Revista de la Asociación de Mujeres Graduadas de la Universidad de Puerto Rico (julio 1943)

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REVISTA DE LA

ASOCIACION DE MUJERES --GRAouADAS UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO

.

TORRE DE LA UNIVERSIDAD

JULIO, 1943 .


;. i

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REVISTA PUBLICADA TRIMESTRALMENTE POR LA

ASOCIACION DE MUJERES GRADUADAS DE LA

UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO

. •. ·

·-

AÑO. Y - VOL. 2.

JULIO DE 1943

SAN JUAN BAUTISTA, ISLA DE PUERTO RICO

• ENTERED AS SECOND • CLASS MATTER MARCH 28, 1939.

Al THE POST OFFICE Al

.SAN JUAN, PUERTO RICO, UNDER THE ACT OF MARCH 3, 1879


~\

INDICE

Editorial -

Margot Arrr de Vázquez Concha Meléndez -----------~----------- - --

li

Discurso 11ronunciado en Ja Ins titución de Ja Universidad ele ('hile el 17 de se11t.icmbre de 18-l:l - Don Andrés Bello --------------------------- -

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J)iscurso del Rector de la Unh·ersidad de Puerto Rico D. Jaime Benitez, ante el Claustro, Administración y Estudiantes, el 15 ele Febrero de 1943 - ------ - --

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Ponencia de la Asoriación de Mujeres Graduadas ante el Consejo Superior de Enseñanza ------------------------------- - ----------- - --- - --

2:1

La Legislatura y el Problema de la Lengua -

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La Pedagogía de Andrés Bello -

Nilita Vientos Gastón

Hcg lamento de la Asociación ele Mujeres Graduadas de la Uni versidad de Puerto Rico ---------------- - ---------------------- -- -- - -

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Editorial La Reforma Universitaria La ·11 eces i.da.cl de ·11,-1ui rad i clt l ·r efonna. ele ·11 nestr<i nn·ivm·s·icllul en su as¡wcto ac<ulém,-ico se fui venúlo sintfonclo 11or esp<ieio <le mnchos wl.os. Ya en 1927 se hablaba. 1lc 1·efon1uis : ·c<irios profesores .1/ _alymws_.111"u1ws c1>t ·11dia·11tilcs 'llHt.nifestaba.n S'/l.S cr ít ica s y proponwn m edida s r efonnacloras en l<i 11rcns<i, en la conf er enc i<i, en l<i cátedra, en fa s r euniones J!Clrt i eu.l<i r es • .Pellr cirn dcdicú al tema raria s 1J<Í,<Jil10 S Sll8f(ll1 Cial es de " .lusnlaris·mo'' . Las opiniones coincidieron siemp re en l<i ·n rgencia de wn cMnbio; lo s f i-11cs y los mé·t odos lia:n ·v nrfrulo con l<is ·1n-nt<ici.ones rlcl. 11e11swnicn to poUtico y social. Un lfbro <le Orteg<i y O<isset, " L<i 11fisián de üi Uni·versidcul'' y los ca:verimcntos verl<igógfoos ele cilrrunas de8t<w <ulas ·wu:i-versidades norfcameriea:1uts 71an sido f 'llent es de ins¡>irnción tiarn los vreocupa.dos J>Or l<i 1·efo1·1na y varci los d ecidirlo s a cj ee ntarla. H ec ic·u tenienf;e niedfrinte -w1w l e!] y <i fra,-vés de la. g estión v er sonal del n·nelio r ector, dou. J<l'imie B en·ít ez, SC /iwn cl<ulo los JJrim e1'0S Jl<I SOS ]J(l'l'<l lci ·r efonn<l y en el tJ'l'Ó X Í'lnO c·nrSO COmenzct'}'(Í, <l 1·e{¡i1· el nuevo 1Jl<l'n ·nnive rstarfo. T!Jn ·varia s ocasio11 cs licm.os ex pnesto 1Híbliea:niente n·nestra op.;nión 71erson.a l sobre la. Un ive1·sidcul) s·ns objct-i'l)OS y stis f'nncion cs. Sosf;cnf.mnos : ./- qnc la r c/onna. u.u ic er sitarin deb e rc·u1izcirse co11.jun tc¿m.ente con 'll'll<l rcfo1"1n<i t.otal de toclo el s-istemc¿ educa.tivo desde el vrinier grado elem enta.l h<isfo el '!Ílt-imo cúio de csc 11 cln scc'!lndari(I.; .2- q·ue loda. ln cnse iía:n.zci d ebe c:oml11ei1rse en es¡¡wiíol,.· 3- qu e debe darse en genernl niás cl'tención <Ll esfoclfo de nuestnt cnlt·n rn y de mwstros ¡n-oblemcis ¡nwrtorriq·neli.os. Respecto ele l<i Un-ive1·si<l<ul, en 1J<trtfoiilcir, sos·t en:íatnos a.cle-niús: 1- q·ne el est'u<li<inf;e ún i·versital"io debe se·r selcccfo·i iaclo est ·r-ict<wi.cnte a base <le cciúacidacl.• vrevwración y actUncles median-


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t e un c:.vam('n de i·n yreso ; 2- qnc los objetivos de la '!"'ni.vm:siclad son formar liornbrcs cnltos, profesionales ºª:1Jace.s .~ invest'tga.d~­ res dota.dos de ·1tn cspfrittt Ubre y <l~ wia d:1.svoswwn <le serm.~io cf ica.i: .11 des interesado ,· ,1- que a, la. u.11.1·vcrsa.lula<l <le la cu~tttra :1.m part-ida en l<ts a.-u.las u.niversitarias se smn.ara ~l estudio citulatloso de mtesfl'a pa,rt-icu.lar citltwra. 1mertorn..qiwna; l¡- que se complem ente la la.bor m1i·1;crsitaria, con m·i siones c·nltiwa.les que la accrq·n cn al pu.eblo. E st.e era 1/ es nu.cstro criterio general sobre la reforma. miir crsit<tria. E1i los m.orncn tos actuales de crisis a·iiadfrfarnos que la. filosofía. m 1iverstaria. debe fmHlarse en los 1J·l"incipios de tina auténtfo<t democrncia. y en la s·1tpe'l'<wión <lel rnateriali.snio del siglo X IX y qtHJ tMW de los objetivos de l<t ·r eforma clebe ser la. prcparq.eión de este ptt.ebfo parn el eje1·cfoio ]Jleno de Stt libertad ,11 dig11-idad civ il. El fin de fo ytterrn se ace1•cct y con él espe'l'<i?nos ht liquidac·i ón del siste11ut coloni<tl en el rniindo . .ti la Universidad eorrcs1>onrlc 1>rcpa.ra r al ¡mcblo <le P·n erto Rico varct el ca.mbio polítfoo que en just-icia debe alean.zar nuestra par·ia.

El Status Político de Puerto Rico La. opin ión pública. pnertorriqu.ciia se ha rnanifest<ulo itnánim em ente <'! n la. cnesNón de la. sohwión del status voUNco. Unos aboyan por la. ·i ndependencia, otros 7Jor el est<ulo, otros vor itna autouoniÍ<t cunvlirt; pero todos cohwiden 01i el deseo de que se liqu.idc fa, colonia. E st e ('Sfa<lo de opinón sitrgc corno consec-nencia de l<t gueJ'l'a y de fa s decl<tmcioncs de los jefes resvectivos de las N acion es U·u idas, Roosc i:elt_. Cli'u.rchill, Ohia,ng J(a;i Shek y S t ctli.n acerca, del mundo de la post-guen ·ct. Ta1es decla-raciones hcwen esperar q11.c se hará fustfoi<t et todos los piteblos 07Jrimiclos y q'ue se les reconoce1:á S'lt derecho a lct li bertad. · Puerto Rico, además de poseer ese derecho ina,lienable, ha, colaborado en la. litclw contra el Eje con sacrificio de hombres y co11 pri ra.cion es m(l.terialcs. Generosamente hct defendido wna, deniocracia qne no conoce, que nunca ha viv-iclo, vero que ·int·n ye fi11alme11t c 7Jorq·u e es tJ((,rte de su pa.trhnonio espi1rit1utl hi stJáni co. PJI respeto <t la. dignidad y a l<t i.ntegrfrlcul m.ornl del hombre es uno de los cara ct eres definidores ele la <tctUiul hlispánicct a,nte el 1nimdo. !'ladfo merece mejor la vlenitwl de m ia viclct clernocrática. qu e este 1mcblo q·zie Tu.cha. no 7Jor · conservctr itn bien que posee, sino 7JOr alcanzar un ideal que es S'ltStancia de SU es7Jírit7.t y ele s1t cultura. Personalmente creemos que P·u erto Rico debe demandar su inde¡Jendencict como 1ínica. solución ¡¡olítica. El estado no se puecle

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1le1nctndctr,· le 7icrtc11cce a .Est:culos Unillos el clerecho <le ofrecerlo Y otorga.rlo. El ·ref crcndnm te'llllrfrt. que celebrwrse en los Estados Unido.s, no enf:·rc nosotros. .Aparte ele qne el estado siivo1ie l<i ney<tc·ión total de lo qitc somos en espíri.t-lt y en c-itltwra. L((, <t·utonomía. uos 11<l'l'cce nn<t solnción de co11ip·r01niso, anodül((., .¡.,uli,<tn<i del momento ldsf;úrico presente. La act-il1ud de los lideres ¡JolUi.cos cw.te el Stcit·us nos clesaU.entn vrofmulmnente. 11ly·wnos son respo'llsables ele itn c·u lvable silencio ; todos cl'iscntcn l<t cnest'ión <t b<tse de conveniencfo, de 1mra.s, exelns·iva.s ino·t·iv<tciones económi.cns. L<t s<il·veigminUa clel csp·í ritu, el ülenl, el derecho, pwra. ncul<i cnenfon. P'l'Ctenclen qite lci solnci,ón <lcl sta f.u.s que ccida. cueil defiende trnerá. cil otro elfo ·una, Arca.d-i.a. de bie·nwnrl<tnza.s. Pero nall'Í.C h<ibl<t ele mw cUs1ws·ición a.l sa.cl"iffoio, <Ll ·riesgo de errores ·inevitcibles e·n to<l<t n·ue·vei experi.enci.<i, <t pa.ycir el ¡irecio de clolor qne l<i 'l'Caz.ización de todo bfon lle·Ni a.wireja.do. Y 108 h((,.IJ q·ne hnstci se citreven ei luiblwr dcspectiva,m.entc de la s 1'1~1JÚb/ic<lS //.'isv<tn.O<tme·rfoanas, ]JOrq-ne alff'lllW S f;oda.i;ín estún v i·vicndo el proceso <le s·u acla.ptewión ei ln Nlw·rteul. 1' ¡weyitn f.cimos, ¡.;se n¡.ire1ule el e jercicio ele l<i U.bertcul r.n ·1t1ui noche ? Ncula ·nuís el'ifíciJ y llel-iceulo q·iw ese <wrencUzeije. Las repúbUccis hisvanoamerfocmas.• a1Ín lcis qite sufren eUctacl·u.ras, s1.i71ieron gwncir lct Ube·rtacl 1mg<in<lo el alto vrecio ele la villa y como son diteíieis de stt destino ¡nw<len en c·1w.lqn-icr momento rect-ificar sii.s erro1·es. ¿Con qité a.utorüla.cl moral voclemos crin.carlas nosotros, los znicrtorriq-neii.os ? La soluc·iún del stcit·u.s vendrá -ine·V'itablernente. Y nos parece q·u.e u.rge w evei·rei·1· a este vueblo v(f,'ra q·ne no le so·rprencla eles· ¡irevenfrlo sin l<i <Nsposición mora.l neceswrfo pa.rci a.fronta·1· nnci reciUrlacl polft.icci y económ:ica. nneva. Estci labor es lct labor q·iic hay qu,e hacer eihoni mi.smo y sin 11frcUda ele Uempo. 1-l e aq·wí l<i responsabil-iclacl q·ite nos ex·ige <t toelos este momento. ilfARGOT ARCE DE VAZQUEZ.


La Pedagogía de Andrés Bello CONCHA MELENDEZ La Universidad de Santiago de Chile celebrará su primer centenario el diecisiete de setiembre de 1943. El gobierno de Venezuela h:i impreso como homenaje a la República de Chile, el Discurso en la instalación de aquella Universidad, pronunciado por su p1imer rect ~ r, don Andrés Bello. (Caracas, Tipografía Americana, 1942.) Pocos hi spanoamericanos pueden sostener con igual justeza el titulo de sabio, como este venezolano, d discípulo más n~ ble ele! Barón de Humboldt, "scholar" en Londres desde 1810 hasta 1829, donde enriquece sus conocimientos de m.a nera definitiva y explorador que descubre para la linguistica, la literatura, el derecho y la pedag.cgía, orientación de asombrosa vigencia. Amado Alonso y Pedro Henríquez Ureña en el prefacio de la Gramática Castellana compues ta por ambos, le consideran "el más genial de los granuíti cos de lengua española y un ~ de los más perspicaces y certeros del mundo." Igual perspicacia y acerto revelan las ideas , pedagógicas de su Discurso rectoral, exposición de un programa desarrollado por su autor en un período de veintidós afies y que aún fundamenta en sus aspectos esenciales, a la Universidad de Santiago de Chile. El Discurso - treinta y dos páginas solamente - es modelo · de equilibrio en el pensar, de noble sabiduría, de estilo sobrio, suavemente iluminado por clásica luz. Un cortejo de sombras peregrinas lo ayudan a embellecer su exposición: Sócrates, Horacio, Lucrecio, Dante, Chenier, Goethe. Intento glosar brevemente lo que dijo esa voz, oportuna aún después de cien años, aquel día de setiembre de 1843. l. La obra común del cuerpo universitario: El gobierno de Chile había apr.obado una ley rest.ableciendo la antigua Universidad sobre nuevas bases. Esta ley declara que la dirección de la Universidad será obra común del cuerpo universitario: el consejo, el rector, la facultad. Bello está consciente de las obligaciones. los esfuerzos, la responsabilidad que le confrontan, mas confía -y no en vanoen el consejo y las facultades que desempeñarán sus deberes con eficacia y lealtad.

2. La libertad y la moral: Alude Bello a "ecos oscuros de decla1naciones antiguas", - oposiciones reaccionarias sin duela-que miraron como peligr<:so para la moral y la políti- · ca, el cultivo de las ciencias y las artes. Cree que la moral es "la vida misma de la sociedad" y la libertad el estímulo que la fortalece. No solamente lo que enturbia la mo1·al, sino lo que ejercite infructuosamente las facultades, debe eliminarse de la organización del estado. La inercia de In razón es siempre mí1s peligrosa que el abuso de las luces, a las causas mismas que "espíritus asustadizos" señalan en la difusión ele las artes y las ciencia. No intenta Bello refutar lo que mil veces refutaron los defensores del saber. 3. Adelantamiento en tedas las líneas: En este momento del discurso, Bello aclara sus temas: la influencia moral y política de las ciencias y las letras; el ministe1io de los cuerpos literarios; los trabajos especiales a que le parecen destinadas las facultades ele la Universidad de Santiag.o "en. el estado presente de la nación chilena". Establece Bello Ja misión de la Universidad en sus verdaderos cauces, en 1843, antes de que Ja especialización prematura, el deslumbramiento utilitario de las ciencias naturales, el desplazamiento de los valores éticos por valores egoístas exaltadores del "delirio de las sentidos", torcieran el rumbo de la Universidad. A su v isión profunda de entonces :retorna Ja mejor pedago.gía de hoy, como viajera que recobra la senda perdida, después de marchar trágicamente a ciegas. En nuestra lengua , Ortega y Gasset en su estudio La mi· sión de la Universidad, ha vuelto a señalar, ahora con motivos fuclamentados en los conflictos so.c iales de nuestra edad, los principales temas del Discurso de Bello. Bello desea .orientar su programa "hacia el adelantamiento en todas las líneas", es decir, hacia la formación del hombre cultivado en los esenciales aspectos d<!I saber de su tiempo. "El cultivo de la inteligencia contemplativa", afirma, "descorre el velo a J.os arcanos del universo fisico y moral". La apreciación de las fórmulas generales de la ciencia en sus puntos culminantes debe guiat· a la práctica. Citan-


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do a su amigo el do.c tor Nicolás Arnott, Bello cómo todas las vidas, en último extremo, se afirma que los conocimientos generales hacen resumen en ilusión y combate. más claros y precisos los particulares. Los El individuo que cultiva enamorad<> las adelantamientos en tocias las líneas "se lla- ciencias y las artes aumenta los goces perduman unos a otros, se eslabonan, se empujan". rables, goces exentos de aquel amargor que En esos adelantamientos, comprende BelL<> los sorprendió Lucrecio en la fuente misma del que considera más importantes para la dicha deleite de los sentidos. Este placer nos desdel género humano, "los adelantamientos en pierta de Ja inercia que nos convertiría en el orden moral y político". seres inútiles para la sociedad y para nosCatólico militante, trata ele conciliar los otros mismos. Perspectivas encantadas abren caminos de la religión y de las letras, "la rew la s ciencias al entendimiento. cultivado. Quién velación positiva" y ' la revelación universal'' las trans ita con frecuencia le parecerán insíque habla a todos los hombres. Atribuye las pidas y torpes aquellas que sólo sacian apetiimpugnaciones del dogma a extravíos y debi- tos innobles. El "ejercici<> delicioso" del enlidades ele la humana razón. Esto. hace más tendimiento y la imaginación, rebasa In órbinecesario los apoy.cs sólidos del saber. Poner ta del placer, elevando el carácter moral. Esa vallas al entendimiento es "emponzoñar la pedagogía del entendimiento como placer demoral" y envilecer la religión. Este equilibrio sembocando en perfeccionamiento m c·ral, había del sabio y el creyente logrado. por Bello, se de ser uno de los temas centrales de otro hisha vuelto. poco menos que imposible en nues- panoamericano que representa también al tro tiempo. Pero sí es posible, para los que hombre libre por los camin os de un concepto no puedan alcanzar tan hermo.sa profesión de universalista y a la vez americano, de la fe, una vuelta a los valores morales como so- cultura: José Enrique Rodó. La raíz pedagóportes del carácter. gica de Ariel cobra ·de nuevo actualidad como Precisamos educar todas las facultades el tema que sobrenada y se afirma entre acen los programas preparatorios como defensa titudes indudablemente imposibles en el munde les peligros que conlleva toda especializa- do ele hcy. Las letras y las ciencias, afirma ·ción. En la pedagogía del sabio venezolano, Bello " son el mejor preparativo para la hora esto se expresa categóricamente: "Todas las de la desgracia". Las vicisitudes de la fortufacultades humanas forman un sistema, en no se desarman ele terrores: proscripción, cique no pu ede haber regulaTidacl y armonía cuta y cadalso, pierden ante ellas su poder y s in el concurso de cada una. No se puede agonía : Sócrates, Dante, Lanoisier, Chenier, paralizar una sola fibra del alma sin que to- tuvieren por recompensa sus altos consuelos. das las otras enfermen." A esto llama Andrés El apunte autobiográfico se escapa aquí por Bello, usando expresiones que hoy redescubri- la hendedura emocional humanizadora de tomos, la importancia instrumental de las cien- da personalidad íntegra: "Y Q 1nismo, aun siguiendo de tan ]ejes a sus cias y las artes. 4. Las actividades del entendimiento como favcrecedores, yo mismo he podido participar placer: Las ciencias y las artes además, dan de sus beneficios. Adornaron de celajes ale"un barniz de amenidad y elegancia a las so- gres la mañana ele mi vida, y conservan todaciedades humanas." Ese barniz elegante y vía algunos matices al alma, como la fl cr que ameno se ha borrado. en la sociedad ele nues- hermosea las ruinas. Ellas han hecho a (m tro tiempo, donde casi nadie posee ya el arte regrinación y encaminaron mis pasos a este de la conversación y menc¡s el de la discusión suelo ele libertad y de paz, a esta patria adopserena, sin la prevalencia de inconfesables tiva, que me ha dispensado una hospitalidad vanidades. Y lo que es peor, donde se ha per- más de mí; me alimentaron en mi larga pedido el arte aun más difícil de escuchar. El tan benéfica." mensaje de dolor o sabiduría que tratan de de5. La Universidad, cuerpo expansivo y cirnos los demás, sufre el rechazo de In egoís- 11ropaga¡lor: Bello vió en su eda'cl, la edad ta atención con que vivimos clavados en nues- por excelencia de la asociación y i·epresentac1on. Universidades y academias son depótra circunstancia. La actividad del entendimiento com pla- sitos donde tienden a acumularse las adquisicer ccupa ahora dos páginas del Discurso, ciones científicas. De estos centros deben remansando. en una confesión en que como derramarse por las diferentes clases ele la se.r áfaga inesperada, nos deja. entrever el sabio <;iedacl. El objetive¡ especial de la Universidad 1


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otros ramcs, el programa de la Universidnd es enteramente chileno: si toma prestadas a la Europa lus deducciones ele la ciencia, es gador." 6. Educación primaria y educación supe- para aplicarlas a Chile. Todas las sendas en rior: Ante la p1·eferencia dadu por otros ll que se propone didgir las investigaciones ele la enseñanza primaria con abandono de la sus miembros, el est udio de sus alumnos, consuperior, Bello señala la relación de una Y ver¡ren a un centro: la patria". Siguiendo ese programa, la facultad de Meotra. La educación del pueblo "es uno de los dicina estudiará la obra clel clima, los alimenobj ~tos más impor tantes y privilegiados a que pueda dirigir su atención el gobierno, co- tos y las costumbres en el hombre chileno: la mo una necesidad primera y urgente, como higiene pública, la prevención de las epidecimiento indispensable de las instituciones re- mias, la difusión en los campos de los mcclio' publicanas". La instrucción elemental no de conservar y reparar la salud. Las ciencias matemáticas y físicas se aplipuede generalizarse, sin embargo "donde no han florecido de antemano las ciencias y las carán a la minería, a la agricultura , al suelo artes". Las aptitudes de los maestros son virgen de Chile, que dará, a cambio de es ta emanaciones de los depósit-0s científicos y li- atención, revelaciones generosas. 8. El resto del Discurso se dedica a punt era1·ios. La instrucción superior es fuente que nutre la instrucción elemental. La ley tualizar la ·misión conplementaria imprescinaprobada para regir la Universidad de Chile dible de la F acultad de Filosofía y Humaniunió íntimamente ambas etapas de la ense- dades. De "modo peculiar y eminente" , este 1ianza. Una sección del cuerpo universitario departamento posee la cualidad ele pulir las fué encargada de estudiar y guiar la instruc- costumbres, afinar el lenguaje, purificar el gusto, conciliar la fantasía con la ra zón. Inición primaria y facilitar ~u extensión. Los estudios eclesiásticos, los conocimientos cia al estudiante en los severos estudios lingenerales de la r eligión, no se habían separado guísticos y filosóficos necesarios para el doaún de la Universidad de Santiago. Bello asig- minio de la bella literatura. Los estudios de na a esos es tudios gran importancia en la esta sección ele la Universidad son "preparaeducación moral ele la nación chilena. Con la tivo indispensable para todas las carreras ele prevalencia del laicismo en las Universidades la vida, la primern disciplina del ser intelecnmericam1s, esta parte del p1·ograma ele Be- tual y moral". Al cultivar las emociones, a l lk es de las pocas impracticables en el lúcido fundam entar los valores morales, "p1·eserva el corazón de extravíos funestos, establece ~squ ema que glosa mos. A partir de este punto, el pen"amiento de Bello deslinda y comen- sobre sólidas bases los derechos y deberes ta los objetivos de las diversas facultades, del hombre." c·on pulso tan seguro, que sus ideas se incorLa Filosofía y la s Humanidades tienen pues, p: ran a las más avanzadas de reforma univer- la más delicada y trascendente encomienda. sitaria, con la elegancia de quién ha sabido El desdén con que el materialismo cientific.o esperar sin impaciencias el lugar merecido trató estas disciplinas del alma y el espíritu, por el esfuerzo de una vida noblemente la- es una de las causas de la crueldad sin p1·eboriosa. ~edentes desencadenada hoy en el mundo. 7. La facultad de Leyes y Ciencias PolítiEn esta sección de humanidades Bello subcas tiene las más vastas posibilidades de a- raya el estudio de nuestra lengua como de plicaciones útiles para la patria. De ella de- "alta importancia" . Ni purista exagerado, ni penderá el perfeccionamiento de las leyes or- neologista extravagante, ac.onseja el enriquegánicas chilenas, la administración de la jus- cimiento de la lengua para adaptarla a las ticia, el comercio inteligente, la paz del hogar. transformaciones de la vida, pero "sin hacer Aconseja más atención al estudio del De- violencia a su genio, sin adulterarla ni viciarrecho romano "como el mejor aprendizaje de la". Fomentará esta sección también el esla lóg ica jurídica y f.crensc". A esta facul- tudio de las lenguas y las literaturas extrantad toca el examen de las especialidades de jeras. Estas últimas requieren largos estula sociedad chilena, los resultados de las es- dios, y el pr.oceder analítico sobre las obrns tadíst-icas. Y añade, afirmando la obra de la mismas. En cuanto .al método general de enUnh·ersidad en la medida de su servicio al señanza, Bello prefiere aquél que ejercita al pu eblo que la crea: "En éste, como en. Jos entendimiento y exalta la imaginación. Rade Chile es ése. Ella será ante todo, "un cuerpo eminentemente expansivo y ¡n·opa-

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ciocinio y ejemplos completarán la metodología en las lecciones. 9. Aquí pudo terminar Bello su Discm·so s~1 ~ue se notara omisión alguna. Pero quiso anachr algo más que hoy resulta una réplica a los que desdeñan el arte literario, mutilados por la educación incompleta a que nos condena la especialización. Bello hace su aparte para el ogiar a la poesía, "la más hechicera de las vocaciones literarias, el aroma de la literatura, el capitel corintio de la sociedad culta." La universidad alentará el estudio de la poesía, y su creación cuando descubra aptitudes verdaderas. Aconseja a la juventud el precepto de Goethe: el arte como regla de la imaginación para transforma.ria en poesía. Aprovecha Bello este instante para aclarar su estética. No es él partidario de reglas convencionales, de "las unidades inexorables." Afirma no cbstante, que todo creador genial posee el arte ele relaciones delicadas, guía de la imaginación. Es, a mi ver, aque1 instinto inefable que depura la materia poética convirtiéndola en poesía, en expres iones de "la belleza ideal." Termina el sabio exponiendo su ccncepto de libertad, como el tema general de todas las secciohes universitarias. La libertad, como Bello la concibe, se opondrá ta.nto al incondicional acatamiento, "a la docilidad servil

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que lo recibe todo sin examen," como a la licencia desordenada que ignora la autoddad de la razón y los sentimientos más nobles y puros del corazón humano·. 10. El Discurso ele Bello se actualiza entre nosott·os como pretexto de meditación, en este instante en que la U nivers iclad de Puetto Rico as¡1ira a renacer con objetivos similares a los que trazara Bello hace un siglo a la Univers idad de Chile. Entonces era fácil el avance y la realización, porque los objetivos del sabio de Venezuela, encontraron oídos atentos y sensibilidades ·propicias a secundar las gestiones y seguir los rumbos que la fe en la ciencia y el respeto al arte sustentaban de antemano. En medio ele la confusión de dr·ctrinas de nuestro tiempo ante el dolor de un mundo desquiciado por la guerm, nuestra Universidad intenta preparar a su pueblo para el advenimiento de una nueva edad. El esfuerzo, urgido por intencio11es de dignidad, será efectivo como tal en la medida de s inceridad ele las almas que !.e> impulsen. Y esto vale por sí solo, cualquier ríesgo.

NOTA : Insertamos a continuación el discurso de Don And1·és Bello a que se refiere el trabajo d~ la Dra. Concha Melénclez.

Discurso pronunciado en la instalación de la Universidad ele Chile el 17 de septiembre ele 1843 Por DON ANDRES BELLO Excmo. Sr. Patrono de la Universidad: Señores: El consejo de la universidad me ha encargado expresar a nombre del cuerpo nuestno profundo reconocimiento, por las distinciones y la confianza con que el supremo gobierno se ha dignado honrarnos. Debo también hacerme el intérprete del reconocimien.to de la universidad por la expresión ele benevolencia en que el señor minisko de instrucción pública se ha servido aludir a .sus miembros. En cuanto a mí, sé demasiado que esas dis-

tinciones y esa confianza las debo mucho menos a mis aptitudes y fuerzas, que a mi antiguo celo (ésta es la sola cualidad que puedo atribuirme sin presunción), a mi antiguo celo por la difusión de las luces y de los sanos pl'incipios, ;• a la dedicación laboriosa con que he seguido algunos ramos de estudio, no interrumpid-es en ninguna época ele mi vida, no dejados ele la mano en medio de graves tareas. SiePto el peso de esta confianza; conozco la extensión ele las obligaciones que impcne; comprendo la magnitud ele los esfuerzos que exige. Responsabilidad es ésta,


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de instrucción pública y Iiis que animan la universidnd , se me permitirá que añada a las de su seiioria algunas ideas generales sobre Ja influencia moral y política de las ciencias y de las letras, sobre el ministerio de los ~uerpos literarios, y sobre los. trabajos especiales a que me parecen destinadas nuestras facultades unive1·sitarins en el estado presente de In nación chilena. L<> sabéis, señores: todas las verdades se tocan, desde las que formulan el rumbo de los mundos en el piélago del espacio; desde las que determinan Ins agencias maravillosas de que dependen el movimiento y la vida en el ele que ya está en pos~sión Ja universidad: se universo de la materia; desde las que r esuaumentará. se difundirú velozmente, en bene- men Ja estrnctura del nnimal, de Ja planta, de ficio de la religión, de In moral, ele la liber- la masa inorgánica que pi sa mos; desde las tad misma ~· ele los intereses materiales. que revelan los fenómenos íntimos del alma La unhrcrsidacl, señores, no sería digna ele en el teatro misterioso de la conciencia, hasta r.cupar un lugar en nuestras instituciones so- las que expresan las accicnes y reacciones ele ciales. si ( con10 murrnuran algunos ecos os- las fuerzas políticas; hast:i las que s ientan curos de declamaciones antiguas) el cultivo las bases inconmovibles ele la moral; h asta de las ciencias y de las letras pudiese mirarse las que determinan las condiciones precisas como peligroso ba.i~ un punto ele vista moral , para el desenvolvimiento de los gérmenes ino bajo un punto de vista político. La moral dustriales; hasta las que dirigen y fecundan que (y no separo ele In religión) es la vida las artes. Los adelantamientos en todas las misma de la sccieclad; la libertad es el estí- líneas, se llaman unos a ctros, se eslabonan. mulo que da vigor sano y actividad fecunda se empujan . Y cuando digo los adelantamiena las instituciones sociales. Lo que enturbie tos en todas líneas, comprendo sin duda los la pureza de la moral , lo que trabe el arre- nuís importantes a la dicha del género humag lado, pel"O libre desarrollo de las facultades no, los ,{delantamientos en el orden moral y individuales y colectivas de la humaniclad- político. ¿A qué se debe este prog!'eso de y digo más- lo que las ejercite infructuosa- civilización, esta ansia de mejoras sociales, esmente, no debe un gobierno sabio incorporar- ta sed de libertad? Si queremos saberlo, comlo en la organiz:ición del estado. Pero en este paremos a la Europa y a nuestra afortunada siglo en Chile, en esta reunión, que yo miro América, con los sombríos imperios de Asia, como un homenaje solemne a la importaacia en que el despotismo hace pesar su cetro ele de la cultura intelectual; en esta reunión que, hierro sobre cuellos encorvados ele antemano por una c'incidencia significatha, es la pri- por la ignorancia, o con las hordas africanas, mera de las pomp'.ls qu e saludan al día glo- en que el hombre, apenas superior a los bru1foso de la patria, al aniversario de la liber- tos, es, como ellos un artículo ele tráfico pa'"" tad chilenn. yo no me creo llamado a defender sus propios hermanos. ¿Quién p1·endió en la las ciencias y la s letras contra los paraJ.:gis- Europa esclavizada las primeras centellas ele mos del elocuente filósofo de Ginebra, ni liberta d civil? ¿No fue1·on las· letras? ¿No contra los recelos <le espíritus a ustadizos, que fué la heren cia intelectual de Grecia y Roma, con los e jos fijos en los escollos que han he- reclamada, después de una larga época de tho zozobrar al navegante presuntuoso, no oscul'idacl, por el espíritu huma no? Allí tuvo querrían qt!C la razón desplegase jamás las principio este vasto movimiento político, que ,·elas. y de buena gana la condenal"Ían a una ha restituido sus títulos de ingenuidad a taninercia ctern'.l, más perniciosa que el abuso tas razas esclavas; este mc.vimiento, que se 1!~ le s L:ces ='- las ca usas mismas por que ab=propaga en todos sentidos, acelerado contigan. No p:ira refutar lo que ha sido mil ve- nuamente por la prensa y por las letras; cuces refutado, sino para manifestar la co- yas ondulaciones, aquí rápidas, allá lentas; en ne~pondencia que c;xiste entre los sentimientodas partes necesal'ias, fatales, allanarán po": tos que acaba de expresar el señor ministro fin cuantas barreras se les opongan, y cubríque nbrun1aría, ~¡ recnyese sobre un solo in-

<liviclno, una inteligencia de otro orden, Y mucho mejor preparada que ha podido estarlo la mía. Pero me alienta la cooperación <le mis distinguidos colegas en el consejo y el cuerpo todo de la universidad. La Ier (afortum1damente para mi) ha querido que In dirección de los estudios fuese obra común del cuerpo. Con la asistencia del consejo, con la actividad ilustrada y patriótica de las diferentes facultades; bajo I=s auspicios del gobierno, bajo la influ encia de la liberta d, espíritu vital de las inst.itucion es chilenas, me es lícito esperar que el caudal precioso ele dencia y talento.


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rán la superficie del globo. Todas las verdades se tocan ; y yo extiendo esta aserción al dogma religioso, a la verdad teológ ica. Calumnian, no sé si diga a la religión o a lns letras, los que imag-inan que pueda haber una anti¡iatía secreta entre aquélla y éstas. Yo creo,

por lo contrario , que exi~te, que no puede menos de cxisti1·, una alianza es trecha, entre la revelación positiva y esa olra revelación universal que habla a todos los hombres en el libro de la naturnleza. Si entendimientos extraviados han abu sado de sus conocimientos para impu g nar el dog ma, ¿qué prueba es to , sino la condición de las cosas humanas? Si la razón humana es débil , si tro)lieza y cae, tanto más necesario es sumini strarle alimentos sustanciosos y apoyos sólidos. Porque extinguir esta curiosidad , esta nobl e osadía del entendimiento, que le hace arrostra1· los arcanos de la naturaleza, los enigmas del porvenir, no es pos ibic, s in hacerlo, al mis mo tiempo, incapaz de todo lo g rande. insens ible a t odo lo que es bello, g eneroso, sublime, santo; sin cn1ponzoñar la s fu entes de la moral; sin afear y e1ivilecer la r eli::ión mis ma . He dicho que todas las verdades se tocan; y aún no creo haber dicho ba stante. Tocia s las facultades humanas forman un sistema, en qu e no )luecle haber regularidad y armonía sin el concurso ele cada una. No se )luede )laralizar una fibra ()lermítaseme decirlo así). una sola fibra del alma , sin que todas las otra s enfermen. Las ciencias y las letras, fuera ele este va)c.r social, fuera de esta importancia que pode1úos lla mar instrumental, fuera del barniz de amenidad y elegancia que dan a las sociedades humanas, y que debemos contar también entre sus ben eficios, tienen un mérito suyo, intrinseco , en cuant~ aumentan los placeres Y goces del individuo que las cultiva y las ama; placeres exquisitos, a que no llega el delirio de los sentidos; goces ]JU ros, en que el alma no se dice a sí misma : " .... Medio ele fonte lcporum surgit amari aliquicl, quod ir·::n·is floribu~ anbritt~. ~ : ·, (Lucrecioi'

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las obras del genio. A pocos es permitido espernrlas. Hablo de les )llaceres más o menos elevados, más o menos intensos, que son comunes a todos los rangos en la república de las letras. Para el entendimiento, como para las otras facultades humanas, la actividad es en sí misma un placer. placer que, como dice un filósofo escocés, (" ) sacude de nosotros aquella inercia a que de otro ~odo nos entregaríamos en daño nuestro y de la sociedad. (")

Tho11111~

llrown.

Cada s enda que abren. las ciencias al entendimiento cultivado, le muestra )lerspcctivas encantadas; cada nueva faz que se le descubre en el ideal de la belleza hace estremecer deliciosamente el corazón humano, criado ]Jara admirarla y sentirla. El entendimiento cultivad o oye en el retiro de la meditación las mil voces del coro de la naturaleza; mil visiones peregrinas t·evuelan en torno a la lámpara solitaria que alumbra sus vigilias. Para él solo, se desenvuelve en una escala inmensa el orden de la naturaleza; para él solo; se atavía . la creación ele toda su magnificencia , de t odas sus galas. Pero las lctrns y las ciencias, al mismo tiempo que dan un ejercicio delicioso al entendimiento y a la imaginación, elevan el caráct er mot·al. Ellas debilitan el poderío de las seducciones sensuales; ellas desarman de la mayor parte de sus terrc·res a las vicisitudes de la fortuna. Ellas son (después de la humilde y contenta resignación del alma religiosa) el mejor pre)larativo para la hora de la desgracia. Ellas llevan el consuelo al lecho del enfermo, al asilo del prescrito, al calabozo, al cadalso. · Sócrates, en vísperas de beber la cicuta, ilumina su cárcel con las más sublimes especulaciones que nos ha dejado la antigüedad gentílica sobre el porvenir de los destinos humanos. Dante compone en el destierro su Divina Comedia. Lavoisier pide a sus verdugos un plazo breve para terminar una invest.igación importante. Chenier, aguardando por instantes la muerte, escribe sus últimos versos, que deja incompletos para marchar al )latíbulo: "Comme un dernier rayon, comme un deT"De en medi o de la fuente del deleite nier záphire un no sé qué de amargo se levanta, anime la fin d'un beau jour, que entre el halago de las flores punza'.'. au pied ele l'écnafaud j'essaie encor ma lyre" Las ciencias y la literatura llevan en s1 la "Cual rayo postrero, rr.~ompensa ele los trabajos y vigilias que se cual aura que anima les consagran. No hablo ele la gloria que ilusel último instante tra hs graneles conquistas científicas. no ha· de un hermoso día, blo ele la aureola de inmortalidad que corona


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instrucción científica se debe de preferencia a la enseñanza primaria. Yo ciertamente soy de los que miran la instrucción general, la eTales son las recompensas de las letras; taducnción del pueblo, como uno. de los objetos les eon sus consuelos. Yo mismo, aún siguienmás importantes y privilegiados a que pueda do de tan lejos a sus favorecidos adoradores, dirigir su atención el gobierno; como una neyo mi s m ~ he podido participar de sus beneficesidad primera y urgente; como la base de cios, y saborearme con sus goces. Adornaron todo sólid<> progreso; como el cimiento. indisde celajes alegres la mañana de mi vida, y pensable de las instituciones republicanas. conscrrnn todavía algunos matices a el alma, Pero, por eso mismo, creo necesario y urgente como la flor que hermosea las ruinas. Ellas han hecho aún más por iní; n1e a1imentaron el fomento de la enseñanza literaria y cienen mi lnrga peregrinación, y encaminaron n1is tífica. En ninguna parte, ha podido generalipnsos a este suelo de libertad y de paz, a es- zarse la instrucción elemental que reclaman ta patria adoptiva , que me ha dispensado una las clases laboriosas, la gran mayoría del género humano, sino donde han florecido de anhospitalidad tan benévola. Hay ctro punto de vista, en que tal vez li- temano las ciencias y las letras. No digo yo diaremos con preocupaciones especiosas. Las que el cultivo de las letras y de las ciencias uni vers idades, la s corporaciones literarias, traiga en pos de sí, como una consecuencia ¿son un instrumento a propósito para la pro- precisa, la difusión de la enseñanza elemental, 1iagación de las luces? Mas apenas concibo aunque es incontestable que las ciencias y las que pueda hacerse esa pregunta en una edad letras tienen una tendencia natural a difunque es por excelencia la edad de la asociación dirse, cuando causas artificiales no las contrarían. Lo que digo es que el primero es una ~· la representación; en una edad en que pululan por todas partes las sociedades de agri- condición indispensable de la segunda; que cultura, de comercio, de industria, de benefi- donde no exista aquél, es imposible que la cencia; en la edad de los gobiernos representa- otra, cualquiera que sean Jos esfuerzos de la tivos. La Europa, y los Estad os Unidos de autoridad, se verifique bajo la forma conveAmérica, nuestro modelo bajo tantos respec- niente. La difusión de los conocimientos sutos, responderán a ella. Si la propagación del pone uno o más hogares, de donde salga y se sabe1· es una de sus condiciones más impor- reparta la luz, que, extendiéndose progresitllntes, porque sin ella las letras no harlan vamente sobre los espacios intermedios, penemás que ofrecer unos pocos puntos luminosos tre al fin las capas extremas. La generalizaen medio de densas tinieblas, las corp~racio­ ción de la enseñanza .r equiere gran número nes a que se debe principalmente la rapidez de maestros competentemente instruidos; y de las comunicaciones literarias hacen benefi- las aptitudes de estos sus últimos distribuidocios esenciales a la ilustración y a Ja huma- res, son, ellas mismas, emanaciones más o ·menidad. No bien brota en el pensamiento de no distantes de los grandes depósitos cientí- . un individuo una verdad nueva, cuando se a- ficos y literarios. Los buenos maestros, los podera de ella toda república de las letras. buenos libros, los buenos métodos, la buena dirección de la enseñanza, son necesariamenL~s sabios de la Alemania, de la Francia, de los Estados Unidos, aprecian su valor, sus te la obra de una cultura intelectual muy adeconsecuencias, sus aplicaciones. En esta pro- lantada. La instrucción literaria y científica pagación del saber, las academias, las univer- es Ja fuente de donde la instrucción elemensidades, forman otros tantos depósitos, adon- tal se nutre y se vivifica; a la manera que en de t.ienden constantemente a acumularse to- una sociedad bien organizada la riqueza de la das las adquisiciones científicas; y de estos clase mi.s favorecida de la fortuna es el macentros es de donde se derraman más fácil- nantial de donde se deriva la subsistencia de mente por las diferentes clases de Ja sociedad. las clases trabajadoras, el bienestar del pueLa universidad de Chile ha sido establecida blo. Pero la ley, al plantear de nuevo la unicon este objeto especial. Ella, si corresponde versidad, no ha querido fiarse solamente de a las miras de la ley que le ha dado su nue- esa tendencia natural de la ilustración a di"ª forma , si corresponde a Jos deseos de nues- fundirse, y a que la imprenta da en nuestros tro gobierno, será un cuerpo eminentemente días una fuerza y una movilidad no conocidas expansivo y propagador. antes; ella ha unido íntimamente las dos esOtros pretenden que el fomento dado a la pecies de enseñanza; ella ha dado a una de ni pie del cndalso ensaya n1i lira".


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las secciones del cuerpo uni versitario el encargo especial ele velar sobre la in,;trucción primaria, de observar su marcha, de faci lita r s u propagaci ón, de contribuii· a s us progresos.

E_I fo mento, scbre todo, de la ir strucción r eligiosa Y mornl del pueblo es un deber que cada miembro de la uni versidad se impone por el hecho de ser recibido en su seno. La ley que ha restablecido la antigua universidad sobre nuevas bases , acomodadas al estado presente de la civilización y a las necesida-

des de Chile, apunta ya los g randes objetos a qu e debe dedicarse este cuerpo. El señor ministro vice-patt·ono ha manifestado también

las mira s que presidieron a la refundición de la universidad, los fines que en ella se propone el legislador, y las es peranzas que es llamada a llenar; y ha dese nvuelto de tal modo estas ideas, que, siguiéndolas en ellas, apenas me sería posible hacer otra cosa que un ocioso ccmentario a s u discurso. Añadiré con todo algunas breves observaciones que 1ne pare-

cen tener su importancia. El fomento de las ciencias eclesiásticas, destinado a formar dignos ministros del culto, Y en último resultado a proveer a los pueblos ele la república de la competente educación religiosa y moral, es el primero de es tos

objetos y el de mayor trascendencia. Pero hay otro a specto bajo el cual debemos mirnr la consag ración íle la universidad a la causa de la mornl y de la religión. 's¡ importa el cultivo de las ciencias ecl cs i~isticas para el clesen1peño del ministerio sacerdotal , también importa generalizar entre la juventud estudiosa, entre toda la juventud que participa de la educación literaria y científica, conocimientos adecuados del dogma y de los anales ele la fe cristiana. No creo necesario probar que ésta debiera ser una parte integrante de la educación general, indispensabl e para toda profesión, y aún para todo hombre que quiera ocupar en la sociedad un lugar superior al ínfimo. A la facultad de leyes y ciencias políticas se abre un campo el ·más vasto, el más susceptible de aplicaciones útiles. Lo habéis oído: la utilidad práctica, los resultados positivos, las mejoras sociales, es lo que principalmente espera de la universidad el gobierno; es lo que principalmente debe recomendar sus trahajos a la patria. Herederos de la legislación del pueblo rey, tenemos que purgarla ele las manchas que contrajo bajo el influjo maléfico del despotjsmo; tenemos que despejar las incoherencias que deslustran una obra a

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que ha n contribuido tantos siglos, tantos intereses alternativamente dominantes, tantcS' inspiracion es contradictorias. Tenemos que acomodarla, que restituirla u las ins tituciones

.-cpublicanas. ¿Y qué objeto más impo• ::ante o más grandi cso, que la formación, el perfeccionami ento de nu..estras leyes orgánicas, la recta y pronta administración de justicia, la seguridad de nuestros derechos, la fe ele las

transacciones co merciales, la paz del hogar doméstico ? La universidad, me atrev.o a deci d o, no acogerá la preocupación que condena como inútil o pernicioso el estudio de las leyes remanas; creo, por el contrario, que le dará un nuevo estímulo y lo ascnt.."lrá sobre ba.;;es mils amplias . La universidad ver'i pro-

bablemente en ese estudio el mejor aprendizaje ele la lógica jurídica y forense. Oigamos ; obre este punto el testimonio de un h ombre a quien segurnmenle no se tachará de parcial a doctrinas antiguas; a un hombre que en el

entusia smo de la emancipación popular y de la nivel ación democrática ha t ocado tal vez uf e ·tremo. "La ciencia estampa en el derecho su sello; su lógica sienta los principíos , formula los axiomas, deduce las consecuencias , y saca ele la idea de lo justo. reflejándo-

la, inagotables desenvolvimientos. Bajo este punto de vista , el derecho r omano ño reconoce igual ; se pu eden disputar algunos de sus principios; pero su método, su lóg ica , su sistema científico. lo han hecho y lo mantienen superior a todas las otras legislaciones; sus textos son la obra muestra del estilo jurídico; su método es el de la geometría aplicad~ en ~ocio

su rig·or al pensamiento n1oral ". Así se

ex plica L'Her minier, y ya antes Leibnitz hatía dicho: " In jurisprudentia regnant (romani). Dixi saepius post scripta geometr.irum nihil extare quod vi ac subtilitate cum remanoni;n jurisconsultorum scriptis comparari possit: tantum nervi inest; tantum profunditatis." La universidad estudiará también las especialidades de la scciedacl chilena bajo el punto de vista económico, que no presenta problemas menos vast os, ni de menos arriesgac!a resolución. La univers idad examinará los resultados de la estadística chilena, la expresión ele nuestros intereses materiales. Porque en éste, ccmo en los otros ramos, el programa de la universidad es enteramente chileno: si tom'.l prestadas a la Europa las deducciones de la ciencia , es parn aplicarlas a Chile. Todas las sendas en que se propone dirigh· las in-


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ycstigaciones de sus miembros, el estudio de sus alumnos, convergen a un centro: la patria. La medicina investigará, siguiendo el mismo plan. las modificaciones peculiares que dan al hombre chil eno su clima, sus costumbres, sus a limentos, dicta rá las reglas de la higiene p1~­ vada y pública ; se desvelará por arrancar a las epidemia s el secreto de su germinación y de su act ividad devastadora; y hará , en cuanto cs posible, que se difunda a los campos el conocimiento de los medios sencillos de conser\•a r y reparar la salud. ¿Enumeraré ahora las utilidades positivas de las ciencias matenuiticas y físicas, sus aplicaciones a una indu stria naciente, que apenas tiene en ejercicio unas pocas artes simples, grosera, sin procederes bien entendidos, sin máquinas, sin algunos ntln de J0s m~ís comunes utensilios; sus ::. plicaciones a una tierra cruzada en todos s entidos ele veneros metálicos; a un suelo fértil de r iquezas Yegetales, de sustancias alimenticias; a un suelo, sobre el que la ci encia hn echado apenas una ojeada rá pida? Pero, fom entando las aplicaciones prácticas, estoy muy distante de creer que la universidad adopte por su divisa el mezquino cuibono? y que n? aprecie en su justo valor el conocimiento de Ja naturaleza en todos sus variados departa mentos. Lo primero, porque, para g uia r acertadnn1ente la práctica, es necesario que el entendimiento se eleve a los puntos culminan tes de Ja ciencia, a la apreciación de sus fórmulas generales. La universidad no confunclir:i , sin duda, las aplicaciones práct icas con las manipulaciones d·e un empirismo ciego. Y l ~ segundo, porque, como dije antes, el cult i\'o de Ja inteligencia contemplativa que descorre el velo a los arcanos del universo físico ~· moral , es en sí mismo un resultado positivo de la may: r importancia. En e~te punto, para no 1·epetirme, copia ré las palabras de un ' abio inglés. que me ha honrado con su amistad. " Ha sido,-dice el doctor Nicolás Arnott, -ha· sido una preocupación el creer que las personas instruidas así en las leyes generales tengan su a tención dividida, y apenas les quede tiempo para aprender alguna cosa perfectamente. Lo contrario, sin embargo, es lo cier · to ; porque los conocimi•·:tos generales hacen más clar:s y ¡n'eci sos los conocimientos particula 1·es. Los teoremas de la filosofía son otras ta ntas llaves que nos dan entrada a los más deliciosos jardines que Ja imaginación puede . figura rse ; son una vara mágica que nos descub1·c la fnz del universo y nos revela infinitos

objetos que Ja ignorancia no ve. El hombre instruido en las leyes naturales está por decirlo así rodeado ele seres conocidos y amigos, miemt ras el hombre ig norante peregrina por una tierra extraña y hostil. El que pot· medio de las leyes generales puede leer en el libro de la na tura leza encuentra en el universo una historia sublime que le habla ele Dios y ocupa dignamente su pensamiento hasta el fin de sus días." Paso, sefiores a aquel departamento liternrio que posee de un modo peculiar y eminente Ja cualidad de pulir las costumbres ; que afina el lengua je, haciéndolo un vehículo fiel , hermoso, diáfano, de las ideas; que, por el estudio de otros idiomas vivos y muertos, nos pone en comunicación con la antig iieclad y con las naciones más civilizadas, cultas y libres de nuestros días ; que nos hace oír, no por el imperfecto medio de las traducciones siempre y necesariamente infieles, sino vivos, sonoros, ~'Íbrantes, los acentos de Ja sabiduría y Ja elocuencia extranjem; que por la contemplación de la belleza ideal y de sus reflejos en las obras del genio, purifica el gusto, y concilia con los raptos audaces de la fantasía los derechos impresc1;ptibles de la razón ; que, iniciando al mismo tiempo el alma en estudios severos, auxiliares necesarios de Ja bella literatura, y prepa rativos indispensables para todas las ciencias, para todas las carreras de Ja vida, forma Ja primera disciplina del ser intelectual y moral , expo.n e las leyes eternas el e la inteligencia a fin de dirig ir y afirma r sus pasos, y desenvuelve los pliegues profundos del corazón, para preser varlo de extravíos funestos, para establecer sobre sólidas bases los derechos y los deberes del hombre. Enumerar estos diferentes objetos es presentar os, señores, seg ún yo lo concibo, el prog rama de la universidad en Ja sección de filosofía y humanidades. Entre ellos, el estudio de nuestra lengua me parece de una alta importancia. Yo no abogaré jamás por el pur ismo exagerado que condena todo lo nuevo en matet·ia de idioina; creo, por el contrario, que multitud de ideas nuevas, que pas~ n dia1;amente del comercb literario a Ja circulación general; exige voces nuevas que las representen. ¿ ffallaremos en el diccionario de Cervantes y de Fray Luis de Granada-no quiero ir tan lejos-hallaremos, en el diccionario de Iria1·te y Moratín, medios adecuados, signos lúcido ~ para expresar las nociones comunes que flotan hoy día s obre las inteligencias mediana-


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mente cultivadas, para expresar el pensamiento social? ¡Nuevas instituciones, nuevas leyes, nuevas costumbres ; variadas por todas partes a nuestros ojos la materia y las formas; Y viejas voces, vieja fraseología! Sobre ser desacordada esa pretensión, porque pugnaria. con el pl'imero de los objetos de la lengua, la fácil y clara trasmisión del pensamiento, seria del todo inasequible. Pero se puede ensanchar el lenguaje, se puede enl'iquecerlo, se puede acomodarlo a todas las exigencias de la sociedad, y aún a las ele la moda, que ejerce un im¡1erio incontestable sobre la literatura, sin adulterarlo, sin viciar sus constl'ucciones, sin hacer violencia a su genio. ¿Es acaso distinta de la de Pascal y Raeine, la lengua ele Chateaubriancl y Villemain? Y no transparenta perfectamente la de estos dos escritcres el pensamiento social de la Francia de nuestros días, tan diferente de la Francia ele Luis XIV? Hay más: demos anchas a esta especie de culteranismo; demos carta de nacionalidad a todos los caprichos cie un extravagante neologismo; y nuestra América reproducirá dentro de poco la confusión ele idiomas, dialectos y jerigonzas, el caos babilónico de la Edad Media; y diez pueblos perderán uno ele sus vínculos más poderosos ele fraternidad, uno de sus mús preciosos instrumentos de correspondencia y comercio. La unive1·sidacl fomentará, no sólo el estudio de las lenguas, sino de las liternturns extranjeras. Pel'O no sé si me engaño. La opinión de aquellos que creen que debemos recibir los resultados sintéticos de Ja il•1~tra · ción europea, dispensándonos del examen de sus títulos, dispensándonos del proceder a1n· lítico , único medio ele adquirir verdaderos co · nocimientos, no encontrará muchos sufrugios en la universidad. Respetando, como respeto las opiniones ajenas, y reservándome sólo el derecho ele discutirlas, confieso que tan poco propio me parecería para alimentar el entendimiento, parn educarlo y acostumbrarle a pensar por sí, ·el atenernos a las conclusiones morales y políticas ele Herder, por ejemplo. sin el estudio ele la historia antigua y moderna, como el adoptar los teoremas ele Euclides sin el previo. trabajo intelectual de la demostración. Yo miro, señores, a Herder como uno ele Jos escritores que han servicio más utilme1~­ te a la humanidad: él ha dacio toda su dignidad a Ja historia, desenvolviendo en ella les designios ele Ja Providencia, y los destinos <\ que es llamada la especie humana sobre Ja

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tierra. Pero el mismo Herder no s e propuso suplantar el conocimiento ele Jos hechos , ~ino ilustrarlo:-5, explicarlos; ni se puede a predar su doctrina, sino por medio de previos estudios históricos. Sustituir a ellos deducciones y fórmulas, sería presentar a Ja juventud un esqueleto en vez ele un traslad o vivo del hombre social; sería darle una colección ele aforismos en vez de poner a su vista el panorama móvil, instructivo, pintoresco, de las ins-

tituciones, ele las costumbres , ele las revoluci ones, ele Jos grandes pueblos y de Jos graneles hombres; sería quitar al moralista y al político las convicciones profundas, que sólo pueden nacer del conocimiento ele los hechos ; sería quitar a la experiencia del género humano el saludable poderío ele sus avisos, en Ja edad , cabalmente, que es más susceptible ele impresiones durables; sería quitar al poeta una inagotable mina ele imágenes y colores. Y lo que digo de la historia, me parece que debemos a¡ilica1·lo a tocios los otros ramos del saber. Se impone de este modo al entendimiento la necesidad ele largos, es verdad, pero agrnclables estudios. Porque nada hace más desabrida Ja enseñanza que las abstracciones, y nada la hace fácil y amena, sino el proceder que, amobland o Ja memoria, ejercita al mis mo tiempo el entendimiento y exalta Ja ímagin:ición. El raciocinio debe engendrar al t eoma; los ejemplos grnban profundamente las lecciones. ¿Y pudiera yo, seiiores, dejar lle aludir, aunque de paso, en esa rápida .reselia, a Ja inás hechicera de las vccaciones literaria s, al aroma ele la literatura, al capitel corintio , por decirlo así, de la · sociedad culta? ¿Pudiera, sobre todo, dejar ele aludir a la excitación in~ tántanea, que h,¡t hecho aparecer sobre nuestro horb1rntc esa constelación ele jóvenes ingenios que cultivan con tanto arclo1· la poesía? Lo diré con ingenuidad: hay incorrección en sus versos; hay cosas que una razón castigada y severa condena. Pero la corrección es la obra del estudio y ele Jos años; ¿quién pudo esperarla de los que, en un momento ele exaltación, poética y patriótica a un tiempo, se lanzaron a esa nueva arena, resueltos a pro.b ar que en las almas chilenas arele también aquel fuego divino, de que, por una preocupación injusta, se las había creído privadas? Muestras brillantes, y no limitadas al sexo que entre nosotros ha cultivado hasta ahorn casi exclusivamente las letras, la habían refutado ya. Ellos la han desmentido ele nuevo.


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¡El arte! AJ oír esta palabra, aunque tomada Yo no sé si una predisposición parcial hacia los ensayos de !ns inteligencias juveniles, ex- de Jos labios del mismo Goethe, habrá algunos travía mi juicio. Digo lo que siento: hallo en que me coloquen entre los partidarios de las esas obras destellos incontestables del verda- reglas convencionales, que usurparon mucho dero talento, y aún con relación a alguna de tiempo ese nombre. Protesto solemnemente ellas, pudiera decir, del verdadero genio poé- contra semejante aserción; y no creo. que mis tico. Hall o en algunas de esas obras, una antecedentes In justifiquen. Yo no encuentro imaginación original y rica, expresiones feliz- el arte en Jos preceptos estériles de Ja escuela, mente atrevidas, y (lo que parece sólo pudo en las inexorables unidades, en la muralla ·de dar un largo ejercicio) una versificación armo- b1·once entre los diferentes estilos y géneros, niosa y fluida , que busca de propósito las di- an las cadenas con que se ha querido aprisioficultades para Juchar con ellas y sale airosa nar al poeta a nombre ele Aristóteles y Horade esta arriesgada prueba. La universidad, cio, y atribuyéndoles a veces lo que jamás alentando a nuestros jóvenes poetas, les dirá pensaron. Pero creo que hay un arte fundatal vez: "Si queréis que vuestro nombre no. mental en las relaciones impalpables, etéreas, quede encarcelado entre In cordille.r,a de los de Ja belleza ideal; relaciones delicadas, pero Andes y In mar del Sur, recinto demasiado es- accesibles a Ja mirada de lince del genio. comtrcch~ para !ns aspiraciones generosas del tapetentemente preparado; creo que hay un arlento; si queréis que os Jea la posteridad, ha- te que guía In imaginación en sus más fogoced buenos estudios, principiando por el de sos trasportes; creo que sin ese arte la fanla lengua nativa. Haced más; tratad asuntos tasía, en vez de encarnar en sus obras el tipo dignos de vuestra patria y de la posteridad. de lo bello, aborta esfinges, creaciones enigDejad los tonos muelles de Ja lira de Anac·r c- máticas y mo.nstruosas. Esta es mi fe literaonte y de Safo: la poesía del siglo XIX tiene ria. Libertad en tocio; pero yo no veo libertad, una misión más alta . Que Jos grandes inte- sino embriaguez licenciosa, en las orgías de reses de la humanidad os inspiren. Palpite en la imaginación. vuestras obras el sentimiento. moral. Dígase La libertad, como contrapuesta, por una parcada uno ele vosotrcs, al tomar la pluma: "Sa- te, a la docilidad servil que lo recibe todo sin cerdote de las llfosas, canto para las almas examen, y por otra a la desarreglada !iceninocentes y puras": - cia que se revela contra la autoridad ele la " .... l\fusarum sacerdos, razón y contra los nuís nobles y puros instintos del corazón humano, será sin duda el virginibus puersisque canto''. tema de la universidad en todas sus dife1·en(Horacio) · tes secciones. Pero no debo abusar más tiempo de vuestra ¿Y a cuántos temas grandiosos no os prepaciencia. El asunto es vasto; reco.rrerlo a senta ya vuestra joven' república? Celebrad Ja ligera, es todo Jo que me ha sido posible. sus grandes días; tejed guirnaldas a sus héSiento no haber ocupado mí1s dignamente Ja roes; consagrad la mortaja de los mártires atención del respetable auditorio que me rode Já patria. La universidad i·ecordará al 'dea, y le doy las gracias por Ja indulg·encia mismo tiempo a la juventud aquel consejo de con oue se ha servicio escucharme. un gran maestro. de nuestros . días: "Es preciso, decía Goethe, que el arte sea la regla de (Publicado en El Araucano de Santiago la imaginación y Ja transforme en poesía". de (]hile. Aiio de 1843)

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Discurso del Rector de la Universidad de Puerto Rico D. Jaime Benitez, ante el Claustro, Administración y Estudiantes, el 15 de Febrero de 1943 Miembros del Consejo Superior de Enseiianza, guna segu1idad de que el triunfo de nuestras Miembros de la Junta Universita1ia, Claustro armas sobre la sinrazón fascista garantice el di? Profesores, Miembros ele la Administración , even t ual predominio de la justicia. El triunEstudiantes y Amigo.s de la Universidad: fo militar de nuest ra parte es indis pensable He asumido la tremenda i·esponsabilidacl de porque sin él no hay posibilidad de renovación la dirección universitar ia porque tengo pro- alguna. El t riunfo militar de nues tra parte funda fe en estas juventudes y porque creo no basta porque a un a pesa r ele él podemos en la pot encialidad de este organismo para perder, como hemos ya perdido a ntes, la oporservir altamente la vida, la cultura y el espí- tunidad el e reorientar nu estra vida y nuesritu del hombre en Puerto Rico. He dicho. ser- tras instituci.cnes a tono con el mejor rumbo vir el hombre en Puerto Rico y no el hombre de la historia occidental. de Puerto Rico, par a subrayar así desde el Por eso los hombres y las instituciones que principio la esencial universalidad del ser hu- di sfrutan todavía del pensamiento libre a t ra mano y esencial universalidad de nuestra tra- vés del mundo, tienen, a pesar del bélico deyect~ria . Somos hombres e1i primera instanbate circundante, que buscar dent ro ele su cia y antes que nada. Luego somos españoles herencia social hasta encc·nt ra r en ella ingrefranceses, ingleses, ·mejicanos, puerton i que- dientes dotados de suficientes dinamis mo es ños. Frente al puertorriqueiio no estamos an- piritual para salvarla. Porque, o se precisa n te el hombre de esta tierra tan sólo, sino·, ade- las lealtades primaria s a que el hombre se el e-· más y aún más important e, ante el hombre de be, aclarando con ese precisar las jera rquías t odas !ns tier ras, ante el hombre. Puerto Ri- de los valores en la soci edad, o esta cultura co es, en última instancia, el sitio donde nos nu estra acaba destruyénd ose por confusión ha tocado a ncsot ros r ealizar en nuest ras vi- interna. Cultura es aquí el conjunt o de apordas la dignidad inherente a la naturaleza hu- taciones super-orgánicas de un pueblo, inclumana. yendo su civilización, su herencia social, sus valores, y aún más que t odo eso, el estilo de Emprendemos esta segunda navegación ustedes y yo- en el momento histórico ele ma- su vida, el peculiar rumbo que lleva su histoyor crisis para el ser humano- el ser humano ria, el sentido de su pasado vis to en func ión cuya formación y futuro es, desde luego, el de su presente y su porvenir. En ese sentido, cultura es la t otalidad del embalaje supera sunt~· básico de la educación. El hombre es hoy una criatura despavorida sobre el mundo. orgánico de una comunidad, esto es, cuanto ha De polo o polo., todo está en juego hoy como hecho com3 resultado de la convivencia ; pero no lo estuvo nunca. En tocios los aires, en to- es un emba la je total en movimiento con r umdos los mares, en tocias las tienas, tocio est á bo y con perfil. El perfil ele una cultura lo determina la jerar qu ía de sus valores , pero en juego. Europa, principio de la civilización mcder- -como seiiala Ortega- la jerarquía de es es na, eje en torno al cual el mundo entero ha va lores está a su vez determinada por fuerza s girado por los últimos siglos, casa donde el más hondas, por las lealtades pr imarias o las hombre se ha formado y ha alcanzado las creencias básicas, a las cuales en un momenmáximas ganancias del espíritu, es hoy una to ciado esa comunida d adscribe su vida. La cultura nuestra, la lla mada cultura occivasta colonia sometida a Alemania. Alemania es a su vez una colonia de la peor especie, una dental, lleva en su seno pcderosos ingr ediencolonia del espiritu. Seria demasiado optimis- tes de acción cuya potencia, mientras más inmo el dar p3·r desean ta do que la derrota cada t; nsa y eficaz es, más requiere la presencia día más probable ele las fuerzas de Hitler de valoraciones primar ias que informen, rijan traerá consigo inevitablemente una. reorgani- y gobi ernen esas potencias. Las valoraciones zación de la vicia mundial que libre el espíri- primarias han de tener carácter trascendentu y normalice la vida humana. No hay nin- te; han de constituii' para el homb1·e que se


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nutre de ellas, exigencias que se proyecten estéril. El ansia de poder es todavía más pemás allá de su vida material. La importancia ligrosa porque tiene una dinámica distinta a que estas valcraciones primarias tienen pa1:a la usura - su esencia misma es la acción· y su el hombre radica precisamente en su capaci- naturaleza la impulsa a proyectarse sobre la dad para dar sentido, dignidad y estimulo a su vida de Jos demás seres huma nos. El resultado de esta orgía de poder que se vida cotidiana. Subraya Scheler que el hombre no puede salir de su presente crisis a me- ha desatado sobre el mundo, lo estamos padenos que se resuelva vivir a la altura de la idea ciendo ahora en la came y en el espiritu; en que Dios tiene de nosotros - c1iaturas hechas la guerra, el torpedo y la metralla; en Ja paz, a su imagen y semejanza, ennoblecidas poi· la el hombre mecanizado y roto. La máquina, dignidad de ese origen común para todos los que en los últimos años ha impuesto su técnica en la vida occidental, amenaza con rebahombres. La crisis actual es tan definitiva porque en jar al hombre de señ~·r a siervo en la creación. ella toca a su climax un gran momento en el Al lograr por su ciencia el dom inio qu e Je crecimiento del alma humana, el momento en fuera ofrecido en sefiorío desde el génesis, se que el hombre alcanza madurez como ser cre- enfrenta el ser humano con la tremenda alterador. La gran conquista del hombre ha sido nntiva: ¿de qué le vale al hombre ganai· el la conquista de Ja tierra, del mar y del aire mundo enter.o si al fin pierde su alma? mediante la ciencia. Vivimos --como ha diAnte el fracaso del poder disparado sin más ch.~ Spengler- Ja etapa fáustica, la etapa en blanco que sí mismo, el poder como último obque el hombre violenta Ja naturaleza, la intejetivo de la vida, el hombre moderno escu1-roga, la domina y la somete a su serVJCIO. driña su patrimonio histó1·ico en busca de más La aspiración radical del hombre de Occidente es, hoy por hoy, señalan muchos observa- válidas lealtades. Poco a poco, en g rnpos disdores sagaces, la de alcanzar poder, esto es, pares, en zonas diferentes, mediante prédicas dominar, ejercitar la voluntad personal sobre distintas, va emergiendo una lealtad más honda: la lealtad al valo.r trascendente ele la perlas cosas y sobre las personas. sona humana. Paso a paso, se va aduefiando Hace más de cuatro siglos, M.aquiavelo enele nuestra conciencia el convencimiento de sefia a Lorenzo de Medicci, el joven, que el que sólo hay espernnza si se reconoce que no gobernante ha de tener tres objetivos princise hizo el homb1·e para la nuíquina, sin o· la pa.Jes: llegar al poder, mantenerse en el poder, ampl)ar el poder. Un siglo más tarde, máquina para el hombre; ni el hombre pa 1·a Francis Bac·on, buscando como exaltar Ja im- ~¡ estado, sino el estado para el hombre; l1i pcrtancia de la ciencia, nos dice: "Knowledge el hombre para la Univers idad , sino la Uniis power." Ambos escritores fueron apósto- versidad para el hombre. Al hablar aquí del les más o menos inconscientes de Ja tragedia hombre conu> punto de última referencia al actual. Hace cuatro siglos la humanidad oc- cual deben remitirse finalmente los instrnmencidental viene preparándose para universali- tos, las institµciones y las técnicas de la culzar la apetencia del poder. El poder es un tura, no quiero decir tal hombre en particuinstrumento importantísimo. El instrumento lar, o el hombre en su estado natural, sino el hombre en cuant!> esencia trascendente, el por excel~ncia. Todos los instrumentos son en última instancia, artefactos de poder. Per~ hombre como semilla potencial de perfeccioa pesar de su importancia, el poder no es una nes, el hombre en cuanto idea <le la divinidad. última respuesta. Es un instrumento cuyo No tengo la menor intención de defender In valor se mide en bien o en mal, a la luz de lo que con él se hace. Cuando se convierte en un vue!ta ~tr~s. La máquina, la ciencia, el poder10 tecmco, están definitivamente con nos val ~ 1· último, en un fin en sí, resulta insaciable. Mientras más se tiene más se quiere y otros. Para bien o para mal, hemos llegado a acaba --como ha señalado Rauschning- des- esta ~lenitud creadora. No nos queda más r~med10 que darle la cara, contar con ella y , truyéndolo todo, inclusive a sí mismo. s1 nos es posible, aprovecharla. De igual maEl ans ioso de poder es, en otro campo, co. nera que ninguno de nosotros puede intenta r mo el usurero obsesionado en acumular papel volver a los cinco años nuevamente, así tammoneda Y sacrificándolo t odo por lograr un apoco puede la sociedad occidental p.Qnerse a montonamiento que, precisamente por no tevivir como si la Revolución Industrial no hun er objetivo fuei;a de sí, es inevitablemente biese acontecido.


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Hay que estar en guardia contra el carácter esencialmente reaccionario de los r efonni stas románticos, nombre que doy aquí a quienes desean cambiar el mal presente a base de ir atrús n una é poca en que esos males no existían. Los grandes oleajes históricos no se fraguan en el vacío, ni les falta jarnús valiosas aportaciones al crecimiento colectivo ; cst.o, independientemente del hecho de que el efecto de uno de estos grandes oleajes puede sc1· altamente perjudicial. El verdadero rcformad :-r sabe precisar lo que hay de esencial valor ~n ese movimiento, lo rescata y adscribe a su nueva trnycctoria histórica. Así hemos de actuar con el poder científico - ing 1·cdie11te imprescindible y valiosis imo del mundo de la p ~st-guena. Pero este poder no estt\ subordinado todavía a principos más valiosos que él. Desorbitado, ha hecho de la v ida moderna un laberinto en el cual se encuentra perdido el h ombre moderno. Mi tesis es que el rescate del alma humana del laberinto del poder sólo ti ene posibilidades de lograrse dentro del marco vital de la democracia. La democracia no es ta n sólo ni principalmente una forma de g.obierno. Si fuera única mente eso, sería UIJ U técnica ln ás en el proceso histórico del hombre sin ning·una importancia definiti va. En tal caso, no valdría la pena participar en el despedazamiento humano de ella . P ero la democracia, ciertamente en el sentido en que usamos esa pal abra hoy, en el sentido de band era y esperanza del porvenil·, la democracia es antes que técnica política, un ideal de convivencia. Hasta la fecha lo que conocemos por democracias s on sistemas de vida más o menos distantes del ideal en sí. Bien sabemos que en las democracias modernas ha habido y hay básicos defectos y traiciones al ideal primario; defec tos y traiciones que la han hecho vulnerable; defectos y traici.cnes que han . permitido el desarrollo de sistemas que menosprecian nuestra fe en el hombre; defectos y traiciones de los que, es la esperanza del hombre desvalido a través del mundo, hemos de purificarnos t~ clos en el proceso de esta imniserico1·de expiación sangrienta. He dicho todos porque en mayor o en menor grado no hay uno de nosotros libre de culpa. En t edas partes, en Estados Unidos, en Inglaterra , en Francia, en la América hispánica, en Puerto Rico, tanto lns estructuras de la democracia como sus hombres hemos siclo' menos de lo que nos toca s er. · Superar en nuestra vida y en nuestrns

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insti tuciones esas deficiencias, y superarlas pronto, es la particula1· obligación de cada cual. En este trágico trance histórico, llegamos ahora a la zonr. -~e acción dentro de la cual se desenvuelve nuestra conducta. La vida pública puertorriqueña, aun en la medida que ha estado en nuestras manos orientarla, no se ha cnractel'izado por su justicia, por su respeto al hombre, por su lealtad democrática, por su uso del peder para servir al pueblo. El movimiento de r~forma económica, política, social , educativa de los últimos años, independientemente de la eficacia de sus métodos o del éxito eventual de sus gestiones, ha advenido ni poder precisamente en atención a una protesta democrática contra un estilo de vida deshumanizado y trivial. Esta protesta democ1·á tica no es priva tiva de Puerto Rico únicamente. A través de la América hispánica, de Estad c·s Unidos , de Inglaterra, cunde también un oleaje de protesta que apareje el advenimiento de nuevas orientaciones. Pero la leg·itimidad de la protesta contra lo que existe no asegura que cuanto se proponga en subst itución haya de ser lo que se necesita o siquiera mejor de lo que hay. Por eso es necesario que la reforma se afirme sobre una lealtad básica, se nutra de una idea de conjunto, un sentido de la historia, de la época y del s itio en que se vive, que tenga un prllg rama de a cción y qna técnica adecuada a la Tcalización de ese progra ma y unos hombres capaces de rulizarla y dispuestos u ello. Lo anterior nos trae a nuestra particular reforma : la reforma universitaria. La crisis del hombre en Puerto Rico y fuera de Puerto Rico está planteada en una magnitud de tales dimensiones, que sería ilusorio por parte de nuestra Universidad, o de cualquier centro parecido, pretender resolverla. No pretendemos •so. Hay muchas otl'as instituciones fuern de la Universidad y muchos otros hombres fuera de nuestro campo , a quienes corresponde hacer tanto o más que a nosoh•os porque se realice en la tierra el ideal de una vida mejor. Lo que sí p1·etendemos -lo que tenemos que hacer- · es efectuar dentro de nuestro radio de acción un intento leal , serio·, apasionado de renovación y de servicio. Hace dos años, el 12 ele marzo de 1941, en una época en que ni remotamente podía sospechar que habría de llamárseme a dirigirla, hablaba yo ante muchos de ustedes sob1·e la urgencia de una reforma en la Universidad.


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Hablaba sobre una necesidad de reforma en In estructura jurídica -lograda ya- sobre una reforma en la orientación cultural y sobre una reforma en el material humano. Decía yo entonces, ni terminar mi exposición: "Pueden fracasar todos los intentos de retorma, bien por defecto en su instrumentación técnica. bien por falta en sus hombres dirigentes, bien por defectos intrínsecos de la reforma en sí. Puede venir la guerra y destruirnos de un manotazo. Lo que ya no puede ser por más tiempo, lo que ha perdido ya toda justificación es que continúe aceptándose como válid11 una actitud de displicencia, de asco o :le indiferencia ante la realidad vital que es el pueblo puertorrie¡ueño. Nadie con una chispa de potencialidad creadora puede menos que sentirs.c enardecido ante esa masa vibrante, efervescente y viva que nos confronta. Pero no es una empresa para emprenderse frívolamente. "Los universitarios hemos de sentir ante nuestro pueblo el respeto y la humildad de quienes se sienten instrumentos de una obra de rehabilitación vital superior a ellos mismos. La soberbia ronda constantemente el espíritu del hombre de pensamiento. Es el mayor peligr: que acecha al intelectual. Esta soberbia ha determinado que la razón inteligible para el hombre de letras del siglo XIX y comienzos del XX l1aya sido la razón abstracta, seca, estrecha, del pensamiento químicamente puro-no la amplia y fecunda razón que trasciende las geomet1ias mentales y se enraíza en la auténtica realidad del hombre. Acojámonos a esta razón superior que, sin prescindir de su rigor científico, se nutre en el fecundo suelo de la simpatía humana. " Amigos de la Universidad: Nos confronta un tropel de obstácul os, dificultades y angustias. Hay dos actitudes vitales entre las cuales nos toca elegir: La actitud pusilán ime del joYen pl'Íncipe Hamlet, quien consternado con la magnitud del esfuerzo que el destino 1<~ exige, dice suspirantc, 'Los tiempos están descoyuntados. Maldita suerte que me obliga a mí a articularlos'. O la actitud magnánima de aquel bravo espíritu del Renacimiento Ulrico de Hutton, quien al confrontarse con las tremendas exigencias de su época exclama. ' ;Qué mucho ha y que hacer! Da gusto vivir.'" Las dificultades a que hacía alución entonces se han intensificado. La guerra está con nosot1·os definitivamente. Hoy no me ati·everia a repetir como Ulrico de Hutton, "Da gus-

to vivir". Da angustia, a la vez que impone una tremenda responsabilidad, el vivir en este din. Dentr.c. del panorama general que hemos visto, se me ha llamado a dirigir esta institución. He sido llamado a los fines de realizar una reforma; una reforma universitaria en un país bloqueado y en guerra; una reforma en medio de la catástrofe mundial. Así es. U stedes saben que yo jamás hablia aceptad<> este cargo de no tener la resuelta voluntad de intCl'1tarla. Ustedes saben que cuando diga y· proponga está . sujeto a las contingencias del conflicto militar. Los universitarios estamos dispuestos a rendir cualquier servicio que las fuerzas de la democracia demanden. Esa es la obligación suprema de todos en un momento en que todo. está. en juego. Mientras tanto servimos la democracia en la mejor manera en que sabemos: cumpliendo con la misión universitaria. Solicito una vez más lo que he solicitado desde el primer momento: colaborneión. Es un servicio que puede traducirse en apoyo, ayuria, indicaciones, c1itica, '·oposición. Todo ello dentro del marco básico de la tarea común. La misión que le to.ca cumplir a la Universidad, en primer té1·mino, es la de ofrecer al hombre el saber. A medida que la humanidad a \•anza en la historia, se enriquece el caudal de sus averiguaciones; se aprieta la complejidad de sus pensamientos, de sus instituciones de sus ideales, de sus intereses. El hombr~ que adviene a un mundo complejo se confronta a cada instante con el hecho cie una gran riqueza histórica tras sí y una multitud de problemas en frente. A cada paso hay una presión forzando su juicio. A cada paso le ª?echa una realidad a medias, imprecisa, ambigua, ante la cual tiene que decidirse. En ese i.nstante, si no posee clara conciencia de las valoraciones elementales que normalizan el proceso ascendente de su desarrollo el hombre puede ser, como .ha sido en muchas' parte~, ent1:e n.osotros mismos, como es hoy más que en nmgun otro sitio en Alemania, una criatura en disponibilidad para todos los a tentados contra su propia dignidad. Por eso, entre ks objetivos de la Universidad .de Pu.erto Rico, yo le daría jernrquía primana a este: Enseñar a los hombres a valerse de su entendimiento y de su albedrío· ayudar a los hombres a encararse con Ja vÍda afianzados en los i·ecursos y en las vaioracio-'

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nes dentro de ese ideal de vida noble, creadora Y generosa, refrendado por treinta siglos de P~nsa miento, que avanza zigzagueante a traves de la histoda, jamiís del todo oscurecido j~más del todo realizado, que es el ideal e!~ vida _democrática. Es, pues, mi criterio que el principal objetivo de esta Universidad debe ser hacer hombres libres en sus espíritus, hombres que no rindan la . potencialidad creadora de sus almas a nada de este mundo -ni al halago, ni al clisé-social, ni al prejuicio, ni a la ambición, ni a la amenaza, ni al poderª nada en este mundo. Es hombre libre el que respeta y perfecciona sus potencias <le suerte que al usarlas, lo hace con arregl<> al más alto ideal de naturaleza Y lo hace volutariamente. Ser hombre libre en este sentido no es poder hacer lo que se quiere, sino querer voluntariamente hacer lo que se debe. El albedrío, esto es, la capacidad de hacer una cosa u otra, no es la libertad en sí; es una condición previa para la existencia ele ésta, como el poder es -según nos enseña Aristóteles- una condición previa al ejercicio ele la justicia. A esta actitud hay que inspirar las juventudes de día a día. Este es el momento de sus vidas en que deben comprender el sentido de la tradición en que están enclavadas. El aprendizaje, cuando de veras se hace, es una experiencia vital que añade al alma humana, conmueve y estimula a quien lo recibe y también a quien lo da. Esa tensión creadora tiene que inspirarla el maestro. Esa responsabilidad debe el alumno sostenerla y aprovecharla. · ! Entre los g1·upos primitivos hay una época de ritual ceremonia en que se revelan a l-0s jóvenes las savias y los secretos ele la razamagia, folklore, leyenda- a la vez que se les ejercita en el manejo de las armas. La entrega de la sabiduría por parte de una generación a otra va precedida de dramáticas iniciaciones porque en ella se está tr;ismitiendo la potencialidad de eternidad que dentro ele la histGria tiene ese determinado estilo de convivencia . . Así respetan y glorifican sus escasas conquistas culturales estas gentes. ¿Po.dremos hacer menos nosotros con esa dramática tradición del hombre occidental que la ley llama poéticamente cultura democrática? El ideal de cultura democrática es el ideal de la integridad humana a través de treinta siglos de pensamiento. Es el desdoblamiento del esph·itu del hombre a través de Ja historia.

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Pam que "e hagan cargo ele ese rico patrimonio, para que el conocimiento constituya una c:< ¡:cricncia vital, hay que estremece¡· estas juventudes con la amplia perspectiva de su desenvolvimiento en los grandes campos del saber humano. La vida universitaria ha de iniciarse con un programa en las grandes disciplinas del pensamiento: filosofía, ciencias biológicas, ciencias físico-quimicas, estudios sociales, humanidades. Se proveerá así a todos los estudiantes de un común denominador de ideas claras, precisas, eficaces, sobre el mundo y el hcmbre. Este programa de estudios generales, requisito para tcdo estudiante universitario, facultará al estudiante no solamente para mejor entender el mundo dentro del cual se desenvuelve, sino también para elegir dentu<> de ése, su especial vocación. Cuando el estudiante haya aprobado estos cursos, estará en condiciones de iniciar estudios profesionales, técnicos. Al entrar en una de las escuelas pre>fesionales el estudiante sabrá específicamente como encaja cada curso en su programa gene· ral de estudios, qué utilidad dentro de su especialización cumple cada asignatura obligatoria y en qué forma las asignaturas electivas supl ementan sus conocimientos. El contenido ele cada curso, blibliografía, objetivos y un esquema suficientemente amplio habrá de ser sumini strado a cada estudiante. Trataremos de em·iquecer el currículum continuamente de darle facilidades a los miembros de la Fa~ul­ tad para que amplíen sus conccimientos, para que se manteng11n enterados de los trabajos en sus disciplinas . . Para . clesempeflar m:ís adecuadamente la función ele preparar profesionales diestros, nos proponemos hacer una revisión en el contenido del pncgrama de estudios de cada línea de especialización. A este fin hemos solicitado ele los miembros de las factlltades la presentación de prontuarios sobre cada disciplina. Los decanos respectivos, así come> los jefes de dQpartamento y los miembros de la Facultad, serán responsables del leal cumplimiento de su particular tarea académica en la división de la responsabilidad universitaria. Los cursos deben responder a los .objetivos fundamentales del colegio. Estos objetivos abarcan, a la par que la pericia técnica, junto con el conocinúento ri guros ~ y eficaz de la particular artesanía, una clara, serena y honda disposición hacia la responsabilidad social.


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La Universidad tiene que plantarse fervoro- ha de traducirse en nuevas formas de trabajo, samente dentro de la realidad puertorriquella nuevas técnicas de distribución de trabajo y Y desde ella hacerse cuestión de nuestra len- de distribución de rendimiento. Esta universigua, nuesti-a historin, nuestra economía, nues~ dad que el pueblo pngn hn de producir los sertra pclítica, nuestra personalidad. Por eso he- \-idores públicos que el pueblo necesita. "Debe entenderse poi· servid~·res público tomos establecido un Museo de Historia Puertorriquefüi, donde hn de ofrecérsele al estudien- do el que, habiéndose valido de las oportunidate universitai-io cst.inmlo y oportunidad para des que proporciona El Pueblo de Puerto Rico conocer los documentos históricos de su país. a través de su Universidad, se gi·adúa en Ja Por eso hemos de ampliar nuestras facilida- mismn. En este sentido no es servidor público des históricas; por eso estamos recogiendo en solamente el que labore en instrumentalidades estos momentos en micr: películas, cartas, do- del Gobierno, sino toda persona equipada con cumentos, libros referentes a nuestro pasado, Ja educación universitaria en cualquier posiinexistentes aquí, asequibles en los archivos ción, profesión, actividad, pública o privada, 0 . de W~shington y Nueva York. Por eso nos género de vida productiva que emprenda en proponemos desarrollar una división de estu- uso del equipo intelectual suministrado por dios económicos, sociales y políticos, donde se la Universidad." analicen, compulsan y difundan en su verdadeTocios los colegios de la Universidad han ra realidad los problemas básicos de Pto. Rico. ele pre:cuparse por imprimir este sentido de Por eso hemos de establecer un Instituto de responsabilidad del universitario al pueblo en Criminología, encargado de estudiar, asistir general. Dice bien la Exposición de Motivos de nuestra presente ley al señalar que, "La Y mejorar el proceso de la justicia en Puerto Rico. Universidad sin limitarse en esto a sus disciPor ese estudiamos la posibilidad de estable- ¡llinas, ha de enseñar a enseña1· y enseñar a aprende1·. La Universidad ha de tender a que cer una escuela de enfermeras. Por eso nos hemos aprestado a facilitar los sus graduados en cualquiera profesión o actividad que emprendan, sean maestros en el estudios de Ja nutrición en Pue:to Rico. Por eso hemos de ampliar las facilidades ejemplo y en Ja actitud del pueblo de Puerto Rico en el desarrollo de su manera democrátilb uuestra Escuela de A1tes y Oficio~. Por eso nuestro Colegio de Leyes se hará ca de vida." Hay que g·anar la sabiduría para que nos cuestión vital de Ja dramática contienda que libran en nuestro suelo el derecho común y el nutra como una savia; hay que llevarla de Ja n: rmalizar la vidn del hombre civilizado. Pa- Universidad al pueblo. Aquí en las aulas hedcrecho civil: las dos formas principales de mos de vivir en la alegría y en el esfuerzo ra que nos asistan u 01ienten en ese estudio creador de quien a diarfo se enriquece de sahemos invitado a la Universidad a dos de las ber de verdad. Hay que vivir en la emoción primeras auto1idades jurídicas del mundo: el Y en la embriaguez del que día a día se le doctor F'elipe Sánchez Román y el doctor Max revelan misterios, se descubren mundos descoRheinstein, especialistas amb~s en Derecho nocidos, se le abren caminos nuevos. Hemos Comparado. Por eso los estudiantes de esa de ganar aquí imaginación, fuerza poética y escuela vendrán obligados a simplificar en be- ansia de desbordamient<> para llevar el menneficio del hombre del pueblo las leyes princi- saje de la vida democrática a todo nuestro pueblo. Tenemos que compartir esta riqueza pales que fijan sus derechos. La Unh·ersidad es responsable en su Cole- nuestra -la riqueza de la cultura- generosagb de Agricultura , de hacer técnicos agríco- mente Y a manos llenas; esta riqueza que más las ~e .primer orden, escudriñadores de las po- crece cuanto más se entrega. En Ja medida tenc1ahdades de las tierras fértiles y de las en que se normalicen los nuev.os rumbos de tierras baldías; sabedores que la tierra debe la presente administración llevaremos música lll'Oducir para el que .la pisa; conscientes de canc_ión, pintura, libro, te¡tro, baile, juego. in~ que allí donde no hay fronteras firmes que fant!l, poesía por los caminos, plazas públicas, ganar es necesario abrir nuevas cuencas y pueblos Y campos. Iremos a tedas partes. esestablecer mediante el talento nuevas dimen- cuelas, hospitales, asilos, cárceles; dondequiesiones de fecundidad. La técnica al servicio ra. ~ue podamos abrir b1·echas y esperanzas; ahvinr dolores de cuerpo y de alma. Vamos de los hombres que se doblan sobre Ja tierra la técnica amparando el derecho del semejant~ con el co.r azón abierto a enseñar y a aprender tCominúu en IR púg. 3!)


Ponencia de la Asociación de Mujeres Graduadas ante el Consejo Superior de Enseñanza Señores Consejeros, Señor Rector: La Asociación de Mujeres Grad uadas de la Universidad de Puerto Rico desea ver en pleno desarrollo el plan el e l'eforma , esbozado a grandes rasgos por el Rector Benitez el 15 el e febrero de 1943. A los efectos, esta. organización, consc ientP. ele que los ingresos actuales ele la Universidad no alcanzan para costear entera la reforma, empieza por ofrecer a la Dirección universitaria serv icios ad honorem 'ele s :;cias suyas para la mejor realización de un plan ele reforma en que nosotras vitalmente creemos. Nos mueve a ofrecer nuestros servicios gra: lis el hecho de que en el esbozo ele reforma-del Rector se declara que el asunto básico ele la educación es el ser humano, entendido e~te ser humano como "semilla potencial ele perf ecciones." Es que ta l concepto de hombre entraña ya una r evolución pedagógica, revolución pedagógica que es perentoria a fin de dar comienzo, dentro ele los talleres intelectuales que son las escuelas democráticas, a la gigantesca maquinaria de la paz con que ha ele r eemplazarse la gigantesca maquinaria ele la guerra. A fin de que una gigantesca e increada maquinaria de paz reemplace a la ya existente de la g uerra ti ene que concebirse la educación uni versalmente ccmo está concebida en el esbozo ele reforma del Rector, como un proceso para ayudar a la divinidad inmersa en cada hombre a trabajar hacia afuera. Este concepto de educación es el concepto sagrado ele la educación que tiene que penetrar la escuela laica, si es que la promesa de emancipar al hombre del hambre y del mi edo no SO!' palabras huecas. La Ascciación ele Mujeres Graduadas se r('mpromete aquí públicamente a la espontánea y g ratuita donación de las energías de so cias suyas para ayudar con esas energ ías al desarrollo ele un plan de reforma en que se declara que: "Las valoraciones prima1·ias (o

sea las valoraciones a las que en un momen to dado.... adscl'ibc su vida el individuo) han de tener ca rácter trascendente, esto es, han de c~ n stituir para el hombre que se nutre de ellas, exigencias que se proyecten más allá de su vida ma tcrial ". Y es obedeciendo a una" lealtad primal'iau suya que la Asociación de Mujeres Graduadas quier e cola borar con la Universidad para que la c:riatura humana en Puerto Rico no sea "una criatura en disponibilidad para tocios los atentados conlr" su propia dignidad". Para que no lo sea o no lo siga siendo en Puerto Rico es que se le ofreció al pueblo, en protesta leg-ítima , la Rcforrna Universitaria. "Pero la legiti midad de la protesta", según aseveración del propi o Rector Benitez en su discurso inaug ul'al. "no asegura que euanto se proponga en sustitución haya de ser lo que se necesita o s iqu iera mejor de lo que hay". Decimos esto porque no siempre la Asociación de Mujeres Graduadas se presentará públicamente a cumplir el deber gozoso de brindar a la Dirección universitaria los servicios gratui tos de s us socias. Sabemos, desde luego, qu e a su vez la Dirección universita ria no espera que la colaboración se le aparezca siempre con esta faz risuefia. Nos consta que no lo espera por estas palabras del Rector tomadas ele su discurso del 15 de febrero: " Solicito .... colaboración. Es un servicio que puede traducirse en apoyo, aY.uda, indicaciones, crítica , oposición (subrayarnos nosotras). T eda dentro del marco básico ele . la misión de la Universidad"~

P ero antes ele presentarnos con la colaboración en la forma controversia!, punzante y estimuladora de la oposición le dejaremos al joven Rector amplio tiempo de a ctua r . Hechas estas aclaraciones pert inentes pasamos a la presentación ele recomendaciones específicas. RECOMENDAUON PRIMERA Nuestra primera recomendación se prop~nc una especie ele descentralización. Para realiza1


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esta descentralización pedimos que a cada maestro en los Colegios de Río Piedras se le nombre consejero de 10 estudiantes universitarios. El ntímero lo obtenemos dividiendo el total de alumnos -3,000- entre los 300 y pico de maestros. Y toda vez que una maest~a sabe más sobre los conflictos de las adolescentes y el maestro conoce mejor los del estudiante varón, recomendamos maestras guias para las muchachas, y guías maestros para los ':a rones. Corno en los Colegios de Río Piedras !ns muchachas están en la proporción de 2 a 1 es muy posible que las maestras tuviesen que llevar una carga mayor. Esta carga mayor, sin embargo, quedaría contrapesada por el hecho de que es más fácil en Puerto Rico servir de consejera a las muchachas. De que es · más fácil servir de consejera a las muchachas tenemos testimonio estadístico. En un estudio r ealizado par la Sra. Mercedes Chiqués de Walsh, del Departamento de Psicologoía de nuestra Universidad, se probó que los estudiantes varones están más desajustados académicamente que las mujeres estudiantes. En tanto que los hábitos de estudio de las muchachas, aunque deficientes, siquiera gravitaron hacia el polo positivo de la distribución con un + 10.30, los hábitos de estudio de los varones promediaron en el pelo negativo de la distribución un - 3.28. La señora Mercedes Chiqués de Walsh viene dando a un grupo seleccionado de estudiantes el Adjustrnent lnl'entory y el Study Habits Inl·entory. Las revelaciones de esos tests les hacen falta a los consejeros de estudiantes. Y como el Departamento de Psicología no tiene personal suficiente para administrarles estos tests a todos los estudiantes, sugerirnos que, tomando el material y las direcciones sencillísimas del Departamento de Psicología, cada maestro les administre a sus 10 estudiantes ambos tests. El maestro a cargo de los 10 estudiantes debe, si éstos son de primer año, comenzar por llevarlos a la Biblioteca, y enseñarlos a usar el catálogo. Son tantos los estudiantes que copian de otros la información sobre lecturas porque no han formado el hábito físico de ir a la biblioteca y registrar el catálogo. Y fueren los 10 estudiantes asignados a cada maestro de cualquier año debe de entrenarlos· el maestro en el arte de tomar notas. Son muy escasos los estudiantes universitarios que

saben tomar ·notas, y el cambio del métodó elemental de la escuela superior al método universitario de conferencias resulta una tortm·a para un número crecido de estudiantes. Como no saben por ellos mismos lo que pesa la fuerza de los luíbitcs contraídos a través de 12 años, se creen incapacitados intelectualmente para hacer el trabajo universitario, desarrollan complejos, y se agarran como pulpos a la curva académica para que los pase en la Universidad como los pasó en la escuela superior. Los maestros que no sepan bastante de estcs ·asuntos solicitarán ayuda de aquellos de sus compañeros que han estudiado estas cosas como su especialización. La solicitarán, por ejemplo, muy específicamente para entrenar a sus 10 aconsejados en las leyes de economía en el aprendizaje. Los maestros que no sepan enseñar a aprender con economía, pedirán auxilio al Departamento de Psicología de la Universidad. Por supuesto, se espera también del consejero que visite la casa de hospedaje del estu(liante y que observe las condiciones en que éste realiza su labor. De estas visitas a los hospedajes surjirán recomendaciones específicas para mejorar las actuales condiciones en que el estudiante universitario labora o pierde el tiempo. Con relación al examen físico el consejero le ha°i·á sentir a cada uno de sus 10 estudiantes que esto es corno inspeccionar el carro antes de salir en viaje prolongado. El estudiante sale en viaje académico que durará no menos de 2 años. En cuanto a los servicios de inspección y re' paración para su cuerpo, esto es, para el vehículo físico que el estudiante ha de emplear en su carrera académica, el maestro verá que los reciba dentro de las primeras cuatro semanas de su primer semestre de estudio en la Universidad. Y en cuanto a lo mental y social el maestro guía estará alerta, atento a ver si la educación le va dejando al estudiante, como sedimento esta " clara, serena y honda disposición hacia la responsabilidad social", de que conjuntamente hablan el Rector y la Ley Universitaria. La Asociación de Mujeres Graduadas sabe, desde luego, que solamente una minoría exigua de los maestros están actualmente en condiciones de acometerle ~ esta tarea de servir de agricultor para esa "semilla potencial de perfecciones", que se ha declarado ser el hombre para el pensamiento que informa Ja Reforma


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universitaria : "el hombre en cua nto idea de la divinidad", según dice textualmente el Rector.' Para la Asociación de Mujeres Graduadas, sin embargo, ese concepto de hombre como "semilla potencial de perfecciones", incluye forzosamente a los maestros actualmente en función. Sabe que esa semilla potencial en los maestros actuales se sentirá estimulada hasta el m·á ximum al tener que vivir esta íntima y fr uctífera relación con 10 discípulos. Relación estimuladora de paso de la humildad en las maestros ya que tendrán que recurrir en demanda de auxilio a sus compañeros ele especíaliclaeles distintas e las suyas. Enfatizamos esto ele la humildad ya que en su discurso del 15 ele febrero el Rector señala la soberbia co.mo el más grande riesgo entre obreros del intelecto. "La soberbia'', dijo, "ronda constantemen te el espíritu del hombre de pensamiento. Es el mayor peligro que acecha ni intelectual". En esta estrecha relación que sugerimos, desde luego, el maestro nunca ha rá las decisiones del estudiante, entiéndase esto bien, sino que servirá de acicate para que haga sus decisiones correcta mente el estudiante, r espetando como es ele rigor, Ja libre voluntad del ser humano que r espeta hasta el mis mo Creador. La Asociación de Mujeres Graduadas tiene In seguridad de que en este proceso exploratorio se descubrirá n muchos buenos maestros potenciales. En la mayor parte de los maest ros de la Universidad no parece nadie tener fe: ni les estudiantes, ni la administración, ni los polilicos que pasaron una ley e n que la Facult ad es cero, ni sus compañeros mismos. Por tanto no tienen razón alguna para tener ellos fe en ellos mismos. La descentralización que sugerimos como experimento sería una revelación para cada maestro que no tiene h oy fe en sí mismo porqu e nadie la tiene en él. Esta más íntima relación entre maestros y estudiantes desarrollará en los maestros actuales un concepto educativo más a tono con la filosofía educativa del Rector, que se espera sean ellos, y no el Rector, los que la llevan a la práctica. Les dará un concepto de que Ja cultura es "perfeccionamiento de la natura", no atiborramiento de datos. Insistimos, pues, en nuestra recomendación como método de efectuar la "reforma del material humano", que prometió el Rector, como medio eficaz para el mejoramiento de los actuales maestros de la Universidad de Puerto Rico, para el entrenamiento necesario de los forjadores de hombres libres, de esos hombres

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libres a que se refiere el Rector en su discurso con estas palabras: " ... hombre que no rinda n la potencialidad creadora ele su alma a nada de es te mundo-ni al halago ... ni a l prejuicio ... ni el podcl' ..." Forjar maestros de hombres libres es en rí la médula de la reforma. Todo lo demás son medios, accesorios para lleva rl o a cabo. Y ~ i en eso, de formar hombres libres fracasare, el resto no serían si no piruetas académicas de más o menos gracia. Para forjar maestros ck hombres libres, desde luego, hay que comenzar con los maestres actuales. Es qu e los actuales maestros son los maestros con los que la Administración tiene que trabajar. Tiene que trabajar con ésos porque sólo a título de excepción es que existen otros por el mundo. De manera que aunque el Rector quisiera sus- . pender ele ser vicio a t odos los maestros puertoniqueños, actualmente trabajando en la Uni ~ versidad , no tendría con quien es reemplazarlos. No encontraría el Rector maestros ele hombres libres por el mundo en cantidades suficientes ni cruzando la tierra de poi ~ a polo con la fortuna de Henry Ford para pagarlos. Además, s i no se tiene fe en los maestros no se puede tener en los discípulos. Los maestros so n los mismos d{scipulos a quienes a l final de cua tro añcs, les cayó en las manos un diploma. Por otra parte, si queremos conseguir, porque tanto la necesita mos, la colaboración del estudiante para ayudar a desarrollar esa "semilla potencial de perfecciones", tenemos que hacerle sentir a cada alumno que esa semilla no se da a título de excepción e n él, que ex iste en todc s, que existe en sus maestros. Hasta aquí nuestra recomendación s.obre descentralización , recomendación que, con el mismo f ervor, hacenios para los ed uca ndos ele los Colegios ele Mayag uez. Ahora, a fin ele conseguir la mayor eficacia en la administración de los servicios al estudiante incluim cs en nuestra próxima recomendación cuatro apartados. RECOMENDACION SEGUNDA : Centralización de se1·vicios al estudiante. 1. Que se establezca una oficina genera\ de córdinación ele todos los servicios al estudiante.

2. Que las dos pdmeras dependencias de esa oficina lo sean la Oficina ele la Decana de Mujeres y la oficina del Decano de Varones.


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3. Que se tiren !ns lineas admini st.rativas ndecundas entre In Oficina de la Decana de Mujeres de un lacio y el De]lnrtnmento de Educación Física ~· el Departamento Médico del otro.

tualcs del gimnasio, en que pa ra 1200 estudiantes hay sólo 20 ducha s, 3 lavamano~ , 3 inodoros, dos de los cuales, se nos asegu ra, están perpetuam ente descom .. puestos, y por último está n las mucha-

ción a la Oficina del Decano ele Varones.

chas, seg un la autorizada opini ón el e la Sra. Janer ele Pons, sin siquier a es ]Jejos suficientes.

RECOMENDACION TERCERA : Ampliación

5. Que t cdo estudiante para ma estro reciba

4. Que igual disposición se tome con rela-

y extensión de servicios. l. Que el Departamento Médico se amplíe

un cuida doso examen del psiquia tra ... El que una graduada secretaria!, pong·amos por ejemplo, fuese paranoica o kle]ltómana tendría escasas repercusiones sociales. Pero es incalculable el daño que una maestra con defectos como és tos, puede hacer.

en tal for ma que durante todas las horas de labor escolar haya médico y enfermera disponibles dentro de la Universidad. A este fin Jos miembros del Departamento Médico. en colaboración con otros departamentos de Ja Universidad, han so- RECOMENDACION CUARTA metido un plan que ca mbia radicalmente Sabemos que el Rector está ins trumentando Ja administración actual de los servicios. La reorganización propuesta supone un una reorganización en cuatro divi siones : ci enegreso adicional ]larn la Universidad de cias tisicoquímicns, ciencias biológ ica s, cienunos $9,000. Entendemos que esos $9,000 cias sociales, y humanidades. Según la propia representan una inversión magnífica para ex¡ilicación del Rector con esta ins trumentala Universidad, y por lo tanto recomenda- ción se intenta proporcionar al es tudiante "un mos la aprobación del plan s ometido por entrenamiento de conjunto en las graneles disellos. ciplinas del pensamiento" . Se planea que ese entrenamiento Jo, reciba el estudiante durante 2. Que los exámenes físicos se les hagan a su primer año de Universidad. Recibirlo en todos los estudiantes durante las prime- primer año tiene por objeto resolver el pr oras cuatro semanas de s u primer semestre blema pe la indecis ión vocaciona l. E xpresado en la Universidad. Esta recomendación en las textuales del Rector: "Es te curso de se hace a fin ele que las providencias de estudios generales ... faculta rá al es tudian te ... carácter p1·otectivo individual o social pa.ra elegir... su especial voca ción" . puedan tomarse en tiempo opo rtuno. Entendemos que para elegi r su es pecial vo3. Que los servicios médicos de la U niversi- cación son insuficientes les cua tro curs os bádad se extiendan a los alumnos de la Es- sicos, suplementados por el inglés y el español. Se necesita en ese primer año un cu rso cuela Superior y de la Escuela Modelo. específico de orientación vocacional en el que 4. Que se mejoren las condiciones del ac- se presenten las mil y una formas qu e la hutual gimnasio de mujeres. Para mejorar- manidad ha descubierto para que un hombre lo podrían utilizarse parte de los fondos libre se pueda ganar su subsis tencia. Un 'de la Asociación Atlética. La mayor par- curso en el que se presente la utilidad que te de los fondos de esa Asociación la es- tie.;e para el conjunto la peculiar vocación del tán aportando las mujeres estudiantes de individuo; la forma especial en que, con sus la Universidad toda vez que las mujeres capacidades individuales, ha de servir el esestán en la Universidad en una propor- tudiante al grupo. ción de 2 a 1, y la contribución para la Desde los tiempos de Platón el concepto Sociedad Atlética se exige de todos los de justicia social ha estado unido al de vocaestudiantes de la Universidad sin aten- ción. Tanto en el concepto de justicia social ció al sexo. De esa contribución las estu- platónico como en el concepto de justicia .sccial diantes mujeres de la Universidad no es- de nuestros días el recibir en la medida de tán recibiendo beneficio alguno. Y están nuestras necesidades ti.ene que estar contranecesitando recibir parte de los beneficios pesado por el servir en la medida de nuestras para mejoramiento de las condiciones ac- aptitudes. Y servir en la medida de. nuestras


DE LA UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO

:tptitudcs es haber encontrnclo nues tra peculiar vocación.

Además este curso presentada una oportunidad magnífica para hacerle sentir al estudiante que lo que hace la diferencia entre un artesano y un artista no es la materia con que se l:rabaja, es la actitud con que el obrero trabaja su materia , ya sea ésta 1naderu, nuí.rmol,

tintas o cuerpo y mente humanos.

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las democracias es una reacción, no contra el capitalismo como sistema de libre iniciativa, sino contra el mal uso del dinero por el capitalista. Lo que hay en común es una guerra civil contra el mal empleo del capital. Es una palabra, el nnmdo es t:-í en una revolución ética y no

lo sabe. lgnc-ra el mundo este hecho palpable porque el saber está despedazado.

RECOMENDACION QUINTA : Centro de recreo estudiantil Es imperioso que se construya un local provisional, pero con lecho, y lo suficientemente atractivo para que sirva el propósito de desc: ngestionar los pasillos universitarios que es-

La cooperativa esbi reconocida como un movimiento ético con profundos alcances económicos. Es Ja ética con manos y pies para poder agarrarse bien en el ambiente. El movimiento cooperativista es el reconocimiento, desde el sector económico, a las "lealtades pritán actualmente s irvicnClo como centros ele remarias" a que el individuo se debe. Y es así creo estudiantiles. como tiene que enseñarse. Si la cooperativa se enseña como Ja enseñan · aquellos que no RECOMENDACION SEXTA: Llevar Ja Uni- tienen de ella otro concepto que el simple moversidad al pueblo. netario, si se enseña con10 un rnedio para re" ... hay que lleval"la (fa sabiduría) , dice el tener en los bolsillos nuestros las ganancias que habrían de ir a parar a otros bolsillos, el Rector, ele la Universidad al pueblo". Con fine s de llevar al pueblo la sabiduría movimiento. no desarrolla impacto psicológico. En tanto cuando se e11seña como el método pat¡11c tengarnos, sugcrin1os: ra sanear el ambiente de estas dos enfermel. El establecimiento de cursos tutoriales, dades: explotación y miseria - adquiere un cursos de información para mejorar las . arraigo profundo en Ja mente del pueblo. condiciones de vida y del pensar· del pueEn este programa podrían ayudarnos las blo, cursos ofrecidos con sencillez y sin iglesias ya que para las iglesias el bien no es rcciuisito aca<lén1ico ninguno. E stos cln·el dinero. Para el Cristianismo la riqueza no sos deben prcpam1·se en consulta con Jos es un bien en sí mismo. Es un instrumento directores de las organizaciones obreras para realizar el bien, instrumento bastante y de cualesquic1·a otras organizaciones difícil de manejar, por cierto, pues se nos predel pueblo. Al terminar cada curso de vino de que es más fácil para el camello pasar éstos debe extendérsele un documento por el ojo de Ja aguja que para el rico hacer creditivo de su asistencia a clases, del adecuado uso de su plata. alumno.

Por razones ps icológicas de peso i-ecomendamos que esos cursos no se comiencen dentro de la Universidad misma. Debe empezarse ofreciéndolos en Buen Consejo, por ejemplo, y zonas adyacentes a Ja Universidad. Luego seguir penetrando otrns ba1-rios con el concepto siempre ele que el crecimiento sea del centro hacia Ja circunferencia. Este servicio Jo recomendamos en adición al ele las misiones pedagógicas que sabemos tiene en mente el Rector. 2. Establecimient~ de un curso de cooperativas para maestros. Para esta recomendación tenemos razones fundamentales. Es que lo que hay en común entre la i·evol ución de sang-re rusa y Ja pacífica ele

RECOMENDACION SEPTIMA: Esta recomendación es específica y personal para el Rector, y se refiere a su ideal de formación del hombre libre, en un ambiente en que, según textuales suyas: "A cada paso hay una presión forzando su juicio. A cada paso Je acecha una realidad a medias, imprecisa, ambi~ua, ante la cual tiene que decidirse", el hombre. Nos dice el Rector que a fin ele formar ese hombre distanciado del utilitarismo estrecho habrá teatro y música y filosofía, etc., en la Universidad. Pero es una experiencia demasiado corriente ver, por ejemplo, un abogado que goza de la música buena, saborearla en la ópera para lll'esentarse al dia siguiente en corte a desplegar, en forma de vendaval, sus conocimientos del derecho para hacer triunfar


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la causa tuerta. Hay en ese momento la presión de In vanidad, o de la posición económica forzando su juicio. En el momento en que se decide porque triunfe la causa suya, no la justa".... las valoraciones elementales que normalizan el proceso ascendente de su desarrollo, utilizamos comillas del Rector, no funcionan .

Es probable que todas las recomendaciones nuestras las tenga ya pensadas el Rector. En ese caso sirva esta ponencia para subrayar su pensamiento. Y a él y a todos los maestros que con él compartirán la dura tarea de la reforma, queremos decirles: No cuenten, para realizar su labor, con la alegl'Ía que el Rector entrevió en un momento de optimismo y que dejó prisicnera en su discurso con estas palabras: "Hay que vivir en la emoción y en la embriaguez del que día a día se le revelan mi sterios, se le descubren mundos desconocidos, se le abren caminos nuevos". La tarea de la reforma es de recio sudar y de sufrir. Pero les es dado al Rector y a todos los maest1·os laborar con la conciencia de la dignidad de que si la reforma universitaria se i·ealiza aquí y en el resto del mundo democrlÍtico, entonces sí habrá seg·uridad de que el triunfo militar de las democracias garantice el triunfo de la justicia en el planeta. Para ayudar, en la medida de sus fuerzas, a que ese triunfo quede garantizado en Puerto Rico, la Asociación de Mujeres Graduadas reitera su ofrecimiento de servicios a la Dirección universitaria.

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Aquí la encrucijada en que la humanidad se encuentra en nuestra hora. La autoridad para hacer buen uso del conocimiento tiene que ar1·1rnca1· del saber mismo. Y en 1943 no arranca. El Rectcr sabe que este problema es mundial pues nos dice en su discurso: "No hny ninguna seguridad de que el triunfo de nuestras armas sobre la sinrazón fascista ga1·antice o! eventual predominio de la justicia''. Que ln autoridad para usar bien del conocimiento arranque del conocimiento mismo es lo que se llama integrar el saber. A este respecto de integrar el saber sugerimos que el Rector se vaya reuniendo con las facultades por secciones, si fueren numerosas, y si no por colegios, para tratar de fijar los conceptos sin los cuales es imposible realizar lo que él quiere. Y lo que él quiere es, según su expresión propia, precisar "las lealtades primarias a que el hombre (como tal) se debe". Es que sin precisar esos conceptos no puede c.vita1·se esto otro contra lo que nos previene Respetuosamente sometido, el Rector: " ... que esta cultura nuestra acabe destruyéndose por confusión interna". ISABEL ANDREU DE AGUILAR, Los conceptos básicos a que nos referimos Presidenta son los conceptos de éxito, el de deber, el de libertad, el de justicia, el de autoridad, el de ANA MARIA O'NEILL, jerarquía, el de inteligencia, etc., etc. Estos Presidenta del Comité de Ponencia. conceptos son, desde luego, el sedimento, el zumo, que la llamada educación liberal ha debido dejarnos, pero que tal como están organi- Comité de Ponencia: zndos los estudios, no han dejado en nosotros ese rico sedimento cultural que hoy echamos Carmen Gómez Tejer11 de menos. A la manera de los mandamientos Herminia Acevedo de Dios, estos conceptos pueden resm~irse en Clara Lugo Sendra dos: 1) concepto de la naturaleza humana y 2) Ana María O'Neil concepto de ciencia, o sea el concepto de hombre y el concepto de la actitud inteligente del hombre ante su entorno. 17 de junio de 1943.

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La Legislatura y el Problema de la Lengua Por NILITA VIENTOS GASTON

Dm·ante la vista celebrada poi' el Comité Chavcz el día l!) ele febl'ero en la que se consideró el pl'oblema de la lengua en Puerto Rico tl'es ele los miembros del Comité hicieron manifestaciones de extl'aordinario interés pal'~ los pu ertor ~iqueños . De extraordinal'io interes POI' dos razones: por los asuntos a que se refieren -el status político de Puerto Rico Y la cuestión del bilíngiiismo- y por el hecho de ser los manifestantes miembl'os del Senado de los Estados Unidos. No puede haber discrepancia ele criterio en cuanto a que tanto el status político de nuestro país como el problema del bilingüismo son los dos pl'oblemas vitales nuestros por excelencia, ya que la solución que se cié al prime1·0 va a ori entar y precisar nuestra economia Y la que se dé al segundo va a hacer o no po-

s ible la continuación de nuestra tradición cultural. Muchos argüirán que las manifestaciones de estos tres miembros del Senado de los Estados Unidos no reflejan la opinión de clase clirectorn ele la nación norteamel'icana. Esto es, en mi opinión, un error. Existe, sí, una min ol'ía de dicha 11ación cuya opinión sobl'e los asuntos en cuestión, particulal'mente sobl'c el problema del bilingüismo, sería muy distinta y hasta contraria a la que me refiero, pero no olvidemos que esa "inteligentsia" carece de pode1· político-. Los tl'es miembros del Comité Chavez son tipos representativos del Congreso de los EE. UU., el organismo al que compete decidir sobre el destino de Puerto Rico. Las manifestaciones más cai·acterísticas y reveladoras, en mi opinión, fueron las siguientes: Del senador Chavez: "Yo creo en la Estadidacl para Puerto Rico siempre y cuando que todos los ideales, todas las tradiciones, y todo lo que representa el Tío Sam sea comprendido por los portol'riqueiios"... "Yo. no favorezco la independencia para este pueblo" ... " ... no debe pedirselc permiso a nadie para enseiiar inglés e11 una parte de Estados Unidos como lo es Puerto Rico·" ... "cualquiel' idioma que no sea el inglés debe ser secundario e11 cualquier terl'itorio americano. Que debe serlo y tiene que serlo" ... "que Estados Unidos no sel'Ía la nación que hoy es si se enseñase en

espaiiol en Nuevo Méjico y California; en francés en Luis iana; en italiano o judío en Nueva Y c-rk" ... "que el Congreso y el pueblo

americano estaban interesados en ayudar a Puel'to Rico pel'o que es impl'escindible para el logro de esta ayuda que el pueblo portorriqueiio serm el idioma inglés"... "que en bene-

ficio de Puel'to Rico la enseñanza en inglés en las escuelas públicas debe hacerse obligatol'in, bien por el Gobierno Insular o por acción del Congl'cso". Del senador Ellender: " Puerto Rico no será un Estado de la Unión mientras mantenga su actual cultura hispana" ... "El espnflol debería enseñarse en Puer-

to Rico como a signatura solamente, intensificándose el estudio del inglés, tanto en la escuela com (} entodas las a~tividades ele la vida JlOl'tOl'riqueím". Del senador Bone: "La Asociación ele l\•Iaestros C!on sus recomendaciones

ha divorciadc-s a los niiios de las ventajas que pueden derivar del estudio del inglés y los alejan ele la ciudadanía". Añadió el senador Cha vez qu e "el Comité ti ene una opinión uná1,ime ele que el lenguaje que puede dal' a los portorl'iqueí1os iguales op:-rtunidades que a sus conciudadanos amel'icanos bajo la Constitución es el ingl és". Estas clccla1·aciones son t~macla s de la edición del 20 de febrero de 1943, de El Mu1úlo. Podl'ían r esumirse o sintetizarse así la,; opiniones precedentes: que estos 1·epresentantes del Congreso favorecen en principio el estado ccmo. solución al problema político de Puel'to Rico; que es l'equisito indispensable pai·a que un tenitorio sea admitido a la categoría de estado el que sus habitantes adopten "in tatoº las formas de vida nortean1ericana;

que para logl'ar la captación de estas formas de vicia nol'teamericana el conocimiento pe1·fecto del idioma inglés y la co1i1pleta relegación del idioma español es esencial. O sea, dicho en fc.l'ma más clara: para disfrntar del privilegio ele la estadiclad, es requisito sine qua non el dejar de ser como somos. El precio de la Estadiclacl es, pues, la negación ele todo lo que somos. Y estas expresiones en cuanto a los requisitos exigidos para ser un estado ele los Estados Unidos no son meras opiniones personales ele los tres miembros del


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RBV!STA -

AsOG!ACIÓN DE MUJERES GRADUADAS

Comité Chavez. Ellos se han limitado a expresar, en fo.J"ma un poco burda, la justificable política seguida hasta la fecha por dicha nación para la admisión de nuevos estados. No debe haber concesión de Estadidad a territol'ios que son por su naturnleza inasimilables. No voy a insistit' sobre la cuestión ele la Estadidacl ya que mi prepósito fundamental al cscribit· estas notas fué el ele proponer una drástica solución al tremendo Jll'Oblema del bilini¡:üismo en Puerto Rico. La enselianza del inglés ha sido siempre en nuestro país una cuestión política y no Jo. que real v efertivamentc es: una cuestión pedagógic~. No conozco ninguna autoridad en la materia que niegue la conveniencia de enseliar todo lo formativo en la lengua vernácula. A pesa!' ele ello, el Departamento de Instrucción de Puerto Rico lleva cuarenta años experimentando y haciendo todas las combinaciones posibles para que nuestros nifios aprendan en inglés. En otras palabras, lleva cuarenta alios de fraca so educativo. Hora es ya -más que hora- de poner fin a este caos educativo. ¿De qué modo? Paradógicamente, por medio de la política. Toca a ella, que ha provocado el caos, intenta!' establecer el crdcn. ¿Cómo? Mediante legislación. Sugiero la a¡Jt·obación, por la Legislatura ele Puerto Hico de una Ley ordenando al Comisionado de Instrucción Ju enseñanza ele toda las asignaturas en espafiol; que el inglés se estudie con teda la atención que por razón de nuestra relación con Jos Estados Unidos se merece, pero como lo que es para nosotros: una lengua extraña. Lo que pro.pongo significa, pues, que la Legislatura declare que la cuestión ele la lengua en Puerto Rico es Jo que denominamos en nuestra nomenclatura jurídica una cuestión de orden público. La importancia vital de este asunto y cuarenta años de expedmentos, tanteos y rectificaciones justificarían plenamente tal declaración. Muchos creerán que la aprobación de la ley que sugiero no es posible ya que confligiría con los poderes que la Carta Orgánica da al Comisionado de Instrucción de Puerto Rico. Veamos: El artfoulo 17 de la Ca1·ta Orgánica determina que: "El Comisionado de Instrucción di-

rigirá la in;trucción pública en toda la Isla; todo desembolso propuesto por· cuenta de la misma deberii ser aprobado por él, Y preparará todos los cursos de estudio, con sujeción a la desapr.c·bación del Gobernador si éste deseare intervenir. Preparat·á reglamentos para la selección ele maestros, y los nombramientos ele maestros por las juntas escolares estarán sujetos a su aprobación, y desempcfiará los demás clcber~s, no incompat:~les con esta Ley, que se le asignaren por ley . ¿Significan estas disposiciones que los poderes dados al Comisionado de Instrucción son de tal naturaleza que dicho funcionario esté exento de acatar las normas de orden público que en materia de educación establezca la Legislatura de Puerto Rico? Creemos que no, ya que esto sería contrnrio a Jos principios b:ísicos y esenciales de la forma ele gobierno norteamericana: descentralización, finísimo ajuste entre las tres ramas del gobierno. El citado artícul.o de Ja Carta Orgánica dispone, según vimos, que desempeñará Jos demás deberes no incompatibles con dicho estatuto que se le asignaren por ley. Ahora se argilirá: ¿Tiene facultades la Legislatura de Puerta Rico pal'a aprobar la ley que sugiero? Creo que sí. La educación pública es por su esencia materia de competencia legislativa y la Carta Orgánica 110 contiene disposición expresa 'que prohiba a nuestra legislatura definirse sobre ella en la forma que apuntamos. La Corte Suprema ele los Estados U nidos ha declarado que l-0s poderes conferidos por el Congreso a Ja Legislatura ele Puerto Rico en asuntos locales son "tam ampJi.cs y extensos como pueda el lenguaje hacerlo" -"as broad and comprehensive as language could make it". Puerto Rico vs. The Shell Compan0 , 302 U. S. 253. Esta doctrina aparece confirn<ada en el caso de Puerto Ric.o ,.s. Rubert Hermanos, 309 U. S.. La primera decisión es de d:ciembre 6 de 1937 y la segµncla de marz() 25 de 1940. El estatuto que proponemos sería pues constitucional a menos que la Corte Suprema ele los Estados Unidos modificara o rev.ocara Ja doctrina citada. Claro es que el Congreso de los Estados Unidos podría legislar directamente scbre la materia en cuyo caso la Legislatura de Puerto Rico se vería impedida de hacerlo, o podría, haciendo uso de la facultad que le concede el artículo 34 de Ja Carta Or(Continúa en la pág. 31)


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DE LA UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO DISCl.J.RSO DEL RECTOR DE LA

brcs sobre el mar. Hoy nu\s que nunca isle-

(Viene de la pilg. 22)

iios, cada uno <le nosotros gana o pierde su

a convivir. Vamos a hace111os en verdad parte del pueblo; a recoger las maravillosas intuiciones de las décimas y los decires jíbaros y pueblerinos; a nutrirnos del paisaje, de las lrncliciones, de t odas esas fuerzas que dan inspiración para llevar n la música, al teatro, a

la obra literaria, a la vida pública, la presencia anolladora del hombre de Isla. "Yo no digo mi canción sino a quien conmigo va,'' dice también el pueblo y Ja canción

suya como la del marinero del viejo romance español, estil llena de mágica potencia; una potencia con la que nosotros -escolares- tenemos que enriquecer nuestros espíritus. Tenemos, además, que establecer otras vinculaciones. La Universidad debe establecer cors~s para la ampliación de estudios en el hogar. Debe asimismo establecer una revista universita ria de alto calibre. Debe editar y difundir las tesis de sus profesores y de sus graduados. Debe editar en forma sencilla y clara idearios de los más ilustres pensadores nuestros y americanos. Debe fomentar el clesanollo de bibliotecas municipales, sirviéndole grat11itamente de las obras principales que deben constituir su haber intelectual mínimo. Debe asimismo establecer vinculaciones con universidades del Norte y del Sur. Debe ser clifuso.ra del pensamiento, del sentim iento, del problemático vivir puertorriqueño. En tocias sus activiclacles, debe estimular y · desarrollar un profundo sentido ele unidad en nuestro pueblo. Puerto Rico es una escasa tierra en scleclad. Una tierra cargada ·c1e hom-

particuh11· destino a la medida de su nobleza frente al destino colectivo de dos millones de scl'es humanos.

Cada uno ha de entender Jo que va envuelto en este destino y en esta hora. As í ustedes, juventudes univers itarias.

Estamos peleando

contra el coloniaje que el ansia clese1úrenada de pod er quiere imponer al mundo. E stamos peleando contra el caciquismo; contra las zonas de p,;vil egio de Jos caciques; contrn la burla de la s m>!quinu s y la burla de las instituciones que se convierten en maquinarias al

perder el sentido de su servicio; contra la propaganda desleal y mentirosa. Nada ele eso es hoy respetable en ninguna parte del mundo clcmoc1·ático., ni en mnyor ni en 1ncnor grado.

Contra eso esta mos peleando. Estamos peleando porque se lo¡:re la libertad del hombre, el respeto a s u es píritu, el acatamiento ·a su di gnidad; porque se establezcan nuevas y más legítimas f.r rnu\ g de convivencia. Por eso es-

tamos peleando todos en cualquier parte del mundo donde sea, y e·n cualqui er sitio que nos toque ocupar; en la trinchera, en la fábrica,

en la cátedra, en el pupitre estudiantil. Mientras defendamos d valor trascendente de la persona humana en el sitio que nos toque, es-

tamos pel ea ndo también. E sta es de inmediato nuestra lucha; lucha en la mente y lucha en el espiritu ele cada crialura en contacto con Ja Universidad, dentro de estas aulas y fuera de ellas. Lucha por realizar el sentido de la vida universitaria, rlentro del sentido ele la vida puertoniqueila, dentr.c· del se ntido ele la vida cristiana.

LA LEGISLATURA Y EL PROBLEMA (Viene ele la pág. 30) gamca, derogar el estatuto que fuere aprobado pcr nuestra legislatura. Yo creo que el Pueblo de Puerto Rico tiene la obligación ele expresar en la forma más enfática, a través ele la legislatura, su intención, firme, clara y razonada de que desea conservar su lengua y todo. lo que esta conservación implica para poder ser fiel a sí mismo y cumplir su destino. Tiene In palabra la Legislatma ele Puerto Rico.

COMPRE

BONOS DE LA

DEFENSA


Reglan1ento de la Asociación de Mujere~ Graduadas de la Universidad de Puerto Rico SEGUN FUE ENMENDADO EN LA ASAMBLEA ANUAL DE 194Z

CAPITULO I D<'I nombre y fines de la Asociación. ARTICULO !-Esta Asociación se denominará Asociación de Mujeres Graduadas de la Universidad de Puerto Rico. ARTICULO 2-Los fines de esta Asociación :-:on los s ig'uientes:

(a) Procurar establecer y conservar relacion es entre las mujeres grad uacl:is ele la Uni\·ersidad <le Puerto Rico. (b) Lahorar ¡;or el mejoramiento y engrandecimiento de la Universidad ele Puerto Rico. (c) Ofrecer a las asoriadas oportunidades parn su mejoramiento cultural, tales como la toncesión de becas, la celebración de conferenria,, conciertos y cm1lquiera otra actividad de inclolc análog-n. (d) Ofrecer a sus asociadns a~· ucla r cooperación en casos n1eri torio~. La enumernrión precedente no limita las actiYidades de la Asociación siempre que las mi s ma s cst.m·icrcn relacionadns directa o indi1·crt~men tc

con los fines mencionados.

CAPITUI,O JI Oc las socias

(d) Socias ausentes. Pasarán a ser socias ausentes las socias de número que se ausenten de In isla y abonen una cuota anual de $1.50.

Para pertenecer a cualquiera ele dichas clases de socias se necesitará ser graduada de la Universidad ele Puerto Rico Y ser admitida por Ja Junta Directiva en la forma que determina e~te Reglamento. ARTICULO 4-Serán deberes generales de todas las socias: (a) Pagar la cuota anual correspondiente a su calidad de socia. (b) Observar estrictamente cuanto se dispone en . este Reglamento, y acatar y cumplir los acuerdos ele la Asamblea General Y de la Junta Directiva, y las resoluciones de Ja Presidenta en cuanto a la forma en que deben interpretarse y cumplirse dichos preceptos Y acuerdos.

ARTICULO 5-Serán derechos generales de tocias las socias concurrir a todas las actividades que celebre la Asociación y disfrutar de los" beneficios concedidos por Ja misma. ARTICULO 6-Para ingresar como socia de cualquier clase se requiere que la interesada lo solicite por escrito a la Secretaría con Ja recomendación de una o más socias. La so-

ARTICULO :3-La Asociación de Mujeres licitud se sc meterá a la consideración ele la Graduadas de la Universidad ele Puerto Rico Junta Directiva. se compone ele cuatro clases de socias: fundaEl acuerdo admitiendo o rechazando una sodoras, protectoms, de número y ausentes. Se licitud se tomará siempre por mayoría. entenderá por graduada la que haya recibido ARTICULO 7-La cuota anual vencerá el un grado, certificado o diploma de la Univer- 30 de setiembre. Puede pagarse por trimess idad de Puerto Rico. tres si así se desea. (a) Son sccias fundadoras las que ingresaLas socias que no estuvieren al corriente ron en la Asociación dentro del primer año de en el pago de sus cuotas no tendrán derecho a su fundación habiendo satisfecho la cantidad asistir a ninguna de las actividades de la Asode $20.00, disponiéndose que el pago de dicha ciación ni a participar de los beneficios, a me.cuota no constituye exención de la cuota anual nos que previamente satisfagan la cuota dea partir del segundo año. caída. ( b) Serán socins protectoras las que satisARTICULO 8-EI derecho de socia se fagan por adelantado una cuota no menor de pierde: $10.00 anuales. (a) Por voluntad de la interesada manifes(c) Ser>ín s ccias de número las que abonen tada por escrito a la Junta Directiva. una cuota nnua l de $4.00 pagaderos por ade(b) Por dejar de abonar la cuota corresponlantado. diente al año en curso.


DE LA UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO

(c) Por incumplimiento de los preceptos reglamenta rios o desobediencia a Jos acuerdos de la Asamblea General o de Ja Directiva. (d) Por cualquier acto dentro o fuera de Ja Asociación con trari o a Jos fin es y propósitos ele la misma. CAPITULO 111 De Ja Directiva ARTICULO 9-Los asuntos ele la Asociación ele Mujeres Graduadas serán dirigidos por una Junta de Síndicas o Dh·ectoras con sujeción a lo si guiente : (a) La Directiva se comp: ndrá ele 15 Directoras las cuales serán elegidas en la Asamblea General Anual de Ja Asociación por el término de un alio. Las Representantes de Distritos deberán asistir a las reuniones de la Directiva Y tomar parte en las deliberaciones con derecho a Yota r ; serán electas en Ja Asa mblea Anual y podrán nombrar suplen tes en caso. de que no les sea posible asistir a las 1·eu-

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lcsquiera otros que se so mctnn a su consideración. ARTICULO 12-Todo miembro de la Directiva que fa ltase n dos sesiones consecutivas, sin alegar fundamento razonable para ello, se entenderá ha renunciado a su cargo. ARTICULO 13-En caso de quedar vacante algún puesto en Ja Directiva, por cualquier motivo, ésta desi g nará por n1ayoría de votos, la persona que debe ocuparlo de entre las socia s. La Di1·cctora así nombrada clcsempeñal'á su cargo hasta la próxima Asamblea General Anual en que se elija nueva Directiva. ARTI CU L0_:_14-Constituirá quorum de la Junta Directiva ocho ele sus miembros.

CA PITULO IV De Ja Presidencia

ARTICULO 15-Corres poncl e a Ja Presidenta : (a) Cu mplir y hacer cumpli1· los estatutos y regla mentos de la Asociación y los acuerdos de la Asamblea General de Socias y de Ja niones. Directiva. (b) El segundo sábado después de la Asam · (b) Convocar >' dirigir todas las reuniones blca General Ja Directiva procederá a elegir ele Ja Directiva a sí como las ele las socias. dentro ele sus miembros una presi denta ; una (c) Autorizar con su firma las actas de las vice-pres iden ta; una tesorera; una vice-teso- sesiones y firmar junto ccn la Tesorera los rera; una secretaria y una vice-secretaria. cheques ex pedidos por pagos hechos por la ARTICULO 10-Las facultad es ele Ja Direc- Asociación. tiva son: ( ú) Re.p resentar la Asociación en cualquier (a) Adoptar las di sposiciones convenientes acto público. o delegar en Ja directora que apara Ja mejor marcha y desarrollo de Ja Aso- signare para ello. ciación. (e) Decidir con su voto los empates que (b) Fijar el día , hora y lugar en que han· ocurran en Ja Directiva. ele celebrarse los actos ele la Asociación. CAl'ITULO V darse Jos fondos de la Asociación y los 1·equiDe la Tesorera ( c) Designar el Banco en que han ele gunrs itos que deben llenarse para su extracción. ARTICULO ·16--Corrcsponde a la Tesorera: (el) Nombrar los Comités que exijan las ne(a) Recibir y custodiar bajo su responsacesidades de In As ociación. bilidad los fcndos de la Asociación hasta ha(e) Redactar las reglas para su propio go- berlos clepositado en las instituciones bancabierno. 1·ias que a cuerde la Directiva. (f) Preponer a la Asamblea General la (b) Examinar y firmar los recibos el e las adopción de los acuerdos que sean conve- cantidades que por cualquier concepto reciba la Asociación. nientes. (e) Pagar con cheques todas las cuentas de ARTICULO 11-Las obligaciones de la Digast es aprobados por la Dh·ectiva o que llerectiva sen: (a) Presentar a la Asamblea General Ordi- ven el Visto Bueno de la Presidenta. (d) Organizar y supervisar la contabilidad naria Anual de socias un informe de sus gesde la Asociación. tiones y el balance económico del alio. (e) Rendir un informe mensual a la Junta (b) Preparar y presentar a la Asamblea General Ordinm1a Anual un proyecto de gas- Directiva de los ingresos y egresos de la Asociación durante el mes anterior. tos para el año siguiente. (f) Presentar en la Asamblea General un (e) Celebrar reuniones i·egularmente para tratar de los asuntos de la Asociación y cua- balance anual.


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REVISTA -

ASOCIACIÓN DE MUJERES GRADUADAS

(g) Llevar el registro de los pagos de la días de anticipación a aquól sefialado para la Asociación en el que ¡meda verse con facili- asamblea a la dirección postal con que figura dad el estado de cuenta de cada socia en lo en los records de la Asociación y tales citacioque respecta a su cuota e informar a In Jun- nes scr:ín firmadas por la Secretaria y refrenta Directiva en los casos en que la falta de dadas por la Presidenta. ARTICULO 21-Participarán en las delibepago del término reglamentario implique la - raciones ele la Asamblea ~· tendrán dereseparación ele la socia. cho al voto solamente aquellas socias que es(h) Prestar una fianza por una compañia tén al dia en el pago ele sus cuotas y que hade fianza s o seguros, el importe de cuyo pre- yan sido miembros por lo menos tres meses mio será pagado por la Asociación. antes de la fecha de celebración ele la Asamblea, Jo inismo ordinaria que cxtraordina:.ia.

CAPITULO VI De la Secretaria ARTICULO 17-Corrcsponde a la Secretaria: (a) Extender las actas de las Juntas Ordinarias y Extraordinarias tanto de la Directiva como de las socias. (b) Dar cuenta a la Presidenta o a la Junta Directiva de toda correspondencia recibida y expedida por la Asociación. (c) Firmar y expedir todas las comunicaciones que le sean 01·denadas poi· la Presidenta. ( d) Tener bajo su custodia el archivo y el sello de la Asociación. CAPITULO VII De las vices ARTICULO 18-Corresponde a la Vice-pre>identa , Vice-tesorera, y Vice-secretaria sustituir, respectivamente, a la Presidenta, Tesorera y Secretaria en caso de enfermedad, ausencia, renuncia, muerte o vacante por cualquier causa y cooperar con ellas siempre que lo exijan las necesidades de la Asociación. CAPITULO VIII De las Asambleas ARTICULO 19-La Asamblea General Ordinaria de las socias de esta Asociación se celebrará durante el mes de octubre y en el día <¡ue señale la Directiva. En dicha asamblea ~e efectuará la elección de las Directoras o Síndicas de la Asociación y se tratarán todas aquellas cuestiones que deben ser sometidas a la consideración de las socias. ARTICULO 20-Se dará aviso de la fecha, hora, lugar y objeto de todas las asambleas generales de socias, sean ordinarias o extraordimirias, por medio de citación dirigida por correo a cada socia por Jo menos con cinco

Constituirán quorum para la asamblea el 25 % de las socias que estén al día en sus pagos de cuotas el día de la asamblea. ARTICULO 22-Podrán celebrarse Asambleas Extraordinarias siempre que In Directiva lo crea conveniente o lo solicite por c,;. crito un 25'/, de las asociadas. CAPITULO IX Misceláneas ARTICULO 23-Las invitaciones para los actos que celebre la Asociación son personales e intransferibles y solamente podrá expedirlas la Presidenta o la Secretaria en nombre o representación de la Asociación. Las socias podrán solicitar invitaciones para las personas no· socias, pero dichas personas deberán sat isfacer el precio que parn el acto especia l que se soliciten haya previamente fijado la Directiva. La Junta Directiva se reserva el derecho de expedir invitaciones especiales sin pago alguno para cualquiera de sus actos. ARTICULO 24-Cualquiei· petición, reclamación u observación debe dirigirse personalmente o por escrito a la Secretaria. ARTICULO 25-La Asamblea General, a propuesta de la Directiva, podrá nombrar socias de hono1· a mujeres que reúnan cualidades sobresalientes de gran relieve en el mundo cultural. En ningiln caso debe recomendm·sc más de una persona cada afio. ARTICULO 26-Este Reglamento podrá ser enmendado por la Junta General Anual de la Asociación y las enmiendas propuestas deben ser radicadas en Secretaría por lo menos con 15 días de anticipación a la fecha de la celebración de dicha Asamblea General Ordinaria. ARTICULO 27-Este Reglamento empezará a regir inmediatamente después de su aprobación.



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de la A sociación de ivfojeres Gradmulas Universidad de Puerto Rico

Directol'a: Mcl'l'go t A rce Blctnco

Sub-Directora N ilita Vient ós Gastón

Administradora: Generosa F ernánclez Redactoras: H enninia Aceveclo B erta Cabanillas Just'inci Ccirrión Matildc Pérez de Silva .Tosefinci Rodrí,giiez Lóvcz Anci Margciritci S ilva

CONDICIONES DE VENTA Y SUSCIUPCION Número suelto -- - ------ - ----- - - $0.25

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Suscri¡ición Anual - - ---- - ------A1iartado 932 -

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CASA BALDRICI S, BAAU 93, SAN JUAN


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