a
po a
y
MAYAGUEZ,
NOVIEMBRE 27 DE 1897.
—— EN
LA REVISTA BLANC A
y RS
A
eje
ztístico
214
ANNUCHKA
sus movimientos eran para mí objetos de
(1)
primera necesidad. Sentíame muy á gusto cn medio de la
I
muchedumbre; seguía
alegremente cl oleaje
humano,
gritan
cuando daban gritos y observando á to-
ENIA
yo
entonces
veinticinco
años.... y esto basta para indicar que se trata de
recuerdos
acciones
hacía
—dijo
al empezar. —Dueño desde
po, resolví pletar
mi
antiguos
de
tiemno para comcomo entonces
viajar,
instrucción,
poco
decían, sino por correr mundo. ven,
Era jo-
alegre y fuerte, poseedor
bolsón, y veíame libre
de
cuidados importunos;
lo más mínimo
de
mis
de un buen
todo linaje de
no me preocupaba
lo porvenir,
ciendo todos mis caprichos.
satisfa-
En una pa-
labra: vivía como una flor que se despliega al sol. Aún no se me había ocurrido
esta idea de que el hombre nocs una plan-
ta y que su flor no puede durar mucho tiempo. Dice un proverbio ruso que la
juventud se alimenta de tortas: de alajú, tomándolas candorosamente
por
el
cotidiano, hasta que llega cl día falta el pan mismo. Mas ducen estas reflexiones.
pan
en que
¿A
qué con-
Viajaba-al azar, sin plan:
preconce-
bido, haciendo alto
me encontraba bicn,
en
los
sitios
partiendo
donde
de
cllos
dos con atención cuando se entregaban á
esos transportes. Sí, estudiar hombres constituía en verdad mi gozo; y ni la palabra «estudiar» cs aún exacta. — Los contemplaba deleitándome con inmensa curiosidad. Pero otra vez me salgo
del
asunto-
Así, pues, hace unos veinte años habitaba yo en cl lugarcjo de Z*** 4 orillas del Rhin.
Apetecía cl aislamiento:
aca-
baba de herirme en cl corazón una vindita á quien conocí en baños. Linda y graciosa, coquetcaba con todo el mundo y particularmente conmigo; luego, de:pués de haberme alentado, me imfirió una
crucl herida sacrificándome á un tenicnte
bávaro de sonrosadesmofietes. do con franqueza,
aquella
Hablan-
herida
no cra
de mucha profundidad; pero me parecía conveniente abandonarme por algún tiempo á la tristeza y á la soledad, y residencia en Z***,
fijé
mi
Lo que me agradaba no era únicamentc la situación de aquel pueblecillo al pié de dos altas montañas;
sedujo por sus
vetustas
sino
que me
murallas
ilan-
desde cl instante cn que sentía la necesidad de ver caras nuevas. Nada más. Lo que me interesaba exclusivamentc cra las personas; sentía marcada aver-
queadas de torres, sus tilos seculares, el puente escarpado, sobre el cual cruzábase sú límpido río afluente del Rhin....y,
En Dresde casi me produjo un acceso de
Después de la postura del sol (estábamos en el mes de Junio) bajaban á pasearse por sus angostas calles unas alemanitas de rubios cabellos, las cuales sa-
sión por los monumentos notables, las colecciones célebres y los guías de oficio.
furor la Galería
Verde (2)
En
cuanto
al espectáculo de la naturaleza, causábamc impresiones muy vivas, pero no iba en busca cn manera alguna de lo que comunmente se llama sus bellezas, las montañas, los peñascales, los saltos de agua:
no me gustaba que la naturaleza me impúsiese la admiración, que perturbase mi -—Ccspíritu. En cambio, no podía vivir sin mis semejantes: sus palabras, sus risas, (1)
Annuchka
ó Assia, diminutivo de
(como si dijéramos Anita.)
(2)% Griúne gewólbe.
Ana
Colección de piedras
preciosas, perlas, esmaltes, etc.
*
sobre todo,
por sus buenos
vinos.
ludaban á su encuentro á los forasteros con un guten abend dicho con voz graciosa. Algunas de ellas no se retiraban aún después de que se alzaba la luna tras de los agudos aleros de las viejas casas, haciendo centellear cón la claridad de
sus rayos inmóviles los guijarros con q estaban empedradas las calles. Gustábame vagar entonces por el pueblecillo de Z***; la luna parecía mirarla fija desde el fondo de un cielo puro, y la villa,
al sentir esta mirada, estaba tranquila y como
despierta,
inundada
por
aquella
-_.
1H.
2
un modo confuso y sólo se oían
en la gótica espadaña de la iglesia brilla-
bien
Llevaba á estilo del que se me acercó. país, chaleco de terciopelo, medias azules y zapatos con hebillas. Son estudiantes, que han venido de
serpeaba en áureas culebrillas so-
bre el oscuro fondo del rio; en las estre-
chas ventanas, bajo los aleros de pizarra,
brillaban luces aisladas. ...¡Es tan ecoLos parrales alzaban nómico el alemán! misteriosamente sus festones por encima A veces se oía un ruido delas bardas.
B*** á celebrar un commerchs—me respondió, después de haber hecho pasar su pipa de un ángulo al otro de la boca,
—Veamos qué es
de roce entre la oscuridad junto á la antigua cisterna existente en la plaza de la villa; el sereno respondía con un prolon-
dijé para
un commersch—
aún no he
como así,
mí.—Así
visto la villa de L***. Llamé
gado silbido y un honrado perro exhalaLuego, era tan ba un gruñido sordo.
á un
barquero y le hice me
pasara á la otra margen.
dulce la brisa queacariciabalcon su aliento el rostro,
tan
de
aroma
el
odorífero
l
los tilos, que involuntariamente dilatábase más y más el pecho
y
brotar
quería
Probablemente muchas
personas 1g-
de los labios el nombre de Margarita, con tanto de exclamación como de llamamiento.
noran
La villa de Z*** está á dos kilómeA menudo iba áadmirar tros del Rhin. ese magnífico río; y mientras, no sin trabajo, procuraba introducir cn mis “meditaciones soñadoras la imágen de mi
La mayoría de (Londsmannschaft). que acuden á esas reuniones los jóvenes llevan el traje tradicional de los estu-
pérfida viudita, pasábame las horas muer-
pié
al
tas en un banco de piedra,
de un
fresno gigantesco. Una pequeña Virgen de facciones infantiles, cuyo pecho dejaba ver un corazón rojo atravesado por varias espadas,
me
miraba
melancólica-
mente desde en medio de las frondas, la
la opuesta márgense alzaba
L*** un Una tarde
villa
En de
poco mayor de la cn que yo vivía. fuí á tomar asiento en mi
banco favorito; me entretuve en por turno el agua, el cielo y las
mirar viñas.
En frente de mí trepaban unos niños rubios por el embreado casco de una barca «puesta con la quilla al aire sobre la arena de la ribera. Avanzaban con lentitud barquichuelos con las velas ligeramente
hinchadas
por la brisa;
olas verdosas
pasaban deslizándose por delante de mí, “alzábanse un poco y espiraban con débil De pronto me pareció dismurmurio.
tinguir el ruido de una ndo
á lo lejos.
orquesta,
Agucé el oído.
la de L***tocaban un vals.
reso-
En la
El violón
lo que significa la palabra
com-
mersch. Llámase así una fiesta en que to-
man parte todos los estudiantes de una misma comarca ó de una misma sociedad
diantes alemanes, compuesto de un capo-
te con alamares, botas altas y una gorrilla cuyos galones son del color adoptados Los. estudiantes se para cada comarca.
reunen para el banquete, presidiéndolo un senior ó antiguo condiscípulo, y perel
hasta
manecen á la mesa
amanecer.
Bcben, cantan el Landesvater y el Gaudeamus
igitur,
fuman, se burlan de los
Filisteos y muchas veces se permiten el : lujo de pagar una orquesta. Una reunión
de
este
es
género
que había en la villa de L***, en
dín de un ventorro que tenía
por
el
la
jar-
a
refljo
los
silbos de la flauta. —¿Qué eseso?—prengunté á un viejo
análogo
oro;
de
ba con un pálido reflejo
de
cantaba
rugía á intérvalos, el violín
| claridad que llena-el ánimo de mclancóEl gallo puesto por veleta lica dulzura.
mues-
tra el Sol. * La casa y el jardín que daban á ála calle, estaban empavesados con banderas; los estudiantes estaban
sentados debajo de los tilos; sobre una de las mesas descansaba un enorme pe-
rro dogo; en un ángulo, bajo un cenador de yedra, estaban sentados los músicos, quienes tocaban á más y mejor, empinan-
do cerveza de lolindo para tener alientos. Gran númerode
nido en la calle,
curiosos
ante
habíanse
la poca
ren-
elevada
2Ud f
verja del jandín, pueslos nos de L***
no
la ocasión de
pacíficos
quisieron
examinar
desperdiciar
de
cerca
huéspedes que se les habían
pueblo. brazos,
de
sus
.los
entusiastas,
csas
la
risas
de
sin
plenitud
hacia adelante),
cuál,
descuido, todo subvugaba.
—¿Por
motivo vida,
tal de
abandono
eso
me
acercarme
pronto, en ruso, de mí. Qucdémonos
ma voz de mujer, en Me
aún
—
el
volví con presteza,
das se encontraron con
un
y me
-— dijo
masculina. le
respondió
mismo yv,
idioma.
mis
mira-
guapo
hoy las cuerdas de
mi lira.
Abro el álbum y su blancas tersas páginas me invitan
á cantarte y á decirte
lo que piensa el alma mía.... ¿Qué es un álbum?....Será'el
que al cantarte,
"
unas voz
tendrá culto la Poesía. Es como débil ofrenda del cariño que me inspiras, de ese cariño que pulsa
seca
adonde
ya?
un álbum en cuyas páginas
ese
lleno, de
conmovía
están cllos?-—me decía. Annuchka, ¿vámonos Cetrás
que
traigo para tí, Conchita,
boúquet de flores divinas trasunto de tu belleza
cualquiera me-
con
no
(las
ese tumul-
ese
qué
Sus
inocente
de
impulso impetuoso hacia (no importa
ca-
esas miradas
mejores de las risas posibles), tuoso hervor
las
estudiantes.
exclamaciones,
presunción de la juventud,
Ge
los
metido en el
Me daba gusto observar
aquellas
ta
á
.Me uníá ese grupo de especta-
dores.
ras
veci-
mozo
y de tus virtudes, prima: los poetas
con sus inspiradas liras, recogerán sacro fuego, de tus ardientes pupilas;
miel, de tus labios de rosa;
pureza, de tus mejillas; la corrección, de tus formas que Venus envidiaría, y la nobleza de ese algo que tú, Conchita, respiras y que te envuelve á manera de una aureola divina...
Y así sus cantos, reflejo de todo cuanto tú inspiras, formarán:
bouquet de
flores,
con gabán de viaje y cubierto con un gorrito; llevaba del brazo á una jovencita Ce breve estatura y cuvas facciones ocul-
conjunto de notas rítmicas,
taba
y á tu belleza se rinda!
1
casi
por
completo
, SON
tun Í
VGs.
sombrero
a E . rusos -—les
VWF:
impulso
un
que
no
a
de
S pregu nté,A
fuí dueño
de
re-
¡¿Imir.
SÍ. somos rusos—me respondió cá joven, con la sonrisa en los labios. No esperaba en un país extraño encontrarme.... Y tampoco nosotros -dijo interiumpiéndome.-— Pero, permitidmo que nos
tuyo
corona de pensamientos para tu frente tejida.
tributo en fin que á tu alma
Yo que te quiero y te admiro con toda el alma, Conchita, pongo en tus manos mi ¡ofrenda
y á tus pies pongo mi Emilio
del TORO
lira. y CUEBAS
Puertorriqueño,
x
demos
á
conoc:
rá
¡VAN
TURGUENEF
(Continuará)
A
- Stra
mi
Vd.
Yo
me
lMa-
- RODOLFO
belía
—Soy Príncipe Imperial: estóy casado Y mi padre el divorcio no tolera: Yo a! deshonor, es cierto, te he llevado
prima
Conchiia del Toro y Colberg,
dedicarle.
Desde
un
album
la tierra de
de 7Zula
D€ AUSTRIA
presías,
Mas es tuya tambien mi vida entera.
Te amo cón tal pasión que no podría Nadic en el mundo penetrar mi afecto.” —Y yo sin tí, Rodolfo, moriría, Lo que me aterra es el oprobio abyocto. Soy Princesa tambien y soy honrada
217 A
pueEl amor es la flor más bella que
adn no he cumplido Y prefiero morir!.... da: Moriré.”
X dá á la tierra su luz, ora aur la Como r! tá das al alma del pocta tu amoun puesto La mujer que ama tiene reservado en el paraiso. tus Se"Tus miradas audaces revelan como, caer, cretos, y de tus labios dejas dulce de x
s
La blanca luna
horrible Presenció silenciosa un cuadro tuna! entre las sombras la For
Y lloró Un tiro resonó, de otro seguido:
Y la redonda luna iluminaba o did A un joven hermosísimo ten espiraba:
luz de sol que fecunda, las sonrisas!
Y á una joven preciosa que más bella ¡Tal vez habitan en región planeta en realidad maldito:
de oro, rosas de tu tierra- >
VINA JERAS
MALARET.
Auzusto
QUÉ
—¡Redie2..-.y
embellece al de 1: primavera, el alma se recil ir el amor. es un sol Amemos siempre. El amor o. fri sin el cual el alma moriría de o
cuatro le... sí paece que he andao les de Ma- 3 cal guas!..- -¡Claro!. .- “estas la Audencia y driz son tan largas, que cuando uno quea tan lejos... Además siete 0JOS,- $ va andando tié que llevar trenes-vias * porque.entre los coches, loso cualquiera! E vuelve loc
En
ón. Tu mirada trae la inspiraci trella. Sólo tu pupila hay fulgores de fes ! tus ojos llenan de alegría tú sien. Una corona de oro oprime .
.
.
O
o
.
tus
y Eres bella como las rosas,
labios,
rocío de una humedecidos siempre por el flores del sol naciente. -
Jamás el amor . bella-
tu
Contando
anidó
vida
en
a lma más
se escribiría un
ma.
tro tu perAlaspirar las rosas encuen fume. vuelve esparce en te e qu a ez ll be Esa
icidad. . por todas partes la fel * *
*
Guardas encantosde belleza
y primores de hermosura
criolla.
griega
as de un - Tu palabra tiene las delici beso. cen €n tu _Husiones espléndidas na a. frente como rosas de primaver *
y los carros, se .---iy aluego tantisma
gente!...-¡no. A
e hacer en su. paece sinó que naide tié ququé 3 necest ra!. - ¿Y casa!. - .¡Recont tenía
que
yo
me
de
hallaba
cuando allá en
dos
gofetás
esto?... -¡¿N8l..-
tó
en
el
el
pueblo
Conce ales
POS
Ayuntamiento. se
dieron
de
el día de las
el tío Colás elecciones. - - -4 Madriz ia!....¡Como si declarar en la Audenc !.. ..¡á ver
3
.
á las sonrisa ideal, se asemejan a
COnSeS estoy!
e
fecundador
beso
al
3
EL TIO COLAS EN MADRID
Fragmentos la tierra
exista ha de
existir el amor. ilusiones No haya tristezas para tus para las como no hay inviernos
Cubano.
oo
la más
la felicidad
Para que
Que este lla Ambos dejaron por eterna hue ito! del Dos besos inmortales, y el Antonio
:
de crecer en las almas. X
lta Mas quince años, y te amé exa .” ido mar mi Me prometiste tú, ser osible. imp es —Es verdad y el divorcio —FEstá bien.
2—K—K—<—á
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A A
qx
e
—
esoá
mí
me
i portara im
sino se rompían
algo
/0S ellos la crisma!.---
al-. bastante Así se expresaba en 1voz hombre
smo Un ta y hablando consigo mio como los entrado ya en años, vedestid Madrid, tomand tos de la provinci-a los. ncos de la Plaza — asiento en uno de los ba po que dejaba tiem Mayor, al propio as grandes alforjas piés un caerá sus vacías que conducía.
— +Verdá
es, —continmuó — que
e icen es “Má qu iz dr Ma rá ve 4 o nt ve . - -¿Y qué cosa bonito!.. - -¡Bonito!. .. S a? --¡VÉ...-que * visto yoque lolo se onao el buena gana
hubiera perd
E
8
cc
la incomoidá!....
cc
Y no es eso lo peor,
si-
nó lo que entadia me quea que andar pa comprar tos los encargos que man he-
cho en el pueblo!....¡Rediez. y qué no son pocos! ¡<Tío Colás, traígame
esto!....tío Colás,
cias á que el barbero
aquello!».... me.
de tó, que sinó el diablo
hizo que
Y
gra-
una se
lista
acorda-
ra!....Aquí está el papel—añadió sacando uno del interior de la faja y desdoblándolo — si
yo
supiera
leer,
iría
comprando cosa por cosa fa no olvidar denguna; perono faltará: quien me lo lea... .¡Oyc muchacho!—exclamó en voz más alta, dirigiéndose á un pillete cómo
de diez á doce años, que cruzaba en aquel momento la Plaza—¿tu sabes leer?
—¡ Vamos, hombre, que se
—contestó
el
muchacho,
calle!..
cuadrándose
delante del tío Colás, y apoyando
manos en
ambas
la cintu ra—¿por quien ma to¡Pues si leo yo más, que
—Bien,
hombre,
bien;
lo que ¿ce este papel, y te doy gordo. —i Volando!.. - venga el y la guita!
pues un
léeme perro
papel....
Entrególe ambas cosas el tío Colás, y haciendo desaparecer la calderilla en
las profundidades de un bolsillo del pan-
_.
talón, tomó el pillete la postura de un hombre grave que vá á dar lectura á al-
gO importante,
comenzó á leer:
tosió dos ó tres veces, y
—*“Ocho varas de
percalina
fa
la
—Un pañuelo de seda colorá Micaela. :
pa
la
“Ata nasia.
-—Dos
libras
de.
chocolate y medio
—Un Pa mí.
mí.
Una botella de
botella de agua de Colonia fa
la hija dambos. "rio.
—Cuatro
herraduras
pal Veterina-
-—Unos anteojos de vista cansá pal Secretario. : -
—Una caja de píldoras de
de carne fal Maestro de Escuela,
extracto
de lo eches
Una brocha de afeitar
tambien
pa
—¡ Despacio, demonio, despacio!— interrumpió el tío Colás al advertir la prisa conque leía el pilete—¡lee poco á
poco fa que tó se me el sentío....
—¡Pero si ya no
vaya
queanmdo
en
falta
más
lo
último....que es esto: —contestó chacho.
que
el mu-
Y mirando con sorna á su interlocu-
tor, aparentó leer.
—Y una albarda
tio panolí qué ha
muy
grande
de traer
p2/
los encargos!
“Y soltando una carcajada salió corriendo hacia la calle de Toledo con el papel en la mano.
*
Quedóse por un momento el tío Cclás conla boca abierta como el que vé
visiones; mas al fin, saliendo de su estu-
por y sin acordarse de las alforjas que de-
Jaba al pié del banco, emprendió carrera tras el pillete, sin dejar de gritar: — El papel, demonio, el papel !....
Todo en vano; bien pronto el muchacho desapareció entre la muchedumbre que continuamente cruza aquella calle,
una de las más populosas de la Corte, y
al fin, jadeante, tuvo que
clamando:
:
detenerse, ex-
E. DECORO.
(Continuard.)
LERA LA
becerro no 42. .—Una
agua
,
¡peso de hostias fal señor Cura. : ; —Un par de botas pal Alcalde de
—Un par de zapatos pa la Alcaldesa de cabritilla no 39.
biberón pal mismo.
DECLARACION
Si tu gusto favorece, Zagaleja, mis deseos, Tú serás mi eterna llama,
Y
yo la envidia del pueblo.
Jcho meses te he seguido,
Fino amándote en secreto, Por tus injustos desdenes,
Y con temor de tus deudos. Las ansias y los suspiros Que debes á mi silencio Sábelo Amor solamente,
¿O mi pecho, que es lo mesmo. *
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JA ES 2,
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Sil ai Si 2 to. Pr, pa
> A
puertas con cortinas rojas. Chimenea en primer término, no encendida. Muebles de la época 1230.
¡Qué d noches á tus rejas Los centellantes luceros,
Y de las aves al alba Me encontraron los gorgeos! Mas nunca bien ocultarse
Escena
(La Condesa aparece en la ventana en actitud pensativa.)
Pueden el querer y el fuego; Pues ya todos en tu casa Saben del mal que adolezco. Necedad es la porfia
¡Hermoso día! Reparte el sol. sus rayos para fecundar la tierra; los naranjos se adornan con broches de azahares; los pájaros cantan y el torrente se despeña formando al caer rosas de espuma:
De callar más mis intentos,
e A
A e
A
A
*
Que nunca ganó el cobarde D> amor en el dulce juego. Ayer me dijo Belarda, Que si la calle paseo, Tu madre misma se rie, Y aprueba mi galanteo: Que tu padre bien me quiere, Y que á tus hermanas debo Voluntad y compasión: ¡Ay! toma en ellas ejemplo. Yo, zagaleja, te adoro; Que en la noche de los fuegos Te consagré mi albedrío: Perdona el atrevimiento. Mas no, esquiva, no desdeñes Po: la humildad del sugeto Un pecho tierno y sencillo, Esclavo de tus ojuelos.
¡Disparatado contraste
leza y mi espíritu! Allá, sns
fulgores;
en
tres
actos
de las amarguras! las manos y llora.)
LA
Condesa.
He llegado en
que sorprendan
secretos. prosa
con
Y
MARIA.
¿porqué? las
lágrimas y
derecho
mal
hora
¿verdad?
las
revelaciones de
sus
HHuélganse los ojos, allá en lo
yermo y lúgubre, de dar libre paso á las
lágrimas, porque no hay allí quien se ría de sus debilidades. - Así, puesto que llorase á solas contigo misma, te dejo con tus lágrimas y tus penas.
Salón ricamente decorado. Puerth al fondo. Al
rostro
Gusta el alma de quejarse en campo desierto y triste, porque allí no hay oídos
Acto I ventana.
el
MARIA.
Manfredo de Luz. Roger.
izquierdo
CONDESA
(Al verá María se enjuga dice sonriente.) María!
—O—
lado
cubre
CONDESA
Fernando. Beltrán. Un page, Rinoceronte, Cabeza de Lobo, Soldado, : y bandidos,
A1
(Se
Vierte lágrimas
Enrique.
A
la al
MARIA.
J. GONZALEZ QUIARA. FIGURAS DE LA LEYENDA María, Elodía.
lo
Escena 24
POR
- La
Tal vez
hijo de mi amor, sucumbiré bajo el peso
Valdés.
y en
la alegría con
(poniéndo la mano sobre
he perdido para siempre. ¡Ay,! si gumía de un infiel arrebata la vida
EL VENGADOR.
Leyenda
la natura-
ses sin verlo, sin oir su voz!
Que en el don que ofrece el pobre
Y
aquí,
entre
su corazón) la tristeza con sus crepúsculos. Cuanto tarda Fernando. Dos me-
No debe mirarse al precio, Si la voluntad lo ensalza Y lo hidalgo del afecto. Mil y mil almas te diera,Si yo fuera de ellas dueño: Una te doy que me cupo, No merezca tu desprecio. Que ni más fiel, ni más pura Cabe en amoroso pecho, Ni corazón más leal, O rendido á tus preceptos. Juan Melendez
1a
dos
a =>: OONDESA A Escucha: cuando estoy á tu lado y
tus brazos se enlazan á mi cuello,
feapa-
rece con todas sus galas el sol de mi
fe-
licidad. No te alejes, María; tengo miedo de quedarme á solas con mis penas. Aferrándome á tí como la hiedra ' al muro, y calentándome al fuego de tu amor, renazco á nueva vida.
MARIA MARIA
en
Pues si las peñas te hieren ¿por
soledad
y
reposo
buscas
no
qué
¿No me estrecha entre sus bra Y esas lágrimas, ¿no con ternura?
esta
vierte por mí?
adoran”
te alegría junto á los seres que
tante para Y si ellos no tienen poder bas a, en esas calmar los dolores de tu alm que canta or galerías discurre un trovad
Aparte
como las alondras.
MARIA El gorgca
(Con ironía) Tu paje.
co-
lo el bufón "Tambien vaga por este castil ario. Y de
quieres
si no
con
reir
dromed
matador
€se€
sallos congojas, haz que los va
traigan
de
Ya no des¿Es cierto lo que dices? splandores del lumbran tus ojos los re
cariño de ese paje?
MARIA
insensible á nuestras hijos,
verdaderos
Ya
“cuentan
crímen,
con
no
el
CONDESA
Suspirando)
--
Entonces... MARIA
¿ver Tolo cra hermoso, brillante amoy yo cr dad? Entonces mi hermano “¡Qué iño. los amados objetos de tu car tí! ¡Uode nosotros hacia
adoración la cuando sentada mo rcíamos y gozabamos oles te cor: mátú á la sombra de los árb vas, Y de robamos de rosas y madresel del temj*o, dillas, como ante la virgen «0
juntas nuestras manos tasis, te decíamos muy
Y los ojos en gravos:—<tequ
—Era el jaruin el sant: Teníamos ] religión.
lámpara el sol y las flores.
CONDESA
la y
torre de tu has medido
(Emocioirada
CONDESA tus
¿Dudas aún?
MARIA
¿Yo dudar de ¿Dudar de tu amor? ¿No es ella cariñosa conmimi madre?
) ¡Maria! MARIA
su bajeza?
¿Cierto?
ms
o, por cúpula el Ermamett rbas y por alfombr a las hie
) ¡María!
CONDESA
tus
remos mucho» rio de nuestra
CONDESA
go?
si
á
tus halagos: ellos son Bástanme las brujas más dulces que los cuentos de y las trovas del pocta. MARIA
¿Has mirado desde alcurnia 4 ese intruso,
te hacíaía
das y los renamor de sn madre, las du n á quien e:cores huyen de este corazó o y vuelve á poleaban la en idia y el odi los felices días latir en calma como en de la niñez.
CONDESA
los ojos
MARIA
que
grinas
(Bajando
á
sueño
uja de la tu presencia á Juana, la br s pere oria “cueva azul,” que sabe hist . de peregrinos caballeros
lo
él.
ni te regocijan los acordes del y todo de: apareció al despertar
un hijo del
mo el lobo de la como las ovejas, aulla co los niños las montañas y gime como pensamiento. cuando le asalta no sé qué Aroldo con su jiba
por
chas, laud,
súplicas;
ruge como el león, ba-
mo los ruiseñores,
Nóo:
de Pues si vago te ciegan los rayos endesus los ojos del paje, ni te aflijen -de su
CONDESA
¿Enrique?
CONDESA
scas rosas de Acercábamos á las fre con coronas cabecitas: labios las s
de campánulas nuestras
frentes
y Jazmines con
'
ó-culo.:
ccariciaba
templados,
nos entristedulces y tiernos. - ¡ Y como grimas en tus cíamos al ver brillar las lá tábamo: ¿Qué tienes? te pregun OJOS.
anMelantes y compungido.. uará. ' [| Contin
2:29
—2MRA EXTRANJERA Esforzado galán de la Espera nza, á quien mi mente sin cesar invoca, ayer rompí mi postrimera lanza por sólo una sonrisa de su boca.
Burlóme la taimada sin clemen
cia: hoy mirando con llanto lo que dejo, en el barco fugaz de la existe nci de la cirse fantástica me alejo! a perenne de la vida sombra de quimera para vendar mi herida de mi bandera.
Ya la voz de mi espíritu cansad o
á gloriosos combates
no me lla
soy Un obscuro paladín cruzad ma: sin Dios, sin ilusiones y sin o, dama! IT
En dulce perspectiva que me pla ce tiende
á mis ojos el pasado un velo, cual luz crepuscular que se des hace sobre un pedazo del azul del ciel o.
¡Cuánt
as pobres imágenes sin brillo, Mas ornadas de rosas sin esp ina con ansiedad de soñador sencil , lo nuestra mente allá lejos adivin a! Yo que llevo en mis ojos el espant o de la mezquina terrena] historia ,
recorro solo y con secreto
enc
el mundo sideral de mi memorianto a. AMÍ el recuerdo su caudal
ren
mientras el alma que sin fe res ueva, por él con ansia y con deleite iste prueba la enfermiza dulzura de lo tris te! JUSTO
9. José de Costa Rica, 1894.
A. FACIO.
Concierto “Magdalena Masanet”
“Gasino
de
cuencia,
opinión
CEA
En la lucha por una vaga con rabia usé el último jirón
de ratificar con la más
Mavuagiiez”
Si grande era el deseo que ten . de oirá la señorita Masanet de íamos guardábamos referencias muy hal quien agadoras, mayor incremento alcanzó cuando supim
os que su propósito—al congre los salones del Casino á la selecta gar en dad que en dicho centro se reunió sócieen la noche del Domingo próximo pasado, * era
esos arrullos
inteligente
hasta nosotros.
de
persuasiva
había
gloria
hecho
elo-
que
la
llegar
En verdad es, que tuvimos necesidad
de esperar á que ocupara su asiento en el piano
para prodigarle los aplausos que altos dotes artísticos llevan siempre en pos
de sí, porque
la presentimos tan sólo
a] contemplar su rostro espiritual y agraclado, tranquilo como el pensam iento
que majestuoso
se levanta cautivando el
espíritu que lo admira ya grande
ántes
de esclavizarse con su magnética
apari-
ción; con solo recibir el calor de Sus Ojos negros que son dos focos de luz, dos ete rnos
pregoneros
que
rara
vez
'se equivocan en las personas de tale nto, y
que se bastan para dar á conocer,
antes
de la audición práctica—Jos dones que la diosa de la sabiduría y de las arte s amo-
Fosa concede á ciertos seres, que yo llamo privilegiados. A un mecanismo correc to—en todo lo que puede alcanzar una pianista que se forma en este pequeñ o
mundo de
Borinqueño,
interpretación
añadid esa
fuerza
atributo esencial
genio, y que señalo como fenómeno del rigso enlos que aún no han tenido tiecupo de profundizar los difíciles y ocultoms misterios de la ciencia melódica y har-
mónica; á todas estas prendas
de inesti-
mable valor conceded una exquisita
sibilidad, y tendreis á
la Srta.
sen-
Mas ejecutando las composiciones de los anet maestros mas esclarecidos del Piano. Sino os sentís al escucharla transportados á un mundo ideal, sino os contrais de improviso rodeados de nuben-es purpur
inas, percibiendo ternura que un himno de
entre resplandores de oro, sonidos indefinibles por la encierran, y que inspiran amor y de entusiasmo, no
sereis entonces capaces de comprende r
á una de las futuras glorias artistas, que será de Puerto-Rico orgullo legíti mo en su ya esplendoroso cielo del arte en que bril lan
constelaciones que en su
ción lucieron la propia
luz
que
forma-
hoy
prodiga, aún modesta yen los umbral nos es, la bella y distinguida Magdalena. Pensionada por la Diputación pronto cruzará el at] ántico, y al des pedirla en
andonamos. res esperanzas, no la ab yo ma á or ed re ac es ios que tándonos solamente á var mi todo ese entusiasmo del li , os nt ie am ns pe os os nuestr medio de cien tributos poda: porque lleva consigo tod en que en día el ir Inc ver COMPASES DE ESPERA hasta que con el aplauso más sincero le enviamos por antici o mos ofrendarle el nuestr : ica, la Srta. Carbonell íst pado. art sta fie la de r do en pl Coadyuvaron al mayor ex o y admiración de todos cuantos han tenido el us la ap el del Casino cuyos dotes artísticos son el cuadro de aficionados ol, Ast y ho nc Sa as. Srt gusto de oirla cantar; las osozes de mú sica, de Mayagúcez y varios prof nte, y digna Ce las que acostumbra el Casino. Fué una fiesta brilla ENRIQUE SIMON
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NUESTROS GRABADOS
CurBas. — ¡Cuán EMILIO DEL TORO Y En eñas esperanzas! dulce es concebir risu parece que el alma tan sublimes instantes voltura y se traslada abandona su grotesca engiones de lo granre á las encantadoras Y cuanlo “ideal. de. de lo sensible, deson infructuosas, cuando esas esperanzas no en el letargo de las do los sueños concebidos lizan en la realidad, acerbas luchas se crista sér raya
del humano entonces el entusiasmo co el razón agitado vio ndo sie o, iri del el en las cuales por las olas del júbilo,
. a que ininundarle y hasta parece culo. “amenazán cír estrecho tentan arrancarle de su Cuebas y Con él su y Emilio del Toro amigos y profesores, cariñosa madre, Sus que ya S€ han visto concibieron esperanzas
realizadas,
con
el,
triunto
alcanzado
por
de la Habana. aquél en la Universidad traza cúpole el honor Al que estas lineas como discípulo de de contar, á dicho joven, <Liceo
>
Mílazia
qa
loeresra
3
e
Quiñones
de enseñanza Historia en el plantel te modelo, fué Emilio; de Mayagiez. Estudiantos son en gran númesus sobresalientes méri stacan los siguieñtes: ro, y, entre ellos se de so con sus etuo estudioso, digno, resp amigo, jantes, buen hijo, «buen E
y
otros! que
: : . ia st de mo e y dos a mt ve lad iso cumplido ir su acr her ha MO ro a par aun y tar ano jo as Ro de dejamos es natural de Cabo r calificación en tod en jo as me eb Cu la y do ro en To ni te del ob Emilio descubrían en dicho plantel ofesores t1vo, quienes de Noviembre pr Cursó el bachillerato s to an cu de o años de edad. ect ndo el alumno predil vocaron: el dia 29 Sufrió sus las asignaturas, y sie al hombre del porvenir, y MO Se equi cursar la carrera. ie s no par um al na ba do del Ha ja ta la en av de tan con rumbo á la s en la de Sept mbre ad mo ud ti Ci úl a sus est y de y 6 ió z 189 sal die de 5 de o de 189 nvocatoria de Ener co sorprendente lapso la el en en o es id en ir es ám qu ad ex r ne os primer honradamente logrado obte
de abogado io hubieran año actual. ¡Un título negación y fuerza de voluntad de Emil samente las laudables aspiracioab io e nueve meses! Sólo la estudio y el talento han coronado victor : a" El imo; últ pa. e ocu br brillante triunfo. tu nos Oc 13 de joven que dia del el as có riz ifi ver era esp los o tes rte ch nes y ardien que le tocó, en sue de Licenciado en dere ma o le ad gr El del z. s re cio mi rci Ra Los eje Cueto Y las minas.» los Doctores Campos, diversas teorías acerca del dominio de formendo el Tribunal las Musas, un amante tica de
ición y crí cípulo de las desarrollar fué: «Expos y Cuebas es, además, UN entusiasta dis drama y seis años comptiso un z Emilio del Toro die de ad ed la A letras. decidido de las buenas
en
cinco
actos
204
»
y en verso titulado «La fuerza del destino,» el cual drama vió 1 a luz pública en 1893. Aunque esta obra ad olece de algunas incorrecciones de forma y fondo, hijas de la inexperiencia por la temprana edad del autor, acusa en éste, genio
poético, fecundidad y soltura para la versi-
ficación.
Terminados sus estudios de segund a ensefianza, entró á form ar parte de la redacción de «El Imparcial» de Mayagúez, en cuyo periódico publicó muchos artículos, entr e los cuales se recuerdan sus «Instantáneas.» H tambien varias poesías y tiene inéd a publicado lección de ellas titulada «Margarit ita una coas.» Durante su permanencia en la Haban a Cscribió, entre otr as, su sentida poesía en verso libre intitulada «Le Jos,» la cual mereció ser premiada con diplo ma de primera clase de plata dorada en los juegos florales y clavel celebrados por el «Club Unitario» de-Cab o Rojo el dia veinte y siete de Septiembre de 1896 . Actualmente se encuentra Emilio en Mayaguez. Está de plácemes esta soci edad porque cuenta en su seno un puertorriqueño dig nísimo, . €speranza legítima del terruño. Que venga cuanto antes el joven Juriscon-
sulto y laureado poeta á tomar parte activa las luch
as cotidianas de la vida, que aquí en le aguardamos con los brazos abiertos y con el corazón
henchido de satisfacciones.
¡Paso al talento, ción a la dignidad! .
,
S
.
.
loor
al
estudio, »
NEL
costumbres puer-
: . .
|,
caracteres
diversos,
de
colores
apue
sófico del autor, ó bien que se det enga á admirar el tesoro de talento, sí exa mina con de. tención
la factura de los personajes á quienes el pintor dió formas. Aquel lechón debe estar muy bien pint ado, debe ser una reproducción fiebruna de la realidad; pero aún así, muerto, chilla en tal cual se despegaría de la escena el cuadro; real donde enarbolase, á no ser en dias de pasc uas, de natalicios ú otros análogos. No tiene la culpa el . pintor de que en /a casa de los muertos se e lech ones
asados;
lo
sabemos:
¿Pero
es*una, costumbre generalizada la que el arti sta nos muestra? — Nosotros somos puertorr ique ños, algo viejos, además: nuestros Cam pos no sotky.. familiares; no creemos general esa costumbré;. La figura de la matrona que rie en medio de la pena es objeto de encontrados comentarios. que sabemos que el dolor tiene su risa, perdonamos á los que lloran al ver reir á uña madre apenada; sí bien es verdad que .las mujeres puertorriqueñas por un punto de nerviosidad que las haga reir en medio de una desgracia, tienen un de lágrimas
al tesoro
SRTA. María TERESA
de
sus
que
fecunda
sentimientos:
QuIÑoxks.—Hó
nrgse La REVISTA BLANCA con estamp de un artista de renombre en ar en sus el. páginas el retrato de la bella y can pintura. Las personas que han mundo de la dor osa flor podido admirar Sangermeña señorita María Teresa i Quiñon Las bellezas que encierra EL VELoRO Une á sus encantes físicos, los teso es. nos dicen Que la luz y el color maravillan ros de por la ingénita sus más altos y nobles sentimientos. verdad que el talento del artista supo imprimir . 24 alma es urna de todas las virt sobre la tersura monótona del udes de la lienzo. tierra, así como sus ojos son á *manera' Nuestro grabado está copiadode una de dos fulgurantes sóles borincanos. fotografía del reputado fotógrafo señor Alonso; fanto en la fotografía como en »el grabado se Adivina lo que debe ser el cuad .pecie de nomenclatura de usos ro original, esy costumbres del país, que al verlas así trasladad as excitan A nuestros en unos las severas críticas y en favorecedores otros benévolos Comentarios. Desi | «l causa En muestro concepto, la obra adolece de haber tenido que de un defecto por lo que concierne á com pon er la rot ura de la! falt una a pie de za soim. briedad: háy en él hacinamiento portante de la nueva prensa que reci de figuras, teMas para muc o hemos visto ese cuadro, obra
d
0 repre-
hallará un manantial de bellezas en questísimos, el espirítu; bien que desentrañe el pensamrecrear iento filo
_—>
VeLor10.-— Cuadro de
que
Claro es que quien sepa ver, vista al grupo del niño muerto y al dirijirá la negro viejo que le contempla, ......y en esas dos figuras de
manantial
Jorriqueñas del señor FE. ( Mer .
en marañado
senta Ex VELORIO.
Teligiosamente
TE
E
denar el pensamiento
que
hos cuadros;
se representasen
pictórica
quiso el autor hacer
labia
escenas
en , Un reducido escenario, y result a de ello una batalla de encontrados sentimientos , una algabía de pasion
es que distraen la atención dequie n . Al contemplar la obra pierde gran parte del tie
¡su
mpo que debiera emplear en adm rla en totalidad, y no en d arse cuenta de ira como. or-
bimos de New- York para editar nue tra publicación, ésta no ha podido sla luz pública hasta hoy. Suplic ver amos indulg
encia, y Procuragemos en lo sacesivo regularizar la salida de este semanarto,
al cual,
¡nuv en breve,
Pañará un cuaderno. de MIGOIDA acom:S;