La Hevista Wlanca
=D
o
q
¡a
De y
r
Se
anario
de
Ciencias
p WTeralura
Y ARTES
Dedicado al bello sexo
Blayagiiez, 28 de Garzo de 1897
¿ño 1.
Alma de toda ilusión
Y verbo de todo anhelo; .
Fúlgida luz que del cielo Desciende hasta el corazón. De divina irradiación
Nos llena el pecho ferviente ; Y es la Venns inocente
ns
JS
Que, surgiendo entre la bruma,
Fabrica un sueño de espuma Y nos lo arroja á la frente. o RIERA PALMER.
—H
im.
36E—
Duelo em
Americano A fundó en la Capitalde la República vecina
el Larnaso
, fallecido en Santo
Domingo
inspirada poetisa y docta
la
educacio-
nista doña Salomé Ureña de Henriuez,
doctor
afamado
del
esposa
don
uno de los mejores institutos de enseñanza, acaso el primero en su clase, del cual
han salido gran número de aprovechadas alumnas que son hoy encanto y gloria la hermosa Quisqueya.
de
Julián DE LA ROCHA
Domicioco Henriquez y Carvajal. Envuelta en lampo de luz y mimada
por las Musas, abrió los ojos al mundo la que debía de llenar el espacio con el eco de
su fama.
Regalóle al nacer, el divino Apolo, aurea lira templada con las mejores cuerj das del Olimpo. No fué más tierna ni más
inspirada
la de David.
Encargáronse las brisas tropicales de
transportar sus melodiosos acentos á las regiones más apartadas de! mundo hispano
Nadie en la tierra americana
ha ma-
nejado mejor el plectro; ni nadie ha canta-
do á las grandes cosas con mayor entusias mo y vigor. $
Sus odas la “Fé Ea El Porvenir” y “Al Trabajo” son joyas inestimables por
cuanto que en ellas trasciende ese espíritu filosófico que
ha inmortalizado á
Victor
Hugo. 2 Cuando cantaba á la Patria en cuyo amor se dilataba su alma pura, llegaba á ser sublime como
Homero.
'
- ——— Pensando en ella, su fecundo ingenio, caldeado por el amor al terruño, hacía que la viera grande y próspera;
te; dando
rica y valien-
paso franco al progreso,
veía
SGUANDO Mcomo Maria
una jóven reune Teresa Sánchez
¡Taboada todas las perfecciones 'OMmpjasi morales como fisicas,
imaginación no tiene similes que basten á compararla con ninguna de las hermosísimas obras de que está lleno el mundo.
QuisiéramOs
el
escribir
Maria Teresa en versos
elogio de
fluidos y
elegan-
tes; porque ella eslo más bello y sublime que ha producido la ciudad de! Oeste; ERRATAS A
En el número
32 de
este
correspondienteal dia 28 de
semanario
Febrero pró-
ximo pasado dice, en la sátira de don Ulpiano S. Córdova, y en el antepenúltimo
verso: Y pues que de númen lo dejais “maltrecho,” en vez de “Y. pues que al nú-
men lo dejais maltrecho.
- aclimatadas en su suelo las ideas democráticas, despojadas de utópicas exageraciones y convertidos en hechos positivos
los derechos del ciudadano», Cítanse
como dechado en el
arte
del
poéticas
bien
decir,
por la pureza y corrección de los concep-
: tos, por la soronidad y metro
De Administración .
sus composiciones
del verso y.
por la sublimidad del pensamiento; que en
—
Se suplica encarecidamente á nuestros agentes de la Isla, que todo el importe de
- cuanto á los preceptos filosóficos que ellas las suscripciones á este Semanario que entrañan, su refinada estética y su profun-. tengan recaudado, nos lo remitan con toda da enseñanza moral, puede decirse sin en- brevedad, para atender á las múltiples
fado, que todo ello es el reflejo de una «atenciones que sobre nosotros pesan: - vasta instrucción y del conocimiento per No dudamos que dichos .agentes acofecto que tenía de los filósofos griegos. oa Conocía. de quimica, fisica, botánica gerán nuestra súplica, por lo cual les anti-
- historia natural y ciencias exactas y ganosa de transmitir sus dilatados conocimientos para honra y prez de su amada Patria,
cipamos las gracias.
IMP. VIDAL—
d.C flor dormida,
Mezcla armoniosa. extragr-
geos y quejas
y sollozos
y “gordinaria, maravillosa, de zumbidosuiebios y req
No
sorprendente.
Garrulería
rumores.
y
ves. ¡Oh, madre naturaleza! tú solamente eres imperecedera, incomprensible, mara villosa y digna de nuestro estudio y vene: ración.
canse podría saber, en esas horas, si hayerere. mis ú ia ción ó plegaria, si hay cantur Bajo . Dios maneja un arpa y Se divierte genios. e! manto estrellado de la noche los el páen tos de las tinieblas danzan envuel las
lido crepúsculo que
de
se .lescuelga
encendidas estrellas. . - - -
El canto del coquí me detuvo. Sentada sobre enorme piedra,
medité
un instante. Tenía delante de mí la inmensa cláde ojos mide negra de la noche, cuajada
Y tú, débil batracio,
ración
infinito
eros : —
Yo seutí un beso en el alma y uba a. Er sensación de alborozo en la concienci
olvidado de todo pen-
tir y sé en mi madre muerta como una már ca: los acostada en su lecho, pálida. con -
bellos recogidos y la mirada fija conla tena preCreí
verla y
gunté :
— Tú, ángel que fuiste en sangre que creó mi sangre, dime, secreto, en la soleúad del bosque dio de las tinieblas pasajeras de dime, si aun existes, si se puede
la tierra, aquí, eu y eu me la noche; soñar con
el alma la bendita eternidad, si se levanta
iste al divorciarse del tosco barro, sí sabs vila de men el amor al despedirse del car solada terrena. ¿ Será verdad que vivas que mente en el recuerdo ? ¿Será cierro el postrer adios es la última palpitación,la la esperanza final y el epílogo de toda historia ? se. +. e +.
Su cerraron mis ojos,y
tienes un
“facultad Clauss
acento
sArprendeate”
tam-
¿no serás
¿nO Á la
la 1óadoración, ya que tienes un templo, brabrega covacha, y tienes un fanal alum : dor, la hostia de oro que alguna religión
tras vanidades y cobijarás nuestros
cidad en la sombra,
que
miserable segre-
bién un sér como los demás; séres? sentirás también un alma dispuesta
a, cuy eternamente engalanada ó sombrí nuesbrirás nuestras miserias, ocultarás sepul -
aquellos momentos,
lodo,
de que nos habla
muere
n>
del
ciaro, vibrante,
granbrilladores —¡ Bóveda imponente del ás dejam dioso templo ! no caerás nunca; saparecerás, porque lo
ii
A
O
ví un abismo
: ha llamado Hécate ? uad Tú, que con tu coutin o reclamo te; has tocado mi corazón diciéndole: deten al tú que conoces la cadencia y cooperas nócburruidoso concierto de las armonías hocico nas; tú, con tu color de tierra, tu
blan—de pez, tus ojos redondos, tu panza tien es. ¿no cuzca y tus averrugados lomos mi derecho de decirle al hombre: “oye tus voz y ocúpate de mí que soy Vocero «le de noches tristes y símbolo sorprendente las fecundas transformaciones?” Ah! pero tú no tienes alma, aunque ames:
no tienes inteligencia aunque cantes
sPocos'se ocuparán del gusano que se arrá
y del sapo tra lamiendo la corteza del árbol
co que vive oculto en el hueco de un trou y del nto carcomido, emblema -lel decaimie
El hombre es un dios: tú eres estraygo El hombre es ¡inmortal : una mucosidad. llama tá vives pocos años. El hombre es l. increada; tú eres fétido estiérco
Yo venero al apostol —rara avis—quey
se ha acerzado á las profundas observado en
su sombrío
seno.
eriptas, Solo
el.
ojos exes decir, la ciencia, ha fijado sus negado pertos en tí. La ciencia no te ha
etos le La ciencia ha sorprendido los secr Siendo tú un sér como vida silvestre.
ta do bien los otros séres, esa diosa ha obra señalado y al verte huir de la luz te ha como “on su dedo luminoso. Y es queY tú, midt Sch el sabio que se llama leaumur
blanhondo, esclarecido por un resplandorprofunco que se perdía en la espantosa un ó Gaynard Y Johnston; -corAB8ó” la ni l, árbo un Ni tes. lími sin ad did tuje en las enormes g-utaS : una ni o, asc peñ nn ni , a nte fue ave, ni una arios; como el águila que se pos ten cen Ser: que a tení o eli Aqu ja . abe flor, ni un acorde o baodad; como la cid eje env el en e duc con que ino á las -eléraos diafanizado, el cam traslada el jugo vital de las flores com á rio, deli al lo, sue o con des al re; á la negación, exagonales de su enjawb . uma abr al y as dud las que la eterna guerra de ; Ea venerado por los egipcios, € cio pla tem con les éri est las de io lic dor sup
e
es un pequeño el renacuajo
que mónstruo y ucaba siendo
empieza en ray
de
los
pantanos: especie de Proteo inverosímil,
Ocupémonos
de la tiecra.
de las cosas
¿Quién ha son- -
deado la absoluta eternidad?
Fijemos la vista en la pulga, antes de pensar en el ángel.
que ha oído á Pan y se agazapó bajo las capas de la tierra esponjada y entre los breñales del césped, intentando copiar los acordes de la flauta adormecedora, consensitiva,
movido como una
atento,
ab-
sorto, atónito. estupefacto, electrizado. Le habréis oido con indiferencia, Apenas fijais la atención en tal fend-
ENS una flauta de las soledades.
meno del cieno. Pero él, aborto de la ava cónc en 0 a griet la en Escondido “tierra-señando con la estrella del firmahueco de musgoso pedruzco, su albergue: mento, no cesa de hacer oir sn exclama: . monumental, es incansable en el canto. Adivinad si es queja, si es grito, si ción te tiran como a suen y , Adorala noche -— es reproche, si es himno, si 6s apóstrofe, cuerda de tonos extraños. de modo que si es serevata, si es euchicheo ó resoplido. cualquiera creería que pronuncia una in¡Cuáutas veces pasaréis junto al mí vocación monótona y á la vez augusta La hormisero vertebrado sin mirarlo! Donde él habita no hay silencio posi- ga blanca de Ceilán, la hormiga ¡imperial ble. casi del tamaño de un escorpión de nuesE! buho silabea una grosera y diabótros climas, es curiosa, es digna de atenlica carcajada; el ruiseñor modula un ción, pero el coquí de nuestras montañas himno cromáiico, propio para embelesar no atrae tal deferencia: es como una ma-4 los dioses ; la holgazana chicharra chilla sa momia, que no tiene otra particularidad hasta morir y anuncia al labrador la hora que sus intermitentes clamores. * — bom apacible del descanso; el zorzal triva al Se asemeja al campanero Ígueo busamanecer, mensajero alegre del hermoso que , binator igneus—del viejo mundo día: el coqui—hylodes martinicensis— no ca el charco enel verano y el matorral en interrumpe su cántico hasta gue Febo se el otoño, que huye del sul radiante y no alza en los espacios irradiando sus lampos se avergiienza ante la estrella pálida, que la de s rama pano icos plást los e sobr s ígneo perñere la turbulencia de la linfa estancaSu vida es oscurá: la noche es su tierra. da á la transparencia del onda cristalina, alborada. que vive al igual en la cima que en al euinnocto aspe as, fovm tes gnau Repu -midero, que posee un timb e vibrante en ble, áspero lomo, achatada cabeza, abultala garganta y un discode oro en la pupila. No parece que ¡fuera en do abdomen. el andar un gimnasta y en el amar un Yo paseaba por entre las oscuras en- Priapo. - Trovador de las noches tropica ramadasá la hora en que los astros “están les y ermitaño de las petreas cavernas. en la mitad de su carrera,” como dice Sér inofensivo, que se goza en la declalis Virgilio. mación y que ama, encajado en las proLas noches de la montaña tienen tamfandidades viscosas como en los alcávares encanto. — ¡ Mistériosa del limo, la misma ruindad de su destino bién su lánguido delectación ! funesto. Por lo ali—allá donde no llega el a? ¿Quién le ha dado esa voz argentin acento humano, ni la humana blasfemia— ¿Quién le ha negado la hermosura ? músca de vientos y besos de estrellas. La paloma, vestal de los bosques, sinfonías que que arrulla posada en el frondoso' cedro ; Conciertis de celestes el canario_eóler >
*
zapote que gorgea mecido iaa
SA
efimero, y el sinsonte que en el junquilló -fabrica su paraiso aéreo con plumas suaves, son bellos y pueden atravesar Or; L
llosos al azur del cielo y ostentar alas. esmaltan variadísimos colores. El :
|
coúhiíeve.
:
Acá. abajo, la armonía de la naturaleza: agitación de lo que goza en la som-
ra : hosanuas de los noctívagos rondado-
Tes de las seivas : dulcos serenatas del rui-
señor á su amada y del silfo insomne á la oo gs
1
352
HARÁ PENINSULAR
abiertas muy cerca del cielo. ¡ Encuentra una delectación tan grata al alejarse de la
tierra 1! Lucila ansiaba seguirlas do las palomas volaban
.
Cuan-
EL
muy alto, ella, cre-
yendo que la habían olvidado,
intimidada,
con las lágrimas casi al borde de
los
COHETA ii
ojos,
y
Lanzóse audaz á la extensión sombría
agitaba su pañuelo blanco, llamándolas, te- Y era, al hender el céfiro sonante, merosa de que no volvieran Un surtidor de fuego palpitante A ¡Oh! estas ausencias la hacían sufrir Que en las ondas del cielo se envolvía. mucho. Su corazón «de niña no podía * Viva su luz, como la luz del día soportarlas.- Estaba tan necesitada de caResplandeció en los aires fulgurante, riños contínuos, de: entretenimientos incesantes! En los últimos momentos de su Cuando la luna en el azul radiante Como rosa de nieve se entreabría. vida ansiaba amores íntimos Se sentía morir, y aquella flor que recibía ya los últimos Perdióse luego su esplendor rojizo, ardores de la tarde, guardaba aún entre Siguió fugaz cual raudo meteoro, sus hojas todo el perfume de una flor que Y al fin surgió como candente rizo. nace.
La del aiba sería....Una Diciembre, serena, como de primavera.
La mañana es más bella, que la tarde.
En
mañana de
hermosa,
lz mañana
nace.
sin
nieves,
más
alegre
hay algo
Paró de pronto su silbar sonuro,
Y, tronando potente, se deshizo
En un raudal de lágrimas de oro. Salvador
que
—-
) Pero todo dice ** lo que
tra alma que nos diga ”.
que haría reir
áun
niño,
quiere
ao.
RUEDA
-
,
nues-
El canto del ave
hace sollozar
¡
Campoamor.
Algunas nubecillas, como blancas pa lomas,
aparecían
se enrojecía á los
por cl Sud,
El
Oriente
primeros besos
del sol.
[En el azul espléndido del cielo quedaba solo una estrella : Venus.
En
aquellos mo-
mentos Lucila agonizaba ...La anemia daba las últimas pinceladas al cuadro.. Parecía que el cielo todo estaba- de fiesta esperando la llegada de un alma. . En el balcón de la:casa las palomas se movían inquietas
de todos los dias.
esperando
Lanzaban
semejaban quejas.
sos y de las caricias,
el
desayuno
arrullos que
Era la hora de los be- *
Lucila debía
tar allí, con arroz en el hueco de
de esla mano.
La llamaban, la llamaban con desesperación. Lucila no venía.-.. Había muerto. Y las palomas abrieron: sus alas, y volaron mucho, mucho, hasta más allá ae los montes. No hubo una mano que agitase el pañuelo, llamándolas, en cariñoso estremecimiento. ...
Augusto MALARET Sabana-Grande
a
A
Caridad, grandiosa por su influen-
cia, sublime por su
abregación
y divina
por su Oiren, se extiende de uno á otro polo, efijugando lágrimas, fortaleciendo espiritus, arrancando frases de complacen-,
cia
y gratitud, que repiten los
huérfanos
y desvalidos; los azotados por el infortunio; los que no tienen seres que los protejan ni auxilios que los ayuden. . : Se la vé, se la adivina, se- la. contem pla, en las concurridas cailes y eñ los sitios olvidados, en el boulevard y cerca de los
centros de fastuosidades ; al pie de las vias: de los ferrocarriles, á la orilla de
en
los páramos
exteriles
los
rios,
y en las fértiles
llánuras.
Acude solicita á todas
partes:
todo
el mundo le pertenece; donde quiera tiene sus atecciones prediletas á Al lado de la madre, resignándole a
sufrir,
y prometiéndole
dias
de
mayores
prosperidades. l E En torno del infante, amamantándolo, : envolviéndole.en cariñosos halagos.
Junto á la catástrofe de
recordando que todo
la muerte,
en la vida es perece-
Felix
7 PE AX
BERNIER
MATOS
E
Sueltas ” )
LIRA PUERTORRIQUEÑA Album
DA
AJABIA cumplido quince años. Es-
tatia en esa edad en que las ¿las de angel del niño no se agitan ya... Sus ojos Era muy linda.
de Blica Bavárez
l BECQUERIANA
rezas de cielo primaveral, y en Sus padres
¡Es
—
Manuel
Iba enflaquéciendo. » Había algo de infiritamente triste hasta en la misma aleyría á que sc entregaba la bella enfermita, que moría al sentir las. primeras ilusiones de la juventud, como capullo que al des-
¿Qué sucede ?.
Puerto-Rico,
Nbre.
Elisa que toca !
plegarse
JUNCOS
FERNANDEZ
á ellas se sentía la joven
piano te escuché: divinas Como coro de ángeles
Brotaron vió
Y
en
Envuelta,
el fondo de
en luz, el
alma
Manuel
A
Mayagilez,
notas
claros
tus
de
hombros y la Lesaban en la boca buscando impacientes las migas
Ojos
Tavaárez.
M=. SAMA
;
;
«olía esconuer entre las cintas
bios.
la jóven sus
la-
e
a
“Las palomas la alegraban, la seducían
A veces salían de su casita, que
Que en los desiertos de la vida nace :
puertas y ventanas,
flores,
rfume* el a aire. aromó con su*pe Lo
de
cariciasde niña enamorada, y las preciosas aves sostenían amorosos coloquios coa Lu-cila que era una paloma como ellas.
Hay una planta de espinoso tallo
Nunca
de pan que
con arrulladora ternura. Las halagaba con
Marzo 16 de 1897.
produjo pintorescas
A
la mano.
Ellas, venían A su falda, saltaban á sus
TE
Nunca
tran-
tanto
las mañanes salía al balcón de la casa, hasta cuya altura subía el palomar, á ofrecer á sus queridas granos de arroz en el hueco: de
el alma mía anhelante,
del marfil; Fijóse en tí,
algún
quila y feliz.” ¡ Cómo las quería !. Todas
y vibrante,
Dormitaba en las teclas esperando La voz que dijo á Lázaro: ¡ Levántat£ !
Al
|
los vientos.
cambiantes verdes en el cuello. Solo junto
Murió, y de entonces la inspirada nota, Armoniosa
deshojan
Aún le daba cierta vida, al parecer, el afecto intimísimo que manifestaba á sus mejores amigas. dos lindas palomas con
1896
Il de mi patria, orgullo Taviárez arte : del Y orgullo fué
Fué
por la ane-
di
mia.
la musa de Tavárez amorosa,
sollozando de gozo.
con
mucho;
cuidaban
tierno organismo, empobrecido
se siente á Margarita,
:
la
el extremado cariño que debía cuidarse su
notas
y acordadas
de limpias, dulces
pupi-
sus
trella,
peregrino
medio del torrente
tenían pu—
las radiaba la inocencia con placidez de es-
El genio celestial de la harmonía en el ambiente de la sala flota ; muévense los marfiles del teclado como enjambre de blancas mariposas. En
PI
Félix MATOS BERNIER
“gos: como la estrella que alumbra débil“mente y como el sol que ilumina, vivifica y hermosea al vasto mundo -- ¡tú, andrajo de la sombra, eres obra de Dios! ** Páginas
O
La abonan ¡ay! los corazones frágiles, Y esel rocío que la moja, el llanto, El triste llanto de las almas grandes.
tada por los geniales poetas; como el armiño de túnica de nieve; como el múrice avalorado por los viejos emperadores grie
(De su libro
O
¿Sabes cuál es? ¡La ingratitud traidora!
“moldea el excremento y es el geroglífico de la vida humana; como la golondrina can-
el E
espacio,
devorando
adormeciéndose
tenía
contentas
con las
alas
0
854 ————
o
AA
a
fuerza de taco que se necesitaba para sa-
car un recodo limpio en el villar de Antón, que la asistencia al Instituto para vir el
_arrapiezo fuera ahora con sus gritos á lla— mar: la atención de nos +.
los
próximos
.. Afortunadamente,
el
gangoso acento del profesor. de explicando la lección de turno.
veci-
infierno
me ayuda soplando con todas sus fuerzas ¿Ca darás, - este condenado viento! demonio $ — añadió dirigiendo su mirada
:
al interior del cesto.
De éste continuaron saliendo lastime-
ros quejidos, capacesde enternecer el cora-
e zón más duro; pero el de nuestro personaj sin debía de estar forrado de acero, pues demostrar la menor emoción, exclamó : — Ea, acabemos. — Y dirigiéndose
resueltarente al pretil del puente
cón la
-» consabida canasta, aizó esta hasta la altu sus s toda ra de la cabeza, y 'arrojóla con fuerzas al centro del rio. Un relámpago que en este momento rasgó las tinieblas de la noche, permitió
la que aquel asesino pudiese contemplar rio El terminación de su terrible obra.
separó sus silenciosas aguas para dar cablda á un ser inoceñte, y sepultar en su foninau-. do cenagoso el secreto de un crimen la a dito, cuya castigo quizás escaparí á : A jústicia de los Er
Ramón Saudiño era el calavera de aldea por excelencia Joven, valiente y buen mozo, no existía en toda la jurisdicción odel partido judicial de €..... quien desc nociese las hazañas amorosas de que había sido protagonista, asi como
los escándalos
á que con tal motivo diera margen.
:
Huérfano, en edad temprava, de un:s
ricos labradores, quedó su educación a caro. go del hermano mayor'de su padre, viej
solterón que con su muerte agregaría úuosel
cuantos milesá la pirgie herencia que sobrino heredara de los autores de sus dias.y Queríalo el viejo'entrañablemente; - deseando llegase á ser un ombre - Instruldo, lomandó «áda+capital con vbjeto de capreparlo para que continuase ajuna
E
a
rrera, preferentemente la sacerdotal
y
o o
dl
Mas
, - el carácter levantisco del novel estu hante
l-
ES
pS
s d- dió al traste con los futuros proyecto | ; es su tio.
-—
Enamorado y pendenciero *.
llevar'el alta y del. barrio, que revistiendo para el averignar la
grado, cuidábase más de, baja de las buenas mozas del consabido musa muse; él superior importancia
en el interior del cesto, y de éste. partió el penetrante lloro de una criatura revien O $ nacida. — ¡Oh !— exclamó aquel hombre con acento reconcentrado — ! esto más !. ... No faltaba otra cosa sino que este maldito
Historia, PL
Al fin y al cabo tuvo que convenir el tio en que era perder lastimosamente tiempo y dinero el empeñarse en hacer de su sobrino un: hombre de ciencia, y determinó su regreso al terruño, para que empuñan-
do el tradicional arado, continuase la pro-
pia senda que sus antecesores habían seguido, y por la cual tan buenos resuliados : prácticos obtuvieran. alcanidad celebr la De entonces data pacífilos zada por Ramón Sandiño entre Con tocos habitantes de aquel partido. agradar e hacers das las condiciones para del bello sexo, —y libre además de los sermones de su tio, el cual habia fallecido á poco de su llegada á la aldea, —convirtióse bien pronto el ex-estudiante en el coco de todos los padres que tenian hijas casaderas, y en el terror de los maridos que con, taban con una mujer bonita. le emían era—t lo e Valiente —porqu con nlo los mozos de su edad. y mirába prevención los hombres ya maduros; Bo habiendo fiesta. escándalos ó riña de donde el nombre de Ramón Saudiño no saliera pronunciado como el del héroe del día.
V -—¿Qué diuntres le pasarí al señorito
Ramón ?
Esta era la pregunta
y
que,
curiosidad, se hacían unos á otros
llenos de los
ve-
cinos de € ..... , sin que ninguno acerta.ra á dar una contestación satisfactoria. Efectivamente,
el
temible
calavera
| había cambiado por completo. que visible De repente, y sin causa justificase tal conducta, convirtióse su carácter en la antítesis de lo que antes era;
es decir que de franco, decidor é irre-
fléxivo. se trocó en huraño y retraido. Huía de toda sociedad con sus vecinos, y encerrado en el viejo caserón de sus aute-
pasados, si se veía obligado, por casnalidad, á recibir la visita de algún
conocido,
“,.«falo con.malos modos y peor semblante. ser inico que estaba seguro de.
358 que todo
dero.;
se marchita,
que
laci ón dral, se dirigía á la salida de la pob -llaque por aquella parte ofrece la puertade ello Al apercibirse mada de Santiago.
se
todo
'
desgasta.
a de "Y en todas partes, como centinel acismo, la virtud, como muralla del ostr tra mues a, raci como patrimonio de la desg
por
su sonriente faz, iluminada
ventanillo que ino, y permite examinar el frente del cam de los asomando aperas las narices uno de un luz la vigilantes, pudo distinguir á ete relámpago, la silueta del expresado gin
entreabrióse
rayos.
les
celestiales de la Omnipotencia divina.
C. MARTINEZ ROLDAN
:
Aguadilla,
1897-
de
_
a
la conciencia
I Y
SPANTOSA
dad.
Una
un pequeño
en negra
que, envuelta completamente
e
El grito
allí establecidas
la guardia del resguardo
vuoche aquella. en
ver-
de esas oscuras noches
mes de Diciembre en
que
del
!—añamo esta!... .¡ Jesús, María y José prec ipidió santiguándose y cerrando con tación el ventanillo, medio desvanecido
los habitantés
sus del Noroeste de España, refug:ados en
albergues, que cierran á piedra y lodo,
reunidos en la espaciosa
cocina
ca-
delante pa, pasó como una exhalación por al de la castilla. —¿Quien es? —preguntó una voz que partía del interior de esta, —; Qué se yo !—dijo el que se había asomado—¡ El demonio!, sin duda; porle que solo á un habitante del infierno se cCoocurre viajar en una noche de perros,
, por el fuerte resplandor de un relámpago precursor de espantoso trueno.
y
ante una
gran hogueriá alimentada por gruesós tron-
Y
volvió
de
cuyos
á reinar
el silencio más
el completo, interrumpido tan solo por silón, bramido del huracan, que al penetrar saments, si bien con interior sti» facci uas tig con ejas bando por las estrechas call la conseja sobre meigas (1) y aparecidos, nte resa inte Esta á la muralla, semejaba el resoplido de un contada por el abuelo. narración suele ser interrampida por el gigante monstiuo. | HI estallido de un formidable trueno qua, , sin temor al frió tros “Clvoso sus s Sigamo haciendo estremecer la casa hasta ginete, el cual, vido ui á la uvia, al atre mientos, obliga á los atemorizados morataba por la furia dores á santiguarse precipitadamente excla- por lo visto, no se inquie i -.. de los elementos. mando: “¡Santa Bárbara bendita!” algaducab su de Sin cambiar el paso Oyéndose á continuación la voz del viejo, a de Santiago que dice: “Un padre nuestro por el extra- ra, continuó per la carreter piedra por hade viado caminante. . . Padre nuestro. . .. etc hasta llegar al puente
cos de madera del pais,
Elbon con co a
escuchan
medro-
e
?
jo
corre
arcos
el
candalo-
Al enzontrarse en el centro ao riv Miño. : 1 y apeándose, —Lalluvia era torrencial: un vieuto hu- de aquel, detuvo el caballo, un momento racanado silvaba por entre las almenas de -sin desembozarse, examinó eno quela oscula muralla, € iba á estreliar su furia contra con deteución tudo el terr descubrir, los altos muros que circunda la histórica ridad de la noche le permitía Sorprenpara Ciudad de Lugo, la cual, á la luz de los acercando el oido á tierra, der algún ruido. — Debió quedar satisfecho relámpagos, destacábase sombría é impocaer. el embozo nente al pie le los nevados montes que la del examen, pues dejando dela capa, dirigióse hacia donde estaba su rodean. del mismo, Ni un ser viviente se veía á aquella caballo, y descolgó de la grupa un cestito de mimbre como de media vara hora por aus calles. (Las once acababan de longitud, cubietto con un paño negro. de sonar eu el reloj del Consistorio.) " Por un instante se quedó indeciso De pronto y dominando el ruido de aquel pala tempestad, oyóse distintamente el galo- nuestro perscuaje contemplando cón mano quéte misterivso, y de repente, par de un cabalio y apareció un ginete que Catela febril, desgarró por un lado su cubierta: bajando paralelamente al atrio de
y oaguaE PEpenetró 4 to en vi de de ga fa e rá y a frí una e Í +
.
¡JUDAS!
sie
CORTA .
NovELA POR
1V * Tocado de la manía
de
los
tiranos,
que en lo más recóndito de su co-
Scala
razón me detestaba, se decidió á buscar los medios que le llevasen derechito á la venganza ;
porque
el . rencoroso
vejete
quería vengarse de la ofensa que yo, un barbian, un gorgojo, un átomo le había
venerables con un empleita que sujetó cintas por debajo de la barba. Serafín se embutió
en
el
con
dias
calóse las gafas verdes, sepultó su «cabeza donde vivían las musas en un hongo ya viejo, y tomando los cordeles y el cesto ¡rebosante de provisiones, emprendió la marcha.
No me perdonaría jamás gajeamiento de la rama tan
aquel desinoportuno,
Como era una jornada de tres leguas más ó menos, el sol, muy rubio y muy cortés, nos hizo un ardiente saludo en mitad del camino, obligandoá.mi madre á abrir
precisamente cuando la recia
y agraciada
su
súbitamente inferido.
Gertrudis estaba en sazón.' —¡ Un dilo | cxclimiba Serafin, paseándose á grandes zancadas por la al. coba.
-Diera mi madre su vida por saber qué clase dé castigo, tarde ó temprano, me impondría el estanciero de sobretodo y gafas verdes. - Travesura infantil puede llamarse “la que hizo estallar de repente la venganza de mi tio. :
impulsada por su zmor
á la pesca,
- mi madre proyectó una juerguiti en bote para que el mayordomo luciese su habili-
uad, puesto que según enfáticamente decíd á todas horas, nadie como
él
pescaba
en
menos de un segundo cuatro y seis doce. 'nas de anguilas y hasta dos ó tres tiburu-
nes.
y Tiburón y Eránde el tal Bonet ! Yo reventaba de risa, figurándome ya la cara
que exhibiría el granuja cuando
llegase la
hora de mostrar sus habilidades, "Y fué el caso'que una mañs aa mi ma- dre puso en movimiento á tolo/+ mundo;
hizo preparar los anzuelos, los “ rdieles, la merienda, en fin, los. tachivaches declesarios para dar una batida á los bajeles «rondas y escamas que diría Calderon ; isbóne ella anal so
; rd Pe a
>
,
3
LR
y
s subrió
sus > canas
paraguas.
Serafin, á quien molestaban los callos,
henchía el aire de tacoz y ternos cada vez que tropezaba con las piedras. ¡Era de verle!
Se detenía,
y se
sobaba
cómica-
mente lus pjes, hasta que calmado el dolor proseguía la caminata
- Llegamos ó la margen del Oceano, como € dijo Serafín abusando de su inspiración macarrónica, y Bonet acercó el bote para cu-
ya operación hubo de meterse en con las piernas desnudas. Serafin se resistió A
el agua
embarcarse
en
aquella cáscara de nuez y dijo que él pes" caría desde
la margen,
s»bre
por allí se levantaba.
Mi madre y Bonet
no les siguiese, ó mejor mara asiento en el bote le hiciera zozobrar
Tendíme,
me
una
roca
que
royáron
que
dicho, que no totemerosos de que
pues, sobre
la. larena, en
tanto que mi tio arrojaba al fondu
su bien cebado anzuelo
:
Espoleó mi risa la idea que de surgir en mi mente
del mar
acábaba
y entráronme
de-
-seos de ponerla en práctica.
Como yo tenía alma de Cid ye corazón
de salvaje, según he
dicho
anteriormente,
eché á un lado temores y escrúpulos, y rá-
pi lo como una centella,zambuí al fondo de ias aguas sin que de ello: se ¿apercibiese mi ni
jo.
:
as
:
=
siempre bien recibido era el Maestro Escuela de! pueblo don
de
Anastasio Ea
padrino de Ramón Sandiño. Este buen señor, que quería de veras
á su ahijado y que tambien participaba de la general curiosidad por saber á qué obedecía el cambio que en el carácter de este se había operado, iba á visitarlo
con
fre-
cuencia ; y siempre que aventuraba alguna pregunta sobre el. particular, recibía por única contestación un fuerte y cariño- so abraze desu
ahijado. y
las
siguientes
palabras dichas con emoción profunda : —¡ Ay padrino!.. ¡Nome pregunte nada! ..¡ Bástele saber que soy muy desgraciado !
Me arrullaba en sus brazos suspirando De dicha y de emoción, Mientras mi padre en el sencillo exceso De su infinito amor. Me daba las caricias que más tarde La ausencia me robó,
Y «ue á la tumbaen donde duerme ahora Á pagarle aun no voy: ... Forma querida del amante ensueño Que embriagaba ¿ los dos, .
Yo era en aquel hogar y en aquel día De encanto y bendición, Para mi cuna blanca, un inocente,
Para el mundo un dolor,
Y para aquellos corazones buenos
Enrique DECORO
¡Un tercer corazón !..... De aquellas hcras bendecidas, hace
(Continuará)
LIRA
Mi madre, la que vive todavía Puesto que vivo yo,
Veintitres años hoy... Y de aquella mañana á esta mañana,
EXTRANJERA
De aquel sol á este sol, Mi hogar se ha retirado
ENTONCES Y HOY
de 'mis ojos,
Se ha hundido mi ilusión, Y la que tiene al cielo entre sus brazos,
|
Ese era el cuadro que, al romper la noche, Sus velos de crespón, Alumbró, atravesando las ventanas, La tibia luz del sol: Un techo que acababa de entreabrirse
ss S
Para que entrara Dios,
Una lámpara pálida y humeante
Dejen de ahogar mi voz....
Brillando en un rincón.
Y entre lasialmas de los dos esposos, Como un lazo de amor,
Una cunade mimbres con un niño Posadas sobre la áspera cornisa pardo
Sin lámpara y sin Dios, la esperanza
Penetra en su interior, Comoen el fondo de un pe
Todas de dosen dos; al
Que solo y frente 4 todos los recuerdos De aquel tiempo que huyó, Mi alma esun santuario en cuyas ruinas Evoco á la esperanza; y
Recién nacido. ... ¡yo!
Las golondrinas junto
La madre de mi amor,
Ni viene á despertarme en las mañanas Ni está donde yo estoy ; Y en vano trato de que mi arpa rota Module una canción, Y en vano de queel llanto y sussollozos
nido
antiguo
Las miradas del sol. .
Lanzaban su canción.
to
En tanto que á la puerta de sus jaulas
Bajo el cielo que extiende la existencia
Temblando de dolor, Mezclaban la torcaza y los zentzontlis
En cada corazón palpita un mundo,
Sus trinos y su voz. La madreselva alzando entre las rejas Su tallo trepador,
Enlazaba sus ramas y sus Hujas En grata confusión,
De la cuna al panteón,
Y en cada amor un sol...
Bajo el cielo nublado de mi vida
Donde esa luz murió, ¿Qué hará este mundo de los sueños míos?
- ¿Qué hará mi corazón?
Formando un cortinaje en el que había.
Por cada hoja una flor,
En cada flor una gotita de agua, Y en cada gota un sol, _ Reflejo del dulcísimo de entonces
Manuel ACUÑA
(Venezolano)
Y del doliente de hoy. febril, una fría.
PA
A
novia confombras de Persia; del traje de la qué cuantas feccionado en París y de no sé la bo-
tañen liras les que segun dicen los poetas es, Del piano brotaban notas dulc de oro. an- en
de cos1s más. Llegó por fin la nachetan novecon da ita da y la curiosidad exc es aciones, corrió á llenar las nav
como avecillas invisibles que cantab ito de ónd el aire y se introducian en lo rec des-
lescas rel
y
tu mi ser, haciendo vibrar mi espíri
del templo.
emo-
ocidas pertando mi corazón á descon
los defectos chicheand>, riendo, dets1l «ndo —novia, y las bellezas del traje de la virgen ogante que que apenas miraba al galan arr
ciones.
a sin Elisa, en el trono de uitz, reinab de pura
ensueño,
un
madona de Rafael.
y
como
hermosa
manchaba
una
por
aban siinflujo de su inspiración, no respir era el vaueci quiera temerosos de que se des encanto. .
que Elisa ztrae, vence y rinde por
la
del dia; bella, blanca como el despertar y noble, arque posee un corazon tierno la rica alhaja quilla misteriosa que encierra joven tenien de la ternura, se enlazó con el te en la Isla” te señor Obregón, actualmen al señor Ba: de Cuba, el cual otorgó poder sí amoroso drena para que recogiese el
Su vida es un
delicioso; y preludio, un gorgeo, un canto improvisacioella misma se arrulla con las nes de su alma sensible con las Fiota como un ave del cielo,
pronunciado ante el sacerdote.
amorosa
tendidas
de
frac,
la dueña
s. La señoDias después nuevos enlace niña pudorosa, rita Camelia Carbonell, la la
arte, Sacerdotisa del leidosa. hacia el piano te inmortalizado á Verdi, sien
alás de la inspiración
de su
nezrura
lesada.
€s
la virtud, Encarna una arúistá- verdad, mariposuela vehoy que la virtud es una que ha
un amor sin límites, salvaje.
la
En verdad que esde sus pensamientos, murmutaba bellísima Carmen Suau! La de la joración domeñada por la gallardía embeven pareja,cerró el pico y se quedó
poderoso
el
cou
blanca seda y el velo blanco
Y cuantos la veían y
subyugados
admiraban,
visión
la
orgullo, blanca y aérea como
La ciudad entera estaba allí,cu-
sco BoLuego, enlazáronse don Franci ía, mon h«r de era ósf atm Flores, una sia mente, en ezra y la señorita Horten can una ue lan hab le luz donde geniecillos de rnada con el albo traje de las vírado iéa q ihab sus os. tod ra. “región hermosa, en la cual ¿mor * genes, estaba encantado del no him el n ona ent innumerables pido para “tantes alados ¡ Venturas
y la felicidad.
árez en Yo, que admiro á Elisa Tav fonde de mi coel silencio de mi ser, en el ex-
amor! vosotros á los geniecillos del Pd
s de los razón que siente las nostalgia falicidad, la .la del mendo de patriados
mis recuerdos,
de
dedico el humilde 1amo
otras para que cuando navegue hácia as re
un
mar
con
olas
de
espuni
pla-
y:
ua
as ent , vuelva su pencielo enajado de estrellas que la rinle adosamiento hacia el nómada toMle
ración ferviente en el
se vida. ,
ES Y
obscuru
desier
Ea
0.0
un dia el Fué la comidilla sabrosa de el joven con matrimonio de Carmen Suau leyenda de José Roger. - Referíase una vul+
ación del hadas. que la poética imagin tante de repogo había inventado en un ins s de Hablibase de muebles iraido co. o
Y...
¿qué?
él gitano de
pus que
pur csas: cala la changa vazabundea aun y á un par de haciendo bailar á Josefina gracia que perros sarnosos, que maldita la una es derrochan
La
pobre
monita
que
o, bostesa de E Caramam Chimay “en pequeñ su rasca—pan= nes hambre sobre el hombro de
itamieate E dereta,un pillete que saca bon
centavos á los chiquillos y á los
imbéciles
e mocetones que le rodean. si muereil quele | — Josefina ¿como E ? pegan un tiro in la Ripública lado y cIeJosefina se deja caer de un estuviese fra los ojos" como si realmentepaja, entre durmiendo-sobre el jergón de
Después
las piernas del gitano.
...cua-
á lo princesa: Chimay y os tit sal seis ó tro com a oloros de barril. : Francia, de lechos de madera to mortal por entre un arco sal el : one jap s aje tin cor , qua se mueren de puroe el cedru del Libano, de ros per Los : un en dados rascan dond ses con pajarillos azules. bor de esmeralflacos, levantan el trasero, se
horizonte de oro; de collares ies; de alrub das y brillantes, de perlas y
llenos de teles pica, enseñan los dientes 3
A
3857 ——
Este, de pronto, experimentó
F osa.
profun-
despide.
primePero cual no sería su asombro surediatamente su cólera, al ver
Perico.
1 Corcholis !
semblante
burlesco
¡Cayó
sobre mi
un aguacero de puñet
manidad
Juando cayó en mis
le abrí lleno de emoción,
de
“todas juntas. ó
+
zascandil.
Le madre.
corazón.
Tienes
Mal rayo te
¡Caracoles!
Voy
y tiene
Viajé por mares
de
sin olas, remando en
gero, ofrecen su hermosura al extran os labi y s ado genes de cabeilos dor
á patearte el
rojos
como las amapolas. Contemplé á la niña á la de los ojos pardos y boca de carmín; lo, y
Escetáceo. el conderse bajo las algas para pillarme de eza cab anzuelo y asomar incontinents su oceano!
las
de
n la barquilla de la esperanza, con direcció des eda sol s á esas playas de oro, en cuya víir-
al revés,
rní, fungiendo de
“ardilla en la superficie del
Le
íe dulces venturas, donde todo canta y sonr o. mid dor lago el color azul de un
¡Uh! ¿qué tal el sinvergiienza?
Burlarse de
deseaba
que
invisibles y voló muy léjos, al pais
me las cobro
parta hijo
por
sentir juzgué admirab le, porque me hizosus alas ó abri Mi pensamiento hondo.
tierna huazos y pun-
el alma
libro,
maros el
sus páginas.
devorar
ardientemente
arena tapiés, que me obligó á devora r la de la playa ! —¡ Castigo espantoso mereces, bala-
¿drón, canallita 1 Verás como
gor-
melodías,
luz,
dín de ido escogiendo flores en el jar cautiva por ma, para formar ese ramo que gancia que SS colores y deleita por la fra
en la casi y con los ajos llameantes, uelo un pez anz el en cia de que había caido a A enorme. gir de las ondas'el
ellas
en
¡ Qué delicadas ! El poegeos, Susurros. Ha n. tano ha intentalo siquiera un pla su 'Al-
Con mucho cuidado fué lentada alegría. respirar mente recogiendo el cordel, sin creen-
ro € inm
Hay
crepúscu
bellísima aurora nacida en un
que, tragamocos, yo te arreglaré los hue o per o; sos en llegando á casa. ¡ Un castiz
“terrible, horroroso, sin precedentes cn los
E antros de la inquisición !! Asi gritaba el armatoste agitando el ta de “sobretodo y con las gafas en la pun o la nariz. ( Continuará )
cerca
Para ver de
exclamé como el poeta:
Badula
esari0 ese angel que se llama América. es .nec : amar! tímida y temblorosa que a dam Víla aguardaba al amante en la casita que pare-
e algo ce de día un nido de palomas, y de noeh queOí sus amorosas asi como una tumba. blanjas, el beso de llamas; los juramentos del cas óli anc dos y fugaces, y las notas mel la én amor, que suenan tan dulcemente .
soledad de la noche.
Y asi. leyendo y leyendo, ahora “¡NO«Alma Sublime,” “El primer beso,” ar che-buena,” “El número 105” y “Am de rosa,”
“Hojas
“Paisaje,”
- sin esperánza;” luego,
“Primer Amor”
y
“Ortigas
y
Sueltas
de
Amapolas,” transcurrieron las horas insen-, al. - siblemente, sin gue deseara yo a volver : mundo de la realidad.
son lasy/
Lindas
ha regalado el autor poeta de Recuerdos Benditos, el laureado - Felix Matos Bernier. era ¡Hermosas
-.
páginas !
de flores escogidas
Son
y aglomeradas
:<á* man
en
un
el jarrón de porcelana de Sevres * Tienen la bajo te fuen una encanto y 1 a cadencia de :
eda
rumorosa de un bosque: 'El bardo ha vaciado en esas
p áginas
exquisitos sentimientos de su corazón.
me están escritas en el fondo, ra-
n ensueño
color de
Matos Bernier.
Páginas
mejan
mininturas de
:
por sus confeccionadas oro y brillant regimp n está hábiles manos/de artista; y nadas die la
alma-per/0ne.
-ncia,
r
Contironme
pura y
Suave,
..0 Oo
la. historia
de
su
> id
de Elisa, la
Margarita de Tavárez, como dijo Simón, y sacud* la pereza para dedicarle unos momento.de atención respetuosa.
tático, con la frente inclinada y
La oí er...
los ojos
fijosen el suelo, como se oiría á los ange--'>