Revista de la Asociación de Mujeres Graduadas de la Universidad de Puerto Rico (octubre 1941)

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REVISTA DE LA

ASOCIACION DE MUJERES GRADUADAS UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO

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TORRE DE LA UNIVERSIDAD

OCTUBRE, 1941



REVISTA PUBLICADA TRIMESTRALMENTE POR LA

ASOCIACION DE MUJERES GRADUADAS DE LA

UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO

OCTUBRE DE 1941

AÑO IV - VOL. 1

SAN JUAN, BAUTISTA, ISLA DE PUERTO RICO

• ENTERED AS SECOND - CLASS MATTER MARCH 28, 1939.

AT THE POST OFFICE AT

SAN JUAN, PUERTO RICO, UNDER THE ACT OF MARCH 3, 1879


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Editorial Con espeC'ial devoc'iÓn ·y hondo recuerdo, la Asociación de 1vlujeres Gradmul<ts de la Un'i'versidad de Puerto Rico, dedica es·t e número de su Revista <t l<t venerada memoria de doña Ana Roqué de D'ltvrey, en el noveno awi,verscirio de su muerte. Dofia .tina Roqué ele D·1wrey merece la .adm,ircición y el 1·esvcto de J:odas l<ts niitjercs piiertorriqumías por S 'li vfrla lle pro· digfosa act'ivülall cs7Jirit-tial, de generosa entrega al servicio <le ca:u.sas nobles ;IJ de constnntc -inte,rés ¡Jor la s1.1penw,ión 'i:ntelecfortl y mora,{ de su sea:o.

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Vfoió d01'ia. tina los últimos l·1istros del siglo XIX y los JJ1·im eros del si.qlo XX. Presenc·ió' el cambfo polít'ico más grave de nuestra vida hi,stór ica y twvo tiemvo de meclir reflexivamente tod<ts sus consecuenc'Ías. .Formada en el momento ele mayor JJlenitwl ele m1,estro vasculo, cuando todos los augwrfos, vrometían la d(qnidcul de lct •1;üla Ubre y lo'S vrimeros genit'inos fnt'tos de la . cult'nr<i. ¡ni.ertorriqneii.a, doiía .Ana es ejemvlo Up'ico de aquel ambiénte y <le a,r¡nel cUmw csv·irUual. S1t 'i.11.terés 7101· la ci.enci<t, por · la ecfocación, vor el vrogreso, su fe ingcmt<t en l<i razón y el Nb craJi.smo, la, confia<l<i espcntnza con quv a.coge lcis 1womifaas fctlsas lle M'iles, la sitúan estrictamente clentro del marco del siglo XIX. No se adelmi·tó a. su évoca; vivió en ellci plenamente y se nutrió de sus más vreciosos jugos. Sí cabe decir, en cambio, que perteneció a la minoría. selecta· ele su genercición, y que s1" carácter, s1t talento y su saber la elevaron a mucha altiira sobre el nivel de las mujeres coetáneas. Lci agiliclnd de su mente y la generosidad de s1t corazón la imv1üsaron a. aceptar . con entusiasmo los adelantos de la ciencia y las reformas sociales y volíticas q'ite ar·r edraban a los espíritiis timoratos. Sabía do1'ia. Ana mirar cara a carct las 'i deas y los hechos y asumir particlo con ·valiente firmeza.


La. ¡;ersonaliclacl de e~fª m!¿je1: se destaca c01i ·ig_·u al .?rest:iyio en los ca.m¡JOs de accwn nuts d~ve~·sos: en el mag_iste1 !º' en la ciencia, en la política, en el venod·i smo, en la socwlog~~' en el hogar. Precozmente sinUó la vas·ión. de sa.bcj· Y. l<; pasw~i de co·m.m1:icar · a los clemá.s sus· eonocfon'ien.tos. No f'ttc imc; int;elechta.l soberbia encastUla.da. en su. to1'1"e ele .ma.rfil: .. fue sob?;e todo un apóstol. De s1t ciencia nos queda.ti ,wut ::.U.cog·i:a.J;i<i Universal", u.na "Botán·ica de las AntUlas" y wn:is o?sc1"va.cwncs a.sil'onóm'iccts de nuestro cielo; de su. ma.ffistcno, el balan ce f ccu.ndo ele treü1.t<t a·1ios de labor te·11a .~ y anw·1·osa. S ·tt atención a los vroblemas· de Ja mujer se manificS'ta .dcscle muy tem¡1mno en s·n desprec-io de supersti.ciones y vrejufoios y en los vcl"iódfoos q·u efmula con nombres tan sign·ifi:cativos: "La Mujer", "El Heraldo de la .ilfujer", "La j)f11.jer del Siglo XX". En el aiio ch: 1917, -in'icia en Puerto JUco el movimiento feminista y lucha du.ra.nte los doce a1ios s·i gufontes vor el clerecho del voto. Sit fem.·i nismo rehuye la. all1aracci callejera; se Umit<i a rlemand<w lo justo '.IJ a exigir vara la mitjer dignidad ci-vU y jurídica. Al mismo tfom¡Jo vor medio de la cátecM·a y del ¡wriód'ico se esfiwrza por l<t f!rlu.cac1'.ón. mora.l e intelectiwl de la niitjcr 7m.c·rt01T·i quefí.a..

r vrcdfoa sobj·e todo con el ejenivlo. 1l1adrc ejemplar, cmnple hasta el ex tremo con sti cleber varci con sus hijos; la. caridacl y la. ,qnwici más dcUcadamente femcn-inas guían sus relaciones con , sus scrncja.ntcs, csveeialmente pa·r a con siis <Uscí¡mlcis. Su ca- ' rácter firme y bondadoso, agresivo y desi.n.te·r csado, dotado de perenne juven·tud y viveza, ·reproclitce <tquel Upo de ideal feminfrl(l.(l exaltado ·e n las Sagmdas Escrituras. Y esta mitjerfite1·te amó también a su tierra y la r¡wiso libre y /cU.~. En los últimos r!ías de su vida clamabct p~r la ·unión de todqs los pnerl:orr·iqttenos y se da.ba cuenta de.l mas grave error de nnest·ro s'istem<t eclucaf;-~vo. "Hay que ensefia1· en esP_'<úiol~') recomenclaba . a· sit fiel amigo, el entonces Rector de .la Universulad, don O<irlos Oluirclón . .tl esta mujer fiterte) ejemplo e inspiración nitestros, declicamos esta.s páginas fervorosas.

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AnCE.


Autobiografía de Ana Roque de Duprey /1111 erfomna l<t nulobiogr<1fia dr. D<11ia il'nn. de Dup r t//, 1Jl'01Ín. fo, clió a. cono·

Ro<¡ul

cer el Hon. Ca. rlo~ R. Chard6n, r.x·Ocm· r.iller de la Un ive rddad, en 3U· d1'scur110 pronunci'adG en el acto que cdebr6 ti .iteuco el 23 dr. oct.u bre de 193·1 en 71't· 111orl11 de 111.te.Ttra ilustre compat.riota., 111• •erlamoa ademtb la va·rlt / i·nal dtl di•· t'UT.10 del Sr. Ohard&n,

"Nací en Aguadilla en el nño 1853. Tengo das sus alumnas de 15 y 16 .años. Viendo que A los 3 años sabía leer y escribir. no teníamos Geograf!a primaria, y corno yo Las personas de aquel tiempo en Aguadilla, había estudiado en obras francesas Geografía lo recuerdan; pues los domingos cuando pasa- y principios de Astronomía, escribi unn obra ba, me llamaban de muchas casas, me ponían sencilla y clara, que publiqué en el añ'<> 1887, a leer y escribir, y me regalaban dulces y ju- siendo directora de la escuela Modelo de Hurnacao, que el gobierno la aprobó y estuvo de guetes. "Mi padre era Ricardo Roqué y Sapia, co- texto hasta la venida de los americanos. Gamerciante de Aguadilla. Mi madre, Cristina né con ella $500. "Desde 1880 colaboré en los periódicos de la Géigel Suárez, de San JÚan. Me enseñó n leer doña Ana María Sapia de Roqué, mi abue- isla, sobre Astronomía y Filosofía Moderna, la, profesora treinta años y una de las mu- cuentos cortos y varias cosas. Me ofreció pajeres más ilustradas de su tiempo. Sabía tres garme la colaboración Ribó, un periodista esidiomas, incluso el italiano, pues su padre era pañol traído por Uba1Ti. Le dije que primero de Génova, y su vida era leer. A escribir rompía mi pluma en mil pedazos que poner nadie me enseñó, pues escribía y copiaba to- mi firma en un periódico conservador. Escribía yo en El Buscapié. Tuvo lugar la revodo lo escrito. "Ingresé en la escuela de !ns Sapins a los lución de Lares y a mí me mandaban de Nuesiete años y sabia casi la instrucción primaria _ va York periódicos insurrectos, que yo reparenseñada por mi abuela. Era escuela parti- tía, a escondidas, entre los presos de Lares. cular, cada niña pagaba $2 mensuales. Mi Ya me gustaba la política y siempre fui rnarnpadre mandó el primer mes $10 a las maes- bí con los míos. "En 1889, daba yo clase de dla en mi escuetras diciéndoles : "Mi hija es apasionada por lós libros y el estudio; slilo puedo pag¡¡r esa la, y de noche a 32 señol"Ítas de Hurnacao, pacantidad dos años, y en ese tiempo quiero que ra pt·eparnrlas para maestras. Esta clase exmi hija aprenda todo lo que la maestra pueda tra de 7 a 10 de la noche era gratuita. Dejé muchas maestras en Hurnacao en mi enseñarla." La maestra habla sido discípula de un ilustrado francés y tenla conocimientos escuela Modelo ganada por oposición en 1887. superiores a su época. Sall de esa escuela a Yo las enseñaba e iban a examinarse a la Norlos nueve años, conociendo castellano con per- mal. Y corno algunas eran muy pobres, funfecta ortografía; 8 mapas de Atlas, pues en- dé el periódico "La Mujer" que sostuve cerca tonces no había Geografía; Historia bastante de cuatro años. Con su producido pagaba maamplia, Aritmética elemental y costura pri- trícula, compraba libros, y les pagaba deremorosa, Religión y Educación. Tenía ya no- ch.o de exámenes y viajes a las más pobres de ciones de piano con otro profesor. Hurnacao y a cuatro de Ponce. "Estuve dos años en mi casa leyendo, apren"Llegaron los americanos. Publiqué siete diendo Aritmética con mi padre y aprendien- artículos en San Juan, estudiando la Escuela do piano. Americana. Mr. Brook me llamó a su oficina, "Volví a 11,l escuela a los once años de ayu- y apoyándome Muñoz Rivera, me nombró Didante y a aprender el francés con mi profe- rectora de la Escuela Práctica agregada a la sora. · Normal. De la cual fué mi hija América Du"Pero yo enseñaba Aritmética avanzada a prey, que ya era maestra, ayudante mía con mi profesora, mientras las niñas escriblan. /os sueldos de t•eglamento. "A los 13 años yo; esta profesora quitó su "Ya en ese tiempo había yo publicado en escuela, y. yo puse escuela en mi casa, con to- llumácao dos folletos con siete novelas cortas, 79 años.


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"Novelas y Cuentos" y "El Rey del Mundo" publicado varios en distintos periódicos de la isla. "Estuve en Ja Escuela Práctica un año. Al siguiente subieron Jos unionistas Y Muñoz me mandó a Mayagüez a enseñar inglés, y al frente de siete escuelas. Olvidaba decir que desde el año 84, empecé a estudiar libremente el bachillerato en el Instituto Provincial. Y en ese mismo año ingresé en el Magisterio por oposición y fui a ejercer a Arecibo, donde fué ·mi profesor de )atin don Ulises Ginorio, Y alli examiné el primer año en 1885 con Alvarez Pérez, Tenés y otros, que fueron allá a examinar a los estudiantes de am. "En catorce exámenes que sufrí de maestra elemental y superior siempre obtuve Sobresaliente por unanimidad, y muchas felicitaciones de Jos intelectuales de San Juan, pues los exámenes eran .públicos, lo mismo que los del bachillerato. "Había estudiado inglés a los 16 años. "En Mayagüez estuve dos años y vine a San Juan en la vacante en 1901 a poner una Casa Pensión para enseñar maestras. En el primer examen me aprobaron 14, y las aprobadas en Humacao estaban ejerciendo. "En 1903 fui a Ponce y puse "El Liceo Ponceño", Instituto Normal particular. Estuve seis años y medio y dejé 39 maestros y maestras. "Desde San Juan me dediqué a enseñar español a Jos maestros, y he enseñado 58 en 4, 6 y 8 meses solamente de clases cada uno. "En San Juan publiqué el periódico "La Evolución" y publiqué mi novela "Luz y Sombra", agotadas todas. En mi juventud tocaba mucho piano y compusé danzas, valses, canciones, polkas, y un nocturno. Hoy desde que mis hijos murieron, no he puesto las manos <'n el piano. "He enseñado más de 5,000 niños en 30 años. Maestras y maestros, 11,0, que casi todos viven y ejercen .• "En una clase de Alta Escuela que tuve en Humacao, particular, enseñé Latin, Matemáticas, Francés, Botánica, Astronomía y otras asignaturas a algunos que son hoy maestros, farmacéuticos, dentistas, abogados, médicos,

y había

etc." Poco después, en mayo 5 de 1932, me escribía doña Ana remitiéndome algunos datos biogTáficos suplementarios que decían: "En relación que mandé a usted respecto a

mis actividades en el campo de. la vida, dejé muchos d.e talles; pues .. sólo .fue una somera relación. · · h "Me gustaron desde niña las c1enc1a~ •• Y e estudiado algo de Metereo!ogla, formac1on del mundo nuestro, la época azoica; Y as.tronomia; cincuenta años de estudio en las obras de A~·~­ go, Herschel,. y casi todas las de Fl~mmar1011 y otros autores. Conozco todo el cielo Y estrellas y constelaciones. "Nuestro cielo es admirable, sólo n!> vemos 180 .. sobre el polo austral Se ven desde aquí algunas de las nubes. de · Magallanes. · Tuv~ un telescopio del Gobierno tres meses en m1 poder y por espacio de seis meses dí unas c.on~ ferencias de Astronomía en la azotea de nu casa, la esquina frente al Rialto, donde asi~­ tían Corchado, el Coronel Laguna Saint Just, y casi todos. los intelectuales de .San Juan en 1882. O)lservé el último paso de Venus por el Sol y les comprobé por el movimiento. de las estrellas,. el movimiento de la Presección de Jos Equinoccios. Observé en 1871 y en 1910 como pasó por la zona ecuatorial del mundo Ja cola del Cometa "Haley este último año. He visto muchos fenómenos astronómicos. Mi · primera observación Ja hice teniendo G años. Estaba en el zenit de Puerto Rico un cometa · de 3 colas, que yo no me cansaba de observar. "Luego en mis estudios de Astronomia encontré que era el cometa Biela, que se dividió en dos Juego. YÓ soy muy práctica, viendo que el estudio del cielo, sin instrumentos n!> podia enseñarrhe más y que llamó tanto .mi .iltención cuando estudiaba Filosofía, comprendiendo que en el cielo está el secreto d.e nues- · tro 01igen y porvenir, pero. ante la imposibilidad de adelantar, me dediqué a Ja Botánica, que puede proporcionarme utilidad positiva. "En 1917, parece que Flamma1ión que sabia español, vió en un periódico un artículo mío sobre Astronomia y me escribió s4 esposa invitándome a pertenecer a la Asociación Astronómica de Francia, a la que pertenezco desde entonces. "Flammarión y su esposa fueron mis padrinos y él me ha regalado, o me regaló t1·es ob1•as con dedicatoria de su puño y letra. El . y su señora me escribían en francés". Hasta aquf la vida de la ilustre puertorriqueña. Optimismo, industria, perseverancia, pasión de saber y de enseñar, desprendimiento de carácter, firmeza de propósitos. Pudiera decirse que Ja Providencia fué pródiga, a ma-


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nos llenas, al moldear los atributos de esta mujer cuya santa memol'Ía veneramos esta noche. Lugar·promincntc en el campo del saber ocupa el cultivo de las ciencias. Para aquéllos que sentimos vocación por ellas, al contemplar la hermosa perspectiva de su amplio panorama, convenimos con cierta emoción que paisaje tan hermoso, tan lleno de ilusiones y de encantos, no lo vió jamás el Caballero de la Mancha en su s extensas correrías. Así se explica cómo aquéllas que han tenido la fortuna de asomar por estos dominios, tan nuevos y prometedores para el alma eternamente aventurera del hombre, hayan dedicado toda una vida de esperanza y hasta de sacrificios internados por estos la res estos nu evos campos de Montiel, ricos en lances y deshacedores de viejos entuertos. No hay duda que el aspecto ético de la vida, Y hasta el aspecto estético va moldeándose dentro de estas nuevas corrientes. Si Tomás Carlyle escribiese nuevament e sus "Héroes", no hay duda que las viejas figuras de la espada y hasta de la pluma, palidecerían ante los hombres del cuño científico de Pasteur, Roberto Koch, Noguchi y llfadame Curie. No es que los otros valgan menos por su carácter, por sus hechos ni por sus escritos, sino que los (1! ti mos valen más. Son tan distintos, tan desprendidos, tan grandes en el sacrificio, que la humanidad, en absorta contemplación eje su grandeza los ha encasi!lado en un marco del más puro oro de sus afectos. Al justipreciar los valores de la intelectualidad de Puerto Rico, doña Ana Roqué de Duprey merece sitial de preferencia. Es un sí.m bolo y una bandera pára la mujer. Que su ejemplo encuentre t erreno fértil y fácil para las nuevas generaciones. Conocí a doña Ana hace ya 14 años. Nos ocupábamos entonces en las investigaciones de la caña de azúcar y con frecuencia parábamos en las oficinas del Riego en Juana Díaz. Nuestra conversación versaba sobre t emas científicos, yendo a parar a la clasificación botánica de alguna plantita de las cercanías. Una vez, haciendo. un gran esfuerzo, nos acompañó en automóvil desde Juana Díaz a Coamo, y en la travesía clasificó unas cin· cuenta especies a primera vista. Todas bien, menos una, el cardosanto en la cual sufrió una equivocac1on. Detuvimos el carro y saltando rápidamente por alambradas le obtuvimos una plantita y con el manual de Urban la clasifi-

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camos con el Arga monc mexicano de Lineo. "Ten ía razó n, Chardón, ya yo me estoy poniendo vieja; ya no sirvo para nada; el porvenir está en manos de us tedes, la juventud. Mi botánica vive encasillada en los libros ele Crosourcly, Griscbach y Descourtil ?.." Des pu és, lanzando un profundo suspiro me elijo la buena señora : "Yo quis iera que mi pueblo a mase la ~; ciencias nat urales porque ahí está el porvenir. Los pueblos jóvenes piensan con el sent imient o; los pueblos viejos cultivan las ciencias. Nosotros, desgraciad~.mente, somos de los primeros, todavía pensamos en poesía. Encárg uense ustedes de levantar una nueva juventud para mi país ..." Estas palabras nos causa1·on una profunda impres ión y doña Ana al vcrtcl'ias nos clavaba su mirada profunda envuelta en a quel iluminado de bondad que fué encanto de todos cuantos la conocimos. El recuerdo de la tarde aquella con la enorme verdad en labios de aquella mujer, con el correr de los años se h a convertido en la bandera de nuestra vida en el programa de nues tra Universidnd. En la redención de nuestra agricultura a través de la ciencia, está la salvación del país. Por eso fué que en el 1932, al pensar la Junta de Síndicos de la Universidad de Puerto Rico en premiar con un grado honorífico a una mujer puertorriqueña, pensamos en la amiga y maestra alrededor ele cuya ideología escribimos el discurso. inaugural univer sitario. La Universidad se homó en admitir en su s eno a la más ilustre de nuestras damas. Ella que en forma tan efectiva había inspirado su programa, vino a ser una ele los nuestros. Era la fusión del cue1·po y alma. Pocos meses después, al regreso de mi viaje a los Andes de Venezuela y Colombia recibimos la siguiente carta fechada en noviembre 26 de 1932: "Chardón, mi dilecto amig o: "Pasan estos días de asueto, lo he esperado, tengo que hablar con usted cliez minutos y no ha venido ..• " Mire Chardón, yo me siento muy mala, porque no puedo comer, y hasta la leche me h ace mal; sin comer no es posible vivir. "Mis días están contados ..." Fuimos a ver a nuestra anciana mentora en el mirador en su casa de Río Piedras.. Nos recibió con lág-rimas. "1Ah, mi querido amigo! Le agradezco mucho esta visita. Que(Pasa a la Pág. 46)


Bioarafía en Cuatro Tien1pos b ANA ROQUE DE DUPREY Por CONCHA l\lELENDEZ

1. Oscurece en Agundilla, una tarde de 1862. Los int eriorcs de las casas desdcblan cintas de luz sobre calles silenciosas. Por la ventan" "bierta de una casa, en la Calle de Santa Bárb:ir::i, l::i cint a cae hecha franja débil sobre el patio oloroso a n1adres e1v~. !\tirar por esa vent.<!.P:\, rct:-occdiendo n tnl distancia, no es indiscreción. Acerquémonos. Dmfa M:ufa Sapia y su nieta Anita Roqué, ír:icfa n su lectura cotidiana de Histm.·ia Uniw Yersal. Bajo el quinqué, alto en su rinconera, la abuela y la nifia, sentadas en el sofá amigable, Icen en el libro abierto sobre las rodillas de dofia María. Doiia :Marfa Sapia ha sido m::cstra durante trein ta aiios. Jubilada, ejercí ta aún su habilidad de cnse1iar,' cuidando los vuelos ya ntrevid os de la in~eligencia de Anita. La abuela lec con voz delgada, acariciante. La luz del qui nqué abrillanta los cabellos grises y hncc más visibles las manos finas, espirituales. ;\brillanta también Jos rizos negros de I.a niña, la graciosa figura de nueve años que atiende a la lección sin perder de vista Jos innumerables volantitos de encaje de su vestido blanco. ·Del cuello delicado, pende en un listón negro, precioso relicario de oro. No lleva más joyas Ja niiia, si descontamos los ojo2, de e:-:presiva luminosidad. Anita aprendió a leer y a escribir a los tres a ños gracias a los desvelos de Doña María. Na!ta - como h nombra su nieta, tiene ideas avanzadas: infunde a su discípula una actitcd de ind!.>!1!?ncfoncia rnra en las mujeres do entonces; la acostumbra a no tener miedo, a salir sola, a interesarse por todo lo vital y humano. Y ahora, acaba de terminar la ins· trucción primaria en el Colegio de sus tías Ant~nia Y Cccilfa. Sapia, donde sobresalió en matemát icas, gramática y labores. No habiendo en esa escueJa na.d& más que estudiar, ::Jon Ricardo Roqué proporciona a su hija macst;·os privados de música, francés e inglés. La niña gusta aún de visitar a sus tias y dc~pedirse de ellas anoos de acostarse. La

casa de Santa Bárbara se comunica por detr~s con Ja del Parterre, donde está el Colegio. Don Ricardo ha prohibido a Anita esa excursión noct\:rna. Pero a veces olvidadiza o deseosc de encararse con la aventura, la ni~a. so ~scapa y vuelve después de un palique rap1do con ~ns tías. · Estn noche al terminar la lectura, la tentación :.rriesga da la domina. Su padre ha ide1do amedrenturla parn que no le desobe· dezca. Debajo c!el higiicro del patio, improYisa un fant~sr:ta con un palo de ese oba Y v una sábana. · La nifia ·a11rovccha el momento en que doña María ordena Ja ropa blanca, en el arcón de cedro traído de Curazao por el tío José León Roqué. Al pasar frente al higüern, ve al f:intasmn crecer en la son1bra. ''¿Quién es?", Je grita· sobreponiendo su amor propio al natural escalofrío. Como no recibe contestación, coge un pufiado de piedras y ataca al intruso que cae \•encido, descubriendo su verda d de escoba. Anita aquella noche aprendió para siempre a vencer fanfa smas ; supo vencerlos toda la vida sin i!11port.nrle sus disfraces de incomp1·ensión o sus máscaras de envidia, nuís feas y to1·pes nnte la suficiencia que no adula ni necesita puntales ajenos. !f.

Las playas de Aguadilla c:>.ntan rubia canción primaveral ante las olas pintadas de .azul inconstante: azul violáceo o tocado de verde. La luz anega los objetos en a pariencia deslumbradora. Tres adol('scentes, · Anita y sus p:·imas Hortensia y Nardsa Sapia, corren hacia las yolas amarradas C?Ue llevan nombres de mujer o de p:í.jaro : La Golondrina, La !\'larfo Luisa, La Garza. E! Canto de las piedras · se Vl!elve más sonoro ante la visita esperada. Los trajes de céfiro blanco, las frentes coron:>.das por rizado cerquillo, dan a las muchachas tambié}l aspecto de aves alen-rcs. "¡Montemos en los· burros!" die~ Anita. Y simultáneamente, trepan a Jos curiosos arma-


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zones de tosca madera con que las' barcas se embriaguez ardiente, Anita no pierde el senempujan al mar. De pronto, Narcisa cae de tido de solidaridad humana. Baja del coche lo alto de su cabalgadura y rueda por la are- y dice: " ¡De pie todos! El hombre no · debe na con los pies trabados en la falda amplísi- arrodillarse sino ante Dios" . Con esas pala· ma. Hortensia y Anita ríen. "¡Si t e viera bras ganó el cariño de sus esclavos negro• José Tomás!", le gritan con picardía. Nar- cuya libertad celebró pronto generosamente. Con todo el tiempo para si, alejada de las cisa se ha levantado y también l"ie. "¿Iremos al baile? "-pregunta Hortensia. fiestas sociales de Aguadilla, Ana se <lió al es"Dicen que habrá forasteros en San Carlos es- tudio apasionado, como si quisiera compensar el paréntesis abierto al amor. Compra todos ta noche". Horas más tarde, las tres muchachas entran los libros que incitan su inteligencia y sensi· al Círculo de San Carlos acompañadas de D. bilidad. Estudia Botánica, Geografía, Filoso· Ricardo Roqué. Anita viste un bello traje de fía, F'renología, y sobrn todo Astronomía. tafeta blanca diseñado por ella misma con de- Siempre he pensado que fué esta última la talles de figurines diversos. Nunca le gustó ciencia más a mada por Ana Roqué, la fuga la imitación servil, ni a ún en la moda. Vals sedante en sus horas amargas o difíciles. Ahoincial, danzas,1 lanceros, destrenzan el hechi- ra, en la Hacienda Buenavista, nada t urba la felicidad de la i·ecién casada. Sin embargo zo que aprisiona a los bailadores. Esa noche, en efecto, hay un forastel"O en pasa horas enteras por la noche acostada soel baile. Anita le ha · visto ya en el grupo de bre la hi erba , de cara al ciclo estrellado. Y sus pretendientes, a quienes mantiene suspen- Luis Duprey comienza a sentir celos del rojo sos en incertidumbre con su discreta coque- · Aldebarán, de Sirio, de Oirón, "el torero ceter!a. El forastero, Luis Duprey, quiere que leste". III. le presenten a la atractiva muchacha que en ese instante se abanica haciendo con el variSan Juan , 1879. En la casa número 33 do llaje de nácar y sus suaves mejillas morenas, la Calle de la Cruz el zaguán iluminado da contraste delicioso. En compañía de José Topaso a los visitantes. En el · salón, se detiemás Silva, el enamorado de Narcisa, Luis Dunen para saludar a la dueña de la casa. Mueprey inclina la cabeza de cabellos ca staños en bles vieneses, jm·dineras sosteniendo macetas el ceremonioso saludo de presentación. Cuanflor idas, hablan de buen gusto y distinción. do la leva11ta, sus ojos también castaños choAna Roqué, en la plenitud de su belleza, recican con los ojos negros de Anita que miran be a sus invitados con su traje de tafeta amarisueños y curiosos. Esa mirada fué decisirilla fl oreada de azul que sienta tan .b ien a su va. Poco después hubo boda en casa de D. piel morena. Los invitados son el Dr. Goyco, Ricardo Roqué. el Dr. Ferrer, Alejandro Tapia, Carmela EuLuís Duprey tenía dieciocho años cuando late Sanjurjo, y una hija de Goyco educada en c.onoció a Anita. Había regresado de España Inglat erra. Se trata de una tertulia donde la goraduado de perito mercantil en un colegio música, la conversación sobre artes y cienjesuíta. Su padre, de nacionalidad francesa, cias, alternan. En la azotea, las rosas predi- · era dueño de valiosas haciendas de caña y ca- lectas de Ana, las de la Reina Carolina, se defé . jun mirar en las pausas breves del diálogo. A la Hacienda Buenavista, en las cercan!as De pronto Ana ve cruzar una estrella errante. de Isabela, viajan los jóvenes la noche nup- El incidente vuelca su pensamiento en la ciencial. Aromas de trópico cercan el coche tira- cia amada: sus amigos la oyen absortos desrlo por hermosos caballos, bajo la indecisa luz cribir la contelación del Navio, la Vía Láctea, de la luna menguante. · Sobre esos aromas y recordar, humorísticamente, cómo. las consdomina de improviso el de la flor del café. telaciones de La Grulla y El Fénix se le pareLas dos cabezas juveniles asoman por las ven- cieron a azafates la primera vez que las vió; tanillas y ven las masas negras de los cafe- cómo deseó entonces llenarlos de uvas de mar tale salpicadas de blanco, como si ellas tam- y guayabas dulces. bién celebraran el feliz acaecimiento. El coIV. che entra por fin en el camino de la Hacien1884, en Arecibo. La familia Duprey: don da. A un lado y oh-o, con hachones encendidos, Jos esclavos, de rodillas, gritan "¡Dios Luis, doña Ana y sus cuatro. hijos Borinquen, bendiga a los amos!" En aquel instante de Enrique, Hortensia y América, ensayan nuevo


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modo de vida . D. Luis ha perdido su fortuna. Ana¡ después de un examen notable, h.a obtenido por oposición, una escuela en . Arec.1bo. La obra pedagógica de Ana Roque hnblll empezado mucho antes, cuando, a los doce f'ño s, enseñó matemáticas en el Colegio de sus Has. Este cuarto tiempo es el más doloroso, Y a la vez el más fecundo en la vida que intento l!'losar. Un delirio de perfección, un combate porfiado con obstáculos siempre vencidos, dan a estos al1os acento duro, y a la vez, heroico. En una encrucijada, queda sola la mu.ier, sostén de si misma y de sus hijos. Entonces ve como nunca la necesidad Y la justicia de que la mujer se eduque, de que se prepare para situaciones de crisis y desengaño. Brotan idealmente a la vida de Ana Roqué, siete brazos combativos como los del dios hindú. Estudia hasta lograr el título de Bachiller. Vega Baja, Humacao, Quebradillas, Mayegüez, la Escuela Superior Modelo de la Normal de Maestras, El Liceo Ponceño, son marcos sucesivos de obra pedi:gógica oficial. Más allá de esa obra tiene aun espacio para enseñar grauitamente a grupos de mujeres, preparándolas para el mag isterio. Como raudales complementerios en el río de sus deberes, d01ia Ana,-que ya había conquistado el t ítulo de Don en su sentido de superioridad indiscutible--escr ibe una Gramática de la lengua española. una Botánica de la flora antillana, treintidós novelas e incontables C4rticulos en defensa o propnganda <le sus convicciones. Es la iniciadora del movimiento feminista Pn Puerto Rir.o ~11 1917, aunque desde 1893, cuando funda su revista La Mujer está animada por el anda reinvindicadora de los derechos femeninos a la cultura y a la dignidad logradas por esfuerzo propio. La Evolución (1902), La l\fujcr del Siglo XX (1917) , Album Puertorriqueño (1918), y Heraldo de la Mujer 0920), sus otras revistas, son voceros de prin-

cipios emancipadores. Esos pr!ncipios .se c~n­ crctan en acción, cuando orgamza la L•g.a ~~­ mínca Puertor riqueña, ( 1917)' y Asocrncton de Mujeres Sufragistas (1924) ~rns tnrde convertida en la Asociación de Mu¡eres Votantes.

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A los ochenta ,años Doña Ana nos de_ia un retrato conmovedor, precisam.entc .el . cha en que las mujeres de Puerto Rico e¡erc1eron el privilegio del voto por primera vez. Angela Nc"rón Muüoz en su libro Mujeres de Puerto Ric~ cuenta el peregrinar de doña Ana Y s~s acompañantes Isabel Andréu, Teodor o Agmlar, y la misma autora del relato, de un puesto de elecciones a otro, sin que el nombre ele la votante apareciera; el piadoso engaño de un affidavit que simuló el voto anhel~do . La vict01·ia feminista de doña Ana fué su última gran victoria. Honores posterioresel Doctorado Honoris Causa que le otorgara la Universidad de Puerto Rico, la declaración del Municipio de Río Piedras proclamándola hija adoptiva de aquel pueblo, fueron satisfacciones dulces para· su ya fatigado cora zón. El dieciocho de septiembre de 1933, doña Ana iba acercándose a la muerte. Medio incorporacla en un sillón, hacía quizás el recuento de su vida hasta verse otra vez niüa, sentada junto a su abuela al oscurecer, oyendo una lectura de Historia Universal. Los extremos del recuerdo casi se funden ya a la entrada del descanso final que llega. Ahora pide la enferma pluma y papel. Desea ·escribir una carta. Sobre la cubiet·ta de un libro coloca el papel y va trazando unas líneas vacilantes. La carta está dirigida a · don Luis Sánchez Morales. Sugiere en ella doña Ana la posibilidad de que su Gramática sea publicada por el Gobierno. Pero en seguida el tema cambia. 'Las líneas dicen: "\'amos a emprender la magna-aquí falta un vocablo fácil de adivinar-de unir a todos los puertorriqueños. Odios, al infierno. Adiós, salvemos a Puerto Rico."

"Dotín Ann---qué libro más h e rmo~o el libro do ochcnt11 folios de su Yidn cjomplnr ! - ru 6 grande JIOr su int cJigenda preclnrn , por su Cortalc7.n. Cl'piritunl, por :m inm cn!So cornz ún donde nun cn luvioron

nsiento las mi serias de la s humanas pequeñeces." "Ella nos dió la pru etia· clocucntf,.jma de Jo <1uc \'ale y 1111Nlc uun vidn, todn unn vidn ccmmi;rnda nJ cuJth·o de Jns grande ~ coses divinns y humana s ; ni cultivo de Jn s c[vic:is virtudes ; nl_honor, nl tr:i· bajo y 31 bien.''-Extracfos de una. cnrta de D ..TOSE MUR'07. RIVERA n Doña Borinqucn Duprcy.


Ana Roqué de Duprey en el Hogar AMERICA DUPREY DE LOPEZ

Fuimos siete sus hijos; pero sólo cuatro llegamos a mayores: Borinquen, Hortensia , Enrique y yo. Siendo aún muy joven, asumió la l"esponsabilidacl de sus cuatro hijos, t odos pequeños; pero se preparó para maestra y emprendió valu csamente su más grande misión en esta vida, sin apoyo ni ayuda, con su só!o P~fn~r7/\ que cumplió plenamente como una heroína. Todos sus hijos recibieron de ella la instrucción elemental y superior, pues no tuvimos otm maestra desde las primeras letras. En el hcgar sus prédicas sobre el estudio, para alcanzar el mayor grado de educación, emn constantes, inspirándonos pa ra hacer' el esfue~·zo y vencer. La_ educación no la entendía ella solamente como estudio, sino en todos los órdenes. Había que aprender música, y como ella tocaba piano y componía, nos g uiaba en nuestl·as lecciones. Nos dirigía en labores, costu1·a, ense1',ándonos a usar la máquina y· a hacer Ja ropa de la casa y la nuestra; nos· enseñaba todos los oficios domésticos, ejercitándonos por la ¡iersuación en el deber de a yudar y dándonos alg ún dinero semanalmente par a estimularnos en estos trabajos. Em ella la maestra. Nos hac ia acompaiíarla a la cocina para Jll'cparnr algún g ui so espec ial, nos dirigía en la plancha , el lavado de ropa y demús oficios domésticos, como una obligación que teníamos que desempeñar a la mayor perfección posible, pues su crítica era severa, porque siempre exigió lo más y lo mejor de cada cual: era su 11edagogía. ¡Bendita sea la madre que así educa sus hijos! · Mi hermano tuvo que aprender algo de carpintería; pero su afición era de relojero y plat e1·0, y ella lo alentó y lo puso de aprendiz de ese oficio; era el mús pequeño y se sacrificó separá ndose de él 'por hacerlo un hombre. Sus ideas emn de que tanto el hombre como Ja mujer debían trabajar con sus manos al mismo tiempo que se preparaban para estudios superiores. El ejemplo nos lo daba ella. La recuerdo planchando nuestra ropa, porque éramos pequeños ~· había la necesidad. El libro donde

estudiaba para prepararse para un examen estaba sobre la tabla, casi siempre era de noche. Todos debíamos estudiar, se lamentaba de los que éramos negligentes en el estudio y así nos hacía esforzarnos por complacerla, ella que tanto se afanaba por nuestro bienestar Y felicidad. Borinquen estudió algunos años de Bachillera to junto con ella que también lo estudiaba; Hortensia terminó su instrucción primaria Y no quiso continuar sus estudios; pero su afición a la lectura la hizo ser la más ilustrada, como mamá nos Jo decía. Enrique fué maestro y más tarde ingeniero civil práctico, estudió con ella y solo, entonces no había Universidad; yo fní maestra graduada que estudié con sus discípulas. No quería vernos durante el día sin estar ocupadas en algo; jamás nos permitió un descanso después del almuerzo, nos decia que esos repesos eran para los vagos; ella nos daba el ejemplo. Ni un libro 'podíamos leer a las horas laborables, ella dir igía y escogía los libros que dcbiamos leer, pero en las horas libres. Era incansable para el trabajo: de día atendía a su escuela y enseñaba a maes tros en la tarde y la noche. A la hora que t odos se retiraban a descansar, ma má sentada en su escritorio esc1-íbía hasta altas horas de la noche o estudiaba; no se rendia, siempre estaba dispuesta y activa para ayudar y para llenar sus mí1ltiples deberes. Nunca fué débil con nosotros, a pesar de su inmenso cariño que siempre nos demostró, pues era excesivamente cariñosa y amante; pero nos exigía estricto cumplimiento de las reglas del hogar. Sólo los nietos hicieron de ella una abuela consentidora y tierna, se sentía feliz t·odeada de ellos que la llamaban Bebella y siempre tenía para ellos un dulce, una fruta, un juguete, una cosita, como ella les decía, para recibir sus besos una y otra vez. También fué su n1aestra.

Los pajaritos, las palomas, las gallinas, 1JS perros la enternecían y siempre en ~u ventana tenía migas y azúcar para los pajaritos que venían a l"evolotear a su alrededor.


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Muchas preocupaciones tuvo en la lucha para el sostenimiento del hogar, para allegar mayores medios tomaba trabajos excesivos, pues en aquella época al maestro no se le pagaba con puntualidad y sus haberes le llegaban muy de tarde en tarde y tenia que recurrir ni usurero que se quedaba con una parte del trabajo del maestro. Deseando ayudar a sus discípulas pobres, fundó el periódico "La Mujer" y en este trabajo también tuvimos que ayudar como cajistas en Ja imprenta de Gaona, donde sus hijas que eren impresoras hacían el periódico dirigido y sólo hecho por mujeres. Nada era imposible para ella, siempre optimista, siempre activa, llena de fé en el éxito emprendia cualquier empresa sin desmayar, tomaba sus decisiones rápidas, porque en ella todo era energía, hasta arrollar lo que se interponía a su paso cuando su objetivo era justo y noble, corno siempre Jo era. La fé en Dios, !!I religiosidad tan grande <!ue nos inculcó nos ha servido como sostén a través de la vida. Voy a hacer relación de un episodio de su vida que está grabado indeleblemente en mi :lima. gramos t.Odos pequeños, el tnenor de cinco ::i\os, y viP.j:foamos de San Juan a Humacao clo:1de ella iba a tomar posesión de In Escuela Superio•· Modelo de aquella ciudad que había ganado en reñida oposición. En el camino cerca de Juncos había un par.o muy peligroso, le llamaban Ja Cuesta Co!crada. El cochero guiaba los cocheros muy cerci:. del precipicio por lo que mamá le llamó '.'!lrias Yeccs la atención; él no veía, tenía nu-

blada su mente por el alcohol; al ver el peligro tan cerca nuestra madJ:e se abrazó a nosotros formando un haz · con sus brazos Y nos dijo: "Tengan fé en Dios, hijos míos, que El nos protegerá". Acto seguido todos fuimos a pnrar al abismo. Los tmbajadores de una Hacienda cercana corrieron al lugar del accidente y uno a uno nos fueron sacando de dentro del coche destrozado, cuyos caballos también yacían moribundos atravesados por la lanza del coche. Todos fuimos salvados sin lesión alguna n no ser pequeños golpes. Aquella madre valerosa siempre, en medio de aquel cañaveral, la recuerdo ante mis ojos como una visión gigante, nos ordenó arrodillarnos y en voz alta elevó unn oración de gracias a Dios que todos repetimos, incluso los peones, que lloraban con nosotros. Siempre decidida caminó a pie un largo trecho por entre las malezas y las cañas acompañada por uno de aquellos peones que le dió el brazo para apoyarse, mientras nosotros éramos llevados en homb1·os de aquella buena gente hasta la casa más próxima. Más tarde continuamos nuestro · viaje así interrumpido. En nuestros corazones quedó grabada poi· siempre aquella fe que nuestra madre sentía con la seguridad de que nunca estaba sola por~u e tenía a Dios y en toda su vida de · trabajos, abnegación, penurias y desgracias, luchando por el bien dé los demás, no por el suyo propio, jamás le falló su fé. Hasta en los últimos momentos de su vida fué la dulce esperanza que la llevó serena y en paz en su mu" danza, p:.ies finalmente nunca dijo: "Me muero", siempre repitió: "Me mudo."

"Fu é ciert .i mPnte fo e.uyn unn '°i<in tle C'~ íorznd:i lu rhn, cfo ncción militnnte, de pcrs is tcnto ln.borco. ~cdo t:m por sobre lns bajas J)nsiones lmml't.nn s. tnn tlesintercs~ 1lnm e11to con sngrnd:t. n. lns nobles supcriorin f'S .de In : crdad )' del pntriotismo. t:rn ni m :ir~~ n el e los :lp::~i onnmientos di st:rncindorcs, quo en 8 u :i..etu nci6n eh-1.cn Y en sus r<'nJiz3cion P.s cultur:\l c-r: no :;ur.eitó rh·;• lidades. ni clC'spcrt6 rcn core!I ni ofro· ~~~ brccb~ a~H·.~t:t. a la s su~picncin s tor1;1 c><: :u•. ni lr'.'nntó rrn c<'io n C'~ violc1l f:1¡.: <'11 el ánimo do ~a;s o)losito· en criterio. -S A:\IUEr~ R. QUI~ ON P. S-En í' I Homenaj e del :\IC'nco Pu urtorric¡uciio.

".;\.nci::;n.n :nt. s u rhnrb crn un:i nrrur:n. :m ndrm.'!n. un r. c~ to de comhnt c. Allf donde fa cnusn do l:i muJ er•. fX'hgrab:i, aparecfo cl~a par!} defrnd er. pnra :i : n1 ·~ r ~ i or:t ncccsn.ri o, 1>nrn sos tener. Hahta cli· cho re pP,1d~s Yeccs que no mor1rfn m?¡>nfrrs lit mujer di" P11cr1" Rl eo no log rnra el rl <>rt>chn ni voto · y In muerte la reclama un ll.úo después de ;:~ cris\:.tir.nc iún del íden.l.''-ANGELA NF:GRON i.ro~OZ. ' · 1 "Tus paisanos llevarán ~nbndo <' r! s us cor:i zonc~ tu inolvido.hl c nombre" -~f ~RI :\. MURPHYDe un r.rtfcuJo pulilicr.do en "La D cmocrnciti" <'n !n mu erte de Dofü1 Ann . · · 1.


Mis Prirneras In1presiones de la l\Aaestra

de toda mi vida. Por ANGELA NEGRON MU1'lOZ

Tendría yo diez años cuando la ví por primera vez . Era yo una niña mansa y tranquila que sabía estarse quieta y callada bajo la mimda indicadorn de la persona mayor con quien ·salía. De Ja mano de mi padre entré en a.quélla, para mí, extrnña cusa. l\'Ii padre saludó a la mujer que le salió al encuentro, con frases gentiles que eran corrientes en sus labios, pero la mujer contestó de manera distinta a las demás mujereE que yo habia oído . M<? interesó desde el primer momento. Yo no le interesé a ell a. Faltábame . la viveza que ~. ella le g ustaba encontrar en la niñez; inquietud en el pensamiento, activida d para la acc1on. Sólo por un instante atr:ije Ja atención de la artista que había en aquella excepcional pe1·sonalidad varias veces multiplicada. Quc<!óseme mirando, y todavía siento Ja atrac.ción magnética de los pozo s negros en que si? ane~ gaban sus pupilas húmedas, rutilantes, como clos luminaria"' -tiene usted una criatura preciosa-dijo a mi padre-añadiendo, enseguida :-pero no dice nada . . -Es muy obediente- contestó mi padre, sonl"iendo, y siempre al salir se le encar ga que sólo hable cuando le pregunten. Doña Ana movió la cabeza de lado a lado. Aquella hermosa cabeza suya, con la cabellera todavía oscura, empezando a 'flotar, al descuido, algunas hebras de plata. F ué ésta, para 1ñi, su primera lección de. pedagogía ... Yo lmbiera querido rogar :-no nos vayamos todavía-cuando mi padre se puso en pie para despedi rse. Aunque no la comprendía, la charla de aquella mujer, como yo no había visto otra, deseaba seguir escuchándola, indefiniblemente, pero no me atreví a decir nada. La noche de ese día soñé con doña Ana ... Tres años después volví a verla. Ingresaba yo en el Liceo P onceño, instituto de primera y segunda enseñanza que ella f undara en la ciudad del sur. Desde el primer día que la viera, habíame per seguido el recuerdo de aquella fuerza para la que parecía no haber diques. La irrupción de la estampa de su per-

sona en el estrecho panorama de mi vida de niña era aJgo que y o unía, en ini pensa1nicnto, a las entradas a Ponce de mi tío, Luis Muñoz Rivcr::t, en las manifcs~aciones populares más grandiosas y encendidas que han visto mis ojos. Y ahora llegaba cerca de ella. Ahora iba ~ se1· mi n1acstrn . .. Doña Ana, tal c01no la evoca mi n1en1oria s cbre el tel ar de bon lejanos días: Ja fig~ra

peqneüa, pero robus ta; el cuerpo erguido, arroa~nte; la frente altiva y tersa, el ad~n1án brioso. En la expresión encantadora del rostro , enérgicamente impresa la decisión. Una de sus cualid~. de s máximas, qn~ b ayudaran a ::.c01ncter, resueltnmentc, grandes cn1presas, e1 valor, vivo s ien1pre en el paso, en la 1nira da, en la palabra. Y t oda plena de gracias fen1eninas. Mi padre sentía profunda admiración por h vida y la obra, el t alento y los ideales de la señora Roqué de Duprey. Su espíritu liberal y progresista acerciíbale al gigante espíritu femenino de su época y a su labor cívica y pedagógica. Sin pensar tal vez en todo lo que me daba en aquellos momentos, me puso en aquellas sabias manes de mujer. Yo escuchaba en mi c!lsa h~.Ol ar de Doña Ana como de a lg o insólito que casi nadie acertaba a comprendet'. Las mujeres de su época, ~ ún las que disting·uhlnse po~: inteligentes, no entendían a doña Ana. Doña Ana quería otro tipo de mujer, distinta en ideología y en la actión, aunque la misma en su fon do generoso y digno. Doña Ana quería pensamiento y acción fuertes, cng;randccedores, f1·uct ificadores. Que1·ía sangre nueva par a la nueva vida en que la mujer iba a tomar tanta participación tr&scen dente.-Suyo será el porvenir, de la mujer, si sabe prepararse para ese futuro que ya na die podrá det(?ncr-nos decfa, muchas veces, en los interesantes paréntesis c!c sus clases. "¡Feminismo!'; L::i. palabra ho rro ~·iznba a casi todas las personas, con e:,cepción de media· docena de hombres y alguna q_ue otra mujer. Doñ a An::i. era feminista . Por primera vez h abía p:·orrnnciado elb. en b. Isln el temic!o vocablo y, lo que era rnás !Jeligroso, lo hnbía defendido y propulsaba ahora el movimien-


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to emancipador entre sus compatriotas. Mi madre y mi tía Luisa, de cuyas bellas figuras aristocráticas habría hecho Velázquez otros espléndidos retratos de Corte, aferradas 11 111 tradición de su estirpe hidalga, no aprobaron 111 determin11ción de mi padre. Ellas querían un profesor que me trasmitiera cultura, pero no las ideas tachadas en la época de revolucionarias, que sustentaba doña Ana. Yo llegaba del colegio diariamente con una idea rara en la cabeza y una frase libertaria de doüa Ana en Jos labios, frase que yo repetir: hasta aprenderla de memoria. Su cátedra , que m11nten!n el interés del alumno todo el t iempo, estaba salpicada de anécdotas y era ligera y grata por el despliegue de sus alas propias sobre el campo del asunto 11 enterarncs. Aprovechaba toda ocasión pat'a llevarnos más allá de los textos y foetearnos la inteligencia con el áureo látigo de la suya, capaz de trepar las más . empinadas cumbres. De sus labios oí, por primera vez, los nombres de las causas porque hoy luchan hombres y naciones: democracia, justicia para el pueblo, defensa para la niñez, derechos iguales para ambos sexos, cultivo de Ja inteligencia para todos por igual, ricos y pobres, blancos y negros . . Libertad para todos los pueblos de la tiel'l'a. Yo callaba, escuchándola con arrobarnicnto y en mi alma iban prendiéndose sus id e&s con rnigales de acero pero, tan discret:: mente. que ni ella misma, con su enorme int elir;-enci:i lo notara ni mucho menos la pobre ni1ia podía darse cuenta . . . - ;, Y mi hija?- le preguntó un día mi padre.-Siguc imperturbable, no da señales de a\·ivarse-eontestó ella. ¿Estudia? -tornó a indagar mi padre.-Tal vez, pero no lo demuestra mucho. Esperemos, sin embargo, a ver si Ja ley de herencia se manifiesta.·..vclvió a contestar doña Ana, con profundo desenc:mto de mí. Yo estaba ese día terminand ' unos problemas de aritmética, que detes taba, aislada en la sala intima de la macsti-:i. Esta sala, a la usanza de la época, ten!n ns pecto severo: negros los muebles y las cortill!IS blar.cas, de tul, elaborado con motivos vége~al es. Algunos retratos y nada más, a parte de nlgún vaso con alguna _flor natural s ~ bre el piano. Era éste el sitio dol)de doña A na recibía las visitas de cumplido. En el rest'.> de la casa reinaba una gran sencillez. El Liceo est~ba instalado en una amplia caf.a de madera en la calle del León. Mis pa<!J·es \'ivínn en la calle Mayor, en la misma

manzana, colindando el patio de nuestra casa con el del colegio. Mis padres habían hecho abrir una puerta en el muro divisorio, a fin ele que yo no atravesara la calle cuatro veces al día. Della Ana me dijo, a la salida, una tarde:-Dígale a Negrón Sanjurjo que venga por acá, a hablar conmigo sobre usted; pero que no venga por donde la manda a usted. Supongo que él preferirá andar ·a plena luz Y topando ccn las gentes en vez de con mis pollos y mis gallinas.-Yo dí el recado a mi padre. Mi padre sonrió, inteligentemente, Y no fui más al colegio por el camino protegido de las miradas de los hombres. Yo tenía un deseo vehemente de entrar en la habitación de Doña Ana, pero nunca pude realizarlo. Yo quería entra1· alli para ver los libros. Doña Ana nos había dicho una vez: --:moche estuve leyendo hasta las tres . ..y o hubiera querido que en mi casa me dejat:an leer en esas horas de la madrugada, en que nadie vendría a ver el libro que yo .l eía, oue rara vez era de texto, sino alguno que ~e llevaba y retornaba, sin saberlo su dueño, de la biblioteca de don Eugenio Asto!, vecino nuestro y gran amigo de mi padre. Pero . .. nunca podía leerlo tranquilamente. Dóña Ana era libre pa1·a leer, ¡qué felicidad!-me decía yo y me fui haciendo a la idea de que n había mayor felicidad sobre la tierra que la de ser libre. Un día me atrcvi a manifestar a doña Ana mi pensamiento. Doña An:i me miró con expresión de gozo. Luego h:ibló:- No sólo pam ser felices es que debemos prepni·ai·nos pam ser libres. ¿ Sabe ust ed para qué, pi·incipalmente? Pues para ser responsables de Ja elección del mejor camino para nuestra vida, del más diáfano, del más hermoso, del más digno y ayudar a nuestros semejantes a elegirlo.-Sobre si hacía bien o mal en leer aquellos libros que yo leía a escondidas, no dijo nada. Sin duda el dueño le inspiraba absoluta confianza y doña Ana creía que un buen libro siempre puede leerse. Dofia Ana trataba a sus discípulas con cortesía rayana en cumplido. Nunca llamó de tú a ninguna· de nosotras, pero nos inspiraba a todas, por la sinceridad y el valor qu!l habla en su palabra, inmensa confianza.-"Pregunten cuanto quieran-nos decía con frecuencia -sin restricciones de ninguna clase. Sobre cuestiones docentes y sobre todas las que ustedes deseen informarse. Para eso estoy yo aquí. Nunca se queden con una eluda. Yo puedo aclarárselas .a ustedes toda~ . \'fo lo ol-


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viden." Tenía una gran confianza en sí mis·ma y una generosidad sin límites para darnos su tiempo. Nunca ví más alegre a la señora Roqué de Duprey que cuando se enfrascaba en una larga explicación ·que abarcaba varios puntos de importancia, un tanto desconectados de la cosa en sí. Crecía' el interés de la clase al desbordarse el suyo porque la clase comprendiera sus explicaciones. A las siete de la mañana ya estaba sentada en el salón principal del Liceo esperando a sus discípulas, con algún periódico en las manos. Aunque se dormía muy tarde en la noche, con el libro unas veces y otras contemplando las estrellas, a las seis estaba en pie ágil y despierta como si hubiera dormido las siete horas que necesitaba. De la cama al baño y ' luego a vestirse. Nunca ví a Doña Ana sin corsct. Jamás la encontré despeinada. Su traje, pulcramente limpio y bien planchado. Usaba falda oscura, generalmente, azul marino, y matinée blanco de batista o Iinó con volantes de encaje o bordados en el cuello y la parte del matinée que caía sobre la falda. Tenía la piel de raso, que llevaba muy empolvada. Respiraba limpieza y despedía grato aroma. La clase daba comienzo sentada Doña Ana en el pequeño pupitre-escritorio donde escribió hasta los últimos días de su vida. Pero pronto lo al!andonaba para continuar la cáte·

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dra en pie, yendo de un lado para otro, con el puntero en la diestro. en disposición de . señalar, en mapas o · pizarras, lo que quería espe· cialmente significar. · Con paso breve y rápi· do movíase constantemente. Gozaba enseñan· do, descubriendo a otros los tesoros que ella habla conquistado. Sabía que iba ganandoY la alegraba más por nosotras que por ellasuna gran ascendencia sobre todas. La respe· tábamos y la queríamos entrañablemente. Y estoy segura de que cada una de nosotras, por la grande admiración que nos despertara, tu· vo el sueño, alguna vez, de parecerse a ella en la edad adulta, aunque ninguna lo haya lo· grado .•. Envio: Maestra, es tan difícil parecerse a ti como hablar de ti tal como tú lo mereciste. Perdónale a mi pluma que no haya sabido expresar mejor lo que de ti guardo en el alma y lo que me dejaste en el espíritu! ¡Perdona a mi espíritu, que siente el ansia de subir y no ha podido todavia habitar en las montañas, que es donde se puede aquilatar tu apostolado! ¡Perdona, maesh·a de mi vida entera, los po· bres frutos que de tu luminosa siembra voy dejando en el camino, humildemente .. .-! 30 de agosto de 1941.

.. A pesa?' do quo el medio pnr(?cc más propicio y la s oportunidades :.on más nmplín s, so echa do me· nos en la. cscuóln ol cmentnl de hoy 1n cn or¡:fo inogot abl o, la ,·ocació n npost61ica, el e s pfrit~ prócer do nqualla. o:<traordinnrin. mujer que le dió lecciones de {lrimc raF: lctro.s y <le ch·ismo n esto pais por cspn.· cio do sesenta y ocho nilos. Y no so jubiló. Estos cspfritns superiores no se pcnsionnn, ni so roti · Tnn n ,·iviT de rcntne, ni 1l recrearse en su locltimn glorin. Viven n nltn presión y se prodigan sin tasa ni medida . Como maestro puertorriqueño yo me siento orgulloso de que In. profes ión pueda contar entre "ª clnsc n tan preclara Cigurn. Aunque no linyn dejado sucesión en la. primoru. on scfüiuzn, "'ércueso la figura <le esta c srorzndn mujer como El Yunqu<1 sobre In pln.nici o del litornl, pcrpcluo rccoTdntorio de %-Onns elevadas y posibles nscensioncs."-DON JOSE P ADIN-Di scurso on el Homcnajo a D oiia. .Ann. t:uquó en el Ateneo Puertorrl.q_uoüo .


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DE 001\rA ANA ROQUE DE OUPREY A LAS PUERTORRIQUEl\rAS

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A 111is Con1patriotas (R c prorl!tcid!i d e "l"'n Jfuj c. r d el S iylo X X ..

~Y 1i mero

de

a yo11to 15, 1917.)

Jamás en mis escritos, queridas hermanas mías, os he hablado de mi persona, porque no soy cultivadora del yoísmo. Pero haciendo un paréntesis en mis hábitos, os va hablar vuestra vieja amiga, vuestra amiga de ayer, de hoy, y de mañana. Consagrada desde niña, al estudio constante, y habituada a dormir cada día cuatro o cinco horas, y a trabajar las demás, he reflexionado mucho sobre los arduos problemas del saber humano, )' sobre las condiciones de vida de la mujer en la tierra; y he llegado por profunda convicción a las conclusiones de que el estado civil de la mujer en las sociedades, es una injusticia de los tiempos, un contrasentido de lo q_ue llamamos civilización, y una interpretación errónea de los derechos humanos. Más, creo, que el mañana, será una vergüenza de la historia, como lo es la inhumana servidumbre del hombre por el hombre, desterrada ya, afortunadamente, de la faz de la tierra. Yo que tengo varias hijas y muchas nietas que he educado e instruído yo misma, por cuya corrección ·como damas distinguidas, y por cuya educación y delicadeza exquisita, he velado en todos los momentos de su existencia, no podría jamás aspirar para ellas, a un estado de cosas que no fuera recto, noble y honrado. Y después de maduras reflexiones, soy la más ardiente feminista, y la más firme defensora de los derechos de la mujer hollados por las leyes y sociedades formadas por los hombres, los que se han dejado dominar por un inhumano egoísmo; -quizás por costumbre,. y

no por maldad de corazón, - fundando su exclusiva preponderancia, en la ley de la fuerza, como en las épocas de barbarie. Mas todos los hombres no son hoy inhumanos, ni albergan ese egoísmo injusto en su corazón. Con los avances de los tiempos, el corazón del hombre y su modo de· pensar, vienen evolucionando en sentido de lo más perfecto; y se da el caso de que hoy los que viven imbuídos aún en las rancias ideas de los siglos del oscurantismo, son aquellos, tan cerrados de mollera, en la cual, sólo con infinito trabajo penetra algún vestigio de consciencia, que se desvanece y muere en sus células cerebrales, no conformadas aún para recibir la luz meridiana de todos los adelantos modernos. Esos, y son los menos, solamente se opondrán a nuestro paso de avance. Pero ellos, en su necio afán de poner diques de arena al ímpetu arrollador de lo que ha de ser, y será, porque es el impulso de los tiempos, y la consecución de las ineludibles decisiones del Destino, sólo lograrán atraer sobre sí el ridículo de la Historia, y de sus contemporáneos dotados de materia gris. Así, pues, mujeres puertorriqueñas, prestad atención al eco, -no de la irreflexiva juventud, que se deja llevar por las impresiones del momento, - sino de la convicción de la edad madura, que serenamente, sin prejuicios ni apasionamientos, ha reflexionado que la mujer en el pleno goce de sus derechos civiles, puede cumplir mejor en la tierra su hermosa misión de paz y de amor, que el Eterno, en sus inescrutables designios, le ha encomendado para mejoramiento


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de la familia, de la sociedad y de la humanidad en general. Y como cada ser en la existencia tiene el deber de laborar por la humanidad antes que por la patria; por la patria antes que por la familia, y por la familia antes que por sí mismo, sacudid de una vez la apatía inveterada de una vida sin objeto, de una vida insustancial ; y acordándoos de que Dios os dotó de un cerebro para pensar, y de una voluntad para seguir los dictados de una conciencia recta, debéis dis.poneros a vivir una vida consciente y útil, como compete al ser pensante que va hacia la luz por el esfuerzo, por la acción, por trabajo . y por el ejercicio justo y decidido de la voluntad.

Soy el eco del pasado que viene a despertar a la mujer del porvenir. Ojalá que mi voz-.que por ley natural está próxima ya a extinguirse, -encuentre simpática. acogida, en el corazón de nuestras mujeres. Sólo así descansará tranquila en su lecho de piedra, la puertorriqueña que haciendo del amor de su patria un culto, ha pasado cincuenta años de su vida ayudando a la mujer a levantar su es- . píritu y a nutrir su inteligencia, para que dé frutos de bendición en la hermosa tarea que aún tiene que llevar a cabo, de regenerar al pueblo por el estudio, y por la práctica constante de t0das las virtudes ciudadanas.

A la Mujer Puertorriqueña llf'n&:'lj c d& dofia Ann Roqué de. Daprey al aprobar&e Ja 1<.•}· C"On ccdfondQ <ll S ufra gio Feme nino, 192 9.

"Compatriotas nuestras: somos mujeres votantes; somos personas. "Compatriotas nuestras, ·ha llegado la hora en el Reloj de los Tiempos, en que el Destino por orden de Dios, llama a Ja Mujer Puerton·iqueña a cumplir con el deber que tiene todo nacido de contribuir con su voluntad, con su inteligencia, con su esfuerzo y con el santo 2mor que Dios puso en el corazón de cada ser por la patria en que vió la luz. ":¡:lien considerado nuestra patria es el mundo, y todos los humanos, nuestros hermanos son ; pero nuestro deber ineludible es trabajar por lo que nos rodea, por todo lo que atañ1:1. ni porvenir y felicidad de nuestros hijos. "Somos Madres, serán madres lns jóvenes algún día, y nuestro deber es formar un patria grande, digna y noble JJ<1.ra los seres que nos deberán la vida. "Hacer de nuestra islita, este búcaro de flores que Dios nos regaló, una tierra de Amor y Bendición. Grande por sus hechos. Notable por sus virtudes ciudadanas. Civilizada y rica por Ja conducta, honradez y laboriosidad dé sus hijos. "Nosotras, la primera gran Antill~

donde se ha reconocido el voto para la mujer, nosotras, las puertorriqueñas, tenemos que dar un ejemplo al mundo y a la América de cordura y de civismo. "Para hacer de esta tierra un paraíso, tenemos la materia prima que es el exceso de población; y luego, nuestros puertorriqueños son inteligentísimos entusiastas, viriles y patriotas. Llamemos a su corazón, interesando su conciencia. despertándola pa~:a todas las virtudes cristianas. "Y ese puertorriqueño digno y noble, cooperará con nosotras en el engrandecimiento patrio. "A Jos analfabetos debemos decir que todas las mujeres de Puerto Rico nos interesaremos, como es nuestro ct'eber, en la campaña del A. B. C., para hacer de nuestros paisanos, hombres y mujeres conscientes, para que participen en la gloria y el honor que vamos a con· quistar por nuestro patriótico esfuerzo. ."Es grande, es inmensa la Misión que Dws ha puesto en manos de la mujer puertorriqueña. "Poco podrá ayudaros vuestra Presidenta honoraria, hijas mías de Ja Asociación Insular de Mujeres Votantes,


DE LA UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO

pues su vida toca a su fin. Pero es nuestro deber, y lo cumple vuestra Presidenta Honoraria, de llamaros al cumplímiento de vuestros deberes. "Ahora que tenemos el voto, poderosa palanca que todo lo remueve, ahora, creemos que la mejor forma de ayudar al país, será formar ese gran núcleo de que ya me habéis hablado hace tiempo, núcleo patriota, noble y digno de la mujer puertorriqueña, sin distinciones de clases ni credos, sin estridencias, sin partidarismo ni sectarismo, con un sólo objetivo: El Bien de la Patria que ha de ser el hogar de nuestros hijos. Sratemos de unir en esa bendita aspiración a todos los puertorriqueños. "Trabajemos por el bienestar, moralidad y progreso de todos, altos y bajos. "Levantemos con amor y fe n,u estra alma al Todopoderoso y El nos ayudará a cumplir nuestros deberes con la patria, el bendecido hogar de los seres que más amamos. "Hagamos, hermanas nuestras, otra vida. "Hagamos patria. "No trabaj emos jamás por prebendas ut ilitarias.· Nada de rencores, ni de au-

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ras tontas, que ningún valor tienen en la vida, ni ante las personas sensatas. "Seamos sencillas y perseverantes, unidas fraternalmente para el bien. "Desterremos para siempre de nuestro corazón el egoísmo que ciega la conciencia; la envidia que despedaza el alma; la ambición desmedida que nos haría injustas, y la frivolidad que nos anula. "Que sea la Cordura, la Reflexión y el Patriotismo Y EL SANTO AMOR A NUESTROS HIJOS los que guíen nues- . tros pasos. "Trabajemos por el bien de todos sin interés de lucro alguno, como nos enseñó Jesús, y cumplamos a conciencia nuestros deberes en la vida, para que Dios nos ayude, y la Divina Providencia nos sonría y aliente, desde el templo de su Excelsitud. "Procuremos que nuestra bella isla dé la nota más alta de su cultura y civilización. "Vengan a nosotras todas las madres ; todas las mujeres puertorriqueñas de alma levantada y noble. "LEMA: Libertad, Sinceridad, Pat riotismo".

A la Mujer Puertorriqueña (En oc:t s iG n ti c In As :t mbloa Anual de ln. Asociac i6u de Muj e1·e3 Votan tes, c<'lehi-nd:i e n Mnrn~ücz t~ n 19 3 1)

Mujeres puertorriqueñas, hermanas mías muy queridas de mi corazón. Desde mi habitación de enferma dirijo un cariñoso saludo a esa Asamblea feminista, para decirles que al ver la actitud y el entusiasmo de la mujer puertorriqueña en esa ocasión, estoy orgullosa de mis paisanos. Qué tesoro de patriotismo y amor a esta tierra querida que nos vió nacer existe en vuestros corazones! No me engañé en 1917 al llamaros a la lucha reivindicadora de nuestros derechos. · Contemplad, hermanas días, nuestra amada tierra. Siempre irredenta, siempre desgraciada y siempre dulce y bella entre sus palmas y sus flores! Unámonos todas en apretado haz pa-

ra trabajar por la felicidad de esta tierra infeliz. La mujer puertorriqueña está empezando a hacerse cargo de su nueva, difícil misión. Y el mundo no se dá cuenta exacta de lo que significa la franquicia del voto para la mujer. Nosotras éramos casi parias. Seres casi insignificantes en la vida cívica. Hoy somos mujeres: personalidades con razón y conciencia. "Mujeres con voto, y por tanto con libertad para trabajar por el porvenir y felicidad de nuestros hijos, y por la patria donde ellos han de vivir. ¿No se ensancha vuestro corazón? ¿No se expande vuestro espíritu con la plenitud de vida que embarga vuestro ser?


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Y lo más grande, en que quizás pocas personas hayan pensado: Nosotras estamos rodeadas de veintiuna repúblicas latinas, y aún somos colonia: una colonia que sufre, pobre e infeliz, bajo la bandera estrellada de la nación más grande de la tierra que permite nuestra explotación y no nos da libertad bastante ni nos deja casi desarrollar nuestras iniciativas para buscar nuestra felicidad. Y esta colonia, girón de tierra americana desprendida de los Andes, es la primera tierra americana que proclama la reinvindicación de la mujer de este continente. Nuestra islita amada, brillante de vívidos cambiantes, engarzado en flores y rodeado de las espumosas ondas del Caribe, ha sido Ja tierra elegida por Dios para marchar a la cabeza de la reivindicnción ele la mujer latino americana. Y nosotros tenemos que hacernos dignas de ese gran honor a ningún otro comparable, cumpliendo con entereza y sensatez la gran misión que Dios nos ha confiado. Nuestro esencial deber es unir volunt:!des. Mientras nuestro pueblo esté desunido, mienb·as cada puertorriqueño, :itendiendo a· su propia conveniencia, piense a su manera, nada conseguiremos, nada somos y nada seremos. Nuestro primer deber es infiltrar en el corazón de nuestros hijos, esposos, hermanos y padres, ese patriotismo santo y sagrado que vibre en sus corazones. Que sea el amor patrio el sentimiento más grande que nos aliente, mientras no veamos reivindicada a nuestra patria. Ante el cual todo interés personal toda aspiración, ambición, todo egoísmo va:10 debe ceder. Nuestro pueblo puertorriqueñp, nuest ra is'la idolatrada está al borde del abismo . .. ¡Y la vamos a dejar morir! E sta tierra llena de fertilidad y belleza, donde agoniza · el nativo falto de justicia y piedad, la vamos a dejar conver t irse en una colonia extranjera víctima de Ja explotación y mala fé de la

parte del pueblo comerciante de Norte América que sólo atiende a su prove" cho? . Per.o pensad, queridas compatriotas, que Ja mayor parte del puebl? de nue~­ tra metrópoli, es humano y J_usto .. Pidamos las mujeres, de esta tierra mfeliz TODAS A UNA, a la parte noble de es~ pueblo, ·que quizás ignora nuestras desgracias, que se una a nosotras para demandar a la nación, el status no resuelto desde que tomó la responsabilidad de nuestro porvenir. · Y digámosle al Congreso americano : Oye la voz de las mujeres de esta tierra que habéis contribuído a hacerla infeliz permitiendo que exploten lo poco que tenemos. Congreso americano: ¡no queremos ser colonia! Cuando nos arrebatásteis del poder de España, no éramos colonia: el serlo nos avergüenza. Queremos un status que nos haga dueños de nuestra tierra; queremos la soberm1ía para determinar libremente ti}· nuestros actos y trabajar por industrializar nuestra isla según nuestras fuerzas y nuestro criterio propio, hasta reivindicarla y hacerla apta para vivir feliz en ella, un pueblo que tiene cuatrocient os años de civilización. Un status digno de nuestra cultura y . nuest ro der echo: donde vivíamos modestamente sin ser humillados y explotados. Ya que por vuestra conveniencia estáis obligados a darnos protección en un caso de emergencia, desde que nos arrebatásteis a nuestra nación descubridora, que jamás nos hubiera abandonado. · Mujeres puertorriqueñas, endosemos un escrito con nuestras aspiraciones al Congreso, si lo creéis pertinente. Allí se atiende mucho a la mujer, y confiad en la nación que se dice Patria de los Libres, donde cada uno puede buscar su felicidad. Ella atenderá a las mujeres de la infeliz Puerto Rico. No lo dudéis. ¡Vivan nuestras mujeres valientes y (; decididas ! . ¡Trabajemos con fé por nuestra isla idolatrada! ·


DO&A ANA ROQUE DE DUPREY Como nació maestra, ya desde pequeñita al jugar con muñecas, las enseñaba a leer, y en las noches ser enas, estudiaba en los astros las cosas que ella misma deseaba aprender. Luego estudió su suelo, y la Fauna y la Flora para ella no tuvieron secretos que esconder, y escribió los secretos del cielo y de la tierra herencia que su patria hoy debe recoger. Maest ra de maestros, enalteció la cátedra y fu é la defensora vir il de la mujer; ella fué una columna de sus derechos cívicos, con su verbo y su pluma, le ayudara a vencer. Y una tarde de bruma la viejecita sabia se nos marchó callada como madame Curie... No debe Puerto Rico, alzar en su memoria, un jardín, una estatua, una parterre, una escuela, un a lgo que los siglos nunca puedan romper·? . .. LA HIJA DEL CARIBE Abril del 37.

C-Ueneranda ANA ROQUE DE DUPREY

Del trabajo en la senda, del honor el) la cumbre; voluntad no rendida en rictus de amargura, fué ante el hondo infortunio la maternal ternura y ante el vaivén humano la firme reciedumbre. En noches coloniales no era la mansedumbre que del señor besaba la mano seca y dura; y fueron en la sombra de antaño, que aún perdura, su peñola, acicate; su pensamiento, lumbre. Consagró, amor de madre; consagró, amor de abuela, sus hostias ante el ara del hogar y la escuela. A su vida dió tonos de patrios arreboles; y, no inerme entre rachas de fríos 'desengaños con sus ochenta años, con sus ochenta soles, dió a Borinquen la glor ia de sus ochenta años.

JOSE

MU~OZ

RIVERA.


ANA ROQUE DE DUPREY FORJADORA DE MAESTRAS CARMEN BETANCES DE CORDOBA Haber sido discípula de esta gran maestra de maestras, es· título homoso que se ostenta con orgullo íntimo, co- de maestras. Su filosofía .de la educación de la mumo si se guardase con reverencia Y el pergamino más valioso que puedan jer, para el fiel cumplimiento de nueconceder los más acreditados centros vos deberes en el futuro, la iba infiltrando en nuestros corazones con sabia de enseñanza. . A los quince años de edad, cuando el delicadeza. La juventud la seguía coalma juvenil está preparada para eter- mo seguían los discípulos al Gran Maesnizar las emociones fuertes que se reci- tro, oyendo las palabras sagradas. Su ben, conocí a esta noble mujer. Cono- palabra sagrada era, instrucción y procerla, seguirla y · amarla, eran senti- greso. La preparación de la mujer pamientos que infundía en aquella juven- ra afrontar con éxito las nuevas respontud desorientada, de principios de este sabilidades de la vida moderna, era su siglo, su persqnalidad vigorosa y aJ>.ti- más grande preocupación. Por eso al correr de los años, su prestigio de edutud optimista ante la vida. Un año antes se había efectuado el cadora ·y orientadora de alta inspiración cambio de soberanía en nuestra isla y es ejemplo que estimula y alienta. Encontrándose Doña Ana en una de fué Doña Ana destinada a Mayagüez para dirigir el primer centro de ense- las ciudades de la isla, en su constante ñanza graduada, que bajo el nuevo sis- afán de despertar en la juventud el notema empezó a funcionar en aquella ciu- ble anhelo por la carrera del profesoradad. Allí acudió un grupo de las alum- do, una de las maestras, compañera· sunas que, al expirar la soberanía espa- ya le dijo: "Doña Ana, ¡qué va usted a ñola, habiendo terminado la instrucción a· hacer! ¿Cómo aconseja a estas muelemental, se encontraban en el Colegio chachas que se dediquen a estudiar pade educación superior, dirigido por Ma- ra maes.t ras, no ve usted .que en corto ría Llovet. Recordarnos a Marina Ro- . tiempo vendrán ellas a desplazarla a usvira, Aurea Carbonell, Srtas. Cuevas, ted y a nosotras?" Doña Ana le contestó: "Ojalá y estuviera en mí el poder de Bacó, Rivas, Roger, Castro, y otras. Nunca podré olvidar la impresión que hacer maestras, pues de cada puertome causó la personalidad de nuestra rriqueño haría un maestro o una maesprofesora al inaugurarse el nuevo curso tra .. No solament~ me empeño en que escolar. Inquieta y con paso firme, aspiren a la posesión de un título, sino acostumbraba a pasearse de un lado ll en que ejerzan la santa misión de enseotro del salón de clases, explicando con ñar: ,Ese sería mi goce supremo, pues la perfecto dominio .y conocimiento los nacion que nos gobierna se encontraría problemas, que dentro de los nuevos mé- con un pueblo· preparado culturalmentodos nos parecían más difíciles de com- t~ _Y capacitado para asumir responsaprender. Su mirada llena de magnetis- b1hdades y gobernarse a sí mismo." mo la fijaba en la clase que le oía con Esa era la ideología de esta gran edugran interés, y su palabra enérgica lle- cadora, por eso en las charlas íntimas na de fervor patriótico, levantaba el con sus discípulas repetía una y mil veentusiasmo y estimulaba nuestra volun- ces, con el fin de despertar inquietudes tad. Y aspiraciones fecundas: "Hay grandes Llegaba Doña Ana a nuestro lado, deberes que cumplir, hay que ilustrarse después de haber recorrido varias po- tenemos que aspirar a ser útiles en ¡~ blaciones de la isla en ejercicio de su profesión, a la vez que en la preparación (Pasa a la Pág. 46)


Doña Ana Roqué como Feminista Por MARIA CADILLA DE MARTINEZ Momentos estelares La humanidad, en las hondas evoluciones transformadoras de su espíritu ha producido siempre seres que, después de integrar los ideales estéticos de un periodo, concretan la responsabilidad de las masas ante la historia y las hacen caminar hacia adelante impulsando por medio de ellas aquellos movimientos sociales que significan triunfo cultural. ' Sobremirar estos instantes incomparables; estudiarlos y aprender cómo han podido orientar y sucederse, es deber patriótico Y' cultural. Deber patriótico, porque son un ejemplo para la continuidad de similares gestos por las generaciones venideras y en su conducta cívica; porque esos seres singularizados forman la cumbre del prestigio nacional. Deber cultural, porque ellos forman parte de un gran todo: la cultura; que por sus reflejos y conexiones gravita de manera envolvente en cuanto nos rodea y sucederá en el mañana cercano. Para la interpretación de la vitalidad en una generación es preciso señalar y valorizar a esos dirigentes hasta encontrar su certero pulso. Cuando desaparecen del escenario social tales seres y sus momentos estelares es cuando mejor se advierte en el piélago social sus causales asombros: los flujos y reflujos de las aguas del vivir que ellos mantuvieran siempre a determinada altura. Esas aguas entonces parecen serenarse y descender hasta un nivel -el que ellos fijaran-sin querer disminuirlo ni rebasarlo. Pasan los días, todos, al parecer, iguales o todos mediocres por delante de esas aguas hasta que el polvo de alguna amarga inquietud, de alguna aspiracióñ contenida, nos· advierte que aquellos gestos e ideales no estaban perdidos para siempre: que de ellos quedó una altura y esencia latente que regula e inspira al pensamiento y al dinamismo colectivo; que le hace rebasar sus límites, que le anima a producir-casi en milagro-una, otra y muchas olas hasta que las descoloridas y yermas playas del infortunio cobran humedad, lustre, tono y vida de deseable matiz y sabor.

A la alta calidad de esa ciudadanía dirigente y singularizada perteneció Doña Ana Roqué de Duprey. Las aptitudes mirificas de ella como feminista de vanguardia hace que siempre en la Historia de la tierra tenga un sitio único de vanguardia. Sobre el panorama regional y con inconfundible encrgia ella derramó no solamente los fecundos destellos de su labor científica y educado1·a, sino que impulsó decisivamente nuestro progreso social al iniciar el movimiento feminista que de gestativa curiosidad emuladora ha pasado a constituir un fecundante campo de acción para la mujer puertorriqueña. Las auroras aguadillanas del año 1853 vieron nacer a Doña Ana a la luz de un siglo que todavía nos proyecta claridades y señeros caminos. Entonces todavía la injusticia re.partía sus sombras tenebrosas y pérfidamente compasivas sobre el destino de la mujer puertorriqueña apartándola, casi de manera forzada, de la acción cívica en la cual, sin embargo, ella dejaba huellas inconfundibles. Dot'ia Ana se trajo a la vida unas alas y la musculm: y divina potencialidad de ellas la permitieron alzarse sobre el pequeño egoísmo colectivo y no arredrarse ante los obstáculos numc1·osos que encontró. Casi en germen todavía, iª los tres años y medio de edad! se había apode1·ado de sus mejores armas para el futuro combate: la lectura y la escritura. Con ellas desmontó la maleza enmarañada de las limitaciones y prejuicios que la rodeaban. A medida que iba creciendo se fué enfrentando con nuevos obstáculos; pero sobre los mismos trazó unos magníficos y amplios vuelos que la permitieron a los trece años de edad ejercer como maestra-ayudante en su pueblo y que a los diecinueve años la permitieron dedica1·se a serias investigaciones biológicas y astronómicas. Desde entonces nuestro cielo y nuestra tierra la fueron dando sus secretos y sus maravillas; pero su intuición la hizo aspirar a la cumbre del feminismo y en pocos años irradió su influencia sobre el elemento femenino isleño con sus éxitos como autora de novelas cortas, periodista y conferenciante. En el año 1873 y los que inmediatamente siguieron a dicha fecha multiplicaron las actividades de esta mujer-baluarte: sin dejar


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sus actividades culturales y con segura maestría se hizo señora del hogar que la formara su esposo. D. Luis Duprey, en una finca de su ·propiedad. Mientras él se afanaba en Ja labor productiva, ella administraba económicamente el campo y el hogar. Con excepcional diligencia desempeilnba al mismo tiempo sus deberes maternales y hacía que In vida del hogar estuviera matizada de encanto dándola los frutos de su inteligencia y dinamismo: en las veladas, distraía al esposo con interpretaciones al piano; en los días festivos, inventaba saludables ejercicios como la enza y la equitación; en sus horas de remanso estudiaba Astronomía, Filo~ofia, Botánica y Mineralogía. Reveses de fortuna en el año 1884 la hicieron volver al magisterio insular el que había dejado al casarse. Se dedicó desde esa fecha y con entusiasmo a la enseñanza superior. Preparó muchas generaciones. La lucha por la vida la hizo interesarse en todos los problemas sociales y dedicó parte del tiempo disponible a estudiarlos. Sobre todo pensó en Ja situación angustiosa de sus paisanas que casi esta!ian impedidas para ganarse la vida de manera independiente y competitiva. El anhelo de ayudarlas a triunfar la hizo tremolar el estandarte del feminismo. Si volvemos los ojos analíticamente a la realidad de aquellos días comprenderemos qué· enorme tarea se echaba sobre sus hombros y qué voluntad indomable le era precisa para abrir el paso a sus paisanas en un ambiente como el que entonces prevalecía y que era en esencia medioeval. La mujer estaba condenada al automatismo de asentir a las órdenes y caprichos del sexo contrario. A pesar de ello, Doña Ana tuvo adeptos aún entre los hombres y en poco tiempo vió levantarse en la isla legiones feministas. Lo que más admira en ella es que a pesar de sus luchas jamás permitió que en su persona se debilitaran todos los encantos y delicadezas que embellecen a la mujer. Como un relicario de amor, de ternura, de bondad, en su hogar fué protectora de sus amigos, socorro de los necesitados y lábaro de sus hijos. Todos los que a ella se acercaban encontraban siempre inspiración y consuelos. No se puede pedir más a la sensibilidad humana y a la inteligencia racional que lo que ella nos diera, pues fué cumbre cívica, reina del saber y señora. ¿Cómo no iba a triunfar un ideal de justicia como el feminismo tre-

molado por ella con todo entusiasmo? Su mejor argumento fué su vida misma; la comprobación experimental de sus actuaciones; la afirmación rotunda con ella demostró que la mujer puede realizar en su tiempo y generación; su valoración má.xima de Ja responsabilidad que Ja hizo legar un ideal a las mujeres puertorl'iqueñas que hoy día - aunque todavía no es fruto ináiscutido-:--recogen en sazón la oportunidad de destacarse y cooperar. Su ideario en acción Todas sus conquistas, indudablemente debieron responder, en primer término, a una vocación irresistible; pero es innegable que a ellas debieron impulsarla, muchas veces, la conciente seguridad en sí misma que · la hacían pensar Jo justo que era el permitir a Ja mujer buscar su progreso y realizar sus aspiraciones haciendo uso de sus facultades innatas, en pleno desarrollo de las mismas. Hacia 1902 ya Ja vemos iniciando a sus compatriotas en los nuevos rumbos. Fundó entonces un triseminario, "Evofución", que dirigido y administrado por ella tenía la colaboración de otras mujeres en el cuerpo de redacción y tipográfico. Trataba de información, ciencias, problemas sociales, literatura, pedagogía. Nutrido de jugosa lectura, monografías, de chispeantes editoriales y epigramas sabrosos, era una justificación de que en aquella actividad bien podía la mujer establecer una competencia. Para poder apreciar mejor lo que decimos, examinaremos el número 4 de febrero del 1902. El editorial lleva por titulo "Un Pue~lo Aplastado" y dice: "Cualquiera que observe Ja sociedad puertorriqueña notará, al instante, un fenómeno por demás raro: todos aquellos entusiasmos de épocas pasadas, toda aquella vida moral e intelectual que parecía bullir en nuestro organismo con la fuerza que le daba savia j~­ ven de que estaba impregnado este pueblo en un hermoso despertar, han ido desaparecien-· do paulatinamente como barridos por una fuerza incontrastable que todo lo arrolla y aniquila. ¿ Qué pasa entre nosotros?" En otro artículo que tiene por rubro "La Mujer en la Política" leemos: "¿Tiene la mujer el deber de interesa1·se en la política de su país? Indudablemente que sí, con el objeto de aunar voluntades, de unir a todos en misión ideal de progreso, de bon~ radcz, de abnegación; con la mira de procu-


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idea de la capacidad femenina y que no nos rindiéramos jamás, cultivando nuestro entendimiento en aquellas disciplinas o t areas que volitivamente escogiéramos como medio para vivir .Y cooperar con los demás. En 1925 fuimos convocadas otra vez por ella en su hogar de Río Piedras. Allí se fundó la Asociación Puertorriqueña de Mujeres Sufragistas que, en 1929 y al concederse el 12 de abril (a las 12:20 P. M.) la franquicia electoral a la mujer puertorriqueña, cambió su nombre por el de Asociación Insular de Mujeres Votantes. ¡Aún me parece verla en aquellos días inolvidables!. . . Sus pupilas brillantes, negrísimas, nos miraban con una exp~·esión entre meditativa y cariñosa. Su bello rostro tenía hoyuelos en las mejillas y los años con sus líenas de cansancio no la habían quitado todavía encanto y dulzura. Pequeña y bien formada, era toda vibración, energía; su voz era grata y tenía siempre relampagueos firmes junto con melodiosas tonalidades. . . Rodeábase de El Surco abierto: Un ideal que triunfa libros, de periódicos y de manuscritos suyos. y espera siembra~ En , todo el ambiente que la rodeaba se veía la iFué Dispuesto el terreno y abonado con todas pulcritud y sencillez de su carácter.. esas actividades suyas, en 1917 ella citó a una maestra y guía incomparable! Después que dió su voto por primera vez en asamblea en la ~iblioteca Carnegie para fundar la Liga Femínea Puertorriqueña cuyos 1932 y en las elecciones de noviembre de ese principales objetivos eran: preparar a la mu- año, votando por el Partido Liberal, nos dejó jer para adquirir y ejercer, sus derechos cívi- como alondra que después de cantar a la etercos; trazar programas de actividades y pro- nidad de la aurora se pierde en ella y llega a lo pag·anda para que se concediera el voto a la azul. •. La emoción de su vuelo y de su canto mujer puertoniqueña. perdm·a y cuando sus discípulas ahora miramos Hacia el señorío de su luz dil'ig'in1os desde al surco abierto sentimos la necesidad de sementonces nuestros pasos sumánd"'1os al grupo brarle. No todas las semillas que germinal'án i11olvidable que, hermanado, compacto y mi· la felicidad de nuestro país nos son permitidas. litan te, tantas campañas libró . en la isla pa- Todavía el egoísmo en guardia reduce nuesra que se concediera el derecho de emitir su tras iniciativas y posibilidades, pero todas voto a la mujer puertorriqueña. Por haber sentimos que no fueron vanos sus esfuerzos: sido parte integral del mismo grupo y i·epeti- ellos nos dieron una senda, un campo y condamente de su directiva, recordamos con emo· tinuando la labor que nos 'dirigiera bien poción toda la fuerza magnética de Doña Ana demos llegar al solemne momento en nuestra dirigiendo a nuestras huestes. Multiplicando historia por el cual se reconozca plenamente sus esfuerzos nos alentaba individual y colec- que la mujer, como baluarte del civismo, tiene tivamente, aconsejando en todo momento su sitio igualitario junto al hombre en la dicuánto era preciso hacer o resolver. Frecuen- rección de los destinos públicos ... temente--era una gran polemista-contestaAcaso por falta de conjunción de voluntad ba en la prensa los ataques de que era vícti- y acento-preciso es confesarlo, aunque duema nuestro grupo por aquellos espíritus que la-en las realidades del vivir presente se nos jamás admiten otro bien que no sea el espe- mengua la herencia que con el voto nos legó culativo propio. Sus palabras tenían tanta Doña Ana. Esa merma, que nos resta posifuerza convincente que nuestra fe crecía y la bilidades enormes en nuestro derecho de ser oposición se fué · desmoronando poco a poco. Ella nos aconsejaba sembrar el bien para dar (Pasa a la ~ág. 46)

rar el bienestar de sus conciudadanos nacidos bajo el mismo sol". En una sección del periódico que intitulaba "Plumazos" encontramos comentarios sabrosos en todas las ediciones sobre t emas de actualidad y que demuestran su agudeza para observar y comentar los hechos. Sirva de muestra el siguiente: "Para nosotms el progreso anda como los jueyes, pues como tenemos mala sombra, todo se nos vuelve al revés" ... Efectivamente, hoy que comprendemos mejor la lucidez y agudeza de tal afirmación, ¡cuántas veces hemos visto cómo perdemos la ocasión y las esperanzas desandando al progreso con algunos procedimientos! ... Antes de " Evolución" había fundado otro periódico, casi revista, intitulado " La Mujer". Esta publicación duró dos años y su programa era también defender el derecho de la mujei: y la cu! tura del país.


Defensora del Sufragio Femenino Por ISABEL ANDREU DE AGUILAR

en carta del 2 de abril de 1917: "Veo entre toConocí personalmente n Doña Ana Roqué .de das las mujeres un anhelo contenido, el sufraDuprey en 1917. Fué al venir ella a San Juan a trabajar por el Sufragio Femenino. gio; pero son tímidas, ning~n.a se ~treve a Por referencias sabía de su magisterio, pues empezar, a dar frente a la critica, Y esa es _la Conéhita Muñoz Belaval, mi profesora de ins- misión que yo debo cumplir antes de morir. trucción primaria, ·habla sido su discípula Y Usted se ha puesto a mi lado, ayúdeme." En mayo de 1917 se traladó Doña Ana a la nombraba con orgullo. Haber sido preparada por ella para maestra constituía un San Juan. Tenía entonces 64 años. Se conservaba fuerte, aunque ya empezaba a padecer timbre de honor. de Ja dolencia que la molestó durante los úlPara las Pascuas de 1916 fuimos mi esposo timos años de su vida. Su mirada viva y pey yo Humacao. Doña Ana supo que está· netrante, su voz entera, su firme determinabamos allí e inmediatamente mandó recado de ción a traba~ar esforzadamente por la conseque deseaba ver a mi esposo. La visita que cución de su propósito hacían de ella en sazoéste le hizo duró más de dos horas y en ella nada madurez, una mujer más joven, física y acordaron iniciar el movimiento sufragista en la Isla fundando primeramente una revista espiritualmente, que lo que su edad hubie1:a feminista bajo la dirección de Doña Ana. En- justificado. Era optimista y decidida, no se tre los dos hicieron los planes para interesar arredraba por críticas ni aún cuando éstas en la empresa a las mujeres más destacadas llegaban a la censura agria e irrespetuosa. Con la colabomción de Mercedes Solá más cultural y socialmente y para conseguir dine· ro. La revista sería precursora de la deman- tímida que ella en cuanto a procedimientos de da de la mujer puertorriqueña del derecho propaganda, habían conseguido colocar accioel ectoral. Doña Ana sabía que esta última nes de la revista en número suficiente para encontraría opositores, que las puertorrique- abordar la empresa. Se instaló modestamenñas tendrían que educarse en el ideal sufragis- te en unas habitaciones de los bajos de la cata y que las preocupaciones sociales y prejui- sa número 80 de la calle de La Luna y alli emcios tradicionales constituirían una barre- pezó a poner en práctica sus planes para llera difícil de derribar aquí como en todas par- var a cabo su última obra reinvindicadora, la tes. Por eso pensó iniciar el movimiento de coronación de todas las de su vida cuya traemancipación política de la mujer soslayan- yectoria se ve clara y definida desde su niñez do deliberadamente el fin que perseguía Ja y adolescencia, y decimos desde entonces, porrevista. Creía que el conocimiento del pro- que en su decidida inclinación a supemrse por greso feminista de otros países con el cual el estudio, se veía ya en ella, aunque sin un pondría en contacto a la mujer puertorrique- delineado propósito, el afán de libertarse a si ña por medio de la misma serviría de ariete misma que luego generosamente quería abar-· demoledor de temores o prejuicios. Y es- cara a toda mujer y especialmente a la de su taba segura de que el momento era propi- tierra bien amada, pues entendía que el procio debido a la situación internacional que ha- greso cultural y político de la mujer redunbía exigido la cooperación de Ja mujer para daba en beneficio de la patria. Decía en su la obra de defensa en la gran guerra mundial; revista "La Mujer" número de mayo 27, 1896: debido también a la inminente aprobación del "T.n aue hacemos por la mujer puertorriqueActa Jones, nueva Carta Orgánica para Puer- ña es un deber que nos impone el patriotismo t o Rico, que concedía más derechos a este pue- • -cumplimos con él y nada . más. Conste así". blo, y debido además al adelanto de la mujer Por patriotismo, pues, vino a San Juan en 1917 , aquí incorporándose al hombre en la industria para recabar de la Legislatura que se sumav el comercio y nutriendo en número cada vez ra la responsabilidad de Ja mujer a Ja de Jos ~avor la matrícula universitaria. Ella insu- hombres en la vida política de Puerto Rico. flaba sus anhelos de libertad en todas las que No esperó mucho Doña Ana · para dar a cose Je acercaban y así dice a Teodoro Aguilar nocer en "La Mujer del Siglo XX", como !la-

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DE LA UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO

mó' a la revista, su determinación a hacer de la misma un órgano de propaganda sufragista. El primer número, que vió la luz el 15 de junio rle rn17, tiene unos cuadritos sobre el editada! y uno de ellos dice así: "Ningún prog reso positivo puede alcanzar una colectividad si no van aunados los esfuerzos del hombre y de la mu jer en todos los problemas sociales." En el mismo mlmero, al describir en

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que entraña en sí, siendo los artículos que sobre este r especto se publiquen, de la exclusiva r espon sabilidad de sus autores." Al refe rirse en el mismo número a que en las Islas Vírgenes recientemente adquiridas por los Estados Unidos ex istía el sufrar;ío femenino, se decide a abordar francamente Ja cuestión : "Son !ns primeras Antillas donde se han implantado el Sufragio F emenino concedido por

Doña Ana Roqué acompaña da por la Sra. Isa bel Andréu ele Aguilar a l ir a votar en las elecciones de 1932.

;.i

t;n artículo cómo vino a la luz la revista dice: " Siendo t an de actualidad, y de trascendentalísima importancia, trataremos la cuestión feminista, estudiando el pro y el contra de esa refo rma social, que como suplemento de la moderna ch:ilización se va imponiendo a los pueblos todos de la tierra, por la justicia

una caduca mona rquía europea . Será Puerto Rico la primera tierra latina de Amér ica que conceda el voto a la mujer? Quizás.. . Son los puertorriqueños muy amantes del progre· so y de la justicia, y según vienen dando una prueba de gran cultura apoyando el Prohibicionismo, aunque pueda perjudicarles, en la


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REVISTA':c._ ASOCJACION DE MUJERES GRADUADAS

prÓxima Legislatura la darán aún más espléndida, concediendo el voto a toda mujer de 21 años, que sepa leer y escribir español o in· g\és, como medio de estimular a los analfabetas a instruirse para que puedan gozar de todos los derechos ciudadanos: ya lo veremos." Ya el número 2 de la revista trae un editorial que titula "La Cenicienta de la Humanidad", y defiende sin ambajes el derecho de la mujer al sufragio electoral. Ese mismo número tiene bastante colaboración feminista Y francamente sufragista. Desde entonces ya se conocía la revista por su verdadero apostolado y a Doña Ana como leader del mismo. Para el 4 de agosto de 1917, ccnvocó Doña Ana la primera asamblea sufragista de Puerto Rico, que tuvo lugar en la Biblioteca Carnegie. Asistieron unas cuarenta mujeres de las más destacadas del mundo cultÜral de la isla. Se acordó aJlí. fundar una asociación fe. minista bajo el nombre de Liga Femínea Puertorriqueña, y elevar un mensaje a la Legislatura Insular entonces en sesión demandando la concesión del voto para la mujer. Dicha asamblea fué seguida por otras dos donde quedó finalmente constituido el Comité Directivo de Ja Liga bajo la presidencia de Doña Ana, y se aprobó el memorial que había de man· darse a la Legislatura. Doña Ana no esperaba que se concediera el voto femenino inmedfatamente. Sabía que es labor lenta, de tiempo, llevar al triunfo un ideal de reforma social y política como el sufragio; pero quiso empezar a trabajar sin pérdida de tiempo, no quería morir sin regar su última siembra de justicia para la mujer. Varios proyectos sufragistas fueron derro· tados en aquella Legislatura. Nuestra leader continuó impertérrita en su labor desde la tri· buna de su revista y en la pr~sa diaria. Su credo sufragista se fundaba en la justicia, se nutría de convicciones redentoras, se orientaba hacia la labor patriótica constructiva ex· hortando a la mujer puertorriqueña al cumplimiento de su responsabilidad como ciudada· na en bien y por el progreso de la patria. En diciembre de aquel año se retiró Doña Ana a Humaeao por hacérsele imposible per· manecer en San Juan debido a lo escaso del producto de la revista. Ella y Mercedes Solá convinieron en que ésta última siguiera dirigiendo la revista y ambas acordaron redi·

mir a su debido tiempo todas las acciones, como así lo hicieron. Desde Humacao siguió nuestr"a leader dirigiendo el movimiento sufragista alentándonos cmmdo flaqueábamos algo las que la sucedíamos aquí, en San Juan. Cuando el Gobernador ele Puerto Rico fir. mó el proyecto ·de ley que concedía ei voto a la mujer puertorriqueña por ley de In Legislatura fué a Doña Ana a quien se le regaló la pluma con que fué firmado el proyecto. Poi' fin había triunfado nuestra ilustre leader en su última batalla por Ja mujer de su tierra. No quería morir sin ejercer el nuevo derecho y en 1932 tuvo la gran satisfacción de ver a sns compatriotas interviniendo en las elecciones generales de la isla. Ella no podía dejar de votar y el día de las elecciones estaba lista desde temprano para ir a depositar su voto. La acompañamos al colegio mi esposo, AngeJa Negrón y yo, y cuál no sería nuestra sorpresa cuando nos informaron que Ana Roqué de Duprey no estaba en la lista de aquel colegio. De allí nos mandaron a otro y a otro hasta que se hizo tan tarde que se cerraron los colegios todos sin que la primera propulsora del Sufragio Femenino pudiera depositar su voto en las urnas. Para evitarle una decepción, la más grande quizás de su vida, preparamos un afidavit que firmó en la convicción de que así cumplía como sus compatriot.as el deber de votar. Nunca supo que piadosamente le habíamos evit:ldo aquel disgusto. Ya en pleuo ejercicio del sufragio Doña Ana inl!'resó en el Partido Liberal del que más tarde fué nombrada Presidenta Honoraria. Desde su reclusión en el hogar intervenía frecuentemente en la dirección del partido con su.s consejos defendiendo siempre el derecho de Ja mujer a figurar como candidato. Nunca levantó rencores ni señaló ruta separada para la mujer en el ejercicio del sufragio; le marcó una línea de estímulos constructivos aconsejando la denuncia de la corrupción y del sojuzgamiento del deber patriótico por la granjería política de líderes sin escrúpulos, y exaltando l¡i necesidad de una decisión inquebrantable de exigir pureza de principios en las plataformas pol!ticas y lealtad en el cumplimiento de las mismas.


7{_,uestra é:.onvención .a nual ~

1941

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Dcclicada n lci Memor ia ele Doifa Anci Roqué de Duvrny Nuestra Convcnci6n Anual se celebrará en octubre según lo prescribe el reglamento, Jos días 11 y 12. La Directiva acordó en su reunión ordinal"ia de julio nombrar un Comité de Programa de Ja Convención bajo Ja Presidencia de nuestrn compañera Herminia Acevedo. Forman parte del mismo, además, María Machín, Carmen Gómez Tejera, Carmen Villarini, Sarah Rodríguez Chacón, Beatriz del Toro de Urrutia y Petro América Pagán Colón. El Comité ha celebrado varias reuniones y ha preparado el siguiente programa recomendando se dedicara la Convención a la memoria de Ana Roqué de Duprey. El programa fué aprobado por la Directiva en su reunión de agosto.

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PROGRAMA DE LA CONVENCION ANUAL 194 1

Sábado, 11 de octubre de 1941 1:30 P.M. Lunch ele Inauguración

En honor de las socias admitidas durante el aiio. Banker's Club, Edificio del' Banco Popular, San Juan. Chairman Comité Lunch - Srta. Sara Rodríguez Chacón 2: 30 P.M. Excursión al Campamento Buchanan Encargada de Ja Excursión - Sra. Petra Am,érica Pagán de Colón 8:30 P. !\f. Ateneo Puertorriqueño - Conferencia "La Mujer en la Democracia" Srta. A1m María O'Neill Domingo, 12 de octubre de 1941 Universidad de Puerto Rico Antiguo Salón de Actos de la Universidad 9:00 A. M.-Sesión Inaugural Apertura - Presidenta, Isabel Andréu de Aguilar "Lo que la Asociación de Mujeres Graduadas significa para: mí" Srta. J ulita Córdova Si¡a. Marta Martínez de Aponte "Experiencias de una Grncluada en la Legislatura" Srta. María Luisa Arcelay Srta. Maria Libertad Gómez 10:00 A. M.-Sesión Administrativa 12:30 P. M.-Lunch-Salón de Café 1:30 P. M.-Sesión Administrativa (continuación)

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3:30 P. M. - En el Campus Ceremonia de la colocación de la primera piedra del Edificio de la Asociación Palabras de la Srta. Cele,stina Zalduondo, Pres. del Comité del Edificio. Discurso por el Presidente interino de la Junta de Síndicos Hon. Martin Travieso ' Colocación de la primera piedra del edificio de la Asociación. Palabras de la Presidenta de la Asociación, Sra. Andréu de Aguilar.

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Reseña Histórica del Movimiento Sufragista en Puerto Rico ISABEL A. DE AGUILAR (Reproducido de la Revista "Puerto Rico", de junio de 1!!35)

rntroducción.

tición. De 1697 a 1780 las mujeres de la colonia de Massachussetts ejercitaban el derecho al voto, el cual le fué retirado al constituirse Ja nación americana. En 1776 Mrs. Abigail Adams pide a su esposo John Adams recuerde recomendar que se dé voto Y representnción a las mujeres al aprobarse el nuevo código de leyes en el Congreso Continental. En 1778 Mrs. Corbin, hermana de Richard H. Lee; de Virginia, presenta a aquella legislatura una petición de sufragio para la mujer. Las mujeres de Nueva Jersey ejercitan el sufragio desde 1776 a 1807. En 1826 la Srta. Frances Wright, mujer rica y de mucha distinción, demanda por primera vez el sufragio femenino y trae ese asunto ante la opinión pública. Ernestine L. Rose dió conferencias y se declaró partidaria del voto femenino en. 1836. En el año 1848, que ya hemos mencionado, un grupo de mujeres se reúne en una convención de Seneca Falls en el estado de Nueva York. Estaban presentes las primeras luchadoras sufragistas: Lucrecia Mott, Marta C. Wlright, Elizabeth Cady Stanton, Mary Ann McClinton. Allí se aprueba la Declaración de los Derechos de la Mujer como sigue:

Antes de concretarnos al tema de este trabajo queremos recordar a' grandes rasgos las luchas y las conquistas feministas especialmente desde que se inició en el siglo pasado el movimiento pro emancipación social y polít ica de la mujer, puesto que el sufragio electoral no viene a ser sino una de aquellas conquistas. La doctrina feminista sienta como principio fundamental la igualdad de los sexos. IgÜaldad en cuanto a la categoría de deberes y derechos que ambos tienen en la realización de una sociedad más perfecta en su ideología de libertad. Pero hay que entender libertad, no libertinaje. Sostiene el feminismo que si la mujer ha asumido la responsabilidad de si misma en la sociedad, es cosa natural y legitima que demande todos los derechos del l. ' Derecho a la libertad personal. ciudadano como medios para su protección y 2. Derecho a adquirir una educación uniseg uridad, así como todos los deberes que apaversital'ia. rejan esos derechos. Por el feminismo se 3. Derecho a ganarse la vida. afirma y perfila la personalidad femenina, se 4. Derecho a reclamar salarii>s. desa1Tollan libremente, a opción de ella misma, 5. Derecho a poseer bienes. las cualidades ingénitas de la mujer; pero ja6. Derecho a hacer contratos. más, en su justa significación, podría llevarla 7. Derecho ¡i demandar ante un tribunal de justicia. a excesos de ningún género. Antes del año 1848 que señala el movimien8. Derecho a servir como testigo ante una corte de justicia. to liberal en toda Europa no se habían conocido manifestaciones organizadas de femi9. Derecho a conseguir divorcio por causa justa. nismo en la época moderna. Las gestiones políticas de la mujer antes de esa fecha tuvieron 10. Derecho a patria potestad sobr.e sus lugar en su mayor parte en las colonias inhijos. gl~sas de Norte América. En 1467 Mrs. Mar11. Derecho a una participación justa de !Os garet Brent, de Maryland, pidió asiento, voz bienes gananciales. v voto en la legislatura de aquella colonia alegando tener derecho a ello por ser la única Esa declaración de derechos da una idea de heredera de los títulos y propiedades de su los que se negaban entonces a la mujer. Topadre que por ellos habfa sido miembro de dos han sido conseguidos. aquella legislatura. Le fué denegada su peEn 1865 se eleva la primera.petición al Con-


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greso para que se incluyera el sufragio femenino en la Enmienda 14 de •Ja Constitución que extendía el sufragio a los hombres de co101\ Dicha lletición no fué atendida. Convencidas las mujeres americanas de que en la unión está la fuerza, se funda en 1869 la Asociación Nacional pro Sufragio Femenino. Casi al mismo tiempo se constituye la Asociación Americana pro Sufragio Femenino. Ambas se unieron bajo el nombre de Asociación Nacional Pro Sufragio Femenino en 1889. No contentas con su labor en la nación americana el grupo de mujeres más interesadas en la obra empieza la propaganda en el extranjero. Ya habían surgido Ecciólogos ilustres, que, como John Stuart Milis, "e pronunciaba11 por la igualdad de derechos para ambos sexos. El p1·opio Milis lleva esa causa al parlamento inglés. En 1888 se funda el Concejo Internacional Femenino (The International Council of Women) para unir a las mujeres de todos los países del mundo con el fin de procurar la cooperación internacional en pro ele los derechos de la mujer. Más tarde se funda la Alianza Internacional Sufragista dedicada más exclusivamente a la consecución del sufragio femenino, la cual fué organizada en Berlín en 1904 y hoy tiene afiliadas en casi tocios los países del mundo civilizado. El primer pais· del mundo que concedió el sufragio femenino filé Nueva Zelandia en 1866. Le siguen en 18GD la Federación Australi:ina y el estado de Wyoming. El Sufragio Femenino en Puerto Rico. Antes de empezar a desrribii· In obra 111'0piamente puertorriqueña por la consecución del sufragio femenino es bueno consignar que la gran sufragista americana Susan B. Anthony pidió iguales derechos para hombres y mujeres en las nuevas posesiones americanas en su discurso en la convención del año 1899 de la Asociación Nacional Americana pro Sufragio F'emenino. Precursor del movimiento feminista en la isla puede llamarse al Ledo. Nemesio R. Canales, hombre liberal y progresista, que ¡n·esentó en 1908, siendo deleg·ado a la Cámara Baja de la Legislatura Insular, un proyecto de Ley concediendo el sufragio a la mujer. No tuvo ambiente. En 1912 el gran caudillo Muñoz Rivera propoJie Ja siguiente cláusula, que no fué aceptada, para Ja plataforma de su p,u tido que iba a ser discutida y aprobada en la convención de Mayagiiez.

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"A través del mundo y de un modo enérgico en las naciones más cultas, el derecho de la mujer al sufragio electoral gana de día en día entusiastas amigos. En la América del Norte lo aplican ya, con éxito, los estados del Oeste que son los más libres de prejuicios nna.crónicos. La Unión expresa,· en principio, su criterio favorable a una ley que asegure o garantice el voto femenino. Es verdad que nuestra isla no se preocupa de ese movimiento. De ahí que resulte indispensable aguardar a que la opinión vaya formándose. La Unión cree en la capacidad de los dos sexos, como partícipes, con iguales titulos, en las funciones del gobierno. Y disponiéndose por su tribuna y por su prensa a la propaganda y a la acción, invita a la mujer puertorriqueña a pensar en sí misma y a prepararse para un próximo plebiscito en que, por sí misma, resuelva si se siente dispuesta a cumplir las cbligaciones y conllevar las responsabilidades que arracan del ejercicio del sufragfo. En síntesis: la Unión deja en ma- . nos de la mujer su propio destino y respetará su deseo de marchar adelañte o de inhibirse, permaneciendo en la situación de inferioridad jurídica a que, por siglos y sig los, viene resignándose sin protesta." En 1915 el delegado a la Cámara, Sr. E. Conzídez Mena, Jll'Cscntó un proyecto de ley, que no se !!probó, concediendo el sufragio '1 la mujer. Un poco tarde, porque todos estos movi1nie11tos nos lleg·an retrasados, ln 1nujer puertorriqueña resuelve incorporarse a la d<>manda sufrag·istu. ~empieza el trabajo organ izado para conseguir el sufragio en Puerto Rico. Lo inicia doña Ana Roqué de Duprey, mujer de ciencias, periodista -:OfesOr ¡Uten desde su primera juven ud fué una defensora incansable de los derechos de Ja mujer y se dedicó con gran entusiasmo a preparar maestras para levantar el nivel intelectual de sus compatriotas. Doña Ana Roquii había fundado el periódico "La Mujer", en 1893 y con Jo que ese periódico producía pu. gaba las matrículas y los libros a muchachas pobres que querían cursar estudios su¡1eriores. Ese periódico era tirado por mujeres. Decía doña Ana que el deseo de elevar a la mujer la movia. Como era de esperarse encontró opositores al empezar a desbrozar el camino, pero no le faltó la generosa ~ voz de :iliento de al-


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AsocIACION DE MUJERES GRADUADAS

gunos próceres puertorriqueños, entre ellos Don Em•enio María de Hostos y D. Luis Muñoz Riv~ra. "La Mujer" no tuvo larga vida, pero Doña Ana continuaba impertérrita su propaganda y en 1901 publicaba otro periódico "La Evolución", que tampoco alcanzó suficiente éxito. En el año 1917 resuelve Doña Ana trabajar de nuevo para levantar el espíritu de las mujeres puertorriqueñas uniéndolas para luchar por la consecución del sufragio. Tuvo esta vez nuís exito la señora Roqué. Se le había unido en su labor la Srta. Mercedes Solá. Junt:is h:ibían fundado una revista feminista, "La l\Iujer del Siglo Veinte". Doña Ana dirigió una invitación a un grupo de mujeres simpñtizadoras de sus ideas para que asistieran a una reunión en los salones de la Biblioteca Carnegie de San Juan con el fin de organizar una asociación sufragista. Consiguió reunir un buen número de entusiastas sostenedoras del derecho de la mujer al sufragio y se constituyó allí la primera organización feminista de Puerto Rico, bajo el nombre de Liga Femínea Puertorriqueña. ' Copiamos la nota de "La Mujer del Siglo XX" dando cuenta de la constitución de la Liga. LA LIGA FEMINEA PUERTORRIQUElM Se han celebrado, con gran concurrencia de ci.'.:m&s distinguidas, tres asambleas feministas en l:i Biblioteca Carnegie, los días 4, 9 y 13 de este mes. La primera fué una reunión preliminar. En le segunda, quedó nombrada provisionalmente, la directiva del Comité Local de Propaganda, integrado por elementos de los distintos partidos rñllitantes, resultando electa Ja siguiente candidatura: Presidenta - Sra. Ana Roqué de Dup1·ey Vice-Presidentas - Srta. Amparo Fernández Náter y Sra. Isabel A. de Aguilar. Secretarias - Sra. Betances de Córdova y Srta. Josefa Conte. Tesorera - Sra. !lfilá López de Jiménez. Vocales - Sras. María Luisa González de Amy, Eulalia A. de Delgado', Angela C. de Miró, Margarita Z. de Nieva, Georgina R. de Paniagua; Srtas. Luisa Fernández Callejo, Mercedes Solá. En otras poblaciones se está haciendo el mismo ti-abajo, pues ya Ponce y Río Piedras tienen nombrados sus comités, y en Arecibo se trabaja para ello.

En la tercera asamblea, se ha firmado el memorial que va a presentarse en la Cámara Legislativa. Del mismo San Juan y de la Isla, se han i·ecibido cartas muy satisfactorias de señoras que con el mayo1· entusiasmo. se p~~en a nuestro lado. Copiamos a contmuac1on algunos de los muchos telegramas que de la isla recibimos. La mujer puertorriqueña, educada ho~r al igual que el hombre, se encu:n~ra capacitada para intervenir por dere.cho d1vmo Y ~umano, en las funciones del gobierno. de su pa1s, Y su despertar es hermoso e imponent7; más de 50,000 mujeres se aprestan a pedir se reconozca su personalidad. RELACION DE LAS CONCURRENTES A LAS DOS PRIMERAS REUNIONES PARA ELEGIR EL COMITE PROVISIONAL DE PROPAGANDA EN SAN JUAN Sras.: Isabel Andréu · de Aguilar Ma1·ía S. de Gutiérrez Igaravídez María L. de Ashford Mila L. de Jiménez González de Amy Georgina R. de Paniagua Eulalia A. de Delgado Francisca Ferrer de Gómez Betances de Có1·dova Jovita del Valle Atiles Ana Ror¡uii de Duprey Marga~·ita L. de Niev:i Angela C. de Miró Elena C. de Schluter Rosario Miró de Adsuar A. López de Vélez Mercedes I. de Ribot Josefa Otero de Pérez ·srtas.: María Luisa de Angelis Ana María Valdés Amparo Fernández Náter María Angelina de Hostos Adela· Ros Pepiña Silva Jacoba González Carlota Matienzo Román Beatriz Lassalle Srtas. Casalduc Vélez López Herminia Acevedo


DE LA UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO Torres Tapia Clotilde Benítez Hortensia Rubio Pepita Muñoz Carmen Salgado Concepción Beltrán Angelina Hernández Pepita Valdés Concha Meléndez Luisa Amelia de Hostos Pepita Conte María Machín Isolina del Toro Cuebas Eulalia Galiñanes Carmita Silva Mercedes Suria C. López Paquita Passarell María Luisa Zengotita Luisa Fernández Callejo Bracho Rosario Bellber Luisa Santiago Suplicamos nos excusen la om1s1on de las muchas cuyos nombres no recordamos.

-El 18 de enero de 1919 se organizaba una rama de la Liga Femínea en Ponce. Ya había funcionado allí un comité provisional bajo la presidencia de Doiia Angela Negrón Mu· ñoz. Insertamos la noticia que salió en la prensa. PRIMERA CONVENCION FEMINISTA DE PONCE Enero 18, 1919

Sábado, 10 A. M.

La Convención fué formalmente abierta en Jos salones 'del "Liceo Ponceño", calle Pu· jals, antes Ischéts, número 53, a las 10 A. M., por la Doctora Lola Pérez Marchand, que ocu· paba Ja Presidencia, por súplica de las conCU!Tentes, y del Comité organizador, Sras. Negrón Muñoz, Báez de Silva y Tío de Malaret. La Doctora Pérez Marchand expresó el ob· jeto de la reunión y leyó un hermoso trabajo de Ja Srta. Carlota Matienzo. La Sra. de Malaret · leyó el Reglamento de la "Liga Femínea Puertorriqueña". . Se propusieron algunas enmiendas en el Capítulo III, "De los Asociados" (Pág. 4) y en el Capitulo VII, "Comités Locales" (Pág. 10)-para que

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se lleven a consulta al Comité t;entrat. Acto seguido se procedió a la elección del Comité, que dió el sig uiente resultado. Presidentas Honorarias - Srta. Carlota Ma· tienzo, Sra. Amina 'fió de -Malaret Presidenta - Doctora Lola Pérez Marchand Vice-Presidenta - Sra. Angcla Negrón Muñoz Secretaria de Actas - Sra. Julia Be rnardino de Lomo Secretaria Corresponsal - Srta. Mercedes López de Tord. Tesorera - Sra. Adela Newman de Gerardino Vice-Tesorera - Sra. Rosa Báez de Silva Vocales - .Sra. Oliva Paoli de Braschi, Leda. Herminia Tormes, Sra. María Marín de Colón, Srta. Juana Clavel, Srta. Emma Gómez, Sm. Ana Mal'Ía Cabrera, Sra. Lola Four· nicr de Idrach, Srta. Soledad Lloréns, Srta. Luisa Mariota. Inmediatamente des pués de su constitución la Liga Femínea Puertorriqueña elevó un memorial a la primera legislatura, constituidas por dos cámaras elegidas por voto popu· lar, - Senado y Cámara de Representantespor virtud de Ja actual carta orgánica. Dicho memorial fué el priméro de su lndole en Puerto Rico, en solicitud del sufragio parn Ja mujer. Lo copiamos a continuación: A LA ASAMBLEA LEGISLATIVA DE PUERTO RICO Honorables, Senadores y Representantes: Motivo de hondo rcg;ocijo para esta tierra es la constitución de esa Asamblea Legislativa, cuyos miembros, por primera vez en am· bos cuerpos colegisladores, son genuina representación del pueblo puertorriqueño. Esa asamblea así constituída es prueba evi. dente de que Ja aurora de la libe1·tad política ha empezado a lucir para una parte del pueblo de Pue1'to Rico, siendo a vosotros, padres, hijos, esposos y hermanos nuestros, Jegisladore de hoy, a quienes toca hacer que ella luzca por igual para todo nuestro pueblo, legislando en el sentido de conceder el sufragio electoral a la mujer puertorriqueña, del que hasta la fecha no ha disfrutado. La entidad política, "pueblo ele Puerto Ri· co" es un conglomerndo de hombres y mujeres, pero existe la anomalía de que sólo los primeros tienen derecho a inte1·venir en Jos asuntos de la patria, estando nosotras, las mujeres, aún sometidas a tutela, de la que pi:o-


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ASOCIACION DE MUJERES GRADUADAS

testamos con 'la altivez propia de todo ser consciente de sus p1·opios derechos Y deberes. ¿Qué razones pueden aducil'Se para tamaiia injusticia? La mujer pu ertorriqueña, respondiendo a los signos de los tiempos y consciente de la mayor suma de deberes que apareja el mayor mimero de der echos, que merecida y justiciera mente se nos han concedido, reclama 01·gullosa su parte de resp~nsabilidad en la ardua l:ibor políticn de sus conciudadanos, deseando contribuir .con tcdos sus leales esfuerzos a la realización más perfecta de un gobierno ide:il parq nuestra querida Isla. V·.iesti·as compatriotas os han ayudado a formar una patria merecedora de las libertades que el Congreso Americano nos acaba de ot rgnr, organizando asociaciones de caridad y beneficienci:i, dirigiendo escuelas públicas en mayor proporción que el hombre, asistiendo a las mismas con asiduidad, y distinguiéndose en todos los órdenes de la vida al igual que el hombre, su compañero. Y necesariamente ha tenido que suceder así, puesto que t oda obra humana sería incompleta sin la cooperación de ambos sexos. No se hicieron los derechos para una parte de la humanidad sino para toda ella. Contamos hoy . día con abogadas, médicas, farma céuticas, p1·ofeso1·as, contables, artistas, cscr itorn <, oradoms, y todos loi, aiios se gradúa n Pn nuestras escuelas señoritas que disputan a Ion jóvenes en buena y noble lid, los ni:í" a li.os hono1·es de l:i escuela. No exis te, pnes, l'azón jus ta para scgnil' sosteniendo la infel"ioridnd política de la mujer, inferioridad vejaminosa que no queremos sancionar por más tiempo con nuestro silencio, y por ello ncudimos en nombre de Dios y la justicia, a \"osotl'os, para que legisléis en el sentido de conceder a la mujer que sepa leer y escribir Ja prerroga t iva del sufragio, a partir de las próximas elecciones que se celebren en Puert o Rico. La mujer puertorriqueña, al igual de s l!s hermanas de otros países, sabrá hacer buen uso de ese derecho. Todos vosotros sabéis que los Estados del' Oeste, los más modernos de la Unión Americ::Ú1a del Nort e, han concedido el sufragio a la m uje1·, quien a seguró el triunfo del Presidente \Vi! son pn1·a un s egundo período legislativo, s in lo que hubiéramos retrogradado a los t i e m po~ de Taft y Canon. Dios os g uarde muchos aiios e ilumine vues-

tras mentes con el más elevado espíritu de equidad y justicia. San Juan, P. R., 21 de agosto, 1917. (Firmado) Ana Roqué de Duprey Presidenta de la Liga Feminea de San Juan (Firmado) Ange1a Negrón Muiioz Presidente de la Liga Femínea de Ponce (Firmado) Carlota ·Mntienzo Presidenta de la Liga Femínea de Río Piedras. Inmediatamente se presentaron en el Senado dos proyectos de ley concediendo el sufragio femenino suscritos por los senado~·es Tous Soto y Mariano Abril y otro en la Cámara de Representantes suscrito por los representantes González Mena y Benignp Fernández García. Copiamos a continuación el proyecto del Senador Mariano Abril. EN EL SENADO DE PUERTO RICO Septiembre G de 1917 El Sr. Abril presentó el siguiente proyecto de LEY Para regular el voto de la mujer, y parn otros fines. Sección 1-Esta Ley se 'conocerií con el nombre de "Ley del Sufragio F emenino". Sección 2-Tcndrú derecho al voto toda mujer ciudadana de los Estados Unidos ~· que huya cumplido los diez y nueve años de edad el día ele lns elecciones y sepa leer y escribir. Sección 3-Se establecerán precin tos para mujeres, separados de los de los hombres en todos los colegios electorales. Si la mayoría de electoras inscritas los solicitaren, tendrán intervención en las mesas' de dichos precintos. Sección 4-Todn mujer capacitada tiene derecho a ser elegida para cualquier car11;0 público. Sección 5-El voto. ele la mujer será voluntario. Sección G-Las listas de electores femeninos se formarán con separación de los electores var ones. Sección 7-Para los efectos de inscripción y elección, reg irán todos los preceptos de la Ley Electoral vigente que no est én en conflicto con In presente. Sección 8-Toda ley o parte de ley que se oponga a la presente queda por ésta derogada.


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Sección !!- Esta ley empezará a regir a los noventa días después de aprobada. Las ofici nas de la revista de "La Mujer del Siglo XX" estaba\1 situadas en la calle de la Luna número 82, que era la residencia de Doña. Ana Roqué. Allí se reµnían regularmente las sufragistas-adoptando planes de propaganda-enardecidas siempre por un grnn entusiasmo por la causa de la mujer. Entre los trabajos ele propaganda de la Liga Femínea estaba el solicitar la opinión sobre el sufragio femenino ele connotadas personalidades. Insertamos a continuación una carta del Presidente del Tribunal Supremo, Don Emilio del Toro. San Juan, P. R., fcbrel'O 6, 1919. Srta. Mercedes Solá, Directora ele "La Mujer del Siglo XX'\ San Juan, P. R.

activa de la mujer Cn la vida pübl ica se realice eficazmente, es necesario prepararla a tal efecto por medio ele una educación igual a la del hombre. Y tal es el caso ele nuestro Puerto Rico. Desde el momento en que se ins-. tauró nuestro actual sistema educativo, se establecieron las bases de la victoria feminista. Ya no es posible retroceder. Los éxitos parciales se han ido sucediendo unos t!'as otros y no tardará mucho en que ustedes obtengan una victoria definitiva y completa. Su mejor argumento lo ofrecen ustedes mismas, esto es, las miles de pucrtorl'iqueñas que en la agricultura, en las industrias y el comercio; en el cultivo de las letras, las ciencias y las artes, y, sobre todo, en el profesorado, no ya como maestras si que también como organizadoras y . aclministrndoras .de escuelas, han demostrado prácticamente su corazón y su habilidad , su carácter firme y su espírifo de progreso Y ele justicia. Con sentimientos de mi más distinguida con~idc ración , quedo su an1igo,

Mi distinguida amiga: EMILIO DEL TORO Me pide usted mi opinión sobre un asunto de verdadera trascendencia y sobre el cual ho meditado muchas veces. Sentí siempre una admiración tan grande por la mujer y en mis sueños de adolescente me la figm'é tan envuelta en una atmósfera de abnegación, de poesía, de an1or, que si enton .. ces usted me hubiera interrogado, ele seguro que la hubiera respondido que conceder el sufragio a la mujer sería incitarla a que descendiera de su pedestal ele novia, ele esposa, 1 de madre... Hoy mi contestación es distinta. No es que haya dejado ele adn:iirar a la mujer, ni de considerarla como el símbolo de la abnegación, ele la poesía y del amor. Es sencillamente que una concepción más ··clara, más amplia y menos egoísta de su mi~ión en la tierra, y un conocimiento más exacto ele su carácter y facultades, me obligan a concluir que la negativa en reconocer que la mujer tiene iguales derechos que el hombre, retarda el progreso de las sociedades. Su concurso, en vez de entorpecer nuestra obra, la hace más noble, más pura, más altruista . . La patria es un gran' hogar y si todos reconocemos la influencia de la mujer en el hogar, ¡,por qué hé~os ele impedir que ejerza igual influencia benéfica en la patria? Desde luego que. para que la participación

Pocos meses pudo estar Doña Ana al frente del periódico y de la Asociación. Motivos de salud la obligaron a trasladarse a su residencia ele Humacao de donde ha bía venido especialmente para impulsar mejor su obra desde la capital de la isla, alentada por su buen amigo Don Teocloro Aguilar, gran defenso1· de los derechos de la mujer. Asumió la presidencia de la Liga Femínea, la Srta. Amparo Fernández Náter y la dirección del periódico la Srta. :Mercedes Solá, quien con esfuerzo titánico lo sostuvo hasta que enfe1:mó para morir en 1922. La causa sufragista sufrió con la muerte cJe. la Srta. Solú en 1923 una pérdida irreparable y por ·algún tiempo se quebraron sus energías. La intervención ele los ·E stados Unidos en la guerra mundial hizo que disminuyera la intensidad de la propaganda sufragista para esa época. Sin embargo, para entonces se consiguió que se incluyern el sufragio femenino en ·1a plataforma de los partidos políticos. En 1919 el representante Lastra Chárriez presentó un proyecto de ley concediendo el . sufragio universal a la mujer. Los representantes Rodriguez y González Mena presentaron otro, concediéndolo restringido y el Senador Tous Soto, otro concediéndolo universal. Ninguno de los tres tuvo éxito. Cuando se aprobó la en-


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mienda sufragista a la constitución de los Estados Unidos se levantó la cuestión de si esa enmienda sería aplicable a Puerto Rico. El J efe del Negociado de Asuntos Insulares en Washington solicitó una opinión acerca de esto de la Corte Suprema de los Estados Unidos y ésta resolvió por opinión del Juez Asociado General E. H. Crowder que dicha enmienda no era aplicable a Puerto Rico. Pa~a esa época la Liga Femínea Puerton·iqueña cambió su nombre por el de Liga Social Sufragista en el 1921, y consiguió que los señores Lastra Chárriez y Tous Soto presentaran de nuevo proyectos de ley en la Legislatura de ese año los que no fueron aprobados. La Asociación "continuaba su propaganda y en el 1924 varias señoras resolvieron inscribirse como un Test Case para que se resolviera en corte si cobijaba a Puerto Rico la enmienda de que va hemos hablado. La corte resolvió que no. En ese mismo año de 1924 se divide la opinión en La Liga Social Sufragista retirándose por estar en desacuerdo con los actos de !"'" directiva de entonces un grupo de mujeres entre los cuales se contaban la mayor parte de las fundadoras del movimiento sufragista bajo la dirección de Doña Ana Roqué, en 1917. Ese grupo fundó más tarde en 1925 y también obedeciendo a una nueva llamada de Doña Ana Roqué, la Asociación Puertorriqueña de Mujeres Sufragistas, que presidió Doña An~ durante su p~ríodo ele organización y que después se constituyó definitivamente con la siguiente directiva electa en enero 23 de 1926. Presidenta: Isabel Andréu de Aguilar Vice-Presidenta: María Cadilla de Martínez Sec. de Actas: Juanita Villarini Sec. de Correspondencia: Carmen Betances de Córdova Tesorera: Adela Newmann de Gerardino Vocales: Beatriz Lasalle, Rosario Bellber, V'alentina Ramírez y Carmen Barroso de Rijos. La Asociación Puertorriqueña de Mujeres Sufragistas tenía por objeto continuar la propaganda sufragista y educar a la mujer para el uso del sufragio. Existían pues, dos aso<"iaciones en la isla. Presidía la Asociación Puertorriqueña de Mujeres Sufragistas, Doña Isabel Andréu de Aguilar, y la Liga Social Sufragista, Doña Ricarda López de Ramos. Ambas trabajaban por la consecución del voto y ambas contaban con la ayuda de las dos poderosas asociaciones de sufragistas americanas, la Asociación Nacional de Mujeres Votantes

y el Partido Nacional de Mujeres. Estas dos organizaciones cooperaron de manera eficaz para la cons(!cución del sufragio femenino en Puerto Rico, pues gestionaban con las autoridades nacionales para que éstas lo propulsaran en el Congreso mediante una enmienda a Ja acta orgánica de la isla, y en el gobierno insular. El Senador Bingham Y el Representante Kicss eran los más conspicuos defensores del sufragio para las puertorriqueñas y autores de los proyectos de enmienda al Acta Jones. En vista de que la Asamblea Legislativa Insular permanecía por mayoría sorda a sus demandas, las asociaciones sufragistas puertorriqueñas enviaron comisiones a Washington para interesar a las autoridades en la concesión del sufragio femenino en la isla. Integraban la Comisión de la Liga Social Sufragista la Dra. Martha Robert de Roméu y la Srta. Rosa Emmanuelli, y la de la Asociación Puertorriqueña de Mujeres Sufragistas, la Sra. Ana López de Vélez, Dra. Lola Pérez Marchand y Srta. Luisa Amelia de Hostos, a las que se unieron para hacer gestiones en pro del sufragio, en Nueva York, Doña Ca1·men Betances de Córdova y Doña María Skerret. Ambas comisiones celebraron entrevistas con los Jefes de los Comités de Asuntos Insulares del Congreso y con el Jefe del Negociado de Asuntos Insulares, dejando asegurada la simpatía de aquellos altos oficiales para la causa del sufragio femenino en Puerto Rico. El Gobernador Hornee M. Towner, en su mensaje a la Legislatura Insular en 1929, recomienda por tercera vez la concesión del sufragio femenino. 'Todas estas gestiones contribuyen a que por fin la legislatura de ese año apruebe un proyecto de enmienda a la ley electoral suscrito por los senadores Barceló y García Méndez por el cual se concedía el voto a las mujeres mayores de 21 años que ~upieran leer y escribir. Presidía la Asociación Puertorriqueña de Mujeres Sufragistas para esa fecha Doña Ana López de \."élez y la Liga Social Sufragista, Doña Ricarcla López de Ramos. Doce años había durado la campaña sufragista en la isla, distinguiéndose como leaders las siguientes señoras: Doña Doña Doña Doña Doña

Ana Roqué de Duprey Amina Tío de Malaret Ana López de Vélez Milagros Benet de Mewton Isabel Andréu de Aguilar

~:


DE LA UNIVERSIDAD DE PUERTO Rrco

Dra. Josefina V. de ilfortínez Srta. Dcatl"iz Lasalle Srta. Mercedes Solá Doña Carmen Betances de Córdova Sl·ta. Soledad Lloréns Srta. Carlota Matienzo Doña Olivia Paoli de Braschi Doña Trini Padilla de Sanz Doña Angela Negrón Muñoz Doña María Cadi!la de Martínez Doña Ricarda López de Ramos. Dra. Martha Robert de Roméu Dra. Lola Pérez ilfarchand Srta. Rosario Bellber Doña Adela Neumann de Gerardino Doña Angela Caldas de Miró Dolia Rosa Báez de Silva

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la Sra. Isabel Andréu de Aguilar para el Senado por el distrito de San Juan y la Sra. Adela R. de Ramírez para la Cámara por e.I distrito de Mayagüez. La coalición de los partidos Unión Republicana y Socialista tuvo como única candidata mujer a la Sr~a. Marí.a L. Arcclay que hoy ocupa un escaño en la Cámara de Représentantes.

NOTA: Los siguientes Proyectos Sufragistas fueron presentados en la Asamblea Legisla ti va de Puerto Rico. 1908-Canales-Cámara de Delegados. 191.5-González Mena -Cámara de Delegados. 1917-Fernández García-Cámara de Representantes. l!l17-Tous Soto-Mariano Abril - Senado. Conseguido el objeto principal de su progra- 1919-Lastra Chárriez-Rodríguez-González Mena-C:\mara de Representantes. ma la Asociación Puertorriqueña ele Mujeres Sufra gistas resolvió cambiar su nombre por el 1921-Lastra ChálTiez-Cámara de Representantes. de Asociación Insular ele Mujeres Votantes, Tous Soto-Senadó. teniendo por fines la preparación de la mujer para el uso del sufragio y para el desempeño -1923-González Mena-Cámara de Representantes. de las labores de índole política que necesariamente habfan de recaer en sus ma nos como 1925-Lastra (no se discutió)-Cámara de Representantes. consecuencia del nuevo derecho. La Legislatura de 1035 acaba de aprobar un proyecto de 1G27-Barceló y otros-Senado ley de sufragio universal para hombres y n\U- 1928-Rossy y otros-Camara de Representantes. jcrcs. En las elecciones de 1932 la mujer participó con verdadero entusiasmo y con orden 1929-Rossy y otros-Cámara de Represenadmirable. El número de electoras alcanzó tantes. a cerca de 1,00,000 en toda la isla. El Partido Barceló y Manuel García Méndez-SeLiberal postuló dos mujeres como candidatas: nado.-Este fué el que se aprobó.

"Do fRrl1ctC' r enérgico, no hnhfn J>:lrn eltn, cloblccc~. .F irm e y dod<lida en et ponsnmicnto. r or(\ mh Jimpin. nün i:: u concicncin on lo s rectos procc.dcrcs do s n \"idn que ruó del todo inma.culndo.."-FUL· Gl!:NCIO Pl~l!!H.O, on s u clisc uri;:o en el homenaje <lcl Arnnco

{l

A1m Roctué do Duprc.y.

"Se di6 clli\ todn su ,·ida nl clcsonvoh·imi cnto do ln culturn. pntri:l y n lcvnnta.r con lo. cjcmpl:u-idnd

de su carf1cl cr, nuncn en cl:\Udicaci6n, el espirito cívico de Puerto Hico ." ''En :-:u sexo , Ooii n An: 1 rc1n·c·!'> (' t1ta lu

c (t ~p hlu

111t1 s lum inos a

nltn dl• la cultura 1 <k la ch· \lidr.d ."

"Cumplió del modo mlís ndmirnblo la misión, que Dios y In. ProYidoncia de In historia In. encomon· dnr:lll, ¡>U('~ , n no dud urlo. r cj)resc ntntivn~ como <'lln , vioncn nl mundo con un destino y Cuó el fl.Uyo trniiu huolll\ lmuino ~m do honor co mo trnycctorin n 1'Cguir por :-us compn triot ng, !ns rnujcrc~ ¡mcrtorri· qu oñas."- E!\ lrnctos <le un:i. cnrtn dC'l DR. QUEVF.DO BAEZ n lns hijas de Doñn Ann Roqué. "As t era. fcrninistn 1>olHicn do In mujer no cos do Jn vid a. J~rn el cosario pnrn unn m (1s 1\ 1cnco Pucrl orriquciic.

Doún Ann Rocp16. r:ira ella la 11ropngnnda orientndn. hncin 1:-. teivindicución C'rn un moro <lil<'l:mtis mo, no ern un Crhyolo entTctt'nirniento pnta Uconr los hueejercicio de una devo ción, In proíc8iún <lo un cvn ni;:elio ch•ico , el nprendiznje ne· ancha ca pacidad ciu<lr.dnnn ."-SAltUEL R. QU1~0N1'-: S e n el Homenaje del

"Evoquémosla, tnl cu~l ern : belln, fuert e, cnGrcicn, vibranto ¡ de salud perfecta, y de potontcs nlns en el nlmn y extrnordionrm fortnlazn. en el brazo. Pns6 por la vido. es tudiando, trnbnjnndo, luchAndo Rofümdo. No conoc ieron el rc11oso ni cspfritu ni cuerpo. Libró batallas cruentas. Las más noblee~ i'túJQZ,ut,l,p~R.bºó~~ iJ ~~~*R'A:r PkiiDQº~~'. por la libcrtad."-D cl ntt.iculo de Da. ANGELA NEGRON

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Noticias de la Asociación Conf crcncias

Sociales

'Según anunciñra1nos en un nú1~1..ero anterior El ilustre literato cubano, Dr. Jorge Mañach, la Asociación celebró una recepc1on en honor nos dispensó el honor de dictar una conferende los escritores que tomaron pa1:te en la Co_n· cia a invitación nuestrn durante su pennaferencia Interamericana de Escritores. As1~­ nencia aquí al venir para el Congreso Jntertió una numerosa y distinguida_ concurrencia :unericano de Escritores. Dicha conferencia entre Ja que se contaban ademas de los hose celebró el 19 de abril en el Ateneo Puertomenajeados, personalidades de alto rango cu!· rriquet1o y versó sobre el poeta José María Hercdia. El Sr. Mañach estuvo a la altura tura! y social de la isla. de su prestigio como conferenciante. El AteEn el mes de juli~Ó a cabo un agasajo neo se vió muy concurrido por personas que a nuestra Presidenta, Sra. Isabel Andréu de deseaban oirle y que Je tributaron cálidos Aguilar, por haber sido noml¡rada m~embro ~e aph:.usos intermmpiéndole durante su perora- ra:fimta de Smdlcos de la Oruvers1dad. D: ción y al final de la misma. Por medio de es- ~firó en Ja Terraza de La tas líneas consignamos de nuevo nuestro agra- Mallorquina y concurrió un buen número de decimiento al buen amigo que· enalteció la tri- socias habiendo sido un acto muy cordial Y buna de nuestra Asociación esa noche, Y que simpático. La Sra. Aguilar .agradeció el obgenerosamente nos cedió Ja conferencia para sequio y manifestó que al aceptar el nombrapublicarla en el número de julio de m;cstra miento había considerado que de un modo inrevista. directo se tenía en cuenta a Ja Asociación de Mujeres Graduadas para i·epresenfución en la Bajo los auspicios de Ja Asociación se celeJunta. braron dos conferencias en el Ateneo de PuerSe celebró en el Banker's Club un cocktail to Rico por el Dr. Juan .Augusto Pe~ sobre "Historia de Puerto Rico del Siglo XVI". Es- en honor del Dr. John D. Fitzgerald siendo· intas conferencias tuvieron un gran éxit o y for- Yitados de honor el Dr. Gallardo y su distinmaban parte de un cursillo de cuatro que hu- guida esposa. A dicho acto asistió un gran bo de suspenderse 1ior enfermedad de un her- número de socias. mano del conferenciante. Una nutrida conEl 13 de julio se celebró una recepción en currencia asistió ambas noches al Ateneo y el honor de nuestra Presidenta Honoraria, Drn . . Dr. Perea recibió muchas felicitaciones. María Cadilla de Martínez. Esta distinguida compañera ha sido muy felicitada por sus úlEncontrándose de paso en Puerto Rico el timas producciones sobre Folklore PuertorriDr. J·chn D. Fítzgerald, conocido hispanista' queño habiendo recibido condecoraciones.y disnorteamericano, Ja Srta. Nilita Vientós, Presi- tinciones de Asociaciones Literarias y Cultudenta del Comité de Relaciones Culturales, le rales de las Américas que Ja han hecho mieminvit ó a nombre de la Asociación a dictar una bro de honor. Los siguientes soi't los honoconferencia, la cual se celebró en el Ateneo el res recibidos por la Dra. María Cadilla de día 8 de agosto. El tema de la conferencia Martinez. fué ",La Mujer a Través. de Ja Literatura Esl. Miembro de Honor del Grupo "Am.ér~a" pafiola,¡. Presento Ul cuute1euclanté la srti. (de ideales de progreso y Unión de las AméMargot Arce. El Dr. Fitzgerald fué muy ova- ricas) de México y Ciudadana de América por cionado. designación de todos sus ramales. 2. Miembro Correspondiente del Instituto A invitación de Ja Asociación el Dr. Tomás Universitario de Investigfciones Folklóricas Blanco dictó una conferencia sobre "El Prejui- de Argentina. cio Racial en las Antillas" el día 19 de julio. 3. Socia de Honor y Miembro Correspondien- · "-El Ateneo se vió esa noche muy concurrido te del ramal Universitario que forma la Sopor un selecto público que aplaudió calurosa- ciedad Folklórica de México. me.nte al conferenciante. 4. Dame d'Honneur et Mérite por nombra-


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miento de la Orden Soberana Caballera y No- heríamos seguir. En vista de la convenienbiliaria de la Ancienne Abbage Principauté de cia de interesar al propio gobierno de Puerto San Luigi y la Cruz de la Corona de Espinas Rico en la celebración del Congreso, resolviconcedida por la misma. mos solicitar de la Representante Maria Li5. La Cruz y Orden del Compassionate bertad Gómez, distinguida socia nuestra, que Heart de los Veteranos de la Guerra Mundial. presenta1·a un proyecto de ley en la pasada 6. Las Palmas Académicas y el rango de · Legislatura disponiendo la celebración del "Academicia" de la American Intermi.tional Congreso del Niño de Puerto Rico. Este proAcademy de Washington. yecto fué aprobado por ambas Cámaras Legis7. Diploma de Bharati Thirtha Pandita lativas y convertido en ley poi· la firma del Universidad "Sree Bharati Thirtha" de Andrha, Gobernador Swope. Ahí terminaba el manIndia" y el diploma de Miembro de la Andrha dato de nuestra Asamblea, puesto que el misResearch University de Los Angeles, subsidia- mo se limitaba a que la Asociación propulsaria de la primera para las investigaciones li- ra la celebración del Congreso. Sin embargo, terarias, Históricas, de Derecho, Ciencias, Teo- los miembros del Comité nombrado para enlogia, Filosofía, etc. internacionales. (Hono- tender en el asunto continuaron sus gestiones rary Profesorship, Lectures and Visiting hasta que vieron en funciones el Comité Ejeteacher) . cutivo que provee Ja ley y del cual es miemEl acto celeb1·ado en honor de la Sra. Ca- bro ex oficio la Presidenta de nuesti-a Asociadilla resultó muy cordial habiendo asistido ción. Recientemente el Gobernador Gallardo además de muchas compañeras asociadas, dis- seleccionó los miembros de nombramiento Y tinguidas personalidades de nuestro mundo citó a reunión al Comité, el cual eligió s us oficultural. ciales quedando constituido como sigue: El Congreso del Niño de Puerto Rico

•·

Cumpliendo el mandato de la Asamblea General Anual de nuestra Asociación de octubre de 1940, la DÍrectiva nombró un Comité que propulsara la celebración del Congreso del Ni•ño de Puerto Rico. Este Comité constaba de los miembros del Comité de Educación de Padres y · del <le Bienestar Social de la Asociación, presididos por la Srta. Herminia Acevedo y la Sra. Celia Núñ~z de Bunker respectivamente. Con la coope1·ución de la Sra. Presidenta dicho Comité empezó inmediatamente a trabajar interesando a un grupo de personas conocidas por 1~ interés por el niño de Puerto Rico en el estµdio de planes para llevar al éxito los deseos de la Asamblea. Contamos con la eficaz ayuda prestada por la Srta. Beatriz Lasalle, entonces directora del Negociado de Bienestar Social del Departamento de Sanidad, de In Sra. María Pintado de Rahn, y de las señoritas Rosa Celeste Marín y Mer1cedes Vélez, del mismo Negociado y de la Srta. Ana Bosch, de In oficina del Children's Burenu en Puerto Rico. Todas ellas fueron colaboradoras entusiastas en la labor preliminar para la preparación del Congreso. Debemos citar también a las Srtas. Labaree y Hathaway del Children's Bureau de Washington que a la sazón se encontraban en la isla y las cuales nos estimularon y nos aconsejaron en cuanto a la !~nea de acción qu~ de-

Presidentes Honorarios: El Gobernador de Puerto Rico, el Presidente del Senado, el Presidente de la Cámara. Presidenta: Srta. Herminia Acevedo Vice-Presidente: Dr. Antonio Fernós Isern Secretaria: Sra. Celia Núñez de Bunker. Tesorero: Dr. Francisco Susoni Vocales: Dr. José M. Gallardo, Dr. Edua1·<lo Garrido Moi·ales, Dr. Julio A. Santos, Srta. María Libertad Gómez, Ledo. Vicente Géigel Polanco, Sra. 1sabel Andréu de Aguila1·, Sra. Angela Neg1·ón Muñoz y Sr. Luis Muñiz Souffront. El Comité Ejecutivo del Congreso se ha reunido diferentes veces y resolvió celebrar el día 17 de septiembre una reunión preliminar a la que concurrieron por invitación del Gobernador Interino, Dr. José M. Gallardo, todas las Asociaciones y personas interesadas en el bienestar del niño de Puerto Rico. En esa reunión se eligieron los temas de estudio para el Congreso y se dividió el trabajo en secciones, una sección para cada tema, decidiéndose que cualquier persona que así lo desee puede solicitar inscribirse en cualquier s~c­ ción que le interese. Los temas escogidos para estudio del Congreso son: "El Niño en la Familia", "El Medio Económico Social de Puerto Rico en relación con el Niño", "Instrucción y Educación Dentro y Fuera de la


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celebraría Ja primera semana del próximo mes de diciembre. Para satisfacción de nuestra Asociación debemos consignar que en la reunión celebrada por convocatoria del Gobernador Gallardo para organizar el Comité Ejecutivo se aprobó una resolución de reconocimiento a In Asociación por su iniciativa de impulsar la celebración del Congreso, la cual insertnn1os a continuación. 13 de septiembre de 1941.

auspiciadora de la idea que culminó en la Ley aprobada por la pasada Legislatura, disponiendo la celebración del Congreso del Niño. Se hizo mención especial de la actividad desplegada por la Presidenta, Sra. de Aguilar, en interés de In Ley. · Me ccmplazco en comunicarle n usted el acuerdo de referencia al cual uno mis votos pcrson:iles. De usted :itcnta S. S., HERMINIA ACEVEDO. Presidenta.

Sra. Isabel Andréu de Aguilar, Presidenta, Asociación de Mujeres Grnduad:is de la Universidad de P. R. San Juan, Puerto Rico. Estimada Sra. de Aguilar: En In sesión del día 10 de septiembre de 1941, el Comité Ejecutivo del Congreso del Niiio hizo constar en acta un voto de gracias a In Asociación de Mujeres Graduadas de la Universidad de Puerto Rico por ser ella la

El Club de la Asociación-En otra página de esta Revista insertamos la fotografía de la fachada de nuestro edüicio cuyos planos, a cargo del Ingeniero Font, de Ja Universidad, estarán pronto terminados. El Comité Pro Edificio se pl'Opone iniciar pronto su labor para recaudar los fondos necesario para que se realice el p1·oyecto lo antes posible. Ayude :il Comité.

Pal'a tlisf1•ul"a1· ele muchos aiíos de belleza y saÜsfacción haga que su piano sea m1

PIANO "LESTER". VER'rICALES

CONSOLA

DE COLA

EsNlos va.ri<ulos. Véalos en el

BAZAR

ANDREU

AGENTE:

TEODORO AGUILAR P. O. BOX 932

SAN JUAN, P. R.


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Primer Congreso del Niño de Puerto Rico TEMARIO Sección 1: El Hogar y la Familia con Relación al Niño

1-La vivienda rural; la vivienda urbana; el el arrabal 2-El estado civil de los padres 3-Factores que contribuyen al desequilibrio del hogar: (la viudez, separación de los padrc.s, divorcio, abandono, etc.) 4-La edad nupcial en Puerto Rico en relación con la natalidad 5- Efectos del alcoholismo de J¡¡s padres en In vida del niño 6--La influencia de la inestabilidad económica en Ja vida familiar 7-La necesidad de relaciones familiares armónicas 8-Los niños sin padres 9-La madre en abandono moral y económico Sección 11 : El Medio Económico-Social de Puerto Rico en Relación con el Desarrollo de los Niños 1-El Medio Rural 2-El Medio Urbano 3-Los Arrabales 4-El Trabajo de los Padres 5-El Desempleo de los Padres 6-La Explotación de Menores en !ns Industrias y en los Oficios Domésticos en Puerto Rico

Sección 111 :La Salud Física y Mental del Niño !-Enfermedades de mayor incidencia en la niñez en Puerto Rico 2-La tuberculosis y la slfilis en relación con la salud de la madre y del niño 3-El Derecho del Niño a nacer de padres sanos , '1-El estudio de la Natalidad en Puerto Rico 5-Cuidado Prenatal 6-Mortnlidad Infantil 7-Mortnlidnd Matema 8-Probfomas de Nutrición de In Niñez 9--Asistencia Médica de Ja Niñez 10-Las Necesidades del Adolescente 11-Higiene Mental 12-Necesidad de Establecer Clínicas de Orientación Infantil ( Child Guldance Clinics) 13-Problemas de los Niños Mentalmente Anormales 14--Problemas de los Niños Lisiados e Inválidos Sección IV: Instrucción y Educación Dentro y Fuera de la Escuela 1-Los Niños de Edad Preescolar 2-Las Escuelas Maternales 3-Facilidades Escolares en Puerto Rico 4-¿ Qué currículo conviene más al niño de Puerto Rico? En la zona rural · En la zona urbana


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5-Analfabetismo 6-Instrucción Vocacional 7-Bibliotecas y Libros para Niños 8-La Religión en la Vida del Niño 9-Educación de Padres 10-Los Niños Difíciles 11-La Disciplina 12-Libros de texto adaptados a Jos niños puertorriqueños 13-La Influencia del Cinematógrafo y la Radio en el desarrollo moi·al de Jos niños y de Jos adolescentes 1-1-Vaior Educativo de las Facilidades Recreativas 15-Juegos en la Vida del Niño (Considérese: Folklore) 1G-Pa1·ques para Niños 17-Enseñanza y Apreciación del Arte en la Niñez

S-Tribunales tutelares para menores 9-Aspectos legales de la adopción de menores 10-EI problema de los hijos legítimos 11-La investigación de Ja paternidad Sección VI: Asistencia Social

1-Servicios Sociales para Niños 2-Ayucla Económica a los Niños e nsus propios hogares 3-Instituciones paril Niños 4-Necesidad de coordinar las Act ividades efe Bienestar Social 5-Nifios para quienes se recomienda n hogares sustitutos del suyo G-Servicio de Orientación pa ra los Padrc•s 7-Asistencia Social para el niño de In zona rural 8-Responsabilidad pública para con el Sección V:_EJ Niño Ante el Derecho niño ilegítimo 9-Remedio para Ja mendicidad infantil !-Teoría y realidad del Niiio ante Ja ley en 10-Asistencia Social al nifio que t rabaja Puerto Rico · U-Auxilio Económico a las familias 2-Protección legal del gestante 12-Métodos para aumentar Jos r ecursos de la 3-Protección legal del niño, civil y moral familia por medio de la distribución de 4-Protección legal del adolescente productos excedentes: · 5-Trabajo y Explotación de Menores a-Estaciones de Leche Ley federal - Ley insular b-Comedores Escolares &-Protección de los menores material o e-Meriendas en las Salas de Descanso moralmente abandonados 7-Legisiación preventiva de la delincuencia d-Dieta especial en casos indicados juvenil 13-Facilidades Recreativas

"·Dirigiendo al Niño'' MANUAL ,PARA PADRES DE FAMILIA

L1BRO

BRUJULA

LE ENSEÑARA A EDUCAR A SU HIJO

PRECIO $1.00 Solicítelo de la ASOCIACION DE MUJERES GRADUADAS Apartado 932 San Juan

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CLUB DE LA ASOCIACION DE MUJERES GRADUADAS DE LA UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO La Asociación puede hacerse cargo de las La Asociación de M;ujeres Graduadas de la Universidad de Puerto Rico se propone levan- solicitudes de las socias para presentarlas al tar un edificio en el campo universitario, en Banco y reducir el trabajo que tengan las soun solar que le ha sido cedido por la Junta de . cias a firmar el pagaré cliando así las requiera el Banco para ello y hac:er abonos menSíndicos de la Universidad. Para conseguir fondos para ese propósito suales en la forma corriente. Para cubdr el importe de estos bonos la Asola Asociación se propone colocar bonos de $100.00 que devenguen un 21 'h % de interéi. ciación cuenta con lo que producirá el mismo anual, entre sus socias y amigos de la Asocia- edificio por concepto de renta de 12 habitación. Para aquellos casos en que la socia de- ciones que tendrá el segundo piso par,,, clquisee adquirir un bono y no cuente de momen- lar a profesoras y alumnas de la Univers1<iacl to con el total del mismo, la Asociación ha he- Cuenta además, con el alquiler de los salan .. ~ cho arreglos con el Credit Union Bank para en caso de fiestas a otras agencias, instit<.:que le presten por medio de un pagaré la can- ciones, etc. Siendo éste un proyecto auto liquidable y tidad de $100.00 a la socia que así lo desee autorizando ésta al Banco para que deposite cuyo fin exclusivo es dar servicio al pueblu dicha suma en una cuenta especial para la y a la misma Universidad, esperamos que la• construcción del edificio. Por medio de un socias y los simpatizadores de la Asociació11 siRte1na de pr(•stamos en combinación con unn cont.ribu~·an a que se lleve a efecto. Todas las Compañía de Segu1·os la socia no necesital'Ía socias han estudiado en la Universidad y es garantía para el Banco, pues la Compañía de natural que se interesen porque ésta adquiera Seguros serviría de garantizadora mediante cada vez mayor prestigio. el pago de un 5% de la cantidad prestada. El El edificio de la Asociación dará realce a Banco se ha comprometido para este fin o co- nuestra Alma Mater donde se siente la necesi· mo cooperación a nuestra Asociación a cobrar dad de un club como el que la Asociación se solamente un 6% de interés de modo que re- propone levantar. sultaría que la socia tendr!a que pagar el 11%, Su dinero en el Banco le produce menos inlo que quiere decir, que por 2% no habría que terés que el que ofrece la Asociación por los pedir firma de garantía, lo que siempre es bonos del edificio. Déjenos guardar su dine· desagradable. Los préstamos personales con ro y coopere a una obra de fines clvicos y culfiadores devengan el 9% de interés. turales necesaria en Puerto Rico. 0


46

REVIST.A -

ASOCIACION DE MUJERES GRADUADAS

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el bien y prestigio de la patria-, que debemos amar sobre todas las cosas." Y 'naturalmente esa patria a que ella se ria darle ciertos consejos íntimos". Y juntos refería era Puerto Rico.

AU1'01310GHAFIA DE DOÑA ANA HOQUE (Viene de la Pág. 9)

hablamos por mucho tiempo. "Acuérdese del idioma, hay que enseñar en español, dígaselo de mi parte a Padín." Y al hablar de Washington me dijo: "Mi esperanza está en los demócratas". Y como el Cid, que ganaba batallas después de muerto, la trilogía profética de doña Ana se ha cumplido; la orientación científica de la Universidad, el triunfo del idioma y la justicia económica para nuestro pueblo que p1·onto nos llegará de Washington a través del régimen liberal del Presidente Roosevelt.

ANA ROQUE DE DUPREY FOIUADOHA ... (Viene de la P•íg. 2'1.)

vida, a trabajar por el bienestar y progreso de la humnidad con amor y desinterés. No porque yo se lo aconseje, ni por el provecho de ustedes, sino por

New York, N. Y.

Agosto 16, 1941.

DOÑA ANA ROQUE COIIIO FE!llINIST,\ (Viene de la Pág. 27)

y progresar, debe desaparecer y desaparecerá si lcvant111nos con firmeza el estandarte de ella: el feminismo. Con la msma tenacidad de que ella diera ejemplo debemos de luchar porque tengamos voz y autoridad para regir los destinos comunes ya que al igual que los hombres debemos estar amparados por la ley que todos estamos obligados a acatar. Como ella nos ensefió, con decisión, decoro y entusiasmo, debemos hacer un frente unido en nuestra política y ese frente nos dará oportunidad y nuevas conquistas•..

El Auto1nóvil.Dodgé 1942 .BELLO

ECONO iHICO

COlUODO

PROPULSION FLUIDA ELIMINANDO EL CLUTCH SI LO DESEA .

~

PIDA UNA DEMOSTRACJON

Andréu Aguilar & Oo., Inc. MARINA

SAN JUAN, P. R.


-:-

N D C E -:Pags.

Editorial -

5

Margot Arce

Autobiog rafía de Ana Roqué de Duprey -------------- - ------- - --------------

7

niograria en Cuatro Tiem(los - Ana Roqué de D1111rcy Concha Mcléndez ----------------- ------------"------------- - - -- -----

10

,\na Hoqué de D11¡1rey en el Hogar -

América Du¡irey de Ló¡icz ----- - ----------

13

Mis Primeras lm(lresioncs de ia llfaestra de toda mi vida . Angela Negrón Mnñoz . ---- --- - -- - -- ---·--" - --" --·---- --- ---- - ------- --

¡r,

Mensajes de Doña Ana Roqué de Du¡>rey a las Puertorriqucñn s Poemas: Doña Ana Roqué de Du(lrey Veneranda -

La Hija dd Caribe

José Muñoz Rh·cra - --------- -- ------ -- ----- --- --------

Ana Hoqné de Du¡m.' y Forjadora de Mae~Iras -

23 2!l

Carmen netanccs de Cónfoha ____

2·1

Doña Ana Hoqué como Feminista -

Maria Cadilla de Marlínez ------ ---- ------

2~

Defensora del Sufragio Femenino -

Isabel Andreu de Agnilar ------------- --- --

28

Nuestra Con\•ención Anual --------------------------------------------------

31

He¡;eña His tórica del MoYimicnto Suíragistn en Pucrlo Hico Isabel Andren de Aguilar -------------------------------------------

32

Noticias de la Asociación ------------- -- ----- - -------------- -- ---------------

·10

Primer Congreso del Niño de Puerlo Rico --- --- --------------- --- -------------

•13

Club de In Asociación de Mujeres Graduadas de la Universidad de Puerto Rico ___

•15


BY

THE

GRADU \D \S DE LA UNlVEUSIDAIJ DE LA ASOCIACION Df; ~rn.rnn,ES ~ , D41 PUERTO RJCO tlublishcd qunrtcrJy at Snn Junn, Puorto Rico Cor Octobcr l, 1 ·

DE

STATEMENT OF Tl!E OWNERSIIIP, MANAGEMENT, CIROULATION, ETC., REQUIRED ACT OF CONGRESS OF AUGUST 2·I, 1912 · 01 REVISTA

S tnte or County of

Pu erto Rico

San Juan

Bdorc me. n Notnn· l'uhlic in nnd ·lor thc Stal<' nnd conntr nformmid. pcrl'l nnnll~· nppcnred _h a.bel Andréu de Aguilnr. wh~. hnving hcc.>n duly t;worn ncrordinJ: to Inw. dcposes nnd. 8 11 ~· 5 thnt isho IS fllo Pr"sidcni of Ú1c Assoct:'tlion which publi~hc!'= thc Rc,·i~tR de la Asocindón ele MUJncs Grndu~dn !I do ln U niw·r~ idnd de Puerto Rico nnd thnt lh<' following is, to thc bcst oC her knowlcdbC n nd bch eí, n t.r~e P.11\f('menl· of the own('r:o;hip, mnnngmcnt (nnd if n dnily 1mper, tho circulntion), cte .. o( tl~c nfqrc~ ~id publicllfion íor ihc dntc i-hown in the nbon'I t aption. rcquircd b~· thc Act of .Augui;t :!4, embodicd in ecction ·S11, Postnl Ln.ws nnd Rcgulntions, printcd on tho rcn'l rsc sitie of this Corm, to wtt :

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l.

Thal thc nnn1cs and addrcsscs of thc J>Ubli:sht-r, editor, mnnaging C'ditur, and husincs~ matu1.gen

are:

Nante of

.d.1 orin. ci011 de M11itrt6 Grad11adaa de la

Puhli1h cr

UnivcrBidud de Pu.orto Rico

Editor

Bu ~ inc s5

Mn11:.igcr

Boz 932, San Juan, P . R Sa11turcc, P. R .

J/nrgot Arce

M.anaging Editor

Post. Otfke Addrou

laabtl J. . de Jpuilar Gc11croaa Ferndudez

Sa11turct, P. R. S<rnturcc, P. R.

:?. That. the ow11or is: (lf owncd by n corporation, its namc nnd R<ldrc:i;s mm;t. be stntcd nml nlso ot total amount. of i:;tock. It not owned by a corporation, thc nantes and addrosscs of tho individun1

tf,

immcdiately thcrcundcr the namcs añd addrcsscs o! stockholders owing or holding ono 11cr cent or moro ownen must. bo ¡;i"cn. H owned by a tirm, coo11rnny, or ol-hor unincorporalcd cooccrn, its namc nnd ad· dres ~. ns weU os t110sc o! cnch indi\'idunl member, mu!'t be given .) .& 8ociaci6n do Mujerca Graduada$ de la. U'1'ivcraidad tic Puerto Rico 3. That tbo known bondholders. mortgagcs, nnd other sccurity holdors owing or liolding 1 por cent or more of total nmount o! bonds, ruortG"ages, or .other sccuritics nrc: NONE

4.

That lho two parngra.phs nut obo,·c, ¡;ivin¡; thc namos of tho owncrs, !'tockho1dcr8, nnd sccurit.y h older~ . if n.ny. contain not onJy thc list of stockholders ond sccurHy l1oldcrs ns they a.¡1ponr . upon tho hooks oí tho company bu t. albo, in cnses whcrc tho stockhold(lr or Rccurity holder nppcors upon tho books oí thc compan_y as tru stcc or in nn:i.• othcr fiducinry rclut.ion . thc nn.mo oC thc pcrson or corporation for 'l\·hom such trustt•e is ncting. is G"h·cn: ah;o th:at t.hc said two parngruphs contnin stnlomouts cmbraC:ins dfinnt's full knowlcdcc ond bclie! :is to t11 c circumstnnccs nnd conditions undcr which stockl1olders aml g r.rurit~· l101tlrrs who do nct DJlJl<'llr upon thc book~ or tho company ng trul'!tccs, ho1d stock nnd sccuritics irt a cnpncity other thnu that or n honn fid c ownl'r: nnd this aCflant has uo rcmmn to boliovo that any other persou, n.ssociation, or corporalion has any intcrcst dircct or indircct. iu tho Hill stock, bonds, or other 5(1curities than ns so 15tntcd by him . .Agociacióu de !.lujeres Graduadas do la Universidad do Puerto Rico. (Signed) ISABEL ANDREU DE AGUILAR, Preaident Sworn to and aubscribed bcforo me this :!2 day of September 1941. (Signcd) OARMEN REYES CHIOANO Not•ry Public. (.My commission oxpircs ..........................1942.)

Unoxpirable. commission upon good bohnvior.

tí:'.


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•


CASA BALDRI< S. B!MU 9J , SAN JU /J

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