RE VISTA del INSTITUTO de CULTURA PUERTORRIQUENA ANTROPOLOG!A HISTORIA LITERATURA ARTES PLASTICAS TEATRO M0SICA ARQUITECTURA
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MARZO
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DEL INSTITUTO DE C U L TURA PUERTORRIQU ENA JUNTA DE DIRECTORES Eugenio Fernandez Mendez, Presidente Enrique Laguerre · Arturo Morales Carrion · Salvador Ti6 Teodoro Vidal · Guillermo Silva · Enrique Campos de! Toro
Director Ejecutivo - Ricardo E. Alegria Apartado 4184 ANOV
SAN JUAN DE PUERTO RICO 1962 ENERO - MARZO
NOM. 14
SUMARIO
Dos cantos a Puerto Rico por Luis Hernandez A quino
1
Definici6n y afirmaci6n de lo puertorriquefio con la obra de Antonio S. Pedreira por Maria A. Barcelo de Barasorda
·6
Memorias de una islefia por Clara Lair Exposici6n de Vidrieras y Opalinos de Arnaldo Maas
10 11
El pensamiento estetico en la obra de De Hostos por Cesdreo Rosa N ieves
14
Nuevas voces en nuestra poesfa Horizonte por W enceslao Serra D eliz
18
La mano que dot6 mi noche por Andres Quinones Vizcarrondo El crimen
18
y el castigo
por Thomas Mathews
19
Las cabaiiuelas por Maria Cadilla de Martinez
22
Los restos de una cadena de oro ( 15 60) por Cayetano Coll y Toste .
26
Del humor, el amor, la patria y la naturaleza en la poesfa de Andres Mattei por ]. A. Franquiz
28
El doctor Francisco Oller y la inoculaci6n vari6lica en Puerto Rico en el siglo XVIII por Aida R. Caro de Delgado
34
Alabanza de Puerto Rico por Dorisella Russell
36
Francisco Arrivf: La musica y el jardfn por Frank Deuster
37
Los macheteros en la guerra hispanoamericana · por Miguel Melendez Munoz
42
Los rigores de un obispo contra las malas costumbres 45 por ]. Gil Bermejo Exposici6n de Felix Rodriguez Baez
48
La base quinta del programa del Partido Uni6n de Puerto Rico 1912 · 1924 por Ram6n Melendez
51
Documentos de nuestra historia
57
SEPARATA
La Olimpia (Mazurca · Mt1sica de Juan Morell Campos)
COLABORADORES
PUBLICACI6N DEL INSTITUTO DE CULTURA PUERTORRIQUENA
Director: Ricardo E. Alegria Fotografias: Jorge Diana - Dibujos y Grabados: Lorenzo Homar y Carlos Marichal
Aparece trimestralmente Precio de! ejemplar................................................................................ $0.75 Suscripci6n anuaL................................................................................ $2.50 (Application for second class mail privilege pending at San Juan, Puerto Rico]
IMPRESO EN PUERTO RICO POR LOS TALLERES DE ARTES GMFICAS DEL DEPARTAMENTO DE INSTRUCCI6N P0BLICA • 1962 Prfo1<J in Pumo Riro
LUis HERNANDEZ AQUINO. Poeta, pe~ riodista y escritor, naci6 en Lares. Maestro en Artes de la Universidad de Puerto Rico en 1952, se recibi6 en Madrid de doctor en filosoffa y Jetras. Director de las revistas Insula, Bayoan, y Jaycoa, y colaborador en numerosos peri6aicos, su labor literaria le ha merecido premios de diversas entidades culturales del pafs. Ha publicado los poemarios Niebla lirica (1931), Agua de remanso (1933), Poemas de la vida breve (1939), Voz en el tiempo (1952) y Memoria de Castilla (1950). Es tambien autor de la novela La muerte anduvo pot el Guasio ( 1959) .
MARIA A. BARCEL6 DE BARASORDA naci6 en Fajardo. En la Universidad de Puerto Rico se recibi6, en 1957 de Maestra en Artes especializada en literatura espafiola, presentando como su tesis para la maestria un estudio sobre el tema "Interpretaci6n de Puerto Rico en la obra de Antonio S. Pedreira." En 1958 obtuvo la Maestria en Educaci6n de la Universidad de Harvard. Es profesora de Humanidades en la Universidad de Puerto Rico.
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CLARA LAIR, naci6 en un pueblo de las montafias de Puerto Rico. Su verdadero nombre es Mercedes Negron Mufioz. La Biblioteca de Autores Puertorriquefios public6 en 1937 su primer libro de versos Arras de cristal, que mereci6 un premio del Instituto de Literatura Puertorriquefia. En 1950 la misma editorial dio a la estampa su libro Tr6pico amargo, que a la coleccion anterior afiade otros dos grupos de poemas, el titulado "Mds alld del poniente" y el que da su nombre al volumen, tambien premiado por el Instituto de Literatura Puertorriqueiia. ¡L a Revista del !nstituto de Cultura Puertorriquefia ha publicado algunos capftulos de su libro en preparacion Memorias de una islefia.
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A. FRANQUIZ, natural de Puerto Rico, fue por muchos afios profesor y jefe del Departamento de Filosoffa de la Universidad de Puerto Rico y actualmente ocupa identico cargo en la Wesleyan University (West Virginia) . Ostenta doctorados de las Universidades de Boston y Colgate y ha publicado varios libros y numerosos artfculos de filosofia, psicologfa, sociologfa historia y literatura.
CEsAREO RosA N IEVES naci6 en Cayey. Desde 1936 es catedratico de literatura en la Universidad de Puerto Rico. En 1952 se recibi6 de doctor en filosofia y letras en la Universidad Aut6noma de Mexico. Ha publicado numerosas obras de crftica e investigacion, poesia y teatro, entre las que figuran: Romdn Baldorioty de Castro: biodrama en tres actos y en verso (1948); Siete caminos en luna de sueiios (1957), L a p oesia en Puerto Rico (1958), Los nisperos del alba maduraron (1959) , Diapason negro (1960) e Historia panordmica de la literatura puertorriquefia (1961). Es tambien autor de la antologia en tres tomos titulada Aguinaldo lirico de la poesia puertorriquefia. (1957).
THOMAS G. MATHEWS, doctor en filosoffa de la Universidad de Columbia (1957) , ha sido profesor visitante de ciencias polfticas en el Mexico City College y consejero de la Fundacion Hispanica de la Biblioteca del Congreso de los Estados U nidos. Ha dictado catedras en el Colegio de Agricultura y Artes Mecanicas de Mayagiiez y en la Universidad Interamericana de San German, y desde 1961 es profesor de historia en la Universidad de Puerto Rico. Desde el mismo afio ocupa el cargo de Director del Instituto de Estudios del Caribe.
MARIA CADILLA DE MARTINEZ, ensayista, folklorista, poetisa e historiadora, naci6 en Arecibo en 1886. Se recibi6 de Maestra en Artes en la Universidad de Puerto Rico en 1931 y de doctora en filosofia y letras en la U niversidad de Madrid en 1933. Fue miembro de la Academia Puertorriquefia de la Historia y de varios institutos y sociedades de historia y de folklore del extran jero. Escribi6 numerosas obras entre las que figuran: Cuentos a Lillian (1925); La poesta popular en Puerto Rico -su tesis doctoral (1933); Cazadora en el alba y otros poemas (1934) ; La mistica de Unamuno y otros ensayos (1934); La campesina de Puerto Rico (1937); Costumbres y tradicionalismos de mi tierra (1939); Cantos y juegos infantiles de Puerto Rico (1940) ; Raices de la tierra (1941), Hitos de la Raza (1945) y Rememorando el pasado historico ( 1946) . Falleci6 en San Juan en 1951.
AIDA CARO DE DELGADO naci6 en Hato Rey. Bachiller en Ciencias Sociales de la Universidad de Puerto Rico (1943), en 1944 obtuvo el grado de Maestra en las mismas disciplinas de la Universidad de Texas, y en 1954 se recibi6 de doctora en Filosofia y Letras en la Universidad de Madrid. Durante dos afios fue directora del Archivo Historico del Ayuntamiento de San Juan y actualmente es catedratica de historia de la Universidad de Puerto Rico.
CAYETANO COLL Y TosTE naci6 en Arecibo en 1850 y estudi6 la carrera de medicina en la Universidad de Barcelona. Ejerci6 su profesion a la vez que se dedicaba al cultivo de la literatura y a la investigacion hist6rica. Particip6 activamente en la vida cultural y politica del pais y fue miembro de la Camara de Delegados y presidente del Ateneo Puertorriquefio. Se le debe el inapreciable Bo~etin Historico de Puerto Rico (1914-1927), que comprende catorce volumenes, y numerosos ensayos y obras del mismo caracter, entre ellas Colon en Puerto Rico: disquisiciones hist6rico-filol6gicas (1893), Repertorio hist6rico de Puerto Rico (1896) y Protohistoria de Puerto Rico (1907). Cultiv6 tambien la poesia y la novela historica, y en 1924-25 public<'> su coleccion de Leyendas y tradiciones puertorriquefias, que reproducimos en este numero de la Revista. Coll y Toste falleci6 eri Madrid en 1930.
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JUANA GIL BERMEJo-GARcfA, de nacionalidad espafiola, pertenece al grupo de jovenes investigadores especializados en historia de America que se han formado en la Escuela de Estudios Hispanoamericanos de Sevilla bajo la direccion del doctor Francisco Morales Padron, autor de varias obras sobre la colonizacion espafiola en el Nuevo Mundo.
FRANK DAUSTER naci6 en el estado de Nueva Jersey y recibi6 sus titulos academicos en las U niversidades de Yale y Rutgers. En esta ultima insti· tucion ensefia en la actualidad lenguas romances. El doctor Dauster es autor de valiosos ensayos publicados en revistas de su especialidad y tiene a su cargo la seccion de teatro moderno del Handbook of Latin American Studies. Se ha interesado especialmente en la poesfa mexicana y se le debe un importante ensayo sobre el poeta Xavier Villaurrutia. En 1956 public6 la obra Breve historia de_ la . poesia mexicana.
MIGUEL MELENDEZ Mm~oz, natural de Cayey, ha consagrado su vida al estu· dio e interpretacion de la clase campesina puertorriquefia, con prop6sitos sociales y literarios. Sohre el tema del jfbaro ha publicado numerosos ardculos, dispersos en revistas y periodicos, y varias obras de caracter costumbrista y sociologico. Entre ellas se destacan las tituladas Estado social del campesino puertorriquefio (1916), Cuentos de l Cedro (1936) y Cuentos de la Carretera Central (1941) . Don Miguel Melendez Mufioz fue premiado en 1960 con la Medalla de Oro del Insti tu to de Cultura Puertorriquefia.
DoRA !SELLA RussELL. Poetisa y pro· sista uruguaya, trajo recientemente a Puerto Rico la representacion cultural de su pafs al IV Congreso de Poesfa Puertorriquefia. Poetisa de renombre internacional, ha publicado los libros Sonetos (1943) , El canto irremediable (1946), Oleaje (1949) y Los barcos de la noche (1954). Se ha dis· tinguido como ensayista, y en tal caracter se le deben varios trabajos sobre Juana de Ibarbourou, cuyas Obras Completas (coleccion "Joya" de Agui· lar) , ha compilado y anotado. Tambien ha pronunc,iadb conferencias sabre temas literarios en varios paises de Suramerica y en Puerto Rico.
RAMON MELENDEZ naci6 en Bayam6n en 1930. Bachiller en Artes de la Universidad de Puerto Rico (1956), en 1958 se recibi6 de Maestro en Artes, especializado en Historia, en la Universidad de Columbia. Su tesis para la Maestrfa verso sobre el tema El conflicto legislativo de 1909 en Puerto Rico. En la actualidad es profesor de Historia de Puerto Rico y de Humanidades en la U niversidad de Puerto Rico.
Dos Cantos a Puerto Rico PoR LUIS HERNANDEZ AQUINO
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A PATRIA HA SIDO TEMA CONSTANTE EN LA POESIA
puertorriquefia. La tendencia a cantarle surge desde el inicio de nuestra literatura. Ya en el Album Puertorriquefio de 1844, ~ditado en Barcelona por j6venes puertorriquefios que desean emular a los autores del Aguinaldo (1843), Juan Bautista y Santiago Vidarte iniciaran el tema de la patria, con sus colaterales del sentido edenico e idilico, anticipandose al "gran Gautier" y otros epigonos. En el poema A Puerto Rico, de Juan Bautista Vidarte, hay ya Ia celula del tema patri6tico-edenico. El poema es idilico, con algo de beatus ille, y en el se especula con Ia flora y Ia fauna de Puerto Rico, aunque el dolor de Ia ausencia de la patria no cuaja con el emocionado Iirismo que utilizara Santiago Vidarte en su poema Insomnia, que es posterior, y que no deja de ser un canto a la tierra nativa. A partir de Juan Bautista y Santiago Vidarte son numerosos los cantos a Puerto Rico, que se prolongan hasta Ia hora presente, clamando por aparecer en una antologia poetica de afirmaci6n puertorriquefia. 1 El objeto de este trabajo es comparar dos cantos dedicados a nuestra Isla, obra de dos poetas de Ios mas representativos de la Iirica puertorriquena del ultimo cuarto del siglo diecinueve: Jose Gautier Benitez (1851 -1880) y Jose Gualberto Padilla (18291896) , conocido como El Caribe. Ambos poetas cultivan la poesia romantica, son influidos por grandes poetas espanoles de Ia epoca, cultivan Ia satira, aunque en grado distinto, y el periodismo. Tienen en comun un ¡ amor ardiente a Ia patria. 2 Jose Gualberto Padilla cae dentro de Ia esfera del primer romanticismo, que se inicia en Espana de 1830 a 1834, poco despues de su nacimiento, Iogrando vivir para ver el post-romanticismo. Gautier Benitez nace dos anos antes de terminarse el movimiento romantico. Vivira el post-romanticismo, pero es evi-
dente que recibira influencias literarias de la primera epoca romantica espafiola. Gautier, como post-romantico, estara mas cerca de las nieblas y el lirismo becquerianos del intimismo y el ensueno, que Jose Gualberto Padilla. Para comprender sus cantos a :P;uerto. Rico, tiene que ver en mucho Ia formaci6n clihural de ambos poetas, sus actitudes y su temperamento. Jose Gualberto Padilla adquiere una cultura mas amplia que Ia de Gautier Benitez, a quien Ia adversidad separa de los posibles estudios universitarios, forzandole a la carrera castrense. Padilla, aunque azotado por la pobreza y la adversidad, logra hacerse medico en Barcelona, donde esta en contacto directo con la cultura viva espanola y los literato~ de la epoca. Aunque Gautier vive en Toledo, Espana, dedicado a Ia carrera militar, su estancia es breve, comparada con la de Padilla. En el periodismo militan ambos, y ambos cultivan la satira, que Padilla hara mas caustica y disolvente que Gautier.s En fin, que Padilla, quien se inici6 en el primer romanticismo, se atendra mas a las corrientes neoclasicas, con un sentido criticista heredado del siglo XVIII. La diferencia se transparenta muy claramente en Ios dos cantos a Puerto Rico. Ambos poetas enfocan un mismo tema y se encuentran en la zona esencial del amor a Ia patria, pero su tono es distinto. La efusi6n romantica en Gautier, su vehemencia ante Ia patria, son las de un enamorado.
I. Vease El
tcma edenico en la poesia puertorriqueiia, por Luis Hernandez Aquino, en Critica y anto/ogia de la poesia puertorriquefia, Instituto de Cultura Puertorriquei\a, p>lgs. 11 a 26. 2. Gautier tiene los siguientes cantos a Puerto Rico: Ausencia, 1870, R egreso, noviembre de 1870, A Puerto Rico, por la concesion de dcrechos consagrados en el titulo I de la Constituci6n espai\ola de 1873 y A Puerto Rico (1879). la oda ¡ que aqui comentamos. 3. Lo evidencia su polemica con el periodista espai\ol Manuel de! Palacio, quien satiriz6 a Puerto Rico en versos, a los quc contest6 Padilla con el seud6nimo de El Caribt.
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El clasicismo de Padilla le hara mas frio ante el espectaculo de la Isla. Su lenguaje no desbordara como en Gautier, sera contenido, rico y exacto. El poeta tendra mas equilibrio y serenidad. Lastima que el poema de Padilla quedara incompleto a su muerte.
II - A PuERTo Rico - Jost GAUTIER BENiTEz I. Testamento de amor: El Canto a Puerto Rico, de Gautier Benitez, fue escrito en mayo de 1879, poco antes de la muerte del poeta. Es, en cuanto a su genero, una oda por su elevaci6n y apasionamiento, escrita en versos endecasilabos y heptasilabos, predominando los primeros. El poema puede dividirse en cuatro partes, sin tomar en cuenta la distribuci6n tipografica, que lo divide en tres,1 para SU analisis. La primera de las partes es una introducci6n en la que el poeta explica que es el suyo el testamento de amor a la patria:
iElla es de mi amor el testamento! jella el AD/OS que tu cantor te envia! En esta introducci6n Gautier utilizara recursos poeticos previamente utilizados en sus poemas Ausencia y Regreso, comparando a la Isla con una perla y un jardin marino, metaforas que us6 su antecesor Santiago Vidarte:
Fantdstico jardin de flares rico. (Vidarte)
Bello jardin, de America el ornato. ¡ (Gautier) Y tu, patria adorada, Puerto Rico, perla de oro en pielago embutida. (Vidarte) Perla que el mar de entre su concha arranca al agitar sus ondas placenteras. (Gautier) En la segunda parte se profetiza la existencia de la Isla y se especifica su origen. Se describen su geografia, su flora y su fauna, en forma muy generica, y se da cuenta de su descubrimiento y de la vida aborigen, sin detallismo. La tercera parte explica hechos hist6ricos ocurridos en ella despues de la colonizaci6n, referentes al destino del indio .y la esclavitud negra. . En la parte ultima se profetiza el porvenir de la patria en el tiempo. 2. Historia, tierra, geografia: Si en la primera par-
I. He utilizado el texto que aparece en
Jose Gautier Benitez, obra
completa 1960, por Socorro Gir6n de Segura.
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te Borinquen es para el poeta nombre amoroso, "como el recuerdo de un amor profundo" le canta dandole un concepto de universalidad, a pesar de ser isla. Lo importante para el poeta es dar su testimonio de santo amor a la patria. De ahf, que en forma profetica, herido de muerte por la enfermedad que le consume sera SU canto "el ultimo sonido de SU laud" Y "de su amor el testamento". La historia, la tierra y la geografia de la patria se destacan en la segunda parte del poema. La patria "fue una bellisima quimera" para el europeo, quien desconoda el arcano del Nuevo Mundo. Idealiza pues, Gautier, con un sentido edenico e idilico, la tierra materna. Se efectua el hecho del descubrimiento. El mundo americano cobra realidad para el europeo y la Isla viene a ser de "ese mundo bellisimo fragmento". Explicando nuestra realidad geografica, se apoya el poeta en una teorfa geol6gica sostenedora de que el continente americano tuvo su origen en un cataclismo. La Isla viene a ser una parte de ese continente que surge del fondo de los mares. Por un proceso de enumeraci6n negativo, realza Gautier la pequeiiez de la Isla, que trajo, en su aparici6n, tan solo la belleza del resto del continente, sin copiarlo en su pompa y "en el horror de su grandeza". Debido a esas circunstancia's la Isla no cuenta en su fauna con "el tigre carnicero", el le6n, el jaguar, el boa ni el caiman. Sus rios no son rios gigantes, sino pequeiios y apacibles. Tampoco estremece sus entraiias virginales el ruido aterrador de los volcanes. En una forma afirmativa, el poeta enumera los bienes de la patria, enumeraci6n mucho mas poetica que la de Andres Bello en su Silva a la agricultura de la zona t6rrida, y con un sentimiento romantico de que carece el clasico venezolano. La enumeraci6n va desde la caiia de azucar, la palma, el cedro y el cafeto, hasta la fauna de la tierra, que aparece con su sentido de pequeiiez y de ternura; la t6rtola quejumbrosa, las palomas y los turpiales amorosos que anidan en los limoneros, los sinsontes cantores, todo dado en un idilico marco de armonia. Porque al fin y a la postre, asi habra de ser el ser puertorriquefio:
Toda es en ti voluptuoso y leve, dulce, apacible, halagador y tierno y tu mundo moral su encanto debe al du lee inf lujo de tu mundo externo. El sentido moral aparece asi regulado por la geografia y el ambiente. El ser fisico, exterior,' de la patria, influye en la sicologia, en el mundo interior del hombre puertorriqueiio. Hay como un compas de danza puertorriquefia en estos versos transcritos, que encarnan en su semantica la filosofia de Montesquieu, muy en boga en el siglo en que le toc6 vivir a Gautier, que identificaba al hombre con su medio.
Al final de esta segunda parte del poema, vuelve el poeta a hacer una alusi6n hist6rica al arribo de Crist6bal Col6n a las playas borincanas, y establece el hecho de la cristianizaci6n del indio y de la fusi6n de las razas aborigen y espafiola. 3. La cuestion moral: EI problema moral en Gautier cobra una significaci6n universal cristiana. No concibe c6mo se puedan producir hechos nefandos en la patria. Como hombre se avergiienza de las huellas del terror que manchan a la humanidad. El exterminio de la raza indigena y el hecho social de la esclavitud negra, que le sigue, torturan al poeta profundamente:
Llego un dia fatal de horror y duelo cuando del oro tras el torpe lucro la vil esclavitud manch6. tu sue lo . .. El poeta cree que la Isla debi6 hundirse en el oceano para lavar esas manchas pecaminosas. Pero siendo la sangre de Cristo la que sella las ideas santas, y por Cristo viene la redenci6n del genero humano, llega el momento en que cesan las lagrimas y el duelo, y se borra la mancha nefanda con la manumisi6n del negro esclavo. Ahora la tierra, lavada de su culpa, sin que la venganza y la represalia se ejerzan contra el blanco, debe ser bendecida por la .mano divina de Dios:
Bendecirte conmovido y tierno porque solo en tu suelo hospitalario, al dulce influjo de tu mundo externo se via la Redencion sin el Calvario.
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Gautier celebra tambien en esta parte del poema las libertades poHticas contedidas por Espafia a su Isla, sin que ''vibre el arma fratricida", y vuelve en este punto a reiterar, en s6lo quince versos, Io que habia celebrado en su Canto a Puerto Rico 1 del siete de setiembre de 1773, con motivo de la "concesi6n de los detech_os consignados en el titulo primero de le: Constituci6n''., . por las Cortes Constituyentes de la Republica:; _a los habitantes de Puerto Rico. 4. Cant.or del porvenir: EI amor a la patria rebasa los limites d(! la pasi6n. En la ultima parte del poema se evidencia que Gautier aspira a una vida sin fin para adorarla y una lira inmortal para cantarle. Pero asimismo, en esta parte del poema se registra el aspecto positivista del poeta, a tono .con SU epoca,
I. Reza asi. en parte, el aludido titulo: De los espafioles y sus dere-
chos. - Articulo ] 9 Son espafioles: ] 9 Todas las personas nacidas en territorio espafiol. 29 Los hijos de padre y madre espaiioles, aunque hayan nacido fuera de Espana, etc. Vease Lidio Cruz Monclova, Historia de Puerto Rico, Editorial Universitaria, 1957, pags. 331-336 y 338, Tomo II, Primera Parte. '\
cuando la corriente progresista inunda la filosofia y la Iiteratura. EI credo porvenirista hara exclamar al poeta que "Ia patria no es un atomo perdido" sino mas bien un pueblo hecho, que mira y marcha hacia el porvenir, mediante el progreso, en conquista de ciencia y libertad:
Eres el pueblo que su voz levanta si la justicia y la razon le abona, que las exequias del pasado canta y el himno santo del progreso entonas. Profetiza Gautier el destino de la patria. Usa simb6licamente dos metaforas antiteticas: en el oceano la Isla "no sera la nave prepotente" y sf "la placida barquilla" que avanzara hacia el puerto deseado. No quisiera engafiarse el poeta, pues de lo contrario, preferiria ver roto su laud. Y a traves de la gloria de la patria, de la cual aspira a ser el heraldo, el poeta invoca:
Si ha de unirse mi nombre con tu historia para ser el cantor de tu alegria, para ser el heraldo de tu gloria, Dias me de; al contemplarte, de venturas y triunf as coronada, una vida sin fin para adorarte y una lira inspirada, inmortal y feliz para cantarte.
III - A
PUERTO
Rrco - Jost
GuALBERTO PADILLA
I. Una alegoria: Jose Gualberto Padilla empez6 a componer su Canto a Puerto Rico en el afio 1879, afio en que Gautier Benitez escribi6 el suyo para someterlo a un concurso patrocinado por el Ateneo Puertorriquefio, y con el cual obtuvo un premio. Cabe preguntar en este punto, cse proponfa el doctor Padilla concurrir al certamen del Ateneo, desistiendo despues de haberlo empezado, debido a la estructura y longitud de su poema? El poema consta de tres secciones: una dedicatoria dividida en dos partes, una invocaci6n, y el canto en sf, que qued6 trunco. Es extrafio que el poeta no lo terminara, pues desde que lo comenz6 hasta el tiempo de su muerte, transcurren diecisiete afios. La primera parte, o sea la dedicatoria, escrita en redondillas, que dirige el poeta a sus "dos madres", es una alegoria de tipo clasico. Por el camino de un valle van dos matronas - la patria y la madre del poeta - una joven y la otra anciana, coronadas de ÂŁlores. Llevan a un nifio de la mano y se dirigen a una loma, donde hay un ceibo, a cuyos pies figura un altar. Una vez frente al altar, se arrodillan y rezan. Luego besan al nifio en la frente. El nifio, que es
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un preclestinaclo, pone una mano sobre un crucifijo de! ara y declara que debe su vida a ambas mujeres, a la vez que se ofrece a ellas. Les anuncia que guardara sus amores y que retornara cuando sea hombre. Despues se retira besandolas. La dedicatoria tiene una segunda parte. El nifio ha retornado hecho un hombre. Se dirige al arbol de ceibo, donde esta el altar. Es la hora de la tarde y el so l declina. El joven, quien trae un libro en la mano, se clescubre ante el ara y lo pone ante ella. Explica que viene a cumplir la promesa hecha. Asegura que ha guardaclo puros sus dos amores y que: Con ellos traigo un cantar, fruto de tiempo y trabajo . .. Deuda que el nifi.o contrajo y el hombre viene a pagar. Es el Canto a Puerto Rico, dedicado, delante de Dios, a los dos grancles amores de! poeta: su difunta madre y la patria puertorriquefia. 2. La patria univ~rsal: En la invocaci6n o introducci6n, escrita en octavas reales, asume el poeta una actitud romantica y pitle inspiracic'Jn para cantar a la patria. Teme no sentirse capaz de enaltecer su belleza. Le llama madre, e invoca a dos poetas romanticos -Jose Maria Heredia y Gabriel de la Concepcion Valdes- ambos cubanos, de los cuales desea ser emulo para cantar al terrufio. Continua solicitando al numen de la patria, que presida SU Canto, para llevar entre las galas de SU musica el nombre de Puerto Rico al orbe entero. El poeta desea darie a la patria un sentido universal, y en esto coincide con Gautier. Por eso invoca los grandes hechos que por amor a la patria realizaron otros pueblos. El ultimo recurso para la inspiraci6n sera Dios: Y con tan alto y poderoso amparo no haya temor que agobie tu osadia; canta con plectra vigoroso y claro, inspiraci6n audaz del alma mia; haz rezonar sin timido reparo las ecos de tu agreste melod{a, y lleva entre las galas de tu verso de Puerto Rico el nombre al Universo 3. La perla del Caribe: El canto en si es la tercera parte del poema, que se inicia con la mafiana y la visi6n del mar. La primera octava, plastica y descriptiva, nos <la una vision pict6rica de la Isla: jFillgida, pura, rutilante estrella en el turqui del cielo destacada! jGentil, gallarda, pudica doncella 4
entre tu/es y encajes rebozada! Rica esmera lda , transparente y bel/a, en jJ/ata y en zafiros engarzada, eleva Puerto Rico su contorno que la mar del Caribe baiia en torno . Continua el poeta con fuerza descriptiva ofreciendo el cuaclro de la Isla. El mar y el sol se destacan rutilantes en ella. Entre el mar y la brisa hay un idilio suave y voluptuoso. Es un ambiente edenico e itlilico el que reina . Llegada la tarde, el sol "sepulta la encendida frente en un limbo remoto". Ahora la brisa se refugia en los bosques y el mar se duerme en la noche. Para el poeta la Isla es como un ser encantado, y como Vidarte y Gautier, la concebira perla en el mar: Ninfa gentil que adoraci6n recibe se alza la perla de la mar Caribe. La considera dotada de un abril perpetuo, de ambiente grato, clebido a la frescura que le clan las brisas sutiles. La corona un cielo claro y la tapiza un rico suelo. Es para Padilla la patria "un risuefio eden, un sofiado paraiso". Es el paraiso del hombre primitivo, el del bu en salva je de Juan Jacobo Rousseau. Asi es como en este ambiente propicio describe el poeta la vida, costumbres y el caracter clel aborigen, pasando a ser mas concreto con la geografia en las estrofas siguientes. Hay senticlo arqueol6gico y prehistorico en estas octavas que la critica de su tiempo vio superiores a las de La Araucana de Alonso de Ercilla. 1 Ocupa numerosas estrofas la clescripcion que hace el poeta - buen naturalista - de las diversas palmas criollas, a las que bautiza con la extraordinaria metafora de "vegetal obelisco". En un proceso descriptivo enumerativo, con antecedentes en las Ge6rgicas de Virgilio y el poema de Andres Bello anteriormente mencionado, y mucho mas preciso que Gautier, va Padilla mencionanclo la flora boricua; el guineo, el ceibo, el tabonuco, las plantas medicinales y finalmente los frutos. La estrofa en que describe la china basta para dar una idea de la riqueza descriptiva clel autor: Oro f ingiendo en cam po de esmeralda el amarillo globo de la china del drbol pinta la lujosa falda, que prende a trechos punzadora espina; vivas le borda en nitida guirnalda
I. ¡vease el pr6logo de En
el com bate, de Jose Gualberto Padilla, Libreria Paul Ollendorff, Paris, pagina 25, pr6logo de Manuel Fernandez Juncos.
del azahar la f lor alabastrina y entre alabastro y esmeralda y oro bizarro el drbol muestra su tesoro.
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Casi toda la flora borinquefia desfila por las octavas del Canto a Puerto Rico de Padilla. EI canto queda inconcluso con Ia descripcion de Ia pifia, donde, anticipandose a Luis Pales Matos, nos ofrece una metafora novedosa, la de la corona:
Y por doquier alzando en la llanura el soberbio f lor6n de una corona, dddiva sin igual, con que natura por reina de las frutas la pregona, en cuarteles partiendo la envoltura que del rubi la purpura blasona orgullosa presenta la campii'ia entre silvestres bucaros la piiia. Luis Pales Matos dira en Mulata-Antilla, siguiendo el procedimiento descriptivo enumerativo:
He aqui en su verde traje la guandbana con sus finas y blandas pantaletas de muselina; he aqui el caimito con su leche infantil; he aqui la piiia con su corona de soprano ... No hay que dudar que de haber terminado el autor su poema, hubiera incorporado, en sintesis estraordinaria, la historia de la Isla hasta sus dias. Tal parece que eso era el intento de Padilla, pero desgraciadamente para nuestras Letras, no se concret6, quedando inconcluso el canto, como una trunca columna g6tica. IV.
RoMANTICISMO VERSUS CLAs1c1sMo:
clasico, con un toque romantico en Ia introducci6n de su poema. Se destaca Gautier por el subjetivismo en su Canto a Puerto Rico y Padilla por la forma objetiva con que trata el tema en el suyo. De ahi que la poesia de Gautier sea eminentemente Ifrica y emocionada y la de Padilla plastica y objetiva, con un marcado tono epico. Se destacan tambien en Padilla un refinamiento estilfstico y un Ienguaje depurado. Ambos poetas coinciden en Ia contemplaci6n amorosa de la patria, pero se emocionan en forma distinta. La mahera de emocionarse y ver las cosas establece diferencias estilfsticas y formales en ambos poetas. Gautier utiliza en su poema una combinaci6n de endecasilabos y heptasflabos entremezclados, que hace su poesia suave y cadenciosa, mientras Padilla usa Ia redondilla en Ia introducci6n y Ia octava real en el resto <lei poema, que son formas muy cefiidas, tendientes a cortar Ia expresi6n. Gautier hace gala, por otro lado, de una sfntesis admirable, y escribe su canto en doscientos treinta versos. Padilla necesita 726, entre redondillas y octavas, para expresar Io suyo, sin que el poema haya sido concluido. Mas, dejando a un lado el aspecto formal, aparte de la monotonia de las octavas reales del canto de Padilla y la cadencia mel6dica de las estrofas de Gautier, hay una zona espiritual donde ambos poetas confluyen: la salvadora zona del amor a la patria y de la afirmaci6n de la tierra, de Ia que dice Padilla:
;Amor de Patria! Sacrosanto anhelo, de las virtudes manantial f ecundo. Y de la que afirma Gautier en su canto de cisne doloroso:
Antes que llegue mi postrero dia
y mi cantar se ex tinga con mi aliento Como apuntamos al comienzo, Gautier y Padilla son una sfntesis en sus respectivos cantos a Puerto Rico. Gautier es romantico absolutamente y Padilla
toma, ;patria! mi ultima poesia ;ella es de mi amor el testamento!, ;ella el adi6s que tu cantor te envia!
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Definicion y afirmacion de lo puertorrique:fio en la ohra de Antonio S. P edreira PoR MARIA
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L TEMA CENTRAL DE LA OBRA DE PEDREIRA RESPONDE
al amor de lo puertorriquefio puesto en primer termino. Es por eso el primero en realizar de manera sistematica la busqueda de nuestra verdad colectiva, de los rasgos que nos definen como pueblo. Nutrido en la savia de una generacion fronteriza en la crisis puertorriquefia del '98 hace suya la inquietud de la generacion espafiola del '98 revisionista y creadora en su afan de hacer una Espafia mejor. Queda vinculada tambien SU obra al espiritu crftico de los hispanoamericanos Mariategui, Gonzalez Prada, Basadre, Marinello, Mafiach, obras inspiradas en labrar un mejor porvenir para nuestra America. Lejos de perder actualidad, el mensaje de Pedreira gana interes a medida que se cierra sobre nuestra conciencia colectiva una ola creciente de incertidumbres y una tragica nebulosa de vacilaciones. Hoy mas que nunca debemos escuchar atentos la voz de este hermano mayor que un dia se levanto ante nosotros a reclamar el cumplimiento del mas alto deber: el de conocernos a nosotros mismos. Tal vez la clave mas visible de su mensaje la hallamos en su modo de concebir el devenir historico del pueblo puertorriquefio. Tres titulos alegoricos evocan los momentos claves de nuestra historia, vista como un viaje por mar : Levando el ancla; Buscando el puerto; y Una nave al garete. El primer titulo abarca los tres primeros siglos de formacion en que transcurre nuestra infancia mansa y aletargada, bajo tutela, sumida en el aislamiento casi total con el res to del mundo. No es has ta el comienzo del siglo 19 que ocurre el despertar de nuestra conciencia colectiva sacudida por la repercucion de los cambios politicos en la metropoli: etapas de franco liberalismo eclipsado por otras de reaccion absolutista. 6
A.
B ARCE LO DE BARASORDA
Ante estos vaivenes, nuestro pueblo que ha tenido vislumbres de libertad no se deja arrastrar por la corriente regresiva sino que resiste firmemente. Entonces se le persigue, se le tortura. Pero con el amor a la libertad se ha fraguado tambien el espiritu de sacrificio y la resistencia moral. A las trabas de la libre expresion y el amordazamiento de la prensa responde con la proliferacion de los periodicos liberales y el desafio y la burla de los censores; a la postergacion de los hijos del pais, con la dignidad insobornable. A las torturas del "componte" : con el inquebrantable silencio de las victimas y la mas firme solidaridad dvica. Pero esta nave valerosa que buscaba un puerto seguro, pierde su rumbo. "Cuando ya vislumbra entre la bruma las . costas de nuestra conciencia colectiva, dice Pedreira, y cuando nos preparibamos para el grito jubiloso de "Patria a la vista" una mano guerrera nos quebranto el timon quedando nuestra nave al garete". Y afiade mas adelante: A fines del siglo 19, cuando apenas se empezaba a perfilar nuestro modo peculiar de ser, la guerra hispanoamericana "malogro el intento, dejandonos a medio hacer con el problematico inconveniente de empezar a ser otra cosa". Parece sin embargo que este modo de ser nuestro se habia afirmado mucho mas hondamente de lo que Pedreira habia creido - pues ante el "problematico inconveniente de empezar a ser otra cosa" se alza una voluntad de resistencia que hace que lo que muchos, como Pedreira creen una transici6n - sea realmente una crisis - una amenaza de virarnos en redondo ante la cual nos ponemos de pie dispuestos a no dejarnos doblegar. Una personalidad "a medio hacer" hubiera sucumbido. La nuestra pervive y se lanza a combatir las corrientes extrafias. Es cierto que el
golpe nos aturde; la lucha contra el vendaval de importaciones desmantela el navio y le rompe el tim6n; es cierto. Asi lo reconoce Pedreira cuando dice: "Entre estos dos estilos de vida nuestra personalidad se encuentra transeunte en acci6n pendularia, soltando y recogiendo en ir y venir buscando rumbo como una paloma, en vuelo sin reposo." Pero tambien es cierto que entonces los buenos puertorriquefios levantaron su voz de alarma. Uno de ellos fue Luis Munoz Rivera que desde la atalaya de su peri6dico dirige a sus compatriotas un mensaje cuya actualidad desgraciadamente no se ha desvirtuado aun: "En este barco que navega, proa a la playa con incendio a bordo; en esta isla naufraga que anhela el refugio del puerto, nosotros, los tripulantes, hemos de unirnos espalda con espalda dando frente al peligro todos juntos, todos obedientes a la solidaridad impuesta por nuestro destino." La diferencia de mayor importancia, la que produce las tensiones mas dolorosas y los mas desgraciados naufragios es la del signo espiritual de los dos pueblos que han intervenido en nuestro destino; en la diferencia de sus valoraciones y en sus ideas rectoras, que es como decir en los determinantes de su ser. Pedreira sostiene que el problema bisico es el de la transici6n de la cultura a la civilizaci6n. "La cultura, dice, mas que adelanto es intensidad vital; es asunto cualitativo mas que cuantitativo. El numero, signo de nuestra epoca, no logra atraparla por complet.o." A los que pretenden medir la cultura de nuestro tiempo por el progreso material, porque hay mas escuelas, mas carreteras, mas instituciones publicas, menos analfabetos, mas profesionales, mas sanidad que antes, Pedreira les contesta: "Si yo fuera a sumarme al grupo que todo lo define en terminos de! mas y el menos dirfa que hoy somos mds civilizados, pero ayer eramos mds cultos. Sigue asi describiendo el problema: "Interesa mas la informaci6n que la formaci6n, el sistema educativo boga a la deriva sin una filosofia rectora; se posterga el idioma vernaculo en la escuela. Asi vamos perdiendo la d imensi6n mas expresiva de la cultura: la profundida<l." Muchas de estas criticas - como podemos muy bien ver, cobran mas interes a medida que el tiempo va pasando sin que sanen nuestras lacras. "La preocupaci6n utilitaria y materialista, sigue diciendo Pedreira, posterga los valores que merecen la preferencia; se ha perdido el ocio creador y se vive espoleado por una premura sin sentido. Nos domina una prisa electriea para hacer las cosas, aunque en rigor queden mal hechas. Esta prisa atropella y relega
a un lugar secundario las acGvidades enriquecedoras de la vida humana. En consecuencia no hay tiempo para leer, para conversar en proximidad espiritual, para detenerse en la contemplaci6n. El tiempo es dinero, dicen y hay que llenarlo de logros cuantitativos. " Por estas razones dice: "El problema mas agudo de Puerto Rico es el del hombre; no el de la instrucci6n, sino el de la educaci6n del hombre." Su posici6n se afirma en el concepto de que "educar no es preparar el hombre para las profesiones sino templar el alma para la vida." Esto implica una distinci6n entre los conceptos instrucci6n y educaci6n, saber y cultura. El primero es acopio de conocimientos y el segundo la modificaci6n del ser como consecuencia de una formaci6n cuidadosa y adecuada. Esta cultura, esta educaci6n que templa el alma para la vida ha de considerarse como un recurso indispensable no ya solo de superaci6n, sino aun m ds, de salvaci6n. Forzoso es que quien asi piensa se preocupe profundamente por los problemas de nuestro sistema educativo. Pedreira ve en este la influencia del criterio utilitario y la preocupaci6n por lo cuantitativo que caracteriza la pedagogfa contemporanea en Norteamerica. Se hace extensiva la educaci6n a las masas y se reduce el numero de analfabetos. Alarma el desarrollo en gran escala de la instrucci6n publica a expensas de la dimensi6n mas entrafiable de la cultura que no es la del largo ni la del ancho sino la del espesor. Lo que se gana en extensi6n se pierde en profundidad y en calidad. I nstruir a mas sin educar mejor es el resultado. Ahora h ay menos analfabetos pero tambien hay menos cultos. La consecuencia mas deplorable es el empobrecimiento y deterioro de la calidad humana. Es amarga la afirmaci6n de Pedreira: "Remos ido perdiendo las torres y los alfiles y en el tablero de nuestra vida hoy nos confrotamos con una superabundancia de peones." Es el peligro del achatamiento de los valores, en una sociedad sin aristas en que la igualdad se logra por el rebajamiento de los niveles mas altos en lugar de ser por la elevaci6n de todos los pianos. Ante la preocupaci6n casi general por la deformaci6n d e la lengua materna Pedreira se situa de modo solidario con el sentir general pero formula su posici6n de un modo mucho mas agudo. Mientras otros discuten apasionadamente si la influencia de la lengua extrafia lesiona o no la pureza castiza del vernaculo Pedreira dice que no es la deformaci6n de la lengua espaiiola la que le preocupa, sino la anquilosis de nuestros medios de expresi6n por el empobrecimiento de los recursos y por la tortura psicol6gica del alumno ante la dificultad del aprendizaje en idioma
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extrafio. En mi modo de ver Pedreira toca el meollo del problema: El problema no es filol6gico sino pedag6gico; no es la lengua lo que se deforma; somos nosotros. Asi Pedreira se aparta de la oposicion clasica del purista y se situa en la responsabilidad exigente del educador. Ante las deficiencias que pueden atribuirse al magisterio - Pedreira llama la atencion de tres direcciones importantes hacia la superaci6n de las mismas: enaltecimiento y depuracion de la actitud misma de los maestros mediante un mayor fervor por el desempefio de su mision y el esfuerzo por colocarse por encima de la tarea a realizar "amparandose diestramente sobre el metodo y la materia para dar con reveladora independencia lo mejor de su espiritu. "Yo creo, dice, que en los ultimos tiempos hemos dado exagerada preferencia al c6mo ensefiar con riesgo de poner en circulaci6n maestros sin saber que ensefiar." Para el que tiene algo que decir le sobran modos: el c6mo le viene por afiadidura. Tal es la gracia Mil del maestro; la gracia suficiente de que hablan los te6logos." Consciente del riesgo de los extremismos afiade: "La erudicion no hace maestros, el saber mucha pedagogia, tampoco." Recomienda encarecidamente que los maestros se mantengan al dia y a tono con su tiempo mediante el interes versatil, la aguda curiosidad intelectual y las buenas lecturas. "Hay que tender, dice, a la ilimitada prolongacion de la juventud interior para mantenerse al alcance de la juventud y poder oir el rumor de la vida que le queda enfrente y auscultar los pechos que han de enfrentarse al porvenir." La Universidad es para Pedreira el crisol donde se fragua la promesa de un porvenir mejor para nuestro pueblo; vivero de juventud es ella. La juventud estudiantil padece serios males pero el mayor de todos es el de afanarse en obtener una buena nota como unica raz6n de su esfuerzo, en contraste con su poca curiosidad intelectual. Una vez obtenida la nota deseada cesa toda curiosidad e interes por las materias aprendidas superficialmente. Sin un interes en el saber por el saber mismo, sin una profunda repercusi6n espiritual que solo da el interes por el conocimiento autentico, la Universidacl mejor clel mundo no puede cumplir la mision de formar hombres cultos. Por otro laclo el maestro universitario tiene que revisar sus actitudes. No puede ser un ente inopinante, sino un promotor de procesos mentales, un retador de la iniciati,¡a y el esfu erzo de! estudi a nte. La U niversiJacl tiene que ser un centro de discusi6n libre, que estimule a la juventud al pensamiento critico y creador, si se espera que sea formadora de hombres
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conscientes que revisen el pasado y el presente para labrar un porvenir mejor. Esta juventud que Pedreira contempla en torno suyo ha ido creciendo a la sombra de dos generaciones aturdidas, con peligro de no encontrar su propio rumbo. Reclama que la juventud arribe a las orillas del presente, que se encare decididamente con el porvenir. Pero para ello no ha de darse prisa lanzarse prematuramente a la actividad publica sino esperar pacientemente, el momento maduro de tomar parte activa en la vida. No puede hacerlo sin una cuidadosa formacion, y ~'in la madurez que dan no s6lo los afios sino la cultura. Querer ser hombre antes de tiempo es renunciar a Ia juventud donde se hace y se templa el alma del hombre en un clima de fervores y en un deber de seriedad y honradez intelectual. No se debe interpretar este aviso de Pedreira en el sentido de mantener al joven en una crisalida de indiferencia y mucho menos de complacencia. El joven universitario debe instruirse, leer, buscar, investigar, preguntar y exigir que se le hable con limpida honradez. Sin tomar parte activa en la discusion de las ideas de su tiempo :-estas no pasaran nunca de ser para el meras cuestiones academicas; y Ia vida, los problemas conque hay que encararse para labrar un porvenir mejor, no pueden verse como cuestiones academicas sino como retos de la vida a los cuales tenemos que responder arclientemente siguiendo el consejo de Eugenio Maria de Hostos: "Si quieres ser hombre completo, pon toda la fuerza de tu alma en todos los actos de tu vida." "La juventud," dice Pedreira en SU mas hermoso mensaje, "no es una profesion ni siquiera un titulo si solo se alcanza con amagos; y no puede ser promesa o esperanza en tanto su armario este vacio de reveiaciones orientadoras, de esfuerzos disciplinados y de una carga de energias capaces, puestas al servicio de la sensatez. No ha de afanarse en ser flor mientras no tenga quehaceres suficientes que le sazonen la certidumbre de ser fruto. Hay que justificar ese envanecimiento mozo apoyandolo en un¡ esfuerzo prolongado hacia la obligaci6n cumplida." Finalmente reclama Pedreira de la juventud el descargo de la mas alta obligaci6n: la de buscar en los repliegues cle nuestro vivir aquellos puntos concretos en que se apoya nuestra personalidad y olvidando la serie alborotacla cle congojas publicas qu~ conviven en toclo pueblo en gestacion, lanzar a voleo sobre nuestras murallas oficiales las larvas cle nuestra esencia productora. Este clesplazamiento tonico pondr;\ un rayo de luz sobre nuestro clestino y reducira esa hurai"1ez ante inquieLucles uniYersales que tan proYechosas son para los logros cle la cultura. Interpretando sincera y honraclamente el mensaje de Peclreira clebemos clecir que nuestra juventud debe
percatarse cuanto antes del infortunio espiritual de su propio pueblo. Hay entre muchas parecidas una afirmaci6n de Pedreira en que se resume la tragedia de nuestro pueblo. "Carentes del derecho que da la fuerza, es decir, la masa, no hemos podido incorporar a nuestra vida la fuerza que da el derecho. Desventurado, pobre y flaco ha sido siempre nuestro pueblo; operamos en diminutivo." Es inevitable, al recordar estas palabras de Pedreira, que nos hagan pensar hoy a la luz de ofras circunstancias mas pr6speras pero no mas felices, que nuestro pueblo podra dejar de ser pobre y flaco pero no por eso sera menos desventurado porque la desventura la lleva consigo el alma cuando se la quiere alimentar solo de pan. Es necesario que inspirada en el consejo de Pedreira nuestra juventud se nutra debidamente y se prepare para cultivar y defender nuestros valores culturales. La amenaza mayor a que puede enfrentarse cualquier pueblo es la de la importaci6n, ya sea por la imposici6n forzosa del conquistador, o por adopci6n festinada, aunque voluntaria, de formas culturales extrafias, sin el debido proceso de adaptaci6n y asimilaC!On. Esto es asi porque una cultura es un sistema organico de ideas, creaciones, instituciones, productos, patrones de conducta, etc., hondamente enraizados en valores cuya ordenaci6n jerarquica varfa de cultura a cultura. Algunas formas pueden ser facilmente adaptadas sin menoscabo de la cultura, pero otras son
de hecho inasimi lables, incompatibles con la entrafia misma y el caracter de ella, por el conflicto que puede haber entre las valoraciones que las formas culturales advenedizas conllevan, frnn te a las valoraciones en que se fundamenta la cultura que las recibe. Mas que nunca en nuestra histori a estamos hoy frente a la disyuntiva de aferrarnos a una nueva ÂŁ6rmula de solidaridad colectiva o resignarnos a la desintegraci6n. Hemos intentado salvar nuestro pueblo de su pobreza material, pero incautos, hemos adoptado filosofias utilitarias extrafias a nuestro espiritu que nos desfiguran hasta hacernos irreconocibles a nosotros mismos. Este desavisado modo de incrustar madera extrafia en el tronco de nuestro ser tradicional ha hecho no solo que se malogre el injerto, sino que se marchite la planta que lo habfa de nutrir con su sabia centenaria, porque olvidamos nutrir las raices. Lleno esta el aire de voces que invitan a una alegada superaci6n por caminos en que es ineludible la renunciaci6n o la sustituci6n de nuestros valores mas entrafiables. El camino de la superaci6n no puede ser el de la sustituci6n o la renunciaci6n, sino el de la afirmaci6n y el perfeccionamiento de lo nuestro. Es preciso reconocer que mejorar no es dejar de ser una cosa para aprender a ser otra; mejorar es seguir siendo lo que somos y aprender a serlo cada vez mas hondamente, cada vez mas sinceramente, hasta acercarnos a la perfecci6n posible.
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Memorias de una islefta PoR CLARA L AIR
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L VIEJO CASERON DONDE SE ALBERGABA "LA LIBER-
hallabase a corta distancia de su sitio de trabajo. Caminaba ella todos los mediodias con los escasos recursos que tenia para el almuerzo, desde aquel sitio a la redacci6n del diario que ya solo editaba un periodiquito de dos paginas sostenido por la colaboraci6n gratuita de algunos amigos. Ella se sorprendia a veces de que los que quedaban no se hubieran ido ya. Compraba en el camino un minimo almuerzo y subia al segundo piso donde Juan tenia en la parte de atras una pequefia oficina. Era un cuarto oscuro, encerrado entre las gruesas paredes del viejo edificio, en donde no entraba mas luz que la que se filtraba por los vidrios amarillos y rotos de un ventanal interior. Aquel mediodia, al llegar al segundo piso alguien le dijo la nueva hazafia contra el caido. Y entr6 a la oficina a esperar que se presentara. Entr6 este poco despues, en mangas de camisa, y con el aire indiferente de siempre. Habia una sola carta sobre el escritorio. Ella la habia ojeado y reconocido la pobre letra desigual, llena de altibajos, que caracterizaba la escritura de los sabres que llegaban de los campesinos antes, en los grandes dias, solicitando ayuda. Juan mir6 la carta y la puso a un lado sin abrirla. Luego levanto el audifono del telefono : -Lo cortaron- dijo ella. El sonri6 casi imperceptiblemente. -<!Esta Erasto ahi?,- pregunt6. TAD"
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-Si, esta -contest6 ella,- pero se llevaron el carro. La compafiia se lo llev6 por atraso en el pago. El se hech6 para atras en la butaca, que cruji6 bajo su peso y volvi6 a sonreir. Sentada frente a el, pensaba ella en los dias cuando la influencia de Juan lograba cargos bien pagados para muchos hombres. cD6nde estaban aquellos hombres? Los que veia alli ahora, los veia a veces por primera vez. 1Con que gracia caial 1Veintitres afios atras vio ella caer a otro hombre! A aquel tambien lo habian atropellado por ansiar la libertad de su patria. Ahora le tocaba a este. Dentro de su cabeza iban y venian incesantemente las palabras de Jose Duarte alla en el afio 1915, despues de la asamblea de Miraflores: "Yo tengo la bravura del combate y mas todavia la bravura de la derrota." c!Que diria ahora este? Reclinado sabre el escritorio, las manos quietas, Juan la mir6 con fijeza. 1Aquella mirada dura y enigmatica que parecia penetrar en los otros, pensamiento y conciencia! Y dijo simplemente: -"Yo no he perdido nada. Los que han perdido son aquellos por quienes yo pude hacer algo . .. " La voz recia, hecha a alcanzar multitudes, se estanco entre las paredes sombrias y reson6 solamente para ella en el claustrado cuarto oscuro. Aquel cuarto en donde no habia ni siquiera una ventana que abriera hacia afuera, hacia lo lejos, hacia el verde, hacia el mar; una ventana por donde pudiera escaparse en aquel momenta la muda protesta del alma. I I
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Exposicion de Vidrieras y Opalinos de Arnaldo Maas
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DE MARZO TUVO LUGAR EN
EL INSTITUTO DE
Cultura la apertura de la Exposicion de vidrieras y opalinos de Arnaldo Maas, primera exposicion de esta clase que se celebra en Puerto Rico. La muestra reunio unas 26 obras del vitralista, ceramista y pintor holandes, quien ha residido largos afios en nuestra tierra y en ella ha producido muchas de sus mejores realizaciones artisticas. Arnaldo Maas se inici6 en su arte en Dusseldorf, y perfecciono su oficio de maestro vidriero en uno de los mejores talleres de Nueva York, bajo la direccion del artista ÂŁranees Joseph Nicholas. La reputacion de Maas como vitralista esta bien cimentada en Europa y Estados Unidos, donde ha instalado obras suyas en iglesias, escuelas, residencias particulares y otros edificios. En Puerto Rico ha realizado otros importantes trabajos. Desde el verano pasado el sefior Maas dirige el Taller de Vidrieria y Emplomados del Instituto de Cultura Puertorriquefia. Ademas de las obras referidas, la exposicion incluy6 varios oleos del mismo artista y un grupo de fotografias ilustrativas de vidrieras suyas que or nan templos de Rolanda, Estados Unidos y Puerto R ico.
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Detalle de la Exposicion
San Antonio, Sermon de los Peces - Vitra l
Lamento Borincano
Los Tres Santos Reyes - Vitra l
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Trilogia de la Musica - San Cristobal Lamento Borincano - David (poeta) Los Tres Santos Reyes (Vitrales)
Cristo - Opalina
El pensamiento estetico en la ohra de De Hostos PoR CESAREO RosA NrnvEs
I.
Patria, Amor y Romanticismo:
D Maria de Hostos en Espana
ESDE LOS PRIMEROS GORGEOS LITERARIOS DE EUGENIO
(1861 a 1869), ya se advierte una tremenda lucha en su espiritu entre SUS inidales microprosas romanticas (baladas y breves relatos lfricos), en que imitaba el estilo de Goethe (el de Werther), Foscolo (el de ]apoco Ortiz), Byron, Hoffmann, Gessner, Ossian, Espronceda, y la estricta oposicion de los grandes moralistas que estudiaba asiduamente en sus lecturas: desde Manou hasta Socrates, Silvio Pellico, Marco Aurelio, Zimmermann, amen de filosofos y educadores modernos europeos. De esta penosa batalla, salio triunfante el pedagogo y el pensador sociologico. El esteta puro se fue quedando poco a poco atras, hasta surgir plenamente su temperamento de maestro de America. En 1873, nos deda, refiriendose a su tarea literaria anterior (con especial blanco hacia su Bayodn, 1863) : "las letras son el oficio de los ociosos, o de los que han terminado ya el trabajo de su vida, y yo tenia mucho que trabajar. El libro era necesario como preliminar de ese trabajo, y seguir escribiendo libros era seguir perdiendo el tiempo." Su vena de novelador romantico, aparentemente termina con esas palabras, que lo hacen sesgar hacia el llamado de la libertad de su patria, hacia la voz dura de su obra humana de alumbrador de rutas ideologicas y guia estelar de hombres de sangre, alma y carne. Pero, en su esencia, siempre hemos creido, que el romantico Bayodn nunca inuere en De Hostos. Lo encierra en la celda de su corazon, como otro Segismundo resucitado en America, y eso explica por que de vez en cuando, se asomaba a su severo pensamiento logico la figura del poeta pasional y ardido de emociones calientes que habitaba en el hondon de su espiritu. De ahi la aparicion de esas her14
mosas paginas de tedium vitae que nos entusiasman en Inda (1878) ,<1 l epoca en que el autor cumplia sus 39 afios. Inda es, pues, el retorno, un hello retorno romantico con rumbo introspectivo hacia Bayodn. En cuanto a creador estetico, De Hostos tuvo tres magnificos asomos, que si hubiera persistido en ellos, tal vez hubiera alcanzado cumbre respetable en estos generos del gozo literario. Uno es La Peregrinaci6n de Bayodn (1863), otro se refiere a los trazos sentimentales de Inda (1878), y el tercero lo constituye su musa infantil, cuando se acerca con duke terneza a su clima de hogar y da a luz sus Cuentos a mi Hijo (1878) , sus suaves paginas intimas. La Peregrinaci6n de Bayodn (1863) , es relato que el autor mayagilezano escribe a los 24 afios, aun soltero. De Hostos nos ha comentado sobre este libro: "lo amo tanto, que es el imico de mis trabajos literarios que contemplo con orgullo y puedo leer sin la tristeza piadosa que tengo para las obras de imaginaci6n." (Vease: Hostos, Eugenio Marla de - La Peregrinacidn de Bayodn - Vol. VIII - Obras Completas, La Habana, Cuba, 1939; pag. 6.)
La novela lleva a su lienzo dos temas muy prominentes en aquellas atmosferas esteticas del Occidente de entonces: la patria y el amor. Mediante la tecnica del diario desarrolla un punto de vista de espejo interior del ego. Amada, libertad antillana y paisaje narcisista se aunan en el relato en maravilloso milagro de belleza. En algunas ocasiones la obra es una amo-
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Para Inda, vease: Hostos, Eugenio Maria de - Diario - Torno II, Vol. 11, Obras Completas - La Habana, Cuba, 1939; pagâ&#x20AC;˘. 280, 287, 292, 295. De Hostos se cas6 en Caracas (1877) con Belinda de Ayala y Quintana. Esa dama que segun el "es de! marmol, de donde se pueden sacar estatuas perfectas." Y el relato amoroso de Inda (1878), ocupa las pags. 7 a 88 de : paginas lntimas - Vol; III, Obras Comp/etas - 1939, La Habana, Cuba. Figuran aqu1 sus comedias infantiles, pioneras de la literatura infantil de America.
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rosa elegia tragicamente angustiada; en otras, mediante el uso de claves nos resulta una alegoria politica sobre el concepto de libertad de las tres Antillas. Mar y paisaje tropical van hacienda hermosos relieves subjetivos en el penoso transcurrir de esa romantica urdimbre, producto del llamado "mal del siglo." La naturaleza exhibe en la obra de De Hostos unas variaciones de matices. En ciertos momentos adopta un acento de tono sensorialmente panteista. Entonces nos explica: "Admiro el silencio, que a pesar de! rugido de! viento y de! mar, reina y espanta; admiro esta obscuridad que nos rodea; admiro esta soledad donde hallo a Dios." (Vease: Hostos, Eugenio Maria de - La Peregrinacion de Bayodn - Vol. VIII, La Habana, Cuba, 1939; pag. 125).
En otras circunstancias el paisaje es cristal en donde se reflejan los sentimientos del autor o de los agonistas de la narraci6n. He aqui una breve pincelada: "Nos sentamos en un banco, medio oculto entre el follaje; ella miraba al sol, que se ponfa; yo, mirandola, comparaba el ocaso de! sol con mi ventura. cSera verdad que tambien como el sol, despues de puesta, brilla? Marien se entristeci6; yo quise consolarla; me transfigure; oi el murmullo de un arroyo, respire los perfumes de la brisa, oi avidamente el trino de! sinsonte, y viendo amor en todas partes, senti amor como lo siente la naturaleza, y trate de expresarlo como ella." (Op. Cit. pag. 94.)
Y finalmente, en algunas ocasiones, el escenario cobra una posici6n utilitaria, de confort espiritualista, para el que ex pone sus. conceptos. Veamos: "Necesitaba aire, y sali a respirarlo; la naturaleza es una madre carifiosa, siempre dispuesta a calmar nuestra agitaci6n, a endulzar nuestra amargura; nunca he dejado de admirarla, y ID!'! es propicia." Wp. Cit. - pag. 102.(1)
Bayodn es una novela en prosa poematica. El literato espafiol N ombela la clasific6 de "novedad absoluta" en las letras hispanicas. Este ex traiiismo americano era lo original del texto, esa impronta aut6ctona que daba la diferenciaci6n estilistica que tenia el boricua en su prosa. A todos los que leyeron la narraci6n le llam6 la atenci6n una rara esencia ex6tica en el clima espafiol. Y esa nota puertorriquefiista lo constituian, la elegancia de sus arpegios tropicales y el poeticismo en la expresi6n exaltada, rico de musica, calor y lirismo. Creemos que las disgresiones ideol6gicas, de inesperado ocurrir, que el autor hace sobre otros temas ajenos al tamiz emotivo de la trama central, distraen
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Para este tema del paisajc en De Hostos, vease: Hostos , Eugenio Maria de - Hombres e Ideas - Vol. XIV, Obras Comp/etas - La Habana, Cuba, 1939; pags. 89 a 96; y Vol. X; La Cuna de America ; pags. 253 a 289 .
al kctor del prop6sito novelistico en su deleitar con el arte, y lo fuerzan a entrar en una especie de fragmentos de ensayo de conceptos. Esto, dentro de una justa apreciaci6n literaria, le hace dafio, mucho dafio a la obra, como creaci6n de belleza pura. Pasi6n desbordante y fantasia de luz y cromatismo antillano, resaltan en este largo relato hostosiano, en cuyo desarrollo nos viene a la imaginaci6n el recuerdo de Pablo y Virginia (1787), de Bernardin de Saint Pierre y de Rene (1802), de Chateaubriand. Inda (1878) es una repetici6n fragmentada de Marien. Porque la delicada imagen de Inda, no es otra cosa que los penultimos lamentos del romanticismo europeo en America, vaciados magistralmente en una prosa de un lirismo magnifico, lastima que no hubiesen cuajado en lograci6n fntegra y redonda. II. La Critica Conceptista: Como hemos visto en la parte anterior de estos apuntes hostosianos, el primer estilo del autor podrfa catalogarse como un modo post-romantico de timbres americanistas. 2 En su segundo estilo hallamos huellas de los clasicos espafioles, con una marcada tendencia hacia una forma castiza y de conceptos literarios de calas sicol6gicas y morales. De este estrato literario de su obra, destacamos dos titulos prominentes de ensayos: Romeo y' Julieta (1867) y Hamlet (1872). Entre los ingredientes eclecticos que De Hostos seleccion6 de los paradigmas hispanos para el modo de redactar su pensamiento, siempre salv6 el espfritu de SU originalidad intratelural mas limpia. De Cervantes tomara las sobrias claridades de una forma elegante y profunda, pero le afiadi6 a ello de su peculio particular, la fragancia distintiva de su americanidad pict6rica; de Gracian recoge la economia del verbo para ganar fondos en los conceptos; a Feijoo lo estudia en su rebeldia lingiiistica, y en aquellas novedades prerromanticas frente a las Poeticas de entonces. Y de todos ellos fue formando un todo personalisimo, crea un paradigma elocutivo diafano, en el cual, desnudandose de las lentejuelas del primer estilo de Bayodn (1863), se queda sencillamente con lo necesario; un minima de palabras para la pintura de un denso pensamiento de larga y gruesa raiz.
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Sohre La Cuarteroria, de Alejandro Tapia y Rivera, cementa De Hostos: "celebremos la elccci6n drl asunto que demuestra la posibilidarl <le un teatro amcricano con pcnsamientos 1 aspiraciones y fines distintos dcl de Europa, coma son distintas la vida, la cultura y la meta de uno y otro continente. El error tn que inrurren los dramaturgos su<lamericanos, el de Heredia en sus perfectas traducciones, el del mismo Tapia en sus :i.nte,riore~ tc nt<iti\'as <lram:hicas 1 consistc en olvidar este axioma muy cierto, aunq11e no formulado todavia: a nucvo escenario, esccnas nucv:i.s ." VCase: Las A 11tillas, Revista Hispanoamericana , Barcelona, Mayo IO de 1867. El venezolano Rufino Rlanco Fombona sefial6 una ,¡cz, quc De Hostos: ¡¡quiere en AmCrica lo americano."
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A esta manera de su prosa ensayistica, De H ostos le incorpora el simil virgen, la imagen de primera mano, la antftesis arisca y el retruecano atrevido. La lengua va ganando en donosura contenida y en dimenci6n preceptista, amen de los esporadicos signos de americanidad que se advierten en el lenguaje, dichos regionales y alusiones a las costumbres de Hispanoamerica.<1> Tuvo que pensar siempre el autor boricua, meditando en su propia manera de decir, que no ira tan . lejos quien se enrede en los laberintos sintacticos de un neocultismo obscuro. El estilo debe ser como el hilo delgado de un agua clara, que corre con gracia musical y fina, y que apenas si se da uno cuenta de su discurrir tan leve, tan cristalinamente musical. Si en Romeo y Julieta el autor explaya el estilo penetrante de intensidades animicas, en Hamlet, el literato alcanza SU maxima expresi6n de madurez y una sorprendente perfecci6n en el manejo del instrumento de la sintaxis hostosiana. La oraci6n breve se mezcla con gracia, de vez en cuando, con el trazo peri6dico, y mediante un maridaje de ritmos lingiHsticos, produce melodia, colorido, americanidad y originalidades a granel: luz y medula. Y ya, dentro de esta atm6sfera de sintaxis sofrenada, se situa el escritor definitivamente en la tendencia doctrinaria de transcendencia grecolatina. El "s6lo es hello lo que es bueno" se seiiorea en su decir prosistico con nobleza serena y brillante, sin ser muy paramental ni superficialista. Un termino medio arm6nico de reflexi6n sagaz y discreto donaire de preciosismo moderado: Melendez Valdez, Cadalzo, Jovellanos, etc. En la recreaci6n que De Hostos hace de Ofelia, la musicalidad de su prosa va dejando belleza delicada y sutileza sicol6gica. Coraz6n y razonamiento etico pugnan en tragicos vislumbres amorosos. Oigamos al au tor: "Eso es Ofelia para Hamlet: el ideal del sentimiento, opuesto a la realidad de la raz6n. La lucha de Hamlet para aborrecer lo que ama, para escamecer lo que idolatra, para enfangar en el fango de la realidad - en que de pronto se sumerge - la divina pureza de su fdolo, es la lucha que sostiene todo ser fuerte. El dolor, el martirio, la agonia de Ofelia; dolor, martirio y agonla de todos los seres delicados. Ofelia no es un caracter, ni en el sentido etico ni en el estetico. No, desde el punto de vista de la etica, por¡
Ya, en 1886, De Hostos declar6 en su ensayo: Las Tradiciones Peruanas, redactado en Santo Domingo, que apreciaba en esas composiciones terrlgenas de Ricardo Palma la "admirable adecuaci6n de! Jenguaje y estilo imitados, a la epoca y vida social a que Las Tradiciones se refieren. El lenguaje, por si mismo, y el estilo, cuando no es reveJaci6n de una personalidad intelectual, en nada contribuyen al placer estetico o al merito artlstico de una obra Iiteraria." (Vease: Hostos Eugenio Marla de - Crltica - Vol. VI, Obras ComPletas ¡- La Habana, Cuba, 1939; pag. 300).
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que es un ser sin responsabilidad; es demasiado inocente para conocer el mal y demasiado delicada para resistirlo. No, desde el punto de vista de la estetica, porque el conjunto de cualidades que la constituyen, el conjunto de circunstancias que la cercan, no producen choque ni combate, victoria o vencimiento. Arna - esa es su existencia y es su historia. Por amor a su padre y a su amado pierde su raz6n en Ia primer contrariedad.
Ofelia en lucha, en combate, en formaci6n moral, en crecimiento de esplritu, en modificaci6n de sus cualidades originales por la experiencia y el dolor, por la pasi6n y la contrariedad, hubiera sido un caracter, una mujer, una herolna; pero no hubiera sido Ofelia. En encanto, la delicadeza, la ai;monla de esa ¡ dulcfsima creaci6n consiste en que realiza e individualiza aquel estado de! esplritu humano, lleno de tinieblas luminosas, de luz difusa, de vaguedad deleitosa, de penumbras intelectuales y morales, de celestial claro-oscuro, de dudas y de fe, de degas esperanzas y de tlmida desconfianza en que yace el sentimiento al contemplar la armonia de la vida, al crearla creada para el, al sumergirse con fruici6n en ella, criatura y creador de su ventura. Sobreviene una disonancia, el sentimiento se recoge, y no vuelve Jamas a gozar iii en la tierra ni en el cielo de aquella armonla de la felicidad, de aquella felicidad de la armonla. Este estado se llama amor, y es un estado tan universal como eflmero.
Era un florero quebradizo: plantaron una encina en vez de plantar una violeta, y se quebr6. Era un coraz6n de cristal: en vez de someterlo a la duke temperatura del amor, lo sometieron a la presi6n de las pasiones, y estall6." (Vease: Hostos, Eugenio Marla de - Hamlet - San Juan, P. R. 1929; pags. 45 a 49.)
Eugenio Maria de Hostos se entusiasm6 con el estudio serio de estos dos dramas de Shakespeare, por creerlos buen campo para entrar en el analisis literariocientifico de las almas de esos personajes: un poema tragico de amor en conflictos (Romeo y Julieta) y un cuadro de la angustia desesperada de un hombre que se plantea un caso de conciencia (Hamlet) . Le inquieta al autor avecinarse a esos caracteres, con visi6n siquiatrica, introducirse en su subconsciente y descubrir las miserias y las virtudes de cada uno, pieza a pieza como el que desmonta un reloj para montarlo despues. Nos habia predicado desde su libro Moral Social: "Pero entre todas las artes de raz6n, la mas social, por ser la mas objetiva, es la dramatica. Todo arte requiere de sus apreciadores o inteligencia o gusto. El arte dramatico no exige mas que ojos en la cara y nervios en el gran simpatico; ni siquiera los reclama en el cerebro." (2)
2 Aunq ue no comulgamos totalmente con es ta definici6n sob re piezaa de teatro, que nos da De Hostos, la aceptamos de paso, para Jos efectos de nuestro prop6sito. Para nosotros, el drama es gencro muy personal, en donde el sentir de! autor esta mucb,o mas presentc (en sus caracteres) que en cualquier otro genero de la literatura. En esto es como la poes(a Hrica: as! Jo creemos.
No en balde la crftica alemana, considero uno de sus trabajos sobre el dramaturgo ingles, como "una de las cuatro mejores obras que en el mundo se han escrito sobre Hamlet." Y el crftico Lidio Cruz Monclova asegura que "todavia hoy, nada existe en castellano que supere el Ensayo sobre Romeo y Julieta, escrito por el ilustre crftico puertorriquefio." 1 De Hostos vivisecta el cuerpo dramatico de estas dos piezas; las situa en sus partes correspondientes, las investiga dentro de una corazonada de raciocinio a la luz del sicoanalisis de aquellas decadas, las incorpora en la accion traumatica, y finalmente nos las expone en ductil forma de criterio independiente. Le fascina a De Hostos lo dramatico, el examen de la intensidad del choque de las pasiones, los egoismos y las bondades, para sacar de todo ese trasfondo turbio y sombrio, de ese barro debil de la humanidad ficticia, la flor de su dogmatismo, la doctrina de su etica social: la ensefianza del maestro. Porque, para nuestro autor, la belleza siempre debi6 tener prolongaciones didascalicas. Muy meridianamente ha dicho su manifiesto estetico, el literato boricua, desde su Moral Social: "el arte, siendo verdadero y siendo bueno, sea completo. Entonces sera un elemento de moral social. Cumpla con su deber y lo sent Mientras tanto, no lo es, entre otros, por ese motivo final: porque no cumple con su deber."(2)
III.
Estilo Diddctico de Tempo Lento:
La tercera area del estilo de De Hostos la representa el pedagogo, el hombre para quien America simbolizaba una escuela. Toda esta prosa esta muy lejos de nuestro interes estetico en este ensayo. Esos trabajos estan desparramados en sus tareas educativas: historia, geografia, lengua, etica, ciencias naturales, sociologia, apuntes filos6ficos, etc. Por esos canales pedag6gicos cruzan aristas del positivismo europeo de Comte, y filamentos del idearium de Pestalozzi, Froebe!, Krausse, y Giner de los Rios.
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Despues de Romeo y Julieta y Hamlet, entre Ios demas ensayos de E u genio :tvfaria de Hostos, que consideramos de excelente factura, para nuestro particular gusto, situamos a : Apuntes de Viaje y Las
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Hostos, Eugenio Maria de - Tratado de Moral Comp/etas - La Habana, Cuba, 1939; pag. 268.
Tradicion es Peruanas. Vol. XVI , Obras
Es sintaxis dogmatica, pesada, maciza, petrea. Atras, bien atras, se queda Bayodn, Inda, Romeo y Julieta y Hamlet. En esta zona, triunfo el moralista sobre el poeta. De Hostos medito para si que tenia que deselvar la humana sociedad analfabeta. Y asi lo hizo este Sfsifo de la educacion americana. Cruz6 por todos los pantanos, volo sobre todas las inmundicias de la vida y nunca se tuvo que vacunar contra el vicio ni la malevolencia. Creyo tal vez que el bueno puede vivir entre los malos y ser siempre bueno, y que por el contrario, el malo de vocacion vivira entre los buenos y sera siempre malo. IV.
Parva Conclusion:
Si alguna vez el espiritu de Eugenio Maria de Hostos se revel6 contra la razon pura y la moral social, sentando plaza romantica (Bayodn, 1863; Inda, 1878, etc.), ese sondeo de diccion pura fue muy breve. Fenecio rapidamente en su obra literaria, atropellado por la avasalladora reflexion de las letras neoclasicas venidas a el, quizas por via de la ilustracion francesa o el neoclasicismo espafiol. Mas que un literato propiamente dicho, De Hostos era una pluma docentista. Buceaba la etica hasta en la poesia del paisaje, porque para el, como hemos visto, la belleza artfstica era un camino hacia la entrafia misma de la moral ciudadana del mundo y de SU epoca. Gran maestro del hemisferio hispano, vivio para ensefiar polenizando circunstancias vitales, existio asi, mas que para emocionar liricamente el temperamento del hombre, vivio para prepararlo hacia el vivir honrado. La orbita de este sembrador de espigas de la cultura, se olvid6 pronto en la America Hispana. No fue una lira, no fue un politico, no fue una espada: fue un maestro. Y la labor del misionero educativo es de hondura en el silencio de los surcos humanos. Fue un corazon que se deshojo en fragancias de sabiduria en bien de la humanidad; y las jornadas espirituales no se escriben para el marmol, se suefian y se ejecutan desinteresadamente, para iluminar la vida de los demas. Que hay hombres que nacen al mundo con una estrella en la frente, para recibir facil la gloria, y otros, ricos de levaduras de angustias, vienen para tejerles los laureles a sus semejantes. De Hostos perteneda a los segundos.
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Nuevas Voces en Nuestra Poesia
Horizonte Por WENCESLAO SERRA DELIZ 1Si yo pudiera llenar con gritos puros tantos silencios ordenadosl Si yo pudiera seguir con las riendas de la tradici6n y de la vida ... 1Si yo pudiera ser mi pueblo! Enfilar hacia la luz este horizonte que sefialo a mis Antillas ... Ser el que responda a la voz que se oini definitivamente ... iSi yo pudiera morir con toda mi sangre proyectadal Si yo pudiera penetrar en las conciencias . .. Si yo tuviera el tiempo para alargar un poco mas el grito ... Si yo tuviera un manto para poner de pie cincuenta nombres ... iPero me tengo a mil Aqui, junto a mi sombra, toda una religi6n creciendome por dentro y que pronto envolveni la latitud que me transforma . . . Un coraz6n. Un coraz6n que se rebela contra el cielo que supo intervenir nuestros cristales en proceso ... iSi yo pudiera libertar los ojos mfos de la pupila azul que los escoltal Si yo pudiera llenar con gritos puros tantas palabras retenidas ... Pero me tengo a mi. 1Y basta con mi sangrel iYo soy el pueblo! ... Yo soy el grito cristalizado por la historia. . . . 1Si yo tuviera un manto para poner de pie cincuenta nombresl 11Si yo tuviera el tiempo para precipitar el torrente que me presiona la conciencial . .. setiembre 1961
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La mano que doto mi noche Por ANDRES QUINONES V1zcARRONDO La mano que dot6 mi noche de profundos silencios insondables fue una mano dura. La noche amiga me trae su voz en el recuerdo. Halitos de vida llegan, vuelven las rakes sabias, escrutadoras, a tenderse en la tierra. Vuelven las voces de mi sombra a reflejarse en la imagen que mi voz cantaba. Robador de esa voz vago en horizontes infinitos, el rumbo perdido, rasgada mi incansable vela buscadora. ISaber cual es SU estrellal Llegar y perdido en el infinito desierto de su silencio crear un armonioso rinc6n Ueno de verdes arboles frutados de mis ecos. Alli, amparado del tiempo, oir en silencio el canto de la voz que yo recuerdo.
WENCESLAO SERRA DELIZ naci6 en Halo Rey en 1941 y vivi6 algun tiempo en Quebradillas. Termin6 sus estudios secunda'rios en la Escuela Superior Central y actualmente estudia filosofia en la Universidad de Puerto Rico. Bajo los auspicios de la Asociaci6n de J6venes Escritores Puertorriquefios y de las clases de Humanidades de la Universidad ha ofrecido lecturas de su poesla en varias reuniones literarias . ANDRES QUINONES VIZCARRONDO, uno de nuestros mas destacados directores teatrales, naci6 en Fajardo en 1927. Estudi6 teatro en la Universidad de Puerto Rico, participando como actor en varias producciones dramaticas. Dirigi6 la Comedia de Mufiecos (Teatro de Marionetas) , y ha sido disefiador de escenograffas y vestuarios. Ha dirigido varias obras teatrales de autores puertorriquefios y extranjeros.
El crimen y el castigo Por THOMAS MATHEWS1
UNA MIRADA A LA JUST/CIA DEL SIGLO XVII EN
ERA
UNA TARDE CALUROSA DE ABRIL DE 1691. No habian empezado aun las lluvias de ese afio. Todo aquel que no tuviera la obligacion de salir, dormia la siesta. Marcela, una mulatilla del Padre sacristan, andaba por la calle, frente a la parcela situada entre la Catedral y la casa de Dofia Violante de Herrera y Calderon. Eran como las dos de la tarde y Marcela iba de mandado, pero pasaba por alli porque Domingo, hijo de Hipolita de Ayala, negra libre, le habia dicho que podria ver algo interesante. Marcela vio a Francisco, esclavo de la Catedral, en los altos de la torre de la Iglesia que gritaba, a la vez lanzaba una piedrecita hacia la parcela. A la sazon pasaba un perro con algo en la boca., que al sentir la pedrada, dejo caer lo que llevaba y siguio corriendo. Marcela se acerco para ver lo que el perro habia dejado caer y se quedo espantada . . . El Gobernador, Maestre de Campo Don Gaspar de Arredondo, estaba recluido en cama enfermo, pero como el asunto requeria atencion discreta y accion inmediata, nombro a Don Juan Silverio Mujica, Alcalde Ordinario, para iniciar la investigation y tomar la accion necesaria. Despues de una pesquisa secreta y preliminar, Don Juan pidio permiso para ser relevado de la obligacion de seguir la investigacion. Se excuso diciendo que el caso envolvia parientes suyos. El Capitan Julio de Juara y Velasco, el otro Alcalde Ordinario, fue entonces nombrado por el Gobernador Arredondo para seguir la encomienda y rendir un informe. Marcela, o quizas mas correctamente, el perro (o tal vez Domingo), habia encontrado "una criatura
1 El autor es Director de! Instituto de la Universidad de Puerto Rico. De llev6 a cabo investigaciones hist6ricas Mar Caribe en el Siglo XVII, en Indias, localizado en Sevilla, Espana.
Estudios de! Caribe de enero a junio de 1961 sobre Puerto Rico y el el Archivo General de
PUERTO RICO
recien nacida, arr:ojada a la calle y muerta" .2 Era blanca, muy blanca, con pelo lacio. Tenia la via del ombligo terciada al hombro, dando una vuelta al cuello. Habia nacido aquella mafiana, el nueve de abril de 1691. Josefa, esclava del Capitan Don Alonso de los Olivos, cuya esposa era Dofia Agustina de Lugo, la habia trafdo a la parcela por orden de la hija de Don Alonso, senorita Ines de los Olivos, quien era "hasta este suceso en opinion comun, doncella." - Para el mes de julio, despues de proceder con mucha cautela, el Capitan Julio de Jaura rindio su informe al gobernador. Baso su informacion, exclusivamente, en el interrogatorio de esclavas y gente de color libre, incluyendo tres comadronas. Aparentemente, no queria, o no podia conseguir testimonio de la gente blanca. Con razon Don Juan Mujica habia abandonado el asunto, solamente una persona parecia culpable: Dofia Ines de los Olivos, hija de Dofia Agustina, que era pariente suyo.s Pero era dificil encontrar quien no tuviera parentesco con Dofia Ines, ya que su familia era una de las mas importantes de San Juan, con vinculos entre toda "la gente principal de la ciudad, de todos los estados, asf secular como eclesiastico."4 Siendo asf, el gobernador escribio al ConseJo Real de las Indias pidiendo aprobacion de su actitud, por haber seguido la recomendacion del Capitan Juara, de olvidarse del caso. Argumentaba el gober2
Cada detalle, aun el mas minimo, se puede encontrar en los documentos citados : Archivo General de Indias, Secci6n V, Santo Domingo, Legajo 160, Ramo 2, Carta de agosto 6, 1691 de! Gobernador al Consejo, acompafiando el libro de 20 folios de! informe de! Capitan Juara. 3 Juan Silverio Mujica era cuiiado de Don Crist6bal Mujica, marido de Dona Isabel -de Lugo, sobrina de Dofia Agustina de Lugo, y tambien era casado, Don Juan con Dofia Violante Ferrer, hermana de dicho Crist6bal Mujica. 4 Vea documentos en los Legajos 165 (afio 1673); y Legajo 161 Numero 48, para mas informaci6n sobre la importancia de las familias mencionadas.
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nador que era una cosa tan fea, que traeda la infamia y hasta la muerte de Dofia Ines, de llegar su padre a enterarse del asunto. 1 El soldado Pedro de Mendoza, sudoroso, tir6 los tres dados para un total de diez. Domingo Mina cogi6 los dados, y temblando, los tir6 sobre la caja de guerra, con un resultado de quince puntos. Este no era un juego cualquiera. El ambiente era serio y, a pesar del calor del mediodia, frio. El juego en que participaban Domingo y Pedro era el mas importante. Otra vez tir6 Mendoza, y esta vez sac6 un doce. Su compafiero obtuvo un punto mas: trece. Lo que ocurria era sencillo: Don Diego de Aguilera y Bamboa, el estricto e impetuo~o gobernador de Puerto Rico, habia proclamado un bando proh ibiendo a los soldados sacar las esp adas. El bando era razonable, porque u ltimamente habian ocurrido demasiados incidentes de violencia. cPero que tiene que ver esto con el juego de dados de Pedro y Domingo? En la mafiana del 24 de noviembre de 1651, estos soldados habian sacado sus espadas durante una rifia. Pero, un momento, a Pedro le toca su ultimo turno. Casi sin experanza, Pedro de Mendoza tir6 por tercera y ultima vez los dados: sac6 un ocho. Otra vez Mina le super6; esta vez con un diez. Asf termin6 el juego, gan6 Domingo, y esa misma tarde, a las cuatro, arcabucearon a Pedro de Mendoza en el llano del Morro. Qued6 cumplida la orden del Gobernador Aguilera. Despues de todo, cno habian violado el bando prohibiendo sacar las espadas?2
* * * El cuerpo de guardia de la puerta principal del Morro estaba esperando la llegada del castellano. Eran alrededor de las ocho de la mafiana del 6 de febrero de 1652. Todavia los soldados no conodan bien, a este castellano, porque llevaba escasamente un. mes en San Juan de Puerto Rico. Se deda que Miguel Montenegro Sotomayor consigui6 su posici6n . mediante la influencia de un hermano que trabajal;>a como escribano en la Corte Real de Madrid. Pero era cierto que tenia ya diez y siete afios de servicio en las fuerzas de Rey. Otro rumor que circulaba entre los soldados, mientras le esperaban aquella mafiana, era que se habia casado la semana antes de venir a Puerto Rico. Pero ya la puerta de la casa del Alcaide se abri6 porque pareda que estaba por llegar el oficial militar
1 Este incidente trae el rec11erdo del caso famoso de la historia colonial de los Estados Unidos de Nancy Randolph, de los famosos Randolphs de Virginia. Esta no tuvo la suerte de Doiia Ines, porque su caso fue llevado a las cortes y defendido admirablemente por Patrick Henry y John Marshall. 2 Archivo General de Indias, Secci6n VI, Escr ibania de Camara de Jtâ&#x20AC;˘sticia, Legajo 122 B, Cuaderno 2, folios 71 -73; Cuaderno 5, folio 14. Legajo 122 A, Nt'.tmero 7 Pieza I.
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Montenegro. Habia salido de su casa con su esposa, de 18 a 19 afios, que venia con las manos atadas y los ojos vendados. Alli mismo, frente a la guardia y la gente que pasaba, sac6 la espada y dio cuatro estocadas en el pecho izquierdo y tres en el derecho de su legitima mujer, Isabel Gabriela, matandola en el acto. Despues el valiente castellano tir6 la espada y corri6 al convento de Santo Domingo. El Gobernador Diego de Aguilera y Gamboa no pudo encontrar a nadie dispuesto a tomar la defensa del prisionero. Montenegro aleg6 que su mujer trataba de envenenarlo y habia cometido adulterio con el Teniente Juan Perez. Pero la opinion publica estaba a favor de la mujer. El proceso fue rapido y directo: culpable, fue el veredicto. De encontrarse un verdugo, Montenegro seria degollado, pero si no, entonces, se le fusilaria. Pero el castellano apel6 la sentencia y el gobernador permiti6 la apelaci6n a pesar de que habfan "sido tantos los clamores de esta ciudad y lo escandalizada que esta, por la atrocidad del delito y la inocencia que conocieron en la difunta que [era] harto el guardarle de que las mujeres no le hagan pedazos" .a Estos incidentes dramaticos no son muy tfpicos ni importantes, en el desarrollo de la historia de Puerto Rico en el Siglo XVII, sin embargo, ofrecen interes social y humano y oportunidad para unos comentarios sobre el crimen y la justicia. La figura clave en cada caso es el gobernador, quien tenia poder absoluto e incuestionable sobre toda persona en la isla. Este poder, de vida o muerte, podia emplearse sin piedad, como en el caso del soldado Mendoza, o podia ser atemperado, con sabiduria y consideraci6n, como en el caso de Dofia Ines, quien habia cometido un crimen horroroso. En teoria, existia una manera de refrenar el poder absoluto del gobernador. En asuntos civiles4 la audiencia de Santo Domingo tenia el poder legal para fiscalizar la acci6n del gobernador. Una apelaci6n a la audiencia, que en casos que conllevaban la pena de muerte era mandatoria, solamente provocaba represalias mas severas con los familiares del reo por parte del gobernador. Mas efectivo era llevar la apelaci6n directamente al Consejo Real de Indias, porque aun las quejas de poca importancia siempre eran investigadas, generalmente en el proceso de la residencia. A pesar de eso, casi siempre pasaba tanto tiempo antes de tener efecto, o costaba
Archivo General de Indias, Secci6n V, Santo Domingo, Legajo 156, No. 174 Carta de Montenegro, fechada 17 de diciembre, 1652 confesando que habia m atado a su mujer, pero justi¡ ficando su acci6n. Vea tambien Legajo 535: U n Memorial de Andres de Aranda, fechado el 30 de abril, 1657. 4 Desde el 26 de enero de 1599 la Audiencia de Santo Domingo no tenia control sobre asuntos militares en Puerto Rico. Vea Santo Domingo Legajo 160, Ramo 5, No. 40a.
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tanto dinero, que pocas personas podian aprovechar este medio. Un gobernador cuidadoso, como Arredondo, se defendia pidiendo consejo o aprobacion por la accion que se proponia tomar. En el caso de la senorita Ines, el Consejo aprobo la accion discreta de Arredondo, sugiriendo solamente que "se trate de localizar y castigar el padre de la criatura muerta." 1 Dadas las circunstancias de este caso, dicha sugerencia era imposible de realizar. La impetuosa accion del gobernador Aguilera en el caso de los dos soldados desobedientes no escapo la investigaci6n, llevada a cabo por el juez de residencia. La crueldad de su orden fue reconocida y condenada como conducta sin causa ni justificaci6n. La gravedad del error lo revela el que el juez refiri6 el caso al Rey, para ser juzgado y castigado, un procedimiento que se usaba en circunstancias extraordinarias. Es interesante notar que el Gobernador Aguilera escap6 de los castigos inmediatos, porque opt6 por el arresto por los representantes (sus amigos) de la Inquisici6n en la Isla, que lo enviaron a Cartagena. Cinco afios despues el Consejo todavia no habia recibido el informe del juez de residencia y tuvo que solicitar una nueva copia. Asi que Aguilera, quien se habia casado en la isla, logr6 escapar del castigo por este y otros muchos errores que cometiera durante su gobernaci6n. Ya en 1666 escribe al Rey pidiendo otra posici6n, porque habian pasado diez anos, que era el periodo de suspension para poder ocupar una posici6n en el servicio de la Corona.2 Los que podian apelar sus casos al Consejo en Espana, tenian mayor probabilidad de salir de sus dificultades. El juez de residencia del Gobernador Aguilera tuvo que revisar el caso del Alcaide Montenegro. Las circunstancias atenuantes que se descubrieron permitieron cambiar la sentencia de muerte por diez afios de trabajo en la penitenciaria Penon. Algunos testigos vieron a Isabel y al teniente Perez juntos, entrar al s6tano de la casa del Alcaide, en el
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Archi vo Gen eral de Indias, Secci6 n V, Santo Domingo Legajo 536, R eal Celula, fechacla el 30 de diciembre de 1692. Dice que fue suspen d iclo porque la m adre "estaba emparentada con lo mejor y m as lucido de esa ciudad." Archivo de Indias, Secci6n V, Santo Domingo, Legajo 27B , Carta .fechada el 18 de agosto de 1666.
Morro. La pobre mujer, a pesar de su juventud, ten ia una historia poco recomendable. Su primer marido muri6 repentinamente, posiblemente envenenado. Habia testigos, esta vez en Madr id, a donde fue apelado el caso, que afirmaban que la fama de Isabel no era inmaculada. Fue expulsada de Madrid y encarcelada en Sevilla; solamente el casamiento, que le ofreci6 Montenegro, la sac6 de la carcel. El caso contra el castellano fue llevado por un tal Andres de Aranda Herbas, quien alegaba ser el padre de Isabel. Pero otra vez los testigos citaban a la propia Isabel diciendo que ella preferia ser conocida como la hija del Duque de Yjar. La sentencia de Montenegro fue rebajada de diez a seis anos, y finalmente a s6lo cuatro afios en el Pen6n, con una multa de cuatro mil ducados: mil para la Camara del Rey y tres mil para Aranda.a Para puntualizar las observaciones que voy haciendo, quisiera referirme brevemente a un caso final. El Gobernador Juan Fernandez Franco de Medina conden6 a muerte al soldado Juan Garcia de Fontanes, por haber matado el 4 de abril de 1696 a su mujer Ana Manuela de Jesus Cedeno. La sentencia fue llevada a cabo dentro de 48 horas, sin intervenci6n de abogado, sin pr6rroga, sin consultar a la Audien cia, sin permitir apelaci6n a la Junta de Guerra en Espana. Al saberlo el Consejo reprendi6 severamente al Gobernador Franco, por haber actuado tan precipitadamente.4 Pero otra vez la justicia final intervino, porque Franco muri6 sin saber que su acci6n no fue aprobada por sus superiores. El soldado Garcia, como el soldado Mendoza, recibi6 el castigo mortal sin poder parar la mano fatal del gobernador. El Alcaide Montenegro, quizas por SU posici6n, fue mas afortunado, ya que mediante apelaci6n logr6 salir de sus apuros. y la senorita de los Olivos, por SU posici6n social, tambien se escap6 del castigo de su crimen. cSe hizo justicia? La situacion en el Siglo X VII no parece muy diferente a la de hoy.
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Archivo Gen eral de lnclias, Secci6n V, Indiferente General Legajo 1876, N otas clel 20 d e marzo de 1659. Archivo General d e Indias, Secci6n V, Santo Domingo Legajo 162, Carta d el Gobernador Franco, fech ada el 7 de m ayo d e 1696.
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Las Caha:fiuelas P-or
MARIA CADILLA DE MARTfNEZ
CON]UNTO GLOBAL
LAS CABA!VUELAS DEL TIEMPO
RITMOS, RITMOS EN PERSPECTIVA, SON LAS AUGURALES
Las cabafiuelas que reciben la anterior denominacion se hacen de varias maneras, aunque en nuestra isla se prefieran dos procedimientos: uno que envuelva un pronostico de comparativa observacion durante Ios veinticuatro primeros dias de enero -que mas adelante informaremos- y otro de aspecto mas cabalfstico, que es el que verdaderamente entronca con nuestra poesia popular. Se verifica el ultimo de la siguiente manera: En la vispera del nuevo afio -treinta y uno de diciembre- los jibaros toman una tabla de madera bien seca sobre la cual, en orden consecutivo, colocan doce granos de sal que dejan durante esa noche al sereno. A la mafiana siguiente los examinan uno a uno, anotando sus apariencias. Dicen encontrar algunos secos, otros humedos y otros mojados de lo cual concluyen que, de igual manera sera la temperatura de los meses que, por turno, corresponden a ellos. Al poner dichos granos de sal al sereno dicen:
cabafiuelas. En nuestros predios rurales y diariamente las usan nuestros jfbaros al igual que sus dedos de las manos. Tienen sentido actualista por servir a d.Iculos del presente y tienen sentido futuro por su proximidad relativa. Para ofdos creyentes tienen algo de misterio; de inaplazable, sobrenatural destino. Motivos de familia, Iocalismo, necesidad, acaso contribuyeron a diferenciarlas perpetuando tales diferencias. En nuestra tierra - mas ciertamente que en ninguna otra region -ellas forman un curioso, autentico, pseudo-cientffico ramal de la poesfa vulgar, hecho de vida, en la tradicion campesina. EI progreso - con su nihilista persecusion de legendarias raigambres - todavfa no ha Iogrado .hacerlas olvidar. Hasta encuentrase perplejo con sus casualfsticos aciertos. Si es que el intrigado lector por nuestra explicacion anterior no ha podido aun concretar lo que son las cabafiuelas, le diremos que ellas son augurios o pronosticos que nuestros jibaros, con heredada sabiduria y arte, hacen de los fenomenos biologicos o atmosfericos. El Diccionario de la Real Academia de la Lengua, empero, las define asi: "Calculo que, observando las variantes atmosfericas en los veinticuatro primeros dias de agosto forma el vulgo para pronosticar el tiempo que ha de hacer en cada mes del afio siguiente. Fiestas judaicas en Toledo." Tai definicion la consideramos solo parcialmente veridica. En la misma Espana hay otras cabafiuelas, ademas de las incluidas en la definici6n. En nuestra busqueda de material folklorico por la Isla hemos tenido ocasi6n de comprobar que, sin ir muy leios, aqui mismo ellas incluyen otras predicciones.
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"Doce granitos la noche tenia que Ios meses cuentan y tambien los dfas." Para las otras cabafiuelas o pronosticos que los campesinos llaman espedficamente "de temperatura", acaso porque las hacen a base de observaciones temperamentales, siguen los jibaros el siguiente procedimiento: El primero de enero de cada afio empiezan a anotar las variaciones del tiempo durante ese y los siguientes dias pues afirman que ellos regulan Ios fenomenos atmosfericos del tiempo futuro: lluvia, calor, etc. y durante todo el afio. El dia primero de enero, en virtud de tal procedimiento, sera igual al mes de enero del mismo afio; el dia dos, al mes de febrero del afio, y asf sucesivamente hasta el doce de enero que corresponde a diciembre. Despues empiezan las caba-
â&#x20AC;˘ fiuelas que ellos Haman de vuelta o de retorno. Las cuentan empezando el trece de enero para rectificar las observaciones anteriores y de modo inverso. Es decir que, el dia trece de enero rectificara al mes de diciembre de! afio en augurio y el catorce, a noviembre del mismo; el quince, a octubre y asi sucesivamente hasta que el veinte y cuatro corresponda a enero. Es interesante anotar que las personas mas entendidas en tales pron6sticos los hacen a base de promedio: esto es, tomando por base dos horas de cada dia para pronosticar el tiempo de cinco dias de cada mes y del mismo modo proceden hasta completar los treinta dias afiadiendo observaciones nocturnas, suplementarias, si el mes trae mas de treinta dias y en febrero haciendo el calculo a base de cuatro dias solamente. Caso de existir diferencia entre los primeros y los segundos pron6sticos, toman dichas diferencias en proporciones iguales para los dias de augurio o sea el de las dos primeras horas para los dos primeros dfas. Para el tercero combinan un promedio de ambos y para los otros dfas restantes las derivaciones son hechas a base de las temperaturas de las ultimas dos horas de las llamadas de vuelta. Para recordar sus complicadas anotaciones los que no saben escribir pintan mazorcas, sin granos, de afiil y carb6n, que representan con el primer color, tiempo variable; con el segundo, lluvia. Los espacios en ellas no pintados son indicios de tiempo bueno. Otras veces hacen sus anotaciones con habichuelas o habas de distintos colores.
CABA!VUELAS DE IGUALDAD. Asi llaman los campesinos a las que hacen despues de los Reyes. Para ello dicen, con toda seguridad: "Si como nace quinta y como quinta octava, como empieza acaba." Llaman la quinta a los cinco dfas despues del dfa de Reyes, del siete al once de enero siguiente. Por octava designan al catorce de enero. Con estas cabafiuelas el mismo tiempo observado el dia once y rectificado por el de la octava, o sea, el del dia catorce, sera algo asi como un promedio general de la temperatura de todo el afio en que se hace el pron6stico. Lo mas curioso es el metodo que tienen para determinar los afios pares y los bisiestos o impares; Dicen que si a las diez de la mafiana de tales dias el viento es d6cil, fresco, el afio sera par; que si por el contrario hace calor, sera. impar. Si hace brisa, sera afio de frutos abundantes. Si a la misma hora hay calma, sera afio de escasaz de frutos y de cosechas pobres en granos.
CABA!VUELAS NATURAL/STAS. Aunque a la naturaleza creada pertenezcan los fe-
n6menos todos, tanto biol6gicos como metereol6gicos, es lo cierto que nuestros campesinos distinguen con ese apelativo a unos pron6sticos basados en la ex.periencia o apariencia externa de las cosas y que tienen menos de augurio por lo mismo. Son como siguen: "Abril, hermoso; marzo, vientoso; mayo, lluvioso; junio, perezoso; agosto, caluroso; septiembre, bochornoso; octubre, tormentoso." Y estas derivadas conclusiones de la observaci6n atmosferica. "Nube colord o plomiza, lluvia o tempestad vecina. La nu be blanca y redonda un tiempo bueno que asombra. Nube pequefiita, larga, la bonanza que no tarda. A la nube parda teme que con tiempo malo viene. Si en noviembre corren las golondrinas, es sefial que ya vienen frio y neblina. Aguaceros por noviembre son diluvios en diciembre. Similarmente, tienen para las estaciones signos que las interpretan o anuncian: "Cuando el pitirre empieza sus pajas a juntar es Primavera a empezar. Cuando la calandria canta en seis de enero, se vendran mas temprano verdes renuevos. Cuando el arbol pierde hojas y el sol de tarde es rojizo no dudes que pronto vienen esos meses que dan frio. El flamboyan retofia despues de enero anunciando los dfas mas placenteros. El mango da sus frutos con el calor busca el frio la china por ser mejor. Tambien las faenas agricolas tienen para el campesino nuestro dependencia directa con los fen6menos atmosfericos, meteorol6gicos, especialmente con las fases de la luna. El dice:
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Poda tu cafe en menguante, que se te dad. abundante Si el arco-iris ves al poniente recoge el arado y vete. Sembrando batata en cruz bajo de cielo estrellado te dad. ciento un almud. Luna creciente de mayo si lo siembras, te dara un mafz de grano grande, una cosecha sin par. Arbol podado en creciente de el mil hojas s6lo esperes. Arbol cortado en menguante te dara fruto constante. Ni por frio, ni por mayo calienta la polla el rabo. Despues del suefio de junio pollos te dara seguro. Agua tronada, poca o nada; agua con sol, sin duraci6n. Eclipse de luna, .agua ninguna. Eclipse de sol, ten precauci6n. cLa calandria por las palmas con deseos de anidar? Los calores a empezar. DEL OR/GEN DE LAS CABA!VUELAS Ya dijimos que las cabafiuelas son herencia. Debemos afiadir que en una u otra forma han tenido su epoca Y SU tradici6n en Casi todos los pueblos, desde los asirio-caldeos, a los greco-romanos. Hesiodo, antiguo poeta de la Beocia, alla por el siglo lX A. J., recogi6 la poesia agricola, rustica, de los griegos. En la ultima parte de su poema LOS TRABAJOS Y LOS DIAS, habla de dfas fastos y nefastos para las faenas del campo. Virgilio, su imitador, en la primera de las eglogas, de SUS GEORGICAS, nos habla de una meteorologfa agricola. El Diccionario Ilustrado Espassa1 afirma que se derivan las cabafiuelas de cabaiia. Por tanto, no toma en cuenta la definici6n al prefijo latino de causa, ca, ni considera el parentesco que pudiera tener el vocablo con cabafi..al, voz que significa veredas rusticas. Dada
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Edici6n de! 1927 .
la tendencia vulgar de expresar pensamientos en metaforas y de la cual nos hablan los mas autorizados tratadistas del idioma, no nos parece i16gico creer que pudo muy bien el vocablo derivarse de cabafial con la adici6n de la terminaci6n generica del diminutivo depreciativo que explica la procedencia de la tradici6n; pero no estando de ello seguros, solamente como hip6tesis suponemos que la voz pudo tener un remoto origen en consonancia con su empleo: querer expresar algo asf como causas o guias para los caminos rurales. Don Jose Marfa Llorente, distinguido meteor6logo madrilefio, ha tenido la bondad de ilustrarnos, facilitandonos algunos datos sabre las cabafiuelas en Espana, que el recogiera de la tradici6n oral y por informes escritos. Nos dice que son restos de un rito judaico denominado LA FIESTA DE LOS TABERNACULOS: que esta celebrase, al aire librc, en las sinagogas al comenzar las siembras y al terminarse la recolecci6n. Existfa un ritual cabalfstico para hacerlas. Los pron6sticos se hadan para el siguiente afio. En Talavera de la Reina (Toledo) existe todavia una ermita, la de Nuestra Sefiora del Prado, donde en agosto se celebran romerfas en pro de las cosechas como una reminisencia del rito cristianizado. En dicha poblaci6n tambien celebrase una fiesta denominada "Las Cabafiuelas". Dicenos Llorente que en la citada ermita todavfa se conservan atributos <lei r ito antiguo . Cientificamente el senor Llorente cree que no existe fundamento probacional para tan curioso saber vulgar, y afiade: "El mecanismo atmosferico esta gobernado, ademas, por causas externas, solares -y quien sabe si c6smicas- para que sea probable que con tan sencillos medias como los de las cabafiuelas se pueda pronosticar, a largo plaza, las variaciones que va a presentar el tiempo en todo un afio." LAS CABA!VUELAS EN ESPA!VA Todavfa en Levante, Andaluda, Castilla y Baleares, practican los campesinos las cabafiuelas. Ello demuestra que aca las trajeron los labriegos de esas y quien sabe ¡ si de otras regiones espafiolas. Ellas encontraron aqui ambiente favorable no solo por la continuaci6n de la familia espafiola, por la principal ocupaci6n de las mismas, sino tambien por haber existido entre los indigenas, como veremos adelante, algunas practicas parecidas. La mayor parte de las cabafiuelas en Espafia son asi : Desde el primero de agosto los campesinos anotan el tiempo en todas sus variantes diarias. El dfa primero del mes corresponde, segun ellos afirman, a la temperatura que habra de tener el mismo mes de agosto. La del siguiente dfa sera igual a septiembre; la del tres, a octubre, y asf sucesivamente, hasta que el doce servira para predecir al mes de julio siguiente.
Para mayor certidumbre del pron6stico lo confirman luego -como lo hacen por aca nuestros campesinos en enero- con los doce dfas subsiguientes del mismo mes de agosto observados. A esos llaman ellos alla "contracabanuelas" o sea, las que aca nombran de la vuelta. Si el tiempo de ambas observaciones no coincide, entonces en el pr6ximo mes de enero del afio en pron6stico o en sus primeros doce dias, rectifican. Es de notar que las "contracabafiuelas" son observaciones a la inversa, o sea, el primer mes a considerar es diciembre: el segundo, noviembre, etc., igual que en Puerto Rico. Para el procedimiento de anotar las observaciones hay alla mayor variedad en metodos: unos se fijan en la direcci6n del viento; otros, en la humedad y hasta algunos interpretan al reves lo que haya de suceder. Es decir, que si hay lluvia, ello es indicio de tiempo seco y viceversa. En algunas partes de Espana hacen los calculos a partir del primer dia de la luna en agosto o en enero, pero esto ultimo es rarisimo. Hay sitios en que se comienzan a contar las cabafiuelas a partir del dia de Santa Lucia, o sea, desde el 12 de diciembre. Por ello en Baleares llaman a las Cabafiuelas "dies de Santa Lucia." De esa manera las verdaderas cabafiuelas terminan el dia de Nochebuena, empezando las de retorno en el dia de N avidad. PARECIDAS COSTUMBRES INDIGENAS
El cronista Gonzalo Fernandez de Oviedo refiere
que nuestros indfgenas tenian unos astr6logos, brujos o adivinos, a los cuales llamaban toxores -haciendo constar que pertenecian a uno y otro sexo, que los habia "brujos o brujas"- quienes no solamente se ocupaban de hacer sortilegios que a los mismos espafioles admiraban, sino que tenfan, segun el historiador, "espiritu phit6nico pues que "podfan aconsejar y predecir sucesos." 1 De igual manera dedan las condiciones del tiempo, hablaban de eclipses y fen6menos celestes, "e otras cosas que la Naturaleza tiene por oficio". 2 CONCLUSIONES.
Todo lo anteriormente expuesto nos hace afirmar que estas cabafiuelas nuestras, aunque heredadas de una tradici6n vinculada al cord6n umbilical de la raza, presentan aspectos de un regionalismo innovador, que tiene autentica originalidad de exposici6n y prop6sitos. No habiendonos sido posible el inclulrlas en nuestra POESIA POPULAR EN PUERTO RICO, las damos ahora como una adici6n complementaria de nuestra anterior colecci6n y con la satisfacci6n lntima de ofrecer al lector una de nuestras m<l.s raras y m<l.s bellas flores tradicionalistas.
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Gonzalo Fernandez de Oviedo, HISTORIA GENERAL Y NATURAL DE LAS INDIAS. Edici6n Real Academia de la H istoria, Madrid, 1851, tomo I, lib. V; y Cap. IV. 2 Obra cit., Libro V. Cap. Ill.
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Los restos de una cadena de oro (1560) Por CAYETANO COLL Y TosTE
LEYENDA I
EL ANO DE 1564. EL GALEON SAN GERONIMO CORRIA que conduda al nuevo gobernador don Francisco de Bahamonde y Lugo, capitan de caballos en Flandes, habia fondeado en la cola de San Juan. Los oficiales reales Cristobal de Salinas, Hernando de Cardona y Pedro de Castillejos pasaron a bordo a cumplimentar al nuevo gobernante, besalle la mano, y disponer el desembarco de las armas, ropas y matalota je que traia el navio. Dos regidores del Cabildo, con Alonso Perez Martel a la cabeza, estaban encargados del arreglo del arco triunfal, y de los preparativos que la Cibdad tenia que hacer para el recibimiento del gobernador ; no olvidando, por supuesto, que habia que colocar en lo alto del arco, por timbre, las armas de S. M. El mismo dia, por la tarde, salto a tierra el repre~entante oficial de la Corona, y el regimiento de San Juan de Borinquen estaba tendido a lo largo de la Caleta, desde el muelle hasta los peldafios de la Catedral. La capital no estaba aun circuida de murallas, y por consiguiente, no existia la Puerta de San Juan, que construyo despues don Yfiigo .de la Mota Sarmiento, en 1635, colocando una capillita en la parte superior dedicada a San Juan Bautista. Los atambores, trompetas y plfanos abrian la marcha. El galeon y la galera del puerto hacian fuego de cafion. Los arcabuceros hacian salvas desde Casa Blanca y las seis piezas de artilleria de bronce, del fortin de Santa Catalina y las cuatro del bastion del M orro atron aban el espacio. La Cibdad toda recibia con agasajos y vitores al
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nuevo gobernador. Los rico-homes de la capital, antiguos hijos-dalgos, y ora tratantes en gengibre y cueros, los Mendoza, Guzmanes y Padillas, al besalle la mano al br avo capitan de Flandes y darle el parabien de SU llegada por traer cedula de gobernacion para esta isla por los Reyes de Castilla, le regalaron una Cadena de Oro por valor de mas de cien ducados. Don Francisco vestia jubon de raso chorreado y calzas bermejas de holanda, altas botas, cerradas, de camino, con espuelas doradas, cuera damasco negro guarnecida de oro, con tres cuchilladas en el pecho, sombrero de tafetan negro con caireles de oro y trena de ambar con cordoncillos de lo propio, plumas blancas en el sombrero y bohemio morado. A la puerta de la Catedral salio el Cabildo eclesiastico y el sefior Dean a la cabeza, por ausencia del sefior Obispo, al cumplimentar al regio representante, darle el agua bendita y asperjarle con ella. El organo sagrado dejo oir entonces sus melodiosas notas y el incienso y la mirra, perfumando el ambiente, esparcieron por los ambitos del templo grises nubeculas aromosas. El gobernador tenia aderezado un aposento en Casa Blanca y pasado el Tedeum y visitado el Cabildo, donde fue recibido baxo mazas, abatidas luego al brazo y los reyes de armas descaperuzados, se retiro orgulloso y satisfecho a su aposentamiento, acompafiado de todos los caballeros de San Juan, la guarda de alabarderos, y montado en brioso corcel que tenia pelliza de terciopelo hasta debajo de los estribos. La Cibdad ardio en fiesta tres dias y se rompieron cafias y se corrieron agiles y apuestos caballos de los hatos del Toa y del Turabo, en honor del nuevo gobernante; y se paseo el Pendon de Castilla por todas las calles con pifanos y atambor.
II Don Francisco de Bahamonde y Lugo cumpli6 como bueno en su gobernaci6n. Los tiempos eran agrios y apretados. Combati6 a los atrevidos Caribes que infestaban la Isla por la banda de San German y hasta fue en persona a aquellos arriesgados sitios a hacerles la guerra; y en una guasdbara recibi6 un terrible flechazo en el muslo izquierdo, que lo p~str6 en cama y estuvo a punto de entregar su alma a Dios, pues lleg6 a estar oleado. Salvado de tan peligrosa herida, determin6 don Francisco marcharse a Espana, por haber terminado el tiempo de su gobernaci6n. Despidi6se de todos cor-
tesmente y regresaba a su patria tan pobre, que al salir a embarcar s6lo le quedaba una vuelta de la cadena de oro, que le habian regalado los estancieros de San Juan. Entonces, dirigiendose a la mujer de un sobrino suyo, allf cercana, le dijo: - Senora, tomad los restos de esta cadena de oro; y no me lo agradezcais al daroslos, que no lo hago por servirla, sino por tener 1voto a sanes! el argullo de decir con verdad que "no me llevo nada de Puerto Rico". 1No sabemos, de 1565 para aca, que se haya repetido la frase del Capitan de caballos en Flandes, don Francisco de Bahamonde y Lugo! ...
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Del humor, el amor, la patria y la naturaleza en la poesia de Andres Mattei
i Por
E de la risa y la sonrisa asistimos a la funci6n mas
N LA EXPERIENCIA DEL HUMOR YEN EL ESPECTACULO
distintiva del espfritu humano, la de su libertad metafisica, la de su propia trascendencia. Ni Arist6teles ni Bergson, Croce ni Freud, han ahondado lo suficientemente en la materia, porque las teorias del humor como escape ante la realidad o como psfquica reacci6n ante el contraste s6lo sefialan el fen6meno, mas no inquieren en su fundamental porque. Pero el humor tiene SU 6ntica raz6n de ser, y esta ha de buscarse en las rakes de la misma estructura existencial del espfritu. Hay toda una tradici6n estimativa que comenzando en Plat6n, y ahondandose en Boecio, pasa por San Agustin, Santo Tomas, Descartes, Leibniz, Berkeley, Kant y los idealistas post-Kantianos para culminar en Herman Lotze y Borden Parker Bowne. La tradici6n es una de estimativa personalista que recalca el espiritu, acentua la dignidad del ser humano y se fundamenta en los imperativos de la raz6n. Pero aparte de Boecio tal vez nadie plantea el problema tan clara y sucintamente como lo hace William James cuando define a la persona humana como el ser que lucha por la realizaci6n de valores, definici6n que imparte heuristica belleza a aquella observacion de Harald Hoffding cuando concebfa la religi6n como realizaci6n, desarrollo y conservaci6n de los valores, o a aquella otra de Vaz Ferreira cuando veia la existencia humana como asunto de valores en crisis. Pero para no desviarnos, volviendo a William James quedamos en que el ser humano es ante todo un forjador de prop6sitos, un individuo que trascendiendo su inmediatez y SU circunstancia mira a SU futuro, en el afinca un ideal y lucha, a veces pereciendo en el combate, por la realizaci6n y alcance de su meta. He aqui
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J.
A.
FRAN QUIZ
gran parte de la libertac,l del hombre. Pero hay mas, mucho mas . . . Y ahora na solamente entramos en el tema. El tema entra en nosotros porque ya nos causa preocupacion, nos impacienta y nos sobrecoge. Nos sentimos aludidos, nos importa, nos encontramos envueltos en la situaci6n, y del fondo del alma emerge la urgencia de afirmarnos en algo y algo hacer. Y aqui otra vez aquello de la raiz existencial del humor, porque es el caso de que no solamente es la persona el ente que intenta y acrisola los valores, sino que tambien cuando asi lo considera propio la misma persona interroga la validez y deseabilidad de sus valores establecidos, duda la seriedad de estos e inquiere respecto a nuevas posibilidades. Y aqui la esencia de la libertad del hombre y lo de su trascendencia, libertad ante la iterativa continuidad de la vida, trascendencia hacia lo nuevo emergente del espiritu; mas esto diluido todo en la broma inocente o en el chiste penetrante, elaborado en la comedia, resaltado en la carcajada o juguetonamente dibujado en el simbolo de una sonrisa. De aquf que los grandes fil6sofos hayan siempre tenido un gran humor, y los grandes payasos hayan tenido tanto de fil6sofos; de aqui la anecdota sobre "Socrates en las nubes", las ironias de Diogenes, la historia de Garrick, y la vida de Terencio, el c6mico de la antigiiedad que deda: -Hombre soy, y por lo tanto nada humano puede serme extrafio.- Tras el genuino humor, no olvidemos pues, el pensamiento serio que lo justifica, ni tras el pensamiento serio tampoco perdamos el humor que lo d eleita. -~Hay algo de fil6sofo en ti?preguntaba Samuel J ohnson a su sirviente, y cuando a la negativa Johnson inquiriera por que, respondi6 el sirviente, - porque cada vez que empiezo a filosofar no puedo menos que romper en risa.- Cuando cierto
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psiquiatra, empero, entrevistando a un paciente extrano, interrogara a este si habia alguna vez llorado o experimentado tristeza, si habia alguna vez visitado un cementerio o alguna vez se habia sentido s6lo y nostalgico, respondi6 el paciente: -Muchas veces, doctor, sf, muchas veces,- a lo que con jubilosos ojos replic6 el psiquiatra: -Entonces, senor, es imprescindible vea Ud. al chistosfsimo y gran c6mico ingles, Garrick, al gracioso y gran Garrick que hace refr a las multitudes.- Pero agrega la historia que cabizbajo y pensativo contest6 el paciente: -Senor doctor, cambiadme por favor vuestra receta, pues soy Garrick.- Y asf la eterna historia del paggliachi que llorando rie y riendo llora, que por fuera piruetea y embroma, mientras por dentro lleva el vaso del coraz6n roto en melodias: o como las dos mascaras histri6nicas de la comedia y la tragedia, el humor y la melancolfa, los dos polos del sentir humano milagrosamente captado a un tiempo por Leonardo en la misteriosa sonrisa de La Gioconda. Hay mucha y excelente literatura festiva en Puerto Rico tanto en verso como en prosa. Acaso en prosa los Paliques de Nemesio Canales y los escritos festivos de Guerra Mondrag6n sean inigualables mientras en el verso alegre tal vez haya pocos que puedan medirse con Virgilio Davila. Pero en la cantidad, asf como en la naturalidad y espontaneidad de lo festivo en SUS poemas de humor amen de lo inofensivo y Sano de SUS bromas lfricas, Andres Mattei es el maximo poeta humorista de Puerto Rico. Esta afirmaci6n, empero, no aspira a cumplido superlativo, porque no se trata de un hemistiquio casual en su agudeza o una concidencia de lirica jovialidad. Se trata de algo mas profundo, mas consistente y mas definitivo, ya que la gracia de su humor ya dada en la misma estructura del espfritu de nuestro poeta, en su poetica constantemente aparece como motivo sinf6nico. De su humor se vale para expresar lo serio, y de lo serio se vale para decir lo jovial. En sus poemas humoristas por lo general comienza en pensamiento de tono mayor y en sonoro endecasflabo, pero ya para la segunda estrofa se ha evaporado la seriedad del tema, y una sonrisa o acaso una inesperada carcajada subitamente nos despierta a la conciencia de la comedia en la vida. Cuando una hennosa nuestro amor inflama Todo parece seductor en ella, Cada dfa parecenos mas bella . . . Modelo de belleza se le llama .. . Su mirar para aquel que mas la ama Es el claro reflejo de una estrella Y en nuestro coraz6n deja una huella Su duke voz que siempre nos aclama .. . Y de su risa alegre y seductora Mas que risa, un acento nos parece ... Mas si se enfada el angel que se adora
Entonces sf que el coraz6n padece ... Porque cada segundo es una hara Aunque con nuestro enfado el amor crece.
Buen yaucano que es, se vale Don Andres de ocho Hneas para ensalzar las virtudes del cafe, afirmando Es sabroso licor que fue creado Para animar el pensamiento humano
pero cuando llegamos a los tercetos su seriedad Hrica deviene en humor y nos aclara que Por eso yo le estoy .reconocido Y pues me ayuda a hacer este terceto En que a poco me vi medio perdido Es justo que de un modo muy discreto Inspirado por el y agradecido, Siquiera le dedique este soneto.
En su soneto "Batalla de Versos" mezcla de manera divertida factores de serio romanticismo con elementos jubilosos de sano humor: Me opone mas que un muro, un parapeto La nifia hermosa que mi amor inspira Mientras yo s6lo tengo aqul mi lira Para ponerle un amoroso reto. La fortaleza inspira gran respeto Mas no por eso el sitio se retira ... Disparandole voy lleno de ira Un soneto detras de otro soneto. Ella tiene sus afios juveniles, Y yo, mis versos en su amor cifrados, Que si ella tiene diez y seis abriles Y sus fuegos a tiempo preparados, Yo tengo mis catorce proyectiles En un soneto Janguido encerrados ...
Y en el mismo estilo, pero mostrando lo de humor en la estructura psicol6gica del "Don Juan" que ni Byron ni Tirso de Molina, ni Zorrilla ni el propio Maran6n parecen haber observado. Dice el poeta de Yauco: Te seguire mujer a donde quiera Que conduzcan tus pasos al destino .. . Siempre me encontraras en tu camino .. . Tan grande es mi pasi6n pura y sincera. Si a Europa vas en esta primavera Alla ire por probar el rico vino De Champafia, Burdeos y Torino, Y si el viajes me pagas en primera ... Y si llena de ardiente valentla Llevada de tu loca fantasia Dentro de un aeroplano luego subes Para ver de lo alto a Puerto Rico Y vuelas mas arriba de las nubes .. . Ah, no no . .. Entonces sf que yo no pico ...
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Pero como hemos ya dicho, tras el humor lirico de Andres Mattei, por lo general se esconden motivos diversos. Sus dos sonetos sobre el dinero, por ejemplo, son ricos en implicaciones eticosociales: Nunca fui muy amigo del dinero, La prueba esta en que juntos nunca andamos Y en raras ocasiones deseamos Uno al otro servir de compafiero. Yo . se que es poderoso caballero Y su influencia todos respetamos, Si unos indiferentes lo miramos Otros lo adoran con amor sincero ... Mas si mi suerte no ha de ser contraria, Si pobre me he de ver casi indigente Y si me propusiera un casamiento Una mujer hermosa y millonaria, Lo aceptarla, lector, unicamente Por no causarle amargo sentimiento.
Tai vez aun mas claro y mucho mas penetrante es el segundo soneto "Time is Money", que por llevar tftulo en ingles, ya de por si es llamativo: Time is money, repiten los ingleses. Time is money, es decir, tiempo es dinero Porque el tiempo se escurre muy ligero, Porque vuelan los afios tras los meses ... Precisa, pues, para que tu progreses Pueblo, que sigas por el buen sendero Que te traza aquel dicho verdadero Y ¡defiendes tus propios intereses ... Mas de mi duda a ml nadie me saca, Y es tonto el que tal cosa se propane En el pais del tip le y la maraca ... Al jibaro el refran no se pregone Que el se va derechito a la "jamaca" Por mucho que le digan Time is money.
De dinero, pues, se nos habla, y sin envidia o rencor contra el capital como tal, sin la miopica exageraci6n de un rampante y anticristiano individualismo, asi como tampoco sin el inescrupuloso odio y mentira del moderno materialismo dialectico. Se establece y reconoce el merito instrumental de los valores econ6micos, ya que "el tiempo es dinero" y Precisa, pues, para ¡que tu progreses Pueblo, que sigas por el buen sendero Que te traza aquel dicho verdadero Y defiendas tus propios in tereses;
0 lo que es lo mismo, que te industrialices, reconsideres tus haberes, redistribuyas tus tierras, plurifiques tus cultivos y tengas mas escuelas, mejores carreteras, edificios mas grandes, mayores entradas y mas autom6viles, telefonos y televisores; porque todo esto precisa para el progreso y nada de esto se consigue sin 30
dinero; pero para hacer dinero urge que freneticamente utilicemos cada minuto del tiempo disponible ya que el tiempo es dinero como reza "aquel dicho verdadero". Sin embargo, todo es to, agrega ahora Don Andres filos6ÂŁicamente, es por encima, y solamente por encima: En el pals del tiple y la maraca al jibaro el refran no se pregone Que el se va derechito a la "jamaca" Por mucho que le digan time is money.
0 como diria Llorens Torres, el jibaro responde, Mnhju, que en manera alguna implica la pereza o indiferencia que injustamente a veces imputamos a nuestro campesino. Lo que Mnhju significa es prudencia, cautela, juicio en suspenso, duda creativa, convencimiento de lo inedito. Es algo asi como una manera de negar ir6nicamente, o rneramerite no admitir aquello que dogmaticamente trata~e de imponer. Con esto volvemos sobre el tema del humor y su fundamentaci6n metafisica, porque lo que el poeta nos esta diciendo de una manera divertida y aguda es que el progreso superficial y material que aparentemente deslumbra a las muchedumbres es articulable unicamente en terminos econ6micos, pero que el jibaro de nuestra tierra-tierra agn6stico ante el deslumbre dice, "Mnhju ... " Y se va derechito a la "jamaca" Por mucho que le digan time is money
ya que con su silencio campesino de sufrimiento y paciencia, de trabajo calloso y sacrificado asi como de privaciones onerosas desde su modesta hamaca podria darnos catedra sobre las armonias intimas del espiritu, sobre la dignidad de la vida y la azul serenidad de las cosas en la palma de la mano de Dios. Ahl'. esta la ontologia del verdadero humor, el espiritu rehusando la mediocridad de lo establecido y proclamando la intuici6n de algo mejor. Pero todavia mas, el pronunciamiento no aparece por decreto ni legislacion, tampoco por homiletica ni por catedras de fil6sofos. Simplemente emana de unos labios palidos en el significativo Mnhju del jibarito Que se va derechito a la "jamaca" Por mucho que le digan time is money . ..
Y nuestro poeta que sabe lo que es civilizaci6n, porque en su poema "Patria" todavia recuerda su ilustre Fr_ancia y que sabe lo que es genuina urbanidad y cultura del espiritu, porque con sus propios ojos ha visto la nobleza que Espana engendr6 en el alma campesina y que todavia se mece en la hamaca de nuestros bohios, se identifica con nuestro jibaro y ante el desfile de nuestros valores modernos, medita, Mnhju . . . Posici6n integra de un hombre honrado ...
Esto mismo, pero en nivel de humor mas picante y de sentido politico regional constituye la esencia de sus decimas jocosas dedicadas al una vez gobernador continental de la Isla, Sr. E. Mont Reiley. Parodiando en tono festivo el poema "Despedida" de Gutierrez Najera patri6ticamente ridiculiza nuestro poeta la obra del gobernante en forma de epftetos candentes que reviven la memoria de Jose Gualberto Padilla, "El Cari be", pero no en forma de combate sino en gesto de energica renunciaci6n y repudio de lo inautentico y lo indigno. Y aquf otra vez el humor en su sentido existencial aunque a primera impresi6n tal vez no tan obvio coma en las ilustraciones anteriores, y mucho menos evidente que en su soneto "Desencanto". En es ta composici6n ya el propio humorista personalmente deviene en objeto de su propio humor y del lado divertido nos recuerda tantas anecdotas de George Bernad Shaw mientras seriamente recordamos a Jorge Santayana que aplaudfa y recomendaba la valentfa de ver nuestra propia ecuaci6n escrita. De esta manera nos explica nuestro eminente humorista yaucano: Sohre fino papel muy perfumado Un soneto escribi a la hermosa mfa En el cu al deli ran te le ofreda Mi amor vehementemente apasionado. lmpaciente, Acudi a su Para ver el El lamento
febril, y enajenado morada cierto dfa efecto que le hada de un pobre enamorado.
Nunca fuera mi amor tan indiscreto .. . Tras una puerta que tenia en frente Mi curiosa mirada penetraba ... Y alla vi mi papel y mi soneto Sirviendo de tap6n humildemente A un gran frasco de duke de guayaba ...
Lo establecido hasta ahora respecto a las versos de humor de Andres Mattei; no intentan sin embargo, agotar la riqueza de su poematica. Tan variada en su tematica coma sus modos y su estilo. Su soneto .a la "Escuela", par ejemplo, hubiera entusiasmado a cualquiera de las antiguos o modernos pedagogos: El pueblo con la escuela esta salvado Y el pueblo sin la escuela es .pueblo muerto ... Es la escuela el sillar mas poderoso En que¡ descansa el edificio humano . .. En ella aprende el hombre a ser glorioso A sacudir el yugo del tirano ..... . ..... . . A ser libre .. .. ............ ..
cA que si no a esto se resumen las predicas de Comenio, Froebe} y Pestalozzi? En efecto fue el propio Pestalozzi que deda: Vosotros que hablais al pueblo De libertad y derecho
Y que teneis en el pecho P ara todos caridad, No olvideis que junto al hombre El vicio siempre esta en vela, Fundad .primero la escuela Si quereis la libertad . . .
El pueblo sin escuela es pueblo muerto porque carece de luz, viva imaginaci6n, ideas creativas, perspectiva, sentido de misi6n, libertad. El pueblo sin escuela tiene que ser esclavo del error y la superstici6n, del oprobio y la tiranfa, ya que el pensamiento es el fundamento de la libertad, y s6lo la escuela funcionalmente engendra y nutre el pensamiento libre. Escuchad las palabras de nuestro Don Andres: Hermosa libertad, sagrada diosa Que el mundo aclama con fervor sincero Yo te adoro, te admiro y te venero Como nuestra conquista mas preciosa . .. La esperanza del mundo en ti reposa, En ti conffa el universo entero . . . Por ti el hombre combate altivo y fiero Y por ti baja hasta la obscura fosa ...
Andres Mattei, humorista, es pues, tambien valiente poeta de la libertad que para el constituye la inconsciente y atavica ambici6n de todo ser humano, "nuestra conquista mas preciosa". Hablar, empero, de la libertad coma conquista es polarizar en la metafisica del ser porque se trata de lo que en la vida es radical y 6ntico, el espiritu, que de un lado trasciende, y de otro inmanentiza. Trasciende a Dias, inmanentiza en el hombre. El hombre le llama libertad. Dias acaso le llamaria vida eterna. De ahf que en busca de la libertad tropecemos con Dias, porgue El es la suprema trascendencia, la libertad purisima en su purfsima funci6n; y que buscando a Dias tropecemos con nosotros mismos, con ' la persona humana, porque en el espiritu del hombre inmanentiza arcoirisada de posibilidades la infinita Divinidad. Notemos cuidadosamente c6mo las motivos proteicos de la libertad en Andres Mattei encuentran siempre su maxima articulaci6n en sus cantos patri6ticos, mas estos nunca se limitan a la epopeya de su Francia o al madrigal de su Puerto Rico. En el valle, en la montafia, En el aire y en el mar, Doquiera es propio el lugar Para una heroica hazafia, El Maine, el Iseo, Champafia, Son ejemplo sin segundo De que con amor profundo Corre el frances al combate Y en las trincheras se bate Por la libertad del mundo.
Su patriotismo pues, no es provincialismo de cfrcu-
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lo estrecho con diminutivo centro en Yau co, sino, mas bien, elipse universal con epicentros en su Francia libre y en su Puerto Rico edenico. Pero como tratamos de establecer antes, tan variada es la tematica de Andres Mattei como son sus modos y su estilo. Hombre de viva imaginaci6n latina y fina sensibilidad poetica con su Francia hirviendole en las venas y Borinquen palpitandole en el alma, <Que nos podia decir de las aureas juventudes y los ensuefios mozos? En su soneto "Dios Todopoderoso" cNo alcanza acaso alturas esteticas que favorablemente comparan con los madrigales de Gutierrez de Cetina, Jose P. H. Hernandez y Llorens Torres, a los ojos bienamados? Para probar de Dios la omnipotencia Basta ver c6mo pudo de la nada Formar tu cuerpo escultural y hermoso Para hacerte de todos admirada ... Basta ver como todo poderoso Pudo hacer esa magica mirada . . .
En "Cautiverio" identifica su coraz6n con el cancionero ruisefior de su amada y termina finamente: As! pues, uno y otro le cantamos Olvidando mostrarnos vengativos Por esa libertad que no alcanzamos ... ICu an grandes deben ser los atractivos De esos lazos en que ambos nos hallamos Tan satisfechos de vivir cautivos ... I
"<Por que llorar la ausencia de un instante?", interroga el poeta en su idflico soneto "Dulce Contraste" y con voz de remoto eco que nos viene de Heine y de Becquer asi como de nuestro Gautier afiade: Si sabes que con noble sentimiento Mien tras de ti me encuentro mas distante De ti mas cerca es ta mi pensamiento ...
Su madrigal de "Las hojas", especialmente en sus ultimas estrofas, nos trae recuerdos de Leibniz, quien, valiendose de las hojas caidas de un arbol en un patio del festivo y romantico Paris, hablaba a SUS j6venes admiradoras sobre el hondo problema del cambio y la identidad. Pero por su pureza espiritual, su lilial ternura y su inmacula delicadeza, el madrigal de "Las hojas" de Don Andres nos trae infantiles afioranzas de otro madrigal de Jose Antonio Cavestany, "Los ojos de Bebe". Fue muy fino en el decir y cortes en el pensar nuestro simpatico poeta de Yauco. Veamos la forma galante en que finaliza su soneto "Herir es Veneer": Pues si mi amor pretendes encender Negan<lome el cariiio que te pido 0 haciendome desear mas tu querer Puedes contarme ya a tus pies rendido
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Que si en amor herimos es veneer Mucho me place resultar vencido ...
0 la bondad y finura con q ue dedica un aba:nico a una amada: Yo Se que has de cubrir SUS lindos ojos, Se que vas a rozar su linda boca, Y has de ver de su seno la hermosura . . . Mas se tambien que has de causarme enojos Pues siendo esclavo de una pasi6n loca Celos tengo de ti por la ventura . . .
Y por considerarle el mas primoroso entre sus poemas de amor por el arrobo de su hermosura asi como por su elocuente sencillez, integramente citamos su delicado soneto "En la ventana": Mi vecina coloca en la ventana Cada maiiana un tiesto con su flor. La riega, la cultiva con amor Y siempre esta tan bella cual lozana. Lnego viene solkita y ufana Cuando Hegan las horas de calor Y retira su tiesto con primor Y es ella la que asoma a la ventana. De este modo tan pronto su florero 0 tan pronto la nifia el aire toma, Ella obteniendo un rostro placentero, 0 exhalando la flor un suave aroma, Sea la niiia o la flor, yo considero Que siempre es una flor la que se asoma.
Hemos venido estudiando el contenido de la obra poetica de Andres Mattei, y hasta ahora nos hemos referido principalmente a su humor existencial, a su Hrica vendimia de sonetos amorosos, a sus epicos cantos de la libertad y de la patria, pero resta intocado todavia un aspecto fundamental en la poematica y en la personalidad de nuestro poeta. H ay un factor telurico, humano y religioso en su poesia que merece y demanda especial y cuidadosa atenci6n. Es algo que lo localiza, lo destaca y lo vincula con el romanticismo filos6fico de los ultimas dos siglos. Pero no se trata de un romanticismo naturalista de estilo ÂŁranees o timbre espafiol, ni mucho menos del naturalismo que mas tarde deviene en los realismos de Emilio Zola o Emilia Pardo Bazan. Se trata de un romanticismo que ve la naturaleza como un todo organico y vivo, la personifica, la espiritualiza, la ve misteriosamente compuesta de infinitas partes cada una de las cuales posee su propia forma de vida: Por doquiera se presenta alguna sombra bienhechora Ofreciendole un abrigo a la flor de los cafes ... Y mi vista se complace contemplando seductora Una alfombra de jazmines entreabriendose a sus pies. Y el arroyo que desciende rumoroso y cristalino Suele a veces detenerse en su marcha pertinaz,
Y en remanso delicioso hace un alto en el camino No. queriendo despedirse de! ambiente azul de paz. Mas alla gime en lo agreste la torcaz de la montafia, Un camino muy estrecho serpentea en el pefi6n Cabe el borde de un barranco do una rustica cabana Mira abajo a un precipicio por un aspero balc6n.
Se trata de un romanticismo filosofico casi de tipo ingles que tiene mucho de Walt Whitman, el egregio poeta norteamericano, y sobre todo tiene mucho mas del colosal poeta ingles William Wordsworth. En efecto, cuando consideramos que para Don Andres, la naturaleza que palpita y retoza en su armonioso poema de "Las Montafias de Puerto Rico" es un algo de quietud y de jubilo, de espiritual intercomunicacion continua, algo puro y cordial que el siente y reverencia, y, sobre todo, algo queen atmosfera de plegaria le eleva a Dios, podriamos sin la menor exageracion, considerarlo el William Wordsworth de Puerto Rico. _ Como Wordsworth fue Andres Mattei poeta de la libertad y de la patria, cantor del espiritu triunfal de Francia; como Wordsworth busco y encontro la poesia en lo comun, en lo obvio y en lo natural. El mundo sensorial tenia para el significacion trascendente; y en efecto, no solamente era para el lo telurico algo asi como un sendero hacia Dios como en Wordsworth, sino, que como en Wordsworth, tambien la naturaleza era para el elocuente evidencia de la presencia y cercania del espiritu. De aqui que en rapto de proporciones misticas termine su "Canto a las Montafias de Puerto Rico" con una apoteosis y una oracion: Bendigamos de rodillas esa mano misteriosa Que de! seno de los mares nuestra tierra hizo brotar Y con tantas maravillas nos la dio tan primorosa Que en su placido regazo nos consuela descansar.
Bendigamos esa mano que de! monte a la llanura Con extrema complacencia sus riquezas prodig6, Que extendi6 por n uestras plantas una alfombra de verdura Y con arboles y flores las montafias coron6.
Hablando, sin embargo, de Dios y de fervor mistico, de valores religiosos y de la presencia asf como de la cercania del espiritu, ,:En el ambiente de que otro cuadro podriamos sentirnos mas serenos y confiados que ante el paisaje virgiliano de su soneto "Constancia"?: Abre el buey en la tierra lentamente Largos surcos un d!a y otro dia Y el labrador que siempre en Dios confia En ellos va esparciendo la simiente. A veces lo aniquila un sol ardiente ... Otras veces lo abrasa la sequia. El sigue con la tierra su porfia Y vuelve a resembrar constantemente ... A veces casi ya maduro el fruto El huracan destruye con furor Toda aquella esperanza en un minuto ... No se abate por eso el labrador, Y con el coraz6n lleno de luto Vuelve de nuevo a su primer labor.
En ninguna de SUS eglogas el propio Garcilaso hubiera podido decirnos tanto tan bellamente, ni Millet tampoco lo hubiera podido pintar, porque hay algo aqui de tierra-tierra que va mas alla de la verde campifia, y algo profundamente espiritual desafia aquf a "el hombre de la azada" trascendiendo la Hamada de la campana en la iglesia, distante al caer de la tarde en "La hora del Angelus".
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El doctor Francisco Oller y la inoculacion variolica en Puerto Rico en el siglo XVIII* Por AfDA R. CARO DE DELGADO
CUA~E.SQUIER EST~DIO
OBLIGADA EN SOBRE UNAlaPA?INA. h1stona de nuestra med1cma prevent1va donde se consignen los esfuerzos de las autoridades sanitarias por combatir la propagaci6n de la viruela, es aquella tocante a la dinamica gesti6n del cirujano mayor de la guarnici6n de Puerto Rico, doctor Francisco Oller, por detener en nuestra isla el avance de la funesta plaga en las postrimerias del siglo dieciocho. El hecho que deseamos consignar ha sido completamente ignorado por cuantos hasta el presente se han ocupado de resefiar, bien en libros de naturaleza medica o en trabajos escritos sobre la enfermedad de la viruela, ciertos extremos de la obra del ilustre galeno entre los que se han destacado principalmente los incidentes habidos, ya entrado el siglo diecinueve, con el comisionado real para la vacuna, Francisco Javier de Balmis. Pero wnfiamos que, como contrapunto a la presente aportacion, bien que pequefia, se atreciente la estimaci6n con que nuestra sociedad debe recordar a Francisco Oller, uno de los primeros heroes de la beneficencia puertorriquefia. Ya informado sobre un metodo eficaz utilizado en Europa para combatir la enfermedad de la viruela, Oller, eri gesto que acusa convicci6n cient:ifica a la vez que irreductible conciencia ciudadana, se dispuso a utilizar el mismo procedimiento en Puerto 'Rico no empece las contrariedades que seguramente preveia habrian de suscitarse en el medio local. El metodo utilizado por Oller para evitar que la sociedad islefia sucumbiera victima de la terrible plaga fue el de la inoculaci6n, o sea, el de la variolizaci6n de las perso-
â&#x20AC;˘
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El presente trabajo se basa principalmente en documentos manejados en el Archivo General de Indias, Audiencia de Santo Domingo, Leg. 2284.
nas con material sacado de pustulas de individuos ya contagiados. Por entonces tal practica, en lo que a Puerto Rico concretamente concierne, era considerada por muchos como poco digna de confianza y muy pronto viose la reacci6n en su contra de grupos de importancia, v.g., el Ayuntamiento de San Juan, cuya oposici6n culmin6 en una causa civil que hubo de seguirse contra el ilustre cirujano en la Audiencia de Santo Domingo. En Puerto Rico, Oller puso en practica la inoculaci6n, por primera vez, en 1792; faltaban aun cuatro afios para el logro definitivo de Edward Jenner: la vacunaci6n anti-vari6lica. En dicho afio, yen ocasi6n ¡ de cernirse sobre la comunidad capitalina la tragica amenaza de una epidemia por haberse admitido un cargamento de esclavos procedente de la Bahia de Todos los Santos (Brazil), los mas de ellos afectados por la viruela, y ante los consiguientes casos de contagio que se registraron en San Juan, el doctor Oller, por propia iniciativa, se dio a la tarea de inocular para impedir que la peste se cebase en el conglomerado vecinal de San Juan y que de aqui se extendiese al resto de la isla. Era la costumbre que al hacer su aparici6n una plaga en nuestro medio insular, a fin de contener sus estragos la autoridad local proveyese para la separaci6n de los enfermos, bien en sus hogares o en una casa de "degredo" o aislamiento colectivo dispuesto al efecto en las cercanias del Hospital Real. En esta ocasi6n el consejo municipal hubo de recurrir una vez mas a esta medida, la cual tuvo el endoso del gobernador, pero frente a ello el doctor Oller opuso su ferrea convicci6n de que no era la mas acertada para salvaguardar al comun de la peste, propugnando que s6lo por vir tud de la inoculaci6n, que el ya habia co-
menzado a efectuar, lograria contenerse el brote vari6lico. Firme en su postura; el cirujano prosigui6 en su tarea inmunizadora, la que practicaba, como hemos dicho, introduciendo materia variolosa extraida a los enfermos en incisiones que hacia a los vecinos de la capital. Tal actuaci6n no tuvo la aceptaci6n del alcalde ordinario y regidor, don Jose Davila, quien con la anuencia del consejo fulmin6 una orden contra Oller para que descontinuase la inoculaci6n por entender que la rnisma, lejos de contener el mal, era un medio efectivo para fomentarlo y porque violentaba lo dispuesto por la real orden de 15 de abril de 1785 la cual prevenia respecto al uso de aquella. Hubo de suscitarse una situaci6n bastante tensa entre las dos autoridades: la politica y judicial representada por el regidor-alcalde ordinario, que insistia en SU prohibici6n, y la medica, el doctor Oller, quien hada caso omiso de la orden y proseguia administrandola. Ante la irreductible actitud del facultativo, cimentada esta por los conocimientos que tenia de los positivos resultados de inmunidad obtenidos en Europa, el alcalde ordinario opt6 por amenazarle con una multa de doscientos pesos y confinamiento en carcel si persistfa en continuar inoculando. Tales amenazas hubieran surtido efecto y provocado el que se desistiera de llevar adelante la obra humanitaria envuelta en el asunto de mediar un espiritli pusilanime, pero Oller no se arredr6 ante la dificultad de la situaci6n ni mucho menos claudic6 sus altas miras humanitarias a la mera presi6n de grupos gubernativos. Por encima de las penalidades que le pudieran sobrevenir, se imponia el llamado de su conciencia para beneficiar a los islefios con el unico recurso que hasta entonces habia probado ser efectivo. Asf, en actitud valiente, se dispuso a continuar su obra, resultando de ello no la .actualizaci6ri de las amenazas del funcionario municipal pero sf el que este incoara causa ante la Audiencia de Santo Domingo. A este tribunal, que debia entender en su abierto desacato a las 6rdenes prohibitorias de la inoculaci6n, dej6 llegar Oller, por conducto de un apoderado designado por el al efecto, que lo fue don Francisco de Mueses, SU mas energica defensa al recurso de la inoculaci6n que venia practicando en Puerto Rico y el mas virulentado ataque al sistema o recurso de "degredo" conforme al cual pretendfa la . municipalidad de San Juan remediar la propagaci6n de la viruela. Los altos sentimientos dvicos que habfan inspirado y presidido su actividad inoculadora quedaron diafanamente expresados en el alegato que a su nombre present6 el aludido podatario. Y respecto a su pericia, esta qued6 fehacientemente sefialada cuando en terminos claros y concisos declara: "Salieron felizmente los que se sujetaron a estas resultas quedando en su antigua fon;na sin variarse su aspecto en la perforaci6n que
suelen causar las ulceras; s6lo uno pudo desgraciarse por haber omitido las diligencias que prescribi6 para el acierto". Y sobre el "degredo", indica que era un "mero refugio. . . reducido a un tinglado sin mayor abrigo dentro de los muros de la ciudad, tan inmediato al Hospital Real que apenas dista veinte varas castellanas y asf lejos de contener el contagio se fomentaba con desgracia. Faltos los enfermos de comodidades y muchas veces de asistencia era forzoso que fueran victimas del abandono muchos que podian haber mejorado con el auxilio de sus casas y socorros competentes, libertandoles del estrago por medio de la inoculaci6n, siendo por lo tanto el remedio que alH se segufa mas agravoso que el propio accidente". Igualmente apuntaba que "la ley rigurosa del degredo se ejecutaba unicamente en los miserables del pueblo, los ricos quedaban en sus casas libertandoles sus respetos de la observancia comun, y de aquf provenia la mayor dificultad del remedio: estaban siempre las viruelas en el centro de la ciudad y nada precavfa la separaci6n propagandose el contagio asf por esto como por hallarse inmediato el lugar donde se destinaban".
Tras la detenida consideraci6n de los extremos ya sefialados, la Audiencia de Santo Domingo, por real provisi6n librada el 5 de febrero de 1793, dio a conocer su fallo en la causa contra Oller, el cual fue favorable a este al ordenarse que no se impidiera la inoculaci6n "mediante no haberse experimentado efectos adversos a ella y sf muchos favorables", quedando asimismo declarado que "el celo del alcalde don ] ose Davila no debi6 en la presente ocurrencia haber tornado por sf la resoluci6n de proceder contra el cirujano don Francisco Oller". Con este fallo se puso punto final a la controversia suscitada respecto a la utilizaci6n del recurso de la inoculaci6n en la isla de Puerto Rico, y el mismo hizo factible que el doctor Oller pudiese llevar a feliz termino su tarea inmunizadora que tanto bien hubo de producir en ¡el pueblo puertorriquefio de las postrimedas del siglo XVIII. 35
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I,sla de adolescencia y de sol fuerte, goce del resplandor sobre las albas, cristal quemante, sed de todas sedes, musical Anadiomena descalza: siento sonar campanas en Rio Piedras y la magica isla esta en mi mano. Montevideo, l l-noviembre- 1961.
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Francisco Arrivi: La mascara y el jardin* Por
FRANK
DAUSTER
Universidad de Rutgers
ENTRE
LOS
ESCRITORES
CUYA
DEVOCION
HA
HECHO
realidad el teatro puertorriquefio se destacan dos figuras de primordial importancia; Emilio S. Belaval y Francisco Arrivi. A Belaval, mas que ningun otro se debe la creacion del verdadero primer grupo dramatico hace veinte afios y ha continuado siendo una de las fuerzas rectoras de los demas grupos que han surgido desde entonces. Arrivf es fuerza dinamica del movimiento y el estfmulo primario de los Festivales de arte dramatico puertorriquefio que anualmente se celebran y que constituyen el nucleo en que esta centrada la actividad dramatica del Estado Libre Asociado. Poeta sofiador y a la vez gran conocedor del teatro, Arrivf ha sido el genio que orienta y el hombre de acci6n que ha hecho posible el exito indiscutible de los festivales. Como bien ha dicho Enrique Laguerre : "La historia de la revolucion teatral de Puerto Rico, desde Areyto para aca, no puede escribirse sin dar el debido relieve a la personalidad de Francisco Arrivf. Productor, autor, director, luminotecnico, ha sido el quien ha dado vida y consistencia al grupo Tinglado Puertorriquefio. Desde que ensefiaba espafiol en Ponce, en 1940 viene Arrivi dando alientos a estas reformas del teatro puertorriquefio."1 Pero para el que estudia el teatro, la importancia principal de Arrivf esta en ser un dramaturgo de notable talento. Su obra esta dividida en dos periodos que responden a dos objetivos diferentes. El primero incluye Caso del muerto en vida, Alumbramiento, El diablo se humaniza, Club de solteros y Maria Soledad y refleja un alejamiento del insularismo cargado de la
â&#x20AC;˘ I
Traducci6n de la Dra. Antonia Saez. Pulso de Puerto Rico, San Juan, Biblioteca de Autores Puer¡ torriquefios, p. 298.
obsesion prevaleciente de la realidad social de Puerto Rico. El segundo perfodo esta vuelto hacia la realidad islefia e incluye Vegigantes; Sirena, El murcielago y Medusas en la bahia, obras fundamentalmente realistas. Esto ha sido causa de que con frecuencia la critica las haya interpretado mal y visto como ataques al discrimen racial lo que ha motivado vehementes polemicas en cuanto si existe o no ese problema en Puerto Rico. La realidad d~ estas obras es, sin embargo, muy diferente y los problemas a todas luces de otra fndole. La obra mas importante del primer periodo es Maria Soledad, tambien conocida como Una sombra menos. Maria Soledad esta obsesionada por la busqueda de la pureza de su ser y de sus relaciones con su esposo, Jose Luis. Esta obsesi6n, se descubre, nace de una experiencia incestuosa con su padre, y la lleva al horde de la locura. La situacion se complica con la llegada de Sandra, hermana de Maria Soledad y antigua amante de Jose Luis, en compafiia del poeta Ricardo. Ricardo y Maria Soledad creen que solo ellos pueden realizar el ideal de pureza, y Jose Luis, consciente de su propia limitacion, facilita su encuentro. Pero cuando se da cuenta de que Ricardo tambien es de barro, mata al poeta y se suicida dejando frustradas a Sandra y a Maria Soledad. Este boceto es mera sfntesis de las complejidades de las relaciones humanas. La dificultad de Maria Soledad es que funciona simultaneamente en dos planos. En uno, Marfa Soledad una sicopata, violada por su padre; sus albas vestiduras y su mania por los lirios blancos son simbolos de su intento de huir de aquella experiencia. En otro piano, como ya ha indicado Arrivf, es la reinterpretaci6n de la leyenda de la Bella Durmiente: "He creido desde hace tiempo que el Duende es travieso por enamoramiento inconsciente de la Princesa
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Encantada, que el Principe Hermoso encubre un Don Juan de mayor sensibilidad e imaginaci6n que el de Tirso, pero Don Juan en ultimo analisis." 1 La tremenda ironia de esta obra es que el unico verdaderainente capaz de comprender la pureza de la Bella Durmiente es el hombre que ella rechaza porque al principio no era capaz de comprender, el Drag6n, Jose Luis. Esto no es s6lo una fabula invertida que ha divertido al dramaturgo. Albas vestiduras y lirios son simbolos del rechazo de Maria Soledad de una experiencia traumatica y una expresi6n de la busqueda de la pureza de la Bella Durmiente en contraste en ambos pianos con el rojo caracteristico de la sensualidad de Sandra. Maria Soledad aparece desnuda ante Ricardo en un esfuerzo sicopatico de probar su pureza. Es a la vez reflejo de su ambivalencia fundamental, tentaci6n y pureza. En el plano de la fabula, sin embargo, ella busca pureza, liberaci6n de los lazos destructores de lo mundanal. La muerte de Ricardo y de Jose Luis y el descubrimiento de lo inaccesible de su meta llevan a Maria Soledad a la locura. De esto puede llegarse a la siguiente conclusi6n - S6lo la muerte puede liberar al hombre de lo externo para lograr lo mas profundo y personal de cada cual. Este extrafio maridaje entre la fabula de arquetipos y el drama sicol6gico ha producido reacciones criticas de amplia divergencia. En una lista interesante que Arrivi hace en el artkulo citado, varios criticos se refieren a Maria Soledad como una sic6pata, una simuladora, una encarnaci6n de lo inconsciente, una concepci6n poetica en oposici6n a un ser real, una ingenua, una sonambula de cuento y leyenda, etc. La misma diversidad de reacciones produjo en su reaparici6n en el festival de 1961. 2 Las razones que motivan estas dificultades de interpretaci6n son de indole dramatica y lingiiistica. El mismo Arrivi ha mostrado la naturaleza de la primera en la nota del programa cuando, despues de describir cada personaje, dice de Marfa Soledad ". . . no puedo aportar certidumbre alguna; excepto sugerir que su vida transcurre en la frontera de lo humano y de lo allende y que le es imposible revelar el secreto de su personalidad, ya que lo desconoce. Si pudiera confesarlo, ah, no 'andaria yo buscandolo, ni andarian los demas; persona jes, interpretes, espectadores, criticos y hasta me-
' Buena suerte, int~rpretes ... ," programa de Maria Soledad, Teatro Tapia, San Juan, de! 20 de abril al 28 de mayo de 1961, p. 5. 2 Debo aclarar en este punto¡ que me ref!ero a unos pocos criticos coma Emilio S. Belaval quienes han demostrado inte¡ grida'.I y c0mprensi6n. La crltica dramatica puertorriquefia es, generalmente, aterradora. Uno se dedica a hacer chistes, mientras algunos de los peri6dicos de mayor circulaci6n tienen coma crlticos teatrales a sefioritas cuyos comentarios se refieren principalmente a los trajes que llevan las damas de! auditorio. I
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dicos siquiatras. Aqui, pues, tocamos el nivel verdaderamente misterioso y problematico de la obra." 3 Es decir, Arrivi deliberadamente ha creado un simbolo misterioso de la complejidad de la siquis humana. Esta complejidad explica reacciones de los criticos, cada uno ve a Marfa Soledad desde su punto de vista. Ello explica los comentarios sinceramente contradictorios de los otros caracteres: Ernesto:
(ilumind.ndose beatificamente) Dicen mis padres que eres indiferente a las demd.s personas. Pero es mentira. Yo te comprendo y se que eres buena.
Ricardo:
Maria Soledad, &quien te forj6 tan terrib lemerite pura?
Sandra:
Tu disfrazada astucia para hacerte admirar ...
Jose Luis:
Agua sin alegria de correr, ... sin gozo de hacerse savia. . . sin die ha de f lorecer. . . Agua para estar junta a ella. . . y no turbarla . .. 4
Maria Soledad c:s un enigma dramatico, una personalidad compleja que despierta en cada uno de los otros caracteres su autentica naturaleza. S6lo a traves de ella percibimos la bondad del apayasado Ernesto, el encubierto erotismo de Ricardo. Por Maria Soledad sabemos que Jose Luis, el hombre de carne y hueso, es el unico realmente capaz de compartir sus ensofiaciones castas. El segundo problema es distinto y lo plantean las dificultades que presenta el lenguaje al tratar de expresar en ambos planos la intenci6n y, especialmente, el cambio gradual del enfasis de lo real a lo simb6lico. Esta es la verdadera falla de la obra. Arrivi, en el intento de subrayar el cambio de foco, ha recurrido en el tercer acto al empleo de una expresi6n casi ret6rica. Segun el acto avanza, el lenguaje se eleva fortaleciendo el contraste. Este cambio ha confundido a los criticos y ha dificultado la comprensi6n de la obra, ya que los simbolos dramaticos. se hacen mas oscuros en vez de mas comprensibles. En sus 'ultimas obras, todavia preocupa a Arrivi la humana soledad del ser encerrado entre muros infranqueables. "Reflexiones posteriores sobre la naturaleza de mi pueblo y angustia compartida ante su voluntad de existir y su problema de ser, me impulsan ... "5 Sin embargo, aborda el problema desde una posici6n completamente diferente. En las cuatro obras incluidas en este grupo abandona la forma de-
3 4 5
p. 5-6. p. 6. Francisco Arrivf: La generaci6n de! treinta: El teatro, San Juan, Instituto de Cultura Puertorriquefia, 1960, pp. 22-23.
liberadamente simbolica de M aria Soledad y emplea un realismo convencional. Esto, como se ha indicado, hace que su verdadera intencion con frequencia se haya interpretado mal. El hecho de que Arrivi las clasifique como una trilogia bajo el titulo de Mascara puertorriqueiia indica que su intencion traspasa el realismo. De hecho, el ha expresado claramente SU proposito: .. . dramatizo la problematica de conciencia que engendra el mestiza je racial en Puer to R ico . . . " 1 No el racismo sino el resultado sicologico del mestizaje. El primer volumen de la trilogia es Bolero y plena (1956) dado que las dos obras incluidas tienen un tema musical. En El murcielago, el bolero Silencio; en Medusas en la bahia, la plena Tanta Vanidad . En ambas el tema es la soledad, el completo y total aislamiento personal. Con frecuencia los criticos han querido ver en El murcielago, otra obra sabre la desintegracion cultural del puertorriquefio en Nueva York, mientras que Medusas en la Bahia, como las dos obras que completan la trilogia, se considera un ataque al prejuicio racial. Ya veremos, sin embargo, que el tema de Arrivi es en verdad muy diferente. El murcielago se desarrolla en Nueva York en el campus de la Universidad de Columbia. Los personajes, Juan y Nilda, son dos estudiantes puertorriquefios que se encuentran en N ueva York despues de cuatro afios de separacion. Poco a poco descubrimos el secreto de cada cual. El matr imonio no ha salvado a Juan de su sen ti do de alineacion, y se clasifica a si mismo como un murcielago, "El torpe y pobrecito murcielago, que vuela junta al almendro en busca de frutas y las tumba por ceguera. Anhelaba entre sombras y solo sabia enredarme en la pena de los demas." 2 Nilda, en cambio, muestra el amor que siente por Juan, un am or inconfesado en su esfuerzo por ayudarlo a encauzar su vida. Y cu an do Juan se da cu en ta de su amor, la fuga es ironicamente evitada, porque ella reconoce que solo lograria perpetuar la m ania de Juan en su hijo. Se escapa inventandose un amante y un embarazo que no existen, trampa en la que cae Juan y se separan. El murcielago no es otro "breve encuentro' ', ni una vifieta de dos almas perdidas que encuentran la felicidad y renuncian a ella. En el fondo de el esta el tema de la alienacion de Juan, su incapacidad de encontrarle sentido a su vida. Nunca se manifiesta al punto de desviar el foco de la obra, centrado siempre en las relaciones humanas entre Juan y Nilda, y sin embargo, causa de todo el problema. La clave del problema esta en el abandono de un nifio por su
p. 23.
Bolero y Plena, San¡ Juan , Editorial Tinglado Puertorriquefio , 1960, p. 45.
padre. Juan continua alienado y esta perdido porque no se siente completo. El tema del abandono tambien se manifiesta en Medusas en la bahia. Se desarrolla la obra en una habiJ:acion de un hotel de San J uan con sucesivos traslados a un hogar en el Condado, la seccion residencial de los adinerados de San Juan, una casucha en la Perla, uno de los barrios bajos mas sordidos, y a un hogar en Washington, y regreso a la Perla para la escena final. El drama empieza cuando Augusto, un puertorriquefio, se prepara para reunirse con su famili a en W ashington. Se nota perturbado y se conduce de modo raro - da sus pertenencias al mozo del hotel. Descubrimos que su conducta y su aparente sentido de vergiienza se deben a que se ha enriquecido vendiendo jabon que aclara la piel. La escena se desvanece y de repen te nos encontramos en el Condado, veinte afios antes y presenciamos una escena borrascosa entre la madre moribunda de Augusto, Elena, y Augusto que insiste en traer a su abuela a la casa. La madre se opone con tenacidad y descubrimos que la abuela, Mama T ina, es una negra y que la esposa de Augusto, Dora, no sabe que el es un mestizo. La pr6xima aparicion es en La Perla, en casa de Mama Tina. Elena muere y Augusto intenta disculparse porque ha sido tan debil que no llev6 a Mama Tina junto a su hija mor ibunda. La escena en Washington es el primer inten to positivo de Augusto para lograr su propia estimaci6n. Su esposa Dora se dispone a firmar una protesta porque un negro se ha mudado a su vecindad. Augusto, en su indignacion, rompe la carta y pide a la Sra. Hawkins, la portadora, que salga de su casa. Esta amarga disputa la oye su hija Dorita que al saberse de ascendencia mestiza, rechaza a su padre. En la ultima escena, se vuelve al presente. Augusto ha regresado a la casa de La Perla y sabe que Mama T ina ha muerto. La hostilidad de su primo negro, Primitivo, le hace ver claro el callejon sin salida en que se ha metido y la obra termina con el suicidio de Augusto. En este punto es necesario hacer un parentesis para comentar el empleo que Arrivi hace de los cambios retrospectivos. Para evitar las dificultades escenograficas que retardarian el desarrollo de la accion dramatica en B olero y P lena u tiliza multiples decorados que faci litan el movimiento rapido. Esto tiene en Medusas en la bahia par ticular importancia, que en el presente sirve de marco para el pasado q ue lo determina. El escenario se divide en cuatro areas, y en cada una hay los elementos indispensables para que el auditorio las reconozca. Transiciones de una a otra se logran mediante oscurecimientos graduales e iluminacion en el area apropiada. Cuando la accion se aproxima al climax, se iluminan todos los trasfondos y cuando Augusto se acerca a su inevitable fin, un fulgor fos~9
forescente representa las cuatro etapas que determinan la crisis. Hay ataque al racismo en Medusas en la bah{a, pero la culpa realmente la tienen Elena y Augusto. El padre de Elena la ha separado de su amante negro para educarla entre blancos y ella careda de fuerza moral para regresar donde su madre. El ansia de exito material y de aceptacion social la mantienen alejada de su ascendiente materno. Augusto, a su vez, no ha tenido fortaleza moral y no se ha encarado a su doble herencia negra y blanca y esta emocionalmente mutilado porque ha fracasado en aceptar la realidad. Ademas, todo intento por su parte para cmnciliar las diferencias es rechazado. Si la Sra. Hawkins y Dora son, en cierto modo, responsables; tambien lo son Mama Tina y Primitivo. El racismo actua por prejuicios. Mama Tina accede a que su amante blanco se lleve a Elena porque desea mejor estar para su hija. Primitivo insiste en no aceptar una conciliaci6n porque siente un profundo resentimiento. Ambas actitudes son comprensibles. El hecho clave es el mismo. Arrivi no ataca Ia irracionalidad del racismo tanto como explora la mutilacion emocional que resulta del rechazo de Ia complejidad de la herencia racial. Incapaz de vivir a conciencia como blanco en una sociedad de blancos, no puede tampoco ser negro. Ni una cosa, ni la otra, vive en un limbo espiritual. El segundo volumen de la trilogia, Vejigantes (1958) toma su nombre de una festividad tradicional. "Vejigantes tiene como motivo las fiestas de Santiago en Loiza Aldea - vejigantes, caballeros, mascaras locas, timbaleros - para plantear conflictos de conciencia originados por el cruce de la raza blanca con la negra. Cuando Ios puertorriquefios niegan su herencia racial africana - quiero decir - se convierten en vejigantes, esto es, en seres enmascarados, insuficientes moralmente .. . "' 1 El Primer acto pasa en 1910, cerca de la aldea de Loiza. Es Casi toda danza, aun la accion dramatica. La seduccion de la joven negra, Tofia, por el espafiol Benedicto tiene como trasfondo el canto folklorico J oyalito. Los dos actos siguientes se desarrollan en el Condado, en 1958 y envuelven la luc'ha de conciencia de tres generaciones: Mama Tofia, su hija mulata Marta y Clarita, la cuarterona hija de Marta. Tofia y Marta son los dos polos: la primera tiene concien cia de su tradicion, mientras que Marta lucha por pasar por blanca, y prohibe a Mama Tofia la entrada al jardin, por. temor de que los vecinos se enteren de su secreto. Cada una tiene un atributo especial: en Mama Tofia, el incontenible deseo de
I
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Francisco Arri~!. El primer festival de! teatro puertorriquefio, Rev. de! Instituto de CultÂľra Puertorriqueiia, 2 Enero-Marzo 1959 4.
rnlver a ofr Joyalito; prohibido por SU COntexto etniCO. En Marta, el turbante que oculta su pelo crespo. N o son caracteres estereotipados; Mama Tofia es una irascible anciana que se burla de algunos de los hombres blancos de la familia; Marta vive al horde de la histeria, obsesa por el deseo de lograr una buena boda para Clarita y torturada por su conducta inmoral con su madre. En momentos de intensa emocion, se lleva las manos al turbante, simbolo del oprobio, lo ajusta y acomoda. La tension latente se cristaliza en los amorios entre Clarita y Bill, un norteamericano de Alabama que tiene negocios en Ia Isla. Sus comentarios raciales provocan una crisis de conciencia en. Clarita; no puede aceptar su proposicion de matrimonio sabiendose mestiza. . . Esta situacion la lleva a tomar la decision que siempre ha evadido; escoger entre la aceptacion de su linaje o continuar la vida de farsa creada por Marta. En una magnifica escena final le habla a Marta de su decision e invita a la at6nita Mama Tofia a que le ensefie a bailar la bomba, al compas del disco ]oyalito. La vieja vacila, viendo la Iusha de Marta, pero Clarita insiste y las dos bailan. Al final, Clarita invita a Mama Tofia a pasear por el jardfn. M amd Tona:
Los vecinos . . . Recuerda que vivimos en el Condado. Gente encopetada con repelillos.
Clarita (natural): Que nos vean los vecinos. Y si quieren pasear con nosotras haremos lado. 2 Marta tiene que elegir entre la negaci6n artificial de su herencia y el paseo simb61ico por el jardin. Es el momenta culminante del teatro de Arrivi, ella elige: Marta:
Acompdnala . . .
Mamd Tpna permanece inm6vil. Marta la mira unos segundos y se dirige lentamente a la radiola. Sube el volumen a punto de gran sonoridad: ]oyaliyo, ay ]oyalito, ]oyaliyo, ay, ]oyalito te olvidaron en el puente. Se lleva las manos a la cabeza y se desajusta el turbante, se lo quita y lo arroja junta a la radiola. Sacude su pelo crespo de mulata, recortado a la moderna y se lo arregla con las manos. Saca un panuelo del bolsillo y comienza a limpiarse el blanquete de la cara. Clarita entra en el jard{n y comienza a pasear."3
2
Vejigantes, San Juan , Edit. T inglado Puertorriquefio, 2nd. ed. 1959, pp. 124-125. 3 pp. 125-1 26.
Marta no s6lo se ha quitado el turbante, simbolo de su oprobio; se ha quitado la mascara que cubria su conciencia y su herencia racial. Esta metafora dramcitica esta tambien latente en el tercer drama de la trilogia, Sirena. Cambucha, la mulata amante del jefe blanco, Roberto, suefia con ser una blanca princesa en un sal6n encantado. S6lo asi, segun ella, puede transformar el ansia sexual de el en amor por ella. Al efecto, a pesar de la oposici6n de su madre, del negro Pedro Alejandro que la ama, del doctor que hace la operaci6n, se somete a un tratamiento de cirugia plastica para disimular, en parte, sus marcados rasgos de mujer de color. La operaci6n tiene un exit<> yen un esfuerzo casi histerico por transformarse, arregla un encuentro con Roberto y oculta su rostro bajo una mascara de polvos y cosmeticos. Roberto estupefacto la rechaza y la abandona. En otra de las extraordinarias escenas de hondo dramatismo de Arrivi, Cambucha intenta destrozarse la cara con las ufias. Y el drama termina entre los sollozos de Cambucha y el dicilogo entre Micaela y Pedro Alejandro que tratan de rehacer su vida, asegurando Pedro Alejandro con firme decisi6n que sera padre del ser que aun no ha nacido y que Cambucha lleva en sus entrafias. Esta es la mascara, la careta, tan frecuente en Sirena y Vejigantes. La careta que la hipocresia y el miedo ponen al rostro de la gente que no acepta su verdadero origen. Con la expresi6n de El Murcielago, estos dramas giran alrededor de temas semejantes con muy parecidas caracteristicas. Los principales caracteres son mujeres torturadas por la falta de acep-
taci6n de su origen, por el amor o sencillamente por mero bienestar econ6mico: Cambucha, Marta, Dorita. Los unicos personajes relativamente tranquilos son los que han logrado la paz de su conciencia aceptando su condici6n: Mama Tina, Micaela, Clarita, Pedro Alejandro y hasta cierto punto, Primitivo, a pesar de su rebeldia, No es necesario insistir en que estos dramas no son meros ataques al racismo; si hay blancos con prejuicios raciales, los hay tambien que se casan con sus amantes negras o que reconocen sus hijos y se presentan en publico con ellas. Cambucha y Marta son las unicas que tratan de ocultar su origen, escondiendo a Mama Tofia ya Micaela en un rinc6n de la casa. No es Arrivi el unico puertorriquefio que ha visto este problema. Rene Marques lo ha tratado con bastante efecto en sus dramas y cuentos, pero con interpretaci6n polftica, mientras que Arrivi lo considera en su desajuste sicol6gico. La autenticidad de esta interpretaci6n es muy patente como lo indican las paIabras de Enrique Laguerre. " .. . Ha adquirido un saber de tercera dimensi6n de la vida puertorriquefia, conoce al Puerto Rico humano, en sus raices hist6ricas y en su conducta de pueblo.''1 Francisco Arrivi no es un analista clinico, es un hombre apasionadamente comprometido (engage) con su pueblo que lucha por ser comprendido. Es tambien, como claramente revelan sus obras dramaticas, una de las figuras sefieras del teatro contemporaneo de America Hispana. I
Pulso de Puerto Rico, p. 299.
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Los macheteros en la guerra hispanoamericana* PoR MIGUEL MELENDEZ MuNoz
LAS
FUERZAS
MILITARES
AMERICANAS
INV ADEN
LA
Isla por los puertos de Arroyo y Guanica el 25 de julio de 1898 y el 18 de octubre de ese mismo afio se arria la bandera espafiola de nuestros edificios publicos y se iza en su Iugar la americana. Y en esa impresionante ceremonia, en la que intervienen vencedores y vencidos, fina el poder secular de Espafia en nuestra tierra y se inicia un nuevo ciclo en su vida politica, social y economica. El jfbaro, anemico y analfabeto, es insensible a esta mutacion, profunda y desconcertante, en su destino. Pero ha intervenido en el desarrollo de estos ultimos acontecimientos que Io transforman de subdito espafiol en ciudadano de Puerto Rico, segun ha de establecer el Acta Foraker, que aprueba el Congreso americano el dia 12 de abril de 1900. El estado de guerra entre Espafia y Estados Unidos de Norte America une y agrupa a todos los puertorriquefios en Ia defensa de la soberania espafiola en nuestra Isla. La actitud de las altas clases sociales y del pueblo es unanime, franca y espontanea, sin distincion de ideales politicos, de credos religiosos, ni diferencias raciales. El pais, que habian dividido en liberales y ortodoxos las elecciones del 27 de marzo de 1898 en luchas cruentas que ensangrentaran las calles de algunos pueblos de Ia Isla, que Ilevaran Ia inquietud y el luto en muchos hogares, como consecuencia de aquella desavenencia fratricida, ofrece su vida y su hacienda a las autoridades militares que organizan la defensa del pais para defender, al mismo tiempo, la ancestral soberania espafiola sobre esta posesion del Cari be. EI Instituto de Voluntarios, integrado siempre por
â&#x20AC;˘
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Capitulo de mi ensayo El Jibaro en el Siglo XIX.
espafioles recalcitrantes y por puertorriquefios afiliados al Partido Conservador y vinculados a la politica colonial antirreformista, moviliza sus contingentes de tropas, bajo el mando del Estado Mayor del Ejercito regular. El jibaro, que no fue voluntario por carecer de instruccion y de indumentaria, no pertenece a ese Instituto en aquel momenta" historico. Pero se incorpora voluntariamente, a las secciones de guerrilleros que reclutan, instruyen y dirigen oficiales y clases (sargentos, cabos, etc.) del Ejercito regular. Estos guerrilleros son de caballerfa - a caballo, no de cabaIlerfa motorizada, como ahora - y se distinguen con un nombre de abolengo rebelde, que adquiriera notoriedad en las revoluciones de Cuba y Filipinas. Ese nombre es tambien de puro origen criollo: macheteros. Los macheteros estaban equipados con tercerolas rifles de cafion corto - cananas con capacidad para den balas y largos machetes, parecidos a los que se usaban en el corte de cafia. En Ia defensa de Ia Isla adoptaron los jefes del Ejercito espafiol el mismo equipo, manuable y adecuado a las contingencias de las guerras coloniales, que utilizaran Ios insurrectos de Cuba y Filipinas. Y en su misma tactica instruyeron a los macheteros puertorriquefios, como cuerpo volante auxiliar de las milicias veteranas y disciplinadas. EI uniforme, improvisado con la celeridad que exigia el desarrollo de los acontecimientos, fue confeccionado con prendas distintivas de filiacion criolla. En vez de gorra, capacete, etc., los macheteros se cubrian con sombreros de paja del pafs, Ilamados villeros en algunas zonas de la Isla y pavas, en otras. En el plan de campafia que habia trazado el Estado Mayor, las guerrillas montadas, servirian de avanzadas de operaciones del Ejercito regular.. . Al avistar al enemigo, iniciarian una breve y espaciada escaramuza
hasta atraerlo al lugar que ocupara el grueso del Ejercito. Y, situadas en emboscadas, protegidas por los accidentes del terreno, los hostilizarian hasta que ambos ejercitos hicieran contacto. En el momento en que se trabase la Iucha, que habia de culminar en un duelo al arma blanca y bayoneta, cuerpo a cuerpo, segun la tactica y el tipo de armamentos de la epoca, los macheteros se lanzarfan a Ia carga, blandiendo sus machetes para picar a sus contrarios, con mas ardor que en el pique, o corte de cafia. Nuestros macheteros: Ezequiel, Robustiano, Timoteo, Portalatin, Concho, Zacarias, Natividad, Sico ... los soldados desconocidos los heroes an6nimos de todas las guerras, pelearon, con arrojo y valentia, en la revuelta de Villodas, en el Asomante, en Guanica, Yauco y Guayanilla y se retiraron hacia el centro de la Isla con el grueso del Ejercito peninsular, hostigando siempre al enemigo. Don Angel Rivero Mendez, autor de la Cr6nica de la Guerra Hispanoamericana, actor principal en- la defensa de la plaza fuerte de San Juan, contra el bombardeo de la escuadra del almirante Sampson, hace grandes elogios de la conducta, la disciplina y el valor de las columnas volantes de macheteros, jibaros puertorriquefios que cumplfan lealmente, su juramento de fidelidad a la bandera espafiola y fueron sus defensores en aquella guerra en decidida cooperaci6n con las tropas peninsulares. La mayoria de aquellos macheteros no sabia leer ni escribir. La rapidez con que se efectu6 su reclut~miento, oblig6 a los oficiales reclutadores a prescindir de muchos requisitos y a suspender las reglamentaciones militares para instruir y disciplinar los contingentes que habian de formar las guerrillas montadas volantes. La inteligencia natural del ifbaro, su flexible adaptabilidad y su perspicacia, despierta y vigilante, facilitaron la labor de sus instructores, que concluyen por reconocerle y acreditarle esas cualidades, peculiares de su personalidad. El jibaro, que fue insurrecto o rebelde en las huestes revolucionarias de Lares, cruzado analfabeto de la causa de la independencia de su patria, sufre con los caudillos liberales del 87 las depredaciones y los tormentos afrontoscis del componte. Y es el afio 1898 el machetero - guerrillero - que combate contra las fuerzas invasoras norteamericanas al lado de sus hermanos peninsulares en la defensa de Ios derechos de Espana, como naci6n descubridora y conquistadora de esta Isla. El 28 de julio de 1898 el General en Jefe del Ejercito de los Estados Unidos, que ocupa y domina el sur de la Isla, Nelson A. Miles, expide su hist6rica proclama A Los Habitantes de Puerto Rico, desde
la ciudad de Ponce. Las promesas que se esbozan en su lenguaje, sc::ncillo y severo, y el acento amistoso y protector con que se expresan sus ideas, impresionan, favor~blemente, a las clases letradas del pais. "Como consecuencia de la guerra que trae empefiada el pueblo de Ios Estados Unidos por la causa de la libertad, de la Justicia y de la Humanidad, sus fuerzas militares han venido a ocupar la Isla de Puerto Rico". "No hemos venido a hacer la guerra contra el pueblo de un pafs que ha estado durante siglos oprimido, sino, por el contrario, a traeros protecci6n, no solamente a vosotros sino tambien a vuestras propiedades, promoviendo vuestra prosperidad con el ofredmiento de las garantias y las bendiciones de fas instituciones liberales de nuestro Gobierno. No tenemos el prop6sito de intervenir en las !eyes y costumbres existentes que fuesen sanas y beneficiosas para vuestro pueblo, siempre que se ajusten a los principios de la administraci6n militar, del orden y de la justicia. "Esta no es una guerra de devastaci6n, sino una guerra ,que proporcionara a todos, con sus fuerzas navales y militares, las ventajas y prosperidades de una esplendorosa civilizaci6n". El parrafo de esa proclama, que hemo~ reproducido en segundo termino, expresa bien cl~ro que no es el prop6sito de las fuerzas expedicionarias "hacer la guerra contra el pueblo de un pafs que- ha estado durante siglos oprimido", y complemehta y reafirma el sentido de una clausula de su introducci6n, que dice: "Vienen ellas (se refiere a las fuerzas invasoras) ostentando el estandarte de la Libertad, inspiradas en el noble prop6sito de buscar a los enemigos de nuestro pafs y del vuestro, y destruir, o capturar, a todos los que resistan con las armas". El general Miles soslaya, habilmente, una cuesti6n de hecho en el proceso de la Guerra Hispanoamericana y una realidad en aquel casus bellis: Puerto Rico era una provincia espafiola cuando la Reina Regente y su Consejo de Ministros declaran la guerra a la Republica norteamericana. En el momento en que su ejercito invade. la Isla y en el mismo instante en que el general Miles expide su proclama, conserva ese status. Comp consecuencia, su poblaci6n compuesta de ciudadanos espafioles - insulares y peninsulares - es beligerante y se halla en estado de guerra con el pueblo norteamericano. Ahora formulemos una interrogaci6n: ~Que elemento humano, de exclusiva condici6n beligerante, asume la defensa de la Isla y se opone a su ocupaci6n por las fuerzas invasoras norteamericanas? Las clases pudientes de nuestro pueblo se embris43
can en la misma Isla, cuando se enteran del desembarco de las tropas americanas por .Ia bahia de Guanica. (Embriscar equivale a huir. A esconderse, a ocultarse para escapar de algun peligro, proximo, o remoto. Puede aplicarsele la misma significaci6n con que se us6 el termino emboscar en la Primera Guerra Mundial para calificar a los que desertaban del ejercito, o se escondian; se emboscaban para evadir el servicio militar, o ponerse a salvo.) Estos individuos abandonan las ciudades y los pueblos y se refugian en los campos - en las antiguas y c6modas casonas de sus fincas. Con ellos salen tambien, con el mismo destino, sus parientes y amigos. Permanecen en sus hogares los empleados publicos, que no pueden abandonar sus puestos. La clase media que no posee un palmo de tierra extramuros, los artesanos y los insolventes. Destacamentos del Ejercito regular, algunas Compaiiias de Voluntarios - bastantes diezmadas, porque muchos voluntarios no tuvieron la voluntad de batirse, - secciones de la Guardia Civil, guardias de Orden Publico - Policia Municipal - y nuestros guerrilleros o macheteros, se hallan a la expectativa esperando a los invasores. La representaci6n directa, racial y politica, de Puerto Rico, como provincia espaiiola en estado de guerra con la Republica norteamericana, la ostentan y la desempeiian las guerrillas volantes de macheteros montados - caballeria ligera, diriamos en terminos militares - en las que militan hombres del pueblo y jibaros, exclusivamente. Aquellos macheteros, analfabetos, pero resueltos y valientes hicieron frente, con su simple armamento, a las fuerzas invasoras bien equipadas y dotadas de un esplendido parque de campaiia. Refirieronse por aquella epoca sucesos y anecdotas regocijantes en el tragico acontecer de la breve tern-
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porada de la guerra. Un machetero, no sabe si por su impulso decisorio, o por habersele desbocado el caballo que montaba - los historiadores del caso no se pusieron nunca de acuerdo - se lanz6, abruptamente, contra una columna de infanteria americana. Los infantes, confundidos y asombrados, creyeron que el machetero era el jefe de una compaiiia espaiiola. Y cuando este gritaba en espafiol jibaro: 1Al machete, lefia y p'alante ... I, para comunicarse el valor, que, tal vez, le faltaba, la columna se replegaba para tomar posiciones. Entretanto, el heroe a la fuerza de aquella jornada, lograba sofrenar su caballo y volvia grupas, al galope, hacia el sitio que ocupaban sus compaiieros. Se relataba otro suceso, menos epico, pero de una evidencia graciosa, del primer choque de dos lenguas y de dos culturas. En una escaramuza, cay6 prisionero uno de aquellos pintorescos macheteros. Conducido, entre dos soldados armados, ante el jefe de la columna, este comenz6 su interrogatorio en esta forma: -You speak English? ... -Ay, compay, si ustee me pica la ingle, yo le pico el coraz6n . .. Por toas estas. - le replicaba el machetero. Y haciendo la seiial de la cruz, con el pulgar y el indice de la mano derecha, la llevaba a su labios con unci6n religiosa. El Estado mayor del Ejercito espaiiol, con muy buen sentido, desarm6 y desmoviliz6 las guerrillas que ya no necesitaba como fuerza militar combativa, puesto que diez y ocho dias despues del desembarco de las fuerzas invasoras norteamericanas, se conviene y suscribe el armisticio entre las potencias beligerantes 12 de agosto de 1898- que es perfeccionado por el Tratado de Paris, firmado en esta ciudad el dia IO de diciembre del mismo afio por los plenipotenciarios espaiioles y norteamericanos.
can en la misma Isla, cuando se enteran del desembarco de las tropas americanas por la bahia de Guanica. (Embriscar equivale a huir. A esconderse, a ocultarse para escapar de algun peligro, proximo, o remoto. Puede aplicarsele la misma significaci6n con que se us6 el termino emboscar en la Primera Guerra Mundial para calificar a los que desertaban del ejercito, o se escondian; se emboscaban para evadir el servicio militar, o ponerse a salvo.) Estos individuos abandonan las ciudades y los pueblos y se refugian en los campos - en las antiguas y c6modas casonas de sus fincas. Con ellos salen tambien, con el mismo destino, sus parientes y amigos. Permanecen en sus hogares los empleados publicos, que no pueden abandonar sus puestos. La clase media que no posee un palmo de tierra extramuros, los artesanos y los insolventes. Destacamentos del Ejercito regular, algunas Compafiias de Voluntarios - bastantes diezmadas, porque muchos voluntarios no tuvieron la voluntad de batirse, - secciones de la Guardia Civil, guardias de Orden Publico - Policia Municipal - y nuestros guerrilleros o macheteros, se hallan a la expectativa esperando a los invasores. La representaci6n directa, racial y politica, de Puerto Rico, como provincia espafiola en estado de guerra con la Republica norteamericana, la ostentan y la desempefian las guerrillas volantes de macheteros montados - caballeria ligera, diriamos en terminos militares - en las que militan hombres del pueblo y jibaros, exclusivamente. Aquellos macheteros, analfabetos, pero resueltos y valientes hicieron frente, con su simple armamento, a las fuerzas invasoras bien equipadas y dotadas de un esplendido parque de campafia. Refirieronse por aquella epoca sucesos y anecdotas regocijantes en el tragico acontecer de la breve tern-
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porada de la guerra. Un machetero, no sabe si por su impulso decisorio, o por habersele desbocado el caballo que montaba - los historiadores del caso no se pusieron nunca de acuerdo - se lanz6, abruptamente, contra una columna de infanteria americana. Los infantes, confundidos y asombrados, creyeron que el machetero era el jefe de una compafiia espafiola. Y cuando este gritaba en espafiol jibaro: 1Al machete, lefia y p'alante ... I, para comunicarse el valor, que, tal vez, le faltaba, la columna se replegaba para tomar posiciones. Entretanto, el heroe a la fuerza de aquella jornada, lograba sofrenar su caballo y volvia grupas, al galope, hacia el sitio que ocupaban sus compafieros. Se relataba otro suceso, menos epico, pero de una evidencia graciosa, del primer choque de dos lenguas y de dos culturas. En una escaramuza, cay6 prisionero uno de aquellos pintorescos macheteros. Conducido, entre dos soldados armados, ante el jefe de la columna, este comenz6 su interrogatorio en esta forma: -You speak English? ... -Ay, compay, si ustee me pica la ingle, yo le pico el coraz6n ... Por toas estas. - le replicaba el machetero. Y hacienda la sefial de la cruz, con el pulgar y el indice de la mano derecha, la llevaba a su labios con unci6n religiosa. El Estado mayor del Ejercito espafiol, con muy buen sentido, desarm6 y desmoviliz6 las guerrillas que ya no necesitaba como fuerza militar combativa, puesto que diez y ocho dias despues del desembarco de las fuerzas invasoras norteamericanas, se conviene y suscribe el armisticio entre las potencias beligerantes 12 de agosto de 1898- que es perfeccionado por el Tratado de Paris, firmado en esta ciudad el dia 10 de diciembre del mismo afio por los plenipotenciarios espafioles y norteamericanos.
Los rigores de un ohispo contra las malas costumhres Por:
EN EL DESENVOLVIMIENTO DE LA F UEislaCARACTERISTICA de Puerto Rico, durante la dominacion espafiola, las dificultades y penurias economicas, situacion estrechamente vinculada a la carencia de poblacion. La rapida merma de los indios aborigenes, el pronto agotamiento de los yacimientos metaliferos, los descubrimientos de imperios mas ricos en Tierra Firmemas atrayentes para los colonizadores espafioles perjudicaron en gran manera el porvenir de la fertil, rica y estimable Borinquen de que nos habla Fernandez de Oviedo. Posible paliativo para tan prolongada crisis economica que sufrfa la Isla, podrfa ser la importacion de negros esclavos y, efectivamente, desde 1520 los colonos puertorriquefios se decidieron a adquirirlos, incluso al fiado, para dedicarlos a la explotacion de minas. No dio resultado este intento pues no se hallaron nuevos yacimientos mineros que sustituyesen a los ya agotados. En cambio los esclavos fueron empleados en la agricultura en cuya labor demostraron buenas cualidades y gran resistencia. Esto, que hubiera podido ser una buena solucion economica para la explotacion de la Isla, tropezo, de una manera continuada, con grandes inconvenientes: Entre ellos, la carencia de medios economicos para adquirirlos y el peligro de que, si muy numerosa la poblacion negra, podfan constituir con su predominio, y en caso de sublevacion, una grave amenaza para la poblacion blanca. Asi lo prevefan las autoridades islefias y de la Metropoli quienes conodan la necesidad de mano de obra por una parte y los inconvenientes de una supremada negra de otra. Reflejo de esta situacion fueron las continuas peticiones que los hacendados puertorriquefios hicieron a Espana, casi a todo lo largo de la epoca colonial, solicitando la eficiente y barata mano de obra que
J.
GIL BERMEJO
suponfan los hombres de color. Sin embargo, las razones expuestas entre otras motivaron que, la gran corriente de sangre africana, que en aquellos siglos inundo las tierras de America, no llegase a la menor de las grandes Antillas en la proporcion suficiente, segun lo requerfa y necesitaba una adecuada explotacion de sus recursos. Dos procedimientos, ilegal e inmoral respectivamente, podfa compensar, en parte, esta carencia de esclavos: El contrabando y el fomento de la procreacion entre los mismos esclavos aun fuera del matrimonio legitimo. Fue contra este ultimo procedimiento que quiso actuar de una manera energica el obispo de la Isla Fray Pedro de la Concepcion Urtiaga. Encargado del gobierno espiritual de Puerto Rico el afio de 1706, mostro, desde el comienzo, gran desvelo por la correccion de las malas costumbres procurando informarse en sus visitas de la conducta observada por sus feligreses, amonestando y solicitando de las autoridades civiles el apoyo para poner remedio usando de castigos para con aquellos que llevasen vida licenciosa. En mas de una ocasion form<'> una buena lista, tanto de clerigos como de seg1ares, que reflejaban no muy buenas costumbres por parte de los mismos. A veces, estas listas, segun le respondfan las autoridades civiles, no correspondfan a la realidad, ya que estas denuncias secretas que recibfa el Obispo, al decir de dichas autoridades, eran motivadas por rencillas personales. Si era cierto y frecuente, en i::ambio, el abuso cometido por los duefios de esclavas, quienes, no se conformaban con el fomento del matrimonio de las mismas sino que las exponfan a la prostitucion a fin de que le diesen mas hijos y con ello aumentar el numero de sus esclavos. El celo espiritual de Fray Pedro de Urtiaga, no
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podia tolerar este abusivo y¡ escandaloso trato de aquellas mujeres y, desde muy pronto quiso poner £reno a ello. Consecuencia de su primera visita a los diversos lugares de la Isla fue una energica orden encaminada a evitar tan escandalosa explotaci6n imponiendo un singular y ejemplar castigo. Segun este, todas aquellas mujeres que se hallasen en cinta, cuyo fruto no fuese de legitimo matrimonio, si, por accidente al dar a luz muriesen, habian de ser sepultadas sin los ritos y ceremonias de la Santa Madre Iglesia. Se las llevaria en el feretro con un pie descalzo fuera de el, sin luces, ni acompafiamiento, ni doble de campana. El cuerpo de la difunta por una acera de la calle y el cura y el sacristan, con una Cruz de palo, por la otra, sin cantarle ni rezarle. Tan triste y duro entierro no le pareci6 bien al gobernador D. Francisco Danio quien, el 13 de agosto de 1711, se lo comunicaba al Rey. lnformaba el Gobernador, apesadumbrado, que el habia visto ejecutar en esas condiciones el enterramiento de una morena que vivia cerca de la Fortaleza Real. Mas aun, continuaba, el afio anterior habia ocurrido otro tanto con una parda libre (llamada Juana Maria). Esta pobre mujer, habiendo recibido los Sacramentos de la Iglesia, pidi6 no se tocasen las agonias como era costumbre en la ciudad, a fin de que, el honor en que habia vivido hasta entonces, no se perdiera publicamente. "Muy tormentoso para los animos de lbs fieles" consideraba el Gobernador de la Isla esta medida del sefior Obispo, informandose sobre la materia con literatos y personas timoratas, los que opinaban que el Prelado habia obrado de una manera inconsulta. Solicit6 tambien D. Francisco Danio el asesoramiento del obispo de Michoacan quien manifest6 gran admiraci6n y escrupulo. Este ultimo encarg6 a su confesor averiguase sobre la orden o capitulo dado por Fray Pedro, cuyo Provisor inform6 que, el no doblar las campanas, eta para que no se encomendase a Dios a las difuntas. Reconoda el Provisor lo aspero del mandato, no obstante lo cual, el tenia obligaci6n de cumplirlo. Dio tambien a entender que tan dura medida s6lo afectaba a las morenas y pardas a fin de que sirviera de ejemplo a las demas.< 1> Admiraci6n y desagrado caus6 al Rey tan peregrino castigo infrigido, aun despues de muertas, a esas pobres mujeres por lo que, en una Cedula Real, expedida en Madrid el 3 de mayo de 1712, pide a Fray Pedro de Urtiaga explicaciones sobre la mate11ia, lo acaecido con la parda Juana Marfa, informaci6n en fin sobre un asunto que tanto habia perturbado el animo de los fieles.
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A.G.I. Audiencia de Santo Domingo.
Legajo 2295.
Efectuando visita pastoral en Ponce se hallaba Fray Pedro, quien no tard6 en justificar su mandato ante el Rey. Con este fin orden6 al can6nigo mas antiguo de la catedral, Don Juan de Rivadefrecha, sacase de los libros correspondientes a las visitas pastorales de los obispos sus antecesores datos relativos a esta clase de enterramientos y las remitiese, al pie de la letra, al Supremo Consejo de lndias. Queria probar con ellas el Obispo, que estas sanciones impuestas por el no eran innovaci6n suya. Mientras tanto el Rey fuese informado de estos terminos, prOmetia suspender tan duras condiciones en los entierros de negras y pardas afectadas por ese castigo. Segun las averiguaciones llevadas a cabo por Don Juan Rivadefrecha, en los ya mencionados Iibros de visitas, qued6 demostrado que la extrafia sanci6n punitiva tenia anteriores y reiterados antecedentes. En efecto, en qiciembre de 1647, el entonces obispo de Puerto Rico, Don Damian L6pez de Haro, manifestaba en su libro de visita: "Por cuanto hay gran desorden en un delito grave, continuacfo y escandaloso, digno de castigo ejemplar, que cometert algunos sefiores de esclavas que usando mal del dominio que en ellas tienen las consienten no solo vivir y estar amancebadas publicamente, pero tambien las exponen a pecar, y para remedio de tan grave mal amonestamos y requerimos en virtud de Santa obediencia, mandamos a los sefiores de esclavas crien y tengan honesta y recogidamente y no las consientan vivir amancebadas, nos las den ocasi6n, licencia o permisi6n para ofender a Dios y el que se probara haber contravenido a este nuestro mandato, sea condenado por la primera vez en doce pesos, en la segunda por vienticuatro y en la tercera sea privado del dominio de esclavas y ella vendida pase a otro poseedor. Las cuales dichas ordenanzas ¡y constituciones mandamos se cumplan guardar y ejecutar, segun y como en ellas se contiene por tod.os nuestros feligreses asi en la Catedral como en todas las demas .iglesias y pueblos de este nuestro obispado sin pasar ni contravenir en cosa alguna en las en ellas contenidas, por ser de resultas de todas las visitas y correcciones de costumbres se deben ejecutar sin embargo de apelaci6n, por que asi esta dispuesto y decretado en el Santo Concilio de Trento ... " Otra clausula, tambien transcrita y enviada en apoyo de los argumentos tie Fray Pedro de Urtiaga, esta firmada en Puerto Rico en 27 de junio de 1665. Corresponde a la visita girada en dicho afio por el obispo Don Benito de Rivas. Se manifiesta en ella las mismas causas y castigos, haciendo constar, ademas, que: ... "su antecesor para corregir tan absurdo esdndalo puso la misma pena, pero en vista de que no se han corregido, el manda ademas que si muriesen de estos tales y pecaminosos
partos, las esclavas sean enterradas sin genero de pompa eclesiastica, declarando por excomulgados ipso facto a cuantos acompaiien su cuerpo, y mandando al que hiciere oficio de cura en el entierro, pena de 20 pesos, que vaya el solo sin otro sacerdote, un acolito con una cruz de palo y cuatro personas que lleven el cuerpo, y sin en el dicho parto peligraren no se pueda tocar pot ellas a plegarias ni se de aviso a los fieles para que la ayuden con sus oraciones, conspirando de esta suerte todos en vengar la ofensa que a Dios hacen este genero de mujeres. Y la misma pena en cuanto a la pompa eclesiastica aplicamos a todas aquellas mujeres pardas o morenas que hubiesen vivido escandalosamente, si no se prueba y consta que un aiio antes de morir vivieron bien, con honestidad, temor de Dios y eris tiana reformacion ... ". Parece ser, pues, que corresponde al obispo D. Benito de Rivas la invencion de tan ejemplar castigo. Posteriormente, el tambien prelado de Puerto Rico, Don Bartolome Garcia de Escaiiuela, rectifica lo dicho por sus antecesores (segun consta en la clausula enviada) ordenando se cumpla con todo rigor contra los dueiios de esclavas que provocan la ira de Dios y corrompen las buenas costumbres. Igualmente aconseja severidad contra las pardas y morenas, esclavas o libres, en el modo de ser enterradas si mueren de parto pecaminoso, o si mueren de¡ otro accidente y no consta que hayan dejando el torpe y obsceno trato ilicito con un aiio de anterioridad, como habfa ordenado su antecesor. 1
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Ibidem.
La respuesta o descargo ante el Consejo de Indias, enviada por el Obispo de Puerto Rico nos deja ver que la abusiva explotacion en este aspecto de las esclavas era un hecho reiterado, asf como el deseo de evitarlo, con reprensiones, por parte de la Iglesia. Quizas estas medidas contra las mu jeres de color, o no habfan sido cumplidas o su aplicacion no habfa apenado, hasta entonces, a los ciudadanos de la Isla. Prueba de ello la denuncia del Gobernador y la rapida respuesta del Rey pidiendo informe sobre el asunto. Tal vez se podria interpretar estas reacciones como un leve signo d~ la necesaria y progresiva evolucion de una institucion destinada necesariamente a desaparecer. Hoy dia, cuando nos enfrentamos con las formas de vida planteadas por la esclavitud, no podemos evitar un profundo sentimiento de repulsa. El castigo impuesto a estas mujeres nos suministran una nota mas de ta_n desagradable situacion. Hallarle una explicacion o disculpa seria vano intento. Como se ve, la economia, los intereses esclavistas de los propietarios puertorriqueiios compaginaban mal con la moral cristiana y las buenas costumbres. Las autoridades eclesiasticas procuraban evitar tales desafueros, pero, en esta lucha, entre lo material y espiritual, como en otras ocasiones, el mayor rigor recafa sobre los mas debiles. En este caso, hubieron de cargar con los vidrios rotos aquellas pobres mujeres, cristianizadas, cuya mayor flaqueza era su coloreada pie!.
Legajo 575.
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Exposicion de Felix Rodriguez Baez
5 29 D estuvo abierta al publico en el Instituto de CulESDE
EL
DE
ENERO
HASTA
EL
DE
FEBRERO
tura Puertorriqueiia la Exposici6n de pinturas y dibu jos de Felix Rodriguez Baez, miembro destacado del grupo de pintores puertorriqueiios j6venes. La muestra comprendio 42 oleos y 10 dibujos al carbon. Felix Rodriguez Baez nacio en Cayey hace 32 aiios, y a los veinte, entregado ya a su oficio, ejercia con exito la enseiianza de su arte a niiios. En 1950 formo parte del grupo de pintores que ÂŁundo el Centro de Arte Puertorriqueiio. Al aiio siguiente ganaba el segundo premio de pintura de la Primera Exposicion al Aire Libre organizada por dicho Centro en San Juan. En 1953 obtuvo el primer premio, seccion de pintura, en el Festival de Navidad del Ateneo Puertorriqueiio. Ha presentado exposiciones individuales en el Ateneo, la Universidad de Puerto Rico y la Galeria Campeche. Tambien ha concurrido a varias exposiciones de grupo en Puerto Rico y fuera del pais, entre ellas la Primera Bienal lnteramericana de Pintura y Grabados celebrada en Mexico, en 1958. "Desde sus comienzos -afirma J. J. Torres Martino - Rodriguez Baez ha sido un pintor de la realidad circundante, en cuya interpretacion solo se permite juegos imaginativos puramente plasticos. Sus naturalezas muertas y sus mejores paisajes citadinos dan fe de una pincelada ancha y segura y de un sobrio y poetico colorido." En esta misma pagina ofrecemos algunos aspectos de la Exposicion.
Cartel, diseiio de Lorenzo Hamar
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Las Tres caras de Eva colecci6n I. C. P.
Aspecto de la Exposici6n
Orfandad
Calabaza 2
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Bodeg6n
La Base Quinta del Programa del Partido Union de Puerto Rico - 1912 - 1924 Por RAMON MELENDEZ
EL NUMERO 12 DE LA REVISTA DEL INSTITUTO DE ENCultura Puertorriquei'ia publique un estudio sobre la Base Quinta del Programa del Partido Union de Puerto Rico. Al final del mismo prometia un estudio adicional sobre las transformaciones que se le hacen a dicha Base durante la segunda decada del siglo. Hoy cumplo la promesa no sin antes resumir los puntos esenciales del trabajo anterior. De 1898 a 1904 Rosendo Matienzo Cintron y Manuel Zeno Gandia trabajaron ardientemente por la union de la familia puertorriquefia en una asociacion patriotica, desde donde se daria la batalla dvica por mayores libertades. El regimen militar establecido a rafz de la invasion norteamericana en el 98 y la antidemocratica Ley Foraker de 1900 que establecio el gobierno civil, crearon la necesidad de la union de todos los puertorriquefios para combatir el monopolio norteamericano del poder. El Partido Federal, organizado poco despues del cambio de soberania, decidio disolverse para formar filas en la futura nueva organizacion. Los federales invitaron a los miembros del Partido Republicano a imitarles para que, libres de partidismos, lucharan juntos por el bienestar de la Isla. Esta invitacion fue rechazada. En el 1904 se disolvio el Partido Federal y nacio en su lugar el Partido Union de Puerto Rico. Lo mas significativo del Programa del nuevo partido era la Base Quinta, que antes de ser aprobada, provoco interesantisimo debate. Incluia como deseables las tres posibles soluciones al problema del status politico puertorriquefio, a saber: la independencia, la estadidad y la autonomia. Y de las tres alternativas llamaba la atencion la de independencia que aparecia respaldada por primera vez en la historia de nuestro pafs por un partido politico con status legal. Este ideal va arraigandose
mas en el pueblo puertorriquefio a medida que aumenta la indiferencia del Congreso y el Gobierno norteamericanos por los asuntos y problemas de la Isla. La Asamblea de Mayagiiez de 1912. El Partido Union de Puerto Rico habia triunfado decisivamente en las elecciones de 1904, 1906, 1!:108 y 1910. Antes de celebrarse las elecciones de 1912 el partido celebro la Asamblea de Mayagiiez en septiembre de 1912. En ella la plataforma unionista recibio un ligero cambio: la solucion independencia adquirio mayor importancia. Asimismo, la solucion estadidad perdio respaldo. Los truenos que en el Norte se originaban contra la pretension de incorporar la Isla a los Estados Unidos explican en parte el cambio. Citemos, para mayor ilustracion el eco de u no de dichos truenos. En diciembre de 1910 el Presidente William H . Taft, deda en su mensaje al Congreso: "La no concesi6n de la ciudadanla americana hasta la fecha, con tinua siendo el unico motivo de descontento. Un proyecfo de ley concediendo la ciudadania pas6 la Camara de Representantes y actualmente espera accion por parte de! Senado. Estoy decididamente en favor de la aprobaci6n de esta ley . . . Pero debera recordarse que la solicitud (de ciudadania) debe estar, y en la mente de la mayoria de los puertorriquefios lo esta, absolutamente separada de cualquier tendencia hacia el Estado. Creo que ni en los Estados Unidos ni en Puerto Rico existe opini6n publica, demostrada y sustancial, que aspire a la estadidad como ultima forma de relaciones entre nosotros . .. "(1)
La cita anterior explica el porque en la menciona-
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Congressional Record, December, 1910.
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da Asamblea de Mayagiiez, el Dr. Leopoldo Figueroa propuso la eliminaci6n de la declaraci6n de Estado de la Base Quinta. Esta proposici6n produjo animado debate en la Asamblea. El senor Diaz Navarro la combati6 alegando que la Asamblea no tenia poder para suprimir ningun apartado de la Base Quinta. Ripostandole el senor Cervoni que la Asamblea era soberana y que tenia poderes para enmendar rnalquier base del programa del partido. Luego intervino el senor Martin Travieso, quien pidi6 que se mantuviera la soluci6n Estado ya que asi el partido continuaria con "los brazos abiertos para los republicanos, que, arrepintiendose del mal qÂľ.e hacen a su patria militando en un partido enemigo del pais, quieran venir hacia nosotros ... (1 ) Crey6 necesario conservar inalterada la Base Quinta que "ha dado a nuestro partido tres copos consecutivos y que con ella iremos indiscutiblemente al cuarto." (2) Con tales razones se derrota la proposici6n de Leopoldo Figueroa y sobrevive en estado comatoso el ideal estadista dentro de la U ni6n de Puerto Rico. Amagos de tormenta y rafagas contrarias habian tambaleado la importante y controvertible Clausula Quinta. Conservarla con sus pronunciamientos originales resultaba insostenible a la luz de los nuevos acontecimientos y circunstancias. Para entonces Jose de Diego habia empezado una campana intensa en favor de la independencia que producia buenos resultados. Contaba con las simpatias de los hombres mas influyentes en el partido: Mariano Abril, Jose R. Barcel6, Jose Coll y Cuchi y del propio Munoz Rive1;a, que atravesaba por uno de sus momentos mas radfrales. Ya antes Rosendo Matienzo Cintr6n predicaba el ideal de independencia desde las paginas de La Correspondencia . (3 ) En febrero de 1912 se organiz6 el Partido de la Independencia, que recogia en su seno a los partidarios mas radical es de la independencia. M uchos de ellos abandonaron el Partido Unionista cansados con las tacticas oportunistas de algunos lideres. En un manifiesto publicado en febrero de 1912, el Partido de la Independencia pedia que se resolviera el status politico de la Isla de una vez y para siempre, senalando que ns6lo dos soluciones son decorosas y posibles dentro de la devoci6n a sus principios dc;!l pueblo de los Estados Unidos, y dentro de la devoci6n a sus libertades del pueblo de Puerto Rico . .. " La constituci6n de Puerto Rico como Estado dentro de la U ni6n Americana o la concesi6ro. de la independencia constituian las "dos soluciones decorosas." No vaci-
I La Democracia, 9 de septiembre de 1912. 2 I bid. Luis M. Diaz Soler, Rosendo Matienzo Cintr6n: Recopilaci6n de su Obra Escrita. (Ediciones Instituto de Literatura, U. P. R., 1960, Torno II), pp. 117-183.
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laban, sin embargo, en senalar su preferencia por la irn;l.ependencia porque como decia Matienzo Cintr6n,: "este pueblo pues, es un pueblo con personalidad propia, con finalidad definida. Tiene su dentadura completa ... " (4)
La Asamblea de San Juan de 1913. En medio de tan animado ambiente se celebra la importantisima Asamblea del 22 de noviembre de 1913. Es curioso aunque explicable que el programa aprobado en ella sin enmiendas fuera redactado en su integridad por Jose de Diego. El pensamiento de De Diego, orientado ahora definitivamente hacia la independencia, se habia manifestado siendo Presidente de la Camara de Delegados. En ocasiones su predica radical molest6 a algunos lideres unionistas. El contenido de la Base Quinta comenzaba a sembrar la discordia dentro del Partido. En orden a la mayor comprensi6n del estado mental de los hombres reunidos alli es preciso transcribir algunas partes del ¡programa: El Pueblo de Puerto Rico se encuentra sometido a un regimen de gobierno decretado por el Congreso de los Estados Unidos, a consecuencia de un tratado internacional y por la fuerza de una Ley, donde el Pueblo de Puerto Rico fue injustamente privado de toda intervenci6n , en cuestiones que atafien a su vida, a SU dignidad y a SU libertad. Tal regimen, (5) que impone al Pueblo de Puerto Rico legisladores nombrados por el Presidente de los Estados Unidos, y en manos de personas extrafias al pals tQdos los Departamen tos ejecutivos, que excluye a los insulares de! manejo de los fondos publicos y que atribuye a los dominadores un poder omnimodo en todas las ramas de la administraci6n, es indigno de las instituciones del pueblo americano y de la capacidad y el honor del pueblo puertorriquefio. La Uni6n de Puerto Rico consigna su mas alta y vigorosa protesta contra el sistema imperante y energicamente demanda remedio y justicia al pueblo de los Estados Unidos, para emanciparnos de una oligarquia que en su nombre se ejerce y que su espiritu rechaza." "II . Declaramos que el ideal supremo de. la Uni6n, como el de todas las colectividades fuertes y como el de todos los hombres libres, a traves del mundo, es la fundaci6n de una patria libre, duefia en absoluto de su propia soberan!a, para el presente y para el futuro. Dentro de esta finalidad, la Uni6n de Puerto Rico proclama la constituci6n de Puerto Rico como una Republica por completo independiente, o con el protectorado y la amistad de la Republica angloamericana." "III. Reafirmado ese ideal con profunda energ!a, consideramos que, en tanto las circunstancias permitan al pais alcanzar el desideratum de su propia y
"I.
4 Ib id., p. 156. 5 Se refiere a la Ley Foraker que ponia todo el gobierno de la Isla en manos de norteamericanos nombrados por el Presidentc de los Estados Unidos.
completa soberania, la Un i on faltar!a a sus m as altos deberes patri6ticos, si consagrandose exclusivamente a la defensa de aquella 1 descuidara o abandonara la lucha por otras soluciones transitorias que reconozcan a la Isla un sistema de gobierno auton6mico con plena potestad para regir sus relaciones juridicas de orden interior, mediante una concurrente intervenci6n de! Gobierno de los Estados Unidos." (1)
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Como puede percibirse, dos cambios esenciales se le hicieron a la Base Quinta, a saber: se elimin6 definitivamente la declaraci6n de Estado, y la independencia se pedia con o sin el protectorado norteamericano. La estocada mortal sobre el costado estadista la infligi6 Jose de Diego no sin antes "torear" una situaci6n dificil creada por una discusi6n con Mufioz Rivera que alegaba que los procedimientos utilizados por el primero no eran correctos y calific6 su metodo de "argucia de abogado, no demostraci6n de patriotismo." El vate aguadillano pidi6 a Mufioz Rivera que lo respetara al mismo tiempo que avanzaba hacia el. El resultado de todo fue un abrazo "envuelto en lagrimas" que confundi6 a ambos politicos. Se escribia, sin embargo, el pr6logo profetico del futuro rompimiento de los dos lideres unionistas. Es conveniente hacer constar que las fuerzas conservadoras del partido, antes de aprobar el programa unionista, nombraron una comisi6n para entrevistarse con el Gobernador Arthur Yager. Deseaban saber si la adopci6n de una plataforma en la que se consignaba el prop6sito de crear en Puerto Rico una republica independiente no perjudicaria los mejores intereses de la Isla con el Gobierno Federal. El Gobernador los calm6 manifestandoles que no sucederia nada parecido ni igual a lo que temian. Solo entonces se aprob6 el programa radical que pedia la autonomia como forma transitoria y dejaba como unica finalidad la independencia. Mufioz Rivera, que nunca simpatiz6 sinceramente con el separatismo, a pesar de ciertos discursos y editoriales independentistas, no se opuso a la eliminaci6n de la declaraci6n de Estado de la Base Quinta. Sin duda alguna las cartas del senador Elihu Root, surtieron efecto en su animo. Creia el Congresista que era imposible la incorporaci6n de la Isla al seno de la U ni6n Americana. Y lo mismo pensaba el entonces presidente de los Estados Unidos, Woodrow Wilson. A pesar de todo quedaron residuos estadistas dentro de la Union de Puerto Rico. En distintos momentos ejerdan sus fuerzas para atacar al grupo independentista y sembrar la discordia en el partido.
La Cuesti6n de la Ciudadan{a El 9 de marzo de 1914 la Junta Central del Partido
U nionista aprob6 una moci6n sefialando que la concesi6n a los p uer torriquefios de la ciudadan ia americana individual era compatible con el programa del partido. Cada puertorriquefio q uedaba en libertad de aceptar o no la ciudadania american a de acuerdo al Proyecto de Ley 4604 del Senado de los Estados Unidos. Al mismo tiempo se presentaba otro proyecto de ley en la Camara de Representantes concediendo la ciudadania colectiva al pueblo de Puerto Rico. El Partido U nionista se opuso a este proyecto de ley por considerarlo incompatible con su programa. La mayoria de los lideres unionistas y en especial Jose de Diego, afirmaba la existencia de la ciudadanfa puertorriquefia, que segun ellos era inviolable. La oposici6n a la concesi6n de la ciudadania americana se remonta a los afios anteriores. En enero de 1910 una Comisi6n de la Camara de Delegados, compuesta por Mufioz Rivera y Cayetano Coll y Cuchi, se traslado a Washington y declar6 ante el Comi te de Asuntos Insulares que "no deseaban la ciudadania americana en ninguna forma." La propia Camara de Delegados, tres afios despues, enviaba un cable al Senado de los Estados Unidos pidiendole no tomara acci6n alguna sobre un proyecto de ley que otorgaba la ciudadania americana a los puertorriquefios . Mas aun, el 14 de julio de 1913, nuestro cuerpo legislativo insistia con fuerza en su rechazo al enviar al Senado de los Estados Unidos el siguiente mensaje: "La Camara reconoce y agradece los nobles prop6sitos de! autor de! proyecto (Senador Miles) concediendo la ciudadania a los puertorriquefios, y solicita respetuosamente que no se tome acci6n alguna sobre dicho proyecto, sin previa consulta a la voluntad de Puerto Rico. Representamos legal y positivamente la inmensa mayoria de! pals; consideramos un alto honor ¡ la ciudadania americana pero no debemos ni queremos renunciar al amor de nuestra propia ciudadania, en toda su plenitud. Presentamos por vuestro conducto al pueblo americano nuestros sentimientos de confraternidad y confiamos en que su gran espiritu democratico respetara el inviolable derecho de nuestro pueblo a decidir sus futuros destinos." (2)
Resulta indudable que aquellos eran los momentos de efervescencia independentista dentro del Partido Unionista. Aceptar cualquier proyecto de ley concesionario de la ciudadania americana conllevaba el repudio de la independencia, o al menos, el colocar un serio obstaculo a su consecusi6n. 0 como pensaban los estadistas: que la ciudadania americaria significaba un gran paso de avance hacia la incorporaci6n. Y lo pensaban a pesar de lo que en sentido contrario 2
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La Democracia, 24 de noviembre d e 1913.
Jose de Diego, Nuevas Campaiias, (Sociedad General de Pu blicaciones, Barcelona, Espana, 1917), pp. 186-187.
afirmaban los politicos norteamericanos. Unionistas como de Diego y Mariano Abril creian que la ciudadania norteamericana concedida colectivamente cerraria el paso hacia la independencia. Este ultimo aceptaba la ciudadania si Estados Unidos explicitamente sefialaba que ella no llevaria a la eventual incorporaci6n de Puerto Rico a la U ni6n Americana. El acuerdo de 1914 de la Junta Central unionista en el sentido de que la concesi6n de la ciudadania norteamericana individual era compatible con el programa del Partido signific6 una reconsideraci6n de sus acuerdos anteriores y una marcha atras. La Asamblea de San Juan de 1914. De mayor trascendencia resultan los acuerdos tomados en la Asamblea de septiembre de 1914. En ella se ratific6 el programa de 1913. Se acord6 encauzar todos los esfuerzos del Partido para lograr un gobierno auton6mico, con el cual podria demostrarse la capacidad del pueblo puertorriquefio para gobernarse a si mismo. Demostrado esto se pediria la independencia. Ademas, la Asamblea aprob6 cinco reglas conocidas como las R eglas de Miramar, expresando la numero cinco: "Quinto. Las dos resoluciones que preceden no excluyen la necesidad ni la obligaci6n, para la prensa y los II deres unionistas, de defender el pensamien to de la independencia, en el caso de que alguien, en la isla o en Estados Unidos, la ataque o pretenda desvirtuarla. Al hacer esa defensa no se emitira ninguna m anifestaci6n ni se realizara ningun acto que resulte en pugna con la polltica del partido, tal y como se define en las clausulas tercera y cuarta de la presente resoluci6n." (1)
embargo, era el medio mas eficaz de sacar a flote el ideal independentista. De Diego tuvo que "torear" la situaci6n frente a Mufioz Rivera ya que este tenia el control y respaldo de la Asamblea. En las elecciones de 1914 el Partido U nionista perdi6 tres distritos electorales. Muchos politicos creyeron que la explicaci6n para tan sensible perdida residia en la eliminaci6n de la soluci6n Estado. Estimo que esta opini6n no tiene fundamento. Los estadistas dentro del Partido U nionista no constituian un nucleo de fuerza suficiente para que SU exodo provocara la perdida de tres distritos electorales. Ahora bien, la ausencia de ese pequefio grupo estadista sumado al grupo radical que sigui6 a Matienzo Cintr6n y al Partido de la Independencia, mas otros descontentos por la zigzagueante y oportunista politica del partido, que habia fracasado en una decada en conseguir la liberaci6n del regimen colonial, si que explican la merma electoral unionista. La Asamblea de Miramar de 1915. La Asamblea de Miramar de octubre de 1915, marc6 el epilogo del cisma que se venia fraguando dentro del Partido Unionista. Afirma Martinez Acosta (3) que esta asamblea la provoc6 Jose de Diego. El lider aguadillano present6, conjuntamente con Juan Bianchi, Arturo Gigante y Herm6genes Vargas, una proposici6n de la cual voy a transcribir algunas partes de gran importancia por lo aclaratorias del acontecer de la Asamblea. La clausula quinta de su proposici6n deda: "En el desenvolvimiento del programa de 1913, ratificado en el acuerdo primero de la Asamblea de 1914, la Uni6n de Puerto Rico, en representaci6n de la mayoria de! pueblo puertorriquefio, solicita del pueblo de Estados Unidos, la constituci6n de nuestro pals en nacionalidad soberana e independiente. Esta declaraci6n y esta solicitud no se inspiran en ningun sentimiento de hostilidad contra el pueblo norteamericano, sino por el contrario, en una consecuencia indeclinable de la Doctrina Monroe, en el derecho de nuestro pals a la propia soberania, en los intereses arm6nicos de Puerto Rico y los Estados Unidos y en un grandioso espfritu de confraternidad panamericana." (4)
Se hada patente que la banderilla iba clavada sobre el lomo de Jose de Diego, el lider unionista mas radical en sus declaraciones en favor de la independencia. Como atinadamente afirma Bolivar Pagan en su excelente Historia de las Partidos Politicos Puertorriquefios, el Partido Unionista se componia de mufiocistas y dieguistas. De Diego, con su acostumbrada pericia, propuso a la Asamblea y fue aprobada la declaraci6n que citamos: "Que, al aprobarse la resoluci6n votada a la tiltima hora de la sesi6n de la tarde, no hubo el prop6sito de eliminar ni desvirtuar en modo alguno, el ideal de la independencia de Puerto Rico, sino por el contrario ratificarlo y establecer el plan necesario y oportuno para su realizaci6n." (2)
(Constituia tal declaraci6n una ratificaci6n de las reglas de la Asamblea? Indudablemente que si. Sin-
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A rengl6n seguido, en el apartado sexto, expresaban que si las circunstancias del momento no permitian a Estados Unidos desprenderse de Puerto Rico reconociendole su independencia, debia "reclamarse una forma de gobierno especial auton6mico, que determine un avance sobre el absurdo regimen vigente, sm que en ningun caso tal forma de gobierno altere las condiciones de la ciudadania de Puerto Rico, o
1 La Democracia, 6 de septiembre de 1914. Bolivar Pagan, Historia de /os Partidos Politicos Puertorriqueiios. (Librerla Campos, Sa n Juan, 1959) Torno I, pp. 157- 158.
3
C. Martinez Acosta, Desfile de Combatientes (Editorial Impre nta Puerto Rico, San Jua n, 1939) pp. 146-149.
2 Ibid.
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La D emocracia , 23 de octubre de 1915.
destruya o dificulte la realizacion de nuestra obra . 1... " (1) naoona Ademas de la proposicion de· Jose de Diego se present6 otra con las firmas de Mufioz Rivera, Cayetano Coll y Toste y Antonio R. Barcelo, que se limitaba a dejar vigente y sin modificacion alguna, el programa de 1913 y las reglas de conducta de la Asamblea de septiembre de 1914. Toda la diferencia entre ambas proposiciones consistia en la ratificacion de las reglas de conducta de la mocion Mufioz-Coll y Toste-Barcelo. Estas reglas encaminadas a limitar la libertad de expresion de los miembros del partido, recibieron con propiedad el nombre de "reglas del candado." Eran una especie de leyes de mordaza para silenciar el ala radical del partido yen especial a Jose de Diego, quien en la Asamblea habl6 durante siete horas defendiendo lo que para el era el "supremo ideal de la Union," o sea, la independencia. Asi escribia desde Barcelona en el 1916: "En cuanto a ellas, esto es, en cuanto a los principios, que es lo unico elevado y trascendente, la Uni6n de Puerto Rico no tiene mas que uno, esencial supremo, dominador de su Programa, de su Reglamento, de su personalidad y actividad en la vida publica: el principio, el dictado, la norma unica de la independencia nacional puertorriquefia. De su entrafia nace otro principio, que es como una prolongaci6n o un desdoblamiento de su generador: la subsistencia y desarrollo del Pueblo de Puerto Rico y la ciudadanla de Puerto Rico." (2)
f,
Sometidas a votacion ambas propos1oones, la de Mufioz triun£6 106 votos contra 36. Tras la victoria Mufioz Rivera present6 a la consideracion de la Asamblea una enmienda que seria incluida como clausula adicional a su plan y que prohibia a los legisladores unionistas hacer propaganda en favor de la independencia dentro y fuera del pais. (3) Una lectura cuidadosa de las reglas y de la enmienda mufiocista nos permite concluir que su espfritu chocaba con la declaracion de independencia en el programa unionista. ,:Como es posible que el partido que sostenia en su plataforma que la independencia constituia la unica solucion politica definitiva la repudiara con la aprobacion de las reglas la enmienda de 'i\1 ufioz Riv~ra? 1 La contradiccion se hace patente· y resalta. La antinomia se aleja de lo tragico para adquirir el caracter de un sainete politico. Mientras en el programa se proclamaba como primero, superior y definitivo el ideal de la independencia, en las reglas se pospone el ideal por tiempo indefinido. En esta ocasion la Asamblea sigui6 a Mufioz Rivera, quien una vez mas de-
y
I
Ibid.
2 Jose de Diego, Ibid, p. 234. 3 La Democracia, 26 de octubre de 1915 .
mostraba su genio politico. Pero tambien demostraba que la independencia no tenia su respaldo. Mientras tanto, en Washington volvia a considerarse la concesion de la ciudadania norteamericana a los puertorriquefios. El ambiente en el Congreso en el 1916 era favorable. El Representante William Jones present<'> en este afio un proyecto de ley concediendo la ciudadania colectivamente, ademas de separar los poderes ejecutivos y legislativos al establecer el senado electivo. El Partido Unionista continua combatiendo la ciudadania colectiva por voz de su comisionado Residente en Washington, Luis Mufioz Rivera. Deda el lider unionista a los Congresistas: "Como representante de Puerto Rico yo os propongo que convoqueis al pueblo de Ia Isla a manifestarse en amplio plebiscito sobre la cuesti6n de su ciudadanla y que dejeis al pueblo de Puerto Rico resolver, por sus votos, si quiere Ia ciudadanla de Ios Estados Unidos o si prefiere su propia y natural ciudadanla. Seda extrafio que habiendose negado a concederla mientras la pidi6 la mayoria de! pueblo, os decidals a imponerla ahora que la mayorla de! pueblo Ia rehusa." (4)
Esta oposicion de la mayoria no tuvo consecuencias, ya que el 2 de marzo de 1917 el Congreso aprobaba la Ley Jones, nueva carta organica que regiria la vida de los puertorriquefios, ahora ciudadanos norteamericanos. El Partido Union de Puerto Rico en forma inesperada se apresuro a expresar su jubilo y agradecimiento al Congreso por la aprobacion de la nueva Carta Organica. Ratifica en su integridad el programa de 1913 y las reglas de 1914. En la Asamblea de 1918 el Partido no altera su programa aunque la division en su seno entre autonomistas e independentista lo debilitan grandemente. Al £altar la personalidad fuerte de Mufioz Rivera, el Partido se precipita a la crisis. El sucesor de Mufioz Rivera en la direccion del Partido, Antonio R. Barcelo, no tenia el talento politico de aquel. (5) No obstante, Barcelo condujo al Pa.r tido al triunfo electoral en el I 917, aunq ue con merma en los votos. El nuevo dirigente unionista siguio la politica oportunista de Mufioz Rivera. En el 1920, despues de la victoria electoral de su Partido, se traslado a Washington a "pedir la independencia" que una vez allf no pidio. Dos afios despues se convirtio en el principal defensor y propulsor del Proyecto Campbell que de aprobarse
4
Bolivar Pagan, Ibid, p. 174. Muiioz Rivera regresa a Puerto Rico en septiembre de 1916 muy enfermo y muere dos meses despues, recibiendo el tributo p6stumo de todo su pueblo puertorriquefio.
5
Algunos independentistas dentro del Partido Unionista fundaron asociaciones para mantener vivo e l ideal de la independencia. Es conv~niente mencionar la Asociaci6n Indepentista fundada bajo el liderato de Jose S. Alegria, y la Asociaci6n Nacionalista dirigida por Jose Coll y Cuchi, organizaci6n que se convertiria al comenzar la segunda decada del siglo en el Partido Nacionalista de Puerto Rico.
55
por el Congreso le daria a la Isla la forma de gobierno de Estado Libre Asociado cuya i.'.mica virtud consistia en que la Asamblea Legislativa de Puerto Rico elegiria al gobernador. Por otro !ado', creaba un comisionado residente en Washington en Puerto Rico para fiscalizar y suspender medidas legislativas que afectaran la soberania norteamericana sobre la Isla. Toda la demas estructura gubernamental y relaciones con Estados Unidos quedaban intocadas. La idea del Estado Libre Asociado prendi6 el entusiasmo de los lideres unionistas hasta el punto que se convoc6 una asamblea del Partido para febrero de 1922. En ella se acord6 que la aspiraci6n maxima del Partido Unionista era crear en Puerto Rico un Estado Libre Asociado. La Declaraci6n de Principios aprobada por la Asamblea dice, entre otras cosas : "Resuelvese por la Uni6n de Puerto Rico, reunida en Asamblea Soberana: que la creaci6n en Puerto Rico de un Estaclo, Pueblo y Comuniclad, que sea libre y que sea Asociado a los Estados Uniclos de America, es el desideratum de las aspiraciones de los puertorriquefios, y reso!vera de una manera honrosa, satisfactoria y c\efinitiva el prob lema - pencliente aun de so luci6n de cuales han de ser las relaciones entre ambos pueblos; " En ta! virtue\ : la Asamblea declara que la creaci6n de! Estaclo Libre Asociaclo de Puerto Rico es desde hoy el Programa de la Uni6n de Puerto Rico ... "(1)
I
56
Bolfvar Pagan, Ibid. , pp. 201-202.
Asi quedaba transformado el programa unionista vigente desde 1913. Asi qued6 eliminado del programa unionista el ideal de independencia sostenido desde 1904. Las dos soluciones definitivas, o coma las llamaron algunos, "i'micas soluciones decorosas'', quedaron excluidas. El nuevo rumbo de la nave la llevaria a su eventual liquidaci6n. El Proyecto Campbell no tuvo apoyo en el Congreso y muri6 por muchos afios la idea del Estado Libre Asociado. En el 1922 se organiz6 el Partido Nacionalista que arrastr6 muchos unionistas-independentistas descontentos. Presentida la catastrofe, Barcelo, en un esfuerzo por ganar las elecciones de 1924, uni6 fuerzas con los republicanos dirigidos por Jose Taus Soto, creando la Alianza de Puerto Rico, monstruo de dos cabezas que acaba de destruir al Partido Unionista. Toda consideraci6n sobre la soluci6n politica de Puerto Rico qued6 en suspenso: el status no estaba en issue. Asi Bega a su fin la evoluci6n , a veces revoluci6n, de la Base Quinta del Programa de la U ni6n de Puerto Rico, sabre la que, como hemos vista, gira la historia politica de la Isla durante veinte afios, de 1904 a 1924.
2
Ibid., pp. 212-213.
Documentos de nuestra historia
' I
Declarasion y estado de las fortificaziones de la Plaza de Sn. Juan de Puerto Rico, sus quarteles, Almazenes y demds fabricas pertenesientes aella. Echo par Dn. Feliz Prosperi Yngeniero en Segundo de las Extos. y Plazas de S.M. ]untamente con Dn. Antonio Arredondo y Don. Franc9 Ferâ&#x20AC;˘. asimismo Yngeniero de S. M. a peticion del Governador y Capitan gent. de esta Ysla, Dn. Matias Abadia que seacavo oy 19 de Noviembre de 1731.* Castillo de San Felipe del Morro. Haviendo Reconosido el dh9 Castillo q.esta Situado ala Enbocadura del Puerto y a la entrada de el serreonosi6 que la Bateria baja Circular de la Lunta esta demasiadamente conbatida de los Vientos Norte y N ordeste, Cubriendola y maltratandola la formidable Resaca que seorigina de los Referidos Vientos, padesiendo grande atraso la Artilleria y sus Carefias; por lo qual Jusgo por conveniente el Lebantarla al Nivel de las as Juntas conproseguirla Circularmente quitando deltodo elAngulo Mas espuesto porque Amenaza Cresida Ruyna lo que n6 acontezera executando la Obra que tiene Proyectada el Yngeniero Extrahordinario de esta Plaza Don. Franc9 Ferz. como lo demuestra en su Plano y Beafil. Del Almazen de Polvora. Rs. de Plata.
Nesesita dh9. Almazen por estar el primer Piso de tierra azerla de Ormigon de Vnpalmo, de .alto al vzo de esta Tierra sobreponiendo sus quartones formando vn lecho de Tablason para asiento de las Munisiones adelantando con este medio el que se conserven Vien condicionados; y si la dicha Trabazon
* A. G.
I. Sto. Domingo, 2499.
delReferido Lecho fueze embreada serviria para largo tienpo. Los pilares de Madera que contienen el suelo Superior se colocaran sobre Bazes de Piedra Labrada para la mayor permanensia los Respiraderos del Referido alMazen deventener sus Rexillas de alambre de Metal por la parte ynterior y esterior y la Bentana que esta Situada en la parte baja del dho. Almazen conviene sea resusida ados R espiraderos Ouiando con estas precausiones las fatalidades que suelen Suseder; como tambien sedeue escusar todo Jenero de Caxaduras en las Puertas yrrespiraderos del dh9. Almazen, deviendo ser estas conpuestas de parte de Metal, y parte de fierro; y por el motiuo de lagrande ynutilidad que se arreconosido entodo el Maderaxe delMensionado almazen son presisas para el Suelo Superior de ocho Vigas de onse baras y dos Tersias y de Una Quarta en quadro, cuyo Presio es dos sientos y veinte y sinco Reales ... . . ... . Para la maior Seguridad del referido suelo son presisos Quatro Tirantes de la misma Longitus y de atersia enquadro su presio es Siento y Veynte y ocho Rs. . . . . . . . . . . .. Para formar el Lecho que searreferido se nesesitan de Ocho Vigas o durmientes que an de tener de Largo Onze baras y dexeme enquadro Su balor es siento y setenta y dos Real es . .. . .. ...... . .. . . .... .. . . . . Para la tablason de los suelos del dh9 Almazen son menester diez y ocho Tosas de Seys baras de largo de tersia de ancho y de vna quarta d e grueso; de cuyas piesas han de Salir Siento y quarenta i quatro tablonsillos de dos pulgadas de grueso y dichas Tosas ynportan Ochosientos y Sesenta y quatro R eal es ... ..... ... .. ... ... .. . ...... .
225
128
172
864
1383 57
Quartel de la guarnisidn. Rs. de Plata.
Esta fabrica puede susistir con azer Recorrer los Tejados ponerle sus puertas y ventanas conponer el Suelo superior de algunas tablas y la Madera con sermente que que senesesita para mantener el Tejado; a sauer primeramen e sesenta y seis Baras de Palo blanco puestas en bruto que balen Nouenta y dos Reales. Tanuien sedan por ynutiles las Vigas del Dho. Quartel, que son Veynte y sinco Vigas de ocho baras de largo y una quarta en quadro q . valen Dossientos Reales . . . . . . . . . Tanuien nesesita el dh. Quartel de veynte y siete dosenas de tablas de Lalma que arrazon de dies y seis Reales la dosena ynportan, Quatrosientos y treynta y dos Reales. Tanuien nesesita el dh9 Quartel de dose medios quartones para la Armason de Puertas y ventanas, que balen sinquenta y seis R•.. . . Nesesitan dh•. Puertas y Ventanas de doze Tablas de Seys baras y media de largo y una tersia de ancho, quebalen N ouenta y seys R•. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Tanuien son menester Tres sientos Clabos de Alfaxia Mas se nesesitan dos Mil Clabos de Tillado para latablason del tejado que con los Tres Serrojoz delas puertas y con los Tres de las Ventanas ynporta la Clabazon y dh. serrojos siento y sesenta Reales . . . . . .
Rs. de Plata.
200
432
056
096
160 1036
Quartel de Sta. Barbara. Rs. de Plata.
58
2682
Casa del Castellano.
=
Esta fabrica por estar amenazando Ruyna y siendo de ninguna susistencia siendo sus paredes de Tapia, es menester sea del todo Redificada desde los Cimientos de buena Manposteria cuya fabrica segun el Tanteo costara dos mil R•. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Tanuien nesesita de Catorse Quartones que balen, siento y sesenta y ocho Reales . . . . .. Tanuien son menester diez dosenas de tablas de Palma para el Texado que balen siento y sesenta Reales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Tanuien senesesitan para el sueIO superior de Catorse Vigas de Nueuebaxos de Cargo y na (sic) quarta en quadroque balen dossientos y veinte y quatro Reales . . . . . . . . . . . . . . . . . Tanuien son menester para la armason de dos Puertas y dos ventanas Quatro-medios quartones quebalen Quarenta y ocho Reales . ..
032
092
0
0
Senesesitan de ocho tablas de sey baras de largo para las Dh.0 Puertas y ventanas que balen Treynta y dos Reales . . . . . . . . . . . . Tanuien senesesitan de Tresientos Clabos de tillado para la tablason del Tejado = Clabos de Barrote para las Puertas y ventanas siento y sinquenta que con dos serrojos para las Puertas y dos para las Ventanas ynportan dichos clabos con los serroJos Sinquenta R•.
2000
Nesesita dh9 Vivienda para el primer suelo de Quinse Vigas de Ocho Baras de largo y una quarta en Quadro Subalor Dosientos y cuarenta R•. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . Tanuien nesesita el tejado de DM Casa de Diez y ocho Vigas de nueve Baras de Largo y una quarta en quadro, Subaior Dossientos y ocenta y ocho R•. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Tanuien nesesita de , Seys 'dosenas de Tablas de Palma para su tejado que balen Noventa y seys R•. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Tanvien Senesesita para entablar lo mas presiso del Suelo Superior de dM Casa quarenta y sinco Tablas deseys baras de largo que balen Siento y sesenta y ocho Rs. . . . . . . . . . . . . . . Para la Armason de dos Puertas y quatro ventanas, son menester Seys medios quartones q. balen quarenta y ocho Rs. . . . . . . . . . Las tablas para las dh•. Puertas y Ventanas senesesitan de Seys de largo de seis baras que valen treynta y dos Rs. . . . . . . . . . . . . Tanvien son menester Dos sientos y Sinquenta Clabos de tillado, para la Tablason del Tejado. Mas senesesita para las Puertas y ventanas de Dossientos Clabos de Barrote que ynportan todos Quarenta y Sinco Rs. . . . Balen los Serrojos, de las dos Puertas y Quatro ventanas con sus Armallas Quarenta y dos Reales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
240
288
096
168
048
032
045
042 959
168
Dela Cosina de Ofiziales y Soldados. 160
224
048
Rs. de Plata.
Esta parte sealla del todo ynauitable por ser dM porsion de Viuienda de masiado alta, de que se orixina no poderse Mantener por las Causas Referidas; Siendo mi pareser rebajarla hasta la mitad o poco menos sirviendo en dh.3 postura con mayor firmeza aorrando gastos de Suelos; y la demolision sera prove-
chosa para la redificazion del Quartel de St:J. Barbara; la Madera que nesesita es Ocho Vigas de nueve baras de largo y de Vna quarta en quadro que balen siento y Veynte y ocho Rs ...................... .. .. · · El numero de Tejas que senesesitan para el Reparo de Dh•. Viendas (sic) Son Quatro Mil que al precio de Dossientos y quarenta Rs. elmillar ynportan Nueve Sientos y sesenta Rs .. .. .. . ... . ..... .... .. ... ..... .
128
y ocho Reales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La segunda Barrera que esta situada azia la parte del Leste; prezisa el redificarla por estar Arruynada cuya cantidad para puerta serrojo, serradura y llaue conponen Novent". y ocho Rs . .. . . . . . ..... . . . . . . . .. .. .
960
Dela Puente Levadiza Rs. de Plata.
De la Contra Escarpa Rs. de Plata.
400
Rs. de Plata.
256
1600
020
Del Puente Rs. de Plata.
192
No es· de menor consequensia de que se forme el Camino Cuvierto con su Palizada q. corona el frente de este Castillo; Cuya ynportanzia y entidas se omiten por ser notorias. Formando a la Caveza del Puente su Plaza de Armas asegurandolas con sus traviezas. Como lo tiene Proyectado el Yngeniero D 0 • Franc9 Fer'. que asiste en esta Plaza adelantando Con esto el asegurar mejor lo exterior del dicho Castillo, Vnico de esta Plaza y el Allanar algunos altos y bajos que estan de !ante de El; formando el Glasis, 0 esplanada, que es lo que conviene. DE LA FORTIFICAZION QUE CORRE POR LA PARTE DEL PUERTO
Fuerte de St.• Elena Rs. de Plata.
360
384 936
Dela Barrera Prinzipal Rs. de Plata.
Para su Rastrillo nesesita de Quatro medios Quartones que balen treynta y dos Reales . . . Nesesita dM Rastrillo de quatro tablas que balen treynta y dos Reales. . . . . . . . . . . . . Tanvien nesesita de Sien Clabos, Serrojo, Serradura y llaue; que bale Siento y veynte
Esta parte de Muralla es muy conveniente el aplicarle algunos Reparos; prinzipalmente por la parte o !ado del Leste nesesita el rebocarla con cuyo medio se ovian mayores gastos, cuyo obra ynportara Quatro Sientos Reales.
Del Camino Cuvierto
1876
Lapuerta que corre defirme azia la contra escarpa, nesesita de su Baranda en ambos lados para la qua! son menester doze Vig•. de nueve baras de largo y de vna qta. en quadro, que balen siento y nouenta y dos Rs. . . . . . . . . . Tanvien nesesita dM pte. para su maior seguridad de treynta Tablones de Sinco bar•. de largo y tres pulga•. de grueso q. balen tres sientos y St?- Rs. . . . . . . . . . . . . . . . . . . Tanvien nesesita dM Puente de Veynte y quatro tirantes de sinco baras de largo y de tersia en Quadro que balen tressientos ochenta y quatro Reales . . . . . . . . . . . . . . . . . .
098 290
1088
La Puente Levadiza de la Puerta de este Castillo nesesita de sus dos flechas que ande tener Catorse baras de largo, y de vna tersia en Quadro; Subalor Dos sientos y Sinq.t:i. y seis Rs ... . ...... . . . . . . . . . . . . . . . . . . Tanvien nesesita de sus Cadenas de Metal por que las de fierro en estos Climas se aniquilan = Subalor Mil y Seys Sientos Rs. . . . Tanvien nesesita dh.' Puerta de Vn Umbra! de Sinco baras de largo, que bale Veynte Reales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
128
032 032
Este fuerte es el que mas seaprocsima al Castillo del Morro Son sus fuegos muy convenientes para la defenza de la entrada del Barco por lo que conviene Recalsar vna porsion de la Muralla que mira a la dh.' entrada que seran hasta tres toesas de largo, vna toesa de Alto y hasta Quatro p•. de grueso que con lo que nesesita de conposicion el Quartel de la Guardia Llega a la cantidad de Dos Sientos y Quarenta Reales . . . . . . . . . . . .
240
Bateria de Sn. Gabriel Rs. de Plata.
Esta parte de Baterfa nesesita de azerle Puerta para cuya armason son menester tres 59
medios Quartones que balen Veynte y Quatro Reales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ·. . Tan vien nesesita Dh<;i Puerta de quatro Tablas de Seys Baras de Largo que balen treinta y dos Reales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
024
032 056
Del fuerte de Sn. Agustin Rs. de Plata.
Este fuerte nesesita recomponer todo el ormigon que forma la Esplanada de la Artilleria cuyos fuegos son de grande ynportansia, para la defensa de la Canal de este Puerto. Tanvien nesesita el Recorrer el Tejado del quartel de la Guardia ponerle la Puerta al dh fuerte para cuya Armason senesesitan de Tres medios Quartones que balen veynte y quatro Reales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Tanuien son menester quatro Tablas que balen Treynta y dos Reales . . . . . . . . . . . . . . . 0
•
024 032 056
El terser lado nesesita de Diez quartones de Sinco baras y media de Largo que balen sesenta Reales ......... ........ . . ... . . Mas nesesitan los dh•. Corredores de Sinco Quartones que balen Treynta Reales . . . . . . Mas nesesitan los Corredores de Seys Q uartones que balen Treynta y Seys Rs . .... . . Tanuien Senesesitan Seys dosenas de tablas de ocho baras de largo par<1 los Corredores que balen Tressientos y sesenta Rs. . . . . .. Tanuien Senesita de Vn estante para Renovar vno de los que sostienen dh•. Corredores de largo de quatro baras y media y de Tersia en Quadro que bale Veynte Reales . . . . .. Tanvien Se nesesita de Vna Viga para sostener el pasadiso de la Cosina de Ocho baras y media de larga y una Quarta en Quadro que bale diez y Seys Reales . . . . . . . . . . .. Y para Cubrir el techo de los corredores son menester diez y seys dosenas de tablas de Palma que al presio de diez y seys Rs. la dosenaynportan Dos sientos y Sinquenta y Seys Reales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..
De la Fortaleza de St". Catalina
060 030 036
360
020
016
256 1210
Rs. de Plata.
Esta fortaleza es el Palazio de los Governadores, deposito de las Reales Cajas, y Resguardo de los mas Pertrechos de esta Plaza cuyas causas sedeuen tener presentes; por lo qual Resolvio el Governador y Cap". General Dn. Matias Abadia Mandando al Yngeniero Dn. Franc9 Fer•. (que lo es de dha. Plaza) Reconosiese, con la vista de Alarifes y Carpinteros toda la Vivienda de dh•. fortaleza lo que executo con los dichos alarifes y Carpinteros dando por ynutiles el total de Maderas que sostienen los Tejados, por el motiuo de hauer Reconosido estan pasadas de Umedad y de ninguna susistensia y por contener esta Ruyna y ouiar duplicados gastos se Torno Rason de todo el Maderaxe que se deue aplicar a las sichas Viuiendas que es como se sigue.
Dela Capilla Rs. de Plata.
Nesesita la Capilla de dh•. fortaleza por estar todo el maderaxe Podrido que es el que mantiene el Tejado de Veynte y tres quartonsillos de Sinco baras y media de largo que arrazon de quatro Rs. cada vno Ynportan Noventa y dos Reales . . . . . . . . . . . . . . . . . . Mas senesesitan la Dh•. Capilla de Tres Quartones que tienen de largo ocho haras y de x eme en cuadro que balen sesenta Reales. Para la Armazon de Tres Balcones Boleados son menester doze trosos de Vigas de dos baras y media y de vna quarta de grueso Cada Vna q . balen Siento y Veynte Reales. Y para mantener los dh•. tejados de los tres Balcones se nesesitan de Seys Pilares que tienen de largo tres baras y media Su presio Treynta y seys Reales . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Coredores del Patio
092
060
120
036 404
Rs. de Plata.
Primer Lado nesesita de Veynte Quartones de ocho baras de largo que balen Dos sient9s y Auarenta Reales . . . . . . . . . . . . . . . . ·i . El segundo Lado del dh Corredor nesesi~a de Treynta y dos Quartones de sinco baras y media de Largo que balen siento y nouenta y dos Reales . . . . . . . . . . . . ... ... ...
Del Portico y su Asotea 240
0
•
60
192
Rs. de Plata.
Nesesita la Asotea qµe Cubre la Puerta Prinzipal de dh". fortaleza Renovar todas sus Vigas por la Causa de estar por sus Cavezas pasadas de la Vmedad amenazando considera-
hie Ruyna, tanto por lo dicho como por el grande Peso que mantienen las dh•. Vigas, Nesesitando Rebajar dicha asotea hasta Tres . Quartas afin de darle mas despedida 0 derrame a las Aguas; por el motivo de que sea permanente la Nueva Redificazion, teniendo por experienzia que toda fabrica de Asoteas para que sean permanentes en estos climas Requieren Tener bastante declinasion sus Aguas; aunque lo mas conveniente que es lo que mas se mantiene son los tejados lo que se podra executar, para lo cual se nesesitan diez y nueve Vigas de Nueve baras de Largo · y de xeme en Quadro que balen Tres sientos y veynte y quatro Reales . . . . . . . . . . . . . . .
De la Puerta del Muelle R s. de Plata.
324
Delas Viuiendas Altas Rs. de Plata.
)
.\
"I'
~i
Las viuiendas altas nesesitan primeramente Quatro Vigas de Ocho baras y media de largo y un Xeme en Quadro que balen Ochenta Reales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Mas son menester dos tirantes de nueve baras y media de largo y de Vna quarta en quadro quebalen Quarenta y ocho Rs. . . . . . . Mas Quatro Vigas de Seys baras de largo que balen · Treynta y dos Reales . . . . . . . . . Tanuien son menester para la Segunda Viuienda Sesenta Quartonsillos de Seys baras y media de largo y de medio xme en quadro que balen, Dos siento~ y ochenta Rs. . . . . . . Mas Senesesitan Siete tirantes de Nueve baras de Largo y de vnoxeme en Quadro que balen Siento y quarenta Rs ....... ·. . . . . . Tanvien son menester para las puertas y ventanas de dhs. Viviendas Doze Quartones que balen, Noventa y Seys Rs. . . . . . . . . . . . . . . . Para las Dhs. Puertas y ventanas se nesesitan de dose tablas que balen Sesenta y Quatro Reales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Para la Tersera Vivienda Senesesitan de Tres Tirantes de Ocho baras y media de largo y un x eme en Quadro que balen sesenta Reales. Mas Seys Vigas de Sinco baras y media que balen, Quarenta y ocho Rs. . . . . . . . . . . . . Mas son menester tres medios Quartonsillos de Tres baras que balen, Doze Rs. . . . . . . . . . Mas es menester Vna viga de Sinco Baras que bale Ocho Rs. . . . . . . . . . . . . . . . . . . Mas senesesitan para la dh'. Viuienda de dos Quartones que balen Diez y Seys Rs . . . . . . . Tanvien son menester Dose quartonsillos de Sinco ba ras y media, que balen Quarenta y ocho Reales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
En la Parte Esterior de dh•. Puer ta se alla Vna Noria de la Qual seaze la Aguada siendo sus Aguas muy conpetentes para el mas Largo Viaxe; como tanuien muy copiosos sus Manantiales; y en atension a la grande Yncomodida•. que se les a ofresido a los Nauios de Asogues que Arrivarl'm a este Puerto al Tiempo de azer su Aguada, Jusgo por conveniente el Proyecto que tiene executado el Yngeniero de esta Plaza Prolongando la Cafieria hasta la orilla del Mar en cuyo termino forma el Pilon 0 area, de donde salen los Cafios Correspondientes para el Abasto mas pronto que se pueda orixinar. Esta Obra costara Segun la convenienzia de Materiales la cantidad de Seys Sientos Rs. ynclusa Media
600
De la Casa de la Aduana 080
048 032
280
140
Rs. de Plata.
'Este Almazen deue redificarse desde los Simientos de buena Manposteria, por el motivo deser de Maderaxe y este esta totalmente ~odrido de que seve estar amenazando Ruyna y en caso de suseder sera considerable y de sumo atraso por lo que en Sierra y Resguaada siendo el de posito de la Cargason de las en Barcasiones y la quenta y rrazon de ellas; por lo que conviene sea Redificado como se lleva dicho que costara dicha obrra Dos mil y Quatrosientos Reales. . . . . . . . . .
2400
Del Muelle 096
064
060 048 012 008 016
Rs. de Plata.
Esta parte delMuelle Requiere redoblar la parte mas presisa de Pilotaxe por el motiuo de s~r toda sufigura conpuesta del Referido Pilotaxe del que conviene para su mayor permanensia Redoblarlo como Selleba Referido Quando se tienen Maderas tan solida y de ninguna Corrupzion, como es el Guayacan Espinillo &". Esta porsion de Pilotaxe que senesesita para el Reparo del Mensionado M uelle teniendo de largo Dos baras con vna cuarta de Diametro Ynportaran Seys Sientas Piezas de las medidas referidas Dos mil Reales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2000
Del Fuerte de Sn. Christobal 048 932
Rs. de Plata.
El Cauallero que en posision circular esta 61
Construydo en la Mediania del Plano del dh0 • fuerte, Tiene el Mensionado Cauallero en su centro vn alxiue de bastante Magnitud el que al prezente no guarda Agua por Raz6n de Algunas averturas; y siendo dh Alxive tan nesesario seadado la Prouidensia de Repararle para la Conservazion de sus Aguas. Tan vien tiene el dh fuerte vn Almazen de Polvora de Tres toesas y media de Alto Cuvicato con Boueda de simple Rosca estando mas de la Tersia parte de dh'. Altura del mensionado Almazen enbutida 0 enterrada enforma de Alxiue; cuyo Cuerpo asido y es deMasiado umedo por raz6n de ser su Plano ynferior al deposito de todas las Umedades que apersiuen los Pianos Superfiziales mas ynmediatos al referido Almazen; por lo cual se tiene la experienzia que la Porsion de Polvora que seatenido en dh0 • Plano bajo sea sacado, totalmente de ningun seruicio. Padesiendo al mismo Tiempo todo el maderaxe que formaba el suelo Medio, Cuyas Causas fueron bastantes para Podrir el dhQ maderaxe Rindiendose y arruynandose el afio pasado de 1730. Vistas dhs. Causas con la Reflecsion que se deue Propuso el Yngeniero de esta Plaza al Sefior Gouernador y Capn. Don. Matias Abadfa que en atension a las macsimas que se deuen observar en quanto ala Conservazion de las Munisiones era conveniente se rreauilitase el referido Almazen, Terraplenando el Cuerpo Inferior hasta el Niuel del Suelo medio atendiendo a que con dh9 Terraplen formandole o sobreponiendole su Ormigon y !echo de Tablason se mantendran sobre la dh•. Postura las Munisiones vien condisionadas y sin ningun atraso; que el formarle vna Boueda de Rosca sinple devn Ladrillo por ouiar el dh Terraplen, se ha calculado ser de coste muy cresido por baler el millar de Ladrillo 25. p. que en Nueue millares que entran por el Dh tanteo vienen a costar 225. p. Sin contar ni comprehender la Cal, Jornales, y todoel Maderaxe para sostener y formar las simbras, ni toda la tablason que era menester, ,p ara formar con ella el Cafion de dh0 • Boueda, y la Clabason Correspondiente; ·Siendo a mas de esto menester llenar los flancos de dha. Boueda de Tierra muy vien pisada, para constraxtar con la mesma el empuje de su Arco por no ser presidados aun con mayor gasto el llenar dh Bazios de buena Manposteria, por su mayor seguridad que despues puesto el todo en su N ivel poniendola vna Quarta 0
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de Ormigon por ensima, lo que se executara tan vien acabado de Terraplenar; viene Calculado Serca de 700 p. lo que prosiguiendo con el dh0 • Terraplen y su Ormigon sale la Cantidad de 250 ps. que tanpoco saldrfa latersera parte de dM Cantidad Hauiendo quien lo tomase a destajo. . . . . . . . . . . ..
2000.
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Del Camino Cuvierto de la Plaza Rs. de Plata.
Este nesesita de Nueua Palizada el continuar vna porsion de 24. Toesas de Largo con su Contra escarpa de Manposteria, Rebajando Vna toesa mas el foso desde el A,ngulo flanqueado del Baluarte de Sn. Cristobal azia la parte del Norte, por no ser acauada dicha parte echando su tierra para la formazion de su Parapeto. Llegaran a costar las Dh•. 24. toesas de Camino Cuvierto Quatrosientos Reales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
400
Salida de la Plaza Rs. de Plata.
A la Salida del Camino Cuvierto yentrado Almismo es yndispensable su Barrera cuya armason nesesita de quatro medios Quartones que balen Treynta y dos Rs. . . . . . . . . . Nesesita de Quatro Tablas de Seys Baras de Largo que balen Treynta y dos Reales . . .
032 032 064
Del Ospital Real de esta Plaza Rs. de Plata.
Nesesita esta fabrica deser Restaurada lo mas pronto que se pueda por estar la mas parte de su Vivienda amenazando Ruyna; para cuyo Reparo nesesita de la Madera siguiente Primeramente son menester sinco Vigas de Siete Baras de largo y de vna quarta en quadro que valen Siento y dose Reales . . . . . . . . . . . Mas son menester Quatro Quartones de Siete Barasde Largo y de vn xeme en quadro que balen quarenta y ocho Rs. . . . . . . . . . . . . Tanuien Senesesitan de Quarenta Baras de Palo Blanco puestas en bruto para Reauilitar algunas que nesesitan dhS. Viviendas que balen Sesenta y quatro Rs. . . . . . . . . . . . . . . . Mas se nesesitan Seys Docenas de Tablas de Palma que balen nouenta y seys Rs. . . . . . . Mas son menester dos vigas de diez baras de largo que balen quarenta Rs. . . . . . . . . . . . . Mas Senesesitan de Quinse Vigas de Siete baras de largo que balen Dos sientos Cuarenta Rs. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
112
048
064 096 040
240
Mas senesesitan Quatro Quartones que balen Quarenta y Ocho Rs. . . . . . . . . . . . . . . . Mas senesesitan de Quatro medios quartones que balen Treynta y dos Rs. . . . . . . . . . . . . Tanuien senesesita de Vn millar de Ladrillos que balen Dossientos Rs. . . . . . . . . . . . . . . . Tanvien Senesesita de Vn Millar de Tejas que bale Dos sientos y quarenta Rs. . . . . . .
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0
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240 1120
FUERTES EXTRAMUROS
Del fuerte de Sn. Geronimo Rs. de Plata.
Este fuerte esta colocado a la entrada del Boqueron cuyo efecto es de defender su entrada. N esesita Recorrer el Tejado de su Viuienda formarle Nueva Puerta cuyos gastos seran siento y siquenta Reales . . . . . . . . .
150
Del fuerte de Sn. Antonio Rs. de Plata.
Este fuerte defiende la entrada del Fuerte; Cuya Calsada esta Totalmente maltratada y congrande dificultad su paso; Su rreabilitacion como es de la obligazion de la Ciudad se omiten en este Estado. Nesesita el referido fuerte redificar su Parapeto y trinchera baja; cuyo ynporte llegara (yncluyendo el Balor de Diez y Seys Vigas de Seys baras de largo y de vna quarta en quadro con Puertas y ventanas de su viuiendas) al inporte de mil y quinientos Rs.
1500
Del fuerte de Sn. Juan de la Cruz Rs. de Plata.
Este fuerte esta situado en medio de la Enbocadura que mira al Norueste para defensa del paso de Lanchas y Piraguas, que por esta Boca pueden pasar. Nesesita de vna viuiencla para el Castellano, que se rreduse auna Sala y al Cova conpuestas de Tauique de Ladrillo; como tauien Re,c orrer los Tejados de su Vivienda; Cuyo ynporte sera Quatro sientos y Quarenta Reales.
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440
NOTA Rs. de Plata .
De lo representado en el prezente Estado se advierte que las obras y Restauraziones refe-
ridas, no merezen ninguna dilazion en su execusion, porque se originaran Maiores gastos en azerlas despues en otro Tiempo. A sauer: Los dos Almazenes de Polvora que son el del Castillo del Morro, y el del fuerte de Sn. Christobal; el quartel de Ynfanterfa del dh Castillo, el Quartel de St•. Barbara, Casa del Castellano, Cosina de Ofiziales y Soldados, La Barrera prinzipal de su entrada, Puerta de la Bateria de Sn. Gabriel, Puerta del Fuerte de Sn. Agustin, Con todo el Maderaxe que senesesita a plicar con la mayor prontitud a las Viviendas delPalazio del Gouernador, Nombrada la fortaleza de Santa Catalina; Como tan vien todo el numero de Maderas que se manifiestan en el Capitulo del Ospital R 1 . de esta Plaza; que como reparos tan Yndispensables seandado las providencias Mas convenientes, afin de asegurar primeramente elNumero de Polvora, repartiendola en los dos Almazenes q. se lleban Referidos; y asimismo por contener y rremediar atiempo la Ruyna que amenazan dh•. Parages como tanuien por oviar mayores gastos; y por lo que toca a jornales de Maestros de Alvafiiles, y Carpinteros con sus Oficiales Correspondientes; Asauer Vn Maestro de Cada ofizio su jornal ocho Rs. con tres ofiziales cada vno, su jornal seys Rs. con Doze Peones, su jornal RI. Cada vno emplearan los ~h•. el Tiempo de Siete Meses en la Conclus16n de los Referidos Reparos; Cuyos Jornales conponen la Cantidad, de Doze Mil y Seys Sientos Reales ... . . . .. . . . . . . . . . . . · · . · · · · · 12 600 En quanta a la Cal y la Piedra costeada por via de RI. azienda sale elCays de Cal Puesta al pie de la Obra por doze R•. y comprando~o a los PartiCularew Cuesta Quarenta Rs. sm RI. y media de Condusion. La Garretada de Piedra que se conpone en este paraxe de Sinco Cargas de Vn Bagaxe menor conprados adh particulares sale por tres Rs. la Carretada; y sacada por quenta de RI. azienda le sale a RI. y Quartillo, Suministrando a los trabajadores las Erramientas Consernientes para quemar los Harnos de Cal y Romper la Piedra Para elCosto de Sien Cayzes de Cal que son menester para losReferidos Reparos Llegaran a la Cantidad de 800 Ocho Sientos Rs. . . . . . . . . . . . . . . . . . · . · · Para Tressientas Carretadas de Piedra que se nesesitan en dh9 R eparos trescientos y Sin350 quenta Rs. ynclusa la conduzion . ... Suma total de las notadas Cantida•.
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Se ha Omitido el Tanteo de las Obras Proyectadas por no tener tiempo ni lugar; dexando las dh•. por representarlas en sus repectivos Pianos, y Perfiles a cargo delYngeniero Extrahordinario Dn. Franc9 Fer'.
que lo es actual de esta Plaza - y para que Const~ a donde combenga doy la presente Relaz 0 • y Estado por conoser conbenir quanto esta Referido, firmada de mis Manos en Puerto Rico, IO de Novhre, de 1731.
Dn. Felix Proeypery YngrQ en SegudQ (Rubricado)
Dn. Antonio de Arredondo (Rubricado)
Dn. Franc9 Ferz. de Valdelomar (Rubricado)
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FACHAOA PRltft:IPAL POR A.e·.
CORTE .POR C.0
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LA OLIMPIA MAZURCA de
JUAN MOREL CAMPOS
INSTITUTO DE CULTURA PUERTORRIQUE~A San Juan de Puerto Rico 1962
.Dedicada a mi hi/a Olimpia Morel - Campos
v Beltran
La ·Olimpia MAZURCA Revisada por AMAURY VERAY
por JUAN MOREL CAMPOS
1962
Op: t66
PIANO
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JUAN MOREL CAMPOS JuAN MoREL CAMPOS naci6 en Ponce en 1857 y muri6 en la misma ciudad en 1896. El . mas popular y prolifero de los compositores puertorriquefios, escribi6 musica religiosa, funebre, de teatro, romantica y de baile. Se distingui6 como director de orquesta y fue fundador de la sociedad de conciertos La lira poncefia que dio audiciones en los principales pueblos de la isla. Tambien recorri6 estos con SU orquesta de bailes, yen calidad de maestro concertador y director de orquesta acompafi6 a varias com pafiias de opera y de zarzuela por la America del Sur. Le han inmortalizado sus danzas puertorriquefias, de las que compuso mas de doscientas. En 1957, y con motivo del centenario de su natalicio, el lnstituto de Cultura Puertorriquefia public6 cinco Volumenes con sus danzas y algunas de sus obras varias.
SEPARATA DEL NUMERO 14 DE LA REVISTA DEL INSTITUTO DE CULTURA PUERTORRIQUE~A Talleres de Artes Graficas - Depto. Instrucci6n Publica