0%. ym
2A
ON
| . se
E
A
202
LAS DOS MARGA ——_
nz, pa
1
AMBERT y Landry, que no eran felices en el seno de su familia, por
ser hijos de unas gentes muy pobres,
resolvieron ir 4 correr mundo búsca de fortuna. Pusiéronse
ó
|
en en
camino una mañanita de primavera.
cual hiciera su gusto, y se separa
pués de besarse. á cada hermano
. bundear de aquella
suerte;
la vez que
¡ventura
que les ocurrió en los
comienzos
del viaje. Al bordear los linderos de un bosque-
cillo, salió al. encuentro de ellos una dama:
¡ba engalanada toda con flores; los botones de oro y las pimpinelas sonreíanse en. tre sus cabellos, las volúbilis que formaban guirnaldas en
breves
su vestidura
zapatitos
de
caían hasta sus
musgo.
semejante á
terciopelo verde; sus labios parecían una eglantina y sus ojos dos coronillas azules,
“Cada vez que
se
movía,
volaban
ella las mariposas como una rociada. ¡es sorprendente que así fuese, puesto era
el
hada
Primavera,
á
quien
desde No que desde
E Abril se le ve pasar cantando por los bosques reverdecidos y por lgs
maltadas otra vez de flores.
=. —Vaya—dijo ú los puesto que partís para
praderas
es--
Jos hermanos — un largo viaje,
«quiero hacer un regalo á cada uno de vosotros. Landry, toma esta margarita; y tú, Lambert, recibe
una
margarita
también.
Us bastará arrancar un pétalo á estas flores y tirarlo lejos, para sentir en el mismo te un placer sín igual y que será isamente aquel que hayáis deseado, “seguid vuestro camino, y tratad de sr buen uso de los presentes de la PriCon mucha cortesía dieron las gracias
quella hada obsequiosa, y luego pusiéamino, satisfechos hasta más no
a ir.por la derecha,
la izquerda; tanto que, pa;
Landr
des-
Quizá no le disgustara
el
verse -solo,
á
fin
de
usar con más libertad el obsequio que les había hecho la dama vestida de flores,
'Landry tenía quince años, Lambert diez y seis; eran, pues, muy jóvenes para vaga/ mucha esperanza, tenían poca inquietud, Pero confortáronse ' grandemente con una
E
acabar la disputa, convinieron en que cada
Al entrar Landry en la próxima aldea, de
codos
en
una
ventana, y apenas pudo contener un grito: ¡tan linda le pareció!
visto una personita
No,
jamás
había
tan encantadora:
siquiera había soñado que
pudiera
mi
existir
una así. Casi una niña todavía, con cabellos tan finos y rubios que apenasse distinguian del aire iluminado por el sol,
tenía la piel pálida aquí, un poquito enrojecida allí (lirio por la frente, rosa por las: mejillas); abríanse sus ojos como dos azules pervincas donde brillase una perla de
lluvia;
no había labios que, al ver los
su-
yos, no hubiesen querido ser abejas. ¡ Guardóse bien Landry de vacilar! Arran-
có y tiró 4 lo lejos uno
su margarita:
de los pétalos de
aún no había arrebatado el.
viento el frágil despojo, cuando
la niña de
la ventana estaba ya en la culle, sonriéndole al viajero. Marcháronse al bosque ve-
cino, cun las manos
unidas,
hab
voz baja, diciéndose que se amaban; perimentaban tales delicias, nada m
con escucharse el uno al otro, que se:
en el paraíso.
Y
conocieron muchos
mentos parecidos á ese
primer
momié
muchos días tan dulces como
aqu
vidrieras dando golpecitos;
.comc
día. Hubiera sido una dicha sif á no ser porque la niña murió de otoño, mientras las hojas señas tradas por el. cierzo .chocaban
ros dedos de la
Muerte
que
se
11
vió á una joven puesta
—
a
en
dentro de la caja.
¡cada hora:que fuese un go-
ffóce que no.durase más de ido. sin descanso de cuanto bquece. y, extasía, gastó sin 5 y noches, todos. entre risas, Las auras apenas tenían
es
mover las ramas de-los rosales
par:
¡empo
y levantarlos welitos. de las, mujeres, ocu_pada siempre:en llevarse los pétalos de la
Era. un. mocito. cconómico,
de Lambert.
En cuanto
incapaz de derrochar su.tesoro.
prometióse
se encontró.solo en el.camino,
numero-
Por
ahorrar el regalo del hada,
sas que fuesen. las hojuelas de la corola, si llegaría
instante,
á. cada
arrancaba
época en que ya no hubiese ninguna. La prudencia exigía reservarlas para el porvenir;
ese
obrando de
seguro
de
modo,
que se conformaba con las intenciones de la Primavera. En la próxima ciudad por
o
«E
s.y, ir í menear las ramas de los rosale
o»
$e
—
venes los velitos de encaje.
IM.
s EOS EN
Y
A
muchos y mu-
chos años, llegó un día en que visitando Lambert sus haciendas encontróse en el campo con un, hombre bastante mal vestido, que iba á lo largo de un campo de alfalta. —¡Ah! Landry,
¡Qué
ueo!
¿No
IS
eres
>
E
—5j, yo soy —respondid el otro.
—¡ En qué miseru estado te vuelvo 4 * encontrar | “Poilo me- induce $ creer que * Y has hecho mal uso del reyalo
mavera. os
Ay !'—suspiró.
de la
Landry—quizá
Pri-
falta de levantar los ojos hacia las mocitas de las ventanas, seguir ú las hermosas
mío !
transeuntes de encendido
Razonable,
locuelos!
mirar
metódico,
y
labios
preocu-
pado por cosas serias, hizose comerciante No tenía y ganó sumas cuantiosísimas.
io para esos aturdidos que los días en fiestas, sin cuidarse del p ana; si había ocasión, no dejaba de sermonearles de lo lindo. Por ese motivo qu
- considerdbanle mucho las gentes honradas,
de
acuerdo
todas ellas en elogiarle, en
ponerle como ejemplo..
Y continuaba en-
- —riquecióndose, trabajando desde la maña— — ñaá la noche.
A
decir
verdad,
no
era
> como hubiera querido serlo; pensar
suyo,en los goces que rehuía.
abrir la cajita más quedo era teni re un pétalo, para
ser
al aire.
Sin embargo,
aunque
A
he
tirado demasiado deprisa todos los pátalos
quería evitar de cometer la
+
E
cudir sobre las mejillasde las mujeres. ¡A
donde pasó, compró una cajita mu y sólida, con cerradura y llave; metió en ella la flor,
resuelto. 4 no mirarla más; las tentaciones. ¡Qué había
E
e
AM
Pues bien; al,cabo de
Enteramente opuesta. fué la. conducta
las
:. ULaL en torno suyo,, no. cesaba, “¡ Tira un pétalo, échamelo, ¿Na le. Ae€ E” $ l: me lo lleve y te sourías!” Pero,e cía el sueco;. y, el viento se. marchaba paraa. ES >
lu
margarita.
revolo
brisa,
La
reca: 4
>pen,
puesto que la flor estaba;
Desde entonces, indolen-
un poco
triste, no me arrepiento de mi imprudencia, ¡He tenido tantos goces, hermanoE
qe
—¡ De valiente cosa te valieron! Si hubieras sido tan circunspecto como yo,ño >
2
te verías reducido á estériles duelos. Por= que, sábelo, nu tengo
más
que
hacer
gustar todos los placeres de
gesto para
que estás harto.
—¿ Es posible ?
SA
—+Como lo oyes, puesto
dado intacto el presente
ah!
un
que he guar=-
del
Puedo pasar buenos ratos,” si quiero. -
Mira lo
que vale el tener economía. li Intacto, de
—¡Mira si ao —dijo Lambr a ada que o]e dellia | lugar de la fresca. margarita -
tenia ante los ojos
da ¡olas Ob
sino
ss
'o mehe burladode tí ni de tu ano: ya es tiempo de explicaros las
. En efecto, las dos margaritas eran nestrá misma juventud: la tuya, Landry, “que has arrojado á¿ todos los vientos del
capricho; la tuya, Lambert, que has dejado marchitarse sin hacer uso de ella, den"tro de tu corazón siempre cerrado, ¡Y tú no tienes ni siquiera lo que le queda á tu “hermano: el recuerdo en flor de haberla meo
!
Catulo MENDEZ
¿ERA AÑPELAÑNA CARIDAD
Y sin dudas ni e Acojes en tu rega: no
La miseria y la orfál Y á la triste ancianid Prestas apoyo en tu?
No brillas en la efu De los placeres y el ruido;.. De falso oropel vestido No cubres tu galardón ;. Con sublime inspiración Y con amor puro y santo
Do quier se derrama el llanto Y eleva el dolor su grito, Llevas consuelo bendito A la angustia y al quebranto. Nada te infunde terror;
Lola dí.
Fernandez.
que la
cumpl es y
admiras.
Lo ejerces sin cesan, Recibe: con mi contar La estimación Que me
inspinos,
enjugando
Las lágrimas del dolor; De tu luz el resplandor,
Hija del radiante cielo, Borra las sombras del duelo,
Ahuyenta el pesar profundo, Y eres del mísero mundo Fuente inmortal
Con envidiable valor, Presencias ruda batalla,
Y entre la ronca metralla Que retumba en lo distante,
Caridad! Divino amor Que perfumes derramando,
Vas por doquier
El miedo jamás te alcanza; Te sostiene la esperanza, Fuerzas te presta el amor;
H
Ami distinguida amiga señorita
de consuelo,
Iris de bonanza y paz, - - Brillan siempre tus fulgor
Entre los negros honores,
De la miseria en la faz. Y de la tierra en el há: -Modesta, gentil, rien : jiñes á tu excelsa. frente. ue recojés en la la: Bumanidad doliay
Muestra su emblema
radiante
Tu virtud que no desmaya. Manantial de los amores,
Hallan eco en tu conciencia El clamor de la indigencia Y el grito de los dolores; Los acerbos sinsabores | “Del que sufre en la pobreza, . Luchando con la aspereza De un escabroso camino,
Y en su tirano destino
De Dios á dudar empieza. Y si el orgullo mundano
Manchar pretende tus galas. Rápida vuelas en alas ': De tu impulso suberano ;.
Que de Dios la excelsa mano
e luz imprimió á tu
e,
E E.
de la: ancha esfera;
NS | conquistar, lisonjera,
| bienestar sobre el mundo,
le cese el error protindo
rísima, y envolviéndome en una: . rada, echó á correr por la 3NYOS del camino, hasta que la ví internarse sa, había que atravesar.
erRecogí la escopeta, é iba ya á pon o, pié, cuandu oí un grito de socorr
me de y casial mismo
lina, Del que á tu influjo se inc
Bella antorcha que ilumina
Es tu origen celestial, Pues Jesucristo en la cruz,
darme yo Con el alm1 oprimida, y sin é la
mismo cuénta -
de lo que hacía, me ech
escopeta úla cara y disparé, ido enorEl tiro resonó con un estamp o fogonazo del disparo, pude
me, y al roj
ISO
LIN
ó
anse De los verdes sembrados levantáb ú ndadas de alegres pajarillos que iban
“ba
bosque, Yá esura del e la esp ban esconderse entr eza emp turnos insectos noc
o, que Se pl dejar oir su monótono cantrese s, amarra? -claba con el mujido de mullasojillar. ¿e espes> la vista hacia Isolina, áen el volv das all í do an Cu 4 Su1vecabez1
hombro, y SUS + mente reclinada sobre mi m:0s, cual Sí, ojos fijos en los,
bién” en ellos, adinitase ella tamado r. ant ía de aquel cuadro enc
¡E toda la poes
retrocedí es-
md:
escena que pantado ante la desgarradora AA ta se jresentó.
E
gustia, y cuando llegué allí,
E
su hermosa
el grito ds au-
ME
ido sitio de donde había sal
A
Tru
es en el suelo, ver al que huía, caer de bruc ia el Me lancé como un insensato, hac
á mi vis
Isolina, rodeada ya de la familia del
compañre
en
espiraba, tendida
Lino,
el.
gar: con una haria horrible en la ce suelo y ..ganta
hada jovea, El p2rverso tío de la desdic ES za feroz. habia ejecutado su vengan y la es 4 ella, dE o eno llasbrazjunt C%entrdee rodi os mis treché te :
peración.
Isolina fijó en mí sus m
inos.
mus de la el hálito láb sya por dep empañado , ios siendo sus pálidos en y
¿en
—¡ que bella está la e dij —le ina isol Lp bella porque estarde....! Pero la siento sien to latir tu do- +” porque tá £ mi lado,
WM
a
E primero
y
imo que jamís A Ls
Rec
10 emdel preeal suya. | sient y nomi vipecho mío, al meo ..e. el. si al in rg se tu de tacto
;
o
:
Y
j . a
K—
a
un
á
si tratase de
Puertorriqueño.
_.reflejándose
donde
por
radamnte, como hombre que corría apresu | huir.
con tu luz
E. BENITEZ Y CASTAÑO,
rasgados
augustia,
ví salir
Isolina,
había desaparecido
a! La conciencia del mort
:
de
tiempo otro
que mé volcó el corazón. Luego, del mismo bosque
Con resplandor sin igual,
+ teníala joven
cosa. 4
otra si todo aquello no hubiese sido que un delirio de mi imaginación
Tú embelleces la conciencia
los
coma:
Me pasé la mano por la frente,
De Dios la fragante esencia,
a,
De
La noch= estaba encina.
virtud divina,
Hizo bañar
4 la ca-
el espeso bosquecillo que, para ir
-Dela humanidad en guerra, Y luzca subre la tierra Sol de justicia fecundo. Caridad!
pero se había levant
mis brazos;
ERA PEMISULÁR ; que á nadie
En ese seno misteri:
En este melancó!ico retiro
Do la indulgente soledad me abriga,
Y con su sombra amiga Te pla el horror en que infeliz resniro, El
fúnebres clamores
+
cb
:
tropel hieren al viento
z “Callad, nuncios de muerte; ya mi pecho, De palpitar deshecho, No es bastante al raudal de la amargura, Y el cáliz del dolor hasta las heces Mi moribunda juventud apura. “Presente
Por
a
¡Cuántas veces
4 algún festín, cuando cdi
la mesa las copas de Lieo,
Y en risa y en placer nos inundaban, Mi espíritu, asaltado
De un súbito temor, se estremecia, “Si alguno de nosotros, pereciera !”
En mi interior decía, uo
una indiscreta lágrima corría
atajaba el deleite en su carrera.
Como buitre voraz cayó en mi amigo,
en 6l sus garras, con furor clavando,
¡la honda huesa le arrastró consigo.
di E
el
vano
¡ay Dios! en vano
A mi infeliz amigo
A
El canto de alabanza; que se vea
e
Su alma bella en mis versos retratada, ad 5
¿Qué sirve, empero, cool DR
es
“Su benéfica lumbre y su alegría ;
Cuando el viento fatal de Mediodía De las arenas líbicas se lanza, Y el seno de la bética azotando Con aula abrazadora,
E 5
|
E
La floreciente miés tala y dirias ¿Acaso la abundancia que esperaba
?
Podrá aliviar al labrador que llora? ¡Ah!
Son tan pocos los felices pechos -
=>
En que se anida la virtud! ¡Tan pocos
Aquellos en que enciende
Entusiasmo y valor. -.-¡Un dia; un hora, -
Un momento infeliz, hunde en el polvo ¡ Y los perversos vivem y se rien,
>
De todo miedo y sobresalto q.
aporta? A otros darán la dulce vida,
ser helado que la tumba encierra.
que será ya eu vano
3 en el dolor: “Alzate; amigo, á mí -venías,
=
530
Huye, pues, lira de mi débil mano, :
Ya que á aliviar mi aflicción uo al-
:
qe ns la muerte, y no pe E Sd olor, y luto, y rimas, ¡ amigos ES Pd
todos
lleguemos.
E
Un fúnebre cipres; mi amargo Mala
HE
J
De su hermosa virtud la alta esperauza? SE
Mi vacilante ¡ Hasta la tumba Sab En ella lantaremos
Derramará en el mundo
eu q o
.
Mi tuto y mi deber ...¡Obh lira mía! ; Ven en mi afan á acompañarme, y demos
Venid, ledl
bello sol, iluminando el dia,
mseco frugífero y fecundo vano los tesoros mtará la tierra :
ecid E
La esperanza y delicias de los buenos!
-—¡ Presagio de dolor, ya estás emp'ido! a la muerte sus horrendas alas; Y
e
Y eterna al mundo su memoria: sea.
enen á mezclarse á mis dolores?
¡ Mísero!
Pero el mundo me oirá, y Dará que satisfaga
*
a EN LA MUERTE .DE UN AMIGO
Eds
Léjos del mundo el infelice. ma E
Lie regaré, mi diligentee mano
Le hará crecer, y su eulutada sombra Cubrirá la inscripción, que en
Diga:
“Al hombre
sensible, al
Al riada patr OLA... S as ae el
n
let
dí
fiel
2%
E
Ven 4 mí de una vez : ta ho
os?...¿Y sorá posible
Que destinado á contemplar
me vea
Descargue al punto la fatal gua
De unos y otros el ía, llorará todos, Se Y
verme
én todos
acabar?
Y no me guarde á tan acerba
¡Oh muerte! >
Manuel JOSE QUÍ
ESMERALDA * E
a
A
ii
=>
suer
e
í co...”
2
4.0
....e........
Y
—¡Ah te conozco: si no temieras venir, habrías abierto
. .«..
perder
o.
«iS
al
tu por*
+3
ya las puzrtas de tu corazón
ese zángano sin pizza de honradez.
Esmeralda sintió que la sangre
esencia de heno, por la nuca,
E
afluía á su rosta "E
Conchas formó con sus manecitas para echarse con
3
novela imédita]
[Fragmento de una
los hombros
agua *
y las 4
espaldas. El contínuo frotamiento en los ojos y en las. *
mejillas, obligaban á la jóven á respirar fuerte. y á re- primir palabras confusas, así como exclamaciones fue gaces de la voluptuosidad que le invadía. Al empaparse con aquel líquido perfumado, turbio por la grasa del jabón, esparcía Esmeralda gotas de color lechoso en la limpidez del espejo, semejantes ápie 7 dras opalinas sohre la tersura de un brillante enorme. : Remedios,
razón,
—Tienes
aún
le/amo; pero me
me conviene; sería una locura ¿verdad? —
expuso la joven,
de
8 >
restregándose
el rostro
Sl
-—Queha de cónvenirte ! Ese pelafustán no tiene ni siquiera un petate don¿Elotro? ...sí, colma el cesto de tus caprichos, te ahoga en caerse muerto.
bestia.
un
dinero y te ama como
¡Para quéjugarle una m Ma partida:
a
z
me. : Ki que ñes” a. peroEs nolo único buená muchach —Eso nunca: seré fiel, , leal,diviéuna enga ms todo; elo rómp , rtete pen mi marido: *gasta, derrocha ES Pena me dá verle tan bonachón. Me quiere tanto! 5 pobre! =
En el fondo de aquella piedad, burbujeaba la ironía
Serieron del chiste.
desdén. Esmeralda encubría su desámor con un sentimiento de gratitud superficis
eS
4
decírselo; ne
Lt
con la tohalla *.. de
guardaré
k
=
e
Sentóse en la alfombra, y mientras se calzaba las botitas de gamuza, decía ER
vivir conmigo, que yo Paul" quiere cosas imposibles, irrealizables; E Ya ves que at 1 de las. barbas en! A 5 » 'eró-
(
,
aña
Augusto.... ir 3d
:
dur
“con e Y
A
ta,
W: d:
vacil eEo
MEN)
3
ii>
+ Inmóyil, cerca de la cama, cuya blan-
¿Cura brillante y olorosa á pachoulí hacía re-
saltar los rayos de luz, destacábase la fuerte naturaleza de la joven, denunciando su camisa de color de nieve la corrección de
ado
MEA
Acercóse al tocador
o
Ro
..o.. . «
Inquieta, voluble,con los ójos fijos en la superficie lum
se envedijara en tirabuzones diminutos, como una diadema de ricillos
de.
En seguida ahuecó
las ena
] - ¿Estoy bien?— preguntó ú Reme di os con la coquetería ¡ nocente de una niñ a
guas, que
; crujían como si fueran de papel, y luego de pasárselas cuidadosamente por la cabe.
za, dejó que se le deslizasen hasta el vien. tre, donde las prendió cun un broche,
38
Pera que no se espunjase
la
demasiado
tela, dióla golpecitos y frutóla por todas
- partes, obligándola de este :.oco ú formar pliegues rectos € inflexibles. E
—Mucho almidón....Voy
¡am bocoy. ma
fuido.
ES
enel
espejo; más
como
la
luz
«tenazmente, dijo á la vieja que
—ventaña. ba
á4 parecer
No me gusta la ropa que
Camind hacia atrás para verse
ar-
mejor
la hiriera
cerruse
:
la
Cumplida la órden, imperó.en la alco-
un crepúsculo que veló casi los ubjetus
de los rincones.
NO,
así no; abre más...
¡Entonces Remedios empujó hacia el jardín las maderas y una ola de luz inunó la estancia.
Pétalos de azahares
revo-
learon en el nido y cubrieron el tocador,
alfombra y hasta la cabeza de Esmeral-
de puntos blancos como flores de nieve. n vientecillo cargado de olores
trantes venía del fondo del jardin donuraban
los
árboles
y se mecían
de .
años.
e
y
—¡Admirable! Insisto en que si te viera. Paul, perdería la razón, Esmeralda, satisfecha, se acercó á la ventana y sin ninguna dificultad, con sólo ext
ender el brazo,
que el
bosquecillo.
tomó del
una
rosa pálida
jardín
ofrecía, y se la prendió en el un broche de pétalos,
cercanola
seno,
como
; —Ahora, ú la sala—expuso con la boc a llena de sonrisas. ENS Y salió del camarín como una reina, —
arrastrando la cola de su trage que reso.. naba como si fuera de cartón, — Isabel! Isabell-—gritó cerca de una
tecilla de caoba qu e daba acceso á la COCina—V r-
detrás;: orde:-
>
+
en á reco gerlo todo: ya estoy despa-chada. A Una negrita con delantal bla nco y pañuelo
anudado ¿ la cabeza, cumplir la órden de su señora.
corrió
4.
En la sala habiase reunido lo más primoroso. Sillas de medallón con antimacasares de seda; espejos don de se refle. jaba la luz
del sol, que se extendía por sobre las flures talladas con gusto en torno del marco reluciente cmo el oro bruñido;
mesitas de un solo pié contra el cua
] veíanse reclinados grandes caracoles que tenían la tersura el tornasolado del nácar; flo= rerós
de
lana
del Japón,
en
as
eE
SE
He EN
ormés,con paisajes dormidos sobre lag os azules; tes despues, Esmeralda cubrió sus retrat os al Óle o, acu are las dis emi as por. Ez una bata de muselina cuya colas paredes, sobre las mesitas y nad los velaBA por tuda la pieza, produ= - dores; allombras de pa is : PA RE uVido Sordo al arrastrarse porel briendo la. amplitud del salón; lámpar
en un lago de luz.
+
>
quince
E
Pa
e
inosa del jo, la joven SE dió. remate á su torlette, cuidando de que la a pollína oro.
.....
n
él
formas de las esculturas antiguas
La
que adquirieron la blancura del ulabastro.
d
- e
AC
—Dile que no quiero verle; que me -
gentemente sobre:un solá, y comenzó á == impiarse las uñas con tijerillas de acero. ==
—
la.saya
con
Acercósele la vieja
que no cederé ¿sabes fno cederé 4 sus lo-
¿Je
algodón colgada al brazo, para preguntar| le melosaniente: * Y... ¿qué hacemos del: mozo? o ¿ Le digo que se marche, Ó qué le recibi-
curas —Bueno!
es
un
A
"LIBA EXTRANJERA +
estorbo,
Conque. ... habla, pichona, ¿qué le digo ? Remedios leía en la mente de Esmeralda. Conocía sus debilidades, y apoyaba sus opiniones para imponerla 'sus deseos.
Insultando á Paul,
que le odiase,
la imbuía
rindiese acatamiento.
inclinándola
á
la idea de que le
Cosa extraña, pero
de un resultado maravilloso: Era un juego “de frases que'-no estaban acordes con la mente; quería lo contrario de lo qué expre“saba. Entre reticencias, vavuedades y am. 'plificaciones, incluía el pensamiento único,
el predominante; y de este modo vencía los mujer que desdeñaba
escrúpulos de aquella
“4 su marido por ua granuja que jamás ha-
biíaexperimentado por ella amo>r verdadero. —PDéjale venir y cáscale de firme.
In-
súltale, hazle yer que eres una señora hon-
rada y nada
Yy
temas.
creo que
no
debes ceder; antes que todo el honor, la honra de Augusto. Pero acaba de salir de Esto no
congojas.
posible!
puede
una son=+
risa irónica en sus labios hundidos. J. GONZALEZ QUIAKA
Viene,le hablas clarito, le despienredos. Muéstrate grave des.y+:+!¡sanseacabó! Un hom. y hastaspégale si es necesario. sinvergienza,
SE bueno!—canturreó la vie=-
ja, marchándose lentamente, con
? o .] Qué diablos ! sal de ma vez de rás
bre así, tan
*
insulte; que me mate con el revólver; pero
seguir asi,
3
EL LUNAR Ni el candor de tu rostro, que revela
que tu sensible corazón dormita, + ni tu mórbido seno que palpita, ni tu inocente gracia que: consuela; ni tus brillantes ojos de gacéla,
ni tu boca de grana, urna bendita
donde un beso parece que se agita
cual mariposa que volar anhela,
inspiran más al alma enamorada,
por tus encantos celestiales
luca
y á tu yugo hace tiempo encadenada, que ese lunar que ¿adoración provoca... -
¡pequeña, fugitiva pincelada
que el Amor quiso dar junto á tu boca! Nicolás AUGUSTO GUNZALEZ.
im-
Ecuatoriano
Sin dejar de limpiarse las uñas, Esme-
ralda emitió
ver 4 Paul.
su
pensamiento,
No quería
Habíase juralo ser honrada
aunque le costase la vida, y su perdición - estaba precisamente e
as ocultas, en'el silg s de un marj día siquie
>
e
AXUNTO PARA UN DRAMA HISTORICO IV
der á entrevis-
il hogar, á es-
Alreledor
¡Ín-
y obedecia sin
Sl óxtasis, y era
á amanecer
el dia 31 de Mayo de 1283. El Rey y sus caballeros, montadosen sus caballos, hacen alto, en
te que no
oche.
q
de Burdeos. JEmpieza
un paraje oculto por la
Rey.
mal
po
A D. Berenguer —; Partid. m
,.
5
e
caballero Avistaos con ely ordena amigo! ert dCrayllas de Gilab le vea i¡nme(
.
A
A —_*.
1
sa_comisión. El
ca sonrisa.
monarcay $us acompañantes, esperán om, da momen sin e O
peste, acompa
E
Inglaterra. Acertóse
á él yle dice. El rey de Aragón me envía secretamente d preguntaros, st el rey de Inglaterra y vos en su nombre, le asegurars el campo y podrá venir sin peligro á medir sus armas con Carlos de Amjou. Exactatamente histórico.
---Decid á vuestro rey que
de
ninguna mavera, que habiendo el rey Eduardo rehusado ser juez del campo, ni él ni yo somos parte en este negocio, y mucho menos apoderados como se hallan de Burdeos y su comarca las tropas francesas. Pues al menos ruégoos me hagais la merced de enseñarme el ¡5Señores. Pirigiéndose á palenque.
Rey
sus caballeros que le oyen con, visible
muestra
de estupor ap uárdame aqui.
Al trotedé sus caballos intérnanse en la cin-
dad. A: un:extremo de ella hálluse el sitio designaúo para la lucha. Al llegar el Rey echáudose su capucha á la espalda, exclama:
Rey. Senescal. Rey.
—i¡ Yo soy el mismo rey de Ara»
gón, conocedme ! —Con
trario.
—¡Qué imprudencia; señor! ¡ Huid en nombre del cielo! —Con dignidad ofendida - ¡ El
rey
de
y estrecho; rodeado de gradas como un anteatro, con dos departamentos para los dos
bandos enemigos,
guarnecidos de empalizadas
de fosos, peró destinado para los de Aragón uno
que conducía á un callejón sin salida; Carlos; el otro en que se hallaba la única por donde todos hahían de entrar.
D.
4 don puerta dió
una vuelta al área de la liza y dijole al Senescal.
—;¡ Bien la traición
Pausa —El duelo
se declara!
no puede efec-
tuarse porque no es legal; y no es legal porqne al haberse nega-
«do vuestro señor á ser el mante_nedor y juez del combate; al presentarse uno de los conten-
jentes con tal osténtoso aparato «tropas; y al ver las sospecho-
disposiciones del campo, se
?
a
q
sjempre como quien sois t
Rey.
extended
—Señor Nutario
acta
de todo cuanto habeis visto y oido, pues quiero que conste que
he cumplido mi palabra acudiendo al lugar de la cita. Si me re-
tiro, si burlo 4 mi traidor enemi-
go, no es mia la culpa, sinó de él,
que ha faltado con sus alarman-
tes medidas ¡las leyes del duelo. Tomad mis armas ; al Senescal con-
servadlas como uu recuerdo mío,
y en testimonio de haber concu-
rrido personalmente al reto del
destronado rey de Sicilia.
¡ Dios
llo e: y desaparec os guarde | Montaá caba
como una exhalación. Reúnese con sus fieles €aballeros y al galope de sus corceles tomanel ca-
mino de Bayonay regresan á España por Fuenterrabia. El día sigulente 1% de Junio, día señalado para el combate, preséntuse Carlosen la liza y como viese que el poi,
recía,
llamábaule en alta
voz
más habiéndole presentado
de comparecimiento, - prender,
y
o
el Senescal
>
;
el
descargó en él su Centelleaba
. .
Carlos
cólera al verasí burlados todos sus designios y se venzó en despachar correos por todas partes pregonando injurias contra el monarca 1 Tul fué el dramático
y
ues y principes de Europa.
Ricardo PASTOR o o
o
—Y bien, querido Pepin, el asunto? |
¿te
gusta el
Yo creo que tu geuial y brillante ins- *
piración, puede levantar soberbio edificio allí donde yo he colocado mi humil ados piedra. Falta, es verdad, le sabidos amores imprescindibles obra escénica ; pues bien, : ahí hi
Principe, hijo del Emper: cos, simpático él—no 1 hijo—que vienecan como a: P
;
$
remate de aquel
duelo que tuvo en espectativa á todas las nacio-
Aragón no huye jamás !-pausa¡ Yo os ruego me acompañeis á
reconocer el palenque! Era este lar-
de mi con-
Senescal. —Adníirado de la caballerosidad y temerario arrojo de D. Pedro.—¡ Ah señor, obrais
mandándole
gran asombro y reconociendo á D. Pedro.
abi
a
4
—Flfme mpy
Senescal, de la lealtad
Detarlo. Adelóntaso D. Pedro $ tecillr el
represantante del Rey de
HE A
sd
“Pasael mensajero á cumplir
4
le
A
digno de ser imitado en men cid] mundo!
Eugenio Astol y Busaltt —Le coroemos desde muy niño. Cierta noche en “que se representaba en
el
antiguo
teatro
«le esta ciudad el delicado y sensacional «JIrama de Ventura de la Vega, que se intitula “La mujer de un artista,”
nos
ha-
parte del nutrido llábamos formando «auditorio que, ávido de admirar las multi: ples bellezas de dicha producción, habíase dado cita en el Coliseo. Actnaba en éste la. compañía del notable actor patos A queño don Eugenio Astol Levantado el telón y commetízada la du-
abra, vimos aparecer en el escenariw,
una de las escenas más culminantes
a, á un joven, ó mejor dicho, á un niño, como de diez á doce años de
edad, que, ¿manera de un actor consumado, representaba su papel con indecible
posiciones felícisimas
dis-
noseer
desenvoltura, y demostrando
para el arte dramá.-
tico.
El espíritu de curiosidad nos impelio á llevar la vista con el pensamiento al reparto del programa dela fiesta, y pudimos leer :....
Niño
. ins AIRIS A RA
Desde muy joven se encuentra entre n sotros, y, apesar de su inclinación y € diables aptitudes para el teatro,
su
t er
to indiscutible y su ideal fantasía le impk
saban á descubrir horizontes mas Amplios más llenos de luz, y se dedicó, durante la horas del descanso, al estudio de losgr an des maestros en la literatura, con el £
enriquecer sy numen y conquistar un p dl>
to de honor entre los poetas y escrita de esta provincia idolatrada. Fué redactor de los periódicos oca “El Imparcial,” y el “Diario popular,” biendo sido director de este último, € fundó en compañía de Don Luís Ma Raldiris. Cuando sé hallaba al frente primero de dichos-periódicos, fué llam por carta,que tuvimos el gusto de lesr,de eximio compatriota dou Luís Muñoz. vera, para formar parte de la redacde |
del viril periódico La Democracia, en
Aya
placer
en el país y fuera de él, y que le ha el
to hacia 9!, podrá descubrirse en
boro
tiene por lo tanto, veinte y siete | Á
Hugento Asiol Busalti.
de co-
nocerle y de estimarle; y, si alguna transformación se ha verificado en nuestro afec-
el seu-
favorable á su acrecentamiento.
Nuestro cariño á Eageaio
es y
ha sido,
será flor inmarcesble. cuyo aroma, si
lle-
-- gara á disiparse en la tierra cuando la Par-
ca tronche el hilo de nuestra vida, marí eternamente en el cielo,
perÉu-
si el cielo
existe.
Astol y Busatti se ha formao Él do de la nada; y, aunque de la nada se ha - formado todo, según dicen algunos sabios y nos inclinamos
senta y nueve al mil chica]
columnas ha librado la brillantísima«
Desde entonces tuvimos el
tido más
guas por los años del mil cl
á creer,
eu Astol han
«concurrido circunstancias excepcionales . e que lohacen superior á gran húmero de
paña de propaganda liberal, bien conc do á la categoría que hoy ocupa
periodista y convencido demócrata. Eugenio Astol y Busatti es uno nuestros más inspirados poetas. Nos d mostró en varias oportunidades que er modesto, ó que nv tenia el verdadero *
nocimiento de su valer, pues le basts para colmar sus deseos, leer á sus amigi
aspi:
sus composiciones poéticas, sin que
rase á darlas ú la publicidad, porque $
gún decía,
su
mérito
era
escaso;
que, casi obligado por las continuas ce de sus mejores consejeros, se
AS
á concurso en los
es que celebró el Casino
de mil Era, Eugenio, casi ua durante el mes de 00, semejantes. Ese: so pa con su labor. propia, -tos noyenta y. sa. su original in.que haya descuidado la fecha, la desu nume-
e. de: sus her-
de h
hi
deci
uegos
súpli:
o
ayagilez
choci as
publicadas unas 3 inóJitas otras, y enellas trasluce el vate riginalidad
no comunes, en
el
fondo
y en la forma. qué
nestros mejores poetas. > Actualmente se ocupa en preparar rtas, en distintos metros y yón>ros que das con satisfacción en el camp» de las po 'Astol ha escrito infinidad de artículos B6 canto del bardo,” le valió los plácomes y E que ya admiraban el talento de nuestro
E
Otro hecho en su bioxrafía
cagiieño una corrección y hacen entrever
Me para su publicación un intitulará “Aristas” y qu> létras patrias. literarios y él primero felicitaciones de gran nú biografiado.
ostenta con
orgullo
á uno
de
| tomo de poesías han de ser reci-
denominado “El nero da personas
Eugenio Astol, y de ello esta-
E mos plenamente convencidos, y es el de que, en uuión del atildado escritor don 2-3. Gonzalez Quiara y del que estas lineas traza, fundaron La REvIsTA BLANCA, la cual
se
ha
visto
honrala
y
favorecida,
más de una
vez,
con
las
excelentes
pro-
ducciones en prosa y verso del Director actua! y redactorde “La Democracia” don Eugenio Astol Busatti, cuyos hontosos puestos le han obligado a volver en varias
2 ocasiones por los fueros
de su exquisita susceptibilidad:
llará en su puesto, pues sabe sostener muy
á Astol siempre se le ha-
elevada la bandera blanca de su dignidac a
Quiara. - Redactorde Lia REvIsTAa BLANCA, y - autor de las novelas
nilo,
Jua-
Vida
Amarga, Esmeraida, La castta
azul,
A2-Zhara, y
Judas; y de lo s dramas
inéditos La Perla de Gra-
0 E
.
Calle de Mendez
Po renaron en el Casino de Mayagiiez
Vigo
dd
E:
Vengador.
Los dos pri- -
o oo
E «del
oreca de que se enorgullece
¡dea de
esta sultana del Ueste,
''
nada Rahely '
ds
: MEéros se esy en el Circulo de Amigos de esta Ciudad.
¿alle de Mendez-Vigo.—Nuestro grabado da.exacta variada v Mipi
Xi
lo que :
es esa
calle
En el primer término, 4 la izquierda del espectador, se puede ver la casa habitación Sr. Riera Palmer—donde además está instalada la Notaría y los talleres de prenta, Fotograbado
y Fotografia. | Ahora que podemos disponer de. una magníá 'a ; prensa, papal| g/ac? y abun dante ¡material para fotografia, se empezará á ejlitar u2 mazn .fic o album de la isla y no ig dudamos que será bien recibido por todos. AS
se
Y.