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GESTIÓN CULTURAL, AUTO PERCEPCIÓN CIUDADANA Y REPRESENTACIÓN DE LO POLÍTICO EN AGRUPACIONES JUVENILES. MUNICIPIOS DE ECATEPEC, NAUCALPAN Y NEZAHUALCOYOTL DEL ESTADO DE MÉXICO (INFORME FINAL)
AUTORES:
ASISTENTES DE INVESTIGACIÓN:
CARLOS DURÁN MIGLIARDI
LIDIA CASTILLO REYES
VÍCTOR MUÑOZ TAMAYO
SANDRA DOMINGUEZ UGALDE GABRIEL ANDRÉS BERRIOS PINO
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INDICE
1.- INTRODUCCION
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1. 1.- Presentación. Para escuchar en vez de hacer callar.
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1. 2 - Política y juventud. Una mirada desde la cultura.
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1. 3.- Capital social comunitario, acción cultural y política.
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1. 4.- Juventud popular y política en el México contemporáneo.
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1.5.- Hacia una visión integral de la participación política y ciudadana de los jóvenes.
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Atendiendo a la esperanza social en un mundo complejo. 1.6.- Hipótesis.
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1.7.- Metodología.
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2.- Caracterización de los jóvenes y sus agrupaciones.
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3.- “Nosotros”, “los otros” y “nuestro arte”. Mundo interno y motivaciones de las
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organizaciones. 4.- Política y Ciudadanía. Análisis cuantitativo acerca de posicionamientos,
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percepciones y auto percepciones sobre política y ciudadanía. 5.- Política y Ciudadanía. Análisis cualitativo acerca de posicionamientos, percepciones
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y auto percepciones sobre política y ciudadanía. 5.1- Ciudadanías.
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5.1.1.- Ciudadanía activa.
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5.1.2.- Ciudadanía Pasiva.
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5.1.3.- Ciudadanía como cualidad negada sistémicamente.
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5.1.4.- Ciudadanía rechazada subjetivamente.
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5.2.- La política.
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5.2.1.- La política rechazada.
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5.2.2.- La política pasiva – ajena.
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5.2.3.- La política como polisemia.
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5.2.4.- La política como mutua instrumentalidad.
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5.3.- La Derecha, el Centro y la Izquierda.
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5.4.- La Democracia y el voto.
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6.- El futuro, nosotros y todos. La auto percepción ciudadana, la política y la
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esperanza social. 6.1.- El futuro social como un sueño.
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6.2.- El futuro social ajeno y fatalista.
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6.3.- El futuro social como espera pasiva: Que “ellos” cambien.
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6.4.- El futuro social desde afuera o alterno. Entre la resistencia y la desconexión.
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6.5.- El futuro social activo - participativo.
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7.- A modo de Conclusiones. Hacia un enfoque dialogante en la motivación de la
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participación política y ciudadana de los jóvenes. 7.1.- Sobre los resultados de la investigación. Política, ciudadanía y gestión cultural
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como representaciones y auto representaciones. 7.2.- Sugerencias respecto al tratamiento institucional del incentivo de la participación
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ciudadana y política. Ciudadanía, política, capital social y cultura. BIBLIOGRAFÍA.
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ANEXO 1. INSTRUMENTOS DE INVESTIGACIÓN.
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ANEXO 2. FRECUENCIAS DESCRIPTIVAS.
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1.- Introducción 1. 1.- Presentación. Para escuchar en vez de hacer callar “Si no votas cállate” Eslogan de la campaña por el voto juvenil, elecciones federales del 2006
El presente estudio buscó conocer las representaciones que los jóvenes en situación de pobreza
y partícipes de organizaciones artísticas culturales desarrollan respecto a su propio protagonismo como constructores de sociedad, es decir, atender a lo que aquí denominamos: “auto percepción ciudadana”. Al mismo tiempo, se ahonda en las representaciones de lo político (o la política) intentando captar las diversas formas en que ésta se caracteriza, valora y define; ¿qué actores se reconocen en ella y de qué forma los jóvenes asocian o no asocian su propio accionar respecto a ésta?. Tal análisis se desarrolló a partir de entrevistas en profundidad y cuestionarios aplicados a un total de 15 organizaciones juveniles de sectores populares urbanos de los municipios de Ecatepec de Morelos, Nezahualcoyotl y Naucalpan de Juárez, del Estado de México.
El objetivo fue captar las formas mediante las cuales las agrupaciones juveniles tratadas
relacionan su accionar particular, en el campo de la gestión cultural comunitaria, con la construcción “política” de lo público. Con esta perspectiva, no limitamos la participación ciudadana y política a lo electoral y a la percepción de los partidos políticos e instituciones de gobierno, aunque sí consideraremos estos aspectos como variables importantes que, a nuestro entender, se refieren a formas posibles, pero no únicas, de participación social y política. En esta dirección, la idea fue revisar los sentidos asociados a ciudadanía, política y acción artístico / cultural presentes en los discursos de los jóvenes, tanto aquellos que son mencionados explícitamente como tales (es decir como “política”, “ciudadanía”, “acción artístico cultural”), como los sentidos de participación y construcción social que no se reconocen desde los discursos juveniles en esos términos, pero que, desde la perspectiva analítica que desarrollamos en esta investigación, podemos asociar a tales categorías. Esto último es importante si asumimos, como argumentaremos más adelante, que hay palabras que contienen cargas positivas o negativas de acuerdo
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a aquello con que se asocien, pero ello no nos puede llevar a deducir el conjunto de sentidos que estas palabras pueden implicar. Es el caso de la palabra “política”, pues el rechazo a ésta (que de hecho se da en niveles notables y recurrentes) no es indicador absoluto de apoliticismo, sino de rechazo a un tipo de definición y representación de lo político que opera como imagen negativa predominante. La idea es ahondar en la política, en las múltiples percepciones y definiciones que un mismo sujeto puede tener de ella, e incluso en lo que hay de política y de politicidad en muchos discursos que explícitamente rechazan lo que asocian a tal término.
Este estudio pretende, por tanto, más que copiar, es reconstruir la forma en que los sujetos
a investigar sienten que su accionar específico en el ámbito comunitario contribuye o se orienta a determinados horizontes en la sociedad mexicana. Es decir, se aborda el problema de lo político y la percepción de la política en el sentido subjetivo del cómo estos actores, desde la valoración de sus gestiones e identidades locales, se sienten y auto representan hoy como sujetos, ciudadanos y constructores de una sociedad que va más allá de los espacios específicos en donde participan, llamen a ello o no “política” o “ciudadanía” (aún cuando es importante la utilización y definiciones que se tengan de tales términos, es decir ¿cómo se llenan de contenido estos conceptos que lejos de ser absolutos y universales son multidimensionales?).
El interés específico por las iniciativas culturales y artísticas de participación comunitaria se
debe no sólo a la notable importancia que este tipo de asociaciones tiene al interior de la diversidad de agrupaciones juveniles populares en México, sino también a que creemos que la gestión cultural y la expresión artística contienen un cúmulo de sentidos que trascienden las individualidades y unen a los jóvenes tanto con sus espacios sociales más cercanos como con expectativas, sueños y esperanzas asociados a un “nosotros” mayor, un “nosotros mexicanos”, “nosotros sociedad”, “nosotros país” y “nosotros mundo”. De esos “nosotros” trata justamente este estudio, ¿de cómo desde el arte y la cultura se aúnan identidades, se reúnen sujetos y se generan códigos? ¿de cómo desde el arte vivido socialmente se reproducen memorias y proyectos, se expresan esperanzas y desesperanzas;
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satisfacción y descontento; amor y rabia?. En definitiva, la pregunta central de este estudio es: ¿cómo las organizaciones juveniles estudiadas desarrollan desde el arte y la cultura una acción que expresa y comparte lo que se piensa y se percibe respecto al vivir juntos en sociedad, el construir a diario aquel vivir juntos que, creemos, subyace en la política?
Con estas perspectivas, la presente investigación busca impactar en pro del desarrollo de
una ciudadanía más plena en donde la riqueza del capital social comunitario se conecte con niveles más amplios y generales de participación y proposición de índole político social. El objetivo último es aportar a un proceso profundo de democratización que implique una futura auto percepción ciudadana más plena por parte de los jóvenes populares urbanos. Se busca aportar con conocimiento empírico que ayude a revertir el déficit ciudadano presente en los sectores a investigar, aquella ausencia de un contacto fluido y constructivo entre instituciones administrativas y organizaciones comunitarias, un descrédito de la política que repercute en desesperanza social y sentimientos de enajenación respecto al devenir colectivo del país. La finalidad última de todo esto es desarrollar un conocimiento, análisis y tipificación de la auto percepción ciudadana y política de los propios jóvenes, los que permitan corregir la forma en que los mecanismos de integración democrática están operando. Creemos que, justamente revirtiendo el menoscabo de la democracia efectiva y apostando a la reducción del abismo existente entre la participación comunitaria entre pares y los mecanismos integradores de construcción de sociedad en niveles más generales, es que se posibilitaría una sociedad más participativa, democrática y plural; es decir, una coexistencia de formas de asumir y actuar políticamente, en donde la retroalimentación y comunicación primen por sobre las exclusiones. Porque creemos que no basta con decirle a los jóvenes “si no votas cállate”, forma violenta y autoritaria de pretender acercarlos a una política que no puede reducirse al hecho de votar. Porque creemos que es necesario escuchar a los jóvenes antes de hacerlos callar, esperamos en definitiva que este texto aporte a una política que deje de ser labor ajena y se establezca como dimensión abierta a ciudadanos críticos y empoderados.
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1. 2 - Política y juventud. Una mirada desde la cultura.
La juventud, al igual que la niñez, la adultez y la tercera edad, constituyen categorizaciones de
referencias biológicas y sociales. Indican, de esta forma, tanto la relación entre el cuerpo y el paso de los años, como los roles que la sociedad asigna a cada sujeto según su condición etária. Para el caso de los límites entre el ser joven y el ser adulto, la influencia de los factores sociales supera la de los biológicos, pues la duración, el carácter, los atributos y hasta la existencia misma de un período juvenil dependen de su configuración en sociedad. En realidad, la juventud, tal como la conocemos hoy, es un fenómeno moderno, no obstante en distintas épocas y sociedades se haya distinguido una edad social que se encontraría entre una niñez y una adultez también definidas socialmente.
Por su parte, la política surge como concepto en la Grecia clásica y se refiere a la vida pública
de la Ciudad-Estado (polis). Ello no quiere decir que antes o en otras sociedades no hubiese existido lo que solemos entender por política, pues las sociedades siempre han organizado de diversas formas su vida pública y han creado normas y dinámicas de poder y decisión. ¿Eso quiere decir que siempre ha habido política? Eso es discutible, pues la política es un concepto en constante construcción y el cómo la definamos se asocia al cómo entendemos y/o deseamos la sociedad. En este sentido, algunos sostienen que la política es esencial a lo humano y es inagotable en sus formas (el hombre como un animal político), mientras otros ponen límites a lo que entienden por el campo de lo político y la política (suponer, por ejemplo que la guerra o las tiranías se sitúan fuera de lo político).
Sin duda, pretender establecer conceptos únicos, indiscutibles y universales sobre juventud y
política sería una tarea no sólo complicada sino que además absurda, pues estos dos términos dan cuenta tanto de lecturas de realidad como de proyectos de construcción respecto de tales realidades. ¿Cómo establecer, entonces, conceptos únicos y objetivos sobre juventud y política cuando justamente éstos se construyen sobre la diversidad subjetiva de una humanidad plural y en histórica mutación? ¿Cómo pretender encerrar un concepto en una definición cuando su carácter abierto y en pugna es lo que lo constituye?
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No es extraño que clásicos de las ciencias sociales abordaran la “definición” de tales conceptos
con ciertas dosis de ironía. Ironía cómo la de Bourdieu cuando planteó que la juventud “no es más que una palabra”; una palabra que crea sociedad: separa y establece fronteras, delimita y materializa el acceso de la diversidad de las nuevas generaciones a los ordenes sociales y que, por tanto, contiene en su definición la producción de nuestras vidas colectivas. Una palabra en disputa, una palabra en mutación, una palabra mediante la que se ejerce poder:
“...en la división lógica entre jóvenes y viejos está la cuestión del poder, de la división (en el sentido de repartición) de los poderes. Las clasificaciones por edad (y también por sexo, o, claro, por clase) vienen a ser siempre una forma de imponer límites, de producir un orden en el cual cada quien debe mantenerse, donde cada quien debe ocupar su lugar.” 1
Una jugarreta similar es la que nos presenta Arendt en su ensayo “Qué es la política”, pues su
tema, más que “la definición de la política” (decirnos qué es), es un acercamiento a la construcción humana de conceptos y sentidos que han acompañado la política desde su origen semántico en la polis griega, cuando ésta era considerada un ejercicio desde la libertad, un logro de la humanidad ( o de los griegos) más que un atributo esencial, una actividad cuyo piso necesario era la libertad para ejercerla en una relación entre iguales. Pero Arendt se hace cargo de los cambios desde esta política clásica hasta aquella de su propia contemporaneidad: la política de la cual se teme su potencial destructor, la política que puede dar lugar a totalitarismos, la política que pareciera estar escindida de la acción humana en tanto labor de especialistas que serían “los políticos”. La filosofa alemana analiza de este modo los cambios en un concepto que, en su configuración moderna, deriva en la separación de la acción de los hombres y lo político (dimensiones unidas en la experiencia griega), cambios que hacen de la política un término en disputa y en construcción constante:
1 Ver Bourdieu, Pierre. “La juventud no es más que una palabra”. En, Sociología y Cultura. Grijalbo/CNCA, 1990 México D.F. Pág. 164.
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“Tan antiguas como la pregunta por el sentido de la política son las respuestas que justifican la política, y casi todas las determinaciones o definiciones de lo político que hallamos en nuestra tradición son, por su auténtico contenido, justificaciones. Hablando en general, todas estas justificaciones y definiciones vienen a designar la política como un medio para un fin más elevado, fin último, por cierto, cuya determinación ha sido muy diversa a través de los siglos.” 2
Preguntándose por las posibilidades de otorgar sentidos a la política desde su propia
contemporaneidad, Arendt toma posición en cuanto a entender la política como el debate y la acción de seres humanos que se reúnen en el ágora social para construir sus propias historias, un ejercicio humano que surge del “entre los hombres” libres e iguales, en donde la libertad no es el objetivo sino el piso necesario desde donde ésta se ejerce. De este modo, el “qué es la política” de Arendt constituye una posición política en si misma.
Asumiendo estos aspectos subjetivos, históricos y, valga la redundancia, políticos, de los
conceptos de juventud y política, es que las definiciones que acá se utilizan serán asumidas en su parcialidad y reconociendo su carácter de instrumentos de lectura y acción social. Atendiendo a esto, en el análisis que sigue se entenderán y asumirán “las juventudes” como realidades y conceptos en que se mezclan elementos simbólicos y materiales; tan estéticos como económicos, tan culturales como políticos e institucionales que, al decir de los sociólogos argentinos Margulis y Urresti, denotan “Función” y “Signo” como dualidad “analíticamente distinguible pero inseparable” 3. Se entenderá y asumirá la Juventud, más que como unidad objetiva, como una diversidad de juventudes cruzadas por múltiples diferenciaciones que operan en las sociedades, una diversidad que está íntimamente asociada al modo
2 Ver Arendt, Hanna. ¿Qué es la política? Ediciones Paidós, 1997. Barcelona. Pág. 67. 3 En este sentido, Margulis y Urresti plantean que “la juventud es mucho más que una palabra” pues ésta desborda el “signo”, sus definiciones son históricas, surgen de tensiones concretas y son instrumentos políticos de construcción. Margulis Mario y Marcelo Urresti. “La juventud es más que una palabra.” En, Marcelo Urresti (compilador). La juventud es más que una palabra. Ensayos sobre cultura y juventud. Editorial Biblos, 1996. Buenos Aires. Pág. 21.
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de nombrarlas, es decir, a la construcción social e ideológica de tales juventudes.
A la vez, entenderemos los periodos juveniles como diversidades que tienen como característica
común una intensa construcción de proyectos existenciales y búsqueda identitaria por parte de las nuevas generaciones. Los intentos de materializar estos proyectos son caracterizados por una serie de tensiones entre las ofertas de inserciones sistémicas, las metas y sueños construidos a nivel de los sujetos y una situación socioeconómica que condiciona las posibilidades de tales proyectos.
Las tensiones varían en los tipos de inserciones que se ofrecen sistémicamente, las mayores o
menores trabas socioeconómicas a los futuros proyectados, el carácter de las incertezas que se viven en el período y los modos de sobrellevar estas últimas. Mediando deseos, condicionantes e imposiciones, los jóvenes han construido sus vidas en luchas que no tienen el mismo dramatismo para la totalidad de sujetos que viven el período. Pero es la centralidad que adquiere esta lucha por el futuro existencial, ante un orden social donde aún no tienen un lugar definido, aquello que definiría a la generalidad de juventudes, constituyéndose en una constante para diversas épocas y condiciones sociales. La heterogeneidad de las juventudes se caracteriza por la variedad de formas en que esta lucha se presenta, su tiempo de extensión es valorado como beneficioso o perjudicial según lo que ello implique para las condiciones en que se desarrollan las inserciones socioeconómicas. Igualmente, las incertezas juveniles son asumidas de diferentes formas: la búsqueda de la pronta inserción, el hacer de la “espera juvenil” un período de preparación para que ésta se efectúe de forma deseada, o el inventar inserciones socioeconómicas al margen de las sistémicamente establecidas, son algunas de la gran variedad de posibilidades puestas en práctica por las juventudes.
En cuanto a la política, ésta se entenderá en este texto como la “conflictiva e inacabada lucha
por la construcción del orden deseado” 4, es decir, como un equilibrio siempre precario entre orden
4 Ver Lechner, Norbert. Los patios interiores de la democracia. Subjetividad y política. Fondo de Cultura Económica, 1990. Santiago de Chile
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y subversión, acuerdo y disenso; despliegue conflictivo no divorciado de lo expresivo, del arte, de los afectos, de todo lo constitutivo de la cultura humana. Se abordará la política como disputa por materializar proyectos entre sujetos que no desean destruirse entre sí (como en la lógica de la guerra), y la democracia como el orden problemático (es decir, que siempre se interroga sobre sí y por tanto no es un acabado inmutable) que otorga las posibilidades y límites de tal disputa, un orden en donde un consenso racional absoluto (muerte conceptual de la política como antagonismo) no es posible en tanto las sociedades son compuestas por sujetos particulares que constantemente piensan y proyectan, desde sí, totalidades y hegemonías. Es decir, se asumirá que las democracias, como lo plantean Laclau y Mouffe, no son órdenes neutrales, sino configuraciones fruto de hegemonías obtenidas por sujetos particulares concretos, es decir, son ordenes que dan cuenta de tales luchas sociales entre identidades e intereses dentro de la multiplicidad social 5.
Tanto “juventudes” como “políticas”, serán cruzadas en el análisis por lo expresivo cultural.
Íntimamente ligada a la construcción social de los conceptos con que nombramos el mundo, lo cultural lo abordamos como un ámbito en donde se llena de contenido y se nombra la temporalidad, la memoria, las proyecciones históricas, la esperanza social y los deseos de los sujetos sociales. En este sentido, nuestra pregunta por los jóvenes y la política se formula atendiendo a que es en el mutable ámbito de lo cultural que día a día se está redefiniendo lo político y lo juvenil. Al respecto, se coincide con la preocupación de los llamados “estudios culturales” o de “cultura y poder” pues, al igual que ellos, se valora la cultura como un ámbito no subordinado a otras dimensiones, sino que más bien como un espacio que opera de forma compleja en interacción con lo económico, lo social y lo político 6. También se recogen los análisis y reflexiones en torno a los movimientos socio-culturales y la política que abordan los teóricos de la perspectiva de los “Nuevos Movimientos Sociales”. En esto, han sido de interés planteamientos
5 Ver Laclau, Ernesto y Chantal Mouffe. Hegemonía y estrategia socialista. Hacia una radicalización de la democracia. Fondo de Cultura Económica, 2004. Buenos Aires 6 Ver por ejemplo: Valenzuela, José Manuel (Compilador). Los estudios culturales en México. Fondo de Cultura Económica, 2003. México D.F.
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como los de Touraine y Melucci que centran su atención en acciones colectivas fundamentadas no sólo en la posición sistémica estructural del actor (como se hiciera en enfoques pasados), sino también en la identidad reproducida culturalmente. Esto último es importante si asumimos que las luchas de los movimientos sociales, al tiempo que son luchas por demandas y objetivos económicos y político institucionales, contienen aspectos de “combates por la significación identitaria”, el rescate de la diferencia y la disidencia cultural 7. Dialogando con estas perspectivas que analizan el accionar social desde la cultura y la identidad, son analizadas en este trabajo las prácticas mediante las que los jóvenes interrelacionan con su medio y piensan lo social y lo político.
7 Ver Touraine, Alain. Critica a la modernidad. Fondo de Cultura Económica, 1994. México D.F; Melucci, Alberto. Acción colectiva, vida cotidiana y democracia. El Colegio de México, 1999. México D.F.
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1. 3.- Capital social comunitario, acción cultural y política.
En esta investigación se entendió el “Capital Social Comunitario” como los aprendizajes y
valoraciones que una comunidad construye durante su propia historia, lo que opera como una “acumulación histórica cultural” que subyace en la identidad y en los modos de relación y organización de las personas. Por lo mismo, entendimos que este cúmulo experiencial, poder constructor de comunidad y sociedad, es potencialmente una politicidad anclada y no separada del mundo social. Es decir, abordamos el capital social no como un elemento atado a las implicancias estrictamente locales de asumir problemáticas comunes y ejercer una ciudadanía limitada, sino que entendemos que éste constituye también una referencia importante para el desarrollo de horizontes, deseos, valores, proyecciones y apuestas que ligan el accionar social local con un sentido más amplio de ejercicio ciudadano que define la política y la democracia en tanto construcción colectiva de nación.
En este sentido, una interesante lectura que une capital social y política es la que desarrolla
Serrano, para quien el capital social sería:
“un conjunto de activos que obtienen las personas por participar en forma espontánea y colaborativa en organizaciones o colectivos en los que comparten propósitos comunes y que se encuentran regulados por normas implícitas o explícitas de cooperación. El capital social se genera en relaciones de proximidad y horizontalidad. Los activos que constituyen capital social emanan de relaciones sociales basadas en la confianza, cooperación y reciprocidad. Estos activos son de beneficio directo para los participantes, para la comunidad y para la sociedad en su conjunto y pueden organizarse en tres tipos: económicos y materiales, los que permiten acceso a mejores niveles de bienestar; sociales y culturales, los que generan beneficios en el ámbito de la integración social; y políticos y cívicos, los que colaboran a alcanzar mayores cuotas de poder e influencia social (...) el disponer de capital social permite a las personas y colectividades superar determinismos estructurales y colabora a que las personas, a partir de sus relaciones sociales, puedan modificar o intervenir sobre
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sus condiciones sociales y de vida.” 8
Asumiendo esta vinculación entre capital social y lo político es que entendemos la política como esfera mediante la cual los ciudadanos ejercen su derecho de ser parte de la construcción de una historia común, tanto en los niveles sociales más particulares como en los más estructurales y generales. Creemos que analizar el capital social comunitario y sus expresiones culturales como engranajes de sentidos potencialmente políticos, se asocia al objetivo democratizador de unir la dimensión de lo político con las luchas cotidianas por la significación identitaria y el logro de realidades deseadas en los ámbitos particulares de la sociedad. Pensamos que tal perspectiva valora la escala humana y cercana de la política, que va de lo particular a lo general y viceversa, aportando significativamente al logro de sociedades más legítimas, libres y plurales. En estos sentidos es que este estudio desea aportar a los programas de incentivo de la participación ciudadana y el dialogo social.
8 Ver Serrano, Claudia: “Pobreza, capital social y ciudadanía”. Documento parte del proyecto sobre Integración social, pobreza y ciudadanía realizado por Asesorías para el Desarrollo. Citado en Oscar Dávila, Carmen Gloria Honores, Igor Goicovic, Juan Sandoval. Capital Social Juvenil. Intervenciones y acciones hacia los jóvenes. CIDPA, 2004. Viña del Mar, Chile.
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1. 4.- Juventud popular y política en el México contemporáneo.
Un aspecto central en el análisis de las juventudes, sus asociatividades y lo político, es la
significación sistémica del “ser joven”. Para quienes han estudiado la historia de la juventud mexicana, ésta aparecería, tal como la conocemos hoy, en la segunda mitad del siglo pasado; más concretamente, en el marco de los Estados de Bienestar y las experiencias desarrollistas, cuando creció notablemente la expectativa de vida y por tanto, también creció la población económicamente activa, satisfaciendo los requerimientos de mano de obra 9. De ahí que a la gran cantidad de sujetos que dejaban de ser niños el sistema no los requirió para una incorporación inmediata al mundo del trabajo, reteniéndolos en las escuelas. La educación masificada, la esperanza de un posible ascenso social por vía de ella y una industria cultural y simbólica que se desarrollaba para el nuevo “mercado de los estudiantes-jóvenes”, fue lo que definió al sujeto juvenil emergente, a quien los sistemas jurídicos incorporaron como una nueva especificidad de derecho y partícipe de la política institucional.
Para la cientista social Rossana Reguillo, es tal contexto estructural del “ser joven” el que cambia
en las décadas de fin del siglo XX. La actual incapacidad del sistema educativo para garantizar formación que signifique un ascenso social real, la precarización del empleo y el horizonte cierto de inestabilidad e informalidad de las nuevas generaciones más pobres, así como el descrédito de la política institucional, marcarían el decaer de los factores que contextualizaron la definición e integración social de los jóvenes. Paradojalmente, sostiene Reguillo, mientras las instancias económicas, educativas, jurídico normativas y políticas decaen como “ritos de pasaje” que otorgan certidumbre a las inserciones sociales de los nuevos ciudadanos; ocurriría que todo aquello relativo a la expresión y la industria cultural asociada a la juventud se fortalecería como elemento diferenciador. Los jóvenes de hoy tomarían estos últimos aspectos y los llenarían de identidad, dando lugar a múltiples sentidos de pertenencia que compensarían el “déficit simbólico” de lo que es ser joven hoy en sociedad.10
9 Ver Pérez Isla, José Antonio y Maritza Urteaga (Coordinadores). Historia de los jóvenes en México. Su presencia en el siglo XX. Instituto Mexicano de la Juventud. Archivo General de la Nación México 2004. 10 Ver Reguillo, Rossana. Emergencia de culturas juveniles. Estrategias del desencanto. Editorial Norma, 2000. Buenos Aires; Reguillo, Rossana. “Cascadas: Agotamiento estructural y crisis del relato. Pensando la participación juvenil”. En José Antonio Pérez Islas, Mónica Valdez González, Madeleine Gauthier et Pierre-Luc Gravel (dir.). Nuevas Miradas sobre los Jóvenes : México / Quebec, Colección Jóvenes, no 13, Instituto Mexicano de la Juventud, 2003, México D.F.
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De acuerdo a esta lectura, los micro colectivos identitarios con eje en lo cultural constituirían
respuestas a la crisis de los referentes de integración (socialización vía educación, mundo del trabajo y constructos jurídico políticos). La crisis de certidumbres de raíz estructural motivaría a los sujetos jóvenes a replegarse a mundos más particulares en donde las asociatividades generarían prácticas y valores diferenciados de los hegemónicos. Ante la globalización neoliberal que vacía de contenido los proyectos colectivos al margen de la relación entre individuos y mercado, arrasando a golpes de homogeneidad las particularidades culturales, los colectivos juveniles se estarían relocalizando y desde las esquinas sociales estarían volviendo a confrontar, negociar y resistir conflictivamente con lo global hegemónico. Estas respuestas serían conductas políticas, en tanto cuestionan condicionantes del medio, vuelven evidente las exclusiones derivadas del orden social y contienen la negociación y el conflicto como ejes de acción. Sería una política aun “balbuceante” que la mayoría de las veces no se auto reconoce como política, pero que se plantea la generación de mundos, rebasando las barreras de supuestas apatías. La gran pregunta pendiente, en este análisis de Reguillo es si esta politicidad en ciernes puede, desde la fragmentación, proyectar totalizaciones de sus perspectivas de oposición o, por el contrario, el devenir se orienta a la multiplicación de ghetos cerrados e intolerantes con la otredad juvenil.
Al igual que Reguillo, son muchos los estudiosos de la juventud en México y Latinoamérica que
diagnostican un reciente cambio en la significación sistémica del ser joven. De la misma forma, se habla de un cambio de paradigma durante el cambio de siglo en lo que respecta a los tipos de participación social y política de las juventudes. Autores, entre los que destacan, Leslie Serna Balardini
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(Argentina) y Marcelo Urresti
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(México), Sergio
(Argentina) plantean que lo que se desarrolla en los jóvenes
11 Serna, Leslie. “Globalización y participación juvenil”. Revista JOVENes. Número 5. Instituto Mexicano de la Juventud, 1998. México D.F; Serna, Leslie “Las organizaciones juveniles. De los movimientos sociales a la autogestión”. Revista JOVENes número 11. Instituto Mexicano de la Juventud, 2000. México D.F. 12 Balardini, Sergio. “¿Que hay de nuevo viejo? Una mirada sobre los cambios en la participación juvenil”. Revista Nueva Sociedad. Número 200, Noviembre 2005. Buenos Aires. 13 Urresti, Marcelo. “Paradigmas de participación social juvenil: Un balance histórico”. La participación social y política de los jóvenes en el horizonte del nuevo siglo. CLACSO, 2000. Buenos Aires.
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actualmente es una mutación en el tipo de participación social, en donde las identidades no estructurales (culturales, valóricas, de género) adquieren tanto o más peso que las estructurales (trabajo, estudio); al igual que los espacios locales cobran igual o mayor importancia que las referencias generales. La crisis de representación de lo político como dimensión generadora de cambios (sobre todo de la expresión institucionalizada de la política: los partidos) haría cambiar, a su vez, la escala de los horizontes emancipatorios desde una referencia general a una particular. Es decir, al volverse pragmática la política en tanto administradora de grandes consensos sistémicos, se cambian los horizontes de los fines estratégicos de la participación social, pasándose de un deseo de incidencia estructural y público (paradigma revolucionario de los sesenta y setenta) al esfuerzo por ganar particulares batallas más relacionadas con las subjetividades cotidianas que con los grandes ordenes; más con la cultura y las opciones de vida que con proyectos globales de país. Como lo sintetiza, coincidentemente con las tesis de estos autores, el filósofo chileno Martín Hopenhain:
“Frente a una realidad fragmentada, pero al mismo tiempo de enorme resistencia a los cambios estructurales, se puede sustituir el goce reconcilatorio- emancipatorio que prometía la revolución con el entusiasmo por pequeñas utopías o rupturas al interior de un mundo desencantado (…) No se aspira a derribar las estructuras del sistema, sino a establecer autonomías relativas respecto de ellas.”
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En México, cientistas sociales como las citadas Rossana Reguillo y Leslie Serna, han aportado
con una serie de trabajos que ahondan en los sellos identitarios, sociales y políticos de este tipo de participación juvenil contemporánea. El diagnóstico en general es que, al igual que en el resto de Latinoamérica, las asociaciones juveniles mexicanas han evolucionado desde la centralidad de las identidades estructurales a la centralidad de los mundos de vida cotidiana; de las reivindicaciones de
14 Hopenhain, Martín. Ni apocalípticos ni integrados. Aventuras de la Modernidad en América latina. FLACSO, 1994. Santiago. Pág. 29.
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las mejoras sociales y económicas de los espacios a la exigencia de mayor democracia y derechos en lo cultural (derechos sexuales, equidad de géneros, derechos humanos, derechos indígenas, ecología, etc.); del horizonte de cambio estructural revolucionario al de cambios de escala particular relativos a la obtención de autonomías y autogobiernos; de modos de actuar altamente institucionalizados y de organización piramidal a redes descentralizadas, horizontales, flexibles y poco institucionalizadas.
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Estos análisis se cruzan con aquellos que plantean el cambio de paradigmas de la participación
socio política juvenil, interpretando que la decepción de los modelos organizativos de gran escala, piramidales e institucionalizados ocurrida durante el cambio de siglo en el contexto de crisis de los desarrollismos y crisis mundial de las izquierdas políticas, trajo consigo la defensa de las autonomías y diversidades por parte de las agrupaciones juveniles. De la misma forma, la desconfianza en el potencial de cambio de las políticas pragmatizadas hizo de la autogestión la principal consigna. Pero ¿en qué medida esta descentralidad, autogestión y horizontalidad ha accedido desde su fragmentación a la acción pública, a lo político, a desarrollar proyectos de país?; ¿o es que la gran escala de lo político, de pensar el Estado, se ha desechado definitivamente?; ¿la fragmentación de asociatividades y sus particularismos es un modelo arraigado “irreversible” o una tendencia en tránsito a nuevas configuraciones de lo político con potencial de generar nuevas luchas por la creación de sociedades a nivel general?
Este tipo de preguntas surgen hoy en México y Latinoamérica: interrogantes por el potencial
político de las iniciativas juveniles altamente fragmentadas, el ¿cómo éstas pueden mantener sus diversidades y democracias internas al tiempo que influir positivamente en las realidades sociales y los proyectos de país?. La política aparece, en definitiva, como un potencial aun no desarrollado en plenitud por las asociatividades juveniles contemporáneas, y he ahí las interrogantes acerca de si estos nuevos paradigmas involucran o pudieran aportar a una futura política que integre las mencionadas luchas, motivaciones y causas particulares de los jóvenes. Una reflexión interesante respecto a esto la hace
15 Ver esquema comparativo de las características de la participación juvenil. En Serna, Leslie. “Globalización y participación juvenil”. Revista de estudios de juventud. Número 5. Instituto Mexicano de la Juventud. 1998. México D.F.
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Nestor García Canclini quien, junto con atender a que la politicidad potencial de las asociatividades juveniles no está dando respuestas a las posibilidades generales de un accionar político (es decir, que una lo particular con las apuestas de futuros deseados a nivel macro), pone acento en que esta ausencia no es un tema exclusivo de los jóvenes, sino de una sociedad que sufre una crisis de lo político, un mundo y una época sin respuestas políticas:
“Al valorar la dimensión afectiva en estas prácticas culturales y sociales, a menudo con baja eficacia, pero donde importa la solidaridad y la cohesión grupal, se hace visible el peculiar sentido político de acciones que no persiguen la satisfacción literal de demandas ni réditos mercantiles sino que reivindican el sentido de ciertos modos de vida. Es cierto que estos actos – aun cuando a veces logran ser eficaces porque se apropian de los silencios y contradicciones del orden hegemónico- no eliminan la cuestión de cómo ascender hasta la reconfiguración general de la política. Pero no podemos esperar que los jóvenes, y como vemos tampoco que muchos adultos, se interesen por gestionar responsablemente el tiempo social si las únicas políticas que se ofrecen siguen achicando el futuro y vuelven redundante el pasado.”
16
Es decir, la falta de sentidos, la fragmentación y el descrédito de lo político, no es algo exclusivo de los jóvenes, sino de los sujetos de todas las edades; es una tendencia social general aunque factible de observar de forma particularmente nítida en quienes se incorporan recientemente a los sistemas sociales, es decir, en los jóvenes. Esto quiere decir que no se puede pensar en un accionar focalizado en lo juvenil para revalorar la democracia como un campo efectivo y participativo de construcción política, sino en el conjunto social y todas sus partes. Ello, más aun cuando la focalización extrema suele ser acompañada de un estigma que responsabiliza a los jóvenes de la crisis cuando es todo el cuerpo social el que está implicado en ella.
16 García Canclini, Nestor. “Culturas juveniles en una época sin respuesta”. Revista de estudios JOVENes Número 20. Centro de investigación y estudios sobre juventud. Instituto Mexicano de la Juventud, 2004. México D.F.
22
23
1. 5.- Hacia una visión integral de la participación política y ciudadana de los jóvenes. Atendiendo a la esperanza social en un mundo complejo.
La socióloga Rossana Reguillo sostiene que el debate en las ciencias sociales del continente
respecto a la “participación juvenil” y la ciudadanía ha tenido como perspectivas dos polos reduccionistas. Por un lado, la “postura instrumental” que supone que las problemáticas de la exclusión se deben a deficiencias en incorporar a los jóvenes a las estructuras educativas, laborales y políticas, por lo que lo pertinente sería la “incorporación a como de lugar”, sin atender a las formas históricas que adquieren estas instancias y que son las que provocan las exclusiones y el rechazo de jóvenes que no desean “esa inclusión”. En esta perspectiva, no se atendería al aspecto cultural de la pérdida de sentidos de las instancias integradoras, no cuestionando el proyecto sistémico que es el que está en crisis. En el otro polo estaría la “postura desdramatizada” que sugiere que la juventud produciría sociedades alternas que dejarían a un lado el “drama” o “conflicto” con la sociedad. Aquí los jóvenes estarían orientados a la búsqueda del placer, el nomadismo como valor epocal en “prácticas que no tendrían otra razón de ser que la perpetuación indefinida de un goce sin tiempo y sin espacio”
17
. La socióloga mexicana
plantea que este posicionamiento, al entender la socialidad de los jóvenes como dimensiones alternas sin contenidos asociados con la realidad sociopolítica, sería un enfoque teórico estrecho para entender tanto a los jóvenes como a la propia política. En una clara crítica a las lecturas de tribalización de la sociedad inspiradas en las teorías del filosofo francés Michel Maffesoli, Reguillo plantea que estos enfoques de la “perfomatividad juvenil” desarrollan una sobre atención de los elementos tribales que cohesionan a los micro grupos, al tiempo que desvalorizan las dimensiones institucionales, el papel del mercado y de los antagonismos políticos, es decir, del conflicto como elemento clave para el cambio constante de las sociedades. 18
17
Reguillo, 2003, op. cit.
18 Para Maffesoli, lo que ocurre en nuestra contemporaneidad es que la modernidad y su producto social: la masificación y desindividualización, motivó una respuesta de los individuos consistente en buscar fortalecer su rol dentro de pequeñas agrupaciones definidas afectivamente, donde cobraba valor la “persona” adscrita a una “comunidad emocional” que siente en común con un “nosotros”. Al mismo tiempo, para Maffesoli decae la lógica individualista que descansaba en una identidad separada y encerrada en si misma, pues la “persona” de la socialidad tribalizada sólo vale en cuanto se relaciona con los demás. Ya “no se trata de la historia que yo construyo contractualmente asociado con otros individuos racionales, sino del mito del que participo” dice Maffesoli. Y es que la tribu es una entidad que se sustenta en mitos al tiempo que se reproduce en ritos; el mito no implica
24
En esta investigación coincidimos con la citada socióloga en el sentido de que tanto la perspectiva
instrumental de “incorporación a como de lugar” como la de “desdramatización” terminan anulando la potencialidad política de los jóvenes al negarles, “por vías diferentes, capacidad de agencia al colocarlos ya no en la oposición de aceptación-negociación, explicita o implícita con el sistema, sino en una posición más vulnerable aun: la exterioridad.” Por ello, consideramos que el tratamiento de las culturas juveniles y su participación en sociedad requiere de una mirada amplia que no renuncie a captar los procesos particulares en sus complejos entramados socio históricos. La Juventud es una categoría diferenciadora que supone la articulación de sujetos en un campo sociopolítico de construcción de sociedad, es decir, no es una categoría esencial, no puede ser interpretada de forma homogénea ni estática, ni puede ser separada de su contexto interrelacional porque es ese contexto el que la define como tal. Un paso importante es desencializar la juventud y así dar espacio analítico a las fuerzas que pugnan por redefinir los aspectos relacionales de la juventud. Ello implicaría redefinir los sistemas sociales y construir la historia, es decir, estaríamos hablando de una teoría social inserta plenamente en lo político como dimensión humana de la producción de la vida colectiva, una teoría social parte de este entramado en donde el contexto es, como plantea Reguillo, “un texto fuerte”, que hace que no sea posible eludir la relación entre participación en sociedad y estructura sistémica.
Coincidiendo con Reguillo, esta investigación asume que el ser joven se encuentra tensionado
por las configuraciones del Estado y el Mercado. Atendiendo a ello, al estudiar las culturas juveniles en sus aspectos de participación social y politicidad, es preciso poner la atención en cómo el contexto de las relaciones Juventud - Mercado – Estado influyen en que las asociatividades de los jóvenes opten
proyección racional, sino que sólo da cuenta de lo que se es. El rito no es un proyecto, sino que es la reproducción, en un acto, de la propia identidad afectiva. Las tesis de Maffesoli plantean que en esta sociedad germinal, ya no es el proyecto lo que une y define la “adherencia al mundo” como en la modernidad, sino el presente, la “consumación”, el “presentismo”, el derroche de lo que se tiene y se es. El mito del infante eterno de Dionisio que vive el aquí y el ahora, se emparentaría con la juventud contemporánea como metáfora del cambio epocal posmoderno, de ahí que la sociedad estaría siendo cada vez más marcada por el arte y lo estético, que por la política, en términos que se rebasaría el sentido de la funcionalidad en las prácticas cotidianas. En síntesis, para el autor, el “aura social” es cada vez menos política racional y más afectivo estética, menos proyectiva y más presentista. Ver: Maffesoli, Michel. El tiempo de las tribus. Icaria, 1990. Barcelona; Maffesoli, Michel. “Juventud: El tiempo de las tribus y el sentido nómada de la existencia.” Revista JOVENes Número 20. Instituto Mexicano de la Juventud, 2004. México D.F.
25
por determinados tipos de identidades y lógicas de acción. Por ello, apostamos por un enfoque integral de comprensión de las asociatividades juveniles, y nos preocupamos justamente del vínculo que los jóvenes hacen con la complejidad social y sus proyecciones de futuro mediante el análisis de la auto percepción ciudadana y política. Lo que subyace a tal percepción no es otra cosa que la esperanza o desesperanza respecto al ser efectivo en la construcción de sociedad. Queremos saber en qué medida los jóvenes se sienten incluidos en los destinos posibles de México, si vinculan sus acciones específicas con proyecciones colectivas más amplias y de largo alcance, si sienten que hay poder en sus actos y opciones, si entienden que están decidiendo en la historia que transcurre con ellos a cuestas o, por el contrario, las grandes estructuras y poderes vuelven ajeno el devenir social. Queremos saber si hay sentimiento de inclusión con respecto a lo social y si hay perspectivas futuras de inclusión participativa. Queremos atender a la esperanza social de los jóvenes hoy en México, porque la política tiene mucho que ver con la esperanza.
26
27
1.6 Hipótesis
La hipótesis teórica y central de este estudio ha sido que las asociaciones juveniles centradas
en la gestión y expresión artístico cultural, desarrollan una auto percepción diferenciada respecto a su aporte en la construcción de lo público. Por un lado, habría una alta valoración de su capacidad de interrelación con el medio social cercano, capacidad de mostrar el arte propio a la comunidad y, por medio de ello, entregar mensajes que nos hablan del pensar de los jóvenes, sus sueños, críticas y expectativas. Por otro lado, habría un sentido de impotencia y auto representación ciudadana deficitaria en lo que respecta a la construcción de lo público en niveles más generales. Esta diferenciación encuentra su correlato en un abanico de representaciones y auto representaciones que los jóvenes desarrollan respecto a la política, la ciudadanía y el lugar de la cultura en la sociedad. Nuestra hipótesis tiene como dirección el llegar a establecer una tipología de tal diversidad de conceptualizaciones que representan la sociedad y son el campo interpretativo desde el cual los jóvenes actúan en ella. La idea es negar tipologías estigmatizadoras que confundan la mala valoración de los jóvenes respecto de la política institucional con supuestas “apatías” y “apoliticismos”. Creemos que antes de decir si los jóvenes son o no apolíticos, es preciso entender los sentidos que se asocian a la política o a “las políticas” que se reconocen. Y respecto a la ciudadanía, creemos que es necesario comprender cómo este concepto se llena de contenido socialmente, para poder acceder a entender los problemas y desafíos de nuestra democracia.
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29
1.7 Metodología
El presente estudio combina técnicas de investigación cualitativa y cuantitativa que se aplicaron
a un total de 15 organizaciones y miembros de organizaciones juveniles de sello artístico cultural que se repartieron equitativamente de la siguiente forma: 5 organizaciones del municipio de Ecatepec de Morelos, 5 de Naucalpan de Juárez y 5 de Nezahualcoyótl.
En lo cualitativo, se aplicó una entrevista grupal semi estructurada a cada organización. Si se
observa la pauta de tales entrevistas, así como las recomendaciones para su aplicación (ver anexos), se observa que el ordenamiento de los temas sugiere el ir abordando las temáticas centrales desde niveles más particulares y cercanos a más generales, al tiempo que desde diferentes perspectivas, a fin de obtener un multidimensional tratamiento de los conceptos y sentidos que nos interesaba comprender.
En lo que respecta a lo cuantitativo, se aplicaron un total de 96 cuestionarios a miembros de
las organizaciones involucradas, los cuales tenían una estructura que también permitía preguntar de diferentes formas y perspectivas unos mismos tópicos a fin de dar cuenta lo mejor posible de la complejidad que adquieren en las percepciones de los sujetos aquellos conceptos en los que nos interesaba ahondar: la política y la ciudadanía. Los cuestionarios se distribuyeron de manera equitativa en cada una de los tres municipios de pertenencia de las organizaciones (ver tabla 2 del anexo).
19
19 El estudio cuantitativo incluyó un set de preguntas dirigidas a la evaluación, por parte de los jóvenes, de la importancia de distintos actores en la vida política del país. Los resultados de dichas preguntas (que se encuentran sumariados en el anexo de las frecuencias descriptivas), sin embargo, no fueron incluidos en el análisis cuantitativo debido a que mostraron inconsistencias con el criterio analítico que guió esta investigación. Ello, no obstante, no quiere decir que este tópico fuera excluido del análisis, sino que más bien se concluyó que era necesario retomarlo en la fase cualitativa.
30
Ubicación geográfica del entrevistado
Frequency
40 30 20 10
0
Naucalpan
Nezahualcoyotl
Ecatepec
Es preciso señalar que en la fase de análisis de los resultados cuantitativos, debió procederse a la realización de codificaciones de las preguntas presentadas como respuesta abierta. Ello, debido a la amplia variedad que adquirieron las respuestas de los jóvenes, las que, por consecuencia, se manifestaron como difícilmente acumulables. Sobre esto, un reciente estudio del Instituto Mexicano de la Juventud apunta que la dispersión en las respuestas que los jóvenes ofrecen al momento de ser interrogados sobre asuntos públicos no constituye un aspecto casual, sino que más bien responde a las características mismas de la sociedad mexicana. En sus propias palabras: “En una sociedad desinstitucionalizada, para sobrevivir, cada individuo adopta un comportamiento propio. En consecuencia, las estadísticas nos muestran distribuciones de frecuencia con valores poco acumulados y, por algunas respuestas que los jóvenes dan a las preguntas, parecería que son inestables y fluctuantes”.20
La codificación de las preguntas con respuesta abierta, por lo tanto, fue un procedimiento que no sólo indicaba una necesidad metodológica, sino que también un resultado de la naturaleza de las
20
Instituto Mexicano de la Juventud. Encuesta Nacional de Juventud 2005, 2006 México D.F. Pág. 177.
31
respuestas obtenidas, lo cual implicó la necesidad, inevitable e insustituible, de aplicar un criterio analítico y de categorización por parte de los investigadores para la puesta en marcha del momento de análisis de los resultados del estudio cuantitativo. En lo que respecta al análisis cualitativo, cada entrevista fue debidamente transcrita y sistematizada. Respecto a las recomendaciones para la aplicación, tanto del cuestionario como de las entrevistas, ver los anexos.
32
33
2.- Caracterización de los jóvenes y sus agrupaciones
En los populares y populosos barrios de los municipios de Ecatepec, Nezahualcoyotl y Naucalpan
en el Estado de México 21, las esquinas y espacios públicos cobran vida con asociaciones juveniles que se unen en torno a alguna práctica artístico cultural mediante la cual reafirman una identidad, comparten las tensiones de lo que significa hoy ser joven popular en México, e imaginan futuros para sus personas, sus cercanos y los demás. De esas agrupaciones tomamos 5 por cada municipio, se trata de grupos que practican diversas artes y actividades de gestión cultural, asociaciones que no cuentan con ninguna dependencia institucional, ni de la Iglesia, partidos políticos, instancias gubernamentales, educacionales o ONGs; organizaciones autónomas, grupos que se coordinan y autogestionan para hacer lo que les gusta hacer: adscribir a códigos culturales específicos y mostrar su arte. El listado de estas organizaciones y sus principales características es el siguiente:
Territorio
Agrupación
Característica
Rama artística
Identificación explícita con alguna cultura urbana o estilo
Promedio de edad
Naucalpan
Street Army
Grupo que cultiva el graffiti callejero.
Plástica
Hip Hop
19
Naucalpan
Imagen Mexicana
Ballet Folclórico comunitario.
Danza
.....................
24
Naucalpan
Elewa
Banda musical que practica percusión africana.
Música
Rastafari o Rasta.
25
Naucalpan
Moana
Grupo comunitario de baile tahitiano.
Danza.
.................
17
Naucalpan
La Reata
Banda rock.
Música
.................
27
Ecatepec
Ritmo Mundial
Banda de Fusión Reggae- ritmos latinos
Música
Reggae - Rasta
21
Ecatepec
GKR Crew
Grupo que cultiva el graffiti callejero.
Plástica
Hip Hop
18
21 Las estadísticas oficiales presentan para Naucalpan de Juarez una población de 858.711 habitantes, en Nezahualcoyotl 1.225.972 y en Ecatepec de Morelos 1.622.697.
34
Ecatepec
1SA Crew
Grupo que cultiva el graffiti callejero.
Plástica
Hip Hop
18
..............
25
Ecatepec
Caracol Valle de Guadalupe
Organización comunitaria de gestión cultural.
Gestión Cultural. Organización de eventos culturales.
Ecatepec
Muertos por el sistema
Banda de música Punk
Música
Punk
24
Ciudad Nezahualcoyotl
Spin Master Crew
Grupo que practica el Break Dance
Danza
Hip Hop
18
Ciudad Nezahualcoyotl
RAPEM Rap Pandillero Estilo Mexicano
Red de grupos que practican el Rap. Se coordinan y autogestionan grabaciones y presentaciones. Mantienen un estudio de grabación.
Música
Hip Hop
22
Ciudad Nezahualcoyotl
La Julia
Banda musical. Practican fusión de diversos ritmos.
Música
..................
26
Ciudad Nezahualcoyotl
Sociedad Latina
Banda de Ska y fusiones latinas.
Música
Ska
18
Ciudad Nezahualcoyotl
Yauyollotl
Banda de Reggae Fusión
Música
Reggae – Rasta
19
El total de miembros de estas organizaciones que participaron de las entrevistas grupales que
aplicamos y que contestaron los cuestionarios que se utilizaron en el análisis cuantitativo, fueron un total de 96 jóvenes. Del total de ellos, más del 80% correspondieron a hombres, consecuentemente con la composición mayoritariamente masculina de las agrupaciones estudiadas (Ver tabla 1 del anexo). Tal situación se refleja claramente en el hecho de que, del total de organizaciones involucradas en el estudio, 9 no contaron con participantes femeninas, mientras que sólo dos de ellas (“Imagen Mexicana”
35
y “Moana”) contaron con participación mayoritariamente femenina, en el primer caso, y exclusivamente femenina, en el segundo.
Sexo del Entrevistado
Mujer Hombre
Cabe destacar que la distribución de las encuestas por género muestra una fuerte variabilidad en relación al sector de pertenencia de las organizaciones, encontrándose una significativa presencia femenina en las agrupaciones del territorio “Naucalpan”, en contraste con la casi nula presencia de mujeres en los territorios “Ecatepec” y “Nezahualcoyotl”, tal como se representa en el siguiente cuadro comparativo:
36
Ubicación geográfica del entrevistado
Sexo del entrevistado
Total
Naucalpan
Nezahualcoyotl
Ecatepec
13
2
1
16
38,2%
6,7%
3,1%
16,7%
21
28
31
80
61,8%
93,3%
96,9%
83,3%
34
30
32
96
100,0%
100,0%
100,0%
100,0%
Mujer
Hombre
Total
Ahora bien, y en relación a la edad de los entrevistados, ésta varió desde los 14 a los 36 años (ver tabla 3 del anexo). El promedio de edad, al igual como la moda, se encuentra en los 21 años, concentrándose la mayor parte de los entrevistados en el rango de 17 a 21 años, tal como se muestra en la siguiente gráfica:
25
Frequency
20 15 10 5
0
14 a 17
17 a 21
22 a 25
26 a 29
Edad del entrevistado
mayor 30
37
Lo arriba expuesto nos da cuenta de un fuerte predominio de jóvenes pertenecientes a los tramos
más bajos de edad en las organizaciones estudiadas, lo cual se expresa además en el hecho de que más del 50% de los entrevistados manifestó tener menos de 21 años, y más del 77% menos de 25. Consecuentemente con lo arriba señalado es que, del total de organizaciones involucradas en el estudio, sólo tres de ellas (Imagen Mexicana, La Julia y La Reata) cuentan con mayoría de integrantes mayores de 26 años, mientras que en 6 organizaciones (Street Army, 1SA Crew, Moana, Sociedad Latina, Yauyollotl y Spin Master) no fue posible verificar la presencia de participantes mayores de 25 años.
Edad del entrevistado
Ubicación geográfica del entrevistado
Mean
N
Std. Deviation
Naucalpan
23,06
33
6,466
Nezahualcoyotl
20,86
29
4,015
Ecatepec
21,19
32
3,987
Total
21,74
94
5,050
En relación al nivel ocupacional de los entrevistados, destaca el hecho de que sólo un 35% de estos manifiesta como ocupación exclusiva el “estudio”, mientras que un 35% declaran ocuparse ya sea en trabajar o buscar trabajo (ver tabla 5 del anexo).
38
Ocupación Actual
Frequency
30
20
10
0
Estudia
Trabaja o busba trabajo
Estudia y trabaja
Otro
Si nos concentramos en el tramo de menor edad (14 a 17 años), es posible percibir que existe más de un 20% de entrevistados que declaran realizar actividades laborales, cifra que se acrecienta sensiblemente en el tramo de 17 a 21 años, en donde más de la mitad de los entrevistados trabaja o, a lo menos, no se dedica exclusivamente al estudio.
Total
Ocupación Actual Trabaja o busca
Estudia y
trabajo
trabaja
18
1
5
0
24
75,0%
4,2%
20,8%
,0%
100,0%
10
6
7
1
24
41,7%
25,0%
29,2%
4,2%
100,0%
5
14
4
1
24
20,8%
58,3%
16,7%
4,2%
100,0%
1
7
5
0
13
Estudia Edad del entrevistado
14 a 17 17 a 21
22 a 25
26 a 29
Otro
39
7,7%
53,8%
38,5%
,0%
100,0%
0
4
3
1
8
,0%
50,0%
37,5%
12,5%
100,0%
34
32
24
3
93
36,6%
34,4%
25,8%
3,2%
100,0%
mayor de 30 Total
Los datos arriba expuestos dan cuenta de una temprana integración de los individuos encuestados
al mercado laboral, independientemente a si continúan o no los estudios. En definitiva, y como sumario de la información arriba expuesta, es posible concluir que los miembros de las organizaciones involucradas en este estudio son mayoritariamente hombres menores de 25 años que manifiestan una tendencia a la temprana incorporación al mercado laboral.
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41
3.-“Nosotros”, “los otros” y “nuestro arte”. Mundo interno y motivaciones de las organizaciones.
“La inspiración está en lo que se vive” decía “Borrego”, un muchacho perteneciente a la red de
cultores del RAP “RAPEM” -Rap Pandillero Estilo Mexicano- de Nezahualcoyotl. Esta idea suele repetirse entre los jóvenes entrevistados, pues su arte opera como un vínculo con su cotidianidad. Bailarines que practican en las esquinas mientras la colonia vive su rutina, grafiteros que provocan la admiración o el resquemor de los vecinos de la cuadra, músicos que emigran de un lado a otro buscando dónde ensayar, transitan en el interior de comunidades con las que comparten una vida “desde chavitos”; una vida que se hace baile, se hace canción y se hace pinta en la pared, porque es la vida el contenido de su arte. La vida también se hace pregunta por el futuro, pregunta a menudo sin mayores respuestas, pues se instalan en una contemporaneidad incierta, más para quienes pertenecen a los grupos sociales postergados y son jóvenes. ¿Por qué el arte entonces?; ¿por qué hacen lo que hacen?; ¿por qué se organizan para producir y gestionar arte? Preguntamos esto y lo primero que nos apareció fueron sus vivencias. La inspiración está en lo que se vive:
“El rap es aquel que va a estar en mis buenos momentos y lo voy a describir cuando estoy con una mujer, cuando estoy mal con mi familia, cuando en las calles vi como le hicieron un mal a alguna persona, cuando me aventé una borrachera en alguna cantina de esas que sólo se encuentran en los lugares más bajos del país, entonces, ese es el rap. (...) Me gusta describir hasta cómo vive la señora que vende tamales. O sea, lo que somos… porque en la tele no te muestran eso. Nos gustan un poco más los temas sociales y es eso, el desahogar, el transmitir mensajes y el divertirse un rato.” Moreno – RAPEM.
“Tocamos reggae, yo creo que es una forma de expresarte, pero también de expresar lo que pasa en tu sociedad, sus letras se basan en eso, en lo que ocurre en la sociedad, lo que mueve a esta sociedad, exigir que no haya injusticias. Las letras, nosotros las hacemos, pero necesitamos de un medio para que esas letras surjan. (...) Entonces es nutrirte de esta sociedad en la que vivimos, conocerla, entenderla y tratar de ir uniendo ideas para plasmarlas en nuestras letras y mostrarles y expresarles nuestro punto de vista.” Rodrigo
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Rodrigo – Yauyollotl.
“Es una forma de desahogarse, escribir, hacer música, te inspiras con lo mismo que vives, tu te vas haciendo nuevas ideologías, te nacen nuevos proyectos, llevas nuevas cosas a cabo, haces otro estilo, por lo mismo que vives (...) te revuelves con toda la gente en este estilo de vida, el estilo de barrio. (...) Eso es lo que me ayuda a escribir.” Luis – RAPEM.
“Proyectar en tu música parte de tu realidad que se puede parecer a la de muchos otros ¿no?, vivimos en un mismo espacio, un mismo medio y toda una serie de situaciones y me parece una labor muy importante (...). Nuestra idea es más bien expresarnos y dentro de lo que nosotros creemos, y compartirlo y disfrutarlo.” Oscar – Yauyollotl.
La inspiración está también en el aplauso, la posibilidad de mostrar lo propio y recibir ese aliento
que enorgullece, la recompensa por intentar ese paso acrobático una y otra vez, por encontrar ese acorde que faltaba a la armonía, por fundir con colores aquello que se dibujó en la mente:
“Cuando nos subimos al escenario, bueno, yo siento que en conjunto tratamos de transmitir esta vibra positiva a toda la gente que nos está escuchando. (… ). Cuando estamos arriba de un escenario se sienten esos nervios, tocas y no sabes si realmente le vas a gustar a la banda o no, pero lo que tu haces lo haces de corazón y lo haces para que la gente lo sienta”. Rodrigo - Yauyollotl
“¡Es una gran fiesta! Sí, es una fiesta, porque el tambor es el sonido del corazón y los corazones son libres, los corazones son alegres. Yo creo que a la gente le alegro un poquito con mi música, porque cada vez que tocamos en la calle los vemos bailando, nos aplauden, nos regalan una moneda y eso es bien bonito, la correspondencia, que suene recíproco, que haya una interactividad con la gente”. Beto - Elewa
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“Porque al principio, sí puede ser a lo mejor como un juego y saber qué es danza y todo eso, pero después ya no, después ya es como un compromiso y el tratar de llevar el grupo y de que la gente nos vea, es muy reconfortable, que nos aplaudan. (...) Nosotros lo vemos ya como una labor social (...) presentar todo lo que es el folklore mexicano y es una forma de darles alegría”. Ricardo - Imagen Mexicana.
“Que los señores pasen y se nos queden mirando nuestro graffiti cuando estemos pintando, nos dicen “vayan a pintar la casa” (...) Nosotros dibujamos desde chavitos y el graffiti lo empezamos durante la primaria, la secundaria y es algo que no vamos a dejar de hacer”. Irwin - 1SA Crew.
Junto con el aplauso está esa satisfacción interna que dice “el gusto es nuestro”, las metas
individuales de superación y aprendizaje, la cuota de individualismo necesaria para poder pensar colectivamente, el asumir que primero está el juez interno que da cuenta de la satisfacción o descontento con lo que se hace, el juez interior que dicta el crecimiento y mejora personal desde la cual parte la entrega e interrelación respecto a los demás.
“Pues más que nada la satisfacción es para nosotros, si nos gusta darle al grupo lo mejor que tenemos al expresar nuestra forma de bailar, pero más que nada la satisfacción es para nosotros, el publico, cuando te sale un paso te aplaude, pero tu sientes ¡Huuuuu me salio!”. Ismael. Spin master - crew.
“Para mi el pintar es una emoción muy grande, porque cada vez que pinto es una fase más, una superación más. Para mi ver una pinta mía, es decir me gustó, pero ahorita ya no y quiero hacer algo mejor. Para mi el graffiti es un medio más de arte, es decir, sí hay gente que pinta al óleo, hay gente que pinta con colores, con sedas, por qué no puedo pintar con aerosol, por qué lo ven diferente”. June. GKR Crew.
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“Me emociona mucho el realismo, me gusta mucho, enfocarme mucho a la pintura óleo, holografía, aunque me llama la atención el aerosol, porque el aerosol es más que nada un poquito lo que llevas en la sangre, lo que es la pintura de mis descendientes, de mi hermano. Empecé a pintar con mi hermano, empecé a ilegalear (pintar sin autorización) desde que iba a la primaria, y de ahí me enfoqué a ver pinturas y fui aprendiendo cosas, todo se aprende viendo, no es necesario tener un maestro ni nada de esa onda, o sea, más que nada que te guste el movimiento, más que nada que te lata, yo quisiera ser un buen aerografista, ser un buen pintor, y todo lo que esté relacionado con la pintura”. Roberto - 1SA Crew.
“Yo lo tomo como algo más personal, como una forma de desahogo personal, creo que a partir de sacar algunas frustraciones, ideas, anhelos que tu tienes, puedes mejorar colectivamente, mientras tu no mejores tu persona y te sientas conforme con lo que eres o lo que tienes, tu no puedes proyectar lo mismo hacia las demás personas”. Aaron – Muertos por el Sistema.
Pero la cotidianidad no sólo es la satisfacción individual y el aplauso exterior, también es la
incomprensión, la mirada de desconfianza por parte de los adultos hacia una juventud que es diferente y diversa. Es el estigma de “vagos” y “sucios”, la represión policial que ve en los jóvenes pobres un potencial peligro, la difundida imagen que dicta que los jóvenes son un problema para la sociedad. Esa cotidianidad hostil se resiente, a veces provoca rabia y se devuelve con hostilidad (“Yo pinto para expresar lo que siento, para desestresarme, para sentir la adrenalina cuando te corretean los puercos, los vecinos que te chingan siempre” dice Pozo del CGR Crew), pero también se procesa artísticamente como motivación que responde a los estigmas con acciones que buscan demostrar el valor propio. El intentar una y otra vez mostrar el arte colectivo aún cuando se impongan trabas y se rechacen las acciones y las identidades que acompañan tal arte, es para los jóvenes el decir que sólo se es distinto, pero no se es inferior, no se es un “desterrado”, se forma parte de la sociedad y es la sociedad la que tiene que educarse y aprender que en ella caben todos.
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“A nosotros nos toman como ... estamos como muy aparte, a nosotros nos toman como ... como si fuéramos ora sí que ¡¡desterrados!!, porque estamos en este país pero ... un desterrado tiene que apartarse aún siendo uno de aquí, o sea, no te toman en cuenta, te ... desmoralizan”. Alberto - Street Army
“Entonces, la gente únicamente de verte te etiqueta, te dice “no, este guey es un mugroso, ese guey, no sé, es un mariguano, es un hippie”, y bueno ... la verdad es penoso reconocerlo pero en México estamos bastante faltos de ... de cultura para identificar la diversidad que hay (…) la gente nos ve con dreadlock, nos ve con rastas como la gente le llaman, que es un término mal aplicado, el rasta es uno, el cabello se llama dreadlock, y tiene un significado bien bonito, y nos ven como mugrosos, como gente que no servimos pa’ nada, pero hacemos cosas bien, bien buenas”. Lalo - Elewa.
“A veces pasa la patrulla y nos empiezan a quitar nuestras latas, nos quitan dinero, pues así son, son bien puercos, son bien sucios. También eso nos motiva, también eso es algo que no digamos “puta madre, ya no voy a pintar por eso”, más bien, mientras más lo hacen, más nos motiva a seguir adelante”. No identificado - 1SA Crew
“Mucha gente nos ve como graffiteros y nos ve como vándalos, drogadictos ¿no?, y nos miran así no, pero por ejemplo, mucha gente no ve lo que hay atrás de cada uno. Por ejemplo, a mí me ven y dicen “no que eres un graffitero, ¿qué, nunca vas a hacer nada?” y ahorita estoy en la carrera y sigo en esto y no por ser graffitero puedo dejar de estudiar”. Pozo - GKR CREW .
“Hay gente que está empezando a apreciar el arte, pero desgraciadamente hay mucha gente que nos trata como rateros, como vándalos, como drogaditos y la verdad yo creo que los políticos son más sucios que nosotros mismos y bueno queremos cambiar esa imagen
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en el graffiti”. Nala - CGR Crew.
“Lo que hacemos nosotros o sea, no muchos se avientan a hacerlo, ¿por qué?, porque nos discriminan, nos hacen menos; sienten que... que cuando ellos hacen esto los van a hacer menos, o sea, los van a despreciar, y van a decir “sabes qué pus, tú no eres de la sociedad”, y realmente la sociedad pus somos todos”. Alberto - Street Army.
“Nos ven a veces aquí como los vagos, como los que no hacen nada, los que siempre están ahí aplastando la calle, pensamos también emitirle un mensaje a la gente en donde pudiéramos darles a demostrar que no solamente hacemos eso, que sí lo hacemos, pero también hacemos otro tipo de actividades y podemos hacer otras muchas cosas también por la gente”. Juan - Valle de Guadalupe.
En la sociedad actual, los afectos son imprescindibles para enfrentar este tipo de estigmatizaciones
y la incertidumbre de un devenir vertiginoso. Ello se acentúa en poblaciones carenciadas y postergadas como las de los jóvenes aquí estudiados. Acorde con esto, se produce en estos últimos un fenómeno de solidificación de los lazos entre los pares, vínculos que se asocian a la familia: los “hermanos”, los “carnales” que están cerca, muy cerca, porque comparten sentimientos y son los incondicionales frente una sociedad que continuamente condiciona. Para los jóvenes de los barrios pobres de la ciudad, atrapados entre un Mercado cada vez más poderoso (una economía de mercado que deriva en sociedad de mercado) ante el cual sólo cuentan con su capacidad de ofertar y comprar, y un Estado que retrocede en sus funciones integradoras frente a tal Mercado (y deja de ser el ente centralista e integrador del desarrollismo), el compartir, el ayudarse y apoyarse, es un dato de certeza que alivia las tensiones de la vida social. Las amistades son, entonces, un valor supremo que se cuida y atesora. Entre los pares se es horizontal, hay respeto y se habla cara a cara; entre los pares no hay instrumentalidad sino solidaridad, y si bien hay roles, lo que produce el trabajo conjunto es de todos y todos se reflejan en él. El mundo de los amigos es, para los jóvenes aquí tratados, la representación más armónica del vivir juntos, una pequeña
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sociedad en donde sienten que todos deciden, un pequeño mundo en que se hace más reconfortante vivir el momento sabiendo que “no se sabe lo que pasará mañana”. Los jóvenes saben que, pase lo que pase, los amigos estarán a su lado. Y eso se agradece.
“En este grupo nadie es más, ni nadie es menos, más bien todos nos respetamos, todos somos lo mismo, y nunca vamos a decir éste es el jefe o éste pinta peor, todos nos queremos, todos somos iguales y eso es lo importante”. Irwin - 1SA Crew.
“La crew me gusta porque hay amistad, no como en otras crew, que luego entras y te exigen cosas. Es más como compañerismo”. Haztec - GKR Crew.
“Estoy en el grupo Ballet Folklórico Imagen Mexicana porque me encanta bailar y porque aquí he encontrado muy buenos amigos, amigos a los que quiero mucho y que probablemente van a ser siempre mis amigos, por eso, porque me gusta bailar”. Mayra - Imagen Mexicana.
“El valor es como de amistad, es como el valor de un noviazgo, hay peleas, que yo lo valoro, hay reconciliaciones, que es lo más fuerte. (...) Ahorita siento que estamos muy amarrados, muy agarrados ahorita, nos hemos estado respetando un poquito más y nos llevamos más y estamos fuertes, siento yo”. Erick - Ritmo Mundial.
“Pus si es entre todos, por ejemplo, si yo tengo una idea y ya está escrita y todo, yo llego y le digo a Oscar “mira tengo esto, ve lo que le puedes meter o lo que le puedes quitar” y se va armando ¿no?, él no solamente se encarga de las letras, es en conjunto”. Valeria – Yauyollotl.
“Este, pus aquí lo que se hace, o como se trabaja es como lo decía Ciro, la opinión es de todos, las decisiones son de todos, no hay alguien que diga “esto se hace y se va a hacer”.
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Tratamos de manejarlo siempre por lo que todos queremos hacer, por lo que la mayoría decida, siempre tratamos de tomar las mejores decisiones”. Edgard – Sociedad Latina.
Aparte del afecto de los pares más cercanos del grupo, están los lazos con aquellos que están
en diversos lugares y que comparten códigos de una misma identidad. Son los que están “en el medio”, los que conocen las prácticas artísticas que se desarrollan en los barrios y cultivan similares estilos.
“Lo que me mantiene para estar en RAPEM es estar apoyando a toda la raza que está en el nivel Underground, que puedan ellos sacar sus actitudes, sus proyectos. Ese talento que tienen para hacer música, pues que sea entendido y sea escuchado y a la vez tenga el apoyo que se merece”. Luis – RAPEM. “Es un bienestar, un bienestar ¿por qué?, porque sabes que no eres el único que le gusta esto, estamos en un grupo, un conjunto, y sabes que hay más locos que tú, (...) y a base de eso, te ganas el respeto, te ganas la atención de los demás, o sea sabes que puedes contar con cualquier persona de aquí (...) el objetivo primordial es ese, que tengamos ideas en común y que podamos compartir cosas”. Gabriel - Street Army.
“Lo hacemos para el gusto propio y para satisfacción de los que están en este medio; si los que están en este medio nos apoyan y les gusta pues nosotros seguimos adelante; mientras sigan, siempre va a haber, aunque sea uno o dos, siempre va a haber quién nos apoye y nosotros vamos a seguir adelante en el graffiti, en el MC, en el deejay, en el d´boy, todos van a tener siempre un apoyo, aunque sea uno o dos, siempre van a estar, vamos a estar juntos”. Alberto - Street Army.
“Es un medio, entonces los que están dentro del medio se conocen, por medio de revistas o exposiciones que se realizan. Entonces también va dirigido a esas personas, para que te vean, para que observen tu calidad, y también para la gente que va pasando y ve un dibujo
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y que te critique y es bueno, pues vas aprendiendo”. Ninfa - GKR Crew.
“Una forma positiva de cómo atacas pus la pinche violencia, de que no te vas a ir a enfrentar ahí o de que traes bronca con fulano ¿no?, si no puedes ir a convivir, intercambiar ideas dentro del medio. RAPEM es donde dice: ¿sabes qué?, el pinché rap se hizo para estar en comunión con la raza...”. Moreno- RAPEM. “El movimiento en sí, pues, lo que es lo del rap, el hip-hop, unirlo entre varias personas, varias corrientes que se manejan aquí como son los MC´s, como son los que hacen el graffiti, los que bailan el brake dance y los deejays, entonces el objetivo en sí aquí del grupo es tener esa expansión y esa unión entre todas las tendencias para hacerlo más sólido. (…) no pensar que porque uno de una pandilla o de un ghetto o como lo quieran llamar, un crew o un grupo, y los otros son del distinto al nuestro, pues hay que hacer algo en contra de ellos, no, no, no, para nada. El objetivo aquí, ya se dijo, es unirse”. Gabriel - Street Army.
Los “del medio” son quienes comparten una identidad común que hace que se reconozcan en un
horizonte cultural, aun cuando estén separados geográficamente, pues la cultura los une. Es un nivel más amplio del nosotros: “nosotros los del hip hop”, “nosotros los punk”, “nosotros los underground”, “nosotros los rasta”, una infinidad de referencias que, dentro de la globalización, liga a quienes son jóvenes y hacen cultura desde los márgenes urbanos. En estas referencias, Nezahualcoyotl está más cerca del Bronxs que de Polanco, y Naucalpan más cerca de Jamaica que de las casas lindas de Coyoacán, pues el ser joven popular en este mundo globalizado posee esta cara muy diferente a la de los grandes centros comerciales de los barrios acomodados. Se construyen y trasmiten saberes que viajan desde muy lejos, se aprende a sentir e identificarse con tambores africanos, danzas tahitianas, folklore de diversos estados de la República Mexicana, y de la misma forma, los jóvenes se solidarizan con los graffiteros que enfrentan la tolerancia cero de Giuliani, se trasmiten antiguas historias de un pasado monarca etíope o se investiga sobre antiguas deidades que unían a los seres humanos con la naturaleza. Con todo ello en la mente, los jóvenes piensan México, el Estado de México, el municipio, el barrio, los amigos, la vida
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propia, el futuro, y ahí, los códigos se adaptan, se recodifican, se vuelven cercanos y se impregnan de lo propio. Desde estos códigos los jóvenes marcan las líneas de lo correcto y lo incorrecto, lo ético y lo no ético, convirtiéndose el conocimiento acumulado en un “saber vivir juntos”, con los nuestros, entre los nuestros. Pareciera que en la Babel post moderna, o de esta última modernidad, la juventud popular ejerce su propia construcción que por más que se quiera ocultar, está ahí, apoyándose, haciendo ciudad, educándose, comunicándose, en diversos idiomas que se crean y recrean día a día.
“Mira, realmente ‘tag” son realmente los más ilegales (que pintan sin autorización y son perseguidos por la policía), los que nada más son como inició el graffiti, el graffiti inició por poner tu nombre anónimo y que realmente te conozcan ¿no?, entonces eso es poner tu ‘tag”. Una “bomba”, pues es lo mismo pero con letras infladas, letra sencilla, “carácter”, pues es ya una cosa más elaborada, una cara o cosas así, una “pieza” son letras pero bien elaboradas, más bien tercera dimensión, cosas bien elaboradas, más bien tiene un nivel… así es como se maneja aquí el graffiti”. No identificado - 1SA Crew.
“Eso de “aplastar” (escribir una pinta encima del trabajo de otro graffitero), son más bien de chavos que no conocen los códigos, porque también para esto hay códigos, para todo hay reglas. Entonces si alguien viene y te quiere aplastar, pues más que nada, tienen que pintar mejor que tú, ¿no?, porque o sea, hay un código que dice tag…no... “bomba aplasta tag, carácter aplasta bomba y pieza aplasta carácter” y entonces tienen que hacer algo más. (...) si te molestas cuando arruinan tu pieza, porque son chavos que…o sea, no te molestas si dices “wey me encimó, pero al menos lo hizo bien”, o si hizo cualquier garabato o una tontería que tu dices “eso yo lo hacía cuando tenía tres años” o te encima nomás por encimarte porque le caes mas o algo así, o sea es una pendejada porque cada quien hay que respetarse ¿no? Yo respeto mucho los trabajos de los demás porque nunca he encimado a nadie, porque cada quién es lo que es, a lo mejor si estaba un poco feo, es porque acaba de empezar o que igual no tiene mucha calidad o lo que sea…no, no hay que encimar eso está
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mal. Porque finalmente es el mismo movimiento, la misma ideología”. Cero - 1SA Crew.
“Para mí es bien importante la tercera raíz, la negritud en México, que es la raíz negada por la historia ¿no?, hay una gente muy famosa acá, Yanga, en Veracruz, que hizo una Revolución, un movimiento revolucionario de esclavos negros, gente que tocaba los tambores, fue la gente que trajo los tambores acá al país. (…) el Rastafari es una historia bien bonita, no tiene mucho tiempo, pero sí tiene unos años ¿no?, es una cultura muy bonita es algo muy espiritual, algo muy religioso. (…)Rastafari es una palabra compuesta, la palabra “Ras” significa corona y “Tafari” es el nombre de Haile Selassie, que fue nombrado rey y entonces es ahí de donde se nombra el Rastafari ¿no?, pero tiene que ver bastante con la percusión ¿por qué?, porque viene de África, Etiopía concretamente. (…)¡pero ojo!, no hay que confundirse, no porque traigas los dreadlock eres un Rasta, no, hay quien se las hace no más por vanidad ¿no?, hay que en verdad, hay que portarlas, hay que portarlas con orgullo y con un conocimiento”. Beto - Elewa.
“En hawaiano pues se utiliza mucho lo que es rituales hacia los dioses, para ellos es... es un homenaje muy sagrado como si fuera por ejemplo aquí en México para la Virgen María o algo así, para ese baile se baila muy serio, muy abajo porque se demuestra el respeto y se baila muy abajo porque dicen los hawaianos que la tierra tiene energía, entonces entre más abajo estén reciben más energía de la tierra”. Mariana - Moana.
Hay quienes desde las ciencias sociales asociaron este fenómeno a un concepto, el de “tribus
urbanas”, dando cuenta de que en los afectos de estas micro agrupaciones se encontraba una respuesta a la masificación y el individualismo de la sociedad moderna. Sin embargo, pensamos que hay que usar con mesura tal categoría pues, de acuerdo a estas perspectivas de origen europeo, las nuevas “tribus” estarían necesariamente encerradas en si mismas, reproduciendo sus propios mitos en ritos, sin
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posibilidad de proyecto, sin posibilidad de salida, sin posibilidad de politicidad. 22 Más adelante discutiremos estas ideas, pues pensamos que los afectos y la cohesión de los grupos no suponen la proyección de una sociedad tribalizada y fragmentada en una posmodernidad sin futuro salvo el circular tiempo de lo tribal. Por lo pronto, quisiéramos recalcar que en los casos estudiados, los afectos son importantes (como lo han sido siempre en la constitución de grupos humanos y movimientos socio culturales) porque en el quererse está sustentado un accionar hacia adentro y hacia fuera que no se conforma con la contemplación interna y de los pares del “medio”, sino que también observa con inquietud el exterior, los otros, el barrio, los vecinos, los otros estados, México y la sociedad. El vinculo que une esa interioridad particular con los demás niveles sociales generales, los jóvenes lo desarrollan desde su arte en lo que denominan la “labor social” de su gestión cultural, el “mensaje” o el “hacer conciencia” respecto a la sociedad en la que se vive.
“Yo creo que de esa forma puede participar RAPEM, trabajando con la gente que de verdad lo está necesitando, con los barrios. Está muy cabrona la situación en las calles ahorita. Hay chavos que dicen que si no estuvieran en RAPEM haciendo música, estarían en la cárcel, robando o en cualquier otro lugar ¿no? Entonces, a través de la música, es un medio para canalizar de manera positiva toda la energía del barrio”. Luis - RAPEM.
“Mi principal motivación (…)fue justamente hacer un poco de conciencia mediante las letras del grupo, que estaban básicamente enfocadas a hablar de temas sociales, problemáticas sociales, hablar de pobreza, de la influencia de la iglesia en la sociedad, hablar del Estado, básicamente temas políticos era en lo que nos enfocábamos, y ahorita también”. Daniel Muertos por el Sistema.
22 Ya en la introducción planteamos las distancias que nosotros y otros cientistas sociales tienen respecto a estas categorizaciones asociadas a los planteamientos del filósofo francés Michel Maffesoli, autor del libro: “El tiempo de las tribus” previamente citado.
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“Pues ese mensaje… nosotros nos basamos mucho en los sentimientos, escribimos mucho al amor, algunas canciones también hablan de política, de los temas sociales como es la falta de justicia en el país, los niños de la calle y este… es lo que tratamos de expresar nosotros con nuestra música”. Edgard- Sociedad Latina.
“El rol principal de la banda dentro de la sociedad me parece que es el crear conciencia, el difundir un mensaje tanto político y social, como más hacia dentro ¿no?, como para tocar a cada individuo y que cada individuo cambie sus propias actitudes para ser una mejor persona y así convivir mejor, yo creo que ese es el rol principal”. Andrés- Sociedad Latina
“Tratamos de que no nada más nos escuchen los chavos skatos del género, nos gustaría que también chiquitos de seis años, diez, doce, quince, hasta señores adultos ya de la tercera edad, que escuchen rolas de amor, de desamor y queremos, tratamos en algunas rolas difundir conciencia más que nada”. Carlos- Sociedad Latina
“Yo pienso que a través de la música se pueden mover muchas cosas ¿no? mmm no se yo, creo que a través de algún ritmo, de alguna letra tú puedes meter un poquito de conciencia dentro de cada una de las personas. Dentro de nuestro rol sería eso, tendríamos que hacer también algunas otras cosas, pero principalmente eso, con nuestras letras, con nuestras canciones y este pues difundirlo y hacerlo pensando… y para todos”. Valeria - Yauyollotl)
El “mensaje” contenido en el arte es visto por muchos como algo central, al igual que el rol de
lo cultural en la sociedad. Asociado a ello, se plantea en los testimonios que el aporte que se desarrolla desde la organización comunitaria es eminentemente cultural, una cultura que si se niega desde los grandes poderes se autogestiona en espacios propios; una cultura que se resiste a estar encerrada en las elites, una cultura que dice lo que sucede y sueña con futuros mejores. Sin duda, estas valoraciones no se encuentran en el 100% de los casos entrevistados, pero tampoco son casos excepcionales.
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Para comprender esto, debemos dar cuenta de las diversas vinculaciones que se hacen entre lo que se gestiona particularmente y la construcción de lo público, es decir, la política, independientemente de que ésta sea identificada semánticamente como tal, por parte de los jóvenes. Como nexo con el tema central de esta investigación: el de la auto representación política y ciudadana, terminamos este capítulo presentando algunas de aquellas reflexiones que atribuyeron a lo cultural un potencial gestor de realidades, un derecho y un ejercicio de poder crítico y constructor.
“La cultura está reflejando lo que está pasando, entonces de alguna manera, todo lo que sea cultura, va a estar en desacuerdo con lo que sucede. Una pintura va hablar mal de los de la política, va a hablar del abismo de las drogas, en lo que nos han sumido, un rockero va a hablar de que el sistema ya no lo soporta, está reprimido. Las obras de teatro, más artísticas, que refleje a la población van a hablar del aborto, van a hablar de cualquier cosa, que no se ha visto. Y en cambio, la cultura la quieren pintar bonita, un cuadro bonito, con arbolitos y casitas, va a ser de la canción pop, que hable de la chica que no se qué, que fue a la fiesta y la dejaron sus papás, va a hablar de pachanga y desastre y sexo”. Cesar - La Julia.
“En El Cervantino, podemos encontrar diversión y cultura, internacional o nacional lo que sea, pero al final de cuentas si no tienes zapatos o no hablas bien, o no tienes una buena apariencia, simplemente no te venden un boleto, o sea, más bien yo lo veo desde el punto de vista de decir “¿cultura?, ¿qué es cultura?”, y en qué lado de la cultura estamos nosotros ¿no?, pues al final de cuentas seguimos desarrollando cultura. (...)Ahora sí, lo que ha hecho el pueblo, es montar escenarios alternos o subalternos, para que se exprese toda esa gente, es como yo te mencionaba”. Oscar - La Julia.
“En un momento que la gente empiece a perder eso (la cultura), y que lo esta perdiendo, va empezar a vivir ciega, va a empezar a perder el sentido de la vida y sólo va a vivir por cosas superficiales, por sólo producir o estar dentro de la dinámica y no ver qué realmente es la
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vida. Que hay muchas cosas bellas, que en un cuadro puedes plasmar muchos sentimientos aunque a lo mejor para uno sí y para otros no, pero que existe esa diversidad de culturas ¿no?, si se necesita mucho apoyo la cultura, creo que una forma de crecer socialmente es por medio de la cultura”. Rodrigo – Yauyollotl.
“Todo este sector del Estado de México, es una área geográfica que históricamente a estado como que olvidada por la cultura, entonces creímos conveniente que a la gente, pues también le corresponde y tiene derecho a la cultura, y que si bien los gobiernos y los diferentes órganos de gobiernos, el municipal, estatal y federal, pues no te dan acceso a ella, entonces creímos oportuno organizarnos entre nosotros, poder traer algo aquí, a la colonia y que la gente disfrutara y que aparte de disfrutar también participara, que se metiera de lleno a un sentido de organización comenzando por lo cultural”. Juan - Caracol, Valle de Guadalupe.
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4.- Política y Ciudadanía. Análisis cuantitativo acerca de posicionamientos, percepciones y auto percepciones sobre política y ciudadanía. Enunciada en abstracto, la concepción que los jóvenes entrevistados manifiestan acerca de la política se dirige hacia su comprensión espontánea como una “forma de gobierno” (31.3%), destacando la fuerte vinculación de esta actividad con la “corrupción y el enriquecimiento” (20.8%). De esta forma es que, mayoritariamente, los jóvenes entrevistados definen a la política como “un sistema normativo”, “una forma de gobernar” y una “forma de ejercer el poder”, por una parte, o como “chingar a la gente”, “una forma de enriquecerse”, “corrupción” o “basura”, por otro lado (ver tabla 7 del anexo). Las menciones directamente positivas en relación a la política, por su parte, constituyen un porcentaje significativamente menor en el total de definiciones ofrecidas por los entrevistados.
Definición de Política
Forma de gobierno Enriquecimiento, corrupción Defensa de intereses privados Democracia, representación Otras menciones positivas Otras menciones negativas Otras menciones No sabe, no responde 99
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Al momento de interrogar acerca de la definición más precisa de la política en México, las menciones negativas se incrementan fuertemente. Es así como, mientras más del 70% de los entrevistados asocia espontáneamente la actividad política del país como directamente vinculada a cualidades negativas tales como la corrupción, sólo el 5% la percibe como una actividad posible de ser definida en términos positivos (ver tablas 15, 16 y 17 del anexo):
Definición de la política en el país (primera opción recodificada)
No sabe, no responde Otras menciones Otras menciones positivas Otras menciones negativas Corrupta, enriquecimiento 0
10
20
30
40
50
Porcentaje
Al momento de plantear alternativas para la definición más precisa de la política en México, los entrevistados ratifican las percepciones espontáneas arriba expuestas. El 67% de los entrevistados seleccionaron a la definición “la política es una forma de enriquecerse” como una de las dos formas más precisas para definir a esta actividad en México. Dicha definición es seguida por “la política es sucia” (46.9%) y “la política es confrontación y enemistad” (25%). Definiciones que pudieran ser asumidas como
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positivas, tales como “la política es participación” y “la política es decidir el México en que queremos vivir”, alcanzan sólo el 11% y el 9% de las menciones, respectivamente.
La política es una forma de enriquecerse 0 Sí Missing
60
La política es decidir el México en que queremos vivir
0 Sí Missing
Hasta acá nos hemos concentrado en la definiciones que los jóvenes entrevistados producen en relación a la política. La conclusión evidente, tal como se expresa más arriba, es que ésta constituye una actividad mayoritariamente rechazada por los jóvenes, más aun cuando se la sitúa en el contexto específico de la realidad del México actual. Frente a esto, es preciso avanzar un poco más, hurgando en el posicionamiento que los mismos jóvenes realizan respecto a su propia relación con el entorno social y político. En cuanto a esto, es preciso señalar, en primer término, que los jóvenes entrevistados se asumen mayoritariamente como ciudadanos (83.3%), lo cual ha de ser interpretado inicialmente como un reconocimiento de su adscripción a un espacio público del cual se sienten parte (ver tablas 9, 10 y 11 del anexo). Sin embargo, para hurgar más en la intensidad de dicha adscripción, es preciso dirigirnos hacia la forma según la cual es asumida por los jóvenes su condición de ciudadanos.
Para los jóvenes entrevistados, existe una fuerte vinculación de la noción de ciudadanía con
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aspectos políticos-sociales que implican una participación activa del individuo en la esfera pública. Es así como, por ejemplo, respuestas tales como que ser ciudadano implica “participación pública”, “hacerse escuchar”, “hacer valer derechos” o “servir a México”, conforman el 38.5% del total de definiciones ofrecidas por los entrevistados.
Definición de ciudadanía
Formal, istitucional Participativa Adscripción geográfica Otras menciones negativas Otras menciones positivas No sabe, no responde Missing
62
Sin embargo, y tal como puede verse en la gráfica arriba expuesta, las definiciones “formal-
institucionales” (35.4%) y de “adscripción geográfica” (18.8%) también ocupan un importante lugar en las respuestas de los entrevistados al momento de definir la ciudadanía. Dichas definiciones, a nuestro juicio, implican una concepción más bien pasiva de lo que constituye el ser ciudadano, al ser vinculada más bien a obligaciones jurídicas y/o resultado de la sola existencia como mexicano. Obsérvese en este sentido las siguientes definiciones que ofrecemos como ejemplo: ser ciudadano es… “habitar en el país”, “cumplir obligaciones”, “votar y ser votado”, “cumplir reglas”, “tener derechos y obligaciones”.
Lo arriba expuesto es necesario de ser considerado puesto que, de acuerdo a nuestro criterio,
el reconocimiento mayoritario que los jóvenes afirman en relación a su condición ciudadana no necesariamente ha de ser asumido como síntoma de una vocación de participación y acción protagónica en los asuntos públicos. Sobre este tópico, los resultados de la reciente Encuesta Nacional de Juventud 2005, abordan un problema similar al momento de hurgar en los motivos que los jóvenes exponen para argumentar su mayoritaria valoración del ejercicio del voto como instrumento de participación. Observemos in extenso el argumento que se presenta en relación a esto:
A pesar de la carencia de credibilidad que puedan tener los personajes públicos de la vida política mexicana, los jóvenes no titubean en el valor que tiene el ir a votar, y sus razones más importantes para hacerlo son (…) “porque soy mexicano”, en primer lugar; “para ejercer mi derecho ciudadano”, en segundo; “porque es un deber”, en tercero; “porque así debe funcionar la democracia”, en cuarto; “porque soy un buen ciudadano”, en quinto; “porque creo en la democracia”, en sexto. En todas estas respuestas hay un talante de “deber” que nos remite al ejercicio ciudadano de votar más por la reproducción irreflexiva del status quo que por razones que implican desempeño intelectual, reflexivo y crítico.
23
Al igual como en el caso de nuestro ejemplo, existe aquí una fuerte tendencia a identificar la
23
Instituto Mexicano de la Juventud, op. cit. Pág. 46.
63
participación ciudadana como un imperativo sostenido más bien en criterios de carácter normativo que en un impulso reflexivo por parte de los jóvenes. Extrapolando este argumento, podríamos decir que en el caso de nuestro estudio, para más del 50% de los jóvenes entrevistados la condición de ciudadanos se porta en ausencia de algún tipo de “desempeño intelectual, reflexivo y crítico”.
Sin embargo, es preciso advertir que se debe considerar que los jóvenes entrevistados, pese
a la predominancia en ellos de una definición “pasiva” de la ciudadanía, son jóvenes que participan de manera activa en sus respectivas organizaciones juveniles. En este sentido, es posible señalar que, en sí, constituyen jóvenes que ejercen su ciudadanía, pero que al momento de reflexionar respecto a ello se encuentran, posiblemente, ubicados en un terreno (el de la “política formal”, el del “civismo escolar”), respecto al cual no se sienten protagónicos. Sobre esto hurgaremos más adelante.
Ahora bien, ¿qué ocurre si consideramos el reconocimiento que los entrevistados realizan
respecto a su condición de sujetos políticos? De acuerdo a las respuestas obtenidas, sólo el 42% se considera a sí mismo como sujeto político, porcentaje sustantivamente menor al de los sujetos que se definen como ciudadanos, y bastante cercano al 39.4% de jóvenes que le atribuyen un carácter político a la organización
24
en la cual se encuentran adscritos (ver tablas 12, 13, 14, 27, 28 y 29 del anexo)
¿Existe una correlación entre ambos reconocimientos? En otros términos: ¿es posible concluir que los jóvenes que afirman su condición de ciudadanos al mismo tiempo se reconocen como sujetos políticos y viceversa? Siguiendo los resultados de un simple ejercicio de correlación, la hipótesis que indicaría una relación estrecha entre el reconocimiento como ciudadano y el reconocimiento como individuo político ha de ser desechada.
24 Cabe constatar que el porcentaje de entrevistados que le reconoce a su organización un carácter político, se encuentra engrosado, fundamentalmente, por quienes se auto atribuyen un carácter de agentes políticos.
64
Correlations
Auto percepción de política
Auto percepción de ciudadanía
Auto percepción de
Auto percepción de
política
ciudadanía
Pearson Correlation
1
,258(*)
Sig. (2-tailed)
.
,012
N
95
94
Pearson Correlation
,258(*)
1
Sig. (2-tailed)
,012
.
N
94
95
* Correlation is significant at the 0.05 level (2-tailed).
¿Será posible entonces encontrar una variable explicativa que pudiera determinar una
correlación entre las auto percepciones de ciudadanía y de política? Las diferencias entre los jóvenes que se reconocen como ciudadanos y como sujetos políticos y, quienes no pueden explicarse, en parte, debido a una correlación posible de determinar entre la percepción de ciudadanía y de agencia política con la edad de los entrevistados, correlación que se dirige hacia una afirmación de la ciudadanía y del carácter político de los individuos conforme avanza la edad, tal como lo señalan los siguientes cuadros comparativos: Auto percepción de ciudadanía sí Edad del entrevistado
14 a 17 17 a 21 22 a 25 26 a 29 mayor de 30
Total
no
19
5
24
79,2%
20,8%
100,0%
20
5
25
80,0%
20,0%
100,0%
20
4
24
83,3%
16,7%
100,0%
12
1
13
92,3%
7,7%
100,0%
7
0
7
65
Auto percepción de política Edad del entrevistado
no
14 a 17
8
16
24
33,3%
66,7%
100,0%
9
16
25
36,0%
64,0%
100,0%
9
14
23
39,1%
60,9%
100,0%
17 a 21 22 a 25 26 a 29 mayor de 30 Total
Total
sí
11
2
13
84,6%
15,4%
100,0%
2
6
8
25,0%
75,0%
100,0%
39
54
93
41,9%
58,1%
100,0%
De los datos presentados, pudiera suponerse que la correlación entre edad y auto percepción de
ciudadanía y de política responden a una cuestión estrictamente formal de “mayoría de edad”, lo cual ha de ser asumido sólo como parcialmente correcto. Observemos.
De los 5 entrevistados menores de edad (18 años) que desconocen su condición ciudadana, sólo
2 arguyen motivos de edad y, por otra parte, los individuos menores de 18 años de edad conforman sólo un 33.3% del total de individuos que desconocen su condición ciudadana, porcentaje levemente superior al 25% que dicho tramo etario representa en el total de jóvenes entrevistados.
Por su parte, y para el caso del reconocimiento del carácter de agente político, resulta preciso
indicar que, tal como se representa en el cuadro arriba expuesto, la categoría etaria que menos reconoce su condición política la constituye la de “30 años y más”.
¿Cuáles serán, entonces, los factores determinantes por los cuales cerca del 20% de los
66
encuestados no se consideran ciudadanos y más de la mitad desconoce su carácter de agentes políticos? Si bien el factor edad constituye un aspecto a considerar, la respuesta a esta pregunta ha de encontrarse más bien en el rechazo y el desinterés que la noción misma de ciudadanía y de política producen en una parte de los entrevistados, lo cual coincide con las definiciones más bien pasivas que estos mismos ofrecen acerca de la ciudadanía y la política. En concreto: lejos de determinaciones etárias o de otro tipo, suponemos que la distancia que separa a los jóvenes entrevistados tanto respecto a la política como a la ciudadanía, nociones prototípicas de lo que constituye “lo público”, es una distancia “autoconfigurada”. Esto quiere decir que es posible vincular en estrecha relación a las comprensiones “negativas” (de la política) y “pasivas” (de la ciudadanía) respecto a lo público, con la negación que los jóvenes manifiestan, en tanto agentes activos, de su condición de “ciudadanos” y “sujetos políticos”.
Sucede que, en el caso de la ciudadanía, la tendencia a una definición “pasiva” manifiesta
sensibles diferencias entre quienes se consideran ciudadanos y quienes no. En el caso de los primeros, la tendencia es a un fuerte aumento de la definición “activa” de una ciudadanía vinculada al ejercicio de derechos y la participación en el espacio público, tal como se ve en el siguiente cuadro comparativo: Auto percepción de ciudadanía Definición de ciudadanía
Formal, institucional Participativa Adscripción geográfica Otras menciones negativas otras menciones positivas no sabe/no responde
Total
80
Total
sí
No
25
9
34
31,3%
60,0%
35,8%
33
3
36
41,3%
20,0%
37,9%
16
2
18
20,0%
13,3%
18,9%
1
0
1
1,3%
,0%
1,1%
1
0
1
1,3%
,0%
1,1%
4
1
5
5,0%
6,7%
5,3%
15
95
100,0%
100,0%
100,0%
67
Como vemos en este cuadro, para quienes se consideran ciudadanos la definición activa de
la ciudadanía alcanza más del 40% del total de menciones, mientras que para los que desconocen su condición de tales esta definición alcanza sólo a un 20%.
25
Por el contrario, mientras que para quienes
se reconocen como ciudadanos la definición formal-institucional de la ciudadanía alcanza un 31.3% de las menciones totales, para quienes desconocen su condición ciudadana esta definición se empina por sobre el 60% del total de las menciones.
Observemos lo que ocurre en el caso de la política. Consideremos el siguiente cuadro
comparativo: Auto percepción de política
Definición de política
Forma de gobierno
Enriquecimiento, corrupción Defensa de intereses privados Democracia, representación Otras menciones positivas Otras menciones negativas Otras menciones No sabe no responde 99
Total
Sí
No
14
16
30
35,0%
29,1%
31,6%
4
16
20
10,0%
29,1%
21,1%
2
2
4
5,0%
3,6%
4,2%
12
2
14
30,0%
3,6%
14,7%
3
1
4
7,5%
1,8%
4,2%
2
5
7
5,0%
9,1%
7,4%
1
2
3
2,5%
3,6%
3,2%
1
1
2
2,5%
1,8%
2,1%
1
10
11
25 Esta relación se ratifica si consideramos que, del total de entrevistados que se definieron como ciudadanos, el 43.2% argumentó su condición de tal aludiendo a una definición activa de la ciudadanía (ver tabla 10 del anexo). Ejemplos de respuestas en este sentido son los siguientes: “(Soy ciudadano porque… tengo posición, hago valer derechos, participo, lucho.”)
68
2,5% Total
18,2%
11,6%
40
55
95
100,0%
100,0%
100,0%
En este caso, si bien las diferencias no son altamente significativas entre quienes se definen como agentes políticos y quienes no, la relación arriba expuesta vuelve a manifestarse. Y es que, mientras casi un tercio de quienes no se reconocen como agentes políticos definen a la política como “enriquecimiento y corrupción”, este porcentaje baja a sólo un 10% en el caso de quienes sí se reconocen como agentes políticos. De igual forma, mientras que las menciones positivas acerca de la política son más frecuentes en este último grupo, las menciones negativas presentan mayor recurrencia en el primero.
De los resultados hasta aquí expuestos, en definitiva, es posible concluir que el reconocimiento de
la condición ciudadana y la agencia política se vincula directamente a una definición activa y participativa de la ciudadanía, mientras que el reconocimiento que los individuos realizan acerca de su condición de agentes políticos se vincula fuertemente con definiciones de la política que vinculan a ésta (en abstracto) con la democracia, la representación u otros valores positivos.
¿Significará esto que existe una correlación entre el reconocimiento de la condición ciudadana y
política y, una valoración positiva de lo que “en concreto” significa la política mexicana para los jóvenes entrevistados? De ser así, debiera concluirse que las definiciones negativas acerca de lo que constituye la política en el país debieran ser ostensiblemente menores entre quienes se reconocen como ciudadanos y como agentes políticos, y mayores entre quienes no. Observemos entonces los siguientes cuadros:
69
La política es una forma de enriquecerse Auto percepción de ciudadanía
sí no
Total
Total
no
sí
26
54
80
81,3%
85,7%
84,2%
6
9
15
18,8%
14,3%
15,8%
32
63
95
100,0%
100,0%
100,0%
La política es una forma de enriquecerse Auto percepción de política
sí
no
Total
Total
no
sí
11
29
40
34,4%
46,0%
42,1%
21
34
55
65,6%
54,0%
57,9%
32
63
95
100,0%
100,0%
100,0%
En el primer cuadro se muestra una correlación entre auto percepción de ciudadanía y definición
de la política en México “como una forma de enriquecerse”. Como vemos, tanto en quienes se definen como ciudadanos como en quienes no lo hacen, el porcentaje que define a la política “como una forma de enriquecerse” es estadísticamente equivalente, siendo incluso mayor entre quienes se autodefinen como ciudadanos.
En el segundo cuadro sí es posible establecer una diferencia estadísticamente significativa entre
quienes se definen como políticos y quienes no, en relación a la afirmación “la política en México es una forma de enriquecerse”. Y sin embargo, esta diferencia arroja un mayor porcentaje de respuestas afirmativas en el caso de quienes sí se consideran como agentes políticos.
70
¿Qué se puede concluir de lo arriba señalado? Si bien el reconocimiento de la condición
ciudadana y de la condición de agente político puede ser correlacionado con una valoración positiva de lo que implica “en abstracto” la política y la ciudadanía, esto no implica la posibilidad de una similar correlación con la política tal cual se expresa en México. En definitiva: valorar positivamente a la política (en abstracto) no implica necesariamente la valoración igualmente positiva de la política tal cual ésta se expresa en México.
En relación a esto, observamos una interesante capacidad (en un importante porcentaje de
jóvenes) para diferenciar entre un ser abstracto de la política (con contenidos ligados a la participación y el ejercicio de la ciudadanía) y su expresión concreta en el México actual, lo cual nos indica un ejercicio crítico de diferenciación entre el “ser actual” y el “deber ser” de la política”.
Ahora bien: ¿Cuál es ese deber ser esperado por los jóvenes entrevistados en relación a la
política? En respuesta espontánea, las opciones se dirigen mayoritariamente a la primacía en ella de “valores democráticas”(27.1%), en primer lugar, y a la “honestidad y ausencia de corrupción” (24%), en segundo lugar (ver tablas 24, 25 y 26 del anexo).
71
Deber ser de la política en México 30
Porcentaje
25 20 15 10 5 0
valores democráticos
honesta, sin corrupción
justicia social, equidad
otras menciones
no sabe, no responde
Deber ser de la política en México
En respuesta a las alternativas planteadas por la entrevista, los jóvenes reordenaron las definiciones acerca del “ser de la política en México” ahora en torno a su “deber ser”26, obteniéndose los siguientes resultados:
•
La política debiera ser decidir el México en que queremos vivir: 53.2%
•
La política debiéramos hacerla todos: 43.6%
•
La política debiera ser participación: 38.3%
•
La política debiera ser el arte de gobernar: 20.2%
26 Cabe señalar aquí que un porcentaje significativo de los jóvenes respondieron como deseo de lo que debiera ser la política en México algunos atributos que claramente son asumidos como negativos. Por ejemplo, en la pregunta presentada con alternativas, el 14.7% de los jóvenes entrevistados señalaron que la política “debiera ser sucia”. ¿Cómo entender esto? Una posibilidad es atribuir dichas respuestas a un error en la formulación de la pregunta. Pero otra posibilidad que consideramos igualmente verosímil, es la de asumir dichas respuestas como un síntoma de la imposibilidad, manifiesta en algunos jóvenes, de pensar la política en México en términos positivos, o de imaginar un deber ser posible de la política en el país.
72
•
La política debiera ser una forma de enriquecerse: 16%
•
La política debiera ser sucia: 13.8%
•
La política debiera ser confrontación y enemistad: 5.3%
•
La política debiera ser una profesión para especialistas: 2.1%
Como lo expresan los resultados arriba señalados, gran parte de los entrevistados vislumbran un deber ser de la política vinculado estrechamente con la participación colectiva, lo cual supera ampliamente a las definiciones normativas que la vinculan con un “arte de gobernar” o con “una profesión para especialistas”.
La política debriera ser el México en el que queremos vivir
60
Porcentaje
50 40 30 20 10 0
Si
No
La política debriera ser el México en el que queremos vivir
73
De los resultados obtenidos en el proceso de investigación cuantitativa fue posible extraer algunas
conclusiones relevantes que, para la fase cualitativa, fueron de suma importancia en lo que refiere a la sistematización de las entrevistas realizadas. Sumariamente, podemos señalar las siguientes:
1)
Los jóvenes que forman parte de las organizaciones juveniles integradas al estudio
manifiestan una sensible lejanía con la realidad política mexicana, la cual se expresa en un profundo y mayoritario rechazo a lo que serían sus prácticas comunes: una “forma de enriquecerse”, “una forma de corrupción”, “una profesión para especialistas”, etc.
2)
Pese a lo anterior, existe una importante presencia de jóvenes que manifiestan capacidad
crítica de distinguir entre el “ser real” de la política en México y el “concepto verdadero” de la misma, clarificando una distancia que les permite pensar, a lo menos de manera abstracta, una forma de entender la política manifiestamente distinta a lo que su experiencia cotidiana les pudiera indicar.
3)
Quienes manifiestan un rechazo en general a la política son jóvenes que sin embargo
expresan algún grado de posicionamiento, percepción o evaluación de lo que ésta significa, lo cual debe ser entendido como expresión de una disposición medianamente activa frente a la misma, argumento que va en la dirección contraria de asumir el apoliticismo como una actitud meramente pasiva frente a la realidad de lo público.
4)
La negación de su condición de ciudadanos y de agentes políticos que una parte
significativa de los entrevistados manifestó, se encuentra íntimamente ligada a conceptos negativos que sobre la ciudadanía y la política construyen los propios jóvenes. Es decir, si hay algo que desincentiva la preocupación de los jóvenes por los asuntos públicos es precisamente la pobre percepción que muchos de ellos tienen respecto a lo que significa, en concreto, lo público en México.
Para finalizar, es precisa una aclaración. El estudio cuantitativo y su posterior análisis constituyeron
74
instrumentos de gran ayuda para vislumbrar algunos tópicos recurrentes en los jóvenes y estilizar el lenguaje utilizado por ellos mismos. Sin embargo, el estudio también generó paradojas, contradicciones e insuficiencias que, lejos de producir un obstáculo para la producción de conclusiones productivas, generó una oportunidad para detectar aquellos nudos problemáticos sólo posibles de ser abordados en la fase cualitativa del estudio, la que precisamente se nutrió de muchas de las conclusiones que preliminarmente se fueron obteniendo en esta fase cuantitativa.
75
5.- Política y ciudadanía. Análisis cualitativo de posicionamientos, percepciones y auto percepciones sobre política y ciudadanía.
Como vimos en el capítulo previo, la complejidad de los conceptos de ciudadanía y política se
vive de forma concreta en las diversas percepciones, valoraciones, definiciones e involucramientos que los sujetos jóvenes estudiados tienen respecto a tales dimensiones. De acuerdo a lo anterior, hay que tener cuidado con apresurarse en diagnosticar apatías, apoliticismos o individualismos en los jóvenes, pues debemos atender a que las definiciones de los conceptos son múltiples y vivenciadas socialmente, por lo que, antes que concluir respecto a las actitudes que los jóvenes presentan en torno a lo político y lo ciudadano, es preciso entender ¿cómo se llenan de contenido tales dimensiones? y ¿cómo se desarrolla una construcción de lo público y de la participación social, independientemente de que ésta se identifique a si misma o se nombre como política o ciudadanía?
76
77
5.1- Ciudadanías
Partiremos analizando la noción de ciudadanía que, como vimos en el capítulo anterior, cuenta
con una caracterización más positiva que “La política” en los jóvenes entrevistados. Deberíamos quizás hablar de “las ciudadanías” que los jóvenes identifican ya que las diferencias que se encuentran en las representaciones de este concepto son variadas. Así como en el análisis cuantitativo reconocimos dos grandes representaciones de ciudadanía: una activa asociada a la participación y ejercicio de derechos, y una pasiva que decía relación con definiciones formales institucionales, de adscripción geográfica y reconocimientos jurídicos de derechos.
En lo que respecta a las conversaciones sostenidas con los jóvenes para el análisis cualitativo,
aparecieron definiciones más específicas en lo referente a la identificación con el ser ciudadano. En esto último, captamos que entre los que no se reconocían como ciudadanos, estaban los que consideraban la ciudadanía como una cualidad positiva (en abstracto), de ejercicio y o reconocimiento de la participación y los derechos civiles, pero que sería negada sistémicamente en la realidad mexicana. Al mismo tiempo, nos apareció una noción de ciudadanía rechazada por los propios sujetos, al asociársela con una adaptación o inserción en un sistema social valorado negativamente como opresor, ajeno y o corrupto.
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5.1.1 Ciudadanía activa.
En lo que respecta a las visiones que plantearon una “ciudadanía activa” en términos abstractos
e ideales de “deber ser”, llama la atención la poca alusión, en las conversaciones, a los derechos institucionalmente reconocidos, recalcándose, en cambio, una ciudadanía ejercida desde lo particular y lo cotidiano, ya sea como individuos o como organizaciones sociales. Al parecer, aquella ciudadanía que se enfrenta, interpela o exige al Estado y las instituciones, está mucho menos presente que aquel ejercicio ciudadano cotidiano de la relación constructiva con la comunidad y el barrio. Más adelante ahondaremos en este aspecto que es central para comprender los niveles en que se asume la construcción de lo público y lo político, y que tiene mucho que ver con las valoraciones y representaciones acerca de la democracia mexicana. Por lo pronto, acá se presentan algunos ejemplos de percepciones de ciudadanía activa y auto percepción ciudadana afirmativa, es decir, de reconocimiento de las individualidades y de las organizaciones propias en tanto ciudadanas.
“Ser ciudadano, es participar activamente, no sólo dentro de tu comunidad, sino del contexto que se vive, tanto nacional, tu comunidad, tu misma familia e ir extendiéndote. (...) creo que esa debería ser la labor de un ciudadano, ¿no?, comprometerse con la sociedad, construir con la sociedad, no sólo el individualismo”. Rodrigo - Yauyollotl.
“Pues la ciudadanía para mi pues es una… una forma en la que todos nos debemos de expresar, todos ¿no?, es ser la voz de cada persona como individuo, es lo que debe de expresar por uno mismo, por lo que cree que es mejor, por lo que cada uno siente y no por lo que dice el de al lado… Alguien que busca luchar por mejores ideales, por sobresalir junto con todos, no solo”. Edgard- Sociedad Latina. “Ciudadanía pues sería… tener cierta participación política dentro de una comunidad, política, digamos en cierta forma ideal como debería de ser, o sea creando conciencia, que nosotros lo hacemos a través de la música y en ese sentido, sí me considero un ciudadano”. Aldo- Sociedad Latina.
79
“Las actitudes que se toman día con día, por ejemplo, no fomentar la corrupción, no estar dando mordidas, no robar, no aprovecharse de las personas más débiles… esas actitudes es la manera de poner el ejemplo, de decir “wey la neta no seas así porque estas jodiendo a las personas y a ti mismo” ¿no? Me considero ciudadano porque trato de no fomentar todo lo que nos está llevando al carajo”. Andrés- Sociedad Latina.
“Yo digo que sí me siento ciudadano, porque aporto al pueblo aunque sea pintando pero le aporto algo y como dijo el Tul, dicen que si eres mayor de 18 años eres ciudadano y yo digo que no, es aportando algo al pueblo”. Caos- GKR Crew.
“Y si ser ciudadano es poder votar a partir de los 18 años, o si ser ciudadano significa aportar algo a la comunidad, creo que para mi ese (lo segundo) es el sentido de ser ciudadano, ¿no?, no nada más basarte en leyes o sabes que - tu puedes hacer esto porque tienes estos derechos, o no tienes estos derechos- el ciudadano se debe dedicar a aportar cosas a la gente y yo creo que en la agrupación eso es lo que tratamos de hacer, ¿no?, convivir con la comunidad, que ellos nos aporten ideas y que nosotros les aportemos ideas”. Rodrigo Yauyollotl
80
5.1.2 Ciudadanía Pasiva.
El activismo e involucramiento con una ciudadanía que “se ejerce”, contrasta con la ya mencionada
noción pasiva. Esta ve la ciudadanía como algo que recae en las personas ya sea por el hecho de haber nacido en México o ser reconocido jurídicamente como mexicano. Entre aquello que recae en las personas como ciudadanía, estarían en el primer lugar de las menciones, deberes como el pagar impuestos y acatar las normas, y en segundo lugar el reconocimiento de derechos, casi siempre como la dualidad jurídica “derechos y deberes”.
“Ciudadano es quien cumple con sus obligaciones, con sus derechos, con reglas dentro de la sociedad”. Yazmín – Moana.
“¿Y si soy ciudadano? Pues sí ¿no? pues soy ciudadano pues simplemente porque estoy aquí en el país, como todo mundo (...) estudio… como dicen pues igual como cualquier ciudadano”. Osvaldo - Ritmo Mundial.
“Tú eres ciudadana desde el momento que naces ¿no?, en un lugar, somos todos los que nacemos en México, somos ciudadanos de México ¿no?, y para mi esa es la ciudadanía. ¿Qué si me considero ciudadano? pues sí ¿no?, sí me considero porque nací aquí ¿no?, porque vivo en una ciudad ¿no?”. Luis - Yaulloyotl.
“Para mi ser ciudadano pss... es este pertenecer al pueblo de México ¿no?, siento que… psss acatar, tener amabilidad con las personas, respeto… para mi eso es ser ciudadano”. Enrique - Ritmo Mundial.
“Somos gente que pertenecemos a una comunidad, sea como sea somos ciudadanos, cumplimos con las obligaciones de ciudadanos, eh..., el pago de impuestos, el terreno y todo”. Gabriel - Street Army.
81
“Soy ciudadano porque, como todos, pagamos impuestos ¿no?, hasta por tocar”. José Luis - La Reata. “Sí me considero un ciudadano, sí soy productivo, tengo mi empleo, pago impuestos”. Israel Ritmo – Mundial. “Ciudadano si me consideraría respecto al…al concepto ¿no?, porque es que debes de tener nación, este... mexiquense algo así, todo eso ¿no? Por ese lado sí me considero ciudadano”. Simón - RAPEM.
82
5.1.3 - Ciudadanía como cualidad negada sistémicamente
Donde aparece de forma notable y preocupante un acento en los derechos ciudadanos, es en aquellos testimonios que consideran a la ciudadanía un valor negado sistémicamente a las personas.
Tal
“ciudadanía negada” sería un “deber ser” ciudadano no respetado en la sociedad mexicana. Se trataría de aquella participación social que no es tomada en cuenta y de los derechos jurídicamente establecidos que no serían considerados. Se habla de un orden social sustentado en normas que no se aplican, o más bien sólo se aplican en tanto “obligaciones” a las masas no privilegiadas, no así a las elites del poder político y económico:
“La ciudadanía sería... pues el pueblo que vive bajo las normas o condiciones de la política. (…) Podría sentirme ciudadano pero en el ámbito en que me desarrollo no me lo permite porque a lo mejor la gente no me toma con igual con los mismos derechos y obligaciones, o no sé, como ... se podría decir que somos como marginados o ... que nos ven así con cara fea y ... no podría sentirme tanto, aunque sí soy ciudadano”. Sergio - Street Army.
“Ciudadanía sería como ser parte de una sociedad, de una sociedad que realmente cumpla el régimen, que se deriva desde la política o desde el gobierno. (...) es ciudadanía desde que esas leyes o ese régimen se respete desde política, como de política hacia nosotros como de nosotros a la política, o sea, a mi criterio estamos en una sociedad pero de nosotros para ellos, pero ellos para nosotros no. Porque, como te decía, yo soy parte de la sociedad, yo sí siento que respeto a lo que me dicen, o sea que respeto lo que me están dando... “tú tienes que hacer esto” y obligaciones, las cumplo. Cumplir con las normas que me están imponiendo, el problema es ¡que me respeten! las normas que supuestamente ellos las pusieron ¿no?, de mi parte sí, de su parte no”. Jackeline – Moana.
“Yo creo que esto de ser político o ser ciudadano no es nada más lo que uno piense, pues yo puedo decir que sí soy ciudadano, pero las autoridades, que el gobierno en si, no te está dando ese respeto como ciudadano, te requieren únicamente cuando quieren sacarte jugo,
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sacarte provecho, siempre …eres muy ciudadano cuando tienes que votar por alguno de ellos, eres ciudadano cuando tienes que pagar impuestos, eres ciudadano cuando tienes que sacar la credencial, hasta con eso…pero realmente que puedas llegar a conocer al 100 tus derechos y saber que los puedes aplicar y que también tu lo puedes acusar a algún candidato de que está haciendo cuestiones ilícitas, realmente yo creo que muy pocos lo hacen (...) podría decir que me considero ciudadano, pero yo les preguntaría a los gobernantes, ¿me consideran ciudadano?, ¿cuándo?, ¿en qué momento”. Alan - La Julia.
“Pues yo no me considero mucho un ciudadano, porque hay muchas suspensiones de nuestras garantías y de nuestros derechos”. Cristian - La Julia.
“Para mi ser ciudadano es ser una persona participante en todos sus derechos, participar en todo lo que significa pueblo, país, todo…lástima que casi no nos dan ese derecho de participar. (...) Bueno, nos lo dan, pero como no lo ejercen, o sea tu votas, tu participas, tu dices lo que piensas, pero lo tuyo se queda en una caja, se esconde y adiós y ya no sabes nada de eso y los que participan son los gobernadores, los empresarios, todo rico puede participar, pero todos los de clase media, pobres abajo, no están interesados”. Ninfa - GKR Crew.
“Yo como ciudadano pues no me gano nada, realmente yo nunca he visto un provecho aquí de eso, que digan “sabes qué, les vamos a hacer, no sé, un salón para eventos”, no sé, “les voy a hacer unas canchas, les voy a hacer”, algo que sea productivo pero para todos, yo no lo veo así; y lo que se ha hecho aquí es porque la misma gente de aquí se ha organizado y lo ha hecho”. Erick - La Reata.
Hay quienes desde esta perspectiva entienden que ni los individuos ni las organizaciones serían
ciudadanas porque la ciudadanía dependería de un reconocimiento institucional y sistémico que no
84
existiría. Otros, en cambio, sí se consideran ciudadanos, a pesar de la negación sistémica que asumen. Esta percepción la sintetiza, por ejemplo, Aaron (miembro de la banda Punk “Muertos por el sistema”) cuando plantea: “Me considero ciudadano, porque el no considerarme como tal sería darle la razón a la gente que no me considere así”. Estos últimos sujetos suelen dar cuenta de tal paradoja de negación sistémica y afirmación subjetiva de la ciudadanía, poniendo acento en que el ser ciudadano no dependería absolutamente del reconocimiento sistémico, por lo que enfatizan mayoritariamente, como ya dijimos respecto a quienes se consideran ciudadanos, una ciudadanía local y cotidiana más que una ciudadanía en interrelación con las instituciones y las estructuras político económicas.
Como conclusión, creemos que las percepciones de “ciudadanía negada” dan cuenta de una
auto percepción ciudadana deficitaria en lo sistémico estructural e institucional, pero no necesariamente en lo cotidiano local. Es decir, el que algunos llamen explícitamente ciudadanía a su poder de ejercicio constructivo de sociedad en sus niveles más cercanos, y otros no lo hagan, nos habla de apropiaciones diferentes de los conceptos, pero no de valoraciones cualitativamente diferentes respecto al potencial social creador de los individuos y sus organizaciones ante el espacio público. Es más, y de acuerdo a los atributos y motivaciones relacionadas al por qué organizarse que fueron expuestas en el capítulo tres, podemos concluir que en general hay una alto nivel de auto representación ciudadana positiva en su dimensión cotidiana local (atendiendo a nuestra concepción de ciudadanía que comprende la participación en la construcción de lo público independientemente a que tales actitudes y valoraciones sean llamadas “ciudadanía” por los sujetos entrevistados) y un déficit de auto representación ciudadana en su nivel de construcción de lo público más general e institucional sistémico.
85
5.1. 4.- Ciudadanía rechazada subjetivamente.
Finalmente, tenemos a quienes niegan ser ciudadanos pues identifican tal concepto con el
pertenecer a un sistema que rechazan y por el que se sienten rechazados. Si ser ciudadanos es ser parte de una sociedad que no los satisface, estos jóvenes prefieren negarse subjetivamente tal condición. Aquí, la ciudadanía es básicamente opresión, explotación, represión y control. No sentirse ciudadano sería una forma de dejar explícita la inconformidad. Esto es interesante porque nos indica que no podemos deducir mecánicamente apoliticismo, apatía, desconocimiento, desinterés, irresponsabilidad o irreflexividad en el hecho que algunos jóvenes no se definan como ciudadanos, pues es posible, como es este caso, que exista una argumentación tras el rechazo, una toma de posiciones que se manifiesta en no incorporar un concepto cuya definición y práctica se siente ajena.
“Yo pienso que ciudadano es el que participa en todas las normas, reglas, obligaciones que nos impone el país para hacerlo, pero a veces yo pienso que hemos llegado al grado de que ya no somos tan ciudadanos porque hay inconformidad. (...) a veces trato de abstenerme de ser ciudadano, porque siendo no ciudadano, demuestro que estoy inconforme, no entonces va ir a orillando, como lo dice Molotov (la banda rockera) “si le doy más poder al poder, más duro me van a venir a coger (risas)”. Cesar - La Julia.
“¿Ciudadanía?... esclavos del sistema ¿no? números más y no, no me considero ciudadano”. Borrego – RAPEM.
86
87
5.2.- La política.
Respecto a la política, vimos en el análisis cuantitativo que hay una fuerte percepción negativa
que crece a medida que se pasa de una noción en abstracto a la política “tal cual es en México”. También vimos que muchas veces esa percepción negativa de la política local se amplía y traspasa a una política negativa como concepto único, categoría de uso social inseparable de sus características negativas y, por tanto, imposible de ser asociada al actuar propio o a un actuar honesto. No obstante, también comprobamos que hay discursos que reconocen diferenciaciones y “tipos de políticas”: el “deber ser” se distingue del “cómo es”, la política excluyente se separa de la participativa, y la formal institucional se reconoce distinta de aquella política que se ejerce cotidianamente y que sería atributo de cualquier persona que piense y actúe socialmente con una orientación constructiva. Todo esto se corroboró y profundizó en el análisis cualitativo.
88
5.2.1 – La política rechazada.
En primer lugar, reconocemos una representación de lo político que pone acento en la valoración
negativa que se tiene de ella. Esta “política rechazada” es considerada negativa y particularmente nefasta en la precisión de “la política en México”. Podemos aquí identificar dos tipos de rechazo: por una parte, el desinterés radical y absoluto, que hace que la política no motive una conversación, y en ocasiones provoque malestar para los sujetos el sólo tener que hablar del tema. Se trata de una especie de fobia, en donde ni siquiera se manifiestan muchos juicios negativos sobre la política, porque la negatividad que ésta adquiere es más de actitud, se busca eludir el tema adoptando posturas de molestia, como si su sola mención trajera efectos negativos. Una frase radical que se repitió en ese sentido fue afirmar que la palabra política “no está en mi vocabulario”:
“Lo de política pues... eso como que… en mi estilo de vida no existe… el concepto de política… el concepto de ciudadano… como que esas palabras no existen en mi vocabulario, en este estilo de vida que llevo”. Simón – RAPEM.
“¿Una persona política? No, no soy político, no me gusta, no se... no no me gusta, yo soy como más sencillo, así de… “yo tengo lo que quiero, trabajo, me dedico a la música y ya”… ya con eso para mi… mientras no se metan conmigo en esa cuestión y me empiecen a presionar de “que tienes que hacer esto o que tienes que hacer aquello” pues no… yo soy más… más así de que… vivo nada más”. Luis – Yaulloyotl.
“No nos interesa saber mucho de política. Mediante nuestra música no nos importa mucho, la política no está dentro del vocabulario musicalmente y nunca nos hemos puesto a platicar de política”. Edgard- Sociedad Latina.
“Pues para mi la política o sea la neta… pues no, no, no… bueno… escucho esa palabra y hasta me da gueva… saber que existe una cámara de diputados y todos esos putos desmadres, pues ni siquiera los entiendo ¿no?, o sea realmente ¿no?, o sea no… pues no,
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no, no, no considero, realmente no me interesa saber que es eso”. Israel - Ritmo Mundial.
“Hablamos de música, hacemos música, cotorreamos, nuestra amistad, hablamos de nuestra vida... cero política, a veces de nuestras chambas cada quién, cómo nos va, qué hacemos, tengo mucho trabajo, tengo poqui, novias... creo que la política es lo que menos nos importa como banda”. Billy - La Reata.
En un segundo posicionamiento de representación de la “política rechazada”, estaría aquella postura que la asocia a un delito, la política como sucia y “los políticos” como ladrones, personas nefastas que buscan su propio bien. Lo más suave que se dice de “los políticos”, en este sentido, es que no cumplen sus promesas y se preocupan por intereses personales. Lo más duro es ladrones, criminales y estafadores.
“La política para mi en estos momentos, aquí en México… es simplemente… es sólo intereses personales, intereses de partido y nada más, no importa lo que la gente diga”. Aldo - Sociedad Latina.
“La política no, tampoco no, no tengo nada que ver, no es de mi agrado, hablar de política es meterte en rollos que ... definitivamente no, porque ves a la gente, ves a los políticos y te llevas cada fiasco, o sea, cada ... cada tope, así como si pegaras con pared, dices ¡caramba!, yo lo he estado viendo con los politiquillos de aquí de la colonia, que se meten de presidentes y a los dos tres meses ¡un casón de aquellos!, y “oye, cómo le hiciste” , “de mi trabajo”, “pus ¿de qué trabajas?, oye, pásame la receta, ¿no?”, entonces como que te queda un mal sabor de boca”. Erick - La Reata.
“Para mi política es joder al ciudadano, buscar ser más rico, es joder al pueblo, yo siento que a la política no le importa la demás gente, más que ellos mismos y el país que se vaya al carajo”. Beto - GKR Crew.
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“La política para mi, es pues el gobierno, los partidos políticos, que todo el dinero al fin de cuentas es de la gente, del pueblo y ellos se lo gastan, para mi la política es algo sucio, de lo peor”. Osvaldo - Ritmo Mundial.
“Para mi la política es un conjunto de personas que son corruptas, antidemócratas, no me gusta cómo participan en ese medio y son demasiado envidiosas”. Ninfa - GKR Crew.
“Bueno, la política hoy en día dentro de la sociedad, solamente es la manera en que las personas con muchísimo varo nos dan atole con el dedo, ¿no?, nos engañan y dicen: “si wey ven vota, participa, tú cuentas mucho, tú eres quien decide el futuro del país”… cuando en realidad lo que mueve el país es el varo y las personas que tienen el varo.”. Andrés Sociedad Latina.
“Para mi la política es… es un… es una bola como… de rateros… no sé… a mi la verdad no me interesa la política, ni me beneficia, ni me quita nada”. Alan - Spin Master Crew.
“Yo siento que nada más buscan a ver quién tiene el poder pero no para... para lo que ofrecen en sus campañas sino para... ¡no más para tener!, siento que es para ver qué se roban, a ver quién empobrece más al país, quién friega más al que está más fregado, porque los que estamos más fregados son los que salen peor ahí”. Mireya - Imagen Mexicana.
“La política está de la verga ¿no?, todos los políticos que nos han tocado, no más son una bola de pendejos que se quieren hacer ricos a costa de nuestros impuestos y de todos nosotros. Son gente que se ponen a prometer un chingo de cosas, pero a la hora de que están en el poder ya se ponen a robar y a hacer cosas en beneficio propio porque a nadie ayudan y lo que ayudan pues es muy poco”. Cero - 1SA Crew.
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Cómo vimos, muchas veces esa percepción negativa de la política local se amplía a una política
negativa como concepto, imposible de asociar al actuar propio o a un actuar honesto. Cuando ello ocurre, los que establecen esta relación suelen aprovechar sus descargos contra la política para afirmar con convicción: “Por esto, ni yo ni mi organización somos políticos”.
“Si para mi eso es la política (corrupción), entonces no me considero político”. Osvaldo Ritmo Mundial. “Se me hace como un juego sucio, un juego donde luchan por el poder y juegan con la gente, y luchan por enriquecerse entre ellos en vez de fijarse en el pueblo, por eso para mi no tiene mucha importancia. (…)¿Si soy, una persona política? No para nada, no, no me gusta la política, por lo mismo”. Jorge – Yauyollotl.
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5.2.2.- La política pasiva – ajena.
En un sentido distinto, reconocimos en el análisis cualitativo un segundo tipo de representación
de la política que denominamos “política pasiva – ajena”, la cual pone acento en una definición formal que tiende a caracterizarla como una dinámica de poder técnica y desarrollada básica y exclusivamente por especialistas: “los políticos”. Aquí la política se asume pasivamente, e independientemente que ésta sea positiva o negativa, sería un tipo de accionar en donde los sujetos no se reflejan, pues es algo que compete a “otros” que actúan en los espacios donde se es “político”. En relación a esto, también ocurre que hay quienes desarrollan una noción de ser parte de la política pero, al igual que como ocurre con la ciudadanía pasiva, aquí el sujeto sería parte en tanto recae en él una normatividad de lo político que no puede eludir.
“Todos los políticos que dicen que nuestro país va a cambiar, que vamos a ser buenos ciudadanos pero no… que quieren que México progrese… no cumplen los políticos”. Jonathan - Spin Master Crew.
“En política, el concepto que ahora se utiliza es el concepto de la tecnocracia, se forman técnicos para ejercer el poder y de ahí no pasan, el ejercicio del poder es llevar sobre el dominado todos los mecanismos de poder, ejercer coerción sobre él”. Ángel - Muertos por el Sistema.
“Es cuestión de ser una persona política, pus las políticas pienso que si donde llegas a un trabajo y te ponen un reglamento lo debes acatar… estar con las reglas al cien, para mi eso es todo eso”. Enrique - Ritmo Mundial.
“Todos somos políticos, todos tenemos la obligación más bien de regir a las normas que los políticos nos imponen”. Mariana - Moana.
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5.2.3- La política como polisemia.
En un tercer tipo de representación y auto representación política, está aquella que
independientemente de la visión que se tenga de la política “tal como es en México”, que claramente es en su mayoría negativa (como lo vimos en el análisis cuantitativo), establece un abanico de definiciones diferenciadas de la política. Aquí, los jóvenes hablan de “políticas” diferentes y, dan cuenta de contrastes entre la política entendida de tal o cual forma y ejercida desde tal o cual posición. El deber ser o la apuesta de la política deseada se enfrenta a la política tal cual es, y de esto se da cuenta mediante un ejercicio crítico que no puede ser sometido a un análisis simple, pues en sí es complejo. En este grupo, estamos hablando de personas que asumen la polisemia de términos de uso social y que, en base a eso, dan cuenta de una postura en donde llenan de contenidos los conceptos que se utilizan, evitando sobreentendidos y universalismos. He aquí unos testimonios de esta representación que denominaremos “política como polisemia”:
“Política, pues la política es, se podría decir que las reglas y la gente que tiene el mando para dirigir a un pueblo ¿no?, algo así, pero ... la política no se toma en sí tal y como lo que es, como política que sería ... como decía en la encuesta “el arte de gobernar a un pueblo y saber cómo hacerlo”, sino que dentro de la política existe gente que no le importa el pueblo, que siente el poder y quiere más y más y ... y ahí es cuando se rompe el concepto de la política ¿no?”. Sergio - Street Army.
“La política para mi también es una de las ciencias que tiene que regir el país, pero para mi en la actualidad la política está bastante contaminada, dañada, de cierta manera, es un círculo vicioso que se dedica a extorsionar, a robar, ahora si que a la gente pobre a la gente obrera”. Edgard - La Julia. “Bueno para mi la política no es algo que exista aquí en México, digo ya la política aquí se está… o sea ya no es política, ya cualquiera dice “necesito ganar dinero, me meto de político”. Creo que si se aplicara realmente se podrían hacer grandes cosas”. Valeria Yauyollotl.
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“Es la confusión por causa de los que hacen la política. Decimos político y todo el mundo pensamos en corrupción, robo, cosas feas y malas... y no es así, entonces ahora ya todo el mundo estamos confundidos; ella (una compañera de la organización) dice que los políticos hacen la política y no es cierto porque la política es buena ¡y ellos no hacen nada bueno! ... o debería ser buena, pero...”. Mirella Imagen – Mexicana.
“(Yo político) no creo tampoco, en el sentido puro de la palabra, a lo mejor si, como decida Juan es un acto de tener una participación, este, pero no, de ahí en que fuera (político) no, quizás hasta la detesto (la política) a lo mejor (...) quizás no te da nada para poderla no se, sacar esos rasgos que como se podría decir, esa sensación mala de lo que entiendes ¿no?, de tu percepción”. Ever - Caracol Guadalupe.
“Debería de ser la política un aporte de todos, lo mínimo, y así se construiría algo ¿no?, no sólo dejársela en las manos a unos cuantos, que es lo que está pasando. Creemos que con nada más ir a votar pues ya hicimos política o democracia y nos estamos olvidando de lo que es importante, sentarnos a conversar a discutir los problemas del país, a buscar una idea en conjunto, una solución. Es lo que creo que se está olvidando, yo siento que yo si soy una persona política porque yo si me intereso por eso, trato de participar en algunas mesas, discutir, estudiar los temas porque es importante también, no puedes llegar y nada más ponerte a discutir si no conoces del tema. Creo que por ese lado si me considero una persona política aunque no me encuentre ahí en la cámara del Senado”. Rodrigo Yauyollotl.
“La política está mal manejada tanto por quienes la manejan y también por nosotros, esa falta de interés, de integración, que nosotros vemos a la política como algo chocante, fastidioso, que no es para nosotros porque no nos creemos capaces de comprender, entonces a partir de ahí, no existe esa comunicación entre el político y el ciudadano que en sí debería de ser”.
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Aaron - Muertos por el sistema.
Desde estas diferenciaciones hay quienes se reconocen a si mismos y a sus organizaciones
como políticos y políticas, precisando en el discurso en qué tipo de política se están reconociendo y qué tipo de política se valora. No obstante, en la mayoría de estos sujetos se conserva una perspectiva negativa de lo que se asume como la política tal como se desarrolla en México a nivel de las instituciones y los partidos políticos. Aquí vemos algunos testimonios de auto reconocimiento político:
“Creímos que una de las formas de hacer política era precisamente entrar con la cultura (...) No se puede desligar cultura y política porque al momento de que nosotros tenemos como intención llegar a la gente con acto cultural, la intención primordial, era precisamente la de la organización y ahí es cuando empieza ya a haber una participación política, e incluso los grupos que nos apoyaron, todos tiene una carga política, vino una obra de teatro que se encargo de representar la represión en Atenco, vino una batucada que tiene como objetivo poner a bailar a la gente y que el cuerpo exprese también lo que tu sientes ¿no?, ahí también ya estás incidiendo y poniendo a moverse a la gente ¿no?, no solamente estar estático y viéndolo, si no que también te involucres tanto en el desarrollo de la obra como en la misma participación y organización que se pueda dar, espontáneamente o en alguna cuestión posterior. Entonces cultura para nosotros creo que es todo el quehacer humano, todo lo que hace el ser humano (...) claro que tiene incidencia en la participación ciudadana y si nos creemos ciudadanos y somos ciudadanos, somos políticos por naturaleza”. Juan Caracol de Guadalupe.
“Soy una persona política en mi entorno tal vez, claro y en muchos entornos, en el grupo, en mi trabajo, una persona política porque opino, a veces tratamos de dar esa opinión y tratar de cambiar las cosas en grupo”. Edgard - La Julia.
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“Pues yo considero que la política es… es el mejor arte de chingar a la población aquí en México ¿no?… y aparte… sin tener castigo, la política para mi es basura, para mi la política aquí en México no sirve. (...) Siento que sí puedo manejar una política que sea diferida en mi barrio, la política del barrio, también el barrio maneja política, porque aquí se manejan tratados… con barrios, ¿me entiendes?, diálogos, entonces… yo digo que sí me considero una persona política en ese aspecto pero no considerando en lo que la sociedad entra ¿no?, con las ideas con las que la propia sociedad encaja ¿no?”. Luis – RAPEM. “Sí me considero una persona política porque como decía mi compañero, por medio del grupo transmitimos un mensaje ¿no?, tratamos de crear conciencia”. Andrés - Sociedad Latina.
“A mi la política me gusta mucho… la considero como… como es en esencia ¿no?, una ciencia, este… desgraciadamente aquí en México, no se da como tal. (Los políticos) son corrompidos, entonces ahí hay un problema. La política como tal me encanta, es una forma de hacer tratos y pactos de una manera civilizada, es una forma de llegar a la humanización, de humanizarnos. Personalmente, en México no se da”. Moreno – Rapem.
“Yo sí considero a mi agrupación como política, a lo mejor no hagamos tanto trabajo político, tal vez tratemos más adelante de retomar algunas cuestiones, no políticas pero sí que están relacionadas con ellas, para mostrarlas en nuestras letras… no se… mostrar un poco de inconformidad”. Rodrigo – Yauyollotl.
“Yo pienso que sí somos una agrupación política en el sentido de que somos un reflejo de lo que vivimos, es un hecho de que estamos invadidos desde todas partes, por diversas formas también de lo que acontece políticamente en nuestra sociedad. Yo creo que la política es participación, o debería ser participación y, en ese sentido, nosotros, seríamos una agrupación política porque participamos dentro de la sociedad haciendo un reflejo de
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ella”. Alan - La Julia.
El que una parte de los jóvenes desarrolle este tipo de representaciones de la política y la auto representación política nos debe conducir a usar con más cuidado conceptos como “apoliticismo”, pues primero deberíamos atender a cual es la politicidad que se niega o no se posee. Es decir, antes de reconocer a jóvenes como “a- políticos”, es preciso entender cuál y cuáles son la y las políticas que se reconocen desde los discursos juveniles.
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5.2.4. La política como mutua instrumentalidad.
Finalmente, una cuarta representación de política, y que tiene que ver con las relaciones
locales con actores políticos, es la de la política como “mutua instrumentalidad”, es decir, aquella noción que entiende que “los políticos” actúan instrumentalmente con los sujetos y las organizaciones, ante lo cual se opta por asumir tal instrumentalidad, buscando en la relación con “políticos” algún tipo de beneficio concreto. En esta noción es común que los jóvenes den cuenta de experiencias clientelares o comerciales con candidatos a cargos de gobierno, en torno a las cuales, lejos de establecerse una identificación política partidista, lo que se produce es un trato de beneficios mutuos que dura lo que dura la transacción. Se exponen aquí algunos de los testimonios relativos a esta forma de representación y auto representación asociada a la política.
“Enrique Peña Nieto, estuvimos haciendo propaganda bailando a favor de él, de lo que era el PRI, a favor de su campaña, para que pudiera ser gobernador. Estuvimos con el ayudándole. (...) ya dijeron pus a lo mejor poniéndolos a bailar va a venir gente a verlos y pus vamos a animarlos más no, y ya fue lo que hicieron, nos contrataron ¿no? y ya fuimos a dar una exhibición y sí… hubo varias personas que hubo para… ver lo de su campaña”. Toga - Spinmaster Crew.
“Nosotros (a Enrique Peña Nieto) lo ayudamos porque nos pagaba, no porque quisiéramos… o sea que supiéramos realmente sus propuestas. Te apuesto a que nadie sabía que proponía, sino que porque nos estaban pagando, nada más por eso… y porque iba a conectar chavas el Pera. (Risas) Porque la verdad no nos importaba sus propuestas o así no, sólo íbamos pos porque nos estaban pagando. Porque en realidad no sabíamos cuales eran sus propuestas… o qué iba aportar”. Ismael - Spin Master Crew. “Pues a lo mejor sí podemos tener….como te digo…un roce con ellos (“los políticos”), pues como decía Gise, a veces nos apoyan y siempre lo hacen con el fin de lucrar y quizás nosotros podemos aprovecharnos de eso, más que nada por conveniencia, así como ellos lucran con nosotros a ver si nosotros podemos lucrar con ellos”. No identificado - 1SA
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Crew.
“Más bien uno ubica en determinados momentos a los que están apoyando a un movimiento, que luego lo hacen así por conveniencia, pero en determinados momentos apoyan con aerosoles, apoyan con espacios, pero llegan el momento en que ya tienen el poder y se olvidan de las promesas que hicieron, al igual que han hecho con todas las promesas que siempre hacen. ...uno no se puede decir por derecha, por izquierda, por un partido o por otro, porque un partido te apoya y vas, y otro partido te apoya y también vas porque lo que busca uno es el espacio y ya la facilidad que te proporcionan con el material y con el permiso. Porque en algunos momentos están pintando algunas bardas y llegan los policías y hasta que tengas permiso llegan y te suben, entonces lo que busca uno, ahora sí para expresarse uno anda en esto, a uno le gusta, esa es la situación, de que no está uno ni con izquierdas ni derechas por decirlo así, con el que te proporcione el patrocinio y los espacios”. Gis - 1SA Crew.
“Yo estoy de acuerdo con todos estos bueyes, que acaban de decir, así es el pedo, nosotros no estamos ni en izquierda ni en derechas, más estamos en un punto intermedio, donde nosotros nos vamos más por conveniencia con el que nos apoye, si ellos lucran con nosotros, por qué nosotros no vamos a lucrar con ellos ¿no?, si un día uno te apoya, al otro día te puedes ir con el otro. Nosotros no vamos a decir, este wey no, porque nos cae gordo y este wey sí porque me cae bien y así, o sea más bien nos vamos con el que nos apoye, nos de botes y así, y así está el pedo, nosotros no estamos con ninguno”. Zero - 1SA Crew.
Como conclusión podemos afirmar que esta dimensión de la política entendida como mutua
instrumentalidad opera independientemente de las valoraciones que se tengan de ella, pues no se le juzga en el terreno del ejercicio social y el bien común sino sólo como esfera que en lo local da lugar a posibles transacciones. “Ellos nos utilizan y nosotros los utilizamos” es la frase que se repite como
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caracterización de esta relación en donde “los políticos” no son diferentes cualitativamente de otras personas que eventualmente contratan un servicio u ofrecen intercambiar recursos. Es decir, esta es una representación de la política que no tiene que ver con lo político sino con “los políticos” como sujetos que demandan servicios. Sin duda, es una noción que vacía de contenido la política al instalarla como instancia de relaciones económicas entre privados, no mediadas por ningún tipo de reflexión crítica, posicionamientos, valoraciones o apuestas de construcción social.
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5.3 La Derecha, el Centro y la Izquierda.
La clásica terminología que define las apuestas dentro del campo político son las categorías
de Izquierda, Centro y Derecha. Estas conceptualizaciones históricamente han variado en su uso e identificación y hoy los cientistas de lo político se preguntan el real valor que tienen en un mundo globalizado post Guerra Fría, en donde la pasada centralidad de las diferencias ideológicas ha dado lugar a diferencias operativas en las administraciones de los estados, en algunos lugares más acentuadas que en otros. Al parecer, durante las décadas del cambio de siglo se han remecido estas categorías y ya no es tan claro como en los años sesenta el identificar y el identificarse en estos bloques. Por lo mismo, las preguntas relativas a ¿qué es la izquierda? ¿qué es el centro? y ¿qué es la derecha?, son centrales en discusiones contemporáneas en donde algunos han llegado a desestimar el valor actual de estas categorizaciones (por ejemplo, actores políticos que manifiestan estar más allá de estas definiciones), o a poner de moda categorías que apelan a eventuales consensos hegemónicos que reducen el espectro de las diferenciaciones (centro izquierda y centro derecha).
En definitiva, hablar de derechas, centros e izquierdas es hablar de un ámbito semántico en
mutación y por tanto en discusión y en ocasiones confuso. Era de esperar entonces, como sucedió, que los sujetos que entrevistamos fuesen igualmente diversos en sus percepciones y posicionamientos ante estas categorías.
Por un lado, se presentaron mayoritariamente tipos de discurso que se reconocían en confusión,
desinterés y o desconocimiento acerca de este tipo de conceptos definidores de las apuestas políticas. Ya hemos expuesto una serie de posicionamientos asociados al desinterés y desconocimiento en la política, por lo que nos extenderemos en aquellos discursos que, reconociendo la confusión, se adentraban en algún tipo de comprensión. En éstos, lo que nos apareció más claro es que las diferencias entre izquierdas y derechas tendían a asociarse a las contingencias de luchas por la administración de los gobiernos por lo que, más que distinguirse diferencias en ideas de fondo y orientaciones políticas, hay una tendencia a asociar las distinciones a los roles de ser gobierno y ser oposición. Acorde con esto, ocurre que una gran parte de los jóvenes relacionan derecha con “estar a favor” e izquierda con “estar en
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contra” de administraciones como las del Estado Federal y el Estado de México, dinámica en la que no cabría un centro. Ello motiva que los cambios en las administraciones se asocien a confusos cambios en la configuración de derechas e izquierdas. Lo concreto es que en este tipo de definiciones se reconoce que las dinámicas políticas tienen una lógica que no se comprende del todo. He aquí algunos ejemplos.
“Pues digamos que en nuestro género seríamos un movimiento que no es oficial, como lo dice el pinche gobierno, pero sí de cierta forma está catalogado como que estamos en contra de lo que está haciendo el gobierno ¿no? quiere decir que seríamos de izquierda. ¿No?”. Luis – RAPEM.
“Siempre va a existir la izquierda contra el gobierno. (...) Es puro teatro ¿no?, de momento uno como que confía en la izquierda por ser este… por llevar la contraria muchas veces, pero luego la analizas y luego te confunde bastante qué es la izquierda y qué es la derecha ¿no? Antes la derecha era el PRI y la izquierda el PRD o el PAN ¿no?, ahora quien nos gobierna es el PAN y la izquierda es el PRD, pero en realidad aquí en México está cabrón decir qué es la izquierda realmente ¿no?”. Erick - Ritmo Mundial.
“El centro, el centro debe ser muy importante, sin embargo no se ve, yo no he visto”. No identificado - Street Army.
Por otro lado, se da una percepción en donde la negatividad, instrumentalidad y o lejanía de la
política uniformiza a derechas e izquierdas haciendo de ellas una sola política y un solo tipo de políticos sin mayores distinciones entre si.
“¡Ah no!, ciudadano; no, ser político no, yo no. No, o sea, porque... podría difundir, podría difundir ciertas cosas, pero en realidad también es una mafia y... y es algo que nunca se va a acabar, o sea... es algo que... suponiendo, ahorita que está muy de moda la izquierda y la
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derecha; la izquierda, imagínense que en un momento gane la izquierda ¡va a ser igual, lo mismo!, o sea, va a ser poder que no va a trabajar para la gente”. Yomairo - Elewa.
“Bueno esto de la central, derecha o de izquierda, es algo como el que va o no va porque eso del gobierno está medio ñero porque pueden que te apoyen chido y toda esas ondas que te dan aerosol y esa onda, como dijeron, vienen las campañas y te apoyan, y cuando ya ven que pasó toda esa onda y ganaron, se olvidan de uno. Hasta pusieron una ley de que si hay un wey graffiteando lo suben y ya lo llevan a la delegación”. No identificado - 1SA Crew.
Sin embargo, se da también un diagnóstico de indistinciones que se basa en un juicio crítico e
histórico concreto de la esfera política. Este tipo de discurso presente en quienes manifestaban un mayor dominio sobre temáticas políticas planteaba que la política “tal cual se presenta hoy en México” tendería a indiferenciarse, esto independientemente de que en abstracto se pudiesen reconocer diferencias entre lo que sería una izquierda y una derecha. La indiferenciación tendría que ver, entonces, con un interés personal de los actores políticos y un vaciamiento de las ideas y los ideales en un ámbito en donde el dinero y la lógica instrumental primarían.
“Muchos políticos se cambian de partido como si fueran calcetines. O sea eso está raro, últimamente se ha dado eso entonces pues es muy malo. No hay un partido en sí que siga sus ideales”. Aztec - GKR Crew.
También en aquellos con un mayor bagaje relativo a temas políticos y explícitamente identificados
políticamente, se producen distinciones que en abstracto dan cuenta de derechas e izquierdas, perdiéndose la noción de un centro. De los entrevistados que tomaron posiciones en este campo y se identificaron a si mismos en un bloque político, nos encontramos con que éstos tendían a afirmar un izquierdismo que los motivaría, aún cuando solían establecer distancias entre la izquierda con que se identificaban y los partidos políticos formales identificados como de izquierda. La relación más común entre estos jóvenes es
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asociar la derecha a los empresarios, los “ricos o de arriba” y los medios de comunicación; y la izquierda a “el pueblo” y al trabajo comunitario y cultural del tipo que ellos desarrollan en las organizaciones. Si bien hubo un número significativo de jóvenes que criticaba fuertemente a personajes y orientaciones de izquierda y o que manifestaba su preferencia por personajes políticos de derecha o “el gobierno actual”, ninguno de ellos se definió a si mismo como alguien “de derecha”. Esto último posiblemente se debe a que en los medios de comunicación, los personeros de la derecha política se auto identifican como tal (es decir, como derecha) en menor medida que lo hacen los personajes políticos de la izquierda mexicana, lo que puede influir en que aquellos que manifiesten simpatías o prefieran las administraciones del sector político reconocido como derecha, no manifiesten tales orientaciones identificando a tal sector como derecha o identificándose personalmente como individuos de derecha. En cambio, los referentes de las izquierdas son más explícitos y se extienden a movimientos y perspectivas que trascienden y en ocasiones se oponen a la política de los partidos políticos, lo que amplía el espectro de posibles identificaciones más allá de la política formal. De los que se identificaron a si mismos como dentro de la “izquierda” o contrarios a una determinada “derecha”, se contaron testimonios como los siguientes.
“Pero sí podemos identificar a la ultraderecha o a la derecha como los empresarios, los que matan a mucha gente por salarios de miseria, con aquellas personas racistas”. Aaron Muertos por el Sistema.
“Bueno, como distinción entre izquierda y derecha, podríamos decir que la derecha son los conservadores. Gente que tiene dinero ¿no?, que no quiere que el pueblo suba, porque lógicamente sus riquezas se van a acabar, se van a repartir más al pueblo y lógicamente gente ambiciosa, gente con ideales diferentes, quieren comerse todo el pastel y no ven pues que hay gente que se muere de hambre.. Y la izquierda podría ser como el que el pueblo, la gente que ve el porvenir del pueblo ¿no?, la gente que sí quiere que en realidad sí se desarrolle este país y ser pues no una potencia mundial, pero sí con mayor riqueza este país y yo soy izquierdista porque siempre, porque yo soy del pueblo y voy a ser siempre del
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pueblo y pues siempre veré por el pueblo”. Aztec - GKR Crew.
“Yo pienso que la cultura es de izquierda y va a estar en contra del sistema”. Cesar - La Julia.
Respecto a aquellas posiciones explícitamente contrarias a la izquierda e identificadas con los
representantes de partidos políticos de derecha, ocurre, como planteábamos, que tales posiciones no se identifican a si mismas como derecha y no identifica a las fuerzas políticas con las que se siente más afín, como fuerzas de derecha:
“La izquierda, yo lo identifico como la extrema izquierda, exacto; está la democrática, que es la que está ahorita en el poder. Somos una República, a mi parecer sí ha habido democracia en este gobierno, o sea, yo no ... yo no me declaro ... partidario de un partido político en sí, pero la verdad ... por lo que he leído y hasta lo que he vivido hasta ahorita en este último sexenio ... me ha parecido mejor que los anteriores; los anteriores tal vez no los viví ... con ... con los ojos muy abiertos porque todavía estaba más pequeño, o sea, tal vez no comprendía lo que ... lo que pasaba o lo que podría haber entonces ¿no?, ahorita sí ya lo vives y lo comparas con los anteriores y te das cuenta que realmente hubo avances. Ahora yo sí estoy de acuerdo con el nuevo gobierno, del que se va pues, y por mi parte yo quisiera que se quedara otro gobierno igual a éste, o sea, la verdad no comparto las ideas de los otros partidos, de los que vienen detrás de éste ... de éste que está en el poder, no comparto la idea del de la izquierda y no comparto la idea del que ya fue ... casi eterno en el gobierno. (...) La derecha, no sé si sea muy exacto el término, pero ... no sé si tenga que ver algo con los ultra-conservadores”. Gabriel - Street Army.
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Sin embargo, la tendencia mayoritaria es a desconocer el uso y no identificarse en términos de
derecha, izquierda y centro; o asimilar estos conceptos a la mala valoración indiferenciada que se hace del cómo se desarrolla la política formal en México.
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5.5 La Democracia y el voto.
Si el funcionamiento formal de la democracia se articula a partir de la representación de los
partidos políticos, y es justamente la política de los partidos -la política “tal cual es en México”- la que se valora de forma más negativa, ocurre que se produce una desvalorización de tales mecanismos de representación democrática y de las elecciones. El primer problema es por quién votar si “no me gustan los políticos” y el segundo, es por qué votar y para qué votar, si tal política no conduciría a cambios positivos en pro del bien público.
En lo que respecta al por quien votar, los jóvenes suelen manifestar una impotencia respecto
a que no habría “donde elegir”, quedando la opción de aquel de quien se tiene una valoración menos negativa (el menos peor) o de quien se cree “robará menos” o “hará menos daño”:
“Bueno pues la política si en estos momentos está muy criminal por aquí, este… se está basando mucho en la guerra de poderes, en ver quién se mete más dinero a la bolsa, y este… y pues ora si que a los que nos tocó votar en esta ocasión… llegó el momento en que ya no sabíamos por quien ¿no?... hee ora si que por lo menos yo voté por el que pensé que menos iba a robar ¿no?... porque ya no queda de otra… realmente… sea el color que sea todos se dedican a lo mismo” Edgard - Sociedad Latina.
La impotencia es también un sentimiento que se manifiesta en torno al “para qué votar”. Muchos jóvenes, al valorar negativamente la política formal en tanto ciudadanía negada sistémicamente, consideran que el voto es un mecanismo inútil pues la democracia como tal no existiría, es decir, por más que se elijan “representantes”, éstos no “representarán” a los electores sino a sus propios intereses, a grupos corporativos o a intereses de poderes estructurales como los grupos económicos, “los empresarios” o simplemente “los de arriba”, “los ricos”, que incluirían las grandes empresas de comunicaciones, especialmente las grandes televisoras. No obstante, el voto puede operar para muchos como un imperativo normativo que señala una responsabilidad jurídica: “hay que votar”, en el momento de justificar el por qué y para qué se vota, es la impotencia la que predomina, desvalorizando la democracia existente, una
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democracia que “no existe” o “vale madre”, una democracia que no coincide con su definición ideal de expresión de la voluntad popular:
“No voto, no por huevón, sino simplemente no creo ¿por qué?, porque dicen que somos un país democrático ¿no?, ¿democracia qué significa, no?, que tu voz es escuchada ¿no?, que lo que tú piensas cuenta, cosa que en este país no pasa ¿no?, te engañan. Hay un libro bien bueno que escribió Luis Pasos, se llama “Los vividores del Estado”, se lo recomiendo a toda la gente que escuche esto y yo creo que van a pensar un poquito como yo y van a decir ¡la democracia vale madre! Acá en México al gobernante lo eligen pus ...los grandes sindicatos, el seguro social, PEMEX, las empresas privadas, o sea, ya lo mencionaba hace un rato y o sea ¡tu voto vale madre, la neta!”. Beto- Elewa.
“Yo no, no creo en nada de política, porque nada es democracia aquí en México, todo es… este, pues… los de arriba, es como una monarquía ya lo que se está haciendo. Siempre los políticos arriba, y de arriba nunca los vas a bajar, a los que nos están jodiendo es a la gente de abajo, al barrio, a los que somos mayoría… por eso, este…no creo en ese concepto de política”. Simón – RAPEM.
“Lo que a mi me sorprende es cómo se utilizan todos estos conceptos, la idea de la democracia, la idea de la participación, la idea de que si no votas no vas a tener decisión, no creo que exista el sistema democrático como tal, eso incluye partidos, procesos electorales que representa de manera adecuada la participación del sujeto, del ciudadano, es una democracia de mercado, no existe una participación conciente del sujeto”. Daniel - Muertos por el Sistema.
“Según hablan de democracia, de servir para el pueblo cuando nada más sirven para ellos mismos, porque ellos ya crearon todo un sistema en el que tratan de fundamentarlo diciendo
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que hay leyes y que pues este… están sometidas a votación o a un consenso social cuando esto en realidad no sucede”. Rodrigo - Yauyollootl.
“No es importante, para mi no es importante porque... eh... se va a hacer lo que ellos digan... es para que... tu vas a votar pero para que... este... ellos tengan una base de decir “lo indicó la sociedad, aquí están las pruebas”, no, no es cierto eso, se maneja mucho dinero arriba como para poder perder el poder así de porque la gente lo decida”. Miguel Ángel - La Reata.
“Al fin y al cabo nosotros no decidimos, aquí quien decides es, haz de cuenta, las, las altas… o sea los gobernantes, la gente más rica”. Thomas - Spin Master Crew.
“Toda la gente cuando llegaba la elección, el tiempo de votar, mucha gente se emocionaba, pero yo no le veía caso… ¿pa’ qué? mucha gente se desesperaba para ir a votar y todo eso… yo ya puedo votar… pero yo no fui a votar por, por … porque yo digo, o sea ¿para qué? no, no, no me gusta, o sea si no nos ayudan en nada… psss o sea ni caso tiene… luego mi mamá me decía “ve a votar tu” pero yo ni caso hice porque no, no me gusta votar… pero o sea ¿para qué? si no ayudan en nada”. Toga. - Spin Master Crew.
“Pues si estuviéramos en otro país sí fuera muy importante (emitir el voto) a lo mejor ¿no?, pero aquí en México... la verdad yo siento que no sirve de nada porque de todos modos hacen lo que se les da su gana, entonces para qué gastar en cientos y cientos de papeles matando arbolitos si de todos modos no van a valer el voto ¿no?”. Jackeline – Moana.
“Los que van a gobernar siempre van a ser las empresas chonchas”. Oscar - La Julia.
“Los dueños de las empresas como Carlos Slim, Carlos Slim influye muchísimo, y los medios
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(de comunicación)”. No identificado - Street Army.
“La política la mueven los empresarios y hay que ver esa situación ¿no?, es Carlos Slim, está la dueña de la Corona, la empresaria que hace muy buena cerveza… (risas)…y hay otros empresarios atrás, hay narcotraficantes, hay Camel Nacif, hay todo tipo de empresarios”. Aaron - Muertos por el Sistema.
Este pesimismo, sin embargo, no puede homologarse a una apatía, pues si bien hay quienes lo
asocian a un desinterés y un desconocimiento, hay una importante cantidad de jóvenes que desarrollan extensas argumentaciones del por qué no se cree en la democracia tal cual existe en México, por qué no se vota, o no provoca entusiasmo votar. Es importante entender que esto tampoco implica una desvaloración de la democracia como sistema de gobierno, prefiriéndose modelos autoritarios, pues lo que se critica de tal democracia es la inconsistencia con lo que en abstracto una democracia implicaría, de ahí que las expresiones de “la democracia vale madre” suelan ser acompañadas de negaciones de la democracia en lo concreto: “la democracia no existe”, o “aquí mandan los ricos” o “esto es una monarquía”.
La democracia no ha sido aun impregnada, como concepto, de todas las valoraciones negativas
de la vivencia de lo que en el país se desarrolla como mecanismo formal denominado democracia. La democracia en abstracto sigue siendo un valor, lo que, como ya vimos, no ocurre con el concepto de “política”. La diferenciación y polisemia priman en lo que se asocia a democracia y esto es, en lo complejo del panorama, una fortaleza y una oportunidad. Es necesario, por tanto, atender a una conversación social con los jóvenes en torno a la participación y la democracia, entender sus esperanzas y desesperanzas, sus potencias e impotencias, sus auto representaciones ciudadanas y sus concepciones del deber ser ciudadano y político, para aportar a una mayor identificación con el orden democrático y los mecanismos de representación. En esto no son sólo las percepciones de la juventud las que hay que cambiar, sino que hay que cambiar una sociedad, y en ello todos los actores tienen que poner de su parte.
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6.- El futuro, nosotros y todos. La auto percepción ciudadana, la política y la esperanza social.
La política, como la historia y la identidad, es una cuestión de memoria y futuro. Por ello,
quisiéramos terminar este estudio ahondando en aquellas perspectivas que los jóvenes desarrollan respecto al vínculo entre el actuar propio y el futuro de lo público, es decir, el México que los podría acompañar a ellos siendo adultos, a sus hijos, a las generaciones venideras.
En coherencia con las tipologías que hemos ido construyendo y que ponen acento en los grados
de vinculación y empoderamiento con respecto a lo público y al devenir social, hemos agrupado cinco formas en que los jóvenes piensan la construcción política de la sociedad en el futuro: El futuro social como un sueño El futuro social ajeno y fatalista El futuro social como espera pasiva El futuro social desde afuera o alterno y El futuro social activo - participativo.
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6.1 El futuro social como un sueño.
Una de las posturas que asumieron los jóvenes entrevistados en el momento de pensar en el
futuro fue la de imaginar un México ideal, igualitario, fraterno y libre. ¿Utopías? En realidad, más o menos “soñadores”, los sueños de los jóvenes tienen que ver con vidas dignas, participativas y satisfechas en lo básico, vidas que valgan la pena vivir intensamente, vidas para “nosotros” y “los demás”. El nivel del “sueño”, no obstante, no especifica probabilidades o mecanismos para su logro, es el momento de la imaginación, del ideal que da cuenta de lo que debiera ser una política para una sociedad mejor. ¿Es por ello el “sueño” menos político?; ¿Tomás Moro sería menos político que Maquiavelo? Nosotros pensamos que no, pues son sueños como éstos los que los jóvenes presentan como sentidos deseables de una política, y la política es una cuestión de sentidos.
“Un mundo libre, aunque yo no lo viera pero que algún día se diera…un mundo libre, que no existiera la policía, que no existieran las cárceles, que no existieran casas de cambio, que no existiera esa cuestión organizacional…como lo dice el anarquismo …Ahora sí, la solidaridad más que nada”. Ángel - Muertos por el Sistema.
“Que haya más compresión hacia la gente, más trabajo, más…o sea la gente que somos más humildes, que no tenemos muchos recursos, ya los tengamos o sea, mínimo…no te digo que tengamos las millonadas o los súper carros, pero que toda la gente viva bien, cómodamente, que haya siempre algo que comer, un plato en la mesa. Para mi eso sería en lo político. Más espacio para los jóvenes, en lo que es cultural, todo lo que sea para los jóvenes, para toda la gente, que haya más espacio para todo. Para mi pensar un México mejor, para mi un México donde se pueda graffitear más ¿no?, donde haya más graffiti lleno de color, que ya la neta salgamos del blanco y negro como los tableros de ajedrez, que seamos más coloridos, vaya, que haya vida”. June - GKR Crew.
“Que tampoco hubiera así distinción de clases sociales, que no hubiera tantos delincuentes y personas así que... que estuvieran así dando...mala participación en la sociedad y... este...
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con más cultura, con más participación en la en la sociedad, en la política, que hubiera democracia”. Nancy - Moana.
“Pues que ya no hubiera tanto racismo, que ya no hubiera discriminación, que ya no hubiera diferenciación entre “él es rico, él es pobre, él es de, no sé, equis cultura y nosotros somos de tal”, no sé, que ya no hubiera esa diferenciación, que ya todos fuéramos iguales; que en las escuelas ... bueno, que ya no existieran tantas escuelas privatizadas, que se hicieran más así de gobierno para que sea más barata la educación y todos tengamos una educación digna de lo que nos merecemos”. Brenda - Moana.
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6.2 El futuro social ajeno y fatalista.
El futuro cruzado con lo posible y con los mecanismos de la mantención o el cambio de los órdenes
sociales, da lugar a diversas representaciones que varían significativamente en un sentido: la incorporación del sujeto en el devenir social. Cuando el futuro se percibe ajeno y dependiente absolutamente de una estructura sistémica rígida y de poderes que funcionarían en pro de intereses particulares, tal futuro adquiere una connotación fatalista: la imposibilidad de un cambio positivo y participativo. También se es fatalista cuando se plantea que hay una estructura cultural que reproduce el egoísmo, la corrupción y los vicios de la política, y que tal cultura no sería factible de cambiar. El fatalismo también se arraiga en una concepción de naturaleza humana del tipo “el poder corrompe”, y como la política sería una cuestión de poder, sería imposible que ella fuera constructiva y positiva. Pero por sobre todo, el fatalismo tiene que ver con que “nada puede hacer uno”, ni “uno” ni “los nuestros”, la realidad sería “demasiado fuerte” como para que unas cuantas identidades y agrupaciones juveniles puedan hacer algo.
“Cualquier persona muy preparada, la persona más educada y culta y respetuosa, si te puede chingar… puta…. tres millones de pesos te los va a chingar, por muy decente que sea y por muy preparada. La gente se hace corrupta cuando tiene poder”. Fernando - Ritmo Mundial.
“Yo digo que la política del país sí es corrupta y... aparte pues yo siento que ya no se puede cambiar, porque para cambiar así ya todo lo que tenemos hasta ahorita sería volver a cambiar las leyes, volver a hacer una revolución entonces ahorita ya no se puede cambiar. (...) yo creo que es la educación que traemos desde chicos, por ejemplo como dice Yazmín pues si nos pasamos un semáforo pues ya pagamos no sé 50 pesos y ya nos dejan ir o 100 pesos y ya nos dejan ir, entonces eso es de según las costumbres que traigamos desde chiquitos, la educación que traigamos, de que ... desde tirar un papel en la calle ¿por qué no un papá agarra y le dice a su hijo “no, no, no lo tires, hay un bote de basura y pues ahí se tiran las cosas”?, entonces eso yo creo que ha afectado a México y para cambiar a México sí tendríamos que sacar a todos los mexicanos y volver ... no sé, a volver a educarlos,
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regresarlos desde el principio, que vuelvan a nacer todos y empezarlos a educar, solamente así se podría cambiar”. Nancy - Moana.
“Bueno, pues definitivamente nuestro movimiento, nuestro sentir, lo que nosotros compartimos no va a cambiar este país, no lo va a hacer. El país que me gustaría que fuéramos sería uno en donde la sociedad completa, ciudadanos, políticos, tuviéramos una unión, tuviéramos una conciencia, fuéramos uno sólo, saber qué hace uno, qué hace el otro, hacia dónde nos llevan, nada de ojos cerrados, que tuviéramos por parte de nuestros gobernantes la educación y la preparación para elegirlos correctamente (…) ese México definitivamente no sé en cuanto tiempo se vaya a dar, no sé si en esta vida o en la otra se llegue a presentar, se llegue a realizar como tal, total y completamente definitivo. Yo siento que no, que no lo va a haber, ese es mi sentir”. Lalo - Elewa.
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6.3- El futuro social como espera pasiva. Que “ellos” cambien.
Otra perspectiva de un futuro como devenir ajeno, es el que plantea el deseo y la posibilidad
(generalmente remota) de que ocurra algún cambio positivo en las esferas donde se reproducen los poderes políticos, que “llegue alguien”, “un político honesto”, que “se preocupe por el pueblo”, que “no robe” o “robe menos” y entregue bienestar a la gente. Aquí esta posibilidad de cambio tiene que ver con una política ajena de la cual no se forma parte, se trata de una labor de “especialistas” o una elite en donde la voz de “los de abajo” no tiene cabida. El cambio sería entonces un cambio “de ellos” que terminaría beneficiando a todos, en caso de que sea un cambio positivo. La esperanza tiene entonces que ver con la espera, casi con la fe en que en algún momento esa política ajena, siga siendo ajena, no obstante se transforme en una política mejor.
“Decimos muchas veces que es una farsa (la política) y eso… pero… a lo mejor… algún día llegue alguien que de verdad haga cambiar a México con sus buenas estrategias o algo así… y a lo mejor sí logre hacer algo con México”. Ismael - Spin Master Crew.
“¿Qué cómo queremos México?, pues lo mejor posible para todos. ¿Qué sería lo mejor posible? Unos mejores empleos, unos mejores políticos que nos respondan”. Luis – Yauyollotl.
“Que fuera más justo, que los políticos lo que digan, que lo cumplan, que no nada más hablen por hablar… así que “ahí vamos a pavimentar las calles…” que lo cumplan… y así…”. Jonathan - Spin Master Crew.
“Para mi la política, es un pretexto para las personas que se quieren enriquecer, porque es lo que vemos en nuestro país, a lo mejor muchas personas son políticos y como que sí tienen el objetivo de sacar adelante al país, de hacer varias cosas por el país, pero siento que la mayoría está contaminado y pienso que así es el círculo, debes de entrar porque debes de entrar, debes de hacer, debes de explotar al ciudadano para que no pueda llegar a ti, porque
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si llega a ti, es un peligro ¿no?, o sea no es tan fácil de que alguien, persiguiendo buenos intereses por un México mejor, llegue y pueda cambiarlo, pues hay muchos arriba que lo frenan, porque hay muchos intereses de dinero, de poder, de enriquecimiento”. Cristian - La Julia.
“Pues más que nada que la gente esté en el poder pues sí que robe, pero que vea más por el pueblo ¿no? Yo no quiero a alguien 100% honesto porque nadie lo es, pero pues me gustaría alguien que si robara que le de también al pueblo, que no lo venda a los gringos, a los japoneses, que no abran el mercado tan estúpidamente, que apoyen a las empresas mexicanas para que haya más crecimiento. Pues sí que me gustaría que esos políticos por lo menos cambiaran tantito y que se volvieran patriotas, que quieran robar al país, pero que se volvieran patriotas, que le dieran un poco más al pueblo”. Aztec - GKR Crew.
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6.4.- El futuro social desde afuera o alterno. Entre la resistencia y la desconexión.
Hay una visión del futuro que se caracteriza por una dualidad de desesperanza sistémica, por un
lado, y entusiasmo en el futuro particular del ejercicio expresivo - cultural, por otro. Se produce entonces una idea de construcción social valorada como sumamente efectiva en los niveles particulares de las identidades cercanas, pero entendida como sumamente ajena en lo público estructural. Sin embargo, se produce una diferencia en el valor atribuido a aquellos “mundos alternos” generados desde lo barrial y las identidades juveniles, pues mientras hay quienes los ven como una desconexión de un mundo público ajeno, (es decir: si la política “no nos presta atención”, nosotros no prestamos atención a tal política y sus esferas de acción), otros los ven como una resistencia que desde afuera del sistema social excluyente gritaría diariamente la exclusión (es decir: si la política formal institucional “nos ignora”, “nosotros” develamos tal política, la acusamos, y tomamos una distancia de ella fortaleciendo una política barrial – particular opositora o antisistémica). He aquí algunos testimonios que dan cuenta de ambas posturas:
“Con hacer una pinta no voy a cambiar nada así que diga del país, que alguien vaya a decir…ya he visto un graffiti y voy a reflexionar sobre su manera de ser, o sea pus. Yo pienso que ningún arte puede hacer cambiar una ideología o cambiar algún país ... lo hacemos porque nos gusta y no tiene que ver con la política porque el graffiti está peleado con la política ... Realmente pienso que más bien es para promover el arte urbano... nosotros no lo hacemos porque estamos contra el sistema, lo hacemos porque nos gusta, pintamos cosas que pueden tener un mensaje especial pero para quien los vea, un duende, unos aviones, no estamos ni en favor ni en contra, porque no conocemos y no estamos haciéndola para cambiar la ideología de alguien, realmente, aunque ese fuera nuestro propósito, no creo que la gente cambiaría su ideología”. Dezco - 1SA Crew.
“Realmente yo siento que la gente se ha confundido un poco, la premisa antes del graffiti era rebelarse ante la sociedad, pero todo va cambiando, pero la gente si piensa que nosotros lo hacemos para rebelarnos contra algo, creo que ya no se maneja eso, se manejaba en el pasado, ahora yo creo que la mayoría lo hacemos porque lo sentimos y nada más”. Esteban
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- 1SA Crew.
“Política o políticos es el enemigo para mi, el crew GKR estamos contra el sistema, somos los nuevos atacantes contra ellos, vamos a tirarlos de una vez por fin, si no podemos tirarlos de una u otra manera por medio de nuestro voto como se limpiaron el trasero con él y valió un carajo. Entonces vamos a tirarlos por nuestro medio que es el graffiti, vamos a hacerlos pedazos. Para mi la política no existe, está muerta. Vaya, el país se está yendo cada vez más para abajo en taza de empleo, en taza de todo, la gente en vez de tener más, tiene menos. En vez de que uno reciba para su bolsa, más bien saca uno de su bolsa para ellos, para seguir inflándoles los bolsillos, para mi entonces es eso, empieza la pelea, estamos en batalla y eso es lo que sigue adelante. Ahora, la pelea para el crew es pintando, dejando mensajes en cada pinta, con esténciles, con anuncios, con bombas, con pintas legales e ilegales. O sea, dejarles un pequeño mensaje para que se den cuenta que estamos aquí y que seguimos adelante y no nos van a detener, eso es para mí”. June- GKR Crew.
Esta diferenciación entre los mundos alternos “resistentes” y los “desconectados” rompe con los mitos que sustentan que las culturas juveniles urbanas son por definición exclusivamente “antisistémicas”, “apolíticas” o “enajenadas” de lo social. Lo cierto es que los adscritos a culturas y estilos juveniles como el Hip Hop, el Punk, Rasta y otros, no contienen una homogeneidad en sus posicionamientos sobre la sociedad, pues aún cuando hay referentes (cultores de tales estilos, movimientos específicos y experiencias puntuales que son conocidas por los jóvenes) que en uno u otro sentido dan lugar a algunas perspectivas, es la lectura y apropiación que se hace de los elementos culturales a nivel particular lo que determina este tipo de aspectos. Por tanto, lo que ocurre es que mientras unos ven en el arte colectivo un sentido social orientado a un enfrentamiento o dialogo crítico con los poderes sistémicos, otros lo entienden como expresividad “puramente estética” desconectada de un posicionamiento determinado
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ante la sociedad. 27
27 No compartimos, por tanto, la homologación que Leslie Serna hace entre “colectivos culturales” y declarada rebeldía antisistémica, pues el abanico de estos grupos es bastante más diverso, y la cultura como instrumento de la expresividad tiene sentidos múltiples en los jóvenes de los barrios populares urbanos. Serna plantea: “Los colectivos culturales son la mejor expresión de la diversificación contemporánea de las culturas juveniles. A los chavos banda se han sumado los skatos, darks, raves, rastas y, desde luego, los punks, entre muchos otros. Son identidades trasgresoras, cuya estética anuncia un anhelo de transformación. La música, el lenguaje, la ropa y accesorios, los productos culturales, son rebeldía, voluntad de cambio y, en cierta manera, micro propuestas para un nuevo orden.” Serna, Leslie. “Las organizaciones juveniles. De los movimientos sociales a la autogestión”. Revista JOVENes 11. Instituto Mexicano de la Juventud, 2000. México DF.
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6-5-. El futuro social activo - participativo.
Finalmente, se manifiesta la noción de un futuro social en el que la voz propia puede incidir, ser
escuchada y hacerse escuchar. Este futuro no es totalmente ajeno pues es factible de ser transformado si quienes están en espacios de poder estructural y quienes están en niveles de participación local establecen cambios en sus conductas y sus relaciones. Este devenir implica su construcción participativa, el exigir un bienestar común que parte con el interesarse en el bien común, se trata de un cambio de “ellos” (“los políticos”, “las instituciones”, los “poderes políticos”, los “de arriba”) y de “nosotros” (las organizaciones de barrio, las identidades juveniles, “el pueblo”, “la gente”, “los de abajo”) que se construye en interrelación. Para los jóvenes, el aporte a los cambios se realizaría desde una ética y una expresividad cultural que se articularía en los tejidos sociales organizados cotidianamente, una solidaridad radical que reproduciría en pequeña escala los mundos deseados por los que se debiera luchar en un nivel publico más general. Es un cambio en donde la esperanza social radica en factores tanto ajenos como propios, pero lo notable es que se contaría con factores propios y, por tanto, con un poder de efectividad social. De este modo, la historia no sería una certeza de emancipación, pero tampoco un fatalismo de dominación eterna. La historia sería factible de ser construida por los pueblos y, por tanto, por los jóvenes.
“Deberíamos ser más honestos todos, tanto los que están arriba como los que estamos abajo para no dejar que nos engañen de esa manera. Igual no haciendo un movimiento así como una revolución ¿no?, pero si tratar de que las personas que están allá arriba, las que ponemos allá arriba se preocupen realmente de lo que queremos nosotros”. Andrés Sociedad Latina.
“A mi me gustaría un México participativo, un México informado y un México sin medios de comunicación malos, sino que informaran realmente la situación del país y no solo irnos por cosas superficiales, eso es lo que me gustaría. Un México participativo, un México unido, que aunque existan diferentes formas de creer que el desarrollo se va a lograr así o el crecimiento, este… pues que realmente se pongan a dialogar, que se sientan y se construya un diálogo y que se construyan ideas. (...) que se formaran grupos, que existiera ese interés
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de la ciudadanía, de interesarse de qué es lo que está pasando en el país, qué es lo que podría ocurrir si se hacen algunos cambios o no”. Rodrigo - Yauyollotl.
“Como transparente ¿no?, que fuera realmente del pueblo, que nuestras opiniones realmente contaran, que nos preocupemos por las cosas que realmente tienen importancia”. Valeria Yauyollotl.
“Para poder hacer un cambio necesitaríamos cambiar para empezar nosotros mismos, la verdad ¿no?, para empezar por ahí, después de eso que realmente sea democrático, que realmente sea responsable, tanto la política como nosotros, que realmente sea honesto, sea solidario, o sea que se cumpla todo que supuestamente la política dice, ¡pero que realmente se cumpla, que no falte nada!”. Jackeline – Moana.
“Bueno… pienso que ahorita durante toda la entrevista hemos hablado mucho sobre los que están arriba, como que no más les tiramos la culpa nada más a ellos, pero también siento que sería más difícil empezar a reconstruir el país… hee a partir de ellos… yo pienso que el país se debe empezar a reconstruir a partir de nosotros mismos desde abajo, desde la gente común y corriente como nosotros, porque somos mayoría y hacemos la fuerza”. Aldo - Sociedad Latina.
“Si nosotros queremos que nos hagan caso, primero tenemos que cambiar nosotros. Si ellos quieren que nosotros les hagamos caso, ellos también tienen que cambiar. O sea, tenemos que crearnos una cultura y pensar en todos, no no más en nosotros”. Heriberto - La Julia.
“Yo no estoy hablando de revolución como es el concepto de revolución, tampoco de una gran emancipación, pero sí de alguna forma de participación de la sociedad, es decir que la gente, en estos tiempos, ya es un poquito mas conciente y sabe de sus derechos, como
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sabe de sus obligaciones, entonces si partimos de ahí, entonces creo que el pueblo en su conjunto puede cambiar las cosas, como ha sucedido en muchas rebeliones, a lo largo de todo el mundo, creo que México es uno de los países que tiene vanguardia en la lucha social y en la participación social también, entonces creo que esa participación social puede darse a partir de necesidades, y las necesidades que tenemos ahorita creo que son urgentes, por lo tanto creo que las diferentes formas de hacer política o de hacer cultura van a co ayudar a que se de ese cambio no?, lo vemos con las autonomías, lo vemos con los colectivos, lo vemos con los colectivos de artistas, los vemos con organizaciones no gubernamentales, con otros valores que van permeando en la sociedad, todo eso va a servir a un cambio, yo creo que eso es lo que nos va a dar un cambio”. Juan - Caracol Guadalupe.
“Si cambia uno, cambia el entorno, si estamos seguros de quienes somos, nuestros hijos van a crecer de diferente manera, porque podemos hacer una revolución y quizás para mí esa es la solución, revolución. (...) para que funcione para poder empezar algo nuevo. (...) El cambio simplemente está en cada uno de nosotros como lo queramos ver, política, cultural, religiosa, como lo queramos ver, el cambio está en uno”. Afro - La Julia.
“Que cada día se hagan más grupos de diferentes cosas... que se vaya y que se difundan más, toda una cultura, o sea que no se estanque en ciertas partes, que... que sea apto para todos porque falta mucha cultura ¡muchísima!”. Jackeline - Moana.
Sin duda, el nivel de auto representación ciudadana de esta última percepción de futuro social
cuenta con un gran potencial para eventuales diálogos con las instituciones locales y nacionales a fin de
desarrollar mecanismos democráticos más participativos y por tanto más legítimos. Cabe hacer
notar que estas nociones ponen su acento en una politicidad que no depende en términos absolutos del voto, sino de la capacidad de organización de la sociedad civil para ejercer derechos y hacer escuchar su voz. Quizás aquella noción de futuro más centrada en los mecanismos formales no fue esta última,
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sino aquella que desde una perspectiva pasiva anhelaba que “algún día” llegara a niveles de poder “un buen político” que hiciera cambiar las cosas. ¿Es acaso esa esperanza pasiva más política que esta otra participativa, que hace menos mención a los mecanismos electorales?; ¿Deberíamos “hacer callar” esta otra propuesta de ciudadanía si es que no nos menciona esperanzas cifradas en las elecciones?; ¿Cuál de las dos perspectivas se debería potenciar para la construcción de una democracia más inclusiva? Sin duda, es la noción del futuro social “activo participativo” aquella con mayores herramientas para ejercer su ciudadanía en términos constructivos, y es la que se debiera potenciar a fin de establecer diálogos desde sus valoraciones.
También es de una politicidad notable aquella noción de futuro que plantea la construcción
de mundos alternos en resistencia. En este caso, la auto representación ciudadana es fuerte en su dimensión local particular, pero en lo que respecta a los niveles públicos más generales considera que su ciudadanía es negada y apuesta por un enfrentamiento con el sistema social y sus poderes. En esto, la esperanza social tiene que ver con afianzar las solidaridades grupales más que con la posibilidad de establecer cambios estructurales. Si estos jóvenes fuesen reencantados con la posibilidad de un dialogo social que los incluya, podrían sumarse a una ciudadanía con un horizonte mayor de construcción. Por lo pronto, la decepción en ellos es muy grande y sería labor de las instituciones mostrarse y ser confiables para lograr establecer una conversación social.
Respecto a los “sueños”, son éstos los que alimentan una política para una sociedad mejor.
Si tales sueños contaran con espacios y caminos para la esperanza social, se podrían disminuir los fatalismos, y las “desconexiones” podrían llegar a ser opciones libres y no como lo son hoy, opciones forzadas por un orden político lejano y excluyente.
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7.- A modo de Conclusiones. Hacia un enfoque dialogante en la motivación de la participación política y ciudadana de los jóvenes. 7.1.- Sobre los resultados de la investigación. Política, ciudadanía y gestión cultural como representaciones y auto representaciones.
A modo de resumen de las conclusiones que han sido expuestas a lo largo del texto de la
investigación, destacamos los siguientes puntos.
- En los jóvenes estudiados el arte opera como un vínculo con sus vidas, con sus pares,
su comunidad y la sociedad. El arte reúne y da cuenta de los deseos, sueños y pensamientos, el arte entrega “mensajes” y aporta a “conciencias” que tienen como horizonte futuros mejores. Asociado a ello, se plantea en los testimonios recogidos que el aporte que se desarrolla desde la organización comunitaria es eminentemente cultural, una cultura que si se niega desde los grandes poderes, se autogestiona en espacios propios; una cultura que se resiste a estar encerrada en las elites, una cultura que dice lo que sucede. Sin duda, estas valoraciones no se encuentran en el 100% de los casos entrevistados, pero tampoco son casos excepcionales. Es decir, gran parte de los jóvenes plantea su gestión y acción artística cultural como un elemento que aporta a la construcción de lo comunitario y lo social.
- Los afectos y la cohesión identitaria de las agrupaciones artístico culturales juveniles
no produce necesariamente grupos apolíticos desconectados de lo social, es decir, no suponen la proyección de una sociedad tribalizada y fragmentada en una posmodernidad sin futuro salvo el circular tiempo de lo tribal. En los casos estudiados, los afectos son importantes (como lo han sido siempre en la constitución de grupos humanos y movimientos socio culturales) porque en el quererse está sustentado un accionar hacia adentro y hacia fuera que no se conforma con la contemplación interna y de los pares del “medio”, sino que también observa con inquietud el exterior, los otros, el barrio, los vecinos, los otros estados, México y la sociedad.
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- Las asociaciones juveniles centradas en la gestión y expresión artística cultural,
desarrollan una auto percepción diferenciada respecto a su aporte en la construcción de lo público. Por un lado, hay una alta valoración en su capacidad de interrelación con el medio social cercano, capacidad de mostrar el arte propio a la comunidad y, por medio de ello, entregar mensajes que nos hablan del pensar de los jóvenes, sus sueños, críticas y expectativas. Por otro lado, habría un sentido de impotencia y auto representación ciudadana deficitaria en lo que respecta a la construcción de lo público en niveles más generales. Esta diferenciación encuentra su correlato en un abanico de representaciones y auto representaciones que los jóvenes desarrollan respecto a la política, la ciudadanía y el lugar de la cultura en la sociedad.
- Enunciada en abstracto, la concepción que los jóvenes entrevistados manifiestan
acerca de la política se dirige hacia su comprensión espontánea como una “forma de gobierno”, destacando la fuerte vinculación de esta actividad con la “corrupción y el enriquecimiento”. De esta forma es que, mayoritariamente, los jóvenes entrevistados definen a la política como “un sistema normativo”, “una forma de gobernar” y una “forma de ejercer el poder”, por una parte, o como “chingar a la gente”, “una forma de enriquecerse”, “corrupción” o “basura”, por otro lado. Las menciones directamente positivas en relación a la política, por su parte, constituyen un porcentaje significativamente menor en el total de definiciones ofrecidas por los entrevistados.
- Al momento de interrogar acerca de la definición más precisa de la política en México,
las menciones negativas se incrementan fuertemente. Es así como, mientras más del 70% de los entrevistados asocia espontáneamente la actividad política del país como directamente vinculada a cualidades negativas tales como la corrupción, sólo el 5% la percibe como una actividad posible de ser definida en términos positivos.
- Los jóvenes que manifiestan un rechazo en general a la política son jóvenes que sin
embargo expresan algún grado de posicionamiento, percepción o evaluación de lo que la misma
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significa, lo cual debe ser entendido como expresión de una disposición medianamente activa frente a la misma, argumento que va en la dirección contraria de asumir el apoliticismo como una actitud meramente pasiva frente a la realidad de lo público.
- Es posible concluir que el reconocimiento de la condición ciudadana y la agencia política
se vincula directamente a una definición activa y participativa de éstas, no obstante se mantiene un alto nivel de percepción negativa de la política “tal cual se presenta en México”. Es decir, pese a la valoración negativa de la política “tal como se presenta en México”, existe una importante presencia de jóvenes que manifiestan capacidad crítica de distinguir entre el “ser real” de la política en México y el “deber ser” de la misma, clarificando una distancia que les permite pensar, a lo menos de manera abstracta, una forma de entender la política manifiestamente distinta a lo que su experiencia cotidiana les pudiera indicar.
- La negación de su condición de ciudadanos y de agentes políticos que una parte
significativa de los entrevistados manifestó, se encuentra íntimamente ligada a conceptos negativos que sobre la ciudadanía y la política construyen los propios jóvenes. Es decir, si hay algo que desincentiva la preocupación de los jóvenes por los asuntos públicos es precisamente la pobre percepción que muchos de ellos tienen respecto a lo que significa, en concreto, lo público en México.
- Reconocimos dos grandes representaciones de ciudadanía cruzadas con auto
representaciones: una “activa” asociada a la participación y ejercicio de derechos, y una “pasiva” que decía relación con definiciones formales institucionales, de adscripción geográfica y reconocimientos jurídicos de derechos.
- Entre quienes no se consideraban ciudadanos reconocimos dos tipologías de auto
representación ciudadana: “La ciudadanía negada sistémicamente” presente en quienes consideraban la ciudadanía como una cualidad positiva (en abstracto) de ejercicio y o reconocimiento de
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la participación y los derechos civiles, pero que sería negada sistémicamente en la realidad mexicana; y la “ciudadanía rechazada subjetivamente” en donde los propios sujetos, al asociar la ciudadanía con una adaptación o inserción en un sistema social valorado negativamente como opresor, ajeno y o corrupto, preferían no sentirse ciudadanos.
- Reconocimos 4 tipologías en las representaciones de la política cruzadas con las auto
percepciones e involucramiento y empoderamiento de los sujetos con respecto a la política: “La política rechazada”, “La política pasiva – ajena”, “La política como polisemia”, “La política como mutua instrumentalidad”. En la política rechazada la visión negativa de la política vivenciada concretamente en México impregna toda conceptualización de política. La política Pasiva ajena se refería a una definición formal que tiende a caracterizarla como una dinámica de poder técnica y desarrollada básicamente y exclusivamente por especialistas: “Los políticos”. La Política como mutua instrumentalidad es aquella noción que entiende que “los políticos” actúan instrumentalmente con los sujetos y las organizaciones, ante lo cual se opta por asumir tal instrumentalidad, buscando en la relación con “los políticos” algún tipo de beneficio concreto. Es una noción que vacía de contenido la política al instalarla como instancia de relaciones económicas entre privados, no mediadas por ningún tipo de reflexión crítica, posicionamientos, valoraciones o apuestas de construcción social.
La política como polisemia establece un abanico crítico y diferenciado de definiciones de la
política, los jóvenes hablan de “políticas” diferentes y dan cuenta de contrastes entre la política entendida de tal o cual forma y ejercida desde tal o cual posición. Esta última representación, en ocasiones, es acompañada de posicionamientos auto representados como políticos en un sentido determinado de lo que los jóvenes entienden como una política constructiva.
- Se da una fuerte desvalorización del voto y las elecciones entre los jóvenes, no obstante,
esto no puede homologarse a una apatía, pues si bien hay quienes lo asocian a un desinterés y un desconocimiento, hay una importante cantidad de jóvenes que desarrollan extensas argumentaciones del por qué no se cree en la democracia tal cual existe en México, por qué no se vota o no provoca
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entusiasmo votar.
- Se produce un descrédito de la democracia tal como se presenta en México. Sin embargo,
esto no implica una desvaloración de la democracia como sistema de gobierno, pues lo que se critica de tal democracia es la inconsistencia con lo que en abstracto una democracia implicaría. La democracia no ha sido aun impregnada, como concepto, de todas las valoraciones negativas de la vivencia de lo que en el país se desarrolla como mecanismo formal nombrado como democracia. La democracia en abstracto sigue siendo un valor, lo que, como ya vimos, no ocurre con el concepto de “política”.
- Hay un amplio desconocimiento, confusión y no identificación con las categorías de
Centro, Izquierda y Derecha, lo que está íntimamente relacionado con un contexto actual en donde tales categorías están en discusión y reconceptualización. En general, se tiende a asociar derecha a oficialismo e izquierda a oposición, desapareciendo una noción de centro. No obstante, cuando se dan auto representaciones asociadas a estos bloques, éstas se alinean con una izquierda que no necesariamente coincide con una izquierda partidista, sino con contenidos otorgados por los jóvenes que asocian tal posición a su propia labor organizada, valoraciones desde la gestión cultural y posición social. Si bien hay jóvenes que se identifican o prefieren administraciones políticas de derecha, estos no se representan a si mismos como “de derecha”, lo que tiene que ver también con que en la política mexicana y mundial están mutando las auto representaciones de los personeros de tales bloques políticos partidistas, lo que influye en las percepciones de los ciudadanos.
- Establecimos una tipología de aquellas perspectivas que los jóvenes desarrollan respecto
al vínculo entre el actuar propio y el futuro de lo público. Agrupamos cinco formas en que los jóvenes piensan la construcción política de la sociedad en el futuro. El Futuro social como un sueño que consistió en representaciones que imaginaban un México ideal, igualitario, fraterno y libre. El nivel del “sueño”, no obstante, no especifica probabilidades o mecanismos para su logro, es el momento de la imaginación,
132
del ideal que da cuenta de lo que debiera ser una política para una sociedad mejor. El Futuro social ajeno y fatalista, en donde el porvenir socio político se percibe ajeno y dependiente absolutamente de una estructura sistémica rígida y de poderes que funcionarían en pro de intereses particulares. Tal futuro se presentó como la imposibilidad de un cambio positivo y participativo. El futuro social como “espera pasiva” es otra perspectiva de un futuro como devenir ajeno, es el que plantea el deseo y la posibilidad (generalmente remota) de que ocurra algún cambio positivo en las esferas donde se reproducen los poderes políticos, que “llegue alguien”, “un político honesto” que “se preocupe por el pueblo” que “no robe” o “robe menos” y entregue bienestar a la gente. Aquí, esta posibilidad de cambio tiene que ver con una política ajena de la cual no se forma parte, se trata de una labor de “especialistas” o una elite en donde la voz de “los de abajo” no tiene cabida. El futuro social desde afuera o alterno es una visión que se caracteriza por una dualidad de desesperanza sistémica, por un lado y entusiasmo en el futuro particular del ejercicio expresivo - cultural, por otro. Se produce entonces una idea de construcción social valorada como sumamente efectiva en los niveles particulares de las identidades cercanas, pero entendida como sumamente ajena en lo público estructural. Sin embargo, se produce una diferencia en el valor atribuido a aquellos “mundos alternos” generados desde lo barrial y las identidades juveniles, pues mientras hay quienes los ven como una desconexión de un mundo publico ajeno, (es decir: si la política “no nos presta atención”, nosotros no prestamos atención a tal política y sus esferas de acción), otros lo ven como una resistencia que desde afuera del sistema social excluyente, gritaría diariamente la exclusión (es decir: si la política formal institucional “nos ignora”, “nosotros” develamos tal política, la acusamos, y tomamos una distancia de ella fortaleciendo una política barrial – particular opositora o antisistemica). Finalmente, el futuro social activo - participativo considera que la voz propia puede incidir, ser escuchada y hacerse escuchar. Este futuro no es totalmente ajeno pues es factible de ser transformado si quienes están en espacios de poder estructural y quienes están en niveles de participación local establecen cambios en sus conductas y sus relaciones. Este devenir implica su construcción participativa, el exigir un bienestar común que parte con el interesarse en el bien común, se trata de un cambio de “ellos” (“los políticos”, “las instituciones”, los “poderes políticos”, los “de arriba”) y de “nosotros” (las organizaciones de barrio, las identidades juveniles, “el pueblo”, “la gente”, “los de abajo”) que se construye en interrelación. Para
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los jóvenes, el aporte a los cambios se realizaría desde una ética y una expresividad cultural que se articularía en los tejidos sociales organizados cotidianamente, una solidaridad radical que reproduciría en pequeña escala los mundos deseados por los que se debiera luchar en un nivel publico más general. Es un cambio en donde la esperanza social radica en factores tanto ajenos como propios, pero lo notable es que se contaría con factores propios, y por tanto, con un poder de efectividad social. De este modo, la historia no sería una certeza de emancipación, pero tampoco un fatalismo de dominación eterna. La historia sería factible de ser construida por los pueblos y, por tanto, por los jóvenes.
134
135
7.2.- Sugerencias respecto al tratamiento institucional del incentivo de la participación ciudadana y política. Ciudadanía, política, capital social y cultura.
- Sobre política, ciudadanía, cultura y capital social: Entendiendo el “capital social comunitario”
como los aprendizajes y valoraciones que una comunidad construye durante su propia historia, “acumulación histórica cultural” que subyace en la identidad y en los modos de relación y organización de las personas, creemos que este cúmulo experiencial, poder constructor de comunidad y sociedad, es potencialmente una politicidad anclada y no separada del mundo social. Íntimamente asociado a la cultura y, al igual que ésta, el capital social constituye una referencia importante para el desarrollo de horizontes, deseos, valores, proyecciones y apuestas que ligan el accionar social particular y local, con un sentido más amplio de ejercicio ciudadano que define la política y la democracia en tanto construcción colectiva de nación.
De acuerdo a lo anterior, sugerimos que el tratamiento institucional de los conceptos de lo
político, lo social (y el capital social) y la cultura, atiendan a que estos no sean dimensiones separadas en esencia, sino que tan sólo en términos analíticos, pues todos estos conceptos componen el activo creador de una humanidad social que no se escinde en su lado social, cultural y político. La ciudadanía vendría siendo el reconocimiento institucional de tal poder constructor de la humanidad social, pero ello es relativo, pues en los sujetos sociales yace y se reproducen los valores ciudadanos desde los que se exige y hace valer tal reconocimiento.
Creemos que la legitimidad de estos conceptos está directamente relacionada, como lo demostró
este estudio, con que los sujetos se sientan parte de ellos y vean en sus esferas de acción elementos que involucran su participación activa. Consecuentemente, la deslegitimidad y pérdida de valor que han tenido conceptos como la política y en menor grado la ciudadanía, tiene que ver con que éstas han sido vistas como patrimonio de algunos grupos de poder, es decir, se habrían privatizado y perdido nexos con la comunidad nacional. Ello tiene que ver con términos como “clase política” o “los políticos” en su connotación de especialistas que monopolizarían para sí una labor política que dejaría de ser social.
En definitiva, se hace necesario unir política con lo social y el capital social, atendiendo a que
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ésta es un patrimonio de la humanidad organizada y no de grupos sociales específicos. También es imperativo comprender que la política no debe ser reducida a lo electoral, si es que se quiere recalcar que la participación ciudadana de construcción de lo público es una constante que trasciende los eventos de las votaciones. Se hace necesario volver a humanizar la política a fin de volver a legitimar el concepto y sus contenidos.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que los conceptos son representaciones e
instrumentos que se viven socialmente, es decir, que no basta con volver a identificar “Política” con la construcción diaria de sociedad si es que la dimensión institucional representativa de tal política continúa representando para los sujetos sociales características alarmantemente negativas. Nos guste o no, hay una gran parte de la población juvenil que homologa la política institucional con la delincuencia, y eso, sabemos, no es una percepción anclada en ciencia ficción sino en lamentables ejemplos de corrupción que no han sido aislados.
La tarea de dar legitimidad al orden político y a la representación democrática en tanto construcción
colectiva es algo que debe incluir a la juventud, pero no es un “problema juvenil” sino un problema social en que todos los actores deben poner de su parte.
- Sobre potenciar aquellas nociones de política, ciudadanía y futuro social que ponen
acento en la participación activa y no en la recepción pasiva y o el deber normativo. Como vimos, la valoración positiva que mantienen conceptos socialmente vividos como la política, la ciudadanía y los horizontes de futuro social, se caracterizan por involucrar al propio sujeto y sus pares en la construcción cotidiana de tales dimensiones. Por esto, es preciso re conceptualizar el uso institucional de estas categorías en tales sentidos, teniendo como objetivo el incremento de los espacios de participación social, demanda y control comunitario respecto de las instituciones. No basta con mencionar los derechos jurídicamente establecidos, sino que se deben crear además instancias independientes en donde la ciudadanía haga valer y fiscalice el cumplimiento de tales derechos. No basta motivar la
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participación político electoral como un imperativo normativo del tipo “es tu deber votar”, pues ello no resuelve el problema de fondo que es la desvalorización del voto y de la democracia como sistema de representación. Por todo lo anterior, se debe poner la participación real en el centro de los programas, por sobre la adscripción jurídica pasiva y la norma como imperativo.
- Sobre apoliticismo y sus estigmas asociados: Los resultados del estudio muestran que el
tan mentado apoliticismo una parte de los jóvenes (mexicanos) tiene que ser sometido a una profunda revisión. Y es que, por una parte, tanto el estudio cuantitativo como el cualitativo nos muestran la presencia de jóvenes que sí se encuentran interesados e involucrados en los asuntos político-públicos, y que manifiestan opiniones, percepciones y significaciones dignas de ser consideradas al momento de elaborar políticas públicas dirigidas a su entorno inmediato. Pero, por otro lado, también es necesario considerar que en aquellos jóvenes “desinteresados” por la política o que manifiestan un rechazo visceral hacia ella también hay construcciones, significaciones y posicionamientos que, en la última instancia, también deben ser asumidos como políticos.
Planear políticas públicas hacia los jóvenes organizados, por consecuencia, no debe significar
asumir a éstos meramente como 1) población beneficiaria o como 2) receptores de transferencias sino que además, y creemos que de manera fundamental, como sujetos con capacidad de interlocución que demandan, de una manera u otra, su integración plena al espacio público. El logro de este objetivo, estamos ciertos, aportará de manera importante a la superación de lo que probablemente constituya el mayor problema de las organizaciones sociales juveniles que formaron parte de este estudio, a saber: su déficit de integración social, su conciencia de no formar parte de la construcción colectiva del México actual.
Un ejemplo de una política pública que, creemos, debe ser incrementada pues aporta en la
dirección señalada, lo constituye lo que entendemos como un proceso de transferencia participativa de recursos hacia las organizaciones juveniles, proceso en el cual tanto el diagnóstico de necesidades
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como la producción de proyectos concretos sea llevada a cabo con la participación activa de los jóvenes beneficiarios. En concreto: se trata de potenciar aquellas instancias por medio de las cuales los jóvenes encuentran un espacio de deliberación, selección e implementación de iniciativas financiadas por instancias técnicas desligadas de cualquier manejo político-partidista que pudiera implicar la constitución de lazos instrumentales entre las organizaciones juveniles y lo político-institucional, pues como vimos, esto potenciaría representaciones de la “política como mutua instrumentalidad”, percepción que vacía la política de sus sentidos de accionar ético, crítico e involucrado con valores e ideales.
Potenciando este tipo de políticas, pensamos, se aporta de manera sustantiva al incremento del
sentido de la responsabilidad, la participación, la organización y el espíritu democrático de los jóvenes.
- Sobre las identidades juveniles, su arte y la construcción de sueños y metas. Es preciso
atacar los estigmas asociados a las supuestas “apatía”, “abulia” y el “desinterés” de los jóvenes, otorgando valor institucional a la participación comunitaria real de ellos. Decíamos que los afectos y la cohesión identitaria de las agrupaciones artístico culturales juveniles no produce necesariamente grupos apolíticos desconectados de lo social, sino que al contrario, se producen una serie de sueños y metas que vinculan a los jóvenes y sus agrupaciones con horizontes sociales públicos. Es preciso atender a esto y trabajar institucionalmente con las culturas juveniles aprovechando su potencial y experiencia en la participación social comunitaria a fin de acercar las instituciones políticas y “la política” como valor, a las necesidades de la población organizada. Es preciso, por un lado, dar espacios a la expresividad juvenil, y por otro, que los jóvenes vinculen esos espacios con un derecho ganado en sociedad y no con “favores” instrumentales de uno u otro sector político partidista. No hay que estigmatizar a los partidos políticos, pero hay que procurar que queden delimitadas las esferas de acción proselitistas respecto de la aplicación de las políticas sociales. Tampoco hay que estigmatizar a los jóvenes en el sentido de una apatía que no es tal, sino, como vimos en el caso de las experiencias de organizaciones artístico culturales, todo lo contrario. Por ello, se hace necesario otorgar desde las instituciones el valor y la credibilidad al aporte ciudadano de los jóvenes.
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- Sobre la democracia, su legitimidad y la participación electoral y no electoral de los
jóvenes. La democracia sigue siendo para los jóvenes un valor en abstracto, no obstante se ve afectada por la valoración negativa de la política institucional. La diferenciación y polisemia priman en lo que se asocia a democracia y esto es, en lo complejo del panorama, una fortaleza y una oportunidad. Es necesario, por tanto, atender a una conversación social con los jóvenes en torno a la participación y la democracia, entender sus esperanzas y desesperanzas, sus potencias e impotencias, sus auto representaciones ciudadanas y sus concepciones del deber ser ciudadano y político para aportar a una mayor identificación con el orden democrático y los mecanismos de representación. En esto no son sólo las percepciones de la juventud las que hay que cambiar, sino que hay que cambiar una sociedad, y en ello todos los actores tienen que poner de su parte.
¿Se justificaría entonces una propuesta institucional que estigmatice a quienes están
desencantados de la democracia tachándolos de irresponsables, individualistas o desinteresados?; ¿Se justificaría decirles a los jóvenes “si no votas cállate”?; ¿Es democrático decirles a los jóvenes que su expresión sólo cuenta mediante el voto y que si no lo ejercen mejor no digan nada? Es necesario hacerse estas preguntas e interrogarse el por qué en el contexto de la elección pasada del dos de julio del 2006 hubo tanto revuelo porque un candidato a la presidencia le dijera al presidente de la república ¡Cállate”!, y sin embargo no hubo voces que se levantarán porque a diario en la televisión y demás medios se les dijera a gran parte de los jóvenes que están descontentos con el orden institucional: “¡Cállate!” ¿Es correcto en democracia hacer eso?; ¿Es integrador de las diversidades de opiniones?; Nosotros nos quedamos con la percepción de Aaron del grupo Punk Muertos por el sistema:
“Si no votas cállate”, (aludiendo a la campaña de promoción del voto que hubo en los medios de comunicación) Eso es bastante gracioso a la vez que frustrante, ¿Cómo te atreves a callarme porque no estoy conforme con esto? La campaña publicitaria bastante hipócrita por su parte, “ese rock”, que forma más simplona e incoherente de dirigirse a la juventud para que se integre a lo que es la política.”
140
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146
147
ANEXO 1 INSTRUMENTOS DE INVESTIGACIÓN
148
149
Aplicación de un cuestionario semi estructurado a los participantes
1.- Metodología de aplicación: El 100% de los participantes de las entrevistas grupales serán
objeto de la aplicación del cuestionario, con anterioridad a la realización de las entrevistas grupales. Ello, con el objeto de no introducir un sesgo a las respuestas individuales de cada uno de los participantes. El cuestionario será previamente leído y explicado al grupo antes de su aplicación.
2.- Tipo de cuestionario: cuestionario semi estructurado.
3.- Dimensiones del cuestionario:
1) Auto representación ciudadana y política.
2) Ciudadanía y política
Representaciones y valoraciones.
150
151
Colibrí Educación Cultura y Nuevas Tecnologías A.C. Proyecto de Investigación Gestión Cultural Auto percepción Ciudadana de lo Político en Agrupaciones Juveniles Cuestionario Te invitamos a responder el presente cuestionario. Tus respuestas, tienen por objeto conocer tu opinión sobre temas de ciudadanía y política. A continuación encontrarás una serie de preguntas las cuales deberás marcar con una X o contestar brevemente según sea el caso. Gracias por tu colaboración.
Antecedentes del entrevistado
Marca con una X Sexo
Femenino Masculino
Ubicación geográfica (Ciudad, población) Edad Agrupación Estudia Ocupación actual
Trabaja o busca trabajo Estudia y Trabaja. Otro (Especificar) Superior
Nivel educativo
Medio superior Medio Básico
152
1.- ¿Qué es para ti la política?:
2.- ¿Qué es para ti ser un ciudadano?:
3.- ¿Te consideras un ciudadano? 1) sí
_____
2) no
____
Por qué: __________________________
4) ¿Te consideras una persona política? 1) sí
_____
2) no
____
Por qué: __________________________
5) Según tu opinión, con cuáles palabras podrías definir de la mejor forma lo que significa la política en tu país:
153
6) Y de las siguientes características, cuáles crees tú que definen de mejor forma a la política tal cual es en tu país (marca las dos más importantes para ti): 1) la política es el arte de gobernar
______
2) la política es una forma de enriquecerse
______
3) la política es participación
______
4) la política es decidir el México en que queremos vivir
______
5) la política es una profesión para especialistas
______
6) la política es confrontación y enemistad
______
7) la política es sucia
______
8) la política la hacemos todos
______
7) ¿Y qué importancia le atribuyes a los siguientes actores en la vida política de tu país? (Marca con una X ) : Empresarios:
1) mucha importancia
2) mediana importancia
3) ni mucha ni poca importancia
4) poca importancia
5) ninguna importancia
Partidos Políticos:
1) mucha importancia
2) mediana importancia
3) ni mucha ni poca importancia
4) poca importancia
5) ninguna importancia
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Iglesia:
1) mucha importancia
2) mediana importancia
3) ni mucha ni poca importancia
4) poca importancia
5) ninguna importancia
Organizaciones civiles:
1) mucha importancia
2) mediana importancia
3) ni mucha ni poca importancia
4) poca importancia
5) ninguna importancia
Todos los mexicanos:
1) mucha importancia
2) mediana importancia
3) ni mucha ni poca importancia
4) poca importancia
5) ninguna importancia
Organizaciones juveniles como la tuya:
1) mucha importancia
2) mediana importancia
3) ni mucha ni poca importancia
4) poca importancia
5) ninguna importancia
155
8) Y ahora, cuáles crees tú que debieran ser las características de la política en tu país:
9) Y de las siguientes características, cuáles crees tú que debieran definir a la política en tu país (marca las dos más importantes para ti):
1) la política es el arte de gobernar
______
2) la política es una forma de enriquecerse
______
3) la política es participación
______
4) la política es decidir el México en que queremos vivir
______
5) la política es una profesión para especialistas
______
6) la política es confrontación y enemistad
______
7) la política es sucia
______
8) la política la hacemos todos
______
10) Y ahora, considerando las labores que desarrolla tu organización, ¿crees que esas labores son políticas? 1) sí
_____ (terminar entrevista)
2) no ____ (pasar a pregunta 11) Por qué: ____________________________________________
156
11) ¿Y crees tú qué que debieran ser labores políticas? 1) sí
_____
2) no _____ Por qué:
___________________________________________
157
Pauta de entrevista
1.- Orientaciones metodológicas:
La presente pauta es para ser aplicada como entrevista abierta, sin preguntas definidas, sino
dimensiones y temáticas específicas a cubrir. Se sugiere seguir el ordenamiento general de las dimensiones a fin de ir de aspectos más particulares a generales, no obstante, las temáticas específicas se abordan de acuerdo a la dinámica de la conversación. Pueden aparecer en la entrevista aspectos no considerados en la pauta, los que el entrevistador debe juzgar su importancia para la investigación a fin de decidir si orientar o no su profundización. Se sugiere articular las preguntas de forma abierta sin nunca preguntar con respuestas posibles tipo: ¿Es muy corrupta la política? ¿Ustedes son marginados de las decisiones políticas? ¿Ustedes se sienten más ciudadanos en la organización que votando? En vez de ello, es preferible articular preguntas abiertas a múltiples respuestas evitando las adjetivaciones, es decir preguntas que se articulen de la siguiente forma ¿Cómo se sienten ustedes frente a ….? ¿Cómo perciben ustedes…? ¿Cómo definirían ustedes….? ¿Qué es para ustedes….?
La entrevista se debe parecer lo más posible a una conversación cotidiana, por ello, no se pre-
sentan preguntas tipo, pues las preguntas se construyen en los contextos. Lo importante es evitar que temáticas importantes queden fuera. Es posible que algunas temáticas las comiencen a plantear los entrevistados sin necesidad de que el entrevistador las introduzca con una pregunta, por ello, lo que tiene que tener en la mente el entrevistador son los temas a bordar más que las preguntas específicas a formular. Los entrevistadores pueden apoyarse en la pauta en el momento de la entrevista, pero sin descuidar jamás una postura de seguir una conversación y no un cuestionario. En este sentido, lo ideal es que la pauta esté suficientemente internalizada para no estar en todo momento consultándola.
158
2.- Pauta de entrevista. DIMENSIÓN
TEMÁTICAS
Dimensión individual
Presentación, quienes son, qué hacen, proyecciones individuales y
respecto a organización.
proyectos de vida, motivación para estar en la organización.
Dimensión organizacional y
Qué hacen, como se organizan, cómo valoran su trabajo organizado,
social.
por qué y para quienes lo hacen. Cómo ven su rol como organización vinculada a lo artístico cultural.
Dimensión social cultural.
Como ven el papel que juega lo artístico cultural en la construcción de comunidad y de un México que ellos desearían a futuro. Qué es para cada uno la política, qué es para cada uno la ciudadanía.
Dimensión de definición de la
¿Se sienten ellos personalmente ciudadanos? Por qué. ¿Se sienten
política y la ciudadanía.
ellos personalmente políticos? Por qué ¿Su organización la ven cómo ciudadana, la ven como política? ¿Por qué? Cómo perciben la actividad política nacional. Quienes ven como actores de la política. Cómo se relacionan ellos con los actores que definen. Reconocen izquierdas, derechas y centros, si es así, como describen personalmente estas categorías (qué es para ellos ser
Dimensión política nacional.
de izquierda o derecha o centro y si se ven a ellos mismos en esas caracterizaciones). Preguntas por lo electoral y el sistema de partidos, cómo perciben y valoran las elecciones en tanto participación. (posicionamientos personales al respecto e indagar si hay una posición en tanto organización ante las elecciones y el sistema de partidos). Cómo debiera ser México. Dimensión ciudadana, dimensión política,
Proyecciones a futuro.
dimensión cultural, rol de las organizaciones sociales como las de ellos en la construcción de un México deseado.
159
ANEXO 2 FRECUENCIAS DESCRIPTIVAS
160
161
Sexo del entrevistado
Validos
frecuencia
porcentaje
mujer
16
16,7
hombre
80
83,3
Total
96
100,0
Tabla 1
Ubicaci贸n geogr谩fica del entrevistado
Validos
Frecuencia
porcentaje
Naucalpan
34
35,4
Nezahualcoyotl
30
31,3
Ecatepec
32
33,3
Total
96
100,0
Tabla 2
Edad del entrevistado (Recodificada)
Validos
Missing
14 a 17
Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje acumulado
24
25,0
25,5
18 a 21
25
26,0
52,1
22 a 25
24
25,0
77,7
26 a 29
13
13,5
91,5
mayor de 30
8
8,3
100,0
Total
94
97,9
System
2
2,1
Total
96
100,0
Tabla 3
162
Agrupaci贸n de pertenencia del entrevistado Validos
Frecuencia
Porcentaje
Steet Army
6
6,3
Imagen Mexicana
12
12,5
La Julio
6
6,3
ABT Crew
11
11,5
Muertos por el sistema
4
4,2
1SA Crew
4
4,2
Rap pandillero estilo mexicano
4
4,2
Moana
5
5,2
Elewa
6
6,3
la reata
5
5,2
Sociedad latina
10
10,4
Yauyolot
5
5,2
Spin Master
5
5,2
Ritmo Mundial
8
8,3
Caracol popular
5
5,2
Total
96
100,0
Tabla 4
Ocupaci贸n actual del entrevistado Frecuencia Validos
Missing
Porcentaje
estudia
34
35,4
trabaja o busca trabajo
34
35,4
estudia y trabaja
24
25,0
otro
3
3,1
Total
95
99,0
System
1
1,0
Total
96
100,0
Tabla 5
163
Nivel educativo del entrevistado
Validos
Missing
Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje acumulado
superior
23
24,0
25,0
medio superior
48
50,0
77,2
medio
15
15,6
93,5
básico
6
6,3
100,0
Total
92
95,8
System
4
4,2
Total
96
100,0
Tabla 6
Definición de política (Recodificada) Validos
Frecuencia
Porcentaje
forma de gobierno
30
31,3
enriquecimiento, corrupción
20
20,8
defensa de intereses privados
5
5,2
democracia, representación
14
14,6
otras menciones positivas
4
4,2
otras menciones negativas
7
7,3
otras menciones
3
3,1
no sabe no responde
13
13,5
Total
96
100,0
Tabla 7
164
Definición de ciudadanía (Recodificada) Frecuencia Validos
Porcentaje
formal, institucional
34
35,4
política, social
37
38,5
adscripción geográfica
18
18,8
otras menciones negativas
1
1,0
otras menciones positivas
1
1,0
no sabe/no responde
5
5,2
Total
96
100,0
Tabla 8
Autopercepción de ciudadanía: ¿te consideras un ciudadano?
Validos
Missing
Frecuencia
Porcentaje
sí
80
83,3
no
15
15,6
Total
95
99,0
System
1
1,0
Total
96
100,0
Tabla 9
165
Motivos para definirse como ciudadano (Recodificada)
Validos
Missing
Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
definición activa, participación
35
36,5
43,2
adscripción formal
12
12,5
14,8
adscripción territorial
17
17,7
21,0
otros motivos
2
2,1
2,5
no sabe, no responde
15
15,6
18,5
Total
81
84,4
100,0
System
15
15,6
Total
96
100,0
Tabla 10
Motivos para no definirse como ciudadano (Recodificada)
Validos
Missing
Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
por motivos de edad
3
3,1
20,0
por rechazo, desinterés
9
9,4
60,0
otros motivos
1
1,0
6,7
no sabe, no responde
2
2,1
13,3
Total
15
15,6
100,0
System
81
84,4
Total
96
100,0
Tabla 11
166
Auto percepción de política: ¿Te consideras una persona política?
Validos
Missing
Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
sí
40
41,7
42,1
no
55
57,3
57,9
Total
95
99,0
100,0
System
1
1,0
Total
96
100,0
Tabla 12
Motivos para definirse como una persona política (Recodificada)
Validos
Missing
Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
definición activa, participación
31
32,3
77,5
definición institucional
4
4,2
10,0
definición geográfica
1
1,0
2,5
otros motivos
2
2,1
5,0
no sabe, no responde
2
2,1
5,0
Total
40
41,7
100,0
System
56
58,3
Total
96
100,0
Tabla 13
167
Motivos para no definirse como una persona política (Recodificada)
Validos
Missing
Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
rechazo a la política
21
21,9
38,2
desinterés, apatía
24
25,0
43,6
no sabe, no responde
10
10,4
18,2
Total
55
57,3
100,0
System
41
42,7
Total
96
100,0
Tabla 14
Definición de la política en el país (primera opción recodificada)
Validos
Frecuencia
Porcentaje
corrupta, enriquecimiento
26
27,1
otras menciones negativas
43
44,8
otras menciones positivas
5
5,2
otras menciones
7
7,3
no sabe, no responde
15
15,6
Total
96
100,0
Tabla 15
168
Definición de la política en México (Primera opción)
Validos
Frecuencia
Porcentaje
la política es el arte de gobernar
10
10,4
la política es una forma de enriquecerse
57
59,4
la política es participación
7
7,3
la política es decidir el méxico en que queremos vivir
6
6,3
la política es una profesión para especialistas
4
4,2
la política es confrontación y enemistad
4
4,2
la política es sucia
7
7,3
la política la hacemos todos
1
1,0
Total
96
100,0
Tabla 16
Definición de la política en México (Segunda opción) Frecuencia Porcentaje Validos
Missing
Porcentaje válido
la política es una forma de enriquecerse
8
8,3
8,7
la política es participación
4
4,2
4,3
la política es decidir el méxico en que queremos vivir
3
3,1
3,3
la política es una profesión para especialistas
4
4,2
4,3
la política es confrontación y enemistad
20
20,8
21,7
la política es sucia
39
40,6
42,4
la política la hacemos todos
14
14,6
15,2
Total
92
95,8
100,0
System
4
4,2
Total
96
100,0
Tabla 17
169
Importancia empresarios en la vida política Validos
Missing
Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje Porcentaje válido acumulado
mucha importancia
58
60,4
61,1
61,1
mediana importancia
19
19,8
20,0
81,1
ni mucha ni poca importancia
9
9,4
9,5
90,5
poca importancia
5
5,2
5,3
95,8
ninguna importancia
4
4,2
4,2
100,0
Total
95
99,0
100,0
System
1
1,0
Total
96
100,0
Tabla 18
Importancia partidos políticos en la vida política
Validos
Missing
Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje Porcentaje válido acumulado
mucha importancia
52
54,2
54,7
54,7
mediana importancia
11
11,5
11,6
66,3
ni mucha ni poca importancia
7
7,3
7,4
73,7
poca importancia
10
10,4
10,5
84,2
ninguna importancia
15
15,6
15,8
100,0
Total
95
99,0
100,0
System
1
1,0
Total
96
100,0
Tabla 19
170
Importancia iglesia en la vida política
Validos
Missing
Porcentaje Porcentaje válido acumulado
Frecuencia
Porcentaje
mucha importancia
22
22,9
23,2
23,2
mediana importancia
27
28,1
28,4
51,6
ni mucha ni poca importancia
13
13,5
13,7
65,3
poca importancia
12
12,5
12,6
77,9
ninguna importancia
21
21,9
22,1
100,0
Total
95
99,0
100,0
System
1
1,0
Total
96
100,0
Tabla 20
Importancia organizaciones sociales en la vida política
Frecuencia Porcentaje Validos
Missing
Porcentaje Porcentaje válido acumulado
mucha importancia
42
43,8
44,7
44,7
mediana importancia
23
24,0
24,5
69,1
ni mucha ni poca importancia
9
9,4
9,6
78,7
poca importancia
16
16,7
17,0
95,7
ninguna importancia
4
4,2
4,3
100,0
Total
94
97,9
100,0
System
2
2,1
Total
96
100,0
Tabla 21
171
Importancia de todos en la vida política
Validos
Missing
Porcentaje Porcentaje válido acumulado
Frecuencia
Porcentaje
mucha importancia
54
56,3
58,1
58,1
mediana importancia
14
14,6
15,1
73,1
ni mucha ni poca importancia
10
10,4
10,8
83,9
poca importancia
9
9,4
9,7
93,5
ninguna importancia
6
6,3
6,5
100,0
Total
93
96,9
100,0
System
3
3,1
Total
96
100,0
Tabla 22
Importancia organizaciones juveniles en la vida política
Validos
Missing
Porcentaje Porcentaje válido acumulado
Frecuencia
Porcentaje
mucha importancia
52
54,2
55,3
55,3
mediana importancia
12
12,5
12,8
68,1
ni mucha ni poca importancia
3
3,1
3,2
71,3
poca importancia
16
16,7
17,0
88,3
ninguna importancia
11
11,5
11,7
100,0
Total
94
97,9
100,0
System
2
2,1
Total
96
100,0
Tabla 23
172
Deber ser de la política en México (Recodificada) Validos
Frecuencia
Porcentaje
valores democráticos, participación
26
27,1
honesta, sin corrupción
23
24,0
justicia social, equidad
16
16,7
otras menciones
19
19,8
no sabe, no responde
12
12,5
Total
96
100,0
Tabla 24
Cómo debiera ser la política en el país (primera opción) Frecuencia Porcentaje Validos
Missing
Porcentaje válido
la política es el arte de gobernar
19
19,8
la política es una forma de enriquecerse
13
13,5
13,8
la política es participación
28
29,2
29,8
la política es decidir el méxico en que queremos vivir
27
28,1
28,7
la política es una profesión para especialistas
1
1,0
1,1
la política es confrontación y enemistad
1
1,0
1,1
la política es sucia
3
3,1
3,2
la política la hacemos todos
2
2,1
2,1
Total
94
97,9
100,0
System
2
2,1
Total
96
100,0
Tabla 25
173
Cómo debiera ser la política en el país (segunda opción) Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
la política es una forma de enriquecerse
2
2,1
2,3
la política es participación
8
8,3
9,2
la política es decidir el méxico en que queremos vivir
23
24,0
26,4
la política es una profesión para especialistas
1
1,0
1,1
la política es confrontación y enemistad
4
4,2
4,6
la política es sucia
10
10,4
11,5
la política la hacemos todos
39
40,6
44,8 100,0
Validos
Missing
Total
87
90,6
System
9
9,4
Total
96
100,0
Tabla 26
Atribución de carácter político a la organización
Validos
Missing
Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
sí
37
38,5
39,4
no
57
59,4
60,6 100,0
Total
94
97,9
System
2
2,1
Total
96
100,0
Tabla 27
174
Motivos atribución carácter político a la organización (Recodificada)
Validos
Missing
participación, conciencia
Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
16
16,7
41,0
otros motivos
5
5,2
12,8
no sabe, no responde
18
18,8
46,2
Total
39
40,6
100,0
System
57
59,4
Total
96
100,0
Tabla 28
Motivos no atribución carácter político a la organización
Validos
Missing
Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
exclusividad artístico cultural
11
11,5
18,6
rechazo a la política
7
7,3
11,9
indiferencia frente a la política
14
14,6
23,7
no sabe, no responde
27
28,1
45,8
Total
59
61,5
100,0
System
37
38,5
Total
96
100,0
Tabla 29
175
Atribución de carácter político a la organización: ¿debiera ser política la organización?
Validos
Missing
Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
sí
20
20,8
29,4
no
48
50,0
70,6
Total
68
70,8
100,0
System
28
29,2
Total
96
100,0
Tabla 30