e
ger anamo
de
SMeralura a
Ciencias
38
Dedicado al bell) Sexo En E 1 Junio de 1897
A slo
Y ÁRTES
Biapagiiez, 5 de
1.
_——
_—_—_—_—_——
E
8% camto Sel coquí mi oido, Errante llega hasta rozar Como votas de rara melodía, e umbría, En el silenzio de la noch
El eco de tu canto repetido.
or perdido Como el lamento de un am patía, De arrobadora y dulce sim tonía, Tu acento, de glacial mono
gemido. Tiene el dejo profundo del
;:
|
y silenciosa, Alá en la selva obscura y en el llano Cuando en el alto cerro d reposa, Todo en tranquila soleda ano, Escucho ledo tu cantar lej
teriosa Como voz en la noche mis :
arcano. Del oráculo triste de su
he :
Ferdinand CESTEROS
|
:
:
pan
y
A
A
>
¿Verterémos no más que
su memoria?
¿Celebrarémos
a
E
O
lágrimas
o
Y
A
dulce lazo de-la amistad, ora conel divino
A
que
imán de) santo amor, entonces, y sin
aniversa-
su
lo
su impetuoso empuje, se rio con ayes de dolor, con gritos de deses- . podamos resistir alma el inmenso «oceano nuestra en peración por su eterna pérdida? ¿Sólo ese ajita Ala gargant de las penas y suben : tributo le brindarémos? ese* olas del dolor, que en formidables No: quédense allá las manifestaciones cia, tante sintetizan nuestra existen la cu del dolor impotente para las tumbas de los parece tender á su desbordamientoc que pasaron por la vida, como la ola en el el objeto de ir á regar con sus aguas los samar, como el pájaro en el aire, como cratísimos lugares donde reposan por siemmeteoro en el espacio—sin dejar rastro. s, los Los que grabaron perdurablemente la pre nuestras más qneridas afeccione pedazos de nuestrg corazón. estrofa, la nota, el lienzo, en nuestra memoria, merecen otro homenaje;
otro
el homenaje
Por uno de-esos
ofrenda,
otra
culto,
obstante,
actualmente; no
atravesamos
de nuestro re-
lucha
de
instantes
nuestra voluntad es inmensa, nuestra re-: signación portentosa y no pequeño es el conocimiento que tenemos de lo que sigPues bien, todo ello, nifica la existencia.
cuerdo; la ofrenda de nuestra admiración; el culto de nuestro entusiasmo.
Esas son las coronas que depositamos
en su tumba : coronas de siemprevivas.
4 manera de benéfico
amorti-.
rocio sobre
_guadas flores, sostienen
nuestra vida, por
más que no puedan contener nuestras lá:
e
grimas.
¿Y cómo no atravesar uno de aquellos
de
momentos de prueba si el número
tan
¡ Nada existe en el mundo tal como la muerte!
tanto
Loes
la nave
si cabe, que el arribar en
que han dejado de existir en
natu: ó más, del na-
El venir una cer á las playas de la vida. persona al mundo débese á infinidad de concausas, por todos
conocidas,
que, una vez el sér ha
sido
del seno materno, es ley
los
últimos
los
«dias es considerable y todos son seres merecedores de nuestra simpatia y afecto? Hélos aquí : don. José Antonio Gandier,
mientras
desprendido
natural, sin dis-
tingos de ningún género, que ha de morir.
Quia pulvis est, in pulveris reverteris. Pues bien esa verdad inconcusa, esa horripilante transformación Ó tránsito del
venerable anciano, padre
ami-
de nuestro
go, el ilustrado doctor don Benito,de igual Vassallo,
madre
amantisima del no menos querido
amigo
apellido;
doña
Carolina
el poeta don José Gordils; la señorita Ám-
paro Monagas, bella flor del pensil borinqueño,
tronchada cuando
apenas
comenza-
ba á exhalar sus delicados perfumes; doña esposa
del.
Mercedes Dávila, virtuosísima: ser al no ser,ese gigante paso de la luz á la tantas veces laureado vate don Clemente sombra, sucédese con vertiginosa carrera, . Ramirez de Arellano; doña Rosario Ca-. con atropello inaudito en nuestro planeta, moin de Baez, el prototipo de la caridad en. sin duda por lo muy habitado que está, la tierra, y por último, los señores, amigos por las guerras, epidemias, €tc. estimadísimos del que estas líreas traza, Como ley fatal de la naturaleza,acep- : don Carlos Iglesias, don Manuel Diez y tamos, pues, el trágicofin de la vida del don Eugenio de Hostos. : : hombre, y hasta la aceptamos con resigna- Solo nos resta enviar 4 todos los fación, espartana y, en ocasiones, con pla- “miliares de los. que en la tumba reposan” cer, porque estamos convencidos de que nuestro más sentido pésame por la desgra- * la tumba es el lugar destinado por “Dios cia que oprime á sus respectivos corazones .
para el descanso eterno de
la materia
se-
E parada del espíritu. abannos que Pero cuando los seres donan para /n eternúm constituyen, por .decirlo asÍ, parte integrante de nuestro propio ser, ora nos veamos unidos á elos
con el sagrado vínculo familiár, ora con el . 4
y decirle 4 la Parca: ¡Tregua,
A
A
tregua, tre-
454 PP.
Sentir dentro del alma el indecible
de han pintado Campeche y Oller, Crisanto Dupré y Francisco
Torcedor que subyuga y encadena,
Casanova —herma-
Queriendo un imposible
les
nos gemelos hasta en la desgracia que
po —donde tan hermosas esperanzas se hah quedado en flor, tiene ganado un rayo
Que amor bendice y que el debercondena. ,
petente que el señor Rodriguez Castro, ha.
Y se pierde en el cóncavo
Oir de la miseria el ronco grito Que llena el corazón de amargo duelo, -
ela gloria y un recuerdo á la admiración. ** Si se tratara de persona menos com-
bríamos de robustecer nuestra observación
sólidos y convincentes,
argúmentos
con
ocasión
en la
más
actual huelgan por
encaminados á demostrar una verdad
Luchar, y destrozada la [cadena
ir
Desplomados caer sobre la arena
Herido el corazón, roto el escudo! -E
muestran las naciones cultas de sus glorias
e
de sus glorias
des, á Jos transcendentes problemas de las ciencias, y dedicaron sus aptitudes 4 los bien
Jos que nos
eterna
dros, con sus concepciones esculturales, abrieron ú nuestras almas nuevos horizon-
frente.
luz alumbrará ty
MANUAL.
Ena
No dudamos que nuestras observacio-
-
nos
anima por el mejor y más completo éxito de la obra que se propone sacar á luz el diligente publicista ponceñc—serán atendidas por él.
Bzo
|
pur
;
|
Dela vida de Marco
|
5
E :
(Mayagiiez)
del arte.
voluntad que
a
jesplendente ;
cieno nad tate las del alute Leván Y
y con sus notas aladas,con sus mágicos cua-
nes—hijas de la buena
|
Oh m'sera criatura 7
Donde la eterna luz brilla
tam-
elevaron hacia el ideal,
tes, los horizontes esplendorosos
sta es la vida!
:
: Alza los ojos al azul sergno
ES
sino
vida?
la
AS 3
1
os mudos ojos hasta Dios levanta : El polvo vil de la materia ¿¡mpura Tus propias desventuras apiganta.
idad venera y redas: noquesólola human artísti álos que han consagrasersiiéia, És investigaciones á las abstrusas ver
pensamiento,
A
5
Baste consignar que tau orgullosas se
nobles dones del
.
-
Que aprisionarnos implacable pudo,
que
de todos. está en la conciencia »
cientificas y literarias como
infinito
Pidiendo amparo y protección al cielo.
Bruto, escrito por
el texto de Plutarco, ponde
con discursos--
o LIRA PUERTORRIQUEÑA | Sa E
Vida
|
OS que pira hacerle abo-
rrecible lejañadieron coro y poder, para ¿ha, dignidad matarle le prendieron con
Soñar con el laurel de la victoria,
En el alma seutir el amor
preso,
la adoración, le cercaron con
Dormir feliz guardando eb la memoria La promesa dulcísima de- un beso.
Despertar en la duda,en la agonía
Y hallar
hecha
primo enla
La fé de.
-
pedazos
con los besos.
A
E
que fué un día
“amor benditos lazos.
las reverehcias, y le cegaron
—
;
cidas fuerj9n aquí
Más homi-
los abra-
458 libzo
Mao
nm
un recuerdo de la generación presente á : la generación que viene.” sz . regio= «“ La obra será exclusivamente nal, toda vez que su objeto es demostr 2
e
cuanto ha alganzado el esfuerzo individual la noble ambición de saber de los hijosde Puerto-Rico.”
Como se vé, la obra que
anuncia
se
no puede tener mayor atractivo ni ser más
uno
de sus últimos números un NY XoMartículo en que anuncia la obra
cuyo
una
será
título
y letras puertorri-
Ciencias
ha
y decoroso honrar y enaltecer
Rodriguez
doctor
del
Castro, noticia
de
aparición
próxima
simpática á nosotros : siempre fué grato
Vesde luego que la queñas. «debido ser acugida por los
amantes del terruño y de sus glorias,
con
igual regocijo y satisfacción con que noso| tros mismos la hemos leido. una
De
parte,
porque
lo que
todo
“tienda á coronar de la aureola esplendente de la glorificación á nuestros
meritísimos
hombres de ciencia, Áá nuestros eximios cultores de las bellas letras, ha de impartir
la aprobación entusiasta de cuantos se teresan por el adelanto y la gloria de región; y de otra, porque el nombre autor es una garantía del éxito que ha
inla del de
alcanzar su labor.
He aquí,en síntesis, el objeto que se propone realizar el señor Rodriguez Cas,
tro :
“ Pues bien, agrupar el trabajo aislado, señalar los méritos, y los servicios prestados por cada uno de los que se dedican á las ciencias y á las Jetras en la últidécada del siglo, cuando gracias al_ pro-
reso de los tiempos y Á la paternal soli-
citud de los Gobiernos se, abren horizontes, ese es nuestro empeño.”
« Apuntes biográficos de
nuevos
los que. no
han tenido aún tiempo material de demostrar sus energías, extensas biografías de los
que en el libro,en el periódico,en el Ateneo,
ó en su larga práctica profesional, las tienen sobradamente demostradas, una amplia reseña del estado actual científico y literario del pais, y “el
abogados, m
ticos, literato Ez
retrato
de
todos,
ingenieros, farmaceú-
ará esta obra, que será 2%
enaltecieran y honraran
á los
el suelo en
que
que.
vieron la luz por primera vez.
Excusamos,
porlo tanto—externada
nuestra opinión sobre el alcance y méritos del autor y de su futura publicación—degir que todos hemos de propender á quee proyecto se realice en honra y prez de
:
región, con toda la perfección deseable. Para coadyuvar á ello por nuestra--
parte, hemos de señalar ¡Í la consideración del autor dos extremos que juzgamos de capital importancia. Versa
el
primero
sobre
la
solicitud
que hace á los que hayan publicado algo para que le remitan sus producciones, á fin de formar juicio aproximado sobre las aptitudes, con objetode darles entrada en la alería.
Creemos más
acertado que, ase-
soránduse con personas que conozcan distintas
localidades,
noticia de los que á las
con lo que se evitará el
obtengan
de-
las
éstas
letras se dedican; que
sin
muchos,
conciencia de sa propio valer, temerosos de arrostrar el rídiculo, aconsejados, en una palabra, por una excesiva modestia, dejen de enviar
sus
trabajos—entre
los
cuales
los habrá muy estimables— cohibidos por : el pensamiento de ser rechazados. * Consiste el segundo reparo en que,
tal vez por un involuntario “olvido, el señor
*
Rodriguez Castro, deliberadamente, cierra
el paso á un grupo de glorias de la región, 19 no despreciable, y que merece por todo Nos extremo la exaltación y la apoteosis. referimos al grupo de los artistas. País en que han nacido Tavarez, Mo-
rel Campos, Heraclio Ramos, Nuñez, AniSoto, Cortés, ta Utero, Galvez Otero,
Amalia Paoli, Nenito Freire, Miguel
Gi-
Salcedo, Eduardobuebas, . bert, Marti, y tantos otros, bien nierece € úe alexaltar sus glorias seles exalte asimismo; don-
dy
Democracia trae en
La
pe?
>>
hacia el otro, para siempre. Era una noche de Agosto, silenciosa, hermosa. azul.
Era una noche como no brillará otra ni en
el cielo ni en la tierra. El aroma de la rosales flotaba en los campos; un vao sis
> (Braducción $- $.)
til, deliciosa frescura erraba sobre el añ y caían ensueños de las estrellas. Y SR tamente, Esclarmondo me penetró con $ e miradas, y me sentí presa de inexpresab
vértigo. Al abrazarme, me sentí enloquécer.—Nunca más lo abahdoné. . Viviamos aquí en medio de tapices
heráldicos, de libros raros y de rosas, apu-
NS
z
E > ECIDIDAMENTE — me 35 aseguró Celina, mostrándo-
rando una felicidad perfecta. Nunca sálíamos ni nos visitaba nadie. Y nos pare-
me el cuadro en que Esclar-
cía, á él que jamás hubiera tenido amigos,
5S “mondo había eternizado su e grande alma—veis que si mi amigo ha penetrado en el reposo y el silencio, no por esc deja de permanecer vivo; y es preciso dejar á las muchedumbres tardiamente justicieras, autes que compresivas, la vanidad de llo+ * rarlo.
ni confesor, ni madre; á mí que nunca había contemplado otra luz que la que me dispensaban sus ojos. Ureíamos habitar una región de hadas, fuera de la cual no ha-
bía más que espectros y nubes, Sin embargo—y no ú pesar sino á * causa de su exclusivo y llameante amor— Esclarmondo había palidecido. extrañamente. ¡Sus manos tenían á menudo perezas mortales, se olvidaba horas enteras
¿ Muerto? El? Mi Esclarmondo? ¡Tal véz para el munao! ¿Acasu lo ha sido para
palidez
en rígidas melancolías; titubeaba como un
esplénaida y pensativa; y cuando nuestras
hombre ébrio; balbucía como un niño torpe. Otras ocasiones, de su pecho sobre el mío corría tan abundante-sudor, su corazón sobre el mío tenía palpitaciones tan
mí!—Su frente ha conservado
su
upilas se fijan, siento allí, en el fondo de
S Sa
*
alma, que me reconoce,
isolencia se estuma
y
y, como eú las
horas de nuestro sublime amor, su nativa
ternura.
en la
sonrisa
de
su
¿Qué es él menos“que una apa:
riencia? ¿Qué son algo más que ella todos
los vivos? —Y esa aparieucia
me
encanta
y me penetra, calma mi ardor realmente—
una apariencia inmortal
.en
lo
futuro,
y
que no posee el caro ser desencarnado sino
los contornos. esenciales. RE
Por lo demás, él creía cuanto yo creo.
dos Aún en la fogosa primavera de su radian$e Juventud, constantemente, como se atan
las bestias, había esclavizado
sus ardoro-
sas virtudes físicas á las glorias
de su espíritu.
supremas
Y bien que fuese hermoso,
elegante y ágil, fingió ignorar siempre que la
violentás, que me imaginaba que
zón acababa ide estallar, y era con sangre que se humedecían nuestros abrazos. Ture el heroismo de decirle : — Mañana voy á partir al pais de mis hermanos, porque ahora estoy* cierta que
nos
perdonarán
nuestros
goces=9h
Esclarmondo—nuestros góces preciso olvidar.
Mas, habiendo
adivinado
que
mi
mi
os
es
brebumana, y me
atrajo sobre- sus
h! Cara mia
+. ,
rodi-
llas. Y en tanto'que en sus cejas se cua_jaban como perlas más lágrimas, me dijog. o
3
pensa
miento, erró por sus labios una sonrisa so-
¡Por qué me aban-
- condición corporal representara vtra cosa donais? ¡Os prometo Que viviré! Y aquel mismo dif que el seno izquierdo en el cual reinan los sentimientos —y Dios sabe si los suyos fue- : to. Su mal se agravába ron exquisitos, delicados y úuicos—y una ojos se clavaban tenaZx púrpura malsana manck sra 1e simboliza el pensamiento, ) dicho que Esclarmondo creia mejillas. Y diariamen E cuanto yo ereo; y esto explica sin duda el mayarse al identificar ¿ en la tela ye Pose Ros ale frenesí que nos arrojó el uno COM] ao
su cora-
'*. a
455 cen los matadores cuando los
Es matador invisible á la guarpadecen. da de los monarcas; éntrales la muerte por
y quelo hirió, y su punta en la «pal hate, que pregunta gritando al homicida lo
arma ofensiva, y ménos son oidos,
los
giieñas.
envainada
en
ira,
hala-
habiéndoselo dicho el golpe y la sangre: Achaque es de la magestad descuidada s
ha-
cuando son
caras
enojo,
traición. novedades el embeleco, la asechanza,
joyas el soborno,
preguntar al que le destruye, y noc el al que le desengaña. Si los reyes pregun-
Quevedo.
la
LIRA EXTRANJERA 5
disfraces galas y re-
infamia caudal. Humillábanse éstos á César para derribarle; llegábanse á él para apartarle de la vida: llevábanle en los abrazos las heridas, y en los besos la ceguera. Hallóse tarde embarazado; levantóse en pié para desviarlos por fuerza. Mal apartan de sí los príncipes el peligro doméstiy
ocasionado,
es imposible el huirle. Determinarse tarde al remedio del daño, esdaño sin remedio. En tanto que estuvo sentado se le arrodillaron; en
levantándose, se
levanta-
y luego
Casca el
ron para derribarle.
Botamcias Este es el muro, y en la ventana, Que tiene un - marco de enredadera, Dejé mis versos una mañana,
Una mañana de primavera
primero le dió por las espaldas
Con frase ingenua cuita de amores ; :..
Este es el huerto, y en la arboleda, En aquel sitio de aquel sendero Ella me dijo con voz muy queda
“Tá no comprendes
maten.
Esta primera herida, que dice Plutarco que no fué de peligro, fué la mortal, con ser la primera, pues dió determinación álas otras. Quien empieza á perder el respeto á los reyes, los acaba por todos los demás que le siguen. Es reo de lo que hace y de lo que hace que hagan. Asió César á Las- ca la mano con el puñal por la guarnición, y con grande voz le dijo en latin: Malvado Gasca ¿qué haces? —Uh ceguedad de los _ tiranós! Ven al que los desnuda delante,
Es el riesgo de ds mope
Este.
de aquellas vides,
rado, Sitios umbrosos, fresco empar vid ala lo de Gala de un muro Y aunque es lo mismo, tódo ha cambiado. No hay en la casa seres queridos;
Entre las ramas hay otras Hay nnevas hojas y NUEVOS -Y an nuestras almas
lo que hacen! * Quien pregunta lo que padece, con razón padece, y sin remedio, lo que pregunta, No puede ser mayor igno-
j le ni cono
lo que te quiero.”
Cuando el carruaje tomó el camino , Gritó llorando : “¡Que no me olvideg
y al que los hiere detrás, y pregúntanles
rancia que preguntar uno lo que ve.
:
Junto á las tapias de aquel molino, Bajo la sombra
4
Ha
=
Su blanca mano pagó con flores
la primera
le
+
de
Dejé mis versos que al otro día
puñalada. Rey que se deja quitar la capa, da ánimo para que le quiten la vida. Los que cara á cara le desnudan, dan la. señal á los que están detrás para que
e$
Dejé mis versos en que decía
Quitóle Tilio Cimbro
la toga de los hombros,
las
táran ¿las heridas, y no á los que se dan, tuvieran noticias de su defensa.
bozos la ambición, la maldad puestos, y la
co: es fácil no ocasionarle;
es ada
palabras
y
el
máscaras
la
en ta mano la empuñadura
“tira como la verdad, si la lisonja no la vistiera de todos colores. Es la tienda de todos los aparatos del engaño, de todos los En ella halla espatrastos de la maldad. la
de
no la
menos malas, son prólogo de la disimulación. Tan desnuda anduviera la men-
das
Tiene César
los que
Las caricias en los palacios
cen traiciones y traidores,
muerte estando muriéndose.
'
matan, ni la
sonja, mas pocas veces hay lisonja sin puñalada. Pocos tienen á la adulación por
Bores; Bidos, 6
y ]
458 tad nos impidieron asistir, por lo que nos vemos privados de emitir un juicio sobre la cbra como sobre sus intérpretes. —-,
Y abatido descubro en lontananza Tus amores por único recuerdo, Y la muerte por única esperanza.
A estas siguieron
Sa
y
tesis, que fueron dos triunfos para la Com-
última
pañia.
tabla
En obras ya vistas se poderla.
camente la comparación;
'gío es dable sus-
traerse á establecer paralelos, en los cua-
¡oh Dis! con áximo abatido.
les priva no pocas veces la primera impre-
sión recibida, para cohibir el juicio.
¡ De la duda que ofusca mi sentido
Podemos decir que establecimos, igual de todos, nuestra comparación, y debemos hacer constar que así la señora Adams en ambas obras, como Paez en -el Duque de Bligny de la obra de Ohnet, resultaron mejorando en tercio y quintoá los
Disipa tú las ráfagas obscuras!
No te pido grandezas ni venturas: ¡ Esperanza y.amor y fé te pido ! Aunque en sollozos mi dolor exhalo De punzante inquietud y angustia lleno
artistas á-quienes habíamos visto antes en
Aun tu bondad á tu poder igualo,
estos papeles. - — Laseñora Adams
seno :
posee -condiciones
excepcionales para la escena; es hermosa
Bueno te juzgo; pero, si eres malo, ¡Déjame, bor piedad, juzgarte bueno ! Federico
lo reconocie-
á la verdad,
los estimables es que pero la troupe merecen más decidida protección. .
Y desde el hondo vale de amarguras
No al odio dejes invadir mi
Lástima que los que
ran así fueran pocos; pues,
En el abismo del dolor sumido La mirada levanto á las alturas, Te invoco
Felipe Derblay
Mariana, de las que puede decirse, en sín-
o O:
y su presencia agrada por todo
extremo ;
viste con suma elegancia; posee una “voz
harmoniosa, bien timbrada, con la que traduce, á modo de arpa. sensible, todos
BALAKT
los matices de la pasión; ¡dice claramente,
A
correctamente
la frase, | bordándola
habilidad de artista
consumada;
eon
traduce,
en gestos verdaderos, sin amaneramientos ni exageraciones, los sentimientos más
Veladas teatrales
contrapuestos;
-
rie, llora, solloza, se en-
ciende en ira, esenpe el desprecio, se exalta ante la provocación, se doblega al do-
a
“lor, suplica, ama, se contenta, como
todas
estas distintas gradaciones se realizan en la vida, naturalmente, sin violencia.
Dispouiendo de talés tesoros, no es de extrañar que Clara de Beaulieu y Mariaua hayan encontrado en
SEGUN anunciaron en su AC CIROoportunidad los periódicos A
pa
ci ri aii
_
en
teatro la excelente
compañía que,
pe
A LA
E
Jocales, el sábado debutó
y muestro
$
f
ed
A
NV
he EZLE
Pd
co ca
e
ia
dirigida
por
el eximio actor Luis Ronco-
roni, actuará aquí algún tiempo. La abra elegida para es-
ta solemnidad fué £l1 Estigma. de EcheAtay, mo conocida denuestro público. independientes de nuestra
volun-
te tan
fiel.
Baste
decir
ella
que
intérpre-
escenas
tan hermosas como la de la confesión con don Joaquín y la de amor ss Daniel Mon-
toya—en
poscil
el drama
de
Echegaray—-s0r"-
y cautivaron por- modo tal al
público que, sugestiovado
por- aquella-1
terpretación, niosaba aplaudir para que no se desvaneciera el ens: : 1
Cuanto á las demás .... tiendi
zaron y gompletaron
mencionar eS
el
1
-
A
A
así,
durante
á menudo duraban
se extendió en el diván, y cubrió su fren
que
esos síncopes
te con su capa
de una hora, no
más
dejaba de observar que la terrible
mente, á sentarme ante este
ruina
Fernand
ó los. podía dejar de notar que las líneas de mi ro rost colores cuya alteración en el dolorosamente, eran
acentuada
justamente los que tenian más
Entonces
expresión en su cuadro.
había
daba la promesa que me comprendiendo,
al fin, su secreta
recor-
HERA PENINSULAR
E
Mecuvtda
Una simple frase de Edgard Poe reacuenpareció en mi memoria; frase de un
de nuestra
do en los primeros meses
“mirable nnión:
me había lei-
ad-
Y á la verdad, los que con-
templaban el retrato hablaban en voz baja de
a, y su parecido, como de una rara maravill la de nte como una prueba no menos convince Y potencia del pintor y de su honda pasión. ía sent ya no osaba mirar el retrato que 4 mi ul precisarse más y más cada dia,
amigo
cuyo
espírivu-—lo
por grados á vivir más
adivinaba—iba
intensamente
en
el ébano del caballete. Mis temores fueron exáltándose hasta lo noche decisiva. .-Ah! Increible. noche! Noche ' hasta tal extremo turbadora que mi pasión confusa se pregunta si es fuerza abominarla
ó maldecirla!
Esclarmondo había
permanecido solo
do trabajando. Aguardaba en el diván iendo una sala vecina, esperaba que, sigumir. á su costumbre, viniera antes. de dor en: mi sellar dulces visiones con sus labios ¿Veló mucho tiempo en la calla frente. da noche? ¿Me sentía hondamente cansada! No lo sé. Lo que recuerdo es que me había adormecido, y que fúnebres visiones we vprimían, cuando los labios de Esclarmondo palpitarou en mi rostro, Sentí
inexplicable espanto.
¿Me aleé sobresalta—-
da, prorrumpiendo en: sollozos desgarra dores. Tan alterado estaba que apenas
reconocí su voz que me decía: Recojeos, mi
: mi del
Ea
hermosa, mi
dulceY Alejaos por el profundo es E verdadero yO.
tierna, amor
Después, eva uva súplica de sus de-
dos me señaló la cámara en que os reci bo,
-
mis brazos murió! Boca con boca
En
Bebí anhelante su postrero aliento
Que, aumentando por grados mi tormento Desde entonces el alma me sofoca. Yo
mismo
Mudo cual roca,
la vestí.
Sin lanzar-un gemido ni un lamento,
Cumpliéndole un sagrado juramento, Negro manto le puse y blanca toca. Hoy, cuando la amargura me enloquece,
Una dulce visión de aspecto santo Con hábito monjil se me aparece.
Compasiva me mira; y cuando el llanto Mis párpados cansados humedece Las lágrimas me enjuga con. su manto, o.
o
o
Enmivezsario Hoy hace un año que, al morir el día, Con la luz del crepúsculo incolora,
Aquí, donde doliente .gimo ahora, Terrible comenzó nuestra agonía.
Breve la tuya fué; pero la mía, Que el corazón y el alma me devora, : Prolongándose
lenta de hora en hora,
al cabo ce un año todavía.
Dura
_ Cuando de mi perdido bien me acuerdo,
Y á medir mi desdicha el juicio alcauza. Transidode dolor el juicio. pierdo; PAE
to extraño que Esclarmondo
NAJADE
signiíi—
RN
cación, temblaba.
y
hecho,
cuadro, don -
quedado el de, mas que yo rápido, había alma fiel y luminosa de mi adorado.
producida en el sér físico del primer Escta __clarmondo, se acentuaba en razón dire no Y _debadelarito de su nueva imagen. esposo me heria más
Y vine, lenta-
sombría.
e
Y
E
A