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Año X | #19 | Julio 2015 | $20

HombreNuevo

Opinan: Atilio Borón, Horacio González y Eduardo Maturano Ayotzinapa: Te cambio mi voto por los 43 | Filipinas: guerrilla y democracia Monte Maíz: Vida Fumigada | Tina Modotti: Fotografía y Revolución


26/06/2002. Puente Pueyrredón - Avellaneda - Buenos Aires. Enfrentamiento entre militantes populares y la bonaerense comandada por el ex-comisario Alfredo Franchiotti. En la foto pueden verse a Darío y Maxi. A 13 años de aquel combate, ¡DARIO Y MAXI PRESENTES!

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Sumario Me llaman democracia Pág. 4

“Lo que se salva en época de crisis es el capitalismo, no la democracia” Entrevista a Atilio Borón Pág. 5

“Todo se hace en nombre de la democracia” Entrevista a Horacio González Pág. 8

“La sociedad no necesita derechos sino libertades” Entrevista a Eduardo Maturano Pág. 11

Democracia en el mundo Pág. 14

Y dijeron… sobre democracia Pág. 15

Te cambio mi voto por los 43 Por Alessandra Cristina Pág. 16

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Con posterioridad a la rebelión popular de 2001, y gracias al crecimiento del 8% del país, producto de la venta de soja, el kirchnerismo ancló parte de su gobernabilidad en un discurso pretendidamente progresista. Quien tomara el poder y quisiera cerrar la crisis abierta, debía cubrir las expectativas populares que exigían esfuerzos y creatividad de parte de la gran burguesía gobernante. La tarea era realizarle una cirugía de urgencia al régimen político herido, accidentado en barricadas y asambleas populares en las esquinas de los barrios. Fue así como el kirchnerismo debió enarbolar demandas históricas del movimiento popular, pero desvirtuándolas al punto de la desnaturalización: lo que comenzó con la reapertura de juicios a los genocidas terminó con el impresentable abrazo entre Hebe de Bonafini y el milico genocida César Milani. A su vez, la democratización de la comunicación por lo que tanto se luchó y se lucha por abajo, derivó en la formación de un monopolio oficialista que compite con el monopolio opositor.

Guerrilla y democracia Entrevista al Prof. José María Sisón Pág. 20

Monte Maiz, vida fumigada Pág. 23

Sobre la agroecología Por Mara Guevara Pág. 25

La memoria es del pueblo

Así, la concesión y el engaño fueron necesarios en la tarea histórica de recomponer la confianza popular en una dirigencia política e instituciones del Estado que habían sido puestas en tela de juicio bajo el grito de “¡Qué se vayan todos/qué no quede ni uno solo!”. Luego de 12 años, el modelo recicla a personalidades de los ’90 antes denostadas, de modo que la tarea resultó parcialmente exitosa.

Por Guillermo Lorusso Pág. 26

Fotografía y revolución Por Alessandra Cristina

Sin embargo, hay déficits que a esta altura parecieran estructurales: 32 años ininterrumpidos de gobiernos democráticos no sólo no mellaron, sino que con-

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solidaron, la incidencia de los “poderes fácticos” en la realidad social a costa de las necesidades populares. Hablamos de los grandes grupos económicos, enemigos en el relato, beneficiarios en la vida real. El año de recambio electoral no hace sino actualizar este problema. Es por eso que desde el Colectivo Hombre Nuevo decidimos contribuir al debate sobre qué se entiende por democracia. Elegimos el encuentro de las ideas e invitamos a intelectuales de diversas corrientes de pensamiento a que hagan su aporte al presente número de nuestra revista. Las preguntas estuvieron orientadas a profundizar qué es la democracia en tanto concepto, reivindicación o promesa, cuáles son sus condicionantes y cuál es, o debiera ser, su contenido. Además, quisimos conocer algunas experiencias de participación popular que permiten visibilizar otras formas de la democracia. En este sentido, dando vuelta al globo, revisamos intervenciones como la de los normalistas de México y los guerrilleros de las 7.000 islas que conforman Filipinas. En la búsqueda de abrir nuevos interrogantes, partimos de una certeza: la verdadera democracia está por construirse. Donde quienes detentan el poder vieron como una catástrofe la movilización social, nosotros vemos un camino a profundizar. En ese diciembre de 2001 hubo una realidad diferente tratando de abrirse camino. Vislumbramos esa forma de democracia, por la que peleamos todos los días, en la que la participación sea realizada sin ataduras, como lo soñaron los revolucionarios del siglo XIX, pero ahora, en esta fase imperialista del actual capitalismo.

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La perspectiva de género: breves interrogantes en torno a su aplicación Por Gabriela Pombo Pág. 30

Realización General

ColectivoHombreNuevo colectivo.hombrenuevo@gmail.com

Hacemos HombreNuevo: Luis Acosta | Josefina Crembil | Alessandra Cristina Juan Díaz Farrell | Amilcar Ferrero | Guillermo Garbini | Esteban Giachero Florencia Martínez | Andrea Perner | Melina Pucheta | Julia Sánchez Colaboraron en este número: Mara Guevara | Javier Gulin | Gabriela Pombo Diseño: Amilcar Ferrero - Julian Restrepo - Andrea Perner Edición y corrección: Ariel Bargach

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Introducción

me llaman democracia En “El Capital en el siglo XXI”, mal remedo de Das Kapital marxiano, Thomas Piketty hace un toque de alerta: “Cuando la tasa de rendimiento del capital supera de modo constante la tasa de crecimiento de la producción y del ingreso, el capitalismo produce mecánicamente desigualdades insostenibles, arbitrarias, que cuestionan de modo radical los valores meritocráticos en los que se fundamentan nuestras sociedades democráticas”. (2014:15). En resumidas cuentas se trata de una patada bajo la mesa al mismo capital: o regulamos y acotamos las ganancias o la desigualdad generada por esa misma ganancia arrastrará al fin. Limitar la volatilidad de las transacciones del capital financiero (en los ´70 no lo consiguió la tasa Tobin) en el siglo XXI no pasa de una utopía, pero el libro de Piketty instala el debate sobre la desigualdad feroz intrínseca del modo de producción capitalista en su etapa imperialista, hecho que lo vuelve incompatible con la realización de la democracia. Pero, ¿no son acaso las potencias imperialistas las grandes defensoras de la democracia frente a sus enemigos, ayer el comunismo, hoy el terrorismo islámico? Los EE.UU., ¿no han invadido decenas de países llevando muerte y destrucción en nombre de la democracia a los más distantes puntos del planeta? ¿Cuál es entonces la relación entre la dominación imperialista y la democracia? El nudo borromeo de lo democrático es lo que hay que poner bajo el filo de la crítica; hay que criticar la misma democracia. Aquél invento griego del 508 a.C., que tuvo origen en las reformas de Clístenes, fue el origen del mythos democrático: ni mujeres ni esclavos, ni libertos ni extranjeros, participaban del gobierno. En aquella Atenas no tenía el poder el pueblo. En el presente número de Hombre Nuevo sumamos voces que problematizan este debate. Atilio Borón, vinculando la esencia de lo democrático a la tradición del pensamiento socialista, contrapone la con-

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cepción liberal-burguesa de democracia a la de un proyecto político de contenido emancipatorio. Tal como señala en “El Búho de Minerva”, la democracia, como forma de organización del poder social en el espacio público, es inseparable de la estructura económico-social sobre la cual dicho poder se sustenta. De este modo considera que sólo en regímenes post-capitalistas podrán alcanzarse las profundas resonancias de lo democrático y asevera que “Rosa Luxemburgo tenía razón: no hay democracia sin socialismo” (2000:142). Desde otra perspectiva, Horacio González hace hincapié en los matices y ambigüedades del concepto mismo de democracia, señalando que ante todo es deber de las luchas sociales definir el concepto. Heredero intelectual de Ernesto Laclau y Chantal Mouffe, retoma el concepto de populismo como “conjunto de articulación de demandas” que se despliegan en un plano binario de un antagonismo de bloques en los que cifra el destino del “profundizar la democracia”. Eduardo Maturano suma su comentario en la crítica de la democracia entendida como “juegos de poder”, analizándola como elemento de la sociedad dividida en clases sociales que es lo central del problema. El auge de la democracia burguesa resulta directamente proporcional a la profundidad de la crisis del sistema capitalista, apunta Maturano, y en esta circunstancia histórica la democracia se desarrolla como una ideología sacralizada, ocultando su contenido de clase. La discusión está lanzada y abierta. Deseamos aportar a este debate, recogiendo voces alrededor del mundo que se empeñan en definir y determinar lo que es la democracia. -Borón, Atilio (2000): Tras el búho de Minerva. Mercado contra democracia en el capitalismo de fin de siglo,Buenos Aires: CLACSO. -Piketty, Thomas (2014): El Capital en el Siglo XXI, Buenos Aires: FCE.


Entrevista a Atilio Borón

Por CHN -¿Qué entendés por democracia? -Concibo la idea de democracia, desde la tradición del pensamiento socialista, como el gobierno del demos o gobierno del pueblo, mediante el cual se propende a lograr el mayor bienestar material y espiritual del pueblo. Es una categoría amplia, que incluye fundamentalmente al conjunto de las clases dominadas y explotadas y en la que el demos es el actor fundamental. Esta concepción difiere de la liberal-burguesa de la ciencia política norteamericana, para la cual la democracia es un método para elegir gobernantes. En cambio, desde el marxismo, la democracia, además de ser un método, es un proyecto político con contenido de carácter emancipatorio. Es autogobierno de los productores, en línea con (Carlos) Marx y (Jean) Rousseau. Es un gobierno popular con el máximo de instituciones de democracia directa y con el mínimo de democracia representativa, porque si no se termina transformando en una dictadura de los representantes o representados. Por eso (Vladimir) Lenin decía que si todos participan en la vida política, la democracia se convertiría en revolucionaria. Esta es un poco la concepción que yo tengo. -¿Por qué el mundo caracteriza como democracia a dos regímenes tan distintos como los de EEUU y Cuba? -Porque en el mundo, en el marco de la famosa batalla de ideas de la que hablaba Fidel (Castro), se produjo una gran victoria del pensamiento liberal y se logró darle el nombre de democracia a regímenes que no lo son. La democracia se constituye alrededor de una idea fundamental que es la de justicia social e igualdad. De modo que sólo es digna de ese nombre en la medida en que es un régimen que garantiza o propende a la construcción de una sociedad más justa y menos desigual. En este sentido, en el libro “Tras el búho de Minerva”, hago una distinción entre “democracia capitalista” y “capitalismo democrático”. Hay quienes hablan de “democracia capitalista”, por medio de la cual se califica la “democraticidad” de la democracia en cuestión. Este concepto descansa sobre el fal-

so supuesto de que en este tipo de régimen político, el componente “capitalista” es un mero adjetivo que califica el funcionamiento de la democracia. En cambio, yo considero que la democracia como forma de organización del poder es inseparable de la estructura económico-social sobre la cual ese poder se sustenta. Entonces prefiero hablar de “capitalismo democrático” que sería un régimen en el que existen ciertas reglas del juego que garantizan un mínimo de competencia política y nada más. El capitalismo como sistema tiene un problema de justicia que es irresoluble. Es un rasgo, no un problema o patología. Es un sistema que no tiene posibilidad de resolver la contradicción fundamental entre capital y trabajo, ni tiene condiciones de suturar la escisión que hay entre propietarios y no propietarios de los medios de producción. A partir de eso no hay democracia posible. Es por eso que sólo bajo un régimen socialista, se puede tener una democracia digna de ese nombre. Hagamos ejemplos. Pongamos nombres a estas concepciones. A partir de esta distinción, sociedades como la estadounidense o la mayoría de las latinoamericanas -si bien habría que distinguir los casos de Cuba, Bolivia, Ecuador y Venezuela, que son fenómenos distintos- son capitalismos democráticos. ¿Por qué? Porque el norte fundamental que orienta la política de estos gobiernos es preservar y reproducir el capitalismo como sistema. Tan es así que, cuando hay una crisis, lo que se hace es recortar los derechos democráticos. Aquello que se salva en época de crisis es el capitalismo, no la democracia. Ejemplo de ello es lo que pasa hoy en España, en Estados Unidos y en Grecia. En Estados Unidos, por ejemplo, hay una legislación aprobada por la Corte Suprema que autoriza la donación de dinero sin límites por parte de empresas para las campañas políticas, lo que atenta contra la equiparación entre las estructuras financieras de los candidatos. Por eso se produjo una tendencia hacia la plutocracia: el gobierno del dinero por el dinero y para el dinero. Con estas donaciones se compran activistas, militantes, periodistas, espacios de televisión y radio y publicidad en la prensa gráfica.

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Y se acaba la elección; ya no hay democracia. Lo mismo en España. ¿Cómo vamos a decir que el régimen de España es democrático? España es un régimen plutocrático. En Brasil también es difícil hablar de democracia. El pueblo votó a favor de una candidata con un proyecto y dos días después se produjo un golpe de mercado. La candidata tuvo que designar para los cinco cargos claves del Estado, a personalidades que son sus enemigos, y hacer un programa que se ubica en las antípodas de lo que había ofrecido. -¿El mundo tiende hacia un capitalismo democrático? -La tendencia más profunda es a una reversión del poco avance democrático que hubo en el capitalismo. El capitalismo estadounidense hoy es menos democrático que hace 40 años atrás. Hoy la policía está matando pibes todos los días y esto no ocurría antes. Hoy existe el financiamiento privado a partidos políticos a una escala demencial que antes no había. ¿España es más democrática hoy cuando vemos gente que se está tirando de los departamentos porque no los puede pagar? ¿Alemania o Italia son más democráticas? Todo lo contrario. Todos los indicios muestran que se produjo una involución autoritaria de los capitalismos. -¿Cómo caracterizás el proceso griego con Syriza y el español con Podemos? -Podemos es una alternativa muy confusa al reformismo. Me ha desconcertado. Por momentos parecen más radicales y por momentos, cuando hablan del marco internacional, dicen cosas que son inaceptables. Por ejemplo, en relación al proceso bolivariano en Venezuela o en América Latina. (Alexis) Tsipras y Syriza tienen un proyecto más claro. No obstante, no le podemos pedir a Grecia que tome la antorcha de la revolución socialista en el mundo desarrollado. Es un país muy débil, con una economía dependiente, sin

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moneda ni un sector industrial mínimo. Tienen turismo y algunos productos primarios muy elementales como las aceitunas. España en cambio, es un país más fuerte y por eso resulta imperdonable la demasiada cautela con la que se mueven los de Podemos. -¿Y qué lectura hacés de la democracia en Cuba? -En Cuba hay un proceso de revolución socialista con un gobierno democrático, pero no se eliminaron las clases sociales ni se terminó la lucha entre ellas. Es un país asediado por el imperialismo, de modo que el ejercicio de los derechos democráticos encuentra algunas acotaciones inevitables. Pero hay muchos otros derechos que fueron expandidos y cuyo disfrute es universal: la salud, la educación, la seguridad social y el acceso a la cultura, entre otros. Si bien Cuba tiene un sistema de partidos único que implica un obstáculo al desarrollo pleno de una democracia, es lo máximo que se puede lograr en el momento actual. Pensar que alegremente Cuba podría organizar un sistema multipartidario, permitiendo que un sector que pretende destruir la Revolución goce de tantas libertades como los otros, es de una ingenuidad absoluta. La realización de un proyecto democrático no puede hacerse en el aire. Hay que ver las condiciones concretas en las que ese proyecto se desarrolló. Cuba es un país pobre, pequeño, geopolíticamente ubicado en las fauces de un monstruo. Habría que ver qué pasa si Estados Unidos levanta el bloqueo, si deja de financiar a la oposición interna, que pretende el cambio de régimen político por la vía violenta. No es una oposición leal. Es antisistémica. -¿Y en América Latina? -Bolivia y Ecuador son países en los que el capitalismo evolucionó y se desarrolló. Llevaron adelante políticas muy efectivas de combate a la pobreza y a la desigualdad económica. Están intentando cambiar la matriz de la estructura productiva. Han tomado políticas de redistribu-


El capitalismo como sistema tiene un problema de justicia que es irresoluble. Es un rasgo, no un problema o patología.

ción de ingresos y de universalización de ciertos bienes. Sin salirse de las grandes líneas del modelo democrático pluralista occidental, incorporaron innovaciones muy importantes que tienden a trascenderlo. Por ejemplo, tienen un referendo revocatorio: le otorgan al pueblo –un pueblo que luchó por estos derechos- la posibilidad de sacarse de encima legalmente a malos gobernantes. Esto no existe en Brasil, Chile o Argentina. El referendo revocatorio es una institución profundamente democrática. Hizo posible, en el caso de estos tres países, elaborar Constituciones ejemplares que se ubican en la vanguardia del proceso histórico mundial. Son las primeras que toman a la naturaleza como sujeto de derecho. Esos son ejemplos de avances en la construcción de un modelo político democrático, protosocialista u orientado al socialismo. Están moviéndose en esa dirección, con procesos mucho más democráticos que el nuestro, con un financiamiento público a los partidos políticos, con prohibición del financiamiento privado a la lucha política, con una plenitud de derechos garantizados por la Constitución y efectivizados por el gobierno. Argentina, por su parte, tiene un desarrollo democrático en algunos aspectos superior al de otros países, debido a la mayor capacidad de respuesta popular que hay frente a políticas de derecha. Esto tiene que ver con la fuerte tradición de rebeldía plebeya, que es uno de los legados positivos del peronismo. -¿Creés entonces que Argentina tiene un capitalismo democrático o que tiende hacia él? -No cabe duda de que en Argentina hay un capitalismo democrático, porque hay ciertas libertades democráticas. Si la izquierda no puede ser mayoría en este país es porque tiene que lidiar con un fenómeno de masas como el peronismo, que generó una enorme confusión: cuando el peronismo dijo “ni yanquis ni marxistas, peronistas”, embarulló todo. Sin embargo, las masas son peronistas porque el peronismo en su período de oro creó las bases de una sociedad más justa e igualitaria. En este contexto, la

izquierda se encuentra con un terreno árido, porque las banderas de izquierda son sistemáticamente compradas por el peronismo, que las hace suyas. Quiero contar una anécdota: interesado en ver el fenómeno del populismo, con un compañero brasileño, recorrimos una favela. Para probar la penetración histórica del legado populista, le pedimos a unos chicos que jugaban al fútbol que nos contaran quién fue (Getulio) Vargas. Nuestro supuesto era que si uno va a una cancha en Dock Sud y pregunta quién es Perón, todo el mundo sabría responder. Allá, en la favela, pregunté, “¿Conocen a Vargas?”. Y me respondieron: “Si, claro, Vargas...”. “Y ¿quién es Vargas?”, volví a preguntar. Me dijeron: “Vargas es el volante colombiano del Flamengo”. A partir de esta sencilla historia, uno entiende lo que es la tradición política argentina. El populismo en Brasil desapareció sin dejar rastros. En Argentina, en cambio, dejó una impronta que, 60 años después, sigue siendo una fuente de legitimidad que permite la emergencia de gobiernos de derecha radical, como el de (Carlos) Menem, gobiernos de centroizquierda, como el kirchnerismo, o gobiernos como el de (Eduardo) Duhalde, y todos reivindicarse como peronistas. Es una especie de magma hirviente que genera una gran cortina de humo en la que ni la izquierda entiende qué hay que hacer, ni cuáles son las tareas del momento. Para cerrar y volviendo a tu pregunta, haciendo un racconto de estos 10 años de kirchnerismo, vemos que nuestro gobierno es una variante de un reformismo burgués. En algunos temas avanzó: asignación universal y universalización del sistema de seguridad social, son ejemplos clásicos de reformismo burgués. En otros temas, no: regresividad tributaria, inexistencia de política anti-inflacionaria que devora los salarios de los trabajadores, una política de fuerte apoyo a los monopolios. Entonces, es un mix: es reformismo burgués con algunas cosas muy conservadoras en materia económica.

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Entrevista a Horacio González

Por CHN -¿Qué entendés por democracia? -No hay ningún período de la historia occidental que se pueda recordar sin la presencia de la democracia. Es una palabra llena de matices y ambigüedades. Es un sustantivo, un adjetivo, una interjección, una utopía, una forma de gobierno, una formulación de un sistema de vida. De ahí que pueda decirse, en general, que se pelea por la democracia y se pelea a través de la imprecisión que tiene esa palabra; porque permite justamente que las luchas sociales puedan, de algún modo, ser interpretadas como un intento de redefinir la democracia como una palabra suscitadora y, al mismo tiempo, asociarla con república, socialismo. Es una palabra de presunta inocencia que la pierde cada vez que la usamos. De ahí que muchos programas contemporáneos de movimientos sociales diversos, tomen la palabra democracia como algo a ser profundizado, lo que no aclara demasiado la situación. La idea de profundizar la democracia sería para llegar a qué otra cosa que la democracia no dice. ¿Al socialismo? En general se piensa eso, pero no es el panorama dominante. ¿A la República? Algo tiene que ver con ella, pero se superponen en muchos sentidos. A veces la idea republicana parece disminuir los alcances populares que tiene la palabra democracia. Recordando a (Ernesto) Laclau, es una expresión necesaria pero imposible. Es la reina de las paradojas. Su uso más simplificador la opone no al imperialismo, sino al autoritarismo. Y nadie dice hoy o se presenta al mundo como autoritario, de derecha. Esa no es la profesión de los partidos autoritarios y de la derecha. Se presentan al revés, como no siendo tales. La democracia obliga a tener una identidad democrática aún a quienes no lo son, porque simplemente no se sabe bien en qué consiste el “rasgo democrático”. La democracia no sería capaz de saldar la escisión que hay en todas las sociedades, puesto que si la democracia está ahí es para producir un sistema. Ese sistema estaría compuesto por los que están en un momento de acuerdo con un gobierno y aquellos que se oponen. De modo tal que la palabra es indispensable pero no aclara el moti-

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vo de las luchas. De ahí toda la historia del marxismo. La historia del marxismo es el intento de ganar las luchas revirtiendo el conjunto de intereses presentados como ligados a las fuerzas productivas, al control de la propiedad, al control de la superestructura política. Y en ese sentido la democracia parecería simplemente un instrumento de una clase social. Simplificando mucho el marxismo, por supuesto. (Claude) Lefort, en su libro “Dimensión Democrática”, insiste en que, aún así, habiendo este modo de una democracia ligada al particularismo de un sector social y a una forma de dominación que se encubre en lo universal, es un procedimiento indispensable para llegar al socialismo. Es así que vivimos un período, en los tiempos de (Raúl) Alfonsín, en el que las expresiones “democracia” y “socialismo” se oponían. Muchos le atribuían el fracaso de la Unión Soviética a la incapacidad de comprender esta cuestión que muy tempranamente había advertido Rosa Luxemburgo en su debate con (Vladimir) Lenin, cuando escribe un famoso artículo en el que afirma que “no hay socialismo sin respeto a la democracia”. -¿Qué elementos debería incluir un sistema para poder ser caracterizado como democracia plena? -Hay un fuerte consenso lingüístico sobre la palabra democracia que es su grado utópico. El que lo descubrió así fue Alfonsín, que la asoció a la utopía y no al socialismo. Ese me pareció un buen momento de la democracia. La veo como una palabra apropiada para seguir hablando de política y seguir constituyendo sistemas de cohesión o de cumplimiento de ciertas lealtades, o de creación de comunidades o de explicación del por qué de las luchas políticas. Si uno le pregunta a un miembro del gobierno por qué lucha, habitualmente responde: “para profundizar la democracia”. Y la democracia sería una democracia con un viso de más populista, entendiendo el populismo, ya no de una manera grosera sino como un conjunto de articulación de demandas, como bien enseña Laclau. Aparece esa idea de democracia que es la de Laclau en Chantal Mouffe: la compresión lúcida de un antagonismo. Entonces, ahí está fijada de una manera un poquito más clara; sólo que la compresión lúcida de un antagonismo ocurre en cualquiera de los lados donde se establece una frontera de lucha.


Lo interesante de la democracia justamente es que es una palabra sin la cual es muy difícil la conversación política, y a través de la cual, uno se define claramente por qué luchan los adversarios. Pero nadie quiere desprenderse de ella porque tiene la utilidad de haber sido pronunciada por Platón, por (Jean) Rousseau, por el propio (Carlos) Marx, aún para limitarla; por (Vladimir) Lenin, para limitarla; por Rosa Luxemburgo, un poco para reintroducirla en el socialismo... Yo la asociaría a la idea de comunidad, a una idea antiimperialista también. Pero, por otro lado, no diría que el modo en que se comporta el capital financiero es democrático, entre otra cosas porque el capitalismo en general no exige la idea de democracia, sobre todo el tipo de capitalismo brutal que hay en la vida contemporánea. Sí, en cambio, la tradición liberal es la que más seriamente hizo un intento de asociar la economía capitalista con las grandes democracias industriales. Es decir, elecciones periódicas y partidos políticos que no se preguntan demasiado a qué intereses sociales corresponden o a cuáles quieren representar, sino que simplemente son emanaciones de un conjunto de ideas. Eso nunca deja de ser así, pero al mismo tiempo las ideas son formas de la práctica, son formas de la propiedad; y ya intervenir en el problema de la propiedad hace tambalear a la democracia. La pregunta por la propiedad, sobre todo la vieja pregunta marxista sobre la propiedad de los medios de producción, hace tambalear a la democracia. -¿Por qué? -Porque le exige que le declare dónde cree tener ese universalismo al que finalmente no le es fiel, puesto que estaría ligada a ciertas formas de la propiedad de los medios de producción y no a todas. Y no serviría a aquellos que no tienen posesión de medios de producción precisamente

porque son los más desfavorecidos, en un sistema que sostiene, precisamente, la multiplicación de las desigualdades. Entonces, desde los años ´60 en adelante, se vivió el debate que creo que en Argentina el alfonsinismo lo representó mejor que otras fuerzas políticas: de si no era mejor asociar la palabra democracia a la palabra igualdad. E igualdad trae la palabra pueblo. De modo que podemos hablar de democracia popular. Los regímenes socialistas de Europa en épocas soviéticas se llamaban democracias populares. A veces democracias socialistas también. -Y en esta idea de democracia, igualdad, pueblo, ¿en qué lugar se ubica al Estado? ¿Es un garante de la ampliación de la democracia o un regimentador de la misma? -La democracia no se superpone exactamente con la idea de Estado. El Estado puede ser garante de la democracia o puede ser posterior a ella, porque tiene un conjunto de recursos que precisa la democracia y, al mismo tiempo, tiene recursos jurídicos, legales, represivos, policiales y militares, que pueden anular el propio Estado. Para el Estado la democracia no es un sinónimo. Lo es sí en la teoría del Estado más condescendiente con la idea de lo popular. En este momento es así en el pensamiento de muchas personas que intentan ligar al Estado un poco en la tradición de Hegel como el lugar donde se realiza la democracia y la libertad. Pero para eso se precisa un Estado en el que su ala policial, su fórmula de control, incluso todo su sistema impositivo sea mucho más leve y esté más sometido a la discusión pública. Entonces, la democracia parece más bien del lado de la sociedad y no del lado del Estado. El Estado aparece como un condensador de la democracia a la que no siempre le es fiel, aún cuando no la combata. Y si hubiera un Estado que se propone solamente garantizar la democracia, que toma a la democracia como utopía, no me parecería mal. Es decir, que pase como en los años de Alfonsín, que me parecen muy ricos en este punto, porque era el debate europeo y Alfonsín lo trajo de ahí, al debate de la socialdemocracia, luego de la caída de las revoluciones, luego de la muerte de (Ernesto) Guevara, de

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“...también se dice que en nombre de la democracia se bombardea Libia, Irak. También se dice que es en nombre de los derechos humanos. Todo se hace en nombre de la democracia. Por lo tanto, las tesis sobre la democracia varían...

la caída de la Unión Soviética y del fracaso de los socialismos nacionales. Entonces ahí sí la democracia era una forma de la emancipación. Pero no se la veía como un camino, como una historia lineal en la que al final había una revolución, sino como un conjunto de contingencias que no se sostenían más que en la voluntad, en la esperanza y en las promesas mutuas que se hacen los hombres. -¿Puede pensarse que el tipo o la calidad de la democracia de una sociedad depende de la mayor o menor intervención del imperialismo? -Estados Unidos es una gran democracia cuya actividad principal es el control de los procesos mundiales de producción, de abastecimiento y de espionaje. Es una construcción política totalmente paradojal. Porque es el lugar de Jefferson, Madison, del diario “El Federalista”. Una democracia en cierto sentido proudhoniana, de asociación de comunidades igualitarias. Pero, bueno, también se dice que en nombre de la democracia se bombardea Libia, Irak. También se dice que es en nombre de los derechos humanos. Todo se hace en nombre de la democracia. Por lo tanto, las tesis sobre la democracia varían en la medida en que se le atribuyen mayores poderes militares y se la utiliza para justificar a estos poderes militares y se los lanza a la acción con un horizonte místico o de objetivos políticos nobles. Nadie quiere hacer una guerra sin nobleza. Y todo el movimiento antiimperialista, que va desde los antiimperialistas alemanes de principio del siglo XX hasta hoy, descubren con mucha facilidad que se utiliza a la democracia como cobertura de operaciones de dominio que nada tienen de democracia. Y terminan en la base de Guantánamo y en centros de tortura. Incluso los militares argentinos hablaron de democracia. (Jorge) Videla se decía un hombre de la tradición liberal, que es la más asociable con la idea democrática. -¿Y cómo visualiza hoy a la democracia en Argentina? -Hay dos grandes bloques que no se bien como denominar. Cada uno se denomina de la forma que le es más apropiada: uno como el bloque nacional-popular-democrático, y el otro insiste en la carencia de reglas republi-

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canas de éste primero. Por lo tanto, se define como republicano y democrático, y en el medio está el concepto de corrupción que atraviesa todas las teorías políticas y que obliga a redefinir todos los conceptos, pero no de un modo de poner la corrupción como el problema central de una sociedad. Eso obliga a considerarla como una forma de reproducción de la ilegalidad en la circulación del dinero, de las influencias, del tráfico financiero y de la circulación de las nuevas formas de dinero, como el trabajo clandestino, las drogas, etc. En realidad, el capitalismo es el control de la ilegalidad; no es otra cosa. Hay un manto de ilegalidad en todo gobierno, inevitablemente. Es difícil definir hoy el modo en que aparece la democracia en esta lucha porque nadie quiere dejar de serlo y, al mismo tiempo, el gobierno tiene su fuerza en el hecho de que hay un sistema de “atendimientos” digamos, a la vida social y popular que se llama democrático. Incluso en este “momento supereleccionario” si queremos asociar las elecciones a la democracia. Pero, al mismo tiempo, está la cuestión de cómo se reproduce la zona de penumbra en una sociedad: cómo se reproduce el poder policial, cómo se reproduce la alianza entre jueces y policías, cómo se llega desde el caso mínimo de una comisaría hasta los fondos buitre, cómo se da la alianza entre la Corte Suprema y un sector muy concentrado del capital. Todas esas son cristalizaciones secretas, pactos no sabidos por la comunidad que suponen, al mismo tiempo, la posibilidad de esgrimir la palabra democracia. Los fondos buitre incautan un barco argentino en un remoto país africano en nombre de la democracia, no dicen “en nombre de estas oscuras operaciones financieras...”. De modo que la democracia tiene la vastísima fama de ser una palabra que es una fachada necesaria y al mismo tiempo ser una gran utopía de las sociedades. Que es el trato igualitario, la relación igualitaria y la conversación libre. Y, al mismo tiempo, la idea más acabada posible de que hay una representación política que, bien realizada, influye necesariamente en cierta socialización de los bienes económicos.


Entrevista a Eduardo Maturano

“la sociedad no necesita derechos

sino libertades”

Por CHN a las poblaciones apátridas dando lugar a sus respectivas ciudadanías por encima de las clases sociales haciendo coincidir la conciencia del conjunto con el interés de las clases dirigentes.

- Nosotros partimos de la hipótesis de que la democracia es un concepto contrapuesto al de imperialismo. ¿Qué opina Ud. al respecto? -El capitalismo debe ser entendido como una totalidad. Dentro de ésta, el imperialismo, las colonias y los Estados dependientes constituyen sus distintos componentes, razón por la cual la democracia debe ser interpretada como parte de esa relación y no como una virtud exterior, ajena al imperialismo. Tal vez, una de las formas de valorar esto sea a la luz del orden observado hacia los siglos V y III a.C. en la antigua Grecia, momento en el cual coincidió un tipo de democracia con la expansión imperial de Atenas sobre otras ciudades Estado; dando lugar a la Guerra del Peloponeso entre el bando ateniense y el bando espartano. Es decir, democracia, imperialismo y guerra fueron de la mano. La expansión del imperialismo alemán tras la República de Weimar, por caso, coincide con el auge democrático burgués y el advenimiento del nazismo al poder por vía electoral. Y lo mismo cabe señalar de Estados Unidos donde la democracia se identifica con el despliegue imperialista. Por eso corresponde hablar de la democracia y su alcance a la luz del contexto histórico concreto y no desde principios teóricos abstractos. Dos cuestiones claves respecto de la democracia bajo condiciones imperialistas son la existencia de la ciudadanía y la conformación de la conciencia nacional o imperial. En su desarrollo los Estados imperialistas segregan

Para algunos imperialismos la conciencia imperial de los ciudadanos ha sido fundamental para legitimar el sometimiento de otros Estados, por ejemplo, haciendo primar el carácter “civilizador” del sojuzgamiento sobre la “barbarie” de los sojuzgados. De allí que no sorprenda la justificación por parte de la ciudadanía de las torturas cometidas por franceses, norteamericanos o israelíes en Argelia, el Golfo o Palestina. De esta forma, las nociones de democracia, nación y ciudadanía coinciden con el Imperialismo, ya que el estatus de ciudadano implica la posibilidad de comulgar con todos aquellos a quienes la democracia reconoce la correspondiente pertenencia a la nación y, con ella, el resguardo que brinda el Estado. Esto significa que ser ciudadano equivale a no ser esclavo, ilegal, indocumentado, menesteroso, revoltoso, izquierdista, negro, judío, etc. Ejemplos abundan. En la Alemania nazi la democracia establecía una clara identidad “racial” de la ciudadanía de la cual quedaban excluidos polacos, judíos, gitanos y otros grupos “ajenos” que eran perseguidos por el Estado, siendo ésta la razón por la cual los ciudadanos, en pleno goce de las libertades democráticas resultaban, o bien fervientes defensores del despliegue e identidad imperial, o bien vergonzantes cómplices silenciosos a condición de pertenecer al Estado nacional y gozar de su resguardo. Por eso el fascismo como fisonomía no ya de un dirigente o partido, sino de la ciudadanía resume la identidad de la democracia bajo el imperialismo. -¿Qué entiende Ud. por democracia? -La democracia puede ser vista entendiendo las relaciones sociales como juegos de poder, lo cual nos permite hablar de cosas tales como “biopolítica” y afirmar que la democracia es una suerte de “tecnología” empleada para dividir al pueblo y permitir su dominio. ¿Pero qué si las relaciones sociales fueran interpretadas como otra clase de juego, de compraventa de la fuerza de trabajo? La cuestión cambiaría, porque la democracia como ejercicio del poder pasaría a un plano secundario, al tiempo que la sociedad capitalista como hecho concreto e histórico, la sociedad dividida en clases sociales, se convertiría en lo fundamental. En esta segunda visión la sociedad aparece como algo concreto, el Estado como algo abstracto, y la

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democracia como su éter, es decir, como un mero reflejo de la lucha de clases. Sin perder de vista la importancia del Estado como instrumento de coerción, lo cierto es que el capitalismo surgió y se desarrollo transformando la cohesión ideológica de la sociedad anterior en una de tipo diferente, económica, haciendo que lo fundamental no fuera la religión sino la enajenación como “opio” de los trabajadores incorporados a la producción industrial. Esto determinó que el Estado (la violencia organizada de burguesía) cobrara significación en aquellos momentos en los cuales las luchas obreras desbordaban los límites del dominio fabril. Por eso, en su origen, el capitalismo no requirió democracia alguna, siendo la misma un invento tardío de la burguesía. Más que indagar el significado de la democracia bien cabría preguntarse por qué la democracia burguesa viene cobrando una significación creciente. O dicho de otra manera, por qué la democracia se ha transformado en una suerte de religión que convierte a cualquier crítico de la misma en una suerte de hereje o golpista. Y la única respuesta que encuentro es la elocuente pérdida de eficacia del capitalismo como sistema productivo, evidenciada en la caída del salario pero también de la tasa de ganancia, en las burbujas bursátiles, en el parasitismo financiero, en la pérdida de sentido de la educación como forma de acreditación de valor a la fuerza de trabajo, en la pérdida de sentido del sistema de salud en la optimización y reciclado de dicha fuerza, etc. Es decir, el auge de la democracia burguesa resulta directamente proporcional a la profundidad de la crisis del sistema. Y es a partir de esta circunstancia histórica que la democracia se desarrolla como una ideología, como un tótem, como una ficción del kratos popular que resulta a cada paso una tiranía de la propia ilusión. -¿Cuál es el rol del Estado en la democracia? -El rol del Estado debe ser interpretado al interior de esta totalidad que es el capitalismo. El surgimiento del Imperialismo en la segun-

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da mitad del siglo XIX implicó el dominio del capitalismo monopólico sobre el capitalismo de libre concurrencia y la existencia de un conjunto de Estados menores (subdesarrollados) subordinados a un puñado de Estados mayores representados por las principales potencias. La primera guerra mundial llevó al máximo la puja intermonopólica e interimperialista, sincerando el verdadero rostro del capitalismo, haciendo que las formas más o menos autoritarias, más o menos democráticas, fueran funcionales al interés de los Estados imperiales. La historia de nuestro país, la de los países de América Latina y, en general, la del conjunto de los países pobres del mundo es reductible al interés del Imperialismo, a la historia de la Compañía de las Indias Orientales, a la historia de las guerras de reparto como la de los Siete Años. La guerra civil entre realistas y patriotas por el librecambio, hecho que nosotros denominamos Guerra de la Independencia, se integra al surgimiento y desarrollo del Imperialismo británico, a las condiciones impuestas por la casa Baring en gran parte de América y al perpetuo endeudamiento de Argentina que dura hasta nuestros días. En este derrotero el rol del Estado nacional ha sido asegurar el interés del imperialismo y los monopolios, garantizar ganancias, leyes de inversiones extranjeras, de entidades financieras, de hidrocarburos, etc., y pagar religiosamente la deuda. Los momentos de rebeldía, aún de sectores de la propia burguesía nacional, fueron contenidos con golpes militares, y por el contrario, cuando hubo sumisión al imperialismo, con gobiernos democráticos títeres. En los ‘70 el imperialismo se constituyó en un verdadero Estado mayor contrarrevolucionario en Latinoamérica, al tiempo que las dictaduras locales en instrumentos de dicha contrainsurgencia. Pero también la historia muestra el declive de algunos Estados dominantes y el ascenso de otros, ocasionando cambios en las relaciones de fuerza no sólo entre los Es-


“ Más que indagar el significado de la democracia bien

cabría preguntarse por qué la democracia burguesa viene cobrando una significación creciente. O dicho de otra manera, por qué la democracia se ha transformado en una suerte de religión que convierte a cualquier crítico de la misma en una suerte de hereje o golpista.

tados imperialistas, sino también de éstos respecto de los Estados dependientes, posibilitando el sostenimiento de algunos Estados burgueses con rasgos antiimperialistas y progresistas en la periferia del sistema, como actualmente se advierte con Grecia respecto de Alemania, o de Bolivia, Venezuela y Ecuador frente a los Estados Unidos. -Regímenes políticos tan disímiles como Cuba o Estados Unidos se autodefinen como democracias. ¿Qué expresa esta situación? ¿Cómo se podría caracterizar a cada una de ellas? -Esto también debemos interpretarlo como parte de la totalidad capitalista de la cual el socialismo significa su negación. En tal sentido, la doctrina del socialismo contenida en el marxismo no habla de una democracia socialista, sino de una dictadura del proletariado; es decir, de un Estado de la clase trabajadora destinado a vencer la resistencia de la burguesía a la expropiación y a transitar el cambio histórico que va de una serie de sociedades de clases y Estados a una sociedad única, sin clases ni Estado, o sea, al Comunismo. Por lo tanto, el sentido del socialismo no es afianzar una sociedad de clases con un tipo particular de poder de clase, como la democracia, sino terminar con toda clase social y todo poder. Al respecto, lo escrito por Marx tiene que ver más con la crítica al Estado obrero que con su justificación. Y esto es así sencillamente porque el único Estado obrero existente en vida de Marx, la Comuna de Paris de 1871, selló su destino al hacer concesiones democráticas a la burguesía francesa, quien, como contrapartida, terminó derrocando a la Comuna y fusilando a los comuneros. Lamentablemente, la actitud democrática ha sellado la suerte de muchos Estados obreros que han practicado la convivencia pacífica y realizado acuerdos con la burguesía. Por eso, en mi humilde opinión, en Cuba resultan preocupantes las inversiones monopólicas, el establecimiento de empresas privadas y las concesiones del Estado a la burguesía de aquel país. Como contrapartida, son saludables las críticas del presidente Maduro a la Fedecámaras venezolana. -¿Cómo se expresan estos razonamientos en la actualidad de nuestro país? Asistimos a un auge democrático que coincide con una pérdida de eficacia del capitalismo como sistema productivo, razón por la cual el Estado ejerce su “pequeño imperialismo” contra los más débiles, por ejemplo contra

los jubilados, a quienes niega el 82% mientras utiliza a la ANSES como caja. Esa ley del gallinero del Estado argentino conlleva, a la vez, una acentuación de la dependencia que surge del pago de la deuda a los acreedores externos, como el Club de París, y la generación de un nuevo ciclo de endeudamiento superior al monto saldado. Pero lo más interesante es la justificación de la acción política por parte de la ciudadanía, tanto de la ferviente como de la vergonzante. Tiempo atrás militábamos contra la usura internacional tildando de derechista a quien pagaba la deuda. Hoy “desendeudarse” es un acto “progresista”. Pero ésta no es la única transmutación. Abrazar a Hebe de Bonafini con Milani, reconciliarse con la Iglesia argentina, convertir los chupaderos en salones de fiestas, vincular la producción científica universitaria con los negocios monopolios, todo ello es “progresista”. Y así de seguido. Hasta Scioli, el mejor alumno de Menem, es un “progresista”. Sería interesante cotejar este rasgo con el contenido estético de la Tragedia griega que apareció simultáneamente a la democracia ateniense. En esas representaciones teatrales el público veía personajes que aparecían como entidades distintas, actuando en forma independiente, provistos de su propia dimensión psicológica. En la Tragedia argentina se acabaron los partidos. Los actores de la política pertenecen a algo impreciso y etéreo llamado “espacio”. Hoy aliados, en diez minutos enfrentados. -Actualmente se discute la idea de que el Estado debe ser el garante de la ampliación de derechos en el marco de la democracia. -El Estado es el garante de los derechos, sin dudas. Sin derechos que asegurar no habría ciudadanía. Pero el grueso de la sociedad no necesita derechos sino libertades. De nada sirve el derecho a la educación de los analfabetos, ni el derecho a la vivienda de los sin techo. Si existiese educación ésta no sería un derecho sino una libertad. Si existiese salud ésta no sería un derecho sino una libertad. Los derechos, al decir de Marx, son el reclamar de muchos lo que en verdad gozan unos pocos. Y esos pocos son, precisamente los poseedores, los ricos, los empresarios que reclaman la intervención del Estado para asegurar el Estado de derecho. Un Estado “virtuoso” que dispone de un código de faltas para dar riendas sueltas al gatillo fácil o al encarcelamiento por portación de rostro aunque al detenido le asista el derecho de realizar una llamada telefónica una vez preso.

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Democracia en el

mundo

Lectores y amigos de HombreNuevo alrededor del mundo nos acercaron sus miradas sobre lo que les significa la democracia. Aquí reproducimos algunas de ellas.

“La democracia tiene que existir en las cabezas. No alcanza tener el derecho al voto. La política es un proceso que se desarolla en los discursos y en las calles. Entonces, mirando a la represión de las protestas en todos los países europeos, se podría decir que la democracia no funciona hoy en día...” Moritz Firmenich, 28 años, estudiante de Psicología, Alemania

“La democracia es el poder del pueblo.” Sergej Elenich, 25 años, empleado en una oficina en un supermercado, Rusia

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“Hay democracia donde los ciudadanos de una nación tienen la libertad de eligir al líder que quieren y la libertad de ejercer sus propios derechos.” Ruth Adu, 25 años, recepcionista en una clínica,Ghana

“Para mí democracia es: los pueblos libres que pueden disfrutar de sus propias vidas considerando la realidad social, política y económica. Creo verdaderamente que es un proceso y que jamás podrá realizarse de manera uniforme en todas las realidades sociales. Por ejemplo, la democracia en Etiopía no puede ser la misma que en el mundo occidental. Creo que el desarollo de la democracia tendría que caminar paralelamente con el progreso social, político y económico; y sobretodo, la democracia tendría que cumplir con la postura cultural de los sujetos sociales.” Samrawit, 28 años, empleado en un banco, Etiopía

“Democracia literalmente significa ‘la ley del pueblo’. Para contestar a la pregunta sobre qué es la democracia o cómo aparece, tenemos que entender en que consiste esa ley. No estoy segura de que la democracia alguna vez existió. Por ahí siempre hubo intermediarios entre las voces del pueblo y las voces de lo que están en el poder. La gente necesitaría estar más informada y más activa en los procesos politicos nacionales y globales (ciertamente esto viene de una perspectiva estadounidense, donde el pueblo es notoriamente desinteresado a la política) antes de que alguna verdadera democracia pueda ser lograda.” Anna Kennard, 21 años, estudiante de Filosofía y Matemáticas, Estados Unidos


Y dijeron...

sobre democracia

Hemos de entender, por tanto, que la "democracia" es un sistema que rechaza las formas democráticas con el fin de facilitar el consumo reducido y la sobreexplotación, junto con el control estatal de la economía, en coordinación con los consorcios nacionales y con las multinacionales; modelo más próximo al fascismo tradicional que a la democracia - Noam Chomsky

En democracia el ciudadano debe elegir, que yo sepa las multinacionales no se presentan a las elecciones y tienen el poder efectivo, real. Es una comedia de engaños José Saramago

La diferencia entre una democracia y una dictadura consiste en que en la democracia puedes votar antes de obedecer las órdenes Charles Bukowski

(…) Desde luego, mi último ideal es la revolución, un cambio total de las estructuras, porque sé muy bien que las llamadas democracias de América latina son democracias burguesas, en las que las desigualdades sociales siguen existiendo y el control sigue estando en manos de la oligarquía, del poder económico.(…) El capitalismo hace el juego de la democracia y es un juego útil para nosotros, porque comparar las Juntas militares de Argentina con la democracia es pasar del infierno al paraíso, pero bueno, como yo siempre sospeché que el paraíso está lleno de defectos, también pienso que la democracia tal como la sentimos aquí no puede quedarse en ella misma, sino que tiene que ser una puerta que se va abriendo a una evolución más amplia, evolución que pueda eventualmente llevar a una revolución - Julio Cortázar

La democracia no es más que una dictadura elegida por el pueblo. No nos engañemos – Bob Marley

A los pueblos muchas veces les hablan de democracia los mismos que la están negando en su propio suelo, a los pueblos les hablan de democracia los mismos que la escarnecen, los mismos que se la niegan y los pueblos no ven más que contradicciones por todas partes. Y por eso nuestros pueblos han perdido, desgraciadamente, la fe. - Fidel Castro

La democracia es un lujo del norte. Al sur se le permite el espectáculo, que eso no se le niega a nadie. Y a nadie molesta mucho, al fin y al cabo, que la política sea democrática, siempre y cuando la economía no lo sea. Cuando cae el telón, una vez depositados los votos en las urnas, la realidad impone la ley del más fuerte, que es la ley del dinero. Así lo quiere el orden natural de las cosas. En el sur del mundo, enseña el sistema, la violencia y el hambre no pertenecen a la historia, sino a la naturaleza, y la justicia y la libertad han sido condenadas a odiarse entre sí - Eduardo Galeano

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Por Alessandra Cristina No somos todos, señores, nos faltan 43. Este gobierno corrupto, señores, nos quiere desaparecer. El pueblo camina junto, queremos a México despertar. De México hasta Chiapas, señores, la lucha es contra el poder. No somos todos, señores, nos faltan 43. 26 septiembre de 2014. 21.30hs. Tres autobuses tomados por estudiantes de la escuela normal Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, que viajaban hacia Ciudad de México, fueron interceptados por la policía municipal en la ciudad de Iguala. La policía abrió fuego sobre los estudiantes. Mataron a Daniel Solís Ga-

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llardo e hirieron gravemente a Aldo Gutiérrez Solano, quien desde entonces permanece en estado vegetativo. En este primer enfrentamiento, la policía hace bajar del tercer autobús a 43 estudiantes y se los lleva con destino desconocido. Hasta hoy se encuentran desaparecidos. Alrededor de las 00hs. se produjeron dos ataques más: uno, por parte de personas no identificadas que dispararon contra los estudiantes, la prensa y activistas de derechos humanos que se encontraban en el lugar del primer ataque; otro, por parte de la policía, en la autopista, contra un colectivo en el que había jugadores del equipo de fútbol “Avispones”, de la ciudad de Chilpancingo. En este ataque, mueren Julio César Ramírez Nava y Julio César Mondragón Fuentes (normalistas), Víctor Manuel Lugo Ortiz (chofer del autobús de los futbolistas), David Josué García Evangelista (futbolista) y Blanca Montiel Sánchez (pasajera de un taxi que pasaba por el lugar). El día después de las desapariciones, asesinatos y ataques, María De Los Ángeles Spineda -mujer de José Luis Abarca, alcalde de Iguala y familiar de algunos miembros del cártel Guerreros Unidos- tenía previsto un acto de campaña como candidata 2015 a la alcaldía. Algunas primeras lecturas de los hechos sostenían que las desapariciones y los ataques se habían pensado para impedir que los normalistas irrumpieran en ese acto. ¿Por qué pasó? ¿Qué interés tenía el Estado en matar a estos estudiantes y desaparecer a 43 normalistas? La escuela Raúl Isidro Burgos del municipio de Tixtla, en el estado de Guerrero, es una de las tantas escuelas normales rurales mexicanas. Las escuelas normales son institutos de formación para maestros donde estudian y trabajan la tierra hijos de campesinos y jóvenes de sectores populares. Esta escuela se encuentra fundada sobre ideales revolucionarios siguiendo el ejemplo de José Vasconcelos –revolucionario mexicanopara quien la educación es un derecho del pueblo. Murales en sus paredes también le rinden homenaje al Che, Lenin y Fidel Castro. La escuela tiene actualmente 539 estudiantes inscriptos, 39 maestros y 6 profesores técnicos. En un país en el que la mayoría de la población vive en situación de pobreza, el gobierno central aplica una política de liberalización económica

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rendida al imperialismo yanqui. En política interna, interviene a través de una fortísima represión valiéndose de herramientas como la Ley Antiterrorista. De esta manera, las manifestaciones y las protestas son casi ilegales en nombre del antiterrorismo, legalizando la represión abierta a toda expresión de descontento popular y sepultando las más elementales libertades democráticas. A la par de esta legalidad, se estima que en los dos últimos años y medio de gobierno de Peña Nieto desaparecieron 11 mil mexicanos. Ayotzinapa vive Sucesivos gobiernos vienen abriendo campañas de difamación hacia los normalistas, y su importante tradición de organización y pelea se viene oponiendo al modelo de instrucción que el (narco) gobierno mexicano quiere establecer. Durante el gobierno de Zeferino Torreblanca, gobernador del estado de Guerrero entre 2005 y 2011, fueron cortados los recursos hacia la Escuela Normal de Ayotzinapa porque “no había condiciones para mantenerla”. Los estudiantes empezaron a salir a la calle en demanda de recursos para alimentos, ropa de trabajo y material académico. A esta tradición de organización se le sumó la realización de colectas callejeras para sostener gastos vinculados con la lucha. “El Estado no nos quería dar las 140 matrículas para nuevos ingresos”, explica Francisco Sánchez Nava, estudiante sobreviviente, en un encuentro que mantuvimos con él durante la “Caravana 43 Sudamérica” en su paso por Buenos Aires. “Íbamos y nos manifestábamos. Exigíamos que se respetara el número de matrícula. Nos recortaban 50 pesos de ración, e íbamos y manifestábamos. Exigíamos que se nos respetara. No nos hacían llegar el material, e íbamos y manifestábamos”. Además, Ayotzinapa siempre fue solidario con los pueblos de campesinos cercanos y por este motivo también se explica el interés del Estado contra de la escuela. “No solamente nos manifestamos por nosotros, sino por todo el pueblo. Ese era el objetivo principal. Nosotros éramos diferentes: se sabía el peso político que tenía Ayotzinapa. A Ayotzinapa la querían desaparecer pero no vamos a permitir que desaparezca nunca. Ellos sabían que Ayotzinapa siempre levantaba la voz, no solamente por sus derechos de la normal, sino por los derechos de todo el pueblo, de todo Guerrero.”

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Ayotzinapa dijo presente y levantó la voz al lado de los campesinos, como durante las matanzas del Charco y de Aguas Blancas y los disturbios de Atenco: “Nosotros defendemos nuestros recursos naturales, nuestras zonas indígenas, nuestra cultura. Depende de nosotros, de que nos organicemos con el pueblo.” El Estado sigue justificando su accionar con la mentira de la guerra al narcotráfico: “Es que así lo quiere justificar el Estado, pero es un narco-gobierno el que nos está gobernando; son ellos mismos. Los gobiernos reciben cuotas por parte de la delincuencia organizada. Las patrullas municipales te levantan, te masacran y te destrozan. Gente uniformada por parte del Estado… Es eso; simplemente que el gobierno, a través de sus televisores, quiere hacer ver otra versión. Dice: `eran narcotraficantes y los federales en un enfrentamiento los mataron`. Pero en realidad no eran narcotraficantes, sino que era gente humilde, gente pobre.” Frente a la mentira de los medios nacionales que intentaban cubrir los hechos, la solidaridad internacional ha sido muy fuerte desde los primeros días. Los familiares de los 43 cuentan desde el 4 de octubre de 2014 con el Equipo Argentino de Antropología Forense como perito independiente para seguir las investigaciones. En la búsqueda de la solidaridad internacional, nació Caravana 43 Sudamérica, a través de la cual los familiares de las víctimas pudieron recorrer varios países para denunciar el hecho, pedir apoyo a la opinión pública internacional y exigir justicia. Fue así como pudimos acompañar este reclamo desde suelo argentino y marchar también aquí junto a familiares y sobrevivientes, al grito de “Nos faltan 43”. Te cambio mi voto por los 43 En previsión de las últimas elecciones legislativas del pasado 7 de junio, los normalistas y otras organizaciones sociales y políticas abrieron el camino del boicot electoral frente a la mentira democrática que el gobierno quiere simular. Esto relataba Francisco Sánchez Nava, días antes de los comicios, durante el paso de la caravana por Argentina: “Nosotros, como Ayotzinapa, nos organizamos, salimos a visitar 8 municipios que están en el estado de Guerrero para pedirle a los comisariados de los pueblos, del municipio donde íbamos, que se organizaran para que no haya elecciones este 7 de junio y puedan ser municipios autónomos. Muni-


Normalistas queman papelería electoral en Tixtla, Guerrero.

cipios autónomos implica que puedan tener sus propios consejos municipales, que esos consejos sean conformados por 12 elementos, como se ha venido haciendo, y que tengan su propia autodefensa. El 7 planteamos esto y 8 municipios de Guerrero están dispuestos a no votar. Si no votan, nosotros vamos a llevar una ventaja y después vamos a poder conformar estados autónomos. Se declaró el boicot a nivel nacional en México y el gobierno no va a permitir que nosotros hagamos algo así. La represión va a llegar y es por esto que les pedimos que tengan el ojo hacia México para que nos apoyen y no nos dejen solos”.

a 6 personas. El pueblo contestó reteniendo a 30 policías en la Iglesia de Colonia Tepeyac y, en medio de las negociaciones, los militares entraron con gases lacrimógenos y mataron al profesor Antonio Vivar Díaz.

En todo México ese día el boicot se manifestó activamente: varios grupos de militantes impidieron la instalación de las urnas, muchas de las cuales fueron quemadas. En Ocosingo se quemó un centro de votación y en Oaxaca los docentes generaron que falte gasolina tras bloquear un centro de distribución de la petrolera estatal Pemex. La respuesta gubernamental también llegó y el 5 de junio integrantes del Movimiento Popular Guerrerense y de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación del estado de Guerrero en Tapla fueron reprimidos por la policía estatal mientras integrantes de algunos grupos políticos armados atacaron a miembros de varios grupos sociales. El 7 de junio, día de las elecciones para los diputados locales y federales, en la misma Tapla la policía usó gases lacrimógenos contra la población y detuvieron

Luego de 9 meses, no somos todos, señoras y señores: nos siguen faltando 43.

El Partido Revolucionario Institucional (PRI) de Peña Nieto se confirmó como primer partido, pero con sólo el 40% de presencia en las urnas y con un altísimo número de votos nulos. Este resultado convierte en ilegítimas y muy poco democráticas las votaciones y la renovación de autoridades.

En la puerta de la embajada de México en Buenos Aires, el padre de uno de los normalistas desaparecidos, Mario César González Contreras, habló a propósito de las vallas y de la presencia de la Policía Federal cuidando la sede diplomática. “No sé por qué tanto miedo; nosotros no les vamos a disparar con un micrófono. Los asesinos son ellos. ¿Por qué tienen tanto miedo y ponen tantas vallas? ¿Por qué tanta protección? ¿Por qué tanta cobardía? Esto es otra muestra de lo que es el gobierno mexicano. Como padre se los digo: se llevaron a mi hijo, pero también se llevaron a mi miedo”.

*Los versos que comienzan la nota son una versión popular de estrofas de la canción tradicional y anónima mexicana “La llorona”

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Filipinas

Guerrilla y democracia Entrevista desde Holanda al Prof. José María Sison Presidente de La Liga Internacional de la Lucha de los Pueblos Fundador del Partido Comunista de Filipinas

Por Juan Díaz Farrell

Paisajes paradisíacos, maremotos, pobreza, explotación. Son pocas las noticias que llegan a occidente sobre Filipinas. Este país ubicado en el Océano Pacífico es un archipiélago de más de 7000 islas, donde, en apenas 11, habita el 94% de la población. Desde el siglo XVI hasta fines del siglo XIX las Filipinas fueron colonia española, y durante el siglo XX, el imperialismo estadounidense fue el que transformó al país en una sociedad semi-colonial y semi-feudal. Actualmente, por medio de la gran burguesía y las clases terratenientes locales, los Estados Unidos imponen el monopolio capitalista, el feudalismo doméstico y el capitalismo burocrático. José María Sison, titular del Comité Central del Partido Comunista Filipino, salió en 1988 a encarar una gira mundial para difundir la situación del país, después de estar nueve años preso. A pedido de la entonces presidenta Corazón Aquino, su pasaporte fue revocado tras una falsa acusación de subversión. Desde entonces reside en Holanda, donde le dieron asilo político pero no residencia legal, por lo que no puede trabajar ni recibir viáticos, y no tiene seguro social ni libertad de movilidad. Tras ser incluido durante siete años en la lista de terroristas –por pedido de EEUU- y tras varios intentos de encarcelamiento a instancias del gobierno filipino, Sison nos lleva a la lucha filipina, del otro lado del mundo, donde democracia y revolución van de la mano contra el imperialismo.

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-¿Cuál es la situación política en las Filipinas? ¿Cuál es el rol del imperialismo en ese cuadro? -Hay una crisis política muy seria en las Filipinas. Las facciones políticas de los grandes compradores y terratenientes se acusan mutuamente de corrupción y mal gobierno; sin embargo, no dicen ni hacen nada para resolver la crisis socioeconómica y política, ni se pronuncian sobre la necesidad de una liberación nacional y social de los imperialistas, y de los reaccionarios locales. Es por esto que el pueblo desea intensamente un cambio revolucionario. La crisis política es la consecuencia de la crisis económica y social del sistema capitalista mundial y del sistema de gobierno filipino y sus grandes empresas. Los EEUU y otros poderes imperialistas han mantenido a las Filipinas en un estado de subdesarrollo, desempleo masivo, pobreza y miseria. Estas condiciones favorecen la extracción de superganancias por parte de los imperialistas y los reaccionarios, mediante el saqueo de los recursos humanos y naturales de Filipinas. -¿Cuál es la respuesta del pueblo filipino? -La respuesta del pueblo es llevar a cabo la nueva revolución democrática bajo el liderazgo del Partido Comunista de las Filipinas. La línea estratégica de esta revolución consiste en librar una guerra popular prolongada en el campo, hasta que la fuerza armada y política se haya consolidado suficientemente como para lanzar una estrategia ofensiva y así apoderarse del poder político en las ciudades. Al liderar la revolución, la clase trabajadora construye una alianza básica con el campesinado; como fuerza progresista gana a los pequeño-burgueses de las ciudades y coopera con la burguesía nacional como fuerza positiva


contra las fuerzas explotadoras, locales y estadounidenses. - ¿Qué es para usted la democracia? ¿Cuál es el rol del Parlamento en Filipinas? - Para el pueblo y para mi, democracia significa la libertad de la nación filipina de la dominación imperialista, la libertad de los trabajadores y campesinos de la explotación y opresión de las clases explotadoras; y, por supuesto, los derechos individuales y colectivos deben estar garantizados en contra de un Estado opresor. En las Filipinas, el contenido principal de la revolución democrática es la liberación social, económica, política y cultural de las masas campesinas que componen la mayoría del pueblo. El Parlamento en Las Filipinas es la tertulia de los políticos que defienden a los grandes compradores y terratenientes con el propósito de crear una ilusión de democracia para engañar al pueblo. Sancionan leyes para el beneficio de monopolios extranjeros, de los grandes compradores (1), de los terratenientes y los burócratas corruptos a expensas del pueblo. Está bien que algunos aliados progresistas ganen lugares en el Congreso para exponer las limitaciones y contradicciones de este sistema de gobierno. Sin embargo, la lucha parlamentaria no puede ser el camino principal en la lucha contra un Estado opresor.

Nuevo Ejército del Pueblo El Nuevo Ejército del Pueblo se funda el 29 de marzo de 1969, unos meses después de que el Partido Comunista filipino fuera restablecido. El proletariado revolucionario, de los sindicatos y movimientos juveniles de Manila, se unió a los revolucionarios del anterior ejército del pueblo, ya existente en el campo, para formar el Nuevo Ejército del Pueblo (New People’s Army- NPA). El NEP está formado por los mejores hijos e hijas de las clases populares, del campesinado y de la pequeña burguesía urbana. Ellos poseen una enorme conciencia revolucionaria. Entienden la teoría y la práctica del proletariado internacional. Conocen muy bien la historia, las condiciones y las necesidades del pueblo filipino. Se han curtido en las luchas de masas y están ansiosos por librar las luchas que sean necesarias. Al unirse al NEP, hacen un enorme trabajo, libran luchas armadas y están dispuestos a dar sus vidas por la liberación nacional y social del pueblo. La acusación de “terrorismo” la hacen los verdaderos terroristas: el imperialismo norteamericano y sus marionetas burocráticas y militares en las Filipinas. Ellos son los que cometen los crímenes de opresión, secuestro, tortura y masacre contra el pueblo. Lo hacen abriendo fuego, con bombardeos e incendios para supri-

El Parlamento en las Filipinas es la tertulia de los políticos que defienden a los grandes compradores y terratenientes con el propósito de crear una ilusión de democracia para engañar al pueblo (...) la lucha parlamentaria no puede ser el camino principal en la lucha contra un Estado opresor.

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La democracia practicada por el gobierno popular es real y sirve al pueblo. (…) Sus votos no son predeterminados ni están influenciados por dinero, publicidad falsa, amenazas o fraude electoral, como ocurre en las llamadas democracias burguesas.

Constan de sub-comités que se ocupan de cuestiones económicas, educativas, de salud, de la reforma agraria, de la defensa, de la cultura y del deporte. Son guiados por el Partido Comunista de Filipinas y apoyados por las masas de las organizaciones obreras, los campesinos, las mujeres, la juventud y los activistas culturales.

mir las protestas y la resistencia del pueblo, desplazando a la gente con el fin de acaparar sus tierras y recursos. El NEP es el ejército de la clase trabajadora, lucha por sus intereses nacionales y democráticos. -Las zonas bajo dominio del NEP, ¿bajo qué forma de gobierno se manejan?¿En qué se diferencian de las democracias burguesas? -El gobierno del pueblo, compuesto por trabajadores y campesinos, se establece en las áreas que están bajo el control del NEP. Consiste en distintos comités cuyos miembros son representantes de los obreros, campesinos, mujeres, jóvenes y activistas culturales que trabajan en los pueblos, municipalidades, distritos y provincias. Estos comités son llamados “órganos de poder político”.

La democracia practicada por el gobierno popular es real y sirve al pueblo. Con completa libertad, las personas nominan y eligen a sus representantes para los órganos de poder político. Sus votos no son predeterminados ni están influenciados por dinero, publicidad falsa, amenazas o fraude electoral, como ocurre en las llamadas democracias burguesas. El espíritu de la revolución motiva a los representantes del pueblo a dar lo mejor de sí para servir al pueblo. El pueblo puede destituir a los oficiales elegidos si estos cometen anomalías, erran al cumplir con sus responsabilidades o si traicionan los intereses de la gente. En las llamadas democracias burguesas, la sustitución de aquellos que obran mal, o de los oficiales incompetentes o negligentes no se lleva a cabo, o si se hace, no se realiza con la prontitud necesaria. -¿Cuál es el futuro político de Filipinas? -El pueblo filipino y las fuerzas revolucionarias quieren destruir el sistema de gobierno de los grandes compradores y terratenientes, terminar con los dictados del imperialismo norteamericano y establecer un sistema de Estado popular y democrático; quieren comenzar una revolución socialista tan pronto como la nueva revolución democrática se haya alcanzado, tras la toma del poder político nacional y el establecimiento del sistema de Estado popular y democrático. El brillante futuro de las Filipinas es un socialismo construido por la nueva revolución democrática. Se llevará a cabo gracias a los grandes esfuerzos que el pueblo filipino viene realizando. Además, la crisis cada vez más aguda del sistema de gobierno interno y del sistema capitalista mundial, así como el aumento de los movimientos revolucionarios a escala internacional, generan condiciones favorables para que esto ocurra.

¿Qué es la Liga Internacional de la Lucha de los Pueblos? La Liga Internacional de la Lucha de los Pueblos (ILPS, en inglés) es una gran alianza de organizaciones antiimperialistas y democráticas. En este momento agrupa a cientos de organizaciones en decenas de países. En 2001 se realizó la asamblea fundacional en Holanda, bajo el auspicio del Comité Internacional de la Iniciativa, presidida por Sison. Desde entonces se realizaron 3 asambleas más. La LILP promueve, apoya y desarrolla las luchas antiimperialistas y democráticas de los pueblos del mundo en contra del imperialismo y de toda reacción. Tiene un carácter masivo y global que no se subordina a ningún partido político, gobierno o religión. Promueve la igualdad de todas las organizaciones participantes Los objetivos de la LILP son: estimular, facilitar y coordinar líneas comunes de acción para emprender tareas definitivas con respecto a las preocupaciones y asuntos de la LILP; y cooperar con toda organización, institución y/o personaje en el logro de los objetivos y propósitos de la Liga. Las actividades de la Liga incluyen: defensa legal, investigación, publicaciones, conferencias, seminarios y acciones políticas y sociales. http://www.ilps.info/

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Monte Maíz

Vida fumigada Por CHN

“No existe razón de Estado ni intereses económicos de las corporaciones que justifiquen el silencio cuando se trata de la salud pública. Hay que dejarlo claro, cuando se tiene un dato que sólo le interesa a un círculo pequeño, se lo pueden guardar hasta tener ajustado hasta el más mínimo detalle y, luego, se lo canaliza por medios que sólo llegan a ese pequeño círculo. Pero cuando uno demuestra hechos que pueden tener impacto en la salud pública, es obligación darle una difusión urgente y masiva.” Andrés Carrasco El modelo que envenena En octubre de 2014 el Colectivo Hombre Nuevo participó de un Campamento Socio-Ambiental llevado a cabo en Monte Maíz, localidad del sudeste cordobés, rodeada de campos de soja transgénica, cultivos de trigo y maíz. En el anterior número de nuestra revista, reseñamos la forma en que se llevó a cabo el estudio interdisciplinario a cargo de miembros de la Red Universitaria de Ambiente y Salud y de Médicos de Pueblos Fumigados y coordinado por el Dr. Medardo Ávila y Eduardo Maturano. La actividad involucró a docentes y estudiantes de medicina y geografía de la UNC, estudiantes de medicina de la UBA, y a un equipo de investigación del CIMA de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP a cargo del Dr. Marino. En 2007 un grupo de vecinos del pueblo conformaron la Red de Prevención Ambiental y por la Salud. Al percibir un alarmante crecimiento de los casos de cáncer y enfermedades poco frecuentes entre sus 8.000 habitantes, impulsaron el estudio socio-ambiental. Los vecinos de Monte Maíz comenzaron a barajar la hipótesis presente en otros pueblos rodeados de campos de soja transgénica: que el deterioro de la salud del pueblo tiene ligazón con los más de 500.000 litros de glifosato utilizados al año en las plantaciones. Luego del estudio científico, para marzo del corriente año, los médicos a cargo de la investigación obtuvieron resultados que confirmaron y ampliaron la alarma encendida entre los vecinos. Mientras tanto, la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), perteneciente a la Organización Mundial de la Salud (OMS), confirmó la vinculación entre el glifosato y el cáncer, informando que el primero entraba en la Categoría 2A de su sistema de clasificación indicado como “probablemente cancerígeno para los seres humanos”. 1 Resultado: Monte Maíz un pueblo fumigado. A pesar de

que diversos funcionarios vinculados al agro negocio les advirtieron que no los divulgaran, el 27 de marzo el equipo docente decidió presentar los resultados obtenidos por la investigación, en un informe público para los vecinos de Monte Maíz. La cita se sucedió en la Casa de la Cultura del pueblo. Con la presencia del Intendente y acompañados por integrantes de la Red de Vecinos, se dieron a conocer los datos. Se pudo advertir el grave deterioro en la salud de la población y su posible ligazón con la producción agrícola de la zona, que incluye el uso de glifosato en los campos y la instalación de empresas como Aceitera General Deheza (AGD) en medio del pueblo. En el estudio se informa que los tumores son la primera causa de muerte de sus pobladores, mientras en el país y la provincia lo son las enfermedades cardiovasculares; y que la tasa de mortalidad por cáncer triplica los indicadores de Córdoba y de la Argentina. Y como conclusión del informe se destaca que: “En nuestra exploración sobresalen algunas enfermedades que superan las frecuencias conocidas en poblaciones de referencia; enfermedades a las que es inevitable vincular con niveles elevados de contaminación con agroquímicos detectados en el entorno de la localidad. (…). Monte Maíz muestra un aumento de afecciones graves como neumopatías, cáncer, abortos, malformaciones congénitas, hipotiroidismo y colagenopatías para las que existen fuertes indicios de que se desencadenan y/o acentúan en el contexto de intensa contaminación con plaguicidas que refiere este estudio ambiental.” 2 Junto a este trabajo, se multiplican las evidencias que señalan el poder contaminante y cancerígeno del principal herbicida utilizado en Argentina, donde más de 28 millones de hectáreas se fumigan con el agrotóxicos. Asimismo, según la Red de Médicos de Pueblos Fumigados en

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los campos argentinos se arrojan 320 millones de litros de glifosato por año.3 La reacción no se hizo esperar Inmediatamente, comenzaron a sonar voces adversas a la investigación y, particularmente, a las consecuencias que podrían derivar de sus resultados. Desde funcionarios de la Secretaría de Agricultura de la provincia, hasta autoridades de la Facultad de Medicina y del Consejo Superior de la UNC, incluido un spot televisivo del Gobierno de Córdoba, desacreditaron la investigación realizada, y la ética, la idoneidad y el profesionalismo de sus protagonistas. En vez de indagar seriamente la verosimilitud de los datos y disponer de los medios para revertir la crítica situación de los vecinos, autoridades universitarias, funcionarios de gobierno y empresarios ligados al sector comenzaron una campaña de persecución y descrédito. Sus motivos hay que buscarlos en los lazos que unen a estos sectores con el multimillonario negocio de la producción agraria en la región. La primera provincia en producción sojera, en el país mejor renqueado en el mundo en la relación territorio-extensión de este cultivo, concentra intereses demasiado abultados como para que un puñado de investigadores cometa la osadía científica de producir conocimiento a contrapelo de tamaño negocio, que trasformó a la soja transgénica en el principal cultivo nacional, ubicando a Argentina como tercer productor y primer exportador mundial de harina y aceite. En nuestro país existe una trama cerrada entre un aparato productivo volcado de lleno a la exportación de commodities y a los dictámenes del mercado mundial y un poder político asociado a ese puñado de exportadores. En Monte Maíz por ejemplo, la primera estructura que llama la atención por su gran porte, son los silos de almacenamiento de granos ubicados en pleno centro de la ciudad. Estos gigantes pertenecen a la AGD, empresa dedicada a

la producción de agroalimentos y segunda exportadora de granos del país. Su propietario, Roberto Urquía identificado con la UCEDE, fue senador nacional desde 2003 por el Frente para la Victoria, luego elegido en 2007 diputado nacional por el mismo frente renunciando para continuar ejerciendo como senador hasta el 2009. Posteriormente tejió lazos políticos con De La Sota y en la actualidad se encuentra evaluando como volver a la escena política según el candidato que garantice mejor sus negocios, Scioli o Macri. Este itinerario ilustra el entramado político que lubrica la prosperidad del negocio. La pelea no es sencilla. Por el momento, a pesar de los agravios y el descrédito, la Red de Prevención de Monte Maíz logró que el Concejo Deliberante avance con los primeros artículos de un Proyecto de Ordenanza4 , que contiene medidas tendientes a paliar su situación. La conquista de los vecinos es un aliento en la lucha por cuestionar integralmente el modelo de producción vigente. ¿Es posible entonces llevar adelante un desarrollo científico crítico e independiente, que asuma un rol en defensa del pueblo? La actitud de los médicos investigadores en Monte Maíz demuestra que sí, aunque practicar una ciencia de estas características, colisionando con los intereses más concentrados del mercado, conlleva múltiples palos en la rueda, como sucediera a este equipo investigador. Lo mismo le ocurrió al Dr. Andrés Carrasco quien padeciera diversas persecuciones políticas desde el año 2009 cuando sus estudios señalaron incidencia negativa del glifosato en el desarrollo de embriones anfibios. Estos ejemplos alientan la búsqueda para que surjan nuevas generaciones de investigadores y profesionales que se comprometan con los intereses populares y refuerzan la necesidad de buscar una vinculación entre estos y las poblaciones en conflicto.

http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-269352-2015-03-31.html http://www.reduas.com.ar/wp-content/uploads/downloads/2015/03/%C3%BAltimoMMM.pdf 3 http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-269352-2015-03-31.html 4 Artículos aprobados según la Red de Prevención de Monte Maíz: Art. 2°) CRÉASE una “ZONA DE RESGUARDO AMBIENTAL” conformada a partir del límite exterior de la planta urbana o núcleos poblacionales de esta localidad y hasta un radio de 800 mts. como máximo en algunos sectores y 500 mts como mínimo en otros. 1 2

Intercambio sobre la experiencia de trabajo entre el equipo de investigación y vecinos de la “Red de Prevención de Monte Maíz”, octubre 2014.

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Marie Monique Robin en Argentina

Sobre la agroecología Por Mara Guevara

La periodista y directora francesa Marie-Monique Robin estuvo en Córdoba el 22 y 23 de junio. Autora de los documentales “Escuadrones de la muerte, la escuela francesa” y “El mundo según Monsanto”, Robin se acercó a presentar su última producción “Agroecología: las cosechas del futuro”. Como la propia autora expresó, “Agroecología…” es la tercera parte de una saga de documentales que, desde “El mundo según Monsanto”, cuestiona el modelo de producción de alimentos y su incidencia negativa, principalmente en la salud humana y el medio ambiente. A diferencia de los anteriores, con este documental, Robin comienza a ensayar una fase “propositiva”, en busca de mostrar a la “agroecología” como una alternativa válida a la producción a base del monocultivo con transgénicos y agrotóxicos. El hilo conductor del film está guiado por la pregunta que la directora se hace al comienzo: ¿es posible acabar con el hambre en el mundo sin usar agrotóxicos? Para darle respuesta, el desarrollo del documental, que se va apagando mientras el espectador advierte la falta de novedad en las secuencias siguientes, muestra una

serie de casos puntuales alrededor de pequeños productores de varios lugares del mundo, que aseguran que pueden desarrollar sus cultivos sin echar mano a los químicos que dominan el mercado mundial. La película desliza la idea de que la contradicción a resolver en torno a la alimentación mundial sería la tensión creada entre productores contaminantes y productores conscientes, lo que deja de lado las relaciones sociales de producción en las que se encuentran inmersos. Seguramente la directora no apunta con su documental a desentrañar este debate, pero al menos permite abrirlo. Sin descartar las buenas intenciones de Robin, el documental evade una pregunta necesaria. El agronegocio se amparó moralmente en que sus prácticas venían a “paliar el hambre en el mundo” y que los efectos nocivos serían daños colaterales de tamaño objetivo. La directora no cuestiona la primera parte de esta afirmación y, en cambio, decide concentrarse en los efectos nocivos de la producción con glifosato. Es decir, enfoca el problema desde sus efectos y no desde su raíz. Y para nosotros aquello que no es sustentable, y por ende resulta incompatible con la resolución del

hambre en el mundo, es capitalismo. Capitalismo puro. Desde este enfoque, la pregunta debiera ser: ¿es posible acabar con el hambre en el mundo dentro de las reglas del sistema que lo genera? El motor de la producción no es la satisfacción de necesidades, sino la búsqueda del lucro. Inclusive en la mayoría de los ejemplos que Robin cita, en los que lo que motiva la búsqueda de una salida agroecológica es salir de la ruina económica. El debate está instalado, y desborda los márgenes de la disputa de conciencia, de ejemplos puntuales de autocultivo, o de producción agroecológica a pequeña escala. El gran capital, es decir las grandes multinacionales que operan a nivel mundial, tienen el poder de imponer qué se produce, cómo se produce y para qué se produce. Esto porque el corazón del problema radica en el origen de los procesos estructurales –y políticos- propios del desarrollo del capital y de las formas de explotación que éste impulsa, particularmente en un país como Argentina, fuertemente condicionado por la dependencia externa.

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Por Guillermo Lorusso

Asociación de ex-detenidos desaparecidos

En agosto de 2003 la diputada nacional Patricia Walsh presentó un proyecto de ley redactado por Carlos Zamorano. Pese a la oposición del Congreso (Daniel Scioli, vicepresidente y titular del Senado, dijo en la sesión: “No es serio un país que deroga sus leyes…”) y como producto de una ardua lucha llevada adelante desde los organismos de derechos humanos, la Corte Suprema de Justicia declaró inconstitucionales y anuló las llamadas leyes de Punto Final y de Obediencia Debida. De este modo, se abrió la auspiciosa posibilidad de llevar a los estrados a represores, civiles y militares, cuyos enjuiciamientos se habían interrumpido en 1986. A consecuencia, en 2006 se dictó la primera condena de prisión perpetua a Miguel Etchecolatz por los crímenes cometidos en el marco de un genocidio. Sin embargo, desde los organismos defensores de derechos humanos, organizaciones sociales, familiares y víctimas directas, observamos que la finalidad última de la abolición de las leyes y la constitución de los juicios no es la condena a fondo del sistema represivo, sino hacer “como si” se hiciera justicia. Es por este motivo que se habilitan modalidades que permiten la impunidad. Una de esas modalidades es el fraccionamiento de los juicios. En vez de castigar a todos los represores y cadena de mando por todos los delitos cometidos entendidos de conjunto por cada Centro Clandestino de Detención Tortura y Exterminio (CCDTyE), se abrieron numerosos juicios que llevan al estrado solamente a la cúpula represora y por muy pocos casos: por ejemplo, se juzga por privación ilegítima de la libertad, pero no por violación o asesinato. Un ejemplo de fraccionamiento es el caso ESMA. Las víctimas de este CCDTyE se calculan en 5.000 personas y en este tercer juicio se llevan juzgando 800 casos, lo que implica menos del 20 por ciento. Esto es lo que sucede con la mayoría de los campos de concentración. Otro ejemplo de esto es el caso de los crímenes cometidos por la Triple A. El juez Norberto Oyarbide la elevó a juicio en 2014, con imputaciones para tan sólo 8 represores. A la hora de las condenas, 3 fueron recluidos en el penal de Marcos Paz y 5 en sus propios domicilios. Se calcula que, entre 1974 y marzo de 1976, la Triple A desapareció a más de 1800 víctimas.

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Otra modalidad reside en la dilación de los juicios. Casos como la puesta en marcha y las desapariciones enmarcadas en el Plan Cóndor recién comienzan a ser juzgados. Hay otros casos, como Campo de Mayo, en los que hay una enorme cantidad de víctimas -cerca de 5.000, igual que en la ESMA- y van por el juicio número 17. Esto lleva a la muerte de represores y de víctimas, lo que produce una impunidad biológica. Por solo citar un ejemplo, uno de los máximos responsables de ESMA, el general Carlos A. Martínez (alias “Pelusa”, jefe de inteligencia del Ejército entre el ‘76 y el ‘77) fue imputado recién en 2014 por el juez Daniel Rafecas, pero murió un mes después de ser llevado a los estrados. Murió impune. De él dependía


buena parte de la puesta en marcha del sistema de represión en Argentina. Estas modalidades en las que se llevan adelante los juicios no permiten comprender la magnitud de la represión que se desató sobre nuestro país. Si bien Argentina es pionera en este tipo de juzgamiento -dado que no se han producido, con excepción del genocidio nazi, juicios contra golpistas de esta magnitud- desde la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos (AEDD) denunciamos que se está implementando un plan de impunidad que deja a salvo al aparato represivo. Es por este motivo que cuestionamos la modalidad en que se desarrollan los procesos. Durante la dictadura no se sucedieron una sumatoria de desapariciones aisladas, sino que se orquestó un plan sistemático con el objeto de destruir a las organizaciones políticas que podrían haberse opuesto a la transformación en el plano económico, político y cultural, al plan implementado desde EEUU y desde otras potencias extranjeras. Por ese motivo, desde un principio planteamos la necesidad de que se lleve adelante una investigación integral del aparato represivo, enmarcando los hechos en el plan sistemático de aniquilamiento implementado por la dictadura militar. Exigimos, en este sentido, que se juzgue a los represores bajo la figura de genocidio, delito internacional mediante el cual se entiende a cualquiera de los actos perpetrados por el Estado con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional. Es decir, su característica distintiva es castigar el ataque generalizado y sistemático contra un grupo poblacional determinado, y cuya intencionalidad fue romper determinadas relaciones sociales de autonomía y cooperación por medio del aniquilamiento de una fracción, del uso del terror y de la desaparición forzada de personas, para el establecimiento de nuevas relaciones sociales y modelos identitarios. Modificaciones en el casino de oficiales Durante la semana del 25 de mayo, la presidenta Cristina Kirchner inauguró las modificaciones arquitectónicas realizadas al casino de oficiales de ESMA. El Tribunal Oral Federal 5 que lleva adelante el juicio, y que en su momento había implementado medidas de no innovar en ese área, consideró luego que los cambios no eran sustanciales y por eso no desvirtuaban el espacio físico en el que se produjeron las más importantes violaciones a los DDHH del CCDTyE. Sin embargo, compañeros ex detenidos-desaparecidos en ESMA consideran que el sitio es irreconocible para las víctimas. Esta situación atenta contra uno de los elementos fundamentales para la prosecución del juicio como prueba válida. Ha sucedido en estos últimos tiempos que algunos compañeros reconocieron haber estado en ESMA a partir de las visitas hechas al predio. Es evidente que, si bien

algunas de las modificaciones realizadas no son fijas y algunos nuevos elementos pueden ser trasladados (como la iluminación o cartelería), el ambiente puede volverse no reconocible. Si nos referenciamos en el plano internacional, otros campos de concentración como Auschwitz, Treblinka o Belzec (los tres en Polonia) privilegiaron la idea de preservar los lugares de la misma forma en que fueron dejados por los represores para permitir un ejercicio de memoria activa. En contraste, lo que en Argentina se ha determinado tuvo como intención acompañar una medida política que va en contra del juzgamiento a los verdaderos culpables. Por otra parte, algunas semanas atrás Cristina Kirchner habló de la “reconciliación del pueblo con las Fuerzas Armadas”. Desde la AEDD consideramos que esto no es posible por un doble aspecto. Por un lado, en la medida en que existan organismos de DDHH y partidos políticos independientes del gobierno que no acepten dicha reconciliación, mientras exista un rechazo en sectores importantes de la población, no se podrá visualizar la finalización de los juicios, al menos a corto plazo. Y por otro lado, la reconciliación con las FFAA sólo sería posible en otras condiciones. Por ejemplo, es posible que el pueblo alemán haya logrado una reconciliación con sus fuerzas militares. Pero a nadie se le hubiera ocurrido que para lograr esa reconciliación fuera necesario poner a un oficial de la SS o a un capitoste del nazismo al frente de esas mismas Fuerzas Armadas. En nuestro caso, César Milani, que fue uno de los represores de la dictadura, estuvo al frente del Ejército. Esto hace a que las FFAA actuales no hayan modificado su sentido represivo. Además, el gobierno no renunció a la posibilidad de usarlas en caso de que la reacción a posibles medidas o un agravamiento de la crisis política o económica lo ameritara. Hace pocos días, en pos de denunciar esta situación, se hizo un acto en la ciudad tucumana de Monteros, donde desapareció Alberto Ledo, con la presencia de miembros de la AEDD. También se trabajó en la llamada “La Escuelita” de Famaillá con la misma delegación. Se realizó una campaña en distintos lugares, para rechazar la posibilidad avanzar en esa pretendida reconciliación con las FFAA. Muy por el contrario lo que nosotros vamos a seguir proponiendo, propugnando en los distintos estrados, en las distintas actividades, es que se juzgue a Milani como lo que es: un genocida. Y que se dejen de lado algunos argumentos absurdos como que era un oficial muy joven al momento de los hechos. Otros represores, como Alfredo Astiz, tenían la misma edad de Milani durante la dictadura. La necesidad de disponer del aparato represivo generó las condiciones de posibilidad para preservar a un subdirector de Inteligencia como jefe del Ejército durante dos años. Así que mientras el gobierno mantenga la estructura genocida, por más que hable de reconciliación, desde los organismos defensores de los derechos humanos seguiremos luchando para que eso no suceda.

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Marcha de campesinos, MĂŠxico, 1928 por Tina Modotti

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Tina Modotti

Fotografía y REVOLUCiÓN Por Alessandra Cristina

“Cada vez que se usan las palabras arte o artista con relación a mis trabajos fotográficos, noto una sensación desagradable, debido sin duda al mal empleo que se hace de tales términos. Me considero una fotógrafa, nada más. Si mis fotografías se diferencian de las que generalmente se hacen, se debe a que no trato de producir arte, sino fotografías honestas, sin recurrir a trucos ni artificios.” “Manifesto sobre la fotografía”, Tina Modotti Tina Modotti fue una fotógrafa y revolucionaria. Nació en una familia socialista de Friuli Venezia Giulia (en el norte de Italia) y a los 12 años ya trabajaba en una fábrica textil. A los 16 emigró a Estados Unidos trabajando como actriz y modelo hasta que en 1923, después de un primer viaje en 1921, migró a la ciudad de México con el fotógrafo Edward Wetson donde empezó a concentrarse definitivamente en la fotografía y en la política. En 1927 se sumó al Partido Comunista Mexicano y sus fotos fueron publicadas en varios diarios y revistas, entre ellos “El Machete”, periódico del PCM. En el mismo periodo se convirtió en la fotógrafa oficial del Movimento Muralista fotografiando los trabajos de Diego Rivera y José Clemente Orozco. Durante su residencia, entró en el Komintern, la III Internacional Comunista fundada por Lenin que agrupaba los partidos comunistas de varios países, hasta que en 1930 fue expulsada de México acosada de haber conspirado en el atentado a Pascual Ortiz Rubio, presidente de México. En la clandestinidad viajó por toda Europa bajo el seudónimo María Vera Martini junto a Vittorio Vidali, italiano antifascista, miembro del Partido Comunista Ruso. Luego Tina se mudó a Moscú, donde colaboró con la policía secreta soviética, la cual la envió a Francia y a varios países de Europa del este. En 1936 se une a las Brigadas Internacionales durante la Guerra Civil Española. Vuelve a México y muere el 5 de enero 1942 de un ataque al corazón luego de una pelea con Vidali. Pablo Neruda escribiría frente a su muerte una poesía cuyo final rezaba: “Un mundo marcha al sitio donde tú ibas, hermana. / Avanzan cada día los cantos de tu boca / en la boca del pueblo glorioso que tú amabas. / Tu corazón valiente. / En las viejas cocinas de tu patria, en las rutas / polvorientas, algo se dice y pasa, / algo vuelve a la llama de tu adorado pueblo, / algo despierta y canta. / Son los tuyos, hermana: los que hoy dicen tu nombre, / los que de todas parte del agua, de la tierra, / con tu nombre otros nombres callamos y decimos. Porque el fuego no muere.” Tina Modotti logró fundir la estética del arte al reportaje social. Sin embargo, a diferencia de fotógrafos de este género como Robert Capa, que hizo de la fotografía su única misión de vida, para Tina la fotografía quedará sólo como una vía, como un medio con el cual gritar que la miseria, la pobreza y las injusticias sociales son un crimen y que el pueblo tiene dignidad. Cuando Tina llegó al punto más expresivo de su arte, lo abandonó en el nombre de la revolución.

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La perspectiva de genero:

breves interrogantes en torno a su aplicacion Por Gabriela Pombo La lucha por la igualdad de género y la inclusión de la perspectiva de género en el campo de las políticas públicas constituyen compromisos asumidos internacionalmente por los Estados que, como Argentina, han suscripto una serie de tratados y convenciones internacionales vinculados a los derechos humanos de las mujeres. Esto garantiza un conjunto de derechos específicos y, a la vez, traza un horizonte de exigibilidad en la materia. La efectiva implementación de políticas tendientes a la igualdad de género supone desafíos, obstáculos y resistencias de diversa índole, que asumen particularidades históricas en cada contexto. No obstante, cabe repasar algunos requisitos elementales. Tal como ha planteado el Consejo de Europa en su estrategia de transversalidad de género (1999), pueden distinguirse cinco elementos claves: un cambio en el concepto de igualdad de género, más amplio del existente (que no ciña el género a mujeres ni lo conciba en términos binarios); la incorporación de la perspectiva de género en la agenda política dominante (aplicación transversal y no limitada a áreas o políticas específicas); la inclusión y la participación de las mujeres en instituciones y procesos de toma de decisiones (a lo que deberíamos sumar la activa participación de la población con identidades sexuales y genéricas disidentes); la prioridad dada a las políticas de igualdad de género y a las que tienen especial relevancia para las mujeres; y un cambio en las culturas institucionales y organizativas (que incluye, entre otros aspectos, el diseño de mecanismos y procesos específicos, cambios en las estructuras, la asignación de recursos y la toma de decisiones y la capacitación de lxs actores institucionales). En efecto, se abren desafíos a nivel político, programático y técnico –siempre históri-

camente situados-, de cuya resolución dependerán tanto la modalidad que asuma la aplicación de la perspectiva de género como sus efectivos aportes a la erradicación de la desigualdad. Ahora bien, ¿cómo pensar la inclusión de la perspectiva del género en el campo de las políticas públicas en el contexto de un capitalismo global cada vez más feminizado? ¿Cómo perseguir la igualdad de género contemplando la interseccionalidad de desigualdades (de género, clase, raza/etnia, nacionalidad, generación, etc.)? ¿Cómo comprender la tensión entre la proliferación de la institucionalización de derechos ligados al género y el recrudecimiento de la violencia de género y los femi(geno) cidios? ¿Cómo situar este debate en contextos en que la violencia de género integra el discurso de lo políticamente correcto y el género se acopla mecánica y acríticamente a la enunciación de objetivos y componentes de muchas políticas públicas? Mucho se ha discutido sobre las astucias del patriarcado y la cooptación de la perspectiva de género, que redunda en la aplicación instrumental y tecnicista de esa perspectiva y despoja al género del potencial político transformador que en él imprimieron los feminismos. También se ha debatido ampliamente sobre el sesgo norcéntrico de la perspectiva de género y la necesidad de un giro descolonizador al respecto. Se impone entonces la discusión, la construcción de alianzas y el diseño de estrategias –globales y locales- que busquen (re)politizar al género. En ese camino nos encontramos, buscando nuevos modos de entender y abordar la compleja interseccionalidad de desigualdades que opera en los procesos de construcción de normatividades sexo-genéricas y, en rigor, de construcción de hegemonías.

Materia Optativa :

Los procesos de intervención social desde una perspectiva de género. Docente: Gabriela Pombo En el marco del nuevo plan de estudios de la Carrera de Trabajo Social (FSOC-UBA), en el segundo cuatrimestre de 2015 se dictará esta materia optativa. El objetivo general tiende a aportar herramientas conceptuales y metodológicas para el análisis y la cualificación de los procesos de intervención social desde una perspectiva de género. La materia busca propiciar en lxs cursantes: La profundización de los fundamentos, categorías de análisis y discusiones en torno a la subordinación de las mujeres y la población con identidades sexuales y genéricas disidentes; el análisis de los alcances de las marcas de género en el trabajo social y las implicancias de la feminización de la disciplina; el reconocimiento del potencial ético y político de la perspectiva de género como herramienta para la transformación social; y la adquisición de habilidades para la transversalización de la perspectiva de género en la planificación, ejecución y evaluación de los procesos de intervención social.

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e Pr贸ximament

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“No debemos admitir que la palabra democracia, utilizada en forma apologética para representar la dictadura de las clases explotadoras, pierda su profundidad de concepto y adquiera el de ciertas libertades más o menos óptimas dadas al ciudadano. Luchar solamente por conseguir la restauración de cierta legalidad burguesa sin plantearse, en cambio, el problema del poder revolucionario, por las clases sociales dominantes: es, en todo caso, luchar por bola menos pesada para el presidiario”. Ernesto “Che” Guevara - 1963

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