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sus galantes lectores.
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OBSEQUIO
DE “EL CARNAVAL”
DOBLE CONFESION I El Padre Juan tenía en derredor de veinte y tres abriles, vivos ojos, correctos los pérfiles y alma llena de mística poesía. Encerrado
en adusto
seminario
, para acceder al paternal deseo, eligió la carrera del brevia rio y Ñse 'stió la estola y el manteo. Al” ¿bajo la calma du cláustro, ocupa siempr e su memoria en lograr la pureza de su alma. y Subir, eomo un ángel, 4 No es extraño que á vece la gloria. s encendida la sangre juvenil bulla en sus venas como fiera que en ráuda sacudida quiere romper de un golpe sus cadenas ' más €l, jamás propicio á la traición que pertur barle suele, sus tentadores ímpetus repele con el rezo, el ayuno y el silicio!
II
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Julia de Rovellar, la excole giala, desde al baile 4 que fué por vez primera tan linda y hechicera, que fué encanto y envidia inspiró un gran amor á de la sala, un viejo burdo, plebeyo enmarquesado y majadero, para lo cual no hay prob lema "ni que á la lógica escape del hay absurdo dinero.
Lanzado tras de Julia, de la que puso á prueba el fino trato, fué el hom
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bre á breve rato el oso bailarín de la tert ulia, y las frases de amor y el gal para ella sonaban de igual anteo modo qe el ingrato claqueo : € un sapo imbécil que emi gró del lodo. Mas €l, tenaz y listo en los negocios dela vida se decidió 4 apoyarse en la humana, peana para besar 4 Cristo, y fué 4 sentarse al ládo y” de la madre que á pris a,
iluminó el semblante trasnocha do con la más dulce mueca del agr adg
y la más académica sonrisa. :
Grata y. fértil sin duda debió ser á los dos la confiden cia porque él al marcharse, la saluda con señales de humilde compla cencia, y ella le corresponde, con tan exagerada cortesía, que á ningún circunstante se la esconde que algún pastel entre los dos se lía,
HT. Lánguida echada en el muelle sofá de su aposen con el traje de baile atavia to; da y embebida en gozoso aturdi miento, la encantadora Julia se rec rea en el dorado enjambre de ilu siones
que en su torno se agrupa y aletea:
sin punzantes
recuerdos,
que turben su sosiego,
sin pasiones
fué el baile aquel para su alm a
pura un delicioso juego precursor de una vida de ventura. Más ah! la pompa de jabón que enciende con visos mil la luz multicolora se quiebra pronto y de ella se desprende
algo invisible que á la altura asci
algo tangible que persiste y lloraende, ! La madre, que hace años ha reñi do
con novelas y silfos y rumores
y prefiere el perfume de las flore s el suculento jugo del cocido, la llama, entray con fruición la explica que la fortuna encima se les lluev e, y qe en plazo muy breve Julia ha de ser feliz, marquesa y rica, : Asombros, quejas, lágrimas, lamentos, van respondiendo á la brutal cons pero al fin, tras prolijos argume igna: ntos, la desdichada joven se resigna. Al otro día, el alegre rayo del sol al penetrar por los cristale s,
iluminó sus formas virginales
presas aún de histérico desmay : y en derredor las joyas y las o, galas
ue en el baile fulguró vestida; orado polvo que esmaltó las alas de la inocente mariposa herida!
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que era inícuo tal
nio!... | perque es Julia tan bellaconve y vaporosa a
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OBSEQUIO DE “EL CARNAVAL” €
que parece formada por un genio
de azul de cielo y pétalos de rosa! r
xy. Tras no muy largo e. pacio vió el marqués coronada su destreza y aumentando el fulgor de su palacio con la anhelada femenil belleza. No faltó alguna lengua viperina que afirmarse que el nuevo matrimonio pudo ser regocijo del demonio pero jamás de la bondad divina; porque era inmoral y monstruosa esa unión de molusco y mariposa. Si embargo de chistes y epígramas fué el matrimonio un hecho, del que estaba el marqués muy satisfecho
vi Julia desde ese día tan infeliz se siente, que ya nada mejora su agonía:
y no muy satisfechas muchas damas.
su casa,
Y Julia? cervatilla sorprendida al principio del camino si como un mal prejuzga su destino ante la; agena imposición se humilla!... Todo
es triste en su torno, nada
su cofazón desencantado y
mueve
frío:
en la corola de una flor de estío. Pero lanzada en medio de extrañas gentes, el pesar sofoca, y enmascara con risas en la boca, la ne hiel de su profundo tédio. Luna de miel que en el mejor instante
Y— 2
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sus fulgores
la débil condición
ya ventura inefable en alas de un amor correspondido; ya horror inexplicable,
vierte
colérico rugido, amenazante alerta,
vergilenza que la humilla, intensa pesadilla
humana
necesita espanciones á su duelo y sabe Julia que es empresa vana pedírselos al suelo, piensa en Dios, en los santos, en el cielo; oye un dia yibrando la campana de la iglesia vecina, en un momento de mortal tristura,
que entre opresión y angustiasla despierta; y aunque
En tanto, el padre Juan, con máa premura
ante la imagen con
su oración inicia;
afán su labio
la murmura;
La piadosa actitud, el rostro bello
la esbeltez seductora,
A
el flotante cabello, la mirada
profunda
y soñadora,
cer a Ó lejos del cuádro del artista
que circundada de celeste brillo
están
y apoyada los pies sobre lá luna con sublime pincel trazó Murillo. Julia va siempre á meditar de hinojos frente á un altar distante donde hay un Jesús de dulces ojos
siempre
vagando
ante
su vista!
y en más de una ocasión, en más deuna,
por espejismo sin igual turbado,
creyó que había dejado ¡ la hermosa virgen su escabel de luna para postrarse ante el Jesús de hinojos; y al verla móvil, viva, alzar los ojos, moverel seno al ritmo del aliento, hondo sacudimiento estremece su ser en lo profundo
y de apasible y seductor semblante, en cuyos labios de carmín parece que una frase de amor tibia se mece.
Los dos sin conocerse, enamorado cada cual de sus santos predilectos, dan salida Al raudal de sus afectos que'exalta día por día, con creciente fervor la fantasta.
y queda absorto al contemplar fundidos ideales de lo cielo desprendidos, en las bellezas plásticas del mundo!
Más ah! la coincidencia,
«
más
es oración y suena á una caricia!
El Padre Juan venera por patrona á la bella Madona
dirección opuesta á los fulgores
de un ensueño
que en beatísima paz ronca á su lado!
Ñ.
ue á través de los vidrios de colores
quimeras
en ser fiel á su dueño
á la cercana iglesia se encamina.
ice que una mañana en que caminan
esas son
estremecen su espíritu, empeñado
y juzgándolo un éco de la altura
el oculto setreto de las cosas, hado, destino, suerte, provideneia, que influye con fuerzas portentosas la humaha existencia,
fría,
ya es un suspiro, estrofa delicada de la oculta tristeza; ,
es una; luna condenada á muerte, luna en cuarto menguante! Como
está demasiado
el templo está demasiado ardiente! Como es en lo íntimo del alma en donde lleva de la angustia el gérmen, cuando en la noche en calma á la vada esterior sus ojos duermen, invaden de las sombras los crespones. incoherentes, múltiples visiones. Ora es el fulgor de una mirada, beso de luz con que el amór empieza:
tiene placeres y le dan hastío tiene besos y son copos de nieve
tan sólo 4 medias
el recinto iluminan, * p "se contemplen al fin: extraña duda, honda emoción detiene sus pisadas y la oración sobre los labios muda sigue envuelta en la luz de las miradas! De repente reacción desconocida en contrario sentido los impulsa, ella prosigue trémula y convulsa y ante la vírgen queda embebecida, mientras €l, pertuabado por aquella impresión de lo terreno, camina apresura/lo hácia el altar del bello nazáreno.
vu Una noche, de súbito, la sonibra. se acrece en la extensión ; el viento cruje -
las viejas mascullan el trisagio para que huya el infernal presagio, Julia, que con la cosa : |
de no morir y de soñar despierta,
4.
OBSEQUIO DE “EL CARNAVAT””
está siempre nerviosa y á todo ruido alerta siente, así como un remordimiento
por no haber conseguido
aquella alma encendida
extinguir el hermoso pensamiento que ha
'o infiltrarse
en su
existencia
;
y queriendo borrar de su conciencia hasta un leve descuido involuntario, va á buscar decidida remisión á la falta cometida,
y ante un confesonario del templo ensombrecido se prosterna Coincidencia fatal... dentro indolente, cansado ya de la batalla interna, el padre
Juan dormita
indiferente
al rugido exterior no tan horrendo
como el que está su Al sentirla,
vida consumiendo.
sus ojos se iluminan ;
bate su pecho rápido latido y es que los séres el amor ha cuando aún nose han visto, ¡Ella á sus piés! Turbada,
; ungido se adivinan. ruborosa,
inclinada la frente, como al peso del sol, tierno capullo así dice con labio balbuciente
y con voz, más que voz, tímido arrullo!... “Padre,
buscando
el culto de la forma al impotente culto de la idea?” Aquel timbre de voz, aquel aliento,.
en el cristiano ejemplo
fuerza á mi fé y 4 mis angnstiascalma
una mañana penetré en el templo:
limpia y pura mí alma era nido velado
en que un amor incógnito dormía, como el perfume inédito guardado en una flor no abierta todavía Quise ofrecer á Dios toda la esencia, y al entreabrir la trémula corola para grabar allí su imagen sola
y vivir anegada en su presencia,
sombra del mundo á refundirse vino en los destellos del amor divino.
Desde entonces la lucha que sostengo mis fuerzas aniquila,
y despierta 6 dormida, siempre tengo una imágen flotando en mi pupila ; «no es mi voluntad la que provoca esos fantasmas á mi mente asidos : un fatalismo extraño los convoca
y 30n ya la ilusión de mis sentidos! ”. La dócil fantasía es como un sér de nuestro sér diverso que á la razón más firme desafía A y transforma á su antojo el universo!
¿Pequé? ¿seré culpable? ¿es imposible
al corazón humano satisfacer su amor con lo intangible, y viene siempre un álito profano que en mezclar se recrea
en un foco de vivo sentimiento. dicha á la vez € infierno de su vida,
al padre Juan lo turban lo sxtremece lo agitan, lo enloquecen, le ponen en presencia
á él, que solo de ultra-tumba sabe,
toda la gloria terrenal que cabe, en el rumor
de amante
confidencia,
Si es aquello un abismo que ha cavad á sus piés el infiierno-de improviso es abismo
de fondo iluminado
con la luz ideal de un paraiso! Rendido, jadeante, gladiador fugitivo de la lucha,
yérguese, avanza y póstrase delante de la mujer amante que con creciente agitación le escucha
—*“Con qué fuerzas, la dice, juzgaría tu agitada conciencia, si me faltan valor y resistencia
para juzgar la míal
Yo también, como tá, cedí al intento de hallar un mundo del vulgar distint
de sofocar-la voz del sentimiento, de aniquilar los gritos del instinto de anular la influencia que la materia ejerce en la existencia ; más ah! más poderoso que mi anhelo me subyuga
invencibie
desvarío.
que á veces ay! al escalar el cielo se asfixia el corazón en el vacío! Julia, fusión
de espíritu
de vida,
donde un bien inefable se resume, flor cuyo seno delicado anida la embriaguez del color y del perfume te amo
con
locura,
sin tu amor mi existencia se anonada Dios no pudo vivir sin la criatura y formó el universo de la nada!
VII Después...
vivo relámpago
los envolvió en su lumbre reflejando de lleno en la cárdena faz del Nazareno, cuando herida del Gólgota en la cum miemtras las turbas viles se complad en prolongar su bárbara tortura, dice alzando los ojos á la altura : “Padre, perdón, no saben lo que hace
R. DEL VALLHK