Revista tiempo ordinario por pliegos by Comisión de Liturgia de Hermosillo

Contenido Tiempo Ordinario /2016

05 Editorial

08 Dar de comer

13 El canto litúrgico

La puerta de la misericordia

24 28

El altar de nuestra parroquia

Procesión con el santisimo

Novena del sagrado corazón de Jesús

Rosario de la misericordia meditado

Elementos rituales para la celebración de la misa

Peregrinación a catedral

Entronización de la sagrada escritura

Los siete dolores de nuestra madre Maria Santisima

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EDITORIAL

Horas Santas Hora santa para Jesucristo Rey del universo

Comisión Diocesana para la Pastoral Litúrgica Coordinador: Pbro. Isaac Urías Ibarra Dimensiónes: Pbro. Luis Armando Gónzales Torres Pbro. Marco Antonio Islas Félix Pbro. Pedro Moreno Valenzuela Pbro. Gerardo Ocho Atondo Pbro. Erik Urias Ibarra Enlaces de animación: Ramoncita Serna Rosaura Urquidez Eloisa Fabrett Hugo Félix Socorrito Maya Ramón López Fernando Parada Yolanda Zubiate Jaime Heredia Carmelita Teros Alejandra Sosa Otilia Villarreal Marianela González Guadalupe German

Tel. 2152696 pastoralliturgicahillo@hotmail.com Comisión de Liturgia Hillo

medio camino del año jubilar, seguimos aprovechando las oportunidades que Dios nos regala para reconocer, celebrar y compartir su infinita misericordia.

Diseño Editorial: Arely Zagasta

Nuestras Devociones

De manera que vamos a tener desde Junio hasta Noviembre, para reconocer, celebrar y compartir la entrañable misericordia de nuestro Padre Dios. Ya el Papa Francisco nos decía: “¡Dios es alegre! ¿Y cuál es la alegría de Dios? La alegría de Dios es perdonar, ¡La alegría de Dios es perdonar! [...] ¡Aquí está todo el Evangelio! ¡Aquí! ¡Aquí está todo el Evangelio, está todo el cristianismo! [...] La misericordia es la verdadera fuerza que puede salvar al hombre y al mundo del <cáncer> que es el pecado, el mal moral, el mal espiritual. Sólo el amor llena

los vacíos, las vorágines negativas que el mal abre en el corazón y en la historia. Sólo el amor puede hacer esto y ésta es la alegría de Dios [...] ¿ El peligro cuál es? Es que presumamos de ser justos, y juzguemos a los demás. Juzguemos también a Dios, porque pensamos que debería castigar a los pecadores, condenarles a muerte en lugar de perdonar. Entonces sí que nos arriesgamos a permanecer fuera de la casa del Padre”. (Angelus: 15-9-2013). Como miembros de los equipos de liturgia en las parroquias, que prestamos servicios concretos, debemos poner “el acelerador a fondo” para promover los tiempos, los lugares y los signos de la misericordia divina. Los tiempos de la misericordia no son solamente adviento-navidad y cuaresma-pascua, que ya pasamos. Ahora llegó el tiempo ordinario y es el tiempo de la misericordia. Tiempo Ordinario 2016

En nuestra Iglesia de Hermosillo, al concluir este año jubilar extraordinario de la Misericordia, estaremos concluyendo el II Plan Diocesano de Pastoral, que con sus tres objetivos específicos, habrán de seguir moviendo a los fieles para:

Aprovechemos las celebraciones litúrgicas específicas como, la solemnidad del Sacratísmo Corazón de Jesús, las devociones de la Bienaventurada Virgen María en Agosto (Asunción), Septiembre (Nstra. Sra de los Dolores) y Octubre (Nstra. Sra. Del Santo Rosario). Y lo más importante es que, de acuerdo a las necesidades y problemáticas sociales (pobreza, violencia, inseguridad, migrantes, etc) celebremos la misericordia de Dios, mediante eucaristías que acarreen esas realidades con gestos, signos y oraciones; de igual modo, con variadas celebraciones de unción de enfermos y penitenciales. Los Lugares de la Misericordia, necesitan ponerse más de manifiesto y resaltarse de manera adecuada, por ejemplo: El altar, lugar por excelencia del sacrificio y la ofrenda de Cristo y de su Iglesia, le embellecemos con flores, manteles y con sobriedad se evitamos abusos para dejar de usarse como lugar desde donde se dan avisos, donde se pone cualquier cosa, etc. Así mismo la Puerta de nuestras iglesias, como lugar por el cual, los fieles atraviesan por Cristo

hasta llegar al Padre celestial, ya que con Cristo atravesamos de pecado a la libertad, de la muerte a la vida, por lo que, aunque la puerta de tu comunidad no sea puerta designada para obtener indulgencias, si es bueno, remozar, embellecer y adornar las puertas principales de nuestras iglesias. Por otra parte, cuando el sacerdote recibe amablemente a los fieles que se bautizan, se casan o celebran algo especial en cada eucaristía, suscitamos experiencias de misericordia, lo mismo que cuando al finalizar la eucaristía dominical se despide a los fieles en la puerta. Busquemos entre los fieles, tener auténticos ministerios de la hospitalidad, donde los todos se descubran en familia, al asistir a las celebraciones dominicales. Los signos de la misericordia nos comunican lo que no podemos trasmitir con palabras, por ejemplo la Cruz que siempre contemplamos cerca del altar, los Viacrucis que están colocados en muchas iglesias, en este tiempo ordinario tendremos oportunidad para ejercitar comunitariamente oraciones y devociones ante estas imágenes, mismas que procuramos resaltar sobriamente en las celebraciones de los viernes penitenciales. Las peregrinaciones que los fieles emprenden para alcanzar misericordia o despertar un deseo de conversión, son poderosos mensajes a una sociedad autómata e indiferente ante los grandes sufrimientos humanos y de nuestro mundo. La imagen y la coronilla de la divina misericordia han sido para muchos fieles, la última tabla de salvación para alcanzar gracias espirituales que les salven, en un mundo cargado de injusticias.

1.La formación discipular.

Recordemos a nuestros equipos parroquiales que, la liturgia es fuente del conocimiento divino, y deberá suscitar el deseo de profundizar en las verdades divinas.

2. Salir a la misión al encuentro de los alejados.

3.Cambiar estructuras para una mayor participación de los

fieles. Consideremos que las celebraciones cuando son auténticas, ponen de manifiesto que, Dios derrama siempre sus dones y carísimas entre todos y cada uno de los miembros de su Iglesia, siempre es oportuno evidenciar esta realidad, para ponerla en acto.

Tengamos presente que nuestras celebraciones siempre concluyen con un envío, mismo que deberá ser cada vez más enfático y puntual.

Así pues, esta comisión diocesana para la pastoral litúrgica, pone en manos de Dios y en tus manos, esta revista para secundar los esfuerzos pastorales de las comunidades parroquiales. Esperamos que en la comunión de tu parroquia y sus decanatos surjan más y mejores proyectos con miras a perseverar y crecer como rebaño del Buen Pastor.

Pbro. Isaac Urías Ibarra Coordinador diocesano para la Pastoral Litúrgica Tiempo Ordinario /2016

DAR

DE COMER R

espondiendo al llamado del papa Francisco durante estos meses la Iglesia nos ha invitado a reflexionar y vivir con mayor empeño la Misericordia, sin embargo, tanto se habla de ella que puede correrse el riesgo de relativizar esta palabra evangélica, convertirla en un término pasivo, dejando a un lado el gran dinamismo que puede ser capaz de generar en la persona, en la Iglesia y en la sociedad.

Ser discípulos de Cristo ó es en la Misericordia o no es discípulado auténtico. Como MESC debemos ayudar en nuestras comunidades, para que se entienda que: La Misericordia no se trata de dar pequeñas ayudas ocasionales, sino de entregar la vida y el corazón a quien sufre. 08

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La misericordia tiene mucho que decirnos y es el antídoto para muchos males de nuestro tiempo, el papa Francisco nos dirá “Siempre tenemos necesidad de contemplar el misterio de la misericordia. Es fuente de alegría, de serenidad y de paz. Es condición para nuestra salvación. Misericordia: es la palabra que revela el misterio de la Santísima Trinidad. Misericordia: es el acto último y supremo con el cual Dios viene a nuestro encuentro. Misericordia: es la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona cuando mira con ojos sinceros al hermano que encuentra en el camino de la vida. Misericordia: es la vía que une a Dios y al hombre, porque abre el corazón a la esperanza de ser amados para siempre no obstante el límite de nuestro pecado” ( Bula Misericordiae Vultus #2). Tiempo Ordinario /2016

Es común oír quejas por la falta de sensibilidad en quienes prestan algún servicio (remunerado o no), es así como nos podemos quejar de los burócratas, de los políticos, de los sacerdotes, etc. Pero también esa misma crítica puede recaer en los ministros extraordinarios de la sagrada comunión (MESC). Hace poco escuchaba un testimonio muy enriquecedor: una persona que durante mucho tiempo había recibido la comunión en su casa, a causa de la imposibilidad de ir a la Iglesia. Afirmaba: “cada jueves que sabía que vendría un ministro, mi corazón se alegraba porque sabía que me traía a Jesús, pero no sólo eso, también su persona, su trato, el respeto, la paciencia me hacían ver el rostro de Cristo… esperaba recibirle y para mis adentros decía: es una probadita del cielo que Dios me tiene reservado”.

Que bello saber que sacramento y testimonio se conjuntan para vivir la Misericordia, servicio que la Iglesia le pide y que lo desempeña no como un mero funcionario sino como el bautizado que ejerciendo su misión de ser, al estilo de Jesús, un sacerdote, un profeta y un rey que entiende y ama su identidad, la vive para sí y motiva para que los demás la descubran. Visto de esa manera el ministro que “da de comer” el alimento más preciado, no solo sacia el hambre espiritual, sino que a la vez escucha, aconseja, anima, viste, visita al que está enfermo y preso, etc. Todo esto con sólo llevar consigo al Pan del Cielo.

“Hagan esto en conmemoración mía”. ¿Qué hizo Jesús? Esta era la pregunta de los discípulos. Lo que hizo Jesús fue hacer el bien, porque era bueno. El evangelista Marcos dice: “Hacía el bien, bien” “¡Qué bien lo hace todo!”. Entonces, hacer lo mismo que Jesús hizo consistía en ser buenos de raíz, salir al Padre: “Ustedes sean buenos como es bueno nuestro Padre celestial”. Lo que había hecho Jesús había sido amar hasta el final, expresar el cariño del Padre hacia los hermanos hasta arriesgar su vida para que los demás tuvieran vida y la tuvieran en abundancia.

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Por eso querido hermano ministro (o con cualquier servicio que prestes en la Iglesia) valora y agradece ese encargo que la Iglesia te pide, no dudes en “perder” tu tiempo con aquel que te lo solicite, es así como Jesús lo hacía; Se detenía, veía a los ojos, consolaba, animaba, alimentaba y enviaba. Así también haz que el enfermo que, aunque postrado en una cama o preso entre cuatro paredes, viva la libertad en el amor de Cristo y así se sienta querido.

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El canto LITÚRGICO

Así mismo en este año de la Misericordia, como parte de los MESC, anima en tu comunidad para:

En Tiempo Ordinario

Que la pastoral de la salud esté más unida a tu servicio con los enfermos. Sugiere e insiste en tu parroquia-decanato que tengan, cursos de capacitación psicológica, técnica y doctrinal para servir mejor a los hermanos que sufren en la enfermedad.

Que el servicio de distribuir la comunión a los fieles dentro o fuera de la misa, se vea libre de intereses mezquinos de poder, protagonismos y beneficios materiales. Lucha por tener formación y retiros espirituales para evitar realizar actividades parroquiales que otros miembros de la comunidad pueden hacer mejor. Por fortuna, cada vez hay más cristianos que han descubierto a Jesús pobre, en todas esas formas de pobreza, ellos también saben que: Ser discípulos de Cristo ó es en la Misericordia o no es discípulado auténtico. Como MESC debemos ayudar en nuestras comunidades, para que se entienda que: La Misericordia no se trata de dar pequeñas ayudas ocasionales, sino de entregar la vida y el corazón a quien sufre. En los meses que faltan para cerrar el año de la Misericordia y cada día de nuestro ministerio recordemos que, siempre recibimos de Cristo el abrazo que necesitamos, así mismo, Él también nos invita a abrir nuestros brazos para acoger a quienes necesitan de nuestro auxilio, ellos contemplarán al mismo Jesucristo en la debilidad de nuestra persona y la Iglesia saboreará la Misericordia de Dios. 12

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Bienaventurados los misericordiosos, pues ellos recibirán misericordia (Mt 5,7) Pbro. Erik Urías Ibarra Dimensión de MESC y congresos Eucarísticos

“En ti vivimos, nos movemos y existimos; y todavía peregrinos en este mundo, no sólo experimentamos las pruebas cotidianas de tu amor, sino que poseemos ya en prenda la vida futura, pues esperamos gozar de la Pascua eterna, porque tenemos las primicias del Espíritu por el que resucitaste a Jesús de entre los muertos”. (Prefacio IV

n el Tiempo Ordinario vemos a un Cristo ante la misión que le encomendó su Padre, le vemos crecer en edad, sabiduría y gracia delante de Dios, su Padre, y de los hombres. Así también nosotros en el Tiempo Ordinario debemos buscar crecer y madurar nuestra fe, nuestra esperanza y nuestro amor, y sobre todo, cumplir con gozo la Voluntad de Dios. Esta es la gracia que debemos buscar e implorar de Dios durante estas 33 semanas del Tiempo Ordinario, convirtiéndose en un camino cotidiano y sencillo; en el que aprendemos de Jesús y compartimos con Él las pequeñas cosas de nuestra propia vida. En este tiempo, nuestros cantos no deben ser rutinarios, sino ordinarios en este sentido, de tal manera que nos ayude a progresar en nuestra fe y una participación activa y consciente de nuestra comunidad.

del Misal Romano)

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Muchas veces, por ser 33 o 34 semanas de este tiempo nos dejamos convencer por esos comentarios que surgen en nuestros coros: “Nos cansamos porque siempre cantamos lo mismo”. “Nos agobiamos porque queremos cantar cada domingo cosas distintas.” “Nos desesperamos porque no encontramos cantos cuya letra sea parecida al Evangelio”

Tengamos un criterio común, no en beneficio o lucimiento del coro, sino como servicio a la Iglesia.

• La música tiene que estar al servicio de la liturgia y de los tiempos litúrgicos, en primer lugar por sentido común y en segundo porque todos los documentos de la Iglesia así lo indican. “La acción litúrgica se reviste de una forma más noble cuando los oficios se celebran solemnemente con cantos y en ellos intervienen ministros consagrados y el pueblo participa activamente” (S.C. 113). • Al seleccionar los cantos para una celebración litúrgica hay que tener en cuenta que el texto de los cantos debe expresar de manera adecuada nuestra fe. Los textos tomados de la Sagrada Escritura o inspirados en ella suelen ser muy adecuados para la música litúrgica. • En cuanto al aspecto musical, en primer lugar deberíamos esforzarnos por tocar la mejor música, la más hermosa para el Señor. Y nuestra música debe ser buena en lo técnico, en lo estético y sobre todo en lo expresivo. Dice el Salmo 33,3 “cantarle un cantar nuevo, toquen la mejor música en la aclamación...” Por lo tanto no podemos conformarnos con que “los cantos suenen más o menos”.

La Asamblea: La asamblea • litúrgica es el primer protagonista de la celebración. Por lo tanto su participación activa por medio del canto es un derecho y una obligación. Esta actitud ha de

fomentarse por medio de una programación de cantos que permita la participación de todos y también por la educación musical a través de ensayos y otros recursos. 14

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• Presidente: Es el primer animador de la asamblea llamada a una plena participación. En la medida de sus posibilidades podrá desempeñar su ministerio cantando partes de la Misa o animando desde su lugar el canto de todos. Debe fomentar la participación activa de los fieles y coordinar la tarea de los demás integrantes del coro.

Los Cantores han de cumplir una • función de animación sin dejar de formar parte de la asamblea. Impulsar el canto colectivo,

Recordemos algo muy importante:

lo enriquecen, lo sostienen.

Nunca cambiar el texto del Credo, del Santo y el Padre Nuestro, no tenemos que cambiarle o agregarle letra, en el caso del Padre Nuestro si lo vamos a cantar, debe ser la Oración que el mismo Señor nos enseñó.

trabajo paciente de la formación musical y litúrgica del grupo (requisito indispensable). El ministerio que realizan debe ayudarlos a la participación activa, consciente y fructuosa de la celebración, evitando distracciones que hagan parecer al grupo como una realidad fuera de la celebración.

El “Salmo Responsorial”, por ser Palabra de Dios no puede ser sustituido por otro canto cualquiera, ya que altera la estructura de la liturgia de la palabra.

Nunca deben suplantar a la asamblea. Es un ministerio, por lo tanto está al servicio de la celebración. Su grandeza está en el

Instrumentos musicales: Deben • ser utilizados siempre y cuando en su ejecución se tenga en cuenta que realizan un servicio acompañando y sosteniendo el canto; dando un carácter festivo a la celebración; distinguiendo las diversas facetas del año litúrgico, evitando celebraciones monótonamente iguales. Siempre

la música no debe tapar al canto sino que tiene que acompañarlo porque esta es su función principal. La música

teniendo en cuenta que es un servicio,

instrumental, salvo excepciones, no tiene lugar en la celebración.

El Solista: Su función principal está • relacionada con el canto del salmo responsorial. 16

Como ven hermanos, en este ministerio eclesial de la música litúrgica, hay mucho por hacer y es necesario que también nosotros aprovechemos este tiempo que la liturgia nos regala para crecer en nuestra espiritualidad, y procurar, más que caer en la rutina, hacer un orden de nuestros criterios que muchas veces alimentan nuestro ego, dejando a un lado la encomienda que Dios nos ha dado en el servicio de la participación festiva de todos sus fieles.

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El “Gloria” no puede ser reemplazado por otro canto de alabanza. El canto de paz debe ser breve, para que no impida la recitación o canto del Cordero de Dios. Yo les recomiendo que se aprendan 2 o 3 esquemas distintos de este tiempo y así su comunidad aprenderá cantos nuevos, y les aseguro que no caerán en la rutina ni en la desesperación de estar buscando cantos cada domingo, y se convertirán más que un coro de ambientación, en un coro de participación….

Fraternalmente:

Pbro. Marco Antonio Islas Félix. Responsable de la Dimensión de Música Litúrgica (DIMUSLIDI)

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La Puerta de

la misericordia: Una salida a la violencia, la inseguridad y la corrupción.

uando el Papa Francisco nos convoca a este “año extraordinario jubilar”, busca que la Iglesia sea lo que está llamada a “ser” desde su origen: Partícipe, portadora y dispensadora de la infinita misericordia de Dios ( Misericordies Vultus. Nº12) En el transcurso de este año hemos escuchado hablar de los signos de la misericordia, uno de ellos, es la Puerta de la Misericordia. Pasar por la Puerta de una iglesia siempre ha significado, entrar al misterio de Cristo, para experimentar la salvación. En 18

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Nos recordaba el Papa Francisco: “Atravesar la Puerta Santa es el signo de nuestra confianza en el Señor Jesús que no ha venido para juzgar, sino para salvar (cfr Jn 12,47). Estén atentos eh, que no haya alguno más despierto, demasiado astuto que les diga que se tiene que pagar, no, la salvación no se paga, la salvación no se compra, la Puerta es Jesús y Jesús es gratis. Y la Puerta, Él mismo, hemos escuchado, que habla de aquellos que dejan entrar no como se debe y simplemente dice que son ladrones, estén atentos, la salvación es gratis”. (Audiencia general 15-12-2015)

algunas celebraciones litúrgicas, como en el bautismo, el matrimonio y las exequias, los fieles son recibidos en la puerta de la iglesia. Por esta razón resulta oportuno que la puerta de la iglesia, tanto en su estructura como en su ornato artístico, aparezca como un signo de Cristo, que dijo: “Yo soy la puerta de las ovejas” (Jn 10, 7), y como signo también de los que han recorrido el camino de la santidad, que conduce a la morada de Dios. Tiempo Ordinario /2016

Hoy estamos en una cultura donde se privilegia la economía y el consumo. Y qué decir de los índices de inseguridad y violencia, en que estamos metidos desde hace años, estimulados por la promesa de un “dinero fácil”. Estas propuestas de “dinero fácil”, han enfermado a nuestras familias y comunidades, sus relaciones fraternas y de caridad, por ello, más que nunca debemos aprovechar este tiempo de gracia, como lo señala el sumo pontífice: “La palabra del perdón pueda llegar a todos y la llamada a experimentar la misericordia no deje a ninguno indiferente. Mi invitación a la conversión se dirige con mayor insistencia a aquellas personas que se encuentran lejanas de la gracia de Dios debido a su conducta de vida. Pienso en modo particular a los hombres y mujeres que pertenecen a algún grupo criminal, cualquiera que éste sea. Por vuestro bien, os pido cambiar de vida. Os lo pido en el nombre

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del Hijo de Dios que si bien combate el pecado nunca rechaza a ningún pecador. No caigáis en la terrible trampa de pensar que la vida depende del dinero y que ante él todo el resto se vuelve carente de valor y dignidad. Es solo una ilusión. No llevamos el dinero con nosotros al más allá. El dinero no nos da la verdadera felicidad. La violencia usada para amasar fortunas que escurren sangre no convierte a nadie en poderoso ni inmortal. Para todos, tarde o temprano, llega el juicio de Dios al cual ninguno puede escapar. La misma llamada llegue también a todas las personas promotoras o cómplices de corrupción. Esta llaga putrefacta de la sociedad es un grave pecado que grita hacia el cielo pues mina desde sus fundamentos la vida personal y social. La corrupción impide mirar el futuro con esperanza porque con su prepotencia y avidez destruye los proyectos

de los débiles y oprime a los más pobres. Es un mal que se anida en gestos cotidianos para expandirse luego en escándalos públicos. La corrupción es una obstinación en el pecado, que pretende sustituir a Dios con la ilusión del dinero como forma de poder. Es una obra de las tinieblas, sostenida por la sospecha y la intriga. Corruptio optimi pessima, decía con razón san Gregorio Magno, para indicar que ninguno puede sentirse inmune de esta tentación. Para erradicarla de la vida personal y social son necesarias prudencia, vigilancia, lealtad, transparencia, unidas al coraje de la denuncia. Si no se la combate abiertamente, tarde o temprano busca cómplices y destruye la existencia.

todas las personas inocentes depredadas de los bienes, la dignidad, los afectos, la vida misma. Permanecer en el camino del mal es sólo fuente de ilusión y de tristeza. La verdadera vida es algo bien distinto. Dios no se cansa de tender la mano. Está dispuesto a escuchar, y también yo lo estoy, al igual que mis hermanos obispos y sacerdotes. Basta solamente que acojáis la llamada a la conversión y os sometáis a la justicia mientras la Iglesia os ofrece misericordia” (Misericordies Vultus Nº 19)

¡Este es el tiempo oportuno para cambiar de vida! Este es el tiempo para dejarse tocar el corazón. Ante el mal cometido, incluso crímenes graves, es el momento de escuchar el llanto de

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Estos meses que aún quedan por celebrar la Misericordia del Señor, tenemos en las parroquias, la oportunidad de aprovechar estos signos litúrgicos, tales como la Puerta de la Misericordia. Recordemos que:

Es obligación de la Iglesia, llamar a la conversión, podemos hacer invitaciones abiertas al inicio o al final de las misas, a los fieles que, de una manera directa o indirecta participan o han participado de la delincuencia o la corrupción, mediante la intervención de algunos fieles de la comunidad o de otras comunidades, para que dando su testimonio, evidencien y desenmascaren la gravedad del estilo de vida delincuencial y de corrupción que compartimos como sociedad.

Aunque no todas las comunidades parroquiales tienen puerta de la misericordia, el signo de la puerta en nuestras iglesias o capillas, es el mismo: Cristo. Por ello podemos colocar en las puertas de nuestras iglesias, los nombres de las víctimas, que han sido asesinados en la ciudad, el número de asaltos o fallecimientos por negligencias médicas etc; todo esto para hacer sentir a nuestros fieles que, Cristo y su Iglesia, no son indiferentes ante los sufrimientos e injusticias, por eso al pasar por la puerta, asumimos que todos necesitamos hacer compromisos personales correspondientes en casa, en la colonia y en la comunidad. Retomemos la invitación del papa Francisco a “pasar por la puerta” y busquemos entrar verdaderamente al misterio del Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, para que en comunión podamos salir de aquello que nos priva de la vida eterna, ofrecida por Jesucristo nuestro Buen Pastor, para su Rebaño. ¡Colaboremos desde los equipos de animación litúrgica parroquiales a celebrar la Misericordia del Señor!

Se nos pide una peregrinación a las Puertas de la misericordia para obtener Indulgencias, por ello ofrezcamos a los grupos de fieles que peregrinan, exámenes de conciencia previos para desatar procesos de conversión auténticos, con propósitos y compromisos comunitarios que atiendan a estos dolores de nuestro pueblo, concretando en denuncias ciudadanas y cristianas con carteles, llevando camisetas de comités de vigilancia fraterno-vecinales, grupos de apoyo para familias víctimas de la violencia e inseguridad, etc. Pbro. Isaac Urías Ibarra. Dimensión de animación y formación

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Nuestras Devociones D

esde el Papa Francisco, los Obispos, los sacerdotes, hasta el misionero enclavado en la sierra de Chiapas o en el caluroso África (dicho con fundamento), hablan del Año Jubilar de la Misericordia. Homilías, temas de grupo, horas santas, rosarios, ponencias e incluso libros grandes y pequeños sobre este Año Santo. La pregunta es ¿por qué? Es una gran oportunidad para reflexionar en cómo vivimos, manifestamos y trasmitimos el amor misericordioso de Dios, en esta época de profundos cambios que necesita signos visibles de su presencia. En la actualidad el materialismo, individualismo nos gana y hace perder tradiciones bellas de nuestra religiosidad que manifestaban, a grandes y chicos, el amor de Dios. Hace unos años era común en mayo llevar a las niñas y niños a rezar el rosario y ofrecer flores o bien acompañar a la Virgen peregrina a la casa de la vecina que en esos días tendría la visita de la Virgen. Se solía motivar a rezar. Quizá porque no había celulares, ni las mamas tenían que trabajar tanto como las de hoy. Tal vez era más fuerte la exigencia de las abuelas o las mamás, se debía ir a dar gracias a la Virgen. ¿Porqué los niños de hoy y las catequistas de hoy, los ministros, acólitos, jóvenes de los movimientos y asociaciones católicas dejaron esta devoción? Ciertamente, en todos los grupos, asociaciones o ministerios de Iglesia, se menciona a la Virgen María, incluso el canto de salida de misa es dirigido a la Virgen, o en las misas de las quinceañeras se escucha un 24

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canto a María; y las bodas, tiene que terminar con el “Ave María” cantado, es para muchos muy “bonito o romántico”. Sin embargo, no podemos entender a la Iglesia, sin la presencia de María, porque el fundador de la Iglesia es el Hijo de la Virgen María. Por eso, nuestra devoción es importante no solo en el pasado, sino más aún en el hoy. También están las devociones a san Judas, las velaciones en casas que ya dejaron de hacerse o se han trasformado en borracheras, y la de san Francisco, con su caminata a Magdalena, que actualmente es un evento comercial. Hoy vemos como muchas de nuestras devociones se han dejado o bien se han deformado en supersticiones sin sentido, que sólo destruyen la fe.

“La religiosidad del pueblo, en su núcleo, es un acervo de valores que responde con sabiduría cristiana a los grandes interrogantes de la existencia. La sapiencia popular católica tiene una capacidad de síntesis vital; así lleva conjunta y creadoramente lo divino y lo humano; Cristo y María, espíritu y cuerpo; comunión e institución; persona y comunidad; fe y patria, inteligencia y afecto. Esa sabiduría es un humanismo cristiano que afirma radicalmente la dignidad de toda persona como hijo de Dios”.

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Muchos nos hemos sentado frente al Sagrario infinidad de veces buscando la consolación, la aprobación de Dios, el retomar fuerzas; hemos dado gracias y hemos pedido cosas, hemos llorado y callado. La experiencia de Dios que tenemos, es una experiencia propia y personal, pero al mismo tiempo compartida con otros millones de hermanos que en 2000 años han puesto al igual que nosotros, solo en Él nuestra esperanza. Pero desde 1531, México ha tenido la bendición de tener también a María de Guadalupe como compañera de camino. Ya lo dijo el Papa Francisco a los Obispos, “solo mirando a la morenita, México se comprende por completo”. La Santísima Virgen María no pasa desapercibida en ningún rincón de la república, podemos verla en nuestros hogares, en las carreteras del país siempre vamos a encontrar un nicho a la Madre del Cielo, cientos de migrantes la llevan en imagen o tatuada en su piel al igual que muchos hermanos que están en los penales; y que decir de la infinidad de mercados municipales, tienditas del barrio, camiones urbanos, llaveros, anillos, medallas, pósters, estampitas, camisetas, tazas, vasos, etc. Cada ciudad del país, tiene su cerrito a la Virgen, recordando aquel Tepeyac que llevamos grabado en el corazón de nuestra fe Mariana.

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Si se puede encontrar a María en cada rincón de nuestro México, ¿por qué esperar al 12 de diciembre para reencontrarnos con ella? O ¿por qué esperar que se cumpla nuestra petición, para emprender el peregrinaje? No será a caso, que somos presos de una fiesta profundamente arraigada en el corazón del mexicano que nos hemos acostumbrado a ella? (que peligro tan grande, acostumbrarse a lo sagrado) y entonces trasformar esta devoción en una simple fiesta pagana de champurro, juegos mecánicos, cobijas y churros, mañanitas de artistas que sólo por una noche intentan acallar su conciencia o borracheras familiares y de vecinos convertidas en “velaciones a la Guadalupana” ¿Será que nuestra fe se debe manifestar así? Estamos muy a tiempo de despertar las conciencias anestesiadas de nuestro tiempo, opacadas por la deslumbrante tecnología y las redes sociales, la inmediatez de lo práctico, y lo vacio de la comodidad que tienen nuestras rutinas. ¿Será propicio que volvamos en nuestras comunidades a retomar las devociones? Retomemos las palabras del Papa Francisco a los Obispos: “La necesidad de familiaridad habita en el corazón de Dios. Nuestra Señora de Guadalupe pide, pues, únicamente una “casita sagrada” y continua: “Tal vez hemos perdido este sentido de la humilde medida divina…y nos hemos cansado de ofrecer a los nuestros la “casita” en la cual se sienten íntimos con Dios. Por lo tanto, les invito a comprender que la misión que la Iglesia les confía, y siempre les confió, requiere esta mirada que abarque la totalidad. Y esto no puede realizarse aisladamente, sino sólo en comunión”(Catedral Metropolitana, Ciudad de México, sábado 13 de febrero de 2016). Por lo tanto, si hablamos de Misericordia, tenemos que hablar de Iglesia, y si hablamos de Iglesia debemos hablar de todos los bautizados, no de los templos. Es necesario acrecentar en nuestras comunidades las devociones que hemos recibido,

no por tradición o herencia, sino por convicción. Pues las devociones populares, son la expresión del pueblo de Dios desde la sencillez de sus palabras, los pies cansados al peregrinar, el crucifijo y la imagen de aquel santo hombre o mujer santa que nos edifica. No perdamos tan hermosa herencia espiritual. Además el catecismo de la Iglesia católica en su número 1676 nos dice que se necesita un discernimiento pastoral para sostener y apoyar la religiosidad popular y, llegado el caso, para purificar y rectificar el sentido religioso que subyace en estas devociones y para hacerlas progresar en el conocimiento del Misterio de Cristo. Y la III Conferencia del Episcopado Latinoamericano realizada en Puebla nos invita a reflexionar: “La religiosidad del pueblo, en su núcleo, es un acervo de valores que responde con sabiduría cristiana a los grandes interrogantes de la existencia. La sapiencia popular católica tiene una capacidad de síntesis vital; así lleva conjunta y creadoramente lo divino y lo humano; Cristo y María, espíritu y cuerpo; comunión e institución; persona y comunidad; fe y patria, inteligencia y afecto. Esa sabiduría es un humanismo cristiano que afirma radicalmente la dignidad de toda persona como hijo de Dios”. En los meses de mayo a noviembre, tenemos varios días de fiestas en nuestras comunidades, las primeras comuniones, el mes de María, el mes del Sagrado Corazón, la fiesta de San Juan, Ntra. Sra. de la Asunción, Ntra. Sra. de los Dolores, en fin hay mucho que celebrar en este Año Jubilar, no dejemos que se apague la alegría de Dios. Te invito a que trabajemos juntos, cuenta con esta en la Dimensión de Piedad popular y Santuarios, esperamos que nos compartas que asociaciones u ordenes católicas, devociones marianas, devociones espirituales especificas hay en tu comunidad; para que podamos unirnos todos en un mismo corazón, la Iglesia “la casita sagrada”.

Pbro. Luis Armando González Torres Dimensión de Piedad Popular y Santuarios Tiempo Ordinario /2016

El altar El altar es el punto de referencia y el centro de la atención de todos, sobre todo en la segunda parte de la Misa. Es a la vez “ara de sacrificio”, porque en él celebramos el memorial del sacrificio de la Cruz, y “mesa” donde Cristo invita a su Pueblo a la mejor comida, su Cuerpo y su Sangre.

EL ALTAR DE

NUESTRA PARROQUIA

entro de la iglesia, lo primero que tenemos que afirmar es que lo más importante que hay en ella es una Persona a quien no vemos. El protagonista de todo lo que aquí pasa, es Cristo Jesús, el Señor Resucitado, que ahora está en la existencia gloriosa y nos prometió “yo estaré con vosotros todos los días, hasta el final del mundo”, y también “donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo”, y “tomen y coman: este es mi cuerpo, entregado por ustedes”. Es Él quien nos congrega, nos habla, nos perdona, se nos da como alimento. Nosotros nos reunimos aquí para celebrar todo eso, para dejarle a Él que nos pueda comunicar su salvación. Aunque no le vemos, Él es el Maestro, el Presidente, el Sacerdote, el Orante, el Guía de nuestra existencia cristiana. Todos los elementos de esta iglesia -sobre todo el altar, el ambón y la sede, a los que podemos llamar los tres polos de la celebración y que se sitúan en el presbiterio- nos quieren recordar que Él está presente. No son lugares u objetos sólo funcionales, sino, a la vez, signos o símbolos de su presencia salvadora. En todos esos espacios es Cristo quien actúa. 28

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Antes, el altar estaba de espaldas, después de la reforma del Concilio Vaticano II, hemos vuelto a lo que había sido en los primeros siglos: el altar cara al pueblo, más cercano y visible. Antes había varios altares laterales, donde cada sacerdote celebraba su misa. Ahora el altar, en el espacio central, es único. En su última edición, el Misal ya no habla de “altares” o del “altar mayor”, sino de “el altar”, sin más, en el que tanto los sacerdotes como los fieles son invitados a celebrar una única Eucaristía, en torno al mismo Cristo Jesús. En el Templo de Jerusalén el altar es el espacio principal de todo su culto: el altar de los perfumes y el de los holocaustos. Los sacerdotes serán llamados “ministros del altar”. En el Nuevo Testamento sigue la referencia, tanto cuando se designa el altar normal (cfr. Mt 5,23; “por tanto si traes tu ofrenda altar y te acuerda…”) como cuando ya se refiere a Cristo mismo. Nosotros los cristianos tenemos un culto, un sacrificio y un altar propios, centrados en Cristo Jesús (cfr. Heb 13,10 “tenemos un altar al cual no pueden….”). En el Apocalipsis se habla también del altar que está ante el trono de Dios, donde se ofrecen los perfumes y sacrificios de los justos (cfr. Ap 6,9; “Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios”). Tiempo Ordinario /2016

Para los cristianos, junto a la connotación sacrificial, predomina la eucarística: “El altar, en el que se hace presente el Sacrificio de la cruz bajo los signos sacramentales, es también la mesa del Señor, para participar en la cual, el Pueblo de Dios se congrega en su nombre. Puesto que la Eucaristía es el centro de la vida de la Iglesia y de su culto, el altar es un signo de la Iglesia y cumple su doble función de culto a Dios y santificación de la humanidad. El altar es el lugar sagrado de encuentro en la relación entre Dios y el pueblo redimido por la Sangre de Cristo” -Institución General del Misal Romano, 296. Porque el sacrificio único de la Cruz (del “altar de la Cruz”) se hace ahora sacramentalmente presente, en su memorial comunitario, en forma de comida eucarística. Por eso se especifica: “el altar o mesa del Señor es el centro de toda la liturgia eucarística” (IGMR N.73). Del Rito de la Dedicación de un Altar: “Que este altar sea el lugar donde los grandes misterios de la redención se actualicen: un lugar donde tu pueblo ofrezca sus dones, manifieste sus buenas intenciones, derrame sus oraciones y se adhieran en todo sentido a su fe y devoción”. El

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altar sólo se “dedica” a Dios, como la Eucaristía sólo se ofrece a Dios. Este altar es de material digno, fijo, preferiblemente de piedra (como símbolo de Cristo que es la Piedra angular de la Iglesia), no necesariamente grande. Sacristanes, ministros o fiel responsable de la preparación de la misa procuren consultar la Institución General del Misal Romano para considerar las normas y cuidados a seguir, ejemplo: No se debe poner nada sobre el altar excepto aquello que está indicado. (IGMR 306). Incluso las flores han de ser acomodadas con moderación alrededor del altar y nunca sobre él (IGMR 305). El párrafo sobre la disposición de las flores indica que durante la Cuaresma es prohibido su uso, excepto en el Domingo de Laetare, solemnidades y días festivos. Del mismo modo, se pide una cierta moderación durante el tiempo de Adviento que convenga “al carácter de este tiempo, sin que se anticipe la plena alegría de la Navidad del Señor” (IGMR 305). Pbro. Gerardo Ochoa Atondo Dimensión de arte sacro y cuidado de bienes culturales.

EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO MONICIÓN AL SALIR DEL TEMPLO LA PROCESIÓN:

PROCESIÓN EN NUESTRA COMUNIDAD

SOLEMNIDA DEL CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO MONICION AMBIENTAL (Antes de exponer el Santísimo)

Arrodillémonos, porque el Señor sale triunfante de su templo. La persona de Jesucristo está realmente presente en la Eucaristía y merece todos nuestros respetos. Elevemos nuestras aclamaciones, elogios, cánticos de piedad, junto con los adornos, monumentos y signos exteriores. Que cielo y tierra se unan para ensalzar su nombre bendito. Arrodillémonos, porque Jesucristo está realmente presente en la Eucaristía y merece todos nuestros respetos. Que cielo y tierra se unan para ensalzar su nombre bendito. Acompañémoslo, caminando con devoción detrás del Santísimo Sacramento.

Monitor: Queridos hermanos, en el año jubilar de la Misericordia, estamos reunidos para adorar a Cristo, presente entre nosotros en las especies Eucarísticas, muestra de la gran misericordia de Dios. La fiesta del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, es un llamado de fe y de alabanza para toda la Iglesia. Es una solemnidad instituida para adorar, alabar y dar públicamente las gracias al Señor, quien, en su Cuerpo y Sangre nos da vida y vida eterna. En un clima de alegría, recogimiento y fe, comenzamos a caminar con Jesús Sacramentado en medio de nosotros. Caminamos en y con Jesús, presente en su Cuerpo y Sangre, que hoy nos vuelve a decir: “Vengan a mí…. Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”. Este claro y gozoso mensaje resuena hoy también en nuestros templos, calles y hogares. La voz de Jesús se dirige a cada uno de nosotros, a nuestros niños, jóvenes y adultos, a nuestra Patria. 36

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CANTO

Después de expuesto e incensado el Santísimo, comienza la procesión hacia la primera estación. (Durante la procesión puede entonarse cualquier canto Eucarístico)

PRIMERA ESTACIÓN:

PIDAMOS POR LA IGLESIA UNIVERSAL

Lector 1.- En esta primera estación pidamos

a Cristo, por su Esposa la Iglesia, extendida por toda la tierra, por sus ministros el Papa Francisco, los Obispos y sacerdotes, por todos los creyentes, para que, alimentados con el Pan de Vida, sean fieles anunciadores de la Buena Noticia de Jesús Encarnado, Muerto y Resucitado, de su Presencia en el Sacramento, y encuentre en sí, el hombre de hoy, la alegría de la fe, la esperanza y la caridad Sacerdote: Del evangelio según San Marcos. En aquel tiempo se apareció Jesús a los Once, y les dijo: «Vayan por todo el mundo y proclamen la buena noticia a toda criatura. El que crea y se bautice, se salvará, pero el que no crea, se condenará. A los que crean, les acompañarán estas señales: arrojarán demonios en mi nombre, hablarán en lenguas nuevas, cogerán serpientes con sus manos, y, aunque beban un veneno, no les hará daño; impondrán las manos a los enfermos y éstos sanarán». Palabra de Dios. R. Gloria a ti, Señor Jesús. Sacerdote: Contemplando al Señor Jesús, recemos diciéndole: “¡Jesucristo, Pan de Vida, escúchanos!

Lector 1.- Por el Papa Francisco, los Obispos

y sacerdotes, que celebran cada día la Eucaristía, que reciban y anuncien con intrépida fidelidad el Evangelio de la Vida como buena noticia 38

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para todos los hombres. Te decimos…… R. Por nuestro Arzobispo para que como un buen padre, vele por el pueblo santo de Dios y, ayudado por sus presbíteros y diáconos, lo guíe por el camino de la salvación y sea siempre comprensivo y misericordioso con los pobres, los inmigrantes y todos los necesitados. Te decimos…. R. Por nuestra Iglesia Diocesana para que alcanzando los objetivos del II Plan diocesano de Pastoral, viva en comunidades fraternas, la misión que transforme nuestra sociedad. Te decimos…. R. Por los que tienen responsabilidades públicas en el orden político, social y cultural, para que descubran, respeten y promuevan el carácter sagrado de toda vida humana. Te decimos….R. Por los jóvenes para que, descubriendo el verdadero valor de la vida y el amor, sean los nuevos y fervientes custodios de la integridad de su vida. Te decimos… R. Por todos los hombres y mujeres de hoy, para que abiertos sinceramente a la verdad y al bien, descubramos el valor sagrado de toda vida humana desde la concepción hasta su término natural. Te decimos…. R. Sacerdote: Oremos Señor Dios nuestro, que te has dignado congregar a tu pueblo y darle el nombre de Iglesia; haz que cuantos se reúnen en tu nombre, te veneren, te amen, te sigan y, guiados por ti, alcancen el reino que les has prometido. Por Jesucristo, nuestro Señor…… Canto: Tu eres el Pan de Vida

SEGUNDA ESTACION:

PIDAMOS POR LA PAZ Y LA JUSTICIA EN EL MUNDO.

Lector 2.- Pidamos al Señor, por todas las

naciones de la tierra, por los gobernante y los que ostentan algún poder, por los marginados y víctimas del odio y la guerra, para que encontrando en el Evangelio al Único autor de la paz, todos los hombres caminemos por sendas de Justicia y Paz y ayudemos a construir un mundo más humano. Sacerdote: Del Evangelio según San Mateo.

comprender la una sin la otra: la Palabra de Dios se hace sacramentalmente carne en el acontecimiento eucarístico” (VD 55). Sacerdote: Oremos Concédenos Señor, que el curso de los acontecimientos del mundo, se desenvuelva según tu voluntad, en la justicia y en la paz y que tu Iglesia pueda servirte con tranquilidad y alegría. Por nuestro Señor Jesucristo… Digamos: “Danos, Señor, corazones atentos a tu Palabra”

En aquel tiempo, al ver tanta gente Jesús subió a la montaña, se sentó y se le acercaron sus discípulos; enseguida comenzó a enseñarles, hablándoles así: «Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados. Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque ellos obtendrán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos serán ustedes cuando los injurien, los persigan y digan contra ustedes toda clase de calumnias por causa mía. Alégrense y regocíjense, porque su premio será grande en los cielos». Palabra de Dios

Lector 2.- Tu palabra de verdad quiere guiar

R. Gloria a Ti, Señor Jesús.

Sacerdote: Oremos Señor Dios nuestro, que te has dignado congregar a tu pueblo y darle el nombre de Iglesia; haz que cuantos se reúnen en tu nombre te veneren, te amen, te sigan y, guiados por ti, alcancen el reino que les has prometido. Por nuestro Señor ...

Lector 2.- “Dios es amor”. Creados a su imagen y semejanza sólo podemos comprendernos a nosotros mismos en el recibir a Jesucristo, la Palabra, y en la docilidad a la obra del Espíritu Santo. Es en la Eucaristía donde esta recepción se manifiesta con mayor luz. “Palabra y Eucaristía se pertenecen tan íntimamente que no se puede

nuestros pasos y llevarnos al compromiso. Guíanos para que como Iglesia Diocesana, trabajemos unidos a la luz de nuestro II Plan Diocesano de Pastoral, y así construyamos una Iglesia guiada por la justicia y la paz. R. Tu palabra nos enseña a vivir en comunión. Enséñanos a trabajar por el bien de nuestra sociedad sin importar nuestras creencias religiosas y políticas. R. Tu palabra nos enseña a compartir los bienes de la creación. Enséñanos a compartir el agua sin crear conflictos en nuestro estado de Sonora. R. Tu palabra nos enseña a buscar la justicia en nuestro mundo. Queremos se discípulos misioneros que trabajen por la justicia en nuestros ambientes. R.

Canto: Un mandamiento nuevo. Tiempo Ordinario /2016

TERCERA ESTACION:

PIDAMOS POR LOS ENFERMOS

Lector 3.- Pongamos ahora en Jesús

Sacramentado a todos aquellos que sufren en el Cuerpo y el alma alguna dolencia, por los que sufren enfermedades en fase terminal, por los que se encuentran solos y abandonados en los hospitales y carecen de cualquier ayuda. Para que suscite el Señor una Palabra de vida y lleve un mensaje de esperanza a todos los atribulados. Sacerdote: Del evangelio según san Mateo.

En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún se le acercó un oficial romano rogándole: «Señor, tengo en mi casa un criado que está en cama paralítico, y sufre mucho». Jesús le contestó: «Voy a curarlo». Pero el oficial le replicó: «Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa, pero con que digas una sola palabra mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes, y cuando le digo a uno que se vaya, se va; o a otro que venga, y viene; y si le digo a mi criado que haga algo, lo hace». Al oír aquellas palabras, se admiró Jesús y dijo a los que lo seguían: «Yo les aseguro que en ningún israelita he hallado una fe tan grande». Palabra del Señor. R. Gloria a ti Señor Jesús.

Lector 3.- Señor Jesús, creemos que estás vivo y resucitado. Creemos que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del altar y en cada uno de nosotros. Digamos: Tu misericordia es eterna. Te alabamos y te adoramos, por venir hasta nosotros como pan vivo bajado del cielo. Tú eres la plenitud de la vida. Tú eres la resurrección de la vida. Tú eres, Señor, la salud de los enfermos. R. Hoy queremos presentarte a todos los enfermos, 40

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porque para Ti no hay distancia ni en el tiempo ni en el espacio. Tú eres el eterno presente y Tú los conoces. Ahora, Señor, te pedimos que tengas compasión de ellos, para que todos reconozcan que Tú estás vivo en tu Iglesia hoy y que se renueve su fe y su confianza en Tí. R. (En silencio pedimos por nuestros enfermos) Ten compasión de los que sufren en su cuerpo, de los que sufren en su corazón y de los que sufren en su alma que están orando y oyendo los testimonios de lo que Tú estás haciendo por medio de tu Espíritu renovador en el mundo entero. R. Bendícelos a todos y haz que muchos vuelvan a encontrar la salud, que su fe crezca y se vayan abriendo a las maravillas de tu amor, para que también ellos sean testigos de tu poder y de tu compasión. R. Pedimos la intercesión de tu Madre, María Santísima, Virgen de los Dolores, quien estaba presente de pie, cerca de la cruz, primera en contemplar tus santas llagas, y que nos diste por Madre. R. Sacerdote: Oremos Señor, dueño de la vida y de la historia, escucha la oración de quienes nos hemos reunido en tu nombre, protege, conforta, ayuda y sana a nuestros hermanos. Derrama sobre todos nosotros tu Espíritu Santo para que nos ayude en esta etapa de la vida, para que nos de fuerza en la enfermedad y para que nos haga ante el mundo, testigos de tu amor. Te lo pedimos por Jesucristo…….. Canto: Aquí estamos para hacer tu voluntad

CUARTA ESTACIÓN:

PIDAMOS POR LAS FAMILIAS

Lector 4.- Pidamos ahora al Señor, por

las familias del mundo entero, por todos los matrimonios, en especial por los que se encuentran en alguna dificultad, por los padres y los hijos; por los niños no nacidos, por las jóvenes parejas, por los novios, para que encuentren en la Sagrada Familia de Nazaret, el modelo propicio de familia cristiana y, puedan así crecer en la vivencia del amor. Sacerdote: Del Evangelio según san Lucas El regresó con sus padres a Nazaret y vivía sujeto a ellos. Su Madre conservaba estas cosas en su corazón. Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia, delante de Dios y de los hombres. Palabra del Señor. R. Gloria a Ti, Señor Jesús.

Lector 4.- Señor Jesús, creemos que estás vivo y

Para que nuestras familias sean cada vez más unidas por medio del amor, cariño, respeto hacia los más pequeños y paciencia y docilidad para con los mayores, enfermos y discapacitados. R. Para que nuestras familias trabajen por un mundo más humano y no vivan encerradas en sus propios problemas e intereses. R. Para que nuestras familias sean cada vez más cristianas y contribuyan así a construir un mundo más justo, digno y querido por Dios. R. Sacerdote: Oh Dios, bendice a nuestras familias para que no les falte el Pan de la Palabra ni el Pan de la Eucaristía. Que invoquen al cielo sabiendo que serán escuchados y que cumpliendo su misión aquí en la tierra, puedan reunirse todos juntos en la eternidad. Por Jesucristo… Canto: Amar es entregarse.

resucitado. Creemos que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del altar y en cada una de nuestras familias para que tengan vida. El hogar está vivo cuando los padres saben quererse, apoyarse mutuamente, compartir penas y alegrías, perdonarse, dialogar y confiar el uno en el otro. La familia se empieza a deshumanizar cuando crece el egoísmo, las discusiones y malentendidos. Pero no basta el amor entre los esposos, también entre padres e hijos se requiere el diálogo y el perdón. La familia necesita un clima de confianza mutua para pensar en el bien de todos. Sacerdote: Sagrada familia de Nazaret, a ustedes acudimos para implorar por nuestras familias. Para que todos encuentren en su hogar acogida, apoyo y comprensión. Decimos: Jesucristo, Pan de Vida, escúchanos. Tiempo Ordinario /2016

Viva Cristo, Pan de vida eterna. Viva Cristo Eucaristía, fuerza en la tentación y el dolor. Viva Cristo Eucaristía, nuestro compañero y ..sostén del camino. Viva Cristo Eucaristía, que nos da paz en medio ..del combate.

BENDICION CON EL SANTÍSIMO

LLEGADA AL TEMPLO O AL ALTAR

(Puesto el Santísimo en el altar se inciensa) ORACION DE OFRENDA

Lector 5.- Ante ti, Señor, nos hemos reunido,

para presentarte nuestra ofrenda, la ofrenda de nosotros mismos en un acto de alabanza y adoración. Unidos y comprometidos con toda la humanidad, queremos una vez más recoger los frutos de la laboriosidad de los hombres del campo y de la industria, el esfuerzo de los que luchan, la reflexión de los que estudian e investigan, el holocausto de los que sufren en cuerpo y alma, el amor de las familias, las nobles aspiraciones de los jóvenes, las preguntas de los niños, en fin todo lo que somos y tenemos, para presentarlos frente a ti como ofrenda de oración. Queremos hacernos presente y disponibles a tu presencia, renovando una vez más ante ti el compromiso del servicio a que nos has llamado; compromiso de adoración constante y de presencia callada, pero vigilante y activa, en el mundo.

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Danos tu gracia para que, avivando nuestra fe y encendidos nuestros corazones, te adoremos hoy y siempre con fervor. Que con María, tu Madre, Mujer Eucarística, sepamos adorarte y alabarte continuamente y darte gracias por que nos has salvado unidos a ti, para salvar al mundo y porque permaneces cercano entre nosotros como prenda y señal de salvación.

Aclamaciones: Haz que amemos lo que tú amas. Haz que amemos a tu Madre la Virgen María. Haz que amemos tus mandamientos. Haz que amemos a los hermanos más ...necesitados. Haz que amemos y defendamos la vida. Haz que amemos a los enfermos y ancianos. Haz que amemos a los marginados. Haz que amemos a los tristes y afligidos. Haz que amemos a los que el mundo desprecia. Haz que amemos a nuestra Iglesia católica. Haz que amemos nuestra misión ...evangelizadora. Haz que amemos el sacrificio que salva. Haz que amemos tu voluntad y providencia.

Sacerdote: Oremos Oh dios, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu cuerpo y de tú sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención, tu que vives y reinas con el padre, en la unidad del espíritu santo y eres dios por los siglos de los siglos. Amen. Bendición. Letanías: Bendito sea Dios Bendito sea su santo nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre. Bendito sea el santo Nombre de Jesús. Bendito sea su Sacratísimo Corazón. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Bendito sea el Espíritu Santo, Consolador. Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su santa e inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo Esposo. Bendito sea Dios en sus ángeles y en sus santos. Reserva. Canto: Tu Reinarás Nombre Revista /Subtitulo o Edicion Tiempo Ordinario /2016

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NOVENA AL SAGRADO CORAZON DE JESUS Motivación General para el Novenario:

protégeme en todos los peligros, confórtame en mis tribulaciones, dame salud y ayúdame en mis necesidades temporales, dame tu bendición mientras viva y el favor de morir en tu Gracia. INTRODUCCION: Hoy retomamos la presencia de Jesús niño con su tierno corazón, ese corazón que latió en los brazos de María su madre, se hizo carne de nuestra carne por amor y nació frágil y pobre en un pesebre y desde ahí nos hace sentir el gran amor y ternura de un corazón que nos ama y nos da razones para vivir en esperanza. Vivió el destierro desde pequeñito y contó con la ayuda de un padre adoptivo como San José que lo custodió, cuidó y acompaño dándole seguridad y sustento.

Queremos vivir la devoción al Sagrado Corazón, especialmente en este año jubilar de la Misericordia, tomando en cuenta el gran amor que nos tiene y la misericordia con que nos abraza, y que cada día caminemos devolviendo a él amor por amor, retomamos a Jesús desde ese corazón que se formó para nosotros en el seno maternal de María, ese corazón que palpita en un niño pequeño y frágil, y que va creciendo en sabiduría y gracia, que sufre y se acerca al dolor humano, que se conmueve, ama con pasión y se entrega hasta dar la vida por todos y camina resucitado por todos. 44

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DIA PRIMERO: Corazón de Niño Pidamos por todos los niños y niñas (Se pone en un lugar especial un Niño Dios) Por la señal de la santa Cruz… ORACION PARA INICIAR CADA DIA: Oh, Santísimo Corazón de Jesús! Fuente de todas las bendiciones, yo te adoro, yo te amo, y con sincero arrepentimiento de todos mis pecados; yo te ofrezco este mi pobre corazón, hazlo humilde, paciente, puro y totalmente sumiso a tu voluntad, concédeme, misericordioso Jesús, poder vivir para Ti y por Ti,

ILUMINACIÓN: Por aquellos días salió un decreto del emperador Augusto, por el que se debía proceder a un censo en todo el imperio. Este fue el primer censo, siendo Quirino gobernador de Siria. Todos, pues, empezaron a moverse para ser registrados cada uno en su ciudad natal. José también, que estaba en Galilea, en la ciudad de Nazaret, subió a Judea, a la ciudad de David, llamada Belén, porque era descendiente de David; allí se inscribió con María, su esposa, que estaba embarazada. Mientras estaban en Belén, llegó para María el momento del parto, y dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, pues no había lugar para ellos en la posada. ( Lc 2, 1-7) REFLEXION: Les saludamos a todos con cariño y les pedimos observen la imagen que tenemos al frente: Miren a este Jesús niño con un corazoncito santo, bueno y abierto a todos, es el Hijo de Dios y digámosle que en medio de nuestras carencias no dejemos de ver las necesidades de los pobres y afligidos, los que sufren soledad y desamparo, de los que hace muchos años no reciben una caricia ni oyen un “te quiero”.

Ven Niño Jesús a nuestras vidas, especialmente a la de los niños que sufren y establece en sus corazones tu Reino de Justicia para que no perdamos las ganas de vivir y nadie arrebate la vida a nuestros niños aun antes de nacer, te pedimos por los niños perdidos, por los niños maltratados, por los niños sin techo ni pan, por los niños enfermos. Que tu corazoncito frágil y tierno llegue a nosotros y nos colme de tu amor, para que sepamos respetarnos y querernos y estemos siempre dispuestos para acercarnos a los niños que sufren y ayudarles en su caminar. COMPROMISO: Que yo sepa ayudar a los demás y me acerque con un corazón como el del Niño Jesús, limpio y tierno. SE REZAN TRES PADRES NUESTROS, TRES AVES MARÍAS Y TRES GLORIAS. DIA SEGUNDO: Corazón en Búsqueda Pidamos por los Jóvenes y adolescentes (Se pone en un lugar especial el Rostro de Jesús) Por la señal de la santa Cruz….. ORACION PARA INICIAR CADA DIA INTRODUCCION: En este segundo día del novenario del Sagrado Corazón de Jesús podemos contemplar en primer lugar lo que es el centro de la vida y de la persona de Jesús el Nazareno: su constante comunicación filial con el Padre. Jesús comienza a bendecir a su Padre, poniendo en su oración todo el amor de que es capaz. Lo reconoce como Padre, porque ha sido engendrado por él desde la eternidad; lo reconoce como Creador del cielo y de la tierra. Este reconocimiento lo hace no sólo porque es Dios, sino porque es hombre, capaz de emocionarse con las maravillas que contempla en la Creación. Tiempo Ordinario /2016

ILUMINACION: Al cabo de tres días, lo encontraron en el templo sentado en medio de los doctores, no sólo escuchándolos, sino también haciéndoles preguntas, todos los que le oían estaban sorprendidos de su inteligencia y de sus respuestas. Al verlo, se quedaron asombrados y su madre le dijo: -“Hijo, ¿Por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo te hemos buscado angustiados, Él les contestó: -¿Por qué me buscaban? ¿No saben que yo debía ocuparme en las cosas de mi Padre?”- (Lc2, 49).

SE REZAN TRES PADRES NUESTROS, TRES AVES MARÍAS Y TRES GLORIAS.

REFLEXION: Vamos a mirar con atención la imagen que tenemos hoy al frente: La oración de Jesús surge de una determinada comprensión de quién es ese Alguien a quien corresponde el sentido de su propia historia. Para Jesús la oración no es sólo ponerse en contacto con Dios, sino entrar en contacto con un Dios bien determinado, entre quien se experimenta como “El Hijo amado” (Lc 3,21) que ora con la certeza de que es escuchado. Jesús nos muestra la actitud básica que debe tener todo cristiano: estar en comunicación amorosa de un modo constante con el Padre. Para tener esta disponibilidad debemos hacer a un lado actitudes de soberbia y autosuficiencia, debemos, por el contrario, reconocer nuestra pequeñez, nuestra incapacidad para hacer por nosotros mismos actos agradables a Dios; debemos reconocer la necesidad que tenemos de la gracia santificante. Así podremos percibir las maravillas que el Señor hace en nosotros, en los demás, en todo lo creado.

INTRODUCCION: Mientras el Hijo era bautizado por Juan Bautista en el Jordán, ha orado. Su voz divina ha escuchado su oración rasgando los cielos. También el Espíritu Santo se ha mostrado presente en forma de paloma. ¡Escucha nuestra oración! Te pedimos que nos sostengas con tu gracia para que podamos comportarnos verdaderamente como hijos de la luz. Danos la fuerza de abandonar las ataduras del hombre viejo, para ser renovados continuamente en el Espíritu, revestidos e invadidos de pensamientos y sentimientos de Cristo a Ti, Señor Jesús que has querido recibir de Juan Bautista el bautismo de penitencia, queremos dirigir nuestra mirada desde nuestro corazón para aprender a rezar como tú rezaste al Padre en el momento del bautismo, como el abandono filial y total adhesión a su voluntad.

COMPROMISMO: Que Jesús el Nazareno en su comunicación cercana, amorosa y fiel al Padre infunda en nuestros corazones el deseo de la paz, la justicia y dignidad, que nos ilumine siempre para encontrar dentro de nosotros lo mejor que podemos heredar a nuestros jóvenes y adolescentes: comprensión, amor, paciencia, un buen consejo, protección y la confianza necesaria para acudir a Dios en sus dificultades. 46

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DIA TERCERO: Corazón Humilde, Bautizo de Jesús Pidamos por los laicos comprometidos (Se pone en un lugar la imagen de Jesus en el Río Jordán ) Por la señal de la santa Cruz….. ORACION PARA INICIAR CADA DIA

ILUMINACION: Como el pueblo estaba expectante y andaban todos pensando en sus corazones acerca de Juan, si no sería Él el Cristo, declaró Juan a todos: “Yo los bautizo con agua; pero está a punto de llegar el que es más fuerte que yo, a quien ni siquiera soy digno de desatarle la correa de sus sandalias. Él los bautizará en Espíritu Santo y fuego. Todo el pueblo se estaba bautizando. Jesús ya bautizado, se hallaba en oración, se abrió el cielo, bajó el Espíritu Santo en forma corporal, como una paloma y vino una voz del cielo: “Tú eres mi hijo, en ti me complazco”.

REFLEXIÓN: Después de los relatos de la infancia y como preparación a la actividad pública de Jesús, Lucas narra los acontecimientos que se refieren a Juan Bautista, el bautismo de Jesús, las tentaciones de Jesús; este conjunto sirve como de introducción a la verdadera y propia actividad de Jesús y le da sentido: El Evangelista concentra en un cuadro único y completo toda la actividad de Juan: desde el comienzo de la predicación en las orillas del río Jordán (3,3-18) hasta el arresto mandado por Herodes Antipas (3, 19-20) Cuando Jesús aparece en la escena en (3,21) para ser bautizado ya no se menciona a Juan. Con esta omisión Lucas clarifica su lectura de la historia salvífica: Juan es la última voz profética de la promesa del antiguo testamento. Ahora el centro de la Historia es Jesús, es Él quien da comienzo al tiempo de salvación que se prolongará en el tiempo de la Iglesia. COMPROMISO: Que podamos comprender la necesidad que exige el bautismo; de ser valientes y decididos en la fe, desde el seguimiento a Jesús, capacitándonos hacia el Reino de Dios en los hermanos, especialmente en aquellos olvidados en la calle, hospitales y cárceles. SE REZAN TRES PADRES NUESTROS, TRES AVES MARÍAS Y TRES GLORIAS. DIA CUARTO: Corazón Abierto a las necesidades de los demás: Bodas de Caná Pidamos por todos los matrimonios (Se pone en un lugar la figura de unos cántaros y anillos matrimoniales) Por la señal de la santa Cruz….. ORACION PARA INICIAR CADA DIA INTRODUCCION: Como María presentemos a Jesús, no solo mi necesidad, sino la necesidad de los vecinos, amigos, de los que sufren por varias circunstancias, y por qué no la de los enemigos

que probablemente actúan así porque no conocen los designios de salvación que Dios tiene para ellos. ¿Se les acabó el vino o no han conocido el vino nuevo que da felicidad? (Amor, alegría y paz) ¿Si conozco las bondades del Señor para mí, por qué escondérselas a los demás que sufren porque no las conocen? El amor es el vino nuevo que necesitamos para crecer en la fe. La Lectura orante de la Sagrada Escritura es mi apoyo ILUMINACION: Tres días después se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la madre de Jesús. Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos. Y no tenían vino, porque se había acabado el vino de la boda. Le dice a Jesús su madre: “No tienen vino” Jesús le responde: “Que tengo yo contigo Mujer? Todavía no ha llegado mi hora” Dice su madre a los sirvientes: “Haced lo que Él os diga”. Había allí seis tinajas de piedra, puestas para las purificaciones de los judíos de dos o tres medidas cada una. Les dice Jesús: “llenad las tinajas de agua” y las llenaron hasta arriba. “sáquenlo ahora y llévenlo al maestresala”. Ellos lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, como ignoraba de donde era llamó al novio y le dice: “Todos sirven primero el vino bueno y cuando ya están bebidos saca el inferior, pero tú has guardado el vino bueno hasta ahora”. Tal comienzo de los signos hizo Jesús en Caná de Galilea y manifestó su gloria y creyeron en él sus discípulos. Después bajó a Cafarnaúm con su madre y sus discípulos, pero no se quedaron allí muchos días. REFLEXION: En el evangelio de Juan, el comienzo de la vida pública de Jesús acontece en una fiesta de bodas, momento de mucha alegría y de mucha esperanza. Por esto mismo, las Bodas de Caná tienen un significado muy fuerte en la Biblia, el Matrimonio es la imagen usada para significar la realización de la perfecta unión entre Dios y su pueblo. Hoy los cristianos necesitamos confiar en que Jesús nos da también esta cantidad impresionante de vino, sobre todo cuando se nos Tiempo Ordinario /2016

agota el amor, la fidelidad, la verdad, el bien, la caridad, la misericordia… Por eso, dirigimos nuestra atención a Jesús (con el corazón, ojos y oídos abiertos) Él es el dueño de los bienes mesiánicos como vino nuevo del amor, de la paz y la alegría que aseguran una digna relación con Dios y con las demás personas. Jesús que se arriesga a llevar a los discípulos a una boda y anticipar sus dones mesiánicos, como es la sobreabundancia del vino nuevo. Ha obrado como el verdadero esposo anticipando el recorrido que irá haciendo a la llegada de su “hora” definitiva. Allá en la cruz donde será glorificado por la donación de su precioso corazón y preciosa sangre. María la madre de Jesús que percibe la necesidad de los novios y se la presenta a Jesús confiada que actuará, su fe la lleva a reaccionar con esperanza y por eso dice a los criados que hagan lo que Él les diga. No se deja “achicopalar” por la respuesta de Jesús, pienso que se deja guiar por la sabiduría del Espíritu Santo, más que por la respuesta que le da Jesús. Los criados o diáconos que obedecen las palabras de Jesús y son ellos los que saben de dónde sale el vino nuevo. Ha convertido gran cantidad de agua en vino. Los discípulos se dejan cautivar por Jesús, ven su gloria y creen en Él. COMPROMISO: Estar atentos a las necesidades de los demás, no por servilismo, “quedar bien” o intereses mezquinos, sino por amor. SE REZAN TRES PADRES NUESTROS, TRES AVES MARÍAS Y TRES GLORIAS. DIA QUINTO: Corazón que ama nuestro trigo y Perdona nuestra cizaña. Pidamos por los desempleados y explotados. (Se pone en un lugar un cartelón que diga Bien y otro que diga Mal) 48

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Por la señal de la santa Cruz….. ORACION PARA INICIAR CADA DIA MOTIVACION: En nuestra vida diaria conviven en nuestro ser el bien y el mal, tenemos cualidades y fallas, limitaciones y aciertos, es una continua búsqueda de integrarnos, de ayudarnos, de comprendernos, de aprender a convivir con nuestras diferencias. Hay personas que quieren ser jueces de los demás, piensan que solo ellas están en lo cierto y que los demás se equivocan y simplemente les gustaría excluir de la comunidad a quienes no piensan como ellas. Hoy queremos reflexionar en la importancia de trabajar comprendiéndonos y aceptándonos y crecer juntos buscando ser cada día mejores. ILUMINACION: En aquel tiempo, Jesús propuso otra parábola a la gente: “El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo, pero, mientras la gente dormía, su enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña. Entonces fueron los criados a decirle al amo: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña? Él les dijo: Un enemigo lo ha hecho. Los criados le preguntaron: ¿quieres que vayamos a arrancarla? Pero Él les respondió: No, porque al arrancar la cizaña pueden arrancar también el trigo, déjenlos crecer juntos hasta la siega y cuando llegue el momento diré a los segadores: arranquen primero la cizaña y atenla en gavillas para quemarla y el trigo almacénenlo en mi granero (Mateo 13, 24-43) REFLEXION: La enseñanza de la parábola es doble: en primer lugar dice que el mal que hay en el mundo no proviene de Dios, sino de su enemigo, el Maligno. Es curioso cómo va de noche a sembrar la cizaña, en la oscuridad, en la confusión, donde no hay luz pero va él y siembra la cizaña.

Este enemigo es astuto: ha sembrado el mal en medio del bien, así es imposible separar claramente a los hombres, pero Dios, al final podrá hacerlo. El mira en el “campo” de la vida de cada persona con paciencia y misericordia: ve mucho mejor que nosotros la suciedad y el mal, pero ve también las semillas del bien y espera con confianza que maduren. Dios es paciente, sabe esperar. Qué bonito es esto: Nuestro Dios es un Padre paciente que siempre nos espera y con el corazón en la mano para acogernos, para perdonarnos, siempre nos perdona si acudimos a Él, manifestando su gran misericordia. COMPROMISO: Que cada día trabajemos por valorar los trabajos que se hacen por nuestros hermanos en la comunidad, en nuestra familia, en nuestro lugar de trabajo en lugar de criticarlos o estorbarlos y nosotros mismos sembremos bondad y amor en el mundo y lo vayamos convirtiendo en Reino de Dios. SE REZAN TRES PADRES NUESTROS, TRES AVES MARÍAS Y TRES GLORIAS. DIA SEXTO: Corazón Misericordioso como el Padre. Pidamos por los las mujeres y niños abusados y explotados (Se pone en un lugar una imagen de El Padre misericordioso) Por la señal de la santa Cruz….. ORACION PARA INICIAR CADA DIA MOTIVACION: Este año de la misericordia se nos invita a pensar en ese gran amor que Dios nos tiene y encontrar en él la puerta del perdón que acaricia y da vida. Siempre tenemos necesidad de contemplar el misterio de la misericordia. Es fuente de alegría, serenidad y paz. Es condición para nuestra salvación. Misericordia es la palabra que revela el misterio de la Santísima Trinidad.

Misericordia es la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona cuando mira con ojos sinceros al hermano que encuentra en el camino de la vida. Misericordia: es la vía que une a Dios y al hombre, porque abre el corazón a la esperanza de ser amados sin tener en cuenta el límite de nuestro pecado (Papa Francisco, “misericoridiae vultus 2) ILUMINACION: En aquel tiempo, se acercaban a Jesús los publicanos y los pecadores para oírle, y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo: Este acoge a los pecadores y come con ellos. Entonces les dijo esta parábola: Un hombre tenía dos hijos y el menor de ellos dijo al padre: “Padre, dame la parte de la herencia que me corresponde”, y Él les repartió la herencia. Pocos días después el hijo menor lo reunió todo y se marchó a un país lejano donde malgastó su herencia viviendo como un libertino. Cuando hubo gastado todo, sobrevino un hambre extrema en aquel país y comenzó a pasar necesidad, entonces fue y se ajustó con uno de los ciudadanos de aquel lugar que lo envió a sus fincas a cuidar puercos; él deseaba llenar su vientre con las algarrobas que comían los puercos, pero nadie se las daba y entrando en sí mismo dijo: “cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, mientras que yo aquí me muero de hambre! Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y ante ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros; y levantándose, partió hacia su padre. Estando él todavía lejos, lo vio su padre y conmovido corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente. El hijo le dijo: “Padre, pequé contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo”. Pero el Padre dijo a sus siervos: “Traigan aprisa el mejor vestido, pónganle un anillo en la mano y sandalias en los pies, traigan el novillo cebado, mátenlo y comamos y celebremos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado”. Comenzaron Tiempo Ordinario /2016

la fiesta, su hijo mayor estaba en el campo y al volver cuando se acercó a la casa, oyó la música y las danzas y llamando a uno de los criados le preguntó que era aquello, él le dijo: ha vuelto tu hermano y tu padre ha matado el novillo cebado, porque le ha recobrado sano y salvo. El se irritó y no quería entrar, su padre salió y le suplicó pero él replicó: Hace tantos años que te sirvo y jamás dejé de cumplir una orden tuya, pero nunca me has dado un cabrito para tener una fiesta con mis amigos y ahora que ha venido ese hijo tuyo que ha devorado tu herencia con prostitutas, has matado para él el novillo cebado! Pero él le dijo: “Hijo, tú siempre estás conmigo y todo lo mío es tuyo: pero convenía celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado” (Lucas 15, 1-3. 11-32) REFLEXION: La misericordia es el camino que une a Dios y al hombre, ya que abre el corazón a la esperanza de ser amado para siempre, a pesar de los límites de nuestro pecado; ley fundamental que viven en el corazón de cada persona; dintel que apoya la vida de la Iglesia: ideal de la vida y criterio de credibilidad para nuestra fe. Son las numerosas definiciones que el Papa Francisco da de misericordia, haciendo hincapié en que no es signo de debilidad, sino más bien la calidad de la omnipotencia de Dios. La misericordia de Dios es eterna, subraya el Papa porque para el hombre la eternidad será siempre bajo la mirada del Padre misericordioso. En Jesús todo habla de la misericordia y nada carece de compasión porque su persona no es más que amor, un amor que se ofrece de forma gratuita. En este punto el Papa hace un subrayado importante: la misericordia, explica: no es sólo el acto del Padre, sino que se convierte en el criterio para entender quiénes son sus verdaderos hijos. En la práctica todos estamos llamados a vivir en la misericordia, porque lo primero que recibimos es misericordia: el perdón de los pecados, por lo tanto, es un imperativo que los cristianos no pueden ignorar. Muchas veces parece difícil 50

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perdonar, dice el Papa, pero el perdón es la herramienta en manos humanas frágiles para alcanzar la serenidad del corazón y vivir felices. COMPROMISO: Trabajar cada día por aprender a perdonar de corazón. SE REZAN TRES PADRES NUESTROS, TRES AVES MARÍAS Y TRES GLORIAS. DIA SEPTIMO: Corazón Samaritano...Ve y haz tú lo mismo Pidamos por los enfermos y necesitados (Se pone en un lugar unas vendas, alcohol, algodón) Por la señal de la santa Cruz….. ORACION PARA INICIAR CADA DIA MOTIVACION: En este tiempo que vivimos vemos tan necesitados de nuestro corazón de buenos samaritanos a tantos hermanos y hermanas nuestras que sufren situaciones difíciles, cada día llegan a nuestros oídos situaciones tan deprimentes y a veces estamos cerca de enfermos, de personas de nuestra propia familia que necesitan de nosotros y no nos damos cuenta y no ponemos el corazón en ellas, no nos compadecemos y no hacemos nada porque dejen de sufrir, esta es una realidad que nos debe preocupar, pues cada vez estamos más indiferentes ante estas situaciones, por ejemplo ancianos abandonados, enfermos sufriendo en soledad sus penas y así varias situaciones. ILUMINACION: Se levantó un legista y dijo para ponerle a prueba: “Maestro, ¿Qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?” Él le dijo: “¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees? Respondió: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente y a tu prójimo como a ti mismo” dijo entonces: bien has respondido, haz eso y

vivirás. Pero él queriendo justificarse dijo a Jesús: y ¿Quién es mi prójimo? Jesús respondió: Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de salteadores que, después de despojarle y golpearle se fueron dejándolo medio muerto, casualmente bajaba por aquel camino un sacerdote y al verle dio un rodeo. De igual manera un levita pasaba por aquel sitio y también le sacó la vuelta: pero un samaritano que iba de camino llegó junto a él y al verle tuvo compasión y acercándose vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino y montándolo sobre su propia cabalgadura lo llevó a una posada y cuidó de él. Al día siguiente sacando dos denarios se lo dio al posadero y dijo: cuida de él y si gastas algo más te lo pagaré cuando vuelva. ¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de salteadores? Él dijo: el que practicó la misericordia con él. Jesús le dijo: Vete y haz tú lo mismo. REFLEXION: La ternura de buen Samaritano, comentaba el cardenal Bergoglio hoy Papa Francisco, no fue ningún sentimentalismo pasajero, todo lo contrario; el sentir compasión hizo que el samaritano tuviera el coraje y la fortaleza de socorrer al herido. Los flojos fueron los otros los que por endurecer su corazón pasaron de largo y no hicieron nada por su prójimo. Esa ternura y compasión hizo que el samaritano sintiera que era injusto dejar a un hermano así tirado. La ternura le hizo sentirse solidario con la suerte de ese pobre viajero que podría haber sido él mismo, le hizo brotar la esperanza de que todavía hubiera vida en ese cuerpo desfallecido y le dio valor para ponerse a ayudarlo. Sentimientos de justicia, de solidaridad y de esperanza. Esos son los sentimientos del buen samaritano acercarse, no dar rodeos ni pasar de largo. Acercarse hoy, ahora esa es la clave, eso es lo que nos enseña Jesús. Tenemos que acercarnos a todos nuestros hermanos especialmente al que nos necesita. Cuando uno se acerca se le enternece el corazón y en un corazón que no

tiene miedo a sentir ternura (esa ternura que es el sentimiento que tienen el papá y la mamá con sus hijos) el que está necesitado se convierte como en nuestro hijo, en alguien pequeño que necesita cuidado y ayuda. Entonces el deseo de justicia, la solidaridad y la esperanza se traduce en gestos concretos, en cambio, cuando no nos acercamos, cuando miramos de lejos, las cosas no nos duelen ni nos enternecen. Hay un refrán que dice: “ojos que no ven, corazón que no siente”. Pero también pasa al revés, sobre todo hoy en día que lo vemos todo pero por televisión “corazón que no se acerca, que no toca el dolor, corazón que no siente!. Y por tanto: ojos que miran pero no ven. Todos tenemos algo de herido, algo de salteador, algo de los que pasan de largo y algo del buen samaritano. Es notable cómo las diferencias de los personajes del relato quedan totalmente transformadas al confrontarse con la dolorosa manifestación del caído, del humillado. Ya no hay distinción entre habitante de Judea y habitante de Samaria no hay sacerdote ni comerciante, simplemente están dos tipos de hombres: los que se hacen cargo del dolor y los que pasan de largo. El corazón que se compadece y ayuda es prolongación del corazón del amor compasivo y misericordioso de Cristo que llega a nuestras situaciones de dificultades y se acerca con ternura a curar nuestras heridas y nos revela el amor, la cercanía y misericordia de Dios padre-madre. Así cada uno de nosotros está llamado a llegar con respeto y curar, sanar, ayudar, cargar sobre sus hombros al que sufre, dar una palabra de aliento, tocar con suavidad su dolor. No tener miedo de correr riesgos y caminar, salir al encuentro del dolor humano y socorrer desde nuestras posibilidades a los que sufren y sanar desde nuestras heridas sus heridas. COMPROMISO: Imitemos a Cristo en su vida y donación a los demás y vivamos con confianza y constancia su mandamiento: ¡Ve y haz tú lo mismo! SE REZAN TRES PADRES NUESTROS, Tiempo Ordinario /2016

TRES AVES MARÍAS Y TRES GLORIAS. DIA OCTAVO: Corazón de Amor, el mandamiento del amor. Pidamos por los presos (Se pone en un corazón grande con un letrero que diga: ámense los unos a los otros como yo los he amado) Por la señal de la santa Cruz….. ORACION PARA INICIAR CADA DIA MOTIVACION: El mundo de hoy nos hace ver un vacío de amor, se buscan caminos para obtener placer, para vivir al límite de la fascinación humana, pero nuestros corazones están vacios del amor que nos transforma, que nos hace libres para donarnos en el día a día, donar nuestro tiempo, nuestra vida por los demás. Jesús nos propone otro camino para vivir amando, más difícil y comprometido, pero también más efectivo y cercano al sentir de Dios: el amor nos lo enseña a través de su ejemplo; al acercarse el fin de su vida quiere enseñarles a sus discípulos que esto es lo más importante, lo que permite conocer a Dios, lo que lo anuncia y hace presente con fidelidad: el amor llevado a la vida práctica con obras de misericordia. ILUMINACION: Este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros como yo los he amado. El amor más grande que uno puede tener es dar la vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Juan 15, 12-14 REFLEXION: Jesús nos dice: quiero amigos míos que se sirvan, que se laven los pies unos a otros, que se acompañen y se ayuden a caminar, que se curen mutuamente las heridas, que se perdonen y que no dejen solo a nadie. Dense el tiempo que haga falta, regálense mutuamente algún detalle, cosas, gestos, como signo de amistad 52

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y de presencia, como yo lo hice con ustedes, el amor es siempre gracia y presencia solo con una condición: que deben tener en cuenta: que su amor sea como el mío, que se sirvan y se amen como yo lo hice con ustedes y nada más. Señor nosotros también queremos ser sembradores de esperanza y amor, sembradores de misericordia y ternura, que intentemos mostrar al mundo como el amor llega al corazón de cualquiera y lo cambia, ese amor que tú nos das y que es capaz de curar nuestras heridas y de dar esperanza, ilusiones de vivir, porque tú nos has demostrado que estas aquí junto a nosotros donándote por entero y diciéndonos al oído: este es mi mandamiento que se amen los unos a los otros como yo los he amado. Ayúdanos Señor a descubrir tu amor cómo nos lo dice Santa Teresita en la siguiente frase: “Tu amor me estaba esperando desde la infancia, ha crecido conmigo y el presente es un abismo cuyas profundidades no puedo sondear. El amor llama al amor, por eso, mi amor me lanza a ti y quisiera colmar al abismo que lo atrae! (Santa Teresita del Niño Jesus) COMPROMISO: Demos gracias a Jesús por este encuentro con su amor y llevémonos el compromiso de buscarlo en todos nuestros hermanos, especialmente los presos y desaparecidos. SE REZAN TRES PADRES NUESTROS, TRES AVES MARÍAS Y TRES GLORIAS. DIA NOVENO: Corazón que se entrega totalmente Por la humanidad. Pidamos por el cuidado del medio ambiente (Se pone plantitas verdes como ambientación) Por la señal de la santa Cruz… ORACION PARA INICIAR CADA DIA INTRODUCCION: La humanidad tiene necesidad, hoy más que nunca, de la bondad, del amor y de la piedad, del cuidado, del respeto, de la misericordia. Es

lo que recibimos al consagrarnos a los Sagrados Corazones de Jesús y de María y al vivir según la consagración. Jesús y María, al demostrarnos su amor, quieren conducirnos hasta el amor desinteresado a Dios, al prójimo y al cosmos, lo cual es la base de la Santidad a la que todos estamos llamados. Porque nos aman quieren salvar a la humanidad. Es necesario creer en el amor de ellos dos, confiarles y entregárseles por completo. Transformar nuestros corazones para que empecemos a pensar, a obrar y amar como ellos. ILUMINACION: El padre me ama, porque yo doy mi vida para recuperarla de nuevo. Nadie tiene poder para quitármela; soy yo quien la doy por mi propia voluntad Yo tengo poder para darla y para recuperarla de nuevo. Esta es la misión que recibí de mi Padre. (Jn 10,17-18) REFLEXION: La carta de la tierra, en su preámbulo, afirma que “estamos ante un momento crítico en la historia de la tierra, en una época en que la humanidad debe escoger su futuro” y convoca a sumar fuerzas para generar una sociedad global sostenible, basada en el respeto por la naturaleza, en los derechos humanos universales, en la justicia económica y en una cultura de la paz. De hecho, la tierra es hoy un lugar teológico privilegiado para la acción evangelizadora de creyente, pues el universo es el cuerpo de Dios presente en la historia de la creación, por lo que se identifica con el sufrimiento de los seres vivos de este mundo y quiere bienestar, el “buen vivir” de todas y todos.

cuerpo, ni la naturaleza o de las realidades de este mundo, sino que vive con ellas y en ellas, en comunión con todo lo que nos rodea”. La crisis ecológica nos llama por tanto a una profunda conversión espiritual: Los cristianos están llamados a una “conversión ecológica, que implica dejar brotar todas las consecuencias de su encuentro con Jesucristo en las relaciones con el mundo que los rodea de hecho, vivir la vocación de ser protectores de la obra de Dios es parte esencial de una existencia virtuosa, no consiste en algo opcional ni en un aspecto secundario de la experiencia cristiana. COMPROMISO: Tomar conciencia de los deberes para con la naturaleza y con la creación son esenciales para la fe, asumiendo como compromiso prioritario el cuidado de la creación, en respuesta al llamado del Papa Francisco con la Laudato Si. SE REZAN TRES PADRES NUESTROS, TRES AVES MARÍAS Y TRES GLORIAS.

Como cristianos, queremos ofrecer nuestra contribución para superar la crisis ecológica que está viviendo la humanidad. Para ello debemos ante todo extraer de nuestro rico patrimonio espiritual las motivaciones que alimentan la pasión por el cuidado de la creación, recordando siempre que, para los creyentes en Jesucristo, verbo de Dios hecho hombre por nosotros, “La espiritualidad no está desconectada del propio Tiempo Ordinario /2016

ROSARIO DE LA

Se utilizan 14 misterios con 3 Aves Marías y 1 Padre Nuestro para recordar las 14 obras de misericordia y que debemos perdonar 70 veces 7 es decir siempre.

MISERICORDIA MEDITADO “El que practica misericordia que lo haga con alegría” Rom 12,8.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Señor abre mis labios y mi boca proclamará tu alabanza. Dios mío ven en mi auxilio, Señor date prisa en socorrerme. Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

OBRAS DE MISERICORDIA MATERIALES

Del santo evangelio según san Mateo 25, 31-46. En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando venga el Hijo del hombre, rodeado de su gloria, acompañado de todos sus ángeles se sentará en su trono de gloria. Entonces serán congregadas ante él todas las naciones, y él apartará a los unos de los otros, como aparta el pastor a las ovejas de los cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha y a los cabritos a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: ‘Vengan, benditos de mi Padre; tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo; porque estuve hambriento y me dieron de comer, sediento y me dieron de beber, era forastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo y me visitaron, encarcelado y fueron a verme’. Los justos le contestarán entonces: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, sediento y te dimos de beber? 54

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¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y te fuimos a ver? Y el rey les dirá: ‘Yo les aseguro que cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron’. Entonces dirá a los de la izquierda: ‘Apártense de mí, malditos; vayan al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles; porque estuve hambriento y no me dieron de comer, sediento y no me dieron de beber, era forastero y no me hospedaron, estuve desnudo y no me vistieron, enfermo y encarcelado y no me visitaron. Entonces ellos le responderán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de forastero o desnudo, enfermo o encarcelado y no te asistimos?’ Y él les replicará: ‘Yo les aseguro que cuando no lo hicieron con uno de aquellos más insignificantes, tampoco lo hicieron conmigo’. Entonces irán estos al castigo eterno y los justos a la vida eterna. Palabra del Señor.

PRIMER MISTERIO

“Visitar a los enfermos” Mt 25,36. Los enfermos son el rostro sufriente de Cristo hoy. Jesús en su pasión experimenta todos los sufrimientos y se solidariza con los que sufren por su enfermedad. La compasión de Cristo hacia los enfermos y sus numerosas curaciones de dolientes de toda clase son un signo maravilloso de que “Dios ha visitado a su pueblo”. El mejor ejemplo de la Sagrada Escritura es el de la Parábola del Buen Samaritano, que curó al herido y, al no poder continuar ocupándose directamente, confió los cuidados que necesitaba a otro a quien le ofreció pagarle (ver Lc 10,30-37). Jesús vino a curar al hombre entero, alma y cuerpo. Esta obra de misericordia nos enseña a visitar y cuidar a los enfermos, porque en cada uno de ellos está presente Cristo mismo. Su carne se hace de nuevo visible como cuerpo martirizado, llagado, flagelado y desnutrido en los enfermos para que

MISTERIOS DE LAS OBRAS DE MISERICORDIA En cada misterio se dicen las siguientes oraciones: 1 Padre Nuestro y 3 Aves Marías. Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. “Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia” Mt 5,7. María, madre de gracia y madre de misericordia, en la vida y en la muerte, ampáranos, gran señora.

nosotros lo reconozcamos, lo toquemos y lo asistamos con cuidado. No olvidemos que al final de nuestras vidas seremos juzgados en el amor. De tal manera que no se trata de visitas sociales, por cumplir. Se trata de una verdadera atención a los enfermos y ancianos, tanto en cuidado físico, como en compañía. Y en casos de vejez y enfermedades graves también la atención espiritual. El visitar al enfermo incluye también el auxilio a los heridos. Y no olvidemos lo que Jesús nos dice: ‘Yo les aseguro que cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron’ Mt 25,40. Pidamos por todos los enfermos del cuerpo y el espíritu y, por quienes se dedican a atenderlos, para que unan su dolor a la pasión de Cristo y den testimonio de su fe en la prueba.

SEGUNDO MISTERIO

“Darle de comer al hambriento” Mt 25,35. El hambre causa hoy muchas víctimas entre tantos Lázaros a los que no se les invita a sentarse a la mesa del rico Epulón. Eliminar el hambre en el mundo se ha convertido también en una meta que se ha de logar para salvaguardar la paz y la estabilidad. Tiempo Ordinario /2016

Esta obra de misericordia nos enseña a saber compartir el “pan nuestro de cada día”. Porque si compartimos, es porque tenemos, y si tenemos es porque ya hemos recibido de la providencia divina. Y no olvidemos lo que Jesús nos dice: ‘Yo les aseguro que cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron’ Mt 25,40. Pidamos por los que no tienen lo necesario para comer, por los que no están bien alimentados y para que los que tenemos sepamos compartir con los demás.

TERCER MISTERIO

“Darle de beber al sediento” Mt 25,35. El agua es una bendición. En la tierra de la Biblia el agua es muy valorada por la situación geográfica del desierto, es por eso que el dar de beber al sediento era una verdadera obra de misericordia, pero hoy todavía en muchos lados el acceso al agua potable es también un problema de salud y supervivencia. Esta obra de misericordia va muy de la mano de “darle de comer a los hambrientos” y nos enseña a socorrer a los necesitados de hambre y sed. La mejor historia de la Biblia es la de la Samaritana a quien el Señor Jesús le pide de beber (Cf Jn 4, 145). Jesús dice que no quedará sin recompensa quien dé un vaso de agua fresca a uno de sus discípulos. Entonces ¿qué decir de quien dé un vaso de agua a quien está sediento, a quien como el mismo Cristo en la cruz, tiene sed? No cuesta nada dar un vaso de agua y tal pareciera insignificante, pero, cuando el que lo recibe tiene sed, ese gesto de caridad se convierte en un don incomparable de frescura. Y no olvidemos lo que Jesús nos dice: ‘Yo les aseguro que cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron’ Mt 25,40. Pidamos por nuestros hermanos que pasan necesidad de hambre y de sed, por los pueblos que sufren escasez de agua, para que nadie la desperdicie y para que seamos saciados de nuestra sed.

CUARTO MISTERIO

“Dar posada al peregrino” Mt 25,36. En la antigüedad el dar posada a los viajeros era un asunto de vida o muerte, por lo complicado y 56

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arriesgado de las travesías. Dar posada al peregrino en nuestros tiempos y en nuestro México de hoy es un reto. Experiencias negativas hacen que se cierren las puertas de nuestras casas, la ley hace de una obra de misericordia un delito al hospedar a migrantes. Todo esto hace que hoy sea necesaria la caridad de la Iglesia. Una caridad bien organizada y estructurada. Esta obra de misericordia nos enseña a descubrir la necesidad de ayuda a los peregrinos y a los migrantes que carecen de un techo propio por donde van pasando. Cuando nació Jesús no hubo lugar para ellos en la posada y por eso tuvo que nacer en el establo y ser recostado en el pesebre. José y María siguen tocando nuestras puertas en busca de hospedaje. A Jesús mismo le tocó ser migrante con sus padres cuando huyeron a Egipto en busca de seguridad. Jesús se hace compañero de camino con los discípulos de Emaús y nos enseña a ser misericordiosos con la parábola del buen samaritano. San Pablo haciendo alusión a Abraham y a Lot nos recomienda: “No dejen de practicar la hospitalidad, pues algunos dieron alojamiento a Ángeles sin saberlo” (Hb 13,2). Y no olvidemos lo que Jesús nos dice: ‘Yo les aseguro que cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron’ Mt 25,40. Pidamos por todos los migrantes, por los desplazados perseguidos por creer en Dios y vivir de acuerdo al evangelio, por los que no tienen casa propia, para que encuentren ayuda a su paso y, en su destino un hogar y trabajo dignos. Pidamos también para que los dirigentes de las naciones luchen porque sean respetados los derechos humanos en todo el mundo.

QUINTO MISTERIO

“Vestir al desnudo” Mt 25,36. La dignidad de la persona humana implica respeto para nuestro propio cuerpo. Tal vez hoy no encontramos a desnudos, pero seguramente si hay mucha gente que tiene necesidad de vestido digno. Esta obra de misericordia nos enseña a descubrir en las personas necesitadas de vestido, a Cristo Jesús que es despojado de sus vestiduras. Nuestro cuerpo ha sido consagrado como templo vivo del Espíritu Santo y por eso debemos cubrir la desnudez del

prójimo con el manto de la caridad, como lo hizo San Martín de Tours al partir su manto para un mendigo. Los padres de la Iglesia nos enseñan que si tenemos dos abrigos en nuestro closet y un hermano está pasando frío, uno no es nuestro, sino del Cristo vivo que pasa frio. Esta obra de misericordia se facilita con las recolecciones de ropa que se hacen en parroquias y otros centros de recolección, compartamos la ropa en buen estado, limpia y planchada. Y no olvidemos lo que Jesús nos dice: ‘Yo les aseguro que cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron’ Mt 25,40. Pidamos por quienes carecen de vestido y por muchas personas buenas que saben compartir lo que tienen para que Dios les recompense.

SEXTO MISTERIO

“Redimir al cautivo” Mt 25,36. En la antigüedad los esclavos eran redimidos a un costo económico, se compraban esclavos y para dejar a su antiguo amo se les redimía. Hoy el cautivo es el preso, el humillado, el apenado. Y si bien no está en nuestras manos sacar a los presos de la cárcel; pero sí podemos aliviar y orientar a los presos que están en ella. No podemos quitar las esposas de las muñecas; pero sí podemos quitar sus cadenas del alma. Esta obra de misericordia nos invita a liberar a los cautivos. Estamos llamados a ser misericordiosos con el encarcelado, porque Jesús también fue prisionero de Caifás, de Pilato y de Herodes; con el humillado arrepentido, porque Jesús también fue humillado; con los que están apenados y arrepentidos, porque cuando Dios ve a un corazón arrepentido, no los desprecia. No estaría nada mal visitar a los presos y darles ayuda material, pero de manera más especial, asistencia espiritual, para ayudarlos a enmendarse y ser personas útiles y de bien cuando terminen el tiempo asignado por la justicia. Es obra de misericordia, liberar a todos los cautivos: desde el preso, el drogadicto, el avaricioso, el consumista, el lujurioso, el hedonista o al fanático de lo que sea. Y no olvidemos lo que

Jesús nos dice: ‘Yo les aseguro que cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron’ Mt 25,40. Pidamos a Dios por los cautivos, por todos los prisioneros, por todos los humillados y arrepentidos, por los que están bajo las cadenas del alcohol, la droga, la violencia y las dependencias enfermizas para que encuentren en Dios y en la ayuda del prójimo un camino hacia su liberación. Pidamos también por quienes trabajan en las cárceles para que desarrollando bien su trabajo no caigan en la corrupción.

SÉPTIMO MISTERIO

“Enterrar a los muertos” Tb 1,16-18. La dignidad de la persona humana nos invita al respeto de nuestros cuerpos, pero la dignidad de hijos de Dios nos enseña que nuestros cuerpos en vida son templos vivos del Espíritu Santo. Por eso los cuerpos de los difuntos deben ser tratados con respeto y caridad en la fe y la esperanza de la resurrección. Esta obra de misericordia nos enseña a enterrar a los difuntos y a ser cercanos con aquellos que sufren por la pérdida de un ser querido. Jesús se compadece y se acerca misericordiosamente con Jairo que perdió a su hija pequeña, con la viuda de Nahím que perdió a su único hijo y con Marta y María que sepultaron a su hermano Lázaro. Estamos llamados a honrar a los hijos de Dios, templos del Espíritu Santo. La Iglesia está de acuerdo con la incineración del cuerpo cuando con ella no se cuestiona la fe en la resurrección del cuerpo. La autopsia de los cadáveres es moralmente admisible cuando hay razones de orden legal o de investigación científica. La donación de órganos después de la muerte es algo legítimo y puede ser meritorio, está fundamentado en Cristo que con su muerte nos dio vida. Y no olvidemos lo que Jesús nos dice: ‘Yo les aseguro que cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron’ Mt 25,40. Pidamos a Dios por nuestros hermanos difuntos, especialmente por Tiempo Ordinario /2016

quienes fueron privados de la vida por la maldad, el descuido o la negligencia humana y por todos los desaparecidos que no recibieron una sepultura digna. OBRAS DE MISERICORDIA ESPIRITUALES

OCTAVO MISTERIO

“Enseñar al que no sabe” Hch 8,30. Enseñar es hacer el bien. Es ayudar a que las personas conozcan la razón de las cosas. Es ayudar a salir de la ignorancia, de la fe y de las cosas de la vida. En fin, enseñar al que no sabe siempre es bueno y puede ser a través de escritos o de palabra, por cualquier medio de comunicación o directamente. Esta obra de misericordia nos invita a enseñar al que no sabe, al que vive en la ignorancia de la fe y de las cosas del mundo. Nos invita a compartir nuestros valores cristianos y humanos. Podemos instruir en la fe enseñando a rezar el Santo Rosario, hablando de la confesión, de la adoración a la Eucaristía, o de cualquier otro sacramento, compartiendo el evangelio con nuestras amistades, incluso en las redes sociales. Pero no solo en cuanto a la fe, sino también podemos enseñar valores humanos, como lo hacen los papás con sus hijos, los profesores en las escuelas, en los cursos y talleres de aprendizaje. Enseñar al que no sabe es agradable a los ojos de Dios, como lo dice el profeta Daniel: “Quien instruye a muchos para que sean justos, brillarán como estrellas en el firmamento” Dn 12,3b. Y no olvidemos lo que Jesús nos dice: ‘Yo les aseguro que cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron’ Mt 25,40. Pidamos a Dios para que nadie viva en la ignorancia.

NOVENO MISTERIO

“Dar buen consejo al que lo necesita” Mt 18,15. Nadie es perfecto, es por eso que cuando se da un buen consejo, hasta se agradece. Dar un buen consejo a quien lo necesita es una acción de amor al hermano. Si bien en su momento ningún consejo es bien tomado, produce mucho bien. 58

Tiempo Ordinario /2016

Esta obra de Misericordia nos enseña a dar buenos consejos y a tiempo, cuando el otro lo pida, lo quiera o de verdad lo necesite. El libro de los Proverbios nos dice: “La salvación, está en un gran número de consejos” (11,14). Se trata de un servicio a la verdad pero sobre todo de buscar tener una conciencia recta, se trata de saber escuchar a nuestro propio corazón. Un consejo libre de paternalismos, una palabra fraterna, una palabra orientadora que traiga luz a nuestras tinieblas, una palabra a tiempo para evitar caídas o tropiezos, una palabra que nos libre del fracaso o de la desesperación. Y no olvidemos lo que Jesús nos dice: ‘Yo les aseguro que cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron’ Mt 25,40. Pidamos por todos los que andan desorientados, por los que viven en el error de la fe o de la vida, para que el Espíritu Santo les enseñe lo equivocado de su camino y los conduzca por el camino de la salvación.

DÉCIMO MISTERIO

“Corregir al que se equivoca” Mt 18,15. Corregir al que se equivoca es parte de la corrección fraterna, es un servicio a la verdad, es una acción de amor al hermano. Hay formas para corregir y somos conscientes de que nadie es perfecto, pero cuando alguien corrige con cariño y respeto, hasta se agradece. Si bien en su momento ninguna corrección es agradable, hecha con caridad produce mucho bien. Esta obra de misericordia nos enseña a vivir la fraternidad en la comunidad y se refiere sobre todo al pecado. Jesús nos dice: “Si tu hermano peca díselo, si te escucha lo habrás salvado” (Mt 18,15), de tal manera que se trata no solo de una corrección fraterna al servicio de la verdad, sino también del amor al prójimo. Una persona que peca no es un enemigo, es un hermano que ha caído, pero como dice el Papa Francisco, lo importante no es “no caer, sino no permanecer caído”. Es aquí donde entra la corrección fraterna, una corrección llena de caridad, porque una corrección ruda puede tener un efecto contrario. El Apóstol Santiago dice: “Sepan esto, el que endereza a un pecador de su mal camino, salvará su alma de la muerte y consigue el perdón de muchos pecados” St 5,20. De tal manera que una corrección sin fraternidad humilla, pero con fraternidad, libera, corrige y salva. Y no

olvidemos lo que Jesús nos dice: ‘Yo les aseguro que cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron’ Mt 25,40.

como rivales. Y pidamos por nosotros mismos para que el Señor nos conceda la gracia de perdonar setenta veces siete.

Pidamos por los que viven en pecado, por los que viven en el error, para que el Espíritu Santo les enseñe lo equivocado de su camino y los conduzca por el camino de la salvación.

DÉCIMO SEGUNDO MISTERIO

DÉCIMO PRIMER MISTERIO

Consolar al triste en un momento de aflicción es determinante. Es dar ánimo a una persona para que resista a una situación presente. Son muchas las personas que sufren la tristeza y la soledad, incluso hay quienes sufren por cosas bien pequeñas.

“Perdonar al que nos ofende” Mt 18,22.

Perdonar es de lo más difícil. Es más fácil la venganza, guardar rencor a quien nos ofende y tener como rivales a quienes nos han ofendido. Pero, ¿Guardar odio en nuestro corazón nos hace felices? ¿Vivir con deseos de venganza nos realiza como personas? ¿Vivir en constante rivalidad con personas que nos ofenden nos da vida? Esta es una de las obras de misericordia más cristiana, y nos enseña a perdonar de corazón a quien nos ha ofendido, ya que no podemos amar a Dios a quien no vemos, si no amamos al hermano, a quien si vemos (1 Jn 4,20). Cuando no perdonamos, el corazón se cierra y su dureza lo hace impermeable al amor misericordioso del Padre. Perdonar las ofensas significa que no buscamos vengarnos, ni tampoco guardamos rencor en nuestros corazones, ni tenemos deseos de rivalidad con aquella persona que nos ha hecho algún daño. Perdonar las ofensas significa tratar a quien nos ha ofendido de manera amable. Pero eso no significa que nuevamente tenemos que ser amigos como antes, ya que debemos tener cuidado de no vernos sorprendidos nuevamente. El mejor ejemplo de perdón en el Antiguo Testamento es el de José, que perdonó a sus hermanos el que hubieran tratado de matarlo y luego hayan decidido venderlo (Gen 45,5). Y el mayor perdón del Nuevo Testamento es el de Jesucristo en la cruz: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” Lc 23, 34. Y no olvidemos lo que Jesús nos dice: ‘Yo les aseguro que cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron’ Mt 25,40. Pidamos por aquellos que nos han ofendido, por aquellos a los que alguna vez les hemos guardado rencor, por aquellos de los que alguna vez nos hemos querido vengar, por aquellos que alguna vez hemos visto

“Consolar al triste” 2 Cor 1,4.

Esta obra de misericordia nos invita a ser un ángel del consuelo para los demás, como el que se acercó a Jesús en su agonía en el huerto de Getsemaní. Acompañar y consolar en un momento difícil es tan fácil y tan bonito, es buscar hacer felices a los demás, podría bastar una palabra, una sonrisa, una explicación, un desahogo, un gesto de cariño. El que consuela se parece a Dios, que enjuga las lágrimas de todos los rostros: “Él nos consuela en todos nuestros sufrimientos, para que nosotros podamos consolar a los que sufren, dándoles el mismo consuelo que él nos ha dado a nosotros. Porque así como los sufrimientos de Cristo se desbordan sobre nosotros y nosotros sufrimos con él, así también por medio de Cristo se desborda nuestro consuelo” (2 Co 1,4-6). Y no olvidemos lo que Jesús nos dice: ‘Yo les aseguro que cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron’ Mt 25,40. Pidamos por los que están tristes, por los que se sienten solos, por los que están abandonados, por los que lloran, por los que sufren, para que fortalecidos por la comunidad alcancen la paz que necesita su corazón.

DÉCIMO TERCER MISTERIO

“Soportar con paciencia los defectos de los demás” 1 Cor 13,4.7 Soportar con paciencia los defectos de los demás es un arte, una gran virtud y además una obra de misericordia, es saber tolerar y convivir de manera libre y amorosa con personas que son fastidiosas, Tiempo Ordinario /2016

antipáticas, aburridas… trabajar con gente que es lenta, despistada… Esta obra de misericordia nos enseña a crecer en el amor al prójimo. El evangelio nos dice que Jesús era exigente consigo mismo, pero comprensivo y misericordioso con los demás. El libro de los Proverbios nos enseña a ser pacientes y a saber dominarnos a nosotros mismos (Prov 16,32). Una persona cuando tiene amor es capaz de ser misericordioso y tratar a sus hermanos con paciencia a pesar de sus defectos. El amor es paciente y todo lo soporta dice san Pablo (1 Cor 13,4.7), pero también tendríamos que tener en cuenta que cuando el soportar esos defectos causa más daño que bien, no se debería ser tolerante, sino con mucha caridad y suavidad, debe hacerse la advertencia. Y no olvidemos lo que Jesús nos dice: ‘Yo les aseguro que cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron’ Mt 25,40. Pidamos por los que no tienen paciencia con los demás, por los que pierden el control de sí mismos con gran facilidad, por los que no tratan con amor a los demás y por los que siempre están malhumorados.

DÉCIMO CUARTO MISTERIO

“Rogar a Dios por los vivos y por los difuntos” 1 de Tim 2, 2.3; 2 Mac 12,46. La oración es un don de Dios y rogarle por vivos y difuntos es un signo de caridad y de comunión con el hermano. Cuando rezamos por alguien nos solidarizamos con él, es un signo de amor al prójimo. No se reza para ablandar el corazón de Dios, sino para agrandar el nuestro. Esta obra de misericordia nos ayuda a elevar nuestra oración de intercesión por los demás. San Pablo nos recomienda orar por todos (1 Tim 2,2-3). Rezar por los demás nos hace bien a nosotros mismos, porque nos ayuda a amar y a comprometernos en solidaridad en bien de los demás. Cuando hacemos oración por alguien que vive, lo ponemos en la presencia 60

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de Dios e intercedemos por él para que el Señor le conceda el don de su bendición, para que le dé la gracia que más necesita y así el Señor le fortalezca en el camino de su vida. Cuando hacemos oración por nuestros hermanos difuntos, los ponemos en las manos de Dios, pues para quienes creemos en el Señor la vida no se acaba, se transforma y disuelta nuestra morada terrenal, se nos prepara una mansión eterna en el cielo, por eso, con nuestra fe firme en la resurrección, pedimos por el perdón de sus pecados (2 Mac 12,46), y para que Dios les de la vida eterna. Y no olvidemos lo que Jesús nos dice: ‘Yo les aseguro que cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron’ Mt 25,40. Pidamos a Dios por nuestra familia, por nuestros amigos, por las personas con las que trabajamos todos los días, por nuestros compañeros de escuela y por nuestros vecinos, para que Dios los bendiga siempre. Pidamos también por nuestros seres queridos que han partido de este mundo a la casa del Padre, para que Dios les conceda el perdón de sus pecados, la resurrección de los muertos y la vida eterna.

14 PADRES NUESTROS Para recordar y ofrecer las obras de misericordia se reza un Padre nuestro después de cada petición. 1. Te pedimos, Padre, que seamos misericordiosos como tú eres misericordioso y estemos dispuestos a visitar y cuidar a los enfermos. Padre nuestro… 2. Te pedimos, Padre, que seamos misericordiosos como tú eres misericordioso y estemos dispuestos a dar de comer al hambriento. Padre nuestro… 3. Te pedimos, Padre, que seamos misericordiosos como tú eres misericordioso y estemos dispuestos a dar de beber al sediento. Padre nuestro… 4. Te pedimos, Padre, que seamos misericordiosos como tú eres misericordioso y estemos dispuestos a dar posada al peregrino. Padre nuestro… 5. Te pedimos, Padre, que seamos misericordiosos como tú eres misericordioso y estemos dispuestos a vestir al desnudo. Padre nuestro… 6. Te pedimos, Padre, que seamos misericordiosos como tú eres misericordioso y estemos dispuestos a redimir al cautivo. Padre nuestro… 7. Te pedimos, Padre, que seamos misericordiosos como tú eres misericordioso y estemos dispuestos a enterrar a los muertos. Padre nuestro… 8. Te pedimos, Padre, que seamos misericordiosos como tú eres misericordioso y estemos dispuestos a enseñar al que no sabe. Padre nuestro… 9. Te pedimos, Padre, que seamos misericordiosos como tú eres misericordioso y estemos dispuestos a dar buen consejo al que lo necesita. Padre nuestro… 10. Te pedimos, Padre, que seamos misericordiosos como tú eres misericordioso y estemos dispuestos a corregir al que se equivoca. Padre nuestro… 11. Te pedimos, Padre, que seamos misericordiosos como tú eres misericordioso y estemos dispuestos perdonar al que nos ofende. Padre nuestro…

12. Te pedimos, Padre, que seamos misericordiosos como tú eres misericordioso y estemos dispuestos consolar al triste. Padre nuestro… 13. Te pedimos, Padre, que seamos misericordiosos como tú eres misericordioso y estemos dispuestos a soportar con paciencia los defectos de los demás. Padre nuestro… 14. Te pedimos, Padre, que seamos misericordiosos como tú eres misericordioso y estemos dispuestos a orar por los vivos y por los difuntos. Padre nuestro… Letanías Señor, ten piedad de nosotros Cristo, ten piedad de nosotros Señor, ten piedad de nosotros Cristo, óyenos Cristo, escúchanos Dios Padre Celestial Dios Hijo, Redentor del mundo Dios Espíritu Santo Santísima Trinidad que eres un solo Dios Santa María, Santa Madre de Dios, Santa Virgen de las Vírgenes, Madre de Jesucristo, Madre de la Iglesia, Madre de la divina gracia, Madre purísima, Madre castísima, Madre intacta, Madre inmaculada, Madre amable, Madre admirable, Madre del Creador, Madre del Salvador, Madre de los enfermos, Madre de los hambrientos, Madre de los sedientos, Madre de los peregrinos, Madre de los desnudos, Madre de los cautivos, Madre de los difuntos, Madre de los que enseñan, Madre del buen consejo, Madre fraterna, Madre misericordiosa, Tiempo Ordinario /2016

Madre consoladora del triste, Madre paciente, Madre intercesora, Madre de la misericordia, Madre de los misericordiosos, Virgen prudentísima, Virgen venerable, Virgen laudable Virgen poderosa, Virgen misericordiosa, Virgen fiel, Espejo de justicia, Trono de la Sabiduría, Causa de nuestra alegría, Vaso espiritual de elección, Vaso honorable, Vaso insigne de devoción, Rosa Mística, Torre de David, Torre de marfil, Casa de oro, Arca de la alianza, Puerta del cielo, Estrella de la mañana, Salud de los enfermos, Refugio de los pecadores, Consoladora de los afligidos, Auxilio de los Cristianos, Reina de los Ángeles, Reina de los Patriarcas, Reina de los Profetas, Reina de los Apóstoles, Reina de los Mártires, Reina de los Confesores, Reina de las Vírgenes, Reina de todos los Santos, Reina concebida sin pecado original, Reina elevada al cielo en cuerpo y alma, Reina del Santísimo Rosario, Reina de la paz, Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo… Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo… Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo… Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios. No desprecies las oraciones que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien líbranos de todos los peligros Oh ¡Virgen gloriosa y bendita! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de alcanzar las divinas gracias y 62

Tiempo Ordinario /2016

promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amen Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve. A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora Abogada Nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las divinas gracias y promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

ELEMENTOS RITUALES PARA LA

CELEBRACIÓN DE LA MISA Tomados de la Bula Misericodie Vultus

ORACIÓN CONCLUSIVA Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación. Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la esclavitud del dinero; a la adúltera y a la Magdalena del buscar la felicidad solamente en una creatura; hizo llorar a Pedro luego de la traición, y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido. Haz que cada uno de nosotros escuche como propia la palabra que dijiste a la samaritana: ¡Si conocieras el don de Dios! Tú eres el rostro visible del Padre invisible, del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y la misericordia: haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso. Tú has querido que también tus ministros fueran revestidos de debilidad para que sientan sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o el error: haz que quien se acerque a uno de ellos se sienta esperado, amado y perdonado por Dios. Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobres, proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y, restituir la vista a los ciegos. Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Misericordia, a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.

Esquema 1

Saludo Que la Gracia de Jesucristo, el rostro Misericordioso del Padre, esté con ustedes. Rito Penitencial Recurramos al Padre Misericordioso que siempre recibe a cuantos están en busca de su perdón. - Jesucristo, rostro de la Misericordia del Padre. SEÑOR, TEN PIEDAD. - Enviado del Padre misericordioso y nacido de la Virgen María. CRISTO, TEN PIEDAD. Revelador definitivo del Amor Misericordioso del Padre. . SEÑOR, TEN PIEDAD. Oración de los fieles Pidamos confiados en la intercesión de Jesucristo, el rostro Misericordioso del Padre. Respondemos: PADRE, RICO EN MISERICORDIA, ESCÚCHANOS. 1) Para que la Iglesia vuelva a hacerse cargo con Misericordia de las debilidades de los hombres. Oremos. 2) Para que vivamos felices siendo misericordiosos. Oremos. 3) Para que en este Año Santo, podamos realizar la experiencia de abrir el

corazón a cuantos viven en las más contradictorias periferias existenciales. Oremos

Esquema 2

Saludo Que el consuelo del Dios compasivo y misericordioso, rico en amor y fidelidad, esté con ustedes. Rito Penitencial Abrimos el corazón a Dios que combate el pecado pero nunca rechaza al pecador. Tú, fuente de alegría, de serenidad y de paz. SEÑOR... Tú, que después del pecado de Adán y Eva, no quisiste dejar la humanidad en soledad y a merced del mal. CRISTO… Tú, que ante la gravedad del pecado, respondes con la plenitud del perdón. SEÑOR… Oración de los fieles Con la segura esperanza de ser escuchados por nuestro Dios Misericordioso, pidamos por nuestras necesidades. Respondemos: DIOS COMPASIVO Y MISERICORDIOSO, TEN PIEDAD DE NOSOTROS! 1) Para que nuestras parroquias, sean un oasis de Misericordia. Oremos. Tiempo Ordinario /2016

2) Pidamos para que toda la Iglesia, sienta la urgencia de anunciar la Misericordia de Dios a nuestro mundo. Oremos. 3) Para que en este Año jubilar toda la Iglesia se convierta en el eco de la Palabra de Dios que resuena fuerte como palabra de perdón. Oremos.

Esquema 3

Saludo Que la Gracia de Jesús de Nazaret, que con su palabra, sus gestos y toda su persona nos revela la Misericordia de Dios, esté con ustedes. Rito Penitencial Bebamos el perdón de Dios, que es un Oasis de Misericordia. Tú, que dejaste en la Iglesia la responsabilidad de ser en el mundo signo vivo del amor del Padre. SEÑOR… Tú quisiste que tu Esposa la Iglesia, prefiera usar la medicina de la misericordia y no las armas de la severidad. CRISTO… Tú que quisiste que tu Iglesia Católica, se mostrase madre amable con todos, paciente, y llena de misericordia para con los hijos separados de ella. SEÑOR… Oración de los fieles Con los ojos de la Fe, fijos en nuestro Padre Misericordioso, supliquemos juntos. Respondemos: MUÉSTRANOS TU MISERICORDIA, SEÑOR. 1) Para que nuestra Iglesia, nunca se canse de ofrecer Misericordia y sea siempre paciente en el confortar y perdonar. Oremos. 2) Para que la Iglesia se haga voz de cada hombre y mujer y repita con confianza y sin descanso: “Acuérdate, Señor, de tu misericordia y de tu amor; que son eternos”. Oremos. 3) Para que vivamos felices siendo misericordiosos. Oremos. 64

Tiempo Ordinario /2016

Esquema 4 Saludo Que la Misericordia de Dios, fuente de alegría, de serenidad y de paz, esté con ustedes.

En nuestras comunidades, no dimos suficiente testimonio de un perdón generoso. Tú, el Dios Misericordioso, en quien la bondad prevalece por encima del castigo. SEÑOR…

Rito Penitencial Pidamos perdón al Dios Misericordioso, que destruye nuestras culpas y arroja en el fondo del mar todos nuestros pecados. Tú, cuya Misericordia siempre será más grande que cualquier pecado. SEÑOR… - Tú, cuya Misericordia es eterna. CRISTO… - Tú, a quien nadie podrá poner un límite al Amor que perdona. SEÑOR…

Oración de los fieles Con la gracia del Espíritu Santo que inspira nuestra oración, pidamos al Dios de Misericordia. Respondemos: SEÑOR: LO ESPERAMOS DE TU MISERICORDIA.

Oración de los fieles Pidamos al Dios Paciente y Misericordioso, todo lo que necesitamos. Respondemos: SEÑOR, DEPENDÉMOS DE TU MISERICORDIA. 1) Para que vivamos alegres y confiados, dependiendo de la Misericordia de Dios. Oremos. 2) Para que nunca dudemos del corazón Misericordioso de Dios. Oremos. 3) Para que en este Año jubilar toda la Iglesia se convierta en el eco de la Palabra de Dios que resuena fuerte como palabra de soporte, de ayuda, de amor. Oremos.

Esquema 5

Saludo Hermanos: que la Gracia del Espíritu Santo sea nuestra guía y apoyo para ayudarnos a contemplar el rostro de la Misericordia de Dios. Y su Paz esté con ustedes. Rito Penitencial Recuperemos la paz interior, experimentando el perdón Misericordioso de nuestro Dios. Por mucho tiempo nos hemos olvidado de andar por la vía de la misericordia. Tú que nos muestras el rostro Misericordioso de Dios. SEÑOR… Hemos caído en la tentación de pretender solamente la justicia, olvidando la misericordia. Tú, el enviado del Padre Misericordioso. CRISTO…

1) Pidamos no olvidar las obras de misericordia espirituales: dar consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe, corregir al que yerra, consolar al triste, perdonar las ofensas, soportar con paciencia las personas molestas, rogar a Dios por los vivos y por los difuntos. Oremos. 2) Para que seamos capaces de vencer la ignorancia en la que viven millones de personas, sobre todo los niños privados de la ayuda necesaria para ser rescatados de la pobreza. Oremos. 3) Pidamos la gracia -en este Año de la Misericordia- de perdonar a quien nos ofendió y rechazar cualquier forma de violencia. Oremos.

Esquema 6

Saludo Hermanos, tengamos sentimientos de gratitud hacia la Santísima Trinidad por concedernos este tiempo de extraordinaria Gracia. Y que la paz de Dios esté con ustedes. Rito Penitencial Pidamos perdón por las heridas que sellan la carne de muchos que no tiene voz, porque su grito se ha silenciado a causa de nuestra indiferencia. - Tú, que en toda circunstancia te movía la Misericordia. SEÑOR… - Tú, que al perdonarnos, nos confías la Misión de anunciar la Misericordia con que Dios obra con nosotros. CRISTO… - Tú, que superas el rechazo del pecador con la compasión y la Misericordia. SEÑOR… Oración de los fieles Pidamos al Dios compasivo y misericordioso, rico en amor y fidelidad, que escuche a su pueblo. Respondemos: PADRE MISERICORDIOSO,

ESCUCHA NUESTRA ORACIÓN. 1) Para que este Año de Gracia aumente nuestra paciencia, siguiendo el ejemplo de Dios que es tan paciente con nosotros. Oremos. 2) Para que recordemos cada día que -en el ocaso de nuestras vidas- seremos juzgados en el amor. Oremos. 3) Para que descubramos la riqueza de este Año Santo de la Misericordia: llevar una palabra y un gesto de consuelo a los más pobres. Oremos.

Esquema 7

Saludo Hermanos, que en este Año de Gracia, se difunda la Misericordia de Dios como rocío de la mañana para construir una historia fecunda, con el compromiso de todos los hombres. Y que su Paz esté con ustedes. Rito Penitencial Pidamos perdón por las heridas de muchos hermanos que no hemos curado con el óleo del consuelo. Tú, cuya Misericordia se muestra como la fuerza que vence nuestro pecado. SEÑOR… Tú, cuya Misericordia llena de amor nuestro corazón arrepentido. CRISTO… Tú, cuya Misericordia nos consuela con el perdón. SEÑOR … Oración de los fieles Pidamos confiados en la intercesión de Jesucristo, el rostro Misericordioso del Padre. Respondemos: DIOS DE MISERICORDIA, ESCUCHA LA ORACIÓN DE TU PUEBLO. 1) Para que durante este Año Santo anunciemos la liberación a cuantos están prisioneros de las nuevas esclavitudes de la sociedad moderna. Oremos. 2) Para que el Sacramento de la Reconciliación, sea para los penitentes, fuente de verdadera paz interior. Oremos. 3) Para que este Año Santo nos acompañen las palabras del Apóstol: «El que practica misericordia, que lo haga con alegría». Oremos. Tiempo Ordinario /2016

PEREGRINACIÓN A CATEDRAL

INTRODUCCIÓN: Espiritualidad de la peregrinación A pesar de todos los cambios sufridos a lo largo de los siglos, la peregrinación conserva en nuestro tiempo los elementos esenciales que determinan su espiritualidad: Dimensión escatológica. La peregrinación, «camino hacia el santuario», es momento y parábola del camino hacia el Reino; la peregrinación ayuda a tomar conciencia de la perspectiva escatológica en la que se mueve el cristiano: entre la oscuridad de la fe y la sed de la visión, entre el tiempo angosto y la aspiración a la vida sin fin, entre la fatiga del camino y la esperanza del reposo, entre el llanto del destierro y el anhelo del gozo de la patria, entre el afán de la actividad y el deseo de la contemplación serena. Dimensión penitencial. La peregrinación se configura como un «camino de conversión»: al caminar hacia el santuario, el peregrino realiza un recorrido que va desde la toma de conciencia de su propio pecado y de los lazos que le atan a las cosas pasajeras e inútiles, hasta la consecución de la libertad interior y la comprensión del sentido profundo de la vida. Dimensión festiva. En la peregrinación la dimensión penitencial coexiste con la dimensión festiva: también ésta se encuentra en el centro de la peregrinación, en la que aparecen no pocos de los motivos antropológicos de la fiesta. El gozo de la peregrinación cristiana es prolongación de 66

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Dimensión de comunión. El peregrino está en comunión de fe y de caridad, no sólo con los compañeros con quienes realiza el «santo viaje» (cf. Sal 84,6), sino con el mismo Señor, que camina con él, como caminó al lado de los discípulos de Emaús (cf. Lc 24,13-35); con su comunidad de origen, y a través de ella, con la Iglesia que habita en el cielo y peregrina en la tierra; la alegría del peregrino piadoso de Israel: «Qué alegría cuando me dijeron: Vamos a la casa del Señor» (Sal 122,1); es alivio por la ruptura de la monotonía diaria, desde la perspectiva de algo diverso; es aligeramiento del peso de la vida que para muchos, sobre todo para los pobres, es un fardo pesado; es ocasión para expresar la fraternidad cristiana, para dar lugar a momentos de convivencia y de amistad, para mostrar la espontaneidad, que con frecuencia está reprimida. Dimensión cultual. La peregrinación es esencialmente un acto de culto: el peregrino camina hacia el santuario para ir al encuentro con Dios, para estar en su presencia tributándole el culto de su adoración y para abrirle su corazón. Con mucha frecuencia la oración del peregrino se dirige a la Virgen María, a los Ángeles y a los Santos, a quienes reconoce como intercesores válidos ante el Altísimo. Por lo demás, las imágenes veneradas en el santuario son signos de la presencia de la Madre y de los Santos, junto al Señor glorioso, «siempre vivo para interceder» (Heb 7,25) en favor de los hombres y siempre presente en la comunidad que se reúne en su nombre (cf. Mt 18,20; 28,20). Dimensión apostólica. La situación itinerante del peregrino presenta de nuevo, en cierto sentido, la de Jesús y sus discípulos, que recorrían los caminos de Palestina para anunciar el Evangelio de la salvación. Desde este punto de vista, la peregrinación es un anuncio de fe y los peregrinos se convierten en «heraldos itinerantes de Cristo».

El Señor Jesús indica las etapas de la peregrinación mediante la cual es posible alcanzar esta meta: «No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. Den y se les dará: una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de sus vestidos. Porque serán medidos con la medida que midan» (Lc 6,37-38). Dice, ante todo, no juzgar y no condenar. Si no se quiere incurrir en el juicio de Dios, nadie puede convertirse en el juez del propio hermano. Los hombres ciertamente con sus juicios se detienen en la superficie, mientras el Padre mira el interior. No juzgar y no condenar significa, en positivo, saber percibir lo bueno que han en cada uno. Jesús pide también perdonar y dar. Ser instrumentos del perdón, porque hemos sido los primeros en haberlo recibido de Dios. Ser generosos con todos sabiendo que también Dios dispensa sobre nosotros su benevolencia con magnanimidad. En este Año Santo, podremos realizar la experiencia de abrir el corazón a cuantos viven en las más contradictorias periferias existenciales, que con frecuencia el mundo moderno dramáticamente crea. ¡Cuántas situaciones de precariedad y sufrimiento existen en el mundo hoy! Cuántas heridas sellan la carne de muchos que no tienen voz porque su grito se ha debilitado y silenciado a causa de la indiferencia de los pueblos ricos. En este Jubileo la Iglesia será llamada a curar aún más estas heridas, a aliviarlas con el óleo de la consolación, a vendarlas con la misericordia y a curarlas con la solidaridad y la debida atención. No caigamos en la indiferencia que humilla, en la habitualidad que anestesia el ánimo e impide descubrir la novedad, en el cinismo que destruye.

MONICIÓN INICIAL Hoy la Iglesia está viviendo un año en el que estamos llamados a experimentar el amor misericordioso del Padre celestial, así como una intensa y profunda renovación interior en nuestra vida cristiana, que el espíritu Santo disponga nuestros corazones para que vivamos la misericordia y el perdón. Vayamos en procesión como pueblo que camina, hacia la catedral, para atravesar la puerta de la Misericordia, que no es otra cosa sino el símbolo del corazón del Padre que abre sus puertas de par en par a todos los que lo buscan y cruzando la puerta encontremos consuelo, perdón y esperanza, que sea el rostro misericordioso de Jesús el que nos guíe. Sacerdote: En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo R. Amén Sacerdote: La Misericordia del Padre, la paz de nuestro Señor Jesucristo, la comunión del Espíritu Santo esté con todos ustedes R. y con tu espíritu Invitación a bendecir y alabar a Dios S. Gloria a ti Señor, que perdonas las culpas y curas todas las enfermedades R. Eterna es tu misericordia S. Gloria a ti Señor, piadoso y misericordioso, lento a la ira y grande en el amor R. Eterna es tu misericordia S. Gloria a ti Señor, tierno Padre con sus hijos R. Eterna es tu misericordia Oremos: Oh Dios, autor de la verdadera libertad que quieres unir a todos los hombres en un solo pueblo libre de la esclavitud, y donas a nosotros tus hijos un tiempo de misericordia y de perdón. Haz que tu Iglesia, creciendo en la libertad y en la paz resplandezca como sacramento de salvación, y revele a todo el mundo el misterio de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo… R. Amén Tiempo Ordinario /2016

Del santo Evangelio según San Lucas 15,1-7 En aquel tiempo, todos los publicanos y los pecadores se acercaban a Jesús para oírle, y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: “Este acoge a los pecadores y come con ellos. Entonces les dijo esta parábola: ¿quién de ustedes que tiene cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueva en el campo y va a buscar la que se le perdió hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra, la pone contento sobre sus hombros; y llegando a casa convoca a los amigos y vecinos, y les dice: Alégrense conmigo, porque he hallado la oveja que se me había perdido. Les digo que, de igual modo, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan de conversión”. Palabra de Dios. Preces: Supliquemos al Dios Misericordioso, lleno de ternura y compasión, pidiendo lo que precisamos. Respondemos: SEÑOR: ABRE LAS PUERTAS DE TU MISERICORDIA. 1) Para que mantengamos fija la mirada en el Rostro Misericordioso de Dios. Oremos. 2) Para que transmitiendo con nuestros gestos una gran Misericordia, muchos hombres reencuentren el camino de regreso al Padre. Oremos. 3) Para que a través nuestro, anunciemos y testimoniemos la Misericordia de Dios en el mundo. Oremos. Después de un breve silencio meditativo se hace la invitación a iniciar la procesión S. Hermanos y hermanas, encaminémonos en el nombre de Cristo: Él es el camino que nos guía en el año de gracia y de misericordia. R. En el Nombre de Cristo Amén. Bendición de los peregrinos: Dios todopoderoso y eterno, que guardaste ileso a Abrahán, arrancado de su tierra y de su familia, por los caminos de su peregrinación; te 68

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rogamos que nos guardes de todo mal en nuestra ruta. Sé para nosotros, Señor, la ayuda en nuestra salida, el consuelo y el compañero en nuestro camino para que, guiándonos tú y sintiéndonos protegidos por santa María lleguemos felizmente a terminar esta peregrinación e iniciar una nueva donde nos comprometamos más contigo y con nuestros hermanos más necesitados, donde seamos capaces de buscar la justicia en nuestra sociedad. Por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén. Rociar con agua bendita a los fieles: Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Se inicia la procesión hacia catedral. La procesión va ordenada de la siguiente forma: si es posible con incensario y naveta, cruz procesional, con los cirios a cada lado, se puede llevar alguna imagen de Jesucristo Buen pastor, o del Señor de la Misericordia. Posteriormente los sacerdotes y detrás de ellos el resto de la asamblea que participará en Misa. Mientras se peregrina se rezan las letanías de los santos utilizadas en el día de la celebración de la apertura de la Puerta de la Misericordia, también se pueden cantar los salmos especialmente el salmo 42 o se puede rezar el rosario de la divina misericordia. Al llegar a la Iglesia las puertas deben estar previamente abiertas para que ingresen todos. El sacerdote que preside puede decir mientras recibe a la procesión de la manera acostumbrada. S. Esta es la puerta del Señor: Por ella entramos para obtener la misericordia y el perdón Sugerencia: llevar velas y/o carteles con consignas de aspectos sociales que afecten nuestra sociedad para ponerlos en manos de María, nuestra intercesora y madre.

ENTRONIZACIÓN DE

LA SAGRADA ESCRITURA Procesión de Entrada Monición Guía: Somos discípulos misioneros de Jesús quien continúa hablándonos por medio de la Sagrada Escritura. En ella, encontraremos los cimientos de nuestra fe y de nuestra misión. Dispongamos el corazón para escuchar, meditar y hacer vida la Palabra de Jesús. Hagámoslo, poniéndonos de pie y cantando. La Biblia es introducida solemnemente que avanzan procesionalmente: la Biblia es llevada en alto, llevando a los lados dos cirios encendidos. Canto: Tu Palabra me da vida Se coloca la Sagrada Escritura en el lugar previamente preparado. Guía: OREMOS Dios nuestro, Padre bondadoso, que nos amas, envíanos tu Espíritu Santo, para que nos ayude a leer y escuchar la Palabra desde el corazón, atentos al mensaje que nos quieres comunicar. Sabemos que en las Sagradas Escrituras resuena la voz de Jesús, tu Hijo Amado y hermano nuestro. Queremos abrir nuestros corazones y todo nuestro ser a su Palabra, que es fuente de vida para nosotros. Y nos pongamos efectivamente a la escucha de Jesús, tu Palabra viviente. Crea en nosotros el silencio para escuchar su voz en las escrituras y en todos los hermanos que sufren en hospitales, cárceles, abandono, en la calle, en el desempleo, en el abuso o discriminación. Tiempo Ordinario /2016

Así seremos sus discípulos y misioneros, y podremos testimoniar que Jesús está vivo y presente en medio de nosotros como fuente de amor, de vida y de esperanza para el mundo. Amén. OPCIONAL Liturgia de la Palabra Monición Guía: Escucharemos un fragmento de la carta que San Pablo escribió a los cristianos de Roma. Después de animarlos a vivir enraizados en el Señor y dóciles al Espíritu Santo, les invita a que participen ese amor que han recibido a quien tiene mayor necesidad de Él. De la Carta del Apóstol San Pablo a los Romanos (12, 1-2. 9-21) Queridos hermanos, les exhorto por la misericordia de Dios a ofrecerse ustedes mismos como una víctima viva, santa y agradable a Dios: este es el culto espiritual que deben ofrecer. No tomen como modelo a este mundo. Por el contrario, transfórmense interiormente renovando su mentalidad, a fin de que puedan discernir cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, lo que le agrada, lo perfecto. Amen con sinceridad. Tengan horror al mal y pasión por el bien. Ámense cordialmente con amor fraterno, estimando a los otros como más dignos. Con solicitud incansable y fervor de espíritu, sirvan al Señor. Alégrense en la esperanza, sean pacientes en la tribulación y perseverantes en la oración. Consideren como propias las necesidades de los santos y practiquen generosamente la hospitalidad. Bendigan a los que los persiguen, bendigan y no maldigan nunca. Alégrense con los que están alegres, y lloren con los que lloran. Vivan en armonía unos con otros, no quieran sobresalir, pónganse a la altura de los más humildes. No presuman de sabios. No devuelvan a nadie mal por mal. Procuren hacer el bien delante de todos los hombres. En cuanto 70

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dependa de ustedes, traten de vivir en paz con todos. Queridos míos, no hagan justicia por sus propias manos, antes bien, den lugar a la ira de Dios. Porque está escrito: Yo castigaré. Yo daré la retribución, dice el Señor. En otra parte está escrito: Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Haciendo esto, amontonarás carbones encendidos sobre su cabeza. No te dejes vencer por el mal. Por el contrario, vence al mal, haciendo el bien. Palabra de Dios. R. Te alabamos Señor. Silencio para meditar. Reflexión Guía: Es interesante que San Pablo no nos pida ponerle flores o velas al Señor, para agradarle. Nos pide que le seamos agradables con nuestra vida. Nuestro cuerpo, nuestra persona, nuestras inquietudes, deseos, preocupaciones, todo lo que somos y vivimos debe estar orientado al Señor. San Pablo nos invita también a vivir el amor cristiano: no sólo en apariencia, sino en profundidad. De esto depende la credibilidad misma del anuncio. Por una parte, se necesita la Palabra que comunique todo lo que él mismo ha dicho. Por otra, es indispensable que, con el testimonio, se dé credibilidad a esta Palabra, para que no aparezca como una bella filosofía o utopía, sino más bien como algo que se puede vivir y que hace vivir. La Palabra de Dios llega a los hombres olvidados en su peregrinación de migrantes, a las mujeres abusadas, a los ancianos o niños olvidados, por el encuentro con testigos que la hacen presente y viva. Porque quienes encuentran testigos creíbles del Evangelio se ven movidos así a constatar la eficacia de la Palabra de Dios en quienes la acogen. Para crecer en el amor, el Señor, nos regala su Palabra, como luz en nuestro camino de misioneros de su justicia, paz y el amor misericordioso.

Presentación de Signos Guía: La Palabra Divina debe iluminar la existencia humana y mover la conciencia a revisar en profundidad la propia vida. La misma Palabra de Dios reclama la necesidad de nuestro compromiso en el mundo y de nuestra responsabilidad ante Cristo, Señor de la Historia. La misma Palabra de Dios denuncia sin ambigüedades las injusticias y promueve la solidaridad y la igualdad. Por eso a la luz de la Palabra del Señor, reconocemos los signos de los tiempos que hay en la historia y no rehuimos el compromiso a favor de los que sufren. Por ello, es preciso que nos comprometamos a alimentarnos de la Palabra del Señor con frecuencia. Panes Jesús nos dice que “no sólo de pan vive el hombre, sino de la Palabra que sale de la boca de Dios”. La Palabra de Dios es el verdadero “Pan de cada día” que deberá alimentar nuestra fe, para que sepamos “gustar” del pan de la Palabra en el camino de la fe y del amor y buscar el pan para tantos niños, jóvenes y ancianos olvidados en las calles y hospitales. Luz Jesús nos dice: “Yo soy la luz del mundo”. Necesitamos que la Sagrada Escritura sea claramente la luz que ilumine y guíe nuestros pasos, y a quien escuchemos con frecuencia en nuestras comunidades y nos ayude a buscar la justicia para tantos hermanos nuestros explotados o desempleados. Miel Leemos que “La Palabra del Señor es dulce como la miel”, porque nos consuela y nos conduce por caminos de solidaridad, de afecto, de amor auténtico. Necesitamos que el Señor nos ayude a ayudar a todas esas mujeres abusadas, golpeadas, discriminadas.

Perfume En la Palabra de Dios leemos que “somos el buen olor de Cristo”, porque con nuestra vida y testimonio estamos invitados a ser presente a Jesucristo, que da sentido a la existencia de todo hombre y de toda mujer. Oración Final Guía: Señor, Padre de Jesús y Padre Nuestro, míranos con bondad que deseamos acercarnos a ti, escuchando tu voz en la Sagrada Escritura, enséñanos, Padre, con tu Palabra. Queremos ser discípulos y discípulas, caminar junto a Jesús, aprender a vivir como verdaderos hijos tuyos. Tu Palabra es la fuente viva, acércanos a ella. Danos el gusto de leerla y orarte con ella. Señor, queremos ser templos vivos donde resuene tu Palabra para aprender a conocerte, y los corazones de todos: adultos, niños y jóvenes sean el lugar donde tu Palabra germine, porque la llevamos a la vida y la expresamos en el amor que nos tenemos y que donamos a todos. Te lo pedimos por Jesús, tu Hijo Amado y hermano nuestro. Amén. Bendición con la Sagrada Escritura Que el Padre, que desde un principio condujo la historia de su Pueblo, hasta la llegada de su Hijo, Palabra de Vida, y que nos ha llamado a proclamar su Plan de amor entre los hombres y mujeres, cuide providentemente de cada uno de nuestra comunidad. R. Amén. Que Nuestro Señor Jesucristo, Hijo y Enviado del Padre, que nos invita a seguir sus pasos y continuar su misión, nos acompañe, ayudándonos a ser sus seguidores y seguidoras. R. Amén. Y que la bendición de Dios Todopoderoso Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda y permanezca en cada uno de nosotros. R. Amén.

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de las cosas de mi Padre? Esas palabras que su hijo les dijo, recuerdan a María el acto íntimo que hizo cuando en la Presentación en el Templo, lo ofreció al Divino Padre ante el altar de los sacrificios. María lo sabe y lo acepta en su doloroso Corazón: Jesús se debe a su amadísimo Padre.

Los siete dolores de

NUESTRA MADRE, MARIA SANTISIMA

1er Dolor.- LA PROFECÍA DEL ANCIANO SIMEÓN. (Lc 2 25-31) Te lo habían anunciado ya, Madre amadísima, que una espada de dolor traspasaría tu alma, cuando te vio en el Templo de Jerusalén, presentar a tu hijo único al Eterno Padre. Ese santo anciano notó que al ofrecer al Divino Niño, tus brazos estaban extendidos en forma de cruz, ¡como si tú fueras la primera cruz sobre la cual esa adorable víctima debía ser inmolada por la salvación de los pecadores…! Oremos: Por el dolor que sentiste cuando Simeón te anunció que una espada de dolor atravesaría tu alma, por los sufrimientos de Jesús, haz que busquemos limpiar las lágrimas de las mujeres golpeadas, abusadas, abandonadas en su dolor. 72

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2do. Dolor.- LA HUIDA A EGIPTO. (Mt 2 13-15) El ángel Gabriel se apareció en sueños a José y le dijo: “Levántate, toma al Niño y a su Madre y huye a Egipto. Te quedarás allí hasta que yo te diga que vuelvas”. Levántase José al momento y avisa a María, ella recibe con toda sumisión el mensaje del Ángel, y sin demora prepara con san José el viaje a Egipto. La huída a Egipto, en el plan de Dios, es un nuevo paso hacia el Calvario. ¡Cuántas lágrimas de amor y de angustia corrieron por su rostro virginal. Oremos: Por el dolor que sentiste cuando tuviste que huir precipitadamente tan lejos, pasando grandes penalidades, sobre todo al ser tu Hijo tan pequeño; te pedimos por los migrantes que buscando una

mejor vida salen a buscar trabajo pasando dificultades que sepamos ser solidarios, verlos como nuestros hermanos y manifestemos la misericordia de Dios con nuestras acciones. 3er. Dolor.- EL NIÑO PERDIDO. (Lc 2 45-50) “Iban sus padres todos los años a Jerusalén para la fiesta solemne de la Pascua. Cuando el niño tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el Niño Jesús se quedó en Jerusalén. María y José lo buscaron entre los parientes y conocidos. Al cabo de tres días lo encontraron en el Templo sentado en medio de los doctores. Su Madre le dijo: “Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo angustiados, te andábamos buscando” El les dijo: “¿Porqué me buscaban? ¿No saben que yo debo ocuparme

Oremos: Por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al perder a tu Hijo; tres días buscándolo angustiada; te pedimos por los niños jóvenes de la calle para que sepamos darles el hogar, amor y educación al que tiene derecho. 4º dolor.- MARÍA ENCUENTRA A JESÚS EN EL CAMINO DEL CALVARIO. María salió a su encuentro en la calle de la Amargura, le tiende sus brazos… no para quitarle la Cruz, sino para ayudarle espiritualmente a llevarla hasta la cima del Calvario donde se realizará la redención. ¿Podemos siquiera vislumbrar el mar de dolor que inundaría el corazón de la Madre? Todo el alcance de su fiat (hágase) cae ahora sobre Ella al ver a su Hijo vacilante, a través de las estrechas callejuelas llenas de gente… Ella comprende, como nunca antes, lo que con razón profetizó Simeón “será caída y levantamiento de muchos”.

Oremos: Por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver a tu Hijo cargado con la cruz, como cargado con nuestras culpas, llevando el instrumento de su propio suplicio de muerte; te pedimos por los desempleados, los explotados de las grandes empresas, los marginados al solicitar empleos para que sepamos ver en ellos un hermano de igual dignidad. 5º Dolor.- LA CRUCIFIXIÓN. “Estaba junto a la Cruz de Jesús, su Madre (Jn 19-25) ¿Qué sintió cuando oyó los golpes del martillo clavando en la cruz sus pies y sus manos; cuando oró por sus verdugos; cuando prometió el cielo al buen ladrón; cuando Jesús le dijo: “He aquí a tu Madre; cuando clamó a su Padre celestial: “¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?; cuando dijo: “Tengo sed”; y después de haber bebido el vinagre: “Todo está consumado”; y cuando expiró: “Padre, en tus manos pongo mi espíritu”. Oremos: Por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la crueldad de clavar los clavos en las manos y pies de tu amadísimo Hijo, y luego al verle agonizando en la cruz;

para darnos vida a nosotros, te pedimos por los ancianos olvidados en asilos, para que sepamos valorarlos, acompañarlos y amarlos. 6º dolor.- JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ Y PUESTO EN LOS BRAZOS DE SU MADRE. ¡Qué golpe para el Corazón de nuestra Madre cuando el soldado le abrió el costado con su lanza y cuando, desolada, recibió el Cuerpo de su Hijo en sus brazos cuando lo descendieron de la Cruz, al ver de cerca las llagas de la flagelación, los agujeros de los clavos y de la lanza!... Contempló sus divinos ojos ya sin vida. Jesús murió, pero los dolores de María continuaron. Oremos: Por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la lanzada que dieron en el corazón de tu Hijo; sentirías como si la hubieran dado en tu propio corazón; te pedimos por los enfermos que no tiene la atención necesaria por falta de recursos o discriminación para que busquemos la atención necesaria para atenderlos. 7º Dolor.- EL CUERPO DE JESÚS ES COLOCADO EN EL SEPULCRO. ¿Qué haremos ahora al encontrarnos ante la culminación de la Pasión de Jesús y la compasión de Tiempo Ordinario /2016

María que contemplamos durante los tres últimos dolores? Guardar en nuestro corazón todos estos hechos para meditarlos en silencio como Ella. Al verla apartar su mano de la piedra que cubría el sepulcro y alejarse en la noche… al contemplar su paso lento de vuelta a la ciudad, no podemos menos que amarla y venerarla con profundo e íntimo silencio. Este es el más hondo de todos los hondísimos dolores, porque ahora ya no le quedan más que los recuerdos de AQUEL que es su TODO. El sagrado Cuerpo que tan precipitadamente hubo de preparar ayudada por José de Arimatea, Nicodemo y aquellas buenas mujeres que estuvieron a su lado, se ocultaba tras una roca sellada.

Oremos: Por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al enterrar a tu Hijo; El, que era creador, dueño y señor de todo el universo, era enterrado en tierra; te pedimos por los presos injustamente, por los desaparecidos que sepamos buscar la justicia para cada uno. Silencio Oración final: Señora y Madre nuestra: tú estabas serena y fuerte junto a la cruz de Jesús. Ofrecías tu Hijo al Padre para la redención del mundo. Lo perdías, en cierto sentido, porque Él tenía que estar en las cosas del Padre, pero lo ganabas porque se convertía en Redentor del mundo, en el Amigo que da la vida por sus amigos.

María, ¡qué hermoso es escuchar desde la cruz las palabras de Jesús: “Ahí tienes a tu hijo”, “ahí tienes a tu Madre”. ¡Qué bueno si te recibimos en nuestra casa como Juan! Queremos llevarte siempre a nuestra casa. Nuestra casa es el lugar donde vivimos. Pero nuestra casa es sobre todo el corazón, donde mora la Trinidad Santísima. Amén. Meditemos a menudo los Dolores de María. Esa práctica le agrada sobremanera a Jesús, por efecto del amor inmenso que le tiene a su Madre, prefiere que se mediten los dolores que Ella padeció cuando Él estaba clavado en la Cruz. Muchas veces recibimos de la bondad de Dios, por medio de la devoción a los dolores de María, lo que no pudimos alcanzar por otro medio.

HORA SANTA DE JUNIO EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO De rodillas, Señor, ante el sagrario, que guarda cuanto queda de amor y de unidad, venimos con las flores de un deseo, para que nos las cambies en frutos de verdad. Cristo en todas las almas y en el mundo la paz. Cristo en todas las almas y en el mundo la paz. PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA…………. Como ciervos sedientes que van hacia la fuente, vamos hacia tu encuentro sabiendo que vendrás; porque el que la busca es porque ya en la frente lleva un beso de paz, lleva un beso de paz. Cristo en todas las almas y en el mundo la paz. Cristo en todas las almas y en el mundo la paz. PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA…………. Como estás, mi Señor, en la custodia igual que la palmera que alegra el arenal, queremos que en el centro de la vida, reine sobre las cosas tu ardiente caridad. Cristo en todas las almas y en el mundo la paz. Cristo en todas las almas y en el mundo la paz. PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA…………. SILENCIO OREMOS: Te agradecemos, Dios santo, la presencia de Jesús en medio de nosotros. Eso creemos, porque es sencillamente lo que nos prometió siempre que nos reuniéramos como ahora en su nombre. Dios invisible, pero

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presente en toda la inmensa creación, derrama tu espíritu de amor sobre todos nosotros para que seamos amigos de la verdad y la verdad nos haga libres, para que tengamos entrañas de misericordia y nos duelan las desgracias que sufren tantos hermanos, para que siempre estemos disponibles para ayudar a otros, para que seamos entusiastas constructores de tu Reino. Ensancha nuestras miras, que aprendamos de ti a entender y a querer a propios y extraños. Todos juntos, como testimonio de la gran familia que formamos en Ti, invocamos tu nombre y brindamos en tu honor, por Jesús y con Jesús, tu hijo, hermano y maestro nuestro. AMÉN. CANTO Del santo Evangelio según san Lucas 7,11-17 Iba Jesús camino de una ciudad llamada Naín, e iban con él sus discípulos y mucho gentío. Cuando se acercaba a la entrada de la ciudad, resultó que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda; y un gentío considerable de la ciudad la acompañaba. Al verla el Señor, le dio lástima y le dijo: “No llores”. Se acercó al ataúd, lo tocó (los que lo llevaban se pararon) y dijo: “Muchacho, a ti te lo digo, levántate”. El muerto se incorporó y empezó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre. Todos, sobrecogidos, daban gloria a Dios, diciendo: Un gran Profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo. La noticia del hecho se divulgó por toda la comarca y por Judea entera. Tiempo Ordinario /2016

REFLEXIÓN Al ver una desgracia Jesús se conmueve, es el punto débil del carácter de Jesús, y a la vez su motor más poderoso. No puede resistirse, no puede tolerar la desgracia, mucho menos la injusticia, y eso le mueve a actuar aunque sea quebrantando la Ley. Pero ése es su poder, eso es precisamente lo que nos fascina y lo que nos mueve a seguirle, que su corazón no es solamente veraz, valeroso, firme, sino, sobre todo, capaz de compadecer, de sentir como propios los problemas de los demás. Y éste es el corazón de su mensaje ¨como a ti mismo”. El que sigue a Jesús no hace diferencia entre yo y nosotros, su corazón no se lo permite. Esta manera de situarse ante los demás es consecuencia de la primera verdad, el descubrimiento fundamental de Jesús y de los que le seguimos: “Dios me quiere más que mi madre”, es decir, que al descubrir el corazón de Jesús descubrimos el corazón de Dios: Dios tiene corazón de madre, y eso lo cambia todo, incluso pone patas arriba algunos dogmas que nosotros la iglesia hemos manejado con bastante ligereza. Pero la segunda consecuencia de la resurrección del hijo de la viuda es la serie de preguntas que se nos plantean. Y una primera pregunta, que a veces se da, es: puesto que podía hacerlo ¿por qué no curó Jesús a todos los leprosos, a todos los ciegos, por qué no resucitó a todos los muertos? La razón es bien sencilla: los límites de su poder están marcados por su humanidad. Jesús es un médico, un sanador y cura lo que encuentra, lo que se le pone delante. ¿Por qué no nos convencemos de una vez de la verdadera humanidad de ese hombre? Pero la pregunta se levanta hacia Dios. Dios sí puede, ¿por qué no lo hace? ¿Cómo hacemos compatibles los sufrimientos del mundo con la fe en Abbá? Y aquí topamos con nuestra propia limitación. La única respuesta que tenemos es 76

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la del libro de Job: ¿quién eres tú para pedir cuentas a Dios? Es decir, yo no creo en Dios/ Abbá porque pueda responder a todas las preguntas. Creo en Abbá porque me fío de Jesús, aunque hay muchas preguntas a las que no puedo responder. De todos modos, los que creen sólo cuando ven milagros, sospecho que no tienen demasiado bien fundada su fe. SILENCIO PROFESIÓN DE FE Yo creo sólo en un Dios: en Abbá, como creía Jesús. Yo creo que el Todopoderoso creador del cielo y de la tierra es como mi madre y puedo fiarme de él. Lo creo porque así lo he visto en Jesús, que se sentía Hijo. Yo creo que Abbá no está lejos sino cerca, al lado, dentro de mí, creo sentir su aliento como un brisa suave que me anima y me hace más fácil caminar. Creo que Jesús, más aún que un hombre es Enviado, Mensajero. Creo que sus palabras son Palabras de Abbá Creo que sus acciones son mensajes de Abbá. Creo que puedo llamar a Jesús La Palabra presente entre nosotros. Yo sólo creo en un Dios, que es Padre, Palabra y Viento porque creo en Jesús, el Hijo el hombre lleno del Espíritu de Abbá. PRECES Con la gracia del Espíritu Santo que inspira nuestra oración, pidamos al Dios de Misericordia. Respondemos: EN ESTE AÑO SANTO, ESCÚCHANOS CON MISERICORDIA. Para que este Año de Gracia aumente nuestra paciencia, siguiendo el ejemplo de Dios que es tan paciente con nosotros. Oremos. Para que recordemos cada día que -en el ocaso de nuestras vidas- seremos juzgados en el amor. Oremos.

Para que descubramos la riqueza de este Año Santo de la Misericordia: llevar una palabra y un gesto de consuelo a los más pobres. Oremos. Para que en este Año jubilar toda la iglesia se convierta en el eco de la Palabra de Dios que resuena fuerte como palabra de perdón. Oremos. Para que atravesando la Puerta Santa nos dejemos abrazar por la Misericordia de Dios y nos comprometamos a ser misericordiosos con los demás como el Padre lo es con nosotros. Oremos.

Bendito sea el Espíritu Santo Consolador. Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su santa e Inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo Esposo. Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.

Para que este Año Santo alcancemos la Misericordia, no juzgando ni condenando, perdonando y dándonos a los demás. Oremos. Padre misericordioso, tu Hijo entregado nos ha revelado cuánto nos amas; te pedimos que escuches la súplica confiada de tus hijos. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. PADRE NUESTRO CANTO BENDICIÓN Ilumina, Señor, con la luz de la fe nuestros corazones y abrásalos con el fuego de la caridad, para que adoremos resueltamente en espíritu y en verdad a quien reconocemos en este Sacramento como nuestro Dios y Señor. Que vive y reina por los siglos de los siglos. -Amén. Bendito sea Dios. Bendito sea su santo Nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre. Bendito sea el Nombre de Jesús. Bendito sea su Sacratísimo Corazón. Bendita sea su preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Tiempo Ordinario /2016

CANTO Del santo Evangelio según san Lucas 10, 1-12.17-20

HORA SANTA DE JULIO EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO

GLORIA………….

Señor Jesús, ante tu Presencia santa te pedimos que robustezcas nuestra fe, zarandeada por el viento de la increencia e indiferencia; queremos, lejos de los ruidos y afanes, recogernos en el silencio para contemplar tu misterio pascual y adorar tu Presencia. Queremos, como los apóstoles, avivar la experiencia del Cenáculo, hacer memoria de la Eucaristía instituida y del mandamiento de amarnos los unos a los otros. Haz que nuestra oración abierta sea súplica por todas las necesidades de la Iglesia y de la humanidad para que todos los hombres se postren de rodillas y te adoren como Señor y Salvador. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Señor Jesús, te damos gracias por el misterio de la Eucaristía, por tu Presencia santa, por tu amor infinito. Haz que en todos los altares del mundo seas celebrado y venerado y en todos los corazones seas alabado y bendecido ahora y por siempre. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA…………. Reunidos, Señor, junto a ti, recordamos el misterio de tu Pascua y adoramos tu santa Presencia. Tú eres la luz que ilumina, la gracia que renueva, la verdad que convence, la vida que transforma, el camino que conduce; derrama abundantemente tu bendición sobre tus adoradores y tu gracia sobre todos los hombres. Haz que tu Presencia santa sea don para todos, alivio para los agobiados, consuelo para los tristes, seguridad para los vacilantes, fuerza para los débiles. Señor Jesús, haz que nuestra oración ante ti, nos estimule a renovarnos y a crear un mundo más justo y fraternal para que te alabe y te bendiga para siempre. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y 78

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PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA…………. SILENCIO OREMOS: Envíanos tu Espíritu, Padre, para poder vivir como él. Hemos llenado este mundo de calamidades, tenemos que aceptarlo, nuestro primer deber es abrir los ojos y no mirar para otro lado. Hacemos barrios de marginados, cuando no los expulsamos del país. Cerca y lejos, en todas partes, muchos hermanos están pasando hambre. No podemos contentarnos, Dios y Padre nuestro, con rezarte cada domingo. Tenemos que apoyar la paz y el entendimiento donde haya conflicto y guerra, Tenemos que provocar la alegría y sembrar esperanza, solucionando los problemas reales de los que sufren injusticias y pobreza. Haz que se nos conmueva el alma, que nos salga de dentro ayudarles. Te damos gracias, Señor, porque inspiras y motivas a mucha buena gente que luchan por tu Reino en parroquias, misiones. Anímalos, que no se sientan cansados y no desfallezcan. Unidos a la gran comunidad universal que desea y espera un mundo más justo y solidario, brindamos en la esperanza de hacerlo posible entre todos. Por Jesús tu hijo y hermano nuestro.

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir Él. Y les decía: “La mies es abundante y los obreros pocos; rueguen, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. Pónganse en camino. Miren que los mando como corderos en medio de lobos. No lleven morral, ni alforja, ni sandalias; y no se detengan a saludar a nadie por el camino. Cuando entren en una casa, digan primero: “La paz este con ustedes”. Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos su paz; si no, volverá a ustedes. Quédense en la misma casa, coman y beban de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No anden cambiando de casa. Si entran en un pueblo y los reciben bien, coman lo que les ofrezcan, curen a los enfermos que haya, y digan: “Está cerca de ustedes el Reino de Dios”. Cuando entren en un pueblo y no los reciban, salgan a la plaza y digan: “Hasta el polvo de su pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre ustedes. De todos modos, sepan que está cerca el Reino de Dios”. Les digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para este pueblo”. Los setenta y dos volvieron muy contentos y le dijeron: “Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre”. Él les contestó: “Veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Miren: les he dado potestad para pisotear serpientes y escorpiones y todo el ejército del enemigo. Y no les hará daño alguno. Sin embargo, no estén alegres porque se les someten los espíritus, estén alegres porque sus nombres están inscritos en el cielo”. REFLEXIÓN: “De dos en dos”, porque para los judíos la opinión de uno solo no tenía ningún valor en

un juicio, y los misioneros son, sobre todo, testigos. También, porque el mensaje debe ser proclamado siempre por la comunidad. No pensemos que se trata de enviar a un número de especialistas en comunicación. No se trata de recomendaciones a unos cuantos escogidos. El evangelio dice simplemente: “envió a otros setenta y dos”. Ni siquiera dice que fueran discípulos. Se da por supuesto que todo cristiano por el hecho de serlo, tiene la misión de proclamar la buena noticia que él vive. El modo de esa predicación puede ser diferente, pero la base, el fundamento de toda predicación, es la vida misma de cada cristiano. Vivir como cristianos, es la mejor predicación y la que convence. En cada instante estamos predicando, para bien o para mal. Las recomendaciones de Jesús son la clave de todo anuncio del mensaje cristiano. Están puestas en boca de Jesús, pero son las condiciones mínimas que debía tener todo cristiano para llevar la Buena Noticia a los demás. En ningún caso se habla de doctrina que tienen que enseñar o de normas morales que deben exigir. Se trata de comunicar lo que Dios es para todos sin condiciones ni excepciones. Esa tarea la cumplió la primera comunidad en todas partes donde se fue implantando. Es la principal tarea que tiene que seguir llevando a cabo todo cristiano en cualquier tiempo y lugar. 1.- Pobreza. Es imprescindible la pobreza material, pero sólo como signo de la superación de seguridades materiales. Significa no confiar en los medios externos para llevar a cabo la misión. El peligro está en hacer de la predicación del evangelio un logro humano. Se trata de ir a pecho descubierto, confiando sólo en Dios y en el mensaje. No buscar seguridades de ningún tipo, ni en el Tiempo Ordinario /2016

dinero ni en el poder ni en el prestigio ni en los medios, incluidos los de comunicación. Hoy tenemos la obligación de utilizar al máximo los medios de comunicación que la técnica nos proporciona. Pero no debemos poner nuestra confianza en ellos. 2.- Urgencia. No se trata de negar el saludo a los que se encuentren en el camino. Esta recomendación quiere destacar la urgencia de la tarea a realizar. Seguramente está haciendo referencia a la inmediata llegada del fin de los tiempos, en que las primeras comunidades cristianas creyeron a pies juntillas. 3.- Paz. Llevar la paz es proporcionar esos medios que hacen al hombre sentirse a gusto e invitado a humanizar su entorno. Significa no ser causa de tensiones ni externas ni internas. Sería ayudar a los hombres a ser más humanos, empezando en el interior de ellos mismos. El cristiano, vaya donde vaya, tiene que llevar armonía, comprensión, amor, paz... En eso consiste el Reino de Dios. 4.- Humildad. Esta es una de las actitudes más difíciles. Ponerse al nivel del otro. Aceptar sus costumbres, su cultura, su idiosincrasia... Se trata de buscar sólo el estar disponible para todos, sin esperar nada a cambio, pero aceptando con humildad lo que den; siempre que sea lo indispensable, comida y alojamiento, etc. ¡Qué difícil es no imponer lo nuestro! Muchos intentos de evangelización han fracasado por no tener esto en cuenta. Más difícil todavía es aceptar la dependencia de los demás en las necesidades básicas, no poder elegir ni lo que comes ni con quien comes. 5.- Buena noticia (evangelio). Nada de peroratas teológicas, nada de discursitos apologéticos, nada de propagandas 80

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ideológicas, nada de doctrinas ni rituales ni normas morales... Lo único que un ser humano debe saber es que Dios le ama. Predicar el reino que es Dios, es hacer ver a cada ser humano que Dios es algo cercano, que está tan cerca, que es lo más hondo de su propio ser, que no tiene que ir a buscarlo a ningún sitio raro, ni al templo ni a las religiones ni a las doctrinas ni a los ritos ni al cumplimiento de la norma. Dios es (está) en ti. Descúbrelo y lo tendrás todo... Sin estas condiciones, la predicación se hace completamente inútil. No es nada fácil salir de la dinámica de la propaganda, del proselitismo a toda costa, buscando más el potenciar la institución que el servicio de las personas. SILENCIO PROFESIÓN DE FE: Señor, confesamos que Tú eres el único Dios al que bendecimos desde todas las religiones del universo. Por eso, uniéndonos a todos los creyentes del mundo, te dirigimos esta plegaria para darte gracias, Padre santo, por indicarnos el camino del amor universal, el que debemos seguir para identificarnos contigo. Tu amor total no conoce privilegios de raza ni de religión. Para Ti todos somos iguales, igualmente queridos. Gracias, Padre, queremos sentirnos hijos tuyos, sintiéndonos hermanos de todos, en especial, de los más necesitados, los desheredados de la tierra. Orgullosos de ser parte de tu gran familia, todos los seres humanos y toda la creación, te cantamos agradecidos este himno de alabanza.

Para que seamos capaces de vencer la ignorancia en la que viven millones de personas, sobre todo los niños privados de la ayuda necesaria para ser rescatados de la pobreza. Oremos. Para que nos hagamos cercanos a quien está solo y afligido. Oremos. Pidamos la gracia -en este Año de la Misericordia- de perdonar a quien nos ofendió y rechazar cualquier forma de rencor o de violencia. Oremos. Para que este Año de Gracia aumente nuestra paciencia, siguiendo el ejemplo de Dios que es tan paciente con nosotros. Oremos. Para que recordemos cada día que -en el ocaso de nuestras vidas- seremos juzgados en el amor. Oremos. Para que descubramos la riqueza de este Año Santo de la Misericordia: llevar una palabra y un gesto de consuelo a los más pobres. Oremos. Padre bueno, acepta misericordioso estas intenciones que te hemos presentado con confianza, y concédenos los que más nos conviene. Por Jesucristo, nuestro Señor. PADRE NUESTRO CANTO BENDICIÓN

Supliquemos al Dios Misericordioso, lleno de ternura y compasión, pidiendo lo que precisamos.

Oh Dios, que redimiste a todos los hombres con el misterio pascual de Cristo, conserva en nosotros la obra de tu misericordia, para que, venerando constantemente el misterio de nuestra salvación, merezcamos conseguir su fruto. Por Jesucristo nuestro Señor. -Amén.

Respondemos: SEÑOR, CON TU PODER MISERICORDIOSO, CONCÉDENOS LO QUE TE PEDIMOS.

Bendito sea Dios. Bendito sea su santo Nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y

PRECES:

verdadero Hombre. Bendito sea el Nombre de Jesús. Bendito sea su Sacratísimo Corazón. Bendita sea su preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Bendito sea el Espíritu Santo Consolador. Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su santa e Inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo Esposo. Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.

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HORA SANTA DE AGOSTO EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO Señor Jesucristo: tú, inmolado en la cruz, diste cumplimiento a lo que anunciaban los sacrificios de la antigua alianza y te ofreciste por la reconciliación y la paz: te alabamos y te bendecimos. En la Eucaristía te das como alimento de vida eterna y nos unes a tu inmenso amor: te alabamos y te adoramos. En tu presencia santa te experimentamos cercano y te adoramos con fe. Te pedimos que ilumines con tu luz nuestros ojos, purifiques nuestras mentes y corazones y nos hagas instrumentos de tu paz en un mundo dividido por las guerras y los odios. Concédenos caminar siempre a la luz de tu Luz, para que un día la podamos contemplar sin velo alguno y adorarte y glorificarte sin fin. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA…………. Te damos gracias, Padre santo, porque nos revelas en Cristo, luz de los pueblos, el misterio de nuestra salvación. Él, verdadero cordero pascual, con su muerte quitó el pecado del mundo y resucitando restauró nuestra vida. En memoria de su entrega por nosotros nos dejó como alimento el sacramento de la Eucaristía que nos hace partícipes, ya en este mundo, de los bienes eternos de tu reino. Derrama, Señor, tu Espíritu sobre los que adoramos y proclamamos la presencia de tu Hijo en el misterio de nuestra fe para que vivamos en generosa solidaridad con todos los hombres. Y así, adoradores en espíritu y en verdad, demos testimonio del Evangelio imitando a María, la Madre de Jesús, servidora 82

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obediente y humilde de la obra de la salvación. Por Jesucristo nuestro Señor. PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA…………. Jesucristo, Señor de la historia: ¡ilumina tu rostro sobre nosotros! Qué todos los pueblos conozcan la salvación que nos ofreces; que te conozcan a ti, Luz del mundo. Es verdad: nuestra tierra ha dado su fruto, el Señor nuestro Dios nos ha bendecido. De las entrañas de la tierra, Señor, has tomado el trigo convertido en pan, y de la vid, el vino generoso que alegra el corazón del hombre. Puestos sobre el altar de tu Iglesia, tu Palabra creadora y el soplo de tu Espíritu los transforman en tu Cuerpo y en tu Sangre. Señor Jesús, que nunca olvidemos ni reduzcamos el inestimable Don de tu Eucaristía; que nunca dejemos de asombrarnos por el Misterio de vida y de luz que ella comunica. Te lo pedimos a Ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA…………. SILENCIO OREMOS: Te agradecemos una vez más, Padre santo, la impronta que dejó tu hijo Jesús a su paso por nuestra historia y su revolucionaria palabra, que se mantiene viva y clara a pesar del tiempo. Queremos imitarle, Señor, pero necesitamos tu Espíritu, para poner nuestra vida al servicio de los hermanos. Convéncenos de que no es ningún honor ser servidos, que la mayor satisfacción está en sentirse útil a los demás. Y

convence también a quienes proclamándose tus siervos, enturbian tu mensaje con vanidades y ansias de poder. Bendice a cuantos dedican en silencio su vida al bien ajeno y unidos en espíritu a tantas personas sencillas y buenas, recordando a María, la que se llamó esclava del Señor, y apoyándonos en Jesús, nuestro hermano, brindamos todos juntos en tu honor, Padre y Dios nuestro. CANTO Del santo Evangelio según san Lucas 12, 32-48 En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: No temas, pequeño rebaño, porque su Padre ha tenido a bien darles el Reino. Vendan sus bienes, y den limosna; hagan morrales que no se echen a perder, y un tesoro inagotable en el cielo, adonde no se acercan los ladrones ni roe la polilla. Porque donde está su tesoro, allí estará también su corazón. Tengan ceñida la cintura y encendidas las lámparas; ustedes estén como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda para abrirle apenas venga y llame. Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela: les aseguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y les irá sirviendo. Y si llega entrada la noche o de madrugada, y los encuentra así, dichosos ellos. Comprendan que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete. Lo mismo ustedes, estén preparados, porque a la hora que menos piensen viene el Hijo del hombre. Pedro le preguntó: -Señor, ¿has dicho esta parábola por nosotros o por todos? El Señor le respondió: -¿Quién es el administrador fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre para que les reparta la ración a sus horas? Dichoso el criado a quien su amo al llegar lo

encuentre portándose así. Les aseguro que lo pondrá al frente de todos sus bienes. Pero si el empleado piensa: “Mi amo tarda en llegar”, y empieza a pegarles a los mozos y a las muchachas, a comer y beber y emborracharse, llegará el amo de ese criado el día y a la hora que menos lo espera y lo despedirá, condenándolo a la pena de los que no son fieles. El criado que sabe lo que su amo quiere y no está dispuesto a ponerlo por obra, recibirá muchos azotes; el que no lo sabe, pero hace algo digno de castigo, recibirá pocos. Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá, al que mucho se le confió, más se le exigirá. REFLEXIÓN: La exhortación “donde está su tesoro, allí está su corazón”, es toda una llamada a la comunidad sobre el comportamiento en este mundo con respecto a las riquezas. Es una llamada a la responsabilidad en todos los órdenes, pero especialmente la responsabilidad de saberse en la línea de que la vida tiene una dimensión espiritual, trascendente, sabiendo que hay que ponerse en las manos de Dios. Eso no es una huida de lo que hay que hacer en este mundo; pero, por otra parte, tampoco se ha de ignorar que nos espera Alguien que un día se ceñirá para servirnos si le hemos sido fieles. Ése de quien habla Jesús en la parábola es Dios. Nosotros, mientras, administramos, trabajamos, ayudamos a los más pobres y necesitados, como una responsabilidad muy importante que se nos ha otorgado. El Señor llegará a la hora más inesperada. Por eso debemos siempre estar preparados, dispuestos a ser recibidos por Él en las moradas eternas. Y esto no es algo que competa a los que Dios ha puesto al frente de su Iglesia, sino a toda la Iglesia. Vivir vigilantes en la presencia de Dios no puede concretarse a orar y a llevar personalmente una vida digna. Es necesario que todos los bienes que Dios nos ha comunicado y confiado los pongamos al Tiempo Ordinario /2016

servicio de los demás, para que todos puedan comenzar a disfrutar, ya desde ahora, de ellos. El mundo entero, a través de la historia, debe experimentar el amor salvador de Cristo por medio de su Iglesia. A nosotros corresponde continuar en la historia esa obra de amor y de salvación que Dios ofrece a todos. Por eso aprendamos a orar como discípulos, escuchando al Señor y pidiéndole que nos conceda su gracia para trabajar decididamente por su Reino. Dios nos ha confiado mucho y nos exigirá mucho más, pues su Espíritu Santo va guiando nuestra vida y nuestras obras; no apaguemos al Espíritu Santo que habita en nosotros. Todos somos convocados en Cristo para hacernos uno con Él y participar, con Él, de la herencia que le corresponde como a Hijo unigénito del Padre. El Hijo de Dios jamás dejó de ser el Siervo del Padre que se abajó como Servidor nuestro, entregando su vida para que fuera nuestro el perdón, la reconciliación y la Vida eterna. Él no entró en el descanso eterno sino después de haber cumplido fiel y amorosamente con la Misión que recibió del Padre. Y Él ahora nos convoca no sólo para hacernos participar de su Vida, de su Gracia, de su Amor y de su Paz. Él quiere que entremos en comunión de Vida y de Misión con Él; pues su Iglesia ha de continuar la obra del Siervo de Dios y Siervo del hombre, escuchando al Padre Dios y viviendo conforme a su voluntad; abriendo los ojos ante el hombre pecador e injustamente tratado para conducirlo a la participación y al gozo de una vida digna de hijo de Dios, a la que tiene derecho ya desde esta vida. Por eso la participación en la Eucaristía es todo un compromiso de amor que se debe traducir en obras en favor del bien de nuestro prójimo. Sólo así podremos decir que estamos cumpliendo con la misión de repartir los bienes de la gracia a su debido tiempo a todas las gentes. En el cristianismo no rige eso del «come y bebe que la vida es breve» ni el «vivir a tope» entendido como aprovechar cada instante para conseguir más placer y más bienestar. Cristo 84

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nos presenta la vida como una misión: «estar al frente de la servidumbre para darle a tiempo su ración» de la cual tendremos que dar cuenta. La vida es una misión. Venimos a la tierra para algo, y ese algo es tan importante que de él depende la felicidad eterna de otras personas. Ese «dar de comer a la servidumbre» es el testimonio que Cristo quiere que yo dé durante el tiempo que tiene dispuesto concederme en la tierra. El famoso psiquiatra vienés Víctor Frankl, cuando habla de los casos que se le presentan de enfermos con depresión que ya no encuentran ninguna razón para vivir, que no esperan nada de la vida ni del mundo, se percata de que quizás puede faltar una pregunta esencial y es preguntarse acerca de qué espera el mundo de mí. Porque, aunque tengamos razones para abandonar no tenemos razón, pues la vida espera algo de nosotros y tenemos una misión en este mundo. Una misión que lleva nuestro nombre y nadie más puede hacer. Si no la hacemos nosotros nadie lo va a hacer. Hemos de descubrir cuál es nuestro camino y cuál es nuestra misión. La salvación del mundo y de las almas tienen muchos matices, la gracia es única pero las formas de alcanzarla son múltiples, por eso nuestra existencia no es casual, ni insignificante. SILENCIO PROFESIÓN DE FE Te damos gracias, Padre, por la fe que tenemos en Ti. Confesamos que Tú eres nuestro Dios, el Dios de todos. Aunque creemos en Ti, no acertamos a amarte con todas nuestras fuerzas, con todo nuestro corazón y toda nuestra mente. Nos acordamos de Ti y te buscamos torpemente en nuestras necesidades o en los huecos que nos dejan las preocupaciones de nuestra vida diaria. Errando el objetivo te queremos encontrar cumpliendo normas y leyes, pretendiendo quizás una santidad formal que nada te interesa. Tu Reino se cimienta sobre un amor real y efectivo de todos con todos, que no es segundo mandamiento sino el mismo y único, porque la única forma que tenemos de amarte

es queriendo a todos nuestros prójimos, con el corazón, de verdad, más si cabe de lo que nos queremos a nosotros mismos. Queremos manifestar tu gloria con nuestros hechos, pero también con nuestras palabras, y aunque sabemos que no te contentas con alabanzas, que esperas mucho más de los creyentes en Ti, nos sentimos dichosos dirigiéndote esta plegaria y bendiciendo tu nombre. PRECES: Para que nuestra Madre de la Misericordia, nunca se canse de volver a nosotros sus ojos misericordiosos. Por Para que nuestra Madre de la Misericordia, nunca se canse de volver a nosotros sus ojos misericordiosos. Para que durante este Año Santo anunciemos la liberación a cuantos están prisioneros de las nuevas esclavitudes de la sociedad moderna. Oremos. Para que durante este Año Santo trabajemos para restituir la vista a quien no puede ver más, porque se ha replegado sobre sí mismo. Oremos. Para que este Año Santo nos acompañen las palabras del Apóstol: «El que practica misericordia, que lo haga con alegría». Oremos. Para que como la Virgen María, Madre de la Misericordia, sepamos entonar un canto de alabanza a la Misericordia de Dios, que se extiende de generación en generación. Oremos.

PADRE NUESTRO CANTO BENDICIÓN Que los sacramentos con los que te has dignado restaurarnos, Señor, llenen de la dulzura de tu amor nuestros corazones y nos impulsen a desear las riquezas inefables de tu reino. Por Jesucristo nuestro Señor. -Amén. Bendito sea Dios. Bendito sea su santo Nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre. Bendito sea el Nombre de Jesús. Bendito sea su Sacratísimo Corazón. Bendita sea su preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Bendito sea el Espíritu Santo Consolador. Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su santa e Inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo Esposo. Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.

Para que nuestra Madre de la Misericordia, nunca se canse de volver a nosotros sus ojos misericordiosos. Para que en este Año Santo extraordinario nos dejemos sorprender por la Misericordia de Dios. Oremos. Escucha, Padre santo, cuanto te hemos pedido y concédenos aquello que nos ayude a vivir en plenitud tu misericordia. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Tiempo Ordinario /2016

HORA SANTA DE SEPTIEMBRE EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO Señor, te has quedado con nosotros y nos ofreces tu Cuerpo, Pan partido, y tu Sangre, cáliz de la salvación, hechos sacramentos de amor; concédenos que al venerar ahora tu Presencia santa y sacramental avivemos nuestra fe en tu misterio pascual y te sirvamos en los hermanos más necesitados. PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA…………. Señor Jesús, por amor a los hombres has querido permanecer sacramentalmente entre nosotros; haz que experimentemos tu presencia, abramos nuestro corazón a tu palabra y misterio, y te adoremos con espíritu filial para que, rogando por la paz y salvación de los hombres, aumentes nuestra fe, esperanza y caridad, y suscites en nosotros el deseo de participar en la Eucaristía, y de adorarte sin fin en el cielo. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA…………. Señor Jesús, ante tu presencia sacramental, te pedimos una fe firme, sin dudas ni vacilaciones, una fe alegre y portadora de paz y alegría en un mundo en guerras y odios, una fe hecha oración ante tu presencia y una fe que nos haga adoradores en espíritu y en verdad. Aumenta nuestra fe en el misterio que celebramos y adoramos, ayúdanos a crecer y testimoniar nuestra fe en la vida para que un día contemplemos tu rostro para siempre. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. 86

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PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA…………. SILENCIO OREMOS: Señor, nos has saciado con el pan del cielo en la Eucaristía, y nos concedes ahora la gracia de estar ante tu Presencia santa, te pedimos que nos fortalezcas para que no dudemos, para que no nos enfriemos con la indiferencia religiosa que nos rodea, para que no nos engañemos, ni engañemos a los demás, para que no despreciemos a los hermanos, para que no busquemos los afanes mundanos en desprecio de los divinos, para que no caigamos en tentación de abandonarte, para que no destruyamos la vida, para que no despreciemos el Evangelio. Haz que te adoremos con corazón pobre y limpio, misericordioso y manso, para construir tu Reino y alcanzar la bienaventuranza eterna. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. CANTO Del santo Evangelio según san Lucas (14,25-33): En aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les dijo: «Si alguno se viene conmigo y no pospone a su padre y a su madre, y a su mujer y a sus hijos, y a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío. Quien no lleve su cruz detrás de mí no puede ser discípulo mío. Así, ¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? No sea que, si echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan

a burlarse de él los que miran, diciendo: “Este hombre empezó a construir y no ha sido capaz de acabar.” ¿O que rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que le ataca con veinte mil? Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía legados para pedir condiciones de paz. Lo mismo vosotros: el que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío.» Meditación del Papa Francisco Jesús dice a sus discípulos: “El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y venga conmigo”. Este es el estilo cristiano porque Jesús ha recorrido antes este camino. Nosotros no podemos pensar la vida cristiana fuera de este camino. Siempre está este camino que Él ha hecho antes: el camino de la humildad, el camino también de la humillación, de negarse a uno mismo y después resurgir de nuevo. Este es el camino. El estilo cristiano, sin cruz no es cristiano, y si la cruz es una cruz sin Jesús, no es cristiana. El estilo cristiano toma la cruz con Jesús y va adelante. No sin cruz, no sin Jesús. Jesús ha dado el ejemplo y aun siendo igual a Dios, se humilló a sí mismo, y se ha hecho siervo por nosotros. Este estilo nos salvará, nos dará alegría y nos hará fecundos, porque este camino de renegarse a sí mismo es para dar vida, es contra el camino del egoísmo, de estar apegado a todos los bienes solo para mí... Este camino está abierto a los otros, porque ese camino que ha hecho Jesús, de anulamiento, ese camino ha sido para dar vida. (Cf. S.S. Francisco, 6 de marzo de 2014, homilía en Santa Marta). REFLEXIÓN “El que no toma su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo”. La cruz. Aunque hoy en día se tiende a hablar cada vez menos del dolor y del sufrimiento, no por ello deja de estar presente en nuestras vidas. El dolor en sí mismo es un misterio. Es duro y, humanamente,

repugnante. Sin embargo, es transformable. Como escribió Luis Rosales: «Los hombres que no conocen el dolor son como iglesias sin bendecir». No se trata de endulzar la cruz o de convertirla en una carga “light”. Se trata de descubrir su valor cristiano y de darle un sentido. Sí, el auténtico cristianismo es exigente. Jesús, no fue hacia el dolor como quien va hacia un paraíso. Se dedicó a aliviar el dolor en los demás; y el dolor de la pasión lo hizo temblar de miedo, cuando pidió al Padre que le librara de él; pero lo asumió, porque era necesario, porque era la voluntad de su Padre. Así, convirtió el dolor en redención, en fecundidad y en alegría interior. Quien de verdad quiera ser discípulo de Cristo (eso significa ser cristiano), ha de despojarse de todos sus bienes. Sólo así, seremos dignos de Él y encontraremos la paz y la felicidad que sólo Él puede darnos. Y nadie nos la podrá arrancar. Revisemos nuestras vidas y veamos cómo podemos transformar y dar sentido a nuestros pequeños dolores cotidianos. Veamos qué nos queda por entregar de todos nuestros bienes y sigamos el ejemplo de Jesús, que desde el Huerto de Getsemaní, se convirtió en el gran profesional de la cruz, fuente de salvación y de realización para todos los hombres. Cristo murió, es cierto. Pero, lo hizo para resucitar, para devolvernos la vida. Nuestra fe, nuestra religión es la de una Persona viva que, paso a paso, camina a nuestro lado, enseñándonos el mejor modo de vivir. Diálogo con Cristo Jesús, gracias por este momento de oración. Aumenta mi fe para poder seguir el camino que me propones. Quiero ser tu discípulo, abrazar, por amor a Ti, los problemas y el sufrimiento que pueda encontrar el día de hoy, sabiendo que Tú estás conmigo y que todo tiene valor y recompensa, si es hecho por amor a Dios y a los demás. Tiempo Ordinario /2016

PRECES: Terminemos nuestra oración de adoración al Señor presente entre nosotros suplicándole por las necesidades de la Iglesia y de todas las personas mayores y digámosle: ESCUCHANOS SEÑOR, EN TU BONDAD. Por la Iglesia, para que celebre con fe el sacramento del Cuerpo y Sangre de Cristo y se vea enriquecida con sus dones. Oremos Por el Papa, los obispos y sacerdotes, ministros de la Palabra y de la Eucaristía, para que ofrezcan abundantemente el alimento necesario a quienes tienen hambre de Cristo. Oremos Retira Señor toda la amargura de sus espíritus y que recuerden con preferencia los hechos agradables y felices. Oremos Borra cualquier señal de resentimiento causado por la ingratitud y la maldad de los que algún día pasaron junto a ellos. Oremos Alegra sus corazones cansados y abatidos, dale los medios de revivir las alegrías de una vida normal y sociable. Oremos Dios mío ahuyenta los fantasmas de la soledad, del abandono y del desprecio. Oremos Rodéalos de amparo y calor humano en su diario vivir para que puedan mantener un ánimo bien dispuesto, abierto y feliz. Oremos Recompensa la disposición que demostraron, con la bendición de aquella paz que viene de ti y supera todas las limitaciones de la vejez. Oremos Ilumina, Señor, con la luz de la fe nuestros corazones y abrásalos con el fuego de la caridad, para que adoremos resueltamente en espíritu y en verdad a quien reconocemos en este Sacramento como nuestro Dios y Señor. Que vive y reina por los siglos de los siglos. 88

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PADRE NUESTRO…… CANTO

HORA SANTA DE OCTUBRE

V/. Les diste el Pan del Cielo. R/. Que contiene en sí todo deleite. Oremos. Oh Dios, que en este Sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu Pasión. Concédenos venerar de tal modo los misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos continuamente en nosotros los frutos de tu redención. Que vives y reinas por los siglos de los siglos. -Amén. Bendito sea Dios. Bendito sea su santo Nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre. Bendito sea el Nombre de Jesús. Bendito sea su Sacratísimo Corazón. Bendita sea su preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo S acramento del Altar. Bendito sea el Espíritu Santo Consolador. Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su santa e Inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo Esposo. Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.

EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO Señor Jesús, en esta hora de la tarde queremos hacer memoria de la Eucaristía celebrada y adorar tu presencia bajo las especies de pan y vino. Tú, que eres Profeta, haz que tu Palabra resuene en nuestro corazón y nuestra palabra sea eco de la tuya. PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA…………. Tú, que eres Sacerdote, haz que nuestra ofrenda y oración lleguen al Padre, como incienso, y le ofrezcamos el gozo y el llanto de la humanidad de hoy. PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA…………. Tú, que eres Rey, haz que nuestro entrega a Ti sea servicio generoso a nuestros hermanos necesitados. Señor Jesús, haz que seamos evangelizados por tu Palabra y evangelizadores de tu mensaje para que nuestra intercesión y ofrenda nos haga servidores de tu Reino de justicia y de paz. PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA…………. SILENCIO OREMOS: Señor Jesús, nuestro Maestro, enséñanos a descubrir en los signos de los tiempos y en los hermanos tu presencia; enséñanos a comprender tu misterio pascual

y adorarte y venerarte con firme fe. Cada vez que nos reunimos junto a ti, hecho sacramento y presencia, venimos agobiados y cansados por los afanes cotidianos. Venimos a ti, a tu encuentro, para desahogar nuestros corazones y encontrar descanso y alivio a nuestras fatigas. Haz que escuchemos tu voz y escucha nuestras palabras de acción de gracias y de súplica. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. CANTO Del santo Evangelio según san Lucas (17,5-10) En aquel tiempo, los apóstoles le pidieron al Señor: «Auméntanos la fe.» El Señor contestó: «Si tuvieran fe como un granito de mostaza, dirían a esa morera: “Arráncate de raíz y plántate en el mar.” Y los obedecería. Supongamos que un criado suyo trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del campo, ¿quién le dice: “En seguida, ven y ponte a la mesa”? ¿No le dirán: “Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú”? ¿Tiene que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo ustedes: Cuando hayan hecho todo lo mandado, digan: “Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer.”» REFLEXIÓN Jesús utiliza dos ejemplos bellos para que de manera sencilla los que quieren ser discípulosapóstoles se enraícen en él y pongan toda la confianza en él. Notemos que la fe aquí no es el conocimiento de Dios (teología) sino la confianza Tiempo Ordinario /2016

y la bondad de Dios para hacer en su nombre (exorcismo), aquí sería la fe en Cristo que en su nombre pueden lograr algo extraordinario, no sólo milagros, sino una transformación de su persona (espiritual-conversión). Jesús inmediatamente les dice que sí tuvieran fe como un granito de mostaza y recordemos que el granito de mostaza es el más pequeño, pero su cualidad es que crece grande y frondoso, llega a medir hasta 80 cms de altura y su utilización enormemente aprovechable como actividad comercial y alimenticia, en la cocina sus hojas utilizadas para ensaladas y su semilla para la elaboración de la mostaza; ellos con fe en Cristo le pueden decir al árbol de la mostaza: “arráncate y plántate de nuevo en el mar” o como textualmente dicen al sicómoro (árbol muy parecido a la higuera): desarráigate y plántate en el monte (San Mateo o San Lucas) y esto lo podemos concluir con aquellas palabras del evangelio de San Marcos: en mí nombre expulsarán demonios, tomaran serpientes con sus manos, hablarán nuevas lenguas, impondrán las manos a los enfermos y sanarán, tomarán veneno y no morirán, señales de fe aplicadas en creer en Cristo Jesús y mostradas como signos del que cree en él. El amo que tiene un siervo que regresa de trabajar a la hacienda y que después de su ardua tarea en el campo todavía tiene que servir; es un hombre que no tiene privilegios sino deberes (esclavo), en lugar de pensar que le van a servir sus alimentos por habérselos ganado por su trabajo, todavía hay que poner la mesa al amo; Jesús parece describir a muchos oprimidos, a muchos pobres, a muchos marginados que tienen que llevar una vida de explotación en sus personas. La enseñanza aquí es para sus discípulos ya en la vida de apostolado, es una advertencia que tienen que trabajar duro para evangelizar (misión) y no deben de pensar que hacen algo extraordinario pues sólo lo hacen en el nombre de Dios; Jesús advierte la fe que tienen que tener en todo lo que hacen como parte de un 90

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trabajo, lo que ganan en la vida espiritual para sus hermanos no los debe de enorgullecer ya que nada es de ellos sino de Dios. Este ejemplo de este siervo (esclavo), también los alienta a que no desfallezcan aun en las adversidades y cuando la fe decaiga por el cansancio, por las persecuciones, por la falta de milagros o conversiones solo deben de decir: “Cristo Señor aumenta nuestra fe”, pensar a la vez que sí una semilla de mostaza da tanta vida y muestra lo grandioso de Dios, los discípulos de Cristo Jesús darán más y más que esa pequeña semilla pues en ellos estará la gracia del Espíritu santo y para concluir, saber que en su apostolado solo están haciendo lo que les corresponde como don hacer: “evangelizar”. La fe es algo que nos falta como cristianos, nuestra fe en la mayoría como semilla se marchitó por no haber tomado en serio el bautismo en Cristo Jesús o por ignorancia, o por no haberla cultivado, alimentado, sin embargo no es tarde para clamar a Dios: “fe”, él puede aumentarla sólo se necesita confiar en él y pedirlo, aceptar que no hemos hecho más de lo que deberíamos hacer es humildad de reconocer debilidad, pero esa debilidad nos llevará a una roca segura (la fe en él), inútil es un signo de que sin Dios no se puede hacer nada aunque parezca osado, no se hace nada porque cualquier viento que sopla nos deja atribulados, nos deja en la zozobra nos perturba y nada podemos hacer, pero interviene Dios y todo se transforma, lo inútil se basa en que sólo podemos hacer algo trascendente en Cristo Jesús, volvemos a insistir: ”creer en Cristo Jesús nos dará la salvación y la plenitud”. SILENCIO PRECES Señor Jesús, tú nos dijiste: «Venid a mí los agobiados y cansados y yo os aliviaré.» Venimos a ti, Señor, con nuestras preocupaciones y dificultades, nuestras alegrías y tristezas, nuestros afanes y desilusiones, nuestras cobardías y pecados, nuestras ansiedades y fracasos. Queremos que en esta oración delante

de tu Presencia suplicarte por la iglesia y en especial por toda la juventud que alivies y sanes sus corazones para que te adoren y veneren y nos inflames en tu caridad, y nos fortalezcas en la fe para testimoniar tu amor ante los hombres. Y te decimos con mucha fe: TE ADORAMOS Y ALABAMOS. Por todos los jóvenes, para que su pasión, su grandeza, sus ideales, los pongan al servicio de una sociedad más justa, más humana y más fraterna, según los criterios de Dios. Oremos. Por nuestros jóvenes, para que no se dejen llevar por lo más fácil y cómodo, sino que iluminados por la entrega de Cristo, den su vida por Dios y por los hermanos. Oremos. Por los jóvenes creyentes, para que por la alegría de su testimonio sean fermento en medio de sus ambientes y animen a otros jóvenes a creer. Oremos. Por los jóvenes, para que su alegría sea un contagio de esperanza para todas nuestras comunidades. Oremos. Por todos los jóvenes que están en búsqueda de aquello que pueda orientar sus vidas y darles sentido, para que encuentren “estrellas de esperanza” en su camino que les hagan descubrir el gozo de la fe. Oremos.

V/. Les diste el Pan del Cielo. R/. Que contiene en sí todo deleite. Oremos. Oh Dios, que en este Sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu Pasión. Concédenos venerar de tal modo los misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos continuamente en nosotros los frutos de tu redención. Que vives y reinas por los siglos de los siglos. -Amén. Bendito sea Dios. Bendito sea su santo Nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre. Bendito sea el Nombre de Jesús. Bendito sea su Sacratísimo Corazón. Bendita sea su preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Bendito sea el Espíritu Santo Consolador. Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su santa e Inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo Esposo. Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.

Por aquellos jóvenes que viven en familias dividas, en ambientes de riesgo o en situaciones difíciles, para que, en esos sufrimientos, la luz de la fe les haga madurar y desde ahí puedan ser luz para otros. Oremos. Señor, por el misterio pascual has redimido y salvado a los hombres; concédenos que, arrepentidos de nuestros pecados, podamos adorarte y venerarte en el Sacramento presente en el altar. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén PADRE NUESTRO………CANTO Tiempo Ordinario /2016

HORA SANTA DE NOVIEMBRE EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO Señor Jesús, ante tu Presencia santa te pedimos que robustezcas nuestra fe, zarandeada por el viento de la increencia e indiferencia; queremos, lejos de los ruidos y afanes, recogernos en el silencio para contemplar tu misterio pascual y adorar tu Presencia. PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA…………. Queremos, como los apóstoles, avivar la experiencia del Cenáculo, hacer memoria de la Eucaristía instituida y del mandamiento de amarnos los unos a los otros. Haz que nuestra oración abierta sea súplica por todas las necesidades de la Iglesia y de la humanidad para que todos los hombres se postren de rodillas y te adoren como Señor y Salvador. PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA…………. Reunidos, Señor, junto a ti, recordamos el misterio de tu Pascua y adoramos tu santa Presencia. Tú eres la luz que ilumina, la gracia que renueva, la verdad que convence, la vida que transforma, el camino que conduce. PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA…………. OREMOS: Derrama abundantemente tu bendición sobre tus adoradores y tu gracia sobre todos los hombres. Haz que tu Presencia santa sea don para todos, alivio para los agobiados, 92

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consuelo para los tristes, seguridad para los vacilantes, fuerza para los débiles. Señor Jesús, haz que nuestra oración ante ti, nos estimule a renovarnos y a crear un mundo más justo y fraternal para que te alabe y te bendiga para siempre. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. CANTO Del santo Evangelio según san Lucas (20,27-38): En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos saduceos, que niegan la resurrección, y le preguntaron: «Maestro, Moisés nos dejó escrito: Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer, pero sin hijos, cásese con la viuda y dé descendencia a su hermano. Pues bien, había siete hermanos: el primero se casó y murió sin hijos. Y el segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete murieron sin dejar hijos. Por último murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete han estado casados con ella.» Jesús les contestó: «En esta vida, hombres y mujeres se casan; pero los que sean juzgados dignos de la vida futura y de la resurrección de entre los muertos no se casarán. Pues ya no pueden morir, son como ángeles; son hijos de Dios, porque participan en la resurrección. Y que resucitan los muertos, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor “Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob.” No es Dios de muertos, sino de vivos; porque para él todos están vivos.» Meditación del Papa Francisco Dios es la fuente de la vida; y gracias a su aliento el hombre tiene vida y su aliento es lo

que sostiene el camino de su existencia terrena. Pienso igualmente en la vocación de Moisés, cuando el Señor se presenta como el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, como el Dios de los vivos; y, enviando a Moisés al faraón para liberar a su pueblo, revela su nombre: “Yo soy el que soy”, el Dios que se hace presente en la historia, que libera de la esclavitud, de la muerte, y que saca al pueblo porque es el Viviente. Pienso también en el don de los Diez Mandamientos: una vía que Dios nos indica para una vida verdaderamente libre, para una vida plena; no son un himno al “no”, no debes hacer esto, no debes hacer esto, no debes hacer esto… No. Es un himno al “sí” a Dios, al Amor, a la Vida. Queridos amigos, nuestra vida es plena solo en Dios, porque solo Él es el Viviente. (S.S. Francisco, 16 de junio de 2013). REFLEXIÓN Hoy conoceremos que la Resurrección de Jesús nos abre el paso a nuestra nueva vida resucitada. Podemos hacer vida la Palabra de Dios, a través de un compromiso de amor y alegría con los demás. Estamos acostumbrados a ver la vida desde la perspectiva humana sin Dios. A todo le queremos dar una explicación humana, científica, técnica, y hemos dejado a un lado lo espiritual, lo sobrenatural de nuestra vida, pero hay cosas, como el sentido de muerte, que sólo se pueden explicar a nivel sobrenatural. En todos los tiempos han existido personas que no quieren creer. Gente que no acepta la palabra de Dios con sencillez y confianza. Viene de Dios y así es, aunque yo no entienda. Se trata de personas que quieren entenderlo todo con su inteligencia. El mundo es muy complejo y nuestra cabeza sola no es capaz de alcanzar todo lo que implica. Mucho menos vamos a comprender cómo y por qué Dios ha hecho las cosas.

La fe, que nos ayuda a creer que es cierto lo que Dios nos dice, es un gran regalo que recibimos de Dios; pero nosotros tenemos la responsabilidad de cuidarlo y hacerlo dar frutos, porque también podemos rechazarlo y perderlo. La Virgen María es un gran ejemplo de sencillez, de confianza en Dios, de amor a Dios, de una gran fe entre otras cosas. Muchas de las personas que no han sabido vivir en la fe, tratan de justificarse haciendo reflexiones rebuscadas y tratando de ponerle “trampas” a Dios. Esperan que la gente reconozca que ellos y no Dios, tienen la razón. Tal es el caso de estos saduceos que querían confundir a Jesús. Hay que tener cuidado cuando escuchemos a esas personas, porque hay muchos que nos pueden enredar con sus palabras y alejar de la fe, del camino que Dios ha elegido amorosamente para nosotros. Jesús no se enoja con los saduceos. Jesús los ama y les da una respuesta que les abre los ojos a la verdad y a la vida en Dios. La Resurrección nos libra de la muerte. Los cristianos somos hijos de Dios, con un destino eterno, hijos de la Vida, hijos del Amor. Nuestra religión es de vida, es de amor. Se trata de comunicar esta vida, y así amar y prepararnos para la vida eterna. Cuida tu fe! Hoy en día se habla mucho acerca de lo que nos espera después de la muerte y se escuchan diferentes cosas: que vamos a reencarnar, que nos vamos a convertir en plantas, que nos vamos a encontrar perdidos en el universo, etc. Y se habla muy poco acerca de la gran felicidad y maravilla encontrarnos con Dios, nuestro Creador. Recuerden que los hombres morimos una sola vez y somos juzgados. Al final de los tiempos resucitarán los muertos. No hay reencarnación después de la muerte, no hay fusión con el universo. Sólo hay resurrección a la vida o muerte eterna. Pidamos a Dios que todos podamos alcanzar el cielo. Tiempo Ordinario /2016

PRECES Confesémonos pecadores delante del Señor y de la Iglesia e imploremos de la divina misericordia el perdón y la paz. Digámosle con fe: SEÑOR, TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS. Tú, que eres manso y humilde de corazón. Tú, que nos mandaste amarte y amar al prójimo. Tú, que has instituido la Eucaristía. Tú, que has querido permanecer entre nosotros. Tú, que prometiste en Cafarnaún el Pan de vida. Tú, que multiplicaste los panes y los peces. Tú, que amas a tu Iglesia y te has entregado por ella. Tú, que viniste a expiar nuestros pecados y a salvarnos. Se pueden añadir otras frases, observando el mismo estilo Señor, por el misterio pascual has redimido y salvado a los hombres; concédenos que, arrepentidos de nuestros pecados, podamos adorarte y venerarte en el Sacramento presente en el altar. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. PADRE NUESTRO…… CANTO V/. Les diste el Pan del Cielo. R/. Que contiene en sí todo deleite.

Bendita sea su preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo S acramento del Altar. Bendito sea el Espíritu Santo Consolador. Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su santa e Inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo Esposo. Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.

HORA SANTA PARA

JESUCRISTO REY

DEL UNIVERSO Contemplemos al Cordero que Reina EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO Ilumínanos, Dios nuestro, con la luz de la fe y enciende nuestros corazones con el fuego de tu amor, para que aceptemos que Cristo, nuestro Dios y Señor, está realmente presente en este sacramento y lo adoremos verdaderamente, con amor y con fe. Por Jesucristo nuestro Señor. Respondemos: ten piedad de nosotros Cordero de Dios, que ruegas con amor por los tuyos, R. Ten piedad de nosotros. Padrenuestro, Ave María y Gloria Cordero de Dios, que amas hasta el fin a los hombres, R. Ten piedad de nosotros.

Oremos. Oh Dios, que en este Sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu Pasión. Concédenos venerar de tal modo los misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos continuamente en nosotros los frutos de tu redención. Que vives y reinas por los siglos de los siglos. -Amén.

Padrenuestro, Ave María y Gloria

Bendito sea Dios. Bendito sea su santo Nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre. Bendito sea el Nombre de Jesús. Bendito sea su Sacratísimo Corazón.

“El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza” Apoc. 5, 12

Tiempo Ordinario /2016

Cordero de Dios, que sacias nuestra sed con tu sangre R. Ten piedad de nosotros. Padrenuestro, Ave María y Gloria

CANTO EUCARÍSTICO

OREMOS Te aclamamos ¡oh Rey de Reyes!, te bendecimos, te adoramos, te amamos, rogándote, Jesús, que nos hagas sentir en las almas, en las familias, en la Sociedad y en nuestra Patria que Tú eres el Monarca absoluto, que Tú eres el Señor “ante quién doblan la rodilla los cielos, la tierra y los infiernos…”. ¡Salve, Tú eres el Rey de la gloria!, ¡oh CristoJesús! (Dos veces todos, en voz alta) ¡Salve, Tú eres nuestro único libertador!, ¡oh Cristo-Jesús! ¡Salve, Tú eres el ungido del Padre!, ¡oh Cristo-Jesús! ¡Salve, Tú recibiste en herencia la tierra!, ¡oh Cristo-Jesús! ¡Salve, tu trono son los cielos!, ¡oh Cristo-Jesús! ¡Salve, tu corona son las almas!, ¡oh Cristo-Jesús! ¡Salve, tu cetro es la misericordia!, ¡oh Cristo-Jesús! ¡Salve, tu púrpura es tu sangre!, ¡oh Cristo-Jesús! ¡Salve, Tú reinarás por siglos infinitos!, ¡oh Cristo-Rey! ¡Sí, por Ti, oh Cristo-Rey, reinan los reyes y los gobernantes administran justicia! ¡Por Ti, oh Cristo Rey, la autoridad legítima tiene fuerza de mando y dicta las leyes! ¡Por Ti, oh Cristo-Rey, y sólo por Ti es noble y es santo el obedecer en obsequio a Ti, Rey de amor! Tiempo Ordinario /2016

Del Evangelio de Lucas 23, 35-43 En aquel tiempo, las autoridades y el pueblo hacían muecas a Jesús, diciendo: -A otros ha salvado; que se salve a sí mismo si él es el Mesías de Dios, el Elegido. Se burlaban de él también los soldados, ofreciéndole vinagre y diciendo: -Si ere tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo. Había encima un letrero en escritura griega, latina y hebrea: ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS. Uno de los malhechores crucificados lo insultaba diciendo: ¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros. Pero el otro le increpaba: ¿Ni siquiera temes tú a Dios estando en el mismo suplicio? Y lo nuestro es justo, porque recibimos el pago de lo que hicimos; en cambio, éste no ha faltado en nada. Y decía: -Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino. Jesús le respondió: -Te lo aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso. REFLEXIÓN Jesús, el Cordero Pascual, es digno e infinitamente merecedor de nuestra incesante adoración, porque Él es la Víctima Divina sacrificada por nuestra salvación, que continúa inmolándose a Sí Mismo. De la misma manera que en el cielo hay una incesante alabanza y adoración a Jesús en la Sagrada Eucaristía, que nuestra vida entera también sea una alabanza perpetua. Pidamos con fe que el eterno Cordero provoque en nuestros corazones frágiles la adoración. En la Eucaristía del jueves Santo celebramos la Última Cena de Jesús, el Memorial de la institución de la Eucaristía, del sacerdocio ministerial y el lavatorio de los pies. Con los Apóstoles entramos en el Cenáculo cuidadosamente preparado y nos disponemos a recibir los últimos dones de Aquél que nos ama, a escuchar sus últimas confidencias, a contemplar sus últimos gestos. 96

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Queremos llenar nuestros ojos y nuestro corazón de su presencia en medio de nosotros. Institución de la Eucaristía Jesús se hace anuncio, en el simple misterio de la Eucaristía. Él toma entre sus manos lo más expresivo de su pobreza y lo transforma en Él. En el pan y el vino que tiene entre las manos se queda Él, se obsequia y se sumerge en la vida hambrienta de sus discípulos. Este es el lenguaje de Jesús, el del amor. El de ofrecerse hasta alcanzar la máxima humillación. Hoy Jesús se queda para siempre en la Eucaristía. Hoy Jesús nos demuestra que nos ama hasta el extremo. Jesús quiso quedarse entre nosotros y ser el alimento que nos da fuerza para llevar su mensaje. Recibamos las bendiciones del Santísimo Sacramento dando gracias por el llamado a la vida y a la fe y por todas las personas que desde su vida y su fe posibilitaron que nosotros hoy permanezcamos militando como soldados del Divino Rey. Lavatorio de pies Así es como con este gesto se deja ver un gran misterio. El ser Eucaristía con Jesús. El imitarlo. El animarse a ser eucaristías vivas. Servir, amar, comprender, perdonar, consolar, es ser Eucaristía. Es tener entre ustedes los mismos sentimientos de Cristo. Reinar con Cristo, el Cordero inmolado. Con el lavatorio de los pies, Jesús ha querido resumir todo el sentido de su vida, para que quedara bien grabado en los corazones de sus discípulos, aunque en aquel momento no entendían nada. Toda su vida, desde el principio hasta el final, fue un lavatorio de pies, un servir a los hombres. Nos ha dado el ejemplo de una vida gastada por los demás. De una vida hecha “pan partido para el mundo”. Habiéndonos amado, nos amó hasta el extremo, se hace servidor nuestro y nos pide que amemos como Él. Las palabras de Jesús “ustedes también deben lavarse los pies unos a otros”, significan que se deben ofrecer recíprocamente los servicios de una humilde caridad.

El primer servicio de Caridad es llevar a la Verdad. No tengamos miedo de ser humillados por anunciar la Verdad del Reino de los Cielos en un mundo secularizado.

extiende sobre todos ellos los beneficios de tu Reinado: ¡Vence, reina, impera, Cristo-Rey!

SILENCIO

La sociedad moderna, Jesús, sobre todo aquella que por el dinero y la situación ejerce una influencia e imprime rumbos, se ha apartado mucho de Ti en su fiebre de goces y de frivolidades, en sus locos devaneos de espectáculos y modas, en sus rebeldías de licencias culpables, con frecuencia escandalosas… Quiere gozar pecando y querría que Tú callases, que Tú toleraras mil y mil flaquezas sociales, funestísimas en la vida de familia, porque contrarían, Señor, a tus derechos soberanos. Es ¡ay! toda una apostasía social en el orden moral, aun entre los mismos que se dicen buenos… Rey adorable, extiende sobre todos ellos los beneficios de tu Reinado: ¡Vence, reina, impera, Cristo-Rey!

Es urgente, queremos que Tú reines, ¡oh Jesús! Qué triste historia, Señor, la de los pueblos que redimiste con tu sangre…; sus representantes legales, su gobernantes han hecho burla tantas veces de tu Código y de tu Evangelio, que es la Carta Magna del mundo cristiano… En cuántos Parlamentos y Congresos se te ha blasfemado, se te ha desconocido, se te ha suprimido con sacrílega legalidad… Rey adorable, extiende sobre todos ellos los beneficios de tu Reinado: ¡Vence, reina, impera, Cristo-Rey! Es urgente, queremos que Tú reines, ¡oh Jesús! El único Legislador eres Tú, Jesús…, pero aquel poder que delegaste a los hombres de comentar tu Ley con leyes justas, santas, cristianas, ese poder lo han convertido tantos legisladores sin conciencia en arma contra Ti y han legislado, Jesús, declarando oficialmente que tu Iglesia es una irritante tiranía, que tu Evangelio es un absurdo, que tu Vicario, tu Sacerdocio y tu espíritu están en oposición con libertades y progresos… Rey adorable, extiende sobre todos ellos los beneficios de tu Reinado: ¡Vence, reina, impera, Cristo-Rey! Es urgente, queremos que Tú reines, ¡oh Jesús! Aquella casta de orgullosos que te condenó, Jesús, desde tu primera aparición en la tierra, andando los siglos se ha parapetado tras el nombre de filosofía, de derecho y ciencia, y con altivez de soberbia, te desecha en nombre de la razón libre y te condena al destierro en nombre de la ciencia emancipada de tu Ley sacrosanta… Esa casta de soberbios pervierte con saña a la juventud y la organiza y lanza intelectualmente en contra tuya y de tu Evangelio… Rey adorable,

Es urgente, queremos que Tú reines, ¡oh Jesús!

PRECES: Por eso delante de Jesús Eucaristía queremos interceder por nuestros hermanos. Que nuestro lavatorio de pies sea hoy una plegaria de intercesión por aquellos que necesitan de nuestra oración. Jesús es el único intercesor ante el Padre en favor de todos los hombres, de los pecadores en particular. Recostemos nuestra cabeza sobre su pecho, implorando que ayude a los que más lo necesitan. Interceder, pedir en favor de otro, es, desde Abraham, lo propio de un corazón conforme a la misericordia de Dios. Jesús, Rey del Universo: confiamos totalmente en tu infinita misericordia y en la maternal intercesión de María Reina. No dejes de oír nuestra plegaria. A cada intención respondemos cantando: Te rogamos, óyenos • Te pedimos por el papa, los obispos, los sacerdotes y todos los que forman parte de la Santa Madre Iglesia, para que ella pueda Tiempo Ordinario /2016

siempre responder a las necesidades verdaderas y profundas de la humanidad y camine libre y amorosamente hacia Cristo. Oremos • Por nuestro país y sus gobernantes para que no miren el bien de unos pocos, sino que busquen el bien de todos, consiguiendo así una paz duradera. Ayúdanos a edificar una sociedad más justa y solidaria. Oremos • Te pedimos por los jóvenes, para que vigoricen su fe o la revivan si es débil, y así, no tengan miedo de abrir de par en par las puertas a Jesús y respondan a su llamada de amor. Oremos • Señor Jesús, haz que nuestros hermanos que han pasado ya de este mundo a tu reino se alegren con júbilo eterno en tu presencia y se llenen de gozo en la asamblea de los santos. Oremos • Te pedimos por todos los que sufren, por los enfermos y los que están solos, para que reciban tu consuelo y tu paz. Oremos • Jesús, que junto a la cruz tuviste a tu madre dolorosa que participó en tu aflicción, haz que sepamos también nosotros participar en tu pasión. Oremos Presentémosle a Jesús nuestro corazón, abierto y sincero. Que surja en nosotros la intercesión por aquellos que conocemos, que están sufriendo, aquellos con quienes estamos peleados, aquellos que están solos, aquellos que están viviendo una gran alegría, por nuestros amigos, nuestra familia, aquellos que no conocen a Jesús. Presentémosle al Cordero que reina desde la Eucaristía todos los rostros de las personas por las que hoy queremos pedir especialmente. Seamos generosos en nuestra oración. CANTO DE ADORACIÓN Padrenuestro 98

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Oración a María Reina Ave María, dulce Madre de la Eucaristía. Con dolor y mucho amor, nos has dado a tu Hijo Jesús mientras pendía de la Cruz. Nosotros, débiles criaturas, nos aferramos a Ti para ser hijos dignos de este gran amor y dolor. Ayúdanos a ser humildes y sencillos, ayúdanos a amar a todos los hombres, ayúdanos a vivir en la gracia estando siempre listos para recibir a Jesús en nuestro corazón. Oh María, Madre de la Eucaristía, nosotros, por cuenta propia, no podremos comprender este gran misterio de amor. Que obtengamos la luz del Espíritu Santo, para que así podamos comprender aunque sea por un solo instante, todo el infinito amor de tu Jesús que se entrega a Sí mismo por nosotros. Ayúdanos a reinar con tu Hijo Jesús que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén BENDICIÓN Dios y Padre nuestro, que por medio de la muerte y Resurrección de tu Hijo nos redimiste a todos, prosigue en nosotros la obra de tu amor, a fin de que el recuerdo constante del misterio de nuestra Salvación, nos impulse a conseguir plenamente sus frutos. Por Jesucristo nuestro Señor. Cristo, Maestro y Salvador nuestro. Cristo, Mesías enviado. Cristo, Fuente de la divina sabiduría. Cristo, Buena Noticia. Cristo, Médico de los enfermos. Cristo, Palabra de verdad. Cristo, Luz de los pueblos. Cristo, Pan bajado del cielo. Cristo, Muerto y Resucitado por nosotros. Cristo, Presencia permanente entre nosotros. A ti, todo honor y toda gloria, por los siglos de los siglos. Amén.