EDITORIAL
Se va enredando, enredando Como en el muro la hiedra Y va brotando, brotando Como el musguito en la piedra Violeta Parra, Volver a los diecisiete
Cuánto en los espacios escolares es volver.
Después de cada recreo, de cada n de semana, de cada verano.
Volver de la modorra o de algún aburrimiento.
Volver tras las tensiones y los con ictos.
Volver a creer, a querer y a crear.
A abrir puertas y ventanas.
Volver a los silencios del pensamiento y al bullicio de la tarea compartida.
Volver amigxs a lxs compañerxs.
Volver a acercarse en la distancia y tras ella.
Volver presente lo virtual.
Volver siendo otrxs.
Y con sonrisas y rostros completos.
Volver naves a las aulas y volverse tripulación.
Volver a empaparse de voces y sonidos.
Y a enchastrarse de cotidianidad.
Volver a abrazarnos porque no somos sin abrazos.
Volvimos a visitar lo producido en estos más de veinte años. Y resultó esta publicación. Es tuya; dale las vueltas que quieras.
EL EQUIPO
EQUIPO DE DIRECCIÓN
Director :: Néstor Abramovich
Vicedirectora / Directora de Talleres :: Yamila Haime
Rectora :: Débora Demarchi
Vicerrector :: Enrique Slucki
Directora de Estudios :: Flavia Affranchino
Coordinadoras del Área de Estudiantes :: Eva Chiesa, Luciana Sánchez
Relaciones Institucionales :: Mimí Charlier
Responsable de la Administración :: Nora Lo Castro
Vicedirector de Talleres :: Martín Broide
COORDINADORXS
Ciencias Naturales :: Pablo Salomón
Ciencias Sociales :: Nuria Mendizábal
Educación Física :: Joaquín Velo
Educación Estética :: Yamila Haime
Escuela de Música :: Laura Favazza
Escuela de Teatro :: Lorena Barutta
Escuela de Artes Visuales :: Melania Liendo
Escuela de Comunicación :: Esteban Kraizer
Espacios de Apoyo Escolar :: Luciana Sánchez
Inglés :: Luana Luxardo
Lengua y Literatura :: Gabriel Cortiñas
Matemática :: Graciela Morales
Proyectos :: Flavia Affranchino
Tecnología :: Lucas Taskar
ÁREA DE ESTUDIANTES
Tomás Abramovich, Eva Chiesa, Paloma Lorenzo, Luciano Perrone, Luciana Sánchez, Juan Valdés, Joaquín Velo
MATERIAS Y PROYECTOS CURRICULARES
Artes Visuales :: Roxana Carini
Arte y Técnica :: Alejandro Bracchi
Antropología Cultural :: Julieta Brenna
Biología :: Ana Núñez Monasterio, Andrea Revel Chion
Cultura Científica-Tecnológica :: Claudio Sagaut, Pablo Salomón, Jimena San Martín
Diseño Digital :: Roxana Carini
Economía :: Flavia Affranchino
Educación Física :: Néstor Acquisto, Eduardo Arnay, Darío Bersusky, Luciana Combes, Juan Pablo Galo, Marcela Mella, Pablo Pierotti, Diego Rossi, Blas Spatuzza
Filosofía :: Julieta Brenna
Física :: Claudio Sagaut
Físico-Química :: Carlos Díaz Guevara
Formación Ética y Ciudadana :: Flavia Affranchino, Martín Di Tomás,
Luciano Perrone, Luciana Sánchez
Geografía :: Juan Valdés, Julia Vázquez Lareu
Historia :: Flavia Cigarria, Carolina Liberczuk, Martín Di Tomás
Historia Latinoamericana :: Juan Pablo Nardulli
Inglés :: Mariana Bernstein, Elena Cavaliere, Melisa Carucho, Emilia González, Florencia Lindenboim, Luana Luxardo, Miriam Mori, Paula Uva, Jimena Zarazaga
Introducción a las Ciencias Sociales :: Juan Pablo Nardulli
Lengua y Literatura :: Marina Beresñak, Gabriel Cortiñas, Gabriela Hochman, Luciana Mastromauro, Pablo Salas Tonello
Matemática :: Lucía Franke, Graciela Morales, Valeria Ricci, Manuela Torres
Plástica :: Roxana Carini
Prácticas de la Escritura :: Nadia Gómez, Gabriela Hochman
Proyecto de Indagación :: Juan Pablo Nardulli, Luciano Perrone, Pablo Salomón
Proyecto Especial OEA :: Nicolás Gulluni
Proyecto Especial Política Nacional :: Flavia Affranchino
Proyecto Sociocomunitario :: Flavia Affranchino, Juan Valdés
Psicología :: Eva Chiesa, Liza Schejtman
Recreación :: Joaquín Velo, Darío Bersusky, Blas Spatuzza, Vicente Favrot, Lina Katzenstein, Matías Padilla Strier
Química :: Carlos Díaz Guevara
Sistemas Constructivos :: Alejandro Bracchi
Sociología :: Nuria Mendizábal
Sociedad y Estado :: Nuria Mendizábal
Sonidos y Medios Digitales :: Nicolás Gulluni
Tecnología de la Información :: Anahí Méndez, Lucas Taskar
Teatro :: Paola Campitelli
Taller de Lectura :: Néstor Abramovich, Flavia Affranchino, Joaquín Velo
AUXILIAR DOCENTE
Pedro Karszenbaum
AYUDANTES PEDAGÓGICAS
Valentina Álvarez Rossini, Juana Biscardi, Malena Contieri, Sol Fariña, Candelaria Grinberg, María Mobaied, Paula Thieberger
TALLERES
Equipo :: Daniela Echevarría, Micaela Natale, Tomás Abramovich, Samanta Clachcovsky
ESCUELA DE ARTES VISUALES
Carpintería :: Martín Silva
Cerámica :: Roxana Carini, Lucila Castaño
Dibujo e Ilustración :: Federico González
Dibujo y Pintura :: Lucila Castaño
Diseño y Realización de Indumentaria :: Roxana Carini
Fotografía :: Mariana Lumi, Manuela Díaz Lima
Murales :: Ayelén Daubagna, Sisa Soldati
Pintura :: Carmen Villa
Realización Audiovisual :: Laura Castro
Técnica y Expresión Fotográfica :: Horacio Bravo
Seminario Clínica de Artes Visuales :: Melania Liendo
ESCUELA DE COMUNICACIÓN
El Colectivo. Acción Comunitaria :: Luciano Perrone
Introducción a la Radio y el Periodismo :: Agustín Cammisa
Formación de Mediadorxs Culturales :: Martín Broide, Yamila Haime
Investigación y Video Documental :: Mora Elizalde, Esteban Garelli
La Radio del Ciudad :: Esteban Kraizer
Periodismo Deportivo :: Nicolás Zuberman, Iván Samaniego
Producción Periodística (Radio y Gráfica) :: Esteban Kraizer
ESCUELA DE MÚSICA
Armónica :: Federico Linari
Audio Perspectiva :: Nicolás García Médici
Bajo :: Nicolás Radicci
Batería :: Gonzalo Rujelman
Bandoneón :: Tomás Abramovich
Introducción al Canto :: Virginia Marques, Victoria Villar
Canto :: Marcela Fernández, Virginia Marques, Pía Sicardi
Ensamble de Improvisación :: Diego Pojomovsky
Ensamble de Práctica Vocal :: Natalia González, Virgina Marques
Ensamble de Percusión :: Gonzalo Rujelman
Ensambles Eléctricos y Acústicos:: Diego Pojomovsky, Nicolás García Medici, Tomás Abramovich
Ensamble Otros Ritmos :: Nicolás García Medici
Guitarra :: Julián Cerdeira, Nicolás Gulluni, Fernanda Zappa
Producción Musical en Ableton Live :: Nicolás Gulluni
Saxo :: Joaquín Velo
Taller de Composición de Canciones :: Julián Gancberg
Taller de Entrenamiento Musical :: Tomás Abramovich, Nicolás Gulluni
Teclados :: Ernesto Amstein, Julián Gancberg, Florencia García Iribarne
Ukelele :: Julián Cerdeira
Violín :: Belén Reggiani
ESCUELA DE TEATRO
Iniciación Actoral :: Nicolás Cordone, Ana Rodríguez
Profundización Actoral :: Alejandro Lifschitz
Montaje :: Lorena Barutta
OTROS TALLERES
Ajedrez :: Manuel Magní co
Cocina :: Melisa Cerezo
Formación de Líderes en Recreación y Campamentos :: Darío Bersusky, Daniela Echevarría, Joaquín Velo
Formación de Tutores Pedagógicos :: Paloma Lorenzo, Luciana Sánchez
Hip Hop :: Paz Cabrera
Inventalinguas: Taller Literario :: Martín Broide, Valentina Álvarez Rossini
Malabares :: Marcela Mella Robótica y Programación :: Aldana Ayala
Taller de Entrenamiento Matemático :: Lucía Franke
Torneo de Fútbol :: Joaquín Velo, Julián Senlle
Viernes Social Club :: Daniela Echevarría, Micaela Natale, Matías
Padilla, Vicente Favrot, Lina Katzenstein
ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS Y DE EXTENSIÓN
Clases de Apoyo :: Miriam Mori, Enrique Slucki, Lucía Franke, Gabriela Hochman
Orientación en el Estudio :: Corina Bistritsky, Abril Joskowicz
Entrenamiento Exámenes Cambridge :: Miriam Mori
Orientación Vocacional :: Micaela Calo
Educación Sexual Integral :: Servicio de Adolescencia del Hospital Italiano de Buenos Aires
Taller de acompañamiento UBA XXI :: Juana Biscardi
Talleres de Salud y Problematización de Consumos :: Eva Chiesa
Talleres de Orientación para Padres y Madres:: Mimí Charlier, Eva Chiesa, Adriana Gullco
Modelos OEA en Escuelas Primarias :: Nicolás Gulluni
Taller de Filosofía para Adultxs :: Julieta Brenna
Clases de Estiramiento para Adultxs :: Mariana Paz Marcolla
ÁREA ADMINISTRATIVA
Asistente del Director :: Patricia Knobel
Área Administrativa Contable :: Cristian Oddone
Área Secretaría Docente :: Alicia Jáuregui
Gestión Operativa :: Antonio Díaz
Recepcionista :: Cecilia Armesto
Auxiliar Administrativo Contable :: Florencia Foos
Auxiliar de Gestión Operativa :: Nicolás Slucki
Soporte Tecnológico y Redes :: Juan Ignacio Martínez
Asesor del Director :: Horacio Ruda
Asesora de Arquitectura Escolar :: Arq. Claudia Perazza
Asesor Letrado :: Julio Ferreiro
Consultora Médica :: Isabel Abramovich
Contador :: Martín Piscitelli
Equipo de Difusión :: Paula Abramovich, Ignacio González, Olivia Nuss
ÁREA INSTITUCIONAL
Articulación con Escuelas Primarias :: Mimí Charlier
Articulación con Instituciones Terciarias y Universitarias :: Micaela Calo
MANTENIMIENTO
Ricardo Ayala, Polo Castillo, Néstor Rochi, Hernán Santoro, César Vallejo, Blas Villalba
ABSURDOS
Los estereotipos, trabajar toda la vida de lo mismo el dolor, la violencia, levantarse tan temprano para ir a la escuela apoyar el cachete en el de otras personas para hacer un ruido en su oído con la boca todo el dinero que se mueve en los deportes la creencia en un dios que no existe, la cartuchera de Valen o que cuando entrás a un local con mochila me digan que la guarde pero a las mujeres no les digan nada de la cartera, que se critique a la gente solo por ser diferente que no se escuche el silencio el amor, la discriminación, darle importancia a cosas que no la merecen, que nos den tarea en el colegio que nos pongan una nota con número poner la mayonesa en el borde del plato en vez de en el centro lo mucho que pueden llegar a afectar tu vida otros seres humanos la rutina, la sociedad diestro-hétero-normativa, me parece absurda la necesidad de compartir todo en las redes sociales que haya gente en este colegio que no haga talleres enojarse y enroscarse al punto de no soltar que tiendan a etiquetar las emociones y personalidades, la pizza y las empanadas de ananá que un pedazo de papel controle el mundo a mí me parece absurdo no poder volar
que me puteen por ser de All Boys que un chico de 18 años al que la mamá lo lleva todavía a entrenar valga 180.000 euros, el matrimonio que la gente se preocupe por cosas materiales, tener que ir al colegio para saber lo que querés hacer de tu vida aunque ya lo sepas que le pongan azúcar al Nesquik que haya un desaparecido en democracia tener que pagar para ver fútbol, que haya gente con tanto y otros con tan poco discutir durante mucho tiempo por temas que en quince minutos, una semana o un mes no van a tener importancia, vivir en una sociedad que no permita al hombre llorar ni a una mujer estar con muchos hombres un hippie manejando un BMW levantarse temprano para ir a la escuela me parece absurdo que no logremos hacer silencio para una actividad tan sencilla como ésta.
(Antes de comenzar a leer La cantante calva, de Eugenio Ionesco, y de estudiar el Teatro del Absurdo en la clase de Lengua de 3ro, los chicos recibieron la siguiente pregunta: ¿qué cosas o situaciones de tu vida, de tu mundo, te parecen absurdas? De sus respuestas, surgió este poema colectivo)
por Eugenia Jolly
La ciudad se puso el verano. Buenos Aires, Constitución, estallaron y ya desde hace dos semanas que no se puede andar más que 10 minutos en la calle. A menos claro, que tengas que hacerlo. Yo soy taxista. Ayer me compré un aire acondicionado y gracias, pero claro, ya hoy se arruinó. No me esperaba nada, si en este país va todo para atrás, boludos de mierda.
Me llamo Horacio y el propietario del vehículo se llama Jorge Ángel Bertolotto; vivo en el 6to. H de Brasil al 1300, soy divorciado y tengo tres hijos que no viven conmigo. En la mano derecha tengo un anillo bañado en oro con mis iniciales (HP). También tengo un rosario que brilla en la oscuridad. Ahora son las tres y media de la tarde y hoy todavía no levanté a nadie. Tengo la remera pegajosa y mojada en las axilas, estoy escuchando una canción de Ricardo Arjona que escuché ayer en esta misma radio. Estoy en un semáforo y el sol pega de frente, amarillo, verde, punto muerto, primera, segunda, semáforo. Ahora cruza Juan de Garay un minón, estoy en Juan de Garay y Salta, un minón de aquellos.
Al n veo una mano levantada. Freno, qué ruido que hacen los frenos, no me tengo que olvidar de comprar líquido para frenos. “Para el Garrahan, Gascón al 400”. Queda claro que no es un buen día. Y es cierto, es un asco de día en Buenos Aires, sobre todo si a uno se le rompió el aire acondicionado. Suerte la mía que en medio del trá co algún idiota me abolla un costado del auto y me hace parar. En medio del despiole que es Juan de Garay -ustedes sabrán, uno, cansado y con una loca gritando en el asiento de atrás, no se da cuenta, y también le da un golpe al de adelante y termina tres días en cana. Le puede pasar a cualquiera, si en este país de porquería no te dejan pasar una.
Bueno. Estoy en casa ahora. Son las once y estoy a punto de dormirme. Salgo de la cama porque me olvidé de poner el despertador, me levanto a buscarlo, voy para la cocina. Me tropiezo con algo y caigo de boca al piso. Sangro. Fue el despertador. Voy al baño así, a oscuras, a limpiarme la nariz y me choco contra la condenada puerta, con lo que caigo directo al piso, en donde vuelvo a golpearme ahora contra la otra pared del angosto pasillo, y con el clavo salido me engancho el pantalón. Rompo mi único pijama y quedo llorando en el piso.
Ya es de mañana. Compruebo que no solo rompí el pantalón sino que además me raspé la pierna. Me duele cada vez que piso el pedal. Puta, me olvidé del líquido para frenos. El calor casi no me deja respirar, me siento el mal olor, me transpiran las manos, el volante está mojado. El asiento se cae a pedazos y me queda incómodo. Leo propagandas en un semáforo: cuandojuegalaselecciónjugamostodostengamosalgoparaeldolorylosgolpesana exuniversidadabirtaaiteramericanacocacolalavidaescomotelatomáspromogol2x1contriplediversiónparquedelacostaválidohastael30/06/06vigenciadetresmesespasaporteplus$30$KLSknewfnosdchvler,wlnff,m-,ñ,iqwbddñhvek´a¨Ñg soa{pegNCHSEOMD,NSHnjdof*+RGnvd*^ Buenos Aires, uf.
En n. De nuevo escucho esta canción de Arjona. El día está pesadísimo y yo debería bajar varios kilos… Es que desde que me dejó Mariela volví a fumar y comer como un chancho, la verdad es que soy un chancho, un pobre tipo, un idiota, un hijo de puta. ¡Bravo, Horacio!, gordo boludo. No soporto más este calor, el trá co, el guacho que se sube al taxi de adelante, el negro de mierda que me pide una moneda, la canción de Arjona, el libro de Paulo Coelho en el otro asiento, a todos los tarados culpables de que el país vaya para atrás, al gobierno de mierda, a los turros guitados, a los pobres de mierda, a los bondis, a los idiotas caminando por Caseros, a los frenos que están haciendo ruido, a la Guía T, a mi asqueroso insu ciente monoambiente, a Mariela, a mis hijos, a las propagandas en lo semáros asfalto pisadas saliva basura frenos verano, a este dolor de cabeza que me está matando, a los frenos… ay puta madre. No puedo fren ay carajo no puedo voy en bajada y no, pelotudo, ¡¿no ves que no puedo parar?!... sí andate a cagar v… ah pared puta madre me voy a dar contra la pared imbécil ya sé que me pasé el rojo, ¡por qué no mirás bien, imbécil? Pared, ay carajo, pared, pared… Bueno, viejita, te amo, chicos y Mariela, gracias diosito por darme las alegrías, y sobre todo al loquito de Palermo por tantos goles de primera… Chau, váyanse todos a la puta madre que los recontra mil parió. ***
...sin embargo José Gorriti se ha comprometido a costear el funeral, intentando remendar el daño provocado a la familia del desafortunado futbolista.
Choque en Constitución: el incidente se habría producido en Caseros al 2100, en el barrio de Constitución, a las 20 horas del día de ayer, y con causante de la falta de líquido de frenos. Habría habido sólo un muerto: el taxista de 44 años Horacio Pérez, quien conducía el vehículo de patente OHR 355, y a quien, horas más tarde, se le detectó una hemorragia interna en el hospital Pirovano. Varios conductores presenciaron el acto y todos dijeron lo mismo:
-¡Un boludo de aquellos!
Eugenia Jolly, estudiante de 4° año 2006. Ilustró: Ema Lynch, 3º año 2015.
RETAZOS ARGENTINOS
La literatura argentina nace en el siglo XIX con una pregunta: ¿qué es aquello que nos contiene?, ¿cuál es nuestra identidad? Lo argentino y qué se entiende por ello, según cada autor y cada época, fue, es y será siempre algo no exento de conflicto. Los estudiantes de 5to año leyeron el Martín Fierro de José Hernández y fragmentos del Facundo de D. F. Sarmiento. Disparadores posibles para seguir pensando estas aún preguntas.
UN MOMENTO PENSANDO EL COMER
por Eliane Rymberg
Mal día. Hace un mes falleció el abuelo. La abuela no entiende que el dolor no es sólo suyo. Se enojó conmigo y aún no comprendo bien por qué.
Ese 9 de junio me llevé el libro de fotografías de su casa, ése que él miraba recurrentemente para ambientar su faja, bombacha, boina y poncho de los sábados. Vaya a saber qué sentía vestido en esa especie de recreación patria. Del armario a la escarapela, y de ahí al sillón de mimbre envuelto en la luz natural de la galería del patio.
Hoy, 9 de julio, tras un mes de mutismo y distanciamiento con mi abuela, decidí pasar el domingo sola. Es raro, los domingos suelen ser día de familión alrededor de la mesa.
Me dispongo a almorzar en un restaurante temático que en esta fecha emblemática me deje jugar, como al abuelo, a creerme parte de otro tiempo. Llevo conmigo, para ojear mientras como, su pesado libro Primeras postales fotográficas del gaucho argentino
No puedo evitar pensar en Martín Fierro y aprovecho mi netbook para googlear a su creador, José Hernández, como si quisiera adentrarme en la realidad de aquellas almas de antaño. Me encuentro con estas palabras suyas de 1881:
“Por asimilación, sino por la cuna, soy hijo de gaucho, hermano de gaucho, y he sido gaucho. He vivido años en campamentos, en los desiertos y en los bosques, viéndolos padecer, pelear y morir; abnegados, sufridos, humildes, desinteresados y heroicos”.
Mojo un pan en una salsa picante que sirven de aperitivo en el “Restaurante 1810. Comidas regionales”, que nalmente elegí para almorzar. Me quedo pensando en el nombre. ¿Sigue lo “regional” siendo “tradicional”? ¿Hay lugar para lo auténtico o lo tradicional hoy es de cartón?
Las fotos del libro parecen cobrar vida mientras busco pasajes del Martín Fierro que voy leyendo en la computadora sobre el comer y su simbología. ¿Qué ha sido la comida hoy y siempre?, ¿qué de la argentinidad re eja?
Se aproxima a responder “el” gaucho entre los gauchos:
“…En la cocina riunidos… platicar muy divertidos hasta después de cenar. Y con el buche bien lleno era cosa superior irse en brazos del amor…”
Estoy indecisa. La carta ofrece: lentejones, locro, carbonada, lomo a la criolla. Hay tantas opciones que Martín Fierro siente la necesidad de recordarme que no me ponga quisquillosa, que en la crudeza agreste de los montes el abanico de alternativas era sustancioso y pesado pero más reducido, y me recita, para coronar su idea, que:
“...de hambre no pereceremos, pues, según otros me han dicho, en los campos se hallan bichos de los que uno necesita gamas, matacos, mulitas avestruces y quirquinchos”.
Sabemos que el gaucho ha sido una gura menospreciada entre los grupos sociales dominantes de la época de la Revolución y de la organización nacional de la Argentina. Se asociaba al salvajismo, la aspereza en los modales, la vagancia y la violencia. Somos hijos, en parte, de una burguesía que afrancesó sus platos como muestra de re namiento y apertura hacia los mundos más exquisitamente “civilizados”. De los tamales, la caza de animales salvajes y la torta frita del gaucho, la mirada hacia el exterior construyó un modelo europeísta y ostentoso del comer. Así, la comida fue y será medida de status, salvajismo, retroceso o vanguardia, según las épocas y los cambios sociales que éstas traen.
Hoy, la oferta al extranjero otra vez desvía nuestra mirada. Así arma un menú para turistas que incluye el orgullo, por una parte, y la explotación comercial, por otra, de aquel gaucho que ya no es visto como marginal y vergonzoso, y se luce en los estantes donde estatuillas, fotografías de campo, ponchos y boleadoras, le otorgan un pedestal.
¿Acaso se volvió emblemático aquel gaucho rudimentario y menospreciado? ¿Hay lugar para el reconocimiento del gaucho que, heroico y hábil, cuchillo en mano, sabía domesticar la naturaleza y a cualquier enemigo? Parece que el gaucho y los elementos propios de sus costumbres y cultura de las pampas se han vuelto “pintorescos”.
La identidad nacional, en lo que al mundo culinario respecta, es hoy más que un “crisol de razas”, un “crisol de platos”, donde la fusión permite degustar comida peruano-japonesa o una carne a la parrilla con salsa barbacoa que consideramos típicamente estadounidense.
Se vuelve evidente que el ser nacional se ha globalizado como otros aspectos de nuestra cultura; por lo que terminamos siendo un rompecabezas internacional que ha producido un efecto de mutación en la identidad local más antigua.
Si hay una identidad nacional, hoy por hoy sólo tiene retazos de las guras tradicionales, como el gaucho, tal como se la juzgaba entonces y se la recicla convenientemente hoy, para presentarla al visitante extranjero que la consume. Con la comida igual:
conviven el abanico de los restaurantes de paladar internacional con los pocos rincones de cocina tradicional argentina listos para hacer el show de la vieja identidad conservada.
Cuesta encontrar un restaurante 1810 en la Buenos Aires de 2014. Cuesta encontrar un abuelo que ya no está en las páginas de su libro preferido. Sin embargo, acá estoy con ambos. Todo eso pienso mientras pido la cuenta. Hora de irse.
Hago dos cuadras y en la esquina donde para el colectivo que tengo que tomar, dos chicos de unos trece años tocan guiros, que son unos instrumentos musicales donde un palillo raspa sobre una super cie ranurada haciendo sonidos. Siento una especie de rechazo y pudor sumado a la culpa por albergar tales sentimientos. Esto me lleva a poner en sus gorras unos billetes. Ya en el colectivo, pienso que esos chicos reactualizan en un punto, como “guachos de la villa”, a los “gauchos del campo”. ¿O acaso en las estas de la alta sociedad no pasan una tanda de cumbia villera cuando los invitados se cansaron de saborear caviar y langosta? Otra vez se reactualiza la gura marginal como destinataria de un nuevo sentimiento reciclado de aprobación para divertimento y bene cio de aquellos que, en verdad, los marginan.
En n. En cualquier momento se abre un restaurante de “choripanes deli” y la comida vuelve a acompañar a los nuevos grupos sociales que van haciéndose lugar como pueden, pienso. Ya sin rechazo, sin pudor, sin culpa.
Eliane Rymberg, estudiante de 5° año 2014. Ilustraciones: Ema Lynch y Catalina Sábat, 2º año 2014; y Alessia Bensi, 4º año 2014; realizadas en el Taller de Dibujo.
RECREOS
ÚLTIMA NOCHE EN VALLE
GRANDE
Desarmaban las carpas para ir al fogón.
Y, entre una cosa y la otra, se sentaron a escribir a partir de una consigna que les hizo llegar el profe de Lengua.
Desde ahí nos llegan estos fragmentos:
La pérdida de un sentido agudiza los otros.
La escucha, la paciencia, el interés por el otro, el desinterés por uno, la conexión de emociones, la empatía.
..........
Un corte en la rutina me dio tiempo para aclarar el agua que mueve mi vida. Los pensamientos son muchos, son confusos y muchas veces torturan.
Fue salir de la jaula liberando todo aquello que, hace un día, fue un problema. Fue una gota de calor en un mar helado.
Cuando sólo eso que no se dice ni se piensa se hace realidad y todo es el cielo.
Cuando se es consciente de la corriente de aire que hay y se sufre hasta que el sueño, una vez más, te gana.
Se puede percibir un aroma a juego entre montañas de pieles heladas. Hoy no duermo, parte de mi alma ahora vive acá.
..........
Veo cómo los cuerpos se mueven, pero no cómo se inmovilizan. No aguanto el sin tiempo, pero sí ver el momento.
Los sollozos del agua ante la piedra no llegan a tapar las risas. El agua salpicaba como nieve en la piel, fría y corta.
Llegó remando y remando. Mi mirada se detuvo en ella y ya no pude hacer otra cosa.
Cada vez que salía el sol era una persona nueva, alejada de mí, muy ajena. Me pierdo caminando al costado de todo. Pierdo tiempo dicen, pero gano. Abajo, en el cielo profundo, expuesto, perdiendo el tiempo.
Pude vivir en un espacio mental abierto en el cual desaté mi ser infernal.
..........
La pena va llegando a los cuerpos fríos que sufren y corren en busca de un mínimo refugio.
Explota de emoción. Adrenalina. Sonrisa y brillo. Cruzamos y pasó. Soñamos y acá estoy.
..........
No existía el tiempo ni el mundo. Sólo yo. Era ese río mi música y mi todo.
Lo recorrí, lo enfrenté, lo combatí. Le discutí, le pegué, me empujó, me pateó. Fui para arriba y fui para abajo.
El agua que chocaba contra los cuerpos congelaba cualquier pensamiento único, y lo único que se podía hacer era escuchar el maullido exagerado del miedoso.
55 años vino añejo. ¿Tenés maquinaria? 1978, tractor.
..........
No sabían a dónde iban y fueron a las estrellas.
Lo único que sé es que sus brazos acariciaron mi alivio.
3° año 2015 en San Rafael, Mendoza. Fotos de Nina Myndlis, 3° año 2014.
TWELVE ANGRY MEN
En la película Doce hombres en pugna (1957), doce hombres deben dictaminar si un muchacho acusado de asesinato es culpable o inocente. Aquí algunas reflexiones sobre los comportamientos y roles de cada miembro del jurado.
por Felipe Soriano
WHAT HAPPENS IN A JUROR’S MIND
Twelve angry men is a movie about twelve jurors who have to decide whether a boy is guilty of killing his father or not, and sentence him to death. The judge instructs them to separate the fact from the fancy, so they start arguing about the culpability of the boy. In the discussions, about which I will talk later, different points of view about justice come out, as well as all kinds of prejudices. As the heat in the jury room rises, so does the tension among the jurors.
At the beginning of the lm, all jurors but one want to declare the boy guilty, without even discussing about it. Juror 8, who has some reasonable doubt that prevents him from convicting the accused, said he was not ready to send someone to the chair just like that. Even though at rst the rest of the jurors were mad at him, by going through the evidence, he starts turning them over.
The most visible points of view are the one from the protagonist, Juror 8 and from his antagonist Juror 3. The rst one goes by the principle of “innocent until proven guilty”. Juror 8 encourages a thoughtful reconsideration of the case and the evidence submitted against the accused, while the other one, a rude and husky man, extremely biased, completely intolerant, whose unfriendly relationship with his teenaged son causes him to be hateful and hostile toward all young people, sees the boy as a “poor kid who couldn’t help it”. It seems he just wants the boy being convicted because he was raised in a slum and he is not white.
I believe that the Jurors end up doing the right thing. I’d like to think that all jury’s do this. The problem with trials is that, as we saw in the movie, the way lawyers present the evidence is very important. That’s why a good attorney can win without the proper evidence. When Jurors fail to analyze the evidence correctly, innocent people might end up in jail. What many people fail to understand about the movie is that it is not whether the boy is guilty or innocent but about how jurors’ prejudices can affect other people’s life. It is a really interesting movie that shows an unknown aspect of trials: what happens in jurors’ minds.
por Chiara Baume
BEFORE REACHING A CONCLUSION
Twelve angry men is a 1957 movie which deals with different themes, such as justice, violence, law, crime, among others. Almost all of the action takes place in the jury room. The movie involves twelve characters who play the role of jurors who are dealing with an intense dilemma: death sentencing a boy who is said to have murdered his own father. Firstly, among the jurors there are many contradictions based on their own prejudices against the boy because of his upbringing in a slum and because he is not white. And they do not know whether to declare the boy guilty or not guilty.
On the other hand, the movie makes the spectators realise that even when someone seems extremely convinced about something (in this case one of the jurors is extremely certain that the boy is guilty), talking and thinking about it deeply can make you change your mind and the way you used to see it. It is certain that taking into account other perspectives will undoubtedly be helpful and useful for all kinds of scenarios in life.
From my point of view, this movie shows a great example of how opening your mind is sometimes the best way to ful ll an ambition or to gure out an issue. In this sense, opening your mind could mean not judging everybody all the time but rather trying to understand them.
Besides, it also made me ask myself: should I take other points of view into account before reaching a conclusion? In addition, I would like to remark that I found it very interesting how the jurors argued with each other over the whole movie and it turned out having the biggest plot twist of all.
SOLILOQUIOS
A partir de Macbeth de William Shakespeare, en las clases de Lengua de 3er año se trabajó el soliloquio, ese parlamento teatral que se dice a solas y en voz alta como una reflexión en íntima complicidad con el público/lector. Luego, pasaron al poema; a ese otro lugar en el que también alguien toma la voz. Hacer del soliloquio un poema, esa fue la consigna. Tomar la voz de un personaje (histórico, ficcional, real o imaginario) y hablar.
Rey
por Joaquín Dinzelbacher
Fuerte Apache, el lugar donde nací, donde aprendí que una remera tiene que ser manchada con sudor para poder lavarla con lágrimas de alegría.
Los sueños están al subir una gran ladera, un gran sendero de pensamientos e ilusiones. Llegué hasta acá, este oscuro pasillo que oculta millones de voces, son parte del viento tanto las piernas como eso que llaman emociones. A medida que camino, escucho con más claridad las miles de voces que forman una canción in nita. Me voy acercando, todo vibra cada vez más, la luz del nal cada vez más grande, más clara.
Me llama el estadio entero, mi mente se mezcla en ellos. Pide mi corazón que salga de una vez, me pide que demuestre quién fui para ser lo que soy, que no soy menos que nadie, que nadie es más que yo.
El pasto cubre mi pie al subir el último escalón, mi alma está llena. Es la hora.
Caperucita Roja
por Catalina Guebel
Ay, cuándo se dará cuenta esta mujer que llevar una caperuza es una burla total ya soy adolescente, quedo como una estúpida la imagen es algo vergonzoso: una chica que camina por el bosque con capa, capucha roja y una canasta de mantel a cuadros.
Aparte, cuándo te darás cuenta madre que a vos no te salen los panquecitos que no son como esponjosas nubes de limón glaseadas de un azúcar incesante son como rocas horribles
rocas amarillas. Aparte, vieja siempre que voy me hacen la misma broma y piensan que voy a caer igual que cuando era chica ya es pesado que alguien se haga pasar por lobo siempre es insufrible, sos insufrible dejame ir como una persona normal llevar jeans y la remera de mi tiempo comprarle algo de comer en el camino esconderme de los inútiles: dejar de ser la tarada de la caperuza roja.
DONDE SE HACE LA CIENCIA
INTERCAMBIOS Y REFLEXIONES EN TORNO A LA EXPERIENCIA EN LOS TALLERES DE CIENCIAS DE LA UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES.
Un grupo de alumnos de 4to y 5to año participó de los Talleres de Ciencias que propone el Departamento de Orientación Vocacional de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. Estos talleres están destinados a estudiantes de la escuela media y se realizan en laboratorios e instalaciones de la Facultad, a cargo de docentes de la misma institución.
La ciencia es una actitud; gramaticalmente sería más interesante considerarla un verbo y no un sustantivo: un hacer cosas, preguntas, experimentos.
Aprender y enseñar ciencias: del laboratorio al aula y viceversa, Diego Golombek.
La intención de acercar estas propuestas a nuestros alumnos está relacionada con la potencia de las experiencias que allí se viven. Los Talleres constituyen espacios de reexión sobre el proceso mismo de generación de conocimiento de la ciencia, donde se privilegia la formulación de preguntas, el planteo de hipótesis, la experimentación, la discusión, la validación o refutación de las ideas y la comunicación de los resultados. Asimismo, se intenta transmitir el gusto y la emoción de la actividad creadora que acompaña la tarea de investigación cientí ca.
Estas actividades se enmarcan en un propósito aún mayor: buscar oportunidades para acercar a los alumnos al ámbito de la investigación y encontrar en él alternativas vocacionales. Es por eso que, entre otras actividades, participamos de las Semanas de las Ciencias organizadas por la UBA e invitamos a investigadores y especialistas de distintas áreas a coordinar clases especiales o talleres durante el año escolar.
LOS TALLERES EN PRIMERA
PERSONA
por Luciano Blachman
El Taller “La vida de la ciencia” nos mostró un poco cómo se trabaja en cada materia de ciencia: pasamos por los laboratorios de Biología y de Física, tuvimos charlas con biólogos y matemáticos, y también hicimos prácticas de laboratorio. Esto sirvió para ver qué es lo que realmente hacen los cientí cos. A partir de esto, discutimos acerca de lo que queremos hacer nosotros, si en un futuro nos vemos haciendo esas experiencias. En uno de los encuentros nos llevaron a los laboratorios de Micología en donde se trabaja todo lo relacionado con los
hongos y me pareció interesante, no sólo por poder ver el trabajo que hacen en ese área, sino también porque, mientras recorríamos los laboratorios, nos cruzamos con varios estudiantes de la carrera: uno de ellos estaba haciendo la tesis de licenciatura, y nos mostró cómo trabaja y cómo se hace el informe nal. Otra estudiante estaba haciendo una pasantía en los laboratorios, otra estaba en camino a la investigación para la tesis doctoral. Por último vimos cómo se organizan los laboratorios, qué son los congresos, los papers o artículos, la diferencia entre una tesis de licenciatura y una tesis doctoral, y cómo es trabajar en el exterior.
Saber cómo trabaja un cientí co y cómo te prepara la facultad me sirve para orientarme, para ver qué es lo que no me interesa y por lo tanto descarto, y para ver también qué es lo que sí me interesa, aunque no signi ca que vaya a hacer eso.
por Layla Ohanian
Algunos dirán que no, pero para mí entrar a 4to año fue la puerta a la gran y escalofriante pregunta de “qué vas a seguir”. Tantas carreras, tantos trabajos, tantos cursos para una sola persona.
Luego pensé en orientarme: si voy a elegir tengo que conocer, y si voy a descartar, también.
Así me sumé a una actividad en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales que nos resultó asombrosamente linda: “La vida de la ciencia”. Un taller de la UBA, donde concurrían chicos y chicas de 4to y 5to año en una situación bastante parecida a la mía, pero con una orientación más de nida: exactas. En el Taller, la “gran” pregunta explotaba, y podías encontrar respuestas como médicos, biólogos, ecólogos y más. A pesar de que a mí me interesan las ciencias exactas, no estaba segura de si era la rama para seguir, pero antes de descartarla tenía que conocerla a fondo.
El Taller fue una experiencia a lo grande. Desde tomarnos el colectivo para bajarnos en el Pabellón II y entrar a ese mundo que no conocíamos hasta tener que clasi car huesos de roedores, aves, murciélagos y sapos. Sí, fue grande. Las charlas eran de lo más diversas: teníamos de matemática, de ADN, del método cientí co y de física. De todas y de cada una, encontraba una parte interesante. El Taller no sólo te llevaba a conocer el pabellón, las aulas y los laboratorios, sino que te llevaba a la gente que trabaja y estudia ahí. Profesores, investigadores y también estudiantes: de todo. Nos encantaba preguntar qué era lo que hacían allí, de qué trabajaban, y qué habían estudiado. A mí, especialmente, me encantaba hacerles la gran pregunta: “¿Cómo te diste cuenta de que esto era lo que querías estudiar?”. Muchos no supieron qué responder, otros sí, pero buscando o no, cada uno encontró lo que más le gustaba.
Me llevo de esta experiencia una foto mía con un guardapolvo blanco en un laboratorio, la merienda de dos medialunas con café cada lunes a la tarde, y una idea de lo que voy a hacer yo. No estoy segura y todavía me falta para encontrar lo que me gusta, pero supe conocer, supe descartar y supe seguir pensando.
OLIMPÍADA METROPOLITANA DE FÍSICA
Rocco Di Tella, estudiante de 4to año, obtuvo un 2° puesto en la VII Olimpíada Metropolitana de Física, organizada por el Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, donde participaron aproximadamente 80 alumnos de 14 colegios de CABA y el Gran Bs. As.
por Martín Salamon
Cuando desde el Colegio me contaron sobre este Taller de Física de la UBA me sorprendí y sentí mucha felicidad. Desde chico que me va bien en las materias exactas y, como no les pasa a otros, me gustan mucho. Por eso con la ayuda del Colegio me inscribí en el Taller “¿Cómo trabaja un físico?”.
El primer día estaba muy nervioso, nos llevaron a un aula y nos contaron un poco sobre la Universidad y los Talleres. Después de eso se presentó Guillermo Mattei, un físico que trabaja en la UBA y es el coordinador del Taller, y nos preguntó por qué habíamos decidido ir allí.
Nunca había estado con tantas personas a las que les guste la física igual que a mí.
Después, tuvimos dos charlas con físicos que nos contaron qué estaban haciendo y cómo era su trabajo. Fueron más de tres horas de estar sentados escuchando, pero pareció menos de una. Antes de irnos, Guillermo nos dijo que a partir del segundo encuentro no iba a haber más charlas largas e íbamos a ir al laboratorio a hacer distintos experimentos.
Cuando llegué a mi casa ya lo tenía decidido: quería estudiar física y vivir de eso.
Los siguientes encuentros fueron más rutinarios, todos los días íbamos al laboratorio, un profesor de la Universidad junto con un par de alumnos nos contaba sobre el tema de ese día y luego nos daba unos ejercicios o consignas para cumplir. Pero, a pesar de la rutina, se iba haciendo cada día mejor: el grupo, de apenas 15 personas, pasó a ser un grupo de amigos en muy poco tiempo y los temas cada vez eran mejores.
Estoy muy feliz con esta experiencia y me parece increíble que, desde un colegio con tantas propuestas relacionadas al arte, nos den la oportunidad y el apoyo para poder ir a estos Talleres.
año 2013.
HACER
Aprender un oficio. Saber elegir las herramientas, adquirir los cuidados para manejarlas. Conocer la madera, su olor, sus texturas. Hacer una mesa, una silla, un juguete para regalar a otro. Hacer, con las propias manos, objetos para todos los días.
TRIBUTO A LA MÚSICA DE CHARLY
El baterista cuenta hasta cuatro, con la baqueta en el aire, y empieza a sonar. La guitarra arranca con el riff, el bajo lleva el camino. Cuando la voz dice: “Por qué no vienes hasta mí”, lo que vuelve a sonar del otro lado del vidrio es algo que conocemos todos, que forma parte de nuestra historia, que se está grabando una vez más. Esta vez por chicos y chicas que estaban todavía lejos de nacer cuando estas canciones fueron escritas.
“Nace una flor, todos los días sale el sol”. Esas palabras ya tienen melodía, las leemos y se forma casi sin que nos demos cuenta. Esas palabras tienen un nombre: Charly. Ni siquiera necesita el “García” para que todos sepamos de quién estamos hablando. De eso se tratan los clásicos, están en el aire sonando aunque haga mucho que no los escuchemos.
Este proyecto surge como correlato del CD Volumen V del Colegio de la Ciudad, dedicado a la obra del maestro Luis Alberto Spinetta. En éste, dedicado a Charly García, participaron distintos grupos de trabajo de la Escuela de Música: Ensambles Eléctricos Avanzados, el Taller de Canto Grupal, el Ensamble de Percusión, junto a alumnos de clases particulares de canto o instrumento que vivieron la experiencia de grabación como contexto de aprendizaje y formación musical.
Contamos también con invitados de lujo: músicos profesionales que son parte de la comunidad del Colegio y aportaron un condimento especial al proyecto.
¿POR QUÉ CHARLY?
Charly García es considerado uno de los músicos más inuyentes del rock en castellano y forma parte del ADN de nuestra identidad cultural. Por sus letras, por su música. También porque fue acompañando los distintos momentos históricos y políticos de nuestro país, con sensibilidad y absorbiendo a la vez los paradigmas sonoros y estéticos que acontecían en otros lugares del mundo. Así como otros personajes populares, Charly es una gura plena de matices y claroscuros.
Nos centramos en su obra, que es extensa, genuina, ecléctica y valiosa, y nos sirve como portavoz para expresar sentimientos y pensamientos que son comunes a todos nosotros y que muchas veces solo la voz de la poesía o el idioma universal de la música logran enunciar.
Para grabar este disco, pensamos en los modos en que nuestros estudiantes entran en contacto con una obra emblemática del rock nacional; tanto los que formaron parte directa del proyecto como los que reciben sus ecos, a través de sus compañeros, de las muestras, de lo que
circula en el Colegio. En muchos casos, es parte de una ampliación del repertorio musical que empieza cuando les proponemos cantar y tocar también temas en castellano, un deseo con el que no siempre llegan cuando empiezan la escuela secundaria. Una bra especial se pone a sonar cuando uno canta:
“Mama la libertad / Siempre la llevarás / Dentro del corazón”. Es que la libertad, en esta parte del mundo, tiene también la forma de esta melodía. La riqueza de nuestro lenguaje, del castellano que hablamos nosotros, está hecha también de las canciones, de las expresiones de la música popular. Esa poesía que nos permite muchas veces expresar nuestras preguntas, miedos, búsquedas; y comunicarnos con los otros compartiendo metáforas y símbolos:
“Puedes ser un gran campeón / Jugar en la selección / Y no tienes un poquito de amor para dar”.
Estas letras, con tanta historia, suenan de una manera distinta cuando las interpreta una generación nueva. Para seguir viva, la cultura tiene que actualizarse, transformarse, ser apropiada por los que vienen. Y ésa es una tarea que toca también a la escuela, especialmente cuando trabajamos con obras de arte.
“Para nosotros, la obra de Charly representa libertad. Por las canciones que hizo durante la dictadura, en un momento duro de la Argentina, tratando de hacer reconocer el momento que estábamos pasando”, dice Pedro, de 3er año. “Es un tipo que puso la voz en un momento en que nadie podía ni sabía cómo hacerlo”, suma Julia, de 5to. “Muchos de nosotros empezamos a escuchar más rock nacional en el Colegio, y también a cantarlo. Y ahora está en todos los campamentos, cada vez que agarramos la guitarra”, agregan varios de los chicos que participaron en el proyecto.
1, 2, 3… GRABANDO
La producción del disco implicó semanas de trabajo intenso en Casa Frida, un estudio de grabación con excelente calidad profesional e inmensa calidez y respeto en el trato. Una experiencia totalmente nueva para la mayoría de los chicos. E intensa como pocas.
En primer lugar, porque una grabación implica un gran trabajo en equipo. Hace falta a nar la escucha, hacerse cargo de las responsabilidades individuales a la hora de preparar el material, tener paciencia con las cosas que no les salen bien a los otros. “Además de escucharte a vos, tenés que escuchar mucho a los demás, a ver cómo está tu sonido con respecto al de los demás, cómo se coordina todo junto”, cuenta Romeo, de 3er año.
Hace falta dialogar con los técnicos de grabación, que uno acaba de conocer, prestar una atención especial a los docentes del Colegio e incluso ser consciente de que otros grupos están grabando antes o después; y los tiempos para estar en el estudio son escasos.
Hubo que prepararse: hizo falta no solo practicar muchísimo, sino también lograr una concentración extrema en el estudio, una escucha muy atenta del sonido grupal y tomar
Músicos invitados (¡Gracias!)
Javier Calamaro, Nicolás Echeverría, Kevin Johansen, Palito Ortega, Mariano Otero, Cucho Parisi, Pipi Piazzolla, Martín Telechanski, Adriana Varela, Rafa Varela y Lito Vitale.
conciencia de lo especial del momento. Los grupos venían trabajando los temas desde mayo, y eso ayudó a que pudieran lograr muy buenos resultados en pocas tomas, sin esfuerzos extraordinarios de último momento.
Como dice Julia, de 5to: “Antes de ir a grabar, yo pre ero dejar de pensar en el tema. No practicarlo más. Porque, si no, ya te saturás. Y también está bueno tener la sensación de que el tema no está del todo cerrado, porque si no, no te esforzás en el momento de tocar”.
Por último, la presencia de los músicos profesionales invitados también fue toda una novedad. Ya sea en el momento de grabar con ellos como a la hora de escuchar voces o instrumentos que habían sido agregados en otros días de sesión, el desafío se vio multiplicado.
Por todo esto, se trata de un proyecto que estrechó vínculos y generó conocimientos musicales y de los otros, esos que se despliegan en las experiencias intensas.
UN TRIBUTO
Para los arreglos musicales de este disco, en algunas canciones nos apegamos a la versión original y, en otros casos, se buscó explorar y crear nuevos mundos sonoros. Quien escuche el disco se encontrará con una versión tanguera de “Filosofía barata y zapatos de goma”, “Salir de la melancolía” en clave bossa nova y aires de candombe, y “Súper héroes” con un arreglo especial para doce voces. Todas búsquedas musicales que los chicos vienen haciendo en sus respectivos ensambles y, desde antes, en su recorrido por la Escuela de Música.
Grabaron cerca de cincuenta alumnos y buscamos hacer una sumatoria y combinación de sonoridades. Son once canciones que fueron elegidas intentando dar cuenta de la
diversidad presente en el repertorio de Charly, respetando los gustos y deseos de los alumnos que tocaron, aunque también apostando a sorprenderlos y a ampliar su “paladar musical”. Varios temas también fueron seleccionados por el equipo docente. Algunos no podían no estar, otros podrán sorprender. Estarán los preferidos de algunos, faltarán los favoritos de otros.
Por suerte, el problema es de los buenos, el de los equipos de fútbol con muchos jugadores en su gran momento: el problema de la abundancia. Así fue que elegimos, acotamos, seleccionamos. Un pedacito de Charly interpretado por nosotros. Al n y al cabo, de eso se trata un tributo.
En primera persona por Clara Lenger
Charly siempre signi có mucho para mí, lo tuve presente en mi vida desde muy chica. Con mi hermano siempre que podíamos poníamos el disco de La grasa de las capitales, o Peperina...; digamos que Serú era lo único que se escuchaba en mi casa. Su música pendeja me mueve mucho. Para un día del niño me regalaron tres discos de Sui Generis que todavía atesoro con mucho cariño. Para mí, tener ahora la chance de grabar sus temas es una locura... Durante todo el tiempo que estuvimos grabando y en vísperas de grabación tuve la oportunidad de reconectarme con ese cachito tan importante de mi infancia, como lo es Charly.
Algo que me gusta mucho de trabajar en proyectos con la Escuela de Música y con talleres en general, es que no nos toman como pibes de un colegio o adolescentes que se hacen los artistas, sino que nos dan voz y voto, y nos hacen poner en los zapatos de artistas de verdad, con todas las responsabilidades y el compromiso que esto conlleva.
Quizás es porque me sorprendo muy fácil, o porque no entiendo nada de tecnología, pero me parece alucinante también el proceso de grabación. Creo que lo que más me entusiasma es el hecho de que un producto que elaboramos con tanto amor y con tanta buena onda quede grabado para siempre. Yo ya había tenido otras experiencias de grabación, pero nada se compara con ésta. Fue un proceso increíble. Me parece que todo está hecho con una delicadeza impresionante, por parte de Lau, de los profes, los técnicos... La autora es estudiante de 3° año 2017.
Docentes músicos: Marcela Fernández, Julián Gancberg, Nicolás Gulluni, Virginia Marques, Nicolás García Medici, Natalia González, Federico Linari, Mel Muñiz, Olga Pacheco, Martín Pantuso, Tao Plante, Diego Pojomovsky, Gonzalo Rujelman y Luna Sujatovich.
Alumnos y ex alumnos: Pedro Altcheh, Luca Ayerza, Chiara Baume, Malena Benz, Pedro Beros, Mateo Bettini, Bruno Bianchedi, Pedro Biscardi, Uriel Bitrán Ciccone, Dante Briceño, Romeo Calamaro, Agostina D’Elía, Sol Fariña Villaverde, Vicente Favrot, Julia Fonseca, Lena Galli, Bianca Garófalo, Micaela Gueler, Julián González, Ian Kladniew, Clara Lenger, Nicolás López, María López Teisaire, Florencia Marelli, Bianca Melman, Federica Merlo, Lucía Merlo, Martín Meschiany, Miranda Myndlis, Dante Ortega, Matías Padilla Strier, Santiago Panizza Salazar, Valentino Pisani di Pietro, Gregorio Portnoy, Nina Quintiero, Clara Rebagliati, Sofía Rojo, Francisco Rshaid, Tiago Rujelman, Agustín Silva Oleandro, Sofía Soriano, Zoe Taiah, Lucas Torres y Victoria Villar Iansa.
Coordinadora de la Escuela de Música, productora general y musical del proyecto: Laura Favazza.
MATE, BIZCOCHITOS E INTERNET
TALLERES DE TECNOLOGÍAS DIGITALES PARA
ABUELOS
De: talleres@colegiodelaciudad.org
Para: estudios@colegiodelaciudad.org
Fecha: viernes, 09 de junio de 2006 12:41
Asunto: Re: mate por internet
Vivi: te reenvío el texto de convocatoria a los chicos. Beso. Yami *
Mate, bizcochitos e Internet
Mandar un mail.
Escribir. Imprimir. Buscar un dato en Internet. Ver una foto en la Web de alguien que está lejos.
Esto que forma parte de tu mundo cotidiano era impensable cuando los abuelos tenían tu edad. Ellos, en cambio, escribían cartas en un papel, iban al correo y las despachaban. Si sacaban fotos, debían llevarlas a revelar, sin saber cómo iban a salir. Cuando querían conversar con alguien, lo hacían, con suerte, por teléfono. De lo contrario, “iban de visita”. Así crecieron y, hoy, para muchos de ellos, las innumerables posibilidades de comunicación que nos brindan las computadoras e Internet son cosas de cuento de ciencia cción.
El Colegio de la Ciudad, conjuntamente con el Servicio Comunitario del PAMI IV, inaugura los talleres Mate, bizcochitos e Internet , destinados a que los abuelos aprendan herramientas básicas de computación que les permitan utilizar Internet, mandar un mail o editar textos en Word, bajo la guía y supervisión de alumnos pasantes del Colegio de la Ciudad.
Los convocamos, entonces, a realizar esas pasantías como profesores en Mate, Bizcochitos e Internet . Los interesados deben dirigirse a Yamila Haime para inscribirse. Los postulantes serán entrevistados y, tras su selección, participarán de la programación del curso a dictar.
*Mail de convocatoria a los alumnos en el primer año del Taller; junio de 2006.
Así nacía este proyecto, allá por 2006. Del trabajo conjunto con el Servicio Comunitario de PAMI IV; de la potencia de este encuentro posible de saberes e historias de vida. Pibes y abuelos. Entre mate y bizcochitos, primero fue computación básica: cómo prender y apagar la compu, cómo utilizar las funciones básicas del Word y el Excel, cómo usar Internet o escribir un mail. Con los años –¡y ya van 10!- se armaron los niveles “básico” y “avanzado”, y se sumaron nuevos contenidos: aprender a adjuntar imágenes, armar carpetas con
archivos, navegar por los buscadores de la web. Y se abrió un segundo taller: aparecen las cámaras digitales, y hay que aprender a usarlas. Que cómo se prende, que cómo se enfoca, cómo se saca y cómo la envío a mis nietos por mail. Tiempo más tarde, un tercer taller: Facebook y las redes sociales. Tu abuela en Facebook, sí. Amigos, mensajes, etiquetas y muros. A diez años, Mate, bizcochitos, Internet, fotografía digital y redes sociales: ¡Salud!
“Yo participé de los talleres de computación básica. Al principio no sabía ni cómo era una máquina. Aprendí a prenderla, a apagarla, a entrar, a buscar cosas. Todo lo básico, y me sirvió mucho. Lo que más me costó fue aprender a mandar mails, porque siempre me faltaba algo, siempre ponía algo mal. Pero después aprendí. El nuestro fue un grupo muy lindo. Todos de mi edad, con mucho compañerismo. Nos reíamos todo el tiempo de las macanas que hacíamos, la pasábamos bien. Y los chicos, divinos, te protegían mucho. Porque la verdad es que, a la edad de uno, uno tiene muchos miedos, muchos fantasmas. No es como la juventud, que va para adelante. Entonces los chicos nos daban empuje, nos mostraban que si nos equivocábamos, no había problema. Me abrió bastante la cabeza, porque a la edad nuestra todo es un poco más complicado”.
(Mirta Quaglia, 73 años)
“Y tuvimos nuestra primera clase. Al n, lo logramos. Con eso que al principio me sentí un poco nerviosa, novata. Tantas personas juntas, con tantos años de vida y experiencia, esperando algo de mí…, me sentí llena de responsabilidad.
En general, la mayoría de los abuelos decía que junto a sus nietos hoy en día se sentían “analfabetos”…. ¿Cómo es esto? ¿Si cuando yo les pedía que escribieran, ellos lo hacían? Según mi denición, eso no es “ser analfabeto”. Sin embargo, ellos se sienten así. ¿Por qué? ¿Qué es lo que esta sociedad nos impuso?
Quiero aclarar algo: no estoy en contra de las computadoras, pero sí de la dependencia que hemos creado. En n…, después de este curso, siento que los que más van a aprender vamos a ser nosotros, los ´profes´”.
(Nina Aragona, 16 años, 3° año, 2006)
5 MICRORRELATOS 5
En octubre de 2012 tuvo lugar el Primer Certamen Interno de Literatura del Colegio, en el que participaron todos los alumnos, de 1ro a 5to año. Las producciones fueron realizadas de forma presencial y en grupos de dos o tres integrantes. El género elegido fue el de microrrelato. En la actividad, coordinada por el área de Lengua y Literatura, todos los chicos trabajaron con entusiasmo. Aquí presentamos algunos de los trabajos seleccionados.
por Paula Bianconi, Camila Duhalde y Dara Piñeiro
Es tarde
Suena el despertador, Kuba abre un ojo, después el otro. Ve la pared azul y las fotos de autos. Junta fuerzas y se levanta contento sabiendo que Martín lo está esperando para que vayan juntos a jugar al fútbol. Es tarde.
Suena el despertador. Son las ocho y no llega al trimestral. Si le va mal en esta prueba, se lleva toda la materia y probablemente no lo dejen pasar el verano en la casa de sus abuelos. De todos modos, sale de la cama y se apura lo más que puede. Es tarde.
Suena el despertador. Su abuela lo despierta igual porque está segura de que con el estridente sonido no es su ciente. Lo único que anima a Kuba es saber que, si sale rápido, puede encontrarse con Silvia en el tren. Se detiene pensando en su belleza. Es tarde.
Suena el despertador. Se despierta con sumo cuidado de no molestar a su mujer, Silvia. Prepara el desayuno y lleva a sus hijos antes de buscar a Martín para ir al trabajo. Es tarde.
Suena el despertador. Levantarse comienza a ser la actividad más tediosa del día. Espera un rato, pero se decide cuando ve el otro lado de la cama vacío y recuerda que Silvia ya no está. Es tarde.
Suena el despertador. Se repite lo mismo que cada mañana pero esta vez ni el sonido ni el llamado de las enfermeras logran despertarlo. Es tarde.
Estudiantes de 2° año 2012.
¿Y el café?
por Victoria Llovera, Lucía Sánchez Barbieri y Daniela Grün
Acá estoy yo, queriendo pedir un café, pero el mozo no me atiende. Manón se retrasó, habíamos quedado a las nueve y cuarto acá. Son las diez y sigo esperando. ¿Ya pedí el café?
Me gusta la camisa a cuadros verdes que tengo puesta. Me la puse el día que conocí a Manón. ¿También me la puse ayer? No creo, no sé. Me gusta ser limpio.
¿Y el café? ¿Y el café? ¿Cuánto pueden tardar una taza de café y una mujer en llegar a un bar un sábado? Pero…, si hoy es sábado, ¿por qué el tipo de la mesa de al lado está leyendo el diario del domingo? Debe ser del n de semana pasado, seguro. A Manón la conocí el jueves en el cumpleaños de Pedro, un amigo en común. Quedamos en vernos hoy, pero son las once y todavía no llega. ¿La llamo? ¿Se les habrá roto la máquina de café?
A veces siento que el día se hace eterno y que hay momentos que se repiten. Tengo imágenes de un choque, del sonido de una ambulancia muy cerca mío, del suero clavado en mi brazo en el hospital. Pero acá estoy, queriendo pedir un café.
Estudiantes de 2° año 2012.
por Tadeo Luna y Martín Bielinsky
Pasatiempo
Un detective, harto de resolver crímenes ordinarios, motivados por el dinero o la pasión, llega a la conclusión de que lo único que llenaría su vida sería resolver el crimen perfecto: un misterio tan grande que represente un desafío digno para su astucia. El tedio de su rutina lo lleva a entretenerse imaginando cada detalle de esta obra maestra y, tras algunos días, advierte que tiene en sus manos el plan perfecto. El tiempo pasa y el hombre se da cuenta de que sólo él podría llevar adelante semejante plan. Sin más, una noche decide ejecutarlo llevando a cabo cada uno de los pasos que consumarían el siniestro.
Ya cometido el crimen, el hombre se encierra en su casa y comienza a seguir en los periódicos la crónica de la investigación. Una tarde gris el detective recorta y pega en la pared la última noticia sobre el crimen: “La policía desorientada desiste y cierra el caso”. Un silencio abrumador inunda el departamento vacío. El detective suspira, se lleva el arma a la boca y aprieta el gatillo.
Estudiantes de 5° año 2012.
por Jazmín Trzcina y Manuela González Gil
Monotonía
Se acurrucó en el piso, pegó las rodillas a su pecho, posó su cabeza entre las piernas, se cubrió con las manos y se quedó dormido. El tiempo pasó sin modi car nada, como si no existiera. Lentamente abrió los ojos, tosió un poco, alzó la cabeza y se acarició la larga barba. Intentó levantarse. Sus piernas desacostumbradas a estirarse y su espalda deformada se lo impidieron. Su mente parpadeó entre pensamientos débiles hasta que quedó paralizada en una sola idea. Un vacío dominó su cuerpo y con manos temblorosas y arrugadas buscó la única solución que conocía. Sintió un insecto con el tacto y terminó de reconocerlo por su olor. Se lo llevó a la boca y lo tragó casi sin masticarlo. Repitió la acción hasta que la incomodidad se detuvo. Estaba por volver a dormirse cuando algo desconocido llamó su atención. Una luz que nunca había visto lo llenó de curiosidad. Intentó levantarse y nuevamente no pudo. Con las pocas fuerzas que le quedaban logró arrastrarse hasta encontrar un agujero por el que pudo salir.
Sus ojos abrumados frente a un espacio inmenso se llenaron de miedo y confusión.
Se acurrucó en el piso, pegó las rodillas a su pecho, posó su cabeza entre las piernas, se cubrió con las manos y se quedó dormido.
Estudiantes de 5° año 2012.
por
Carolina Chividini y Julián Gurri
Inspiración
Era temprano en el colegio y aún no sonaba el timbre. Los alumnos aguardaban pensantes por la inspiración ya que tenían que escribir un microrrelato, pero nada pasaba.
Sin que ellos lo notaran, afuera de la institución discutían la inspiración, Círculus y su hermana lógica, Tetra. Discutían sobre quién era más útil para los chicos en esos momentos. Tetra planteaba que desde el principio de la humanidad al hombre le resultó esencial el descubrimiento del fuego, mientras que Círculus sólo le había enseñado a representar la imaginación en las paredes de las cuevas con dibujos. Círculus decía que Tetra sólo había traído desgracias como las guerras y el odio, sin mencionar su peor creación, el dinero; mientras que él había hecho al hombre escribir sobre los mundos más fantásticos y representar cosas que ni siquiera existen.
Sin ir más lejos, Tetra le recordó dónde estaban:
-En el colegio-dijo. Aquí no se pone a prueba ni la creatividad, ni la imaginación. Sólo se evalúa el conocimiento, la lógica, la inteligencia. Círculus se quedó callado un momento y dudó. Tetra pensaba que había ganado nuevamente, pero se paralizó cuando escuchó a un alumno diciéndole a su profesor:
-¡Pero no se me ocurre nada! No me llega la inspiración.
A Círculus se le dibujó una sonrisa en el rostro y pasó por las mentes de cada uno de los alumnos, quienes nalmente se pusieron a escribir.
Estudiantes de 4° año 2012.
Ilustración de Matías Gutman, 3° año 2012. Coloreada digitalmente.
MI ABUELO DEL MAR
por Miranda Myndlis
I.
El cálido encuentro en el beso de las buenas noches. Tenerle miedo a las noches. Al momento en el que las pupilas se vuelven nuestras enemigas y los sacos colgados se transforman en criaturas de lo más tenebrosas. Todo niño sabe que asomar un pie fuera de la sábana puede costarle la vida.
Es un miedo que solo se cura con un cuento. Pero no uno cualquiera, uno inventado. Esos son los mejores, los que te dejan pensando en cómo seguirá la historia. Son aquellos la puerta del sueño cuando este no se puede conciliar. Una vez empezado el sueño de los más pequeños, las conexiones no son del todo claras, parecen lianas, un caos natural por donde los niños se van balanceando como Tarzanes, colgándose de deseo en deseo. Lamento asegurar que el miedo no cesa una vez dentro de los sueños. Aparece un segundo miedo, con otro nombre y edad distinta, otro humor, otras mascotas. Este tiene en la entrada de su casa a cuatro perros-pantera negros, gigantes, aterradores. El segundo miedo lamentablemente crece con nosotros. A lo largo de su vida (y la nuestra) va cambiando tanto su casa como sus guardianes. A veces vive en castillos embrujados, en edi cios vacíos y hasta en una casa de playa, pero siempre lleva una identidad escalofriante. A estas residencias se las conoce como pesadillas y esta noche, Juan tendrá varias.
II.
Estoy solo en una balsa en el medio del océano. Me rodean cuatro tiburones, cinco anguilas eléctricas y por debajo hay pirañas esperando para devorarme. Se acerca una tormenta que empieza por poner a las olas cada vez más violentas. Lloro, grito, pido socorro (ruidos de llanto y grito). Mi balsa desaparece y me hundo en el agua. Quiero nadar pero mis extremidades no me hacen caso. Me ahogo. ¡ME AHOGO! Abro los ojos debajo del agua y veo a los animales listos para atacarme. Pero cuando el tiburón intenta dar el primer tarascón, se golpea con un vidrio que me protege. Me doy cuenta de que estoy encapsulado. Estoy dentro de una botella. La marea comienza a revolearme de un extremo del envase hacia el otro. Mareado, me revuelco, choco contra el vidrio y una nueva ola me sacude llevándome hasta la orilla. Arriba, Juan, arriba, Juan, que hay que ir a la escuela, ay no, mamá, ay no, mamá...
Para escuchar esta y otras novelas, escanear el siguiente código.
III.
-¿Cuál es tu cosa favorita en el mundo, ma?
-¿De todo?
-Sí, de todo.
-Mmm, cuando el abuelo Lito nos llevaba a Marcos y a mí a comer chivitos en Uruguay; después íbamos a caminar a la playa y a la vuelta dormíamos una siesta en el auto.
-¿Qué es un chivito?, y ¿cómo es el abuelo Lito?
-Es como un sanguche, Juan, algún día te llevo, pero primero terminá el desayuno.
-¿Y lo del abuelo Litoooo?
-Ehhh, tu abuelo no habla mucho… Cuando decía algo era para quejarse nada más. No le gustaban mucho los nenes, ¿sabés?
-¿Él nunca fue un nene?
-(Suspiro) Llegó la edad del interrogatorio… Sí, Juan, todos fuimos nenes pero algunos la pasaron mejor que otros, entonces se quedan con eso de grandes.
-¿O sea que el abuelo Lito la pasó mal de chiquito?
-No sé, Juan, pregúntale a él, terminá la leche que así salimos…
Es domingo. Son las 10, horario en el que le gusta salir a comprar el diario. El día está soleado. Ve con rechazo a las familias que se van acercando a la playa. Esquiva a los niños concentrados en su tonto juego de persecución. Al llegar al local de revistas, saluda al dueño con la cabeza. Luego de tantos años se puede decir que le cae bien. Además, le hace algún que otro descuento. Intercambian pocas palabras, que el viento norte, que el parador cierra… Se sienta en el banco a leer el diario, con el mar en frente. Disfruta mucho ese momento de la semana.
Al terminar de leer las noticias, le gusta dar un paseo por la orilla. Luego de pasar las carpas y arrasar un par de castillos de arena, se quita las sandalias para sentir el agua en los pies. La tranquilidad que consiguió mirando el horizonte se interrumpe cuando un objeto choca contra su pie izquierdo. Es una botella de vino. Intrigado, la destapa encontrando en su interior una carta intacta.
V.
Hola, abuelo Lito:
Soy Juan, tu nieto. Ayer cuando desayunaba, mamá me habló de vos y me dijo que no te gustan los nenes. ¿Yo no te gusto? Tengo muchas preguntas en realidad. Acá va una lista.
1. ¿La pasaste mal de nene?
2. ¿Dónde estás?
3. ¿Me llevarías a comer un chivito?
4. ¿Por qué hablás poco?
5. ¿Te gusta jugar a las canicas? Yo soy muy bueno.
6. ¿Qué pasó que no la ves a mamá ni a mí? Juan.
Miranda Myndlis es estudiante de 4° año 2020. El trabajo fue realizado en clase de Lengua y Literatura y formó parte de una propuesta multidisciplinaria junto a la asignatura Tecnología de la Información para la producción de novelas para escuchar. Ilustración: Lola Aráoz Morini, 4º año 2020, realizada en el Taller de Pintura.
UN DÍA EN EDUCACIÓN FÍSICA
(GUÍA PRÁCTICA PARA AQUEL QUE NO CONOZCA NUESTRAS CLASES)
PRIMER PASO: IR
Adentrarse en una clase cualquiera de Educación Física del Colegio de la Ciudad de un martes o un viernes, implica tomar ciertos recaudos. Supongamos que usted opta por presenciar una clase del primer bloque horario en el que se hacen presentes los chicos de 1ero y 2do año. En primer lugar, tiene que saber que al llegar al Club Círculo Trovador en cualquiera de los tres micros escolares dispuestos para la ocasión, deberá tomar la precaución de conocer a dónde dirigirse, porque la marea de alumnos que ingresen a la locación, ubicada en el barrio de Vicente López, derivará (sin detener su marcha
precisa) en no menos de seis destinos, sean estos canchas, lugares de trabajo o clases.
En segundo término, debe usted saber que si ingresa en una época del año no va a ser lo mismo que en otra, dado que los grupos van rotando a lo largo de sus dos primeros años de escolaridad entre una cantidad de deportes y disciplinas heterogéneas entre las cuales podemos citar acrobacia y malabares, básquet, deportes alternativos, fútbol, handball, preparación física, softball, taekwondo y voley.
En tercer lugar, debe estar usted preparado para ver tanto clases netamente masculinas o femeninas como otras mixtas, mezclándose a menudo las personas que componen esos grupos con el n de conocerse con otros con la actividad física de por medio. Eso sí: tanto varones como mujeres deberán pasar por todos los deportes.
Por último, verá usted en todas estas clases la clara intención de crear hábitos y costumbres saludables que derivan de cualquier actividad lúdico-deportiva que se precie de ser tal. Aunque también, y no menos importante, el objetivo madre será que todos puedan encontrar, en esa variedad de disciplinas, compañeros, vivencias, profesores y pelotas, una oportunidad de sentirse parte de un lugar cuyo motor es el cuerpo en movimiento.
Si usted optara por asistir al segundo bloque horario, al que acuden los chi-
cos de los tres años superiores, le pasará lo mismo, pero verá algo más de nido: allí la intención es lograr que cada uno, tras el camino recorrido en los primeros años en los que primó la variedad, pueda elegir y valorar un lugar y lo sepa cuidar y explotar para bene cio propio y del grupo que lo compone, durante todo el año.
Por todo lo aquí expresado y por razones que usted imaginará y completará por sí mismo, para todo lo que allí sucede es imprescindible IR. Aunque parezca una obviedad, ningún objetivo de la materia se logra sin la presencia de cada uno en cada clase, hilvanando el proceso único y singular de cada cual.
SEGUNDO PASO: PONER EL CUERPO
Supongamos que usted decidió nalmente ir, transitó los lugares propuestos en busca de su identidad lúdico-deportiva y eligió. Supongamos que el grupo lo recibió con los brazos abiertos y usted se sintió a gusto en él. Supongamos que las condiciones están dadas. Es posible a rmar entonces que usted -sea niño, joven o adulto- puede dar el segundo paso: PONER EL CUERPO. Cuando esto sucede y la obligatoriedad queda de lado, se llega a los mejores resultados. Se encuentra el disfrute por la actividad física, se encuentra el goce por el movimiento.
Poner el cuerpo en serio no es fácil, pero usted se asombraría al comprobar el valor de encontrar una posición táctica que cuadra a su forma de practicar tal o cual deporte de conjunto y es útil para el equipo y grati cante para usted; o cómo, sin estímulo previo, un cuerpo ya hecho y derecho de unos diecisiete años puede llegar a hacer una vertical, o malabarear con tres elementos o rendir un examen de taekwondo, cuando a priori parecía imposible. Poner el cuerpo es la gran diferencia.
TERCER PASO: SER CON OTROS
Si usted logró ir y poner el cuerpo, no queda otra alternativa que invitarlo (si es que ya no lo hizo) a salir del plano individual y subirse a ese colectivo, equipo, grupo humano que compone la clase/encuentro. SER CON OTROS. Si la manera de ser en esta materia es a través del cuerpo, esto cobra doble sentido si es con otros, como parte de un todo que es la clase en sí misma, pero también de un todo que le da sentido a eso que sucede en la clase. Entender el propio rol como parte de un engranaje mayor.
IR Y PONER EL CUERPO PARA LLEGAR A SER CON OTROS, con el deporte/la actividad física como herramienta, como excusa, como medio, como n. He aquí la invitación. He aquí el desafío que nos mueve.
POESÍA Y LENGUAJE
This poem is concerned with language on a very plain level. Look at it talking to you. You look out a window Or pretend to dget. You have it but you don’t have it. You miss it, it misses you. You miss each other.
"Paradoxes and Oxymorons", John Ashbery.
En las clases de Inglés, los estudiantes y docentes utilizan el género poético para expresarse y compartir visiones y sensaciones, para adquirir vocabulario y gramática, para ingresar en autores y universos culturales nuevos y ricos, para jugar con los límites de la lengua, para conjugar el uso creativo con el uso de formas y formulaciones adecuadas y apropiadas.
Estos poemas son finalistas del IV Concurso Literario Nacional de Cuento Corto, Poesía y Ensayo en Inglés organizado por el Colegio Euskal Echea.
por Wanda Brenner Socas
(4th year - Upper Intermediate)
If I could live my life again
I would live near the sea
No trouble there would be
Everything would be blue all around me.
As I stare blankly at the shore
The sand would caress my skin
And I wouldn’t mind if waves got hold of me
Because I’d nally feel wanted.
If I was a part of the sea
I would feel the in nity
My life would have no meaning
But I wouldn’t mind at all
Because I’d nally be home.
Broken Promises
por Camila Potap (2nd year - Upper Intermediate)
They made us many promises
They said we could be free
No promises have come true
Nobody is now free.
And if you could just smell the bodies of the people dying in that ship, you would understand our constant ght, our never ending cry.
They say we are not slaves, “So, why do you ght?” they ask, as if poverty wasn’t a chain keeping us from success.
Why is the color of our skin more important than the color of our eyes?
Why do you just see our outside, instead of seeing who we actually are?
They made us many promises
They said we could be free
No promises have come true
It looks like we’ll never be free.
por Julia Caffarena
(4th year - Upper Intermediate)
If I could live my life again I wouldn’t worry so much, I’d do a lot in vain Just for the fun of it.
I’d spend my days travelling To countries I’ve never even heard of Through oceans and mountains Unknown to me.
I wouldn’t feel I have to reminisce about old times that were better than the present, And though it sounds like sheer bliss I know I’d get tired of this someday.
And when that day comes I would start wondering What my life would’ve been like If I had been able to live all over again.
* Inspirado en el poema “Instantes”, atribuido a Jorge Luis Borges.
Los trabajos fueron realizados en la clase de Inglés. Ilustración de Sofía Sevitz, 3° año 2013.
VIOLETERÍAS
por Violeta Kerszberg
Las personas nacen con un nombre y, aunque Violeta no había nacido, se suponía que era persona. Porque la mamá ya se consideraba madre. ¿Violeta estaba cómoda? Ahí adentro de una panza, oscuridad ventral que como no conoce la luz no es considerada oscuridad. Violeta no había nacido, entonces tampoco podía morir.
Violeta, considerada un bebé humano, seguía en la panza y los nueve meses ya habían pasado. Violeta estaba de nitivamente cómoda.
“No nacías más, Viole…, estabas tan cómoda, siempre tan paciente”, eso le diría la madre nueve años después. Repitiéndoselo una vez por año. Sin saber que Violeta a veces perdería la paciencia.
Romper bolsa en un taxi es un comienzo muy capitalista.
Sábado 25 de octubre, el vehículo que cada cien metros cobra cierta suma de dinero se fue llenando de líquido amniótico en el tapizado de cuero.
Ese encuentro entre dos salvajismos, un salvajismo moderno representado por el trá co de los autos con aullidos de bocinas y un salvajismo más remoto y prehistórico, representado por el líquido que sale del mismo lugar de la mujer desde los con nes del hombre, mojaba los asientos.
A las 12:12 PM nació Violeta.
“El sol que había ese sábado era impresionante, Viole, ni una nube”, le diría su mamá nueve años más tarde repitiéndoselo una vez por año.
No nació en el taxi, tan serie yankee no. Nació en la clínica y de fondo había música clásica. Violeta no se acordará ni del sábado soleado, ni del vientre, ni de que estaba muy cómoda allí. Queda en la memoria de la piel.
Los humanos nunca son originales ejerciendo la capacidad de ser humanos. Creerse original es dejar de serlo…, nace el bebé: los papás lloran, se abrazan, fotito, etc.
En la infancia de Violeta hubo muchas historias. El papá le contaba historias que la dejaban con hambre de saber y, como era pequeña, saber era muy fácil: jugaba.
Jugaba con los hielos en forma de mandarina, con las sombras, con las manos en su limonero, jugaba a jugar que jugaba a ser bebé.
Me piden una biografía, y en una biografía hay hechos concretos. En una biografía al lector le importan los datos que visten al personaje, las acciones. Si alguien quiere saber realmente lo que sentía y cómo era tal o cual persona, que no lea una biografía, que lea un cuento escrito por él, o una poesía. Hasta es mejor -si lo que se quiere es sentir a tal persona- leer la lista de
un supermercado que tal hubiera hecho, en vez de la biografía. Hay en el cuento, en la poesía o en la forma de escribir una lista de supermercado una forma única de cada persona, la huella de sensibilidad, de donde es posible extraer su ritmo.
Pero me piden una biografía, así que acá van hechos concretos:
Año 1996: Violeta llega del sanatorio a su casa, los papás compran una cerveza y la toman, festejan. Violeta, mientras, se ocupa de respirar.
Año 1997: Violeta se despierta llorando bien temprano a la mañana, la mamá ve el amanecer con ella desde el balcón. Violeta se calma.
Año 1998: a Violeta le compran una tortuga, Violeta le pone “Pío”.
Año 1999: Violeta hace los mejores enchastres de su vida. Caca, pinturas, crayones, legos, tierra de limonero. Violeta siempre descalza.
Año 2000: Violeta hace una cueva con una caja de cartón, ese año Violeta viaja al sol, a Saturno, a un mar agridulce, a casas de animales con sonidos inexistentes.
Año 2001: Violeta en el patio del jardín junto a una amiga intenta volar, practicando una vez a la semana, saltando de un escalón al otro, posicionándose de forma aerodinámica. Casi lo logran, pero no. O quizá sí lo lograron y Violeta ya no se acuerda.
Año 2002: sentados en la mesa los papás le preguntan a Violeta si quisiera tener hermanitos. Violeta responde que no, que ella está bien así. Los papás le cuentan que va a tener un hermanito.
Año 2003: Violeta invita a su hermanita Lena a su caja de cartón.
Año 2004: Violeta obliga a su mamá a que la acompañe a marchar hasta Plaza de Mayo por los derechos de los animales. La mamá va. Violeta se hace vegetariana.
Año 2006: Violeta sube con su papá a un refugio en la montaña, una vez arriba se come un cordero a la parrilla.
Año 2007: Violeta conoce al árbol que está enfrente de su nueva casa, el árbol la conoce a ella.
Año 2008: Violeta le tiene miedo al tiempo. Para su cumple de doce le regalan un reloj de aguja, no sabe leer muy bien las agujas. Pero se da cuenta de que el reloj atrasa cinco minutos. Le regalaron un reloj que te regala cinco minutos.
Año 2009: Violeta conoce los entretiempos. Ese lapso de tiempo que hay entre una cosa y la otra. Donde no existe la llegada. El limbo de la espera.
Año 2010: a Violeta le regalan una tortuga, le pone “Pepinesca”.
Año 2011: Violeta se angustia porque el colegio no la deja hacer violeterías.
Año 2012: Violeta sigue a un viejo por una hora y media y escribe todo lo que el viejo hace. Finalmente lo para y se lo lee.
Año 2013: se muere el limonero de Violeta.
Ahí hay algunos datos, para que el culto que quiera leer una biografía pueda formalizar a la hora de hablar de Violeta.
Violeta Kerszberg, estudiante de 5° año 2014. El trabajo fue realizado en clase de Literatura. Foto: Nina Myndlis, 3º año 2014.
ME TRAJO EL VIENTO
Tras leer Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez; la consigna fue crear historias que podrían haber ocurrido en Macondo.
por Abril Gamba
Lo primero que dijo después de unos largos años en el mar fue: “Me trajo el viento”. La gente del Dorado lo miraba, no lo podían creer. Bocas abiertas, ojos grandes que apenas parpadeaban. Parecen peces dorados, pensó, y se rio solo como tantas otras veces, sumergido en su propio mundo.
En sus piernas enroscadas llevaba trapos sucios estropeados por sus andanzas, como si en ellos guardara secretos de las luchas batalladas. Los pantalones negros gastados con la tela salpicada y alguna que otra alga pegada; una blusa blanca desgastada, tapada por un viejo saco de lana cuyo color ya no se adivinaba. Pero lo más peculiar era su rostro. Tenía inmensos rulos ya canosos, rojos labios gruesos, ojos azules llenos de cansancio y felicidad. Su mirada y su voz hipnotizaban: cuando uno lo tenía enfrente parecía real, tan real como el sol que asoma cada mañana y tan inalcanzable como la sal del mar. Su voz sonaba a canto, las mujeres quedaban embelesadas, los hombres lo admiraban, los niños jugaban a ser como él.
Todo el Dorado se conmocionó con su llegada. Arrimó su barco en la orilla bien entrada. Ulises, con solo doce años, había escuchado tanto hablar de él, había jugado tantas tardes a transformarse en pirata, había encontrado tantos tesoros, que parecía un sueño hecho
realidad su llegada. Cuando el barco entró en la playa, Ulises jugaba con sus amigos a las escondidas. Sintió que el corazón se le aceleraba. Tuvo el impulso de llamarlo, de gritar su nombre. Pero se calló, lo guardó y esperó.
Una vez que supo que el pirata estaba en el bar del pueblo, Ulises no lo dudó. Se acercó hasta el barco y, de un salto, entró con la emoción en la sangre y el miedo corriéndole por los huesos. Pudo descubrir aquel lugar que tantas veces había imaginado. Tomó una tela que encontró en el piso y se la ató a la pierna; encontró distintos tipos de cuchillos pequeños, medianos y grandes, más y menos losos. Tomó uno pequeño con el lo ondulado, no sabía para qué servía pero le resultó simpático. Encontró varios sombreros, pero todos le quedaban grandes, entonces se adueñó del más pequeño y se lo ajustó con un pedazo de tela. Miró el mar desde allá arriba y dejó de sentirse pequeño: un mundo inmenso se le abría ante sus ojos, este era su lugar, estaba seguro de que era: en ese barco haciendo el camino del mar.
-Ja, ja, ja, ¿qué haces pequeño, acaso quieres ser pirata? -escuchó a sus espaldas mientras giraba sobre sí mismo y ante sí tenía a su héroe de la infancia.
-Eso quisiera, señor.
-Pues entonces presta atención a lo que te voy a contar.
Sentados en el barco el pirata le contó de sus andanzas, mientras el sol se encontraba con el mar y las estrellas salían a saludar. Cuando le dijo:
-Ven conmigo.
-Pero nos vamos a mojar.
-Eso es lo de menos, ven. Esta es la hora en que se puede hablar con el mar.
Sus ropas comenzaron a mojarse y a oler a sal, hasta que el agua les tocó los hombros y el pirata hizo un sonido como si cantara.
-No escucho nada -dijo el pequeño.
-Espera, solo hay que tener paciencia.
El pirata volvió a cantar. El mar se elevó frente a él como si le regalase una pequeña ola y un sonido azul y no nació de un pequeño ori cio que comenzó a tejer un remolino. Un pez dorado, grande como una calabaza, saltó sobre sus cabezas. Ulises, anonadado ante tanta belleza, giró para hablarle al pirata, pero este ya no estaba.
Vio su barco irse a lo lejos, y a él con el sombrero en la mano que lo saludaba.
Abril Gamba es estudiante de 4° año 2021. El trabajo fue realizado en clase de Lengua y Literatura. Ilustración: Manuela Alcalde, 2º año 2021, realizada en clase de Plástica.
CONEXIONES NEURONALES
CÓMO LLEGUÉ A SER LO QUE ME GUSTA HACER
Relato sobre el recorrido universitario y profesional de una egresada del Colegio.
por Eugenia López
¿Cómo es que de la sola conexión de neuronas con neuronas emerge la conciencia? ¿Qué hace que seamos quienes somos? ¿Acaso la sensación de ser “yo” es producto de redes neuronales que se encienden aquí y allá, compitiendo en una especie de selección natural de pensamientos?
Las neurociencias estudian algo realmente complejo y fascinante: desde los genes que hacen que una neurona sea una neurona, hasta los procesos más intrincados de la mente.
futuro, simplemente no era una posibilidad estar estudiando en esta universidad, era algo in nitamente lejano.
Me pasé todo 5to año preguntándome qué iba a estudiar una vez que hubiera terminado el colegio. Me gustaba la ciencia, pero también la literatura. Al nal me decidí y me anoté en Biología. Ahora miro hacia atrás y parece obvio: mi perro de la infancia-adolescencia se llamaba Darwin, siempre me había gustado esa materia en el colegio (un poco debido al interés pero, sobre todo, a tener buenos profesores que amaban lo que hacían), me divertía mucho cuando íbamos al laboratorio y, como si fuera poco, en 2002 había conocido a un grupo de biólogos que ni imaginaba cuán importantes iban a ser a lo largo de los siguientes diez años.
¿Cómo yo sé que soy yo y le doy continuidad a mi persona? Si hasta mis moléculas cambian y la materia que me forma no es la misma que la de hace diez años. ¿Por qué me empecino en tener esta idea, quizás ridícula, de ser la persona que fui tiempo atrás?
Hace un mes que vivo en Nueva York, vine a estudiar, estoy haciendo una maestría en Neurociencias y Educación. Cada tanto me olvido y vivo todo con naturalidad, pero por momentos me detengo a pensar y me digo: mi "yo" del presente está contento, sí, es verdad, pero mi "yo" del pasado no lo hubiera podido creer, decididamente no cabía en su imaginario del
Un día vinieron a nuestra aula (la de la planta baja, porque éramos un poco ruidosos y teníamos que estar ahí cerquita de Néstor) y nos presentaron a Melina, de Expedición Ciencia, bióloga de la UBA: nos invitaba a participar junto a un grupo de cientí cos de un campamento de ciencias en Villa La Angostura. Algo así como el paraíso. Íbamos a hacer experimentos, escalar, nadar en el lago, no podía sonar mejor para mí. Me anoté enseguida.
Cincuenta chicos de todo el país y un grupo de biólogos exploradores diciéndonos que preguntarse acerca del mundo estaba bien y a la vez era fascinante. Nos divertimos muchísimo aprendiendo a pensar, porque de eso se trataba, de explorar el mundo y cuestionarse las cosas, no dar nada por sabido, preguntarse y repreguntarse los porqués. En cada actividad, aparte de conocernos y reírnos, nos dábamos cuenta de que estaba bien animarse a curiosear, probar nuestras hipótesis, experimentar y compartir nuestros resultados, nuestras ideas locas.
Así que estudié Biología, sin saber tampoco para dónde iría, la biología es realmente amplia. De a poco me fui dando cuenta de que siempre me cautivó entender la mente, el cerebro, la conciencia.
En el transcurso de la carrera me volví a encontrar con muchos de mis amigos de Expedición Ciencia, y con muchos de los guías también. La verdad es que me gustaba más estar en contacto con la gente que encerrada en el laboratorio, así que participé de cuanto proyecto de divulgación cientí ca se me cruzó por el camino.
Cuando me recibí quería seguir estudiando, así que empecé un doctorado en un proyecto que tenía que ver con entender cómo veían los colores las aves (se supone que ven muchos más que nosotros). La pregunta me interesaba, el tema me cautivaba, pero me costaba mucho llevar a cabo esa investigación en ese laboratorio. Y mientras tanto me distraía dando clases o participando en programas de televisión sobre cocina y ciencia…
Finalmente me costó mucho tomar la decisión, pero me di cuenta de que mi investigación no estaba yendo a ninguna parte, y de que no estaba dando todo de mí, así que decidí dejar el doctorado. Abandonar algo es difícil, uno se siente muy frustrado, muy angustiado. Después de intentar e intentar me di cuenta de que no lo estaba disfrutando, pero no por eso me dejaba de gustar la biología, la ciencia, la mente y todo lo que siempre me apasionó. Solo tenía que encontrar otro camino, darle una vuelta de tuerca, algo no estaba funcionando. Pedí ayuda: no sé qué hacer, no sé para dónde ir. Pedí ayuda a las personas que sabía que me iban a entender. A los biólogos no convencionales que me habían metido en esto (después de todo ¡era su culpa!) Y me ayudaron, otra vez. Me costó, pero encontré la veta, encontré de vuelta algo muy mío. Siempre sentí profunda admiración por la gente que me enseñó. Cualquier cosa. Esta sensación de gratitud hacia mis profesores que me enseñaron con pasión sin esperar nada a cambio cobró más signi cado cuando me tocó enseñar a mí. Sin dudas me siento in nitamente en deuda con las personas que me enseñaron a pensar, a cuestionarme, a dudar, a reír. De eso se trata un poco la escuela secundaria, ¿no? Muchas personas juntas aprendiendo y enseñando a aprender. Entonces, si lo que yo quería era entender el cerebro, y mostrarle a más y más gente lo divertido que podía ser el mundo cientí co, por qué no juntar esas dos cosas y tratar de entender cómo funciona el cerebro cuando aprendemos, cuando enseñamos, cuando descubrimos, cuando hacemos ciencia, cuando leemos, cuando nos sorprendemos, cuando hacemos cuentas. ¿Por qué no usar lo que se sabe del cerebro para mejorar la educación hoy en día? En de nitiva todo lo que hacemos tiene que ver con nuestro cerebro. Me parecía genial, quería estudiar la maestría en Neurociencias y Educación en Columbia, acá en Nueva York.
Ahora estoy escribiendo en la biblioteca, fascinada con las clases que estoy tomando, la gente que estoy conociendo, los lugares que visito a diario. En este momento en el que me exijo
un poco de introspección para ver qué pasó en mi vida en estos últimos años sólo encuentro conexiones por todas partes. Claro, me digo, parece fácil mirar para atrás y buscar la secuencia de sucesos que hicieron posible que estemos donde estamos, haciendo lo que hacemos. Gente que se conecta con gente, temas recurrentes, preguntas que se conectan con respuestas, pero que se abren a más preguntas. Es cierto que de conexiones entre neuronas que se hablan entre sí con miles de vecinas, en un lenguaje que es a la vez química y electricidad, surgen la memoria, las emociones, los sentimientos. Es decir, propiedades complejas que emergen de algo más simple, producto de circuitos que se retroalimentan. Tal vez, al igual que en la mente, en la vida de esas conexiones emerge algo más complejo: la sensación de sentido, la ¿ilusión? de coherencia. En de nitiva, más allá de estas disquisiciones tal vez sin sentido, no me olvido de toda la secuencia de eventos que tuvieron que pasar, las personas que conocí, las relaciones que se fueron dando para determinar el futuro y volverlo concreto.
Eugenia López es egresada del Colegio.
SI DICIEMBRE TE DESAPRUEBA, HACELO POEMA
por Valentina Álvarez Rossini
La segunda Ley de Newton establece que la atracción entre dos cuerpos es inversamente proporcional a la distancia que mantienen los mismos
No se aplica a mi vida dicha ley si cada vez que algo se me va no me deja de atraer.
No me enseñaron esa excepción a la regla entonces Newton era un careta.
Más careta que los gases nobles que no se complementan con nadie.
Careta como el que dice que la biología no puede ser poesía si con el corazón te hacen mil analogías si te convierten un conjunto de tejidos en culpable del amor.
Pensar el amor como recurso natural.
Un recurso natural es un elemento de la naturaleza que satisface las necesidades del hombre.
Mirá si no voy a poder usar el concepto.
Y que el libro de cívica me perdone que si Hobbes dice que la bondad no es de la naturaleza no es mi problema.
Iba a decir algo de los problemas pero desaprobé matemática y todavía no sé si la matemática es invento o descubrimiento.
Me dijeron que no es descubrimiento sino conquista que la seño Andrea de tercer grado que con sus tizas de colores mostraba a Napoleón como un valiente hombrecito era una mentirosa.
Como la mamá de Edipo del que sólo sé que alguien se arranca los ojos.
Porque tal vez estaba ocupada garabateando un escape o quizás me dormí en esa clase.
Tal vez soñé que escapaba de la luz uorescente de esas cuatro paredes que abren un universo fuera de contexto.
Si diciembre te desaprueba, hacelo poema.
Valentina Álvarez Rossini, estudiante de 4° año 2017. Ilustró: Ian Tibaldi, 3º año 2017
SI DICIEMBRE TE DESAPRUEBA
CONVENIO CON EL AUTOMOVIL CLUB ARGENTINO
“Una mancha roja a la derecha desconcertó al 404; en vez del 2HP de las monjas o del Volkswagen del soldado vio un Chevrolet desconocido y, casi en seguida, el Chevrolet se adelantó seguido por un Lancia y por un Renault 8. A su izquierda se le apareaba un ID que empezaba a sacarle ventaja metro a metro, pero antes de que fuera sustituido por un 403, el 404 alcanzó a distinguir todavía en la delantera el 203 que ocultaba ya a Dauphine. El grupo se dislocaba, ya no existía. Taunus debía de estar a más de veinte metros adelante, seguido de Dauphine; al mismo tiempo la tercera la de la izquierda se atrasaba porque en vez del DKW del viajante, el 404 alcanzaba a ver la parte trasera de un viejo furgón negro, quizá un Citroën o un Peugeot. Los autos corrían en tercera, adelantándose o perdiendo terreno según el ritmo de su la, y a los lados de la autopista se veían huir los árboles, algunas casas entre las masas de niebla y el anochecer. Después fueron las luces rojas que todos encendían siguiendo el ejemplo de los que iban adelante, la noche que se cerraba bruscamente”.
Fragmento de “La autopista del Sur” de Julio Cortázar.
En nuestra sociedad, el transporte forma parte del día a día y el saber manejar resulta entonces una herramienta útil y necesaria. Pensamos el Colegio como un espacio de vinculación con el entorno y con la realidad, referencia presente en el nombre “de la Ciudad”.
Por esto, nos resultó interesante proponerle al Automóvil Club Argentino un convenio que apuntara a la formación de conductores responsables, capacitados para obtener la licencia habilitante para el manejo de vehículos automotores. Así, durante los meses de septiembre y octubre de cada año, un grupo de alumnos del Colegio participa de las clases que dicta el ACA para los socios que intentan tramitar su licencia de conducir.
El curso consta de clases teóricas de Educación Vial y Mantenimiento del Automotor, sesiones de entrenamiento con simuladores y, luego, en la pista del ACA en Palermo, de clases individuales en vehículos provistos por la institución.
Concluida la instrucción, los participantes del convenio tramitan su licencia.
MEDIADORES
Nuestra tarea no es ir lejos, sino cerca. Construir espejismos que nos ayuden a vernos en el espejo. La pequeña voz del mundo, Diana Bellessi.
El Curso de Formación de Mediadores Culturales es un recorrido teórico-práctico para estudiantes de 4to y 5to año que, por su participación en la propuesta extracurricular del Colegio, estén preparados para profundizar sus recorridos artístico-culturales, retomando saberes, búsquedas y pasiones en su rol como mediadores. Ser mediador consiste en situarse como puente entre las personas y las obras artísticas, literarias, teatrales, y tantos otros elementos que conforman nuestra herencia cultural. Se trata de invitar a nuevas formas de mirar y de mirarse, otras maneras de comunicarnos.
El Viaje Tren Adentro fue una intervención artística realizada en conjunto por el equipo de Talleres del Colegio de la Ciudad, la Compañía Itinerante de Educación por el Arte (CIEPA) y la Biblioteca Popular de Coghlan. Durante un viaje del Ferrocarril Mitre se realizaron en su horario normal, durante aproximadamente treinta minutos en los que pasa por la estación Coghlan, llega hasta Retiro y regresa a Coghlan, distintas actividades en los vagones con los pasajeros que viajaban en ese momento, más los que asistieron especialmente para la ocasión. www.viajetrenadentro.wordpress.com
EL ARTE ES UN PUENTE
Entrevista a los estudiantes que participan del Curso de Formación de Mediadores Culturales.
-¿Qué actividad que hayan realizado durante el año les permitiría explicar qué es la medicación cultural?
Jacinta: Yo creo que mediamos culturalmente cuando participamos de la Intensiva de Arte* que organizó el Colegio, porque transformamos, por ejemplo, un aula. Transformamos un espacio para que el que llegara se sorprendiera, para que pudiera ver algo que no había antes en ese lugar. Para eso pusimos espejos sobre las paredes, por ejemplo.
-¿Y por qué pusieron espejos?
Jacinta: Para que el que llegara pudiera verse a sí mismo adentro de ese espacio nuevo, transformado.
Chiara: También habíamos hecho frases que, para leerlas, tenías que rascarlas, como una raspadita. Era un espacio diferente.
-¿A qué era diferente?
Jacinta: A lo cotidiano. Es difícil la tarea de cambiar el espacio del Colegio, porque estamos muy acostumbrados a verlo así. La idea era, justamente, extrañarlo, desnaturalizarlo.
Julieta: Como un entrar y salir no indistintamente.
-Esto de la desnaturalización o del extrañamiento, ¿qué relación tiene con el trabajo de mediador cultural?
Jacinta: El arte tiene que ver con eso, sacar a lo cotidiano, a lo simple de contexto y ver ahí lo especial. La mediación cultural es muy para el otro, para mostrarle al otro también. Entonces
si hacés ese trabajo de sacar las cosas de contexto, es para “mostrarle” al otro eso que está viendo todos los días.
Vera: La mediación cultural es un trabajo de dar y recibir. Además de la Intensiva, participamos y organizamos actividades donde recibimos. Por ejemplo, el viaje a Berazategui.** Fueron actividades donde recibimos, lo que más recuerdo son sensaciones de lo que me pasó ahí. Recibimos y transformamos eso que pasaba.
Dylan: En el encuentro en Berazategui visitamos dos museos: un museo histórico y uno artístico que tienen una movida cultural muy grande. Ahí nos pudimos conectar con otras realidades diferentes a lo que vivimos en Capital. Y vimos que la gente que participaba en el museo también funcionaba como mediador cultural, porque nos transmitieron muchas cosas que hacían que nos sirvieron para después tratar de hacerlo nosotros acá. Y otra de las cosas muy lindas que pasaron ahí fue que tuvimos un encuentro con chicos de un colegio. Hicimos con
ellos varias actividades en la casa de un poeta y artista. Bailamos, hicimos objetos, y así nos conectamos. Después esos mismos chicos vinieron para el Festival, entonces hubo un intercambio. Ellos vinieron al Festival a recibir lo que nos había sido dado a nosotros. Ser mediador cultural es también conectarse con otras personas desde un lugar sentimental y artístico, y creo que en Berazategui pudimos hacer eso.
-Siguiendo esta idea del intercambio, ¿hay alguna diferencia entre la idea de “educación” que tenían antes y la que tienen desde que participan del Curso?
Violeta: Yo lo relaciono con un concepto que estuvimos trabajando: los puentes. El arte es un puente y uno para transmitir algo tiene que, digamos, sacarlo del interior pero tiene que llegar a la otra persona, al otro. En la educación es muy importante que este puente permita que el que está dando también pueda recibir porque si no, no hay un intercambio, que no sea solo largar las cosas y que esas cosas se pierdan.
Manuela: Claro, no es que uno se pone en el papel de tener que enseñar y enseñar, porque también hay que estar preparado para recibir. Puede pasar que a una persona no le guste lo que uno quiere mostrar. Y, además, el dar no es que te convierte en protagonista.
Chiara: Yo creo que venimos al colegio a aprender y a incorporar herramientas que nos van a servir para poder ser mediadores culturales y poder, a través de esas cosas que recibimos, dar. Por ejemplo, aprender a expresarnos. Entonces los maestros son mediadores culturales porque estamos aprendiendo cosas que están muy relacionadas con la cultura…
-¿Qué es la cultura?
Manuela: Para mí la cultura es todo lo que el hombre hace. Todo lo que se vino haciendo hace un montón de tiempo, la cultura es la Historia, la Matemática, la Arquitectura. No solamente si cantás o si tocás un instrumento sabés de cultura, o estas “culturalizado” por escuchar buena o mala música. Sino que es todo lo que el hombre fue haciendo a lo largo de la historia.
-¿En qué situaciones de la vida cotidiana ustedes sienten que son mediadores culturales?
Chiara: A mí me gusta hacer mucho origami, y con los boletos de antes del subte y del colectivo hacía grullas, y me gustaba estar sentada al lado de un nene y se las regalaba o las dejaba apoyadas, en las ventana, me gustaba que quizás alguien lo vea y le genere algo, lo toque...
Julieta: Creo que la palabra “mediador cultural” es una forma de ponerle nombre a algo que pasa toda la vida, todos damos y recibimos constantemente, y también una cosa que hacemos mucho en mediadores culturales es entender entre todos qué signi ca eso, no solo ir a accionar, sino quedarnos pensándonos y haciendo cosas entre nosotros, viendo qué signi ca lo que hacemos.
Vera: A mí lo que más me gusta de Mediadores es que no entiendo… siempre que voy salgo con una nueva sensación, como que realmente siempre hay un nuevo... no es algo repetitivo, eso me gusta. Siempre es una nueva energía entre todos y después hay nuevas ideas y nuevos proyectos.
Manuela: Sí, una de las cosas que me gusta mucho es que siempre esta la pregunta “¿qué somos?”. Y no nos esforzamos por responderlo, no buscamos la respuesta a eso porque no es necesario... creo que se de ne a través de lo que hacemos. Siempre hay un misterio y unas dudas y una sensación de “¡quiero que termine la hora para saber qué hicimos!”, y eso siempre es como algo místico que queda.
*La Intensiva de Arte es una jornada especial organizada por el Área de Talleres el último día de las vacaciones de invierno. Dirigida a alumnos del Colegio, propone transitar espacios y experiencias artísticas que permitan resigni car el recorrido artístico de cada uno. Este año, la Intensiva ofreció un recorrido interdisciplinario a partir de propuestas de música, literatura, escritura y artes visuales. El día comenzó con una intervención artística organizada por la CIEPA (Compañía Itinerante de Educación por el Arte) y en la que participaron los Mediadores Culturales.
**Visitamos Berazategui y tuvimos un encuentro con Leonardo Casado, director del Área de Museos de esa localidad, en el Museo Histórico y Natural. Por la tarde, visitamos el Museo-Taller César Bustillo y realizamos una actividad en conjunto con algunos estudiantes de la Secundaria N°12 de Plátanos, que también se forman como mediadores culturales.
IN A FEW WORDS
Poem I
Rich men say: Keep.
A child says: Imagination.
Poor men say: Need.
A teacher says: Concentration.
by Tomás Guerrero Campos and Santiago Llamas (1st Year – upper intermediate)
A bodyguard says: Protection. Losers say: Gone.
A mother says: Affection. Winners say: Won!
A tomb says: R.I.P.
A prisoner says: Please.
A poem says: Rhyme. And the police say: Freeze!
Fire, water
Fire
Intimidating, red
Burning, burning, burning Heat, light, brightness, sea
Flowing, splashing, owing Fresh, clear Water
by Vanesa Lauría (5th Year – Intermediate II)
Time flies
I´ve always liked bright colors. Since I was a baby I´ve loved my mother´s bracelets made with multicolor beads. We had fun together, until I tried to eat them. My mother changed the game and we started playing something different.
I remember paper boats and melodies. My kindergarten teacher always made us some beautiful songs and simple dances: “Head, shoulders, knees and toes...” They are on my mind. Later, it was more dif cult: homework and different friends, new experiences, dancing, and parties.
At 3 I rode ponies and now I love to ride horses.
Time ies. That is what my mother says every time she looks at me and wonders how I grew so fast.
by Agustina Szerman Bujan (5th Year – Advanced II)
My favourite song
The rst time I heard the song I was eleven. At that time my English wasn´t good, so I understood that the song said something about a “son going down” and I thought it was talking about a child´s death.
That was the rst time that The Beatles touched me deeply. My sister would spend the afternoon listening to them and I hated her because I couldn´t understand why she liked them so much. But then, that afternoon, something changed: I came across the booklet that comes with the CD and I played the song while reading the lyrics. Of course the song had nothing to do with death. It said “he sees the sun going down”! From that moment on, I listened to The Beatles almost every day until I eventually discovered other kinds of music. Throughout the years “The fool on the hill”, the one who “sees the sun going down” has changed its meaning. Sometimes I feel that we all should be the fool on the hill for a while, to be misunderstood, to gaze at the people rushing from one place to the other losing themselves in the world. Maybe I felt like that at that time too, and the reason why I like it so much is that while sitting on the hill I was listening to The Beatles. And this is just for you to know what a fool on the hill actually does…
Ilustración de Fernando Onofrio. Coloreada digitalmente.
TREN DE MENTE
El Tren de Mente llevó a los chicos por distintas estaciones. Cada una planteaba la necesidad de resolver alguna situación matemática para poder pasar a la siguiente.
Estación 1: Midiendo el patio
¿Cómo hacer para medir la superficie del patio del Colegio usando sólo reglas de 20cm?
Luna Young, de 2do, nos cuenta cómo pensó su grupo este problema:
Para poder comprender lo que hizo mi grupo para resolver el enigma, cuyo resultado en nuestro caso no fue correcto, hay que tener en cuenta que el patio está formado por un conjunto de baldosas cuadradas de 30cm x 30cm, de las cuales había treinta y cinco a lo largo y dieciocho a lo ancho. Además, hay una canaleta en tres de los costadosnales de las baldosas: dos de las canaletas tienen 10 cm de
ancho, mientras que la trasera, la que ocupaba dieciocho baldosas de largo, mide 10,5 cm.
En cuanto nos dimos cuenta a lo que nos enfrentábamos, inmediatamente tomamos la decisión de medir las baldosas, contarlas a lo largo y a lo ancho, y, nalmente, multiplicarlas. Hicimos esto siguiendo la multiplicación que facilita un área X: lado x ancho.
Anotamos ese resultado (35 baldosas x 30 cm) x (18 baldosas x 30cm) = 567.000 cm2. Y empezamos a medir las canaletas, ya que la consigna especi caba que lo que se debía medir era “todo” el área del patio.
Para medir el área de las canaletas, medimos primero las de los costados, ya que las dos medían lo mismo. Calculamos 10cm x (30 cm x 35 baldosas) x 2 = 21.000 cm2. Logramos esta cuenta a partir de lo que medía cada baldosa en cm, había treinta y cinco de ellas.
Una vez que obtuvimos este resultado, pasamos a medir la canaleta nal. Entonces, hicimos 10,5 cm x (30 cm x 18 baldosas) = 5.670 cm2.
Estación 2: Las esquinas de Buenos Aires
Al resultado lo anotamos junto a los otros, y sumamos el total de los tres: 567000+21000+5670= 593.670 cm2. Luego, lo pasamos a metros cuadrados moviendo la coma cuatro lugares, ya que las cuentas las habíamos hecho en centímetros cuadrados: 59,36m2. Lo entregamos.
En clase, al día siguiente, nos dimos cuenta de que habíamos cometido un pequeño error: cuando medimos las baldosas, nos dio (por despistados, supongo) que medían 30cm x 30cm. Pero, en realidad, median 40cm x 40cm.
Cabe decir que fue una experiencia muy divertida y competitiva en la cual hubo participación de prácticamente todos (cosa muy complicada de conseguir en un colegio secundario, sabrán), y mucho disfrute en general.
En la página www.buenosaires.gov.ar se encuentra un mapa interactivo donde se pueden medir distancias entre dos puntos de la Ciudad de Buenos Aires. Usando este mapa, se propuso a los chicos, a través de una situación problemática, encontrar un punto que estuviera a igual distancia de tres esquinas importantes de la Ciudad de Buenos Aires: San Juan y Boedo, Nazca y Rivadavia, y Cabildo y Juramento.
Para pasar esta estación debían señalar en un mapa ese lugar, y decir entre qué calles se encontraba.
Estación 3: Ciudad, tenemos unos “problemas”...
En esta estación los problemas trajeron más de un problema. Luego del Tren de Mente, en las clases de Matemática se continuó discutiendo sobre las distintas resoluciones de cada grupo.
Bruno Bianchedi, de 2do, nos cuenta uno de esos problemas y cómo pensaron la resolución en su grupo:
El problema decía: “Una persona quiere encontrar un tesoro adentro de un cofre. Al llegar ve tres cofres con una frase escrita en cada uno:
Cofre 1: El tesoro no está aquí.
Cofre 2: El tesoro no está aquí.
Cofre 3: El tesoro está en el Cofre número 2.
Dos de las frases escritas son falsas y una verdadera. Sabiendo eso, ¿en qué cofre se encuentra el tesoro?”.
Nosotros pensamos lo siguiente: si sólo una de las frases es correcta, pensamos que la frase verdadera es la del Cofre 2, la frase falsa la del Cofre 3 y la otra frase falsa es la del Cofre 1. Pensamos esto porque, si la frase del Cofre 3 es falsa, signi ca que el tesoro no está en el Cofre 2. A su vez, si la frase del Cofre 2 es verdadera, signi ca que el tesoro no está en el Cofre 2. Ahora pensemos…. Si en el Cofre 2 no está y en el Cofre 3 tampoco, signi ca que el tesoro se encuentra en el Cofre 1. Además la frase “El tesoro no está aquí” es falsa, así que puede estar ahí: el tesoro está en el Cofre 1.
Estación Terminal
Algunos comentarios posteriores de los “viajeros”:
Pedro Ohanian, 1er año
Hace unas semanas, la profe Cecilia propuso realizar una experiencia matemática. El proyecto estaba pensado para compartir con los chicos y chicas de 2do año. Nos entusiasmó a todos la idea, y a mí en particular el hecho de una actividad extracurricular como fuera de la “rutina”. Los ejercicios estaban buenos porque eran para 1ero y para 2do. ¡¡Esperamos todos la propuesta para el año que viene!!
Y como el Tren de Mente fue un certamen, tenemos a los tres grupos que mejor resolvieron las estaciones:
1º puesto: Manuela Gadano, Felipe Soriano, Rocío González y Juan Pablo Dos Santos.
2º puesto: Daniela Gschaider, Gastón Prina, Chloe Rubacha y Gastón Chaufan.
3º puesto: Julieta Pryor, Fernando Alonso, Pilar García Cámara y Bruno Bianchedi.
Lucía Ferrer, 1er año
Esta experiencia del Tren de Mente fue divertida y un desafío. Realizar algo de todos los días con un grupo que no conocía muy bien. Fue extraño al principio, pero luego fui tomando más con anza.
EL TANQUE
por Guadalupe Labaké
No me acuerdo cuándo llegó, si es que no estuvo siempre. Estábamos ahí, devorábamos los primeros rayos de luz, ya era un rito.
En plena oscuridad, me levantaba y avanzaba sigilosamente.
Los mismos pasos. El mismo camino.
Con el tiempo, logré mimetizarme con la noche y ni la tierra sentía mis pasos.
No veía el tanque, pero sabía que estaba ahí; estiraba el brazo y, exactamente donde creía, encontraba la escalerita, trepaba las vigas y me ubicaba mirando al Este.
Elevado sobre la vieja y raída estructura de un molino, se alzaba el oxidado tanque. Yo sólo estaba tranquila cuando sentía su fría y húmeda super cie bajo mis pies descalzos, segura de que amanecería sólo para mí.
En ese entonces, la sentía como una hermana, o una amiga; el único ser que compartía esa pasión por vigilar el despertar, por recibir la mañana y el mañana.
Sí, esa robusta paloma me acompañaba en la obra de esperar y observar.
Pero evidentemente fue la envidia lo que produjo ese sentimiento de odio.
Recuerdo muy bien ese día, una madrugada de llovizna liviana y poco ruido, las estilizadas gotas resbalaban por su pico, las plumas se empapaban, no se movía. Y fue ahí que vi sus ojos, perdidos y vacíos, pero jos a la vez en mí. Vi su satisfacción, se creía dueña del sol o algo así. Me di cuenta de que, parada ahí, en la punta del molino, esa paloma recibía rayos más cálidos, y los primeros del día. Me estaba robando los amaneceres.
Desde entonces no cesé de mirarla, me pasaba días enteros sin bajar del tanque, y hasta dejaba de observar cómo la tierra se tornaba al rojo vivo unos instantes antes de la aparición; todo para controlar que ella no lo disfrutara más que yo.
La paz y la tranquilidad que una vez creí tener estaban en constante amenaza.
Todo mi actuar giraba en torno a un único n: ser la única.
No quería sentirlo solamente. Una de las dos estorbaba.
Mi obsesión por poseer el amanecer me había transportado.
Siento las alas pegadas a mi cuerpo.
Una gota resbala por mi pico, una de las últimas de esta nublada madrugada.
Inmóvil, compruebo que ya no hay dos. La absoluta soledad vuelve a tranquilizarme.
Texto e ilustración: Guadalupe Labaké, estudiante de 3° año 2003.
EXILIOS
El grupo de Montaje de la Escuela de Teatro eligió, como proyecto para este año, tomar la posta de una propuesta de trabajo vinculada al exilio que llegó desde Francia. El mismo proyecto es compartido por jóvenes de otros doce países. En la siguiente nota, los chicos recuperan algunas reflexiones sobre la experiencia.
UN TEMA
Este proyecto fue novedoso desde el principio, ya desde los temas que nos propuso. Nosotros no vivimos ni la guerra ni el exilio, y por eso, quizás, tuvimos que hacer un trabajo más fuerte para poder conectarnos verdaderamente. La guerra, para nosotros, es algo lejano. Lo estudiamos en Historia, vemos películas, pero es muy ajeno a nuestra vivencia. Te lo cuentan y a veces no podés dejar de sentirlo como un número. El teatro te da la oportunidad de que esas personas sean algo más; poniéndoles una cara, que no es la tuya, pero que es la forma que encontrás para encontrarte con ellas.
Al principio indagamos sobre las historias de guerra y exilio en nuestras casas. Hablamos con abuelos que vinieron de chicos escapando de alguna guerra. Nos imaginamos esos relatos en blanco y negro, como más lejanos, como algo del pasado. Cuando empezamos a investigar más, nos dimos
Proyecto “Exils”, compañía Le tas de sable (Francia)
Le tas de sable es una organización no gubernamental de Amiens (Francia) que trabaja en diferentes campos del arte sobre diversas temáticas. En este 2017 lanzó un proyecto sobre el exilio, Exils, y le propuso a grupos de jóvenes de trece países abordarlo desde su perspectiva. En Argentina, el Colegio de la Ciudad es quién se sumó a la propuesta.
Los otros países son: Inglaterra, Bélgica, Canadá, Australia, Sudáfrica, India, Lituania, Líbano, Corea del Sur, Francia, Brasil y Palestina.
A lo largo de los procesos creativos, están planeados algunos intercambios virtuales entre las experiencias de todos los participantes del mundo.
cuenta también de toda la diversidad de cosas que suceden alrededor de las guerras, además de las víctimas, de las muertes. Trabajamos, por ejemplo, sobre la solidaridad entre la gente que la sufre; también sobre los victimarios.
Fue muy fuerte pensar que esto le estaba pasando ahora mismo a alguien en alguna otra parte del mundo. Entendimos que la guerra no solo afecta a una generación, sino que es también una marca que va dejando en sus hijos y en los hijos de sus hijos.
Entendimos que, aun cuando nosotros no vivimos historias de guerra y exilio, muchos de nuestros parientes sí las atravesaron. Y pensamos que nosotros tenemos, todos, historias de exilio. Porque si no, no existiríamos.
UN PROCESO DE TRABAJO
Empezamos con este proyecto en agosto, y resultó un trabajo muy distinto al que hacemos siempre. En general, se parte de una idea, de un texto o de un guión, y luego se intenta buscar el sentimiento que tendría el personaje. Acá fue completamente al revés. Primero buscamos el sentimiento y ahora estamos empezando a concretar. El primer desafío fue transformar el aula en nuestro lugar de trabajo. Transformar los bancos en trincheras, jugar en serio, como cuando éramos chicos. A la mañana, acá tiene clases 2do año. “Guau, si supieran lo que pasa acá cuando estamos nosotros”, pensamos. Esta aula es un campo de concentración, un campo de batalla, o nuestra casa siendo destruida por las bombas. Para nuestra investigación, vimos mil películas, obras de teatro, intercambiamos fotos y cartas de familiares que habían huido de alguna guerra. Pero poner el cuerpo fue distinto. Con las películas quizás llorás, pero termina y fue eso: una película. Para nosotros, tras el entrenamiento, cada vez fue más difícil salir; empezás a entender que encarnar a una nena en un campo de concentración no es un papel más. Investigamos mucho: desde Malvinas hasta el Nazismo. Aparecieron historias como la de una abuela que aún hoy guarda provisiones en la alacena. O de familiares que actualmente viven en países en guerra, como Israel. Allí, incluso en momentos en que no hay ataques, las vidas están condicionadas por los con ictos. Otra vez, armando un árbol genealógico, nos dimos cuenta de que muchas personas de una misma familia habían muerto el mismo día. Después de un rato, nos dimos cuenta: era la fecha en que habían atacado su casa, en medio de la guerra. Finalmente, fuimos llegando a los textos. Leímos distintos materiales: cartas que nuestra profesora enviaba a los soldados de Malvinas, testimonios de sobrevivientes de la guerra, poemas de una mujer indígena mexicana que les habla a los soldados que arrasan su pueblo, entre otras cosas. A partir de todo esto, fuimos armando el texto nal.
UN LENGUAJE
tu mamá, otra vez abrazado a tu hermanito, o te fueron a buscar para llevarte a un campo; otra vez te moriste, otra te mutilaron. Cada trabajo que hicimos era tan real que nos iban quedando las sensaciones guardadas en la memoria. Cuando después practicábamos un monólogo o un texto, teníamos esas imágenes a las cuales recurrir: eso ya lo sentí, lo puedo volver a poner adentro del cuerpo. Estuvo buenísimo también ir observando lo que nos fue pasando como grupo, y también en lo personal. Porque el proyecto nos tocó en un lugar más allá de la actuación, nos tocó en un lugar propio, muy fuerte. Eso es lo que tiene el teatro: un código que tenemos todos, con el que podemos jugar en serio sin quedar en ridículo. Es lo que hacemos todos. Y todos nos lo tomamos en serio.
Ahora se viene la muestra: un primer momento para ver adónde nos llevó este proceso y qué le genera a otros. Aunque sabemos que no vamos a cambiar el mundo con una obra de teatro, sí podemos transformar nuestra manera de entender las cosas. Y, quizás, conmover a otros para que también se hagan preguntas.
El teatro nos da la posibilidad de contar, pero no exactamente desde nosotros: se trata de salir de nuestro lugar y meternos en un otro. En este proyecto realmente hubo una búsqueda: no partimos de un personaje previo, fuimos experimentando desde distintas situaciones, nos lmamos, nos miramos y, desde ahí, fuimos construyendo los per les de a poco. Buscábamos algo que no sabíamos qué era. Cada clase nos fue dejando sensaciones, recuerdos, emociones. En los ejercicios, una vez estás buscando a
El grupo de Montaje está conformado por Valentina Álvarez Rossini, Santiago Amanzi, Valentín Barbadillo Cadet, Uriel Bitrán Ciccone, Martina Davalli, Magdalena García, Delfina Gonzales Chaves, Daisy Kohan Laudisi, Bianca Melman, Federica Merlo, Olivia Nuss, Franco Quercia, Clara Rebagliati, Gastón Rymberg, Lucía Salomone, Sofía Soriano y Lucía Spandre; estudiantes de 4° y 5° año 2017.
El proyecto fue coordinado por Lorena Barutta, docente de la Escuela de Teatro.
Fotos: Nina Myndlis.
DESEOS, AFECTOS, CUIDADOS Y CORPORALIDADES
Con la intención de abordar la sexualidad de modo integral y en toda su complejidad, durante dos jornadas hubo talleres, debates y conferencias. Fueron organizadas y coordinadas por docentes curriculares y extracurriculares, estudiantes y especialistas invitados.
CONFERENCIAS
• “Capitalismo, patriarcado y desigualdad social” / Coord. Gabriela Mitidieri. Historiadora.
• “Educación Sexual Integral en Argentina: anticoncepción e infecciones de transmisión sexual”/ Coord. Equipo de Adolescencia del Hospital Italiano de Buenos Aires.
• “Lenguaje inclusivo y subjetividad” / Coord. Juan Pablo Sabino. Mg. Estudios Interdisciplinarios de la Subjetividad-UBA.
• “Salud sexual y reproductiva: derechos y políticas públicas” / Coord. Andrea Franck. Pediatra.
DEBATES
• Consentimiento y nuevos vínculos (en construcción).
• Ese personaje que soy: estereotipos e identidad.
• Manifestaciones feministas: ¿varones sí o no?
• Sexualidad como mercancía: la pornoilusión.
TALLERES
• La iniciación sexual y sus mitos.
• ¿Qué significa “ser normal”? El adentro y el afuera: las señales. Lo que mostramos a lxs otrxs, lo que no.
• Todxs lxs que soy. Quiénes y cómo vamos siendo mientras construimos identidades.
• Lo que te da temor… Miedos e inseguridades en el vínculo con unx mismx y con lxs otrxs.
• Cuerpo adentro, cuerpo afuera. El cuerpo como frontera y los vínculos con otros cuerpos.
• Decir sí / decir no. Discursos y sexualidad. Cómo le digo al otrx lo que le quiero decir. Cómo lx escucho.
Jornadas ESI, 16 y 17 de septiembre 2019.
CON TODO Y A PESAR DE TODO
Porque encontrarnos siempre fue un festejo y llevábamos casi veinte festivales de Arte en la Plaza ininterrumpidos, en 2020 llegó Experiencia Ciudad Mudamos a la nube nuestra esta barrial, nuestro encuentro con otrxs, nuestra muestra de mil colores y sentidos en una trama que incluyó a escuelas de todo el país y hasta de Brasil.
Experiencia Ciudad subió a la nube y ahí sigue. La puerta está en este código QR:
¡RÍAN, RÍAN, RÍAN! ¡QUE TODOS RÍAN!
por Antonia Rueda
La risa no está lejos. No sé si alguna vez lo estuvo, pero ahora está demasiado cerca. No veo felicidad, no veo alegría. Veo risas, muchas risas, demasiadas. Cortas, impuras, compradas, hasta robadas. Ir en contra de esto es cada vez más difícil, pero con un texto de Friedrich Nietzsche a la vista, resulta casi imposible esquivar la risa.
En Ecce Homo, Nietzsche dice sobre sí mismo: “Yo no soy un hombre, yo soy dinamita”. Mi cuerpo desborda en carcajadas, quiera o no, sepa o no, me río. Una risa insegura, repleta de incertidumbre y hasta de ingenuidad. Nerviosa, la risa comienza un proceso parecido al de la mutación, a eso me hace acordar. Los mismos sentimientos se trasladan a cierta parte del cuerpo, mejor dicho, a cierta parte de uno, donde pueden ser procesados. No hablo de soluciones ni de respuestas, sino de procesar, pensar.
Recuerdo el día en que el texto “El loco” fue leído en clase. Al nal, escuché el silencio. Un silencio profundo, lugar y tiempo perfecto para que la risa mutara en eso que todavía no sabía qué era. “El loco” me descolocó, me acercó a cierto tipo de caos y fue así como las cosas se aclararon. No quiero decir que de la incertidumbre pasé a la claridad. Llegué a dudas, a preguntas, a cuestiones. Había alcanzado mi propia claridad.
La risa por n mutó en algo.
Nietzsche, no es hombre, sí dinamita. Un Loco que no podía explotar antes de tiempo. Representado en la locura, muestra indiferencia ante este suceso de ser pensado como un loco por estar fuera de lo “normal”. No le incomoda ni un poco la idea de que la respuesta a sus pensamientos, preguntas y cuestiones no sea más que un silencio y una mirada perpleja. Me imagino que ser dinamita de otros tiempos, ajenos a los propios, y no poder explotar debe ser complicado.
Nietzsche no está fuera de lo normal. Leerlo ahora está alejado de las perplejas miradas. Ahora, leerlo hace reír, y la risa tiene permitido mutar. Procesarlo y encima poder relacionarlo con el ahora. Pero no cualquier ahora, sino el de cada uno.
III.
El defasaje nietzscheano es de tiempo. El mío, sin hacer alusión a mi apellido, es de espacio. No creo bajo ningún punto de vista que la gente no esté preparada para escucharme. No sé si es un atrevimiento decir que recibo perplejas miradas, pero estoy segura de que estuve cerca de tirar el farol más de una vez. Surge de las dos partes: de mí, que el lenguaje me queda corto cada vez que abro la boca, y de los demás, de quienes casi ni puedo hablar. El lenguaje ya no me alcanza. Seguramente permita la comunicación “inmediata”, por así decirlo, pero cuando lo que se quiere no es rapidez sino efectividad, el lenguaje no lo puede. Su peso en las personas es de mucha importancia, quizás demasiada.
Muchas veces llego a la conclusión de que la gente pre ere aburrirse ordenadamente a ser feliz desordenada. No quiero que se caiga en cosas tan concretas al hablar de orden, como lo es el de un cuarto, un escritorio o una mesa. Hablo de un orden general. Ese que todos tenemos. Esa estructura que de alguna forma nos ordena para funcionar, para servir, para que tengamos un uso en la sociedad. Así es. La gente ya no es, la gente es algo.
Entre tanto “la gente”, ya no sé dónde estoy yo parada. Espero algún día poder tropezar con la propia verdad y, así, dejar de depender de la verdad absoluta, sea cual sea. Mientras tanto, así estoy. Queriendo ser feliz entre tantas fáciles risas. Parece sencillo, pero no lo es. Me sumerjo en esta risa difícil de entender, esta que me regaló Nietzsche más de una vez. Aquí está la clave. En esa risa. La que no sólo es producto de la gracia, sino producto de la ingenuidad, del no saber ni entender, pero querer hacerlo. ¿Qué pasaría si todos fuésemos locos? Carentes de una razón general, de juicio; disparatados e imprudentes, funcionando libremente estaríamos. Imaginarlo se me hace imposible, y es posible que cualquier cosa que llegue a imaginar no se acerque ni un poco a lo que sería. Pero me sigue tentando la idea. Locos, pero no de atar. Locos de libertad e instinto. Mientras tanto, no dejo que los locos sean puestos en silencio, a un lado. No quiero que se callen. Los escucho y me hago escuchar. No todo lo que quiero que llegue, llega. Pero lo intento. Una y otra vez, sin tirar el farol, sin que se rompa en mil pedazos. Iluminando espacios repletos de sol, de luz y de risas instantáneas que no perduran y se pierden fácilmente.
Antonia Rueda, estudiante de 5° año 2008. Este texto fue escrito en diálogo con Julieta Tarlovsky. Ilustración: Sofía Mendez Tito, 3º año 2015, realizada en el Taller de Dibujo.
MY DEAREST
Los chicos de 1ero leyeron poemas dedicados a la relación entre nietos y abuelos. Luego, escribieron los suyos.
por Kim Johansen
DEAR MARTA
They told me a lot of things about you.
They told me that you were absent-minded. They told me that you were a journalist. They told me that you were a shop-aholic.
They told me that you looked like my mother. They told me that you were a wonderful grandmother.
And I know that you are still with us.
I know a lot of things about you, without knowing you.
I know that you had a library. And I know that you weren´t like most grandmothers.
I wish I could hug you.
I wish I could see you.
I wish I could look at your eyes.
I wish I could be with you.
I wish I had the chance to meet you.
por Valentina Manfredi
DEAR GRANDPA
You have been in this world for 76 years, 76 years of hard work you found a beautiful woman on the way, tall, with blonde hair, funny and most of all, good person.
You cook for us every Sunday, that’s the day I hug you all day I smell YOUR smell, very sweet and homeloving.
You are the one who encourages me to do things, you are my motivation, I wish one day we could travel together I´m waiting for my 15th birthday party, to dance that special vals with you.
Loving woman, loving sons and loving grandchildren. You are my superhero, and you rescue me from all bad situations, I want to enjoy you as most as I can the time you are here.
My wish is to have you always here, and when I go up there with you, we will enjoy with grandmother, a life together.
Kim Johansen y Valentina Manfredi, estudiantes de 1° año 2017. Los trabajos fueron realizados en clase de Inglés (Upperintermediate). lustración: Malena Benz, 4º año 2017, realizada en el Taller de Pintura.
FELIZ CUMPLEAÑOS
por Maite Alvarenga Olivari
Cuando Jésica se dio cuenta de que “Droopy” no estaba en su cuarto, sintió la misma excitación que cuando sus abuelos le contaron que iba a pasar su cumple de 15 a bordo del crucero MSC Orchestra junto a 25 amigos. Pero si en aquel momento no pudo dejar de abrazar a su abuelo por semejante regalo, ahora pensaba en los retos que recibiría de él por haber descuidado al perro a pesar de la enorme excepción que habían hecho al dejarlo subir a bordo. Primero pensó en avisar, pero después concluyó que lo mejor sería avisarle a Damián para que la ayudara a buscarlo.
Ambos se asomaron al balcón del camarote y miraron desde ese último piso los quince que había hacia abajo…, no podía ser tan difícil encontrar al único perro que había en el barco. La búsqueda en su propio piso -aún en medio de la excitación de lo que parecía la búsqueda del tesoro- fue más extensa de lo que imaginaban. Comenzaron por el piso más alto, el 16, donde se encontraban los camarotes de primera clase. Más allá de si eran internos, con vista al mar o con balcón, como cada uno no tenía mucho más que 20 metros cuadrados, resultó que hubo que tocar más puertas de las esperadas. Con los turistas de habla inglesa o francesa no tuvieron mayores problemas para preguntar por Droopy. De habla hispana apenas había una pareja que dijo ser de Madrid y sentirse sorprendida de que un perro viajase en el crucero. Con el italiano hubo posibilidades de comunicación. Con el alemán casi sólo por señas. Y con lo que creen que pudo haber sido ruso o sueco, directamente no supieron jamás si habían entendido a quién buscaban.
La desesperanza comenzaba a aparecer cada vez que tenían que bajar un piso más. Porque las historias se repetían: “no lo vimos”; “¿un perro acá?”; “Ichverstehenicht”, “no, linda, estábamos maravillados mirando el color del mar”. No mucho más hasta que una amable señora japonesa dijo en inglés que lo había visto bajar corriendo por la escalera.
Del piso 16 ya habían llegado al quinto, que era el último que tenía camarotes (ya de menor calidad) y no había noticias. Sólo faltaban cinco hasta la cubierta, pero tuvieron que pasar por el casino y preguntarle a los trabajadores -que hablaban perfecto inglés- si lo habían visto, y no; a los chefs que en francés tampoco lo habían visto; a los bailarines cubanos y brasileños que los ayudaron a buscarlo en el inmenso teatro de 1200 butacas; pero tampoco.
Los mozos, los bomberos a bordo, los médicos, las peluqueras, las masajistas y los animadores, en una extraña mezcla de españo-portu-inglés tampoco sabían nada. La última posibilidad estaba en los alrededores de las piletas. Pero tampoco, ni noticias. ¿Se habría caído al mar? Ya no había más pisos (lo había visto en el sitio de Internet cuando sus abuelos le con rmaron el
viaje que nalmente fue para 28 chicos y chicas: 5 pisos de servicios y 21 de alojamiento). Cuando la esperanza estaba perdida y todo era lágrimas, escucharon un ladrido. Se miraron casi como con rmando en la mirada del otro que era cierto y no una ilusión. Siguieron el sonido: detrás de una hermosa fotografía de un anuncio de una playa en un paradisíaco lugar, había una puerta entreabierta con una escalerita que bajaba. “Habrá un sótano”, dijo Damián. Y se mandaron. Unas pintorescas mujeres mulatas acomodaban sus cosas en cuartos que parecían no tener ventanas, ser oscuros y angustiantes. Todas coincidieron en que cuando habían terminado de hacer la limpieza, habían bajado y no se habían cruzado con ningún perro. Pero les recomendaron hablar con la coordinadora que era la señora Ethel, rumana ella. Tampoco sabía nada, según entendieron. Les recomendó que bajasen un piso más, que estaban las lavanderas jamaiquinas que quizás supieran algo. Pero tampoco. “Tal vez en los talleres del piso de abajo lo hayan visto”. Pero no. Más aún, quizás por el calor y el olor a encierro que había en ese lugar les pareció entender que el indonesio bromeó cuando sostuvo que si estuviese en su país, la carne de perro sería para un festín.
Cinco pisos por debajo del mar ya las esperanzas se habían acabado, cuando el ladrido vino directamente de un piso más abajo. Corrieron por la escalera y ni el terrible olor los detuvo. El ladrido era cada vez más claro. En ese último piso, hacia abajo, estaban los recicladores de la basura que generan los 2500 pasajeros y los 1300 tripulantes. Droopy estaba al lado de un negro que hablaba perfecto francés y que le daba de comer todo lo que iba separando de la basura y era comestible. Les contó que en su país, en Haití, lo que Droopy estaba comiendo era comida de ricos. Les contó que algo similar le pasaba a sus compañeros de trabajo que eran de Samoa y de Filipinas.
Jésica y Damián estaban tan contentos con la aparición de Droopy que casi ni escucharon a Jamboo. Jésica le pidió que por favor si lo volvía a ver nuevamente por ahí, la llamase de inmediato a su camarote, y le dio el número.
Subieron casi corriendo las 21 escaleras que separaban la zona de compactar la basura con el camarote con balcón al mar, 400 metros más arriba. Casi no tenían aire cuando llegaron. Pero estaban tan contentos que apenas si sintieron el agotamiento.
El resto de las amigas y los amigos los estaban buscando hacía rato. Les dijeron que era muy tarde, que ya había que cambiarse para ir al salón del Teen´s club del MSC Orchestra, buque de origen italiano, pero con bandera panameña, a donde Jésica iba a festejar sus 15 años que, a n de cuentas, era la razón de tanta alegría.
Maite Alvarenga Olivari, estudiante de 5° año 2014. El trabajo fue realizado en clase de Instrucción Cívica. Ilustración: Guillermina Petitto, 2º año 2021, realizada en clase de Plástica.
FELIZ CUMPLEAÑOS
DIARIO DE TU PRIMO
En Historia de 1ero, y a partir de lo aprendido sobre evolución, los chicos y chicas debían ponerse en la piel de alguno de nuestros ancestros. Aquí, el diario íntimo de uno de tus primos o abuelos: el australopithecus.
por Julia Trajterman
(En algún lugar de África, hace tres millones de años)
DÍA 1
Llegué a un lugar donde hay cosas que no puedo describir. Las veo todos los días, pero no puedo decir qué son. Poco a poco les busco una utilidad, un uso…, ¿pero qué es exactamente utilizar?, ¿qué es todo esto que veo? Huelo cosas, siento cosas, veo cosas y hasta me puedo mover.
Tengo partes en mi cuerpo. Muchas. No sé si es que las siento o que las veo, porque desde acá abajo no es demasiado lo que se puede ver. No estoy solo, somos muchos. No son todos iguales, pero algunos se parecen. Ahora estoy comiendo unas semillas y raíces que encontré por ahí; aunque queda poco, y pronto me voy a tener que mover de lugar. No como porque quiero, es que hay algo que me obliga a hacerlo, algo adentro mío.
No sé a dónde mirar ni qué escuchar, hay mucho y las cosas pasan y están pasando. Además el mundo siempre está cambiando su brillantez y su calor, lo que lo hace más interesante.
DÍA 2
No entiendo qué me está pasando. Me duele, esa es la palabra. De pronto me siento mal, siento que me caigo, me duele todo de todo. Los demás me miran: no entiendo si es porque en serio me estoy cayendo, o si es que me ven algo raro. Se acercan, observan y me entienden. Capaz es porque a ellos alguna vez les pasó también. Cuando quiero emitir un sonido no puedo ni abrir la boca, no puedo hacer nada. ¿Qué hago con esto que me pasa? Como no tengo una solución, voy a merodear por aquí. Tal vez la encuentre. En una de esas, si como más raíces o semillas, esto que me pasa se me va. Tal vez, de forma increíble y desconocida, deja de pasarme y vuelvo a vivir la misma vida de siempre: buscar algo para comer, dormir (que sería estar un rato fuera de este mundo haciendo quién sabe qué) y, en el tiempo que queda, conocer qué hay en estos lugares que esconden tantos misterios. El dolor no se fue, y ya no lo soporto. Voy a comer por si es que es una necesidad de eso que hay adentro mío. Como y como, pero no pasa nada. Mastico, vuelvo a masticar y, como si nada, todo sigue igual.
DÍA 14
Ya pasó un tiempo pero me siento igual. Los demás me siguen mirando: mi dolor parece ser indiferente para algunos; otros me tocan o me dan un mimo. Me rindo, probé todo: comí, toqué, miré. No hay forma de sentirse mejor.
DÍA 18
Hoy hubo alguien frente a mí. Era uno de los que se me parecen. Yo lo miraba a él y él a mí, los dos tirados. Pude ver que algo le estaba pasando. Tardé en darme cuenta de que era lo mismo que me pasaba a mí: el dolor. Fue ese el momento que me hizo no rendirme. Había alguien que sufría lo mismo que yo, lo cual quería decir que nos podíamos ayudar. No comprendo cómo, pero entre nosotros nos entendimos, supimos lo que teníamos que hacer. Sí, nosotros nos comunicamos y logramos comprender que los parecidos no eran solo los otros, éramos también nosotros. Juntos podríamos resolver nuestro enigma. Ahora mismo estoy con este alguien. Estamos recorriendo zonas en búsqueda de una solución, sabemos que hay forma de salir de este in erno.
DÍA 26
El tiempo sigue pasando, pero no vamos a renunciar. Necesitamos estar mejor. Este tiempo no es pérdida, es parte del recorrido para poder estar bien. Como era antes.
DÍA 27
Hoy encontramos algo a lo que llamo “planta”. Ya lo habíamos visto antes. Es algo que está por todas partes. Teníamos que correr el riesgo de probarlo; no había ya muchas opciones. Los dos cortamos una parte y lo comimos. Lástima: no nos causó nada.
Algo está cambiando, no lo entiendo, pero algo está empezando a pasar adentro mío. Me siento mejor, como me sentía antes. Creo que el otro siente lo mismo que yo. La planta logró curarnos del in erno y ahora de pronto estamos los dos a la perfección.
Me parece que la solución fue gracias a nuestra comunicación. Desde ese momento pudimos, sin saber qué nos estaba pasando adentro, saber lo que estaba pasando afuera. Supimos que a esto que llamamos dolor lo demostramos; porque hay cosas que por más que no queramos, pasan. Y nuestros cuerpos solos supieron explicarlo. Esa es la verdadera comunicación.
Julia Trajterman, estudiante de 1° año 2018. Ilustración: Valentina Sessarego Sassul, 2º año 2018. (Estructura y textura, inspirada en obra de Nicolás García Uriburu; realizada en clase de Plástica).
PENSAR, PARTICIPAR, ¿VOTAR?
En agosto, estudiantes de 3ero a 5to año participaron de una jornada especial de trabajo diseñada por el equipo docente del Área de Ciencias Sociales. La actividad, que contó con talleres y momentos plenarios de discusión, buscó gestar un espacio de debate colectivo en torno a la participación política de los jóvenes y los desafíos abiertos por el contexto electoral y el llamado “voto joven”, inaugurado este mismo año.
“Nos pusimos a pensar sobre el calor de todos estos días y sobre la polarización política. Y hubo dos opiniones generales. Algunos pensaban que tiene que ver con la pasión propia de la política, que la política es con icto y siempre va a haber enfrentamientos y con icto de intereses. Y otro grupo se preguntaba si en verdad esa polarización lastima a la política y no le aporta nada y si lo que haría falta no son consensos y diálogos… Llegamos a la conclusión de que “unir”, como plantea alguno de los spots de campaña, no se puede. Pero sí podemos despolarizar para pensar, que es muy diferente a “unir” o hacer acordar todas las posiciones. Y eso sí es necesario”. (Abril, 4to año, y Candelaria, 5to año)
“La política es esa capacidad crítica que tenemos, de pensar, de crear cosas nuevas. Y no de modo individual, sino entre todos, cada uno desde su propia identidad y sin prejuicios, y en un montón de espacios posibles. Diversidad de opiniones, diversidad de ideologías, hay que sacarse el miedo a compartirlas, sólo eso construye algo nuevo”. (Ivan, 4to año)
“Nosotros nos preguntamos sobre la pasión y la política. La pasión en el sentido de la convicción política, esa que está buena. Pero que también es algo distinto al fanatismo, en el sentido del fanatismo extremo, ese que enceguece e impide pensar”. (Tania, 4to año)
“¿Pero al nal qué es un “futuro mejor”? Todos los candidatos dicen eso en sus spots, pero nadie explica qué entiende por eso. No creo que todos estén pensando en lo mismo. ¿Qué sería para nosotros un futuro mejor?”. (Jacinta, 4to año)
“Hay un montón de discusiones. ¿Es una estrategia política? ¿Es un derecho ganado? Tenemos que pensar; porque creo que no es ni una cosa ni la otra totalmente. Es nuestra responsabilidad informarnos bien”. (Ariel, 5to año)
“Dudo que alguno de nosotros haya estado ahí bancando los trapos. La ley medio que nos cayó del cielo. Ahora hay que ver qué hacer con esto, hay que evaluar cómo lo tomamos, hay que resigni carlo para que tenga sentido, hay que ver cada uno qué piensa, qué cree. Hay que tomar posición”. (Matías, 5to año)
(Fragmentos de exposiciones del plenario nal)
En medio de la vorágine electoral
Editorial del programa de radio “Pebetes en el Medio” - 03/08/2013
Es ella o vos, Argen y Tina, Juntos Podemos y En la vida hay que elegir.
En medio de la vorágine electoral, estamos hoy los Pebetes en el medio.
Frente a la sobre información, los pebetes decidimos.
Decidimos leer entre líneas, decidimos pensar. Sin distinción ideológica o partidaria, los pebetes no queremos dejarnos avasallar por la propaganda política que se nos ofrece. Queremos leer, averiguar y debatir para no ser subestimados.
Decidimos escuchar propuestas e ideas.
Los pebetes elegimos no ignorar, elegimos saber para elegir.
En el medio de encuestas, volantes, pintadas y propagandas.
En el medio de todo esto estamos hoy los pebetes, decidiendo conocer y decidiendo más que nunca ponernos en el medio.
* “Pebetes en el medio” es el programa de radio producido por los chicos del Taller de Periodismo del Colegio. Se emite sábado por medio de 19 a 20hs por Radio Palermo.
OH, BIROME...
A lo Don Quijote, alguien pierde el juicio tras leer un género, escuchar cierta música o mirar series de forma excesiva. por Lara Naftal
“… él se enfrascó tanto en su lectura que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio, y así, del poco dormir y del mucho leer, se le secó el cerebro, de manera que vino a perder el juicio. Llenósele de fantasía de todo aquello que había leído, que para él no había otra historia más cierta en el mundo”.
(Cervantes, Don Quijote de la Mancha, Capítulo I)
Querido diario,
Apenas te escribo siento una emoción extrema. Se me sube al cuerpo todo lo que siento por vos, y algo muy parecido me pasa cuando agarro la birome. Birome, oh birome..., qué injustamente te llaman así. Para mí sos dulce pluma extra na, importada de los mejores lugares de Francia.
En n, con la con anza que nos une, querido diario, quiero contarte lo ocurrido el día de hoy. Me levanté con pocas ganas de rutina y decidí posponerla. Me acomodé entonces en mi mullida manta de plumas y me dispuse a ver -una vez más- la película Sol y luna. Magní ca..., qué decir de ese momento en que el sol se retira y la luna emerge; aquel sublime instante en el que las parejas se encuentran, vibrante ocasión en que el amor brota en la multitud...
Conmovido, terminé de ver este peliculón y consideré retomar la rutina. Pero no: mi espíritu añoraba saborear una vez más algunos capítulos de Amores soñados. Y sucesivamente fueron pasando uno tras otro. ¡Qué delicia, querido diario! ¡Cuánto amor intenso, cuánto amor profundo!
73 capítulos se sucedieron y fue entonces cuando sonó el teléfono. Era mi hermana y, ¡qué fortuna!, podría compartirle mis sentidas re exiones: que quería un amor como el de la luna y el sol, que a pesar de la distancia se tienen uno al otro, que a pesar de sus diferencias se aceptan y son capaces de formar un eclipse perfecto; que el amor soñado del capítulo 8 me hacía acordar a Laurita, ese viejo amor de la adolescencia, y el 36 a Marta, esa chica preciosa que nunca más respondió mis mensajes...
Mi hermana tuvo tres reacciones:
“Ya te saco un turno con el psicólogo”, me dijo en primera instancia.
“Andá a dar una vuelta y despejate”, añadió luego.
“Con razón no tenés pareja”, sugirió nalmente.
No entendí del todo a qué refería, pero guardé sus buenos deseos que auguraban buena fortuna. Decidí ir a pasear. Fui a la verdulería. Allí las manzanas brillaban, las uvas se iban derritiendo al
calor del sol radiante y emanaban la fragancia de los dioses. Le pedí a la verdulera un kilo de tomates, porque ¡oh, tomates!, ¡qué perfectos, qué prodigio esa piel y ese rojor! Seguí caminando y no te das idea, querido diario, de lo hermoso que se veía el asfalto sobre la calle Azcuénaga. O el impresionante aroma del encargado de mi edi cio. Me enamoré a primera vista de mi vecina Silvia, que también visitaba la verdulería y, claro, también de los preciosos pomelos que cargaba en su bolsa de supermercado.
Volví a casa y otros diez capítulos de Amores… reconfortaron mi atardecer. Jack, ¡qué inspiración! Lo actuaba en la ducha, en la habitación, en la calle, en todos lados. “Callate, infeliz”, me dijo alguno en el cine, mientras otros chistaban o me gritaban en vocablos que no pude distinguir. Siempre supe que tenía un público que me seguía y apoyaba, ¡pero nunca creí que tanto! En n, querido diario, la primavera me está generando un no sé qué, e intuyo que es mi momento. Mañana te sigo escribiendo, que me suena el celular, y seguro es Marta, o Silvia, o Laurita, o el encargado, o los tomates...
Lara Naftal, estudiante de 4° año 2017. El trabajo fue realizado en clase de Literatura. Ilustración: Malena Benz, 4º año 2017; y Valentina Riva, 5º año 2017.
TODO POR 300P.
I - GUÍA CORTA Y COMPRENSIBLE PARA DUEÑO DE HÁMSTER EN APURO EXISTENCIAL
por Pedro Milberg
Es una triste realidad que tanto hámster como humano hacen bien en asumir: su mortalidad. Pero, a diferencia de los peludos roedores, nosotros, humanos, tenemos la suerte (o desgracia) de -uno o dos tratos con el diablo mediantevivir aproximadamente cuarenta veces lo que uno de estos animales de compañía. Así, en busca del alivio existencial del seguramente ocupado dueño de un hámster, tengo el placer de presentar la guía para su inmortalidad.
• Uno: antes de comenzar con el proceso de inmortalización, le pedimos que considere las repercusiones morales de hacer de su hámster un ser incapaz de morir. De no encontrar dilemas éticos, proceder con el tratamiento y pasar al paso dos.
• Dos: espere a que el animal esté durmiendo (esto no es esencial pero hace al resto del procedimiento más llevadero). Sáquelo de la jaula y colóquelo en un baño de agua y almíbar (partes iguales). El recipiente debe ser previamente curado con una mezcla de mirra y jengibre que encontrará en el pack de inmortalización que viene con este pan eto.
• Tres: recuerde quemar yuyos durante todo el procedimiento. Si no tiene yuyos a mano, puede quemar palo santo.
• Cuatro: recite el poema que encontrará en el reverso de estas instrucciones. Lea con voz clara, fuerte y ponga especial énfasis en las vocales: module como si estuviera dando un discurso a una audiencia invisible. En verdad, lo está haciendo.
• Cinco: si en algún momento del proceso escuchara golpes en la ventana, no se preocupe: son curiosos nomás. Sí cuide de no dejarlos entrar, porque tienden a robar las despensas.
• Seis: terminado de leer el poema, es probable que escuche un leve aplauso proveniente de ninguna parte. Ignórelo y camine hacia su roedor. El paso rme y con ado es esencial para que esta instancia se complete con éxito.
• Siete: retire a su mascota del baño de agua y almíbar. Póngalo en el piso y camine sin mirar atrás. Salga del cuarto y espere entre 40 y 50 minutos.
• Ocho: durante la espera -y escuche lo que escuche-, no vuelva a entrar al cuarto. Es extremadamente ofensivo para ellos.
• Nueve: notará que el tratamiento ha terminado cuando las voces dejen de susurrar.
• Diez: entre al cuarto y retire a su animal. Déjelo descansar y manténgalo en ayunas por un día entero.
Con este último paso, usted habrá completado este procedimiento que -le recordamos- no podrá ser revertido. La adquisición de la inmortalidad es un proceso algo difícil de asimilar. No se sorprenda si a los ocho años escucha a su roedor hablando lenguas muertas. Es importante, sí, que nunca le responda preguntas sobre Dios: suele traer más problemas que otra cosa.
Pedro Milberg es estudiante de 5° año 2021.
II - CLARA LLORA
Creo que se llama Clara. Así es como le dice todo el mundo cuando la ve y cuando aparece en la caja brillante sobre la mesa las noches en las que no está conmigo. A veces me dan ganas de subirme encima de la caja, a ver si, si le extiendo la patita, me acaricia y saluda, como hace cada vez que llega a casa. Pero no me animo. La luz me da miedo.
Clara me deja la comida todas las tardes y se va, siempre vestida muy elegante. Se puede pasar horas encerrada en el baño poniéndose barras y lápices en la cara. Creo que ella piensa que la hacen ver más linda. La he visto estar tanto tiempo probándose colores distintos en la piel, que me olvido de cómo es su cara natural hasta que llega la noche, cuando se los saca.
Siempre me hace ruidos, pero no sé qué quieren decir. Y tampoco puedo descifrarlos escuchando a otros humanos, porque no todos hacen ruidos iguales. Algunos suenan más bruscos que otros. Clara tampoco los entiende a todos; a veces se sienta enfrente de la caja y le grita enojada. Y aunque mientras más hablan, más se enoja ella, nunca le responden. A mí a veces me altera, pero ni siquiera la miran. Los hombres de la caja solo hablan y hablan, ponen fotos suyas aunque ella esté al lado mío en el sillón.
Clara llora seguido. Se tira en su cama (que es mucho más grande que la mía porque ella en la mía no entra) y solo llora. Tiene una caja más chiquita, pero igual de brillante que la que está encima de la mesa, a la que a veces le habla mientras está llorando. La caja chiquita sí le responde; y parece lograr calmarla en el mejor de los casos. Pero no siempre. A veces la caja le dice cosas que no le gustan, y la hace enojar aún más. Y luego de estar tan triste por tanto tiempo, Clara tiene la facilidad para volver a vestirse elegante y salir con color en la piel como si nada hubiera pasado. Hay noches como esas en las que igual sale en la caja de la mesa. Me asombra. Otras noches, Clara me encierra en su cuarto porque vienen otros humanos. Se sienta en el comedor con ellos y les sirve líquidos rojos en copas transparentes, mientras hablan con las voces tranquilas, pero casi alertas a que ocurra algún conicto. A veces ocurre, a veces no. A veces reconozco las caras de las personas que vienen a ver a Clara en el papel o en la caja brillante de la mesa.
Clara se duerme tarde. Siempre mirando alguna de sus cajas. Pero Clara me quiere y me cuida, le pase lo que le pase. Nunca me ha dejado de prestar atención. Y me hace feliz que al menos me dé sus sonrisas a mí cuando no quiere dárselas a nadie más. Aun cuando Clara llora.
Juana Abramovich es estudiante de 3° año 2021.
III - RE- CONOCIÉNDONOS
por Lourdes Aro Geraldes
La plaza estaba muy vacía ese día. No me había dado cuenta hasta que dijiste algo al respecto. Me pareció extraño, porque siempre fui muy observador. Recordaba que había hecho frío y que tenía miedo de que estuviera todo embarrado por la llovizna del día anterior…, y que la pizza tenía toda la pinta pero no probamos bocado. Teníamos el estómago revuelto de nervios, aunque puede que haya sido el miedo de arruinarnos el aliento. Era un día como me gustaban a mí, frío, y con la luz del sol intermitiendo entre las nubes. Y de la nada, estábamos ahí, de vuelta, por primera vez.
Y acá estamos ahora, observando nuestro estar anterior como si fuese una peli. Nunca creí que el viaje en el tiempo fuera posible, y en otro momento habría dicho que es mejor que lo pasado quede en el pasado, pero estando acá no me arrepiento ni por medio instante. Poder vernos, conocernos otra vez, como si fuera (porque es) la primera…, no se me ocurre nada más divinamente irracional. Vi esta secuencia muchas veces con la memoria, y hoy puedo volver a verla con los ojos, como un culminar cósmico vicioso, en tiempo presente: vos ofreciéndome tu campera para que no tenga frío y yo riéndome de la oferta, viendo no solo que yo tenía la mía en la mano sino que vos estabas temblando. Creo que fue ahí que decidí que me habías gustado, en tu acto -un poco patético- de caballerosidad.
Nos quedamos mirando a nuestros yoes pasados desde la lejanía, que -por primera vez- no era del tiempo, sino de una distancia menos (o quizá incluso más) poética. Reposé los ojos sobre tus manos danzando en la guitarra, viendo cómo hacías de ella una extensión de tus melodías internas. Quedé tan embobado como aquel primer día, con rmando la certeza que había tenido años atrás, en esta misma tarde: conocerte es un placer que repetiría todos los días.
Lourdes Aro Geraldes es estudiante de 4° año 2021.
Los trabajos fueron realizados en el marco del certamen “Todo por 300p”, mundialito de escritura interno del que participaron estudiantes y docentes en equipos, trabajando a partir de una consigna por día, durante cuatro días. Los textos publicados responden a la primera consigna “Animales y animales” y a la segunda “Viajes en el tiempo”. Ilustración: Simona Roncoroni Santoro, 1º año 2021. Realizada en clase de Plástica.
UN TRAJE Y UNA FLOR DE HELICONIA
Vestirse hoy en día es algo más que satisfacer una necesidad básica. Es, muchas veces, contar quiénes somos y de dónde venimos, qué nos gusta y hacia dónde miramos. Y cuando el proceso incluye el diseño y la creación de las propias prendas, todas esas preguntas se ponen en juego con aún más intensidad.
El Taller de Diseño y Realización de Indumentaria propone repensar la vestimenta desde distintos enfoques: conocer su historia, comprender su vinculación con las artes visuales, apropiarse de sus recursos expresivos. Invita a buscar –también en el mundo de la moda y la indumentaria– una identidad propia, un lenguaje personal. Cada año, el taller cuenta con un disparador distinto para echar a rodar el proceso creativo. En 2017 fueron los animales; este año, la botánica. ¿Cómo puede un higo transformarse en vestido? ¿Una or de heliconia puede abrir camino para un traje?
Se trata de mirar el mundo con otra atención. Abrir el juego de las formas, de las texturas, de las líneas y colores para crear –con técnica– una prenda que un cuerpo pueda llevar y sentir como propia. Lo suave, lo sinuoso, lo que estalla en naranja. La pulpa del fruto, lo que se enreda, lo que se abre como una or. Se trata de elegir, en el diverso universo de las plantas, un elemento que inspire una creación; y una creación que inspire un cuerpo. Conseguirlo supone un proceso de trabajo extenso, no exento de obstáculos, tanto artísticos como técnicos. Desechar ideas, readaptar otras, observar lo interesante que va surgiendo aun cuando no era lo esperado. Pasar de la imagen que cautivó, al boceto en el papel; y del boceto, a una prenda que pueda usarse. Un camino tan largo como hermoso.
Estas imágenes –desde la intimidad de las clases, cuadernos y gurines– cuentan algo de la travesía.
¿SILENCIO?... ¡NI UN MINUTO!
Este año, el Taller de Producción Periodística sumó un nuevo ciclo radial. El quinto desde los inicios, en el año 2007. Sus integrantes relatan cómo producen y piensan cada programa de “Ni un minuto de silencio”, que va los sábados por FM Palermo. Un encuentro que definen como periodismo adolescente, ni independiente ni militante.
Cierra el Arteplex. El cine del barrio que de enden vecinos y artistas nos mueve a despertar de meses de siesta. Pasado el verano, que siempre da un descanso a nuestros oyentes, una voz femenina enciende el micrófono. Es nuestra compañera Abril inaugurando un nuevo abril de radio donde el con icto por el Arteplex tendrá su lugar. Comienza el nuevo ciclo. Con nuevo nombre y algunos nuevos integrantes, continuamos el camino recorrido por los antiguos programas del Taller: “Pasado no pisado” (2007), ”Fiebre de domingo” (2008), “Mamá estoy al aire” (2009) y “Juego de Palabras” (2010- 2011). En 2012 decidimos no tener Ni un minuto de silencio. Innovadoras voces mantienen viva la juventud (o viceversa) y sumadas a las anteriores, dejan su impronta en nuestro “periodismo adolescente”, ni independiente ni militante, que se cocina en el Ciudad desde hace ya seis años.
Este periodismo se hace presente en las clases del Taller todos los jueves en aquel colorido sótano, en las notas que escribimos, en nuestros programas de los sábados, en las visitas y coberturas que hacemos, en las entrevistas e investigaciones que realizamos. Y cada jueves nuestro trabajo va tomando forma. Los debates en torno a los medios de comunicación y los temas dentro y fuera de agenda pública se adueñan de las horas, las escrituras de las páginas y las ideas de nuestras mentes. Debemos barajar entre las internas del sindicalismo, la desaparición de Luciano Arruga, la Ley de Identidad de Género y las implicancias políticas de los Juegos Olímpicos. En una coyuntura movidita, nos debatimos cada semana en la difícil elección del tema en que se centrará la próxima emisión del programa.
Entre apuros e investigaciones caseras llegamos al sábado. De 17 a 18 hs., la Radio Palermo nos recibe una vez más para ampli car eso que tenemos para decir, para preguntarnos sobre el tema de ocasión. Una hora y media antes del aire, nos encontramos en la sala de producción para cerrar los últimos detalles. Mientras llenamos las mesas de información, periódicos, machetes y guiones, Brunito se encarga de elegir la música que nos acompañará este día. Los murmullos se entrecruzan y las lapiceras vuelcan su tinta sobre el papel transcribiendo la consigna del día para los llamados de los oyentes: ¿Pensás que la Ley de Identidad de Género puede cambiar el prejuicio cultural? ¿Cuál fue el mejor papel que interpretaste en un acto escolar? ¿Qué opinión te merece el 0800? ¿Tu mejor plan para un día de primavera? El programa está listo para salir.
Entramos al estudio, auriculares listos, micrófonos chequeados. Esperamos nuestra señal. La cortina musical llena el vacío de la sala, los nervios van en aumento hasta que el cartel rojo de “Aire” se enciende. Ése es nuestro pie. El Ciudad vuelve a la radio, otra vez. Es entonces cuando la voz rme de Bruno A. lee la editorial y da inicio a este nuevo programa. A su turno, entre el ruido de papeles y un compañerismo rme a prueba de taras y tartamudeos, Juli y Santi adelantan el tema central del día: los cacerolazos en la historia argentina y en el mundo. Sonarán los audios de aquellas entrevistas que el Chino realizara en las puertas de la Quinta de Olivos y una contraposición de opiniones y posicionamientos se debatirán en la mesa, rescatando argumentos y diversidad de voces. Luego, entrevistaremos a la banda que vino a tocar en vivo, esta vez “Callate Mark”; en alguna otra emisión, Brunito junto a Mica. Más adelante vendrán los comentarios de Rochi y Juancho, el bloque de cine de Dylan, la columna sobre movimiento estudiantil a cargo de Iván, la de chimentos de Rafa y el infaltable momento deportivo. Javi nos instruirá sobre la historia reciente en los países de América Latina y Abril difundirá su agenda cultural de cada día hacia el nal del programa.
Mientras los minutos pasan, hay algo de la famosa magia de la radio que vuelve a suceder una y otra vez. Aquellos nervios del inicio van cesando hasta encontrarnos en charlas amenas que nunca olvidan, sin embargo, que hay quien del otro lado está escuchando. Alguno de nosotros sale del estudio, atiende el teléfono, nos pasa ese mensaje del oyente que acompaña, el, contestando una consigna, mandando sus buenos deseos, acordando o disintiendo con lo que escucha.
El vidrio grueso de la pecera nos muestra nuestro re ejo y nos deja ver al operador que marca la tanda; o a Violeta, Luciano o Flavia, según el caso, que desde el otro lado y con sus mo-
risquetas moderan los tiempos y nos indican que hay que cerrar, que hay que estirar, que modulemos, que no nos olvidemos de tal o cual cosa.
Atardece afuera, y casi sin darnos cuenta llega el nal. Nos despedimos hasta el nuevo programa, que llegará dentro de dos semanas. La nochecita del sábado nos encuentra contentos con los resultados, conversando aciertos y errores, pensando los balances a realizar entre todos el próximo jueves. A la noche, alguien cargará la grabación de esta nueva emisión en nuestro blog (periodismociudad.blogspot.com.ar) y actualizará las notas periodísticas, entrevistas, crónicas y editoriales que vamos produciendo desde el espacio de grá ca y al calor de los ejercicios e investigaciones para el programa.
Cada sábado el programa adquiere así color y vida, junto con su nombre honrado. Cada sábado un pasito más, y ya nada nos para. De ahora en más: silencio, no hay ni un minuto.
Coordinación: Flavia Affranchino, Luciano Beccaría y Violeta Fischerman.
PUEBLO ESCONDIDO
Pueblo Escondido es un viejo asentamiento minero hoy convertido en refugio de montaña.
Está ubicado en el Cerro Áspero, Merlo, provincia de San Luis. De allí se extraía wolframio, un metal que se utilizaba para armamento bélico e industria ferroviaria.
El apogeo del pueblo fue entre 1935 y 1955 y vivían allí unas 600 personas.
Luego de una recorrida guiada, los chicos de 2do trabajaron a partir de una consigna de escritura.
Soy el palo que Juancito usa todos los días para simular una varita mágica.
Veo cómo todos los niños salen con mucha energía de sus clases matutinas.
Sé que mi amigo algún día será minero, o tal vez un capataz. Ojalá él pudiese escuchar mis plegarias.
Soy la harina en la cara transpirada del panadero mientras saca el pan del horno.
Veo su cansancio. Ansía que lleguen sus horas de cama caliente.
Desearía que pudiera vivir mejor.
Soy la lágrima que cae del ojo izquierdo de la mujer del minero, siempre en el mismo lugar del delantal manchado con la salsa de la noche anterior.
Veo el polvo volar por el aire proveniente de la suciedad acumulada.
El sol se esconde en el horizonte y mi marido aún no regresa.
¿Acaso todas las mujeres aquí sentirán lo mismo que yo?, ¿que lo único que hago en este pueblo es detrás de las paredes de la casa?
Desearía tener refugio en las demás mujeres de aquí.
Soy el medallón de un minero. Trabajo en la mina todos los días para honrar a mi padre. Veo una cueva oscura, llena de gritos de hombres y ruidos de picos golpeando las rocas. Espero que mi dueño pueda dormir y soñar con su padre, esa persona especial que lo inspiró para ser lo que es hoy.
Soy los libros que usa acá la maestra para enseñar. Esta mañana los chicos no entendían mis contenidos y ella se esforzó mucho para que lo lograran.
La veo ahora apurada por terminar su trabajo antes de que los mineros vengan a buscar a sus hijos; me preocupa su expresión estresada.
Seguramente hoy a la noche va a llorar, como cada noche.
Sus lágrimas no se pueden secar ni con todas mis páginas.
CAPERUCITA CONFUSA
Los chicos de 1ero leyeron e interpretaron algunos cuentos tradicionales. Pensaron qué les decían hoy historias tan transitadas como El Gato con botas o Caperucita Roja. También, escribieron y reescribieron sobre la tradición, como es el caso de esta nueva versión caperuza.
por Jeremías Rodríguez
Había una vez una niña llamada Caperucita Roja. O, ¿era azul? No, no, era verde. Estoy seguro, era verde. No, pará, haciendo memoria, era roja. Sí, roja roja.
Entonces, una vez su tía…, no, su papá, no, perdón, era su mamá. Bueno, disculpen la inseguridad, pero como en los cuentos lo que se cuenta sucedió en el “había una vez” es difícil tener certezas porque sucede en un espacio imaginario. Su abuela…, sí, su abuela estaba muy cansada. No, no, perdón, enferma. Enferma estaba. Bueno, puede ser que también estuviera cansada, pero si estaba cansada, era porque estaba enferma. Por lo que su mamá, la mamá de Caperucita, digo, le pidió que le llevara una bolsa, no, no, perdón, una canasta con comida. Caperucita Azul, digo Roja, fue a llevarle la bolsa, no, perdón, la canasta a su hermana, digo, a su abuela.
En el camino, Caperucita Roja se encontró con un conejo feroz, digo un lobo feroz, quien le preguntó:
-¿Qué hay en la canasta?
Caperucita Roja, le contestó:
-Comida para mi abuela que está enferma.
Entonces el conejo, digo, el Lobo le preguntó:
-¿Dónde vive tu abuela?
Y Caperucita Verde, digo Roja, dijo:
-Al otro lado del pueblo, detrás del granero.
Entonces el Lobo le contestó:
-Tú ve por ese camino que yo voy por este otro, y el que llega primero, gana.
Entonces Caperucita fue por el lado más corto y el Lobo por el más largo. Perdón, al revés, el Lobo fue por el más corto y Caperucita, por el más largo.
Cuando el Lobo llegó a la casa de la abuela, tocó la ventana, no, no, perdón, la puerta y la abuela preguntó:
-¿Quién es?
Entonces el conejo, digo, el Lobo, dijo:
-Caperucita Roja.
Entonces, la abuela contestó:
-Pasá, está abierto.
Entonces el Lobo fue a donde estaba la abuela de Caperucita y le dio un gran abrazo, digo, le dio un gran susto y se la comió.
Cuando llegó Caperucita Roja, tocó la ventana, digo, la puerta y el Lobo tratando de simular la voz de la abuela dijo:
-Pasá, está abierto.
Caperucita entró, vio al Lobo y creyendo que era su abuela, dijo:
- Abuela, qué grandes orejas tienes.
Y el Lobo, simulando la voz de la abuela, dijo:
-Son para oírte mejor.
-Qué grandes ojos tienes -dijo Caperucita Roja.
-Son para verte mejor -dijo el Lobo.
-Qué gran boca que tienes -dijo Caperucita Roja.
-Es para comerte mejor.
Y se la comió de un bocado. Por suerte había un pato, digo, un leñador con una escopeta. Ustedes tendrán que disculparme, entre el tiempo que pasó y todas las personas que me contaron esta historia, estoy un poco mareado. Entonces el leñador le disparó al Lobo y lo abrazó. Tremenda equivocación cometí: ¿cómo lo va a abrazar?, aunque haya abrazos que matan; lo mató y lo mató de un tiro. Después le abrió el brazo, digo, la cabeza, para sacar a la abuela. Pensándolo bien, no se la sacó de la cabeza, no es una idea la abuela. También a Caperucita Roja la sacó, digo.
Y vivieron tristes para siempre, digo felices por siempre, como en casi todos los cuentos al terminar.
Jeremías Rodríguez, estudiante de 1° año 2016. El trabajo fue realizado en clase de Lengua y Literatura. Ilustración: Catalina Sábat, 4° año 2016, realizada en el Taller de Dibujo.
FILMOGRAFÍA
PRODUCCIONES AUDIOVISUALES DEL COLEGIO
Las tardecitas del Colegio también suelen llenarse de cine. Los talleres de Realización Audiovisual, Cine y Video e Investigación y Video Documental, son espacios en los que se experimenta la producción audiovisual en sus diversas tareas y roles. Lxs chicxs crean historias y elaboran guiones; investigan a fondo temáticas sociales; realizan entrevistas y trabajo de campo. Aprenden las peripecias y vicisitudes del sonido y de la cámara. Actúan, dirigen y recrean locaciones. Construyen, así, sus historias para contar.
De todos estos años de trabajo, surgió una serie de cortos documentales y de ficción que salieron a rodar en encuentros de toda índole y festivales de cine, despertando el interés del público y, muchas veces, la simpatía de jurados que a menudo premiaron sus realizaciones.
TALLER DE REALIZACIÓN
AUDIOVISUAL Y CINE Y VIDEO
MÁS ALLÁ DE LAS PALABRAS (2003)
Cortometraje de ficción. Duración: 9’10’’.
SINÓPSIS: Ana no puede hablar y se comunica a través de un original sistema para armar su propio diálogo. Entonces conoce a Benjamín...
Primer Premio en la Categoría Ficción en el Tercer Festival de Cortometrajes “Hacelo Corto” 2004, organizado por la Secretaría General de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, noviembre de 2004.
Seleccionado en el I Festival Iberoamericano de Cortos “Imágenes Jóvenes en la Diversidad Cultural”, organizado por la Fundación Kine.
Seleccionado para su proyección en el Primer Festival de Arte Joven Sub 18, organizado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en julio de 2005.
Seleccionado para participar en el 2° Encuentro Nacional de Escuelas que hacen Cine y Televisión, auspiciado por la Dirección General de Educación de Gestión Privada en octubre de 2005.
Forma parte de la Plataforma Audiovisual Unesco.
20108 (2004)
Cortometraje de Ficción. Duración: 8’45’’.
SINÓPSIS: El curso de las situaciones en las que nos encontramos puede cambiar, pero ya no sabremos cuál final es cuál…
Mención a la Mejor Ficción en el II Festival Iberoamericano de Cortos “Imágenes Jóvenes en la Diversidad Cultural”, organizado por la Fundación Kine.
Primer Premio en la Categoría Ficción en el Cuarto Festival de Cortometrajes “Hacelo Corto” organizado por la Secretaría General de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en noviembre de 2005.
Seleccionado para su proyección en el Primer Festival de Arte Joven Sub 18, organizado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en julio de 2005.
Seleccionado en el 2° Encuentro Nacional de Escuelas que hacen Cine y Televisión, auspiciado por la Dirección General de Educación de Gestión Privada, octubre de 2005.
Preseleccionado por el Comité de Artistas de Encuadres para su proyección en el 8º Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI).
EL CUARTO BLANCO (2005)
Cortometraje de Ficción. Duración: 8´40´´.
SINÓPSIS: ¿Qué tan condicionados estamos por lo que nos rodea? ¿Qué tan solo estás? ¿Qué tanto sabés del mundo y de vos mismo? Algo nos ciega, nos impide ver que estamos encerrados en un cuarto blanco.
Primer Premio a la Mejor Realización en el III Festival Iberoamericano de Cortos “Imágenes Jóvenes en la Diversidad Cultural”, organizado por la Fundación Kine.
Primer Premio en el Concurso de A ches del V Festival de Cortometrajes “Hacelo Corto”, organizado por la Secretaria de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
MATE AL OLVIDO (2006)
Cortometraje de Ficción. Duración: 8´15´´.
SINÓPSIS: ¿Qué harías si no pudieras recordar tu día de ayer?
UNA HERMOSA ROSA (2007)
Cortometraje de Ficción. Duración: 11´.
SINÓPSIS: Rosa es una adolescente con capacidades especiales. Luego del fallecimiento de su padre, debe enfrentarse a un mundo hostil donde la discriminación se
ha convertido en algo cotidiano. Pero ante su pedido, la ayuda caerá del cielo.
Seleccionado para su proyección en el V Festival Iberoamericano de Cortos “Imágenes Jóvenes en la Diversidad Cultural”, organizado por la Fundación Kine.
LA GRIETA (2012)
Cortometraje de Ficción. Duración: 5´ 08´´.
SINÓPSIS: En una sesión de terapia, Chiara cuenta que sueña lo mismo desde que tiene memoria. Ve una grieta en la calle, una puerta. Cuando llega a ella, se despierta. Volviendo a su casa, el conductor toma un camino nuevo que la inquietará...
Seleccionado para su proyección en el 12° Festival de Cortometrajes “Hacelo Corto”, organizado por el Programa Medios en la Escuela, del Ministerio de Educación de CABA, 2013.
LAS LLAVES DE OFELIA (2013)
Cortometraje de Ficción. Duración: 6´50´´.
SINÓPSIS: Una historia basada en “Continuidad de los parques”, de Julio Cortázar.
Seleccionado para participar del 13° Festival de Cortometrajes “Hacelo Corto”, organizado por el Programa Medios en la Escuela, del Ministerio de Educación de CABA, 2014.
MALDITA CONCIENCIA (2014)
Cortometraje de Ficción. Duración: 4´48´´.
SINÓPSIS: Un día en la vida de un joven que parece tener problemas con su conciencia. Ésta, pesimista, no hace más que complicarle la vida al pobre adolescente.
Seleccionado para participar del 14° Festival de Cortometrajes “Hacelo Corto”, organizado por el Programa Medios en la Escuela, del Ministerio de Educación de CABA, 2015.
Seleccionado para participar del Festival “Jóvenes en foco”, 2015
SIGILOSAMENTE (2014)
Cortometraje de Ficción. Duración: 6´05´´.
SINÓPSIS: Un joven alumno busca recuperar desesperadamente un objeto que su profesor le ha quitado y es muy preciado para él.
Seleccionado para participar del 14° Festival de Cortometrajes “Hacelo Corto”, organizado por el Programa Medios en la Escuela, del Ministerio de Educación de CABA, 2015.
PRÓXIMAMENTE (2015)
Cortometraje de Ficción. Duración: 5´15´´.
SINÓPSIS: Una serie de trailers de películas y programas de tv que nunca llegaron a la pantalla.
Seleccionado para participar del 14° Festival de Cortometrajes “Hacelo Corto”, organizado por el Programa Medios en la Escuela, del Ministerio de Educación de CABA, 2015.
INUTILMAN (2016)
Cortometraje de Ficción. Duración: 10´15´´.
SINÓPSIS: Un superhéroe muy particular se escabulle en los pasillos del Colegio.
EXPERIMENTAL (2017)
Cortometraje experimental. Duración: 6´23´´.
SINÓPSIS: Una experimentación con la imagen. Texturas, colores, sonidos, sentidos...
BASURA (2018)
Cortometraje de Ficción. Duración: 5´22´´.
SINÓPSIS: Realizado en el seminario “Hacer cine” 2018. Basado en el cuento “Basura”, de Luis Fernando Veríssimo.
CUALQUIER SIMILITUD CON LA REALIDAD (2019)
Cortometraje de Ficción. Duración: 5´26´´.
SINÓPSIS: Dos jóvenes ven una película en una noche de lluvia. Y la realidad y la ficción se empiezan a confundir...
MR. JONES (2019)
Videoclip. Duración: 1´44´´.
SINÓPSIS: Videoclip de este clásico de la música argentina.
BANANA PANCAKES (2020)
Videoclip. Duración: 3´28´´.
SINÓPSIS: Videoclip de Banana Pancakes, canción de Jack Johnson.
Este video fue realizado en cuarentena, por estudiantes del Taller de Realización Audiovisual del Colegio de la Ciudad. Fue presentado junto a otros trabajos en nuestra edición virtual #experienciaCiudad
TALLER DE INVESTIGACIÓN Y VIDEO DOCUMENTAL
EN EL NOMBRE DEL PADRE (2011)
LOS CURAS PALOTINOS EN BELGRANO
Corto Documental. Duración: 20´.
SINÓPSIS: A partir de entrevistas realizadas a sacerdotes palotinos, se reconstruye la relación entre la Iglesia, la dictadura y el Movimiento de Curas para el Tercer Mundo. Desde el análisis de las tensiones identificadas, se aborda la Masacre de San Patricio en la que cinco curas palotinos fueron asesinados en la Parroquia homónima en el barrio de Belgrano R. de la Ciudad de Buenos Aires en el año 1976.
Seleccionado para su proyección en el en 14° Festival Internacional de Cine y Derechos Humanos, Sección Escuelas, Instituto Multimedia DerHumALC, Cine Gaumont, mayo de 2012.
Seleccionado para su proyección en el V Festival Iberoamericano de Cortos “Imágenes Jóvenes en la Diversidad Cultural”, organizado por la Fundación Kine, 2012.
Proyección en el Encuentro del Programa Jóvenes y Memoria, Comisión Provincial por la Memoria, Chapadmalal, 2011.
BARRIO, TAL VEZ (2012)
Corto Documental. Duración: 11´.
SINÓPSIS: La murga pensada como una expresión de lo popular, herramienta de militancia y transformación social es aquí abordada desde los testimonios de la murga “Los Endiablados de Villa Ortúzar”. El impacto en el barrio y su tarea social.
Seleccionado para su proyección en el 15° Festival Internacional de Cine y Derechos Humanos, Sección Escuelas, Instituto Multimedia DerHumALC, Cine Gaumont, agosto de 2013. Proyección en el Encuentro del Programa Jóvenes y Memoria, Comisión Provincial por la Memoria, Chapadmalal, 2012.
MUJER BONITA (2013)
Corto Documental. Duración: 14´42´´.
SINÓPSIS: El documental trabaja sobre la participación política femenina. A través de entrevistas realizadas a militantes sociales, sindicales, estudiantiles y activistas culturales, se cuestiona la equidad entre los géneros a la hora de ocupar cargos y cumplir roles al interior de las organizaciones sociales.
Seleccionado para su proyección en el Festival “Mujeres en foco. Festival Internacional de Cine por la Equidad de Género”, V Edición, septiembre 2014, Cine de la Biblioteca del Congreso Nacional.
Proyección en el Centro Cultural España, Córdoba, 2014.
Proyección en distintos encuentros de organizaciones y movimientos sociales y debates sobre temáticas de género.
Proyección en el Encuentro del Programa Jóvenes y Memoria, Comisión Provincial por la Memoria, Chapadmalal, 2013.
POR FAVOR (NO) MOLESTAR (2014)
Corto Documental. Duración: 11´48´´.
SINÓPSIS: A partir de inquietudes colectivas en torno al orden social, sus actores, ritmos y tiempos; la investigación buscó indagar aquellos trabajos que son socialmente invisibilizados en la vida cotidiana.
Proyección en el Encuentro del Programa Jóvenes y Memoria, Comisión Provincial por la Memoria, Chapadmalal, 2014.
FELICIDADES (2015)
Corto Documental. Duración: 15´.
SINÓPSIS: Cumpleaños, fiestas y viajes de egresados, celebraciones religiosas y paganas… ¿Cuánto hay de rito comunitario? ¿Cuánto de influencia del mercado? ¿Cómo influyen las celebraciones en nuestras identidades?
Proyección en el Encuentro del Programa Jóvenes y Memoria, Comisión Provincial por la Memoria, Chapadmalal, 2015.
(DE)BAJO BELGRANO (2016)
Corto Documental. Duración: 13´29´´.
SINÓPSIS: “(de)bajo Belgrano” cuenta las historias de Abraham Hochman y Patricia Dixon, vecinos del barrio desaparecidos durante la última dictadura. Redescubrir, desde el presente, el pasado de nuestro barrio.
Proyección en el Encuentro del Programa Jóvenes y Memoria, Comisión Provincial por la Memoria, Chapadmalal, 2016.
Proyección en distintos encuentros con víctimas, sobrevivientes y familiares de la dictadura militar y diversos encuentros sobre temáticas vinculadas a derechos humanos.
AULA DE AMÉRICA (2017)
Corto Documental. Duración: 12´.
SINÓPSIS: Narra historias de vida de inmigrantes latinoamericanos y su experiencia como estudiantes en distintas universidades públicas argentinas.
Proyección en el Encuentro del Programa Jóvenes y Memoria, Comisión Provincial por la Memoria, Chapadmalal, 2017.
HIJXS DEL 2001 (2018)
Corto Documental. Duración: 12´ 52´´.
SINÓPSIS: La crisis de 2001 en Argentina y sus memorias; revisitada por la generación que nació por aquellos días.
Proyección en el Encuentro del Programa Jóvenes y Memoria, Comisión Provincial por la Memoria, Chapadmalal, 2018.
(DES)INFORMADXS (2019)
Corto Documental. Duración: 10´ 20´´.
SINÓPSIS: ¿Cómo nos informamos? ¿Cómo distinguir una noticia real de una “fake news”? Este trabajo se pregunta sobre el vertiginoso camino de la (des) información en las redes sociales.
Proyección en el Encuentro del Programa Jóvenes y Memoria, Comisión Provincial por la Memoria, Chapadmalal, 2019.
LARGA DISTANCIA (2020)
Corto Documental. Duración: 9´ 45´´.
SINÓPSIS: este trabajo se pregunta por las escenas cotidianas, por los vínculos, los pensares y sentires en plena pandemia y confinamiento.
Este video fue realizado en cuarentena y presentado junto a otras producciones del Programa Jóvenes y Memoria en la edición virtual #experienciaCiudad.
Lista de reproducción de Youtube con nuestra producción lmográ ca
CARA A CARA
por Jerónimo Arambasic
Ana oyó la puerta, corrió a la entrada, encontró los restos del cerrojo en el suelo, tomó el paraguas por el mango y recorrió el primer piso con cuidado. Nada.
Tranquila, subió al cuarto y se acostó al lado de su esposo. Con los ojos entreabiertos vio que un brazo sobresalía del armario.
-Querido, hay alguien en el armario- susurró mientras el extraño giraba en la cama y quedaban los dos cara a cara.
Jerónimo Arambasic, estudiante de 1° año 2003. Ilustración de Pepe Sabugo, 2° año 2003. Coloreada digitalmente.
por Sofía Soriano, 5° año 2017. Trabajo elaborado tras la visita al Museo de las Islas Malvinas, en el predio de la Ex ESMA.
UN PENSAMIENTO TRISTE
QUE SE BAILA
por Felipe Sokol
Tanto se ha disparado sobre el paso de moda del tango…, y la verdad es que yo cada vez entiendo menos a la gente. Y siento que lo que pasó de moda no fue tanto el género musical, sino que se transformó la formación musical y, entonces, cambiaron los gustos de las personas. En lo personal, yo crecí escuchando desde cantos gregorianos hasta música contemporánea. Pero nada me llegó tanto como el tango. Tengo casi quince años y toco el bandoneón. Es cierto que algunos asocian el tango con la “gente mayor”. Sin embargo yo observo, a la vez, como un auge de interés en la juventud que me parece muy bueno. En 2019 acudí a un concierto de la Orquesta Típica de la UNA (Universidad Nacional de las Artes), y el 90% de los espectadores eran jóvenes. No me sentí tan solo en esta atracción por el tango. Y creo que es signi cativo también a nivel nación, porque signi ca que tenemos un pueblo cada vez más oyente, que gana cultura abriéndose a otros géneros, aunque esté fuera de su ámbito cronológico.
Una vez, en una de las muestras de n de año, di un concierto con la Pequeña Orquesta del Colegio de la Ciudad. La gente quedó impresionada y sorprendida porque un chico de mi edad tocara el bandoneón. Para mí, esto resultó a la vez agradable y desalentador. ¿Por qué esa impresión positiva iba acompañada de una extrañeza en relación con el género? Yo creo que parte de la vigencia del tango está en el humanismo de sus letras, que siguen teniendo actualidad porque los hechos y sentimientos que relatan son representativos de la naturaleza humana.
Podrían citarse, por ejemplo, algunas letras de Pascual Contursi, Enrique Cadícamo o Santos Discépolo. Obras que relatan el desamor de un hombre abandonado, como en las primeras estrofas de “Mi noche triste” (1917) de Contursi: “Percanta que me amuraste, en lo mejor de mi vida, dejándome el alma herida y espina en el corazón”. Un retrato del sufrimiento por amor: algo que pasó, pasa y pasará mientras exista la humanidad. También están aquellos tangos que relatan las problemáticas sociales, algo también característico de los seres humanos, explicando así la
vigencia de letras como “Que vachaché” (1928) de Enrique Santos Discépolo: “¿Pero no ves, gilito embanderado, que la razón la tiene el de más guita? ¿Que la honradez la venden al contado y a la moral la dan por moneditas? ¿Que no hay ninguna verdad que se resista frente a dos pesos moneda nacional?”. Este tango relata el clima económico que se vivía en la Argentina de aquel entonces y, de alguna manera, anticipa la crisis de 1930. El mensaje que transmite sigue cargado de signi cación por más que haya sido escrito hace más de noventa años.
La tristeza es otro factor indispensable en las letras. Yo tenía una maestra de música que me decía que no le gustaba el tango porque era “triste”. Yo pienso que esa tristeza lo humaniza, lo acerca a la realidad, y uno se encuentra e identi ca en las trágicas y, a la vez, románticas situaciones que relata. El mismo Discépolo decía que “el tango es un pensamiento triste que se baila”. Si la tristeza en el arte fuera negativa, no leeríamos a Shakespeare: algunas de sus historias, como Romeo y Julieta, tranquilamente podrían ser representadas en algunos tangos. Hasta podríamos presumir que Shakespeare era tanguero antes del tango: basta escuchar “El día que me quieras” de Carlos Gardel y Alfredo Le Pera, que relata una situación tan romántica como trágica.
En n, yo creo que el tango nunca pasa de moda. Porque lo que transmite no pierde vigencia y se puede interpretar de múltiples maneras. Parte de esta validez, la construye la tristeza, que lo humaniza y lo romantiza.
Felipe Sokol es estudiante de 2° año 2020. El trabajo fue realizado en Prácticas de la Escritura. Ilustración: Morena Borysowski, 4º año 2020. Realizada en el Taller de Pintura.
A YOUNG GIRL’S DREAM
WHICH
DID NOT DIE WITH HER
por María Florencia Marelli
Anne Frank was 13 years old when she started to write in the diary her parents gave her as a gift for her 13th birthday. There, she wrote about her thoughts, about everything. A few days after receiving the diary she and her family had to move to a new place because her sister, who was 16 years old, had been ordered to go to a labor camp where she could die. Anne’s family moved to the Annex where they lived for two years during the Second World War not to be caught by the Nazis.
Anne Frank wanted to be a writer so she wrote in her diary and told it about her life and feelings. When the Nazis found them, Anne, her mother and her sister were sent to different camps and they died. Anne’s father was released when the war nished so he died when he was old. He could read and publish his daughter´s diary. He then opened a museum. In conclusion, Anne had a short life, with a lot of problems but she became very famous for her diary and she nally became a writer.
CONTAR
Sus páginas registran con claridad los inmediatos y accesibles encantos de las matemáticas, los que hasta un mero hombre de letras puede entender, o imaginar que entiende. Jorge Luis Borges, Discusión.
La llegada de la convocatoria de la Academia Nacional de Ciencias para el 5to Concurso de relatos “Contemos la Ciencia”, llevó a las áreas de Matemática y Lengua y Literatura a proponerles a los alumnos que escribieran ficción partiendo de alguna idea matemática.
En los dos cuentos que publicamos en estas páginas, los números —ese sistema aparentemente ordenado y racional— develan su naturaleza oculta, esa que los hermana con la literatura: el hecho de ser, en última instancia, una mera representación.
La vida en números
por Layla Ohanian
Sobre un escritorio ya desgastado por los años, un hombre de camisa azul saca de su maletín sus cuentas. Una vez más, llegó n de mes y con éste llegan las cuentas a pagar, que se amontonan en el escritorio color miel.
Lo que este hombre no sabe es que en el instante en el que abre el sobre recién llegado, el colectivo 19 está pasando por su puerta.
Dentro de ese colectivo, una mujer de camisa roja habla por su teléfono celular. A pesar de que no quiere llamar la atención de sus compañeros viajeros, no puede evitar levantar la voz cuando llora. La mujer de la camisa roja llora angustiada y cuenta al que está del otro lado que su nota en el examen no fue su ciente. La mujer de la camisa roja habla de que para qué tanto esfuerzo si luego un punto la derrumba.
Lo que esta mujer no sabe es que en el momento en el que pasa por la plaza en la que se debe bajar, dos chicos observan el colectivo.
Lo ven pasar y suspiran. Dos adolescentes, uno de camisa celeste y una de camisa rosa pálido. Se sientan en el banco de la plaza y se miran como lo venían haciendo esa tarde. Se toman las manos, tal como lo venían haciendo esa tarde, y se acercan el uno al otro, tal como lo venían haciendo esa tarde. Sus risas suenan juntas casi como una melodía ensayada. Solo necesitan la risa del otro para disfrutar de ese momento. Sí, fue una tarde hermosa y se sentían en el aire las ganas de repetirla, así que sólo se necesita un detalle: él toma valentía y le pide su número de teléfono. Ella acepta con una media sonrisa. Se escriben los números en papeles y los intercambian, y generan así otro roce con sus delicadas manos. Lo que estos dos chicos no saben es que en el momento en el que sus manos vuelven a tocarse, una mujer pasa por la plaza apurada.
Nerviosa y apurada. Así camina la mujer de camisa verde oscuro por la inmensa plaza. Llega tarde a la cita que tiene para renovar el documento. A la mujer de camisa verde oscuro no le gusta ir apurada, así que acelera el paso. Ahí está: el edi cio 2106 de la calle G. Vázquez. La mujer llega y suspira aliviada: por n. La llaman desde la casilla 4 por un micrófono. Se acerca y comienza el trámite. El número que de ne su identidad es 90.102.009. La mujer que la atiende se lo repite numerosas veces y la mujer de camisa verde oscuro asiente, pero no se da cuenta de que la mujer de enfrente le está dictando el número de persona que es.
Lo que esta mujer de camisa verde oscuro tampoco sabe es que en el mismo momento en el que la llaman a la ventanilla 7 para seguir llenando papeles, una mujer pasa caminando con su hija por el edi cio en el que se encuentra.
Las dos llevan puesta una camisa bordó. Se mueven parecido, con una forma de caminar peculiar. Hoy es el día 29 del mes 8 del año 2013, y la madre le prometió a su hija que le compraría una camisa nueva. Llegan a un lugar espacioso: un local de 30 metros por 35 metros. La búsqueda de la camisa comienza y comienzan los problemas. La madre grita del horror cuando ve el precio de la camisa que está en sus manos: 350 pesos, un precio que no se puede creer. La madre se le acerca a su hija y le plantea la situación: el precio no era lo que esperaba. Discuten sobre hasta dónde llega lo caro, sobre que lo bonito sale caro y lo barato también. ¿Dónde queda el precio de lo real entonces? La madre y la hija comienzan a discutir: ya está, es una pelea de madre e hija adolescente. La hija llora y abraza a la camisa nueva. La madre la quiere calmar pero es demasiado tarde: es un drama.
Lo que estas dos mujeres no saben es que en el momento en el que una vendedora se acerca a ellas a preguntar si está todo en orden, el auto que dejaron estacionado en la vereda de la vuelta del local está siendo remolcado.
Un hombre de camisa negra ve la situación y se ríe. Se ríe con maldad y felicidad al mismo tiempo. Piensa que qué suerte, que qué suerte que es lo su cientemente inteligente como para dejar su vehículo en un estacionamiento cuidado. Se ríe una vez más. Da una vuelta con su auto y lo ve: 24 horas abierto. Sonríe para sí ya que pudo encontrar el estacionamiento y se baja del auto para entregar las llaves.
Lo que este hombre de camisa negra no sabe es que su amante, una mujer de camisa violeta, se encuentra en la peluquería de al lado del estacionamiento.
La mujer de camisa violeta está discutiendo con otra mujer, una mujer de camisa lila. Se conocieron hace pocos minutos en la peluquería y se asombraron, ya que habían eligido el mismo color con el que teñir su pelo. Discuten sobre este hombre precioso que vieron en la televisión, este hombre y su edad. ¿34 años? Imposible. ¿48? Demasiado. No pueden ponerse de acuerdo en cuántos años aparenta este hombre y cuántos verdaderamente tiene. Discuten y discuten hasta que se termina la tintura.
Lo que estas dos mujeres no saben es que el novio de la mujer que les cambió el color de pelo por la tintura número 23 “rubio radiante”, acaba de abandonar la peluquería para retornar a su hogar.
Es un chico de camisa verde manzana al que le gusta pensar. Sin tener que esperar mucho tiempo, se toma el colectivo 19. Toma el primer asiento de la derecha de la la de 6 del fondo. Le gusta esa la, y más cuando le toca la ventana. Mira por su ventana y piensa. Puede ver con claridad que acaba de pasar tres paradas en las que paran los colectivos 165, 44, 151 y 93. Cuánto movimiento, piensa antes de quedarse dormido.
Lo que este chico de camisa verde manzana no sabe es que el colectivo en el que se encuentra acaba de pasar por la casa del hombre de camisa azul.
Y lo que tampoco sabe es que al lado de la casa del hombre de camisa azul, un pequeño de camisa amarilla acaba de volver del colegio. Se saca los zapatos y abre su mochila como de costumbre. Mira el reloj para que sus numeritos y sus agujas le indiquen qué momento del día es. Suspira: ya es tarde y tiene que hacer su tarea de matemática.
Layla Ohanian, estudiante de 4° año 2013. Ilustró: Chiara Jason, 4º año 2013.
4700.18
Este cuento obtuvo una Mención de Honor en el V Concurso Nacional de Relatos, Historietas y Cuentos cortos “Contemos la Ciencia”, organizado por la Academia Nacional de Ciencias de la ciudad de Córdoba.
por Natasha Arcuschin
Tic-toc tic-toc tic-toc tic-toc tic-toc. Cinco son los que suenan antes de que me despierte. Marcan la llegada de las siete de la mañana. Me despierto. Ciento treinta son los pasos que debo hacer para llegar a la estación. El tren sale siete y media. Tengo tiempo. Me aseo, me coloco mi traje negro y mi reloj. Tomo un café. Y parto. Un paso, dos pasos, tres pasos..., ciento treinta pasos. Llegué. En la estación compro el diario. Cinco pesos con cincuenta centavos. Leo la tapa y algunas páginas. No hay nada interesante. Es todo aburrido. Las mismas noticias de siempre. Tres sobre algunos asesinatos. Dos sobre problemas políticos. Escándalos. Paros. Problemas. Todas las noticias cuentan problemas. Algunas mejor contadas que otras. Pero todas iguales. Lo compro igual, por alguna razón me entretiene. Tal vez es el morbo de ciertas noticias lo que me guste. O el simple hecho de saber todo lo que pasa, a cada hora a cada minuto. No quiero perderme nada. Todavía faltan ocho minutos para que salga el tren. Hace calor. Voy al baño a lavarme la cara. Abro la canilla de la derecha. Cierro los ojos y me enjuago. Siento que estoy solo. Siento el silencio. Me asusta estar solo. Abro rápido los ojos y levanto la cara. En frente hay otra. Otra cara, es igualita a la mía. Es mi re ejo. Aquel espejo contiene mi cara. Una cara vieja y con arrugas, una cara ya gastada por el tiempo y envejecida por los años, una cara cansada y aburrida, como las noticias del diario que tengo en la mano. Miro más detenidamente en el espejo, no hay sólo una cara. Hay más. Son treinta. No, cuarenta. No. Muchas más. Quizás in nitas. ¿Pero cómo? Atrás mío hay otro espejo, que también re eja algo, no a mí, más bien, al espejo ubicado enfrente de mí, éste que contiene in nitos re ejos míos. Es extraño, son in nitos re ejos míos que me rodean, lo único que me separa de éstos es el espejo, porque todo lo demás es igual a mí. Demasiado igual. Un poco me incomoda. De repente uno de los miles de re ejos cambia. Se sale de la la de cabezas in nitas y me saluda. Tic-toc. Mi reloj indica las siete y veintiocho. Corro hacia el tren. Entro en el tercer vagón. Siete y treinta. Suspiro de tranquilidad y observo los asientos. Una sensación de frío me invade... Algo así como una sensación de tristeza. Hay muchos asientos vacíos. Mejor dicho, todos los asientos vacíos. Es raro, por lo general el tren va lleno sobre esta hora, siempre cargado de personas que se agarran unas de otras para no caerse. Pero no hoy. Esta vez estoy solo. Hoy no puedo percibir ni la prisa de la gente, ni el malhumor de las mañanas, ni el aire viciado. Nada. No hay nada ni nadie a quien percibir. Solo un olor, un olor extraño, es un olor desagradable, nunca había olido algo así.
Me siento en la cuarta la. Junto a la ventana. Me gusta la ventana.
A pesar de que en el vagón estoy solo, siento como si estuviera lleno. Es más, cuando me paro para bajar del tren, tengo esa sensación incómoda de estar esquivando gente para poder pasar. Me bajo del tren y doy cuatro pasos. Uno, dos, tres, cuatro. Grito. Cientos de cadáveres. No, dos mil. No. Muchos más. In nitos cadáveres. Todos esparcidos por la estación. Sin ningún rasguño, sin ningún golpe, como dormidos. Pero todos muertos, no tengo duda. Me doy vuelta horrorizado y vuelvo a gritar.
El tren del cual hace unos pocos segundos me había bajado está repleto de cadáveres. Son cien. No. Doscientos. No. Mucho más. Son in nitos. Todos acomodados en el tercer vagón. Ninguno tiene rasguños, ninguno tiene golpes. Pero están muertos. Estoy seguro. Espantado corro hacia el baño de la estación, mientras intento esquivar los cadáveres.
Me lavo la cara con la esperanza de que todo sea una ilusión provocada por el calor. Quizá sean las altas temperaturas que afectan mi sistema nervioso. Ilusiones.
El baño está vacío. Me enjuago. Levanto la cara. Otra vez aquellos in nitos re ejos de mi cara. Otra vez hay uno que se sale de la la. Pero éste, en vez de saludarme, saca un arma y me dispara.
Natasha Arcuschin, estudiante de 2º año 2013. Ilustración: Daniela Grün, 4º año 2014, realizada en el Taller de Pintura.
DONADO Y BALBÍN
EL ALCA: ¿UN PROYECTO HEGEMÓNICO
NORTEAMERICANO
O LA VÍA PARA LA INSERCIÓN MUNDIAL?
por Mercedes Bengochea, Laura Hakel, Francisco Hermo, Eugenia López, Agustín Prestifilippo, Agustina Roda Barceló y Natalí Zarankin
Desde 1994, 24 países de América están negociando lo que puede constituir el acuerdo de libre comercio más importante del planeta, el ALCA. Con una población de 800 millones de habitantes y un producto bruto interno combinado de más de 12 billones de dólares, superaría a otros acuerdos que se realizaron anteriormente1. Se prevé que el ALCA entraría en vigencia a comienzos del año 2005.
En 1994, durante la primera Cumbre de las Américas, el gobierno de los Estados Unidos lanzó su iniciativa para establecer un acuerdo continental. Propuso convertir al continente en un gran mercado donde se jen las reglas que deberían acatar todos los países sin importar su grado de desarrollo. Cuatro años después, se formaron grupos de trabajo y se estableció un comité de negociaciones comerciales; así, el acuerdo de libre comercio empezó a tomar cuerpo.
Desde su concepción, el ALCA trasciende un acuerdo comercial, ya que cada participante adquiere una serie de compromisos políticos que, entre otras cosas, se traduce en la necesidad de modi car legislación interna vigente para articularla a la propuesta norteamericana, y en la pérdida de distintos instrumentos para diseñar políticas de Estado.
Hasta el 2001, las negociaciones del ALCA fueron encaradas por los gobiernos en forma secreta, sin participación de la sociedad. En ese año, la fuerte presión de distintas organizaciones civiles de América Latina llevó a los gobiernos de la región a hacer públicos los borradores del proyecto.
Desde entonces, se generó un fuerte debate en las sociedades americanas en torno a la conveniencia de continuar con el proyecto. En ese marco de discusión, numerosos cientistas sociales se abocaron a investigar la problemática y sus consecuencias en nuestras sociedades.
1 El PBI de los Estados Unidos representa más del 80% del monto total indicado.
A partir de la extensa bibliografía especializada sobre la cuestión, intentamos identi car similitudes y diferencias entre los autores, de modo de caracterizar la existencia de posturas generales. Muy ampliamente, podemos sugerir dos miradas en torno al ALCA.
Por un lado, una postura crítica, que considera inconveniente para los países de América Latina la concreción de este proyecto. Se argumenta que el problema no es sólo el ALCA sino el avance de las privatizaciones y del capital trasnacional sobre los derechos sociales de las mayorías y sobre la relativamente escasa autonomía con que cuentan nuestros estados nacionales. Desde otra óptica, reconocemos una postura funcionalista, que sostiene que el ALCA es una forma de inserción en la economía mundial; la construcción de ese área sería la concreción lógica de los distintos acuerdos de integración subregionales que se vienen llevando a cabo desde hace dos décadas, tales como el Pacto Andino, el MERCOSUR, la ALADI y, más recientemente y con otros objetivos, el NAFTA.
LOS ARGUMENTOS PARA
LA POSTURA LIBERAL
FUNCIONALISTA
Siguiendo con la línea de la integración económica mundial en función de los potenciales bene cios que acarrearía, esta postura sostiene que el ALCA representaría una oportunidad, para el MERCOSUR y para la Argentina en particular, de mejorar el acceso de nuestros productos agrícolas a los mercados hemisféricos. Además se considera que podría potenciar la capacidad negociadora de la región en la Organización Mun-
dial de Comercio para desarmar el andamiaje de subsidios a la producción agropecuaria que implementan otros países y bloques económicos (como Japón y la Unión Europea). Sin embargo, esta postura no puede explicar por qué el ALCA podría presionar por una reducción de subsidios de otros y no resolver el problema de los subsidios que el gobierno norteamericano les otorga a sus productores agropecuarios. Por otro lado, se sostiene que un acuerdo con las características del ALCA permitiría desarrollar un modelo de crecimiento económico con mejoras en la calidad de vida de la población. Esta a rmación se basa en la idea de que la inserción en las corrientes económicas internacionales posiciona al país como receptor de inversiones y exportador de productos, todo lo cual derivaría en un crecimiento sostenido y en una disminución de los índices de pobreza por un incremento de niveles de ocupación laboral2
En esta postura se interpreta el funcionamiento del ALCA desde la siguiente lógica: el proteccionismo existente hoy es la causa de una asignación ine ciente de los recursos. Su eliminación, por lo tanto, optimizaría el acceso a bienes industriales y agrícolas a los diferentes mercados de la región. Ello llevaría a la especialización de cada país en aquellos sectores en los que tuviera ventajas comparativas. Para esas producciones, los mercados se ampliarían y expandiría el nivel de actividad. El comercio exterior se transformaría en el motor del crecimiento económico; las exportaciones se complementarían con importaciones no competitivas (por ejemplo, de bienes de capital) desde países con una producción más e ciente en otros campos de la producción, lo que se traduciría en un menor precio de compra. La especialización induciría el ingre-
2 Debemos recordar que el gobierno argentino que asumió en 1989 sostuvo estos mismos argumentos.
so de capitales en busca de las ganancias que se generarían en los sectores más dinámicos y, por lo tanto, se elevaría la demanda de la mano de obra.
En de nitiva, el ALCA se encuadraría en las recomendaciones de la teoría neoclásica que, desempolvando la teoría ricardiana sobre las ventajas comparativas, propone una liberalización regional lo más amplia y profunda posible, de modo que sea la “mano invisible” del mercado, o las decisiones privadas, las que orienten la búsqueda del edén social.
LOS ARGUMENTOS DE LA POSTURA CRÍTICA
En primer lugar, esta postura analiza las contradicciones o “ruidos” que presenta la propuesta. Por ejemplo, con el ALCA se pretende que los países del subcontinente latinoamericano sean territorio libre para las mercancías, por lo que se propone la eliminación de aranceles. Ello signi caría la desaparición de la producción local que no podría competir con otra, asentada en las grandes industrias transnacionales que tienen estrategias mundiales de expansión. Así, no sería ilógico suponer la existencia de “prácticas desleales” para apropiarse del mercado.
Además, la mayor parte de las empresas latinoamericanas se encontrarían con un mercado norteamericano poco propenso a la apertura ya que los antecedentes (y asimismo las propuestas actuales del ALCA) demuestran que frente al lobby empresarial, el gobierno norteamericano puede tomar medidas para salvaguardar sus capitales.
En el campo de las localizaciones industriales, se estima que los capitales se invertirían en aquellas zonas en las que los salarios resultaran más bajos o en las que la legislación respaldara la precarización laboral. De este modo, y en función de la
extensión de la práctica de bajos salarios, el conjunto de los trabajadores del continente se vería afectado por el acuerdo3. El ALCA propone consolidar la libre importación de alimentos, lo que llevaría (atendiendo a la experiencia de los últimos 20 años) a la generalización del agribussiness, es decir, a la inversión en la producción alimenticia de capitales especulativos. Ello derivaría en la crisis y posterior desaparición del campesinado. La migración y la pobreza serían el signo de los espacios rurales tradicionales, tal como acontece actualmente en México.
Esta propuesta de integración puede ser pensada como la culminación de lo que empezó el neoliberalismo en la década del 80, ya que plantea que los estados deben abrir los servicios educativos y de salud a la inversión y a la libre competencia. Los derechos sociales básicos, entonces, se mercantilizarían; del usuario ciudadano se pasaría a la categoría de consumidor solvente, millones de personas quedarían en la desprotección. La exclusión social se profundizaría porque el Estado ya no tendría capacidad de mitigar la problemática social. Por último, el ALCA plantea que ningún país podría prohibir las actividades de una empresa extranjera y que los inversores transnacionales no estarían obligados a nada, ni siquiera al sometimiento a los tribunales de cada país. Ello consagra el principio de impunidad jurídica y acarrea la desaparición de los códigos jurídicos vigentes, perfeccionados a partir de la Revolución Francesa.
A MODO DE CONCLUSIÓN
El ALCA esconde la necesidad de los Estados Unidos de rea rmar y extender su dominio sobre el mercado latinoamericano, en un contexto de creciente competencia en un mundo tripolar. Los movimientos y alianzas comerciales mundiales en formación muestran la consolidación de tres bloques de economías semi cerradas.
En este contexto, parece evidente que la producción norteamericana estaría destinada a los mercados americanos, los únicos que podría controlar fuertemente, como una forma de paliar las crecientes trabas que encuentra en los otros bloques para el ingreso de sus mercancías.
Revisando las propuestas del ALCA nos preguntamos, al igual que Fidel Castro: ¿De qué vamos a vivir?, ¿qué bienes y servicios vamos a importar?, ¿qué producciones industriales nos van a preservar?, ¿sólo aquellas de baja tecnología, de elevado consumo de trabajo humano y altamente contaminantes?
¿Se pretende acaso convertir a gran parte del tercer mundo en una inmensa zona franca llena de maquiladoras que ni siquiera pagan impuestos?
Con la implantación del neoliberalismo, en particular desde el Consenso de Washington, los países del tercer mundo han
3 Atendiendo a las consideraciones realizadas por otro grupo expositor en el presente congreso, que se abocó a estudiar el NAFTA, el problema de la generalización de la baja en los salarios afectó a amplias capas de trabajadores de EEUU y Canadá, enfrentados a los muy bajos salarios mexicanos.
ido perdiendo todo: aranceles que protegían sus nacientes industrias que generaban ingresos, convenios y asociaciones de productores; todos instrumentos para contribuir al desarrollo. ¿Qué ofrece el ALCA? ¿Debemos perder la poca autonomía política y económica que aún nos queda? ¿A cambio de qué? Sólo de la seguridad propia del neoliberalismo: la seguridad de la inseguridad, de los capitales provenientes de los países imperialistas conquistando nuestros mercados y apropiándose de nuestros recursos. Michael Crozier a rma que las libertades de unos se traducen en la falta de libertades de los otros. Nosotros decimos que las libertades del capital se traducen en nuevas cadenas que oprimen a los individuos y a las sociedades.
La seguridad de que se nos ofrece un futuro sin futuro social está re ejada en el hecho de que la libertad de circulación que sostiene el ALCA es para el capital y las mercancías, y no para las personas. Menuda contradicción, puesto que el sujeto de la explotación y el producto del trabajo asalariado y mercantilizado no encuentran límites en su expansión, mientras que la fuente creadora queda “sujeta a la tierra”. ¿No nos convertiremos en los siervos de la gleba del siglo XXI?
El Secretario de Estado del gobierno norteamericano, Collin Powell, a rmó que: “nuestro objetivo con el ALCA es garantizar para las empresas norteamericanas el control del territorio que va del Polo Ártico hasta la Antártida, así como el libre acceso a nuestros productos, servicios, tecnología y capital en todo el hemisferio”.
Queda en nosotros la decisión de si vamos a acceder a sus planes de dominación o si nos opondremos a dicha exigencia. Corremos el riesgo de ser encandilados por los números de la macroeconomía que, tal vez, mostrarían un incremento con la puesta en marcha del ALCA. Pero ese encandilamiento estaría ocultando los verdaderos efectos del proyecto: una fractura social sin antecedentes históricos en nuestro país y la exclusión y pobreza extrema de amplias capas sociales. La experiencia mexicana en el NAFTA es el espejo de lo que podría suceder.
Mercedes Bengochea, Laura Hakel, Francisco Hermo, Eugenia López, Agustín Prestifilippo, Agustina Roda Barceló y Natalí Zarankin, estudiantes de 5º año 2003. El trabajo fue presentado en el Congreso Interno de alumnos del Colegio de la Ciudad sobre el ALCA, realizado el 12 de noviembre de 2003, organizado en el marco de la materia Geografía Argentina, a cargo del profesor Juan Carlos Rima. Ilustración de Luna Chapur Martínez, 2° año 2015. (Laberinto inspirado en obra de Carlos Gorriarena, realizado en clase de Artes Visuales).
TILCARA PUEBLO
Me paro entre los muertos, junto a sus recuerdos, entre todo ese polvo, en sepia, las ores de colores de papel se hacen notar. Ellas no pueden fallecer, son eternas, entre cruces de piedra, de madera y fotos llenas de tierra, hay colillas de cigarrillos en los estantes de las camas de los no vivos, vasos de birra; para compartir un momento con aquellos que no pueden tocarnos pero sí podemos sentir, como la tierra sepia que siento en la piel.
Me paro ahí, entre los muertos y las montañas, me siento viva, me siento pequeña, lo siento conocido pero lo veo diferente, el sepia es mi pupila y el iris las coronas de ores. Ahora dejame llorar antes de que el viento sople el polvo de los recuerdos y lo haga antes, otra vez.
Seco mar de roca Hipnotiza de lejos. Reseca de cerca. El cielo descansa sobre ellas. Kilos de nubes me rodean.
Andrés Winocur
Miro por la ventana y escucho el corretear de los perros el sonar del viento que susurra verdades distintas paradójicas.
Busqué su quietud para inspirarme. Sin embargo comprendí que esa imagen estática era producto de mi mente acelerada.
Supuse una imagen congelada por un movimiento lento, casi imperceptible. Si mi cuerpo no fuese tan sedentario, mi mente no sería tan fugaz. Me asombraría por tus colores y tu ser genuino que se va transformando como ser humano en sociedad.
Lucía Ferrer
Un paisaje de escombros donde antes hubo gotas, o lágrimas, solo con mis pares e impares reunidos veinte pasos atrás: silencio absoluto dentro del vapor. Pienso si así será la muerte; cuando me interrumpen los gritos de festejo y decepción. Y siento cómo las lágrimas del superior empapan mi cabeza y un canto me hace volver para poder estar con los que en poco tiempo ya no estén más; pero el cambio de días y de estaciones no me va a alejar de todos.
Valentín Barbadillo Cadet
Una montaña que repentinamente saca una foto de un grupo de chicos. Los cardos que se pinchan con piernas diferentes.
El calor del día que enfría la noche. El silencio que se espanta con el llanto de los perros.
Una pipa que fuma el humo hecho tierra. El agua que es llamada por el sol sediento. Las quemaduras creadas por el descontrol.
Martín Dyszel
Comerciantes, extranjeros, jujeños. Saber de lo que no conocía, haciendo luz la oscuridad. La realidad de algunos y la mentira de otros. El sentimiento norteño con la aridez del lugar. Su lucha incansable, grandes guerreros.
Cultura rescatada, tradiciones imperdibles. Los colores de las llamas. La compra, la recompensa. Todos con sonrisas y monederos buscamos lo innecesario que queremos, más a pedir más a querer más a buscar para tener. Incas, españoles. Gente con resentimiento, gente con perdón, polvo en la mano, sudor en la frente Humahuaca.
Sofía Mendez Tito
El tiempo corre.
El viento lo alcanza lentamente. Tilcara pueblo vivo de luz que rebota en los espejos.
Pilar Rodríguez Longui
4º año 2016 en Tilcara, Jujuy.
GENESISMO
Dentro del Programa de Escritura en la Escuela, los estudiantes de 4to año aprendieron cómo se define un término y cuántas lenguas hablamos (por ubicación geográfica y temporal; por edad, educación y profesión; por situación y género; por preferencias individuales; etc.). Para poner en práctica estos conocimientos, inventaron un grupo social con ciertos hábitos en común y una lengua propia compuesta de neologismos (palabras nuevas creadas a partir de reglas del idioma).
por Germán Garbarini y Jano Squeri
El genesismo es un movimiento social conformado por personas de entre 15 y 35 años de edad que tienen en común el fanatismo por la banda Génesis y viven en Argentina.
Este grupo de individuos suele juntarse en espacios como plazas, festivales de música, casas o en algún bar donde toque alguna banda que tenga un estilo musical parecido al de Génesis. Los miembros generalmente son músicos que no llegaron a tener el éxito que esperaban (o que siguen intentando alcanzarlo) y, por eso, tienen diversos trabajos. Su pasatiempo favorito es hacer cosas relacionadas con el movimiento; ya sea crear a ches u organizar la próxima juntada.
El grupo está dividido entre aquellos a los que les gusta la época rock de Peter Gabriel y aquellos que se identi can más con la época pop que comenzó luego de retirarse Gabriel de la banda y asumir Phil Collins su liderazgo. Por esto mismo, físicamente se pueden ver dos grandes diferencias entre los miembros: por un lado, están los que copian la forma excéntrica que tenía Gabriel de vestirse, usando, por ejemplo, el disfraz de una or; y, por otro lado, están los que se pelan la cabeza (incluyendo mujeres) para asemejarse a la pelada de Collins. En cualquier caso, respetan los gustos de los otros y se llevan bien entre ellos. Durante un largo transcurso de tiempo entre todos decidieron juntar dinero por si alguna vez se presentaba la enorme oportunidad de que viniera a la Argentina, ya sea la nueva formación de Génesis o alguno de sus miembros solistas, y poder ir a verlos consiguiendo las mejores ubicaciones. Según los últimos datos, hasta el momento han juntado $16,40. Aparte de esto, el genesismo se mantiene en el tiempo gracias al evento que acontece una vez al año, el “Genepaloooza”, donde casi una docena de personas asiste para ver numerosas bandas tributo que homenajean las diversas épocas ya mencionadas. El repertorio del festival va desde el primer disco From Genesis to Revelation hasta la última producción musical, Calling All Station
Germán Garbarini y Jano Squeri, estudiantes de 4° año 2014. El trabajo fue realizado en clase del Programa de Escritura en la Escuela.
Diccionario del Genesismo
Genesismo: Sustantivo masculino. Movimiento social caracterizado por el fanatismo por la banda Génesis. E.g., “Ayer me uní al genesismo”.
Genesear: Verbo transitivo. Juntarse a tocar, escuchar o hablar sobre Génesis con otro/s individuo/s. E.g., “Me compré un disco de Génesis, ¿querés venir a mi casa a genesearlo?”.
Peter gabrear: Verbo transitivo. Acción de retirarse o irse de un grupo. E.g., “Ayer íbamos a juntarnos a tocar pero Freije la peter gabreó y se fue antes de empezar”.
Callingallstation: Adjetivo. Epíteto utilizado para referirse a alguien o algo como un fracaso. Este nombre proviene del último disco de Génesis que tuvo muy poco éxito. E.g., “¿Cómo no aprobaste la prueba de química? Sos un callingallstation”.
EN TRES LENGUAS
PROGRAMAS DE INTERCAMBIO ESTUDIANTIL
Desde 2004, junto con los viajes de estudio obligatorios para todos los cursos, el Colegio impulsa programas de intercambio estudiantil: durante dos semanas, los estudiantes que participan del Programa se alojan con las familias de los estudiantes de la institución que coparticipa, concurren como oyentes a clases regulares y realizan actividades culturales, con el objetivo de sumergirse de lleno en la lengua y la cultura que están estudiando. Durante estos años, Boston y San Pablo fueron nuestros destinos: amanecer en otra casa, estrechar vínculos con las familias, tener un “nuevo hermano”, ir a otra escuela, escuchar otra lengua, conocer otros profesores, nuevos grupos de aula, sostener las tareas, desplazarse por nuevos lugares, nuevos sabores, ritmos y costumbres... Entramado de experiencias de aprendizaje donde el uso de la lengua se convierte en una herramienta imprescindible.
Belmont, Massachusetts, Estados Unidos
El primer Programa de Intercambio lo realizamos en 2005 conjuntamente con Belmont High School, una escuela pública de Belmont, pequeña ciudad en los suburbios de Boston, cerca de Cambridge, sede de Harvard. Participaron tres contingentes de estudiantes de 4to y 5to año.
Además de la asistencia a clases, los participantes tuvieron la oportunidad de conocer Boston, Cambridge, Belmont y Salem: parte de su historia, su arquitectura, su música, su arraigada tradición universitaria y sus principales museos. Conocieron a su gente y sus costumbres: su alimentación, sus hábitos de consumo, su vida familiar, sus instituciones educativas. Hubo estas, encuentros y reuniones muy cálidas. A partir de la experiencia nacieron algunas amistades que se mantienen a lo largo del tiempo.
Sao Paulo, Brasil: redoblar la apuesta
Con seis ediciones en su haber, el intercambio con la Escola Da Vila ha ido tejiendo multitud de amistades paulistargentinas y articulaciones más que valiosas entre dos instituciones que se hermanan hasta en su nombre. Cada año, un grupo de estudiantes argentino viaja a San Pablo a hospedarse y vivir dos semanas a la par de sus “irmãos” brasileños. Esa Escola llena de verde tropical, los acoge en un abrazo donde cada cual va encontrando su lugar. Tiempo más tarde, nuestros estudiantes reciben a sus hermanos en su experiencia complementaria: los alumnos de la Escola participan de nuestras clases, talleres, festivales, viven entre nosotros. Llegan con sus propios objetivos de estudio e investigación sobre distintos aspectos de la cultura y la historia reciente argentina.
Ese desafío entusiasta, que comenzó a amasarse en 2009 y nos puso en contacto con Sonia Barreira -directora de la Escola- y con Fermín Damirdjian -orientador de la Escola y chaperón de lujo de los últimos años-, fue dando lugar a una experiencia que se consolida año tras año.
Los textos que siguen son testimonios de nuestros primeros intercambistas allá por 2010. Fueron producidos tras la experiencia, en el marco del Taller de Portugués del Colegio.
SE O MUNDO INTEIRO ME PUDESSE OUVIR...
Nada do que foi será
por Tadeo Luna, 3er año 2010
(...) As principais razões que a gente tinha para fazer o intercâmbio eram as mesmas: conhecer os costumes de uma família diferente, conhecer pessoas novas, conhecer um lugar novo e também passar por esta nova experiência. Em geral, as expectativas a respeito do intercâmbio eram muito variadas, mas mesmo assim parecidas em geral: ia ser uma experiencia nova, divertida e, por que não, arriscada, mas isso era parte da emoção.
(...) As aulas pré-viagem foram acompanhadas pela comunicação com os hospedeiros e suas famílias. E foi muito variada; em alguns casos foi muito boa, e os colegas aqui falaram muito com seus hospedeiros de lá; em outros, foi normal, contando alguns e-mails para nos apresentar e inclusive houve casos em que a comunicação foi ruim o teve problemas. Mais os e-mails foram só uma introdução, na viagem foi mesmo quando cada um soube como ia realmente tudo. De qualquer maneira, uma das coisas que gerou menos di culdades foi a barreira idiomática, que podia ser ultrapassada de formas diferentes.
Para concluir, algumas dicas que podemos dar para os futuros viajantes: fazer o intercâmbio, não pensar muito, abrir-se a experiências novas, aproveitar, ir sem preconceito nenhum e saber que sempre vai ter algum problema que superar, são coisas que têm que acontecer. Não tenha medo, porque lá a gente é recebida de braços abertos.
Procurando bem, todo mundo tem
por Adriana Barrera, 4to año 2010
Quando alguém viaja para um país que não conhece, onde o idioma e os costumes são outros que não os próprios, é freqüente imaginar que vai se encontrar com um mundo totalmente diferente. Mais isso não foi o que aconteceu quando nós fomos para o Brasil. Os meninos de nossa idade se parecem muito com a gente: usam a mesma roupa, tem os mesmos costumes, gostam de sair com amigos, de ir para baladas, de assistir a televisão e de bater papo pela internet e o celular. Porém, também tem algumas diferenças. Em minha opinião, os adolescentes (e as pessoas em geral) são muito alegres e sociáveis. Uma vez, a gente estava numa loja de roupa, no shopping El Dorado, e uma das meninas começou a tirar fotos dos outros. Quando o pessoal que trabalhava na loja percebeu, todos começaram a gritar “Foto! Foto!” e acabaram pousando nas fotos com a gente. Por outro lado, as famílias brasileiras também têm diferenças e semelhanças com as argentinas: os irmãos e irmãs brigam entre eles, mas sempre acabam se reconciliando; os pais às vezes moram juntos, outras separados, mas sempre passam tempo com seus lhos e têm trabalhos similares aos dos pais argentinos. É muito comum para as famílias ter vários empregados que façam as tarefas domésticas, porém nem sempre é assim. Além de tudo, em alguns casos, a vida de uma família pode ser muito corrida. A família que me recebeu em São Paulo era bem grande e todos treinavam algum esporte. O pai trabalhava até tarde, a mãe cuidava da lha mais nova enquanto organizava os treinos, as consultas médicas e as viagens de todos, as lhas saiam da escola e iam treinar por três horas, de segunda a sábado. Todos os tios e primos treinavam um esporte também. A gente sempre acabava muito cansada no nal do dia.
Acho que as diferenças entre costumes, além de di cultar um pouco a adaptação para alguns, são a parte mais interessante do intercâmbio. Se não houver diferenças, também não haveria intercâmbio. Por outro lado, as semelhanças sempre são uma grande ajuda nessas viagens, especialmente ao criar vínculos com as famílias e os novos colegas. O Brasil é um país que ca muito perto da Argentina, e portanto é muito semelhante. Contudo, ao mesmo tempo, é um universo completamente diferente. Isso, junto com o apoio e predisposição das famílias e colegas da Argentina e do Brasil, fez desta viagem uma das melhores experiências da minha vida.
Vivenciando os valores de outra sociedade O valor da diferença e do aprendizado
por
María Mir, 4to año 2010
É bem comum ter preconceito com as pessoas de nacionalidade diferente e, principalmente, de um país tão próximo como o Brasil.
Eu tinha escutado algumas características dos brasileiros, como que eles não gostavam muito de trabalhar e festejavam o dia inteiro ou que não eram pontuais nem cumpriam horários.
Mas a professora de português, Julia, ajudou-nos a compreender um pouco como a vida dos brasileiros é.
Aquilo que me fez compreender totalmente foi a viagem e conviver com eles e perceber que eles não eram mesmo assim. (...) As aprendizagens que o grupo fez durante a viagem foram o idioma, adaptação (vivendo na casa de outros, ingressando em uma classe já formada), convivência, interesses, ser mais independentes da nossa família, cumprir os objetivos que nos propomos, como com o trabalho sobre as Ilhas Malvinas. Este trabalho foi uma proposta para explicar a nossos colegas brasileiros o que é o con ito das Ilhas Malvinas e o que signi ca para os argentinos. Foi difícil falar português com meninos mais velhos, mas serviu para sentir que deixamos alguma aprendizagem na Escola da Vila.
O valor do afeto
por Iván Castellini. 4to año 2010
Eu acho que a experiência foi uma das melhores da minha vida. Eu vi e fui parte da formação de novos laços com novas pessoas, as quais desde o começo foram muito legais e muito corteses. Foi muito interessante chegar a um país com um idioma diferente, em uma escola com todas pessoas novas para mim, porque a gente nunca sabe que pode acontecer.
(...) O avião chegou a destino e, ao mesmo tempo, eu esqueci tudo o que havia aprendido nas aulas de português. Eu acho que foi pelos nervos.
Mas o melhor que eu podia fazer era deixar que todas as coisas uíssem sozinhas. E assim aconteceu. Foi muito legal mesmo, e muito agradável. E agora a gente tem em nossas mãos a decisão para continuar com os laços que pudemos construir.
Agora a gente tem a possibilidade de poder continuar a relação que fomos capazes de formar. Como? Não sei. Uma solução pode ser continuar com o intercâmbio pela vida toda. Indo e vindo de um país a outro. Combinado novas férias com eles, novos encontros.
O valor do amanhã:
Eu acho que, como qualquer mudança, como qualquer coisa nova, esta experiência vai ter alguma in uência no percurso escolar que temos pela frente. E como o intercâmbio foi de alguma forma um elemento novo na escola, eu acho que vai ter in uência no futuro.
O Colégio de la Ciudad já vinha fazendo intercâmbios com outras escolas do mundo, como com Estados Unidos. Diante da crise mundial, eu acho que assim como alguns caminhos foram encerrados outros foram abertos, como este que agora conecta a Escola da Vila com nossa escola. Aprender mais outro idioma, o português, para nós é uma oportunidade interessante já que nos permite abrir um novo panorama para o futuro. (...)
Estos trabajos, con fotos, fueron publicados en Internet: https://sites.google.com/site/cidadedavila
ACONTECERES
Después de leer Piedra, papel o tijera de Inés Garland, nos preguntamos qué lugar ocupa la historia dentro de la literatura. Nos propusimos entonces escribir relatos contextuados en momentos fundantes de la historia, pero sin nombrarlos directamente, creando narradores que cuentan sin saber exactamente qué es lo que está pasando.
por Miranda Myndlis
¿COSAS
DE GRANDES?
Me levanté un viernes a las siete para ir al cole. Bajé las escaleras despacito hasta la cocina. Mamá y papá se peleaban en el lavadero, igual que el día anterior. Cuando me vieron, se hicieron un poco los distraídos, también lo hice yo. Prendí la tele, pero lo único que daban era hombres de corbata hablando palabras raras. Palabras que no entendí hasta mucho tiempo después.
Luego de desayunar, mamá me dio la vianda y un beso en la frente. Era una costumbre de siempre y me hacía sentir seguro: mamá me daba un beso, me dejaba la marca de su labial rojo -que papá decía que era un gasto al pedo-, y luego me lo borraba lamiéndose la mano y frotándola sobre mi cara áspera. Por último, yo esquivaba la pila de papeles acumulados junto a la puerta y mis pies iban solos (porque todavía mi cara seguía dormida) hacia la Escuela N° 11, en la calle Balbín. Y así todos los días, sin ninguna preocupación. Tiempo más tarde empecé a notar minúsculos cambios dentro de esa rutina. Cuando bajaba a desayunar, los gritos de papá eran frustraciones interminables y las frustraciones se convertían en angustias. Mamá ya no se pintaba los labios de su rojo preferido y la pila de papeles desconocidos ya me llegaba hasta la rodilla. Mis padres no hablaban en la cena. La angustia llenó los huecos que quedaban de nuestro hogar y yo seguía sin atreverme a preguntar por qué. “Son cosas de grandes”, decía papá, pero la tele decía otra cosa. Mamá dejó de ir a terapia y los papeles que recibieron con el tan particular nombre de “deudas” se volvieron parte del piso.
Un día vino Carlitos a casa después del cole a hacer una tarea. Él había repetido un año y estaba conmigo en cuarto grado.
-Me voy a mudar a España con mis tíos, Juan.
-¿Cómo? ¿Por qué? -le pregunté.
-Mis papás ya no pueden pagar más el alquiler.
Yo no entendía. Me lo quiso explicar, pero justo llegó mamá del chino y nos pidió que la ayudáramos. No podía dejar de observarlo. La tele estaba prendida y él no la miró ni un segundo. Me dijo varias veces que no aguantaba ver tanto lío en la ciudad, pero yo no quería quedar mal por mi falta de conocimiento y asentía con la cabeza. A Carlitos le iba mal en las pruebas pero sabía mucho más que yo de la ciudad y sus con ictos. Sus padres estaban separados y se iba a mudar a Madrid con su mamá. Por un momento, deseé que no me pasara lo mismo, y muchos años después entendí que el quiebre en la sociedad también sería una grieta en mi familia como en la de todos. A los tres días, Carlitos se fue y no lo volví a ver.
Una noche, dos años después, estaba en la plaza de la esquina cuando empezaron a escucharse gritos, cacerolazos y un humo que se veía a lo lejos. Mi mamá me vino a buscar y me preguntó si yo sabía lo que era una manifestación. Me lo explicó. Me cerraron algunas cosas, pero no entendí del todo.
Ese año no tuve regalo del día del niño y papá me dio un par de sus remeras porque las mías ya me quedaban chicas. Un día se cortó la luz. Y, otro, papá empezó a volver del trabajo cuando yo ya dormía. Seguía sin comprender del todo sus peleas. “Qué será de esta casa...”, suspiraba mamá. “Y toda la guita que perdí…”, suspiraba papá, mientras golpeaba la mesa. “Nuevo presidente…” anunciaba la tele. Yo, mientras, me encogía de hombros.
por Felipe Fort y Nicolás Echezarreta Mazzia
-¡Mark! -es lo primero que escucho al despertarme.
-Qué…, ¿qué pasa, papá?
-Ya tenemos que irnos.
-Estoy yendo -digo, medio dormido todavía.
Veo a mi padre que se acerca.
-No te olvides de nada.
Sólo había llevado mi buzo, pero miro al costado para asegurarme. Mientras voy yendo al ascensor, papá está saludando a sus compañeros de o cina y agarrando las cosas. Pero de pronto de los saludos pasan a los gritos, me doy vuelta y mi mente analiza todo. Veo los fragmentos de cristal en el aire, a mi papá y a sus compañeros tratando de cubrirse; veo también algo grande, como una sombra, atravesando el edi cio, veo un reloj de pared que marca las 8:46. Ahí es cuando me doy cuenta de que hay un erro detrás de mí, me muevo hacia la izquierda y choco con un mueble. No veo. No puedo ver. Me agacho para evitar el humo.
-¡¡¡Paaa!!!
Me lloran los ojos y tengo la vista nublada. Cuando me agacho, me veo la mano y la rodilla derechas. Hay gente saltando del edi cio, es un panorama horrible. Con lo que me queda de voz vuelvo a gritar.
-¡¡¡Paaa!!!
Entonces veo otra mancha negra atravesando la otra torre.
-¡¡¡Paaa!!!
Nunca había estado tan asustado y siento algo en el pecho, un dolor…, no es físico. Trato de llegar a las escaleras, piso una viga caída. Lo último que veo es la ventana del edi cio. Sé lo que va a pasar. Me lo imagino y… sé que detrás de mí está el suelo, entonces yo…
Miranda Myndlis, Felipe Fort y Nicolás Echezarreta Mazzia, estudiantes de 1° año 2017. Los trabajos fueron realizados en clase de Lengua. Ilustración: Naiara García Zambrano, 3º año 2017, realizada en el Taller de Dibujo e Ilustración.
SÚPERFUEGOPLUS
La lectura de “El buitre” de Franz Kafka, disparó la idea de escribir una historia breve cuyo principio y final fueran sorpresivos, terribles, inesperados: trabajar con lo contundente.
por Julia Trajtermanera
Me atraganté con golosinas. Me sentía tan abrumado, que la sangre no corría. Tosí, pero mi dolor no cedía. En la casa no había nadie, así que me fui a dormir.
A la mañana siguiente, el dolor aumentaba. Quise gritar, pero la gomita de osito rojo sabor súperfuegoplus no me permitía emitir sonidos. Escuché al lechero pasar por la esquina, intenté pedir ayuda, pero el osito rojo se agarraba muy fuerte de mi garganta. Sentí sus pequeñas manitos tirar de mis amígdalas y su el ardor recorriendo mi saliva. “Tendría que haber elegido el verde”, pensé.
Sin embargo, lo hecho, hecho estaba. Procedí a preparar mi desayuno. Creí que si tomaba algo de leche fresca, el osito se soltaría de una vez por todas. Pero estaba equivocado, el oso se sujetó con más fuerza e hizo sangrar mi garganta. Caí al piso de la cocina como una pluma que no encuentra rumbo. Sentí al oso apoderarse de mi cuerpo y reencarnar en mí.
Pude ver a mi lado unos alfajores y, del otro lado, unas gomitas verdes. Estaba en el kiosco del peruano. Esperando que a alguien más se le ocurriera comprar el paquete de gomitas rojas sabor súperfuegoplus.
Julia Trajterman es estudiante de 4° año 2021. El trabajo fue realizado en clase de Lengua y Literatura. Ilustración: Aki Alonso, 2° año 2021, realizada en clase de Plástica.
MÍNIMAS HISTORIAS
Luego de haber compartido la lectura de “Hombrecitos”, un cuento de Enrique Wernicke en el que dos hermanos compiten por trepar a la parte más difícil de un árbol, los alumnos de 1er año escribieron estos textos en los últimos diez minutos de la clase del Taller de Lectura.
Había llegado a la parte más difícil. Era la hora de pedirle el divorcio, había que hacerlo. No sabía cómo decírselo, hasta que se lo dijo. Ella lo miró jo, sorprendida por lo que había escuchado. Él no sabía si esas lágrimas eran de felicidad o de tristeza. Ella se retiró sin decir una palabra. Fue a contárselo a sus amigas, a brindar con ellas…
Tomás Caso
Llegué a la parte más difícil. ¿Cómo lo haría? ¿Cómo respondería? ¿Cómo me expresaría? La sangre se me congelaba al igual que los nervios. Mi boca y mi lengua estaban selladas, mi corazón exaltado latía con miedo y angustia. Escuchaba el tic tac del reloj que parecía estar congelado. Horas, minutos, segundos pasaban por mi cabeza. Yo no dejaba de mirar la puerta inmóvil. Hasta que vi una sombra tras ella. Transpiraba y me comía los dedos mientras se escuchaba el ruido de las llaves. No tenía más aliento. Se abrió y ante mí se extendió una sombra que con voz muy grave me preguntó:
-¿Cómo te fue en la escuela?
-Eh… Un 5 en Biología, pa.
Julián Gurri
Llegó la parte más difícil. En ese preciso momento, el Rey Arturo desenvainó su espada y la blandió con todo su poder ante los caballeros invasores. Al llegar a la mazmorra se encontró con un mortífero dragón de cinco cabezas, mascota del terrible mago maestro Spellcostius. La lucha entre ambos fue mortal y destructiva. Al ver a Arturo muy cansado, el dragón le lanzó cinco bolas de fuego y…
Ariel Ayerza
Llegó la parte más difícil. Yo tenía el arma en la mano y estaba sudando de desesperación. Ya llegaba la policía. No sabía dónde esconderme. Miré hacia todos lados. Vi a mi compañero mirándome con cara de desesperación y a los rehenes llorando tirados en el piso; del otro lado, la caja fuerte. Se escuchaban las sirenas. Cada segundo que pasaba sudaba más y más, mi corazón se salía de mi pecho. No pude resistir el fracaso. Respiré profundamente, tomé el arma y apreté el gatillo.
Micaela Vainikoff Spinadel
Llegué a la parte más difícil. Nunca había tenido nada que perder, excepto el 20 de noviembre del 2005. Éramos dos jóvenes frente a frente, él medía 1,83; yo, 1,72. Sus brazos eran del ancho de mis piernas.
El estadio estaba colmado y ya habían despejado el ring. Le bastó un minuto para ser el mejor, y yo, que nunca fui nadie, ese día fui su víctima.
Valentino Casali
Llegué a la parte difícil: pegarle a mi amigo de toda la vida que había prometido que nunca iba a mentirme y que nunca iba a buchonear lo que nosotros hablábamos. Y una de esas dos cosas no la cumplió. Me mintió. Cuando mi puño ya estaba frente a sus narices, me di cuenta de que había sido sincero al decirme que mintió. Me arrepentí. Él esquivó la trompada y yo le agradecí.
Federico Caggiano
Llegó la parte más difícil. Nunca lo había logrado, pero estaba seguro de que esta vez lo iba a hacer. Miró su auto, miró la rampa: todo era silencio. Prendió el motor, apretó el acelerador y se despertó.
Leandro Rosenthal
Estudiantes de 1° año 2009. Ilustración de Paula Abramovich, docente de Arte Digital.
ENCUENTRO PODEROSO
ENTREVISTA ABIERTA A LA GARGANTA
por el equipo del Taller de Producción Periodística
Desde hacía varias semanas lo veníamos planeando: teníamos la suerte y la oportunidad de encontrarnos, en un cuerpo a cuerpo de intercambios, con integrantes de La Garganta Poderosa, esta singular experiencia de comunicación comunitaria cuya voz viene abriéndose paso desde hace tres años. No eran los mejores días. Kevin, aquel chiquito de 9 años y mirada profunda, acababa de ser asesinado por una bala que se coló en su casa de la Villa Zavaleta. La angustia, la tristeza, la bronca circulaban por entonces por las redes sociales y los vecinos le ponían el cuerpo a sus denuncias y a lo que, semanas más tarde, tomaría forma en la iniciativa de “control popular de las fuerzas de seguridad”.
Así y todo, en un esfuerzo que agradeceríamos enormemente, por aquellos días de principios de septiembre llegaban Alejandra y Agustina a nuestra escuela. Alejandra, 48 años, 44 como vecina de Zavaleta, hoy periodista y redactora de La Garganta. Agustina, rodeando los veintipocos, vecina de Villa Fátima y miembro de La Poderosa, organización social que nuclea ve-
cinos de varias villas en la resolución colectiva y comunitaria de los problemas comunes y de la cual La Garganta es “brazo literario” y herramienta.
Entre sandwichitos y gaseosa comenzó la charla. Alumnos, graduados y profes del Cole escuchábamos atentos, porque el relato de lo sucedido con Kevin dio lugar a otras historias, sensaciones e ideas. Alejandra compartió memorias y penas: su hijo asesinado por la Policía hace algunos años y la violencia institucional en su día a día, como moneda corriente en las villas. Y recordó el caso de Luciano Arruga y el de tantos otros pibes ninguneados o estigmatizados por los medios masivos y la sociedad. “¿Cuánto vale la muerte de un pobre?”, se pregunta Agustina y teje comparaciones con el manejo mediático del caso Ángeles, muy en boga por aquellos días. “Pero al dolor hay que sacarlo, hay que transformarlo y hacer algo con eso”, enseña Alejandra. La organización comunitaria se cuela entonces en el discurso, y aparece como respuesta en la experiencia de La Poderosa y su Garganta. Vecinos or-
ganizados, protagonistas de la lucha por todos los derechos vulnerados en cada ambulancia que no entra a los barrios, en cada pibe sin escuela, en cada maltrato policial, en cada política que promueve la “seguridad” reduciéndola a una baja en la edad de imputabilidad. Sobre todo esto nos hablan nuestras invitadas. “Ves a un pibe fumando paco y muchos dicen: ¡qué inconsciencia! Pero la inconsciencia en realidad es que la sociedad permita que esto siga pasando”, remata Agustina con una vehemencia que interpela y conmueve sentidos comunes. Nos cuentan que La Poderosa tiene su eje de trabajo en la urbanización de las villas, reivindicación que supone revisar y luchar por un montón de otros derechos asociados. Cuenta Agustina: “Se trata de organizarnos colectivamente para construir una herramienta que permita cambiar las realidades de nuestros barrios”. Y esa organización, en su demanda al Estado y en la resolución autogestiva de algunas carencias, “es la que permite transformarnos verdaderamente, sin generar lazos de dependencia o políticas asistencialistas que no sólo no cambian nada sino que a la larga nos perjudican”, continúa. Y si éste es el espíritu de La Poderosa, La Garganta –cuentan las invitadas- surge a pulmón a partir de la necesidad de proyectar una voz propia que contrapese las estigmatizaciones de los medios hegemónicos. Son los vecinos mismos, calzados en la piel de periodistas, quienes narran su propia realidad, con un compromiso, una prosa y una coherencia abrumadoras y con las premisas del trabajo colectivo y la horizontalidad como estandartes.
Se acercan las cinco y, mientras la conversación continúa, los
32 números que la revista ha sacado en sus tres años de vida circulan de mano en mano entre los relatos de “aquella vez que entrevistamos a Mujica”, o cómo fue el reciente viaje a Cuba o conversar con Messi sobre la desaparición de Jorge Julio López. “Es acercar realidades, y es demostrar que el ídolo es una persona”, explican ante la pregunta obvia por sus portadas características.
Y se hacen las cinco y sabemos que debemos dar cierre a este encuentro que, intuimos, será el primero de otros futuros. Conocer la posibilidad de otros “medios”, comunicación para otros nes; acercarnos a otras realidades, y en su voz propia, en su primera persona, como mínimo conmueve lo naturalizado y nos invita a leer entre líneas y, fundamentalmente, a hacer.
Para más información: www.lapoderosa.org.ar facebook/lagargantapoderosa
La revista puede conseguirse en kioscos de diarios de CABA y Gran Buenos Aires.
El Taller de Producción Periodística está coordinado por Flavia Affranchino y Luciano Beccaría. La actividad se realizó en articulación con Lucas Taskar, docente del Taller de Periodismo Deportivo.
TIMBRE Y MISTERIO
improvisaciones, el descanso entre clase y clase se sale de la rutina, se transforma. Son los recreos musicales: intervenciones organizadas por la Escuela de Música, en las que micrófonos, batería y otros instrumentos bajan al patio para que un grupo de estudiantes comparta sus canciones. El público son chicos y chicas con ganas de escuchar; y no falta quien se suma, de manera improvisada, al escenario. Tampoco quienes bailan, en las baldosas, cuando el ritmo empieza a ponerse lindo.
Los recreos musicales son una continuidad de toda esa música que brota espontáneamente en cada descanso; cuando guitarras y ukeleles salen a sonar en ronda o en soledad. Los recreos musicales requieren, claro, algo más de organización: buscar una fecha posible, ensayos previos, montar los equipos. Lo que pasa después no es poco: siempre hay alguien que estuvo escuchando y se acerca a proponer que la próxima quiere tocar; o quien se sorprende con un tema inesperado, o con súbitas ganas de aprender a tocar un instrumento, o de sumarse a un ensamble.
Breves, y sucediendo de vez en cuando, los recreos musicales sacuden las horas de todos los días y dan lugar a nuevos vínculos y exploraciones musicales. Un rato en el patio, tiempo que se hizo cuerpo y lo dejó con la música caminando por dentro.
UN COMBATE DULZÓN
por Rocío González
Okey, esto va a sonar re cualquiera, pero te juro por mi vieja que es verdad. Con á en mí, le pasó a mi viejo esto, vos escuchame que es alta historia, te la cuento exacto como me la cuenta él. La cosa va así. A ver. Era como el quinto o sexto día más helado de todo el invierno, yo tenía diez años. Era un sábado, bien temprano, de esos que está despejado el cielo y ni con la estufa a mil te calentás las manos. Cuestión que a mi viejo le gusta levantarse tempranito, a eso de las ocho y media, “para aprovechar más el día” y esas huevadas que te dicen siempre, pero por puro hábito lo hacen nomás. Él se abriga bien, baja, prende la radio bajito para no despertarnos y se pone a hacer el desayuno, el mate amargo de siempre y galletitas de agua con queso untable y mermelada.
La cosa empieza cuando mi viejo abre la alacena para buscar la mermelada, una casera, que le compran a una vecina medio vieja-medio loca, pero que es riquísima; no sabés, a lo que busca la mermelada y no había. Justo bajaba mi vieja y él le pregunta: “Isabela, ¿se terminó la mermelada?”; y ella le dice que no, que hacía dos días, ponele, que había ido a lo de la vieja a comprar varias para que duren un toque más. Y ambos se ponen a buscar en toda la cocina, abren toda puerta que podían encontrar pero no había un frasco en toda la casa, estaban los dos mirándose pensando dónde carajo podían haber puesto las mermeladas.
Mi viejo casi que no puede desayunar sin sus preciadas mermeladas, y le dice a mi vieja: “Belita, poné los manteles y terminá de calentar el agua, yo voy a comprar mermeladas”, ella lo deja porque ya se re conocen y se entienden los mambos. Mi viejo va, se cambia y sale con el auto al súper que quedaba cerca de la plaza con la estatua sin cabeza, ¿te acordás? Bueno, cuando llega, ve una bocha de gente y medio que intuye que estaban ahí por las mermeladas, pero no estaba taaaaan seguro, entonces, deja el auto donde puede y se acerca.
No entendés, pero no entendés el gentío que había, y todos decían por lo bajo “mermeladas, mermeladas, mermeladas” como hechos zombies por la falta de mermelada. En eso se sube uno de los cajeros o el gerente, no me acuerdo, con un megáfono y dice: “señores, estamos sin mermeladas, no llegan cargamentos hasta dentro de dos semanas, pero no tardaremos en avisar a las empresas para que podamos reponer lo más pronto posible”; y después mi viejo no escuchó nada más porque todo el mundo se puso re loco por unas mermeladas, ¿podés creer, boludo? Cualquier cosa.
Mi viejo no hizo quilombo, fue y se acercó a uno de los pibes que trabajaba ahí y le preguntó si esto era solo en este súper y le dicen que en todos estaban igual, que no había un jarro para vender y que parece que las habían robado porque el día anterior había y esa mañana no, una locura. Al toque llega la cana para calmar a la gente porque ya se estaban poniendo re loquitos pero no para tanto porque en cinco minutos mandaron a todos taza taza cada uno pa’ casa.
En casa desayunaron sin mermelada y así siguió el día; veían en la tele los noticieros por si decían algo, “la desaparición de las mermeladas”, “las investigaciones siguen en pie”, hubo una mujer re enojada que le dijo al reportero: “¡¡DEVUÉLVANLAS!!”. Creo que hasta el día de hoy no entiendo por qué tanto problema por unas mermeladas, andá a saber.
Cuestión que alrededor del mediodía, estábamos almorzando re tranca una sopita de cebolla que hace mi vieja que está mejor que pollo con la mano, una delicia, bueno, estábamos almorzando y el noticiero tira con mayúsculas: “EL FUERTE DE MERMELADA EN ASTORILA” y mostraban un re castillo hecho
todo de mermelada de cualquier tipo, durazno, higos, frutos rojos, tomate, damasco, naranja, hasta de zanahoria había. Astorila, boludo, ¿no te acordás? Era el terreno baldío, que iba a ser el edi cio Astorila y al nal no se hizo nada, siempre lleno de mosquitos en verano y en invierno a veces se hacían peleas de nieve. Si fuimos varias veces, chabón. Hacé memoria, As-to-ri-la. Si te digo que ahí al gordo de Lucas le pegaron alto bolazo en el ojo y se fue llorando y gritando a casa, ¿te acordás? Eeeeeeso, viste que habías ido vos.
Bueno, la cosa es que mi viejo agarró las llaves y fuimos todos a ver qué era esto del castillo de mermeladas, porque mi viejo hasta no resolver algo no lo para nadie. Llegamos y había una bocha de gente, todos los a cionados a las mermeladas estaban mirando el terrible castillo de mermeladas que había, era gigante. Pero si tengo una foto, tarado, vos escuchame y después te muestro. No se veía nadie alrededor del castillo y nadie se quería acercar por miedo, viste. A los tres minutos aparecen unos tipos en lo más alto del fuerte, y con un megáfono dicen, escuchá:
“Nosotros, credo de la viscosidad sana, alabadores de su celestial entidad semi transparente y frutal, nos jactamos de poseer mejores cualidades para alabar y cuidar de las sagradas mermeladas, que ustedes, viles ilusos, comen como si no fueran nada, por lo que decidimos tomarlas, preservarlas y protegerlas de ustedes”. Sí, boludo, drogados con cualquier cosa, no tengo ni idea, encima mi viejo siempre me cuenta que alguien dijo: “veganos de mierda”, qué tenía que ver, y todos empiezan a gritar: “¡hijos de puta, devuelvan las mermeladas!”, y esas cosas, pero nadie se acercaba, encima que no entendían nada, estaban cagados de frío. Y el tipo dice: “si las quieren de vuelta, tendrán que pelear por ellas. No hay otra forma”.
Hay como cinco segundos de silencio, en donde todos medio que telepáticamente se ponen de acuerdo, y después se lanzan a lo espartano hacia el castillo, gritando loquísimos, alto descontrol. Mi viejo la re captó y agarró a mi vieja y a nosotros y nos sacó de un pique de ahí antes de que nos trague la multitud, y nos quedamos mirando todo lo que pasó. Los tipos del castillo tenían cerbatanas, catapultas, granadas y pistolas de agua todas con mermelada, LOS ATACARON CON MERMELADA, y los otros tratando de sacar los potes de más abajo para derrumbarles el fuerte. Después había algunos que se pusieron a hacer bolas de nieve y con las cosas que se les caían a los boludos del castillo empezó el combate más bizarro y ridículo de la historia. Había otros que también se quedaron afuera, porque era todo un espectáculo, no sabés. El furor por las mermeladas llegó a durar tanto que unos se pusieron a cavar muros de nieve para defenderse de los proyectiles, los más grandes empujaban las paredes de mermelada para que quebraran; un completo caos.
La cosa cambió cuando la mermelada empezó a escasear mientras que la nieve no, y poco a poco se fueron rindiendo y la gente se atolondró por buscar su pote de mermelada antes que nadie, pero no había muchos. Mi viejo no se quiso meter con los loquitos y decidió no llevarse nada, y en cuanto la gente se empezó a ir, había algunos caídos que estaban embarrados de mermelada, no sé por qué la policía, los bomberos, las ambulancias llegaron justo cuando terminó; eso nunca lo voy a entender, porque los medios estaban ahí y grabaron todo. Sí, después buscalo en YouTube que seguro te sale.
Y bueno, a los “testigos de la mermelada” se los llevaron en cana por disturbios en la vía pública o algo así y se llevaron a algunos amermelados para que declaren y hagan cosas en la comisaría, vos me entendés.
Y nada, medio que ahí terminó la cosa, después estaban todos re tranquilos con sus mermeladas en cada casa, la tele decía: “¡ganamos la guerra!”, “¡destruimos el castillo!”, “CIVILES VENCEDORES”, así en mayúsculas, como si hubiera sido un enfrentamiento bélico de verdad, la re ashearon. Igual, lo que más me marcó fue que un compañero de laburo de mi viejo le dijo el lunes que le siguió a ese sábado, “qué respuesta les vas a dar a tus hijos si te preguntan, ¿qué hiciste en la guerra?”; o sea, la gente de verdad creía que había sido una guerra, nomás duró dos horas y era el equipo mermelada contra el equipo nieve, toda una manga de boludos peleando por unas mermeladas. Bue, no me creas, te lo cuento para que lo uses en tu trabajo de literatura, que la historia está piola.
Rocío González, estudiante de 5° año 2016. Ilustración: Miranda Baños Bellati, 2º año 2016.
IGUAL
Un monstruo escribe la palabra igual, y se da cuenta de que le aburre, por algo es monstruo, piensa.
Se imagina un mundo en el que la gente no lo mire, un mundo en el que la gente no se sorprenda, un mundo indiferente frente a lo diferente, y se siente abrumado, le quitarían su condición de monstruo.
¿Por qué querría dejar de ser monstruo?
Para ser educado y silencioso está el resto, si quieren sentirse bien, igualen cuentas, a mí, no.
NO QUIERO SER UN HIPERTEXTO…
por Lucio Romano
Toda mi vida me molestó el hecho de no pintar como lo hacía el resto.
Porque es de noche y no es culpa mía que la calle sea empinada y la luna esté llena, y que no pueda despegarme de este Kerouac que llevo dentro, como una voz de la sabiduría que me pisa los talones mientras me susurra muy despacio al oído, sin que nadie escuche, que muchos, muchos hombres han atravesado los mismos problemas espirituales por los cuales estoy pasando yo en este momento, que felizmente algunos de ellos guardaron registro de esos problemas y que están a mi disposición si quiero aprender de ellos… Sin embargo me pregunto si cuando Kerouac se pasaba las noches leyendo a Céline, la traducción del libro era tan mala como la pavorosa edición gallega que había llegado a mis manos, la cual no me permitía pasar más de cuatro hojas sin provocarme un rabioso ataque de neurastenia. No era feliz… A pesar de haberme desligado de la culpa de la calle empinada y la luna llena, el libro me había costado cuarenta pesos y la congoja era grande… ¿Por qué no compré Dossier de Paul Auster o El Vizconde demediado, cuyas ediciones había encontrado en excelente estado a mitad de precio? ¿Serán fracasos como estos los que le forti can el espíritu a uno? Una cosa era clara, con el dinero que llevaba encima podría tirar hasta que me muriera, en tanto y en cuanto sucumbiera en las siguientes veinticuatro horas. Necesitaba despejar mi mente, gurarme los próximos pasos y el acuario parecía el lugar indicado.
Nunca fui muy admirador de los peces. Les temía. Creo que de no haber sido por la proximidad de otros visitantes, no me hubiera atrevido a quedarme solo. Sin embargo, entre el grupo, divisé a dos coloridos escualos que lograron llamar mi atención. No concluí en nada, me marché.
Lejos del acuario no hacía más que pensar en ellos, era como si me in uyeran a distancia; tal vez esos dos organizaron una cacería para entretenerse, tal vez huyen de un tercero, tal vez el primero es perseguido a pesar de su inocencia, tal vez el segundo quería matarlo y yo no quería ser cómplice del crimen, tal vez ninguno de los dos sabe nada del otro y se dirigen corriendo cada uno por su cuenta hacia la cama, tal vez son noctámbulos, tal vez el primero porta armas. Tal vez estaba diciendo sandeces, hablaba de los peces como si fueran personas, era obvio que la falta de alimento en los últimos días comenzaba a afectarme. Me estaba convirtiendo en un artista del hambre… ¡Qué idiota!, pensé. Comencé a correr para castigarme, dejando atrás una calle tras otra, instigándome a seguir con mudos escarnios, regañándome silenciosa y furiosamente cada vez que sentía deseos de detenerme. Con la ayuda de estos estímulos llegué a la avenida Rivadavia. Cuando por n me detuve, al borde de las lágrimas por la furia que me producía no poder seguir adelante, mi cuerpo entero temblaba y me dejé caer en el portal de una casa. “No tan rápido”, me dije. Y para torturarme aún más, me incorporé y me forcé a permanecer de pie, riéndome de mí mismo y recreándome en mi propio agotamiento. Por n, después de unos minutos, incliné la cabeza y me permití sentarme, aunque elegí el rincón más incómodo del portal. Entonces, el universo físico se detuvo.
Lucio Romano, estudiante de 5° año 2004.
EL OTRO BARILÓ
Un viaje de egresados distinto. Modelado y vivido juntxs como celebración de una historia colectiva. Un cierre en sintonía con años de experiencias compartidas.
Parar
me al borde del precipicio respirar viento helado sin importar que se me enrojezca la nariz. Que la nieve nos preserve jóvenes que deje estático este movimiento y me lo regale.
SHAKESPEARE RECARGADO
Se dice por acá que al momento de estrenar su obra Macbeth, William Shakespeare decidió dejar afuera algunas escenas. Y que, según parece, fueron encontradas recientemente en clase de Lengua y Literatura de 3ero.
por Ornella Petri
DESPUÉS DEL ACTO III
(Lejos del castillo de Dunsinane, donde reina Macbeth)
Fleance: -Que nuestros caballos fueran veloces y de andar seguro. Esas fueron las palabras que Macbeth dejó salir de su boca para dirigirse a mi padre. Ahora lloro por él. Anhelo que reencarne para caminar junto a los mortales. Que esta lluvia percibida por el gran Banquo antes de caer sea el anuncio de su cercanía. Me gustaría sentirla pronto nuevamente.
(Fleance solloza. Toma asiento en el camino, al lado de los caballos, quietos como la noche misma)
¡Oh, debo serenarme y ser fuerte ahora! No derramaré ni una sola lágrima más por mi padre. Debo suavizar mi ceño adusto y convertirme yo mismo en ese hombre. Lucharé hasta que el acero de mi espada se parta por la fuerza de mi venganza, no descansaré hasta que quienes lo mataron paguen con su sangre. La piedra recorrerá los caminos marcados por la suerte, guiada siempre por el transitar de su primer impulso. Me reuniré con los aliados de mi padre. Su muerte será el momento más recordado para que no haya sido en vano. Lo recordaré con dulzura cuando cada noche cierre mis párpados y le relataré mis increíbles hazañas. Estará orgulloso de tener un hijo tan valiente, puedo estar seguro de eso.
(Se levanta y comienza a alejarse)
por Juan Erijimovich
ENTRE LA ESCENA DOS Y LA ESCENA TRES DEL ACTO III
(Los asesinos entran en escena. Se encuentran camino al palacio de Macbeth, pasan por un páramo. Entran las brujas. Empieza a llover. Truenos y relámpagos)
Asesino 1: ¿Quiénes son ustedes, horribles mujeres de la oscuridad, esa que construye las más horribles prisiones en la mente?
Asesino 2: Vengan a la luz, no se escondan en las tinieblas.
Asesino 3: Acérquense. O verán cómo nosotros, manchados con sangre por lo ocurrido en ese tiempo que ya es pasado, la renovaremos con la suya.
(Las brujas se acercan)
Bruja 1: Al amenazarnos, gran precio van a pagar.
Bruja 2: La violencia no podrá ser completa en sus corazones.
Bruja 1: Al hijo de Banquo no mataron. Puedo ver en sus semblantes, una vez más, que lo bello es feo y lo feo es bello.
Bruja 3: Si lo hacen, si a Fleance matan; los ojos que a ustedes guían no volverán al dulce país de los sueños, donde, cual águilas en vuelo, ahora son libres.
¡Hermanas, oigan parpadear a los grillos encendidos como nunca! ¡Los truenos golpean los cielos! ¡Oigan los suspiros de los murciélagos, siguen despiertos y vuelan alrededor del castillo de Macbeth!
Bruja 2: ¡Difícil torcer las predicciones escuchadas en esta noche, en este mundo! Serán esclavos de la realidad, esclavos del cansancio, por el resto de sus vidas.
Asesino 1: Sí, Fleance vivirá, pues así forjaremos nuestro destino, bondadosos sicarios. ¡Que Fleance escape de la terrible Escocia que predice el color rojo cubriendo el futuro!
Ornella Petri y Juan Erijimovich, estudiantes de 3° año 2018. Ilustración: Estefanía Álvarez Milite, 3º año 2018, realizada en el Taller de Dibujo.
UNITARIOS CONTRA
LA ESPADA, LA PLUMA Y LA NAVAJA
por Tao Plante y Daniela Sáez Feliú
En un contexto de disputas ideológicas y enfrentamientos, no es de extrañar que éstos se hallen representados en la literatura, desde diferentes perspectivas y con distintos valores en juego. En este trabajo, decidimos concentrarnos en el concepto de víctima y, en efecto, encontramos que tanto en el Martín Fierro de José Hernández, como en el Facundo de Domingo Faustino Sarmiento, y en El matadero de Esteban Echeverría, aparece la noción de víctima encarnada por un personaje que representa a un grupo determinado. Analizamos a estos personajes y a aquellos que se presentan en cada relato como victimario
Martín Fierro: el sacrificio
La palabra víctima siempre estuvo vinculada al concepto de “sacri cio”. Una de las de niciones del diccionario de la RAE considera víctima a aquella persona o animal “sacri cado o destinado al sacri cio”. Esta acepción se adapta perfectamente a la historia del gaucho Martín Fierro y su visión de la sociedad argentina en la etapa posterior a la caída de Rosas.
La victimización del protagonista y del gaucho en sí es una herramienta utilizada recurrentemente por el autor para provocar la identi cación del lector con este personaje y justi car sus actos. Más allá del objetivo ideológico detrás de esta maniobra, Hernández poseía una nalidad especí ca que describe en la Carta aclaratoria a D. José Zoilo Miguens:
No le niegue su protección, Ud. que conoce bien todos los abusos y todas las desgracias de que es víctima esta clase desheredada de nuestro país (…). Pero mi objetivo ha sido dibujar a grandes rasgos, aunque fielmente, sus costumbres, sus trabajos, sus hábitos de vida, su índole, sus vicios y sus vir-
tudes; ese conjunto que constituye el cuadro de su fisonomía moral (…). Una palabra más, destinada a disculpar sus defectos (…). Y con lo dicho basta para preámbulo, pues ni Martín Fierro exige más, ni Ud. gusta mucho de ellos, ni son de la predilección del público (…).
A diferencia de los textos del género gauchesco anteriores, en el Martín Fierro la intención no es hablar como el gaucho y utilizar su dialecto, sus costumbres y sus valores para burlarse de él, sino hablar desde él y así retratar “sus trabajos, sus desgracias, los azares de su vida de gaucho” y situarlo en el lugar de mártir.
Esta caracterización se efectúa a través de una historia relatada por un gaucho, a quien el Ejército unitario obliga a abandonar su vida rural, su pareja, sus hijos, su trabajo y su distracción más preciada: el canto.
“Cantando estaba una vez
En una gran diversión, Y aprovechó la ocasión
Como quiso el juez de paz
Se presentó, y ahí nomás
Hizo una arriada en montón.
Formaron un contingente
Con los que en el baile arriaron; Con otros nos mesturaron
Que habían agarrao también; Las cosas que aquí se ven
Ni los diablos las pensaron”.
El protagonista es obligado a partir hacia la frontera para desempeñar supuestas funciones militares, sin alternativa alguna. Aquí se ve el concepto de sacri cio: el Ejército lo sentencia a una vida sacri cada, repleta de di cultades, peligros y miseria, obligándolo a defender intereses ajenos a los propios. Esta situación se mani esta en los permanentes abusos ejercidos por los o ciales y los constantes ataques indígenas.
“Así en mi moro, escarceando, Enderecé a la frontera; ¡Aparcero, si uste viera
Lo que se llama cantón…! Ni envidia tengo al ratón
En aquella ratonera.
En la lista de la tarde, El jefe nos cantó el punto. Diciendo “quinientos juntos
Llevará el que se resierte Lo haremos pintar del juerte, Más bien dése por difunto”.
Es decir, el lugar de la víctima en este caso está íntimamente relacionado con la idea de estar destinado a renunciar a todo aquello que lo identi ca y, por consiguiente, a sacricarse. Según Martínez Estrada:
La imagen moral de Martín Fierro nos pone en su favor, y en seguida sentimos que, efectivamente, es un hombre de bien, con nobles prendas humanas que han deteriorado el clima en que vive (…). Lo vemos actuar como fuera de su carácter, arrancado de sí y puesto en un papel obligatorio, tal como la vida verdadera juega con nosotros obligándonos a vivir una biografía que hasta cierto punto no nos pertenece (…). Ésta es la imagen que el autor tuvo de su héroe, y no podremos comprender nunca su pasión y el énfasis redentor que puso en él, sino entendiendo que la historia de los hechos no penetra en el alma del actor para malearla y sí más bien para ennoblecerla con ese signo fatídico del sacrificio como víctima expiatoria de una injusticia de dimensión social 1
Martín Fierro es el padecido destinatario de una serie de injusticias sociales causadas por la hostil dominación de un grupo hacia otro. El autor intenta explicar cómo la vida lo obliga y lo expone a transitar un camino que le es impropio y extraño.
Facundo y El matadero: la violencia
Retomando las de niciones de la RAE, nos detenemos en la tercera de nición que expresa que víctima es aquel ser que padece daño por culpa ajena o por causa fortuita.
1 Martínez Estrada, Ezequiel (1948). Muerte y transfiguración del Martín Fierro. Buenos Aires, Editorial Beatriz Viterbo.
Esta de nición presupone la existencia de un factor externo que causa perjuicios y padecimiento a un individuo o animal, sin que esto implique necesariamente contacto directo entre ambos. Es, entre todas, la que más se adapta al sufrimiento de los círculos intelectuales unitarios de Buenos Aires con respecto a los grupos federales y rurales, y la que se re eja permanentemente en El matadero de E. Echeverría y en Facundo de D.F. Sarmiento.
En el relato de Echeverría aparece de forma cruda el tema de la violencia y la hostilidad del federal. Según Piglia, El matadero vendría a narrar la misma confrontación [que en Facundo] pero de un modo paranoico y alucinante consistente en internarse en el territorio enemigo2. El daño padecido es efecto de un contacto directo con ese enemigo. La víctima es acechada por un conjunto de individuos que se describe a la manera de bestias salvajes; se trata de una pandilla que cae como “buitres sobre la víctima inerte”.
“Atolondrado todavía, el joven fue lanzando una mirada de fuego sobre aquellos hombres feroces (…). Matasiete, dando un salto, le salió al encuentro y, con fornido brazo, asiéndolo de la corbata, lo tendió en el suelo, tirando al mismo tiempo la daga de la cintura y llevándola a su garganta. (…) -¡Insolente! Te has
2 Piglia, Ricardo. (1993). “El matadero y el lugar de la ficción”. En: La Argentina en pedazos. Buenos Aires, Ediciones de la Urraca.
embravecido mucho. Te haré cortar la lengua si chistas. Abajo los calzones a ese mentecato cajetilla, y a nalga pelada denle verga, bien atado sobre la mesa (…)”.
El autor, a diferencia de Hernández en Martín Fierro, opta por efectuar la operación de la victimización del personaje unitario desde una perspectiva ajena al relato, a través de un narrador de conocimiento relativo. Sin embargo, basta con detenerse en estos fragmentos para detectar la extremadamente negativa visión de los grupos rurales-populares, que funcionan no sólo como victimarios, sino como verdugos y torturadores sanguinarios. Para resaltar esa idea, utiliza la dignidad, el honor y el lenguaje elevado del unitario en contraposición con la sed de violencia, el salvajismo y el lenguaje vulgar del federal.
“-Ya te amansará el palo.
-Es preciso sobarlo.
-Por ahora verga y tijera.
-Si no, la vela.
-Mejor será la mazorca.
-Silencio y sentarse- exclamó el juez, dejándose caer sobre su sillón. Todos obedecieron, mientras el joven de pie, encarando al juez, exclamó con voz preñada de indignación:
-¡Infames sayones!, ¿qué intentan hacer de mí?”
De este modo, y a partir de esta suma de estrategias, el lector se identi ca con el intelectual unitario y desarrolla, a medida que transcurre la historia, un fuerte repudio hacia los grupos federales que en ella se representan.
En Facundo vemos el mismo proceso, sólo que en este caso no se trata de cción sino de una historia vivida en carne propia que es narrada por el mismo autor, con el n de victimizarse tanto a sí mismo como al sector al que pertenece. El autor enfatiza el carácter persecutor, tosco y vulgar del habitante rural, catalogándolo de bárbaro, salvaje, incivilizado y demás. Esto aparece continuamente a lo largo del texto, en descripciones, pequeñas anécdotas y caracterizaciones. En la Introducción, Sarmiento narra un pequeño incidente que es un buen ejemplo de la despectiva imagen del “bárbaro federal”.
“A fines del año 1840, salía yo de mi patria, desterrado por lástima, estropeado, lleno de cardenales, puntazos y golpes recibidos el día anterior en una de esas bacanales sangrientas de soldadesca y mazorqueros. Al pasar por los baños del Zonda, bajo las armas de la patria que en días más alegres había pintado en una sala, escribí con carbón estas palabras: On ne tue point les ideés. El Gobierno, a quien se comunicó el hecho, mandó una comisión encargada de descifrar el jeroglífico, que se decía contener desahogos innobles, insultos y amenazas. Oída la traducción, “Y bien -dijeron-, ¿qué significa esto?...”.
Nuevamente, se busca que el lector se identi que e incluso compadezca al protagonista. Sarmiento inicia su obra con una anécdota sobre el maltrato recibido por la Mazorca y, desde el exilio -lo que marca el per l que poseerá el relato que es el
mismo que el de El matadero-, poner al unitario en el lugar de mártir y a los restauradores en el lugar de eros sanguinarios. Otro recurso que fue analizado en el relato de Echeverría y que gura también aquí es el del lenguaje elevado como indicio de conocimiento e intelectualidad; no sólo les resulta imposible a los grupos federales comprender la cita en francés, sino que tampoco pueden entenderla una vez traducida: escapa a su nivel de comprensión. De este modo, resulta inevitable identi carse con el protagonista culto y conocedor, y concordar con él mismo en que el razonamiento y la cultura federal son paupérrimos y limitados.
Vemos que a pesar de sus indiscutibles diferencias y su ferviente enemistad, ambos grupos convergían en un punto común: el considerarse víctimas de la inhumanidad del otro. Ante su insensibilidad, su crueldad y su carácter impío, los protagonistas se encuentran expuestos al daño y se ven obligados a responder como pueden para defender su propia vida. Esto justi ca cualquier acto que pueda ser puesto en tela de juicio por el lector: las terribles condiciones en las que el rival sitúa al personaje son extremas y la reacción del mismo no puede ser juzgada.
Tao Plante y Daniela Sáez Feliú, estudiantes de 5° año 2009. El presente texto es una adaptación de un trabajo monográfico realizado para la materia Literatura.
Ilustración: Malena Benz, 3º año 2016 , realizada en el Taller de Pintura.
HACER ESCUELA EN EL ESPACIO PÚBLICO
“Durante nuestro paso por el Colegio estuvimos involucradas en diversos proyectos que nos situaron en relación con el espacio público: desde la transformación de una plaza en un espacio de intercambio artístico, hasta llevar el aula a la vereda para una clase pública. Habitar el espacio público como un medio cargado de intención: concebirlo como terreno de disputa y como tierra fértil de lo transformable”.
“Estas propuestas tienen como esencia la construcción progresiva de una conciencia de responsabilidad e involucramiento. Cada una de ellas fue aportando en nosotras la costumbre de llevar las ideas a lo concreto, de intervenir los espacios, de involucrarnos con el otro y con lo público”.
“A pesar de pertenecernos a todos, en el imaginario colectivo el espacio público nunca está pensado como tal. La propuesta con la que lo intervenimos incide en la dinámica social transformando aquella despersonalización; es la invitación a una ´reconquista´ de lo público como aquello que nos pertenece”.
“Es construir la intervención entendiendo al arte, más que como un n, como una excusa, un medio de búsqueda y juego en donde la clave no está en el contenido sino en la forma. Utilizamos el arte como canal a través del cual generar pensamiento, aprendizaje, cuestionamiento, encuentro, deseo”
“Intervenir con la vocación y la intención de transformar, comunicar, aportar, recibir; y no de cualquier forma: la apuesta es desde y con la alegría como motor, como herramienta de lucha y resistencia. Intentar que la individualidad con la que vivimos el espacio público mute en lo colectivo, en acción. Apropiarnos del espacio para que se vuelva de todos”.
FESTIVAL ARTE EN LA PLAZA 2019
Los textos son fragmentos de la ponencia “El espacio público como espacio transformable y de transformación”, presentada por Valentina Álvarez Rossini, Martina Davalli, Delfina Gonzales Chaves y Bianca Melman, egresadas 2018, en el Primer Congreso Interno Colegio de la Ciudad, 31 de agosto de 2019. Fotos: Lule Franco.
UNIVERSO
por Manuela Gené ra
El universo debería darnos algún reconocimiento a las que meamos paradas en un baño cuya puerta te frena las rodillas.
Desde siempre elijo ir al baño de arriba. Como hay más inodoros, tengo la chance de encontrar uno más limpio. Mi abuela me enseñó a ir a los últimos, porque los que están cerca de la puerta suelen ser los más usados. También me pegó el toc de agarrar dos pedazos de papel para tocar la trabita que cierra la puerta, para levantar la tapa -si es que está baja- y para tirar la cadena.
Ese día subí las escaleras y me encontré con una cartulina azul pegada en la puerta que decía: “En reparación”. Todo el mundo estaba en las aulas. Acababa de terminar el recreo (momento en que muchos adolescentes mean o, excepcionalmente, cagan). Deshice el camino y terminé en el baño de (solo) tres inodoros. Me jé detalladamente cuál estaba en mejores condiciones y, como en la vida misma, me incliné hacia el del centro. Descargué lo que venía conteniendo y, como toda sorora, tiré la cadena. En el momento en el que apreté el botón, a pesar del papel que falsi caba el tacto de mi piel con esa super cie saturada de bacterias, sentí un calor extremo. Algo me había quemado el índice. En seguida noté una luz cálida que se escapaba en forma de rayos por la cisterna.
Me olvidé de la quemadura y, sin entender, corrí la tapa. Cuando me asomé, lo primero que vi fue un cielo azul y dos gaviotas chicas. Un canto lejano con tono de mujer me impulsó a seguirlas. Trepé hasta el nal del agujero, cuando me di cuenta que estaba emergiendo de un pozo en la arena. Me descalcé y hundí en ella mis pies. A mi derecha, un mar lleno de olas verdes rompía en la orilla. “Hace un año que esperaba esto”, pensé.
El canto persistía y, antes de remojarme en ese mar, decidí seguirlo. El sonido del viento me di cultaba reconocer el idioma, aunque estaba segura de que no era español. Durante la caminata, en lugar de esquivar aguavivas, lo que estaba desparramado por el suelo eran libros con hojas viejas y desintegradas que se abrían con la corriente. Luego de un tiempo me topé con la voz. Provenía de una mujer con rasgos aindiados. Tenía una trenza larga y cantaba en guaraní mientras pintaba hormas de zapatos con una pintura acuosa. Me acerqué y ella pareció no verme hasta que me senté a su lado. Me saludó con una reverencia y yo, sin necesitar ninguna explicación, comprendí que el universo me quería un poco más.
Manuela Gené es estudiante de 5° año 2021. Foto: Nina Myndlis.
EL AÑO DE LAS TRES SEDES
2021 fue para todxs un año de ir y venir, de tantear, de malabarear entre proyectos y protocolos. De armar y desarmar. De activar y pinchar burbujas. Y, por primera vez, fue un año en el que inventamos un ColeCiudad en tres sedes: la de siempre, la de Ciudad de La Paz y la de Cramer. Y así lo vivimos…
QUE SEA UN POCO MÁS FÁCIL EMPEZAR DE NUEVO
A veces suceden cosas que nos dejan sin habla. Esas excepcionales, casi increíbles, que nos plantan boquiabiertos e incrédulos, tratando de entender cómo pudo ser, qué pasó, qué se hace… Algo así nos sucedió los primeros días de abril, cuando casi 200 milímetros de lluvia cayeron en el transcurso de 24 horas para dejar bajo el agua barrios enteros de la Ciudad de Buenos Aires, Gran Buenos Aires y La Plata.
Las imágenes quedan en la retina. Autos sumergidos, familias enteras intentando salvar lo posible, un número de víctimas que aumentaba estrepitosamente tras las horas. Operativos de contención, promesas de subsidios, evacuaciones y una solidaridad que se activaba impulsada por distintas organizaciones de los más variados matices y colores.
Saavedra, Villa Urquiza, Colegiales, Villa Mitre. Barrios aledaños al Belgrano de nuestro Colegio, y todos afectados en mayor o menor medida por el temporal. Por esos días en el Colegio cada quien tenía una historia para contar, propia o conocida, de pérdidas y desventuras. ¿Catástrofe natural? ¿Cambio climático? ¿Negligencia del Estado? ¿Cómo explicar lo que pasó?
Pensar y hacer
A eso nos dispusimos, como tantos otros. Un primer encuentro en el patio disparó una campaña de donación impulsada por los mismos estudiantes, que distribuyeron roles y tareas. Durante varios días, juntamos ropa, alimentos, colchones, artículos de limpieza, pañales. Un montón de cosas que llegaban al hall de alumnos desde las familias, sus conocidos, los conocidos de sus conocidos y los vecinos del barrio. El Taller de Producción Audiovisual preparaba cortos de difusión de la campaña, mientras un grupo de chicas de primero y quinto año pasaba por las aulas recordando lo necesario y otro grupo hacía lo suyo, extendiendo la volanteada a los vecinos del barrio. Otra comisión clasi caba y etiquetaba las cajas que se iban llenando en la vereda, mientras otros compañeros las cargaban en los etes que llevarían lo recolectado a la Red Solidaria para su entrega a los damni cados.
Y mientras todo esto se hacía, con el propósito de intentar entender algo más en medio del desconcierto, organizamos también para mediados de abril una charla abierta con Federico Robledo, Doctor en Ciencias de la Atmósfera y especialista en fenómenos climáticos extremos. Casi 200 personas, entre
Crónicas y sensaciones
“Estaba ordenando la ropa y me puse a pensar lo que sería realmente necesitar eso que tenía en la mano y cómo me sentiría yo. En lo que es quedarse sin nada de la noche a la mañana, en lo fuerte que sería entrar a mi casa y ver los rastros de lo que era mi vida. Pensaba en la preocupación del momento en el que el agua subía, la necesidad de llamar a mi familia y la desesperación de no poder. Ver cómo de a poco todo se va hundiendo. Pensaba en lo loco de estar casi todo el día ordenando cosas para alguien que no conozco, pero que al mismo tiempo no es un total desconocido. Es alguien a quien estás ayudando a rearmar su vida casi desde cero, lo estás ayudando a que sea un poco más fácil empezar de nuevo”. (Dana Christie, 2° año)
“Se nos ocurrió que podíamos hacer folletos para pegar por el barrio y así la gente sabría que estábamos juntando ayuda. Entonces fuimos y lo contamos, nos juntamos con chicos de otros años que venían pensando lo mismo y nos pusimos a darle forma al ‘plan’. Una vez terminados volantes y a ches, los pegamos por el barrio. Dos voluntarios de cada curso se pusieron en la vereda de la escuela a clasi car en bolsas lo recibido. Juntamos un montón, porque lo que traía cada uno de nosotros más lo que aportaba la gente terminó siendo una ‘montaña de bolsas’. Después de la recolección, con una amiga fuimos a otra escuela a contarles a los chicos de 7mo grado el proyecto que habíamos llevado a cabo, para poder ayudarlos a que ellos también comiencen uno”. (Guadalupe Baserga, 1° año)
alumnos, egresados, docentes, padres y amigos, escuchamos atentos esta charla de divulgación en la que Federico nos explicó la complejidad de los fenómenos climáticos y de una multicausalidad que entrama factores meteorológicos y socioeconómicos. ¿Catástrofe natural? ¿Negligencia estatal?
Un poco y un poco. Lo sucedido -enseñó la charla- debía comprenderse considerando la variabilidad climática y sus incertidumbres, acuciadas por la vulnerabilidad de ciertas regiones y, en ese sentido, la potenciación de consecuencias que pueden añadir otros factores como la de ciencia en obras hidráulicas y canales de desagüe, la basura acumulada y otros fenómenos de orden tanto social como natural.
En la retina: imágenes de la desesperación, pero también de la inquietud movilizada. Los pibes, que van llegando a la mañana con bolsas de ropa y comida, poniéndose la organización al
hombro. Y el barrio que pasa y mira, y pregunta y suma su aporte. Agredecimientos mutuos entre pibes y vecinos; y el orden de la ropa con un esmero que pocas veces ensayan en sus casas. Y traen sus propios cordones para dejar en buen estado las zapatillas que vienen llegando, o se los piden al zapatero de la esquina que insiste en no querer cobrarlos. Ese camión que se carga con orgullo. Inquietud movilizada: esa que busca comprender para asumir responsabilidad y protagonismo. Para que no vuelva a suceder y, con lo sucedido, hacer lo que está al alcance de la mano, y un poco más.
Bs. As. 6/4/2013
A la comunidad educativa del Colegio de la Ciudad:
Les mando estas líneas, que pretendo sean breves, para compartir algo que me pasó y que nos conecta, de manera acotada. Hoy llevé parte de lo que ustedes juntaron como comunidad a los inundados. Lo llevé a La Plata. Recogí los objetos en la escuela, a las nueve de la mañana de un sábado. Todo ordenado, clasi cado, perfectamente prolijo. Pañales, colchones, agua, ropa ordenada, leche. Entregué ese envío en Judiciales. Las cosas fueron directo a los barrios necesitados. Las llevé junto a lo que había juntado mi familia. Son cosas, son objetos, son una pequeña muestra que detalla dos cosas: la solidaridad y la división de nuestra sociedad en clases, donde unos tenemos más que otros. Ahora el patrón de acercamiento está atravesado por una respuesta que no es común en los días cotidianos, los días que transitamos, en que la injusticia queda invisibilizada por cotidianeidades que ocultan el lugar en el que estamos. Me crié en Belgrano, hice el primario en los setenta en la escuela Nº3, frente al colegio de ustedes. Crecí en el marco de las disputas con la única escuela privada del barrio. Disputas que fueron haciendo en mí una subjetividad en favor de lo público y muy crítica al crecimiento de la educación privada, a la que siempre visualicé como antipública. La Plata desbordaba de solidaridad, camiones, militantes, voluntarios, miles de manos para ayudar en la catástrofe. Las imágenes eran sórdidas y devastadoras. Una ciudad casi entera sin nada. Fui a la casa de una amiga. Ropa, libros, electrodomésticos, pisos, todo… un vacío que no se limita a lo material. Me llevé sus libros para secar en mi casa sintiendo que mis manos eran poco, pero poco era un “tin” más que la nada. Lo que vi de ustedes en la escuela el sábado es el trabajo de reunir, de dar, de compartir; el orden de los chicos, el cuidado de lo que iba a compartirse. Devastaron mis prejuicios sobre las escuelas privadas en general, y pude ver que si logramos (cómo se logró) que los niños y adolescentes que se forman en la comunidad educativa que integran piensen LO PÚBLICO como algo que los incluye, al pueblo y al “todos” como algo donde hay que sumar e incluirse, la colaboración y la voluntad para atravesar “las malas”. En n, ciudadanos que hoy toman por asalto lo que los adultos no asumen en tiempo y forma, ciudadanos que son sus hijos, y nosotros capaz debamos aprender de ellos más que lo que la sociedad nos impone enseñar, cuando hemos construido un orden injusto y perverso.
Que la muestra de amor que han hecho y las sendas que los llevan como comunidad y que sus hijos lideran no se circunscriban a este momento. En Saavedra y Núñez hay gente que requerirá presencia continua muchos meses, hay lugares en los que falta mucho hace decenios, lo material se acompaña por lo vincular, los objetos no son solo colchones y leche, luego faltarán libros y poesía, fotografías y cine, sonrisas y alegría. Continuar la senda dando espacios a los niños y jóvenes, pertenecer a una escuela que lidere ese proceso, y desandar los caminos del individualismo y del consumo desenfrenado, dan cuenta de un lindo lugar para estar, de un bello proceso para pertenecer, y de un equipo de educadores ante el cual uno –viejo y algo nihilista– no puede menos que sacarse el sombrero.
Cuéntenme en sus las cuando haga falta. Sigan en lo público, que es el camino para hacer una sociedad mejor, creo; y sigan dando alas a los hijos que los engalanan.
Los saluda con afecto,
Ramiro González Gaínza Vecino del Colegio.
SUMMER
por Lucía Vasco Zapata
My mum and her purple sunglasses.
My grandma waiting in the kitchen for me to wake up.
The smell of sunscreen and coconut.
My ip ops and my stained book.
The roar of the sea.
The hard golden sand.
My bright bag full of peaches.
The constant sound of the wind.
My salty hair dancing in the air.
The movement of my body in the sea.
That’s summer.
Lucía Vasco Zapata es estudiante de 2° año 2020. El trabajo fue realizado en clase de Inglés (Upper-Intermediate II).
Ilustración: Morena Borysowski, 4º año 2020, realizada en el Taller de Pintura.
SERDITOS CON CE
Jugando el juego que propone Luis María Pescetti en “Tres Serditos con Ce”, en Prácti cas de la Escritura reversionamos algunos cuentos tradicionales.
CAPERUSITAS CON CE
por Mora Piazzolla
Eraze con ese unavez separado una ninia con eñe que siempre con ese vestia con tilde por que es hiato una capa roja ahí va un punto seguido. Un dia con tilde porque también es hiato le pidio con tilde su madre si le podía llebar con ve a su avuela con be que eztaba con ese enfermá sin tilde porque es grave una canastá sin tilde porque también es grave y punto y coma; canasta con trocitos de pan y mansanas con zeta, con la condizion con ce y tilde de que se vuelva antes de las dies con zeta aquí va un punto y seguido. Caperuzita con ce agarro con tilde su capa y la canasta. Y adivinen qué pasó cuando abrio con tilde la puérta sin tilde y se dirijió con ge ala separado casa de su abuelita acá van tres puntos suspensivos.
por Mateo Milberg
Abía con hache una ves con zeta una ninia con eñe que bibía con ve las dos veces con su madre en medio del bosque, y una ves con zeta de nuevo le dijo a su hija que le yeve con ll una comida a su abuela que estaba serca con ce. Y mientras caminaba por ahí se encontró con un lobo malvado que le quizo con ese robar la comida falta un punto
por Sophie Laggiard
Bella hera sin ache una chica que vivia con tilde en un puevlo con be junto a su padre. Un dia con tilde el también con tilde porque es un pronombre fue al bosque y nunka con ce mas con tilde volvió. Bella muy preocupada fué sin tilde a buscarlo falta una coma y lo ayó con h y ll en un castillo con una gran vestia con be dentro.
CUANDO LLEGÓ EL LOVO CON BE
por Ciaro Spinetta
El pastorsito con ce era mui con I griega mentiroso va un punto seguido Un dia con tilde en la I legó con doble ele para que no sea otro verbo un lobo y comió el rebanio con eñe. El pastorsito con ce advirtio con ve y tilde en la o lo que havia pasado con be y tilde en la I pero nadie le crelló con I griega. Entonses con ce, para la sorpreza sin zeta de todos, el lovo con be se comió a todos los aldeanós sin tilde.
Estudiantes de 1° año 2019. Ilustración: Lola Zerbo, 5º año 2019, realizada en el Taller de Pintura.
CIENCIAS EN EXPERIENCIAS
Las clases experimentales como espacios de trabajo que complementan el trabajo en el aula: construir conocimientos sobre la naturaleza y conocer el trabajo científico.
Experiencias sencillas, con dispositivos simples, posibilitan la observación guiada y el registro de datos experimentales para elaborar conclusiones generales con el aporte de cada grupo.
La observación es una habilidad fundamental en el trabajo cientí co, es poder ver y descubrir lo que hay más allá de nuestros ojos.
Las experiencias prácticas planteadas en las distintas asignaturas, proponen la aplicación de protocolos y el análisis de variables, así como también la elaboración de informes cientí cos.
Reconocimiento de sustancia en los alimentos. Biología de 3° año.
Actividad enzimática. Biología de 3° año.
Sistemas de fuerza. Físico–Química de 3° año.
Análisis de sistemas materiales. Físico–Química de 3° año.
Efecto Tyndall. Físico–Química de 3° año.
El trabajo cientí co se caracteriza por ser una tarea en equipo. Diseñar experiencias, registrar datos, controlar variables, analizar y discutir resultados para llegar a una conclusión grupal, son tareas que requieren de un aprendizaje particular. Vivenciarlo es la mejor manera para adquirirlo.
ABUELOS 2.0
Es viernes, faltan diez para las cinco, y un conjunto inusual de personas con canas, anteojos y bastones comienzan a agruparse en la puerta del Colegio. “Los viejos son muy puntuales”, nos habían anticipado. Es la primera clase de “Mate, bizcochitos e Internet”, el taller de tecnologías digitales que -desde hace años y en convenio con PAMI- coordinan alumnos del Colegio para adultos de la tercera edad.
Las aulas que hace horas despidieron a los chicos de segundo, ahora reciben a abuelos y abuelas. Están expectantes. “Que tengo este aparato que no entiendo, que sé un poco pero ahora el celular…, que mis hijos viven afuera…”. Con los mismos nervios y expectativas, los espera un grupo de alumnos de cuarto: Malena, Agus y Naiara coordinarán durante ocho encuentros las clases del nivel inicial; Valentín, Joaco, Mateo, Nico y Kevin dictarán las clases del nivel avanzado.
Este primer día inaugural será rito de iniciación, de presentarse, de entrar en con anza: para los viejos, animarse a contar lo que cuesta, lo que da miedo, lo que no entienden; para los pibes, día de calzarse un nuevo rol docente a construir, abriendo los sentidos y una escucha atenta, de “diagnóstico” de saberes previos y necesidades que darán pie a su plani cación de los meses por venir.
Los viernes irán pasando uno tras otro. El nivel inicial dará unos primeros pasos en Word, envío de mails y búsquedas en Google y Youtube. El nivel avanzado buceará en Facebook, enviará y aceptará solicitudes de amistad, aprenderá a subir fotos y a adjuntar archivos en computadoras, celulares y tablets.
Nico tiene un partido de básquet y tuvo que faltar. Ronaldo pregunta por él y se queda charlando después de clase con su profe Valentín. De fondo, antes de comenzar la clase, Diana y Alicia conversan sobre La Casa de Papel y otras series que estuvieron viendo en Net ix. Las profes entregan una guía con un glosario informático y una descripción de cada tecla del teclado. Los alumnos les regalan chocolates.
Los cuadernos se van llenando de apuntes. Vamos tomando con anza. Comenzamos a hablar de mouses y teclados; y, también, de las historias de cada uno de los estudiantes. María del Carmen fue peluquera; Dora y Claudia compartieron 35 años de trabajo como cajeras; y Rubén fue piloto de avión, justo lo que quiere estudiar Kevin en un futuro.
“Le estamos enseñando a alguien que tiene millones de cosas para enseñarnos a nosotros; eso es muy loco” –dice Mateo, de 16, docente del taller–. Noemí –de 70, docente
jubilada– cuenta en la misma sintonía: “Hay algo en la paciencia que nos tienen…, me hace acordar a la forma en la que nosotros calmábamos a nuestros alumnos, u hoy calmamos a nuestros nietos”.
Elsa tiene 81 años. Trabajó durante casi toda su vida en una o cina. Se jubiló en la década del ´90, justo cuando las computadoras se masi caban en el mundo laboral. Elsa nunca aprendió computación. Hasta ahora. “Es que, hoy por hoy, la vida me obliga a estudiar esto, hay cosas que no puedo hacer si no tengo una computadora. Hasta ahora zafé… pero a esta altura no tengo más remedio. No me quiero seguir cayendo del mundo”. “Es que es un lenguaje totalmente nuevo” –coincide Diana, de 69, odontóloga jubilada– “uno tiene que ponerse en onda, porque si no se queda en el tiempo. Para nuestra generación cuesta un poco más, porque no venimos de la panza con la computadora, como los chicos de ahora”.
“A mí nadie me enseñó esto” –dice Malena, de 16–, “enseñarlo es raro porque hay cosas que para mí son súper evidentes. Para ellos no es evidente. Entonces, hay que enseñar y remarcar algunas cosas que nunca hubiera imaginado. En las primeras clases eso me descolocó un poco y me dije: ´hay que ir más lento, hay que repetir todo muchas veces´”. Para los chicos, esta experiencia es ponerse del otro lado del mostrador y, también, repensarse como estudiantes en vínculo con sus propios docentes. “Hay que tener mucha paciencia para ir banco por banco a explicar, y eso que acá lo hacemos tres personas” –dice Naiara-. “¡No quiero imaginar lo que es un profe solo con 30 adolescentes! Pero no se crean que las señoras hablan menos que nosotros, ¿eh?”.
A Delia, de 86, el curso le permitió comunicarse más con sus seres queridos: maneja con mayor uidez el mail, busca videos de cosas que le interesan en Youtube. “Yo vivo sola” –cuenta-, “entonces tengo que esperar a que vengan mis hijos a casa, y la cosa se hace muy larga: entre una visita y otra, una se olvida y hay que volver a pedir la misma explicación”. Ronaldo tiene 82, es arquitecto jubilado y trabajó en docencia. Su hijo vive en Alemania: con algunas complicaciones, se comunican por WhatsApp. Los ocho viernes pasan rápido. “Me encariñé y ahora no quiero que se termine” –dice Agustina-. Sobre nes de octubre, las chicas preparan diplomas simbólicos para el encuentro de cierre. Los chicos compran gaseosas y algo para picar. La charla uye. Se reparten regalos y abrazos por doquier. De los reales, nada virtual. Gracias, gracias, gracias. Una foto inmortaliza el momento. Y algún chistoso dice: “Ahora se las mandamos por mail”.
El Taller de Tecnologías Digitales para abuelos se realiza desde el año 2006 en articulación con el Servicio Comunitario de PAMI IV. Este año fue coordinado por estudiantes de 4° año, en el marco del Proyecto Sociocomunitario de la materia Formación Ética y Ciudadana.
PERFECT WORLDS ARE THE WORST ONES
En Inglés de 1ero chicos y chicas leyeron el libro The Giver, de la escritora estadounidense Lois Lowry. La novela narra la vida de un joven, Jonas, en una sociedad futurista muy particular: una comunidad “ideal”, donde no hay sufrimiento, hambre, ni guerras. Tampoco colores ni música ni amor. Tras la lectura, surgieron las siguientes reflexiones.
por Fidel Jazan y Santiago Ormaechea Graiver
During our rst English term, we read the novel The Giver, by Lois Lowry. The plot is set in a futurist society, which at rst is depicted as utopian but nally, in our opinion, turns out to be dystopian. Here follow some re ections on the so called “perfect worlds”.
Perfect worlds are, among all the worlds in existance, the worst ones. Without choices, everything is sameness. Being able to make choices and thinking about them is the path we can take to move forward.
Feelings and differences among human beings are not even close to be problems. Actually, they have taken on a lot of importance recently, since you can learn about others through them. We shouldn´t forget that humans are social beings. We are the result of what we have learnt from our differences with other people. As we grow, our mind is shaped by our closest ones. Moreover, the society itself is the result of all the people who have lived and live nowadays in it.
As we said before, no human mind in the world stands by itself without other people’s choices and differences. Their differences, as well as yours, allow everybody to learn about the others and yourself, and to discover new stuff that you might like or enjoy.
Fidel Jazan y Santiago Ormaechea Graiver, estudiantes de 1° año 2018. Los trabajos fueron realizados en clase de Inglés (Upperintermediate I). Ilustración: Azul Renzi, 5º año 2018, realizada en el Taller de Pintura.
TODA LA VIDA TIENE MÚSICA
Con este proyecto de trabajo, la Escuela de Música emprendió en 2012 un desafío: diversos ensambles experimentaron con temas del músico que dejó, para siempre, una señal atenta a la belleza. Junto a profesores y músicos profesionales, veinte alumnos llevaron adelante trece versiones originales de Luis Alberto Spinetta. Con el objetivo de difundir su música se eligieron temas de todas sus épocas. Una manera de acercar una obra que, en su amplitud, era desconocida por la mayoría de los alumnos.
Dar lo mejor de vos ahí
por Lucas Villemur Pampillo
Lo que más conocía de la música de Luis Alberto Spinetta era de sus primeros tiempos, o de su época de solista. Cuando empezamos con el disco, lo escuché más y me llamaron la atención los temas más nuevos, los últimos. Eso me llevó a pensar en la evolución permanente que tuvo como músico. Lo había ido a escuchar unos dos años atrás, pero fue con este trabajo que comprendí su profundidad.
No había grabado en estudio hasta ahora, pero sí grabo música en la computadora, algo que me enseñó mi mamá, que es cantante y actriz. Ella me transmitió eso como jugando, y desde hace cuatro años experimento grabando mis temas. El estudio es otra cosa. Estás con otros, el tiempo juega a favor o en contra, según cómo te puedas posicionar. Hay que lograr en el momento preciso dar lo mejor de vos ahí.
La música, y para eso también me sirvió esta experiencia, es a lo que me quiero dedicar. Cada vez lo tengo más claro. Y sobre todo, me gustaría trabajar como productor musical o en estudios de grabación. Es en esos espacios donde me quiero desarrollar.
Lucas Villemur Pampillo, alumno de 4° año. Tocó batería, bajo, teclados e hizo coros en Abrázame inocentemente, Ella también, El enemigo y No te alejes tanto de mí.
Un gusto para toda la vida
por Francisca Gil
Había escuchado música de Spinetta, pero sobre todo de la época de Pescado Rabioso, ese tiempo que tuvo bien rockero. A partir de este disco que hicimos frecuenté sus diferentes bandas. Estuvo bueno.
Grabé en estudio por primera vez, aunque tenía contacto porque mi papá tiene un estudio de grabación muy lindo, y también grabé algunas cosas en mi computadora.
Por todo eso, no estuve nerviosa cuando grabamos el disco. Conocía a todos y estaba tranquila.
Estudié canto y piano. También teatro, que me sirvió para subir a un escenario, aunque me aburría un poco.
Tocar en vivo me gusta mucho, no le encuentro contras.
Escuchar mi voz después de la grabación fue raro.
Cuando estoy con la música, me doy cuenta de que quiero hacer esto en mi vida. Vamos a ver si tengo suerte.
Francisca Gil, alumna de 4° año. Hizo voces en Contra todos los males de este mundo y Blues de Cris.
Aprender a escuchar la propia voz
por Maite Alvarenga Olivari
Tuve un acercamiento raro con Spinetta, porque conocía algunos temas a partir de covers de Fabiana Cantilo. En ese sentido, me había encantado la historia del Capitán Beto. Un tema precioso.
Había cantado en un Festival del Colegio, pero no había pisado un estudio de grabación. Fue una experiencia muy intensa. Me emocionó la situación, los equipos, unos micrófonos que nunca había visto. Fue también muy fuerte escuchar mi voz en la grabación. Me parecía otra.
Llevo un tiempo estudiando canto y me encantaría poder dedicarme a esto. Eso depende de muchas cosas. Hay que ver si me va bien o mal, pero voy a poner lo mejor de mí para estudiar y avanzar en lo que pueda.
Maite Alvarenga Olivari, alumna de 3° año 2012. Hizo voces en Ella también y Abrázame inocentemente.
Algo grande entre manos
por Pablo Green, Productor musical del disco
Cuando el Colegio de la Ciudad me convocó, en el mes de marzo, para producir este disco, me dio una gran alegría. Era una forma de levantar la cabeza y volver a escuchar al “Flaco”. Los que crecimos adorando su música y su persona, el 8 de febrero quedamos huérfanos y tristes de golpe. Por eso mi respuesta fue automática, pasé gran parte de mi vida aprendiendo a tocar las canciones de Luis Alberto Spinetta, sacándolas de oído, escribiendo y estudiando sus armonías.
Lo más complejo de ese momento fue encontrar los temas para el disco. Había que elegir entre cientos de canciones hermosas y “negociar” con los profes de los ensambles para armar un repertorio que los chicos pudieran disfrutar. Canciones posibles de llevar a un estudio. Luego de varias idas y vueltas, logramos un buen equilibrio.
Los primeros encuentros con los chicos me dieron la pauta de que teníamos algo grande entre las manos, que íbamos a poder hacer algo original.
En este disco han participado chicos y grandes, los alumnos y los profesores, y algunos músicos profesionales de lujo. Hay versiones originales de trece canciones de Spinetta; mi rol ha sido equilibrar el sonido que puede producir ese “jardín de gente” tan particular. Han pasado por el estudio veinte chicos, alumnos de un colegio donde la música es algo muy importante, y me queda para siempre la pasión, la curiosidad, los nervios, las risas y la ilusión de haber hecho algo nuevo.
A pesar de la poca o ninguna experiencia de los chicos en el estudio, estoy seguro de que dieron lo mejor a la hora de grabar. Ojalá lo hayan disfrutado. Ojalá hayan aprendido algo nuevo. Creo que muchos descubrieron que dejar registro de lo que uno hace, no es tarea sencilla. La música es un lenguaje y hay que conocerlo bien, estudiarlo a fondo, respetarlo y practicarlo. Me quedo con la sensación de haber aprendido mucho en este proyecto, de los chicos en primer lugar, de los profes por su entrega y sus arreglos; de los invitados por su humildad, su enorme buen gusto y su buenísima buena onda. Gracias al Colegio por tener semejante idea loca, y en particular a Laura Favazza por su in nita paciencia y exibilidad para organizar todo
Pablo Green. Nació en Buenos Aires en 1968. Graduado en la Escuela de Música Popular de Avellaneda. Realizó la composición de la música de numerosas películas y programas de televisión. Entre 1998 y 2005 fue uno de los directores del CEAMC (Centro de estudios avanzados en Música Contemporánea). Desde el año 2007 forma Dogout Casa Productora, junto a Norberto Ludin y Pablo Milstein.
Una experiencia que aclara el camino
por Felipe Burundarena
A Luis Alberto Spinetta no lo había escuchado jamás. Solo sabía que mi papá lo admiraba mucho. Yo venía del rock inglés, de Michael Jackson, y de acá, algo de Los Redondos o de Cordera. Había tocado con el grupo El Crayón, pero no había entrado nunca a un estudio. Grabar fue una gran experiencia. Todo fue distinto a lo que me imaginaba. Tuve que adaptarme a escuchar mi voz. Mientras tanto, aprendí y aprendí. Entendí que se puede cambiar el orden de cada producción. Y al nal, todo resultó un paso que me alentó en mi camino que siento cada vez más rme. Después de varios años de dudas, ahora estoy seguro de que a la música la voy a llevar conmigo. Siempre. Aunque también me interesan el derecho y la psicología. Músico no es sólo el que llena estadios sino el que participa en los diversos momentos de una producción.
Felipe Burundarena, alumno de 2° año 2012. Hizo voces en Ana no duerme y Cheques.
El estudio como una gran lupa
por Julián Gondell
Fue un músico al que todos escuchamos, pero nunca había sido un gran fanático. Estuve en el gran recital, en Vélez, Spinetta y las bandas eternas, donde tocó rodeado de colosos, pero la verdad es que no había llegado a profundizar en su obra. El conocimiento más a fondo de su música fue otra de las cosas que tomé de la grabación del disco. Ya había tenido experiencia en estudios de grabación haciendo baterías en el CD del grupo Cállate Mark, y grabar -ahora puedo decirloayuda mucho en tu otra mitad como músico. Ya no es sólo juego o improvisación. Hay que prestar más atención, poner más sensibilidad. Hay otra profesionalidad y exigencia al ruido que se ltra y, si es necesario tocar treinta veces un tema, se toca. El estudio de grabación es una gran lupa que observa todo. El disco me ayudó a entender cada vez más lo que quiero hacer. Música voy a hacer siempre, y por ahí estudio sociología o periodismo. Toda experiencia abre la cabeza y estudiar otra cosa me ayudaría a ser mejor músico y ser mejor músico me ayudará a pensar mejor.
Julián Gondell, alumno de 5° año 2012. Tocó baterías en Contra todos los males de este mundo y Blues de Cris
Aprender a estar en escena
por Gregorio Portnoy
Empecé a escuchar Spinetta por mi viejo, porque no soy de estar muy al tanto de lo que pasa en la música nacional. Conocía Alma de Diamante, Muchacha, Post Crucifixión y no mucho más, porque a mí lo que me gustaba de verdad era el Hard Rock o el Heavy Metal.
Mi experiencia intensa fue con el grupo El Crayón, y grabé cosas pero no exactamente en una banda. Lo hice a través de programas de computadoras y desde chico subí grabaciones a Youtube.
Grabar es fuerte. Se enciende la maldita luz roja y la cosa tiene que salir bien. Lo que está bueno es saber usar esa presión como material expresivo. Después entendés que se parece a tocar en vivo. Importa lo que pasa ahí. Y entendés que cuanto más en escena estás es mejor, porque te sirve para estar atento en la vida también.
Gregorio Portnoy, alumno de 5° año 2012. Tocó guitarra en Ana no duerme y Cheques
HAY EQUIPO
Alumnos: Blas Bizzio (2° año), Felipe Burundarena (2° año), Tomás Caso (4° año), Helena Dinzelbacher (5°año), Gregorio Portnoy (5° año), Maite Alvarenga Olivari (3° año), Manuel Aparicio (3° año), Manuela Diaz Lima (3° año), Micaela Vainikoff Spinadel (4° año), Lucas Villemur Pampillo (4° año), Iván De Nevares (5° año), Carolina Dyszel (4° año), Martina Fontana (4° año), Facundo Basani (2° año), Francisco Guerrero Campos (4° año), Bruno Bernath (4° año), Francisca Gil (4° año), Julián Gondell (5° año), Lautaro Rico Gómez (5° año) y Natalia Tévelez (5° año).
Docentes: Diego Pojomovsky, Ezequiel Borra, Sebastián Díaz, Martín Pantuso y Andrés Rubinszjtein.
Ex alumnos: Luna Sujatovich, Nicolás Gulluni, Nicolás Echeverría, Florian Fernández Capello.
Músicos invitados: Kevin Johansen, Pipi Piazzolla, Lucio Mantel, César Franov, Ezequiel Finger, Paola Gamberale. Aníbal Colli y Eugenia Marsili (ex coordinadores de la Escuela de Música del Colegio de la Ciudad).
Producción general y producción artística: Laura Favazza.
Productor musical: Pablo Green.
Grabación, mezcla y mastering: Hernán Calvo.
Grabado en Estudios Van Vliet entre junio y septiembre del 2012.
UNA MINA EN CUESTIÓN
La propuesta era estar juntos unos cuantos días, con el sol y ese paisaje increíble de Valle Grande. Y algo más. Supimos que una mina de uranio de explotación a cielo abierto estaba a punto de instalarse en la cuenca de Río Diamante. Supimos también que la misma suscitaba grandes discusiones entre distintos sectores de la sociedad sanrafaelina. Un conflicto social con todas las letras, con argumentos de un lado y del otro. Hacia fines de septiembre, con carpas e información al hombro, ojos bien abiertos y muchas preguntas, partimos. A conocer esa realidad ahí mismo donde sucede: a inmiscuirnos e involucrarnos en la cuestión.
Día 1
Catorce horas de viaje que valdrían la pena. La noche nos encuentra armando nuestro campamento, rodeados de montañas y de un Atuel de aguas claras que –dicen- trae lo mejor de las alturas.
Día 2
Temprano, la primera actividad de nuestro “trabajo de campo”.
En la ciudad, con Raúl, integrante de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), organismo estatal propietario y gestor del Complejo Minero Fabril de Sierra Pintada (CMFSP).
Fuimos con él a conocer la famosa mina. Sabíamos que había estado en funcionamiento durante casi veinte años hasta que en 1995 cerró por la baja en el precio del uranio; y que hace unos años el Estado Nacional quiere reiniciar la explotación, enfrentado el rechazo de una parte de la sociedad civil.
Visitamos las instalaciones y charlamos con uno de los ingenieros: nos habló de las propiedades del uranio y de sus usos para la medicina, para la conservación de alimentos, como fuente de energía. Nos contó también acerca de la extracción uranífera como política de Estado y de las virtudes y bene cios
de una actividad que, aseguró, no es contaminante ni perjudicial para la salud.
Comenzaron, entonces, a escalarse nuestras preguntas: ¿Qué controles van a implementar? ¿Por qué los residuos radiactivos están sin tratamiento? ¿Qué niveles de contaminación supone la emanación del gas radón? ¿Cuánto agua se utiliza?
El uranio, ¿no puede contaminar las napas subterráneas?...
Algunas de sus respuestas parecieron evasivas, otras fueron rotundas: según la CNEA la actividad de la mina no traería más que bene cios para la ciudad y para el país y no habría riesgos de ninguna índole.
Un discurso convincente y con estudios cientí cos en mano. Tanto, que salimos algo desconcertados respecto de muchas de las opiniones “en contra” que habíamos leído. En el viaje de vuelta, discutimos y discutimos: la cosa era compleja y no sería fácil señalar “buenos” y “malos”.
Puff... A descargar. A caballo o en bici en paseos por la montaña.
Día 3
Primer día de La Caminata que –nos habían anticipado – sería larga y complicada. Tres horas, en lita, en ascenso, los sesenta. Hasta llegar al anochecer a un claro desde donde se veían tantas estrellas como nunca antes. Y dormimos ahí, a la intemperie, luego de armar varios fogones y cantar nuestras canciones con un eco que llegaba hasta quién sabe dónde.
Día 4
Duro despertar con lagañas y montañas pegadas. Mate cocido, pancito y a emprender la vuelta hasta un lago donde nos esperaba un barco en el que nos desplomamos más que contentos. De ahí, a la playa. ¡Sí!: también tuvimos nuestro veranito. Y ahí estuvimos, un buen rato, en medio de la postal. De regreso, en el dulce hogar retomamos las tareas de nuestra investigación. En grupos, y al sol de la canchita de fútbol, terminamos de discutir y armar las entrevistas del día siguiente. Todo listo para continuar…
Día 5
“En el desayuno: té de uranio”, bromeaban los profes antes de salir al alba al encuentro de otro de los protagonistas de esta historia. Habiendo leído y escuchado los argumentos de la CNEA, nos tocaba ahora indagar –en cuatro grupos- los argumentos de “los otros”.
Algunos fuimos a visitar a Santiago, integrante de la organización ambientalista. “¿Uranio? No, gracias”. Nos recibió durante casi dos horas y nos contó de sus actividades, la articulación con otras organizaciones y asambleas provinciales con la misma problemática, y enumeró las razones del rechazo a la reinstalación de la mina: argumentos también sostenidos con convicción.
Otros fuimos a ver a la “Multisectorial del Sur”, una organización conformada a raíz de este con icto y compuesta por representantes de varios sectores productivos que, según dicen, se verían afectados por la reapertura de Sierra Pintada. Comerciantes, productores agropecuarios, industriales y empresarios del turismo también rechazan la reinstalación. Nos recibió Rubén, vicepresidente de Apyme e integrante de la organización, junto con dos abogadas que llevan las acciones legales de la organización contra la CNEA. Grabamos, escuchamos y tomamos notas: durante una hora y media nos contaron sus argumentos.
Un tercer grupo se dirigió a las afueras para visitar a Don Muñoz, un pequeño productor de cebollas y tomates, que tampoco está de acuerdo con la reapertura de la mina. Nos contó
también sobre sus cultivos, su día a día, su subsistencia y sus problemas con el granizo, frecuente en San Rafael. Finalmente, un cuarto grupo salió en busca de la “opinión pública” de San Rafael. Diseminados en una plaza céntrica durante casi dos horas, logramos hacer alrededor de 70 encuestas. Preguntamos por el conocimiento de la temática, por el nivel de acuerdo con la reinstalación y por las razones que fundamentaban sus opiniones. Los resultados fueron reveladores: el desacuerdo casi generalizado se complementó con la falta de información en profundidad.
Tuvimos también la posibilidad de conocer un montón de historias personales y de anécdotas vinculadas con la mina, en el pasado o en el presente, felices y no tanto. Alguno defendía
el progreso económico y las fuentes laborales que traería el emprendimiento; otros nos contaron que la CNEA censura el tratamiento de estos temas en los medios; hasta hubo quien nos invitó a un programa de radio, sorprendido porque estuviéramos ahí preguntando. Todos tenían su posicionamiento: una sociedad surcada por esta problemática.
Entusiasmados por esto de ser investigadores/entrevistadores/periodistas por unos días y consustanciados con las opiniones que habíamos escuchado durante toda la mañana, iniciamos lo que sería un balance de los distintos argumentos y razones; teníamos un panorama general –y “desde adentro”-
de la naturaleza de un con icto que aparecía cada vez más real, profundo, complejo.
Hasta aquí llegábamos con nuestra búsqueda en San Rafael, cada cual construyendo su propia mirada luego de escuchar puntos de vista tan distintos y heterogéneos. El campamento nalizaba.
El fogón -que tuvo que ser bajo techo- quedaría atrás; pero no las discusiones. Experimentamos lo difícil que es -a veces- construir un consenso, nos encontramos de vuelta con una Buenos Aires atravesada por otros con ictos y realidades que también nos interpelan, nos llaman a la re exión, a tomar posiciones. A seguir buscando…
¿QUÉ SABE Y QUÉ PIENSA LA POBLACIÓN DE SAN RAFAEL?
¿SIERRA PINTADA SÍ O NO?
CNEA POR QUÉ SÍ
· Parte del uranio extraído se exportará, convirtiendo a la Argentina en el tercer país exportador de uranio a nivel mundial, aportando a su desarrollo económico y a la transformación de su per l exclusivamente agroexportador.
· Otra parte será utilizada a nivel nacional, principalmente para la generación de energía, abaratando los costos que supone la importación de este recurso.
· El CMFSP es de gestión estatal, no una empresa privada. Los recursos obtenidos serán reinvertidos en la producción y en obra pública. Los bene cios son para el país en su conjunto.
· La extracción de uranio es el inicio del ciclo de combustible nuclear que completo provee tecnología para la medicina, el agro y la industria.
· Serán empleadas de modo directo más de 200 personas, y 600 de modo indirecto.
· Estudios de la Universidad de Cuyo, de la Municipalidad y otras instituciones prueban cientí camente la inexistencia de riesgos ambientales si el proceso es llevado a cabo correctamente y con los controles necesarios.
· La extracción cumplirá estrictamente con las pautas de nidas por la legislación ambiental Nacional y Provincial.
· El proceso de extracción no supone la utilización de más cantidad de agua que la utilizada por una nca mediana.
· El CMFSP dispone de programas de vigilancia ambiental y propuestas de control con participación social. Existen las tecnologías adecuadas para garantizar una extracción segura. El Proyecto está avalado por la Evaluación de Impacto Ambiental realizada por la UTN.
· El gas radón ya es un componente de la atmósfera y su cantidad en el mineral es muy pequeña.
· Convivimos con uranio y radiactividad en niveles normales tanto en la naturaleza como en sus diferentes usos medicinales, agrícolas, energéticos e industriales. La explotación no supondría una superación de estos niveles normales.
· Todos los residuos están inventariados y almacenados en forma segura y de acuerdo a las normas. Residuos no es lo mismo que desechos: de los residuos puede seguir extrayéndose material.
· Los argumentos contrarios a la explotación carecen de fundamentos cientí cos y proponen un fundamentalismo ecológico sin criterio.
· Existe una descon anza cultural general hacia el Estado, pero se opina sin conocimiento su ciente.
· Detrás de la oposición a la reinstalación de Sierra Pintada hay intereses antinacionales que buscan impedir el desarrollo cientí co y el crecimiento económico del país.
“¿URANIO? NO GRACIAS”, MULTISECTORIAL, PEQUEÑOS PRODUCTORES: POR QUÉ NO
· No es el Estado quien gestiona la mina verdaderamente. La empresa multinacional “Megauranium” es dueña del territorio y de la mayoría de sus bene cios
· Hay otras fuentes más baratas y menos contaminantes para la producción de energía.
· La capacidad de creación de fuentes de trabajo es escasa y mínima en relación a las que entrarían en riesgo de perjudicarse las actividades productivas actualmente existentes. Además, son empleos de corta duración y nada garantiza que sean bien remunerados, excepto los de ingenieros y técnicos que, seguramente, vendrán de Buenos Aires.
· La contaminación afectaría a las principales actividades productivas de la provincia: agro, industria y turismo.
· Los estudios cientí cos presentados son generados desde instancias asociadas a la CNEA.
· El proceso de extracción de uranio supone el uso de una solución de agua y ácido sulfúrico para regar la roca molida (lixiviación) e implica la utilización de hasta 1 millón de litros de agua. Esta etapa posibilita la contaminación del agua super cial y subterránea con los químicos utilizados, afectando las cuencas de donde proviene el agua luego utilizada para riego y consumo domiciliario.
· Tratándose de un recurso no renovable y escaso en San Rafael, las cantidades de agua a utilizar son desproporcionadas.
· Para obtener 1kg de uranio se genera una tonelada de residuos sólidos que emiten radiación por miles de años. Desde el cierre de la Mina en 1995, quedaron 1.700.000 toneladas de residuos radiactivos (“colas de uranio”) sin tratamiento y expuestos al aire libre, contaminando el agua y emitiendo gas radón, muy nocivo para la salud.
· La radiactividad es acumulativa y aumenta el riesgo de contraer enfermedades como cáncer, leucemia o daños genéticos.
· La mina se encuentra emplazada en una zona sísmica. Cualquier accidente, rotura de los piletones de residuos o derrames de ácido sulfúrico podría tener consecuencias fatales.
· No están garantizados los controles ni las tecnologías necesarias para asegurar la ausencia de riesgos.
· En julio de 2007 se sancionó en Mendoza la ley que prohíbe el uso de sustancias tóxicas en la minería. Esta sanción más las recursos de amparo presentados por las organizaciones de la sociedad impidieron legalmente la reapertura hasta el momento.
· Los medios o ciales no permiten que se hable del tema, hay una censura ejercida por la CNEA tratando de evitar la difusión de los riesgos.
LAS CHICAS FUTBOLERAS
TERRENO PARA LAS MUJERES
por Lina Katzenstein
Yo siento que el que haya fútbol femenino en el Colegio es algo importante. No se hace diferencia con los varones, y el fútbol es acá también terreno para las mujeres. Que haya torneos de fútbol femenino también es muy bueno: está buena la experiencia de compartir y competir; a mí particularmente me gusta mucho ver cómo juegan otros equipos, conocer sus colegios y sus canchas. Cuando no competimos y jugamos entre nosotras, generalmente voy cambiando de posición; pero en los torneos, cuando nos dividimos en categorías o por edades, con las chicas de tercero suelo jugar de arquera, y con las chicas de mi categoría siempre juego de defensora derecha o izquierda, esas son mis posiciones habituales.
Lo que más me gusta de los partidos es todo lo que se arma. Ir todas juntas, apoyarnos entre nosotras -aunque seamos de distintos años-, aconsejarnos las unas a las otras, comentar los partidos cuando volvemos en el micro. Sentirnos equipo.
SUENA EL SILBATO
por Paula Thieberger
Soy de Boca desde que nací: gracias a mi papá que, en vez de cantarme canciones de cuna, repetía una y otra vez canciones de cancha. Desde los diez años soy socia y voy a la cancha cada domingo que puedo. Cada vez que vuelvo a la Bombonera me siento tan bien…, me acuerdo que cuando era chiquita decían que quería ser “una boquita” (esas modelos que recorrían toda la cancha, des lando; y que hoy ya no están, resultado seguro de los cambios de época). Hoy ya no quiero ser boquita sino una periodista que entreviste a los jugadores, o la fotógrafa que les saque fotos; o, mucho mejor, tal vez su directora técnica. Una de las cosas más lindas del fútbol para mí es compartirlo con mi papá y con mi hermano. Es nuestro momento, tenemos cábalas y todo. Recuerdo cuando volvió Tévez: estuve en la cancha desde muy temprano, la Bombonera repleta, todos felices. Los hinchas no parábamos de saltar. Me animo a decir que Tévez es mi jugador favorito; y que los partidos que más me gustan son los de la Copa Libertadores.
Esto signi ca el fútbol para mí. Pero estoy acostumbrada a que en la cancha a veces me miren raro, o que me hablen encima cuando intento comentar los resultados de un partido. Acostumbrada a quedar afuera de los “picaditos”. Y cada vez que Darío –nuestro profe DT- hace sonar su silbato, señal de que comencemos a correr, ahí, en ese silbido, siento que algo está bien: que mi género no me hace menos en el juego ni en lo que sé y siento por él.
Lina Katzenstein y Paula Thieberger, estudiantes de 4° año 2018.
DIME CÓMO ESCRIBES
La lectura y la escritura no constituyen una “habilidad natural” que se desarrolla sola o espontáneamente. Por el contrario, son tecnologías recientes en la historia humana que se aprenden, fundamentalmente, en las diferentes etapas de educación formal y que tienen un fuerte impacto en todas las esferas de la vida. Por este motivo, para poder trabajar sobre las prácticas de lectura y escritura en la escuela es necesario, primero, desnaturalizarlas. Una manera de llamar la atención sobre esta cuestión es pedirles a los chicos que escriban su biografía como lectores y escritores. A continuación pueden leerse algunas de las reflexiones que disparó esta consigna en alumnos de 4to año.
(I)
Nazco el 23 de julio de 1995 un mediodía frío y neoliberal. Ya desde muy chica, tanto mi papá como mi abuelo, me incentivaban para que aprendiera a leer. Me acuerdo que la primera palabra que pude leer fue “pato”, y fue con unas letras de goma eva que mi papá me había comprado para que practicara. A eso de los cuatro años hice un cuento que se llamaba “La nena que bailaba”. Como no sabía escribir, yo dibujaba y le decía a mi papá lo que tenía que escribir. Fue el primer cuento que hice. (Catalina Bargalló Castagnino).
De vez en cuando escribo poemas en inglés; creo que escribir en otro idioma te hace pensar diferente o por lo menos encontrarle otro signi cado a las palabras. (Catalina Perelis).
Me gusta tanto escribir como leer, e intento adecuar mi forma de expresarme dependiendo del tipo de texto que escriba. Aunque debo admitir que a veces, cuando hay que escribir para materias como Historia, dependiendo de cómo se lo mire, suelo ser vueltero, o citando al profesor de Historia, “con la información o datos que tengo, hago un guiso bien elaborado y no tiro todo crudo a la mesa”. (Leandro Rosenthal).
Cuando me quise dar cuenta de cuál era el momento exacto en el que logré dibujar letras, números, símbolos, caí en la cuenta de que en realidad no recordaba nada de ese episodio. -Ma, ¿cuándo escribí por primera vez?, pregunté. -A los 3 años, 4, hija. -me respondió. Con esa simple respuesta, pude comenzar a tejer mi breve historia con la escritura. (Camila Medina).
(II)
Yo si tengo que escribir lluvia en el celular pongo YUVIA, o había pongo ABIA, porque trato cada vez de escribir más rápido, por lo tanto abrevio todo lo que para mí es inútil, o sea, todo lo que no modi ca la palabra al leerla. (Manuel Nuss).
Me gusta que mi escritura tenga que ver con lo que siento. Y si puedo escribir eso, que para mí es tan complicado, seguro que puedo escribir para un examen con más seguridad. (Gerónimo Martín).
Básicamente, cuando escribo estoy haciendo un asado, pongo la información relevante y ya. Es por eso que me cuesta hacer trabajos prácticos o pruebas donde debo explicar mucho, porque llega un momento en el que las oraciones no tienen sentido ni concordancia. (Felipe Malatesta).
A medida que fui creciendo, cada vez menos. Pero últimamente cuando estoy triste o me peleo con alguien o algo por el estilo, no importa dónde, me pongo a escribir lo que me pasa o cómo me siento. Creo que lo tomo como un momento de re exión. Muchas veces me ayuda a darme cuenta de cosas; o también me gusta para tenerlo ahí escrito y después de un tiempo volver a leerlo. (Tania Galli).
(III)
Ya entrados los años, en el apogeo subversivo de la pubertad, encontré un gran interés en la escritura. Ciertamente lo que buscaba era la aceptación de mis presuntos lectores más que la imperiosa necesidad de escupir mi mente en un papel. El hábito de escribir fue implosionando hasta ocurrir casi exclusivamente ante una demanda académica. ¿Por qué se esfumó mi conducta de escritor? La respuesta -por extraño que suene- se desprende del jazz. Desde que incursioné, todos estos años, en el estudio de la música; la adrenalina que emana la improvisación se volvió un estilo de vida. Al escribir siento condenar mis argumentos a quedar plasmados en la hoja, como un registro que no es maleable; y eso me desespera. (Sebastián Wierzba).
Yo creo que la escritura apareció en mí desde los cinco años. Me gustaba mucho escribir las paredes y dibujarlas. Creo que desde ese momento encuentro el “hábito” de escribir como algo divertido. (Camila Ferreyro Polanco).
No soy un chico que escriba mucho, no me pongo a escribir de repente cuando estoy aburrido, no suelo escribir excepto para trabajos escolares o información académica o contraseñas y mails, además de Facebook. No tengo mucha habilidad para la redacción, mi cabeza va más rápido que mi escritura, generalmente, y me salteo tanto palabras como letras. (Lucas D´Angelo).
Me di cuenta de que lo mío no es escribir cción sino re exionar sobre un hecho que haya pasado en la realidad y escribir mis propios pensamientos y conclusiones. (Martina Di Saia).
La escritura me parece algo muy liberador y es, para mí, una forma de que me escuchen y una forma de que yo misma me escuche, me entienda. (Anaís Herrera).
(IV)
Previo a la escritura, una etapa muy importante para su desarrollo en mi vida fue la lectura: mis padres, ambos grandes fanáticos de la actividad, me criaron, entre otras cosas, acompañados de una dosis inmensa de libros. Ellos me leían cuentos cuando era muy pequeña y con el tiempo comenzamos a recrear nuestras propias historias juntos a la hora de dormir. Improvisando, estas historias se creaban en una sola noche utilizando simplemente la voz, pero luego se convertían en LAS historias o los cuentos favoritos para el momento previo a dormir. (Carolina Dyszel).
Escribir cosas “informativas” o no sé cómo llamarlo me resulta difícil porque no me expreso como lo haría verbalmente y en las pruebas lo con rmo: me va mucho mejor en los orales que en los escritos. Recuerdo que de más chica tenía tantas ganas de aprender a escribir que siempre agarraba los cuadernos del colegio de mi hermana y copiaba sus letras.
(Macarena Guzmán Llach).
Últimamente me di cuenta de que me gusta mucho escribir, tanto opiniones en un tema escolar o algo más “mundial”, como un cuento corto, largo, una novela, letras de canciones, etc. Me despierta muchas sensaciones, me hace bien; aunque noto que, a veces, soy un poco desprolija con la organización, el planteo de la estructura, etc. (Micaela Vainikoff).
Haciendo fuerza con la memoria, recuerdo un día de verano cuando mi madre me regaló una pluma de colores vivos de tinta negra. Yo nunca me hubiera imaginado que un regalo tan vacío de entretenimiento y acción podría atraparme tanto. Pero lo curioso fue que ese día comencé a escribir la historia de un caballero integrante de la gran mesa redonda (muy ligado a la imagen del Rey Arturo, quien fue uno de mis personajes preferidos) y pasé toda una tarde escribiendo esa gran historia, imaginándome a ese caballero honorable y su imponente caballo. (Baltazar Clusellas).
En el año 2009 me reencontré con mi pasión por la creación de textos, solo que esta vez no eran literarios sino que tenían una inclinación psicológica o losó ca, con una intención de comprender y dejar pensando a los lectores, que en este caso eran mis propios amigos. Comencé con un par de notas en la red social Facebook, hablando sobre amistad, amor, rencor y demás sentimientos. Luego descubrí una herramienta muy útil que resultaba de mi interés, llamada Blogspot. Allí, en el blog, me encontré con un espacio en el que me podía expresar tranquilamente y desarrollar muchos pensamientos que rondaban por mi cabeza. (Candelaria Deferrari).
VIOLENCIA EN EL FÚTBOL: UN SENTIMIENTO ATRAVESADO
POR EL NEGOCIO
por Bruno Di Saia
Una problemática como la violencia en el fútbol no es fácil de comprender, pero hay algunas explicaciones posibles y factores para considerar. Hay muchos actores sociales implicados, que in uyen en distintos aspectos de este fenómeno. Esas explicaciones son las que intentaré explayar a continuación.
Un 2 de noviembre de 1924 ocurriría un hecho que marcaría el comienzo de una historia nefasta en el fútbol argentino. Pedro Demby (uruguayo, de unos 26 años) salía en defensa de un compatriota que, algo alcoholizado, intercambiaba insultos con un grupo de simpatizantes argentinos y jugadores de esa selección en las afueras del hotel donde estos últimos se encontraban. Todo esto en el contexto del “post” de una nal que se había disputado en Montevideo y en la cual los charrúas habían salido victoriosos. Demby se preparaba para enfrentarse a este grupo cuando un hincha de Boca Juniors (que respondía al curioso alias de “Pepino el Camorrista”) disparó dos veces sobre él. Uno de los disparos entrará por el cuello y terminará siendo una herida mortal. Esta historia es la primera muerte relacionada con nuestro fútbol.
Hay que decir que, lamentablemente, la cifra de 279 muertes por el fútbol en Argentina desde aquel 1924, posiblemente ya estará desactualizada para cuando el lector termine estas líneas. Son ya ocho los muertos este año, casi uno por mes. Y en los últimos cinco años sumaron 47, con un promedio de nueve muertos por año. ¿Cuál es el fenómeno que lleva a que un deporte supuestamente festivo como lo es el fútbol se haya llevado 279 muertes en casi 90 años? La respuesta más fácil es “la barra brava”. Pero más allá de que “la barra” sea una fuerza de choque y una ma a metida tanto en negocios ilegales como en la política misma, también es cierto que los hinchas que no son parte de una “barra” tampoco aportan para que el fútbol se aleje de lo violento. La costumbre es seguir la corriente y cantar “vos sos de la B”, “son todos de Bolivia y
Paraguay” o “vos sos cagón”. Estos son solo algunos ejemplos de esta tendencia que genera un clima hostil, de provocación y que es una constante en los partidos de nuestro fútbol. Gran parte de las situaciones que se dan en una cancha de fútbol son violentas. Muy lejos estamos de lo que se logró en países como Inglaterra, con su lucha contra el “Holliganismo”. Otro factor es que, frecuentemente, esta “barra” es bancada por directivos de los clubes o directamente por políticos. La intención de cambio puede nacer de una ONG (como lo es Salvemos al Fútbol), de la gente y el periodismo, pero pareciera que el poder real lo tienen otros. La Policía (fuerza de coerción del Estado) es otro actor fundamental. Y aunque no siempre salga a la luz, termina siendo una gran causa de los focos de violencia. Ingenuo sería pensar que la policía es sólo parte de la solución y que ninguno está metido en algún negocio asociado con las “barras”.
LAS BARRAS
Empecemos caracterizando las barras. Otra vez, un hecho marca la historia. En abril del 67, un joven hincha de Racing asiste al estadio del Club Atlético Huracán. El adolescente tuvo la mala suerte de mostrar la camiseta del club de sus amores justo cuando pasaba por el lugar donde estaba situada la entonces hinchada de Huracán. Esta última, un poco enojada por el robo de un paraguas con los colores del club, lo asesina a golpes. Los culpables condenados tenían pase gratuito al club y al estadio. Y no sólo son condenados por un juez que señala el hecho como delincuencia organizada, sino que a partir de este episodio en los medios se los empieza a llamar con el nombre por el cual ahora las conocemos y nombramos. El término “barras bravas” empieza a difundirse. Estas barras, como fue mencionado, tienen un accionar violento, en principio hacia barras o hinchas de otros clubes. Pero al mismo tiempo, están implicadas fuertemente con el club al que pertenecen. Actualmente, las barras no tienen sólo el privilegio de entrar gratuitamente, sino que también son bancadas económicamente por el club: por ejemplo, se les pagan los viajes a partidos de visitante. Lo que suelen hacer los clubes, en
otras palabras, es tender a conformar a la barra tanto porque les sirve como fuerza de choque como por el temor a ciertas amenazas que estos puedan hacer.
Las hinchadas aparecen como un medio para demostrar que el club “tiene aguante”. Se supone que son las que bancan al club en las buenas y en las malas, incondicionalmente. El tema del “aguante” involucra además un supuesto orgullo de todos los hinchas del club. Si la barra abandona o no está presente en todos los partidos, seguro el club será señalado. Si la barra se la banca en todas y se “planta” con otras barras, entonces todos los hinchas del club pueden sentirse orgullosos del “aguante”. La barra termina representando de alguna manera al club.
Es claro: el fútbol es un fenómeno extremadamente complejo. Mucho más que estos 22 hombres pateando y corriendo tras una pelota. Que mueve multitudes es algo que nadie puede negar. Están las barras en la “popular”; estamos los simples “hinchas”, segmentados también según las distintas partes de la cancha: algunos siguen a la barra, otros -muchas veces mal vistos- se sientan a disfrutar del partido, y no suelen tener mu-
cha incidencia en el clima violento mencionado. Como en todo, hay puntos medios y la situación varía de acuerdo a los clubes. Hay otro tema complejo en relación a las barras, que se empezó a dar en los últimos diez años, y son las internas a su interior. Ser el jefe de una barra implica un poder bastante grande. Por ejemplo, en la barra brava de Boca Juniors, Rafael Di Zeo lideró desde la caída del jefe anterior, El Abuelo (uno de los barras más signi cativos en el mundo del fútbol). El problema más profundo empezó cuando “Rafa” fue preso por estar vinculado con la muerte de hinchas de River. Ahí su mando pasó a Mauro Martin, quien más tarde no recibiría nada bien a su antecesor cuando éste fuera liberado. La disputa por el pedestal de la barra de uno de los clubes más grandes del país no es poca cosa. Y el resto de los barras, está claro, toman partido en este con icto.
LA DIRIGENCIA
¿Y cuál es el rol de las dirigencias? Para indagar este tema, entrevisté a Jorge Marinelli, periodista deportivo y, actualmente, cronista en Radio 9. ¿Qué pasa cuando por n una comisión directiva se decide a terminar con la barra de su club? “Una sola dirigencia no puede terminar con el problema de conjunto”, expresó el entrevistado. “Las dirigencias tienen su cuota de responsabilidad, pero son también quienes tienen más que perder. Los barras saben dónde viven, saben dónde ubicarlos. Por eso, creo que sí pueden colaborar desde su lugar, pero no son los que tienen las decisiones de nitivas”, concluye. Podemos ejempli car su testimonio con el caso de Javier Cantero, presidente de Independiente. Aunque Cantero quiera evitar que su barra siga yendo a la cancha y consiga que “Bebote” Álvarez (barra referente del club de Avellaneda) no lo haga por un tiempo, de poco va a servir. Las decisiones que se deben tomar tienen que provenir desde otro lado. Ese otro lado podría ser en primera instancia la AFA, ente regulador del fútbol argentino, cuyo presidente, Julio Humberto Grondona, está perpetuado en el poder desde épocas de la dictadura y se lo ha asociado con in nidad de negocios ilícitos y también con estos grupos violentos organizados.
SOLUCIONES
¿Tiene solución el problema de la violencia en el fútbol?, pregunté a Marinelli. “Sí, no es fácil, pero lo primero que tiene que pasar es que haya una decisión política, esto es una cuestión de Estado. Si la política se decide a ponerle punto nal, haciendo cumplir las leyes vigentes; sí. En tanto y en cuanto el Estado y la Justicia no quieran actuar, por más que los dirigentes identi quen a los violentos, es imposible”. Y, re riéndose al Estado, agrega: “Que se respete la Ley de Violencia en el Deporte vigente, pero que se respete bien. Hay complicidades entre políticos y barras. Estas últimas a veces terminan siendo utilizadas en determinados momentos, y uno empieza a sospechar que por ahí también puede estar uno de los motivos por los cuales no se va a fondo”.
Así, la vinculación de las barras con la política partidaria es un factor importantísimo. Si un jefe de una barra es al mismo tiempo un puntero político, de eso no puede salir nada bueno. ¿Cuántas veces se vinculó a Hugo Moyano con la barra de Independiente? O, sin ir más lejos, se puede mencionar un hecho que ha trascendido en el último tiempo: las dos facciones de la barra de Colegiales (equipo de la Primera C) están divididas, entre otras razones, porque una apoya al Frente Para la Victoria y la otra, al Frente Renovador. Fernando Moralez López, líder de una de ellas, había pegado carteles del FPV en lo que pareciera era territorio de la otra facción. “El Loco Pocho” fue asesinado.
Dos declaraciones de Marinelli -que comparto- me ayudan a cerrar esta nota. Le pregunté por el rol que yo, con 15 años, intento asumir y cumplir escribiendo esta nota: ¿Cuál es el papel del periodismo en la búsqueda de una solución? “El periodismo ha contribuido mucho. Así como ha habido veces en que algunos programas les dieron un espacio a los violentos, creo que muchas otras han colaborado dando información que podía prevenir incidentes. El caso más reciente fueron los hechos que terminaron con dos hinchas de Boca muertos. Clarín había anunciado a la mañana que podía haber incidentes, pero nadie hizo nada y nalmente esto se produjo”.
Le pregunté luego si creía que esta situación había tocado fondo. “La verdad, deseo que esto haya sido el fondo. Que de acá en más todo lo que se haga sea para sumar y evitar que la violencia siga ganando espacio. No me quiero imaginar un contexto más violento. Pero éste no es un tema que se vaya a solucionar de un día para el otro y, muchas de las medidas que se tomaron, para mí, fueron parches que no implicaron una solución de nitiva”.
Bruno Di Saia, estudiante de 3° año 2013. Esta nota fue producida en el marco de los talleres de Periodismo Deportivo y Producción Periodística. Ilustración: Miranda Musso, 2º año 2013.
PALABRAS COMO CONSTELACIONES
“Dominar una sola palabra ya constituye un gran paso… ¿Hacia dónde?”
Roberto Malatesta, La nada que nos viste.
por María Paz Riva
La primera vez que pensé seriamente en las palabras fue este año cuando inicié el Taller Inventalinguas. El profesor nos dijo que para presentarnos debíamos decir nuestros nombres y una palabra que nos gustara, pero no por el signi cado sino por cómo sonaba o cómo nos hacía sentir cuando la pronunciábamos.
Desde ese día no dejé de pensar en palabras que al decirlas me hacen sentir viva.
Como las que se me ocurrían eran muchas, no dudé en planteárselo a mi profesor. Él me sugirió que las escribiera, que anotara todas las que pudiera.
Desde entonces llevo esta libretita a todos lados, ya que en cualquier momento puedo encontrar o escuchar alguna. Al principio me fue difícil, porque todas las palabras me parecían lo su cientemente peculiares como para tener su lugar en la libreta. Pero luego, por descon ada, las revisaba por si me arrepentía de alguna.
Yo no quería que nadie supiera de ella, prefería que fuera algo sólo mío.
Pero un día llevé la libreta a la escuela y se me ocurrió una palabra en Geografía. Al sacarla de la mochila, mis compañeras me miraron intrigadas: querían saber qué era y me preguntaron qué hacía. Incómodamente, les expliqué. Mientras les contaba, ellas sacaban una sonrisa. Y cuando por n entendieron, me dijeron que me iban a ayudar. Me sentí obligada a explicarles cómo había que elegirlas, porque si me iban a ayudar, quería que lo hicieran bien.
Les insistí en que las palabras que eligieran tenían que ser como un trabalenguas bello al escuchar o repetir, para que uno nunca las olvidara; y, también, debían ser placenteras de decir.
Luego de unos días me di cuenta de que no era mala idea que colaborasen. Ellas me decían aquellas palabras que les gustaban, pero cuando las escuchaba, a mí no me convencían del todo. Así deduje que hay distintas preferencias de palabras; y que si algún día alguien leyera mi libreta, podría encontrar palabras que le gustasen y otras que no.
Es que las palabras son como constelaciones en mi boca. Yo sé que son “pulidoras”: me pulen el paladar. Pelan los dientes, primero les sacan la cáscara amarillenta y terminan encontrándose con el centro blanco, como teclas de piano. Son tantas las variedades, pero tan pocas las correctas, que por eso hay que anotarlas, llevar registro. Las palabras son muy escurridizas. Si dejás de pensar en ellas un segundo, ya se escapan.
María Paz Riva, estudiante de 1° año 2017.
EL PURO SÍ
OLIVERIO GIRONDO, DESTROZADO Y DESPACHURRADO.
por Daniel M. Galimidi
el sí el sí síbilo el sí silidisti de sonios veintes que sían sían sían y monipluris sían al sirbi liribi sií sí Ángelo sí dei con sin con sexo y órbita el móvil síseo sií en solouni mídulo sin pinis ni penas ni mí ni palo ni pozo el micro sí, sí pixie el sí mas de todo el puro sí, sin ní
M. Galimidi, estudiante de 4° año 2003.
“SOUS LES PAVÉS, LA PLAGE”: UNA FIESTA
2008: a cuarenta años del Mayo Francés, intelectuales de diferentes lugares del mundo intentaron reabrir un debate sobre aquellos tiempos en los que soplaban vientos de cambio en Europa y en América. Un huracán juvenil avanzaba sobre las estructuras sociales, culturales y políticas consolidadas, establecidas, garantes del orden.
En Instrucción Cívica de 5to trabajábamos sobre los sesenta: la “Nueva Izquierda”, las alternativas revolucionarias al sistema capitalista, el hippismo y las críticas a los modelos de consumo.
Durante varias clases nos preguntamos cómo se pensaba (y se actuaba) la vida estudiantil, la militancia, lo social y la política en aquellos años. Y también revisamos la vitalidad de esas formas hoy, en el mundo en que vivimos. El texto que sigue se desprende de estos interrogantes y alienta a seguir la discusión.
por Nicolás Gulluni, Manuela Martín, Luana Pessagno y Ana Salomón
¿Qué es una revolución? Dos de niciones “de diccionario” pueden ayudar para empezar a pensar el problema del carácter revolucionario de las revueltas de mayo de 1968 en Francia. ¿“Cambio violento en las instituciones políticas, económicas o sociales de una nación” o “Inquietud, alboroto o sedición”?
Según en qué de nición nos paremos, podemos considerar a los sucesos del ´68 como una revolución o como una simple sublevación sofocada rápidamente por las fuerzas policiales. Entendemos que la más acertada para caracterizar al mayo francés es la segunda, teniendo en cuenta que la palabra sedición implica: “Alzamiento colectivo y violento contra la autoridad, el orden público o la disciplina militar, sin llegar a la gravedad de la rebelión”.
Ahora bien, ¿fue una verdadera revolución?
Si nos atenemos a nuestras lecturas de Ramoneda y Eric Hobsbawm, el carácter revolucionario del ´68 radicaba en el plano cultural y social, acotado estrictamente a lo ideológico. Con esto queremos decir que la toma del poder no se hizo efectiva (si ésa era la motivación o no del movimiento lo discutiremos más adelante), sino que las revueltas dieron lugar a la aparición en escena de una nueva forma de pensar y de ver el mundo; al intento de instauración de nuevas pautas sociales con la libertad y la imaginación como valores supremos; a la alteración del comportamiento y las costumbres; a un cambio en la manera de manifestarse utilizando los medios masivos de comunicación -una herramienta que contribuyó enormemente a la difusión del movimiento- y símbolos que de nen su carácter iconoclasta (la emisión de consignas pegadizas como “Bajo los adoquines, la playa”, la toma de las universidades, la delimitación de los territorios ocupados por los estudiantes por medio de trincheras).
Así, podemos per lar una de nición de revolución que no implica la toma del poder ni una revuelta subversiva, sino una
alteración de la cosmogonía predominante en el contexto socio-cultural.
Pero para entender el surgimiento de esta nueva forma de ver el mundo debemos observar un poco el contexto histórico mundial de aquella época.
Habiendo terminado la Segunda Guerra Mundial y sucediéndola la Guerra Fría como enfrentamiento ideológico entre EEUU y la URSS, se produjo una tensión importante que tuvo vigencia hasta 1989 con la caída del Muro de Berlín. Este período, en el que se conformó un mundo bipolar, es llamado también edad de oro y dio lugar a un progreso económico muy importante por el n de la Segunda Guerra Mundial. Esto constituyó -de alguna manera- a la naciente cultura juvenil global que alcanzaría una expansión importante. Gracias al poder adquisitivo al que los jóvenes pudieron acceder y a la prosperidad y el pleno empleo propios de este período, no sólo se amplió el mercado en cuestiones de moda, música, etc., sino que también esta nueva juventud disparó una activa intervención política, tratando de imponer un nuevo modelo de vida.
Ahora bien, la mencionada Guerra Fría fue así denominada debido a que los combates no se desarrollaban en los territorios de los países centrales. Tal es el caso de la Guerra de Vietnam, que generó en la juventud un gran descontento sumado a los permanentes reclamos sociales por mejores condiciones de vida y por el n de la opresión.
Así, las revueltas estudiantiles que trascendieron gracias a los medios de comunicación a nales de los ‘60 estaban imbuidas de un espíritu de libertad y antiimperialismo. Esto se vio en las sublevaciones de la Universidad de Columbia, de Tlatelolco y del mayo francés, que implicaron un cuestionamiento a las hegemonías políticas y una oposición al sistema capitalista. Los jóvenes que participaron en las movilizaciones eran, a la vez, partícipes del dinamismo económico que atravesaba
el esquema capitalista al cual criticaban. Recordemos que provenían de las clases medias acomodadas y poseían altos niveles adquisitivos.
Por otro lado, nos encontramos con otra concepción con respecto al carácter revolucionario de Mayo del ’68. Es una visión surgida en el seno mismo del movimiento. Vamos a recurrir al testimonio de uno de sus líderes: Daniel Cohn Bendit. “El cambio forjado por el ´68 afectó, sobretodo, la cultura tradicional, el moralismo fanático, y el principio de autoridad jerárquica. Modi có la vida social, las formas de ser, las formas de hablar, las formas de amar y de tantas otras cosas. Pero, pese a su amplitud, el movimiento se mantuvo alejado de la violencia para crear un nuevo modo de rebelión (…). La revuelta fue una forma de expresión política, pero su objetivo no era tomar el poder político como tal (…). Incuestionablemente, fue un fracaso político. Pero igualmente incuestionable fue el gigantesco temblor que sacudió nuestras concepciones antediluvianas de la sociedad, de la moral y del Estado” 1 Acordamos con esta concepción. Si lo vemos desde el inicio de los movimientos de liberación de los años 70, podemos pensar que el objetivo del mayo francés no era tomar el poder sino sacudir los cimientos de la sociedad burguesa; tergiversar las concepciones y costumbres de la época, dando lugar a nuevos cuestionamientos políticos.
Todo esto nos da el indicio de que Mayo del ´68 no fue una revolución, pero sí tuvo elementos revolucionarios -nuevos para ese momento- al desmiti car la famosa máxima que estipula que “nada puede hacerse contra el régimen”2. Esto representó el pináculo del espíritu libertario de los años 70.
Así, llegamos al punto en que es inevitable caer en la confusión que se genera al tratar de diferenciar los conceptos de revolución y de libertad. Como dice Cohn Bendit en una entrevista realizada por Luisa Corradini para La Nación, “no hay que tomar sólo el Mayo del ´68, hay que tomar todo el período. Esas rebeliones de los años ‘60 en Europa liberaron a las sociedades, pero fracasaron políticamente”3. Cohn Bendit habla de la liberación de la sociedad de las estructuras rígidas que limitaban su pensamiento, su imaginación y su capacidad para oponerse al sistema que la oprimía. En este período se desarrollaron varias formas de resistencia mediante el surgimiento de nuevas organizaciones. Por todo esto, podemos a rmar que el Mayo del ´68 –aunque no provocó cambios totalmente decisivos- implicó, a n de cuenta, cambios. Esto, desde el punto de vista de los protagonistas de este emblemático movimiento, fue lo principal, el objetivo.
Aquí es donde nos enfrentamos a la pregunta: ¿por qué no fue una revolución? Podemos decir que nunca quiso serlo.
1 Cohn-Bendit, Daniel; “El 68, un fracaso político”, Revista Ñ, Buenos Aires, 2008
2 Sartre, Jean Paul; “A dos voces”, Revista Mu, Buenos Aires, 2008.
3 Página Web: www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=707052
Veamos este diálogo:
“Sartre: -El problema sigue siendo el mismo: mejoras o revolución (…).
Cohn Bendit: -(…) Ya he dicho que vamos más bien hacia un cambio perpetuo de la sociedad, provocado, en cada etapa, por acciones revolucionarias (…)”4.
Cohn Bendit escapa al condicionamiento impuesto por Sartre en su pregunta y propone una nueva mirada respecto a la manera de movilizarse y, más especí camente, al “modus operandi” del mayo francés
Para ser más precisos, Mayo del ´68 fue un movimiento “que no constituyó un repudio a la política como tal, sino que fue -más que nada- un rechazo al estilo tecnocrático de gobierno”5. Los actores involucrados -de hecho bastante dispares- fueron los obreros, los estudiantes, los militantes anarquistas, socialistas, maoístas, trotskistas y “situacionistas”6. Todos inscribieron en el movimiento sus propias reivindicaciones.
Podemos ver, por ejemplo, que los trabajadores obtuvieron mejoras salariales y de condiciones de trabajo y que los estudiantes incrementaron su participación en las decisiones de la universidad en varios aspectos.
Cuando nos preguntamos hoy por el carácter de ese mayo francés, podemos pensar que no fue una revolución fallida puesto que nunca fue ésa su verdadera intención. Quizás se asemejó más a un movimiento libertario, a un griterío de opiniones, a un tumulto de gente -de jóvenes- que se sublevaron frente a un modelo capitalista que se encontraba en auge. “No fue una revolución, ni cosa parecida: era una esta para llevar a una novia (…). No era la revolución: era el despelote”7 Finalizamos con Michel Foucault, quien describió claramente el per l del mayo francés: “lo que estaba por suceder no tenía su propio vocabulario. Fue una intención (colectiva y en actos políticos callejeros) de gestar un relato. Un relato, no existente todavía, para discutir contra los relatos que establecían la realidad”8
4 Sartre, Jean Paul, ibídem.
5 Página Web: www.portalplanetasedna.com.ar/mayo_frances
6 Página Web: www.izquierdasocialista.org.ar/comunicados/mayofrances
7 Caballero, Antonio; “Nostalgia de entonces”, Revista ADN Cultural, La Nación, Buenos Aires, 2008.
8 Citado en Casullo, Nicolás; “Poética de la revuelta” Revista Ñ, Buenos Aires, 2008.
Nicolás Gulluni, Manuela Martín, Lua Pessagno y Ana Salomón, estudiantes de 5° año 2008.
MURALES 2018
DESAFÍO: 30 DÍAS SIN FACEBOOK
Un grupo de estudiantes se propuso un desafío: mantener desactivadas sus cuentas de Facebook durante 30 días para desnaturalizar un fenómeno cotidiano, registrar la experiencia y buscar una mirada crítica sobre el uso de las redes sociales y las nuevas tecnologías. El documental “Desafío: 30 días sin Facebook” puede verse en la sección “Trabajos / Alumnos” del sitio web del Colegio: www.colegiodelaciudad.org.
¿Qué lugar ocupan las redes sociales en nuestras vidas? ¿De qué manera in uyen en nuestras relaciones y experiencias cotidianas? ¿Puede un grupo de chicos y chicas adolescentes, nativos digitales y activos usuarios de las tecnologías, separarse de aquello que hoy se ha convertido en un denominador común? Estas y otras tantas preguntas surgieron luego de varias instancias de debate y capacitación que estudiantes del Colegio sostuvimos en el marco del proyecto de Uso seguro, responsable y productivo de las nuevas tecnologías, impulsado por la Asociación Civil Chicos.net.
Puestos a pensar, decidimos hacer foco en el tema de las redes sociales, y pronto nos encontramos poniendo en duda y problematizando aquello que hasta el momento era natural. Desnaturalizando, en n, esta herramienta que se ha vuelto parte fundamental de nuestras vidas, casi sin darnos cuenta. En busca de respuestas, apareció la idea y el desafío: por qué no atravesar y documentar la experiencia de vivir 30 días sin Facebook. A modo de “reality”, siete de nosotros desactivaron sus cuentas, pautando un día de cierre y las condiciones del juego. Otros siete, se encargaron del registro y relevamiento de los testimonios y re exiones que iban surgiendo con el correr del tiempo, para luego volcarlas en un video documental que diera cuenta de la experiencia.
Arrancamos el 1º de agosto y poco a poco fueron sucediéndose los días, plenos de revelaciones. Cada uno de los participantes vivió una experiencia particular y se enfrentó a di cultades diferentes: buscar otros modos de comunicación, hacer nuevos usos del tiempo libre, crear alternativas para enterarse de las salidas del n de semana. Los resultados fueron individuales, diversos y acordes a la manera en que cada uno de nosotros manejaba su vida social, virtual y real. Pero, en todos los casos, nos sorprendimos cuestionando el uso de nuestro propio tiempo, resigni cando amigos, muros y etiquetas, y repensando sus paradojas en respuestas que se nos aparecieron bien complejas, ni blancas ni negras.
ME CONECTO, LUEGO EXISTO: ESCENAS Y TESTIMONIOS DE AQUELLOS DÍAS
En un aula en penumbras, una computadora muestra la pantalla inicial de Facebook. Afuera, espera la la de participantes que, ante la expectativa de los demás, se dispone a dar el primer paso: la desactivación.
“¿Cómo te sentís después de haber cerrado tu cuenta de Facebook? ¿Creés que vas a poder soportar?”- pregunta el entrevistador detrás de cámara. “La verdad… en estos momentos siento una sensación…, como que me arrepentí”, contesta Federico, medio en broma, medio en serio. Y en el mismo tono agrega Layla, “no lo sentí muy raro, desactivé la cuenta y ahora vamos a ver qué pasa. ¡Obvio que voy a poder soportar! Con un poco de paciencia, comida rica, podés…”. El desafío había comenzado.
“Hoy es el día cuatro”, anuncia Layla a la cámara unos días más tarde. En un rincón del Colegio, el grupo debate las primeras sensaciones: “a mí lo que me pasó, por ejemplo, es que me costó mucho más comunicarme con gente cuando lo necesitaba, para pedir consignas de trabajos, fechas…, por
Premio
El video producido resultó ganador del Concurso Todos por la Tecnología, como Mejor Campaña de Promoción del Uso de las TICs. El certamen fue destinado a más de 1000 alumnos/promotores que participaron del Programa Uso Seguro, Responsable y Productivo de las Tics en 53 colegios de Argentina, Bolivia, Costa Rica, El Salvador, México y Venezuela que se prepararon para hacer campañas de promoción y multiplicación del tema en sus comunidades. El concurso fue impulsado por Tecnología Sí, Asociación Civil Chicos. net, Save the Children, Red Natic y Google.
más de que tenía msn, mail o el celular, era mucho más difícil”, cuenta Tadeo, y sigue: “yo me preguntaba cómo iba a ser llegar a mi casa. Porque viste que siempre que llegás te ponés en Facebook”, “claro –contesta Bruno- es ver la computadora y decir: ‘voy a entrar a Facebook…´, y no podés…, todavía no me cae la cha“. “Yo todavía no encuentro ningún aspecto positivo en esto”, plantea Fede, y Dylan relata las páginas “sustitutas” con las que intentó entretenerse. “Yo en cambio pude hacer un montón de cosas, si entraba en Facebook me iba a quedar colgada…”, rescata Layla. Opiniones de otros compañeros ayudan a seguir indagando: “Hay cosas que están buenas, podés encontrarte con gente que no ves hace mucho, ver fotos…, es un lugar donde te enterás de todo”, re exiona Carolina, que sin participar de la experiencia ofrece su testimonio, “pero para mí hay algo malo también, porque vivís en la computadora y no está bueno”. “¿Es como un vicio?”, le pregunta el entrevistador, “sí, sin duda”. “Ya es una costumbre”, analiza Facundo, “a veces tengo que arreglar por la computadora mi vida o mis programas, cosa que no me agrada mucho”. “Es estar conectado”, piensa Malena e Iñaki lamenta los 40 minutos de colectivo que habría hecho de más si no se hubiese enterado por Facebook de la cancelación de un recital. “Pero mi vida no pasa por Facebook, Facebook está en mi vida”, sentencia Catalina. Pasan los días. El primer n de semana revela nuevamente di cultades en la comunicación; algo más de tiempo libre y encuentros que se dan en persona sin compu de por medio. Una nueva escena encuentra a los participantes parodiando la abstinencia y recreando algunos de los estereotipos más frecuentes en la “selva de Facebook”: el etiquetador (ese que te escracha en una foto en el momento menos pensado), el comentador (ese que postea todo el tiempo lo que hace y sus estados de ánimo), la matrona (aquella que adopta 20 hijos y 50 hermanos en sus estados familiares).
Hay risa, pero con los días la cosa empieza a complicarse y poco a poco algunos participantes -por impulso, tentación o decisión- reactivan sus cuentas. Algunos no pueden consigo mismos y su necesidad de relacionarse vía web; otros simplemente, y por distintas razones (facilidad en la comunicación, una amiga que vive lejos, un evento del que quería enterarme) renuncian al Desafío. Para nes de agosto, son sólo dos participantes quienes completan sus 30 días sin Facebook. Un momento de re exión grupal inicia el cierre del documental. Aparecen los grises del fenómeno. Bruno destaca los maltratos, Dylan los chismes y las falsedades habilitadas por Facebook. Esta vida privada que se hace pública, re exiona Juana, y Layla analiza cómo las relaciones sociales virtuales transforman las de la vida real. “Es la telenovelización de la vida”, conceptualiza Iñaki. “Un galpón lleno de gente y uno parado arriba de una silla con un megáfono”, esceni ca Tadeo. Ese yo que no es yo o que también es yo: esa imagen, esa representación que uno construye de uno mismo en el per l, haciendo de nosotros todo eso, re exiona Matías.
A MODO DE CONCLUSIÓN: NI LO UNO
NI LO OTRO, LAS DOS COSAS
¿Podía entonces un grupo de chicos y chicas, usuarios de las nuevas tecnologías, separarse de lo que hoy en día se convirtió en un denominador común? ¿Facebook suma? ¿Degenera las relaciones? ¿Se convierte en vicio? ¿Es bueno? ¿Es malo? Las respuestas fueron llegando. Y como era de esperarse, no fueron ni blancas ni negras. El problema de fondo estuvo en las preguntas, en las dudas y en las opiniones que serían la consecuencia del desafío: ¿para qué cerramos Facebook?, ¿qué tanto de este avance en la manera de relacionarnos deberíamos rechazar? ¿Es sólo un instrumento de ocio que nos atrapa? ¿O es válida esta nueva forma de relacionarse, a través de comentarios en fotos y publicaciones en muros? Un poco y un poco, de nitivamente las dos cosas y no hay una respuesta única y cabal. Concluimos que el error está en buscar respuestas radicales: Facebook no es ni “bueno” ni “malo” por sí mismo, es una herramienta potente cuyo uso social –responsable, productivo- es precisamente lo que está en juego. Durante el proyecto, fuimos nuestros propios conejillos de indias. Y sus resultados, el video producido, fueron el disparador con el cual intentamos multiplicar la experiencia, socializar sus resultados, contagiar nuestras preguntas. Realizamos talleres en el Colegio con nuestros compañeros. Invitamos a algunos padres para compartir percepciones, reexiones y preguntas en un intercambio generacional muchas veces signado por cortocircuitos e incomprensiones. Salimos a la calle, en nuestro Festival de Arte, para ensayar algo así como la recreación de la red social en la Plaza misma.
Y así, buscamos invitar a otros a desnaturalizar lo instalado. A hacerse sus preguntas, sacar sus conclusiones y atravesar su propio camino en el uso de las nuevas tecnologías.
Proyecto de Uso Seguro, Responsable y Productivo de las TICS
El Proyecto de Uso Seguro, Responsable y Productivo de Tecnologías de la Información y la Comunicación es una iniciativa de Google Argentina, Save de Children (ONG internacional en defensa de los derechos del niño) y Chicos.net (asociación que trabaja en proyectos innovadores para la educación y la inclusión social de niños, niñas y adolescentes). El proyecto fue implementado en 34 colegios de siete países de América Latina y tiene por objetivo sensibilizar a la comunidad educativa acerca de la temática del Uso Seguro, Responsable y Procutivo de las TIC. A esos efectos, se realizan capacitaciones y jornadas de trabajo con estudiantes y docentes promotores que luego deben diseñar su propia estrategia de multiplicación y socialización de lo aprendido.
El proyecto fue realizado por Federico Bergerman, Bruno Di Saia, Bruno Durand López Cámara y Juana De Loro, de 1º año; Dylan Bokler, Sofía Zerbino y Layla Ohanian, de 2º año; Matías Nelson, Damián Schrevens y Francisco Fernández Mendy, de 3º año; Tadeo Luna, Santiago Bocco e Ignacio Vezzoni, de 4º año; y Octavio Steinmann, de 5º año. Coordinadores: Santiago Azpiazu, Luciana Sánchez y Flavia Affranchino.
DESAFÍO: 30 DÍAS SIN FACEBOOK
LECTORA/LECTOR, PARE ACÁ
¿Qué diría usted que es una SERENDIPIA?
No busque. Piense apenas un poquito y anímese:
¿Listo? Ahora sí, dé vuelta la página.
SERENDIPIA… ¿UNA QUÉ?
Un cierto estado de somnolencia.
Palabra que re ere a gente serena pero con otitis.
Conjunto masivo de postres serenitos envasados.
Fruta prima de la sandía, con sabor agridulce y color rojo.
Serendipia: sust. que designa objeto de sonido agudo, de utilidad para atraer serpientes.
Terapia de curación natural china.
Serendipia: Festival de sidra de manzana.
O trastorno del ser sedentario.
Meta de un largo trayecto, acompañado de gente querida
Donde uno se construye, crece y madura.
Serendipia: caso excepcional en el que -dentro de los límites de Singapur- una persona con una abuela coreana y otra protestante y/o mexicana, puede convertirse en rey durante doce años.
Serendipia: enfermedad causada por exceso de dips en las comidas.
Una serendia chiquita
O un ser que vive en la utopía.
Un tipo especí co de deformidad en la columna
O un tipo de ardilla
O eso,
que encontraste por el camino.
Hallazgo afortunado
Que no esperabas
Ni buscabas.
Descubrimiento casual Y valioso.
Serendipia.
Adapt. del ingl. serendipity, y este de Serendip, hoy Sri Lanka, por alus. a la fábula oriental The Three Princes of Serendip (“Los tres príncipes de Serendip”).
1. f. Hallazgo valioso que se produce de manera accidental o casual. Ej. El descubrimiento de la penicilina fue una serendipia. Real Academia Española
¿Cuál fue tu serendipia a lo largo de estos cinco años?, les preguntamos a lxs chicxs de 5to, días antes de nalizar su escolaridad.
¿Y la suya? ¿Cuál fue?
Producción colectiva, 5° año 2020. Actividad realizada en uno de los encuentros de cierre. Fotografía: Inés Melamud, 3º año 2020. Realizada en el Taller de Técnica y Expresión Fotográfica.
ARTE Y TÉCNICA
“Me gusta porque es lo que hacíamos con mi abuelo: desarmar y construir nuevas cosas”.
“Cuando era chico, me encantaba inventar robots, e intentar que se movieran. Este taller me hace volver a eso”.
“Nunca usé un martillo, ni un clavo. Me encanta la idea de aprender a hacerlo”.
Los trabajos fueron realizados en clases de la materia Arte y Técnica, 2013.
LEYENDA PARCIAL ESCUCHADA EN LA CLASE MEDIA
EN HOMENAJE A PICHI AZCÁRATE, QUERIDO AMIGO.
En junio, los alumnos de 5to año vieron la muestra de Fotografía y Periodismo en el Palais de Glace, con una consigna de trabajo. La imagen debía abrir paso a la palabra en un ensayo o cuento. Lucía eligió la foto “Tomás, segundo, escuela frontera en Misiones” (marzo 2005) del fotógrafo Roberto Pichi Azcárate. Inspirada en esa imagen, Lucía dice:
por Lucía Arambasic
¡Muy bien, Franco! Le habían salido las cuentas, la señorita Quinteros lo sabía y por eso sonreía ampliamente. Después, leche caliente y galletitas. Una gurita de San Martín los mira, sobrio, desde un embudo de plasticola encharcado en el cuaderno, tan severo, tan digno, tan prócer. Es admirable porque saca el pecho para afuera y los colores amarillentos del fondo lo aureolan de una historicidad heroica.
Los pibitos chupan como esponjas las palabras que van apareciendo al frente de la clase; saben que son sagradas pues están trazadas con tiza sobre el pizarrón. Franco también alza la mirada y plagia el mundo sobre los renglones con manchones de tinta y gra to. Pero nunca queda igual, graciosos dibujitos van apareciendo al margen de la hoja, inertes explosiones de libertad que bailan curvilíneas cuando la clase se pone aburrida. Y si no, siempre puede buscarlo a Adrián con los ojos y empezar la guerra de papelitos. Pero ahora no, no vale la pena, en cualquier momento… …RINNGG… … chau, hasta mañana.
Calor. Guardapolvo pegándose en la espalda. Calor.
II
Mirá, Franco, vos sabés que a mí me encantaría que pudieras terminar la escuela, ¿no?, -hay unas manos blancas que toman la cara de un chico entre ellas, la acunan más cálidas que el calor del hogar- pero bueno, papi, a veces no se puede… ¿Sabés qué pasa? El señor Ferreira todavía no le pagó a papá, y parece que ya lo echaron al Turco… Pero, bue…, mañana te vas pa´l centro con tu hermano, ¿eh? -se queda mirando a su pibe de 13. ¿Qué espera que le diga? ¿Sí, mamá, te perdono? ¿Te odio por hacerme esto? ¿Me da lo mismo?
-Voy a tocarle la puerta a Adrián para despedirme -y nunca supiste qué era lo que había pensado en aquel momento.
-Ta bien, andá pero rápido, que ya está oscureciendo.
Cuando Franco salió a la puerta, se escuchó un tiro de aquellos que se escuchan en aquel barrio a esa hora de la tarde.
-¡Hijo! Vení, mejor volvé que ya estamos por comer. Mañana te despedís de AdriánJamás volvió a verlo.
III
Él y Sebastián están por entrar al subte. La urbe bulle en movimiento, un fluir de humo y ruido se agolpa sobre los sentidos. Los transeúntes van y vienen, suben y bajan sin parar. Franco ansía nervioso probar el gusto de aquella mezcla espectacular, de aquel mundo nuevo en el que se sabe apenas un huésped en capilla. Era como si todos allí supieran que él no pertenecía a ese lugar, y tuviera que mostrar su valía aprendiendo, mimetizándose con todo lo que a su alrededor serpentea.
Penetraron en el subterfugio del metro. La semipenumbra húmeda los cubre por un momento y los vuelve claroscuros. Y es que en verdad toda la ciudad aparecía de esa manera ante Franco, como un juego corredizo de luz y oscuridad que se hacían líquidas y se entremezclaban. Una luz más sucia, más rara, distinta de la amarilla y lustrosa del hogar y el colegio, más honda, más gris, más cierta. Estaba adentro.
El resto del día se lo pasó entre estampitas y cachetes ajenos. Algunos pibes del rubro usaban ese truco para enternecer a los pasajeros y que hurgaran en sus bolsillos. Le había dicho a Sebastián que no, que ya estaba grande para andar dando besitos en el subte (aunque lo había hecho, pero él le respondió que no se hiciera el grande porque todavía tenía cara de pendejo y allí terminó su asomo de rebeldía). Resultó casi entretenido repartir las estampitas, aunque la verdadera parte divertida venía cuando se atrasaba sin querer y tenía que correr de un vagón a otro antes de que la puerta se le cerrara en la cara. Comenzó a sentirse cansado por tanto andar de vagón en vagón todo el día.
-¿Qué hacés comprando un alfajor? -el delito caía plástico y brillante sobre sus manos.
-¿Qué tiene, si igual juntamos un montón de monedas? -no es que fuera tan ingenuo, pero esperaba que Sebastián así lo creyera.
-No, chabón, todas esas monedas van para casa. Además, ¿de todo lo que te podés comprar, te comprás un alfajor?
El comentario le resultó extraño: ¿qué quería que se comprara, un colgantito con el escudo de Boca?
Al atardecer, Franco pensó que ya era hora de volver a casa, pero se pasó un buen rato tirado bajo un puente esperando que Sebastián terminara de chapar con una minita que pasaron a buscar por la plaza. En verdad, era raro lo que estaban haciendo: movían las lenguas como si éstas fuesen lagartijas y se las metían el uno al otro en la boca para ver quién comía primero. Pero cada vez que una boca avanzaba demasiado, la otra la hacía retroceder, y mientras tanto movían las manos y las dejaban donde hallaban lugar en el cuerpo. Sebastián sí que era un capo, conseguía que a la chica le gustara que le hiciera todo eso, ella le daba rienda libre sobre su cuerpo y él lo aprovechaba, qué ganador, qué hombría. Se imaginó a sí mismo en la misma situación y se empapó de un miedo ácido y ansioso, reverente. ¿Qué pasaba si lo hacía mal, si no sabía cómo hacerlo y a la chica no le gustaba, si…? Aún así, el deseo de conocer esa práctica prohibida que pertenecía al mundo adulto le cosquilleó en la garganta. Sebastián le está tocando el culo a la mina. “Grande, Sebas, aprovechá a tocarla todo lo que puedas antes de que se tenga que ir a la casa”. Sobre la pared de enfrente dice: Nico y Clara por siempre, adentro de un corazón. El amor, sin embargo, tampoco debía de resultar aburrido.
IV
¿De quién era el mundo? De los estudiantes de pantalón beige y corbatín, de las amas de casa con las bolsas del supermercado, de los hombres de traje oscuro que hablan acelerados por el celular, de los artistas bohemios, de los nenes que pasean con abuelas, de la kiosquera, del boletero, del vigilante. Ellos son los oficiales, los del mundo oficial, los que van a tomar el subte tranquilos y no tienen que correr de vagón en vagón porque hacen un solo viaje. Son la carátula de la ciudad, a ellos pertenece el bullicio caldoso y hondo. De ellos, las radios sonando en las ventanas, los bocinazos de los autos, las vidrieras, los diarios, las mesas de confiterías. La calle por ellos y para ellos; si entrás a algún bar, te rajan a patadas.
V
Con el tiempo todo aquello comenzó a tener un gusto a refrito. Y vuelta y vuelta a freír cada vez que se baja la escalera y se pide el boleto. Es que era esa sensación de estar yendo siempre para ningún lado; el claroscuro llegó a resultarte nauseabundo, cotidiano, tan todos los días. Y no era que en el colegio no se hiciera todos los días lo mismo, bien lo sabía después de 13 años. Pero aún así se trataba de algo muy distinto… Te arañó el pecho la certeza de que se te habían acabado los peldaños. Un camino horizontal-polvoriento se te engancha a los talones y no sabés cómo sacudírtelo.
¿Se sabían los pasajeros tan parecidos? Tenían ese nosequé que los igualaba a todos, un aire de espera calmada y trámite, de pausa coyuntural de las obligaciones.
Franco penetra en la estación, a su lado una mujer de traje azul sube para irse. Y al rozarse apenas sus hombros, no es de esperar que se detengan para solidarizarse el uno con el otro; quién iba a decir que un cabecita de 13 y una banquera de 40 pueden llevar en lo hondo cargas tan iguales, de sentirse nadando en una laguna estancada. Se queda mirando a un pibe de más o menos su edad que lee un libro mientras espera. Le entraron ganas de saber lo que decía en ese libro. O más bien, ganas de tener curiosidad acerca de ello, de que le fuera la vida en el conocimiento de las ideas que contenía; abrirlo y sentirse fascinado, sorprendido, y extrañarse hasta la médula. El pibe alza la cabeza. Hay un momento en que las dos miradas se ven de verdad, de verdad en serio. Se odiaron y temieron a la vez sin saber por qué. Sí, así es, el ricachón y el negro de mierda se temen y se odian sin saber por qué.
VI
Un día le pasó algo emocionante, Sebastián le presentó a Paco. Paco era un amigo copadísimo, del tipo de persona que te pone de buen humor. A veces cuando no podía venir, los iba a visitar Poxiran, que también es muy copado, aunque Franco pre ere a Paco, porque a veces al pasear con Poxiran le queda una náusea fea metida en el estómago, y en cambio, cuando Paco se va, deja apenas un aturdimiento, nada que le impida repartir las estampitas.
VII
El margen y la hoja están separados por una delgada línea rosa. Y como es delgada, a veces a la gente le gusta jugar a que no existe (a vos y a mí también, ¿o es que acaso somos bombitas de luz?), y de hecho, el margen realmente no existe mientras uno juega a que no. Allí los dibujitos curvilíneos bailando su baile, y en la hoja las palabras se esmeran obstinadas en seguir así de cursivas, igual de puntuadas y bien tildadas. Hasta que ocurre que algún dibujito viola el margen y penetra en la hoja, y a veces, quizás aplasta alguna s o una c, a un Martín o a una Cecilia, a un nieto o a un padre, dejando una mancha de tinta, de sangre. Pero ya viene pronto un secante a llevársela; ya no está, y como parece que nunca existió, realmente nunca existió. Un día uno de los dibujitos rompió el margen e hizo en la hoja algo que desagradó a las cursivas. Y por eso se lo llevaron a un lugar desagradable.
VIII
Por un ín mo momento, Franco fue parte del otro mundo. En pocas horas algún noticiero con escasez de eventos anunciará “Delinquen cerca de estación de subtes”. Pero no vas a poder ver tu debut. En los reformatorios no tienen televisión. Y luego otra vez al costado, a esas islas que son las correccionales.
Sos apenas una sombra que mira el piso. El o cial sentado a unos metros se encuentra separado por mil años luz, transportado por su uniforme, el sagrado escritorio y tu ropa sucia.
Te mira y te desprecia.
-Decime, pibito, ¿alguna vez fuiste a la escuela?
Silencio.
-Bue, ¿qué querés que te diga? Mucha pinta de intelectual no tenés… ¿Qué te creés, que San Martín cruzó la cordillera robando?
Aún mirando el suelo, la angustia se anuda sola en la garganta, tus ojos comienzan a dilatarse por la presión de las lágrimas. Todavía más se te abrieron los ojos cuando viste al o cial guardándose la guita robada en la billetera. Comienza a explotarle el pecho.
Lucía Arambasic, estudiante de 5° año 2006. Fotografía: Roberto Azcárate.
LEYENDA PARCIAL ESCUCHADA EN LA CLASE
ALICIA A TODA PRUEBA
Las chicas y chicos de 2do leyeron Aventuras de Alicia en el país de las maravillas. Para el examen conocieron y trabajaron con aticipación un menú de consignas que desarrollaron luego, el día de la prueba .
CONSIGNA 1
por Maximiliano Szmidt
En el capítulo IX la Duquesa le dice a Alicia: “Nunca imagines que eres distinta de lo que puedas parecer a los demás, que lo que tú fuiste o puedas haber sido no fue otra cosa que lo que tú hayas estado pudiendo parecer a los demás” (pág. 89). Explicar esta cita teniendo en cuenta las características de los personajes y del contexto; y los temas de la novela que pueden relacionarse con la misma. Justificar.
RESPUESTA
Esta cita aparece en el capítulo IX, en forma de moraleja hacia Alicia de parte de la Duquesa. Se relaciona en gran parte -creo yo- con la hipocresía de la moral victoriana1, con el tema del ser y el parecer, con los problemas de comunicación y con la inseguridad de Alicia en relación con su identidad, que son temas que atraviesan toda la novela.
Podemos ver la atención a las reglas de cortesía por parte de Alicia hacia otros y de parte de otros hacia ella. Un ejemplo puede ser el intercambio entre Alicia, el sombrerero y la Liebre de Marzo en el capítulo VII. Cuando la Liebre dice: “No fue muy cortés de tu parte sentarte sin ser invitada”. Y cuando Alicia dice: “Debería aprender a no hacer observaciones personales”, ante el comentario extraño del Sombrerero que le sugiere que debería cortarse el pelo.
Los ideales de la sociedad victoriana estaban relacionados también con la mirada de los otros sobre uno, el ser y el parecer. En relación con los eventos que le sucedieron a Alicia durante su historia, la cita a rma que sus confusiones podrían haber sido realidades, porque lo que importa es lo que “tú hayas estado pudiendo parecer a los demás”. La Duquesa dice, al nal, que la apariencia es igual al ser, sin importar lo absurdo que pueda parecer eso.
1 En las clases de Lengua, se trabajó sobre las características que surcaron la sociedad victoriana del siglo XIX. Una sociedad de importantes cambios económicos y políticos, de un fuerte disciplinamiento social, en la que los buenos modales y las reglas de cortesía eran altamente valorados; y en la que existía una importante distancia entre lo que podríamos identi car con el ser y el parecer. Temas que L. Carroll abordó y problematizó de diversas maneras en sus textos.
Alicia durante la novela duda muchas veces de su propia identidad. Por tener cuello largo, una paloma la confunde con una serpiente, y -más allá de que se ponga en juego también el tema de los problemas de comunicación- Alicia llega a dudar de si la paloma no tendría razón. Alicia sufre cambios corporales, su memoria es distinta, tiene problemas al comunicarse y es confundida por otras personas. El problema de su identidad aparece también en esta conversación con la Oruga: “Yo… Yo casi no sé señor, en este momento… Por lo menos sé quién era cuando me levanté esta mañana, pero me parece que debo haber cambiado varias veces desde entonces”.
Volviendo a la cita de la consigna, por el contexto podemos ver también que es al mismo tiempo una burla del autor hacia la sociedad victoriana y hacia las moralejas en sí mismas. La Duquesa antes de esta frase, dice muchas otras “moralejas”, pero moralejas absurdas, sin sentido y sin enseñanza. Dice hipérbole absurda tras hipérbole absurda. Se dice que Lewis Carroll inauguró el género de historias sin moralejas2. Y lo lleva a tal punto que se ríe de ellas. Cuando Alicia desobedece por primera vez, el sueño termina; se libera de este sistema absurdo, con reinas omnipotentes y gatos omnipresentes.
CONSIGNA 2
Explicar cómo aparece el tema de los malos entendidos o problemas de comunicación, empleando dos situaciones o fragmentos de capítulos que te parezcan significativos. Utilizá citas textuales para ilustrar las ideas planteadas.
RESPUESTA
Los problemas de comunicación aparecen en la novela desde su comienzo hasta el nal. Además del ya mencionado encuentro con la paloma en el capítulo V, también encontramos problemas de comunicación y juegos de palabras en su conversación con la Falsa Tortuga, cuando esta dice: “(…) las distintas ramas de la Aritmética: Ambición, Distracción, Fei cación, e Irrisión”3. Esto no solo confunde a Alicia, sino que también confunde al lector. Lewis Carroll juega con las palabras para dejar una idea presente. Hay acá una forma de burlarse de la enseñanza al cambiar el nombre de las materias escolares. Cada materia de la Falsa Tortuga, puede relacionarse con algo de nuestras materias. Se toma un tema de una materia y se lo transforma en algo absurdo. La Ambición vendría a ser la adición; la Distracción, la sustracción; y así sucesivamente.
Los problemas de comunicación no terminan acá. Se pueden ver también por ejemplo en la conversación entre la Oruga y Alicia, cuando esta última intenta entender la extraña manera de ver la realidad que propone la Oruga. También se ve en la confusión del Conejo Blanco con Alicia, cuando la llama Mary Ann. O cuando, como decíamos antes, Alicia no entiende las moralejas absurdas de la Duquesa. Es un tema que asegura confusión tanto para los personajes, como para los lectores. Pero si uno puede leer entre líneas, puede encontrar muchos nuevos sentidos en cada palabra de este libro de maravillas.
2 Se dice que Lewis Carroll detestaba las moralejas: en una carta del 5 de enero de 1867, en la que envía un libro de regalo a una niña, le dice: “Este libro está destinado a que lo mires, y luego lo apartes en la biblioteca: el contenido no pretendo que lo leas. Tiene moraleja, así que casi no necesito decirte que no es de Lewis Carroll”. Al autor, se lo considera el fundador del género de los libros para niños sin moraleja ni segundos propósitos. Esta idea fue trabajada y puesta en discusión a la hora de leer el libro de Alicia.
3 Los juegos de palabras, los dobles sentidos, la ambigüedad de los términos y la parodia de frases se multiplican a lo largo de este libro y otros del autor. En esta cita, Carroll realiza un juego paródico con el nombre de las asignaturas escolares en inglés cuya similitud sonora permite la gracia: Ambition en lugar de Addition (“Suma”); Distraction por Substraction (“Resta”); Uglification (“Fei cación”) por Multiplication (“Multiplicación”); Derision (“Irrision”) por Division (“División”). En la traducción en español se pierde parte del juego sonoro.
Maximiliano Szmidt, estudiante de 2° año 2019. El trabajo fue realizado en clase de Lengua y Literatura. Ilustración: Ana Mir Bertone, 4° año 2019. (Modificación de obra de Renata Schussheim, realizada en clase de Artes Visuales).
SR. MANFRASSERO
por Agustina Luzniak
Desde ayer he notado algo diferente en mí: de nitivamente ya no puedo distinguir las horas de los días; podría decirles que padezco de una especie de estado en el que confundo el paso del tiempo.
Cada día, al comenzarlo, observo las obras que aún no he iniciado, las que con gurarán una nueva arista de la gura nal, lo que por cierto me mantiene su cientemente ocupado como para no poder predecir lo que viene. Mucho menos fácil es observar lo que hice, puesto que me suelo cuestionar si en realidad no es más incierto que el mañana.
Desde el último día de mi insatisfacción, me aseguré de nunca regresar a esa sensación de fracaso, así que sin más, resolví dejar de ser “un fracaso”.
Exactamente, desde ese último día es que ya no soy “un fracaso”, de nitivamente, experimento la presencia de una bestia amarilla insoportable, que desde dentro de mí recita un “poema del triunfo”, tan insoportable que me deja en esta “heroica” idea de victoria que suele alegrar la hora del té a todos los profesores.
La bestia, justo de ello quería hablar. En la soledad del cuarto donde exhibo mis porquerías, encuentro un constante tintineo que me grita “perdedor”, una idea que me desilusiona, esa maldita bestia verdosa que nace en las profundas lagunas de la conciencia.
¡PERDEDOR, YO! Los triunfos jamás se dan en sucesivas cosas, como cuasi-escultor he encontrado los abismos más oscuros donde reside esa maldita cosa, mezcla de enfermo y doctor, especí camente uno de esos repugnantes neurocirujanos.
Mi virtud más valorada por los demás es hacer dinero, insu ciente para mi felicidad, pero ellos “lo valoran”; por lo visto no valgo nada...
Quince estrellas, treinta y dos poemas, cuatrocientos cincuenta y dos esculturas, veintiocho cubos de ingenio, cuatro platos de comida –de esos de madera, hechos con roble bien macizo y pintados a mano, pero con una sola mano-, cincuenta y nueve partidas de ajedrez a mí mismo, sin descanso. Estos son sólo una ín ma porción de mis logros, un ápice, una miseria, una uña, nAdA, alguna migaja insigni cante de esas que lamen los perros pordioseros que merodean restaurantes, al tiempo que procuran evitar el ingreso de inmigrantes a su piel. Bien, decía aquello para ilustrar lo mucho que puedo hacer en sólo un par de horas de trabajo, bah, quizás días, meses, en n, sé que es poco el tiempo y hasta he perdido la cuenta de lo que llevo vivido. De más está decir lo mucho que valgo y cuán maravilloso soy.
Egocéntrico para aquel que poco vale. Es una basura... Así me llaman. ¿Pero quién puede llamarme así? Sólo los boludos de siempre que se juntan en los mismos “PUBS” (saben a lo que me re ero: PAAABBBBS) a recrear sus boludeces, de esas bien boludas.
¡Qué bueno! ¡La alegría de la soledad en la que entro a ese fantástico mundo que en este escrito no puedo mencionar! (Cierta fantasía se ha puesto de moda; otra: la incierta, la que yace en la oscuridad de ciertas bibliotecas, perennes, por cierto..., ¿verd... eh?, perdón, ¿cierto?).
Ser egocéntrico, todos hablan de ello. Pero, ¿quién me conoce? Soy un fracaso... Todos mis estúpidos vestigios: “quince estrellas, treinta y dos poemas, cuatrocientos cincuenta y dos esculturas, veintiocho cubos de ingenio, cuatro platos de comida –de esos de madera, hechos con roble bien macizo y pintados a mano, pero con una sola mano-, cincuenta y nueve partidas de ajedrez a mí mismo, sin descanso”, son solo una ín ma porción de mis basuras, un ápice, una miseria, una uña, nada, alguna migaja insigni cante de esas que lamen los pobres perros que merodean restaurantes.
Es decir, soy absolutamente intrascendente y asquerosamente insigni cante...
¡¡¡Soy trascendente y no pueden imaginar cuánto signi co para el círculo de artistas al cual pertenezco!!! ¡¡¡Me aman!!! Y de verdad que me aman.
Bien, aquel día o en aquella hora... No sé en realidad cuándo ocurrió, pero no voy a continuar con todo eso de nuevo. La cuestión es que recuerdo que lo primero que hice fue cruzarme hasta el café de Córdoba y Reconquista, ahí donde se juntan artistas y otras chicas y otras chicas y otras, perdón, tengo una jación a veces con todo eso, crucé entonces a encontrarme con Mariano, precisamente él pertenece a una especie extraña, encima anda con una boina toda roñosa... En n, nos encontramos en el café.
El resultado fue el siguiente: –Mariano.
–¡Sr. Manzanera! –decía portando su sonrisa característica.
–Hola, ¿qué tal, cómo van tus cosas, Marianito?
–Todo bárbaro, maestro, trabajando mucho. ¿Y usted?
–Por supuesto que trabajando y, bueno, ahora buscando un poco de distracción por el bar. –¿Y en cuanto a esos problemas...?
–¿Qué problema? ¿Perdón...?
–Eh, entiende usted a lo que me re ero, todos en el círculo de artistas de la zona hablan de eso, inclusive algunas versiones...
–¡Eh, ya basta con eso!, no es posible que no entiendan cómo somos exactamente, al n y al cabo puedo ser muchos simultáneamente y seguirán de por vida hablando de que somos muchos. Hay algo peor en todo esto: todos ustedes son muchos, y solo conforman un único estereotipo de imbécil, son muchos distintos y no llegan a ser uno, mientras tanto nadie piensa que están enfermos, pero solo apenas pueden cumplir dignamente con su miserable papel en la molécula social a la que pertenecen. Por mi parte, creo que soy de nitivamente mejor, tanto que ustedes hablan de mi vida y no de la suya.
El diálogo no progresó mucho más y me volví a mi lugar, claro que después de haber concretado el propósito de mi estadía en ese lugar de entretenimientos.
Bien, aquel día, precisamente el seis de agosto a las ocho y cuatro con diez segundos de la noche, crucé al lugar de siempre, lugar donde seco mis lágrimas, ahí donde se juntan artistas y chicas, crucé entonces a encontrarme con Mariano, precisamente él es todo un artista, con una boina estrafalaria.
El resultado fue el siguiente:
–Señor.
–¡Fracasso! –decía Mariano portando su sonrisa característica.
–Hola, ¿qué tal, cómo van sus cosas, señor?
–Todo bárbaro, trabajando mucho. ¿Y vos?
–Aquí me ve, salgo a ver la luz otra vez.
–¿Y en cuanto a esos problemas...?
–¿Qué problema? ¿Perdón...?
–Eh... a lo que me re ero, todos en el círculo de artistas de la zona hablan de eso, inclusive algunas versiones...
–No entiendo...
–El problema psicológico... usted sabe...
Me retiré sin hablar más, mis lágrimas se perdían entre las gotas de la noche enferma. Todos ahora creían que era loco, el más triste y fracasado del universo también estaba loco... Tal vez ese maldito bicho verde, el enfermo-neurocirujano, hablaba también en su mente.
¿Qué puedo decir? Hasta mi nombre lo a rma: Guido Fracasso... Qué cuestión... Moriré en la nada... Gracias...
Por nada. Es común que me agradezcan. Les brindé su ciente ventana a mis vivencias. Creo que fue como un día, es probable, creo que dormiré un poco.
Son las once y veinte, es tarde, es hora de descansar.
Buenos Aires, 16 de junio de 2001.
Ehhh, vos, ¿qué día es hoy?
Agustina Luzniak, estudiante de 4° año 2001. Integró el Jurado del 1er Certamen Literario que se realizó en el Colegio en septiembre de ese año. Ilustró Lucía Ramos, 4° año 2001.
LO INENARRABLE
Santaolalla + Ricardo Mollo + Carlos Núñez: concierto desde la noche hasta el despuntar del sol, en Huacalera, Jujuy. Allí estuvo 4to año como parte de las actividades de su viaje de estudios.
DESDE ACÁ SÓLO SE ESCUCHA EL VACÍO
Este cuento fue uno de los ganadores del 9° Concurso Literario “De Ana Frank a nuestros días”, organizado por el Centro Ana Frank Argentina.
por Micaela Gueler
Desde acá sólo se escucha el vacío. El silencio me transmite que todo terminó y que el tiempo mismo arrasó con todo aquello que alguna vez amé. Ahora estoy hecha de recuerdos y cenizas, atrapada entre lo que fui y lo que pude haber sido.
Una última palabra resuena en mí: “Valentina”, y junto a ese nombre, la sensación de que me pertenece, soy Valentina Zbar.
No tengo claro cómo llegué hasta acá, o qué es lo que soy, pero estoy lejos, donde las estrellas marcan las siete. Déjà vu, un ash que me devuelve el sentido con recuerdos que parecían lo que más adelante sería la película de mi vida. Me encuentro yendo a mi primer día de clases; luego con mi vestido, lista para ir al templo de la mano de mamá. Por último, me veo apagando las seis velitas de la torta de chocolate y, por un instante, todo se vuelve a oscurecer. Todo me resulta conocido, descubro partes de mí que no reconozco, que el olvido borró cuando llegué acá. Otra serie de momentos se aparecen sin más, solo que más fríos, más distantes y con un aire de los que se presentan en las noches más lluviosas. Siento una lágrima caer por mi mejilla inexistente, no le da importancia a mi nueva anatomía, y sin pensarlo ahí me hallo sola, con un dolor en mi pecho, gritando. Observo cómo me separan rápidamente del regazo de mi mamá y la sacan de lo que sería mi hogar: minutos en los que unos soldados no demoran en entrar a mi casa y destruir todo a su paso. Intento llegar a ella, liberar toda mi fuerza, y alcanzar el camión en el que la dejan junto a gente amontonada. Todas llevan un símbolo, ese mismo que veía en el templo cada viernes. En el camión, puedo reconocer a Jule, mi compañera de clases; también al diariero, que siempre se paseaba por el vecindario; y al rabino del templo Baruj. Todos llevan angustia en su mirar. Mi mamá me grita que resista, que espere en casa a papá. Desde aquel momento esperé -entre lo que quedaba de mi casa y de mí- a que llegara papá. Cuando abre la puerta, yo estoy llorando en una esquina, abrazando una foto de mamá. Papá teme lo peor. Sus ojos están vidriosos, pero trata de sonreír para hacerme sentir que todo va a mejorar. Después de este recuerdo, todo en mí es borroso, no logro diferenciar lo que es recuerdo de lo que es real. La nada.
El corazón se me oprime y otro recuerdo sale a la luz. No estoy en mi casa, tampoco en algún lugar conocido, y esta vez tampoco está mamá. Desde lejos lo veo, papá ni intenta sonreír. Está rapado. Una reja de alambre nos separa a mayores de menores; algunos desnudos, otros con algo de ropa, todos con la mirada vacía. El olor es inexplicable.
Los meses pasan y los soldados nos dividen hasta que somos la quinta parte de los que éramos. Se nos llama por apellido y se nos manda a trabajar.
Veo a los chicos de mi grupo caer en la tierra, nadie se preocupa por ellos. Los dejan morir.
Logro verme en ese recuerdo, y vuelve mamá, su mano en la mía el domingo hacia el templo, las últimas imágenes de mi corta vida, mis últimos momentos de felicidad.
Parecen las siete, y está oscureciendo. Un soldado me encuentra en la tierra, agonizo por la falta de higiene y de comida. Pone su bota sobre mi pecho y, nalmente, aprieta el gatillo.
Todo se vuelve a oscurecer, muero y revivo in nitas veces. Entiendo mi historia.
Acá estoy, donde las estrellas marcan las siete y, ahora sé, todo acabó.
Mamá, yo resistí. Y sé que estás ahí, en algún lugar.
Seis años de vida, las estrellas marcan las siete, ocho recuerdos para entender.
Micaela Gueler, estudiante de 2º año 2017. Ilustración: Sofía Mendez Tito, 5° año 2017.
LA ANIMACIÓN:
UNA DE LAS FORMAS DEL CINE
por Manolo Fernández, Andrea Godoy Woscoff, Verónica Merle y Julia Vélez
La asignatura Animación aborda desde los conceptos básicos de movimiento hasta el manejo de nuevas herramientas tecnológicas.
El proyecto final es un cortometraje animado, utilizando la técnica de fotografía cuadro por cuadro de muñecos articulados.
Escribir la historia, guionarla.
Diseñar y construir los personajes, los elementos y la escenografía.
Tomar fotografías cuadro a cuadro.
Finalmente, editar y sonorizar las imágenes en la computadora.
El lenguaje audiovisual, desde un espacio de experimentación y descubrimiento.
UN PASADO QUE DESPIERTA
Un grupo de estudiantes del Colegio participamos este año del Programa Jóvenes y Memoria, una convocatoria para la realización de proyectos de investigación sobre el pasado reciente y la realidad del barrio. Nuestro tema: el asesinato, en tiempos de la última dictadura, de dos curas y tres seminaristas palotinos de la Parroquia San Patricio, barrio de Belgrano. Aquí un relato sobre nuestra experiencia.
La casualidad
Una de esas casualidades dio origen a este trabajo. La historia de la Masacre –ocurrida el 4 de julio de 1976, a sólo diez cuadras de nuestro Colegio- llegó a nosotros en mayo de este año, cuando desde la Parroquia San Patricio nos invitaron a realizar un mural para el homenaje que se realizaría este año por el 35º aniversario del hecho. Por esas cosas de la vida, en esa misma semana recibimos una convocatoria para participar del Programa Jóvenes y Memoria: se nos invitaba junto a otros tantos colegios de Provincia y Ciudad de Buenos Aires a realizar un proyecto de investigación sobre el pasado reciente y sus implicancias en el presente. Como las casualidades siempre son sospechosas, sólo bastó dejarnos llevar y poner manos a la obra.
Así, conformamos dos grupos de trabajo. Por un lado, la profesora de Artes visuales, Rox Carini, en equipo con cuatro estudiantes de 5to año, encaró el trabajo creativo que implicó la realización y presentación del mural en la Parroquia. Por otro lado, se constituyó nuestro equipo y un taller semanal especí co para la realización del proyecto de investigación en el marco de la propuesta del Programa. Ocho estudiantes, coordinados por Nuria Mendizábal y Flavia Affranchino, iniciamos así nuestra búsqueda.
El proceso de investigación
Fueron siete meses de arduo trabajo y de un compromiso colectivo que se reveló indispensable en todas las etapas del proceso. Encuentro tras encuentro, dentro y fuera del horario escolar, indagamos en profundidad el contexto histórico, formulamos interrogantes e hipótesis, salimos al campo y realizamos entrevistas y observaciones con el objetivo de producir
por Catalina Bargalló, Julian Gondell, Santiago Bocco, Violeta Fischerman, Iara Ohanian, Camila Romano Casariego, Ivan Castellini y Facundo Daelli
un relato audiovisual que diera cuerpo a un documental. Lo cierto es que al esfuerzo le fue ganando un creciente entusiasmo. La historia, sus personajes, sus controversias, nos fueron emocionando y convocando a revisar y profundizar las propias nociones previas tanto del pasado como del presente. Nos encontramos con la diversidad de miradas que componen el relato de un pasado que sólo en apariencia resulta cerrado y coherente. En cada entrevista, intentamos captar dónde se sitúa quien relata y de qué modo particular transmite su historia: se nos hizo evidente así la complejidad de la trama que sustenta la memoria colectiva. Saliendo del blanco y el negro, buscamos descubrir los claroscuros que, desde sus matices, abren surcos que permiten que el pasado se vuelva vital para comprender nuestra historia presente.
Desde esta búsqueda, nuestra investigación intentó, por un lado, reconstruir los cambios producidos en la vida cotidiana de la Parroquia de Belgrano a partir de la llegada de este grupo de palotinos en 1973. Buscábamos comprender el modo en que este proceso de participación religiosa y social terminó constituyendo a la Parroquia como un espacio de politización en sentido amplio. En esta línea, buscamos identi car algunos puntos de contacto entre la propuesta religiosa de los palotinos y la Teología de la Liberación de los 60 y 70. Indagamos, asimismo, los cambios sufridos por la Parroquia y la comunidad palotina luego del asesinato de sus cinco integrantes. Finalmente, la investigación se centró en la construcción del relato presente sobre lo sucedido (y sus con ictos), así como en los argumentos y motivos que impulsan la apertura de dos causas en la actualidad: aquella religiosa, que lleva adelante la comunidad de San Patricio en pos de la declaración de los palotinos asesinados como mártires; y aquella judicial, cerrada sin resolución hace tiempo y reabierta el presente año.
Los resultados
Guiados por estos objetivos e interrogantes, realizamos cinco entrevistas en profundidad a distintos sobrevivientes e integrantes de la comunidad parroquial de aquellos años, así como a otras personalidades, referentes de lo que fuera el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, que brindaron testimonio sobre los principales sucesos históricos, políticos y religiosos de aquellos años. Al mismo tiempo, participamos de distintos encuentros organizados por el Programa Jóvenes y Memoria donde, además de recibir capacitación sobre distintos temas, fuimos intercambiando experiencias con alumnos de otros colegios. Hasta aquí el proceso de búsqueda de estos meses. Hacia n de año, llegó un nuevo desafío: producir nuestro propio relato a partir de los hallazgos de la investigación; seleccionar testimonios y voces, momentos y nudos problemáticos para componer un audiovisual que diera cuenta del recorrido.
El resultado: En el nombre del padre (Los curas palotinos en Belgrano, una historia que renace del silencio). Aquí nuestro corto documental, de unos 20 minutos y su presentación durante el último encuentro inter-escuelas del Programa, organizado en la ciudad de Chapadmalal los primeros días de noviembre para 1.500 estudiantes secundarios de Provincia y Ciudad de Buenos Aires. Allí, y durante tres días, se presentaron obras de teatro, videos, instalaciones, libros y demás trabajos realizados por las distintas escuelas. Las historias se sucedieron una tras otra, ante un auditorio repleto, y ahí estaba la nuestra. Instancia cúlmine de la experiencia transcurrida, el viaje a Chapadmalal representó para nosotros no
sólo la posibilidad de socializar las investigaciones realizadas sino también la posibilidad de compartir tres días con otros estudiantes de distintos lugares y las más diversas realidades. La alegría por alcanzar nuestra producción nal es un hecho. Pero sobre todo, este proyecto culmina con la certeza de que lo más enriquecedor para todos nosotros fue la construcción colectiva de un proceso de trabajo que, en cada momento, nos permitió conocer otras realidades y abrirnos a ser interpelados por ellas.
Como sucede con estas cosas, ya no somos los mismos.
Jóvenes y Memoria
El programa Jóvenes y Memoria es una iniciativa de la Comisión Provincial por la Memoria de la Provincia de Buenos Aires en coordinación con el Espacio para la Memoria, la promoción y la defensa de los Derechos Humanos del Ex Centro Clandestino de Detención
ESMA. Desde el año 2002, en la Provincia de Buenos Aires, el Programa convoca a escuelas secundarias de toda la Provincia para la realización de proyectos de investigación en torno al eje Autoritarismo y Democracia. Los objetivos del Programa se relacionan centralmente con la promoción en los jóvenes de la valoración crítica del pasado reciente a través de su incorporación al proceso de construcción de la memoria colectiva y de indagación histórica. A la vez, busca generar espacios de encuentro donde elaborar colectivamente las experiencias pasadas y promover un puente entre generaciones, habilitando el análisis crítico de las problemáticas sociales del presente.
La propuesta supone la posibilidad de abordar la historia reciente en la escuela a partir de una premisa básica: que sean los estudiantes los que se apropien signicativamente de las experiencias pasadas. A partir de un tema o pregunta sobre la historia de su comunidad, equipos de alumnos y docentes inician una investigación, entrevistando a protagonistas, consultando archivos y, nalmente, produciendo un relato donde exponen sus conclusiones. El soporte de este producto nal puede ser un video, un mural, una obra de teatro, una intervención urbana, una muestra fotográ ca, una revista o programa de radio, entre otras posibilidades.
A lo largo de todo el año, cada escuela lleva adelante su proyecto de investigación, contando con instancias de capacitación e intercambio organizadas por el Programa. El proceso culmina en un viaje a la ciudad de Chapadmalal, Buenos Aires, donde las distintas escuelas se encuentran durante tres días para socializar sus producciones y participar conjuntamente de talleres y otras actividades.
Para más información sobre el programa: http://www. comisionporlamemoria.org/jovenesymemoria
Los hechos
Se conoce como Masacre de San Patricio al asesinato de tres sacerdotes y dos seminaristas palotinos, ocurrido el 4 de julio de 1976, en la Parroquia ubicada en el barrio de Belgrano. Los religiosos asesinados fueron los sacerdotes Alfredo Leaden, Alfredo Kelly y Pedro Duffau, y los seminaristas Salvador Barbeito y Emilio Barletti; presuntamente en manos de un grupo de tareas. Los asesinos escribieron sobre una alfombra: “Estos zurdos murieron por ser adoctrinadores de mentes vírgenes y son M.S.T.M”. La sigla “M.S.T.M.” re ere claramente al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo. Si bien entre 1976 y 1977 se inició una investigación judicial a cargo del juez Guillermo Rivarola, las averiguaciones no fueron muy lejos. A pesar de contar con testigos e indicios que indicaban la responsabilidad militar en el hecho, la causa terminó siendo sobreseída con escasos argumentos. Su posterior reapertura fue realizada por el Juez Néstor Blondi en 1984, momento en que tampoco se avanzó en el esclarecimiento de los responsables materiales y políticos del asesinato de los palotinos. En sintonía con las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, en junio de 1987 se clausuró la causa considerando que los delitos habían prescripto.
Recién a nes de los ochenta, el periodista Eduardo Kimel llevó adelante una importante investigación, publicada en su libro La masacre de San Patricio, permitiendo que la historia de los palotinos recobrara notoriedad e importancia pública. La investigación de Kimel llega a identi car a los presuntos culpables, entre ellos el teniente de navío Antonio Pernías y el teniente de fragata Aristegui, a la vez que advierte sobre la complicidad para encubrir el hecho por parte del Estado, el Poder Judicial y la jerarquía eclesiástica.
Posteriormente, Kimel fue denunciado por injurias por el juez Guillermo Rivarola, debido a la opinión crítica del periodista respecto de su desempeño durante la investigación judicial. Irónicamente, terminó siendo condenado en primera instancia, por lo que se convirtió en el único condenado en el caso de la Masacre de los Palotinos. Luego de idas y vueltas, su condena generó un escándalo internacional y Kimel terminó apelando ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en 2001, que hizo suya la denuncia y la presentó ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos en 2004. La Corte falló en 2008, ordenando al Estado argentino dejar sin efecto la condena contra Kimel. En este marco, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner consiguió que se aprobara su proyecto de ley para despenalizar las calumnias e injurias en casos de opiniones de interés público.
Recién en julio de este año, en la misa por el 35° aniversario de la Masacre, el padre Pablo Pinasco hizo pública la decisión unánime de la comunidad palotina de impulsar nuevamente la reapertura de la causa judicial. La búsqueda de memoria, verdad y justicia continúa.
Nuestros entrevistados
(A todos ellos les estamos profundamente agradecidos por la predisposición, la paciencia y la pasión con la que nos trasmitieron su testimonio, dando vida a esta historia)
Mariano Pinasco
“Lo interesante sería también conocer el verdadero motivo, no sólo por curiosidad sino también por honor a la verdad. Es importante conocer cuál fue el motivo que los trajo esa noche acá, por qué vinieron, qué pasó, quién los mandó, quién los buscó. Sería interesante retomar lo que el otro día decía en la Iglesia: De Roma viene, lo que a Roma va, los asesinos vinieron acá, pero alguien los fue a buscar, alguien les dio información, alguien los llamó (... ). No hubo errores, no hubo excesos, fue un plan sistemático bien organizado. Eso lo vamos descubriendo día a día con los Juicios por la Verdad, se va poniendo en evidencia que existió un plan sistemático de asesinato, de desaparición, de robos de bebés, etc. Fue un plan, no fueron aficionados, no improvisaron. Y yo creo que la Masacre de los palotinos fue parte de este plan”. (Mariano Pinasco es sacerdote palotino. Lleva adelante la reapertura de la causa judicial. De joven fue vecino del barrio y participó de la comunidad parroquial antes del asesinato de los curas y seminaristas palotinos).
Horacio, Francisco e Inés
Integrantes de la comisión parroquial por la causa de beatificación.
“Ellos fueron en ese momento un signo de controversia. Hoy siguen siéndolo. Lo más claro que tenemos de esta comunidad y de la vida que ellos nos dieron es que, en aquel momento, había mucha gente que los amaba, que los quería, que los tenía allá en lo alto, pero también había otra gente, que en aquel momento en este barrio estaba muy ligada al poder económico y político, y a la que le molestaban muchas de las cosas que ellos decían. Así como en aquel entonces fueron controversiales, hoy siguen siéndolo. Esto es lo que nosotros notamos en el transcurso de la causa, es un causa a la que le cuesta avanzar adentro de la Iglesia porque aún conviven estas dos corrientes”.
(Horacio, Francisco e Inés participan en la Parroquia y colaboran en la causa por la beati cación de los palotinos asesinados. Además, han formado parte de los grupos de jóvenes que se desarrollaban activamente en la Parroquia anteriormente a la Masacre).
Bob Killmeate
“La propia historia te iba mostrando cómo podíamos caminar y de qué manera podíamos ir insertándonos cada vez más en la realidad histórica de ese momento. Lo que buscábamos era un cambio de la sociedad y, dentro de la sociedad, de la Iglesia. Un cambio que ayudara a una manifestación mucho más concreta de la justicia. Asumimos la visión del Documento de Medellín del `68 y creímos que dentro de la congregación de los padres palotinos podíamos aportar un eje de transformación bastante importante en un barrio muy complicado (…).
Después de la Masacre se desbandó todo. A mí me mandaron a Europa, Jorge Kelly salió, los otros muchachos se fueron y la estructura de la Parroquia cambió totalmente. Se quería olvidar toda conexión con ese `grupo de locos marxistas´, era el famoso “en alguna cosa andaban”, eso es lo que en el barrio se comentaba…, como que nos merecíamos un castigo. Muchos parroquianos aplaudieron esa situación. Con la influencia política de la comunidad de Belgrano, alguien escuchó y dijo `bueno, vamos a castigar´. A lo largo de diez años nadie quería hablar del tema”.
(Bob Killmeate era integrante del grupo de seminaristas palotinos durante la década de los setenta. Sobreviviente de la Masacre. Actualmente no es más sacerdote, pero continúa comprometido con la labor social organizando cooperativas de microemprendedores en la Patagonia).
PASADO QUE DESPIERTA
Ruben Dri
“En nuestro país el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo tuvo muchísima influencia. Se trataba de una concepción que partía de la recuperación de las raíces revolucionarias y liberadoras del Cristianismo. En ese momento la Iglesia se encontraba muy cuestionada, desde adentro, por el mismo Concilio Vaticano II. Se cuestionaba la jerarquía, se estaba pidiendo una democratización. Y esto trajo un cambio fundamental que la mayoría de los obispos no aceptaba. Es evidente que los sectores más progresistas de la Iglesia, los más comprometidos con los procesos populares, nunca tuvieron jerarquía, siempre fueron marginados (...)
Cuando se produce la muerte del los curas palotinos, el MSTM ya no existe más, al menos formalmente. Las desapariciones y los golpes que veníamos sufriendo ya eran muchos. Naturalmente fue impactante que se asesinara a toda una comunidad. Eso sí era la primera vez que sucedía e impactó mucho. Fue muy impactante, pero era lo que ya nos venía pasando. La jerarquía eclesiástica legitimó la Doctrina de Seguridad Nacional, su complicidad con la dictadura militar es completa”.
(Rubén Dri es ex Sacerdote, lósofo y titular de las materias Filosofía y Sociología de la Religión de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Fue uno de los integrantes del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo).
El Mural fue realizado por María Mir, Paula Oliveto, Julia Vélez y Sofía Álvarez, de 5to año. El boceto y la coordinación estuvieron a cargo de la Prof. Roxana Carini. El equipo para la investigación, en el marco del Programa Jóvenes y Memoria, estuvo conformado por Catalina Bargalló Castagnino, de 3er año; Julián Gondell y Santiago Bocco, de 4to año; Camila Romano Casariego, Ivan Castellini, Iara Ohanian, Violeta Fischerman y Facundo Daelli, de 5to año. La coordinación del equipo estuvo a cargo de Nuria Mendizábal y Flavia Affranchino. El documental En el nombre del padre puede verse en nuestro canal de Youtube.
UN PASADO QUE DESPIERTA
MUJERES EN LA CIENCIA: OBSTÁCULOS Y DESAFÍOS
¿Hombres y mujeres se encuentran en igualdad de condiciones a la hora de encarar la carrera científica? ¿Qué dificultades enfrentan las mujeres en este terreno? A partir de la lectura de diversos artículos periodísticos, documentales, películas y obras de teatro, estudiantes de 3er año realizaron un trabajo ensayístico.
por Charo Álvarez
Aunque las mujeres de hoy tengamos más oportunidades que antes, aún nos queda mucho camino por recorrer. Si bien es verdad que actualmente hay más mujeres que estudian y trabajan, según estadísticas de la ONU, “apenas el 28% de ellas alcanzan los rangos más altos; solo el 22% de los parlamentarios a nivel mundial son mujeres; y, de la lista de empresas Fortune 500, solo un 5% de los directores ejecutivos son mujeres” (citado por Álvarez, 2016). Esto deja en evidencia que, a pesar de la lucha y de la conquista progresiva de derechos, estamos lejos aún de conseguir la plena igualdad de género en lo que hace a las condiciones laborales y profesionales. El ámbito de la ciencia no es la excepción: a lo largo de la historia, muchas mujeres cientí cas debieron afrontar -por su condición de género- distintos obstáculos y desafíos. Como es el caso de Rosalind Franklin, a quien le fue robada la foto de la estructura del ADN por parte de su compañero Maurice Wilkins, quien no la reconocía como un par, sino solo como asistente. O el caso de Christiane Dosne de Pasqualini -becaria de Bernardo Houssay, investigadora especializada en medicina experimental en leucemia y primera mujer integrante de la Academia Nacional de Medicina- quien fue advertida de no involucrarse sentimentalmente con sus colegas -como si esto fuera solo una situación femenina- y, mientras desarrollaba su carrera cientíca, debió hacerse cargo de cinco niños, tensionada por la “doble carga” del trabajo dentro y fuera del hogar.
En la actualidad, como se menciona en el video 8M. Día de la mujer trabajadora, las mujeres superan las tasas de ingreso y graduación históricas en las universidades. Y esto es también lo que sucede en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. Sin embargo, la participación de mujeres disminuye a medida que aumentan las categorías de cargos académicos-cientícos; y menos de un tercio de las autoridades de la Universidad de Buenos Aires son mujeres.
“Necesitamos políticas públicas y un Estado comprometido”, se dice en el mismo video. En mi opinión, estas políticas públicas podrían incluir medidas como: igualdad de salario, determinación de una cantidad mínima de mujeres en rangos altos; jardines maternales ofrecidos en las empresas para que las mujeres puedan trabajar teniendo a sus hijos cerca y atendidos, sin que sea un costo adicional a su presupuesto; entre otras posibles.
También considero que la di cultad que tiene la mujer para acceder a cargos altos está relacionada con el rol que históricamente le ha sido impuesto por la sociedad, desde los medios, la educación y la cultura en general. La mujer es muchas veces representada como un objeto y no como una persona pensante, dejándonos así en un lugar inferior al del hombre. Por esto creo importante enseñar en las escuelas las historias de las mujeres destacadas -por sus aportes en la ciencia y en otros ámbitos- que lucharon por demostrar su inteligencia y sus capacidades, que lucharon contra estas representaciones culturales que las recluían en el hogar. Marie Curie, en el campo de la química y física; Lynn Margulis, en biología; y Jocelyn Bell, en física, son solo algunos de los innumerables casos que sirven como ejemplos inspiradores. Porque si bien no llegamos a un estado de igualdad absoluta, estamos avanzando de a poco, y eso es gracias a ellas. Pasamos de no poder estudiar a recibirnos en las universidades; de ser consideradas solo como amas de casa a ser aceptadas también como profesionales. Se trata de derribar estereotipos acerca de las tareas femeninas y masculinas, y de formar nuevas generaciones con pensamiento crítico, con una mente abierta, para poder re exionar y dejar en claro que esta no es una lucha exclusiva de mujeres, sino que involucra a toda la sociedad.
Bibliografía:
• “Mujeres en la ciencia: solo el 28% de los investigadores cientí cos en el mundo pertenecen al género femenino”, Infobae, 27/12/2017. Disponible en: https://www.infobae. com/tendencias/2017/12/27/mujeres-en-la-ciencia-solo-el-28-de-los-investigadores-cientificos-en-el-mundo-son-mujeres/
• Álvarez, Pula (2016): “Escaleras y serpientes”, El gato y la caja, 07/03/2016. Disponible en: https://elgatoylacaja. com.ar/escaleras-y-serpientes/
• Chernov, Stephanie (2018): “Día Internacional de la Mujer en la Ciencia: cómo impacta la desigualdad con los hombres”, La Nación, 10/02/2018. Disponible en: https:// www.lanacion.com.ar/2108306-dia-internacional-de-lamujer-en-la-ciencia-como-impacta-la-desigualdad-conlos-hombres
• “8M. Día de la Mujer Trabajadora”, video realizado por el Programa por la Igualdad de Género de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (=GenEx). Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=Je4ugCWKuP8&feature=youtu.be
Charo Álvarez, estudiante de 3° año 2018. El trabajo fue realizado en clase de Cultura Científica y Tecnológica.
Ilustración: Hernán Rouby, 3° año 2018, realizada en el Taller de Pintura.
FANZINE Y NUNCA OLVIDAR EL MAR
El ruido de pisadas sobre piedras
El sonido de un arroyo que uye pero nunca termina
Escribir para traer vida
Estar, con la mirada perdida
La luz que se ltra desde una ventana
Inventar un nuevo mundo al apagar los ojos
Un abrazo entre desconocidos
Cerrar un libro terminado
La imagen de una sombra proyectada
El paso de un segundo
Se mece.
Parece querer caer. Siente poder volar. Se mece para no decidirse. Por el cielo ni por la tierra.
Se mece.
En un vientre quizá, se mece.
Mi voz
Retumba en todas direcciones mi voz hará vibrar raíces mi voz hará que el viento se enfurezca se desarme se abrace y grite como yo
Yo, acostada yo, entre los matorrales solo veré el cielo no podré ver el mundo
Pero abriré mi boca saldrá mi voz y el mundo me oirá a mí, como soy violenta y melodiosa.
Y cantaré porque de vez en cuando mi voz debe respirar tanto tiempo adentro se as xia
En el sol sentir la piel.
El baile.
Las sábanas sintiendo los pies.
La primavera del olor.
El mar.
La primavera del sonido.
La espalda en las caricias.
En el pecho de los padres, un hueco exacto
Sin ir más
El despertar/ la sonrisa de papá
El arcoiris/ una caricia si llueve
El atardecer/ una brisa
El agua fresca
Me acompaña el ritmo de tus aguas al caer. El mundo creado para cada día renacer planta sus ores y su agua las hace crecer. Tiene la receta que no podemos saber. Nos crea para destruirnos y para hacernos renacer. Nazcamos juntos no dejemos de nacer la eternidad de este mundo ¿un día puede morir? ¿quién es capaz de matar al mundo? El padre de los mares de los bosques de los vientos de tu cuerpo y del mío. Me inundan las aguas de este mundo que me quiere porque me cuida cuidame que así soy feliz
Altura
cuando un sentimiento me encuentra, desnuda me encuentra. El espacio vacío entre distintos aires permite la Caída.
Alto, para caer.
Piel transformarse en sentimiento. Tierra. Llano.
Todo cabe dentro de la poesía que no puede ser escrita.
No calles agujero que no te taponen las victorias. Momentos limítrofes agujero permanece abierto deja que mis respuestas se te escurran no quisiera yo dejar de aventurarme en respuestas agujereadas.
Perfumar los descubrimientos. Con aroma propio.
Aroma propio es confundir genuino con Aroma nunca atravesado.
Filamentos de recuerdos que se enredan. En un presente sin ritmo. Filamentos forman instrumentos de cuerda música intemporal.
Recibir a la Luna Y Nunca olvidar el Mar.
Fotos: Iara Chemes, Camila Duhalde, Marco Erijman, Matías Falk, Felipe Malatesta, Nina Myndlis, Ana Scheimberg, Tomás Snieg y Martina Vaccari | Textos: Candela Carretero Rottemberg, Jacinta Fischerman, Violeta Kerszberg, Malena Suárez Rodríguez, Eliane Rymberg y Dolores Turienzo Dannenberg. Estudiantes del Taller Inventalinguas y del Taller de Técnica y Expresión Fotográfica del Colegio de la Ciudad, 2013.
UNA PARTE DE MÍ MISMA
Estudiante de Ulm, nacida en 1989. Su paso por nuestro colegio como participante de un programa de intercambio estudiantil queda reflejado en este relato testimonial o artículo de costumbres escrito en el castellano que aprendió en Buenos Aires, acá, con todos nosotros.
por Lea Richtmann
¡Uh, qué shock que fue esto: estar sentado en una clase y no entender absolutamente nada! Nunca me había pasado esto hasta entonces... Pero no fue porque el tema fuese complicado, sino porque escuché mi primera clase en un colegio argentino.
Vine de Alemania a Buenos Aires para participar de un programa de intercambio de un año y había estudiado un poco de español antes. Ya sabía que no iba a entender mucho, pero entender absolutamente nada resultó una experiencia frustrante. Pero no fue todo mal: desde el principio los profes y los otros chicos fueron muy agradables y me ayudaron donde pudieron. Y con el tiempo aprendí a hablar castellano bastante bien.
Pasar un año en un país extranjero, vivir en una otra familia e ir a un colegio diferente es una experiencia muy especial. Y esto es lo que hice yo en el Colegio de la Ciudad entre agosto 2006 y junio 2007.
Hay mucho por contar, y no sé por dónde empezar... Este año tuvo de todo. Aprendí más que en todo el resto de mi tiempo en el colegio, aprendí para la vida.
Desde el principio me gustó mucho todo el ambiente del Colegio. Me gustó la buena onda de los profes, la unidad entre los chicos, pero también entre los chicos y los profes. Estar juntos, pero igual siempre poder discutir, poder decir su opinión. En este primer tiempo siempre andaba con mi diccionario a mano, todo el tiempo buscando y aprendiendo nuevas palabras, y también con mi libretita donde anotaba lo aprendido. A los otros les gustó esto y siempre colaboraron en este trabajo. No fue fácil entrar en contacto con los chicos, primero por el tema del idioma y además porque fui una más como cualquiera, lo que es bueno, pero se me hizo más difícil de conocerlos. Cuando se vinieron las primeras pruebas, no sabía cómo hacerlas. Pero siempre recibí ayuda. Tuve la ayuda de Eva quien me explicó el Yo, el Súper-Yo y el Ello de Freud, o de Gaby que me dio otros textos sobre la misma época de historia, textos
que, con esfuerzo, pude entender. Además empecé a juntarme con mis nuevas amigas a estudiar y con todo esto, logré sacar algunas notas buenas.
En septiembre se vino el 5to Festival de Arte en la Plaza del Colegio. (…) Con mi hermana an triona y una amiga canté una canción en un ensamble en castellano, lo que fue divertido para aprender. Además hicimos con chicas del curso una presentación de ritmo sólo con el cuerpo, lo que yo conocía de un grupo de Alemania. ¡Fue un día muy lindo!
En ese tiempo empecé a sentirme más segura con el castellano como para participar en una pequeña conversación. Fue difícil todavía y la gente tenía que esforzarse para hablar despacio, pero empezó a funcionar. (…)
Con el n del año había mucho trabajo para el colegio. Tuvimos pruebas y trabajos prácticos. En Historia tuvimos que hacer un trabajo sobre inmigrantes y con un grupo hicimos una presentación sobre una abuela alemana. Grabamos un video y con esto también aprendí bastante sobre el uso del idioma castellano. Me gustó esta tarea. En total me gustó hacer trabajos prácticos porque hay que manejar ideas propias. Hay que leer, saber y luego ordenar las cosas y escribir un trabajo. Se aprende a hacer cosas solo. (...)
En la penúltima semana de las vacaciones me fui de viaje a Villa La Angostura, Neuquén, con la Expedición Ciencia. (...) Pocos días después empezaron de vuelta las clases y entramos con mis compañeros a 5to año. Esta vez se me hizo mucho más fácil. Entendí mucho mejor, pude seguir casi todo de las clases. Además conocía mejor a la gente, a los chicos, los profes; y así me sentí mucho más parte. Fue difícil elegir qué talleres hacer. Al nal decidí por Ensamble, Taller de improvisación y Arnés, una cosa que a mí me encantó y no hay en Alemania, siempre tengo que explicar qué era esto. (…)
El 24 de marzo fui con mi madre an triona a la Marcha de la Memoria. Esto fue una experiencia muy emocionante: ver a la
gente, las masas, y escuchar historias de personas que tenían que sentir esta crueldad me llegó profundamente. Varias veces me hizo acordar al pasado oscuro de Alemania.
En abril falté una semana al colegio para irme a Misiones. Desde hace mucho me interesa la selva y todo lo que tiene que ver con esto y no me podía perder la posibilidad de visitar el Parque Nacional de Iguazú. Estuve fascinada con esta riqueza verde y también con las Cataratas.
Otra vez en Capital, participamos de las Semanas de las Ciencias de la UBA y vimos unas charlas muy buenas. (…) No faltó mucho y empezaron los trimestrales de 5to año. Nunca en mi vida había estudiado tanto. En algunas materias en las cuales había que leer mucho fue bastante difícil.
(…) Con el n de los exámenes ya casi terminó mi tiempo en Argentina. En el último mes, hice algo todo el tiempo para no perder las pocas horas que me quedaban. Me invitaron a estas, por ejemplo, a dos estas de 15, lo que en Alemania solo se puede comparar con un casamiento. También visité el Modelo de ONU de 3er año y me gustó mucho. Me parece una idea genial, tampoco hay algo así en Alemania, lo tendría que introducir yo. Rendí un examen de taekwondo, en Educación Física, y ahora tengo el cinturón amarillo. También fuimos a un recital en “The Cavern” donde había un concurso de bandas beatles. Tocó una banda de amigos del Colegio y fue un recital genial. (…) Luego vino un tiempo tenso... El tiempo de despedida... Había varias reuniones de diferentes grupos, pero la más emocionante seguramente fue la de los chicos del Colegio. Aparte fue una sorpresa, una sorpresa hasta el último momento. Un día iba a salir con Chuli. Cuando nos encontramos, me dijo ella que teníamos que pasar por el Colegio, porque tenía que entregar una cosa. Yo dije: bueno, y no pensaba en nada. Pero cuando llegamos ahí estaban casi todos los chicos de 5to que me esperaban. Habían traído tortas y música para hacer una pequeña esta en el aula. Empecé a llorar. ¡Qué emocionante ver cuánta gente le está preparando una cosa tan linda a una! Otra vez: no sé cómo decirles gracias por esto y por poder pasar este año con ustedes. (...)
Llegó el día de hacer la valija y el día después, el último de ir al Colegio. Este viernes seguramente no fue como cualquiera. Despedidas de todo el mundo. En la noche fuimos a cenar con mi familia y después hicimos una última reunión. Fue re linda, un poco melancólica y no dormí nada: mi última noche en Buenos Aires no la quería pasar durmiendo. El sábado a la mañana fuimos a Ezeiza y no quería creer que esto fuese el momento de despedida total, el momento de irme de Argentina. La verdad que fue terrible. El avión se fue... conmigo... y llegué un día después a Munich donde me esperó mi familia. Raramente no me pareció tan extraño ver a mi familia de nuevo después de un año. Igual que todo acá. Me parece todo muy normal, lo mismo que antes, como si no me hubiera ido. No me fue difícil reintegrarme, igual, ya no sé qué signi ca “acostumbrarse”...
No hay mucho por contar de acá. Estudié matemática, las cosas que me faltan, rendí un examen de español (¡en mi curso van a estar dos chicos más que estuvieron un año en Argentina!) y en septiembre voy a empezar el colegio de nuevo y me faltan dos años más...
Sigo pensando todo el tiempo en todos ustedes allá. Me llevo muchísimos recuerdos en el corazón y siento que aquí me falta una parte de mí misma, la que se quedó en Argentina.
Les deseo lo mejor ahora a mis compañeros que egresan y ¡ojalá que sigamos en contacto!
From: Lea
To: vivi
Subject: Fotos y Nota
Date: Thu, 15 Nov 2007 16:31:51 +0100
Hola!
Vivi, según tu respuesta supongo que funcionó todo bien. Podían abrir y guardar las fotos desde Internet? Como vieron no puse fotos de la Expedi- ción Ciencia porque ya di una vez un CD con todas las fotos de la Expedición a Néstor. Necesitan algo más de mí? Me alegro que va a salir esto y así estoy un poco con los chicos… Acá empezó a nevar… Ya está casi todo blanco. Se ve muy lindo pero no es muy práctico para al- guien como yo que ando siempre en bici… A ver si saco unas fotos y les mando para que podrán ver que hasta Alemania puede ser un poquito lindo a veces… jaja.
Hasta luego, un beso, grande, Lea.
Lea Richtmann cursó parte de 4to y de 5to año en el Colegio de la Ciudad en 2006 y 2007.
TRADUCCIONES: CUANDO LA LENGUA ES CONTENIDO
¿Cómo transmitir en inglés el corazón de un mensaje que no casualmente fue creado en español? ¿Cómo ser fieles a una expresión cuya lengua no es solo forma sino también contenido de la denuncia que alberga la letra de una canción?
¿Cómo transmitir sensaciones, colores, dialectos, idiosincrasias de los pueblos? ¿Qué sentidos culturales y políticos puede suponer resignificarlos en inglés? Estas preguntas, entre tantas otras, aparecieron entre chicas y chicos de 2do ante el desafío de traducir Latinoamérica, canción de Calle 13.
I am
I am what they left
I am the scraps of what you were stolen
A village hidden in the summit
My skin is made of leather and so it bears any weather
I am a factory blowing out smoke
Peasant labor for your consumption
A cold front in the middle of the summer
Love in Time of Cholera, brother
The sunrise and the twilight, with the best sunsets
I am the development in live esh
A political speech without spit
The most beautiful faces I´ve ever met
I am the picture of a missing person
The blood inside your veins
I´m a piece of land that is worth
I am a basket with beans
I am Maradona against England scoring two goals
I am what holds my ag
The backbone of the planet is my mountain range
I am what my father taught to me
If you do not love your nation you do not love your mother
I am Latin America
People who have no legs but walk, listen!
The wind can not be bought the sun can not be bought the rain can not be bought the heat can not be bought the clouds can not be bought the colors can not be bought my joy can not be bought my pains can not be bought.
I have the lakes, I have the rivers I have my teeth to smile
The snow making up my mountains the sun that makes me dry and the rain that makes me wet
A desert that got drunk with peyote of a drink of pulque
To sing with coyotes it’s everything I need
I have my lungs breathing light blue
The height that suffocates
I am the molars of my mouth chewing coca leaves
The autumn with its fainting leaves
the verses written under the stars of the night
A vineyard full of grapes
A cane eld under the sun in Cuba
I am the Caribbean Sea that watches the houses
Doing rituals with holy water
The wind that combs my hair
I am all the saints hanging from my neck
The juice of my ght is not arti cial
Because the fertilizer of my land is natural
We are walking
We are drawing the way
My life can not be bought
My land is not for sale
We work hard but with pride
Here we share, mine is yours
This town does not get drowned with big waves
And if it collapses I will rebuild it
I do not blink when I look at you
so that you remember my surname
Operation Condor invading my nest,
I forgive but not forget! Listen!
Here you can breathe ght
We are walking
I sing because it can be heard
We are walking
Here we are standing
Long live America!
My life can not be bought.
Latinoamérica es una canción de la banda Calle 13; en versión con Totó La Momposina, Susana Baca y María Rita.
La traducción es una elaboración colectiva, realizada por estudiantes de 2° año en clase de Inglés (Intermediate II). Foto: Valentín Longarela Sanguinetti, 5° año 2018.
LOS PICHICIEGOS Y LA IDENTIDAD NACIONAL
En la novela Los Pichiciegos, escrita por Fogwill en medio de la guerra de Malvinas, un grupo de desertores del Ejército Argentino busca refugio en una trinchera: la pichicera. Así se transforman en los pichiciegos o simplemente los pichis.
por Sofía Álvarez, Felipe Casajús, Facundo Daelli y Julia Vélez
La identidad dentro de la novela
[…] Estar luchando una guerra supone un objetivo: ganarla o por lo menos intentarlo. Ser parte de un con icto bélico implica una a nidad y adhesión a la causa. Requiere de un sentimiento que funcione como motor para poner en riesgo la integridad física y mental en pos del objetivo. La guerra de Malvinas fue impulsada no sólo por un presidente, sino también por el apoyo de los habitantes del país. Es durante la guerra cuando Fogwill escribe su novela Los Pichiciegos. Esta novela no es un simple relato de guerra. Los pichis responden a una lógica que no es la esperada. Ellos son desertores de la guerra de Malvinas que se han refugiado en una cueva escondida escapando de toda responsabilidad de acción. Es decir: es incoherente la relación entre el lugar que ocupan en el espacio, el accionar que supone estar allí peleando y lo que realmente hacen. Se supone que ser parte del Ejército Argentino implica un nacionalismo más intenso, o por lo menos, igual al resto de la población argentina; sin embargo los pichis deciden desertar desprendiéndose de todo lazo patriótico: “Entre todos tomaron cuatro botellas de Tres Plumas comentando el espectáculo del polvorín de los marinos y cada tanto una vibración suave del suelo daba la idea de que en algún lugar muy lejos algunos estarían bombardeando mucho a otros”. Los pichis re eren al campo de batalla como algo muy ajeno, lo mismo sucede con la guerra misma. No se puede identi car en el discurso quién estaría bombardeando a quién, ni cuántas bajas produjo el hecho. No importa quién gana ni quién pierde ni dónde está ocurriendo el ataque. Es así como los pichiciegos se han desligado de la realidad de la guerra nacional formando parte del esquema simplemente como desertores, hasta el momento, sobrevivientes. Hay distintas marcas en la novela que muestran que los pichis no forman parte ni de un bando, ni del otro:
“-¿Y a vos qué te gustaría que pasara?
-Que gane la Argentina.
-Yo quisiera que pacten y que se dejen de joder.
-¿Vos?
-Que pacten, que podamos volver.
-¿Vos?
-Que ganen ellos, que los fusilen a todos y que a nosotros nos lleven de vuelta a Buenos Aires en avión”.
Como re ejo de la indiferencia por cada uno de los bandos está la forma de referirse a los ingleses con quienes los pichis realizan transacciones comerciales todo el tiempo: “Son capaces de cambiarnos por cualquier cosa los o ciales argentinos. Con ellos son como iguales, se tratan como iguales, toman el té juntos. Son capaces de cambiarte por algo y hacerte fusilar. Por eso yo quisiera que tuviésemos a algún inglés aquí de pichi, con nosotros”. Los pichis se re eren a los ingleses no como a enemigos de guerra sino como a objetos de análisis en cuanto a organización para las transacciones y las formas de actuar. Los ingleses son a quienes deberían matar, sin embargo se hace evidente la particularidad de su actuar al decir que querrían tener algún inglés allí desertado junto con ellos en la pichicera. Los pichis solo quieren sobrevivir, no están en la guerra como los demás soldados. Dejaron de ser parte del Ejército Argentino para convertirse en habitantes de una realidad paralela, subterránea, con sus propias reglas morales.
Los medios y el nacionalismo
“(El paso que acabamos de dar) ha sido pensado en nombre de todos y cada uno de los argentinos, sin distinción de sectores o banderías […]”, decía Galtieri en su mensaje al país el 2 de abril de 1982. “Masiva adhesión al acto por las Malvinas”, se leía en los diarios del 11 de abril. La guerra de Malvinas fue reconocida y festejada por los habitantes del país, así como por todas las guras políticas y reconocidos intelectuales de
izquierda (muchos de ellos exiliados). El fulgor nacionalista desplegado por los discursos o ciales y los medios de comunicación representaron la guerra dentro del territorio como una constante victoria. Siete años de sangrienta y opresiva dictadura militar fueron dejados de lado, minimizados, frente a ese nacionalismo que no distinguía “sectores o banderías”. “Ya estamos ganando”, decía una publicidad o cial publicada por Clarín el 4 de mayo de 1982. En la Argentina, los medios ociales adhirieron al discurso bélico y representaron la realidad como una guerra frente a un enemigo externo. El proceso de guerra interna contra la “subversión” desarrollado durante los años anteriores, se disfrazó de homogeneidad nacional para luchar contra otro enemigo: los ingleses. Dijo el cardenal Juan Carlos Aramburu, arzobispo de Buenos Aires, el 10 de abril de 1982: “Es una histórica hora de unanimidad de sentimientos, objetivos y de adhesión junto a las Fuerza Armadas”. […]
De la realidad a la ficción
El realzamiento de lo patriótico por parte de las FF.AA., que buscaban simular que participaban en una guerra limpia luego de siete años de realizar una guerra sucia, es criticado por León Rozitchner en su ensayo “Las Malvinas: de la guerra sucia a la guerra limpia”. Dice Rozitchner: “(…) la derrota de
la dictadura militar en las Malvinas se inscribe en una lógica estricta, que en el terror impune del comienzo de su implantación tenía inscripto ya su nal. Ese desenlace, imprevisible en los términos precisos en los cuales se desarrolló, no es solo fruto del azar; por el contrario, esta guerra limpia constituyó la prolongación de aquella otra guerra sucia que la requirió”. El gobierno militar, entonces, logró desvanecer las atrocidades cometidas a los sectores populares argentinos y pretendió que ese mismo sector luego fuera a pelear contra un enemigo externo en función de la patria y los intereses del pueblo. La e cacia del discurso militar y las contradicciones ya nombradas fueron lo que más tarde produjo en los argentinos, como dice Julio Schvartzman, “el trauma o la imposibilidad de hablar sobre eso”. Frente a este análisis, Los Pichiciegos […] representaría esa contradicción entre los discursos o ciales y la realidad de la guerra. Sería una forma de reacción al desligarse de todo discurso bélico y nacionalista, en contraste con lo que se vivía en el continente. La pichicera, ese lugar subterráneo y oscuro, podría considerarse un símbolo de la guerra sucia que se escondía bajo la aparente guerra limpia entre ingleses y argentinos. La cruda realidad de la supervivencia en contraste con los discursos belicistas alejados de la materialidad del campo de guerra. Cuando Beatriz Sarlo dice que en las islas la identidad nacional es lo primero que se diluye, está ilustrando la ine cacia de la propagandística militar cuyo principal objetivo fue uni car a la nación mediante un enemigo
externo, cuando durante toda la dictadura el enemigo principal era el “subversivo interno”.
Pero además de la paradoja de la guerra señalada por Sarlo, hay una segunda paradoja en la novela. Ésta es histórica y se relaciona con la verdad de la guerra de las Malvinas. Profundizar sobre esta segunda paradoja es también profundizar sobre el carácter disidente de la novela y sus personajes, y de la validez de esa resistencia en una realidad donde los bandos no están bien de nidos.
Resulta interesante resaltar lo que dice León Rozitchner: “Antes el enemigo principal era el colonialismo inglés que quiso ocupar todo nuestro territorio y no lo ocupó: quedaron sólo con las Malvinas. Pero, seamos consecuentes: ¿quién es nuestro poderoso enemigo actual, cuál es nuestra dependencia mayor, a quién sirve y quién apoya a nuestro ejército de ocupación? ¿Quién mantiene las mayores inversiones, a qué intereses responde […] Martínez de Hoz? ¿De quién son realmente aliados nuestros militares? Sucede que Inglaterra es un enemigo secundario en este momento y por eso se permitieron atacarlo. Sucede que la tragedia sería con los Estados Unidos […]. Ni se atacaba a nuestro enemigo principal, ni el Ejército se distanciaba de él al hacerlo: contaba con su complicidad”.
“Contaba con su complicidad”. Esto es lo que luego salió mal, siendo algo absolutamente previsible la alianza estadounidense con Inglaterra. Podría desprenderse del análisis de Rozitchner, además, que los pichis, en su negociación con los ingleses para su supervivencia, no serían más vendepatria que los representantes de las FF.AA. Incluso podría encontrarse en aquel comportamiento una similitud, o una forma que encuentra el autor de mostrar lo que se encuentra oculto en el accionar de las Fuerzas Armadas al impulsar una guerra: su supervivencia. O, en este caso, su permanencia en el poder.
Conclusiones
Hay una frase que concentra todo lo tratado en esta monografía: “Los Pichiciegos es un horóscopo. No sólo adelanta cómo terminará la guerra, sino su farsesco desenlace político”. Los Pichiciegos esconde en su trama las contradicciones de la guerra de Malvinas, y su forma discursiva es una resistencia contra el discurso bélico y su lógica binaria de enfrentamiento. La novela contradice, además, la visión triunfalista que reinaba en el país durante los meses de la guerra, y se
construye sobre la paradoja de la guerra. La intrascendencia de los pichis, su indiferencia frente a los bandos son marcas del cuestionamiento a la identidad nacional. Ese cuestionamiento mostraría su invalidez en medio de una guerra sucia, donde los supuestos defensores de la identidad nacional habían atentado contra la propia nación.
Referencias bibliográficas
• BLAUSTEIN, E. y ZUBIETA , M. (1998) Decíamos ayer: la prensa argentina bajo el Proceso. Buenos Aires. Colihue.
• FOGWILL, R.E. (1982). Los Pichiciegos. Buenos Aires. Interzona. 2006.
• SARLO, B. (1994). “No olvidar la guerra”. Punto de vista, N.º 49. Buenos Aires.
• SCHVARTZMAN, J. (1996) “Un lugar bajo el mundo: los Pichiciegos de Rodolfo E. Fogwill”. Microcrítica: Lecturas argentinas. Buenos Aires. Biblos.
• PACHECO, M. (2010). Ensayística y narrativa en torno a la guerra de Malvinas. Consultado el 3/07/11 en http://www. prensadefrente.org
• PINEDO, J. Y RODRIGUEZ, E. (2000). “Maldito Punk”. Revista Grieta. La Plata.
• ROZITCHNER, L. (1985). Las Malvinas: de la guerra “sucia” a la guerra “limpia”. Buenos Aires. Centro Editor de América Latina.
Sofía Álvarez, Felipe Casajús, Facundo Daelli y Julia Vélez, estudiantes de 5° año 2011. El trabajo fue adaptado para esta edición. La versión completa puede leerse en la sección “Trabajos/Alumnos” de nuestro sitio web www.colegiodelaciudad.org Ilustracion: Julieta Monzón, 2° año 2015. (Collage, realizado en clase de Plástica).
HACEDORES DE CRISTALES
El año 2014 fue declarado por la Asamblea de las Naciones Unidas como el “Año internacional de la cristalografía”. Se cumplieron cien desde aquel Premio Nobel recibido por Max von Laue, físico alemán que descubrió un fenómeno conocido como difracción de rayos X. Este fenómeno permitió analizar la estructura cristalina (el ordenamiento de los átomos) de los materiales. La declaración de la ONU signi có una verdadera oportunidad para difundir esta ciencia en todo el mundo. En nuestro país, la Asociación Argentina de Cristalografía (AACr) invitó a los alumnos de colegios secundarios a participar de su primer Concurso de Crecimiento de Cristales. Y así lo hicieron los chicos de 4to. En sus clases de Química, diseñaron protocolos, experimentaron las etapas de la cristalización y los factores que afectan la solubilidad del sulfato de cobre, el azúcar y la sal. Pensaron, experimentaron y siguieron pensando para crear sus propios cristales.
“Pudimos notar y comprobar personalmente lo visto en clase. Observamos el resultado del acomodamiento de las moléculas que otorgan la forma a los diversos cristales y los cambios que uno, desde su lugar de creador del cristal, puede realizar para que el crecimiento de estos se vea o no condicionado: variar la concentración de la solución, la agitación o la velocidad a la cual desciende la temperatura. Luego de dos semanas de trabajo y espera, el hecho de que se formaran cristales chiquitos (semillas) -suspendidos en la solución, y también otros en el fondo de los recipientes- nos hizo sentir verdaderamente satisfechas con el trabajo realizado.” (Fragmentos del relato de Guadalupe García Vetere, Camila Dvorkin y Victoria Llovera, 4to año).
UN OSO ROJO
(UNA INTERPRETACIÓN POSIBLE)
El Taller del Observador de Cine que coordina Maximiliano González Jewkes también es pretexto para la escritura y reescritura. En este caso, el tópico es el cine nacional: Un oso rojo (2003) de Adrián Caetano, con Julio Chávez, Soledad Villamil y Luis Machin en los roles protagónicos.
por Fran Juan Orcellet
Aunque sólo el Oso lleva la cuenta, han pasado siete años desde que cayó preso por homicidio y robo a mano armada. Él es un hombre parco, impredecible, violento por naturaleza o por necesidad; es probable que no le haya dicho a nadie lo que oculta en sus silencios que se esconden tras la tristeza de su mirada. Alicia, su hija, cumplía un año el día del asalto y Natalia, su mujer, quizás nunca lo haya perdonado. Ahora, mientras sale a la calle en libertad condicional, el Oso piensa que tal vez pueda volver a empezar. El Turco le debe todavía su parte del asalto y a través de un compañero de celda se contacta con Güemes, que lo emplea como chofer en su agencia de remises. El Oso ha perdido a su mujer que vive ahora con Sergio, y su hija apenas lo recuerda, pero está dispuesto a recuperarlas o al menos a reparar los daños.
¿Quién es el Oso? Un hombre que en prisión ha sido abandonado por su mujer, que no ha visto crecer a su hija, que al salir de la cárcel decide recuperar lo que le pertenece, que decide rearmar lo que perdió, que inclusive, quiere demostrar que ha cambiado.
Ésta bien puede ser la trama de un teleteatro de la tarde, sin embargo, existen otros niveles, otros códigos que la película ofrece. Uno de ellos es el del texto del cuento de Horacio Quiroga, “Las medias de los amencos” que Natalia le lee a Alicia antes de dormir. El relato es una metáfora de la historia del Oso, nos damos cuenta plenamente en la última secuencia de la película.
Otro código que usa como recurso es el del juego de la moneda, que Caetano aprovecha para de nir y oponer a Sergio y al Oso: Alicia le propone primero el juego a Sergio, la nueva pareja de Natalia, que rápidamente se da por vencido, y después a su padre; el Oso observa, repite la consigna que le ha planteado, piensa y lo resuelve.
Este recurso ha servido para de nir a Sergio, un pobre tipo desempleado y vencido, que se opone caracterológicamente al Oso, que si bien es un criminal, podemos descubrir su nobleza,
su adaptación a las nuevas circunstancias y su negativa a darse por vencido e, inclusive, sentirnos identi cados con él.
Sin embargo, los toques emotivos de la película no son lo que la hacen interesante, ni tampoco sus escenas de acción, que están muy bien logradas y son, en general, citas de westerns famosos. Porque los recursos utilizados en un lm, por más extraordinarios que sean, si no contemplan el lugar del espectador que les dará sentido, son solo imágenes.
Lo interesante de este lm es el signi cado que puede darle el espectador. Esta película fue lmada durante el período del posmenemismo, en el 2002, saliendo de diciembre de 2001, de una crisis económica y social que sigue azotando nuestro país. Caetano posibilita esta lectura de la crisis utilizando, por ejemplo, el montaje en paralelo en la escena del robo durante el acto escolar en el que Alicia es abanderada. Escena donde se pone en evidencia la relación entre los viejos modelos de país, y la violencia y la corrupción actual. El himno nacional es el enlace sonoro de estos dos mundos divorciados.
En otro orden, está el tema del dinero. Lo que demuestra el lm permanentemente es lo que nalmente enuncia el Oso cuando le entrega el bolso a Sergio con la plata antes de irse: “dale, que toda la guita acá es robada”. Este tema, el de la guita que de una u otra forma es robada, interactúa con lo que el Turco le ha hecho al Oso, lo ha traicionado y se ha quedado con su parte mientras éste estuvo preso. Caetano aplica aquí el relativismo moral típico del cine negro.
Un oso rojo de Adrián Caetano es una película para una re exión seria sobre la Argentina y los problemas de los argentinos. Y demuestra lo importante que es que un director sepa cómo relacionarse con los espectadores, ya que sabe que el signi cado de cada escena lo pondrá la sociedad que mira la película; y que estos signi cados no están en la super cie, el espectador debe prestar atención a los recursos para descubrirlos.
Fran Juan Orcellet, estudiante de 3° año 2007.
INMINENTE ESBOZO DEL SOL
DÍA DE LABURO
Durante toda una jornada, dos estudiantes trabajan junto a César, Hernán, Polo y Johan, el equipo de maestranza y mantenimiento del Colegio. Los acompañan en las distintas tareas que realizan; aprenden. Día de laburo 2018 es una experiencia por la que transitaron más de 100 chicos y chicas de 1ero a 5to año.
“Hacemos un montón de tareas a las que no estamos acostumbrados: barrer, limpiar el baño, baldear el patio, reponer vasos y café en la sala de profesores… Cosas que se hacen todos los días y que no siempre vemos”
“Venir a las 6 es distinto. Es de noche, no hay autos, llegás y está César solo. Preparar todo y ´cuidar la mañana´. Estar en la puerta cuando entran todos: nunca estás de ese lado, siempre sos el que llega”.
“No es que cambie mucho la cosa que por un día ayudemos…, lo que cambia es nuestra cabeza después, en las cosas grandes y en las cosas mínimas”.
“La mayoría de las veces hacemos pareja con un compañero de otro año o curso. Es otra buena oportunidad para conocerse más”.
“Hay algo de camaradería entre el equipo y nosotros. Cambian los vínculos. Ya no sos solo alumno. Te ponen a trabajar, y sos alumno y compañero de trabajo a la vez”.
“En los descansos me enteré más de la vida de César. Supe de sus hijos, me contó de sus nietos…”.
“Vienen con ganas, predispuestos, piden tareas para hacer. Para nosotros, esto es como una docencia de lo que hacemos todos los días”.
“´¿Otra vez hay que barrer el patio?´. Y ahí se dan cuenta de que en cada recreo se ensucian un poco los pasillos, el patio, los baños”
“Empezó a barrer la escalera de abajo hacia arriba. ´Es que no sé barrer´ -me dijo. ´Para eso estás acá, te voy a enseñar´ -le contesté”
15 AÑOS DE MURALES
La ciudad como recorrido. Arquitecturas eclécticas, paredes y murales.
Y el muralista artista, artesano y obrero. Lejos de la soledad, artista colectivo, con otros, para otros. Extensión desmesurada, la condición del muro y su textura, el clima hostil.
Adolescentes. Aprender haciendo, en la calle, más allá del diagrama y de la teoría. Obras de artistas reconocidos y creaciones propias.
Los vecinos, las tres dimensiones y si es látex o sintético, densidades del pigmento.
Subir y bajar escaleras. Cruzar la calle para ver de lejos. Y volver a pintar. Pintar con todo el cuerpo.
Obra habitada por todos y cada uno.
Los lenguajes de las obras
Buenos Aires, 12 de julio de 2012
A la Dirección del Colegio de la Ciudad, a la Coordinación del Departamento de Arte, a Gabriela, Fernanda y los chic@s del Taller de Murales:
Durante un cuatrimestre esperé cada tarde de los días jueves. Esperé con la ansiedad con la que se espera a un amigo querido. Esperé con el suspenso que implica cada capítulo de una obra en etapas. Esperé con la alegría que proporciona un grupo de jóvenes profesoras y estudiantes trabajando en un proyecto de Arte. Esperé cada rostro en particular, miradas nuevas, gestos, complicidades, y mi casa se llenó de voces y colores, como un torrente de vida.
No creo en las casualidades. No creo que hayamos elegido a Paul Klee azarosamente. Creo que esta vez Paul Klee nos eligió.
El sentido de una obra se dispara en una multiplicidad de sentidos que nos pertenecen. Las obras hablan lenguajes que a veces no percibimos y sin embargo están ahí, agazapados, apareciendo en el presente con la fuerza de la Historia.
Los últimos años de Paul Klee estuvieron marcados por el horror del nazismo y el drama de una enfermedad incurable. Fue acusado de “Bolchevique Cultural” y “Judío”. Los asesores artísticos del hitlerismo lo incluyeron en la trágica exposición de “Arte degenerado” que los nazis organizaron en 1937, como contraejemplo artístico. La muestra estaba prohibida para menores y exhibía grandes pinturas con comentarios despectivos o fotografías repulsivas para ridiculizar y llevar al absurdo el concepto moderno de Arte. Las obras de Klee fueron retiradas de los museos alemanes.
Afortunadamente el pasado puede resigni carse a través de la oportunidad que ofrece el presente. A miles de kilómetros de Alemania, a más de 70 años de su muerte, en un país latinoamericano, en la Ciudad de Buenos Aires, en una calle del barrio de Belgrano, en una casa de la década del 30, en una vieja pared, cuando el sol del otoño ilumine por la tarde el mural, habremos ganado una batalla más contra el horror de la barbarie.
Porque seguramente Paul Klee estará allí para recuerdo de todos.
Por la memoria de Paul Klee.
Por un grupo de jóvenes abiertos al futuro.
Por Gabriela y Fernanda que saben transmitir con pasión.
Por re-encontrarme con ustedes.
Estela Subizar, más que agradecida.
La autora es vecina del Colegio de la Ciudad.
EN SUS ZAPATOS
El Programa “La escuela va a los juicios” es una iniciativa del Espacio para la Memoria y los Derechos Humanos (Ex- ESMA) que promueve la asistencia de estudiantes mayores de 16 años a las audiencias de los juicios por crímenes de lesa humanidad y violencia institucional. El Programa se desarrolló este año por primera vez y tiene por objetivo fortalecer el proceso histórico de Memoria, Verdad y Justicia. Desde el Taller de Investigación y Derechos Humanos asistimos a una audiencia del juicio Mega Causa ESMA III, que unifica las causas de 789 víctimas. En esa oportunidad, escuchamos la declaración testimonial de María Elena Monti, esposa de Ricardo Sáenz, desaparecido en 1978.
por Candela Carretero Rottemberg
Apenas empezó a hablar, tuve que mirarla a través de la proyección que se veía por encima de los jueces. Probablemente porque quise creer que era una película, un documental, lo que fuera…, y no que tenía enfrente de mis ojos a aquella persona que había vivido todo lo que narraba.
De a poco fui observando su cara, sus arrugas, sus gestos, su forma de hablar. Entendí que era totalmente incomprensible pensarme en sus zapatos. Pero me cuestioné si los demás presentes en la sala podrían ponerse en ellos. Enfrente mío tenía a un grupo de abogados y permanentemente miraba hacia sus pies. Casi todos negros y revoloteando por ahí mientras, intermitentes, chocaban contra el piso.
Los zapatos de ella no los vi, es cierto. Pero me gustaría haberlos visto. ¿Estarían también en contacto con el suelo tocándolo y yéndose? ¿O estarían acaso rmes sobre él con una posición un poco más sólida? Son preguntas que no puedo ni pretendo responderme. Preguntas que en un principio pensé inútiles.
Pasadas algunas horas de la tarde con rmé que estaba equivocada…, que esos zapatos, físicos y metafóricos, tenían un lugar importante en ese juicio, en esa condena, en esa verdad, esa memoria y esa justicia. Porque, al n y al cabo, representaban algo para mí que fui a presenciar ese momento. ¿Y qué es más sincero y el que las sensaciones? Lo mismo me pasó cuando me dio pudor llorar frente a la familia de la que se había estado hablando durante la audiencia. Pensé que no me correspondía y que era una falta de respeto. Hasta que logré entender que esas lágrimas son fruto de la lucha de todas esas personas que fervientemente defendieron y de enden sus ideales. Que fueron en contra de más de uno para lograr lo que hoy tienen. Lograr estos juicios, estas condenas. Que se los escuche, que su reclamo sea legítimo, que sus voces se alcen y se encuentren dentro de cada casa en cada rincón del país.
No sé… Me pregunto si será efectivamente así, si en cada casa de cada rincón del país, se escucharán esas voces llenas de valor o si sonará aún más fuerte el próximo partido de la selección durante el mundial o la separación de algún mediático. “No quiero venganza sino condena a los culpables”, dijo María Elena. Y ahí entendí algo. Algo que no pude comprender hasta no oírlo de quien lo vivió y tiene una visión sobre los hechos que yo jamás voy a tener. Hablo de cómo se ven estos temas desde el presente. De lo importante que es tener el sentido de pertenencia bien a nado por estas ocasiones. Yo no me siento representada ni tocada cuando se juega el mundial ni cuando veo al Papa. Pero sí me vi en esta mujer que fue escuchada hoy y fue parte de una lucha signi cativa para cada uno de nosotros como argentinos.
Hoy me sentí orgullosa y a igida, porque tocó dentro de mí ese sentido de pertenencia y esa parte dentro de uno que pretende liberarse permanentemente. Porque entiendo y a rmo que soy parte de lo que es el presente y de lo que va a ser el futuro. Y que no importa si viví o no el pasado del que hablamos, importa que lo tengo como una marca imborrable. Soy, como parte de mi generación, quien tiene la responsabilidad y el derecho de revolver en la historia de este pasado y repudiarlo día a día como presente y futuro. Responsable de a rmar ante todo el derecho y el respeto por la democracia. Representante de ideales de libertad, que gano presenciando todas estas cosas, y a través de proyectos y grupos, donde me encuentro con otros con quienes los comparto. Ideales que me hacen lo que soy hoy y me construyen para lo que viene.
Candela Carretero Rottemberg, estudiante de 4° año 2014. El texto fue producido en el Taller de Investigación y Derechos Humanos, tras la asistencia a la audiencia de la Mega Causa ESMA en los tribunales de Comodoro Py. Ilustración realizada a partir del trabajo plástico de Vera Castellini, 5º año 2014.
HETERONORMATIVIDAD
Y ROLES ASIGNADOS: OBSTÁCULOS EN LA INTEGRACIÓN
por Daniela Grün
Se de ne a la mujer en el diccionario como a una “persona de sexo femenino”. Es -así y paralelamente- determinada como el antónimo del hombre, es decir, de una “persona de sexo masculino”. Pero ser “mujer” u “hombre” no se limita al aspecto biológico del individuo; va más a allá de eso porque intervienen allí factores sociales. Cuando pensamos la imagen de la mujer que se difunde en libros, películas y publicidades, no hablamos únicamente de aquel ser humano que porta los cromosomas XX. Hablamos de una identidad construida con actitudes, deseos y roles asignados. Se asocia el concepto de “mujer” con el hogar, la familia, lo privado, lo sentimental/emocional, lo débil, “lo femenino”. Y, por consecuencia, con lo que no es masculino, que sería por oposición lo laboral, la provisión, lo público, lo insensible, lo fuerte. Esto se puede observar por ejemplo en publicidades de productos de limpieza, que exageran estas nociones forjando una imagen estereotipada y dando por sentado que es la mujer quien se encarga de la limpieza y el cuidado del hogar. Tarea que además se vuelve un o cio obligatorio no remunerado al cual no pueden renunciar. ¿O acaso se ven hombres como protagonistas de estas publicidades? No, estos aparecen más bien en anuncios de autos; y si es que las mujeres aparecen en ellos, sólo lo hacen en un rol “decorativo”. Entonces, aunque en el diccionario se de na a la mujer a partir de lo biológico, nuestro sentido común la asocia con una con guración biológico-social de “lo femenino” (y en el caso del hombre, de “lo masculino”), resultante de la intervención de las diferentes instituciones sociales que actúan, día a día, en nuestra formación como sujetos sociales. Dicha imagen “ideal” funciona como prototipo determinante del modo “normal/natural” de ser “hombre” o “mujer”. Y esto, sumado a la heteronor-
matividad1, asigna a cada persona una identidad particular y determinada de la tríada sexo/género/deseo.
Esta identidad -en cierto modo- impuesta, debe reproducirse mediante el seguimiento de “lo esperado”, para mantenerse así de un lado de la frontera. Es decir, en cuanto al sujeto “normal”, se ponen aquí en juego tres características estrechamente vinculadas: el sexo, el género y el deseo sexual. Se espera entonces de una mujer la posesión de órganos reproductores y una anatomía biológica femenina (sexo), actitudes y manifestaciones femeninas (género) y atracción sexual hacia los hombres (deseo heterosexual). Todo lo que no forma parte de “lo esperado” está del otro lado de esa misma frontera y conforma “lo otro”, lo ajeno. En el caso del hombre, “éste produce su propia identidad y la establece a partir de una serie de exclusiones, este otro, el de afuera de la frontera, es lo femenino y lo homosexual” (Sánchez, A.).
Afortunadamente, se evidencia actualmente un desplazamiento de la “frontera” que transformó y puso en cuestión la imagen difundida del hombre y la mujer ideal. Pero, aun así, hay que reconocer que la diferencia entre el “rol” y la “imagen” del hombre y de la mujer sigue latente. Por ejemplo, en lo que hace a los espacios de trabajo, dentro y fuera del hogar, las mujeres siguen siendo las principales responsables de las tareas reproductivas y domésticas.
Por añadidura, la construcción de estos prototipos y la heteronormatividad imperante obstaculizan la integración de personas que no se adaptan a los parámetros de lo esperado, lo establecido. Nos referimos a aquellos que no siguen lo naturalizado de la tríada “sexo/género/deseo”.
parte de la misma sociedad que históricamente legitimó la heteronormatividad y negó cualquier otra orientación sexual e identidad de género. Una sociedad que señala a quienes no siguen la “combinación correcta” de la tríada mencionada como portadores de una incoherencia entre el cuerpo, el género y el deseo sexual.
Nacieron con estas “etiquetas” argumentos que establecían que no era “natural” la diversidad de orientaciones e identidades sexuales. “Por algo” las mujeres nacieron con determinados órganos reproductivos y los hombres con otros. Todo lo que escape de aquí representa una amenaza a la unidad familiar, una abominación, un pecado. Esto se ve re ejado en textos bíblicos que cuentan aún con mucha legitimidad y peso entre la población creyente, que considera estas ideas como sagradas e irrefutables, a pesar de que las mismas contradicen los derechos humanos.
A su vez, vinculado con lo anterior y en otro orden de argumentos, las personas con distinta identidad de género también fueron históricamente clasi cadas como “enfermas mentales”.
materia. Esto se ve re ejado, por ejemplo, en la sanción de la Ley de Salud Mental N°26.657, que prohíbe en su Artículo 3 el diagnóstico de la elección de la identidad sexual como enfermedad. Y, en el mismo sentido, puede interpretarse una de las reformas del Código Civil, conocida popularmente como la Ley de Matrimonio Igualitario. Dicha ley fue la apertura al cambio de una de las más arraigadas instituciones sociales: la familia. Abriendo paso así a la desnaturalización de la estructura familiar patriarcal tipo, conformada por padre, madre e hijos, y sus respectivos roles. También fue aprobada la Ley de Identidad de Género, que establece un marco jurídico que promueve el respeto a la identidad de las personas trans y la garantía de su libre desarrollo, así como la Ley de Atención Integral de la Salud para personas trans. Desde lo cultural, a su vez, podemos observar algunos avances, por ejemplo, en la televisión, donde comienzan a aparecer con más frecuencia diferentes orientaciones e identidades sexuales en telenovelas, series y debates.
HETERONORMATIVIDAD Y ROLES
INADI: Parlamento Juvenil
El “Parlamento Federal Juvenil: Compromiso Joven por una Argentina sin Discriminación” reunió en el Congreso de la Nación a estudiantes de 4to y 5to año de escuelas de todo el país. La intención fue gestar un espacio para el diálogo e intercambio sobre el desarrollo de políticas inclusivas, la prevención de la discriminación y la promoción de una sociedad igualitaria. El encuentro fue organizado por el Consejo Federal de Políticas Públicas Antidiscriminatorias, quien seleccionó a cuatro jóvenes por provincia en base a la presentación de ensayos argumentativos sobre temas vinculados. Dos de los representantes de la CABA fueron nuestras estudiantes Lucía Sánchez y Daniela Grün. Durante cinco días, los participantes compartieron un arduo debate en comisiones en torno a distintos proyectos de ley relacionados con la temática. El último día, los mismos fueron tratados en el recinto de la Cámara de Diputados de la Nación, con la presencia de legisladores y autoridades de gobierno.
Sin embargo, estas concepciones estereotipadas y sus roles asociados siguen latentes, ya sea en discursos y prácticas explícitas como camu adas en discursos más progresistas. A pesar de los avances políticos y las conquistas sociales ya mencionadas, resta profundizar el cambio: hoy sigue existiendo discriminación, por ejemplo, en el sistema de salud, donde si bien se ha avanzado en lo normativo, falta mucho aún en la transformación de las prácticas institucionales. La Ley de Ejercicio Profesional de la Medicina1, a su vez, obstaculiza el cambio quirúrgico de sexo, obligando a personas transexuales a someterse a prácticas médicas clandestinas, vulnerando así derechos garantizados por la Constitución Nacional.
En cuanto a las prácticas sociales, la falta de integración se ve re ejada también en espacios privados o públicos, donde, por poner sólo un ejemplo, se sigue obligando a personas trans a usar el baño de mujeres/hombres según su sexo biológico y no según su concepción de género. También continúan difun diéndose estereotipos en los medios de comunicación y en otras instituciones sociales, que encasillan al individuo en un rol acorde a su sexo biológico; como se mencionó anterior mente en relación a las publicidades. Como fue evidenciado, todavía falta la reformulación de leyes y la sanción de otras que abarquen las problemáticas mencio nadas, así como un cambio profundo en la conciencia social y en las prácticas institucionales que permitan la real y efectiva garantía de los derechos humanos y constitucionales de las personas LGTB2
En síntesis, se necesitan más acciones integradoras del Esta do que se mani esten en el sistema de salud, en los medios de comunicación, en la educación y demás instituciones so ciales, para garantizar la integración real de homosexuales, transexuales, intersexuales y travestis. Para ello, es nuestra obligación como ciudadanos promover la transformación del
discurso y las prácticas de estas instituciones sociales y la disolución de la heteronormatividad y los prototipos naturalizados del hombre, de la mujer y de la familia.
Bibliografia de referencia:
- Sánchez, A; “Varones heterosexuales consumibles. Desplazamientos de las fronteras de género”, [en línea].
- INADI; “Documento temático género y discriminación”, [en línea] en formato PDF.
- Federación Argentina GLBT; “Matrimonio para todas y todos, ley de igualdad: aportes para el debate”, [en línea].
- LEY 17.132 - Ejercicio de la Medicina, Odontología, y de las actividades de colaboración con ambas disciplinas, Artículo 19°, [en línea] .
1 “Art. 19º -Los profesionales que ejerzan la medicina están, sin perjuicio de lo que establezcan las demás disposiciones legales vigentes, obligados a: (...) 4º no llevar a cabo intervenciones quirúrgicas que modi quen el sexo del enfermo, salvo que sean efectuadas con posterioridad a una autorización judicial(...)”. 2 LGBT son las siglas que designan colectivamente a lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero.
HETERONORMATIVIDAD Y ROLES ASIGNADOS
Daniela Grün, estudiante de 4º año 2014. Este ensayo fue realizado hacia fines de 2013, en el contexto de la convocatoria para el Parlamento Federal Juvenil. Ilustración: Ema Lynch, 2º año 2014, realizada en el Taller de Dibujo.
FORMAS
por Ciaro Spinettarera
La forma en la que las palabras se saludan
La forma en la que el ajedrez se come a sus chas
La forma en que los cables se conectan al sudor
La forma en la que el cubo rubik se cansa de esperar
La forma en la que el tenedor juega a ser Poseidón
La forma en la que los dvd se hacen carátulas de palta
La forma en la que las ventanas son indiscretas, materializadas en cal
La forma en la que las agujas del reloj giran en busca de agujeros de tela
La forma en que los origamis remarcan que somos todos papel
La forma en la que los píxeles quieren crear fórmulas a tu vista
La forma en que existimos
Ciaro Spinetta es estudiante de 2° año 2020
El trabajo fue realizado en el Taller Inventalinguas. Foto: Martina Sicorsky, 1º año 2020. Realizada en el Taller de Fotografía.
SÍ, QUIERO
¿Cuántas voces caben en un relato? La propuesta fue escribir desde varios personajes simultáneos, tal como lo hace Mario Vargas Llosa en Los cachorros.
por Micaela Gueler
Cata te veía como te solía ver, con los ojos de enamorada, la palabra en la boca, los cachetes a punto sonrojo y se paseaba de recreo en recreo asomando su cabecita entre la de sus compañeros con tal de verte tocar la guitarra. Te veía y, ¡dale que ya viene Ramírez y no hice las oraciones sinópticas!, y ¿me compartís una galletita, Luna?, y Lore, el paso de baile es a la izquierda, no a la derecha y, ¡vamos Joaco presiona que es...goooool!, y ella te veía igual. Le hacías frontón entre las cuatro a siete pibas que le bloqueaban tu sonrisa, las cuerdas, y ellas se la pasaban obsesionadas. ¿No preferían jugar al elástico? O tal vez entretenerse con la rayuela. Eran ellas otras fanáticas que la hacían sentir como una, aunque una fantasma y para ni acercarse prefería ngir que nada le pasaba.
Sos todo un Don Johnson decía tu papá..., y un tigre y un caballero, aunque lo decía por esas pibitas a tinte grupi y no por la semitransparencia hecha Catalina.
Las veces que ella habló de vos en la merienda, entre galletitas y el café con leche, y mamá, ¡no sabés!, hoy Gian fue el primero en resolver las multiplicaciones de matemática, y, ma, en el fogón del campamento Gian tocó “Mariposa technicolor”, y, ma, que Gian esto y lo otro. Parecía una radio sintonizada, siempre un lorito parlanchín, ¿alcanzaba a respirar entre palabra y palabra que largaba? Y yo con el bueno mi amor pero... ¿qué más pasó hoy? ¿Cómo anda Romi Terrazas? ¿A Marcelito ya le sale la cursiva?, y muy cada tanto un me enteré de que a Fernández lo mandaron a rmar, no venía mal… ,aunque siempre encontraba la manera de volver a tu nombre. Qué enamoramiento de primavera más eterno, qué carita de enamorada, le decía, porque con esos ojitos saltones y sus pómulos entomatecidos era imposible no notarlo, y luego a respuesta un ¡parala!, ya está, no es así porque… no…, ¿se me nota mucho?
Por eso me sorprendió cuando tu nombre dejó de gurar en las meriendas, al igual que la guitarra, las canciones, las cuerdas, y usted no lo está…, ¿ya algo largo el discurso, no? No, no, escúcheme señor, solo cinco minutos más por favor, no, no, que no es nada, en serio.
Así que es así, porque para ese entonces ella en la suya y vos atrás de ella, te asomabas entre tus compañeros con tal de verla cantar en la clase de Música, su canto, ¡y sí!, nene, cantabas a los cuatro vientos que te morías por hablarle, ¿y qué ironía las vueltas de la vida, no?
Cuando menos lo esperaste, lo tenías en un constante rebote, nena. Porque él te veía y hola Cata, hoy con los chicos vamos a la plaza, ¿te sumas?, y vos toda dulce no puedo, hoy ya me encontraba con una amiga…, y él, ¿qué te parece de juntarnos a estudiar para la prueba de Física?, pasa que nunca me sale nada... y entonces vos, le había prometido a Agus que la iba a ayudar, tal vez la próxima. Y bien que vivía entre próxima y próxima, entre intentos de acercarse y cruzar unas palabras, unas tardes, unas miradas.
No era tu culpa, tampoco la suya, solo que el reloj andaba a destiempo y vos toda despistada ni al tanto.
Pasó una vida antes de que te dieras cuenta, aunque varios otros andaban atrás y ahí ni pelota. Andaba Díaz con la urgencia de aprobar Lengua a pesar del padre ser escritor y qué casualidad que la ayuda te la pedía..., cada martes a las cinco su voz sonaba por el teléfono preguntando si estabas, si podías, si venías. Y andabas, e ibas y venías, con Bautista que andaba bajo el nombre de mejor amigo y eso que él de amiga no te veía nada, que una vez encontré los chocolates que te había regalado para el día de los enamorados, con una tarjeta, moño y todo.
De esa surgieron celos, era imposible no notarlo, aunque raro me sonó que no hubieras encarado, nene, y ni unos bomboncitos, ni un ramo chico, ni un mensaje dirigido en esa fecha. De repente con ella más cortante, ni un hola Cata, ni un ¿me ayudas con Física?, ni un hoy vamos a la plaza; nada de nada.
Y que los días pasaban, y de vuelta el suspenso de no escuchar tu nombre, pasa que Guille Farras se te había adelantado, ¿te acordás, Catita? Tan lindos se veían juntos para cuando fueron al cumpleaños de Lara González, él algo caradura al irrumpir en casa como si nada y ponerse a charlar con tu papá, pero se veían lindos igual.
Para su esta de egresados te veía tan tímido a vos, nene, a diferencia de ese chiquito que tocaba la guitarra con sus fanáticas a coro, porque el coro ahora lo recibía Cata y vos ahí volviste a pegar arranque. Te acercabas y... ¡Cata, venite a bailar este tema que es increíble!, y ella bueno dale pero también pensaba tomar algo después y a respuesta un te acompaño, y cómo no acompañarla, siempre brillaba por más que anduviera en ese momento un poco pasada de copas. Y ahí todo un caballero, todo un tigre y hasta un Don Johnson, porque tan respetuoso te mantuviste al lado durante toda esa noche.
Después de tantas idas y vueltas, luego de tanto baile, de un momento para otro los dos se vieron como se solían ver, solo que esta vez a tiempo, con la risita quisquillosa, el suspiro en el aire, las manos entrelazadas, la mirada en conexión y se paseaban de lugar en lugar irradiando enamoramiento en proceso. La felicidad que me dio verte cuando me conociste por primera vez, aunque yo claro te conocía. Te paseaste por el living donde tu nombre solía rebotar en esas meriendas de galletitas y café con leche ya hace mucho tiempo, donde el ma, Gian hizo y ma, Gian es... acaparaban mis oídos. Y vos muy menudito y también muy calladito, ¿no querés algo para tomar? Aunque ya eras al igual que ella un universitario, un adulto, un chico ya crecido y, a mis ojos, el mismo nene del secundario con celos.
Y luego de tanto, luego de mucho, luego de haber escuchado todo y nada de vos, Gian, lo tendría que haber predicho, porque por algo todo pasa, aunque no me quiero poner en Martín Fierro, por eso…, pare el carro, escúcheme, usted que es la dama de honor, la historia la conocemos todos, ¿nos permite seguir con esta ceremonia? Viene así desde hace cuarenta y cinco minutos y, ¡sí!, es hora de proseguir muy tierno, muy lindo el cuento de cómo se conocieron pero apúrele, Rosa. Pero... dale está bien y lo puedo resumir porque todo empezó con había un... Aquí estamos, reunidos todos, para presenciar a Gianluca y a Catalina unirse en santo matrimonio.
Micaela Gueler, estudiante de 4º año 2019. El trabajo fue realizado en clase de Lengua y Literatura. Este cuento obtuvo una mención en el 66º Congreso Internacional de Poesía y Narrativa del Instituto Cultural Latinoamericano. Ilustración: Mónica Chen, 4º año 2019. (Inspirada en obra de Junji Ito, realizada en el Taller de Pintura).
VEINTE VEINTE
II
I
Descubrí varias cosas. Una de ellas es algo que creo nos pasó un poco a todos: comenzamos a observar más a nuestros vecinos, a la gente que tenemos más cerca.
En cualquier lugar hay gente haciendo cosas, gente que piensa que nadie los está viendo. Es como que te metés un poco en la intimidad de quien tenés muy cerca, pero a quien nunca en tu vida habías pensado como alguien cercano. Ahora, de a poquito, vas conociendo a tu vecino…
Solitaria se encuentra la ciudad. Creativos, algunos, los que sacan sus cabezas por los balcones, tratando de encontrar algo distinto, algo que les dé esperanza.
Plazas silenciosas, vacías. Su esencia tomó un descanso.
Adrenalina y euforia se toman una pequeña siesta, como los osos en invierno, temporal e inoportuno.
La lluvia no tiene quien la sostenga, no tiene en quién caer.
(Delfina Spaccavento)
III
Esta es una de las listas que nos manda mi abuela cada vez que necesita algo. Antes era ella la que nos compraba cosas ricas y nos invitaba a su casa para que las comiéramos. El otro día me dijo: “si no es por tu papá, yo no comía, le tengo chuchi al bicho”. Así de exagerada. El otro día fue su cumpleaños y se hizo su torta favorita.
(Manuela Gené)
En las miradas
Descon adas del chino
Hacer la cola
En los balcones
Revelando música
De mis vecinos
En los mensajes
De “te extraño mucho”
Angustia feliz
En la memoria
Se me pierde el tacto Escudo de piel.
(Miranda Myndlis)
Todos los domingos, sin excepción, la familia del 1ºB sube a la terraza para merendar. Quizás alguna vez habíamos conversado en el ascensor. Ahora ya es rutina. A eso de las 5, charlamos a la distancia. Hasta puedo ver el momento en el que Toto, el hijito de seis, se larga a andar por primera vez en su bici sin rueditas.
(Lola Estrada)
VI La almohada clic del velador el ya se hizo tarde
arrastrar los ojos hasta el baño descoser los párpados con el agua un buen día perdido por el pasillo el mate cocido con miel suspirando humito en la mesada.
(María Paz Riva) VEINTE VEINTE
VII
Desde este pedazo del cielo de mi patio: colores y ruidos de la ciudad. El día a día, en cuarentena. Mis vecinos. Un profesor de música, un padre, una nena. (Helena Bedrossian)
LIST OF THINGS TO DO IN AN ELEVATOR
por Joaquín Miller
Look around, observe carefully the four walls in which you are trapped. Even though there’s not much to look at.
Sigh silently, not loudly. Otherwise you might create an awkward environment, as the other passengers may give you “the look”.
In case of being the only person in the elevator, bounce around like a pinball until symptoms of dizziness appear.
If you can locate a camera inside the cubicle, look straight at it in the remaining time of your trip. In this way, security will get confused/uncomfortable.
Last but not least, if your wish is to puzzle the rest of the individuals inside the elevator, ask the time, and once you have received an answer, look at your watch.
Joaquín Miller es estudiante de 3° año 2020. El trabajo fue realizado en clase de Inglés (Advanced I). lustración: Morena Borysowski, 4º año 2020, realizada en el Taller de Pintura.
CUENTOS PARA LEER
EN EL CELULAR
90 años después de que Girondo publicara los poemas que podían leerse en el tranvía, nuestros alumnos de 2do año 2011, durante los últimos minutos de la hora de lectura, ensayan con otras tecnologías y escriben:
Pensé que aquello que había dicho Pablo era palabrería, nada más; pero no, los rumores eran ciertos… Mi cara estaba pálida y mis manos, temblorosas. La última vez que él y yo estuvimos en el mismo lugar ocurrieron cosas horribles. Alguno de los dos debía dejar de existir, y ambos debíamos asegurar nuestra propia vida, que estaba en peligro ante el reto máximo: vencer… No diré ni una palabra acerca de esa pelea; solo diré que el ganador está vivo para contarlo.
Manuel Aparicio
Rogelio, un futbolista de Belgrano e hincha de River, pasa el peor momento de su vida. Dentro de dos días deberá enfrentarse al club de sus amores con chance de mandarlo a la B. ¿Quién lo hubiera pensado? Con una mezcla de felicidad y angustia, el joven delantero habla en los medios horas antes del partido, cuando un gol en contra, inesperado, ingresa en su corazón y el jugador pierde la batalla más importante.
Agustín Rozemberg
El cielo se oscureció por completo. El mar se agitaba intranquilo. Supe que esa tarde todo había terminado para nosotros, y tuve la certeza de que me hundiría junto con mi amado barco y dormiríamos para siempre en las profundidades del océano.
Nina Salvetti
Ahí está ella, sentada a orillas del mar, ahogándose en su propio engaño. De repente grita: “Estoy harta”. Después, un silencio eterno.
Manuela Díaz Lima
Por suerte había sido sólo un sueño. Me levanté, fui a la cocina, miré por la ventana y no, no parecía haber nada. Solo árboles, muchos árboles que se movían de manera terrorí ca por el fuerte viento de aquella noche. Me mojé la cara y me metí en la cama, adentrándome sin querer en -¿quién sabe?- otra pesadilla inexplicable.
Natalia Marelli
Él estaba en la casa y yo podía sentirlo. Estaba tan cerca que escuchaba sus pasos como si fueran mis propios latidos. Busqué alguna salida posible, pero no hubo caso, las ventanas del baño estaban cerradas. Ahora me quedaba esperarlo. Me senté contra la bañadera, respiré lentamente por un instante, escuché un golpe, luego otro. La puerta cayó abajo y el ruido paró. Ya nada nos separaba.
Jerónimo Bargalló
Dejó la foto sobre la mesa con la intención de que el próximo habitante supiera de las interminables aventuras allí ocurridas y, sin más, dejó atrás con tristeza la casa que siempre había deseado dejar.
Dolores Turienzo
Estudiantes de 2° año 2011. Ilustración: Valentín Barbadillo Cadet, 3° año 2015. (Modificación de obra de Balthus, realizada en clase de Artes Visuales).
HOMBRE BALA
PARÁBOLAS Y FUNCIONES CUADRÁTICAS: TIRO OBLICUO
En una propuesta que integró contenidos de Matemática y Física, la consigna fue utilizar los conocimientos adquiridos -en particular sobre funciones cuadráticas y parábolas para analizar alguna situación cotidiana, modelizarla y reflexionar sobre la propia producción. Aquí, la indagación sobre el movimiento de proyectiles lanzados en tiro oblicuo.
por Tania Galli, Paloma Farina, Lara Jatar, Sol Ohanian y Surya Martínez Bek
INTRODUCCIÓN
El tema elegido es la trayectoria de un tiro oblicuo. Este tema nos pareció interesante porque nos permitió analizar múltiples situaciones de movimiento existentes. Por ejemplo, la trayectoria de una pelota de básquet, la trayectoria de un atleta haciendo salto en alto o, el ejemplo que elegimos analizar nosotras, la trayectoria que hace un hombre bala al salir del cañón que lo dispara.
Analizar matemáticamente estos movimientos nos permite entender un poco más cómo se aplica la función cuadrática en nuestra vida cotidiana y en situaciones tal vez un poco más extremas, donde la trayectoria dibuja una parábola y donde podemos realizar predicciones sobre la posición futura de los objetos en movimiento.
Realizamos esta investigación con el objetivo de pensar desde otro punto de vista lo que aprendimos sobre funciones cuadráticas, enfocarnos más en la cuestión física del tema y aplicar las ecuaciones aprendidas sobre distintos ejemplos de la vida real. Lo que logramos con esto, es entender por qué sucede y cómo modelizamos con una función cuadrática la trayectoria de un proyectil o, en este caso, un hombre bala.
Podemos comprender de esta manera cómo la matemática no se trata sólo de números independientes de las situaciones de la vida cotidiana, sino que está presente en nuestro día a día y, de alguna u otra forma, nos afecta. La física y la matemática están sumamente relacionadas. Una deriva de la otra y su relación es de dependencia. Sin una, no es posible comprender la otra.
Los ejemplos que trabajamos son trayectorias que forman parábolas siempre y cuando no tomemos en cuenta el aire y la fuerza de resistencia que éste ejerce sobre los objetos en cuestión.
¿A QUÉ SE LLAMA TIRO OBLICUO?
Se denomina tiro oblicuo al movimiento que se produce al aplicarle una determinada fuerza a un cuerpo de manera no vertical, es decir, con un ángulo de la horizontal, en una región de aceleración gravitatoria constante. Dicho movimiento se puede proyectar sobre dos ejes x e y, y luego analizarlo como si fuera la superposición de dos movimientos, uno sobre cada eje. El grá co resultante será una parábola. Si no tenemos en cuenta la resistencia del aire sobre el cuerpo, la velocidad horizontal es constante ya que no hay ninguna fuerza que actúe sobre éste. En cambio, la velocidad vertical varía debido a la aceleración gravitatoria que experimenta dicho cuerpo. Se lo considera por lo tanto un movimiento compuesto por MRU (movimiento rectilíneo uniforme) en la dirección horizontal y MRUV (movimiento rectilíneo uniforme variado) en dirección vertical.
En otras palabras, la aceleración vertical de un proyectil lanzado en el aire, con cierto ángulo y sin tomar la resistencia del aire, será g (la aceleración de la gravedad es igual a 9.8 m/s2), porque la fuerza de la gravedad se ejerce únicamente hacia abajo. La aceleración horizontal va a ser nula, porque ninguna fuerza horizontal actúa sobre el proyectil.
En un grá co donde se muestren los componentes horizontales y verticales de velocidad de un proyectil de trayectoria parabólica, podemos observar que la primera -la componente horizontal- es siempre igual, se mantiene; mientras que la componente vertical varía: es máxima en el punto de inicio y en el nal, mientras que cuando se alcanza la altura máxima es nula. Es decir, que la velocidad allí es igual a la componente horizontal. La resultante de ambas representa la velocidad a la que se mueve el proyectil.
El alcance horizontal de un tiro oblicuo es mayor según su ángulo, siempre y cuando tenga una misma velocidad inicial y no se tome en cuenta la resistencia del aire. También podemos decir que si se eligen ángulos que juntos suman 90°, el alcance que se obtiene es el mismo.
Si uno toma en cuenta la resistencia del aire, el alcance que se va a lograr va a ser menor y la trayectoria del proyectil no va a ser una parábola. Más allá del ángulo, el tiempo que tarda el objeto en alcanzar su altura máxima es el mismo tiempo que tarda desde la altura máxima hasta el nivel en el que fue lanzado. Esto se debe a que la aceleración gravitatoria es siempre la misma y siempre va dirigida hacia el centro de la tierra, frenando en su ascenso y acelerando en su descenso.
La velocidad del móvil, tanto en su momento inicial como cuando vuelve a éste luego de haber llegado a la altura máxima, es igual pero en sentido contrario.
Las parábolas, y por lo tanto las funciones cuadráticas, poseen la característica de que existen dos x para una misma y Más abajo, lo gra caremos en el ejemplo que expondremos y así se podrá comprender mejor.
EL HOMBRE BALA
La trayectoria de un proyectil, o en este caso de un hombre bala, se puede modelizar por una función cuadrática por el hecho de que es un movimiento en la Tierra. Es decir, la fuerza de gravedad está constantemente alterando el movimiento (la rapidez). En el instante en que el hombre bala sale del cañón, la fuerza de gravedad está afectando al movimiento atrayéndolo hacia abajo. Por lo tanto, al lanzar un cuerpo hacia arriba y hacia adelante, tenemos una suma de un movimiento MRU y otro en MRUV, donde se aplica una serie de fuerzas que le dan la característica de una trayectoria parabólica. Al suceder esto, el movimiento puede ser representado por una parábola con su ecuación correspondiente, es decir, podemos modelizarla con una función cuadrática.
Una de las limitaciones que pueden aparecer durante la representación matemática de este modelo es la presencia o no del aire, es decir, la fuerza de resistencia producida por el rozamiento del aire sobre los cuerpos. Esto puede alterar la trayectoria, velocidad y/o aceleración de dicho movimiento.
Por otro lado, puede suceder que un resultado dé negativo o imposible para la situación que se está tratando. Esto se debe a que las funciones cuadráticas pueden ser utilizadas también para modelizar parábolas arti ciales sacadas de contexto. Por ejemplo, si consideramos el volumen de un tanque de agua que estamos representando con una función cuadrática, los valores negativos o que se excedan de la profundidad máxima del tanque, no son posibles en ese contexto. Pero, a la hora de gra car, esto no supone un problema ya que estamos creando una parábola arti cial para modelizar una situación originalmente real.
Para poder demostrar que la trayectoria del hombre bala representa una parábola utilizamos un caso que nosotras podíamos realizar.
De esta forma, decidimos tomar una pelota que iba a ser lanzada por una persona y así poder demostrar la conformación de una parábola más allá del ángulo de lanzamiento y su velocidad inicial. Como ya hemos dicho más arriba, cuando la “pelota” es soltada, la única fuerza que actúa sobre ella es la fuerza de gravedad o, mejor dicho, la aceleración gravitatoria.
En la imagen se expone un grá co realizado sobre una secuencia de imágenes desde el momento en que la pelota es lanzada hasta que llega al suelo.
Lo que nosotras hicimos para construir esa imagen, que corresponde a un movimiento parabólico, fue lmar el lanzamien-
to del proyectil y, pausando la imagen, recortamos y pegamos la pelota en distintos puntos para crear una única imagen que demuestre la trayectoria del movimiento.
Nos propusimos mostrar que la trayectoria del proyectil lanzado en la foto corresponde a una parábola. Utilizando el programa Geogebra, ajustamos el grá co y obtuvimos la ecuación de esa parábola: f(x)=-0,71x2+2,44x+0,9.
En esta parábola podemos observar cuándo es que la pelota sale y a qué altura: el punto (0; 0.9), y naliza en el punto (3,44;0,9), si tomamos como nalización el momento en el que vuelve a pasar por la altura 0,9 que es la misma altura de lanzamiento. En esta situación se puede decir que la pelota sigue cayendo, tocando el suelo a los 3,77 metros.
El punto máximo lo ubicamos cuando en x se recorrió menos de la mitad de la distancia total alcanzada por la pelota. En realidad, si fuese una parábola donde solamente actuara la aceleración gravitatoria, la pelota tendría que haber recorrido en la dirección horizontal exactamente la misma distancia desde que se lanzó hasta alcanzar el punto máximo. Siendo así, el punto máximo lo ubicamos cuando en x se recorrió 1,72 metros y se alcanza la altura de 3 metros.
Las diferencias que podemos encontrar entre la parábola real y la que creamos con el programa en base a la foto, se deben -por ejemplo- al rozamiento del aire.
CONCLUSIONES
Esta investigación nos llevó un largo trabajo y nos fue muy útil para entender de forma más clara cómo aparece la matemática en nuestra vida cotidiana. Como se puede ver en este caso, en la naturaleza hay ejemplos de tiro oblicuo y parábolas, y esto lo estamos demostrando con estas medidas que corresponden a un movimiento real. También vemos que, para estudiar el problema que nos planteamos, no necesitamos experimentar con
EL HOMBRE BALA
un hombre bala de verdad, sino que pudimos analizarlo con otra situación análoga como el problema de lanzar una pelota.
Para la próxima, creemos que sería más útil realizar la imagen con una cámara fotográ ca que nos permita sacar muchas fotos continua y rápidamente, ya que la que utilizamos nosotras no tenía esa opción y tuvimos que elaborar el trabajo a partir de una lmación.
BIBLIOGRAFÍA
Ferreira A, Fontana D & Mimbacas A (2007); Movimiento Proyectil Recuperado de http://www. ng.edu.uy/if/cursos/ s1/pmme/informe/nc1.pdf
Departamento de Física y Química del IES “Leonardo Da Vinci”; El tiro Oblicuo. Generalización de la hipótesis de Galileo. Recuperado de http://intercentres.edu.gva.es/iesleonardodavinci/Fisica/Tiro-horizontal/Tiro-oblicuo.htm
Luiz Ramírez Vicente (2006); Movimiento Parabólico
Alumnos de 2do Polimodal del Colegio San Miguel de Adrogupe (2008). Recuperado de http://tirooblicuo7.blogspot.com.ar/2008/04/tiro-oblicuo.ecuaciones.html
Video: Circo Valentinos CCCT Renato el Hombre Bala. Recuperado de http://www.youtube.comwatch?v=maNsCAldkAU
Tiro Oblicuo (2009). Recuperado de http://es.scribd.com/doc/1141723334/3TIRO-OBLICUO
Software utilizado: Geogebra http://www.geogebra,org/cms/
Tania Galli, Paloma Farina, Lara Jatar, Sol Ohanian y Surya Martínez Bek, estudiantes de 4° año 2012. El trabajo fue realizado en clase de Matemática.
¿Y MI RACIÓN DE PATO NEPTUNIANO?
por Ramiro Coll
Un pastizal que parecía eterno. Eterno y desierto. Sin ores, solo pastizal. Música de fondo. La música del viento, hermosa música que mecía los yuyos. De pronto se escucha un ruido tan fuerte que ciega al sonido del viento por una décima de segundo. Los pastos se frenan, las hormigas detienen su camino. Hacen silencio y esperan. El cielo es negro y estrellado. A lo lejos, muy a lo lejos, se ve un pequeño haz de luz, una pequeña mancha luminosa en el cielo. El silencio se mantiene pero el tiempo avanza. La mancha se va haciendo más grande. ¿O es que se acerca? Una hormiga cae al suelo de espaldas. Agotada. Es el calor. La mancha ya no es una mancha, sino que es una especie de pelota de fútbol gigante. Llega el momento y la pelota de fútbol se ve tan grande que el pastizal parece eclipsado por su sombra. Por su sombra y por su luz, porque era una bola de luz azulada que cegaba a cualquiera que la viese. Las hormigas cerraban los ojos y cruzaban los dedos. Y entonces, un milagro. La pelota se detuvo. A tan sólo unos centímetros de tocar el suelo. Sólo las hormigas vivieron. La sombra se complementaba con la luz creando un nuevo mundo de colores desconocidos. De todas formas, las hormigas veían en blanco y negro.
Breve silencio.
- ¿Termina así?- preguntó Yuco.
- Sí, ése es el nal de la historia- respondí.
- No puede terminar así, una historia tiene que tener acción, tiene que tener drama- dijo Flock.
- Esta historia termina así, si no les gusta, no les gusta.
Me levanté y me fui hasta donde me había hecho el huequito. Estaba tan oscuro que casi me choco contra un árbol. Creí haber pisado a alguien en el camino pero no le di importancia. Me acosté en el huequito, me hice bolita y cerré los ojos. La mejor parte de los días era ésa, el momento antes de dormir. Todo era tan tranquilo y calmo. El frío y el sonido de los pájaros lo hacían un momento más místico. Siempre, sin embargo, un baldazo de agua fría me devolvía a la realidad: la mañana siguiente.
Los días que siguieron fueron agotadores. Nos levantábamos a las 6, y nos bañábamos en el río. El agua estaba helada, tanto que a veces prefería no bañarme y quedarme sucio y embarrado. Total, siempre nos volvíamos a manchar. A la tarde salía a recorrer los bosques con Pock y Vannis. Vannis era alto, aco, extremadamente pálido y con ojos tan claros que costaba mirarlo sin sentirse intimidado. De todos los días en los que viajé con Vannis, no dijo más de diez palabras. Lo único que hacía era a lar su cuchillo y mirarnos con mala cara. Pock era todo lo contrario, se la pasaba hablando y siempre parecía feliz. Nadie entendía cómo podía ser tan optimista. Después de todo lo que habíamos vivido, yo no podía sonreír ni aunque lo intentara.
En una de nuestras pequeñas misiones, descubrimos un campamento enemigo que no teníamos registrado. Vannis lo descubrió, estaba siempre atento. Rodeamos el campamento sin que nos vieran y nos trepamos a un enorme árbol para verlos mejor. Yo era el más gordito de los tres, por lo que me tuvieron que ayudar a subir. Marcamos el punto en el mapa para no perderlo. Y nos pusimos a contar cuántos eran. Había seis sentados frente a una fogata comiendo lo que parecía ser una especie de sopa enlatada. Otros tres estaban parados charlando y fumando, otro escondido atrás de unos arbustos.
- 17 – dijo Pock.
- ¿Seguro?
- Sí, 17. Tienen cuatro carpas, pero una es un poco más grande, tiene que haber entre 15 y 20, pero 17 me parece un buen número.
Antes de bajar del árbol, Pock pegó un grito que por un momento creí que habían escuchado todos los ingleses.
- ¿Qué te pasa?- pregunté enojado.
- Me picó una araña en el brazo.
- ¿Por eso gritás así? Sos un exagerado, chabón.
- Disculpá, pero me duele como la puta madre.
Volvimos al campamento ya casi de noche. Encontrar el campamento enemigo fue lo más interesante que nos había pasado en días, y no había sido nada interesante. Esa noche comimos un guiso con olor a tierra, que encima debíamos racionar porque tenía que sobrar para los días siguientes. El Malayo tuvo otro de sus ataques de ira esa noche y empezó a armar quilombo y a molestar y putear a la gente. No tardaron en agarrarlo de los dos brazos y obligarlo a tomarse una pastilla para que se calmara. Todos miraban la situación callados, como siempre. Kolte tocaba su guitarra, alegrando un poco el clima de la comida. Era el único que sabía tocar, cuando muriera yo no sabría qué más hacer, su música era lo único que mantenía estable al grupo.
Tuve una discusión con Yuco antes de dormir. Yuco todavía quería seguir luchando. Creía que todavía teníamos esperanzas. Yo ni siquiera había querido venir acá. ¿Qué me importa a mí lo que nos hayan hecho? No soy ningún patriota.
- Nos sacaron algo que era nuestro, lo tomaron sin permiso y se lo apropiaron como si no los estuviéramos viendo. Como si se nos arrebatara un pedazo de nuestra carne*- decía Yuco. Yo no estaba de humor para seguir discutiendo. Ese día no conté ninguna historia, estaba cansado y me fui directo al sobre.
A la mañana siguiente, Pock estaba muerto. Al parecer, la araña era altamente venenosa y el veneno se le esparció hasta el corazón. Decían que había estado toda la noche gritando y convulsionando antes de morir. Me sentí un poco mal al principio y, después, lo envidié otro poco. Espero que no haya sufrido tanto como decían.
Esa misma noche mientras comíamos, se escuchó un ruido tan fuerte que produjo un completo silencio. Así, de la nada. Sólo se escuchaba el sonido del viento chocando contra las ramas de los árboles y los pájaros produciendo sus habituales sonidos.
- ¿Qué es eso?- dijo Rukk señalando al cielo.
Todos miraron hacía arriba. El cielo era negro y estrellado. Pero muy a lo lejos se veía un pequeño haz de luz. Nos miramos por un segundo y volvimos nuestra mirada al cielo. La mancha de luz era cada vez más grande. Se produjo un calor tan repentino que Yuco cayó al suelo de espalda, totalmente agotado. La mancha estaba ya tan cerca que su sombra ennegreció nuestro campamento, pero su luz le dio un tono azulado brillante que era tan fuerte que tuve que cerrar los ojos. Y entonces ocurrió un milagro. La bola de luz nos aplastó a todos. Por suerte, algunas hormigas vivieron.
***
*Nota de autor: cuando visitamos el Museo Malvinas, leí esta frase de José Hernández en un cartel de la Sala 4.
Ramiro Coll, estudiante de 5º año 2015. El trabajo fue realizado en clase de Literatura. Ilustración: Catalina Bragone, 1º año 2015. (Trama y textura, realizada en clase de Plástica).
¿ Y MI RACIÓN DE PATO NEPTUNIANO?
ENTREVISTA: NI UNA MENOS
por Delfina Gonzales Chaves y Valentina Teisaire
A dos años de la primera marcha autoconvocada bajo el lema “Ni Una Menos”, nos encontramos con María Florencia Alcaraz, integrante y cofundadora del colectivo que promueve, desde 2015, la igualdad de género bajo esa misma consigna. Con ella conversamos sobre los orígenes del movimiento, sus objetivos y, también, sobre los principales cuestionamientos que suelen recibir. Este grupo de activistas se conformó con el objetivo de organizar actividades culturales que visibilizaran la problemática de la violencia de género. Una de ellas fue realizada en la Biblioteca Nacional. Se trató de una maratón de lectura en la cual participaron familiares de víctimas de femicidios. Entre texto y texto leído, una de las frases más recurrentes y con más impacto fue: “Ni una menos”. Así es como surge el nombre de la agrupación. Tiempo después,
ante el femicidio de Chiara Páez, un hecho que generó una fuerte conmoción, apareció la necesidad social de organizarse. El 3 de junio de 2015, miles de personas coparon la Plaza de Mayo bajo el lema que el colectivo compuesto por Alcaraz había elegido: “Ni Una Menos”.
“No existe un feminismo capitalista”, expresó Florencia en nuestro encuentro, dejando en claro una posición que reúne la problemática de la desigualdad de género y la problemática clasista y de desigualdad social en su comprensión del machismo. Nos cuenta que el feminismo no solo lucha por la igualdad de género: también busca terminar con cualquier situación donde se invisibilice al oprimido, por ejemplo, discriminación por etnia, clase social, orientación sexual o género.
Cada vez que leemos acerca del grito feminista podemos encontrar distintas opiniones y, si bien sabemos que hay un apoyo masivo -visto el pasado 3 de junio, cuando más de cien mil personas se movilizaron hacia Plaza de Mayo-, también es cierto que hay resistencias frente a las formas en las que estos reclamos se mani estan. La ignorancia ante las consignas del movimiento genera que muchas personas se pregunten, por ejemplo: “¿por qué no ‘Ni Uno Menos’? Los hombres también sufren violencia”.
“Las víctimas de la violencia son más varones que mujeres en general -dice Florencia- pero a los varones los matan desconocidos, en la calle o en con ictos intervecinales, peleas por fútbol, por guita. Ellos no mueren por ser varones, mueren por otras tramas de violencia que también son repudiables. Los femicidios son muertes por el hecho de ser mujeres. Es estructural, por eso el ´Ni Una Menos´”, concluye.
Una de las respuestas que da el feminismo frente a este tipo de planteos es la información. El feminismo, además de denunciar la opresión a la mujer, plantea que el machismo también oprime a los hombres: les asigna un rol de género asociado a la violencia y lejano a la sensibilidad. Son estas características las que tienden a convertirlos en los victimarios de la violencia hacia la mujer.
Aunque el machismo nos afecta a todos, es importante destacar la urgencia con respecto a la situación de las mujeres, para quienes la amenaza es explícita, y lo que está en juego es la vida. Es por esto que se coloca a la mujer como protagonista de la lucha, para visibilizarnos. Pero esto no quita que la lucha también incluya los derechos del hombre: al n y al cabo, el feminismo busca desprender a toda persona de la opresión que el sistema machista les causa.
Florencia expresó también que muchas veces se suplanta el término “feminismo” por el término “género”, para suavizarse o evitar controversias. Pero no ve esto como algo positivo, ya que la idea de “género” no asegura necesariamente el reconocimiento de la igualdad. El feminismo sí lo hace. Por otro lado, comentó que el feminismo también se ha incorporado en la cultura de masas, donde muchas veces se comercializa una idea, vaciándola de signi cado, y vendiendo masivas cantidades de productos con una imagen simpli cada de la mujer luchadora. Lo que en realidad es una lucha que intenta modi car la sociedad, pasa a ser convertido por el mercado en una frase cliché, comercial e inocente, desprovista de sentido político. Esta mercantilizacion del feminismo podría llegar a entenderse, sin embargo y al mismo tiempo, como una forma de llegar a esas personas a quienes de otra manera la idea no las interpelaría. “El feminismo tiene muchas entradas, no sé si todo el mundo necesita leer El segundo sexo, de Simone de Beauvoir. Que escuche a Beyoncé y que después lea a las feministas históricas; me parece que no hay que repudiar sino incluir esa posibilidad”, apuesta Florencia.
Al ser el feminismo un movimiento autoconvocado y sin dirigentes, es inevitable que existan en su interior distintas corrientes. Algunas de ellas son más radicales y otras más exibles o mesuradas. El punto de encuentro está en el cuestionamiento del orden social machista y en la iniciativa de desnaturalizar aquellos hábitos que lo único que hacen es oprimir la libertad individual y colectiva.
Delfina Gonzales Chaves y Valentina Teisaire, estudiantes de 4º año 2017.
El encuentro tuvo lugar en el Seminario de Entrevista. Ilustración: Paula Abramovich Gullco.
A COMER
Lxs chicxs de 2do escribieron crónicas sobre sus propios hábitos y rituales cotidianos. Extrañadxs observan una cena, como si un día -de pronto- hubieran llegado desde otro planeta. Aquí, algunos fragmentos de esos relatos.
I
“… Me llama mucho la atención este acto: el que se realiza cuando el sol se esconde y el hambre aparece. Es algo muy curioso. Todo comienza con el grito del hombre mayor: ´´a comer´´. Aparece allí lo que podría ser su cría y luego la hembra. Unos discos de color blanco se encuentran llenos de alimentos y se apoyan en una especie de bestia inerte, plana, de cuatro patas. Allí se empieza a desguazar la comida. Los instrumentos que utilizan también son muy curiosos: para cortar usan una especie de lanza pequeña con lo y una especie de tridente pincha la pieza y facilita su llegada a la boca.
En esta zona de reunión ocurren muchas cosas. Los individuos conversan, se ríen, se enojan. Uno dice “buen provecho”. Luego vuelcan los discos blancos a una especie de bloque vacío, donde el agua los rocía para ser guardados y otro día volver a empezar…”.
II“… Aterricé en una especie de cabaña en lo alto, con más de estos llamados departamentos, abajo y a los costados. Hay dos señoras: una más chica, otra mayor. Y también un señor que parece tener la misma edad que la señora grande. Hay además una bestia peluda, que llaman Galileo o gato. Quizás el nombre del animal es gato, y su nombre Galileo. O es al revés, no sé. El señor alto está cocinando algo con queso y lentejas, y en un aparato eléctrico caliente, parecido a una máquina de fuego, hay pollo y calabaza. Se sientan a comer. Y yo desde el balcón veo toda la ciudad, alumbrada como con pequeñas velas en un corte de luz…”.
Candela Martínez Maissonave
“… En un extraño ritual absorben sustancias de dudosa procedencia. Mientras esto sucede, los humanos se hablan uno encima del otro. El menor en tamaño es referido como Totito o Lucas, en un confuso sistema de nombramientos. Otros dos humanos son referidos como Joaco, el macho, y Luna, la hembra. Insólito nombre: la llaman como su satélite natural. Hablan sobre algo llamado facultad, que por lo que entiendo es algún tipo de institución de aprendizaje. Lo más interesante parece ser lo que es conversado por los humanos de mayor tamaño y voz más grave, su diálogo es sobre alguna actividad que les provee dinero. Otro de los temas predominantes es un virus que estaría dando vueltas.
Transcurre el encuentro y el chico menor agarra un adminículo que parece una versión compacta de nuestras tablas de información. Una pantalla le muestra fotos donde posan personas. Aunque por lo que puedo entender este dispositivo le pertenece al humano menor, la hembra mayor eleva sus cuerdas vocales y le arrebata la tabla compacta.
Terminan de comer y hablan de dividirse las tareas para hacer algún tipo de limpieza. Entre algunas quejas el designado cumple sus tareas de lavado. Los dos machos menores pelean y luego pasan a ver una video-secuencia de imágenes en un televisor. Luego, todos realizarán una suerte de saludo antes de irse a un tipo de rectángulos, con textura suave y cómoda, para ir a dormir…”.
Lucas Gueilburt
IV“… La única mujer del grupo agarró unos pedazos de ave que estaban en un cubículo frío y los puso en otro, que abrió con algo parecido a una palanca que daba calor. El sol se fue escondiendo y los machos empezaron a hacer la mesa: pusieron unos objetos redondos, dos palitos de un material que no conozco, y también agua en unos cilindros. Encima de esa tabla de madera a la que llaman mesa se encuentra además una vasija con ores cuya función desconozco.
Comienzan la cena. Llegan el ave y las papas, aunque estas tienen una forma diferente, como más espesa y largan humo. El hombre dice: ‘se me hace agua la boca’ y saca la lengua. ¿Es eso posible? Comienza una técnica detallada: puesta el ave en cada plato, se rompe en pequeños pedazos con los dos palitos, con uno se ja y aplasta, con el otro se hace un movimiento similar al de cortar un árbol. Finalmente, el pedazo enganchado se lleva con éxito a la boca. El proceso me parece sorprendente.
Dialogan sobre diversos temas. Y de vez en cuando dejan de observarse a los ojos, bajan la mirada hacia unos rectangulitos luminosos con los que interactúan y hacen gestos. A veces ríen, a veces quedan serios, fruncen preocupación o se quedan mirando algo a lo lejos, como perdidos…”.
Santiago Ivanier
El trabajo fue realizado en clase de Prácticas de la Escritura, en articulación con Formación Ética y Ciudadana. Foto: Nicolás de la Calle, 1º año 2020. Realizada en el Taller de Fotografía.
LONDRES 2019
LISTA:
FAMILIAS VIAJEROS LONDRES
Es muy difícil hacer un comentario breve sobre esta primera “semana hábil” que está terminando. Podemos empezar hablando de un clima de bienestar, entusiasmo y alegría, como usina de energías para sostener un ritmo diario fuerte, exigente. Ayer, por ejemplo, tras las clases matinales de Inglés estuvimos “fuera de casa” desde las 14hs. hasta las 23 y caminamos alrededor de 10km (museos de ciencias y de ciencias naturales, High Park, Oxford Street). Bienestar, entusiasmo y alegría que crecen día a día con algunos naturales “bajones” (el “no doy más” sale junto con el “no me quiero perder nada”) que se escuchan en los cotidianos viajes en subte.
En relación al idioma, hay dos grandes situaciones propicias para el aprendizaje: las clases de Inglés y los muchos momentos en que los chicos y chicas se comunican con los otros, tanto sean de aquí como de otros países (conviven con nosotros italianos, brasileños, chinos, entre varias otras nacionalidades). Nuestros chicos están distribuidos en distintos grupos de clase con adolescentes del nuestro y de otros países. Las/los teachers son muy dinámicos, establecen buenos vínculos de enseñanza-aprendizaje y plantean desafíos interesantes para cada uno de los niveles.
La residencia es un muy buen lugar para vivir: es cómoda, segura, autosu ciente y con una estación de subte a pasos nomás. Las habitaciones cuentan con todo lo necesario.
La realidad dice que queda mucho, muchísimo aún, por hacer y por ver. Ahora mismo estamos en el Tate, Museo de Arte Moderno; y venimos del Millennium Bridge. Mañana por la tarde iremos a Camden Town y Abbey Road. Flavia, Mimí y yo quedamos abiertos a preguntas necesarias.
¡Abrazos y hasta pronto!
Néstor.
Vacaciones de invierno, 2019. Viaje optativo de perfeccionamiento idiomático e inmersión cultural. 3º y 4º año.
LA PASTA FROLA
Visitamos el MAMBA con una única consigna: recorrer, mirar, sentir y escribir. Luego, en Lengua y Literatura se dio la siguiente tarea: tomar un texto cualquiera, no literario, y “engordarlo”, hacer de eso otra cosa. El siguiente cuento surge del cruce de esas dos propuestas de escritura, del engorde de una receta de cocina y de la inspiración producida por una serie fotográfica de Alberto Goldenstein, expuesta ese día en el Museo de Arte Moderno.
por Paula Thieberger Pagés
Mamá todos los 14 de abril me prepara una pasta frola. Cada año es un poco más rica. Ella dice que es porque cada vez la hace con más amor, pero yo creo que es porque la espero todo el año.
Hoy mamá me dijo que no me tocaba comer a mí. Que yo ya había comido ayer y que hoy le tocaba a mi hermano menor. Lo entendí, no me enojé. Me fui al mar a jugar con mis amigos. No tenía ganas de estar en casa y oler el poco guiso que había en la olla de mamá. Falta poco para mi cumpleaños y ya siento cómo el membrillo baila en mi boca y la masa se hace una bola en mis cachetes.
Creo que mi momento favorito es cuando abrimos el horno y la casa se llena de olor a hogar. Ese es mi momento favorito. Ojalá todos los días fuese mi cumpleaños. Mis amigos de la playa me preguntan qué me van a regalar mis papás y yo les respondo que una pasta frola. Se miran raro. No entienden cómo mi regalo puede ser una torta. ¿Acaso no es obvio que haya una torta si hay un cumpleaños?
Me acuerdo cuando cumplí ocho. Mamá y papá me sentaron en la mesa y dijeron que ese 14 de abril no iba a haber pasta frola porque la plata no alcanzaba. No me dolió tanto escucharlo como ver la lágrima que caía por el cachete de mamá y llegaba al papel de la receta. Ingredientes apenas se podía leer. Las 2 tazas de harina parecía que iban a desaparecer. Escuchar esos ingredientes salir de la boca de mamá y ser pedidos al señor del mercado cada vez, siempre me pareció como una canción: 1 taza de azúcar, y mi corazón ya estaba agitado; 2 huevos, y la sonrisa
aparecía; 100 gramos de manteca, y mis piernas se movían; 1 cucharadita de esencia de vainilla, y una pizca de ralladura de limón. Ahí mi mamá me miraba y decía con su sonrisa: ¡400 gramos de dulce de membrillo, por favor! Ese año no iba a pasar. Ninguna canción.
Pero este año era diferente. Cumplía diez y los ingredientes ya nos esperaban en nuestra heladera pequeña y vacía. Me pongo un delantal de diario que tengo. Lo hizo mamá cuando era chiquito y cada año le agregamos un poco más de papel. Esa es nuestra tradición. Me subo arriba de la mesa, con cuidado, porque tiene una pata rota. En forma de discurso leo con emoción el primer paso: Uno) Empezamos mezclando en un bol el azúcar con la manteca a temperatura ambiente. Luego, incorporaremos los huevos uno a uno, y poco a poco iremos agregando la harina, la esencia de vainilla y la ralladura de limón o naranja. Siempre recibo los aplausos de mamá. Dice que le gusta verme feliz y yo siento en ese momento una alegría parecida a la de aquel día en que me dijeron que iba a tener un hermanito. El segundo paso lo dice mamá porque hay unas palabras que no me salen bien. Además, prefiero que lo diga ella porque le sale más lindo. Dos) Vuelca la mezcla en una superficie enharinada y amasa hasta obtener una masa blanda. Si la masa está muy pegajosa debe agregarse un poco de harina y si está muy seca se añade un poco de leche. Mamá encontró esta receta en internet, pero dice que con los años nosotros hicimos una nueva receta porque le ponemos amor y felicidad, y que la receta de internet no tiene eso. Después viene la parte que menos me gusta. Tres) Deja reposar la masa de la pasta frola en la nevera por 30 minutos aproximadamente. Tengo que esperar, y esperar no me gusta. A veces me voy a dar un chapuzón al mar para que los minutos pasen más rápido. El mar se mueve como las manos de mi mamá amasando la masa, y las olas hacen un ruido parecido al de mi panza cuando tengo hambre. Tengo hambre seguido. Cuando me toca comer a mí, la comida en mi plato dura lo que una ola tarda en romperse. Pero con la pasta frola todo es diferente: hago que me dure lo que el mar tardaría en vaciarse.
Cuando vuelvo a casa, mamá ya hizo el paso cuatro porque dice que me va a aburrir. Ella no entiende que si tiene que ver con mi torta nada me aburre. Cuatro) Pasado el tiempo de reposo, retira la masa del frigorífico y deja que tome temperatura ambiente. Luego, engrasar y espolvorear con harina un recipiente para cocinar en el horno. Extiende la masa con los dedos, haciendo la base para la pasta frola fácil casera. Esta es una de las partes que más me gustan, aunque mamá todos los años me repite que lo haga con cuidado y que no sea que me vaya a cortar. Cinco) Corta el dulce de membrillo en pequeños trozos y aplástalo con un poco de agua caliente o vino dulce hasta que se ablande del todo. En este paso puedes usar un pasapuré o calentarlo un poco para conseguir la textura deseada. La receta dice que le podés poner vino, pero mi mamá no me deja. Dice que cuando cumpla dieciocho ese va a ser mi regalo. Una sola vez probé vino porque me lo confundí con Coca. Nunca hay Coca en mi casa, pero esa vez había porque una señora se la había regalado a mi hermano. Tampoco hay vino en mi casa, pero ese día había y ya no me acuerdo por qué, era chico.
Ahora: Seis) Agrega el membrillo sobre la base de masa de pasta frola tradicional que ya has preparado, espárcelo bien por todas partes y cúbrelo con tiras de masa para decorar. Cuando mi mamá lee este paso me río porque al decir la palabra “espárcelo” siempre escupe. Se suele hacer el atardecer para el último paso y eso lo vuelve todo mucho más lindo. Siete) Finalmente, lleva al horno a una temperatura media de 180 º C durante unos 45 minutos
45 minutos son los que tarda en irse el sol. Así es como contamos el tiempo.
Mamá todos los 14 de abril me prepara una pasta frola.
Paula Thieberger Pagés, estudiante de 5º año 2019. Foto: Alberto Goldenstein, en la muestra “Una llamarada pertinaz”, MAMBA, 2019.
SER CON OTRXS
No fue solo aislamiento el 2020. Fue reinvención y empatía. Armar trama. Fue encontrarnos de otras maneras, con otras propuestas, en espacios hechos de otra cosa: plenos de compañerismo, intercambio y solidaridad recíproca.
I. VIVIANA Y SILVINA
CENTRO COMUNITARIO SOL NACIENTE / JOSÉ C. PAZ “Este año fue un aprendizaje enorme para todos. Como organización, en general, y para cada uno de nosotros como educadores. Al no tener a los chicos en las salas, todo lo que habíamos plani cado lo tuvimos que repensar: actividades que pudieran hacer en sus casas, y que a su vez trabajaran en los objetivos que siempre nos importan, que tienen que ver con el aprendizaje a través del juego, los derechos y los valores, y nuestra campaña “Hagamos un trato por el buen trato” (que propone el buen trato desde los vínculos y los abrazos; y también desde el derecho a la alimentación, a la salud, a un ambiente apropiado de vida).
Venimos trabajando desde hace tiempo con estas consignas en diferentes espacios, con los niños, adolescentes y jóvenes como protagonistas. Intentamos hacer con ellos, no para ellos. Esos son nuestros principios y la perspectiva desde donde trabajamos.
Tuvimos que trabajar de otra manera, desde acá hacia afuera: las familias vinieron todos los días a buscar las viandas de comida (la cocina siguió funcionando desde las 7am), pero -como decimos siempre- con ese plato hay algo más que se está construyendo. Entonces fue muy importante y un desafío reforzar los vínculos y, justamente, la organización comunitaria. Sin el abrazo, la mirada, el cuer-
po a cuerpo, fue preguntarse todo el tiempo cómo hacer para que no fuera todo tan frío, tan en soledad. Intentamos sostener la propuesta educativa, pero volver a pensarla en función de esta situación de distancia en la que estábamos. Y que fuera de calidad, como los chicos merecen. Fue seguir buscando respuestas, estrategias, ser creativos para algo en lo que nunca hay recetas en realidad. Que cada chico siguiera teniendo su voz y pudiera aprender de una manera diferente. Entonces armamos cuadernillos que las familias venían a buscar cada quince días. Estas actividades tenían que poder realizarse con materiales que se tuvieran en casa, o cosas descartables. Y ahí tuvieron, en general, un rol fundamental las mamás, los papás, los abuelos y los hermanos mayores, que acompañaron a los chicos en la realización de cada una. A mediados de año, con todos los protocolos, pudimos empezar a trabajar presencialmente también con el grupo de adolescentes y jóvenes; y eso estuvo buenísimo. Regularmente hay talleres de música, plástica y capoeira…, pero este año trabajamos sobre todo en la huerta, aprovechando que es al aire libre, y como actividad-excusa para encontrarse y charlar sobre lo que nos estaba pasando y cómo estaba cada uno.
Es muy duro todo lo que está pasando. La necesidad es mucha. Lo vimos en las casas en nuestras recorridas, en las familias que se acercan. Y fue muy duro también sostener el lugar como podíamos: nos preguntamos todo el tiempo qué hacer, cómo cuidarnos, cómo seguir tomando los recaudos. Nos asesoramos, hablamos también con varias otras organizaciones de barrio. Pero fue esa misma necesidad y todo lo que construimos lo que nos dio las pilas para seguir viniendo todos los días y seguir trabajando”.
Viviana y Silvina, integrantes del Equipo de Educadores de la Casa del Niño, Centro Comunitario Sol Naciente1
1 El Centro Comunitario Sol Naciente es una iniciativa de vecinos del Barrio Sol y Verde, partido de José C. Paz, del que participan unas sesenta familias. Funciona allí un jardín de infantes y un centro de actividades para jóvenes, y realizan distintas actividades. Desde 2015 el Colegio de la Ciudad trabaja en conjunto con ellxs, en distintas iniciativas. En 2020 las familias del Ciudad colaboraron con diversas donaciones y, durante la primera mitad del año, un grupo de estudiantes de 4to trabajó en conjunto con el equipo de educadores populares, en reuniones quincenales, en el aporte de recursos y materiales didácticos para el diseño de las actividades educativas.
II. MIRIAM
RESIDENCIA PARA ADULTOS MAYORES “MANANTIAL”/ CABA
“Ahora estoy enganchadísima estudiando italiano por Zoom. De hecho, recién, justo antes de que llamaras, estaba intentando descular los artículos determinados en plural, porque viste que cada idioma es distinto. Yo fui profesora de Inglés toda mi vida, egresé del Joaquín V. González, entonces esto de los idiomas me encanta. Pero un poco es así…, acá estamos en un aislamiento muy muy estricto, entonces uno se tiene que armar su vida y sus actividades del día, es lo que cada uno va inventando. Yo estoy con esto del italiano y trato de caminar todos los días. Tengo un horario y me pongo acá con el andador en la habitación. Los nes de semana hablo con mi hijo que vive afuera, y también con mis amigas por WhatsApp o por teléfono. Antes leía más, pero hace poco me tuve que operar de las cataratas, así que estoy leyendo menos. Y los días van pasando…, es difícil igual…, no te voy a decir que a los 89 era una luz, pero sí iba y venía, siempre tenía algo para hacer, me acostaba tarde… Y acá en la residencia, en una situación de normalidad, hay muchas actividades también, talleres y vida social. Pero obviamente ahora se paró todo.
Cada uno en su habitación. Es lógico, no vaya a ser que algo ande circulando. Sí vienen los médicos, las enfermeras y los trabajadores de la residencia a cuidarnos y traernos la comida. En una situación normal bajaríamos al comedor. Pero ahora si nos queremos hablar entre nosotros es más por teléfono. Cada uno está solo.
Para serte sincera del encuentro con las chicas no me acuerdo tanto, por esto de mi memoria. Tendría que volver a ver las fotos y eso que grabamos. Sí recuerdo que eran como ocho chicas muy ricas, y nosotros unos cuantos también, y que nos vimos por Zoom. Y nos preguntaron cosas, y nos contaron cosas de ellas. Fue lindo. Fue importante. Un lindo encuentro”.
(Miriam, 90 años. Participó, junto a otrxs residentes, de un encuentro por Zoom con distintas actividades, organizado por estudiantes de 4to año del Colegio)
III. TOMÁS
ESCOLA DA VILA / SAN PABLO, BRASIL
"Eu tenho dezessete anos e estou no segundo ano do Ensino Médio da Escola da Vila, de São Paulo. Falta só mais um ano para terminar a escola para poder começar a faculdade. Meu pai nasceu em Lomas de Zamora e minha mãe é brasileira. Eu me considero metade brasileiro, metade argentino e há quinze anos vou todos os Janeiros para aí para passar umas semanas com a minha família argentina. O mais curioso que posso dizer desse ano é que mesmo tendo viajado todos os anos de minha vida para aí, até agora nunca tinha me relacionado com jovens argentinos de minha idade.
Esse ano no Brasil foi muito estranho, como imagino que foi em todas as partes do mundo. O que me surpreendeu logo de cara foi ver todos usando máscaras… o Brasil, um país tropical, nunca havia acontecido nessas proporções. Quando começou a pandemia, vimos todos os planos se cancelarem, depois tivemos certeza que se cancelaram até os planos do começo do ano que vem. Eu pensei que nada de muito diferente poderia acontecer… e surpreendentemente - apesar ou talvez justo por causa da pandemia - pudemos participar da rádio do Colegio de la Ciudad e conhecer estudantes de Buenos Aires e até de Bariloche.
Na rádio participamos três vezes, entre entrevistas e conversas sobre o que passava em Brasil e na Argentina ao longo da pandemia. Na terceira vez, nos transformamos em correspondentes brasileiros da rádio argentina. Há um tempo atrás, também, convidamos a Manuela e a Cassia para uma entrevista para o nosso podcast.
Este ano não pudemos fazer a viagem de intercâmbio que fazemos todo os anos no curso do Fermin. Quando apareceu o convite para a rádio e as seguintes conversas com os estudantes e professores do Colegio de la Ciudad e do Colegio QMark, entendemos que o intercâmbio desse ano seria assim, virtual. Uma conversa muito legal que tivemos foi quando nos encontramos justamente com os estudantes de Bariloche, em que os alunos do Colegio de la Ciudad nos explicaram como que se organizaram para produzir a rádio. Apesar de ter tido mais di culdade em entender o que diziam, foi bem daora. lá em Bariloche fazia um baita frio e todos estavam vestidos com casacos em cima de casacos. E a gente de São Paulo passando o maior calor, vestidos com regatas e bermudas.”
(Tomás es estudiante de 2do año de la Escola Da Vila, escuela hermana de San Pablo con la que, desde 2010, realizamos intercambios estudiantiles. En 2020 compartimos diversas actividades. Las que narra Tomás y otras como “meriendas internacionales”, participaciones en festivales de ambas escuelas y articulaciones en asignaturas, entre otras)
EUGENIA
COLEGIO QMARK / BARILOCHE, RÍO NEGRO
“Como en muchos coles, como les debe haber pasado a ustedes también, fue un año de pensar y repensar todo el tiempo qué hacer. Porque lo que sucede en un cole es mucho más que el currículum y el boletín. El nuestro es un cole chiquito, pero con una población diversa: algunos estudiantes viven en el campo por ejemplo, con muy poca conectividad. Entonces fue un año intensísimo en reuniones de equipo: hacer que cada profe pudiera encontrar la forma de crear una experiencia de aprendizaje variando posibles recursos; que clases por Zoom, que clases grabadas, trabajos asincrónicos, y otras tantas estrategias que hubo que pensar de modo creativo. Hubo también un trabajo muy muy valioso del equipo de tutores, en el acompañamiento de las singularidades y situaciones de cada chico. Casi al nal del año, estoy contenta porque creo que pudimos sostener y hacer que algo pasara, incluso ahí donde aparecían los desafíos más fuertes.
En el camino aprendimos de todo y encontramos muchas oportunidades: por ejemplo, encontrarnos con ustedes, participando de La Radio del Ciudad, o con el proyecto de compartir lo que vemos desde las ventanas -esas ventanas hacia afuera y también las para adentro- que impulsamos desde acá e invitamos a ustedes también a participar. Paradójicamente este año el mundo se hizo más chico, con la virtualidad se acortaron algunas distancias y la pandemia nos abrió nuevas puertas, a la vez que nos demostró una y otra vez que el encuentro con el otro es irreemplazable. Como todos, tuvimos algunos momentos más difíciles y bajoneados; y otros más eufóricos. Todo fue cambiando a lo largo del año, hubo distintas etapas de crecimiento y adaptación. Incluso acá, en Bariloche, in uye mucho el clima. En mayo, por ejemplo, que empezó el frío, llueve mucho y los días se van volviendo más cortos -y justo en un contexto de medidas más estrictas- los ánimos de los chicos bajaron bastante. Con el invierno cambió la cosa: la nieve nos gusta. La gente sale a jugar, hay algo que se reaviva. Y ahora la primavera es una esta, con días hermosos y gente afuera haciendo las actividades que van siendo permitidas. No te voy a mentir, nos extrañamos mucho, y no vemos la hora de volver a vernos. El nuestro es un cole muy volcado a las actividades en la naturaleza y, si hay algo que tiene Bariloche, es ser afortunado en esas posibilidades. Creo que este año aprendimos mucho y nos llevamos tesoritos con nosotros para cuando volvamos a la presencialidad. Pero lo que también creo que cayó es ese mito de la posibilidad de una educación mediatizada por la pantalla. El encuentro cara a cara, el matecito, es irreemplazable y necesario. El aprendizaje es con otros y es estar con otros. Y ya quedamos: la próxima nos encontramos en Bariloche”.
(Eugenia, Directora General del Colegio QMark, San Carlos de Bariloche)
V. FERNANDA
BUFÓN DE CORTE. APOYO ESCOLAR EN BARRIO CARLOS MUGICA / CABA
“Bufón de Corte es una asociación civil que intenta conectar, hacer de nexo entre distintas necesidades que pueden existir en los barrios y organizaciones e instituciones que quieren y tienen la posibilidad de llevar allí alguna actividad: sea una actividad cultural, deportiva, de salud o educativa. Es la oportunidad de dar una mano, de ayudar a la gente. La mayoría de las cosas que hacemos tienen que ver con salud: deporte, entrenamientos, capacitaciones en educación sexual o campañas de nutrición o vacunación, por ejemplo. Pero también hay iniciativas vinculadas a educación, como lo que están haciendo ustedes ahora desde el Cole.
Lo que nosotros tenemos es conocimiento del territorio en algunos barrios, entonces conocemos algunas necesidades y hacemos estos nexos. Nosotros comenzamos con espacios de juego, creatividad e integración, que impulsamos nosotros mismos. Yo voy allá a jugar con los chicos, y así conozco a las familias y se va armando todo lo demás.
En el caso del Cole, lo que estamos haciendo este año es bien interesante: pudimos conectar distintas familias que están precisando algún apoyo o ayuda con las tareas escolares virtuales de los chicos, con un conjunto de tutores del Colegio de la Ciudad, estudiantes de 4to y 5to año que se sumaron para cumplir esta tarea. Es todo por WhatsApp y está siendo de lo más interesante y rico para todos”.
(Fernanda, Bufón de Corte2, CABA)
2 En septiembre de 2020, a través de Bufón de Corte, cuarenta estudiantes de 4to y 5to año del Cole de la Ciudad comenzaron a dar apoyo escolar en el Barrio Carlos Mugica. Cada estudiante nuestrx trabaja con un estudiante de allí, con quien mantiene sus clases semanalmente vía WhatsApp.
Estos testimonios representan solo algunas de las organizaciones e instituciones con las que trabajamos durante 2020. Estas, solo algunas de las historias de las muchas y tantas que conocimos y que dieron cuerpo a este ser con otrxs, en comunidad.
9 DISCOS 9
Entre 2002 y 2021, el Colegio produjo nueve discos de música popular. Cada uno de ellos reflejó el crecimiento de la Escuela de Música: lxs chicxs, sus ensambles y sus profes. Cada uno implicó también múltiples desafíos: seleccionar repertorios, ensayar intensamente, aprender las reglas de juego de un estudio de grabación…Cada uno, en fin, habló de su tiempo y de este tiempo en el Cole, con la música como lenguaje y protagonista.
Volumen I - Escuela de Música del Colegio de la Ciudad (2002)
“...lo que tenemos que expresar ya está con nosotros, es nosotros, de manera que la obra de la creatividad no es cuestión de hacer venir el material, sino de desbloquear los obstáculos para su flujo natural...”
Stephen Nachmanovitch.
El material de este disco fue compuesto por estudiantes de la Escuela de Música del Colegio de la Ciudad. Incluimos también otras manifestaciones musicales: la de nuestro Coro de Adultos y la del Taller de Percusión con cacerolas que sonó en el Colegio en febrero de 2002 como eco de la protesta ciudadana.
Volumen II – Música argentina y folklore. Escuela de Música del Colegio de la Ciudad (2005)
“Como profesor me gustaría dar una clase como Dylan, que más que un autor es un asombroso productor, organiza una canción. Empezar como él, de golpe, con su máscara de clown, con ese arte de tener previsto cada detalle y que sin embargo parezca improvisado. Justo lo contrario de un plagista, pero lo contrario también de un maestro y de un modelo. Ni método, ni reglas, ni recetas, tan solo una larga preparación. Bodas, pero no parejas ni conyugalidad. Tener un saco en el que meto todo lo que encuentro, pero a condición de que también me metan a mí en un saco. En lugar de resolver /reconocer / juzgar, hallar/ encontrar/ robar (…). Da igual en filosofía que en una película o en una canción: no ideas justas, justo ideas. Justo ideas: eso es precisamente el devenir, el robo y las bodas; ese ‘entre-dos’ soledades”.
Gilles Deleuze.
Este disco es fruto del trabajo conjunto de estudiantes y docentes de la Escuela de Música del Colegio de la Ciudad. Es crónica de aprendizajes, proyectos compartidos, búsquedas y descubrimientos. Es también eco de los sonidos de nuestras aulas, de nuestra ciudad, de nuestro país.
Volumen III - 23 Cuerdas - Grupo 23 cuerdas (2007)
“Una amiga me dijo: ´Cuando vas al cine y ves una película cualquiera, salís bien; pero cuando ves una muy buena película, salís contento´.
Ese algo más tiene que ver con el arte, con el entender que las cosas pueden crecer y modi car nuestros parámetros y que nada es estático o está preestablecido.
Con 23 Cuerdas nos pasó así: empezamos a trabajar casi desde cero con unos pocos acordes /con adolescentes /un tema /dos temas /cambio de repertorio / presentaciones /movimiento...
Hasta que un día estuvimos preparados para encarar el disco y lo hicimos con todo lo que teníamos.
La estrella aquí es una sola: la música. Todos trabajamos para ella. Invitamos a gente que colaboró dando lo mejor: alumnos, ex alumnos, profesores, músicos profesionales, actores, escritores, periodistas, ilustradores...
Ahora les toca a ustedes hacer que el disco gire. Hacer un espacio en sus ocupaciones para escuchar y compartirlo con quien quieran.”
Sebastián Díaz / Docente de música y músico.
Volumen IV – Música latinoamericana. Escuela de Música del Colegio de la Ciudad (2010)
Quiero vivir en silencio y en tumulto de tierra pisada a cada paso.
A los saltos entre fronteras, en lo híbrido, en lo mezclado, en lo molesto.
En lo que no reconoce origen y en lo que todos sabemos.
En lo que no duerme y en lo que llora. En lo que canta y en lo que toca.
Quiero ser son y festejo; colorear calaveras.
Respetar a los muertos: dioses y diablos inofensivos que demandan flores y mezcal.
Danzar sin ropajes ni condiciones. Romper el aire con cuerpos enfebrecidos.
Hacer sudar a cualquier muerte.
Quiero tener alma de invento que se anuda con otros inventos.
Andar cartografiando cosmogonías propias y ajenas.
Responder a los tambores de Orishás urbanos que llaman desde África, Cuba o Nueva York.
Quiero que me tome la cadencia de una samba estas madrugadas.
Dejar que me asalte cuando venga. Brindar la nada.
Quemar los mapas que no me dicen. Fundar ciudades en el agua desfondada. Quiero hacerme carnaval sin máscaras poblado de hijos de la noche tarde.
Robarle tango al siku y tararear baguala.
Bajarme el funyi y darle permiso a Dios pa´ que cambie los dados por la taba al jugar la suerte.Quiero inventar territorios con la viola, tallar la piedra con palabras.
Hacerme un lugar en el caos, trazar un camino que nadie más recuerde. No dejar huellas sino pisadas. Estuvo aquí. ¿Quién? La vida.
Gabriela Farrán.
La propuesta de trabajo para este CD fue una nueva invitación: que estudiantes de la Escuela de Música exploraran y aprendieran ritmos latinoamericanos. Hubo versiones eles y reversiones libres de temas elegidos por ellos mismos.
Volumen V –Homenaje a Luis Alberto SpinettaEscuela de Música del Colegio de la Ciudad (2012)
“Si se escucha el eco, si el viento dice adiós, será que la canción llegó hasta el sol”. Luis Alberto Spinetta.
Cuando ganan los buenos – 23 cuerdas (2013)
“(…) A veces me pregunto qué habría pasado si nunca hubiera ido a ese ensayo. Y me contesto que la suerte (buena o mala) a veces es responsable de algunas cosas. Y, ante el hecho consumado, lo único que nos queda por hacer es poner manos a la obra; y así lo hicimos con 23. Trabajamos durante mucho tiempo para llegar a esta instancia. Pero uno nunca trabaja en soledad, podemos agradecer a mucha gente que siempre ayuda a la suerte, y nos acompañó en nuestro trabajo”.
Nicolás Gulluni.
23 cuerdas nació en el año 2006, como una banda de la Escuela de Música del Colegio de la Ciudad. Nicolás Gulluni, Tao Plante y Nicolás Echeverría eran en ese momento alumnos del Colegio, y Sebastián Díaz su docente de Ensamble Acústico de guitarras. Alejo Slucki se sumó al grupo como profesor suplente… y se quedó. Hoy, 23 cuerdas es un grupo conformado por egresados y docentes, y éste fue su segundo disco, producido por el Colegio.
15 años de Música – Escuela de Música del Colegio de la Ciudad (2015)
“Conjugar las palabras tiempo y adolescentes para que den algo potente, creativo, transformador. Eso busca nuestra Escuela de Música. Sonidos amalgamados. Voces, instrumentos. Aprendizajes, paciencia, compromiso, trabajo, persistencia. A 15 años de andar ese camino, es buen momento para poner en un disco la música que narra la historia de un crecer”.
Néstor Abramovich.
“Tesoro. Cobre inefable. Abrirlo y descubrir, degustar estas aventuras musicales en las que se embarcaron alguna vez alumnos, docentes y músicos invitados durante estos 15 años de vida. Cofre sonoro que re eja búsquedas, procesos y desafíos. Celebración por el encuentro de estos viajeros de distintos tiempos, sumados en unísono al festejo que merece nuestra Escuela de Música”.
Laura Favazza.
Volumen VI -
Tributo
a Charly – Escuela de Música del Colegio de la Ciudad (2017)
Tributo a Charly.
Porque su obra es inmensa, ecléctica, emblemática.
Tanto que suena de una manera distinta cuando la interpreta una generación nueva que la cree siempre vigente y quiere hacerla eco.
Así es. Ellos sienten que es necesario cantar de nuevo, una vez más. Y aquí está.
Volumen VII - Música en la Nube– Escuela de Música del Colegio de la Ciudad (2020)
Música en la nube, con ese pedacito de cada unx y todxs juntxs desde casa.
Versionamos cuatro temas de músicxs queridxs que nos encantan.
Lito Vitale produjo la edición y la magia.
La Escuela de Música de Cole en Spotify
MÚSICOS Y ARTISTAS INVITADOS
Kevin Johansen, Lito Vitale, Lalo Mir, Leo Sujatovich, Luna Sujatovich, Pipi Piazzolla, Lidia Borda, Pepe Soriano, Emmanuel Horvilleur, César Franov, César Lerner, Adriana Varela, Luis Nacht, Rafa Varela, Javier Calamaro, Palito Ortega, Mariano Otero, Cucho Parisi, Coti Sorokin, Alejandro Oliva, Fernando Martínez, Lucio Mantel, Ezequiel Borra, Martín Telechanski, Sergio Vainikoff, Néstor Acuña, Ezequiel Finger, Gabriel Spiller, Aníbal Colli, Gonzalo Domínguez, Nicolás Echeverría, Luciano De Franceschini, Paola Gamberale, David Bedoya, María Eugenia Marsilli, Carolina Monteiro, Joaquín Velo, Guido Cenzano, Orquesta Típica El Porvenir (Orquestas infantiles), Taller de Percusión de la Fundación Eduardo Mateo (Montevideo, Uruguay)…acompañaron, colaboraron, participaron, tocaron, cantaron y brindaron consejos a alumnos y profes de la Escuela de Música en la producción de algunos de estos discos. ¡¡Gracias!!
Más información sobre los discos, así como el audio de algunos de sus temas, pueden encontrarse en nuestro sitio web: www.colegiodelaciudad.org
UN DÍA SIN DOCENTES
A raíz de la película Un día sin mexicanos (2001), que plantea la hipotética desaparición de los latinos del estado de California y sus efectos en el resto de la población, en Sociología de 4to imaginaron cómo sería un día en nuestras vidas si, como por arte de magia, dejara de existir algún actor social en la Argentina actual.
por Sol Fariña Villaverde
Levantarse a la mañana y preparar el café, abrir las ventanas para que entre aire y prender la tele, cambiar los canales hasta dejar el de noticias. Todo es parte de la rutina de todos los días de Miguel. Se sienta en la mesa a esperar que se haga la hora de despertar a su hija. Sube el volumen y pone el oído en alerta. Finalmente, sonríe satisfecho. Un segmento sobre cocina, otra vez. Escucha atentamente todos los pasos; no vaya a ser que se pierda alguno y la comida salga mal.
Tamborillea los dedos contra la mesa con la tranquilidad propia del no saber que hubo un tiempo en el que en el canal solo se escuchaban las voces de maestros pidiendo por escuelas donde no se cayeran los techos, o volaran por los aires. Como fue aquel caso -hace mucho tiempo-, el de Sandra y Rubén, vicedirectora y auxiliar que sufrieron las consecuencias del mal cuidado, el no cuidado, de aquel pequeño edi cio llamado en ese entonces la 49.
Miguel sigue escuchando al cocinero hablar sobre el perejil y en el aire aún se puede oler el gas escapándose de los caños. Apaga la tele y va al cuarto de su hija a despertarla. Las paredes grises no le llaman la atención. Tampoco el escritorio, los cajones, los estantes y la biblioteca vacía. Parece que en la habitación no vive nadie, al igual que en el resto de la casa. Es una casa vacía, aburrida, ordinaria.
Despierta a la nena para que comience nuevamente un día sin vestirse con el guardapolvo blanco, sin tomar el colectivo ni esperar a que su mamá la alce para poner la Sube y reírse por la altura. Un día para no llegar a la escuela ni formarse con el resto de sus compañeritos en la y cantarle a la bandera, no tomar la chocolatada que da la maestra todas las mañanas con una sonrisa en la cara y no subir al aula a pintar con tinta china alguna hoja que encontrara en la mesa. Miguel despierta a su hija para que no tenga clase en una escuela que no existe, con maestras que no pudieron ir porque estaban enseñando que luchando en las calles también se está enseñando.
La viste con la ropa de siempre, salen de la casa y suben al auto. La nena, Ana, mira por la ventana la gente pasar, caminando casi en la por las veredas de Buenos Aires. Parecen robots, piensa. Ninguno se sale de la vereda o da un paso en falso, ninguno tropieza o levanta la mirada: caminan en automático, van por la vida en automático. Miguel mira a su hija por el espejo retrovisor y acelera, dejando atrás las calles que una vez miles y miles de docentes recorrieron reclamando por un sueldo digno, parando y movilizando al país entero.
El auto dobla en la esquina y, a lo lejos, Ana es capaz de ver, entre los millones de carteles publicitarios, escombros de un edi cio.
Por primera vez en mucho tiempo siente asombro y se pregunta qué habrá sido de esa construcción que, a pesar de haber pasado todos los días por la misma calle, nunca había visto. En los restos de un cartel lee las palabras “Educación pública” y se pregunta qué signi ca. Le pregunta al papá, y este se queda mudo. Su hija nunca le pregunta nada y menos aún este tipo de cosas. ¿De dónde habrá sacado eso? Nervioso responde que no vuelva a preguntar, que es una mala palabra y que una niña no debería andar pensando en esas cosas. Que no ande pensando mejor, se dice a sí mismo. Un par de cuadras más tarde nalmente llegan a destino y Ana se baja, le da un beso a su papá y entra en el edi cio. Las paredes grises y el suelo gris observan el sistemático caminar de la chica. Entra en la habitación correspondiente y se coloca los auriculares. “No se debe levantar la voz, no se debe hacer ruido, no se debe pensar por demás, no se debe contradecir al prójimo, no se debe alterar el orden, la política no es buena…”. La lección del día comenzó al igual que todas las mañanas. Las horas transcurren lentamente con el hablar de la máquina. Rato más tarde la voz calla y Ana sabe que es hora de irse.
Esta vez es su mamá la que la espera afuera, se saludan con un abrazo y suben al auto estacionado en la esquina. La madre mira a su hija, parece inquieta, bastante raro en los niños de hoy en día. Se pregunta qué se le pasará por la cabeza, si es que se le pasa algo. Arranca el auto y Ana apoya la cabeza contra la ventana nuevamente. Esta vez no ve los restos del edi cio sino a chicos en la calle, escondiéndose. Se asoma para ver mejor y se da cuenta de que están rodeando lo que parece ser una olla gigante. Eso sí que es raro, piensa. Agudiza la mirada y alcanza a ver a unas mujeres sirviendo comida en tazas, mirando a ambos lados frenéticamente, con miedo, como si estuvieran haciendo algo malo. Por alguna razón, Ana decide guardarse esta información y no decirle nada a su madre. Como si en el fondo supiera algo más; como si en el fondo supiera que ollas sí, que hambre no.
Sol Fariña Villaverde, estudiante de 4º año 2018. Ilustración: Micaela Sztainberg, 3º año 2018, realizada en el Taller de Pintura.
POEMAS II
por Tomás Martos
I
Ella empalidece
Ella empalidece bajo un sol avaro y me derrite en su bolsillo como un caramelo viejo.
Ya no puedo ver lo que ella ve y traté demasiadas veces, lo que me hace preguntarme si ella trataría por mí la mitad.
Lo que te carcome es la espera.
Lo que te carcome es la espera, chico del bolsillo.
II
Días descartables
Hoy tampoco salí en el diario, y Mirtha entrevista a los grandes, mientras las tardes de telgopor asoman su fea cabeza.
Allá en el sur siguen así las cosas. Nadie llama, nadie planea, nadie gana. Pregúntele a un viejo en un balcón sobre los días descartables.
Quizás con otro nombre, pero sabrá muy bien lo que son.
III
Poema elige-tu-propia-aventura
Se levanta (pie derecho o izquierdo) y en prisa mañanera entra a la cocina (desayuno frito o tostadas). Lo espera su (bicicleta, moto o auto) en aquella mohosa cochera. (Saluda o escupe) a su vecino al salir.
IV
Haiku del hartazgo
¿Si se rompió el teléfono? ¿Estaría en el baño cuando sonó?
Quizás tenés mal mi número.
ESTUDIANTES, DE LOS VIEJOS PARA LOS NUEVOS
Quienes transitamos la secundaria recordamos algún pasaje de secretos, datos y recursos de los más grandes a los más chicos; una transmisión espontánea que tiende tanto a facilitar el tránsito de los nuevos como a prestigiar los logros de los viejos. ¿Puede sistematizarse y potenciarse algo de eso?
El Taller de Tutores Pedagógicos es una propuesta destinada a estudiantes de cuarto y quinto año del Colegio de la Ciudad. Su propósito es brindarles herramientas pedagógicas y didácticas que los ayuden a acompañar a quienes están recorriendo los primeros años del secundario y comenzando a forjar su propio ser estudiante.
A lo largo de dos años, los participantes reciben una formación teórico-práctica en la que el trabajo con textos especí cos y con relatos de experiencias posibilita la sensibilización y conceptualización en torno a la tarea del acompañamiento y sus sentidos. El trayecto de formación se completa con el trabajo asistido de los futuros tutores en el Taller de Orientación en el Estudio: allí, en contacto directo con estudiantes de primer y segundo año, van poniendo en juego lo aprendido.
Actualmente, está en funciones un Equipo de Tutores conformado por egresados que trabajan bajo la supervisión del Área de Estudiantes del Colegio. Tienen encuentros periódicos en los que continúan y actualizan su formación. De esos encuentros, surgen estas palabras, elaboradas colectivamente e ilustradas con ejemplos y experiencias.
EL VÍNCULO ESTUDIANTE-TUTOR
“Ser tutor pedagógico es una tarea de gran responsabilidad: no es solo ayudar a un adolescente a que apruebe las materias, es también acompañarlo en ese camino: guiarlo, estar. Hay un desafío importante, sobre todo en los primeros encuentros, que tiene que ver con construir un vínculo que logre el punto justo para establecer cierta con anza, pero sin conformar una relación entre pares. Muchas veces es necesario compartir la propia experiencia, lo que conocemos de los profesores y todo lo que fuimos armando en nuestro propio ´o cio de estudiante´. Y, desde ahí, crear un vínculo ameno para el trabajo. Armar una buena conexión, que haya un buen clima y aprovechar el tiempo para la tarea es tan importante como los resultados en las evaluaciones”.
LA MISIÓN DEL TUTOR
“El principal objetivo es que cada estudiante pueda superarse, crecer y transitar el secundario encontrando su mejor manera de estudiar, la que más le sirva, aquella con la que se sienta más cómodo. No existe una fórmula para el éxito; cada chico deberá buscar su método. Es por eso que generar un buen clima es tan importante: tienen que ser activos en la tarea. No hacemos por ellos, no les resolvemos lo que tienen que hacer. La propuesta es que vayan a fondo y que aprendan a aprender, para algún día ya no necesitarnos. Parece paradójico, pero nuestro principal objetivo como tutores es que los estudiantes puedan prescindir de nosotros, que construyan una autonomía que les permita seguir adelante solos”.
HUELLAS DE ALGUNAS EXPERIENCIAS
“Luego de tres años como tutor egresado, puedo decir que la experiencia que adquirí con cada uno de los alumnos con los que trabajé fue inmensa. Recuerdo los nervios que sentí en la primera clase, nervios por conocer a los padres, por lograr que el alumno incorporara los conocimientos que estábamos por abordar. Conozco mi rol como tutor y sé diferenciarlo del de profesor. Pero no puedo negar que siempre me pongo nervioso antes de una primera clase con un alumno nuevo. Porque sé que todo va a ser distinto a las experiencias anteriores”.
“Hubo un alumno al que acompañé durante un año; desde el primer día logré que encontráramos una manera de estudiar bastante dinámica y fructífera. Después de ese primer año, dejé de acompañarlo porque aprobó las materias que debía. Pero un año después, me llamó para que retomáramos las clases de nuevo en diciembre. Puedo decir que siempre me fue muy natural darle clases; siempre se esforzó al máximo por aprender lo que trabajábamos”.
“La última clase de diciembre me fui y le deseé suerte. Ya no nos íbamos a ver hasta marzo. Me agaché para saludarla: yo muy alta y ella muy baja. Me agarró el brazo con fuerza cuando nos despedimos. Ese gesto coronó tres años de bastante silencio. Tres años cada una en su silla. En el medio pasaron sus mochilas, mis carteras y tres cuadernos distintos en los que registré lo que iba pasando. Tres años en ese gesto”.
Colaboraron con esta nota: Nina Aragona, Vera Castellini, Gonzalo Hernández, Sofía Kotler, Tomás Lifschitz, Julia Ratowiecki y Agustina Szerman; tutores egresados del Colegio. El Equipo de Tutores es coordinado por Luciana Sánchez, integrante del Área de Estudiantes.
Fotos: Nina Myndlis.
UNA DE SAL Y TRES DE
“Bueno, la cosa comienza así: 250 gramos de harina en la mesada limpia, 150 centímetros cúbicos de agua, una cucharadita de sal y tres de aceite. ¿Preparades? Atentis que hay que darle bastante, eh?”, Meli Cerezo, profe del Taller de Cocina, da sus primeras indicaciones y listos ya para comenzar con el amasado. 17.30 de un jueves de octubre y, para cuando es dada esta largada, ya hace rato que cada cual viene adelantando lo que será el relleno de las fajitas por cocinar: Olivia, de 4to, pica morrón y cebolla y Valentín avanza su mezcla de tomate y zapallitos. A Carola se la ve concentrada en una sartén, en lo que -sabremos después- es una carne con porotos negros y arroz especiado. De fondo, en cada uno de los cuadraditos del Zoom, asoma la cocina de cada casa. Hoy es día de emular un MasterChef y la idea es que estos tacos-fajitas-rapiditas (como usted guste llamar) sean acompañados por lo que cada chicx decida crear. Al nal, más o menos en dos horas, la familia será jueza y cenadora. Teo preparó una pasta de frijoles que piensa combinar con pollo picante, palta y lechuga. Ine, de 4to -en un rapto espectacular de creatividad vegetariana- va por cebolla, choclo dulce y jengibre. Tras todo el proceso, que terminará más allá de las 19.30, quedan listos los manjares para la cena. No es la primera vez que hay Taller de Cocina en el Cole. Pero sí la primera en que las clases son en casa: en el espacio de cada unx, con las mascotas merodeando y las familias pispeando, ayudando, entrando y saliendo de las cocinas. Pantalla de por medio, hay tarea artesanal, manual, cotidiana. Materialidad y manos en la masa. “Profe, ¿la ves?, ¿no está medio chicle todavía? No se me está armando”, pregunta preocupada Florencia, acercando la masa a la cámara. “Vos la tocás, ¿y qué sentís, Flor? ¿Chicle? ¿Grumos?... Dale más harina, dale. Y levantate, Flor, parate, amasá parada, es fundamental”, insiste Melisa. Valeria, de 3ero -que parece ya cocinera experimentada- aporta consejos desde el recuadro de al lado y le sugiere volver a lavar y secar sus manos, llenarlas de harina y probar otra vez.
“Denle con ganas, ¿eh?, con amor y con ganas… Estiren, estiren y estiren, como cuando hicimos los ñoquis”, arenga la profe. El taller cumple su casi año de vida: y hubo ñoquis, helados, bizcochitos, brownies, tallarines, y otras tantas recetas propuestas cada vez. Acá hubo que aprender a cortar un ajo, a integrar en la cotidianeidad medidas de gramos y tazas, y aprender, también, a esperar los tiempos de los procesos. Cuenta la leyenda, por ejemplo, que una vez la profe colgó en
el aula virtual una receta y escribió 500 kg en lugar de g. Conrado, estudiante de 2do, tras buscar a cuántas tazas equivalía esa cantidad, anunció con respeto a su docente que creía encontrar ahí una equivocación.
En algunas clases hubo incluso quienes se animaron a hacer de profes y crear recetas propias. “Le pusimos nombres nuevos a técnicas para amasar o para cortar -cuenta Melisael cortado juliana de la cebolla ahora se llama, por ejemplo, cortar como arcoíris. Y el amasado, es amasado almohadita, porque es con la parte almohada de la mano”.
Y mientras se amasa almohadita, se charla: que qué tal tal o cual materia, cómo anda tu perro, qué serie venimos mirando, o si te amigaste con tu hermanx que te habías peleado la vez pasada. Este es el Grupo 2, el de los jueves. En el 1, el grupo de los miércoles, lxs chicxs más chicxs –de 1ero y 2do- hacen lo propio. En total, son setenta estudiantes lxs que este año se sumaron a la propuesta. Los avances, notables: Lucas preguntó la primera clase cuál de las cuatro hornallas había que prender porque él solo sabía cómo encender una. Hoy cocina tallarines para todxs en su casa. Lxs chicxs buscan y crean recetas, ganan autonomía para combinarlas, reemplazar ingredientes y hacer la comida para sus familias. Tal vez, hay hasta algún regalito para enviar a abuelxs o tíxs; y dicen por ahí que incluso algunxs vecinxs esperan también con ansias el taller cada semana.
“La verdad es que al Taller de Cocina me uní casi de rebote. Porque iba a ir al de Cerámica, pero se me complicaba mucho. Vi en la web que había uno de cocina y pensé: y… ya con quince años, sería momento de ir aprendiendo a cocinar lo básico. Mis viejos también se coparon. Decidí ir y me gustó mucho. Me siento cómodo, las recetas me gustan y, en general, son simples, no llevan mucho mucho tiempo de cocción. Las podemos hacer en la misma clase y comer a la noche. Mi receta favorita fue el chipá. Nunca lo había hecho en mi vida; mi abuela hace un chipá buenísimo y quería ver si lo podía equiparar de alguna manera”.
Teodoro Sajnovsky, 3er año
CÓMO HACER FAJITAS
• Colocar en un bowl: la harina, sal, aceite, agua y mezclar bien todos los ingredientes.
• Amasar levemente hasta lograr una masa pareja.
• Dividir en aproximadamente 15 bollitos.
• Dejarlos descansar unos 15 minutos tapados con un trapo.
• Tomar un bollo, enharinar la super cie y estirar con palo de amasar hasta lograr un espesor no de aproximadamente 2 mm.
• A medida que vayas estirando, dejar las tortillas sobre una super cie enharinada para luego pasar a cocinarlas una por una.
• Precalentar una sartén del mismo o mayor diámetro que el de las tortillas.
• A fuego fuerte y sin aceite ponerlas de a una a cocinar, 30 segundos aproximadamente de cada lado.
“Para mí el Taller de Cocina fue como un recreo de la escuela más académica y también de los otros proyectos y talleres, sea dentro o fuera del Colegio. Es como un momento de despejarse de todo el resto. Para cocinar algo rico, para comer más tarde o después. A mi abuela y a mí siempre nos gustó mucho cocinar juntas. Pero no pasábamos de hacer una torta o un budín. Me gusta porque puedo aprender a hacer cosas nuevas, que repito seguido. Cuando tengo tiempo y ganas me gusta cocinar para mí y para mi familia. Sé que mi familia siempre está esperando que sea jueves para que yo cocine. Saben que va a haber algo rico para comer”.
Inés Melamud, 3er año
“Me gusta el taller porque me encanta cocinar, sobre todo cuando tengo la cocina vacía y entera para mí: me pongo a batir, a prender el horno, a preparar los ingredientes. Es algo que me fascina. Acá en mi casa casi todos somos de cocinar; como en muchas familias, el momento de comer es un momento de juntarse todos, aunque a veces no se pueda porque alguno está trabajando. Y también el momento de cocinar, el previo a comer, incluye también un montón de amor puesto en la comida. Eso también me encanta: yo quería devolverle algo de eso a mi familia; y como no soy muy buena cocinando, quería aprender algunas técnicas, recetas que pudieran ayudarme.
Mi receta favorita fue el budín de limón, lo hice más de una vez. Acá en casa se bajan los budines de una manera…, nos encanta el limón. Yo le agrego jengibre, ralladura de naranja y todo lo cítrico que le da como un punch”.
DIÁLOGO ENTRE GRAMSCI Y ALTHUSSER
UN ANÁLISIS POSIBLE DEL PERONISMO
A partir de una situación irreal, anacrónica y ficticia, la autora busca analizar el fenómeno político del peronismo en Argentina, luego de la lectura de algunas de las obras de Antonio Gramsci y Louis Althusser, entre otras. En el marco de la materia Instrucción Cívica que dicta la profesora Flavia Affranchino.
por Sofía Lista
A las tres de la tarde, sentado en una mesa al aire libre de un café de Buenos Aires, mientras piensa y fuma su pipa, un hombre mira con atención un cartel publicitario en la vereda de enfrente. No tiene que esperar mucho para ver acercarse desde una esquina a otro hombre mayor, de traje y con un par de anteojos redondos. Aparta su vista de él y sigue mirando el cartel. Entre tanto, su futuro interlocutor se va acercando y nalmente lo saluda.
–Buenas tardes, Louis.
–Buenas tardes, Antonio– le responde y estrecha la mano que el italiano le tiende.
Gramsci se sienta frente a Althusser y éste le señala el cartel que estaba mirando con un gesto de la cabeza.
–¿Vio aquello?– pregunta casi con aire de desdén.
Gramsci dirige su mirada a donde le señala. Es un gran a che publicitario del gobierno de Perón y Evita. En el centro del a che, puede leerse claramente el lema “Una nación justa, libre y soberana”, en grandes letras amarillas sobre el celeste y blanco de la bandera.
Althusser larga una bocanada de humo de su pipa con fastidio.
–Es increíble cómo se interpela ideológicamente desde la clase dominante... Te tratan de convencer de lo que eres mediante publicidades, por todos lados. No sé si te has dado cuenta, querido Antonio– señala el francés mientras se recuesta en su asiento.
–Y claro– agrega tranquilo Gramsci– el gobierno está intentando proyectar su concepción del mundo a las masas, para hacer llegar el pensamiento de sus intelectuales a la población. La clase hegemónica sabe que debe convertir sus intereses corporativos en intereses de otros grupos subalter...
– ¡Tonterías!– lo interrumpe Althusser– ¡Lo único que quiere hacer la clase dominante es imponer la ideología dominante! Sí, eso es lo que sucede. Interpelan a los trabajadores para hacerles creer que se respetan sus derechos. Pero, ¿sabe qué? ¡Esto no es así!
Gramsci escucha paciente al exaltado francés que le da incansables pitadas a su pipa y gesticula con las manos.
–Lo que sucede –prosiguió– es que vivimos en un mundo capitalista. En este mundo, de alguna manera u otra, los trabajadores siempre son explotados para sacarle provecho a su trabajo. Lo que hace la clase dominante, al imponer su ideología, es crear en los trabajadores una relación imaginaria con sus condiciones materiales de existencia... Les hacen pensar que les dan derechos y viviendas dignas sólo para que no vean que en realidad siguen siendo explotados. No hay capitalismo sin explotación y eso usted lo sabe muy bien...
Althusser tiene que detenerse un momento a respirar y cambiar el tabaco de su pipa que ya se ha consumido. Frente a él, Gramsci aprovecha el momento de pasajera tranquilidad de su interlocutor para hablar.
–Me parece interesante lo que propone, pero no creo que este fenómeno sea tan sencillo de comprender– dice el italiano y se gana una mirada inquisitiva de su acompañante. –Déjeme explicarle. No creo que haya un solo sector dominante con una sola concepción del mundo homogénea, sino que creo que hay varios grupos en lucha. Desde mi punto de vista, el examen de una situación dada es puesto en equivalencia con la comprensión de una pluralidad de relaciones entre fuerzas que tienen direcciones y sentidos contradictorios entre sí. Entonces, no es una clase la que domina de una vez y para siempre, sino que la hegemonía, la etapa superior en el desarrollo de una fuerza social, es alcanzada mediante una lucha de clases permanente, el enfrentamiento constante de las fuerzas sociales. Así me parece algo más comprensible el fenómeno que se está produciendo en este momento. El peronismo es resultado de una crisis orgánica donde ninguna fracción de la sociedad pudo terminar de consolidar su hegemonía. Es una solución consensuada, de compromiso, una forma de cesarismo donde es el carisma de un dirigente el que reúne bajo una determinada idea de progreso a distintas fracciones de clase. La discusión, en todo caso, es si este cesarismo es progresivo o regresivo en términos sociales y cuáles son las fracciones dominantes al interior de esa alianza… – tras decir esto, Gramsci se acomoda los anteojos, sumergido en sus propios pensamientos.
DIÁLOGO ENTRE GRAMSCI Y ALTHUSSER *
Por unos segundos ninguno dijo nada. Althusser parecía estar pensando sobre lo que acababa de escuchar y estaba por responderle cuando llegó el mozo para ver si se les ofrecía algo. Gramsci le sonrió y le pidió una taza de té, y Althusser le agradeció que le preparara un café bien cargado. El muchacho les aseguró que no tardaría y volvió a entrar en el local para realizar el pedido. Entonces el francés volvió a la discusión y, a medida que se enfrascaba en su discurso, volvía a perder la tranquilidad.
–Pero lo que no ve, Antonio, es que no puede haber varios sectores en lucha, ya que la parte obrera de la alianza tiene ya tan incorporados los intereses de la ideología dominante que la toma como propia… No los culpo, todos tenemos esta deformación imaginaria que nos esconde la verdad. No es azaroso lo que sucede, verá, lo único que le interesa a la clase dominante es imponer su ideología para poder llevar a cabo la reproducción de las relaciones de producción y sacar bene cio. Quiero decir, se precisan dos cosas en concreto: que el obrero necesite seguir yendo todos los días al trabajo por un sueldo mínimo, y tenga las condiciones de vida necesarias para reproducirse biológicamente a sí mismo y a su familia. Pero también se precisa que ese obrero esté convencido de que ése es su rol, y que es lo correcto y la única posibilidad. Los trabajadores del mañana son los niños que van al colegio hoy. ¿Se detuvo acaso Antonio a mirar los manuales escolares? –añadió, indignado. Se inculca en los niños que quienes los están gobernando “hacen lo correcto por los dignos trabajadores”. Se les inculca cómo ser ese “buen obrero” que va “del trabajo a casa y de la casa al trabajo”. Además, desde pequeños se les enseñan actitudes para que luego sean obreros e cientes, como horarios estructurados (tiempo de trabajo y de recreo), y el respeto a la autoridad. No sólo eso, se les inculca el orgullo de serlo. Los niños lo aprenden desde pequeños y después, de grandes, lo aceptan como normal y correcto. La escuela es, sin duda, un aparato ideológico del Estado, una institución que le sirve al Estado para imponer su ideología y reproducir así el orden dominante.
*
Gramsci se acomodó los anteojos sobre la nariz, aprovechando la pausa que había creado el arribo del pedido. Tomó tranquilamente un sorbo de su té y luego expresó su idea al respecto: –Puede ser que la escuela sirva a los sectores dominantes para construir su hegemonía, pero no estoy seguro de que sea necesariamente malo, es hasta necesario. Lo importante, en cualquier caso, es qué se está enseñando y cómo, qué intereses están predominando en cada práctica educativa y de qué manera son asimilados por el estudiante. ¿Realmente cree, Louis, que nunca hay lugar para la crítica? No creo estar de acuerdo con esa idea de dominantes y dominados sin ningún tipo de posible cambio ni escapatoria. Todo gobierno precisa esparcir sus concepciones a la hora de gestar un proyecto de nación, es la superestructura, las ideas que sostienen la estructura -lo económico- en todo bloque histórico, o sea la combinación entre economía y política, entre el Estado y la sociedad civil en un momento determinado.
–Claro que sí, en eso coincidimos, la clase dominante impone su pensamiento para poder mantener las relaciones de producción. Pero la sociedad no tiene escapatoria, Antonio, ¡no sea iluso! ¿Dónde ve esta resistencia, si el peronismo lo neutraliza todo? Sólo la ciencia y el partidismo político parecen salidas posibles...
–Mmm…, no me parece que la ideología se imponga forzosamente y que no se pueda hacer nada más que alienarse. A n de cuentas, las masas, si se organizan y toman conciencia, tienen la capacidad de transformarse en un sujeto colectivo, con voluntad crítica propia. Inclusive creo que en el contexto del peronismo la fracción trabajadora tiene más espacio para la disputa ideológica que en épocas anteriores. Con mayor rango de discusión, parece más probable que se forme una contrahegemonía, o sea, un proyecto de anticapitalismo –expresó Gramsci, soñador. Luego de unos segundos bajó a tierra, se aclaró la garganta y volvió a su explicación- El peronismo se presentó primero como una solidaridad de intereses corporativa, pero poco a poco se dio cuenta de que podía y debía convertir estos intereses en los intereses
de otros grupos. Entonces fueron construyendo consensos y con ellos ganaron nalmente las elecciones. Esto de nió (o fue de nido por, según como lo quiera ver) cierta transformación en el bloque histórico.
– ¡¿Pero es que no lo ve?! –casi grita Althusser, frenético– ¡Lo único que hace es ver cambio donde hay continuidad del sistema de dominación! ¡Somos sujetos cada vez más sujetados! ¡Incluso usted tiene la ideología dominante tan asimilada que piensa que los intereses del peronismo son los mismos que los de los obreros, logrando un mutuo bene cio!
Por su exaltación dio un golpe con la mano en la mesa y casi se vuelca el té de Gramsci. En su impaciencia, ya había pedido su segunda taza de café que estaba en camino.
–Bueno... –agregó tranquilo el italiano– no, yo no creo que sea así. Si no, el mundo no podría avanzar y nunca habría cambios. Además, de lo contrario, ¿cómo explicar la formación de la URSS o los consejos obreros en Italia? La historia avanza de la mano de la lucha de clases y las revoluciones… El problema es cómo llegar a ella.
Althusser bufó impotente. Pensó en el desenlace de la Revolución Rusa que Gramsci, por su contexto histórico, no había llegado a vivir, y que, para él, le demostrarían que en realidad no hay cambios. “No tiene remedio”, pensó. “Está totalmente cegado por la ideología. Pobre chico...”. Althusser lo miró resignado y movió la cabeza de un lado al otro. Luego de terminar sus respectivas bebidas, Althusser se excusó con la hora y ambos se despidieron. Se alejaron.
Bibliografía
• Althusser, Louis. Ideología y Aparatos Ideológicos del Estado, Nueva visión, Buenos Aires, 1988.
• Zizek, Slavoj (Comp.) Ideología. Un mapa de la cuestión, FCE, Buenos Aires, 2003.
• Gramsci, Antonio. Antología, Siglo XXI Editores, Buenos Aires, 2004.
• Campione, Daniel. Para leer a Gramsci, Ediciones del CCC, Buenos Aires, 2007.
Sofía Lista, estudiante de 5º año 2010. Ilustración: Lara Solía, 2º año 2015. (Trama y textura, realizada en clase de Plástica)
Y DIJO LA CRÍTICA…
A partir de 2008 se puso en marcha un proyecto teatral con alumnos y egresados: un espacio de investigación y formación, cuyas producciones re ejan el tránsito desde el aula hacia el mundo del actor profesional.
DEPORTISTAS
Combinan sus días de escuela con un entrenamiento comprometido y a fondo en el mundo del deporte. Sostienen pasiones y equipos a sudor y esfuerzo; con prácticas, partidos y madrugones cada domingo. ¿Cómo es dedicarse “en serio” al deporte en medio de la vida adolescente? ¿Cuáles son los deseos, las expectativas, el día a día de los chicos y chicas deportistas de nuestro Cole? Aquí algunas de estas historias.
“Al principio no me gustaba mucho el contacto. Tenía siete años y que te venga un tanque a tirarse encima no estaba nada bueno. Pero después te acostumbrás y te vas metiendo. Mis viejos medio me habían obligado a practicar algún deporte en equipo. Hice un tiempo de hockey y no me gustó. Y después un amigo empezó rugby y ahí empecé. Ahora entreno cinco veces por semana: tres rugby, dos de entrenamiento físico. Y todos los domingos jugamos. Juego de wing y estoy en la categoría M16; estamos todos agrupados por edad en lo que es Juveniles.
El momento que más más me gusta es antes de empezar cada partido, ese momento típico debajo de las `haches´, en que el equipo se abraza, se ceba, se alienta para salir a jugar. Parece una cosa obvia, pero a mí me encanta.
El mundo del rugby es muy particular, muy unido y muy cerrado a veces también. A mí por momentos me es medio difícil hacer convivir los dos mundos; uno se identica con un poco y un poco. Son entornos muy distintos, distintas costumbres, distintos pensamientos, distintos temas de conversación. También hay muchos prejuicios cruzados, de un lado y del otro, que no siempre son tan así. Sí es verdad que todavía el del rugby es un entorno con mucho machismo; se avanzó un montón pero todavía falta. Es como un `espacio de machos´. Hay mucho por hacer. Ahora algunos clubes están incorporando mujeres; hay cosas que se están empezando a pensar. Me veo jugando toda la vida; pero no me imagino dedicándome solo a eso. Porque el rugby no es pago; ni siquiera si estás en primera. Todos trabajan de otra cosa y además juegan. Pero yo no lo dejo ni loco. Es lo que más me gusta hacer”.
Juan Pecchi, 4º año 2019; juega Rugby en el Belgrano Athletic Club.
“El orete es muy pesado, y hay que llevarlo con una sola mano y la otra atrás. Hay una manera distinta de caminar, las piernas fuertes y exionadas para ganar velocidad; son un montón de cosas que tenés que aprender en esgrima. Es todo distinto y eso me encanta. Tenés que estudiar las defensas y los contraataques…, pero aunque te estudies todo, nunca sabés lo que va a pasar. Tenés que tener todo muy pulido y estar muy atento para encontrar el `punto´ del otro en cada asalto.
A mí me apareció la curiosidad viendo televisión un día, cuando tenía ocho. Son solo cuatro clubes los que tienen esgrima en la ciudad. Elegí el Estrella que queda cerca de mi casa. Entreno cuatro veces por semana y compito hace cuatro años en todos los campeonatos que puedo. Están los metropolitanos de CABA; los nacionales, el Sudamericano y el próximo febrero puede que vaya al Panamericano. Me está yendo bastante bien.
Uno de mis mejores recuerdos es del Campeonato Sudamericano del año pasado en Paraguay. Porque la esgrima es muy individual…, uno está solo y no tiene hinchada. En mi club, por ejemplo, soy la única que compite en mi categoría. Entonces aquella vez, en Paraguay, éramos muchos de distintas provincias representando a Argentina. Conocí gente de todo el país que hace lo mismo que yo, y me hice de mis mejores amigos ahí”.
Francisca Merlo, 1º año 2019; practica Esgrima en el Club Estrella de Maldonado.
“Ahora estoy en el Sub-17 y entreno por las noches, tres veces por semana. Eso me permite organizarme mejor con las tareas y las obligaciones de la escuela. Hasta el año pasado entrenaba de tarde y era más difícil. Ahora entreno así, a la noche, y jugamos los sábados, sea de local o de visitantes. ¿El cansancio? En realidad, te vas acostumbrando, y es cuestión de organizarse. Siempre me gustó mucho el deporte; vengo de familia de deportistas por el lado de mi viejo. Empecé jugando al fútbol y al hockey; y después comencé con básquet cuando tenía ocho años, porque nos prendimos con todos los compañeros de la primaria. Y nos fuimos metiendo cada vez más. Con muchos de ellos todavía entrenamos juntos. Se armó un equipazo que es lo que más me sostiene, la verdad. Porque uno siempre tiene el sueño de llegar a la primera del Club, pero es difícil. A mí el deporte me gusta mucho, pero también me sostiene este equipo que traemos hace tantos años”.
Santino Lombi, 3º año 2019; juega Básquet en el Club Ciudad de Buenos Aires.
“Entrar a la Selección de Buenos Aires fue un proceso largo y muy duro, pero estoy feliz, no me la puedo creer. Soy arquera. Desde los diez jugué y juego en el Club Banco Provincia. En algún momento el Club me propuso presentarme para la Selección de Buenos Aires, que es todo un salto. Al principio no quedé, pero este año se me dio. Ahora estoy por viajar a Paraná a jugar mi segunda competencia nacional.
Entreno cinco veces por semana; con el Club, con la Selección en el Parque Olímpico en Bajo Flores y con arqueros en San Fernando, a veces todo el día, doble turno. A veces uno se siente medio presionado, también porque se van dando las cosas y hay que organizarse. Pero tarde o temprano le encontrás la vuelta, para las tareas, y para el descanso también, que es importante. Como arquera lo más difícil y lo más importante es sacar adelante la cabeza, tener la cabeza fuerte. No sos un jugador más. Tenés que creer que vas a poder sacar esa bocha. Y hacerlo. Arranqué en el hockey por insistencia de amigos de mi papá que jugaban en este mismo club. Unos apasionados. Yo venía del fútbol, donde también era arquera; al principio me resistía y me resistía, pero después probé y me quedé. Ahora el Club para mí es puro corazón. Es bancar a la primera cada n de semana y los campeonatos de la AAHBA (Asociación Amateur de Hockey de Buenos Aires).
Mi sueño es poder llegar a la primera de mi club; y también me encantaría en un futuro jugar en el seleccionado de Italia”.
Paloma Rodríguez Ceberio, 4º año 2019; juega Hockey en el Club Banco Provincia y en el Seleccionado de Buenos Aires.
“Le mandé un whatsapp al coordinador de las pruebas en Platense, a un número que encontré en internet, y me clavó el visto. Y después, a través de un amigo, supe que las pruebas se abrían nuevamente. Y fui, me probé, quedé y me charon. Desde hace varios meses estoy jugando en la 6ta. categoría de la Liga Buenos Aires. Entreno tres días en el club, y después otras veces que voy por mi cuenta.
El fútbol me encanta desde chiquito. Traía algún recorrido y algunas frustraciones. Entre los diez y los once jugué en Estrella de Maldonado; y a los once se me dio el sueño del pibe, literalmente: entré a Boca, en Futsal. Yo chocho, imaginate. Soy hincha del Club, y con la camiseta andaba ahí jugando contra Racing, contra River. Y otra cosa que me gustaba mucho de jugar en Boca es que tenía la posibilidad de compartir mucho tiempo con pibes de otros lados.
Pero cuando estaba en séptimo grado, se me in amaron los cartílagos de crecimiento de la rodilla, una lesión jodida porque no se sabe muy bien cuánto tiempo de recuperación lleva; y ahí me quedé afuera del Club en las pruebas de pretemporada. Fue un dolor…, una frustración enorme.
Después de eso entré en el Colegio; y toda la parte deportiva acá me ayudó a reencontrarme con el placer del fútbol. Me incentivó. Los torneos de los lunes, entrenar con los pibes más grandes acá, y también el Taller de Periodismo Deportivo.
Pasé de nuevo un tiempito por Estrella de Maldonado; el año pasado estuve en un torneo en GEBA y este año se dio lo de Platense. Es loco, porque ya no tengo doce… Uno siente más presión encima, ahora es más a todo o nada, uno le da y le da para cumplir el sueño. Y a veces es mucho sacri cio. Pero yo quiero hacer de esto mi vida: ser futbolista profesional. Y, al menos, me quiero quedar tranquilo de que hice todo lo posible”.
Iván Samaniego, 4º año 2019; juega Fútbol en Platense
“Nadaba una hora y me pasaba otra haciendo verticales y piruetas en el agua. Entonces mi entrenadora de ese momento me sugirió que investigara este deporte, nado sincronizado, ahora también llamado `natación artística´. Y me gustó y arranqué. Tenía ocho. Ahora entreno cuatro veces por semana en el CeNARD, y formo parte del Club Nademos. Estoy federada y compito de distintas formas: en equipos, con rutinas sincronizadas, también en dúo y hago solos. Hay campeonatos nacionales e internacionales; y también vengo participando desde hace cuatro años de los Juegos Evita. Me está yendo bastante bien por suerte.
En este deporte hay que trabajar mucho la fuerza para poder sostenerte otando y hacer algunos movimientos que son difíciles. Y también trabajar la resistencia con el aire: nadamos muchas piletas de pecho sin respirar, ida y vuelta, ida y vuelta, y te vas acostumbrando. Es un deporte que suelen hacer mujeres, pero de a poco se van sumando chicos. Y cuando se suman, competimos todos juntos.
Mi anécdota preferida es de una de las primeras veces que competí, mi primer Open (Argentina Synchro Open), cuando se me salió el naricero, que es un ganchito que usamos en la nariz para que no nos entre el agua. Momentos antes de competir, de los nervios, me tiré al agua y no tenía el ganchito. Me puse toda tensa y corté la rutina. Pero eso me sirvió para aprender cómo resolverlo ahora. En el último torneo me tiré sin ganchito otra vez, pero ya supe cómo ponérmelo debajo del agua y todo rápido. Son experiencias que te ayudan bastante para crecer”.
Fionna Barese, 1º año 2019; practica Nado Sincronizado en el Club Nademos.
Entrevistas realizadas a Fionna Barese, Santino Lombi, Francisca Merlo, Juan Pecchi, Paloma Rodríguez Ceberio e Iván Samaniego. Estudiantes del Colegio de la Ciudad, 2019.
SOBERANÍAS
SOBERANÍA POLÍTICA EN EL MUNDO GLOBALIZADO
LO QUE A LA MANO INVISIBLE SE LE VA DE LAS MANOS
por Rocío Wegman
En un mundo como el actual -conectado, relacionado, dependiente- fue posible la veloz expansión de un virus que desembocó inevitablemente en una pandemia. En de nitiva, con lo positivo y lo negativo que sea que implique, vivimos en un mundo globalizado en el que viajan personas, ideas, enfermedades, amenazas, médicos y datos. Velozmente, y de un país a otro.
Hoy, solo con un clic, podemos saber la cantidad exacta de contagios por COVID-19 registrados en Estados Unidos hasta el momento o conocer la cifra o cial de fallecidos en Brasil por este mismo motivo. Vemos videos, números, fotos, discursos, estadísticas. El bombardeo de información sobre los acontecimientos nos hizo entender pronto a lxs argentinxs la gravedad del asunto que se acercaba.
Sin embargo, las diferencias en las realidades y decisiones que han tenido lugar a lo largo del mundo fueron abismales. ¿Cuarentena obligatoria?, ¿cuarentena sugerida? ¿Economía y/o salud? ¿Subsidios estatales? Las muertes por el virus y los problemas nancieros fueron y son devastadores. Entramos en un terreno desconocido, que trajo consigo pérdida segura: la idea de salvarnos todxs se volvió casi imposible y está a la orden del día el in nito debate respecto de qué es lo que se debe priorizar.
Personalmente -ante mi desconocimiento sobre el virus y sobre los hechos en toda su profundidad- entiendo mi incapacidad de responder con certeza a esa pregunta. En su lugar, me surge otra, cuya respuesta tal vez sí podríamos ensayar: ¿se
soluciona este problema a través de la libertad individual y el libre juego de la ley de oferta y demanda?
Doy por hecho que hablamos de una situación que sobrepasa absolutamente la normalidad a la que el modelo de un Estado liberal re ere. Comprendo que hay diferentes posturas dentro de la misma corriente, pero creo relevante señalar que el Estado debe actuar y hacerse presente no solo ante contextos críticos como el actual sino también ante muchos otros fenómenos -como, por ejemplo, la crisis climática- que una economía controlada por los mercados no es capaz de resolver. Existen numerosos factores que este paradigma económico no tiene en cuenta, que quedan excluidos por esa lógica, y que son esenciales para el bien estar de cualquier sociedad.
Creo que el Estado tiene que actuar, y tiene que tener la estructura y los recursos necesarios para hacerlo. Podemos sostener que debe brindar aquellos cuidados médicos que permitan que la economía siga funcionando, o declarar la cuarentena obligatoria y auxiliar a quienes no pueden trabajar, sea por la cuarentena o por el virus. En cualquier caso, pienso que no podemos concebir la economía y la salud por separado. Es necesaria una economía que funcione correctamente para sostener el sistema de salud y, a la vez, es necesaria la salud de las personas, para que puedan trabajar y poner la economía en funcionamiento. La elección respecto del mal menor es difícil e insegura. Lo certero, en esta situación de crisis, es la necesidad de un Estado presente.
Dicho esto, ¿por qué comparar el fenómeno de la pandemia con el del cambio climático? Hay algunos puntos en común. Tanto el COVID-19 como la crisis climática responden al carácter de fenómeno natural, fenómeno que a su vez es producto de la forma en la que como sociedad nos organizamos, alimentamos y relacionamos. Ambos tienen también un efecto directo sobre nuestra sociedad y una gran cantidad de víctimas. En el marco de un sistema que se rige por intereses individuales, aspectos como el calentamiento global y la salud de la población quedan relegados en un segundo plano.
Sin embargo, la analogía no es dada como objetivo en sí mismo sino como recurso que articula una crítica al modelo de Estado liberal. Hablamos así de dos fenómenos que están en relación directa con la economía y que precisan de la acción urgente de un Estado que priorice esas problemáticas por sobre la
obtención de ganancias. Es decir: estos son dos ejemplos, y no excepciones, de los muchos y constantes fenómenos para los que el funcionamiento liberal no tiene respuesta. La complejidad de una sociedad y una naturaleza que se le va de las manos a la gran mano invisible.
Sin una institución que venga a cuidar de la salud, del ambiente y de la pobreza extrema, no es posible sostener un sistema funcional. Hoy la pandemia es un ejemplo evidente: pero no es el único ni el primero; tampoco será el último.
Rocío Wegman y Estefanía Alvarez Milite son estudiantes de 5° año 2020. Estos trabajos fueron realizados en el marco del proyecto “Mundo Globalizado: discusiones sobre soberanía económica, ambiental y tecnológica en tiempos de COVID-19”, una propuesta multidisciplinaria articulada por las asignaturas Sociedad y Estado, Tecnología de la Información y Geografía. Ilustración: Fotomontaje, creación colectiva realizada en el Taller de Fotografía.
GUERRA FRÍA 2.0
UNA PARTIDA EN EL TABLERO TECNOLÓGICO-GEOPOLÍTICO:
POTENCIAS EN DISPUTA POR EL CONTROL DEL 5G
por Estefanía Alvarez Milite
Si bien el siglo XXI comenzó lejos de las expectativas que mostraban los lmes de ciencia cción (como “Volver al Futuro” y sus máquinas del tiempo), el nuevo siglo sí se destacó por innovaciones en lo que hace a la generación y apropiación de la riqueza. En pocos años se constituyeron nuevos grandes monopolios vinculados al universo informático: software, datos y bioingeniería. Empresas como Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsoft -apodadas las “cinco gigantes”- dominan el mundo digital y son ejemplo vivo de este fenómeno.
Hoy, tras veinte años desde ese inicio, los cambios tecnológicos que hemos visto superan los alcanzados por cualquier otra civilización moderna. Es una realidad: el big data y la Inteligencia Arti cial (IA) son fenómenos presentes en todos los aspectos de la globalización y en nuestras vidas cotidianas. Esta tendencia se incrementó aún más en los últimos años, con la masi cación de las aplicaciones de IoT (Internet de las cosas) y de IA, principalmente algoritmos de Machine Learning, como lo son los utilizados en el reconocimiento facial y en los autos de conducción automática.
Sin embargo, lo cierto es que la revolución digital que observamos es solo la punta del iceberg: el verdadero caballo de carreras al que todos están apostando es la red 5G. ¿Qué es lo que hace a esta quinta generación de tecnología móvil distinta a sus antecesoras y por qué hay naciones interesadas en ella? Tal vez sean su altísima velocidad de conexión, su ín mo nivel de latencia o su exponencial posibilidad de dispositivos conectados algunas de las razones que expliquen que dos magnates globales estén en disputa por la misma. Por añadidura, la red 5G es la primera en su “familia” dirigida hacia sensores, robots, vehículos autónomos y otros dispositivos que se alimentarán directamente de esta fuente. Estas son las expectativas y promesas que la tecnología de élite nos presenta en su aspecto teórico y “políticamente correcto”. Profundicemos.
Como toda mercancía, la red 5G tiene un valor. ¿Monetario? No, su valor se mide en su capacidad de transmisión y almacenamiento de datos. Aquí entra el trasfondo y el aspecto práctico del asunto, cuya comprensión debe considerar el hemisferio occidental y el oriental: China y Estados Unidos son dos piezas de un rompecabezas que debe unirse para que el ambicioso proyecto se complete.
Las circunstancias actuales se asemejen a una partida de ajedrez donde el objetivo es poner en “jaque” al adversario. Mientras EEUU es líder en software y contenidos digitales, inevitablemente, es dependiente, a su vez, de la artillería tecnológica de China, quien cuenta con la infraestructura necesaria para que la red funcione. Por eso es una lucha pujante, en la que ni Trump ni Xi Jinping quieren dar el brazo a torcer. Quien tenga soberanía sobre esos datos, quien monopolice esa red, controlará el mundo.
Sea quien fuere el “ganador” de esta Guerra Fría 2.0, la globalización nos demostró que ningún país funciona aislado. Es incluso paradójico e interesante observar cómo estos conceptos, que tensionan entre sí, están tan entrelazados: se busca autonomía e independencia en un contexto en el que la universalización está en auge. Una era en la que las articulaciones trasnacionales modi can de raíz la política, la economía, la cultura; y en la que los patrones de consumo se sienten simultáneamente en diversas partes del globo.
Es por esto que los Estados han adoptado diversas formas de ejercer control y protección sobre sus datos. Una de estas estrategias es, por ejemplo, la CLOUD Act de los Estados Unidos. Esta ley obliga, por un lado, a los proveedores de servicios estadounidenses a revelar todos los datos en su posesión si estos fueran solicitados por las autoridades. Y, también, obliga a empresas estadounidenses a dar acceso al gobierno a los datos que almacenaran en otros países. China, por su parte, ha implementado la Ley de Seguridad Cibernética (CSL), que busca asegurar la soberanía de sus datos y, para ello, obliga a las empresas a almacenar los datos recogidos exclusivamente en servidores instalados en China.
Ambos países, con modelos económicos heterogéneos e intereses geopolíticos opuestos, cuentan con ambiciosos proyectos a n de tener dominio sobre la tecnología de última generación. Es una historia que -en una escena de interdependencia comercial y tecnológica- ha oscilado en las últimas décadas desde tirantes ensayos de alianza estratégica hacia escaladas de vetos, contravetos, sanciones y bloqueos. El futuro de la tecnología está en disputa y en plena efervescencia: una movida crucial podría terminar la partida que se estuvo jugando todo este tiempo.
RECADOS
Ediciones del Colegio de la Ciudad publicó su primer libro, Ciudad de locos / poemas, una antología de poetas alumnos de nuestro colegio y poetas del grupo Poesía al Borda, del Programa “Arte, cultura, psicoanálisis y trama social” del Servicio TRB3 del Hospital Borda. La idea surgió de un encuentro realizado en junio de 2004 entre los escritores de ambas instituciones, en el que todos los participantes leyeron sus poemas con mate y medialunas de por medio.
La palabra “encuentro” nos habla de la cita, de la jornada; pero por sobre todas las cosas de ese algo mágico que se produjo entre quienes compartieron el momento de escuchar y de ser escuchados en su poesía. Los poemas que publicamos aquí son un ofrecimiento para formar parte de este encuentro. No es otra cosa la lectura.
Díganles a los malos que los quise mucho.
Díganles a los buenos que no les creí.
A los aventurados, las bienaventuranzas.
A los afortunados, bah, no les digan nada.
Díganles a los chicos que el tío barbudo les dice que crezcan no más lo indispensable de lo indispensable.
A Freud y sus sabuesos díganles que el hombre una vez más se les escapa.
A la noche, que puede hacer la cama.
A la distancia… que ya estoy muy cerca.
Desde luego, a los poetas, por los sucedáneos de la miel que se inventaron díganles que gracias, díganles que besos.
A Marta, y a todos, que no me arrepiento.
Díganle al sol que siga manteniendo ésas, sus tan sanas costumbres.
Y díganle a la vida que no se alarme, que ya vuelvo.
Jorge Arrizabalaga, integrante del grupo Poesía al Borda.
A POLITICAL SPEECH:
LISTENING, ANALYSING, REFLECTING AND RESPONDING
TO ARGUMENTS
Tras la escucha de un discurso del ex presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sobre el asesinato de George Floyd, se propuso a lxs estudiantes de 4to que escribieran un ensayo de opinión sobre sus declaraciones e incluyeran su propio punto de vista sobre el tema.
DESPERATE TIMES AND DESPERATE CALLS: REFLECTIONS ON WHAT SHOULD BE DONE
por Ián Caterbona Lee
In the video, penultimate USA president, Barack Obama, delivers a message for those living in the country, while addressing facts about George Floyd’s murder and the ongoing protests, and what they should do in times like this to have a better future. Obama starts his speech acknowledging the recent events the USA has experienced. He also mentions the pain many Americans have suffered throughout the past weeks, and how the pandemic is still roaming around while other things are happening.
After that brief introduction, Obama mentions how there is an incredible opportunity for people to open their eyes to some of the trends, which he sees as something good, since they can start working together to change what is now the USA. Obama then continues to acknowledge young people, as they have made the most progress for their society.
In the middle of the video, Obama dedicates some words to the young men and women of colour of the country, in which he expresses the violence they are suffering and how unfair it is for them to be worried about being killed while living their lives. He also mentions how most of this violence comes from people who are supposedly there to protect and serve them (the police).
By the end of the video, Obama calls out every mayor in the country to suggest practical solutions so that a real change can happen, mostly by making reports on their police taskforce, so they can make reforms. He claims that they have all the data needed to carry them out.
Finally, Obama ends the speech by claiming that the USA was founded on protests (the American Revolution), and he believes that it can be a turning point for the country in times like today.
I personally agree with most of Obama’s points argued throughout the video. He was president for eight years so he must know what he is saying. Many people criticize him for not making enough changes during those years, but it is a fact that he made many vital reforms which now the Republican party have dismantled.
However, protests are one of the main things discussed in the video and one of the main things happening right now. From his speech, we can con rm that Obama is 100% in favour of them. I believe that protests are a good thing and an important thing to make these days, but not the way some people are making them. Breaking and destroying someone else’s property is not a way of dealing with this problem, and these people are giving a bad image of the protesters who are actually trying to be heard. I also did not see Obama reacting to this, so I believe that is a main aw. I admit that it is a very controversial topic, as peaceful protests do not work every time and people have to do things to be heard, but they can nd another way.
We are in desperate times and desperate calls are something bound to happen, but we also have to be careful and think about what we are doing and if it is correct.
“BAD
COP-GOOD
COP” THING OR CENTURIES OF OPPRESSION AND RACISM?
por Felipe Colman
In the video, ex president Obama talks about the murder of George Floyd, the protests that are going on right now and the law enforcement as a whole in the USA. He gives a good speech, he supports the protesters based on the argument that the country was founded under protests, he encourages and talks about the young, how they are full of potential and willing to ght for what they believe. He also talks about little reforms to “save lives” and how “not all cops are bad”, and this is where I disagree.
I do not think that saying that there are some cops that are good people is enough for justifying all the things that the police have done worldwide, even if I am in no position to tell how it feels to be treated like that for multiple reasons. I am white and I am a man, and luckily, nothing like this has ever happened to me, but I think it is erratic to say that it is a matter of individual cops or the law enforcement areas. I think the system has to change, and I am talking about the system as a whole. The protests are not a reaction to a black individual’s death, it is a way to make the world, the system, listen to the voices of all the black people that have suffered and perished because of a society and a country that bring with them centuries of oppression and racism, decades of invisibility to the ones that have been silenced in the past, and are being unheard now; years and years of segregation of all kinds.
Unfortunately, capitalism only listens when the elite is hurt, and in a certain way, that is why the police exist: not to serve and protect the ones who need them, but the ones who pay them. Black people cannot even go for a walk without being scared for their own lives. We -white peoplehave to be aware of this, and must support the Black Lives Matter movement without appropriating it, without claiming black people’s space to cry and scream for the ones that cannot do it anymore; because if we do not, we are no better than cops, no better than any racist, and we are most de nitely, not good people.
In conclusion, I believe in changing things, in ghting for the right causes, and I agree with Obama in some aspects. Yes, we, the youth, are the future, and the world is going to depend on us one day, but it is important to remember that
all the chaos that is going on right now, is a feature of the system and the society we live in, it is not a “bad cop-good cop” argument, it is much bigger than that, it involves all of us. We must know that it depends on us for that to change, because we know how things are, because we are the people that are going to change things, and it also depends on us not to forget about injustice, racism, oppression and hate. We need to remember this so we might not be as the people we criticize, and we might not let the system remain as it is now.
The time shall come, when the world nally changes, and it is in our hands to make that happen, but till that day, all we can do is protest, help, support and resist with the ones who most need it.
2+2 ES 4 Y DE DÓNDE SALEN LOS ÑOQUIS
por Valentina Álvarez Rossini
A los trece años escuché por primera vez la palabra dictadura. Había empezado el secundario en una institución muy distinta a la primaria católica a la que había asistido antes. Nunca nadie me había explicado lo que era un desaparecido y la palabra abuela no tenía ninguna connotación extra ni peso alguno. De alguna manera me compré un pasaje de ida a ese terreno insoportable de cuestionar las cosas. Tuve el gran privilegio de acceder a una educación donde las materias relacionadas con las sociales no implicaron un cúmulo de datos, fechas o convenciones sino que estimularon el pensamiento crítico. Creo que en parte ésta es la razón por la cual por un tiempo mi yo de diecisiete años, en ese trajín de decidir qué quería estudiar (nunca decidir si quería estudiar, claro) imaginé que debía dedicarme a la antropología, a letras, o losofía, pues me había convertido en una persona crítica y sensible; y a eso se dedican las personas críticas y sensibles.
Cuando estaba por egresar, me puse a dar clases particulares de matemática a pibes más chicos. Necesitaba un
poco de plata porque quería irme de viaje y se me daban bien los números y explicar procedimientos. Para mí, implicó una responsabilidad un poco más grande que la de simplemente explicar algo bien. Si tenés adelante tuyo un pibe un 16 de febrero que está a punto de repetir y sabés que poner una letra distinta a lo que está acostumbrado a ver puede desencadenar una catarata de frustración, es mejor ir con mucha tranquilidad.
Una changa transitoria me había enseñado una cosa que espero aplicar toda la vida: nunca dar por sentado que la gente sabe algo. “¿Sabés sumar fracciones?”, “¿sabías que si yo en lugar de una X acá ponía una T es lo mismo?”. Enfrentarte a alguien a quien le enseñaron toda su escolaridad que la matemática es difícil y que si no le sale algo es un tarado, no es algo para tratar así nomás. Desde mi lugar no-docente siempre intento explicar que la matemática no es difícil. O mejor dicho, es tan difícil como construir una mesa, cocinar una torta o tejer con dos agujas. Aprender un procedimiento para rendir una prueba del secundario no
es difícil. Es más, si buscás en YouTube “función cuadrática” te aseguro que encontrás al menos cincuenta videos distintos explicándola en menos de quince minutos. En este caso, la labor de un formador (y no lo quiero poner en términos de “bueno” y “malo”, porque uno puede tener ganas de enseñar con todo el amor y dedicación del mundo pero una currícula de dos horas por semana y un programa con el que cumplir no lo permiten) es poder enseñar pensamiento crítico mediante un conocimiento que parece ser lo más cuadrado y estructurado del mundo.
El pensamiento crítico puesto en práctica a través de la ciencia “dura” es recontra posible.
Estoy en los primeros años de una carrera de ciencia “dura” y ya siento el cerebro enchufado de otra manera. Estoy empezando a construir una cajita de herramientas que de dura no tiene nada y me ayuda a poder preguntarte “¿por qué?’’ ante todo, y, llamativamente, de una manera muy parecida a la que me enseñaron a cuestionar la historia. Tengo que admitir que, por más contenta que me ponga entender la ciencia desde esta perspectiva, también me entristece un poco ver la falta de este pensamiento crítico y sensibilidad social en muchas de las personas con las que comparto mi formación. Creo que, en parte, tiene que ver con lo que pensaba yo a mis diecisiete años: se piensa que la gente que dedica la vida a la ciencia (o a la docencia de esta) está encerrada en un laboratorio o en un aula sacando cuentas como una maquinita en piloto automático; y una persona con ese destino no necesita preocuparse de huevadas sensibles.
En el ingreso a la carrera, hablando con compañeros, el tema de discusión era a dónde se querían ir todos cuando se recibieran. “A mí me gustaría quedarme acá…”. De repente era un marciano. Era inentendible que alguien que estudiara seis años decidiera quedarse acá para ganar “dos mangos” (porque también tenemos una visión muy sesgada de una ciencia únicamente para la exportación y para una industria localizada en potencias mundiales).
Unas semanas atrás me desperté leyendo a una horda de gente (muchos de la comunidad cientí ca) desprestigiando el trabajo de Adrián Paenza. Adrián Paenza es una de esas personas que enseña que entender y hacer matemática no es fácil, pero como no es fácil aprender a hacer la gran mayoría de las cosas por primera vez. Es una gura que permite popularizar el conocimiento y sacarlo de la academia para hacerlo accesible. Porque recordemos: tener una universidad pública no la hace accesible para todo el mundo y democratizar el conocimiento por fuera de las instituciones nos hace, entre otras cosas, más autónomos.
En n, a mucha gente no le gusta eso. A mucha gente le gusta que el cientí co sea un iluminado con delantal blan-
co y pipeta en la mano y que sea totalmente inalcanzable, “porque yo, que estudié años para esto y me metí en un sistema tan hostil como la academia, no puedo permitir que el populacho sepa cosas que yo estudié con sudor y lágrimas”. Porque parece que sufrir algo lo vuelve más respetable, y un boludo aprendiéndose veinte cifras de Pi (algo que, siento decirle, puedo averiguar en Google en medio segundo) la tiene más grande que alguien que aprendió una demostración en la TV Pública.
En tiempos de pandemia se está poniendo un poco en juego esto. Todo el tiempo se está hablando de que falta gente que estudie ‘’ciencia dura’’ cuando después son esas personas a las que se les da la espalda cuando se necesitan recursos para investigar. Con una ridiculización constante del ‘’ñoqui’’ que investiga en el sector público, con un sistema educativo que te vive diciendo que la ciencia es difícil pero que, a la vez, si no la entendés, sos tonto, y con un prejuicio creciente que predica que dedicarse a la medicina tradicional y a la ‘’ciencia hegemónica’’ es ‘’venderse’’; ¿cómo se espera que un chico que recién sale del secundario tenga deseo alguno por estudiarla?
En este momento tan particular, es urgente pensar cuántos y qué tipo de cientí cos queremos tener en el futuro para poder ser soberanos y un poco más libres en un país donde podamos acceder todos al conocimiento y a llenar nuestra cajita de herramientas para cuestionarnos y construirnos de la manera que lo deseemos.
Valentina Álvarez Rossini es egresada 2018. El artículo fue publicado en la versión digital de revista Minerva, Nº11, septiembre 2020. https://minervarevista.com/ Foto: Antonia Dávila, 1º año 2020. Realizada en el Taller de Fotografía.
A ANTIGA FÁBRICA
Una de las actividades que los estudiantes de la Escola da Vila (San Pablo, Brasil) realizaron durante su estadía en Buenos Aires fue la visita a la fábrica recuperada IMPA. Este relato fue escrito por uno de los jóvenes paulistas tras la experiencia.
por Ian Aurichio
Era tudo tão perfeito, a conexão de um movimento com outro era uma dança regada ao som de uma bela música, marcada por um compasso excitante e depressivo; um compasso alienante. A dança era formada por casais, o homem e a mulher. A mulher era responsável por conduzir o homem; se acelerasse os movimentos, o homem acompanhava-a, acelerando também. A mulher ditava o tempo da música, porque a música, nada mais era, do que o resultado dos movimentos da mulher. Sim! Elas mandavam naquele baile, elas mandam em todo mundo! O salão tinha cheiro de produto químico, havia mais mulheres que homens, porque um homem, apenas, pode acompanhar e revezar muitas mulheres. Havia mulheres de todos os tipos, algumas muito altas, que passavam o teto, outras muito baixas, com poucos e rasteiros movimentos, porém, só havia um tipo de homem: eram curvados, com roupas gastas pelo tempo e com as mãos sujas.
Neste salão, eu era apenas um observador, nunca sujei minha mão com esta dança, o mundo nunca pediu para eu dançar. Eu atravessava o salão com a ajuda de um senhor, ele me guiava, era como um mediador entre a dança e eu; não era possível ter contato direto com a dança sendo apenas um voyeur.
No entanto, quando estava caminhando pelo salão, reparei, de longe, em um casal diferente, um casal em que o homem ditava o tempo, em que o homem acompanhava o movimento da mulher com seu tempo. A mulher não tinha nada de especial, o homem também era normal, como todos: curvado, com roupa gasta pelo tempo e com mãos sujas. O que diferenciava aquele casal dos outros é que aquela mulher se entregava ao homem, o homem a possuía; aquele era o homem mais feliz do baile. Ele também dançava dez horas por día, ele também ganhava apenas trezentos e cinquenta dólares, ele também inalava aquele odor ruim; porém, com a mulher em seu poder, ele podia fazer sua própria música, porque ele controlava os movimentos da mulher. Fazer sua própria música, é isso que faz as pessoas felizes. Aquele homem teve que soar muito para conseguir ter sua mulher, houve muito sangue, muita dor, mas ele sabe que valeu a pena. Os organizadores do baile não gostaram de ver aquele casal dançando daquela forma. Naquele baile, a mulher deveria ditar o tempo da dança, porque, só assim, seria perfeito. Era necessário um baile perfeito, para atrair mais pessoas e manter aqueles que já estavam no salão. Os organizadores começaram a atacar aquele casal, porque todos estavam cegos pela música, hipnotizados pelas horas dançando; faziam o que os organizadores mandavam, não conseguiam perceber o quão bom era possuir sua amante. Era muita responsabilidade conseguir sua mulher, não valia a pena tentar. O casal foi expulso do baile. (*)
(*) Mulher: máquina (meios de producão); Homem: operário; Salão: sistema capitalista; Observador-Voyeur: burguês; Dança: homem como extensão da máquina; Organizadores: élite ligada ao Estado.
Ian Aurichio, estudiante de la Escola da Vila, San Pablo, Brasil. Participante del Programa de Intercambio estudiantil Colegio de la Ciudad- Escola da Vila, 2011. Ilustración: Ema Lynch, 3º año 2015. (Modificación de obra de Paul Delvaux, realizada en clase de Artes Visuales).
ESTO ES CABAL
La lectura de Rebelión en la granja de G. Orwell que hicimos en 2do nos llevó a preguntarnos qué era la utopía o cómo se organizan las sociedades. Algunas veces nos dejó pensando y otras con ganas de escribir, porque sí, sin consignas previas, solo con las ideas despiertas y las palabras revoloteando. Aquí va un texto nacido al calor de esa lectura.
por Ciaro Spinettarera
La luminotecnia del ciervo libre
El cerdo sin alimento
La gallina sin aovar
La vaca sin ordeñar
El perro pér do (que es desleal a alguien que confía en él y muy malo)
La paloma pulcra
El fuego sin avivar
El caballo sin domar.
El humano es disoluto (que se entrega frecuentemente a lo que es contrario a la moral)
se mira al espejo y sonríe agarra el alza del tormento la termal cara del toro es dios.
Esto es cabal (es exacto y coincidente y no aproximado)
El cerdo guía lo que su sueño atrae
Las añoranzas de la cola peluda de una rata roja
Su prejuicio y su enemistad contra la humanidad fueron eliminadas.
Las hormigas escalan muros soportando kilos de carga
El sujeto mira lujurioso qué caída ha escuchado
El búho hecho de tiza conglomerándoselo así
La unión de las arañas de prisma sus ocho perspectivas
Rosea (araña caracterizada por una mala formación que la hace tener nueve patas) y sus nueve patas
La ardilla busca bellotas en el alféizar del sésamo de alguna or Las abejas exterminaron su condena pues allí estaban encandiladas por néctar cerúleo (azul).
¿Y dónde quedaron los pequeños aullidos de los mininos?
Su pelaje atigrado y sus ojos color lila están sobre un techo de nubes tomando sus sorbos de té y protagonizando saltos hacia la chimenea.
Los pájaros cantan risueños en un palacio de porcelana
Los grillos también tiemblan en las jornadas de las alboradas (madrugadas)
El mono trepa un sinfín de lianas de árboles sin escamondar (podar las ramas de un árbol, especialmente frutal, para limpiarlo de ramas inútiles).
La iguana va evolucionando lentamente a dragón y el fuego del escaso río ímpetu es re ejado en él, como un azulejo de color maizal.
Dios ya no es más que el pequeño cerdo alienado y la granja el hogar del pasado.
Ciaro Spinetta, estudiante de 2° año 2020. El trabajo fue realizado en clase de Lengua y Literatura.
Los “haiku” son poemas cortos, compuestos de tres versos de cinco, siete y cinco sílabas respectivamente. Se caracterizan por su concisión y su poder evocativo. Los tres versos que los componen no riman entre sí.
Los haiku están fuertemente vinculados con el ambiente general de la naturaleza y las emociones humanas. El hecho de que se produzcan muchos cambios en el ambiente natural de Japón, cuna del haiku, lleva a los poetas a utilizar los “kigo”. Estos son palabras de la temporada y simbolizan una de las estaciones de la naturaleza.
Fin del verano.
Regreso al verde río, quiero ser lluvia.
Este poema es una creación grupal, realizada durante una clase de Lengua y Literatura de 1er año, por Lucía Handl, Guadalupe Labaké, Ezequiel Etchenique y Esteban Onganía. El haiku, a través de las imágenes seleccionadas, busca evocar el momento del n del verano. La idea de “verde río” y la de “lluvia”, ligados al nal del verano, sugieren la transición y el ciclo constante de la naturaleza.
El texto introductorio fue escrito por Tamara Hintze y Elena Messina, también estudiantes de 1º año 2001. Ilustró: Guadalupe Labaké, 1º año 2001.
PRIMERA VEZ
En las elecciones legislativas 2017, muchos de nuestros estudiantes votaron por primera vez. Aquí, algunas de sus sensaciones y reflexiones…
Para mí fue un día bastante movido, me sentía inquieto. Siempre acompañaba a votar a mi viejo y ahora era meterme solo, estar ahí viendo las boletas..., tenía ganas de hacerlo, y me encantó. Para mi familia siempre fue un día especial el día de las votaciones, y esta vez pude vivirlo como individuo, como adulto. Me parece muy interesante que se pueda hacer a los dieciséis, y me gustó que fuera justo en elecciones legislativas. Me parece muy importante la denición de cómo va a estar compuesto el Congreso y poder elegir a quienes lo integran. No da lo mismo. Las semanas previas me informé bastante. Yo ya tenía mis previos ideales. Traté de cotejar lo que yo pensaba con lo que proponían los candidatos, y de ahí salió mi voto. El debate entre candidatos que se hizo acá en el Colegio me sirvió un montón. No para cambiar mi voto, sino para rea rmarlo” (Uriel).
“Yo creo que lo bueno del voto, y lo malo también, es que se condensa mucho de lo que uno cree. A mí me pasó que yo creo muchas cosas, estoy muy convencida de cómo hay que manejar ciertas cosas, pero, a la hora de ir a votar, todo eso de pronto se tenía que condensar en la elección de una boleta. Y es difícil... porque, en relación a la lista que voté, hay muchas cosas con las que estoy de acuerdo y otras con las que no. Es un desafío elegir. De chica siempre tuve la ilusión de que cuando votabas, vos estabas súper convencido. Entonces salí de votar y un poquito me angustié, salí como confundida. Pero me doy cuenta de que es así: uno nunca va a estar de acuerdo con todo, y eso también está bueno. Elegir a quién votar es también elegir en qué me voy a centrar para tomar esa decisión, qué cosas voy a priorizar. Me sirvió mucho investigar cómo votaron las distintas fuerzas en el Congreso para distin-
tos proyectos de ley. Eso te permite ver las acciones más allá del discurso, te permite ver en la práctica qué modelo de país impulsa cada uno de los partidos. Me pasa que me cuesta mucho creer. Cuando debatimos, yo escucho, me gusta formar parte. Pero nunca un debate como el que tuvimos acá o los que se ven en los medios, va a de nir mi voto. Para mí hay que jarse mucho en las acciones concretas; y también hay que saber que lo que uno cree y quiere lo lleva al hombro todos los días, más allá del voto. O así debería ser creo… Sería gravísimo que la política fuera sólo ir a votar. El voto es eso, como una ´condensación´, pero creo que hacer política es algo más complejo, y más constante, de todos los días” (Agustina).
“Ese día me desperté con mucha migraña, me sentía muy muy mal y no quería salir. Pero nalmente me puse las pilas y fui. Mi papá y mi mamá insistieron mucho en sacarme una foto, y hasta lograron que la presidenta de mesa posara dándome el sobre. Fue muy gracioso. Sentía como una mezcla: estaba ansioso y un poco nervioso, porque tenía miedo de olvidarme cómo era el proceso, alguno de los pasos. Pero me acordé. Después de votar me sentí bien, sentí como que pude aportar lo que yo pensaba, y eso es algo que me gusta. Hay mucha gente de nuestra edad que ya tiene una idea política, que tiene cosas que decir, y ésta es una forma de expresarlo. Yo ya tenía una idea política formada, nunca dudé demasiado de cuál iba a ser mi elección; pero aún así me pareció importante informarme sobre otras opciones, que ni siquiera había contemplado. No cambió mi decisión, pero no fue lo mismo hacerlo que no hacerlo” (Valentino).
“A mí me parece importantísimo que los jóvenes tengamos esa voz en el voto. También me parece bien que sea algo optativo, porque creo que a esta edad tiene que hacerse a voluntad y tiene que estar bien pensado. También siento que a veces nos tomamos la política como si fuera un equipo de fútbol, ´yo voto a este equipo porque lo llevo en la sangre´. Cuando me pasa eso, no me gusta. Intento pelearme conmigo misma para rea rmarme: saber que si voto algo es porque realmente quiero y realmente estoy de acuerdo. A veces le escapo un poco al debate político, justamente porque me voy de mambo. O me pongo mal, o me enojo mucho. Pero cuando me animo a meterme, me gusta escuchar lo que piensan los demás. Capaz en el momento se los discuto, pero después siempre me quedo pensando. Me gusta hacer ese ejercicio: ´ok, si yo fuera de este otro partido, ¿qué estaría diciendo ahora?´. Eso me sirve, me sirven estas peleas internas. Creo también que la democracia no es solamente votar. Pensar y preguntarse cosas constantemente es democracia, es no quedarse callado, es no dejar toda la responsabilidad a una persona. Si voto y me quedo sentado dos años, hay algo que no va; no debería ser así” (Olivia).
“Ese día fuimos temprano a votar con mi papá. Llegué y encontramos nuestra mesa en las listas. Pero cuando entré al cuarto oscuro, me quedé en blanco. Yo ya sabía a quién iba a votar, pero me quedé en blanco…, ¡tantas boletas te marean! Estuve un rato largo hasta salir. Después nos fuimos a comer medialunas. Con la cuestión del voto siento que hay como una madurez..., signi ca que ya tenés que tener bien en claro qué pasa en el país, qué cosas hay que hacer, qué cosas no. Y ahí decidís a quién querés seguir. Si uno no es maduro en lo político, no podría…, simplemente podrías llegar a votar a alguien por la cara, y eso no se debe hacer. Tenés que tener muy en claro a quién estás eligiendo y qué es lo que quieren esas personas” (Joaquín).
“Ese día mis viejos estaban emocionadísimos. Yo entiendo la importancia de votar por primera vez, obvio, ¡pero hace falta! Fotos antes de salir de casa, en la calle, en el auto, entrando, metiendo el sobre en la urna, saliendo… ¡Demasiado! En la última foto, la de la urna, me estoy riendo porque me llevó un ratito encontrar por dónde se metía el sobre; y después casi me olvido el DNI y de rmar…, un desastre. Más tarde acompañé a un amigo a votar. Fue gracioso, fue como un plan de salida ir a votar. En cuanto a quién elegir, y los días previos, estuvo bueno. En mi familia hay una ideología política bastante de nida, y casi todos votan lo mismo. Yo este año empecé a debatir con otras personas, a informarme más y enterarme más cosas. Y al nal terminé votando distinto que mi familia” (Tiago).
“Fui con un amigo, que es un poco más chico que yo. Y estaba todo contento porque yo iba a votar. Como yo voto en el mismo lugar que mi mamá, fuimos los tres. Estuve como media hora buscando adónde tenía que ir. Subí, bajé, hasta que llegué... Cuando salí del cuarto oscuro, los dos me abrazaron fuerte. Para mí votar es algo importante. Desde muy chiquita me interesa la política, siempre hablé mucho de política con mi abuela. Siempre me gustó la idea de ir a votar y creo que desde hace tiempo estaba esperando este momento” (Luna).
“Para mí votar es toda una responsabilidad. Por un momento pensé en no ir, por el hecho de que no sé mucho de política. Pensé: ´mi voto cuenta, no da que vaya a votar lo que votan mis papás o mis amigos´. Al nal, me puse a buscar en internet las distintas opiniones sobre distintos temas, distintos casos. Entrevistas, notas, videos. Y a partir de ahí elegí. En algún lugar tenía ganas de hacerlo, siempre desde chiquita acompañaba a mis papás. Pero bueno; si quería hacerlo, tenía que investigar, informarme” (Florencia).
DIARIO DE UNA NOCHE LEJANA
29 de Enero, 2:15 a.m.
por María de los Ángeles Rey
Tal vez el motivo más razonable de mi insomnio sea el calor, esos 36 de sensación térmica que entran por cada rendija a mi habitación, donde el ventilador gris de pie orientado hacia mi cama no da abasto. Doy vueltas incesantemente, examino cada objeto en la oscuridad y lo comparo con su gemelo diurno.
Mismo día, 2:20 a.m.
No hay tantos objetos en mi cuarto. Otro divertimento que me lleve a cerrar los ojos: ¿ovejas? No hay ser que me provoque más repulsión, la sola imagen de esos cuerpos blancos y peludos me provoca náuseas. ¿Y los anagramas?
Mismo día, 2:30 a.m.
Mi capacidad mental no es su ciente como para idear un anagrama digno. Basta, el calor es insoportable. Ni siquiera hay ruidos de la calle que se ltren por las ventanas. Tengo sed y muy pocas ganas de levantarme para ir a la cocina. Son doce metros hasta allá, pero podría quedar en Australia y sería lo mismo.
Mismo día, 3:35 a.m.
No aguanto más la sed. Con un desgano típico de la fatal combinación madrugada-cansancio-calor, me levanto. Camino a oscuras pero veo; salgo al pasillo, hay más luz, pero no encandila. A mi derecha veo ese espejo largo y enorme que cuelga de la pared verde del pasillo y cuando lo hago hay alguien que me devuelve la mirada. Nos observamos de semiper l, ella dentro del espejo. Me doy vuelta, me pongo de frente y nos miramos a los ojos. Me siento en el piso, con las piernas cruzadas y las manos sobre las rodillas. Ella es igual a mí, pero tenemos diferencias. Mi reloj pulsera está en mi mano derecha, ella tiene uno idéntico en la izquierda. La cicatriz que llevo desde hace años en el hombro izquierdo se repite en su hombro derecho. Me pregunto cómo vivirá ella del otro lado del espejo; seguramente también hace calor porque está despierta a esta hora igual que yo. Miro la estantería con libros que tiene detrás, igual a la mía si no fuera porque los tengo ordenados alfabéticamente por apellido del autor y ella al revés. Borges, Christie, Cortázar, Dostoievsky, Puig, Shakespeare. Vuelvo a percatarme del reloj. Corre el segundero, pero esta vez en mi mano izquierda. Sobresaltada miro hacia atrás y descubro el nuevo orden de los libros: Shakespeare, Puig, Dostoievsky, Cortázar, Christie, Borges.
María de los Ángeles Rey, estudiante de 5° año 2007. Ilustración de Javier Pomposiello. Coloreada digitalmente.