Revista Blanca (4 abr. 1897)

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La Revista Blanca

Qenzarario

de

F TYeralura

cr

Ciencias

Y ÁRTES

Dedicado al bello sexo

PHayagiiez, e

—¿4YHim.31—

+ de Xbril de 1897 IIS

¿4 GRECIA. -

| ano

inmortal!

pujante vencedora

En Juchas con el hércules tirano, Esgrime altiva con tu ferrea mano

E

La espada de tus lides redentora. Eterna y arrogante luchadora

Contra el fiero poder del musulmano, Huella el turbante del audáz villano

Bajo tu planta firme y triunfadora. Muéstrate al mundo heroica y soberana,

Alzándote gloriosa hasta la meta

De tu pasado ; helénica sultana : No te intimida quién tu brazo reta,

Evoca aun tu tradición lejana Y al fin redime la cautiva Creta. Marzo de 1897.

:

Ferdinand C


E oO

ber, y el gitano be ni r me co no de larañas cobres y se matente los recoge tranquilam

anga, sus perros, ch SU n co o aj ab e ll ca nsu cha la podre que le co su mujer, su hija y

frente has «con | el sudor de tu o: £ lo que es lo mism

mantenerte” te entrego

es

para e huerto . delicioso,

lo cultives lo. ..... Aún es mas: $

de

3h

que

escudriel hombre, cual

able manérrito en tan deleit ncia, COn rt pe im r do ña 3. GONZA LEZ scubierto la cie sión, habiend o de ido rimiento, ha quer ub sc de so to en rt po tan a ando hasta en los trtr 10, penese 1 nvertigarlo to podiarcanos, pero no ha ará más insondables rlo, pues sólo lleg ha ui de eg ns o co st ju á dr y po so ni do onda es, no AOS, siempre b sus operaciones, ésto eade cr e ha t mi lí a rí al du bi sa egado ni lleAlen su infinita ar den de no ha ll e eg Sl ol ll nd má do la di oc po pr , está demostran: lo como Sd) JA LO al hombre ta es eil 1 a, iv nc pr nu s rá lesde luego el ser má re en su ga patéticamente y CUn sin par grandeza,AS do vislum za; y €l homb no podrá siquiera grado de la naturale vestigarlo todo. no ha qu e el hombre in OS ....-* constante afan de los perennes brar La CLENCI A DE DI E

me. ,

raiso::

QUIARA

A

0

105 Y EL HOMBRE

diferencia podido ver Con inqueza que la protectora ri dado ) manantiales de encia, le ha brin mano de esa provid que pueda subsistir en - por doquiera, pava de la existencia. .--

el escabroso camino pero, abandonada á La naturaleza em s obedeciendo á leye s; za er fu s ia op pr es s. su tibl e no son suscep

Zenón

M EDINA

ei

Y GONZALEZ

An

ERRATAS

de don José B. va por título Jucas, lle e qu ra ia Qu qu , ez al : físicas inmutables conociéndo- Gonzescapó <n el númery anterior la siguiennO , te en ui ig ns co r po se entre sí y “Si para su desel principio ce di ar rm e fo nd á do > en ta en ra vi er te se su orígen una oreja, me le os cuyos me nd ar mu ll pi os “l a ab de gr lo al ventura ” armónico, esenci bajo de bendito dE. ra lopor una suprema de r os po ad az ía tr ri cu n so es sventu ia destinos de una inteligenc E “Si para su de le escurría AS e nt LE ie nd pe de , za er m£€ do fu dera, que encerran á graba pill arme una oreja, ufl daba en universal, imperece ¡p e en y vi tana toda la ' creación, por debaj o de la so o etc, etc. el gérmen de so, llena los espacios, Fe it nd el be “poblar el univer l tiempo, Y recorriendo el suelo con de ce úla el péndulo ero donde se di ... . impera núm ad id ns me presente in el la de En le - Tos límites uña” — (Y enezvlano) zontes de lo infinito. Ac ri ho l s ue do ta an la «M di los ¿en icante por SU pe El hombre, insignif de circu nstancias, (Mexicano) lo queñez, baju este cúmu una chispa eléctrica, r po cae, Como herido mo es.evidente, obusoportándolo todo, co les transformaciones deciendo 4 esas múltip cumplimiento de un á que está sujeto en: jando su mirada retros fi ci damenteá nues re ca en a ic destino ----- pero, lo creado, se levanta pl su de | : Se e todo el importe qu , la de Is - trospectivpoar todo Y la . de or am s y te agen que tancia este Semanario “lleno de fe, de cons ripciones á freúte el sello indeEn la novela

cort a

o.

coró¡ón i h d i n i m d A e D

va “mostrando en su altiy con los beneficiosos o, - leble del trabaj arrebata a la prole as ci en ci la de os li * auxi ros e

s profundos teso pia naturaleza 'sus má pas, nO puede dejar pe , re mb ho El s ne --nada, zada absoluta sar desapercibido l de a ad rn dida jo

1

ate:

Ta: empren nivelador 5 por decirlo asíel dándose las cosas, acor an blimes frases del gr

tregarle libre su eterno pó-

susc

n toda NOS lo remitan co o, ad ud ca re an ng te á las múltiples atender ra pa , ad ed brev n" sobre nosotros pesa e Qu es on ci en at chos agentes aco-

las

di No dudamos que tia, por lo cual les an gerán nuestra súplic .. cipamos las gracias. %

:


Cuento A

- Para salir triunfantes,

Hundiéronse las barrenas Y en el mismísimo instante

costumbre en Barcelona

di.

Que, en sus azulados mares, Ko los tiempos calurosos

Forrado de zinc que había En la casa.— Calcularse Ahora pueden mis lectores Lo que sucedió más tarde-

Escuchad lo sucedido En tiempos caniculares

Y en la Cindad indicada

Do pasé mis mocedades : A un buen establecimiento

Y al mosquita muerta Práxedes.

de tarde

Mariano

Y el mosquita muerta Práxedes.

que los colocase

En un cuarto bien cerrado - Do no penetrase el aire, Pues eran muy higienistas Y temían enfermarse. El bañero complaciente Desiguóles al instante

La muy

se

Los extraños personages, Taparen los agujeros,

Incluyendo el de la llave, Que habían preparado,antes. las cosas,

Por

fin

llegó—tudo

aclaró aquel misterio.

Que en la vecindad hablasen

de la cruz.

llega

en este. que

Se.

almuerzo,

el

dia en

Acababa

mentede dar fin á su frugal

Algunas hijas de Eva Que habían ido á bañarse, Al seto del cuarto próximo Tratan de agugerrarle

precisa-

. Maestro de Escuela don Anastasio Portela,

cuandg recibió un aviso de que su ahijadoe.;. se había agravado notablemente, y que llamaba á su lado, con urgencia.

la faena

:

—Acudió sin pérdida de tiempo, y pudo el: convencerse de que no era exagerado de : aviso. o sofi de baqueviej Tendido en un

Y al rato, ya jadeantes,

Exclama el uno: “algo encuentro Tan duro como el diamante”.

“Y yo tambien” dijo el otro; al empujar con ímpetu

x

viejas, hacier

mundo—lleygó, digo, cierto

Y como les pareciese

Pero

á

moría.

al mismo tiempo la señal

Un par de barrenas grandes ;

— Hagamos fuerza y Veremos ¡Como los boquetes se abren”.

se moría.

Se preguntaban algunas

Sacaron de sus bolsillos

un solo instante,

y que

quiera. —¿ Silo habrán cogida las

Y mientras regocijábause,

Nada importa:

enfermo,

estaba Si, señor,

Aquello era para volver loco á cual

Con una macilla ad hoc

Comenzaron

(Conclustón) aos vi. on Ram verdad era que

e: vecinos mejor enterados en ciertos Secr misla de tos. podian adivinar el nombre antateriosa enfermedad que á pasos agig lcro á. dos se llevaba directamente al sepu d y salu aquel joven que ha poco revosaba o vida. -

Y mn quingué para alumbrarse. Una vez que se encerraron

|

e

——

ado Ni el médica, que había sido llam los ni , por el Maestro de Escuela, ni éste

El cuarto número doce

En tal estado

«A

la conciencia

Bl grito de

Y ofrecióroule propina

PALMER.

RIERA

=p.

Dirigieronse al bañero, Sin que los oyese nadie, Para

Él:

Al irocente Francisco

Kl inocente Francisco >.

3

El depósito más grande

Vaya la gente á bañarse.

De baños fueron

4

Enormes chorros de agua Amenazan inundarles La pequeña habitación Donde pensaron bañarse: Habían agugereado .

:

FobrOr..

».0%

YO

a

EN

FO

O E EA

a

ta y próximo

|

al balcón

desde

descubría una dilatada y hérnos ña, , hallábase el infeliz FR

mejor dicho, su esqueleto,

x


cuestas, en un vagón de tercera clase, hasta Roma. Y al llegar allí, toda trémula,

esperando un abrazo para

ella y un

beso

para el niño, llamó á la puerta del Estudio,

Pero el pintor se neyó á reconocer á la cria-

tura y á reconocer

)

n ÚY

querría yo

quisiera....¿quéno

BO

*para las lectoras de La REvIsTA BLanca?.... Yo quisiera contarles un cuento alegre como unas pasiuas y rosa;

perfumado como un brote de

y

á la madre.

Ella le

habló entonces de quetenía mucha necesidad, de que teniéndola ella la tenía el niño, “y en nombre de ambos pidió ingresar nueva-

mente como modelo en el Estudio del pintor; —y el pintor, mirándolade hito en

hito, con escudriñadora

miradade

artista

. tengo que contarles una historia triste, “muy triste, ¡Tristísima, sí, pero cuán hu$ ; +. *. * es ; hn Histuria de todos os dias, ensommana! Después de pensarlo mucho, se decibrecida esta vez con algunas nubes más ''dió . Se decidió áinutilizarlo para todas, Ella, Ana Ella y él; lo de siempre. Appruzesi, italiana... y ya no hay que echándole á la, cara. un franco “de vitriolo. decir que guapa: grandes y negros los Pero, como le amaba, temblóle el pulso.; y ojos, fogoso el mirar, atezzda la piel, ga- el vitriolo, caido sobre la blusa de él retrorridas las formas, y con ese no sé qué de cedió para caer en lá cara de ella....muelle abandono de las mujeres latinask; .: Horriblemente desfiyurada 1 la ví en el El, Auguste-Frangois Gorguet, uno dés=banquiilo de los acusados, de-lizánduse sus tautos,

corazon

hermosa,

cabeza

huera;

de oficio pintor, de nacimiento canalla. amaron....;

le amó.

es decir, ella

Se

¿Qué

en frío, la desechó por inservibie.—¡ Tenía las carnes flojas, el vientre arrugado!..

JDEO*

lágrimas pur entre los costurones del vi-

triolo; y también l« ví á él, tranquilo, como si tal cosa, declarando, para salvar su

por qué? * Porqueséí; nu hay otra ra:Ón. - responsabilidad, contra la pobre mujer que Y le amó á la italiana, estu es, con toda el fué su modelo, su amante, su cocinera, y alma

adinerados, lo

Solicitada por tenorios

dejó todo por entrar en el taller de Augus te-Frangois

Gorguet

Principió

por

ser-

siguió por servirle de virle de modelo; amante; y concluyó por servirle ue mode-

los: de amante y de coctnera..-.. Lo imprevisto era el ser

madre,

y

lo

imprevisto,

que era la madre de su hijo. ... El juez, indignado, le dijo :

|

“No tengo la costum re de formarle causaá los pero debo sin embargo interrogaros, pues en la indienidad de

vuestra conducta, el Tribunal hallará circunstancias atenuantes en favor de la acusada,

]

EN

Usted ha desamparado esta joven cuando ella se encontraba en la más penosa situación y vos la habeis aconsejado de abandonar á la asistencia pública al niño 'La lev nos obliga á condenarla, pero el

que la indigna conducta en virtud de la cual

que ella a,endía. Tribunal estima

habeis hecho

prueba contra su respeto y consideración debe: merecerle la comoha dicho alguien, ocurre siempre. - Toda ruborosa se lo contó al oido; y indulgencia.” ¿lla dijo: “Anda á París y dá á luz en el Los Rodin, Puvis de Chavannes, : : Hospital.” - Boybet, Lenoir, Escoula y «utros célebres Desde Rorra, donde tenía su estudio, | artistas se encargaron del niño; y Augusle envió un auxilio : cinco pesos; y'al mante-Frangois Gorguet salió de la Audiencia :

dárselos le aconsejó que echase la criatura

_á4la

Inclusa....¡Qué

carta

esa!

Acos-

“tumbrado al horror humano, la he- leido, sin embargo, con verdadero asombro.... y ¿por qué no he de confesarlo.? ¡con ágrimas del corazón! . He leido esa carta, calculada como una habla de logarit-

,

mo, fría como la huja de un poñal asesino.

.. ¿Ana Appruzesi, que se lo sacrificó to-

rificar el hijo de sus entra- -

'ó de la Inclusa;, lo llevóá

tarareando un couplet licencioso ....

-*

vivir en paz consigo mismo !. ...

E

¡ Bienaventurado él, que tiene toda la inconsciencia moral que se necesita para 6 de Marzo.

Luis BONAFOUX :

(Prohibida la reproducción.) —


364

1 ro de Escuela, llenos sus ojos de lágrimas,

yo

que

dose 4 ser cómplices en el crimen meditaba!....-

Jo contemplaba en silencio, no

_«“Llovía torrencialmente, y el viento

silvaba con tal furia y violencia, momentos me veía

Los relámpagos

arrancado de

sucedíanse sin

que

por

la

silla.

tremecían todo

mi sér, y obligaban

in-

tenso !....)

vil

intérvalo,

precediendo á truenos espantosos, que

encontran—

do palabras con que mitigar dolor tan

€s-

á mi

Al cabo de un breve y penoso intérva-

1 o,

Ramon

N

continuó

“Desde aquella fatal y terrible noche, ya para mí no hubo ni h ay tranquilidad ni descanso posibles!....En todas partes

mepobre caballo á detenerse inquieto y desgro droso, como presintiendo un peli

veo la infeliz criatura !.... De dia, de noche - «4 cualquier hora, mis ojos la conme no te de la casilla del resguardo, y templan suspen dida en el espacio, y pronra. pied de te puen al detuve hasta llegar ta á caer en un abismo oscuro y tenebro sol. . | de ues desp y Una vez en el centro de éste, ¡ En la claridad de mi despacho, ...en la

conocido.

«Pasé como una exhalación por delan-

:

z cerciorarme de que nadie me podía ver, . na n | desculgué el cesto que guardaba la tier dora habí se criatura, la cual seguramente bh mido, á juzgar por su silencio. “«“[)udé un instante sobre si descubriap ría 6 nó el indicado cesto;

0- | por no sé que fuerza

más, impulsado

misteriosa, desgarré

la .4 | por un lado su cubierta, penetrando por y to vien e- | abertura una helada ráfaga de á pro"- Pl agua, cuya frialdad obligó á la niña rrumpir en quejumbroso y aguilo llanto.

¡"Oh..

la-

Dios mio! . .¿cómo no se lamentos

N enterneció mi corazón al oir lus

de

| de aquella inocente!..

sa

“Confieso, con horror,

to,

lo

que

único

al:

por

ma | que sentí fué ira, y miedo de ser

| guien descubierto. “Y bruscamente, aproximándome al mis ufñi- | pretil del puente, arrojé con todas fuerzas al centro del rio el terrible cesto, ; e de de | que pesaba en mis brazos como si fues

sta

zrna | hierro!

“En aquel supremo momento, un pro-

bi-

longado relámpago, sezuido de espantoso | OS, | trueno, iluminó completamente la negra jería | superficie de las aguas, y pude ver como ñas; | éstas se separaban para recibir en su fondo rupa |

s de

al fruto inocente de la deshonra !..

¡¡“Oh!!....¿ Por qué el Ser Supremo

no envió un rayo yue pulverizase al inhu-uan- | mano asesino, autor de crimen tan inaudio dí la | to?%...-. “En su alta justicia, reservaba, sin o, al |

duda, para más adelante el merecido casti-

S

fué, en verdad, bien terri-¡ Y este Dios | go!..h

lefao | egán-

ble !...-

5

'

E

(Calló un instante aquel desgraciado; pultando el rostro entre sus manos, pro-

6 en ahogados sollozos. El Maes-

penumbra del | argo curredor, se me aparece con sus braci itos estendidos, como pis 1 diendo protección y amparo “Si, deseoso de respirar el aire puro

esa de la mañana, dirijo mis pasos hacia dilatada campiña, el primer árbol conque

mis

ojos

tropiezan, ofréceme como único

fruto el cuerpecito de aquella niña, enganchado en la rama más saliente 1 ¡espantoso! ¡espantoso! ¡“On ! ¡“Pero,

¿lo

terrible....lo

más

más

atroz, es cuando por la noche, llega la hora de acostarme!....

«No hago mus que cerrar los 0joS, y mil estrañas visione» se apoderan de mi

mente perturbada!... ¡Todas las escenas de aquella noche de horror se me reprodu— minimos detalles, pero cen en sus más aumentados

éstos en

formidable

propor-

ción!

. “«Kendido al fin y quebrantado por tales pesadillas, cuando desciende sobre mis párpados el sueño bienhechor. vigo distintamente, en medio del si'vido del viento y el estampido del trueno, el agudo llanto de la recien nacida!....¡ Y dommando todo | este ruido infernal, una espantosa

ita en mis oidos, sino!!

¡¡Asesino!!

voz QUE

...¡¡A

VIIa

—¡Vaya....vaya-... Ramoncin, hijo

mío, cálmate por Dios ! —interrumpió el Maestro de Escuela, abrazando al enfermo

al notar la tremenda escitación que de este

se habia apoderado.—Rézale una salve—

la Virgen Maria, para que te continu quite esos malos perssamientos de la cabe: d za!....


- 363

a .aldea circ unvecinos, conocí e n la pequeñ hacha muc deC ...á4RosaX.... preciosa r á dode ¡8 años, que se dedicaba á cose amaban. ll la. micilio, donde quiera que , en un réme con ella una mañana nt co En no-que conducía á un pueblo pues siento que me muero! mi ca rio ita sol es nt co ?— e aba: en—¡¿Que es eso de morirs imo, en el cual aquella trabaj ndiendo óx pr o nd za ra ab y e os nd mpre td el vicio aproximá tablamos conversación, y co ciso, pre Es o. rm fe en adable, coal gr e sa nt cariñosame yo queno le habia sido de jes ale que y , cio jui s para s má as Ramon, que teng éá enamorarla, quedando citado nc me juper Te to tan que sitio. de tu mente esus ideas el dia siguiente en el propio ón. aci cur tu do an rd dad; continuaron dican. reta

Al ver cuerpo trema delgadez de aquel ia él sus descarna4 Portela, estendió hac trabajosamente : dos brazos, exc lamando onto... —¡Venya, padrino, venga pr

risa se dibujó Una triste y amarga son fermo, que

en en los aescoloridos labios del

replicó :

Esas

pueden

ideas,

querido

perjudicarme,

pues

padrino,

sé muy

no

bien

á aquí, —y Seque mi enfermeda1, que est erte; y que no ñaló á su pecho, —es de mu ésta,

el que “hay poder humano que evite MUY garras, acuda pronto... .

con sus ...-.Pero, arsede su presa!nv pronto á apoder ersación co de s mo ie mb le suplico, que ca Su padrino iba ácon —añadió viendo que o Otr con ed testar.—Lo he llamado á ust objeto. ltando

Calló un momento Ramón,y ocu escapar el rostro entre Sus manos, dejó

lozos, qué mprimidos solcor de su garganta co a zón «del el e nt me da un conmovian prof

viejo Maestro.

hijo mío,

—Vaya,

ánimo;—dijo

éste

“Acudi con puntuali

Ins entrevistas, y

..

j sil

e Lo pr es po dr on

dan-

- €N resúmen:

era á aquella infeliz un nombre que no n, aco shonré miserablemente

do

el mio,

la de

conociesejandole que. 4 fin de evitar queC apital, en nsu crítico estado, huyese á la

ra sarme con ella, donde yo le esperaría para ca ! á la aldea!.

y regresar luego

ianza en Así lo hizo, con la mayor conf go una casisAlquilé en Lu mis palabras. desp rla, y pro la eb mv 'a de ues ta aislada, y ja sirvienta, dejépue. -á porcionarme una vie a y volvíme al ést Rosa al cuidado de mo le encarblo, esperan:lo me avisase, co amiento,

gue, la proximidad del alumbr «Recibí, por

fin,

el

aviso,

y

trisla-

]

“En

m

de

le

A e

E E E

¡

p P

z

he siguiente de dándome á la Capital, al dia d || sa precio mi llegada, dió Rosa á laz unacon objeto, é, niña, de la cual yo me apoder regarla á una según dije á ls madre, de ent ía dispuesta de l campo que ya ten

Dios!... .¡ S€ nodriza . : —no te aflijas tanto, por apalabrada, nos ero sufÑhombre! “Dejé ála vieja criada din su cara, de s no ma las n: mo y Ra ró Sepa su pa- ciente para los gastos de convalecencia; de llo cue al zos bra de los o cesto y echando proporcionándome un pequeñ á la tierna : ó am cl ex no, or dri sospecha siquiemimbre, coloqué en su interi —¡Ay, señor! * ¡Usted ni malactaba con avidez en un biqué que de ra, y atu , cri SOy yu que o ra lo uesgraciad Mas, beron buscado al efecto, castiga! nera tan terrible l)ios mero, S in que usted me, no sin grandeses fuerzos, edí esp “«D lc pu se al ar baj ría no quiero pues, S in inte- de aquella pobre madre, que no que ; as añ lo sepa todo. Escúcheme, o me quedan tr se del pedazo de sus en nd er re nd mp re sp co de es pu , me ir mp ru . 'r caballo, sujeté á la grupa el o and rej apa a. y vid de s ra iságiocas ho despues de o—continuó —hacer á del mismo el indicado cesto, im án mi es o “N 7 de mis aventu-. un fuerte paño negro. usted una historia det alladaraciadamente y cubrirlo con cuanonce próximamente serían as «L ras amorosas, pues desg la capa, emprendí la habrán llegado, más ó menos desfiguradas, por conducto do, bien embozado en era de Santiago, a, con seguridad, á su notici a que conse- marcha hacia la carretalgadura. e fzm de mi cab go lar te tro del eco de esa tristísima a, Dios Voy partido. ¡“Que horrible noche aquell guí alcanzar en todo este que. fuí protago> ! mio hablarle de la última de púdel dominio astros leían ¡“No parecía sin ó que los ban nista, la cual no llegó á ser y se oculta , negánblico,

a

los is excursiones por los pueb

en mi pensamiento,

|


ed,

.

E

|

-_ «¡Cuán triste, torpe, y pesarosa trina La tosca cuerda de mi humilde lira, | Cuando mi pecho al recordar, Corina, Gozoso ya delira Del caro placer lleno; Ya luego del veneno De amor, resiente singular quebranto,

allí como un nido de palomas, una vida futuras fe icidades y mil ensueños de de terDuras. II

Y entonces sdlo de Corina ingrata

Transcarrió un año.

Se escucha el nombre repetir, en tanto

mata.

Claudio Mamerto CUENCA.

Argentino.

UIRTUDES Jl mi distinguida amiga y bella señorita

>

La primavera ostentaba todas sus galás; y el valle de A - - parecía con sus prados tan feraces y verdes árbo les pedazo del paraiso transportado al mun un do de las miserias humanas, como para fest Jar el enlace de dos séres que el Dios edel

amor pusiera en conjunción: Inusitado muvimiento se observaba

en las aldeas vecinas, y en el semblante de los mozos del valle se notaban. signos de profundísima tristeza e

Porous.

Se casaba Lola, ia dama más hermosa

I

|

“en column

a da viaje,” envolvió á su amada en una mirada que valía más que un poema de amor, y dejaba en aquella casa que. se des tacaba

-

BSL6SD

——.

su compañíadió : la voz de

De aquel instante por cantar suspira!

Que más se esquiva y con rigor me

Á

del valle, con un gallardo capitón residen-

te en la Corte.

3.

llamata

Lola, “la

doncella

más

apuesta y lozana del valle. Y al hace % altola columva, el capitán de la prim r compañía, mozo de unos veintiocho era años, más gullardo queel sol cuando viene rom-

piendo por entre las sumbres del- dila.ado

horizonte, quedó prendalo «de ella y con esa soltura ingónita en el soldado español, se arrojó á sus piés, y en breves frases le confesó que la amarla toda su vida.

desde el primer

momento en

que

la

Y era verdad.

¿ Habrá, por fortuna, quién pueda explicar ese misterioso sentimiento que de-

nominamos amor ? ' Algunos escritores añrman que el amor nace del trato contínuo entre 1ndivi¿duos de distinto sexo... . .] Mentira) -. El amor es indefinible. Nace expontáneo, de súbito, como. nacen las ideas, y

se desarrolla, si es puro y verdadero, cono se desarrolla el huracán. Imposible penetrar en susarcanos

:

Y continúo, bella amigen a: mi-narra: ción, que de veras sentirla que no os hu-

biera llegadoá interesar. E

La trapa. pre ecer

O

en el valle,y cuando

gallardo capitán,

Después

frente á

.-.cuatro

la ale-

briosos

brutos;

que tiran de nna carroza, carroza * que encierra en su.interior dos almas que se con. .

funden en una Sola

alma,

des

corazones

que palpitan por igual, dos :séres adoran y se aman

-

que se

:

:

TT : De aquella unión hubo dos vástagos.

Mujer el primero, varón el

con el

mismo amor y con la misma fé con que la amó

casualidad les puso frente á frente.

Y en efecto, la boda sehizo; gría reinó por largas horas.

La vida se deslizaba

segundo.

en aquel hogar

cómo se desliza el arroyuelo sobre nn lecho de arenas: sin murmullos y sia 1uidos, canto

Felices

amándose,

del pajarillo,

tiernos _como

aquellos

el

séres

sólo

veían en el oráculo de su ventura horizon-

tos de felicidades y clarividencias rias.

:

a

de glo-

,

VI

Corría el año de 18...

Las pasiones políticas,

:

:

á semejanza

de los Cutopaxis y Poporatepets, estaban en erupsión, y sus lavas, siempre devastadoras y terribles, todo lo arrollaban á su paso. :

Las prisiones encerraban dentro de $us muros á centenares de políticos, entre

los cuales no dejaban de contarse muchos.

militares,

E

2

"

>

Madrid de las ostentaciones y «el.

Y,


querido

pacrino,

nó;

cia, me castiga, y tengo que

con

¡Por

la voluntad

del

conformarme

LATPRIMERA

Todopoderoso!...

fortuna, mis: padecimientos

en

este

mundo.. . RO durarán mucho, pues veo la muerte próxima... muy próxima!.... —Vas á hacer que me incomo de, si

Burlando el cetro del amor aciago, Mi pecho he v isto palpit ar sereno

Entre mil bellas que con bla ndo halago Con dulce risa y con sembla nte ameno Brin

de tono, añadió: —dime, Ramon, ¿y la desgraciada mujer, madre de aquella criatura?

dabon de mie] lieno Su tierno amor al mío;

=p ARI >. Rosa). La pobre, bien poco tiempo sobrevivió... -á su infeliz hja Murió de resuitas del parto .Ignorando que el pedazo de sus entrañas... la había precedido en la otra vida 1. la Escuela. .... Espero que ten drás

juicio ¿eh?

- Ya sabes,

me avisas corriendo, - ——Vaya usted con

descuide

E Si=$ ocu rre

Dios,

.¡ Ah_._mire:

padrino.

más

1 alyo ,

.

y

de paso escuela .entre en casa del señor para su Cura. -y dígale que venga por acá que lo necesito

—Bien,

hombre, bien,

se lo

diré..ya

lo creo, que.se lo diré;

apuradame.te,

aviso. . pues ya ¡ Adios .adios

que

no se va a alegrar poco en cua nto sabes

te

mientos,

Ramo.

Sandiño.

en

le dé el

quiere

Y cerrando la puerta, desap

IX No se equivocaba

que

sus

areciá. :

presenti-

A las cuarenta y ocho horas de haber depositado en el tribunal de la con fesión los secret

os ques atormentaban aquell a intranquila conci-ncia, entregó su alma á los, arrepentido completa mente del crí

men, cuyo recuerdo había

muerte.

:

precipitado ]

El producto de sus bienes

en cumplimiento

su

de su última

se

dedicó,

voluntad, á

protejerá cierto número de niños huérfanos

pobres de aquel partido.

¡ Descanse en paz el de-gra ciado Ramon, y que el Ser Supremo, en sú bondad infinita, hava absuelto al desdichado que, en unk momento de locura se proporcionó toda una -

vida de crueles sufrimientos !. ...

Marzo 1893.

Enrique DECORO

VISTA

—...

continúas con esas ideas—dijo el Portela demostrando enojo; y cam señor biando

—Mas valió así ..En fin, Ramón, te dejo, pues los rapaces estarán sublevados en

EX TRANJERA

BRA

no es

eso !.....¡ Es que Dios, en su infinita Justi-

Mas yo von cruel desvío

Miré e! incienso de sus puras manos Subir en nube y distparse luevo,

E

Sin que preudieran rendimientos vanos De amor el crudo indestructible fu ego.

*.

id

E

$

Masjay! que el Dios,de mi desprec ¡0 engó el ultraje de las ninfas bel herido, las, Y el duro pecho por jamás vencido,

Riudiúse

humild e ála más nable

de ellas,

Que sorda á mis querellas.

Y

largos sufrimientos

*

Desprecia los lament Con que se queja mi amoroso os labio, Vengando cruda con desden

De amor el leve, pasajero agrsobrado avio, De haber un día su tigor burlado. La antiena, lalce, apetecida calma,

apu

hs alto com

Cedió mi pecho al amoroso fuego : To vi, Cormna, y prisionera el alma Quedó en ta amor y con su fori a ciego. No tuve va sosiógo

más

pien hori esa : se a1

Ni vi más hermosara

Más gracia ni dulzura

conf

Que las que alienta ta mirar Que las ¡ue nacen do tu pla divino, nta Y las que en torno del gallardo pisa y fino. Talle, se anidan entre dule. risa. '

De mil bellezas excediendo el brillo Te vi, Corina, por la vez

primera,

Y al punto lleno de ta. amor me humillo : Mas tú, impiadosa, me miraste austera, * Y el alma prisionera,

Gozando en adorarte, -Gimió por apiadarte;.

Mas jay! que cruda con desdén y. enfado Mi amor pagaste y mi querel la tie rna; Pero la imayen del objeto am ad o Ser á en mi pecho para siempr e etérna.

mis amó

Casu a dl

—No,

plic: nom

amo

duos

táne

se di sed netr;

ción,

bier:


ANS, DO

¡JUDAS! José E. Gonzalez Quiara. AGS mo pudiste agarrarte al

tado ante la antipática figura de serafin.

Retratémosle á

la pluma:

flacucho, pero nervivso.

Alto

y

Pelo rebelde, ber-

mejizo, cuyas guedejas se envedijaban so bre la frente y por la nuca. Ojos verdes, fulmíneos, rápidos al escudriñar y duros al herir, Cejas pobladas ; bigotejo eseaso y rubio;

boca fruncida y

vellosas.

aguda

y

manos

Agréguense á estos detalles un

sobretodo que le lamía las piernas, un cue-

llo que

le estrangulaba,

un

maltrás

por

recuerdas? ¿Como burún ?

cordel?

¿No

lo

pudisté fungir de ti-

— Yo creía ... —Tu creias que era yo un barbian. ¡ Pícaro! Te figuras que soy un bodoque? No señor: aquí donde me ves he sido miembro de un jurado; en la ciudad del Ceste y he dado á luz una obra subre el origen de los ratones y he cantado á mi patria, la patria

e

— Vel -hocolate y del café ? —¡ Bromas á mí! ¡Silencio!

Como

corbatín, un hongo color de leche y unas gafas redondas cabalgando sobre una mariz luenga y roja como un tomate. ¿Qué tal? Feillo era ciertamente Serafin, y hasta respetable si se quiere; pe-

Un dia no puede aguantar las intem+ perancias del pueta y entre llorosoy reido, le grité: Ha

ro maldito el miedo que me poeta «e los ramores blandos

mamá

inspiraba el

Desde »quel dia fatal para el pescador

de la roca, fuí un verdadero quetazos

por

desayuno, pelliscos

muerzo y zurras malo;

mártir.

si me

por comid:.

sentaba,

peor,

Co-

por al-

Si andaba, - No

pouía

'Muverme, porque Serafin arremetía contra

los pelos de mi cabeza, de los cuales tiraba

Sin piedad. —

¡Un

castigo!

¡Un

cesaba de gruñir.: Yo

castigo! —no

esperaba el tan anunciado cas-

tigo, para reirme de él y de su autor.

»

—Venya

usted acá. ladronzuelo. .

Poníame de ¡me, á su lado,

y para

martiriarme, se empeñaba en que ley ese E en un libro escrito en latin ¡En latin! igúrese cualquiera mis apuros y congojas, Leer yo latin !; pero si no

dio astellano

¿cómo habia

reoglonus

contusos

i cacúmen?

deletreaba

el

de leer aquellos

é ininteligibles

para

|

y —Lea usted de corrido. —5Si no puedo!

¿No puedes? ¡Canallote!

:

¿Y co-

vuelvas

á lanzar otra broriita te apabullo ! -.

—>5i me pega

usted

otro cocotazo, le

:

—Qué

vás

con disimulado

—Que

á

decirle?

terror,

usted

Js

..que

pregunté .

ae

usted .... (y

aqui puse el grito enel cielo)que usted .

estaba enamorando .. ---¡ Calla!

—Enamoranio

$ ....

Gertrudis.

— ¡ Mentira!

- —Y

que l+ cogió las piernas...

—jJesus!

Vete, vete de aquí ó come-

teré una barbaridad.

ES

Escape muerto de risa,

Pero Serafin deseoso de concibió vna endiablada idea...

vengarse,

Acercábase la semana de pasión y mi

madre, religiosa intransigente, ordenó que

aquel año fuésemos todos á la iglesia á llorar por la muerte de Nuestro Sega Jo sucristo.

O

— Bien ! bien ! —expuso Serafin. Preciso es que vayamos todos á la iglesia; y. E como Periquín no tiene más que algunos trapejos, voy á regalarie un lus de paño y

un sombrerito de castor. Batí palmas y estuve 4 punto de tirar-

'*

ed

Cualquier otro niño se hubiera esppan-


LIRA PERENSULAR

É

lujo, el Madrid del poderío y del hambre, semejaba una ciudad de endriagos.

Los hombres se temían unos á los

La flor de la maravilla

anda-

otros, no hablaban ni gesticulaban,

ban ojo á vizor, como quién ha cometido

un crimen 6 le grita y persigue ,

A

La hermosísima pastora

la miste-

De la vecina majada, Tan g ntil y encantadora,

riosa voz de la conciencia.

Así estaban las cosas.

Dicen que está enamorada. Y eilo es tanto,

el ho-

La tempestad desencadenada,

rizonte cubierto de negras, fatídicas nubes,

Que ya su fas palidece,

y en lontananza se divisaba el ángel de la

Vel encanto en su frente brilla... paz De

destrucción envuelto eutre los harapos del exterminio y la muerte,

tad

¡Ay!.. la pastora parece

fac mej bre

La flor de la maravilla. Es un militar. Allí; en presencia de oficiales y sol-

dados le exhoneran, le venlan,

Cuando despierta la aurora.

se oye la

ble déscarga. y se vé el cuerpo de uu hom-

¡Pres años ántes aquél hombre, vestido de militar y vstentand> en la parte superior de la hoca manga las tres estrellas de capitán, había celebrado sus esponsales en el valle de An ...

vell

Ya de piacer y de eucanto,

sob

Pastora blanca y sencilla. .

corl

Ho

gaf

Sd

Cuánto te parece, cuanto,

mz |

La flor de la maravilla.

raf

Todas las flores la miran, *

la acarician

compañeras de obrador la admiran ríen, y todos á una la llaman

por

Por su cándida mejilla,

y son-

los su

Boy al espirar el dia Por entre las flores bellas. Pasó, y alere venía

ces; -

0

Mas no se detuvu enellas,

Y una rusa,

l)e cion claveles amada

7] Por lo hermosa; 0 Exclamó cou fé sencilla : rada enamo —“¿Sabeisf-. Está

central

ad 6 segundo de derecho. ¿ Sabeis quien es Virtudes ? Pues es hija de un militar pundono-

FranciscoE. MONTAÑEZ Campos de Mayagúez, 1897.

Mo!

La flor de la maravilla.

sostener á sua madre como pensionista en una casa de orates, y ásu hermana de die-

cas, al rujir el oleaje de la reacción, murió fusilado en el cementerio de San Isidro...

nal

Llámanla todas las flores

el nom-

políti-

;

Tr pasando

y sus

y día para

roso, quien, ciego por las pasiones

de l Qe

y

Ya palidez, ya colores

se

Belén amiga, la filosofía y lo hermoso del ej ] mote. Aquella niña, que apenas cuenta die-

ciseis años que en la Universidad

:

- Y mirando,

No era óste precisamenbre de Virtudes Cuando hayais terpila de te su nombre minado de ¡eer estas líneas comprenderels,

ciocho marzos. trabaja noche

poe

Y si ella canta, saspiran; Pero cuando llora, lloran.

peya «le los tiempos quince años más! De una casa de labores de la calle de Toledo y álas horas reglamentarias, sale

una costurera, á cuyo paso los mozos

FO |

Porque inocentes la adoran;

¡Y se han precipitado por la roca Tat-

viejos

y Fu

Ya de pena ?

v

los

Sila tarde se adelanta.

¿ Quién la ¡lena.

bre que cae exánime

descubren,

a

Mas triste suspira y llora

horri-

voz tremenda de ¡fuego!, luezo una

e '

Alegre, respira y canta,

|]

La for de la maravilla.

José SELGAS fctubre,

1849

r

lo

7,

ES

ES

>

a ea Fig


|

y un sombrero de paja que. al electo

había comprado.

me

manctazo, y de un revés envió d las nubes

]

Salik de júbilo y besé la -boca de la

que asi cima.

He quitaba un enorme pesu de en:

¡Cáracoles!

do Gñ.

.

¡Ch suerte negra!

en

vans

me

No

fingí cojo,

el sába--

pude evadirme; tuerto,

reajada

hasta

teurecillas,

mi ap:

ación,

y

5

El mundo ele gant- se mo —

a derri-

*' bacín de un revés,

guenz.

you

ásu

lado

Casi muerto

¡Como pesaba la

vombal

de

al

lan pronto como

diputado

entré en la iglesia,

un bancu

me arrolié

del

levitón

Nou

Me atrevia á volver los ojus

hacia'la

mu-

chedumbre de

fildones fiel:s;

ota, - si,

en

un

;

hallábanse

reunidos mi.

tragmento | cm. + Que para quién es esta mor-

Periquín

escondí el cilindro debajo de los

tendido

Ape-

que un mozalycte decía a su aUjunto : + —>5aludemos

es que cuando

FIN.

ver-

as en la iglesia en momentos en

Meta

asegurar

==¡Judas! ¡Judas! Bien se Fabia vengado el poeta de las gatas verdes El tan anuncia lo castigo llegó para regenerarme; por que desde entonces fuí un buen muchacho, un verdadero judas sin voluntad ni alegrias.

Bas POlfa andar con aquella túnica brillan-

te!

:

madre, Serafin y Gertrudis,la cual se sonteía cada vezque el v juncón murmuraba :

Mi tio marchaba grave, duro, inflexible

E

A la cabucera,

Alarmóse la gente con

me rodeaban dispuestos

barme

vértigo los pieles

¡Judas!

lecho, acribidado de golpes.

faba, *s viejas me compadecian y los mu-

chach

¿Era un con-

En vano me lamentaba,

lo que si piedo

me

cuchuñietas

“atroz.

volví del desmayo, estaba

general.

codazos,

de

No sé cuantos minutos duró la broma;

ciado para clavarme en la picota del ridícu-

<chicheos,

lanzaban

al espaciu y de éste al suelo.

—¡ Judas!

—No me eñtra eso ! —queria decirme. ¡ Y no le entró si una mea ! A las ocho de la mañana del dia anun-

C

los

rojas ahoyaban mis lamentos con su atro-

bado, completamente inútil! El salvaje se sonreía con media boca y guiñaba un ojo.

me

tínuo voltear que me producía un nador vocerío :

bizco, joro-

lo, encasquetóme Serafin la chistera, asió p r una mano y — ..¡adelante !

;

¡Judas! — gritaban E

los brazos al coche delos judas, del coche

ay dió el vejete en la mania de ir

conmigo al templo.

—ijJudas! canibales.

Y como una pelota,

Reíame ya de Serafin y

me burlaba de su astucia y maldad.

Pero

mi chistera de caballero.

y

lejos - muv

lejos el muraulio de los que se reian de mis congojas,

Empero todo hubiera seguido sin novedad, sí de súbito no ctamorean las campanas y las campaniilas, estailau los cohe-

daza ?—Existen en todas las sociedades algunos seres tan acostumbra los á la murmuración, que por totws purtus su les observa esgrimiendo sn viperina lengua. Para ellos nada bay

honrado,

nada digno:

aceptable,

nada

oveu decir, y les

consta evidentemente, que Don... Fulano de tales una persóna meritisima, bajo

todos conceptos, y á seguida <e les vé fungiendo de Uatones

y resucitando á Ma-

TFuaje donde se ostentaban orgullosamente

chiavelo, empeñándose en eclipsar aquella fama por bien adquirida y justa que sea.

+

estaciones donde quiera que creen poder

tes y

grita el popuilacho detrás

de

un 'ca-

dos judas de trapo y serrín.

Verlos, hundirme la chistera hasta el

Ccogote y sar disparado por entre la mulEitud, tué obra de un segundo.

Nunca ería

gritar,

lo hiciera! ¡Inucentón! Yo correr, sacudir fuerte

y curo me costóel desliz,

á los

perro.con rabia, echósela turmi le vita, la que desgarró de un

Van por esos mandos

de

1'0s haciendo

mancillar alguba honra. o Pues hien, para tales entes es ésta mordaza. E E

-— Mariano RIERA PALMER.


PA

!

869

cintas de hule, y deslumbrantes corbatines. Algunos, que se las dan de petrimetres,

le del sobretodo; pero reprimí los arreba, tos de mi caracter y esperé con alegria €

abren sus paraguas rojos alumbre el sol 6 no alumbre, llueva ó escampe. Otros, gol-

] : obsequio. Un domingo, al despuntar la aurora,

nos metimos Serafin y yo en la tartana, y horas despues llegamos á-la Capital. Llevóme á una sastrería de gran lujo pidió se me confeccionase con prontitud

p£an el suelo con bastones de naranjo embellecidos con puños de hojilata ó plomo, que figuran bustos de negros mandingues, cara de caballos y serpientes enroscadas,

gos y estrechos, 4 la última moda.

castor, mamelucos de irlania y zapaticos

Asustéme y asumbróse el sastre.

Todos caminan enhiestos y graves, por

para

¡No temor ae ajar la pechera ó el corpiño. hablan ni sonrien por que para ellus es un

un niño de catorce años! Fué terminante su orden y el sastre,

podían gastar levitón largo como funda de paraguas. —No seas bobo—me fijarse en mi

las

Por que si. lós golpes, los insultos y amenazas uo pulieron acongojarme

nunca, la idea de que: tenia que envolverllenaba

hombre! —decia

de

disfrazarme de caballero ? Aumentó mis congojas el nuzvo galo de mi tio, consistente

tuve

Pero me picaban -

Estaba yo casi histérico, sombrío, por

Cin de pelo,

tal

cuya

ataques nerviosos.

me

suavidad

producia

tirme

de caball ro cursi;

pero nada

Cconnotadla y llamaría la atención de la ju-

ción á la iglesia,

calle

con

direc-.

familias adornadas con

los trapos ue cristianar,

anhelusa de

te!

logró

casitas de

á la

Mas

ds

la pobrecilla,

la muerte de Nuestro Señor Jesucristo? vi saiieron

gu

Rogué á mi madre que pidiese á Serafin me relevara del compromiso de ves-

“serafi con tono grave discutía y probaba que una levita y una chistera taa

Rocaverde,

ble

de

chimenea habia de mostrarla yo en publico, nada menos que en los tristes dias de De las setenta ú ochenta

has mu fab ch: bar

«ue la

que desaforarme

yo

re-

¿Y

las pulgas y inglesta ¿eh?

¿eh?

queme punzaba la idea de que se había acercado lá hora de coronarme con el ba-

<histera

en una

¡Caracoles!

ó bacin descomunal.

de don Cenuto

de

en

para mi camisa—¿por qué se empeña

asi

--¡ Qué bien convelsó el cura ¿en? Yo tenía ¡a boca abierta ovendo la enturgen»

sia

tristeza.

—llemonio

lo,

billo, pantalones — tas religiosas, incluso:el peón del estri

contestó, — sin

me en una levita de paño, me dolor.

cia:

para asistir a las hies-

bajaron á Rocaverde,

pregunté á mi madre si los chicos

y

son

gran pecado mostrarse jubilosos en tan: solemnes dias. Todos los labradores de Machuchal

por no perder ls durejos, encogióse de hombros y confeccionó el ffus á gusto del : parroquiano. Yo

chicuelos exhiben sombreretes de

de marroquí

¡ Le-

estrechos

vita cruzada y pantalones

Los

lar-

pantalones

una levita cruzada y unos

orar

flamantes como las que él me había regalado, daríanme apariencias de persena : ventud de Rocaverde

—Lo

:

que oyes, Chanita,

—murmuraba

con mal disimulado yozo—Periquillo es ya

mucho y de roer los zancajos, entre rezo y rezo, al prójimo de más ó menos copete La semzna santa en ese pueblucho, es un pintoresco espectáculo. Cada vecino luce

UN hombre de pesu y menesteres que vaya acostumbrándose á vestirse como lo requiere su alcurnta y el tesoro que ha de he-. : redar cuando yo lance el último suspiro.

un trage

convencer al alcornoque de Serafin.

vistoso;

las

muchachas llevan

prendida en los cabellos toda

una selva de

flores; los cintajos- flotan en los pliegues de sus vestidos y cada una de esas mocetonas empuñan y oprimen contra su vientre

una vela de cebo que encienden en el altar de su devoción, Los

acomodados

:

gastan

levitones de

casimir hediondos á benzina, jip'japas con Re

Enresúmen:

queno hubo medios de

“Pero mi madre, que cavilaba mucho para njendrar una idea queme librase ridículo y hasta del furor de las tu

concibió por fin la de que dejara yo la

ta y la bomba en la casa contigua dor habitaba una noble mujer, sustituyendo

tales prendas con un haquétóa de

ES


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