REVISTA ,.
de! INSTITUTO de CULTURA PUERTORRIQUENA · ANTROPOLOGiA
,..
HIS TO RIA LITERATURA ARTES PLASTICAS TEATRO MUSICA ARQUITECTURA
OCTUBRE -
DICIEMBRE, 1962
San Juan de Puerto llica'-_.,
v
R E
I
s
TA
DEL INSTITUTO DE CULTURA PUERTORRIQUENA JUNTA DE DIRECTORES Eugenio Fernandez Mendez, Presidente Enrique Laguerre 路 Arturo Morales Carrion 路 Salvador Ti6 Teodoro Vidal 路 Guillermo Silva 路 Enrique Campos de! Toro
Director Ejecutivo - Ricardo E. Alegria Apartado 4184 Al'il'O V
SAN JUAN DE PUERTO RICO 1962 OCTUBRE - DICIEMBRE
NDM. 17
SU MARIO La Arquitectura Civil Puertorriquefia por Ernesto La Orden Miracle . Poesfas: A mi Madre Susana - Transfiguracion por Francisco Matos Paoli .
9
Monsita Ferrer, Sonatina Puertorriquefia Para Canto y Esperanza por A maury Veray .
10
Boticas y Medicamentos por Juana Gil Bermejo Garcia
13
Las Cronicas Viajeras de Bonafoux por Jorge Campos
16
Marino - Barquero por Clara Lair .
19
Exposicion de Jaime Carrero
20
Un Viejo Vocablo de nuestra tierra Esgolizar por Miguel Melendez Munoz .
22
Teorfa y elogio del cartel puertorriquefio por Juan Antonio Gaya Nuno .
25
Ramon Power - Apuntes biograficos por Arturo V. Davila .
30
l
Ram6n Power por Lidio Cruz Monclova
37
Carrera Naval de don Ram6n Power (1793-1801) por Arturo Davila .
42
El anillo del Obispo por Arturo Davila .
49
Instrucciones del Ayuntamiento de San German al diputado a Cortes
51
Temporal de Nieve por Federico Degetau
58
Bibliografia Puertorriquefta de 1962
62
Mus1cA RECITATIVO PARA NAVIDAD Poema espaftol an6nimo Musica: Luis Antonio Ramirez
SEPARATA DE
SEPARATA DE .ARTE
Retrato de Jose Campeche por Ram6n Atiles (1804-1875) Colecci6n del Sr. Acisclo Marxuach
COLABORADORBS
PUBLICACI6N DEL INSTITUTO DE CULTURA PUERTORIUQUENA
Director: Ricardo E. Alegria
Disef10 c llu~tradoncs: Carlos Marichal Fotografias: Jorge Diana y Conrad Eiger
Aparece trimestralmente Precio del ejemplar---------------------------- --------------------------------------------------- $0.75 Suscripci6n anual---------------------------------------------------------------------------------- $2.50 [Application for second class mail privilege pending at San Juan, Puerto Rico}
!MPRESO EN PUERTO RICO POR LOS TALLERES DE ARTES G!lAPICAS DEL Dl!PARTAMENTO DE INSTRUCCJ6N p(roLICA • 1962 • Printed in Putrlo Rico
Don Federico Degetau y Gonzalez (1862-1914) FEDERICO DEGETAU naci6 en Ponce en 1862. Hizo sus estudios secundarios en Barcelona y en 1879 se traslad6 a Madrid para ingresar en la Escuela de Medicina, pero pronto troc6 los estudios de esta ciencia por los de Derecho. Con sus estudios universitarios comenz6 su actividad poHtica y literaria, que habria de prolongarse durante toda su vida. Abog6 por la abolici6n de la pena de muerte y de la esclavitud y por la autonomia para Puerto Rico. En Madrid se constituy6 en representante perpetuo del elemento liberal puertorriquefio. Electo diputado a Cortes por Puerto Rico en 1897, al afio siguiente renunciaba a su cargo, al sobr~venir la ocupaci6n de Puerto Rico por las tropas norteamericanas. En 1900 fue electo Comisionado Residente de Puerto Rico en Washington, puesto para el que fue reelecto en 1902. En sus ultimos afios fue miembro de la Junta de Sindicos de la Universidad de Puerto Rico. Falleci6 en San Juan en 1914.
MIGUEL MELENDEZ Mm'ioz, natural de Cayey, ha consagrado su vida al estudio e interpretacion de la clase campesina puertorriquefia, co.n propositos sociales y literarios. Sohre el tema del jibaro ha publicado numerosos articulos, dispersos en revistas y periodicos, y varias obras de caracter costumbrista y sociologico. Entre ellas se destacan las tituladas Estado social del campesino puertorriqueiio (1916), Cuentos del Cedro (1936) y Cuentos de la Carretera Central (1941). Don Miguel Melendez Mufi.oz fue premiado en 1960 .con la Medalla de Oro del Instituto de Cultura Puertorriquefia.
Lrn10 CRUZ MONCLOVA naci6 en Rio Piedras y estudio Derecho en la Universidad de Puerto Rico, donde hace afios ejerce catedras de literatura e historia puertorriquefias. Especializado en la historia de nuestro siglo XIX, lleva publicados, entre otros, los siguientes libros: Historia de Puerto Rico (Siglo XIX), de la que han aparecido un volumen en 1952, dos en 1957 y otros dos en 1962; Historia del aiio 1887 (1957), y Luis M uiioz Rivera: Diez aiios de su vida politica (1959). El profesor Cruz Monclova ha tenido a su cargo la edicion de las 0 bras completas de Luis Munoz Rivera (prosa), que viene publicando el Instituto de Cultura Puertorriqueiia.
ARTURO V. DA.VILA naci6 en San Juan. Hizo sus estudios de licenciatura en la Universidad de Madrid, donde se especializ6 en historia y obtuvo, en 1960, el grado de doctor en filosofia y letras. Es autor de la obra La isla de Vieques en la historia (su tesis doctoral) y de otros trabajos de investigaci6n sobre la historia religiosa y el arte en Puerto Rico, algunos de ellos publicados en mimeros anteriores de esta Revista. Es profesor en las Facultades de Estudios Generales y Humanidades en la Universidad de Puerto Rico, secretariO de la Comisi6n Asesora de Monumentos Hist6ricos del Instituto de Cultura Puertorriquefia y miembro de la Junta de Arte Sacro del Arzobispado de San Juan.
FRANc1sco MATOS PAOLI naci6 en Lares. Estudi6 en la Universidad de Puerto Rico, y durante algunos afios fue en ella profesor de Humanidades y de literatura puertorriquefia. Posteriormente realiz6 estudios avanzados en la Universidad de Paris. Entre sus obras poeticas figuran Signario de ldgrimas (1931), Cardo labriego (1937), Habitante del eco (1941), Teoria del olvido (1944) y Canto de la locura (1962). Tambien ha publicado, en la prensa, valiosos trabajos de critica literaria.
ERNESTO LA 0RDEN MIRACLE nacido en Madrid, en 1916. Licenciado en Filosofia y Letras por la Universidad Literaria de Valencia. Cultiva el relato breve, por el que obtuvo el Premio N acional de Literatura, 1955 (Con el libro Tiempo pasado ). Con sus cuentos y novelas cortas ha alternado los estudios y publicaciones de critica literaria, especializandose en el romanticismo espafiol (ha preparado las ediciones de la Biblioteca de Autores Espafioles, de Espronceda, Alcali Galiano, Duque de Rivas y Estebanez Calder6n) y prestando atenci6n a la literatura de la America Hispana (La literatura hipanoamericana en el siglo XIX, 1948:) (Antologia Hispano-Americana, 1950;) a la que dedica mensualmente una pagina en la revista INSULA.
J UAN ANTONIO GAYA Nm'Jo, doctor en historia por la Universidad de Madrid, ha realizado una copiosa labor de cursos y conferencias en Espafia, Portugal, Francia, Inglaterra y Estados Unidos, dedicando su principal actividad al libro y al ensayo. Ha publicado treinta y siete volumenes, que abarcan obras de erudici6n, de estetica y de creaci6n literaria, entre ellos La pintura espanola fuera de Espana, Guia de los museos de Espana, El arte en la intimidad, Entendimiento del arte, El santero de San Saturio y Tratado de mendicidad. Miembro del Instituto de Coimbra y de la Hispanic Society of America, de N ueva York, es actualmente profesor de la U niversidad de Puerto Rico,
JUANA GIL BERMEJO¡GARciA, de nacionalidad espafiola, pertenece al grupo de j6venes investigadores especializados en historia de America que se han formado en la Escuela de Estudios Hispanoamericanos de Sevilla ha jo la direcci6n del doctor Francisco Morales Padr6n, autor de varias obras sobre la colonizaci6n espafiola en el N uevo Mundo.
CLARA LAIR, naci6 en un pueblo de las montafias de Puerto Rico. Su verdadero nombre es Mercedes Negron Mufi.oz. La Biblioteca de Autores Puertorriquefios public6 en 1937 su primer libro de versos Arras de cristal, que mereci6 un premio del Instituto de Literatura Puertorriquefia. En 1950 la misma editorial dio a la estampa su libro Tr6pico amargo, que a la colecci6n anterior afiade otros dos grupos de poemas, el titulado "Mds alld del poniente" y el que da su nombre al volumen, tambien premiado por el Instituto de Literatura Puertorriquefia. La Revista del Instituto de Cultura Puertorriquefia ha publicado algunos capitulos de su libro en preparaci6n Memorias de una islena.
AMAURY VERAY naci6 en Yauco. Bachiller en artes de la U niversidad de Puerto Rico, en 1946 ingres6 en el Conservatorio de Nueva Inglaterra, donde se recibi6 de Bachiller en musica, especializado en teoria y composici6n. Becado por el Instituto . de Cultura Puertorriquefia, recientemente realiz6 estudios avanzados de composici6n en la Academia de Santa Cecilia, en Roma. Es autor de canciones de arte y misterios de N avidad y de los ballets El nino de Aguadilla y La Encantada, este ultimo presentado en el II Festival de Teatro del Instituto de Cultura. Ha realizado ademas investigaciones sobre la vida y la obra de varios musicos puertoJ;riquefios del pasado.
_.,, . I
I
"lllb[
n._nil
La Arquitectura Civil Puertorrique:iia Por ERNESTO LA 0RDEN MIRACLE
p
uERTO Rico NO SE VIsTI6 DE CIVIL HASTA FINES DEL siglo XVIII. Mientras sus hermanos hispanicos de Tierra Firme, ademas de las casullas y las armaduras, ostentaban los jubones y las casacas de los Austrias y los Borbones, Puerto Rico llev6 siempre puesto el uniforme de soldado y no tuvo tiempo ni humor para mayores galas en su vestimenta. Desde Mejico hasta la Argentina, en los tres siglos del Imperio indiano, hubo una era de catedrales y de conventos, seguida por otra de palacios y de acueductos, de alamedas y de plazas mayores, mientras en Puerto Rico no se construian mas que castillos. Unicamente cuando se termin6 la guerra del Caribe entre Espafia e Inglaterra, - que dur6 mas de dos siglos- , y se consolid6 la emancipacion hispano-americana en el continente, Puerto Rico pudo quitarse el uniforme y comenz6 a vestirse de levita. Entonces y solamente entonces comenzaron los puertorriquefios a vivir uria vida civil propiamente dicha y empezaron a construirse para su propio disfrute buenas casas, palacios, teatros, colegios, hospitales, puentes, acueductos y toda clase de obras publicas de utilidad y de ornato. Para esas fechas la moda en todo el mundo era academica. En el principio agrario y ganadero de Puerto Rico los espafioles vivieron como los indios, en bohios o chozas de madera. La unica casa de piedra debi6 ser la que Ponce de Le6n se hizo construir en Caparra, de la que quedan "in situ" solamente los cimientos y en los museos algunos azulejos sevillanos. La primitiva ciudad de San Juan debi6 tener un caserfo humilde, de mamposteria y ladrillo, con viviendas de una sola planta, cubiertas con terrazas o con tejas, hasta que el incendio de los holandeses la arruin6. Tal vez la unica casa del siglo XVII que hoy subsiste sea la Hamada Casa de Zuazo o de los Contrafuertes, en la plaza de San Jose. El caserfo antiguo que ha
llegado a nuestros dias esta formado por fabricas de los siglos XVIII o XIX, en las que se aprecian a veces algunos detalles barrocos pero en general se marcan las lineas solemnes del neoclasicismo.
Los ingenieros militares academicos El caso es que la Academia, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, creada en Madrid por el padfico Borbon Fernando Sexto, no estableci6 en Puerto Rico ninguna sucursal. En Mejico si apareci6 en 1783 la Real Academia de San Carlos, a la que Carlos III envi6 gran copia de libros y de vaciados en yeso y en la que el valenciano Manuel Tolsa puso SU catedra, dejando obras Como la fachada Y la cupula de la catedral y el estupendo palacio de la Mineria. En Bogota, Buenos Aires y Caracas surgieron buenas _escuelas de dibujo, _mientras ~n Lima se proy~ct_aba en 1812 una Re_al Aca~emia de San HerJU~ne_ijldo que no lleg6 a nacer y en Chile realizaba grandes obras clasicistas el arquitecto romano Joaquin Toesca. En La Habana, en 1818, el pintor ÂŁranees Juan Bautista Vernay fundaba con ayuda ofici~l la Academia de San Alejandro. En Puerto Rico no hubo Academias Reales ni escuelas de arte, pero los comandantes de Ingenieros de sus fortificaciones, bien adoctrinados segun los canones de San Fernando, fueron quienes le cortaron a Puerto Rico sus primeros trajes de hombre civil. Casi todas las obras del siglo XIX, incluyendo las iglesias, llevan la firma de un comandante o de un coronel. La gran epoca artistica de Puerto Rico es el reinado de Isabel II, que se caracteriza en Espafia por los ultimos desarrollos de la arquitectura clasicista, patentes en Madrid en el Congreso de los Diputados, el palacio de Bibliotecas y Museos, el Tribunal de
Dibujo de la fachada del Antiguo Hospital Provincial, actualmente en proceso de restauraci6n por el Instituto de Cultura Puertorriqueiia para el Archivo General de Puerto Rico.
Portada de El Arsenal Antiguo edifrcio de la Diputaci6n Provincial
Cuentas y la Casa de la Moneda; en Valencia y Valladolid por los teatros principales; en Barcelona, Bilbao, Vitoria y otras capitales por las llamadas Plazas Reales o Plazas Mayores, y en toda Espana por los jardines con estatuas, las plazas-salones y los cementerios de romantica inspiracion. Todo ello se construyo igualmente en Puerto Rico. Los frontispicios del palacio de la Fortaleza y del de la lntendencia, lo mismo que los de otras obras menores, ostentan en letras de bronce el nombre de Isabel Segunda, que viene a ser por otra parte el de la capital de la isla de Vieques, unica ciudad del mundo hispanico que rinde ese homenaje a la memoria de la reina que unos Haman "castiza" y otros apellidan "la de los tristes destinos".
Casas en Ponce y Arecibo Describamos por menudo las obras de arquitectura civil por toda la isla, antes de concentrarnos en el estudio del interesantisimo conjunto arquitectonico de San Juan. En Ponce, esa ciudad que conserva los nombres de Isabel y de Cristina en sus calles centricas, hay que ver la fachada del Municipio y la del teatro La Perla, el interior del caseron llamado "El castillo" que fue un cuartel, el antiguo hospital y lo que queda del cementerio, que parece va a ser restaurado con dignidad. Gran parte del caserio de la ciudad, singularmente en la calle de la Villa y aledanas, conserva la traza espanola y son particularmente interesantes las puertas cocheras que- dan acceso a los jardines. Quiza vengan estas puertas neoclasicas, lo mismo que las balconadas de hierro, de una inspiracion norteamericana en la segunda mitad del siglo. La casa en que esta instalado el Museo Ferre es un lindo palacete isabelino y el famoso Parque de Bomberos es una muestra pintoresca del seudo-arabismo de algunas construcciones espanolas de fin de siglo. En Arecibo vale la pena el antiguo cuartel, con sus columnas clasicas, cerca del malecon, que fue un paseo bien compuesto; asi como la puerta del cementerio, algunas casas cercanas a la iglesia y el faro llamado del Vigia, muy semejante al de Fajardo, el de Caho Rojo, el de Cabeza de San Juan y otros que alumbran desde hace mas de un siglo toda la costa de la isla. Esos mismos faros los podemos encontrar en las costas de Andaluda. Y en muchas carreteras de Espana podemos toparnos con las mismas casas de peon caminero que existen en Puerto Rico, singularmente en las margenes de la Carretera Central, la que une la capital con Ponce. Era esta una obra publica tan importante que los americanos que ocuparon Ia isla en 1898 la consideraron superior a las carreteras que existian entonces en los Estados Unidos. Una de esas casillas de peon caminero, situada en la carretera de Jajome, recibe hoy el honor de albergar durante el verano al gobernador de Puerto Rico.
Un arco de triunfo en Mayagilez En Aguadilla hay bastantes casas espanolas y un cementerio muy interesante, colgado al horde del mar, pero sobre todo llama la atenci6n el Ojo de Agua, donde en el siglo pasado se construyeron el parterre de la Princesa, con arboles y estatuas, y el puente de la Reina, con una lapida conmemorativa. Valdria la pena de rehabilitar plenamente aquel lugar, que debi6 ser un rinc6n de supremo encanto romantico, al horde del estupendo manantial en el que, -se non e vero e ben trovato-, se dice que hicieron aguada las carabelas de Col6n. Abundan en Mayagiiez las bellas casonas, tanto en el centro como en el puerto. Su plaza mayor ostenta, junto al monumento de Col6n, un conjunto de estatuas y farolas de bronce muy representativas del "fin de siccle." La ciudad entera tiene muy buen corte, debido a la restauracion hecha por el gobernador Mendez Vigo, cuyo nombre se conserva en la calle principal. Su monumento principal a mi gusto es la portada del cementerio, concebida a la manera de un arco de triunfo, con muy buena linea y en posicion descollante sobre una elevaci6n del terreno. Cuando se construya en otra parte un cementerio nuevo, sugiero que se conserve en su sitio esa portada, rodeada de jardines y restituida a sus colores primitivos. He aqui una indicaci6n que, a mi juicio, tiene valor general para todo el caserio puertorriqueno. Faltos de piedra tallada, y por supuesto de marmoles, sus constructores suplieron el claroscuro de los relieves y el contraste natural del ladrillo y la piedra pintando de un color claro, -rosa, ocre o verde, generalmente-, los paramentos de las edificaciones y dejando en blanco las columnas, pilastras, cornisas, encuadramientos y otros elementos de resalte. Consiguieron asi hellos efectos de color, que alegran y ennoblecen las fachadas, ocultando sus pobres materiales. La mania higienista o la pereza han pintado de blanco uniforme muchos edificios que, como esa portada del cementerio de Mayagiiez, deben volver a su primitiva policromia, ornada con jardines y palmeras.
Edificios de otros pueblos Casi todos los pueblos de la isla conservan edificios de valor artistico. Recordemos en San German el Ayuntamiento y muchas casas; en Guayama la Casa Coutino principalmente; en Sabana Grande el curioso Cementerio Masonico de 1885; en Utuado el Ayuntamiento, con porche de columnas, y muchas casas cercanas; en Caho Rojo no pocas viviendas; en Caguas el Ayuntamiento, perfectamente restaurado hace poco, pero pintado de blanco por error. I
Haciendas y trapiches en la Isla Un grupo de edificios que habria que catalogar con cuidado son las viejas haciendas de cafe y los 3
trapiches azucareros, repartidos por toda la isla, en ruinas o muy transformados por su adaptaci6n a la vida actual. Nosotros hemos vista la casa de la hacienda Santa Ana, en Bayam6n, con su curiosa torre exenta que parece una pieza de ajedrez; la hacienda San Francisco, en Sabana Grande; la <lei mismo nombre cerca de Hormigueros, que tiene restos de mucha consideraci6n; la esplendida casa de la hacienda Santa Rita, cerca de Guanica; el torre6n de un molino viejo, junta a Arroyo, con la prestancia simb61ica de un molino de la Mancha ... Debe haber mas ejemplares de estas haciendas, que valdrfa la pena de conservar. La mas hermosa que conocemos es la hacienda Santa Elena, cerca de Toa Baja. Hay alli una casa muy representativa, con piso alto de madera y planta baja de arquerias de ladrillo, cerca de un gran caser6n en ruinas que tiene cinco arcos.en sus costados principales y una grandiosa rampa lateral para subir al piso noble, en el que nos parece quedan restos de la decoraci6n de una capilla. Situada junta al rio de Toa, con una enorme ceiba al lado, esta casa merece que se la libere de su actual servidumbre ganadera y se la reconstruya como ejemplo de una hacienda tfpica puertorriquefia, admirablemente situada en el turistico camino de El Dorado.
El conjunto del Viejo San Juan Aunque toda la isla se benefici6 <lei auge constructivo del siglo XIX, -pensamos en el modesto acueducto de Yauco, en el puente de los Frailes y otros de la Carretera Central, en la desaparecida Convalescencia de Rio Piedras, etcetera-, es indudable que la concentraci6n arquitect6nica espafiola se oper6 en el casco del Viejo San Juan, dentro de las murallas, y en las zonas de Puerta de Tierra y Santurce, por donde comenz6 a fines de siglo el crecimiento extramuros de la ciudad. Hay en el Viejo San Juan un cogollo artfstico interesantisimo, anterior al 1800, dentro de un triangulo marcado mas o menos por el convento de los dominicos, la Fortaleza y lo que queda de San Francisco. Fuera de el estan por un lado el importante conjunto decimon6nico <lei Campo <lei Morro y el cementerio de Santa Magdalena de Pazis y por otra parte el barrio de la Princesa y la Puntilla, y arin mas lejos los edificios de Puerta de Tierra y Santurce. De todos ellos vamos a hablar ahora, utilizando las excelentes notas <lei arquitecto argentino Mario Buschiazzo, mas no pocos datos de nuestra observaci6n personal.
Fortaleza, Intendencia y Cabildo En el Viejo San Juan propiamente dicho los edificios principales son la Fortaleza, Hamada tambien Palacio de Santa Catalina, y el Palacio de la Intendencia. He aqui dos estructuras isabelinas, romanticas, de muchisimo interes. La primera de ellas, en cuanto
4
a la obra que se afiadi6 en 1846 por el coronel Cortijo al antiguo caser6n de los Austrias, es a juicio del marques de Lozoya el palacio isabelino mas hello de America y Espafia. Contemplemos su bien dibujada fachada clasica, en la que los muros fueron originariamente de ladrillo rojo, contrastando con el blanco de pilastras, cornisas y metopas; subamos por su bella escalera, menos fina de dibujo, y recorramos la serie de sus salones, asomados al patio por una galeria de mucho empaque. El gran escudo de madera barroca de los Austrias que abre paso al comedor nos recordara que el palacio original era <lei siglo XVI. La arquitectura <lei patio y el acceso a los jardines nos haran pensar en una casa popular canaria. Pero el palacio propiamente dicho, asi como las bonitas casas que le rodean, formando calle en el Recinto Oeste, llevan el sello del neoclasicismo isabelino. Ha hecho muy bien el gobernador Mufioz Marin en llevar a sus salones el retrato de Isabel Segunda, que estuvo en la Casa de Espafia y anteriormente en el Ayuntamiento, y es de esperar que poco a poco se restaure con propiedad el mobiliario hasta restituir a su pasado esplendor el palacio principal de Puerto Rico. Pensemos que en toda America unicamente el presidente de Mejico habita en un palacio <lei siglo XVI. L a Fortaleza de Puerto Rico fue empezada en 1523 y es el palacio de gobierno mas antiguo del continente. La Intendencia data <lei siglo XVII pero fue transformada en 1851 por el coronel Lombera en el palacio clasico q ue hoy vemos. Algun dia se despejara de construcciones parasitarias su noble patio, lo mismo que el de la cercana Casa de los Juzgados, que fue construida en el sigio pasado para Diputaci6n Provincial. El Cabildo primitivo estuvo frente a la catedral, en la hoy Hamada Casa de Navajas, que acaba de ser restaurada con mucho gusto, pero la estrechez de aqueHa zona oblig6 a construir un nuevo Cabildo frente a la Plaza de Armas. El actual caser6n de aire campero andaluz, con soportales y galerfa de areas, fue construido a fines <lei siglo XVIII y rehecho en 1841. Nose parece al Ayuntamiento de Madrid, como suele decirse con evidente error, sino al cabildo de Buenos Aires y otros muchos espafioles y americanos de la misma epoca. Su escalera y su sala capitular son muy hermosas y hay que felicitar a la alcaldesa por haber restaurado en la ultima el escudo barroco y las mazas de plata de la ciudad.
Otros edificios de Intramuros Siempre intramuros debemos mencionar la actual Secretaria de Estado, que en su origen es del siglo XVIII, y el inmediato Palacio Rojo, que fue Maestranza de Artilleria en el siglo pasado. Ambas casas estan bastante desfiguradas, aunque el Palacio R ojo conserva dos bellas puertas de piedra frente a la Fortaleza. Mas suerte ha tenido el Palacio arzobispal,
que es obra de 1763 y ha recibido una decente restauraci6n en nuestros dias. El adjunto Seminario se hizo en 1830 y mereceria analogo cuidado. El antiguo Mercado, mirando al mar cerca de San Jose, es una interesante estructura de arquerias, con dos grandes patios muy maltrechos hoy. Valdria la pena de restaurar este edificio y las vecinas calles de la Virtud Y. el Mercado, que fueron concebidas con las mismas arquerias, a modo de soportales o de tiendas. En cuanto al Teatro Tapia, antiguo Teatro Principal, conserva la estampa clasica de muchos teatros espafioles, fue construido en 1832 y tuvo una primitiva decoraci6n del gran pintor gallego Perez Villamil.
La Puntilla y el Arsenal La zona de la Puntilla fue un ensanche decimon6nico sobre terrenos ganados al mar. Su calle principal aun se llama de Isabel II y al lado esta la calle de la Infanta Luisa, aquella hermana de la reina que se cas6 con el duque de Montpensier y estableci6 en Sevilla su pequefia corte. Limite de la Puntilla era y es el Paseo de la Princesa, asi llamado en homenaje a la Infanta Isabel, hermana mayor de Alfonso XII, el mismo nombre de una gran calle de Madrid. En ese paseo, que tuvo jardines y estatuas y que deberia volver a embellecerse, se encuentra la Carce! de Ia Princesa, construida en 1837, un edificio muy andaluz. Cerca del mar se encuentra el Arsenal, cuyas b6vedas portuarias deben ser del siglo XVIII mientras que su portada, residencia, patio y capilla se deben al coronel Manuel de Zayas en 1848. La capilla es una pequefia joya d6rica y los almacenes, de amplias arquerias, se adornan con una cresteria inspirada en Ia de la mezquita de C6rdoba. Bien restaurado, seria el mayor encanto del puerto de la ciudad.
El Campo del Morro El Campo del Morro fue respetado durante siglos, .para dejar un ancho glacis frente al castillo en caso de que un enemigo ocupara la ciudad. Solamente en el siglo pasado se construyeron en este campo, aunque siempre a distancia, algunos edificios de valor, poco conocidos del publico todavia. Citemos en primer termino el pequefio monumento a los defensores de San Juan en 1625 frente a los holandeses, conservado y ornado con un cafi6n por las autoridades americanas. El mismo respeto resplandece en el antiguo Manicomio, que tiene una capilla clasica con pinturas y dos escudos de piedra en su fachada; todo ello obra de 1861, y en la Casa de Beneficencia, obra del gobernador Mendez Vigo y del coronel Cortijo en 1841. Este gran edificio, con columnata y front6n clasicos, es hoy dia hospital militar, lo mismo que el inmediato Cuartel de Ballaja, terminado en 1864, cuya escalera es la mejor de Puerto Rico. Su patio central, de
noble dibujo paladiano, es uno de los mejores trozos de arquitectura en Hispanoamerica. Pegado al campo del Morro y al abrigo de sus murallas se construy6 en el siglo pasado el cementerio . de Santa Magdalena, para sustituir al que entonces rodeaba por tres !ados a la catedral. La puerta de este cementerio tiene un aire de barroco popular andaluz, pero las construcciones interiores, especialmente la capilla redonda y el columbario, son de buena linea clasica. A nuestro juicio convendrfa Iiberar a este cementerio del feo afiadido que oculta su entrada y convertirlo en pante6n de hombres ilustres, con arboles y jardines junto al mar. Es emocionante contemplar en el la tumba de Pedro Salinas, el poeta espafiol que, habiendo muerto en Estados Unidos, quiso ser enterrado junto al mar de Puerto Rico, que le inspir6 su poema EL CONTEMPLADO.
Edificios de Extramuros Fuera de las murallas, en la zona que se llama Puerta de Tierra lo mismo que en Cadiz, se encuentra el antiguo hospital y luego carcel del Ayuntamiento de San Juan, que ultimamente estaba ocupado por una destileria de ron. A pesar de los graves dafios que ha sufrido este edificio, construido hacia 1890, su noble fachada esta intacta y su interior, con escalera, capilla y dos patios de arquerfas, servira admirablemente para sede del Instituto de Cultura Pm;rtorriquefia y del Archivo General de Puerto Rico. Menos importante es el Asilo de Nifias, obra del ingeniero Julio Larrinaga en 1882, ya en Santurce. En la misma zona, la actual Secretarfa de Salud se construy6 en 1881 para Colegio de Escolapios. Conserva sin escudo su fachada y un buen patio de arquerias, asi como parte de los hermosos jardines que albergaron en 1893 la brillante Exposici6n del Cuarto Centenario del Descubrimiento de America. Al afio siguiente se inaugur6 en la antigua Plaza de Santiago el monumento a Crist6bal Col6n, obra notable, en marmol y bronce, de un escultor italiano .
La Casa Rosa y el Lazareto Queremos mencionar aparte dos edificios "sui generis", poco o nada conocidos del publico en general. En los jardines del Campo del Morro, al pie de la Casa Blanca se encuentra la llamada Casa Rosa, que es un palacete neoclasico de muy bellas lineas y color, en un marco de vegetaci6n admirable. Se construy6 en la segunda mitad del XIX para residencia del Segundo Caho o Jefe de Estado Mayor de la guarnici6n espafiola, destino que hoy conserva al servicio del segundo jefe norteamericano. En cierto sentido, es la ultima de las "Casitas del Principe" de los Palacios Reales espafioles. En otro lugar menos accesible, en la punta del islote de Cabras, hemos encontrado las ruinas del an5
~
Fachada Principal de La Fortaleza
I
•
JI
Iii
• r
.
,
•• .'
-.
Fachada de la Intendencia Calle de San Jose
Ayuntamiento de San Juan
Cuartel de Ballajd
,
ilil -,
tiguo Lazareto espaiiol, una casa lindfsima, con dos salones en cuadro y galeria de arcos por los cuatro costados. Su restauraci6n seria muy facil y se podrfa convertir en un precioso pabell6n del parque publico existente en la Isla, en uno de los lugares mas frescos . y ventilados de Puerto Rico. Paseo por el Viejo San Juan
Deliberadamente hemos dejado para el final el caserfo del Viejo San Juan propiamente dicho, las casas privadas que se asoman a calles y plazoletas que aun llevan los sabrosos nombres autenticos de la Fortaleza, San Francisco, San Justo, la Luna, el Sol, San Sebastian, el callej6n de la Capilla, el del Tamarindo, la Tanca, la Cuesta de las Monjas, la del Hospital y esa calle privilegiada que se llama nada menos que la Calle del Cristo. Por cierto que entre esas calles hay algunos que llevan el nombre de Tetuan, por la batalla que Espana gan6 a los moros en 1860, y los de los generales O'Donnell y Norzagaray, recuerdo de los tiempos en que San Juan era una lucida Capitanfa General, ornada con Prim, Cheste y otras brillantes figuras militares. Cuando se visita la Fortaleza ven los turistas un reloj de pie que esta parado en la hora en que ces6 la soberania espaiiola en Puerto Rico, porque el general Ortega, al retirarse, le di6 un gran golpe con su espada. El Viejo San Juan esta hasta cierto punto parado en esa misma hora y es bueno que asf se conserve, se adecente y se restaure, no solamente porque asf sere\. hello y atraera de veras al turismo sino porque los puertorriqueiios se enorgulleceran con motivo de la nobleza y la hermosura de su pasado hist6rico. Esta es precisamente la obra que esta realizando el Instituto de Cultura Puertorriqueiia en el Viejo San Juan, ayudado por una legislaci6n de Bellas Artes que estimo puede ponerse por modelo no solamente en America sino en la misma Europa. Demos un paseo por el Viejo San Juan, empezando por la plaza de San Jose, que ya luce su nuevo pavimento y sus jardines en torno a la pequeiia pero airosa estatua de Ponce de Le6n, fundida por cierto hace den afios en Estados Unidos, con el bronce de los cafiones ganados a los ingleses en 1797. La Casa de los Contrafuertes ya vuelve a su sencillo esplendor fundacional. Tambien en la acera de la calle de San Sebastian se han restaurado otras casas antiguas. Lo que le falta a la plaza, a nuestro juicio, es devolverle a la iglesia sus colores de ladrillo y piedra, en vez del blanco que la bafia por entero, y construir una linea de arcos, quiza pergolas floridas, en la linea de la antigua manzana de casas que fueron destruidas para establecer un estacionamiento de autom6viles. En la calle de San Sebastian, hacia poniente, cabe mejorar mucho el ya hello rinc6n de la Cuesta del Hospital. En su cruce con la calle de la Cruz se alza
la Casa de Campeche, que bien pudiera convertirse en Museo de aquel gran pintor criollo, y poco mas alla se alzan el Colegio de San Ildefonso y dos lindas casitas situadas frente al Colegio de Pirvulos, otro hermoso edificio clasico que se construy6 en 1865 y forma, con la curva de la calle, un cuadro de grandisimo sabor. La calle del Sol tiene bonitas casas en su extremo occidental, cerca de la Casa Blanca, en una zona privilegiada por su altura sobre la Puerta de San Juan, en la vecindad del que fue convento de Carmelitas y hoy es un hotel, El Convento, admirablemente restaurado y amueblado a la espaiiola. En la misma calle del Sol se alza la Casa de Berrocal, de buena escalera, en la esq¡uina de la calle de San Jose. En esta ultima calle habrfa que restaurar completamente la pintoresquisima Casa de los Dos Zaguanes, esquina a la calle de la Luna. Dicha casa no tiene en realidad dos zaguanes, sino dos puertas sobre un mismo zaguan y una escalera de dos rampas. Sus balcones y ventanas, incluyendo un entresuelo, estan admirablemente dibujados. Ouiza se trata de la casa mas bella de la ciudad. Tambien es hermosa, en la misma calle, la llamada Casa del Entresuelo, a la que Buschiazzo seiiala analogfas gaditanas. En la Calle de la Cruz, entre Sol y Luna, -un emplazamiento realmente celestial-, hay un grupo de casas interesantes y pasada la Plaza de Armas llama la atenci6n la Casa de Elzaburu, esquina a Fortaleza. Aunque muy maltratada por el comercio, conserva un piso alto de enorme evocaci6n canaria. Por haber nacido en ella en 1851 Don Manuel de Elzaburu y Vizcarrondo, fundador del Ateneo Puertorriquefio, merecerfa una restauraci6n que causaria un efecto sorprenden te. En la calle de San Francisco, junto a la Intendencia, y .en ¡el ultimo tramo hacia el Recinto Oeste, hay casas 1mportantes, algunas ya restauradas. Lo mismo ocurre en la Calle de la Fortaleza, en las esquinas de Cristo y San Jose, y sobre todo en el Callej6n de la Capilla, donde se ha rehecho la pintoresquisima Casa de Geigel. Aunque el comercio ha hecho estragos en toda esta zona, aun se pueden salvar muy bellas estructuras, sin perjuicio de su destino mercantil. Lo mismo ocurre con algunas casas de la calle de Tetuan y con todo el frente oriental de la Plaza de Colon frente al monumento marm6reo del Almirante, qu~ parece una replica en pequeiio de la famosa columna de Barcelona. El Cristo y la Caleta
Lo mas sabroso del Viejo San Juan es la Calle del Cristo y la Caleta de San Juan. La primera tiene un fuerte declive desde el palacio del arzobispo hasta la Catedral, cuyo exterior merece una restauraci6n de la que hemos hablado en otro articulo. Casi todas
7
las casas de esta calle son bellas y muchas ya estan restauradas. Dentro de poco toda esa calle sera un encanto, digno de su alto nombre y de la devota capilla o ermita de! Cristo de la Salud que la cierra en su extrema sur, y parece un palomar barroco asomado, con permiso del capitan general, entre las troneras de la fortisima muralla. En cuanto a la Caleta de San Juan todos los elogios me parecen pocos. He aqui una callecita breve que une, en escenografica pendiente, la puerta principal de las murallas con la puerta de la catedral. Dicen los documentos antiguos que el obispo, al decir "Dominus vobiscum" en su misa, veia desde el altar los barcos que se balanceaban en la bahia. Con su pavimento de adoquines antiguos, sus arboles floridos en rosa y su doble fila de casitas de colores esta calle figura entre las mas sugestivas de America y merece un exquisito cuidado, sobre todo en la plazoleta empinada delante de la catedral y el hotel del Convento.
Los adoquines y los automdviles Otro encanto de estas calles sanjuaneras es su pavimento, los adoquines azulados que se trajeron de Espafia hace un siglo y resisten todavia el peso de la circulacion. A mi juicio, debian repararse tales adoquines en el Viejo San Juan, al mismo tiempo que se uniformaran las aceras con losas de piedra. La limpieza en todo ese cogollo urbano deberia ser exigentisima, con supresion de "zafacones" de basura, eliminacion de carromatos antiesteticos y prohibicion de estacionamiento de automoviles en determinadas zonas. Nos fue dado a conocer hace dos afios el anteproyecto de un parque subterraneo de vehkulos, idea de un arquitecto espafiol visitante de la isla. La topografia del Viejo San Juan es muy favorable para un proyecto de esa clase, cuya realizacion serviria al mismo tiempo al comercio y al turismo.
Sintesis de la casa puertorriquefia Intentemos una sintesis de la arquitectura puertorriquefia, de los elementos de volumen, planta y alzado que caracterizan a nuestro juicio la construccion genuina de Puerto Rico, y que no son iguales exactatamente a los de las Islas Canarias y Cadiz, en donde hay que buscar de todas maneras su genesis. Lo mas popular del Viejo San Juan tiene aire canario: son las balconadas de madera, las celosias, los techos de vigas al descubierto y las arquerias d e los patios. Lo mas culto y elegante viene de Cadiz: los frontones y entablamentos clasicos, los huecos sabios de puertas y ventanas, las pilastras y las raras columnas, las escaleras nobles que, a falta de marmoles y jaspes, tienen las barandas de caoba y los peldafios de azulejos espafioles u holandeses. La escalera ocupa en estas casas un lugar esencial, lo mismo que el patio, al que se
8
asoman arriba las alcobas y abajo las salas de estar. Se equivocan a mi juicio quienes colocan en estas no¡ bles y sencillas estructuras rejas, hornacinas y farolillos que corresponden a otra Andaluda, la barroca. En cambio, estan muy bien los faroles romanticos del viejo Madrid que estan apareciendo en las esquinas, donde debian reaparecer los antiguos letreros en lapidas de marmol y desaparecer las feas muestras de algunos establecimientos. Tambien hay que cuidar mucho de no romper con nuevos pisos, salvo que se retranquen debidamente, la proporcion de las casitas sanjuaneras. No creo difkil para un buen profesional reconstruir el modulo ideal de una casa puertorriquefia tipica. Las que aun quedan intactas brindan, cada una en un trozo, la estampa perfecta de la arquitectura genuina. Ese prototipo debia ser utilizado, a mi parecer, en la construccion de lo que mas echo en falta en la ciudad, que es su fachada sobre el Atlantico. Por razones militares obvias, esa fachada no podia existir en tiempos de Espafia, pero hoy se impone construir un admirable paseo sobre las murallas y el mar, previa desaparicion del feo arrabal de la Perla. Serfa algo parecido al actual paseo de Rosales en Madrid, con arreglo a un canon arquitectonico local. Las casas de ese paseo no deberian ser demasiado altas, para no privar de aire fresco a la ciudad situada detras de ellas, pero cabria introducir algunas atalayas o miradores airosos como los de Cadiz.
Cada cosa en su sitio Terminamos con esto nuestras notas sobre la arquitectura civil de Puerto Rico. Es interesante comprobar que, despues de la separacion de la Madre Patria, los arquitectos puertorriquefios mantuvieron el gusto espafiol y alzaron la Universidad de Rio Piedras, la Aduana, la Escuela de Medicina y otros edificios sobre claros modelos de Sevilla o de Salamanca. Vinieron tambien a la Isla los canones norteamericanos, el clasicismo rural de Virginia y ese academicismo de Washington que ha producido el magnifico palacio del Capitolio de San Juan. Hoy asistimos, lo mismo que en Espana y en todo el mundo, a la invasion del _cementa y de las ideas de Le Corbussier. Puerto Rico hace muy bien en modernizarse, engrandecerse y ponerse a la moda de los tiempos. Pero cada cosa en su lugar. En el centro de los pueblecitos maravillosos de la isla y en el cogollo del Viejo San Juan, Puerto Rico, si quiere ser genuino y atractivo, debe seguir vestido como en otros tiempos, cuando se quito el uniforme de soldado y se visti6 de casaca para asistir a las Cortes de Cadiz, en la persona de Ramon Power, o se puso de levita, con Don Luis Muiioz Rivera, para inaugurar su autonomia en el afio 1897.
Poesias Por FRANCISCO MATOS PAOLI
Transfiguracion
u
I t
A mi Madre Susana
J
1'
.1
Presides en la estela, oculta como siempre, en torno al ramillete de los pobres que beben el rodo. Torre para ascender, luna para cantar, vida para ceder lo que no tiene fuga en el diamante. Escogiste la aldea para pasar inadvertida: eres, sin embargo, la luz que mana en el desierto, sin olvido. Yo he aprendido palabras tan altivas de tedio temeroso. Y ahora no puedo ver el colibri pasivo de la huella que dejaste. Comprendo como el mar me ha alejado del misterio. Y espero, a traves de los ortos, volver a la montafia en que viviste como criatura de la cruz. Entonces bastara la vereda, el poder de amapola, la gloria, lo que es mfo en el cerco de Dios. Mi cuerpo; libre del humo, sera aroma en el ultimo sol: eterno, eterno mi Domingo larefio como fiel cenit de los ramos.
Cae la costra de polvo llena de abismo por la tarde. Soy como el clamor que mana de frente a la pared. A traves del delirio, la baja digestion de los dfas, el descuido, la ira, la sombra que me espanta. Yo reclamo, de pie, la primavera, el cauce de los lirios que remonta en la paz. Ahora soy otro: un defendido alegre que por divisa hebe la sedancia del misterio. No puedo decir: mi sangre crea el mirto. Yo conozco que la cruz es ligera, que la mano traspasada me eleva al cenit. Desde entonces, la Virgen viene en llamas a templar la fugaz came perdida, a poner en mis pies el iman de los cielos soledoso. Vivo en Cristo: en el gozo: en la impasible huella de paloma. En torno a mi, los astros derrumbando la casa de tedio y uniendo los aromas silentes a la luz que me apalabra.
Del libro inedito "El Viento y la Paloma"
9
I
Monsita Ferrer, Sonatina Puertorriqueiia Para Canto y Esperanza Por AMAURY VERAY
â&#x20AC;˘
Primer tiempo: Allegretto inquieto, pero sereno: MONSITA FERRER ES UN LEGADO PRECIOSO QUE UNA familia de rancio abolengo ha dejado a la historia de su pafs. Hija del benemerito Don Gabriel Ferrer Hernandez y de la venerable senora Dofia Monserrate Otero de Ferrer, es el producto de una vida de profunda inquietud artfstica y de intensa labor creadora. Ya en sus afios infantiles y escolares la vemos preocupada por buscar la belleza de las cosas y encaminada a expresar su propia interpretacion. A los seis afios comienza a disciplinarse en solfeo y piano con Da. Rosa Sicard<'>. Tres afios mas tarde debuta interpretando una fantasia sobre "Un Ballo in Maschera" arreglada a cuatro manos, con el concurso de su hermana mayor, Marfa. A este debut siguen innumerables tocatas en union de su hermano Rafael, quien comenzaba a despuntar como violinista de gran promesa. Ya bastante adelantada exige que su padre la mantle a estudiar con la celebre Anita Otero y cumple sus deseos matriculandose en la Academia de piano que dirigia la gran humacaefia. Es entonces cuando comienza a sentir el deseo inexplicable de la creacion artfstica y de aquf precisamente es que parten sus primeras composiciones. Pinceladas llenas de ternura ingenua, donde se perfila ese deli.cado sentir que ha de ser mas tarde la savia de su futuro pensamiento musical. En su deseo de encauzar y desarrollar su espiritu creador se acerca a Don Julio de Arteaga para que la dirija en los estudios de armonia y composicion. El maestro Arteaga anima este vivo deseo y pronto la vemos participar en Certamenes y Juegos Florales. En el 1908 le premian un Vais; en el Certamen para celebrar el Cuarto Centenario de nuestra Civilizacion Cristiana. Al afio siguiente, en la Feria de las Flores de Bayamon le premian su Two Step "Apolo". Trabajando y d ando forma propia a sus 10
creaciones llega el 1913 y la Sociedad de Escritores y Artistas le dan un "accesit" por su primera danza "Ensuefios de Gloria". Este es su primer intento de creacion puramente puertorriquefia. La feliz e incipiente compositora no desperdicia una experiencia musical. Para estos afios entabla amistad con el famoso violinista Mr. Henri Hern, a la sazon en la isla, y junto a el desarrolla SUS conocimientOS de forma musical, asi como los de interpretacion de las grandes obras. Coincide esta epoca de plasticidad artfstica con su primer via je a Europa. La severa disciplina en su tecnica musical unido al fino espiritu de sensibilidad la llevan a compenetrarse con las corrientes artisticas que regian la musica universal en aquel momento de la preguerra del '14'. Regresa a Puerto Rico avida de dar SU talento a esta isla que tanto quiere. Un gran numero de certamenes donde felizmente concurre son testigos de este desvelo artfstico. Ya maduro su espiritu creador, la vemos insatisfecha de su propia tecnica. Su idea perfeccionista la obliga a buscar nuevos horizontes y pronto la vemos estudiando contrapunto y fuga con Don Aristides Chavier. Como si esto fuera poco, al regresar Jesus Maria Sanroma a la isla, es ella una de las primeras que se dispone para que perfeccione su tecnica pianistica. Estudiante eterna, todavia es capaz de buscar orientacion con muchos de sus compafieros. Su espiritu inquieto y sereno es hoy el sfmbolo de una constante renovacion artistica. En la actualidad perfecciona su tecnica pianistica bajo la direccion del Mtro. Jesus Maria Sanroma en el Conservatorio de Musica de Puerto Rico.
Segundo tiempo: Andante con Variaciones: A lo largo de su carrera artistica dos temas parecen ser los predilectos de Monsita Ferrer. Dos temas que
son patrimonio de una vida dedicada a la exaltacion de la belleza: el tema de lo Puertorriquefio y el tema de lo Eterno en la musica. Pertenece Monsita Ferrer por razon cronologica al periodo post-romantico de nuestra musica. Es una de las flguras mas sobresalientes de nuestro renacimiento musical. Su produccion artistica aparece equilibrada por dos fuerzas capitales, el romanticismo propio y el devenir modernista de nuestra musica. Es producto directo de la musica que sigue nuestro cambio de soberania. Va su creacion paralela a la de aquella noble figura que se llam6 Jose I. Quinton. Ambas son figuras de transici6n; ambas sufren la responsabilidad historica que el destino encomienda a figuras transicionales. Ella misma nos cuenta que al entablar amistad con sus compafieros creadores cobra mas interes y vigor el tema de lo puertorriquefio que hada tiempo estaba guardado en su alma, gracias a la sabia orientacion de sus padres. Para esta epoca conoce a Quinton. De esta amistad Monsita guarda un gran recuerdo. ]unto a Quinton desmenuza las formas y discute las posibilidades y recursos de nuestra musica tipica, muy especialmente la danza, que era interes comun de ambos compositores. Con el ve la necesidad de un renacimiento de la danza y de una interpretacion estilizada de su forma . Ve ella el momento providencial de transformar la danza de pura forma de baile a forma de arte; la necesidad de fortalecer armonicamente el discurso musical y, por consiguiente, dar una nueva interpretacion cromatica. Sus incursiones en el campo de la danza nos han legado un pufiado imperecedero: "Ensuefios de Gloria", "Divagacion'', "La Carcajada" y recientemente "El Cuatro de Mayo". Las primeras danzas tienen la embergadura armonica tradicional, esta vez tratadas con mas fuerza en los matices. El ritmo cadencioso se intercala en la melodia espontanea y espaciosa. El ritmo esta supeditado a la canci6n. Con "La Carcajada" ya entramos en un experimento novedoso y atrevido. Esta es una danza madura donde esta plenamente expuesta toda su teoria musical de la danza. Es una efemerides en la evolucion de nuestra danza. Se sacrifica la idea musical por el desenvolvimiento estetico. Es la obra de un orfebre de los matices cromaticos y toda faceta esta minuciosamente trabajada. El paseo apasionado se convierte en preludio, en el sentido quintoniano de la palabra. Fiel a la tradicion que¡¡ anima la danza, es incapaz de destruir el concepto de forma. Antes bien, lo desarrolla y crecen sus posibilidades artisticas. Es una obra cromatica. Con "La Carcajada" Monsita Ferrer lleva fa danza a un lugar de avanzada. El tema de la puertorriquefiidad tiene en Monsita Ferrer una de SUS mas grandes interpretes. Variaciones a este tema las encontramos en casi toda su obra. Como ella ha sido moldeada en los canones de las virtudes eternas y es sabia conocedora de que la sal-
vacion de los pueblos se logra mediante la aspiraci6n a es tos mismos valores espirituales, es la primera en ofrecer su claro talento al enriquecimiento espir itual de la infancia puertorriquefia, componiendo inspirados villancicos y aguinaldos q ue endulzan los afios ti ernos de nuestros nifios. Regalo mas hermoso no se ha podido dar. Todo en ella se vuelve ternura, como la tierra misma que la h a visto nacer. Espiritu de sencillez rige su obra. No es la cantora grandilocuente porque esto desmarcaria el contorno animico de su isla. Pesa sobre sus espaldas esta dificil sencillez de crear belleza. Su decima "Amanecer" sobre el conocido texto de Llorens Torres tiene la frescura de una mafiana de nuestra serrania. El ritmo acompasado nos pinta el paisaje rustico y esperanzador, iluminado por el esplendor matinal. La voz que canta es la del poeta contemplando este paisaje maravilloso. Y asi en esta pincelada de nuestro mundo campestre logra Monsita Ferrer sintetizar un mundo de esperanzas para nuestra tradici6n que parece quebrarse. Monsita Ferrer es una serrana capitalefia, Monsita Ferrer es una de las mas grandes defensoras de nuestra autenticidad, Monsita Ferrer es un simbolo de nuestra tradici6n. Es la encarnaci6n de nuestra esencia mas genuina. Se llena de encanto al hablar de nuestras costumbres y saborear los anduyos de tamarindo, saborear la yerbabuena, y valorar nuestras yerbas aromosas de las que ella misma guarda fragancia. Es la primera que se regoza cuando habla de nuestras costumbres, es la primera en celebrar nuestras fiestas eternas. Una inquietud serena la ha llevado a dominar la enjundia de nuestras esencias propias; y se ha convertido en fuente siempre llena de aliento y frescura a donde recurrimos para crecer y fortalecernos. Pero Monsita Ferrer ve tambien la necesidad del sello de la universalidad en la musica. Es por eso que ensaya continuamente en las formas clasicas: Su "Cuarteto de Cuerdas", su "Polonesa" su "Estudio en Do" para piano y en ultimo termino SU obra mas ambiciosa: . "IO variaciones para piano sobre un tema de Aristides Cha vier". Desde el comienzo, tal como ella apunta, el tema de Chavier no pas6 de ser un pequefio esbozo, que el maestro present<'> a su disdpula para que lo trabajara utilizando todos los recursos de la disciplina musical. La disdpula cogi6 el tema, lo revisti6 con suprema elegancia, lo desarro116 y lo pase6 entre sus variaciones desde las mas altas expresiones exaltadas hasta una patetica y quejumbrosa marcha funebre. El maestro sorprendido, se extrafi6 de esta Marcha Funebre. No era posible, deda aquel sabio preceptor, que una marcha fUnebre se desprendiera de un tema mayor. Monsita lo habia logrado en la modalidad menor. Hubo una discusi6n, pero la marcha qued6 entre las variaciones. Esta fue la ultima obra que ella trabaj6 con su maestro. A los pocos meses moria Don Aristides Chavier, quien sabe si llevandose con el el recuerdo de aquella cantinela 11
fllnebre que su disdpula habfa desprendido de aquel tema incipiente y sencillo ... Su "N octurno en el Tropico" es una fie! pincelada de nuestro paisaje. El paisaje de Monsita Ferrer es plastico y apolineo. Se nos antoja eterna contempladora extatica de la naturaleza tierna de su pafs. No vemos a Monsita Ferrer preocupada por formas de gran embergadura, tanto armonicas como tecnicas. Es mas feliz cuando aborda pequefios temas que requieren un tratamiento claro de forma musical. Asf la mayoria de todas sus producciones artisticas. El concepto armonico de Monsita Ferrer esta basado propiamente en la armonia romantica. Su gran conocimiento de la modulacion le permite grandes logros de policromia musical. Este detalle no lo desperdicia ni aun en SUS mas pequefias compos1c10nes. Tai parece, y es verdad, que su dominio de la tecnica ha venido a ser su segunda naturaleza y fluye espontarieo en su obra sin ningun rebuscamiento ni ademan de artificiosidad. Su "Sanctus y Benedictus" de la Misa que conjuntamente con otros compositores hicieran hace unos afios es testimonio de esto. Ambas partes estan trazadas a dos voces y el juego contrapuntfstico ofrece un gran esplendor melodico.
12
Lo eterno en Monsita Ferrer es la cancion de esperanza, que transcribe musicalmente en su linea melodica depurada y fina. Es una facil trabajadora en el manejo de la armonia y da a su contorno melodico un tinte policromatico y multiforme. Al preferir el metodo COntrapuntfstico para desarrollar SU tematica logra que su pensamiento musical no sea estatico ni macizo sino inquieto y vertiginoso. Para ella el concepto de modulacion es la fuerza central de esta cancion extraordinaria. Por eso su concepto de eternidad cobra tanta fuerza y tanto vigor, porque es capaz de recoger todo lo que viene a su paso en el camino hermoso que ilumina su tierno y sereno cantar. La hermosura de la vida y la obra de Monsita Ferrer consiste en haberse dado a plenitud a lo largo de su vida. Su enriquecimiento espiritual nace de haber sabido prodigar toda la grandeza de su intimo ser. La limpieza y la claridad de su obra nacen asimismo de la diafanidad del ser en el que permanecen los valores eternos. Porque ha sabido embellecer todo lo que a su lado pasa, Monsita Ferrer es una de las mas hermosas cumbres de la cultura puertorriquefia. Es sombra que refresca todas nuestras esperanzas.
Boticas y medicamentos (Notas hist6ricas sobre Puerto Rico en el siglo XVIII) 1 JUANA GIL BERMEJO GARciA
NOVEDAD TUVO LUGAR EN 1767 EN EL Hospital Real de San Juan de Puerto Rico: La fundaci6n, por cuenta de la Hacienda Real, de una Botica que proveyese de los medicamentos necesarios a la guarnici6n, pueblo y marineria que llegase al puerto. Para este fin, se comunicaba al Gobernador de la Isla, marchaban a Puerto Rico en el paquebot San Esteban, de la Compaiiia de Barcelona, el boticario Francisco Marchillach y el practicante Jose Junqueras llevando los generos y utensilios suficientes para establecerla. Asi lo expresaba la Real Orden enviada al Gobernador en la que ademas se advertia, tanto a este ultimo como a los Oficiales Reales, que cuidasen del buen desempeiio y adelanto de la nueva instituci6n, por todo cuanto ella suponia en beneficio del bien comun y de la Real Hacienda. Ante esta noticia cabe preguntarse si con anterioridad a esta fecha no disponia el Hospital Real de una farmacia y, en caso afirmativo, en que consistia la innovaci6n. Es conocido y evidente la existencia de un centro asistencial para enfermos casi desde los primeros tiempos en que en Puerto Rico se establecieron los espaiioles y, naturalmente, dispondria de los medicamentos necesarios y usuales. La innovaci6n consisti6 en la forma de ser regido y administrado, cambio que tuvo lugar por razones de indole militar y econ6micas. En los aiios 1761 y 1762, la guarnici6n militar de la Isla fue reforzada con varias compaiiias de regimientos espaiioles las que requerian asistencia sanitaria. Don Magin de la Mora, Don Antonio Belost U N CAMBIO 0
I. Las fuentes para este trabajo son esencialmente documen¡ tales y estan tomadas de! Archivo General de Indias, Secci6n Santo Domingo, legajos n9 2302, 2311, 2315, 2317, 2321, 2330, 2368 y 2501.
y Don Jose Sabater fueron los medicos y cirujanos encargados de esta misi6n, pero la obligaci6n de estos facultativos no se limitaba a los diagn6sticos y curaci6n de los enfermos sino que ellos mismos habian de proporcionar, ademas, los medicamentos necesarios. Para cubrir los gastos ocasionados -sueldos de los medicos y valor de las medicinas aportadas por los mismos- se constituy6 una cuenta nueva y adicional A este dispendio puso algual situado de Mexico. nas dificultades el virrey de Nueva Espana, marques de Cruillas, quien no lo queria aceptar como un gas to ¡ aparte sino incluido dentro de la cantidad global que se enviaba a Puerto Rico. Esto di6 lugar a reclama- . ciones y a los consabidos tramites y comunicaciones entre el Gobernador y el Consejo de Indias y de aqui surgiria la resoluci6n en cuanto al nuevo regimen o establecimiento de la Botica. Una peri6dica y sucesiva serie de documentos nos permiten conocer, a grandes rasgos, c6mo se desenvolvi6 el nuevo establecimiento hasta fines del siglo XVIII. A traves de ellos sabemos quienes fueron los titulares que lo regentaron, el regimen econ6mico del mismo, de cuales medicamentos disponia, una serie de datos e incidencias, en fin, que constituyen un esbozo o esquema hist6rico representativo de la farmacolog:ia y regimen sanitario de la Isla en aquella epoca. En el aspecto personal, tras la muerte del primer farmaceutico, Don Francisco Marchillach, en 1782, ocup6 su cargo un eminente botanico, Don Juan Diego del Castillo, quien como auxiliar y practicante ya habia acreditado SUS meritos y conocimientos. Segun los informes que del mismo dio el Gobernador, hab:ia trabajado con gran pericia y esmero, desempeiiando por sf solo "las obligaciones y atenciones que antes es ta ban repartidas en tres individuos". Sus cualidades cientificas le valieron un nuevo cargo, pasando en
13
1788 a la N ueva Espana como ayudante en la expedici6n botanica dirigida por Don Martin Sesse. A partir de esta fecha, y dentro de la centuria a que nos referimos, Don Ram6n Hernaiz y Don Jose Ayora fueron sus regentes y titulares. No debia descuidarse, como estaba ordenado, una buena administraci6n de los recursos economicos de la Botica y de esta obligaci6n, al menos formalmente cumplida, ha quedado numerosa constancia. En la rendicion de cuentas que anualmente otorgaban los Oficiales Reales, el capitulo relativo a la mislJla se incluia de una manera puntual. A veces, no bastaba con estas peri6dicas rendiciones de cuentas sino qu~. por diversos motivos, se facilitaban informaciones especiales sobre su si tuaci6n econ6mica. Por una Real Orden, dada en Marzo de 1798, se pedia al Gobernador detalladas noticias sobre la administraci6n del Hospital Real y direcci6n de su Botica. El cumplimiento de este mandato nos da a conocer, entre otras cosas, de cual fue el importe global de los medicamentos vendidos al pueblo durante los primeros veinte afios a partir de su fundaci6n: 32,699 pesos. Precisamente, en la venta de medicinas a los particulares radicaban sus productos gananciales y con ellos se procuraba cubrir los gastos y renovaci6n de subsistencias. En ocasiones, con estos ingresos, dada la endemica penuria de los fondos oficiales en la Isla, se suplfan otros ramos o capitulos de la Hacienda Real qu.e estaban agotados. Era normal y frecuente que el balance en el ramo de la Botica fuese favorable; con un fondo o remanente de 11,371 pesos contaba en 1790. A este pequefio, pero, al parecer, saneado ingreso, le surgi6 en 1796 un competidor. Una £armada particular establecida en la capital de la Isla por Don Antonio Margarida. Al menos con pretextos econ6micos y de perjuicio a la Real Hacienda, como argumento mas valedero, fue denunciado este particular y nuevo establecimiento, aunque tras ellos contaban otros motivos de indole personal y sanitarios. Por otra parte, fueron muy particulares las circunstancias de como lleg6 a Puerto Rico y se estableci6 alli el referido personaje o nuevo boticario: Don Antonio Margarida aparecio, en primer lugar, como ayudante del teniente de navio Don Gil Angulo; pretextando motivos de salud, desembarco en la Aguadilla y aqui se dedico, durante algun tiempo a la agricul. tura; posteriormente obtuvo autorizacion del Gobernador para ejercer el oficio de boticario en San Juan o en otro lugar de la Isla. Estas singulares circunstancias, a mas de las razones econ6micas apuntadas, las hizo constar el denunciante, Don Ramon Hernaiz, titular de la Botica Real. Su acusacion incluia tambien otra particula¡r idad o detalle: la participacion y connivencia del cirujano Don Francisco Oller en el negocio de la nueva £armada. Acusaba a este ultimo de haber esparcido entre sus enfermos la especie de 14
que las medicinas del Hospital Real eran muy malas y les aconsejaba comprar sus recetas en el establecimiento de Don Antonio Margarida. Vemos, pues, que tras el alegato en defensa de los intereses reales, puestos en la denuncia como raz6n principal, se hallaban otros moviles de indole personal que seguramente para el denunciante tenian mas interes 0 peso. La denuncia, que surti6 efecto, solicitaba como comprobaci6n y descargo, que se inspeccionasen ambas boticas, la del Hospital Real y la particular. Al verificarse en esta ultima, se hallo que, en realidad, no era mas que un pequefio botiquin que contenfa las medicinas mas usuales y estas de muy buena calidad. Personalmente, su titular, hubo de presentar las licencias y titulo requerido para ejercer su profesion exhibiendo un certificado del Protomedicato de Madrid en el que constaban sus circunstancias personales: Natural de la villa de Fermoselle (Zamora) , habfa ejercido mas de cuatro afios, con maestros aprobados, en el arte de boticario; paso bien el examen y se le dio el tftulo y licencia para ejercer la profesion, en julio de 1793. El intendente del Jardin Botanico madrilefio, Don Mucio Zona, Don Jaime Pistorini y Don Jose Amer, firmaban este documento. Tambien tuvo que justificar la procedencia de los medicamentos que vendia lo que llevo a cabo mostrando una factura de varios generos medicinales, cuyo proveedor era Don Juan Carmin, boticario de la ciudad de Matar6. Segun la inspecci6n verificada en la Botica del Hospital Real, se encontro que estaba muy bien surtida aunque habia cierto numero de productos medicinales (muy numerosos, segun la lista) que no se hallaban en buen estado, los cuales fueron arrojados a la basura. Esto parece indicar que los farmaceuticos encargados de ella no eran muy escrupulosos en cuanto a la utilizaci6n de medicamentos ya inservibles. Una serie de informes complementarios nos lleva a esta suposicion. Segun el tesorero, Don Fernando Casado, el doctor Oller habia denunciado, en otras ocasiones, la mala calidad de los referidos medicamentos, asegurando el tesorero que, cuando el era administrador del Hospital, hubo de advertir a dicho cirujano de las quejas que contra este ultimo tenian los enfermeros: Los ungilentos que ellos preparaban y ponian en las planchuelas por las noches, para que sirvieran a la mafiana siguiente, eran rechazados con malos modos por Don Francisco Oller, quien los arrojaba sin darles uso diciendo que no servian. Y esto -afiadian los enfermeros- contra el dictamen de todos . los profesores y facultativos. La opinion de Don Fernando Casado era contraria al doctor Oller y al boticario Margarida. Otras informaciones pedidas por el Gobernador nos proporcionan mas clatos particulares sobre la materia. Una de ellas, Ia de Don Jose del Monte y Tapia, partidario de los farmaceuticos del Hospital Real,
I
expresaba: De las murallas de la capital para afuera, <que drogas o medicamentos son los que se consumen, o que fisicos son los que las recetan? Los habitantes de los Partidos se curan, ordinariamente, utilizando medicinas que el mismo Pais le ofrece y la necesidad les ha hecho conocer, o su mayor eficacia o su menor riesgo. Podemos deducir de estas frases una vision, aunque tal vez exagerada por partidista, del regimen sanitario en la totalidad de la Islay en aquella epoca. Tambien hubo alguna opinion favorable y defensiva respecto del nuevo boticario, asi la del Asesor General Don Manuel Garcia. Consideraba que era muy beneficioso para el bien comun la abundancia de operarios, manufactureros y artistas de una facultad en cualquier poblaci6n. En consecuencia, argumentaba, era de gran utilidad la existencia de una farmacia particular para que las gentes fuesen proveidas mejor y a precios mas econ6micos. El establecimiento de Don Antonio Margarida era licito, contribuiria con el a prestar alivio y pronta asistencia a los enfermos de una Isla que pasaba de los 130,000 habitantes. Las opiniones adversas fueron mas y encontraron mas eco C!_Ue las favorables y Don Antonio Margarida hubo de cerrar su establecimiento. Posteriormente, sus valedores, el doctor Oller y Don Francisco Creagh procuraron ayudarle en su solicitud como encargado, por medio de una contrata, de la Botica del Hospital Real, petici6n que no le fue concedida. A mas de estas referencias, de indole personal y administrativo, hallamos en los documentos, con cierta amplitud y det_alles, manifestaciones sobre los medicamentos mas utilizados. A traves de las listas o relaciones enviadas a Espafia, solicitando remesas de los mismos, podemos comprobar que los ungilentos, ja!abes, pociones, infusorios, aceites, polvos, pildoras y emplastos, eran las formas mas usuales de las substancias usadas entonces en la terapeutica. A ellas se agregaban los consabidos clisteres, ventosas de vidrio y telas para vendajes.
Las relaciones son un tanto pintorescas y lo mismo nos pueden inspirar risa que un cierto temor retrospectivo. Resulta duro imaginarse, actualmente, que para nuestras dolencias solo dispusieramos como lenitivos de preparados a base de cuerno de ciervo calcinado, ufia de la gran bestia, trociscos de vivoras, piedra contra la yerba, untos de hombre o de oso, unos cuantos productos quimicos como el azufre, arsenico, cardenillo y abayalde, entre otros, o esencias de trementina, de espliego, de anis, etc. Poca confianza podrian inspirarnos los medicamentos conseguidos con ellos aunque nos dijeran que habian sido prepa:rados segun los libros 0 tratados de farmacologia mas universalmente conocidos entonces como el "Aprendizaje farmaceutico" de Loeches, el "Curso Quimico" y "Diccionario de drogas" de Lemery, la "Farmacopea Matritense" de Assin Palacios y la "Palestra farmaceutica" de Don Felix Palacios, celebre farmaceutico madrilefio. De todos ellos disponian en la Botica del Hospital Real de San Juan de Puerto Rico. Afortunadamente, nuestro desconsuelo o temor solo puede ser imaginativo, si bien no es preciso situarse en el siglo XVIII para constatar el enorme avance y cambio cientffico en el ambito farmacol6gico. Aun dentro del siglo XX se puede comprobar cuan rapidamente "envejecen" los medicamentos. Al comienzo de nuestro siglo, los productos o agentes farmaceuticos mas importantes estaban representados por el eter, morfina, digital, sueros y vacunas, yodo etc. Un gran avance, pero hoy dia ocupan un lugar mas secundario, han sido rebasados por el plasma sanguineo, sulfamidas o antibi6ticos, elementos curativos de mayor eficacia y significaci6n. Es indudable que podemos sentirnos satisfechos si miramos hacia atras, si comprobamos, hist6ricamente, cuanto debemos a la ciencia en orden a nuestra salud, incluso la vida. Si pudieramos decir otro tanto y estimar tan confiadamente en otros avances cientificos.
15
Las cronicas via jeras de Bonafoux Por JoRGE CAMPOS
y oLVERSE HACIA LAS PAGINAs DE Lms BoNAFoux produce una sorpresa cargada de gratas sensaciones. Porque la verdad es que entre los olvidados mas olvidados - y no es corta la lista en los tiempos de finales del pasado siglo- se encuentra aquel hombre delgado, nervioso, de fisonomia inquieta, animada siempre por una sonrisa burlona, que su amigo Joaquin Dicenta nos pintara recostado en la esquina del famoso Cafe de Fornos madrilefio, con las manos en los bolsillos y el cigarro entre dientes. Su arma principal, y su instrumento de trabajo, fue el peri6dico, o, mas exactamente el articulo de peri6dico, con unas caracteristicas de estilo, tema y enfoque, armonizados entre si, que vienen a constituir un genera, al que hoy se puede considerar perdido, a pesar de alguna espor::idica aparici6n: la cr6nica. En la sabana gris de la apretada tipografia del peri6dico, la cr6nica venia a aportar al peri6dico muchos elementos de dignificaci6n y espiritualidad. Al diario lo arrastraban hacia tierra la carga publicitaria de los anuncios y la prosa politica, por lo corriente mazorral y mas preocupada de la intenci6n que de la amenidad. Al peri6dico le daban vida los sucesos - esos truculentos y minuciosos crimenes de los peri6, dicos de fin de siglo- y las secciones mas entroncadas con la literatura: el follet6n, de Eugenio Sue a Javier de Maistre o el joven Baroja, la poesia festiva, el comentario humorista a lo Mariano de Cavia, y la Jcr6.nica. La cr6nica era a veces como una exhibici6n de lo que el periodista seria capaz de hacer si su oficio le obligara a otros vuelos. Es posible que en su descendencia se encuentre gran parte de ese genera, mas divulgado posteriormente y que llamamos "ensayo". El escritor tomaba cualquier motivo como pretexto para una obra breve, redonda, bien construida y ritmada, rebosando ingenio. Curioso es que en el naci16
miento y rapido auge del genero, coincidente con los esfuerzos del Modernismo haya sobresalido mas de un hispanoamericano, y sean estrellas de primera fila Ruben Dario, Gpmez Carrillo, Bonafoux ... El pretexto tematico iba ligado, en muchos casos, a la corresponsalia en el extranjero. El periodista, desde una capital europea -mejor si se trataba de la "villa luminosa", del Paris, meta ideal del poeta como del rastacuero- enviaba la satira del cuadro de costumbres, la noticia pintoresca del crimen extrafio, la nota de actualidad polftica o social, deseada por los compradores del periodico. En este aspecto del "cronismo", el puer~orriquefio Bonafoux, que residio muchos afios en Paris, desde donde enviaba a Espafia sus solicitadas colaboraciones, alcanzo una de sus mayores alturas. Super<'> la efimera temporalidad del suceso inmediato, calando en la psicologia del pueblo que lo realizaba o celebraba, como un verdadero creador de un modo de ver que han recorrido, sin salirse mucho de sus senderos Andre Maurois o Pierre Daninos. Y, entre nosotros, Julio Camba, cuyo seguimiento del agil cronista puertorriquefio es tan cerrado como el de dos igualados competidores de una carrera en lo cerrado de una curva. Bonafoux es enviado a Inglaterra con motivo del jubileo de la Reina Victoria. Y escribe con prosa cargada de sencillez y, como hoy se dice, de eficacia. Quiere dar la impresion de aquel Londres, cabeza del mundo en muchos aspectos: "Londres sin jubileo es un pais. Londres con jubileo es un planeta." Y pocas lfneas mas adelante: "Esta entusiasmado todo el mundo, sin exceptuar a los irlandeses .. . " Apenas un dato, en un momento en que la literatura se recargaba de detalles realistas, le basta con la pintura de las casas engalanadas, sin uniformidad, con banderas de todos los tamafios y retratos de la soberana "desde chiquirritina hasta nuestros dias, desde cuando tenia carita de cielo hasta cuando tiene cara de lenguado". La mirada a la que SUS lentes ponian el ultimo brillo ironico que necesitaba se fija en uno de los festejos, el "espectaculo espantoso" que representa la comida ofrecida a todos los pobres, mutilados, tullidos de la nueva Corte Mundial de los Milagros. Es como un aquelarre velado por las gasas de la suavidad de su estilo, en que una venerable anciana se acerca a la reina "y dandole una palmadita en la espalda le dijo: -Que Dios te bendiga, mi queridal Y, efecto de la jumera que tenia, cay<'> muerta. Habia comido bien. Se habia emborrachado. Habia tuteado a la princesa de Gales. vir mas?"
cPara que vi-
Loor al lenguado es una cronica de la que Julio Camba no hubiera dudado en escribir ni el tftulo. Comieza con garbosa burla:
"En vr.rdad que Colon fue un tipo muy desgraciado. Yo no recuerdo haber llegado a ningun pueblo de los muchos que conozco sin que inmediatamente me hayan dicho que , no fue Colon, sino un vecino del pueblo quien descubrio America ... " De este modo nos introduce en Dieppe, donde cuentan con su heroe, un local descubridor del Nuevo Mundo. Pero nada de eso es lo importante para Ia cronica. "Lo que no tiene ningun pueblo del mundo es un lenguado como el que acabo de comer, aderezado a la dieppesa, que era cosa de chuparse los dedos ... " Fin de artfculo. Bonafoux se confiesa sensual, amigo de los placeres de la mesa y buen catador. Nada mas lejos del escritor que nos pacen imaginar estas paginas que el mosquetero "Aramis", el hombre que utiliza el periodico para sacudir estocadas desde sus columnas. Ese Bonafoux existe y merece otro artfculo, pero aqui hablamos del viajero capaz de tomar de los lugares de que nos habla solo aquello que se relaciona con los hombres que los habitan. Su humor es suave en la expresion para alcanzar mayores efectos. No cae en el chiste, tan grato a sus contemporineos, y que ha empafiado el humor de Taboada o Perez Zufiiga con el paso del tiempo. La cdmicidad ha de brotar de situaciones o pensamientos. Tambien en eso le encontramos adelantado con respecto a sus colegas. Por ejemplo, ademas de las citas anteriores, veamos como cierra los parrafos que siguen a la pintura del Londres pendiente de la coronacion de Eduardo VII, con sus trescientas mil personas que tendrian que pasar la noche en la calle por no tener alojamiento y la descripcion de los abigarrados visitantes, desde los ejercitos de todos los rincones del lmperio a los soberanos extranjeros huespedes de Albion: "Despues de la coronacion, los ingleses podran preguntarse, con Lord Palmerston, si la vida no seria soportable sin los placeres." Aquellas fiestas de la Coronacion en las que tenia puestos los ojos el mundo entero hubieron de suspenderse por culpa de una enfermedad. Excelente cronica, la titulada Peritif litis. Lo colosal, solemne, majestuoso alegre, cortado por una "porqueria de la piltrafa humana". Las gentes que se prometfan una gran fiesta se repartian los emblemas que habian adornado las calles "y resultaba siniestro y tragico el desfile de gentes con coronas y flores de trapo y porcelana, a la luz de tetricos mecheros y pisoteando hojas secas, como a la salida del cementerio un dia de difuntos." cNo es el espiritu de Larra el que ha cruzado por un momento por la pluma de Bonafoux? Es solo un momento. Su oficio le obliga a abandonar a ese soldado cojo de la guerra angloboer que pone la nota negra en la fiesta imperial, y marchar a las playas de moda. Las corresponsalias desde ellas eran genero
17
obligado para los peri6dicos. Habia que seguir a los politicos, los arist6cratas, las cocottes: Biarritz, Trouville, Asnieres-les-Bains, ... El cronista procura encontrar temas para una satira amable, con sus raices en el viejo costumbrismo romantico, pero de hiriente intenci6n. Va a dar un tono personal y nuevo a estas corresponsalias. Motivos de la politica espafiola del momento se desliz<1.n entre la descripci6n festiva del aipbiente. Son de un <1.lto humorismo aquellos perdedqres del casino, que no necesitan el folletinesco y postromantico suicidio, porque se quedan encogidos e inm6viles, sin voluntad para moverse, hasta que, pasada la estaci6n, los mozos que vayan a limpiar los techos y las paredes, los barran como a moscas rezagadas, atontadas por los primeros frios. No s6lo Camba. Otros maestros del humorismo espafiol del siglo XX tienen sus raices en este olvidado puertorriquefio, muy espafiol en cuanto a su servicio a nuestro periodismo. Sus Trenes funebres, La Patria, son cr6nicas targadas de incidentes grotescos al modo de ese humorismo que buscaba la gracia en la comicidad de la acci6n descrita y en el modo de narrar. Sistema que ya aparece en El castellano viejo,
18
de Larra. Pero ya que Larra ha vuelto a surgir a nuestro recuerdo no olvidemos el final del libro de Bonafoux, Par el mundo arriba, en que recogi6 alguna de sus cr6nicas. viajeras. Nos cuen ta su viaje por Espafia en un tren, cuando regresa de Francia. Se suceden las estaciones desprovistas de cualquier cosa que pudiera reanimar el est6mago del aterido viajero. Es de noche. El ferrocarril, marcha a trompicones por los aridos campos de la miseria y del abandono, azotado por un airazo que no encuentra muros de contenci6n, porque las pobres gentes viven, como los topos, en las profundidades del suelo. En Venta de Bafios, mientras esperaba, con los ojos cerrados y tiritando el cruce de un tren, se adormece: "Vi en suefios que la patria se habia transformado en espantosa llanura, con una sola casa que era la iglesia, y en el frontispicio un crucifijo muy grande, el mismo de Irun, con los brazos abiertos, alrededor del cual revoloteaban unos pajarracos muy negros, con crestas de teja. Un viento tormentoso barria de arriba a abajo la escueta llanura, que dijerase sembrada de sal, y a mi se me helaban los huesos ... " ,:Larra? Si. Y tambien los dibujos de Bagaria. Y los hombres que unos pocos afios despues se llamarian "generaci6n de mil ochocientos noventa y ocho".
Marino ¡ Barquero Por
CLARA LAIR
c!Acaso tu no sabes que las mujeres aman a esos hombres fugaces, ¡elusivos e inciertos, que tienen varias novias en diferentes puertos, varias novias que apenas saben como se Haman? cAcaso tu no sabes que las mujeres sueiian con ese rostro firme, decisivo, obstinado, que tiene la bravura del mar desenfrenado y el desden de los barcos que de la mar se adueii
b? arreb:!. '!, /
cEn que rinc6n de Espana un labio de 1 te llam6 "mi marino"? c!Que fantasma anh I vio difundirse un dia entre el agua y el sol tu silueta, desde tras una reja de Estambul ... !Ah, yo he sofj.ado a veces que he palpado un inst 'n e s6lo un instante, el oro de tu uniforme azul ~
c!Que piensas cuando escuchas la voz de las hften desde el redo edificio don de lees o escriOe,~ s rsy5t--:t=J1=-~lit c!N o sientes el impulso de soltar las cadenas ~~~~~l y de vivir de nuevo la vida que no vives? c!Que mat6 en ti el ataque de tu tibio enemig el hombre de negocios? cDo queda el franco a 1 tu camarada en vinos, en suerte, adversidad. ':-1< Hoy en tu vida todo es frio, lento, sordo. . . \::__ 1Aguardame, marino, que voy contigo a bordo, a sol radiante, o a plena tempestadl
c!Sientes tambien acaso el choque de espejismo de la vida alla fuera: aire, luz y color, cuando no hay un contorno mas alla del amor que el del rostro de un "clerk" que habla siempre lo mismo? c!N o detienen los vidrios de tus puertas cerradas la intromisi6n inutil de un sol que no cotiza? c!Y no es ofensa a veces a tu recia cornisa un vuelo de furtivas palomas extraviadas? Giran las horas; gira el dfa vendido, alrededor de algun papel perdido o de balances mal interpretados . .. Y a la hora de salir. . . 1noche sin lunal Y el estrepito vil de la fortuna,
hecha hierro al nivel de los tejados.
1Que diera yo por detener las huellas del turbio tiempo en tus pupilas clarasl Pasan los siglos sobre las estrellas sin perturbarlas, y las rosas raras
de la excelsa Sevilla, en alborada mueren como nacieron. . . Algun dfa sera niebla fatal en tu mirada; Y todo lo que fuera la armonia de lfnea y de color de tu figura se rompera sin ritmo, sin dulzura . . . Es furtivo en el arbol el invierno pero en su sembrador es largo, eterno ... 1Tu y yo al final seremos de igual suerte, dos gotas de la escarcha de la muertel c!Que piensas cuando miras el horizonte vano estrechando tu mundo, que era ~nfinito antes? cNo sientes la nostalgia de las playas fragantes a donde el extranjero llega como un hermano? Del libro inedito. "Un amor en Nueva York en los afios del 1920-1930."
19
Exposicion de Jaitlte Carrero
19 DE OCTUBRE DE 1962 SE INAUGURO EN EL Instituto de Cultura la Exposici6n de pinturas de Jaime Carrero, elemento destacado del grupo de pintores puertorriquefios j6venes. EL
Carrero naci6 en Mayagiiez en 1931. A los dieciocho afios estudiaba en el "Art Ins~ruction" de Nueva York, pero la guerra de Corea interrumpi6 sus estudios. En 1953 ingres6 en el Instituto Politecnico de San German (hoy Universidad Interamericana de Puerto Rico), donde obtuvo el bachillerato en Artes. ¡ Recibi6 luego una beca del Gobierno de Puerto Rico y en 1957 se gradu6 de Maestro en artes en el Pratt Institute de Nueva York. Posteriormente form6 parte de la Facultad del Departamento de Arte de la Universidad Interamericana, y es hoy su Director. En 1961, aprovechando su afio sabatico, y con beca del Instituto de Cultura P4ertorriquefia, estuvo en Florencia y luego en Nueva York. Jaime Carrero habia expuesto antes en varias exposiciones privadas y colectivas. De la exposici6n auspiciada por el Instituto de Cultura ofrecemos algunas ilustraciones en estas paginas.
Cartel de la Exposici6n por Lorenzo H omar
20
I
I
1
Figura
Paisaje
Los juguetes
Un viejo vocahlo de nuestra tierra Esgolizar Por
(QUE SIGNIFICA ESGOLISAR?
cC6mo y en que forma se esgolisan Ios seres racionales, Ios seres sin razon, las cosas y los objetos? Esgolisar, esgolisarse equivalen a caer, a rodar y, a veces, a escurrirse en donde todavia se conserva en toda su "pureza" el habla de nuestros campesinos, matizada de peculiares modismos, solecismos y pleonasmos, que es ahora en contadas regiones de nuestra Isla. Nuestro ilustre y laborioso filologo, Augusto MaIaret, lo define asi en su Diccionario de Americanismos: "ESGOLISARSE.r. (Cuba y Puerto Rico) DesIizarse, escurrirse." Y lo incluye en su Vocabulario de Puerto Rico con las mismas acepciones y Ia siguiente cita de mi novela Yuyo (1913) pag. 82 "y me esgoIise como una guanabana madura". Su semant!ca pretende determinar Ia ca(da, bien por gravedad, o de manera incidental de una persona, de algun objeto y tanto ¡mas de una fruta que, por su madurez, se desprende del pediculo que Ia sus~enta ~ se esgol~sa, rueda por el suelo. Aun mas: el termmo se aphca, con intencion comparativa maliciosa, a Ia hembra que ha tramontado su adolescencia y, en avanzada pubertad, cae, se esgolisa en los brazos de su amante, casi siempre en fuga clandestina, sin formalidad algun.a. Con la oposicion firme y tenaz de sus padres y ba10 la critica de la moral social . .. del barrio que no acreditan a su novio las cualidades que estiman indispensables para la muchacha, digna de Iograr la "felicidad conyugal". Cuando esa joven abandona su hogar, defraudando la honesta oposicion precautoria de SUS padres, aun los vecinos . mas allegados a SU familia y SUS propios rparientes, comentan; -Vay, tenia que ser. . . Tanto selala y vegilala 22
MIGUEL MELENDEZ MuNoz
p'na. . . Si ya estaba goteandose como una fruta maura ... Es que para el campesino, que antes se expresaba asi y para el que todavia usa su lenguaje, Ios seres racionales obedecen, por analogia, al mismo proceso evolutivo de nacer;. crecer, multiplicarse y fenecer de todo elemento vital de Ia naturaleza. La guanabana por su estructura compacta, por su prolifica cantidad de semillas y por el voluminoso desarrollo que alcanza, es la fruta ya madura que con mas frecuencia se desprende del arbol que la produce cuando no se ha recolectado y se desliza, cae. . . se esgolisa contra el .suelo. Cuando los ciudadanos elevados a la categoria populista de "hombres publicos" por sus correligionarios, pierden la confianza y la adhesion de las multitudes electorales, porque las traicionaran y abusaran de la fe que cifraran en ellos, se deslizan, caen, se esgolisan tambien como las guanabanas maduras. Frase con que el pueblo condena y califica sus prevaricaciones, su venalidad o el abandono negligente de sus obligaciones por atender mas SUS beneficios personales que la defensa de los intereses, el progreso y el bienestar de la comunidad. Existe en esta apreciacion conceptual de nuestros campesinos un claro enlace parodico con la vieja locucion latina cave ne cades, que diriamos en buen romance: Cuida de no caer. El campesino que residia en un conuco, o era agregado, padre de familia, conforme y contento, en cierto modo, aunque olvidado, menospreciado, a veces, y explotado siempre, se veia obligado a consentir la segregacion, la separacion dolorosa de alguno de los suyos, le advertia, juiciosa y sentenciosamente, sobre el peligro de las caidas, mucho mas moral que fisico que podian acecharlo en su transito por la vida. Y
su actitud preventfva era correlativa con otro tema suyo relacionado con la cascara de guinea. Asf consideraba tan contingente el hecho de que un cristiano por ignorancia, o por soberbia pudiese esgolisarse, descender de la posicion que ocupase en su comunidad, como pisar una cascara rebaladiza de cualquier fruta, que no advirtiera en su camino, y caer al suelo al perder su equilibria corporal. Pero esa cascara no implicaba para el que caia solo el ridiculo ante los transeuntes que lo observaran, ni el quebranto que pudiera sufrir su organismo, sino lo que afectase su prestigio en la sociedad a que se hallaba vinculado. Porque aquel jibaro no siempre pensaba que la cascara de la fruta que fuese no habia sido lanzada al camino o a la calle por casualidad, sin intencion perversa. Intuia en su perspicacia, que calaba muy hondo en la condici6n humana, que alguien la habia tirado con toda malicia para perjudicar en sentido fisico a una persona, o situarla en ridiculo ante los espectadores de su caida, de su esgolisamiento. Juan de la Concepcion Consuegra se habia esgolisao al pisar una cascara de mango, no siempre eran y son hoy de guineas las que se lanzan a las calles y a los caminos transitables. Y, al tratar de erguirse, sinti6 un dolor tan agudo en la pierna derecha que no se pudo incorporar. Unos transeuntes que contemplaban SUS esfuerzos fallidos, improvisaron Ulla silla de manos y lo condujeron a la residencia del Dr. Paniagua, don Demetria. Juancito, como se le llamaba con afable familiaridad, era un obrero urbano muy querido en el pueblo por su condici6n bondadosa y servicial. El doctor lo recibi6 ton paternal cariiio. Entonces los medicos no trataban con aspera descortesia a los "padecientes" pobres. -(Que te pasa, Juancito? - 1Ay, dotol. .. I Pol molde e una cascara e mango estoy asina... Caminaba alelao, sin mirar p' abajo y . . . me esgolise, como una guanabana maura. Colijo que se me ha rompio un gueso de esta pielna .... Uste vera, que es tan giieno. -Vamos a ver, le atajaba el doctor. Lo examinaba. Palpaba la parte afectada. Movfa el tobillo con fuerza. Juancito chillaba. -1Ay, dotol, no me jarnaquee la p-ielna asina, que me duele muchol Vaya pasito, pasitito, que yo no tengo prisa . . . -Valor, Juancito. Lo que tienes es . una fractura del tobillo. Voy a colocarte los huesos en su sitio. Te dolera algo. Pero yo se que tu tienes cria y resistiras esta sencilla operaci6n. Lo demas es muy simple: un vendaje bien ceiiido. Y despues te entablillare la parte afectada. -En sus manos me entriego, dotol. . . Y con Dios y la Vilgen, primerito.
Juancito cerraba los ojos. Se asia a los hordes de la mesa de operaciones. Contrafa sus labios, cerrandolos bien para que no se le fuese a escapar algun quejido imprudente, que comprometiese la "cria" que le habia supuesto el doctor. y el medico procedia a acoplar los huesos fracturados. Y, al lograrlo, exclamaba satisfecho: -1Ya esta, muchacho! Te has portado muy bien. Como lo hacen los hombres . . . machos. Y, diciendo y actuando, vendaba el tobillo a Juancito. Lo entablillaba despues. (Aun no se utilizaba el yeso para corregir dislocaciones y fracturas). Y le recomendaba: -Ahora, mucho cuidadito. No te afirrnes en ese pie para andar. Y anda que te preparen unas muletas en el taller del Maestro Philemon. El Maestro Joseph Philemon fue un ÂŁranees, oriundo de Martinica, que estuvo establecido en el pueblo por muchos aiios. Posefa un taller que era herrerfa, ebanisteria y carpinterfa en el que se construfan carretas, carretillas, coches, calesas, puertas, ventanas, muebles y. . . algunos accesorios ortopedicos. M usiu Philemon, como le llamaban, fue regente, director y propietario de uno de aquellos centros de artesania en los que la inteligencia y el esfuerzo manual de los "oficiales" (obreros) , ejecutaban las obras acabadas con minuciosos y sorprendentes detalles, imprimiendoles su estilo personal con su genuina vocaci6n. Los desplaz6, los anul6 la maquina. En serie y en cadena, elabora a bajo coste y en producci6n tan prolifica que s6lo puede limitar, y no siempre, la ley de la oferta y la demanda. Aquellas manos prodigiosas, artifices de hellos y delicados objetos para regalo de los ojos y placer deleitoso de los sentidos, se convirtieron, en degeneraci6n inevitable, en servidores, vigilantes y operadores de la m;iquina. La artesanfa fue desapareciendo. La elimin6 la competencia mecanica. No por inutil, ni empirica, ni rutinaria ... Porque la funci6n multiple y regular de la maquina rinde, en su desarrollo energetico, la producci6n de centenares, de millares de operariqs.
"" "" "" Juancito recobra SU animo. Hace gala de buen humor, bastante forzado en aquel instante. Se incorpora auxiliado por los amigos que le habfan conducido a la "clinica" del Dr. Paniagua. Y exclama, con voz susurrante: -Agradesio, dotol, (Cuando giielvere a andal bien ... y, digame: (CUanto le debo por su trabajo? -Si no haces ningun desarreglo, estaras bien dentro de un par de meses. Tiempo que tardara la fractura en soldar. Me debes cinco pesos, aunque vale mas mi traba jo, como tu dices. Pero ... si no puedes pagarlos, es lo mismo. Quedaremos en paz y a tus-6rdenes.
23
-Lo que uste diga, dotol. Aqui tiene los chavos. y mandeme en lo que quiera cuando este curao. ¡ Al salir de la "clinica" les deda a sus acompafiantes en voz baja: -He salio de oro, polque venfa aprevenfo de vente machacantes (pesos) p'pagale al dotol ... y me cobra sinco na mas. Ese es un medico lo que se dise homanitario, bien compadesfo de los probes. 1Que Dios y la Vilgen Santfsima lo acompafienl
""
""
""
Para los emigrantes "nativos" que se erradican de su barrio o del arrabal de su pueblo, procurantes de trabajo que escasea o no hallan en nuestro Pais, montar en un avion para aterrizar en Idlewild es un esgolisarse por los "elementos". Como si la ruta del aire les fuese tan accesible y facil, segun lo son los caminos vecinales, las carreteras y las callejuelas de su transito frecuente. El esgolisamiento de sus antepasados era ocasional, convencional o imprevisible. Bien sobre la cascara de una fruta en la calle o en un camino, ya rodar, deslizarse por la vertiente de una montafia, para descender a un valle, acortando distancias. Sus descendientes que se esgolisan por el aire, se establecen en el barrio de la gran Cosmopolis donde la mayorfa de sus conterraneos, que les precedieron en su aventura, afioran el sol de su tierra, el ambiente social de comprension y afinidad en que vivfan, el espacio humilde, sus hogares, con la calefaccion que les proporciona, sin regateos, el astro rey y la refrigeracion, sin coste alguno, que les brindan los suaves alisios de nuestra atmosfera en los horas de su descanso nocturno. En la temporada invernal en que trabajan o se zafan del hacinamiento de sus mezquinos y, a veces, infectos habitaculos, inhabitables para seres humanos
24
en la gran urbe. Erradizos en demanda de alguna ocupacion les acechan las ruas heladas. Inexpertos en transitarlas, habituados a pis~r terrenos firme, suelen esgolisarse en ellas, sufriendC> peligrosas cafdas con dislocaciones o serias fracturas en sus miembros, agarrotados y entumecidos por dolorosos calambres. Mucho peor, en sus consecuencias para su integridad personal que si se esgolisasen en su pafs sobre cualquier detrito frutal resbaladizo, siempre mas blando y mucho mas benigno que el hielo duro y compacto. Alguien llama la atencion a un fornido y gigantesco polida, mostrandole al pobre "portorricans" yacente en el suelo, inhabil para incorporarse. Todavfa mas, impedido por el desconocimiento del idioma que habla el polida, para relatarle SU percance. Pero este, por las condiciones en que lo halla y por la experiencia de tantos casos que ocurren en el discurrir cotidiano de la densa poblacion trashumante de la ciudad, sabe lo que sucede al paisano, llama una ambulancia y lo acompafia al hospital mas cercano. La Beneficencia Publica se hace cargo del damnificado. Le atiende con el humanitario cuidado que se dispensa en los hospitales de la metropolis a cualesquier ciudadano. Recibe la terapia adecuada. Y le acomodan y empatan los gilesos rotos, que pudiesen soldarse perfectamente. Pero comete algunos "desarreglos", impulsado por la necesidad imperiosa de retornar a sus labores. A veces para reanudar sus gestiones para hallar alguna ocupacion. Un esgolisamiento por aquellas insolas, inhospitas y frfas, suele dejar lisiado para toda su vida al errabundo inmigrante. Y asi retorna a nuestra tierra, inutil y derrotado, . pero contento y satisfecho de haber gilelvido. . . o regruesado ...
Teoria y elogio del cartel puertorrique:iio Por
E
L PUERTO Rico DE MEDIADos DEL sIGLo xx - v BIEN
es de esperar que el de muchfsimo tiempo futuropasar:i a la consideraci6n de la Historia del Arte como el minusculo pais que alberg6 la actividad de la mas completa y rica escuela de pintura concebible dentro de SUS tan limitadas costas. Pero otra estimaci6n mas rubricada de sorpresa acogera a su cartelismo, constituido en escuela prodigiosamente varia y rica, esmaltada de una calidad fuera de serie. Se trata de un hecho absolutamente anomalo y que no cabe explicar mediante razones derivadas en exclusiva de esa excelente pintura. No. Un bien concertado cartel es algo muy diverso de un magistral cuadro al oleo, variando de una a otra realizaci6n Ia tecnica a emplear, pero, muy sobre todo, la categoria conceptual que se trata de desarrollar. El cuadro al 6leo puede quedar - y no es poco- en obra ilustre de un buen artista. El cartel, de destino mucho mas modesto, habr:i de ser igualmente pintura de la mejor especie, pero afiadiendo otras sales, las de una eficacia y una inmediatez en el decir que han de ser independientes de la excelencia puramente plastica. Y asi se da la extrafia circunstancia de que en la pintura de nuestro tiempo, mas bien exp_editiva y r:ipida, un cuadro, las mas de las veces realizado con intenci6n de que perdure, ambicioso de museo, necesitara de menor preparaci6n mental que un cartel, cuya unica capacidad de exhibici6n es, tantas veces, la calle. Todavia no existen, que yo sepa, museos de cartelismo, aunque sea evidente que deben ser creados, y que lo seran. Pero, en tanto ello acaece, y aparte de tal o cual exposicion, el cartel no tiene mas refugio que el de la calle, el aire libre. Con ello tiene que contar el cartelista. Su obra, en mil ocasiones ma,estra, quedara pegada en un muro exterior o interior, recibira todas las injurias posibles de la naturaleza y de los hombres, sufrira desgarrones y manchas, quedara decolorada por el sol y por la lluvia alternados, recibira un dfa la superposici6n de
JUAN A NTONIO GAYA Nmiio
otro cartel o de un simple anuncio en blanco sin ninguna gala plastica. Todo este calvario es normal en la breve vida de una gran hoja de papel, y lo sabemos todos, y el primero en no ignorarlo es el artista, el autor del cartel. Lo maravilloso en tales hechos generales es que han de acaecer asi y no de otro modo, y que, no obstante, el artista pone en la obra los mismos cinco sentidos que puso Miguel Angel en el techo de la Capilla Six tina. Los mismos que depositara Picasso en su Guernica o Goya en sus Fusilamientos del Tres de Ma¡yo, por no citar sino dos pinturas con intenci6n de cartel propagandistico. Esto es lo importante del genero a que nos referimos; de la misma suerte que un carpintero mudejar realizaba a veces una pequefia y archicomplicada maravillita en Iugares de un artesonado destinados por su situaci6n a quedar perpetuamente ocultos y a no delatar Ia maestria de su autor, del mismo modo, el cartelista pone en su labor forz adamente efimera toda la cantidad de emoci6n, de vitalidad y de buen quehacer que requeriria un cuadro. Pero un cuadro puede ser afortunado con s6lo recoger fielmente una afortunada intuici6n. AI cartel no le bastar:i este previo procedimiento mental. H abra de vocear, seducir, incitar, mostrar, imponerse. Su plastica no podr:i ser pasiva, sino activa. Antes que dejarse contemplar, deber:i exigir ser contemplado. El cartel esta obligado a ser algo asi como un cuadro armado de todas las beligerancias posibles ante el espectador. "Un impacto en un ojo", esta es la expresion un poco vulgar y radical, pero de ningun modo desafortunada y mucho menos inexacta, con que ha sido definido mas de una vez el cartel. Esa definici6n alude a las obligaciones de aviso, consejo, alerta y persuasi6n de que se rodea al genero pict6rico que nos interesa. Alude tambien a las normales circunstancias de sintetismo, resumen, brevedad e intensidad de dicci6n de lo sugerido por el cartel. Normalmente, una inscripci6n, una Ieyenda, unas muy contadas
25
palabras - muy contadas y medidas- deben apoyar y explicar lo simbolizado o sintetizado por los colores a los que acompafian, pero completando de la manera mas discreta lo que ya ha sido pregonado. En cuanto a lo que se pregona, la mercanda es infinita, y alli cabe todo cuanto en nuestro mundo se da y se vende, se desea y se compra, se quiere significar como positivo o se trata de arruinar por negativo. "Los cigarrillos H son los mejores" ; "Beba el licor S"; "Conozca los fiordos noruegos"; "Votad por el partido A"; "Los buenos patriotas no elegiran a L"; "La mejor pelicula del afio"; etc. etc. Todo un signo de afirmaciones y negaciones, de propagandas tras las que pueden ocultarse negocios fabulosos en sus cifras o movimientos politicos de inmensa trascendencia para el futuro de la Humanidad utilizan constantemente el arte del cartel. Y como quiera que lo utilizan fabricas de licores o de jab6n rivales, partidos politicos en rabioso enfrentamiento, pafses que desean enderezar hacia sus respectivas fronteras todo el turismo internacional, los cartelistas respectivos habran de esforzarse cada dia por ser mas seductores, mas agudos, mas ingeniosos. Todo ello ha constituido en nuestro tiempo un genero nuevo, perfectamente respetable aun dentro de SU mecanica interesada en dinero 0 en ideologias. El cartelista -autor o no de otras realizaciones en principio mas puras- goza ya de un prestigio propio vinculado a estas hojas de papel litografiadas y efimeras. Y Eugenio d'Ors, gran catador y diagnosticador de hechos esteticos, pudo asegurar, en tiempo de iras, de guerras y de destrucciones: "Si algo nos puede consolar de la perdida de una vidriera g6tica, ese algo sera la edici6n de un magnifico cartel nuevo". Y tenia raz6n, porque hoy se hacen poqufsimas vidrieras, y porque en el siglo X III no existian los carteles. -
0
0
0 -
Pero todo lo que antecede, tan sumergido en generalidades, qued6 dicho como principio de teoria total del cartel, y no conviene trasladar sus razones a otra teoria enunciada en nuestro titulo, la del cartel puertorriquefio. En efecto, en la pequefia y grande isla antillana, los hechos han ido mas aprisa y segun Caminos muy propios. Son validas las mas de las premisas enunciadas, pero ha de ser necesario afiadir otras precisamente puertorriquefias, las suficientes para mitigar la sorpresa de que este arte haya obtenido, no en la Isla, sino en su capital, un prestigio tan s6lo comparable al de los mejores centros graficos europeos. Esas premisas pueden ser las siguientes: Primera, relativa a historia y tradici6n: El cartel puertorriquefio ha nacido por generaci6n espontanea, como Minerva de la cabeza de Jupiter, armada ya ¡de todas las armas. N inguna tradici6n islefia, antillana, ni siquiera americana, ha propiciado su nacimiento. Aparece en el momento en que la escuela de pintura
26
boricua constituye todo un renacimiento, desproporcionado en numero de sus artistas con la poblaci6n del Estado. Segunda, referente a respaldo econ6mico: En contra de los hechos generales que normalmente sustancian y financian el arte del cartel, aquf no se produce el fen6meno naturalisimo de que este pregone las excelencias de ningun producto industrial, de una marca de ron, de otra de cafe. Ni siquiera existen carteles provistos de la sugerencia mas minimamente interesada en el dinero, la de "Visitad Puerto Rico", "Conozca V. El Yunque", "Recorra nuestros Parques N acionales". (Entre parentesis, creo que deberian existir estos carteles, y, 16gicamente, no para fijarlos en la Isla, sino en el extranjero. Pero esta es otra cuesti6n) . Lo anunciado por los carteles boricuas suele ser un festival de teatro, un concierto, una exposici6n de arte o historia, la fecha de un centenario, etc. Tercera, alusiva a los autores: Si es muy cierto que Picasso es autor de muchos carteles, habitualmente anunciando sus exposiciones, si otros de enorme belleza son debidos a Braque y a Leger, a Mir6 y a Matisse, es habitual que el cartelista europeo lo sea de oficio, por requerir este un determinado sentido del color piano y del dibujo conciso, condiciones de practicismo grafico que se dan o no se dan en el pintor, por glorioso que este pueda ser. Pero si el cartelista europeo queda con frecuencia en nada mas que cartelista -y dibujante, e ilustrador, y autor de portadas de libros- el cartelista puertorriquefio es siempre un pintor. Mas exactamente, un estupendo pintor. Cuarta, que alude a la tecnica: Totalmente impecable. Absolutamente perfecta. Verdadera esencia de cartel. En el concepto, en la realizaci6n, en la tirada. Se creeria que ello ha sido realizado en Zurich, en Leipzig, en Paris, en Barcelona. Lo ha sido en San Juan de Puerto Rico. -
0
0
0 -
,:Historia del cartel boricua? Casi no la tiene, como los pueblos felices. 0 la tiene, pero tan breve y triunfal que resulta algo asf como un fulminante milagro. N o me he preocupado de saber cual fue el primer cartel pensado, realizado, tirado y exhibido en Puerto Rico, precisi6n que debe quedar para una historia mas organizada y seria. Si es conocido que el gran hecho colectivo comenz6 por 1950, y que obtuvo calor en la Divisi6n de Educaci6n de la Comunidad ; que el Instituto de Cultura Puertorriquefia, desde su fund aci6n, prosigui6 la labor, prestigiandola con todo el buen seso, con todo el organizado entusiasmo, con toda la altura y la dignidad que el Instituto deposita en cualquiera de sus empresas. Mas tarde, tambien el Museo de la Universidad se agrega, con 6ptimos ejemplares, a la tarea comun, y, en fin, no faltan empresas privadas que acaban de redondear Ia
2
~E FOTOGRAFIA E
N
v
I E
s
u 0
8
ysn taller
R
A D
~
16
DICIBMB~E
ATENEO PUERTORRIQUEflO >:> SAN JUAN
3
'I I
4
EN ADELANTE l . Lorenzo Homar 2. Lorenzo Homar
1
3 . Lorenzo Homar 4. Lorenzo Homar 5 . Luis G. Cajigas
5
hazafia. y solo asi puede ser explicado lo inconcebible de los logros, por ejemplo el de en la Exposicion Internacional de Carteles que tuvo lugar en Ontario entre el 5 de abril y el 29 de mayo de 1960, Puerto Rico obtuviera el undecimo lugar en las aportaciones por pals, y el segundo en aportaciones por artista. Lorenzo Romar resultaba ser el segundo participante en numero de piezas presentadas. Al ser seleccionados quinientos cincuenta carteles, diez y siete de ellos eran puertorriquefios. Y todo esto, a los solos diez afios de esfuerzo un tanto cohesivo. Aun mas, otros datos probaran, con testimonio ajeno, parecidas excelencias. En el anuario "Annual International Post路 ers", que publica Arthur Niggli en St. Gall, Suiza, antologizando los mejores carteles publicados durante cada afio, es normal que haya una seccion bajo el epigrafe de Latinoamerica, otra para Estados Unidos y una tercera para Puerto Rico. Todo esto queda consignado 路para impresionar a los impresionables, a los que deseen pagarse de galardones, premios, antologias, menciones, reproducciones. A los espiritus mas claros y sencillos no les interesaran tales argumentos, y a buen seguro que preferiran el mucho mas vago y convincente que afirme la calidad. Estamos de acuerdo. Grata cosa es el reconocimiento internacional de un triunfo nada definitivo, sino que ha de ser continuado, seguidamente elaborado, perseverantemente superado, cierto; pero ha de interesarnos mas la conciencia, construida por lo evidente de los hechos, de que la calidad del cartel puertorriquefio, hoy por hoy, reconoce pocos rivales en el Mundo. Item mas, que esa calidad no se debe al derroche publicitario destinado a anunciar una bebida, un alimento u otra cualquiera supuesta excelencia. El cartel boricua anuncia cultura. El negocio que pregona es la extension de dimensiones espirituales. cO importa ello poco? Por el contrario, importa mucho. El ningun acento comercial de ese cartel, su absoluto desinteres, su ausencia de ufias usureras tras la leyenda, incluso su路 falta de dogmatismos politicos, religiosos o dependientes de cualquier otro signo ideologico son factores que han ayudado al artista a crear carteles hellos. Nada se oponia a la limpieza expresiva del cartel, y ningun pensamiento quedaba en la trastienda como posible oposicion a lo pregonado. Luego la identificadon del cartelista con su obra ha tenido que ser mucho mayor que si lo anunciado fuera un cigarrillo o un' cofiac que muy posiblemente no son los preferidos por el artista. Pero al vocear cultura no hay disconformidades que valgan. Ni tiene por que conservar el cartel puertorriquefio el tono combativo y aguzado que muy frecuentemente distingue a los que, en Europa o Estados Unidos, proclaman las excelencias de marcas rivales de un mismo producto. Consecuencia: el cartel boricua, con todo y ser expresivo,
28
,
6
~
:
-
8
7
6. Rafael 7. Rafael 8. Rafael 9. Ruben ~
路
Tufifio Tufifio Tufifio . Moreira
9
.
se puede perm1t1r una mayor serenidad de diccion, y, con esa mayor serenidad, albergara superiores proporciones de belleza. De belleza sin lucha, de belleza sin agresic'>n, de belleza que no tiene que empinarse un poco masque su compafiera para asegurar mejores dividenclos de una sociedad anonima. Con lo que, curiosamente, estamos llegando a una categorfa de bondad que ya no reside exclusivamente en la excelencia de la pura plastica, sino en la limpieza de intcnciones. Q uedaron mencionados, paginas atras, carteles imponderablemente hermosos de Picasso o de Miro, habitualmente destinados a propaganda de sus propias exposiciones. Pero en Puerto Rico, lo normal es que un artista haga el cartel anunciador de la exposici6n de su compafiero, clemostrando una camaracleria y una buena voluntad que -1ay!no son diari as ni cotidianas en semejantes mundillos europeos. Por cierto que aqui, como en todo rincon de nuestro reclondo mundo, existiran envidias, rencillas, puede ser que incluso odios, lo que cloy de barato; pero el hecho de que un artista acuda en auxilio de otro de modo tan publico y espectacular entra dentro de la anormaliclad, al menos en mi experiencia. Otra de las nobles normas que presiden la buena marcha del cartelismo puert?rriquefio. -
0
0
0 -
{Nombres, nombres y apellidos de los autores de este gran genero prestigiador del arte puertorriquefio? No estoy haciendo historia ni cr6nica, sino elogio un poco en abstracto, y exijo del lector que colabore con mi intenci6n poniendo algo de su parte, esto es, estudiando las reproducciones a<ljuntas, caso de que no recuerde las obras originales cuando aparecieron, caso de que no haya conservado en la memoria el impacto proporcionado por aquel cartel de s6lidos y bien
concertados colores que avis6 de la inminencia de un centenario, de una representaci6n teatral o de una expos1c1on . Pero bien puede haber otros lectores para los que este tema resulte algo asi como una revelaci6n, y es entonces cuando procedera traer nombres. Uno, a la cabeza de todos, debe ser el del tr iunfador de la Exposici6n de Ontario, esto es, el de Lorenzo Homar, art ista desde los pies hasta la cabeza, ducho en todas las tecnicas, aman te de todos los medios graficos, cartelista por la gracia de Dios. No solo es el principal cartelista de Puerto Rico, sino que vale como simbolo de todo este soberbio esfuerzo. En unas paginas de teoria, cual estas pretenden ser, su nombre bastaria como ilustraci6n, pero ahora la justicia impone la cita de otros de sus colegas, de similar facundia expresiva y no menor oficio. Son Rafael Tufifio, Francisco Rod6n, Luis Hernandez Cruz, Carlos Raquel Rivera, Antonio Torres Martino, Rafael Rivera Garcia. . . Otros hombres menos conocidos como pintores, como Ruben Moreira o Jose R. Alicea, son autores de carteles tan excelentes como los de los dichos, y bien largo seria completar una n6mina que aspira ya legitimamente a la categoria mas triunfal. No lo hare, ni comen tare ta! o cual afortunado cartel, porque ello requeriria todo un largo libro. Es necesario ese libro, aunque no tenga texto, aunque no sea sino una antologia de reproducciones. Aunque se limite a ser catalogo del Museo Permanente del Cartel que algun dia -estoy seguro de ello- establecera el Instituto cle Cultura Puertorriquefia. A uno y otro prop6sito creo haber contribuido con estas paginas, pequefias de teoria, pero copiosas en elogio. Se concluyen asegurando que si Henri de Toulouse - Lautrec pudiera contemplar lo hecho por sus disdpulos puertorriquefios, no disimularia su contento. Ninguno lo disimulamos.
tlDNTÂŁMPDIVINFlDS de poris y nueva york
12
sanjuon
10
11
IO. Luis Hernandez Cruz 11 . Carlos Rivera 12 . Francisco Rod6n
29
Ramon Power Apuntes biograficos Por ARTURO V. DA.vrLA
LA CELEBRAcr6N DEL SESQUINCENTENARIO DE LAS CoRtes de Cadiz nos encuentra tambien en Puerto Rico en visperas de la conmemoraci6n de la muerte de su diputado a aquel Congreso, don Ram6n Power y Giralt, ocurrida en la misma ciudad el diez de junio de 1813. Un analisis de la tarea de las Cortes seria . ¡ interminable y la nueva narraci6n de lo realizado por Power en ellas no pasa de una escueta cronologia. Pretendemos, por tanto, trazar las lineas que permitan aprec.i ar la figura del diputado puertorriquefio en el marco universal que le corresponde, a ratos desdibujado por el brillo de su gesti6n patri6tica. N aci6 Ram6n Power en San Juan de Puerto R ico el 27 de octubre de 1775, hijo legitimo de don Joaquin Power y Morgan y de doiia Josefa Giralt y Santaella,, vecinos de la ciudad, natural el primero de Bilbao y la segunda, de Barcelona. El padre, de vieja familia irlandesa emigrada en las turbulencias del siglo XVII, fue hombre de notable ascendencia en Puerto Rico, donde se estableci6 como factor de la Real Compafiia del Asiento de negros de Cadiz. Familiar del Santo Oficio en San Juan y Regidor Alferez real de la ciudad, su nombre figura con la frecuer..da de ¡rigor en las actas del Cabildo durante el ultimo tercio del XVIII, hasta su muerte ocurrida en 1792. 1 Poca cosa -como no fuera la toga o los grados en teologia- podian ofrecer las vecinas universidades de Santo Domingo y Caracas a las ambiciones de don Joaquin Power, que en 1787, envia a sus hijos Jose y Ram6n a la Peninsula, a cursar estudios bajo la tutela de su hermano don Ram6n, .residente en Bilbao. Su ingreso en el Real Seminario de Nobles de Vergara, precisamente en el afio en que los Extractos de la Real Sociedad Vascongada registran el numero mas alto de 1. Blanco, Enrique T .: "Don Ram6n Power y Giralt, Morgan y Santaella. Filiaci6n geneol6gica, nobleza y armas." Revista Alma Latina, julio de 1932.
30
Cartel disefiado por
LORENZO ROMAR
matrkula en los Estudios vergareses -132- nos habla de la fama merecida de la institucion y el consiguiente provecho que de su estancia en ella dedujeron los hermanos. Pasados a Francia, de acuerdo a una noticia algo nebulosa, continuaron estudios en Burdeos y Bayona2 y por mayo de 1792 figura ya Ramon en la Real Compafiia de Guardias Marinas del Ferro!, en los comienzos de la carrera naval donde se forjari su personalidad. De importancia fundamental nos parece el hecho, comprobado recientemente y envuelto hasta ahora en una afirmaci6n general un tanto confusa, 3 de su participaci6n en la ocupaci6n y defensa de Tol6n por las fuerzas conjuntas de Espafia e Inglaterra desde ago sto a diciembre de 1793. Su bautismo de fuego se realiza nada menos que a las 6rdenes de don Federico Gravina. La vida en la ciudad, el contacto con la sociedad de Tol6n y la presencia armada de la Revoluci6n en el cerco que se estrecha segun acaba el afio, bastaban a cualquier inteligencia despierta para advertir la fuerza de las nuevas ideas y dejarse reducir por su contagio, iniciado indudablemente en el Real Seminario Patri6tico de Vergara. En las alturas de L' Aiguillette asoma, ademas, la estrella del hombre que va a decidir la suerte de la generaci6n de Ram6n Power, el entonces joven artillero Bonaparte. En abril de 1794, sale Power, segun la vaga afirmaci6n de la hoja de servicios, hacia los puertos de la America septentrional. Las costas de La Florida, Luisiana y Mexico se abren a su observaci6n, asi como los hombres y el roce del espafiol peninsular con el criollo. Coincide su estancia en estos mares con la de D. Cosme Damian de Churruca en las Antillas, donde probablemente reclama Power mas de una vez en los dos afios de esta derrota. Y nos interesa esa coincidencia porque aparte la posibilidad de que interviniera en las mediciones hidrograficas encomendadas al celebre marino, al hablar este en SU Extracto de las operaciones realizadas bajo su mando, nos revela con una frase breve el tormentoso estado del Caribe en 1795. Dice refiriendose a las Antillas Inglesas, ser principio autorizado por la experiencia, "que una sola bandera tricolor arbolada en cualquier roca, bastaba a poner en insurreccion a todos las negros y las blancos sospechosos, cuyo numero era muy superior a 1
2. Tapia y Rivera, Alejandro: Noticia historica de Ramon Power. San Juan, Puerto Rico, 2 edici6n. 1946. Pagina 55. Es de advertir que Tapia, que no conoci6 personalmente a don Jose Power, no menciona la estancia en Vergara, de la que habla Maria Cadilla de Martinez en "Rememorando el pasado heroico" (v. nota 3), y en cambio, se refiere a Bilbao como Iugar donde cursaron estudios ambos. 3. Cadilla de Martinez, Maria: Rememorando el Pasado Heroico. p . 276. nota 300.
Teniente General DoN JUAN DE LANGARA Museo Naval de Madrid.
y
HuARTE
las demds."4 Fiel a su turbulencia secular, el mar de las Antillas es un hervidero de hombres e ideas encontradas en el afio de la paz de Basilea. Ese afio de 1795, que marca la funesta transferencia de Santo Domingo a la Republica francesa, encuentra a don Ram6n Power navegando en las mismas aguas donde se desenvuelve el doble drama - politico y etnicoque siembra el terror en Cuba, Puerto Rico y Costa firme, a donde Hegan los hacendados desposeidos de la Espanola y los colonos franceses del Guarico y Martinica. En agosto de 1796 encontramos a Power en Cadiz y alli se une a la escuadra del Teniente general don Juan de Langara en sus salidas al Mediterraneo. Vuelve de nuevo a Tol6n, un Tol6n republicano, muy otro del que conociera tres afios antes: nuevo contacto con una Francia deslumbrante, sumamente aleccionador por los obligados contrastes con la America septentrional que conoci6 en el tiempo anterior. A poco presenci6 Power una acci6n naval significativa. Su presencia en 1805 en las Antillas, le impedira asistir al combate de Trafalgar, pero ha visto el prenuncio de la ruina de la Armada. A principios de 1797 navega Power en la Escuadra del Mediterra-
4. De Churruca, Cosme Damian: Extracto de los acontecimientos y operaciones de la division, de bergantines destinada a perfeccionar la hidrografia de las Islas de la America Septentrional, bafo el mando del Capitan de fragata . .. Anos 1792 a 1795. Bilbao 1908, p. 14.
31
DoN DIONISIO ALCALA GALIANO
Museo Naval de Madrid neo bajo el mando del Teniente general don Jose de Cordoba y Ramos y el 14 de febrero se enfrenta con las fuerzas inglesas al mando del Almirante Jerwis junto al Caho de San Vicente. La derrota -atribuida en parte a la torpeza del Conde de Morales de los Rios- no peso en su animo pues embarcado en un bergantin, dedicado a comunicaciones y operaciones de descubierta, no intervino en la lucha. Pero al poner pie en tierra no dejaria seguramente de enrojecer ante la indignacion del pueblo de Cadiz, que encontro como siempre un cauce en l~ cancion para expresar agudamente su descontento. En el puerto, en las plazas y en, las ruedas y corros de los nifios gadi tanos, se oyo por mucho tiempo el mortificante estribillo: Remedio de nuestros males, la cabeza de Morales.5 Probablemente no se conocieron. Pero merece consignarse el hecho de que otro espectador, no menos despierto, presenciaba al igual que Power, el desastre de San Vicente: Jose de San Ma.rtin, embarcado con el regimiento de Murcia en esta campafia. En diciembre de 1798 salio de Cadiz para Vera5. Fernandez de Castro, Carmen: E l Almirante sin tacha y sin miedo. 1Vida del Capitan General, de la Armada Espanola don Federico Gravina y Ndpoli . Cadiz, 1956, p. 214.
32
cruz, de donde volvenl. en la primavera, arribando a Santofia el 13 de mayo de 1799. La noticia, intrascendente en apariencia, adquiere importancia en raz6n del jefe del convoy de regreso, don Dionisio Alcala Galiano, habilisimo mareante, cuyos extraordinarios conocimientos pudo apreciar el joven oficial. Tai vez deba a sus recomendaciones el ascenso inmediato, pues a fines de afio pasa a desempefiar el cargo de ayudante del Teniente general Moreno, que dirige la escuadra surta en el Ferrol. Alli presenci6 en agosto de 1800, el desembarco de los ingleses en la playa de Donifios y su consiguiente rechazo por las fuerzas de la plaza. Los movimientos del convoy ingles en aquella ocasion corresponden a la misma tactica empleada en Puerto Rico en 1797: desembarco en playa abierta pero a salvo de los fuegos de las fortificaciones y asalto a las defensas de primera linea. Exceptuadas las naturales diferencias con la geografia puertorriquefia, Power pudo reconstruir en bloc lo que presenciaron los suyos tres afios antes. Un desastre fortuito cierra este periodo de su vida: en la noche del 12 de julio de 1801, tras cafionearse en la tiniebla, en agua de Algeciras, volaron al tocar el fuego los pafioles de p6lvora dos esplendidos navios, el Real Carlos y el San Hermenegildo. Miembro de la oficialidad del primero, Power se libr6, como el mismo relata en instancia al Rey con fecha de primero de marzo de 1803, por haberse trasladado con el General MOTeno a la fragata Sabina unas horas antes. Vuelve a Puerto Rico en diciembre del 1801, una vez firmados los preliminares de la Paz de Amiens. Comienza ahora la etapa mas notable de la Carrera naval de Power, la que perfila definitivamente el caracter americanista de SU gestion politica en Cadiz y sobre todo, la que lo relaciona, mediante el contacto directo, con las fuerzas vivas de Costa Firme. La muerte de su padre y el cuidado de su madre y cinco hermanos menores retienen a Power ocupado en asunt9s de testamentaria el afio de 1802 y parte del 1803. En marzo del ultimo pide pr6rroga o destino en los Correos de Costa Firme y en efecto le es concedida la primera por seis meses. Mas adelante se le concede el destino solicitado y asi lo encontramos llevando la correspondencia publica y oficial de 1805 a 1808. Su empleo se vuelve muy pronto tan crespo como el mar que cruza, a causa de la guerra con Inglaterra, que vuelve a abrirse en 1804. La pericia adquirida gracias a su temprana dedicacion a la carrera naval, va a despuntar con brillantez insospechada en estos afios. Una relacion del Administrador de Correos de San Juan al baylio don Frey Antonio Gil de Lemus , con fecha 11 de junio de 1808, da una idea del valor, la decision y los conocimientos de Power, al burlar en medio de condiciones dificilisimas la vigilancia y persecucion de las unidades de la Marina Inglesa.
La movida relacion del Administrador de Correos basta para calibrar la destreza marinera de Power y su bien asentada popularidad, que le merecio "el aplauso general de la ciudad".6 Tiene por entonces treinta y tres afios de edad y esta plenitud vital esta sazonada por un temple que debe su grandeza al rudo aprendizaje del mar. <!Que ha ocurrido aparte los lances propios de su carrera en la vida de Power durante los tres o cuatro afios de servicio entre la Guayra, Puerto Cabello y San Juan de Puerto Rico? En sus arribadas ordinarias, Power subio mas de una vez a Caracas. A nadie se ocultan las relaciones de Puerto Rico con aquella provincia y las gentes de la ciudad. Pero el testimo· nio directo supera con creces las conjeturas: Power se encontraba en Caracas en el momenta de la llegada de Lamanon, el emisario £ranees, con las proposiciones de sometimiento al nuevo orden y a la nueva dinastia. El 14 de julio de 1808, Power, que probablemente estaba en la Guayra, vio llegar al comisionado a bordo del "Serpent" y ya sea en comision de su cargo o por motivos de indole personal, se traslado a Caracas donde pudo presenciar el dia 15 su entrada y recibimiento.7 Amistades, relaciones incluso tal vez de caricter secreto, vinculan a Power con Venezuela. Podemos av.enturar la hipotesis de su iniciacion en la logia masonica de P uerto Cabello - tal vez solo lautarinadC'!scubierta por el Arzobispo de Caracas don Francisco de Ibarra (1800-1806) segun refiere en sus Memoriales a Fernando VII su sucesor Colly Prat, ·frecuentada por los oficiales del apostadero. 8 Bien conocido es el caracter eminentemente revolucionario y encubridor de estas sociedades en Hispanoamerica durante los tiempos iniciales de la Independencia, lejos todavia del aire anticlerical virulento que adoptarin con el ti empo. El afio de 1809 se lleva: a cabo en las Antillas una empresa cuya significacion en el proceso de separaci6n de la Metropoli ha sido sefialada tiempo ha. Se trata de la reconquista de Santo Domingo. En la cronologia de Power parece significar tan solo otra afortunada intervencion de caracter guerrero, en lucha esta vez con el £ranees, amigo de ayer. Durante tres 6 . Expediente personal de D. Ram6n Power. Archivo hist6rico de Marina D. Alvaro de Bazdn . El Viso del Marques. Ciudad Real. 7. "Yo he vista aquella ilustre ciudad y a todas sus Provincias diir las mds sef!aladas pruebas de su acendrado patrio· tismo y lealtad en muy repetidas ocasiones; y md~ singular· mente, cuando llegaron a Caracas los emisarios de Bayona que en cierto modo sorprendieron al gobierno de aquella capital" .. . Reflexiones sobre el estado presente de la America, en: Cartas, discursos y articulos de Ramon Power Giralt. Ciudad Trujillo, Reptiblica Dominicana 1952, p . 28. 8 . Coll y Prat, Narciso, Arzobispo de Caracas: Memoriales sabre la independencia de Venezuela. Academia Nacional de la historia Caracas, Venezuela, 1960. p. 130.
meses, custodia con sus embarcaciones la desembocadura del Ozama y en julio, cubier to de gloria, es recibido en San J uan cori. arcos triunfales y festejos. No se trata esta vez - y de ello debieron tener conciencia los hacendados criollos y el patriciado de San J uande una nueva operacion de guardacostas. Desde Puerto R ico 9 se ha proyectado el plan de invasion y en la Isla se ha constituido en parte la primera "junta" americana, que por su caricter bien merece el titulo de Soberana. El odio a las transferencias territoriales -a las que tantas veces se vio expuesto el mismo Puerto Rico- se refleja en la proclama, publicada en San Juan y dirigida a los naturales de Santo Domingo: "esa isla ha pertenecido siempre a la Espana y solo la necesidad y la f alta de energia la hizo pasar a dominio extrano", dice una de sus . frases. Por si y ante si, una vez conocida la acefalia del Reino y la sublevacion de las ciudades de la Peninsula, los dominicanos organizan la lucha por su propia independencia, nacida del mismo paisana je. No en vano, nombrado gobernador e intendente Sanchez Ramirez por la Junta, firma un tratado con In. glaterra. 1 0 Cierto que Santo Domingo se incorpora a la Corona en ese mismo julio, pero estas sefiales de autogobierno no pudieron menos de impresionar a los que, como Power, presenciaron de cerca los acontecimientos e intervinieron de manera decisiva en su culminacion. Terminada la empresa dominicana, Power, elegido ya representante a la Junta Suprema Gubernativa del Reino, vuelve para instruirse en el desempefio de sus nuevas tareas. · Honores de Capitan General, nombramientos de regidor decano y capitular honor~rio por los Cabildos civil y eclesiastico son los homena jes mas sefialados que redbio por aquellos dias, entre los que descuella el 16 de agosto de 1809, por ser la fecha en que tuvo lugar la ceremonia, tantas veces citada y comentada, de la entrega del anillo episcopal de Arizmendi al representante de Puerto Rico. Viene ahora un periodo de espera forzada, ~ntere sante porque en el va formando Power una imagen de Puerto Rico que sus constantes viajes y los estudios a que le obligaba su profesion, le habian impedido completar 1lasta entonces. En este sentido, su Comunicacion a la Junta Suprema, con fecha de 30 de agosto, parece sefialar todo un programa. Mientras los Ayuntamientos remiten sus instrucciones -dice- "he juzgado muy conveniente ocuparme en adquirir escrupulosisimamente cuantas noticias puedan ser condu· centes al mds puntual y exacto desempeno de las
9 . Ramos, Demetrio: Los "Motines de Aranfaez" americanos y los principio's de la actividad- emancipadora. Separata al ntim. 5 · 6 del Boletln Americanista, Facultad de Filo· sofia y letras. Universidad de Barcelona, p. 149. 10 . Ramos, Demetrio: 0 cs, p. 150.
gravzsimas obligaciones que m e impone m i actual ministerio." R econoce con sencillez las lagunas de sus conocimientos, que propone remediar y traza una imagen Iastimera de Ia Isla... "Aqui no basta emplear aquellas medidas regulares y ordinarias que serian suficientes en otras Provincias, sino que ademds es de absoluta e indispensable necesidad apelar a recursos extraordinarios para levantar desde cimientos el magnifico temp lo de la felicidad publica . . . " 11 Ya en este momento suponemos que le asiste en calidad de secretario don Esteban de Ayala, interventor de Correos de Puerto Rico y persona, en palabras del profesor Cruz Monclova, 12 de reconocida ilustraci6n. Debe ser Ayala el redactor de gran parte de Ios discursos, oficios y comunicaciones de Power desde estas. Lo acompafiara a Cadiz, sera desde antes objeto de las iras del g_o bernador Melendez y estara a su lado a la hora de Ia muerte. Lo complicado del asunto no nos permite . tratar con el debido detenimiento el tema de Ia enemistad con el Brigadier Melendez. Entre otros documentos, una representaci6n del 19 de octubre de 1809 dirigida a Ia Junta Central, da idea aunque parcial de Io que significaron estos ultimos meses en Puerto Rico para Power. Desaires en Ia Iglesia de San Francisco y en Ia Catedral, con ocasi6n de ceremonias publicas, alusiones hirientes a su persona, encarcelamiento de su secretario, en fin, una cadena de ofensas que hoy, en una sociedad menos jerarquizada, pueden no parecer tales pero que en 1809 y ostentando Power Ia representaci6n de Ia Junta en su tierra, tenian el sabor inconfundible del insulto. Inquina personal o enemistad politica - o ambas cosas a Ia vez- la voluntad tenaz y adversa del Brigadier Melendez, perseguira a Power hasta su muerte. La Iimitaci6n de sus facultades y Ia denuncia publica de sus manejos no le seran perdonadas por el terrible Brigadier. El mismo afio de 1809 presencia la desaparici6n de Ia Junta Central en Espana tras los sucesivos desastres sufridos en Castilla y Catalufia. Disuelta y reemplazada por el Consejo de Regencia y convocadas Cortes por decreto de 14 de febrero del 1810, sali6 Power electo a primera suerte. El 31 de mayo se encontraba ya en Cadiz y las amistades que por relaciones de familia o de su profesi6n de marino cultivara en otros tiempos, le merecieron de nuevo en el largo plazo del verano, la estima general de que es prueba palpable su elecci6n para vicepresidente de las Cortes en Ia segunda sesi6n (25 de septiembre) resultando electo por una mayoria absoluta de votos.
11. Archivo hist6rico Nacional, Madrid, Secci6n de Estado, legajo 60, documentos 49 y 50. 12. Cruz Monclova, Lidio : Historia de Puerto R ico (Siglo XIX) To m a I (1808 -1868) 2~ edici6n. Universidad de Puerto R ico, 1958. Pagina 38.
34
D ON FEDERICO DE GRAVINA
] efe de Power en su prim era ex pedicion N aval: T oldn - Retrato en el M useo N aval de Madrid. EI hecho de ser por algun tiempo el unico diputado americano en propiedad, entre meros suplentes de los propietarios que se hallaban en camino, le confiere una autoridad excepcional, a Ia que debi6 seguramente, entre otros motivos, tan cerrada unanimidad en su elecci6n. En Ia misma sesi6n aparece junto a Mejia de Lequerica, Lisperguer, Leyoa, Inca, el Marques de San Felipe y otros diputados en Ia Comisi6n de Americanos formada para arbitrar el modo mas conveniente de publicar el decreto de instalaci6n de las Cortes. Tai prisa se dieron, que en Ia sesi6n de la noche ya habian acordado Ios comisionados Ia forma conveniente. Aunque el Diario de las Cortes rio Io menciona, Power debi6 encontrarse entre los diputados que hicieron uso de la palabra, por la autoridad de que aparecia investido y- sobre todo por la perfecta identidad de los sentimientos que refleja el texto del acta de esta sesi6n, cori su pensamiento sobre los asuntos de America, resumido en sus exposiciones sobre la materia. Dice asi el Diario : "Manifestaron algunos de estos seiiores que era necesario hablar al mismo tiempo a la America de su igualdad de derechos con los espaiioles europeos, de la extension de su representaci6n nacional coma parte integrante de la Monarquia y en fin, de la amnistia o par mejor decir, olvido, que convendria conceder a todos los estravios ocurridos en las desavenencias, de algunos paises de America ."
La petici6n fue desestimada por el momento, con la inicial invidencia de las Cortes gaditanas para los problemas de America, aunque las declaraciones solici tadas se hicieron mas tarde. Power, como los otros diputados americanos, viven en un Cadiz adverso. La hermosa ciudad andaluza no podia ver con buenos ojos los puertos de America abiertos al trafico internacional, ruina de su propio comercio. El celo de la Junta gaditana se manifiesta en este sentido y por estos dias al cerrar el puerto para que las noticias de lo acordado en Cortes no produjeran malos efectos en America, medida que fue desestimada por el mismo Congreso. La intervenci6n mas brillante de Power respecto a la totalidad de los paises americanos, ocurri6 en los primeros dias del afio 1811. En la sesi6n del dia dieciseis, ley6 su "Voto sabre )a proposici6n de las diputados americanos acerca de la igualdad de la representaci6n de las Americas a la de Espana".H No necesita comentarios esta pieza oratoria, carente de la elegancia y de la brillante elocuencia de los discursos de un Mejia de Lequerica, pero clara y precisa con la valentia que criara su autor en los largos afios de la vida del mar. Por decreto del 16 de octubre de 1810, las Cortes habian declarad.o a las Americas "parte esencial e integrante de la monarquia espanola, con derecho a la representaci6n soberana." Y Power se convierte en vocero de las libertades del hombre americano en Cadiz, pues unos meses despues, ya se buscan pretextos para escapar al cumplimiento de una declaraci6n por tantos motivos oportuna: " ... Los derechos del hombre .... son siempre los mismos y nunca puede perderlos, sea cual fuere el lugar en que la naturaleza le hizo nacer . . . estos derechos sagrados son imprescriptibles. . . jamas d hombre puesto en sociedad, ha debido sacrificar una mayor porci6n de su libertad, que aquella absolutamente necesaria para conservar su seguridad." Una vez afirmados estos principios generales, Power pasa al ataque: "La voz de un corto numero de representantes, ahogada par una mayoria excesivamente considerable, jamds podrd tener en este augusto Congreso aquella fuerza, aquella dignidad ni aquel inf lujo que moralmente les pertenece. Y asi es que las Americas, estdn representadas en las actuates Cortes extraordinarias con diferencia, porque no lo estdn ni en el numero, ni en el modo, ni en la forma correspondiente a sus derechos." La clausula mas interesante en este discurso y que no parece ser un mero artificio ret6rico, la siguiente declaraci6n, que saltando sobre las lineas desnudas
13. Diario de las discusiones y actas de las Cortes. Toma primero, Cadiz: en la Imprenta Real, 1811. Paginas 421-425.
de su hoja de servicios, nos abre un horizonte mucho mas amplio en relaci6n con su conocimiento profundo de la realidad americana: El servicio de mi profesi6n -dice- m e ha conducido alternativamente a muchos de las principales puntos de ambas Americas y esta concurrencia accidental, unidas a otras varias, me ha hecho conocer el coraz6n y opiniones de sus naturales. Yo he sido testigo de las males que les af ligen y mds de una vez he oido sus quejas acer ca de la facilidad con que el Gobierno les ha presentado perspectivas alhaguenas, pero siempre distantes de una felicidad de la que nunca han disfrutado." Power ha conocido tambien la America meridional. Y estas experiencias irremplazables lo colocan aventajadamente sobre los otros diputados de America en Cadiz. La clara vision de la problematica americana lo inclina al pesimismo, a pesar del objeto de sus representaciones o bien precisamente a causa de el. Las Cortes no han de llamarse a engafio: "Observemos en fin queen las Americas hay gentes ilustradas y un pueblo quejoso par el olvido, la humillaci6n y el injurioso desprecio con que siempre se les ha mirado". La batalla por la patria puertorriquefia apart6 pronto a Power de la defensa de los intereses colectivos de America. La supresi6n de las facultades omnimodas, la separaci6n de la Intendencia del gobierno general de la Isla, las libertades y franquicias de tipo comercial y econ6mico que obtuviera para su pafs mediante el decreto de las Cortes de 28 de noviembre de 1811 y el trabajo de las diversas comisiones a que perteneda, absorbieron su atenci6n. Por otra parte, no era un orador consumado y tal vez por su misma profesi6n, amigo de pocas palabras. No ha de olvidarse, sin embargo, su intervenci6n en la declaraci6n de igualdad de derechos de americanos y espafioles, en la que aparedan incluidos los indios y el debatido asunto de las castas. Todavia, como tantos otros puntos de la personalidad y de la obra de Power, no conocemos cabalmente SUS intenciones politicas en el ultimo afio de SU Vida. Sohre ello queremos proyectar alguna luz. Es sabido c6mo, por ley natural, dentro del mismo Cadiz se formaron entre los diputados las pefias y grupos de amigos, constituidas invariablemente por la comuni6n de unas ideas. El IO de junio de 1813 muri6 don Ram6n Power, vi'.ctima de la fiebre amarilla, en su residencia de la calle del Molino numero 49. Dejaba por albaceas testamentarios a su madre dofia Josefa Giralt, al diputado de Coahuila don Miguel Ramos Arizpe ya don Esteban de Ayala. Delos tres, es el segundo el que llama nuestra atenci6n. Hombre generoso con sus amigos, luchador infatigable por la independencia americana, debi6 cuidar a Power en SU ultima enfermedad, cuya inmunizaci6n habia adquirido al contraer el morbo en el navio que 35
lo conduda a Espafia, en 1810. Siempre que ocurria algun incidente ofensivo para los diputados americanos, repetia a sus conocidos: "Esto, amigos . . . no tiene mds que un remedio: el cura Hidalgo," aludiendo a la revolucion comenzada en Mejico, a la que era muy adicto. Preso por Fernando VII en 1814, tal vez no le acusaran en vano sus jueces de estar en contacto con toda las Juntas Soberanas de America y si a ello afiadimos el ser coetaneo de Power, podemos suponer que no era una nueva afinidad superficial lo que los unia, sino que una identidad mas honda: la de unas mismas ideas, los habia vinculado en el breve tiempo de su amistad. 14 cPlanes emancipado14. Robles, Vito Alessio: Nota biografica en: Ramos de Arispe, Miguel: Discursos, Memorias e informes. Ediciones de la Universidad Nacional Aut6noma, Mexico, 1942. Pp. XI-LV.
36
res de Power para Puerto Rico? La investigacion aclarara con el tiempo el enigma. Las efimeras Cortes gaditanas, generoso remedio de una generacion joven a la patria espafiola, no lograron de inmediato su objetivo. Los ojos de Europa contemplaban la audacia, no siempre acertada, de los que ansiaban un nuevo rostro para Espafia. Su constitucion fue la ultima aportacion hispanica en lo politico al mundo europeo. Napoles, Piamonte, Cerdefia y Lisboa la adoptaran con los afios, y asi, mediante los tres primeros estados, los espafioles se colocan en los origenes del Risorgimento. Y entre ellos, espafioles europeos o americanos, con la hermosura de entendimiento que atribuia a los U.ltimos el benedictino Feijoo, el diputado de Puerto Rico, don Ramon Power.
Ramon P o wer Por Lmro CRUZ MONCLOVA
J
USTO ES, QUE, EN PAREJA CORRESPONDENCIA A LOS valiosos Servicios que prestara a Ia patria comun, rindamos hoy un homenaje de encendido carifio y sincera gratitud, a la amada memoria de don Ram6n Power Giralt; -aquel distinguido y benemerito criollo que, con plena conciencia de las naturales y amorosas relaciones que Iigan al hombre con el medio geografico y humano que presta abrigo a su cuna, fue el primero, en dar el duke nombre de patria a Ia tierra nativa; el primero en Ilamarse puertorriquefio; el primero en Ilamar compatriotas a sus coterraneos, los naturales de Puerto Rico; y, el primero, en inscribir en el naciente c6digo de la puertorriquefiidad, el hermoso precepto que convierte en imperativo etico, en norma fija de Ia conducta de Ios puertorriquefios, en su primer deber u obligaci6n: el dirigir nuestros prop6sitos y empefios al bien y la felicidad de nuestra tierra. La breve, pero fecundisima, vida publica de Power, se desenvuelve cronol6gicamente entre las dos fechas que enmarcan el transcurso de la Guerra espafiola; Ia de 1808, cuando comienza con Ia invasi6n de Napole6n Bonaparte, y, Ia de 1813 cuando termina con Ia Batalla de Leipzig. Tan memorable acontecimiento, que asombra tanto por su espontaneidc;id como por su simultaneidad, si tuvo por determinante primerio el profundo sentimiento patri6tico del pueblo espafiol, bien pronto uni6 a este un robusto y generoso interes reformista, que hicieron de consuno de Ia Guerra de Independencia una lucha contra el invasor y una potente revolucion politica dirigida contra los invetrados abusos de Ia monarquia absoluta vigente en la Peninsula desde los albores <lei siglo XVI. "La organizacion de la guerra -afirma un eminente historiador espafiol-; los pequefios triunf os que los espaifoles iban alcanzando, la idea de una Constitucion politica y la necesidad de interesar al pueblo en
aquella lucha, haciendole esperar de SU buen exito, coma complemento de su independencia, derechos y franqui cias; inspiraron el pensamiento de reformar politicamente el pais; y las personas, que puestas por la voluntad del pueblo frente al movimiento nacional, veian mas de cerca su herocidad y sus sacrificios, procuraron que aquella guerra, hecha por el pueblo, fuese ben eficiosa para el pueblo; y por eso amalgamaron la idea de la reforma a la idea de la independencia". Para Ia consecuci6n de tan elevados empefios, la naci6n espafiola puso en juego, todos los recursos de que disponia. Pero, las dolorosas alternativas de aquella lucha, sostenida contra tan aguerrido adversario, la hicieron volver los ojos, en demanda de ayuda, hacia las colonias de America. Y, ya no demor6 el momento, en que estas, comenzaran a sentir el influjo del magno acontecimiento de la Metr6poli. ¡ EI primer enlace de Puerto Rico con los sucesos de la Peninsula se realiz6 en Ia tarde del 24 de julio (1808), cuando en la corbeta intrepida arribaron a San Juan, los capitanes don Manuel Francisco Jauregui y don Juan Jabat, quienes en activa campafia de propaganda recorrian las colonias, como representantes de la Junta de Sevilla, la primera de las juntas provinciales espafiolas que habia declarado la guerra a N apole6n y la primera tambien que habia enarbolado la bandera de la reforma politica. Recibidos por el gobernador, mariscal don Toribio Montes, los dos comisionados le impusieron de los sucesos de la Peninsula; le hicieron entrega de varios despachos oficiales; y recabaron su intercesi6n personal para obtener la ayuda econ6mica del pueblo de la Isla en favor de Ia causa de Ia Metr6poli. El gobernador correspondio, con solicito entusiasmo al requerimiento. Y, al dia siguiente, se pregonaba por Ia ciudad Ia proclama de la Junta de Sevilla declarando la guerra a N apoleon. Se juraba solemnemente al rey don Fernando VII. Y, se exhortaba al vecindario a prestar
37
â&#x20AC;˘ su concurso a la causa espafiola, en vistoso acto celebrado en la Plaza Mayor, en que par ticiparon el gobernador y los dos comisionados; y, despues del cual, buena parte de los vecinos se entreg6 a expansivas demostraciones de jubilo; la artilleria hizo repetidas salvas; las iglesias repicaron las campanas; y en la Catedral se verificaron solemnes ceremonias religiosas. A fines de agosto o principios de septiembre (1808), llegaba a la Capital, en calidad tambien de comisionado de la Junta de Sevilla, el marques de Real Tesoro, quien, despues de reiterar las demandas de ayuda pecuniaria, procedi6 a rendir detalladas noticias sobre la decisi6n de los espafioles contra las agresiones de Bonaparte, los esfuerzos con que luchaban en defensa de su honra y su rey y las ventajas conseguidas en Zaragoza, Valencia y Ballen, las que el gobernador se apresur6 a publicar en un numero extraordinario de la Gazeta del Gobierno, el cual hizo circular profusamente por toda la isla. Y, ya poco despues, todos estos primeros contactos de Puerto Rico con los sucesos de Espana quedaban robustamente solidados, cuando la Junta Suprema y Gubernativa de Espana e Indias, constituida en reemplazo de las Juntas Provinciales y presidida por el conde de Floridablanca, correspondiendo a las demostraciones de adhesi6n y generosos donativos de los dominios, procedia a expedir un decreto, fechado el 22 de enero de 1809, por virtud del cual se reconoda a todas las colonias, y a Puerto Rico en particular, juntamente con la categorfa de parte integrante de la monarquia espafiola, el derecho de tener un represen. tante en el seno de la propia Junta Suprema. Expresi6n de la tendencia reformista enarbolada por los directores de la Guerra de Independencia, dicho decreto adoptaba las generosas ideas que venian modificando la drastica naturaleza del antiguo derecho colonial, preconizadas en Inglaterra, entre otros, por Bacon, Smith, y Wilberforce; en Francia por Montesquieu, Voltaire, y Diderot; en Rolanda por el no menos eminente Dirk van Hagendorp; y, en la propia Espana, por el conde de Aranda, el marques de la Sonora, don Bernardo Ward y don Gaspar Melchor de Jovellanos. Y, el mismo marcaba el trinsito o tramonto del antiguo sistema colonial de tipo administrativo conforme al cual la organizaci6n, desarrollo y direcci6n de la colonia, como entidad inferior o tributaria, radica en la Metr6poli, a un sistema colonial de tipo asimilista, dentro del cual la colonia queda asemejada, aparejada, asimilada a la Metr6poli, y como parte integrante de esta, disfruta de una organizaci6n juridica semejante que asegura a los nativos una participaci6n directa en el gobierno. Recibido el decreto, el gobernador no demor6 un instante su ejecuci6n. Y, el 29 de abril (1809) , dirigia a los_Ayuntamientos de San Juan, San German, Aguada, Arecibo y Coamo, que eran los que debian 38
intervenir en la elecci6n del representante por Puerto R ico en ia Junta Suprema de Espana, un extenso oficio glosando el contenido del decreto y exhortandoles a su cumplimiento. El oficio del mariscal Montes produjo profundisfsimo interes entre los miembros de dichos ayuntamientos, y, no menos, entre las gentes que fueron adquiriendo pronto conocimiento del mismo. Pero, desde el primer momento qued6 frustrado, por efecto de la propia importancia del decreto, el deseo paternalista del gobernador de que se evitara el espiri,tu de partido. Pues, para la generalidad, aquella medida vino a constituir, una proficua esperanza, el anuncio de una epoca que habia de sefialar el principio de nuestra posteridad, y, aun mas, el fin de nu.estros males, es decir de los numerosos males que elrcentralismo absolutista, con su sistema colonial de tipo administrativo, habia producido en todas las esferas de la vida de la Isla, dominada por una porci6n de individuos privilegiados, que sin mas dotes que su condici6n de espaiioles, disfrutaba los oficios, destinos y empleos de mayor distinci6n y sabia darse buena mafia para sacar pingiies ganancias de la dura y flaca realidad de la colonia, mientras las grandes masas criollas, vivfan prete ridas y arrinconadas en su propia tierra. En tales circunstancias, resulta harto natural que la gran mayorfa de los nativos y algunos peninsulares generosos, recibieran el decreto de 22 de enero con jubiloso entusiasmo. Y que, tanto el tajante desnivel entre la dura realidad que hallaban en torno suyo y el elevado alcance de las concesiones y promesas formuladas por la Junta Suprema, como la radical disparidad entre aquella y las necesidades de Puerto Rico, bastaran a impulsarles a la acci6n inmediata, puesta la fe en que la nueva politica metropolitana estaba dirigida a hacerles cumplida justicia, reconociendoles por iguales en derechos a los de la Peninsula y otorgindoles la misma participaci6n en el gobierno de la Isla. Pero, la promulgaci6n del decreto, result_6 tambien bastante, para que frente a estos se¡ colocara de seguido el grupo de privilegiados de la administraci6n y de los monopolistas de la riqueza mercantil, compuesto por numerosos espafioles y algunos insulares. Y, para que, movidos por el temor de cualquier cambio que pudiera poner en peligro SUS intereses, estOS Se dispusieran a sostener y defender el regimen vigehte. El 4 de mayo (1809) se reuni6 el Ayuntamiento de San Juan para verificar la elecci6n de su candidato para representante por Puerto Rico ante la Junta Suprema. Correlativamente se verificaron las respectivas elecciones en los ayuntamientos de Aguada, Arecibo, San Germany Coamo. Y, verificado el sorteo de los cinco candidatos el 16 de junio siguiente durante una reuni6n celebrada en La Fortaleza por los miembros de la Junta Electoral bajo la presidencia del nue-
vo gobernador, brigadier don Salvador Melendez Bruna, sali6 a la primera suerte, el teniente de navio don Ramon Power Giralt, militar puertorriqueiio nacido en San Juan en 1775; quien habia cursado estudios en Francia y Espana; habia viajado extensamente por America; y, cuyas ideas reformistas eran bien conocidas. Hecha la proclamaci6n, el gobernador dirigi6 a Power Giralt, quien a la saz6n se encontraba en Santo Domingo participando en la guerra que sostenian alli los espaiioles contra los franceses, una expresiva comunicaci6n notificandole el nombramiento, fdicitandole por el mismo en merito a sus superiores cualidades para desempefiarlo, y, llamandole a Puerto Rico para recibir las instrucciones pertinentes, no obstante su verdadero criterio de que ningun nativo debia ocupar destinos o empleos de distinci6n porque esto - deciarecarga la vigilancia del gobierno. Cuando, poco despues, Power Giralt regresaba a San Juan, fresca todavia la victoria conquistada en Palo Hincado, el pueblo y las autoridades le recibieron con la consideraci6n de un verdadero caudillo, dispensandole las mejores demostraciones de simpatia y aprecio. Himnos, fiestas, areas de triunfo, pinturas alegoricas y conmemorativas - declara un testigo ocular- fueron la expresion del general regocijo . Pbwer acogi6 con noble emoci6n tan calurosas efusiones, correspondiendo a todas generosamente. Asisti6 a una reunion en La Fortaleza. Concurri6 a una sesi6n extraordinaria del ayuntamiento que k otorg6 el titulo de Regidor Decano. Respondi6 con jubilo a las felicitaciones de los demas ayuntamientos. Y, ya mas adelante, cumplimentaba con una visita de despedida al Cabildo Eclesiastico que acord6 reciprocar su cortesia con una ceremonia publica. La ceremonia - que habia de adquirir particular significaci6n hist6rica- se verific6 en la iglesia Catedral a las diez de la maiiana del 16 de agosto (1809). Y, a la misma, ademas de numerosisima concurrencia oficial en la que figuraban el brigadier Melendez y otros altos funcionarios militares y civiles, asistieron nutridas representaciones de la sociedad criolla, siendo Power recibido, con notoria deferencia, por el Cabildo en pleno. Iniciada la ceremonia, hizo de uso de la palabra Power Giralt, quien, con sobria pero vehemente elocuencia, habl6 sobre los deseos que me animan respecto de mis compatriotas, los naturales de Puerto Rico; y, de los propositos que tengo de desempenar la comision que se me encomendado en bien y por la felicidad de la ,,patria. Ya luego, y para cerrar el acto, habl6 el Obispo don Juan Alejo de Arizmendi, primer y unico puertorriquefio que ha ocupado la di6cesis de Puerto Rico. -Toda lo que habeis prometido -comenz6 manifestando- lo esperaba el pueblo y la Isla entera de su
buen hijo, cuyo espiritu catolico, lleno de patriotismo y caridad todos reconocemos . .. Pero, al llegar a este punto, visible y profundamente conmovido, se detuvo. Se adelant6 hacia el Presbiterio. Se despoj6 de su anillo pastoral, y como urgido por intimo y apretado sentimiento, lo deposit6 en las manos de Power Giralt :
-Como prenda segura -termin6 diciendo el Obispo con voz solemne que tan pronto vibraba de energia como se velaba con acento de irreprimible emoci6n-, que os afirmard en la memoria vuestra resolucion de proteger y sostener los derechos de nuestros compatriotas, coma yo mismo la tengo de morir por mi amada grey. Por entonces, buena parte del elemento criollo que clamaba por franquicias en su propia tierra comprendi6 a plenitud la significaci6n y alcance de aquella ceremonia, que, sefiala el glorioso momento, cuando, - en aquella mafiana memorable del 16 de agosto de 1809, al conjuro de las emocionadas palabras pronunciadas por Power y Arizmendi bajo los muros seculares de la Iglesia Catedral de San Juan y a la sombra iluminada de la Cruz Redentora- halla su primera expresi6n el sentimiento regional. Cuando, despues de tres siglos, del fondo abullente de la convivencia de las razas hispanica, india y africana en el suelo de la Isla, emerge con propia conciencia la sociedad criolla. Cuando comenzamos a dejar de ser una muchedumbre de gentes colecticias, un mero conglomerado de seres vivientes, un gentio ,inorganico y promiscuo, una simple colecci6n de material etnografico, y mostramos ya rasgos de la coherencia social. Cuando cobra categoria rectora el sentido colectivo. Cuando la palabra nosotros conquista entre los hijos de la Isla un sentido gentilicio. Cuando se manifiesta ese espiritu de cuerpo que Montesquieu llama I' espirit de nation; Gidding llama conciencia de afinidad; Gumplowiec llama syngenismo; Sumner llama etnocentrismo; Cooley llama nos-sentir; y, Geyl llama el sentido de pertenecer juntas. Y, en fin, cuando al llamarnos y tenernos por puertorriquefios, adquirimos conciencia de que todos somos el sujeto de una historia comun; toma ser y presencia nuestra personalidad de pueblo; y, el culto a la tierra nativa adquiere alcance multitudinario. Pero, en cambio, ella llen6 de huraiias aprehensiones a los representantes de la privilegiada casta colonial y tanto mas al gobernador, quien, luego de varios manejos para dificultar las gestiones de Power; oponerse a que nombrara para el empleo de secretario ~ don Esteban de Ayala; y disponer que no se le abonara el sueldo de representante hasta el momento de su instalaci6n; procedi6 a dirigir a la Junta Suprema un largo oficio, tachando e impugnando la reciente elecci6n de Power Giralt, no obstante haberla aprobado antes, y, haber reconocido a este las mejores cualidades para desempefiar el cargo.
39
Como restJlta obvio, el brigadier Melendez consideraba indisputable, que la relaci6n colonial de la Isla con Espana no tenia mas fundame nto que la mera dependencia; que las afirmaciones puertorriquenistas de Power y Arizmendi entranaban oposicionismo y hasta deslealtad hacia la Metr6poli; y, que el mejor medio para reprimir estos y asegurar aquella, era el ejercicio de la fuerza. Y, como cegado por tal criteria, no akanzara a percibir ni a comprender la significaci6n hist6rica y practica que en el desarrollo social tiene el regionalismo, contra este sentimiento enderez6 el fuego de sus mas duros ataques. Siendo asi, que desde aquel mismo instante, la empresa de ir ganando a los que se mantenian extranos o alejados de la causa de la puertorriquenidad, se convirti6 en tarea dificil, complicada y hasta comprometida. Que muchos de los esfuerzos realizados para conseguirlo, se ban visto contrastados o anulados por diversos factores que han operado nugatoriamente dentro del ambiente colonial. Y, que todo ello, esta ligado a la inconclusa integraci6n de nuestro ser regional, como entidad robusta y vigorosa. Confirmado su nombramiento en una nueva elecci6n, en la que, desafiando la manifiesta hostilidad del gobernador, los miembros del ayuntamiento de San Juan dan buena prueba de su integridad moral, Power se embarca para la Peninsula, a bordo de la corbeta Principe de Asturias, hacia fines de abril de 1810. Y, cuando el 24 de septiembre siguiente, se inauguran las Cortes nacionales espanolas, bajo la presidencia de don Ram6n Lazaro de Dau, en la isla de Leon, frente a Cadiz, alli estaba presente el diputado por Puerto Rico, quien, un dia despues, era nominado, por mayoria absoluta de sesenta y tres votos, primer viceptesidente de aquel Congreso. D'esde ese instante, todos los sentimientos de Power Giralt -como el mismo confiesa-, convergen a dar particular satisfacci6n al intimo anhelo de desempenar con toda eficacia los sagrados deberes que contraidos con ese Zeal y generoso pueblo representado por mi en este Congreso. El primer pensamiento de Power se dirige a la dignificaci6n politica de los puertorriquenos. Para ello -segun su criteria-, era menester que se derogase el viejo sistema colonial de tipo administrativo, que inspiraba a los insulares manifiesta repugnancia porque sus cadenas nos abruman y no nos dejan dar un paso hacia adelante; y, que estos calificaban de desp6tico, arbitrario y tirdnico. Y, que en su lugar se instituyera un nuevo sistema fundado en la ley de la humanidad, y mediante el cual se reconociera a los puertorriqueiios, como hombres naturalmente libres, el disfrute de los derechos de vida, de raz6n y de conciencia que apareja SU propia naturaleza. En otras palabras, Power reclamaba, en forma espedfica y categorica, que la reforma del regimen colonial tuviera por base juridica, el reconocimiento de los derechos 40
naturale.t del hombre en favor y provecho de los puertorriquenos. La campana de Power se vi6 dificultada de continua, tanto por la resistencia de los partidatios del regimen quienes no omitieron medios ni recursos para dejar sentir su influencia en los centros del gobierno metropolitano, como por su representante en la Isla, el brigadier Melendez, quien, atento al mismo objeto, hubo de poner en practica todos los recursos y medios represivos del despotismo, desde la violaci6n de la correspondencia y la suspensi6n de pago de las dietas del diputado, hasta la denuncia, el arresto, el encarcelamiento o el destierro de sus co:rreligionarios, amigos ¡ y simpatizantes. Pero, con todo, los mezquinos manejos de sus opositores, no pudieron impedir que el prop6sito del diputado de la Isla lograra feliz granaz6n. Pues, el 14 de julio de 1812, las Cortes, con el voto afirmativo de Power, promulgaban un decreto haciendo extensiva a Puerto Rico la primera Constituci6n adoptada para regir en Espana, por cuyo articulado se declaraba a la Isla parte integrante o provincia de la naci6n; se otorgaba a los habitantes nacidos libres, juntamente con la ciudadania espanola, los derechos de inviolabilidad de domicilio, persona y propiedad, asi como los de libertad de pensamiento, petici6n, trabajo y votaci6n; y, se reconoda a los ciudadanos el derecho de nombrar, mediante un procedimiento de sufragio universal, un diputado con voz y voto en las Cortes nacionales. Con el prop6sito de dignificar politicamente a los puertorriguenos, se auna y articula en el pensamiento de Power Giralt el laudable prop6sito de reformar el regimen econ6mico vigente, que, inspirado en las teorias de la escuela mercantilista, agobiaba y yugulaba el patrimonio insular. En este orden, la lucha fue aun mas dura y mas ardua que en la primera, ya que, los usufructuarios del monopolio del comercio colonial, se lanzaron de inmediato a combatir su reforma sin tregua y sin cuartel; y, poniendo en juego todos los resortes y subterfugios de su vasta influencia, con. seguian que se declarase ap6crifo y nulo un decreto del Consejo de Regencia autorizando el comercio directo de las colonias espanolas con las naciones extranjeras y sus respectivas dependencias americanas. Pero, Power no se dej6 veneer por la pesadumbre de tan adversas circunstancias. Y, orillando el insalvable vallador levantado por la concupiscencia y los torpes apetitos de los monopolistas, pudo obtener, con el apoyo de las buenas razones que le brindaba el simple cotejo de la que era y debia ser la realidad puertorriguefia, y el auxilio de su voluntad roquiza, que las Cortes impartieran su sanci6n a una ley por virtud de cuyas disposiciones, la intendencia o tesoreria quedaba separada del gobierno general de la isla y emancipada de la intervenci6n directa del gobernador. Se designaba para dirigirla, a propuesta del mismo Power,
l
al notable hacendista don Alejandro Ramirez, los fecundos frutos de cuya gestion administrativa constituyen la mejor prueba del feliz acierto de su recomendante. Se derogaba el tributo llamado de abasto forzoso, el que Power calificaba ¡de injusto, ilegitimo y contrario a los principios de la economia politica, y, otros consideraban yugo insoportable de la agricultura. Se redudan los derechos que pesaban sobre la exportacion de ganado. Se habilitaban para el comercio los puertos de Aguadilla, Mayagiiez, Caho Rojo, Ponce y Fajardo. Y, se autoriza el establecimiento de una Sociedad Economica de Amigos del Pais a imagen y semejanza de las creadas en Espafia por iniciativa del conde de Campomanes. Aunque esta Ley -segun el propio Power-, distaba mucho de constituir a Puerto Rico como debia constituirse para que prosperase en todos los ramos, SUS meritos, consideradas las adversas circunstancias en que se produce, son extraordinarios. No solo porque con ella desaparedan algunas de las graves injusticias que gravitaban sobre el patrimonio insular y se echaban los cimientos para corregir otras injusticias del viejo sistema mercantilista, sino porque con ella se posibilitaba la expansion de algunas de las principales fuentes de nuestra riqueza y se ensanchaba el horizonte de las actividades economicas. Lugar tan destacado como la reforma politica y la econ6mica, tiene en el pensamiento de Power Giralt, la reforma social dirigida al mejoramiento de las condiciones de vida del hombre comun, del desheredado de fortuna, de la victima de la injusticia y el infortunio. Inspirado por sus ideas humanitarias y filantropicas, Power hizo suyos los cruentos dolores que llenaban . la precaria y desgarrada existencia de los componentes de los dos grupos que ocupaban los ultimos peldafios de la sociedad criolla. Se identifica con la situacion del labriego y del esclavo. Y se dispuso a aplicar su inagotable energia al noble empefio de colocar en el Camino de la liberaci6n a SUS coterraneos mas infelices. Asi al labriego, que para poder subsistir se veia compelido a convertirse en simple agregado de algun terrateniente poderoso o a desempefiar, por un misero salario, una jornada de trabajo que se extendia de sol a sol; como al esclavo que venia obligado a vivir en la tristisima condicion de siervo, de cosa u objeto de comercio. Con tales miras, Power presto su endoso a dos proyectos legislativos. A uno, que las Cortes aprobaron, que vino a convertirse en nuestra primera Ley de Tierras, y por el cual se prescribia que se dividieran las tierras baldias del Estado existentes en Puerto Rico entre los labriegos que caredan de ellas y que se obligaran a cultivarlas. Y a otro proyecto, aboliendo la esclavitud, que conmovio tan profundamente SU animo, que sin esperar mas, Power se apre-
suro a dirigir a sus familiares en San Juan una carta instruyendoles para que realizaran todos los preparativos pertinentes, a fin de que cuando llegara el momento, fuera la casa del diputado, la primera de la Capital que se iluminase y engalanase en conmemoraci6n del fausto acontecimiento. Pero, en esta ocasion,, desgraciadamente, las Cortes no hicieron realidad la noble idea de libertad y de igualdad que propugnaba el diputado por Puerto Rico. Tales son los rasgos sobresalientes de la personalidad de Power Giralt; de aquel egregio puertorriquefio que hizo de Puerto Rico su primera devoci6n; de los asuntos de sus compatriotas, su primer interes; y cuyo ideario, inspirado en el precepto de que nuestro primer deber es el bien y felicidad de la tierra nativa, se distingue, para honra y gloria suyas, por su eminente sentido regionalista. Es indispensable subrayar, sin embargo, que como todos los liberales de su tiempo, Power estimo compatibles regionalismo y nacion; juzg6 annonizable patria y metropoli; creyo conciliables los intereses de entidades con desigual soberania; considero que para realizar sus anhelos eran mas apropiados que los medios revolucionarios, los metodos padficos y moderados; y aun tuvo por factible que, por la via de la reconciliacion, se pudiera lograr el retorno de las colonias sublevadas del Continente a una nueva union con Espafia gobernada por los principios de la libertad y la justicia. Con la celebracion de los actos que el Instituto de Cultura viene llevando a cabo en memoria de Power Giralt, no solo rendimos tributo a un hombre cuya jerarquia de patriota se cimenta en la solida y abarcadora preocupacion que tuvo por los valores de la puertorriquefiidad, sino que los puertorriquefios mismos ganamos alta honra al cumplir el deber insoslayable que tenemos de otorgar a nuestros muertos ilustres el homenaje del recuerdo. Asf lo entendieron y practicaron los miembros del ayuntamiento de San Juan, cuando, a raiz de su muerte, ocurrida en Cadiz el 10 de junio de 1813, rendfan el tributo de su gratitud, al digno ciudadano que, desde su eleccion no habia cesado de trabajar con constancia y con amor, por el bien y la felicidad del pueblo, y que bien merece que su memoria sea eterna en los corazones de sus compatriotas. Y, asf tambien lo entendio y practico don Roman Baldorioty de Castro, cuando, al rendirle mas adelante el testimonio de su admiracion, compendiaba su juicio en estas palabras de oro, que constituyen una verdadera y envidiable apoteosis: Power fue un hombre honrado, que tuvo conciencia de sus deberes, y tuvo tambien el valor necesario para cumplirlos.
41
Carrera naval de Don Ramon Power
(1793-1801) Por ARTURO DAVILA
D IFICIL TAREA LA DE INTENTAR UNAS LAUDES DE LAS cosas del mar, cuando apenas se lo conoce por algunas travesias muy breves ni se han experimentado mayores vaivenes que los de las lanchas de la bahia de San Juan en tardes de resaca. A ello, sin embargo, nos abocamos al iniciar con timidez primero y con franco entusiasmo por ultimo, el estudio de Power y de su alta gestion en las Cortes de 1812, que tuvieron por escenario la Patria espafiola asumida en una roca: Cadiz, entre el mar y la frontera francesa, 1 como llamaban los gaditanos de aquellos afios dificiles, con humor indefectible, a las baterias del puente Zuazo. Ni una correspondencia familiar o amistosa, ni un diario de navegacion de Power ha llegado a nuestras manos. Y no nos resignamos a quedar con el descarnado perfil de la hoja de servicios como unico testimonio de catorce afios de navegacion, nueve de los cuales, desde enero de 1793 a diciembre de 1801, transcurren en aguas del Mediterraneo y de la America Septentrional, determinadas sus derrotas por la estrella de Bonaparte, en plena carrera ascendente. El Power de las Cortes es la plenitud lograda de un caracter que se labra en la disciplina de la vida del mar y en el ejercicio continuado de una dura vocacion, cuyas exigencias bordean con frecuencia los limites de lo heroico. Conscientes de esta intima dependencia entre esos largos afios de quehacer marinero y los breves de accion parlamentaria que siguieron, hemos trazado una apretada trayectoria de sucesos de notable interes en los que Ramon Power no fue siempre agente principal, pero asistio de cerca e intervino en mas de una ocasion. Son los ultimos afios del siglo XVIII los que encie1 . Coloma, Luis: 1943, p. 66.
42
Recuerdos de Fernan Caballero, 'Madrid,
rran en su vital intensidad un capitulo de la historia de Europa y del mundo de cuyas consecuencias vivimos hoy. Ellos han conformado la inquieta geografia politica de siglo y medio y estremecido sin cesar una tierra que se nos va achicando a pura sed de conquista. Es, ademas, la Revolucion con su fuerza irresistible la que trae y lleva por los mares a Ramon Power, ubicandolo dentro de un ambito europeo y universal, no importa lo modesto de su papel. Coinciden estas fechas con los ultimos esplendores de la Marina Real espafiola. Los esfuerzos de todo un siglo por crear una armada poderosa y capaz de acudir con eficacia a la defensa de un imperio vastisimo, culminan en el ministerio del baylio Don Frey Antonio Valdes y Bazan. Despues de su dimision, apen~s se detiene la ruina de la Armada por unos afios, y esto gracias a la presencia de Mazarredo en Cadiz, a quien pierde su franqueza ante el favorito Godoy. 2 El 22 de mayo de 1792 sentaba plaza en la Real Compafiia de Guardias-Marinas del Ferrol, "Don Ramon de Power y Guirar natural de Puerto Rico, de edad de 16 afios cumplidos" .3 Creado este cuerpo en 1717, constaba para las fechas que historiamos de tres compafiias: Cadiz, Ferro! y Cartagena. Era en 2. Merece especial atenci6n el informe de Valdes titulado: "Reflexiones sabre el estado actual de ia iHarina ... ", donde recomienda particularmente a Mazarredo, que pudo salvar Ia Real Armada, de ser escuchados Ios consejos de! viejo baylio. Este documento esta fechado en Madrid, el 31 de agosto de 1799. Se encuentra en la obra de Ismael Garcia Ramila: "El Baylio, etc., don Frey Antonio de Valdes y Bazdn". Burgos, 1930, pagina 195 y ss. 3. Li bro Matriz de Guardias Marinas (Compafiia de de Ferro!) Ms. 1071, fol. 439. Archivo G~neral de Marina Don Alvaro de Bazan .
aquel afio capitan de la Com pafiia del Ferro! el Brigadier don Domingo de Grandallana. Dirigia la Academia el primer maestro de ma tematicas, Teniente de Navia don Miguel de los Cuetos, teniendo baj o su direcci6n 69 guardiasmarinas. En nuestra memoria de Licenciatura (1956), nos ocupamos de las calificaciones de Power, brillantes en los examenes de ingreso, para descender sensiblemente meses despues en visperas de su primer embarco. Por cierto que no faltaba en aquellas academias un profesor de baile, guia indispensable en los complicados giros de las danzas dieciochescas, quintaesencia del remilgo del beau siecle. Terminado el periodo de instrucci6n, embarca Power en la fragata Asunci6n 4 el 13 de agosto de 1792, de la que transbord6 a la Santa Elena y de esta a la urea Santa Rita en 14 de noviembre del mismo afio. No serian largas travesias las que ocuparon los primeros meses de mar del flamante guardiamarina, por la brevedad de los transbordos y el hecho de navegar ultimamente en una urea, embarcaci6n destinada en tiempo de paz al transporte de madera entre los arsenales de los tres departamentos maritimos. El afio de 1793 se inicia con su primer ascenso, publicado en la Gaceta de Madrid del martes 5 de febrero (N9 11, pag. 87) y precedido por la noticia del luto de la Corte con ocasi6n de la muerte del Rey Cristianisimo, Luis XVI, "que termin6 su carrera el dia 21 de Enero proximo pasado con una heroicidad igual a sus anteriores infortunios".
4 . Embarcaci6n de 34 cafiones, adscrita al Dept. de Ferro!, construido en dichos astilleros en 1772. Estado Gen eral de la Real Armada, aiio de 1792. Madrid, en la lmprenta Real.
Se avecina la ruptura con la Convenci6n. El 7 de marzo declara esta la guerra a Espafia y el 23 firma Carlos IV un manifiesto en Aranjuez justificando la intervenci6n de sus ejerci tos. El curso de la guerra fue favorable a Espafia en el resto del afio. El general R icardos se in tern6 en el Rosell6n, tomando a Bellegarde el 24 de junio. La caida de la Gironda u n mes antes, el 31 de mayo, precipita los acontecimientos en el mar. Tol6n, siguiendo el ejemplo de Lyon y Marsella, se rebela. Destituida la municipalidad, cerrados los clubs, un comite general sustituye a las secciones. La escuadra republicana, dirigida por el Almirante Trogoff de Kerlessy, anclada en la rada, nada puede hacer, diezmada como se encuentra su oficialidad por la emigraci6n. Entre tanto, la Marina espafiola no permanece inactiva. El Teniente General don Juan de Langara y Huarte queda al frente de la Escuadra del Mediterraneo. Gravina, llegado al Ferro! a principios de abril, recibe la orden de ponerse al frente de una divisi6n de navios, en vista sin duda de la posibilidad de una acci6n combinada. Se le asigna el San Hermenegildo como navio insignia, por cierto de bellisima factura, construido en los astilleros de la Habana. Por real orden de 17 de mayo se habia procedido a armar rapidamente a los navios San Pedro Ap6stol y San Joaquin. Y es aqui, entre los oficiales mayores que figuran en el "Estado del San Pedro Apostol" a la salida del Ferro!, donde aparece el Alferez de fragata don Ram6n Power. Ya navega en un esplendido navio de linea, de 74 cafiones, entre una florida enumeraci6n de apellidos ilustres y nombres que el tiempo ha de hacer notables. Dos aut6grafos de Gravina nos han conservado en toda su frescura la relaci6n de la
43
partida. La graciosa redaccion, con varios italianismos, delata al palermitano que escribe de prisa el parte. Dice asi el segundo: "El dia cinco por la tarde acavo de pasar la revista . de cargamento el ultimo navio y quedamos listos de un todo para dar la vela, amaneci6 el 6 con viento al W. E. bonancible, y hice la sefial de dar la vela, pero al punto de verificarlo se qued6 el viento interamente calma, y llam6 despues al Oeste, asi continu6 todo el dia y el 7 hayer por la tarde llam6 otra vez al N . E. bonansible con Neblina, cerca a el anochecer, esta mafiana amaneci6 lo mismo, hice al amanecer la sefial de zarpar y dar la vela, y ahora que son las cinco, lo voy practicando, con el susodicho viento bonansible, pero con buenas apariencias de refrescar. N. Sefior guarde la vida de V. E. muchos afios. A horde del N avio Ermenegildo, dando la vela del puerto del Ferro! a 9 de julio de 1793''.5 En aquella mafiana neblinosa de julio, debio latir con fuerza el coraz6n del muchacho de diecisiete afios que navegaba por primera vez en son de guerra. La figura amable y marcial de Gravina, con la que se familiarizaron en los ultimas meses, enardeda sin duda aquellos tiernos oficiales en visperas de su bautismo de fuego. El 24 de julio, a su paso por Cartagena -en cuyo puerto no entr6- se unieron a Gravina cinco navios de la escuadra del Marques de los Camachos, los mismos que acudieron en mayo al socorro de Cerdefia. Buen viento debi6 tener cuando el 9 de agosto remite Langara a Madrid su linea de combate, ya completa y firma "a borde de Navia Mexicano, a vela sabre la costa del Rosell6n". EI San Pedro Apostol y el San Hermenegildo navegan a la par, con el Bahama, a la cabeza de la primera escuadra, escoltados por la fragata Nuestra Sefiora de Atocha y el bergantin Vivo. El dia 23 pasa frente a Tol6n la escuadra inglesa de Lord Hood y destaca la fragata Nemesis con el pretexto de entregar 59 prisioneros franceses. En realidad su comandante es portador de un pliego con proposiciones para el Comite General: desarme de los navios de guerra, entrega del puerto y de las fortificaciones y proclamaci6n de Luis XVII. El arsenal y los bajeles permaneceran intactos.6 Aceptadas las condiciones el Almirante Hood aviso a Langara y este pens6 de momenta en enviar a Gravina con los seis navios que pedfa el ingles, pero el sagaz palermitano, que desde el primer momenta advirtio la trascendencia del paso, persuadi6 al viejo general de la conveniencia de ejecutar dicha maniobra 5. Archivo Hist6rico de Marina Don Alvaro de Bazan. Expediciones a Europa, 1793, IV. 6. Lachongue, Henri: Toulon, 1793 . Revista Neptunia, no. 52, 1958, IV, trimestre, paginas 10-14.
44
RAM6N Pown
dibujo de R. Moreira la Escuadra en bloque y en efecto, el 29 de agosto entraban ambas, la espafiola y la britanica, en la bahia de Tol6n. Sohre las diez, iniciaron los navios su lento y majestuoso desfile hacia la rada. Fortificada sucesivamente por Enrique IV, Richelieu y Luis XIV, Tol6n ofreda a los ojos avidos del oficial bisofio una imagen familiar de escarpas, contraescarpas, fosos, revellines y laberintos, como otros puertos mediterraneos: Gaeta, Cadiz, que habia quedado atras al enfilar el Estrecho y sobre todo, aquella ciudad de lndias que ahora se perfilaba nitida en el recuerdo: San Juan de Puerto Rico. El reverbero del sol de la mafiana ;mmentaba la belleza del paisaje provenzal, tan esplendido cuando asoma al Mediterraneo. Las alturas y colinas que rodean la ciudad ludan el verde de sus pinares y sus olivos sobre la masa gris de los fuertes, las baterias y los arsenales. La Escuadra francesa reducida a la impotencia, presenci6 aquel despliegue impresionante de poderio naval y "a las once del dia -dice Langara- no quedaba un navio a la vela, sin que en tan dificil maniobra hubiese el menor descalabro ."7 Lo ocurrido en Tol6n desde el 27 de agosto hasta el 28 de diciembre figura en todas las historias. Con alternativas de varia fortuna, favorable en los primeros meses a las fuerzas combinadas de Espafia e Inglaterra, la defensa de Tol6n debi6 ceder ante el asedio republicano. Ingleses, espafioles, franceses realistas y refuerzos posteriores enviados por los Reyes de Cerdefia y Dos Sicilias, constituian una guarnici6n total 7 . Fernandez Duro, Cesareo: Armada espanola desde la union de los ¡Reinos de Castilla y de Aragon. Madrid, 1902. Torno VIII, pags. 31 y SS.
de 16,912 hombres. Como Gobernador de la plaza quedo el ingles contralmirante Goodall y de General de las tropas, don Federico Gravina. Se peleo con denuedo, llevando el peso de la defensa de las avanzadas los espafioles, a cuyo arrojo debio Gravina la corona de laurel con que le honro la ciudad el 19 de octubre. La lucha era todavia esperanzada el 16 de diciembre, cuando los certeros disparos del artlllero Bonaparte sembraron el panico entre los napolitanos que defendian la fortaleza de l'Eguillette. El general Izquierdo pudo sostener el fuego en una bateria hasta la noche del 18, en que, embarcadas las tropas, se procedio al incendio del arsenal y la darsena grande mientras los espafioles cubrian la retirada, embardndose los ultimos en tanto que los republicanos se hadan duefios de la ciudad. A nado y en esquifes los realistas se llegaron a los navios espafioles, que a nadie rechazaban. El San Pedro Apostol puso proa . a las Islas Hieres y despues de un terrible temporal, arribo a Cartagena el 21 de enero de 1794, donde desembarco 228 enfermos. Sale Power de estas aguas en abril del 94 hacia los puertos de America del Norte, hasta agosto de 1796, cuando vuelve a Cadiz en el bergantin Vigilante para unirse a la escuadra del mando del Teniente General de Langara en sus salidas al Mediterraneo. El 4 de agosto, salian de dicho puerto los 26 navios y 14 fragatas de la escuadra escoltando a 13 buques franceses al mando del Contralmirante Richery, con destino al Gran Banco de Terranova. Pasado el Estrecho sin novedad, retorno Langara, haciendo presas de un bergantin mercante y de uno de los transportes que escoltaba el Contralmirante ingles Mann. Hizo escala en Cartagena, cruzandose camino de Tolon con Jerwis, al que dejo pasar sin mas, a pesar de contar con fuerzas muy superiores. Llego por fin a Tolon, saliendo su escuadra, juntamente con la division de Villeneuve, que se dirigfa a Brest. El ascenso a Alferez de N avio sorprendio a Power en el mar.s Un mes despues, el 6 de octubre de 1796, rompia Espafia con Inglaterra, a consecuencia de la funesta alianza con el Directorio (Tratado de San Ildefonso) . Llamado Langara al Ministerio, le sucedio en el mando de la escuadra el Teniente General Don Jose de Cordoba y Ramos, hombre no tan experimentado en el gobierno de ella como acreditan de Langara los testimonios contemporaneos. El 1 de febrero de 1797 salio Cordoba de Cartagena con destino a Cadiz. A su paso por Malaga recogio un convoy, separandose a la altura de Algeciras el General Nava con los navios Bahama, Neptuno y Terrible y todas las lanchas. El convoy entro el dia 13 sin
l 8. Gaceta de Madrid del martes 6 de septiembre de 1796, no.
72, pag. 734.
novedad en el puerto de Cadiz y la Escuadra, sotaventeando por la fuerza del Este, llego el 14 frente al Caho de San Vicente, en cuyas aguas se encontraba el Almirante Jerwis, avisado desde el dfa anterior por Nelson sobre la vecindad de la escuadra espafiola. El combate, que se inicio a eso de las once de la mafiana, con notable desconcierto entre las divisiones que constitufan la escuadra de Cordoba (La vanguardia, dirigida por el Conde de Morales de los Rios, no acudio al lugar del combate so pretexto del humo que le impedia ver las sefiales), termino a las cuatro de la tarde con la victoria de los ingleses, que no fue total gracias a la intervencion decidida de D. Juan Joaquin Moreno, pues acudiendo con su buque insignia junto al navio Santisima Trinidad,9 ya casi perdido, logro rescatar tan codiciada presa mediante el auxilio de Don Baltazar Hidalgo de Cisneros y Don Cayetano Valdes, verdadero protagonista de esta atrevida hazafia. No intervino el Vigilante, bergantfn en el que navegaba Power a las ordenes del Teniente de Fragata Don Jose de Cordoba y Rojas. Por tratarse de fuerza sutil, permanecio seguramente a la expectativa y siguio luego rumbo a Cadiz donde entraron el 3 de marzo. Merece consignarse el hecho de la presencia en esta desgraciada accion naval, preludio de Trafalgar, de mas de una gran figura del tiempo de las Cortes y de los primeros momentos de la Revolucion hispanoamericana. Alli estaban don Cayetano Valdes, el effmero Virrey de Cisneros, y Don Jose de Cordoba y Rojas, fusilado en Potosi en 1810. Durante dieciocho meses, adscrito al departamento de Cadiz, navego nuestro Alferez en los navfos San Francisco de Asis, al mando de Don Jose Manuel de Villena, 10 Soberano y San Ildefonso, en el que salio para Veracruz en diciembre de 1798. El 13 de mayo de 1799 entraban en la bahia de Santofia, burlando habilmente la estrecha vigilancia de los bajeles ingleses, siempre al acecho, los navios de la Real Armada San Fulgencio y San Ildefonso y las fragatas Esmeralda, Clara y Medea. Desde VeraCruz y La Habana dirigia esta division don Dionisio Alcala Galiano, que tan gloriosa muerte habfa de encontrar afios despues en la desigual accion de Trafalgar. Siete millones de pesos, custodiados celosamente en un oceano "donae no se oia palabra que no fuese
9. Fernandez Duro (Armada Espanola, etc., T. VIII, p. 82), lo llama "coloso de tres puentes, unico que en el mundo existia". En efecto, artillado con 130 cafiones, representaba un trofeo preciadisimo para los ingleses. IO . Estado General de la R eal Armada, Madrid, 1797. Bien merece esta familia de rnarinos un estudio de sus caravanas en las galeras de Malta, a quien di6 su LXVI Gran Maestre, el Principe don Antonio Manuel de Villena (17221736).
45
inglesa",11 constituian la preciosa carga de las naves espafiolas, que dieron escolta a un convoy de 67 velas detenido en Santander, entrando en el Ferro! el 10 de julio. Por esta vez quedaba frustrada la improvisada liturgia del traslado de los caudales de Espana desde Plymouth hasta las areas del Banco de Londres. Volvfa a los puertos de la Peninsula en esta expedicion Don Ramon Power, a bordo de la fragata La Esmeralda. Alli (en el Ferro!) permanecio en espera de su proximo destino. El 26 de septiembre de 1799 Carlos IV encargaba al Teniente General Don Juan Joaquin Moreno y D'Hontlier el mando de la escuadra surta en el Ferro!, para donde se puso en camino el 12 de octubre. El 18 de noviembre tomaba posesion de su cargo, arbolando su insignia en el Real Carlos, soberbio navio de tres puentes, artillado con 112 cafiones, salido, como el San Hermenegildo, de los astilleros de La Habana. Paso Power al Real Carlos en calidad de ayudante del General Moreno, junto al cual permanecio hasta la paz de Amiens. Hecho un crucero por aguas de Galicia, invernaron en el Ferro!, pasando sin novedad los meses de invierno y primavera, aunque en el natural estado de alerta por la peligrosa y continua vecindad de velas inglesas, y el estado de indefension de la plaza, del que claramen te se queja Moreno en su diario y en vano intentan disimular los partes de Melgarejo y el Conde de Donadfo.12 Asi las cosas, en la mafiana del 25 de agosto de 1800, a la hora en que el Comandante General del Departamento, Teniente General don Francisco Melgarejo, recibia corte en su casa por ser los dias de la Reina Dofia Maria Luisa de Parma, llego un aviso del vigia de Monte Ventoso, anunciando escuadra a la vista. No era extrafia la presencia de naves inglcsas en aquellas aguas, viendose pasar con frecuencia las escuadras y convoyes de Inglaterra, camino de Gibraltar y el Mediterraneo. Terminado el acto, Moreno y su ayudante Power se trasladaron a Monte Ventoso desde cuya torre divisaron la escuadra inglesa y su tentativa de desembarco en la playa de Donifios. "1Que vista tan hermosa si no nos amenazasel" fue cl comentario de Moreno a Power, a quien remitio con la noticia a Melgarejo mientras el se llegaba al Real Carlos para dictar las ordenes de rigor. Su diario, conciso y claro, narra los sucesos con precision castrense. A las cuatro y media de la tarde desembarcaron los ingleses en la playa de Donifios hasta doce mil hombres que tomaron los montes vecinos para proteger el desembarco de pertrechos de su escuadra. En11. De Vigny, Alfredo: Servidum.bre y Grandeza militar. Espasa-Calpe, Buenos Aires, 1945, p . 140. 12. Gaceta de Madrid del 31 de agosto y 12 de septiembre de 1800. Pavia, 0. c., pags. 559 y ss., T. II y Fernandez .Duro en su Armada espaiiola (T. VIII, pags. 201 y ss.) se extienden sobre el tema.
46
vi<'> Moreno quinientos hombres de sus navios a los montes de La Grafia, atacando a las seis y media p. m. la vanguardia enemiga y entablandose un fuego nutrido que ceso al oscurecer. Continuaron durante la noche los preparativos, sumandose otros doscientos hombres de la escuadra a los destacados en la Grafia. Maniobro a esas horas Moreno de forma que sus buques, cubiertos hasta entonces por las altura:s de la Grafia, quedaran a distancia de tan peligrosa posicion, ubicandolos frente al martillo del arsenal. En la madrugada del 26 rechazaron los ingleses un ataque de las fuerzas conjuntas de la Armada y de los campos volantes desde las alturas del Balon, donde tenian instalados ya dos cafiones violentos. Superados los espafioles por el numero, se retiraron ordenadamente, sin sufrir persecucion por parte del enemigo. A las diez de la mafiana, una columna de cuatro mil hombres se dirigio hacia el Castillo de San Felipe, con el fin de tomarlo por la espalda, haciendo este fuego con dos cafiones colocados la noche anterior en la gola y secundado por las cafioneras. Moreno omite, sin duda por tratarse de asunto que no competia a su jurisdiccion, la relacion del saqueo de los almacenes de la Grafia por las tropas inglesas. Reembarcadas estas por la noche, en la mafiana del 27 aparecio la costa libre de enemigos. El Rey concedio un distintivo a los que participaron en la primera linea de
fuego, condecoraci6n que no alcanz6 Power, sujeto como estaba a las 6rdenes inmediatas del General Moreno. Permaneci6 la escuadra de Moreno en el Ferro! hasta el 20 de abril de 1801, en que cumpliendo reales 6rdenes, lev6 anclas rumbo a Cadiz con los navfos Real Carlos, San Hermenegildo, San Fernando, Argonauta y San Agustin, mas la fragata Sabina que se les uni6 en el camino, arribando al puerto de destino cuatro dias despues. Hasta el 9 de julio permanece surta en la bahia dicha escuadra, fecha en que zarpa con direcci6n a Algeciras. Acudian alli Moreno y sus buques por orden del don Jose Mazarredo, con el fin de escoltar a la escuadra francesa del Contralmirante Linois, que pidi6 auxilios por tierra. Perseguida por los ingleses al mando del Almirante Saumarez, que trataba de apresarla, fueron rechazados por el fuego de las cafioneras espafiolas y los navfos franceses, perdiendo el Hannibal, que var6 por aproximarse con exceso a la costa en su empefio de penetrar en la ensenada,. Llegado en el dia a Algeciras,_ quiso Don Juan Joaquin Moreno salir de inmediato, pero el empefio de Linois en llevar consigo el Hannibal retard6 la salida hasta el dfa 12. La presa, remolcada por la fragata L'Indienne, entorpeda de tal modo la marcha que hubo de volver al fondeadero. A las doce de la mafiana transbord6 el Teniente General Moreno, junto con su ayudante, a la fragata Sabina, arbolando en ella su insignia, juntandosele en breve el Almirante Linois, en cumplimiento de ordenanzas de Francia. Tom6 dicha fragata la cabeza, quedando en la retaguardia el Real Carlos a la derecha, el San Hermenegildo en medio y el Saint Antoine con bandera tricolor. La calma del viento impidi6 la entrada en el Estrecho hasta la noche, pudiendo distinguir, gracias al largo crepusculo estival, unas velas que salfan de Gibraltar (cinco navfos y cuatro fragatas de Saumarez). Era ya noche cerrada cuando ocurri6 uno de esos siniestros inexplicables que aun a siglos de distancia sobrecogen el animo mas templado. El Almirante Saumarez orden6 al navfo Superb que marchara a la vanguardia y "a consecuencia de este mandato descubri6 por babor un navio de tres puentes. Disminuyo de vela el Superb y abri6 fuego contra el navio ene-
13 . Parle de! Capitan de! Superb, citado en una hoja con fecha de! 6 de octubre de 1917, aut6grafo del Brigadier de Infanteria de Marina, D. Pelayo Alcala Galiano, pegada a la contraportada de! opusculo de Laralegui "Sabre el Combate y voladura de dos navios espafwles." Madrid, 1917, que encuadernado con otros figura en la biblioteca del Museo Naval de Madrid con la signatura 6027.
migo a una distancia de trescientos o cuatrocientos metros. A la tercera andanada advirti6 el Superb que se habia producido un incendio abordo del buque contrario y ces6 de canonearlo."H ,. El navfo incendiado era el San Hermenegildo y a poco pudo observar el capitan del Superb que rompfa fuego con su vecino, el Real Carlos. Los confusos movimientos que ejecut6 el primer navfo para responder a su agresor y los que con el prop6sito de evitar la colisi6n practic6 el segundo, dieron en un abordaje fatal, cayendose los palos de trinquete de ambos, e incendiandose con los actos de los tiros del San Hermenegildo el Real Carlos, donde la voz de "1fuegol" dicha tal vez con otro sentido, hizo romper el de sus baterfas. Cafioneandose por corto tiempo, se reconocieron muy pronto y aunque abordados y enganchados uno al otro con los destrozos de los desarbolos, lograron separarse, tan solo para volar uno tras otro hacia la medianoche.14 Desde la Santa Sabina, que se encontraba a distancia mas que regular, Moreno y su ayudante contemplaban la escena al resplandor del incendio, en la creencia de que s6lo era atacada y vfctima del fuego una unidad - si espafiola o britanica, no se sabfa- y por lo amortiguado de la explosi6n, se tuvo por un brulote. Las luces del amanecer se encargaron de contestar el angustioso interrogante. El Saint Antoine, al que se acogieron los supervivientes del San Hermenegildo, fue capturado, no sin batirse antes con los navios Superb, Caesar y Venerable, mas la fragata Thames. En la mafiana del 13 gan6 la escuadra el puerto de Cadiz encabezada por el navfo ÂŁranees Formidable que estuvo a punto de caer en manos de los ingleses a eso del alba. Alli permaneci6 Power, embarcado en el San Fernando, al que traspas6 su insignia Moreno, hasta el mes de diciembre, cuando firmados en Amiens los preliminares de la paz y desarmados los buques, se le concedi6 licencia para pasar a Puerto Rico, su patria, con el fin de atender intereses de familia. Asf ci~rran estos afios de la vida de Power, con aquella tregua tan anhelada por Europa y que, rota muy pronto, lo lanzara de nuevo al mar, esta vez en aguas del Caribe.
14 . Empleamos casi de verbo ad verbum, la relacion de la catastrofe ta! como la hizo el Almirante don Josef de Mazarredo en carta de! 4 de agosto de 1801 al ministro de Marina, publicada por don Manuel de Saralegui y Medina en el folleto citado en la nota no. 14 de este art!culo.
47
El anillo del Obispo Por
16 DE AGOSTO DE 1809, A ESO DE LAS DIEZ DE LA maiiana, ocurri6 en la sala capitular de la Catedral de San Juan un hecho que ha pasado a la historia como el primer momento de la conciencia patria. El Obispo, primer y unico criollo que ciii6 la mitra de Puerto Rico, reunido con su colegio catedralicio, recibi6 al Vocal de la Suprema Junta Central, .d on Ram6n Power, en visita de cortesia y le nombr6 con la anuencia de la venerable corporaci6n, can6nigo honorario, reservando para el domingo siguiente la ceremonia publica y solemne de la toma de posesi6n. Contest6 al saludo del Diputado el mismo Prelado y despojandose del anillo que en seiial de su dignidad ostentaba, lo deposito en manos de Power "a fin de que quedase para siempre vinculado con las lazos de la correspondencia y afirma en si la resoluci6n de proteger y sostener las justos derechos de sus compatriotas asi coma la tiene su Sefioria Ilustrisima de morir entre sus ovejas . .. "1 El objeto de declarar a Power capitular de honor de la Catedral de Puerto Rico, esta expresado en las siguientes palabras del Obispo, recogidas en el mismo documento: " .. . atendiendo a la impresi6n que podia hacer en el Pueblo el que se incorporase al Excelentisimo Sefior Vocal, en este Ilustrisimo Cuerpo para que a mds de las ideas justas que tiene de subordinaci6n y obediencia a la Suprema Junta Central acabase de conocer que es univoco el gobierno de las individuos que dignamente la componen para la Regencia del Reino con el que goza Nuestro amado Soberano el Sefior Don Fernando VII ..." A mas de ello y en seiial de honor, se le di6 asiento a Power desde su ingreso en la sala de Cabildo, junto al prelado y bajo su mismo dosel, lo que unido a las palabras citadas, demuestra sin mas la voluntad de identificar al Diputado puertorriqueiio a los ojos del pueblo, con la Majestad Real asumida por la Junta y sus miembros durante la cautividad del Soberano. El analisis de la significaci6n politica de las palaE
L
1 . Libro IX de Acuerdos capitulares de la Catedral de San Juan. Acta correspondiente al 16 de agosto de 1809.
ARTURO
DAVILA
bras pronunciadas en esta ocasi6n no motivan estas notas. Queremos concentrar la atenci6n en los elementos simb6licos que descubre el curso de la ceremonia. En el numero 15 de esta Revista, publicamos un estudio sobre la iconografia de San Julian de Cuenca y el retrato del Obispo Arizmendi, en el que demostramos su afici6n a lo simb6lico, propia de un eclesiastico por una parte y de otra, achaque de epoca, como patentizan las procesiones dvicas y la liturgia de la Revolucion. La profusion de citas y alusiones a personajes y asuntos biblicos, sobre todo del Antiguo Testamento, caracterizan las cartas pastorales y documentos expedidos por el Obispo puertorriqueiio. Tampoco falta en ellos el recuerdo arcaizante, lleno de nostalgia por .Jos tiempos primeros de la Iglesia, reflejado en el hecho de devolver al Brigadier Melendez, con ocasi6n de las comedias de 1812, las limosnas distribuidas entre los pobres del hospital por medio de un diacono, "quienes en palabras del Obispodesde las primeros establecimientos de la Iglesia, son las Ministros Diputados en ella para entender en tales Comisiones".2 Ambos puntos: aficion a lo simbolico y erudici6n escriturista, se transparentan, a nuestro entender, en la sucesion de los actos ocurridos durante el cabildo del 16 de agosto de 1809. En las lecciones del Breviario correspondientes a la festividad de San Jose, - 19 de marzo- , leia todos los afios el Prelado la correspondiente al capftulo 41 (v. 37-44) del Genesis, donde se describen los honores de que hizo objeto Fara6n a Jose, cuya versi6n de la Vulgata -con ligeras variantes-, damos aqui de mano del castizo Jeronimo Gracian: "Dixo el Rey a Joseph: cPor ventura podremos hallar en el mundo otro semejante a ti? tu serds el mds principal de mi casa y todo el pueblo quiero que obedezca d tu imperio y quit6se el anillo de su dedo,
2. Oficio de! Sr. Obispo Arizmendi al Brigadier Melendez Bruna con fecha de 13 de enero de 1812. Archivo General de Indias, Sevilla, Secci6n V. Audiencia de Santo Domingo, Legaje 2523. Debemos una fotocopia de esta documentaci6n a la gentileza de! Sr. D . Emilio Pasarell.
49
y pusole en el de Joseph , vistiole de una estola o vestidura blanca, y a su cuello echo un collar de oro: mando que le subiesen a su mismo cache y que a voz de pregoneros y son de trompetas le pasearan por la ciudad ... 3 ". Sin animo alguno de afirmar la absoluta vinculacion de uno y otro tex to, queremos al menos sefialar su evidente paralelismo y por tanto su posible relacion, fundados en Ia peculiar mentalidad del Obispo Arizmendi. Queda aun por decir algo sobre la suerte del anillo del Obispo, cuya entrega, en frase del Secretario del Cabildo, arranco a Power "seiiales de ternura que brotaron a sus ojos". El IO de junio de 1813 se extinguia en Cadiz la vida -breve, para los empefios en que andaba- de Ramon Power. Siguiole a la tumba en el curso del afio siguiente, el Obispo Arizmendi (12 de octubre de 1814) y con el correr del tiempo, de tal forma se borro el recuerdo del acto de entrega del anillo, que el mismo Tapia, que recibio tanta informacion de labios de! hermano de Power, don Jose, no alude en ningun momento a hecho tan significativo. Tal vez la misma circunstancia de hallarse confinado al secreto del archivo capitular el principal documento acreditativo del acto, limito su recuerdo a la memoria de los asistentes. En SU uitimo testamento, otorgado en Cadiz, dejaba Power por albacea a su madre, a su secretario don Esteban de Ayala y a su amigo, el diputado mejicano de Coahuila, don Miguel Ramos de Arispe. Sus objetos personales como es de suponer, pasaron a su familia, aunque desgraciadamente no han llegado a nuestros dias. De entre ellos, sabemos de un legado que a los sesenta afios de su muerte, en 1873, es objeto de cuidadosas prescripciones por parte de una ultima heredera y el Iegado consiste precisamente en un anillo. En el testamento de dofia Soledad Power y Ortiz de Zarate, viuda de Ballesteros, sobrina carnal de don Ramon, otorgado el 2 de diciembre de 1783, se encuentra la clausula Num. II, que transcribimos aqui: Item - Declaro que tengo en mi poder una sortija que fue de la propiedad de mi difunto tio don Ramon Power de la cual dispuso mi difunta abuela doiia Josefa Giralt, que al fallecer SU ultima hija la dejara para el bien de las pobres enfermas del hospital de Caridad y habiendo sido la destinada a cumplir con esta manda mi sefiora tia dofia Magdalena y deseando 3. Gracian, Fray Geronimo: La Josephina de ... , uno de los fundadores del Carmen Descalzo, y Confesor de Santa Teresa de Jesus. Reimpreso a Expensas del Doctor D. Francisco Xavier Conde y Oquendo, Prebendado Racionero de la Santa En Iglesia de La Puebla de los Angeles. Con Iicencia. Madrid: Por Don Antonio de Sancha. Afio de MDCCLXXX. Pagina 30.
50
venderla antes de concluir sus dias, por conservarla yo, Ia compre en el precio de tasacion, cuyo importe entregue por mi misma al Presbitero Don Lorenzo de Sotomayor, que libro el competente documento, aunque en favor de mi referida tia, por haberlo creido asi conveniente y siendo hoy de mi propiedad la referida alhaja, es mi voluntad que se entregue dicha prenda al referido Hospital o que mi primer albacea la venda con las mayores ventajas posibles, para que su producto se entregue integro al referido establecimiento en beneficio de las desvalidas enfermas que alli existen". 4 Lamentamos no contar con el testamento de dofia Maria Josefa Giralt, pues nos daria la clave del anillo cuya conservacion en la familia tanto encarecio. No era, evidentemente, una alhaja cualquiera y ademas debio estar guarnecida con pedreria pues de un aro simple no se espera alcanzar "las mayores ventajas posibles" a la hora de la venta. cEra esta prenda la sortija de topacio y diamantes que entrego don Juan Alejo de Arizmendi a don Ramon Power? El hecho de destinar su producto al alivio de las enfermas del hospital de la Concepcion, pudiera indicar un designio primitivo del mismo Power, manifestado a su madre y relacionado con los desvelos del Obispo por dicha institucion. Sin la descripcion de la joya, no podemos pasar del terreno de las conjeturas, aunque fundadas con cierta solidez en tres hechos: el primero, la dedicacion de toda una clausula testamentaria a un anillo que pertenecio a don Ramon Power, segundo, que paso a manos de su madre y esta lo trasmitio como reliquia preciada a sus hijas y tercero, la condicion, impuesta por la primera legataria, de convertirlo en remedio de menesterosas -precisamente las del hospital de Ia Concepcion- a la muerte de la ultima. Sea de ello lo que fuere, este acto de cristiana piedad, que seguramente ejecuto por ultima vez 11 el Albacea de dofia Soledad, su sobrino Maximiliano, vincula el recuerdo de don Ramon Power a la vieja casa de caridad de San Juan, objeto en sus tiempos de particulares cuidados por parte del Obispo su amigo.
4. Protocolo de D. Pedro Rafael de Escalona, afio de 1873, Folios 123-127. Archivo de Protocolos, San Juan. Dice all! dofia Soledad Power ser hija legltima de don Jose y de dofia Paula Ortiz y Zarate, ya difuntos y que cuenta por entonces¡ sesenta y seis afios de edad. Es de advertir a tltulo de curiosidad, que en un corto inventario de las prendas de una imagen del Nifio Jesus que entrega en vida a las Carmelitas el 16 de marzo de 1784, se encuentra ¡¡'un alfiler grande de topacio guarnecido de brillantes," que corresponde, en cuanto a las gemas, a la descripcion que de su anillo hace el Obispo en el acta citada. Dicho inventario se encuentra en el Archivo de las Madres Carmelitas. 5 . Decimos por ultima vez, pues, segun reza la clausula transcrita, ya habla cumplido una primera la misma dofia Soledad, al hacer tasar la sortija y entregar su importe a don Lorenzo de Sotomayor.
Documentos de Nuestra Historia
lnstrucciones del ayuntamiento de San German al diputado a Cortes
S ENOR CAPITAN GENERAL: DIRIJO A
v. s.
COMO EN-
cargado por el !litre. Ayuntamiento testimonio de las Instrucciones formadas para el Excmo. Sr. D. Ram6n Power, a quien se le remiten y no se habfa verificado antes porque los obstaculos que se presentaron no se habian vencido hasta el 13 del corriente, con lo que contesto el oficio de V. S. de 4 del mismo. Dios guarde a SS. ms. as. San German 13 de noviembre de 1809.- (Fdo). JUAN ANTONIO RAMIREZ DE ARELLANO.
Instrucci6n que el Cabildo de la Villa de San German da al Caballero Diputado de esta Islay Vocal de la Junta Suprema Central Gubernativa del Reino de Espafia el Excelentisimo Sefior don Ram6n Power en virtud de la Real Orden de veinte y' dos de .enero de mil ochocientos nueve. la. - Primeramente debe protestar que esta Villa reconoce y se sujeta a dicha Suprema Junta Central ahora y en todo tiempo que gobierne en nombre de Nuestro muy Amado, Augusto y Dignisimo Rey el Sefior don Fernando Septimo y su Dim.tstia; pero si por Disposici6n Divina (lo que Dios no permita) se destruyese esta y perdiere la Peninsula de Espafia, quede independiente esta Isla y en libre arbitrio de elegir el mejor medio de la conservaci6n y subsistencia de sus habitantes en paz y Religi6n Christiana. 2o. -Segundo.- Que en la Capital de la Isla se cree una Junta Provincial compuesta de los Sres. Capitan General y Obispo y cinco diputados de otros tantos Cabildos que hay en la misma Isla, presidiendola el primero y debiendo decidir en los acuerdos la pluralidad en caso de discordia. 3o, -Tercero.- Que las gestiones de esta Junta sean sobre los asuntos concernientes a favor de la N aci6n y Estado, del bien y utilidad de la Isla y sus habitantes, refundiendose en ella toda la autoridad Superior Gubernativa, Military de Intendencia de la Provincia.
Y respecto a que por la distancia de la Real Audiencia del Distrito ultramar, se dificultan los recursos de los pobres de que tanto abunda la Isla y perece su justicia, dilatandose el castigo de los delitos que necesitan de su aprobaci6n y que de ejecutarse con brevedad resultaria mejor y mas saludable escarmiento, que tambien sea la Junta Provincial la que conozca de las apelaciones de pleitos Civiles que no excedan su interes de diez mil pesos y en los Criminales y sus confirmaciones a excepci6n de los delitos de lesa Majestad Divina y Humana y en los que se trate de muerte civil o corporal de algun individuo de caracter, condecorado, util al Estado y a la Isla o de otras semejantes consideraciones, acompafiandose en las apelaciones y confirmaciones y. demas recursos que le corresponda conocer con dos o tres Abogados de los que haya de mejor nota y que no tengan impedimento legal con las partes, los que debera nombrar la misma Junta siempre que se ofrezca y haciendo de Fiscal en los casos que conforme a derecho sea necesario, el que hay nombrado por Su Majestad de Real Hacienda y Justicia; de cuyas sentencias solo haya recurso a los respectivos Supremos Consejos. 4o. -Cuarto.- Que en atenci6n a estar concedida la habilitaci6n de cinco puertos de los de la Isla, que siendo entre ellos el de Mayagi.iez y Caho Rojo muy inmediato uno de otro y que hay mas distante en la jurisdicci6n de esta Villa a la parte Sur el nombrado de Guanica de mucho mejor resguardo, capacidad y locaci6n para los buques de comercio e invernadero de estos y de los de guerra, seria conveniente que en lugar de uno de los primeros se habilitase este, levantandose poblaci6n en el. 5o. -Quinto.- Que teniendo esta Villa la antigi.iedad de mas de dos siglos, que SU Partido contiene veinte y tres mil novecientos noventa y siete habitantes, que entre los demas de su jurisdicci6n hay treinta y cinco mil ochocientos cuarenta y las Villas de Coamo y Aguada se han formado de la que esta abrazada 51
que era la mitad de toda la Isla, debe solicitar se le conceda para su distincion y preeminencia el titulo de Ciudad con Corregimiento o Alcaldia Mayor que la gobierne en lo polftico y tocante a la Intendencia, debiendo ser este natural y de las calidades que exigen las Leyes por considerarse mas conveniente al mejor servicio, utilidad publica y bien de sus moradores, segun nos ensefia la experiencia de que los ex trafios solo aspiran y atienden a su propio beneficio y particulares intereses. Y que se revivan y confirmen los privilegios que estan concedidos por Nuestros Reyes antecesores en atencion al amor, lealtad y buenos servicios que esta Villa y sus vecinos han hecho a la Patria y a la Monarquia de los cuales se acompafian los competentes testimonios. 60. - Sex to.- Que habiendo tan crecido numero de almas en la poblacion de esta Villa y los de su jurisdiccion, como queda detallado; que la juventud carece de educacion y las instrucciones necesarias para la ilustracion de tan buenos talentos que pudiendo ser utiles a la Religion, Estado y Patria, se hallan incultos y confundidos en la ignorancia por la mucha pobreza y falta de medios para poder los padres enviar sus hijos fuera de la Isla y aun de su propio domicilio a seguir estudios, sera muy conveniente se crease en esta Villa una Universidad en donde se proporcionase la ensefianza de primeras letras y estudios menores y mayores de las principales Ciencias y Ar tes, formandose los Estatutos para su establecimiento en Junta del Vice Patrono Real Senor Obispo, cierto numero de Literatos y dos diputados por este Cabildo, enviandose a la Suprema Junta Central para su aprobacion. Y no habiendo lugar a dicha Universidad a lo menos se esfuerce la solicitud para Casa de Estudios menores y mayores, la que puede establecerse en el Convento Real de Porta-Celi que hay en esta Villa, aumentandose el numero de religiosos al que se estime necesario para el desempefio de los Estudios, para cuya creacion puede tomarse el arbitrio de que contribuyan por una vez los vecinos de esta Villa y los de los demas Partidos de su jurisdiccion, dos reales por cada individuo. 7o. - Septimo.- Que para levantarse mas breve en la pretendida nueva poblacion de Guanica el caserio y los edificios publicos que se necesitan, fomentarse la agricultura en la Isla, estimulo de los agricultores, movimiento y adelanto de todas las Ciencias y Artes que hacen feliz y poderosa a una N acion, conviene tambien solicitarse Comercio franco con las Naciones amigas en el referido de Guanica y los demas habilitados de la Isla por veinte o treinta afios. 80. -Octavo.- Que se lleven a efecto las gracias concedidas a esta Isla de libertad de Diezmos y Alcabalas a los frutos de cafe, algodon, afiil y tabaco, a las nuevas plantaciones e ingenios de Azucar segun la Real Cedula de 22 de abril de mil ochocientos cuatro, que amplia el Real decreto de veinte y dos de noviembre de noventa y dos.
52
9o. - Noveno.- Que habiendo el mismo motivo de fidelidad, amor y servicios a la Monarquia en la invasion de los ingl~ses a esta Isla en abril de mil setecientos noventa y siete p or lo que respecta a los habitantes de esta Villa acreditado su buen p atriotismo y vasallaje desde tiempos m uy anteriores, debe asimismo pretenderse que sean extensivos a esta Villa las gracias que se concedieron por la R eal Cedula d e trece de abril del afio de mil setecientos noventa y nueve; y que se declare el espiritu de la tercera gracia que sin embargo de su concesion no ha gozado la Isla de ella por dudas que se suscitaron. IOo. - Decimo.- Que pagando los vecinos de la Isla los Diezmos y Primicias, costean tambien en todos sus Pueblos la fabrica material de sus respectivas parroquias, su dotacion, la congrua del cura y contribuyen con otras erogaciones, como el bautismo, casamiento, entierro y tramo de sepultura, de suerte que agregandose a estas pensiones las de los derechos reales, se ve tan abrumado el pobre habitante labrador, que los productos de su trabajo apenas le alcanzan para cubrirlas si tratan de remediar en algo las precisas asistencias propias y de las familias; por lo que atendiendo a estos gravamenes se estima por muy importante el que se procure aliviarlos, solicitandose que se aplique a los curas y fabricas respectivas de las Iglesias parroquiales lo que les corresponde de los Diezmos y Primicias, haciendose la distribucion de esas y aquellas por parroquias, conforme a las leyes y que cese la obligacion del vecindario por lo que respecta a la fabrica material de dichas parroquias, su dotacion y congrua del cura, a los menos en la parte que alcancen aquellas pensiones de Diezmos y Primicias que les tocan, mediante regulacion proporcionada a la necesaria subsistencia y decencia del cura, como tambien a las ÂŁ3.bricas de las respectivas iglesias parroquiales, su culto y servicio; o en caso negativo, aunque sea que se les exonere de las referidas erogaciones respecto a que se consideran suficientes aquellas mercedes para remunerarle a los curas el trabajo del pasto espiritual que suministran a sus feligreses . l lo.- Undecimo.- Que estando previsto en el Sfnodo que todos los vecinos de esta Villa deben conducir el Diezmo a la casa del arrendatario, en que experimentan gravfsimo perjuicio, especialmente los que se hallan muy distantes y escasos de cabalgadura para ello y que para verificarlo les resulta tal vez mayor el costo que el fruto que conduce, se hace muy conveniente que se les exima de esta pension imponiendosela a los colectores de este ramo que sea de su cuenta y cargo tomando la parte que les corresponde en las casas de los diezmeros como se acostumbra en los demas pueblos de la Isla. 120. - Duodecimo.- Que para evitar las tiranias y mal manejo de harinas y otras provisiones que se introducen en esta Isla, principalmente en tiempo de escasez, con motivo de los huracanes que con frecuen-
cia se experimentan en ella, secas y enfermedades que son consecuencia de aquellos, como sucedi6 el ano pasado de mil ochocientos siete, es muy conveniente, solicitarse sea libre la venta de viveres de los abastos publicos, principalmente los de primera necesidad y en los tiempos de calamidad sin que a cuenta de las autoridades se atraviesen con ningun pretexto para despues expenderse con exhorbitantes lucros y perjuicio grave del pobre habitante y aun del mismo comercio.
Sala Capitular de San German, trece de noviembre de mil ochocientos nueve. (Firmado) : FRANCISCO ANTONIO RAMIREZ DE ARELLANO - GERMAN PAGAN - DOCTOR FELIPE DE QUI:t'l'ONES - RAMON RAMIREZ ANDRES DE QUI:t'l'ONES - MATEO BELVIS - JOSE MONSERRATE JUSINO - JUAN ANTONIO .IRIZARRY. Ante mi: Juan Eloy Tirado, Escribano Real y Publico.
Carta al Ayuntamiento de San Juan comunicando la jura de la Constitucion, ocurrida en el dia de la f echa
MUY !LUSTRE AYUNTAMIENTO .
E
N EL DfA PARA SIEMPRE MEMORABLE EN QUE LOS
Representantes del Pueblo Espanol de ambos Mundos, acaban de jurar a nombre de sus respectivas Provincias la Constituci6n Politica de la Monarquia Espanola; mi coraz6n inundado del mas puro placer, y mi alma fuertemente conmovida por las sublimes impresiones que ha recibido, apenas me permiten participar, por medio de V. S. I. a todos los fidelisimos habitantes de esa importante Isla, haberse publicado en esta Plaza con la mayor pompa y majestuoso ceremonial, el suspirado C6digo que dichosamente ha fijado sobre bases indestructibles la forma politica de la Monarquia y los derechos sagrados del Pueblo. La expresi6n mas energica sera pequena, vaga, 0 insignificante para dar a la N aci6n una idea exacta de fa felicidad que la espera en lo futuro. Aseguradas la vida, el honor, la libertad, la propiedad, y la seguridad de todos y de cada uno de los individuos que componen el dilatado Imperio Espanol, los Representantes de este noble y generoso Pueblo, le han recompensado ya de sus inauditos sacrificios y de su constancia heroica; dandole una Constituci6n sabia, franca, y liberal que le pone al abrigo de toda especie de tirania: con ella se ha derrocado el abominable coloso del despotismo, de ese despotismo ominoso que nos condujo hasta el mismo horde del mas hondo precipicio: con ella queda para siempre aprisionado el horrendo monstruo de la arbitrariedad: con ella en fin, se han nivelado los derechos civiles, y la ley siempre superior a las autoridades, sabra con brazo fuerte y vigoroso contener a cada uno dentro de los justos limites que ella misma le prescribe. Defendida cual merece la inocencia, jamas podra en lo adelante verse
confundida ha jo las apariencias del crimen; y la libertad de todo Espanol, este derecho inapreciable, sera tan eficazmente protegida por la Constituci6n, que toda agresi6n contra ella se castigue ejemplarmente. En resumen, Senor, si algo puede dar a V. S. I. una idea aproximada de la dignidad a que acaba de elevarse la Naci6n Espanola, son las sublimes palabras del ilustre obispo de Mallorca, que yo me complazco en repetir a ese Consejo. Ya somos libres y ahora indudablemente seremos espanoles. Con motivo pues de tan venturoso acontecimiento me apresuro a participarlo a V. S. I. congratulandole como a los demas Ayuntamientos de la Isla, a todas sus benemeritas corporaciones, y particularmente a cada uno de los fidelisimos habitantes de ella, de cuya lealtad estoy seguro que recibiran con la mas tierna emoci6n el C6digo Constitucional, en que se conservaran para siempre garantizados los mas preciosos e imprescriptibles derechos del Ciudadano. Y si V. S. I. permite a mi afectuoso respeto una sencilla advertencia, que presumo redundante, pero que de todos modos espero se me dispense, ya que s6lo es inspirada por mi celo y amor al buen nombre que con tanta justicia merece el primer cuerpo de esa Isla, le ruego encarecidamente, que pues la distancia puede proporcionar a ese Pueblo mas bien que a otros ameriCanos el honor de ser el primero en felicitar a S. M. por el termino dichoso de aquella obra inmortal, procure V. S. I. por todos los medios adaptables llegar antes que los demas a tributar tan justo como merecido homenaje de su amor y respeto al Congreso N acional. Dios guarde a V. S. I. muchos anos. Cadiz, 19 de marzo de 1812. RAM6N POWER
53
-,
Voto del Diputado en Cortes p or la Isla de Puerto Rico Don Ramon Power sobre la igualdad de r epresentacion que corresponde a las americas en las presentes Cortes Generales y Extraordinarias del reino Pronunciado en la Real Isla de Le6n el dia 16 de enero de 1811 Senor I NSISTIR SOBRE LA JUSTICIA CON QUE RECLAMAN LAS
Americas el derecho de igualdad en la representaci6n nacional, seria perder lastimosamente un tiempo harto precioso en un punto tan demostrado que debe considerarse como una verdad eterna. Cerca de tres siglos hace ya que la Reina dofia Isabel reconoci6 las Indias como provincias unidas a la Corona de Castilla: la Junta Central y la anterior Regencia, cuando por el consentimiento de la Naci6n Ejercieron el poder Soberano, declararon del modo mas solemne, que las Americas constituian una parte esencial e integrante de la Monarquia Espanola con derecho a la representaci6n Soberana, V. M. en fin, sancion6 esta incontestable verdad, proclamandola en terminos todavia mas significantes en su decreto de 16 de octubre ultimo. Pero aun cuando no hubieran precedido estas declaraciones tan justas, tan solemnes y tan- sagradas, nada podria alegarse s6lidamente contra el reclamo de una igual representaci6n en favor de los paises Americanos. Los derechos del hombre, si, SUS mas preciosos derechos son siempre los mismos y nunca puede perderlos sea cual fuere el lugar en que la naturaleza le 'hizo nacer: estos derechos sagrados son imprescriptibles: no los disfruta siempre, es verdad, porque el despotismo los usurpa en muchas ocasiones, sino es que la ignorancia los confunde o los hace desconocer en algun pueblo; sin embargo en ningun tiempo puede renunciarse esta duke posesi6n, porque sobre ser mas propios de la especie que del individuo, jamas el hombre puesto en sociedad, ha debido sacrificar una mayor porci6n de su libertad que aquella absolutamente necesaria para conservar su seguridad. Todo otro sacrificio es una usurpaci6n que reconocida una vez debe cesar, para reintegrar al pueblo en los derechos imprescindibles que le pertenecen. Creo, Senor, que estas no son vanas teorias: no lo son ciertamente : son verdades demostrables, verdades eternas grabadas en el coraz6n humano: reconocid as, sancionadas y proclamadas como bases en este augusto Congreso. Por lo mismo digo que seria inutil discurrir sabre ellas, puesto que V. M. y la Naci6n
54
toda saben que los dominios espafioles de ambos Mundos no formen mas que una sola familia. Sohre este convencimiento, supuesta esta ley tan solemne sancionada ya por S. M. y supuestos los derechos reconocidos cuando se dict6 c!que embarazo puede haber para SU ejecuci6n? cCual Sera pues la dificultad racional que impida a las Americas la concurrencia bajo la debida igual representaci6n en las presentes Cortes extraordinarias? He oido decir que seria un embarazo dilatorio llamar ahora los Diputados correspondientes para completar la representaci6n de aquellos dominios. Entiendo a la verdad que es muy sensible el que los anteriores Gobiernos, ya que reconocieron el derecho de las Americas, no hubieran sido mas justos con ellas cuando las llamaron a sufragar en Cortes. No fue esto, no, un error de parte de aquellos, porque la Junta Central y la Regencia mostraron un s6lido conocimiento de los principios sociales en las convocatorias .que respectivamente hicieron; fue, si, lo que todavia es mas . extrafio, un media rastrero para contentar a su parecer las Americas dejdndolas despojadas del justo y del legitimo inf lujo que, par igualdad de derechos, las correspond en en este Congreso. La voz de un corto numero de Representantes ahogada por una mayoria excesivamente considerable, jamas podra tener en este augusto Congreso aquella fuerza, aquella dignidad, ni aquel inf lujo que moralmente les pertenece; y asi es que las Americas, estdn representadas en las actuales Cortes extraordinarias con diferencia, porque no lo estdn ni en el numero, ni en el modo, ni en la forma correspondiente a sus derechos. Es un hecho innegable que por una politica injusta y de ningun modo conforme a la fidelidad generosa y al acendrado patriotismo del pueblo americano, dejaron los anteriores Gobiernos de llamarlo a Cortes en la debida forma. cY seri justo que esta conducta que acaso ha sido una de las principales causas que mas han influido en las conmociones polfticas de varias provincias de America; esta conducta culpable digo, que ha producido tantos y tan graves males, haya de ser tambien un motivo que ahora se alegue aqui
~I
para que las Americas no tengan en el Congreso Nacional la representacion que les pertenece? Si la convocatoria hecha por los Gobiernos anteriores, presenta dificultades para la reunion del numero competente de representantes, redoble V. M. su poderoso esfuerzo para vencerlas: ellas desapareceran, Sefior, en el momento, porque nada es diffcil al imperio de su voz, y de varios modos podra completarse la representacion de las Americas segun comprendo; bien sea por suplentes como ya se ha hecho hasta ahora en tanto que lleguen los propietarios que se elijan bajo la misma forma y numero de los de Espafia, o ya sin nombrar suplentes esperando la llegada de aquellos cuya eleccion debera activarse por medio de las ordenes mas ejecutivas, en que se recomiende mucho la importancia de esta medida saludable. Crea V. M. que no habra en ello las dificultades que aqui se aglomeran, porque todos los pueblos de America anhelan esto mismo y todos se prestaran ansiosos a las elecciones, allanando facilmente los embarazos imaginados. Ni se diga tampoco que no llegardn a tiempo aquellos diputados, porque es bien sabido lo mucho que pueden inf luir en su pron ta¡ venida las medidas con que la dispondrd la sabidurta de V. M., especialmente cuando ya todos los Ayuntamientos de America tienen extendidas las instrucciones de cuanto deban promover sus diputados por ser esta una materia en que se ocupan hace dos afios desde que se pidieron a aquellos vecinos los respectivos para Ia Junta Central. Es pues visto que nada puede dilatarse la venida de los diputados a Cortes por raz6n de este particular. Se dira acaso, que no obstante la celeridad con que se pidan estos Diputados podran llegar cuando las Cortes se hayan disuelto; pero yo creo que es mucho mas probable todo lo contrario. Me lisonjeo con la duke y consoladora esperanza de que no muy tarde los he de ver ocupando el lugar que justamente les pertenece en este Congreso augusto; porque aun prescindiendo de otros pron6sticos que podrian aventurarse, nada ha dispuesto V. M. aun, acerca de si debe o no ser permanente el cuerpo soberano de la nacion. Nose entienda por esto que yo quiera la perpetuidad de sus individuos, porque siendo un Congreso deliberante, parece natural que deban ser movibles; pero acaso no se disolvera en tanto que dure la terrible lucha que hoy empafia el esfuerzo de la naci6n, pues siendo ella Soberana, ella es unicamente la que puede dictar leyes, imponer contribuciones y ejercer las demds atributos de la Soberania par actos que son y deben ser casi diarios en nuestra preserite critica situaci6n. De aqui se entreve la necesidad en que se halla V. M. de conservar el Congreso para estos altos fines, y para otros de la mayor importancia, una vez que a el han confiado los pueblos SU salvacion y SU independencia, y en ningun otro cuerpo, sea el que fuere, podra tener la naci6n la misma confianza que en las
Cortes. Mas sea lo que fuere de la permanencia o disolucion de ellas; como es innegable que aquella puede tener lugar igualmente que esta, mientras no se decida tan importante cuestion, siempre serd el partido mds prudente y el mds justo citar a las Americas, y admitirlas bajo su verdadera representaci6n. Acabo de decir, Sefior, que este seria el partido mas prudente y el mas justo. Ahora afiado tambien que este es el partido mas urgente y el mas necesario. El servicio de mi profesi6n me ha conducido alternativamente a muchos de las principales puntos de ambas Americas, y esta concurrenci<ÂĽ accidental unida a otras varias, me han hecho conocer el coraz6n y opiniones de sus naturales, Yo he sido testigo de los males que les afligen, y mas de una vez he oido tambien sus quejas acerca de la facilidad con que el Gobierno les ha presentado perspectivas halaguefias, pero siempre distantes de una felicidad que de hecho nunca han disfrutado. Las Americas ya conocieron que al sefialarles una parte en el poder soberano que ejercio la Junta Central, nose les acordo la que les correspondia justamente. Las Americas conocen tambien que la que ahora obtienen en estas Cortes, no es aquella que corresponde a su decoro, a su dignidad y a sus derechos. Examinemos, Sefior, el espiritu publico de nuestros hermanos de America: estudiemos sus deseos porque son justos, y precavamos funestas resultas, no sea que algun dia tengamos que llorarlas. Representante nacional, elegido par mis compatriotas, me haria indigno de la confianza con que me honraron si no expusiese a V. M., decorosa pero energicamente, cuanto m'e dicta el honor y la conciencia para calmar las movimientos que se manifiestan ya en una gran parte del mundo nuevo, y para que calmados por los unicos medios que felizmente puede emplear V. M., se restablezca de un modo mas solido que nunca se ha visto en aquellas opulentas regiones, la union, la fraternidad y la concordia entre todos los hijos de esta gran familia. Consultemos, Sefior, la opinion general de las Americas y se convencera que asi los paises tranquilos que han enviado a este Congreso sus representantes, o bien una parte de sus instrucciones, piden la igualdad de representacion del mismo modo que la indican las Juntas de Caracas, Barinas, Santa Fe, Buenos Aires y otros pueblos en que se advierten las convulsiones. El Ayuntamiento de La Habana apunta las mas racionales dudas acerca del temor de los poderes con que habia de autorizar al representante, y acordo extenderlos hasta donde pudiese y debiese darlos. Observemos en fin que en las Americas hay gentes ilustradas y un pueblo quejoso par el olvido, la humillaci6n y el injurioso desprecio con que siempre se les ha mirado. Busquemos un m edio de borrar hasta la memoria de sus justas quejas, y no dejemos un solo motivo por
55
pequefio, por especioso que parezca, que sea capaz de alimentar las actuales disensiones. No nos expongamos, Sefior, a que en las provincias conmovidas, se diga de las Cortes, como ya se ha dicho de la Regencia anterior, que era ilegal, porque los representantes de aquellos paises no habian ocurrido a su elecci6n ni a la trasmisi6n de la Soberania. Evite el Congreso todo motivo de reclamaci6n por parte de los americanos, y V. M. vera al momento restablecida la paz, y estrecharse la uni6n que tanto apetecemos. Por otra parte, Sefior, me parece indudable, que si la justicia y la raz6n reclaman esta medida tan util, la negativa, o lo que vendra a ser lo mismo, una declaraci6n de derechos para otro Congreso mas lejano, se mirara como un medio insuficiente de los que se han acostumbrado hasta aqui, para dejar ilusorias las pretensiones de las Americas. Por un concepto equivocado, tal vez se creeria en aquellos remotos paises, que V. M., de quien tanto deben esperar, se guiaba por los mismos errados principios que dirigieron la conducta de los gobiernos pasados. A fin pues de evitar tan siniestras ideas y
sus tristes consecuencias, dignese V. M. llamar desde ahora a las provincias americanas para que vengan a tener la parte que legitimamente les corresponde en las presentes Cortes extraordinarias, venciendo cuantos embarazos puedan alegarse para lo contrario. No nos engafiemos, este y los demas puntos presentados a V. M. por los diputados americanos, son los unicos arbitrios s6lidos y eficaces para tranquilizar a las Americas: estos el unico enlace para estrechar los efectos redprocos de la uni6n a que aspiramos. Si por desgracia no adoptamos esta prudente y equitativa medida, temo mucho que lejos de conseguir tan altos fines, se alejen mas de nuestros deseos. Mi ardiente amor hacia V. M. me inspira estos presentimientos: pero si par nuestra fatalidad no me fuese dado ver cumplidos mis deseos y conatos, pido al Cielo fervorosamente que por lo menos no se verifiquen mis temores, y en todo caso V. M., la naci6n y el mundo entero, serdn testigos de la sinceridad con que la Diputaci6n de America y Asia ha expuesto sus intenciones, dirigidas unicamente a la prosperidad del pueblo Espanol en ambos mundos. RAM6N POWER
Vista de Cadiz en 1795
56
,,
Don Federico Degetau y Gonzalez (1862-1914) La Revista del Instituto de Cultura Puertorriquefia rinde en este numero homenaje a la memoria del ilustre hijo de Puerto Rico don Federico Degetau y Gonzalez, con motivo del centenario de su natalicio. Federico Degetau naci6 en Ponce en 1862. Hizo sus estudios secundarios en Barcelona y en 1879 se traslad6 a Madrid para ingresar en la Escuela de Medicina, pero pronto troc6 los estudios de esta ciencia por los de Derecho. Con sus estudios universitarios comenz6 su actividad polftica y literaria, que habrfa de prolongarse durante toda su vida. Milit6 en las filas del Partido Republicano Federal, que le encarg6 importantes misiones; propugn6 el establedmiento de! sistema pedag6gico de Froebe!; abog6 por la abolici6n de la pena de muerte y de la esclavitud y por la autonomia para Puerto Rico. En Madrid se constituy6 en representante perpetuo del elemento liberal puertorriquefio, y en su favor utiliz6 la influencia que tenia cerca de prominentes figuras del gobierno y la polftica espafiola. En 1887 fund6 un peri6dico exclusivamente dedicado a combatir los actos desp6ticos del Gobernador Palacios. Electo diputado a Cortes por Puerto Rico en 1897, al afio siguiente renunciaba a su cargo, al sobrevenir la ocupaci6n de Puerto Rico por las tropas norteamericanas. Regres6 a su patria e ingres6 en el Partido que propugnaba la anexi6n de! pais, como estado, a la Uni6n norteamericana. En 1900 fue electo Comisionado Residente de Puerto Rico en Washington, puesto para el que fue reelecto en 1902. En sus ultimos afios fue miembro de la Junta de Sfndicos de la Universidad de Puerto Rico. Falleci6 en San Juan en 1914. La obra impresa de Degetau comprende unos 100 titulos, que incluyen libros y folletos, cuentos, artfculos periodisticos, discursos, conferencias y manifiestos politicos. "Toda su producci6n literaria - dice el prologuista de sus Cuentos pedag6gicos y literarios- tuvo siempre como finalidad la instrucci6n de la nifiez y el desarrollo moral de la humanidad toda."
57
CuentQ
TEMPORAL DE NIEVE* Por FEDERICO DEGETAU.
pocos RATOS ESPERO EN
Ml VIDA TAN AGRADABLES como aquellos de sobremesa en casa de Letamendiâ&#x20AC;˘ los sabados por la noche, pasados alli en familia, con los atractivos que les prestaba la dulzura angelical de Clarita, el doctor con los chispazos de su inagotable ingenio, y Balaguerâ&#x20AC;˘ â&#x20AC;˘ con sus recuerdos llenos de poesfa. Momentos de grata expansion, en los que daba yo libertad a mis entusiasmos ardentisimos de muchacho por mis ideas, por mi madre, por mi pueblo y por mis amigos. En una de aquellas noches inolvidables, despues de reirnos de una frase ingeniosisima de Letamendi acerca de la emigracion, nos refirio Balaguer una interesante aventura suya, la curiosa anecdota que voy a re la tar. -Estaba yo emigrado en Avifion,- nos deda el ilustre autor de la HISTORIA DE CATALU1'l'A.Me habian obsequiado por aquellos dias los poetas provenzales con un banquete a orillas del pintoresco Rodano, yen aquella comida ofred a Federico Mistral ir a visitarlo en su retiro de Maillane, donde el gran poeta emplea una parte de su tiempo en las tranquilas faenas del campo. El primer domingo despues sali de Avifion muy temprano. Habia que recorrer algunas leguas y deseaba vivamente llegar a la mansion del inspirado autor de Mireya, porque debia regresar a la noche y
*
Reproducimos este cuento de la obra Cuentos pedagogicos y literarios par Federico Degetau, antolog!a compilada y anotada por Bonifacio Sanchez y publicada en San Juan en 1925 por la Editorial Puerto Rico Ilustrado.
"""
Don Jose Letamendi, decano de la Escuela de Medicina de Madrid.
"'*"'
Don Victor Balaguer, poeta y escritor catalan que figur6 notablemente en la pol!tica espafiola, llegando a ocupar dos veces el cargo de Ministro de Ultramar.
58
queria anticipar y prolongar en cuanto me fuera dable aquella entrevista. 1Que excursion tan agradablel El almuerzo fue servido con una sencillez grandisima, sin aparato de ninguna especie. Y mientras duro, despues de explicarme Mistral algunas de las labores a que se entrcgaba en aquella finca, en la que la pulcritud y el orden reinaban, hablamos de nuestra literatura regional. Juntas recordamos aquella epoca, la unica de la literatura catalana que con justicia y verdad puede llamarse propiamente provenzal, que alcanza hasta fines del siglo XII y principios del siguiente, es decir, hasta la guerra de los albigenses y expulsion de los trovadores del mediodia de Francia1 ; aquella epoca en que los herederos de Carlomagno vivian hacia el norte del Loire, ocupando los ducados de Normandia y Bretana y los condados de Champagne y de Anjou, e, independientes de aquellos reyes, sin mantener apenas con ellos relacion alguna, extrafios a su historia ya sus costumbres, y extranjeros a su raza ya sus leyes, se extendian hacia el mediodia el ducado de Aquitania y los condados de Auvernia, Tolosa, Provenza y otros, los cuales, por medio del lazo del condado de Rosellon y salvando los Pirineos, que no eran entonces barrera ni frontera para la lengua y la literatura, venian a darse la mano con el condado de Barcelona. Hablabamos de aquella epoca en que la lengua vulgar o romana se usaba en la vasta extension de territorio
(1) Las personas que deseen la historia de la literatura catalana, o lemosina, como muchos la Haman, pueden ver las obras de Victor Balaguer.* Las noticias que se refieren a este per!odo, y que expongo respetando escrupulosamente las ideas del ilustre autor, esfan tomadas de esas obras, y principalmente de su DISCURSO DE RECEPCION EN LA ACADEMIA DE LA HISTORIA (pag. 25, tomo VII de la colecci6n) algunos de cuyos parrafos transcribo literalmente como advierte el entrecomado.
i
I \
que abarcaba desde el Ebro hasta el Loire, comprendiendo la cuenca pirenaica, y por la costa del Mediterraneo desde Tortosa, frontera a la saz6n de los arabes, hasta las mismas rientes campifias de la italiana Genova; de aquel tiempo en que no existia afinidad alguna entre Tolosa y Paris, mientras era fntima entre Tolosa y Barcelona. " Un vecino de Tolosa tenia entonces por barbaro, y no comprendia, el lenguaje de un habitante de Paris, mientras era hermano de un ciudadano barcelones, cuya lengua hablaba, de cuya familia era, cuyas costumbres y cuyos habitos conocia. Marsella y Barcelona se miraban como en un solo espejo en el mismo mar, las mismas brisas acariciaban sus frentes, al rayo del mismo sol se solazaban, ¡ tenian el mismo origen, la misma historia y la misma lengua. Barceloneta, trepaba a una colina de los Alpes para mejor divisar desde alli y dirigir por encima de los Pirineos una mirada de carifio a su madre Barcelona", y has ta tal punto habia llegado esta intimidad que, como ha dicho Mistral en unos bellisimos versos que algunos afios despues recordaba yo en la Academia de la Historia 2 "cuando habia en Aix, en Marsella o en Avifi6n, una beldad de gran renombre se hablaba de ella como de una vecina de la capital de Catalufia". Recordabamos aquella civilizaci6n, "incomparablemente mas adelantada que la del norte, en que la poesia, verdadera flor del sentimiento, perfumaba con sus delicadisimos aromas aquellas regiones llenas de luz, de encantos y de armonias, "donde fue concebida y formada la Venus provenzal hallada por venturoso azar en Arles, entre las vetustas ruinas de su viejo coliseo. Recordabamos las comunes glorias de la "lira provenzal, que, como en otro tiempo la griega, cant6 el himno de las victorias akanzadas sobre la barbarie y se inspir6 en la tenaz resistencia ofrecida por los pueblos del mediodia a los reyes carlovingios y en las luchas terribles con los arabes de Espana; y, temp lando luego la energia varonil de su acento en sus cantos de guerra con las dukes modulaciones de su cadenciosa rima en sus cantos de amores, fue de pueblo en pueblo, de fiesta en fiesta, y de castillo en castillo, embelleciendolo todo con su contacto, coma aquella hada misteriosa de las leyendas que a cada paso que daba veia brotar £lores en sus huellas"; de ese brillantisimo periodo en que "los principes de la casa de Barcelona comunican a la Provenza un nuevo germen de vida y despiertan en ella cuanto en ella hay de noble, de generoso, de caballeresco y de patri6tico, por medio de su sabia politica democrcitica," por virtud de la cual "adquiere el pueblo la conciencia de sus destinos, su organizaci6n feudal se modifica y ~>e modera, su constituci6n politica y econ6mica se desa(2) Discurso citado.
rrolla por el reconoc1m1ento de los derechos de sus ciudadanos y la confirmaci6n de sus ant.iguas libertades", y, juntos y unidos los hombres libres que habitan desde el Loire hasta el Ebro, dan a sus sentimientos hermosa irradiaci6n en sus canciones, en sus sirventesios y en sus novas, con que la Provenza n os ensefia a cantar amores y penas, a lanzar el ardiente gr ito de guerra, la fogosa expresi6n del entusiasmo o la duke afioranza de los felices momentos del pasado, hasta que Sim6n de Montfort, al frente de las bandas septentrionales, llena de luto y de espanto aquellas comarcas, haciendo huir ante sus armas brutales, a la duke poesia, cuyos cultivadores, escapando a la matanza, hallan en Catalufia y Arag6n una segunda patria que recoja con amoroso empefio nuevos laureles para coronar sus frentes. Pero volaba el tiempo, como siempre que transcurre en grato amor y compafiia y fue preciso poner termino a nuestra conversaci6n. Cuando el cochero recibi6 la orden de enganchar se resisti6 cuanto pudo a obedecer, sefialando una nube cenicienta que empezaba a extenderse por el horizonte y afirmando que no era posible que llegisemos antes de que la tormenta se desencadenara. Con mil amores hubiera cedido a los ruegos de mi anfitri6n y a las observaciones del cochero. No me era posible, sin embargo, y apresuradamente salimos de Maillane. El cochero repetia que se preparaba una buena tempestad y murmuraba entre dientes: -lei ca ne rigolle pas! Dos horas haria escasamente que habriamos emprendido la marcha, cuando el nubarr6n, cubriendo el horizonte hasta envolvernos por completo en su tenebroso seno, se desplom6 en gruesos copos sobre nuestras cabezas. El cochero fustigaba los caballos, exclamando: -1Bigrel 1La voilal Los copos menudeaban y el suelo se cubria de nieve rapidamente. La luz se extingui6 y para reconocer el camino hubo necesidad de encender los faroles. La nieve seguia cayendo sin cesar. En mi vida he visto nevada mas copiosa. Al cabo de unos instantes se enterraban las patas de los caballos, que apenas podian arrastrar el coche, y en medio de aquella oscuridad ni era ya posible distinguir el camino ni adelantar gran cosa. Tampoco era hacedero retroceder. Ignoro el tiempo que pasamos asi. Era preciso guarecerse en alguna parte y esperar que el turbi6n pasase; pero, ,:d6nde ir? Crey6 entonces el cochero distinguir una luz, y hacia ella clirigi6 los caballos. No estaba muy cerca, y hubimos de tardar bastante en llegar al sitio en que brillaba; pero no era cosa de poner reparo en las pasaclas fatigas cuando estaban a punto de terminar. Llegamos, por fin, a
59
un edificio un poco raro; un negro pared6n se levantaba delante de nosotros, y continuando la lfnea de la pared seguia una tapia alta. Este detalle, en el cual apenas puse mi atenci6n, es muy importante, por lo . que hago que se fijen ustedes en el. - 1Una fachada sin ventanas ni balcones!- excl;.J.m6 el estudiante perpetuo.- Vamos: una casa ciega. Nos reimos del epiteto, y el poeta que nos ha trasmitido la layenda de MADONA MARGARIDA YEN GUILLEM DE CABESTAYN continu6: - Una vez junto al portal6n, llame, abrieron, y, recorrido el zaguan, llegue a la puerta que daba entrada a las habitaciones de los duefios, donde halle un criado vestido de frac y corbata blanca. No dej6 de sorprenderme tanto refinamiento en medio de aquellas soledades, y, apenas hube formulado mi deseo, me hizo pasqr el sirviente a un saloncillo adornado con severo gusto, en tanto que iba a poner mi llegada en conocimiento del sefior. Habia en el centro un velador, y en el varios tomos lujosamente encuadernados. Entre ellos estaban las obras del famoso estadista ingles Stuart Mill acerca de El Gobierno representativo su Principios de Economia Politica, su Examen de la filosofia de sir W. Hamilton, su Sistema de logica, el Utilitarismo y la libertad . Cogi este ultimo libro y estuve leyendo nuevamente aquella sentidisima dedicatoria del gran escritor a su mujer. 3 Conocia la adoraci6n que por su compafiera habia tenido el gran pensador y sentia una impresion agradabilisima al encontrarme allf con Iibros que me eran familiares y por cuyo autor (que en aquellos momentos agitaba el mundo con sus campafias) experimentaba yo una admiraci6n profunda. De estas ideas me apart6, la presencia del duefio de la casa. Nos saludamos, le dije yo quien era, y le pedf hospitalidad en lo que el turbi6n pasara. (3) No puedo resistir a la tentaci6n de transcribir aqu! Ia dedicatoria, tomandola de Ia traducci6n, aun inedita, de esa obra; traducci6n hecha por mi venerable amigo Baldorioty de Castro, el ilustre patricio puertorriquefio. .Dice as!: "Dedico este volumen a la memoria querida y llorada de la que fue la inspiradora, y en parte autora, de lo mejor que hay en mis obras; a la memoria de la amiga y de la esposa, cuya estimaci6n exaltada por lo verdadero y por lo justo, fue mi estimulo mas poderoso, y cuya aprobaci6n mi principal recompensa." "Como todo lo que he escrito durante muchos afios, esta obra es tanto suya como mia; pero este libro, ta! cual es, no alcanz6 de un modo completo la inestimable ventaja de ser revisado por ella, pues algunas de sus partes mas importantes fueron aplazadas para un segundo examen mas esmerado, examen que estaban destinadas a no recibir jamas. Si yo fuera capaz de intcrpretar siquiera Ia mitad de los grandes pensamientos, y de los sentimientos elevados que han sido sepultados con ella, el mundo sacaria mas fruto de ellos que de todo lo que pueda escribir sin la inspiraci6n y Ia asistencia de su buen sentido, casi sin rival.-]. Stuart Mill."
60
Dfjome que habia visto en los peri6dicos la noticia de mi llegada y la resefia del banquete con que pocos dias antes me habian obsequiado los poetas provenzales, y me inst6 a que me quedase alH a pasar la noche, invitaci6n que acepte reconocido. Llam6 a un criado, encargandole que cuidasen del cochero, de los caballos y del coche, y emprendimos nosotros una larga conversacion, que comenz6 pidiendome el noticias de la politica en Espana, cuya historia revelaba conocer profundamente. Las ideas giraron despues sobre polftica general, y pronto eche de ver que no era mi interlocutor s6lo un hombre de una ilustraci6n vastfsima, sino, ademas, un pensador, y un pensador profundo de la escuela utilitaria inglesa. Era de presumirse esto por las obras que habia visto, y cuya lectura parecia revelarse en sus juicios. En el curso de la conversaci6n hizo un breve analisis de las ideas de Comte, de la marcha del positivismo en "el continente" y de la misi6n que esta escuela venia a cumplir en el orden de las ciencias politicas. Su amor por el regimen representativo y sus conviciones autonomistas en materia colonial fueron las dos impresiones mas vivas que me quedaron de aquella conversaci6n. Despues de tomar un lunch, servido con una esplendidez apenas concebible en aquel solitario rinc6n del mundo, lleg6 la hora de retirarme a descansar, y, acompafiado por el sirviente, subf al primer piso, y, dando la vuelta a la casa por unos corredores que se cortaban en angulo recto, entramos en la habitaci6n que me destinaban para pasar la noche. Al dejarme en ella retir6se el criado, no sin llamarme la atenci6n hacia el lugar donde se hallaba el cord6n de la campanilla (junto a la caqecera de la cama) por si algo se me ocurria. En aquella habitaci6n reinaba como en el resto de la casa, un confort exquisito, y el mobiliario como el decorado revelaban un gusto severo. Era la cama un mueble soberbio; pero yo, que estaba bastante cansado, no me detuve mucho en el examen de lo que me rodeaba, sino que me acoste en seguida, quedandome profundamente dormido.
â&#x20AC;˘ â&#x20AC;˘ â&#x20AC;˘ Par la mafiana me levante, - sigui6 refiriendonos
Balaguer,- cuando el sol se filtraba ya por las cortinas. Se conoda que un dia esplendido habia sucedido a la pasada tormenta. Me acerque al tocador, mueble de rica talla, en el que habia un magnifico juego de porcelana de Sevres; una vez conclufda mi toilette, me dirigi a la ventana con animo de contemplar el paisaje. El espectaculo que se ofreci6 a mi vista no pudo menos de impresionarme fuertemente. Era aquello realmente extraordinario. Varios arboles se levantaban cerca de los cristales,
I
I
l
I
pero todos eran cipreses y sauces, y el suelo de lo que en el primer momenta me imagine que era el jardin estaba sembrado de cruces y de lapidas. Retrocedi ante aquel cuadro y tire del cord6n de la campanilla. Un criado se present6 inmediatamente, diciendome que el sefior esperaba abajo para que nos desayunasemos, y ofreciendose a ensefiarme el camino. Recordaba yo perfectamente aquellos corredores que, cortandose en angulo recto, daban vuelta a la casa. Asi es que lo despedi sin utilizar sus servicios y me acerque de nuevo a la ventana, ansioso de ver hasta que punto podia dar credito a mis propios ojos. Alli estaban para demostrarme que no me habia engafiado, las tumbas y los nichos y los panteones. 1Extrafio jardin, en verdadl Sali del cuarto, deseoso de apartar los ojos de aquel fllnebre espectaculo. El pasillo era largo, tenia grandes ventanas, y cuando pase junto a ellas tambien por aquel lado el espectaculo de cipreses, cruces, sauces y nichos se reprodujo a mi vista. Doble por cl corredor que habia a continuacion de aquel, y desdc las ventanas de este ultimo volvi a contemplar nuevos cipreces, nuevos sauces, deshechas coronas de marchitas ÂŁlores y cruces sembradas sobre la menuda yerba. Ya no cabia duda. Recorde que la casa no tenia hueco alguno al exterior. Habia dormido en un cementerio. Pero aun me reservaba la suerte una sorpresa mayor. Cuando llegue al comedor, en la planta baja, encontre alli al duefio de aquella extrafia quinta, sentado frente a una de las tres grandes ventanas que se abrian hasta el suelo sobre aquel funebre jardin. No necesite expresarle mi extrafieza. El entonces me explic6 la raz6n de cuanto estaba viendo. -"Yo soy Stuart Mill,-me dijo-. Usted conocera mi adoraci6n por mi esposa. Cuando, despues de
suprimida la Compafiia de Indias, libre ya de mis obligaciones de funcionario, pude disponer de mi tiempo, proyectamos pasar el invierno de 1858 al 59 en estas comarcas. Al salir de Avifi6n viajando hacia Montpellier enferm6 mi mujer de un repentino ataque de congestion pulmonar que acabo con su vida y con mi felicidad. 4 Alli la enterraron. Y con el brazo extendido me sefialo una tumba situada enfrente del lugar que ocupaba." "Desde aquel infausto dia hice cl prop6sito de estar lo mas cerca de ella que me fuese posible, y con ese objeto adquiri esta finca, que no tiene mas comunicacion con el mundo que el portalon por donde se entra." "Las vacaciones parlamentarias vengo a pasarlas aqui. Aqui me encierro, y en este sitio, junto a esta mesa y en esta silla, escribo mis obras. Y cuando tomo la pluma, contemplando esa losa, siento la inspiraci6n que su espiritu me presta. Cierro los ojos y recibo la inspiracion de las alas de luz de aquella alma que viene a besar mi frente, infundiendo en ella ese aliento inspirador que lleva al fondo de las almas la vida de los seres que han recorrido con nosotros el camino de la existencia, infundiendonos el amor de lo justo, de lo verdadero y de lo hello; y que, despues de desaparecer de la vista de los demas, arrebatados por la muerte, buscan en cada palpitacion de nuestros corazones el latido que responda a los suyos, nobles y generosos." Y el frio autor de "El sistema de logica" con la expresi6n de los iluminados en sus ojos, y el ardor y la ternura de un enamorado en las modulaciones cadenciosas <le la voz, me hablo de! amor de sus amores, de aquella pasi6n, rayana en el delirio, hasta que llego el momenta de separarme de! inmortal pensador a cuya mansion extrafia me llevo un temporal de nieve.
(4) El mismo Stuart Mill confirma estas noticias. Vease !a obra MES MEMOIRES HISTOIRE DE MA VIE ET DE MES !DEES. - Traducci6n Gazelles, pagina 239.
61
Bihliografia Puertorriquena de 1962
ALEGRfA, Josi S. (RAIMUNDO Lucm): Cartas a Florinda. Vol. II. Palabras preliminares del autor. 177 pp. Ediciones Rumbos, Barcelona, 1962. Las "Cartas a Florinda" se publicaron originalmente en la desaparecida revista Puerto Rico Ilustrado. El primer tomo de la obra, publicado en 1958, obtuvo primer premio del lnstituto de Literatura Puertorriquefia. Sefiala el autor en el pr6logo que "los mayores males" sefialados en estas cartas "son la resultante de la abdicaci6n de! papel maternal" por la mujer.
ARANA SoTo, SALVADOR: Diccionario de temas regio-
nalistas en la poesia puertorriquena. 35 pp. Folletos puertorriquefios de! Club de la Prensa Num. 7, San Juan, 1962. Contiene una lista, ordenada en orden alfabetico, de todos los poetas puerto.rriquefios que han cultivado el tema regionalista. Las obras respectivas tambien aparecen dispuestas en orden alfabetico.
ARRivf, FRANCisco:
Cicio de lo ausente.
100 pp. Industrias Graficas Manuel Pareja. Barcelona, 1962. Domina la poesla de Arriv! un profundo sentido metaf!sico. Es del pensamiento reflexivo que surge la imagen, mas mental que emotiva: de ah! la serena frialdad que la caracteriza. En este libro, que continua los anteriores del autor -Isla y nada y Frontera- el poeta parte de un estado de inocencia original hasta llegar a un sentimiento desolador de precariedad metaflsica.
AROCHO RIVERA, MINERVA: (poemas).
Quimeras e Inquietudes
BABfN, MARIA TERESA: Lorca.
62 pp. Publicaciones de La Isla de los Ratoncs, Santander, 1962. Originalmente fue publicado este ensayo en la revista Alomante. Contiene los capl,tulos titulados: Temas esotericos, Vertientes ideol6gicas y Notas. Al estudio de Garcia Lorca la autora ha dedicado anteriormente los libros El mundo poitico de Garcia Lorca (1955) y Garcia Lorca, vida y obra (1955).
BABIN, MARfA TERESA:
BABIN, MARfA TERESA:
Las voces de tu voz.
114 pp. Ediciones Islas de los Ratones,. Santander, 1962. Si bien es cierto que ya en su libro de estampas Fantasia boricua y en su obra de teatro La hara colmada hallamos la poetisa que hay en ella, Marla Teresa Babin -quien cuenta con una larga hoja de publicaciones en prosa, especialmente de cr!tica e interpretaci6n literaria- se inicia en la poes!a metrica propiamente con este libro, donde ofrece una poes!a sencilla, clara y concentrada, que canta el eterno tema del amor.
BAGUE, JAIME: Apuntes sabre la historia de la enseiianza de la agricultura en Puerto Rico. 55 pp. Ediciones de la Universidad de Puerto Rico, 1962. En este opusculo hace historia el doctor Bague de las vici¡ situdes y el desarrollo de la agricultura en Puerto Rico desde el siglo XVI, describiendo las luchas y gestiones realizadas P.n esta zona de la vida econ6mica insular, la sistematizaci6n de la misma, y todos los elementos que contribuyeron a la pedagogla agrlcola de un pais cuya riqueza proven!a de! agro.
BAUZA, GUILLERMO: Pr6logo de Julio Soto Ramos. Bl pp. Imprenta La Milagrosa, San Juan, 1962. De estos versos, casi todos inspirados en el amor, dice el prologuista que "no se cifien rigurosamente a la tecnica del ritmo y de la rima, estan escritos sin esfuerzo y tienen un agradable sabor poetico que llega al coraz6n".
La prosa mdgica de Garcia
El filo del ensueiio (poemas) .
Dibujos de Carlos Marichal. 128 pp. Editorial Campos, San Juan, 1962. Primera obra de su autor, recoge este libro cincuenta poemas de diversa tematica, predominando los amorosos. Es poesla sencilla, dentro de las nuevas corrientes poeticas, pero sin complejidades de escuela.
Fantaisie portorricaine. (Es]unto a la Torre. ¡
tampes de mon pays).
BENITEZ, JAIME:
Traducci6n de Marie Lafranque. 123 pp. lmprimerie Moderne, Tolosa, Francia, 1962. Bella traducci6n al frances del libro Fantasia moderna (Estampas de mi pals), obra que ha tenido tres ediciones en espafiol. Es su primera edici6n en lengua extranjei;a.
(Jornadas de un programa universitario: 1942-1962). Pr6logo de! autor. 433 pp. Universidad de Puerto Rico, San Juan, 1962. El libro "resefia aspectos diversos de la vida universitaria de Puerto Rico y de la vida puertorriquefia" de! per!odo comprcndido entre octubre de 1942 y octubre de 1962, per!odo que
62
sefiala desde su inauguraci6n, la gesti6n del autor como Rector de Ia Universidad de Puerto Rico. Contiene numerosos discursos pronunciados en diversos Iugares y ocasiones por el Rector, e incorpora dos apendices, el titulado "Lo que es la Universidad de Puerto Rico" (informe formulado por el sefior Benitez en 1959 ante el Comite de Io Interior y de Asuntos Insulares de la Camara de Representantes de Estados Unidos) y el trabajo "Palabras de Gabriela Mistral para la Universidad de P uerto R ico" (1948) . BOTHWELL,
REECE
B.: Manual de procedimiento
parlamentario. Segunda edici6n revisada con prefacios del autor a Ia primera presente edici6n. 225 pp. Publicaci6n preparada por el Instituto de Cooperativismo. Ediciones de la Universidad de Puerto R ico, 1962. Esta guia ha sido preparada especialmente para el uso de las cooperativas de Puerto Rico, cuyas actividades y aumento en numero obligan a Ia celebraci6n de frecuentes asambleas de sus socios.
Del orbe ideol6gico de Maranan (variaciones sobre un teclado intimo ).
C OLBERG,
JUAN
ENRIQUE:
214 pp. Ediciones Rumbos, Barcelona, 1962. Escrito en lenguaje pulcro y noble, este libro de ensayos revela un profundo estudio y admiraci6n por la figura y la obra de Marafi6n, admiraci6n que en nada afecta la objetividad con que el autor recorre y glosa Ios temas fundamentales del ilustre escritor, afiadiendo sus propias y profundas reflexiones. CoLL
Y
TosTE,
CAYETANO:
Narraciones historicas.
Selecci6n y pr6logo de Isabel Cuch! Coll. Dibujos de Liarte. 212 pp. Ediciones Rumbos, Barcelona, 1962. La obra contiene veinte narraciones _hist6ricas puertorriquefias seleccionadas de las que publicaron don Cayetano Coll y Toste en su inaprer.iable Boletln Hist6rico de Puerto Rico. Incluye datos biograficos, anecdotas y relaciones sobre personas, fechas y Iugares memorables del pals. CoLL y TosTE, CAYETANO:
Seleccion de Leyendas puer-
torriquenas. CADILLA DE RuIBAL, CARMEN ALICIA:
Cien sinrazones.
209 pp. Editorial Club de Ia Prensa, San Juan, 1962. La notable poetisa puertorriquefia recoge en este tomo cien poemas breves, compuestos, en su mayoria, de cuatfo, cinco y seis versos. Poesia sencilla, en cada "sinraz6n" hay un mensaje de cordialidad, belleza y alegria. CAMEJO, RAFAEL
W.:
San Juan triste y atardecer.
Con una glosa de Ernesto Juan Fonfrias e ilustraciones de Angel Mufioz Escalante. 108 pp. Editorial Club de la Prensa, San Juan, 1962. Autor, venezolano, vivi6 en Puerto Rico en la decada del veinte, en que realiz6 labor literaria y comparti6 Ia amistad de nuestros poetas, literatos y periodistas de Ia epoca. Publica ahora este tomo de poemas en verso Iibre "Jibro de recuerdos, sin pretensiones Jiterarias ... escrito para reflejar un dolor y una nostalgia de! San Juan de mi juventud y el dolor de contemplar este San Juan de ahora, melanc6Jico y triste". CIFRE DE LoUBRIEL, ESTELA: Catdlogo de extranjeros residentes en Puerto Rico en el siglo XIX .
190 pp. Ediciones de Ia Universidad de Puerto Rico, 1962. Es este el primer catalogo de los extranjeros residentes en Puerto Rico en el siglo pasado que se compi!a y publica. Alcanza la cifra de 4,806 nombres, cada uno con breves apuntes en que se indica la procedencia, ocupaci6n, estado civil, lugar y afio de residencia y otros datos personales, asi como las fuentes de que se obtuvo la informaci6n. Incluye tablas y mapas en que la autora ilustra gr:l.ficamente detalles de la procedencia y la ubicaci6n de los diferentes grupos de extranjeros en los pueblos de Puerto Rico, oficios, profesiones, y otros datos de gran interes demografico.
Pr6Iogo de Isabel Cuch! Coll. 459 pp. Ediciones Rumbos, Barcelona, 1962. La recopiladora, nieta de! autor, ha seleccionado 92 de entre las Ieyendas originalmente publicadas por Coll y Toste en el Boletln Hist6rico de Puerto Rico, y en las que la historia se funde tan habilmente con Ia ficci6n . C RUZ
MoNCLOVA,
Lmm:
Historia de Puerto Rico
(Siglo XIX). Primera y segundo volumen de! Torno III. Primera parte: Pr6logo de Emilio M. Col6n, 484 pp. ii. Segunda parte: 457 pp. ii. Editorial de Ia Universidad de Puerto Rico, 1962. Por cerca de ocho Iustros el historiador Lidio Cruz Monclova ha venido trabajando en su Historia de Puerto Rico (Siglo XIX), de Ia que, con los presentes, lleva publicados cinco volumenes. Los presentes abarcan el periodo 1885-1898 que corresponde a Ia gesti6n de Ios gobernadores Juan Dahan, Juan Contreras Martinez, Romualdo Palacio, Juan Contreras Martinez (segundo termino), Pedro Ruiz Dana, Jose Pascual de Bonanza, Jose Lasso Perez, Manuel Delgado Zuleta, Antonio Dahan Ramirez de Arellano, Andres Garcia Mufioz, Jose Gamir Maladefia, Emilio March Garcia y Sabas Marin Gonzalez. CHEVREMONT,
RosENDO:
Intuiciones de la- verdad.
Pr6logo de Emilio S. Belaval. 169 pp. Barcelona, 1962. En este libro de aforismos el recientemente fenecido escritor Rosendo Chevremont trata sobre los universa!mente humanos temas de la vida, la muerte, la felicidad, la verdad. "Estas in-.. tuiciones sobre la verdad, ineditas al momenta de su muerte, demuestran -dice el prologuista- su confianza en el juicio de la posteridad''.
m-
dividuo .
LANAUSE, Jos:E NILO: Biblioteca Legum Portorricensis (Collectanea juridica. Bibliografia legal selecta de Puerto Rico. Siglos XIX - XX).
Introducci6n por el autor. 164 pp. San Juan, 1962. Se divide el Jibro en dos partes tituladas: "La Religi6n como fen6meno colectivo" y "La religi6n como fen6meno individual". Esta segunda parte incluye diez conferencias pronunciadas por el autor en el Templo Teos6fico de San Juan en el curso de Ios afios 1958 a 1961.
Pr61ogo del profesor Guaroa Velazquez. Introducci6n de! autor. 506 pp. Colegio de Abogados de Puerto Rico (San Juan) , 1962. Es Ia primera catalogaci6n exhaustiva que se realiza de Ios trabajos importantes publicados en Puerto Rico. Cubre realmente el periodo 1508 ¡ 1958 y contiene Ios siguientes indices:
DAVILA
CINTRON, RAFAEL
V.:
La Iglesia, el Estado y el
63
bibliogr3.fico, de autores, de recensiones, de r evistas, de jurisprudencia y analftico. DE JEsus CASTRO,
TOMAS: Vista de cerca.
99 pp. Editorial Club de la Prensa, San Juan, 1962. Fruto de sus afios dedicados al periodismo son los cuatro reportajes que el autor recoge en este volumen, y que originalmente fueron publicados en EI Mundo. Corresponden a cuatro personalidades cuyas ejecu tori as ejercieron influencia en Ia vida de! pais: Sixto M. Saldana, director de! Presidio Insular; Juan Hernandez L6pez, politico y jurisconsulto; Marcelino Roman!, fiscal y juez destacado, y Luis O'Neill de Milan, director de Ia Biblioteca Insular.
y, de otro un tono tajante, de profundo dramatismo e hiriente iron fa''. FoNFRiAs, ERNESTO JUAN:
Espigas de oro.
Con pr6Iogo de! autor. 116 pp. Editorial Club de la Prensa, San Juan, 1962. Libro, de tendencia modernista, en que predominan los temas de amor. En el pr6Iogo afirma el autor: "No he alcanzado jerarquia poetica: no Ia he buscado tampoco, porque no me interesa''. De sus versos subraya que "solamente tienen el sabor de mis emociones, y ellas me hacen feliz". FoNFRIAS, ERNESTO JUAN:
Sementera (Ensayos breves
y biografias minimas ). DiAz VIERA, Jost FRANCISCO:
Historia documental de
Trujillo Alto. Notas preliminares de Ricardo E. Alegria. 224 pp. Ediciones Rumbos, Barcelona, 1962. Es una interesante compilaci6n de documentos, datos y narraciones referentes al pueblo de Trujillo Alto, realizada por un viejo hijo de! lugar y guardador celoso de sus tradiciones, quien falleciera antes de ver publicada su obra.
Pr6Iogo de Francisco Gnillen Salaya. 145 pp. Editorial Club de Ia Prensa, San Juan, 1922. Libro dedicado principalmente a valorar las figuras de puertorriquefios ilustres -Betances, Ruiz Belvis, Corchado, Mufioz Rivera, Antonio R. Barcel6- y nuestros poetas, entre ellos dofia Trina Padilla de Sanz (La Hija del Caribe) y Manuel Joglar Cacho. FRANCO OPPENHEIMER, Ftux:
DoNES CuBANo, MANUEL:
El estado perfecto.
Pr6Iogo de Juan Diez de Andino. 422 pp. Editorial Campos, San Juan, 1962. A traves de las palabras y vicisitudes de los personajes que intervienen en esta obra -dificil de clasificar entre los generos literarios- el autor expone sus ideas filos6ficas, morales y polfticas y propugna un tipo de regimen polftico-econ6mico denominado "capitalismo moral" igualmente alejado de! comunismo y de! capitalismo clasico.
Num. 2. Vifietas de Francisco Valle. 132 pp. Editorial Yaurel, San Juan, 1962. Reune el autor en este libro -el segundo que publica bajo el mismo titulo, diversos trabajos en prosa, casi siempre con caracter de reflexiones o aforismos, en su mayor parte intercalados con poesias que vienen a ser una prolongaci6n ideol6gica o glosa de las primeras. GAOS,
ENAMORADO CUESTA,
Jost: Estampas del vivac.
60 pp. Editorial Puerto Rico Libre, San Juan, 1962. Poes!a combativa y comprometida Ia de este volumen, en que el autor trata de diversos temas de caracter politico, utilizando las formas clasicas de Ia versificaci6n, con particular enfasis en el soneto y Ia decima, forma esta ultima tradicional de Puerto Rico. FERRER HERNANDEZ, GABRIEL:
123.
72 pp. Universidad de Puerto Rico, Rio Piedras, 1962. El distinguido fil6sofo espafiol autor de la obra explica el tftulo y sefiala c6mo fueron escogidos los ciento ochenta aforismos -sobre diversos temas- que integran el libro, dedicado en testimonio de simpatia y agradecimiento "a algunas personalidades puertorriquefias, a otras coincidentes en Rio Piedras con el autor, a Ios profesores y estudiantes con quienes este ha trabajado en Ia Universidad de Puerto Rico, y tambien a los familiares que tiene en esta Isla" . GAos, Jost:
Prefacio de Miguel Ferrer Otero. 194 pp. San Juan, 1962. Esta recopilaci6n de las poesias de Gabriel Ferrer Hernandez (1847 - 1900), publicada por sus hijos, contiene ademas como apendice las cr6nicas necrol6gicas publicadas en diarios, revistas y folletos, sobre la personalidad de! poeta, y un artkulo de Jose Arnaldo Meyners originalmente publicado en la Revista Boricua, Afio I, num. 7, correspondiente a julio de 1962.
Sabre este suelo.
Pr6logo de Luis Arrigoit!a. 94 .pp. Talleres Graficos de La Milagrosa, San Juan, 1962. Nueve cuentos y una Ieyenda integran este Iibro -el primero de Edwin Figueroa- algunos de Ios cuales han sido incluidos en antologias como la de El arte de[ cuento en Puerto Rico, de Concha Melendez, o premiados en diversos certamenes. Segun el prologuista, se dan en esta obra "dos tendencias, reflejo de dos gustos en conflicto: de un !ado el lirismo pulido y suave,
64
Jost:
Anhelos y esperanzas
(poesia).
FIGUEROA, EDWIN:
Imdgenes (prosas, deci-
res, aforismos ).
La vida intelectual (El tapiz par el reves).
30 pp. Publicaci6n de la Asociaci6n Puertorriquefia de Profesores Universitarios, San Juan, 1962. Es Ia conferencia que, bajo el nombre de ep!grafe, dict6 el doctor Jose Gaos, catedratico visitante de Ia Universidad de Puerto Rico a Ia Asociaci6n Puertorriquefia de Profesores Universitarios. Haciendo una sintesis ir6nica de la vida intelectual moderna, recalca el autor que "nuestra vida intelectual es una vida que cree saber que no hay, ni hubo nunca, teorfa pura en el sentido de impasible y desinteresada, y de aprdctica, si no de apot!tica. Es Ia consecuencia de que nuestra vida intelectual este dominada, desde Ia ra!z . . . por Ia obra de Ios mas geniales sofistas, mostradores de! reves de tapices, o "tiradores" de mantos y mantas, de todos los tiempos: un Kierkegaard, un Marx, un Nietzsche, un Freud". GARciA HERNANDEZ, FRANCisco:
Antologia poetica.
Selecci6n y pr6Iogo de Francisco Garcia Hernandez. 96 pp. II. Imprenta Roldan Blas, Aguadilla, Puerto Rico, 1962.
Figuran en esta antolog!a poemas de Jorge Marla Ruscalleda, Wilson Cortes Burgos, Miguel Angel Morales, Leonor Ruiz Rios, Angel Manuel Arce Nieves, Jose Antonio L6pez Gonzalez y Billy Cajigas, todos ellos estudiantes de Ia Escuela Superior de Aguadilla y nacidos entre los aiios 1942 y 1944.
primicia de su cosecha poetica, que distribuye en las secciones tituladas: Espigas del gozoso anhelo, Hojas para un album, Del litoral azul, Trlptico doliente, De la promesa esperada, Gotas de! lntimo decir, Portales a la presencia gratos y Estampas. IGLESIAS PANTiN, SANTIAGO:
G:E:1GEL POLANCO, VICENTE:
Canto del amor infinito.
38 pp. Imprenta Venezuela, San Juan, 1962. Producto de grave reflexi6n filos6fica, que se manifiesta en un expansivo verso libre rltmico, es este canto de amor que el poeta entona a su difunta esposa. Los versos se destacan por su claridad, sinceridad y lirismo emocionado. G1L DE Rumo, VicTOR
M.:
Matices.
122 pp. Ediciones Rumbos, Barcelona, 1962. Recoge el autor en este libro poemas, reportajes, traducciones y algunas leyendas y cuentos originales, as! como una carta del lexic6grafo puertorriqueiio Augusto Malaret.
Conceptos fundamentales de literatura comparada. Iniciaci6n de la poesia modernista. G10covATE, BERNARDO:
Pr61ogo de! autor. 149 pp. Ediciones Asomante, en colaboraci6n con la Universidad de Tulane. San Juan, 1962. Expresa el autor en el pr6logo que su mayor ambici6n al publicar este trabajo ha sido la de suplir la falta de -una doctrina general de que frecuentemente adolecen obras de esta naturaleza. G1RoN DE SEGURA, SocoRRo:
Gregorio Maran6n,
es-
critor.
Pr61ogo de Federico de Onls. 179 pp. (Ponce), Puerto Rico, 1962. La autora de Jose Gautier Benitez (Vida y epoca. Obra inedita.), obra premiada en 1962 por el Instituto de Literatura Puertorriqueiia, estudia en este libro la obra literaria de Maraii6n, con especial enfasis en sus estudios psicol6gicos, el tema de! donjuanismo y las ideas sobre Espana y America. El libro contiene una bibliografia de obras de Marafi6n, estudios sobre Marafi6n y otra bibliografla general. GRAU ARCHILLA, RAuL:
Destierro de lo inutil.
Dibujos de Liarte. 103 pp. Ediciones Rumbos, Barcelona, 1962. Es este el cuarto poemario de! autor. Como los anteriores - Noche, tu poema (1952), Vertigo de la ·nube (1954) y Golondrinas (1956), el autor sigue la linea romantica. El libro esta dividido en tres partes : "Destierro de lo inutil", "Normatides" y "Psalterio".
(1910-1917). Torno II. Pr6logo de Igualdad Iglesias de Pagan. 301 pp. Imprenta Venezuela, San Juan, 1962. La prologuista, hija del distinguido lider socialista puerto· rriqueiio, Santiago Iglesias Pantln, expresa que fue el deseo de su padre que "las luchas que se narran en este libro sirvan de acicate a la presente y futuras generaciones, para el engran· decimiento de Ia vida social, econ6mica y polltica del obrero puertorriqueiio". Contiene la obra treinta y cuatro capltulos en que se vacfan siete aiios de Ia vida y luchas de! !Ider, y de! partido que durante tantos aiios dirigi6.
Nuestra America.
Pr6logo de Francisco Lluch Mora. 234 pp. ( (Ponce) ) Puerto Rico, 1962. Sigue en esta obra la autora las directrices de su primer libro de ensayos "Del Yunque a los Andes", con honda preocupaci6n por el hombre y los problemas de America. HERNANDEZ, RAMON MANUEL:
Albas y remansos.
123 pp. Talleres Offset Ariel, Yauco, Puerto Rico. En versos tradicionales, de corte sencillo, recoge el autor una
Mis sentires de ayer.
JIMENEZ LuGo, ANGEL:
Pr6logo de Cesareo Rosa Nieves. 90 pp. Ediciones Rumbos, Barcelona, 1962. "Racimo de temas romanticos en formas modernas", califica el prologuista a esta obra, en que el verso "fluye con naturali· dad de agua clara". El autor, periodista y epigramista, se ha distinguido como autor de versos festivos y satlricos, de los que lleva ya publicados dos tomos: La espinela festiva (1945) y Apuntes y pinchazos (1959). JuuA MARiN, RAM6N:
Tierra adentro
(novela) •
Pr6logo de Francisco A. Maldonado. 369 pp. Asociaci6n de J6venes "Emiliano Nazario", Utuado, Puerto Rico, 1962. A la Asociaci6n de J6venes "Emiliano Nazario" se debe la nueva edici6n de esta obra, publicada por primera vez en 1911, con pr6logo de Romualdo Real. Segun el actual prologuista "es el relato vivo y doloroso de un perlodo de angustia e in· certidumbre, al ocurrir el cambio de soberan!a y sobrevenir una etapa de desgobierno, atropellos, cr!menes e infamias nunca vistos por esta gente sencilla y honrada de! centro de la Isla" de Puerto Rico. LAGUERRE, ENRIQUE
A .: Cauce sin rio (El diario de mi
· generaci6n) 229 pp. Colecci6n Grandes novelistas de nuestro tiempo. Nuevas Editoriales Unidas, Madrid, 1962. Esta obra, la mas reciente de! notable novelista puertorri· quefio, representa su reacci6n ante las nuevas corrientes y tendencias sociales que en Puerto Rico entran en pugna con nuestro mejor tradicionalismo. En el escenario de la obra -nuestras zonas urbana y rural- los personajes, bien caracterizados, viven esos conflictos. LAGUERRE, ENRIQUE:
GUEVARA CASTANEIRA, JosEFINA:
Luchas emancipadoras
Obras completas. Tomo I.
Pr6logo de Concha Melendez. 690. pp. Instituto de Cultura Puertorriquefia, San Juan, 1962. Inicia con este tomo el lnstituto de Cultura Puertorriqueiia la publicaci6n de las obras completas de Enrique A. Laguerre, nuestro mas importante novelista contemporaneo. La doctora Melendez, quien en diversas ocasiones se ha ocupado de la obra de Laguerre, lo considera "el novelista de su generaci6n que h a tenido mas conciencia de la novela como arte", el "mas abarcador de la realidad puertorriquefia", y el que se ha dejado conmover por mas aspectos de nuestra geografla, historia, poll· tica y sociologia, "convirtiendolas en sustancia de sus novelas",
65
Este primer tomo ·induye La llamarada, Solar Montoya y El !JO qe febrero, primeras novelas de! autor. LAUIU:ANO, ANGEL Lms:
Estepas.
Autobiograffa y prologo de! autor. s. p. Imprenta Soltero, Santurce, Puerto Rico, 1962. Libro de prosa y verso distribuido en las partes tituladas Estepa amorosa, Estepa religiosa y Estepa mixta, entre las que se intercalan unas prosas breves llamadas "meditaciones". LOPEZ SuRIA, VIOLETA:
La piel pegada al alma.
Con un poema-prologo de la autora. 66 pp. (San Juan) , Puerto Rico, 1962. La poetisa, autora de otros 17 libros de poemas, entona en este un dolido mea culpa blanco ante el negro, sangre. hermana, quienes "por un abalanzamiento hosco del destino llevan, la pie! pegada al alma".
Comentarios a refranes, modismos, locuciones de "Conversao en el batey", de Ernesto Juan Fonfrias.
LLORENS, WASHINGTON:
Prologo de! autor. Folletos puertorriquefi.os de! Club de la Prensa Num. 6. San Juan, 1962. Sefi.ala el autor en el prologo que la obra de Fonfrfas a que se refiere el tltulo es "valioso caudal de vocablos jlbaros, arcalsmos, indigenismos, algunos africanismos, muchos puertorriquefi.os y toda la gama de las variantes foneticas de! castellano antiguo y las peculiares de! espafi.ol de America ... " La obra comprende una lista numerada de refranes, modismos y Iocuciones, con sus significados o equivalentes; y como apendice trae otra lista, ordenada en orden alfabetico, de "palabras de Puerto Rico que se le olvidaron a Malaret". LLORENS, WASHINGTON; VALDEJULLI, JUAN y CosTA, ARTURO:
GOMEZ
Tres temas sobre Hostos.
28 pp. Cuadernos de la Academia de Artes y Ciencias de Puerto Rico, 1962. A la extensa bibliografla hostosiana se afiaden Ios trabajos contenidos en este cuademo bajo los tltulos Hamlet vista por Hostos y Goethe, de Washington Llorens; Don Eugenio Maria de Hostos, politico y patriota, de Juan Valdejully Rodriguez, y el poema Una voz en America, de Arturo Gomez Costa. MARTfNEZ AVILES, EMILIANO:
Montana, cielo y mar
(versos) .
Prologo del autor. 103 pp. lmprenta Venezuela, San Juan, ( (1962)) . De la tematica varia de estos versos, algunos de Ios cuales fueron escritos en 1913-1914, pueden dar una idea varios de sus tfrulos: Rio Cibuco de mi pueblo, Adios a Curazao, Homenaje a Pedro Albizu Campos, Motivos del Flamboydn, Invocacion leonistica, Tarde feliz . El prologo contiene interesantes remem· branzas de la juventud de varios poetas y. escritores puertorriquefi.os.
Figuran en esta antologfa treirtta y seis poeslas de autores puertorriquefi.os, publicadas en el perlodo 1945-1959 en "Aso· mante" revista de Ia Asociacion de Mujeres Graduadas de la Universidad de Puerto Rico. Segun la prologuista el libro, cuya seleccion y notas fueron hechas por Juan Martinez Cap6, es "un valioso documento probatorio de nuestra poesla en los afi.os de "Asomante". MATOS PAOLI, FRANCISCO:
70 pp. Ediciones Juan Ponce de Leon, San Juan, 1962. Libro vivencial, cuya profundidad humana y metaflsica rebasa Ia de las obras anteriores de! autor. Matos Paoli recoge en el, trasmutandolas en poesla transida de lirismo y apasionado querer patriotico, las experiencias de sus dlas de enajenacion mental. MEDINA RAMfREz, RAMON:
Antologia Poetica de "Aso-
mante". (Album de poesla num. 14 de! Ateneo Puertorriquefi.o) . Introduccion por Concha Melendez. 140 pp. Ediciones de! Ateneo Puertorriquefio, San Juan, 1962.
66
Patriotas ilustres puerto-
rriqueiios. Palabras preliminares de! autor. Ilustrado. 169 pp. Santurce (San Juan) 1962. El proposito principal dei autor es destacar, en las vidas de estos hombres ilustres, "la fase mas importante de SUS vidas ... : su labor valiente y arriesgada por la independencia de la Patria". Se incluyen las de Antonio Valero de Bernabe, Roman Baldorioty de Castro, Ramon Emeterio Betances, Segundo Ruiz Belvis, Eugenio Marla de Hostos, Rosendo Matienzo Cintron, Jose de Diego Martinez y Pedro Albizu Campos. MORALES, ANGEL L uis:
El naturalismo en los cuentos
de R6mulo Gallegos. Sobretiro de la Duquesne Hispanic Review, No. 1, 1962, pp. 25 -40. El doctor Morales, quien ha estudiado profundamente la narrativa de Romulo Gallegos, analiza en este ensayo el naturalismo en la cuentlstica de! insigne escritor venezolano, sus personajes, asuntos, temas y ambiente. MORALES, JoRGE Lms:
]ornada precisa.
Dibujos de Liarte. 106 pp. Ediciones Rumbos, Barcelona, 1962. Se divide esta obra, septima de! autor; en las secciones tituIadas Amanecer, Amor, Muerte, Redencion y Vuelo. De Jorge Luis Morales ha dicho el crltico espafiol Federico de Onls, que combina "lo antiguo y lo moderno; el romance y el verso libre; el soneto perfecto y el soneto sin rima, todo de manera muy sencilla y natural, y al mismo tiempo muy personal y original". MouNIER RoMA.N, RAFAEL:
Humareda lirica.
136 pp. Ediciones Rumbos, Barcelona, 1962. El soneto es Ia forma que preferentemente usa el autor en este libro, cuyos temas son varios: la amistad, el amor, el matrimonio, Ia polltica, entre otros. Incluye la obra como prologo un estudio del autor titulado "el retruecano como·· aureola de ornato y espejo de elegancia de! soneto", ilustr:l.ndose el uso de! retruecano en varios de Ios sonetos. Muiiioz, MANUEL:
MARTINEZ CAPO, JUAN:
Canto de la locura.
Guarionex (La historia de un indio
rebelde). Prologo de! autor. 222 pp. Mexico, 1962. Novela historica, basada en la resistencia ofrecida por el cacique Guarionex a la conquista espafiola de la isla de Puerto Rico. Con esta obra - la primera de ·una proyectada trilogla
hist6rica- intenta el autor ayu~ar a "encauzar la conciencia puertorriquefia en el conocimiento de su rafz aut6ctona''.
Guardia nacional, sucesora de las milicias puertorriquefias.
A.; TI6, R.: Recomendaciones para el uso del idioma espafiol en Puerto Rico.
PoRRAs CRuz, JoRGE Lms; LAGUERRE, ENRIQUE SALVADOR; DfAz DE OLANO, CARMEN
NADAL, Jost R.:
66 pp. II. Talleres Luisa Monserrate, Santurce, 1962. Historia de las milicias puertorriquefias, antecesoras de la hoy Guardia Nacional de Puerto R ico. Contiene el volumen veintitres trabajos, la mayorla 路acerca de las actividades de las viejas m'iJicias, su reorganizaci6n, y Ia organizaci6n actual de la Guardia Nacional. NIETO IGLESIAS, Jost:
185 pp. Editorial del Departamento de Instrucci6n Publica (San Juan) 1962. De Ia utilidad de esta obra, escrita por distinguidos escritores y especialistas en Ia materia preocupados por las condiciones que afectan el buen uso de nuestro idioma, pueden dar una idea su contenido, que se ordena bajo los siguientes tltulos: "Observaciones sobre Ia pronunciaci6n", "Ortografla y puntuaci6n", "Sintaxis" y "Anglicismos". El libro contiene varios apendices y una bibliografla.
Soledad invadida. QuiLEZ DE LA Luz, LILLIAN;
218 pp. Taller de los Hermanos Bedia, Santander, 1962. Es poesla vivencial esta del profesor espaiiol Jose Nieto Iglesias, catedratico de la Universidad de Puerto Rico. Figuran en el libro dos poemas dedicados a nuestra isla, titulados Asomante y Puerto Rico. PAGAN, JuAN BAUTISTA:
Habla poetica.
63 pp. San Juan de Puerto Rico, 1963. Comprende este libro dieciseis poemas distribuidos en dos cauces: "El amor" y "El tiempo". El ultimo cauce incluye tres composiciones en homenaje a Garcla Lorca y el trfptico "Tierra - Mujer - Paz". Es la segunda obra poetica del autor, mas conocido como periodista y por sus trabajos sobre teatro. PEREA RosELL6, PEDRO Lms:
Los periodicos y los pe-
riodistas de Mayaguez.
Tierra indiana
(poemas).
Pr6Iogo de_ Concha Melendez. 35 pp. Ediciones Asomante, San Juan, 1962. Canto de piedad entraiiable a Ia naturaleza del Puerto Rico indfgena - tierra, luz, agua, flora, frutos- en versos baiiados de frescura de Genesis. El libro, primero de Ia autora, tiene como apendice un vocabulario de voces talnas. Pic6, RAFAEL:
75 pp. Ediciones Rumbos, Barcelona, 1962. Como su tltulo indica, la obra elenca los pseud6nimos utiIizados por Ios escritores puertorriqueiios de los siglos XIX y XX. Se sigue el orden alfabetico. El manual viene a llenar una Iaguna en Ia bibliografla puertorriqueiia. RAMiREz DE ARELLANO DE NoLLA, OLGA:
A la luz del
flamboydn . 88 pp. Ediciones Juan Ponce de Le6n, San Juan, 1962. La poetisa dedica su libro al flamboyan, el arbol en que "es un vivo poema Ia tierra de mi patria", consagrandole tres "dialogos" en prosa y varios de los 28 poemas que contiene el tomo. RAMiREz DE ARELLANO DE NoLLA, OLGA:
50 pp. Imprenta Aldecoa, Burgos, 1962. Breve historia - la primera sobre Ia materia- de Ios peri6dicos y periodistas de la ciudad de Mayagiiez, desde el 1848 fecha en que se inicia el periodismo mayagiiezano- hasta 1935. El libro incorpora unas notas finales sobre periodistas ilustres de la ciudad. PEREZ-MARCHAND, LILIANNE:
RosA NIEVES, CEsA.REo:
Guia de pseud6nimos puertorriquefios.
Puerto Rico: planificaci6n y acci6n.
312 pp. Ilustrados con fotograbados, mapas, pianos y graficas. 路 312 pp. Banco Gubernamental de Fomento para Puerto Rico, San Juan, 1962. El autor del libro, actual presidente de] Banco Gubernamental de Fomento, fue el primer secretario de Ia Junta de Planificaci6n de Puerto Rico (1942-1955) y ocup6 durante dos afios la Secretarla de Hacienda. La obra recoge una serie de conferencias sobre planificaci6n que trasmitiera por Ia estaci6n oficial WIPR-TV, e incluye los siguientes temas: historia y funciones de la planificaci6n en Puerto Rico, urbanismo, vivienda y obras publicas, planificaci6n fiscal, presupuesto y sistema contributivo, planificaci6n de recursos naturales, agricultura, industria, comercio y sistema bancario y financiero de Puerto Rico. El penultimo capftulo (numero XXIV) trata sobre el 路 actual florecimiento cultural de Puerto Rico.
El rosal
fecundo. 118 pp. Ediciones Juan Ponce de Le6n, San Juan, 1962. Poesla clara, emotiva y sencilla la de este cuaderno, que ofrece una de las epocas del quehacer poetico de la autora: 1947 - 1955. Se divide en las siguientes secciones: "Los poemas de! amor feliz", "De Ia inocencia al poema", "Los poemas del alma y Ia vida" y "Despedida de tres etapas de la vida". RAMiREz DE ARRELLANO DE NoLLA, OLGA:
La tierra
de la diaf anidad. 88 pp. Ediciones Juan Ponce de Le6n, Sari Juan, 1962. Los cuarentitres poemas que forman este cuaderno constituyen un bello canto a Puerto Rico: "la tierra de la diafanidad". En notas preliminares explica la autora: "La circunstancia de mi obra poetica es tambien mi circunstancia. La poesla se entrafia en esencia de terral y voces lntimas y rumorosas. Y ya Ia isla no es solamente un punto del hemisferio tendido entre dos mares, es un ente subjetivo de armoniosos y ricos matices en el mundo-poesla de mi coraz6n''. RAMiREZ DE ARELLANO DE NoLLA, OLGA:
Te entrego,
am: or. Dibujos de Christine Boyce. 64 pp. Ediciones Juan Ponce de Le6n, San Juan, 1962. Refiriendose a anteriores obras de la autora dice el editor de este libro que en "Te entrego, amor", viene Ia poetisa hen un tono mas lntimo y sosegado, a describir y transitar veredas mas apartadas y rec6nditas, pero con mayor plenitud y un acento mas finne en la expresi6n poetica". En efecto, recato, serenidad y suave lirismo路 son la t6nica de este breviario amoroso.
67
RAMOS HERNANDEZ, MANUEL: mas).
Albas y remansos
(poe-
123 pp. Quebradillas, Puerto Rico, 1962. Reune este tomo unos cincuenta poemas sencillos y espontaneos, carentes de preocupacion formal, inspirados en temas religiosos, familiares e infantiles, y en paisajes y estampas de! campo y de los pueblos de Puerto Rico. RIGUAL, NisToR: Miembros y funcionarios de la Asamblea Legislativa de Puerto Rico (1900 - 1961).
105 pp. San Juan, 1962.
Preparado por el Secretario de la Camara de Representantes, esta gula o catalogo contiene tablas o elencos dispuestos por orden alfabetico o cronologico con los nombres de todos Ios miembros que ¡desde 1900 hasta 1961 han tenido el antiguo Consejo Ejecutivo, el Senado, la Camara de Delegados y Ia Camara de Representantes de Puerto Rico. Incorpora tambien los nombres de los delegados a Ia Convencion Constituyente (1951 - 52), los de los Gobemadores de Puerto Rico, y de otros funcionarios de las Camaras y de! Senado. RIVERA, AuREo:
Voces del mds alld
(poemas).
Prologo de Carmen Gomez Tejera. II9 pp. Publicacion de Cooperacion Espiritual Internacional, Inc., de Morovis, Puerto Rico, 1962. En un breve prefacio dice el autor que sus versos "estan" escritos para las personas que tienen inquietudes espirituales y viven comprendiendo que lo que verdaderamente tiene valor eterno es el esplritu ... " El car:icter moralizador y didactico de los mismos se revela en muchos de sus titulos: Deber de actuar, Consejos, Estimulos, Amad, Servir, Ruta de bien. RIBERA CHEVREMONT, EVARISTO:
Memorial de arena.
RoDRfGuEz EscuDERo, NfsToR:
Litoral.
Prologo de Federico.de On!s. 169 pp. Ediciones Juan Ponce de Leon, San Juan, 1962. Con este libro brinda el autor su tercera aportaci6n a la cuent!stica puertorriquefia de sabor regional, que en este caso tiene por escenario el litoral aguadillano. Consta de las siguientes secciones: Cuentos de San Juan Blas, Cuentos de! Mar, Algunas Ieyendas de Aguadilla, Dos cuentos intim~s y Cuentos intra historicos. RODRIGUEZ JAIME, Lms:
Pobre palabra mla.
Con un prologo de! escritor mexicano Luis Rius. 5!1 pp. Editorial Yaurel, San Juan, 1962. Obra de sentido existencialista, cuyo t!tulo, en el sentir del prologuista, corresponde "al clima espiritual del libro entero: de desgarrada desolacion, de anonadamiento en medio del mundo que le ha tocado en suerte habitar al autor". RODRIGUEZ MORALES, LUIS
M.: Ensayos y conferencias.
157 pp., Barcelona, 1962. Coleccion de trabajos miscelaneos, entre los que se destacan Ios titulados: El otro padre Sdnchez, La vida en San Juan Bautista de Puerto Rico a mediados del siglo XVIII vista a travt!s de sus actas capitulares; El tema religioso en la. poesla de Jose de Diego; Juan Ponce de Leon; Norte y sur se miran de reo;o, y La guerra hispanoamericana enjuiciada por George F. Kennan en "American Diplomacy 1901 - 1950". RoMAN BENiTEz, CARLOS:
H ojas color de tiempo.
149 pp. Nuevas Editoriales Unidas, Madrid, 1962. Gran parte de estos poemas fueron escritos en los albores de Ia juventud, y por ello sigue Roman Benitez en su factura Ia Iinea tradicional. Su mensaje es, por lo mismo, claro y sin complicaciones.
75 pp. SanJuan, 1962.
Este nuevo tomo de versos de Evaristo Ribera Chevremont sigue de cerca, por su tema e inspiracion, al que bajo el titulo de lnefable orilla (premiada por el Instituto de Literatura Puertorriquefia), publicara en 1961. La obra incorpora como apendices trabajos de Pablo Cabanas, Dora Isella Russell y Joaquin Arbeteta sobre la poetica de Chevremont. RIVERA LANDR6N, FRANCisco:
Mi terruno en el surco
( cuentos puertorriquenos). Dibujos de Liarte. Prologo de! autor. 154 pp. Ediciones Rumbos, Barcelona, 1962. El autor ha reunido en este tomo varios cuentos "de finalidad moralizante y optimista", cada uno de los cuales, ademas de "sefialar uno de nuestros mas graves problemas sociales", responde a un diferente estado de observacion y conciencia, a Io largo de su juventud. RIVERA LANDRON, FRANCisco:
Tierras de Dios.
(Novela puertorriquefia). Con notas preliminares de! autor. Dibujos de Liarte. 140 pp. Ediciones Rumbos, Barcelona, 1962. En el prologo indica el autor que no halla "nada mas efectivo que la ficcion, para matizar ideas y sentimientos personales y ajenos". La obra, como otras de! autor, tiene propositos eticos, y sus personajes, extra!dos de! campo puertorriquefio, sirven para establecer contrastes entre las actitudes que estima positivas o negativas.
68
RosELLo, JUAN
A.,
Y omos AUTORES:
Tratado general
de psiquiatria. Advertencia preliminar e introduccion por el doctor Juan Antonio Rosello. 800 pp. .. Edicion especial de Ia Universidad de Puerto Rico, Rio Pie~ dras, 1962. Qbra conjunta de un grupo de medicos y especialistas, destinada a surninistrar en Puerto Rico "una gula para todos aquellos estudiantes que reciben adiestramiento en psiquiatrla y ramas anexas". Consta de veintisiete capitulos, once de los cuales se deben al doctor Rosello, quien tambien ha escrito la introduccion al cap!tulo XV. Los otros colaboradores son los doctores Luis M. Morales, Luis R. Guzman Lopez, Fernando M. Canino, Manuel Rodriguez Perez, Jose Luis Valderrabano, Dolores Mendez Cashion, John L. Simon, Milton Rosenbaum, Juan Enrique Morales, Olga Marina, y Pablo Morales Otero, la instructora en asistencia social, Carmen S. Garcia, y la instructora en enfermerfa psiquiatrica, Esperanza Aponte. SANCHEZ HIDALGO, EFRAiN:
La psicologia de la crianza.
258 pp. Talleres Tipograficos Ferreira, Madrid, 1962.
El autor, quien durante algiln tiempo ocupo la Secretar!a. de Instruccion Publica de Puerto Rico, dedica como "un mensaje a Ios padres puertorriquefios", esta obra, en que analiza Cl concepto de Ia ed~cacion en el hogar, el proceso de crecimiento y desarrollo 4el nifio, las relaciones entre la psicolog!a y la ec:l;1.1cacion y otros temas pc:dag6gicos.
ScHAJOWlcz, LUDWIG:
Mita y existencia.
414 pp. Ediciones de La Torre, Universidad de Puerto Rico, 1962. Expone en este libro el profesor Schajowicz su teor!a sobre las iniciativas espirituales, arrancando de! politefsmo griego como base verdadera de! munc\o occidental. Combate el autor tanto las ideas escatol6gicas judeo-cristianas como el racionalismo moderno y hace una defensa de la herencia helenica: los griegos ten!an una profunda religiosidad, eran tolerantes, careclan de! fanatismo religioso. Segun el autor "a la fuerza de irradiaci6n de! mythos griego se deben las mas fecundas iniciativas espirituales de nuestra cultura".
Teatro puertorriqueno (Cuarto festival de teatro¡ del' Instituto de Cultura Puertorriquena). Pr61ogo de Francisco Arrivl. 802 pp. II. Instituto de Cultura Puertorriquefia, San Juan, 1962. Recoge este tomo las obras presentadas en 1961 en el Teatro Tapia de San Juan durante el Cuarto Festival de Teatro patrocinado por el lnstituto de Cultura Puertorriquefia'. Las obras son las siguientes: Maria Soledad, de Francisco Arrivi; La vuelta al hogar, de Salvador Brau; La carreta, de Rene Marques; Los dngeles se han fatigado y La hiel nuestra de cada dia, (montadas bajo el titulo de Sol JJ, interior, de Luis Rafael Sanchez, y El
Milagro, de Manuel Mendez Ballester. Se incluye tambien una secci6n dedicada a las obras presentadas en el mismo festival por los Ballets de San Juan. TORRES DE MORALES, MATILDE:
Mi segundo viaje a
Europa. Pr61ogo de Angel A. Sanz. Ilustrado. 183 pp. Edidones Iberoamericanas, Madrid, MCMLXII. La autora, que ya ha publicado sus lmpresiones de mi viaie a Europa destaca en este nuevo tomo sus andanzas por Andalucla, Mallorca y otras regiones espaiiolas, Lourdes, los Pirineos centrales y Roma. El libro incluye un epistolario con juicios criticos sobre la primera obra de la autora, titulada "Impresiones de mi viaje a Europa" (1961?) . VIENTOS GASTON, NILITA: tndice cultural. Toma I (Primera parte: 1948-1955) (Segunda parte: 1956).
Sirve de titulo a este libro el mismo que utiliza la autora para su prestigiosa columna scmanal en el peri6dico El Mundo, en la que comenta temas culturales, especialmente literarios. La selecci6n publicada comprende setenta y cuatro titulos. Los comentarios literarios versan en su mayor parte sobre obras extran jeras.
69
Se termin6 de imprimir esta Revista el dia
10 de diciembre de 1965 en los Talleres de Artes Graficas del Departamento de Instrucci6n Publica, San Juan, Puerto Rico.
SEPARATA DE ARTE DEL N-OMERO 17 Revista del Instituto de Cultura Puertorriquefia RETRATO PE
JOSE . CAMPECHE Por R am6n Atiles - (1804-1875) Colecci6n del Sr. Acisclo Marxuach
Impreso en los Talleres de Artes Graficas Depto. de Instrucci6n Publica ·San Juan, Puerto Rico 1 963
/
J