Especial Día Mundial de la Seguridad del Paciente: “Demos voz a los pacientes”
Dieciséis asociaciones participaron en el encuentro organizado por el Colegio con motivo del
NÚMERO 109 OCTUBRE 2023
Edita y dirige: Colegio Oficial de Enfermeras de Navarra / Junta de Gobierno Coordinación y Redacción: Javier Irurtia Maquetación: Az2 Comunicación Publicidad: Colegio Oficial de Enfermeras
TUDELA Blanca de Navarra, 8 • 31500 Tudela Tel. y Fax.: 948 411 578 sedetudela@coenav.com Depósito Legal: NA 2029/1997 ISSN: 11378913 Pulso está incluida en la base de datos Cuiden® (Fundación Index)
Álex Echeverri Giraldo
Vocal del Colegio de Enfermeras de Navarra Nafarroako Erizainen Elkargoko batzordekidea
Enfermera y paciente: ¡unidos por la seguridad!
Cada año desde 2019, la OMS celebra el 17 de septiembre el Día Mundial de la Seguridad del Paciente, y reconoce este tema como una prioridad de salud y un elemento fundamental del fortalecimiento de los sistemas de salud en todo el mundo. Dentro de las estrategias que ha puesto en marcha, cada año se celebra una campaña mundial con una temática diferente.
Para la edición de 2023, se ha elegido el tema «Involucrar a los pacientes en la seguridad del paciente» y el lema «¡Demos voz a los pacientes!». Como afirma la OMS, invertir en la seguridad del paciente permite obtener mejores resultados sanitarios, reducir los costes relacionados con los daños a los pacientes, mejorar la eficiencia de los sistemas de salud y fomentar la confianza de la población en ellos.
Desde el Colegio de Enfermeras de Navarra nos vinculamos con la campaña y hemos adaptado una propuesta, enmarcada en los objetivos propuestos por la OMS, dando participación y protagonismo a las partes interesadas (pacientes, organizaciones de pacientes, enfermeras que participan en la formulación de políticas, enfermeras gestoras y enfermeras asistenciales en los diferentes ámbitos) y, materializado como producto final en nuestro Colegio Profesional, en la publicación de este número monográfico sobre seguridad del paciente.
En esta edición encontrará, entre otras cuestiones, la Declaración de posición sobre seguridad del paciente del CIE 2023, el recorrido por la seguridad del paciente desde los ámbitos internacional, nacional y, dando relevancia al ámbito local. Así mismo, enfermeras gestoras del ámbito público y privado de Navarra presentan sus experiencias de cuidado destacando el papel del paciente como “principal implicado” en su seguridad. De igual manera, se recogen en este número trabajos científicos que han sido realizados por nuestras colegiadas. ¡A todas ellas, gracias!
Completan este número la participación de diferentes instituciones con la iluminación de monumentos y espacios públicos emblemáticos en color naranja, marca distintiva de la campaña y la participación 16 asociaciones de pacientes en el “Desayuno del cuidado: escuchemos la voz de los pacientes”.
Finalmente, agradecemos a todas las partes interesadas su apoyo y participación en este proyecto del Colegio y, parafraseando a Florence Nightingale: «A no ser que progresemos en nuestra enfermería cada año, cada mes, cada semana, les aseguro que estaremos retrocediendo». Así pues, concluyendo con el tema de la campaña de la OMS para este año, la clave reside en dejar huella cuidando al paciente y su familia, donde mis acciones, mi presencia y mi palabra no provoquen daño y para ello, recordemos que el paciente es un asociado activo en el proceso de cuidado. En este sentido, dejemos que los pacientes nos ayuden, facilitarán muchas veces soluciones.
¡Gracias!
Erizaina eta pazientea: segurtasunagatik
elkartuta!
2019tik urtero irailaren 17an OMEk Pazientearen Segurtasunaren Munduko Eguna ospatzen du, eta gai hau osasunaren lehentasuntzat hartzen du, eta mundu osoko osasunsistemak indartzeko funtsezko elementutzat. Abian jarri dituen estrategien barruan, urtero mundu mailako kanpaina bat egiten da, gai desberdin batekin. 2023ko ediziorako, «Pazienteak pazientearen segurtasunean inplikatzea» gaia aukeratu da eta «Eman diezaiegun ahotsa pazienteei!» leloa aukeratu. OMEk dioen bezala, pazientearen segurtasunean inbertitzeak aukera ematen du osasun-emaitza hobeak lortzeko, pazienteei eragindako kalteekin lotutako kostuak murriztea, osasun-sistemen eraginkortasuna hobetzea eta herritarrek haiengan duten konfiantza sustatzea.
Nafarroako Erizainen Elkargotik kanpainarekin lotu gara, eta proposamen bat egokitu dugu, OMEk proposatutako helburuen barruan, alderdi interesdunei (pazienteak, pazienteen erakundeak, politiken formulazioan parte hartzen duten erizainak, erizain kudeatzaileak eta eremu desberdinetako asistentziaerizainak) partaidetza eta protagonismoa emanez, eta gure Elkargo Profesionalean azken produktu gisa gauzatu dugu, pazientearen segurtasunari buruzko zenbaki monografiko hau argitaratzean. Edizio honetan, besteak beste, honako hauek aurkituko dituzu: CIE 2023ko Pazientearen segurtasunari buruzko jarreraadierazpena, pazientearen segurtasunagatik nazioarteko, nazioko eremuetatik egindako bidea, eta tokiko eremuari garrantzia emanez. Era berean, Nafarroako eremu publiko eta pribatuko erizain kudeatzaileek beren zaintza-esperientziak aurkeztu dituzte, eta nabarmendu dute pazientearen rola “inplikatu nagusi” bezala haren segurtasunean. Era berean, zenbaki honetan gure elkargokideek egindako hainbat formatutako lan zientifikoak jasotzen dira. Mila esker guztioi!
Zenbaki hau osatzen dute hainbat erakunderen parte hartzea monumentu eta espazio publiko entzutetsuen argiztapenarekin, laranja kolorez, kanpainaren bereizgarri direnak eta 16 pazienteelkarteren parte-hartzea “Zainketaren gosarian: entzun dezagun pazienteen ahotsa”.
Azkenik, eskerrak eman nahi dizkiet alderdi interesatu guztiei, elkargoaren proiektu honetan parte hartzeagatik eta laguntzeagatik, eta, Florence Nightingale parafraseatuz: « Gure erizaintzan ez badugu aurrera egiten urtero, hilero, astero, atzera egiten ari garela ziurtatzen dizuet ». Beraz, OMEren aurtengo kanpainaren gaiari amaiera emanez, gakoa da aztarna uztea pazientea eta haren familia zainduz, nire ekintzek, nire presentziak eta nire hitzak kalterik eragin ez dezaten, eta, horretarako, gogora dezagun pazientea zainketa-prozesuan kide aktiboa dela. Alde horretatik, utz diezaiegun pazienteei gu laguntzen, konponbideak erraztuko dituzte askotan.
Mila esker!
DECLARACIÓN DE POSICIÓN
Seguridad del paciente
Consejo Internacional de Enfermeras (CIE)
Declaración adoptada en 2002, revisada y modificada en 2012 y 2023
El daño al paciente derivado de cuidados inseguros es una de las principales causas de muerte y discapacidad a nivel global, además de un problema creciente de salud pública. Se calcula que 1 de cada 10 pacientes es víctima de un evento adverso mientras recibe cuidados en los países de renta alta, y 1 de cada 4 en los de renta baja y media, lo cual provoca aproximadamente 2,6 millones de muertes al año[12].El daño, en particular lesiones o la muerte, se produce por cuidados inseguros como errores de medicación, infecciones nosocomiales, procedimientos quirúrgicos inseguros, prácticas de inyecciones inseguras, errores en la identificación de los pacientes, falta de sistemas de derivación, errores diagnósticos, sepsis y coágulos sanguíneos[3]
El objetivo ideal sería cero daños. Sin embargo, hay daños inevitables. Por suerte, los incidentes de seguridad del paciente se pueden evitar ampliamente. Concentrarse en los daños evitables o prevenibles y en su naturaleza permite diseñar estrategias más eficaces al respecto. Las principales fuentes de incidentes de seguridad del paciente son acciones de los profesionales de la salud, fallos del sistema de salud o una combinación de errores cometidos por personas, fallos del sistema y características del paciente[4]. Un elevado número de incidentes ocurre por el diseño o realización de procesos clínicos, por ejemplo, por mala comunicación entre profesionales de la salud que desemboca en pruebas incorrectas y diagnósticos erróneos. En entornos de renta baja y media, el daño al paciente puede deberse a la falta de un mínimo de recursos como carecer de agua corriente o tener un almacenamiento inadecuado para la medicación. Los incidentes de seguridad del paciente ocurren igualmente tanto en atención primaria y ambulatoria como en entornos hospitalarios[5]. Sin embargo, la investigación apunta a que ciertas fuentes de daños prevenibles en entornos de atención primaria y atención de salud mental pue-
den pasar desapercibidas o no incluirse en las mejoras de la seguridad del paciente[4]. Es posible reducir la carga del daño diseñando e implementando estrategias de seguridad del paciente en todos los niveles del sistema de salud de conformidad con principios establecidos y alineados en este ámbito. El concepto de seguridad del paciente se define como un “marco de actividades organizadas que crea culturas, procesos, procedimientos, comportamientos, tecnologías y entornos en la atención de salud que reduce los riesgos y la incidencia del daño de forma consistente y sostenible, además de hacer que los errores sean menos probables y disminuir el impacto del daño cuando este se produce”[3]
RESOLUCIÓN DE LA ASAMBLEA
MUNDIAL DE LA SALUD
La adopción de la resolución de la Asamblea Mundial de la Salud “Acción mundial en pro de la seguridad del paciente” en 2019 marcó un hito para que las acciones globales comenzaran a priorizar esta cuestión como piedra angular de la construcción de sistemas de salud eficaces, eficientes y centrados en las personas que presten cuidados de alta calidad y respetuosos[6]. También se reconoce que la seguridad del paciente es un componente esencial para la consecución de la cobertura sanitaria universal. Al mismo tiempo, para lograr que el daño evitable sea cero, hay que actuar en los demás componentes del fortalecimiento del sistema de salud. Ello implica incrementar la inversión en salud, fortalecer la preparación para emergencias, construir el personal de salud, integrar la salud digital y mejorar el liderazgo y la gobernanza.
A través de la participación del Consejo Internacional de Enfermeras (CIE)
en el Grupo de Trabajo de la OMS de Expertos en Seguridad del Paciente, la dotación segura de personal y la seguridad del personal sanitario son áreas prioritarias en este ámbito. La seguridad de los trabajadores de la salud es una prioridad para la seguridad del paciente y ambas cuestiones están entrelazadas inextricablemente. La violencia y los abusos, el agotamiento, el estrés, las lesiones morales, las enfermedades físicas y el estigma experimentados por el personal de enfermería están asociados a una peor seguridad y calidad de los cuidados[7,8]. La creación de entornos de trabajo seguros y la protección de la salud mental del personal de enfermería y los trabajadores de la salud ofrecen amplios resultados positivos, en particular en materia de prevención del daño, y son fundamentales para prestar cuidados de calidad[9]. El ‘Plan de Acción mundial en pro de la seguridad del paciente’ 2029 de la OMS también reconoce la importancia de construir y mantener una fuerza laboral competente, compasiva y comprometida que opere en un entorno que brinde apoyo de manera que la atención de salud sea segura. El CIE ha suscrito la Carta 2020 “Seguridad de los trabajadores de la salud: una prioridad para la seguridad del paciente”, que insta a los gobiernos y los líderes de los servicios de salud a nivel local a actuar para proteger mejor la salud. La investigación sigue poniendo de relieve que una dotación de personal segura también es un componente esencial de la seguridad del paciente y de la prestación de cuidados de alta calidad y resultados positivos para el mismo[10]. Tener un número óptimo de enfermeras registradas a disposición en todo el continuo de cuidados salva vidas, reduce costes y mejora los resultados de los sistemas. Hay evidencia sustancial que demuestra el efecto de la dotación de enfermeras en la reducción de eventos adversos como la incidencia de úlceras por presión, infecciones, malnutrición y errores de medicación.
El personal de enfermería participa activamente en la prevención del daño al paciente puesto que un elemento clave de su función es promover su seguridad y reducir riesgos en todo el continuo de cuidados. Tal y como se propugna en el Código de ética del CIE para las enfermeras, “las enfermeras facilitan una cultura de la seguridad en los entornos de salud reconociendo y abordando amenazas para las personas y para una prestación de cuidados segura en las consultas, servicios y centros de salud”[11] Como los cuidados de enfermería abarcan todas las áreas de la prestación de atención, el personal de enfermería está bien posicionado para anticipar cuasi accidentes relacionados con la seguridad del paciente, prevenir daños y mejorar la calidad de la atención de salud prestada en los sistemas sanitarios y las poblaciones. Desarrollar una cultura libre de culpa o “cultura justa” y una cultura de la seguridad son elementos centrales para la mejora de la seguridad del paciente. La cultura de la seguridad es un patrón integral de las acciones y comportamientos individuales y organizativos que se basa en creencias y valores compartidos que apoyan a las personas y a las organizaciones para minimizar el daño al paciente[12]. Para lograr una cultura justa, también es fundamental contar con líderes, personal de salud, recursos humanos implicados y comprometidos junto con sistemas de gestión del desempeño. Las actitudes, creencias, valores y habilidades que se defienden en la práctica ética de la profesión y en los estándares profesionales de enfermería como la transparencia de la información, la colaboración de los pacientes y las fa-
gla de enfrentamiento en la planificación y prestación de atención de salud en todos los lugares.
2. Construir sistemas de salud de alta fiabilidad (organizaciones que mantienen sus operaciones excepcionalmente seguras a pesar de la peligrosidad de las condiciones) y organizaciones de salud que protejan a los pacientes frente a daños cada día.
3. Garantizar la seguridad de cada proceso clínico.
4. Colaborar con los pacientes y las familias y empoderarlas para avanzar y apoyar el camino hacia una atención de salud más segura.
“El objetivo ideal sería cero daños. Sin embargo, hay daños inevitables”
milias y la práctica reflexiva contribuyen de forma natural a culturas de seguridad positivas. Como el personal de enfermería conforma la mayor parte del personal de salud, su compromiso con la cultura de la seguridad y su función como agentes del cambio es fundamental para su creación y defensa. Para apoyar al personal de enfermería en esto, los empleadores han de garantizar la existencia de mecanismos para plantear inquietudes de forma segura y oportuna y comprometerse a darles respuesta y solución.
SIETE OBJETIVOS
La profesión de enfermería ha sido una voz importante para la toma de decisiones de forma colaborativa y ha de ser un socio de pleno derecho en todas las estrategias de seguridad del paciente. El Plan de acción mundial en pro de la seguridad del paciente contempla un mundo en el que nadie sufre daños al recibir atención de salud y cada paciente recibe cuidados seguros y respetuosos cada vez en cada lugar, y el personal de enfermería apoya la eliminación de cualquier daño evitable contribuyendo sustancialmente a las estrategias relativas a los siete objetivos de dicho plan de acción[5]:
1. Provocar cero daños evitables a los pacientes es un estado mental y una re-
5. Inspirar, formar, dotar de habilidades y proteger a los trabajadores de la salud para contribuir al diseño y prestación de sistemas de cuidados seguros.
6. Garantizar un flujo constante de información y conocimiento para impulsar la mitigación del riesgo, reducir los daños evitables y mejorar la seguridad de los cuidados.
7. Diseñar y sostener sinergias multisectoriales y multinacionales, alianzas y solidaridad para mejorar la seguridad del paciente y la calidad de los cuidados.
POSICIÓN Y RECOMENDACIONES DEL CIE
Como voz mundial de la enfermería, el CIE:
• Insta a los gobiernos a aumentar sustancialmente las inversiones y la contratación, así como el desarrollo y la formación y retención del personal de salud, en particular en países de renta baja y media, como actuación fundamental para reducir el daño a los pacientes y promover su seguridad.
• Cree que un liderazgo de enfermería con el apoyo y el compromiso adecuados a todos los niveles es esencial para mejorar la seguridad del paciente.
• Cree que es fundamental que el personal de enfermería comprenda la importancia de los mecanismos de riesgo que llevan a cuidados inseguros y cómo se investigan, así como la ciencia de la seguridad del paciente y las acciones para minimizar el riesgo y el daño.
• Insta a los gobiernos a rendir cuentas sobre la existencia de una dotación de personal de enfermería segura y basada en las necesidades, garantizando suficiente financiación y estableciendo una legislación y planificación de los re-
Se calcula que 1 de cada 10 pacientes es víctima de un evento adverso mientras recibe cuidados en los países de renta alta
cursos humanos que asegure una oferta adecuada de trabajadores de la salud para satisfacer las necesidades del paciente y la población.
• Afirma que las organizaciones deben tener una enfermera a nivel ejecutivo para garantizar la prestación de cuidados seguros, de alta calidad y éticos.
• Afirma que las enfermeras administradoras han de ocupar un lugar central y colaborar en el diseño y planificación de programas y actividades sobre la seguridad del paciente.
• Insta a los gobiernos a firmar la Carta de seguridad de los trabajadores de la salud y a actuar de forma urgente y sostenible a través de sus medidas clave.
• Cree que la seguridad del paciente y la seguridad del personal de salud están unidas inextricablemente y que la seguridad de la fuerza laboral ha de estar integrada y alineada con las estrategias y políticas de seguridad del paciente.
• Apoya firmemente una cultura libre de culpa en relación con la seguridad del paciente junto con sistemas transparentes de respuesta y aprendizaje.
• Cree que los pacientes y las familias deben participar activamente en la formulación de políticas y estrategias pertinentes en materia de seguridad del paciente.
• Colabora con asociaciones nacionales de enfermeras e instituciones académicas con el fin de impartir formación basada en competencias en cuestión de seguridad del paciente.
• Anima al trabajo interprofesional en equipo para promover el avance de la calidad y la seguridad fomentando un entorno de trabajo seguro construido sobre la base del respeto mutuo y una toma de decisiones compartida.
• Hace un llamamiento para que el personal de enfermería siga participando en el diálogo mundial sobre la seguridad de los pacientes y en la toma de decisiones, incluidas las mesas políticas, los comités, las comisiones y todas las iniciativas pertinentes.
El CIE anima a las asociaciones nacionales de enfermeras (ANE), en colaboración con sus gobiernos correspondientes, a:
• Contribuir al desarrollo de la legislación sobre seguridad del paciente y garantizar la concienciación y el cumplimiento por parte de empleadores, organizaciones y personal de enfermería.
“Un liderazgo de enfermería con apoyo y compromiso adecuados es esencial para mejorar la seguridad del paciente”
• Abogar por que el personal de enfermería sea miembro clave de grupos de liderazgo clínico que planifiquen, desarrollen e implementen prioridades nacionales para la mejora de la seguridad del paciente.
• Abogar por el uso de sistemas de notificación de incidentes en todos los establecimientos de salud y por políticas y procesos que apoyen la seguridad del paciente sin miedo a represalias y que sostengan y promuevan una cultura de la seguridad.
• Garantizar que los estándares para los planes de estudios de formación de enfermería de pregrado y posgrado contemplan la seguridad del paciente con un planteamiento basado en el equipo interprofesional.
• Colaborar con organizaciones nacionales de seguridad del paciente para fomentar alianzas al respecto con fines de aprendizaje e intercambio recíproco de mejores prácticas.
• Apoyar la colaboración y el empoderamiento de los pacientes y las familias en materia de seguridad del paciente, en particular en el diseño e implementa-
El CIE insta al personal de enfermería a título individual en su función clínica, docente, investigadora, influenciadora e políticas o ejecutiva a:
• Contribuir al establecimiento, mantenimiento y mejora constante de una cultura de seguridad del paciente y a la promulgación de los principios correspondientes en la práctica cotidiana.
• Empoderar a las personas, familias y comunidades para colaborar en la seguridad del paciente.
cionar el seguimiento que corresponda, promoviendo una conducta ética y garantizando una cultura justa cuando se producen errores o cuasi accidentes.
ción de programas y servicios, monitorización y evaluación, establecimiento de políticas y prioridades, así como de gobernanza.
• Apoyar que el personal de enfermería participe en el establecimiento, la creación de sinergias y la ampliación de los sistemas de vigilancia de la seguridad del paciente para contribuir a la información y al conocimiento relacionado con las fuentes de daño evitable y mejorar los procesos. En este sentido, hay que garantizar sistemas de notificación de incidentes que ofrezcan oportunidades para el personal de enfermería en primera línea y para los líderes con el fin de aprender de los incidentes y cuasi accidentes.
• Garantizar que las competencias centrales para la seguridad del paciente forman parte de los estándares regulatorios de la enfermería.
• Abogar por políticas que promuevan los equipos multidisciplinares funcionales, inversión en aprendizaje interprofesional, así como gobernanza y modelos de financiación que sostengan los cuidados basados en el equipo.
• Aprovechar las prioridades políticas de las Orientaciones Estratégicas Mundiales de la Organización Mundial de la Salud sobre Enfermería y Partería para el avance de la seguridad del paciente.
• Conmemorar el Día Mundial de la Seguridad del Paciente anualmente el 17 de septiembre para concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de esta cuestión para la salud de las personas y los sistemas de salud, así como sobre el papel del personal de enfermería para garantizarla.
• Como personal de enfermería líder, preparar y apoyar al personal de enfermería con habilidades para ser líderes fuertes y apasionados en materia de seguridad del paciente y colaborar en el rediseño de los sistemas de salud orientados hacia esta cuestión.
• Emprender acciones adecuadas para salvaguardar a las personas, familias, comunidades y poblaciones cuando un
REFERENCIAS
compañero de trabajo y otra persona, política, práctica o mal uso de la tecnología pone en peligro su salud. • Planificar, anticipar y monitorizar los incidentes de seguridad del paciente y responder oportunamente con empatía y compasión para satisfacer las necesidades urgentes clínicas, emocionales e informativas, así como para propor-
• Defender y participar en el establecimiento, fortalecimiento y uso de informes acerca de incidentes sobre la seguridad del paciente y sistemas de aprendizaje que sean transparentes, confidenciales, fáciles de utilizar y eficaces, además de priorizar la investigación de incidentes, la extracción de lecciones y las actividades de mejora.
• Contribuir a la investigación sobre la seguridad del paciente, así como a iniciativas de mejora de la calidad, logrando que las personas, las familias y las comunidades sean socios activos.
• Diseñar, apoyar y participar en oportunidades formativas relacionadas con la seguridad del paciente en el lugar de trabajo.
1. Slawomirski L, Auraaen A, Klazinga N. The economics of patient safety: strengthening a value-based approach to reducing patient harm at national level. OCDE Health Working Papers No. 96 [Internet]. París: Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos; 2017 [última consulta 1 de junio de 2023]. Disponible en: https://doi.org/10.1787/5a9858cd-en
2 National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine; Health and Medicine Division; Board on Health Care Services; Board on Global Health; Committee on Improving the Quality of Health Care Globally. Crossing the global quality chasm: improving health care worldwide [Internet]. Washington (DC): National Academies Press; 2018 [última consulta 1 de junio de 2023]. Disponible en: https://doi. org/10.17226/25152.
3. Organización Mundial de la Salud. Datos y cifras: Seguridad del paciente [Internet]. Ginebra: Organización Mundial de la Salud; 13 de septiembre de 2019 [última consulta 1 de junio de 2023]. Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/patient-safety.
4. Panagioti M, Khan K, Keers R N, Abuzour A, Phipps D, Kontopantelis E et al. Prevalence, severity, and nature of preventable patient harm across medical care settings: systematic review and meta- analysis. BMJ [Internet]. 2019 [última consulta 1 de junio de 2023]; 366:l4185. Disponible en: doi:10.1136/bmj.l4185 [Translation note: this link doesn’t seem to be active]
5. Organización Mundial de la Salud. Global patient safety action plan 2021-2030: Towards eliminating avoidable harm in health care [Internet]. Ginebra: Organización Mundial de la Salud; 2021 [última consulta 1 de junio de 2023]. Disponible en: https://www.who.int/publications/i/item/9789240032705
6. Organización Mundial de la Salud. Resolución WHA72.6: Acción mundial en pro de la seguridad del paciente [Internet]. Ginebra: Organización Mundial de la Salud; 28 de mayo de 2019 [última consulta 1 de junio de 2023]. Disponible en:https://apps.who.int/gb/ebwha/ pdf_files/WHA72/A72_R6-sp.pdf
7. Consejo Internacional de Enfermeras. Declaración de Posición del CIE: Prevención y gestión de la violencia en el lugar de trabajo [Internet]. Ginebra: Consejo Internacional de Enfermeras; 2017 [última consulta 1 de junio de 2023]. Disponible en: https://www.icn.ch/sites/default/files/inline- files/PS_C_Prevention_mgmt_workplace_violence_Sp_0.pdf
8. Organización Mundial de la Salud. Charter: Health worker safety: A priority for patient safety [Internet]. Ginebra: Organización Mundial de la Salud; 17 de septiembre de 2020 [última consulta 1 de junio de 2023]. Disponible en: https://www.who.int/docs/default-source/ world-patient-safety-day/health- worker-safety-charter-wpsd-17-september-2020-3-1.pdf?sfvrsn=2cb6752d_2
9. Consejo Internacional de Enfermeras. Declaración de Posición del CIE: Salud y seguridad laboral [Internet]. Ginebra: Consejo Internacional de Enfermeras; 2017 [última consulta 1 de junio de 2023]. Disponible en: https://www.icn.ch/sites/default/files/inline- files/PS_C_Occupational_health_safety_Sp.pdf
10. Consejo Internacional de Enfermeras. Declaración de posición: Dotación de enfermeras basada en la evidencia [Internet]. Ginebra: Consejo Internacional de Enfermeras; 2018 [última consulta 1 de junio de 2023]. Disponible en: https://www.icn.ch/sites/default/files/inline- files/PS_C_Evidence%20based%20safe%20nurse%20staffing_Sp_0.pdf
11. Consejo Internacional de Enfermeras. Código de ética del CIE para las enfermeras [Internet]. Ginebra: Consejo Internacional de Enfermeras; 2021 [última consulta 18 de octubre de 2022]. Disponible en: https://www.icn.ch/system/files/2021-10/ICN_Code-of-Ethics_SP_WEB.pdf
12. Canadian Patient Safety Institute. The Safety Competencies: Enhancing Patient Safety Across the Health Professions. 2nd Edition [Internet]. Edmonton, Alberta; marzo de 2020 [última consulta 1 de junio de 2023]. Disponible en: https://www.patientsafetyinstitute.ca/en/tools Resources/safetyCompetencies/Documents/CPSI- SafetyCompetencies_EN_Digital.pdf
competencias centrales para la seguridad del paciente forman parte de los estándares regulatorios de la enfermería
La dotación segura de personal y la seguridad del personal sanitario son áreas prioritarias en este ámbito.
Documentos de consulta sobre seguridad del paciente
DOCUMENTOS DE CONSULTA SOBRE SEGURIDAD DEL PACIENTE
2023: Declaración de Posición sobre Seguridad de Paciente. Consejo Internacional de Enfermeras.
ORDEN FORAL 264E/2016, de 17 de junio, del Consejero del Departamento de Salud, por la que se establece los objetivos y responsabilidades de la Estrategia de Seguridad de Pacientes.
Guía de Recomendaciones para la gestión de la atención al paciente y a los profesionales tras la ocurrencia de un evento adverso Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea 2016
RESOLUCIÓN 125/2019, de 21 de febrero, del Director Gerente del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea, para garantizar la adecuada gestión de los eventos adversos graves que se produzcan como resultado no deseado de la asistencia sanitaria
Edificios y monumentos de Navarra se iluminaron de naranja por el Día Mundial de la Seguridad del Paciente
El Colegio pidió a instituciones navarras que se sumaran a la conmemoración para incidir en la importancia de la seguridad del paciente y visibilizar el trabajo de las enfermeras
Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Seguridad del Paciente, distintos edificios y monumentos emblemáticos de Navarra se iluminaron el pasado 17 de septiembre, de naranja, color identificativo de esta conmemoración, a petición del Colegio de Enfermeras de Navarra. En concreto, esa noche se tiñeron de color naranja las fachadas del Parlamento de Navarra, del Ayuntamiento de Pamplona y de la Casa del Reloj de Tudela. Igualmente, otros dos ayuntamientos se sumaron a la conmemoración: Noain iluminando su acueducto y Puente la Reina-Gares con su puente románico.
El origen de esta iniciativa surgió en 2019 en Ginebra, donde se encuentra la sede de la OMS, ciudad que se sumó a otras 80 poblaciones en todo el mundo para iluminar plazas y monumentos icónicos en color naranja como Día Mundial de la Seguridad del Paciente. El color naranja simbolizó el papel central de los pacientes en el empeño de los países por alcanzar la cobertura sanitaria universal.
Como se sabe, el Día Mundial de la Seguridad del Paciente se celebra el 17 de septiembre de cada año para visibilizar este tema en todo el mundo, promover las acciones encaminadas a prevenir y reducir los daños causados a los pacientes y fomentar la colaboración de la población para que la atención sanitaria sea más segura.
El Colegio pidió a distintas instituciones navarras que se sumaran a esta conmemoración con el fin de incidir en la importancia de la seguridad del paciente y visibilizar el trabajo de las enfermeras en este ámbito.
Ayuntamiento de Pamplona
Puente románico de Puente la Reina-Gares
Acueducto de Noain
Casa del Reloj de Tudela
Dieciséis asociaciones participaron en el encuentro organizado por el Colegio con motivo del Día Mundial de la Seguridad del Paciente
Bajo el título “Desayuno del cuidado: escuchemos la voz de los pacientes”, la jornada sirvió para intercambiar enfoques y experiencias entre asociaciones y enfermeras sobre la seguridad en la asistencia sanitaria
Dieciséis asociaciones navarras de pacientes participaron en el encuentro organizado el día 21 de septiembre por el Colegio con motivo del Día Mundial de la Seguridad del Paciente. En concreto, “Demos voz a los pacientes” ha sido el lema elegido por la OMS para la conmemoración de este año, motivo por el que el Colegio promovió esta jornada. Bajo el título “Desayuno del cuidado: escuchemos la voz de los pacientes”, la sede del Colegio en Pamplona acogió una sesión en la que estuvieron representadas la Asociación Española contra el Cáncer (AECC Navarra), la Asociación de Esclerosis Múltiple (EM Navarra), Asociación para la Lucha contra las Enfermedades Renales (ALCER Navarra), Asociación Navarra de Diabetes (ANADI), Asociación Navarra de Lupus (ADELUNA), Asociación Navarra de Cáncer de Mama Saray, Asociación de Enfermos de Crohn y Colitis Ulcerosa (ACCU Navarra), Asociación de Celiacos de Navarra, Asociación Navarra contra la Fibrosis Quística (FQ Navarra), Asociación Navarra para el tratamiento y estudio del Déficit de Atención, Hiperactividad e Impulsividad (ADHI Navarra), Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE), Asociación Fibromialgia, Síndrome de Fatiga Crónica y Síndrome de Sensibilidad Química Múltiple (AFINA), Atención a las Personas con Parálisis Cerebral (ASPACE Navarra), Asociación de Familias de Personas con Discapacidad Auditiva Eunate, Asociación de Daño Cerebral Adquirido Infantil Hiru Hamabi y Asociación Navarra de Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica (FRIDA).
IMPLICACIÓN DE LOS PACIENTES EN EL SISTEMA DE SALUD
La presidenta del Colegio, Isabel Iturrioz, dio la bienvenida a la treintena de miembros de asociaciones de pacientes que acudieron a la sede colegial. Agradeció la respuesta a la invitación y se mostró convencida de que la jornada era un punto de arranque “para la colaboración entre las asociaciones de pacientes y el Colegio de Enfermeras”.
A continuación, intervino Álex Echeverri, vocal del Colegio, quien se centró en el tema de la campaña del Día Mundial de la Seguridad de Paciente de este año, que concede el protagonismo a la participación de los pacientes. Según datos de la OMS, indicó que “uno de cada diez pacientes resulta dañado cuando recibe atención de salud y, cada año, más de tres millones de personas fallecen como con-
Insistió en la necesidad de implicación de pacientes, familias y cuidadores. Por ello, el vocal del Colegio les pidió que fueran “asociados activos en la atención de salud que reciben, porque la seguridad empieza por uno mismo”. En esta línea, les animó a que, como pacientes, participen, acompañados por el profesional sanitario, en “la toma de decisiones sobre la atención de salud que quieren recibir”.
ASOCIACIONES Y ENFERMERAS
secuencia de ello”. Añadió que “más de la mitad de estos daños (es decir, en uno de cada veinte pacientes) se pueden prevenir y la mitad se debe a medicamentos”. Recordó la importancia de “dar más voz al conjunto de los pacientes para una atención más segura”, tal como apunta la OMS, organización que apuesta por “apoyar a los pacientes y a sus familias o cuidadores para que se involucren en el sistema de salud a todos los niveles y participen en el diseño de unos servicios de salud seguros, de calidad y centrados en las personas”. Álex Echeverri pidió “dejar que los pacientes ayuden, pues facilitarán muchas veces soluciones”. En este sentido, en representación de las enfermeras y enfermeros de Navarra, aseguró a las asociaciones de pacientes que “en el Colegio estamos convencidos de que vosotros y vuestras familias sois nuestros aliados”.
Posteriormente, las distintas asociaciones de pacientes fueron presentando brevemente su actividad, con testimonios de pacientes en algunos casos. Igualmente detallaron cómo es su relación con las enfermeras en el sistema sanitario e hicieron peticiones concretas sobre posibles puntos de mejora.
Intervinieron también cuatro enfermeras que explicaron en qué consiste su trabajo dentro de tres de las asociaciones: Arantza Goñi y Aida Filgueira (ASPACE), Isabel San Martín (ANADI) y Leticia Molano (EM Navarra).
En la sesión tomaron parte igualmente la secretaria del Colegio, Rosalía Iglesias, y la vocal Eva Juez-Sarmiento. El encuentro se cerró con el ofrecimiento por parte de la presidenta Isabel Iturrioz y del vocal Álex Echeverri a que las asociaciones publiquen artículos en el blog del Colegio “Enfermería en movimiento” para darse a conocer entre las enfermeras y enfermeros de Navarra. Asimismo, Colegio y asociaciones coincidieron en repetir el encuentro el 17 de septiembre del próximo año, Día Mundial de la Seguridad del Paciente.
Representantes de las asociaciones de pacientes y del Colegio que participaron en la jornada
Isabel Iturrioz dio la bienvenida y agradeció la respuesta a la invitación Álex Echeverri, vocal del Colegio, durante la presentación que hizo en la jornada
Los representantes de los pacientes presentaron su actividad
Un momento del desayuno compartido con las asociaciones de pacientes
Recorrido por la Seguridad del Paciente
Aránzazu Elizondo Sotro. Jefa de Sección de Calidad Asistencial y Seguridad Clínica. Servicio de Efectividad y Seguridad Asistencial. Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea
La Seguridad del Paciente es un componente de la calidad asistencial que, por su carácter trasversal, está implícito en todas las acciones de la práctica asistencial. La OMS, en su última actualización de 2021, lo define como “un marco de actividades organizadas que crea culturas, procesos, procedimientos, comportamientos, tecnologías y entornos en la atención de salud que disminuyen los riesgos de forma constante y sostenible, reducen la aparición de daños evitables, que hacen que sea menos probable que se cometan errores y atenúan el impacto de los daños cuando se producen”
No cabe duda de que la asistencia sanitaria es cada vez más compleja, la población más envejecida, ha aumentado la cronicidad y la pluripatología, se incorporan nuevos avances tecnológicos y de tratamiento que ofrecen nuevas oportunidades, pero también aparecen nuevos riesgos, se dispensa en diferentes entornos, unos muy estandarizados y otros que requieren mayor flexibilidad, inmediatez y adaptación. A ello se añade la necesidad del paciente de desplazarse por todo el sistema sanitario y entra en contacto con muchos profesionales. Este devenir por el sistema sanitario pone en valor la importancia de una adecuada transición asistencial de la información y la necesaria implicación del paciente en su seguridad.
EL ORIGEN, EN ESTADOS UNIDOS
A lo largo de la historia de la medicina se describen múltiples esfuerzos para mejorar la seguridad, pero el origen del interés actual por la Seguridad del Paciente comienza en EEUU, en la denominada década de la mala praxis (1970), donde el incremento de los costes asociado a las demandas ponía en peligro la viabilidad del sistema sanitario. Era necesario analizar las circunstancias asociadas para poder revertirla y en 1991 se publica
el “Harvard Medical Practice Study” en el New England Journal of Medecine que se convierte en el estudio germinal sobre eventos adversos (EA) asociados a la hospitalización.
En 1999, el Instituto de Medicina de EEUU, publica el informe “To err is human: Building a safer Health System” que cuantifica el número de muertos anuales por causas relacionadas con la asistencia sanitaria. Pero lo que genera un gran impacto es que se concluye que el 50% de ellas se consideran evitables. En este contexto, en el año 2000 se publica en BMJ el artículo del “Modelo del error humano de Reason”. Estos dos hechos constituyen los dos hitos que generan un cambio en el enfoque del error y la seguridad del paciente. El enfoque cambia de estar centrado en la persona a centrarse en el sistema. Hasta este momento, se considera que los errores se producen por actos producidos por las personas por olvidos, despistes, imprudencias o incumplimientos de los procedimientos y todos los esfuerzos estaban dirigidos a reducir la variabilidad del comportamiento humano pero los resultados obtenidos no eran los deseados. Se observa que los mejores pro-
de septiembre el día Mundial de la Seguridad del Paciente con énfasis en un lema anual.
fesionales cometen los peores errores y que estos se repiten y presentan patrones recurrentes independientemente de las personas implicadas. Estas observaciones llevan a modificar la perspectiva de los errores. Su principal valor consiste en aceptar que los seres humanos son falibles, que cometerán errores y que su origen no está en la malicia, sino que son consecuencia del diseño de los procesos de la organización, en definitiva, un enfoque centrado en el sistema. Desde esta perspectiva, se analizan las condiciones del entorno laboral y se intentan construir las defensas para evitar que sucedan los errores, o mitigar los efectos con el fin de proteger a las potenciales víctimas. En la mayoría de los casos estas barreras son efectivas, pero en ocasiones presentan agujeros (caracterizados con el modelo del queso suizo) que permiten que en condiciones adecuadas se produzca el error.
INICIATIVAS MUNDIALES DESDE
2002
En mayo del año 2002, la 55ª Asamblea Mundial de la Salud aprobó la resolución, en la que se pide a los estados miembros “que presten la mayor atención posible al problema de la seguridad del paciente y establezcan y consoliden sistemas de base científica, necesarios para mejorar la seguridad de los pacientes y la calidad de la atención sanitaria”. En 2004, se crea la Alianza Mundial para la Seguridad del Paciente, que desde el año 2021 ha pasado a denominarse Programa de Seguridad del Paciente, con el fin de liderar en el ámbito internacional programas para mejorar la asistencia sanitaria mundial e implicar a todos los países en la seguridad del paciente. En sus objetivos está la formulación de políticas, el fomento de prácticas adecuadas e impulsar el logro de mejoras. En mayo de 2019, se proclama el día 17
En 2021, se adoptó el “Plan de Acción Global para la Seguridad del Paciente 2021-2030” con el objetivo de proporcionar una dirección estratégica para eliminar los daños evitables en la atención sanitaria y mejorar la seguridad del paciente en todos los países del mundo. Este Plan incluye siete objetivos estratégicos, que constituyen la hoja de ruta y uno de ellos es: “involucrar y empoderar a los pacientes y a sus familias para lograr una atención más segura”.
En este escenario los países plantean acciones y programas para implicar a los hospitales, se lanzan campañas como la mundialmente conocida “Campaña 100.000 vidas” para evitar muertes prevenibles con buenos resultados. Las principales organizaciones internacionales, como la OMS y Joint Comission, identifican acciones prioritarias para lograr una mejora en la calidad en las que invertir los esfuerzos.
La OMS selecciona un tema de gran impacto y establece un plan de acción en forma de reto mundial. El primer reto mundial fue lanzado en el año 2005, “una atención limpia es una atención más segura” con el fin de prevenir las infecciones relacionadas con la atención sanitaria y su mensaje fundamental se basa en promover medidas sencillas con impacto. La medida más sencilla y más efectiva es la higiene de manos. El segundo reto mundial, en 2008, fue “la cirugía segura salva vidas”, centrando su atención en cuatro áreas concretas: prevención de infecciones, seguridad en la anestesia, seguridad en los equipos quirúrgicos y la vigilancia sistemática. Para ello también desarrolla una medida sencilla como es el listado de verificación quirúrgica. El tercer reto mundial, en 2017, es “Medicación sin daño” ya que las prácticas poco seguras
“El
origen del interés actual por la Seguridad del Paciente comienza en EEUU, en la denominada década de la mala praxis (1970)”
figuran entre las principales causas de lesiones y de daños evitables en el mundo. Estos errores pueden producirse en todas las etapas del proceso como son la prescripción, transcripción, dispensación, administración y control. La OMS invita a las entidades y profesionales a desarrollar acciones conjuntas para reducir los eventos adversos relacionados con la medicación un 50% en 5 años. El marco de actuación se prioriza en tres áreas: polimedicación inapropiada, las transiciones asistenciales y las situaciones de riesgo y las acciones de mejora sobre cuatro pilares: pacientes y ciudadanía, medicamentos, profesionales sanitarios y sistemas y prácticas relacionadas con la medicación.
EL PRIMER ESTUDIO NACIONAL, EN 2005
A nivel nacional, el Ministerio de Sanidad asume el liderazgo y en su responsa-
bilidad de mejorar la calidad del sistema sanitario en coordinación con las CCAA, como establece la Ley 16/2003, de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud, ha situado la seguridad del paciente en el centro de las políticas sanitarias como un elemento clave. En 2005, el Ministerio de Sanidad (MSCBS) financia el primer estudio nacional para conocer y analizar la frecuencia y el tipo de incidentes de seguridad que suceden en el medio hospitalario (ENEAS 2005) que tuvo un gran impacto nacional e internacional por su gran alcance y estima que la incidencia de EA relacionados con la asistencia sanitaria es de un 9,3% y se concluye que el 42,8% son evitables y determina las causas que los producen. Posteriormente se realizaron distintos estudios en otras áreas asistenciales como las unidades de críticos (SYREC 2007), atención primaria (APEAS 2008), urgencias (EVADUR 2009) y el medio Sociosanitario (EARCAS 2011).
El MSCBS promueve la estrategia de Seguridad del paciente del Sistema Nacional de Salud alineada con las recomendaciones internacionales de la OMS, a partir de la mejor evidencia disponible y dispone de un sistema de evaluación consensuado con las comunidades autónomas que permite medir de manera estandarizada el alcance.
Actualmente el MSCBS y las CCAA están actualizando sus estrategias siguiendo las directrices del plan de Acción Mundial de la OMS y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU para 2030.
Aránzazu Elizondo
“Medicación sin daño” fue el tercer reto mundial propuesto por la OMS en 2017
Ariadna Creus y Àngel García (Banc d’Imatges Infermeres)
LA SEGURIDAD, INCLUIDA EN EL PLAN DE SALUD 2014-2020 DE NAVARRA
“Un abordaje integral de los incidentes de seguridad minimiza las consecuencias y permite avanzar hacia organizaciones más seguras”
En Navarra, el Plan de Salud 20142020 incorpora por primera vez la Seguridad del paciente como una de sus 12 estrategias priorizadas. En la Orden Foral 32/2015, se establecen los objetivos y responsabilidades. Se estructura en 6 líneas estratégicas: prevención de las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria, prevención de los errores asociados a Medicamentos y dispositivos sanitarios, prevención de complicaciones en el área quirúrgica y anestesia, prevención de las complicaciones en relación con los cuidados sanitarios, prevención de complicaciones en áreas asistenciales médicas y de diagnóstico y sistema de identificación inequívoca y de comunicación con los pacientes y sistema de notificación y aprendizaje de incidentes. Una de las acciones ha sido cohesionar las intervenciones en Seguridad del paciente en los distintos ámbitos del SNS-O. La estructura está configurada con la Sección de Calidad asistencial y seguridad clínica, un Comité de seguridad del paciente y comisiones de seguridad en cada una de las áreas y directamente relacionada con el resto de estrategias del Plan de salud. Cada una de las líneas estratégicas se materializa y ejecuta a través de la implementación de diferentes buenas prácticas y acciones que se monitorizan y evalúan por los indicadores seleccionados e incorporados en los contratos de gestión. Estas buenas prácticas las definen las organizaciones internacionales como aquellas recomendaciones formalizadas y explicitas en un documento firmado por una agencia responsable con carácter de recomendación y sus características son: ser generalizables, con alta probabilidad de tener beneficios para la seguridad del paciente si están plenamente implantadas, carácter sólido en evidencia de disminución de riesgos y baja complejidad de implementación. Para poder abordar de manera concreta los puntos clave de las organizaciones es necesario manifestar el compromiso de la organización con la seguridad del paciente potenciar la notificación de incidentes, analizar los factores que han intervenido,
conocer los puntos débiles para planificar y diseñar las acciones de mejora con el fin de que los incidentes no vuelvan a suceder o minimizar sus efectos si suceden. Los profesionales de enfermería, por el riesgo que implican los cuidados, el volumen de cuidados que se dispensan, por su situación estratégica y alcance en relación directa con los pacientes y por su transversalidad en todos los procesos, constituyen un pilar fundamental en la implicación y abordaje en la cultura de seguridad del paciente. Entre todas estas acciones es necesario incrementar el compromiso de los profesionales con la seguridad del paciente a través de medidas de difusión, formación y adquisición de competencias.
En esta línea, en los últimos años se realiza una jornada anual para dar visibilidad a las acciones realizadas en las diferentes áreas relacionadas con la seguridad del paciente y compartir experiencias. Por otro lado, una vez que se produce un incidente es necesario establecer una metodología protocolizada y rigurosa para una gestión del riesgo de manera adecuada, ofrecer en primer lugar, atención al paciente y a su familia, y en segundo lugar a los profesionales que se convierten en las segundas victimas del proceso. Un abordaje integral de los incidentes de seguridad minimiza las consecuencias y permite avanzar hacia organizaciones más seguras.
LÍNEAS ESTRATÉGICAS Y ACCIONES MÁS RELEVANTES DE LA ESTRATEGIA DE SEGURIDAD DEL PACIENTE DEL SNS-O
1. Prevención de las infecciones asociadas a la asistencia sanitaria
Higiene de Manos y medidas de precaución basadas en la transmisión (aislamientos)
• Precauciones estándar
• Aislamientos de contacto
• Otras…
Vigilancia, prevención y control de la infección relacionada con la asistencia sanitaria Estudios de prevalencia (EPINE)
Vigilancia y control de microorganismos multirresistentes o de especial relevancia clínico epidemiológica
Infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria en las unidades de cuidados intensivos de adultos y pediatría
Programa de optimización de antibióticos (PROA)
Proyecto de prevención de infecciones asociadas a dispositivos en UCI. Proyectos Zero
• Bacteriemia Zero
• Neumonía Zero
• Infección del tracto urinario asociado a catéter urinario Zero (ITU Zero)
• Resistencia Zero
Flebitis Zero
Proyecto Infección quirúrgica Zero (IQZ)
Código Sepsis
2. Prevención de errores de medicación y en dispositivos sanitarios
Conciliación de la medicación al alta hospitalaria
Conciliación de la medicación para evitar los efectos de la sobremedicación
Conciliación de la medicación al ingreso hospitalario de los pacientes de urgencias, Hospital de día, salud mental, pacientes frailes, UCI y geriatría
Sistemas expertos y ayudas para la prescripción • SAPE
• OBSERVA
• FARHO
Programa de prevención de errores de preparación y administración
• Uso seguro del medicamento: revisiones, intervención, conciliación en todos los pacientes ingresados
• Preparación centralizada de medicamentos intravenosos y nutrición enteral Asistente cuantitativo y cualitativo
• Actualización de la guía de administración de medicamentos parenterales
• Revisión de botiquines en unidades de hospitalización en HGO
• Visualización en IRATI de la peligrosidad del medicamento
• Actualizar y aplicar protocolos de preparación y administración en las unidades de hospitalización
• Dispensación segura de medicamentos a domicilio
• Sistemas expertos en identificación inequívoca de pacientes y medicación
• Prácticas seguras de MARS: limitar número de presentaciones y concentraciones disponibles
• Revisión farmacoterapéutica del paciente geriátrico ingresado, o pacientes de UCI
• Integraciones informáticas
Participación de los pacientes en su medicación. Educación en medicamentos a pacientes y cuidadores
• 5 momentos
• Guía para los profesionales
Reducción de las reacciones a alimentos Diseño e implementación de ANDIA ALERGIAS
La prevención de complicaciones en el área quirúrgica y anestesia, una de las líneas del Plan de Salud de Navarra 2024-2020
Estrategias de optimización de la medicación
COLABORACIONES
• Implementadas a través de OBSERVA de manera poblacional
• Implementadas de manera individualizada> benzadiacepinas, fármacos de demencia
Desarrollo e implantación ANDIA prescripción
Seguridad transfusional
3. Prevención de complicaciones en el área quirúrgica y anestesia
Programa de cirugía segura
Vía RICA
Verificación quirúrgica
Protocolo marcado quirúrgico
Prevención del riesgo tromboembólico y hemorrágico
4. Prevención de complicaciones en relación con los cuidados sanitarios
Prevención de caídas
Prevención de lesiones relacionadas con la dependencia, heridas crónicas
Procedimientos de cuidados de enfermería
Prevención del deterioro asociado a la estancia hospitalaria
Adecuado manejo del dolor
Informe de continuidad del Cuidados
Educación al paciente
• Protocolo unificado
• Comisión de apósitos
• Síndrome confusional
• Prevención de la desnutrición relacionada con la enfermedad
• Prevención de la neumonía por aspiración y disfagia
Participa activamente en el ingreso
5. Programa de prevención de complicaciones en áreas asistenciales médicas y de diagnóstico
Seguridad en las transiciones asistenciales Protocolo IMASER
Plan de atención a la urgencia vital
Sistema de codificación de alergias
Andia Alergias
Protocolo unificado de manejo adecuado de la TAO Manejo perioperatorio de pacientes anticoagulados o antiagregados
Medidas técnicas y protocolos de indicación clínica para disminuir las radiaciones ionizantes
• Adecuación de pruebas radiológicas complementarias
• Análisis de riesgo en radioterapia externa
Comisión Mejora de la adecuación dela práctica asistencial y clínica (MAPAC)
Hospitalizaciones potencialmente evitables
Recomendaciones “No Hacer”
6. Sistema de identificación inequívoca y Notificación
Comisiónes de Seguridad del paciente
Planes de respuesta ante un evento adverso grave
Identificación inequívoca
Mejora de la comunicación
• Identificación inequívoca del recién nacido
• Identificación inequívoca del paciente y sus muestras biológicas
Protocolo de acompañamiento de los pacientes “Siempre conmigo”
Sistema de identificación y aprendizaje de incidentes de seguridad
7. Difusión cultura de seguridad
Becas de intensificación
Jornadas de Seguridad de Paciente
Formación
Básica en seguridad del paciente
Notificación de eventos adversos
Gestión del riesgo
Segundas víctimas
Higiene de manos
COLABORACIONES
HOSPITAL UNIVERSITARIO DE NAVARRA
Participación de las enfermeras en la Estrategia de Seguridad del Paciente
INTRODUCCIÓN
Según la Organización Mundial de la Salud, la seguridad del paciente es una disciplina de la atención de la salud que surge con la evolución de la complejidad de los sistemas de atención y el consiguiente aumento de los daños a los pacientes en los centros sanitarios. Su objetivo es prevenir y reducir los riesgos, errores y daños que sufren los pacientes durante la prestación de la asistencia sanitaria. El Hospital Universitario de Navarra (HUN) diseñó la Estrategia de Seguridad del Paciente en el año 2020 con una implicación y participación enfermera activa clave para su desarrollo. El objetivo de este artículo es dar a conocer la implicación y participación de las enfermeras del HUN en la seguridad del paciente.
METODO
A través de una revisión de la estrategia se ha realizado estudio descriptivo retrospectivo de las acciones implementadas con participación enfermera.
RESULTADOS
La Estrategia de Seguridad del Paciente del HUN cuenta con ocho programas específicos de los que derivan 38 líneas que se detallan en la Tabla 1 (Anexo). Ha sido diseñada por la Comisión de Seguridad del Paciente, formada por un equipo multidisciplinar con enfermeras. Todas las líneas de trabajo engloban diferentes prácticas seguras entre las que destacan por su participación enfermera las siguientes:
Sistema de identificación inequívoca de pacientes y muestras
• Sistema de trazabilidad de leche materna (electrónico en desarrollo) en la Unidad de Neonatología para mejorar el que ya se lleva a cabo de forma manual. Para su puesta en marcha se forma e implica directamente a padres y madres de los niños.
• Programa “Siempre conmigo”, que promueve el acompañamiento de los recién nacidos en las plantas de maternidad. Esta medida se lleva a cabo conjuntamente con la familia del recién nacido
• Se ha implementado en urgencias y el bloque quirúrgico el sistema de geolocalización de pacientes que aporta información detallada de la ubicación del paciente en cada momento. De esta forma, la familia está informada a través de una sencilla aplicación.
Prevención de la infección Se han llevado a cabo:
• Cursos de formación: Bacteriemia Zero a todo el personal de nueva incorporación de las unidades de críticos.
• Actualización recomendaciones al paciente y familiares sobre “precauciones de aislamiento y otras medidas higiénicas” que se entregan durante el ingreso y al alta a paciente y familia.
• Derivada de una iniciativa del Servicio
de Medicina Preventiva se ha llevado a cabo la colocación del conjunto de medidas denominado triada: solución hidroalcohólica, guantes y papelera dentro cada habitación para uso de paciente, familia y profesionales.
• Mejora de registros de cuidados en los distintos sistemas informáticos: o Valoración/revisión y registro en cada turno de la adecuación/incidencias en el mantenimiento del sondaje vesical.
o Estandarización del registro documental para inserción/mantenimiento de vías centrales.
o Valoración y registro sistemático del riesgo de aspiración, disfagia, dieta indicada y otras medidas preventivas, al ingreso y periódica, en unidades de alto riesgo de aspiración.
Uso seguro de la medicación
Se está trabajando con los equipos de enfermería en la práctica de “Los 5 correctos” que incide en minimizar los
Equipo de Dirección de Cuidados Sanitarios del Hospital Universitario de Navarra
Primera fila, desde la izquierda: Marta Ancín, Ana Mariñelarena, Raquel Arlegui; segunda fila: Reyes Medrano, Elena Sota y Oihane Vieira; tercera fila, Nerea Elizondo, María Araiz y Beatriz Schulz
errores en la preparación y administración de medicación. Para ello se han elaborado infografías presentes en todas las unidades. En uno de los pasos se procede a la comprobación del nombre por parte del propio paciente o familia.
Prevención de complicaciones en relación con el cuidado del paciente
Destacan en esta línea todas las acciones llevadas a cabo en cuanto a:
• Prevención de las caídas:
o Se ha desarrollado un proyecto de investigación becado por el Departamento de Salud basado en un ensayo cuasiexperimental relacionado con el uso de las barandillas de la cama hospitalaria.
o Se ha mejorado el registro de caídas con el diseño de una ficha específica para ello en la historia clínica informatizada.
o Desde el ingreso se informa a paciente y familia del riesgo y medidas preventivas de caídas durante la estancia hospitalaria.
• Prevención de úlceras de presión: se ha implementado una Guía de Buenas Prácticas que ha derivado en mejoras en el registro y detección precoz de las mismas.
• Prevención de malnutrición: se ha revisado el algoritmo de valoración del riesgo de desnutrición que ha derivado en un incremento en la realización del cribado en
las unidades de hospitalización. En el registro de la ingesta diaria de alimentación durante el ingreso se implica a paciente y familia.
Cirugía segura
Hay participación activa en la cumplimentación del Listado de Verificación
Quirúrgica a todos los pacientes. Uno de los pasos incluye el marcaje de la zona a intervenir en el que colabora el paciente confirmando, por ejemplo, la lateralidad de la extremidad a intervenir.
Mejora de la información e implicación en seguridad de profesionales Se está trabajando activamente en la implicación de los profesionales en la seguridad con las siguientes iniciativas:
• Identificación de responsables de seguridad en cada unidad
• Formación para integrar el equipo de gestores del Sistema de Notificación de Eventos Adversos (SINASP).
• Se está diseñando un programa de rondas de seguridad en las unidades de enfermería, tanto de hospitalización como unidades especiales.
CONCLUSIÓN
Tras el análisis de los datos presentados, podemos concluir que los profesionales de enfermería participan de forma activa en las iniciativas y estrategias de seguridad del paciente, implicando cada vez más al propio paciente y familia, siendo en muchas de ellas una pieza clave para el desarrollo de las mismas. Este tipo de prácticas otorgan al paciente el liderazgo de sus cuidados y contribuyen, además de a la seguridad del paciente, a la sostenibilidad del sistema sanitario.
ÁREAS PROGRAMA DENOMINACIÓN LÍNEAS DENOMINACIÓN
Identificación de pacientes
Identificación de cuidadores
Sistema de identificación inequívoca de pacientes y muestras
Identificación de peticiones y muestras
Trazabilidad de muestras de reproducción asistida
Trazabilidad y gestión de leche materna
Prescripción de las dietas desde HCI a las dietas actuales
Integración HCI/Irati/Dietools
Precauciones estándar en la atención a todos los pacientes y precauciones basadas en la transmisión
Prevención de la infección urinaria asociada a sondaje urinario
Prefención de las infecciones relacionadas con accesos intravasculares
Prevención de la infección
Prevención de las neumonías intrashospitalarias
Vigilancia y control de microorganismos mutirresistentes y de especial relevancia
epidemiológica
Utilización adecuada de antibióticos
Actuación y control de enfermedades infecciosas de alto riesgo
Promoción de prácticas clínicas seguras
Uso seguro de la medicación
Promoción de la cultura de seguridad y gestión de riesgos
Prevención de complicaciones en relación con el cuidado del paciente
Reacciones adversas a medicamentos
Medicamentos de alto riesgo
Conciliación de la medicación
Integración de sistemas de prescripción/administración electrónica
Prevención de las caídas
Prevención de úlceras de presión
Prevención de malnutrición
Prevención de conductas suicidas
Prevención de autoretirada de dispositivos (sondas, cánulas, accesos venosos)
Prevención de discapacidad por encamamiento
Comunicación de soluciones clínicas
Prevención de complicaciones perioperatorias
Cirugía segura
Evitar intervenciones diagnósticas o terapéuticas innecesarias
Mejora de la información e implicación en seguridad de profesionales
Prevención de la enfermedad tromboembólica
Prevención de la infección del lugar quirúrgico
Seguimiento MAPAC (mejora de la adecuación de la práctica asistencial clínica)
Uso óptimo de componentes sanguíneos
Disminución de radiaciones ionizantes
Implicación de los profesionales en la seguridad
Formación e investigación en seguridad
Desarrollo de herramientas de gestión en seguridad dirigidas a profesionales
Observación directa
Segundas víctimas
Clima de seguirdad
Mejora de la información e implicación en seguridad de pacientes y cuidadores
Voz del paciente en la seguridad
Formación e información a pacientes y cuidadores
Edificios del Hospital Universitario de Navarra
Díptico “Siempre conmigo”, elaborado porel Servicio de Partos y servicios centrales
TABLA 1
CLÍNICA UNIVERSIDAD DE NAVARRA
Plan de seguridad clínica en la CUN
Juana
Labiano Turrillas Directora del Servicio de Calidad. Clínica Universidad de Navarra
La Seguridad de los pacientes es una dimensión de la Calidad de gran relevancia. Se define ésta como la “prevención del daño a los pacientes”. Es decir, proporcionar una asistencia libre de lesiones prevenibles o accidentales producidas por la atención sanitaria.
La Clínica Universidad de Navarra (CUN) dispone de una estrategia de Seguridad del Paciente desarrollada desde el año 2004 en sucesivos planes trienales. La finalidad del Plan de Seguridad es disminuir la morbimortalidad de los pacientes derivada de la atención sanitaria y sus objetivos están orientados a promover y mejorar la cultura de la seguridad, llevando a cabo una gestión del riesgo clínico ambiciosa; implementando prácticas seguras e incidiendo en la formación e implicación de los profesionales y, en la medida de lo posible, de los pacientes.
Las prácticas incluidas en el plan están basadas en la evidencia científica y tienen un importante impacto en la asistencia por la prevalencia y severidad de los problemas que pretende evitar.
EL PLAN DE SEGURIDAD VIGENTE EN LA ACTUALIDAD (2021/2024) CONTIENE COMO OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
1. MEJORAR LA IDENTIFICACIÓN CORRECTA DEL PACIENTE
Las deficiencias en la identificación de los pacientes comportan riesgos de los que pueden derivarse, desde diagnósticos erróneos, hasta la realización de pruebas o intervenciones quirúrgicas, o administración de medicamentos o hemoderivados a pacientes equivocados.
En la CUN se ha priorizado la implantación de herramientas que mejoren la seguridad en la administración de medicamentos de alto riesgo y la identificación de las muestras mediante el uso de sistemas automáticos de identificación.
2. MEJORAR LA COMUNICACIÓN EFECTIVA
La comunicación en sus distintas formas (escrita y oral) es la vía a través de la cual se coordinan los profesionales. Los fallos en la comunicación constituyen una de las principales causas de los incidentes y eventos adversos.
En la CUN se ha priorizado impulsar la utilización de herramientas de comunicación estructurada (ej: SBAR) para mejorar la trasmisión de información del paciente en los traslados desde ámbitos como la URPA (Unidad de Recuperación Postanestésica) y el Servicio de Urgencias.
3. GARANTIZAR LA SEGURIDAD EN LA CIRUGÍA Y PROCEDIMIENTOS INTERVENCIONISTAS/INVASIVOS
La implantación efectiva del Listado de Verificación del paciente correcto, procedimiento correcto y sitio correcto es una medida simple, eficiente y efectiva para mejorar la seguridad en los procedimientos invasivos.
Tras la aplicación adecuada del time-out (también conocido como PAUSA), se ha priorizado la implantación y correcta realización del sign-out, que consiste en un proceso final de verificación de seguridad que se realiza antes de que el pacien-
te abandone la sala donde se ha realizado la cirugía o procedimiento intervencionista/invasivo.
4. POTENCIAR LA CONCILIACIÓN DE LA MEDICACIÓN
La conciliación de la medicación en el hospital es el proceso de compatibilizar o adecuar la medicación habitual del paciente con la medicación prescrita en el hospital. La falta de esta información precisa y completa, y las discrepancias no justificadas entre la medicación previa al ingreso y la recibida durante el mismo tienen consecuencias negativas para los pacientes.
Se ha priorizado mejorar la implantación del modelo de conciliación definido en la Clínica tanto al ingreso, como en las transiciones asistenciales y al alta del paciente. La mejora consiste en adecuar el sistema informático CUN para facilitar la realización de la conciliación de la medicación y su registro.
5. MINIMIZAR EL RIESGO DE INFECCIÓN ASOCIADO A LA ASISTENCIA SANITARIA
La prevención y el control de infecciones, entre las que se encuentran aquellas asociadas a la asistencia sanitaria, son un desafío en la mayoría de los entornos de atención de la salud.
Se ha demostrado que la aplicación de paquetes de medidas o bundles (conjunto de prácticas clínicas) de prevención y control de la infección basados en la evidencia tienen un mayor impacto en la reducción del riesgo de infección que cuando dichas intervenciones se implementan individualmente.
Se ha priorizado la implantación de intervenciones basadas en la evidencia para prevenir el riesgo de infección hospitalaria y la evaluación, mediante observación directa, de la adherencia de los profesionales a dichas medidas en la higiene de manos, pacientes con catéter
venoso central, sonda vesical y ventilación mecánica.
6. PROMOVER LA CULTURA DE SEGURIDAD
La cultura de seguridad se define como el conjunto de valores y normas comunes a los individuos dentro de una misma organización e implica un modelo compartido que posiciona la seguridad del paciente como un objetivo común a perseguir. Aumentar la cultura de seguridad implica un cambio encaminado a considerar que los errores no sean considerados fallos personales, sino consecuencia de la interacción de múltiples factores, así como oportunidades para mejorar el sistema y evitar el daño. Las organizaciones con una cultura de seguridad positiva tienen una comunicación basada en la confianza mutua, la percepción compartida de la importancia de la seguridad, la confianza en la efectividad de las medidas preventivas y el compromiso en el trabajo.
“La CUN dispone de una estrategia de Seguridad del Paciente desarrollada desde 2004 en sucesivos planes trienales”
Actualmente se ha priorizado la implantación de un proceso para mejorar la atención a las segundas víctimas y comunicación de eventos adversos a los pacientes.
La metodología utilizada para instaurar el Plan de Seguridad en CUN se basa en criterios de planificación, implantación, medida y mejora de los objetivos priorizados.
El compromiso de los profesionales con la seguridad clínica hace posible el establecimiento progresivo de su cultura en la organización. El profesional de enfermería en la CUN tiene un papel relevante
La CUN dispone de un Sistema de registro y notificación de incidentes y eventos adversos con carácter no punitivo que permite, de forma voluntaria, la comunicación de problemas de seguridad como una de las estrategias más extendidas para mejorar la seguridad del paciente.
en la implantación de medidas de seguridad y está presente de forma notoria en los ámbitos encargados de su desarrollo (Servicio de Calidad, Comisión de Calidad, etc.). A su vez, el modelo profesional de la práctica de enfermería en la clínica favorece el trabajo en equipo necesario para mejorar la seguridad asistencial. En los últimos años la participación del paciente y la familia en su seguridad ha adquirido mayor protagonismo. Para ello, es necesario sensibilizar, informar y formar al paciente/familia de forma proactiva. Aunque es posible identificar algunas intervenciones e iniciativas que han demostrado mayor utilidad para involucrar al paciente en su seguridad, aún queda mucho por hacer.
La seguridad clínica es una prioridad en el ámbito sanitario y las estrategias que se implantan en las organizaciones están enfocadas a prevenir y aprender de los errores que se producen y a fomentar una cultura de seguridad en la que estén involucrados los profesionales, los pacientes y su familia. Esta cultura mejora el clima de transparencia y el trabajo en equipo.
Exterior de la Clínica Universidad de Navarra (CUN)Marta Lizarbe, José Luis Iguaz y Charo Laguardia
Juana Labiano
ÁREA DE SALUD DE TUDELA
Enfermería: construyendo redes de seguridad para el paciente
INTRODUCCION
En el año 2020, el Área de Salud de Tudela (AST), implantó la Norma UNE 179003 Gestión de riesgos para la Seguridad del Paciente en las áreas de Hospitalización, Urgencias y Quirófano. Paralelamente se ha ido desarrollando la Línea estratégica de Seguridad del Paciente dentro del Plan Estratégico del AST 2021 2024. Desde entonces, el sistema de gestión de riesgos se ha reforzado gracias al esfuerzo de los profesionales en las diferentes redes de seguridad que se han ido abordando. El liderazgo de enfermería ha sido clave en este nuevo proyecto, así como en el mantenimiento de toda la red de seguridad.
PROCEDIMIENTO DE ACTUACIÓN
Se han elaborado la MISION, VISION, VALORES, la Política de Seguridad del paciente, así como toda la documentación necesaria para aplicar la norma UNE 179003 Gestión de Riesgos de Seguridad del Paciente.
Los responsables de cada área junto con los profesionales, realizan anualmente un mapa de los riesgos de la organización, los cuales son trasladados a la dirección y son evaluados conforme a una metodología, en la que se pondera:
1. Detectabilidad del riesgo
2. Probabilidad de que suceda el riesgo
3. Accionabilidad del riesgo
4. Frecuencia del riesgo
5. Impacto del riesgo
6. Grado de control del riesgo
Una vez analizados, se plantean opciones para el tratamiento de los riesgos. Se valora la capacidad de la organización para actuar sobre factores como la detectabilidad y el grado de control del riesgo según la valoración de estos conceptos. En general, para el caso de riesgos de ni-
vel alto y muy alto, la organización implanta acciones para mitigar la frecuencia e impacto de sus efectos. Adicionalmente, según el grado de valoración de los otros factores, se complementan las acciones con mejoras en los sistemas de detección y control, o actuando sobre el origen de los riesgos estableciendo planes de mejora con acciones que requieren un seguimiento de cumplimiento por parte de los responsables de cada área y dirección.
Paralelamente a los riesgos, el AST ha trabajado en el desarrollo de la implantación del Sistema de Notificación y Aprendizaje para la Seguridad del Paciente (SiNASP), iniciado en el 2014 y que se ha ido consolidando en los últimos años, liderado también por enfermería, con datos muy positivos en cuanto al ratio de notificaciones, comparándonos con el resto de Navarra, así como con la media nacional.
El SiNASP ha supuesto un pilar fundamental de la red de seguridad en nuestra área, como herramienta para identificar, analizar errores y aprender sobre los mismos, implementando acciones de mejora que redundan directamente en beneficio de la seguridad del paciente, siendo en este momento un sistema afianzado y robusto.
La creación de un Equipo de Seguridad del Paciente, compuesto principalmente por profesionales de enfermería, ha supuesto también un motor importante en la Seguridad del paciente, liderando todos los elementos relacionados con esta línea estratégica. Las funciones y responsabilidades del ESP son entre otras:
• Asegurar que se establecen, implementan y mantienen los procesos necesarios para el sistema.
• Informar a la Gerencia sobre el desempeño del sistema de gestión de riesgos y de cualquier necesidad de mejora.
• Transmitir a la alta dirección la necesidad de recursos para el mantenimiento del sistema y la mejora del mismo.
• Mantener reuniones periódicas con los responsables de seguridad del paciente para:
- Identificar nuevos riesgos para la seguridad del paciente.
- Hacer seguimiento del progreso de las acciones planificadas para el tratamiento de los riesgos.
- Transmitir a Alta Dirección (Director de Seguridad del Paciente) las inquietudes del personal acerca de la seguridad del paciente.
• Plantear los objetivos de seguridad del paciente al Director de seguridad del paciente.
• Asegurar que se promueve una cultura de seguridad en el personal.
• Gestión del Sistema de Notificación y Aprendizaje para la Seguridad del Paciente SiNASP
• Realización de rondas de seguridad.
• Interlocutor auditores y organización.
• Referente en Seguridad del Paciente del AST.
La Gerencia y Dirección del AST ha apostado por la Seguridad del Paciente siguiendo el marco del Plan Estratégico del Área de salud de Tudela (AST) 20212024 y el modelo de gestión avanzada implantado, integrando la gestión de riesgos
con la gestión global de la organización, con una visión no fragmentada e integrable en el sistema alineada con objetivos estratégicos. La seguridad del paciente implica a toda la organización y es una línea de trabajo estratégica fundamental. Otros elementos de las redes protagonistas de este sistema son la formación, tanto en seguridad como en la elaboración de nuevos Procedimientos y Protocolos de trabajo, así como la comunicación, en la cual enfermería también colabora de forma activa, proporcionando información de interés relacionadas con la seguridad del paciente en boletines mensuales dirigidos a los profesionales. EL AST dispone de diferentes canales de Facebook, Twitter, Intranet en los que comparte noticias de seguridad, recomendaciones para la población, que han supuesto otras redes de protección para los pacientes, con el objetivo de hacerle partícipe de su propia seguridad.
CONCLUSIONES
Desde la implantación de la UNE 179003 Sistema de Gestión de Riesgos para la Seguridad del Paciente, en los
servicios de Urgencias, Hospitalización y Quirófano, así como la consolidación de unas redes de seguridad en las diferentes líneas estratégicas del AST, se derivan las siguientes conclusiones:
• Se ha generado cultura de seguridad, conducta proactiva en los profesionales.
• Se conocen los riesgos de las áreas y se establecen planes de mejora.
• Se reducen los eventos adversos derivados de riesgos incontrolados.
• Se abordan los incidentes con un enfoque sistémico y no basados en la persona.
• Los profesionales de enfermería han sido pieza clave en el liderazgo de estos proyectos.
• Se ha mejorado la comunicación entre los profesionales y también con los pacientes.
• Se han mejorado otros servicios de soporte además de los certificados: lecciones de un área se pueden extender a otras.
• Se ha creado un entorno de mejora continua.
• Es necesario establecer referentes en Seguridad del paciente.
• Es necesario incluir al pacientes y familiares en las redes de seguridad, ya que
son testigos de cada detalle de los cuidados desde el comienzo hasta el final del proceso.
BIBLIOGRAFIA
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3. Committess on Quality of Heath Care in America and Institute of Medicine: To err is Human: Building a Safer Health System.1999.
4. Estrategia de Seguridad del Paciente del Sistema Nacional de Salud Período 2015-2020. [Consultado 16 agosto 2023]. Disponible en: https://seguridaddelpaciente.sanidad.gob.es/ informacion/publicaciones/2015/ esp2015-2020.htm
Exterior del Hospital Reina Sofía de Tudela
Cristina Prieto Pérez. Jefe de Unidad de Docencia. Desarrollo en Cuidados en Innovación y Apoyo a la Gestión Hospital Reina Sofía de Tudela
Cristina Prieto
ÁREA DE SALUD DE ESTELLA
Implicación del paciente y familia como estrategia de mejora de su seguridad
Equipo de Enfermería
Unidad Quirúrgica del Hospital García Orcoyen (Estella)
INTRODUCCIÓN
La vía clínica de recuperación intensificada en cirugía del adulto (en adelante vía RICA) es una vía de práctica clínica que revisa todo el proceso perioperatorio y constituye una forma de atención multimodal diseñada para lograr la recuperación temprana sin incrementar la morbilidad de los cuidados tradicionales.
La vía RICA se basa en la mejor evidencia disponible; y establece unos criterios que logran disminuir de forma significativa la estancia hospitalaria y las potenciales complicaciones asociadas. La estandarización de estas medidas, adaptadas a la propia casuística y realidad de cada centro, disminuye la variabilidad inherente a la práctica clínica y acostumbra a los profesionales a una praxis protocolizada redundando en una mayor seguridad para el paciente. Para ello cuenta con varios principios fundamentales: la información de todo el proceso e incorporación del paciente en la toma de decisiones; la optimización y preparación del paciente, asegurando que se encuentre en las mejores condiciones posibles para la cirugía; y la corresponsabilidad del paciente en su recuperación mediante un papel activo y participativo.
ROL ACTIVO DEL PACIENTE Y FAMILIA EN LA VIA RICA COMO MEJORA DE LA CALIDAD Y SEGURIDAD ASISTENCIAL
“La vía clínica de recuperación intensificada en cirugía del adulto disminuye la media de días de ingreso y la aparición de complicaciones”
Todo comienza en el mismo momento en el que el paciente acepta el proceso quirúrgico. Durante esta fase preoperatoria el paciente es monitorizado por la “enfermera gestora” con objeto de asegurar su llegada a la cirugía en las mejores condiciones posibles. Parámetros tales como el índice de masa corporal (IMC) y hemoglobina son estrechamente vigilados desde el momento de su incorporación a la lista quirúrgica para ser derivados, en caso necesario, al profesional correspondiente para su optimización. Recomendaciones tales como el seguimiento de una dieta equilibrada, la supresión de hábitos tóxicos o la realización regular de ejercicio
físico acorde sus posibilidades son proporcionadas regularmente por todos los profesionales implicados.
Así mismo, con un mes de antelación a su intervención quirúrgica, se recomienda la asistencia del paciente y un acompañante a nuestra “Escuela de prótesis”. Se trata de una actividad formativa multidisciplinar (traumatología, anestesia, rehabilitación y enfermería) en la que se proporciona una información detallada y comprensible acerca del proceso asistencial. Durante la misma se proporciona el número de teléfono de contacto de la “enfermera gestora”, con el que poder resolver dudas o problemas que puedan surgir hasta el momento del ingreso, y se hace entrega del “Cuaderno de prótesis” para que posteriormente en su domicilio puedan repasar la información proporcionada
COLABORACIONES
y donde el paciente tiene unas plantillas y cuestionarios que ha de ir rellenando durante todo el proceso.
Durante el ingreso, los profesionales de enfermería de hospitalización quirúrgica del Hospital García Orcoyen gestionan y llevan a cabo diferentes intervenciones que requieren la colaboración activa del paciente y familia. Tales intervenciones son: la movilización temprana, la alimentación oral y retirada de fluidos intravenosos precoces, el manejo adecuado de la herida quirúrgica, el control del dolor, el adiestramiento al paciente en la realización de ejercicios de tonificación muscular y en el uso de los distintos dispositivos para favorecer una deambulación segura, la instrucción en las posturas a evitar y en la forma de moverse. Estos criterios de actuación facilitan la recuperación precoz y disminuyen la aparición de complicaciones.
La planificación de alta comienza desde el día posterior a la intervención, con la preparación del paciente para mantener el máximo nivel de autonomía y recuperación en su domicilio. El alta es mero tránsito a otro espacio tutelado por la “enfermera gestora”, a través de llamadas de seguimiento, la enfermera de consultas de traumatología, con el seguimiento pe-
“El paciente tiene un papel proactivo; está informado y aconsejado durante todo el proceso”
BIBLIOGRAFÍA
1. Ramírez Rodríguez, J. M. et all, Vía clínica de Recuperación Intensificada en Cirugía del Adulto (RICA) PDF; Ministerio de Sanidad de España, Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud, Grupo español de rehabilitación mulitmodal; 2021; disponible en https://www.sanidad.gob.es/profesionales/ excelencia/docs/via-clinica-cirugia-adulto-rica-2021.pdf
riódico de la herida quirúrgica, y las revisiones periódicas del traumatólogo correspondiente.
CONCLUSIONES
La vía RICA disminuye considerablemente la media de días de ingreso y la aparición de complicaciones, al tiempo que aumenta la satisfacción tanto de los usuarios como de profesionales. El paciente tiene un papel proactivo; está informado y aconsejado durante todo el proceso y es incorporado a la toma de decisiones; con la optimización del paciente mejoran sus condiciones ante la cirugía; los pacientes comparten responsabilidad para mejorar su recuperación. Estos son principios fundamentales de calidad y seguridad asistencial.
2. Vicent C., AMalberti R; Seguridad del paciente, estrategias para una atención sanitaria más segura. PDF; Modu Laborandi; 2016; disponible en https://seguridaddelpaciente.sanidad.gob.es/docs/Seguridad_ del_paciente.pdf
3. Grupo de trabajo. Vía clínica de recuperación intensificada en cirugía del adulto (RICA). Ministerio de sanidad, Instituto aragonés de la salud, Grupo español de Rehabilitación Multimodal (GERM);2020 (edición 2021).
4. Dia O. La cirugía fast-track y los protocolos ERAS permiten reducir el tiempo de estancia hospitalaria. Antares consulting. 2017.
5. Reyes Navarro B, Alonso Poncelas ME, Berriel de León MJ, Juste San José R, Navarro Martín R, Viñoly Torres ME. Introducir la evidencia científica en la unidad de hospitalización de cirugía a través de programas de centros comprometidos con la excelencia. Secir. 2014.1 (6): 1-6
Entrada principal al Hospital García Orcoyen de Estella
Parte del equipo de la Unidad Quirúrgica del HGO. De izquierda a derecha, Fernanda Mañeru, Julio Benito, Roberto Gazolaz y Lorena Soto
GERENCIA DE ATENCIÓN PRIMARIA
Seguridad del paciente en Atención Primaria
Lucía Goyeneche Haro, Jefatura de Sección de Cuidados Asistenciales y Atención Domiciliaria Navarra Este. Ana Ariztegui Echenique, Subdirección de Cuidados, Atención Domiciliaria, Sociosanitaria y Acciones Comunitarias. Gerencia Atención Primaria. Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea
Hablar de Seguridad del paciente en Atención Primaria (AP) es hablar de una estrategia que involucra a todo el equipo: administrativos, médicos, enfermeras y demás profesionales en su práctica diaria.
Hablar de Seguridad del paciente en AP es hablar de una estrategia transversal integrada en la práctica enfermera a través, en la mayoría de los casos, de acciones invisibles.
Hablar de la seguridad del paciente en AP es hablar de materiales seguros, de capacitación del paciente, de involucrarle en su cuidado, de formar a su cuidador, todo ello entendido y la mayoría de las veces sobreentendido en un contexto de buenas prácticas.
profesionales, a la vez que detecta incidencias y áreas de mejora.
Desde la Comisión de Seguridad del paciente de AP, en la actualidad, se impulsan entre otras, varias líneas de actuación:
• PROA (Programa de Optimización de Uso de Antibióticos).
• Prevención de reacciones adversas asociadas a medicamentos.
• Prevención de las complicaciones en relación con los cuidados sanitarios.
• Sistemas de notificación SiNASP (Sistema de Notificación y Aprendizaje para la Seguridad del Paciente).
• Gestión del riesgo.
• Proyecto de unificación de materiales de urgencia.
En el último año se ha puesto el énfasis en la reactivación del sistema de notificación de eventos adversos SiNASP, que precisaba de un nuevo impulso por el cambio de profesionales de referencia, tanto de las zonas básicas de salud, como de los gestores de área.
IMPULSAR LA CULTURA DE SEGURIDAD ENTRE LOS PROFESIONALES
Se ha considerado un proyecto prioritario que cumple el objetivo principal de impulsar la cultura de seguridad entre los
Para ello se ha renovado la red de gestores de SiNASP de AP de la Comunidad y se han realizado sesiones formativas para los equipos de las zonas básicas de salud. También, desde hace 3 años, en que se configuró un grupo específico, se viene trabajando con la unificación de los materiales utilizados en la atención urgente en los ámbitos SUE y AP. Se realizó un pilotaje previo en varios centros de salud, y tras su evaluación positiva, se ha extendi-
do a la totalidad de las zonas básicas. Este proyecto surgió de la necesidad de unificar los materiales utilizados en los puntos de atención, de favorecer la integración de nuevos profesionales ya que es un ámbito con alta rotación, de asegurar la disponibilidad de todos los materiales necesarios en estas atenciones, y de minimizar el tiempo de respuesta ante esta demanda, contribuyendo todo ello a disminuir la probabilidad de suceder un evento adverso.
En una primera fase, se ha dotado a las zonas básicas (centros de salud y consultorios) de mochilas de medicina, enfermería y vía aérea, en la segunda fase se han añadido las mochilas de pediatría y vía área pediátrica. En la actualidad se inicia la tercera fase del proyecto que unificará los carros de urgencias en el ámbito de AP.
Se promueven además “buenas prácticas” en el trabajo diario, implementadas ya durante la pandemia: protocolos de atención, procedimientos de vacunación, materiales seguros, infografías… En la atención diaria, estas buenas prácticas se implementan en proyectos que involucran al paciente.
GERENCIA DE SALUD MENTAL
La estrategia de seguridad en la red de Salud Mental de Navarra
Sergio Ladrón Arana
Jefe de Servicio de Cuidados Técnico Asistenciales. Gerencia Salud Mental Navarra
La seguridad del paciente es un tema de gran importancia en la red de salud mental (RSM). El Plan de Salud Mental Navarra 2019-2023 recoge en su línea estratégica
7.2 “Mejorar los cuidados y Experiencias de los pacientes” el objetivo 22 que se centra en desarrollar la Estrategia de Seguridad de pacientes en Salud[1]
Su acción se enmarca dentro de la Estrategia de Seguridad desarrollada a nivel estatal por el Ministerio de Sanidad y en coordinación con el resto de departamento del Servicio Navarro de Salud/ Osasunbidea [2], siguiendo las líneas de acción marcadas.
La RSM enfoca su actividad en relación con la seguridad especialmente en dos de estas líneas, aunque participa en todas ellas, abordándolas tanto desde la formación como en la gestión.
1. LÍNEA DE PREVENCIÓN DE COMPLICACIONES EN RELACIÓN CON LOS CUIDADOS SANITARIOS:
1.1 Mejorar la seguridad en las medidas restrictivas
Se realizan diferentes cursos y talleres, con el objetivo de disponer de recursos con los que evitar contenciones y, en el caso último de que sea imprescindible, realizarlas de forma segura.
En el ámbito de la gestión se incluyen en los pactos por objetivos la reducción del uso de contenciones. Además, se están desarrollando espacios que tiendan a evitar restricciones.
1.2 Fomentar las notificaciones.
Se implementan diferentes medidas específicas de formación y sensibilización, que están dando buenos resultados, como puede observarse en el gráfico tras una disminución brusca por la irrupción de la pandemia, se ha ido recuperando paulatinamente la notificación con ratios superiores a la media nacional y autonómica, que en 2022 se situaba en un 31.6%.
tionado por una enfermera gestora. Durante el primer semestre de 2023 se han activado un total de 190 códigos de los que 19 son menores de edad.
3. OTRAS MEDIDAS REALIZADAS
Continúan el reto de diversificar el perfil de los notificantes y concienciar de la necesidad de notificar en todos los ámbitos asistenciales.
1.3 Prevención caídas
Es el evento adverso más notificado un 33% por lo que se están tomando diferentes medidas tanto de formación como de desarrollo de procedimientos.
2. LÍNEA: MEJORAR LA SEGURIDAD ASISTENCIAL DE LOS PACIENTES CON RIESGO SUICIDA. PLAN DE ATENCIÓN A PERSONAS CON CONDUCTAS SUICIDAS
Desde finales del pasado año el programa de seguimiento telefónico de personas que han realizado un intento autolitico iniciado en 2017 ha sido sustituido paulatinamente por el código suicidio, una herramienta que facilita la monitorización y el seguimiento permitiendo agilizar citas, previa autorización de la persona usuaria. El panel de control de este código es gesSergio Ladrón
Destaca la renovación de Comisión de Seguridad cuyo cometido es impulsar iniciativas de la seguridad y realiza un seguimiento de los indicadores de seguridad y la renovación de los gestores SINASP. En conclusión, la Estrategia de Seguridad del Paciente en Salud Mental está dando resultados positivos. En los próximos años, se espera que sigan mejorando, permitiendo que las personas reciban una atención más segura y de mayor calidad.
BIBLIOGRAFÍA
1. Mental DS, Navarra D. Plan de Salud Mental de Navarra 2019-2023. 2019;114. Available from: http://www. navarra.es/NR/rdonlyres/F349F7979858-4326-8974-2EF2B7812FCB/449137/PlanSaludMental201923NAVEGABLE2.pdf
2. Terol E, Agra Y. Estrategia en seguridad del paciente del Sistema Nacional de Salud. Med Clin (Barc). 2022;131:1–3.
Centro
Lucía Goyeneche (izquierda) y Ana Ariztegui
HOSPITAL
SAN JUAN DE DIOS
Seguridad del paciente en SJD
Mª Asunción Sánchez Ruiz
Directora de Enfermería. Hospital San Juan de Dios (Pamplona)
La seguridad del paciente es de vital importancia en cualquier hospital. Los riesgos a los que se somete un paciente cuando llega a un centro sanitario son muchos, y no sólo dependen de si el centro sanitario tiene (que debe tenerlas), todas las medidas necesarias para garantizar su seguridad. También depende del paciente. Hay que ser conscientes de que para un paciente, el hecho de enfrentarse a un diagnóstico/consulta/prueba diagnóstica/intervención quirúrgica… supone y genera un nivel de estrés. A veces no son conscientes de la información que se les ha proporcionado o de cualquier otro dato que es relevante.
METODOLOGÍA AMFE
Desde la unidad de Cirugía de San Juan de Dios (SJD), se ha llevado a cabo un análisis a través de la metodología AMFE, del proceso de Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA). Una revisión desde el momento en el que el paciente es citado para venir a nuestro hospital a intervenirse, hasta que es dado de alta.
Las siglas AMFE significan: Análisis de Modo, Fallo y Error. Se trata de una metodología que, conociendo todo el proceso interno que se quiere analizar, ayuda
Es importante la participación de los pacientes en este tipo de mejora. Para poder definir bien los riesgos, necesitamos conocer cómo se sienten los pacientes y qué sensaciones tienen cuando vienen a nuestro hospital a este tipo de procedimiento. En cualquier proceso, la opinión del paciente es importante a la hora de realizar mejoras, que a veces los trabajadores no percibimos, y sin embargo los pacientes te ayudan a llevar a cabo cambios que parten desde su propia experiencia.
DOS ÁREAS DE MEJORA
aumentar el tiempo, la calidad y la fiabilidad del proceso, disminuyendo así la posibilidad de que se den errores durante el mismo.
En nuestro caso, analizamos todas las variantes posibles de que algo saliera mal durante el proceso de:
• Citación.
• Información pre y post operatorio.
• Recepción del paciente.
• Ingreso del paciente en la unidad.
• Traslado del mismo a quirófano.
• Recepción post- cirugía.
• Estancia en la unidad.
• Alta.
Adicionalmente, SJD ha creado dos áreas de mejora, vinculadas por supuesto a la seguridad del paciente, que son:
• Las encuestas de calidad con campo abierto para poder expresar sus sensaciones y mejoras.
• El departamento “Experiencia del paciente”, donde el personal vive en primera persona la experiencia de un paciente en nuestro hospital a lo largo de su estancia para poder conversar y valorar las opciones que le muestra cada situación en cada momento y mejorar todo aquello que sea requerido. Estas dos áreas de mejora han hecho que nuestros resultados en las encuestas Rate Now hayan sido un ejemplo basado en los datos registrados en ellas de que el proceso ha mejorado en función a las calificaciones y los comentarios efectuados por los pacientes al alta.
En cualquier caso, cabe reseñar, que cualquier procedimiento que se realice, debe ser siempre algo “vivo”. Algo que debe ser analizado continuamente y cada vez que se dé un pequeño cambio en el mismo.
Además, todos los profesionales que están involucrados en el proceso deben conocerlo y solucionar todas las dudas que les puedan surgir antes de llevarlo a cabo, para poder garantizar la seguridad en su aplicación.
CENTROS PADRE MENNI EN NAVARRA
Sistema de seguridad del paciente desde 2016
Uxua Lazkanotegi
Desde el año 2016 en los Centros de Hermanas Hospitalarias de Navarra, trabajamos con un sistema de seguridad del paciente. Disponemos de un mapa de riesgos en el que se recogen las causas, consecuencias y posibles barreras para la prevención de incidentes relacionados con el paciente.
Por medio de una matriz de riesgo se ha evaluado el nivel de probabilidad y gravedad de las consecuencias para establecer acciones, priorizando aquellos eventos con el máximo nivel de riesgo.
Se han seleccionado los cinco riesgos con índice más alto y creado equipos de mejora para generar proyectos que impacten sobre los riesgos seleccionados. Los grupos están formados por un equipo multidisciplinar y en todos ellos participa una enfermera.
Estos riesgos son:
• Caídas
• Auto y heteroagresión
• Contenciones y aislamientos
• Adicciones
• Errores de medicación
Por cada riesgo se realiza:
1º- un análisis de los indicadores de ese evento en particular
2º - se realiza una búsqueda de buenas prácticas implantadas en otros centros
3º - se planifica un proyecto con actividades de prevención
4º- un plan de contingencia que sirvan para minimizar los riesgos y sus consecuencias.
CHALECO ROJO PARA ADMINISTRAR LA MEDICACIÓN Dentro del riesgo de errores de medicación se han realizado modificaciones e implantado medidas que aumentaran la seguridad en el proceso de administración.
Habitualmente, se administraba la medicación en los comedores a la hora de las comidas. En ese momento, había mucha actividad, servir las comidas, atender las demandas de las distintas dietas… Todo esto resultaba intrusivo en la tarea y aumentaba el riesgo de confusión en la administración al paciente correcto. Actualmente, las administramos fuera de los comedores, la enfermera, en el momento de administrar la medicación, se coloca un chaleco rojo con el que tanto usuarios como resto del personal identifican que es un momento en el que no pueden molestar a la persona que está administrando la medicación para que se centre únicamente en la tarea y ésta sea más segura.
Además, se ha implantado una instrucción de identificación del usuario solicitando su colaboración en los pacientes con capacidad para decir su nombre y dos apellidos, y utilizando pulseras identificativas en los usuarios que presentan mayor deterioro cognitivo.
INVOLUCRAR A LOS PACIENTES Es evidente que el usuario debe formar parte del sistema de seguridad ya que es el principal implicado.
Por una parte, se plantea incluir la participación del paciente en los grupos de mejora para que pueda transmitir su experiencia y realizar propuestas de mejora. Por otra, en las instrucciones ya definidas, se ha incluido a la persona usuaria informando del procedimiento a seguir para que ella misma detecte si existe un incumplimiento en algún nivel.
Edificio del Hospital San Juan de Dios de Pamplona
Matxiarena. Jefa de Enfermería. Clínica Psiquiátrica Padre Menni (Pamplona) y Centro Hospitalario Benito Menni (Elizondo)
Clínica Psiquiátrica Padre Menni en el barrio pamplonés de la Rochapea
Uxua Lazkanotegi
RESIDENCIA
SANTO DOMINGO (ESTELLA)
Seguridad centrada en la persona
Gemma Urralburu Alcate
Directora Residencia Santo Domingo (Estella)
En los centros residenciales cuidamos personas. Atender a sus necesidades en un entorno seguro es una de nuestras principales preocupaciones. Además, en su mayoría, son personas frágiles lo que las hace especialmente vulnerables a sufrir eventos adversos por distintos motivos. Los más evidentes están vinculados a su necesidad de un amplio abanico de apoyos para poder continuar con su vida. Cuando la enfermedad aparece de forma crónica y, a menudo, acompañada de deterioro cognitivo, físico o ambos al mismo tiempo, la dependencia de otra persona es su consecuencia más inmediata.
ESCENARIO DIFERENTE
A UN HOSPITAL
A la hora de aplicar medidas de seguridad siempre nos surge la pregunta de si es posible replicar en centros de cuidados crónicos y estancias permanentes, como son las residencias, medidas que han demostrado ser efectivas en el cuidado del paciente agudo dentro del entorno hospitalario.
Como en un hospital, las enfermeras residenciales ayudamos a las personas a recuperar o mantener su salud, pero lo hacemos en un escenario completamente diferente. La residencia se ha convertido en su casa y somos nosotras las que vamos a trabajar allí. Es por ello que parte de nuestro pensamiento está orientado a conseguir espacios cada vez más individualizados. Hogares donde equilibrar la seguridad a la par de mantener la mayor independencia posible. Para lograrlo nuestra mejor herramienta es el conocimiento que tenemos de las personas que cuidamos, de sus vidas, de sus valores, de sus gustos y preferencias. Son conocimientos que nos permiten prever conductas potenciales de riesgo y adelantarnos a ellas. Nuestra presencia y la vigilancia compartida entre todos los que formamos la plantilla del centro siempre es lo que mejor resultado nos da.
EMPODERAR A LA PERSONA RESIDENTE
Pero también tenemos barreras. La mayor de ellas la tendencia a la sobreprotección que muchas veces viene provocada por nuestros propios miedos. Extender la idea de que nunca vamos a tener todos los riesgos controlados y asumir que eliminar el riesgo puede suponer una severa limitación de la forma de vivir de la persona que queremos proteger siempre nos supone un potente ejercicio de trabajo en equipo cuyo objetivo es adquirir una conciencia común sobre qué riesgos son los principales para
“Atender a sus necesidades en un entorno seguro es una de nuestras preocupaciones”
cada una de las personas que viven con nosotras. Nuestro objetivo es afrontarlos de forma conjunta, lo que nos obliga a pensar en términos de las capacidades que quedan, confiar en ellas y empoderarlos para hacerlos partícipes de los riesgos que asumen. Muchas veces eso supone, en primer lugar, respetar sus decisiones. Otras, nos obliga a trabajar desde la perspectiva de ayudarles a identificar problemas de seguridad para animarles a tomar medidas concretas. Nuestro seguimiento y refuerzo constante es fundamental. Hace mucho que en los centros residenciales las personas que cuidamos y atendemos se han incorporado a los equipos asistenciales. No se nos olvida que por encima de todo se trata de su vida, de su salud, de su bienestar y de su seguridad.
COMISIÓN DEONTOLÓGICA DEL COLEGIO
Involucrar a los pacientes en su seguridad
Susana Fernández Carrasco, Mª Jesus Martínez Sola, Beatriz Paloma Mora, Mª Jesus Asín Martínez, Loli Aparicio Pérez y Mª Josefa González García. Comisión Deontológica del Colegio Oficial de Enfermeras de Navarra
La seguridad del paciente durante la atención sanitaria es una constante preocupación para las organizaciones sanitarias. El número de eventos adversos documentados y sus consecuencias evidencian la magnitud del problema.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) los eventos adversos debidos a una atención poco segura son probablemente una de las 10 causas principales de muerte y discapacidad en el mundo. Hasta 4 de cada 10 pacientes sufren daños en la atención sanitaria primaria y ambulatoria. En los países de renta alta, se estima que uno de cada 10 pacientes sufre daños mientras recibe atención hospitalaria. En países de renta media-baja cada año se producen 134 millones de eventos por brechas en la seguridad lo que provoca 2,6 millones de muertes. La buena noticia es que hasta el 80% de los daños se pueden prevenir.
TENER EN CUENTA LA AUTONOMÍA DEL PACIENTE
Por esto, uno de los objetivos principales de las organizaciones sanitarias es garantizar una asistencia segura. Actualmente, se considera primordial hacer partícipe al paciente en velar por su seguridad, promoviendo su implicación. Pacientes informados e instruidos aportan valor a la atención ya que pueden ayudar a los profesionales a detectar áreas de mejora que generen medidas correctoras. Con su participación, también ayudarán a expandir entornos seguros en el cuidado de la salud.
do herramientas y no considerarlo como una confrontación.
El paciente seguramente tendrá una perspectiva diferente a la del profesional que le atiende y desde ese punto de vista se puede facilitar la mejora en las prácticas asistenciales que a veces pueden verse comprometidas por las características de las propias organizaciones sanitarias. Involucrar al paciente no significa generar desconfianza, sino que con ello se elimina el tan utilizado “paternalismo” de antaño. Las sociedades evolucionan y debe evolucionar también la participación y compromiso de la ciudadanía.
INTEGRAR LA EDUCACIÓN PARA LA SALUD
No todos los pacientes van a querer participar, tener la necesidad o posibilidad de hacerlo. No obstante, es conveniente integrar la educación para la salud en todos los contactos de los usuarios con el sistema sanitario, para inculcar la importancia y crear conciencia de la necesidad de seguridad en la atención sanitaria, ofrecien-
Como enfermeras tenemos el deber y la responsabilidad de contar con el paciente, familia y/o cuidadores, y para ello debemos informarles, formarles y sobre todo escucharles. La autonomía del paciente debe tenerse en cuenta para que tome decisiones basadas en el conocimiento, convicción y la confianza de que la atención será, además de calidad, con garantías de seguridad.
Desde el ámbito de actuación de la profesión enfermera tenemos enmarcado en nuestro Código Deontológico la obligación de garantizar unos cuidados seguros. Un paso más allá consiste en contar con el paciente, capacitarle y además tener en cuenta sus opiniones, preferencias, deseos y objeciones.
Cada institución debe trabajar en la implementación de planes que aseguren la participación de profesionales, pacientes y familias en temas de seguridad. Hay que tener en cuenta que la práctica diaria de cuidados, la administración de medicación, la identificación de pacientes, figuran entre las principales causas de daños evitables en la atención sanitaria. Tenemos que prestar los mejores cuidados minimizando las múltiples situaciones de riesgo (entorno físico laboral, dinámicas hospitalarias, sobrecarga, fatiga, estrés…), mediante organización, políticas sanitarias y el compromiso de cada una de nosotras.
Gemma Urralburu
Exterior de la Residencia Santo Domingo en Estella
De izquierda a derecha, Susana Fernandez, Mª Jesus Asín, Loli Aparicio, Beatriz Paloma, Mª Jesus Martínez y Mª Josefa González
Análisis de la cultura de seguridad del paciente en Atención Primaria de salud ]
Autor
Mikel Arnedo Muruzábal Graduado en Enfermería
Dirección de contacto mikelarned30@gmail.com
Resumen
Introducción: El aumento de las necesidades de la población ha conllevado la aparición de riesgos asociados a la asistencia sanitaria. Por ello, surge el concepto de seguridad del paciente, dando lugar al desarrollo de investigaciones orientadas hacia la mejora de la calidad asistencial. Teniendo en cuenta la importancia que la Atención Primaria tiene y dada la alta evitabilidad de los errores, una de las vías para la mejora de la seguridad del paciente es el desarrollo de una cultura de seguridad positiva.
Objetivo: Explorar la situación de la cultura de seguridad del paciente en Atención Primaria.
Metodología: Se llevó a cabo una búsqueda bibliográfica en las bases de datos Pubmed, Cinahl, Psycinfo, Scielo y Dialnet. Asimismo, se revisó la página del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno de España y se empleó la técnica de bola de nieve.
Resultados: La metodología empleada para la evaluación de la cultura de seguridad es la de encuestas. Las evaluaciones incluyeron contextos y profesionales muy variados. Se utilizaron tres encuestas: HSPSC, SAQ, MOSPSC, siendo esta última la más utilizada por ser específica para Atención Primaria. No existen estándares para valorar el estatus positivo o negativo de las dimensiones de cultura de seguridad. Las evaluaciones muestran resultados consistentes para tan solo 9 de las 20 dimensiones consideradas. La Frecuencia de Eventos Informados fue evaluada negativamente en las evaluaciones revisadas.
Conclusiones: La metodología más frecuentemente empleada es la cuantitativa. MOSPSC es la encuesta más utilizada. La dimensión Frecuencia de Eventos Informados requiere atención urgente.
Palabras clave: Atención Primaria, Cultura de Seguridad del Paciente, Evaluación.
1.INTRODUCCIÓN, ANTECEDENTES Y JUSTIFICACIÓN
Para responder a las necesidades de salud de la población la complejidad del sistema sanitario ha ido incrementándose con el paso del tiempo, siendo mayor el riesgo de ocurrencia de daños asociados a la asistencia sanitaria[1]. Este hecho tiene lugar como consecuencia de la interacción del componente humano con los factores propios del paciente, así como con los asociados a los procedimientos y materiales empleados[2]
A finales del siglo XX, surge el concepto de seguridad del paciente (SP) con el objetivo de brindar una atención sanitaria lo más segura posible[3]. Este se define como el intento consciente de eliminar, reducir o atenuar los efectos adversos (EA), entendiéndose por EA aquel “accidente imprevisto e inesperado que le causa algún daño o complicación y que es consecuencia directa de la asistencia sanitaria que recibe y no de la enfermedad que padece”[4]
A comienzos de los años 90 la investigación en SP comenzó a aumentar notablemente[1]. Sin embargo, no fue hasta el año 1999, con la publicación del informe To Err is Human del Instituto de Medicina de Estados Unidos cuando los organismos sanitarios la consideraron como prioritaria. Este informe dio a conocer la trascendencia de los EA cifrando entre 44.000 y 98.000 las muertes anuales secundarias a los mismos y entre 17 y 28 billones de dólares anuales el impacto económico asociado[5]
Otro estudio llevado a cabo también en Estados Unidos en 2016 afirmó que el error médico era la tercera causa de muerte después de los problemas cardiovasculares y el cáncer[6].
Teniendo en cuenta estos datos diversos organismos se comprometieron con la SP. Mientras que la Organización Mundial de la Salud planteó en 2004 la Alianza Mundial para la Seguridad del Paciente, el Mi-
nisterio de Sanidad Español incluyó en su Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud 2005-2011 el objetivo de estudiar la situación de la SP[7]
La Atención Primaria (AP) constituye la asistencia sanitaria esencial al alcance de los usuarios de la comunidad a lo largo de su ciclo vital. Esta se basa en la aplicación de metodologías prácticas empíricamente fundadas y tiene como objetivo acercarlas a los usuarios para fomentar su participación[8]
En esta línea, la Organización Mundial de la Salud publicó en 2008 el informe Métodos y medidas utilizadas en la investigación en Seguridad del Paciente en Atención Primaria: Resultados de una revisión de la literatura. Dicho informe puso en manifiesto que hasta un 76% de los errores eran previsibles. De ellos, hasta un 57% estaban relacionados con el diagnóstico, hasta un 52% con el tratamiento y hasta un 72% con la comunicación[9]
En nuestro contexto, el Estudio sobre la Seguridad de los Pacientes en la Atención
Primaria de Salud, conocido bajo el acrónimo APEAS e impulsado por el Ministerio de Sanidad y Consumo, permitió estimar que el 73,5% de los errores producidos en la asistencia sanitaria tienen lugar en AP. Esta estimación se fundamentó en el hallazgo de que los EA en AP ascienden a 77,5/1000 visitas. Un último dato aportado por el APEAS es quizás el más relevante para justificar la atención a la SP: solamente el 6.7% de los EA podían clasificarse como inevitables[4] Curiosamente, la evidencia recabada sobre la evitabilidad de los EA en AP no ha redundado en avances notables en su abordaje. Mientras los estudios de intervención en SP son abundantes en el ámbito hospitalario, en el ámbito de la AP siguen escaseando[10]. Por ello, la necesidad de abordar la SP en AP es notable, más aún si tenemos en cuenta que España es el país de Europa con las mayores cifras de frecuentación de la AP[4] Una de las áreas de intervención para la mejora de la SP más frecuentemente señalada es la Cultura de Seguridad del Paciente (CSP). Una CSP positiva es necesaria para favorecer la efectividad de intervenciones que den lugar a cambios en el comportamiento en materia de SP[11] Consecuentemente, la mejora de la CSP figura como primera línea de actuación en la Estrategia de Seguridad del Paciente del Sistema Nacional de Salud 2015-
2020. La CSP puede definirse como el conjunto de creencias, valores, normas y actitudes compartidas por los individuos de una organización que caracterizan su trabajo y las acciones de su práctica profesional[2,12].
Una CSP positiva se manifiesta en la existencia de un ambiente en el que:
• Impera el reconocimiento de la falibilidad humana como aspecto primordial,
• la SP es una prioridad,
• el compromiso de los ejecutivos y líderes de la organización con la SP es patente,
• la gestión de riesgos se basa en un enfoque no-punitivo que se manifiesta en la utilización de sistemas de carácter voluntario y anónimo para la notificación de errores,
• la notificación de errores es considerada una práctica regular,
• la comunicación entre los profesionales se caracteriza por ser abierta,
• se produce aprendizaje organizacional,
• predomina la gestión proactiva de riesgos centrada en el trabajo en equipo, en la atención al paciente y en la estandarización de procedimientos[1-3,11-14]
Teniendo en cuenta que la CSP influye sobre las actitudes y comportamientos de los equipos en materia de seguridad, su medida y valoración es fundamental para identificar aspectos de mejora sobre los que intervenir[15]. Es por ello por lo que la presente revisión se centra en explorar el
conocimiento existente sobre el estado de la CSP en AP.
2. OBJETIVOS
2.1. General
Explorar la situación de la Cultura de Seguridad el Paciente en Atención Primaria.
2.2. Específicos
• Conocer las principales metodologías y herramientas utilizadas para evaluar la Cultura de Seguridad del Paciente en Atención Primaria.
• Conocer qué dimensiones de la Cultura de Seguridad del Paciente se evalúan en Atención Primaria.
• Conocer qué dimensiones de la Cultura de Seguridad del Paciente en Atención Primaria se evalúan más positivamente y cuáles menos positivamente.
3. METODOLOGÍA
3.1.Tipo de revisión
En el proyecto que se expone a continuación se lleva a cabo la revisión bibliográfica narrativa de la evidencia científica publicada en torno a la situación de la CSP en la AP de salud.
3.2. Bases de datos consultadas
Para la búsqueda de la evidencia utilizada en la presente revisión bibliográfica se utilizaron las bases de datos Pubmed, Cinahl, Psycinfo, Scielo y Dialnet.
El concepto de seguridad del paciente ha dado lugar al desarrollo de investigaciones orientadas hacia la mejora de la calidad asistencial
Ariadna Creus y Àngel García (Banc d’Imatges Infermeres
Evaluat*
Assess*
Measur*
“Safety culture*
“Culture of safety”
“Organizational culture”
“Organizational culture”
“Primary care*
“Primary health care”
“General practice”
“Community care”
“Ambulatory care” OR OR AND OR AND
3.3. Búsqueda
Los términos clave escogidos han sido Atención Primaria, Cultura de Seguridad del Paciente, Evaluación y sus sinónimos tal y como aparece reflejado en la Figura 1
3.4. Límites
Teniendo en cuenta que el tema tratado en la presente revisión se ha desarrollado en los últimos años y que se pretende conocer la situación actual de la CSP, para la búsqueda se han escogido los artículos publicados entre los años 2012 y 2022 en castellano e inglés.
3.5. Criterios de inclusión y exclusión y selección de artículos
Una vez ejecutadas las búsquedas bibliográficas, se procederá a la selección de artículos teniendo en cuenta los siguientes criterios de inclusión:
• Evaluaciones de la CSP llevadas a cabo en el ámbito de AP.
• Evaluaciones de la CSP que incluyan en la población a enfermeras.
• Evidencia empírica cualitativa, cuantitativa o mixta enfocada.
• Revisiones bibliográficas sobre la CSP en AP.
4. RESULTADOS
En la presente revisión se incluyeron 19 artículos que reportaban los resultados de 18 evaluaciones de la CSP en AP (la evaluación de CSP de los profesionales de la AP del Sistema Nacional de Salud de España fue publicada en un documento institucional publicado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno de España[16] y en un artículo con revisión por pares[17]). 13 de ellos fueron identificados mediante búsquedas en las bases de datos bibliográficas ya mencionadas [17-29]. Finalmente, se incluyeron otros 5 artículos obtenidos mediante la técnica de “bola de nieve”[30-34] al revisar las referencias bibliográficas de los artículos preseleccionados tal y como puede verse en la Figura 2
También se aplicarán 7 criterios de exclusión:
• Evaluaciones de la CSP llevadas a cabo fuera del ámbito de AP.
• Artículos que restrinjan sus evaluaciones de seguridad a servicios de urgencias extrahospitalarias.
• Evaluaciones de la CSP que no incluyan profesionales de enfermería.
• Artículos que evalúen el clima de SP o la cultura organizacional si con este término no se refieren a la CSP.
• Artículos que realicen evaluaciones de seguridad para evaluar el impacto de intervenciones sobre la misma.
• Artículos de opinión.
• Artículos que exploren las propiedades psicométricas de cuestionarios de CSP.
Para la selección de estudios primero se procederá a la lectura de títulos y resúmenes, identificando los relacionados con el tema trabajado. Tras esta primera criba, se procederá a la lectura de textos completos para determinar si cumplen o no con los criterios de inclusión y de exclusión. Posteriormente, se aplicó la técnica de “bola de nieve” y por último, se revisó la página del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad de España en busca de evidencia adicional.
Los autores de los estudios incluidos tienen por objetivo principal evaluar la CSP con finalidades diversas. Mientras que seis de ellos dirigen sus evaluaciones a establecer el estatus actual de CSP y a identificar sus puntos fuertes y débiles [18-23] , otros buscaban contar con una evaluación de referencia [24-25] . El resto de los autores pretendían conocer las percepciones, actitudes o el nivel de comprensión de los profesionales en torno a la CSP[16,26-29,30-33], excepto Raimondi et al. [34] que pretendían comparar la CSP entre diferentes categorías profesionales.
Los ámbitos donde se realizaron las evaluaciones de la CSP, a pesar de corresponder en su totalidad a centros de AP, prestaban un rango amplio y diverso de servicios, incluyendo desde servicios de medicina generalista, atención familiar y de apoyo diagnóstico[22] hasta servicios de fisioterapia, trabajo social o asistencia psicológica[31]. Esta disparidad no es de extrañar si consideramos el carácter internacional de la literatura y la diferente organización de los ámbitos de AP al incluir tanto al ámbito nacional [16,26,30] , como al latinoamericano[18-20.27,31,34], árabe[21,22,24,28,29,32,34] o europeo[23,25] Independientemente del contexto donde se realizaron las evaluaciones, todas emplearon la metodología de encuestas[16,18-34]. Donde se encontró una mayor variabilidad fue en las poblaciones encuestadas. Mientras que 7 estudios involucraron únicamente a profesionales clínicos[18-21,25-27,29,33], 11 incluyeron tanto a profesionales clínicos como a no clínicos[16,19,20,22-24,28,30-32,34]. De ellos, sola-
Pubmed: 362
Scielo: 5
Cinahl: 283
Psycinfo: 81
Dialnet: 54
Pubmed: 22
Scielo: 1
Cinahl: 18
Psycinfo: 4
Dialnet: 1
Pubmed: 9
Scielo: 1
Cinahl: 8
Psycinfo: 1
Dialnet: 1
Pubmed: 8
Scielo: 1
Cinahl: 2
Psycinfo: 1
Dialnet: 1
Número de artículos identificados tras las búsquedas en Pubmed, Scielo, Cinahl , Psycinfo y Dialnet. (n=785)
Número de artículos seleccionados por título y resumen. (n=46)
Número de artículos que cumplen los criterios de inclusión y exclusión tras su lectura a texto completo. (n=20)
Número de artículos seleccionados tras eliminar duplicados. (n=13)
Se excluyen 739 artículos por título y resumen.
Se excluyen 26 artículos por no cumplir los criterios de inclusión y exclusión.
Se excluyen 7 artículos duplicados.
Se incluye el Análisis de la Cultura de la Seguridad del Paciente de los profesionales de la Atención Primaria del Sistema Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno de España.
Número de artículos identificados. (n=14)
Artículos finales a revisar. (n=19)
mente 4 se restringieron a profesionales de enfermería[21,26,27,33]
Las herramientas administradas en las evaluaciones de la CSP también variaron: 12 estudios emplearon Medical Office Survey on Patient Safety Culture (MOSPSC) [16,18,19,22-27,30,31,34] , 3 Hospital Survey on Patient Safety Culture (HSPSC) [21,29,32] y otros 3 Safety Attitudes Questionnaire (SAQ) y adaptaciones de la misma[20,28,33].
Tras describir la literatura incluida en la revisión, en el apartado de resultados se expondrán los hallazgos relativos a los objetivos específicos.
4.1. Metodologías y herramientas utilizadas para la evaluación de la cultura de seguridad del paciente en Atención Primaria. Las evaluaciones de la CSP analizadas utilizaron en su totalidad la metodología de encuestas basadas en herramientas estructuradas[16,18-34], aunque algunas incluyeron también preguntas abiertas[16,19,20,26,32,34]
Se incluyen 5 artículos empleando la técnica de la bola de nieve.
tas o consentimiento de participación. Los sistemas de muestreo empleados fueron variados: mientras en cinco evaluaciones se empleó el muestreo aleatorizado [16,18,25,29,32] , autores como Vega- Ramírez et al.[26] emplearon muestreo intencional. Cabe destacar que hubo evaluaciones que no especificaron el tipo de muestreo empleado[27,28,30] En la mayor parte de las evaluaciones llevadas a cabo los cuestionarios fueron administrados a los participantes en sus centros de trabajo en persona utilizando el formato papel[19-21,22,24,25,27,31,33,34]. Mientras, en otras se optó por hacer uso de la vía electrónica[16,23] y por último, hubo una en la que se utilizó tanto el formato papel como la vía electrónica al no poder contactar con algunos participantes[18] 14 evaluaciones ofrecieron las tasas de respuesta o datos que permitían calcularlas[16,19-25,27-29,31,32,34]; estas fueron desde el 40% hasta valores superiores al 90%. Para interpretar los datos recogidos con estas herramientas algunos autores calcularon la mediana o puntuaciones medias para cada ítem y/o dimensión atribuyéndoles significados positivos o negativos o en función de un punto de corte preestablecido[20,26-28,30,32,33].
Las poblaciones seleccionadas para las evaluaciones de la CSP estuvieron compuestas por una gran variedad de profesionales clínicos y no clínicos y se refirieron a ámbitos muy variados. Mientras algunos autores se interesaron por poblaciones de profesionales a nivel nacional[16], provincial [26] o municipal [20], otros tuvieron en cuenta a los profesionales de la plantilla de centros de AP concretos [26,18-34] 9 evaluaciones de la CSP involucraron a la totalidad de la población investigada [19-24,31,33,34] mientras que otras 9 se focalizaron en muestras cuyo tamaño varió entre 4.344 a 44 participantes [16,18,25-30,32] . Tanto los estudios que encuestaron a poblaciones completas como aquellos que seleccionaron muestras condicionaron la participación en la investigación a determinados criterios de inclusión tales como: categoría profesional, tiempo de permanencia en el servicio, horas de trabajo semanales, disponibilidad al realizar las encues -
Otros autores se basaron en los porcentajes de respuestas positivas tras asignar significados positivos, neutros o negativos a las puntuaciones de las escalas[16,18,19,21-24,25,29,31,34]. Por último, hubo hasta 9 evaluaciones en las que tras asignar significados positivos, neutros o negativos a las puntuaciones de las escalas, establecieron diferentes porcentajes de respuestas indicativos de fortaleza y de debilidad [18-22,24,25,31,34]. Los autores de dichas evaluaciones consideraron que una dimensión de la CSP podía calificarse como positiva si al menos el 75% de los profesionales la habían calificado de ese modo. Sin embargo, variaron al considerar los porcentajes de respuestas positivas que eran indicativos de debilidad[19-24]
Respecto a las herramientas empleadas, fueron fundamentalmente tres cuestionarios y sus adaptaciones: MOSPSC, HSPSC y SAQ. El cuestionario HSPSC fue diseñado para su utilización en la atención hospitalaria por la Agency for Healthcare Research Quality. Mientras tanto, SAQ es un cuestionario de uso genérico. Finalmente, MOSPSC, diseñado por la Agency for Healthcare Research Quality
Figura 1. (Fuente: elaboración propia). Términos clave introducidos en las bases de datos científicas
Figura 2. (Fuente: elaboración propia). Diagrama de flujos
fue creado específicamente para su uso en consultorios médicos.
Mientras que algunos autores utilizaron herramientas que habían sido adaptadas con respecto a las originales y que incluían ítems adicionales[16,20,26,27,30], otros optaron por utilizar herramientas adaptadas hacia versiones cortas para mejorar su aceptabilidad [28,33] . Todos los cuestionarios empleados fueron traducidos o adaptados a diferentes idiomas y contextos de AP según el país en el que se emplearon[16,18-34]
Además, todas las herramientas finales incluían una sección de datos sociodemográficos donde se recogía la edad, sexo, profesión, nivel de estudios, años de experiencia laboral o número de horas de trabajo semanales de los participantes [16,18-34]
Por último, las herramientas en su totalidad estaban compuestas por escalas de medición tipo Likert de 5 puntos para valorar la frecuencia, acuerdo o satisfacción con los ítems planteados para cada dimensión. En estas escalas las puntuaciones más altas representaban generalmente los valores óptimos. El nivel de agregación de los datos varió según el interés de los autores por comparar las valoraciones de los distintos grupos de participantes. De los 11 estudios que incluyeron tanto a profesionales clínicos como a no clínicos, 4 presentaron las puntuaciones asignadas por cada grupo profesional a las diferentes dimensiones [16,28,31,34], mientras los otros 7 presentaron las puntuaciones agregadas[19,20,22-24,30,32]
4.2. Dimensiones de la cultura de seguridad del paciente evaluadas para su caracterización en Atención Primaria. Las dimensiones más frecuentemente citadas fueron: el Trabajo en Equipo, la Comunicación Abierta, la Comunicación sobre el Error, el Apoyo del Liderazgo a la Seguridad del Paciente, el Aprendizaje Organizacional, las Percepciones Generales sobre la Seguridad del Paciente y la Calidad, la Capacitación del Personal, el Ritmo y la Carga de Trabajo, los Procesos de Trabajo y Estandarización y el Seguimiento al Paciente, las cuales derivan de la conceptualización de la CSP que fundamentó la creación de las encuestas MOSPSC, HOSPSC, SAQ y sus adaptaciones. El cuestionario MOSPSC incluyó en sus diferentes versiones entre 38 y 44 ítems
destinados a evaluar 10 dimensiones de la CSP: Trabajo en Equipo, Ritmo y Carga de Trabajo, Capacitación del Personal, Procesos de Trabajo y Estandarización, Comunicación Abierta, Seguimiento de la Atención al Paciente, Comunicación sobre el Error, Apoyo del Liderazgo a la Seguridad de Paciente, Aprendizaje Organizacional y Percepciones Generales de Seguridad del Paciente y Calidad[16,18,19,26,30,31,34].
Entre los autores que emplearon el cuestionario MOSPSC, el Ministerio de Sanidad Servicios Sociales e Igualdad[16], Vega-Ramírez et al.[26], González-Montaño[27] y López-Liria et al.[30] incluyeron 6 ítems adicionales para obtener información específica sobre los profesionales de la salud, integrados en las dimensiones: Comunicación sobre el Error, Procesos de Trabajo y Estandarización y Capacitación del Personal al haber utilizado una adaptación de la herramienta.
El cuestionario HSPSC en las diferentes versiones revisadas estuvo compuesto por entre 42 y 45 ítems definidos para calificar entre 10 y 12 dimensiones de la CSP[19,21,32]. Más concretamente, las dimensiones evaluadas con dicho cuestionario fueron: Percepciones Generales de Seguridad del Paciente, Frecuencia de la Eventos Informados, Expectativas de la Gerencia y Acciones que Promueven la Seguridad del Paciente, Aprendizaje Organizacional y Mejora Continua, Trabajo en Equipo dentro de las Unidades, Apertura de la Comunicación, Respuesta no Punitiva al Error, Dotación del Personal, Apoyo de la Gestión a la Seguridad del Paciente, Trabajo en Equipo entre Unidades, Comunicación sobre Errores, Traspasos y Transiciones. Por último, el cuestionario SAQ incluye en las diferentes versiones utilizadas entre 32 y 62 ítems destinados a evaluar entre 6 y 9 dimensiones de la CSP. Las dimensiones evaluadas fueron: Satisfacción Laboral, Clima de Seguridad, Clima de trabajo en Equipo, Condiciones de Trabajo, Gestión de la Unidad y Reconocimiento del Estrés[20,28,33]. Cabe destacar que Souza et al.[20] añadieron las dimensiones Error, Comunicación y Educación Permanente al utilizar una adaptación de la herramienta.
4.3. Dimensiones de la cultura de seguridad del paciente en Atención Primaria evaluadas más positivamente y menos positivamente. El último objetivo específico planteado para esta revisión consistía en conocer qué dimensiones de la CSP en AP se eva-
lúan más positivamente y cuáles menos positivamente. En la Tabla 1 se recogieron las distintas calificaciones que recibieron cada una de ellas con el objetivo de contar con un mapeo gráfico que facilitase identificar patrones positivos o negativos en relación con la percepción de estas en AP. En esta última tabla se incluyen únicamente 12 de las 18 evaluaciones de CSP revisadas[16,19,21-25,28,29,31-33] ya que varias evaluaciones no mostraban el desglose de las puntuaciones obtenidas para las distintas dimensiones de CSP[18-34]. Además, los autores utilizaron medidas diferentes a la hora de calificar las dimensiones de modo que las medidas de algunos estudios tuvieron que transformarse para poder ser comparadas. Como la medida más frecuentemente utilizada fue el porcentaje de respuestas positivas para cada dimensión y en otros tres estudios había datos suficientes para calcularlos[28,32,33], esta se utilizó como la medida de referencia. Por último, al considerar que los puntos de corte empleados por los autores fueron variados, con el objetivo de identificar conclusiones en cuanto a cómo se evalúan dichas dimensiones en AP, se consideró el punto de corte del 50% al ser un valor neutro. El primer hallazgo obtenido de este ejercicio de contraste es que las evaluaciones de CSP arrojan resultados consistentes para tan solo 9 de las 20 dimensiones evaluadas. En particular, la totalidad de las evaluaciones de CSP revisadas fueron consistentes en arrojar porcentajes superiores al 50% de respuestas positivas para varias dimensiones: Trabajo en Equipo, Seguimiento al Paciente, Aprendizaje Organizacional, Satisfacción Laboral, Condiciones de Trabajo, Gestión de las Unidades, Clima de Seguridad y Expectativas y Acciones de la Gerencia que Promueven la Seguridad del Paciente. Del mismo modo, la dimensión Frecuencia de Eventos Informados obtuvo calificaciones similares en todas las evaluaciones revisadas, aunque en esta ocasión estas fueron negativas dados los bajos porcentajes de respuestas positivas que recibieron tal y como queda reflejado en la Tabla 1
El resto de las dimensiones de la CSP fueron evaluadas de modo dispar obteniendo calificaciones positivas en algunos estudios y negativas en otros. Estas fueron: Respuesta no Punitiva al Error, Ritmo y Carga de Trabajo, Capacitación del Personal, Procesos de Oficina y Estanda-
CALIFICACIONES PARA LAS DIFERENTES DIMENSIONES DE LA CULTURA DE SEGURIDAD DEL PACIENTE
Dimensiones de la cultura de seguridad del paciente 16 19 25 24 22 23 28 21 29 33 32 31
Trabajo en equipo
Ritmo y carga de trabajo
Capacitación del personal
Procesos de trabajo y estandarización
Comunicación abierta
Seguimiento al paciente
Comunicación sobre el error
Apoyo del liderazgo a la seguridad del paciente
Aprendizaje organizacional
Percepciones generales de seguridad del paciente y de calidad
Satisfacción laboral
Condiciones de trabajo
Reconocimiento del estrés
Gestión de las unidades
Clima de seguridad
Respuesta no punitiva al error
Frecuencia de eventos informados
Expectativas y acciones de la gerencia que promueven la seguridad del paciente
Dotación de personal
Traspasos y transiciones
Negativo (-): % de respuestas positivas inferior a 50%. Positivo (+): 50-75% de respuestas positivas. Dos positivos (++): % de respuestas positivas o igual a 75%
Tabla 1. (Fuente: elaboración propia). Calificaciones de los diferentes estudios para cada una de las dimensiones evaluadas en los mismos.
rización, Apoyo del Liderazgo a la Seguridad del Paciente, Comunicación Abierta, Comunicación sobre el Error, Percepciones Generales de Seguridad del Paciente y Calidad, Traspasos y Transiciones y Reconocimiento del Estrés. Por ello, no fue posible ofrecer conclusiones generales o identificar patrones en relación con dichas dimensiones.
5. DISCUSIÓN
En la presente revisión se han identificado 18 evaluaciones de CSP en AP. Este dato constata que las evaluaciones de la CSP en AP siguen siendo menos habituales que en el ámbito hospitalario. Esto no es sorprendente ya que en general el desarrollo de la SP es muy inferior en AP, en parte debido a la falsa creencia de que este ámbito es menos arriesgado que el hospitalario y porque la financiación económica que recibe por parte de las instituciones es muy limitada[35]
Además de ser limitadas en número, la revisión ha revelado que las evaluaciones
adolecen de limitaciones metodológicas. No solo se emplean muestras pequeñas u obtenidas de sistemas de muestreo indeterminados, sino que también se omite la descripción de las tasas de respuesta o el análisis de los datos[27,28,30,31,34]
A pesar de haber encontrado estas limitaciones en la literatura, los artículos revisados han permitido recabar información valiosa para responder a los objetivos previamente planteados tal y como se expondrá a continuación.
El empleo preferente de este tipo de encuestas se relaciona con el hecho de que las metodologías cualitativas son catalogadas como no generalizables en términos estadísticos. Sin embargo, otros autores afirman que son susceptibles de otro tipo de generalización: la generalización analítica o teórica[38]. Por último, hay quien añade que ni los enfoques cualitativos ni los cuantitativos por sí solos son capaces de ofrecer una visión certera de la situación de la CSP, recomendando el empleo de métodos mixtos[39]
En segundo lugar, como resultado de incluir literatura internacional en la revisión, los contextos y servicios en los que se llevaron a cabo las evaluaciones de la CSP fueron muy variados al estructurarse de forma muy diferente en los distintos países [40-41]. Consecuentemente, las categorías profesionales involucradas en las evaluaciones de CSP también lo fueron [22,25,29,31]
5.1.Metodologías y herramientas utilizadas en la evaluación de la CSP en AP. En primer lugar, la metodología empleada para la evaluación de la CSP en AP es la de las encuestas. Esto no es de extrañar ya que en el ámbito hospitalario las metodologías de encuestas, particularmente las cuantitativas, han sido las más empleadas[36]. Este enfoque evaluador cuantitativo ha sido cuestionado al no permitir que las creencias, experiencias, valores y perspectivas que se evalúan vengan marcadas por los propios profesionales[37]
Esta variedad de entornos de investigación es interesante, en tanto en cuanto, permiten ofrecer una visión amplia de las percepciones sobre la CSP en AP, al incorporar perspectivas de diferentes categorías profesionales. La mejora de la SP es una responsabilidad que recae sobre la totalidad de los profesionales que ejercen su labor en las organizaciones sanitarias. No obstante, aunque es conveniente conocer la perspectiva interprofesional, evaluaciones de CSP uniprofesionales también pueden ser importantes para poder intervenir de modo eficaz sobre ciertas categorías profesionales en materia de SP.
En tercer lugar, se hallaron 3 herramientas que permitían evaluar la CSP: el MOSPSC, el SAQ y el HSPSC. De entre los tres cuestionarios hallados, MOSPSC fue el más frecuentemente empleado en hasta 12 de las 18 evaluaciones revisadas. Esto no es de extrañar si consideramos que MOSPSC fue creado y validado por la Agency for Healthcare Research Quality específicamente para su uso en AP. El empleo de encuestas hospitalarias o genéricas no diseñadas para su uso en AP debe ser revisado ya que pueden carecer de validez al obviarse dimensiones específicas[42]
Por último, los autores analizaron e interpretaron los resultados de sus evaluaciones de forma diversa. Utilizaron medidas dispares al describir la situación de la CSP en AP. Además, no utilizaron estándares comunes para interpretar los resultados de las evaluaciones y el estatus de las dimensiones de CSP. Esta disparidad en el modo de analizar e interpretar los resultados de las evaluaciones de CSP supone una barrera importante para la comparación de los resultados de estas. Además, no contar con estándares de interpretación consensuados puede dar lugar a problemas de validez y utilidad. Por ejemplo, la consideración de puntos de corte muy elevados resulta muy poco discriminatoria mientras que por el contrario los puntos de corte muy relajados pueden dar lugar a que dimensiones que necesitan mejorar no sean detectadas. Esto hace necesario establecer las medidas y los puntos de corte óptimos para la interpretación de los resultados.
5.2. Hallazgos relativos a las dimensiones de CSP más evaluadas y su estatus en AP. Las dimensiones más frecuentemente
evaluadas fueron el Ritmo y Carga de Trabajo, el Seguimiento al Paciente, la Comunicación Abierta, la Comunicación sobre el Error, el Apoyo del Liderazgo a la Seguridad del Paciente, los Procesos de Trabajo y Estandarización, el Aprendizaje Organizacional, la Capacitación del Personal, el Trabajo en Equipo y las Percepciones Generales sobre la Seguridad del Paciente y la Calidad. Estas dimensiones son similares a las más frecuentemente evaluadas en el ámbito hospitalario[43]. Este hallazgo no es de extrañar ya que, aunque MOSPSC es una escala creada específicamente para entornos de AP hay que tener en cuenta que su diseño se basó en un cuestionario específico del ámbito hospitalario: el HSPSC[44]. Este hecho, por un lado, puede ser positivo ya que la creación de herramientas en base a otras de probada validez puede favorecer sus propiedades psicométricas. Sin embargo, y paradójicamente, la creación de herramientas en base a otras puede suponer limitaciones si no se incorporan de forma flexible aspectos específicos de los nuevos contextos, generalmente componentes cualitativos[45]. Así pues, es preciso desarrollar investigaciones en esta línea que permitan dilucidar si los aspectos teóricos y prácticos que rigen el desarrollo de una CSP en los diferentes entornos asistenciales son los mismos o si emergen nuevas dimensiones específicas de cada ámbito.
Respecto al estatus de las dimensiones de la CSP en AP se halló que las evaluaciones revisadas solo coinciden en su valoración para 9 dimensiones, las cuales fueron valoradas con al menos un 50% de respuestas positivas. Por otro lado, la dimensión Frecuencia de Eventos Informados fue evaluada por debajo de este porcentaje y, por tanto, negativamente. El resto de las dimensiones de la CSP fueron evaluadas de modo dispar obteniendo calificaciones y puntuaciones diferentes en los distintos estudios revisados. Esto puede deberse al hecho de que sean dimensiones contexto-dependientes. Sin duda, las infraestructuras y las condiciones de trabajo de los entornos donde se realizaron las evaluaciones son muy variadas e influyen en las percepciones de los encuestados.
5.3.Frecuencia de eventos informados
La dimensión Frecuencia de Eventos Informados fue evaluada negativamente en
todas las evaluaciones de CSP revisadas. Este hallazgo lejos de ser raro es consistente con los encontrados en estudios evaluativos de la CSP en todos los ámbitos del sistema sanitario[46]
La notificación de eventos consiste en el registro de errores, casi-errores y EA que acaecen en el día a día en sistemas de comunicación creados para su recopilación y posterior análisis. La notificación de eventos es la vía gracias a la cual los profesionales de las diferentes organizaciones e instituciones son capaces de aprender sobre los riesgos potenciales y los errores que se cometen en sus entornos laborales. Al proceder al análisis de las causas que han llevado su comisión, se pretende implementar estrategias enfocadas en su prevención. El reconocimiento del beneficio de la notificación de eventos para la mejora de la SP ha dado lugar al desarrollo de estrategias y sistemas destinados a fomentar la misma. Un ejemplo de ellos es el Sistema de Notificación y Aprendizaje para la Seguridad del Paciente (SiNASP), desarrollado por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España, con una versión para AP y otra para hospitalaria[47]. De este modo se obtiene información precisa acerca del ámbito en el que han sucedido los errores, pudiendo implementar estrategias de mejora de forma específica.
Sin embargo, a pesar del desarrollo de los sistemas de notificación, su uso no ha logrado ser habitual tal y como evidencian los resultados de esta revisión. Esta se relaciona con la motivación de los profesionales hacia la notificación. Un sector de ellos considera que contribuye escasamente en la mejora de la calidad asistencial y que los sistemas de notificación no protegen su anonimato. Esto los lleva a concluir que lo único que pueden obtener del registro de un error son consecuencias punitivas. Además, la consideración del tiempo que conlleva informarlos y el desconocimiento sobre qué tipo de eventos deben reportarse o cómo hacerlo potencian la infranotificación[48,49]
La literatura enfatiza que en ocasiones los profesionales no notifican ciertos errores si no se ha causado daño al paciente o si los mismos han estado lejos de hacerlo al haberse corregido a tiempo[50]. De esta forma, se ha descrito que los errores que más frecuentemente se notifican son los que más riesgo suponen, así como los que han causado daños al paciente[51]. Sin embargo, la información sobre los factores
modificables proviene tanto de errores fatales como de casi-errores. Una de las estrategias dirigidas a potenciar la notificación se orienta hacia la mejora de la confianza de los profesionales en los sistemas de notificación[48,52] Anonimizar los sistemas de notificación impide la posibilidad de contactar a las personas que han reportado los eventos por lo que puede suponer una dificultad en el análisis de sus causas contribuyentes[53]. Sin embargo, la utilidad de aumentar la confiabilidad de los profesionales hacia la notificación es superior a conservar la posibilidad de extraer datos extra de primera mano.
La dimensión de la CSP Respuesta no Punitiva al Error también se encuentra directamente relaciona con la Frecuencia de Eventos Informados. Respuestas punitivas tales como sanciones económicas, legales o rechazo por parte del resto de profesionales reducen la frecuencia de notificación[54]. Así pues, es preciso fomentar el desarrollo de una CSP positiva que reconozca la falibilidad humana y que se oriente hacia la implementación de mejoras sobre el sistema basadas en la detección de debilidades[51]. Además, se deben desarrollar estrategias de educación que permitan al personal identificar claramente que aspectos deben ser reportados[52,54]
Se debe evitar que los profesionales dejen de notificar por percibir que dichas notificaciones no van a conducir a la puesta en marcha de intervenciones. Así pues, es labor de los gestores sanitarios informar puntualmente a los profesionales de las acciones que se van a implementar como respuesta a las debilidades que sus notificaciones han revelado[53]
En la misma línea, proporcionar feedback contribuye a desterrar la idea de que el análisis de los errores se centra más en la búsqueda de responsables que en fortalecer los entornos organizacionales. Aun así, Elder et al. [51] muestran que el personal continúa considerando que recibe escaso feedback en respuesta al reporte de eventos.
Otra medida que la literatura propone para mejorar la notificación es la sencillez y accesibilidad de los cuestionarios para evitar el rechazo de los profesionales. Esto supone estructurarlos con preguntas concretas y breves, además de un apartado de libre respuesta[52,53]
Richardson y Mckie[55] llaman la atención sobre el hecho de que la notificación
tividad de la evidencia incluida se ha considerado menos prioritaria que su actualidad al ser la CSP un fenómeno dinámico. Por último, la literatura que se ha revisado pertenece al ámbito internacional, aspecto que sin duda ha enriquecido los resultados. Sin embargo, también ha supuesto un reto para la adecuada comparación e interpretación de los datos al incluir ámbitos de AP dispares y contextualmente dependientes.
6. CONCLUSIONES
de errores puede ser obligatoria o voluntaria y que el uso de sistemas obligatorios permite aumentar la tasa de notificación frente a los voluntarios. Sin embargo, en determinados contextos esta obligatoriedad puede causar inseguridad entre los profesionales. Así pues, es recomendable que la voluntariedad u obligatoriedad se tome en función de la situación específica de las organizaciones donde se implanten. En España, SiNASP es de carácter voluntario y funciona como una vía hacia el aprendizaje y la mejora de SP[47]
5.4. Limitaciones En este proyecto se llevó a cabo una revisión tradicional de la literatura. Esta metodología de revisión sirve para dar a conocer la situación general acerca de un tema en concreto. En ella, el autor establece sus criterios propios en el análisis y la organización de la información. Sin embargo, no pretende ser exhaustiva como otro tipo de revisiones tales como las sistemáticas en las que se lleva a cabo una rigurosa selección y análisis de la información para responder a una pregunta en concreto[56]. Por ello, pueden existir artículos relevantes que no se hayan contemplado. Por ejemplo, a la hora de realizar la discusión se observó que existía un artículo que describía una nueva herramienta para la evaluación de la CSP en AP con una metodología cualitativa: la Manchester Patient Safety Framework. Sin embargo, a pesar de ser específica para la evaluación de la CSP en AP, no se ha podido evidenciar su empleo frecuente a nivel práctico. La presente revisión se limitó a la búsqueda de evidencia publicada los últimos 10 años, pudiendo haber excluido referencias relevantes publicadas fuera de este rango temporal. Sin embargo, la exhaus-
Con respecto a las conclusiones, por un lado, la presente revisión ha evidenciado que las evaluaciones de CSP han resultado ser escasas, además de estar limitadas metodológicamente. Esto se debe a que las metodologías cuantitativas son las más frecuentemente empleadas en la evaluación de CSP en AP, lo cual debe revisarse dada la superioridad de metodologías mixtas. Además, las herramientas que se han empleado más habitualmente en la evaluación de CSP en AP han sido tres: MOSPSC, HSPSC y SAQ. En particular la MOSPC fue la más frecuentemente empleada y la única creada específicamente para AP, siendo importante revisar el empleo de herramientas no específicas. Por otro lado, con respecto a las dimensiones de CSP más frecuentemente evaluadas, estas fueron: el Trabajo en Equipo, la Comunicación Abierta, la Comunicación sobre el Error, el Apoyo del Liderazgo a la Seguridad del Paciente, el Aprendizaje Organizacional, las Percepciones Generales sobre la Seguridad del Paciente y la Calidad, la Capacitación del Personal, el Ritmo y la Carga de Trabajo, los Procesos de Trabajo y Estandarización y el Seguimiento al Paciente. En esta línea, las evaluaciones de CSP arrojan resultados consistentes para tan solo 9 de las 19 dimensiones evaluadas, pudiendo deberse a que algunas de ellas sean contextualmente dependientes y que por tanto sea preciso describir adecuadamente los entornos organizacionales. Finalmente, la dimensión Frecuencia de Eventos Informados tiende a ser evaluada negativamente por lo que requiere atención urgente. Esto precisa la consideración de sistemas de notificación voluntarios y anónimos al resultar menos punitivos, logrando un aumento en la notificación.
La Atención Primaria constituye la asistencia sanitaria esencial al alcance de los usuarios de la comunidad a lo largo de su ciclo vital
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Unificación, estandarización y buenas prácticas en relación con el manejo de fármacos en el Servicio de Urgencias del HUN
Autoras
Oihane Vieira Galán
Jefa de Unidad de Enfermería del Servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Navarra (HUN)
Coordinadoras de Enfermería del Servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Navarra (HUN)
Dirección de contacto oihane.vieira@gmail.com
Resumen
Los servicios de urgencias hospitalarios (SU) ofrecen una atención rápida y compleja a pacientes con patologías graves, lo que les convierte en áreas con un alto riesgo de errores en la administración de fármacos. La Sociedad Española de Emergencias Sanitarias (SEMES) realizó un estudio de Eventos Adversos ligados a la Asistencia en los Servicios de Urgencias de Hospitales españoles (EVADUR). Según este estudio[1], realizado en 21 SU españoles, la segunda causa de los eventos adversos fueron los errores de medicación. Además, se concluye que el porcentaje mayor de errores ocurrió en la fase de la administración (36%).
En la Unidad de Urgencias del HUN se utilizan actualmente más de 300 fármacos diferentes por lo que, en el año 2021, la Jefatura de Enfermería de la Unidad consideró prioritario establecer diferentes acciones con el objetivo de minimizar los daños evitables. Esta estrategia de mejora está basada en 3 áreas: selección del fármaco, preparación del fármaco y administración del fármaco.
Debido a sus características de atención inmediata el Servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Navarra (HUN) no está integrada actualmente en la red de prescripción informatizada, por lo que como objetivo prioritario se hace necesaria la implantación de medidas que minimicen la posibilidad de aparición de un error en la administración de medicamentos denominados “peligrosos”, así como fomentar la cultura de seguridad en la unidad a través de la formación a sus profesionales.
De acuerdo con estas recomendaciones de las sociedades científicas y organismos internacionales se analizaron los eventos adversos notificados en el SU del HUN y se ideó un plan para establecer protocolos sobre prácticas seguras en el uso de medicamentos con la participación de todos los estamentos profesionales que participan en la atención de la patología urgente y en colaboración con el Servicio de Farmacia del centro.
PALABRAS CLAVE
Seguridad el paciente, medicamentos peligrosos, urgencias, eventos adversos.
INTRODUCCIÓN
Según la Organización Mundial de la Salud la seguridad del paciente se define como “la ausencia de un daño innecesario real o potencial asociado a la atención sanitaria”. Actualmente la seguridad del paciente se está instalando como un imperativo social, científico, ético y legal en la atención médica de toda persona, que procura la prevención de los riesgos y evitar daños a quien se encuentra enfermo y bajo el cuidado de un profesional, de una institución o de un sistema de salud, ya sea en el momento de su internación o en su atención ambulatoria[2]
En el año 2002 la Organización Mundial de la Salud (OMS) anima al establecimiento de Retos Globales para trabajar en mejorar la seguridad del paciente a partir del estudio de la Academia Nacional de Ciencias de EE. UU. titulado “Errar es humano: la construcción de un sistema a de salud más seguro” (1999). A partir de este momento numerosas organizaciones sanitarias internacionales situaron la seguridad del paciente entre sus prioridades en materia de política sanitaria. Por ello, la OMS lanzó en el año 2004 la “Alianza por la Seguridad del paciente”[3], promoviendo acciones, herramientas y recomendaciones para mejorar la seguridad de todos los países del mundo. Los Efectos Adversos (EA), que causan lesiones u otros tipos de daño o sufrimiento en los pacientes, también pueden afectar notablemente al trabajo, la familia y la vida personal de los profesionales de la salud involucrados en ellos. A estos se les reconoce como las segundas víctimas de los EA y han sido definidas por Susan Scott como miembros del equipo de salud que participan en un evento imprevisto, en un error médico y / o una lesión relacionada con el paciente y que llegan a ser víctimas porque se ven traumatizados por dicho evento. Igualmente, estos EA producen daño en la reputación de las
organizaciones en las que ocurren (terceras víctimas), porque socavan la confianza tanto de los pacientes perjudicados como la de la población en general[4]
OBJETIVOS
Objetivo general
• Establecer un sistema de almacenamiento de fármacos que promueva un uso seguro del medicamento en la unidad de Urgencias del HUN
Objetivos específicos
• Facilitar a las enfermeras de SU del HUN la administración segura de medicamento
• Diseñar estrategias intuitivas para evitar errores de administración
• Elaborar acciones para aplicar los 5 correctos de la administración de medicación
• Identificar de manera visual los fármacos peligrosos almacenados en urgencias
METODOLOGÍA
Las enfermeras, como profesionales implicadas en el almacenamiento, control, distribución y administración de medicamentos dentro de su Unidad, son capaces de identificar y comprender por qué ocurren los errores en la práctica y aprender para prevenir errores en el futuro.
La mayoría de los estudios sobre seguridad del paciente no tienen en cuenta los servicios de urgencias y es, por sus particularidades, por las que se deben estudiar de manera independiente para analizar los diferentes factores que pueden favorecer la aparición de EA[5]:
A continuación, se presentan las estrategias de prevención de errores en la administración de medicamentos peligrosos en el SU del HUN, basadas en las recomendaciones del Ministerio de Sanidad, los protocolos del centro y el análisis continuo de los factores que producen errores en el Servicio.
1. Identificación correcta del paciente
Según el Instituto para el Uso Seguro de los Medicamentos (ISMP-España), los incidentes por confusión de pacientes, denominados también de “paciente equivocado”, constituyen un tipo de errores potencialmente graves que merecen especial atención. Este error no solo se puede dar en el momento de la administración de un medicamento (darle a un paciente
FACTORES QUE FAVORECEN LA APARICIÓN DE EA
Profesionales
• Formación
• Competencia profesional
• Gran volumen de plantilla con alta rotación
• Factores estresantes, emocionales o fatiga
Error en comunicación
• Profesional-paciente
• Órdenes verbales
• Mala letra, receta
• No revisión de farmacia
Condiciones de trabajo
• Escasa información sobre el paciente
• Presión asistencial
• Falta de trabajo en equipo
Organización
• Ausencia o inadecuación de protocolos, normales o procedimientos
•Altas cargas de trabajo
la medicación de otro), sino que pueden darse durante todo el proceso.
• Errores en la prescripción y la transcripción.
• Errores en la transcripción y etiquetado.
• Errores en la administración.
La OMS, así como otros órganos internacionales como la Joint Commission1, recomiendan:
• Verificar la identidad del paciente mediante la lectura de su pulsera identificativa.
• No ingresar en el mismo control (en nuestro caso en la Unidad de Observación) pacientes con nombres similares.
• Etiquetar las preparaciones con etiquetas estandarizadas que indiquen la identidad del paciente.
• Antes de administrar un medicamento, la enfermera debe preguntar al paciente y leer su pulsera identificativa para verificar su identidad.
2. Mejora de la comunicación efectiva
ISMP-España indica varios factores que contribuyen a que ocurran errores como son: nombre de medicamentos similares, presión asistencial, interrupciones, ruido ambiental, etc.
En este sentido es importante conocer la existencia de los llamados medicamentos LASA2, en concreto aquellos medicamentos que en su pronunciación tienen una sonoridad similar (sound alike).
Las acciones recomendadas a los profesionales para evitar los errores de comunicación son:
• La orden verbal debe repetirse en voz alta para que sea confirmada por el prescriptor antes de administrar el medicamento.
• Uso de la denominación genérica en lugar de la comercial más sujeta a modificaciones por cambios en los distribuidores.
3. Reestructuración de la farmacia de la Unidad. Eliminación de la doble presentación. Revisión periódica.
Dentro de una farmacia muy amplia, las dobles presentaciones favorecen los errores en el momento de seleccionar el medicamento, así como a la hora de realizar
Las prescripciones verbales se siguen utilizando en los servicios de Urgencias donde en muchas ocasiones no es posible realizar una prescripción electrónica o manual. Esta práctica se considera de alto riesgo principalmente por problemas en la comunicación y en la comprensión.
1. La Joint Commission es una organización que otorga certifica que un centro ha alcanzado el nivel óptimo para realizar la función que tiene encomendada, basándose en funciones relevantes de la organización y estableciendo estándares de buena práctica.
2. LASA. Los medicamentos LASA (del inglés look alike, sound alike) son aquellos que se parecen físicamente o sus nombres suenan parecidos, condición que aumenta la posibilidad de ocurrencia de prescripción, digitación, dispensación y administración errónea.
los cálculos para su dosificación. Es por ello, que se debe disponer de una única presentación comercial eligiendo aquella cuya cantidad total se adapte mejor a la dosis más habitual en el Servicio.
Un análisis periódico de los productos nuevos y la separación física de los medicamentos con aspecto o nombre parecidos puede disminuir en gran medida el riesgo de errores de medicación por los llamados medicamentos LASA.
4. Estrategias sobre los medicamentos de alto riesgo
El Instituto para el Uso Seguro del Medicamento (Institute for Safe Medication Practices-ISMP) y otras organizaciones dedicadas a la seguridad del paciente insisten en la necesidad de establecer procedimientos explícitos para reducir el riesgo de errores cuando se manejan los medicamentos de alto riesgo3 [6]. Así, se recomienda:
3. Se denominan “medicamentos de alto riesgo” aquellos que cuando se utilizan incorrectamente presentan una mayor probabilidad de causar daños graves o incluso mortales a los pacientes. Ello no implica que los errores con estos medicamentos sean más frecuentes, sino que en caso de que ocurran, las consecuencias para los pacientes suelen ser más graves.
a. Establecer y difundir una relación con los medicamentos de alto riesgo disponibles en la unidad.
b. Estandarizar su prescripción, almacenamiento, preparación y administración; establecer dosis máximas y alertas automatizadas.
c. Limitar el número de presentaciones y de concentraciones disponibles, particularmente la heparina, morfina e insulina.
d. Implantar prácticas de doble chequeo en la preparación y administración de estos medicamentos; etc.
Una de las medidas propuestas para evitar errores en el manejo de este tipo de fármacos es almacenar estos medicamentos en un espacio diferente y además identificarlos de manera especial. En nuestro caso se ha decidido utilizar un sistema de dispensación automatiza Pyxis4
5. Estandarización de diluciones
La variabilidad de procedimientos de dilución de los fármacos administrados en perfusión intravenosa utilizados en el SU, así como la falta de protocolos normalizados para su preparación y administración, aumenta el riesgo de errores que pueden comprometer la seguridad del paciente. Por ello, se ha creado un grupo multidisciplinar de trabajo (Servicio de Urgencias, Servicio de Farmacia, UCI, Equipo de Anestesia, etc.) con el objetivo de unificar criterios de prescripción, preparación y administración de los fármacos.
Esta acción se llevó a cabo en el año 2022 con la supervisión del Servicio de Farmacia del HUN y con la coordinación de la Dirección del centro desarrollándose una guía de administración de fármacos para situaciones de emergencia.
6. Doble chequeo
4. El sistema Pyxis MedStation™ de BD es un innovador sistema de dispensación automatizada que permite la gestión descentralizada de la medicación.
El doble chequeo es una metodología de trabajo muy extendida entre el personal de enfermería que consigue minimizar la tasa de errores relacionados con la administración de medicamentos. Consiste en que dos enfermeras comprueben de manera independiente la medicación antes
En la Unidad de Urgencias del HUN se utilizan actualmente más de 300 fármacos diferentes
de su administración. La validez del método se basa en que es muy baja la probabilidad de que dos personas se equivoquen en el mismo punto del mismo proceso[7] En el mes de agosto de 2021 se estableció esta indicación en la Unidad de Urgencias del HUN como estrategia de seguridad del paciente en los fármacos de alto riesgo y con especial atención en los administrados a través de bombas de perfusión.
7. Alertas visuales La Alianza Mundial para la Seguridad del Paciente incluyó este problema entre las primeras Soluciones para la Seguridad del Paciente que publicó en mayo de 2007[8] Recomendó que las instituciones deberían elaborar y revisar al menos anualmente una lista de los medicamentos con nombres similares utilizados en el centro, y establecer medidas para evitar errores por confusión entre estos medicamentos.
Una técnica propuesta es la utilización de “letras mayúsculas resaltadas” (tall man lettering), que consiste en destacar en mayúsculas las letras de los nombres que son distintas, con el fi n de acentuar sus diferencias (p.ej. DOBUTamina, DOPamina). Estas letras pueden destacarse aún más utilizando letra negrita, color, color de fondo o mediante otros recursos.
Esta medida se implementó por parte del Servicio de Farmacia del HUN y se ha seguido utilizando evitando el almacenamiento de los medicamentos con riesgo elevado de confusión en lugares próximos, utilizando “letras mayúsculas resaltadas” en los letreros de los cajetines o en las estanterías donde se almacenen medicamentos con nombres similares, para diferenciar los nombres y advertir del riesgo de confusión.
El sistema Español de Notificación en Seguridad en Anestesia y Reanimación (SENSAR) y la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (SEDAR), en colaboración con el ISMP-España han elaborado unas recomendaciones que tienen como objetivo prevenir errores en la administración causados por la falta de identificación de las preparaciones y de las vías de adminis-
tración, que podrían ser evitables con la adaptación de medidas simples[8] La identificación de jeringas y preparaciones con etiquetas de colores siguiendo unas normas estandarizadas minimizan la probabilidad de error.
8. Crear cultura de Seguridad en la Unidad La formación de los profesionales sanitarios en seguridad del paciente es clave para mejorar la cultura de la organización y aportar conocimientos y habilidades en la detección, prevención y control del daño que la asistencia sanitaria puede ocasionar a los pacientes. En el marco de la nueva Estrategia de Seguridad del Paciente para el periodo 2015-2020[9], se ha incluido como objetivo específico, en la Línea Estratégica 1: “Fomentar la formación básica en seguridad del paciente de todos los profesionales sanitarios, en todos los niveles de formación y desarrollo”.
CONCLUSIONES
Abordar un proyecto para el desarrollo de un programa de prácticas de reducción de errores en el manejo de medicamentos en una Unidad muy grande es complejo ya que por sí sola ninguna de las acciones garantizará la seguridad de los pacientes, pero cada acción concreta dentro de las diferentes etapas de manejo de medicamentos puede ayudar a reducirlos.
Como responsables de la gestión de la Unidad de Urgencias tenemos como principal misión intentar limitar que ocurran los errores y minimizar sus consecuencias, así como liderar y formar al personal con un enfoque sólido estableciendo estrategias que se mantengan en el tiempo buscando siempre la colaboración de otras unidades implicadas y el apoyo de la Dirección de nuestro centro. En la actualidad y desde el inicio de las diferentes acciones, se están estudiando el número de notificaciones por EA realizadas (SINAPS) cuyos resultados se analizarán durante el último trimestre del 2023.
Bibliografía
[1] Santiago Tomás V, Chanovas M, Roqueta F, Alcaraz Martínez J, Toranzo T. EVADUR: eventos adversos ligados a la asistencia en los servicios de urgencias. Emergencias 2010; 22: 415-428.
[2] Robinson Rodríguez-Herrera, Ricardo J Losardo. Historia de la seguridad del paciente. Hitos principales, desde los albores de la civilización hasta los primeros retos globales y el estudio IBEAS. Revista de la Asociación Médica Argentina. 20218; 131:4.
[3] Estudio APEAS. Estudio sobre la seguridad de los pacientes en atención primaria de salud. Madrid: Ministerio de Sanidad y Consumo; 2008.
[4] Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea. Guía de Recomendaciones para la gestión de la atención al paciente y a los profesionales tras la ocurrencia de un evento adverso; 2016.
[5] Macías Maroto M, Solís Carpintero. Errores en la administración de medicación en un servicio de Urgencias: conocer para disminuir el riesgo. Rev Esp Salud Pública. 2018; Vol. 92; 28 de junio e1-e8.
[6] Instituto para el uso seguro de los medicamentos. Madrid [Acceso 21 Ago 2023]. Disponible en: http://www.ismp-espana.org/documentos/view/39
[7] Caro Teller C. Implantación de un sistema de doble chequeo en la dispensación de fármacos oncológicos en ensayo clínico. Rev. Calid. Asist. 2014; 29(4) :245-252.
[8] Gómez-Arnau JI, Otero MJ, Bartolomé A, Errando CL, Arnal D, Moreno AM, Puebla G, Marzal JM, Santa Úrsula JA, González R, Pérez M, García del Valle S, González A, Domínguez-Gil A. Etiquetado de los medicamentos inyectables que se administran en anestesia. Rev Esp Anestesiol Reanim. 2011;58:375-383.
[9] Estrategia de Seguridad del Paciente del Sistema Nacional de Salud Período 2015-2020. Madrid: Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad; 2016.
La identificación correcta del paciente es una de las estrategias de prevención de errores del Servicio de Urgencias del HUN