mi juventud, de mis deseos, 'de la felicidad fácil, por ballar la diftcil, por acatar mis . res, por llegará la vejez de espiritu, antes <\e qu e el . tiempo baya arrugado 'mi frente, y la calma de las grandes pasiones aquietado mi ansioso cor,azon ...

-Sirue entregada á tu sueño feliz, enamoráda adolescente: la el reposo y la esperan,. y,con6ando en tu amor y en la pureza de tu espíritu, tendré fuerzas para seguir por el camino áspero ... Qué dulcemente ilumina su rostro, la esperanza .. .!

J

=304-

Bslá soñando... soñará conmigo .... mllflllura mi nombre blandamente ...

Si en vez de dormir, velára su madre, le ropria que me dejara imprimir en esa frente, un beso, lan castp ella; pero duerme lambien, abandonada esperanza, y no puedo sin ser in'tlicno de au oonOanaa en mf. .. Y acaso, enconlraria el deleite que busco en una caricia, que el temor de la sorpresa converlirla en delito ... 1 Softando todavhi .. .

--Oué hermosos son nueslroscampos ... ! qué cielo tan uul ... lquéair.e tan puro ... no es ver41ld, Bayoan, que la vida es mas táoU en este paraiao, que en la ti111ra desolada de donde venimos ... !

Qué melodiosamente resuenan en mi alma sus pa- . labras ... !

Qué emocion lan eslraña ... r parece que sus palabras resbalan por mi inlerior .. .! y ahora, la melodfa de su voz, me produce un dolor ... es que su ·voz ha llegado á mi conciencia, y siento el remordimiento de haber arrancado á ese án¡¡el de eu edén ... ! . -SÍ, sf, me acuerdo ... aquf 1 bajo estos árboles, me disle el erimer beso ... no oyes can lar á los zinzontes._. 1 )

-305-

Qué ea lo qµe duerme en·ella ...! el eeplrilu .ela: el recuerdo de aquel •• lan lleno de dM6o1, ba eaoendldo su roslro, oomo enl!>ncea ... ademan que entonces, para huir ... el cuerpo, al pudor, cambia de poslura .... pesa sobre el oorazon... respira mai; Ja sangre 'se agolpa en eu semblar¡ le ... es.un penoso.

. ... ! yo no qlliero volverá aquel pala .. ,! Qué rudamenle conmueven sus gril.Qs Uli cora\ zon ... r

-Tú no lo ves ... ! la muerte nos acecba .. 11·zn1ra1a allf. .. ..,. dirigiendo el timon de un buque ... ,no ºoyes su risa ... ! piedad .. ! piedad para 68-8 pobre ... ! Bayc¡an, Bayoan ... ! dellt\ndeme .. .I gracias á Dios ...J ,tú no la has v¡slo ... ! cogió al anoiano y lo boló al 11111a ... si lú no me defiendes ... pero tú eres poderoso baila con Ja muerte ... !

Qué espantosa carcajada ... ! parece la ironfa del dolor... no bao sido mis sentidos los q11e la bao rido ... ba penetrado m:is adentro ... aqul en el eorazon .. . ¡qué es su doloc, comparado con Is angustia que recorre mi ser y me está abo¡¡ando ...!

Conciencia, si eres tú la que asJ me alornientas,

=-:J86- I dime de uoa ve1 lo que deaeu ... I no fuiele tú la que esco¡lste entre los dos caminoe ... r no fuiste tú la que oNyendo ver IUJ en las llnleblas, me indujiste á bll&llarla, ensordeciéndome á loe gritos del corazon que se despedazaba ... r no fuiste tú, quien sancionando mi amor, lo hiciste inmenso . ..? no fuiste tú; quien para hacerme grande, quien para hacerme feliz mi desgracia¡ me diste á probar el dolor,.como antlcipaoion de un deleite que el placer no dá ... ? no fuiste tú, quien, viéndome combatir con mi amor y mis deberes, ·me impulsasteal cumplimiento de estos, asegurándome con tueetraña pel'8uasion, quede ellos y de los dolores que me están costando, brotaria mi amor puriOcado, mi dipa de ti ...?

Pues entonces, conciencia, ¡por qué sigues torturándome .. .?

Si.. , te comprendo: te ries de la desproporcion que existe entre tú y lo humano de mi ser, .. !

Pues entonces, ¡por qµé no te overgiiemas combatir con lo que es débill¡ por qué no te avergüenas de vencerá lo que orees pequeño .... ? Hu iguales las armas, y verás quién vence.

Si luchas contra el alma ... ¡quó eres Lú ... ! Mi alma · )

\

-so1-

te ha secuido á toda& partel, y ha sabido soalenel'lle en la re¡¡ion que tú ••. no'puedee deadeftarla ...

Si luchas contra el coruon .... ¡eres insensible ... ? ,no te éonmueven sus dolores, sus ele!Ras cpn¡¡ojas, el valor con que ha sufrido basta ahora su marlirio .. J 1

Mezcla de todo, flaca, y fuerte, me por sobérbia á lo diftcil, me ciegas para que te crea, me amenaza"s para ser obedecida, y, cuando acostumbrado ya al dolor y al silencio, adelanto resignado · en mi.J:ami.no,me detienes,¡rilándome: •te precipicio.... !•

A dónde dirigirme ... ?

Si unida á mi espirito, 111e ordenas el sacriflcio de .mi coruon, me 'Precipito ...

• Si unida al corazon, me ordenas el ·saoriOcio de mis ideas, el sacriftcil) de mi espirito, tambiim me precipito ...

A dónde dirigirme ...!

/

Hay un camino trasversal entre los dos oaminos ... tienes razon; pero 00 ·quiero. seguirlo: soy demasiado orgulloso para aceptar los medios, y de._siado observador, para no 'ter, que casi todos los que se¡¡uian

1

-sos/os caminos inlermedlos, ibao á parar siempre, al del vicio ..• Si el vlOio tuviera encantos para mi, seguiría su camino; pero me has hecho tan Jnfells oon tu severidad, cone1enola; que lodo lo que no es me dá ásoo; y hay ojos en mi-tal véi tú misma-qtie ven en el rondo de las cosas, yno hay apariencia que 108 eiegue.

Se¡uir los caminos trasversales ... !. serla yo lo que sby, si desoyéndole, hubiera imitado li los qlie vu por ellos ... !babrla en mi interior las sombras qÜe lo envuelven ...! lendrla mi espirito este mgeote deseo irrealiJable de ver lo que no hay .. .ltendrfa mi ooruon la fuerza pasiva con que eslá resistiendo li la desgracia ...! caminante de la selÍda de espinaa, necesito cruzarla basta su fin: dame tu a)'11da, conciencia.. .! SI no me la hubierás prometido, otro camlnol11811 l'á· oil seguiría .. .

Vuelves mi ·pensamienlO al sér á quiel! debo mis únicos ... I aceleras los latidos del ooruoo, que eapél'a su ventura de ese otro OOl'IJOD, que, basta en sus suefios, ilama al mio ... incitas li mi imaglnacion, qne oomo siempre, se anticipa \1 dolor y el placer, y eslá gozando. , . Te inclinas pues,' mi reli- ·

J

-909cidad, y me permites que confunda mi a!Qlll con el alma amada ...!

Qué feliz seria yo ... ! la vería .renaqer; disiparla las sombrall que la envuelven; la ha ria creer en su ventura; tal vez conseguirla dársela ... unidos ... ah! unidos ... ! qué Celices seriamos los dos ..• ! la mútus,! confidencia de todas las ideas; la eterna ·conresiótl de todos nuestros secretos¡ el perpétuo desplegar le1 velo que oculta al alma; la ince\ 88Dte sonrisa de agradecimiento, por. el bieo1111tar recibido ... Viviriamos en nuestros campos ... su aoleV • ' dad, su silencio solemne, el olvido del mundo, el alejamiento de los bomhres, el amor de los pocos que vieran nuestra dlcba, la e4ucacion dp hijos•.. si, si, concibo eaa felicidad, la deseo, la estoy bolÍll8lldo; pero oponiéndose á ella, y acecháiidóla, eetlin la111romeaas, hechas á ·mi espirito, Ju linsial del bien de los hombres, que me . al sacriflci¿, para lo sét,-por todo prémio, .o el de los hombrea, no la paz de Ja virtud, el remordimiento de haber arrastrado conmigo á un sér delicado, di¡oo de la felicidad que Je arrebato ... si, lo comprendo, lo veo lodo ... no,

ºº

te sonrías, conciencia: si esuoórtaa, con qnequemas mis lábios, quiere decir la satlafaccion de tus deseo11; 10, á quién tu subyups, te desdeliÓ; eres cobarde .•. si si¡niflca tu inmolacion en aras de la ventura otro sér, dame tu luz, rufame, condúceme que quieres que recorra: yo no sé cuál seguir: el áspero, exije el sacrificio d& Hárien ..• ¡por qué ... r porque, aun cuando la hap aooldentalmeute feliz, uniéndome á ella para siempre, 11e¡uiré creyeado en debéres, lo sacrilTcaré todo por cumplirlos, y la haré de&iJ"8Ciada, "Y tafvez, áotrosséÍ'es iooceutes; porque, si el egoísmo de la felicidad, corta sus alas á mi espirito, y me retiro á Vivir para ella y para mi, irán á buscarme á mi retiro los recuerdos de mi juventud; me peneluirá el fantasma de mis debéres, no cumplidos; me inordimiénto de no haber obedecido los preceptos de Dios, ql.W! ordena al espfritu su martirio, en bien de otros espirilos, y seré. desgraciado, y la haré mas desgraciada, porque su dea¡raoüt, como lamia, será lenta, destilada ¡¡ola á rota... ,

Si alfo el camino fácil ¡á dónde arrojo yo las ideas adquiridas, las larras meditaciones sobre el fin · )

=; 311 =

del hombre, los · inestfrpables del pas11do .. ,! con qué fuerzas soporto yo las pequeñeces, lQs miserias doradas, las !ofames ' de apariencias SQducloras ... !

De oo tener fu erzas para co ntener mi iodignacion, mi cólera,,Ios.gritos de.mi ·alma, siempre esUmuiada, y .siempre, dolorosamente, ceder, y fla-· quear, y deslizarm e.. :y . en tonces, el alma, de lamia; la madre de mis hijos, es infeliz tambien. \ Qué bago, conciencia .. .!

Ab!, dulce acento · resbala.por mi alma, como la melodfil'lejaoa por el ansioso oído ....

Q¡¡é 'dulcemeple calma su voz mi agitacion ... !

Brilla ndo en sus lábios su sonrisa ... Esa luz, disipa las tinieblas de mi almL.

-Cuántos sacrificios neis ha costado ser felices ... ! lo somos .... yo ... ? ah! Óo quiero cielo .. :. Ja ti erra, á ·lu lado, es un paraíso ... mira los ángeles allf... vés ... ! él, se par ece á tí .. ena ·á mi, en lo mucho qu e te riere.... .

Y yo me quejó de los hombres ... ! cuá l' de ellos inventaria para dañarme los tormentos que yo, para ll ega r al fin que me he propuesto ... ! ".ll

=3Ul-

EI sueño profético lle esta criatura idolatrada, está anticipándome la dicha que tal vez no lograré, y mientras que mi · coraroo Jale acorde con .ese cora• zon que nunca duerme, eslá mi peo8!1mieoto levantando el velo delo desconocido, mi espiritu esludláo. raroo penetrando en las tinieblas, .. , ·Maldito sea el momento en que me juré el coooci- ·\\ miento de mi mismo. , .!'

Y por qué be de maldecirlo ... 1 no ha sido eso momento, el único glorioso do mi vida .... 1

Espera, ten valor, corazon: si tu. infelicidad es necesaria, sé ioCeliz.

El alma po8ee el mislerio de su felicidad, y no la quiere, basta qué la domine y la maneje ...

Las seis de la mañana ... alejémonos de aqui: Márien vá á despertar, y no qlliero que sepa.que soy lan cruel conmigo mismo, que aun despues de sorprender sus sueños, mo niego á esoucbarlos, y á obedecer la voz pr?fética que be oido ...

MARZO 29.-Por la noche.

El barco se parece á mi: quiere andar, yse lo lmpjden ·los vientos contrarioB : si acoslumbrado á ellos, no pide ya los vientos favorables, lo empuj1J j

\

.-3tS-

veloulenle el vendaba!: los vientos CQnlrarios lo de· tienen, lo esponen á la acometida repentina de la lempeslad ... el vendaba!, favoreciéndolo, lo arriesga á naufragar ... hemos corrido ese riea¡o duranle todo el dia: el capitan, aconsejado por el miedo. de sus pasajeros, ha resuelle:> pedir puerto 'en Alicante . La alegria de Márien, me ,devolveria los deseos, si los hubiera agotado el sufrimiénto: lengo deseos de llegar á puerto.

ABRIL 2.

Al fin llegamos¡ al On nos permilieron desembarcar: ban,,,lenido la magnanimidad de reparar un error, y conxeocidos de que no baj>ia vómlto en Cuba, y de que la defuncion de,1 enfermo que traiam08, era efeclo de un mal crónico, nos bao permiti40 en tierra: cuando Mdrien en ella el pié, 'u emocion era tan viva, que apenas la permitia

La mañana era deliciosa: en alta mar, se¡¡ufa nubl,do el cielo, aqui estaba despejado: el sol empeza6a á producir la grata sensacion que serpea por las venas ouando entibia el aire, en los primeros dlas de ptimavera .

·1 i

=314Despuee de des.cansar, fuimos por lu lorde á ver · una casa de campo: nos agradó, y noa in&lalamos en ella; la familia, para esperar la llegad11 del verano; yo, por complacerla, y satisfacer los deseos de lfárien, que no queria, que entrada ya la noche, me pusiera en camino.

· El contento que pruduce la tierra, dcspues de una navógacion; el placer de haber terminado la penosa que hemos hecho: la separacion de personas, suficientemente perversas para inspirar ódio á corazones amantes; la vista de mullitud de ol1)elos, á pesar de muy vislos, nuevos para el viajero; la serenidad de un cielo limpio; la grata ,·ariedad de las plantas, de los árboles, de los monles; los recuerdos que despierta el campo; el feliz abandono en nosotros mismos, y la dicha de vernos reunidos en donde lit presencia de ·otros séres no nos distraiga de nosotros, ni dé al corazon la pesadumbre,_ siempre nneva, de tener que ocultarse, y la comparacion involuntaria que hace el alma,-para ·iiumentar su bienestnr,entro lo que hoy lo produce, y lo impedia ayer, nos han dado uno de los dias mas felices; m(, el mas re1;', de mi vida, porque observando á lfárien, he .

\

=315=

visto que el es!ado de su cuerpo, depende del estado de su alma; su salud, de su pontcnlo interior; la ce·sacion de &iritcmas funestos, del placer quo disfruta.

Al separaróos esta noche, respÍaodecian togos los rostros.

Voy á dormir, por anticiparme el momenlo de so ñar; soñaré .con un ángel; será Márien.

ABRIL 27.

No me ha dado ella el ejemplo!; por qué no la imito!; por qué tiemblo!; por qué me desconsuelo!; por qué vuelvb'atrh la vista, estremeciéndome con presentimieotes dolorosos ... ! .

No te basta, corazon, la de que hay otro corazon que tus latidos, qu.e siente tus palpi taolones·de alegria y de tristeza . .. ! no leavelTilenza, qué el SU!'O sea mas fuerte?; no lo vis le en su sonrisa, tao llena de esperanzas? ... no le basta, la del dia, no lejano, en que lo poseas por completo ... ! ' Ere dia llegará ... yo no puedo negarme la dicha ·que, no me niega Dios.

Márien, descansa; cumpliré mi promesa .... no mn !Jendighs .... no es amor, es ego ismo : cedo á mi s do-

)

=St8seos, obedezco á los gritos de mi alma, me doblero al temor de la desgracia.... ·

Hace pocas horas, mirando dentro de mi, reoordaba el ca11!8J1cio que unes cuantos dias de tregua y de contento me han causado, ·me afirmaba en los propósilot de entregarme ·de nue\ro á la lucha á 0qÚe nie·Jlam,an mi espirito, y las persuasivas sujesliones de una esperiencia, cuanto mas ama;.p, mas anhelante del bien, y ahora, emprendido el camino, me arrepiento de haber empezado á caminar, echo de menos la dicha que hace poco me. cansaba, y me cbnvenzo de que necesito de mf felicidad, hasta para volverá combatir ...

Hace añ;s que estoy ".iendo una luz tras de las sombras., una seguridad consoladora tras la prueba .... ¡cuándo llegará el momento en que, rma'c1o por la luz, caminé con paso firme ... !

ABRIL W.-,MJ •odrld. ;\qui m'e tienes, Madrid: vengo á pedirte lo qlle tu no das: te he sacriftcado 'mi adolesceócia; vengo á sacriílcartc mi triste juventud .... ro llegué aqul, lleno de esperanzas ... las mataste: ansioso de gloria y de virtud ... trocaste mi ánsia en

. dcaalÍento; anhelante de saber .... mo diste una sonrisa ....

Me refugié en mi mismo; ¡tero un día me espantó mi soledad, y ·hui de Lí....

Las brisas de mi patria, me calmaro11; pero iba hao)011qo lentamente sus efectos el veneno que inen mi, y el anhelo de gloria me arrancó de mi retiro .

Aquí me tienes, metrópoli de los vicios de España: cortesana, que. im itadJJra de las qu.e alberga tu recinto, atraes con tu brillo engañador, y halagas para sonrles para hacer llorar, y. llamas á la virtud para desencantarla, á ·las imaginaciones turbulentas para desesperarlas, á las almas irlLranquilas, para hundirlas en el dolor y la amargura; y á pesar de tu fealdad monstruosa, consigues sujetarlas, arrastrado por un destino, que bendigo y maldigo, y guiado por mi voluntad, vuelvo á buscarte ....

Aqul me tienes, Madrid ... . ¡qué hay en tu atmósfera que apenas la res(liro, me cuesta trabajo respirar ... ! qué Lay én tu recinto, que apenas llego á él, siento aboümionto y desconsuelo ... ! qué hay ,en la luz quo te ilumina que lan eslrañamenlo presenta los ' objc-

)

=318 .=

t!>s ... r por.qué á los ociosos que pululan en: tüs ·ca· lles, les dá las apariencias del aran del laborioso!· . por qué en la felloidaá aparente esas gen.tes, que á pesar de su sonrisa, están llorando!; por qué hace hermosas esas ílsonomlas, detrás .de cuyos ojos no hay un alma que llore su corrupoion, por qué el alma no llora, cuando el cuerpo está // hambriento!; porqúé la ambicion toma el col.or del puro pa_triotismQ; la mentira el de Ja verdad; ' 1a ignorancia el del saber; el egoismo el del amor de todoS'; el vicio ei de la virtud; la el del todo; la negacioo el de la aílrmacion. :.. !

=319=

·

Al acercarme á ti, tenia el corazon abierto .... lo guardé; mi alma, en los ojos .... la escondí: la inteligencia dormia, y despertó ... : quiére decir esto, que el cor?zon no significa nada, que ta espansion del espíritu .es peligrosa, que solo es.necesaMo inteligencia .... !

Yo alma intranquila que busca con aran que la intranquilil<!. :. cncontraráaqul Jo que bus<:a ... !

Corazon de un pedazo ,de la humanidad, do tí parten la muerte .y la salud: do U, las lágrimas, Jos grifos, los clamores; de lf, lo• latidos violentos de la in· )

dtiacion, lo.s impulsos de Ja generosidad, los rayos de luz del pensamiento, y !\! que piensa, y se con· mueve, yse indig:na, y oye los 'y los griser escucñadó,-viene á tf: lú dág la espe-. riencia y su compafiera inseparable, amargura; tú infundes saludable duda; tú inspiras el esceplióis· mo previsor:_al coraz.ón que se'Conmueve fácilmente Je dás palpitaciones l¡lntas; al espíritu ansia ''Olar, le cortas las alas para que ·se arrastre, y-vea des\ pacio; ·á razon, que busca rueta de si lo que h·ay en ella, despues tle ún desencanto de lodos los momentos, ¡'¡¡' dás la feliz indiferencia; tú dás la· tempes· tad al pensamiento, para que socavando las misteriosas del cerebr9: ruja furiosQ m¡ dja: ·para el corazon amante, ores detestable ... til has desterrado al amor: para el alma, funesto . ... eres asesi. no de las almas: pa ra la razon y el tú" .ero¡¡ algo; eres la que los estrujas sin pi ed¡td, para p·roducir destitacion: cuanto ·un alma soñadora y yn ·oorazon amante puede.o darte, te he dado: dame ·lú ahora las gotas que destilan el pensamienfo . y la razon, y. cuande, espahtado del 1'3CÍO <[UO haya en mf, busqu e en vlmo un recuerdo de ventura-, m

/1

vez de maldecil'le, le bendeciré .... habré cumplido · mis deberes de hombre, habré llegado al fin de mi pere¡¡rinacion ....

Recuerdos de la patria, dulces· memorias de .mi amor, lllrás .... !

ABRIL 30,

Asl le quiero, esplfitu .... tira.ntel.'... as( corazon, mordiéndome ... ! asl, pensamiento, lucbando ... I así, razon, buscando con anhelo ....

Yo no me engaño: el dolor produce la felicidad ....

No es el despecho quien habla: et ·despecbo no dá seguridad, y yo la siento: es la seguridad de la razon; la certidumbre.

•El dolor produce la fplícidad! • .. . mi feli cidad, es la gloria, una gloria, dolorosa, difícil, imposible. ¡Imposible ... ? es imposible conseguir la admiracion y el respeto de los hombres, amando la justicia, buscando la venerando la virtud ... • si es imposible en la vida, despues dc ella , no: la muerte justicia .... tendré un nombre .... esa esperanza basta para sustituirá la felicidad ... . Gloria, jusiici$, verdad ... ! tres amores distintos, y uno solo ....

Gloria, .. el amor de verdad y de justicia, me la ¡/ rán: los esfuerws _por conse¡uirla, esfuerzos en favor de la verdad y la justicia.. .. !

Dónde · satisfaré mis deseos .... ! en todas partes: tengo deberes para con mi patria .... clamarldo por su felicidad tan desdeñada, defi endo la jµsticia; mal- ¡/ diciendo las de la historia, y probando que la reparacion de las !njuslicias históricas produce la felieidad del pueblo que las repara, defiendo la werdad .... habrá martirio que me inutilice para e l placer inmenso que me produciria la fraternidad de los puebloS' de América y España, si repetidas por mi, se dá oidos á las verdades de la historia ... ? Si me indigno contra la ignominiosa esclavitud, ¡no defiendo á la justicia y la verdad .... ! á la justicia, que se ospanta de la del hombro por e l hombro; á la verdad que amenaza con nuevos ... ! no están repúblicas de América, no están Polonia, llalia, llamando á todas las almas elevadas ... no rstá la historia esperando á un alma virtuosa' qu& desdeñando ta estéril sabiduría de 1os hombres, busque en ella un rayo de luz para esa pobre ht1;1Danidad tan ciega: ... ! no está la moral, uniyersalmé.nto

)

=322o= conculcada, en el individuo, en la familia, en la po: lítica, en his pueblos, pidiendo 'una mano que dila.corra los velos, y ·tiaga ver que detrás de la virtud, detrás del sacriOcio., está la recompensa diaria de conciencia infalible, la recompensa eterna de una justicia necesaria: ... ?. Gloria, Justicia, yo llegaré á vosotras .. ,.!

El generoso jóven no llegó.

·El editor de este diari&, presumiendo que sus pocos lectores, anh.elarán la esplicacicin de las frecuen teo la¡¡unas, que desde aquí en adelante, encontrarán; vá ti decir lo que· su amistad con Dayoan, el conocimiento de su carácter, y las sobre .él, le permiten decir ..

Recien llegado á Madrid, la preparacion de sus trabajos; la de resol ver el problema de su vida; el noblé anhelo de procurarse un porvonlr glorioso; la conversion de s.u csplritu á su patria, en cuya felicidad pénsaba amor; el sentimiento de sus fuerzas; la halagüeña certidumbre de que no le engañaban sus· ponsamicntos; los mismos recuerdos de su antr;rior pcr1¡1anencia en Madrid , clioroa á · ).

=323=

SU corazoo e! ali.coto que necesitaba para BU nueva lucha; pero ell!pezada esta, s¡ifridas las contrariedades que todo empéño difícil trae consigo, dpsmayaao su corazon pol' la falta de una vo.z estimulante, d0 un corazon cariñoso que re . die;a volvió á meditar amargamente, y ca}•ó en el desaUento. Las cartas de Márien, en .Jas que en vano luch11ba el amor á la·tristeza, lo abalieron.

. una de estas en la mano, me decia: 1,. -Lo ves, amigo mio ! : la tristeza la mata: es imposible que yo pueda acallar los deseos de mi corazon y el de )laber hecho infeliz á esa criatura .... empujado por ·mi esplritu, destrozo "Su corazon y seco el mio .... Y pensar que no pue?o de- . tenerme, que una fuerza fatal me precipita ..• ! l)ajo el dominio· de estos pensamientos, tomaba resoluciones desesperadas: se á parlir, so detenía ante el recuerdo de sus deberes, y esta vacilácion, resultado natur.al de la . imposibilid 0 ad do toma7n parlido decisivo, lo obHgabaó nuevas que por detenerlo en su camino y no producirle mas que desaliento, 'to desesperaban. so trato con los hombres, que lo babia impuesto,

-sitcomo un deber, la observaoion de que para el logro de algunos de sus fines, necesitaba ser conocido de lÓs bomb.res, era tambien causa constante de amargura y deseliento: la costumbre de la soledad, le. bacía insoportable toda compañia: la costumbre de meditar, lo incapacitaba para ese cambio ,rácil eje pensamientos y palabras, necesario entre lps hombres: su signifieaba para los unos orgullo; para los otros, ineptitud: el empeño de prac,ticar todas las virtudes, le prohibía destruir los errores que engendraba su carácter singular: •enexionando sobre las esll'añas opiniones que su modestia hacia prevalecer, me deeia con su magnánima sonrisa: -Me tienen por orgulloso los que valen poco: ¡he de irá probarles que no lo soy, cuando mi conducta con todos, y con ellos, prueba locontrario,..r los que creen ·valer algo, me tien en por inepto: ¡he de ir á probarles que la seguridad de mi aptitud está en mi silencio, cuando .el probarlo me impediría el placer de ser mo"desto!: si ellos creen lo que creen, ¡qué me importar yo tengo mi conciencia, que es mejor juez ellos, y qu.e conoce demasiado bien mis derectos y rhis cualidades .... Que á pesar de mi conciencia, .

-:W-5-

me irrita el error de esas jentes, claro eslá : todavia no be llegado á la que necesito para no 1,ritarme; harto lo siento .... A propósito: ayer, sin ir mas lejos, me sucedió una cosa que hoy me baoe l'l)ir, y ayer me exasperó: le he leido algo de ese libro quo tantas ,;gilias, que tan largas meditaciones me ha costado, y que por el estrilño anhelo dn una gloria, mejor que la que dán los contemporáneos , no be dado á luz todavla; tú sabes si ese libro, que solo \ tú has leido, pued e servir de narcótico ... pues bíen; resuelto á publicarlo, porque es un grito de mi quBJya contener, rul á leérselo á un hombre que á pesar de su nombre merecido, me inspipiraba mas confianza por su corazon, que esperaba ruera eeo del mio: me presento en su casa .tembloroso, y oon palabras trémulas, y una sonrisa rorzada, le digo: •vengo á cumplir mi palabra, le traigo á usted el libro: con sus consejos:• aunque me inquietó un movimiento de desagrado mal oculto, mef.consejé la paciencia, abrl y empeóé á leer: como S!M¡ue la soledad del pensamiento . y su larga incubácion', prodl!cen siempre algo nuevo, no me estrañó el asombro que vi en semblan·

)

=326= le; pe.r.o medió confianza, y leí mejor, con más seguridad, con entusiaso¡o: arrastrado por él, leí y lei, olvidándome de todo, basta el estremo d¿110 pensar en nada: acababa de leer un apóstrofe. : .. aquel ..trore que .lú calificaste de violento: está en él 1a11-ri' 'ar(1enle repelida la indignaciQn de mi alma, qué á pesar de mi modestia ó de·mi orgullo, quise peair su parecerá mi oyente ... • no me oía!: mi Jibro es un narcótico: aquel hombre dormia profundamente: no rué cólera lo . qµe sentí: la larga mirada • lo .contemplé te hubi era dicho mejor lo que sentia: yo sé convertir las lnalas pasiones en virtudes, y sentí piedad: despues de .... si, tú hubieras hecho lo que hice .... segu! de aur, ' hubiera sido manifestar no la sentia; . perlarlo, . despcrlar su bochorno, de su falta de delicadeza: cuando despertó, lo estaba yo . mirando, y para ocultarle su falta, bajé precipiladameote la cabeza, y seguí leyendo .... Cuan · da vine á casa, la reflexion babia mi cólera y fuí vícli1oa de ella tprgo ralo: ho.y, ya lo veé, me e stoy riendo: )o siento por el libro: ya no · lo publico: tal ver. se .dor.iiiria la humanidad y las · J

= .327=

generaciones me culparian de su sueño.

·. A pesar de la. severidad de.su carácter, Bayoa'! se obanceab.a algunas veces: la de · sus cbaÓlllS, consistia en que para cha[\cearse, elejia los momentos de desesperacion: cuando su frente estaba sombreada por un disgusto violento, despues de dar ,riendas al dis¡usto, empeza.IÍa ·á sonreirile in.o'pinadamente: pÓcós momentos despues, se · burlaba de sí :mismo: esta era la l,ógiea de su carácter: \ nunca se de las de los hombres; se con que se reian; pero cuando una inIO"ponia en movimiento, cuando· una pequeñc1 lo moleslaba, siempre coocluia p9r . burlarse de' . . sus defectos, con los cualei; .disculpal¡a_las que con él se cometian.

Uno los pesares que mas lo abatieron,,Cué el que le produjo su íalll! de riquezas que le iDipedian la creaclon de un periódico, . medio á sus. ojqs, 06 solo de conseguir un nombre, sino de á uno de ios fl1s de su vida; era demasiado amante de la verdad y la justicia, para noamar la libertad; pero se negaba someter sus ideas á otras ideas, y queria defender Ja libertad, y pedir la justicia, y aclamar la- verdad, 2'.I

=3ill=sinsometer sus opiniones, á.otro hombre: sin un periódico propio no podia realizar sus deseos, y la imposibilidad de fundarlo, lo apesadumbraba: en la creen)/ cia firme de que la prenil3 ea uno de los medios' que mas rápidamente llevan al fin que un alma generosa se P.ropone, cuando anhela el perrecioeamlenlo de la se decidióá emitir dico: no pensando en si mismo, no habló como .hombre de partido; su partido era el bienestar de su patria: rechazarDn dDs de sus escrito.s, por ser su PUlllo de vista demasiado elevado, y no volvió á csc¡ibir. Entonces empezó á angustiarse: y.a no la lucha de su .amor eon sus deberes; ya no era la lucha de su corazon con su espíritu, lo que le delenia; eran los hombres; eran los mczqúinos intereses de los hombres; eran sus pequeñeces, sus miserias: ¡podia salir vencedor de tantas lu chas ... 1 Yo lo vf en aquellos dias, y me es panté dél estado do su alma . No era bastante; ora preciso mas; él lodecia: cuanto mas valla, mas dolore,s lo probaban.

S11s amigos contribuian tambien á su desgracia: le manifestaban arecto y lo aplaudian, cuando deján-

=329=

dese arrastrar por el amargo convencimiento de que solo·aal lo comprendian, hablaba con desprecio del mundo yde los hombres: esta. debiHdad lo avergonzaba, se arrepentia de ella, y volvia á ancerrarse en. su silencio; la austeridad de su carácter y la constante illcubaoioq de sus generosos pensamientos, lo presen.taban á los ojos de casi todos ellos, como un hom- · bre intoieraníe, cuando él lo toleraba todo, puesto que los toleraba á ellos, como un hombre inca\ pai de cuando no habla rasgo de ingenio, no mordaz; pensamientó feliz ; accion laupable, mo'Vimientó de sensibiHdad; que no exaltaran, que no lo entusiasmáran : él era una . inteli¡encia vi¡¡orosa, y ellos, talentos de salon; ó de café; él era un alma ansiosa de lo bueno y de lo grande, y ellos; ·almas indiíerentes á Jo grande y á lo bueno: él era una razon, amante de verdad, y ellos, fa prueba terminante de qu e la razon, casi nunoa es otra qosa , qu e la diíerencia entre los hombr!f! y los brutos: él pen sa ba mucho, y ellos poco; 'é l hallaba poco, y ellos mucho: ello s aplaudian lp s triunfos del vicio 6 de la astucia, y él se in<l,ignaba co ntra la astucia y el vicio quP triunrnban::cllossolo

)

=330= tenjim alábanzas para las pooas virtudes no se niegan á brillar, y él desconOablt de la v.irtud que brilla: eilos sédivertian inucho; él, poco: ellos. gozaban poco·;"é1 mucho, cuando á solas comigo., paseaba sus su bastfo, ó sus disgustos por las B!>ledades del Retiro; donde muchas veces nos hemos · sorprenfüdo, contemplando el ocaso del sol, examinando una yerba, observando á las hormigas: sus amigos, en Ont eran esos hombres que á tOdoa nos rodean, espuma delos grandes oleagóir.do la bnma· nidad: él los queria; perono los estimaba: e!los, á su pesar, lo respetaban; pero no lo . . ·Solo en medio de lamullitud, solo en medíodesus · amigos, solo consigo mismo; prereria esla soledad: ella era en donde yo lo buscaba: en .ella, donde me agradabá encontrarlo: es una· circuostanaia singular, en la que pienw muéhas veces, que nunca nos hayamos encontradó en medio de la gente; que nunca vieran juntos los hombrcs, _ á los que mejor se · conocian: la.casualida<j, primero; despues, nuestrás .ocupaciones; y al On, el temor de perder nuestra mútua ·cstimacion, nos obligaron al alejamiento; de· · lante de los . hombres: mucho• de sus amigos, lo · )

=331=

eran inios:. los. mios, lo eran suyos: ni .los unos ni los otres ban •sabido nunca gue nos cooocfamos: neis conoclamos, sin embargo: por eso ha sido nuestra amistad tai;i firme.

Durante \os primeros dias del mes de Sunio, ·su abaümientq so babia convertido en bipocondria: buia de los hombres y se ,complacia eilbusear·molivÓs . para vivir en la mas absoluta soledad: de ella á la idea del suicidio, no babia mas que un pásó: se fo \ impidió una carta de Márien en que le anunciaba próxima llegada/ Al <Ha ID'guiente de recibirla, pusieron en mis ma- . nos una esquela en la que !layoan su ida á Aranjuez, .eJtigiéndome <uera á verlo a.l dia guiente: .saH por la mañana .do Madrid y me presenté en Aranjuez á la hora en que so. me esperaba: Dayoan me el abrazo eslrechfsimo que ·me dió, me hubiera delatado su conterito, si para espresarlo ·ri¡e- . jor, no ioe hubiera apretado las manos,-acariciado, eslfujado, mientras saltaba y gritaM como un niño, que es á los que imitamos, cuando nos anima la relieidad, los· no habituados ella: á cada mia, contestaba con una carcajada; á las conlracc10·

=a33jz:::::s. nes de estrañeza mi rostro, con un apretoo de mabos.

Asf anduvimos largo rato, espueiitos a un sol abra· sador; mediaba el dia.

Dando espaosion á su felicidad, con palabras tullegamos insensiblemente á unos jardi· neri: la grata seosacion de su frescura, de sÚ sombra; el grato murmullo •de sus fuentes; el suave rumor del viento y de las hojas; el gorjeo repentino dealgun pajarillo vagabundo, todo, produjo en nosotros un efecto tan vivo y placentero, que nos detuvimos ásaborear nuestro placer: nos sacó de nuestro éxtasis el rumor. unas voces no lejanas: Bayoao volvió vivamente la cabeza ; y sonrió : pocos momentos despues, se presentaron á mi vista, un hombre, anciano á pesar de no ser "!iejo, porque babia en su fisonomía esa severidad de la honradez que platea Jos cabellos prcmaturámcnte; una mujer, no vieja, de cuerpo de· licado, do mirada serena .y melancólica; una jóven de quince.años, flor, que en Europa, estaria abriéndose aún , ab ierta ya, gracias al sol de mi América; 110 , hombr!l de edad, iqleresante por su circunspeccion.

=333=

-Ya era tiempo, difo Ja jóveo á Bayoan, enviáudo· le un dulce reproche con ojos.

'

-He tardado ... ! pues ha sido por traerá Vds.-y se dirigió á Jos padres,-á mi único amigo en España; á Eugenio ... , y eo voz baja y cariñosa, diri· á: ella,-por traerte Íi Jlostos, mi único confidente1

Ella se sonrojó, y me teqdió una mano, mientras que sus padres, habiéndome saludado cordialmente, \ mo pedian noticias de América .

Despues de pasea• un rato, Bayoan esclamó con tono alegl'e:

-Puesto qµe bas pagado el placer que '!debías, · voy, como á buen pagador, á tratarie con e nfianza; vamos á almorzar.

-Señorita, puede V. esplicarme esas palabras!

-Presumo que significarán el placer que á mis padres y á mi, nos trae la presencia de V. -No puede ser: Bayoan es buen apreciador, y sar que el placer que procuro, no vale el que recibo.

-Eso es, cortesano; ven á ccbarmela á perder.: déjalo de enseñarle á convertir la verdad en eortcsla;

)

=334= y tú, Márien, sé menos ingeniosa para robar placeres: no es del de Vds. del que yo quiero hablar; era del mio: Eugenio me ha pag¡ido el placer que le .dió mi contento, con el que ahora esperimenta viendo á ustedes .. . Eh!, doctor!, por ahl no; por aqul llegaré!Jios mas pronto ... Ml!rien, no si entes apetito ... ! -No dan apetito las satisracciones .. r

-Pues entonces, atribuyo .el que tengo á la sapsfaccion que siento, en vez de ... -De atribuirlo al viaje, como lo . atribulas, alma 1·u1gar.

Asl, chanceando, manifestando con las palabras, coh Ias,titudes, con el geslo, su felicidad, Bayoan me la comunicó, é hizo .placenteros los dos dlas qu·e pasé á su lado.

La admiracion continua (le aquellos cuatro séres, reunidos pÓr la suerte; la contemplacion de Ml!rieo, predestinada, á mis ojos; á la infelicidad, y tan me- . recedora de ja dicha, en inis momentos de soledad, me daban una tristeza, que hacia mas vivo el placer de que, en su compañia, gozaba. De retorno en Madrid, visilé á los pocos días á la familia, é hice una necesidad de estas . visitas.

=335=

Enlruices rué cuando acabé de á Bayoan: ia estraña ló¡¡ica de su 10· hacia impenetrable; de esto, nacían los juicios erróneos de los otros, y la de los que io queríamos demaaiado pára juzgarlo: predicador del dominio de los deberes, á !os cuales lo 'sacrificaba·todo¡ panegirista perpétuo de las ideas mas austéras, vivia alojado de la s' ocasiones de p,rueba para su sensibilidad, en la cual nadie crela, porque nadie se tomaba el trabajo de ave!\ riguar el origen de aquella severidad de ideas y de · aquella CQ)lStancía de'rfgida razon, no otras, que su sensibilidad delicadlsima, que necesitando algo mas que el arecto de familia y el amor de una aspiraba al amor de la humanidad, como únicá fuente en que satisracer su sed: esta insensibilidad aparente, desmentida por vivas emociones, "por su exaltacion, lo presentaban á mis ojos, no como incapaz de amar á : la mujer, do sentir los plaellres que estp amor produce, sino como un ser incompleto, en rallaba laestre.mada delicadeza de. una fibra, vibrante tal vez á un sacudimiento, no á una ligera pres ion.

Turo mi espír itu un . placer, viendo su engaño:

·)

=336= Bayoan era un sér completo: lo mismo que su iotelige11cia se coomovia suave ó rudamente, segun qu'e la rozáran ó la hirieran los objetos¡ lo mismo que su espíritu desplegaba ó recogia sus alas, segun que lo estimularan las ideas generosas ó las iníamias de los hombres, su corazon, la tia blandamente, palpitaba ruerza, se agitaba, queria saltar del pecho, si otro corazon lo conmolda , por medio de una sonri· sa, de una palabra tierna, de una pena, de una angustia .

.Amaba con toda la ternura del adolescente. con todo el ruego de la juventud, toda la cautela de la virilidQd, con toda. la pie.dad de los ancianos: babia en su amor, lo que .en todos los amores déros; pasion, violencia, inscnsatéz¡ lo que QO en todos¡ una ternura llena de delicadeza y de respeto; lo que en muy pocos; una perpétua prevision del porvenir: lo que solo hay ·en el amor de las almas doloridas; perpétua cnlrp el deleite y la virtud.

Trataba á .Márien con un respeto cariñoso, que la enamorada niña pagaba con admiracion: era su amor tan· pudoroso, que las pocas wecos que se presentaba en público con Mtlricn, ó estaba lejos de ella, ó tan·

=337=

indiferentemente, que solo sórpreodieodo las miradas de ella", hubiera un observador adi· vinar que aquellas tlos almas ardian en un Cue¡¡o:im el seno de la familia, el abandono de su amor enler· neciai aquel almá suspicaz, por haber sido confiada, volvia entonces á su primer momento, y se presentaba sin una sombra, sin un temor, sin una duda: la prueba mas grande de su amor, era la continencia de su amor: éra mas lo que callaba que lo que decia¡ \ mas lo que ocultaba que lo que dejaba ver: por eso, en vez de hablar de su amor descmbozadamcnte, hacia quebablaran de él, sus su (jelioado . su amor se hacia cstonsivo á los.padres de Márien, á qi¡ienes trataba con reverente aía()ilidat!: creyendo que era faltarles al respeto el entregarse á un diálo¡¡o inco.sante con el objeto de su amor, hacia sus conversaciones generales, y en ellas, el amor que adula Y , se pondera, se ocullabo; pero ·CI amor, quo, se¡¡vru del presente, busca la se¡¡Úridad rutura, anye1a la porreccion del ser amado, corri¡¡p, repren- . de, M lecciones, brillaba con tan puro encanto, que yo, el único que he oido aquellas conversaciones, -al ver despucs en el mundo el amor de mundo,-

)

=338= me admiraba de que hubiera amores tan disUnlos, y me apiadaba de los que no se amaban ·como Bayoan y lllárien.

Guarionex y su mujer proporciilnaban siempre momentos de espansion á los amantes, recomptlnsando · asi delicadezas de que eran .objeto, y eran dignos: Dayo'an me lo ha dicho mucha5 veces, y. yo lo prendia :

-un apreton de manos, la efusion de nuestro amor por medio del los ojos, de la boca, de uno de esos ·gestos cariñosos con que el amor coruenido se alienta y aprende á gozar, son para mi de mas precio que el repentino goce de todos los deleites .del lllllor reunidos.

El amor de Márien era mas apasionado; era la idolatrla de un alma cariñosa á un alma inmensa: Dayoan amaba á Márien , tal vez por Jiu amor á la virtud, dominadora de aq1,1el alma virgen; tal vez por su amor á las inteligencias inmaculadas, al pensamiento, puro -de toda mancha, de toda caida en el deseo¡ tal vez ... por amor así mismo: estaba orgulloso de sus altas cua)idades ... algo mas que ·Orgulloso; seguro de su grandeza moral, y amaba lo quo se le parecía :

=339e::s

-¡Cuantas veces; diva¡ando sobre las cosas de la . . ·vida, y de(eniéndonos á pensaren el le beoido decir:

-Es imposible que yo hubiera ' proado lo que no hubiera sido digno de mf .... I

Y • . prosegufa: ·

-Te aéuerdas de Fulana.. .? no puedo, apesar de mi vergíienza, negarm e qu e me inspi¡ó una pasion violenta, amor de fiera, que ma s rugía, cuanto mas \ saciaba su apetito .... ·pues bien, amigo mio; no he amado nunca á es a mujer .... .

Bajando-Ja cabeza, y con los ojos Ojos, que asl meditaba Dayoan, prorumpió:

-No, no la amaba: lo que entonces senUa, hoy , al recordarlo, .... no deseos tampoco: ... yo siempre he estado por encima del deseo .... era la de .una necesidad dp mi alma solitaria, y abatida por su que aun hoy al recordar los pocos·placeres qu e aquella necesidad satisfecha, le progujo, siente el mismo fuego, la misma mezcla de trisl.eza y de alegría, la misma avidéz y el mismo hUtlo ... pero amar, amar co mo amo ahora, á aquel sér pequ,efio , pedazo de lodo, felizment.e modelado por

)

-340= Dios, y manoseado -por la manó de los bombres ... ! Alma, buscadora del bien,ilomo únicodadorde Ja·· ventura, amaba lo semejante á ella: amaba .... qué no he de decirlo, si diciéndolo, aclaro uno de los misterios de aquella existencia dolorosa ... !

Predestinado al dolor, Bayoan amaba el dolor; sufrierido, cumplía su mision: de este perpétuo sufrir, de este amor ·del dolor, brotó un formidable:

-Yo sufro; luego valgo.

Cada nuevo. dolor era una prueba; ·cada nuevo pesar, un· escalon que 'lo elevaba; con. tal de subir y de elevarse, nada le importaba lo demás: ordenadas, por el esfuerzo poderoso de este pensamiento, todas sus fuerzas interiores dirigidas á un fin: de esta unificacion de lo que era vário, nació, en el primer momento, el placer del dolor; despues, una r&zon exijente; luego, una conciencia vigilante: todos Jos actos de aquel esp)ritu ibaná parará la conciencia, nunca recusada, porque siempre la apoyaba la razon: la fantasia, anhelante del placer, buscaba; el corazon recibia; la rellexion estudiaba; el pensamiento formulaba; la razon sancionaba; la concioncia, ne·

gaba, ó concedia: segura "de la severidad de la conciencia, la imaginacion el bien, no rechazable; el "corazon, gemia, pero se acostumbraba; el pensamiedlo se enorgullecia; la razon se eleva ba; la ·conciencia absoil,ía: Bayoan no era ya un hombre: era una conciencia: la conciencia estaba en lodo, l' estuvo en el ª!flor: quien amaba á Márien, no era, . pues, Dayoan; era su c<¡nciencia.

ia conciencia busca rataimente 1a virtud: así pode un sér, la buscaba la exigia.

Podia ser feliz, hacer feliz!

Puede la virtud llegará la felicidad! la virtud busca la prueba; la pru eba es el martirio ! las palnrns del martirio flor ecen en el cielo .

Virtud es fuerza: para ser virtuoso, es preciso ser fu erte: la fuerza del espíritu no nace de la predominacion de una de sus potencias; nace de la union de los esfuerzos, dirigidos por la lJOtencia prédominante: t<ylo esfuerzo llega á un fin: esta animad&ra de las inteligencias ordinarias, de los zones pequeños, de los espíritus rastreros, se convierte, para las almas voladoras, para los corawnes

)

poderosos, para las inteligencias estraordioarias, en causa de desden¡ se busca mas: Bayoao buscó¡ sintiendo en su esp(rilu mas fuerza, latidos mas vio: lentos en su coraaoo, mas poder en su inteligencia, reunió todas sus fuerzas, uniformó sus facultades, encadenó su imaginacion, acalló su corazon, meditó largamente, dirigió su pensamiento á un fin dificil, rindió tributo á sú razon, hizo predominante á la. conciencia, ·y todo lo somelia á ella, y su voz: á medida que adelantaba, se vigorizó su espíritu, tuvo certeza de si mismo: vió que la es el esfuerzo supremo del espirilu, y amó la virtli.d; hizo el esfuerzo: vió que la virtud no da la felicidad, y pensó en la desgracid, y la aceptó.

Creerá ahora el lector que Bayoan era un loco ... ! pues, sépalo el lector: no era nada.

La casualidad me ha dado la palabra ... Nada: eso era Bayoan; la nada de un lódo: si los hombres nos acostumbráramos á ver en el fondo de nuestros corazones, en las profundfdades de nuestro esp(ritu, en \os misterios de nuestra conciencia, el mundo eslcriór no nos asombraría: todos sus renómenos, todos sus arcanos, todas sus bellezas, lodos sus prodigios ·

=343todas aus mopstruosidades, las veriamos en ese rayo de la luz de Dios, que aspira oá él eternamente: en cada espiritu, veriamos tinieblas;. en algunos, el cáos: entonces, ' estudiando, comprénder(amos la existencia del todo, en la nada; la de la luz, en las tinieblas, y Bayoao seria para el lector, un objeto de · estudio, y tal vez, comprobacion de que la felicidad. mas digna del hombre, es la desgracia. Respondan los pocos lectores, para quienes he com'elido la profanacion de lanzar al mundo el esp(ritu que gime en estasnojas de papel: qué prefieren!. ¡sér felices, v olviÍlándose de si mismos, ultrajando: con sil vida indiferente, el depósito de su esp(, ritu, secando su .corazon con el afao incesante de placeres, que nunca satisfacen, ó ser desgraciados, pensando perpétuamente en la necesidad de en¡randecerse, de p'erfeccionarse, reverenciando el misterioso poder que han recibido; meditando en la razon y en el fin de su existencia, en la causa de la sion 'Ji ese algo purísimo en el impuro pedazo db barro, qbedeciendo á esa voz inÍCrior que ordena elevarnos, y buscar la luz ..• ?

Respondan lo que quieran, si .meditan, llegará un 23

J

=-34.i= dia en,que se pasmen de las inesperadas , fruiciones del dolor.

Cuando Bayoan me dijo: • tOIIlll ese manuscrito; consérvalo¡ y acuérdate de mi•, yo no vi en el manuscrito la historia de un hombre, la memor\a de u.nos amores; vi ta historia del esplritu del hombre: mo abismé en la meditacion; penetré en mí mismo, y n1e maravilló de sentir en mí el gérmen de aque¡los dolores, de aquella dicha punzante, de aquellos pensamientos ins.ensatos, de aquella absurda loc1;1ra, de aquel combate incesante del hombre consigo mismo: pensé en los hombres, evoqué mis observaciones, induje, vi un rayo de luz, y pensé que el espiritu era y uno el de la vida: •entonces, me pregunté, ¡por qué no son todos los hombres como este•!: me respondl: de esa respuesta, ofensiva á la humanidad, brotó, sin embargo, una esperanza: volvl á leer el manuscrito: vi en él, la infelicidad de un hombre, producida por lo mismo que debia haberle dado la veotura; y esclamé: •será posible que el amor de sus deberes, el sentimiento de lo justo y delo injusto, las de verdad, la creencia de que solo la virtud hace feliz al hombre, haya J

=ll45= hecho desgraciado á unor; y entonces, qué hacemos en elmundo!;vivimosparamorir, y nada mas ...! es imposible!•

·Volvi á meditar; fui comprendiendo, poco á que la desgracia de Bayoan, no era la negacion la felicidad; er.a meramente la infelicidad social, incapacidad de vivir éntre los con sosiego; vi que era posible, y es posible, anhelar la virtud, ansiar la perfeccion del hombre, irritarse contra el vicib, contra la injusticia, contra los errores y los crimenes, ser infeliz e ntre los hombres, y á solas con su conciencia, s';;r sin embargo, feliz, y tener pa;.

Yo vf en manuscrito, todo esto: amor de los deberes, y por este amor, descontento, intranquilidad, desdicha; de los es fuerzos por vencerla, el amor generoso de lo justo; de este amor y del engendrado por él,-el de verdad,-lucha sin trégua consigo y con todo, dólor, mayor des¡¡racia; de la con tra ella, el amor desespera do de todas ·las virtudes, la ·del sacrificio, por llegar al completo engrandecimiento del esplritu, y como estimulo y esperanza necesa rios, el aRJor de la ¡¡loria.

Vi que esto era bueno: volvi á pensnr en 0

la huma-

• 1

• nidad: tuve deseos de que el ejemplo la animara; me sentl consumido por la sed que consunúa á Bayoan, y despues de vacilar por largo tiempo, me decidl á dar el Diario al público: al decidirme, se unió á mis deseos, y á mi sed, una intencion; la intencion de que viera en la vida·de un hombre, la posibilidad de una ventura, mas dificil, es 0 cierto, pero mejor que laque ansia: á E!sta intencion de hombre, que se .acuerda de los hombres, añado la intencion del patriota: su viaje á las Antillas, hizo reflexionará Bayoan: recordó el pasado de Améri.ca, vió lo que es hoy, quiso ver lo que será, y maldijo las iniquídades de la historia, deploró la de .los gobiernos, se quejó de la desgracia de su patria, y esperó en su porvenir. yo espero como él; y espero, ·mas que en nada, en la juventud de mi pais: para ella arrebato á ta oscuridad las meditaciones de mi pobre amigo: ahora, cumpla la juventud con su deber: culllplan tambien con el suyo,. los gobiernos: ¡no es un deber en•ellos, sacriJlcarse por la prosperidad de los pueblos que administran!; ¡noeslán olvidadas las Antillasr; no es ·un detler pensar en ellasr Terminada mi larga digresion, volvamos á narrar . J

El dia 27 de Julio, estando yo lejos de Madrid, re· cibi una carta de llayoan, que ¡ne llamaba: el 29, á las ocho de la noche, babia llegado; me vestl; fui á casa de Bayoan, y no lo me presenté en casa de Guarionex: al entrar en la sala, sentl una conmocion violenta; una ínezcla de alegria y de asombro: Márien y Bayoan estaban arrodilládos delante de un sacerdote, á espaldas del cual, un crucifijo, sobre un sencillo retablo, alumbrado por cirios, santificaba el cQDtrato de dos almas: cerca de Bayoan, arrodillado tambien, un hombre anciano;.cerca de Márien, y en su misma pOstura, una mujer: el médico y dos des· conocidos, agrupados en medio de la sala; devoran,do con la vista á Márien, sus padres, resplandecientes de alegria, y sin"embargo, tristes ....

Aquello era una boda: los circunstantes, reflexivos; los padres, meditabundos; los novios .... Márien tenia la esperanza en su sonrisa; en los ojos, el alma enamorada, aspirando á otra alma: Bayoan sonreia; su sonrira bacia daño; era la sonrisa de una felicidad que 1fep tarde; la de una alegria, empañada por un presentimiento aciago; la sonrisa de un alma que se vé tal cual es, y cual será, que emponzoña su dicha

-348-.;de hoy, la prevision de la desdicha venidera. Acabó la ceremónia: los novios, al pasar, estrecha ban las manos de los circunstantes: Bayoan me abrazó sin conocerme: en aposeeto inmediato esperaban los padres á los nóvios: cuando cayó en los braros de su madre, el choque de aqoellas :dos felicidades, produjo en ellas el llanto, y en nosotros, la ternura: los que quedamos en la sala ' .oyendo largo rato los sollozos de aquellos corazones tan llenos de emocioo, nos preguntamos por medio . de miradas, si aquello era felicidad .: sl: aqueJlo era la felicidad, Y yo la comprendia; pero á pesar de comprenderla, me produjo un pesar tan agudo, un sentimiento tan punzante, un desmayo de corazoo tan doloroso, que tuve que retirarme á un balcon á respirar ... allf estaba yo tratando de esplicarme lo que habia visto, cuando sontl un brazo que rodeaba mi cuello: al volverme, vi ll Bayoan: al vivo movimiento de cariño que hice yo, abriendo los brazos contestó con un láoglJldo abrllro, y estas ahogadas: -Qué desgraciado soy ... ! Palideció intensamente al oir la voz de lfáricn,

que se acercaba á nosotros; le salió al encuentro;, yo tambien ,ne acerqué: lfárien me saludó con cariño · rratemal, baciéodomepartlcipddesu dicha: mientras bendecia sus demostraciones, la observaba, Y me espantaba: de sus ojos hundidos, brotaba la luz de la felicidad; de sus mejillas pálidas, el color de la alegria; de su sonrisa, su alma; pero aquella sonrisa, aq uel color, aquella luz, tenían una sombra que no tiene la felicidad; eran la necesaria manifes\acion de una ventura tiempo ·esperada, luchando contra un \. . . temor, luchando desesperadamente: lo que mas me cntristecia, el ver, que ella era la única que creía .en su felicidad: todos los circunstantes, al versalir aquella luz de aquella Osooomfa demacrada, maldecían Jos sarcasmos de la suerte: Dayoan era quien mas sufria: luchaban en él todas las fuerzas de su.esplritu vibraban todas las fibras de su corazon. le mortificaban todos sus recuerdos, le sonreían todas sus e,speranzas, Je amenazaban todos los temores, le torturaba su sarcástica felicidad presente, le espantaba el porveni/.

He aqul los diarios, en q\Je, vuelto al comba!Al, so sondea: ellos csplicarán al lector la terrible situacion

)

==350dé aquel hombre, desgraciado, cuando erá mas feliz.

Ju1110 20.

Casarse, es preciso casarse: para ser feliz en amor, es pedir permiso á la sociedad: si no me caso, e11a ·que vé en su amor la paz de su alma, empeora: su madre, á medida que ella empeore, me odiará; su padre, olvidando el móvil lleneroso de mi me llamará perverso, y si su razon le aconseja e; · respeto de mis ideas, su corazon le gritará que me aborrezca: el doctor culpará al amante por disculpar á la ciencia; los amigos me llamarán hipócrita y señalándome con el dedo : •ese- dirán-tan grave, tan melancólico, tan bueno, tan incapaz, en aparienc ia, de hacer mal, es un malvado•; los e6traños, obedeciendo á su hipócrita amor-del bien obrar, aparentarán huirme: la sociedad entera me rechazará, porque en vez de imitar á sus hombres felices, en vez de burlarme de mi •iclima, aguijar!! á mi conciencia ... Casarse; es preciso casarse ... ! y cuándo!. .. cuaneo ha venido á destruir mis esperanzas, el convencimiento de ºque los hombres no oyen sino al

su apoy0, hoy me lo niegan; 'cuando la cólera contra las pequeñece8, cuando la esperiencia de loa hom· bres ha venido á incapacitarme para la felicidad; cuando el largo trabajo de mi esplrilu es impotente contra Ja obstinacioo de aJuellos para quienes se ha sumerÍido en el dolor .. .!

JUNIO 29 .

-Qué tienes, alma mia ! -Nada .. . \ -Qué réspuesta tao seca ... ! que te be hecho que me martirices con tu sequedad! Tú no il'aées nunca nada .. .!

-Irónica tambieo .. .! le lllárieo : algun tiempo á esta parte . .. ,

-He variado, no es cierto . .. !ya lo sé .. . yo sé, porque lo siento, que interior que antes gozaba, se vá convirtiendo en tempestad; yo siento algunas veces una ira violenta contra todo, que llega hasta 11, y que me mala, es cierto, pero me1'evela1Jue tengo fuerzas bastantes para odiar .. .

-Qué es lo que dices ... !

Lo que siento: que estoy desesperada; .quc veo que no me quieres; que ha llegado y va 11 pasar ·el

) ..

=3511mes que fijaste para nuestra unioo, y cada ves nos separamos porque tu no piensas en mi, y yo · voy sintiendo que todo el amor que tengo, se vá cambiando en ódio ...

-No llores, pobre niña ... Gracias, gracias ... me amas, es verdad; nunca Jo be creído tanto como aho.!a ...

-Lo vés ... ? yeso es amor? ... despuesde lo pasado, duda todavía de mi cariño. : .! -Yo no dudo ...

-Y qué es, decir que ahora es cuando crees cnél...?

-Es revelarte el estado de mi alma; es decirte, que soy tan desgraciado, que me olvido hasta de tf; que estoy tan desalentado, que necesito mas que nunca de tu amor, de tus palabras, de tus miradas dulces, de tus sonrisas celestiales, de t,us caricias, de la dulzura de tu corazon, de la bondad de tu alma, para no caer, para no precipitarme; es deoirte, que espero tanto de tu amor, que cuando me lo niegas, que cuando te impacientas y te ciega. la falta de en mi, y piensas odiarme, el inmenso peligro de mi alma, le devuelve sus fuerzas para recon-

=353=

quistartu amor, y siente con vida, y se reanima ... -Pobre Bayoan ... l Qué d,esgraciado eres ... ! tú llorando ... !

-si: yo tambieo lloro: cuando me llamo desgraciado, me sonrio; pero cuando me oigo llamar des graciado, siento en el fondo demi alma, sé que tristeza, mezclada de y de ternura, que arranca las lágrimas que para nado brotan ... tu, por qué lloras ... ? ·

\ -Lo preguntas . .. ? si tú no eres reHz, ¡puedo yo serlo .. .?

-Alma 'Rlia ... ! ab! si, tu eres mi alma, el rayo de luz que falta á mi espíritu ... perp no llores; alégrate . .. yo no soy tao infeliz como tu crées, puesto que sé apreciarte... y luego, mis lágrimas, en vez de otras lágrimas, deb.eo llamar sonrisas ... ¡no te !!icen mis lágrimas que hay en el fondo de mi alma un tesoro de amor que nada agota, una Cuente p&renne.de temura ,,un rondo 'inmenso de gratitud!. .. No J'ures, no; yo soy · bueno, Y soy no de ti...

No pudimos hablar, y nos miramos: ella miraba en mi alma,' y yo en la auya: si solo los desgraciados

)

-354= saben mirar en lo oculto del esplritu, bendigo,á la desgracia!

IULIO 5.

Ser lo que soy, y tener que arrepentirme .. .! ver lo que veo, y á pesar de mi asco, desear imitár ... I sufrir lo q!1e yo sufro, y ver la inulilidad del sufrimiento .. :! :amar lo que yo amo, y sentir el deseo de aborrecer, .. ! Amar lo que yo amo ... ! hipócrita rebelde ... ! y qué amo yo! amo á los hombres! ... mentira .. J ese amor es egoismo, vanidad, soberbia ... ! amo yo á Má... ! miserable ... 11a veo morirse Jentamente, y en vez de volver á darle vida, dándole mi corazon, mi esp(ritu, mi vida, pienso en lo que pienso ... No, no me olvido... meolira ... ! no me olvido ... ! Si me hubiera olvidado, ¡viviria .. .!feHz yo el momento en que mi alma consienta en el olvido ... !

IULIO 7. Peor ...

Desigualdad infame ... ! porquénose ha de preguntar por la salud del alma, como se inquiere la salud del cuerpo ... ! Y entonces, ¡qué diría yo ... ! peor ... es poco ... Ah! lo comprendo!: loa hombres vieron la imposibilidad de )

=Mlíuna palabra exacta, y •elalma-dijeroo,-quesemuera: ¡quién sabrá contestar có,mo está el alma!•

JULIO 9.

Qué noche .... ! creí. ... he de creer ... ? cuando, lleno de aoeiedad, me precipité y la recib( en mis brazos, ¡no era maa poderosa que la angustia que sen tia, la sonrisa de duda que me daba fuerzas ... ! No-me decia-no morirá ahora: morirá cuaodó la muerte no desligue solamente dos corazones atados, sino -&uando separe dos almas confuñdidas, cuando acabe dos vidas con un golpe ... Ynobe de tenersonrisas ... ! mientras que sombrean los dolores mi semblante, estoy mirándome por yla espantosa aclividad de mi espíritu aumenta mis tormentos, ·hace insufrible mi martirio ....

IULIOH.

..

Nihil sub solenovum .. .!delsol, no; pero del cráneo, s(: sobre todo, tormentos: es prodigiosa la inventiva del esp(rilu: lodos los dias, á todas horas, en lodos los romenlos,. consigo, con todo, se atormenta: y siempre, tormentos nuev'os: ba inventado hasta el tormento de la vida ... y es claro, cuanto mas perfecto, mas fuerte: es una debilidad, privarse de una vida,

-356cuanto mas penosa, mas gloriOcsdora del alma que la sufre ....

IULIO t9.

-Ah ... ! qué dulcemente vuelve la calma á micorazon ... I prosigue, an¡¡el mio, sueña en voz alta y qlltl ie oiga mi alma .... Si posible verla ahora, tú varias en ella lo que tanto te gustaba en alta mar: ¿te acuerdas cuando despues de la tempestad, empezaban las olas á calmarse 'Y su fmpetu se oonvertia, de irresistible que era, en perezoso,.! pues asf está mi. alma en este instante ... y ya era tiempo, amada mia: qué espantosa tempestad Ja ha conmovido ... !

-Pues bien: á fin de mes,-el doctor me •lo ha dicho...::.estaré restablecida ¡ nos casamos, y el · mismo dia nos volvemos á Alicante; pa_saremos allf el resto del'Verano, y en otoño, nos embarcamos .... ¡te parece bien .... !

-Si: con tal que tú no vaelvas á ser loes, y concon la seguridad de mi amor....

-Entonces si: cuando eslemos casados, estaré segura? y te tendré seguro.

-No, no creas que me rio ... estoy muy enojado: )

-1157-

que lo• bala¡a; cuando los ayer me ofrecieron enfermarse y recaer, por un temor, por una duda, por un momento de desesperacion ... !

-Ea; ya estoy buena; hablemos de lo que va á mejorarme por completo: ¡cuándo nos casamos!

-A On de mes, yo te lo juro: nos casaremos en tu casa: no irá nadie á la boda ....

-Sí.. .!

-No; nadie : tú quetrias convidará lodo el mundo, .flº es cierto!; pues yo creo que ese acto solemne, solo deben presenciarlo los pocos que vean en él, el principio 4e una nueva vida, dificil y espinosa; no, los que lo el primer momento de un periodo de deleite y liviandad ... Perdóname el rubor que te pruduzco, y déjame que admirándolo y beódiciéñ- · dolo, te aconseje: próxima á contraer deberes, superiores á tus años, no á tu alma virtuosa, es preciso que vayas meditando .en ellos: uno de los pri· que te harán luchar, es el que que á pesfr de la juventud de tu vida, de tu cora¡m y de tu la impasibilidad de la edad madura, y escondas tu rubor, para que no haya hombre ni mujer, ni idea que se envanezca, provocándolo:

-358el rubor en la mujer .soltera es el mayor encanto de su belleza moral, es decir, de su inocencia; pero en la mujer casada es, muchas veces, falta de:Wgoidad, que no sabe ocultar lo que la molesta; no te ·rubori ces, pues, y empieza á saberlo, aogel, luz y casi esposa: . en lo que tú ves la sanqion de tu amor, otras ven deseos y sentidos : para evitarte esas miradas infames que el pudor y la inoéencia, quiero que no asistan á la boda mas que ancianos¡ boda nn será una tiesta; será una autorizacion para amarnos delante de los hombres, para ser hasta la muerte: resuelto, como estoy, á tratarle lo mismo despues, que antes de nuestra matrimonio .. . Eres un espfrilu admirable :.. ! no lie11es mas que luz¡ ni una sombra, ni una mancha! Ah! yo seré dirno de tl :.. 1 -Yo no te entiendo .. .. En eso consiste mi trasporte, mi enarenacion , mi mi admiracion, mi dicha. Y co'*"mplé con reverencia aquel sér puro, que, á pesar de contacto con otros séres, no conoce del inundo, mas que lo bueno que· hay en él; del amor , la ternura, la' pasion; no, los deseos .

JULIO t9 .

Si esa resolucion no me a¡¡ilára, la paz qqe hay en mi alma, me reconciliaria con la y con el mundo; pero esa resolucioo, esa nueva lucha, medeaasosierap .. . lnrratol ¡no la 1f visto yo ayer, antes de ayer, la primera, la ¡íllima vez que la he 11oodeado, tan pura de la mancha del deseo, como lo está mi conciencia. del delitq ,'. .r ¡pues, por qué batallar, si \ batallando la ofendo... .! Que o¡¡ se consume el matrimonio ... ! qué hay en esto que espanta mi virtud ? si mi amoMs tao puro como el suyo ¡por qui) no ha de ser mi espiritu tan l\Jerlel ... ah! es. que en su esplritu no hay mas que luz, y en el mio hay luz y .sombra¡ es que ella, defendida por su amor y su inocencia, ahuyenta á los deseos, que no se atreven á mancharla, y yo atacado de continuo por mi• implacable pensamiento, busco eoelfoodade mi ser, yalen.conlrarme con la carne' ·retrocedo asustado y me estremezco: '1 que á ella, nunca se le ha rebelado la •ria, y yo, buscándome á mi mismo, queriendo conocerme, he aguijoneado á la materia que dormia, he amotinado á mis deseos, y cuando me espanté de au funesta

/ ,
24

-360¡lotcstad, me espanlé para siempre, y en la quietud de los deséos, y en el sueño de la carne, presiento el iw.e me acecha, la voluptuosidad, que me fascina.

IULIO 21.

. vano ... ! Será prec¡io rechazar los deseos de··mi espfritu, el anhelo constante de mi vida, los sueños de mi ima¡inacfon; será preciso matar á mi razon; acallar ·la voz de mi conciencia ... Segura de su fuerza, dijo la sociedad; •hombre sin hombre, es hombre muerto•, y los hombres sobérbios como yo, que solos, y llolo teniendo por ayuda su espfritu perseverante, quieren enseñar, dirlgit y abrir los ojos ..., esa ciega combalidos por ella, tenemos que cejar y darnos por 'vencidos ... Buscar Ja gloria, sintiendo la justicia, ansiando la verdad, amando al hombre, á pesar de los hombres, aspirando al perfeccionamiento, creyendo en la virtud ..1puerilidad, locura! ¡Por qué eslo! pensamienlos que antes amargaban mi existeucla, qóe me llevaban del desprecio á la de la ironfa al sal"caslno, del dolor á la desesperacioo, hoy no me ajilao ni me desesperan, y dejan lugar á olros pensamientos apaci-

J

=36t= bles, á otras esperanzas halagüeñas .. .! qué al para siempre de laltideas que tantos. combates me han costado, me refujio en mi amor, yquedo en calma ... ?

La gloria y el amor ... ! las des luchas de mi vida aquella por eete ... ! ¡habrá comenzado ya mi decaaencia ... !

Huyamos, huyamos del peligro: pensémos en Márieo, para no pensar en mf.

\.

JULIO 22 ..

Cuanto mas cerca está la felicidad, con mas im· paaienci;; se la espera: podemos olvidarnos de ella, podemos acostumbramos á la desgracia, podemos resistir al dolor y bendecirlo; pero desde el momento en que nos alienta la esperanza de recobrar Ja dicha, qué Inquietud, qué ansiedad, qué Impaciencia ... ! Márien espera su felicidad de nuestro enlace; cuanto mas se aproxima, mas 1l9 anhela; cuanto mas le scnrie el porvenir, mas impacienciá por llegará el...! Y ela intranquilidad en su estado de salud, la abate, la empeora: es preciso resolverse de una vez: suceda lo que quiera, anticiparé el die de nuestro matrimonio ... Otra vez taladrándome el cerebro ese temor de mi

=362= mismo, esa desconfianza de mis tuertas, esa ria decision ...

S! á nadie he consultado; si la ciencia no me ha revelado ese secreto; si, mas que presiento, conjeturo, por qué me he de oponer á leyes naturales ... ' Que la consumacion del matrimonio seria fatal á su salud ... ! ¡por qué .. ! me lo pregunto ... ! infame 1 aun cuando su sistema nervioso no estuviera irritado; aun cuando sus sufrimientos no hubieran alterado los movimientos de su corazon, dificil es hoy y dolorosos; aun cuando la circulacion de su sangre hiciera ral su respiracion, hoy a,nhelante; aun cuando el aire en vez de detenerse en los pulmones, circulára felizmente, y en vez de emponzoñarlos, les llevara sus átomos de vida; si domina su espíritu á su cuerpo, si eí malestar ó bienestar del cuerpo depende del bienestar ó el malestar del alma, ¡no bastaestarazonpara detener mi para consultar á mi razonr Si, libre de las prras de esa funesta enfermedad, si gozando de la salud que el placer aumenta, lucharía por evifarle el doloroso desencanto de su anror, la ruda revelacion de mis derechos, el ataque cobarde que dán las costumbres al pudor, la muerte

=363= ,epeoüna de su inóoencia, ¡por qué no he de pensar que, enferma como está, aunque el acto corporal no dalie .al cuerpo, el daño recibido por el alma, estremeciéndola, anudando sus nérvios, . oprimiendo su corazon, no sea funesto á la materia ...! los placeres, necesidades como son de nuestra naturaleza heterogénea, ,umentan la salud, es indudable; . pero alterada la salud, ¡no la perturban mas!: ¡no hay la misma rjlllon·para que ·en este caso sean nocivos, l. como son en el otro, benéficos!: ¡no es el placer de la materia, chispa eléctrica que, partiendo del cerebro, va qesarroliando, animando, conmoviendo los anillos del sistema nérvioso, produciendo en un choque simultáneo, cuyo fin su principio, una violenta convulsion .. ! ¡no afectan dolorosamente al cuerpo enfermo, todo choque, toda convulsion .. .! ·

Y si me engaño ... ! ¡y si en vez de ser funesta, es necesaria esa salisfaccion de las leyes naturales ... ! ¡y si una inluicion de esos placeres revela á .su puro Pfnsamiento la existencia del deseo, la existencia de lbs sentidos, a) espiritu, necesidad del sacrificio del pudor, á la virjen inocente, y va despertándose el.desee, y van los sentidosinquielándose, y empieza

• )
/.

-3Mlil cama á rebelarse, y oomienzrl.ta lucha. del con el deleite, del esplrilu iómaculado con la .ceme inlransigenle, y vencedores el deseo y la cama, buscan la "correspondencia de su ruego y encuentran la frialdad con que disimula mi reflexion el ánsia de loa sentidos, con que domina mi razon á mi malaria ... ?

JULIO

•Yo so! un mar sin rondo• ; me deoia yo anoche, censado de sondear, de ver dentro de mf: si el esplritu es un mar, ¡qué es ese maravilloso pedazo de barro que lo envuelve r: no be cesado de preguntarmelo, duranle las largas horas que, cerca de Márieo, he pasado: mientras que el brillo de sus ojos me engañaba, mie'!tras que la lersura de su frente me que no habia ningun sufrimenlo detrás de ella, la infeliz adolescenle ardla en el fuego de la Qebre: creer que el hundimiento de · sus ojos es la ccncenlracion de un pensamiento, cuando es la enfermedad quien los hundia; creer que Ja delgades de su semblale era un encanto del amor, cuando es el trallajo cauteloso del mal que Ja consume; creer qué el color de sus mejillas era anunciacion de su

.,.11115.., llielria, cuando es el 811l'088mo de la Oebre; ereer que la melancolla de iu sonrisa delalab!I el lánguido suello de au felicidad, cuaado ea el disimulo de un dolor oculto; creer qtle era salud y bieneilar, lo que es enfermedad y dolor; creer que no se engañan nuestros ojos .cuando toma por slnlomas de vida, losslntomas de muerte; sentir un-lalido benéfico en el de .placer, sonreír do antemano á la felioidad, y des pues.de •esos engaños, ver la verdad y tener que maldecir las placenteras \ 'peraozas que .el engaño nos dió, y un placer implo que un escoso de amor nos babia

dado

• JULIO 'M.

Haz, Dios de jusLicia ,. que el remedio llegue á tiempo; haz que unida para siempre á mi, se lranquilico, deseche las dudas que la asédian, los temores que la malan; haz quo me olvide yo do lodo para pensar CD ella; báz que mi amor baga UD milagro¡ haz que la cure.

Pobre victima de amor ... ! Cuando á solas conmigo, medito en Jo desgraciada que mi amor la ha bech<1, me espanto do mi mismo, quo por querer para ambos

/

J •
"
... !
'.

-ll&6una felicidad inalterable, la be privado poco 11 poco de todas las ale¡rias de la j11ventud, de todoe' los placeres de la vida, y la be árraalrado COd!llico al abismo de dolor, de donde lal vez no Iocr• saca ria una felicidad lardfa ... Ah! si aún fuera .. . !

IULJO 24.-Por la llOCM. '-Aquí me tiene V.

-Gracias, doctor: lo be llamado para consullarlo: ¡cómo sicue lllirien!: ¡la convulsion de esta mañana la ha postrado muoho 1 •

-Laa promesas de V, la reanimaron, y está tranquie la, casi contenta.

-Dfcamelo V. sin vacilar; crée v. que nuestra union la curará ! -Lo creo.

-Puesto que V. la ha observado, mas como amico que como médico, y ha viató en el fondo de su alma para curar su cuerpo, confleme V. sn observaciones: de el!as depende mi sosiero.

-Desde que, enAiicanie, me llamaronparaasislirla, vi en esa niña delicada una fuente inagotable de oli,servacionos y de estudio, que, tanto por el vivo ;nlcrés que me ba inspirado, cuanto por amor á la . )

e:sS67-= ciencia, me han hecho dedicar todos mis esfuerzos ; todos mis conocimientos para arrane.ar esa victima\\ la muerte: no se 10' ocultoli V., amico mio; el cuerpo no se salva, si el alma no se oura; el médice es v., no yo: de V. depeod&todo .

-Es decir . ..

-Que &S necesITTio el matrimonio, como primer remedio, y que para que Uerue á es necesario que sea pronto: mañana, si es posible.

\

-Mailana ... I v. no J¡a <peosado doctor, en el eran . inconveni ente de ese j!Dlace: ¡no ha pensado V. en que á pesar de la pureza de ese amor, si á ella no,•á mi, me esperan los deseos, la consumaoion carnal de Ja unioo de nuestras almas ... !

-Y bien .. .! obedece V. á la oaturaleia, y nada mas; cu',!1ple·V. con un precepto, saoliOcado por sus fines .

-Medite v . doctor, medite V.: verificado el matrimonid, ¡es, ó no, peligrosa su consumacion!: si por f na parle; la exigen las ley es naturales, tao intuitivas, tan incootrarrestaJ>les, que se revelan al alma mas pura, al pudor mas delioado; por otra, tal vez se opongan el estado de su cuerpo, la enfermedad qyc

--lo quita laa ruenaa, la misma lucha é que la oWJca. ria la repenlioa revelacion de sus aenlidoa: si el deseo que senliria yo, aun cuando 1u salud no lo exi· • giera, de evitarle el infame deepeliamiento de sus virtudes de virgen, la ver¡olll088 entrega de su cuerP!>r no me aconsejára el respeto de esas virtudea, me lo ioonsejarla la delioadeaa de sus senlimientos, la pureza de su el mismo anhelo de engrandecer el mio· , .tanto vehemente, cuanto mas contenido ..• Ll! consumaoion del matrimonio es imposible: si por una parte la piden la impureza de nuestra materia, y la necesidad de obedecerla; por otra, la su salud, porque lo que la ha alter.Mio, ha sido la oon&tante escita.cion nerviosa, que aumentada con una nueva·conmocion, aum'entaria tambien ese.dolor insidioso que pasando del costado á la espalda, la mor· tinca hoy; esa tos formidable; esa calentura lenta que la está devorando: la rechar.an, el pudor, la pureza de su alma, su inocencia, sus virwdes de vlr· gen, su misma dignidad: su dignidad, porque la oren· de la iodirerencia con que la mira el mundo, cuando or4ena qu1r sea hoy una lo que ayer un vicio¡ una obligacion, lo que .ayer un delito¡ porqne . )

---

se llie¡a á la sumision de los preceptos aooiales, cuando esa repentina swpiaion, la obliga á la falla que le repugna: rech81.811 la consumacion del malrimonio sus virtudes de virgen; porque la virlud de las vlrgenes, es su impulsion hácia lo honesto, y la honeslidad es enemiga del amor carnal¡ su inocencia,, porque la inocencia aborrece I& culpa¡ la pureza de su alma, porque esa mancha repenlina la avergonzaria¡ el pudor, porque no puede privarse re· \ penlinamente del velo con que encubre los deseos ... Y luego . .. Una respuesta terminante:, ami¡o mio¡ pe· !!Odas estas razones jes posible el matrimonio!

-8[ : respétela V.; abandone sus derechos basta que recobrada. la salud .YveriOcado el de re· velacion en ese espirito, ni él, ni la salud, se opongan . ..

..:.._y si antes so oponen·mis deseos ... r y si yo que hoy no pienso, que nunca be pensado, que nunca he manchado nuestro amor con otro deseo que el que r penlinamenle me inspiró UD beso, que me aver• ¡üenza todavia, posesionado de su cuerpo , vuelvo á ... r V. es mi confesor en. esteinslante, y debo . ' revelarlo todos los secretos de mi · pensamiento: su·

/

-370póogame V. tao roerte, que salgo vencedor de la primera lucha; los consejos de V., y nuestros miamos deseos, unidos ya, nos llevan af Campo; BU benéfica influencia, la paz que dá al alma, las ideas apaciblas que despierta adormecen los dolores de Márien, que, gracias á él, á mis desvelos, á mis cuidados, á la seguridad de mi cariño, á los esfuerzos de mi amor, se cura; y acallados mis temores, ¡no volverá el deleite á aguijonearme!: .Y si sucumbo á él,y destruyo en un · instante la obra de un mes, de dos, de los que sean, y la veo estremecerse, y recogerse, y .liada a un tiempo por el placer y el dolor, pierde las ruerzas, y al recobrarlas, recuerda, sa estremece, lucha, y entregada tambieo al demonio del deseo, lo solicita, y tiembla ante su satisraccioo, y satisrecbo ó no, languidece, 4ecae, la eorermedad rompe su máscara y sucumbe ... ! abl doclor .. .I yo lo veo lodo, y por eso me espanto, y por eso va_!lilo. -Jóven, compadezco á V.: si mis consejos pueden devolverle la calma que ba perdido, cásese usled, se·10 aconsejo: asl, suceda lo que quiera habrá V. con S"1 deber; habrá hecho, aunque no sea mas que . momenláncamontc, la relicidad «14

.

=S7t=·

esa criatura, y su conciencia no lo alormentará .

El doclor se ba marchado; llevará consigo el recuerdo do esta cooversaoioo , me compadecerá un momento; á pesar de ser bueo<l, se olvidará despues, y mientras tanlo, yo ... ! Yo My un loco.

Bendice mi locura, Márieni ella une mis dias á tus dias; tu corazoo al mio; tu alma á mi alma .... y tambien te' esclaviza á mi des.gracia.

V Las rechas me lo han asegurado; asegúrenselo al )"'\ leclor, si él las consulta: así se preparaba al malrimonio¡,así buscaba la íelicidad del sér para quien la anhelaba, el desdichado jóven. ·

A la noche siguiente, ya lo sabeel leolor, sehabia casado: puesto que me be sometido al deber doloroso de rererir al lector lo que 9alla Dayoan, seguiré refiriendo . .

Empezaban los pocos que asistieron á la boda á desechar la tristeza que los dominaba, y reunidos . on Guarionex y su mujer, hablilban de su pr.óximo mientras que ios recien casados y yo hablábamos en voz baja de su rutura dicha: Bayoan babia logrado dominarse, y en su rostro ·sereno, no queda-

J

=mba la tormenta que lo babia agitado, mas que una sonrisa misteriosa, esprealon, á los ojos de llárien de la reUcidad que procuraba: -ella tamblen se refa ... Inrelil adolescente ... ! Olvidada de sus dolores pasados, de la lucha terrible que aquel momento de relicldad le babia costado, crefa que daba la ventura · "que recibía: se engañaba dos veces: ni ella era reliz ni Bayoan lo era: este, porque la cruel actividad d: su cerebro, aiejáodolo del presente por vislumbrar el porvenir, lo incapacitaba para gozar de aquel momento; ella, por el esceso mismo de s11 relioidid: Ja babia agitado con demasiada violencia, y el cuerpo suma tanto como gozaba el alma: en vano trataba la des¡¡raciada niña de ocultar su suírimiento: lo revelaba la desaparicion del carmín que antes espresaba en su semblante el estado de su alma; lo reve·laba la palidéz qua léotameote iba sombreando sus megillas Ydelatando un oculto dolor; lo revelaba su rospiracion dificil; su sonrisa rorzada; loe mismos csruerzos que hacia para ocultarlo: hubo un momento en que aumentó su palidez, en que sus ojos se que su boca, al querersonreir, se contrajo, en que sus ºesruerzos poderosos no pudieron.

-m-

una lágrima: su marido y yo, adivinando aquella Juc)\a suprema, admirando su valor, y enternecidos, sentimos tambieo empaiiados nueslros ojos: él, revelando su emocioo con su ternura, le preruntó con voz dulce:

-Por qué lloras, alma mial

Ella pagó su emocion, su sob'resallo, con unn sonrisa cariñosa:" él volvió á preguntarle: • -Por qué lloras?

-Por nada: senti un ligero dolor on la cinlura .... \ no era nada, no era nada ... Y era_Jin embai:go un dolor espantoso, un pensamienli> horrendo: .esas ráfagas de ,luz, por medio dq las cuales centellea el alma en los ojos, nos lo dijo: á Márien se le babia presentado en aquel inslanle la idea de la muerte.

No es r¡ecesnrio ser sensible para comprender el inmenso dolor que punzaria aquel alma,, llegada á su felicidad , y detenida en su fruicion primera por .una amenaza de la muerte; no es necesa/to ser sensible para comprender la rápida COn• vulsion de aquel espiritu, ob18ndo sobre el cuerpo y destrozándolo: 1111oedió lo que debia suceder: llá·

)

=37.f= rien rué victima de urra convulsion: palideció intensamente; se sujetó el corazon con ambas ufanos¡ llamó con voz débil á su esposo, y cayó en sus brazos sin sentido: al acudir el médico, esclamó: Lo esperaba.

-Yo esperaba en Dios, blasfemó sordamente · Iiayoan.

Cuando paaada la coovulsion, nos alejamos del . aposento en que quedaron con la enferma sus padres y su esposo, el médico respoodia á mis preguntas diciendo: '/.

-Eso no es nada : esa pobre niña, espuesta desdo muy temprano á la lucha terrible á que la hari obli· gado la vehemencia de .su amor y sus contrariedades; langiridecida po• esa misma lucha¡ entristecida por el alejamiento de su patria¡ recientemente conmovida por la honda tristeza que le produjo Ja ausencia de su amado¡ sumida en Ja melanoolfa por Ja falla de eJpansion de su cariño, ha alterado su sistema nervioso, perturbado las funciones de todo su y tal vez .... pero no, no: .tengamos fé en ?l remedio: su casamiento la salva: feliz con la manifestaoion constante de su afecto; segura del qu.o

\

::175=

illl(IÍl'll; eolrepda á las pa.clftoaa tareas doméalicas; dialtaida por sus nuevos deberee, lograra aer !eli.r. y au feliQidaddeslruirá eaaconvulsioo ea natural..,.

-SI, me la Jiilico : es el resultadó de la exhub?· de felicidad¡ .peoo ....

-No tema V.: se calmará.

Tra11qujli!ado por las palabras del doctor, dejé de manifestarle las dudas que todavía me quedaban, y permanecí en la casa toda la noche, que el si¡uieote diario me ba probado desp11es, que no (ué tranquila para'Bayoan.

V

Juuo 30.-Alamaatcer .

Gracias, Dioamio .... ! coocéd,.Je siempre ese sueño benéftco: y te .bendiciré y creeré en lu bondad suprema .

Ya Sále el sol.. .. Yo c1eí que no saldrla: cuando bay tanta oscuridad en .un eBl!Íritu, ¡por qué viene á que bay )uz en parte ... !

La noolJe de bodas pasado ... Pobre crialura ... I la vela languidecer, empeorar, y no necesitaba que el médico me lo digera: ye! sabia. que el único remedio ee esta union ... Será tarde .. .? por qué me angustia .

J

-376la duda ... ? Hombre sin fé, necesito apul'81' lodoa los sutrimienloe realea y 'quiméricos, para que llecue un dia en que, agotados, crea e11 la paz, en la lranqui· lidad, en algo ... Esta union era neceaaria: ella no po· dia soportar mas tiempo la ansiedad con que esperab.a hacerme suyo, ser mia: iba minando la lriateaa su amante corazon, y dudando de mi cariño, 181 vez mo creyó malvado, y al creerlo, maldijo su oredulidad, y su ezisteocla: ligado por esle indisoluble, espera hacerme lllvidar mis propóaitos, oonfta en mi amor á mis deberes, presiente que.108 nuevos vencerán á los antiguos, y sollaodo con volver á nuestra pátrla, soñando con sus campos, ooo la calma que devolverán á nuestro esplritq, se promet,e la fellci· dad.d.aalcanza.-émos ... ? Hay enél fondodemialma algo qu11 vé en lo porvenir, y niega ... el recuerdo .de esa funesta oonvulsion ... Felicidad sarcástica .. .! en el momenlll de llenar un alma, de recompensar una existencia dolorosa, se arrepiente, y huye ante laidea de la muerte ... pobre Márien .. J Hay momentos en uti reloj, que son siglos en el alma: una hora nada mas, solo una hora. que nos habíamos casado, y Máricn babia vivido un siglo; llabia ll egado á la felicidad )

=377.= suprema, y despeñádoae de ella en un dolor snprcmo: babia reaJir.ado SUB deseos, y en el momento de bendecir la •vida, un dolor corporal la amenaza con la muerle ... ! yo babia vivido una eter· nidad en un momento: de mi vacilacion, de mi incerlidumbre, babia pasado á la amargura que me causaba ver su dicha, desmentida por las sombras de dolor que babia en sus ojos: despues, la luz que los reflejó en mi alma débilmente, porque \ aquella lelicidad era ilusoria; era la máscara conque la desgracia se cubría: despues, aquella lágrima, revelánd ORltl el dolor sobrehumano que babia herido á aquel alma delicada, me abismó: despues, la con· vuJ,sion; despues ... Dios mio!,.Dios mio ... ! .

11· • AGósto 2.-En la. huerla de AUcalúe ,

No pQder alucinarme; no poder esperar ... ! ¡Y qué esperanza, quá alucinacion han de alentanne, si cuando la realidad de un momento me soorie, me eorpreode otra realidad amenazadora, · se burla de "Ji l)('edulidad, infu11de miedo á mi ima¡inaciorl; y desp.edaza mi alma ... ? esta larde, cuando lle¡amós aqul, no veia yo en Márien una mejoría esta huerla risueña, que á pesar de. las habitaciones

que la pueblan, ofrece bastante soledad al 11lma que la busca¡ ese mar no lejano¡ que á peBBr de sus bramidos, no altera ill ailenolo agradable que aqu( reina; ese cielo sereno, recuerdo, como el de nuesll'll pátria; esos árboles, esas no rea,· esos pájaros, esos Umpioa manantiales; esta calma; esta placidez, que pasan de la naturaleza al corazon; ¡no bao hechp plaoenteraa las palpitaciones del suyo, no han dado á si¡ alma sentimientos benignos!: ¡no gozaba yo viéndola á ella gozar!; ¡no me lisoneeaba 11 esPilranza de un pronto restablecimiento!: no me alucinaba, .pensando en un potvenir, distinto de este presente, tan lleno de sombras, tan amenazador, tan temido .. .! Pues por i¡ué de ese momentáneo bienestar, de esa instantánea esperanza, ha pasado ella al malestar que ha sentido, y yo á la desesperacion que me atorme11ta!; si la fatiga del viaje le' ha sido perjddicial, ¡no hace bien mi imaginaoion en.prepararse, yen temerque otra cansa mayor, produzca peores resultados •. .! Siempre lo mismo ... ahora que estoy agitado, ella descansa¡ su sueño es ya tranquilo... si me abandono á la co11flanza y me complazco en esperar, sueño, ahora tranquilo, se convierte en PilSB:

=379dillll ... La lámpara se apaga; éa tarde: qué sllenoio en toda la naturale111 1 serenidad en el cielo ... ! Infelices mortales .. .! etÍ todos ?Destros placeres y dolores buscamos el cielo con loa ojos para hacerlo testigo de nuestras conmociones, y el cielo imPilrlurbable, si brilla cuando le confiamos un placer, no se nubla, ouantto nos vé llorar ... Imiiemos la indiferencia del cielo, y á dorm1r .. .!

AGOSTO 7 .

Dice el no ... tiene razon: si en el estado en que está nos embarcáramos, tal vez ... no : yo no escribo la palabra: recuerdo las.del doctor: ·Creo, me dijo, que eza navegacion seria funesta; Mlirien se marea, y Ja perturbaoion qUe causa en el estómago el mareo, es para ella¡ su inapetencia continua es una de las razones de su falta de fuerzas, y es preciso que para recobrarlas, se alimente metédica y abundantemente: su temor natural á los "peligros del mar, serian funestos, y la excitacion que PfOducir(an, duradera: la esperanza que la animarla, placer que, hasta llegará su pátria, contrapesára las incomodidades, los disgustos de ese .viaje, .no bastan, amigo mio, no bastan; el bienestar del ·alma

J ·.

=o.380=-= no. Uegaria al cuerpo, y... ya que es preoiao, sé11.11lo V.: llárien está muy delicada: loa wUmoe han desarrollado el mal que estaba ameoezándola y que: será vencido, si el reposo del otlej.po y eÍ sosiego del alma lo entretiene, y saldrá vencedor, si Iaio· quiet.ud y Ja lucha lo esümulan; si perturballiones rlsica's ó conmociones morales aumentan IBB palpita· ciones de su corazon, ftjan los ·dolores, bóy transitorios; si oprimen su pecho, ya oprimido en demBBla: bagámosla pasear, moverse, fallgane, para que durante el dia, distraida por mil objetos diferentes, ó postrada, en nada piense, y durante In noche, duerma y adquiera nuevas ruerzas: sea V. siempre con olla tan cariñoso como hoy¡ aleje de si los negros pensamientos que ellá sabe adivinar en .sus mir8!1as, y recobrará la salud: la cura depende de V. y del campo, no del médico, ni de esa navegacion• .

Y sin embargo, ella piensa sin cesar en su pals, y lo mismo que la alegra la entristece, porque el cielo, el mar y el campo le recuerdan á América.

Esta larde, sentados en el balcon volamos ocul· tarso el sol tras de los mares, y ambos, Ojos los ojos on el Oc cidenlc, <1ucdamos ponsatil'os.

)

-En qué piensas!

-Ytú!

-Yo en Puerto Rico.

-Yo en Cuba.

·

Yse deslizó por sus megil,las·una lágrima: cuando sus padres y yo, temiendo la humedad que la noche trae consigo, la hicimos recogerse, me hizo senLar cerca <le su cama, y me habló melancólicamente de la pátria: el sueño Ja venció, y yo me retiré á mi apo\ sento, confiando en la vigilia de su madre: baoe poco me.llamó, y me dijo:

-Te lle' llamado para qu&me prometas una cosa¡ ¡me la prometes ... ! que me lleves pronto á nuestras islas . .

Le conteslé y 'me presentó su frente, quedándose despues dormida, y soñando con Am érica .

AGOSTO 8. pensando en queslras islas!

r cómo no, si pensar en ellas es pensar en ur

Tiene razon: en ellas nos espera la paz que ambos buscamos¡ tiene razon : yo no la tengo, ouanjlo por lcmér los efectos de ese pensamiento incansable, si

. .

-38tla aconsojo un momento quo lo deseche, mil, me impaciento y manifiesto mi impaoiencia.

Aaono t5.

-Si no recordaras á Cuba, ya eslarlas completamente bien, esposa mia: ¡por qué has de entre¡¡arle á la melancclla de los recuerdos!: olvida el pasado y bendice el presenlil; ¡no estamos ya unidoa para siempre? ¡no &oy )'O tuyo?: tú no . ve1 que risueño es !'le cielo, qué hermosos son estos campos!

-lle recuerdan mis campos y mi cielo ... Vamos, ·no te enfades: si no quieres que pienºse en nuestras islu, no peoaaré mu en ellas ... Te empeñ11B en que me daña el peoaamieoto de nuestra pátria, y le equi\'Ocas: si tú sintieras la dulzura de es!as lágrimas que provoca au recuerdo ... ! si sintieras el grato aban. dono de mi alma, cuando se entrega sin esrµerzo á rsc recuerdo ... ! Por qué quieres privarme ... ?

-Porque eso abandono es peligroso; porque esas son l:l¡;rirnas traidoras: ¿tú 110 ves que ese abandono postra las rucrzas de tu espiritu, lo vil acostumbrando á la inactividad, y si llega un momento en que, vor f!O moverse, se deja dominar de la tristeza, la tmteza lll Piensa mn• en tu esposo, en su J

\

-38S=

relloidad: ¡puedo gozarla, viéndote lriste, amada mia!' ¡orées que no es dllloroso mi, el ver la poca influencia de mi amor, que no logra ocupar todos Jos momentos de tu vida, todos tUJ1 pensamientos, toda tu alma!

-Injusto! pues por quién, por 11, por qué sino por tu amor, me complazco en recordará América!: no está a!U m¡eslro retiro, el albergue de nuestro amor; la esperanza de nuestra felicidad rutura!

AGOSTO t2.

Su es notoria: con ljl vida que hacemos, ¿cómo no7; se levanta t!mprano;-antes que yo, por· que yo velo su sueño-, y alegra primer momento, su ·entrada oautelosa en mi dormitorio: mi sueño, me despierta; yo aparento enojarme, ella se esconde, y cuando ya vestido, cotro á buscarla, mo sale al encuentro, pres 0ntandome la frente: paseamos, habfando de nosotros, si paseamos solos; hablando ·de Ja naturaleza, si acompañados del doctor, ll contemplamos: si siente apetito, apresuramos la vuelta y almorzamos: despuea, nuestras melodlas favoritas, trayéndonoa recuerdos, nos vuelven al pasasiempre mas reliz que el presente: los árboles nos

---brindan con eu BOIJlbra, y debajo de sus copas, oM· damoe lae horas caloroeaa, combéüd111 lambleu por los libros que leemos, por las lecciones de botánica que nos da el doctor: por la larde benorizamoa: las plantas que cojemos y estudiamos, la_ distraen del carlsanoio: y cuando queriendo provooarloJ anuncia· mos, sos padres, el doctoró yo, uaa elourslon á algun punto, una ida á un lugtr distante, despues de · vacilar, acepta siempre, esperando un placer de le vista de Un ser desconocido, de uao de esos insectos misteriosos, de una esas escenas' conmovedol'llt!, _ en que uo insecto, un reptil, ua animal cuelquieni, ponen en acoion alguna de las oualidadea que 1i nosotros los hombres nos ensoberbeoen: al anoolleoer, nos retiremos, observando los erectos de las 10111bN1, la varieoion de rorma de todos los objetos, el s11eño de la naturaleza, oyendo los rumores del silenoio: un beso de paz llama á sus ojos el sueño, y cuando, oonOando en él, se han retirado so.s padres, yo la observo; velo, si su sueño es intranquilo¡ me retiro, si ilu suoño es sosegado.

AGOSTO la noche. liaber observado los erectos del mal en su Osono- · !

mlii1 haberme ateniomado ouando empesaruJl1i kn• dine sus ojoa, á d¡iprimiree sua eienel¡ beberme es· pantado, cuaodo la 1emida tos la inle· riormeiite¡ ruiber desesperado, )1 volver :' esperar, á no temer, á tener p<W... ! Cómpeosecibnell )lli&terfo· sas ... I Ab! ya lo sabia yo: del dolor, naoe el plaoer; de le desdicha, la dieba; de la agitacion, la calme; la esperanza, de le sin estas vacila• oiones de la. felicidad, ser relfz ¡qué soria!: enmobe\ cerse los re1'0rtes del placer; morir el ·alma de lnéroia: pero sufrir, llorar, descenderá los alíismos del todo esperanr.a, llenarse de sombras lo interior, y ver en las sombras. epareoer ·la luz, salir de los abismos, senUr estimulada el a\ma, esto es vivir, esto es gozar, esto ea ser feliz: qué suello tao plácijlo!; qué respiracioo tan fácil ... !

Qué hermosa está esf...! Por qué al ir á besarla me he espantado de mi mismo ... ? Qué inQ,Uietud, quó agitaoion: .. I ¡Qué es esto ... ! Retirémonos de equl ... ,

• AGOSTO 29.-Porla noche.

La salud la ha hermoseado: sus ojos han dilatado sus párpados, los han rasgado: la lui que, aún oorrados, difunden sobre sus megillns, les dá el · mismo

-386mislerioso encanto qÜe á los objetos cel'C8llos, ta IUll que oculta esta bomba: su boca .. ¡qué tiene su boca que me incita! Teo¡¡o miedo á la tus: voy á apagar: la ... eslraña tenacidad ... ¡porqué no se apap la luz ... ! eslli apagada; la que brilla, es la luz interior: la que aclara las sombras; la que me presenta esos puntos la que me hace verá Márien tendiéndome los brazos, es la luz que hay en mi... Qué ruido es ese ... ! cada vez mas formidable .. ,. una voz ... . ¡quién me llama?. . . son las voces del silencio; es el ruido de la vida material... nadie me llama: ... ilusion de mis sentidos .. . lle laten las sienes, me palpita el corazoo, el cerebro me hierve ...

AGOSTO 30.-Por la mañana. Esplritu, has vencido .. .!

SETIEllBRE 3.-AI anochecer .

Tengo miedo á estas horas: cuando se aproximan, empiezan los deseos á aguijonearme; empieza la carne á rebelarse; empieza mi. esplrilu á luchar; empiezo á avergonzarme de mi mismo, y á sentir, á pesar de mi vergüenza, este estraño abandono, esta insi· diosa languidóz, este tumulto en la imaginacion, )

-387=

esle ruego en las venas, esta movilidad , fati¡aoie y escilante á un tiempo, los nervios .. ..

5.

• Todo conspira contra mi; basta ella misma.

-Vamos á dar un paseo, Ba}'{lan: ..!

-Voy á llamará tus padres .. .

--No: vamos solos los dos: dame el brazo . .. ¡por qué liemblas ... ! qué tienes ... ! palideces tambien .. ,? qué es eso, esposo mio . .. !

\ Ysus ojos brillaron, y su sonrisa cariñosa penetró en mi alma, mientras que inpilando mi imaginacion á mis sentidos, so óompla'cia en la media luz que oon· fundía los objetos, en la soledad del jardín, en el silencio del campo, y se embriagaba mm el l!'lrfu'!le de las flores, con la tibieza del ambiente, .con la mezcla de murmullos incitantes .. .

-Te·acuerdas, Bayoan, de aquella larde ... ?

Esfuerzo poderoso ... ! Tuve valor para sonreírme con pureza ... 4 · l

-Esta se parece á aquella, no es verdad .. .!

No respondl: hubo un momento en que los brazos, movidos por una ruerza interior irresistible, iban á dar la respuesta. Hay esruerzos que no pueden ocul-

=388tarae, y Márien vió los que yo hacia; ·me Pl'8111Dló su causa; mi silencio, la hizo meditar, y con la cabeza baja, y los · brazos cruzados sobre el pecho, se adelantó, y aoduvo largo tiempo, precediéodome: yo; mientras tanto, la observaba; ¡por qué mientras seolia .el pesar de hab,erla entregado á conjeturas que la intranquilizaban, admiMba la esbeltéz de su talle, la' pur.eza de sus formas, la gracia pudorosa de sus movimientos, la belleza encantadora de su seno, la dismloucipo progresiva de los hombros á Ja cintura?; ·¡por qué me sorprendió en ton ces la observacioo, entonces !ormidable, del desarrollo de su cuerpo, llegado ya á la completa posesion de todas las gracias de Ja juventnd!; ¡por qué me dije con oculta fruicioo: •DO e& llDI niña, es mÚjer• !; ¡por qué aceleré mi paso, y á pesar de su ¡¡rito de sorpresa, abarqué con mi braw su cintura, observé con deleite los eocaotos de su llsooomla,laaberluradesus lábios, húmedos y temblorosos, tal vez porque empezaba á rebelárseles Jos deleites que mis ojos les pedianf; ¡por qué cuando se desasió de mis brazos, y huyó atemorizada· , seoU cólera, y corriendo frenético Iras de ella, la dije con imperio: •tu eres mio?. ... )

=389=

-Por qué me lo dices con ese tono .. .1 ya lo só: yo soy tuya ...

RllllOSlando' en mi hombro llll cabeza, me miró. -Dime, i me quieres!

La estreché contra mi .mis ojos irradiaron: ella veló con sus párpados los suyos: su boca teml¡Jorosn se unió por sus ,asiremos: los borcjes do los labios antes rojos, humed eciéndose mas, palidesu respiracioo, como la mia,eraan)lelante ... l. La luna apareci ó: el aire murmuraba entre las hoja,; dulcemente un ruiseñor: mis ojo s otra vea,. y estalló en el sileooio de la noche un beso.

Anles de sucumbir, hioe un estuerzo: me separp de lllá;ien:. y en conmoviÓ nuestro corazoo .el aullido profético de un perro ... . Cuando acostada. ya, me llamó., no se a.trov[n á mirarme: sus ojos estaban inyectados; babia en su semblan!e eso desórd en que si¡¡uc á las grandes convulsfnes del esp(ritm su rul¡or delalpba pµdor; pero habia yo no llé, qué misterio so i¡o si! qué, doloroso á mi oorazon, no sé qu.é velo roto, qua desenvolvi endo demasiado s.us provocaba mi s sentidos ....

=390=

Faltaba la inocencia: el trabajo de rebelacion eataba hecho ...

Si el cuerpo lo era todavla, el alma no era virgen 1a habian manchado los deseos ...

Se Ita apoderado de mi alma la tristeza ....

SETIBllllRB 6.

;_No vuelvas á ser cruel: me has empeorado .... y yo vera los erectos de su lucha en su semblante:: solo dia ha bastado para la obra de un mes de cuidados y contento ...

Si... hecho el mal, la desesperac.ion ' de mi" impotencia; la rabia conmigo mismo; el ¡¡rito de la razoo; el arrepentimiento ... Ahora que mis áosias son inútiles, me parece mayor el mal causado; me parece que los ojos se bao hundido; que hao vuelto las sieoea á sumirse; que la ligera ronquera 1¡1Je Ja humedad de la noche le produjo , es la amenaza manifiesta de su que su tristeza es resultado de sus temores ; que su sueño agitado es el efecto de la agitacion moral que me · culpa y que me acusa... ! No crsas que me oculto, conciencia; aqu[ me tienes : si tú eres el Dios de .cada hombre, y cuando el hombre delinque, lo na- .

\

=391 =

mas y lo acusas, como Dios al primero que existió, no lemas que me esconda,; no estoy desnudo todav[a . .! mi Eva no hacaido ... ! Engreid a con las fuerzas que te he dado, apenas concibo la culpa, me. persigues con tu voz me aguijas con tus remordimientos .... Y por qué ... ? qué he hecho ... ! no he l,enido valor para acallará mis sentidos, para dominar á la rebelde carne, para no sucumbir ... ! Si caf en el deseo, ¡no lo he vencido! ... Me i\aces pensar en ella; espiar en su sueño, el estado de su alma; asustarme del efecto producido por mi flaqu eza ... Y qué! .. . ¡ no soy.de carne y hueso ... r Rep ugnante r ebeldJa ... 1 ah ... ! mientras que el esp[ritu vuela, el ho!'lbre es algo; pero en el momento en que la maleria lo domina .. .

SETllUIBRE i5.

Ya no quiere pasear sola conmigo; huye de mf; m e lome y sé teme: si en véz de estar enferma gozára de salud, y esta lucha entre sus virtudes de vfr&'en y rs sentidos, en vez de empeorarla ó de su l!Uljor[a, no mioára su cuerpo, no deb1htára sus fuerzas, ¡cuántos enca ntos habria para mf en esa lucha ... ! Sentiria la salisfaccion de verla despojarse len26

)

=:lM= lamente de los deberes que la virginidad babia creado, que hacia la pureza de su alma, fáciles, para obedecerá sus nuevos deberes, para rend\rse ála naturaleza: y este trabajo lento, provocado por mi, por el respeto de su pudor y de su castidad .. .) pero hoy, es doloroso : la revelacion ha sido perjudicial; la lu· cha; peligrosa: está su pensamiento incesantemente estimulado, y su corazon se conmueve á cada revelaoion; los sentidos despiertan, y el cuerpo se estre mece ... Cuando pienso, que un momento de debili · dad le ocasionado esos nuevos dolores, me inspiro repu¡nancia .. . Riámonos, riámono s de nuestra mezquindad ... A pesar de mi asco, hay en mi imaginacion la se¡uridad de un deleite no gozado, que abracerebro; un deseo éxigente qu e me incita; un ánsia de placer que me enloquece.

SBTIBllBRE 30.

Esa escesivu sensibilidad la vá 6 ma&ar ... Que todo lo quo admiro, que todo lo que aconsejo como bueno, se vuelva contra mf...1 'lllárien es buena, y o! mal de los demás la abisma en la tristeza: seguro de la grandeza ,moral á que conduce esa piedad del mal agano, en vez de calmarla, la he exaltado, y cuando he que-

= ,:'193=

rido 'aplaoar la exaltacion; por proveer los tristes resultados qué ahora veo, -ya. era tarde; ya la tristeza se bab!3 convertido en un elemento do su vida espiritual.. ..

Ayer, estando reunidos en el jardin, vinieron á buscar al médico, para asistirá una jóven, peligrosamente enrerma: al volver el, doctor, 'lllárien le hizo mil preguntas, 11 las cuales, por estar preocupado, contestó imprudentemente: habló de la juventud de \ la enferma, delas dotes morales que la hacen amable á todos; de la desesperacion de sus padres; del enternecimlénto que le babia producido el contraste de esta desesperacion, oon la dulzur.a de la enferma; de los grandes temores que so estado le cau saba; ·de Ja inminencia del peligre que corria su vida, y de sus pocaa esperanzas de salvarla: cuando el doctor se retiró á cumplir con su deber, pidiendo á su ciencia sos consejos, Márien manifestó su tristeza con una intranquilidad que me asustó: n,i las caricias do sus pafes, ni mis ?81abr3: cariñosas, consiguieron destruir su dolorosa preocupacion: confiándome, al re. cogerse, Ja razon de su tristeza, me dijo:

-La edad do esa jóvco; su bondad que antes de

J
' .....

=39t= ahora babia oido ponderar; la proximidad de su casamiento con un jóven á quien ama, son razones que me hacen mas sensible su estado peligroso: la igualdad de circunstancias me inspira simpalias, .Y al saber quelamuerle amenaza su vida y su felicidad, he ·!Onido un pensamiento angustioso, aterrador; un presentimiento doloroso, y me he dicho que yo tam. bien estoy enferma, que yo tambien puedo morir, que si ella no se salva, yo tampoco.

ÜCTUBRB i'.

Ha pasado la noche llorando; las pocas veces .que el sueño la ha vencido, ba pertµrbado su im.agioacion, que por medío de palabras inconexas, de gritos contenidos, ha revelado lo rudo del golpe que ha sufrido: esta mañana, al despertar de su último sueño, mas tranquilo, bá preguntado con instancia por la enferma: se la ha reconmendado al médico; lo ha rogado que no se separe de ella, y que venga á noliciarle ql curso de la enfermedad: han sido buenas las ultimas noticias, yel oontentoquchasenlido,meha probado la intensidad de su trisleza: su sueño ea mas· tranquilo.

)

=395=

ÜCTUBRB 2.

La enferma mejora, y Márien se reanima: esta tarde hemos.paseado, y el paseo la ha distraido.

ÜCTUBRB 6 .

Cuando esta tarde sorprendido en la mar por Ja borrasca, ve\a yo la distancia de la playa, y do pié sobro el bote, contemplaba el peligro que corria, •el peligro (ascina,. me decia ... El peligro fascina ... ! es verdad: yo estoy fascinado en esle instante: ah( está mi peli\ gro ... Solos Jos dos: ella, durmiendo abandonadamente; yo, vrjando su sueño, y eo guardia contra mi mismo ...

,¡Po rqu é si el deseo se babia calmado, ha vuelto la esce na do esta tarde á enardecerlo! ¡por qué; temiendo por mi, salió á buscarme, y por qu é nos encontramos solos!; por qué la maoifestacion do sus lemores, asegurándome otra vez lo .inmenso de su amor, en vez de despertar mi gratitud, dió ruego á mis senlidós!

lnplacablefljeza de ideas ... ! con que es ciérto ... ! con que cuando un pensamiento nos domina, es necesario ó do luchar con él, cnlor¡uccer ...! Ya no me sirve de nada mi razon ... ! no la

=396= obedezco; á quien obedezco, á quien voy á obedccr, es aldeleite ... ¡Quécrimen he oometido yoqueestoy lemblando .. .1 estraño desvanecimiento ... ! he dado dos pasos vacilando, y he tenido que apoyarme en la pared .. . quétumullpinterior . .I oigo las palpitaciones de mi corazon, los latidos de mis sienes ... Detengámonos aqul... quiero vencerme ... qué de mi mismo es este ... ! dónde está mi fortaleza ... ? dónde está mi dignidad ... ! dónde estoy yo ... 1 Gracias, sobérbia; has vencido: tú eres ahora una virtud: ahora que levanto la cabeza; ahora no tiemblo; ahora que el vocerio interior no me ensordece; ahora que no vuelv? los ojos azorados, porque no temo una sorpresa; ahora que no son ruidosas las palpitaciones do mi corazon ni losla!idosdemissienes;ahora, yo 1lOY yo; me siento á mi mismo; me domino: siga la pluma eternizando mis flaquezas, que si siempre las domino, como ahora, en vez de avergonzarme, me enorgullecerán.

Duerme en paz, casta vlrjen: aun cuando tu salud no lo eiigióra, por el placer de vencerme, seguiré todavia respetándote: recibe este baso, con el cual, dcsafla cspirilu á la carne . '

OCTUBRE 7.

Jlientras he podido alejar mi pensamiento de estas ideas, mi espiritu ha vivido en su region, y .se ha elevado; pero desde el momento ·en que ha caido en liu sima, el espiritu impotente se contenta oon gritar: mientras me dije que era necesario el vencimiento de Ja carne, por no estar ni un momento sometido á ella, ·por hacer asf, mas libre el éjercicio de mis fuerzas morales, por el mismo orgullo del esplri!u, tanto mas seguro de si mismo, cuanto mas olvidara, en su desden, á Ja materia, la lucha de mi vida ha sido lucha de mi espíritu, que busca una felicidad que no encuentra, con todo lo que se le opone, con todo Jo que le niega lo · que le pide; pero ahora que despiertos Jos deseos, y rebelada Ja carne, el alm'a se esconde, me falta la fuerza que necesito, y preveo el vencimiento .... Es preciso ovita!lo á toda . costa: ya que imito con .mi flaqueza á Jos demás, imitolos támbien con mi humildad: apelemos á un recurso salvador; huyamos: puosto que mientras esté kn los Jugares en que se ha despertado, la carne seguirá rebelde, huyamos de ellos: nos embarcaremos ... No hay camino quo seguir: lodos éslá.n obs·

) \ =397=

=398= truidos: es imposible irnos á América: el doctor tiene razoo: los peligros de ese viaje, .serian decisivos para la saJud de Márien ... Pues á dónde ir ... ! he de quedarme aquí para que suceda lo que temo, y los acontecimi¡mtos fatales que de ese suceso. se deriven, vengan á anonadarme ... ! no: yo no me quedo: aunque pudiera, á pesar de la ceguedad de la lascivia ver siempre el peligro, y contenerme, y $alvarme, la lucha con la parte rebelde de mi sér, me está cansando: irritado contra las circunstancias que me prohiben el uso de mis derechos, el acatamiento de leyes invencibles; colérico conmigo mismo · por no poder vencerlas, y por haber descendido á luchar con la materia, haciendo así que el espíritu se empequeñezca solicitadoá un tiempo por el deleite, y por el horror de sus efectos, he perdido la seguridad, no hay uoion en mis fuerzas interiores, no puedo condensar un pensamiento: luchando por conseguirlo y desechando las visiones de la carne, paso intranquilo la noche, meditabundo el dia, buscando la soledad, ó huyendo de ella: mi cuerpo está tan cansado como mi alipa: no es posible prolongar mas esta lucha: cuanto el médico dice es ló¡:ico: es una locura hacor

=399=

navegará esa cMatura; el mareo, el temor de los peligros, la inquietud, se oponen ... pero, no podrían las esperanzas animar ese espl;itu, sumido en tristeza ...! La sola alegría que sentirá; cuando lo diga que nos vamos á América ... ! Sí: nos iremos, no hay remedio.

OCTUBRE 9.

No hay reme¡l.io: lo quiere la· fatalidad, y es necesario obedecerla: Márien se babia tranquilizado ya. \ con la mejoría de laenferma : yomehabia olvida«!ode ésta: esta mañana, yendo á buscar al doctor, éste me buscaba: '-'lS preciso-me dijo-que se empleen la s precauciones necesarias para impedir que Márien lo sep.a: la enferma está muriéndose, agoniza.• Porque bajé la cabeza, por no mirar al oielo, 'y maldecirlo, •tenga usted ánimo,• me repitió e l doctor ... Tenga usted ánimo .. ! es claro; él nov é en la noticia lo que yo; é l no ha podido observar loqueyo observo, y como no puede mirar donde yo miro, no vé cómo está micora1fn, cómo mi alma. ... Moribunda esa jóven, y no pober ocultárselo-.! Cómo ... ? Si pudiéramos alejarnos de aquL .. ! con qué prelesto, que no desi>ertara en ella la sospec ha , la alarma ... ? no viniendo. el doc-

)

c:s400=tor con nosotros .... no es posible alejarse .... Si pudióramos emprender hoy ó mañana nueslrp viaje á América ... ! Aunque no lo emprendamos, que sepa mis propósitos: su alegria no solo conmoverá su espiritu, distrayéndolo de sus pensamientos dolorosos, sino que la aturdirá lo bastante para hacerla insensible á lo que; sin ese sacudimiento feliz, se lo prodÚciria terrible ... Permanecer aqu( sip que sepa la ¡¡ravedad de esa • enferma, es imposible: si los criados no lo dioen, la proximidad del camino y el paso frecuente de ¡¡entes · para quienes la enfermedad de esa jóven es un acontecimiento, se lo revelarian: el plaoer, ·las esperanzas, el contento, la movilidad que dá. le impedirán oonmoverse tan hondamente, como lo hubiera hecho a otes: tal vez embargada por la idea de su futura felicidad, carezca de significacion, el mismo suceso que sin esas esperanzas, la teodria espantosa . . .. Vamos á probar: tengamos fé: con un sol tan radiante; con un cielo tan diáfano; con un día tan alegre, es impesible que el dolor tenga victimas: es imposible: pero á cien pasos .de aqu(, el mismo día, el mismo cielo, el f(IÍSmo sol, que á m( me parecen radianles de al egria, parecerán oscuros, pavorosos . .. lle vuel- . )

;,

\

• =401=

to el médico á darll!e las últimas noticias: malas.

-Bayoan ... !

--Oué quieres, alma . ..r

--Oué te deeia el doctor .. .! ·

-A mf. .. ! nada .. .

-Piles eotonces . . . ' ¡por qué le has inmutado! ¡qué significa la alleracion que observé en el semblanle del doctor ... ?

-La alteracion que produce uo diálogo animado ...

Hablábamos de lf; de la alegria que vamos á causarte; de la felicidad que viene delrás de ella . .. Dame el brazo, y,, paseando por jardin, le contaré . .. Qu é hermoso .. ! parece que el cielo se alegra de tu dicha ... ¡qué envidioso es el ci elo . .. ! Para que dejes de mirarme, por mirarlo, se hace trasparente, secolora con la luz mas pura, se engalana con sus mas nacaradas nubecillas . .. Asl 1 riele as( : detrás do lus ojos está ol cielo; s i siempre estuviera rosplande · •• ciente , como ahora ... !

-El sol es el que da su resplandor al.ciclo: si sfempre brillara el sol.. . ! si tú me ilumináras siempre con la luz de lu alegria; si siempre tu mirad_a fu era tan cariiiosa como ah ora , siempre cslaria mi

=-Mli- • alma inundada de ternura ... Pero dime, amado mio: ¡qué alegria me estabas prometiendo ... ! -Una alegria inmensa: no te la doy, si no me das un beso . .. Pero, no, no es necesario ... -Ya no quieres que te bese ... ! -:-Yo s[; pero ... es, que ... 0 nada, nada; cosas mias ...

Me miró, y su mirada investigaba: hubo un momento en que pasó por su frente una nube, y coloró rápidamente sus megillas ese rubor, casi doloroso, que llega hasta los párpados, y escita . el lagrimal: bajó la cabe:ia, y meditó: volvió á mirarme con la inseguridad con que miramos, Oilando dudamos de nuestro pensamiento : luego, tomaron sus facciones la tersura que 0 les dá una resolucion irrevocable: con voz cariñosa, pero no segura, me dijo : .:._E11; dame la alegria prometida .. .

•. -Aqu[ la tienes: nos vamos ... -Para América ... 1! ·si. .. ! ! .bendito seas ... ! .Me abrazó enagenada: yo la besé en la frento; pero siguiendo á la espansion de la alegria, el silencio; y á su lelfz agitacion, la calma; y á las caricias repelida s , las miradas; y al abrazo apretado, la pcrma-

neocia de SU talle entre mis brazos, de BU cabeza 80· 1l bre el hombro, teml la 1educcion, y retiré suavemente su cabeza, y rechazó co.n dulzura su óuerpo ... Me miró con tristeza, y con acento singular, me dijo:

-Qué ... ! no soy tuya ... !

Me dejé arrebatar . ..

Es . tiempo lodavia ; me contendré . .. Busquémos razones para entristecernos , para meditar, para exaltar el alma, y cuando llegue la hora de la lu· \ cha, vencerá el esplritu al deseo .. . Si en aquel momento me contuvo la sola idea del decaimiento moral 'áe , conocedora ya de los peligros de su estado , al peQsamiento impuro, campo de la lucha de su pasado con su presente, de su virginidad corporal con su esp[ritu manchado, sus deseos de mantenerse pura con sus deseos de obedecerá sus debéres, ¡por qué no ha de contenerme ahora ...! Re clamas tus derechos, razon ... I dices que no puedo sentir vergüenza, porque la caida de . seesp[ritucnel lodo, es una oaida inevitable, fatal, preestablecida ... !

¡Maldita sea tu inflexibilidad, raron ... I SI tu dejaras hoy de esclavizarme, tal vez me salvaria .. .

./

0CTUBRB9.

Las doce de la noche ... silencio en todas parles, cscepto en mi interior ... La lámpara alumbra débil· mente; vá á apagarse ... Márien duerme: su sueño es tranquilo ... Qué hermosa me parece .. .! las ondulacione.s de sn seno ... En vano me aprieto la frente y me estrujo el corazon ... me desvanezco .. • El crimen premeditado es imposible; si la sola exageracion de un pensamiento convierte un derecho legllimo en delito y al ir á cometerlo tiemblo tanto, y sufro tanto, ¡cómopuedeelcrimioal...!Sl: lo c<nnprendo ... ! la fasoinacion Jo arrastra, y tal vez, á au pesar... Si el deseo me cegára, y contuviéra los movimientos interiores, lo bendeciría; tal vez lo seguirla el placer; pero viendo claramente lo que bago, observando mi agilacion moral, ¡no me espera, en vez del placer, la rep'ugnanoia de mi mismo .. .! Y adelanto, sin embal'go .. . y me casÜgo con la sonrisa que contrae mis lábios, y ahora, al tropezar con &ata silla, roche burlado de mi espanto, y que la despierte mi respiraoion, Ja contengo, me apoyo en la pared, tomo aliento, y contemplo á Márien ... devoro con Ja vista sus encantos !laicos ... Ha hecho un movimiento, y )

-.ws=

me he ret¡rado aceleradamente ... Si hubiera dos personificaciones de mi como bay dos sére1 en mi, quisiera ver materializado al que observa y juzga, para reirme del que obra.. . Degradaclon infame .. .! Serenado otra vez, vuelvo á acercarme .. . Una voz .. .! es la suya ... Márien sueña.

-No puedo resistir á sus miradas ... Madre mial, esplloame por Dios, lo que me eslá pasando . .. éadn vez que me mira .. . me estremezco, y el fuego que en \ sus ojos me enciende mi sangre ... y me deleita ...

Graciaa-áDios . .. ! de quépesomebelibrado ... I Ella tambien ... ! La idea de la lucha áque la hésomelido; el pensamiento de los dolores que le esa lucha; la compasion que me inspira en este instante, me han vuelto el dominio de mis faoultades; me han regenerado ... Materia, estás vencida., .! Sigue soñando, criatura desgr:lciada, y ius involuntarias revelaciones me fortalecerán ... No, yo no hf en mi, nada impuro: !°i amor, purificado por la prueba, me dá la ternura que abora siento, el anbe· lo de volver á ser digno de ese angel, el ánsia c)e impedirle sufrir mus.

=400=

Por qué se inLranquiliza?¡ ¡por qué tiñen esas man· chas rojizas sus me¡illas ...! veriftcándoso en su alma ese penoso trabajo de· revelacion ... ! Vuelve á soñar .. . Qué es lo que dice ... ? imposible ... 1 imposible . .. ! yo me engaño. :-;No, no me quiere ... me tuvo enLre sus brazos ... Si tíene derecho ... Tú no ves que te amo ... ! Qamo un beso .. .

Las seis de la mañana de oLro día ... Hace seis ho· · ras que sufria mi espirilo su úllima convulsion; menos de seis, que provocaba en Jilárien la espan· Losa sacudida corporal, que basta hace poco la ha tenido privada de la vida esterior: si el tiempo destruye los recuerdos, y aplaca el rigor de la conciencia, recuérdenme eslas lineas el eslravlo criminal de mis sentidos, y espánteme la monstruosidad de mi alma, cuando vuelva á leer las siguientes: En sueños pcdia un beso,. y se lo di; beso de ruego, de infierno: se estremeció y despertó sobresal· lada : hubo una coincidencia satánica; ella al des· perlar, vivo aun el recuerdo de su sueño, creía sue· ño lo que era realidad, y se pasaba las manos por )

\

=407=<

los ojos: mientras tanLo, los mios, saltando de sus órbitas, buscaban el deleite en su seno descubierLo; ella sorprendió aquella mirada, secubrióelseno, recojió su cuerpo, me miró, y espantada del desorden que babia en mí, dió un griLo lastimero, un alarido aterrador ... La lámpara se apagó en aquel momento ... Senti pasos; quise huir; pero una fuerza Cala\ me arrastcó bácia ella, y la abarqué con mis brazos ...

-Déjame, déj311!e ... .! Bayoan .. .. ! Bayoan ... ! so· corro ... !

-No te asustes ... soy yo.

. -Aparta, demonio .. .! Bayoan ... I socorro ... !

Se iluminaron los aposentos cer<ianos, y aparecieron sus padres y el doctpr: l\lárien, al verme, dió oLro grito, y esclamando: •es éll., se desmayó. El médico despues de pulsarla, pidió éter, y dijo con acenLo sombrlo:

-Volverá pronLo en si; pero tendrá una convul... No se aflijan Vds.; pero si esa pesadilla se ro\>ite.. . .

-Pesadilla, repitia yo interiormenLe . Y una satánica desgarraba mi corazon, mien· 27

1 ..

&ruque--Gllllflolm JIU muJerlloJlllJamdelpues, llpl OOD U111lmiradaiDdil'elebte, Janllj)mUallllllpiclalelJ preparatl-que 18 hallilD pua 8'llar la el)Jml)llon, :roo pilcllendo pilar, oomo qaerla, laDo6 mia oueajadl, cuando q[ IB palabru eoDipuhu de loe orlados, que orelan locura, lo que era ldiolfamo; ·dolor, lo.que: remordimiento: de lo que ba puado deapues; ya no me llClllerdo••• SI, 11: 81 preoilo acordane; 81 . preoilo que mil ojoa vean eternamenle¡ Ir prepnta que nlwDba en mi oonolencla ••• Al 10lverde au.._ Dl8JO, PJ't!IUD'6. •¿Do era él, DO 81 verdad ...P. ne.. PU81 la qltó l¡i 0011vnliion.

Todo cuanto el leo&or pueda deolne, me dije JO la primera ves que lel el me dije, que era impoalble que un hombre oomo ea,oan, 18 .viera a1'1'88trado bula eate eslremo; me dije, que era lncrelble esta falla de mena en UD eaplrltu fuerte; ália dellllidad, en una rBIOD,a-&umllrada' domiDar; eala impe&uolldadde 11111181l11do1,81ia ....-oearebeldfa de la CBl'lle, en UD ser dominado por el alma, 1 no qull8 creer, J alrlbuf al denario de ua momenlo, 4 IU oolllltante predlapoeiolon ' eupra1' IUI flllu, al

Uafa de mo11mlen&o duo eapfriluqlltlbulo8lll oca• idoDÍI de hlobar, 81'8 l'flPUlllBDle aberricioD de IUI aenlldol; pero oblipdo dalpuea el rondo dé la 0011111, ' aondear el 8'Plritu del hombre, 6 •er la verdad liJl 81paniarme, oomprendf ' Ba7oan, orelenla poaiblldaddelUS errorea, J admlréau valor, '!me eapllqué el conatantedeau vida: al volver 4 leer el manU10rito, d81pU81 de mediiar 'J enlalar mi observacion J mi esperlq_ncia, dije: •comprendo eleatravfo; me lo, eaplican, 'ta temeridad de w ima¡i1. naolonea poderosas, que no cejan ante el pellcro, y 18 complace en él; la ruena de una ruon que se anticipa "101 1uceao1, que prevée, y al anticiparse y preveer, 81timula. ya á"la imagin.aoion; me lo eaplioan mil razones, J entre ellal, ésla: cuanto mu 18 oontienen loa deleo1, mas formidable 81 •u inoonliDenola•: al deapuea de comprender 8118 811ravlo, J admirar el valor de BIJOBD, que no temblaba al recuerdo de 1ua l'alial, J queria perpeluatlu oon la pluma, oqmo Interiormente 181 perpetuaba 10 con4'ooia; 11 d81puea de adivinar en eato, 1u ubelo de verdad, de juatiola J de vlrlud, porque ·hay Virlud, baf jllllloia, J hay verdad, en la perpeluaclon de

·=410= remordimiento, en la espontánea confesion de sus · errores, y en el deseo de no aparecer mejor de lo que se es en realidaO. si despues de ver ·esto hubiera arrancado estas páginas al Diario ¡hubiera satisfecho mis deseos, hubiera mostrado al hombre, ia1 cual cs .. _.! As[ es el hombre, y feliz el que es as[, porque ese és-grande, porque ese sabe luchar, sabe vencerse, y si delinque, el delito .no es suyo¡ es de la incomprensible dualidad de nuestro sér. Anticipándome asi á los clamores de los que, por. no haber luchado, no conocen lo dificil de la vida y olvidando voiuntariamente los gritos de tas, callo, para dar espacio á los últimos diarios de Bayoan.

OCTUBRE 10.-Por la noche.

Si bay un martirio superior á les fuerzas del csp[/l ritu, es el que produce en una conciencia manchada la la compasion, la simpalfa: anoche me impusieron ese martirio los criados, hoy me lo ha impuesto Márien. No me he separado ni·un instante de su logrando así que el punzante temor de perder!ª• aplacase mis remordimientos; al anochecer se quedó dormida, y el médico, que la vió entonces,

1 1 \ )

=4H=

aseguró una noche tranquila, obligando á sus desconsolados á buscar el -descanso: quedé solo: el recuerdo de la noche anterior se hizo . mas vivo, y siguiendo las oscilaciones de mi imaginacion, dirigida por mi conciencia, surria todos los tormentos del delito y todos los castigos del arrepentimiento: apoyado el codo en el borde de su cama, y la cabeza en la mano, la contemplaba, \lena el alma de dolor y de ternura: despertó: sorprendió n¡i mirada, y me dijo: Qué1>uenoeres ... si anoche ... no sabia que tú estabas cerca de mi...

VNi ella me miraba, ni yo á ella; ella estaba pálida, y yo rojo: prosiguió: Acababa .de tener un su eño terrible, y al despertar, y verle tan demudado ere[ que eras la rcalizacion de mis sueños; me senll un sacudimientb doloroso, y no sé mas .. . · -Criatura generosa ... ! y me perdonas, y ... ! · -Yo soy luya ... J -Y no te avergüenzo.,no te repugno, no . .. ....:yo soy luya ...

OCTUBRE 11 .-Por la noche .

Acaba de oirlo: ¡de qué han se rvido nuestras pre

. =412= cauciones, nuestros cuidados ' s· ti agudo en el cosladÓ q . ···· m un dolor ' u1so ver al doctor· en casa: preguñtó 1 · no estaba .· ' e contestaron torpemente . 'thó lo que queria ocultársele· . ' y adila palidez del espanto . cubnó su semblante , Y esclomó: -{;aoque sigue mal todovia1 -Quién?

-Esa jóven ...

Yo me asusté recordando sus palab,..s· • . . no se salva · • · s1 esa 'yolampoco¡óven .• Cuando llegó el d lo presó su inquietud con s oc r, esservó Y us preguntas: el doctor la ob-no, no me engaño-yo vi eri , . lámpagosinicstro: hace poco é sus OJOS un re' crey ndola dormida retiraron todos á un a t ' se · posen o próximo· babi l'Oz baja; hablaron de la enrerma: el aron en r¡ue mórirfa : Márien tenia los . ico OJOSaseguró cerrados· dormía·pe los abrió . ó • ro 'no ' mir con espanto ol d d l'ió, contuvo un . re e or; me grito, se apretó ruertemente el corazon, respiró con angustia y suspiró ... D . . . 0CTU;RB f5 es pues de haber pa sa do un d' la ia. n bueno 1 Qué rruc l º& la casua lidad .".. ! ¡Cómo dccí ·;.. oc ullarselo , 0 . . rselo . cómo . .. rgo rn ccsa ntemcnte sus palabras: •si J )

=413=

\

olla no se salva, yo tampoco•: si supiéra que no se ha salvado ... ! El mismo sudor ... la misma calentura ... los mismos accesos de .tos ... OCTUBRE 16.-Por la mallana. Ese runesto empeño vá á producir resultad?s terribles: y no es posible oponerse á él, no es posible disgustarla: Jos pretestos la harán reflexionar, Ja reflexion te dará una sospecha, de la sospecha pasará á la agitacion; de .esta al disgusto, y volverá otra vez el accidente, volverá la sacudida rorínidahle ... Oh lógica infl ex ible de Jos acontecimientos ... ! Lo que ayer"'ra bueno, es malo hoy; lo que ayer, una admirable prevision, hoy, impr evision horrenda ... El médico s¡¡be los efectos prodigiosos qu e próducen en el alma del enfermo, el ciclo, el sol, el campo, eternos gloriílcadores de la vida; el médico sabe que al respirar un enrermo el air e puro, recobra parte de la vida qu e le va el médico sabe que en un cuerpo que ob edece á los movimientos del esplritu, la contemplacion de la naturaleza, es una como trasfusion de vida, y previendo Jos .felices resultados que produci!lia en Márien este camb.io de vida, y lrm iendo IOS"<(UC producirla IR rrlcncion rn SU apO·

-

(
.· l.

. =414= senlo,-privada de los placeres que pueden 'distraerla de sus pesares y de sus dolores ffsicos-, ha ordenado que al mediar el dia se levante, y se siente delante del balcon: ¡cómo hacerlo, si á esa hora ha de pasar por el camino el fúnebre corlejo que devuelve á la tierra, el polvo que amasado, babia formado á esa jóven desgraciada ... r si Mlirien lo vé, '¿nó bastará el golpe que sufra, para aniquilarla ... r ¡cómo impedir que lo vea ... r la hemos rogado y mil veces que no se levante: hemos mentido; la hemos dicho que el cielo está nublado; que el dia es triste .. ._ lodo inútil: se ·empeña en'levantarse: se impacienta, gime¡ llora, y temiendo ser engañada, sospecha, y mientras guarda silencio, estoy viendo en sus ojos el fuego sombrlo que re/leja el ardor de .su lmaginacion .. . Se acerca la hora en que acóstumbra levantarsé... Estoy temblando ...

OCTUBRE i6.-Por la tarde.

Se levantó: el dia era alegre, como siempre que mi alma está angustiada: lllárien Jlizo abrir los balcones, y respiró con deleite el aire lfbio y perfumado : era la una en mi reloj: res1>_iré con placer: hacia una hora ·que, segun los' anuncios que por la mañana me

. =4t5= . nte la di ccion de Ahca .' asado en. re dieron, hab1a p - ba el cadáver de la jóven ... comitiva que acampana ' dió á la angustia, Y 1 esperanza suce d Como siempre, a . con mi jovialida ' ria de mi alma, manifesté la ale¡; · - as· Márien estuvo alegre, y con mis palabras carmos . . ardiente la fiebre: é ta ·mportuna, m ó la tós rio fu ni . nto .ligero que su est maacababa de tomar 1 tarde era deliciosa: el ntia bien: a go acepta, y¡¡e e a· ero no heria: las plantas sol entibiaba la ' p rento· el silencio á halar su fresco a ' ' ,.. empezaba&á. ex de nuestra \patna, tu aleza: hablamos reinar en la ,na . r 1· ·osos· ·en aqtJel moectos de ic1 . . YrormabQlllOS proy taba pálido : Márien tó el doctor: mentoes se presen • . . se sobresaltó. vió su pahdez, Y . .. 61 • no tengo nada . V b·¡·a m1a d1¡0 · -No1 tema ., ' d descontento, e y con tono Forzóe una pre¡¡untó: . V , ya es tarde: han haparecog ido .. jPor qu é no se be ordenado que se . la hora en sadoque las cuatto,

arpeste. estoy tan bien aq_uL.i Está la tarde tan hermosa, . ' - V cruel doctor; déjeme V. noseaaqu1. · • -N o, no es posible. r

)

=416= Y mientras se negaba, se hacia mas sombrla la eapresion de su rostro, 'y me miraba con una fijeza congojosa: comprendl, y temblé: un! mis ruegos á los del doclor, y Márien, cediendo, miró al ·cielo y al campo, y se dispuso á recojerse ... Ya era tarde: el cántico solemne de la religion, llegó .hasta nosotros y nos· estren,ieci6: Márien prestÓ oido, palideció, a¡arró, vacilando, ámis hombros, y con.voz temblorasa, preguntó: -Quién ha muerto ...! · Nadie le contestó; volvió á preguntar con helo: el médico contestó: ella dió un ¡¡rilo: pasaba por delante de la casa un alaud, llevado en.hombros do unos jóvenes, rodeado de otros jóvenes, y de hombres de diversas edades: sobre .el alaud babia una corona de v!rgen: Márien la vió, y adivinando, manifestó su desasperacion con un grito, y estas palabras sombr[as, que precedieron á una convulsion: , -No se ha salvado .. . Enérgicamente combatida, la convulsion ha cesa do; P.ero su agitacion es terrible, y su delirio desgar rador ..• ha y ni un rayo de lnz dentro dr mi alma .

0CTUBllll 25 .

Entregados al sueño ... ! todos', todos reparan las fuerzas perdidas en las largas vigilias de estos dias ... sus padres, el doélor, la mismaMárien ... qué f?lices son todos ... !· solo yo, vencedor de la naturaleza, velo . .. Hay un momento en que la materia imita al alma, y está vigilante ·como ella, y como ella, desasida de todas sus necesidades ... Cuando medito en \ este olvido do la vida, 'Í sin embargo, la siento, Ysin embargo ).NiVo, el pensamiento resucita y me hi ere con su 0 úllimo dardo¡ con la envidia: me 1/ está martirizando en este instante: al ver.la obediencia de es9s cuerpos á las leyes naturales ' al verlos dormir proCundamente , la envidia me presta su sonrisa·, me muerde en el corazon y me hace injusto: acabo de decirme que esos padres tan cariñosos ese médico tan vigiÍante, ni aman ni vigilan, ni pumplen con su deber cuando as! duermen ... Me rallaba sentir esta pasion, este infemal dolor, y el dolor me desgarra interiormente, Y la sion que lo produce, me devora ... Gracias, tú, quien quiera qu o seas, qu e as í Ín c pru eba s .. .!

)

=·08J..

·Mi alma está muerta., me decia hace poco: mentira ... ! no ha muerto¡ vive todavia: siento una fuerza interior que se rebela contra la pasion infernal que la esclaviza:

Voy á vencer á la envidia¡ estudiemos en esos rostros dormidos, lo que pasa en el alma ... El alma está despierta en todos ellos : en Guarionex, lucha el amor paterno, que espera en la vida de su hija, con la incrédula razon, que observa y duda: en su mujer ... esta mujer es madre¡ no hay lucha, no hay razon¡ no hay mas que amor ... aqu'! vela la esperanza: en el médico, vigilan los)emores: la ciencia combate á la naturaleza ...

Ha sustituido á la envidia una tristeza tranquila¡ yo no espero ... !

A medida que las fuerzas vitalesdesamparanácsc ser querido; á medida que Márien de la vida y me abandona, va perdiendo susfuerzasel dolor, y mi alma no sufre¡ languidece: si me fuera posible evitarle los dolores físicos¡ si fuera posible darle muerte ... Darle muerte ... l 1qué be dicho!¡ es acaso verdad que yo no espero ... ! y esta placentera a¡¡itacion que s iento ahora, no es la misma esperanza ... ! la espc)

=419=

ranza. no es Dlos ... 1no es Dios inmenso, sobre todo, en bondad ... ?

OCTUBRE 27.

Qué feliz esperanza ... ! yo lambien moriré: si resiste mi ¿resitirá mi cuerpo?: durante esta terrible noche, ¡no he sentido yo mas de una vez, el mismo dolor-que ella sentia, el mismo anudamiento de los n'érvios¡' el mismo peso en el costado deroobo, la misma opresion en el izquierdo ... r Yo tambien voy á morir .. . Si fuera á un tiempo ... eso seria probar Ja \ felicidad, y es imposible: moriré despues¡ moriré 4e tristeza ... de tristeza ... 1 yo no puedo morir ·de esa V .muerte¡ moriré d" atonía ...

OCTUBRE 29.

Ni un.latido de angustia en mi corazori¡ ni un movimiento de terror dentro del alma¡ ni esa actividad en el cerebro con que tanta.s veces lo ha inquie· lado la movilidad del ó del dolor¡ no hay nada dentro de m[¡ la mµerte es nada.

0CTUBRE29.-Por la rwohe.

Jo clrc[ que nunca volvería á sufrir el punzante dolor que ahora he sentido: lllárien dormia ... infeliz ... ! ella no duerme¡ dormita: estaba dormitando¡ yo se-

11

-mguia con anb,elo todos los movimientos de su cuerpo, todas las contracciones de su rostro, cada vez que el dolor se oponia á su reposo: escuchaba con ansioso oido las palabras confusas del delirio; obaervaba su respiracion, y me promeUa 1111a noche ' tranquila para ella, cuando abriendo los ojos y mirándome, me preguntó:

--Oué haces abl?

-{)re[ que me babias llamado , le conleslé cariñosamente:

Vete de ah[; no te conozco ...

No conocerme ella á ml. .. ! Senil un abatimiento · que aniquiló mi corazon, y tuve '1eseos de gritar, y pensé que su muerle estaba próxima, y mi respiracion se suspendió, y aul\que quise avalaozarme á ella, yhacerme renacer, no tuve fuerzas ...

0CTUBRB 30.

Qué hermoso estaba el cielo ... ! qué hermoso estaba el sol. .. ! qué hermoso él campo ... ! Hacia un mes que no los babia visto, y cuando esta mañana, acompañé al balcon á :Márien, cuyas fuerzas que ria el doctor probar, me sorprendió su hermosmta y su serenidad: y1evanléla vista, y los vi, cuando acababa de com-

-ütpreoder lo ·que es la muerte: obedeciendo al médico, ayudé á Kárieo á levantarse: no tenia ninguna · fuerza; al apoyar los piés en el• suelo, vaciló, y hubiera caído á no estar yo cerca: pasó . uno de sus brazos por mi cuello, apoyándose en el de su padre con el otro; no podi¡¡ andar ...

No hay tiempo en el relój que lo señale; rué un siglo, un siglo dé revelaciones espantosas, de congojas nuevas, de tormentos desconocidos, el tiempo que en llegar á Ja sala: el doctor \ deseaba estudiar el efecto que el cielo, el sol y el campo en ella , y quiso que la lleváramos';;¡ balcoo; ella no pudo: vió una sillá á nuestro paso, Ja . señaló sin hablar, .y cuando Ja hubimos sentado, respiró con fatiga: su madre cerca; ella la vió, y al observar que escondía el rostro por esconder sus lágrimas, gritó des¡¡arradoramente: •me muero, madre mia!. .. •

Entonc9s rué cuaode vi yo la alegria del cielo, del sol y del campo.

I . NOVIBIOIRB 2.

Por qué pregunta ria Ja fecha :•. ?Llorando se Ja dijo> pero se Ja dijo Ja sencilla campesina: Jiláriep soñrió.con

)

=-422 =:a la misma sonrisa que he observado yo en Jos lábios de un moribundo: despuesdesonreirse, dijo con una profundidad de intencioo, lúgubre como ºsu acento: -Dos de Noviel'llbre .. ! hoy es dia de los muertos ...

NOVIElfBRE 5

El doctor es un infame; ¡no yé que, el hacerla levantar es inventar un tormento ... ?.cada véz quo se levanta, yapoyada en su padre yen mf,'se arrastra tropezando, vacila á cada paso, y á cada movimiento desfallece, el dolor de sus Pll;dres y el mio hace ámable 1a muerte: hoy sobre todo, lamµerte significó para mi, felicidad: estaba ella sentada y contemplaba el campo: despues de desvariar en silencio largo rato, me miró ffjamente; la vida hizo un milagro ... dió ásuºs ojos una miradadeamor;lamuerteamenazó .. una lágrima anubló aquella mirada .. . Yyo entre tanto, penetrando eq el fondo de su alma, veia en ella la vida de dolor de aq.uel momento, y sentia, pesando sobre mf la eternidad.

NOVIElfBRE fO. No ha querido levantarse, y yo, que ayer maldecia ·al doctor porque la obligaba á hacerlo, al oir hoy su .negativa, me he.estremecido, creyendo que la muerte está más cerca.

' .

NOVlllfBllB t!.

Creyendo distraerla COfDo ayer, mandó el médico abrir el balcon de su aposento; eran las dle1 de la mañana; et aire estaba libio; los pajarillos gorgeaban todavla: á pesar de la indiferenóia en que sumerge esta ,fatal enrennedad, al oir trinará un ruisellor, Iovantó la cabeza"sorpreodida, y me miró .. . recordaba á los zioi'ootes: este recuerdo que fué parlj mi un alllierazo en el oorazon, la reanímó á ella: me llamó¡ me \ idzó sentará su lado, y éon hacia lntermitenter la ratiga, me habló d!l nuestro amor ... El alma 08 poderosa: hizo UD esfuerzo, y mientras ·que Se decia, blasfemanc», ·Dios se burla!,• me hi!O sanreir, par.rocntestar á Márien: ésta volvió á recOl'der á Aménica, ypensandoen la vida, en su amor yen su felicidad, volvió á forn¡arcaslill!>B en el aire, que las sombtas do .,la muerte oseureclan, y el aire se negaba á sostener .. .

NOVlllfBRB t5.-Por la noche. Eae constante dormitar, de dia y de noche ; ese inf'888°!emunouUo de pelabl'89 sordas; esa inlllnnitente abertura de los ojos, en cuyo fondo resplandece una ,Juisinlestra; eee encendimienlo su esas miradas sin ftjem; esa sonrisa inocente, 28

J

-mirrcmediable espresion de un pensamiento Intimo, me asustan muobo mas que su tós, que sus espec· toraciones; que sus gritos de dolor.

NOVIBllBRB t 7.

Si no me hubiera dejado vencer por la ca me; si·no atribl!yera á aquellos momentos de locura el empeoramiento de Márien, podria perdona'rme: he pasado revista á los actos de mi vida, y nada innoble, nada criminal be visto en mi: pero aquellas noobes _!atales, aquella, sobre todo, en que mi alm¡¡ se doble&ó á mis sentidos ... El amargo placer que siento ahora, recordando que ápesar /)e todo, la virgen sin mancha no ha sido profanada todavfa,¡dfsmiouyeaoasolaas· pereza de mis remordimien1:<>s ... ? puede aplacarlos tampoco la confesioo de mis yerros ... ? Por qué sin yo evocarlos, han venido esta noche á asediarme los re· cuerdos de mi vida .. .! ¡por qué me han espantado mas que nunca, los fantasmas que mi ima¡¡inacion,-mi imagioacioo, no-,mi conciencia, me presenta en los rincones ·oscuros del dormitorio, en los dintelee delas en el rondo sombrlo delos aposentos cerca· nos ... solemnidadangustiosa,en la atmósrero, en la luz, en la respiracion de Márien ... Yo no sé )

,,.üS=

lo que es esto: presienlO vagamente, no sé qué ....

En qué momento ... ! yo no sé si dormía: senil una pesadez insoportable en el y oesó para mi la realidad: hacia un momento, un momento, nada mas ... Delante de mis ojos, una oscuridad que yo veia ... lue¡o, el rodaje deuo relój ... despues, ungrilO atenador ... y un nombre repetido con angustia ... y ese nombre era el mio .... y á pesar de que quería ' \ responder, no respondía .... y á pesar de querer in· corporarme, no podía ... y des pues de un esfuerzo po· deroso, 'me levanté y ol el mismo ruido pavoroso del rodaje •.. Y aquellas tinieblas se ·rasgaron, y vi una luz en mi interior, y di un alarido, y recibí á llárien en mis btazo¡¡ ....

: El editor vá á imponerse su último IOrmento: va á rererirlo que pasó el dia 'll de Noviembre,.uoo des· pues de su negada. á la casa qdti habitaban Bayoan y sJ ramilia. El doctor me escribió el t 7 por la tarde, llamándome con urgencia. Cuando llegué, la reali· dad, como siempre, sobrepujó á los lemorcs: llárien estaba moribupda; sus padres, desolados; médico,

i '

1

Jlúot8D DO '#Gltfada;q8, .....

&raball¡l• llbllúillllnollilfflUeipÑlealllNm,....wla

•...-• la lllll8"8; en la olrl, ' ,_..da la' atnfá.....,toc1oa 1oa 4o1ore. ooiilMll eu ...... · Btzllorlllltorlo de 116rlen eta el 09l!ÚO deqlfliill e:úlllnol111,..eaquel10Bool'llll0Jlesdolorl4oa:m..io 11.lpertabanM'1, IUB padr.ea y IDll)IOIO. de mitonerme el 1ul'rilllleolo del recu

dan'do JIOftD8llOl'e& que DO deliSP81l Di. an

1av.ca"8trera. ..! Doa 1dlu lleepuMde ·:aii

uocbe,

OODllllla:. lai1111a.. Halllll brillaba en eut ojos, Wñeo rpelo 4uu juveo· lud J su bellea: la 811fermedl4_......__0'9e Oeonouúa¡ pero reapeló lOa _._. pan noeolroa, que vl.moe _.,.1114a tlllbeeiJllllia apipado' enoe, la peolillWll t.la ba poco¡ pero mlnba auallo: ' Baroaa......_ lar¡Ulenf1J, olllllldo 'l, aaoJlda -.•...- • 11 mano la callea, no podía eorpreDder sut ·mitlldu:

repilió Ja lllOlll&c llúieo ae ql&6 iDop!DapeliS s abrir y oemar llepll 41D9 vlaloo. ill&ellorea Ja.,.,...,..,., ·6 Ja enlriel8cla Ja lria•deloi •pell6111 .reapla.cion i 11erruitia;6 aeme¡u.-lllWade.lapiedola cuando al'l'lll&ra oo.oaltó.-. 'J'\!Odla del ftlQt ; -1'14--.1 emlp... I Bayoan •••I A.clioe... I . lllllflt•.. o)oefl...

J llÜfllldo Hqo111....

SU-ouarpe119édé éllll'9 IHllOll.'Oll 1111 ..,... 116 '6

• .1 makl.iplaDdQ--•UJlllfl-2 wa<,llJIMlllllll que ro clip, oomo llllOOlllñ ' lllplla.•. .-.. "'"' dav6mie:•"*-._.._..._.._., bllll«IJIO!l1 ........ nv--. aAllll:.la! únloe Ylll ...,..,_, 4111!.lfo ...... 88Pt!rimea"1.eadlllllllr lliDlduualWtlalJ'l d9'Kll Nt1 ; y el cqlpe loeepe..00 de 1a rllllNl4, kli -..(llll.t· vlldo por .¡oniplete4el•d&• floalllllle!t.<llloitiM do lallaeoaaoloaea 'eq IDlwior¡ 1-.1a<> - menle7ebl ...... 116riáb, 1lln,.. el& 4pl0ret, cbabá IOMYla ClllD la muede: ID oueqip..Jf ID esperaban en la vid¡¡, ti'ilMmlld• la ........ ma
y tal v• 119r 88la DÚllllll,
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Dios .. :. •.

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Ni los sollozos, ni los gemidos, ni los alle· raron el silencio que reinaba: elailenciodelamuerte se oye mu que los grilos de los vivos .•..

En vano, pegados.los lábios al oido de la bija, la llamaba su madre¡ en vano el padre, obedeciendo al anhelo supremo de su alma·, sacudla la cabeza bienamadá¡ en vano, aconsejados por su fé, rezaban los sencillos campesinos .... Bayoan no lloraba: inclinada la cabeza sobre..,. cht>¡ miraba .... ¡Qué miraba ...! Tal v9'.' 1a etefnidad de su dolor... tal vez, á Dios .... !

Cuando el médico arrastró !uera del aposento á la madre desolada¡ cuando el padre , superior á llQ an· gustia, pensó en sus deberes, y siguió á su lllp083¡ cuando nadie quedó en el Bayoan se acercó pausadamente al cadávér de lfárien, pareció va· cilar, x arrodillándose, co¡¡ló Ja mano que ¡iendia fuera del lecho, y la besó ....

Desde no ha proferido una palabra: hace diez días que- bajamos al jardin por la m4flana, depositamos Dores sobre la tumba de la virgen, ybuscando despues lugares sontarios, andamos y andamos, )

,.

=811=-

haala .que, obedeeii;ndo á mi aoenlo carllioeo, deja guiar, y volvemos á la casa ...

Acaban de embarcarse GuarionQX '/ 111 *1J¡er: la separacion ha sido despl'l'adora : Bayoan ha llora·

lof dos meses trascurridos: bajando por. las aljardin, pas&mjodespnes 1luego leyendo al istorlatlor de nuealrof días, á ilando1bemos ldodevolvlendo á l• IÍtcla, . .. que nos dió... . '

os cartiis de-América, y una de ellas, qué Hama Bayoan au dichai el pl'Qdac· ta de ª!18 poCo8 bienes, dedicado 6 la co!llJlt de esta caea, y las tierras 11 ella. ' • An<mhe sent{ ruido en el aposeato de Bayoan: aubl sob-1tado .• , PQr qué be tamer que se suicide, si la vida etfsu suieldio ..• ?

Eaftba •!8Pft'8DOO IU equlpage:

--Qué es eao!, le prepalá.

-&algo mallana para América.

-Yl!Ín nada ... !

... ----Perdóname!' lellgiltiltJe hacer tantos eeCuei'IOi para alll!arme de aqul, que be temido que lili :ñmpa· lla ponll .dolor, me dliuadlera .•. y ;ar fd · ·ves, amf&O mio: yo oéi paedbTIW oOOló .-.i neeeá1o" olra vida: movimíeiilo; aoU'fldad., ' d!Jido. ... qúe eó IJlll b&'J 1111 hllli' · .. 1 { \

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