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o El enfermo delira: llorribles siones le torturan, ayo/ando sus fuer~us. Por cenlt'siuw rw: inft>nla if'l'llll lursf' , p e r o cae ¡wsl rmlo p o r ,.1 dolor. La rn{t•rlllt'rtl, srgunda madrr, abnrgada y caritíosa, procura calmarle.
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(Pri mera de una Sl'rie de cstampasc'e la Rc Y91ució n Española,por Sim : 19 de Julio de 11))6,Barc(•)ona.)
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S;tn Juan de Puerto Rico
.!\layo dE' 1937 JUNTA
T
Blanco,
R.
Lavandero.
notas
EDITORA D1az Carmena.
J
R.
D.
Pal acios
redacción
de
En <'1 <"llrso d e su historia Esp:uia ha sido 11111chas \'('<'<'S víctima d e la incnmpn·nsiún extranjera. Su idi nsin('l'asia r acia l, Sil co mpli eada tra yt•doria hi stt'l. rlt'a, y h asta Sil g<>ografia son fadon·s tlifidlt•s tiP cnmp1·e ntlcr poi' las gr·and cs masas cxtrn n j(oras. El pr ri otl is nw supe rfi cia l prl'fit'l'<' n o en tra r t' n d anú. li ~ is JH•r spiea z y <'1 <>stutlio profmH.Io. P or eso ha bust·a.to la s:J tisface ió n d<> sus lt•dores, t'n lo que :1 Es paria s<· rrti(• re. en <>1 f:'1 ei l truco d<> los ,-iejos túpi. <·os, <>n la l'hallal'aneria, t• n el pintor esquismo bnrato, t• n la espari olada. t•n la truc ul<·ncia. Y t•omo hasta ahora <>n lo qu<' iba de siglo, Espalia ' '<'gl'laha al marg<>n de los gra nd<>s acon tee imien. tos i nlto rn aciona lt•s, los t' OITrspo nsalrs d e la prensa t•xtranjt•ra. salvo, d:n·o <>st:'1. nota bilís im as y hon•·osas rxc<'¡H·ion<>s, no ten ían p or qu~ rompt•rse la cah<>za para alcanzar los honon•s lit• la primt•ra o la sc1-(n nlla ¡1la na d<> sus resp<'c-l ivos pcriútlicos. L<>s l:astal:a pan1 <>llo con hilvanar notici as a la bue na d e lli ns, ¡·efu giándos<> en el cúmodo y f:ídl n•curso del St•nsal'ionali snw inli oc·unwnlad o y s up<>r fi eial. l\'i siqui l'ra la prodamaeión de la H<>públiea y la raí da del ri·gi nl('n monú rquit·o. t' n abril lit' t!l:lt , fué su fil' ie nt<> JH! ra vari:u· lid todo estas normas periodi~ tit·as. \.icrta prensa parisina d e h a bla inl-(lesa se distinguiú aquel a ño por lo absur do d e s us r eportajes; y la in-<>sponsabilid ad d e all-(ún rcportl'ro llegó has ta tra smitir d <>spachos feehados e n :\l:ul rid s in h aber ~a li do l'l pHiculista de las terrazas d<' los cafés th• París. ~- sin mayo•· d ol' lllllt' nt adón que los infundí. d os pn>palados en Jos Luleva•·es por gl•ntes cuyo an t a~onis rn o al n:wicntc• nuevo l'égimcn les llevó a ex pat ri m·~c volunta ,.¡amente. C:uando e n julio del año pasado se subl evamn las fu <>rzas facciosas que el caht·c·illa Franco tlirige, la l't•act·i•'•n d e la Prensa y de las Agc·ncias p eriodí sticas lliH' aquí e n Pu erto ni co nos son más co nod das, fué no ya t•omo la th• abril d e 1!131, sino mucho pem·. A la rutina, al di c hi•, al lug:n· común, a la información arbitraria y sutH'I·fidal rcd:tdada las mils veces sin avicsa intenciún, súlo por se•· t•so lo mús f:'1c-il, lo mús cómodo; o por ignorancia y supc rfieialiclad del cs. cri to r, S!' mezclaron otros factor!'s. Se usó y ~e· ahusó de los vi ejos túpieos: la c rueldad <'Spa ñola, la anarc¡uia cspa1iola, el salvajis mo <>spaiiol .... y se b arajaron eo n Jos c lichés internacionales de moda. Snbr!' to do se usú y se ahusú tl<'l coco del comunismo. de-l mc t<>m ied n d el or o ruso. Detrás ti c tod o esto h:r hía algo m :í~ qu e la ignonmcia, la pereza o la tlt•sfa c h all·z d t• algunos corrrsponsalcs. Dt•tds de rilo se mov ían tlrterminatlos int <'resrs que creían s impati za r co n lo <llle los ge1wrales facciosos en Es. pmia r <>prcsr ntan. o mejor di c ho , r ep rese nta ban o prct<'lllli:lll rcnrcs!'ntar: pnn¡ue ~· a hn:v sólo son agent es intermediarios del fascismo italiano y el n azismo al em :in. o poeo menos. P!'ro la !'Onticnda se prolongó y la propagrmcl:l
antilibcral, antidernoerática, no pudo seguir falsea nd o los hec hos con la impunidad y (•(icacia IJIU' al princr¡ 11 o Un puliado d e p e riodistas di gnos, obieti\'l>s y honrad os que d esde un prin c ipio fu é fiel a la n•rdad p r oseguía su la b or. El confl icto es pa1i ol to. mc't p ro1mn·io nes mundialt•s. Los graneles rotativos tuvi en111 p or esta vez que tomar a España e n serio . Se e nviaron se rios y probos co rresponsales de guerra. Y la ,·enlad d e Jos h ech os comenzú a salir a fl ote. La verdatl era t·sta: El Gobi<>rno del Fre nte P opul a r s ubió al poder por un a ell'cc·ión legal, llevada a cabo c·n circunstanl'ias adversas para el Fre nt e Popul a r , pues la s elceciones fu eron <lirigidas por sus e nemigos politicos. El (iohierno d el F r e nte Popula1· e r a un gobit•rn o menos racl ic·al qu<• el actual gobierno f¡·a ncés, pues e n su seno n o h abía un socialista, ni un anan¡uista. ni un comun ista. El programa tlcl finbierno del Frcnh· Popular no pretendía sino lle va.· a la prirl'lica las tli sposid o ncs mandatorias de la Constituci<'111 t•spaiíola, que los gobiernos d cr<>c histns cle los dos :uios antt•riorl's habían bu•·laclo. E l Gobi t•rno d(•l Frent<· Popular - para tlecirlo con frase dt• .I o im Lan gd on Davil·s- "era u n 1-(obierno liberal , modt•J':Hlo y bit•n inte ncionad o; la s uerte tic gobierno t!ll(' el Presidente Hoosevclt o el primer m i nis tro inglés ~Ir. Haldwin t•nt·o nll·ari a n cle su gusto en la mayoría cle los d e tall <>s." La vcnlad e•·a, y es , que Fr:•nt•o y sus adlúten·s no se n •b<>laron <>ontra el c-omunismo, si no co ntra un gobie rno libt•ral, progresivo. modt•rado, constitul'ional y legiti mo. La verdad era, y l'S, q m • la n·helión faec iosa contra el pu<>blu y el gobienw espariol no r ep•·csen ta ba la d efensa de la religión Y de la patria, si no la d efensa clt• intcl't•ses areai. <·os y feud a les, inll'n•st•s paras itarios, obcecados v antisociah•s. La Hnlad es qu e los gt•ner:ll t•s alzado.s no representaban e l ord en, la justicia, la h ·anquilidad, s ino la ti n mía, t·l milita r ismo y t'l espíritu caúti camentc an:'u·quicn d e <'I{Oismos exaeerbaclos. D:o e llo se ha claclo a l fin cuen ta el mundo v<>rcla. d<>rament c con~:ervador. Se han cnl<>rado ya hasta los scetores m enos raclieales de Estados U~iclos. y cl_e ello clan prueba el s in número d e a rt i<- ul os analill_cos Y •·a~onados que sobre la cu<>stí ón es pañola se v1en<' publl ca~Hlo e n las mús st•rias y mejor clocu. n~cnt :~das rcv 1stas cl<' Amt:·rira y Europa. La in cons . CJCn eJa, la arbitraril'clad ",.r0 pagan d a • ·,. la i n tercsnda · " . . h a n Hlo <'<'tll<>ndo el paso a la r a zón y la verdad. H asta la pre~sa di ad a m:is r<><>alritrantc y propaga ndis ta ha tem clo que cambiar cll' tono a nte 1 co t d cia ele los hce h os. ' a n un en.
No es pr<>ri.'>o d ar una li sta ele a rtículos publica dos )IOJ' grandes mensuarios " sem~ n nr 1· 1 ¡s e 1 1 • • . J " " . n 1 nn{ e S<' rl'J~Indrca el derecho y la justicia d e la causa l<>al c~pan ola y se cond ena el movimiento r ebelde co n solo hacer una <>xposiciún detallada y exacta ele los hechos. La simpl e e nume r ac ió n nos tomaría (Pasa a la pá gina 15 )
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Palabras finales del discurso pronunciado por el exmo. señor don José Antonio de Aguirre y Lecube, el día 22 de Diciembre. Invocación a· la conciencia universal. Esto me lleva a tratar un punto delicádísimo, Y lo he de hacer, como católico práctico, dentro de las normas de mi fe; pero ello no obstará a que con ruda y sincera libertad exponga con niti~ez el sentir de la gran masa cristiana vasca, ev1tando toda veladura en bien de los principios. Afirmo, como es notorio, que los sutile,·ados han asesinado numerosos sacerdotes y beneméritos religiosos por el mero hecho de ser amantes de su pueblo vasco. Triste testigo de estos hechos es Gipuzkoa. Ante la Sede pontificia han llegado estas noticias. Y aquí el presidente del Gobierno de Euzkadi, católico, pregunta con el corazón dolorido: ¡.Por qué el silencio de la jerarquía? Cuando es notorio y de público conocimiento que son desterrados violentamente sacerdotes vascos llevándolos a tierras alejadas de la suya natal, y hasta los boletines eclesiásticos de la3 diócesis vascas son obligados a disimular el destierro estampando en sus columnas que los interesados han dimitido. Y cuando numerosos católicos de la República española han preguntado si está obligado el católico a defender el régimen legalmente constituido, ¿por qué silencia su r espuesta la jerarquía? Y cuando la juventud vasca, interpretando rectamente la doctrina cristiana clásica del derecho de defensa, e incluso con las armas en la mano contra la agresión injusta, y siendo esta juventud cristiana en buena parte, quiere encontrar allá donde la justicia tiene su asiento una voz que apruebe una conducta ajustada al derecho, ¿por qué calla la jerarquía? Los sacerdotes asesinados en tierra vasca ocupada por los facciosos, mientras los sacerdotes y r eligiosos son respetados en la jurisdicción ocupada por el Gobierno vasco; sacerdotes desterrados del territorio vasco invadido por los facciosos, mientras en el territorio ocupado por el Gobierno de Euzkadi se celebra el culto, permaneciendo abiertos sus edificios. Es que el pueblo es siempre más comprensivo con aquellos que, siendo también hijos del pueblo, supieron cumplir con su deber, no siendo beligerantes: sino permaneciendo al lado del dolor de su prop1o pueblo. Persecución antinatural y antihumana de parte de los facciosos, que han llegado en su odio a todo lo vásco a perseguir todo signo de cultura vasca, llegando a prohibir hasta el uso del i~ioma indígena, pretendiendo con ello borrar l~s s1gnos de nuestra nacionalidad, mientras lo meJor de la juvenud defiende con heroísmo la vida Y la líber-
tad de su pueblo, dispuestos, como ya han comenzado, a r econquistar su territorio invadido en parte contra toda norma jurídica. Por eso cuando ante tanto atropello, ante tanta infamia, ante la conculcación sistemática de las normas clásicas del derecho, no se alzan las voces de quienes con su a utoridad pudieran restaurar lo perturbado, cabe preguntar: ¿No es trágica la situación de conciencia del pueblo que, llevando un sentido de justicia en su corazón, se le perturba, se le desorienta y hasta descristianiza con silencios ~ mortales? En nombre del pueblo vasco, guárdador del orden, de la justicia y del derecho; en nombre de la conciencia cristiana de tantos compatriotM rnjos, apelo al Padre de la cristiandad para que haga cesar este silencio. La guerra aquí puede derivar en una contienda europea De la misma manera silencia el mundo civilizado su protesta ante la conculcación del derecho verificada, si bien ya las naciones comienzan a preocuparse de las consecuencias terribles que de la lucha peninsular pudieran derivarse para el mundo entero. La preocupación se está concretando en una intervención de las potencias en los asuntos interiores de la República española, y una de sus expresiones es la Comisión de Control de no intervención, que funciona en Londres; mas si se quiere de veras una intervención eficaz, evitadora de la guerra, el Comité de Control debe excluir de la lucha armada que ensangrienta los campos de la República a todas aquellas uni dades y personas ajenas a los ámbitos peninsulares. Una razón de decoro obliga, sin entrar en el detalle de la violación de tratados con tal hecho realizada. Privadas las tropas facciosas de los hombres de color y de la asistencia alemana, e italiana, la guerra no podría durar quince días más. El arranque del pueblo organizado ya seria incontenible; no encontrar ía nada delante. Apelo a la conciencia universal ante el h echo monstruoso de que los generales traidores sublevados necesiten de las tropas mercenarias y negras para combatir, vejar y asesinar a sus propios compatriotas. ¿Cuál no sería la indignación del mundo británico si por generales ingleses que hubieran dado su palabra de honor, pagados por el pueblo inglés, se llevaran a tierras de Inglaterra tropas negras coloniales y, lanzándolas contra sus compatriotas, que democráticamente se dieron un Gobierno dentro de la ley, hicieran lle-
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g31r el ceo de sus cl}iiones y el fuego de s u fusilerJa has ta las cercanías de Picadilly Street? . ¿Vibraría la ciudadanía inglesa? Pero ¿no es el caso de la República, no es el caso de nuestro pueblo vasco un problema de valor universal ? 1 Hasta cuá ndo Ya a seguir el silencio de las voces autorizadas que r epresenta la conciencia univer sal? ¿ Esperarú Europa, espernrá el mundo a que el pueblo en armas aplaste la r ebelión, como inexorablemente ha de suceder? 1Ah! Pero será conveniente hacer una advertencia, que es, a saber: Que el pueblo no será convencido jamás y, conc_retamente, el pueblo vasco es invencible; pero Si la ayuda extranjera s ubsiste y ella persiste, complicará en t al forma la situación de Europa que el choque no se hará esperar. ' En un dilema sencillo y simple está encerrado el gigantesco problema de la paz mundial : o triunfan los Poderes legítimos que el pueblo se ha dado a sí mismo o es inevit able la guerra europea. Yo abrigo la esperanza, atisbos latentes existen, de que el ambiente internacional enrarecido por una propaganda t endenciosa, ca'iga en cuenta de que se encuentra ante un caso de ambición y de orgullo que ha provocado una sublevación militar. El Gobierno vasco ha querido y quiere humanizar la guerra. Herido el pueblo en sus fibras más sensibles por lo odioso que resulta que quienes contando con s u confianza se hayan aprovechado de ello para alzarse con las armas que son para la defensa del pueblo, sin embargo la generosidad popular es tan gl ande que el Gobier no vasco, r epresentante de un sentir clamoroso y unúnime dei pueblo vasco, se inclinó siempre por la humani~ zación de la guerra y velando los instintos lógicos de Yenganza que pudiera albergar en s u corazón, acordó, a instancias de organismo de tipo internacional, nada más comenzadas s us funciones de gobierno, la liberación de las ciento sesenta y tantas mujeres s ue estaban detenidas, algunas de ellas con complicaciones graves, en las cárceles vascas. No ha sido correspondido en la misma forma, porque cuando el Gobierno entregó las muj eres lo hizo ante r epresentación diplomática int ernacional, como es la del embajador de la Argentina y el cóns ul de Inglaterra, ante el delegado de la Cruz Roja Internacional, firmando un documento, en el cual constaba que las referidas representaciones diplomáticas e internacionales habían visitado las cárceles, habían conversado con las mujeres, habían preguntado si querían salir o no del t erritorio sujeto a la jurisdicción del Gobierno vasco, y libérrimamente optaron ellas por lo que más les convino. En el campo faccioso no existió tal documento. De aquí que la reciprocidad . se llevó a cabo. La libertad no fué de una vez, s1!1? a f~erza d~ muchas r eclamaciones de los. fam1har es m~eres~ dos. El Gobierno puso inmediatamente a d1spos1-
ción de ¡;us pndres los niños de las colonias escolares ajenos al t erritorio vasco que en él se encontraban. Hubo de ver el Gobiemo que los facciosos llegaban hasta a coaccionar a los niños de colonias escoiares ,·aseas en territorio por ellos oc;upado, haciéndoles firmar documento, que obra en mi poder, por el cual los citados niños, el mayor de ellos de doce años, manifestaba n que _no querían voh·er a tierras ocupadas por el GobJCrno vasco porque se encontraban muy bien atendidos y la situación en nues tro territorio era desastrosa, si bien no ocultaban sus deseos de estar con sus padres. Tres días más tarde estos niños. a pesa1· de la carta, venían a territorio vasco Y manifestaba n sus guardadores, que la coacción espirit ual fué tan grande, que firmaron sin voluntad de clase alguna la carta que obra en mi poder. Idéntico caso con las mujeres, de las cuales hemos visto tristemente estos días algunas con el cabello rapado en forma indigna y vergomant e. Estos hechos debe conocerlos la conciencia internacional. En estos mismos momentos el Gobierno vasco acaba de aprobar el canje de prisioner os. Es generoso, amplio, sin restricciones ; ha sido verificado a instancias de orga nizaciones internacionales, en su afán de humanizar la guen·a. Jamás se ha opuesto el Gobierno vasco a tal designio. Y ahora llega el momento interesante, para que el mundo entHo pueda Ytr la conducta de unos y de otros, porque las r eclamaciones de gent e desaparecida no se ha rán esperar, y el Gobierno vasco. con la frente alta y la conciencia tranq uila espera el fallo, porque los crímenes cometidos por Jos sublevados han sido tantos, que solamente Gipuzknn, por propia confesión de persona autorizada del campo faccioso, se acercan a mil las personas fusila das, teniendo en cuenta que esto se pr~>du ce después que lo más distinguido de las organizaciones políticas de Guipuzkoa y sus familias están en Bizkaya, donde, como es sabido, existen más de cien mil refugiados. Excitación a la piedad con el vencido
_Y enfrent~ de todo esto yo quiero dirigirme a m1s compatnotas para expresarles y r eiterarles aquellas palabras que el señor Prieto en elocuente discurso, dijo hace un par d~ m eses : "Pie?ad para el vencido, mucha piedad; pecho de h1erro en el combat e. No pensar j amás en la veng~nza con el hombre indefenso, porque est o es pro~10 de cobardes. Los _pueblos han de forjarse s1empre en la generosidad. Si en los pueblos entra el espíritu de venganza, nos pareceremos más a una tribu de caníbales que no a un pueblo civilizado." Segu_i~ vuestra conducta ejem plar de respeta~ a l pns1?~ero, como estáis haciéndolo. El Gobierno, sohcltamente, ha r ecogido todos los hombr es que vosotros traéis del campo de batalla, los ha recluído en campo de concentración de condiciones higiénicas, que serán, indudablemen~e~ alabadas por quienes, autorizados quieran VISitarlos. Condición higiénica y huma~
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na, como bien expresaba nuestro consejero de Obras Públicas días pasados, porque son hombres los que vienen a nosotros, entregados ante el empuje de nuestras tropas, que merecn la consideración y el respeto que todo ser humano debe merecer. Seguid con la compostura hasta ahora observada, dando esta sensación de orden envidiable que dan nuestras calles y plazas en nuestros pueblos, que ha sido alabada en reiteradas visitas que yo he tenido de representacionea extranjeras. Cultivad vuestro espíritu en el heroísmo, en el sacrificio, en el dolor, porque cuanto más valientes seáis ante el enemigo en los campos de batalla, tanto más generosos seréis en la retaguardia con los vencidos, que no solamente son aquéllos que caen bajo el peso de las armas, sino también aquellos otros convecinos nuestros que, discrepando ideológicamente de nosotros, estando espiritualmente con el enemigo, tienen sobre su ánimo la pesadumbre de la derrota Y merecen, mientras no cometan delito, la consideración que vosotros hasta ahora ejemplarmente guardáis con ellos. Ante todos estos hechos despertará el mundo de su letargo, produciéndose resultados beneficiosos para la causa legítima que defendemos. En el pueblo vasco puede resumirse esta causa en estos conceptos: Se lucha por la liberación nacional y se lucha por la liberación social. He aquí encerrado todo el clamor de la juventud vasca que pelea en los campos de batalla; y por eso quiero dirigirme a vosotros, gudaris, que con espíritu encomisble de sacrificio integráis las legiones numerosas y aguerridas que constituyen nuestros cuadros de lucha. Se siente orgulloso con el comportamiento de los combatientes Como vuestro consejero de Defensa, al mismo tiempo que vuestro presidente, yo me siento orgulloso de vosotros. Erais hombres de paz, y os han arrojado a la guerra, y dentro de ella habéis sabido forjar vuestro espíritu para el dolor, para la lucha, para el sacrificio. Vuestro empuje vigoroso, arrancando al enemigo tierra invadida, ha atraído delante de nuestras fronteras cuanto ha podido acumular el enemigo, descongestionando, entre otros, el frente de Madrid; pedían nuestra ayuda, y esta ayuda ha sido generosa, porque somos leales a la palabra empeñada, y ha sido eficaz, porque la ofensiva en otros sectores se detiene para contener el ímpetu de nuestras tropas en el frente vasco. Prometimos lealtad en la lucha antifascista, y en esa lealtad nos mantenemos y nos mantendremos hasta el final. La República tiene en Euzkadi el compañero más fiel, la ayuda más leal. Lo serán todos, pero nadie nos superará en el cumplimiento de la promesa dada. Dijimos que defendíamos una República democrática, y en esta promesa nos mantenemos y nos mantendremos hasta el fin. Es designio supremo de este Gobierno el ganar la guerra, y esta finalidad es superior en
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estos momentos a todo cuanto puedan albergar ls distintas ideologías que se han concertado para la lucha. Que siga como hasta hoy el ejemplo de solidaridad que se está dando, que es fruto de corazones limpios en una juventud decidida Y generosa. Cuanto más firmemente luchamos en estos momentos, con atisbos ya de victoria rápida, antes se producirá ésta, y entonces todos hemos de recibir el premio, porque el merecimiento está sellado por la sangre. El pueblo vasco registra en su historia páginas de heroísmo en las distintas invasiones peninsulares que se sucedieron. Una de ellas, la de los árabes, llegó también hasta las puertas de nuestro pueblo. Ahí se detuvo. ¡Extraño designio el de los que se titulan sucesores de aquellos caballeros cristianos que lucharon contra la morisma, que sean ellos los que hasta las puertas de Euzkadi hayan tra{do en estos momentos, a través de las tierras es· pañolas, las legiones de moros a quienes en el siglo XV arrojaron de su suélo! Y hoy, como entonces, la afrenta la siente el pueblo vasco en lo más íntimo de su ser, y arrojará con violencia a la morisma y sus aliados de estos tiempos que, con escarnio para la civilización occidental, se han atrevido a utilizar. Nuestra consigna es esa: la victoria, arrojar al enemigo a fin de que en todo el ámbito de la República pueda volver la paz, la paz tan ansiada por el pueblo. Presidente de los vascos, no sólo de los que aquí existen, sino espiritualmente de todos aquellos que viven esparcidos por el mundo, a ellos unas breves palabras con toda emoción. Vive aquí este viejo pueblo atacado por la injusticia, como habéis podido observar. Vuestra solidaridad con nosotros ha de ser efectiva. El viejo pueblo de los vascos está en estos momen· tos escribiendo una nueva página en su historia, y aunque viváis separados por los mares sentis en estos momentos la responsabilidad que el pertenecer a esta raza os está demandando una ayuda firme y decidida, ayuda que en vuestrs manos está el darla, ayuda que nuestro pueblo os ha de agradecer. ECOS DE J,A RETAGUARDIA EN VASCONIA Cuando la proposición de canje de cinco mil prisioneros, el Gobierno Vasco presentó completa lista de nombres. El Gobierno de Franco puso trabas y dilaciones porque no podía completarla. Sus cárceles estaban vacías. Los rehenes habían sido fusilados. Esperaban poder completar el número con nuevas redadas.
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En la ciudad de Pamplona un sólo domingo, fueron fusilados QUINIENTOS. En Vera de Bidasoa en veinticuatro horas se enterraron CIENTO SESENTA Y OCHO CADAVERES. En Mendabia pueblo de 2,800 habitantes, el número de fusilados oue se <'Onoce es de CUATROCIENTOS, todos ellos gente pacífica.
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En Guipuzcoa la matanza no alcanza las cifras de Navarra, la huida en masa lo impidió; no obstante se habla de cifras altas de fusilados las que van aumentando con recrudecimientos periódicos, recrudecimientos que coinciden con algún desastre de las fuerzas facciosas. Los sacerdotes que quedaron en sus parroquias suponiendo que su misión les libraía, pudieron comprobar su error y muchos pagaron con la vida esta expe· rienda.
ejecución. . . En estos asesinatos de sacerdotes, na stquiera se han detenido ante sus méritos. Su odio no tuvo empacho en dar muerte al P. Ariztimuño, polígrafo de fama mundial, ni el P. Lekuon~, organizador de los sindicatos de labradores catoIicos de Guipuzcoa. . El mismo Obispo de Vitoria no se vió hbre de las iras facciosas sino cuando tuvo la frontera francesa de por medio.
El odio de los fascistas no se detiene ante las mujeres; las que antes de la rebelión se distinguieron en alguna forma por su adhesión a los principios democráticos, son villanamente violadas, escarnecidas en forma satánica o criminal· mente asesinadas.
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Una distinguida maestra de las Escuelas Vascas, Iñeka de Munita, dejó el mundo pa~ retirarse a un convento de Tolosa. No le vaho la protección de su hábito y, a pesar de los d~ años transcurridos el recuerdo de la labor reahzada entre los niñ~s, sus compatriotas, fué motivo suficiente para ser fusilada.
Los niños de familias antifascistas, que quedaron en las zonas ocupadas por los rebeldes, son llevados a las líneas de fuego, en pleno combate, para recoger los casquillos de los tiros dispara· dos, que han de ser utilizados posteriormente. • * • Los fascistas se amparan bajo el lema de "ORDEN, HUl\IANITARISMO, RELIGION". Esto no es obstáculo para que solamente en el País Vasco el número de sacerdotes fusilados sume más de cien: Desde el Jo,·en co:tdjutor de Berriatúa, José Sagarna, de VEINTICUATRO A~OS de edad, hasta el anciano párroco de Marquina Etxebarria, José Pefiagaricano. de SETEN· T A Y TRES A~OS, que hubo de ser arra~trado por imposibilidad fisica de llegar al lugar de la
Y, contrastando con toda esa serie de ac~os criminales--de Jos que son simplemente una mCima muestra los que hemos relatado--podemos oponer limpia. honrosa, noble y humanitaria, la actitud del Gobierno Vasco, que no se ha man· chado las manos de sangre, porque sabe su misión, tiene sentido de su responsabilidad, y sobre todo comprende que por caminos de odio sólo se va a la muerte. El Gobierno Vasco es justiciero, es magnánimo y detesta el odio hasta en la guerra. Algún periódico ha dicho que los vascos pelean como caballeros. Y es verdad. El Gobierno Vasco, que prefiere al odio mortal, la vida magnánima, es la antitesis del siniestro Gobierno fascista.
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Programa del primer gobierno vasco. El Gobierno provisional vasco llevará a traAl constituirse el Gobierno provisional vas~ co nacido de la voluntad popular, en cumplimien- vés de su presidente y del Departamento de Deto' de los preceptos que contiene el Estatuto de fensa la dirección suprema de la guerra, estableautonomia de Euzkadi, aprobado por las Cortes cerá el mando único y militarizará rápidamente de la República española, expone ante el pueblo todas las milicias con sujeción al Código de Jusvasco los puntos fundamentales del programa a ticia Militar, entendiéndose incluidos tanto los que someterá su actuación. y que siendo, ~1 centro elementos pertenecientes a la Marina mercante de coincidencia de todas las fuerzas pohtlcas que como aquellos que trabajen en las industrias molo constituyen, tienen por fi~alida~ in~ediata el vilizadas. supremo designio de consegutr la vtctorta y estaEl Gobierno , v~sco mantendrá inexorableblecer y organizar definitivamente la p~z, ~~mo mente el orden pubhco, llegando si fuere preciso Gabinete de guerra que es en toda la stgmftca- a la adopc.ión _de m.edidas extremas y excepcion~les. Vtg¡lara ~utdad~samente la población cición que este vocablo integra. nl de retagu:'lrdt~, extirpando severamente toda En su virtud: Respetará y garantizará Jos .derechos indi- suerte de esptonaje. Procederá con la mayor urgencia a la formaviduales y sociales de todos los cmdadanos vascos y, en consecuencia, la lib;e. práctica de l~s ción de un C~erpo de policía foral, organizado confesiones y asociaciones rehg10sas, la seguri- moderna y eftcazmente con arreglo a las necesidad de sus componentes y la de sus bienes, den- dades presentes. tro siempre de las pres~ripcione~ ~stablecida~ ~or Sobre las bases minimas de la legislación sola Constitución. El caracter rehg10~o no extmtrá c_i~l del Estado, el Gobierno desarrollará una pode las r esponsabilidades que se der1ven de actua- ht!ca. d.e acusado avance social, respondiendo al pranc1p1o de que todo ciudadano tiene obligación, dones políticas contrarias a la ley.
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de contribuir con su trabajo, su capital y su actividad intelectual al bienestar general del país; recíprocamente, tiene derecho a participar en los bienes sociales según el progreso civil. En consecuencia, el Gobierno vasco promoverá el acceso del trabajador al capital, a los beneficios y a la coadministración de las Empresas, pudiendo llegar a la incautación y socialización de los elementos de producción que estime necesarios para organizar rápidamente la victoria. Procurará en todo momento evitar lesión innnecesaria en los intereses de los productores y protegerá decididamente al modesto industrial y comerciante. Estudiará y llevará a efecto un plan de obras públicas que absorban el paro de la clase trabajadora e impulsará las :(uentes del trabajo y de la riqueza. El Poder público regulará la producción y el consumo y fijará los precios de las mercancías que él mismo designe, dentro del país. Regulará el arrendamiento como contrato social y facilitará el traspaso de la propiedad de las tierras y caseríos a sus cultivadores sobre las normas que las Corporaciones provinciales del país han venido estudiando con sentido de liberación social. Formará un presupuesto circunstancial que permita desarrollar la magna obra que las circunstancias actuales reclaman y en cuya confección tendrá presente la función social del impuesto, regulándolo de un modo progresivo. Exigirá indemnizaciones económicas a cuantas entidades y personas hayan contribuido de una manera positiva al movimiento insurrecciona\. Resolverá rápidamente la situación de los presos políticos y militares, sometiéndolos sin dilación a los Tribunales populares creados por la ley. Revisará escrupulosamente los escalafones de todos los funciontrios públicos, examinando su lealtad a las instituciones r epublicanas, en beneficio del mayor rendimiento de los distintos servicios. Garantizará a los ciudadanos vascos de posición precaria el libre acceso a los grados de las enseñanzas media y superior, condicionado solamente por la aptitud y vocación. Cumpliendo los requisitos constitucionales en materia de instrucción pública, regulará las condiciones de la enseñanza libre y el uso del euz-
kera en todos los grados y establecimientos rlocentes. El Gobierno vasco salvaguardará las características nacionales del pueblo vasco, prestando al fomento de las mismas, toda la consideración y protección a que le obliga el reconocimiento de la personalidad vasca, de la que es exponent~ Y garantía este Gobierno, viniendo por ello obligado a la defensa de la libertad y de los valores espirituales y sociales reconocidos por la ley Y sellados por la sangre. No afectando la situación actual a las buenas relaciones que han de mantenerse con cuantos países r espeten la Roberanía y derechos de l:'l República y de Euzkadi, el Gobierno vasco cutdará celosamente de que los extranjeros, sus representantes y agentes sean respetados en sus derechos y libertad en lo que no fuere obstáculo a las operaciones militares; especialmente estrechará los vínculos que le unen a los pueblos que mantienen las formas democráticas de gobierno y singularmente con aquellos otros en los que viven importantes colectividades vascas. Finalmente, el Gobierno provisional del País Vasco declara que, respondiendo a las circunstancias presentes y a su peculiar significación, decidirá sus mayores desvelos a la mejor organización y encuadramiento de las milicias del país Y a prodigar atenciones y cuidados al soldado del frente, considerándolo como ciudadano privilegiado, a quien dirige un emocionado y agradecido saludo en nombre de todo el pueblo, haciendo votos por 12. rápida reconquista de las tierras vascas y por que la victoria corone para siempre la lucha de los defensores de un régimen justo, de la democracia y de la libertad. En Guernica, a 7 de octubre de 1936. El Presidente del Gobierno Provisional y Consejero de Defensa, José Antonio de Aguirre. El Consejero de Gobernación, Eliodoro de la Torre.-El Consejero de Trabajo y Comunicaciones, Juan de los Toyos.-El Consejero de Justicia y Cultura, Jesús de Leizaola.- F.l Consejero de Asistencia Social, Juan Gracia.-El Consejero de Comercio y Abastos, Ramón María de Aldasor.o.- El Consejero de Obras Públicas, Juan de Astigarrabia.- El Consejero de Industria, Santiago Aznar.-El Consejero de Agricultura, Gonzalo Nardiz.-El Consejero de Sanidad, Alfredo Espinosa.
Botón de Muestra Cuaqdo la moción britúnira de npelar u ambos l>eligcr:Jnles ~n nombre del comité de no irÍict·ven. ción, pura protestar de operacione~ de hombar<leo. como In de Guernica: se escuchó con sorp reso nl delegado alemán Von Ribentrop mnnirestnr: "Como resultado de mi experiencia en In últimn
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guerrn, yo sé que ciertas acciones como el bombardeo 11e pueblos indefensos, aunque lamentables, son al. qunas veces necesarins". Semejante actitud fué r e!.paldada por los delegados de Italia y Portugal. (De EL MUNDO, San Juan, P. R., 5 de mar:o, t!>li)
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eolumna
(Al pueblo español en arruas. Salud.) Era de noche, en la plaza, cuando yo les vi pasar; muy serias iban las caras, los ojos sin pesta ñear. /, Dónde marchan tantos hombres con armas? ¿A dónde vnn ? A enfrentarse con la muerte; yan a morir y a matar. Ojos límpidos, azules, que entristecen al mirar, más de niño que de hombre, ¿también a la muerte van? En el umbral de la vida serenos van a morir; ¿es justo que a morir marchen cuando empiezan a vivir? Porque quirren los traidores n la guerra hay que marchar; a la gurrra marcha el pueblo que harto de guerra e.stá ya. Filipinas, Purrto Rico, Cuba, Marruecos, Annual; historia de generales, hi storia nt>gra y brutal. ¿Quién va ahora a hacer 1a guerra? ¿Quién desde hoy va a pelear? ¡Se cansó (•1 pueblo de hacerle I:1s guerras al general 1 El general carnicero decretó la guerra ya, y a la gurrra van los hombres; ¡guerra contra el general 1 Generales, señoritos, obispos, curas y rey, qui eren otra vez la guerra, la guerra contra la ley. El pueblo está ya cansado d e hacer la guerra y matar. ¡Y hay que acabar con la guerra, con el rey y el general 1 Qné serena está la noche, cómo brillan las estrellas, cómo derrama en la fuente su plata, la luna Dl.leva ... Cómo resuena la calle al pa~o de la columna; rumor de pies que se :~lejan; ¡cuántos no han de volver nuncat Qué negr:1 estab:1 la noche; qué rojo el ntarrlccer; ¡como pres:~gio de sangrC! que m:~ñan:~ h3 de correr! Hombres que m:~rchan en ritmo, ritmo sonoro de pies: h oy, las r ojas amapolas; mañ:1n:1, la rubia mies ... En las filas, la metralla
Federico hará su trabajo cruel: ¡Ay, madres que paren hijos para verlos padecer! "Las balas, para las fieras; para los h ombres, razones." ¡Hay hombres que sólo entienden el hllbla !le los caJionesl Hombro con hombro, serenos, mnrchan al frente cien, mil;
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Muerte y Resurrt
'' EL RE Por J. (
¡ ~13t:~ron a Federico ... 11 Todos los gitanos han llorado sobre los ojos secos d e un poeta que cayó. Granada recoge los ge. midos disper sos d e todas las almas trashumantes, de todos los ser es de mirar profundo que aman la distancia. ¡ Rebrldcs 1 Dicen que ros rebeldes lo mataron. Y los r ebeldes que mataron la rebeldía musical que nunca han podido tener, son sólo unos hombres que creen en un Dios de estampa ilum inada ... ¡Esclavos de la mentira, y se dicen rebeldes .•. JI 1Almas · esquiladas de toda libertad, y se dicen rebeldes ... ! 1 ¡Monigotes uniformados alimentados por curas lujuriosos, y se dicen r ebeldes ... 11 Los rebeldes de mantc<¡uilla abrieron un hoyo h ondo, ancho, y :11lí ech aron a Federico -la boca ensangrentad:~- con todos los gitanos. Todos han c:~ido con él. Con él que les diñ música Y color, color y músie3 d e \'ersos puros. Lo mataron 3quellos que hablan de Cristo. Lo mataron 3quellos que crern en Dios ... Sus brazos h omicidas, erectos al ciclo, son como rsqueletos d~ sus id eas, d e sus ideas de fango que busca n un Cielo falso d onde purificarse. ¿Qué im port:~ asesinar un poeta? Sus dedos aprietan gat illos y después se levantan nitos, duros, firmes, en busca de un ciclo inexistente. "Franqui stas", "Falangistas", "Fascistas" "Requetés", "Lesion arios", "::\loros Prostituidos": alz:~n sus brazos mientra~. con las cabezas gach as, lamen la sangre que fluye d e Espoña nueva. Sangre fresca Y olor osa d e todos los hermanos de Federico el rebelde que, como t\1, la han dado a la voracidad de insaciables \'ampir os que sorben, gota a gota, la libertad ele Espaiiu.
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arela . '-orca ¿A vencer o a morir marchan? No : ¡A vencer y a vivir! ¡Viva Espaiía roja! ¡Vivan nuestros bravos milicianos¡ 1Esta tierra de hombres libres no ha de ser tierra de esclavos! J. ENAMORADO CUESTA (Puertorriqueño) EL DILUVIO, Barcelona, noviembre de 193G.
~ción de Federico ~ELDE"
:órez SICRE
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RESURRECCION 1Rebeldes! ¡Asesinos de la canción, estupradores de versos, demoledores de sueños! (Manos de cerdo que ultrajan la belleza y he ha. cen signos de cruz ante un dios de madera) Mataron a Federico porque amaba al viento y porque d o rmía con la luna y porque llegaba lejos, lejos con sus ojos de poeta. Federico era una eterna canción y había (JUC callarla; era lumbre de estre. llas y había que apagarla; era un grito de garganta liberta y hubo que taparlo con un estruendo de fu. siles. Pero surgió Federico el rebelde. Más libre, más duro. De todo el encierro, de aquel silencio amplio que le brindó la tierra, surgió Federico el rebelde, el padre de sus versos, de su voz fuer!~ que ahora vive y se burla de los rebeldes de trapo. Y los versos de Federico, agrupados, son como un látigo que les soba sus carnes carcomidas, una carcajada que les azota y les d esespera y les hiende los oídos y los tortura con la idea del crimen inútil. El Cristo por quien ellos matan, resucitó en sus ideas. Los poetas se quedan presos, aún después de muertos, como cautivos de sus propios versos. ¡,Qué importa asesinar un poeta? Federico, en el hueco que lo oprime, enhiesta un índice comido de gusanos y se burla de la falsa rebeldía: ¡Rebelde él, que pasea su canto po1· todas las almas sanas! Rebelde, más rebelde que todos los re. beldes, pues su grito es perenne eco aún bajo la tierra que Jo cubre.
José GOMEZ SICRE Febrero 1937, en La Habana.
Oda a Federico Bn el cielo . de Granada Pulso de sol y espuma, Federico, pecho de luna maduro a trino y brisa y sombra de ulondra vidente: ¿en qué viento negro, en que ma ácida, en qué orilla (morada hincaron el pico tus palomas? .•• -Una lluvia de golondrinas desesperadas me golpea el corazón!;, tú muerto, tú disperso, tú callado, dueño de la eternidad encendida? ¿Qué locura de sangre y abismos y espadas fieras pudo herir tu manzana de milagro? ... -)fariposas mariposas amargas, vuelan noches sin astros. ¿Y tu voz? ¿Y tu voz? ¡Oh Federico., 1tu voz ab.-asada de mareas tornasoles 1, ¡,en qué ciudad distante e invisible d e azucenas y de ruiseii0res vigila el paso de la prima\'era? ... -Un vi<>nto hurrt<'anado empapado en llanto de estrellas y de nardo y de (ángctes insomnes alarga el llamamiento de los trigos; ¡Federico! ¡Federico! ¡Federico! -espejo exacto al sueño y a la luz¿en qué árhnl eterno señor del mediodía del silencio custodias la palabra de las albas? ... Pulso de sol Y espuma, Federico, habitado de niñas tiernas y de caracolas, ¿en qué rio rojo, en qué delirio, en qué agonía innom. (brada naufragó el secreto de tus nidos' Serafina NU!i:E2
soneto ¡Qué penumbra de dalia desterrada! ¡Qué eclipse de guitarra y romancero! ¡ Qué apagarse de trenzas y toreros yerra doliente por tu madrugada! Salgo al aire con pala y con azada buscando por el cielo derrotero que me lleve a cavarte entre luceros la tumba pura por tí soñada. Acuesta allí sobre plumón ocioso tu· desmayo final bajo la suave . ala de un ángel trágico y hermoso. De tu dulce dormir dame la clave, · levántate una noche y silencioso muéstrame un signo y tírame la llave. Emilio BALLAGAS
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Pablo Casals y la guerra civil española Por G. D. (De "L'Oeuvre", de París) Hay campañas bien orquestarlns . .. Ilay declaraciones que se benefician de una publicidad en la que nada rompe la armonía y que se ponen al diapasón con un cierto entusiasmo de encargo ... el "la" es dado en todas partes y se sabe lo que significa esta nota. Cuando h ace algunos años T oscanini, entonces en Italia, se negó n dar como preludio a su concierto el himno fascist:~, se arrojó generalmente un velo púdico sobre el "exh·:~vío" del gran director de orquesta .. . No es ciertamente sin un sentim iento de inquietud análogo que las "altas" clases de la sociedad francesa, tan prontas para aplaudir a un Casals, un Thi. haud, un Corto!, sabrán que Pablo Casals no dehe ser contado en l'l número de los admiradores de Franco y que no saluda con un amplio golpe de arco, como se creían en el derecho de cs¡H~rar las víctimas, mujéres y niños inclusive, dd más piadoso de los generales. -Yo era uno de los hombrt>s más ricos de Darce. rona, ha dicho Casals. Ahora ya no poseo gran cosa, pl'ro no me preocupa. Soy un trahajaclor manual. . . Si, manual, y como tal estrechamente :~soria do al movimiento democrático. Asi como se sabe, el gobierno de Cataluña me pidió que pusiera mi artr a su servi. cio. Antes del desencadmamiento de la gut>rra civil y sin haber sido invitado por nadie, ya me habla esforzado por servir a mis compatriotas. Pablo Casals se ha defendido de ser un político: -Repito que no soy más c¡ue un artista. P ero no puedo soportar en silenrio las acusariones proferidas contra el pueblo catalán, ese pueblo que no tienE: ninguna responsabilidad en la guerra civil y que rea. liza actualmente heroicos sacrificios. .. Antes había diferencias entre los catalanes y los españoles. Des. de ahora, Cataluña y España marchan unidas de la mano y yo me siento cada día más español y más ca. talán. Casals reconoce que su próxim:~ jira tomnr:'t un carácter de manltestación de propaganda: -¿Cómo no va a ser así puesto que se ha publicado en muchas oportunidades que yo b:>bia sido ase. sinado por los "rojos"? Mostraré, por lo menos, 1¡ue todavia estoy vivo . ..
Le
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-b:~stantc
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pens:~h:J pcnnanecer neutral en el conflicto.
El salló. -¿Neutral'} ¡De I'V-rtguna manera 1
Y agregó, él que ha firmado, hace alrededor de un mes el manifiesto de los intelectuales catalanes, 1londe ~u nombre figuraba entre otros al lado de Picasso: -:\le es imposible aprobar a aquellos catalanes que en el momento del peligro abandonan su pais, l111ycn al extranjero. Sé perfectamente que podría vtvtr mucho mejor en otra parte que en Barcelona, en condiciones infitniamente más confortables. Pero declaro que no bien termine mi jira por el extranjero, volveré a Cataluña. Viviré con el pueblo cata~:tn s us horas sombria~>. como he vivido con él sus días felices. Entonces, se le interrogó sobre Alemania. ¿Tocarla ante el público alemán? ¿Está n pr~vis tos rec it:tlcs en Uerlín? -No iré a Alemania. He tomado esta decis1ón cumH.lo los nazis echaron al gran director de orquf'sta Bruno W:~lter. En esa época, dije lo que repito ahora: No volveré a poner los pies en Alemania mientras la libertad de pensamiento y la libertad del urte no existan. Y Pablo Casals se jacta de ser un demócrata: -¿Por qué soy demócrata? Porque es en la demorrada solamente que los hijos de los pobres cam. pesinos pueden tener su W'Ortunidad como vo he te nido la mia... · Es por eso también que evitaré los caminos que conducen a Alemania. Cuando la orquesta Pablo Casals de Barcelona bajo la dirección de Alfred Cortot ejecutaba con ei mismo Casals Y Jacques Thibaud el doble concierto en la menor de Brahams, por ejemplo, el públiéo más elegante d~l mundo y que no siempre sabe qué hacer con sus dtez dedos, se apresuraba a aplaudt'r 1 d' , como ap au ta cuando Cortot, Thibaud y Casals interpreta. ban el trio en sol mayor de Hydn. ¿ IIar:'tn el mismo recibimi ento a d ecl • arac10nes en 1as cuales Pablo Casals toma una posi '6 b' i • t Cl O 1en nquJe ante para los adversarios de la libertad?
El gobierno legítimo y el pueblo leal protejen la cultura Franco y sus invasores la intentan destrui·" · · -JO-
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Palabras de don Angel Ossorio LA PATRA~A DEL COMUNISMO Los que en España atacan a la República dicen que quieren librarla del comunismo. Los que desde afuera los auxilian, proclaman que su único fin es. impedir la implantación del comunismo en Occiden. te, Y hasta llegan a hablar de la "sed de sangre del comunismo." Los egoístas, se disculpan porque te. men más al comunismo que al fasdsmo. Las particularidades de mi situación personal, me privan de libertad para hablar de otros paises. A España he de refcrime exclusivamente. Pues bien, aquellos españoles que fingen espantarse del comu. nismo, ¿contra qui~n se sublevaron el 18 de julio? ¿Contra un gobierno comunista? De ninguna mane. ra. El Gobierno de entoncse era estrictamente republicano, exclusivamente burgués. Después ha sido que ha habido que llamar al Gobierno a todos cuan. tos partidos y sindicaciones representan al pueblo unido para defenderse. De modo que, quien ha traído a gobernar a comunistas y anarquistas, no es la República, sino los generales sublevados y los fascistas. ~adie puede creer en la alarma de esas gentes frente al comunismo. Porque, ¿es que cuando do. minaba entre los obreros un socialismo moderado, aceptaban ese socialismo? ¿Es que dejaron vivir en paz a Pablo Iglesias? ¿Es que, cunndo la República quiso hacer una reforma agraria medrosa, insuficien. le, aburguesada, la admitieron? ¿Es que, cuando se ha iniciado en España cualquier movimiento de dcmoct·acia cristiana, no han colmado de imprope. rios a sus propugnadores, diciPudo que eran prere. ribles los bolcheviques? ¿Es que, cuando algún Papa ha pronunciado palabras de aliento para los trabajadores, no han cubierto de injurias al Papa, tildándole de hereje y sufragando rogativas para que Dios le trajese al buen camino? ¿No fué uno de los jefes del ultracatólico integrisimo español quien públicamente dijo que si era verdad que los Papas protestaban contra los abusos del capitalismo, él se haría cismático griego? La guerra infame que ahora está destrozando a España, no se debe a otra cosa sino al temor de que la República, realice un leve adelanto en el ·orden so. cial. Trátase, en fin de cuentas, de perpetuar, un régimen de castas e impedir la expansión del pro. letariado. Esto, y no el comunismo, es lo que los subleva. dos quieren impedir. Reconozcamos que el miedo es injustificado. La obsesión del comunismo es una simple pa. traña. EL PRODLEJUA RELIGIOSO Una de las mayores preocupaciGnes, por lo menos una de las que más ~e utilizan para fines politicos, es la tocante al porvenir que en España le estará reservado para las ideas religiosas y la libertad de conciencia. ¡Cuánto se ha hablado de los Incendios de los templos y de la matanza de curas! A cuenta de esto,
se han desalado campañas violentisimas y se ha querido justificar el calificativo de rojos, para todos cuantos nos hemos colocado al lado del Gobierno legitimo. Se ha sostenido que Jos católicos debian estar al lado de los militares sublevados, porque és. tos representan al catolicismo, la Patria, el orden Y todas las virtudes. De parte del Gobierno, quedaban unas turbas de asesinos. Por fortuna, el tie¡npo es gran demostrador de verdades. Después de unos cuantos meses de sostener esa campaña el fascismo internacional, se han podido observar unos cuantos hechos indiscutibles, de los cualrs quiero dar un breve apunte. Primero. No es ventad que todos los católicos estén contra el gobierno. Al lado del Gobierno están otros que tienen tanto derecho como cualquiera a conservar sus idrales religiosos, sin perjuicio de ha. ccr la política que más le plazca. Pn•scindiendo de grupos o de individuos -in. <'luso eclrsiásticos-, se da el caso de que la r egión española donde el catolicismo es más generalizado, más firme, más inlransi~r nte - Vasconia-, está al lado de la Hepública y se bate bravamente contra los militares d e España y contra los ejércitos invasores. Se dirá 11ue lo hace porque la República le ha concedido la autonomía. El argumento es falso ; me. jor fuera dl'cir 1¡ue es una verdad a medias. I..a Hepública ha concedido a los vascos la autonomía que ellos anhelaban; pero, si al mismo tiempo, la Hepública hubirra impuesto o siquiera consentido una política de persecución a la Iglesia, es eviden. ítsimo que los vascos no estarían al lado de la Re. pública. Quien diga que un vasco vende la religión por la autonomía, no sabe lo quo es un vasco. Srgundo. Es asombroso que, en nombre del ca. tolicismo, se anatematize y maldiga a los que matan curas, y !;t" bendiga y exalte a los que matan mujeres y lllnos. Con una particularidad: que cuando se asesina a unos curas no es porque l'o ordene el Go. bierno de la República, sino a pesar de sus esfuerzos; y cuando se asesina a mujeres y niños, no lo hacen turbas anónimas, sino soldados que obedecen las órdenes de los generales facciosos. Pues yo pregunto : ¿En qué lugar está dicho qUe la vida de un cura vale más que la de un niño o una mujer? ¿Qué conciencia es la de esa gente que juzgan laudable -esa es la verdad- matar a las fa. milias mrulril(•Jias, malagueñas, o cartageneras o bil. balnas, sólo porque se encuentran en territorios lea. les al Gobierno legitimo? ¡,Dónde estAn y qué con. cirncia tienen esos Obispos que no condenan a los bombardadores de ciudades indefensas, sino que es. tán con ellos, bendicen sus armas y participan de su política? ¿Quién ha dltho que las víctimas de un lado son sagradas, y las de otro, perros rabiosos? Tercero. Pero ahora resulta que el bando pla. doso, además de asesinar en masa y por millares obreros y politicos del Frente Popular, se fusila tam. bién los curas que no se rinden al fascismo. Multi. tud de periódicos españoles y extranjeros, y entre éstos, algunos muy calificndos de la derecha, dan
relaciones puntualísimas de curas fusilados por los fasci~tas. Sin embargo, no hemos oido protestar .1 los católicos militaristas. De modo que existen dos pesos y dos medidas. Si hay un cura amigo de los rebeldes el matarle es un crimen que dl'hc sublevar a toda la cristiandad. Si el cura muerto es republica. no, no merece la prna hablar de i·l. La Historia y la Humanidad juzgar:'tn esta conducta. Cuarto. Todavía hay un fenómeno más pasmo. so. En estos mismos días los católicos alemanes cla. man contra el nacionalismo hitleriano, y los obispos alemanes piden amparo al Sumo Pontífice contra la tiranía hitleriana, empeñada desde el primer mo. mento en descristianizar al pueblo alemán. Sin em. bargo, los católicos españoles, en vez de sumarse a los católicos alemanes y ayudarles en su protesta, toman a Hitler como ídolo, traen a Espalia una inva. sión ele ejército hitleriano, y trazan programas so. cialcs y políticos calcados en lo,; de Hitler. ¿Cómo se entiende eso? ¿Es posible estar al mismo tiempo con Berlín y con el catecismo de la Doctrina Cristiana? ¿Es licito traer a España el enemigo de Cristo para que ampare la Doctrina católica? El juego está bien patente: Desde el campo f:1s. cista español, no se trata de defender la espirituali. dad religiosa. Se trata de defender una politica. Permitaseme poner en evidencia un paralelismo que ofrecen los diarios del 11 de febrero. En uno de f'stos órganos leo una carta pastoral de Monseñor Kaller, obispo católico de Prusia Oriental, y encuentro en ella las palabras siguientes: "Se pretende que el Cristianismo ha terminado su carrera, que ha fracasado, porque, no estando con. forme con la raza alemana, se le ha de desplazar por una religión racista. Esto es una declaración de gue. rra a la Iglesia católica". "Si; estamos en plena guerra; ningún concorda. to, ning1ma p1·ofesión de fe del Fuhrer en favor del cristianismo positivo nos protege contra el fanatismo de los enemigos de Cristo, que atacan a la Iglesia, a los sacerdotes, r al pueLio católico que los calumu. nian, r creen hacer con eso ahora agradable a Dios". Pues bien, en otro diario del mismo día, encucn. tro la i1ltima carta pastoral del señor Gomá, arzobispo de Toledo, <rue está al servicio de los militares es. pañoles. "Toda criatura -dice- tiene el derecho de entrar en guerra contra otra, cuando ésta se pone en guerra contra Dios. La guerra es hija del abuso hecho por el hombre de la libertad, porque es hija del peca. do". ¿Hay quien comprenda esto? Los obispos ale. manes denuncian que Hitler se levanta contra Dios. En frente de esto, í'l Cardenal primado de España se pone del lado de Hitler. Y como nosotros estamos contra Hitler recomienda se nos haga una guerra de religión. Reaviva las guerras de religión que fueron un azote para la humAnidad y que creiamos extinguí. das par~ sie~pre. Más no solamente las declara legítimas, sino que ordena emprenderlas contra los enemigos de Hitler, es decir, contra los verdaderos amigos de Dios. ¿Cabe mayor absurdo? ¿Se dará cuenta Roma de las consecuencias que puede tener para la Iglesia esta actitud ele primados belicosos y
privados de la luz de la razón? . J'd 1 d Mas también en este aspecto de la espint~a a religiosa la victoria de la Repu· bl'1ca será un b1en · Se atribuve ' a un sacerdote de gran inteligencia esta ~ra• J 'gles1as· . ,,' se definitiva: "Las turbas han quemado as 1 pero nosotros, los curas, hemos quemado la Ig1esl~ • ¡Tremf'nc.la verdad! Siglos enteros en que los Jerarcas de la Iglesia en España, han vivido apartad?s de las clases humildes, y apegados a la aristocracia de todo género, hablan de traer como resultad~: 1~ · que se ha calificado de "apostasía de las masas • El hecho es tan cierto, que lo han condenado elocuentísimas voces eclesiásticas, de los Papas para abajo. En Espai'ia cobró especial relieve desde la instauración de la Hepública. Todo el que quiso perturbar a la H('pública, difamarla y calumniarla, estorbar sus leyes, deprimir a sus autoridades, tuvo el Clero a su lado. El púlpito era frecuentemente lugar de combate nntirrepublicano. En los pórticos de los templos. los señoritos elegantes vendían con gritos subversivos periódicos monárquicos, sin que los párrocos, rectores o capellanes lo impidieran. Las palabras de prudencia y cordura que los obispos pronunciaron en 1931, ni fueron obedecidas ni tuvieron continuación en actos posteriores. Gentes católicas eran las que propalaban contra los gobernantes las imputa. ciones más afrentosas y soeces. Católicos fueron los que, desde el primer día, lucieron su ingenio contra el Frf'nte Popular. Y desde el dia 18 de julio, vociferan a titulo de defensores de la religión, los militares que faltan a su juramento, los que desconocen el po.. der lf'gilimo, los que inundan a su patria con tropas extranjeras, los que se apoyan en elementos anticristianos de Africa y Europa, los que sufragan libelos ele escándalo, los que emplazan ametralladoras en las torres, los que tienen como programa, matar a la mi. tad de los espai'ioles y destruir la mitad de España. 1Pobre religión 1 1Para qué Cines la utilizan 1 ¡Ah! Pero como protesta contra esa irrupción, surgen E-n España y en todos las países, grupos s-.!lectos de creyentes que no se preocupan del esplendor de la liturgia, ni de los trsoros de las imágenes, ni de la satisfacción de los poderosos, ni del griterio de la prensa, ni de ciertas desatinadas pastorales; creyentes devotos de los mandamientos de la ley de Dios. de la moral católica, de la necesidad de vivir con el pueblo, por el ¡m('blo y para el pueblo, y empapados de aquella gran verdad que la Iglesia proclamó, según la cual, es. grande ~ admirable virtud la caridad, pero ha de 1r p.recedHia de la justicia; y es la justicia, no la mera p1edad, la que exig~t que sean defendidos los derechos de los trabajadores cu~·a condíc'ó _ 't L . J 1 n re. PI amos a eon XIII- difiere poco de la de Jos esclavos. · pro. Esos creyentes son personalistas• es dee1r, pugna d ores d e1 valor del hombre, por encima de la fuerza del Estado, mantenedores de Jos· p I'IVI · ·1 egJOs • y . ' d hbertades del espiritu contra los mater 'al · 1 1 smos e to. d as clnses; apasiOnados del régimen J'ur'd' . 1 1co, d eb elarlores de las chctaduras arbitrarias · · . p or eso . en E•s. paña se han puesto al lado del Gobierno· P ¡ 't' , orque es egl lmo, porque no es dictatorial porque s d át' • e emo. cr leo, porque cada uno de sus hombres Y de su~
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partidos han postergado sus programas para no pensar más que en España y en la Libertad. De esos núcleos saldrán los cristianos, que influirán en la vida rspaiiola, reputándose servidores de un alto sentido religioso y no haciendo a la Religión ser. vidora de sus conveniencias. Y el mundo contemplará este fenómeno ejem-
Del Anglo Catholic Church Times de Londres. ESPA~A
Y LO
ESPA~OL
España se ha convertido en la gallera internacional, y, en la lucha que alli se desarrolla, parecen ser los españoles los que menos intervención tienen. Hasta la fecha hemos tratado de no perder nuestra cabeza para poder discernir dónde está la verdad y dónde el error en esta tremenda guerra civil, dando cabida en nuestras columnas a los alegatos de ambos bandos. Mas, en vista de las inconsistentes y burdas pah·añas que se han venido imprimiendo en torno a este asunto, creemo.s necesario repetir nuestro par. ticular punto de vista. No negamos que el Gobierno del Frente Popular fué y es anticlerical; pero esta. mos igualmente convencidos que la Iglesia española. tuvo gran parte de responsabilidad en que esto fuera asl. Creemos que el Gobierno republicano tuvo y tiene el apoyo de la mayoría del pueblo español; creemos que a no ser por la rebelión del genet·al Franco, España hubiera llegado a establecer un Gobierno progresivo y tolerante. Para nosotros la intentona de Franco es una insurrección militar, que ha sido posible por la ayuda que le ha sido prestada en el extranjero, con la intención de destruir el Go. bierno democrático y sustituirlo por una dictadura fascista. Reconocemos que al debilitarse el control ejercido por el Gobierno de la República a causa de la insurrección, se han cometido muchas ofensas contra el clero; pero al propio tiempo tenemos bnenas razo. nes para afirmar que idénticas ofensas han sido asl. mismo cometidas por las fuerzas rebeldes.
piar: qur los republicanos, Jos comunistas, los anar. quistas, todos estos laicos, todos estos "rojos" a quie. nes odia la "buena sociedad" de todos los paises, respetarán escrupulosamente los fueros de la concien. cia católica, exigiendo únicamente que los católico~ no se parapeten en la Religión para hacer una polllica reaccionaria y dictatorial.
ADHESION "ME CREO INTil\IAI\IENTE UNIDO A LA GRAN CRISIS DE SU PATRIA", DICE EINSTEIN AL EMBAJADOR DE ESPA~A EN WASHINGTON.
El sabio profesor Alberto Einstein ha dirigido una carta al embajador de España en Washington, Don Fernando de los Ríos, a la que pertenecen Jos siguientes párrafos: "Creo un deber manifestar a usted, en estas circunstancias, cuán íntimamente me siento unido, en la gran crisis de su patria, a las fuerzas leales y a su heroica lucha. Mas al p¡·opio titmpo me avergüenzo de que los países democráticos no hayan encontrado en esta situación la energía de que había necesidad para cumplir sus deberes fraternales. "Tanto más altiva podrá mostrarse España si, no obstante aquella abstención, y a pesar de la inter. vención de los poderes reaccionarios, puede victo. riosamente continuar su libertad.-A. Einstein."
· BOTON DE MUESTRA 1\flLLAN
ASTRAY
HA DICHO LO QUE ES EL TERCIO "-Bandidos de todas las especies. Truhanes que dormían con los ojos abiertos. Ladrones cansados. "Vivillos" de mala estrella. Y, entre ellos, jóvenes víctimas del juego, del amor y del pecado. Muchos llegaron al cuartel huyendo para no asesinar a sus mujeres. Picaros y débiles; soñadons y trá. gicos. Locos, vi vos, borrachos. . • Toda la misera. ble multitud de los galápagos de pellejo duro que no se ruborizan ... "
(De POLJTICA, Habana 15 de marzo, 1937)
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Noventa y ocho de los mas grandes escritores norteamerica. . nos condenan la actuación de los facciosos españoles. "Nosotros, los infrnscritos escritores estaduni- Kcnneth Bnrke, Willer Bynner, Erskin Calwell, John denses, creemos que la polítira de neutralidad adop. Chamherlain, Sheldon Cheney, Robert M. Coates, t:Hla po r el gobierno de Estados Unidos para con lao; Grace Jlazard Conkling, John Cournos, Malcolm Cowfuerzas contendirntes en Esp:uia hace ahora más ley, Conutec Cullen. necesario <tllc nunca el que los juicios morales de los Margare! Deland, Babetle Deutsch, John Dewey, ciudadanos ¡)articulares se expresen libre y valiente. George Dillon, W. E. B. Du Bois, R. L. Duffus, .Max mente. Eastman, Walter Prichard Ealon, Clifton Fadiman, "No podemos permanecer silenciosos cuando la William Faulkncr, Dorothy Canfield Fisher, Vardis guerra se convierte en una carnicería de indefensos Fisher, lllartha Folcy ,John Gunther, Josephinc: e inocentes. Específicamente condenamos los asesi- Herbst, DuBose Ileyward, Granville Hicks, Frank natos de mujeres, niños, y otros no combatientes siu . Ernest Ilill, Langston Hughes, Inez Ilaines Irwin, armas cometidos por la facción militar que con l:l Alvin Johnson, James Wddon Johnson, 1\lathew ayuda de aliados extranjeros está haciendo la guerra Josephson, Manuel Komrorr, Alfrcd Kreymborg. contra el gobierno republicano de Espaiia, legal y Suzannc La Folletc:, John Howard Lawson, Wil. democrúticamentc constituido. Condena mos los bom- liam Ellcry Leonard, Sinclair Lewis, Robert 1\lorse bardeos delibrrados de hospitales, parques de recreo, Lovett, Walter ~Iillis, Daniel Gregory l\lason, Edgar asilos de huC:·rfanos, cuartos de socorro, colas de amas Lee ;\lasters, William :\lcFee, I.ewis i\lumford, Christde casa a las puertas de establecimientos de comesti- ophct· :\lorley, John G. Neihardl, Rcinhold Neibuhr, bles, y el cruel y cobarde bombardeo de ;\ladrid. Charles O'Ncill, 1\larlha Ostenso, Walter Pach, Dorothy "Apelamos a los miembros de nuestra profesión, Parker, l\larion Patton, Alice Hegan Rice, Cale a los escritores, a los artistas, a los clérigos, a los Young Rice, Elizabeth llladox Robcrts, James Rortr, maestros, para que dando de lado diferencias polí- Paul Rosenfcld, Constance Rourke, Charles Edward ticas, raciales, y religiosas, tomen una actitud en Russell. armonía con las tradiciones americanas." Carl Sandburg, Vida D. Scudder, Lec Simonson, La lista alfabética de los noventa y ocho firman- Upton Sindair, Georgc Soule, J. E. Spingarn, Harold tes, entre los cuales figuran los más grandes escrito- E. Stcarns, T. S. Stribling, Ruth Suckow, Genevieve res <le Esta<.! os Unidos, es como sigue: Taggard, Ida ~1. Tarbell, Hidgely Torrencc, Louis Louis Adamic, F. P. Adams, ~!axwell An<lerson, Untermeyer, Lilian D. Wald, Webb Waldron, Gcorgc Sherwood Anderson, Newton Arvin, Brooks Atkinson, P. Wcst, John Hall Wheeloek, Thornton Wilder, Hamilton Basso, Erncst Sutherland Bates, Carl L. William Carlos Williams, Ilclen W o o d w a r d, Becker, Robert Benchley, Brucc Bliven, Louise llogan, W. E. Woodward, Art Young, Stanley Young. Van \Vyck Brooks, .Al ice Brown, Iloward Brubaker,
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MIS AMIGOS
Por Pablo Recibo cada día solicitu<.lcs y carlas amistosa'> que me dicen: deponga usted su actitud, no hable de España, no contribuya a exasperat· los ánimos, no se embarque ust ed en partidismos, usted tiene una altd misión de poeta c¡ue cumplir, etc., ele . .... Quiero responder de una vez por todas que, al situarme en la guerra civil al lado del pueblo español, lo he hecho en la conciencia de que el porvenir del espíritu y de la cultura de nuestra raza dependen directamente del resultado de esta lucha. Supongamos por un momento que los bestiales elementos militares llega. ran a triunfar en Espatia, supongamos que Franco, von Faupcl y Conti implantaran su régimen de traición e invasión, no nos detengamos en la consecnen. das morales y materiales de una catástrofe semejan. te, pensemos un momento en lo que sobrevivida del intelec to. No olvidemos que después del asesinato de Federico García Lorca, en la plaza de Granada se hizo una hoguera y se quemaron miles de ejcmplarc~ del "Romancero Gitano" y todos los papeles inéditos del poeta. El asesinato y el incendio presiden el programa del milit::trismo fascista español, inspirado en el pa\'oroso régimen alemán. Los maestros de Galicia han sido casi enteramente exterminados: la caza de maestros de primera enseñanza era un deporte diario de los falangistas gallegos. Estoy convencido de que
DE AME RICA NERUDA una ola de persecuciones jamás vistas en la historia del mundo, terminaría con todo lo vital y creativ,J de España. A sangre y fuego terminarían con todo. Al lado de ellos, haciendo el mismo papel de los militares felones, veríamos a la hez literatizante de Espmia, los novelistas pornúgrafos, y algunos traidores profesionales como Marañón, hacer alguna apa. riencia de actividad intelectual. Pero los verdaderos, el conjunto de investigadores, maestros, bibliotecarios, ensayistas, novelistas, poetas, pinto res, escultores, grabadores, estaría muerto o desterrado. La barbarie y la muerte reinarían en España. Pero no pasarúh. Y los rifleros del pueblo al defender su vida defienden las bibliotecas y los museos, y nos defienden a nosotros, escritores de lengua espmiola. Al defender sus ciudades defien. den el intelecto de nuestra raza madre. Y yo estoy con ese espíritu indestructible, con el corazón épico y valeroso de Espai'ta irreductible, con el mismo co. razón del mismo pueblo que hizo brotar los prime. ros torrentes de poesía, ahora bases p étreas de nuestro idioma. Estoy y estaré con el pueblo español masacrado por el bandidaje y el celestinaje interna. cional. · Y a todos mis múltiples amigos de América Latina quiero decir: no me sentirla digno de vivir si asi no fuera.
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notas de redaeci6n
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(Vien e de la segunda plana) . demasiado espacio . Pero no debt•ntos pasa r por alto rlos ejt•mplus significativos. El magazine más carn d e los E s tados C nidos, la gra n r evista Fortunr. de Chkago, c u~·o público lector se recluta entre adinc. rados indust riales y businessmen, llrinc ipalmente, publica e n su número de abril un excelen te estudio so bre la situación española. Este articulo v el de l.awrencc A. Ft••·nswoth, que publicara en oc iubre l:1 prestigiosa revis ta norteameri c ana Foreig11 Af{airs y que se n •produjera e n el primer número de Vcrda. d l'li, son In mejor que h e m os leido en la prensa ame. ricana sobre la c u estión española. Detallado y mi. nudoso, se hac e imposible citarlo iu cxteruo. Sólo copiare m os unas fn1ses d el comie nzo y o tra del final, aunque todo el texto me re<·e leerse dc·te nidamente. " Hasta ahora - viene a decir el edito rialista de PORTVXE- llitler y l\lussolini se habían mofado de las instituciom•s democr:itic as, pero no habían ata. cado d e h echo a ningún gobierno democrático. De repente, ahora, aparecen apoyando un ataque contra un gob iemo •·epublica no y liberal (el Gobierno Es. pnfiol del Frente Popular) si es que no fueron ellos mi s mos quien es maquinaron el ataque". l\lás adelante añade: •·La historia de España en los últimos dos. cientos a1ios, es la hi st o ria de un gran pueblo Ira. tando de librarse del aplastante peso de las ruinas de su pasado feudal. Mejor dicho, es la historia <le las r e presio n es sangrientas con que los poseedores de· esa~ ruinas las han defe ndido contra las esperan. zas del pueblo." Por último para c enar el artíc ulo, dice el editorialist a de Forlun: : " La ferocida«l cs. p:liiola es un mito. Las brutalidades de la g uerra civil son las inevitables consecuencias de una histo. ría c¡ue ha semhr:ulo el terror y e l odio . . . Los c iu. dadanos americnnos e ingleses que se lnvan las m!.lnos porque se les h a escandalizado la sensibilidad, no hacen sino esca motear la c uestiún. Los tér minos d e la cuestión e>:trihan en la historia del pueblo es. pai1ol. Su s ign ifieadún es clara." Ese e~ el primer ejemplo. El segundo lo come:ttarcmos con unas lineas d el semanari o Time dt• Xew York. Dice asi Time. en su cdidón del cinco de abril d el eorriente: "Se presume que Pi o Once se ha dado e ucnta, al considera r t•l estado de la Iglesia Católica e n !\léx ico y España, <1ue no son sblo pro. !estantes s ino muchos catól icos liberales también, quie nc~ no se inclinan a c ulpar a los Hojos por todo lo que esl:'t pasando." - " El mes pasado - sigue di ci~n uo Timee l periódico de los Padres Pautes 1 he Catholic World, se h ac ia estas preguntas: "¿Es q.uc la reli gió n del pueblo madrileño era tan sup.erflcJOI " su inteli¡zenl'ia tan turbi a para que un mediO centenar de extranjeros con unos pu1i:ulos de. rublos Y t•n os panfletos mnrxistns pudieran convertir la po. t..ladún ni ntcísn1o y a l bolc ht•vismo en un dos P 01; tres? - Y mientrus tanto, - sigue pregunta~1do c . Catholic l\'orld de los Padres Pautes- y llll~ntras . 1os c uras? .. .. . Algo malo habw e n tant o. ;.Qut·. h ac wn i,~paña. ¡.Qué er a ello?" .. .
Tienen ra ;o:ún Caf/w/i/1 Wur/d.
los padres Paulcs Algo malo h nbia e n
<JIIC diri~en
el
España. Babia
un inhumano ~· l'iego egoi ~ n•o por pa r te d e Jos intercs t•s feudal <·s l)ut· traic ionaron la Jl epúblir a . llabin. desd e el punto de \'ista r eli gioso, lo qu e e l padre J.coradio Lobo dij o e n s u disc ur~o del 2 1 d e sep. tic mhre, hubia "la c orrupción tlel ca toli c is mo p o r e l favor oficial." Y asi va la verdad espa1i ola, p oro a p oco, triunfando en la prensa lliUJHli al. Porque. co li JO e l mi s 1110 pad1·e Lobo ha dic ho: "No está Dios r on los g enera. les facciosos ni lo es tará la histo ria."-
Jluxilio a los niños españoles La tragedia d e los nilios españoles no puede de. jar de conm over profundamente a hombres y muj c. res d e todos los paises. Para ac udir e n a~· tu la d e esas \' ic timas indefc•nsas de una g uerra a uspiciada por i\lussnlini y llitlcr, se <•st:i n con slitu ~· eJHio en todo e l mumlo Co mités que tratan de dirigir la s impa tía Y co mpasibn r¡uc los niños hispanos despiertan, d e mo. do m:is efecti vo. En Cuha ha surgido ya la "A s oci:~ci Ú II de Auxilio al nii'io del pul'l>lo espmiol". Viene. según sus propias palabras "A d ar un sen tido profundamente humano al espontáneo gesto de te nder la mano a l gran pueblo español''. "Nosotros, que hemos declarado guerra a In guc. rra - añade por considerada c omo una at r ofi a de la civi lización, como nega c ió n de toda human idad ~· d :.! los nuis elementales derechos del h o mbre. no pode. mos permanecer indiferentes ant e esta lu<·ha fr a tri ci . da. En tanto que, soldados de la Paz ce nsura m os y c ondenanH·s a l o~ causant es tic esta si tuac ión: a los ••ue ultrajand o los sagrados principios de la d emocra. cia, ha n atac:ulo y violado la voluntad <l e un (IUeblo. Pero no podemos s ustraernos a un sen ti miento piadoso ante el hecho consumad o. La Asociación <le " Aux ilio a l Niño d el Puel.llo Espmiol", emprende una labor altamente humanit aria, libre ele todo partidarismo, al igual d e las ya ex iste ntes e n Francia. Checoeslo. vaquia, :\léxico, Inglaterra, Estados Unidos, etc. Sus filas están abiertas a todos los q ue se sientan con mo. vidos a constata~· que en tre los millones ele hombrl'~ que sufren las consecuencias de esta guerra sin pa. l':llclo se encuntra la poblac ión in fa ntil, i1·n•sponsa . ble. indcfc·nsa y ex tHJesta: a cua nt os no puedan re. cordar sin estremecerse los cientos de nilios masarra. dos en Badajoz o los excesos de Getafe y los aln•dcdo. res de l\ladJ·icl, dond las pmpias Crech cs y Jardinc·s d e la Jnfanc·ia han servido de blnnco en los bombar. deos de In ciudad". El Com ité de Honor de la Asociación lo forman e ntre o tras distinguidas personalidades don Fernan. do O•·tiz. doctora l.amila He nriquez Ure1ia, doctor .Jm:é Bisbé: cloc·tor Hoberto Agramontc. Francisco Do. m enech . Su Comit{· Directivo esta cr.nstituido por Teté Casuso. doctor Luis Alvarcz Tavio. doctora G lad y~ J.pez. All'e•·to Saumell, Hcrminia d el Pm·tal. Enriqu'! Camejo, Ramiro Valdtls J)a us~á y Gustovo Fabal . . . :\IEDIOOI:\ recoge iniciativa tan !':imp{¡tica y e xcita a sus lectores a la a~·uda más firme hac ia la Asl). r iaeión nue ha instalado su local en la l\fanzann de Gómcz núm. 2G!l.
- 1fllm¡)renta Puerto Rico, Inc.
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