El Carnaval / separata (dic. 1906)

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sus galantes lectores.

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OBSEQUIO

DE “EL CARNAVAL”

DOBLE CONFESION I El Padre Juan tenía en derredor de veinte y tres abriles, vivos ojos, correctos los pérfiles y alma llena de mística poesía. Encerrado

en adusto

seminario

, para acceder al paternal deseo, eligió la carrera del brevia rio y Ñse 'stió la estola y el manteo. Al” ¿bajo la calma du cláustro, ocupa siempr e su memoria en lograr la pureza de su alma. y Subir, eomo un ángel, 4 No es extraño que á vece la gloria. s encendida la sangre juvenil bulla en sus venas como fiera que en ráuda sacudida quiere romper de un golpe sus cadenas ' más €l, jamás propicio á la traición que pertur barle suele, sus tentadores ímpetus repele con el rezo, el ayuno y el silicio!

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Julia de Rovellar, la excole giala, desde al baile 4 que fué por vez primera tan linda y hechicera, que fué encanto y envidia inspiró un gran amor á de la sala, un viejo burdo, plebeyo enmarquesado y majadero, para lo cual no hay prob lema "ni que á la lógica escape del hay absurdo dinero.

Lanzado tras de Julia, de la que puso á prueba el fino trato, fué el hom

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bre á breve rato el oso bailarín de la tert ulia, y las frases de amor y el gal para ella sonaban de igual anteo modo qe el ingrato claqueo : € un sapo imbécil que emi gró del lodo. Mas €l, tenaz y listo en los negocios dela vida se decidió 4 apoyarse en la humana, peana para besar 4 Cristo, y fué 4 sentarse al ládo y” de la madre que á pris a,

iluminó el semblante trasnocha do con la más dulce mueca del agr adg

y la más académica sonrisa. :

Grata y. fértil sin duda debió ser á los dos la confiden cia porque él al marcharse, la saluda con señales de humilde compla cencia, y ella le corresponde, con tan exagerada cortesía, que á ningún circunstante se la esconde que algún pastel entre los dos se lía,

HT. Lánguida echada en el muelle sofá de su aposen con el traje de baile atavia to; da y embebida en gozoso aturdi miento, la encantadora Julia se rec rea en el dorado enjambre de ilu siones

que en su torno se agrupa y aletea:

sin punzantes

recuerdos,

que turben su sosiego,

sin pasiones

fué el baile aquel para su alm a

pura un delicioso juego precursor de una vida de ventura. Más ah! la pompa de jabón que enciende con visos mil la luz multicolora se quiebra pronto y de ella se desprende

algo invisible que á la altura asci

algo tangible que persiste y lloraende, ! La madre, que hace años ha reñi do

con novelas y silfos y rumores

y prefiere el perfume de las flore s el suculento jugo del cocido, la llama, entray con fruición la explica que la fortuna encima se les lluev e, y qe en plazo muy breve Julia ha de ser feliz, marquesa y rica, : Asombros, quejas, lágrimas, lamentos, van respondiendo á la brutal cons pero al fin, tras prolijos argume igna: ntos, la desdichada joven se resigna. Al otro día, el alegre rayo del sol al penetrar por los cristale s,

iluminó sus formas virginales

presas aún de histérico desmay : y en derredor las joyas y las o, galas

ue en el baile fulguró vestida; orado polvo que esmaltó las alas de la inocente mariposa herida!

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que era inícuo tal

nio!... | perque es Julia tan bellaconve y vaporosa a

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OBSEQUIO DE “EL CARNAVAL” €

que parece formada por un genio

de azul de cielo y pétalos de rosa! r

xy. Tras no muy largo e. pacio vió el marqués coronada su destreza y aumentando el fulgor de su palacio con la anhelada femenil belleza. No faltó alguna lengua viperina que afirmarse que el nuevo matrimonio pudo ser regocijo del demonio pero jamás de la bondad divina; porque era inmoral y monstruosa esa unión de molusco y mariposa. Si embargo de chistes y epígramas fué el matrimonio un hecho, del que estaba el marqués muy satisfecho

vi Julia desde ese día tan infeliz se siente, que ya nada mejora su agonía:

y no muy satisfechas muchas damas.

su casa,

Y Julia? cervatilla sorprendida al principio del camino si como un mal prejuzga su destino ante la; agena imposición se humilla!... Todo

es triste en su torno, nada

su cofazón desencantado y

mueve

frío:

en la corola de una flor de estío. Pero lanzada en medio de extrañas gentes, el pesar sofoca, y enmascara con risas en la boca, la ne hiel de su profundo tédio. Luna de miel que en el mejor instante

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sus fulgores

la débil condición

ya ventura inefable en alas de un amor correspondido; ya horror inexplicable,

vierte

colérico rugido, amenazante alerta,

vergilenza que la humilla, intensa pesadilla

humana

necesita espanciones á su duelo y sabe Julia que es empresa vana pedírselos al suelo, piensa en Dios, en los santos, en el cielo; oye un dia yibrando la campana de la iglesia vecina, en un momento de mortal tristura,

que entre opresión y angustiasla despierta; y aunque

En tanto, el padre Juan, con máa premura

ante la imagen con

su oración inicia;

afán su labio

la murmura;

La piadosa actitud, el rostro bello

la esbeltez seductora,

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el flotante cabello, la mirada

profunda

y soñadora,

cer a Ó lejos del cuádro del artista

que circundada de celeste brillo

están

y apoyada los pies sobre lá luna con sublime pincel trazó Murillo. Julia va siempre á meditar de hinojos frente á un altar distante donde hay un Jesús de dulces ojos

siempre

vagando

ante

su vista!

y en más de una ocasión, en más deuna,

por espejismo sin igual turbado,

creyó que había dejado ¡ la hermosa virgen su escabel de luna para postrarse ante el Jesús de hinojos; y al verla móvil, viva, alzar los ojos, moverel seno al ritmo del aliento, hondo sacudimiento estremece su ser en lo profundo

y de apasible y seductor semblante, en cuyos labios de carmín parece que una frase de amor tibia se mece.

Los dos sin conocerse, enamorado cada cual de sus santos predilectos, dan salida Al raudal de sus afectos que'exalta día por día, con creciente fervor la fantasta.

y queda absorto al contemplar fundidos ideales de lo cielo desprendidos, en las bellezas plásticas del mundo!

Más ah! la coincidencia,

«

más

es oración y suena á una caricia!

El Padre Juan venera por patrona á la bella Madona

dirección opuesta á los fulgores

de un ensueño

que en beatísima paz ronca á su lado!

Ñ.

ue á través de los vidrios de colores

quimeras

en ser fiel á su dueño

á la cercana iglesia se encamina.

ice que una mañana en que caminan

esas son

estremecen su espíritu, empeñado

y juzgándolo un éco de la altura

el oculto setreto de las cosas, hado, destino, suerte, provideneia, que influye con fuerzas portentosas la humaha existencia,

fría,

ya es un suspiro, estrofa delicada de la oculta tristeza; ,

es una; luna condenada á muerte, luna en cuarto menguante! Como

está demasiado

el templo está demasiado ardiente! Como es en lo íntimo del alma en donde lleva de la angustia el gérmen, cuando en la noche en calma á la vada esterior sus ojos duermen, invaden de las sombras los crespones. incoherentes, múltiples visiones. Ora es el fulgor de una mirada, beso de luz con que el amór empieza:

tiene placeres y le dan hastío tiene besos y son copos de nieve

tan sólo 4 medias

el recinto iluminan, * p "se contemplen al fin: extraña duda, honda emoción detiene sus pisadas y la oración sobre los labios muda sigue envuelta en la luz de las miradas! De repente reacción desconocida en contrario sentido los impulsa, ella prosigue trémula y convulsa y ante la vírgen queda embebecida, mientras €l, pertuabado por aquella impresión de lo terreno, camina apresura/lo hácia el altar del bello nazáreno.

vu Una noche, de súbito, la sonibra. se acrece en la extensión ; el viento cruje -

las viejas mascullan el trisagio para que huya el infernal presagio, Julia, que con la cosa : |

de no morir y de soñar despierta,


4.

OBSEQUIO DE “EL CARNAVAT””

está siempre nerviosa y á todo ruido alerta siente, así como un remordimiento

por no haber conseguido

aquella alma encendida

extinguir el hermoso pensamiento que ha

'o infiltrarse

en su

existencia

;

y queriendo borrar de su conciencia hasta un leve descuido involuntario, va á buscar decidida remisión á la falta cometida,

y ante un confesonario del templo ensombrecido se prosterna Coincidencia fatal... dentro indolente, cansado ya de la batalla interna, el padre

Juan dormita

indiferente

al rugido exterior no tan horrendo

como el que está su Al sentirla,

vida consumiendo.

sus ojos se iluminan ;

bate su pecho rápido latido y es que los séres el amor ha cuando aún nose han visto, ¡Ella á sus piés! Turbada,

; ungido se adivinan. ruborosa,

inclinada la frente, como al peso del sol, tierno capullo así dice con labio balbuciente

y con voz, más que voz, tímido arrullo!... “Padre,

buscando

el culto de la forma al impotente culto de la idea?” Aquel timbre de voz, aquel aliento,.

en el cristiano ejemplo

fuerza á mi fé y 4 mis angnstiascalma

una mañana penetré en el templo:

limpia y pura mí alma era nido velado

en que un amor incógnito dormía, como el perfume inédito guardado en una flor no abierta todavía Quise ofrecer á Dios toda la esencia, y al entreabrir la trémula corola para grabar allí su imagen sola

y vivir anegada en su presencia,

sombra del mundo á refundirse vino en los destellos del amor divino.

Desde entonces la lucha que sostengo mis fuerzas aniquila,

y despierta 6 dormida, siempre tengo una imágen flotando en mi pupila ; «no es mi voluntad la que provoca esos fantasmas á mi mente asidos : un fatalismo extraño los convoca

y 30n ya la ilusión de mis sentidos! ”. La dócil fantasía es como un sér de nuestro sér diverso que á la razón más firme desafía A y transforma á su antojo el universo!

¿Pequé? ¿seré culpable? ¿es imposible

al corazón humano satisfacer su amor con lo intangible, y viene siempre un álito profano que en mezclar se recrea

en un foco de vivo sentimiento. dicha á la vez € infierno de su vida,

al padre Juan lo turban lo sxtremece lo agitan, lo enloquecen, le ponen en presencia

á él, que solo de ultra-tumba sabe,

toda la gloria terrenal que cabe, en el rumor

de amante

confidencia,

Si es aquello un abismo que ha cavad á sus piés el infiierno-de improviso es abismo

de fondo iluminado

con la luz ideal de un paraiso! Rendido, jadeante, gladiador fugitivo de la lucha,

yérguese, avanza y póstrase delante de la mujer amante que con creciente agitación le escucha

—*“Con qué fuerzas, la dice, juzgaría tu agitada conciencia, si me faltan valor y resistencia

para juzgar la míal

Yo también, como tá, cedí al intento de hallar un mundo del vulgar distint

de sofocar-la voz del sentimiento, de aniquilar los gritos del instinto de anular la influencia que la materia ejerce en la existencia ; más ah! más poderoso que mi anhelo me subyuga

invencibie

desvarío.

que á veces ay! al escalar el cielo se asfixia el corazón en el vacío! Julia, fusión

de espíritu

de vida,

donde un bien inefable se resume, flor cuyo seno delicado anida la embriaguez del color y del perfume te amo

con

locura,

sin tu amor mi existencia se anonada Dios no pudo vivir sin la criatura y formó el universo de la nada!

VII Después...

vivo relámpago

los envolvió en su lumbre reflejando de lleno en la cárdena faz del Nazareno, cuando herida del Gólgota en la cum miemtras las turbas viles se complad en prolongar su bárbara tortura, dice alzando los ojos á la altura : “Padre, perdón, no saben lo que hace

R. DEL VALLHK


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