Los Derechos del Hombre (2ed. 1968)

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LIBROS PARA EL PUEBLO - NUMERO DIEZ

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LOS DERECHOS DEL

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DEPARTAMENTO DE INSTRUCCIÓN PÚBLICA

DIVISIÓN DE EDUCACIÓN DE LA COMUNIDAD PUERTO RICO

PRIMERA EDICIÓN - 1957 SEGUNDA EDICIÓN — 1968

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ÍND I C E ESTE LIBRO CONTIENE LOS SIGUIENTES ARTÍCULOS, NARRACIONES HISTÓRICAS Y ANECDOTAS:

INFORMACIÓN FUNDAMENTAL SOBRE LOS DERECHOS DEL HOMBRE:

¿Qué es para mí un derecho?

5

Los derechos del hombre son también de la mujer

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SOCIEDADES PRIMITIVAS

¿Cómo surgió la desigualdad entre los hombres? ¿Por qué se legalizó la esclavitud? GRECIA:

La pirámide injusta

20

El sabio dentro del barril (anécdota)

22

Atenas: la primera democracia del mundo

24

Lo que contestaron los griegos (anécdota)

29

El pueblo de Atenas traicionó la democracia

30

El mundo se olvidó de la democracia

31

ROMA:

El nacimiento de la república romana

Bruto mata a su amigo para salvar la República Un esclavo que desafió el poder de la Roma imperial

36

Un senador romano (anécdota)

43

39

ESPAÑA:

Los municipios castellanos: instituciones democráticas

45


INGLATERRA:

Los parlamentos o cortes, otro paso hacia la democracia

47

Legislar bien o no legislar (anécdota)

49

¿Qué fue la Carta Magna de Inglaterra? Un poeta y un soldado que amaron la libertad Sólo hay una cabeza (anécdota)

50 53 56

FRANCIA:

La soberanía está en el pueblo

57

Nacionalismo sano y nacionalismo dañino

59

La Revolución Francesa

60

La Declaración de los Derechos del Hombre

64

ESTADOS UNIDOS:

Washington el soldado y Jefferson el pensador

69

PUERTO RICO:

Desarrollo de la libertad y los derechos del hombre en P, R

72

La abolición de la esclavitud en Puerto Rico

75

La Revuelta de las Libretas: primer logro del obrerismo

puertorriqueño

77

La Carta Autonómica de 1898

81

La lucha de Puerto Rico en el siglo veinte

83

La perla y el diamante (poema)

88

¿Está ya todo hecho en Puerto Rico? ¿Qué derechos garantiza la Constitución de Puerto Rico?

89 92

DOS GRANDES EPOCAS EN LA HISTORIA DE OCCIDENTE: El nacimiento de Jesús divide la historia del mundo en dos épocas

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INFORMACION FUNDAMENTAL SOBRE LOS DERECHOS DEL HOMBRE

¿Qué es para mí un derecho? Si estudiamos el dibujo anterior, se nos aclarará la relación

que hay entre varias fechas históricas que encontraremos en este libro. Algunas de las cosas grandes e importantes de nuestra civili zación ocurrieron en los siglos anteriores al nacimiento de Jesús. Una de ellas fue la creación de la democracia griega, 600 años antes de Cristo.

Al final del libro hay un mapa. Este mapa nos ayudará a ver dónde ocurrieron muchas de las cosas intex'esantes de que se nos

habla en las páginas que vamos a leer. Sin embargo, aunque no es temos familiarizados con mapas, no necesitamos el que aparece

al final del libro para entender las cosas históricas de que trata el libro. Lo único que necesitamos es leer el texto como si leyéramos un buen cuento. La historia del mundo no es otra cosa que un cuento interesante y verdadero que relata vida y hechos de la humanidad.

¿Qué es un derecho? Podemos decir que derecho es lo que es debido a cada uno. Los derechos del hombre se han ido convirtiendo en ciertas reglas 5


a que está sometida una sociedad. ¿Y para qué se han ido creando esas reglas? Para proteger al individuo y para proteger a la socie dad. Para darle al individuo más garantías y más dignidad dentro de la sociedad en que vive.

¿Y cual es el origen de esas reglas que llamamos derechos? Algunos derechos nos vienen de la naturaleza. Otros derechos nos

vienen de Dios, a través de la religión. Y otros derechos nos vienen

de la autoridad civil, o sea, del gobierno. En este libro vamos a tratar solamente sobre una clase de de rechos: los derechos que hemos obtenido a través del gobierno, o sea, los derechos legales.

¿Y por que gozamos de esos derechos? ¿Cómo es que el go bierno nos garantiza ciertos derechos? Veamos. Cada nación o

estado se gobierna por una constitución. ¿Y qué es una constitu ción? La Constitución es la ley suprema de un país o de una nación. Cuando se establece una constitución, en ella se reconocen o se crean una serie de derechos para el ciudadano. Una vez recono cidos o creados esos derechos, todas las leyes que se hacen en ese país tienen que ajustarse a los derechos garantizados en la Constitu-


ción. Es decir, no pueden hacerse leyes que estén contra los dere chos que fueron reconocidos o creados como base de la Constitu ción. Si se aprueba una ley en contra de esos derechos decimos que esa ley es inconstitucional. Y la validez de esa ley se puede discutir en las cortes de justicia. La Justicia es la que decide si una ley está en contra de los derechos del ciudadano. La Justicia, es, pues, el instrumento que la sociedad tiene para garantizar los derechos del individuo.

Ahora bien, esos derechos de que gozo hoy, ¿han sido siem

pre los mismos? No. Los derechos del hombre han cambiado a través de la historia. Para llegar a lograr los derechos que nos

garantiza una constitución como la nuestra, el hombre ha tenido que luchar por siglos y siglos. Podríamos decir que la historia, en cierto modo, ha sido una lucha dramática del hombre por ir adquiriendo más libertad y más derechos. Es decir, los derechos legales de que hoy gozamos no nos llovieron del cielo. No fueron tampoco improvisados o inventados

por los que hicieron nuestra Constitución. Esos derechos son el pro ducto de trágicos errores y de grandes aciertos en la historia de la humanidad. Son producto, pues, de la experiencia del hombre a través de su historia.

En este libro vamos a ver algo de esa larga e interesante lu cha. Vamos a enterarnos de la lucha en el mundo y en Puerto Rico.

Vamos a buscar algunas cosas del pasado y a examinar otras cosas del presente.

Porque la lucha del hombre por sus derechos no ha termi nado Y esa lucha es también nuestra. A nosotros nos foca conser

var los derechos que juzgamos buenos hoy. Y nos toca seguir lu chando por obtener más derechos para el futuro. 7


La lucha por nuestros derechos es la lucha de todo el pueblo.

No es sólo la lucha de líderes y de personalidades que únicamente conocemos de nombre. Es la lucha mía, y de mi mujer, y de mi hijo,

y de mi vecino. Es la lucha por obtener los derechos que aún no hemos alcanzado. Es la lucha de todos y cada uno de nosotros por defender y mantener derechos que ya tenemos. Algunas veces, a esos derechos de que hoy gozamos y que nos garantiza el estado,la gente los llama "derechos civiles"; otras veces, "derechos humanos" y otras,"derechos del hombre" o "derechos le gales". No importa el nombre. Lo que importa es conocer esos dere chos. Y conocer también la historia dramática de cómo se lograron.

Eso es lo que vamos a ver en las páginas de este libro.

Los derechos del hombre son

también los de la mujer Cuando decimos "los derechos del hombre", ¿qué entende mos por hombre? Entendemos el género humano, la humanidad toda. Cuándo en la historia del mundo hablamos del hombre, in

cluímos en ese concepto tanto al hombre como a la mujer. En este libro se habla a menudo de "la historia del hombre ,

de "la lucha del hombre por la libertad", de "los derechos alcanza dos por el hombre". Siempre que aparezcan esas frases entendere mos que se habla no sólo de los seres del sexo masculino, sino del género humano, de la humanidad toda, compuesta por hombres, mujeres y niños.

Sabemos ya, pues, que cuando hablamos de los derechos del hombre estamos hablando también de los derechos de la mujer. 8


Todos los seres humanos, hombres, mujeres y niĂąos, tienen ante

Dios y ante la ley los mismos derechos. Veamos ahora cuĂĄles son y cĂłmo la humanidad obtuvo esos derechos.


SOCIEDADES PRIMITIVAS

¿Cómo surgió la desigualdad entre los hombres?

En nuestro mundo de hoy, la igualdad entre los hombres es un principio aceptado por todos.

Nuestra religión cristiana nos asegura que todos por igual somos hijos de Dios.

Nuestra Constitución nos garantiza el hecho de que todos somos iguales ante la ley. Nuestra sociedad reconoce que todos tenemos derecho a igua

les oportunidades en la lucha por mejorar nuestra vida. Hoy en Puerto Rico, como en otras partes del mundo demo crático, nadie pone en duda el principio de igualdad entre los hom bres.

Pero no siempre fue así. Hubo épocas en la historia del hom bre en que la sociedad no reconocía la igualdad. La sociedad en esas épocas se dividía en clases fijas. Cada clase tenía derechos y deberes que las otras clases no podían compartir. Los derechos de un esclavo no eran iguales a los de un hombre hbre. Los del hombre libre del pueblo no eran iguales a los de un noble. Los de un noble

no eran iguales a los del representante de la religión. Los derechos del representante de la reUgión no eran iguales a los del rey o gobernante. 10


Cada cual pertenecía a una clase de la cual no podía salir. Cada clase era diferente ante la ley y ante la sociedad. No se reco nocía entonces el principio de igualdad entre los hombres. ¿Por qué era así esto? ¿De dónde surgió esa división de clases que separaba a unos hombres de otros?

Para contestar estas preguntas tenemos que remontarnos a miles de años atrás.

Los cazadores

primitivos

Cuando el hombre aún vivía en grupos de tribus primitivas, había un solo producto principal: la caza. Es decir, el hombre pri

mitivo obtenía su alimento y su abrigo de los animales salvajes. Cazar animales era, pues,la principal industria del hombre en aque-

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lia época. La caza era su ocupación y su preocupación cotidianas. Cazar animales salvajes con armas primitivas era una ocupa

ción muy arriesgada. Sólo los hombres más fuertes y ágiles podían

ser buenos cazadores. Para poder sobrevivir, los miembros de la tribu se dividieron, pues, en dos clases: los que cazaban y los que no cazaban.

Los que no cazaban eran las mujeres, los ancianos, los niños y los enfermos o débiles. Este grupo, que no era lo suficientemente

fuerte para cazar, se quedaba en la aldea haciendo otras labores. Descuartizaba, por ejemplo, los animales, preparaba la carne como alimento, curtía las pieles que servían como ropa, y fabricaba a mano las flechas, lanzas, harhas o cuchillos que usaban los cazado res.

Los cazadores sólo tenían una responsabilidad en la tribu:

cazar. Cumplida esa misión, no hacían nada más hasta que volvían al bosque en busca de nueva caza. Mientras tanto, en la aldea el

otro grupo hacía todo el trabajo manual para alimentar y cuidar a los cazadores y al resto de la comunidad.

Los cazadores se vuelven guerreros

Los cazadores tenían que hacer también de guerreros. Cuando se declaraba la guerra entre dos tribus era natural que fuesen los

cazadores, fuertes y expertos en el manejo de armas, los que pelea sen. El cazador fue convirtiéndose, pues, en guerrero. Tanto para la caza como para la guerra era necesario un guía, un orientador, en otras palabras, un líder. Y en cada tribu, el mejor cazador y el más valiente guerrero fue convertido en jefe o gober nante. A este líder se le llamó rey. 12


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Tenemos ya a la sociedad primitiva dividida en dos clases; la

clase fuerte de los guerreros y la clase débil de los que hacían el trabajo manual. Y a la cabeza de estas dos clases estaba el jefe que era, desde luego, guerrero y cazador experto. Ya aquí, en el comienzo de la historia del hombre, vemos la división de la socie dad en clases.

Con el progreso y desarrollo de la tribu, la caza fue perdiendo importancia. Se descubrieron nuevos medios de obtener alimento y ropa. Los cazadores ya no tenían la misión de cazar para propor cionar alimento a la tribu. Quedaron, pues con una sola misión: la guerra.

¿Qué hacían estos guerreros cuando no estaban peleando? ¿Trabajaban? No. Se preparaban para la guerra. Practicaban la ca za en tiempo de paz como ejercicio, como deporte. En otras pala-


bras, se "mantenían en forma", como hacen los boxeadores y los at letas modernos. Según hoy se mima y se cuida al atleta para que

"luzca bien" en las competencias deportistas, así la tribu cuidaba y mimaba a sus guerreros para que estuviesen fuertes y ganaran las batallas.

Los guerreros se vuelven nobles Es natmral que este grupo de guerreros que no trabajaban en

labores manuales y que eran el centro de atención y cuidado de la sociedad, se desarrollase en una clase social con privilegios. Ya no

era cosa de que el hombre fuerte se convirtiera en guerrero. Solo los hijos de los guerreros podían ser guerreros. El ser guerrero era

un privilegio heredado. Y así surgieron los nohles, o sea, la clase social privilegiada llamada la nobleza.

Junto al líder o rey y a los guerreros surgió otro personaje

que tampoco se dedicaba al trabajo manual. Este personaje era el brujo o hechicero. El brujo era una especie de sacerdote o ministio

de las rehgiones primitivas. Su misión era doble: se ocupaba en los asuntos religiosos y practicaba la medicina primitiva. Los brujos y cmanderos de nuestros días, que pretenden tener poderes sobrena turales y que pretenden curar a base de supersticiones, son herencia de aquellos hechiceros de las tribus salvajes.

Tenemos, pues, ya en la sociedad antigua tres tipos de miem

bros de la comunidad que no hacían trabajos manuales: el rey, el noble o guerrero y el sacerdote o ministro. El resto de la comunidad se dedicaba exclusivamente a trabajar, es decir, a producir para la sociedad. La sociedad se dividió, pues,en las clases dirigentes que no trabajaban manualmente, y en la clase trabajadora. Pero la gue rra trajo otra clase social: los esclavos. 14


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¿Por qué se legalizó la esclavitud? Hoy, a nuestro espíritu de hombres libres y modernos le re pugna el solo pensar en la esclavitud. La libertad personal vale para nosotros casi tanto como la vida. A algunos, incluso, les parecería

hoy menos terrible perder la vida que perder la hbertad. Por eso nos resulta inconcebible que la esclavitud fuese un

paso de avance en el progreso de la humanidad. Pero hasta cierto punto así fue.

En el principio de la historia no existían los prisioneros de guerra. Cuando dos tribus primitivas guerreaban, el vencedor tenía derecho a matar al vencido. Vencer sólo significaba matar, exter minar. Ser vencido sólo significaba la muerte. El vencedor nunca perdonaba la vida del enemigo. No existía la misericordia, la cari dad, ni el perdón en asuntos de guerra. Sólo si comprendemos cuán salvaje es esta forma de gue rrear, aceptaremos como un paso de progreso el que en vez de matar 16


a los vencidos el vencedor los tomase prisioneros y los hiciese escla vos. ¿Cómo sucedió esto?

Un día, en la historia guerrera del hombre primitivo, el vence dor no mató a los enemigos que ya no podían pelear. Los tomó pri sioneros. Los llevó a la aldea y les perdonó la vida. Pero sólo a

condición de que hicieran los trabajos más duros de la tribu. No importaba que los prisioneros no quisieran trabajar. Tenían que trabajar a la fuerza sin recibir recompensa alguna, pues ya no eran

libres para decidir sus vidas. Eran propiedad del vencedor. El día en que sucedió eso nació la esclavitud en la historia de la humani dad.

Desde entonces se aceptó al esclavo como la fuerza más im

portante del trabajo manual en la sociedad. Casi toda la mano de obra pasó a ser responsabilidad de los esclavos. Por ello hubo oca siones en que se hicieron guerras solo para conseguir mas prisio

neros. Es decir, para obtener mas mano de obra, mas esclavos. El triunfo en una guerra se medía por el numero de prisioneros o es clavos capturados. Una parte importante de la economía de la so ciedad descansó entonces en la labor de estos seres infortunados.

Por ello los gobiernos reconocieron la esclavitud como institución legal.

Al convertirse en institución legal, ya no fue necesario gue

rrear para conseguir más esclavos. Se podía comprar y vender es clavos. Además, los hijos de los esclavos nacían esclavos. Es decir, la esclavitud se hizo una condición hereditaria. Del mismo modo

que el ser guerrero o noble se había hecho también condición here ditaria. Y así se creó una nueva clase social: la de los esclavos.

¿Qué derechos tenía un esclavo? Un esclavo era una propie dad del amo. No era un ciudadano y, por lo tanto, no tenía dere17


chos civiles ni podía participar de las actividades políticas del hom bre libre. Sin embargo, en sociedades más avanzadas como la griega y la romana, el esclavo fue obteniendo mejor trato. Los fundadores de religiones, los filósofos y algunos políticos combatieron los abusos de los amos. Al esclavo se les dio además el derecho de obtener la

libertad, y llegó a hacerse un código de leyes para los esclavos. ¿Cómo podía obtener la libertad un esclavo? El amo podía, por propia voluntad, libertar al esclavo. O bien, otra persona podía comprar la libertad del esclavo. Es decir, pagar cierta cantidad de dinero al amo para que dejara libre al esclavo. El esclavo podía también comprar su propia libertad, bien entregando al amo una cantidad de dinero o realizando una empresa extraordinaria que complaciese al amo. Un esclavo que se convirtiese en hombre libre se llamaba "liberto".

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Muchos esclavos libertados por sus amos llegaron a ser gran des hombres en sus países. En la Grecia y la Roma de la antigüedad hubo esclavos libertados o hijos de libertos que llegaron a ser gene

rales, filósofos, poetas o políticos famosos. Es preciso comprender estas situaciones del mundo antiguo para entender por qué la primera democracia en la historia de la humanidad se vio oscurecida con una gran mancha: la esclavitud.

Esa primera democracia surgió en Grecia hace más de dos mil años, mucho antes del nacimiento de Gristo. Veamos algunos de los derechos que el hombre libre, el no es clavo, alcanzó en la democracia de la antigua Grecia.

19


GRECIA

La pirámide injusta

Antes de hablar de la democracia de Atenas, en la antigua

Grecia, veamos la pirámide del dibujo.

Esa pirámide ilustra la estructura o formación de una socie

dad despótica. Un tipo de sociedad parecido a ése tuvieron los grie gos antes de crear el sistema democrático.

Observemos la pirámide:

Abajo, en la base, estaban los esclavos que no tenían derecho alguno. Encima de los esclavos estaban los hombres libres del pue

blo con derechos limitados. Encima de los hombres libres del pueblo

estaban los nobles o guen-eros con muchos derechos y obligaciones,

bastantes privilegios y algún poder. Encima de los nobles estaban los sacerdotes o ministros con más derechos, otras obligaciones, más privilegios y más poder. Encima de los sacerdotes o ministros esta ba el rey con todos los derechos, mayores obligaciones, muchos pri vilegios y poder absoluto sobre los demás. Veamos ahora cómo los griegos, al inventar la democracia,

cambiaron en parte la injusticia de la pirámide que ilustra el dibujo. 20


21


El sabio dentro del barril (anécdota)

Hace más de dos mil años, cientos de años antes de Cristo,

vivió un griego llamado Diógenes. Fue un hombre muy sabio. Para demostrar su desprecio a las riquezas del mundo vivía casi desnudo en un enorme barril.

Un día se llegó a Diógenes un hombre llamado Alejandro el Magno. Alejandro era el rey más poderoso del mundo. Gobernaba muchos países y sus ejércitos dominaban la tierra. Alejandro había oído hablar de Diógenes y su pobreza, y de seaba conocerlo. Al llegar, acompañado de sus cortesanos, vió a Diógenes tomando el sol. Acercándose al filósofo le preguntó; —¿Eres tú Diógenes?

—Sí—repuso el otro. —¿Sabes quien soy? —Sí. Eres Alejandro.


Me dicen que tú eres feliz siendo pobre. ¿Es cierto? —Sí, nada tengo y nada deseo—contestó Diógenes recostado contra el barril.

—¿Nada? ¿No deseas oro ni poder? —No, tengo todo lo que deseo.

Asombrado Alejandro ante tal respuesta, decidió probar a Diógenes:

—Pídeme lo que quieras. Debe haber algo que yo pueda con cederte.

Sí, hay algo—repuso Diógenes incorporándose. Luego, mi rando fijamente a Alejandro, añadió—: Lo único que deseo es que no me quites el sol.

Alejandro vio su sombra sobre Diógenes y se apartó. Luego, sonriendo al filósofo, dijo:

—Si yo no fuese Alejandro querría ser Diógenes— y se alejó

entre los comentarios de asombro de los nobles y generales que con él habían venido.

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Atenas,la primera del mundo ¿Qué era una Ciudad Estado? Hace más de dos mil años,siglos antes de que Cristo viniese al mundo, existió en Grecia una forma de sociedad que se llamó la ciudad-estado.

Hoy día nosotros estamos acostumbrados a oir hablar de paí

ses-estados como Estados Unidos, España, Cuba, México y Puer to Rico. Por eso nos suena raro que se pueda hablar de una ciudadestado. Pero veamos lo que eran esas ciudades. Eran simplemente ciudades constituidas como países o esta

dos. Por ejemplo, si algunas ciudades de Puerto Rico, como Caguas, San Juan, Ponce o Mayagüez, tuviesen su gobernador, su ejército y sus leyes por separado, cada xma vendría a ser una ciudad-estado. Pues bien, en aquel país llamado Grecia, cientos de años antes de Jesucristo, existieron esas ciudades-estados. De ellas, las más

importantes fueron Esparta y Atenas. Esparta se dedicó principal mente a asuntos militares. Atenas se dedicó al cultivo de la mente

y del espíritu. De esas dos ciudades-estados, la más grande y glo riosa fue Atenas.

El nombre de Atenas es casi el mismo nombre que los griegos daban a su diosa de la sabiduría. Es decir, los griegos creían que

en vez de un solo Dios, único y verdadero, había muchos dioses y diosas. A una de esas diosas la llamaban Atenea. Y esa diosa de

la sabiduría era la patrona de la ciudad de Atenas. Los ciudadanos de Atenas crearon y practicaron una forma de 24


gobierno muy conocida por nosotros. Esa forma de gobierno se llamó DEMOCRACIA. Esta palabra griega puede dividirse en dos partes: "demos" y "cracia". "Demos," palabra griega que significa pueblo."Cracia," que significa gobierno. Es, pues,fácil saber lo que

democracia significaba para los griegos: gobierno del pueblo. Eso también significa hoy para nosotros. Y aún usamos la palabra griega para describir la forma de gobierno que tenemos y que here damos de la antigua Atenas.

Monarquía absoluta

Para que los ciudadanos de Atenas, llamados atenienses, go zasen de la democracia, tuvieron que pasar siglos de trabajos y me joramiento político.

Al principio, el gobierno de Atenas era monárquico. O sea, la ciudad-estado era gobernada por un monarca o rey. Este rey tenía todos los poderes. Podía hacer lo que quisiese sin consultar al pue blo. No tenía cámara ni senado que le ayudasen a gobernar. Lo

peor de todo era que el puesto de rey no era de elección popular. El puesto de rey se heredaba. El hijo del rey era el único con dere cho a ser rey. Y fuese el rey bueno o malo, el pueblo no tenía poder para cambiarlo.

Monarquía democrática

Según fue el pueblo de Atenas creciendo en sabiduría y en conocimiento político, se empezó a dar cuenta de que el tipo de gobierno que tenía no era bueno. El pueblo ateniense, con firmeza y decisión, sin necesidad de hacer revoluciones ni de derramar san

gre, fue poco a poco cambiando y mejorando su gobierno. El problema más serio era el poder absoluto del monarca o 25


rey. Y además, el hecho de que el puesto de rey fuese hereditario. Por eso lo primero que los atenienses decidieron fue hacer la mo narquía electiva y no hereditaria. Ello quería decir que el pueblo

elegía al rey.

Ya habían dado un paso en el camino de los principios demo cráticos. Pero eso no les pareció suficiente. Y siguieron haciendo cambios en su gobierno. Veamos el proceso lento, pero seguro, de

esos cambios para mejorar el sistema político de la ciudad-estado. 1—Ahora el rey era elegido por el pueblo, pero podía ser rey por toda la vida. Los atenienses se dieron cuenta de que esto no era sabio. Un rey podía ser bueno al principio y dañarse en el poder hasta volverse un rey malo. Por eso

le pusieron límite al tiempo que el rey podía reinar. El límite era de diez años.

2—La experiencia le demostró a los atenienses que diez años

resultaba un período muy largo para que un rey reinara sin haber sido reelegido por el pueblo. En diez años sin

consultar la volutad del pueblo, el gobernante podía olvi dar sus deberes para con los ciudadanos. Por eso los ate nienses redujeron el término de diez años a un año. Es decir, el rey o gobernante era elegido ahora por el pueblo todos los años.

3—Finalmente,los atenienses le quitaron autoridad a este rey electivo. La autoridad militar se le dio a un ciudadano. Y la autoridad de hacer las leyes, o legislativa, a otro ciu dadano. 26


Democracia Pero los atenienses no estaban aún conformes con esas mejo ras. Decidieron que el pueblo tuviera participación directa en hacer las leyes del país. Para ello crearon una asamblea en que participarían todos los habitantes de la ciudad. Llamaron a esa asamblea la ecclesia. Ese nombre griego nos es familiar, pues de ahí se deriva nuestra palabra iglesia. Todos los habitantes tenían derecho a asistir a la ecclesia o

asamblea, y a hablar y votar en ella. Así el pueblo participaba, no por medio de representantes sino directamente, en el gobierno. Ca da ciudadano tenía derecho a un voto que valía igual al de cual

quier otro. No importaba que uno fuese rico y otro pobre; que uno

fuese instruido y otro menos instruido. Todos los ciudadanos griegos tenían iguales derechos. Sólo los esclavos no gozaron de estos ade lantos porque, según la tradición y la ley, un esclavo no era un ciudadano.

Los atenienses crearon además una corte de justicia con jura

do. El jurado se componía de hombres de más de treinta años de edad, sin distinciones de clases. Era deber de todos los ciudadanos de Atenas formar parte de una corte de justicia, o del jurado, por lo menos una vez en su vida.

Los atenienses también prohibieron encarcelar o esclavizar a

una persona por deudas. Es decir, se le empezó a reconocer más valor a la libertad personal del hombre. Así fue como empezó a funcionar por primera vez en la his toria ese tipo de gobierno que inventaron los griegos de Atenas. 27


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En cierto sentido,la democracia de Atenas ha sido la más per fecta que ha conocido el hombre. ¿Por que? Porque todos los ciudadanos participaban directamente en el gobierno. No había representantes. La asamblea de ciudadanos era la que hacía di rectamente las leyes y ayudaba a gobernar a la ciudad-estado. Esto era posible porque la población en las ciudades griegas no era tan densa como en las ciudades modernas.

Lástima grande que esa democracia tuviese la mancha de la esclavitud. Los atenienses cometieron una gran injusticia al no

considerar a los esclavos como ciudadanos con igualdad de dere

chos en la participación política y cívica. Pero aparte de esa falla lamentable, los griegos de Atenas dejaron grandes principios de buen gobierno que son aún vahosos en nuestro mundo de hoy.

Lo que contestaron los griegos (anécdota)

Una vez, hace más de dos mil años, Grecia fue invadida por otro país llamado Persia. Los griegos pelearon bravamente por defender su patria.

Un día,los persas enviaron un mensajero pidiéndole a los grie gos que se rindiesen. Los griegos oyeron al mensajero y enviaron a los persas la siguiente respuesta:

—Dígale a sus jefes que no saben lo que nos aconsejan. Pa rece que ustedes los persas no han sabido nunca lo que es libertad. 29


Si lo supieran, nos aconsejarían que la defendiéramos con todas las fuerzas de nuestros cuerpos y de nuestras almas. Y eso mismo es lo que intentamos hacer.

En efecto, los griegos pelearon con tal tesón por la libertad de su patria, que al fin lograron rechazar la invasión, derrotando el po deroso ejército persa. ■ .

pueblo de Atenas traicionó

la democracia Parecería lógico y natural que los inventores de la democracia

hubiesen seguido mejorando y perfeccionando su sistema de gobier no. Parecería lógico y natural que los griegos de Atenas eliminaran gradualmente la esclavitud. Y que trataran de conservar todos los otros principios de buen gobierno que habían creado. Pero el hombre no aprovecha a veces la sabiduría que da la experiencia. Y los pueblos tampoco. La democracia de Atenas se

corrompió. Y con el tiempo los griegos volvieron a tener la clase de gobierno contra la cual habían luchado. Otra vez reyes, dictadores

y déspotas oprimieron al pueblo. Otra vez se organizó la forma de gobierno de la pirámide injusta que vimos en el dibujo. La creación y la muerte de la democracia en Atenas es una

lección terrible que la historia nos da a los pueblos democráticos de hoy.

No basta, según esa lección de la Historia, haber obtenido la democracia. Hay que mejorarla constantemente. Hay que perfeccio-


narla día a día. Hay, sobre todo, que estar alerta para conservarla sana, para no dañarla. Y el que está llamado a esa misión es el pueblo.

Si, como vimos, democracia quiere decir "gobierno del pue blo," es el pueblo el que debe velar por sus propios intereses. Somos nosotros, los ciudadanos, los responsables de que aquí viva o muera la democracia.

Yo, como ciudadano puertorriqueño, tengo el derecho y tam

bién el deber de velar porque en mi gobierno se conserve siempre el sistema democrático en toda su pureza.

Yo, como ciudadano, al igual que todos los demás ciudadanos

de Puerto Rico, tengo el deber de combatir la corrupción, las malas mañas, la injusticia, los atropellos y la violación de los derechos. Tengo el deber de estar alerta contra aquello que pueda dañar la

democracia en que vivo. Debo por ello recordar siempre lo que un famoso patriota norteamericano ha dicho: La eterna vigilancia es el precio de la libertad."

La historia de Atenas nos demuestra la necesidad de estar

siempre alertas y activos para que no seamos nosotros, como los ate nienses, los destructores de los mismos derechos que hemos creado.

El mundo se olvidó de la democracia Lo que el hombre aprendió en Atenas quedó sepultado en el olvido. La historia de la humanidad siguió su curso, pero el mundo

pronto olvidó a Atenas y a su creación de gobierno democrático.

Pasaron siglos y siglos. Y cuando el hombre quiso revivir la 31


democracia tuvo que atravesar por dos hechos terribles de violen cia y de sangre: la Revolución de las Trece Colonias Americanas y la Revolución Francesa.

Los griegos de Atenas crearon la democracia pacíficamente, a

fuerza de sabiduría e inteligencia. Más de dos mil años después, los franceses y los americanos tuvieron que matar y morir para revi vir aquella forma de gobierno griega. Entre esos dos mil años que transcurrieron entre la sabiduría griega y la violencia revolucionaria hubo una larga época de despo tismo, de atropellos y de humillaciones para el hombre del pueblo. Antes de la Revolución Francesa, la lucha por los derechos

del hombre fue lenta y penosa. Poco se adelantaba de un siglo a Sin embargo, en todos los momentos de esa época sin liberta des hubo hombres valientes y brillantes que lucharon por la liber tad y el derecho, en contra de la opresión y la injusticia. Hombres religiosos, hombres de ciencia, filósofos, escritores, artistas y pensa-


dores políticos fueron dando forma a pensamientos de igualdad y libertad humana. Pero sus voces se perdían ante la incomprensión de los poderosos. Sin embargo,lo que esos hombres pensaron, dije ron o escribieron fue quedando en la conciencia del mundo. Y ayudó a crear el ambiente que habría de resultar en la Revolución Francesa.

Mientras tanto, la lucha de cada pueblo se limitó a tratar de reducir el poder absoluto de reyes y dictadores. Por siglos y siglos, en todos los países, las mejoras políticas se obtenían con la reduc ción del poder y de los derechos despóticos de los gobernantes. En cada país hubo individuos y grupos de individuos que fueron con siguiendo esas mejoras. Veamos algunos de esos logros en aquellos sistemas de monarquía y autoridad suprema, antes de que el pueblo francés se rebelara violentamente contra la tiranía,

33


ROMA

El nacimiento de

lo república romana

Atenas y Roma nos parecen hoy ciudades lejanas, remotas,

que nada tienen que ver con nosotros. Pero las cosas que en política, filosofía y arte crearon los griegos hace más de 2,000 años, son parte

de nuestra herencia. Todos los pueblos de Europa y América, inclu so Puerto Rico, pertenecemos a una gran cultura que se originó en Grecia. Y que después pasó a Europa por medio de Roma. Y que luego los europeos trajeron a América.

Ya vimos cómo la democracia nació en la ciudad griega de

Atenas. En la Italia antigua no prospero la democracia como en Grecia. Pero en la ciudad italiana de Roma ocurrió algo que iba a ser decisivo en la historia del mundo.

En el año 509 antes de Jesucristo, hace alrededor de 2,470 años, los nobles romanos decidieron cambiar su gobierno. Roma era un pequeño estado de Italia gobernado por un rey despótico. Los nobles romanos, ayudados por el ejército, hicieron la re volución y destronaron al rey. Entre las leyes fundamentales apro

badas por los revolucionarios había una muy significativa. Decía 34


esta ley que se podía matar sin celebrársele juicio a toda persona que tratara de convertirse en rey o tirano. Esto hoy nos parece

demasiado violento, pero en aquella época de confusión y tiranía, era comprensible.

Al fundar la república, los romanos crearon una asamblea que actuaría como junta de consulta para el buen gobierno. Sus miem bros eran nobles. Los esclavos y los ciudadanos pobres no tenían representación directa en este grupo. Sin embargo, esta junta fue un paso de avance que a la larga favoreció al pueblo. La asamblea

eligiría dos gobernantes llamados cónsules, quienes habían de go bernar juntos. Los cónsules serían elegidos todos los años. La asamblea central romana se conoció con el nombre de

senado. Con el tiempo, los ciudadanos que tenían propiedades fueron admitidos como miembros. Ya no sólo los nobles tenían

derecho a ser senadores. Y vemos ahora de dónde nos viene el nom

bre que le damos a una de nuestras cámaras legislativas. Sin embar go, los miembros del senado romano eran elegidos para toda la vida y no cada cuatro años como los nuestros.

El prestigio del senado romano en la antigüedad fue enorme. La sabiduría de sus consejos, leyes y decisiones ha llegado hasta nosotros influyendo en los códigos y en las leyes modernas.

Roma bajo la república se hizo poderosa. El pequeño estado dominó a toda Italia y conquistó grandes territorios extranjeros. Aunque el gobierno de los romanos no era un gobierno del pueblo al estilo griego, su república fue un gran paso de avance en el desarrollo político de la antigua Europa. 35


Bruto mata a su amigo para salvar la República Siglos después de la fundación de la república romana, el senado eligió gobernante a Julio César. César fue un gran general y un gobernante astuto. Roma era

ya un conjunto de territorios inmensos. Y el nuevo gobernante pensó que para gobernar tantas tierras y tanta gente era necesario

centralizar el poder. Es decir, pensó que él como cónsul debía tener más poder del que le concedía el senado.

El senado romano para esa época se había debilitado. Queda ban pocos senadores que tuvieran la tradición de sabiduría y justi cia de sus antepasados. César quiso debilitar aun mas el senado e impuso varias reformas.

Una de las reformas fue hacer del senado una asamblea más numerosa. En otras palabras, que hubiera mas senadores. Esto, en 36


teoría, parecía una medida democrática. Pero al llevarse a la prác tica resultó un desastre. Lo que antes había sido un grupo de hom bres conscientes y sabios se convirtió casi en una multitud de gente sin preparación para legislar. Ahora había 900 senadores y ese conjunto de personas reunidas difícilmente podía lograr unidad y sabiduría en las decisiones. Por la desunión de los senadores le fue

fácil a César ir obteniendo poderes de dictador. Pero el espíritu de hbertad no había muerto en Roma. Un

pequeño grupo de senadores se daba cuenta del peligro que había en las ambiciones de César. Entre ellos estaba Bruto, senador y noble romano, amigo íntimo del gobernante. Bruto sabía que el pueblo estaba ciego ante las intenciones de César. Julio César se había ganado la simpatía del pueblo y és te le adoraba. Por otro lado, el senado era ya incapaz de detener las

ambiciones del gobernante. Y a los conspiradores se les ocurrió que sólo había un medio de salvar a Roma de la tiranía de un hombre.

César quería ser tirano y había que matar a César. ¿Por qué pen sar en el crimen para lograr sus propósitos? Porque en esa época no había medios democráticos para cambiar a tm gobernante. Así fue como, en el mismo senado. Bruto y un grupo de se nadores mataron a Julio César. El espíritu de la libertad se había salvado. Pero no así la re pública. A la muerte de César estalló la guerra civil y Roma luego

se convirtió en imperio. Sin embargo, sobrevivió una noble institu ción republicana: el senado. Aún bajo el gobierno de los empera dores, el senado fue freno y muralla entre el despotismo de los go bernantes y los derechos del pueblo. El senado romano, tanto bajo la república como bajo el impe rio, creó leyes sabias. Gracias a esas leyes el individuo tuvo en 37


Roma muchos derechos como ciudadano. Los derechos de un ciu

dadano romano eran respetados por el gobierno y garantizados por el senado. Bajo la ley romana, ni aun el emperador tenía poder para violar esos derechos.

Bien es verdad que algunos emperadores violaron derechos y atrepellaron a ciudadanos romanos. Pero las leyes romanas queda ron en los códigos y han llegado hasta nosotros. Muchas leyes buenas del mundo moderno nos vienen de aquel sabio senado roma

no que se creó al fundarse la república. Y que siguió existiendo aún en las épocas despóticas de los emperadores.

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Un esclavo que desafió el poder de la Roma imperial Ciento trece años antes de Jesucristo nació en el imperio ro mano un hombre que se conocería en la historia con el nombre de Espartaco.

Espartaco tuvo que servir de soldado en el ejército imperial. Pero desertó y para castigarlo, las autoridades le hicieron esclavo y gladiador.

Los gladiadores eran esclavos fuertes que divertían al empe rador y al pueblo luchando a muerte en el circo. Es decir, los gladia

dores eran los equivalentes de nuestros boxeadores y luchadores modernos. Sólo que no eran hombres libres. Y que además lucha ban con espadas. Tarde o temprano morían en una de sus luchas ante el público. Espartaco amaba demasiado la libertad para adaptarse a su condición de esclavo. En vez de luchar en el circo para divertir a la

gente, decidió luchar por su libertad y la de sus compañeros. Reunió 39


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\ a un grupo de 74 esclavos, gladiadores como él, y armados todos de picos, cuchillos y palos, mataron a sus guardianes y huyeron hacia el Vesubio, una altísima montaña cerca de Pompeya.

Allá, en lo alto de la montaña, pudieron vivir libres por algún

tiempo. Esclavos de toda Roma tuvieron noticias de la rebelión de Espartaco y fueron a unirse a él en el Vesubio. Pero el ejército del emperador atacó la montaña para rendir a los rebeldes. Espartaco pudo retirarse con su gente a tiempo. En forma ordenada orga nizó un contra-ataque y derrotó al orgulloso ejército de Roma. Esta nueva victoria de Espartaco cambio su fama y su pres

tigio. Ya no se le consideró un líder de esclavos hambrientos. Se trataba ahora de un soldado que había derrotado al ejercito roma

no. Amigos y enemigos le tuvieron desde entonces como a un gene ral famoso. Y él, haciendo honor a su nueva fama, disciplinó a sus

compañeros de tal modo que logró hacer de una multitud de escla vos y gladiadores una temible unidad de combate.


Espartaco, a la cabeza ahora de un buen ejército de gente dis

ciplinada y preparada para la guerra, sintió la ambición de conquis tar a Roma. Pensó en la posibilidad de volver a hacer de Roma nna

república como había sido siglos antes de que gobernaran los em peradores. Pensó que él y su gente podrían destruir el poderío del imperio y abolir la esclavitud en territorio romano. Por dos años

continuó Espartano la guerra, venciendo y destrozando cinco ejér citos enemigos.

Su inteligencia le hizo ver claramente que era preciso salir ya de Italia para atacar a los romanos desde afuera, donde podía conseguü- aliados. Pero sus soldados no quisieron abandonar el territorio. Por ello Espartano tuvo que enfrentarse al enemigo en una batalla decisiva a orillas del río Silario.

Esta vez el ejército romano resultaba demasiado grande y

poderoso. Espartano supo que era cuestión de huir o morir pelean do. Llamó a sus soldados y les dijo: —Compañeros, del éxito de esta batalla depende toda nuestra

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suerte. Los suplicios más crueles os tiene reservado el emperador

si llegáis a caer en manos enemigas. No hay, pues, más que un camino: combatir hasta el último suspiro. ¡O la vida con liber

tad o una muerte gloriosa!

Los soldados de Espartaco juraron entonces vencer o morh. Y cumplieron su promesa. Perdidos ya ante la fuerza enorme del ejército enemigo, murieron peleando por su libertad. Espartaco, herido en las piernas, siguió la lucha de rodillas, hasta caer sin vida sobre los cuerpos de muchos soldados del emperador, muertos por su espada durante el combate.

En la historia del mundo ha quedado el nombre de Espartaco como el de uno de los hombres que con mayor valor lucharon por su libertad y por la de sus compañeros de infortunio.


Un senador romano (anécdota)

Una vez, el emperador de Roma, Vespasiano, llamó a un sena dor romano a su palacio. Le obsequió con manjares y finas bebidas y luego le hizo una petición. Le pidió que diese su voto a favor de una medida contraria a los intereses del pueblo. El senador, cortés

pero firmemente, le indicó la imposibilidad de hacer tal cosa. El emperador, lleno de rabia, le amenazó con la muerte. El senador se levantó y repuso:

—Señor, ¿he dicho yo alguna vez que soy inmortal? Mi vir tud está en el hecho de saber que no soy inmortal, que estoy siempre

a tu merced. Pero hagas lo que hagas, yo haré lo que haré. Si caigo en el servicio de mi pueblo, entonces tendré más triunfo en mi muerte que tú en todos tus laureles. 43


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ESPAÑA

Los municipios castellanos: instituciones democráticas Después del Imperio Romano, reinó una larga época en la historia del mundo, hoy llamada Edad Media. Hacía ya seis siglos que Cristo había sido crucificado y el cristianismo se había extendi

do por los países de Europa. En esta nueva época que empezaba fueron apareciendo algunas instituciones que mejoraron la situación política del pueblo. Una de esas instituciones fue el municipio cas tellano de la Edad Media.

Antiguamente, el reino de Castilla era el centro de lo que hoy llamamos España. Castilla no era una democracia, sino una monar

quía. El rey era gobernante absoluto. Y sin embargo, en aquel ambiente de poca libertad se creó una institución de base democrá tica: el municipio. 45


El rey, al crear el municipio, otorgó derechos y privilegios a sus habitantes. El municipio o villa tenía un gobierno bastante

independiente. Ese gobierno consistía del Consejo o Asamblea ge neral de vecinos reunidos todos los domingos. Los cargos munici

pales eran de elección popular. A los miembros del Consejo se les llamó conséjales. Y al jefe del Consejo se le llamó Alcalde.

El municipio o comunidad municipal vivía del comercio y la industria, tenía su propia administración y ejecutaba su propia jus ticia. Los municipios castellanos llegaron a tener ejércitos propios y gozaron del derecho de formar confederaciones. Estos municipios españoles de la Edad Media, con sus carac

terísticas democráticas y su relativa autonomía, nos recuerdan en algo a las ciudades-estados griegas.

Los municipios enviaban además regidores o representantes al parlamento castellano, que era el poder central o nacional. Este parlamento, que podemos imaginar como una especie de legislatura presidida por el rey, se llamaba las cortes.

Hemos de reconocer que en esa época en que el poder estaba tan centralizado en el rey, los derechos obtenidos por los munici pios resultaron ser un triunfo para el pueblo. Pero en Castilla, como en la antigua Grecia, el pueblo fue descuidado y olvidadizo de sus derechos. Ya para el Siglo Trece las bases democráticas del munici pio se habían corrompido y todo el poder pasaba otra vez a manos de los nobles y del rey. El pueblo de Castilla perdió los derechos que tantos años de lucha le habían costado.

46


Los parlamentos o cortes, otro paso hacia la democracia Un modo de contrarrestar el poder absoluto del rey o gober nante en la Edad Media fue por medio de la creación de los parla

mentos. Al principio de la Edad Media, estos parlamentos o "cor tes", como se les llamó en España, no tenían poder para hacer leyes. Su función consistía en reconocer oficialmente como gobernante al

rey, aconsejarlo cuando éste les consultaba, votar en relación a los impuestos o contribuciones, y tratar en lo posible que el rey no vio

lase los pocos derechos que se le habían concedido al pueblo. Sin embargo, antes de la Edad Media, ya en la antigua Roma

existió un parlamento llamado "senado" que contribuyó mucho al buen gobierno y a dominar el poder de los gobernantes romanos. Muchas de las leyes sabias aprobadas por aquel senado romano de


la antigüedad aún son válidas en nuestro mundo moderno. El có digo civil que está en vigor en Puerto Rico es herencia del sistema legal romano. Los parlamentos siguieron desarrollándose lentamente en or ganismos más democráticos hacia el final de la Edad Media. El

puehlo fue adquiriendo mejor representación. Cada sector de la

población elegía sus representantes al parlamento. Y los parlamen tos europeos tuvieron al fin el poder de hacer las leyes del país, ade

más del derecho de enfrentarse al rey cuando éste quería abusar del pueblo.

Inglaterra fue uno de los primeros países modernos donde el

parlamento se transformó en institución democrática. Hoy el par lamento inglés es ejemplo de representación genuina de la voluntad

del pueblo. El rey inglés no tiene en la actualidad poder alguno. Es sólo un símbolo de tradición nacional como lo es la bandera o el himno de Inglaterra. Aunque el gobierno inglés es hoy una monarquía parlamenta ria, o sea, un gobierno de principios democráticos, no siempre fue así. Dos cosas ocurrieron en la historia de Inglaterra que sentaron

las bases para el desarrollo del parlamento. Una fue la aprobación de la Carta Magna en el Siglo Trece. Y la otra fue la Revolución Inglesa del Siglo Diecisiete.

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INGLATERRA

Legislar bien o no legislar (anécdota)

Hubo una vez un actor inglés llamado Garrióle. Era un hom

bre muy famoso y todo el mundo lo alababa. Pero Garrick nunca dejó que la fama se le subiera a la cabeza. Guentan que un políti co, tratando de aprovechar la fama y popularidad que tenía el actor, lo invitó para que fuese candidato a un puesto en el Parlamento o Legislatura de Inglaterra. Garrick miró al político con detenimiento. Luego repuso len tamente:

—Mi amigo, no puede ser. Yo prefiero representar en el teatro el papel de un gran hombre, y no representar el papel de tonto en el Parlamento.

Y es que Garrick sabía que se necesita algo más que fama y popularidad para hacer leyes sabias que beneficien a la patria.


1

¿Qué fue la Carta Magna

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Allá para el Siglo Trece después de Cristo, se firmó en Ingla terra un documento que iba a hacer historia. Ese documento se

llamó la Carta Magna. Fue un documento de mucho valor para la humanidad porque fijaba algunos principios sobre la libertad y los derechos del hombre.

¿Cómo sucedió esto? Para contestar tenemos que saber algo

de lo que estaba ocuriendo en Inglaterra en el Siglo Trece. Para esa época Inglaterra era gobernada por un rey absoluto. Este rey hizo tantas cosas malas y cometió tantos atropellos que

algunos ciudadanos se reunieron para decidir algo que los prote giera del mal gobierno. Esos ciudadanos pertenecían a la clase de los nobles. En verdad, ellos no pensaban mucho en el pueblo cuando se reunieron. Pensaban en sus propios derechos. Pero al

querer corregir los abusos del rey ayudaron indirectamente al pue blo. Por que de las reuniones que tuvieron, salió un acuerdo: qui tarle algún poder al rey. Y al restarle poderes al rey empezaron a abrir el camino para que, en lo futuro, el pueblo inglés participara en el gobierno. Pero veamos cómo pudieron los nobles quitarle po deres al rey. 50


En sus reuniones prepararon un documento o contrato que

debía ser firmado por el rey. En ese documento el rey se compro metía a reconocer y a respetar ciertos derechos para los ciudadanos.

Claro que el rey no iba de buena gana a firmar ese documento que le quitaba poderes. Pero los nobles estaban unidos entre sí y por eso constituían una fuerza que el rey tenía que respetar. Cuando se presentaron todos juntos ante el rey con el documento que lla maron Carta Magna,el gobernante inglés no tuvo otro remedio que firmar. La firma de este contrato por el rey se efectuó en el año de 1215.

¿Qué decía ese documento que la historia considera importan te? Quizás hoy nos parezca que los derechos que concedía la Carta Magna eran pocos. Pero si pensamos en el despotismo de aquella

época, tenemos que aceptar que el documento era un paso de avan ce hacia un gobierno más democrático. He aquí algunas de las co sas que garantizaba ese documento, que bien puede considerarse como el primer intento de constitución en la historia inglesa:

1—Ningún hombre libre será encarcelado o desterrado sin que se le celebre juicio.

2—Todas las personas son libres de transitar a su atonjo en tiempo de paz, siempre que no sean bandidos o prisio neros.

3—Nadie, ni aun el rey, puede usar la madera de los bosques,

el ganado o las propiedades de un hombre sin el libre con sentimiento de éste.

Otros principios señalados en el documento eran pasos de avance en la forma de gobierno y de justicia. Entre éstos estaba el principio del juicio por jurado. También aparecía el principio de que el rey no podía imponer contribuciones o impuestos a capricho. 51


Las contribuciones o impuestos debían ser regulados por el parla mento. Y, por último, la Carta Magna establecía el principio del habeos corpus.

¿Qué era el habeos corpus? A pesar del nombre extraño, de bemos saberlo porque ese principio es parte de nuestro sistema

judicial puertorriqueño. El habeos corpus es un recurso legal que garantiza que todo hombre arrestado tenga derecho a ser llevado ante rui juez. Tiene que ser llevado ante un juez para que éste diga si su arresto es legal o ilegal. Este recurso legal protege al ciudada no contra posibles injusticias, errores o atropellos de la autoridad. Y esta protección incluida en nuestra Constitución, nos viene de la Corto Magno inglesa del Siglo Trece.

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Un poeta y un soldado que amaron lo libertad Vimos ya que los logros obtenidos por la Carta Magna fueron obra de los nobles. El pueblo en verdad no había participado en esas mejoras. ¿Por qué? Porque siglos de atropellos y humillaciones habían hecho al pueblo tímido. Los que no pertenecían a la llamada nobleza no se daban cuenta de su propia importancia. Creían que sólo el rey y los nobles tenían el derecho de formar parte del gobier no.

Pero en el Siglo Diecisiete, gente del pueblo que no pertene

cía a la nobleza empezó a despertar de su letargo. El hombre de la clase media en Inglaterra empezó a sentirse con derechos y con

dignidad propios. Empezó a tener conciencia de la libertad perso nal y de la libertad política. Empezó a sentir que Inglaterra era una

nación y que cada inglés era un ser capaz de contribuir al mejora miento de la sociedad en que vivía. Es decir, despertó por vez pri mera en una mayoría del pueblo el sentimiento y el orgullo nacio53


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nal. Sin este orgullo nacional que le daba al inglés seguridad y confianza en él mismo, Inglaterra no hubiera podido llegar a ser gran potencia en el mundo moderno. A la creación de esta nueva conciencia de la clase media in

glesa contribuyeron mucho un poeta y un soldado. El poeta se llamó Juan Milton. El soldado se llamó Oliverio Cromwell. Ambos fueron miembros del Parlamento. Ambos fueron políticos. Ambos

fueron también hombres religiosos. Ambos creyeron fervientemen te en la libertad del hombre. Milton era el poeta, el escritor, el pensador. Cromwell era el hombre de acción, el soldado. La pré dica y la acción de ambos fueron uniendo al pueblo inglés y prepa

rándolo para un hecho histórico: la Revolución Inglesa. La lucha de Milton y Cromwell era hasta cierto punto la

lucha del pueblo ingles. Pero los que empezaron esa lucha fueron los de la clase media; agricultores y pequeños comerciantes, profe sionales, empleados, artistas, escritores y oficiales. La lucha iba di-


rígida contra la tiranía del rey Carlos Primero. El pueblo, a través del parlamento, decidió que el rey Carlos había traicionado los de rechos de sus súbditos. El rey fue acusado, detenido y sometido a juicio. Los jueces lo encontraron culpable y lo condenaron a muer te. La sentencia se cumplió: el verdugo le cortó la cabeza a Carlos Primero de Inglaterra. Por primera y última vez en la historia de

Inglaterra el pueblo, por medios legales, juzgaba, condenaba y eje cutaba a un rey. La revolución triunfó, pero no por mucho tiempo. Poco des pués Carlos Segundo, hijo del rey ejecutado por el pueblo, subió al poder. Inglaterra volvió a ser una monarquía. Pero la revolución

dejo profundas huellas. El pueblo inglés había ya tenido concien cia de su poder y de sus derechos. Desde entonces, los reyes ingle ses no pudieron ser tiranos absolutos como lo fue Carlos Primero.

Los principios del poeta Milton y del soldado Cromwell quedarían ya para siempre como armas del pueblo para defender la Hbertad y

los derechos del hombre inglés.

55


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hay uno cabeza (anécdota)

Cuentan que una vez Enrique Octavo, rey de Inglaterra, allá por el año de 1537, quería enviar un mensaje insultando a Francis co Primero, rey de Francia. Eligió para enviarlo a un hombre lla

mado Bonner. El hombre vio el mensaje y se dio cuenta de que cuando el rey de Francia lo leyese le mandaría a decapitar. —Su Majestad, si yo llevo ese mensaje—dijo el hombre—el rey francés me mandará a cortar la cabeza.

Enrique Octavo respondió despreocupadamente: —No te apures, que si él hace eso, yo cortaré personalmente las cabezas de todos los franceses que encuentre.

—No dudo que vos lo haréis. Majestad—contestó el hombre respetuosamente—, pero de todas las cabezas francesas no hay ningvma que me quede tan bien como esta mía.


FRANCIA

La soberanía

está en el pueblo La lucha por los derechos del hombre empezó de arriba hacía

abajo. Es decir, los primeros en luchar por mayores derechos y mayor libertad fueron los que estaban más cerca del poder: los no bles. Uno de los resultados de esta lucha fue la CaHa Magna ingle sa. Luego, los de la clase media lucharon por mayores libertades. Ejemplo de esta lucha fue la Revolución Inglesa. Ahora el camino

estaba abierto para que el hombre del pueblo, el trabajador manual, pudiese también luchar por sus derechos. En la Francia del Siglo Dieciocho, ya se había ido cuajando la idea de que la soberanía no debía estar en manos del rey sino en manos del pueblo. La idea de libertad y derechos del individuo, sin distinción de clases, se iba haciendo más firme. Lo que pensado res, escritores y filósofos habían ido expresando aisladamente en

siglos anteriores, fue juntándose para llegar a la doctrina de LI BERTAD, IGUALDAD, FRATERNIDAD. El ejemplo de la Re

volución Inglesa en el siglo anterior, había de ser otro estímulo. Y el estudio de la antigua democracia griega constituyó otra inspi ración para los franceses.


LIB TAD IGUALDAD FRATERNIDAD


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sano

dañino Igual que en Inglaterra, en Francia también se había ido for mando una honda conciencia nacional. Por vez primera en la his

toria, el francés pensaba en su país como la PATRIA. El respeto y el amor por la patria iban a dar unidad a la nación. El sentimiento nacional unía ahora a los franceses como antes los había unido la

autoridad del rey. Este sentimiento de nación fue lo que contribuyó a igualar a todos los franceses en el momento decisivo de la lucha contra la ti

ranía del rey. Sobre la base de este nacionalismo que aparece al fin claramente en la Francia del Siglo Dieciocho, pudo desarro llarse y crecer la democracia moderna.

Desgraciadamente, el nacionalismo se ha corrompido en dis

tintas ocasiones para dai" paso a nuevas formas de tiranía. Ejem plos en el Siglo Veinte de este nacionalismo mal entendido fue el nazismo de Hitler y el fascismo de Mussolini. Pero el nacionalismo sano ha sido útil y necesario al desarrollo de la democracia. ¿Por qué? Porque un individuo que está unido a los demás por el sentitimiento nacional, que sabe que pertenece a un grupo igual a él, siente mayor confianza en sí mismo para luchar por sus derechos. La conciencia nacional bien entendida da mayor dignidad al individuo. 59


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jSÍU%VÍI| Sin embargo, cuando el nacionalismo pretende separar a los hombres creando prejuicios, es un nacionalismo dañino. Cuando a nombre del nacionalismo se afirman falsedades, como la de que hay unas razas superiores a otras, ese nacionalismo es dañino como lo fue el de la Alemania de Hitler. Cuando el nacionalismo predica el

odio y la división de los ciudadanos en vez del amor, la unión y la

comprensión de todos, es un nacionalismo malo para la sociedad y para la nación en que se predica. El sentimiento nacional, o nacionalismo, puede ser bueno o ser malo; todo depende de cómo lo interpreten y lo usen los hombres. La Historia moderna nos da ejemplos de la bondad o la maldad con

que ha sido usado el nacionalismo por distintos individuos, grupos o naciones.

La Revolución Francesa Era el año de 1789. La vida en Francia aparentemente seguía

su curso normal. En el gobierno participaban tres poderes: la no bleza, el clero y la burguesía. La nobleza eran los nobles con privi legios heredados. El clero eran los representantes de la religión ofi cial. Y la burguesía eran los profesionales y comerciantes que no


tenían los privilegios de la nobleza. A estos burgueses podemos también llamarles "clase media". Por encima de esos tres poderes estaba el rey absoluto. Y por debajo de esos tres poderes estaba el pueblo obrero que no tenía representación en el gobierno. Igual que en la Revolución Inglesa del siglo anterior, fue el grupo de la burguesía o clase media el que empezó a manifestar su

descontento y a luchar por mejoras. Una de estas mejoras solicita

das por la burguesía era una distribución más equitativa y demo crática de los tres poderes que participaban en el gobierno. ¿Por que? Porque los burgueses representaban en el gobierno una parte bastante numerosa de la población. Había más burgueses que nobles y que miembros del clero en Francia. Y, sin embargo, se

daba el caso de que si los nobles y el clero se juntaban para ir con tra de los burgueses, éstos siempre perdían las votaciones. Eran dos votos (nobleza y clero) contra un voto (burguesía). Los burgueses pensaron lógicamente que si en Francia había más burgueses que nobles y clero juntos, la burguesía debería tener 61


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mayor representación y más votos en el gobierno. Por eso se reu

nieron en asamblea y escribieron una solicitud en la que pedían al rey que estableciese una representación que estuviese más de acuer do con la población. El rey no hizo caso de la solicitud. Los burgueses siguieron reunidos en asamblea discutiendo el

problema. El rey ordenó a sus soldados que comunicaran a los bur gueses que suspendieran la reunión. Los burgueses se negaron. En

tonces el rey dio órdenes a sus soldados de que disolvieran la reunión por la fuerza.

Los burgueses se negaron a salir del salón e informaron al

pueblo de lo que estaba ocurriendo. Esta fue la chispa que hizo estallar la revolución. El pueblo, indignado, se lanzó a la calle a pelear por el derecho de los bmgueses. Probablemente el pueblo comprendió que, defendiendo a los burgueses contra la autoridad

del rey, estaba a la larga defendiendo sus propios derechos. El pueblo pobre y desesperado de Francia se enfrentó al ejér cito con palas, picos, estacas, cuchillos y piedras. Y muchos solda

dos, hijos también del pueblo, en vez de pelear contra los suyos se unieron a los pobres de Francia en su lucha. Y juntos fueron a ata car la Bastilla.

La Bastilla era una cárcel inmensa donde muchos franceses

habían sido injustamente encarcelados por orden del rey. El pue blo asalto esta cárcel odiosa que el rey creía invencible y liberó a todos los presos. Los presos se unieron al resto del pueblo y la lucha siguió con mayor intensidad. La caída de la Bastilla fue símbolo

del primer triunfo del pueblo contra el poder del rey francés. Por eso los franceses celebran todos los años, el 14 de julio, la caída de la Bastilla como fiesta nacional.

El rey se enteró de los sucesos, pero no creyó que el pueblo 63


tuviera poder para derrotar su autoridad. Al oir el alboroto desde su palacio, le dijo a uno de sus oficiales:

—¡Esto sin duda es una revuelta!

El oficial, mejor conocedor que el rey de lo que aquello signi ficaba, miró al soberano y repuso con voz firme: —No, Majestad, ¡esto es la revolución! Y tenía razón. Aquella era la revolución por los derechos del

hombre. Era la revolución que haría nacer la democracia moderna. Lo que había empezado como una rebeldía de la clase bur guesa o clase media se había convertido en la revolución del pueblo.

La asamblea de los burgueses se convirtió luego en la Asamblea Nacional, la asamblea del pueblo.

La lucha costó muchas vidas, sangre, dolor y lagrimas. En el calor de la lucha se cometieron atropellos e injusticias como ocurre

siempre que los hombres dan rienda suelta a sus pasiones. Pero de

todo aquel torbellino salió algo imperecedero: un gran documento histórico: La Declaración de los Derechos del Hombre.

La Declaración de ios Derechos del Hom bre La nueva democracia francesa no fue efectiva de inmediato.

Después de varios cambios y luchas se sucedieron tipos de gobierno que no estaban de acuerdo con los principios democráticos. Napo

león Bonaparte gobernó a Francia como dictador, después de la Re volución, y trató de conquistar a Europa. Otros reyes con menos

autoridad y poder que Napoleón también gobernaron al pueblo francés. 64


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Pero al cabo de los años pudo establecerse la República Fran

cesa tal como la conocemos hoy. Esa república se estableció sobre la base del pensamiento de aquellos hombres que lucharon en la revolución del Siglo Dieciocho. Y el pensamiento de aquellos fran ceses de la revolución está para siempre expresado en la Declara

ción de Derechos del Hombre, que ha sido orientación de la de mocracia en nuestra época. Ese documento histórico dice en su introducción: Esta es la Declaración de los Derechos del Hombre y del

Ciudadano. No del hombre por sí; no de hombres que fallan o rehusan compartir una vida comunal, sino de hombres que son a la vez ciudadanos, que aceptan los deberes así como los derechos de ser parte de una comunidad. Esta declaración se hace en la presen

cia y bajo los auspicios del Ser Supremo". Luego encontramos en el documento los principios más im portantes de la declaración. Son los siguientes:

Primero: Hay derechos humanos más antiguos que toda sociedad existente. Esos derechos son:

a) libertad para actuar 66


b) igualdad de todos los hombres

c) libertad para poseer propiedad d) libertad de vivir con seguridad e) libertad para hacer frente a la opresión

Segundo: Es el deber de toda asociación, ya sea familia, tribu, ciudad o país, defender esos derechos. Los defiende en forma social como derechos políticos, ya que tan pronto como un individuo en tra a formar parte de una sociedad su libertad tiene que ajustarse a

la libertad individual de otros. Tiene que ajustarse para no privar a otros de los derechos que también tienen. Tercero: El estado o la nación no es más que una asociación de ciudadanos que expresa: a) La voluntad de los ciudadanos en las leyes que dan cuerpo a sus derechos.

b) La acción de todos en la forma de gobierno que han ele gido.

Cuarto: Como siempre hay peligro de que la comunidad en total pueda abusar de su poder contra miembros individuales, ese poder tiene que estar limitado por leyes, y los agentes de ese gobierno restringidos en su labor.

67



ESTADOS UNIDOS

Washington el soldado y Jefferson el pensador En Inglaterra se habían obtenido mejoras en el gobierno inter no. En Francia, la revolución burguesa se había convertido en la revolución del pueblo por su libertad y sus derechos. Mientras tan

to, en las Trece Colonias Inglesas de América se estaba desarro llando la Guerra de la Independencia. Las Trece Colonias habían decidido que tenían derecho a separarse de Inglaterra y a consti tuirse en una nación libre.

En el libro Emigración presentamos suficientes datos sobre los motivos de esa lucha de las Trece Colonias por separarse de Ingla terra. Un soldado y un pensador dieron a esta lucha un final vic torioso. El soldado fue Jorge Washington. El pensador fue Tomas Jefferson.


Los resultados de la guerra de las Trece Colonias contra In glaterra fueron los siguientes:

1—Separación de las trece colonias inglesas del dominio de Inglaterra.

2—Unión de las trece colonias en trece estados que forma rían ima Sola nación bajo el nombre de los Estados Unidos de América.

3—Redacción de la Constitución de los Estados Unidos.

4—Incorporación de la Declaración de Derechos del Hombre a la Constitución de los Estados Unidos.

El general Washington puso en juego toda su habilidad de

soldado para disciplinar un ejército pobre, pero valeroso. Washing ton logró que este ejército inexperto derrotara el poderío de Ingla terra en América. El general victorioso fue electo primer presidente de la nueva república. Mientras Washington,el hombre de acción, ganaba la libertad

de su patria, Tomás Jefferson, el pensador, daba forma en el pensa miento al gobierno democrático de la nueva nación. Aunque otros

hombres, como Tom Payne, trabajaron en la Constitución, fue qui zás Jefferson el que más claramente luchó porque se creara un gó-

biemo de verdadera democracia en los Estados Unidos. Surgió así el gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo." En suelo de América renació la democracia griega con mejoras decisivas para el hombre moderno.

Una vez aprobada la Constitución, el pensador Jefferson logró que en ella se incluyera la Declaración de los Derechos del Hombre. El ejemplo de la nueva república, de Su constitución y de su Decla

ración de Derechos tuvo gran influencia en el resto del mundo. El ejemplo de Washington y Jefferson fue un estímulo para 70


JOSÉ DE SAN MARTIN

MÉXICO BENITO JUAREZ

Venezuela CUBA SIMON BOLIVAR

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EUGENIO MARÍA DE HOSTOS que las colonias españolas de América lucharan también por su in dependencia de España. La lucha por la libertad y por los derechos del hombre se extendió a toda América. Y surgieron hombres de acción y hombres de pensamiento hispanoamericano que adquirie ron en esa lucha renombre universal: Simón Bolívar, José de San

Martín, Benito Juárez, José Martí, Ramón Emeterio Betances, Eu genio María de Hostos. Los derechos del hombre han sido desde entonces preocupa

ción constante en el Nuevo Mundo. Ha habido épocas difíciles en

distintos países americanos. Ha habido dictaduras y amagos de dic tadura. La democracia se ha corrompido en algunos sitios. Pero el hombre de América mantiene viva la fe y activa la lucha por el de

recho y la libertad. Porque la lucha por la democracia, la lucha por el gobierno del pueblo, no termina nunca. 71


PUERTO RICO

Desarrollo de lo libertad y los derechos del hombre en Puerto Rico Puerto Rico ha vivido, igual que otros países, la lucha por la

libertad y por los derechos del hombre. Desde los principios de nuestra historia el hombre de la Isla tuvo que vivir dependiendo del poder y la autoridad que le llegaba de otro país. La primitiva sociedad de los indios boriquenses fue destruida

por el poderío español. Los españoles que descubrieron y coloni zaron a Boriquén, sometieron a duros trabajos a los indios que aquí vivían. Luego trajeron negros de África para sustituir a los escla

vos indios. La esclavitud fue, pues, impuesta en la Isla casi desde los principios de su historia. Los trabajadores españoles e hijos de españoles en Puerto Rico

tampoco gozaron de muchos derechos que protegieran su dignidad. 72


Es cierto que los trabajadores blancos no eran esclavos como los

negros. Pero las leyes que regimentaban el trabajo eran tan despó ticas que no existía en verdad el trabajo libre. En el fondo, el jor nalero blanco era también un esclavo con apariencia de hombre libre.

La raza india desapareció rápidamente. Los indios, acostum

brados a la libertad y a una vida menos severa, no pudieron sopor tar los métodos de trabajo que les impusieron los españoles. Los esclavos negros y los jornaleros blancos fueron adaptándse al rigor de aquella vida, y sobrevivieron. Los hombres del pueblo, trabaja dores libres o esclavos, estaban unidos por la injusticia que les atre pellaba por igual. Esa es tal vez una de las razones por las cuales no había en Puerto Rico enemistad ni prejuicios entre esclavos ne

gros y trabajadores blancos. Ambos sufrían por igual el despotismo de la autoridad. Hasta cierto punto, la lucha para ambos era la misma.

En lo político. Puerto Rico fue por tres siglos una colonia es pañola sin conciencia nacional. Los hijos de españoles en la Isla

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se llamaron "criollos." Pero el haber nacido en Puerto Rico no los

hacía sentirse como parte de un pueblo nuevo. Seguían sintiéndose

españoles, aunque españoles con menos derechos que los españoles que vivían en España. La condición de estos subditos españoles llamados "criollos" era en la práctica una condición de subditos de segunda clase. Es decir, el español de España consideraba inferior al español de la colonia.

Pero en el siglo pasado los súbditos españoles de Puerto Rico empezaron a darse cuenta de que pertenecían a un país con perso

nalidad propia. Con personalidad, costumbres y necesidades polí ticas distintas a las de España. Los súbditos españoles de Puerto Rico, descendientes de indios, blancos y negros, empezaron a lla marse a sí mismos puertorriqueños, es decir, naturales de y pertene cientes a Puerto Rico. Y se vio claramente que los destinos del

hombre de España no tenían necesariamente que ser los destinos del hombre de Puerto Rico. Y así Puerto Rico y su gente fue adqui riendo unidad de pueblo, conciencia de sociedad con destino propio.


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La abolición de lo esclavitud en Puerto Rico Para la época del descubrimiento de América, ya la esclavitud no existía en Europa. Pero los europeos la revivieron como institu

ción legal en las colonias americanas. El gobierno español apoyaba, pues, la esclavitud en Puerto Rico. Sin embargo, no todos los espa ñoles estaban de acuerdo con esa medida.

Uno de los españoles que luchó contra la esclavitud de los indios fue Fray Bartolomé de las Casas. Sus campañas y sus prédi cas lograron no la abolición de la esclavitud, pero sí un trato mas

piadoso y humano para los indios.

Sin embargo, no fue hasta el Siglo Diecinueve que se logró la libertad de los esclavos en la Isla. Hombres ilustres puertorrique

ños venían luchando por que se aboliera la esclavitud. Pero las autoridades españolas no se ponían de acuerdo.

Al fin, la lucha de puertorriqueños como Segundo Ruiz Belvis y Ramón Emeterio Betances tuvo eco en algunos hombres de pen75


Sarniento democrático de España. Y la Asamblea Nacional Es pañola abolió en 1873 la esclavitud en Puerto Rico. Este fue un

triunfo decisivo del hombre puertorriqueño en la lucha por sus derechos.

Y fue un triunfo doblemente hermoso. Porque la esclavitud desapareció aquí legalmente, sin violencias ni derramamientos de sangre. Mientras que en Estados Unidos sólo después de una terri ble guerra civil se logró la liberación de los esclavos, en Puerto Rico la abolición se realizó pacíficamente. Ya antes de que se decretara por ley la libertad de los esclavos, muchos propietarios los habían libertado espontáneamente. La abolición no creó en Puerto, como había de crear en Estados Unidos, resentimientos ni prejuicios

contra los negros. La prédica y la lucha de Ruiz Belvis habían lle gado a la conciencia de su pueblo.


La Revuelta de las Libretas:

primer logro del obrerismo puertorriqueño Mientras Ruiz Belvis y Batanees luchaban contra la injusticia

de la esclavitud negra, otro gran puertorriqueño luchaba contra la injusticia que agobiaba a los jornaleros blancos de la Isla. Ese puer torriqueño fue José Pablo Morales.

José Pablo Morales nació en Toa Baja en 1828. Hijo de agri

cultores ricos, recibió una educación esmerada, pero no quiso aban donar su campo. En Toa Baja se casó y se dedico a enseñar a leer y a escribir a esclavos y jornaleros. Desde alh escribía artículos valientes que se publicaban en los periódicos de San Juan. Fue a

través de sus enseñanzas y de su lucha en el periodismo, que logro despertar la conciencia del pueblo hacia la injusticia del sistema de libretas.

¿Y qué era este sistema de libretas? Veamos. En el año de 1849 el Gobernador Pezuela puso en vigor el Régimen de los Jor-


naleros de la Isla. Por medio de este decreto se ordenaba a las "jus

ticias" (o jueces) locales llevar un registro de todos los jornaleros mayores de 16 años y entregar una libreta a cada jornalero ins crito. El jornalero estaba obligado a llevar siempre consigo esa libreta. De lo contrario, se le castigaría con ocho días de trabajo en obras públicas, a medio jornal. En la libreta se escribía, además del nombre, dirección y señas particulares del trabajador, su conducta moral y sus deudas. Ningún

propietario podía emplear a un jornalero sin antes enterarse de que éste estaba libre de deudas. El hacendado que se apiadase de un obrero y lo contratase en contra de esta disposición, tenía que pagar la deuda en que el obrero había incurrido. Tenía además que pagar una multa de seis pesos y devolver el obrero a su antigüo patrono. Y si un hacendado no apuntaba en la libreta algo malo que hubiese hecho el obrero, se condenaba al hacendado a pagar una multa.

El gobierno no permitía que ningún jornalero estuviese sin

trabajo. El trabajo era mandatorio. Es decir, no había libertad

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para trabajar. Y un hacendado no podía admitir a un jornalero como agregado de su finca. Tampoco podía el jornalero divertirse

en días de trabajo, porque eso lo castigaba la ley. Por último, el jor nalero tenía que ir a la alcaldía el primer domingo de cada mes para que le revisaran su libreta.

José Pablo Morales combatió con valentía este atropello con tra los derechos del obrero. Sus artículos en la prensa, su defensa de los obreros, sus ataques a la autoridad despótica, sus enseñanzas

entre los campesinos abrieron los ojos de muchos a la realidad. Gra cias a su lucha, el movimiento en contra de las libretas cobró tal fuerza que éstas fueron abolidas por el Gobernador Primo de Ri vera en 1873.

José Pablo Morales, con su prédica y el ejemplo de su vida,fue precursor en el siglo pasado del movimiento obrero puertorriqueño del Siglo Veinte.


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La Carta Autonómica de 1898 Vimos ya cómo hacia el Siglo Diecinueve los puertorriqueños

empezaron a sentirse con personalidad de pueblo, y a luchar por

conseguir mayores libertades y más amplios derechos. Teman el ejemplo de Inglaterra y Francia en Europa. Y tenían el ejemplo más cercano de Estados Unidos y de los países de América del Sur. La libertad política y los principios democráticos se convir tieron en ideales del pensamiento y el corazón de los puertorri queños.

En el siglo pasado, la lucha por los derechos del hombre en Puerto Rico estuvo en manos de personalidades como Baldorioty de Castro, José Julián Acosta, Ramón Emeterio Betances, Segundo Ruiz Belvis, Julio Vizcarrondo, José Matienzo Cintrón y Eugenio María de Hostos, entre otros.

Algunos puertorriqueños de esa época demandaban mejoras en el régimen de la colonia, otros pedían la autonomía y otros pe dían la separación total de España. 81


Pero todos estaban de acuerdo en que era necesario luchar por obtener cambios políticos y sociales para el pueblo. Gracias a esta lucha constante. Puerto Rico obtuvo lentamente

algunas mejoras del gobierno español durante el Siglo Diecinueve. Pero no fue hasta 1898 que se logró una forma de gobierno superior a todo lo que habían conocido los puertorriqueños en casi cuatro

siglos de historia. Esa nueva forma de gobierno la otorgó España en la Carta Autonómica, durante la crisis que antecedió a la Guerra Hispanoamericana. La Carta Autonómica tenía sus limitaciones. Pero hemos de

reconocer que el Puerto Rico de 1898 representó un auténtico paso

de avance en el desarrollo político del país. Hoy podemos señalar algunas cortapisas y tranquillas que hacían de la Carta Autonómica una constitución débil, no muy democrática que digamos. Pero tam

bién podemos señalar dos concesiones que resultaron grandes logros en el desarrollo de la personalidad política y económica del país. Una era el que Puerto Rico pudiera hacer tratados comerciales con otros países siempre y cuando estos tratados no perjudicaran a Es paña. La otra era que Puerto Rico tenía derecho a enviar al Con

greso español dieciséis diputados o congresistas con voz y voto.

Si la Carta Autonómica iba a ser buena o no para Puerto Rico, no lo supimos nunca. Pocos días después de estar en vigor el docu mento, los soldados de Estados Unidos invadieron la Isla. Al con

cluir la Guerra Hispanoamericana, Puerto Rico pasó a ser territorio de Estados Unidos. La autonomía concedida por España quedo, pues, sin efecto.

82


La lucha de Puerto Rico

en el siglo veinte La democracia no nos llovió del cielo con la entrada de los es

tadounidenses por Guánica. Ha sido el pueblo puertorriqueño el que ha ido luchando y ganando palmo a palmo los adelantos demo

cráticos de que hoy gozamos. Los cincuenta y pico de años que ha vivido Puerto Rico en el Siglo Veinte han sido un período de lucha cívica, política, económica y social de nuestro pueblo. Lucha por al canzar mayor libertad, mayor justicia y más derechos para el hom bre puertorriqueño.

El Congreso y los dirigentes estadounidenses han sido algunas veces comprensivos y han visto con simpatía nuestras aspiraciones. Otras veces no. Por ello, la democracia de que hoy gozamos no hu biera sido posible sin la acción decidida del pueblo de Puerto Rico. Veamos algo de la obra realizada por el pueblo nuestro en el Siglo Veinte.

83


Al llegar el ejército de Estados Unidos en 1898, quedó sin efecto la Carta Autonómica. Los estadounidenses implantaron un gobierno militar. Un gobierno militar es todo lo contrario de un

gobierno democrático. Y fue desde el principio de nuestras relacio nes con Estados Unidos que el pueblo de Puerto Rico empezó a pedir el disfrute de la democracia en nuestro suelo. Después de año y medio se dio por terminado el gobierno militar y se instauró en Puerto Rico un gobierno civil. Pero el gobierno civil de principios de siglo no era fundamen talmente democrático. Aunque Estados Unidos le dio mayor par ticipación al pueblo puertorriqueño en el manejo del gobierno, aún teníamos muchas limitaciones. Esas limitaciones hacían hasta

cierto punto que el territorio estadounidense de Puerto Rico recor

dara bastante a la colonia española del siglo pasado. Además, no


eramos ciudadanos de Estados Unidos.

Ante esta situación, grupos de hombres puertorriqueños pen saban en distintas soluciones para que el puertorriqueño tuviera más libertad y más derechos. Unos creían que se debía seguir lu

chando poco a poco por mejoras de la colonia. Otros creían que la solución estaba en unirse permanentemente a Estados Unidos en forma de estado federal. Otros creían que lo mejor era separarse

de Estados Unidos y que Puerto Rico se constituyera en una re pública soberana. De estos últimos había dos grupos. El grupo que creía que la separación se podía conseguir democráticamente, por medio de votos, y el que creía que había que hacerle la guerra a Estados Unidos, sin consultar la voluntad del pueblo.

Aunque los puertorriqueños estaban divididos en sus aspira ciones, el resultado de la lucha total del pueblo fue obtener mas libertades y más derechos. En 1917, durante la crisis de la primera

guerra mundial, el Congreso extendió la ciudadanía de Estados Unidos a los puertorriqueños. Y se reorganizó nuestro gobierno in terno en una forma más democrática.

En los años recientes se dieron otros pasos de avance. Uno de

ellos fue el derecho del pueblo puertorriqueño a elegir su gober nador. 85


Acta Jones LEY ORGaNÍCA ÜE PUERTO RICO

Finalmente se creó, por voluntad de la mayoría del pueblo ex presada en votos, el Estado Libre Asociado de Puerto Rico. Es de

cir, por vez primera en su historia, el pueblo puertorriqueño tuvo

derecho a hacer su propia constitución, y a no depender en su go bierno interno de la voluntad del Congreso de Estados Unidos. Pero junto a la lucha por mayores libertades políticas, el pue

blo puertorriqueño luchaba también por otros derechos individua les. El movimiento obrero puertorriqueño se desarrolló junto al movimiento político, también con lentitud, pero con seguridad. Ba jo el liderato de Santiago Iglesias Pantín, el obrerismo en Puerto Ri co obtuvo grandes triunfos. Hubo momentos difíciles, pero al fin se reconocieron derechos fundamentales del obrero y se mejoraron grandemente las condiciones de trabajo. El obrero puertorriqueño tuvo al fin el pleno reconocimiento de su dignidad y de sus derechos como ciudadano y como miembro de la sociedad en que vivía. Lo que en otros países había costado revoluciones, el pueblo puertorriqueño lo hizo mas democrática mente, más civilizadamente. La lucha del obrero por sus derechos, que aún es causa de violencias y muerte en otros lugares del mundo


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actual, en Puerto Rico es ahora una lucha cívica, libre del empleo de la fuerza y de derramamiento de sangre.

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POEMA La perla y el diamante Dijo la perla al diamante:

"Valgo mucho más que tú: del negro carbón naciste, y yo de la mar azul." Y le contestó el diamante:

"Tu mérito es muy común,

¡Siempre fuiste y serás blanca! ¡Yo fui negro y vierto luz!" Santiago Pérez

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¿Está ya todo hecho en Puerto Rico? Ahora vamos a preguntarnos algunas cosas. ¿Está ya todo he cho en Puerto Rico? ¿Hemos llegado al final de la lucha por los de rechos políticos? ¿Hemos obtenido todo lo que queríamos para el obrero? ¿No hay ya nada a que aspirar en lo económico o en lo so cial? ¿No tiene ya que luchar el pueblo puertorriqueño por más li bertad y por más derechos? ¿Vamos a ñangotarnos tranquilamente

y a aplaudirnos muy complacidos por lo bien que lo hemos hecho? En este libro hemos visto la lección tremenda de la Historia.

Esa lección nos dice que un pueblo no puede dormirse sobre los lau reles. Nos dice que la lucha por la libertad y por los derechos del hombre no termina nunca. Un pueblo que se descuida, que no está alerta en cómo se gobierna, que no participa en la lucha diaria por mejorarse, puede fácilmente perder todo o parte de lo que ha lo grado.


Hoy gozamos de una democracia esforzada, luchada y conse guida por el pueblo puertorriqueño. ¿Es perfecta nuestra democra cia? Nuestra democracia puertorriqueña, como toda institución hu mana, no es perfecta. Tiene fallas. Corresponde al pueblo puerto rriqueño ir corrigiendo esas fallas o defectos.

Hoy gozamos del Estado Libre Asociado. ¿Es el Estado Li bre Asociado, tal como lo conocemos ahora, una forma de gobierno

imperecedera y eterna? Cualquier forma de gobierno, siendo obra humana, no puede ser eterna. El desarrollo o transformación de su forma de gobierno depende no sólo de sus líderes, sino también del pueblo de Puerto Rico.

Las mejoras sociales y económicas ¿están ya todas logradas? No lo están. Cada época traerá nuevas necesidades y será preciso ir cambiando o revisando las fórmulas que resulten inadecuadas o ineficaces. Hoy mismo puede resultar que reformas de hace veinte años nos parezcan ya viejas o defectuosas.

La historia de un pueblo no es ima cosa muerta. Acontece

año tras año. Y el pueblo tiene que estar alerta para vivir al día, de acuerdo con su historia. Alerta para vivir el presente y para mirar cara a cara el porvenir. Porque el pueblo de Puerto Rico no

somos sólo nosotros, los hombres y mujeres de hoy. El pueblo de Puerto Rico es también nuestros hijos, nuestros nietos y los hijos de los biznietos que aún no han nacido. Nosotros hacemos obra para hoy y para mañana.

Nuestra forma de gobierno podrá cambiar de acuerdo a nues

tra voluntad de pueblo. Podrá cambiar dentro del Estado Libre

Asociado. Podrá cambiar para convertirse en un Estado Federado de Estados Unidos. Podrá cambiar para converstirse en una Repú blica. Pero no importa cuál sea el futuro político de Puerto Rico, 90


hay algo que debemos tener siempre presente. Nadie nos va a arre batar los DERECHOS DEL HOMBRE ya ganados. Y nadie nos

va a impedir crear más derechos para garantizar nuestra dignidad de individuos libres dentro de la sociedad en que vivimos. Bajo un Estado Libre Asociado, igual que bajo un Estado Fe derado, igual que bajo una República, nosotros vamos siempre a vi gilar y cuidar los DERECHOS DEL HOMBRE. Nosotros vamos a garantizar siempre esos derechos. Nosotros, el pueblo de Puerto Rico.

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¿Qué derechos garantiza Constitución de Puerto Rico?

He aquí algunas de las cosas importantes que nos garan tiza la Carta de Derechos de la Constitución de Puerto Rico:

Igualdad La dignidad del ser humano es inviolable. Todos los hom

bres son iguales ante la ley. No podrá establecerse discrimen al guno por motivo de raza, color, sexo, nacimiento, origen o con

dición social, ni ideas políticas o religiosas. Tanto las leyes como el sistema de instrucción pública encarnarán estos principios de esencial igualdad humana.

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El voto libre

Las leyes garantizarán la expresión de la voluntad del pueblo mediante el sufragio universal,igual, directo y secreto, y protegerán al ciudadano contra toda coacción en el ejercicio de la prerrogativa electoral.

Libertad religioso

No se aprobará ley alguna relativa al establecimiento de cual quier religión, ni se prohibirá el libre ejercicio del culto religioso. Habrá completa separación de la iglesia y el estado. Libertad de palabra

No se aprobará ley alguna que restrinja la libertad de palabra o de prensa o el derecho del pueblo a reunirse en asamblea pacifica y a pedir al gobierno la reparación de agravios. Instrucción pública

Toda persona tiene derecho a una educación que propenda al pleno desarrollo de su personalidad y al fortalecimiento del respeto de los derechos del hombre y de las libertades fundamentales. Ha brá un sistema de instrucción pública, el cual será libre y entera mente no sectario.

Libertad de asociación

Las personas podrán asociarse y organizarse libremente para cualquier fin lícito, salvo en organizaciones militares o casi müitares.

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Derecho a la vida, la libertad y la propiedad Se reconoce como derecho fundamental del ser humano el de recho a la vida, a la libertad y al disfrute de la propiedad. No exis

tirá la pena de muerte. Ninguna persona será privada de su hbertad o propiedad sin debido proceso de ley, ni se negará a persona alguna en Puerto Rico la igual protección de las leyes. Protección contra abusos

Toda persona tiene derecho a protección de ley contra ata

ques abusivos a su honra, a su reputación y a su vida privada o familiar.

expropiación

No se tomará o perjudicará la propiedad privada para uso púbUco, a no ser mediante el pago de una justa compensación y de acuerdo con la forma provista por ley. No se aprobará ley alguna autorizando a expropiar imprentas, maquinarias o material dedica dos a publicaciones de cualquier índole. Contra allanamientos irrazonables

No se violará el derecho del pueblo a la protección de sus per sonas, casas, papeles y efectos contra registros, incautaciones y alla namientos irrazonables. Derechos del acusado

En todos los procesos criminales, el acusado disfrutará del de recho a un juicio rápido y púbüco, a ser notificado de la naturaleza 94


y causa de la acusación recibiendo copia de la misma, a carearse

con los testigos de cargo, a obtener la comparecencia compulsoria de testigos a su favor, tener asistencia de abogado, y a gozar de la presunción de inocencia. En los procesos por delitos graves, el acusado tendrá derecho a que su juicio se ventile ante un jurado imparcial compuesto por

doce vecinos del distrito, quienes podrán rendir veredicto por ma yoría de votos, en el cual deberán concurrir no menos de nueve.

Nadie será obligado a incriminarse mediante su propio testi monio, y el silencio del acusado no podrá tenerse en cuenta ni co mentarse en su contra.

Nadie será puesto en riesgo de ser castigado dos veces por el mismo delito.

Todo acusado tendrá derecho a quedar en Ubertad bajo fianza antes de mediar un fallo condenatorio.

La detención preventiva antes del juicio no excederá de seis meses. Las fianzas y las multas no serán excesivas. Nadie sera encarcelado por deuda.

Castigos

No existirá esclavitud, ni forma alguna de servidumbre invo luntaria salvo la que pueda imponerse por causa de dehto, previa sentencia condenatoria. No se impondrán castigos crueles e inusi tados. La suspensión de los derechos civiles, incluyendo el derecho al sufragio, cesará al cumplirse la pena impuesta. 95


Habeas corpus

El auto de habeos corpus será concedido con rapidez y libre de costas. No se suspenderá el privilegio del auto de habeas corpus a no ser que, en casos de rebelión, insiurrección o invasión, así lo requiera la seguridad pública. Sólo la Asamblea Legislativa ten drá el poder de suspender el privilegio del auto de habeos corpus y las leyes que regulan su concesión. La autoridad militar estará siempre subordinada a la autori dad civil.

Trato o menores

No se permitirá el empleo de menores de catorce años en cual quier ocupación perjudicial a la salud o a la moral, o que de alguna manera amenace la vida o integridad física. No se permitirá el ingreso de un menor de dieciséis años en una cárcel o presidio.

Trabajo libre Se reconoce el derecho de todo trabajador a escoger libremen

te su ocupación y a renunciar a ella, a recibir igual paga por igual trabajo, a un salario mínimo razonable, a protección contra riesgos

para su salud o integridad personal en su trabajo o empleo, y a una

jomada ordinaria que no exceda ocho horas de trabajo. Sólo po drá trabajarse en exceso de este límite diario, mediante compen sación extraordinaria que nunca será menor de una vez y media el tipo de salario ordinario, según se disponga por ley, 96


Derecho a unionarse

Los trabajadores de empresas, negocios y patronos privados y agencias o instrumentalidades del gobierno que funcionen como empresas o negocios privados, tendrรกn el derecho a organizarse y

a negociar colectivamente con sus patronos por mediaciรณn de re presentantes de su propia y libre selecciรณn para promover su bie nestar.

Derecho a la huelgo

A fin de asegurar el derecho a organizarse y a negociar colec tivamente, los trabajadores de empresas, negocios y patronos pri vados y de agencias o instrumentalidades del gobierno que funcio nen como empresas o negocios privados, tendrรกn, en sus relaciones

directas con sus propios patronos, el derecho a la huelga, a estable cer piquetes y a llevar a cabo otras actividades concertadas legales.

97


IGUALDAD

EL VOTO LIBRE

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gcfoco LIBERTAD

RELIGIOSA

LIBERTAD

DE

PALABRA


LA

LIBERTAD

DE ASOCIACidN DERECHO

A

LA

Wi/I

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VID A.LALIBE RIAD Y

LA

PROPIEDAD

PROTECCION CONTRA ABUSOS


EXPROPIACION

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l IRRAZONABLES

DEL ACUSADO


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DOS GRANDES ÉPOCAS EN LA HISTORIA DE OCCIDENTE El nacimiento de Jesús divide lo historia del mundo

occidental en dos épocas

1- Epoca antes de Cristo 2- Epoca después de Cristo

Cada una de estas dos épocas se divide en siglos. ¿Y qué es un si glo? Un siglo es un período de cien años. En lo historia del mundo se cuen

tan siglos antes de Cristo y siglos después de Cristo. Hoy vivimos en el Siglo Veinte después de Cristo. Estudiemos el dibujo de lo página de enfrente pa

ra ver en qué siglos ocurrieron algunos cosas de que nos habla este libro. La

parte de arriba del dibujo, encima de las líneas que marcan el nacimiento

de Jesús, es la época antes de Cristo. La parte de abajo es la época después de Cristo.

Sí estudiamos lo arriba expuesto se nos aclarará la relación que hay

entre algunas fechas históricas que encontraremos en este libro. Varias de las cosas grandes e importantes de nuestra civilización ocurrieron en los siglos anteriores al nacimiento de Jesús. Una de ellas fue la democracia griega, 600 años antes de Cristo.

102


600 anos antes de Cristo:

SE ESTABLECE LA DEMOCRA

ÉPOCA

CIA GRIEGA EN ATENAS 500 años antes de Cristo:

ANTES

SE ESTABLECE LA REPÚBLICA ROMANA

CRISTO

100 años antes de Cristo: EL

ESCLAVO

ESPARTACO

MUERE LUCHANDO POR LA LIBERTAD

mf AÑO PRIMERO DE LA ÉPOCA CRISTIANA

SIGLO QUINTO

NACIMIENTO DE CRISTO

400 años después de Cristo: COMIENZA LA EDAD MEDIA

1100 años después de Cristo: SIGLO DOCE

FUNCIONAN DEMOCRÁTI CAMENTE LOS MUNICIPIOS EN CASTILLA

1493 años después de Cristo: SIGLO QUINCE

DESCUBRIMIENTO PUERTO RICO

DE

1789 años después de Cristo: SIGLO DIECIOCHO

REVOLUCION

FRANCESA

Y

declaracio'n de los de rechos DEL HOMBRE

SIGLO DIECINUEVE

1873 años después de Cristo:

ABOLICIÓN DE LA ESCLAVI TUD EN PUERTO RICO

1968 años después de Cristo: SIGLO VEINTE

AÑO EN QUE VIVIMOS


edito' y ESCRIBIO ESTE LIBRO: René Marqués INVESTIGADORES DE MATERIAL: J. L. Vivos Moidonodo

Domingo Siiás

Olga Menéndez de Simón René Marqués ILUSTRADORES:

Isabel Bemol

Luis Germán Cajigas José Manuel Figueroo Lorenzo Homar

Epifonio Irizorry José Meléndez Contreros

Carlos Raquel Rivera Rafael Tufiño

Eduardo Vera Cortés

104


CARTA MAGNA-1

PARLAMENTOS O CORT EDA

REVOLUCI

ANCESA

DEMOCRA

OS CASTELLANOS

NOS



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