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A 50 ANOS DEL CENTRO
DE ARTE
PUERT
.Jose Antonio Perez Ruiz
I- Introducci6n Es de todos sabido que la decada de 1950 marco cambios significativos en la trayectoria artistica puertorriqueiia. Como usualmente sucede, el agente ocasionador de la chispa acelerante de ese desarrollo tiene su genesis en las premuras del momenta. Coincidieron una serie de factores para que ello pudiera suceder. La presencia de artistas con formaciones academicas excelentes encaja con las necesidades gubemamentales de enfrentar grandes retos socioecon6micos. El desarrollo de un programa de justicia social tomaba visos de urgencia. Dicha conjunci6n fue aprovechada responsablemente por las esferas de poder. Se dieron, por tanto, a la tarea de movilizar los generos creativos con el fin de transformarlos en herramientas didacticas para encausar un proyecto de orientaci6n al pueblo, de modo que pudieran enfrentar y resolver los problemas acosantes. Se confi6 a las diferentes artes, roles encaminados a fortalecer Ia conciencia colectiva. Uno de los prop6sitos era dar a la ciudadania los instrumentos que le ayudaran a solucionar los escollos de todo tipo, que le salian a1 paso. Tales circunstancias dieron a las
artes plasticas oportunidades de primer orden. Los trabajos oficiales de esos creadores han sido profusamente divulgados. No obstante, las producciones independientes, no atadas a esquemas estrategicos de administraci6n publica han sido menos conocidas y estudiadas. A veces, tengo la impresi6n que ambos tipos de manifestaciones son confundidas a niveles concientes e inconscientes. Es probable que los mejores ejemplos de Ia iniciativa aut6noma desarrollada durante ese tiempo sean los dos portafolios de gnifica publicados por el Centro de Arte Puertorriqueiio (CAP). I
1 El Centro de Arte Puertorriqueiio se fund6 en diciembre de 1950, y estuvo ubicado en Ia calle San Jose 152, en el Viejo San Juan.
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Para aquel instante contabamos con una tradici6n pict6rica que mantuvo un registro de las condiciones islenas, ya que a1 realizar las labores, se tomaron en consideraci6n la incorporaci6n de las realidades hist6ricas. Gran parte de la producci6n deja traslucir intenciones testimoniales destinadas a mantener vivos los recuerdos de angustias, sentires y esperanzas detectadas por las mentes creativas entre sus compatriotas. Fueron testigos de un periodo durante el cual el poder metropolitano desat6 campaiias transculturadoras, cuyas metas a largo plaza eran asimilar esta comunidad dentro de los parametros del modelo estadounidense. Se experiment6 un realineamiento de las tendencias polfticas locales para reaccionar o ajustarse al sistema emanado desde Ia potencia hegem6nica. La respuesta instintiva de los artistas fue incorporar a sus quehaceres el maximo de elementos situacionales existentes en el entomo existencial. Las diversas presentaciones de la inventiva local se caracterizaron por el caracter apremiante que se percibfa en elias. Convirtieron sus obras en areas y como el legendario Noe las cargaron de todo lo salvable. Sablan, o por lo menos intuian, que los flujos temporales constituyen el sistema medular que confiere al arte gran parte de su raz6n de ser. Por esa raz6n el recurso mas eficaz para conservar Ia axiologia normativa de un pueblo es Jegandole recursos pennanentes. Esta labor pionera fue realizada por los siguientes artistas; Juan Diaz, Manuel Hernandez Acevedo, Lorenzo Hamar, Carlos Marichal, Luis Muiioz Lee, Francisco Palacios, Carlos Raquel Rivera, Ruben Rivera Aponte, Felix Rodriguez Baez, Samuel Sanchez, Jose A. Torres Martin6, Rafael Tutino y Eduardo Vera Cortes. Ellos contaron con Ia colaboraci6n de Irene Delano y Rene Marques. II- La generaci6n del 50 entra en escena Cuando los pintores de Ia generaci6n del cincuenta entraron en escena se operaban transformaciones que afectaban todos los aspectos de Ia vida. Una interpretacion retrospectiva nos lleva a ver ese sintoma como senal de incorporaci6n a corrientes internacionales de las que generalmente quedabamos al margen. De hecho, en Ia gran mayoria de los paises se verificaban alteraciones profundas en los renglones vitales. Aunque a nivel local seguia-
mos arrastrando asuntos en que las artes teni'an el deber de asumir acciones protag6nicas, los mismos no anclaron Ia evoluci6n que se comenzaba a sentir. Era imprescindible darles seguimiento para mantenerles vigentes. Se hacfa mandataria Ia reorientaci6n de las faenas creativas. Habia que expresar los problemas, alegrias, zozobras, aiioranzas e ilusiones de fonna aceptable al plena de Ia humanidad. En Puerto Rico el media seleccionado por los artistas para interesar al publico en las artes fue Ia grafica. Por su caracter de originates multi-ejemplares, el grabado permitia llevar los mensajes con mayor eficacia. La idea era remitirlos hacia los sectares mas diversos del Pais. Utilizaban como alidentes los costas modestos de ese tipo de pieza. Para encausar las exigencias de Ia epoca y a Ia vez mantener vivos los reclamos nacionales era menester efectuar una suma de Jo que se habia realizado. El vanguardismo de los portafolios del Centro de Arte Puertorriquefio2 debe medirse a partir de ese esfuerzo de recopilaci6n 6ptica. Los pintores participantes seleccionaron imagenes reveladoras, pues recogen sentires palpitantes en Ia ciudadania. Las sensibilidades captativas de ese grupo creacional interpretaron tan finamente sus circunstancias que tocaron puntas afines a todos. AI respecto debemos senalar que si analizamos sus producciones pict6ricas veremos que en su mayoria sostuvieron impulsos similares. Denunciaron situaciones que horadaban Ia mente con el prop6sito de despertar asuntos neuratgicos. Tocaron vigorosamente las puertas de Ia nostalgia al traer situaciones con las se convivia y a veces pasaban desapercibidas de tanto cohabitar con elias. De otra parte, era necesario perpetuar los factores generadores de muchas situaciones, pues se vislumbraban senates atenuantes que probablemente los disfrazarian. Se intuia que esas visiones se incorporarian a1 registro de valores de pueblo dignos de ser sumados al operativo de rescate iniciado durante Ia primera mitad del siglo XX. Debe seiialarse ademas como en las producciones patrocinadas por el CAP, se prefiguran temas que durante Ia decada de 1960 afloraran bajo el patio del "boom" de Ia novela hispanoamericana. Ese movimiento literario dio curso a t6picos que nos tocan de cerca como el esoterismo, Ia soledad, los tabUes, el sexo, el ambiente, el autoritarismo, etc.
2 En el sucesivo nos referiremos al Centro de Arte Puenorriqueiio como el CAP.
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III- El sentido de urgencia Hubo una sucesi6n de acontecimientos que al meditarlos retrospectivamente dejan ver las fuentes emanadoras del sentido de urgencia que aun se capta al enfrentamos a ese tipo de acci6n creativa. Algunos pueden percibirse a distancia como sucesos fugaces; otros fueron contundentes y prolongados, no obstante sus proyecciones han sido permanentes. Si nos atenemos al instante cuando se desarrollaron las producciones que reclaman nuestra atenci6n , no podemos olvidar que coinciden con el establecimiento del Estado Libre Asociado y Ia efervescencia revolucionaria del nacionalismo puertorriqueno. Otro evento que nos conmovi6 debido a Ia gran cantidad de compatriotas que perecieron en aquel conflicto durante el lustra 19501955, fue Ia Guerra de Corea. En esos grabados y serigrafias hallamos claves hist6ricas donde advertimos tendencias que ensamblan con las corrientes existenciales. Nos topamos tambien con cuestiones actuando a contracorriente. Es imprescindible recordar que las dos series del CAP se nutrieron de energfas cuyas manifestaciones fueron ampliamente catalogados durante Ia media centuria precedente. Probablemente, Ia intenci6n era provocar fusiones a niveles imaginarios con el pasado inmediato. De haber sido asf, Ia estrategia era activar equilibrios dimimicos encaminados a retener lo acontecido a niveles conscientes. Podrfamos especular que toda Ia colecci6n constituy6 un esfuerzo para establecer enlaces entre emoci6n y acontecer. Un asunto que salta a Ia vista es como ese imaginario nos confronta a referencias situacionales derivadas de observaciones capturadas en el entomo. Son representaciones lo suficientemente descriptivas como para provocar estados meditativos en todos los niveles de Ia sociedad. AI ser imagenes genericas de un periodo, su gran poder de atracci6n deriv6 de todas las composiciones que gravitaron en Ia intimidad de todo el espectro poblacional; los intelectuales y Ia muchedumbre. IV- En sintonia con los tiempo El quehacer que atrae nuestra atenci6n, se concentr6 en tamar las experiencias cotidianas como punta de partida de una nueva cosecha artfsti-
ca. Debemos senalar que el gran reto consisti6 en rearticular tiempos que se desvanecfan para salvarlos del olvido. 3 No debe escapar a Ia mirada que los aspectos fanuisticos asociadas a estas realizaciones se encontraron estrechamente vinculados al quehacer diario. De cierto modo, ambas colecciones, se erigen como un manifiesto formal a traves del cual proclamaron su compromiso con el Pais, sin perder de perspectiva las tendencias animadoras de las artes en el planeta. Semejante integraci6n de factores imaginativos desataron movimientos que se identificaron con lo contemponineo sin que surgieran fisuras que los desvincularan de Jo nacional. Notamos a Ia par, como Ia mayoria de los artistas que participaron se hallaban en proceso de definir sus presencias dentro del contexto de Ia phistica islena. En ese sentido, constituyen un acopio documental para los estudiosos que deseen investigar las claves de las evoluciones estilisticas de tan notables pintores . De lo antes expuesto, se desprende que para ese periodo se efectu6 una bUsqueda a conciencia, cuya intenci6n era liberarse de formas estereotipadas sin divorciarse de sus intenciones. Articularon asf una reevaluaci6n Jo suficientemente profunda para aquilatar Jenguajes artisticos intemacionales. El hecho es que apremiaba Ia necesidad de expresarse en terminologias cosmopolitas en boga en los grandes centros artfsticos del mundo. Hasta el momenta el discurso estetico puertorriqueiio se habia expresado en modos estilisticos derivados del siglo XIX. Fue asi porque se trataba de alocuciones dirigidas casi exclusivamente al conglomerado islefio. Nuestra gente para aquel instante estaba poco familiarizada con las expresiones de los "ismos" que pugnaban por dominar en Ia mira de los grandes museos y coleccionistas. La incorporaci6n de las artes nativas a esos flujos, era imprescindible para hacer sentir su voz en todos los foros posibles. Debemos recordar que Juego de Ia Segunda Guerra Mundial se fund6 en Nueva York la Organizaci6n de las Naciones Unidas. El advenimiento de esa instituci6n cambiaba el panorama politico y las artes debfan hacer los ajustes necesarios para aprovechar las nuevas circunstancias. Portal raz6n, en las series del CAP apreciamos simpatias discretas por utilizar gustos promovidos por las modas artisticas que aspiraban prevalecer en occidente. Simultaneamente dieron audiencia a las preocupaciones
3 No debemos olvidar las epidemias de o\vido que asolaron el Macondo de Gabriel Garcia Marquez.
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que acaparaban el pensamiento nacional. Si algo salta a Ia vista es Ia manera de exponer los agobios sociales. Esas inquietudes dominaron ambas recopilaciones, irrespectivamente de las inclinaciones de los artistas hacia alguna escuela en particular. Notamos que de las propuestas existentes Ia que mas se ajustaba a las necesidades inmediatas eran los postulados del realismo social. Para que ello fuera asi es necesario comprender una serie de hechos que obraron en conjuncion. Evidentemente, Ia influencia mas importante provenia del muralismo mexicano. De igual forma, hay que considerar Ia corriente procedente de los Estados Unidos, encabezados por las producciones de Reginald Marsh y Ben Shohn. Si analizamos las realizaciones coordinadas por el CAP nos percataremos de cuan respetuosos fueron con las convicciones esteticas de cada artista. Aflora, ademas, el hecho de que los participantes estaban de acuerdo con que debian efectuar una labor didactica dirigida a iluminar Ia conciencia publica. Deseaban proveer aperturas para estimular procesos de ensimismamiento que llevaran a cada individuo a asumir posturas ante las dificultades acosantes en aquel instante. Para acelerar las respuestas hicieron alusiones directas de las cuales se podia ser testigo con solo salir a Ia calle en actitud critica. Se necesitaban respuestas inmediatas pues consideraban no desperdiciar tiempo en reflexiones ajenas al diario vivir. El proposito era contribuir a encausar un proceso intelectual que aspiraba aunar esfuerzos para lograr superaciones. La mas notable aspiracion era no dejar que los estigmas socioeconomicos se proyectaran sobre el porvenir. V- Primer portafolio Lo expresado anteriormente se detecta en Ia introduccion redactada por Rene Marques para el primer portafolio, titulado La estampa puertorriquefia. El disefio del rnismo fue realizado por Irene Delanoy su publicacion tuvo como uno de sus propositos, dejar constancia del primer aniversario del CAP. Lo escrito por el eminente drarnaturgo revela la presencia de un idealisrno cuyos sentires eran de tal magnitud que pudieron transrnitirlos a sus obras de arte. La sinopsis lograda en ese prefacio deja ver un espfritu de desprendirniento digno de encomio, a! decir:
Sostienen ellos el criteria de que mediante el cultil'O del grabado Ia obra de arte alcam;a un pliblico mas vasto; que en Puerto Rico el arte debe surgir de una camp/eta idemijicaci6n entre los artistas )' Slt pueblo; que solo Jaborando juntos discutiendo su trabajo y problemas artfsticos colectivamente, en constame afdn de superaci6n, podrdnlos artistas inftmdirle nueva vitalidad a/ arte puertorriqueiio.4 VI- "Saltimbanquis" entre el cubismo y el realismo magico La busqueda consciente por revitalizar las artes transluce en ellinoleo de Lorenzo Homar, Saltimbanquis (1951). Present6 en esa ocasion una comparsa de reyes, propia de Ia tradici6n navidefia que aun esta vigente aunque en franca decadencia. Los supuestos Magos de Oriente se desplazan en presuntos caballos que son parte integral de su disfraz. Es una concepcion cuyas propensiones formales tienden a un cubismo ductil, mientras su contenido augura las visiones del realismo magico. Quienes encaman el rol de reyes, llevan mascaras que acentuan los rasgos faciales del jfbaro. Sin embargo, esos antifaces no revelan sentimientos de alegria. Mas bien portan rnuecas que se identifican
4 Rene Marques, "lntroduccion", La estampa puertorriqueiia , CAP, San Juan PR, 1951
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mente. Por ejemplo, los trazos del piso adoquinado contrastan con los rayados danzantes y mas espaciados con los cuales evidencia el movimiento de los seres humanos. Es una concepci6n donde las presencias de sus pobladores dan la sensacion de venir de adentro hacia fuera, como si amenazaran con invadir el espado exterior. Hay que resei'iar como el escorzo empleado en el pie descalzo del individuo que precede el desfile constituye un elemento drarmitico. AI marcar ese paso da impulso a todo el sequito para acelerar Ia idea de pugnar por salir del contexto donde se encuentran recluidos.
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VII- Obreros, Ia magia pobladora
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.ยงL__ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ ___. con las actitudes de los musicos y el publico que les sigue quienes no tienen que llevar caretas para revelar sentimientos amilogos a los exteriorizados por los antifaces. Marean ellos Ia vuelta de un ciclo donde se revive un "gozo" proveniente de costumbres heredadas. Ese periodo tradicional resulta fugaz y por lo tanto solo tiene el poder de aplazar breve mente las tragedias cotidianas. El dibujo utilizado por Homar es interesante porque confiere at conjunto un juego lineal dispar. Cada linea aparenta desplazarse caprichosa-
En los Obreros (1951) de Ruben Rivera Aponte, advertimos sentirnientos de premura. El sentido de supervivencia que tiene ta accion salta a Ia vista. Presenta una brigada de trabajadores quienes aparentan realizar su labor semiocultos en las sornbras noctumas. Dicha imagen me trae a Ia mente aquellas construcciones clandestinas que proliferaban en nuestras areas marginales. Eran habitaculos que venfan preconstruidos y tenfan que ensamblarse antes del amanecer con el fin de burlar las autoridades reglamentadoras de Ia construcci6n y a los agentes del orden publico. El artista sorprende al grupo en el momento en que hincan los hoyos que damn basamento a Ia estructura para luego articular el nuevo hogar. Las referidas residencias aparecfan habitadas al otro dia como por arte de magia. Aqui Ia acci6n devela un lapso hist6rico donde se vislumbran las angustias de las clases desposefdas.
VIII- Pobreza y poder Carlos Raquel Rivera, trajo a Ia consideracion publica una situaci6n desgarradora. Para ambientarlo cre6 una atmosfera pesada con inclinaciones tenebristas. Reclama Ia atenci6n, el cuidado puesto en dar a cada trazo pesos 6pticos variados con Ia intenci6n de que el observador pueda mantener su mirada atenta a los ponnenores de Ia escena presentada. Aunque ta titul6 Pobreza ta situaci6n descrita raya en Ia miseria. Ubic6 la acci6n frente a una casa cuyos habitantes reciben Ia visita de una persona impecablemente vestida. El contraste entre las indumentarias de aquella familia y su interlocutor, quien aparenta no haber sido invitado, es notable. Ese personaje conversa con un hombre 8
sentado en el banco y cuya anatomia deja ver que perdi6 su mano derecha. Detnis de el se encuentra una mujer aparentemente encinta y un niiio cuyo cuerpo refleja los efectos de Ia desnutrici6n y Ia uncinariasis. Este lin6Ieo fue logrado con una combinaci6n de gruesos lineamientos horizontales, verticales e indinados, con los cuales el grabador estableci6 diferencias entre los seres protag6nicos que interactuan en Ia obra. Podemos ver el mecanisme utilizado para presentar al recien llegado. Su figura se toma ante los ojos del espectador como un ser prepotente. Carlos Raquel utiliz6 rayas perpendiculares para su atuendo. De esa manera, demostraba diferencias sociales y a Ia vez acentuaba una posible actitud imperativa. El conjunto de vetas dan a1 grabado una sutil apariencia expresionista que se toma mas conspicua at representar el vientre de Ia dama pues evidencia su protuberancia al recurrir a curvas controladas que se acoplan a Ia representaci6n. En Ia faz del hombre aparentemente entrevistado se advierte una mezcla de dudas y sentimientos de impotencia ante su evidente incapacidad. Debe seiialarse que los semblantes de todos los miembros de Ia familia translucen una especie de rigor mortis que queda impreso en el recuerdo. Es necesario agregar que mientras mas observo esta pieza, afluyen con mayor fuerza el torrente de recuerdos provenientes de mis aiios tempranos en torno a las injusticias registradas de que eran victimas quienes vivian como agregados en los latifundios.
construcciones las sombras forman un centro de acci6n en tomo al cual todo gravita. Es un Iugar donde el observador puede detenerse para fantasear que esta en media de un cfrculo dantesco donde se puede imaginar oleadas envolventes de calor en proceso de aumentar su intensidad. La coherencia compositiva es esencial en este caso, porque distribuy6 el espacio de manera tal que origina una dinamica que descansa sobre un punto estatico. Aqui las realidades variantes de Ia pobreza son recalcadas por las desigualdades de esas construcciones improvisadas para las cuales se recolectaban todos los materiales utilizables. Se advierte que Ia necesidad suscitaba un recidaje vanguardista que no respondia a programas oficiales de conservaci6n. Despierta interes el unico ser humano en el cuadro, una mujer asomada en su balc6n, cuyo retraimiento le hace ver como si estuviera en espera de una ilusi6n. Esa silueta es tambien convertida en un singular punto de fuga. En esta composici6n Ia perspectiva es lograda con toques que se achican para dar Ia percepci6n de alejamiento. Todo ello se confabula para transmitir Ia desolaci6n que invade a Ia dama quien parece mantenerse en estado de vigilia permanente.
IX- En espera de ilusiones Una constante en Ia carrera de Felix Rodriguez Baez, ha sido Ia presencia de las condiciones de vida de las clases marginadas. Cuando nos enfrentamos a La Perla ( 1951 ), Ia mirada se encuentra con las tremulaciones iniciales generadoras de uno de los t6picos movilizadores de su imaginaci6n. Capt6 el caserio propio de las zonas arrabaleras, como un enjambre donde quedan burlados todos los preceptos de una sana planificaci6n. Son factores estructurales que Je sirven para diseiiar una geometria ca6tica que si Ia abstraemos a su forma pura daria como resultado una composici6n propia del mas depurado constructivismo. En esa vision, Ia asimetria crea Ia ilusi6n de que todas las formas parecen estar en transici6n. Hay que agregar que a pesar de Ia aparente calma imperante no existe en el Iugar posibilidad de quietud. Entre las endebles 9
X- Entre Ia realidad y Ia evocacion Cuando observamos los detalles registrados por Samuel Sanchez en el Dfa de los inocentes ( 1951) podemos adentramos en pormenores de esa celebraci6n que se han extraviado en el tiempo. Se trata de una fiesta que mantiene su vigor hasta el presente en diversas localidades de Puerto Rico. A Ia celebraci6n del 28 de diciembre acuden personas de todos los rincones islefios e incluso atrae visitantes foraneos. En el instante cuando el artista realiz6 esta representaci6n los participantes aspiraban ceiiirse al relato bfblico en tomo a Ia matanza de nifios decretada por Herodes. Los personajes enmascarados efectuaban una representaci6n en Ia cual hacfan un rapto de un nino que tomaba simb61icamente ellugar de Cristo recien nacido. La misi6n aleg6rica de Ia multitud era salvarle de Ia persecuci6n del malvado rey. La procesi6n posee un sentido metaf6rico cuyo contenido antropo16gico es evidente. En los ritmos danzantes y Ia trama encontramos informacion sobre un hecho que se revive imaginariamente cada afio. Sucede que los mecanismos interpretativos se activan y se manifiestan a tra-
ves de antifaces antropol6gicos y zool6gicos. Estos ultimos pueden aludir a 1a naturaleza animal del hombre. De hecho, toda Ia acci6n se desplaza al compas de un comportamiento ritual en el cual lo macabro se mueve a Ia par con los sentimientos esperanzadores. El hecho de que el aludido bestiario lleve en sus manos bastones que simbolizan autoridad, constituye una critica a lo bajo que pueden Hegar los cfrculos de poder para mantener su predominio.s Por su parte paisaje yaucano ( 1951) de Carlos Marichal es una creaci6n que oscila entre Ia realidad y Ia evocaci6n. En dicho panorama resaltan factores asociadas a to puramente buc61ico. El autor desarrollo una vista de manera muy peculiar pues en elias parecia captar las corrientes energeticas que fluyen en el ambiente. Cuando observamos esos trabajos notamos el parecido de sus realizaciones con las de muchos dibujantes paisajistas espaiioles de Ia primera mitad del siglo XX. Para lograr esos panoramas parecfa que
5 Estas mascaras zoom6rficas no se utilizan en Ia actualidad. En ese sentido el grabado cs un documento hist6rico.
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compilaba toda Ia informacion captada en el ecosistema. A partir de esos datos dejaba a Ia fantasfa entrar en funciones. Hacfa referenda, por tanto, a conformaciones ambientales cuyos empujes varian a cada instante. Esos empujes le llevaron a hilvanar lo geologico y lo cosmologico. Se convierten asf en factores eficientes evidenciadores de Ia interaccion entre lo solido y lo gaseoso. Dichas manifestaciones cosmologicas solo son percibidas por entes hipersensibles, pues Ia mirada de Ia mayorfa se queda en las siluetas. El artista tiene el poder de apresar las corrientes que desplazan sus presencias nerviosas como abstracciones que circulan entre Ia fronda . Carlos ofrecio una obra de acentos romanticos donde revela las condiciones del campesinado de aquel tiempo. Su dibujo de prolongadas lineaciones se desplaza de manera que impacta hasta lograr efectos de verdaderos claroscuro que confieren a Ia presentacion propensiones pictoricas. Su excelente manejo del dibujo es transferido a Jo xilognifico de manera convincente. Demostro asi sus profundos conocimientos de los recursos esteticos necesarios para dar grandeza a una obra de proposiciones modestas.
tan cotizados crustaceos. Concentro su interes en recrear movimientos humanos cuyos fuertes acentos histrionicos transmiten las emociones de los involucrados. Torno gesticulaciones bien estudiadas que le permitieron recoger las emociones sentidas cuando se genera un hallazgo. El artista ubica al contemplador en medio de una noche concebida en azules salpicados de tonos que gradualmente tomo mas densos hasta lograr representar las mas intensas sombras noctumales. Esas gradaciones cromaticas fueron alcanzadas a partir de Ia escasa iluminacion provista por dos antorchas de luces rojizas cuyos resplandores penetran en diferentes gradaciones en todo el radio de accion. Debemos hacer notar que los hechos registrados bien pueden aludir a otro tipo de suceso. Resulta asi porque uno de los logros de Ia composicion es que constituye un compendia de inquietudes. De esa manera produjo Ia simbiosis visual de ritmos impresos en Ia memoria que hacen posible un proceso de contemplacion subjetiva. Utiliz6 el lenguaje figurado que penniten las palpitaciones de recuerdos anteriores, consonos con lo vivido aqui y ahora. El artista mane-
XI- Cangrejos, Ia Jucha por supervivir En esa coleccion Jose Antonio Torres Martino, particip6 con su serigraffa Ca11grejos (1951) que constituye un testimonio de supervivencia que se evidencia en Ia accion de bUsqueda y captura de Cortador de caila ( 195 I} de Rafael Tufiiio
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j6 con sagacidad marrones y negros para configurar
las siluetas de los hombres, lo que resulta un acierto cromatico que le permiti6 deslindar los movimientos de la naturaleza con los producidos por los cazadores. Estableci6 de esa manera contrapuntos cineticos que otorgan al conjunto visos de verosimilitud. De otra parte, el entramado lineal hace que Ia mirada capte la presencia simultanea de un geometrismo libre que convive con arranques expresionistas y parecen responder a Ia naturaleza del suceso. Semejante conjunci6n de modos inyectan elocuencia a las imagenes.
XII¡ Las penurias del Obrero Con su Cortador de cafia (1951 ), Rafael Tufiiio deja ver el ambiente inh6spito existente para realizar el trabajo en el canaveral. Sorprende a los obreros en Ia ejecuci6n de su labor. Situ6 en primer plano un individuo cuyo semblante queda escondido bajo su pava.6 Suscita una presencia an6nima que le lleva a crear el prototipo que describe e idealiza a todos aquellos seres que machete en mano talaban el canaveral. Jug6 habilmente con el anonimato de su personaje pues esa inc6gnita le conduce a representar a todos los peones involucrados en Ia sacrificada tarea. Tambien podria interpretarse como un recurso para significar el escaso valor que los terratenientes daban al proletariado. El escorzo utilizado para resaltar sus extremidades destacaba lo que importaba de ellos para quienes administraban Ia economfa sacarina. Sus brazos y piernas demuestran desarrollos titanicos. AI evidenciar esa fortaleza recuerda que su funci6n de desafiar la densa presencia vegetal de la caiia, bien podria girar contra los abusos laborales. Eran hombres curtidos por las adversidades a veneer: los ardores del "pica, pica", aguijonazos de alacranes y "araiias peluas" (tanintulas)1 entre otras cosas. A esas molestias se agregaron los rigores del sol y Ia lluvia que castigan sin piedad durante Ia zafra. Ese sujeto constituye un homenaje a quienes realizaban Ia dificil tarea. Debe advertirse que Ia representaci6n de la plantaci6n aparenta presagiar los fuegos accidentales o intencionados que tantas veces asolaban los sembrados. Asimismo el conjunto de rasgos utilizados para interpretar Ia maleza es acorde con los ritmos danzantes requeridos para cortar los tallos. Se aprecia en Ia manera de deslizar Ia gubia
sobre el lin61eo Ia fuerte influencia ejercida por los grabadores mexicanos contemponineos. Un punto a destacar es el balance entre el sable de labranza y el producto que el jornalero separa con su otra rnano para hacer dos faenas simultaneas. XID- Primer portafolio: Ia denuncia Si algo resalta en el primer portafolio del CAPes Ia manera en que los artistas escudrifiaron en Ia mentalidad popular en busca de sus necesidades apremiantes. Ese analisis fue sustentado por obras de arte cuyos creadores se identificaron con esas preocupaciones. La colecci6n es un testimonio de epoca que denunciaba injusticias y clamaban porIa necesidad de un plan rehabilitador regido por los principios de Ia justicia social. Seiialaron ellos Ia crisis de Ia vivienda, las condiciones de pobreza y miseria y las injusticias laborales. Junto a esos asuntos destacaron valores no sacrificables en pos del progreso. Por ello, hicieron evocaciones a un paisaje que no debia ser violado y las tradiciones que dotan a Ia comunidad de su raz6n de ser. Hay que resaltar que en Ia cubierta donde se guardaban las piezas destacaron Ia presencia de un vejigante. Dicho ser quimerico, extrafdo del elenco carnavalesco puertorriqueiio fue concebido esquematicamente, adquiriendo una dimensi6n incisiva. El recurso de reducir esa presencia a sus lfneas basicas respondi6 a Ia intenci6n de que ese esbozo quedara depositado permanentemente en Ia memoria comun. Se trataba de hallar normativas esteticas para que el gran publico se identificara con elementos que sirven de claves distintivas a nuestro particular quehacer cultural.
XIV¡ Estampas sanjuaneras El segundo portafolio se titul6 Estampas de San Juan. En este caso todas las piezas fueron serigraficas y como su epfgrafe indica, estuvieron dedicadas al valor simb61ico que tiene el Viejo San Juan para los puertorriqueiios. Nuevamente el encargado de tomar el pulso para verbalizar los sentimientos de toda Ia poblaci6n con respecto a dicho centro urbano, fue Rene Marques. Sus palabras traen a Ia mente un muestrario de recuerdos que chocan con realidades de nuevo cuiio para ejemplificar Ia estima dispensada al multicentenario centro ur-
6 Sombrero de ala ancha utilizado por el campesino. 7 Insectos llegados a Ia Isla en el siglo XVII cuando se introdujo Ia caiia de Tahiti para aumentar Ia producci6n sacarina.
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bano. Tradujo literariamente el mensaje phistico expresado por los participantes al hablar de los: ... Enrejados balcones negros y ante-pechos discretos y celos(as misteriosas. Con campanarios vocingleros de bronces espaiioles que hacen fnmcir el ceiio a nov(simos evangelizadores, hijos celosos de Lutero y Jehova. De igual manera defini6 Ia importancia hist6rica del Iugar en un instante crucial en que habfa personas dispuestas a borrar las antiguas estructuras para sustituirlas por enjambres de hormig6n. Hada un llamado a Ia conciencia al hablar de una urbe que " ... ni crece, ni engorda. Envejece". Su presentaci6n, nos refiere una ciudad viva donde se desarrollaban aconteceres normales, donde convivfan lo "picaresco 0 ascetico" y lo "burgues 0 miserable". Lleva at lector a meditar en esa; "vecindad desconcertamemente igualitaria" donde Ia "respetabilidad y Ia prostitucion se codean con ejemplar tolerancia." Confront6 Ia ciudadanfa al: "Viejo corazon de capital que quiere ser modemo 'asomandose '... por encima de mural/as centenarias a Ia miseria nueva de La Perla". Simultaneamente expres6 a traves de una imagen brillante una idea que bullfa es distintos niveles del sentir general al afirmar que " ...el Atlantica bate furiosamente Ia indignacion que los corazones silencian". De esa manera, el escritor afirm6 lo que en realidad fueron las producciones que presentaba; eran una: ... reaccion de dignidad artfstica y puertorriqueiia a tanta bazofia que ha producido el arte pictorico tur(stico con sus etemas "garitas ", sus "bah(as", sus "morros", sus "mares" y sus "murallas".B Si de una parte fueron una protesta contra las expresiones seudoartfsticas que llevaban a sus incautos compradores distorsiones paradisfacas de Ia realidad isleiia, por otra reorientaron el mensaje para mostrar penurias que debfan atenderse de inmediato.
Cuando las observamos detenidamente nos percatamos de que esas claridades parecen paralizar el fluir del tiempo. Present6la salida de Ia embarcaci6n bacia Catano, Ia poblaci6n que se encuentra al otro !ado de Ia bahia. Muchos fuimos testigos de c6mo los niiios y adolescentes se adherian furtivamente a Ia popa de aquellos botes, para lanzarse a1 mar desde aquel improvisado y peligroso trampolin. El trasiego de esos transportes fue y sigue siendo una escena cotidiana de Ia vida sanjuanera con Ia salvedad de que hoy los j6venes no practican aquellas peligrosas zambullidas. Tan acostumbrados estaban a esos actos riesgosos que los espectadores no prestaban atenci6n a lo que consideraban "juegos infantiles". Hay que senalar que esa escena se repiti6 constantemente durante varias decadas. Aqui el autor consigui6 expresar los resplandores caracteristicos de un dfa brumoso. Ademas nos provee una vision de un sector del area portuaria de Ia cual quedan pocos rastros. Hay que destacar que esos mensajes rompfan con los asuntos que regularmente eran trafdos a Ia consideraci6n publica. Tambien hizo referenda a Ia juventud del momento Jose Manuel Figueroa con Ellimpiabotas ( 1953). Nos enfrenta a un personaje que proliferaba en las calles citadinas en todo el mundo. Este trabajador ambulante a quien los sabados sus clientes Ie reunfan los zapatos de los integrantes de Ia familia para que los Justrara en Ia acera frente a! hogar, actualmente parece estar en vias de extinci6n . Durante el resto de Ia semana las entradas econ6mi-
XV- El fluir cotidiano En sus La1lchas de Catano ( 1953), Juan Dfaz condens6 luces diumas cargadas de fuerzas emotivas. 8 Rene Marques, Estampas de San Juan, introducci6n al portafolio del CAP, 1952.
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cas de las personas dedicadas a estas tareas dependi'an de aquellos que podi'an extraer unos minutos de sus funciones, para el aseo del calzado. Es notable que las personas que usaban esa prenda de vestir podi'an ser considerados afortunados, pues lo injusto del hecho era que el que se dedicaba a brillarlas carecia de Ia misma. Esa efigie cuando Ia vemos desde Ia perspectiva del delicado estilo "nair' del artista, es demostrativa de las limitaciones y penurias de los desheredados. Jose Manuel tom6 un tipo humano comun dentro del espectro social del Pais. En su mayoria los infantes dedicados a estas funciones estaban en Ia obligaci6n de buscar medios para su subsistencia y Ia de los familiares cercanos. La falta de otros trabajos y de alicientes les lanzaban a Ia calle para, a traves de un precario autoempleo, poder allegar magras cantidades de dinero para subsistir a duras penas. El cromatismo utilizado es sumamente sobrio, da Ia sensaci6n de que esos colores fueron concebidos desde Ia perspectiva del protagonista. Cada vez que observo Ia pieza me da Ia impresi6n que puede haber en ella aspectos autobiograficos. XVI- El ensimismamiento El ojo candido de Manuel Hernandez Acevedo hace relucir un panorama donde una sucesi6n de acciones independientes reunidas por el, establecen contacto entre asuntos temporales y emociona-
â&#x20AC;˘ â&#x20AC;˘ Esquina de Ia plaza de Manuel Hernandez Acevedo
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les. Todos los entes presentes aunque se hallan congregados en un Iugar dado, ofrecen Ia impresi6n de estar desvinculados. Se trata de un retraimiento que les enajena y que se manifiesta con pasmosa naturalidad, pues se convierte en refugio donde cada cual puede recluirse a solas con sus ilusiones. No obstante sus expresiones se convierten en muecas, cuando por necesidad tienen que contactar incesantemente con una existencia repleta de penurias. Tal parece que ahondan en las multiples dimensiones del alejamiento. Es como si padecieran de un enquistamiento, que margina los seres como si desearan evitar protegerse de sus destinos. En esos casos Ia inexpresividad surge a manera de reacci6n defensiva para suprimir el lenguaje no verbal que posiblemente se convierte en espejo del alma. La inalterabilidad de Ia poblaci6n que habita en las composiciones de Hernandez Acevedo proviene de un tipo de quietud muy parecida a Ia experimentada cuando pasa el ojo del huracan. Mantiene asi' a todos en Ia
expectativa de presencias subyacentes donde el artista acumula presencias y delata estados de animo generalizados. Sin embargo, Ia fusion de factores reunidos alrededor del revendon destila emociones melancolicas. Origina asi un clima que traduce las tremulaciones expansivas provenientes de los acontecimientos que afectaban Ia vida. Era imprescindible sostener esa impasibilidad aparente a fin de no delatar ilusiones y angustias. Surgen de ahi esas personalidades acorazadas, que no parecen doblegarse ante las adversidades del entomo.
XVII- Los turistas, una critica rnordaz Con Los turistas ( 1952), Lorenzo Hamar nos pone en contacto con una interpretacion mordaz y veraz de como el pueblo veia a esos visitantes ocasionales que venfan a conocer fugaz y superficialmente nuestro acontecer. Esa concepcion expresa el sarcasmo fino nacido de Ia sinceridad del artista. Ahf es donde reside precisamente Ia chispa propiciadora de Ia crftica. Presenta a esos forasteros como buscadores de factores para elias ex6ticos derivados de las costumbres y actitudes del pueblo. Afloran en sus gestos reacciones de incomprension ante los modos de vida encontrados en el devenir callejero. La presencia de un porteador de peri6dicos descalzo sirve de contrapunto a esos observadores accidentales. El les provee Ia posibilidad de tener referencias de "buena tinta" de lo que aquf sucedfa a fin de que no se aventuraran a llegar a conclusiones precipitadas. Existe en Ia accion un notable contraste entre el ritmo de vida del transeunte local con el de aquellos que vienen a Ia caza de una foto "reveladora" o para capturar un "souvenir" que atestigiie su fugaz estadia. Las ansias de ese tipo de viajero por acarrear "botines de recuerdos" resultan ser un recurso compensatorio para avalar sus tenues "conocimientos" en tomo al Iugar donde hicieron una breve estadfa. Los atuendos de ellos denota Ia aspiracion de hacerse conspicuos. Resalta aquellas camisas que lucen como peceras ponatiles y que van a Ia par con una especie de deseo exhibicionista que tiene multiples vertientes. En este caso lo mas notable es Ia intenci6n de hacer desbordar pasiones eleccionarias estadounidenses. Un eminente bot6n en Ia gorra del norteamericano con el lema "I Like Ike" es
una referenda que nos situa en tiempo y espacio. La sefialada alusion es interesante pues de Ia misma forma en que traen un mensaje, pueden llevar otro. Quiza por esa raz6n, algun tiempo despues un grupo que se denomin6 Fuerzas Armadas de Liberaci6n Nacional, declararon al Condado,9 zona de guerra. Quiza uno de sus prop6sitos era utilizar los turistas como voceros de sus ideas. Ella responderia a las dudas expresadas sabre Ia relevancia de estos personajes para las artes.IO XVIII- Soledad absoluta Luis Mufioz Lee, nos lleva al esquema fun-
9 Zona turfstica de San Juan de Puerto Rico. 10 Marta Traba, Propuesta polemica a las artes puertorritJlletias, Rio Piedras, Puerto Rico, Ediciones Libreria lntemacional, 1971.
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damental del paisaje citadino sanjuanero. Utilizo un cubismo elemental que le permitio hallar los fundamentos lineales de una arquitectura orquestada para resaltar los valores derivados de conceptos estrictos. Transluce en los edificios las huellas radiantes de un esplendor extinto. Los rasgos austeros que resaltan Ia elegancia de lo sencillo adquiere en esa obra proporciones legendarias. Se advierte en su labor tendencias idealizantes que utiliza como instrumento para un proceso de simplificacion consistente. La terminologfa utilizada resulta fundamental para llegar a Ia esencia misma de las edificaciones. El artista Iogro que el observador pudiera apreciar el conjunto del panorama urbana para admirar su annonfa. Los postes del alumbrado y las !eves curvas del alambrado electrico son factores que contribuyen a inyectar movilidad a esta vision donde el rastro humano no es opticamente perceptible. Es como si hubiera concebido una ciudad fantasma donde una de las seiiales de vida es Ia presencia de los conductores de energfa. Otro indicia de habitabilidad se evidencia en el cuidado dispensado para mostrar un espacio sumamente limpio. El esmero dispensado al aseo es determinante, por tanto, asf consigue Ia nocion de actividad humana. Esa presencia poblacional es detectable en el meticuloso cuidado dispensado a los edificios. Tal parece que desea llevar a observadores desconocidos el mensaje de que el Iugar no puede ser considerado, tierra de nadie. XIX- Legalidad, clandestinidad y esoterismo Al analizar Billetes y jlores (1952) de Carlos Raquel Rivera nos percatamos de las sutilezas del pintor para dar orden a Ia mirada. Una parte de los sujetos objeto de su atencion parecen moverse en un ambiente clandestine que permea toda Ia creacion. Asi mismo, inserto elementos alusivos a un esoterismo popular para asuntos relacionados a los juegos de azar. El mismo es evidenciado par ciertas presencias vegetates a las cuales se le adjudican virtudes maravillosas para atraer Ia buena suerte. Tal pare10 Loterfa clandestina.
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ce que Ia atmosfera en tomo a Ia vendedora de billetes de loterfa condensa factores evocadores de magia y suspicacia. Las sospechas levantadas par Ia presencia de un contingente policiaco es evidente; ese control puede evidenciar el ambiente represivo existente ante Ia disidencia nacionalista. No obstante toda Ia atencion se centra en Ia billetera quien aparenta estar bajo estrecha vigilancia de aquellos agentes que Ia miran de reojo. Todo ese fluir de sospechas puede haberlo suscitado ademas algun tipo de actividad oculta detras del velo de legalidad representado por los fragmentos numericos a sortearse en tombola publica. El juego de disimulos expresado por Ia vigilancia mutua de todos los actores involucrados en el asunto salta a Ia vista. Quiza los compradores aguardan Ia oportunidad de "apuntar" su numero de Ia "bolita",IO Ese cruce de recelos origina un estado de tension en el cualla unica que aparenta man-
tenerse ajena a Ia "malicia" es Ia distribuidora de las cifras en las que cada cual deposita su confianza. La misma parece refugiarse en Ia fe dispensada a los amuletos con que se acompafia. Es evidente que las fuerzas del orden se mantienen en vela para minimizarle a los compradores las oportunidades de "delinquir". A Ia par, los jugadores parecen que asechan para ubicarse al margen de Ia ley sin ser detectados. Mas alia se divisan las edificaciones de Ia ciudad, cual si estuvieran protegidas por una brumosa cortina que le separa de cuanto ocurre en su periferia.
XX- Pesadumbre y anonimato Calle Virtud (1952), de Francisco Palacios nos conduce a un rincon apacible de Ia capital. Puede que Ia sensacion de quietud advertida, provenga de Ia desolacion que rodea Ia dama que permanece sentada en un portal, auto-aislado o realmene abandonada a merced de las circunstancias. Hay en ella ademas una actitud de aislamiento que parece conducirle a vivir en condiciones de total anonimato. Convirti6 esa criatura en nucleo composicional para hacer que todos los elementos plasticos graviten en tomo a ella. De esa manera el artista destaco Ia situaci6n de soledad absoluta sufrida por aquel ser. Es como si se hubiera detenido a esperar Ia muerte ffsica, pues el estado de conformidad solo puede provenir de aquellos que se han rendido y han asumido el rol de cadaveres. Puede observarse un entomo descepcionante d6nde Ia tonica del desamparo es acentuada por estructuras desatendidas que evidencian las cicatrices del tiempo y de las inclemencias atmosfericas marcadas sabre sus muros. Como contrapunto at estado de corrosion de las paredes se pueden apreciar rotulos metalicos que destacan los nombres de productos en venta para aquel momenta. Se percibe ademas Ia costumbre de sembrar plantas en envases desechados, los cuales ubicaban en los hordes de las edificaciones. Esos jardines apresados en "caharros" dan senales de que a pesar de las condiciones ruinosas de las viviendas, estas, estaban habitadas por personas con ilusiones y deseos de superacion. Debe indicarse que Ia senora en medio de Ia representacion al igual que su entomo carecen de facciones claras. Esa carencia y Ia imprecision de rasgos arquitectonicos contribuye a originar Ia per-
cepci6n de estar sumido en un tiempo empantanado. Es como si fuera un limbo existencial.
XXI- Recuerdos que retornan Por su parte Rafael Tutino nos condujo a un patio interior donde se aprecia un ambiente mas familiar. AIH un nino aislado, embebido en sus pensamientos se embelesa con un juguete que le permite aislarse. Mientras el infante permanece abstrafdo en su mundo interior a su alrededor Ia vida sigue su curso. Comparte el mismo espacio con senoras que Iavan ropa, cuidan recien nacidos o simplemente se asoman a Ia ventana para iniciar una conversaci6n. Sin embargo, el nino permanece desvinculado a cuanto elias puedan hacer o decir. En esta serigraffa los agentes cromaticos hilvanan Ia accion, pues actuan como factores para incorporar idealmente al contemplador a cuanto puede suceder en aquel Iugar. Vemos como luz y color se convierten en el entramado que nos hace sentir el Iento discurrir del tiempo para quienes protagonizaron Ia escena. Esa languidez en que transcurrfa Ia vida fue interpretada magistralmente at conseguir que Ia acci6n mostrada sea vista, cual si se tratara l7
de un recuerdo prolongado bacia el infinito. Hay en Ia composici6n un sentido de coetaniedad extendida que adquiere eficacia a medida Jogramos descodificar las claves lumfnicas lievan a quienes ven a transmigrar a Ia epoca cuando fue concebida. Se trata de situaciones que amenazan repetirse a diferentes niveles y por tanto ostentan alcances universales. Se advierte en Ia pieza que el artista experiment6 un estado contemplativo que le permiti6 secuestrar la experiencia a fin de vincularla al imaginario de Ia epoca. El cuadro demuestra el ambiente de pobreza prevaleciente en las vetustas estructuras del Viejo San Juan. En cuanto capt6 apreciamos los perfiles desfigurados de una residencia otrora grandiosa y en aquel momento victima de abandonos negligentes. Hace que los rayos solares se conviertan en sus aliados para destacar los perfiles de esos edificios, que a pesar de las llagas que les afectaban se podia detectar en ellos el fantasma de una antigua belleza. No obstante, sus habilidades parecian vivir ajenos al contexto hist6ricoestetico guardado por sus moradas. Los tubos de desagUe que alternan con el inmueble evidencian trabajos chapuceros reveladores de Ia poca conciencia existente con respecto al valor de Ia ciudad.
XXD- Actitudes y sentimientos La llegada (1953) de Eduardo Vera Cortes
es una efigie lograda con increible veracidad. En ese hombre condens6 caracteristicas distintivas del jibaro puertorriquefio. Logr6 expresar con un maximo de profundi dad Ia sicologia de este tipo burnano; discreto, silencioso, humilde, sereno y respetuoso. Lo represent6 en el acto de saludar quil1indose el sombrero. Se trataba de un signo de respeto y cuando participaba de asuntos religiosos se
convert!a en sefial de reverencia. Ese personaje que se ajusta a Ia definicion que nos ofrecieron de estos ofrecida por los hermanos Salvador y Juan Augusto Perea Rosello en su Glosario etimologico tainoespaflol. II En esas paginas que probablemente contienen Ia sfntesis mas completa en torno a Ia naturaleza de dicho tipo humano, descubrimos Ia espiritualidad en acci6n. Las referencias ofrecidas por aquellos distinguidos estudiosos pueden ser pareadas con Ia imagen exteriorizada por el pintor en su obra. Hallamos en su piel y rasgos fisicos remanentes indfgenas impresos en su genetica. Existe en esa efigie Ia elegancia modesta de quien ostenta un ropaje al alcance de sus posibilidades y actua con el garbo del que tiene conciencia de su dignidad y Ia ajena. Es evidente que su pulcritud y roodales son muestras extemas de convicciones inter-
I I Salvador y Juan Augusto Perea Rossell6, Glosario etimo/Ogico taino-espaiiol, Tipograffa Mayagilez, 1941.
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nas. Hay en su porte un ademan de solemnidad ya que para ellos ingresar al hogar propio u ajeno era como si penetrara en un templo, donde Ia costumbre era "descubrirse".l2 El caballero presentado por Vera Cortes podria ingresar en una galena de caracteres que tan bien trabaj6 don Miguel Pou. Es como si el autor resumiera en esa personalidad una tematica con Ia finalidad de dar paso a otros asuntos. Ami juicio ese hombre posee actitudes y sentimientos que permanecen en lo mas fntimo del puertorriquei\o.
XXIII. Conclusion La presencia del CAP, fue relativamente fugaz (1950-1953). AI igual que muchos movimientos transcendentes, su eficacia precis6 de actos significativos imprescindibles para sefialar a Ia gente nuevas trayectoria. La comparecencia de dicha instituci6n respondfa al imperativo de ingresar definitivamente en el escenario artfstico internacional. Esa era un paso esencial debido a que las realidades mundiales presentaban tendencias ascelerantes provocadas por los realineamientos en todos los aspectos de Ia vida. Luego de Ia Segunda Guerra Mundial bubo una reorientaci6n de fuerzas hist6ricas que aspiraban acercar los mas diversos sectores humanos. En el plano local existi6 una clara conciencia de las circunstancias planteadas por los acontecimientos. Aunque por razones diferentes en Ia decada del 50 en Puerto Rico surgieron tangencias entre las agendas en las mentes creativas y Ia de los circulos oficiales. Si algo es evidente en las obras generadas por los artistas concientes de Ia situaci6n, es c6mo aflora en elias un espiritu testimonial. La intenci6n era no relegar las angustias y expectativas de las clases desposeidas. A Ia vez, comparaban reclamos politicos que debian mantenerse vigentes. Las aflicciones existenciales mostradas constituyen fuentes primarias para el estudio de las condiciones de vida reales. Cuando observamos las imagenes de los portafolios del CAP nos percatamos de que abrieron brecha a Ia identificaci6n de asuntos que luego los verbaliz6 Ia novelistica latinoamericana de los ai\os sesenta. El rol protag6nico de las artes convertidas en vanguardias emocionales para reclamos sociopoliticos es determinante para comprender el momenta.
Otro asunto que se activo durante ese periodo fueron los diferentes afluentes nutrientes del nacionalismo. Las manifestaciones violentas en reclamo de una presencia definida de este pueblo en el seno de la comunidad internacional se dejaron sentir. Era necesario reencauzar los temas a fin de encarrilarlos en circuitos universales. Para hacerlos viables, tenian que buscar soluciones pnicticas con Ia intenci6n de conservarlos perennemente vigentes en el pueblo para nutrir los palpitantes puntos de apoyo de la identidad nacional. Habia que pautar espacios para dar proyecciones c6smicas a los sentires comunes de un pueblo que pugnaba por hacer escuchar su voz en el orbe. El CAP fue un ejemplo de Ia actitud comprometida eficaz para lograr los fines antes expuestos. Los dos portafolios publicados constituyeron manifiestos reveladores de los fines expuestos. Los mismos aquilatan lenguajes artisti路 cos en boga para llevar nuestros mensajes a los foros mas variados. Esos trabajos reclamaron audi路 encia para Ia estetica islefia a todos los niveles. Los mismos tuvieron internamente funciones didacticas y a Ia vez fueron un llamado a buscar nuevas hori路 zontes.
Jose Antonio Perez Ruiz Naci6 en Manati en 1941. Obtuvo su bachillerato en Historia (1962) y su maestrla lal1lbil!n en Historia (1967) de Ia Universidad de Puerto Rico. Es candidate a obtcner su doctorado de Ia Universidad de Valladolid. Ha hecho varias publicaciones sobre arte e historia y ha escrito m4s de 1700 articulos sobre arte en prestigiosas revistas nacionales e intemacionales. Fue decano auxiliar en Ia Facultad Estud.ios Generales, director de Departamento de Ia Facultad de Estudios Jnterdisciplinarios de Humanidades. Catcdr4tico de Ia Universidad de Puerto Rico por mats de 34 aiios. Actualmentc contimla escribi路 endo critica de arte.
' 12 Acto de quitnrse el sombrero.
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LA DANZA MACABRA DEL SIGLO VEINTE:
, VISPERAS DE SOMBRA , , DE
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OS E
AGUSTIN
BALSEIRO
Angel M. Encarnacion Rivera
, VISPERAS DE SOMBRA
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Te gustaba vestir de frac el instinto y hal;llar lenguas ba,bil6nicas, lo dificil para ti era el descanso, un ando y pedregoso camino en tinieblas bajo el manto feroz del estio. Balsero de los mares de Vulcano a Caronte le pagaste en un soneto y con Ia mano en la baibilla te quemaste las sienes descifrando el misterio de los epitafios y los retos de Ia esfinge ciega que con mano de tigre te mostraba el contrato de Zaratustra para.erigir un templo ~om6nico a1 otro lado de Ia playa estigia. Tan pronto t~ presentaron Ninive se quebr6 en tiel regocijo, podfas rubricar las paredes del silencio con tu nombre. Jose, Ia ruta etema baj6 el te16n, ya no circundanis misterios, comeras verdades y te hartanis de luz.I
1 Como una introduccion especial decidi incluir un poema de mi libro inedito Elser de Ia curva,libro elegiaco que comencc! a escribir durante los dias de agonia de Juan Antonio Corretjer y mas tarde fui ampliando con poemas dedicados a otros escritores que tambien marcharon. Con ese poema sintetizo Ia personalidad admirada de Jose Agustin Balseiro, amigo y maestro, a quien agradezco Ia concentradlsima, pero sincera y valiosa amistad que me dio al final de su vida.
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fsperas de sombra (1959), es un Iibro muy coherente, muy pulido, logrado. Se compone de tres partes. La primera, Vfsperas de sombra, con un primer poema del mismo nombre y diez composiciones en total. Sobresale en esta parte Ia vinculacion chisica de Ia forma ya que sus composiciones estan escritas mayormente en cuartetos endecasflabos con uno que otro verso de arte menor. El tempo Iento, como de marcha, se refuerza con multiples simbolos encadenados que sostienen Ia imagen totalizadora de Ia muerte. Lo mismo, sucede con los elementos ritmicos, que atrasan mas el paso con adjetivos y sustantivos que nos obligan a pausas estrictas y a reconstrucciones dialecticas a final de verso. Y a todo ello se le anaden preguntas retoricas que detienen mas atln Ia marcha. La segunda parte, Intermezzo: Canciones de niiiez y adolescencia, tiene Ia funcion de aliviar Ia tension como lo hacian las comedias clasicas en media de los aetas tragicos. Parece querer darle al Iibro valores dramaticos mientras trata de convertir al lector en una especie imaginaria de espectador. Si Ia segunda parte es un remanso,la tercera, "Este tiempo es nuestro", es un retomar el anterior camino, solo que aca el tono es de protesta existencial. La segunda parte contiene siete composiciones de ambiente infantil y aparentemente escapista con versos de arte menor y estribillos al estilo de canciones y romancillos. En Ia tercera parte, con nueve poemas, abunda Ia duda existencial, Ia connotada Crisis de Occidente que penetra las tetras a fines de los cuarenta y hasta bien entrados los cincuenta. Son los resultados del sentir vacfo de una existencia atrapada en Ia angustia de Ia muerte y Ia destrucci6n de guerras inmisericordes y fatales, lo que a finales de los cincuenta se convierte en agonia ante Ia posible destrucci6n de Ia especie humana con armas jamas antes vistas ni pensadas. La primera y Ia segunda parte son las mas intensas; Ia primera, Ia mejor lograda y Ia mas profunda, un tratamiento ejemplar del tema, nada nuevo, y por ende, dificil de abordar. El primer poema tiene un aire conversacional: "Ya te siento
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venir para el reclamo!del Reino de Ia SombraJ Los parpados se rinden, fatigados,/ y el anima sin paz se deja toda!arrastrar en el trance hacia lo Arcano." Lenguaje y tratamiento vinculan a Balseiro con los poetas puertorriquenos trascendentalistas y con Ia poesfa en Ia lengua espanola de posguerra que profundizaba en el ser y en el sentido de Ia existencia. Aunque no esta lejos de poetas puertorriquenos como Lluch Mora, Hernandez Aquino, Matos Paoli, Jorge Luis Morales ... hay que recordar que Balseiro se expuso a Ia corriente existencialista unamuniana y posmodemista. Estos no son caminos nuevas para el, mas bien remozados. La duda destructiva (y casi anticristiana) de no saber si hay alga mas alia de Ia vida se nos descubre inmediatamente: No se si es fuga o fin lo que el trasmundo Extiende mas alia del oleaje: Si puente abierto al horizonte oscuro 0 ala de niebla que a Ia luz renace. El texico evoca ese periodo aludido: barro,
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Balseiro, caminante y aventurero deseoso de encontrar el reto mayor de la esfinge, no pierde su can1cter de marinero en odisea constante y etema. Por lo mismo, no existe para el imagen mas exacta que la de los vientos empujando la barca, arrastrandola, desgarrando su velamen y llevandose los escombros. arcana, sombra, trasmundo, oleaje, puente, niebla, ala, suefios, angustia, resistencia, queja, rosal, puerta, Nada, umbral mansedumbre ... Estar a Ia espera, escucbar un llamado, sonar en vigilia, resolver un misterio, estar presto a marcbar; son lugares comunes a las generaciones existencialistas. Pero son, ademas, resumen de un acervo cultural bereditario y antiquisimo que Ia poesia europea recrea, desecha y recupera a traves de los tiempos. Balseiro insiste en Ia templanza ante Ia muerte y su poema recrea una imagen de inmutabilidad como el don Juan en los infiemos de Baudelaire. De igual forma trabaja dicotomfas que lo definen a el en lo personal, en lo intelectual (si es que se nos permite diferenciar entre lo personal y lo intelectual) yen lo creativo. Su persona es el vigia en movimiento y el inmovil en vigilia. Es el creador viajero que recorre Europa, America, el Caribe. Es el intelectual sedentario que pasa venas; las astillas penetran los flancos y forman un follaje que cierra el paso a Ia luz. Toda Ia madera se convierte en cuatro maderos, en una prision. Lo anterior es prueba de una fuerza dramatica que convierte a Balseiro en un creador de poder y dominio sabre Ia lirica y en todas las disciplinas del lenguaje. En esta imagen cerrada de Ia muerte entre maderos ba reconstruido con suma originalidad Ia imagen del medio en que se va a Ia otra vida, antigua imagen que remite a las epocas prechisicas en que los cuerpos se quemaban entre maderos, lanzados al mar, uno de los origenes del mito de Caronte que, con Ia llegada del cristianis-
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mo, se transforma en el madero de Ia cruz. El novena poema, "iC6mo sera el partir?" culmina con Ia bibridez dialogica del deseo-miedo sabre Ia muerte. La angustia transmitida en el poema consiste en no saber como es Ia transmision. Esta incertidumbre, que unida a las anteriores en verdad es una imagen subsumida o dependiente de Ia universal enmarcada en Ia postura deseo-miedo, nos da un Balseiro de fe. Su fe esta en Ia etemidad del alma. En su poesia no se encuentra signo alguno que deje otro sabor. Ante Ia muerte encontramos seres que caminan en otro borizonte, pero con un bagaje, que el poeta llama memoria, que no es otra cosa que lo dejado atras. El beroe en vida seguira siendolo en el Hades. Este bagaje sera Ia dave de su triunfo en las tinieblas. Los seres de estos poemas seguiran siendo en el "alhi" parte de lo mismo que fueron en Ia existencia. Miraran atras, senin arrastrados por fuerzas violentas y abruptas, contrario a su voluntad. Si en el novena poema se pregunta como sera el partir, en el decimo reafirma que ese momenta de Ia marcba no sera bajo una espera inutil. Es otro de los valores que mejor define al poeta y a Ia obra, Ia accion, Ia fe en el obrar, en el continuar con aplomo basta Ia muerte del poemario. Su tono es chisico (basta Ia evocacion recuerda a los poetas Iatinos, su expectacion ante Ia muerte, sus preguntas ret6ricas, y no digamos las imagenes) enigmatico: lHabni cJamor de vientos a Ia bora de partir mi navio bacia Ia Nada? lSe rompenin Ia velas como locas Melenas por las furia desatadas? Balseiro, caminante y aventurero deseoso de encontrar el reto mayor de Ia esfinge, no pierde su caracter de marinero en odisea constante y eterna. Por to mismo, no existe para el imagen mas exacta que Ia de los vientos empujando Ia barca, arrastrandola, desgarrando su velamen y llevandose los escombros. En el segundo cuarteto, como todo viajero, mirara atnis. Lo que le preocupaba es Ia nostalgia, el que sobreviva el deseo de regresar, de retomar los pasos, cuando este en el camino sin retorno. La nostalgia es Ia traicion del espiritu aventurero, el lastre que detendra Ia marcba. Es Ia aventura final, tiene que empezar a asumirse en esta vida con toda Ia compostura posible.
El poema concluye cuestionando como sera el recibimiento al otro lado, si al llegar tendra los meritos requeridos, si en algun momento antes de partir sabra Ia hora precisa, en que el reloj marque al segundo exacto. En La travesfa ciega, poema 8, el poeta reconstruye una imagen gigantesca. Comienza con una travesfa entre arboles mientras un ente, el emisor del poema, dice flotar. Es un vuelo boscoso sin meta detectable en Ia proximidad. La vegetacion se va espesando. Los arboles se van acercando como un filme en toma cercana. Aparecen los troncos cerrandose al vuelo; Ia corteza rompe las cames; las ramas se clavan en Ia cohesiva. La misma se halla en el reclamo del alma o espiritu que en Balseiro se convierte en intelecto. Todo podra morir, pero no su agudeza para pensar, no presteza para analizar, para conocer mas. Esta idea es una de los mas admirables encantos de su obra general. Es Ia idea de que Ia salvacion esta en el saber, de que mediante ello se acerca uno mas a Dios. A Ia misma vez nos recuerda que lomas doloroso de Ia muerte es Ia quietud, el no recordar, no saber. Otra de las grandes antftesis de Balseiro surge de este miedo: tambien es atractivo desaparecer sin Ia presion del "recuerdo", convertirse en Ia Totalidad. Con tal contradicci6n el autor se acerca al budismo en El silencio irrevocable, a ese querer desaparecer para volverse parte del Todo, del conocimiento total, y no tener regreso: "ser no mas que memoria irremediable/sin Ia agonfa del baldfo esfuerzo". Un estado ideal es lo que se traduce de Rosa de paz, poema enumerado como el mimero 5. La muerte es reposo que se asemeja a Ia idea medieval de ser un remedio a los fragores de Ia vida ("sin el temor del dfa que no tienelsustento de ilusiOn y de esperanza"). El poema que le sigue retoma Ia duda de anteriores versos. Sin embargo, son mas curiosidad que otra cosa, deseo de partir sin mas espera para encarar lo que se encuentra en Ia otra orilla, encontrarse, si en verdad es asf, con aquellos que se fueron antes, saciar esa sed de conocer el misterio de Ia senda secreta. Es, segun el poema, afan de reencuentro con el pasado que ya marcho a Ia sombra, auscultar basta encontrar quienes son los que estan a Ia espera de los recien llegados a Ia "rota". Los siguientes dos poemas participan de esta vision de curiosidad-bUsqueda. El poema 7 es uno de los mejores logros de este tema sobre Ia
En "Vigfa en crespones" se seres irra. aparecen dos , ctonales: El Angel de Ia Luz y el de la Sombra. La muerte llega a la vez que se vive, se convive en el tiempo yen elfin, en Ia meta y en la jornada a la par haciendo que lo opuesto se complemente pasion-curiosidad bacia las largas horas meditando frente a los libros, figuras estaticas en su estructura y movimiento, en Ia proyeccion. Estas dicotomfas se ven tanto en el autor, como en Ia obra del mismo modo que lo real y lo imaginario, el bien y el mal, el saber y el desconocimiento. Son contradicciones pares que constantemente lo cercan, lo definen y abarcan basta lo indecible. En Vigfa en crespones se aparecen dos seres irracionales: El Angel de Ia Luz y el de la Sombra. La muerte llega a Ia vez que se vive, se convive en el tiempo yen elfin, en Ia meta yen Ia jomada a Ia par haciendo que lo opuesto se complemente. En Ia atmosfera irracional del poema se vive en el tiempo como por sobre crespones, uiias alfileres y hojas de crista! que laceran; Ia luz de Ia luna se hace navaja que corta espigas de los nervios. Cuadro vanguardista, rnezcla de Dali, Miguel Hernandez, Cesar Vallejo, el Neruda residente en Ia India y, tambien, de parte de aquella poesfa puertorriquei'ia de quirneras sentadas en espera para levantarse sobre Ia muerte, de sueiios y vigilias, de esfinges y esperas. Lo agorero de igual forma se abre paso: Musica y visiones de otros tiempos Transformanse en fantasmas. Lo pasado Pierde su lucidez, y un agorero Pajaro cruel me acosa con su canto. (Parafso en tinieblas) La muerte ordena sefialando con su dedo. Se ha logrado recomponer la danza de Ia muerte.
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El remanso dura lo suficiente como para reponerse y continuar con Ia tercera parte: "Este tiempo nuestro". Vol vemos al tema de Ia muerte, pero esta vez como producto de las guerras mundiales y Ia amenaza nuclear. Los seres siguen hacia Ia senda que Ia muerte dispone con su dedo descamado. Todo Jo que vive y existe sigue en esa ruta, y con espanto. Las alas estan quebradas, las rafces ya no daran tallos, los petalos: desechos, el camino es un erial, no hay manantial que calme Ia sed. Ante esta danza macabra se mantiene una fuerza: encontrar Ia meta, Ia verdad etema. La busqueda de verdades etemas sera incansable, su mision como ser humano y como intelectual. El encuentro se recrea con Ia alegorin de una mujer junto a cuyo destino estara ligado: No se que capas de infinita pena Habre de atravesar para alcanzarte; No adivino que minas de laceria Hallare en los infiemos vegetales. AI poeta no le importa lo que tope en su camino al momento de hallarla: Pasare entre reptiles y entre fieras Sin que el puiial de su agresion me ataje Que esta pasion, que es gloria yes condena, Volverse atras ante el dolor no sabe. Es derroche de fuerza, de energia convertida en fe en sf mismo, o en los valores que defiende. No se trata de alarde de virilidad, no de fortaleza moral para enfrentar Ia muerte, se trata de fe en los etemos valores de progreso, en Ia labor de apostolado que conmina a seguir adelante para salvarse y salvamos en el arte, en Ia palabra, por medio de Ia creacion.
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La segunda parte del libro, Intermezzo: canciones de niliez y adolescencia, es como ya dijimos, una tecnica para bajar Ia tension "dramatica". Comienza con una Epfstola a Walt Disney. El acopio clasico-epopeyico de Balseiro encuentra eco en Ia magia del cine y del siglo veinte. Parece estar dedicado a Disney, en realidad es una oda a Ia realizacion visual de Ia magia literaria de mitos, cuentos y canciones tradicionales de cuya cantera se nutrio Disney disefiando personajes que cobraron movimientos y voz. Eran escenarios nunca antes vistos, recreados por sonidos clasicos y modemos. Esta "Epfstola" es el poema principal de Ia seccion. Los demas poemas son de arte menor: Vacaciones, Poesfas de amor, Juego, Oro y Plata, Nifios de ciudad grande y Destino. Cada uno de ellos esta enumerado. A pesar de su caracter infantil, romanceado, los poemas gozan de una simbologfa llena de erotismo enmarcado en imagenes tradicionales como Ia "Primavera", "Ia pena de amor" , " eI beso" , "Ios I'Imones" , "Ia fragua", "el agua", "los caballos", "Ia fruta en el arbol", "el espejo ... " A pesar de ser nii'ios, estos seres estan sumergidos en sueiios y mensajes que vienen de siglos anteriores. El remanso dura lo suficiente como para reponerse y continuar con Ia tercera parte: Este tiempo nuestro. Volvemos a! tema de Ia muerte, pero esta vez como producto de las guerras mundiales y Ia amenaza nuclear. El tiempo, dice en Ia primera pieza, El Erial Siniestro: Existe solo con el pulso de Ia hora imprecisa que en cualquier minuto sera Ia ultima hora del hombre y de Ia especie. La epoca sirve para enjuiciar Ia vida materialista, de prejuicio racial y otros vacfos o "laberintos", desplazando el siglo hacia las sombras y lo siniestro. La imagen principal es Ia del ser deshabitado, Ia del fantasma, Ia del ser sin palpito ni venas. "Los cuerpos se quedan vacantes/como casas vacfas". Dice en Regiones prohibidas, poema enumerado como el 3. El arte es lo unico que puede veneer. Nos lo vuelve a decir en La trompeta negra (4) y Muerte e inmortalidad de Federico. (5). Un tono complementario se recibe de Laberinto (2):
El alma se hace miedos espaciales y en el vacfo r6mpese Ia carne que acaso ya no sirva mas que para abono inutil de Ia tierra vana que pereci6 maldita: porque ya no hay amor sobre Ia Tierra. Tono melodramatico y desesperado para un ser de tanta fe, pero hay que entender Ia amenaza de Ia guerra nuclear que pendfa sobre el planeta, que subsiste aun, solo que en menor proporci6n. Amante, como era Balseiro de todo el saber acumulado, Ia amenaza vertical, como llam6 a los misiles nucleares, le causaba panico y dolor por Ia humanidad que tanto quiso ver superada e igualitaria. Regiones Prohibidas (3) es un poema de mucho impacto por su profundidad y su poder de sfntesis. Es una abreviaci6n del existencialismo de posguerra anterior a los sesenta. La nada y el vacfo metaforizan el concepto del mundo. El ser vive deshumanizado a tal punto que no tiene pulso, ni voz, ni placer sexual siquiera, el tiempo es un desierto, esterilidad. El orbe se ha desnaturalizado de tal manera que nada parece volver a Ia normalidad. Asf pasa en Holocausto de Ana Frank (6), donde Ia noche "se esconde entre tinieblas". Ella y Federico Garda Lorca representan las vfctimas de este desafuero, de esa locura del siglo veinte. Sus poemas gozan de sfmbolos, similes, prosopopeyas, alegorfas, sinecdoques y metonimias que recrean los temas con exactitud y elocuencia. La metafora se convierte en sfmbolo por su representaci6n de valores. Las "sombras", "el humo", "los fantasmas", "el espejo", "los horizontes", "las rafces", "Ia flor" ... son ejemplos de un lenguaje trascendentalista que se opone a Ia vertiginosa rapidez en que viven los seres humanos. Es tanta Ia rapidez de los seres humanos, que no se agarran a Ia existencia. Laberinto numero dos (2) de Este tiempo nuestro, nos sirve como un bot6n para mostrar el trasfondo ret6rico de su poesfa. Toda estructura lingi.ifstica de este poema remite a Ia idea de Ia velocidad y vacfo por medio de aliteraciones sibilantes y bilabiales, destacando y haciendo resaltar, muy elocuentemente, su punto de vista sobre el mundo: Pasan sombras de acero, plomo y humo por Ia violada esfera.
En Ia velocidad vertiginosa Ia fuga irrevocable de todas las velocidades. Es Ia falta de un ser supremo. El poeta se duele de que el conocimiento desmitificador haya hecho de los seres humanos entidades soberbias, autocomplacientes que en vez de acercarse a Ia idea de Dios se apartan mas de ella. AI momenta de escribir su obra sentfa que se estaba en las vfsperas de las sombras. Esa era Ia muerte que andaba rondando al mundo, llamando a todos los presentes para que se unieran a su danza. Como muchos otros intelectuales de su momenta Balseiro entendi6 que habfa que dar su voz de alarma para tratar de detener, por media del arte, el regimen de vida que hasta ese momenta llevabamos.
Angel M. Encarnacion Rivera Catednitico del Colegio Universitario del Este, Carolina, Puerto Rico. Tiene un doctorado en filosofia y letras y ejerce Ia abogacfa. Ha publicado: Tentado por Ia palabra ajena, colecci6n de ensayos crfticos, publicada por Ia Editorial Talleres, 1999; Os espelhos, poemas en portugues, 1998: El crfrico y obras blasfemias c/ownescas, poemas, 1996; el estudio El cancionero I de Francisco Matos Paoli, Instituto de Cultura, 1988; Las meninas de Avignon en Orgaz, narraci6n, 1986; F/or de azar, poemas, 1980; Cuadernos de juglarfa veintiuno, cuentos, Instituto de Cultura, 1979; Noches ciegas, narraci6n, 1976. En 1973 recibi6 el Primer Premio de novela del Ateneo Puertorriqueno por su obra Naches ciegas; en 1989 el Pen Club de Puerto Rico le otorg6 un diploma de reconocimiento por su aportaci6n a las letras puertorriquenas. Ha publicado innumerables ortfculos en revis¡ tas y peri6dicos del Pafs como Tal/eres, El Nuevo Dfa, Mairena, Revista de £studios Hispdnicos, LA Torre, El Vocero, Cupey, Did/ago, Claridad. Tambien ha publicado en Mexico, Estados Unidos, Republica Dominicans y Argentina.
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AMOR
PUERTO .Jose A. Balsciro Yo que me mido Ia vida al paso de viajes ,langos, puedo decirte del gozo de volver a tu regazo. Por los caminos del mundo fui el pensamiento dejando, pero el coraz6n, entero, para tu amor he gu~o. Redonda es Ia tierra y tiene tesoros que yo he oontado, mas ninguno me ha valido como tu paisaje diafano, como tu mar ine(able, como tu vida sin itanto, como tus flares sin nieve, como tu pulso en remanso. Dos zafiros se te entregan, el Caribe y el ABMtico, pero esmeralda eres tU que le luces verde~ncanto haciendole, el cUll a dia, de piedras preciosas di~ogo. Dejame verte d uda, dame tu secreta intacto como albricias por guererte, como premia por vasallo En lo alto de tu Yunque, con los ojos como labios, dejame heber tu$ play~. dejame besar tus llanos, verte toda, am e toHa, en la espina y en el Ilardo, en Ia arena y en 1'!Dlonte, en tus peces y en t s mangos.
Amor de mi Puqto Rico, no import6 mi itmerario para en el pecho ~ mancha llevarte siempr; sellado. 26
,
~OSE
A.
BALS El RO:
AMOR DE PUERTO RICO (POEMA)
--
Luz Virgina Romero
a tierra amada en Ia ausencia, por destierro "voluntario" se le antoja en Ia intimidad como mujer soiiada en toda Ia frescura de su juventud.
L
Dejame verte desnuda, dame tu secreto intacto como albricias por quererte, como premio por vasallo. Su comunicaci6n con Ia patria proyecta acercamientos fntimos con el paisaje, le habla en un tono de fino sensualismo, estructurado en personi-
ficaciones, similes, sinestecias, imagenes sensoriales, en las que predominan las visuales y tactiles. Todo el poema, por su colorido, delicado sensualismo, recursos estiHsticos utilizados y sobre todo por el modo de trabajar el tema de arraigo tehirico con imagenes preciosistas de corte criollo, muestra una de las particularidades del movimiento modernista puertorriqueiio, arraigo telurico. Me da Ia impresi6n que Balseiro cuid6 de este detalle al escribir Amor de Puerto Rico, poema en defensa de su puertorriqueiiidad. Pudo haber cultivado un modernismo preciosista como el de Jose Esteves, pero prefiri6 acercarse a caudillos de enfoque criollista,
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como Luis Llorens Torres. En lo alto de tu yunque, con los ojos como labios, dejame beber tus playas, dejame besar tus llanos, verte toda, amarte toda, en Ia encina y en el nardo, en Ia arena yen el monte, en tus peces yen tus mangos. Se duele por Ia ausencia conque ha tenido que medir su vida por los viajes largos que ha realizado, para poder ir sembrando sus pensamientos por los caminos del mundo. Yo que me mido Ia vida al paso de viajes largos puedo decirte del gozo de volver a tu regazo. Sufri6 Ia encrucijada de vivir entre ausencias y regresos, pero al final pudo quedarse en Puerto Rico junto a su esposa y aquf muri6 solo y olvidado. En el hospital, cuando acudimos Enrique y yo por Ia Hamada de nuestra amiga Monse, quien siempre estuvo muy cerca de ely de su esposa, le vimos alii tirado sobre una camilla y nos dijimos, recordando a Gustavo Adolfo Becquer: "Que solos se quedan los muertos". Fue pariente de Georgetty y se benefici6 econ6micamente, pudo pasar su vida viajando y estudiando. Se suscita el resentimiento en algunos intelectuales contemponineos suyos que lo juzgan como "principe que quiere Ia luna", "hombre goloso del aplauso de los demas", "privilegiado servido en bandeja de plata", sin embargo no se detuvieron a pensar que pudo haber escogido el camino facil, pero no lo hizo, dedico su vida al estudio y a Ia enseiianza. Fue hombre erudito, viajo por Espana y se codeo con los ultimos de Ia Generacion del 98, Unamuno, Baroja. Vivi6 en el suroeste de Estados Unidos, en Ia Florida y se dedic6 a educar juventudes, compartiendo con ellos el fruto de sus investigaciones y las experiencias de sus viajes. A traves de su quehacer literario incursion6 en todos los generos: periodismo, poesia, novela, ensayos criticos, teatro, sin embargo, los estudiosos de su obra coinciden que su mayor aportaci6n esta en Ia critica, aunque tiene poemas muy buenos. Fue
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un investigador muy cuidadoso, lastima que no se le diem la oportunidad de sembrar caminos en su propia tierra, s61o pudo ser profesor visitante. Pero muchos de sus alumnos lo recuerdan no solo por su erudicion sino por su nobleza de alma. El Cid, frente a Ia injusticia del rey Alfonso VI, no toma venganza, sino que se dedica a conquistar para el rey. Balseiro, frente al silencio que lo rodeo, se dedico a estudiar, viajar con criterios educativos a Ia vista, y a compartir generosamente sus conocimientos. Va haciendo su propio camino y ayudando a otros a realizar el suyo. Ha dejado en los lugares donde ha viajado y ensei'iado huellas de su honestidad y erudici6n; j modo singular de hacer patria! lndudablemente le duele Ia injusticia del olvido, de los bolsones de silencios que lo rodearon, yen su poema, Amor de Puerto Rico dice con nostalgia profunda: . .. Por los caminos del mundo fui el pensamiento dejando, pero el corazon entero, para tu amor he guardado. Afirma en estos versos de modo gentil pero firme, que el es puertorriqueiio y ama a su patria desde lo mas intimo de su ser. Juan Antonio Corretjer, poeta nacional puertorriquei'io, siempre mostr6 grandeza de alma en sus afectos y respeto bacia los demas, bubo cabida para todos, sin importar diferencia de credos religiosos o ideologfas politicas. En una ocasi6n alguien Je seiial6 que el espaiiol que hablabamos era una saga de la opresion. Corretjer contest6 con Ia energfa y Ia serenidad que le caracterizaban: "El espafiol es nuestro porque lo hemos amazado con sangre y dolor". La patria noes feudo de unos pocos, es de todos los que Ia honran, y Jose A. Balseiro honro a su patria dedicando su vida al estudio, a Ia educaci6n, tarea noble de maestro.
Luz Virginia Romero Catedritica de Humanidades de Ia Universidad de Puerto Rico, Rccinto de Rio Piedras. Es autora de ensayos de crftica literaria: El aldeanismo en la poes(a ck Luis Palis Malos y otros publicados en revistas; poesfas, cuentos publicados en revistas, novelas: Glaudia, Universos y fantasmas. Y Ia tercera en preparaci6n llamada
Anlolog(a: veinte poetas modernistas puertorriqweifos.
CANARIOS , POBLACION
Y
EN SIGLOS
XVI
' AGRICULTURA PuERTO AL
RICO,
XVIII Francisco l\'loscoso
Historia o mito En los albores del siglo XVIII, Puerto Rico contaba con una poblaci6n pequei'ia: entre 6,000 y 7,400 segun unos, y basta 20,000 habitantes a base del conjunto de documentos que he manejado.t A su vez, algunos han asociado a esa poblaci6n un estado de rusticidad deprimente y minimizado el desempeno econ6mico de la Isla. A ello se ai'iaden
generalizaciones de carencias alimenticias y de todo tipo. Este cuadro tetrico se agrava con las noticias de pestes , o epidemias catastr6ficas, ocurridas desde mediados del siglo XVII. Se conocen las epidemias fuertes de Ia decada del 1680, y especfficamente las de viruelas en 1732 y de sarampi6n en 1747, que ocasionaron Ia muerte de centenares de personas a la vez. El gobernador Arredondo inform6 en 1690, por ejemplo, del contagia y deceso de
I Fernando Pic6, Historia general de Puerto Rico (1986), y Francisco A. Scarano, Puerto Rico. Cinco sig/os de historia (1993) opinan a favor de Ia cifra mas baja de 6,000. Salvador M. Padilla Escabl, "EI poblamiento de Pueno Rico en el siglo XVIII" (I 985) ha ofrecido c6mputos de 7,400 habitantes en 1700 y 9,750 bacia 1710, por ejempo. Para nuestras nprecinciones vease Agricu/wra y sociedad en Puerto Rico, sig/os 16 a/18 (1999).
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Tambien se ha planteado que de tres corrientes principales de inmigrantes en las primeras dedacas del siglo XVIII, los agricultores canarios fueron el contingente mas numeroso ;
setecientas personas solo en Ia Ciudad de San Juan. Para sobreponerse a Ia situacion de decadencia economica y de estancamiento poblacional se ha subrayado que, entre otras medidas correctivas, el gobierno colonial espafiol estimulo Ia inmigracion de familias de labradores de las Islas Canarias. Se ha postulado que los islefios canarios fueron el motor de Ia agricultura en Puerto Rico, e incluso se ha llegado a asumir que durante los primeros tres siglos de dominacion colonial espanola fueron tantos los inmigrantes canaries y sus descendientes que estos constituyeron Ia base demografica de Ia poblacion puertorriquefia. "Pese a dijicultades iniciales", Ia historiadora Juana GilBermejo Garda escribio, " .. .su labor hubo de ser positiva necesariamente y supuso Ia inicial puesta en marcha para el fomento agricola" .2 En su obra dedicada a Ia inmigracion canaria, Ia historiadora Estela Cifre de Loubriel asume que de los siglos XVI al XVIII el mimero de inmigrantes islefios canaries ''fue mayor de lo que suponfamos; y que junto a su descendencia fueron tantos que absorbieron Ia poblacion puertorriqueiia existente en nuestro suelo" .3 Por su parte, ellingiiista Manuel Alvarez Nazario opina que, "considerada por sus alcances generales a lo largo del siglo XV/11,/a inmigracion canaria a Puerto Rico viene a constituir quizds el factor de mayor importancia dentro del extraordinario desarrollo poblacional que experimenta Ia Isla en dicha centuria". Sostiene que de las 28 poblaciones nuevas que se erigieron entre 1714 y
1797 (aparte de las existentes desde el siglo XVI como San Juan, San German, Coamo y Arecibo), "no menos de diecinueve deben su surgimiento a/ esfuerzo colonizador de los hijos de Canarias". Alvarez Nazario atribuye Ia fundacion de Toa Baja en 1745 a un impulse de poblacion isleiia y a una "creciente concentraci6n de gentes del Archipielago por el valle del rfo Toa". Considera que algo similar ocurrio con Toa Alta en 1751, "donde asimismo es decisiva Ia participacion colonizadora de los canarios" .4 Ninguna de estas afirmaciones esta fundamentada en informaciones y datos cuantitativos. Por otra parte, ha puntualizado algunos aspectos culturales y religiosos, como el de Ia advocacion de Ia Virgen de Ia Candelaria (patrona general de las Canarias) y el establecimiento de varias ermitas derivadas como las de Manatf en 1738, Mayagi.iez en 1760, Bayamon en 1772, Vega Alta en 1775 y Ia de El Plantaje en Palo Seco (Toa Baja) en 1779 de donde infiere que servfan de nucleos de pobladores canaries o manifiestan su influencia. El correlaciona Ia celebracion de Ia Fiesta de La Candelaria en San Juan, una de las "grandes celebraciones religiosas de Ia poblaci6n" (junto con las del patron San Juan Bautista, las de Santa Rosa de Lima, Ia de Corpus Christi y Ia de Santiago), con una aparente "importancia numirica" de pobladores canaries en Ia capital. Si bien en las aetas del cabildo de San Juan de Ia epoca consta Ia designacion de "comisarios" para estas fiestas,la suposicion de un numero importante de inmigrantes canaries en San Juan no se apoya en ninguna estadfstica. Alvarez Nazario ha subrayado, a su vez, Ia influencia lingiifstica canaria en el espaiiol hablado en Puerto Rico, para Jo cual ofrece muchos ejemplos, perc tampoco ese escenario es correlacionable directamente con una inundacion de Ia isla por canarios.s La influencia lingi.ifstica se pudo haber dado sin necesariamente corresponder a un factor numerico grande. Tambien se ha planteado que de tres comentes principales de inmigrantes en las primeras dedacas del siglo XVIII, los agricultores canaries fueron el contingente mas numeroso; siendo las otras dos Ia de los esclavos importados de Africa y Ia de los esclavos fugados de otras islas del Caribe.
2 Gil-Bennejo, Panorama historico de Ia agricu/tura en Puerto Rico ( 1970: 232). 3 Cifre de Loubriel, Laformacion del pueblo puertorriqueno. La contribucion de los lsleno-Canarios (1995: 37). 4 Alvarez Nazario, La herencia lingiUstica de Canarias en Puerto Rico (1972: 46-47). 5 En su tesis doctoral, La poesfa popular en Puerto Rico (1933), Maria Cadilla subray6la rclaci6n del espaiiol canario con los pueblos de Quebradillas, lsabela, Camuy y Hatillo. en Ia regi6n costera del noroeste de Puerto Rico.
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El historiador Francisco A. Scarano dice: "EI grupo mas numeroso se componfa de los colonos de Islas Canarias, trafdos a Puerto Rico por disposicion oficial, a partir de las postrimerfas del siglo XVIII ... Los oficiales preferfan los colonos canarios a los espafloles de otras regiones porque aquel/os tenfan vocacion agricola y estaban dispuestos a emigrar en grupos familiares". La emigraci6n canaria, apunta Scarano, "recibio unfuerte impulso en las decadas de 1720 y 1730". Seiiala Ia llegada de 125 familias totalizando 785 personas durante los aiios 20. Alude a unas protestas que se suscitaron en Ia capital de San Juan contra Ia permanencia de unos inmigrantes canarios aparentemente porque estos no habian seguido bacia su destino rural. "Los colonos canarios sobrevivieron, a pesar de los prejuicios. La inmigracion islena continuo 1/evando a Puerto Rico los labradores que tanto necesitaba" ,6 Tengo Ia impresi6n de que se ha estado repitiendo una noci6n formada entre algunos historiadores, lingUistas y otros academicos durante el siglo XX que, francamente, nose ha demostrado en las investigaciones. Sin negar ni pretender minimizar Ia aportaci6n de Ia corriente de inmigraci6n canaria a Ia poblaci6n, agricultura, cultura religiosa popular y al espafiol de Puerto Rico, y a muchas otras areas de Ia formaci6n de Ia naci6n puertorriqueiia que no se han considerado, nolo que , examinadas en su conjunto muchas de estas afirmaciones y nociones plantean problemas metodol6gicos y de falta de evidencia documental. Realmente, se ha construido un mito en tomo al componente canario en terminos de su peso numerico y su papel desempeiiado en Ia agricultura, que en ambos casos veremos que se ha exagerado. En algunos aspectos, Ia informacion que proveen los autores en sus propios trabajos contradice algunos de sus postulados; y varias aseveraciones son sencillamente insostenibles. La investigaci6n de fuentes primarias del siglo xvm, como presentare aquf, revela realidades sobre Ia poblaci6n y Ia agricultura distintas a las imaginadas .
Si fueramos a fonnar una noci6n del estado general del Pafs a base de las descripciones y premisas existentes en Ia historiograffa, no serfa extraiio que muchos concluyeran que vtvu en aquel Puerto Rico habra sido un horror. Una consecuencia de Ia mistificaci6n de los canarios es Ia de su exaltaci6n a expensas del resto de los pobladores de otras regiones de Espana y preocupa mas que se ignora Ia realidad de los nativos de Ia tierra, los puertorriqueiios. El analisis crftico, para evitar malentendidos, no pone en cuesti6n nada sobre los canarios como pueblo. Comparto y celebro las afinidades y simpatfas. Pero, se impone proceder en este, como en todos los temas o asuntos de Ia sociedad humana, con el rigor de Ia investigaci6n hist6rica. El obispo de Puerto Rico, Francisco de Padilla, alentaba al Rey en una carta en 1684 a facilitar el envio de canarios considenindolos "genre de mucho trabajo e inteligencia en Ia labranza del campo" .1 i,Decia el obispo esto porque no habia pobladores aptos en otras regiones, o porque Canarias resultaba el punto de embarque o de escala tradicional bacia America y d6nde, a parte de los esclaVOS 1 Se pod fan pro veer mas rapiâ&#x20AC;˘ damente de otras fuentes de mano de obra barata y de "pobladores blancos" para contrarrestar el creciente mestizaje, como ademas se ha subrayado en los textos de historia?S Aunque los canarios tuvieran tradici6n de ser buenos agricultores, l,que autoriza a destacarlos por encima de los labradores en Andalucfa, Valencia o Cataluiia, por ejemplo? ;,Por que desde Ia reconstrucci6n hist6rica vamos a hacemos eco sin mas reflexi6n de lo que bien pudieron haber sido "preferencias" prejuiciadas o de recetario ideol6gico? ;,No habfa intereses econ6micos o politicos en las peticiones y proyectos de emigraci6n? ;,Aigo de Ia fama agricultora canaria no obedecfa a una estrategia de "mercadeo (marketing) mercantilista"? Como sucedi6 con el tnifico de esclavos negros, para algunos, fomentar una lfnea de emigrantes pudo haber sido buen nego-
6 Scarano, Puerto Rico. Cinco sig/os de historia (1993: 285). 7 Citado en Angel L6pez Cantos, Historia de Puerto Rico, /650-1700 (1975: 32).(primera edici6n 1904; 1975: 155-156). 8 Asf, por ejemplo, desde eltexto pionero de historia puertorriqueila, Salvador Brau refiere el Censo poblacional de San Juan del obispo Escailuela {1673) donde se destaca Ia existencia de 820 blancos frente a una mayoria de 667 esclavos y 304 pardos libres. base segun el, de Ia petici6n que hiciera el gobemador Arredondo veinte ailos despues "que de Canarias 6 de cualquier otra plllte, se mandase gente blanca a Ia isla". Sin embargo, Ia insistencia en "blancos" parace ser mas un seilalamiento desde Ia historiografia posterior que uno hecho por los contemporaneos de los siglos XVI al XVIII, mas preocupados en el numero de "espailoles" (en general) yen todo caso, que fueran casados y labradores para fomentar el arraigo. Vease, Historia de Puerto Rico (primera edici6n 1904; 1974: 155-156)
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cio. Si Ia agricultura en las Islas Afortunadas (como tambien se conoce a las Canarias) era tan exitosa y prospera, i_que pasaba que estaban dispuestos "tantos" a dejarlas?9 l,Acaso en las Canarias habia un patron de reproduccion de gente en cantidades industriales -tal parece ser Ia imagen- que estuvieron saliendo casi como en hemorragia bacia toda Hispanoamerica colonial? Antes de continuar repitiendo o apresurar nuevos comentarios sobre las ventajas de esta corriente emigratoria, convendria que se tomara en cuenta, primeramente, el trasfondo historico, Ia situacion concreta de los islenos comunes en las hennanas Canarias y de los que se movian a elias desde Ia Peninsula Iberica. Y, todos aquellos 6,000, o 20,000 habitantes de Puerto Rico del 1700, l,de que vivian antes de llegar grupos de familias canarias? El mito del canario mas productivo se forma, al mismo tiempo, como negacion de Ia capacidad e inteligencia de los islenos puertorriquenoslo. A su vez, se postula hacienda abstraccion de las relaciones coloniales y de los obstaculos al desarrollo economico impuestos por el absolutismo mercantilista, contra lo cual protestaban, luchaban y trabajaban los criollos (y algunos inmigrantes) continuamente. De ahi solo hay un paso al retrato de Ia supuesta "desidia generaf' con que se ha caracterizado a los nativos de Puerto Rico del siglo XVIII. Vayamos pues a los "hechos"' pero. mas importante' a verificar cuales son tales y a su amilisis critico.
Antecedentes, siglos XVI y XVII La interaccion entre Ia Peninsula Iberica, Islas Canarias y America, sabra decirlo, se remonta
al viaje de descubrimiento colombino de 1492. Habitantes de las Canarias, transeuntes o grupos de pasajeros hacienda escala en elias estuvieron emigrando bacia las Antillas y a otras areas de Hispanoamerica desde los inicios de Ia conquista y colonizacion. Pero los canarios no estuvieron saliendo a borbotones para Puerto Rico como se ha dado Ia impresion erroneamente. Carece de fundamentos Ia afinnacion de Cifre de Loubriel de que "ames de 1800, y par tres siglos, los canarios fueron los que suplieron los pobladores que constituyeron el substrata racial mds importante de donde emergio el pueblo puertorriqueiio." Esa proposici6n es, a todas luces, insostenible no solamente para los siglos XVI al XVIII aludidos, sino incluso para el siglo XIX objeto principal de sus estudios II. En el Censo poblacional confeccionado por el gobemador Francisco Manuel de Lando, en 1530-31, se ofrecieron los datos siguientes: 333 colonos espanoles (8%), I ,553 indios encomendados y esclavos (37%), y 2,284 negros esclavos (55%)12. Para el periodo que se extiende de 1540 a 1600, hay constancia de Ia importacion de mas de 6,600 negros esclavosl3, en circunstancias de poblaci6n blanca minoritaria, aborigenes practicamente extenninados y creciente mezcla raciaJ14. Durante Ia primera mitad del siglo XVI, Alvarez Nazario observo que "gran parte" de los colonizadores espanoles no fueron nativos de las Canarias, sino "aventureros, por lo general andaluces de Ia costa atldntica y extremeiios". El mismo cita uno de los estudios de Peter BoydBowman que resaltan para el periodo de 1493 a 1519 a una mayoria de andaluces (37%) entre los colonizadores: de 5,481 pobladores solo detecto 8 oriundos de Canarias.J5 En La herencia lingiifstica
9Sobre antecedentes y significados de designar a las Canarias como las Afonunadas (o islas de Ia fonuna), vease Alejandro Cioranescu, "Torcuato Tasso y las Islas Afonunadas", Anuario de Eswdios Atltinticos (Madrid-Las Pal mas), Aiio 1955, Num. I, pp. 11-27 10 Por lo que he lefdo de Santo Domingo, Cuba y Venezuela, por ejemplo, me sospecho que este problema historiognifico es mas general, donde lo mfnimo que se impone es matizar los planteamientos. II No alcanzo a seguir Ia 16gica de esa propuesta cuando, en Ia misma pagina, Cifre de Loubriel identifica junto al contingente de 2,733 canarios conocidos durante el siglo XIX. a 4,084 andaluces, 3.340 catalanes, 3.317 gallegos, etcetera. De todos estos y de otros inmigrantes blancos, nos recuerda Ia autora, "somos descendientes todos los puenorriqueiios". Las cifras Ia contradicen en cuanto ala pretension conaria, para no decir de Ia exclusion en su perfil demografico puenoniqueiio de Ia emigraci6n forzada mas numerosa. y para Jo que existe documentaci6n, de esclavos negros de Africa, invalidando Ia tesis de Ia generalizaci6n blanca y espanola. Laformacion del pueblo puertorriqueno (1995: 43-44). 12 Vease el analisis de Julio Damiani C6simi, Estratijicacion social, esc/avos y naborias en el Puerto Rico minero del siglo XVI (1994). 13 Sobre los mimeros de esclavos vease, Elsa Gelpf Bafz, Siglo en blanco. Estudio de Ia economfa azucarera en Puerto Rico, Siglo XVI (2000). 14 Para un panorama mas amplio vease, Jalil Sued Badillo y Angel Lopez Cantos, Puerto Rico negro ( 1986). 15M. Alvarez Nazario, "La inmigraci6n canaria en Pueno Rico durante los siglos XVI y XVII (1966: 12).
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de Canarias, a su vez, cita el trabajo de J. Rodriguez Arzua sobre las regiones de procedencia en Espana de los pobladores, apuntando que de un universo de 13,388 pasajeros fichados para el perfodo 1509-1538, apenas 14 (0.1%) eran islenos canarios.16 A base de los ejemplos ofrecidos por Alvarez Nazario para el siglo XVI , en realidad, el numero de canarios se puede contar con los dedos. Concretamente, identifica a cuatro personas: ( 1) Luis Perdomo, participante de Ia conquista y rebelion tafna en 1511 (segun Ia Elegfa VI de Juan de Castellanos), (2) Jaime Can~er (Canzer), autorizado a pasar con sus esclavos de Ia isla Gomera en 1513, (3) el mulato Nunez Carrasco, natural de Canarias, residente en San Juan en algun momenta despues no precisado, y (4) Francisco Bahamonde de Lugo, oriundo de Tenerife, gobernador de Puerto Rico de 1564 a 1568. Todo lo demas son inferencias de las que no puede concluirse grandes m1meros o son conjeturas que no prueban lo que se pretende. La sugerencia de fray Bernardino de Manzanedo, hecha en 1516, de que las Antillas debian ser pobladas por "muchos labradores y trabajadores", en cuanto a procedencia, fue planteada ampliamente "de Espana, Portugal y Canarias". Respecto al penniso oficial que recibio el tesorero Castellanos en 1536 para trasladar 50 labradores espaiioles con sus familias, Alvarez Nazario (apoyado en otra opinion de Tomas Navarro) lo traducen a "probablemente procedellfes de Canarias" ,17 Se cita el articulo del historiador Francisco Morales Padron, "Colonos canarios en Indias"( 1951), aludiendo al embarco a las Antillas de "los primeros comingentes de familias", pero no se da un solo ejemplo de ello. Por otra parte, el se refiere a Ia Real Cedula dirigida a los oficiales de Gran Canaria (23 de abril de I 569) disponiendo que "pasasen con Manuel de Yllanes a nuestra isla dos oficiales maestros de azticar, dos carpinteros, dos herreros y dos caldereros, con obligaci6n de permanecer en Puerto Rico seis mios sin salir", como si este dato fuese indicativa de un flujo regular de inmigrantes canarios. Manuel de Yllanes, segun mis investiga-
ciones, era oriundo de Guadix, en el reino de Granada, y ya estaba radicado en Puerto Rico desde Ia decada de 1530. Consta que el hizo Ia travesia triangular de Espana, Canarias y Puerto Rico, y que para el desarrollo de los ingenios azucareros se procuro un numero de trabajadores diestros de Canarias: lo que no se ha deterrninado aun es si todos eran islefios y cuantos fueronlB. Algunos planteamientos sabre Ia corriente de inmigracion canaria en Ia historiograffa puertorriquefia se han formado o nutrido a partir, o como complemento , de unos enunciados en Ia historiograffa espanola. Por ejemplo, en "Colonos canarios en lndias" (1951), Francisco Morales Padron expreso como una de las "generalidades sobre Ia emigraci6n canaria, ... sin duda que en todas las expediciones que recalaban en las Canarias se enrolaban un considerable mimero de naturales". Y en cuanto a Ia segunda mitad del siglo XVI, sefialo, "comenzarci Ia salida en masa, en bloques de familias". Para estas afirmaciones Morales Padron se apoya en dos Reales Cedulas dirigidas al gobemador de Gran Canaria y a los oficiales de Canarias ordemindoles dar facilidades y ventajas "a quien quiera incorporarse" a Ia expedicion de don Lope de Sosa, quien iba en 1519 como gobemador y capitan general de Castilla de Oro (Panama).l9 De un "a quien quiera incorporarse" (y no sabemos de cuantos se trato) a Ia expedici6n espedfica de Lope de Sosa pasamos a Ia generalizacion del supuesto "considerable mimero de naturales" no documentado. Cita, por otro lado, Ia capitulaci6n de 1545 con el vecino de Canarias Francisco de Mesa para hacer un pueblo en Monte Cristo, La Espanola, obligandose a llevar a su familia mas 30 vecinos casados a cambia del nombramiento de gobemador vitalicio. Y eso se ofrece como ejemplo de "los primeros contingentes de familias'' que salian con destino a las Antillas, y con proyeccion hasta el siglo XVUI.20 El problema con esto es que para el resto del siglo XVI y casi todo el siglo XVII, en ese articulo nose ilustro el sucesivo movimiento de "bloques de familias", particularrnente, a Puerto Rico.
l6LB herencia lingiifslica de Canarias en Puerro Rico (1972: 36-37). 17 En El espaflol en Puerto Rico. Contribuci6n a Ia geograjfa lingiifstica hispanoamcricana (1948), Navarro apunto "cincuenta familias de labradores, probablemente canaries, acostumbrados al cultivo de Ia caiia" (p. Ill), argumentando haber sido improbable que procedieran de otras areas necesitadas de poblacion en Espana. Pero tampoco se hizo un esfuerzo por corroborar Ia probabilidad. 18 Francisco Moscoso. "De Guadix a Puerto Rico: Manuel de Yllanes, 1530-1585" (1996). 19 "Colonos canarios en lndias (1951: 401-402). 20 Francisco Morales Padron, "Colonos canarios en lndias" (1951: 404).
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En "Aportacion de Canarias a Ia poblacion de America" (1955), el historiador Jose Perez Vidal sefialo Ia posibilidad de que "numerosos pobladores" pudieron haber pasado directamente y sin registrar sus nombres en Ia Casa de Ia Contratacion, en Sevilla. Pero, dandole el beneficia de Ia duda, t,tambien hay que asumir que los "numerosos pobladores" eran todos o en su mayoria canarios? En cuanto a Ia primera mitad del siglo XVI, el propio Perez Vidal termina observando, "en total, no constituyen una masa muy considerable de conquistadores y pobladores". Sin embargo, citando a Morales Padron, se suma a Ia opinion de que en Ia segunda mitad de dicho siglo "aumentard considerablemente" Ia inmigracion de colonos canarios, "fimdadores y genre estable". Para sus suposiciones de que Ia emigracion "debio ser cuantiosa" y que durante el siglo XVII "Ia emigracion contimia", tampoco Perez Vidalia respaldo con estadisticas. Su afirmacion de que "esta transfitsion de sangre canaria a America no cesa", en lo que respecta al siglo XVII, Ia hace a base de peticiones de familias para emigrar a Cumami, Santo Domingo y Campeche.21 No objeto el que se puedan hacer inferencias de peticiones, capitulaciones y otra documentacion oficial; pero, creo que debemos tener Ia prudencia cientifica de no convertirlas necesariamente en hechos de realizacion. Son este tipo de aseveraciones sabre Ia supuesta magnitud de Ia emigracion canaria en las que, a su vez, se han apoyado algunos investigadores puertorriquefios para compartir las nociones o hacer planteamientos amilogos especificamente sobre Puerto Rico. En La imnigracion canaria en Puerto Rico durante los siglos XVI y XVII, Alvarez Nazario escribe: "Entre los posibles puntas de embarco de gentes y de comercio con el Caribe en el archipiilago parece sefialar hacia el puerto de Santa Cruz de Ia Palma Ia informacion que recoge Morales Padron [en otro trabajo] en el sentido de constar Ia salida alii, en un solo a flo, el de 1551, de sendas naos para Puerto Rico y Santo Domingo; y otra , en 1570, tambien dirigida a nuestro pais". Con ello se da Ia impresion de que durante esos afios habia un movimiento regular mercantil y de emigrantes canarios. Sin embargo, en los ejemplos
que ofrece Morales Padron, como el del barco San Bartolome, del maestre Gomez Cianes, que sali6 de Santa Cruz de La Palma a Puerto Rico en 1551, se consignan registros de mercaderias (vino, vinagre, quesos, varas de telas) y ningtin pasajero. En Ia "senda nao" del 1570 se registran mercancfas y solamente un pasajero de Canarias .. P De ahi, Alvarez Nazario pasa a enunciar con cierta cautela "Ia importancia numerica que pudiera tener el elemento poblacional de origen canario" para Ia decada del 1570, a base de Ia "lwnrrosa distincion" de haber sido nombrado gobemador el tenerifeiio Bahamonde de Lugo. Magnificar en ntimeros el nombramiento de un funcionario colonial de las Canarias en Puerto Rico en un momenta dado me resulta francamente insostenible. Aseveraciones como Ia de que, desde mediados del siglo XVI, "las autoridades centrales en Espana" dispusieron "/a salida en masa de familias canarias para lndias, enderezada a/ Caribe, a todas luces cuantitativa", no compagina con Ia documentacion conocida. Todo ello podra ayudar al mito, pero no a Ia historia. En lo que sf puedo concordar, aunque no necesariamente con el mismo escogido de terminos, es en lo expuesto en su parrafo de salvedad: "A Ia cantidad de pobladores blancos que nos vienen desde Canarias, durante Ia primera centuria de nuestra historia es preciso afiadir el mimero de las gentes de color, negros puros y mulatos, esclavos o fibres, que tambien arriba a nuestras playas, a Ia largo del siglo, procedemes de las is/as". Procedentes de las islas; pero no canarios. Seria asi, como seiiala Alvarez Nazario, porque las Canarias servian ademas "de punta intermedio en el trdfico de negros que ya par entonces 1/evaban a cabo, en competencia con los portugueses, entre las costas de Senegambia y los puertos de Andalucfa"23. Como se ha demostrado, tampoco se trata de "aiiadir" Ia masa de mestizos, mulatos y negros a los blancos canarios, como si estuviesen en correspondencia cuantitativa segtin igualmente se ha insinuado. Para los siglos XVI y XVII, el peso demografico mayor lo tuvieron los oriundos de Africa: en definitiva, en Ia "formacion del pueblo puertorriqueflo" lo tendrian los descendientes mezclados de todos.
21 Jose Perez Vidal, "Aportaci6n de Canarias a Ia poblacion de America" ( 1955: \02, 111-117). 22 Francisco Mornles Padron, El comercio canario¡americano, Sig/os XVI, XVII y XVl/1 (1955: 322, 338). 23 Alvarez Nazario, La inmigracion canaria .. -riglos XVI y XVII (1966: 12-15).
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Entre varios trabajos de erudici6n lingiiistica, Manuel Alvarez Nazario tambien es autor de El elemento afronegroide en el espmiol de Puerto Rico. Contribucion a/ eswdio de/negro en America (1961). En el mismo da cuenta de Ia riqueza y diversidad cultural del componente africano y de centenares de vocablos de raices bantu, kikongo, yoruba, y muchos otros, que igualmente nutren el idioma "espafiol" de Puerto Rico y sus sintesis afrocriollas y criollas puertorriqueiias. Claramente, el flujo de esclavos africanos fue numericamente superior al de los canarios (incluso hasta el siglo XIX). Sin embargo, al medir las "herencias lingiifsticas" se ha resaltado mas Ia influencia canaria y postulado una correlaci6n entre ese sello cultural y un supuesto factor cuantitativo. Un proceso no necesariamente conlleva al otro. Visto desde el plano de Ia colonizaci6n, el habla "canaria" estaba en mejor posicion de influenciar -y de articularse cone! isleiio puertorriqueiio, como parte del componente cultural e ideo16gico del dominador espaiiol. Si los oficiales, amos, eclesiasticos y cronistas hubieran registrado y escrito mas acerca de los idiomas hablados por sus esclavos, t.d6nde quedaria Ia supuesta (ya sabemos que no demostrada) corriente "masiva" de canarios? Despues de todo, en La herencia lingiifstica de Canarias en Puerto Rico (1972), Alvarez Nazario plantea que Ia modalidad del habla canaria tiene antecedentes en los siglos XVI al XVIII, pero fue mas nutrida a lo largo del siglo XIX: aun asi, ya vimos que el numero de inmigrantes canarios en dicho siglo fue superado por el de los andaluces, gallegos y catalanes, por ejemplo, en lo que a los espaiioles respecta. Alvarez Nazario tambien ha dicho que por "los cauces del marco espafiol atldn-
El agricultor obra de Domingo Gard a
rico", lo andaluz predominante "nos 1/ega tra¡ ducido y tamizado a traves de Ia experiencia del habla canaria" .24 Para explicar Ia influencia lingiiistica canaria, asunto que no est<i en cuesti6n, habra que buscar otras explicaciones que nose fundamentan desde los datos demograficos . Durante Ia segunda mitad del siglo XVI, Ia via de comercio oficial principal de Puerto Rico se registra con Sevilla, sede de los intereses monopolistas de Espana con America. Con una s61ida investigaci6n de fuentes del Archivo General de lndias, Ia historiadora Elsa Gelpi Bafz logr6 formar una lista de 290 barcos que llegaron a Puerto Rico entre 155 I y 1599, y de estos 23% procedian de las Islas Canarias. Basado en Ia lista, he compuesto, a su vez, el cuadro siguiente:
24 lA herencia lingilfsrica de Canarias en Puerto Rico ( 1972: 283).
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Movimiento mercantil oficial a Puerto Rico, 1551-1599
Procedencia
1551-60
1561-70
1571-80
1581-90
1591-99
Total
Sevilla Canarias Lisboa Nueva Espaiia Guinea La Habana Trinidad Lisboa/Sao Tome Lisboa Guinea Honduras Vera Cruz Cadiz Brasil
23
32 8 4
46
47 30 10 4 I
31 14
179 67 16 10 6 4
4
11
5 3
2
2
I 31
49
60
96
54
1 1 I I 1 1 290
Porciento 62 23 6 3 2 I 0.6 0.3
..
" " " " 100
Fuente: ""Apc!ndice Estadlstico No.I: Barcos que llegaron a Puerto Rico". Gelpi Balz, Siglo en Blanco (2000: 215·225)
En este panorama naval, Gelpi Baiz destaca Ia importancia de mercancias de Canarias a Puerto Rico, sobre todo de trigo y vino, pero no detecto un fJujo significativo de inmigrantes canarios. Siguiendo los trabajos de Boyd Bowman, concuerda en que "Ia proporci6n de andaluces con· timt6 siendo importante ... Es correcto seiialar que en los registros de pasajeros de lndias casi no aparecen emigrantes de procedencia canaria". Ella seiiala el arribo de catorce familias en 1552 que traslado el alguacil mayor, Francisco Alegre, incluyendo una de "negros horros [fibres], natu· rales de Guinea". Sobre el resto nose indica el origen. Respondiendo a unas peticiones de llevar labradores a Puerto Rico, mas tarde ese aiio se con· certo un asiento, o contrato de importacion, con Anton Joben para llevar 100 vecinos labradores a su costa a cambio de Ia gobernaci6n de Puerto Rico (20 de Tenerife y La Palma, y 80 de Andalucfa y Extremadura). Pero es uno de tantos casos que se quedaron en el tintero. Gelpf Bafz, observa: "Por entender que se le ofrecfa Ia gobernaci6n de Ia Isla a Joben, quien era factory mercader en lndias de 25 Elsa Gelpi Balz, Sig/o en blanco (2000: 12, 95}.
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Diego Frdnquez, el Cabildo Secular reaccion6 vio· lentamente ante este asiento. Aparentemente este arreglo no se llev6 a cabo quizds por las protestas airadas de los miembros del Ayuntamiento". A pesar de estos seiialamientos, Gelpi Bafz tambien comparte Ia opinion de que un numero (no grande) de canarios pudieron haber llegado ilegalmente, datos que resultan diffciles de consignar. Ir6nicamente, el licenciado Pedro Ruiz Delgado, un medico (que uno pensaria ser bien necesario a Ia sociedad), fue denunciado por Juan Ponce de Leon II como de los "prohibidos" (es decir, judfo, morisco, etc.) y de pasar "de las Islas (Canarias) sin licencia" ,25 Paso de Canarias, pero nose indica si era canario. Queda por indagar mas a fondo por que el seiior de ingenios y regidor Ponce de Leon Ia emprendio contra el galeno. Para Ia primera mitad del siglo XVII, todavfa se consigna un movimiento mercantil de Canarias a Puerto Rico de relativa importancia. De cien barcos sobre los que existe documentacion oficial que atracaron en San Juan entre 1621 y 1632, 40% embarcaron de Canarias: con mercaderfas y
esclavos, especialmente, no con "contingentes" de pobladores canarios. Desde 1607 a 1633, a base de los recaudos por concepto de impuestos de esclavos, Ia historiadora Enriqueta Vila Vilar Calculo Ia entrada de por lo menos 2,240 negros esclavos a Puerto Rico. En su documentada obra sobre Ia primera mitad de ese siglo, Vila Vilar seiiala apenas a un habitante como natural de Canarias, Andres Botello de Cabrera, quien se destaco en Ia defensa contra el ataque holandes a San Juan en 1625.26 Hay otra observacion de Vila Vilar que no debemos pasar por alto. Por aquel tiempo las aguas del Athintico y del Caribe estaban acechadas por los rivales imperiales de Espaiia y por piratas, a Ia vez que se iban tejiendo hilos del contrabando. "A partir de 1620 Ia situacion se hace insostenible. Son apresados todos los barcos que sa/en de Canarias fuera de flora y los peque1ios navfos preparados en los puertos para ir a Ia metropoli con los frutos de Ia tierra" .27 Tomando en cuenta ese contexto de beligerancia, se puede entender que, segun el historiador Angel Lopez Cantos, el "flujo" de pobladores de Canarias (que ya hemos visto no era significativo) llevara un tiempo paralizado. Hace un tiempo que Lopez Cantos viene haciendo aclaraciones y seiialamientos pertinentes sobre el significado de Ia corriente de emigrantes canarios. Durante Ia segunda mitad del siglo XVII, entre 1650 y 1695, especfficamente, todas las referencias a inmigrantes canarios se reducen a peticiones y propuestas. En una Real Cedula del 6 de mayo de 1663, se solicita al gobemador Juan Perez de Guzman que informe sobre Ia conveniencia de enviar canarios a Puerto Rico. No se conoce Ia respuesta ni si algunos hicieron Ia peligrosa travesia athintica. Jeronimo de Velasco, gobemador de 1664 a 1670, propuso que los navfos de registro para Cuba hicieran escala en San Juan trayendo regularmente cinco o seis familias. La Corona no respondio y por esta vfa no llego nadie. Luego, el gobemador Gaspar de Arteaga descarto un proyecto para el envfo de 200 familias canarias, arguyendo no estar en condiciones de asignarles tierras; favorecfa el
destacamento de 50 soldados anualmente para servir en el fuerte. No fue hasta 1678 que se orden6 a los navfos que partieran para las Antillas llevar cinco familias cada vez para Puerto Rico. Pero, entre 1678 y 1695, de los tres navfos que llegaron procedentes de Canarias de que hay noticia, ninguno llevo isleiios. Como observa Lopez Cantos, "ya estaba reglamentada Ia inmigracion canaria, pero el tiempo pasaba y las familias 110 Jlegaban". Tambien el obispo Padilla solicito a Ia Corona el envfo de cien familias canarias, subrayando sus aptitudes agricolas como vimos, pero durante su obispado (1684-1695) no recibio respuesta positiva. 28
Las catorce familias de 1695 AI contingente de familias de Tenerife que llego a establecerse en Puerto Rico en 1695, que es el unico de caracter colectivo que se ha documentado hasta Ia fecha para los primeros dos siglos de conquista y colonizacion, se le ha dado mas lustre del que tuvo para apoyar Ia tesis del tremendo impacto canario. El primero en dar informacion de ello, Salvador Brau en 1904, dio inicio a las tergiversaciones y, a su vez, tampoco tuvo opinion favorable sobre otro sector de "galeotes" (grupo de remeros forzados) que supuestamente vino por entonces. "Efectivamente, con el sucesor de Arredondo, don Juan Franco de Medina", escribio Brau, "1/egaron, en agosto de 1695, veintefamilias de Tenerife, con 1m total de cien personas, que fueron instaladas en el hato de Sabana Llana; pero tambiin se enviaron setenta galeotes que en vez de utilidad proporcionaron inquietudes, maleando con su ejemplo a los hombres de bien".29 Las fuentes primarias, que Brau tuvo que haber manejado (al parecer no con mucho cuidado) para dar esta informacion ponen de manifiesto que los cien habitantes corresponden a un numero algo menor de familias. Que si fueron veinte o catorce no es Jo que esta en discusion: estrin en cuestion ciertos procedimientos metodologicos, a lo que se suman las imprecisiones y distorsiones de Ia reali-
26 En el citado articulo Alvarez Nazario identifica a otro defensor, Mateo Delgado, nacido en Gran Canaria y a don Juan Lopez Agurto de Ia Mata, natural de Tenerife, obispo de 1630 a 1633. 27 Enriqueta Vila Vilar, Historia de Puerto Rico, 1600.J650 ( 1974: 32, 41, 132, 147). 28 Angel Lopez Cantos, Historia de Puerto Rico, 1650¡1700 (1975: 32¡37); Cristina Campo Lacasa, Historia de Ia Iglesia en Puerto Rico, 15ll-1802 (1977: 92-101). 29 Brnu, Historia de Puerto Rico (1975: 156).
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dad bist6rica. Hay que objetar, en primer Iugar, el uso superficial de las fuentes primarias y Ia dependencia ciega en las obras secundarias, y, en segundo Iugar, Ia sustituci6n del rigor en el amilisis de los becbos y en Ia reconstruccion de Ia bistoria con mitos y dogmas. Las nociones que podamos formar y las verdades que guardemos tienen que tener unas bases mas sotidas, basta que estas mismas nociones y verdades no sean modificadas o cambiadas con los tesoros de las nuevas investigaciones, interpretaciones y retlexiones. En un articulo sobre otro caso de emigrantes canarios (de 1721 ), Gil-Bermejo aclaro algo sobre el de 1695: "En vez de veinte familias solo 1/evo catorce complementando las restantes con hombres solteros y sus propios criados". Recurrir a Ia documentacion es muy importante, pero no garantiza que se baga un amilisis objetivo. Por mas pretensiones que todos podamos tener en este sentido, a su vez intervendran las concepciones teoricas, ideas o situaciones diversas que orientan o influencian, consciente o inadvertidamente, a cada cuat. Quiza Ia objetividad es un falso paradigma y Ia clave del analisis esta en Ia demostracion de, yen como se demuestra, lo que se dice. A renglon seguido, refiriendose at siglo XVIII, mas tomando como marco los dos siglos anteriores, Gil-Bermejo a su vez alimento Ia tesis de Ia avalancba de canarios en direcci6n a Puerto Rico: "Las Islas Canarias fueron 1m constante venero de colonizadores para Ia America espmio/a siendo Puerto Rico uno de los lugares muy favorecidos con estas emigraciones como puede comprobarse en diversos testimonios" .30 Curiosamente, para apoyar esta aseveracion, cita los dos trabajos que ya discutf de Morales Padron, que no proveen dichos testimonios de comprobacion. En su articulo dos aiios despues del escrito por Gil Bermejo, Alvarez Nazario termina con unas lfneas breves sobre el grupo encabezado por Franco de Medina y una nota al calce final donde asegura que, "este grupo de familias canarias que //ega a Puerto Rico en 1695 evidentementeforma parte de Ia notable corriente migratoria de isle1ios que a fines del siglo XVII se dirige a las Alllillas, Florida, Campeche y Venezuela, entre otros lugares" .31 Como hemos visto, con relacion a Puerto Rico no
hay prueba de tal en el siglo XVI y mucho menos a lo largo del siglo XVII. Este contingente de inmigrantes tuvo un movil muy particular. El sargento mayor de Tenerife, Juan Fernandez Franco de Medina, en 1692 negocio su nombramiento como gobernador de Puerto Rico a cambio de Ia promesa de traer a su costa a veinte familias de cinco miembros cada una. En eso puso empeiio durante los tres aiios siguientes. Lopez Cantos analiz6 Ia experiencia concluyendo que estos no aportaron gran cosa a Ia agricultura. El gobernador Franco de Medina lleg6 a Puerto Rico con catorce familias et 11 de agosto de 1695 y ejercio el mando basta el dfa en que muri6, 16 de mayo de 1698, babiendo contrafdo una enfermedad mientras reatizaba su visita reglamentaria por el territorio insular. A los inmigrantes se les asignaron tierras de labor en Sabana Blanca y los Robles, no muy distante de Ia capital. Lopez Cantos identifica esta zona como parte del bato del Rey y seiiala:
El gobernador dio a cada familia una yunta de bueyes del hato del Rey y durante seis meses los vecinos de San Juan los malltuvieron gratuitamentellicieron casas de madera, pero ellugar no les sent6 bien a los recien 1/egados; enfermaron todos, muriendo ocho o diez, y retirdronse de los parajes que se les habfan adscrito. Mientras buscaban otro sitio mds adecuado, uno, los mozos, sentaron plaza de soldados por orden del nuevo gobernador, y los restantes se dedicaron a sembrar en los contornos de Ia ciudad... Llevados para repoblar y colonizar nuevas tierras, se wvieron que dedicar a oficios que no implicaban produccion y a labrar lugares que ya estaban mds que abiertos a Ia agricultura. 32
Guerra de Sucesion, 1700-1713 Durante los aiios que duro Ia Guerra de Sucesi6n, que trajo at trono de Espana al nieto del rey de Francia Luis XIV, Felipe de Anjou (o Felipe V), instaurando Ia dinastfa de los Borbones, el movimiento mercantil oficial se anul6. Los pocos inmigrantes canarios de que hay noticia no fueron trafdos para labores agrfcolas. En febrero de 1702,
30 Juana Gil Bennejo, La primerafimducion de Humucao (1964: 37). 31 Alvarez Nazario, La inmigracic}n canaria .. siglos XVI)' XVII ( 1966: 16). 32 Historia de Puerto Rico. 1650-1700 (1975: 33-35, 203-206).
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los Oficiales Reales de Puerto Rico informaron de Ia llegada de 51 hombres movilizados por Juan Castillo Cabeza de Vaca.33 El historiador Luis E. Gonzales Vales ha seiialado que ese grupo era parte de los 400 hombres reclutados para componer Ia guamici6n de San Juan. Ante el peligro de ataques ode invasion inglesa, el objetivo de estos era claramente militar y nada tenia que ver con el fomento de Ia agricultura. 34
El Reglamento de Comercio de 1718 y Ia emigracion Comparado con todas las disposiciones oficiales de los dos siglos previos, Morales Padron considera que el Reglamento de Comercio de 17 I 8, ya en el contexto del reformismo borb6nico, fue el mas importante para restablecer las lineas de comercia entre Espana, Canarias y America y a partir del cual se organizaron proyectos de emigraci6n canaria bajo patrocinio de Ia Corona. Se puede apreciar un considerable movimiento de nuevos pobladores canarios a Puerto Rico, pero en definitiva, tampoco se trata de m1meros espectaculares. El Reglamento de Comercio con las Indias promulgado a finales de 1718, abrio para el comercia de Canarias seis puertos americanos, incluyendo el de Puerto Rico, facultando Ia exportaci6n de 1,000 toneladas de mercancfas anuales. El mayor tonelaje estaba reservado para Trinidad, Cumana y Puerto Rico juntos.35 Ademas se disponfa que por cada 100 toneladas de productos transportados de Canarias a America, los armadores se obligaban a traer gratis cinco familias (de cinco miembros cada una). L6pez Cantos subraya que en Ia decada de 1720 Ia inmigraci6n se intensific6, pero, para no formar cuadros distorsionadores de Ia realidad demogmfica y agri-
El Reglamento de Comercio con las Indias promulgado a finales de 1718, abri6 para el comercio de Canarias seis puertos americanos, incluyendo el de Puerto Rico, cola, advierte con razon sabre Ia necesidad de examinar concretamente las experiencias. En Los puertorriqueiios: memalidad y actitudes, Siglo XVIII (2000), Lopez Cantos apunta que entre 1720 y 1730 ocho barcos introdujeron 882 personas procedentes de Canarias.36 Entraron a razon de 88 por aiio.37 No hay informacion sobre el destino y suerte de todos en Ia Isla. Aun cuando se arraigaran y dedicaran a los cultivos, ~que base hay para atribuirles el haber dado fmpetu a Ia agricultura? El ejemplo de 1695 ya dej6 establecido Ia preexistencia de Ia agricultura nativa puertorriqueiia. Durante el segundo tumo de gobiemo de Francisco Danfo Granados ( 17 I 8-1724 ), entraron 500 de esos pobladores. El comunico que al concluir su termino Ia mayorfa habia muerto y que solo quedaban cuatro o cinco.JS Ese final tragico no ha sido corroborado. Pero existe informacion concreta acerca de algunos grupos, y pienso que con mas investigaciones se podrfa encontrar otros datos. En 1728, el gobemador Jose A. Mendizabal informo de Ia llegada de un barco con 32 familias a las que mantenfa en San Juan para aclimatarse.39 Sin embargo, Ia historiadora Aida R. Caro Costas observa que el gobemador Mendizabal fue acusado en su Juicio de Residencia de negligencia en el fomento poblacional durante su incumbencia de 1724 a 1731. El grupo aludido se habfa
33 Angel L6pez Cantos, Los puertorriqueflos (2000: 13, 37). 34 Luis E. Gonzalez Vales, Gabriel Gutierrez de Rim "ÂŁ1 Terrible" (1990:81). 35 Morales Padron, El comercio canario-americano (1955: 80-81). 36 Son 97 mas que los 785 identificados por Morales Padron en "Co\onos canarios en Indias" ( 1951: 427). 37 Perez Vidal se refirio al siglo XVIII como el de "las grandes emigraciones". Basado en un trabajo prcvio de Morales Padron, "EI desplazamienlo a las lndias desde Canarias" (1950}, seiial6 que entre 1718 y 1765 habfan emigrado 984 familias con 4,909 personas a toda America, incluyendo 707 personas a Puerto Rico. Observa que en el caso de las Antillas, e\ mayor mimero de familias fue a Santo Domingo y Cuba. Por ejemplo, entre 1720 y 1764, 483 familias (de cinco miembros cada una) llegaron a Santo Domingo. En un apartado sobre Puerto Rico y Cuba, sobrc el primero apcnas da cl dalo lingilfstico seiialado por Cadilla y Ia relacion sugerida por Navarro entre Ia toponimia de La Candelaria y Ia inmigraci6n canaria. El segmcnto mayor del apartado esta dedicado a Cuba. "Aportaci6n de Canarias" (1955: 121, 141-145). 38 L6pez Cantos, Los puertorriqueflos (2000: 14). 39 Ibid.
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fonnado con recursos de Ia Real Hacienda para fundar un pueblo en Puerto Rico y aportar a Ia agricultura. Pero el gobernador mantuvo a las familias en Ia capital por seis meses a costa del Estado y no pudo probar que otorg6 tierras a estas familias. No esta muy claro que sucedi6 con ellos. Caro Costas senal6: "Ante sus esperanzas frustadas, optaron por dispersarse, contraviniendose asf el objeto que
habfa informado su venida a Ia lsla".40
Los tenerifeiios en Loiza (1720) Fruto de mis investigaciones, constatamos el traslado de Tenerife a Puerto Rico, en 1720, de un contingente de 20 familias con 100 personas, con un promedio de 5 miembros por nucleo familiar. En abril de ese ano, el gobernador Danfo Granados escribi6 al Consejo de lndias acerca del arribo de dos fragatas con 20 de las 200 familias asignadas para Puerto Rico. Es muy posible que los 882 inmigrantes senalados por Lopez Cantos sean el grueso de esos dos centenares de familias.lndico que se traian a Ia Isla para fomentar Ia poblacion tras "una gran epidemia de que han muerto mds de seiscientas personas", sin especificar fecha de tal catastrofe. En 1720, lo que ocurrfa era una sequfa: "ademds de Ia gran epidemia se estd experimentando una seca general Ia que ha arruinado todos los campos y ganados" .41 Por otras in formaciones que se brindan en Ia misma documentaci6n, me parece que el impacto negativo de Ia sequfa puede ser otro tipo de dramatizacion y exageraci6n. En Ia carta citada y en una certificacion de los oficiales de Ia Real Hacienda, Antonio Paris Negro y Jose del Pozo, al Rey, fechada a 12 octubre de 1720, se recogen pormenores de esta experiencia. Efectivamente, "las veinte familias de a cinco personas cada una" tocaron puerto en San Juan el 14 de abril de 1720, llegando en los navfos de los capitanes Cayetano de Espinosa y Silvestre de Leon. Salieron de Santa Cruz de Tenerife. Estas familias de labradores fueron provistas de instrumentos de trabajo. Bartolome de Casabuena y Mena, Juez Superintendente del Comercio y Juzgado de lndias
residente en Islas Canarias, entrego al capitan De Leon, 40 azadas, 40 hachas, 80 coas [de hierro], 40 machetes y 20 barras "para e/ manejo y uso de dichas familias". Cada cabeza de familia recibio "dos azadas, dos achas, quatro coas, dos machetes y una barra de que dieron recibo en forma". Las "asistencias" o mantenimiento de las familias desde su arribo en abril hasta el 31 de agosto corrio por cuenta de Ia Real Hacienda. Se gastaron 4,224 reales y 10 maravedis que los "islenos" (canarios) se comprometian a reintegrar de sus caudales, cuando pudieran. El gobernador Danio Granados proveyo para que los jefes de familia, acompafiados por los tenientes a guerra (o lugartenientes de los gobernadores en los pueblos) de Toa, Juan Domingo Fernandez, y de Caguas, Antonio Lopez, hicieran un reconocimiento de un sitio que se les sefialaba en las inmediaciones del caudaloso rfo Loiza, a! este de Ia capital porIa costa norte de Puerto Rico. Comprobando "ser fertilisimo" ellugar, estuvieron de acuerdo e iniciaron las labranzas para poblarlo. Pero los inmigrantes canarios no partieron de una base cero:
Se les mando seiialar srtw para hacer dicha poblacion a satisfacion de dichos isleiios en cuyo sitio se hal/an Ires casas de madera, su rancho y su trapiche de moler caiias, con novecientas y ocltenta cepas de pldtano y un ltato de ganado menor, que todo lo compro su seiiorfa dicha, el gobernador y capitan general de su propio caudal y se les entregaron a dichas familias. (Subrayado
F.M.) Las tres casas pertenecian a "tres estancias que habia en dicho sitio" que se compraron por 275 pesos, no del bolsillo del gobernador, sino de los fondos de Ia Real Hacienda. Los inmigrantes de Tenerife tomaron posesion de su sitio en Loiza el 15 de mayo, "y se malllienen lrasta Ia fecha prosiguiendo Ia diclra poblacion y labranzas". Hasta ese momento no habia muerto ninguno, pero se habian enfermado algunos: "solo han padecido algunos calenturas causadas por el temperamento ... fueron recogidos a/ hospital donde se /es Ita
40 Caro Costas, El Juicio de Residencia a/o.r gobemadores de Puerto Rico tm e/ siglo XVI/f (1978: 136-137). 41 "Cana del gobemador Francisco Danfo Granados al Consejo de Indias, 8 [abril] 1720", Archivo General de Indias, Santo Domingo 546-Centro de Investigaciones Hist6ricas (Univcrsidad de Pueno Rico, Recinto de Rfo Piedras) Carrcte 62. En adelantc citado AGI-CIH ..
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asistido sin experimemar desgracia". Se esperaba que estos labradores prepararan el terreno para recibir a otros sin que el Gobierno tuviera que incurrir en gastos. Este expediente provee los nombres, sexo y edad de todos los inmigrantes: 55 eran del sexo masculino y 45 del femenino, desglosados en el cuadro que sigue.
El tumulto de los isleiios de Humacao (1723) Suerte muy diferente corri6 otro grupo de inmigrantes canarios a quienes en 1721 se les asigno un paraje en Ia ribera del Humacao, region costera al sureste de Puerto Rico, para fundar un pueblo y dedicarse al cultivo. En "La primera ftm dacion de Humacao", articulo publicado en 1964 y
Inmigrantes Canarios en Loiza Genero
Edad (aiios)
Cantidad
Hombres Mujeres Adolescentes varones Adolescentes mujeres Niiios Niiios Bebes
20-60 20-48 14-18 13-19 2-11 1-9 3 a 7 meses
25 21 13 9 12 14 6
Porciento 25 21 13 9 12 14 6
Fuente: "Lisla de fnmilins, navfo Nna. Srn. de las Ansuslias. maestre don Silvestre de Le6n, Santa Cruz de Tenerife, II de debrero 1720". AGI Santo Domingo 546-CJH Cnrrele 63
Luis Dfaz del Rey, de 60 ai'ios, y su esposa Micaela de Ia Cruz, de 48 aiios, eran los mayores. La familia de Mathias Jordan y Marfa Marquez vinieron con cuatro hijos incluyendo at bebe Bernardo de apenas tres meses, el de edad mas tierna. Este grupo de canarios tenerifeiios era muy joven, siendo 80% menores de 29 aiios, y de estos 54% eran pequeiios desde algunos meses hasta muchachas y muchachos adolescentes. Dispuestos a arriesgar todo, esa juventud tendrfa Ia esperanza de encontrar mejor vida en el Caribe.42 El caso de los tenerifeiios de 1720 exhibe un exito inicial en cuanto a sus propositos de poblamiento y de aplicaci6n a Ia agricultura. Queda demostrado, empero, que estos tuvieron como arrancada una buena base agricola y pecuaria (hasta un trapiche de azucar fue puesto a su disposicion) en el sitio de su agrado en Loiza: el terreno para los inmigrantes canarios fue abierto por los criollos puertorriqueiios. Sabemos de su logro en los meses iniciales, no sabre to que sucedio despues.
lamentablemente ignorado en los textos de historia, Juana Gil Bermejo ofrecio un resumen, y una version, de los acontecimientos. Gil Bermejo partio de Ia premisa de un Puerto Rico insuficiente y necesitado de los canarios para vigorizar Ia agricultura. "El mas ligero ana/isis sabre Ia historia de Puerto Rico, en su perfodo hispanico, nos muestra till hecho constante: su reducida poblacion. Cierto que el origen de esta situacion tan persistente era de caracter economico pero, a Sll vez. Ia carencia de pobladores, o en otros terminos de mana de obra, no permitfa el normal y posib/e desarrollo de Ia agriculmra de Ia Isla, su principal riqueza". Me pregunto a que conclusion llegarfa si hubiese centrado el analisis en las bases economicas y condiciones de las relaciones coloniales de desarrollo, y dilucidando Ia cuestion del numero de habitantes en contextos hist6ricos concretos. Durante Ia primera fase de Ia conquista y colonizacion en el siglo XVI, por ejemplo, con poblaciones relativamente pequeiias, en Puerto Rico se desarrollo una no despreciable riqueza de oro, azucar, cueros y jengibre.
42 "Expediente sobre inmigrantes canarios, 1720", AGI Santo Domingo 546-CIH Carrete 62
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En el Memorial de las familias de San Luis al Gobemador, de 1723, protestaron todas las familias que cuando salieron de Canarias estaban "gruesos y colorados" y ahora se encontraban "tan descoloridos y tan muertos que no nos conocenin." Curiosamente, desde el siglo XIX hasta el presente, los exponentes de Ia tesis del Puerto Rico insuficiente aducen como causas Ia sobrepoblacion y los escasos recursos naturales43: ial mismo tiempo que hoy toda Ia Isla esta siendo devorada por el cemento! Tanto con relacion al pasado como al presente, en realidad, desde algunas instancias oficiales e intelectuales hemos estado siendo objeto de perfiles ideologicos, no historico-sociales y culturales. Gil Bermejo relata que, en 1721, a un grupo de cuarenta colonos de Tenerife y de otras de las Islas Canarias, en su mayoria cabezas de familia, se les asigno un sitio en las margenes del rio Humacao para fundar el pueblo de San Luis del Principe y ocuparse en el cultivo de Ia tierra. Despues de pasar unos meses de ambientacion en San Juan, "donde fueron bien atendidos y alimentados", fueron trasladados a las tierras aparentemente comprendidas en los inmensos hatos de Buena Vista y Humacao. "Atin despues en Humacao se les provey6 de alimentos". Casi dos anos mas tarde,los islenos canarios se movilizaron en "tumulto", "sublevacion", "movimiento" y "demostraciones", segun los calificativos oficiales, y elevaron una
protesta al gobemador Danfo Granados por haberles dado tierras improductivas y pertenecientes a paisanos de Puerto Rico. En el Memorial de las familias de San Luis al Gobemador, de 1723, protestaron todas las familias que cuando salieron de Canarias estaban "gruesos y colorados" y ahora se encontraban "tan descoloridos y tan muertos que no nos conoceran. Y en breve tiempo han cafdo enfermos mas de Ia mitad de Ia genre sin tener remedio corporal ni espiritual, par estar raso y porque las tierras no pueden dar para nuestro mantenimiento que a/ cabo de dos ai'ios de rompidas no dan frutos ningunos". Se quejaron de que eso no fue lo que se les habfa prometido y solicitaron al Gobemador mudarlos y asignarles otras tierras. Los campesinos sublevados adoptaron una postura radical: "Y de no sacarnos su Sei'ior(a deste puesto nos resolvemos a soltarlo aunque su Seiiorfa nos quite Ia vida, que mas queremos morir que no quedar en semejante puerto que es imposible que podamos vivir" .44 Suplicaron al Gobemador, apelando "a Ia grandeza de su Sefioria", recibir y atender los reclamos de su memorial de tierra o muerte. Un examen de Ia documentacion original me indica que Gil Bennejo hizo un resumen bastante completo. No obstante, sugiero un reordenamiento de Ia secuencia de informaciones y de sucesos. Ademas, ella dejo fuera algunos terminos en su transcripcion del Memorial (que incluyo en nueva version en el Apendice) y omitio citar algunas declaraciones que permiten ofrecer una version con nuevos matices y algo diferente. En lo que sigue, me apoyare en parte de Ia version de Gil Bermejo y en otros datos no citados de Ia documentacion.45 En comunicacion del 1 de noviembre de 1723, el gobemador Francisco Danio Granados
43 En su discurso en las Cortes (Parlamento} de Espaiia, el 23 de mayo de 1870, el diputado puertorriqueiio por el Partido Liberal Reforrnista y profesor de botanica y miutica (entre otras materias),licenciado Roman Baldorioty de Castro, abstrayendo a Puerto Rico del resto de Ia America Latina que se habfa constituido en republicas independientes en el siglo XIX, alirrn6 que "el caso de Ia isla de Puerto Rico es muy distinto. Es de pequeiilsima extension; no tiene riquezas considerables; su poblaci6n toea ya al ma¡ ximum que puede alcanzar", etc. etc. etc. Texto en Lidio Cruz Monclova, Baldoriory de Castro (1973: 33). En ese momento Ia poblacion de Puerto Rico era de unos 650,000 habitantes. En los albores del siglo XXI Puerto Rico cuenta con aproximadamente 4 millones de habitantes, y el discurso del reforrnismo colonial continua siendo repetido por los portavoces, partidistas y academiA cos, del anexionismo y del autonomismo. ;,Estnmos nbocados a continuar siendo apabullados por las mentalidades coloniales y condenados a Ia supuesta incapacidad propia etemamente? El e>:nmen de nuestra historia "tierra adentro" y mas profundo de las fuentes primarias revela realidades diferentes a las de los discursos castrantes. 44 Juana Gil Bermejo, "La primera fundaci6n de Humacao" (1964:37-40). 45 La informacion sobre el tumuho esta en el e>:pedicntc, "Autos originales por el snrgento mayor don Francisco Danio Granados sobre el asiento y poblaci6n de las familias de Islas de Canarias que se asentaron en esta de Puerto Rico, situaci6n y repartimien~ to de tierras en e1 sitio que se dice de Buena Vista y Humacao y asistencias para su manutenci6n, Puerto Rico, I noviembre 1723", AGI Escribanfa de Camara 141A-CIH Carrete 105.
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seiiala que fue infonnado por el alferez Francisco Serrato acerca del "tumulto" de los isleiios en el pueblo de San Luis del Principe, en Humacao. Le habian dicho que "aunque los ahorcaran no habfan de estar all( y que habfan abandonado y dejado perder todo lo que ten fan sembrado y labrado". Como seiiala Gil Bermejo, los labradores enarbolaron una bandera Real, dieron vi vas al rey Felipe V y mueras al mal gobierno. Eligieron a! labrador Gaspar Gonzalez, de 30 afios, natural de La Laguna, isla de Tenerife, para llevar el Memorial al Gobemador. Danlo Granados confinn6 Ia entrega de "un pape/ sin firma , en nombre de todos ... en que representaban que aquellas tierras no sirven para labranzas y que estdn resueltos a dejarlas aunque les quiten Ia vida". El Memorial tiene al final las iniciales "GA" , correspondientes a Geronimo de Orta, seleccionado para redactar el mismo, labrador y barbero, y uno de los que llegaron con "las segundas familias" al pueblo. Gaspar Gonzalez fue tildado por el alferez de ser "de los peores de dicha sublevacion". Este fue preso con dos pares de grillos y puesto en "Ia I aquilla sobre Ia puerta de San Juan", de castigo y para que sirviera de escarmiento a los demas.46 Allf fue interrogado. En su declaraci6n, Gaspar Gonzalez dijo no saber por que estaba preso y que era vecino en el pueblo de San Luis del Principe , en el sitio de Humacao, asignado para Ia poblaci6n de las familias islefias. Habia venido para Ia "repoblaci6n", cultivo y trabajo de Ia tierra en Puerto Rico bacia mas de un aiio y medio. Su sefialamiento de que en agosto de 1723 habian venido "otras 30 familias para el mismo efecto", situa el momento del tumulto entre septiembre, mas probablemente octubre, es decir, en esas semanas antes de que el Gobemador escribiera sobre los sucesos el 1 de noviembre. Mas tarde otros trece labradores fueron interrogados por tres comisionados enviados por e1 Gobemador al pueblo a investigar y a hacer un reconocimiento general del area. Todos los testimonios ponen de manifiesto Ia base agricola previa en que se apoyaron los inmigrantes. Desde el tiempo que llegaron "se /es asistio en Ia ciudad con caudales de Su Majestad para alimento, cttracion y demds necesidades". Luego
los transportaron al sitio. Como primer paso para el poblamiento y fundaci6n del pueblo, el Gobemador envi6 al alferez Serrato con "ocho peones de Su Majestalf" para hacerles "una tala de comunidad, de pldtanos, mafz, ca/abazas y batatas". Gonzalez declar6 que con esos "esc/avos de SM." y "genre de Ia vecindad de Ia Isla" les hicieron las galerias y ranchos, es decir, casas o chozas, en bloques de viviendas alrededor de una plaza de lo que vino a ser el dicho pueblo. Y ademas, les talaron "parte de Ia tierra para el principia de su labor sin haber persona alguna de las dichas familias que se lrubiese ocupado en nada de lo referido". Se indica uno de los procedimientos de siembre, por ejemplo, de malz es un espacio cercado en medio de un pialanai. Fue preguntado, "sabre los frutos que produce Ia tierra como pldtanos, mafz. arroz. caiia, casabe, tabaco y otras verduras que super abundan" (subrayado F.M.) y que diligencias habfan hecho. Respondi6 que despues de asentar el poblamiento se hablan dado a Ia siembra de todo ello "as( para su alimento como para hacer algunas granjerfas en su utilidad" y que lo hablan "fructificado con abundancia". Despues de fondado el pueblo, el Gobemador mand6 a hacer una ermita que fue bendecida por el padre Juan de Funes, cura del partido.47 Gil Bennejo apunt6 bien emil fue Ia rafz del conflicto: les habian asignado tierras que dueiios de hatos, o latifundios ganaderos, reclamaban ser suyas. En Ia declaraci6n de Gonzalez, de hecho, se identifica a Francisco Delgado, Alonso Delgado y otras familias de hateros quienes presionaban para sacar a los campesinos isleiios del pueblo. Cuando los hateros comenzaron, a su vez, a hacer talas "dando a entender ser aquello suyo", las familias canarias se desanimaron y resolvieron hacer el memorial y las demostraciones. A fin de cuentas, el Gobemador respondi6 a las quejas de los inmigrantes y les dieron tierras posesi6n en uso pr6ximas at pueblo y se tomaron otras medidas oficiales. Sin embargo, en 1724, el conflicto se intensific6 y estos inmigrantes acabaron por abandonar el pueblo y las labores48. Gil Bermejo especula que los sobrevivientes tendrfan que haber sido relocalizados en otros lugares como pequeiios agricultores, "o como trabajadores
46 "lnfonne de Francisco Danfo Granados, 1 noviembre 1723",AGI Escribanfa de Camara 141A-CIH Carrete 105. 47 "Declaraci6n de Gaspar Gonzalez. natural de La Laguna",/bid., ff. 537v-541v. 48 Gil Bennejo. "La primera fundacion de Humacao" (1964: 37-40).
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agregados cerca de labranzas que ya tenfan dueiios". Aqui emplea el tennino "agregado" literal mente para significar que estarian en tierras propias aledaiias a las de otros cultivadores, o estancieros, como se les conocian en Puerto Rico. Pero si no obtuvieron nuevas asignaciones de tierra, que es de lo que se acusa al sucesor de Danfo Granados, el gobernador Mendizabal, entonces algunos pudieron haber tenninado por nutrir una de las vias de Ia fonnacion de campesinos agregados, desposeidos adscritos a las tierras de otros como les llego a suceder a muchos en el siglo XVIII. Por todo lo expuesto, no resulta convincente, y como hemos visto no tiene fundamentos, Ia conclusion a Ia que unos aiios despues llegara Juana Gil Bermejo en Panorama hist6rico de Ia agricultura en Puerto Rico ( 1970), de que, "de todas formas" Ia inmigracion canaria "supuso Ia inicial puesta en marcha para el fomento agricola". El episodio del "tumulto" de los campesinos de 172349 nos enseiia, a su vez, Ia importancia de no solamente investigar a base de las fuentes primarias, sino Ia necesidad de volver a examinar lo ya visto con perspectivas diferentes. Las fuentes y los temas nunca se agotan.
Segunda mitad del siglo XVIII Para Ia segunda mitad del siglo XVIII, como sefiala Lopez Cantos, Ia unica noticia documentada con que se cuenta hasta ahora sobre Ia inmigracion canaria es el dato de Ia entrada de un barco a San Juan, en 1759, en "arribada forzosa" llevando 50 familias de Tenerife a Santo Domingo. Solo 20 personas, entre los que habia artesanos (albaiiiles y carpinteros) necesitados en Ia Isla, permanecieron en San Juan y, no para fines agrfcolas.50 Basado en su vivencia en Puerto Rico durante Ia decada de 1770, en Historia geogrdfica, natural y civil ... de Puerto Rico (publicado por primera vez en 1788), fray Agustin Inigo Abbad y Lasierra, escribio:
El mimero excesivo de colonos que 1/ega a esta Isla en las flotas, correos navfos de comercio de Espana e Islas Canarias, se malogra por Ia mayor parte. Muchos se casan, otros vaguean de pueblo en pueblo, porno tener un pedazo de tierra en donde establecerse, los unos son vasallos imitiles y los otros perjudiciales, pues aquf nacen tantos contrabandistas, piratas y ladrones, lo que regularmente se evitarfan si se les proporcionasen los medias de ganar su vida honestamente.Si
(,Acaso de esta cita se puede inferir que Puerto Rico fue inundado, especialmente, de inmigrantes canarios? Esta observacion general de Abbad y Lasierra: ( 1) no ofrece ningun dato sobre el "numero excesivo" de colonos, (2) no hay cuantificacion del movimiento mercantil u oficial, y (3) no sabemos cuantos procedfan de Canarias y de Espana como un todo. En cuanto a Ia aportacion de esos colonos en abstracto a Ia economfa, y a Ia sociedad en general, esta debio ser muy variada. Si lo que Abbad seiialo es consono con Ia realidad, Ia aplicacion de nuevos colonos canarios (y de otras partes) a Ia agricultura del contexto historico desde el cual el narraba -el de Ia lucha contra el regimen del latifundio hatero y del surgimiento de Ia hacienda agrocomercial- se perfila como un potencial para el futuro, suplementario al trabajo de Ia mayoria del Pais, campesinos propietarios, agregados y esclavos.
Conclusion En Ia historiograffa puertorriquefia en general se destaca el crecimiento progresivo y dramatico de Ia poblaci6n de Puerto Rico en el siglo XVIII: desde un mfnimo de 6,000 en 1700 hasta mas de 155,000 segun el censo de 1800.52 Entre algunos persiste Ia nocion equivocada de apuntar como causas detenninantes de ese aumento a Ia inmigracion, particularmente de familias enteras de labradores de las Islas Canarias y al
49 (sobre lo cual investigo para dedicarle un trabajo aparte) 50 Los puertorriquenos (2000: 14 -15). 51 Abbad y Lasierra, Historia .. .de Puerto Rico (1979: 154).cimiento poblacional. 52 En comparaci6n con Ia poblaci6n de Puerto Rico de 45,000 habitantes en 1765, me resuha una paradoja el que en "Colonos canarios en lndias" (1951: 407), Morales Padron considere escllSa In poblaci6n de Canarias en 1742-47, de 136,092 habitantes, y Ia de 1776-77 con 152,026 habitantes. Para los panimetros antillanos de entonces eso seria indicativa de un espectacular crecimiento poblncional.
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desarrollo de Ia agricultura de lo cual supuestamente estos fueron responsables. En Historia general de Puerto Rico, Fernando Pico ya habia notado: "Entre 1700 y 1765 Ia poblacion se septuplic6, de ltnos 6 mil habitantes a nuis de 44 mil iQtte habfa provocado ese crecimiento? LA imnigracion, forzada o voluntaria, no parece haber sido responsable mds que de una parte minoritaria del crecimiento poblacional en ese perfodo". Pico subraya diversos factores demograficos tales como las dispensas por consanguinidad en matrimonio, mejoramientos en Ia dieta y alimentaci6n, disminucion de epidemias catastroficas , tasas de mortalidad bajas y de natalidad altas y el acceso relativamente facil a Ia tierra.sJ En Los puertorrique1ios: mentalidad y actitudes (Siglo XVIII), Angel Lopez Cantos dedica el primer capitulo a Ia poblacion. En su examen a base de un caudal de fuentes primarias del Archivo General de lndias, sobre el aumento poblacional y Ia inmigracion, concluye: "A Ia hora de indagar las causas de tan desmesurado aumellto no encontramos otra razon que no se deba a/ crecimiento vegetativo. LA inmigracion se produjo, es cierto, pero en menor cuantfa que lo supuesto l!asta ahora". Lopez Cantos tam bien ha criticado Ia fa Ita de pruebas, especialmente en lo que concierne a Ia corriente canaria: "Las afirmaciones que varios autores han realizado sobre Ia importancia del aporte inmigratorio de algunas regiones de Espana y de determinados sectores sociales a Puerto Rico han distorsionado Ia realidad at no probar cuantitativamente las tesis que plantean".54 AI examinar crfticamente Ia tesis sobre el numero crecido de inmigrantes canarios y su papel decisivo en el desarrollo de Ia agricultura, con referenda a Puerto Rico, comprobamos que se trata mas bien de falta de rigor en Ia investigacion hist6rica. Los casos concretos documentados para los siglos XVI al XVIII revelan que no fueron tantos como suponen algunos, y que, para comenzar, contaron con Ia agricultura de subsistencia, bastante diversa, preexistente.ss El analisis de toda sociedad conlleva exa53 Fernando Pic6, Historia general de Puerto Rico ( 1986:
minar Ia articulacion de factores externos con los internos de formaci6n, desarrollo y cambio; pero, los paises y naciones se construyen desde adentro. AI buscar principalmente explicaciones y justificaciones sobre el estado y condiciones de desarrollo o situaciones particulares del pais en los factores externos o ex6genos, por ejemplo como el de las corrientes de inmigraci6n, se pierde de perspectiva el proceso de Ia historia del pais mismo. En este caso que estudiamos, algunos han puntualizado en las familias o individuos que llegaron en un momento y otro para poblar, poniendo en plano secundario el hecho de que hacia tiempo estaban naciendo, multiplicando y criandose los hijos e hijas de Ia tierra nativa.
Apendice: Memorial de las familias de San Luis (Humacao) al Gobernador de Puerto Rico, 1723* Ponemos en noticia de su Sefiorfa todas las familias que venimos en el Palmero juntamente con las de esta urea como hemos reconocido el puesto a onde su sefioria quiere aumentar un pueblo con el titulo de San Luis , y segun su temperamento vemos que ni principios tendni ni fines porque bien vi6 su Sefiorfa como salimos de este pueblo gruesos y colorados y a Ia fecha deste estamos tan descoloridos y tan muertos que no nos conoceran. Y en este breve tienpo an caido enfermos mas de Ia mitad de Ia gente sin tener remedio corporal ni espiritual por estar raso y porque las tierras no pueden dar para nuestro mantenimiento que al cabo de dos afios de rompidas no dan frutos ningunos. Y asf esperan del patrocinio de su Sefiorfa nos seiiale puesto para mudarnos de aqui. Asf no se prometio su Sefiorfa. Y de no sacarnos su Sefiorfa deste puesto nos resolbemos a soltarlo aunque su Sefiorfa nos quite Ia vida, que mas queremos morir que no quedar en semejante puesto que es inposible que podamos vivir. A su Sefioria pedimos y suplicamos nos admita este nuestro memorial que asi lo esperamos de Ia grandeza de su Sefiorfa. G.A. [iniciales de Geronimo de Orta]
104-105).
â&#x20AC;˘Fuente: Archivo General de lndiM, Escriban(n de Camara 141A Cen¡
54 Los puertorriqueiios (2000: 12-13). 55 Para un amilisis de las bases agrfcolas, vease de nuestra autoria, Agricultura y sociedad en Puerto Rico, siglos XVI a/ XVl/1 (1999).
tro de lnvestignciones Historicas (UPR), Ca~Tete lOS.
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Dr. Francisco Moscoso Naci6 en MayagUez en e11949. Se graduo de bachillerato en Ciencias Polfticas de la Universidad de Puerto Rico(1971) e hizo su maestrla(l975) y su doctora· do( 1981) en Ia Universidad del Estado de Nueva York, en Binghamton en Historia y Sociologfa. Ha publicado varios libros, entre estos se encuentran, Sociedad y economfa de los tainos (1999), Lucha agraria en Puerto Rico, 1541-1545 (1997), £/ a/z.amiento de los esclavos biohoes en puerto Rico, 1564-1569 (1989), entre otros. Actualmente es Catednitico del departnmento de historia de Ia Universidnd de Puerto Rico.
LAS MUJERES TRABAJADORAS DEL PUEBLO
DE CAGUAS DE
EN
SEPTIEMBRE
1870
Fernando Pico
n el siglo XIX el estado espafiol en Puerto Rico trato de subsanar su larga ausencia de Ia vida cotidiana de los puertorriqueiios emprendiendo medidas fiscalizadoras que asegurasen Ia vigencia de sus estatutos y sus nonnas. Un renglon importante de ese esfuerzo lo constituyeron las circulares sobre jornaleros de los gobernadores Lopez de Banos y Pezuela. Mediante esas circulares, todo var6n de 16 a 60 afios de edad que no tuviese tierra o rentas venfa obligado a registrarse como jornalero. La circular de Pezuela lo obligaba a llevar una libreta en donde se anotarfan sus contratos de trabajo. Periodicamente los comisarios de barrios revisarian las libretas e inforrnarian a las autoridades municipales si el jornalero no estaba trabajando. 1 Las circulares de jomaleros de Lopez de Banos y Pezuela solo contemplaban reglamentar e1 trabajo de los hombres, pero entre 1866 y 1873 las autoridades hicieron varios intentos por fiscalizar y controlar a las mujeres trabajadoras urbanas. En 1866 el gobernador Marchessi emitio una circular que instruia a los ayuntamientos a reglamentar el trabajo domestico remunerado. En noviembre de 1871 el gobemador aprob6 un reglamento para las empleadas domesticas de San Juan.2 Con Ia aboli-
E
ci6n de Ia esclavitud y de Ia libreta en 1873, las modalidades de supervision de las clases jomaleras y libertas cambiaron, y esto al parecer significo una pausa en los intentos por subordinar a las trabajadoras urbanas a Ia racionalidad del estado. Pero j,quienes eran estas trabajadoras urbanas en ese periodo, en que se ocupaban, como eran remuneradas? Hay un expediente del Archivo Municipal de Caguas que puede ilustrar Ia composici6n del cuerpo de mujeres trabajadoras en ese municipio en septiembre de 1870. Se trata de un intento del gobierno municipal de Caguas de fiscalizar Ia vida conyugal de las mujeres trabajadoras. Se ordena a los comisarios de los cuatro barrios urbanos a preparar una lista de las mujeres no propietarias, entre las edades de 12 y 60 aiios, "con expresion del pueblo de su naturaleza. estado, ojicio, y de las que se encuentran pub/icamente amancebadas con el nombre y condicion del mancebo" .3 Aunque el proposito primordial de este expediente no era hacer un registro de las mujeres trabajadoras del pueblo de Caguas, el resultado fue proveer una lista de 260 mujeres ocupadas en diversas tareas, con sus respectivas edades y condiciones. El examen de esta lista resulta aleccionador. Del total de trabajadoras, el barrio del Este
I Ver Labor Gomez Acevedo, Organizacion y reglamentacion del 1rabajo en e/ Puerto Rico del siglo XIX (Propietarios y jornaleros) (San Juan: Institute de Cul!ura Puertorriqueiia, 1970) Apendices I y 2. 21A Gaceta de Puerto Rico, 18 de noviembre, 1871, p.2, "Reglnmento para el Servicio Domestico de esta Capital aprobado por el Excmo. Sr. Gobemador Superior Civil". 3 Archivo Hist6rico Municipal de Caguas (AHMC), Secretaria, Seguridad Publica, caja 41. "Caguas, Barrio del Este Aiio 1870 Padron de las mujeres que sin propiednd residen en este Barrio y Ia ocupaci6n que tienen". Los informes de los otros tres barrios esuin cosidos en el mismo expediente
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tiene mas de Ia mitad ( 133), con el Norte (28), el Oeste (60) y el Sur (39) siguiendole muy de lejos en mimeros. Las procedencias son igualmente desiguales: 186 han nacido en Caguas, y solo 74 vienen de otros municipios, entre los cuales se destacan Gurabo ( 13) y Hato Grande (San Lorenzo, 10). El resto viene de municipios aledaiios o cercanos, aunque hay una de Santo Domingo y una, respectivamente, de Isabela, Naguabo y Bayamon. Este desglose no resulta sorprendente; es natural que los municipios mas cercanos sean los que mas representados esten. Los oficios no son variados. Hay 89Javanderas, 50 costureras, 56 de oficio domestico, 31 cocineras, 20 planchadoras y una dulcera. En trece casos nose especifica Ia ocupacion, pero en varios de ellos se hacen observaciones adversas sabre su canicter o moralidad. Lo interesante de estos mimeros es que todavfa en 1870 no hay mujeres completamente asalariadas en Caguas; todas son compensadas por tareas, como las lavanderas, planchadoras y costureras, o reciben parte de su remuneraci6n en el alojamiento y manutenci6n que tienen, como las cocineras. No queda clara silas 56 cuyo empleo se declara como domestico son amas de casa o empleadas domesticas; no hay manera de distinguirlas en Ia lista. Es interesante que Ia industria tabacalera no haya despegado con brfos suficientes para emplear mujeres (no hay despatilladoras en Ia tista y que no haya entonces ninguna otra fuente de empleo femenino en el pueblo de Caguas que no este vinculada a tareas hogareiias. Et mimero de costureras es relativamente alto, pero parece ser empleo a domicilio, probablemente por tarea. La distribucion de edades no tiene sorpresas. Aunque Ia intencion era listar a todas las mujeres trabajadoras de los 12 aiios en adelante, solo aparecen dos mujeres de menos de 15 aiios. Hay 20 de 15 a 19,71 de 20 a 24,70 de 25 a 29,41 de 30 a 34, y de ahf en adelante los mimeros menguan dnisticamente, con solo 5 reportadas entre los 55 y los 59 aiios. El estado civil de las mujeres revela el objeto de Ia preocupacion del gobiemo municipal. El 80 % estan solteras (208), hay 39 viudas y solo 13 casadas. Lo que persigue el Corregidor de Caguas es hacer casar a las solteras que conviven con sus compaiieros y, a! recibir Ia lista, emite ordenes para que todas aquellas acusadas de hacer Ia vida marital sin casarse concurran a una vista en
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Ia alcaldfa con sus respectivos compafieros. Son citadas para el 30 de septiembre 16 parejas en el barrio Este, 11 en el Norte, 7 en el Oeste y 10 en el Sur. Veintiseis parejas concurren a esta cita y son conminadas a casarse en los proximos ocho dfas o a separarse. Todas las parejas son citadas a Ia casa del Padre Cura, muchas prometen casarse el proximo viernes, 7 de octubre, y algunas piden de dos a cuatro meses para poner sus asuntos en arden. Un examen del libra de matrimonies de Ia parroquia de Caguas para ese aiio revela que hay quince matrimonies el 8 de octubre de 1870 y dos el 9. AI cotejar los nombres de los contrayentes uno comprueba que los nombres de ellos corresponden a Ia lista de los casos referidos por el Corregidor at Padre Cura. De inmediato, el esfuerzo moralizador del Corregidor habfa producido 17 matrimonios eclesiasticos contrafdos por coaccion, esta consideracion no parece haber pesado sabre las autoridades, que desde Ia decada de los 1840 en adelante forzaban a las parejas a casarse. Es notable, sin embargo, que el ex ito de las autoridades es Iimitado. Han sido detectadas 44 parejas viviendo en concubinato, de elias solo 26 concurren a las citas pautadas y, de estas, solo 17 (el 38.6 % de Ia cifra original) efectivamente se casan en el perfodo de tiempo que se les exigfa. Las resistencias, soslayadas o abiertas, son numerosas. El esfuerzo por someter a Ia creciente poblacion de trabajadoras urbanas a algun tipo de reglamentacion incide en Caguas primero sobre Ia vida conyugal de las mujeres que sabre su condicion como trabajadoras. Pero es interesante observar cuan facil era pasar de uno a otro renglon de control, y con cuanta renuencia y resistencia pod fan toparse las autoridades.
Dr. Fernando Pic6 Naci6 en Santurce en 1941. Se doctor6 en Historia de Johns Hopkins en el 1970. Es editor de varios libros entre estos Registro general de jornaleros de Utuado (1977), Amargo cafe (1981), Los gallos peleados (1983) Historia
general de Puerto Rico (1986), 1898: lA guerra despues de Ia guerra, entre otros. Actualmente enseila en e\ Departamento de Historia de Ia Universidad de Pueno Rico.
, LAS LAM PARAS DE GAS , QUEROSEN "RAYO" Y SU USO EN PUERTO RICO (I 895- I 922)
Ovidio Davila
acia finales del siglo XIX (ca. 1894),la firma petrolera Standard Oil Company de Nueva York (SOCONY), propiedad de Ia acaudalada familia Rockefeller, suscribi6 un contrato con Ia fabrica de quinques y himparas Bradley & Hubbard Manufacturing Company -que entonces operaba en Ia ciudad de Meriden, Connecticut- para Ia producci6n de una nueva lfnea de productos de iluminaci6n a base de gas querosen.l El sugestivo nombre Rayo ("lightning" en ingles) fue seleccionado para designar Ia marca de Ia novedosa lfnea de quinques, Jamparas y linternas. Una gran variedad de tipos fue Janzada al mercado, que incluy6, entre otros productos, quinques para coches y trenes, himparas miuticas, linternas de sefiales, y, por supuesto, himparas domesticas para el alumbrado de interiores.2
H
Para Ia fabricaci6n de los populares y econ6micos quinqm!s de mesa con base de vidrio y quemador de mecha plana, Ia firma Bradley & Hubbard subcontrat6 Ia fabrica de productos de cobre y bronce Scovill Manufacturing Company de Danbury, Connecticut} Hasta ese momento, Ia mayor parte de las lamparas que producfa Ia compaiiia Bradley & Hubbard eran de lujo, por lo que su costo no estaba al alcance de las familias de ingresos modestos. En Ia confecci6n de las conocidas himparas B & H se combinaban , por lo general, elementos de gran elaboraci6n y vistosos disefios en vidrio, hierro colado y pantallas de crista) pintadas a mano. El sistema de iluminaci6n que habfa perfeccionado este fabricante estaba basado en el uso de mechas tubulares que producfan una flama circular de gran brillantez que , por Jo tanto, emitfa una luz mucho
I GRAFF. Fil: The Rayo Kerosene lAmp, The International Guild of Lamp Researchers, St. Thomas, Pa., 1998, pags. 6¡7. 2 THURO, Catherine V.M.: Oil/amps: the kerosene era in North America. Collector Books, Padukan, N.Y., 1976. 3 Los mecheros de estos quinques eran del tipo "Queen Anne", que incorporaban el adelanto tecnico de un "generador" para el logro de una mas efectiva combustion del querosen, consiguiendo con ello producir una flama mas grande y mucho mas brillante.
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mas intensa (equivalente a unos 45 vatios) que Ia que regularmente se consegufa por media de las mechas planas. El consumo de gas querosen era tambien, por consiguiente, altisimo, lo cual, obviamente, servia a los intereses de Ia Standard Oil Company. Con Ia creaci6n de Ia linea de productos Rayo, el emporia neoyorquino de los Rockefeller buscaba Ia forma de ofrecer al publico de recursos media unas linternas de gas kerosen hechas de laton (hojalata de bronce) de sobrias formas y a un precio mas accesible a ese nivel econ6mico. Con ello, tambien, los Rockefeller procuraban incrementar el uso y el con sumo del querosen, que era, por aquellas fechas,
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el producto mas abundante como derivado del destilado del petr61eo. De hecho, se dice con Ia compra de tres latones de 5 galones de su gas querosen, Ia Standard Oil Company regalaba una lampara de mesa Rayo. Con ese mismo fin, hacia los afios 1910 Ia Standard Oil Company contrata, ademas, a Ia firma Perfection Stove Company de Cleveland, Ohio, para Ia creaci6n de otra linea de enseres domesticos (estufas y calentadores) que operaban a base de gas querosen, los que, por entonces, comenzaron a mercadearse bajo Ia marca Perfection. Estos no llegaron a venderse en Puerto Rico.4 Por otro lado, el uso del nombre Rayo sirvi6 como divisa de entrada de estas lamparas al mercado hispanoamericano, donde alcanzaron gran popularidad entre las familias acomodadas y de medianos recursos.s El precio de las l<imparas de mesa Rayo fluctuaba entre los $2 y $4 d61ares, que eran sumas considerables por aquellos tiempos, pero, al fin, mucho mas baratas que las del mismo tipo de
mecha tubular y lujosas que otras firmas elaboraban, tales como Miller, Ia Pittsburgh, Ia Rochester y Ia propia Bradley & Hubbard. En Puerto Rico las himparas Rayo iluminaron muchas de las residencias y establecimientos comerdales de las familias holgadas y de mediana situaci6n econ6mica, asf como las casas grandes de las haciendas e ingenios azucareros de finales del siglo XIX y principios del presente. En Ia figura 1, presentamos una fotografia tomada bacia 1910 por el fot6grafo L. Ferreras, en Ia que podemos apreciar el area de despacho de una tfpica tienda de provisiones puertorriqueiia de esa epoca. Observense las tres lamparas Rayo tipo "Pendant Lamp" (modelo #27400) que cuelgan del techo del establecimiento (Ver figura 2). Con el advenimiento de Ia luz electrica, las lamparas Rayo comenzaron a perder utilidad y popularidad en Puerto Rico. A ello hay que aii.adir que Ia dificultad en conseguir repuestos, particularmente los "flame spreaders" o llameras, asf como las mechas circulares y los tubos o chimeneas de vidrio con Ia particular base de 2 5/8 pulgadas de dhimetro, caus6 que Ia mayor parte de elias fueran, con el tiempo, desechadas.6 Hacia 1922 se dejaron de producir en los Estados Unidos las lamparas Rayo. Curiosamente, el registro de derechos de uso de esa marca se mantuvo en vigencia -aunque no en producci6n- basta el 1988 bajo Ia compaii.ia petrolera Exxon, unas de las firmas sucesoras de Ia antigua Standard Oil Company.7
4 Standard Oil Company (Incorporated): New Perjectio11 Wick Blue Flame Oil Cooking Sto1â&#x20AC;˘es, New York, ca. 1911. 5 FREEMAN, Larry: New liglrt on old /amps, Watkins Glen, New York, 1968. 6 No obstante, algunas de estas l:imparas se mantuvieron en usa par lo menos hasta finales de Ia decada de los anos 1950. Durante los apagones que solian ocurrir por esos anos, recordamos haber vista funcionando una vieja lampara Rayo que doiia Amparo Diaz (tia abuela del escritor Abelardo Dfaz Alfaro) todavfa conservaba y que durante los fallos de Ia luz electrica entonces ella encendfa para iluminar Ia sala de Ia vieja casona en Ia que residfa en las afueras de Toa Alta. 7 GRAFF [I], pag. 10.
â&#x20AC;˘:
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En Puerto Rico hoy las lamparas Rayo son extremadamente raras, y Ia unica que se encuentra en exhibici6n pertenece a Ia colecci6n del museo Casa Alonso del Municipio de Vega Baja. Se trata de un quinque que formaba parte de una lampara de pared -a Ia cual le falta el brazo de argolla, asf como Ia "arafia" para sostener Ia correspondiente pantalla de crista! tipo domo-, correspondiente al modelo #26096 (Ver figura 3). Esta pieza habfa sido encontrada y rescatada originalmente por nosotros, alia por el mes de junio de 1966, entre los escombros del interior del viejo edificio de ladrillos y mamposteria que albergaba antiguamente Ia Farmacia Serbia, frente a Ia Plaza de Recreo de Utuado.
Dr. Ovidio Davila Organizo y dirigi6, entre los ailos 1977 y 1980, los primeros trabajos de arqueologra industrial llevados a cabo en Puerto Rico en las ruinas del antiguo ingenio azucarero de Ia Hacienda "La Esperanza" en Manatf. Ello le llev6, entre otras casas, estudiar y conocer Ia tecnologra de los implementos de gas querosen que se usaban en Puerto Rico bacia finales del siglo XIX y a principios del XX.
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, EN TORNO A LA DISCUSION SOBRE EL ••
BILl N G U ISM 0
.. ,
E INTERFERENCIA ,.,
LINGUISTICA EN LA LENGUA ESPANOLA DE PUERTO
RICO
Eliczcr· Narvaez Santos
a convivencia, por tanto tiempo, de Ia lengua espanola de Puerto Rico con el ingles norteamericano es un tema que ha acaparado Ia atenci6n de los crfticos por varias generaciones. No ha sido facil hablar sobre el ni caracterizarlo, pues los cambios y los aparentes "desajustes" que esta situaci6n ha creado han dado Iugar a una enorme bibliografia en Ia que, aparentemente, nadie se ha puesto de acuerdo. En esa bibliografia habrfa que destacar, como Ia cosa mas polemica, Ia cuesti6n del bilingiiismo y Ia interferencia lingiifstica en estas dos lenguas. lmporta mucho el saber si el puertorriqueno maneja con destreza esas dos lenguas y seria saludable notar que en Ia presentaci6n y analisis de los argumentos que se han debatido en defensa o ataque de las diferentes tesis, todos los sectores han recibido su oportunidad para expresarse. Pero las posiciones resultan ser muy delicadas, pues se trata nada mas y nada menos (aunque nosotros no lo vemos asf) que del enfrentamiento entre dos lenguas sumamente prestigiosas. El primer problema con que nos confrontamos los que estamos interesados en esa discusi6n, es el del delineamiento y especificidad de los conceptos bilingiiismo e interferencia. La gran mayorfa de los que ofrecen sus aportaciones parecen no tener muy claro lo que se entiende, o se debe entender, por ambas cosas y lo que hacen es complicar aun mas Ia situaci6n que de los terminos emana. Podrfamos seiialar, sin embargo, aunque muy pre-
L
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maturamente, cmiles, a nuestro modo de ver, son las principales versiones: 1. La del aficionado que desconoce el aspecto lingiiistico envuelto en el problema. 2. La del especialista que sf esta al tanto de cuales son las destrezas que hay que tomar en cuenta, emil es el enfoque que se puede ofrecer para encauzar Ia discusi6n y cual es Ia terminologfa aplicable en cada caso. 3. La del pragmatico al que no le importan ninguna de las dos versiones anteriores sino el beneficio econ6mico que podrfa disfrutar con el uso de ambas lenguas, haya o no haya interferencms. 4. La del politico que opina que ambas cosas, bilingiiismo e interferencia, responden al interes de Ia supraestructura gubernamental por americanizar Ia Isla para asf agilizar y aligerar el advenimiento de Ia Estadidad. Los que creen en Ia Estadidad, lo destacan, los que no creen en ella, lo atacan. Las cuatro versiones tienen su raz6n de ser, aunque detras de elias este, ojo avizor, el Departamento de Educaci6n, como seiiala Jose Juan Beauchamp, actuando como un instrumento de prematura asimilaci6n institucionalizada. Ser bilingiie, sin embargo, opinan muchos, no consiste meramente en expresarse bien o mal; en comprender bien o mal las dos lenguas, sino que significa poder expresar toda Ia experiencia humana, de dos maneras distintas, y muy compe-
tentemente, desde sus estructuras profundas, con un manejo seguro, facilidad y soltura, en dos lenguas que sean completamente distintas. En el caso especffico de Puerto Rico, catorce aiios de estudios de Ia lengua inglesa no han logrado los fines propuestos ni deseados. El sector de los especializados en el instrumento Iingiiistico seiiala que el idioma ingles requiere unas destrezas para su dominio que no basta que se entienda y se hable esta lengua para manifestar que sees bilingiie. Esas destrezas, de las que vamos a seiialar solamente cuatro, no son del manejo y dominio pleno del hablante puertorriquefio. Estas son:
l.la laringalizaci6n: La laringalizaci6n es una destreza que consiste en tensar las cuerdas vocales en Ia laringe en sonidos que no sean necesariamente laringeos. Eso es precisamente lo que tiene que observarse en el idioma ingles cuando se pronuncia una palabra como pin (alfiler), pues en Ia articulaci6n entre Ia (p) y Ia (i) hay que tensar las cuerdas vocales. Esto, que es tan evidente para los que dominan Ia lengua inglesa, se pasa en un cien por ciento por alto en el ingles patri6tico que hablamos los puertorriquefios.
evar). En ingles es frecuente en palabras como time, train en donde los sonidos subrayados se han palatalizado. Esto tambien lo pasa por alto el hablante promedio puertorriquefio.
4. Ia no articulaci6n de vocales en contacto con consonantes silabicas. Las consonantes silabicas son aquellas que pueden hacer siJabas sin Ia ayuda de las vocales. En las palabras kindergarden, volkswagen, garden, apple, las vocales subrayadas nose pronuncian por estar entre medio de consonantes sihibicas. Ademas de estos cuatro casos, que necesitan de una urgente atenci6n por parte de los autodenominados bilingiies, Ia inmensa mayoria de los hablantes boricuas, y no neorricans, no son consdentes de los fonemas suprasegmentales duraci6n o cantidad y timbre en palabras como: shit: i brevesheet: i largaship: i brevesheep: i largacot: o con el timbre de acat: a con el timbre de ecut: u con el timbre de o-
2. Ia retroflexion: Este es un termino que Lazaro Carreter, (Diccionario de terminos filol6gicos, p. 353) define como el "Proceso mediante el cualla punta de Ia lengua se eleva y se vuelve al paladar. Este fen6meno afecta, por ejemplo, a las vocales en el ingles americana cuando van trabadas por (r). Los sonidos articulados con retroflexion se llaman retroflejos, rermino hoy preferido a/ de cacuminales, invertidos o cerebrales con que tambitn se les designa". Hay retroflexion obligada en palabras como: hard, bird, lard, cord, lord ,ford. Ahi el apice de Ia lengua se levanta bacia los alveolos superiores, pero sin hacer contacto con ellos. El hablante promedio en Puerto Rico, como noes consciente de eso alveolariza esas eres y no las hace retroflejas.
3. Ia palatalizaci6n: La palatalizaci6n consiste en levantar el predorsa de Ia Iengua, o su centro, bacia el paladar duro, en un sonido que no es palatar. Esto ocurre con mucha frecuencia en espaiiol con las cansonantes (1, n, r) cuando estan seguidas de las palatares (ch, II, y): co/cha, cancha, c6nyuge, conll-
Tampoco se es muy consciente de palabras como: think, sink, zinc. En las tres Ia consonante inicial es sibilante, pero en think (pensar), esta es interdental sorda, mientras que en sink (hundirse) es apico dental sorda yen zinc (metal) es apico dental sonora, como en el italiano mezzo y pizza. Y son muy pocos, poquisimos, los que sonorizan Ia zenIa palabra zero. Asimismo resulta bastante dificil entender al que nos habla en ingles por telefono o entender el ingles que se nos habla muy nipido por television. Estas y muchisimas situaciones mas nos obligaran a rechazar de plano que Ia mayoria de los borincanos seamos completamente bilingiies. Yes que cada lengua tiene un sentido muy particular, sui generis, a traves del cual expresa sus nociones de tiempo y espacio, de persona y forma y tiene ademas, su sistema fonematico, sus categorias gramaticales y funcionales, asi como sus procedimientos formales que le dan un caracter peculiar y tinico . De modo que si de decisiones se trata creemos que las mismas deberian llevarse a cabo en cada idioma particular y no en ambas lenguas dis-
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tintas y distantes en sus perspectivas. Se trata de dos visiones de mundo totalmente distintas pero en las que interactuan dos lenguas prestigiosas. El hablante, sin embargo, quieralo este o no, debe decidir emil es Ia que preferini. En algunos lugares fuera de Puerto Rico se tiene Ia impresion de que es el ingles, y no el espafiol, nuestro idioma comunitario. Pude comprobar esto en un viaje turfstico de Ciudad de Mexico hacia Acapulco en donde tuvimos que llamarle Ia atencion a! gufa (mexicano) porque empezo a dirigirse a nosotros en el idioma ingles. Una vez le advertimos que estaba equivocado se disculpo con muchfsima pena diciendonos que el tenfa Ia impresion de que eramos anglohablantes. Otro caso mas reciente fue el de un conocido gramatico y miembro de Ia Real Academia de Ia Lengua Espanola, quien manifesto en Ia prensa que a el le daba Ia impresion de que aquf se hablaba totalmente en ingles. Los que conocen bien el problema del bilingliismo y las interferencias advierten que en Ia utilizacion de dos lenguas distintas como vehfculos de comunicacion, hay que apropiarse, de alguna manera, de Ia cultura que sustenta a dichas lenguas. Esto conlleva, creen en ellos, el riesgo de mutilar a una de elias o a ambas, sobre todo si se hace un uso indiscriminado de las misma. Esto se puede evidenciar diariamente en las traducciones que se hacen para Ia prensa de las noticias que ya vienen redactadas en ingles. Abundan en elias, ademas de las malas traducciones, los calcos e infinidades de formas agramaticales que, al no detectarse para ser corregidas, se quedan incrustadas en Ia lengua: machear los co/ores, Ia drogadicci6n, el pasado presidente, el pasado mes, fa pasada semana, lo inusual, el escaneo, /o voideado, etc. Es un registro bastante amplio. Hay muchas interferencias lingiifsticas que ya estan en pleno uso y que se toman como correctas, por no haberlas atajado a tiempo. Las interferencias, segun hemos cotejado en Humberto Lopez Morales, son transferencias que sefialan Ia influencia de una lengua sobre otra cuando estas, a! entrar en contacto, tienden a producir estructuras agramaticales. Una estructura agramatical es un enunciado que viola las reglas en que opera el sistema lingtifstico de un idioma. Las formas agramaticales nose ajustan, ni a las reglas del idioma, ni a los mutuos acuerdos que han establecido los 54
hablantes para comunicarse entre sf. Una forma como boy good (niiio bueno), serfa intolerable para los hablantes en lengua inglesa, quienes ya se han acostumbrado a anteponer los adjetivos al nombre, sin embargo, es completamente permisible y no agramatical en Ia lengua espanola. Las causas que motivan las interferencias lingtifsticas en Puerto Rico, en lo que al idioma ingles se refiere, pueden ser de naturaleza lingilfstica o pueden ser de naturaleza extralingtifstica. A Ia primera pertenecen los calcos, las malas traducciones, los pn!stamos innecesarios, Ia altemancia de codigos. A Ia segunda pertenecen las que han penetrado por motivo de nuestras relaciones polfticas, sociales y culturales con los Estados Unidos de America, Ia constante inmigracion bacia Ia Isla de hermanos que han residido por bastante tiempo en ciudades norteamericanas y en donde para ellos Ia lengua espanola resulta ser su segundo idioma. El sistema de lengua continuamente se ve afectado por las interferencias mal trafdas ocasionando que a este se le dificulte el acondicionamiento de nuestro pensamiento con Ia realidad social en que nos movemos. La lengua, gufa de nuestras actividades sicologicas, es Ia que permite el analisis de lo que nos impresiona y si hay armonfa entre esta y lo que pensamos, se puede decir que estamos usando bien Ia lengua. Marfa Vaquero, Amparo Morales y Humberto Lopez Morales, ex compafieros de catedra, nos han ayudado a detectar una serie de interferencias que estan afectando ese sistema de lengua. En Nueva York, en el Barrio, han hecho lo propio, Shana Poplack y David Sankoff. Marfa Vaquero nos presenta los siguientes:
1. el de personas que han adoptado el significado que tiene un termino en ingles y en Iugar de usar Ia palabra que proviene de ese idioma lo que han hecho es atribuir, incorrectamente, a una palabra espanola, el sentido que tiene en Ia lengua inglesa: a. balancear: (por ajustar el presupuesto) b. bloque: (para referirse a grupos de casas en urbanizaciones) c. envolver, envolverse: (verse envuelto en algo) 2. el de usar palabras que no existen como tales en nuestra lengua, pero de uso muy comun en el ingles. Estas, dicho sea de paso, no deben sig-
nificar nada en nuestro contexto: a. aspectado b. auspicioso c. enfatizar d. centralidad e. coincidentalmente f. incidentalmente g. concientizado 3 atribuir a calcos tornados del idioma ingles sinonimias con terminos espaiioles cuando no hay tal cosa: a. Ver Ia forma lingi.iistica convencion (del ingles), como sin6nimo de asamblea en espaiiol, cuando nose refiere a tal cosa. b. Usar Ia forma evaluaci6n como sin6nimo de valoraci6n en nuestra lengua. 4 calcar directamente del ingles sin que medie una interrelaci6n con los terminos espaiioles y mucho menos hacer traducciones inaceptables: a. Dar a ftem el sentido de enunciado b. liminal (nivel consciente) c. plan medico (aplicado a Ia salud) d. terapista ocupacional 5. llevar a cabo combinaciones sintaticas err6neas: a. Reportarse enfermo al trabajo b. Estar supuesto a llenar una aplicaci6n de trabajo
Amparo Morales, por otro Iado, seiiala con muchisima preocupaci6n, que cuando una comunidad lingiiistica, como Ia nuestra, se acostumbra a utilizar, con una pasmosa naturalidad, expresiones que violan las normas mas elementales que rigen a nuestra lengua, los niveles de interferencia lingi.iistica que se han alcanzado son tales que ya no pueden observarse desde una perspectiva plenamente plausible sino que hay que atajarlas porque su intensidad es tal que ya estan perjudicando el buen funcionamiento del vemaculo. Estas malas traducciones, que indica ella a continuaci6n, son agramaticalidades que no se pueden sostener: I. Ingles: I will call you back. Mala traducci6n: Te Haman! para atras. Como debe ser: Te devolvere Ia Hamada. 2. Ingles: He run for president. Mala traducci6n: El corre para presidente.
Como debe ser: El es candidato a presidente. 3.1ng/es: He had a good time. Mala traduccion: El tuvo un buen tiempo. Como debe ser: Se divirti6 muchisimo. 4Jng/is: All is set. Mala traducci6n: Todo esta setiadito. Como debe ser: Ya esta todo organizado. Humberto Lopez Morales nos ofrece algunos ejemplos relacionados con el verboide gerundio: (Sociolingiifstica, 170-171): I. el mal uso del gerundio espaiiol en funci6n adjetiva, funci6n si aplicable al ingles pero no a nuestra lengua: a. La Junta emiti6 un decreta nombrando Director a fulano: (En espaiiol deberia ser: AI nombrar Director a fulano) 2. un mal uso del gerundio en funci6n nominal: a. Ese muchacho lo que hace es comparando las muestras. (Debe ser comparar) b. La mejor manera de evitar el vicio de fumar es masticando chiclets. (Debe ser en espaiiol: mascar o masticar) c. Nadando es buena para Ia salud. (Debe ser Elnadar).
Shana Poplack y David Sankoff nos ofrecen ejemplos de unas altemancias de c6digos entre los boricuas del Barrio en Nueva York. Hemos tornado sus ejemplos del libro ya citado de Humberto Lopez Morales. Hay alternancia de c6digos cuando se usan simultaneamente, o alternadamente, las dos Ienguas. Veamos: J."But I used to eat bofe. The brain. And they stopped selling it because ten fan, este, /e encontraron que tenfa worms. I used to make some bofe! Despues yo hacfa uno d' esos concotious: the garlic, con cebo/la,y hacfa un mojo, y yo dejaba que se curara eso for a couple of hours. Then you be drinking and eating that shit. Wooh! It's like eating anchovies when you are drinking. Delicious!" A veces por defender un bilingiiismo que resulta a Ia larga bastante espurio, se dejan pasar otras interferencias en Ia pronunciaci6n, malas traducciones, calcos y hasta en el plano sintactico.
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Veamos algunas: I . De canicter ortogrcifico son: a. las zetas mal puestas a Brazil y dozena b. las haches (h) de harmonia y hermita c. las q de consequencia, frequencia y aqueducto d. las v de governar y aprovar e.la g de lenguage f. Ia m de circumstancia g. Ia y de Egypto 2.Hemos ofdo en nuestras clases estas malas pronunciaciones: a. camera: por ccimara b. Yulia: por Julia 3.Son calcos mal trafdos y malas traducciones: a. factoria por fabrica b. recapiar por reencauchar c. machear por mezclar d. pasado presidente por ex presidente e. Ia pasada semana, el pasado mes por: Ia semana pasada, el mes pasado f. aplicaci6n por solicitud g. enlistarse por alistarse h. Dr. Ramirez por el Dr. Ramfrez- y muchas mas 4. A nivel sintactico hemos notado: a. i,C6mo te gusto?: How did you like it? b. Fui a Ia oficina del Director no logrando hablar con el. c. Una nueva medicina se ha descubierto para curar el asma. (Esa es una malfsima traducci6n del ingles: A new medicine has been discovered for the cure of asthma. Debe ser: Se ha descubierto una nueva medicina para Ia cura del asma.) El sobregiro de estas formas es evidente y detras de elias puede que se oculten intereses mercantilistas y mucha demagogia. Recordemos que ser bilingile, trilingile o multilingile noes un pecado capital. Ni tan siquiera es pecado. Es una necesidad que produce orgullo y satisfacci6n. Su advenimiento es bien deseado y recibido. Lo que es intolerable es Ia imposici6n de una lengua extranjera para lograrlo. Lo que es intolerable es Ia faena politica que hay detnis de esa imposici6n. Cuando Humberto Lopez Morales plantea 56
en su obra Sociolingiifstica lo de las estratificaciones sociales: debil, intermedia y extrema, no deja de advertirnos que Ia tercera, Ia extrema, es altamente peligrosa pore) daiio que esta pueda ocasionar en Ia inmediatez de estas nueve (9) situaciones: I. La funci6n de cada una de las variedades: desvios lingilfsticos en situaciones formales: sermones, cartas, 6rdenes a sirvientes, discursos parlamentarios. 2. Que haya desvfos en una lengua que se considera mas prestigiosa que Ia lengua con Ia cual convive. 3. Que Ia herencia literaria desvincule la tradici6n literaria que se posee. 4 . Que haya desvfos en las adquisiciones provenientes de Ia lengua materna. 5. Que se nos desvle de las normas de correcci6n ya fuertemente establecidas en Ia pronunciaci6n, Ia sintaxis y el texico. 6. Que se quiebre Ia estabilidad mediante las tensiones que se producen en Ia comunicaci6n entre dos formas lingiifsticas distintas y que se usan en una forma indiscriminada. 7. Que se nos obligue a forzar complejidades de una gramatica de una lengua ya usada por mucho tiempo en una de lengua reciente, o viceversa. 8. Que haya variaciones en Ia colecci6n de palabras en el diccionario porque puede que el diccionario de una lengua no contenga o desvfe las definiciones de Ia otra. 9. Que se provoquen muchas diferencias en el uso de las formas de una y otra lengua. Creemos que habria que revisar Ia tesis que sostienen algunos de que el bilingiiismo es un hecho ya consumado en Puerto Rico. Si hay mucha interferencia pero no a tal grado que esta Begue a alarmarnos y basta llevarnos a imaginar que nuestro lengua este a punto de desaparecer. Seguimos y seguiremos siendo un pals hispanico, pero conviene que nos pongamos de acuerdo para bregar y tratar de resolver, a corto plazo, unas cuestiones relacionadas con el ingles y que deben ser motivo de preocupaci6n para nuestra ciudadanla las 24 horas del dfa: I . Las formas anglicadas en Puerto Rico forman parte de un quinto componente que se adscribe a nuestro texico y cuya procedencia o deseabilidad,
ha dado ya Iugar a muchos escritos. 2. Puerto Rico es el unico pafs de habla hispana, deseenlo nuestros conciudadanos o no, en donde el idioma ingles es una Jengua oficialmente impuesta. 3. La influencia del ingles en Puerto Rico se da mayormente entre Ia gente instruida, casi no toea, ni ha tocado a los de poca instrucci6n y a los analfabetos, aunque se sienta el deseo de aprender Ia lengua en todos los sectores. 4. Todos los medios de comunicaci6n masiva en Puerto Rico fomentan , directa, o indirectamente, Ia influencia del ingles . 5. Las relaciones polfticas, sociales y culturales que hasta ahora ha sostenido Ia isla de Puerto Rico con los Estados Unidos de America, hacen posible que Ia influencia del ingles en nuestra region sea mayor que en los demas pafses hispanoamericanos. 6. El bilingtiismo y Ia interferencia son dos fenomenos esencialmente distintos y eso requiere enfoques diferentes. El primero, el bilingtiismo, no esta generalizado; el segundo, Ia interferencia, sf hace tiempo que esta vigente y se esta notando en Jo que hemos venido exponiendo, pues se da con una desacostumbrada frecuencia, sobre todo a niveles educativos mayores y en Ia supraestructura gubernamental. 7. Es insolito pensar que despues de 14 anos de imposicion escolar del ingles, el estudiante puertorriqueiio no haya desarrollado las destrezas necesarias en ese idioma como para considerarse plenamente bilingtie. Esto puede deberse a dos cosas: a que el ingles se esta enseiiando mal , afirmacion que no podemos probar por no tener los elementos de juicio necesarios para explicitarlo, o que el puertorriqueiio se aferra cada dfa mas a su idioma y no desea sustituirlo, afirmacion que tambien necesita de estudios. Los catorce afios se distribuyen asf: 6 en Ia Escuela Elemental , 3 en Ia Escuela Intermedia, 3 en Ia Escuela Superior Y 2 en Ia Universidad, si es que no se especializa, como hacen muchos, en esta lengua. 8. Ambas lenguas necesitan mas atencion en el currfculo. Ambas lenguas ameritan mejores supervisores y maestros . Ambos, supervisores y maestros de estas lenguas, necesitan mejores salarios. Esto nos lleva a concluir que urge que se hagan cambios de fondo mas significativos en nuestra polftica lingilistico-escolar, que se fomente
El bilingiiismo es un honor, no una remora, pero no se debe fomentar ni en detrimento de nuestro vemaculo ni de nuestra personalidad. Ia idea de que no se trata de Ia confrontacion entre dos lenguas, ni entre los pafses que las sustentan, sino que se trata de ensefiarlas bien para aprenderlas mejor. El bilingtiismo es un honor, no una remora, pero no se debe fomentar ni en detrimento de nuestro vemaculo ni de nuestra personalidad. El problema podrla ser mas serio de como lo estamos planteando, pues se trata de un dualismo que no solo altern sino que adultera el objeto de conocimiento. El nos hace suponer, aun muy en contra nuestra, que las formas lingtifsticas del recien Ilegado son superiores a las nuestras, todo porque se nos ha hecho pensar que su cultura es tambien superior. Toda discusi6n deberfa girar en tomo a Ia premisa de que en el lenguaje se considera como primerfsima opci6n el acto creador, el desarrollo de unos conocimientos que nos capaciten para comunicamos. Los sistemas lingtiisticos son reproducciones de ideas, de configuraciones, de actividades simb61icas cuyo fin primordial consiste en convertir en signos Iingtiisticos los contenidos de Ia conciencia. Las lenguas no son instrumentos inertes e inservibles sino unos sistemas muy coherentes que nos permiten disfrutar Ia cultura que las sustentan. Su funcion noes Ia confrontacion. Noes Ia batalla campal, sino comunicar Ia tragedia, o Ia felicidad . Ese es su canicter humanizador. Esa es su principal pesadumbre: una pesadumbre que es consciente, y es etema. Dr. Ellezer Narvaez Snntos Naci6 en Bnyam6n el 29 de agosto de 1927. Curso un bacbilleruto en Ane de Ia UPR(195l), mnestria en Arte con especialidad en Espnnol(l959) y concluy6 con un doctorado en espai'lol (1972) en Ia UPR. Su tesis inCdita to es Los indigenismos en Ia poesfa de las antillas. Posee 4 libros de su nutorfa, lnjluencia Ia ina en e/ inglis( 1960), Manual de gramdtica para escuela secundaria(1968), Extralinguismo y realia en Ia lengua de Puerto Rico y E1 espaiiol de Amirica(1990) y Bibliograjfa Ungiiisla Y e.xtralinguista(l998-l999) y varios nun sin publicar. Ejerci6 Ia catedra en In Escuela Gruduada de In UPR basta su rctiro en el 1991.
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, AGUE DO MOJICA
Jose Ferrer Canales
ran jubilo inundo nuestras almas Ia develacion del busto de Aguedo Mojica en Humacao. La juventud y Ia patria cumplen un primario, un elemental deber del hombre y honran a quien honra merece: el patriota, poeta, musico, educador, legislador, humanista. Fue el humanista doctorado por las universidades de Madrid y Ia Sorbona, ciudadano de Florencia, hombre iluminado que encamo las mas puras esencias de nuestro pueblo, que exalto a valores como Hostos, Betances, Baldorioty, Morel Campos; admiro a Martf, Ruben Dario y Bolfvar; canto las glorias del Renacimiento y admiro y se detuvo ante Leonardo da Vinci; medito plenamente sobre Ia gran poesfa de Francia; hundio su mirada en el pasado helenico y se familiarizo con Socrates, como el decfa, "el Socrates platonico". Profundamente cristiano, nos dejo la alusion al Maestro de Nazaret. Y fue ciudadano de heroica accion cultural y pedag6gica, a quien debemas obras trascendentales como el Colegio Universitario de Humacao y Ia idea de llevar Ia
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Universidad a los collores, a los valles lejanos, al corazon de Ia montana. El era, como antes he evocado, uno de aquel nucleo junto al Padre Rivera, el Maestro Juan Peiia Reyes, el violinista Fabery, el tipografo Regina Perez, Domingo Soares, el poeta Flor Gerena, quienes se reunfan bajo los arboles altos y frondosos de Ia Plaza de Humacao a discutir sobre temas esteticos, filosoficos, sociales e historicos. Ennoblecio Ia tradicion cultural legada por figuras como Ia pianista Ana Otero y Ia educadora Dra.
Antonia Saez. Me impresiona profundamente que haya nacido de Ia arcilla, de Ia tierra, en Ia mayor pobreza y que, a golpes de sacrificios, agonicamente, escalase el cielo y se transfigurase el mismo en un laurel de Ia patria puertorriqueiia. Por eso, frente a su busto entonemos un himno: jGloria a su nombre inmarcesible! jGloria a su nombre inmortal! En muchas de las semblanzas, en las epopeyas que fue dibujando su palabra elocuente de orador, conferenciante, profesor, prosista y poeta, nos fue dejando, acaso inconscientemente, un espejo, un retrato de su grandeza moral, clvica y estetica. Cuando su palabra ennoblece el gesto de un poeta, de un legislador, de un patriota consagrado a Ia libertad, a Ia justicia, al arte, a Ia mision educadora, nos esta revelando generalmente claras virtudes, aristas, finos y altos quilates que enriquecen su propia personalidad. Esas semblanzas estan, junto a estudios sobre Derecho, Poesfa, Pedagogfa, Historia, en Ia ejemplar antologfa Aguedo Mojica: Ia luminosa entrega, extraordinaria y amorosa edicion del Lie. Luis Mojica Sandoz (Rfo Piedras, Puerto Rico, Huracan, 1983). En su conferencia consagrada a D. Ernesto Ramos Antonini, citando versos de Ruben Darfo, lo llama "Oriflama" -es decir, estandarte, bandera"de un Dios de Bien y de Justicia". Y nosotros podemos aplicar a Aguedo Mojica esa misma metafora: "Oriflama de un Dios de Bien y de Justicia". Refierase al apostolado de Ramos Antonini, a que su voz se fue transfigurando en "voz del tribuno del pueblo trabajador, doliente y esperanzado". jComo Aguedo Mojica! Allf plantea cuestiones esenciales que hemos de relacionar con el ilustre humacaeiio, como Ia preocupacion por el crecimiento etico de Ia persona humana, por Ia escuela publica, por el maestro que describe como el "obrero mas meritorio" por su mision "de alumbrar las vocaciones y forjar y modelar el caracter del nino". como Ia lengua, nuestra lengua hispanica, matizada de boricuismos, lamentandose Aguedo Mojica por "Ia prosodia exotica que desfigura nuestro acento natural, grave y llano, senorial y majestuoso". Y frente a Ia palabra "progreso" se interroga: ";.es sinonimo del desarrollo de rm pueblo o ... soporifero retorico que nos aletarga en un consumo irresponsable de cuantas baratijas (Ianza) sobre
nosotros el monstruo de mil cabezas?" Ante Ia expresion "estamos en un proceso de cambio y de cambio rdpido", cita el clasico texto de Ramos ... "~;a donde vamos? Para saber a donde se va, hay que tener primero Ia volrmtad y Ia determinacion de seguir siendo quien se es .. . Quien deja de ser, no I/ega". El educador y el fervoroso puertorriqueno de una sola pieza nos ofrenda el mensaje que parte de su mas intima intimidad patriotica, directamente o mediante el acento elocuente, y palabras de aquel a quien ha llamado "diamante espiritual" y "Orijlama de Dios". Paginas conmovedoras, liricas, temblorosas de emocion, son las dedicadas al Profeta de Ia Paz, abogado de los negros en su pugna por el pleno reconocimiento de su dignidad y sus derechos inalienables, el misionero y peregrina que funde Ia esencia del Sermon de Ia Montaiia y Ia tecnica, el metodo de Ia no-violencia del Mahatma Gandhi. Estoy aludiendo a qui en es tal vez el mas ilustre ciudadano de los Estados Unidos en lo que va del siglo XX: el Reverendo Doctor Martin Luther King. Aguedo Mojica describe su voz: "Era una voz ... fina y musical, como si todo el dolor de Ia raza ... explotada, se convirtiese en un raudal de sentimiento cristiano, en una catarata de caridad y de amor". Y lo llama: "negro sublime". Refierase luego al pueblo de Puerto Rico como a "rm amasijo, un entrecruzarse de razas". Y expone que el dfa que nuestro pueblo olvide esto "no podremos venerar Ia figura de Betances, Ia memoria de Baldorioty, ni regocijarnos con Ia mrisica de Morer¡, Intervengo y aiiado yo: El dfa que olvidaramos ese mestizaje tampoco podrfamos honrar Ia gloria, Ia excelsa figura de Aguedo Mojica. Los homenajes a Jose de Diego contienen, entre multiples ideas, dos cardinales que hemos de tener presentes, siempre. Una corresponde a Ia interrogante: ";.Como se va ilwninando Ia vida mcis humilde con los resplandores de Ia infinitud?" Y nos alecciona en el sentido de que "una vida sin dificultades, sin conflictos, sin tragedias, no es Ia mas indicada para hacer que florezcan las luces de Ia eternidad en nuestra pobre esfera humana". Entiende que, para superarse, el hombre tiene que poder decir: "No". Y recuerda un extraordinario articulo del poeta y pensador Jose de Diego, con ese titulo.
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En el estudio para honrar al patricio y pensador D. Segundo Ruiz Bel vis, nombre que inscribe a Ia sombra de Ia Escuela Espanola del Derecho Natural, comenta y coincide con el concepto historico-cultural del Apostol Martf: "Ni de Rousseau ni de Washington viene nuestro America, sino de sf misma". Pide que nos identifiquemos con el heroe moral de Horrnigueros, "Ia vida quizcis mcis pura" que ha conocido Puerto Rico. Y ahora que evocamos el nombre del Maestro de America, var6n de epopeya moral y peregrino de Ia libertad, D. Eugenio Maria de Hostos, tenemos que volver a leer las profundas
meditaciones de Aguedo Mojica sobre el pensador iberoamericano y antillano, nacido en Rfo Canas, Mayagiiez. Descubre en aquel sabio un Ulises y, porIa preocupaci6n etica, un Eneas. Lo evoca en su liegada a Espana, en Ia bora de Ia ruptura con los espanoles, cual Castelar, y lo sigue en su retorno a America, donde intentara "completar Ia obra de Bolfvar". Vera, en Ia faceta del maestro, Ia dimension esencial de Ia figura poliedrica de Hostos. Aguedo Mojica rechaza el que se haya descrito a Hostos como un pensador positivista. (Esta es una aportacion del humanista humacaefio a Ia interpretacion del ideario de Hostos). Aguedo Mojica admite que Hostos haya aprovechado los metodos y el vocabulario del positivismo, pero juzga que el pensamiento de Hostos tiene profundas rafces "en Ia tradicion del Derecho Natural espaiiof'. Y sefiala inmediatamente una prueba: "su 60
insistencia en Ia santidad absolutamente inviolable del ser humano". Entre otras ideas hostosianas, destaca Ia vision integral del hombre, el concepto de "fusion de razas" como aspecto capital de Ia mision de America, y Ia preocupacion por el fin etico de Ia vida. El texto Pueblo mfo, que es sfntesis de esencias poeticas, teh.iricas y patrioticas, en que se engarzan los nombres de Santiago Vidarte, Gautier Benitez, Baldorioty de Castro, Jose de Diego, Munoz Rivera, Virgilio Davila, Matienzo Cintron, Jose Mercado, y Luis Hernandez Aquino, cierra con el concepto del Maestro Albizu Campos: "La patria es valor y sacrificio". Una y otra vez reitera el consejo de Pfndaro: "Se quien eres", nos invita, como el sabio cristiano Domingo Marrero Navarro, a "1/enar de infinito nuestro finitud'', y nos incita al esfuerzo para instaurar un orbe de justicia y libertad. Proclamemos bajo este cielo y frente a! busto del patriota, pensador y humanista, nuestra firme determinacion de consagrarnos a Ia defensa de Ia cultura de nuestro pueblo, y a Ia total, a Ia entera libertad de nuestra patria. Porque, si afirrnaba Hostos que "Sin dignidad no hay vida", sabemos que, sin autentica libertad, no hay vida verdadera. iGloria al nombre inmarcesible de Aguedo Mojica!
Dr. Jose Ferrer CanaJes
Nacio en San Juan en 1913. Graduado de bachillerato y maestrfa de Ia Universidad de Puerto Rico (1944). Alcanz6 un Doctorado en Filosoffa y Letras de Ia Universidad Aut6noma de Mexico (1952). Es uno de los rruis grandes estudiosos de las obras de Varona, Hostos y Mnrtf. Se retir6 de Ia catedra en Ia Universidad de Puerto Rico en 1983 y actualmente da cursos en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe en San Juan.
RICHARD ~AMES " UN AMERICANO AMIGO Y
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COLECCION
VAN DEUS EN¡
DE PUERTO
RICO "
-
PUERTORRIQUENA
Luis Gonzalez Vales
Como lleg6 Ia Colecci6n a nuestras manos: Hace unos meses Ia Biblioteca General , Ines Flores, trajo a nuestra atenci6n el anuncio de una casa de subastas en Cuyahoga Falls, Ohio, en Ia que figuraba Ia Biblioteca Van Deusen de Iibras y documentos de Puerto Rico. Confonne a Ia descripci6n del catalogo, Ia colecci6n Van Deusen consistfa de veinte lotes de documentos, albumes de fotografias , Iibras y panfletos, ademas de otra memorabilia. Era obvio que Ia Biblioteca no tenfa Ia flexibilidad necesaria para poder hacer una cotizaci6n por Ia colecci6n de Iibras y que, personalmente, el costa total de lo
subastado sobrepasaba por mucho mi capacidad de adquirirlo. Me vi forzado a tamar una decision salom6nica y hacer un ofrecimiento por varios de los elementos en Ia colecci6n que sf estaban dentro de los lfmites de mis posibilidades. La descripci6n general del late nos brind6 algunos datos sobre sus duefios, el capitan R. J. Van Deusen y su esposa Elizabeth Kneipple Van Deusen. Ambos eran autores de una obra sobre Ia historia de Puerto Rico escrita en ingles. Elizabeth, en particular, habfa escrito otros Iibras ademas de artfculos sabre Ia Isla publicados en revistas norteamericanas. Tambien se indicaba que Van Deusen, quien era abogado, habfa trabajado para el gobiemo de Puerto Rico por espacio de diecinueve anos desempenandose como secretario particular de los gobemadores Arthur Yaeger y Horace M. Towner. Su esposa Elizabeth fue autora de numerosos Iibras, fue corresponsal del New York Tribune y ayud6 a desarrollar, en fonna significativa, el sistema educative de Ia Isla. Como un ultimo data, nos ofreci6 Ia descripci6n que hemos glosado: "que muchos de los libros y documentos en Ia co/eccion habfan sido regalados a los Van Deusen y que contaban con dedicatorias autografas de los autores. Muchos estdn encuademados en cuero y /levan e/nombre o
Mapa de Puerto Rico a principios de siglo Cortesra Olicina del Historiador
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finalmente recibi Ia notificaci6n del correo de Ia llegada de las primeras seis cajas un total de siete, conteniendo el material. Ahi comenzo Ia sorpresa. Mientras abri las cajas, mis asombrados ojos vieron que lo que tenia en mis manos era un verdadero tesoro bibliografico. Muchos de los libros, panfletos y otros documentos recibidos son de las mas importantes obras de Ia literatura historica puertorriquefia y un numero de ellos autografiados por sus autores, Brau, Coli y Toste, Fernandez Juncos, por mencionar algunos de los mas conocidos. La Biblioteca General ha preparado una bibliograffa descriptiva, donde se podra aquilatar el valor de Ia coleccion.
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"Un americano amigo de Puerto Rico" He utilizado en el titulo de estas notas una cita de una dedicatoria que Salvador Brau escribi6 en el ejemplar de su Historia de Puerto Rico (I 904) que dedicara a Van Deusen. La misma merece recogerse en su totalidad pues demuestra Ia estimacion que este norteamericano supo ganarse y cito:
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e las iniciales de Van Deusen". Ante estas circunstancias descritas, procedl a licitar por varios de los totes en Ia colecci6n que me interesaban. Por ejemplo, hice una propuesta por un ejemplar de la Historia de Abbad con las notas de Acosta, Ia edici6n de 1866, y por el Informe Davis de 1900. Tambien por dos vohimenes de las Ordenes Generales emitidas por los Cuarteles Generales del Departamento de Puerto Rico y finalmente por un tote de "mas de 200 libros, panjletos, informes y peri6dicos, todos pertenecientes a Ia colecci6n Van Deusen que abarcan una gran gama de aspectos de nuestra historia". Radicada Ia licitaci6n solo quedaba esperar hasta el dia siguiente, un sabado, en que cerraba Ia subasta. AI Junes siguiente, temprano en Ia manana, Harne a Ia firma que coma Ia subasta para inquirir sabre el resultado de mi aventura como licitador. Tuve Ia agradable sorpresa de saber que habla obtenido el ejemplar de Abbad y que tambien me habia llevado el lote de los mas de doscientos libros, panfletos y periodicos. El material, segun me indicaron, llegaria a mis manos en unas dos o tres semanas. Fueron dlas de expectaci6n hasta que
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"A Mr. R. J. Van Deusen, un americana amigo de Puerto Rico y cu/tivador de Ia literatura hispanoamericana, me complazco en ofrecer con este libro, un testimonio de simpat(a. Salvador Bratt (rtibrica) San Juan /2 Jun/909." No solo forma parte de Ia coleccion de Ia Historia de Puerto Rico-sino que ademas Brau le obsequia Ia edicion publicada en Valencia ( 1894) de Puerto Rico y su Historia (1894) y Ia primera edicion de su mas importante obra historiografica: La colonizaci6n en Puerto Rico ( 1907). Cayetano Coli y Toste, quien, al igual que Brau, ocupara el cargo de Historiador Oficial de Puerto Rico, figura entre los amigos que le obsequian sus libros a Van Deusen igualmente autografiados. Casi todas las obras importantes de Coli y Toste forman parte de Ia biblioteca, a saber: Historia de Ia lnstrucci6n Ptiblica en Puerto Rico hasta el 1898. (1907); La Prehistoria de Puerto Rico (1910) y un ejemplar de Ia edicion prlncipe de Colon en Puerto Rico ( J893) con Ia siguiente dedicatoria:
"Obsequio afectuoso a Mr. R. J. VanDeusen Cayetano Coli y Toste , San Juan , noviembre 3, 1913,Puerto Rico". Tambien figuran en Ia biblioteca de Van Deusen los 14 tomos del Boletfn Hist6rico de Puerto Rico ( 1914-1927) aunque estos estaban consignados en un late separado. Entre los Iibras raros que forman parte de esta interesante biblioteca, deseo mencionar algunos . En primer termino, Ia obra del Dr. Agustin Stahl Los Indios Borinque1ios ( 1889) y Ia edici6n prfncipe de Ia obra de Manuel Ubeda y Delgado, Isla de Puerto Rico (1878). De esta ultima obra, Ia Academia Puertorriqueiia de Ia Historia hizo en 1998 una edici6n facsimil , utilizando en Ia preparaci6n de esta, un ejemplar de Ia biblioteca de Ricardo Alegria que no tiene el mapa que acompafiaba el original. Cual no seria nuestra sorpresa a! constatar que Ia copia ahora adquirida cuenta con este mapa, una primorosa litografia impresa a colares por H . Rodeck, en Mayagilez, Puerto Rico. El mapa contiene los lfmites de los departamentos en que se dividia Ia Isla, as! como el sistema de carreteras y caminos con sus clasificaciones. En agosto de 1929, Roberto H. Toddle obsequi6 a Van Deusen un ejemplar de Ia Memoria de los trabajos realizados por Ia Secci6n Puerto Rico del Partido Revolucionario Cubano. El ejemplar, impreso en Nueva York, lleva Ia siguiente dedicatoria:
San Juan, Puerto Rico-Agosto 14/929 Ami amigo el capitan Van Deusen, como recuerdo del unico Superviviente del Directorio Puertorriquefio de 1895. R .H. Todd Por ultimo, mencionare el ejemplar de Ia edici6n primera de Mis Memorias de Alejandro Tapia y Rivera impresa en Nueva York. En este caso Ia dedicatoria es a Elizabeth Van Deusen y Ia suscribe Katie Tapia Lee. La misma dice como sigue: A Ia ilustre escritora Elizabeth Van Deusen como prueba de simpatia de Ia hija del autor. Katie Tapia Lee San Juan, Puerto Rico Mayo 23 , 1929 Entre los libros figuraba, ademas, Ia obra Porto Rico: A Caribbean Isle escrita por los Van Deusen y publicada en Nueva York en 1931 por Ia editorial Henry Holt and Company. Se trata de una historia de Ia Isla escrita para los norteamericanos. En Ia colecci6n, se encuentra una copia encuadernada de Ia impresi6n galerada con correcciones del autor, tambien una copia de Ia impresi6n en rama
Humncno, tornado de Porto Rico:A Caribbean l.rle, BGICP
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ademas de una copia de Ia primera edici6n . Esto nos permite ver Ia obra en diversas etapas de su produccion. AI examinar Ia bibliograffa que acompai'ia Ia obra Porto Rico: A Caribbean Isle, se advierte que los autores consultan mas de un centenar de escritos de autores puertorriqueiios, norteamericanos y europeos. Detalle que llama Ia atencion no es Ia cantidad, sino Ia calidad e importancia de las obras citadas. Veamos algunos ejemplos que ilustran lo anteriormente dicho. Encabeza Ia bibliograffa Ia obra de Abbad y Lasierra, de Ia cual se recoge no solo Ia edicion prfncipe publicada en Madrid en 1788 sino tambi<!n Ia tercera edicion anotada por Jose Julian Acosta y Calvo, publicada en San Juan en 1866. El ejemplar de esta ultima, que se encuentra en Ia coleccion Van Deusen, se conserva en un estado impecable. De los clasicos de nuestra historiograffa, figuran las obras de Pedro Tomas de Cordova, Ia de Pierre Ledn1, Ia de George Flinter y las obras mas importantes de Alejandro Tapia y Rivera, por citar las mas conocidas. Los escritos de Salvador Brau figuran prominentemente entre las obras consultadas incluyendo sus ensayos sobre "Las clases jornaleras de Puerto Rico" y el estudio sociologico sobre "La Campesina ", trabajos que fueron publicados en San Juan en 1882 y 1885 respectivamente.
De las obras mayores de Brau no falta ninguna. A juzgar por las dedicatorias que aparecen en algunas de estas publicaciones, Van Deusen llego a conocerlo en sus llltimos aiios. Forman parte importante de las obras consultadas, Puerto Rico y su Historia, (1894) Historia de Puerto Rico (1904) y Ia primera edicion de La Colonizacion en Puerto Rico, ( 1907). Los trabajos de Coli y Toste aparecen citados en Ia bibliografia a Ia vez que se destaca el hecho de que don Cayetano era el Historiador Oficial de Puerto Rico. De Ia autorfa de Coli y Toste son el Boletfn Historico de Puerto Rico (1914-1927) Co/On en Puerto Rico (1893), Reseiia Historica de Puerto Rico (1899) , Historia de Ia lnstruccion en Puerto Rico ltasta el Afio de 1898 ( 191 0) y los dos volllmenes de Tradiciones y Leyendas Puertorriqueiias editados en Barcelona en 1928. Entre los autores contempor.ineos a Van Deusen que son consultados en su obra, podremos seiialar a Calleja, Asenjo, Carlos N. Cameras, Dalmau Canet, Daubon, Fernandez Garcia, Fernandez Juncos, Adolfo de Hostos, Huyke, Iglesias Pantfn, Munoz Rivera, Muiioz Morales, Newman y Rivero Mendez entre otros. La historiograffa norteamericana, que comienza a generarse a partir de 1898, figura citada con prominencia en Ia obra Van Deusen. Por ejemplo, varios de los trabajos investigativos de
Cnrretera entre Corozal y Orocovis tornado de Porto Rico: A Caribbean /.ric, BGJCP
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Ia Coleccion de Documelllos ineditos provenientes del Archivo de lndias. Tambien Ia obra de Fernandez de Navarrete y las obras de William H. Prescott. Finalmente, Van Deusen recoge escritos de los mas importantes polfticos puertorriqueiios de Ia epoca. Entre estos figuran Munoz Rivera, Jose de Diego, Antonio R. Barcelo y Jose Tous Soto asf como Felix Cordova Davila, el comisionado residente de Puerto Rico en Washington del 1917 al 1932. Podrfamos concluir seiialando que aunque Ia obra de Van Deusen no refleja investigaciones archivfsticas en torno a fuentes primarias de nuestra historia, no es menos cierto que el autor manejaba y conocia las obras mas pertinentes de nuestro historia y las utilizaba en Ia elaboracion de su trabajo. A no dudar, es esto Io que lleva a un crftico a decir que Ia obra de Van Deusen fue Ia mas importante escrita en el idioma ingles, basta ese momenta, referente a Ia historia de Puerto Rico. No pretendemos aquf hacer un amilisis crftico de Ia obra, aunque no dudamos que merece hacerse. Como ultimo detalle que dice mucho del temperamento de los autores, todas las obras citadas, que forman parte de Ia Biblioteca de los VanDeusen, tienen marcas cuidadosas que indican las paginas de donde extrajeron Ia informacion recogida en Ia historia escrita por ellos. Casas, asf como
Baily K. Ashford, los estudios cientificos sobre plantas comestibles y cosechas tropicales de Barrett, asi como los estudios geologicos de B. P. Berkey contenidos en el estudio sobre Puerto Rico e Islas Virgenes preparado por Ia Academia de Ciencias de Nueva York. Tambien cita los de Britton y Wilson sobre Ia botanica de Puerto Rico, de Lobeck sobre Ia fisiografia de Ia Isla y el de Nichols de Ia misma serie sobre recursos marlnos ... Los informes de Carol y Davis, asf como los censos de 1899, 1910 y 1920, figuran tam bien entre los documentos consultados. Junto a estos los informes de los gobemadores y los Registros, publicados por Ia Secretaria Ejecutiva, en los que figuran las listas de funcionarios de las diferentes dependencias del gobiemo. Hay tambien una obra de Edward S. Wilson sobre el desarrollo politico de Puerto Rico basta 1905. No faltan obras de Etnograffa como Ia Stahl o Ia de Fewkes, que tratan sobre nuestros indios. Ademas se cita el trabajo de Otis T. Mason sobre Ia colecci6n Latimer de Antigiiedades de Puerto Rico que se encuentra en el Smithonian. A todo lo anterior, debe aiiadir Ia obra de los cronistas de Ia conquista Oviedo, Herrera y Las
Tras las huellas de los Van Deusen: Es obvio, por todo lo anterior, que los Van Deusen era figuras conocidas en Ia sociedad puertorriqueiia de principios del siglo. Asf que nos dimos a Ia tarea de rescatarlos para Ia memoria. Rastrear las figuras del capitan Van Deusen y de su segunda esposa, Elizabeth, hubiese sido tarea barto diffcil de no haber encontrado, entre los libros que integran Ia coleccion, unos ejemplares de Ia obra de Conrado Asenjo Quien es Quien en Puerto Rico. Este diccionario biografico, cuya primera edicion es de 1934, seguida de una segunda de 1937, contiene informacion sobre los Van Deusen. En ambos aparecen las entradas correspondientes al capitan y a su consorte y de elias
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extraernos los datos que siguen en tomo a nuestros personajes. El capitan Richard James Van Deusen naci6 en Albany, Estado de Nueva York, el 4 de marzo de 1879. Sus padres fueron Charles Fremont y Ellen (Waddy) Van Deusen. Nada se dice de su nifiez y adolescencia, se indica que fue estudiante de ingenieria civil, luego de comercio y despues de Jeyes en Ia ciudad de Nueva York. Eventualrnente sus estudios de Derecho le ganarian admisi6n a! ejercicio de Ia abogacia en Puerto Rico. El 1 de noviernbre de 1916 Richard J. Van Deusen radica una rnoci6n "ex parte" ante el Tribunal Supremo de Puerto Rico en )a cual solicita se le adrnita a! "ejercicio de Ia abogacia sin examen", a! arnparo de las leyes vigentes para el ejercicio de esta profesi6n en Puerto Rico. Relacionada con esta petici6n, el gobemador Yaeger escribe al Juez Presidente, don Jose Conrado Hernandez, una carta en Ia cual destaca a cualidades del solicitante. Entre otras cosas, seiiala 66
el Gobemador que VanDeusen "es un joven confiable, eficiente, con un cardcter excelente y que ademds es muy estudioso". Concluye diciendo que sera una valiosa adici6n al Colegio de Abogados de Puerto Rico. La solicitud va tambien avalada por un "afidavit" radicado ante el Supremo por los abogados don Francisco de Paula Acuna y don Martin Travieso, hijo, fechado en San Juan el 27 de octubre de ese mismo aiio. La petici6n fue prontamente aprobada. Mas adelante continuo estudios formales en Derecho y en 1922 cornplet6 su bachillerato en Leyes (LLB), una maestrfa en Derecho Publico (MPL) y una maestrfa (LLM) en Ia National University Law School de Washington DC entre 1922 y 1923. Mientras cursaba sus estudios universitarios iniciales, entre 1899 y 1904, se desempefi6 como ernpleado de Ia firma Bradstreet de Nueva York basta 190 1 y posteriormente como esten6grafo de Ia US Steel Corporation entre esa ultima fecha y 1903. Fue esten6grafo de espaiiol e ingtes de Melcher, Armstrong y Dessau, de Nueva York entre 1903 y 1904, fecha en que pasa a Lima, Peru, como secretario del gerente de Ia compaiiia W.R. Grace, el senor L.H. Sherman. De Lima se traslada a Buenos Aires, donde represent6 a una firma londinense, Bessler, Wechter y Compaiifa, basta 1908, fecha en que llega a Puerto Rico para iniciar su carrera como servidor publico en el gobiemo de Ia Isla. Su primer destino fue el de secretario del auditor de Puerto Rico, George Cabbot Ward, y un aiio mas tarde pasa a ocupar el puesto de inspector y secretario del jefe de Ia Policfa Insular, el Coronel George R. Shanton. Su movilidad en los empleos es sorprendente pues ese mismo aiio de 1909 pasa a ocupar el cargo de secretario del Tesorero de Puerto Rico durante Ia incurnbencia del tesorero Samuel D. Gromer. En el "Official Roster" publicado el 10 de enero de 1912 aparece Van Deusen como secretario y esten6grafo con un sueldo anual de $1,600. Alii tambien se seiiala que habia iniciado su carrera en el Gobiemo de Puerto Rico el I de
diciembre de 1908.1 Continuo en dicho cargo bajo administracion del tesorero Richardson hasta 1913, en que se traslado a Ia Fortaleza como secretario confidencial del gobemador Arthur Yaeger. En el afio 1917, con Ia entrada de los Estados Unidos a Ia Primera Guerra Mundial, Van Deusen fue designado por el presidente Woodrow Wilson como pagador oficial y agente de los Estados Unidos en Puerto Rico para el Servicio Selectivo Militar con el rango de capitan. Ese mismo afio, el 4 de diciembre, se le designo ayudante militar del gobemador Yaeger. En el "roster" de los oficiales del Servicio Selectivo, que se implanto en Puerto Rico en enero de 1919, Van Deusen aparece como ayudante general auxiliar bajo el mayor John A. Wilson, y como oficial pagador de los Estados Unidos.2 Los cargos de ayudante militar del gobernador y el de ayudante general auxiliar los desempeiio Van Duesen en forma concurrente. La carrera militar de Van Deusen continuo al ser trasladado a Washington el 14 de marzo de 1919, siendo asignado al Cuerpo Juridico (JAG) del Ejercito. En vista de ello abandono a Puerto Rico el 9 de mayo de 1919. Allf sirvio en las divisiones de Justicia Militar, Junta Especial de Indultos, Seccion de Derecho Constitucional e Internacional, Division de Derechos Administrativos y Ia Seccion de Asuntos Civiles. Ademas intervino en Ia tramitacion de recursos de apelaciones provenientes de los gobiernos de Puerto Rico y de Las Filipinas ante Ia Corte del Circuito de Apelaciones de Boston y ante el Tribunal Supremo de los Estados Unidos desde el 14 de mayo de 1919 hasta el 24 de diciembre de 1920. En esta ultima fecha se le licencia honorablemente del Ejercito para continuar ejerciendo como abogado en el Distrito de Columbia. Durante los tres aiios subsiguientes, ejerce Ia abogacfa en Ia capital federal y completa estudios graduados en Derecho obteniendo una maestria en esa disciplina segun indicaramos anteriormente. Mientras estaba en Washington, actuo como traductor de Ia Conferencia de Desarme y fue el secretario de Ia Camara de Comercio Americano de Cuba en Ia Habana en 1922.
Van Deusen se habia casado en Puerto Rico con Providencia Lopez Cepero y Paniagua, miembro de una distinguida familia puertorriqueiia. Aunque el boceto biografico de Asenjo da como fecha del enlace el 21 de marzo de 1906, el afio parece estar equivocado. No basta 1908 que Van Deusen llega a Puerto Rico. El matrimonio duro basta el 1922. Providencia fallecio en Nueva York el 24 de septiembre de ese aiio. To do parece indicar que el matrimonio no tuvo hijos. Tampoco Ia informacion ofrece detalles sobre Ia causa del deceso. Un dato curioso es que entre los papeles de VanDeusen, como recuerdo, hay una pequeiia tarjeta de presentacion de su primera esposa. El regreso de Van Deusen a Puerto Rico se produce en 1923, esta vez en calidad de secretario particular del Gobernador Horace M. Towner. Tres aiios mas tarde, Van Deusen casara en segundas nupcias con Elizabeth Kneipple, natural de Marion Indiana. La boda se efectuo en San Juan, el 17 de junio de 1926. VanDeusen fue individuo muy activo en Ia vida social y politica de Puerto Rico. Asi lo atestiguan las multiples referencias a su persona que recogen las paginas de Ia "Cronica social" de Ia Revista Puerto Rico llustrado para los aiios de 1916 al 1929. Sus entradas y salidas de Ia Isla, asi como sus otras actividades, estan reflejadas en esa importante publicacion. Las fotos de su segunda esposa Elizabeth engalanan Ia portada de Ia revista en dos ocasiones.
La llegada de Elizabeth: Elizabeth Kneipple Van Deusen brillo con luz propia. AI casarse con el capitan Van Deusen habia una diferencia de veintitres aiios de edad entre los esposos, hecho que parecio no importar mucho. Realizo sus estudios primarios y secundanos en su estado natal de Indiana, y se recibio de bachiller en filosofia de Ia Universidad de Chicago en 1923. Todo parece indicar que llego a Puerto Rico recien graduada en ese mismo afio, desempenandose como maestra de Ingles en la Escuela Superior Central basta 1930. Tambien dicto cursos
1 Official Roster of Officers and Employees in the Civil Service of Porto Rico. Government of Porto Rico Civil Service commission,January 1, 1912.p.25. 2 Roster Selective Senâ&#x20AC;˘ice Officials of Porto Rico. Office of the Adjutant General of Porto Rico, San Juan, P.R. January 10, 1919. p-5.
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de Literatura Americana y Composici6n en ingles en Ia Escuela de Verano de Ia Universidad de Puerto Rico. Sus dotes de escritora le ganaron Ia designaci6n, por nombramiento del Comisionado de Instrucci6n Publica, como editora de Ia secci6n de ingles de Ia Revista Escolar del Departamento de Instrucci6n de Puerto Rico (Porto Rico School Review). Particip6 en estos menesteres durante los anos de 1925 al 1930. La revista recoge poemas y otros escritos de Elizabeth, muchos de ellos sobre temas puertorriqueiios. Autora de numerosos artfculos, cuentos y poemas publicados tanto en Ia prensa local como en Ia norteamericana. Ejemplo de esto ultimo fue Ia publicaci6n en el New York Times del 12 de febrero de 1928 de tres sonetos titulados "Visions", "Achievement" y "Glory", dedicados a Charles Lindbergh; "The Huricane" (el Huracan de San Felipe) es una compilaci6n de sus artfculos, los cuales aparecieron en el New York Herald Tribune, Review of Reviews y Current History. Fueron publicados con traducci6n at espaiiol por Ia imprenta del Gobiemo Insular en 1929. Durante sus aiios de servicio, realiz6 investigaciones pedag6gicas, escribi6 informes sobre diversos t6picos y llev6 a cabo otros trabajos relacionados. Elizabeth fue Ia autora de varios libros para los cursos de Ingles en las escuelas de Puerto Rico publicados porIa editorial Silver Burnett & Co. De Nueva York entre los aiios 1926 y 1929. Forman parte de este grupo: Stories of Porto Rico, Tales of Borinquen, Picturesque Porto Rico y Tropical Tales. Son libros escritos en ingles para niiios puertorriquenos y estan basados en elementos de nuestro folclor, no en relatos ex6ticos divorciados de nuestro medio. Sus personajes son igualmente ninos puertorriqueiios. Como corresponsal del Herald Tribune y del servicio de noticias lmernational News Service (INS), cubri6 Ia visita de Charles Lindbergh a Islas Vfrgenes y Puerto Rico y se le considera Ia primera mujer en hacer el viaje en avi6n de San Juan a Saint Thomas. Sus contribuciones mas importantes a Ia literatura sobre Puerto Rico escrita en ingles durante las primeras decadas de este siglo son, Ia novela A Candle in The Sun y Ia obra escrita en
colaboraci6n con su esposo Richard, Porto Rico: A Caribbean Isle, a Ia cual ya hemos hecho referenda. La novela A Candle in the Sun es su mejor creaci6n literaria. Sobre A Candle in the Sun, Eugene V. Mohr, at evaluarla, Ia consider6 como Ia mejor novela publicada por algun continental residente en Puerto Rico y senala que posiblemente es Ia mejor novela escrita en ingles o en espaiiol durante Ia primera mitad de este siglo. Anade at comentario anterior que Elizabeth le da un toque de realismo social a su obra at basar algunos de los personajes de Ia novela en personas reales como Elmer Ellsworth, Luis Pales Matos y Muna Lee, aunque muchos disputan Ia relaci6n entre Avery y esta.3 Entre los papeles de Van Deusen que fonnaban parte de Ia colecci6n, figura una carta de 24 del septiembre de I 931, dirigida al maestro Pedreira. En esta le comenta sobre sus artfculos de Ia Bibliograjfa puertorriquena aparecidos en El Mundo entre los meses de diciembre de I 928 y marzo de 1929. La carta a Pedreira esta dirigida a este, al cuidado del Centro de Estudios Hist6ricos de Madrid, en Duque de Medinaceli, 4 donde el maestro estaba dando los toques finales a su monumental Bibliografia puertorriquena, publicada en Espana en 1932. En Ia biblioteca de Van Deusen existe un ejemplar de esta obra en excelente estado de conservaci6n. La carta alude a un esfuerzo del profesor Guillermo Rivera por elaborar A Telllative Bibliography of the Belles-Lettres of Porto Rico, copia de Ia cualle fuera remitida por el Dr. J.D. M. Ford, director del Departamento de Lenguas Romances de Ia Universidad de Harvard. Pedreira conocfa de este trabajo pues habfa publicado enÂŁ/ Mundo del 1 de septiembre de 1931 un articulo sobre Ia Bibliograffa de Harvard. A juicio de Van Deusen, y asf se lo comunic6 al Dr. Ford y a Pedreira, el trabajo de Rivera debfa ser objeto de extensa revision y no comparaba con Ia obra del maestro. Existen varias cartas cursadas entre Ford y VanDeusen sobre este mismo asunto.
Vidas inconcJusas: En este esfuerzo por rescatar para Ia memoria colectiva las vidas de los Van Deusen, por
3 Eugene V. Mohr "Languagc,litcraturc and Journalism" en Lynn Darrell Bender, Editor The American Presence in Puerto Rico. San Juan, 1998, pp. 175-178.
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desgracia, han quedado varias interrogantes sin contestar. Van Deusen se retira del servicio publico en 1929 y se queda en Puerto Rico junto con su esposa. En 1931 es que se publica su obra Porto Rico: A Caribbean Isle. Por Ia nota final que aparece en su boceto biogrnfico publicado por Asenjo, y que ha servido de base para estos apuntes, aparece residiendo en San Juan para 1937. El capitan Van Deusen fue incorporado a Ia Orden de San Juan Bautista, segun se desprende de Ia "Historia, Estatutos y Reglamentos, Lista de Miembros, etc". (1935), lo cual con firma lo apuntado anteriormente. En una edici6n subsiguiente de 1951 , vuelve a aparecer el nombre de Van Deusen en Ia lista de miembros, como caballero, junto a su escudo de armas. Aunque sabemos que para esa fecha estaba vivo, atin no sabemos si estaba residiendo en Puerto Rico. Tambien han eludido nuestra busqueda, a pesar de los esfuerzos de lnes Flores, Ia directora de esta Biblioteca General, los datos de cuando y d6nde murieron tanto Richard como Elizabeth. De igual forma queda esto en el misterio. No obstante, por una carta en el archivo de don Adolfo de Hostos, sabemos que en 1968 alcanzaba Ia
respetable edad de 89 aiios. Van Deusen vivian en Schenectady, N.Y., en el 1143 de Ia "Eastern Avenue". La Colecci6n Van Deusen es, sin dudas, un importante conjunto de obras, informes, folletos y monograffas sobre Puerto Rico. Las obras y trabajos abarcan desde fines del siglo XIX basta Ia decada de los cincuenta. La ausencia de obras posteriores puede ser indicativa de que ambos dejaron a Puerto Rico en algun momento hacia fines de Ia decada. Su muerte debe haber ocurrido en los afios sesenta. No hay duda de que Ia cita de Ia dedicatoria de Salvador Brau a que aludimos al comienzo de estas notas estaba mas que justificada.
Luis Gonzalez Vales Naci6 en Rfo Piedras en mayo de 1930. Hizo su bachillerato en Ia Universidad de Puerto Rico en Rfo Piedras. Continuo estudios post graduados en Ia Universidad de Columbia en Nueva York. Es profesor retirodo del Departamento de Historia de Ia Universidad de Puerto Rico, dondc fue Catcdnitico. Actualmentc es el Historiador Oficial de Puerto Rico y secretario de Ia Junta de directores del Institute de Cultura Puertoniquciia.
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LOS DOCUMENTOS MUNICIPALES EN EL ARCHIVO GENERAL DE PUERTO RICO: APUNTES SOBRE SU
RESCATE Y TRAYECTORIA
.J osc A. Flores Rivera
lQue importancia tiene Ia conservacion de Ia mision de mantener para nuestras futuras generalos documentos municipales? Comienzo con esta ciones el patrimonio historico documental. pregunta como un ejercicio de conciencia para Para el 1972, diecisiete anos luego de usted que ha dedicado su tiempo a leer este corto haberse establecido el Archivo General, tuvo Iugar ensayo. La contestacion es sencilla. Los documen- Ia primera gran oleada de documentos municipales. tos municipales son joyas de nuestro patrimonio Bajo el proyecto Rescate de los Documentos documental. Durante aftos hemos lefdo varias his- Municipales, las autoridades del lnstituto de torias generales de Puerto Rico, entre las mas Cultura y el Archivo General, con el apoyo de prorecientes se destacan las del Dr. Fernando Pica, Ia fesores y estudiantes de Ia facultad de Historia de Ia Ora. Blanca Silvestrini y el Dr. Universidad de Puerto Rico, se Francisco Scarano, entre otros. dieron a Ia tarea de rescatar un , . . . ,./" ..J:i'- .. ,.f. Pero, que realmente conocemos caudal de documentos procede nuestros pueblos; que sucedio dente de los municipios. Como ,._ .. o/:J:,.. con el ciudadano comun en los '7; ::_~~-~-·~"-·c resultado del mismo, se resca:"' ,fr,'f~ (":~ .~ t( municipios. Aquf es donde esos taron aproximadamente 6,000 .~.":-r.:..'.r ..~ .. ~~~:.'•.;....\. llamados "papeles viejos" cobran ·',!' ;~~ ..;.... .~.-~~~ pies cubicos de documentos. .t i.~.: . . ;;. . .·~~ }':-:.~ . un gran significado. Los doculPor que hubo que rescatar docu/" I ·. " ~ ··-·. ·:/: ¢ •...1~~ _/.:_~~ /:...,,b., mentos municipales nos revelan mentacion de caracter publico? .~.~ ,:o. 1"te:.-:;; un universo (microcosmo) diferLa perdida de los documentos ente; es en ellos donde conocemunicipales, particulannente por .f-:,. ~,:. _; !' . "· ,~ u .. ... :.;.~;<(. mos al hombre comun como el el hurto y venta, alertaron y alar. -:;; ;,":;: protagonista y su pueblo o maron a Ia comunidad de estumunicipio como el escenario de diosos y a las autoridades del su vida o cotidianidad. Archivo General e Instituto de Bajo ese marco teorico, Cultura. Las posturas o considenos preguntamos, lque ha sucediraciones de las autoridades del do con los documentos de nuesArc hi vo General de permitir a los tros pueblos, o mas especificamente con los de mi municipios conservar sus documentos, bajo el prinpueblo, donde se encontraran? lRealmente existen? cipia de ser el Iugar propio para el establecimiento Es el Archivo General de Puerto Rico, enti- de nucleos archivisticos para Ia consulta del ciudad adscrita al Instituto de Cultura Puertorriquena, dadano comun, no tuvo Ia respuesta deseada. Con Ia institucion que por ley es responsable de custo- los hallazgos y resultados del proyecto, se concluyo diar, conservar y ordenar el caudal documental que hubo una gran perdida de documental correstrasladado por las agendas gubemamentales y los pondiente al siglo XIX, y otros con escasa documunicipios. Asf que, desde su establecimiento en mentaci6n para el siglo XX. Por otro ]ado, hay que el 1955, esta instituci6n ha estado cumpliendo con reconocer que aun con la perdida de ese caudal do-
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cumental hubo acciones positivas. Un gran logro del proyecto, aparte del rescate documental, fue el ejemplo de las autoridades municipales de Ponce, Caguas, San Genmin y Mayagtiez. Las autoridades de estos pueblos dieron un digno ejemplo de lo que significa conciencia hist6rica y de Ia importancia de conservar bajo su jurisdicci6n los documentos cuando se comprometieron a establecer archivos municipales. AI dfa de hoy, estos pueblos conservan su patrimonio documental para el beneficia de sus ciudadanos. Hay que resaltar el excelente trabajo, contra viento y marea, de los archiveros municipales, en particular del Archivo Hist6rico de Caguas, quienes han tornado Ia primicia en Ia utilizaci6n de nueva tecnologla. Con el Proyecto Rescale se logr6 trasladar al Archivo General Ia documentaci6n de los siglos XIX y XX (hasta el 1922) de los pueblos de: Aguadilla, Aibonito, Arecibo, Arroyo, Barranquitas, Bayam6n, Camuy, Carolina, Cayey, Coamo, Comerfo, Culebra, Fajardo, Guayama, Guayanilla, Hormigueros, Jsabela, Juana Dfaz, Juncos, Lares, Lofza, Manatf, Orocovis, Rfo Grande, Trujillo Alto, Utuado, Vega Baja, Vieques y Yauco. Otros pueblos como Aguas Buenas, Barceloneta, Cabo Rojo, Ceiba, Ciales, Cidra, Corozal, Dorado, Gurabo, Hatillo, Maunabo, Moca, Naguabo, Naranjito, Patillas, Rincon, Toa Alta, Toa Baja, Vega Altay Yabucoa poseen solo documentaci6n para el siglo XX (hasta el 1922). Conscientes de Ia importancia de los documentos municipales, un grupo de ciudadanos del pueblo de Arecibo, bajo Ia coordinaci6n del Dr. E. Delgado Placencia, se encuentra trabajando voluntariamente junto al personal del Archivo General para llevar a cabo Ia ordenaci6n y descripci6n de los documentos municipales de este pueblo. Se proyecta que los documentos municipales de Arecibo correspondientes al siglo XIX esten accesibles a Ia consulta pr6ximamente. Esta acci6n, el Proyecto Rescate y el establecimiento de los archivos municipales en los pueblos de Ponce , Caguas, San German y Mayagtiez son ejemplos de cooperaci6n entre las entidades gubemamentales y los ciudadanos en Ia busqueda de un objetivo comun: salvar el patrimonio documental nacional. El conservar nuestros documentos es responsabilidad compartida y tarea de todos. Hemos iniciado un nuevo siglo donde los adelantos tecnol6gicos nos llevan a Ia era de Ia informatica. No podemos continuar con Ia penosa
actitud de ser indiferentes e incomprensibles a Ia perdida de nuestro patrimonio hist6rico municipal. Lamentablemente, he sido testigo de encontrar en varios municipios del Pals los documentos en los lugares mas inh6spitos: s6tanos, covachas sin acondicionar, sin iluminaci6n, tirados en el suelo, mojados, etc. lQue debemos hacer? Como primer paso, debemos concienciar a las autoridades gubemamentales y municipales sobre Ia importancia de conservar y proteger los documentos. El ciudadano y su comunidad deben fiscalizar las acciones que afecten los documentos de sus pueblos . Por otro lado, las entidades competentes, en particular los municipios , deben coordinar con el Programa de Administraci6n de Documentos Publicos y el Archivo General para establecer los criterios correctos. Sobre este asunto, es recomendable que se haga: *Diagn6stico de Ia situaci6n actual de los documentos en los municipios (condici6n documentos, disponibilidad del recurso humano, evaluaci6n planta flsica). *Preparaci6n de un cuadro de clasificaci6n de documentos (identificaci6n/definici6n documentos, organigrama/procedencia documentos). *Elaboraci6n de un Plan de Retenci6n de Documentos (disposici6n de documentos). *Planes para Ia formaci6n profesional del recurso humano del archivo. *Proyecci6n del archivo en Ia busqueda de apoyo en grupos cfvicos, comunitarios, profesionales y empresa privada. Si se trabaja efectivamente bajo esos principios, se lograra establecer las bases para Ia conservaci6n y disposici6n de los documentos. Para finalizar, los archivos municipales tienen un especial significado para las comunidades. Ellos son fuentes de consulta indispensables, seguridad jurfdica y cultural para los ciudadanos, por consiguiente, todos nosotros nos sentimos mas identificados con ellos. En fin , los documentos municipales son insustituibles y a todo costo deben ser conservados para futuras generaciones.
Jose A. Flores Rivera Naci6 en Fajardo, Puerto Rico. Obtuvo un grado de bachillerato en Ia Universidnd Interamericana en Educnci6n con concentraci6n en Historia(l975). Actualmente cstudin en cl Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe en San Juan yes archivero supervisor en el Archivo General de Puerto Rico, ndscrilo a1 lnslituto de Cultura Puertorriquena.
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LA
, OPOSIC ION DE LA IGLESIA Y
,
DEL PART IDO ACCION ,
CRISTIANA
A LA ESTERILIZACION FEMENINA EN EL PILOTO
Lourdes Lugo Ortiz
Porque no permito ala mujer ensefiar, ni ejercer dominic sobre el hombre, sino estar en silencio. Porque Adan fue formado primero, despues Eva; y Adan no fue engafiado, sino que la mujer, siendo engafiada, incurri6 en transgresi6n. Pero se salvara engendrando hijos, si permaneciere en fe, amory santificaci6n, con modestia. I Timoteo 2:11-15
radicionalmente, Ia Iglesia Cat6lica se ha opuesto a cualquier recurso que tenga como fin el control de Ia fecundidad. Su oposici6n - basada en preceptos teo16gicos en los que subyacen Ia negaci6n del cuerpo y de Ia sexualidad- no solo se evidencia en su ya conocida plataforma en contra del aborto y de los metodos anticonceptivos, sino tambien en contra de Ia esteril izaci6n En Puerto Rico, al igual que en otros paises, el repudio de Ia Iglesia Cat6lica a cualquier
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medio que pueda limitar Ia fecundidad se ha manifestado en diversas epocas. No obstante, Ia resistencia nunca ha sido tan fuerte como lo fue durante las decadas del 20' hasta finales del 60,2 y dentro de este periodo, particularmente en 1960, cuando Ia Iglesia por primera vez en Ia historia puertorriquei'ia crea un partido politico: el Partido Acci6n Cristina (PAC).J El PAC centraba su estrategia politica en dos objetivos primordiales: abogar por Ia introducci6n de Ia educaci6n religiosa en las escuelas publicas y oponerse al control de Ia natalidad; ambos con
I Las tensiones entre Ia Iglesia Cat6lica y el Estado sobre el control de Ia natalidad comenzaron a desatarse a principios de Ia decada del 20. Esto fuc cuando cJ peri6dico La Democracia --6rgano oficial del Panido Union-- publico un aniculo escrito por Luis Munoz Marin, firrnado bajo el seudonimo Jacinto Onega, a favor de las pr.icticas neomaltusianas como una solucion al "problema de sobrepoblaci6n" de Ia Isla. Como rcsuhado, el arzobispo de Ponce, Joseph Curvana, atac6 Ia doctrina mahusiana estableciendo que csos catolicos cometiendo "suicidio racial" estarfan comctiendo "un pecado imperdonable"(Annette Ramirez de Arellano y Conrap Seipp, Colonialism, Catholicism, and Contraception, (The University of North Carolina Press, Chapel Hill, 1983), 18]. Esto dio base a los debates publicos entre Muiioz Marin y Ia Iglesia publicados en diferentes peri6dicos, marcando el comienzo de las relaciones hostiles entre Luis Muiioz Marin y Ia Iglesia. Curiosamente, este tipo de discusi6n se daba en Ia prensa del pals, a pesar de que escribir sobrc anticoncepci6n en ese perfodo era ilegal debido a las leyes Comstock vi gentes. Para mas informacion acerca de los debates generados entre Muiioz Marin y Ia Iglesia, vease a Marla Mercedes Alonso,
Marin 1•s. The Bi.~ltops: An Approach to Clturclt and State, (Publicaciones Puenorriquciias, Hato Rey, Pueno Rico), 1998. 2 Durante esta epoca, en otras panes del mundo, se estaban gestando movimientos a favor del control de Ia natalidad, particularmente en pafses industrializados occidentales en donde mujeres de clase media y sectores profesionales impulsaban esta lucha. 3 Para conocer los detalles del desarrollo del Panido Acci6n Cristiana refierase a Samuel Silva Gotay, "El Panido Acci6n Cristiana: Trasfondo hist6rico y significado sociol6gico del nacimiento y muerte de un partido politico en Puerto Rico", Re••i.~ta de Historia, (enero- diciembre 1988). Asimismo, para cxplorar Ia historia del control de Ia natalidad en Puerto Rico dentro del contexto politico y religioso-cat61ico, vease a Ramirez de Arellano y Seipp, Colonialism ...
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Ia finalidad de defender Ia moral del pueblo puertorriq uefio. Las tensiones entre el Estado y Ia Iglesia comenzaron a desatarse fuertemente desde Ia llegada de los estadounidenses a Ia Isla. Los choques entre ambos cuerpos surgieron como resultado del proceso de norteamericanizacion que conllev6 Ia implantacion de Ia libertad de culto y Ia separacion de Ia Iglesia y el Estado y que, como consecuencia, trajo consigo Ia proliferaci6n de iglesias protestantes que asistieron en Ia promocion de las instituciones y creencias norteamericanas .4 Para un estudio sobre el impacto cultural y politico del protestantismo evangelico en Ia sociedad hispanica y catolica puertorriqueiia a partir de 1898, vease a Samuel Silva Gotay, Protestantismo y polftica en Puerto Rico: 1998-1930 (Editorial de Ia Universidad de Puerto Rico, Rio Piedras, Puerto Rico, 1997). Para estudiar Ia evolucion de los distintos movimientos religiosos en Puerto Rico a partir de Ia misma fecha, vease Nelida Agosto Cintron, Religion y cambia social en Puerto Rico (1898-1940), (Ediciones Huracan, Rio Piedras, Puerto Rico, 1996). Ya desde finales del siglo XIX, militares estadounidenses comienzan a seiialar Ia sobrepoblacion como Ia responsable de Ia pobreza que imperaba en el pafs5. Sin embargo, Ia pobreza en Puerto Rico se agrava durante el proceso en el que se transforma Ia economfa del Pafs de una agraria a una industrial. Este cambio limit6 Ia
agricultura a Ia producci6n de Ia caiia de azucar, y tal dependencia en conjunto con Ia baja de dicho producto a nivel mundial durante Ia decada del 20, asf como Ia depresion durante Ia decada del 30, entre otras razones, posicion6 a muchos/as puertorriquefios/as en un estado de extrema pobreza y en un alto nivel de desempleo.6 Es entonces que a partir de Ia decada del20, se comienza a discutir publicamente el control de Ia natalidad como una medida de control poblacional. Como consecuencia de esta situacion, se gener6 una serie de controversias que sirvieron como recurso mediante el cual Ia Iglesia, asf como sectores nacionalistas e izquierdistas, resistieron de forma protagonica las transformaciones socioculturales y polfticas generadas en Ia Isla. Uno de los debates desarrollados sobre el control de Ia natalidad y el control poblacional que caus6 mayor tension surgi6 cuando, en 1937, el gobiemo aprob6 unas !eyes que legalizaban el control de Ia natalidad.7 Dos aiios mas tarde, en 1939, Ia Corte invalid6 Ia seccion referente a Ia practica basada en razones economicas y sociales. Sin embargo, poco tiempo despues, 160 clinicas de control de Ia natalidad abrieron en Ia Isla. A rafz de esta situacion, Ia Iglesia Cat61ica entro en una campafia de oposici6n argumentando que estas Jeyes locales violaban Ia ley federal en contra de Ia obscenidad que prohibfa el uso de anticonceptivos en cualquier territorio de los Estados Unidos (Ramfrez de Arellano y Seipp,
4 Ramfrez de Arellano y Seipp, Colonialism ... 5/bid, 14. 6/bid, 12-/3. 7 En 1937,1a legislatura puenorriqueiia aprob6tres !eyes relacionadas con el control de Ia natalidad. La primera,Ja Ley 133, enmendaba un aniculo del C6digo Penal que pennitfa anunciar metodos anticonceptivos y los servicios para prevenir embarazos. La segunda, Ley 116, pennitfa In creaci6n de una Junta Eugenesica que consideraria obligatorio Ia esterilizaci6n por razones medicas y de moral. La tercera, Ley 135, autorizaba a Ia Comisi6n de Salud de Pueno Rico a velar y propagar Ia ensei'ianza de principios eugenesicos y de anticoncepci6n en centros de salud, hospitales matemales y clfnicas. Personas casadas o en uni6n consensual podrian utilizar estos servicios para prop6sitos de salud, econ6micos o sociales. Estas !eyes se aprobaron bnjo el mandata de un gobemador norteamericano, Blanton Winship, y fueron finnadas por el gobemador interino puertorriqueiio, Rafael Menendez Ramos. Se cree que las !eyes fueron finnadas por un puenorriqueiio porque el gobemador noneamericano estaba receloso de que Ia mayoria de los puenorriqueiios no aceptaran que un gobemador protestante impusiera sus ideas en un pafs cat61ico (Rnmfrez de Arellano y Seipp. Colonialism ... ,). Ademas, se puede interpretar como una movida estrategica en Ia que un nativo, independientemente de sus creencias religiosas, fuera percibido como uno que apoyaba las !eyes.
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Colonialism ...) A partir de esta fecha, las clinicas que promovian el control de Ia natalidad comienzan a proliferar, y el uso de Ia esterilizaci6n en Ia Isla se hace evidente. Mas no es basta Ia decada del 40 cuando se efectuan los primeros estudios que demuestran que para ese periodo, un 6.6% de las mujeres alguna vez casadas o unidas en relaci6n consensual estaban esterilizadas y, dos decadas posteriores, en 1968, esta cifra habia aumentado a un 35%.8 Desde entonces, Puerto Rico es uno de los pafses con mayor incidencia de esterilizaci6n en el mundo entero. Debe recordarse que en una sociedad industrializada, distinto a una agraria, Ia baja incidencia de Ia fecundidad y Ia accesibilidad de mano de obra barata son requisites primordiales. Precisamente, el objetivo del proyecto de modernizaci6n Operaci6n Manos a Ia Obra, iniciado durante Ia decada del 40 y bajo Ia gobemaci6n de Luis Muiioz Marin, era atraer industrias estadounidenses a Ia Isla, con el atractivo de liberarlos del pago de impuestos. Estas eran industrias que generaban grandes cantidades de empleo, particularmente dentro del sector femenino.9 De esta forma, el control de Ia natalidad, por un lado, les proveerfa a las industrias mano de obra barata y les economizaria el pago de las vacaciones de maternidad; por otto, para muchas mujeres, les permitiria controlar su fecundidad y les abriria Ia posibilidad de agenciarse un espacio en el area )aboral remunerada.
Estas estrategias del Estado colonial, apoyadas por diversas instituciones privadas, estaban basadas en teorias eugenesicas y neomaltusianasiO las cuales se convirtieron en ideologfas predominantes que justificarian el control poblacional como panacea al subdesarrollo econ6mico de Ia IslaII. Debe mencionarse que ademas del control poblacional, Ia emigraci6n y Ia industrializaci6n se vefan como metodos ideales para lidiar con Ia pobreza isleiia y como instrumentos de modemizaci6n. Por lo tanto, el control poblacional, a traves de Ia esterilizaci6n, sirvi6 como una estrategia del Estado colonial en contubemio con Ia industria privada para impulsar el proyecto desarrollista implantado en Puerto Rico a mediados del siglo XX. Mas Ia alta incidencia de esterilizaci6n en Ia Isla no solo se debe a que el Estado promovi6 Ia esterilizaci6n como un metoda de control poblacional a traves de entidades privadas, sino que estos ofrecimientos estatales interaccionaron con las necesidades individuates de muchas mujeres quienes vieron en Ia esterilizaci6n una altemativa viable para controlar su fecundidad y sus vidas.l2 Ademas de Ia accesibilidad de dicha cirugfa, existen otros factores que contribuyeron a que las mujeres tomaran Ia decision de esterilizarse. Entre elias se encuentran la ausencia de metodos anticonceptivos disponibles y seguros, el mal estado econ6mico y de salud individual en el que se encontraban algunas mujeres cuando decidieron operarse, y el deseo de aminorar Ia carga )aboral
8 Para el l982,la esterilizaci6n femenina en Pueno Rico alcanz6 un 39% (Jose L. Vazquez Calzada, "La esterilizaci6n femenina en Pueno Rico", Revista de Ciencias Sociales, num. 17 (septiembre 1973), 283-308; "A.I.D.-ING the Third World: U.S. Exports Sterilization", Dollars and Sense: A Monthly Bulletin of Economic Affairs, num. 32 (diciembre 1977), 12-14; Harriet B. Presser, "Pueno Rico: Recent Trends in Fenility and Sterilization," Family Planning Perspectives, vol. XII, 2 ( marzo-abril 1980), 102106; Charles Warren, Charles Westoff, Joan Herold, R. Rochat y J. Smith, "Contraceptive Sterilization in Pueno Rico", Demography, val. XXIII, num. 3 (agosto 1986), 351-365; y Jose L. Vazquez Calzada, "El efecto de los panes por cesarea sabre Ia esterilizaci6n femenina en Pueno Rico", PR Health Science Journal, vol. VIII, num. 2 (abril 1989), 215-223 9 Marcia Rivera, "The Development of Capitalism in Pueno Rico and the Incorporation of Women into the Labor Force", en: The Puerto Rican Woman: Perspectives on Culture, History and Society, editado por Edna Acosta-Belen (Praeger Publisher, Nueva York, 1986), 42; Helen Safa, "Female Employment and the Social Reproduction of the Pueno Rican Working Class", en: The Puerto Rican Woman: Perspectives on Culture, History and Society, editado por Edna Acosta-Belen (Praeger Publisher, Nueva York, 1986) , 90 y Linda Gordon, Woman's Bodies, Woman's Rights: Birth Control in America (Penguin Books, Nueva York), II. to La teoria maltusiana establece que el crecimiento poblacional siempre ex.cedeni Ia capacidad de Ia tierra en proveer alimenlos, creando una competencia extrema para los recursos disponibles. Los/as estudiosos/as que han analizado Ia esterilizaci6n como un fen6meno de control poblacional en Pueno Rico to han explorado a Ia Iuz de las venientes ideo16gicas neomaltusiana y eugenesica, ya que los programas creados en Ia Isla iban dirigidos esencialmente a mujeres de escasos recursos econ6micos. Los defensores de esta pnictica vefan at control poblacional como una suene de panacea para eliminar un mal social que para elias se engendraba ex.clusivamente en los estratos no privilegiados de Ia poblaci6n. Esto se evidenci6 con las leyes aprobadas en 1937 que inicialmente integraban un discurso eugenesico y establecfan explicitamente que este era su prop6sito primordial, aspecto que tuvo que eliminarse de las Ieyes dos aiios despues de su aprobaci6n. II Gordon, Woman's ... ; Heidi Lyons, "Forced Sterilization: A Historical Perspective" ,Sister Courage, vol3, m.im. 2 (abrill978), I y M. Me Donald, M. (editor), For Ourselves, Our Families and Our Future: The Struggle for Childbearing Rights. (Childbearing Rights Information Projects, Red Sun Press Publication, Massachusetts, noviembre 1981),28.
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dentro del circulo familiar, ya que las mujeres son consideradas socialmente como las responsables del cuido de los/as niiios/as. El apoyo de Ia clase medica a Ia esterilizaci6n y el desconocimiento de los procesos medicos que hacen a las mujeres depender de Ia autoridad galena, entre otras razones, tambien incidieron en estas decisiones.l3 La Iglesia asumi6 una posici6n adversa a Ia esterilizaci6n, tanto como un medio de control poblacional -en el que Ia esterilizaci6n se articula como una fuerza de desarrollo econ6mico y social- o como un metodo de control de Ia natalidad que se refiere a Ia altemativa y determinaci6n individual de limitar Ia reproducci6n sin Ia imposici6n de fuerzas extemas dirigidas a controlar el cuerpo de las mujeres.l4 Esta instituci6n religiosa afirmaba que el gobiemo habfa creado unos "programas ilegales de esterilizacion masiva" que eran "enemigos de los ideales cat6licos".l5 No obstante, en el caso de Puerto Rico, nose puede hablar sencillamente de control poblacional o de control de Ia natalidad sin entender que ambos trabajan en una suerte de continuo en donde Ia necesidad individual de controlar Ia fecundidad de muchas mujeres interaccion6 con los ofrecimientos del Estado.t6 Es interesante notar que los discursos estatales a favor del control poblacional y los discursos contestatarios compartfan Ia misma perspectiva en cuanto a Ia familia.l7 La familia se convierte en eje central de sus ret6ricas. A pesar de que el Estado dirigfa sus servicios a las mujeres, sus discursos trabajaban con el concepto familia, pro-
poniendo una de corte nuclear que se ajustara a las necesidades econ6micas del pafs. El Estado consideraba a Ia familia extendida como Ia causa de Ia pobreza y el desempleo nacional, y las mujeres servian como terreno o base de sus discursos para impulsar sus objetivos econ6micos. La Iglesia Cat6lica, por su parte, tambien entendia a Ia familia como foco de su discurso contestatario a traves de Ia cual se minaban Ia moral y Ia cultura puertorriqueiia. La Iglesia interpret6 que el gobiemo debfa erradicar Ia esterilizaci6n en Ia Isla independientemente de su fin, ya que todo lo relacionado con el control de Ia fecundidad tenia visos de obscenidad. Su oposicion, lejos de basarse en preceptos de bienestar social, como dice Gordon (1990), se fundamentaba en actitudes asexuales y en contra de las mujeres.IB Por lo tanto, las mujeres tambien sirvieron a Ia Iglesia como terreno sobre el cual articul6 sus discursos de oposicion. Es decir, estas no eran los sujetos ni objetos de su ret6rica, sino el terreno que le servfa de base para pronunciar su resistencia, y sobre el cual diseiiaba sus estrategias de poder.19 Luego de varias decadas de lucha y al ver que sus reclamos no eran atendidos,20 Ia Iglesia consolid6 su oposicion en Ia creacion del Partido Accion Cristiana.21 La lucha partidista del PAC cuyos sfmbolos eran una bandera con rayas amarillas-doradas y blancas con un rosario- no fue muy extensa. Luego de dos fracasos electorates -e inclusive en uno se les acus6 de fraude- llegaron a unos acuerdos con el gobiemo que puso fin a las
12 Para mas detalles sobn: Ia interacci6n entre el deseo subjetivo de las mujen:s y los objetivos del Estndo colonial, vease a: Iris L6pez. "Sterilization Among Pueno Rican Women in New York City: A Case Study in New York City", tesis de Ph.D .â&#x20AC;˘ Columbia University (1985); Iris L6pez."Agency and Constraint: Sterilization and Reproductive Freedom Among Pueno Rican Women in New York City", Urban Anthropology and Studies of Cultural Systems and World Economic Development, vol. 22, num. 3-4 (1993), 299-323; Iris L6pez. "An ethnography of the medicalizntion of Pueno Rican women's reproduction". en: Margaret Lock y Patricia A. Kaufen (eds.) Pragmatic Women and Body Politics, (Cambridge Studies in Medical Anthropology, Cambridge University Press, Inglaterra,l998); y Lourdes Lugo¡Oniz. "Relntos de Ia esterilizaci6n: Entre el acomodo y In resistencia", Revista de Ciencias Sociales, (enero 1999). 13 Ibid 14 Gordon. Woman's ... 15 Rnmfrez de Arellano y Seipp, Colonialism ... , 140; y, Silva Gotay, "EI Panido Acci6n Cristiana... ", 161 16 Existe evidencia de que dumnte Ia decada del60 y del70 algunas mujeres fueron esterilizadas sin su consentimiento, mas esa fue In situnci6n de s61o unos casos aislndos [Ann Maria Garda , La operaci6n (Cinema Guild, pelfcula, 40 minutos, 1982); y Rnmfn:z de Arellano y Seipp, Colonialism ... , I 16]. I 7 Para entender Ia relnci6n entre los discursos publicos de Ia Iglesia Catolica y Ia izquierda, v6ase a Lourdes Lugo-Oniz, "G6nero y nacionalismo: los discursos de oposici6n a In esterilizaci6n femenina en Ia prensn puenorriqueila "(1940-1975), Revista Centro, Centro de Estudios Puenorriqueiios- Hunter College de Ia Universidad de Ia Ciudad de Nueva York (junio 2000). I 8 Gordon,. Woman's Body.... 19 Para un estudio iluminador sobre el concepto de terreno que utilizo recurrentemente en este ensayo, vease a Lata Mnni "Contentious Traditions: The Debate on Sati in Colonial India". en K. Sangari y S. Vnid.(eds). Recasting Women (Rutgers University Press, Nueva Jersey, 1990) 88-126). En este ensayo, Mnni discute Ia utiliznci6n de Ins mujeres en los discursos oficinles de censura y defensa de Ia inmolaci6n de viudas durante In epoca colonial de In India.
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hostilidades existentes entre ambas instituciones (Ramirez de Arellano y Seipp, Colonialism .. , 116; y Silva Gotay, "El Partido Accion Cristiana..."). A Ia luz de esas pugnas, en este ensayo se exploran los discursos ideologicos construidos por Ia Iglesia Catolica para articular su resistencia a Ia esterilizacion y al control de Ia natalidad mediante el estudio de su publicacion institucional El Piloto.
Mujeres, Sexualidad e Iglesia Para el 1960, Ia oposicion de Ia Iglesia Catolica a Ia esterilizacion o a cualquier metodo de control de Ia natalidad, con excepcion del ritmo, se sostenfa en actitudes que perpetuaban y legitimaban los papeles tradicionales asignados a las mujeres, tanto dentro de Ia jerarqufa de Ia Iglesia como dentro de Ia sociedad puertorriquei'ia. Es conocido que las mujeres representan Ia mayorfa de las personas que asisten a Ia Iglesia y que fungen como agentes principales para preservar las practicas religiosas en el hogar.22 Sin embargo, poseen poco o ningun poder para formular y determinar las polfticas de Ia Iglesia como institucion.23 Este aspecto se refleja en su clara ausencia dentro de Ia alta jerarqufa catolica; Ia objecion a Ia ordenacion de sacerdotisas; Ia interpretacion bfblica desde una perspectiva masculina, y en Ia construccion de las mujeres, y de su sexualidad, de forma bipolar en Ia que dos extremos o preceptos son dominantes. El primero representa a Ia mujer como pecadora y carnal, un legado que data de Eva,
y el segundo, como humilde, pasiva y tierna, caracterizado por Maria. La relacion de Ia mujer y el pecado original tiene sus antecedentes en Ia teologfa rabinica y la filosoffa grecorromana (principalmente Ia de Platon, Aristoteles y los estoicos) que influyeron en el cristianismo. De los filosofos, el cristianismo recoge y asimila Ia escision de Ia naturaleza humana entre cuerpo y alma, y Ia vision pesimista sobre el cuerpo. De ahf, el cristianismo desarrolla una teologia en la que imperan: Ia represion del placer, Ia negacion de Ia sexualidad, y Ia identificacion de las mujeres con el cuerpo, que representaba "lo sucio, lo indigno, lo mds bajo, el mismo pecado" .24 San Agustin -uno de los filosofos mas destacados de Ia teologfa cristiana- por su parte, entendfa que las mujeres eran de naturaleza inferior.25 Este afirmaba que las mujeres son "hombres frustrados" debido a que los hombres tienen Ia parte "activa" en el proceso de procreaci6n y las mujeres solo reciben Ia semilla. Por esto, segun San Agustin, las mujeres son de "naturaleza pasiva" y los hombres son "activos y creativos".26 La interpretacion de Ia naturaleza de Eva es similar a las ideas de San Agustin. Ambas han nyudado a moldear Ia percepcion de las mujeres como fuentes principales del pecado sexual y como seres inferiores. A Ia misma vez, pero en direcciones contrarias, las mujeres tambien han sido asignadas a posiciones venerables, incluyendo Ia maternidad. La glorificacion de Ia maternidad -mo-
20 Durante las elecciones de 1952,1a esterilizacion fue un tema muy debatido. En las segundas elecciones de Luis Munoz Marin como gobemador el Partido lndependentista Puertorriquei'io (PIP) lo acus6 de estar llevando a cabo un programa masivo de esterilizacion ilegal. La Iglesia Catolica tambien conden6 al PPD como "un enemigo de los ideates cat6licos" y acus6 a su liderato de "materialista y amoral" (Ramirez de Arellano y Seipp, Colonialism .... ; y, Silva Gotay "El Partido Acci6n Cristiana ...â&#x20AC;˘ 161). La Iglesia, de igual forma, alegaba que Ia campai'ia de control de Ia natalidad ya no era necesaria debido a que el nivel economico de Ia Isla habfa aumentado un 80 % entre el 1940 y el 1950, y que mas de una seltta parte de Ia poblaci6n puertorriquei'ia habfa emigrado a los Estados Unidos. No obstante, eluumento de las tasas de esterilizucion alcanzo el 16.5 %a mediados de Ia decada del 50 entre aquellas mujeres alguna vez casadas, mayores de 20 ai'ios (Vazquez Calzada, "La esterilizacion femenina ...", 284). 21 El PAC estaba compuesto principalmente por miembros del Partido lndependentista Puertorriqueiio (PIP) y del Partido Estadista Republicano (PER), y en menor grado por miembros del Partido Popular Democmtico (PPD). El PAC apoyaba el concepto de Ia propiedad privada y a Ia misma vez Ia idea de compartir las ganancias de capital. En este sentido, el PAC reflejaba las contradicciones generadas porIa composici6n diversa de sus miembros (Silva Gotay, "EI Partido Accion Cristiana ...", 153). 22 Las mujeres conforman mas de Ia mitad de Ia feligresfa de Ia Iglesia Cat61ica y el mimero de monjas supera por mucho al de sacerdotes (Mario A. Rodriguez Leon en Marfa F. de Barcelo Miller, "De Ia polilla a Ia virtud: Vision de Ia mujer de Ia iglesia jemrquica de Puerto Rico", en: Yamila Azize (ed.), La m11jer en P11erto Rico,(Ediciones Huracan, Rio Piedras, Puerto Rico, I 987). En 1983, Ia Iglesia contaba con un promedio de 49,191 curns y 123,941 monjas en America Latina [Shulamit, E. Goldsmit y SJ. Sweeney,"The Church and Latin American Women in Their Struggle for Equality and Justice" Tho11gh1, vol. LXIII, num. 249(1988)]. 23 lbid,41. 24 Teresa de Barbieri, "Una invitaci6n a reflexionar sobre nuestros ancestros," Fern, vol. V, num. 20 (agosto 1981- enerol982), 8. 25 Bingeme en E. Tamez.(ed.), Thro11gh Her Eyes: Women's Theology from Latin America, (Orbis Books, Nueva York,l989), 58. 26 L. Concha,. "EI poder y Ia mujer en Ia iglesia", Fem , vol. V, mim. 20 (agosto 1981- enero 1982), 17-18.
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delado por Ia virgen Maria- no solo limita a las mujeres al papel de madres, sino que Jes impone Ia carga de ser las responsables de Ia crianza de sus hijos/as. Este paradigma, ademas, contribuye a Ia actitud generalizada de Ia Iglesia en Ia que se niega Ia sexualidad humana, y particularmente Ia de las mujeres, ya que Maria concibi6 virgen y sin peendo original; modelo que las mujeres no podrian seguir, aunque quisieran. Asimismo, Maria representa las llamadas caracterfsticas 'femeninas': "lmmilde, paciente, amorosa, abnegada, tierna, ingeniosa, sufrida, mas pura que Ia luz. sin pecado originar',27 elementos que inciden en Ia percepci6n de las mujeres dentro del catolicismo y de Ia construcci6n de Ia maternidad. El papa Juan Pablo II, por su parte, en repetidas ocasiones ha establecido que el papel principal de las mujeres es Ia maternidad y, hasta Ia decada del 80, Ia Iglesia percibfa exclusivamente las relaciones sexuales como un acto de procreaci6n. En 1940, Pfo XII decret6, por primera vez, que Ia esterilizaci6n se prohibe "porIa ley de Ia naturaleza", y durante el 1950, el Vaticano se pronunci6 en varias ocasiones en contra de Ia esterilizaci6n: Direct sterilization, that is that which seeks a means or end to render procreation impossible, is a
serious violation of the moral law. We have stated in substance that direct sterilization is nor authorized by mans right to dispose of his own body... by direct sterilization we mean an act whose aim ... is to make procreation impossible28. Dieciocho afios despues, en 1968, papa Pablo VI reafirm6 Ia prohibici6n del control de Ia natalidad, del aborto y Ia esterilizaci6n, argumento que estaba enraizado en Ia idea de que el fin primordial del matrimonio es Ia procreaci6n.Z9 Por esta misma raz6n, el Vaticano tradicionalmente se ha opuesto al divorcio, al aborto y a los anticonceptivos. De Ia misma manera, objeta Ia homosexualidad, el Jesbianismo y las relaciones sexuales fuera del matrimonio. En Puerto Rico, Ia Iglesia y el Estado desarrollaron intensos debates en tomo a la esterilizaci6n, los que redundaron en Ia creaci6n de un partido politico cat6lico. Por varias decadas, Ia Iglesia particip6 en una gran cantidad de controversias publicas legitimadas en diversos medios impresos. Durante el 1960, las posturas de Ia Iglesia acerca de esta tematica se evidencian en un boletfn llamado El Pi/oto. Aunque este no era el6rgano ofi-
27 M. Aquino, "El culto a Maria y Maria en el culto," Fem, vol. V, mlm. 20 (agosto 1981- enero 1982), 41. 28 J. T. Noonan, Contraception: A History of Its Treatment by the Catholic Theologians and Canonists, (Harvard University Press, Cambridge, 1965), 451. 29 "Text of Pope Paul's Encyclical Reaffirming the prohibition Against Binh Control," The New York 1imes, vol. CXVlll, num. 38,(1968), 20- 21. A panir Ia decada del BO,Ia Iglesia modifico su posicion a! respecto y comenz6 aver las relaciones sexuales como manifestaciones de mutuo amor. Pero, segun Ia Iglesia, este amor solo debe expresarse en Ia intimidad del matrimonio (Goldsmit y Sweeney, "The Church ...â&#x20AC;˘, 186).
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cial del PAC, lo era de Ia Iglesia como institucion.JO Durante el 1960, Ia Iglesia publico varios boletines: El Pilato, La Milagrosa, De Reino a Reino, Luz y Verdad, y Juventud. Sin embargo, los otros boletines no esuin disponibles en las bibliotecas puertorriquefias de las principales universidades ni en las bibliotecas cat6licas contactadas. Las copias de El Pilato se adquirieron a traves de Ia biblioteca Central Padres Dominicos. Con el prop6sito de estudiar los discursos ideologicos que la Iglesia legitimo en relacion con Ia esterilizacion, control de Ia natalidad y control poblacional, este ensayo explora dicha publicacion durante el 1960, afio en que Ia Iglesia fundo el PAC.31 AI ser un boletin institucional, El Piloto representa un medio de comunicacion que puede ser controlado por el/la comunicador/a desde su punto de origen. Un boletfn institucional permite a Ia organizacion que representa expresarse por escrito, en sus propias palabras, a su manera y sin interpretacion, asf como dejar constancia de sus opiniones sobre ciertos asuntos,32 caracteristicas que lo diferencian de un medio de comunicacion colectivo comercial. Distinto a Ia poca injerencia que una entidad como esta pueda tener sobre lo que se publica en un medio de comunicacion comercial, el boletfn, en este caso El Pi/oro, permite a la Iglesia controlar el tipo de informacion que se publica para que esta sea consona con sus intereses. De esta forma, estudiar los artfculos publicados en El Pilato servini para entender, de primera mano, que ideologfas Ia Iglesia privilegi6 en sus discursos en torno a los temas que conciemen a esta investigaci6n. Discurso se refiere al proceso social de crear y producir significados.33 En este ensayo, se parte de Ia premisa de que los usuarios del lengua-
je, "como miembros de comunidades, grupos u organizaciones se supone que hablan, escriben o comprenden desde una poszcwn social especfjica" ,34 Por tanto, los significados no s61o se producen por ellenguaje, sino que ellenguaje y los signos estan subordinados a los desarrollos historicos y a las relaciones sociales en generaJ.35 Entonces, en este estudio se examina que ideologfas se encuentran particularmente asociadas con Ia posicion de Ia Iglesia Cat61ica y del PAC, en las que, por ejemplo, se defiende o legitima su Iugar sociaJ36 mediante sus posturas en tomo al control de Ia natalidad, control poblacional, y esterilizacion. Las ideologfas que se manifiestan a traves del discurso sirven para ordenar "las actitudes de los grupos sociales que consisten en opiniones generales organizadas esquemtiticamente, acerca de temas sociales relevantes" ,31 Partiendo de este interes, esta investigacion se ocupa de explorar en los articulos publicados en EJ Pilato: t,Como se articula Ia oposicion de Ia Iglesia al control de la natalidad, al control poblacional, y a Ia esterilizaci6n? t,Que presunciones incluyen los articulos sobre las mujeres, clase, familia, sexualidad, pobreza y sobrepoblacion? t,C6mo las posiciones presentes en esa cobertura difieren o coinciden con Ia posicion gubemamental, con Ia del PAC, y con los supuestos de Ia Iglesia, en general?
Articulando Ia oposici6n: control de Ia natalidad, control poblacional y esterilizaci6n La ret6rica presentada en los articulos publicados en El Pilato evidencia consecuentemente Ia oposicion de la Iglesia Catolica a todo metodo
30 Ei Piloto, boletfn autoproclamado "seminario apologetico", era una edici6n semanal publicada en Catano, bajo Ia supervisi6n de Ia Iglesia Cat61ica. El perfodo que se estudia cubre del 2 de enero at 31 de diciembre de 1960. El analisis incluye todos los artfculos que de alguna manera trataron los temas de poblaci6n, control de Ia natalidad, control poblacional, esterilizaci6n y el PAC. El total ascendi6 a 20 artfculos, e interesantemente todos fueron publicados antes de noviembre, mes en que se efectuan los comicios electorates. 31 Ademas de Ia Iglesia Cat6lica, tambien demostraron oposicion abierta a Ia esterilizaci6n las iglesias protestantes y los sectores izquierdistas-nacionalistas. Estos ultimos en ocasiones se unfan con los de Ia Iglesia Cat61ica ya que muchos de los izquierdistas tambien eran cat61icos. No obstante, el estudio de los discursos de otros sectores contestatarios esta fuera del alcance de este ensayo. 32 Scott Cutlip y Allen H. Center, Effective Public Relations, (Prentice Hall, Nueva Jersey, 1982), 232. 33 Tim O'Sullivan, John Hartley, Danny Ounders y John Fiske, Key Concepts in Communication, (Methuen, Londres, 1983). 34 van Oijk, Teun, "Analisis del discurso ideo16gico", Version, (Mexico, 1996), 15-43. 35 Op cit .. 36 Op cit. 37 Ibid.
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que tenga como fin el control de Ia fecundidadcon excepci6n del ritmo- independientemente de sus motivaciones u objetivos. La objeci6n va encaminada tanto al control de Ia natalidad como al control poblacional, terminos que se utilizan como sin6nimos e indistintamente; lo que manifiesta que el boletin no reconoce Ia relaci6n que une y diferencia a los conceptos, ni Ia suerte de continuo en que ambos operan, en el caso de Puerto Rico. Tanto el control de Ia natalidad como el control poblacional se presentan como altemativas impropias, anticristianas y "enemigas de Ia dignidad humana" .JB Pero mas que nada, el boletfn las clasifica como antifamilia: La consigna de presenrar a/ aumento pob/acional como una explosion amenazadora convierte a Ia familia pequei'ia y limirada en lo mas resperable y responsab/e, y Ia familia grande es socialmente inferior.39 La familia ha servido como eje central en Ia difusi6n de las creencias religiosas. AI parecer, una de las preocupaciones de Ia Iglesia es que Ia familia extendida pueda desaparecer como nucleo dentro del cual se disemina Ia tradici6n cat61ica, lo que, como consecuencia, reducirfa Ia cantidad de sus feligreses. El boletfn reconoce el discurso utilizado tanto por las agendas privadas como por las gubernamentales en el cual Ia sobrepoblaci6n se presentaba como Ia causa de Ia pobreza existente, y el control poblacional -mediante el control de Ia natalidad- como una soluci6n para el subdesarrollo econ6mico de Ia Isla. Muchos de los boletines y medios en los que las agendas privadas y publicas promovfan los servicios de control de Ia natalidad utilizaban el discurso modemista mediante el cual las familias numerosas se representaban como atrasadas. Asimismo, como se presenta en una pelicula producida para esa epoca porIa Asociaci6n Puertorriqueiia Pro Bienestar de Ia Familia, Los riempos cambian, Ia sobrepoblaci6n seve como Ia causa de los males sociales, y Ia familia nuclear se presenta como moralmente correcta. El Piloto
constantemente toma Ia familia como punto de partida para poner en duda esas percepciones, y asegura, por su parte, que el mal social lo causa Ia esterilizaci6n. Segun el boletin, el problema principal de Ia esterilizaci6n y el control de Ia natalidad radica en que ambos encaman el mismo pecado. En un articulo que explora Ia esterilizaci6n y Ia lglesia,40 se establece que Ia esterilizaci6n representa una falta porque Ia funci6n principal del 6rgano cortado o cocido es Ia procreaci6n, y cualquier mutilaci6n a este constituye un pecado imperdonable. El boletin establece que Ia esterilizaci6n es s61o licita por razones de salud. En los casos restantes, representa un pecado que, se arguye, no s61o es cometido por Ia mujer esterilizada, sino tambien por los doctores,41 esposos, escritores/as periodistas y asociaciones que fomentan y justifican esta practica. Son igualmente culpables los legisladores y los oficiales publicos que encubren Ia prcictica y no se oponen a ella. Esta es una critica que va dirigida, seguramente, a todos los politicos y las organizaciones que mostraron un apoyo explicito e implicito al control de Ia natalidad y a) control poblacional. Despues de enumerar el alcance del pecado, el articulo establece que no hay absoluci6n. La unica manera que las parejas podrian ser perdonadas es a traves de Ia adopci6n de un infante. En este sentido, El Pi/oro censura Ia ausencia de procreaci6n, y promueve Ia linea que predominaba en Ia Iglesia para ese momento: el fin del matrimonio es Ia reproducci6n. Con este articulo, el boletfn amplia el alcance de Ia "inmoralidad" de Ia esterilizaci6n acusando a toda persona responsable directa o indirectamente por esta pnictica. Sin embargo , las imputaciones se basan exclusivamente en las normas espirituales y en los postulados asexuales de Ia Iglesia. Asimismo, El Pi/oro a menudo cataloga como pecados el aborto y Ia pfldora anticonceptiva. Aunque esta clasificaci6n se presenta frecuentemente, ningun articulo trata el tema del aborto42 de forma exclusiva. Su discusi6n esta ausente de los textos, mas bien, se limita a criticar el concepto. En
38 "La posicion cat61ica frente a Ia "explosion poblncional", El Piloto, mim. 1688 (23 de enero de 1960) 8. 39 "Los efectos del secularismo en Ia familia cristiann", El Piloto, mim. 1686 (9 de enero de 1960), 8. 40 "Sobre Ia esterilizacion", El Piloto, mim. 1715 (30 de julio de 1960), 3 y 7. 41 En el 1935,1a Asociaci6n Medica se pronunci6 a favor de los metodos anticonceptivos. Para ese aiio, enlendfa que el control de Ia natalidad era adecuado para "los mentalmente deficientes". Asimismo, respald6 In aprobaci6n de Ins !eyes estatales aprobadas en 1937 (Ramirez de Arellano y Seipp, Colonialism ... ).42 El aborto se practicaba frecuentemente en Puerto Rico. En 1967, Ia Asocincion Medica de Puerto Rico estim6 que en Puerto Rico se llevaban a cabo entre 5,000 a 10,000 abortos cada aiio (Ibid.).
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cuanto a Ia pfldora, se publicaron dos articulos durante este periodo. El primero condena Ia hipocresia de las agendas de control de Ia natalidad que argumentan estar trabajando por el bienestar famiJiar43. El articulo implica que esas agendas trabajan para otro prop6sito, pero no establece emil. Contextualizando esta apreciaci6n, Ia critica del boletin podria ir dirigida al gobierno y a los objetivos politicos y econ6micos que perseguia con el establecimiento de los programas de control poblacional. No obstante, a! igual que el Estado que estaba trabajando con unos intereses econ6micos en mente, El Pilato no reconoce las necesidades individuates de las mujeres de controlar su fecundidad ya que admitir esas necesidades atentaria contra Ia Iglesia como institucion, dado que estaria minando el terreno sobre el cual las ideologias de Ia Iglesia Catolica se reproducen. El segundo articulo relacionado con Ia pildora anticonceptiva,44 publicado el I de octubre,45 denuncia una serie de articulos divulgados por el peri6dico nacional El lmparcial. A traves del boletin se argumenta que El lmparcial promueve este anticonceptivo y las pnkticas neomaltusianas, sin presentar las consecuencias medicas, eticas y espirituales de su uso.46 Como era de esperarse, al refutar Ia cobertura de Ellmparcial, El Pilato tampoco explora las razones medicas ni eticas de Ia experimentacion con Ia pildora, solo las espirituales y morales relacionadas con Ia anticoncepcion. El articulo, de igual manera, debate Ia idea de que Ia mayoria de las mujeres que participaron en esos estudios eran catolicas, sin embargo, no ofrece ninguna evidencia para apoyar su argumento.47 Con esta afirmacion, parece que el escrito persigue advertir a Ia clientela
del boletfn que no utilice tal metoda. Este articulo, ademas, desaprueba que Ellmparcial no debata Ia nocion del problema de sobrepoblacion y para afianzar su opinion, cita informes que contradicen el neomaltusianismo. El articulo concluye estableciendo Ia importancia de Ia procreacion bajo las "Leyes Divinas". Mas El Pilato no solo objeta esta cobertura por privilegiar el neomaltusianismo, sino porque entiende que es "insensible" a los/as leetares/as ya que el periodico es leido por niiios/as. Este tipo de seiialamiento implica que todo lo relacionado con sexualidad debe ser considerado tabU, y no debe formar parte del conocimiento publico y, mucho menos, del de los/as menores. La interpretacion del acto matrimonial como uno de procreacion se manifiesta en repetidas ocasiones a traves de los artfculos publicados durante este periodo. Junto con esta idea, Ia negacion de Ia sexualidad es fuertemente establecida, como se expresa en una de las historias: "El
acto conyugal tiene, pues una doble finalidad - personal y social- sujin intrfnseco es proveer a Ia conservaci6n de Ia humanidad, y no solamente expresar una mutua e intensa manifestacion de afectos y tanto menos el satisfacer los propios deseos." El mismo articulo establece: "Muchos j6venes quedan trastornados, y su concepto de amory de matrimonio se reduce a una btisqueda insociable de placer sensua/."48 El boletfn censura y niega todo placer carnal estableciendo un vinculo inexorable entre sexualidad y pecado. Las necesidades y los deseos individuates se ignoran, aspecto que es consono con su oposicion a los derechos reproductivos.
43 "Las pfldoras contraceptivas", El Pi/oro, num. 1707 (4 de junio de 1960), 2 44 Cabe recordar que en Puerto Rico se experiment6 con Ia pi'ldora anticonceptivn antes de que Ia Administraci6n Federal de Drogas Ia aprobara en 1960. Esta pi'ldora contenia 20 veces mas hormonas que las que se utilizan hoy din. 45 "La pfldora de Ia muerte", El Piloto, num . 1721 (1 de octubre de 1960), 8 y 6. 46 Segt.in un estudio realizado porIa autora, durante Ia d~cada del 40, los peri6dicos comerciales principales, El Mundo y El lmparcial, tienden a privileginr los discursos en contra de Ia sobrepoblaci6n y a favor del control poblacional. No obstante, a partir de Ia d~cada del 50 basta el 1975, y distinto a El Mundo, Ellmparcial cambia el ~nfasis en su cobertura, y tiende a enfatizar en los discursos contestatarios de Ia izquierda (Lugo-Ortiz, "G~nero y nacionalismo ...")47 Estudios realizados en mujeres puertorriqueiias esterilizadas han demostrado que las mujeres no ven ninguna contradicci6n entre ser cat61icas y esterilizarse [Reuben Hill , J. Stycos y K. Back, The Family and Population Control: A Puerto Rican Experiment in Social Change [College and University. New Haven, 1965) ; Harriet Presser, "Sterilization and Fertility Decline in Puerto Rico" (Population Monographs Series, University of California, Berkeley) num . 13, 1973; L6pez, "Sterilization Among ....; Lopez. "Agency and Constraint. ..; L6pez "An ethnography of... ; y Lugo¡ Ortiz, "Relatos de In esterilizaci6n ...] 48 "EI delicado problema de los hijos: i,Porqu~ Ia Iglesia quiere que tengamos tantos hijos?", El Piloto, num. 1693 (27 de febrero de 1960),4
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Solucionando Ia sobrepoblacion Durante el 1960, El Piloto constantemente alude al concepto sobrepoblaci6n, no obstante, lo hace de forma reactiva ya que establece claramente que es el gobiemo el que entiende que este es uno de los problemas de mayor urgencia en Ia Isla. A pesar de que, en terminos generales, el boletfn no cuestiona el termino sobrepoblaci6n ni mucho menos las posibles implicaciones que este tiene con Ia situaci6n econ6mica y politica de Ia Isla, sf ofrece soluciones altemas. AI tiempo de ofrecer respuestas, acepta a Ia sobrepoblaci6n como un problema, a pesar de que en otros momentos debate el neomaltusianismo, ideologia que tiene una relaci6n directa con el crecimiento poblacional y Ia escasez de alimentos. El boletfn, por ejemplo, mendona que se debe fomentar Ia producci6n de material sintetico para prop6sitos industriales permitiendo que mas tierras se dediquen a Ia agricultura. Asimismo, presenta como altemativa, Ia producci6n de comida sintetica para consumo humano.49 Mas, segtln El Pilato, no es suficiente poner a Ia disposicion recursos comestibles adicionales. De Ia misma manera, se debe controlar el crecimiento poblacional. Como soluci6n, el boletin en nombre de Ia Iglesia, sugiere metodos naturales de control de Ia natalidad, de acuerdo con las "normas cristianas responsables". Un articulo menciona tres metodos "Hcitos" para el control de Ia natalidad: matrimonios tardios cuando el periodo fertil de Ia mujer haya pasado, abstinencia marital y el metodo del ritmo.SO Estas posiciones publicadas en El Pilato son extensiones de las actitudes de Ia Iglesia ya conocidas en ese momento. A mediados de Ia decada del 20 y a principios del30, Ia Iglesia en Puerto Rico manifesto que el matrimonio tenia un efecto positivo en Ia salud de las mujeres y que el miedo al embarazo podria evitar las relaciones sexuales premaritales y extramaritales, por lo tanto, a traves de ambas se estaba "protegiendo el santuario del matrimonio". Como una posible soluci6n a Ia limitaci6n de nacimientos, Ia Iglesia sugiri6, en ese entonces, el celibato, matrimonios tardios y Ia ..represi6n moral" .51 Todas estas 'altemativas', finalmente las mismas que se
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repiten 40 aiios despues, estaban fundamentadas en dogmas en los que el sexo se convierte en algo prescindible, innecesario, y antinatural; evidenciando, a su vez, su oposicion al control poblacional, a Ia libertad sexual y a los derechos reproductivos. Esta vez, en el 1960, continua reproduciendo las ideologfas en las cuales no se reconoce Ia sexualidad de Ia pareja. Especialmente, y tal y como lo manifiesta el articulo de El Piloto citado en el parrafo anterior, cuando se refiere a matrimonios tardios, se entiende que es Ia mujer quien debe casarse tarde y quien no debe tener relaciones sexuales hasta pasada Ia menopausia. Esta presunci6n es c6nsona con las ideas de San Agustin en las cuales Ia sexualidad de las mujeres nose reconoce porque esta es "pasiva por naturaleza". Como un intersticio en Ia ret6rica oficial, el boletfn publica un articulo que esboza que Ia sobrepoblaci6n no se puede entender como un problema si las circunstancias sociales, econ6micas y culturales no son consideradas. Este articulo en especffico clasifica las pnicticas neomaltusianas como medias verdades. Esas expresiones denotan cierta oposici6n al sistema politico y economico dominante, y cierto reconocimiento de que Ia cultura tambien es un elemento central. El escrito ademas manifiesta que el concepto de explosi6n poblacional es una "tecnica de terror" usada, sin especificar por quienes. Las doctrinas neomaltusianas, segtln el articulo, no consideran como un problema potencial real el papel actual de Ia agricultura modema y Ia poca cantidad de tierras cultivadas: ..Los alarmistas de Ia "explosion poblacional" no conceden Ia importancia debida a Ia idea de aumentar Ia extension de las tierras cultivadas y de Ia produccion por acre, para alimentar una poblacion en aumento."52 Esta cita es interesante de diversas maneras. Propone un metodo agrario, cuando Ia condici6n de Ia agricultura ha cambiado y ya Ia Isla se ha transformado de una sociedad agraria a una industrializada. De esta forma, critica implicitamente el cambio en la economia nacional. Asimismo, el mismo articulo cita a Juan XXIII hacienda un llamado a Ia redistribuci6n de las riquezas que se obtienen de Ia tierra: " ...es preciso
"i,Mais gente, significa mas hambre?", El Piloto, mim. 1704 (14 de mayo de 1960), 4. "La posici6n cat61ica frente a Ia "explosi6n poblacional", El Pilato, mim. 1688 (23 de enero de 1960), 8. Ramfrez de Arellano y Seipp, Colonialism ...â&#x20AC;˘ 21. Ibid.
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que las riquezas que se obtienen de Ia tierra se pongan -segzin exigen el mandamiento de Dios y de Ia justicia- a disposici6n de todos; que se mejore Ia distribucion de los bienes terrenos; que se rompan las barreras del egofsmo y del interes; que se estlldie el modo mds adecuado de ayudar a las regiones menos desarrolladas: que se tomen medidas para obtener de Ia tierra los inca/culables recursos todavfa escondidos que esta puede ofrecer en beneficia de todos .53 A pesar de que el ejemplo mencionado se puede interpretar como que El Pi/oro y Ia Iglesia promueven un mejor sistema politico y econ6mico, el boletfn generalmente no explora este tipo de reformas. En este sentido, el articulo evidencia una fractura en los discursos construidos, lo que pone de manifiesto las diferentes ideologfas que se debaten dentro de Ia misma Iglesia Cat6lica.S4 Hasta este momento, al presentar soluciones, parece que el boletfn acepta el "problema poblacional ". No obstante, en otros escritos lo debate abiertamente. El Pi/oro muestra evidencia que contradice las pnicticas neomaltusianas implicando que ya sea si existe o no, el control de Ia natalidad noes el medio indicado. Una manera en Ia que el boletfn debate el neomaltusianismo y el control de Ia natalidad es aludiendo a investigaciones realizadas en los Estados Unidos y en otros paises. Por ejemplo, menciona un informe de Ia VI Conferencia de Ia Organizaci6n de Ia Alimentaci6n y de Ia Agricultura de las Naciones Unidas que establece que "los recursos naturales de Ia tierra bastan para a/imentar a Ia humanidad, a pesar del aumento de Ia poblacion". Asimismo, cita a varios estudiosos, entre ellos a un recipiente del Premia Nobel de Ia Paz, Lord Bayd Orr, quien afirma que los recursos alimenticios "pueden aumentar mds rdpidamente que Ia poblaci6n" .ss Este tipo de informacion sirve para contradecir las doctrinas neomaltusianas y, a su vez, desaprobar a los peri6dicos nacionales, que segun el boletfn, favorecen el control de Ia natalidad como forma de control poblacionaJ.56 Las investigaciones realizadas fuera de Puerto Rico, de
esta manera, sirven como 'evidencia cientifica' para fundamentar Ia perspectiva de Ia Iglesia. El argumento de que el ingreso per capita nacional ha aumentado es otro postulado que ÂŁ/ Pi/oro utiliza para debatir las ideas neomaltusianas. El articulo que presenta este tema establece que igualar Ia sobrepoblaci6n con miseria es una ecuaci6n simplista porque "vivimos en abzmdancia" .57 Esta afirmaci6n incurre en Ia misma falta que denuncia. AI establecer que "vivimos en abundancia", apoya Ia falacia de que Ia situaci6n econ6mica de los/as puertorriquefios/as es igualmente privilegiada para todos/as, sin reconocer que existen marcadas diferencias de clase en el pals. De Ia misma manera, el articulo no acepta el impacto econ6mico que representa Ia crianza de los/as niiios/as para las familias. Es interesante notar que este es el unico escrito que menciona el concepto miseria (a pesar de lo mucho que se discute el neomaltusianismo), mas lo menciona para devaluar su sentido real y establecer que tal concepto no existe. Dicho de otra forma, al ignorar tal concepto, los escritos impllcitamente afirman Ia abundancia de Ia Isla; al mencionarlo es solo para negar su existencm.
Mujeres como terreno: clase, familia y sexualidad La oposici6n de Ia Iglesia al control de Ia natalidad y al control poblacional estaba basada en preceptos en los cuales las mujeres sirvieron como terreno para afianzar su poder. Esta afirmaci6n se ve claramente evidenciada en los escritos publicados en El Piloto, como un media de comunicaci6n controlado por Ia Iglesia. En los artfculos en los que las mujeres son aludidas, el concepto "matemidad" es frecuentemente sefialado y alabado. Los conceptos mujer y madre se utilizan a menudo como sin6nimos. El equiparar mujer y madre noes suficiente, en varias ocasiones se implica que mientras mas hijos/as Ia mujer tiene, mejor. En otras palabras, mientras mas hijos/as Ia mujer engendre, mas mujer es, y mejor
53 lbid.Liberation (1971). 54 Dentro de Ia Iglesia Catolica se han gestado movimientos revolucionarios que han retado los postulndos trodicionales de Ia instituci6n; entre estos: Ia Teologfa de Ia Liberacion. Vease a Leonardo Doff y Clodovis Doff, Introducing Liberation Theology, (Orbis Books, Nueva York, 1987). Tambien de Doff: The Maternal Face of God ( 1979) y de Gustavo Gutierrez, A Theology of 55 "La explosion poblacional: hablan dem6grofos y economistas", El Pilato niim. 1691 (13 de febrero de 1960),1 56 "Un mito viejo", El Pilato, mim. 1691 (13 de febrero de 1960), I. 57 "La 'explosion poblacional': Hablan demogmfos y economistas", El Pilato, niim. 1691 (13 de febrero de 1960), 1.
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cumple con el papel que Ia Iglesia y Ia sociedad le ha asignado. AI establecer una relacion entre lo que es ser mujer-madre y Ia pnictica del control de Ia natalidad y esterilizaci6n, el boletin sefiala que el control de Ia natalidad "desafortunadamente" esta minando el paradigma del significado real de Ia matemidad: "La madre de muchos hijos es com. padectda, pero ya no honrad a; es e IIa ' at rasad a "' .58 Nuevamente, el boletin debate Ia concepcion modemista adherida al control de Ia natalidad y al control poblacional. La Iglesia censura el modemismo ya que interpreta que este ha cambiado el papel que Ia mujer debe tener en Ia sociedad. Por un lado, el Estado, a traves de organizaciones privadas, entiende que controlar Ia natalidad ayuda a las mujeres a ser mejores madres. Por otro, para Ia Iglesia, este objetivo se logra teniendo mas hijos. Ninguno de los dos discursos escapan de Ia maternidad y de su relaci6n con Ia femineidad, ambos dictandoles pautas a las mujeres de como se inserta su papel dentro de Ia familia, y dentro de Ia sociedad. Dado el Iugar de Ia mujer dentro de Ia familia, en uno de los artfculos estudiados se denuncian las Ieyes de Puerto Rico debido a que, se alega, no protegen los intereses de esta institucion. Los comentarios principales van dirigidos en contra del divorcio, las doctrinas neomaltusianas y el que Ia mujer trabaje fuera de Ia casa: " ...eltrabajo de fa mujer casada y madre de familia fuera del hogar, que debiera ser rara excepcion, aquf es cosa cmmin,¡ fa tarea principal e insubstituibfe de Ia madre es Ia educaci6n de sus hijos; mientras ef jefe de familia debe ganar lo suficiente 'para proveer las necesidades de su familia'; el estado ha de impedir que el trabajo mds barato de fa mujer sup/ante a/ hombre casado en los empleos disponibles ."59 Este articulo no tinicamente limita Ia posicion de las mujeres a su papel de madre, sino que refuerza Ia noci6n tradicional de quienes son los que deben intervenir en Ia esfera publica. Dicho de otro modo, las mujeres han invadido un espacio que no Ies pertenece porque estan realizando labores que no les corresponden . Criticar Ia entrada de Ia mujer al trabajo asalariado no es suficiente, sino que £/ Piloto demanda accion gubemamental que prohiba el que Ia mujer substituya al hombre en el
. " pecarmnosas . " Por ser opc1ones y "repudiables" que se vinculan al placer sexual, El Piloto sefial6 que la esterilizaci6n y el control de la natalidad no eran altemativas apropiadas para lidiar con la Hamada sobrepoblaci6n de la Isla. trabajo remunerado. Ademas, naturaliza varias ideologfas: el que los salaries de las mujeres sean mas bajos, el que las mujeres trabajen signifique menos empleos para los hombres, y el que las mujeres pertenecen a Ia esfera domestica. El mismo articulo pide legislaci6n para proteger Ia instituci6n de Ia familia reconociendo sus metas principales: indisolubilidad, procreaci6n y Ia educaci6n de los/as nifios/as. Para poder salvar Ia instituci6n familiar, Ia legislaci6n debe limitar el radio de accion y agentividad de las mujeres ya que las mujeres son el terrene sabre el cual se disefia el concepto familia, y sirven como nticleo central para Ia propagaci6n de los valores religiosos. Generalmente, los artfculos en el boletfn no estan firmados,lo que sugiere que las ideas vertidas no deben adjudicarsele a individuos, sino que demuestran el sentir de Ia instituci6n que representan. En uno de los dos artfculos firrnados durante este aiio se explora "Ia transformaci6n de Ia familia puertorriquelia". Uno de los temas tratados en dicho articulo, escrito por Pablo Morales Otero, discute c6mo el control de Ia natalidad ha jugado un papel principal en esos cambios. "La mujer ha conquistado su independencia psicol6gica y econ6mica. Elrrabajo,la vida artfstica, el cultivo de supersonalidad, le estd abierto, puede hacer muchas cosas que no intentaba hacer antes. La mujer actual estd preparada para enfrentar cualquier clase de acrividad profesional, recnica , social o artfstica, al cual no solo se reconoce sino que se estinwla."fiJ A prima facie, el articulo parece res paldar -por primera vez en el boletfn- que las mujeres tengan acceso a espacios que antes Jes estaban
58 "Los efectos del secularismo en Ia familia cristiana", El Pilato, num. 1686 (9 de enero de 1960), 8. 59 "Sobre legislaci6n matrimonial cristiana", El Piloro, num. 1716 (27 de agosto de 1960), 3.' . 60 Pablo Morales Otero, "Matrimonio y hogar en Puerto Rico", El Pi/oro, num. 17ll (2 de JUho de 1960), 4-5.
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negados. Sin embargo, minindolo un poco mas cerca, el escrito establece que las mujeres son las que se han ubicado a sf mismas en un papel subordinado: "elias pueden hacer cosas que no intentaban hacer antes". Morales Otero establece que Ia voluntad es central, pero no reconoce las condiciones y restricciones sociales que inciden en el radio de acci6n de los sujetos. De igual manera, el autor establece que esos logros son "reconocidos" y "estimulados", pero por quien, t,por los hombres? De esta forma, el autor arrebata poder a las mujeres como agentes de cambio y las coloca como recipientes de Ia supervisi6n masculina: los hombres estan permitiendo a las mujeres ser mas libres. En otras palabras, se establece que las mujeres son agentes de su subordinaci6n, pero no de su liberaci6n. Tambien puede interpretarse que esa liberaci6n s6lo se puede producir dentro de los confines masculines. Es interesante notar que en Ia pagina que precede a este articulo, se publica un escrito que cita a Pfo XII estableciendo las "debilidades de las mujeres" y que su labor principal es Ia matemidad. En este, Pfo XII advierte a las mujeres a no abandonar las responsabilidades de Ia casa ya que serfa injusto para el trabajador "que as( quedarfa expuesto a/ peligro de Ia falta de trabajo".61 Ambos artfculos interactuan como un mismo discurso en el cual se privilegia Ia idea de que los confines de las mujeres estan limitados por elias mismas ya que "por naturaleza" su labor principal es Ia de ser madres, y Ia de los hombres, ser proveedores. Los artfculos explorados en este estudio no aluden a las diferencias de clase en la Isla, aun cuando este tema puede ser discutido. Por ejemplo, un articulo publicado el 27 de febrero 62 manifiesta que uno de los principales problemas dentro de la familia es que los matrimonies estan mas preocupados por el placer material que por otro tipo de bienestar, implfcitamente sugiere que por esta raz6n muchas parejas no quieren tener mas hijos. En este caso, se insimla que Ia patemidad y maternidad son un sacrificio y que pensar en los bienes materiales no es un buen pensamiento cristiano. El articulo, de igual forma, generaliza el estilo de vida de las clases altas a todos/as los/as puertorriqueiios/as; no distingue entre las diferentes estratas sociales, perpetuando el mito de Ia igualdad
entre los/as puertorriqueiias/os, y borrando las necesidades materiales que tienen las clases menos privilegiadas. El silencio de las voces femeninas no se limita al de clase, sino tambien al de las mujeres dentro del catolicismo. La publicaci6n religiosa no confiere espacio ni siquiera a las mujeres que dentro de su feligresia pudieran apoyar las posturas eclesiasticas en contra del control de Ia natalidad y control poblacional. Las mujeres se presentan como masas sin caras que sirven de terreno para adelantar sus ideologias, aun cuando el presentar algunas voces femeninas pudiera apoyar los dogmas de dicha instituci6n religiosa. Nuevamente, el estudio del boletfn manifiesta Ia forma en Ia que se les niega ciertos espacios a las mujeres dentro de Ia Iglesia.
El Piloto como plataforma A pesar de que, en terminos generales, El Piloto no public6 muchos articulos sabre el PAC, definitivamente, al ser un medio de comunicaci6n institucional controlado sirvi6 como plataforma, sin intermediarios, para exponer y reforzar las ideologfas cat6licas en las que se basaba dicho partido. El boletfn a menudo aboga por que se cree legislaci6n que proteja a Ia familia, especial mente a las "familias numerosas", lo que era un asunto importante en Ia agenda del PAC. Para sostener tal petici6n, en varias ocasiones yen diferentes artfculos se cita a Pfo XII manifestando que el Estado debe ser responsable de ayudar a tales familias. A traves de los artfculos estudiados, se discuten las implicaciones morales de Ia esterilizaci6n y del control de Ia natalidad. De esta manera, el boletfn sirve como un instrumento que intenta persuadir a sus lectores/as a que no utilicen los metodos de control de Ia natalidad y de esterilizaci6n. Entre los unicos tres artfculos publicados sobre el PAC durante el perfodo estudiado, se presenta uno en primera plana que cubre Ia reuni6n que sirvi6 de preambulo a Ia creaci6n de dicha colectividad. Esta reuni6n se efectua luego de que fuera derrocado un proyecto de ley - presentado a principios de 1960, por el legislador independentista Jose Luis Pesquera- que proponfa Ia inclusi6n de educaci6n religiosa en las escuelas
61 "Buz6n de preguntas", El Piloto, num. 1711 (2 de julio de 1960), 3 62 "EI delicado problema de los hijos: ;.Por que Ia Iglesia quiere que tengnmos tnntos hijos?", El Piloto, num. 169 (27 de febrero de 1960), 4 y 5.
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publicas del Pais. Luego de que se rechazara tal medida legislativa, el obispo de la diocesis de San Juan, James P. Davis, convoco a los/as catolicos/as a una reunion. En dicha reunion, Davis manifesto que los/as catolicos/as estaban libres de organizarse en un partido politico y los/as exhort6 a no apoyar a los candidatos anticat6licos. El Piloto publico ad verbatim el discurso de Davis en el cual acusa al PPD de favorecer las practicas neomaltusianas y las leyes que protegen Ia esterilizacion, asi como propugna por la creaci6n de un nuevo partido politico. El articulo calcula que Ia audiencia de tal reunion estuvo compuesta por unas 125 mil personas,63 cantidad que sobrepasa los estimados por otras fuentes que calcularon Ia audiencia entre 65 mil y 100 mil personas.64 Como un defensor directo del PAC, partido que se formo poco despues de Ia reunion dirigida por Davis, el boletin publico una carta pastoral de Ia diocesis local, escrita en julio, en Ia que Davis y el obispo de Ponce, James E. McManus, avalan al PAC y critican el espfritu puramente humano y materialista de los partidos politicos en poder, a Ia vez que denuncian algunos "pecados morales" tales como el aborto, el neomaltusianismo, la esterilizaci6n , y la delincuencia adulta y juveniJ.65 Ademas de Ia carta pastoral, el boletfn publica un articulo firmado por Antonio E. Alegria respaldando abiertamente al partido: "El Partido Acci6n Cristiano hoy por hoy en Puerto Rico, el unico partido que defiende el derecho natural del padre de familia puertorriqueiio a procrear, mantener y educar su familia de conformidad con su conciencia religiosa. No hay otro."66 Este articulo no solo favorece al PAC, sino que tambien defiende los valores patriarcales y los de las familias numerosas. Los hombres se presentan como Ia cabeza de Ia familia, obviando y limitando el papel de las mujeres . El articulo, entonces, responde a los valores jerarquicos que promueve Ia Iglesia. En general, el articulo se dirige abiertamente a los hombres como los "padres de familia", como la audiencia principal, ayudando a reproducir y a garantizar que los intereses de los hombres senin salvaguardados por el PAC. La creacion del Partido Acci6n Cristiana
surge como el resultado de largos aiios de debates entre la Iglesia y el Estado que datan desde Ia liegada de los norteamericanos a Ia Isla. Luego de varias decadas de tension y confrontacion, miembros de Ia Iglesia Catolica fundaron el Partido Acci6n Cristiana, en 1960, en cuya agenda se incluia Ia oposicion al control de la natalidad y a Ia esterilizacion. Durante el periodo estudiado, el boletin institucional El Pi/oro constantemente aludio al neomaltusianismo, sobrepoblacion, control de la natalidad, control poblacional y esterilizacion. Todos estos t6picos eran medulares en la agenda politica del PAC y muy debatidos por Ia Iglesia. Por ser opciones "pecaminosas" y "repudiables" que se vinculan al placer sexual, El Piloto seiia16 que Ia esterilizacion y el control de la natalidad no eran altemativas apropiadas para lidiar con la Hamada sobrepoblacion de Ia Isla. En sus discursos intersecaron dos vertientes: Ia negacion de Ia sexualidad humana y el borrar las necesidades individuales de muchas mujeres -limitadas por su condicion y posicion- entre las que se encontraban (y todavia se encuentran) Ia falta de acceso a metodos anticonceptivos seguros y efectivos. La Iglesia no solo promovio el anular Ia naturaleza humana a traves de sus discursos, sino que tambien ignoro lo construido socialmente. El boletfn decidi6 enfocar sus argumentos s6lo en "Ia amoralidad" del control de Ia natalidad y del control poblacional, tal y como lo hizo el Estado quien establecia desde una perspectiva moralista "lo correcto" de Ia familia nuclear. AI negar los derechos reproductivos y Ia sexualidad de las mujeres, Ia Iglesia intento garantizar que el terreno que soportaba sus estructuras ideol6gicas permaneciera inmutable. De Ia misma manera, el boletfn silencio a las mujeres que dentro de su feligresia podrian apoyar las posturas eclesiasticas en cuanto a los temas aqui abordados. De esta forma, se manifiesta el poco poder que se les confiere a las mujeres dentro de dicha colectividad. En contraposici6n al Estado que formulaba que Ia practica de control de Ia natalidad a traves del control poblacional favorecia Ia instituci6n familiar, el boletin mostraba lo contrario. Presentaba que Ia esterilizaci6n iba en contra de los
63 "Documento de interes pennanente: Los obispos invitan a los cat61icos a organizarse". El Piloto, mim. 1707 (4 de junio de 1960), l y 2. 64 Ramfrcz de Arellano y Seipp, Colonialism ... 150; y, Silva Gotay "El Partido Acci6n Cristiana ... , 159-160. 65 "Un documento de urgcnte actualidad: Los senores Obispos hablan.", El Piloto, mim. 1713 (16 de julio de 1960), l. 66 Antonio Alegria, "La voz de un padre de familia: E1 PartidoAcci6n Cristiana", El Piloto, mim. 1723 (15 de octubrc de 1960), 2.
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intereses de dicha institucion, micleo en el cuallas mujeres, como madres, tenian (y tienen) un papel principal, ya que sirven como el cimiento para Ia enseiianza de Ia doctrina catolica. Mientras el boletfn reforzo Ia idea de que el papel de las mujeres es el de ser madres, Ia nocion de que los hombres pertenecen a Ia esfera publica fue implicada y, en ocasiones, abiertamente establecida. Apoyando Ia procreacion y Ia matemidad, El Piloto establecio que Ia esfera domestica es ellugar de las mujeres, en donde se nutre a los/as descendientes de Ia religion catolica. Este tipo de retorica ayudo a perpetuar Ia posicion y Ia condicion de las mujeres dando por sentado su papel como madres. Por esta razon, el boletin no diferencio entre mujeres y madres ya que ambas son una. Esta ideologfa es consona con esa de Ia Iglesia en Ia cual Ia maternidad es una virtud mayor, y las mujeres solo existen en calidad de ella. En este sentido, no era muy distinto al discurso estatal que proclamaba que el control poblacional, a traves del control de Ia natalidad, ayudaba a las mujeres a ser mejores madres. Cuando fue discutido, El Piloto menciono ciertas alternativas a los metodos "ilicitos" de control de Ia natalidad. Como solucion, sugirio algunos metodos que niegan el valor de Ia sexualidad, entre los que predomina Ia abstenci6n, especfficamente dirigida bacia las mujeres. Hasta cierto punto, en los articulos se acepta que Ia sobrepoblacion podia ser un problema, no obstante, no se reconocen las necesidades individuales de muchas mujeres que desean desarrollar su sexualidad y controlar su fecundidad. En ese sentido, se admiten unas necesidades macroestructurales, pero no microestructurales, ni Ia relaci6n existente entre ambas. En cuanto al apoyo al PAC, el boletfn infrecuentemente apoy6 directamente a ese partido, mas sf lo hizo indirectamente, ya que las ideas sobre Ia esterilizaci6n, control de Ia natalidad, control poblacional, familia, mujeres y sexualidad eran c6nsonas con Ia plataforma del partido as( como con los intereses de Ia Iglesia. Las posturas de Ia Iglesia y el Estado eran disonantes en terminos de los instrumentos que usaron: Ia Iglesia en contra del control poblacional y del control de Ia natalidad, y el Estado a favor del control poblacional. Sin embargo, eran similares en cuanto a que ambos defendian sus respectivas esferas de poder y que compartfan Ia misma estrategia: excluir a las mujeres como agentes, y usarlas como terreno en sus discursos en contra de los derechos reproduc86
tivos yen defensa de Ia instituci6n familiar. Ademas de silenciar las necesidades individuales de muchas mujeres que deseaban controlar su fecundidad, por un Jado, y de omitir Ia critica a su condicion y posicion, por el otro, otras ausencias fueron evidentes en sus discursos. Frecuentemente, al discutir el tema poblacional y las pnkticas neomaltusianas que adjudicaban al gobiemo, el boletin ofrecfa informacion que contradecia los supuestos de esta doctrina. No obstante, nunca discutio las razones politicas y sociales del Estado para Ia promocion de estas ideologias. Asimismo, el concepto pobreza no se discutio, a pesar de Ia relaci6n que este guarda con las ideas neomaltusianas. La desigualdad entre clases sociales tampoco se plante6 colocando, de alguna manera, a las/os puertorriqueiios/as en una situacion econ6mica monolitica que no correspondfa a Ia realidad. Esto podria reflejar Ia audiencia a quienes se dirigfa este boletfn: las elites cat6licas. Pero, mas que nada, el negar y silenciar todos estos asuntos se convierte en un discurso en el que Ia Iglesia justificaba que en su agenda estuviera ausente Ia lucha a favor de Ia equidad social en todas sus dimensiones. A traves del estudio de El Piloto, se evidencia como Ia oposicion de Ia Iglesia y del PAC al control de Ia natalidad y al control poblacional sirvio parcialmente como un muro de resistencia a los cambios socioculturales que se estaban efectuando en Ia Isla. El antagonismo entre Ia Iglesia y el Estado se baso principalmente en las posturas asexuales que Ia Iglesia ha perpetuado durante siglos. AI El Piloto ser un medio de comunicacion controlado por Ia misma Iglesia, era de esperarse que las ideologfas representadas en los artfculos de dicho boletfn fueran consonas con las ideas oficiales de Ia Iglesia con relacion a las mujeres, el control poblacional y el control de Ia natalidad. No debe sorprender que el papel del boletfn como agente propagandfstico de Ia organizacion que representaba quedara evidenciado. Sin embargo, el alcance de este estudio supera tal afinnacion. Esta investigacion sirvio para develar como los discursos construidos por Ia Iglesia posicionaron a las mujeres como terreno de los argumentos contra el control de Ia natalidad y el control poblacional, lo que no los diferencio en ese sentido del discurso estatal. El papel asignado a las mujeres como terreno no se limito unicamente a Ia oposicion de los asuntos mencionados, sino que trajo a Ia luz como
las mujeres sirven como cimiento de las creencias catolicas, en general, desde donde Ia Iglesia ha defendido su esfera de poder. Por esto, su lucha tambien estaba dirigida a evitar que Ia composicion familiar, como campo de reproduccion ideologica religiosa, se viera menoscabada. No obstante, para preservar dicha constitucion era preciso excluir las necesidades individuates de muchas mujeres e intentar borrar el valor de Ia sexualidad humana. Valorar Ia sexualidad humana acarrearia, entre otras cosas, el promover unas concepciones distintas a las existentes que podrian agitar las estructuras familiares que han sido medulares para Ia constitucion y preservacion de esta religion. La baja aceptacion del Partido Accion Cristiana en las dos elecciones en las que participo no debe sorprender.67 Mucho mas cuando Ia configuracion de Ia familia puertorriqueiia comenzaba a cambiar. Tanto Ia entrada de las mujeres al trabajo remunerado como el aumento creciente de los divorcios promovio el que muchas mujeres comenzaran a fungir como jefas de familia,68 convirtiendo el control de su fecundidad en una necesidad cada vez mas apremiante para muchas de estas. La Iglesia preferia obviar esa realidad, y en vez de asumir a las mujeres como sujetos, decidieron entonces adjudicarles su papel como terreno pasivo 67 Munoz Marrn gan6 las elecciones de 1960 con un 58.3% del electorado, conquistando todas las municipalidndes excep· to una que obtuvo el Partido Estadista Republicnno (PER). El PAC obtuvo un 6.5% del electorado y gan6 dos sillas en Ia Legislatura. Meses despues, los dos legisladores fueron removidos porque se aleg6 que durante el proceso de inscripci6n las posiciones fueron obtenidas fraudulentamente (Lazaro en T. Ocampo (ed). Puerto Rico: Partido Acci6n Cristiano: 1960·62, Documentos y Reacciones de Prensa. CIDOC DOSSIER. mim. I. (Cuernnvacn, Mexico, 1967); y, Silva Gotay, "EI Partido Acci6n Cristiano ...", 172). En 1964, el PAC particip6 de nuevo en el proceso electoral, sin embargo, no obtuvo el cinco por ciento requerido del total de los votos. Este factor previno el que ganarnn participaci6n nutomntica en las proximas elecciones ("Puerto Rico Picks Munoz Successor", 1be New York Tames, vol. CXIV, num,39001 (4 de noviembre de 1964), convirtiendose esta en su ultima participaci6n electoral. 68 La tasa de divorcio en Puerto Rico ha crecido aceleradamente. Del1932 at 1939,1a tasn de divorcios era de un 14.1 %, dell940-49,18.5%,del J950-1959,23.8%yde 1960-1969,un 29.1% (Vazquez Calzada en Mayra Munoz Vazquez y Edwin Fernandez Bauz6, £1 divorcio en Ia sociedad puertorriqueiia (Ediciones Huracan, Rro Piedras, Puerto Rico, 1988). 69 Stewart M. Hoover y Kunt Lundby, "Introduction: Setting the Agenda", en: Stewart Hoover y Kunt Lundby (eds.), Rethinking Media, Religion and Culture, (Sage Publications, California, 1997).
con el fin de preservar su esfera de dominio en un periodo en el que el poder de Ia Iglesia se vefa amenazado por otros organismos religiosos. El desgaste de las estructuras e instituciones religiosas se relaciona con una tendencia cada vez mas creciente en Ia que se da mayor enfasis al individualismo y a Ia autonomfa individual.69 Este aspecto se evidencia a traves de las investigaciones que establecen que en Puerto Rico, muchas mujeres cat6licas, por su parte, se acomodaron a los ofrecimientos del Estado que les proveia una alternativa familiar y gratis para controlar su fecundidad, aun contradiciendo lo establecido por Ia alta jerarqufa eclesiastica. Es decir, muchas mujeres individualmente desarrollaron unas practicas religiosas autonomas, en las que rechazaron el papel de terreno y adoptaron una posicion de agentividad, viendo a Ia esterilizacion como una altemativa para controlar sus vidas individuates. Tratar de obviar Ia realidad apremiante de muchas mujeres y de muchas familias, como Jo ha tratado de hacer Ia Iglesia por siglos, se traduce en intentar ignorar las necesidades de mas de Ia mitad de sus miembros. Hablar de postulados teoricos en los que se resalta la matemidad y se niega Ia sexualidad evidencia que Ia lucha de las instituciones religiosas no s6lo debe adoptar supuestos en los que los deseos de retener el poder imperen, sino tambien apropiar las diversas Juchas de su feligresfa y, finalmente, traducirlas en accion.
Lourdes Lugo Ortiz Naci6 en MayagUez, Puerto Rico, el4 de diciembre de 1964. Posee un doctorado en Periodismo y Comunicaci6n, con concentraci6n en Estudio sobre las Mujeres y Estudios Latinoamericanos, de Ia Universidad de Wisconsin-Madison (1994), y una maestrfa en Periodismo para Radio y Televisi6n de Ia Universidad de Boston (1988). Actualmente, es catcdnltica asocinda en Ia Escuela de Comunicaci6n PUblica de Ia Universidad de Puerto Rico, rccinto de Rfo Piedras. Sus ireas de investigaci6n se dirigen primordialmente bacia los medio de comunicaci6n, genero y salud ptiblicn (i.e., Ia esterilizaci6n fernenina, Ia cesarea y el VIH/SIDA). Ha publicado diversos artfculos en los peri6dicos nncionales, y ha presentado sus investigaciones en diversos foros (e.g., Revista de Giencias Sociales de Ia Universidad de Puerto Rico y en In Revista Centro, del Centro de Estudio Puertorriquenos, Hunter College, Nueva York). Trabaja, adcm4s, como productota independiente y libretista para televisi6n. Ha laborado en divcrsos medio de comunicaci6n, y se encuentra produciendo una serie de docurnentales sobre artistas plasticos puertorriqueftos. El primem, Arana ... nacer para pinrar (1995), sobre el pintor puertorriqueno Alfonso Arana., y el segundo, Abstracciones.•• de Luis
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HABANA VI EJA: CIUDAD ARQUEOL
Lourdes Dominguez
Vista del faro desde In Puntilla del Morro, La Hnbann, Cuba Foto: Ferdinand Alvarez
e una larga historia es Ia ciudad de La Habana, cminto se ha dicho y cuanto se ha escrito de ella, se han estudiado su arquitectura unica y Ia vida de sus habitantes, de su puerto carenero que jug6 un papel tan importante desde el inicio de su existencia, de todo to que se comerci6; pero en verdad se ha hecho referenda muy pocas veces a su arqueologia. Las referencias que su suelo antropogenico no pudiera decir, son pocos los que han escrito sobre ello. La potencialidad arqueo16gica que se presenta en La Habana Vieja es incalculable a tal punto que pensamos que senin varias generaciones las que dispongan de su conocimiento ya que el grado de autenticidad de sus edificios y de los espacios urbanos concebidos en diferentes epocas, asi como
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Ia inalterabilidad de su subsuelo, hacen de esta ciudad el sueiio de los arque61ogos hist6ricos. Desde los afios 60, es comun el debate entre los arque61ogos especialistas acerca de Ia autonomia de Ia Arqueologfa Hist6rica como disciplina cientifica. Algunos piensan que es una herramienta de Ia Historia propiamente dicha otros que es una tecnica y otros que solamente es un subcampo de Ia propia Arqueologia. Nosotros Ia consideramos una ciencia y sobre todo una ciencia social independiente en tanto posee su propio cuerpo conceptual y su objeto de estudio muy bien definido y que no es otra cosa que el estudio de las huellas dejadas por el hombre en el curso de su existencia y que deviene en Ia cultura material de los pueblos.
Tambien desde los aiios 60 el debate giro en tomo al propio nombre de esta ciencia: unos Ia llamaban Arqueologia Colonial (de hecho, se llamo asf por mucho tiempo), otros Arqueologfa de niveles coloniales, Arqueologfa de Ia etapa colonial o hecha sobre sitios historicos, todavfa hoy esta discusion no define concretamente esta ciencia. Sin esperar una definicion consensuada, en Ia Habana Vieja se practicaban excavaciones en sus inmuebles mas antiguos para recuperar informacion de todo tipo, sobre todo materiales, delimitar espacios que estaban ocupados con anterioridad y cambios estructurales que originalmente estaban en los inmuebles. No fue basta 1968 que las labores arqueologicas en este contexto habanera se realizaron junto al proceso de restauracion y, sobre todo, a partir de una ejecutoria oficial. Es en este aiio que se comienzan a efectuar excavaciones arqueol6gicas en los predios del actual Museo de Ia Ciudad, otrora Alcaldfa de Ia Ciudad de Ia Habana y que habia sido el Palacio de los Capitanes Generales durante el Gobiemo Espafiol. A partir de estas pioneras excavaciones, se Iogr6 que La Habana Vieja fuera objeto de un sistematico estudio de su subsuelo, como parte del ambicioso plan de rehabilitacion del patrimonio edificado que en ella se realiza. Este trabajo se efectua a partir de una seleccion de los inmuebles de alto valor patrimonial, incrementandose de forma tal que fue necesario fundamentar un presupuesto metodologico para acometer, de manera ordenada y eficiente, Ia creciente demanda de trabajos arqueol6gicos, pues qued6 establecido que todo intento restaurador lleva consigo una investigaci6n arqueol6gica previa. En muchos casos, esta circunstancia provoc6 que tanto el sentido de Ia Arqueologia como sus objetivos se vieran subordinados a los proyectos de restauraci6n, dependiendo siempre o en Ia mayorfa de los casos de los plazas y las estrategias constructivas, asi como Ia puesta en valor de las obras cuando las necesidades arquitect6nicas fueran determinadas. Gracias a Ia voluntad de Ia Oficina del Historiador de Ia Ciudad, se ha podido concretar un derrotero conjunto de trabajo entre los planes de restauraci6n y los intereses arqueol6gicos, los que, dicho sea de paso, muy pocas veces se ha logrado en situaciones y espacios similares.
A pesar de los tanteos iniciales, no se perdi6 de vista Ia formaci6n de quienes se encargarian de guiar estas tareas de investigacion, reaIizadas en forma empirica y con gran dosis autoformadora, llevadas a Ia practica a traves del quehacer y del error, del volver a hacer y continuar. Desafortunadamente, ni en aquel momento ni hoy, Ia Arqueologia ha contado con un reconocimiento para su estudio de grado, de modo que pueda transmitirse a nivel medio y superior el conocimiento acumulado. No obstante , de cierta forma se ha podido suplir esa carencia, gracias al empefio de algunos especialistas, se han ido formando nuevas arque6logos por diferentes vias, incluidos los cursos en Ia Escuela Taller Gaspar Melchor de Jovellanos, perteneciente a Ia Oficina del Historiador, los ofrecidos por el Gabinete de Arqueologfa tambien de esta instituci6n y de otros cursos de posgrado que se han auspiciado en el Centro de Antropologfa y por el Museo Montane. La Universidad de Oriente junto a Ia Casa del Caribe tambien ejercen docencia en Ia Arqueologia conjuntamente, dentro de sus planes de trabajo. Cuando se acomete una linea de investigacion en Ia Arqueologfa Hist6rica, esta debe contener al igual que cualquier otra disciplina cientffi-
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ca una alta precision en Ia determinacion y finalidad del trabajo, y que en ningun momento se confunda el area de labor con el objetivo de Ia ciencia en sf, o lo que es lo mismo, no debemos excavar por excavar sin un objetivo definido de antemano y un objetivo preestablecido para poder lograr un resultado acorde con Ia razon de esta ciencia. Hay que probar que el recurso arqueologico es el que corresponde a Ia operacion emprendida, de modo que este pueda ampliar, complementar, rectificar Ia documentacion existente y, asf, marcar el paso de lo que se va a ejecutar en adelante. En La Habana Vieja se ha aplicado esta
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especialidad dando los pasos necesarios para su desenvolvimiento y, como resultado, se ha obtenido una informacion de primera mano en respuesta a una estrategia concreta y definida. Hasta las excavaciones hechas en 1968, no se sabia que habia bajo Ia ciudad y fue entonces, cuando a1 despejar incognitas que guardaba celosamente el subsuelo antropogenico, se tomo conciencia de que debfa existir un estudio sistematico de lo que fue superponiendose en el tiempo y que cada sitio arqueol6gico debfa abordarse a partir de Ia metodologfa mas apropiada. En ningun momento Ia Arqueologia Historica en Ia Habana Vieja ha tratado de hacer historia arquitectonica o de estudiar solamente los materiales o evidencias que se hayan exhumando de este subsuelo, sino que siempre ha tratado de aunar intereses en aras de un fin mayor: Ia revitalizaci6n de La Habana Vieja, de conocer su pasado arqueologico plenamente mediante las tecnicas mas modernas. Esto debe lograrse cumpliendo Ia premisa de que cada edificacion sera rehabilitada segun Ia epoca en que se erigio o aquella en que le fueron realizadas transformaciones irreversibles, cuya expresion ha perdurado en el tiempo. Esta concepcion ataiie, especialmente, a los inmuebles ubicados en Ia zona intramuros, cuya historia puede definirse con ayuda de Ia Arqueologfa y sus metodos, capaces de estudiarla orientadamente sin tener que depender de Ia documentaci6n manida o de evidencias ya catalogadas con anterioridad. En el decursar de esta puntual operacion, han existido excavaciones y estudios que marcaron momentos muy precisos dentro de Ia practica arqueologica en La Habana Vieja. En los aiios 60 Ia estrategia utilizada era Ia del rescate de los inmuebles y entornos ffsicos de cualquier tipo, en peligro, porque era Ia unica forma de encarar el reto que la historia no planteaba y todavfa Ia especialidad de Ia Arqueologfa Historica se conformaba como ciencia nueva y, sin Iugar a dudas, con su debilidad teorica y metodol6gica. Bajo esta 6ptica se ejecutaron los trabajos arqueologicos de Ia Parroquial Mayor y Ia Casa de Ia Obrapia, los cuales cubrieron una necesidad importante en Ia investigacion de su tiempo y significaron un invaluable aporte a Ia tarea de identificacion y fechado de artefactos provenientes del subsuelo habanera, no podemos olvidar que estos fueron los primeros trabajos que se hicieron en La
Habana, representando ejemplos precisos en el territorio, chisico exponentes de Ia Arqueologia Historica particularista que, por Ia fecha en que fueron hechas, pueden considerarse entre los primeros del Caribe. Los inicios de Ia Arqueologia Historica en La Habana Vieja se remontan a 1968, como se habia dicho, cuando se efectuan excavaciones en Ia Casa de Ia Obrapfa ode Calvo de Ia Puerta, en sus paredes se encontraron las primeras pinturas murales en Ia Ciudad y de los estudios efectuados en su caballeriza, especialmente de los exponentes materiales, se sacaron los primeros de esta indole del siglo XVI. Los realizados en el edificio de los Capitanes Generales, hoy Museo de Ia Ciudad y donde estuvo inicialmente enclavada Ia Parroquia Mayor, puede considerarse el primer caso de una investigacion arqueologica previa a un proceso de restauracion; pero tambien bubo especial interes en rescatar las reliquias de su subsuelo y que pudieron ser las primeras de contexto religioso halladas en Cuba utilizando el estudio estratignifico por primera vez. Posteriormente, se efectuaron algunos trabajos que persegufan reconstruir modos de vida del pasado como parte del estudio de grupos sociales enmarcados en una region determinada, un ejemplo el Convento de Santa Clara de Asia. A este tipo de Arqueologia se le llamo de "traspatio" aunque en Santa Clara se indago mucho mas alia de los detalles constructivos y se llego al estudio profundo de toda una comunidad religiosa. Las excavaciones arqueologicas pueden dividirse en cuatro contextos principales, el civil, o sea, edificios publicos; el domestico o para Ia morada de familias; el religioso, en el que pueden estar las iglesias y los conventos; y las construcciones militares, muy especialmente castillos, baluartes y baterias. Los contextos domesticos son los mas trabajados en el ambito de La Habana intramuros, porque, por logica, estan acordes con el proceso de puesta en valor de los inmuebles que albergan Ia gran mayoria de los Museos del Complejo Museistico de La Habana Vieja, declarada Monumento de Ia Humanidad en 1982, dentro de estos inmuebles objeto de estudio se encuentran Mercaderes 15, el antiguo colegio San Ambrosio y que hoy es el Museo de Ia Casa de los Arabes, Ia casa de Ia familia Sotolongo y que tiene ahora los predios del Hostal Valencia, Ia Casa de Juana
Carvajal, donde esta Ia sede del Gabinete de Arqueologia , una de las moradas de mas bella historia y Ia de Muralla Num. 60, donde se encuentra actualmente Ia Empresa de Restauracion de Monumentos. Todos estos, trabajos realizados en los afios 80. Dentro de este mismo contexto domestico, en los 90 se han efectuado puntuales excavaciones como, por ejemplo, en Ia antigun casa de Mariano Carbo, hoy sede del Museo del pintor Guayasamfn, Ia que pertenecio a Gaspar Rivero de Vasconcellos , Ia de Santiago C. Burnhan que hoy es Ia sede del Museo al Libertador Simon Bolivar, y Ia de los Condes de Villanueva. La Casa de los Condes de Santovenia fue objeto de un estudio arqueologico muy especial sobre su estudio dietetico permitio una informacion muy valiosa y ademas represento Ia posibilidad de excavar una zona privada de Ia ciudad. En su contexto de tipo domestico fue rescatada una cenimica de origen espafiol no encontrada en otras excavaciones anteriores y prueba de que el nivel del mar llegaba basta el lado norte de Ia mansion. Los contextos religiosos tienen innume-
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rabies exponentes dentro de los cuales un ejemplo representative es el Convento de San Francisco de Asfs o Basilica Menor, donde, dentro de sus excavaciones y trabajos arqueologicos estructurales, llamaron poderosamente Ia atencion las pechinas rellenadas con cenimica vidriada del primer tercio del siglo XVIII. Otros trabajos arqueologicos en sitios religiosos los podemos observar en Ia Capilla del Loreto de Ia Catedral de La Habana, Ia Capilla de Ia Fortaleza de Ia Fortaleza
Ruinas en el Malec6n de La Habana, Cuba
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Folo: Ferdinand Alvarez
de San Carlos de Ia Cabana, el Convento de Belen y Ia Iglesia y Hospital de Paula. Los ambitos militares han sido el objeto de estudio historico en mucho tiempo en nuestro pafs, y el primer trabajo de restauracion efectuado en estos contextos se efectuo en el Morro de Santiago de Cuba pero indiscutiblemente es La Habana Ia que tiene mayores exponentes de los cuales se han excavado La Garita de Ia Maestranza, donde se encontro el homo de cubilotes mas antiguo de Cuba y moldes de fundicion de piezas de artilleria habaneras. Tambien se han hecho trabajos en Ia Cortina de Valdes en Ia Fortaleza del Morro o Castillo de los Tres Reyes, donde se pudieron evidenciar las bases del Baluarte de Santo Tomas. Se excavo tambien en el Castillo de Ia Punta y en el mas antiguo de America, el Castillo de Ia Real Fuerza, asf como tambien en Ia fortaleza de San Carlos de Ia Cabana. A partir de Ia creacion del Gabinete de Arqueologfa en 1987, se establece una verdadera pauta que se debe seguir en materia de Arqueologfa Historica, pues se logra una interrelaci6n entre las busquedas arqueologicas y el plan de restauracion de La Habana Vieja. Con Ia puesta en valor de grandes obras ya dentro de un ambito delimitado y vital, se piensa en ella como un Museo representative de las ciudades caribenas capaz de superar, por Ia diversidad de contextos cronologicos, a sus similares de Santo Domingo y Puerto Rico. Santo Domingo constituye, en verdad, un exponente insuperable de Ia ciudad del siglo XVI, pero solo de ese siglo, mientras que en San Juan predominan los entornos de un siglo XIX sencillo y criollo. Por su parte, San Cristobal de Ia Habana conserva un amplio espectro que abarca ininterrumpidamente exponentes de los siglos XVI al XIX, exponiendo al Mundo hoy elementos de casi todas las variantes domesticas, civiles, militares, eclesiasticas y comerciales. A lo que se anade una gran muestra del registro arqueologico para su estudio pormenorizado, sin parangon en el area caribena, lo que se expresa en patrones dispuestos a cualquier fase de investigacion. Las indagaciones que hasta el memento se han realizado en torno a Ia frecuencia relativa con que aparecen los diferentes grupos de artefactos (ceramicas, vidrios, metales, huesos, maderas, piedras, etc.) permitieron definir rasgos esclarece-
dores que ayudan a interpretar los puntas sobresalientes de aquellos sitios sobre los cuales Ia documentacion e informacion es casi nula. Mediante este enfoque cuantitativo se investigaron con caracter individual Ia may61ica del siglo XVI, en Calvo de Ia Puerta (Casa de Ia Obrapfa) y Ia porcelana oriental en La Habana, estudios que sirvieron de base para reconocer patrones que posibilitan inferir Ia conducta humana.
Par otro Jado, el analisis de Ia cercimica mexicana del siglo XVII proporciona una luz para desentrai'iar las redes del comercio intercolonial en etapa tan oscura. Es de vital importancia reconocer el aporte que Ia Arqueologfa Historica ha brindado al estudio historico social de La Habana intramums desde una perspectiva regional que, al asumir Ia parte antigua de Ia ciudad como ambito tempo-espacial donde se desarrolla un proceso sociocultural concreto, Ia convierte en un universo idoneo para Ia investigacion. Con ayuda de Ia Arqueologfa Historica, se ha clasificado los diversos contextos ffsicos, delimitandolos mediante e) analisis profunda de las sucesiones estratignificas y Ia secuencia de los materiales exhumados. Las excavaciones realizadas en el Convento de San Francisco de Asfs y en Ia Casa de los Condes de Santovenia no fueron tratados como inmuebles particulares o estudios de caso en sf, sino como areas que representan el desarrollo acaecido hist6ricamente en un momenta dado de esta region. Siguiendo esta misma directriz, puede
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Foto de La Habana, Cuba
tomarse Ia ceramica como referenda para investigar Ia union de varias culturas y las resultantes de esta fusion en una ciudad como Ia nuestra, arquetipo de tales combinaciones. El estudio de Ia cenimica de contacto o transculturacion - Hamada "colona ware" o "criolla" - permite saber hasta que fecha se dio esta simbiosis; ademas arroja evidencias muy concretas sobre el comercio, tanto ellicito, o sea, el permitido por las autoridades como el comercio ilfcito ode contrabando, constatadas o no en las fuentes documentales de Ia epoca. Como disciplina cientffica, Ia Arqueologfa Historica en La Habana Vieja no se subordina a Ia restauracion, sino que una y otra se han unido y complementado, el resultado hasta el presente ha sido un muy valioso abrazo, el cual no esta exento de errores pero Ia suma final es to que vale y esta es de grandes valores, bien ostensibles. A treinta aiios de los comienzos, podiamos mencionar entre los precursores en esta Habana ademas de Eusebio Leal, alma y accion- a los tambien arqueologos Leandro Romero, Rodolfo Payan!s, Ramon Dacal, Rafael Valdes-Pino, Eladio Elso y Ia que suscribe; y recordar con gratitud al artista Emesto Navarro. Ellos lucharon y trabajaron con esmero y allanaron el camino que hoy prosiguen los mas jovenes. A todos nos corresponde enfrentar el reto del futuro en que La Habana, ciudad de maravilla y misterio, reencuentre su pasado y el del hombre que Ia habita y Ia sueiia.
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Lourdes Dominguez Naci6 en la Habana en 1936. Obtuvo un Doctorndo en Ciencias Hist6ricas y un Master en Arqueologfa en a! ano 1987. Investigadorn y profesorn titular, es actualmente nsesorn de Ia oficinn del Historiador de Ia Ciudad de Ia Habana, ademas miembro del Consejo Cientffico del Centro de Antropologfa y especialista del Grupo de Estudios Regionales del Institute de Historia del CCP en Cuba. Es profesora invitada del Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe en San Juan, Puerto Rico.
ELIZAM ESCOBAR
Sobre Ia Portada
stas esfinges dialogan sobre los paradigmas culturales que algunas veces en vez de Iiberarnos reducen el alcance simbolico delante. Las imagenes dialogan tambien con las otras imagenes en Ia obra de otro puertorriqueiio viandante, que, indiferentemente de sus convicciones ideologicas , reflexion6 profundamente, desde su momento, sobre el enigma de Ia existencia.
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Sobre el autor
Nace el 24 de mayo de 1948 en Ponce, Puerto Rico. Recibe un bachillerato en Bellas Artes de Ia Universidad de Puerto Rico y continua estu~ dios postgraduados en Ia Universidad de Nueva York, en el Museo del Barrio y en Ia Liga de Estudiantes de Arte de Nueva York. Trabaj6 de maestro en las escuelas publicas de dicha ciudad y como pintor en Ia Asociaci6n Hispana de Artes. Fue arrestado y acusado de ser miembro de un movimiento clandestino puertorriqueiio que lucha por Ia independencia de su naci6n, recibiendo una sentencia de 68 aiios, de los cuales cumpli6 19 aiios y 5 meses. Durante ese tiempo continuo escribien~ do y pintando, publicando poesfas y ensayos te6ricos en prestigiosas revistas de Puerto Rico, Estados
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Unidos, Latinoamerica y Europa. Su obra como pintor ha sido exhibida en varias partes del mundo como, San Francisco, La Habana, Managua, Anchorage, Madrid, entre otros. Queda bajo tibertad en 10 de septiembre de 1999, coincidiendo con Ia publicaci6n Los ensayos del artificiero: mas alia del modernismo y lo polftico~directo. En Ia actualidad es profesor en Ia Escuela de Artes Phisticas en el Viejo San Juan y ha parti~ cipado en distintas conferencias a traves de toda Ia Isla. Su arte se exhibe en diferentes instituciones y galerfas. En el aiio 1999 se llev6 a cabo en Ia Galeria Petrus Ia exhibici6n Relaciones!Distancias sobre sus ultimas pinturas en Ia carcel. En el 2000 su obra es parte de Ia exhibici6n inaugural del Museo de Arte de Puerto Rico, Hamada Los tesoros de Ia pintura puertorriquefia. Otras dos expociones individuales durante el 2000 fueron en el Colegio Universitario del Este, en Carolina y en el Museo de las Americas en el Viejo San Juan. Entre sus proyectos futuros se encuentran una exhibici6n en el Museo de Arte de Ponce, una antologfa de su poesia en prisi6n y un texto de su obra pict6rica.
stas esfinges dialogan sobre los paradigmas culturales que algunas veces en vez de liberarnos reducen el alcance simb6lico delante. Las imagenes dialogan tambien con las otras imagenes en la obra de otro puertorriqueno viandante, que, indiferentemente de sus convicciones ideol6gicas, reflexion6 profundamente, desde su momento, sobre el enigma de la existencia.
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Sin tftulo
Medio mixto sobre carton de Elizam Escobar