Este documento tiene como finalidad, cuestionar si los derechos de las minorías pueden estar sometidos a la decisión de las mayorías o en estos casos se debe respetar el principio contramayorítario, busca hacer una aproximación jurídica, tanto a nivel nacional como internacional del derecho a la paz como derecho supremo que debe ser respetado y las razones por las que no debe ser sometido a la voluntad de las mayorías, del mismo modo, explica el por qué, el inicio de los diálogos de paz de La Habana son un reconocimiento al origen de la insurgencia en Colombia, reconociendo que el país vive una profunda desigualdad social y económica, hace un cuestionamiento, sobre quiénes son los legitimados para refrendar el Acuerdo Final, ¿aquellos que solo han visto la guerra por televisión o aquellas víctimas y comunidades que tienen que vivir los vejámenes de la guerra en su cotidianidad?, el Acuerdo Final no solo incluye el derecho fundamental a la paz y no es este derecho el que a través de re