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La educación Inclusiva
L A E D U C A C I Ó N INCLUSIVA SPP SUMANDO CON LOS QUE SUMAN ( } Excluirse es una opción personal res - p e t a b l e y e n o c a s i o n e s n e c e s a r i a ; pero excluir, ya es más discutible.
u i z á h a s t a h a c e u n o s años, y sin una intención explícita, nuestra sociedad ha propiciado una educación oclusiva; cerrando lo que de natural es abierto: su acceso. Y no nos referimos al derecho y deber de escolarización, si no a la disposición y orientación de sus acciones educativas. Q
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La educación no es algo a lo que puede, o no, acceder un ser humano; la Educación es el conjunto de procesos propios y ajenos que le hacen Persona, es decir: un ser humano consciente de serlo.
En familia, en contextos sociales cotidianos, en la escuela, hemos generado y normalizado actitudes que dificultan la Educación de nuestros hijos, que maleducan; aquí también, lo que no suma, resta.
Conscientes de ello, nuestra legislación educativa pretende con el Decreto 104/ 27 de julio de 2018, abordar esta cuestión en el ámbito escolar; lo que se ha dado en llamar Educación Inclusiva. Detectar barreras que impiden o dificultan acceder a los procesos educativos, es el primer paso.
Hay barreras que la propia sociedad ha ido generando y el sistema educativo ha normalizado, otras se producen en el desarrollo cotidiano de la práctica educativa; unas y otras cuesta identificarlas más de lo que cabría esperar porque nuestro sistema educativo tiene algunas de ellas enquistadas, consideradas durante años como filtros legítimos del propio sistema.
Las otras son individuales, las propias de cada persona. Estas son las que hemos clasificado tradicionalmente como limitación, incapacidad, anormalidad; aunque en realidad, nadie es normal. El concepto de normalidad es un constructo que, como otros, intenta homogeneizar lo que de suyo es y debe ser heterogéneo, diferente; en este caso: la persona, el individuo, tú y yo.
“El sábado fue hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado” / Mateo 2, 27. Es el momento de aplicar este pensamiento a la Educación: el sistema se debe concebir, pensar y diseñar para el desarrollo del individuo, de su personalidad; no acotar, recortando e incluso arrancando, la riqueza de la expresión humana, hasta hacerla evaluable y calificable: de 0 a 10, respecto de los parámetros preestablecidos, en base a la normalidad.
De 0 a 10, pero con parámetros dinámicos, en base a la idiosincrasia de cada alumno: esto es Educación Inclusiva; estimando el 10, como la mejor versión de sí mismo. Y en eso estamos.
Pero la transición es complicada. La inercia curricular, con sus procesos, precisa de una fuerza mayor que un decreto; y la sociedad adulta, toda la tribu necesaria para educar a la si
guiente generación, quizás estamos todavía demasiado condicionados por el sistema que nos educó.
Nosotros, como equipo docente “centramos nuestra atención en la constante revisión y evaluación de nuestra acción educativa, abierta a la innovación pedagógica y a la renovación de instrumentos y metodologías, siempre abiertos a la consecución de estos objetivos: Aprender a Ser/ Aprender a Convivir/ Aprender a Conocer/ Aprender a Hacer/ Aprender a Aprender”; tal y como se manifiesta en nuestro Ideario.
“Situamos a la persona en el centro del proceso educativo. Se tiende, pues, a su desarrollo total y armónico, de acuerdo a la concepción cristiana del hombre y de la vida. Apuntamos a una educación integral que atiende todas las dimensiones de la persona: corporal, intelectual, afectiva, social, ecológica, lúdica, estética y trascendente”. Sabemos que sólo con el trato personal, cercano, que trasciende al rol profesor/ alumno, de corazón a corazón, se realiza una acción educativa; lo demás son sucedáneos.
Según la experiencia personal que tengas de nuestro colegio, lo que estás leyendo generará unas emociones y un pensamiento concreto; de que no somos perfectos, ya te habrás dado cuenta. Y en eso estamos: detectando y corrigiendo nuestras deficiencias para no generar ni permitir barreras y seguir dándole así una oportunidad a la Educación; “Educando desde el corazón” : es nuestra fortaleza. m
Departamento de Orientación.Colegio San Pedro Pascual