Revista Blanca (14 sept. 1897)

Page 1

MAYAGUEZ,

Nún. 9

SEPTIEMBRE 14 p E 1897. o

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2£RECIDR.ER FILIPIDO NAS Sden Pa

|

a mi afiteciado amigo

Francisco

Hurtado)

(¡Oh, insigne Taclas; si vives, perdóheme tu modestia que dé al público tu nombre!) Cocinero hábil y aprovechado, (esto OY, que la atención de todos

los

españoels

halla fija problemas que, con

“Guerras

de

solución,

de

y

Filipinas,

hondamente

lo mismo

al porvenir

en esos dos el nombre de

Cuba

puede afectar tan

se

su

al presente que

nuestra

amada

y

afligida patria, no es de extrañar que recuerde ciertas escenas que mi permanencia

en el dilatado Archipiélago filipino ha grabado indelebiemente en nri memoria, por manifestarse en ellas lo típico del carácter

de aquellos habitantes. .

Muy lejos de mi

v mente la

pretensión

cracia de los indios, que insignes escritores han dado 4 conocer en infinidad de britrabajo»;

concretaréme

relatar

sencilla y desaliñadamente (como Divs me dé á entender) alguno de los muchos episodios que, como militar, he presenciado

en mi forzoso trato con los solados obediente,

disciplinado,

cambiar

de

dueño,

declinando

con

orgullo el honor de un ascenso en su destino, pues —dgcía—que á él le iba muy bien

con los sarreñtos. Su carácter distingu'ase por una especialidad: jamás se reía. Serio y grave como un ídolo de piedra de sus antepasados, nunca, en los dos años que estuvo á nuestro

servicio, hemos visto asomar á sus

labios ni la más imperceptible sonrisa.

Aparte de tal defecto (caso que lo fue-

rá] no sele conocía otro

sión por el juego

de

vicio que la

gallos.

pa-

¡Oh!....en

yo de quedarnos sin comer.

_ Una mañana, y cuando nos lo figurá-

bamos de vuelta ya del mercado, preparando nuestro almuerzo, se me presentó, y; con su seriedad

fiel:

he aquí las condiciones que generalmente

acostumbrada

me

dijo,

lo más natural del mundo:

—¡Señor.... hoy

flipi-

nos.

Sufrido,

para

cuanto ¿4 ésto era maniático é incorregible; “y en más de una ocasión corrimos el peli-

de hacer un estudio detenido de la idíosinllantes

último era lo que más nos convenía) nos lo envidiaban todos los Jefes y oficiales, y en más de una ocasiómrechazó proposiciones

no tiene pacaimyg. [2]

—¡Cómo!. .... ¿qué dices? ¿por que no

hay almuerzo?

—Polque no hay cualtas, señor.

distinguen al militar indio. Orgulloso de ser español y entusiasta por su bandera, no

dí para la cumpra?..

destacamento, no tiene

á su sinceridad y....á su gran pasta.

—¡

Diablo !... «¿y el

dinero

que

te

retrocede jamás en el momento del peligro . —Ta perdéhiMiBallo, Señor. si á.su frente se halla un .Castila [1] por Y se quedó tan tianquilo....espeel cual está dispuesto siempre á sacrificar rando que yo resolviera. su vida, . * En efecto resolví.... darle más dine-. En tiempo de paz y para la. vease ro, y perdonarle aquella falta, en atención precio el soldád

indígena: hábil y laborioso, lo mismo lava .la ropa y plancha, que cocina perfectamente y se convierte en sastre óÓ en costurera, si es preciso. Tuvimos nosotros (los sargentos) un

cocinero, cuyo nombre y éspecial

recordaré toda mi vida. Se llamaba Peninsular.

Nos hallábamos en uno

de

los

del *

míús

distantes destacamentus del Archipiélago, á donde no llegan víveres sino cada tres

carácter

meses. _Eran los últimos dias de tal

Taclas. A

(1)

Y vaya, para concluir, “otro rasgo

especial carácter de nuestro cocinero.

-

XX

[2)

plazo, qx

Hoy

no haf'almuerzo.

y


99 a

a

terya contábamos algunos de habérsenos minado la mayor parte de la factura. a que De ella no nos restaba otra cos

-

LIRA ANFRLLANA A

congarbanzos, jamón y tocino; y como era

ma; siguiente, la comida era siempre la mis es decir, sopa y cocido. y Una tarde encaminéme á la cocina, Tatan solo por oir su contestación, dije á clas:

—¿ Qué nos vas á dar hoy de comer ? —Sopa y cocido, señor.

—;¡ Ya estoy hastiado de tal comida! siempre —contesté aparentando enfado—¡ hoy ! lo mismo !.. .¡sopa y cocido ¡ Hombre ¡sopa y cocido mañana |!

!... 4 ver si haces por variar algún día con —Ta bien, Señor—me dijo

.

su

acostumbrada gravedad.

espeSalí de la cocina admirando el

prometía cial carácter de aquel indio que iación imcon la mayor formalidad una var i:

senc posible de realizar. . .. pOr la razón erla. hac lla de que no había medios para ida Llegó la hora de la comida, y olv or esce do ya completamente de la anteri enzando na, nos sentamos á la mesa, com dados. ¿ servirla, como siempre, dos sol

del Uno de ellos apareció con la fuenteS€ Tecocido, y colocíndola en su puesto , espeirse tiró: nadie hizo ademan de serv cs la rando, como era natural, tomar ant y la Mas... el tiempo trascurría, sopa. Llamé impaciente 4 uno sopa no llegaba. de los soldados, y le pregunté: —Díme....¿no hay sopa ?

MONACAL [a Mercedes Miatamozos]

En el húmedo claustro que blanquea

con alburas heladas luna fría,

y aletarga narcótica elegía de aura que entre cipreses rumorea, soñadora novicia balbucea — | ruego de fervorosa letanía, E y radiaciones pálidas estría

en la penumbra el hábito que albea. Vírgenes por el Cristo consagradas

muéstrale á sus piadosos ejercicios

¡a fiebre del insomnio visionaria;

de la térrea abyección purificadas por ásperas crudezas de cilicios y vapores azules de incensario. | Carlos

pa?

Mu

— Tiene, Señor. que —+¿Y por qué no la sirves primero

el cocido?

—¡Señor..

.. por variar.

A

SAA

Aguas

medicinales

«Traducido del Catalán para LA REVISTA BLANCA)

N la casa del e

no yo —Señor Doctor, puedo vivir. NN —; Y por que?....¿Qué

- .-- pue

6 cido, y después sopa!.....-- oh.

tb0n

tt...

.

too

..o.o

Fr

hrs.

q

osa.

eo...”

tenemos*

tenemos? ¿qué

Si

tract

—No

lo sél...¿Una

pos-

ón, un desgano que me desespera, mira

El doctor pulsa al paciente, le los ojos la lengua, lo ausculta, le somete ' un exámen microscópico...... —Resulta, pues, que usted se queja

—¡ Como por variar ?....

que — Si ñor; como V. dijo cuh migo a cos otra variase aquel comida, y nO hay Cos, por variar, yO SITv€ primero

Pio UHRBACH

Onbano.

-—No sabe, Señor, con Taclas

—Dile 4 Taclas que venga. de es- Apareció éste con su semblante tátua, y le dije: so—¡ Vamos!á ver... E . ¿hoy no hay

_—_ A

Pero, ¡este decaimiento,

este rs. >>

—¿Es

apetito?

decir que ha perdido

— Completamente.

usted el '

|

Cómo menos que

esfuerun pajarito, y todavía haciendo una que me zo terrible... .¡D)éme alguna cos y haga recobrar la ganal....... el reme—Pues....á la mano tiene

!


100 ae

.

ra

,

tomar las aguas. — ¿Cuáles?

Manuelito fija la mirada

tiene,

usted

rer decir:

conocen

no

¡Ved si aguas |!

,¡Han hecho milagros! —¿Y vuelven enseguida el apetito? —Es como quien dice, Hegar y vencer. ¡Ya verá usted que de prisa sentirá los efectos.

rival,

Antonio

Este hombre se vuelve loco. .. á él

le habrían

recetado

estas

Antonio le leyó el pensamiento y

re-

plicó muy serio.

—Si, señor: me las ha

El paciente paga la consulta y se re-

recetado

hacerme volver el apetito. —¡Pero cómo puede ser, si á

espe-

tira con el corazón lleno de risueñas

en

con un aire de compasión que parece que-

la

Para

verde.

—Las de la Fuente enfermedad que

bién he venido á la Fuente verde por recomendación suya.

cosa que

No ha de hacer usted otra

dio.

S

para mí

me

las ha recomendado para hacérmelo perder un podo!..... —No lo sé; y eso es lo que ahora voy á pcner en claro,

ranzas.

— ¿Ha dicho la Fuente verde? —Si, señor; aguas especiales para ha: cer recobrar el apetito.

s

*

*

En la casá del médico:

e

En'la Fuente verde:

—Señor

Voctor;

aquí

me

tiene

otra

vez.

si es

| —i¿Ya? .. ¿Y cómo le prueban las aguas? ¿Se han cumplido mis vaticinios?..

en sentido de empeorar ó de mejorar. Una tarde, al llegar á la fuente se en cuentra con un antiguo compañero.

— ¿Si se han cumplido?....¿No comprende usted mismo que es imposible? ... —¡Hola! ¿Y por qué motivo?

-—¡Manuelito!...... Este Manuelito es un señor grueso ,de abultadas mejillas, respirando salud por los

—En trado con usted.

Hace seis dias que el paciente está en

ella, y no se conoce

lo

gran cosa. Y aún,

poco que se conoce, se habría de ver

—¡Antonio!.....

cuatro costados,

—¿Tú. por aqui?

—Hoy

he llegado.

las aguas de esta fuente.

ú tomar

Vengo

El médico me las

ha recetado. —¿ Qué médico es?

—El Doctor Mangancha El paciente delgado abre los ojos y la boca con admiración no fingida, —4¿Y por qué te ha hecho venir aquí ? — Porque asegura que mé irán muy bien.

,

—Qué estás enfermo, por — Precisamente enfermo,

ha despertado en mí un

desgracia ? no; pero

apetito,

un

se

afán

de comer, que á más de no parecerme

na-

tural, me aniquila, me empobrece, me

tie-

ne de mal humor.

—¿ Y el Doctor Mangancha es el que :te ha indicado la propiedad de estas aguas?.....—El mismo, ¿Por qué? ¿Qué lo conoces?

—Es mi médico. —¿ Y qué? —Que .. nolo entiendo.

Ántonio se formaliza de veras.

—¡Ah!

la Fuente verde me he enconun amigo, cliente tambien de ¿Uno

muy

grueso,

de cara, que se llama don recuerdo,

Manuel?

¿Y tambien recuerda para comendó aquellas aguas?

$

tam=>

Yalo

que

le re-

—+El doctor se muerde los labios, pero replica con mucha naturalidad: — Para hacerle perder la gana.

Y pues!..... ¿Cómo es posible si ¿ él se la hacen perder que 4 mi me la hagan volver ? El médico se puso á reir.

—¿No sabe V, lo que

Un ¡nego en el cual lo que . «los otros lo ganan

es

la bolsa?

unos

pierden

—-¿Qué quiere decir eso?

—Que con las aguas de la Fuente verde sucede lo mismo.

que tienen mucha

Allá

gana

van

enfermos

y enfermos

que

tienen poca. ¿Y que sucede al in de la jornáda? Que la gana que los unos pierden ....los otrosla encuentran, y todo el

mundo queda curado y contento. A.

Yo

colorado

TRrRaDUCTOR

,

Mariano RIERA

MARCH PALMER.


101

LIRA

EXTRANJERA

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del cielo y al niño le recuerda algolunala cándida pureza de la

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CODICIA

PP

ANGEL

Julio CALCAÑO

Venezolano.

nacarado velo, Tiende la luna el enas balbucea, y mi niño que ap sa muestra el cielo ro con el dedo de palmotea. y loco de alegría mé dice-- es mía! e qu ce re pa !— Mira su alma envuelve, e qu lo he an el en o! le sonreía, mi faz, que con am imperio vuelve. n hacia la luna co

canzo. se arrebata Mas como no . la al al SiH fuera o, cu el celeste bandid los de plata la luna for de péta asir pudiera. ó joya que mi mano sollozaado inclina mbre, en rave pesadu

Y contrariado y

sobre mi pecho, que ilumiva la dorada cabeza la serena Jumbre. del astro hermoso

rosada boca, Cubro de besos su le miro y canto, n, zó ra co al ho ec tr le es de la Inna, loca de en du el as tr mien 10so encanto. en mister tiene su alma

eño al fin rendido, su l de o pl so al ue Aunq el cielo enseña, sa ro de do de el con stro soureido ro Su en ra mi se y y con la luna sueña. gue aun ve la luna a, en el misterioalcanz o eñ su l de z ve l Ta rmoso, netrar del astro he

al seno pe ca esperanza realizando la angéli minoso. de poseer el disco ju

e enajena Algo tiene la luna qu ría, aleg al inocente niño de de hombre llena zón

- en tanto el cora

melancolía. de mágica y mortal

, esclavo aquí Y es porque el hombre * del duelo, .

de su cuna, La memoria ha perdido

te, amada mía, Desde que te ausentasa tu belleza, oz y falta en nuestra ch tas la tristeza er pu s mi á o ad nt se se ha alegría y alejose Morando de bosque cual solia Ya no canta en el terneza, la rústica paloma con , la maleza y en lugar de las flores encanto hacia

e va crece en el huerto qu ya DO arde, > El hogar olvidado seca existe, la fuente de tu baño que lo guarde. sin pastor el ganado mpo recogiste, Tos perros que en el ca la tarde, caer echados á mis pies, al o y triste. . tari aullan al verme soli

Y y escondida Al pié de la inocente rodó mi cuna, mística choza en que una por una <us ondas derramandoel verdor perdida.

rueda mi fuente en

ndo repelida Cuantas noches micira ente luna

na en su cristal á la

lamaba—la fortuna ¡; Quién tuviera —exc región tendida!

de ir enel mar por la flotante leño Quísolo Dios : sobre mar hirviente y entre las olas de la oso empeño. realizarse mi afan ví

bajé la frente; Viendo á Dios en el matar,n solo sueño, ro ahora en el mar

Pe

y sonorosa mi humilde y dulce Mejicano.

fuente.


100

F

Y

dio.

No ha de hacer usted otra

cosa que

ir 4 tomar las aguas.

— ¿Cuáles? —Las de la Fuente

bién he venido á la Fuente verde por recomendación suya.

verde.

Para

enfermedad que usted tiene, no rival, ¡Han hecho milagros!

la

conocen

llegar y

ven-

cer. ¡Ya verá usted que de prisa sentirá las efectos. El paciente paga la consulta y se retira con el corazón lleno de risueñas esperanzas. — ¿Ha dicho la Fuente verde? —Si, señor; aguas especiales para hacer recobrar el apetito.

si

le

habrían

recetado

—Si, señor: me las ha hacerme volver el apetito.

estas

recetado

repara

—¡Pero cómo puede ser, si 4 mí me las ha recomendado para hacérmelo perder un poco!..... —No lo sé; y eso es lo que ahora voy á pcner en claro, *o*e

En la Fuente verde: Hace seis dias que el paciente está en gran cosa.

Y

aún,

lo

poco que se conoce, se habría de ver si es en sentido de empeorar ó de mejorar.

Una tarde, al llegar á la fuente se encuentra con un antiguo compañero. —¡Antonio!.....

á él

aguas! Antonio le leyó el pensamiento y plicó muy serio,

* *

ella, y no se conoce

'en Antonio

con un aire de compasión que parece querer decir: Este hombre se vuelve loco. .. ¡Ved

—¿Y vuelven enseguida el apetito?

—Es como quien dice,

Manuelito fija la mirada

En la casa del médico:

—Señor

vez.

aquí me

tiene

otra

—¿Ya? .. ¿Y cómo le prueban las aguas? ¿Se han cumplido mis vaticinios?. . —¿Sise han cumplido?....¿No comprende usted mismo que es imposible?

—¡Hola!

:

—¡Manuelito!...... Este Manuelito es un señor grueso de

Doctor;

¿Y por qué motivo?

Antonio se formaliza de veras. —En la Fuente verde me he encon-

trado

con

un

amigo,

cliente

tambien

de

abultadas mejillas, respirando salud por los

usted.

cuatro costados,

—¡Ah! ¿Uno muy grueso, colorado de cara, que se llama don Manuel? Ya lo

—¿Tú por aqui? —Hoy he llegado. las aguas de esta fuente. ha recetado. —¿ Qué médico es ?

Vengo ¿ tomar El médico me las

—Ll Doctor Mangancha El paciénte delgado abre los ojos y la

boca con admiración no fingida, —¿Y por qué te ha heg la venir aquí? — Porque asegura que me irán muy bien,

—Qué estás enfermo, por desgracia ? —Precisamente enfermo, no; pero se

ha despertado en:mí un

apetito,

un

afán

- de comer, que á más de no parecerme

na-

tural, me aniquila, me empobrece, me

tie-

-ne de mal humor.

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—¿ Y el Doctor Mangancha es el que ha indicado la propiedad de estas

aguas?...... —El

mismo,

¿Por

qué?

¿Qué

conoces? . , —Es mi médico.

lo

—¿Y qué? —Que

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nolo entiendo.

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recuerdo,

¿Y tambien recuerda para comendó aquellas aguas?

que le re-

—El doctor se muerde los labios, pero

replica con mucha naturalidad:

— Para hacerle perder la gana. Y pues!

¿Cómo es posible si ¿

él se la hacen perder que ú mi me

la ha-

gan volver? ] El médico se puso á reir.

—¿ No sabe V, lo que

Un juego en el cual lo que - - los otros lo ganan

es la bolsa? unos

pierden

—-¿Qué quiere decir esc? —Que con las aguas de la Fuente verde sucede lo mismo. Allá van enfermos que tienen mucha

gana y

enfermos

que

tienen poca. ¿Y que sucede al fin de la jornada? Que lá gána que los unos pierden. ...los otros la encuentran, y todo el

mundo queda curado y contento. Tranuctór :

..*.

A. MARCH |

Mariano RIERA

)

PALMER,


101 LIRA EXTRANJERA

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y al niño le recuerda algo del cielo la cándida pureza de la luna.

Julio CALCAÑO

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CODICIA

DE

ANGEL

Venezolano. _—

mues con el dedo de rosa otea. y loco de alegría palm

dice— es mía! me e qu ce re pa |— ra Mi alma envuelve, su e qu lo he an el en y sonreía, mi faz, que con amor pelerio vuelve. hacia la luna con im o, se arrebata Mas como no la alcanz fuera bandido, cual si

el celeste

ETOS

| Son

——

rado velo, Tiende la luna el naca ucea, balb y mi niño que apenas tra el cielo

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1

amada mía, Desde que te ausentaste, bel leza, y falta en nuestra choza tu la tristeza se ha sentado á mis puertarís a y alejose llorando de aleg cual solia Ya no canta en el bosque a, la rústica paloma con ternezmaleza: y en lugar de las flores, la canto hacia en rece en el huerto que ta

de plata la hina for de pétalos r pudiera. que mi mano asi

e, E: hogar olvidado ya no ard te, exis la fuente de tu baño seca guarde. sin pastor el ganado que lo

aado inclina Y contrariado y solloze pesadumbre, grav sobre mi pecho, en ilamiva la dorada cabeza que lumbre.

ste, Los perros que en el campo recogi la tarde, echados á mis pies, al caer triste. . aullan al verme solitario y Y

ó joya

del astro hermoso

la serena

sada boca, Cubro de besos su ro le miro y canto, le estrecho al corazón, la Inna, loca mientras el duende de ioso encanto. tiene su alma en mister

o al fin rendido, Aunqueal soplo del sueñ o enseña, ciel con el dedo de rosa el soureido y se mira en su rostro la luna sueña. que aun ve la luna y con

erioalcanza, Tal vez del sueño en el mist o hermoso, al seno penetrar del astresperanza realizando la angélica

. de poseer el disco luminoso

ena Algo tiene la luva que enaj

a, al inocente niño de alegrí

hombre llena - en tanto el corazón de mágica y wortal melancolía.

de

avo aquí Y es porque el hombre, escldel duelo,

”-

cuna, La memoria ha perdido de su

ida Al pié de la inocente y escondcuna,

mi mística choza en que rodó por una a sus ondas derramando un or perdida. ' eda mi fuente en el verd

ru

repelida Cuantas noches mirando luna te en su cristal á la nacien —la fortuna ma ; Quién tuviera —excla ba teudida!

ón de ir enel mar por la regi

ante leño Quísolo Dios: sobre flot iente

rv y entre las olas de la mar emhipeño. ví realizarse mi afanoso

baj ¿la frente; E Viendo 4 Diosen.el mar, so sueño, Pero ahora en el mar tan rosa fuente. mildey dulce y sono

mi hu

Luis Mejicano.

GONZAGA ORTIZ

]


Biografias universales HoMERO.—A ño 1000-920 —Llamado el padre de la poesía grieya, vivió trescientos años despues de la guerra de Troya. Nose sale el lugar de su nacimiento, ¡»orqué siete

ciudades

honra

de

Rodas,

pretendieron

haberlo

Colofon,

sido:

la

Smirna,

Salamina,

Chio,

Argos y Atenas. La opinión más fundada es que vivía alternativamente en todas siete, recitando sus poesías, por lo

cual

se

le

ha

comparado á los trovadores de la Edad media. Compuso la Iliada, póema en que refiere la: guerra de

Troya, y la Udisea, poema épico, A

en que canta los viajes y jos contratiempos que experimentó Uli-

AAl

ses, cuando de

il

aquella guerra

gresó á sus lares. Ambos

re-

pcemas

constituyen la primera y por.consiguiente la más antigua historia de los griegos. '

Háse dicho que los «dioses que pinta en Excmo.

$. Don Antonio Cánovas

obras

son

extrava-

gantes, y sus héroes groseros, pero él pintó las cosas tal cual eran, y las creencias tal €ual existían

del Castillo

Forocrasano

sus

Gauruir,

CA su tiempo. Alejandro el Grrande

apreciaba tanto á este gran poeta,

que

ponía

un

Jr

de

sus

obras y susu espada ebajó de su almohada al acostarse, y hallándose ante el sepulcro de Aquiles exclamo:—;¡Oh! feliz Héroe, que tal poeta tuviste para cantar tus hazañas.—

Era hijo" de Criteis y discípulo de Fenio, el que encantado por el juició y excelente conducta de Criteis se casó con élla, «y prohijó ú Homero. Muertos sus padres, Homero que ya proyectaba su lliada, : viajó por toda la Grecia, el Asia menor y Egipto. Retiróse despues

á Cuma,

donde

lo

recibieron

con

alborozo y. entusiasmo, de lo que se aprovechó para pedir que lo mantuviese el Estado; pero habiendo sido negada su pretensión, salió de allí y prosiguió su vida errante. Estando en una de las islas Esporadas en camino para ir á Atenas, enfermó y murió allí novecientos veinte años antes de la era Cristiana. Despues de muér-

to sele hicieron

grandes honores

levantándole

estátuas “y

labrándole 'templos.

L1cUuRGO.—Año nios, era hijo Polidecto, que

870.—Legislador

de

los Lacedemo-

de Eunomo,Rey de Esparta, y hermano. de reinó despues de su padre. La viuda

dis.

de

AS 'de Cánovas -PBotograbado Gauthier


1998. de este ofreció á Licurgo que

pero éste

reinase con ella;

Cari-

tándose con ser tutor de su sobrino lao, hasta que llegado á la edad

E quejaba una sonrisa desdeñosa. —¡ Me amas ? — la preguntó el re cuando acabó de cantar.

conten-

rehusó,

requerida

—Yo no amaré nunca á reyes-poetas. Anhelo más aún. Soy egoista, —Pide: el hijo de David todo lo pue4 e.

subió al trono, que fué ochocientos setenta pesa Á años antes de la Era cristiana. de su noble y austera conducta fué calum-

Viajó niado, y se ausentó de Esparta. para estudiar las leyes y costumbres de otros paises. Al regresar de sus viajes

AE

á los

Lee:

y estamparé en tu boca el beso que pro3 duce ensueños deliciosos. ' —¡ Imposible!— murmuró el hijo de David.—Soy un rey, un sabio, un águila; pero en la región de las estrellas sólo pue-

justas, severas y sabias, aunque entre ellas las hubo que merecieron justa critica, como fué la que ordenaba matar á toda cria—

con alguna

tura que naciera

do entrar con el pensamiento!

imperfección

Dícese que para obligar á

en su cuerpo.

J GONZALEZ QUIARA.

los Lacedemonios á la constante observancia de las leyes que había establecido, les hizo jurar de no variarlas y seguirlas hasta qué volviese de un viaje que iba 4 emprender. Conseguido esto, partió para Creta; en donde se quitó Ja vida, dejando encargado que se echasen

al

cenizas

sus

(Del libro inédito *Bosquejos”)

ateniense.

l

;

L0ÑA ANFILLAMA

mar,

temiendo que si su cuerpo fuese trasladado 4 Esparta; los Lacedemonios no se creyesen ya ligados por el juramento que le habían hecho. Hay otro Licurgo, que fué un renom. brado orador

una- estrella en mis collares

—Engasta

leyes

Lacedemonios

se bos-

sus labios, rojos como la sangre,

se tasase y

ha de

No

despertar !

A MI HIJO. Un angelito fuiste De cabello dorado. En tí mi alma,

F, C.

Entre puras delicias, -

Cifró la más espléndida

En tu frente purísima

j Algo como un fulgorse Y también algo grande

SABIO

EL,

REY

'AME

dijo — a el harp

Salomóñ

Rutilaba en tu tímida mirada.

á

ri

un esclavo.

Se pusode pié en el trono de marfil, templó el instrumento de me-

lodías cecelestiales,

fas afiligranadas,

+

ensalzó,

en estro-

la belleza de Na-

uiste

A Perfume de mi pecho la

lu: de un

sueño

de mi alma,

gala. Y de mi hogar la encantadora

la hebreade ' Ojos negros como el «de un abismo. Parecía que en la pájaro de las A tas

ecía

voces.

Salía el verso, alado

y

que volabá cual mariposa y se des-

en el aire. á Nathum

mean . E

Él

bellera

>

e

con la Sulamita,

tenía la fragancia de los li-

rusalem,y escogiendo

ás

lozanas

con

mano

la poesía

piés de la hebrea.

ostraba indiferente. En

léjos De mí te fuiste

Con

tus ricitos del color del alba,

A un angel como tú de níveas alas!

Desosdia e á este valle, -

Risueño cual la

o

aura,

¿


Y te alejaste luego

Sin manchar la blancura de ta

LA ANARQUIA

alma.

Roja la faz, hirsuta la melena, Aspero el ceño, torva la mirada,

¿Fué que en tus tiernos años Sospechaste el acibar de las lágrimas Y los abismos negros

Forjandova del crimen la cadena.

En que se agita la conciencia humana?

Monstruoso engendro de reptil y hiena, Artera se desliza y ruge airada: Y al escupir su baba emponzoñada De espauto y de terror el mundo llena.

¿O que, feliz viajero

Deotra mundo más bello y de otra patria,

Tu paso por la tierra

Fué un descanso muy breve en tu jornada?...

¡Quizás eres dichoso En las regiones frías de la Parca ! ¡Quizás léjos compartes Tus alegrías y sonrisas cándidas!...

.

Mas de mi mente oscura Tú imágen adorada no se aparta, al recordar tus juegos Viene algo negro á asesinar mi calma! Y por La expresión Evoco Y sueño con

á mano armada

De bronce el corazón;

doquiera bnsco de tu tímida mirada, tu inocencia tus besos y tus gracias.

Rompiendo de la Ley el férreo yugo, Del Antro brota con furor salvaje La turba abominable, abyecta, impía.

*

- Hidra ó Chacal, apóstol d verdugo,

La fiera po desmiente su linaje: Acechaffgmuerde y mata á "sangre fria. R. Róura OWEN. Mayagúez,

Septiembre 1897,

Cubano. ———

o

A

NEUROSIS

Y en vano quiero verte ; Pues mientras más el corazón te llama,

¡ Ay, mucho más se ahondan

|

¡Las sombras que á las dos hoy nos s2paran! Un angelito fuiste De cabello dorado.

En tí mi

alma,

SAR, sabido en esa forma miste(Calp; riosa y vaga con que sabemos los narradores multitud

Cifró la más espléndida esperanza! Duerme ahí en la tumba Cual dormias aquí: tus rizos caigan

' de cosas.

Sobre tu tersa frente,

N

Y una sonrisa en tu boquita graba! ¡ Duerme!

que de los sauces

Tu sueño velarán las tristes ramas ! ¡ Descansa de tus juegos, La faz por la inocencia iluminada! Y cuándo tú despiertes... ¡Ah,!

-.

..

.¡No ha de despertar á la mañana,

Elangelito rubio De frente pura y de sonrisa cándida '

Juan P. TERREFORTE (Puertorriqueño)

ARROYO.

O que voy á contaros, lo he

Ej

ES

Entre puras delicias,

y

.

Tal vez me

lo contaron

los céfiros, que son los emisarios de la imaginación.

Quizás el rumorde la cascada, fué ¡repitiendo en mi: oído, frase por

frase el suceso.

Posible es que lo leyese

allá en el firmamento,

llas irradiar sobre el

lo

recuerdo

bien, más

las estre-.

mirando

gr

infinito....No

puedo

que esa historia de amor, latióen real y me conmovió

bh.

Cuando la conozcais, tacharla

por de aberración, no” importa;

-

asegu:

la vid $

cie-

nes frecuentes que ocurren en las reglas

3


A

O

+ A—>

, en modo alsión intensa, no correspondía a to afecto. Y Miguelito recibí

den; sin emfijas, las aberrációnes ; suce ormación pronf bargo de su disparatada co

no á tan as de aquella fa z £ faz, las carcajadas buplon “niño de e del ingrata, envueltas en el mot teta.”

pia.

jÚveYo sé de pudorosas y místicas o Su un moment nes que han depuesto en ser abyecto.

¡Uh, cuántas

un honestidad, á los piés de ia de madres que Yo conozco la historl

S€ cubrió con la p

veces su rostro de angel

alidez de la muerte; cuan-

das tornáronse s veces sus mejillas rosa ta Cuy sus OJOS azules y bellos se as, han matado á sus hijos. ill mar ? dejando Yohe visto rodar lágrimas es que brieron de lágrimas! e fué el de ser La mofa, la mofa solament l inosurco profundo en la mejilla tambien que , y aque no Horában; y he observadon dicha se e€n- premio á querer tan grande al infortunio,-— cente, —juego que distrajo en carcajadas que simulaba ibiendo en el alma acetronizaba la desesperación. ! ba dia por dia rec

es que de Ve ahí, de esas aberracion Miguelito, que contínuo se manifiestan, el lector, Se z años chico de diez años, de die nera intensa hubiera enamorado de ma una joven de veinte.

rades puntazos

y con la Cuantas veces, con la mirada sus Cculigió irase apenas pronunciada dir tó en el rosal adorado tormento, lo azo

de

tas tro contestación burlesca.

z de | wir en Amor sin límites, incapa ; intenso, con arrebatos

cuerpecito

aquel

delirios, con enlode pasión inmensa, COn poAmor que ahogaba al quecimientos. corazón, entriánbre niño atenazándole el su organismo dolela vida, quebrantando quios y es, Amor de fiera unas vec

minánY no obstante, el amor seguía más grandes; a dole cada dia con energías ulso. cada instante con superior imp y mien-

con deli

imiento, Otras. endechas de purísimo sent do aquel peAsí, de esa forma, vivien vícti-

queño

y desgraciado

llevaba

en

su

'sér, vida

alma

de

cuanto

bueno,

lo inspira y hacuanto grande, cuanto bel con rabias, punamor profundo,

ma,

íritu, Vivía Miguel la vida del esp raciones más tras su cuerpo sufría las mace jados maeseno fuertes que le imponían sus por par-

rgicas tros y las privaciones más ené es todos en . te de sus padres, desconocedorularidad psitic absoluto de aquella su par se sonreía amocapática él, el pobre chico bien amado,

ce sentir el

n, despechos, fieió ac er sp se de os, cel es nt za que son cualiro enojo y mortal congoja, des pasiones. dades inherentes á las gran andonada

ab De contínuo, Miguelito en su ídolo, ar la imaginación solo al pens el colegio, y los en estudio cometía faltas de

un chico ruín, desarofesores veían en él Los castigos más severos

plicado, inepto.

caban, y en el hose sucedían y Se multipli sino amonestació: gar paterno no recogía ndas palizas. *

nes, reproches y hasta se sible tambien, po - Posible es, sí, muy ecido en aquella - que el desequilibrio establ rminante de su te naturaleza fuese causa de

e-. ys que la precocidad inconcieo pud naba, le en la pasión que lo domi la inteligen de anular otras facultades de

UA

> le

Na

”-

á y

ra, lo cierto - Pero sea ¿lo lo que quie de aquel coa "es que la joven amada, dueñ y profunoncito, de aquel amor tierno

é

-X

E

“raz

do, de aquella voluntad,

tencia que se quebraba

de aquella

abrasada

-

exis-

por pa:

roso cuando contemplaba á su rnaba todos be ¿ la hechicera mujer que go los labios, y sus actos; 6se hacía sangre amorosamente si el corazón, y la vida, rtunado galán aquella paliqueaba con el afo dueño de su albedrío.

€n una Recuerdo perfectamente que más de quintemporada estuvo Miguelito castigo, imce días sufriedo un severo quince días de puesto por su padre, Más de ropas á detenido en la casa, despojado

de fuga. fin de evitar toda tentativa — re muchacho moría de dolor.

El pob a venció toLa necesidad de ver £su amad dos los obstáculos.

AN

ación en su Había verdadera desesper emplar-

de cont pecho, por saciarel deseo : | id la. pantalón Pobrecito ; con solo el

A

ro da to, ácuerpo pelado, sin sombrelo separaban que calles zo, atravesó las cal Ganó enormes dela casa de su ídolo. la je tancias y pasó por frente de |rada, | dó acon la mi laabes latyr el con la sonrisa, la besó con.


106

detuvo ú contemplarla, con verdadero éxtasis, sin fijarse en la figurita triste que resultaba. La jóven lo miró, primero con extra-

Y GRATA VELADA ELEBRANDO

ñeza, luego con todos los signos de la bur-

la más mortificante, y rompió

por

último

_en la carcajada más estridente, muís franca,

*y más natural del mundo ....

--..*

su dia

onomástico,

reunió, hace pocas noches, en su ele-

ganute morada el distinguido abogado don Ramóa Roura y Owen á bnen número de los muchos amigos que le estiman de veras, resnitando, por con-

curso de felices circunstancias, una fiesta de amigos de la

casa, conducía al cemen-

terio en un ataud pequeño,

el frio cuerpe-

cito de un niño envenenado. ALAYON.

3 de Septiembre de 1897.

íntimo,

sellada,

no

obstante

ésto, con alta significación artística. La poesía y la música, las dos hermanas gemelas, bálsamo y olvido de las pequeñeces y amarguras de la vida, coadyuvaron ef-

cazmente á que las horas pasáran en aquel

22

[A FARSA SOCIAL FaAByLILLa

Un perro

de carácter

y un burro hablaban

hogar rápidas y encantadoras. Cierto que no poco contribuyeron

á

este éxito la distinguida

la

concurrencia,

atmósfera de fraternidad que unía los espíritus y los corazones, el culto que los asistentes rinden al arte dercoroso y noble, y por último—la amabilidad y exquisita cortesanía de los dueños que se multiplicaban para obsequiar debidamente á cuan-

de que habían los dos visto

tos tuvimos el gusto de asistir

—Anda,

Para dar idea de cuanto bueno aplaudió el inteligente auditorio, damos á continuación una uota de las piezas ejecutadas y poesías recitadas; si bien con la simple meación no haremos llegar al ánimo de los que nos lean el gusto artistico con que fueron las piezas interpretadas, recitadas las poesías, y, sobre todo, aplaudidas y feste-

volar á un buey, y, uno y otro, fingiéndose convencidos, al despedirse decían, echándoselas de pillos: cómo le he engañado !

—¡ Qué tonto! se lo ha creido! José a

Pu

——

>

RODAS

jadas par el concurso.

OMPASION o. o

Tú lo sabes, Señor, mi vida

á aquella

inolvidable, ¿gratísima soirée.

entera

Gasté buscundo el bien con fé segura, Y elevando los ojos á esa altura

De dondo el alma tu favor espera;

Mas, bajo el hueco de latorva esfera, _Temblando de aúsiedad y de pavura, Sondé sin fruto la tiniebla impura Donde ni un rayo tuyo reverbera. ¡Ay! Aunque agudos siento los dolores Que, en tanta confusión y duda tanta, Sufrí pisando abrojos punzadores, Más mi afligido corazón quebranta

. . Recordar el estragode las flores Qué, andando í ciegas, estrujó mi planta. Federico BALART.

He aquí la nota. Primera parte: 1"—Fantasía para piano á cuatro manos sobre motivos de Vorma, ejecutada _ por el señor Aulés y su señorita ija Isa-

bel.

2*— Povera mamma, horita,

ja Isa

ti cantada por el señor Aldrich. 3*="“A mi madre,” poesía de don Manuel M* Sama, recitaa por su autor. 4*—*“Si tu m' aimais” r>»manza de Denza, por la Sra. de Roura.

5:—Natalia,

cuatro

manos, por

de Sanchez

ma.

tanda de valses, 6

la señora Frasqueri

y la señorita Ana Rita

6*—Aria de la ópera

Aida,

Sa-*

Ta

señora de Aulés. 72—“Yo vito e 'ámo,”duo de soprano y tenor [Uampoamor) Cautado por la señ le Roura y el señor Aldrich.

8*—“Sinámbula”

trio 4 violín

flauta y piano, por Os señores don Simón

+


107 —

Madera; don Enrique Simon y don Carlos Casanova. Segunda parte. 1*—“Mis amores”

depor los señores Frasqueri, Simón, * nas, ra y Casanova. 2*—““Las golondri melodía cantada por el señor Aldrich, 7*—Romanza de “El Anillo de Hierro” por la señora de Aulés. 4*— Poesía reci-

por don

5*—Aria

Mariano

de “La

de soprano

por la señora de Roura.

de Sevilla”

trio

Riera

nara

Palmer.

Africana,”

años.

1,854

y

Más tarde pasó ála Isla de Cuba, Gobernador general le confió una

embajador Méjico en circuntancias ex después formó parte del ejército e nario á aquella república, En atenc sus buenos comportamientos en los

suc

sos del 22 de Junio del año 1,866, fué cendido á coronel,

nombrándosele

as-

poste-

riormente oficial del ministerio de la Gue:

flauta, violin y pianacio-

ascendió á brigadier y oficial primero, sien-

Madera

Casanova. - 7 —Potpourri de aires

y

nales (Barbieri) cantado por la señora de Aulés. Las piezas de canto fueron

acompa-

ñadas por la señora Mariana Ramirez y el

señor Aulés. Tal fué la notable y grata velada. Por ella felicitamos de nuevo á sus organizadores, deseando la repetición de actos como éste, reveladores de tan intensa cultura.

>

C.

NUESTROS GRABADOS

do confirmado en su cargo con el carácter

de en propiedad ; pero, cuando vió el Cuerpo- de dismisión.—

Artillería,

se disol-

presentó

Fué segundo jefe del batallón

su

distin-

guido de oficiales que se organizó en Madrid durante el Gobierno de la República y al poco tiempo sé le nombró jefe de Estado Mayor general del ejército sitiador de Cartagena; y, cumplido ese importante cargo, se le dió el mando de una brigada en Castilla la Nueva. Transcurrido algún del

Norte

después al centro, concurriendo con el ge-

que tienen conocimiento nuestros lectores, ha elevado al primer puesto de la política española, al prestigioso militar cuyo nom-

bre encabeza estas lineas, es decir, al de Presidente del Consejo de ministros, cuya

importancia sube de punto teniéndose en

atraviesa

la metrópoli. - —El'hecho indicado acentúa la oportu-

- midad con que La Revista BLanca proce-

que

de para corresponder á la protección

le dispensan sus ya numerosos favorece-

neral Excmo. Sr. Don Joaquín Jovellar 4 la proclamación de D. Alfonso XII. As-

cendido ú mariscal de campo fué nombra-

do por segunda vez subsecretario de (Fue- rra, pasando más tarde al ejército del Cen-

tro, asistiendo

á la rendición de Canta-

vieja y á la reñida acción de Monlleó.

Estuvo de operaciones en Cataluña asistiendo á la rendición de la Seo de Urgel, y al terminar esta campaña, volvióse á hacer cargo de la subsecretaría, siendo re-

compensado con la Gran Cruz de Carlos 111. Organizó el envío de fuerzas y materiales para la terminación de la anterior guerra de

Cuba, cuyos

servicios

-nombramiento de teniente

le valieron el

Fué

diputado por Morellaen las primeras cor-

y senador del reino.—Proviene del Cuer-

tes de la Restauración. Despues fué elegido senador por Castellón; más tarde se le nombró Capitán General de Val

hechos

rio Cánovas, ocupó puestos de suma im-

El Excmo. Sr.

. - Cárraga

D. Marcelo de Az-

es teniente general

de

ejército

po de Estado Mayor, y cuando á éste pertenecía, prestó sus servicios en la Pe-

nínsula distinguiéndose

de armas

qu

tt

en “los lugar

'

como jefe de Estado Mayor general ; pasó

Marcelo de Azcárraga y

consideración el estado porque

las situaciones que se siguieron hasta que

tiempo se le destinó al ejército

Palmero —La violenta muerte del Excmo. Sr. D. Antonio Cánovas del Castillo, de

dores.

lus

rra. Tomó parte en la revolución de ese mismo año 1,866, y conservó su puesto en

6"—''El Barbero

no, por los señores Frasqueri,

Excmo. SD.

durante

.- -

piano.” especial cerca del

danza, ejecutada á flautas, violin y

tada

drid

a

en

Ma-

en donde se hallaba cuando fué n« ministro de la Guerra. Lido de inis

portancia en Jos destinos de la nación,— E

E


$

10 8

seis de los corrientes se pondrá en escena |

enel “Casinp.de Mayagiiez” la nueva obra

mitillo, volvió otra vez 4Á-ser nombrado

dramática de nuestro buen amigo don La animación José Leandto Montalvo. que reina para esa fiesta de la inteligencia,

nistro dela Guerra, y, 4 consecuencia del S. M. lalReina

Sr. Cánovas,

Regente le elevó al alto puesto al de

ocupa:

del

Presideute

que hoy

es grande.:

de

Consejo

PRADA

A

ie

Da

*

Excmo. Sr. D. Antonio Cánovas del Castillo.— El haberse agotado nuestra

á Terpsícore.

Cánovas, y siendo muchas las personas que lo han solicitado, nos hemos decidido á publicarlo de nuevo, sierdo por

rá en sus salones, el dia diez y nueve

en que dimos el retrato

edición

1

x*

Sabemos tambien que despues

del espectáculo habrá baile. Ya lo saben las bellas y los feos amantes de rendir culto

Ministros, X*

ya

otra parte de actualidad

mos hoy el del

de tan

asesino

dade

los corrientes,un lucido,baile de confianza.

Agradecemos la atención con que se nos ha distinguido invitándonos galantemente.'

publica-

o

eminente

En otro lugar de este periódico publicamos uña pequeña reseña de la bonita reunión celebrada en la morada de nues-

presi-

actual

hombre de Estado, y el del

o o.

El simpático Círcuio de San Juan

del señor

que

y

el día veinte

Se nos asegura que

|

hasta que llamado nuevamente al poder el Excmo. Sr. D. Antonio Cánovas del Casasesinato del

==

dente del Consejo de ministros Excmo. Sr. Don Marcelo de Azcárraga.

tros distinguidos amigos los esposos Roura, con motivo de ser los dias de D. Ramón.

O oo

Asesino de Cánovas.—Se llama Miguel Angiolino, es natural de Italia, mató á Cánovas el dia 3 del mes próximo pasado en el balneario de Santa Agueda, provincia de Guipuzcuoa y murió en garrote vil el dia 20 del propio mes en el penal de Vergara,próximo al lugar en que ocu-,

La fiesta resultó digna de sus organizadores y espléndida bajo tados conceptos. 00

'Tlenemos en cartera varios retratos de nuestros más distinguidos escritores del país, así como trabajos literarios de mérito indiscutible, los cuales verán la luz pú-

rrió el Suceso.

blica, en los números viIsTA BLANCA.

sucesivos de

La RE-

o

Damos las más todos los amigos y

o

cumplidas gracias dá particulares que ora

por mediv de cartas ura personalmente

se

han dignado felicitarnos por nuestros pro-

Debido á la iniciativa de varias tinguidísimas señoras de esta ciudad,

Nosotros nagresos en los fotograbados, da merecemos, pues con nuestra labor lo

dishan

que anhelamos es corresponder dignamente al favor que el público nos dispensa.

llegado ya las “Siervas de Maria” para instalarse definitivamente entre nosotros. Están, pues,de enhorabuena todas las tamilias de lasociedad Mayagiiezana, por las

ción De aoministgastra os de esta em-

saludables atenciones que podrán recibir en las

cualquiera de

de

enfermedades

Cuantiosos son los

sus

presa: así lo comprenderán en su elevado

miembros, por dichas religiosas.

criterio nuestros

o

“Grato recuerdo” es el nombre de

una

bellísima mazurkade salón debida á la ins-

piración musical del ya notable pianista

y

compositor puertorriqueño D. Federico Ra“mos;

de

La obra es

sido primorosamente

_ grafía del

Rico.” ,

estilo elevado y ha

impresa en Mercantil

“Boletín

|

*

la lito-

de Puerto

distinguidos

suscriptores de la Isla.

agentes

y

Ello nos induce á

suplicar á todos se sirvan saldar sus cuenNuestro agratas á la brevedad posible. decimiento será grande.


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