DRAMA COMUNAL
DE N A V I D A D
A ctividades de la com unidad para las fiestas navideñas Se acerca o tra vez la celebración de la N a tiv id a d del Señor. Es precisam ente ahora la época apropiada para ir preparando el program a de fiestas com unales con las cuales celebrarem os la N avidad. A p a rte de las ceremonias religiosas que cada iglesia celebra en esos días y de los festejos fa m ilia re s que son de gran im p o rta n cia para los individuos, ¿qué actividades navideñas puede orga n iz a r la com unidad? Hay, quizás, tres fuentes en las cuales podríam os ir a bus car inspiración para o rg a n iza r actividades com unales en los días de N a vid a d : nuestra tra d ició n , nuestro espíritu de ca ridad cris tia n a y nuestra tendencia a c o m p a rtir con otros los m om entos de expansión y alegría. Veamos una sugerencia de a ctivid a d com unal en el período de N avidad. Sólo una. Otras muchas se nos pueden o c u rrir in d ivid u a l o colectivam ente. El período navideño se prolonga por casi dos semanas y hay tiem po para más de una a c tivid a d siempre que todo se haya organizado debidam ente. He a q uí la sugerencia: una representación o dram a com unal basado en hechos bíblicos y que podríam os titu la r Los Inocentes y la H uida a Egipto. Pero antes de estudiar la representación o dram a, vamos a investigar el porqué de esa celebración navideña que nostros lla mamos "D ía de los Inocentes."
LOS INOCENTES Si echamos una ojeada a un A lm a n a q u e y buscamos en él el mes de diciem bre, descubrim os en el día 28 la siguiente e x p li ca ción : D egüello de los Santos Inocentes. Efectivam ente, desde tiem pos m uy antiguos, el m undo cris tia n o conm em ora en esa fecha del 28 de diciem bre el Día de los Inocentes. Con ello los cristianos recuerdan la m a ta n za de n i ños ordenada por el rey Herodes poco después de haber nacido Jesús. Los hechos ocurridos en Judá están narrados en el nuevo Testam ento. Veamos lo que nos dice M ateo, en su Evangelio, so bre Herodes y sobre los magos o sabios de O riente: "H a b ie n d o , pues, nacido Jesús en Belén de Judá, reinando Herodes, he a q uí que unos magos vinieron de oriente a Jerusalén, pre gu n ta n d o: ¿Dónde está el nacido rey de los judíos? Porque v i mos en oriente su estrella, y hemos venido con el fin de a d o ra r le. Oyendo esto el rey Herodes turbóse, y con él toda Jerusalén." De lo aue nos cuenta San M a te o podemos in fe rir que H ero des se sin tió am enazado al saber que había nacido un niño a quien aquellos tres extranjeros querían a d orar como rey. ¿Acaso él, Herodes, no era el verdadero rey de los judíos? ¿Quién era ese recién nacido que, según los magos, tenía derecho a ocupar el puesto que él ocupaba? Ese niño podría tra e r discordia y subver sión en el reino. Lo m ejor era e lim in a rlo , hacerlo asesinar. Pero ro m o Herodes no sabía donde estaba el niño, tenía que a ve rig u a r lo por m edio de los tres sabios de O riente. O igam os de nuevo la n a rración de M ateo, el evangelista: "Entonces Herodes, llam ando en secreto a los magos, ave riguó cuidadosam ente de ellos el tiem po en que la estrella se les apareció; y encam inándoles a Belén, les d ijo : Id, e inform aos p u ntu alm e n te de lo que hav de ese niño y en habiéndole h a lla do, dadm e aviso> Dara ir yo ta m b ié n a adorarle. "Luego que oyeron esto al rey, p a rtie ro n : y he a q uí que la estrella que habían visto en oriente iba delante de ellos, hasta que, llegando sobre el sitio en que estaba el niño, se paró. A la vista de la estrella se regocijaron por extrem o. Y e ntrando en la casa, h a lla ro n al niño con M a ría , su m adre, y postrándose le ado raron, y abiertos sus cofres, le ofrecieron presentes de oro, in cienso y m irra. " Y habiendo recibido en sueños un aviso para que no v o l viesen a Herodes, regresaron a su país por o tro c a m in o ." Hasta aquí, según nos ha contado el evangelista, vemos que Herodes fue burlado en sus propósitos. Como los tres magos o
sabios regresaron a su país sin avisar a Herodes, éste no pudo saber que el niño era Jesús. No podía, por lo ta n to , m andar a m a ta r a aquel niño que según decían iba a d ispu tarle su puesto de rey. Fue entonces que ideó un plan espantoso. Volvam os ahora a escuchar la narración de San M ateo, que habíam os de jado cuando los tres magos pa rtie ro n de regreso a O rie n te : "Después que ellos pa rtie ro n , un ángel del Señor apareció en sueños a José, d iciéndole: Levántate, tom a al niño y a su m a dre, y huye a Egipto, y estáte a llí hasta que yo te avise; porque Herodes ha de buscar al niño para m atarle. Levantándose, José tom ó al niño y a su m adre de noche: y se retiró a Egipto, donde se m antuvo hasta la m uerte de Herodes; de suerte que se c u m plió lo que d ijo el Señor por boca del p ro fe ta : Yo llam é de Egipto a mi hijo. "E ntre tanto, Herodes, viéndose burlado de los magos, se irritó sobremanera, y m andó m a ta r a todos los niños que había en Belén y en toda su com arca de dos años para abajo, conform e al tiem po de la aparición de la estrella que había averiguado de los m agos." Con lo que nos ha explicado M ateo en su evangelio, pode mos ahora entender por qué se llam a "el degüello de los inocen tes" a aquella m atanza de niños que realizó Herodes para lib ra r se de Jesús. A lg ú n tiem po después de la huida a Egipto, y al enterarse de que ya el rey Herodes había m uerto, M a ría y José regresaron con el N iño a la tie rra de G alilea y fueron a v iv ir en la ciudad de N azaret. (Por eso a Jesús se le llam ó nazareno, es to es, h a bitan te de N aza re t.) En Puerto Rico el Día de los Inocentes es una de las tra d i ciones navideñas. Se celebra en ella el hecho de que el niño Je sús escapara de la m atanza ordenada por Herodes. En las tr u llas de ese día aparecen comparsas y caretas. Y es ya tra d ic io nal el gastar bromas que siempre concluyen con la exclam ación de: ¡ Inocente m ariposa!
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LOS INOCENTES Y LA HUIDA A EGIPTO (Representación co m unal) por RENE MARQUES
Vim os en otra parte de este cuaderno por qué celebram os el Día de los Inocentes. Pues bien, a base de lo que nos cuenta la B iblia, podemos o rg a n iz a r ese día una representación, o sea, una in te rp re tació n o "d ra m a tiz a c ió n " de lo que o cu rrió una vez en Palestina d u ra n te el reinado de Herodes. Para esta representa ción, todo el b a rrio será el escenario y todos los vecinos serán los actores. Veamos. T em prano en la m añana salen en peregrinación José, M a ría v el N iño. José será un vecino. M a ría será una vecina. El N iñ o será un n iñ ito de meses o un muñeco envuelto en pañales. M a ría , con el niño en brazos, irá m ontada en un caballo, una m uía o un b u rrito . José irá a pie, conduciendo la bestia en que va M a ría . José ha oído la voz del Cielo a d virtié n d o le que Herodes quiere m a ta r al N iño. Por eso los tres van ahora "c a m ino de E g ip to ." Pero en su huida quieren a d v e rtirle a los pa dres que Herodes enviará sus soldados para apoderarse de los niños del barrio. Así, pues, el vecino que representa a José y la vecina que representa a M a ría irán por todo el b a rrio , de casa en casa, a v i sando los propósitos de Herodes. A l lle g a r a cada casa José d ir á : — El Señor sea con los habitan tes de esta m orada. Y el dueño o la dueña de la casa co n te sta rá : — Y el Señor sea con los santos peregrinos. En esta casa h u m ild e encuentran albergue los buenos y los mansos. M a ría , sin apearse de su m o n tu ra, d irá : — El Señor te lo pague. Pero vam os cam ino de Egipto. Por que Herodes ha ordenado la m a tanza de los Inocentes. Y el dueño o dueña de la casa d irá : — Salva, pues, al fru to de tu vientre, M a ría . Porque El se rá la salvación del m undo. José entonces le d irá al dueño o dueña de la casa: — G uarda tú a tus hijos. Para que am en al H ijo y sirvan a la g lo ria de Dios Padre. José, M a ría y el N iñ o se a le ja rá n de la casa. C on tin u a rá así el p e reg rin a r por el b arrio, deteniéndose en cada casa y re p itie n do el m ism o diálogo ap un tad o a n te riorm ente. C uando al fin ha yan visita d o todas las casas se quedarán en la más lejana y a p a r tada del b a rrio o bien en una casa del b a rrio vecino. A llí serán
huéspedes hasta por la tarde, en que regresarán a su barrio, ta l como se e xp licará más adelante. Después que José, M a ría y el N iñ o se han alejado del b a rrio e n tra rán en acción los "S oldados" de Herodes. Los "S oldados" son ta m b ié n vecinos, claro está. H arán de "S oldados" los m o zalbetes o los hombres más jóvenes del barrio. Su m isión no va a ser fá c il. T endrán que poner a prueba toda su paciencia y su ingenio para descargar adecuadam ente la responsabilidad que el b a rrio entero depositará en sus manos. Y a veremos por qué. Los "Soldados" irán de casa en casa buscando a los niños. Si hay muchos "S oldados" pueden dividirse en grupos de cu a tro o cinco, y cada grupo re a liz a r la m ism a tarea. A l lle ga r a cada casa el "J e fe " de cada grupo de "S oldados" d irá : — En nom bre de Herodes venim os a buscar a los niños de esta casa. El padre, la m adre o el encargado de la casa d irá : — Los niños de esta casa pertenecen a Dios, no a Herodes. El "J e fe " de los "S oldados" responderá: — N ada sabemos de eso. Herodes es el gobernante. Y a nosotros toca obedecer sus órdenes. ¡Q ue nos sigan los niños! M ie n tra s los niños que puedan p a rtic ip a r en la representa ción, salen de la casa para irse con los "S oldados," el padre, la m adre o el encargado d irá : — N ada tem an mis hijos. El Señor Dios está con ustedes. Los niños de la casa responderán a coro: — ¡A s í sea! Los niños y los "S oldados" se a le ja rá n de la casa e irán a otra donde se repetirá la m ism a escena con idéntico diálogo. Cuando los "S oldados" hayan buscado a todos los niños y niñas que puedan p a rtic ip a r en la representación, los llevarán a un si tio agradable donde los niños puedan ju g a r a sus anchas. Ese lu ga r será la "p ris ió n de los Inocentes." Los "S oldados" señala rán los lím ite s del lu g a r de los cuales no podrán sa lir los niños. Estos prom eterán no s a lir de los lím ite s señalados, y c u m p lirá n su promesa. Empieza entonces la verdadera tarea de los "S ol dados." Porque los vecinos que hacen de "S oldados" se convier ten ese día en líderes de recreación de los niños. Es decir, los "S oldados" aprovechan la "p ris ió n de los Inocentes" para ense ñarles a los niños juegos nuevos, para re vivir en ellos juegos vie jos y tradicionales, para enseñarles a recrearse, a gozar sana m ente de unas horas de esparcim iento. Los vecinos que hacen de "Soldados" tendrán, pues, que haber celebrado varias reunio nes para d is c u tir entre sí el program a de recreación para los n i ños m ientras éstos estén "p risio n e ro s." Como los niños no podrán s a lir de su "p ris ió n ," las madres les llevarán o les enviarán el alm ue rzo al lu ga r donde los "re tie n e n" los "S oldados." O tro ta n to harán los fa m ilia re s de los "Soldados."
Por la tarde José, M a ría y el N iñ o regresarán al barrio. V u e l ven "de E gipto" porque ha llegado a ellos una voz del Cielo a n u n ciándoles que Herodes ha m uerto. V ienen ahora acom pañados de músicos y "c a n ta o re s" que tocan v ca n ta n alabanzas al N iño. Esta vez no visita rá n todas las casas. Sólo se detendrán en aque llas casas que estén en su cam ino. A l lle ga r fre n te a la casa, los músicos dejarán de to ca r y José d ir á : — El Señor sea con los habitan tes de esta m orada. Y el dueño o dueña de la casa contestará: — Y el Señor sea con los santos peregrinos. M a ría , sin apearse de su m o ntura, d irá : — Se ha salvado el Salvador del M undo. Herodes ha m uerto. El dueño o dueña de la casa contestará: — jA la b a d o sea Dios Todopoderoso! Pero nuestros hijos, M a ría , están en poder de los soldados. Entonces José d irá : — Nosotros libertarem os a tus hijos. Dios te guarde. El dueño o dueña de la casa responderá: — V ayan con El. José, M a ría y el N iñ o prosiguen su m archa con los m úsi cos, deteniéndose y repitiendo la escena en cada casa del c a m i no. A l lle ga r a la "p ris ió n de los Inocentes" José p re g u n ta rá : — ¿Por qué las c ria tu ra s de Dios están en m anos de los sol dados? El "J e fe " de los "S oldados" d irá : — Los soldados cum plim os la ju s tic ia del rey. M a ría , sin apearse de su m o n tu ra, d irá : — Es la ju s tic ia de Dios la que se ha cum plido. ¡Herodes ha m u e rto ! José d ir á : — Los niños no pueden perm anecer en prisión. ¡Los niños son libres! T a n to los niños como el resto de los vecinos celebrarán ale gres el acontecim iento. Los músicos to ca rá n y ca n ta rá n coplas sobre la m uerte de Herodes y la liberación de los Inocentes. A l te rm in a r la m úsica, Un vecino se a d ela n ta rá y d irá , refiriéndose a los "S old a d os": — Estos hombres nos arreb a ta ro n a nuestros hijos y merecen un castigo. El "J e fe " de los "S oldados" d irá : — Nosotros no somos culpables. Sólo cum plim os una orden del gobernante. Entonces José d irá : — Si una orden es in ju sta , ta n cu lpable es el gobernante co mo quien ejecuta su orden. O tro Vecino interviene para d e c ir:
— Es cierto. Por eso decim os: Castiguem os a los soldados del Rey. M a ría d ir á : — ¡N o ! N uestra ju s tic ia no puede ser ta n in justa como la del Rey. Que sean los niños los que decidan si estos hombres son o no culpables. Si al c u m p lir la orden del gobernante han tra ta do bien a los niños, no deben ustedes castigarlos. El ''J e fe " de los "S oldados" d irá : — Es sabia tu ju sticia , M a ría . ¡Q ue nos juzguen los niños! Los niños, antes de lle ga r José y M a ría , se habrán reunido aparte, sin que los "S oldados" intervengan, y habrán decidido si sus guardianes han cu m p lid o bien su obligación. Es decir, los niños d e cidirán si los "S oldados" han sido buenos líderes de recreación: si han elegido como "p ris ió n " un sitio agradable, si han m antenido la d iscip lin a sin ser injustos, si han enseñado jue gos interesantes y divertidos, si han sido buenos á rb 'tro s cuando ha surgido algún problem a en el juego, si han cu m p lid o su m isión con buena volun tad y cariño, etc. Tom ada la decisión sobre si los "S oldados" han cu m p lid o bien o m al su com etido, los niños elegirán un líd e r para que hable por los demás. Este n iñ o -líd e r será el que hablará ahora para in fo rm a rle a José y M a ría si los "S oldados" merecen o no castigo. (El que un solo "S old a d o" se haya "p o rta d o m a l" será razón su ficie nte para que todos los "S ol dados" sufran castigo. ¿Por qué? Porque el que un "S oldado" fa lle dem uestra que no ha habido buena p la n ific a c ió n ni buena acción de grupo entre los "S oldados." Por lo ta n to , todos son responsables de la fa lla de uno.) Los "ca s tia o s " a los "S olda dos" serán pura brom a, claro está, algo que haga reir a todos y que no sea penoso ni ofensivo para nadie. Por e jem p lo : sa lta r como un canguro, carrera de sacos, b a ila r con un pie am arrado, etc. Si los niños han decidido que los "S oldados" no son "c u lp a bles," el n iñ o -líd e r d ir á : — Nosotros, los niños, nos hemos reunido y estudiado el asunto. Llegam os a la conclusión de que los soldados no mere cen castigo alguno. Todos celebrarán la "a b s o lu c ió n " de los "S oldados," los m ú sicos tocarán y c a n ta rá n una vez más y te rm in a rá así la represen ta ció n com unal de Los Inocentes y la H uida a Egipto. Si los niños hubiesen encontrado a los "S oldados" culpables, el n iñ o -líd e r d ir á : — Nosotros, los niños, nos hemos reunido y estudiado el asunto. Llegam os a la conclusión de que los soldados merecen un castigo. José p re g u n ta rá : — ¿Cuál será el castigo? Y el n iñ o -líd e r contestará: — El castigo será . . . (A q u í el n iñ o -líd e r d irá el castigo que
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los otros niños hayan decidido a p lic a r a los "soldados.") Los "Soldados" recibirán el castigo que les hayan im puesto los niños. T erm inado el castigo, los músicos tocarán y ca n ta rán y concluirá así la representación com unal de Los Inocentes y la H uida a Egipto. A claraciones sobre la representación de Los Inocentes y la H uida a Egipto Para que esta representación com unal sea un éxito, dos co sos son necesarias: Prim era, la buena volun tad y la p a rticip a ció n de todos los vecinos del b a rrio o com unidad. Segunda, la m ayor seriedad y sentido de responsabilidad de todos los participantes. La representación está basada en una tra d ic ió n cristia n a y en un hecho bíblico. No hay en ella m atices sectarios que pue dan ser m otivo de controversia. Por lo ta n to , todos los vecinos pueden p a rticip a r, sin im p o rta r la religión o secta a que pertenez ca cada individuo. La representación pone de relieve virtudes de nuestro pue blo que todos deseamos conservar: sentido religioso, caridad cris tiana, hospitalidad, am or a los niños, sentido de ju s tic ia , solida ridad hum ana. Por otro lado, la preparación y ejecución del pro yecto conlleva necesariam ente la prá ctica de los más sanos p rin cipios de acción com unal, de acción dem ocrática. Por su senti do moral y religioso y por lo que hay en ella de sana recreación para la com unidad, esta representación puede convertirse en una tra d ició n de nuestro b a rrio que podemos celebrar todos los años en la misma fecha. Y cada año pueden cam biarse los vecinos que representen a los personajes princip a le s: José, M a ría , el Jefe de los Soldados, el N iñ o -líd e r, etc. El vecino que representa un papel debe haberse aprendido de m em oria las palabras de su diálogo. Pero las palabras apren didas de m em oria no bastan. Esas palabras tienen que tener sen tid o verdadero en boca de quien las dice. Para ello cada vecino que representa un personaje debe com penetrarse bien del ca rácter y de la personalidad de ese personaje. El vecino que re presenta a José, por ejem plo, ¿cómo se im agina al esposo de M a ría? Probablem ente el vecino se pregunte: ¿Cómo h a b la ría el ca rp in tero de N azaret? ¿Qué sentiría d u ran te su huida a Egipto? ¿Qué tengo yo que hacer para representarlo, para parecerm e a él el día de la representación? O tro ta n to pensará la vecina que representará a M a ría , o el vecino que represente al Jefe de los Soldados. Esta preocupación es necesaria en el arte de represen ta r o in te rp re ta r d ra m á tica m e n te a un personaje. Esta preocu pación lleva, no sólo a m e m oriza r las palabras del diálogo, sino a estudiar con seriedad y hondura el papel que va representarse. Después de estudiado y aprendido el papel, será conveniente
que días antes José, M a ría , el Jefe de los Soldados, etc. p ra c ti quen o ensayen sus papeles unos con otros para que todo salga bien el día de la representación. Por o tro lado, alguien en cada casa del b a rrio debe saberse de m em oria las palabras que debe decir el "d u e ñ o " o la "d u e ñ a " al contestarle a José, a M a ría o al Jefe de los Soldados. Los vecinos que van a hacer los personajes p rincipales pue den in te rp re ta r sus papeles con trajes corrientes o usando un ves tu a rio especial. Si usan trajes corrientes, deben por lo menos tener algo que id e n tifiq u e sim bólicam ente al personaje que in te rp re tan . M a ría , por ejem plo, además del " N iñ o " en brazos, debe lle var una m an te le ta sobre la cabeza, que puede ser negra o blanca o a zu l. San José debería ir descalzo para dem ostrar la h u m ild a d y el e sp íritu de s a c rific io del peregrino. Pero vaya descalzo o calzado deberá llevar en su m ano izquierda una vara o báculo largo a cuyo ex trem o se habrán atado dos o tres flores naturales. Los "S oldados" pueden llevar gorros de bolsa de papel pintados con los colores que m ejor le plazca a cada cual. Si la com unidad decidiera que el vestuario debe ser más te a tra l y elaborado (y si existieran los medios económicos de re a li za rlo así ), M a ría y José podrían vestir al modo bíblico , ta l como ambos aparecen en cuadros famosos de pintores euro peos. Los "S oldados" podrían usar, sobre sus ropas corrientes, capas cortas hechas de telas de colores y podrían cubrirse la cara con a n tifa ce s o caretas. Si hubiera en el b a rrio muchos adultos deseosos de vestir vis tosam ente ese día, pueden organizarse varias comparsas con ves tid u ra s bíblicas. Por e jem plo: 1 ) la Comparsa de los C a rp in te ros (o fic io de José y de Je sú s), 2) la Com parsa de las Vecinas de M a ría , 3) la Comparsa de los Pastores y Pastoras, etc. Estas comparsas pueden s a lir por la tarde al encuentro de José, M a ría y el N iñ o que regresan "de E g ipto," y acom pañarlos hasta " la p ri sión de los Inocentes" donde se representará la ú ltim a parte de la celebración, según se ha descrito más a rriba . Todos los niños del b a rrio deben conocer el proyecto. Deben, sobre todo, saber lo que s ig n ific a n los "S oldados" de modo que no vayan a asustarse o a im presionarse dem asiado cuando vengan éstos a "c u m p lir con su deber." Si todo se p la n ific a bien y si todos los vecinos cooperan en el proyecto, la representación de Los Inocentes puede convertirse a n ualm ente en una fiesta hermosa de nuestro b a rrio , de la cual todos nos sentiremos orgullosos.