Revista Blanca (7 sept. 1897)

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MAYAGUEZ,

ASO | IL

¡A

JEPTIEMDRE 17 DE 1897.

L A REVISTA BLANCA 400

Sitezazio

José

Y

Atistic

Gotós FoTOGRABADO

GAUTUIER.


BL BABIECA DE LA SEÑA ANTOÑICA —>Q

EE lle con los chicos de su edad, jamás se había oido á un compañero gritarle de acera á

acera,

acompañando.

usanza popular, de algún

Domo zo

he sabido yo

do y sonaro: —¡Anda —;¡Justo —¡Mozo +—¡Aquí

la his-

toria que voy á contaros? ¿Qué os importa, con tal

que os la cuente

bien?

Y

No.

estoy seguro de- contarla bien; lu declaro de antema-

4)

no, sin amor propio de

au-

ppt como autor en la tal historia, y hé de limitarme á consignar simplemente los hechos según han llegado á mi noticia.

Había una vez una pobre abuela con el pobretín de su nieto, que no poseían en el mundo, sino el cariño que recíprocamente se profesaban. Esta abuela tenía setenta y siete años, casa

de obreros situada en el callejón

del

Ori-

Beleville y Menilmóntant, un

barrio donde no abundan gran cosa los riY, á pesar de tódo, entre

Conseso

está

dicho

á donde llegaría. Juzgad vosotros, El niño andaba mal; iba á hacer doce meses que

guardaba cama,

y la vieja estaba muy acabada, muy débil,

casi inválida tambien;

los mejores deseos

de

del mundo,

hacer cosa mayor. y E ¡Gracias

nos para sus

que los míseros

!

Los

qué. con

o

podía.

son bue-

pobres del

barrio daban nd nas á esa” pobreza más

desdichada que la suya;. y su:caridad, uni-

da á algunos socorros de la Beneficencia

pública, bastaban para la subsistencia de la

abuela A ñica, y *« fiica.

y su nieto. la vieja la llamaban la señá Anto al niño el babieca de la señá AntoNo se le daba otro nombre porque

no se le había visto correr y jugar por la ca»

sabe usted cómo anda?

¡Ah! el babieca de

iba de mal en peor.

la

señá

Anto-

Antoñica

Hijo de una enferma

del pecho y de una laceria, el: pobrete era tisico y raquítico á la vez, y cuando no ponía el grito en él cielo cun los dolores sorilos de su coxalgia, - se desencuadernaba

que es-

Durante los primeros años, aunque andaba medio á rastra, y se*pasaba mu-

chos ratos tendido, mo dejó de tener sus

y épocas buenas. Entonces el abuelo, que trabajaba todavía á pesar

la misma

pobretería del vecindario dJescollaban los

dos por su miseria.

ñica,

de de-

tampaba en: sus mejillas dos ramitos de vio-

una

cos.

Los vecinos no pasaban

leta de un tono sombrío.

de

llón, entre

e abajo, Torcuato! y cabal, Pascual! listo, Calixto! te quiero, Severo!

corí una tos seca y sanguinolenta

y el nieto ocho.

piso

m0)

asóna:

cir de tarde en tarde. —Pero ¿el babieca de la Señá

tor, porque no tengo arte ni

Vivían en el sexto

su

años, ro y para como nas.

temer

más

de

ochenta

selo llevaba ne paseos al aire pual sol; y alguna que otra vez ganaba comprarle medicinas que lo ponían nuevo por espacio de algunas sema-

Pero desde que habitan en ese femen-

tido zaquizami del piso sexto, con vistas á

un patio de donde suben los más ingratos olores; desde que la vieja 'no encuentra

.modo de

agenciar sino

lo estrictamente

rio para no morirse de hambre; desDiciembre, en fin, del año último, el bade la señá Antoñica no ha vuelto 4 bi

levantarse de la cama, y es probable que no se levante jamás. Ba la última vez que salió fué en la Navidad pasada.

|

de

E

Aque! dia la señá Antoñica lo arro como puc: con una bufanda. quele hizo de. su pañuelo viejo; le puse los dos únicos


87 Ss

o

o

para que

ella teníz

Y

pares de medias

los piés dentro

llevase abrigados

que no tenía más medio que ese para

longar un poco la vida de

sus

de

res y colorines. Nose ha borrado

la

ojos y-de

tándose 3 $4

esa mágia

de los

potente,

de iba á encontrar eso ella, que ni siquiera

y

posesión; abriendo extasiado la boca,

veia ya el color del dinerosi no es de tafde en tarde elde alguna calderilla que le solian dar en unión con las limosnas. en

tendiendo los bracitos secos hacia el espejismo de todas aquellas maravillas entre vistas é inolvidables. Había allá

de

cerca

todo,

sobre

Opera, un soberbio.

plaza de la Gran

mismo,

alto como el muchacho

especie? fortuna!

la

do se le tiraba de la cuerda,

laentrada del

duros!

¡Vamos,

una

invierno;

vendió

hasta

bunos de carne y de pan, que tanto

y que cuan-

ale-

agitaba

¡Cuatro

Vendió la ropa vieja que le daban á

po-

colores, casi tan

lichinela dorado ' y de mil

¡un polichinela por el estilo debía

costar muy caro! Era un juguete de ricos. Cuatro duros lo menos. Acas0 más. ¿Dón-

la

de

ansia

el

se curaría!

ella había concluido por abrigar

¡Lo tendría, sil Pero, ¿cómo? Según decía él mismo con lágrimas de codicia im-

ella desde entonces, agi-

recuerdo con

e

esa loca esperanza.

imaginación del enfermo; siemde

pre ha

Tambien

de esplendo-

mágico conjunto

un

maban

su

¡Si, tendría su polichinelal ¡Y

zucos, y lo paseó por los bulevares á lo largo de los puestos atestados de juguetes, de estampas y de muñecos, que for.

pro-

taba obtener, y tan mezquinos.

rremente multitud de cascabeles y campa-

sino

lo imprescindible

los

le cos-

No

resér-

-pára el chico.

Ella ayunaba. Y cuando el nieto, comiendo sólo, le decía:

nillas, alzaba los brazos, abría las piernas, y os miraba con su carota encendida, ha-

ciendo unos visajes que no parecía sino que estaba vivo. —¡Ay quécosa tan bonita! ¡pero qué bonita--exclama á menudo el babieca.—Dí,

lita?

caro?

Y asi pasó la vieja dias seguidos, sin que á veces hubiera entrado nada en ¡su

Y la vieja responde siempre: te he

tragar un platazo de sopa en casa del eba-

nista. estómago. ¡Qué importaba ! tendría su polichinela! |

uno,

comprar

de

—No-- respondía ella; —me han hecho

muy

abuelita, ¿un porrichinela así costará —Calla, que

—¿Pero es queno tienes hambre, abue-

cuando seamos más ricos. —Y cuándo vamos á ser más ricos? —Enseguida, de nada,

—.Entonces

¿ent

cardero

mío;

bieca.

encontrarse el angelito. han podido correrse

más

con la vieja.

aliento. ¡oh! entonces se avivan sus ansias hasta trocarse casi en un acerbo marsus sufrimientós, y

que

ansias

, en realidad, la juguete miti como por encañito,

del

dolencia

¡Y eso lo'comprendíala vieja! A fuer-

za de prometerel poliéhinela, “acabó por creer que debía cumplir lo prómeétido,

los pobres, frío, no

4 muchas larguezas

los trapos pe Se acabaron

do que ya n0 puede atravesar nado Por consiguiente ¡Qué falta hace hoy el ¿Vara ella? ¡tendría pliz cid Y mañana? ¡Ah! '* Mañana sabrá b e

aumentan

la posesión

Y

vender. Todo lo que + en la hardilla eran tres bonos de pan y de leña. Pero el miño, está tan caido, tan cai-

de como si fuera 4 arrancarle el postrer que tales

mes de

cualquiera

muertos á su vez de hambre y de

sus dolores, cuando la horrible tos le sacu-

Con el medio

se hace cargo de la situación en que debía

esa idea empeora

lo torturan

¡lLlemonio!

invierno que acababa de pasar,

me ponía bueno al momento.

Se

reales y Seis

Aquel día no podia estar peor el Y

—Mira, abuelita,Si lo tuviese, de fio

tirio.

treinta y seis

cuartos

—3i, que le tendrás, si.

la pobre criatúra, cuando

de

ese modo, y anteayer por la mañana, reu-

yo el porrichinela

Y á todas horas le persigue dilo $ como una obsesión.

¡niño pl]

Tres meses va á hacer que ahorra

dentro

nía en junto

tendré

El

y

Lo que hace faltaen este momento, >>.

,

cesario, lo indispensable, no es el alimen

es el polichinela.

Si ahoralo tuviera

él


8

terrible de los dramaturgos.

“ en sus manecitas temblorosas, á buen seguro que se pondría mejor. —¡Qué cosa tan bonita!-—exclama con un estertor ahogado. Y se dilatan sus ojos; la nariz, atila-

ta golpes teatrales

no hay sino decirlos en dos palabras.

La vieja había

muerto.

se realice, ha de

¡Qué bonito d¿

—Voy 'vOy a

—¿Qué?

Si,

no

'buscártelo, e e

,

te apures,

¿El porrichine/a?

el Coria.

Un montoncito

todo está en calderilla. —Anda,

ho

A Za

cali

iles

Ddolora

no tardará

piernas

oe nas o

“* á¿ buscar, ¡Dos duros! ¡Al fin los tiene!

> ”

mo :

Pe

7 o roÓO don

e

a? E

in RS a A ar a A ¿oe y+

peo

No,

escape—di-

corre

—Es para buscar un remedio al babiequita —dice. Y dice bien: un remedio eslo que vá

A

abuelita, anda á

sus

LGRA ANTELLAMA

El niño palmotea.

primero á casa de los vecinos para vender sus tres bonos, los últimos...

=

S

Con

mucho.

0

Jean RICHEPIN.

porque

regular,

ce—No tardes mucho. La abuela ha sido:

cesitado

Ha ne-

perder en eso una media hora; pe-

ro los tiene.

¡Cómo se menea á pesar de

sus achaques, á

pesar

de

lo

resbaladizo

del piso, á pesar del entumecimiento frio que le hiela los huesos; porque _nocomió nada, ni hoy tampoco; y ha jado todos sus trapitos eo el canasto enfermo! No lleva más que una mala

del ayer dedel saya

y una chaquetilla muy delgada encima

de

la camisa. Y andando va contra viento y ¡Y es lejísimo! Hay que ir allá, marea.

muy allá, cerca de la Gran Opera.

Puede

que el polichinela esté alli todavía este 0d y quizá no cueste más de dos duros. 2%

6

FEE

Antoñica, la muerte!

Enseña sus treinta y seis reales y seis

cuartos.

Ayer enterraron al babieca de la

sábana remendada que servia de ¡sudario, el hermoso polichinela de brillantes colores, de sonoras campanillas y de máravillosos dorados : asi ha tenido el pobre cadáver su aguinaldo de Noche-Buena. ¡Que no tarde en venir el de la abuela

— ¿Entonces somos ricos, abuelita? —Mira lo que ten—Si, cordero mio.

O.

dos

Ella ha colocado en la cajita, sobre la

viwir aún.

era!

ausente

señá Autoñica.

¡La vida, si, la vida! Como su sueño

dos.

estado

Al volver, encontró al niño

horas largas.

descolori-

tan

al nivel de la realidad.

Cuando se cueñta los que prepara la vida,

da por la enfermedad, palpita de repente; afluyeá la piel una oleada de calor, y torna la vida á aquellos labios

Nadie inven-

Si, el mismito era, y lo ha conseguido Er dos duros á fuerza de regatear. to. momen mismito, lo ha conocido .al

I

La ví en el cementerio

Cuando la hermosa tarde desmayaba. Tejiendo con mil flores Artística guirnalda,

Y engalanar con ella entre sollozos El mármol de una tumba solitaria. Era para la niña

Aquel lecho de muerte urna sagrada, El cofresacrosanto De su ilusión más grata;

Y allí llorar la contemplaba el cielo, Y allí gemia y la besaba el aura!

Y más tristes los sauces

Sus lánguidos penachos inclinaban, Y algo como ruegos,

ci

“Algo como

rias,

Ml misterioso y fúnebre pa eleva se so aroma de incien

sal. a 2

r

qn E

acts. TARA "32 dá taAn ES es a do

a

PP

VA

'uelve, estrechándolo

contra

su corazón,

con precauciones de madre, como si temie-

ra hacerle daño. - —¡Qué

Y tambien ella dice :

bonito es!

Abreviemos.

El

destino

es el más

Eran las tiernas preces, Las oraciones tímidas, ahogadas, Que la doliente niña,

La virgen enlutada, Brindaba entre suspiros melancólicos Al ser queel ideal fué de su alma.

*, E


Y cumplimos los mortales,

Volvíla

En diversas ocasiones,

4 ver después ;

Dando carnada á ladrones Y enalteciendo animales.

Mas no en el santo asilo de la Parca,

Donde es la cruz poema, Cada flor una página, Y donde el alma escucha en el misteri» Ecos de voces y batir de alas.

o oo

Mi triste corazón iluminaste

Con la nz inefable de tu amor, Y tan sublime ante

“No entretejía flores Para formar artística guirnalda,

De tu olvido por sie Pero en los senosde 1

Y espléndida de gozo, Con

Do yerto Brillaudo

faz iluminada,

No myrmuraba una oración ni un rezo, Ni derramaba en una tumba lágrimas! Esta vez sonreía su sonrisa algo del alba en Y había Soñaba con un cielo

- Bordado de esperanzas

...

el hálito

se apagó. entonces

¿el corazón, ¡de mi madre 1 le ¡so

brilla Dios.

Mariano RIERA PALMER Puertorriqueño, ..

...

Bibefoft

Ante el altar, los sueños de su alma !

Alma, estrella,

¡ Y esperan entretanto Del triste albergue las errantes auras, A que en la tarde hermosa, Cuando la luz desmaya, Vuelva la niña á orar junto á la tumba, Llevando flores y vertiendo lágrimas ! . . P. TERREFORTE

41

Como en nube de

¡Era que'bendecía e! sacerdote

Juan

con

soñadora

ARROYO

Puertorriqueño,

E antafes ¡¿_XIAá<AáAÁ

la pena al cerebro Llega Y al Us seguido vá,

mientras vaga, mientras flota, como un ángel ó una nota la ilusión. Flor de nieve

Y se confunde con ésta Para no apartarse más. o

oo

Se aduerme el niño en la cuna,

Y el avecilla en el nido, El náufrago Er la esperanfa - Y mi amor eb tu cariño

¡e

ó un rondel ;

por tus besos

-

* *

Penumpbras

Manda la santa

de otro clima; vivo aroma de una rima,

E.

embriagado,

:

soy tu infante, ta

doctrina,

ta

Dar de comer al hambriento

Y de beber al sediento, Cumpliendo la Ley divina.

— :

'

.

F.

UHRBA CH

3


YO .

a

=

a

. Apuntes del Génio Inglés : ros, RR los lib riaimode sto AE ínt s del autor

a se es oribiestISl

P ribe fuesen y sus ropósitos cuando esc o lo largo los; márgenes, ; 4 tod : : anotados de o insípidos

'uuáptos volúmenes y cuan: iría extraordinario interés, ría n la ias insignificantes excita

tas histor c-Xeray. cnriesidad del lector ¡—Ja Hay tres dificuW

len la carrera de

) que valga la encontrar un howpena de ser publicados” rsonas de

las letras: escribir |

bre de bien que

;

que

sentido

lo edite,

PPP

a

e

a. —Bla:». El genio crea, el gusto juzg

duSilos€ cinco deió seis genios; que Uepro transforce cada siglo quisieran Unirse, 4

marían el mundo.—Sovef!. : La Ñ eratura es la in mortalidad de la a lit t. palabra.— Willmo

guía, En la ciencia es la razón la que en la poesía es el gusto.—Co palabra. La poesía es la música de la —.Fudler. —

_—

y pe

verso Un solo forma á veces perpoema un

lo

lean.—Coltón.— espíritus

son.

embal-

—_——

máximas Las son el buen sentido condensado de Bolas naciones.---

samados.— Bovée. consiste

No

la

gloria

verdadera

en no caer nunca, sino en levantarse de cada cal: da. —Goldsmith.

vée.

Piense yo los buenos pensamientos, y escriban otros las buenas pala-

La duda honra-

bras.-— Shakespeare.

da vale más que la fé ciega.—Ten-

Los hombres de

nyson

genio se adelantau

siempre á su siglo. Simms.

Cuando un ver-

dadero

se

genio sut-

|

en el mundo,

se le puede

Amparo

reco-

Fina ndez Nátez

nocer en este sig-

Um dl -

'

Benjon-

fecto. —

libros son

Los

A

POToGRABADO GAUTIER.

poder no tiene la mitad

de

no: todos los ton-

gh. a. — Lei fuérza de la dulzur AMPARO.

No he visto nunca un hombre de len.— . sm se avergiience de su profesió ac- Keray. -. Tambien en literatura hay - modas. prosa y los versos son á veces s0= La

Traducidos para La, REVISTA. a o y é Bos z TJEJO 154

tos

se ligan contra él.— Sovzfl.

el metidos al mismo capricho que preside de corte de nuestros vestidos y la forma nuestros

sombreros. —Disraely. o

Los libros son los verdaderos niveladores.— Channing. ——

la

césACIA el cadáver en un lecho de la sábana de luz que el ped, bajo os. sol había tendido sobre los camp le roLas flores de color de nieve que

s deabañ, cias sus pétalos manchado

con la sangre del vencido. Todo cantaba en derfedor del cadiver:


. ¡Escultura pájaros, luz, flores y zarzassol edad primode carne en' medio de una rosa, a] pacible, dulce ! héroe Ela, la novia, la que

al

amaba

caba con con el ardor de su juventud, le bus los ojos preñados de lágrimas. deros Y corría, corría por valles, sen y llanuras, gritando: —¿Dónde estás? ¿dónde estás? Hallóle

En la fuente de mármoles níveos |

juguetona y traviesa es el agua, como niña que en regio palacio

sus collares de perlas desgrana; ya cual flecha bruñidase eleva,

ya en abierto

de diamantes

los peñascos abruptos

y en tumulto los cielos allí reina como igual con

Ñ

y

al agua; Ll

1

á perpótua prisión condenada, la que vive debajo de tierra do ai yertos cadáveres bajan !

QUIARA.

La que nunca la luz ha sentido,

la que nunca solloza ni canta,

esa muda que nadie conoce, esa ciega que tienen esclava !

como ellas, de sombras cercadas,

sois vosotras tambien, las obscuras silenciosas corrientes de mi alma.

En la sombra, debajo de tierra

¿ Quién jamás conoció vuestro curso ? Nadie A veros benévolo baja! ¡Y muy hondo, muy hondoseextienden

ada, donde nunca llegó la mir to se deslizan en curso infiniagu a. silenciosas corrientes de

vuestras olas "E

idas Las primeras, al fin sorprend

adra, porel hierro que rocas tal mas en inmenso penacho de espu

como chorro bullente de agua,

que en columna rabiosa de espuma sobre pinos y cedros se alza!

ieblas Mas las otras, ¡gn densasalantin ,

Pero nunca, jamás, prisioneras,

siempre resb

sentireis de la luz la mirada . sombra, ¡Seguid siempre rodando en la

salida que buscan,

...

elena :

ta y en su espejo moyible dedelpladie io van copiando los astros o las pálidas tintes del alba;

ellos tienen cendalesde flores, en su seno las ninfas se bañan,

fecundizan los fórtiles vallescanta. y sus ondas son agua que

que callan!

Y si paso Os abrieran, saldrían,

tan. hervotosas y límpidas sal

s, A la mar se encaminan los rio

..

Como ellas, de nadie sabidas,

muertas

Cds

éscalan. qe

PE

¡Cuán distinta la negra corriente

LIRA EXTRANJERA

y

conmúbven

y con dioses y monstruos batalla.

** Bosquejos.'”*]

la

>

fuerza invencible,

Allíes vi

—¡Lo que puede el amor!

retorci

eo

A

bien dijo el filósofo:

Ondas

'

asaltan;

al moverse, la tierra

amada.

[Del libro inédito

Ñ

| ee En el mar soberanb las olas - 4 E

Del beso brotó la vida; poren la boca. y “abriendo que el cadáver se puso de pié, 4 la mujer sus brazos, estrechó en” ellos

J GONZALEZ

abanico se alza, sal: pica las hojas

baja. ó se duerme cantando he en voz F .

perfume. que vertían sus ánforas llenas de besó Se arfojó sobre el exánime y le

¡Ah!

]

'

las flores

por fin caído entre

SR

E

91.

Ñ Ñ

E

silenciosas corrientes del Manuel

alma!

GUTIERREZ NAJERA

Mejicano. t

E


99

noche clara se ocultan,

ACUARELA

Los amantes de la noche obscura, se murmuran: “Permanezcamos aquí, no nos movamos de este sitio”. Los amantes de

la noche clara, suspiran: “No, aquí no; más lejos”. | Lía noche obscura es un canto popular

¿ABEIS lo que es una noche clara? No esla noche sin descanso : es 1 noche blanca, sin obscuridad, clara, con tal claridad que parece de día.

de rica melodía y sonoro acompañamiento: la noche clara es una poesía, monótona,

Pues si

¿No la habeis visto jamás?

de

trataré

no la habeis contemplado

describirla, pues sin eso no podríais nunca apreciar lo que es una noche clara. Un cielo que sigue siendo luminoso no iluminado ya, pero que ha conservado viene

no

todos sus matices ; claridad que

de ninguna parte, y en todas está, que no proyecta sombra y hunde entre sombras

un cielo tamizado

rastros

mañana,

á la

de rojo de la noche

de ópalo que se deslizan en el horizonte entre un occidente que se esfuma y un

oriente que se enciende.

de

¡El alba que persigue la aurora

tarde, ¡produciendo

la ilusión de dos

la

soles

simultáneos que jamás pueden contemplarse, más que, con los postreros rayos del

uno y los rayos precursores del otro, apartan la noche que avanza, la apresuran en su huida, obligándola á arrastrar los

hara-

pos de su clámide desgarrada. ... Si la noche obscura de los países meridionales es el sueño de la naturaleza, la no-

La noche obscura che clara es su letargo. es una hermosura dormida, que os sonríe en su sueño, y cuando la llamais, os deja

cómprender que os oye: una bella sonámbula,

la noche clara es

dormida de pié y con

los ojos abiertos: no os mira, y en vano pretenderíais hallar sus miradas. La noche obscura es como

un

ala

sobre la tierra : la cubre, la su reposo,

pareciendo

se tendiera

que

protege,

decirla:

vela

“Duerme

si quieres”. La noche clara es el ala que se retira, es el techo arrebatado al hogar, ja abandonada la tierra, y parece decirla; “Duerme si puedes”. La noche obscura

es el hondo reposo de la vida;

sin verbos, terminada por puntos suspensiVOS ...... 0 Y si no sabeis aún lo que es una noche clara, venid, dejáos guiar, bajad á esta embarcación,

paisaje,

un

del sol;

todo lo que nou alcanza;

ser

sorprendidos por las pupilas de la tierra.

Noche clara

después de la puesta

temerosos de

la noche

clara es una suspensión de la vida,

Los amores de la 'noche obscura se

expanden, orgullosos de ser contemplados

por los astros del cielo; los amores de la

y

nos deslizaremos

por

el

Neva. Lo sabreis entonces. Vereis huir los amplios palacios que bordan el muelle y lucen sus ventanas en la claridad de la noche ; las altas murallas de granito que humedecen sus bloques en las aguas del río; lanzarse 'al espacio la

dorada

flecha

de una

catedral

coronada

por un angel con las alas desplegadas

vereis, por último, encabritarse,

sobre

[1];

las

ondas un corcel-de acero galopando en los aires, contenido por la dura diestra de un

ginete de bronce, coronado de laurel. [2]. Y cuando vuestro barco se haya deslizado por delante

de-

todo

esto, mirareis

jardines que descienden hasta las orillas del rio, árboles transparentes, ú penas esfumados

por

el

verdor de

la primavera,

villas que se contemplan en

las aguas,

es-

tatuas que parecen caminar por el césped,

y oireis un

ruiseñor

que os

envía

notas

perladas entre sollozos

Y cuando lo huyais dejado detrás

to-

do bordeareis una costa arencsa con

altos

y comtemplareis, por último, el vasto

mar

que desplega á vuestra vista su vasto

ho-

pinos que se perfilan en la albura del cielo,

rizoñte : blanco como el blanco cielo, claro como la clara noche, Tierno reguero de luz señalará el puntoen donde el sol despareció; solo una estrella esplenderá, tambien blanca, transparente, húmeda, lágrima olvidada en un rostro X. ha cesado de llorar. - 'Entonces, sentado en la embarcación,

mecido á penas

por

imperceptible brisa,

ante este oceano

sin

término,

sin

ruido,

sin color, aseguro que no os informareis (1) (2)

La ElM

Catedral

de S. Pedro y S. Pablo. to de Pedro el Grande. te


A

eis si no del tiempo, y olvidándolo, pensar hermosa án lo habeis pensado antes: *'| Cu

es esta élara noche del norte !”

SKI. Principe Sergio WOLKON

Con gana y tiempo de sobra,

Dios, benigno y siempre justo, $ á su obra se fué A para contemplarla á gusto. Y al ver como de pasada

y haciendo que no veía,

C.) (Traducción del francés por C.

algo escondido tenía, inundd su faz el loro ñ y al ingrato dijo asi: —¿Qué es lo que me ocultas ?

E EERÁ PENINSULAR ORO

Y

BARRO

—Su esencia tienes en tí. Con tu barro está mezclado

APÓLOGO

Que Dios al hombre

y él puede darte amoroso, calma, si eres desgraciado,

creó

tormento, si eres dichoso.

mo, no lo ignora ni el más ro mo pero, ¿cómo lo hizo? Co voy á decíroslo yo-

Que el bien y el mal eslabona y es, allí donde aparece, dogal del que le ambiciona,

diadema del que le ofrece.

o De un montecillo de batr que á sus alcances tenía, o rr lo que cabe en un ciga tómó el Hacedor un día. Y para dar más decoro , á laimagen que soñaba

Y ved. aquí, en conclusión,

por qué del celeste don

suelen ocultar el brillo, bastantes, en el bolsillo,

pocos, en el corazón.

del leve polvillo de oro,otaba, que en torno del sol fl

¿ su infinjo sobrehumano, e contra el suelo de repent . la arrojó con sabia mano aparecer de improv vió la soberana belleza

del huésped del paraíso.

estial Aquel barro escultura trocándose en era en los labios coral, marfil en la dentadura, nácar en la tez morena afluía,

azabache en la melena . que en.mil rizos Se partía Y tan hermoso y sereno 4 su vista se mostró,

eno que Dios le tuvo por bu y el hombre se lo crey —

Puro

Oo

Amasada prontamente

, Y wompiendo la malezais o

del PALACIO.

Manuel

una partícula pura sobre el barro colocó cura que aquella materia os un momento iluminó.

donde la sa

cerrada

que en uta mano

:

A

Pestino

_—_

la

de

possía )

A

A

Permanecimos

m

es, cuando cercomo los espíritus celestial bre el globo so niéndose por vez primera eron subir de sus que juzgaban desierto oy plegaria de los mismas orillas la primera hombres;

nce tenía apreciamos cuanto alca

inanimada, y lo raleza aparentemente fin de los tiempos que sería la poesía al

los sentimientos : cuando, extinguidos todos i del corazón humano y sino una adorac sclo, no fuera la poesía e y un himno. s tiempos:

Mas no hemos llegado á eso el pensamiento ' y n, ve jó n aú es o nd mu el


mt

ii

94

te

artificial, no buscando otra forma que

el estado actual de la humanidad y el fin á

suya propia.

que puede llegar; la poesia tendrá de aquí allá elevados y nuevos objetivos que cumsentido

que

blima.

presión para cantar tomo en la primera aurora .«del despertar humano. . No será épica: el hombre ha vivido demasiado, remucho

é

divertir

para dejarse

interesar por las extensas narraciones de la epopeya, y la experiencia ha' destruido

su fé en las maravillas épico encantaba su

con que

el poema

credulidad.

Tampoco

dramática, porque el escenario de la

será

vida real,en los actuales tiempos

A medida que todo se espi-

Ya no qúiere manejar maniquíes,

no inventa mecanismos; y es porque la pri-

da-

mos á esta palabra: no posee bastante ju ventud, frescura y expontaneidad de im-

flexionado

la

ritualiza en el mundo, ella tambien se su-

plir.

No será lírica, en el

—_ A

se ha despojado cada vez más de su forma

entre

entrevé una inmensurable distancia

_——

de liber-

tad y de intervención política, tiene un interes más llamativo, más social y más íntimo que el escenario de un téatro; porque

mera operación que efectúa el lector, es despojar el maniquí, desmontar el mecanismo y buscar la poesía sólo en la obra poética, inquiriendo asímismo el alma del

poeta En sus obras. | ¿Acaso morirá porque sea más verdadera, más real, más sincera que no lo ha sido jamás?

No:

poseerá mayor vida,

más

intensidad, más acción de la que tuvo nunca; y para demostrarlo apelo al siglo que desborda de todo lo que es

religión, libertad y me

poesía,

pregunto

amor,

si hubo

jamásen ninguna época literaria momento

más rico en talento ni en ximas á.realizarse.

promesas

pró-

Mejor que muchos

lo

las clases elevadas de la sociedad no van ya al teatro á conmoverse sino á juzgar;

sé, porque he sido amenudo el confidente descohocido de esas mil voces

misteriosas.

porque la sociedad, de sencilla que

que cantan

la soledad,

llegado á ser crítica.

No

era, ha

hay ya buena

en el mundo

Ó

en

y que no hallaron el eco de la fama, No,

. Jamás existieron

tantos poetas

fé en sus goces, El drama vuelve otra vez al pueblo; había nacido de «él, para. él se

ni vibró tanta poesía en Francia y en

van con el corazón

estas líneas, en el momento en que

había escrito, y solo

las clases

al

teatro.

populares

El

drama,

ropa, como en el momento en que tus superficiales Óó preocupados

Eu-

escribo

espiri-

aseguran

pues, popular, destinado á las clases ignorantes no poseerá en mucio tiempo bastante noble, elegante y elevada expresión para atraer á los letrados; estos, por lo

que la poesía cumplió ya sus destinos, y profetizan la decadencia de la humanidad. Ninguna señal de decadencia veo en

te auditorio volverá á abandonarlo,

de camsancio:ni de vejez. tuciones envejecidas que

tanto, despreciarán el drama; y cuando se eleve hasta el lenguaje de los elegidos, eslo que

le obligará á descender siempre "para haya quien se conmueva con él,

que

- La poesía será la razón cantada: ese será su destino en el tiempo:

será

filosófi-

ca, política, social como las épocas que vá - 4 atravesar el género humano; será sobre todo

íntima,

personal,

meditadora

y

gfa--:

ve; no ya una distracción del genio, un ca-

pricho melodioso del pensamiento ligero y superficial, sino el eco profundo, real, sincerode las más sublimes concepciones

de la inteligencia, de las impresiones más misteriosas del alma. Será el hombre mismo,

el hombre sincero y completo, y no su

reflejo y su imagen.

y

ÓN

¡Los signos precursores de esa transformación de la poesía son visibles hace un siglo; hoy se multiplican. La poesia

la humana pero

inteligencia, ningún

tambien

síntoma

Observo instise derrumban,

generaciones

rejuvenecidas

que el viento de la vida atormenta y arras. tra en todos sentidos,

las

tuiráa

ignorados

sobre

obra 'infinita

planes que

Dios

cutiles

resconti-

aún

esa

há encargado

hombre para que sin cesar la obra de su propio destino.

al

rehaga, la

En esa

labor

ocupa su lugar la Poesía, aunque Platón quisiera desterrarla. Es ella la que, lan-

zandosu vuelo por encima de la sociedad,

la juzga, y que, poniendo de manifiesto al hombre lo vulgar de su labor, lo llama sin c

dedo

hacia adelante,

señalándole

utopías, repúblicas

ideales,

con

el

ciudades

de Dios, animando su corazón con el valor para aguardarlas:' -

SE

LAMARTINE

..


vb

a

A

Nuestros ——

a

GRABADOS

al MS

los milagros, es casi tan aventuON JO3E GOTOUS.—Sostener que no existen con la publicación en la primera Hoy Dios.

rado como -sostenéf que no existe José Gotós y Vives, hemos realizado, D. de ato retr del o, ódic peri este de na pági nuestros favorecedores—Muy

án indubitablemente, un milagro ¿Por quét —dir tos de la méri sencillo, porque ú pesar de los indiscutibleseradas súplicas reit de D. José Gotós, y, á pesar de las de ese prestigioso nales, nunca lograron obtener una fotografia Así es que, ni ostentarla en sus respectivas publicaciones. ni “Blanco y

personalidad artística de periodistas naciohijo de Euterpe- para la “Ilustración - espa-

Negro”, nila “Ilusstica”, ñola y Americana”, ni la “Ilustración Artí REVISTA ódico, han conseguido lo que La tración musical,” ni ningun otro peri Se explica este milagro por la exella. de n ició cond a est mod la ante obst Branca, no los actos del señor Gotós. cesiva modestia que caracteriza todos Nació don José Gotós y Vives

en

la Provincia de

más España que simpatías nos mere-

ce: la gentil Barcelona.

Sus ahiciones

artístico - musicales

se dejaron entrever desde los primeros años de su puberta d,

dedicándose

con notable aprovechamiento al culaquellas, tivo de y logrando,

7 O

e

be FEA N púme FoTOGRABADO

GAUTHIER.

al fin,

conquistar un eríviendiable puesto ore tre los direct s de orquestas y compositores musi-

cales más afamados,

Gran Teatro del Liceo del ta ues orq la de ctor dire s, ione rio. habiendo side, en repetidas ocas con el aplauso unánime del audito zos uer esf sus dos ona cor son ndo les sie ica , de Barcelona ulos, y Sus obras mus cíp dis os jad nta ave de ero núm Cuenta o gran Colón —poema sinfónico, - estrenado uientes:

uchas, halláfilose entre ellas inolas desig Mayagíiiez, con brillante éxito en el Cas

o cuando este celebró el Centenariere aires del país, estr sob a oni inf .—S uen ínq Bor a. del Descubrimiento de Améric Casino el año mil ochocientos ado res exp el en s ado ebr cel es nada en los juegos floral al último Certámen del Ateneoy o tad sen Pre — . país del es Air os noventa y Cinco.. udicación de un premio de cien peses de adj la ido val ha e a_l obr a cuy ral Puertorriqueño, nía ejecutada en los juegos floa gavolía nfo —Si ña. oje orr Cab Za or. hon diploma de y seis. Luz Blanca. —Delicadísimposiciones a ent nov os ent oci och mil año el pocas com Cabo-Rojo o. Y no str mae o otr gún nin de la 4 ar idi enumerar y que que nada tiene que env y religioso, que sería pr ofaino

fiado. de nuestró fructífera labor y inteligencia o trato y fiel en revelan la fecundidad, eraaabiMe caballero'de un es último, por para

orqu esta de

Don José Gótós,


Y6 DW

sus

amistades,

lo

cual

propia.

Es

AA

podemos

con conocimiento de causa riencia

miembro

expe-

de

varias

como

merece tan inte-

iigehte hijo predilecto del arte. Roa

**

'

z

-. SEÑORITA AMPARO FERNANDEZ.—Es una sensitiva. Heredera de los sentimientos generosos y caritativos de una buena

maria en el Colegio de la inteligente profesora señorita

el popular

Por eso el nombre.de

Fernandez

-ciado al de las obras más útiles y humanitarias que so realizan en la capital.de esta Isla. Gracias á su inteligente administración, vivió siete año la Aevizta Puertorr: monumento

á

la.que,

gran

es-

timación

Amparito Fernandez es en extremo afable, muy retraida, amaute del hogar y entusiasta por la obra moral y literaria de su padre. A Es por último, esta virtuosa hija de Bortabuen, la obra más bella y espiritual de Fernandez Juncos., 1

x k

EXEQUIAS FUNEBRES. —Ya

sa-

ben nuestros, lectores cón la pompa yue se

Amparo ' celebraron en esta ciudad las honras fúne-

Fernandez, desde que era niña, figura aso-

queña, que es un

Llovet,

según confesión propia, profesa

une á esos tesoros inapreciables del corazón los del entendimiento, que ha heredado

Juncos.

María

madre puertorriqueña,

de su señor padre,

AER

Hizo sus estudios de instrucción pri-

afirmar

y por

sAcademias y sociedades de recreo y, entre das últimas, del Casino de Mayagiiez, de donde es'socio de, mérito, y donde se le quiere y distingue

*

a

literario, y

brés

del

ilustre

finado. Excmo : Sr. don

Antonio Cánovas del Castillo;

pues

bien,

nuestro grabado. representa el instante en que la compañía de voluntarios verificó

una

de las descargas

que

la ordenanza

en tales actos exige. Es probable que en el práximo número de esta. publicación de-

que ha dado 4 conocer ventajosamente las ' mos á conocer el elegantísimo túmulo leletras de este pais. en todos los pueblos vantado en medio de la nave central de nuestra Iglesia por D. José Macías, para la cultos de Huropa y América. Desde que por iniciativa de su señor celebración de las citadas exéquias fúnepadre, don Manuel Fernandez Juncos, se bres, . fundó en esta provincia la admirable asociación de la Cruz Roja, desempeña Amparo un cargo de importancia en ella, y ultimamente fué designada, en unión de otras damas la

capitaleñas,

Junta de Damas

para

constituir

de honor de la

_

Boleidoxcopio

Socie-

A

dad Económica de Amigos del País, 4 la que se han encomendado altos fines eduBiografías

cativos.

Amparo fué de las primeras alumnas de la Escuela de Bellas Artes que inició Francisco Oller, obtuvo en ella un primer

premio por dibujo natural, y en la Expo-

sición del Centenario de

Colón, celebrada

en la. Capital, le promiaron tambien algunos de sus ensayos de pintura al óleo. Tiene Amparo.,notable disposición para los trabajos artísticos, y posee una

cultura

literaria. nada

este punto sus

común;

pero en

ximo número en adelante, más de ps.

tas biografías . compendiadas de otros tantas hombres célebres desde Homero hasta los más connotados de nuestros dias.

No dudamos que esa sección agradará sobremanera 4 todos sin excepción, pues

cariño, , Posee tam-

on utrirá la inteligencia de gran número ce E útiles á las personas so-

se limitan á

_ducciunes del francés y. del italiano, cuyos

«bien la. música y to9a, con. gusto y bastan-

. te perfección el piano.

introducir; no solo en

su parte material, sino tambien en la intelectual y artística cuántas mejoras estén a su/alcance, prometemos á nuestros amabilísimos favorecedores publicar desde el

tra-

trabajos

idiomas estudia. con

IREVISTA BjANca E

¿versales.—Deseosa La

ciab cultura.

y Amantes, del progresc p

y de la


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