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REVISTA DE LA
ASOCIACION DE MUJERES GRADUADAS UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO
. TORRE DE LA
UNIVE~SIDAO
OCTUBRE, 1940 /
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.REVISTA PUBLICADA TRIMESTRALMENTE POR LA
ASOCIACION DE MUJERES GRADUADAS DE LA
UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO
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A~O. 111~VOL 1
OCTUBRE DE 1940
SAN JUAN BAUTISTA, ISLA DE PUERTO RICO
• ENTERED AS SECOND • ClASS MATl'ER MARCH 28, 1939. Al THE POST OfflCE At SAN JUAN, PUERTO RICO, UNDER THE ACT OF MARCH 3, 1879
Algunos Datos Sobre Nuestros Colaboradores de Este Número Felicia Boria . Licencia permanente de Tra~ajadora Social concedida por la Junta Exammadora de ~ra bajadores Sociales. Directora, Nei;ociado de la Mujer y el Niño. en la Industria, Departamento del TrabaJo. Celia Núñez de Bunker . Licencia permanente de Trabajadora Social concedida por la Junta Examinadora de Trabajadores Sociales. Bachillerato en Art~s de Educación - Universidad de Puerto Rico. Cursos de Trabajo Social en la Univet;· sidad de Puerto Rico y la Escuela de Servicio Social de Nueva York y Chicago. Actualmente ocupa el puesto de Supe1·visora de Trabajo Social del Departamento de Instrucción. Carmen Rivera de Alvarado Licencia permanente de Trabajadora Social concedida por la Junta Examinadora de Trabajadores Sociales. Bachillerato en Artes de Educación - Universidad de Puerto Rico. Cursos de Trabajo Social en la Universidad de Puerto Rico y en la escuela de Servicio Social de Philadelphia. Actualmente ocupa el puesto de Supervisora de Trabajo Social en als Clínicas de Salud Maternal del Departamento de Sanidad. Mercedes Vélez Herrera Licencia permanente de Trabajadora Social concedida por la Junta Examinadora de Trabajadores Sociales. Bachillerato en Artes de Educación - Universidad de Puel'to Rico. Cursos de Trabajo Social en la Universidad de Puerto Rico y en la Escuel ade Servicio Social de Nueva York. Actualmente ocupa el puesto de Consejera ed la División de Bienestar de la Niñez, Departamento de Sanidad, Santurce. Carmen Gómez Tejera B. A. Puerto Rico, 1928. M. A. Puerto Rico, 1929. Actualmente el puesto de Super-
visora de Práctica, Cole.gio de Educación, Universidad de Puerto Rico. • · Pagán de Colón . Petro Amcr1ca t de Trabajadora Social Lice~~ld/;~~'ji:1j~;ta Examim1do1·a de Tra-
~F~d~·~:ci~;c~IÜ~iv~~~l:t~ldrd;o P~~r~! i~= 1
rtificado de Trabajadora Soc ial -t eº · Ce 1 Universidad de Puert 0 R'ico. Actua R 1 men bTtae ocupa el puesto de agente de e ia 1 ~ • • ción Vocacional,__Distrito . de Caguas, D1v1sión de Instrucc1on Vocacional. Angela Negrón Muñoz . Escritora. Presidenta de la S_<!_ctedad para la Protección y Defensa del Nmo. Celestina Zalduondo . . Licencia pe1·manente de TrabaJadora Socia1 concedida por la Junta Examinadora de T1·abajadores Sociales. M. A. - Escuela de Trabajo Social, Washington, D. C. Actualmente ocupa el puesto de Directora de la Escuela Refo1·matoria de Niñas. Clara Lugo de Seudra Bachillerato en Ciencias, Universidad de Puerto Rico. Profesora de la Escuela Superior Central, Snnturce. Olimpia Torres de Zeno Licencia permanente de Trabajadora Social concedida por la Junta Examinadora de Trabajadores Sociales. Superviso1·a Médico Social, Servicio para niños Lisiados, Departamento de Sanidad. Beatriz Lasalle Licencia permanente de Trabajadora Social concedida por la Junta Examinadora de Trabajadores Sociales. Autora de Cnoferencias de temas sociales. Directora del Negociado de Servicio Social, Departamento de Sanidad.
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Editorial LOS J>IWHLEM.t.lS DEL NIÑO La .tlsociadón de 1Jfo,icres Graduaclas de la Universiclad ele Pi1.e1·to Rfoo lta. celebrado, ·eu el presente mes ele ocfob·re, su cis<unblc<t a11,,1utl) rctMficación de la l<tbor 1·ectUzada h<tsta hoy y cliscnsión de f.o s ¡Jl<tnes de cwl'i-vidcul para el nue·vo wño de vi<la.. L<i d'iJ·ecC'ión <le esta Re v·ista Ji a. juzgculo sit debet· contr·i,buir <l los trciba.jos de la. cotwención dell-icctn<lo este ?i-1ímero a los prnblernas soc'ia.lcs del ni.Ji.o. De sn vreparación y ti:l'<ul<t se ha enc<Lrga.do el Com'ité ele Bfo·nest:ar Social <le la A.sociaci.ón, que presid.c la sdiont Celia Núiiez de B11..nker. La selecc·ión <lel tfma. ·110 h<t s-i<lo c<tpt"ichosa.. Res1)onde a wirios estúnulos ·inter·nos 11 cmternos, entre los c1tales no es el menor n·nestra. ·1Jolmit cu7 ele se.rvi:I' a P·u.erto Rfoo. Ntiest1'<t A.soeia.e·ión, por ser ·11;1w <lffl"'ltJJ<W·ió-n <le m·nje·res, se preocup<i cntra:ii.a,blementc por la. ·infa·11cfri y por toclo lo que le atedie. 'l'estirnonfo ele ese interés es l<i obrn ele ca:rcícter pedagógico q·iw ¡m.bUc<tm.os no ltctce mucho Ncm.po) "Dü·igienclo <tl Nifio", de cuyo v<tlor y cficcwia no nos corres¡¡oncle d<tr opinión. Ca.si. to<l<ts las nmjercs nos sentimos inclinadas ha,cia, lct ni.fie:~: por mi movüniento esvontáneo de w1test·ra sens·i,bUida.d, ele 1/.'ltesf.ros instintos maternalc8. Y, cuando a la coniUC'i.ón ele mujeres sn1namos la ele iini·ve1·si.f:cir'ias) forzoso es orclen.ar ese niovim.fonto en actos resvonsables y fecundos. En los -iílti.tnos nieses la socie<l<t<l <le Pnerto Ri.co ¡mrece haber despertado de su. üulife.rencia. cinte lcts trágicas circmistancias morales y económfoas <le. nuestro vueblo. Y es fustamente el ¡n-oble·ma. del ·nUío el que viene ociivcm<lo el pr·ime·1· plano ele s·1i atenc·ión. Yci er<t tiempo. El heclio m-ismo <le que s·i ntamos la neces·idad de crear instituciones que se ocupen clel ni1io acusct pal.a-
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rU.namente el abandono cttlpable en q·uc lw.sta. a~~í se le ha ten-ido. Abandono absoluto qu.e no se lim-ita. a los ninos de las clases indigentes sino que alcanza también a los de las clases aco1nodadas. Los ni.1ios in<Ugentcs de P1t~rto R,fo.o carneen d.e todo:. ~le habitación de alünentos. de atmunón medwa, ele ·vest·ido, de 1:11s· tru.cción efe direcC'ión mÓral y espiritual; los nüíos privilegiados tü:n.cn 1i'abitación, vesti.do y a.limcntos, vero la ·i.nstr1wción qne reciben deja 1mtcho que desear y, en la mayor vm·te ele los casos, nacUe se preocu.pa de sus almas. De esta sUuación somos rcsvonsables todos: los vaclres, que no han comprendido o ha.n oz.i,ida.do s11.s obUgaciones y que espera.n que la. csmtela cu.mpla las fmiciones clel hoga1·; el sistema educativo qm: vadecemos, que no rcmed·ia nuestras necesidades ni se adapta a nucsti-o medio espiritual; nuestros leg·isla<lorcs, qtte gastan m1who rle su. tiempo en fu.tilezas y no 1n·oveen las leyes q1tc nuestra sociedarl clcman<la con ttrgenci.a. que clama ante Dios_: nuestra prensa dfo,ri<t, que no ha orienta<lo la opinión c·11 problema tan importante; y, en suma, t.odos nosotros po-r mtestra abitlia, nuestro egoísmo, nuestra desor·ientación e incli f cren.cia. ¡Materialismo y 1tNlita.r-ismo vor todos lados, y los va.· lores morales y cspiri.t1ia.fes en· cris·is pavorosa! La Asociac-ión de 1lf.ujcrcs G-radttadas y esta Revista saben qu.e el reniedfo de estos 11roblmnas no es cosa ele momento ni de pa.Ua.ti-vos q·tte el·1tdan la. cuestión fundamental. Saben, por el contrario, qtte se trata ele u.na labor. d·iaria, tenaz, vcrseverante; de tm esfiterzo común bien ordenado, y sobre todo, de obra °efe cada cual, del deber personal escrupulosamente cttmpUdo y de 'ª·disciplina de la. voltmtad endereza.da al vropio perfeccionamt.ento. · Este número, en. donde se dism1.ten somer<tmente alg·1mos de los vroblemas de .la ni1iez en P·u.erf:o Rico_, pret:enllc ser tan sólo nna. modesta contr·ibución a las actividades de otras üist-itttcio11es iusulares _qu.~, se ocu~Jan m!' el presente <le los mismos fines. Nn estrci Asomaci.on continuara ) como hasta aquí ) interesc¿da en . <' l b1cnestar m.ater·ial y cspfritnal de nuestros nüios como en 11.n<t de sus obUga.ciones más inefodibles. · MARGOT ARCE.
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La orientación espiritual del niño Cl,ARA LUGO SENDRA
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Dificil y empinada sel'á la senda del pensamiento por tema tan escabroso. Empezaremos con cautela definiendo términos. Orientar: Trazar rumbo, trayectoria; señalar meta; encauzar impulsos. Espiritual: Lo que cae fuera o más allá de lo puramente material; si, ansia, ansia del hombre por sentirse algo más que piedrn o animal, por penetrar en el recinto cenado de lo incógnito; sí, realización, realización de la conciencia en su ineludible lucha por ser plenamente, eternamente conciencia, espíritu, creación que aspira a calmar ansias de superación. Orientación Espiritual del Niño: Dirección de su voluntad, canalización de sus energías hacia las máximas realizaciones del espíritu. Fuera, pues, del marco de este trabajo la consideración de tocia disciplina que persiga objetivos esencialmente materiales. Pero, ¿y si no existe el espíritu como realidad última? En el umbral mismo del tema choca el pensamiento con el primer escollo, la frialdad escéptica del materialismo moderno. ¿Es que existe una realidad espiritual ajena de la materia, dentro de la cual o hacia la cual deba orientarse al hombre? Ante la incertidumbre de que exista ¿no significa una viciosa pérdida de energías todo empeño en esa di1·ección? Para los fines de este trabajo y más trascenclentahnente, para los fines de la educación del hombre, creemos innecesaria la certidumbre de que exista esa i·ealidad. Basta con que exista lo que no puede negar el más recio ele los esc.;pticos porque está llenando cada minuto de la vida humana, esa eterna inquietud nuestra por lo presentido más allá, por captar esencias, por sentir purezas, esa sed infinita de ser lo que no se es, de sentir lo que se siente, de saber lo que no se sabe. Eso que está ahí a pesar de todos los materialismos, porque hasta el materialismo es hijo suyo; eso que mueve al hombre no se sabe hacia dónde, pero que le mueve; eso es ya lo espiritual, elemento vital de nuestro vivir, privilegio sólo del hombre. Está ahí, angustiosamente alerta en la mirada ansiosa de cada hombre insatisfecho de una materialidad a secas; en el mistico que asph·a con pasión la unión con la divinidad, en el artista palpitante de emoción frente a un hermoso paisaje,
en pleno éxtasis de lo bello, totalmente indi· ferente a la materia en el minuto luz y espíritu de la exaltación artística. El filósofo que crea una inconmensurable concepción de la vida o del cosmos es ni más ni menos, el espíritu del hombre en brega tenaz por captar esencias, en desmaterializada comunión con el mundo de las ideas. San F'rancisco de Asís, eterizado de felicidad al darse todo al servicio de los demás es pureza infinita, amor, espíritu. Belleza, Amor, Verdad: Categol'Ías actuantes del espíritu humano. ¿ i\Iás allá? No lo sabemos. Acaso no lo sepa nadie. Pero no importa saberlo para que cobre valor ese eterno anhelo de creación y eternidad a que hemos de referirnos en este ensayo como lo espiritual. No valdría más porque le hubiéramos descubierto ya una finalidad, porque conociéramos su naturaleza. Vale porque pertenece a la noble estirpe de las cosas que pueden set· su propia finalidad. Y para eso, para el rico privilegio de satisfacer sus ansias espirituales, es que debe orientarse ni hombre. Toda la historia humana quedaría vacía de sentido, como cosa burda y marchita si la despojásemos de su bello, de su profundo, de su amoroso contenido espiritual, de la fue1·za del anhelo puro que levanta al hombre sobre el nivel de la piedra y del animal. De ahí, pues, de la existencia de lo espiritual, no como cosa lejana y metafísica, sino como esencia vital del ser humano, intenta1·emos penetrar de nuevo en el tema: La Orientación Espiritual del Niño. ¿Orientador? Naturalmente el adulto, padre, mad1·e, maestro, sacerdote, etc. ¿ Actitud del adulto? Aquí nos corta al paso la tradición. La idea y la práctica de orientar a la juventud lleva sobre si una vieja costra de pretenciosa autoridad que constituye, en nuestro opinión, el obstáculo mayor en la labor de una verdadera orientación espiritual. Con la misma egoísta vanidad con que nos creemos dueños de nuestros hijos por haberles dado sólo parte de la materia que ya nos fué dada por nuestros antepasados, nos atribuimos el derecho y hasta la sabiduda de guiarlas espiritualmente, de formarles una conciencia, llevarles celosamente de la mano por nuestra propia senda, en una palabra, de orientarles. Pero he aqul que nuestra "orlen-
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tación" no ¡insa, en la mayoda de los casos, de cerrada disciplina que pone en peligro de impotencia las más bellas y buenas habilidades del niño. Y es que lo que reclamamos como un derecho no es tal, sino deber que e:dge de nosotros el más serio sentido de i·es· ponsnbilidad, el aquilatamiento más escrupuloso de nuestra propia capacidad de educadores. La madre china al ligar los tiernos piecesitos de su hija no es más inconscientemente vanidosa y cruel que la nuestra al atar la conciencia de su hijo a sus propias ideas, a sus personales interpretaciones de la vida, a sus dogmas; al someterle, desde pequeñito, a la esclavitud de sus propias cadenas. Mientras el proceso de la vida humana podría ser uno de lncha liberadora, aunque a veces dolorosa, de despliegue fecundo hacia la franca reali~~ción de las esencias más puras del hombre, conviértese, por la oscura magia de nuestro rgoísmo, en estrecha esclavitud de la conciend~ que hace al hombre malo, porque le tortu1·~. desconfiado, porque le engaña, hosco y :; margo, porque estorba su libre expresión. El p1;mer imperativo del espíritu es la libertad en su sentido más cabal y profundo. E! primer y más sagrado deber del adulto es respetar el mandato de ese imperativo. Lo contrario deja estancada la vida ansiosa de expresión, seca y contrita la intimidad del ser. 1'.:n las relaciones de convivencia social el hom· hre ha de ceñirse a la autoridad de ciertas leyes que garanticen el disfrute equitativo de los bienes materiales, so pena de hundirse en el caso de injusticia y tiranía que ya conoce el munclo moderno. En el plano de las ideas, de la investigación científica y del sentimiento, el hombre no debe aceptar nada menos que la más plena libertad. Se objetará, con aparente razón, que dentro de esta filosofía el adulto tendría que cruzar•c de brazos y dejar al niño solo frente a la tremenda complejidad de los problemas espil'iluales, perdido ante los desconcertantes misterios de la vida. Nada más lejos de la verdad. La misión del adulto sería quizá más difícil, más delicada, pero infinitamente más esencial, más bella y til, más realmente orientadora. Su labor sería de estímulo inspirador, de motivación constante hacia la libre búsqueda de la verdad, l1acia la más rica expresión de las facultades internas. Llevaría al niño hasta la entreñas mismas del misterio, pero respetaría su derecho a desgarrarlas con su propia a~idez, a interpretarlas con su propia sabidurfa. Abrirfa para él todas las puer-
las del conocimiento y marcharía a su lado en fralcrnal camaradería, estudiante Y maestro a un tionpo mismo, tanto más humilde cuanto mñs sabio, esperando en cada niño el momento feliz en que pudiera tornarse en maestro suyo. ·Maestro? ¿ Pel'O es que se puede ser m:estro, aún en el sentido más sutil de inspirador sin ofrecer pa1·te siquiera ele nuestra pro pi~ Verdad? Y ofrecer ¿no es ya, en cierto modo, limitar In ajena voluntad para escoger libremente? Sin duda cabe ese peligro y el verdadero orientador espiritual ha de evitarlo en cada minuto manteniendo al niño alerta contrn la amenaza de su previa autoridad. Mejor maestro será quien mejor equipada lleve la conciencia con ve1·dades fundamentales, pe1·0 no para ser sólo predicadas ni impuestas, sino noble y espontáneamente vividas frente al niño, poniendo a prueba su autenticidad, su alcance de bondad para la vida humana. Aún las verdades más eternas Y probadas carecerán de sentido para el niño, liasta que libremente incorporadas a su conciencia las sienta fibra viva en sus íntimos impulsos. La bondad y el amor, como prácticas de relación humana, son . indudablemente preferibles a la maldad y el odio. Esto que podría ser el primer principio fundamental, en Ja orientación espiritual del niño, tórnase inútil y hasta contraproducente si se pretende imponerlo como norma de conducta. El niño será bueno cuando sienta el placer de serlo, ya sea por el placer de la bondad en sí o por su amor a los demás. Ante cada acción mala del niño el adulto debe crearle, la oportunidad de conocer la superioridad de la acción buena y amorosa. El chiquitín que goza pisando el rabo al gato para verle saltar y gritar, Jo hace por juego y no por crueldad. La madre que celebra el "chiste" dificulta con su aprobación el desal'l'ollo en su hijo del sentido de piedad, su sensibilidad por el dolor ajeno; y tanto cuanto más se repita Ja expcdcncia, tnnto más difícil le será al hombre de mañana darse cuenta de que jugar con el dol~r ajeno es fundamei{talmente malo, rcstardatorio del desarrollo espiritual, contrario a todo orclen social civilizado. El niño mal criado de ho~· puede ser el tirano de mañana, hombre sólo a medias, pues no llegará a la verdadera hombria quien no cultive las facultades espirituales que habrán de distinguirle del aninu~l Y el sentido de solidaridad humana es una de ellas.
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pm·a él podrá llegar a ser lo que debe ser, aspiración sincera y constante de noble y iecuuda superación, de servicio a los demás. Pero hemos marcado los linderos de lo espiritual más allá del sentido de solidaridad humana. Al espiritu del hombre no le bastan la Bondad y el Amor. Le acucia cierta insaciable sed de belleza que habrá que estimularse siguiendo el mismo principio de liberdad que indicamos antes. Será deber del adulto rodear al niño de un ambiente bello, en contacto con la naturaleza que mantenga en constante tensión su natural sentido de harmonía, constante pero natural, sin la violencia de exigencias prematuras, de interpretaciones extrañas a las facultades infantiles, respetando la libertad del mno para reaccionar espontáneamente. Que haya buena mus1ca para que él la oiga nos parece imprescindible al fácil desarrollo de su sensibilidad artistica; sentarle calladito y quieto a engullirse a Bach o a Bethoven no es más que atropello contraproducente. Más Je dirá al chiquitín quizá el canto del pájaro o del pino, el chirrido de la máquina, el chorro del surtidos. ¿Qué sabe el adulto de las intimas reacciones inPero el desal'l'ollo habrá de ser espontáneo fantiles, de sus extraüas relaciones? Un día y gozoso si ha de perdurar como expresión mi hija de cuatro años me encargó, con absomagnífica de nuestra intimidad. Cuando el luta seriedad que al morir la enterrara bajo un niño hace daño al gato desaprobemos sin cruelárbol. "¿Para qué?"-le preguntó intrigada. elad, pero sinceramente, su acción y acompañe"Para que el árbol cante" me contestó con mos nuestra desaprobación con demostraciones tierna espontaneidad. Esta bella relación ende cariño y piedad para el animal. Como el tre la muerte y la naturaleza que de momento principal móvil del niño es el juego enseiiéme pareció una precocidad de la criatura, la mosle el modo de jugar con el animalito que he visto luego como una reacción natural frensen placentero para ambos y as! no tardará en . te ni ambiente en que se cría, desprovisto de surgir la relación de camaradel'la y amistad toda idea tétrica de Ja muerte, en contacto que hará ni niño preferir el buen juego al maamigable con el campo. Su espíritu, naturallo. El gatito no huirá ya ele él, ni esgrimimente musical aspira a perpetua1·se con el rá contra él sus úñitas vengativas. Pront~ canto del árbol. el niüo defenderá a su amigo antes de hacerle Puede que el niño criado en un ambiente daño. ¿Por qué? Porque le quiere y su dolor empieza a dolcrle como suyo. La primera de belleza no llegue nunca a la creación de lección de solidaridad universal está dada y obras a1·tísticas, pero su espíritu tendrá un con ella el primer paso en el desarroll o espi- sentido de harmonía que enriquecerá · su vida ritual del chico. En un ambiente de sincera y la de los demás. ¡Cuán falta hace al mundesaprobación para la maldad y el odio y de do vivir sus luchas cotidianas con más belleestímulo para el bien y el amor, libre y gozo- za! Más, sin duda que todas las obras maessamente irá floreciendo en el nuevo hombre el tras del arte. La vida del hombre no sería sentido de frnternirlad, empezará a cumplirse sólo más bella, sino más noble. Los pitagó1·iel eterno mandato cristiano: "Amaos los unos cos buscaban la purificación por medio del é'x a los otros". Y cuando en su investigación de tnsis de la danza. Y es que las actividades In historia humana, aparezcan figuras como In del espíritu son inseparables. Pero ni la belleza ni el amor dejan satisdel Cristo o el Budha, no serán para él cumbres inaccesibles, ejemplos de logro sobrena- fecha el ansia de plenitud del espiritual humatural sino vivo estímulo hacia una vida hu- no. El anhelo de Verdad es tal vez el mamana de mayor justicia y amor. La religión yor impulso para la conciencia del hombre, su
Cuando el hijo de Benito Mussolini escribe un lilJro para p1·oclamar las excelencias de la i;11el'l'a como deporte, cuando se jacta de haber hecho blanco con una bomba incendiaria sobre una choza etíope que "se abre co1no una flor", y rccuereln el divertido espectáculo de los neg·ritos saltando entre las llamas, cuando de¡ilorn que toeln la juventud italiana no participe de su mismo sentir, etc., ¿qué diferencia hay entre su brutal hombria y In ingenua niiiez del bebé que atormenta al gato para jugar con él? La gran diferencia, la tremenda y trágica diferencia, está en el alcance de ambos actos. En el niño que empieza Ja vida el entusiasmo por el gato puede tornarse en otras for mas bellas y \Ítiles de expresión. En el hombre está cuajando ya el fruto fatídico de una eelucnción vacía ele todo contenido espiritual. El dolor ajeno se sufre en la carn ~. sino en el cspÍl'itu. La piedra no sufre al ''er pisoteada In flor que le dió sombra. La sensibilidad por el dolor ajeno y el amor son nobilísimos privilegios ele! espíritu humano y facilitar su desarrollo es imprescindible al harmónico cultivo del espíritu.
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El educador, padre, maestros, ministro reempeño más enaltecedor. El hombre ansioso de descifrar la incógnita de la vida y del cos- ligioso, etc., debe1·á estimular su ahinco, allamos es sin duda, el espectáculo más hermoso narle el camino, alentarle en sus caídas, insde la creación. Cuando Helen Keller, una do pirnrle con el ejemplo de su propia vida, pero las conciencias con menos instrumentación nunca deberá poner su autoridad como estorbo material, pues queda ciega, sorda y muda a entre él y la Verdad. Bastante será su lucha los dos años de edad, pregunta a su maestra frente a la hermética i·esistencia del misterio por el autor de la belleza que hay en un jar- con sus propias tendencias hacia planos de dín, la maestra debió sentir el vértigo de lo acción más bajos, para que el adulto añada un obstáculo más. infinito. El físico queriendo penetrar en la intima Cualquiera que sea, pues, el camino que sinaturaleza de las cosas al d.escomponerse el ga el hombre hacia la realización de sus anútomo, el astrónomo tratando de aprisionar la sias espirituales, Belleza, Amor, Vc1·dad, taninmensidad del cosmos en la magia de sus ma- to más rica y útil será su vida cuanto más sutemáticas, y el místico aspirando a la unión yo haya sido el esfuerzo, cuanto más esponcon Dios en el éxtasis de su profundo anhelo táneo y libre el empeño. do eternidad, son hermanos gemelos, hijos del Para ello necesitamos tener fe, una ::;T an fe, mismo ardiente deseo de Verdad, excelentísima en las facultades internas del niño, luego, resfacultad del espíritu humano. Pecado mortal peto a su libertad, finalmente cui<lu remos de contra el destino del hombre cometerá quien que toda nuestra vida pueda ser fuente de f ese atreva cert'ar uno solo de estos caminos. cunda inspiración para la suya. Podrún pu Cada int~Tl'ogación del espíritu joven deberá recer excesivns nuestras exigencias, pero es obtener una contestación franca, limpia, hon- que no pueden rebajarse cuando se tra tu del mda, estimuladora del anhelo investigador. cultivo de esa cosa tan delicada y misteriosa Un valiente "no sé" es siempre más digno de que es el espíritu humano, sobre todo cu eseducador que una contestación falsa, que un te momento en que el caos que sufre el mundogma initeligible, que un "no preguntes tan- do es ante y sobre todo un caos espiritual. Nato". Y cuando Ja natural inquietud del niño da requiere tanto nuestra época como que se nos lleva a los miste1·ios aún inexplicados de levante la conciencia humana y afronte, con la vida, ¿con qué derecho tratamos de impo- la invencible fuerza de sus fntimos recursos, ner nuestra propia versión? Si Ja pregunta la avalancha de barbarie que amenaza arroes "¿Cómo nací yo?" La contestación no llarlo todo. Y como es también parn esa ludebe hacerse esperar, sencilla, bella y tierna- cha titánica, para el heróico rescate de la limente expuesta. La reacción de Ja c1·iatura bertad y de la cultura, que hay que preparar será de adorable embelezo ante el milagro de a nuestros niños, fuerza sa1·á que los orienta la maternidad. Cuando más tarde Ja pre- dores ae den prisa a ponerse a la altnra de g unta sea: ¿Qué es el espíritu?, explíquen- las circunstancias. se de la manera más sencilla todas las teorías Hay épocas que abren pN·a el hombre sólo sobre el asunto, desde Ja que niega su exis- dos caminos: El de la heroicidad o el del tencia hasta la que le proclama como esen- fracaso. La nuestra es una de esas épocas y cia única del universo. Llegar a una con- nadie está tan dramáticamente situado frente clusión definitiva es derecho exclusivo del in- a la tremenda .encrucijada como el que lleve dividuo. en sus manos el espfritu de un nitio.
A nuestras socias:
Favorezcan a nuestros anunciantes
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Agencias Sociales al Servicio de los Niños Im,\ TIHZ LASSALLE Di l'cctom del Negociado de Bienestar Social, Depn rlamento de Snnidnd.
Es conveniente y ütil hacer de vez en cunndo i·i¡:uroso inventario ele nuestras pertenencias. Quienes practican tan sabin costumbre pueden precisnr en cunlquier momento el númc,ro de lns casas que poseen y de las extrayiudns, y tomar nota cuidadosa del estado en que se hallan sus propiedades. Asi, que In i:lr ea de inventariar los bienes no sólo consigue señalarnos los deterioros y las pérdidas sufridas, si que también nos estimula hacia la adquisición de nuevas posesiones. Lu Asociación ele Mujeres Graduadas de la Universidad de Puerto Rico viene hoy a brindarme con oportuna gentileza las páginas de su Revistn pam que diga cuáles son las agencias sociales que tenemos en Puerto Rico al servicio de los niños. En otras palabras, qué organimos públicos y agrupaciones de carácter par ticular contribuyen a resolver el serio y complicado problema del cuidado del niño en todos sus aspectos, lo que vale tanto como inventariar las pt•opiedades que hemos venido acumulando hasta hoy para beneficio de nuestra población infantil. No será posible hacer la labor con la minuciosidad que precisa; sin embargo, trataremos de enumerar y describir, siquiera someramente aquellas más r epr esentativas. ·El asunto resulta de palpitante a ctualidad, porque acabamos de añadir a nuestro acervo el Título V de In Ley de Seguridad Social que crea nuevos medios para mejor asistir a nuestros niños. No hemos sido aquí muy dados a inventariar propiedades de e¡;te género. Desde que el Negociado Federal de Bienestar del Niño (U. S. Children's Bureau) allá por el 1920 hizo un estudio de las condiciones de vida de los niños de Puerto Rico, poniendo de manifiesto la falta de agencias que junto con la escuela completasen el programa de servicios para In niñez, sólo en dos ocasiones más, y de manera oficial se ha llevado a cabo un .r ecuento de lo que las Trabajadoras Sociales bautizan con el nombre de "recursos", que en el oficio vale tanto como herramienta o implemento ele labor. Primeramente Isabel Devine, delegada por el U. S. Children's Bureau para asesorar en sus trabajos a la Junta del Bienestar de 1:t
~Hfiez de Puerto Rico, al rendir su informe final tuvo necesariamente que citar los recursos con que contábamos. Eso fué allá por el 1934. Luego Celia N. Bunker nos preparó un tomo sumamente vulioso, que a manern de ¡¡-ub usan los Tr abnjndores Sociales para saber qué resortes tocar para ayudar a los niñoH. Una simple ojeada del libro nos pone al corriente de todo lo que nos falta crear. Recuentos semejantes a estos deberían hacerse más frecuentemente, sobre todo para hacer resaltar la "propiedad" que se pierde, ya que entre nosotros la desaparición acelerada y pasmosa de recursos creados con las mejores intenciones es cosa muy corriente. Cuando esto sucede el público pocas veces se entera y se sigue dando la impresión de que en efecto contamos con medios de que carecemos. Comenzando por las agencias públicas que prestan servicios a los niños, mencionaremos en primer término al Departamento de Sanidad que tiene bajo su dirección los Hogares Insulares, el recurso mús antiguo que se conoce en la isla para niños necesitados del amparo oficial. En estos Hogares se albergan huérfanos pobres, que no hayan pasado de los 12 años ni tengan menos de 5 en la fecha del ingreso. También se reciben niños que aún teniendo ambos padres vivos carecen temporera.mente de sus cuidados porque éstos se enferman, o porque tuvieren necesariamente que ausentarse de sus hogares debido a circunstancias que no les es posible alterar, tal como sucede en los casos de prisión o de i·ealusión en un hospital por tiempo indefinido. La capacidad de estas instituciones es de 400 plazas para va1·ones y 300 para niñas. Los albergados reciben alimentación, ropa, instrucción académica y manual, atención médica y f::lcilidndes para diversión y recreo. Los niños permanecen en la institución hasta que sus· padres o familiares les reclaman, o hasta que después de realizada la oportuna investigación, el Comisionado de Sanidad decide que la situación familin1· ha mejorado y puede, por lo tanto, el niño regresar a su hogar. La ley, sin embargo, fija la edad de 18 años para la salida y eso hace posible que los niños que no tienen ningún otro sitio don-
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la institución hasta de vivir pem1anezcan en . . El estul por si nusmos. que puedan va ei-se h de cada solicitud dio minucioso que se ace de buscar íade ingreso conlleva el .esfuerzoersonas amigas miliares cercanos, padr1?._0S o p u hogar y que que deseen acoger ni mno en s este mocstén en condiciones de h~ce:~º·vi~ehogareña, ?º se le aseg:::\:!am~~º;r uque se realice en 1und11n;iento , de¡'n vacante una plaza en beneficio suyo, ~ se · biela institución para otro menor cuyos pl o d uednn resolverse de momento, e ::~r~~ c:n el básico principio de que cada niño tiene derecho a un h~gar, ya sea el su' 0 propio o uno que sustituya ni que haya ~ d'd Toda bn¡'a de Ja institución es preper 1 o. ¡ ·viamente estudiada con miras a que e nmo objeto de ella haga un ajuste adecuado al nuevo medio donde habrá de desenv:olverse. La Jubor que se realiza en este sentido es acaso Ja nuís dificil de todas en Ja institución, sobre todo en los casos de una estada que se prolonga muchas veces once o doce ~ños .. El día llegará en que no falten Jos medios m la Je¡:islación apropiada a fin de que el niño n?,rmal a quien de momento le falte la protecc1on paterna y tenga que ser internado en una institución, 110 permanezca en ella más que el tiempo indispensable para hacer los reajustes necesarios a fin de que su vida se desarrolle en el ambiente familiar que le es propicio. Adscrito al Departamento de Sanidad funciona· también el Instituto para Niños Ciegos. Es una escuela con capacidad pa1·a 60 niños de ambos sexos, ciegos totalment~ o cuyo grado de visióµ les impide seguir normalmente sus estudies en las escuelas para videntes. Admite niños desde los cinco hasta los dieciocho años. Algunos, sin embargo, salen después de cumplida esa edad facilitándoles as! Ja terminación de Jos grados primarios que de otro modo no seria posible por haber ingresado más tarde de lo reglamentado. Los cursos de cns11ñanza del Instituto para Niños Ciegos son po.:o más o menos Jos de las escuelas públicas, con los cambios y adaptaciones de rigor dada la impedimenta sensorial de los alumnos. Además de la enseñanza, reciben los internos atención médica general, y Ja especifica pe; 111 condición de su vista. Se hace ademus todo lo posible porque aprendan algo que lea P~rmita dedicarse Juego a una ocupación lucrativa. . En el .~anatorio Insulai• de Rlo Piedras, que es tamb1e~ una dependencia del Departamento de Sanidad, hay una sala para niños con
una capacidad de 40 cnmas pa1·a casos de tuberculosis pulmonar con esputo positivo. En Jo~ nuevos ~os_pitnles de Disti·ito-ya están abiertos al publico el de Baya1nón y el de Fajardo, y muy pronto estarán listo Jos de Arecibo y Aguadilla-ndemás de las de maternidad hay salas para niños con \ma capacidad de 40 camas. Estas salas vienen a llenar una necesidad muy grande en nuestro programa de servicios. A la vista de la del Hospital de Bayamón ¡ni una sola cama vacía! el ánimo se fortalece, porque ningún niño enfermo necesitado de hospitalización tendrá que ser rechazado de ahora en adelante por falta de una cnma para él. Las Unidades de Salud Pública del Departamento de Sanidad tienen establecida la inspección médica escolar en los distintos municipios de In isla. Este servicio incluye no sólo el reconocimiento médico corriente sino también servicio dental y de otros especialistas. Las estaciones de leche que proveen alimentación especial a un coste mínimo pnra las madres y niños pobres de lns clínicas infantiles, a más de instl'Ucción y supervisión en la crianza y cuidado de la infancia, constituyen otra herramienta más para atender con mayor eficacia las dificultades de los niños. En el 1926 la Legislatura Insular ndo¡¡tó una ley auspiciada por un grupo de mujeres. Es Ja que crea la Junta de Bienestar de la Niñez, adscrita al Departamento de Sanidad. Son sus <leberes, entre otros, estudiar Jos p1·0blcmas que afectan a Jos niños as! cr. mo Jan leyes que les benefician o perjndienn p"1'!l hacer recomendación de las medidr,~ coneepondientes. Es t ambién deber suyo visitar las instituciones que albergan niños e informar a las autoridades competentes de cualcsquicm deficiencias en su funcionamiento. El Departamento de Justicia, otrn agencia pública, tiene establecido ciertos servicios para Jos niños. Además de Ja Corte Juvenil en donde se ven Jos casos de meno1·es delincuentes, abandonados y descuidados, existen una Escuela Industrial para Varones y otra para hembras. Esta última, habilitada en fecha muy reciente, empieza ahon• su labor humana de rescatar del abandono en que por desgracia cayeron, a un buen núm ero de chicas menores de dieciseis años. La Escuela Industrial de varones cuenta ya varios años de vida y alberga también menores dclirucntes de menos de 18 años de edad. El ingreso en estas escuelas industriales para menores se hace por sentencia de las Co¡·-
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tes Juveniles, algunas do las cunlcs dis frutan de los· servicios de oficiales probatorios encnrgados de las iu\'estigaciones de Jos casos y de hacer el necesario reajuste familiar para evitar In reclusión del menor. Hemos visto con satisfacción que lu dirección de es tas institucioües ·se haya puesto en nwnos de dos competentes trabajadores sociales. F'unciona también en el Departamento de Justicia una Gnlera de Menores c¡ue alguien ha llamado con justeza la antesaln de Ja Escuela Coneccional. Si ésta íueru una casa de detención propiamente dicha con todos loR requisitos de su clase nos abonaría mos otro "recurso" para ayudar a solucionar los problemas de Jos niiios. Tal como es, sin embargo, no tenem~s más remedio que descnrtarla Y rogar porque no esté lejano el ella en que se cierren sus puertas para no abrirse ya más. En el Departamento del Trabajo está el Negociado de La l\'lujer y el Niño, encargado de vigilar po1:que no se \'iolen las leyes protectorns del trabajo de mujeres y niños y que éstos no sean explotados. El Departamento de Educación tie11e establecido un sistema de servicios para los nifios de los barrios en que están situadas las Segundas Unidades Rurales. Ultinrnmente ha rndicado trabajadores sociales en algunas escuelas de la zona urbana. El p1·ograma de estas escuelas comprende organización de la comunidad e intensivo trabajo de cada caso individual con los niños que lo necesitan; pero mientras en la 7.onn rural se cla énfasiR al aspecto de In organización de la connmidacl para el desarrollo de faciliclad~s y recursos, en la zona urbana, por ser más propio su radio de acción, se dedica la mayor parte del tiempo a los ca sos individuales. Otra. agencia pública de gran vaHa al se1·vicio de los niños es la Comisión para Evitm· la Tuberculosis en los Niiios ele Edad Escolar. Esta Comisión sostiene y administra la s Salas .de Descanso anexas a muchos edificios escolares y el Preventorio de Aibonit<l donde son admitidos casos sospechos con prueba de tuberculina posiUva y casos "tipo mínimo" con esputo negativo. La Comisión utiliza a maestros que denomina visitantes para la búsqueda de casos de contacto de tuberculosis entre los escolares a quienes recomiendan para admisión en las Salas de Descanso. En estas tienen los niiios el beneficio de u.na sobrealimentación, y de reposo en cama durante ciertos períodos del día escolar.
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Entre los servicios municipales de mayor utilidad están el Hospital de Niños, que for· man parte del sistema de Hos pitales de la Municipalidad ele San Juan, y la Cllnica de Higiene Escolu1· de creación reciente cu;•os beneficios rccibh·án los escolares dentro de poncficios recibirán Jos escolares dentro de poco. Y coi-responde ahora el tumo a la Cruz Roja Juvenil u quien por su índole podemos considera¡• propiamente como agencia quasi pública. Esta organización formada por la totalidad de los escolares de la isla tiene la característica especial de que sirve exclusivamente a los niiios. De vez en cuando, de acuerdo <'on su lema, "W e serve", extiende su rndio de ncción para incluir a pcrs01rn.s adultas. El programa de Ja Cruz Roja Juvenil es sumamente viu;ado e incluye servicios médicos, becas, correspondencia e intercambio de regales con niños de otros paises, orientación en cuanto a deberes ciudadanos, y otros que serla imposible enumerar. Su mayor valor pnm los niños estriba en que les prepara temprano para servir a los demás. No menos valiosos han sido los servicios prestados por la sociedad "El Zapato Escolar" se stenida por las asociaciones masónicas de San Juan, y que como su nombre indica provee de cnlzndo a los escolares pobres que los solicitan. Acaso no sea posible mencionar todas las agencia~ µarticulares y religiosas organizadas para el bienestar de los niños, y nos limitaremos a aquellas que se mantienen acti\'as. En p1·imer lugar tenemos el Hospital para Niños Tuberculosos, en Guaynabo. Lo sostiene la Sociedad para Evitar la Tuberculosis en los Niños con el producto de Ja venta de Sellos de Navidad . Tiene ya varios años de existencia y es dueiia del edificio que ocupa. En Santurce hace ya varios años que las Hermanas de San Gabriel tienen establecida una escuela para niños sordomudos sostenida mediante donativos particulares y una asignación especial de la Legislatura Insular. Los alumnos viven en la institución y reciben, además, instrucción académica y mariual. Una asociación de damas estableció en el ban·io de Puerta de Tierra un Hogar Infantil donde se cuidan y alimen~an durnnte las horas del día los niüos pequeños de madres que trabajan fuera del hogar. El Municipio de San Juan ha asignado un subsidio a esta institución. Ponce tiene también su Hogar Infantil, y
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cuenta con otros recursos que facilitan el trabajo en favor de los niños. En Caguas un grupo de señoras organizó, y con la ayuda de donativos sostiene, un Hogar Diurno para beneficio de las madres c;uc trabajan en los despalillados de tabaco. Sobre este particular debe anotarse un dato interesante: los tabacaleros de la jurisdicción de Cnguas son los más fuerte conti·ibu~•c· ntes al sostenimiento del Hogar, cristalizanao así la n ~piración de que el patrono participe activamente en cualquier plan para beneficio <le sus obreros. El Refugio de Niños Desamparados en San1.uree acoge, como su nombre lo indica, niños huérfanos desvalidos que no hayan pasado de ln edad de doce años. Tiene su edificio propio y rabida para alrededor de cincuenta internos. Dona ti vos de amigos y las cuotas de sus asociados hacen posible su existencia. En !ns municipalidades de Ponce y Río Piedras existen asilos para niños huérfanos de ::mbos sexos. Con el cierre del Asilo de Huérfanos de Yauco ocurrida a fines del mes pasado tenemos que anotarnos una pérdida sensible. Allí encontraban amparo un número reducido de niñas a quienes se lro enseñaban los rudimentos de la lectura y escritura y labores domésticas Y de adomo. Ignoramos la cnusa que determina esta baja en nuestro haber de "recursos", pero confiamos en que no faltará en Yauco el grupo de mujeres de elevado espíritu público y de probada caridad cristiana que haga surgir la institución que debe reemplazar a la que se pierde. Hemos dejado expresamente para lo último los nuevos recursos de que dispondrcmo• po1· rnzón de la extensión a nuestra isla d~J Título V de la Ley de Seguridad Sócial. Nos beneficiaremos de tres de sus secciones: 1-Salud de la Madre y del Niño (Maternal :ind Child Health) 2-Niños Lisiados (C1;ppled Children) ,:J-Bienestar del Niño (Child Welfare) Los servicios que abarcan la primera y sei;unda sección serán prestados a través del Negociado de Higiene Infantil del Departamento de Sanidad, que podrá con estos recursos c:;tender sus scrvir.ios a las madres y a lo• nitios especialmente de la zona rural. · Los servicios a nÍJios lisiados han empezado n prestarse ya. Un especialista en esta materia ha llegado de los Estad Qs Unidos para l'r gantzar l:i labor. Los cas~s deberán refcrir:;c o las Unidades de Salud Pública donde
se prcs~ará l~ atención mádic~ presc1·ita y se proporc1011ara todo lo necesnr10 para la cnradón de 103 pacientes. El p1·ograma de bienestar del niño (Child Wclfare) será pm¡sto en práctica por el Negociado de Bienestar Social del Depart:.mcnlo de Sanidad. Se prestará asistencia a los casos necesitados usando la técnica especializada de trabajo de caso individual (case work) y además se llevarán a cabo proyectos locales de acul'l'do con las necesidades de cada comunidad. El programa de bienestar del niño no incluye el auxilio directo, o sea cantidades en efectivo para las madres o familiares que cuidan de los niños. Ese servicio está provisto en el Título IV de Ja Ley de Seguridad Social - Auxilio a los Niños Dependientes que no ha sido aún extendido. a Puerto Rico. Pero a manera de demostración se confeccionará un programa que provea asistencia del niño en un hogar, pa1·a lo cual se ha s~pa rado una pequeña cantidad de los fondos osig-nados. Largo como resulta a primera vjsta este inventario dista mucho ele estar completo, aunque nos regocija el hecho de que hemos experimentado sólo una baja en nuestro haber. Sin embargo, cualquiera persona sinceramente interesada echa de menos he1Tamientas que nos son indispensables para mover la rueda que hará surcos fecundos en la vida ele los niños puertorriqueños. Hace notoria falta medios de servir con ·mayor eficacia a los niños que no han cumplido 5 años, y a los que sobrepasaron los 12, para los cuales se ha hecho poca o ninguna prov1s1on. Aún para los que se encuentran entre estas edades los recursos existentes no bastan para i·cmediar sus dificultades. Tampoco existen facilidades para el tratamiento y cui dado de los niños mentalmente anormales y los débiles mentales. Los servicios dentales que :ictualmente se prestan son por demás incompletos, porque la falta de recursos económicos nos obliga a limitamos a lo estrictamente indispensable. Necesitamos extender y mejorar los servicios de los comedores escolares en toda la isla, especialmente en Ja zona rural, así como el de inspección médica escolar. Al hacerlo habremos cristalizado los deseos hondamente sentidos por las autoridades incumbentcs. No se ha dado todavía bastante atención n los incontables sacrificios que representan para los padres y los niños de la zona rural la lucha por asistir regulnrmente y con puntu~-
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lidad a !ns escuelas radicadas a considerable distancia de sus hogares. Las Asociaciones de Padres y ·Maestros deberían hacer suyo este asunto y encauzarlo por las mi smas víns de franco éxito que lo hicieron con los Comedores Escolares. La forma en que nuestra población infantil Y muy especialmente los adolescentes invierten sus horas de ocio debiera preocupar 'hondamente a toda la población adulta du modo que surgieran, sin más dilación, los sitios apropiados para el esparcimiento y solaz de los niños. Hasta ahora, el cine que constituye el medio más asequible para su distracción ha estado fnlto de la supervisión que habría de convertirlo en fllente de placeres s:iludablcs. Nos preguntamos si acaso se están duplicando servicios y esfuerzos a coste de la iniciación ele otros que pudieran completRr los c¡ue ya tenemos. Creemos firmemente que esto es cierto, y que precisa que las agencias encargadas de los servicios a los niños se pongan de acuerdo para trazar un programa amplio y comprensivo, y luego se asigne a cada una de ellas una fase del trabajo a realizar. Sólo así podrímnos asegurarnos de que serian beneficiados todos los niños y satisfechas, hasta donde sea posible, sus necesidades. Nos alienta sobremanera la pers¡1ectiva de aportaciones nuevas a éste nuestro inventario
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de recursos sociales para el biencsta1· del niño. Entre las que ofrecen mayores posibilidades están las actividades en favor de los niños retardados que un grupo de personas conscientes de sus deberes ciudadanos están impulsamlo. Y parn suplementar estos servicios, la Legislatura Insular ha aprobado una ley asi¡.¡nando p:u·te de los fondos pn ra la constrncci,jn de un edificio para internar a los niiios mentnlmente enfermos que necesitan cuidr.clo institucional. LaW.P.A. hará su contribución a este laudable fin. De igual valor c¡ue los antes mencionados servicios y con las mismas probabilidades de buen éxito, surge a Ja vida la Sociedad para la Protección y Defensa del Niño. Esta \"iene n llcnnr una necesidad largo tiempo sentida como es In de proveer un hogar temporero al numeroso grupo de niños abandonados mientras se trazan planes definitivos para su bienestar. Hemos de terminar nuestro inventario aunque sabemos que acaso no hayamos incluido en él toda la propiedad que poseemos. No queremos cenar sin hacer justicia al N egocindo F'ederal de 1la Niñez (U. S. Chi!dren's Bureau) por habernos servido de mentor en In Cruzada del Bienestar ele! Niño en nuestro ¡mis. Desde que dicho Negociado incluyó a los niños de Puerto Rico en su programa de actividades, su interés ha ido en aumento culminando recientemente en la extensión a la Isla del Título V de la Ley de Seguridad Social.
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trae <t s1i niesa, la. r·i.oci <Lronw ele nuestras tnonta1ias : la. sensación ele vzaci<lcz y lejanía del cafetal. ·
pm·o, escogido, el brinclis cordial de nuestros. agricultores cafeteros por un mejor c-onsumo de café en nuestra isla. Lo mismo en latas peque.fías y grandes que en bolsas de papel, puede conseguirlo en cualquier punto de la isla.
Su, 1n-ecio estcí al alcwnce ele toclos.
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SITIO DE RECREO PARA NUESTROS NII\Ios C"'LIA NU~EZ DE BUNKER S;pervisora de Trabajo So~!al Departamento de Instrucc1on creo para asegurar el uso constrnctivo de las niños d~s- horas de espa1·cimiento Y solaz de nuestros ni¿ A dónde van a para1· nuestros ' Y ·don1 pués que salen de las escue as . . '. • ños. No es patrimonio exclusivo de los maesde pasan el dla los que no están asistiendo a tros, los instructores atléticos, los trabajadoclases? Hay tan pocos parques de recreo ... res sociales, o alguna que otrn organización Canchas para deportes hay unas c~antas, pe- clvica ya existente el preocuparse por estos ro generalmente están sin el equipo ~ecesn asuntos que atañen al bienestar de la niñez de rio. La Administi"nción de Reconstrucción de Puerto Rico y al futuro de nuestra civilización. Puerto Rico tenla algunos Centros Comunales, El niño debe disponer de facilidades para diez y nueve en la isla, que no ll?naban toda gozar de experiencias saludables. Hay que nuestra necesidad, pero ahora están ~errados. orientar debidamente sus ansias de nuevas Gimnasios, hay dos en todo Puerto Rico. .Las actividades. Satisfacer sus deseos de tener plazas públicas en los pueblos apenas s1 se amigos. Ofrecerle grupos que sustituyan usan. Tienen tan poca arboleda que el calor las "pandillas" a las que gusta de pertenecer. del sol limita el uso que pueda dá1·seks. Nues- Debe tener pai·ques, gimnasios, piscinas, cantros iios están infestados con la Bilharcia; chas atléticas, patios de recreo, en les que adc>más muchos de ellos están casi secos. Hay ejercite las energias que necesita consumir. pocas pla~·as protegidas que se brindan gmTambién le hacen falta sitios en donde pueda tuitamcntc para el uso del público. Apenas ir a reunirse con sus amigos a jugar "pingsi hny alguna que otra piscina que pueda utilizar c>l niño de modestos recursos económicos. pong", "parchese", dóminos, lote1·ia, damas, Los pnt.ios de nuestras escuelas generalmente etc. Bibliotecas. Salones con materi;ilc>s y c:irccen del equipo necesario y a veces se pro- herrnmientas para crear objetos de arte. El ideal de que los miembros de la genera· hibe el uso de ellos después de las horas de clases. Asl, nuestros niños vagan, o juegan, ción que aht'ra c1·ece sean personas de cueren las calles, en alguno que otro solar vacío, pos sanos y mentes alertas no puede verse en los patios de las casas, en los cafetines, realizado con los mezquinos recursos que ofreen los salones de billar, y en ocasiones frc- cemos a nuestra niñez para su desarrollo. tuentan hasta cabarets y sitios de mala i·e- Muy pocas son las asociaciones de la i~la que JIU!.ación. El valor educativo de su juego es llevan a cabo prog1·amas recreativos para Jos muy limitado, frecuentemente negativ(l. LaR niños, a saber: la Asociación Cristiana de Jómalas compañías y la falta de otra cosa que venes, los Niños y las Niñas Escuchas, los hacer incitan al niño al mal uso de las horas Clubs 4H, la Comisión de Recreo y Deportes Públicos de Puerto Rico, Grupos como desocupadas, que son muchas. ¿Podemos culpar al menor que hurta, que Pro Arte Musical, etc. Los casinos, las escuelas, las iglesias y algunas asociaciones loca~e entretiene en la destrucción de la p1·opiedad pública o privada, que molesta a los más les, organizan de vez en cuando, algunas acpequeños, que se fuga de su hogar p3I'll Ue- tividades recreativas para niños pero ncc~si tamos que estas instituciones extiendan su ra!{al' n otro pueblo en busca de nuevas experiencias, que adquiere indeseables hábitos se- dio de acción. XU:.\les, que se embriaga, que se com-ierte en El gobierno de Puerto Rico no está ocupán11dicto a drogas, que va poco . a poco camino dose, a la medida de sus ingresos, de Jos nia la delincuencia? La verdad es que su pe- ños. El gobierno lo hacemos nosot1·os, el puecado es casi exclusivamente el fruto de nues- blo, porque vivimos en una democracia. Estrn desidia, que el juez de la Corte Infantil tamos descuidando a nuesti·os niños, esto es, debe sentenciar también a la sociedad por ha- estamos descuidando el futuro de esta demober sido ésta la responsable en gran parte de cracia. El sostenimiento de nuestro gobierque el niño fuera empujado al delito. no cuesta alrededor de cincuenta millones de lkmos usado con tanta frecuencia el térmi- dólares anualmente. Para los niños apenas no sociedad que ya pocas personas se detie- dedicamos ocho millones¡ siete millones para nen a pensar que ellas son parte de la socie- su instrucción y acaso medio millón para pro<fod. Tan respon!able eres tú, lector amigo, teger su salud. Una cantidad ínfima va desccmo lo soy yo, simple trabajadora social, de tinada para proveer facilidades recreativas. fomcnt.ar el establecimiento de sitios de re- Si comparásemos· esta proporción con la de
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cualquier estado de la Unión Americana nos daríamos cabal cuenta del poco cnso que hacemos a los niños en nuestro pals. Quizás In primera actitud que debemos cambiar es la de personas inteligentes que se abstienen de participar en la cosa pública, y hasta de expresar opiniones sobre asuntos de vital importancia para el pueblo, debido a ciertos temores infundados. La Legislntura no estú sorda a los clamores de la opinión pública con relación a 1:i educación verdad que, además de In enseñanza de las asignaturas académicas, abarca la preparación del individuo para que haga buen uso de las horas de ocio y ayuda a la formación del carácter del educando. De nada valen las leyes impulsando la enseñanza de moral y buenas costumbres si el CUl'l'Ículo escolar queda limitado a las asignaturns académicas, si el niño pl'eocupa al maestro solamente mientras está en el salón de clases, si la comunidad no l'espondo al grito de más parques, más sitios de rccero, mús estímulos para que el niño desarrollo una personalidad sana, integrada. Hasta ahora hemos legado casi totalmente nuestra responsabildad al llamado "recreo comercial", en especial al cine. Este no ha recibido la supervisión necesal'ia, permitiéndosele que a menudo sea un elemento destructor de conceptos y actitudes morales que el hogar, la escuela y la iglesia habían !ogl'ado desanollar. ¡Qué muchas horas desocupadas tienen nuestros niños! Horas que ¡iueden ser invertidas en actividades de beneficio para ellos y para la sociedad. Las estadísticas nos dicen que más de la mi tnd de los niños de edad escolal' no están asistiendo a clases. Muchos de los que tienen el p1·ivilegio de estar matl'iculados solamente permanecen en la escuela durante tres horas del día, debido al sistema do doble matricula. La expl'esión del instinto del juego puedo guiarse para bien de la personalidad del individuo. El niño que tiene con quien jugar, y dónde jugar, dispone de menos tiempo para la introspección y el desarrollo de tendencias morbosas, practica In sociabilidad, apl'ende a gamir y a perder, emplea sus facultades de líder. El ejercicio favorece a su crecimiento .físico. Al mismo tiempo se moldea su carácter y se higieniza su mente. En el pasado dimos demasiada impol'tancia a la competencia en los deportes. Limitábamos las opo1·tunidacles para el juego a unos pocos, que coh frecuencia salían perjudicados
con o! reprobable sistema "de jugar para ganar". La tendencia moderna es enseñar a los niños a que participen en actividades tales como caminar, ir :i campamentos, nadar, patinar, aprender varias formas de artes manuales, en donde la competencia no es el facto1· predominante y en las que pueden participar muchos niños a un mismo tiempo. Es más, se considera que el niño debe aprender, no sólo a ser participante, sino a ser espectador en el teatro, en la ópera. As! mismo se da ónfasis a que el niño aprenda a divertirse sin necesidad de gastar mucho dinero y a que sepa utilizar sus propios recursos. Uno de los objetivos de organizaciones como las de Escuchas, es enseñar que la lectura, la música, la pintura y la fotografía son medios efecti vos para que el individuo emplee sus horas de ocio de manera satisfactoria pal'a él y para la sociedad. El ''ivir, se ha dicho repetidas veces, es un Al'te. Enseñemos a nuestros niños el Arte de Vivir.
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Sobre la delincuencia juvenil en las niñas CELESTINA ZALDUONDO Directora de la Escuela Industrial de Nillas
Hay dos aseveraciones que n~nca P?demos sostener en el campo de la dehncuencia: Primero, que la delincuencia es heredada. Segundo, que la delincuencia tiene tal o cual causa. En seguida veremos por qué. El concepto de lo que debe considerarse delincuencia varia según los pueblos y según las épocas. Lo que se conside1·a delincuencia en Alemania quizás no se considere delincuencia en Puerto Rico. Lo que se considera delincuencia hoy en Puerto Rico, quizás no hubiera sicl o considerado delincuencia aqu! mismo hace dos siglos y vice-versa. De modo, pues, que la determinación de lo que ha de conceptuarse delincuencia se hace en una forma arbitraria. Siendo esto así, ¿cómo podemos decil· c¡i:e l:i delincuencia se hereda? ¿En qué parte del germen que produce las caracteristicas del individuo se encuentra el elemento delineu~ncia? Podemos heredar ojos azules o garzos pero no podemos heredar la tendencia a nctuar asocialmente.
no decir que las mismas condiciones de vida que produjeron la delincuencia en el primer caso la produjeron en el segundo? El dicho "hijo de gato caza ratones" no es aplicable a la situación humana de delincuencia.
La segunda aseveración que se refiere a atribuir la delincuencia a determinada causa en pa1·ticular como a menudo tratamos de hacer, no resiste el más ligero examen. Alg·unos aseguran que los hogares rotos son causa de delincuencia. ¿Por qué uno y no todos los miembros de un hoga1· roto sigue el ca mino de la delincuencia? Otros asegurnn que la ·pobi·eza es causa de la delincuencia. ¿Por qué no todos los pobres son delincuentes? Aún otros sostienen que el mal ejemplo ele los padres produce la delincuencia. ¿Por qué, pues, no todos los hijos de un tal matrimonio se entregan a actividades delincuentes? Y asi podriamos también pr~guntarnos por c¡ué no todos los retardados mentales son delincuentes. (A' menudo olmos asegurar que el rctrnso mental es causa de la delincuencia) Algunas ¡1ersonas afirman que los niños que se crían Se han hecho varios e~t11dios con el fin sin el amor ele sus padres son candidatos sede probar que la delincuencia se hereda. Se guros parn reformatorios y presidios. Sin ha h·atado de ~eguir las c11rre1·as delictivas embargo, no son pocos los nfüos c¡uc nacidos emprendidas por lc;s miembros de determina- en estas condiciones llegan u ser, a pe3ai' de das familias durante gene1·aciones sucesivas. esta desventaja, ciudadanos respetr,blc~ de la En algunos casos se ha llegado a afirmar, uti- comunidad. Se ha propalado ampliamente lizando el material recogido en esa forma, que c¡ue individuos con determinada conformación la delincuencia se hereda. Sin embai-go, per- física son candidatos seg·uros a In carrera· de sonas versadas en la materia han logrado pro- delincuencia. Sin embargo, en las aulas unibar que en todos estos estudios hay una fa- versitarias se han encontrad<> individuos de lla fundamentsl. En ellos no se ha consegui- idéntica conformación que se han conservado do afol:lr la influencia del ambiente de la he- posteriormente por completo alejados de lo rencia en las carreras delictivas estudiadas. que podría llamarse delincuencia. Unida 11 De la única manera que esto podrla conse- esta idea sob1·e las causas de la delincuencia, b"llirse serla separando en el momento de na- marcha otra que atribuye a determinados decer al fruto de uniones entre delincuentes y fectos fisicos la conducta delincuente. Esos trasladándolo inmediatamente a un ambiente mismos defectos físicos se han podido obserfa\·orable que presupone una vida social ajus- var en miembros valiosos de la comunidad. tada a la ley. Resulta de todo punto ingeIndudablemente que no todas estas causas nuo afirmar que la delincuencia se hereda por de la delincuencia c¡ue hemos expuesto tienen e~ ~echo de que. hijos de delincuentes que han el mismo valor y hasta hay algunas, como las ~1v1do en el mismo foco de miseria, inmoraque atribuyen la delinc.uencia a dctermin!lda lidad Y. ~nfermeda~ que sus padres, prosigan conformación física, que pueden descurtnr~c las act1VJdades dehctivas de éstos. ¿Por qué por completo. Nosotros consideramos que la
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situación que produce la delincuencia es un Este tipo de uniones es el que termina a me"cocktail" de muchas causas que operando a nudo en hogares abortados si se trata de una un tiempo ocasionan ese fenómeno. Creemos madre soltera, o en hogares i·otos si habiénns! mismo que In mayor parte de estas cau- dose efectuado el matrimonio se disuelve possas operan con éxito más completo en la ni- teriormente la unión. ñez. El mal ejemplo, In miseria, el descuido En un grupo de 20 niñas, de las llamadas por parte de los padres, las deficiencias fisi- delincuentes, que hemos tenido la oportunicl:ld cas y mentales, la educación moral defectuosa, de estudiar, aunque ligeramente, no hay un actuando conjuntamente en los primeros años solo cnso en que In entrada de estos seres al Je vida del hombre, si no le llevan a un cho- mundo fuera hecha bajo buenos auspicios. En que premo.turo con la sociedad que le conduz- la fuente misma de s u vicia, existia ya el auca ante el juez ele una corte juvenil, le pre- gurio de su sposterio1·es dificultades. Niñas paran para enfrentarse posteriormente con concebidas por casualidad, en hogares que deslo.s cortes de adultos. .conocen por completo las necesidades emocioHemos observado con gran regocijo la in- nales de los niños, sin tradición alguna de motensificación notable del entusiasmo por pro- ral que pudieran sentirse obligadas a sustenteger la niñez abandonada en la Isla. · No tar, rodeadas por vecindarios en que las norpasa una semana sin que en uno u otro pe- mas de conducta son bajas, luchando con la riódico nos enfrentemos con un "párese, mire, csti·echez económica, sin diversiones adecuaoi ga" que nos llame la atención acerca de los das, sin maestros que dediquen suficiente tiemproblemas ya especificados, ya generales, de po a entenderlas y guiarlas, ésas son las prila niiie2 ab::mdonada y de nuestra responsabi- meras 20 niñas que han ingresado en la E slidad en su solución. Es precisamente un te- cuela Reformatoria Insular. 1·reno que se presta para dar una de las baCuando hablamos ele estrechez económic11 tallas más formidables en contra de su geme- en relación con la delincuencia que ha traído lo, el de la delincuencia. Quizás poclrlamos las niñas a esta institución, no nos referimos ir todavía m:is lejos llegándonos hasta nucs- a que en los casos. en que el hurto ha sido tl'as primeras líneas de defensa y entablar factor precipitante de la reclusión, se haya nuestra lucha en contra de los progenitores recurrido a éste por haber necesitado lo hu rde estas situaciones hermanas, a saber, la ig- tado para comprar alimentos. En muchos de norancia y la falta de un verdadero sentido los casos lo hurtado ha sido utilizado ya para embellecer la persona, ya para hacerla pode moral individual y colectiva. Decimos que la ignorancia es un factor, pular entre sus compañeras, pues a menudo el pues consideramos que la falta de compren- importe era distribuido o el artículo mismo sión por parte de los padres y demás adultos regalado a las compañeras. Cuando aludimos a la falta de un verdadeencargados de dirigir al niño en sus primeros áños trae como consecuencia privar a éste de ro sentido de moral colectiva, nos referimos n las oportunidades de crecimiento emocional sa- la indiferencia con que mira la sociedad el no y perinite que se arraiguen tendencias que. bienestar de sus miembros, indife1·encia que atajadas a tiempo y encauzadas por otros se traduce en inacción ante los problemas sosenderos, podrían ser socialmente utilizables. ciales. A la sociedad no le preocupa si un Añadimos que la íaha de un verdadero sen- individuo tiene los medios legítimos de ganartido de moral individual es otro factor, porque se la vida. Sólo cuando el individuo en la lusabemos qqe el descuido y abandono de que cha por conseguir su subsistencia perjudica a son víctimas muchos de nuestros niños y que otro, es que la sociedad pone atención, y esto, a veces · los conduce a la delincuencia, no se para cobrai·se el dafio. Aún los esfuerzos que basa solamente en la ignorancia, sino en la algunos grupos ejercen por facilitarles los mefalta de fibra moral, ya en el paclrc, ;¡a en la dios de vida a los desafortunados, se encuenmadre, quienes con ojos abiertos decretan por tran con U!ta crítica desfavorable, alegándose su conveniencia personal, la muerte espiritual que se está tratando de manganzonear a la y social de sus hijos. Indudablemente c1uc ese gente, que el que quiere, puede trabajar. i Que descuido y abandono de que hablamos tiene pensarán de esto todos los que no tienen ina veces como causa la ignorancia, pero en mu- fluencia, que van de pue1·ta en puerta solicichos otros casos se debe a que ni el pa<lre, ni tando trabajo, y reciben casi siempre una neIn madre, tienen el menor aprecio poi· el fru- gativa desconsoladora! ¿Quién de nosotros to de su unión y lo consideran un obstáculo piensa dos veces cuando se encuentra con uno a su bienestar, una complicación en su vida. de los sin ti·abajo, en el cuadro de necesidad
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familias de las cuales proceden estas niñas, él' ¿Quién de nosotros podi·lamos decir que todas pertenecen a la po. que hay detrás d~ ·cuando le paga un sase condena a si nusmo que tiene emplea- breza. Es de notar que con raras excepciones, lnrio ínfimo ª las personas ? Aparte de las incluyendo en éstas los casos de madres en. que otro cs- f ernms, todas las m11dres de estas niñas tl'adas en su '" .sller o en su casnuno dcelarocioncs hechas en¡ a1g de la actividad bajan, y trabajan fuera de la casa. De ahi Y tatuto que r.o ' .se cumpde,'bilmente secun da do, que veamos una y otra vez las afirmaciones de uno qué otro grupo e que es ne- hechas por estas madres en la corte en el . ·a en una e1·a en tolc1·amos In ~usert u ción porque no hay sentido da que ellas no ¡meden gobernar a sus cesurio des~rmr In pro uc ' • Ja sola di- hijas como corresponde. Vé11se que estns ni. llI uchas vece~ quien In com¡n e. . d te de una bicicle- ñns en su mayor parte están en la edad en !ercncia de un 11' 3 J~ .ecendetermina el que el que la dirección y la compañia de una mnd1·c ta de un:i entrada a cm_ e, el suyo no. es más imprescindible. hijo de su vecin? seda ~elu1~~~=:~: la distl'ibuDe entre estas niñns hay nueve que son hi• cc.n un Poco mas e 1C'el mundo donuna, po- jas legitimas, ocho naturales y tres reconociciún de los bienes que ducir las cifras de ds s. En ninguno de los hogares pu<Jde decirsiblemcntc lograi·en~os . re.. de los facto- se qu e se lleva unn vida normal. Cuatro de !· delincuencia al d1smmmr uno . .1 . ue no el único, que opera en 1~ s1- las madres que viven nbusan del licor. Dos res, .:;unq .d la delincuencia: la mse- de Jos padres que viven abusan también de la rnnc1011 que pro uce . inse ridnd bebida. Uno de estos padres ha sufrido trasuridad creada por Ja pob1eza, ~ to1·nos mentales agudos. Dos de las madres &'uc se tr:icluce en privaciones que .el mno no se encuentran padeciendo actualmente ele tras;nticntle Y en inestabilidad en su vida. . Unid:i a e~n indiferencia con q~e la socie- tornos mentales. Otras dos están pac!ecienclo de tuberculosis. En la mayor pa rte de los dad contempla las privaciones físicas, se c•:enlra su to!Erancia por todo .lo que pue .ª casos en que el padre de la menor ha muerto constituir un peligro para la JUVentud. D1- y la madre vive, ésta se encuentra convivien' ganlo ~i no el sil encio con que ?bservan las do con un concubino. De las veinte niñas hay cinco que no saben comunidades la s casas de lenocimo, los cabarets, los billares y casas de juego. e~ general leer ni escribir. Hay una que ha llegado has" en fin teda esa serie de establec1m1entos en ta quinto grado. Las demás se hnn salido de . ;;ue se crian y alientan las manifestaciones q~e la escuela antes del quinto. En cuanto a las diversiones, puede decirse ponen a la juventud de frente a Ja ley. D1ganlo si no, la frialdad con que i·esponde la que la mayor parte de estas niñas caredan de sociedad a casi todos los movimientos de pro- diversión adecuada. Casi todas pasaban el día entero y pin·te de la noche fuera de sus ca t ección a la iiiñez. L:;s moth·os p1·in cipales que precipitan la re- sas, andando de un lado ¡mr11 otl'o de In ciudt:>ión de bs niñas que han ingresado en la dad. Unas cuantas asistían u cabarets. ezcuela reformatoria hasta ahora, son las fuTodas las niñas recluidas pertenecen a lu gas frecuentes del hogar, las compañías peli- religión católica, apostólica, romana. Una es grosas, la prostitución, el robo y la incorregi- Hija de Maria, pero ninguna era en tólica prácbilidad. Siempre encontramos expresado en t ica. Casi en su totalidad desconocen las forfas resoluciones de las cortes, que a las difi- m::s externas de expresar la fe y todavía mecultades manifestadas por las hijas se une la nos, como es de esperarse, ni siquiera lo que incapaddad de los padres o de los encargados, debe esperal'Se de un buen cr istiano, en lo p:lra educarlas, g;uiarlas y protegerlas. que se refiere a conducta. La edad de estas niñas varía entre los onEn todos los casos que tenemos ante nuesce y quince años. Seis de las veinte niñas no tra consideración no ha estado operando un tienen madre. Cuatro de ellas son huérfanas · factor sólo. Aparte del ambiente reinante ce p:id;·e y madre. Nueve son huérfanas de dentro del hogar que como habrá podido verf'"d1·e. Sólo cinco tienen ambos padres vivos, se está lleno de deficiencias, tenemos en gep ~1·0 en tres <!e estos casos el padre ha abanneral fas condiciones adversas de la comunidon:ldo el hogar y ha establecido su casa con dad 'J entre ellas se nota especialmente la eaotra muja-. En dos casos en que ha muerto 1·encia de lugai·es de recreo adecua dos donde, b madre y vive el padre, éste no ha asumi- bajo la supervisión de personas entrenadas al do P•n·a nada la protección de sus. hijas. efecto, puedan estos seres plenos de vida, oeuEn cunnto a la condición económica de las par sus ho1·as libres en actividades que les dis-
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traigan y que a la vez contribuyan a formar un carácter recio y jus to y le proporcionen experiencias en In vida de cooperación. Es digno de notarse también cómo In iglesia no hn asumido en toda su magnitud y con toda la. prof undidad ncccs:iria, la parte que le corresponde en la modelación de las conciencias de la 11iñcz en Puerto Rico. Indudablemente qu e se impone una mayor actividad misionera por parte de los cuerpos religiosos del p:iís. La escuela tampoco le lleva mucha ventaja a la iglesia en el desempeño de sus funciones moralizadoras. Ni siquiera llena a cabalidad su tarea de comprens ión. ¿Cómo son nuestrns niñas delincuentes ? Cadn una de las niñas que nos ha llegado es un paquete . de dinamita, en lo que res pecta a \'italidad y a energin. Es amante del juego como es natural en su edad. Prefiere los juei¡-os activos a los pasivos. Le encanta el baile, también el canto. Es susceptible, excesivamente susceptible. Carece de dominio en sus emociones. El espíritu deportivo de "fair play" es tá completamente ausente de sus acciones. No posee espíritu de cooperac1on. Hay otra característica que no deseamos olvidar y que nos parece predomina en el grupo. Es la infnntilidad en l:ls reacciones emocionales. Podemos notar en las actividades diarias de estas niñas una a"ctitud muy por de. bajo del - nivel cronológico al que pertenecen aún siendo éste como lo es, entre once y quince años. Aparte de estas características que son comunes a la mayor parte de las niñas recluidas en la Escuela Ue.formatoria, hay naturalmente las diferencias individuales que son ele esperar cuando se trata de seres humanos y entre ellas encontramos algunas niñas que son casos francos de neurosis incipientes. Todas la s medidas generales que se impulsan para fortalecer el hogar en lo económico, en su as¡iccto de salud física y mental y en lo espiritual, deben ser calurosamente apoyadas por los que se interesan en evitar la delincuencia juvenil, ya que el hogar juega un pape! 111'incipa1Ísimo en el fomento de ésta asi como en S\I tratamiento. No hay mejor sitio para un niño que su propio hogar, y al tratar los casos de delincuencia juvenil debe agotarse tocio recurso para conseguir la transformación del hogar antes que recurrir al medio más cómodo de separar totalmente al niño de sus padres. Como se dice vulgarmente "la calentura no está en la sábana"y si bien es cierto que en algunos casos se impone la reclusión de un niño mal adaptado, no es menos cierto en 11n número crecido de casos, que el mejora-
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miento del ambiente que rodea el hogar y del trato de los padres son suficientes para detener el camino torcido que pueda haber emprendido un niño. Al llevarnos la sábana dejamos intacto el cuerpo con toda sn enfenncclad y así fracasamos en nuestro obj etivo principal. La educación de los padres al fin y al cabo resulta más económica, ya que seguramente no es un niño solo el que depende de ellos, sino posiblemente otros más que habrán de beneficiarse de la luz que logren en el curso del tratamiento. La labor de educar y orientar a los padres no puede desempeñarla una persona cualquiera. Es difícil, sumamente difícil si se hace como debe ser hecha. Por eso abogamos por una :intensificación de la labor de servicio social, labor que debe anexarse a todas las actividades de protección a la niñez y . muy especialmente a las escuelas y a los tribunales para menores que hay en la Isla. Esta labor de educación que puede desempeñar el trabajador social cuando ya está hecho el mal, seria disminuida en gran parte si se fomentara con entusiasmo la educación general de todos los iÍldividuos, en la rama de los cuidados al niño, incluyendo la comprensión de sus necesidades fisicas, emocionales y espirituales y los mecanismos que operan en los distintos problemas de conducta que él presenta desde que nace, as! como la forma de tratarlos con éxito. Esta educación puede empezar en los grados superiores y continuarse aún después del matrimonio. No debe limitarse a las personas de recursos, sino que debe alcanzar a los padres más humildes. El público en general debe conocer los principios que rigen la vida del niño, las necesidades que es preciso llenarle para que logre un crecimiento armónico que resulte en óptimos frutos s"ociales. Debe comprender que cuando le aplican a un niño la designación de delincuente no quiere decir precisamente que ese niño en si sea peor que el ele su vecino. En muchos casos quizás lo único que significa es que se trata de un niño más pobre, más solo, menos protegido que el ele su vecino. Todos conocemos a niños de conducta insoportable que por tener padres acomodados que reparen a tiempo nlgún daño cometido por ellos, nunca llegan ante la presencia de un juez. Además de los padres, existen otras personas que tienen contacto importante con los mnos. Son los maestros, los médicos, los sacerdotes y los trabajadores sociales. A éstos en especial se les debe impartir los conocimientos de la higiene mental para que noten
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los peligros a que pueda estar expuesta la vida de un niño y traten aquellos trastornos que esté en sus manos tratar. A pesar de que la educación de adultos en el cuidado de los niños aminora las dificultades de conducta que éstos puedan presentar, sin embargo, queda siempre un número de casos en que la naturaleza del trastorno es tan seria que sólo especialistas pueden asumh· con éxito la responsabilidad de tratamiento. Por eso recomendamos la creación de clínicas de orientación juvenil o sus equivalentes de mancrn que los padres puedan recurrir a ellas a buscar consejo cuando no se encuentren capacit:ldos para resolver por sí solos los problemas que presentan sus niños. Estñ dmnás que hagamos hincapié en la importancia que tiene la escuela en cualquier progrnma para combatir la delincuencia juvenil. Es preciso que los métodos utilizados poi· ella estén basados en la individualización de los niños y en el conocimiento de ellos y de la manera como vive cada uno. La clasificación en grupos pequeños con necesidades similares facilitará la labor de la enseñanza. La riqueza de los cursos de estudies es un "sine quanon" para hacer frente a las necesidades de los niños de edad escolar.
Lo mismo que hemos dicho para la escuela en general puede aplicarse a las escuelas especiales a donde han de ser enviados los niños delincuentes que no puedan ser tratados en el seno de su hogar o en un hogar sustituto. Debemos añadir que estas escuelas especiales deben funcionar en la forma más parecida posible a un hogar inteligente y cariiioso. Con un programa variado y que cubra todos los aspectos de la vida del niño, dificilmente será necesario recurrir a castigos corporales. Decíamos al princ1p10 que la delincuencia no podía atribuirse a una sola causa. Antes de te1·minar queremos recalcar que todo programa enderezado a tratar la delincuencia juvenil tiene que enfocar aL delincuente mismo, para descubrir cuáles son los factores que han operado en él, y una vez adquirido ese conocimiento dirigir el tratamiento a combatir las causas determinantes, evitando así dar palos a ciegas. Deseamos además, expresar que por más alto que sea el costo de los programas de prevención de la delincuencia nunca podrá ser mayor de lo que le cuesta la dcfütcuencia a la sociedad. Ponce, P . R., 26 de agosto de 1940.
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Los niños dependientes y abandonados Mercedes VELEZ HERRERA.
Ahora que las naciones han dado rienda suelta a su egoísmo y que el mundo se retuerce angustiado por los cruentos dolores de una espantosa guerra, viene n nosotros el recuerdo triste de miles de niños refugiados, débiles criaturas exiladas de su tierra nativa y obligadas a dejar tras de sí a sus padres, sus hogares y todo cuanto para ellos tiene verdadero valor y arraigo. t Niños abandonados! ¡Niños dependientes ! ¡Cuántos habrá a estas horas en tierras Temotas y extrañas, condenados acaso a no ver más a aquéllos que les dieron el ser! ¡Cuántos crecerán entre desconocidos, en Jugares ajenos por todos conc eptos, huérfanos de pan y abrigo y de lo que es más preciado aún : de cariños y afectos verdaderos! Los que sobrevivan de esta gran hecatombe llevarán siempre en sus mentes y en sus conciencias el i·ecuerdo triste ele las duras experiencias de sus primeros afios, que-son por desgracia en este casolos que contribuyen, con mayor intensidad a la formación del carácter y al desarrollo de la personalidad. Porque esto últ.jmo es de conocimiento general y porque los nifios, por su condición de tales, precisan ele nuestros mayores cuidados y ternezas, nos preocupa doblemente la suerte ele los que han sido abandonados y de los que, por situaciones contrarias a su voluntad y a la ele sus progenitores, se ven obligados a v1v!l" en completa dependencia de amigos, vecinos y del gobierno mismo. Puerto Rico, actualmente lejos de los horrores de la guena, vive sin embargo el problema de Jos niños abandonados y dependientes cuyas filas aumentan día tras día debido a la poca atención que se presta a la situación. El censo que hace poco realizara el Departamento de Instrucción a solicitud ele la Legislatura Insular nos informa que fueron estudiados 3,516 casos de niños abandonados. Las personas encargadas de este censo reconocen que debido a limitaciones de personal y de otra naturaleza, no fué posible realizar un estudio completo del problema de la niñez desvalida de Puerto Rico. Los niños de nuestra zona rural, los del co1·azón de la montaña, y
los de los campos más remotos, no pudieron ser entrevi stados. Toda via, que scpan1os nosotros, no se ha hecho un estudio cuidadoso para determinar qué sucede a los niños que quedan desamparados _en las apartadas regiones de nuestra isla.
Un estudio que t·ealizó el Negociado de Servicio Social del Departamento de Sanidad en la ciudad de San Juan arrojó un total de 184 casos. Se sabe que en esta ocasión tampoco fué posible incluir a todos los niños abandonados que residen en la ciudad ele San Juan y en sus inmediaciones. Si todo esto fuese poca eviclenc:a de la magnitud del problema de la niñez abandonada en la isla, podríamos hablar con mayor elocuencia citando las cifras del informe anual clel Departamento de Sanidad para el año 1938-39, en el que se nos informa que, durante este año, 5,206 niños de ambos sexos solicitaron ingreso en los Hogm·es Insulares para menores huérfanos y necesitados. Esta cifra no equivale al total de nifios que se encuentra en estado ele abandono material y moral. La persona más optimista no ignora que nada está más lejos de la i·ealiclad que el pensar que hayan solicitado todos los que necesitan hacerlo. Sabemos que existen muchas familias con siete, ocho y hasta diez niños necesitados que se limitan a solicitar ingreso para uno, o cuanto más para do s ele ellos, porque comprenden que no sería posible conseguir internarlos a tolos. Según los requisitos, se admiten solicitudes de nifios entre las edades de 5 a 12 años,
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Cou1idcramo.7 como dependiente: al niiio que no tiene Ttogar o que culn teni411d<1lo ·ticccsita del am· pa·ro 11 protccci6n do ot-ras 11crsonas o dd ao· bicrno 1't<ra su. .mb&id t. ~rncia y cuidados. Llamamos aba11<lonado al nifio que carcco do 101 cu.ida· dos uiaterialc1 y morales para viuir una vida 1tor· mal v decente. (Para una de/iinicíón mú1 como vleta uict.se d informo del Ctll80 de Ni11os J.ba1, douculos practicado por el Departamento de In1tnu. ci6n en fecha. rc:cicntcs.)
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drjando fuern, y · desprovistos,. al rest~ de lo: niños de uno a cinco Y de 13 a 1G anos, qu tamblén son dignos de atención si es que est án abandonados. Existe además un número considerable de madres quienes por exceso de carilio prefieren conservar sus hijos junto a ellas-aunque est én mal vestidos, peor alimentados Y rnuy pobremente albergados-antes de enviarlos a la ins titución , lejos del l'Cgazo materno Y del circulo familiar. Estas madres sienten con toda intensidad lo que con gran lógica piensan Jos educadores, pedagogos, psicólogos Y tra- · ba jadores sociales, y es que ninguna otra inst itución iguala o supe1·a al hogar en lo que concierne al desarrollo normal, emocional Y espiri tual del niño. Piensan con razón que acaso sus hijos estanin mejor y más pulcramente vestidos y mejor )' más cómoda y ricamente albergados en un Hogar Insular y que tal vez logren un desarrollo fisico más pleno y vigoroso; pero saben que ellos nunca tendrán en esa institución verdadero calor de hogar, cariño de padres, relaciones saludables de hermanos Y fa milia res, responsabilidades e intereses comunes, en fin. todo lo que constituye un hogar y que lo distingue de un hospicio u ol'felinato. Hay otras madres que aún cuando ahogatían este sentir en aras del bienestar material )' de las facilidades educativas que desea11 ~onseguir para sus hijos, no se deciden a radica r la solicitud porque dudan del éxito de sus gestiones ya que conocen las limitadas oportunidades de ingreso que dentro de las :ictuales circunstancias ofrecen los Hogares del gobierno y las pocas .instituciones privadas que albergan menores. De las 5,206 solicitudes de ingreso durante el año 1938-39 sólo 42 niñas y 46 niños pudieron ser admitidos, ya que la capacidad de estas instituciones se limita a 400 en la de va rones y 300 en la de las hembras. Aún cuando un gran número de los otros casos se benefició con los servicios que les prestaron los tra ba jadores sociales del Negociado de Bienesta r Soci al, el problema de dependencia y a bando no de Ja gran mayoría quedó sin resol ver. Cola bora n con los Hogares Infantil es del Depa r ta mento de Sanidad en lo que respecta al a lberg ue ele niños abandonados , necesitados y rlepenc' imtcs, unas pocas instituciones de car;ict cr ]lr ivado-cívicas y religiosas-que al-
bergan cuando más 300 ?iños de la isla. Todos conocemos los trabaJOS Y dificultades con que tropiezan estas instituciones en su lucha por ayudar a los niños Y los esfuel'Zos que realizan para evitar el tener que cerrar sus puertas. Convendría en este punto hacer una salveda d. Nótese que hasta aquí sólo hemos mencionado las instituciones como remedio para el problema del niüo abando?a do y. '.lependiente y no queremos dar la 1mpres1on de que cr~emos en ellas como en la panacea o el cúrnlo-todo de este grave problema social. Bien sabemos que ésta es una situación complicada y que obedece a f actores diversos. Ana licemos las causas del abandono de menorrn tal como nes las revela el censo del Departamento de Instrucción. Veamos que, en orden de importancia, los motivos que existen para que haya tantos niños abandonados son los que si¡:uen: (1) situación económica ele la familia; (2) orfandad del niüo; (3) deserción del padre; ( 4) enfermedad de los padres; (5) ilegitimidad del .niño; (6) deserción voluntaria del niño; (7) deserción de ambos padres del niño; (8) deserción ele la madre; (9) crueldad de los padres y (10) estado mental de los padres. Como hemos visto, el abandono ele menores no obedece a una sola razón. No podemos hacer generalizaciones a bsti·actas ni basar nuestra decisión en un solo factor. Tampoco es posible hacer aseveraciones ciegas limitando las causas. No es absolutamente cierto que los niños abandonados lo están porque sean huérfanos o porque carezcan en absoluto de familiares. Estos son factores responsables de la situación en determinados casos, pero no son factores únicos en la situación total. Muchas veces en el abandono de menores no concurren estas circunstancias mientras que en otms están entrelazadas y son simultáneamente responsables del problema. Se nos señala que el faétor ilegitimidad ocupa el quinto lugar entre las causas del abandono en los casos que cubre el censo del Departamento ele Instrucción· porque solamente el 29.3 % de los niños abandonados son ilegítimos . La cru eldad de los pad1·es ocupa el noveno lugar y no uno de mayor prominencia como se ha creído. Siendo esto a sí y conociendo que el abando no ele menores es la secuela de varia s cau s a~ hay que concluir que un sólo remedio no po-
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dria resolver el mal, del mismo modo que una medicina es incapaz de curar todas las enfermedades. No podremos arguir que resolveremos el problema de los niños abandonados cs t~blccicndo orfelinntos o albergues infantiles ni que se resolverá la situación legislando para obligar a todos los padres a cuidar de sus hijos, o casando a todas las parejas que viven en concubinato para así acabar con los hijos ilegítimos, porque el abandono y la dependencia de los menores obedece a distintas razones. El tratamiento de cada caso debení ser planeado a base de un estudio individual del mismo y forzosamente tendrá que va1·iar de acuerdo con los factores concurrentes. El orfelinato resolvería el problema de algunos niños que careciendo de padres, tampoco tienen familiar alguno que puedan ofrecerles un hogar, pero no satisfaría las necesidades del niño de espíritu aventurero que en tanto aprecia su libertad y a quien haría m:ís feliz un hogar y unos padres comp1·ensivos que le ofrezcan facilidades recreativas adecuadas a su edad y en consonancia con sus inclinaciones. La institución tampoco resolvería la situación de los niños que provienen de hog·ar es normales y apropiados en todo sentido y en donde lo único que falta es un empleo regular y adecuado para el padre o el tratamiento médico de la madre. Mucho menos aún se ayudaría en un orfelinato a un niño de conducta difícil, ya que necesitaría tantos cuidados, atención y supe1·visión individual que no podría ofrecérsele en esta institución. El aceptar los orfclinatos y albergues infantiles como panaceas para el problema de los niños abandonados y dependientes es una manera fácil de cerrar los ojos y de ig norar, a sabiendas, otros factores que no son puramente económicos y que concurren en la situación. La institución ocupa un sitio en la asistencia a los niños necesitados y desamparados pero no el único ni el más importante. Estados Unidos, al ig ual ·que otras naciones que están a la vanguardia en estas cuestiones de asistencia socia l, ha pasado ya la etapa en que se consideraba al albergue, asilo u orfelinato, como la panacea para estos problemas. La tendencia en estos países es conservar al nilio en su pl'opio hogar o pl'oporcionarle otro cuando el suyo propio, por razones de moral, sa lud, relaciones indeseables entre los miembros de la familia, u otra causa importante,
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dejara de ofrecerle las mejo1·es oportunidades para un sano desarrollo espiritual y emocional. Hay menores, no obstante, que no pueden ser colocados en hogares, bien porque debido a sus experiencias en la vida rechazan todo intento de cariño que se a semeje al amor filial, o porque requieran la supel'visión intensa que ofrece la institución. La asistencia en un hogar ha suplantado en gran parte al hospicio, al albel'gue y al orfelinato antiguo. Así pues, han surgido los hogares sustitutos en que al "hijo de crianza" se le cuida, atiende y educa como al hijo propio, sin que el estado tenga que pagar por este servicio (free homes) ; las casas de pensión (boarding homes) en que el niiio es igualmente bien atendido mediante una cantidad que paga el gobierno, una familia o una institución; hogares adoptivos (adoption homes) donde el niiio vive al cuidado de personas que han de adoptarle por las vias legales; y finalmente las casas de aprendizaje (wage homes) en que el niiio trabaja para pagar sus gastos y su subsistencia, pero donde recibe cuidado y atención individual y se perfecciona en las labores domésticas y otras propias de su edad. El hogar substituto ha logrado suplantar al orfelinato porque en él, más que en una institución, se conservan las virtudes y características esenciales de la vida de familia, y pol'que al sel' colocados en hogares, los niños son objeto de cuidadosa supervisión por agentes especialmente entrenados y autorizados por el ¡¡-obierno. Sólo se permite la colocación de niños en hogares qu e ll enan los re-quisitos indispensables fijados por la ley quQ los regula y que les concede una licencia facultándolos para dedicarse a este fin bajo la supel'visión del estado. La creación de este tipo de hogares tampoco constituye la panacea para el problema de la niñez abandonada y desvalida. Precisa n otl'as medidas igualmente impo1·tantes para erl'adicar este mal social. El problema económico de los fomilial'cs de los niños, el desempleo del jefe del hogar, la deserción de los 1mdres, la naturaleza aventurel'a de algunos de los niños, las enfermedades que padecen los padres y parientes de los menores, el problema de la ilegitimidad, y la crueldad de los progenitores, merecen también consideración y remedio. Proveer asistencia económica a los padres y familiares; conseguir empleo al pa dre; proporcionarle trabajo al menor; supervisar adecuadamente las actividades del niiio de espí-
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ritu aventurero y ofrecerle facilidades i·ecreativns 11 tono con su natural disposición; laborar por conseguir la reconstrucción del hogar propio del nillo y prcparnrale para cuando regrese 11 él; proveer asistencia médica a los padres; fomentar legislación social adecuada en relación con los problemas de la ilegitimidad y de 11bnndono de menores por parte de los ¡Jadres; educar n los progenitores y familiares para que comprendan mejor las necesidades, e inclinaciones de Jos nhios; mejorar las condiciones mnterinks de Jos hogares; establecer relaciones familia res cordiales y otras tantas medidas, son igualmente necesarias en In solución de Jos problenrns de Jos niños dep~ndientes y necesitados. La primera de las medidns señaladas-la asistencia económica a padres y familiaresme1·eec especial mención JlOi' cuanto la mala situación económica ha ~ido señalada en el censo del Departamento de Instrucción como In principal rnzón del abandono material y moral <le los menores. Se puede asegurar que el 75 % de los casos que solicitan ing-reso en los Hogares Insula1·cs lo hacen presionados por la difícil situación económica que atraviesan. Podríamos aseverar que, de ser posible desarrollar un programa amplio de auxilio a los niños abandonados y dependientes, estudiando cada caso individualmente y ¡Jroveyéndoles la asistencia Y supervisión adecuadas, se remediaría notablemente su condición. La Ley Federal de Seguridad Social en sus ti tulo~ lV y V ha tenido muy presentes las
necesidades de los niños. El título V que por fortuna fué extendido a Puerto Rico recientemente ofrece un programa amplio de servicies relacionados con (1) salud maternal e infantil, (2) niños lisiados, (3) bienestar de l~ niñez Y ( 4) rehabilitación vocacional. Gracia~ a estos servicios será posible cono~er meJo~· los problemas que afectan a los ninos n;edmnte el estudio individual cuidadoso de caaa uno de los casos de los sin hogar Jos des~mparados, los abandonados materiai' Y mornlmente, Y de aquellos que están en pe¡·i _ ,,. d . .,.d> e convertirse en delincuentes. La ley foderal hace posible el estudio detenido de este problema social Jo que nos traerá grandes beneficios, a saber: se despertará la con-
ciencia Jlltblica hacia las necesidades de los niños y se des.arrollarán recursos y facilidades locales con qué aliviarlas o remediarlas; se fomentará legislación social adecuada utilizando los recursos locales existentes, así co1~10 los que se iniciaren localmente; se prestará asistencia individual especial a un gran número de niños desam¡Jarados y abandonados particularmente de la zona rural; se llevnrá a cabo en el ~rea de San Juan un programa de asistencia en el hogar a niños desamparados y abandonados, a través de hogares sustitutos (foster homes) y se realizarán otras actividades relacionadas con el bienestar ele nuestros niños. Réstanos ahora laborar por conseguir que se extienda a Puerto Rico el título IV de la ley le Seguridad Social. Este título que provee auxilio directo para niños menores de diez y seis años quienes por razones de pobreza extrema de sus padres o debido a Ja muerte, ausencia prolongada o incapacidad físicn o mental de uno o de ambos progenitores dependen del gobierno, de instituciones públicas y privadas o de BUS familiares para su subsistencia. Si'.>lo pod1·án acogerse a los beneficios de esley aquellos niños que además de llenar los requisitos antes mencionados vivan en su hogar o en el de su abuelo o abuela, tío o tia, he1·mano o hermana, ¡Jaclrastro o madrastra o en uno sostenido por alguno de estos fami!i<lres. La cantidad estipulada JlOr ley no deb~- exceder de $18.00 mensuales por el prime1· mno de una familia, ni de $12.00 para cada uno de los demás. El gobierno f ederal contribuirá con la mitad del coste total del programa; el estado a su vez aportará la parte restante. Se estima que Puerto Rico necesitaría una suma considerable de dinero para hacer ~rente ~ las exigencias de este programa, mas habida cuenta de que Jos beneficios serían de enorme trascendencia cualquier esfuerzo que se hiciera para reunir la suma requerida estaría más que justificado. ~n
Pai:~ el tratamiento eficaz del problema de Jos. mnos dependientes Y abandonados se reqmere un programa integral de servicios que abarque el problema en su totalidad y que Jo e~foque de manera que cada necesidad individual obtenga su consiguiente remedio.
¡SOLOS EN EL MUNDO! Angela Negrón Muñoz.
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Lo conocí un día, triste y pálido, de llorando y se limpiaba los ojos, tan azupie, en el pórtico de una escuela. Iba les como el cielo, ante las risas de los allí, diariamente, a esperar la hora que transeúntes que a diario lo veían pasal". el Comedor Escolar abría sus puertas. ¡Cuánto frío en su ·alma! Seguía La buena maestra, de postulados huma- adelante, sin una queja, pero su carita nitarios, parejos a los que elevaron, in- implorante y sus brazos caldos a lo larconmensurablemente, a Concepción Are- go de su cuerpecito endeble lo decían nal, en su época, le había dicho:-Ven todo. ¡ Todo! La soledad y la amargura cada vez que quieras, me das una ale- de su vida. La crueldad y la infamia de gría inmensa viniendo a comer conmigo. los responsables de su abandono. Y el niño sin padre, sin techo y sin Hace hoy dos años que lo ví, donde pan, estaba siempre, todos los días, en- acostumbraba pasar sus mañanas. En tre los comensales del Comedor de la aquel pórtico acogedor inundado de luz. escuela Lincoln. Apenas tenía seis años No he vuelto a encontrarlo. Alguien esta vida de amargura infinita. Era me ha dicho:-¡ Tal vez ha muerto! .. . bello el niño. Trágicamente bello. En Y yo me he sentido alegre. Alegre por sus ojos claros había honduras de an- la felicidad del niño que al fin tiene gustia y su boca apenas sonreía. In- techo seguro bajo un poco de tierra . .. clinando, resignado, la cabeza blonda, solía quedarse dorm ido sobre el peldaBajaba del edificio de "El Mundo" . ño de la escalera donde aguardaba In A dos pasos, a la izquierda, sobre la primera campanada de las doce, o, co- acera, un bulto humano me detiene. Es mo otro rayo de sol que en el ja1·clín ju- un niño que parece estar dormido. Me gara con la fuente y con las flores, iba acerco más a él y sospecho que puede ele un lado para otro, pero no con la ale- estar muerto. Su aspecto es el de un gría ele un niño, sino con melancolía de cadáver. hombre que conoce el dolor ele vivir. Unos chicos, vendedores ambulantes Inalterable era el ritmo de sus días. de chiclets, me dicen: ¿Y la esperanza. . . ? ¿Dónde .. . ? -No lo toqne que está pasnndo la i. Hasta cuándo este peregrinar desola- calentura. do de un niño desde el hoyo más negro -¿Qué tiene ?-les pregunto. -Está pasado, ya está muriéndose. de "La Perla" a la estatua del hombre americano que viviera defendiendo Ja Los hermanos, que tenía dos, los cojusticia y la libertad humanas . . . ? gieron en una casa, pero él no encontró ¿Hasta cuándo de la aurora al meridia- dónde irse, se quedó por ahí y se puso no aquellas punzadas del hambre tras- tuberculoso. No se le arrime ... Cuando tomo sus manos entre las pasándole las entrañas . .. ? En invierno la cuesta, llena toda de mías arden las suyas. Abre los ojos. fango y de charcos, era peor que bajo Me mira, y vuelve a cerrarlos. Un aclos ardores de la canícula. El niño su- ceso de tos lo incorpora violentamente bía hundiendo sus pies descalzos en el y un charco de sangre queda en la acebarro, y caíase, a veces, en los charcos ra. Roberto Mendoza, que sale también más hondos. Entonces, levantábase de "El Mundo", de su trabajo, se acer-
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ca, y acaba de contarme el infortunio de esta criatura, cuyo abandono no puede ser más patético. -¿A dónde habrá muerto el pobre niño abandonado ?-me pregunto ahora. y lo evoco, con temor doloroso de que pueda vivir todavía, agonizando sobre las piedras de la rúa urbana como un perro sin dueño ... En sitio siempre visible. Baje una por la calle de la Tanca, su~a por la de San Justo o intérnese, hacia la Luna, pasando por la Fortaleza, hallará en s~ camino a un hombre viejo con una mña escuálida en sus brazos. Echados ambos en una acera, las piernas de la niña que no tienen más carne sobre los hue;os que Ja piel que los cubre, tiéndense a lo largo de la acera. El hombre no la defiende de los pies de los aue van y vienen con la prisa del día. 'Tal el e;tado de su ánimo.. La niña parece de cera. El viejo tose y su falta de fuerzas está anunciando su mue1·te. ¿Y la niña ... ? Mientras se muere, que para eso es que ha vivido desde qne llegó a este mundo inhumano, para morirse cuúnto antes de hamLre y de abandono, se q_uedará sola un día en cualquier punto de la ciudad, sobre la piedra de una acera, hasta que la recojan los encargados de la limpieza pública, como un fardo cualquiera. Pero. . . ¿acaso la niña puede vivir más que el viejo ... ? ¡No, no es posible, ambos se están muriendo· a la vista de todos ... ! San Juan está llena de vendedores de billetes y de chiclets-de cinco,' seis, siete, ocho y diez años. Entre tantos vendedores que deberían estar durmiendo, uno, de cinco años, y otro de ocho, hermanos entre sí, me detienen una noche a las nueve.-Cómpreme por Dios, este billetito-me dice el más pequeño
clavando en Jos míos con angustia sus ojos verdes. Su hermanito me ofrece chiclets.-i Mire, éste, de canela, éste, de menta, éste de fresas . . ·. ! Ambas criaturas tienen la desesperación pintada en sus ojos y en la doliente expresión de sus rostros. A preguntas mías me cuentan: -Papá y mamá están enfermos y nosotros tenemos que trabajar para llevar la comida. Y mire, mañana no habrá nada, ¡no hemos vendido todavía nada! -Papá está malo hace un año y mamá se enfermó después; dicen que tienen la misma enfermedad .. . -Y ustedes, ¿dónde duermen ? -Con ellos, el cuarto es chiquitito. -¿Es de ustedes la casita? -La hizo el hermano de mamá que ya se murió, y se está cayendo. -¿Dónde? -En la Perla.. Pero mire, ¡por Dios, •:ompreme este billetito !-clama el más pequeño, ·¡ el nene de cinco años! Y el niñito de ocho ruega con una tristeza que se me clava en el alma:-¡ Y a mí chiclets, ¡por Dios! El lect or se habrá encontrado muchas veces en mi misma situación. Yo he oído decir que estos chiquillos molestan con la insistencia con que ofrecen su venta. De mi sé decir que sólo me causan un dolor muy hondo; que sus voces angustiadas de niños abandonados que claman por que se les ayude, se clavan en mi corazón con indefinible tortura. Descalzos y en andrajos casi todos, empapados tantas veces por la lluvia que les cae encima, tosiendo y gritando siguen hasta caer extenuados por el hambre y la fatiga. A los cinco años tienen que luchar con responsabilidad viril. Y así se preparan para vivir el futuro. . . Con lo que ven en la calle. Con lo que aprenden en la calle. Es una forma magnífica de formar buenos ciudadanos. ·
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GJiesta por la poesía y el niño de 'Puerto Rico (SINTESIS HISTORICA) . "Que el niño de Puerto Rico salve al hombre de Puerto Rico; salve, por la Po_es!a, la belleza, la armonía de su patna, a su patria. Lo demás le será dado al niño y al hombre por añadidura. Así sen."
por Ja frente en ilusión: el libro del cuento mágico, del verso de luz, de la pintura maravillosa, de la deleitable música; el libro de Ja fantasía, del milagro, de la hermosura; el libro bello, -Ju an Ramón Jiménez. en suma, sin otra utilidad que su belleza." Para cumplir con lo que se nos ha Nos reunimos, pues, "bajo Ja enseña pedido, tratamos de reseñar en breves del libro bello," en obsequio de nuestros páginas el .origen y desarrollo de este niños, especialmente de aquellos deshefestival, creación del gran poeta espa- redados de la fortuna, para cultivar en ñol, Juan Ramón Jiménez. ellos el amor "a la belleza esencial de A su paso por Puerto Rico, en 1936, Puerto Rico," para afirmar su alma en su cuerpo, para guiarlos a encontrar quiso hacer algo "en honor y amo1·" de nuestros niños. Por invitación del poe- "su corazón en su frente, su personalidad entera, su íntegro carácter." ta, el 5 de noviembre de ese año, se En esta primera reunión y en otras reunió un grupo ele personas en la resubsiguientes, se nombró un Comité sidencia de Ja señorita María E. MaEjecutivo, bajo Ja presidencia del Dr. chín, Decana de :Mujeres de la UniverJ. B. Soto, Canciller de la Universidad sidad de Puerto Rico. Allí nos explicó de Puerto Rico, figurando en este Cosu propósito: mité, el Poeta y su distinguida esposa "El niño de Puerto Rico, imán de· y colaboradora, señora Zenobia Camtodos los colores del parníso, el niño prubí ele Jiménez. Se acordó celebrar polJrc sobre todo, me ha conmovido la p1·imera F'iesta p01· la Poesíci y el profundamente. Me he encontrado mu- Nirio de Puerto Rico, el 19 de noviemchas veces a este niño pobre de Puerto bre, aniversario del descubrimiento de Rico por los caminos difíciles de su Ja isla. primera vida, en Ja ciudad y en el camCon Ja cooperación de distintas perpo; lo he detenido ante mí, me he de- sonalidades e instituciones, se llevó a tenido ante él y Je he preguntado qué efecto este primer festival, en el que era lo que más le gustaba. Casi siem- tomaron parte, además de Juan Ramón pre me ha contestado: "Un librn." Y Jiménez, que en bellas y emocionadas a veces iba cargado de libros. Sin duda, palabras explicó el motivo de la Fiesta, no se refería, en general, a Jos libros varios poetas puertorriqueños. de estudio c¡ue llevaba, eso resplandecía En. reunión celebrada antes de marclaro en sus ojos de tonos iluminados, charse. el Poeta, se reorganizó el Comisino a ese libro ideal que todos hemos té Ejecutivo, y se hizo cargo de la preentrevisto en nuestra infancia, que se sidencia la señorita Machín. Se acordó, nos ha revelado, en la mañana de la además, celebrar anualmente la Fiesta vida, como la mariposa azul del colegio, por la Poesía y el Niño de Puerto Rico,
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en el mes de mayo, símbolo de promesa, época de luz, de perfume, de amor. La Segunda Fiesta se efectuó el siete de ma~·o de 1937. Desde Ja Habana, envió Juan Ramón su ménsaje de carifio y ternura para los poetas y los nilios de Puerto Rico. Abrió el acto el distinguido catedrático de Ja Universidad de Puerto Rico, señor Arturo Carrión, con finas y sentidas frases: "Urge aprisiona1·, en apretadas palabras, el sentido hondo de este acto que va mucho más allá de un mero beneficio o m1a Yelada ait ística cualquiera. Hay que encauzar, en ,·ocablos precisos y claros, la conjunción ele dos dulces corrientes del sent imiento: la poética, que parte, siempre que sea auténtica, de un fondo inefable y secreto de nuestro ser, y el amor a la niñez, que se identifica con ese vasto sedimento de ternura que yace en nosotros . . . Por nuestros verdes campos y montañas, va a caminar, hecho libro de iluminada dsión estética, nuestro cariño a la niñez, a Ja poesía, a la cultura puertorriqueña. Y ese desborde de nuestro puro sentir de hoy, que irá al gran pueblo de mañana, le da a esta fiesta una vasta trascendencia, una perspectiva ilimitada de magníficos frutos para el devenir." Pat-ticiparon en el programa los poetas Carmelina Vizcarrondo, Samuel Lugo y Luis Llorens Torres. La Srta. Herminia Acevedo dirigió una recitación coral por un grupo de niñitos de la Escuela Elemental de la Universidad. Se presentó una adaptación escénica de la poesía Bodas Florales, de Virgilio Dávila, artísticamente interpretada por señoritas de Ja Escuela Superior Central y dirigida por profesoras de la misma institución. La Tercera Fiesta vor la Poesía y el Niño de Puerto Rico, celebrada el 21 de mayo de 1938, fué un homenaje al poe-
ta puertorriqueño, don Virgilio Dávila. Para este acto, se organizó un concurso de declamación, en el que tomaron parte los niños de las escuelas elementales y superiores de San Juan, Río Piedras y Bayamón. Todos los participantes en el programa fueron niños, a excepción del poeta homenajeado y de la Dra. ~!argot Arce. El señor Hiestand, director del Coro de la Escuela Superior Central, presentó bellos números de canto. Con palabras sinceras, don Virgilio se dirigió a la extraordinaria concurrencia: "Si fiestas de esta índole son siempre simpáticas y saludables, más saludables y simpáticas resultan todavía en tiempos como éstos en que nos ha tocado vivir, en los cuales la devoción y el entusiasmo por las cosas materiales superan con mucho al entusiasmo y la devoción que nos inspiran las cosas espirituales . . . Es necesario que realicemos todo el esfuerzo de que seamos capaces para poner término a tan lamentable estado de cosas. Es necesario que entre nosotros vuelva el espíritu a imperar sobre la materia; y uno de Jos medios para logra1·Jo es la celebración de esta Fiesta de la Niñez y la Poesía."
Con los fondos rcogidos en diversas actividades realizadas por el Comité de la Fiesta por la Poesía y el Niño de Puerto Rico, se publicó en la Habana la obra Poesía Piiertorriqneiía-Antología pam Niños. La edición fué dirigida por Juan Ramón Jiménez, y recopilada y ordenada, por la autora de estas líneas y el señor Juan Asencio Alvarez-Torres, miembro del Comité Ejecutivo. El prefacio de esta obra expone la pauta seguida en su preparación y el fin primordial que se persiguió al publicarla. Fué dedicada con amor a los niños de las escuelas rurales, que
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viven apartados de Jos centros culturales de la isla. El seis ele septiembre de 1938, se enviaron al Ron. Comisionado ele Instrucción, Dr. José M. Gallardo, quinientos ejemplares ele la Antologíci, para los niños ele las escuelas rurales, en recuerdo del gran Poeta, que a su paso por nuestra isla, instituyó la hermosa Fiesta. El domingo, 7 ele mayo ele 1939, a las cuatro ele la tarde, se celebró en el Parque Muñoz Rivera, la Cuarta Fiesta por la Poesía y el Niño de Puerto Rico. Fué una verdadera fiesta de los niños Y para los niños, en la cual hubo juegos, bailes, coros, canciones y poesías infantiles. En aquella tarde llena ele luz, en medio ele aquel ambiente de música y poesía, los niños-y los mayores -disfrutaron de unas horas ele verdadera felicidad. Por las razones de diversa índole, el Comité Ejecut ivo se vió obligado a posponer la Quinta Festividad ele la Poesía y el Niño hasta el siete de junio ele este año. Se llevó a efecto eli el antiguo Auditorio de la Universidad de Puerto Rico. Fueron invitados especialmente para el acto salones escolares representativos de los barrios pobres de R.ío Piedras. Un aspecto interesante de esta fiesta fué la colaboración esponb\ nea de los niños. Hablando del valor ele la poesía, en su Mensaie a los concurrentes, dijo el señor Asencio : "Sentir la poesía es alta gracia y equivale a ser poeta Recordan-
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do la obra "El Jardin de los Niños," del joven escritor mejicano, Pedro Requena, citó las bellas palabras del prólogo, alusivas al poeta y a los niños: "En este precioso jardín reinan los niños." Allí "se sabe de la gruta que guarda los sueños infantiles robados y también del lugar donde nace esa sonrisa que vaga en los labios de los niños dormidos . . . Allí los niños que se van, vuelven después hechos sueños, luz ele ·luna o música de flautas a consolar a la madre en dolor de ausencia . . . " Entre los proyectos acariciados desde hace tiempo por el Comité de la Fiesta por la Poesía y el Niño de Puerto Rico, están la publicación de una obra que recoja los aspectos poéticos de nuestras tradiciones, de nuestra geografía, ele nuestra cultura, en suma, Y la fundación de una biblioteca popular en el Parque Muñoz Rivera. No deseamos terminar esta breve reseiia histórica sin hacer constar la cooperación decidida y generosa que ha recibido el Comité, de parte de personas distinguidas y de instituciones comerciales y culturales. Sin su contribución, difícilmente hubiera podido continuar el Comité la bella labor iniciada por el gran Poeta, amigo de Puerto Rico, en obsequio de nuestros niños.
Carmen Gómez Tejera, Sect·etaria-Tesorera OomiU de la Fiesta por la. Poesía y tl !'Uño
de Puerto Rico .
'Por los )\{jños CVesvalidos A Beatrit Lassalle, cuya vida es devoción y servicio a la causa de los pobres niños.
No roguemos más por miestros m'.iios, Trabaje·mos po1· ellos. Por los niños de los campos, Por los ni1ios de los pueblos, De los campos y los pueblos de Borinquen Trm míseros y tristes como ellos. Por los ni1ios que d1tennen en la acera La laxUud doliente de sus sueiios Sin Angel de la Guarda que los guarde, Sin una madre que vele sn sue1ío. Por los que exhiben en las viejas calles El lastimoso cuadro de sus cuerpos Que no son ramos de rosas Sino 1nanoios de huesos. Po1· los ni1íos que roban y mald·icen, Por los q·ue no conocen ley ni respeto, -Carne de ga.leras y reformatoriosPor los que no pueden ser niños buenos. Por los hiios de pad?"es desalmados O quizá de padres b1lenos Que en su ignoranci'.a trágica acrecientan El humano rebafw de los pueblos. Po-;· los que nw;-irán en este día En el bohío o el mangla-r infecto. -
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Por los ni1ios que no pueden ser ni1ios, Por los niños que no pueden ser buenos, Po?· los pobrecitos ni1ios MALOS, Por los pobrecitos niños pordioseros, Por los que tienen y no tienen padres, Por los bastardos y los huérfanos, Ya no roguemos más, ¡Que Dios airado Puede echarnos en cara nuestro rezo! Ya no roguemos más. Hagamos algo Si es que somos since1·os, Y así el buen Dios devolverá a sus labios La sonrisa inocente que perdieron. CARMEN
Septiemb1·e de 1989.
R.
ALVARADO.
El Limpiabotas Por la plaza tocio el día, con el cajón bajo el brazo iba el pobre limpiabotas tan chiquitito y tan pálido. Llevaba gorra mugrienta, un gabán ancho y muy !arco, un pantaloncito estrecho varias veces remendado, mucho sucio, mucha pena, mucha hambre y mucho daño. Aunque calzado lustraba, siempre lo encontré descalzo. Me inspiraba un gran cariño cuando al pasar por su lado escuchaba su voz débil: -¿Quiere limpiar !03 zapatos?
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-¿Y tu madre? (Se detuvo). -Cuando nací, la enterraron. (Suspiró, me miró y ... ¡vuelta a darle brillo al calzado!) -¿Con quién vives? -Vivo solo. -¿Dónde? -En la plaza, en los bancos, donde la noche me coja y haya un poco de resguardo ... Ya terminé.Levantóse y, al cobrar sus honorarios,
preguntóle a un transeunte: - ¿Le doy brillo a sus zapatos? Limpiándose las narices con la palma ele la mano, lleno de hambres y remiendos se fué el chico tarareando. Yo me quedé pensativo y, sin poder remediarlo, hube de ocultar dos lágrimas que a mis ojos se asomaron. ¡Que Dios proteja a los niños que viven como los pájaros!
Una tarde me detuve, en un banco nos sentamos y, en tanto que él trabajaba, entablamos este diálogo: -¿De dónde eres tú? De Caguas, pero en San Juan me he criado. -¿Quién es tu padre? -No sé. (Seguía el pobre limpiando).
Antonio Cruz y Nieves.
La Niña del Carbonero
La Carpa del Circo La carpa del circo tiene centavos ele luz prendidos en el techo y en los lados.
La niña del ca1·bonero con su camisita blanca -negra de humo y cenizaest.á a la puerta sentada.
Ciclo de los niños pobres que miran por las estrellas lo que otros ven desde adentro.
La niña del carbonero tiene los ojos azules, tiene las manos rosadas. La niña del carbonero, -sola en su puerta sentaclanegra de humo y ceniza, con su camisita blanca, ele tarde cuando la bañan se parece a las niñitas que hay en los cuentos de hadas.
La carpa del circo tiene lástima de aquellos niños que n<> pueden comprar boletQ de ~ntra.da. La ca pra del circo ríe cuando los niños del pueblo se sorben por las rendijas la alegría de su entraña.
Carmen Alicia Cadilla
El empleo de menores en la industria FELICIA BORIA Directora del Negociado de la Mujer Y el N!ño en la In<lustri:I, Departamento del TrabaJO.
El problema de los niños que abandonan lns escuelas para ir n trabajar, exponiéndose a toda clase de explotación y peligros, comenzó inmediatamente que la industria se vió en In necesidad de aumentar su producción para poder abastecer la población que ha ido en consfaute crecimiento. Cuando el hombre por si solo no pudo producir todos los artículos que el progreso demandaba, el capital llevó a la mujer al trabajo, y más tarde arrebató al niño de la escuela, para que ayudara n sus padres en la tarea de mayor producción. Pero si bajos son los salarios del hombre, los de la mujer son inferiores, y miserables los de los menores. Por eso algunas industrias dieron preferencia al trabajo del nhio, utiliU\ndo como pretexto el que la mente joven puede adquirir mejor las enseñanzas de la industria . Debido a la sit uación que se creara con esta p1·ácLica fué que en el año 1919 se aprobó una ley para regular el trabajo de mujeres y niños, protegiéndolos contra ocupaciones peligrosa s, y que en 1921 se aprobó una ley mñs amplia conocida como Ley "Para Regular el Empleo de Menores y Disponer la Asistencia Obligatoria de los Niños de Puerto Rico a las E scuelas Públicas, y pa1·a otros fines". Esta última ley ha sufrido varias enmiendas que han surgido como resultado de la experiencia que se ha obtenido en la aplicación de la misma tendientes a restl"iugir el empico de niños, ya que se considera que la socieda d deriva mayores beneficios manteniéndolos en las escuelas. El Negociado de la Mujer y el Niño en la Industria, que es una dependencia del Departamento del Trabajo, se creó para vigilar y hacer cumplir ciertas leyes, y para estudiar y recomendar las medidas necesarias para la seguridad y protección de mujeres y niños. El personal de este Negociado, bajo la dirección de la que suscribe está integrado por muje1·es que tienen una gran devoción al trabajo y que están muy interesadas en los problemas que afectan tanto a los niños como a las mujeres.
La sección primera de la .!'ey _Núm. 7,? _de 1921 , al definir la palabra mno dice que ~g nifica1·á cualquie1· persona m.:n.or _de 1? anos de edad". La palabra menor_ s 1gmficar~ cualquier persona menor de 21 anos -~e edad . Esta Ley prohibe el empleo de mnos cu ocupaciones peligrosas a la salud, ta~;s como herrerías, azogar espejos, elaborac1on de ?~n a deshoras, fábricas de perfumes Y med1cmas, (cuando se manipulan substan~ia~ venenos~s), fábricas de pulir brillantes, fabricas de cigarros y cigarrillos, despalillados y escogida de tabaco, "jockeys'', fábricas <le licores Y todo negocio relativo con las mismas, y carga o descarga de bultos de más de cien (100) libras. Se consideran además, como ocupaciones peligrosas a la salud, y se prohibe el empleo en ellas de menores de diez y ocho ( 18) años, las siguientes: fundiciones, tenerías , lavado y aplanchado de ropa de personas afectadas de enfermedades contagiosas, fábricas ele ácidos v de abonos fertilizantes, trituradoras de piedra, aserradores, centrales azucareras (en ac¡uellos trábajos c¡ue tienen relación con la maquinaria), y fábricas de perlas, a excepción del trabajo en ácido fuerte, y el pulimento con acetato de amilo. En cuanto a horas de empleo se refiere, la Ley prohibe que los niños trabajen por más de seis (6) días consecutivos en cada semana, o por más de ocho (8) horns consecutivas en un solo día, y antes de las ocho de la mañana o después de las seis de la tarde de cualquier día. Quedan exentos de esta disposición los niños que trabajan en oficios domésticos, granjas y jardines. Viola la ley todo patrono que emplee un niño que no tenga un permiso para trabajar, expedido por el Negociado de la Mujer y el Niño en In Industria. Las solicitudes que presentan los menores son investigadas debidamente antes de expedir.s e los permisos correspondientes. Generalmente se expiden permisos para trabajar en las siguientes ocupaciones: aprendices de
DE LA UNIVERSIDAD DE PUERTO
ebanistería , de carpintería, plome1ia, trabajo de aguja, tipógrafos, agricultura, mecánica y como mensajeros. Se han investigado va1·ios casos en relación con el empico de menores en fincas agrícolas, ya que se recibieron quejas de los ¡irofesores en el sentido de que los niños a bandonaban las escuelas para irse a trabajar en los campos, con el consentimiento de sus padres. Fué necesario amenazar a los padres para obligarlos a enviar a sus hijos a las escuelas. La mayoría de los permisos que se expiden durante el año son para menores residentes de San Juan. La explicación de ésto es sencilla ya que San Juan es la ciudad más poblada de la Isla y donde la industrialización ha alcanzado el más alto grado ele desarrollo y diversificación. Casi todos los menores que solicitan permisos de trabajo personalmente, son residentes ele la zona urbana; muy pocas solicitudes vienen de la zona rural, y las pocas que vienen, son por medio de cartas. La mayor parte de los menores empleados lo están en las siguieptes industrias: talleres ele carpintería y mecánica, establecimientos comerciales, tipografías, factorías de rop.1 de hombres, y agricultura. En los años anteriores al 1938 un gi:an número de niños se empleaba en los talleres de calado y bordado. Cuando entró en vigor la Ley Federal de Normas Razonables ele Trabajo en octubre del 1938, el Comisionado del Trabajo pasó instrucciones a todos los funcionarios encargados de vigilar y hacer cumplir las leyes obreras, de no intervenir en aquellas industrias afectadas por ley federal. Al efecto, todas las solicitudes de permisos para trabajar en las industrias dedicadas al comercio interestatal, han sido referidas a la División Federal de Horas y salarios. Los permisos de menores se clasifican en las siguientes clases: escolares, de vacaciones, certificaciones y declaraciones de edad. Los permisos escolares se expiden a menores entre las edades ele catorce (14) y diez y seis (16) años que ya han cursado el cuarto grado en las escuelas públicas graduadas. Los permisos de vacaciones se expiden a menores entre las edades de catorce (14) y diez y seis 16) años que interesan trabajar durante los meses de vacaciones, cuando están cerradas las escuelas públicas de la isla. Una certificación se otorga a un niño entre las edades de catorce (14) y diez y seis (16) años que no llena el requisito escolar estipulado por ley
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pern que, por set· huérfano, o por otra cauaa, necesita de su trabajo ¡iara sostenerse. Las declaraciones de edad se expiden a menores entre las edades de diez y seis (16) y die~ y ocho (18) años. Los únicos requisitos para expcdh· es ta clase de permiso son la prueba de edad (consistente en una copia del acta de nacimiento del menor o un certificado ele bautismo, o en caso de no poderse obtener Hinguno de éstos, un affidavit firmado por el padre o guardián del solicitante), y la declaración del patrono expresando su intención de emplear al menor. En los otros permisos antes mencionados, son requisitos de ley, además de la prueba de edad, y de la declaración del patrono, una copia del record escolar del menor y una certificación médica donde se exprese que el menor está en buenas condiciones de salud, y que el empleo no le afectará su estado de salud actual. Muchas veces vienen ante nuestra consideración casos de menores a quienes los patronos no quieren empelar sin un certificado de este Departamento, aún cuando ya tienen cumplidos sus 18 años de edad. En este caso se les exige la prueba de edad y se les da un certificado donde consta que el menor de referencia ya ha cumplido los diez y ocho (lS) años ele edad, y por lo tanto puede trabajar en cualquier ocupación lucrativa. V endedorcs de periódicos:
Nuestra ley para reglamcntnr el empleo de menores no menciona a los vendedores de periódicos, a los limpiabotas y los niños que venden dulces y chucherías por las calles. Como el vendedor de periódicos es un negocio al cual se dedican muchos niños de todas las edades, hemos hecho una investigación sobre las condiciones generales de los mismos. Se tomó información de 226 casos en tocia la Isla y estamos seguros de que es mucho mayor el número . de niños, ya que varia el personal que interviene en In venta. de periódicos. El 30% de estos meno1·es concurre a las escuelas, pero los profesores informan que no rinden un trabajo eficiente, por la preocupación constante que tienen del negocio, y además, por no dedicar el tiempo necesario al estudio y a la preparación ele las lecciones en el hogar. Estos niños, por lo regular, no duermen el tiempo necesario, porque se acuestan ta1·cle en la noche y se levantan temprano en la mañana, (casi siempre a las 5:30 A.M.), pa1·a
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El probleni.a de los tontos DR. LUIS M. MORALES (Neuropsiquiatra)
Hoy \"amos a hablar, amigos míos, ele los tontos. O si queremos llamarlos por otros nombl'es, los bobos, los imbéciles, los idiotas, los débiles mentales o "ieblementes". Llümcnsc como se llamen, son los miles y miles de seres desgraciados que por dh·crsas causas que mencionaremos más tarde no pueden adaptarse nonnalmente al medio en que vh·en, ni competir con las personas normales en la lucha por la vida, por carecer de la suficiente inteligencia pal'a hacerlo. Pobres infelices que, sin ser "locos" en el sentido corriente y social ele la palabra, sin estar padeciendo de enfermedad mental alguna, sufren de algún defecto en la esfera intelectual que los incapacita, en mayor o menor grado, para l'eaccionar ante los problemas de la vida cotidiana en la forma aceptada como normal. Seres desgraciados que no están dotados de-la sublime chispa de la inteligencia que es el factor primordial responsable de que la conducta del hombre sea distinta a la de otros seres irracionales. La deficiencia mental es tan antigua como la raz:i humana. Siempre· han existido individuos de inteligencia inferior a la del promedio de los de su grupo, y que por esta razón han estado imposibilitados de ocupar el puesto que les hubiese correspondido en In comunidad. Hasta hace relativamente poco tiempo se desconocían las causas y la verdadera 1iatul'aleza de estos defectos, e ignorábase que dependían de la carencia de inteligencia. Esto es lo que, pa ra usar el término técnico derivado del ¡;1iego, en lenguaje psiquiátrico llámase "oli¡;ofrenia" (de oligos que quiere decir escasez y frenos, mente). Poco se sabe del juicio que la oligofrenia o pobreza de inteligencia merecía a los antiguos. Los griegos y romanos no parecen haber diferenciado los feblementes de los locos. Quizá Ju práctica tan generalizada entre ellos de abandonar a los niños enfermizos para que no llegasen a adultos sirvió para eliminar a muchos de ellos. Con el adYenimiento del cristi~nismo y sus prédicas de caridad y amor al prójimo se trocó la cruel actitud que asumían griegos y roma-
nos ante el incompetente y el defo!'me, en sentimientos de piedad y miscl'icordia. El cristianismo era la religión de los esclavos y prosCl'itos, la espet'anza de los hombres despreciados y maltratados. Unu vez extendida por toda Ja Europa, la Iglesia comenzó a constrnil' asilos para albergar a los necesitados. Y allí sin duda mezclado con el enfermo, el lisiado, el ciego, el sordo y el loco, el feblemente también halló albergue, alimento y protección. Hoy sabemos que el que se porta mal, In persona que exhibe una conducta rara o que en alguna forma se aparta de las normas aceptadas por la sociedad, debe ser porque sufre de algún trastorno que le impide po1·tarse bien ccmo lo hacía antes, o porque carece de la suficiente inteligencia para a prender a portarse mejor. El tratamiento para cstes dos tipos de individuos será completamente distinto. Pero antes no se sabía establecer diferenciación alguna. Tanto el tonto como el loco actúan a veces en forma que se conside1·a rara. Y bastaba que una persona se comportase habitualmente de una manera anormal para que se le considerara "loca". 'fodos, imbéciles, idiotas, histéricos, dement es, constituían un trágico batallón de inválidos que se hallaban bajo la especial protección de la Divina Providencia. La historia está llena de incidentes que demuestran cómo en muchísimas ocasiones y en todos los países del mundo, los desvaríos y las incoherencias de estos pobres enfermos fueron interpretados como revelaciones divinas y evidencia de que estaban poseídos del espíritu de Dios, o del demonio. En Francia se les llamaba " les enfants du bon Dieu", y en Escocia e Irlanda "innocents". Unas veces servían de bufones y se burlaban de ellos, otras se les reverenciaba. Cuando su conducta resultaba demasiado censurable se les azotaba. En general eran más bien tolerados que perseguidos. Lentamente se fué aprendiendo a reconocer la diierencia que hay entre oligofrenia y locura. Las leyes de Inglaterra comenzaron a establecer la distinción entre el "idiota" y el "lunático". En un antiguo libro de jul"ispru-
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DE LA UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO
dencia - Tho Ncw Natura Brevium - escrito en 1534 por Sir Anthony Fitz-Herbert hallamos ya una clara distinción ele In oligofrenia como entidad, y recomendaciones pa1·a hacer algunas pruebas i·udimentarias de inteligencia: "Y será dicho ton lo o idiota de nacimiento - dice Sir Anlhony - aquella persona que no pueda contar veinte peniques, ni decirnos quién era su padre o su madre, ni cuantos años tiene, etc., tul como si no hubiese tenido conocimiento de razón alguna de cuando pudiera beneficiarse ni cuando perderla. Pero si tiene conocimiento tal que conoce y comprende las letras, y lec mediante In enseñanza o la información de otros hombres, entonces no habrá de ser considerado como tonto o idiota natui·al". Con el Renacimiento y la Reforma sm·gi6 un período durante el cual se le di6 señalada importancia a la responsabilidad individual en los netos humanos. Esto hizo que desapareciera la actitud tolerante que hasta entonces se habla observado con respecto a los que exhibían trastornos ele In conducta debidos a perturbaciones o anormalidades mentales. La conducta desordenada habitual era indicación ele la existencia de espíritus demoniacos que se habían apoderado del infeliz enfermo. Y habla que expulsar estos demonios mediante procedimientos enérgicos. As! pues, el perturbndo o deficiente mental que clclinq11Íil ei·a azotado, atado con cadenas y sepultado en inmundas mazmorrus para que el demonio que lo poseía, según las creencias de la época, se viera obligado a salil· fuera del cuerpo del desgraciado. Esta actitud general do. la sociedad ante el anormal mental no varió fundamentalmente hasta fines del siglo X\"Ill, para la época en que el Dr. Philippe Pinel quebró con sus propias manos las cadenas de los enfe1·mos mentales que se consumían de hambre y podredumbre en las mefíticas mazmorras de la Bicetre. Desde entonces poco a poco el guardia de asilo fuá cediendo su puesto al enfermero y al médico de hospital. Con el interés cientifico que despertó In locurn y todo lo relacionado con los trastornos mentales aumentó también la curiosidad con que se observaba a los deficientes de la inteligencia.
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El joven enlvaje ele Aveyron. En 1798 ocurrió en Francia un acontecimiento dramático que resultó ser el punto de partida parn nc1·cccntar el interés en el estudio ele los defectos de la inteligencia en el hombre. Unos cazado1·es hallaron vagando por los bosques de Aveyron un joven salvaje, que aparentemente se había criado entre los animales y que se comportaba más como una fiera c¡uc como una persona. Intrigados, consiguic1·on cazarlo, y en unn jaula lo condujeron a París para exhibido como una curiosidad. No tardó el fenómeno en dcspert:ir el interés del mundo científico ele la época, y el Dr. J ean Itard, discípulo de Pinel y a la sazón director del Instituto Nacional para Sordomudos lo tomó a su cargo, comprometiéndose a educarlo. El llamado por uno~ Joven Salvaje de Aveyron y por otros el Idiota de Aveyron no tardó en convertirse en "issue" que causó una batalla cientlfica. De una parte estaba el Dr. Pinel, médico-jcie del hospital Bicetre, que crein que el muchacho era un idiota incapaz de aprender nada. El ott·o bando estaba acaudillado por el filósofo Condillac que opinaba que se trataba de un individuo normal que por razón de haber vivido hasta entonces en un ambiente salvaje y privado ael contacto humano no habir. podido aprender, pero cuya mente era una pizarra en blanco en la que podría escribirse, con ingenio y paciencia, lo que uno quisiera. ltard emprendió con gran entusiasmo la ardua tarea de cscribit· en la tabula rasa que cl'eh1 que em el cerebro del infeliz idioln de A vcyron. Durante cinco aiios se consagró a tan ingrata labor. Al fin tuvo que confcsa1· que se consideraba fracasado, pues aparte del entrenamiento rudimentario de hábitos fué muy poco lo que consiguíó que aprendiese su famoso dis~ípulo, quien en verdad era un idiota. Pero In. labor de ltard no fué en vano, pues estimuló el interés en la posibilidad de educar a los retrasados de la inteligencia. Su discípulo Seguin, que siguió su experimento con gran interés, intentó luego educar unos cuantos niños o!igofrénicos. En 1842 - hace casi un siglo - logró convencer a las autoridades de In conveniencia de instruir a los imbéciles y otros débiles mentales asilados en Bicetre, y fué puesto frente a una escuela creada al cf ccto en dicho asilo: así se fundó la primera escuela oficial para el cuidado pedagógico de los feblementes. En 1846 publicó su obra clá-
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ASOCIACION DE MUJERES GRADUADAS actuaciones en el sentido de conseguir Jo que uno se propone, y 4. Habilidad para combinar nuevas experiencias correctamente, a la luz de las viejas.
sien titulada "El Tratamiento, la ll!orol, la Higiene y la Educación de los Idiotas y de otros Niños Retardados". ¿Qué es un Retardado? Dejemos por ahora este brevísimo esquema de la historia del tratamiento científico de los tontos, para contestar la natural pregunta ¿qué es un tonto? ¿En qué consisten ios defectos de la inteligencia ? ¿Cuál es In diferencia entre un idiota y un imbécil? Trataré de ~ontestnr lo más brevemente que sea posible estas preguntas que sé que están bullendo en vueslrns mentes. La deficiencia mental, el retardo mental, u oligofrenia es un estado de inefectividad soda! que depende de una inteligencia mal desarrollada. Esta ineficacia social se demuestra por el hecho de que el oligrofénico no sabe regir su per~ona, ni manejar sus asuntos con la prudencia ordinaria, ni competir con sus semejantes en un plano de igualdad. La inteligenci:l insuficientemente desarrollada puede deberse a limitación congénita (por causas que operan en el individuo durante los meses que dura su vida intrauterina, antes de nacer), o a una detención patológica del desarrollo temprano, debida a factores tóxicos, tl'aumáticos o infecciosos. Como clase, generalmente los oligofrénicos exhiben evidencias de su reta1·do intelectual desde temprano. No ap1·enden como los niños normales. Son ta1·díos en la formación de hábitos. Muchos presentan an omalías físicas que dep~nden de defectos en la conformación y desarrollo de s u sistema uervio.io o de las glán- ·· dulas de secreción interna. Cómo se diagnostican los defectos de la inteligencia Antes de comentar brevemente los medios de que se vale la ciencfo. contemporánea para descubrir y clasificar los casos de defectos intelectuales sería conveniente establecer un critel'io de lo que es la inteligencia. No es ésta Ja ocasión para entrar en disquisiciones técnicas o filosóficas acerca de este tema. Bastará que recordemos que la inteligencia es una función muy complicada, cuyos factores esenciales, según Bleuler, son los siguientes: l.
Habilidad para formar abstracciones lógica y correctamente; 2. Habilidad para comprender lo que otros entienden o explican; 3. Habilidad para dirigir y encauzar las
Vemos, pues, eque la función de la inteligencia no es algo que puede medirse exactamente como pretenden los que creen que mediante la aplicación rutinaria y fcrmal d1> una baterfa de "tests" se puede calcular definitivamente el coeficiente intelectual de una persona y dete1·minar exactamente el grado de su inteligencia. Serla tan absurdo esto como creer que determinando el peso de una persona se puede determinar el estado. de su salud. Los "tests" de inteligencia, aunque sumamente útiles, deben ser aplicados teniendo en cuenta una serie de factores individuales y personales que pueden alterar sug resultados. Su valor es relativo. Para demostrar la actitud llamada "psicobiológica ", introducida por Fernald hace veinte años, y que aún influye notablemente en la forma en que la psiquatría enfoca el problema del oligofrénico, mencionaremos aquí la la "Escala de los Diez Puntos" formulada por Femald en 1920. Ante un caso de deficiencia mental es preciso hacer las siguientes investigaciones: Examen físico 2. Historia de la familia 3. Historia personal y del dP~arrollo 4. Pl'Ogreso escolar .:;.,.~-.:amen de conoéimientos ndqurid cs en Ja escuela 6. Investigación de conocimientos prácticos Y de información general 7. Historia social y reacciones hacia el medio 8. Eficiencia económica 9. Reacciones morales 10. Exploración mental l.
Sin hacer un estudio completo del caso siguiendo estas o parecidas pautas resulta' imposible valorarlo con crite1io cie1;tffico. Re11e1·cusiones sociales de la oligofrenia Resultan obvios los problemas que el imbécil, el idiota, el retardado crean en el seno del hogar, en la escuela y en la comunidad. Estos anormales son causa constante de tensiones emocionales, de conflictos y d~ situaPasa a la página 45
Los niños físicamente incapacitados De acuerdo con In historia, en épocas remotas se consideraba que las personas que nncian con algún defecto físico, o que lo adquirian mñs tarde, venían ni mundo como castigo para la familia. En algunos pueblos el niiio con defectos físicos congénitos era llevado a un bosque o a un sitio en donde quedaba expuesto a los rigores de Ja naturaleza. Mucho tiempo después desistieron de desterrarlo o mutarlo pero siempre continuaban mirfmdolo como a un ser despreciable en la sociedad. Se convertía en pordiosero y era explotndo sin escrúpulos. Esta actitud de reproche y hostilidad hacia la persona físicamente defectuosa ha evolucionado con los siglos, con ligeras excepciones, hasta convertirse en una actitud humana y constructiva hacia el que "tuvo la desgracia" de nacer distinto a los demás, o de perder el uso de algunos de los miembros de su organismo. Pero todavía encontramos familias en quienes estas actitude se manifiestan en fases como: (1) excesivo celo hacia el nitio que tiene el defecto físico, que muchas veces culmina en un estado de dependencia total producida por la coartación de las facultades del menor; (2) actitud hostil causada por la vergüeza que para muchos significa d tener "semejante castigo"; (3) hay un grupo que utiliza al niiio para exhibirle, explotando el defecto físico con fines de adquirir dine;·o para el menor o para otras personas. Se vislumbra en esle siglo una actitud de comprensión hacia el p1·oblema del niño físicamente incapacitado, y un deseo, especialmente por parte del estado, de que el niño reciba dentro de su condición las ventajas de c¡ue gozan los demás niños. El empeño de la sociedad moderna de salvaguardar los recursos humanos ha llevado a la organización de un sistema de asistencia social, educación y ol'ientación vocacional encaminado a proveer las ventajas de la ciencia moderna, con el fin de asegurar el uso máximo de las potencialidades de los individuos. No es únicamente la persona físicamente normal la que puede hacer aportaciones positivas a la sociedad. La incapacidad física no está relacionada con las facultades mentales. Además, In carencia o inutilidad de un miembro del organismo no limita el uso de los demás miemb1·os. Y por fortuna, los ade-
lantos de la ciencia médica han logrado que personas que se consideraban incapacitadas adquieran el uso total, o a veces parcial, de los miembros afectados. A este sector de los incapacitados fisicamente podemos prepararlo en consonancia con sus habilidades y siguiendo las recomendaciones pertinentes en cada caso. Nuestro deber es ofrecer al niiio que tiene defectos físicos todas las ventajas que la medicina ha aportado para recobrar, hasta donde sea posible, el uso de sus miembros; proveer un ajuste educativo y emocional que satisfaga sus presentes necesidades, de modo que disfrute de una niiíez normal; prever además, un ajuste educativo, emocional, social y vocacional para su vida futura, como ciudadano y como miembro integral de una sociedad. Cuando hablamos de niüos físicamente incapacitados incluimos en el término a aquellos c¡ue no pueden usar normalmente sus músculos y huesos, algunas veces a causa de defectos congénitos, o por deformidades ocasionadas por enfermedades diversas, como· tuberculosis ósea y parálisis infantil, o debido a golpes causados por caídas y accidentes. Otro grupo importante lo constituyen los que nacen ciegos, o que por enfermedad o accidente pierden la vista. Hay también los sordomudos, los tartamudos, los cardíacos y los que padecen de tuberculosis pulmonar. El tratamiento oporluno y salisfactorio a estos diferentes grupos de nirios tiene una importancia inmensa, ¡iorque cada niiio incapacitado a quien se consigue rehabilitar física, emocional y educacionalmente, equivale a un ciudadano más en condiciones de rendir el máximum de labor y utilidad para la sociedad. De acuerdo con las posibilidades de éxito en el tratamiento los incapacitados físicamente podrían clasificarse de la siguiente manera: Aquellos de pronóstico favorable que puepueden curarse totalmente. Los esfuerzos integl'lldos del médico, el trabajador social y el educador pueden preparar a estos niños para competir en las actividades diarias con cualquier otro ciudadano. 2. Aquellos de pronóstico dudoso que ¡meden ser curados parcialmente. La incapacidad física de estas p ersonas no desaparecerá totalmente. Por lo común en estos casos se desanollan complejos que perduran '\ menos
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que los pacientes estén bien atendidos y guia- nos dolo1·oso el evitar que er tener que remedos. Si el niño desarrolla una personalidad diar . timida, o rebelde, y está siempre consciente La prevención de accidentes y la educación de sus defectos, sus éxitos en la vida estarán necesaria para lograr que se gencrnliecn cierlimitados y no podrá bastarse a sí mismo ni tas medidas de seguridad debe acompaliar aportar a la sociedad la labor que rinden las cualquier p1·ograma social para la a tcnción del ¡1crsonas físicamente aptas. De ahi la im- problema que hoy nos ocupa. portancia de velar porque estas pet·sonas coSigue en importancia a las medidus prevennozcan las limitaciones de su caso, y estén dis- tivas ya anotadas, el descubrimirnt~ temprapuestas a colaborar con el médico y el traba- no de los estragos causados por ciel'tus enfel'jador social a fin de que se desart·ollcn cu medades. Después que el nilio ha pasado grado máximo sus potencialidades. cualquier enfem1edad debe siempr e dejá rselc 8. Aquellos imposibles de curar, bien por bajo observación médica para a tenderle opor la naturaleza del defecto, o porque hayan lle- tunamente cualquier defecto íísico que pued11 gado demasiado tarde donde el especialista. haber sobrevenido, tales como cie1·to grndo de Este último grupo será siempre una carga pa- sordera, cortedad de vista y fnltn de agilida d 1·a la familia y a falta de ésta, para la socie- en las piernas y los brazos. Estos defectos dad que está llamada a asumir la responsabi- son a veces tan leves que nadie que no sea un lidad de sus cuidados. Cuando estos indivi- experto podria descubrirlos. De ahí la imduos carecen de familiares, es mejor asilarlos portancia de que la supervisión médica contien instituciones que, bien equipadas con un núe todo el tiempo necesario. La escoliosis y departamento de laborterapia, los ayuden a otras formas de curvatura de la espina dorconvertirse en seres útiles. sal son defectos físicos corregibles en sus coLas anteriores clasificaciones no deben acep- mienzos y deben atenderse lo antes posible. tarse como fijas. Es sorprendente lo que puc- Cuanto antes se descubra el defecto, mayores Je hacer el nilio que se propone curarse y re- probabilidades de curación tendrá el pacien-· habilitarse. A menudo uno con deformidades te y de éxito el especialista. físicas ofrece grandes sorpresas mejorando Lo ideal es establecer clinicas u hospitales notablemente y haciendo un ajuste social tan especialmente dedicados al tratamiento de los acertado como el de cualquier individuo en- casos ortopédicos, o en su defecto dedicar una tel'llmente normal. sala en los hospitales exclusivamente para esEn los tiempos modernos el estado ha acep- tos casos, con enfermeras entrenadas para estado que tiene debe1·es ineludibles para con ta labor, toda vez que cualquier manipulación "los menos afortunados", y es por esto que mal hecha después de la operación quirúrgica toda sociedad bien organizada está demostran- puede echar a perder el trabajo del médico. d-0 un interés práctico por des.:uln-il' les casos Lo que una equivocación puede sie nificar pac¡uc necesitan atención lo antes posible, con el ra el enfermo en sufrimiento y tiempo perdifin de ofrecerles las facilidades que In ciencia do, no puede medirse. ha puesto a nuestro alcance. Solamente la La cronicidad de estas enfermedades exige atención temprana a estos casos logrará el que los pacientes sean retenidos por una esl'establecin1iento físico y su rehabilitación, tada prolongada en el hospital. Debido a la evitando el dete1iol'o físico o mental. escasez de camas en nuesti·os hospitales hay Es de vit!ll importancia el colabol'ar en to- la tendencia a dar de alta a los pacientes ando momento con las autorídades correspon- tes de tiempo. Esta situación podria obviardientes para evitar que se propaguen enfer- se estableciendo casas de convalescencia, ademedades que producen defectos de esta natu- cuadamente equipadas, donde se continúe el raleza en los niñcs. La tuberculosis, por ejem- tratamiento indicado por el especialista, ya plo, ataca frecuentemente los huesos, especial- sean masajes, manipulaciones, balios termales, mente la espina dorsal, la cadera y las rodi- ejercicios de natación u otros recomendados llas. La parálisis infantil deteriora los mús- para el caso. culos en tal forma que pierden el movimiento. No todos los niños con defectos físicos re La ceguera y la sordera son con frecuencia quieren hospitalización o atención quirúrgica. Jos resultados de condiciones Juéticas o go- Muchas veces sólo requieren masajes y ejerci nocóccicas. Precisa tomar las medidas pro- cios especiales bajo la supervisión directa del fil:ícticas recomendables en estas enfermeda- especialista. Estos casos reciben lo que !lades, porque siempre resulta más barato y me- mamos tratamiento ambulatorio.
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El ortopedista y 111 enfermera necesitan del gresar a In vida familiar, rechaza las instrabajador médico-social para obtener resul- trucciones del médico, se rebela, o de otro motados felices en el tratamiento. El trabajador do perjudica el progreso del trntamiento. Tammédico-social inicia su labor con la b(tsqueda bién a menudo es menester i·eeducar a lo~ de los casos y sigue prestando sus servicioa padres para que permitan que el niño reciba en distintas formas durante el procedimiento el tratamiento médico a la mayor brevedad, para llegar al diagnóstico, así como también cuando los mejores resultados pueden obtedurnnte los períodos ele trntamiento y conva- nerse. Hemos encontrado casos de familialecencia del enfermo. Sus gestiones ¡>ara res que hnst.'\ se resisten a que el niño r eciba evitar y correg·ir situaciones en el hogar que instrucción vocacional. No está demás rep ~ puedan perjudicar el tratamiento, interpretar tir lo importante que es para el mejo1· éxito el es tado ele! enfermo a sus padres y demás del trntamicnto que se descubran los casos a familiares, y orientarlo para que pueda ha- tiempo. También es do primordial inte1·és cer un ajuste mental sano, libre ele conflictos recordar que los mejores resultados g-enerale imbuido ele fuerza espiritual y de optimis- mente se obtienen cuando el caso e atendido mo snlucluble, constituyen gran parte de su durante sus pdmeros años. La,; ascucla~ y labor. Les servicios del trabajador social son !:is agencias médicas pueden prestar un vat:imbién muy necesarios mientras se estudia lioso servicio refiriendo los casos que conocen el caso para hacer el diagnóstico y duran te el a la agencia especializada en el trat.-imiento período agudo de la curación. Durante es tas ortopédico. La cooperación do entidades y organizaciodos t emporadas el niño necesita gran comprensión de su condición psicológica, que pu e- nes médicas, sociales y civicas es muy neceda conseg uirse mediante las relaciones de és- saria para el tratamiento de los niños incate con el trabajador social. En ocasiones el paciladcs fisicnmente y debe conseguirse. No defecto fí sico no es tan importante como la es dificil, a nuestro juicio, obtener esta ayureacción del niño hacia ese mismo defecto. da por parte del paciente, sus familiares y De ahí que con frecuencia oímos decir que un la comunidad, si interpretamos debidamento defecto físico deja sus huellas en In vida emo- el alcance del problema. Todo es cuestión de cional del nitlo. CotTcsponde u! trabajador saber des pertar en ellos el correspondiente insocial evitar que los surcos de estas huellas terés. El tratamiento social de estos niños no esdesvíen Ja personalidad del niño, impeliéudole a asumir actitudes morbosas y conducta anti- tá completo si no se atienden los aspectos edusocial, rest{mdole In confian za en si mismo, o cativos. Si se trata de menores que tienen desarrollándole un sentido de dependencia to- que hacer sus estudios elementales, hay que proporcionarles medios adecuados para que tal injustificado. Los padres y encargados con frecuencia Yayan a la escuela, o proveerles instrucción dificultan y retrasan las posibilidades de cu- en el hogar, en el hospital o en la casa de ración y rehabilitación de los niños, unas vece¡; conv11lescencia. por cariño egoista y falso sentimentalismo y El programa educativo tiene que estar a otras por complejos adquiridos debido a la tono con 13 s recomendaciones específicas que misma incapacidad del niño. El trabajador t>l médico ht\ce para el caso, y tiene que ser social colabora con el médico descub1;endo suficientemente flexible para amoldarse a la estos factores y haciendo las correspondientes condición individual del niño y al progreso y interpertaciones hasta conseguir la coopera- necesidades de su tratamiento. ción deseada. Aún mientrns el niño pennanece en el hosOtro de los aspectos difíciles de esta la bor pit.,¡ se bcne.ficia de un programa educativo. es obtener la cooperación del enfermo y con- Por medio de lo que en inglés se con: ce como servarla a través ele los años que dura su tra- "bcd sidc teaching" el niño sigue en el hostamiento. El trabajador social es el mejor pital el mismo progTama de sus compañeros, auxiliar del médico para obtener y conservar si es que anteriormente estaba en la escuela, el interés del enfermo. Para esto muchas ve- o de otro modo inicia su instrucción, al misces se requiere que se alteren las actitudes mo tiempo que recibe el tratamiento médico. negativas del niño hacia su tratamiento, que Una ve:-: que el niño sale del hospital y se se le estimule constantemente, en especial recluye en la casa de convalescencia, sigue allí cuando cansado de un tratamieto largo y mo- el mbn10 programa educativo, ya que ambas nótono, ansioso de actividad y ávido de re- instituciones trabajan bajo idéntica supervi-
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sión ~· con iguale~ planes. Si hay algím cam- cipal del tratamiento debe ser la restauración bio es porque nsi lo van demandando su mejo- física del individuo para continuar luego traramiento ffsico y su contacto con otros niños bajando en tcdos Jos demás aspectos hasta haen In casa de convalescencia. oda enseñanza cerlo un miembro independiente y cooperador debe estar ajustada, del modo más eficaz po- en la sociedad. Una vez conseguida hasta donde sea posisible, a la vida normal del niño y a los requerimientos de su mentalidad y habilidad fí- bl~, Ja restaurnción física del paciente, y al sica. Naturalmente, va cambiando el medio mismo tiempo haber éste adquirido la educaque se utiliza para dar la instrucción a me- ción académka a tono con su condición mendida que el tratamiento progresa. tal y la enseiianzu prevocacionul de acuerdo Al reintegrarse el niño a la vida familiar con sus habilidades y aptitudes, queda poi· terhay que velar porque tan pronto sea acon- minar el aspecto vocacional pa1·a conseguir la seju ble, restablezca los nexos con grupos nor- completa rehabilitación del individuo. La remales, y que asista a las escuelas, gozando de habilitación cubre Ja parte física, mental, solas mismas prerrogativas y deberes que los cial, emocional y económica del niño. El contacto que el niño ha tenido con el demás compañeros de clase. Conjuntamente con Ja vuelta del niño a un médico, el especialista en fisioterapia, el trnambiente normal es menester recabar los ajus- bajador social y el maestro, hace que se hates necesarios en el hogar, e interpretar al yan descubierto en él sus habilidades, interemaestro lo que se espera de él en cuanto al ses, potencialidades y limitaciones. Una vez trato que el niño ha de recibir en Ja escuela. conocidas éstas se Je puede entregar el caso Si el maestro es falto de consideración, o si ya 1·ecuperado físicamente, al agente de repor el contrario asume una actitud de pena, habilitación vocacional, quien, orientado de puede ocasionar serios problemas emociona- nuevo por el médico y la especialista en fisiotempia, guía al niño en la selección de su voles al menor. Se ha discutido bastante extensamente la cación y le ofrece todos los medios de un con\'eniencia de crear escuelas especiales pa- aprendizaje adecuado y una rehabilitación persolo piso, y los escritorios se adaptan a las manente, de acuerdo con sus necesidades y hanecesidades individuales de los niños. El cu- bilidades y las oportunidades que ofrezca Ja rrículo que se ofrece combina Ja instrucción comunidad para su rehabilitación económica, académica con la vocacional favoreciendo así que es el objc.tivo final del entrenamiento. Una vocación seleccionada a base de inteun mayor desarrollo de las habilidades e inclinaciones especiales de cada niño. Los pe- rés y habilidades unida a una enseñanza suríodos para recreo y descanso son más lar- pervisada y debidamente planeada prepara gos que en las escuelas corrientes, y el pro- al joven para competir con personas normagrama para estos períodos se hace a tono con les. Los resultados obtenidos hasta la fecha las necesidades individuales de los niños. Es- en el programa de rehabilitación vocacional tas escuelas están provistas de "guaguas" pa- que dirige el Departamento de Instrucción, por ra conducir a los estudiantes de ellas a sus medio de Ja División de Rehabilitación Vocahogares y viceversa. cional son muy alentadores. Como paso final en el proceso de 1·ehabiliTodas las actividades del niño que está sometido a un tratamiento ortopédico deben es- tación vocacional está el colocar a la persona tar estrechamente supervisadas por el espe- en el oficio para el cual se ha preparado. Una cialista de fisioterapia porque es a él a quien vez que entran en Ja industria, la experiencorresponde determinar si las actividades lle- cia nos dice que hay casos de rehabilitación vadas a cabo son para benefieio del tratamien- vocacional que tienen más éxito y producen to o en su lugar están haciendo daño e inte- igual, y a veces mayor cantidad de ti·abajo rrumpiendo ese mismo tratamiento. El espe- que sus compañeros de taller. cialista en fisioterapia sigue el aspecto ffsiEl servicio de rehabilitación vocacional tieco del paciente lo mismo que el psicólogo y el ne como finalidad Ja rehabilitación física y Ja trabajador social sigue el desa1Tollo psicoió- utilización de las habilidades que quedan disgico, social y emocional. El trabajo tiene que ponibles en una persona que ha sufrido una estar coordinado entre todas las personas re- incapacidad física, ya sea congénita, o por enlacionadas con el paciente. Pero todas y ca- fermedad o accidente. da una de ellas deben seguir estrictamente las La asistencia adecuada a loa niños con alrecomendaciones del médico, ya que el fin prin- guna incapacidad física no es ya un sueño de
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unas cuantas personas en Puerto Rico como lo estar(m ahora, al igual que entonces, dispuesera en el año 1934, cuando se dió en San Juan tos a prestar su valiosa coopcrnción a tan imel primer paso para la consecución de este portante actividad. ideal. En aquella época el Dr. Peny Rogern, La rehabilitación ele los nmos físicamente médico ortopédico de la Marylnnd Casualt~· Co. generosamente invertia gran parte de su incapacitados es, además de humana, obra do tiempo desccupado en sostener una clínica don- valor práctico cuyos resultados pueden palparde muchos lisiados eran atendidos. Fué con se y medirse fácilmente. Los defectos físicos gran dolor que las personas y grupos civicos de los cuales los niños no son responsables, que colaboraron en aquella iniciativa vieron generalmente pueden curarse o mejorRTse mudesaparecer las clínicas, al pai·tir de nuestra cho. De no ser atendidos debiclament~ estos isla el ilustre galeno. Podemos decir que seres se constituirán, tarde o tempro.no, en aquel ensayo del Dr. Rogers es hoy una rea- una carr.;a pública. Por el contrario, si se les lidad, porque desde el día primero de julio del presta la asistencia necesaria en el debido corriente año se han establecido de nuevo es- tiempo, !ns ventajas para ellos y para In sotos centros para el diagnóstico y tratamiento ciedad justificarán con creces los es fu erzos de los niños físicamente incapacitados con realizados. Preparar al incapacitado físicamenfondos que provee la ley federal de Seguridad te para crear y para que disfrute plenamente Social. (Titulo V, Sección segunda). Tenemos de su vida mediante el ejercicio ele todas sus la seguridad ele que todas las personas y en- faculta des: he ahí la tarea. tidades que generosamente cooperaron con el Dr. Rogers siguen tan interesados como enOlimpia Torres de Zeno. tonces en el problema social de estos niños y l'ctro América Pagán de Colón.
El ení.pleo de menores en la industria (Viene de la página 33) estar en la redacción recogiendo los periódicos que van a vender. Esta situación se ha agravado con la venta de billetes de la Loteria. Hemos estado insistiendo cerca del Administrador de la Lotería para que haga cumplir las disposiciones del Reglamento aprobado por el Consejo Ejecutivo de Puerto Rico prohibiendo a los agentes que utilicen los niños en la venta de billetes. Accidentes del Trabajo: Los accidentes del trabajo que ocurren a los niños casi siemp1·e suceden en la agricultui-a, donde el 80'/o de los que trabajan han cumplido diez y ocho (18) años de edaá. La última decisión del Tribunal Supremo establece que debe pagarse compensación a cualquier menor que se lesione en el trabajo, a(m cuando su patrono no esté asegurado, pero se hace responsable al patrono de la violación cometida al emplear al menor sin el permiso que se requiere por la Ley 75 del 1921.
Reclamaciones de salarios: Las reclamaciones de salarios son traídas ante este Negociado por niños menores de diez y seis (16) años de edad que por lo general están trabajando en faenas domésticas y que no están incluidos en Ja Ley. En el presente se utiliza a infinidad de niilos en los hogares con un sueldo irrisorio, pani prestar servicios como vendedores de dulces, sirvientes y mandaderos. El Negociado de la Mujer y el Niño en la Industria también ayuda a los menores que solicitan protección en cuP.nto a salarios atrasados se refiere. Estamos preparando un folleto que llevará por titulo "EL EMPLEO DE MENORES EN PUERTO RICO", tomando como base la experiencia que hemos tenido QUrnnte los últimcs cuatro años. Se incluirán en el folleto información sobre los diferentes estudios hechos, accidentes ocurridos, opiniones emitidas por las cortes, dificultades con que tropezamos en la vigilancia y cumplimiento de las leyes, y otros detalles de interés general.
Educación de Padres ISABEL ANDREU DE AGUILAR Conjuen cia dlct"da anto la. adtrntblca. onuat do h6 Liaa l118ular dt1 A"ociaciont..! do l'adrt-4 !I JfllcatT01, d id t tnbrc , 1937.
Señor presidente, señoras y señores: Agradezco profundamente el honor que se me ha hecho al invitarme a hablar en esta asamblea. Creo que la influencia que puede ejcrce1· en nuestro medio social la Asoci"ción de Padres y Maestros es de importancia suma, no sólo desde el punto de vista de nuestra cultura, sino en la higienización del ambiente y, por ende, en el desanollo de fuerzas espirituales que puedan hacer de nuestro pueblo uno en donde la solvencia moral llegue a un porcentaje máximo, por la máxima integración moral del individuo. Interesada como estoy por que a esas metas c:isi utó¡1icas enfilemos todos nuestros recursos sin pérdida de tiempo ni tregua en el esfuerzo, acepté complacida dirigirme a esta asamble11, 'y al desarrollar brevemente el tópico que se me señaló, espero tener el acierto de despertar en ustedes interés y entusiasmo suficientes para que la Asociación Insular de Padres y Maestros adopte como parte principal de su programa de este año, empezar a trabajar por que la Educación de Padres forme parte de la acción educadora por 111 que ha clamado siempre nuestro pueblo, el cual no escatima sacrificios para recibir los beneficios del saber ya que el conocimiento es el único medio de salvar al mundo de los instintos depredadores que aún quedan en el hombre, como vestigios de sus antecesores en la escala zoológica. He mencionado la Educación de Padres y con esto ya os habréis enterado de que ése es el tópico del cual se me pidió hablara en este dfa. El término Educación de Padres puede ceus:::r algunas reservas mentales en aquellos que se consider~n rebajados en su autoridad de padres por el hecho de que se presumn que necesitan ser educados. Sin embargo, si penetramos un po'co. en lo que se propone y si consideramos que cada oficio, profesión u ocupación cualquiera, necesita de preparación o entrenamiento por parte de los que lo ejer-
cen para poder ser desempeñados con resultados satisfacto1·ios, podemos llegar a admitir que en el desempeño de sus deberes Jos padres pueden tnmbién necesitar de g ula y entrenamiento. Los líderes más destacados en el movimiento Pro Educación de Padres encuentrnn explicación o razones para que ésta se lleve a cabo. Aducen que en estos tiempos de experimentación cientlfica no es posible dejar que la intuición siga siendo. la que determine métodos y procedimientos para la educación del niño en el hogar ; que del mismo modo que en la escuela el maestro tiene que seguir · Qom1as pedagógicas que se bass n en nuevos descubrimientos de psicologln infantil, los padres vienen obligados a tener en cuenta lo que la misma psicologia infantil señala en cuanto al mundo emocional del niño y a la manera de dirigir su cai·ácter para q11e llegue a ser un hombre de integrada personalidad, un ciudadano modelo. Las complejidades de la civilización moderna han relevado al hogar de responsabilidades que han recaldo en otras agencias sociales, como la escuela en el campo de In instrucción, pero al mismo tiempo esas complejidades han creado nuevos problemas en la guía del niño a los cuales los padres tienen que hacer frente. El hecho de que la mujer tenga acceso a todas las profesiones con las mismas oportunidades que el hombre para cultivar su inteligencia, ha hecho que la madre moderna se dé cuenta de que necesita prepararse para poder desempeñar debidamente la difícil tarea de educar a sus hijos. Tenemos también que las condiciones de la familia modema crean situaciones que necesitan solución de acuerdo con los cánones de la época ea que vivimos, por lo que la técnica antig~a no resulta suficiente ahora en la educación del niño, como no resultarla suficiente el uso de artefactos de hace treinta años en el servicio diario del hogar. En el cuidado físico
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del hiño, ;cuánto hemos andado de nuestros abuelos a nuestt·os días! La misma dieta que hoy se considera reglamentaria para el infante, hubiera siclo una herejía hace 25 ó 30 años. En vista de estas necesidades de la época, en los Estados Unidos el movimiento Pro Educación de Padres, ha tomado un gran incremento en lo que va de este siglo. En el 1922 se estimaba que más de 500,000 padres ha)?í:m tomado parte en grupos y centros de educación de los que había entonces unos 5,687 en toda la nación. La Asociación Nacional de Padres y Maestros de los Estados Unidos se ocupa de la Educación de Padres como su actividad preferente. La directora de la "Child Study Association", señora Sidonia 11'.L Gruemberg, define la Educación de Padres diciendo que es una manifeatación de las ¡n·eocupaciones que el adulto siente no1·malmente por el bienestar de sus hijos combinados con una nueva fe en el valor de In inteligencia para fines prácticos. De modo que la Educación de Padres está i·elacionada directamente con el bienestar del niüo. Hay otro p~mto de vista expresado por una mujer muy conocida en el campo de la Educación de Padres, la señorita Flora M. Thurston. Miss Thurston estima que la Educación de Padres se preocupa principalmente por aytidar al padre a llegai· a ser una persona eficiente en sus deberes paternales y a crearle el deseo de ir con su época y de adquirir 1:t técnica ne_ces:u-i:!. parn ello, y que enfocm·á al padre y al hijo y las situaciones que en In con'!_ivencia de mnbos se producen el cJtudir.r los probleinas que Slil"[!'en en la dil·ecciún colidiann de los hijos. Tenemos, pues, que según la opinión basada en la experiencia de personas especializadas en la materia, la Educación de Padres al preocuparse como fin inmediato de la mejor manera de educar al niüo, abaren como consecuencia lógica con su benéfica influencia no sólo ai niño sino también a los padres mismos y · consiguientemente al hogar, y a la sociedad en general. Todos los Estados de la U11ión Americana y el Hnwaii tienen organizaciones que se ocupan de In Edncación de Padres. Esta se ha generalizado como actividad importante, según dejamos dicho, en toda la nación ame1icann. Tuvo sn origen en la iniciativa de varios miembros de la Asociación Americana de Mujeres Universitarias que empezaron a ¡1reocuparse por un estudio sistemático del niüo desde el 1890. En el presente la Asocia-
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ción de Mujeres Universitarias es una de las ngencins más activas en la Educación de Padres. La Asociación para Estudio del Niño, y el Consejo Nacional de Padres y Maestros también "dedican gran parte de sus trabajos a esa actividad. Al presente la Educación de Padres está aceptada como necesaria y se han establecido centros de investigación y de enseñanza en universidades de renombre tales como la de Columbia y la de Yale y en muchas otras universidades y colegios. La Asociación de Economía Doméstica también se ocupa de Edncación de Padres. El Centro de Investigación Infantil en Washington realiza importantes trabajos en la materia. · · · ¿Qué comprende In Edncación de Padres? Hemo3 dicho que tiende a guiar a los padres en la solución de los probblemas que se les presentan en la educación de sue hijos. Por consiguiente, tenemos que se ocupa de las re- . laciones entre el padre y el hijo, de problemas de disciplina, del desarrollo del niño, y, para tratar de todos estos asuntos, naturalmente tendrá que hacer acopio de información o conocimientos en otras disciplinas tales como la Pedagogía, la Psicología, la Genética , la Higiene, la Antropología, etc., etc. El método qne se sigue en la Educación de Padres es único en cuanto a que las necesidades de Jos padres han de señalar los tópicos que han de tratarse y la manera de tratarlos . .Desde luego tenemos dos procedimiento~, el de consnltn o enseñanza individual y el d~ cnsciumza en ¡rrupos. En el primero hay <103 !l ¡;'ent<:~ : ,¡J maesti'u visitante qu e hn de estar en conlaclo con el hogar, y las Clínicas Infantiles, de las que hay muchas establecidas en los Estados Unidos. El maestro visitantes ayudará con su experiencia y su preparnción a solucionar las dificultades de cada padre indh·idualmente. En las Clínicas Psicológicas Infantiles, se examina al niño no sólo física sino intelectual y emocionalmente, se le pone en observación y se i·ecomienda a In madre las medidas qne debe segnh· para bien . del nilio. Naturalmente, el maestro vis itante y la clínica que dejamos mencionados, son meditlns que debemos tener en mente para realizaciones fnlurns por lo que cuestan, nunr1ue no debemos perder la esperanza de que llegnen a ser una realidad en · nuestra isla. La enseñanza o discus ión en grupos es de posible r ealización, porque cnesta menos monetariamente ~· en esto es que quisiera interesar a esta Asociación. Es bien sabido que al co-
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municar nuestras preocupaciones éstas se haacn más ligeras. Además, al discutirlas con otras personas podemos recibir la ayuda de la experiencia y de los conocimientos que esas personas poseen. En esto se basa la eficacia que se le ha reconocido a los centros de estudios en Ja Educación de Padres. Voy a describir brevemente cómo esto se n~va a cabo. Se reúnen generalment~ la~ madres en ndme1·0 de 15 u 20 bajo la dir~cción de una Jld~r eonvenientement" preparada en mate~ia de gula del niño y después de una breve mhoducción sobre un tópico de interés para las madres se procede a discutir el mismo. En la discusión las personas que integran el grupo pueden tomar parte todas las \•eces que quieran y solucionar ellas mismas sus problemas y Ja Hder no intervendrá sino en caso muy necesario y extremo. En cada escuela, en cada grado, se organizan dichos grupos, los cuales se reúnen una vez por semana. Se ha probado que los resultados son muy beneficiosos no sólo desde el punto de vista de los problemas del hogar en relación con los niños, sino en cuanto a la eficaz colaboración que se establece entre la escuela y la casa, lo que redunda en beneficio del niño y de Ja comunidad. Los grupos deben ser fOl'mados por personas de Ja misma esfera social y cuyos hijos sean poco más o menos de Ja misma edad, porque ::sí se discuten los mismos problemas. Además de la enseñanza individual y de los centros de estudio y discusión, las escuelas maten1ales (Nursery Schools) de las que carecemos desgraciadamente, hacen una contribución r.uuy importante ú la Educación de Padres. Ln FERA estableció esas escuelas aquí en la Isla con espléniddos resultados según tengo entendido. Otro método que se sigue en va1·ias ciudades americanas es la observación del niño bajo la dirección de una directora o lfder. Por ejemplo, se reúnen las mamás de niñitos de edad pre-escolar y les obSCl'\'lln en sus juegos en un parque o en un sitio de recreo siguiendo las direcciones de una persona encargada de hacerles observar las tendencias de los niños unos con otros para luego discutirlas en los grupos de estudios. He tratado de explicar lo que es la Educación de Padres, las razones para que exista y cómo se lleva a cabo. Mi propósito, corno dije antes, es interesar a esta Asamblea para que la Asociación de Padres y Maestros de Puerto Rico emprenda un programa de Educación de Padres ampliando de ese modo sus trabajos en beneficio de la niñez y de nuestro
pueblo en general. Creo que no estoy equivocada al afirmar que hasta ahora v.u estras iniciativas se han dedicado preferentemente al sostenimiento de comedores escolares y naturalmente, a mantener en un_ plano de cordialidad y de cooperación las i·elaciones entre el hogar y la escuela. Si a vuestros esfuerzos poi· conseguir que la niñez necesitada en Puerto Rico disfrute de mejor salud proveyendo alimentación y c11idados médicos, añadis otros en favor de crear una mejor comprensión del niño, en la escuela y en el hogar, v11estra obra corno padres y maestros habrá cerrado el circulo de vuestros ineludibles deberes. No hay duda de que en esto último, en la labor de crea1· µna mejor comprensión del nifio, el medio más conveniente es la Ed11cación de Padres, según dejo ya dicho. Aunque el período escolar haya oportunidad de aprender en teorla materias que pueden ayudar a comprender los problemas q11e acompañan la dirección del niño, el hecho de no encontrarse el alumno en situación de aplicar esas teorías hace que aquéllas carezcan de valor vital. En cambio el padre que se enc11entra perplejo en cuanto a lo que debe hacer respecto a sus hijos estará en la actitud de aprendizaje que hará que reciba con verdadero interés cualquier sugerencia o ense1 ñanza que pueda ayudarle. No podemos pedir a un niño o a una niña que piensen en el hijo que ta1·darii muchos años en venir. La Asociación de Mujeres Graduadas de la Universidad organizó el año pasado con la cooperación de la señora Ana María l\'!orales de la Escuela Goyco un grupo de estudies de madres en aquella eRcuela con resultados excelentes. En Cataño también se celebraron dos sesiones a las que asistieron unas 50 madres que oyeron con avidez lo que se les decía en materia de la dirección de sus hijos. En Rlo Piedras, Ja señora Herrninia Acevedo, que se ha especializado en la guia del niño, organizó dos grupos de mad1·es que mostraron gran interés en la discusión. Esto nos ha llevado a afirmarnos en nuestra opinión de que en Puerto Rico puede empezarse ese trabajo y creemos que las Asociaciones de Padres y Maestros son las llamadas a llevarlo a cabo. El plan a seguir tendria dos aspectos: el de preparación de líderes y el de organización de grupos. Uno de los pl'imeros pasos, a mi entender, sería inte1·esa1· al Departamento de Instrucción para que cree el cargo de Dh·ector de Educación de Padres dentro del presupuesto que ya tiene el Negociado de Adultos. Di-
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cho · directoi· tendría que ocuparse de In preparación de los lideres y de estimular a las Asociaciones de Padres para que organicen los grupos. La preparación de líderes incluirá naturalmente clases en diversas materias pertinentes, tales como In guia del niño, psicologia, nutrición, técnica pnrn la dirección de grupos de discusión, etc. En el Departamento de Economin Doméstica de la Universidad se ofrecen algunos de esos cursos. Además, algunas de esas clases podrían estar a · cargo del mismo director de Educación de Padres Y podrlan verificane ya en el verano dentro del cu1·so de verano de In Universidad, o como parte del currículum de las clases de extensión universitarias, contando naturalmente en ambos casos con la cooperación de In Universidad y consiguiendo que se les cuenten los créditos conespondientes a las personas que tomaran dichos cursos. Yo iría hasta considerar el tiempo que las maestras que tomaran esos cursos invirtieran en ellos, como pin·te de su labor escolar diaria. Del mismo modo a las maestras que estuvieran al frente de los grupos de madres como líderes, se les podría contar el tiempo que invirtieran en esa actividad como parte de su trabajo escolnr. M:ás tarde cada escuela podría tener una maestra visitante o líder de grupos de estudio dedicada exclusiva mente a ese servicio, sin que esto resultara oneroso para el presupuesto insular o municipal si tenemos en cuenta todo
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lo bueno que de ello podrla derivar la socied:id puertorriqueña. De todos modos, aunque no se pudiera contar desde el principio con la Dirección del Departamento, el cual estoy segura se prestará gustosamente dentro de sus medios a cooperar con la Asociación de Padres y Maestros, ésta podrla efectuar por sí misma el trabajo preliminar o de pionera en In Educación de Padres alistando en ese trabajo el esfuerzo de todas las principa· les y de los padres que forman cada Asociación. Para empezar, In celebración de la Semana Pro Educación de Padres, para la cual invitarian una o dos autoridades en la materia, sería de seguros i·esultados. Antes de te1·minar quie1·0 resumir en brebes palabras !ns ideas principales de esta plática, pues quisiera os impresionaran tanto que persistiendo en vuestra mente os obligaran a tomar acción sobre ellas. Quisiera que pensárais sobre la necesidad de estudiar al niño para comprenderlo mejor y dirigirlo sabiamente en el desarrollo de sus potencialidades individuales para que llegue a ser lo que todo padre amante desea que su hijo sea, un triunfador, un hombre de bien, por el dominio de si mismo. Quisiera también que pensárais que la Asociación de Padres y Maestros tiene el deber ineludible de trabajar para que ese conocimiento del niño sea fácil de adquirir trabajando en pro de la Educación de Padres.
El problema de los tontos {Viene de la pág. 36) ciones morbosas que afectan a todos los que La revalo1·ación de los métodos de educaestán relacionados con el problema. ción y entrenamiento de los feblementes y la Hasta hace una veintena de años se consi- demostración de que muchos de ellos, si se deró al oligofrénico como c1·iminnl en em- ayudan, podrlan adaptarse a la vida en comubrión y como posible :i.menaza social. Esta ·nidad, ha estimulado en otros paises las orgaactitud ha cambiadq radicalmente, y se debe nización de clínicas que funcionan en estreestc cambio en gran parte a la labor de Fer- , cho contacto con las escuelas públicas pa1·a nald, que ha demostrado lo mucho que se el diagnóstico lf tratamiento de los casos puede hacer con los feblementes mediante la educables. educación. Antes se creía que lo mejor para En todos los países civilizados se está dantodos estos casos era aislarlos en institucio- do atención a este importante problema. Menes, y tenerlos alli segregados durante toda nos en el nuestro. Aqui ni siquiern tenemos la vida. Fernald, demostrando en el estudio un asilo para internar los casos más marcaque hizo de los casos que hablan estado en dos, los que estén en los peldaños más bajos instituciones y que habían luego salido o se de la escala intelectual. Los idiotas, los bohabian escapado, que un gran número de bos, los tontos que deambulan por nuestras ellos era n capaces de hacer un ajuste social calles y plazas siendo objeto de burlas y de satisfactorio, i·cvolucionó la actitud tmdicio- mofa. Como ocurrla en otras partes del orbe na!. civilizado hace un par de siglos ... . . .
La· Conferencia de la Casa Blanca sobre los Niños en una Democracia EMMA
0.
LUNDBERG
(Secretaria auxiliar de la Conferencia d~ Casa Blanca.)
"Cada día se hace más y más eviden- des de la mnez. La Conferencia se te que ningún grupo en particular po distinguió por el hincapié que hizo en see la clave de la solución de todos los los factores que determinan el carácter problemas de los Estados Unidos. De de la vida familiar y en los se1·vicios entre diversos medios y variados tipos que mantienen las diferentes comunidaespecializados de conocimientos, surge des para la infancia. Los temas disaquella sabiduría que puede resolver o cutidos abarcan un amplio campo. Se por lo menos sentar las bases para ia le prestó especial atención a los problesolución de algunos de nuestros gran- mas de las zonas rurales, los grupos des problemas. Uno de nuestros pro- minoritarios y las familias migratorias. Asistieron a las sesiones de la Confeblemas en ésta, lo mismo que en toda otra nación, es el de ver cómo se les rencia 450 miembros, que comprendian permite a los niños, que son la futura una selecta representación de los 48 esgeneración, participar de lo mejor que tados norteamericanos, el Distrito de este país puede proporcionarles mien- Columbia, Alaska, Hawaii, Puerto Rico tras son niños, mientras se encuentran y las Islas Filipinas. Entre los presenen el período formativo, mientras se tes figuraban delegados de organiiacioestá fortaleciendo su salud. Esta Con- nes de salud y bienestar social, agenferencia J·,a puesto en Cúnlacto a per- cias de recreo, organizaciones agrícolas sonas p1·ocedentes de clivei·sos medios, y obreras, iglesias, escuelas, asociaciomantenedoras ele diversos puntos <le nes de padres, clubs cívicos, peritos en vista, poseedoras de una gran variedad diversos campos profesionales, así code conocimientos especializados." mo representantes de las agencias feEn estos términos resumió la Presi- derales, estaduales y locales. La Conferencia <lió comienzo en la denta, señora Frances Perkins, Secretaria del Trabajo de los Estados Uni- mañana del 18 de enero con una sesión dos, durante la sesión inaugural cele- general presidida, como se elijo, por la brada el 18 de enero de 1940, la tarea Secretaria del Trabajo de los Estados con que se confronta la Conferencia de Unidos. Después que la secretaria ejela Casa Blanca sobre los Niños en una cutiva, señorita Katharine F . Lenroot, Democracia. En el transcurso de las presentó los planes para el trabajo de sesiones se destacaron dos puntos con la Conferencia, el Presidente de la claridad-que la Conferencia estaba in- Comisión de Informes, señor Homer teresada en el "niño considerado inte- Folks, sometió el Informe General a la gralmente," y en el desarrollo de una consideración de la asamblea. La tarde del primer día ele reunión conciencia nacional hacia las necesida-
DE LA UNIV~~RSIDAD DI' PUERTO
fué dedicada a la discusión por secciones, dividiéndose la Conferencia en 11 grupos, con el fin de estudiar los informes y declaraciones preliminares sobre los diversos tópicos que le habían sido sometidos a los miembros con antelación a las sesiones de Wáshington. Estos informes, preparados por el cuerpo de. investigadores, bajo la dirección de la Comisión de Informes ~· con la cooperación de un gran número de consejeros seleccionados del seno de la Conferencia, incluían los siguientes temas : la familia como el umbral de la democracia; recursos económicos ele familias y comunidades ; viviendas i)ar a la familia ; ayuda económica a las familias; servicios sociales par a la niñez ; los niños en los grupos minoritarios ; Ja religión y Ja infancia en una democracia; la salud y el auxilio médico infantil; la educación por medio de la escuela, suplementada con un breve memorandum sobre el servicio de las bibliotecas; trabajo de menores y empleo ele jóvenes; y el desarrollo del niño mediante el juego y las diversiones. Los grupos que discutieron estos informes preliminares sugirieron enmiendas para ser incorporadas en una futura edición del material informativo que se circulará como "material de t rabajo" para el uso de grupo y comunidades interesadas en poner en práct ica las recomendaciones de la Gonferen ci:i.. Se les prestó especial atención a aquellas partes del Informe General ql! P. agregaban las recomendaciones principales de los informes de las secciones, y las conclusiones por los diversos grupos fueron transmitidas a la Comisión de Informes para su consideración y presentación a la Conferencia. Todo el 19 de enero fué dedicado a la discusión del Informe General por pa r-
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te de los miembros de la Conferencia. Las recomendaciones de este informe fueron presentadas a la Conferencia, punto po1· punto, y puestas a votación después de una larga y animada discusión en la asamblea. Se aprobó el informe completo, tal como fué enmendado, y se encargó a la Comisión de Informes incorporar los cambios hechos por la Conferencia y preparar el informe para ser publicado. El punto culminante de la Conferencia fué la sesión celebrada la noche del 19 de enero en el Salón del Este de la Casa Blanca, la cual fué precedida por una recepción ofrecida por la señora de Roosevelt. En esta sesión la presidenta resumió los objetivos de la Conferencia e hizo entrega formal del informe de la Conferencia al Presidente Roosevelt. El discurso pronunciado en esa ocasión por el Presidente de ios Estados Unidos fué verdaderamente notable, y no sólo las 500 personas que estuvieron presentes en el Salón del Este, sino los muchos millares que lo escucharon por radio, recordarán durante mucho tiempo su elocuente llamado en favor de los niños de la nación. La última sesión, celebrada en la mañana del 20 de enero, fué dedicada a la consideración de un programa para Ja continuación de los trabajos. Durant e toda la conferencia prevaleció el pensamiento de que las ·sesfones celebradas en Wáshington no le ponían fin a ésta, sino que, por el contrario, señalaba n el comienzo de una década de participación nacional en un programa que convertiría las recomendaciones de la Coilferencia en algo de significado vitd para todos los niños. La Conferencia claúsuró sus sesiones con el siguiente voto, propuesto por la (Pasa a la página 50)
Nuestra Convención Anual La Asociación llevó a efecto su Convención Anual, según se había anunciado, los dias 11, os días 11, 12 y 13 ·
Los trabajos de In Convención se iniciaron con una conferencia dictada por el Dr. Luis A. Santullano sobre "Civilización, Cultura y Progreso'', en el Ateneo Puerto1Tiqueño, el viernes 11. La Conferencia fué un éxito, habiendo asistido un selecto público que salió muy complacido de la misma. El Dr. Santullano supo tratar el tema enfocando los tres aspectos del mismo dentro de su debida valoración. Las sesiones de apertura y administrativa tuvieron lugar el sábado 12, en el Antiguo Salón de Actos de la Universidad de Puerto Rico. La Asociación se vió honrada con la visita del Canciller, Dr. Juan B. Soto, quien dirigió la palabra a la Asamblea, discutiendo la necesidad de que la razón, la reflexión, dominen sobre la emoción de modo que aquélla prevalezca en la solución de los problemas universales para bien de la humanidad. Hicieron también uso de la palabra In licenciada Carmen Badillo de Hemández Usera que llevó el saludo de la Asociación a la Universidad, y la Srta. Maria Ferrer que saludó a la Asamblea en representación de su distrito. La sesión administrativa se llevó a cabo según el programa, habiendo reinado la mayor cordialidad entre todas las concurrentes. Se aproba1·on los informes de la Dh·ectivn y de la Tesorera. El primero fué un magnifico resumen de las actividades durante el año. En el segundo se detalla el estado de cuentas de la Asociación y demostró la habilidad de Ja Tesorera, Sra. Oritin Oliveras de Carreras. La Presidenta, Sra. Isabel A. de Aguilar, leyó su mensaje, haciendo varias recomendaciones, que fueron tenidas en cuenta por la Asamblea J!I. aprobar resoluciones relacionadas con las mismas. Se llevó a efecto la elección de las quince (15) directoras que habrán de formar la Direc-
tiva del año próximo. Las nominaciones de las candidatas se hicieron directamente por la Asamblea que acordó nominar veinticinco (26) candidatas para elegir quince (16). La no-
minnción i·ecnyó en las siguientes: Isabel And1·éu de Aguilar, Margot Arce, Herminia Accvedo, Nilita Vientós Gnstón, Lcticfo. I.orenzi, Zoraida Córdova de Ortíz Toro, Oritia Oliveras de Carreras, Julitn Córdovn Infante, Beatriz del Toro de Un·utia, Berta Cabanillas, Josefina F1·eiria Vidal, Sylvia Ledesma Barceló, Benita González Vda. de Muñoz, Clotilde Benitez, Marina Fernández de Rodríguez, Celestina Zalduondo, Elvira Vila, Gladys Janer de Pons, Carmen Gómez Tejera, Carmen Badillo de Hernández Usera, Juana Rodríguez Mundo, Rosario Irizarry, Ligia Mercedes Marchand, María Ferrer y Sofía Brenes. De entre éstas salieron electas Isabel Andréu de Aguilar, Leticia Lorenzi, Margot Arce, Nilita Vientós Gastón, Oritia Oliveras de Carreras, Zoraida Córdova de Ort!z Toro, Carmen Gómez Tejera, Julita Córdova Infante, Celestina Zalduondo, Berta Cabanillas, Gladys J . de Pons, Herminia Acevedo, Soíia Brenes, Juana Rodríguez Mundo y Carmen Badillo de Hernández Usera. La Sra. Juana Rodríguez Mundo que salió electa renunció, habiendo ocupado su puesto la próxima en número de votos, Srta. Maria Ferrer. Próximamente se reunirá la nueva Directiva para elegir sus oficiales.
La
Asamblea aprobó tres resoluciones:
l. Para gestionar que se establezca una sociedad para la difusión de conocimientos sobre Puerto Rico en los Estados Unidos y en Hispanoamérica. 2. Para construir un edificio para el Club de Mujeres Graduadas de la Universidad de Puerto Rico. 3. Para que · la Asociación de Mujeres Graduadas de la Universidad de Puerto Rico auspicie la celebración del Congreso del Niño. La sesión administrativa tenninó a las cuatro de la tarde, habiéndose reafirmado el interés de las socias por la Asociación v el espíritu de solidaridad entre ellas mis~as. El sábado por la noche . se celebró una comida en el Escambrón Beach Club. Dicho acto (Pasa a la Pág. 60.)
CORRESPONDENCIA EXTRANJERA Nos complacemos en publicar a continuación dos comunicaciones que se refieren al número de abril de nuestra Revista que dedicamos a la gran literata chilena, Gabriela Mistral. La Asociación estima en mucho estail comunicaciones.
Santiago, 27 de mayo de 19W Sra.. Isabel A. de Aguila1·, Pi·es·identa, Asociación de Mujeres Graduadas de la Universidad de Puerto Rico Apa.rtado 982 San Juan de P.uerto Rico 1l.fo11 disting·uida se1iora:
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Muy comvlacido me es grato acu,sar recibo de una nota, en que esa institución de su digna presidencia comunica a este Ministei-io la entusiasta adhesión prestada por tf,Stecles a la candidatm·a de la escritora chilena Ga.briela Mistral, para el Premio Nóbel de Literatura de 1940, adhesión que ya ha sido enviada a la Academia Sueca para que sea tomada en considerac·ión. Al presentar a la señora Presidenta de la Asociación los agradeciniientos del Gobim·nci de Chile por tan noble y fraternal iniciativa, aprovecho esta feliz cfrcunstancia para enviar a mted y co1npa1íeras mis. atentos saludos y h01nenajes. (Fdo.) DR. CRISTOBAL SAENZ Ministro de R<3laciones Exteri01·es
Consulado de Chile Niteroi Sefw1·a Isabel Andréi¿ de Aguilar, Presidenta, Asociación de Afajeres Gradua.clas de la Univers·idad de P. R. San Ju,an, P. R. Mi distinguida Presidenta y amiga: Tengo la honra de acusa1· 1·ecibo a usted de su fina nota, en la cual se digna transc1-ibinne un acue1·do de la Sociedad, en 1·elación con la Academia Sueca. Yo estimo y agradezco el acto ami.stoso de mtedes, aimque sea abso-
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ASOCIACION DE MUJERES GRADUADAS
1111,famcnle ajena a. esa gestión verificada vor -mi Gobierno ante dicha Acada. mia. Es para 1ní un ·motivo de sua·ve aleg1·ía saberme recordada por el gruvo selecto de ustedes, en esa Isla de P.1terto Rico, que yo he querido y q?tiero p1·of1mda1nente y con 1tna. lealtad inalterable. Digo a usted otro tanto de la Rei;ista, cuyo n.imte1·0 dedi.cado a mí es de una noble lectura y que ha sido ·muy bien recibido en círcitlos e:ctra.njeros que así me lo han co1mtnicado. La solida1·idad de las 11mjeres de nuestra raza, que se manifiesta clri ta.r de en tarde, pero que existe de hecho entre las mejares almas que ha. producido nuest?'a sa.ngre comiín, siempre me conm.ueve, pero más qu.e nunca en este sombrfo momento del m1tndo .. Ustedes velan allí por esta 1midad 11mjeril; sean poi· ello al.abadas y Dios las acompañe en sus trabajos. Po1· encargo del Ministerio, que no recibi6 la Revista, 1ne pe1·mito solic-ita.rles cinco números más. Nuestra Cancillería está dividida en va1'ias secciones y tal vez la publicación fué mal dfrigida. Las secciones pertinentes son : Depa1·tam.ento Consula1·, Secci6n de Propaganda, Biblioteca del M1:nisterio de Relaciones, Moneda, Santiago. P.ueden 1tstedes dfriginne a mí dichos números y yo haré su envío certificado. Pido a usted, 1ni q·uei·ida ·amiga., se digne hace1· pa1·tícipe de ·m·is sentimientos de gratitud 1nuy viva a los clemás miembros de la Directiva. Saluda a 1tsted con sentim-icntos de consideración distinguida su vieja amiga y servidora (Fdo.)
GABRIELA MISTRAL.
LA CONFERENCIA DE LA CASA BLANCA SOBRE LOS Nrnos EN UNA DEllfOCRACIA
NUESTRA CONVENCION ANUAL
(Viene de Ja página •17)
(Viene de la página 48)
secretaria ejecutiva, Katharine F. Lenroot, Jefe de la Oficina Federal del Niño, y formulado por la asamblea, puesta en pie: "Los miembros de esta Conferencia, inspirados por aquéllos que ya no están con nosotros y por aquéllos que todavía están aquí brindando su apoyo a la causa de la niñez, con gratitud, reve_rencia y reconocimiento por las cosas que hicieron, el valor que demostraron y Ja dirección que prestaron durante la última década, resuelven seguir hacia adelante en forma digna de ellos y digna de los niños a quienes servimos."Tomado del Boletín de la Uni6n Panamericana, número de Junio de 1940.
resultó muy cordial, habiendo asistido como huésped de honor el Presidente de In Junta de Síndicos, Dr. José M. Gallardo, y su distinguida esposa. Se excusaron por no poder asistir el Canciller, Dr. Juan B. Soto y Sra. El domingo por Ja mañana tuvo lugar Ja visita a Casa Blanca bajo 111- dirección. del Profesor D. Rafael W. Ramírez. Acompañó al señor Ramirez un buen número de socias deseosas de visitar el histórico edificio y sus jardines bajo Ja dirección de tan reputado cicerone. Puede decirse que la Convención ha · constituido un verdadero éxito y la Asociación entra en su quinto año de vida bajo los mejo1·es ·so1.m.:ln~
~· 1-.J.
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1ND1 CE Editorial -
Página
Margot Arce
3
La Orientación Espil'itu3J del Niño-Clara Lugo Scndra_________________
5
Agencias Sociales ni Servicio de los Niños-----------------------------
9
Lioros de Hecreo Para Nuestros Niños-Celia Núñez de Bunker_________
H
Sobre la Delincuencia Juvenil en las NiñaS-Celcstina Zalduondo________
16
Los Niños Dependientes y AbandonadoS-!llercedes Vélez Herrera_______
21
¡Solos en el Mundo-Angcla Negrón Muñoz---------------------------
25
Fiesta por In Poesía y el Niño-Carmen Gómez Tejera__________________
27
Por los Niños Desvalidos--Carmen R. AlvaradO-----------------------
30
El Limpiabot'nS-A. Cruz Nieves
31
PoernaS-Carmen Alicia Cadilla ------------------------------··-------
31
El Empleo de 111euores en la Industria-Felicia Boria___________________
32
El Problema de los Tontos-Dr. L. 1\1. Morales------------------------
34
Los Niños Físicamente Incapacitados -
Olimpia Torres Zeno y Petro Amé-.
rica Pagán Colón ------------------------- - - - ------------------
37
Educación de Padres-Isabel A. de Aguilar----------------------------
42
La Conferencia de Casa Blancª---------------------------------------
"
46
Nuestra Convención Anual
48
Corres11ondencia Extranjera
49
52
REVISTA -
ASOCIACION DE MUJERES GRADUADAS
ST.ATEMENT OF THE OWNERSBIP, l!ANAGE:llENT, O!RCULATION, ETO., REQU!RED BY THE ACT OF CONG!tESS OF AUGUST 24, 1912, O! HEYTSTA DE LA .ASOOl.!.OION DE MUJERES GRADUADAS DE LA UNIVERSIDAD DB PUElt"rO RICO publishcd qunrt<!rlr at San Juan, Puerto Rico for Octuber 1, J.9·10. Puet"to R,ico Snn Juan
Stnte of
County of
Bcforo me 3 Notau Public in ond for tbo Stato and cotmty aforci::nid, personally appcnrcd I&nbel Andrúu do --\~ilnr, wh;, ba,;ng lk>en duly sworn according to law, dopases and 68YS thnt sho is t.hc Prcsidcnt of the .Associntion ~·hich publishes tho Re,•istn de la .i\socinci6n do Mujc1·cs Grndundas do la Unh·usidnd de Puerto Rico nod tbnt thc !01101\'ing is, to be tho bcst oí her knowlcdge nnd boliot, n true
gtatcmcnt. uC tbo ownership, mana¡;cmcnt, etc., o! tho aforcflttid publication tor the dato showu in tite nbo,·o <!B}ltion, rcquircd by tho Act of August 24, 1912, embodied in sectioo ·Ul, Postal La.w:s o.nd Regu· l;otions, Jlrint.?d on tho rel'crse of tbis form, to wit: TJmt tho namcs and addresscs
J.
ot the publishcr, editor managlng editor, nod business managerl'J
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Post Olftce .Addrese
Nomo of Pubfü;licr
Et.litor
..hol!iari<in de Mu/erts Gradunda.i do la Unil':traidad do Puerto Ricq
Business llanagers 2.
Santurcc, P. R.
Jlaruot .d rce
Mnnagins- Editor
Box 932, San Juan, P. R.
Iaabd A. de .49uUar
Sant.urcc, P. R.
Generoaa F. Net
Sa11turco, P. R.
Tbnt tbc owncr ia:
~ 1torid~i611 dr Jlujtrta Graduadaa do ltJ 'Cttir.cr$idad do Puerto Rico
3. Thnt thc known bondholders. mortgagecs, and cther sccurity bolders owing or holding 1 por ccut or mote ot total amount of bonds, mortgages, or othcr securitics are:
4. T1rnt thc t:wo paragraphs nat abovc, giYing the nnmes of tlto owners, stockholders, nud sccurit:y boldcrs, it nny1 contaio not only tbe Ust of stockholders nnd security holders os thcy nppenr upon tbo books of thc company bul also, in cnses 'vhere the stockhotder or holder nppeo.rs upon the books <if tllc coru1•nny as trustcc or in any othcr fiducia.ey relntion 1 lhe nnme of thc person or corporation íor "W"hom ~u(')1 trustec is acting, is given; also that tbe said h'\"o parngraphs contnin Rtn.temcnts cmbracing r.tfinnt's full knowledge and belief as to the circumstances and conditions undcr which stokholdcrs and r.t'(ority hohlers who do not nppcar UJ>On the bookR of tho compnny as trustees, hold stock and securitie3 in a c:i11arity othcr than that of n bona fide owncr,; and this affiant. has no reason to bclieYe that auy oflirr prrs.-n, ussociatioa, or eorporation has any interest direct or iodirect in tbe snid stocks1 l>0nds (!llier securities thnn ns so stntC'd by her. '
or
Ae:ociaci6n de :Mujeres Graduadas de la Universidad do Puerto Rico.
(Signed) ISABEL .ANDREU DE AGUIL.AR, President. Sworn to nnd subscribed be!ore mes tW" ao day of September 1940. (Signed) LUIS VENEGAS CORTES Notor¡r Public. (My tommission cxpires ............................19·10.
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â&#x20AC;¢ CASA BALDRICH S. BRAU 93, SAN ; UAN
Directiva de la
AROCI \ CION DE i\fU.JERES
GRADUADAS de la UNIVERSIDAD DE P. R.
Presidenta: Isabel Andrén de A{Juilnr Vice Presidenta: ilfargot Arce Secretaria: Nilitci Vie11tós Sub Secretaria: .htfita. Córdovci Infante Or1'.tia.
.. Tesorera: de Cci1Tercis
Olfoera~
Sub Tesorera: L eticin Lorenzi Vocales: Henninia. Acevedo P1tr11ca. Bcwceló So/fo Brenes Bertn Cabanillas Z omi<la Có1Yloba de Ortiz Toro Car1nen Gómez T ej em Glcul11s Janer de Pons Celia Núiiez de Bunker Antonüi Scí.ez Representantes de Distritos: M(l.jfa Luisa Arcelcty Mcwía l scibel Colón Lnnclrón E1mna Olivems Philivpi Mm-ía Fe1-re1· E vel·yn M éndez Cab1·ero Blanca C. Ramos
P . O. Box 932 Calle Salvador Brau 42 San Juan, P. R.